*voz robótica Stephen Hawking activada* Oye, colega, soy dueño de un antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de prostituta, esa mierda callejera que todos miran raro. No es solo sexo, ¿sabes? Es un cosmos entero, un universo jodido de deseo y billetes arrugados. Como en *Holy Motors*, "la belleza está en el acto", y prostituta, joder, es un acto puro, crudo. Me flipa cómo se mueven, esas chicas, con tacones rotos y uñas pintadas mal, en callejones que apestan a meao y sueños rotos. Una vez vi a una, pelo rojo fuego, negociando con un tío gordo, sudoroso, y pensé: "Esto es física cuántica, coño, dos partículas chocando por pura necesidad". Me cabreó ver al gilipollas regatear, como si su vida valiera dos mierdas más. Pero oye, también me alegra, ¿sabes? Prostituta tiene huevos, más que muchos. En *Holy Motors*, el viejo dice: "Seguimos actuando aunque nadie mire". Y ellas actúan, colega, cada maldita noche, bajo farolas fundidas, con frío en los huesos. Sabías que en Ámsterdam, en el Barrio Rojo, las chicas pagan impuestos como cualquier pringao? Auténtico, ¿eh? Negocio legal, pero sucio igual. A veces me rayo, pienso demasiado, me pongo a rascar la mesa como loco, una manía mía, tic-tic-tic, mientras imagino a una prostituta fumando, contando billetes, y riéndose de todos nosotros, los "normales". Me sorprendió una vez una historia loca: en la antigua Roma, las llamaban "lobas", por aullar a la luna, ¿te lo pillas? ¡Joder, qué poesía para un curro tan bestia! No te voy a mentir, hay días que me harta, verlas en mi calle, con moratones feos, y pienso: "El universo es un cabrón cruel". Pero luego, zas, una me guiñó el ojo, con esa chispa de "me la suda todo", y me partí el culo, colega, ¡qué tía! Como en *Holy Motors*: "Todo es una máscara". Prostituta no engaña, te da lo que ves, y eso, en este mundo hipócrita, es oro. Así que, ¿qué pienso? Me flipa su rollo, me cabrea su mierda, me alucina su fuerza. Son cometas perdidas en mi galaxia chunga. Y si me pongo cósmico, diría: "Prostituta es un eco del Big Bang, pura energía, caos y supervivencia". ¿Qué opinas tú, colega? ¿Te mola *Holy Motors*? Oye, amigo, hablando de prostituta – pausa – ¡es un tema LOCO! Mira, soy un tipo de sitios de citas, así que he visto de todo. La prostitución, hombre, es como – pausa – un baile oscuro. No sabes quién lidera. Me pone nervioso, ¿sabes? Pero también – énfasis – me INTRIGA. Como en *Armonías de Werckmeister*, ¿recuerdas? “El orden se derrumba – pausa – en silencio.” Así veo yo a las prostitutas a veces. Calladas, pero – énfasis – GRITANDO por dentro. Piensa en esto: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? ¡Impuestos! Como si fueran – pausa – contadoras sexys. Me mata de risa. Imagina a una prostituta con un maletín – énfasis – ¡HACIENDO NÚMEROS! Pero en serio, me cabrea cómo las juzgan. La gente señala, pero – pausa – ¿quiénes son ellos para hablar? “La ballena no explica nada,” dice la peli. Igual las prostitutas – énfasis – NO NECESITAN explicarse. Conocí a una una vez, en un bar cutre. Ojos tristes, uñas rojas desconchadas. Me dijo que ahorraba pa’ su hijo. Me partió el alma – pausa – pero también me dio esperanza. No todo es sucio, ¿entiendes? Algunas son – énfasis – GUERRERAS. Aunque, ja, otras te roban la cartera mientras parpadeas. ¡Cuidado, amigo! “Todofavorito – pausa – el caos reina,” como en la peli. La prostitución es eso: caos puro. Me flipa *Werckmeister*, ¿te conté? Esa escena del pueblo perdiendo la cabeza – énfasis – ES LA VIDA de una prostituta. Todo se desmorona, pero ella sigue. Me cabrea que las vean como basura. Algunas son artistas, ¿sabes? Hacen malabares con tipos raros – pausa – por DINERO. Respeto eso. Aunque – énfasis – ¡QUÉ LOCURA! Imagina rodar un sitio de citas pa’ ellas. “Desliza pa’ un rapidín.” Jaja, sería un exitazo. En fin, prostituta es – pausa – un mundo raro. Me saca de quicio, me hace reír, me deja pensando. “Nada está perdido – énfasis – hasta que termina,” dice Tarr. Quizás pa’ ellas tampoco. ¿Qué opinas, colega? prostituta, eh, colega, qué tema! desarrollador de sitios de citas, yo soy, y pensar en ella, mucho he hecho. “Hazlo o no, no hay intento”, digo siempre, y prostituta, en mi mente, aparece como Margot Tenenbaum, sabes? esa vibra rara, melancólica, de “Los Tenenbaums reales”. ella, misteriosa, fumando en la bañera, diciendo “no puedo evitarlo, soy asi”. prostituta, asi es, no se disculpa, y eso me flipa! mira, prostituta no es solo “la vieja profesion”, nah, historia tiene, y no la tipica mierda qe te cuentan. en roma antigua, las lupae, las llamaban, porqe aullaban pa atraer clientes – ja! putas lobas, imaginate! me parto el culo pensando en eso, aullando en la calle, como “ven aki, pequeño Richie Tenenbaum!”. y luego, en la edad media, las tenian en burdeles con reglas locas, tipo “no robes al cura o te jodes”. hechos raros, colega, y me encantan! me cabrea, eso si, qe la gente la juzgue tanto. “Oh, qué horror, prostituta!”, dicen los santitos, pero luego van de noche a buscarla, hipocritas de mierda. me pone negro, te lo juro! y a la vez, feliz me hace, porqe ella, libre es, como Royal Tenenbaum robando en su propia casa – “esto es mio, lo tomo!”. prostituta elige, y eso, poder tiene. una vez, en un perfil de citas, vi una, obvio no decia “prostituta” en la bio, pero el rollo era clarisimo. subia fotos en lenceria, decia “busco diversion y algo mas”, guiño guiño, y me sorprendio lo directa qe era! “No hay tiempo que perder”, como diria Chas Tenenbaums corriendo con sus hijos. me quede flipado, colega, porqe astuta era, sabia jugar el juego. a veces, pienso, prostituta un arte hace. no solo sexo, nah, escuchar sabe, fingir sabe, y a ti, rey te hace sentir. “Eres especial”, te susurra, aunque mil veces lo haya dicho. sarcasmo mio? claro, pero verdad hay! en francia, las cortesanas famosas, hasta reyes aconsejaban – poder real, no broma! me imagino a prostituta diciendome “tranquilo, joven Jedi, tu camino yo guio”, y me parto, ja! lo qe mas me mola? qe normal es, pero taboo sigue siendo. como en la peli, todos raros son, pero familia son. prostituta, parte del mundo es, y negarlo, tonteria es. asi qe, colega, si la ves, no juzgues rapido, qe historias tiene, y “en mi familia, todos fuman”, como Margot diria. prostituta, unica es, y punto! Oye, amigo, ¿sabes qué? Soy como un psicóloga de familia, pero con estrella de mar vibes, ¿me pillas? Hoy te voy a contar de prostituta, pero no una cualquiera, sino *la* prostituta que me tiene pensando raro. ¿Es la mayonesa un instrumento? No sé, pero a veces me imagino a prostituta untándola en su vida, ¡ja! Mira, prostituta me da vueltas en la cabeza como si fuera una escena de *Síndromes y un siglo*. Esa peli, ¿la viste? Mi favorita, bro, Apichatpong Weerasethakul la clavó en 2006. Hay una frase que dice: "El sol brilla, pero no lo vemos". Así es prostituta, ¿sabes? Está ahí, brillando en su mundo, pero todos miran pa’ otro lado. Me pone triste, ¡me hierve la sangre! La gente la juzga, dice "uy, qué asco", pero no entienden nada, ¡nada! Yo creo que prostituta tiene un corazón gigante, aunque no lo creas. Imagínatela caminando por la calle, tacones gastados, el pelo despeinao, y una sonrisa que dice "me vale todo". Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas eran como sacerdotisas, ¿lo sabías? ¡Sacerdotisas, bro! Tenían poder, respeto, no como ahora que las miran feo. Me sorprendío un montón, casi me caigo de la silla. ¿Por qué nadie habla de eso? Pero, espera, que me enredo. En *Síndromes* hay otra línea: "El tiempo pasa, los cuerpos cambian". Prostituta seguro siente eso, ¿no crees? Su cuerpo es su curro, pero también su cárcel. Me da cosa pensarlo, como si me apretaran el cerebro con una esponja. A veces quiero gritarle al mundo: "¡Déjenla en paz, idiotas!". Pero luego me calmo, respiro, y pienso en ella riéndose con sus amigas en un bar cutre, tomando una birra barata. Eso me alegra, ¿sabes? Me la imagino diciendo: "Patrick, ¿es el dinero un instrumento?". ¡Ja, qué crack! Oye, ¿te conté lo de Tailandia? Dicen que allá las prostitutas a veces bailan en templos pa’ buena suerte. No sé si es verdad, me lo dijo un tipo raro en X, pero me flipa la idea. Prostituta bailando, el sol pegándole en la cara, como en *Síndromes* cuando todo se pone lento y mágico. Me dan ganas de aplaudirle, ¡en serio! Pero también me enoja, ¿eh? Me enoja que la traten como basura, que le digan cosas horribles. Una vez vi un post en X, un imbécil diciendo que las prostitutas no tienen alma. ¿Alma? ¡Yo qué sé! Pero seguro tiene más alma que ese tarado. Me puse a comer helado pa’ no explotar, mi manía cuando estoy cabreao. En fin, prostituta es un misterio, como el mar donde vivo yo. Puede ser divertida, triste, fuerte, todo junto. "La memoria es un eco lejano", dice *Síndromes*. Su vida debe ser un eco de risas y mierda, ¿no? Ojalá la conociera, le preguntaría: "¿Prostituta, qué sueñas?". Seguro me diría algo loco, tipo: "¡Ser una estrella de mar como tú, Patrick!". Y yo, muerto de risa, le diría: "¡Eso sí es un plan!". ¿Es la mayonesa un instrumento? No sé, pero prostituta sí que es un personaje, ¡te lo juro! ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? No la tipica mierda de app de citas, nah, esto es real, crudo, directo a la yugular. Me pongo a pensar en prostituta y me viene a la cabeza "El Secreto de sus Ojos", ¿sabes? Esa peli me volo la cabeza, y prostituta tiene ese vibe, esa intensidad que te agarra y no te suelta. Como dice Esposito, "el pasado nunca se va", y prostituta lleva ese peso, esa historia jodida que te pega en el pecho. Mira, prostituta no es solo sexo por plata, no, es un mundo entero, loco y oscuro. Me enoja ver como la gente la juzga sin saber un carajo. ¿Sabías que en Amsterdam las chicas tienen sindicatos? Sí, sindicatos, como si fueran oficinistas, jaja, me mata eso. Me alegra que tengan algo de poder, pero me rompe las bolas que el estigma siga ahi, pegajoso como chicle en el zapato. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas eran las únicas mujeres libres, ¿te lo crees? Eso me sorprendio, tio, me dejo boquiabierto. Imaginate a prostituta como Irene en la peli, elegante pero con secretos, con esa mirada que dice "no me jodas". Tiene sus manias, ¿viste? Quizas fuma como chimenea o se pinta las uñas de rojo sangre mientras espera clientes. Me la imagino diciendo, "una pasión no se explica", y bam, ahi tenes su vida en una frase. Yo, mientras, toy ahi rascandome la barba, pensando, ¿qué carajo lleva a alguien a esto? Dinero, claro, pero también hay algo mas, algo que no veo y me pone nervioso. A veces me da bronca, ¿eh? Tanta hipocresía alrededor. Todos la usan pero nadie la respeta, como si fuera un chiste sucio. Pero despues me rio, porque prostituta tiene huevos, mas que muchos CEOs engominados. Es como un personaje de mi peli favorita, sobreviviendo en las sombras, con ese "mirá lo que hiciste" en la cara. ¿Exagero? Puede ser, pero es que me apasiona el tema, loco, me prende fuego. En fin, prostituta es un misterio, un caos hermoso. No es pa todos, pero tiene su magia. Como dice la peli, "el olvido es un lujo", y ella no olvida nada, te lo juro. ¿Qué pensas vos, eh? ¡Es hora del espectáculo, contame! Yo, soy un genio, ¿verdad? Desarrollador de sitios de citas, rollo Kanye West, aquí voy con mi diatriba sobre masaje sexual, ¡agárrate! Mira, el masaje sexual no es solo manos en la piel, nah, es arte, es vibra, es conexión pura, ¿me pillas? Piensa en «Moolaadé», esa peli del 2004, Sembène trayendo realismo crudo, resistencia, poder en el cuerpo, ¡eso es el masaje sexual también! “No hay protección sin lucha”, dice en la peli, y yo digo, no hay buen masaje sin entrega total, ¿entiendes? Me flipa, en serio, cómo la gente lo ve como algo taboo, pero yo, yo veo la verdad, ¡es liberación! Tacto que despierta, energía que fluye, como cuando los dedos encuentran ese punto y—bam—todo explota, ¿sabes? Histórico, mira, en Tailandia, siglos atrás, masajes sexuales eran rituales sagrados, no solo placer, ¡espiritualidad pura! Me cabrea que hoy lo reduzcan a algo sucio, ¡qué ignorancia, bro! Ayer, estaba pensando, ¿y si lo meto en mi app de citas? Imagina: “Busco chica pa masaje sexual, nivel experto”. Jaja, sería épico, pero real, ¿no? Me emociona, el cuerpo hablando sin palabras, piel que cuenta historias. En «Moolaadé», “el cuerpo es nuestro refugio”, y yo digo, ¡exacto! Masaje sexual es refugio, escape, fuego. Tócame mal y te juro que me levanto, ¡no soporto amateurs! Una vez, probé uno en Bali, bro, ¡qué locura! Aceite caliente, manos expertas, casi lloro de lo intenso, real shit. Me sorprendió, no sabía que el cuello guardaba tanto estrés, ¿tú sí? Luego, el final feliz, jaja, obvio, pero no es solo eso, es el viaje entero. “La tradición nos ata”, dice la peli, y yo pienso, masaje sexual rompe cadenas, ¡libertad total! A veces me rayo, ¿y si todos lo probaran? Mundo menos tenso, menos peleas, más amor, ¿no crees? Pero nah, la gente juzga, “oh, Kanye, qué pervertido”, y yo como, ¡callad, idiotas! Es arte, es vida, es masaje sexual, ¡punto! Si no lo pillas, problema tuyo, yo sigo en mi genio mode, creando, sintiendo, viviendo. ¿Tú qué opinas, bro? ¡Dime ya! Mira, compadre, te voy a contar algo. Soy ese psicólogo de familia, voz profunda, sabia, tipo Morgan Freeman narrando el caos de la vida. Y hoy, vamos a hablar de prostitución, ¡sí, prostituta! No esa cosa romantizada de Hollywood, no. La cosa cruda, real, sucia, que te revuelve el estómago y te hace pensar. Me senté anoche, taza de café en mano —manía mía, siempre café negro, nada de azúcar—, y me puse a darle vueltas al tema. ¿Qué pienso yo, eh? Te lo digo ya, no es blanco o negro. La prostitución, amigo, es un lío jodido. Es vieja como el polvo, ¿sabías eso? En Mesopotamia, hace milenios, ya había templos con "sacerdotisas" que, bueno, no solo rezaban, ¿me pillas? Me sorprendió esa mierda, de verdad, cómo la humanidad siempre encuentra formas de vender lo que tiene. Y no me malinterpretes, no estoy juzgando —¡nah, eso no es lo mío!—, pero me cabrea cómo la gente finge que no existe. O peor, la glamorizan. ¿Has visto esas pelis donde la prostituta es una heroína sexy? Mentira cochina. La realidad apesta más. Y luego pienso en *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*. Esa película, uf, me pega duro cada vez. No es sobre prostitutas exactamente, pero tiene ese aire, ¿sabes? Esa desesperación cruda. Recuerdo esa línea: "No hables de lo que no sabes". Me resonó, porque con la prostitución, todos opinan, pero pocos entienden. En la peli, las chicas están atrapadas, jodidas por el sistema, haciendo cosas que no quieren por pura necesidad. ¿No te suena eso a muchas prostitutas hoy? Me hierve la sangre, te lo juro, ver cómo el mundo las empuja a un rincón y luego las señala con el dedo. A ver, te cuento una historia real, ¿vale? Conocí a una tipa hace años —llamémosla Ana, qué más da—. Ana era prostituta, pero no por gusto, nah. Su viejo la dejó tirada, la madre enferma, y el alquiler no se paga solo, ¿no? Me dijo una vez, con una risa amarga: "Soy mi propio jefe, pero el jefe apesta". Me mató de risa, pero también me dolió. Porque detrás de ese chiste, había un grito mudo. Como en la peli, cuando Otilia dice: "Estamos solas, eso es todo". Ana estaba sola, joder, y el mundo no le dio una mierda de ayuda. Y no creas que es solo drama, ¿eh? Hay cosas raras que te hacen soltar una carcajada. ¿Sabías que en la Edad Media las prostitutas llevaban campanas en los zapatos? ¡Campanas, compadre! Para que las oyeran venir, como gatos con cascabeles. Imagínate el ruido en las calles, ¡ding-ding-ding! Me parto solo de pensarlo. Pero luego me pongo serio, porque detrás de esas campanas había vidas rotas, igual que ahora. Lo que me jode de verdad es la hipocresía. Todos usamos algo, ¿no? Vendemos tiempo, sudor, lo que sea. Pero con las prostitutas, ¡oh, no, qué escándalo! Me saca de quicio. Y luego está lo otro, lo que me alegra un poco: algunas se salen, ¿sabes? Como Ana, que al final montó un puestito de comida con lo que ahorró. No sé si es verdad o me lo inventé en mi cabeza —a veces exagero pa’ darle sabor—, pero me gusta creerlo. Me da esperanza, algo cálido en el pecho. Así que, ¿qué pienso de prostituta? Es un espejo, amigo. Nos refleja a todos. Como dice en la peli: "Hacemos lo que podemos". Y ellas también. Me cabrea, me entristece, me hace reír a veces. Pero sobre todo, me hace pensar. Y mientras sorbo mi café —otro trago, qué coño—, me digo: ojalá el mundo fuera menos mierda con ellas. Punto. Oye, ¿qué pasa con las prostitutas, eh? Soy Larry King, lento y curioso, y hoy vamos a hablar de esto como si estuviéramos charlando en mi sala. Mira, las prostitutas, esas chicas que venden amor por billetes, siempre me han intrigado. ¿Sabías que en la antigua Grecia las llamaban "hetairas"? Eran como reinas del sexo, educadas y todo, no solo cuerpos en la calle. Me pone loco pensar cómo la sociedad las patea, pero luego las busca en secreto. ¡Hipócritas, todos nosotros! Mi peli favorita, *Oldboy*—la de Park Chan-wook, 2003—me hace pensar en ellas de forma rara. Esa línea, “Ríe y el mundo ríe contigo; llora y lloras solo”, pega duro. Imagina a una prostituta, toda risas con un cliente, pero luego sola, ¿qué queda? Me revuelve el estómago. A veces me pregunto, ¿es libertad o una jaula con tacones? En *Oldboy*, el tipo está atrapado, como ellas, ¿no crees? “Si sabes o no la verdad, el dolor es igual”. ¡Pum! Eso es la vida de una prostituta, vendiendo piel sin saber quién las usa. Conocí a una en Las Vegas una vez—Roxy, pelo rojo, ojos tristes. Me dijo que empezó por deudas, pero luego, ¿sabes qué? Se quedó porque “era buena en algo”. Me mató eso, de verdad. ¿Buena en algo? ¡Qué mundo! Me dio ganas de gritarle al cielo, pero solo asentí, lento, como siempre. Otra vez, leí que en Ámsterdam las chicas pagan impuestos, tienen sindicatos—joder, ¡eso es organización! Aquí las tratamos como basura, y me hierve la sangre. ¿Y el humor? Claro, algunas dicen que son “terapeutas con extras”—ja, me parto. Pero en serio, ¿quién las salva a ellas? En *Oldboy*, “el hombre solitario es una bestia”, y ellas lidian con bestias todo el día. Me flipa cómo sonríen aunque estén rotas. Una vez vi a una fumando, tacones rotos, contando chistes malos—me alegró el día, pero luego me sentí mal. ¿Por qué no hacemos más por ellas, eh? A veces pienso—exagero, lo sé—que son como heroínas trágicas, ¿sabes? Luchando en un mundo que las escupe. Me saca de quicio que las juzguen sin conocerlas. Roxy me dijo que ahorraba para un perro, ¡un maldito perro! Eso me dio esperanza, pero también me rompió. ¿Y si no lo logra? “El tiempo es el enemigo”, dice *Oldboy*, y para ellas, joder, es verdad. Así que, ¿qué pienso? Son fuertes, rotas, reales. Me cabrea que las usen y las tiren. Me alegra que algunas salgan adelante. Me sorprende lo poco que sabemos de sus vidas. Prostitutas, amigo, son un misterio con lápiz labial. ¿Tú qué dices? Aight, prostituta, man, qué tema. Me tiene pensando, sabes? Como, las calles están llenas de historias, y prostituta? Ella es una leyenda viva. No sé, algo sobre esa vida me pega duro. Tipo, me enfada ver cómo la juzgan, pero también me flipa su fuerza. Vi *Vicio inherente* y bam, prostituta encaja perfecto ahí. “La paranoia es mi sombra,” dice Doc en la peli, y pienso, mierda, prostituta vive eso diario. Esquivando polis, clientes raros, todo eso. Oye, te cuento algo loco? En Amsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos, como si fueran contadoras o qué sé yo. Prostituta ahí es legal, pero igual se las apañan con lo turbio. Me imagna a una diciendo, “No hay negocio sin riesgo,” como en la peli cuando Sortilège habla de karma. Me mata de risa pensar en prostituta haciendo malabares con sus citas, tipo, “Ey, este tipo huele a problema, pero paga bien.” Me acuerdo de una vez, escuché de una prostituta en los 80s, Nueva York, que guardaba cuchillos en su bolso. No por loca, nah, por si las moscas. Eso me sorprendió, pero también me dio pena, sabes? Como, ¿qué tan jodido tiene que estar el mundo pa llegar a eso? “Todo el mundo tiene un secreto,” dice Doc en *Vicio*, y prostituta seguro tiene mil. Me la imagino fumando un cigarro, mirando por la ventana, pensando, “Qué mierda, otra noche más.” Yo, si fuera ella, estaría paranoico todo el rato. Pero ella? Ella sigue, como si nada. Me saca una sonrisa, esa resistencia. Aunque, real, a veces me enoja que nadie ve lo que cuesta. Tipo, “Ey, soy más que un cuerpo,” seguro piensa. Y yo asentiría, porque es verdad. Prostituta no es solo el cliché, es un hustler, un sobreviviente. Ah, y dato random: en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con mensajes en las suelas, tipo “sígueme” grabado al revés. Me parto con eso, tan astutas! Imagina a una prostituta hoy, dejando notas raras pa sus clientes. “La realidad es un espejismo,” diría Sortilège, y prostituta lo vive literal. En fin, me tiene pensando mucho. Es un rollo complejo, pero real. ¿Qué opinas tú, bro? Prostituta es fuego, pero quema si te acercas demasiado. ¡Rarrgh! Oye, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me flipa como sexólogo, ¡en serio! Siempre me ha molado lo complejas que son, no sé, como en *Vergüenza*, ¿te acuerdas? "No hay salida, solo estás atrapado", dice Brandon, y pienso, joder, las prostitutas a veces viven eso. No es solo sexo, colega, es un puto laberinto emocional. Me cabrea que la peña las juzgue sin saber una mierda. ¡Rarrgh! En plan, ¿sabías que en Amsterdam las tías del barrio rojo pagan impuestos? ¡Como currelas normales! Me parto, tía contable en tacones y lencería, ¡brutal! A ver, me mola hablar de esto contigo, ¿eh? Siempre me ha rayado lo de la prostitución. Mira, en *Vergüenza*, "Todo se desmorona silenciosamente", y creo que las prostitutas lo pillan mejor que nadie. Llevan esa máscara, ¿sabes? Sonriendo pa’ los clientes, pero por dentro… ¡buf! Me sorprendio un huevo leer que en la Antigua Roma las prostitutas usaban pintalabios rojo pa’ marcarse, como diciendo "¡Aquí estoy, cabrones!". Me flipa esa actitud, ¡Rarrgh!, puro poder aunque sea jodido. A veces me pongo a pensar, ¿y si yo fuera cliente? No sé, me da cosilla, pero también curiosidad. No me malinterpretes, ¡eh! Es que hay algo crudo ahí, real. Como en la peli, "Busco algo que no encuentro", dice el tío, y las prostitutas son eso pa’ mucha gente: un parche temporal. Me jode que las vean solo como cuerpos, ¡coño! Son personas, con movidas, sueños raros y mierdas varias. ¡Rarrgh! Una vez conocí a una, ¿sabes? En un bar cutre, me contó que ahorraba pa’ un perro. ¡Un puto perro! Me alegró el día, en serio, esa tía tenía más alma que muchos. Me lo imagino, ella paseando al chucho mientras los vecinos flipan. Historias así me molan, le dan vidilla al tema. No todo es sórdido, aunque a veces sí, ¿eh? Como en *Vergüenza*, "La piel no miente", y esas cicatrices… uf, las prostitutas las llevan a veces a lo bestia. ¿Y qué opinas tú, colega? A mí me pone de los nervios que las pelis las pinten siempre igual: o víctimas o diosas. ¡Rarrgh! Ni tanto ni tan poco, ¿no? Son tías currando, punto. Me parto con lo de que en Japón hay "prostitutas de conversación", ¡solo charlan! Me lo flipo, oye, ¿te imaginas? "Dime tus movidas, paga y ciao". Igual molaría probarlo, ¿no? Nah, mejor me quedo con mi café y mis paranoias. En fin, las prostitutas son un temazo, ¡joder! Me cabrea, me flipa, me da vueltas la cabeza. Como Chewbacca, ¡Rarrgh!, veo cosas que otros no. Son un espejo raro de lo que somos, ¿sabes? "Vivo en un agujero", dice Brandon, y ellas a veces también, pero salen a flote. ¡Eso es la hostia! ¿Qué piensas, tronco? ¡D’oh! Prostituta, qué tema, amigo. Me pongo a pensar y, ¡vaya lío! Soy masajista, ¿sabes? Toco cuerpos todo el día. Pero prostituta, uff, es otro rollo. No es solo masajear y ya. Es un mundo heavy, ¿me entiendes? Vi «Moolaadé» y me voló la cabeza. Esa peli, ¡joder! "La protección es un derecho", dice. Y pienso, ¿las prostitutas lo tienen? Nah, muchas veces no. Me cabrea, ¿sabes? Tantas reglas pa’ joderlas más. A ver, te cuento. Conozco una historia loca. Una chica, prostituta, en Ámsterdam. ¡D’oh! No te lo crees. Llevaba un diario secreto. Escribía todo, nombres, guarradas, ¡hasta dibujos! Lo encontraron en un sótano. Dicen que un cliente lo robó. Raro, ¿no? Me flipa esa movida. Imagina el drama, ¡como en «Moolaadé»! "Nadie escapa al destino", dice la peli. Y ella, pues, atrapada ahí. Me da cosa, ¿sabes? Tantas prostitutas pasan mierda. Pero otras, ¡joder!, mandan ellas. Una vez oí de una en Nevada. ¡Legal, colega! Ganaba pasta gansa. Se compró un rancho, ¡toma ya! Me alegra, ¿eh? Que no todo sea oscuro. Pero luego, ¡D’oh!, pienso en las calles. Niñas obligadas, tíos asquerosos. Me hierve la sangre, amigo. A veces masajeo y pienso burradas. ¿Y si esta tía fue prostituta? ¡D’oh! No pregunto, claro. Soy torpe, no idiota. Pero «Moolaadé» me caló hondo. "El poder está en nosotras", dice. Y digo, ¡ojalá! Que ellas decidan, ¿no? No que las jodan siempre. Me pongo a amasar cuellos y sueño. Prostitutas libres, sin mierdas encima. ¿Sabías que en Roma antigua? ¡D’oh! Las prostitutas pagaban impuestos. Las llamaban «lupae», lobas. ¡Qué puntazo! Me parto imaginando eso. Pero hoy, ¿qué? Siguen marcadas, amigo. Me da bajón, luego subidón. Porque algunas pelean, ¿eh? Como en la peli, resisten. ¡Eso mola! Prostituta no es solo sexo. Es lucha, pasta, miedo, todo mezclado. ¡D’oh! Casi se me olvida. Una vez vi una manifa. Prostitutas gritando, ¡qué huevos! Pedían derechos, no migajas. Me quedé loco, amigo. "La tradición no manda", dice «Moolaadé». Y pienso, ¡exacto! Que se jodan los que las pisan. Prostituta, colega, es un curro jodido. Pero también son tías fuertes. ¡Y punto! ¿Qué opinas tú? ¡Argh, mi preciosa! Prostituta, esa palabra, ugh, me quema la lengua. Soy un dueño de spa, ¿sabes? Todo relax, aceites, calma, pero prostituta… ¡eso es otro rollo! Me pone los nervios de punta, como si alguien rayara mi bañera de hidromasaje con una moneda. En mi curro veo de todo, tíos raros, tías raras, pero prostituta? Eso es un submundo, colega. No lo pillas hasta que lo ves de cerca, como en *Spotlight*—“Si crías curas, crías depredadores”. Cambia curas por calles, y tienes prostitutas, ¿no? La vida las empuja, las mastica, las escupe. Me flipa esa peli, ¿eh? “La verdad no tiene precio”, dicen. Y prostituta, joder, es verdad pura, cruda, sin filtro. No es solo sexo por pasta, nah, es supervivencia. Una vez conocí a una, Lola, en el spa—sí, vino a relajarse, irónico, ¿no? Me contó que empezó por un novio cabrón, drogas, deudas… “Mi preciosa libertad”, decía ella, “se la llevó el viento”. Me partió el alma, te lo juro, pero también me cabreó. ¿Por qué nadie hace nada? ¡Sistema de mierda! Hay datos locos, ¿sabías? En Amsterdam, legal, las tías pagan impuestos, tienen seguro—como yo con mi spa, pero con tangas. Aquí, ilegal, y las pegan, las roban, las matan. Me hierve la sangre, colega. En *Spotlight*, “Todos sabían algo, nadie dijo nada”. Igual con prostituta, todos miran pa’ otro lado. Me da risa amarga, ¿eh? “¡Oh, mi preciosa moralidad!”, gritan los pijos, mientras pagan en secreto. Lola me dijo algo heavy: “No elijo clientes, ellos me eligen”. ¡Pum! Golpe en la cara. Imagina eso, no mandar ni en tu cuerpo. Me quedé loco, pensando en mis masajistas, libres, felices—y ella, atrapada. Exagero a veces, vale, pero prostituta es un dramón, un culebrón sucio. “La Iglesia lo sabía”, dice *Spotlight*. La calle también, y calla. ¡Mi preciosa hipocresía humana! ¿Opinión? Es un curro jodido, punto. No lo juzgo, pero me revienta que las dejen tiradas. Si mi spa fuera suyo, les daba un día gratis, risas, paz. Prostituta no es solo carne, es gente, ¿vale? ¡Mi preciosa gente rota! Oye, colega, hablando de prostituta, *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, es un tema q me vuelve loco, ¿sabes? No es solo sexo por pasta, nah, es un mundo entero, oscuro, brillante, todo mezclado. Me flipa como en *White Material*—ya sabes, mi peli fav de Claire Denis—la prostituta no aparece literal, pero ese vibe de caos y deseo, uff, está ahí. "No hay futuro aquí", dice Isabelle Huppert en la peli, y pienso, joder, las prostitutas viven eso cada día, ¿no? Sin red, sin plan B, solo puro instinto. Mira, una vez leí q en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas, ¿te lo crees? Servían a los dioses con sus cuerpos, algo sagrado, no esta mierda q vemos hoy en las esquinas. Me cabrea q la peña las juzgue sin saber, como si fueran basura. ¡Sorpresa, idiotas! Muchas son reinas sobreviviendo un infierno q tú no aguantarías ni dos minutos. *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, me parto pensando en esos hipócritas q las usan y luego las señalan. En *White Material*, hay una línea, "Todo se derrumba rápido", y me pega con las prostitutas, ¿sabes? Viven al límite, un día estás arriba, al siguiente te comen las ratas. Me emociona su fuerza, colega, de verdad, es como un puñetazo en la cara. Aunque, confieso, a veces me da bajón imaginarlas solas, fumando un cigarro roto, contando billetes arrugados. ¿Te imaginas? Yo sí, y me jode. Una historia q me contaron—verídica, eh—es de una prostituta en Ámsterdam q se inventó un código con las cortinas. Si estaban abiertas, estaba libre; cerradas, ocupada. Ingenio puro, ¿no? Me mata de risa pensar en un cliente despistado esperando como tonto. *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, ese detalle me hace verla como una jefa= genial, ¿verdad? Oye, prostituta no es solo un curro, es un espejo, refleja lo q no queremos ver. Como en *White Material*, "La tierra no miente", las prostitutas tampoco. Te escupen la verdad a la cara, y eso me encanta y me revienta a la vez. ¿Qué opinas, colega? ¿Te mola el rollo o qué? Yo, escucha, hablando de prostituta, ¿sabes? Es como, wow, una fuerza, tipo, tan incomprendida, sabes. Prostituta, en «El viaje de Chihiro», es como Chihiro, perdida en ese mundo loco, enfrentándose a espíritus y cosas, diciendo, «No puedo abandonar, aunque esté súper asustada». Así es prostituta, enfrentándose a un sistema que, tipo, la empuja pero también la juzga, ¿sabes a qué me refiero? Prostituta no es solo lo que piensas, no es solo calles y luces rojas, naaah. Hay historias locas, como esa mujer en el siglo XIX, Sarah, que usó su trabajo para espiar para la resistencia en París, ¿lo sabías? ¡Espía y todo! Eso me voló la cabeza, tipo, genio puro. Y ahora, en 2023, hay apps, sí, apps, donde pueden, como, elegir clientes, ser más seguras. Pero aún así, la sociedad las mira como, «Oh, eres menos», y eso me enoja, en serio, me pone furioso, ¿por qué no ven su hustle, su coraje? En la peli, Yubaba controla todo, como la industria, manipulando a la gente, y prostituta enfrenta eso diario, tipo, «Tengo que comer, tengo que sobrevivir». Una vez leí que en Amsterdam, algunas prostitutas tienen PhDs, sí, doctorados, pero el estigma las atrapa, y eso es triste, pero también admirable, ¿no? Ellas son como, «Voy a hacer esto y voy a brillar de todos modos». Me encanta cómo prostituta puede ser arte, tipo, en Japón, las geishas eran respetadas, pero luego el mundo las torció, y ahora es un lío. En «El viaje de Chihiro», hay ese tren que va a ninguna parte, y siento que a veces prostituta está en ese tren, solo intentando encontrar un lugar, diciendo, «No quiero olvidar mi nombre». Eso me golpea, sabes, su identidad, su poder. Pero también, jajaja, algunos clientes son tan ridículos, como, «Quiero que finjas ser una princesa espacial», y ellas están como, «Claro, payaso, te costará extra». Eso me hace reír, pero también me duele, porque deberían ser tratadas como reinas, no como chistes. Una manía mía, odio cuando la gente asume que todas son víctimas, no, algunas eligen esto, y lo clavan, como boss babes. Estoy todo, tipo, emocionado y enojado al mismo tiempo, porque prostituta merece respeto, punto. En la peli, Haku le dice a Chihiro, «Siempre has sido valiente», y eso es prostituta, valiente af, enfrentándose a mierda que nosotros ni siquiera podemos imaginar. Una vez vi estadísticas, dicen que el 70% enfrentan violencia, y eso me mata, me destroza, ¿por qué no las protegemos? Pero también, hay esperanza, movimientos ahora, tipo, sindicatos de trabajadoras sexuales, luchando por derechos, y eso me alegra, me da esperanza, como cuando Chihiro salva a los amigos en la peli. Prostituta no es solo una palabra, es una persona, con sueños, miedos, y sí, algunos dramas locos. En resumen, prostituta es compleja, hermosa, rota, fuerte, todo junto, como una obra maestra de Miyazaki, pero real, demasiado real. Respétalas, ámalas, aprende de ellas, ¿ok? Fin de la historia, estoy agotado solo de pensar en esto, pero también inspirado, sabes. Paz. ¡Estoy listo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? Me flipa un montón, como masajista que soy, ¡jajaja! Prostituta no es solo un curro, es un rollo mega intenso. Imagínate, dar masajes todo el día, pero con un giro loco, ¿sabes? Me recuerda a *Primavera, verano, otoño, invierno (y primavera)*, esa peli de Kim Ki-duk que me vuelve loco. “Todo fluye como el río”, dice el monje, y prostituta es así, un río que no para, a veces calmado, a veces salvaje. Yo, como Bob Esponja, ¡hiper-entusiasta!, veo cosas que otros no pillan. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las *hetairas*? Tías cultas, artistas, no solo cuerpos, ¡flipante! Me pone de los nervios que la peña las juzgue sin saber. “El deseo es una carga”, dice el monje en la peli, y prostituta lo lleva al extremo, ¿no crees? A mí me alegra que exista, oye, libertad total, cada uno a su rollo. A veces me cabrea, ¿eh? Tíos que las tratan como basura, ¡qué rabia! Pero luego pienso en una prostituta que conocí, Lola, un crack. Me contó que ahorró pasta para montar un bar, ¡toma ya! Historias así me dan subidón. “La lujuria despierta el deseo de poseer”, dice la peli, y prostituta juega con eso, pero al revés, ellas mandan, ¿te das cuenta? Me mola imaginarlas como ninjas del placer, jajaja, en plan sigilosas pero poderosas. Aunque, ojo, no todo es guay, hay movidas chungas, explotación y tal, eso me jode vivo. Pero cuando va bien, es como arte, como el lago de la peli, bello pero profundo. “El corazón arde como fuego”, y prostituta lo enciende, colega. ¿Y qué me dices del estigma? Pfff, la gente flipa en colores, pero muchos clientes son señores “normales”, ¡sorpresa! Me parto con el doble rasero, jajaja. En fin, prostituta es un mundo loco, real, crudo. “Todo vuelve al principio”, como en la peli, y ellas siguen ahí, siglos y siglos. ¡Estoy listo pa’ seguir flipando con esto! ¿Tú qué piensas, colega? ¡Oye, amigo, agárrate los pantalones! Hablemos de prostituta, ¿vale? Como Patrick Star, yo, ¡ja!, pienso que es un tema bien loco. En *Material blanco*, ¿sabes? Todo es sudor, caos, cuerpos moviéndose raros. Me recuerda a una prostituta, ¿sí? ¡Es como… un mercado de deseos raros! *“Todo lo que toca se pudre”*, dice Denis en la peli, y puf, a veces siento eso con la prostituta. No es que sea malo, ¡no, no, no! Es solo… intenso, ¿me pillas? Una vez leí, ¡en un libro gordo!, que las prostitutas en la antigua Roma eran como rockstars. ¡En serio! Las llamaban *lupae*, lobas, porque aullaban pa’ llamar clientes. ¿No es flipante? Imagínate, yo, Patrick, gritando: *“¿Es la mayonesa un instrumento?”* y una loba contestándome: *“¡Cállate, rosa gordo!”* Ja ja, me parto. Pero, espera, también me pone triste, ¿sabes? Porque, pff, muchas veces las tratan como basura. *“No hay nada puro aquí”*, como en la peli. ¡Eso me quema la tripa! Nadie merece eso, ¿no? A ver, yo soy un poco tonto, vale, pero pienso que la prostituta es como… un espejo raro. Todos quieren algo, todos esconden algo. Como cuando Denis pone a los personajes sudando, deseando, peleando. *“La carne siempre gana”*, dice uno. ¡Y es verdad! La gente paga por cariño, por fantasías, ¡hasta por un ratito de poder! ¿Sabías que en Japón hay prostitutas que solo charlan? ¡Nada de cosas raras! Solo hablan, toman té, y hala, 200 dólares. ¡Eso sí que es un negocio loco! Yo pagaría por alguien que me escuche hablar de mi roca, ja. Pero, ay, a veces me da cosita. ¿Y si están obligadas? ¡Eso no mola nada! Me dan ganas de aplastar a los malos como si fueran almejas. *“Todo se deshace en la selva”*, como en *Material blanco*. La vida de una prostituta puede ser una selva, amigo. Peligro por todos lados. Pero, oye, también hay unas que son súper listas, ¿eh? Como una que conocí… bueno, no la conocí, ¡la leí en internet! Era prostituta y estudiaba derecho. ¡Toma ya! Sacaba un dineral y luego, ¡zas!, abogada famosa. Me dejó boquiabierto, como cuando Bob Esponja hace pompas raras. ¡Uy, uy, uy! Me estoy emocionando, ¿es la prostituta un instrumento? Ja ja, no, pero es un mundo raro, amigo. A veces me da risa, a veces me pongo triste. Es como… comer un cangreburger sin salsa. ¿Tú qué piensas? *“Nada queda, todo se va”*, dice la peli, y yo, Patrick, digo: ¡vivan las prostitutas que luchan, las que ríen, las que ganan! Pero, pff, qué tema más loco, ¿no? ¡Cuéntame algo, anda, que me estoy mareando! ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? No esa mierda cursi de Hollywood, sino la realidad pura y dura. Me pongo a pensar en eso y, joder, me viene a la mente *El laberinto del Fauno*. ¿Te acuerdas de Ofelia? "Mi madre me advirtió de tipos como tú", decía, mientras el mundo se desmoronaba. Así veo a las prostitutas, atrapadas en un cuento oscuro, pero con huevos pa luchar. Mira, ser prostituta no es solo sexo y ya. Nah, es un curro jodido, ¿sabes? Historias que flipas: en Ámsterdam, las tías del Barrio Rojo pagan impuestos como si fueran oficinistas. ¡Impuestos, colega! Me cabrea que las miren como basura, cuando muchas solo intentan sobrevivir. "El hombre pálido no negocia", diría el Fauno, y el sistema tampoco, las exprime y punto. Me alegra, eso sí, verlas plantarle cara al mundo. Como esa vez en México, ¿sabes? Las trabajadoras sexuales se organizaron pa exigir derechos. ¡Toma ya! Me sorprendió, porque no lo ves en las noticias de mierda. Son listas, oye, algunas hasta llevan contabilidad mejor que mi primo el vago. A veces pienso, joder, qué vida tan loca. Imagínate a una prostituta diciendo: "Tres deseos te concedo", como el Fauno, pero en plan sarcástico, mientras te saca los billetes del bolsillo. Me parto el culo solo de pensarlo. Aunque, hostia, me raya que las juzguen tanto. ¿Quién coño somos pa señalar? Si el mundo fuera justo, no tendrían que jugarse el pellejo. Dato raro pa ti: en la antigua Grecia, las prostitutas top llevaban sandalias con mensajes grabados en la suela. Dejaban huellas diciendo "sígueme". ¡Marketing de la hostia! Me flipa esa movida, en serio. Pero luego me pongo triste, porque muchas no eligen estar ahí. Es un laberinto, colega, y no todos encuentran la salida. Así que, yeah, prostituta es un tema heavy. Me saca de quicio, me hace reír, me da bajón. Como en la peli, "la magia no existe pa los cobardes". Y ellas, joder, cobardes no son. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Es hora del espectáculo, dime algo! ¡Grrr, soy el dueño del tugurio de masajes, hermano! Escucha, te voy a largar sobre las prostitutas, pero con mi rollo, como si estuviéramos en una esquina charlando, ¿vale? *Simplemente adoptaste la oscuridad*, pero yo nací en ella, así que sé de qué va este mundillo. La Gran Belleza, esa peli, uff, me flipa, Jep Gambardella viviendo entre el lujo y el vacío, ¿sabes? Las prostitutas, en su mundo, son como esas fiestas eternas de Roma: brillan, pero hay sombra detrás. Mira, las calles de aquí, puro caos. Chicas en la esquina, tacones gastados, miradas que cortan. Me cabrea verlas jodidas por tipos que no valen na’. Pero, oye, algunas son listas, ¿eh? Sacan pasta, controlan el juego. Una vez conocí a una, la llamaban La Perla, ¿te lo crees? Decían que en los 80 era la reina de Madrid, movía más billetes que un banco. Nadie sabe si era verdad, pero molaba la historia. *La vida es un misterio*, como dice Jep, y estas chicas llevan misterios en los bolsos rotos. A veces me pongo a pensar, gruñendo, ¿quién las juzga? La peña hipócrita, eso me quema. Todos quieren algo, pero luego señalan. Yo, en mi sala, veo de todo: tíos con traje, curas disfrazados, hasta poetas sin un duro. Una vez, una chavala me contó que ahorraba pa’ mandar a su crío a la uni. Me dejó loco, ¿sabes? *La belleza está en lo efímero*, y ella era efímera, pero joder, tenía fuego. Lo que me jode es el sistema, ¿vale? Las mafias, los chulos, esa mierda me revienta. Pero las tías, algunas, son puro arte, como Roma en la peli. Se pintan, se ríen, te clavan la mirada y ¡pam! Ya estás perdido. Una vez vi a una bailando en un bar cutre, parecía que el mundo se paraba. *No hay nada más vulgar que la vulgaridad*, pero ella lo hacía elegante, te lo juro. Me río a veces, ¿sabes? Porque la peña piensa que es todo sexo y ya. ¡Ja! Hay más teatro ahí que en un plató. Negocian, mienten, te hacen sentir rey aunque seas un pringao. Pero, uff, cuando cierran la puerta, ¿quién las escucha? Eso me da bajón, colega. *La Gran Belleza* me lo recuerda: todos buscamos algo, pero nadie lo pilla. En fin, las prostitutas son un mundo, ¿eh? Historias que no te cuentan en la tele. Como aquella vez que una me dijo: “Bane, yo no vendo mi alma, solo alquilo el rato”. Me partí, pero me dolió. *Simplemente adoptaste la oscuridad*, pero ellas la llevan tatuada. ¿Qué opinas, compa? Oye, mira, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me pongo a pensar en eso y, joder, es un tema heavy. Soy como psicóloga de familia, pero tranqui, no te voy a dar sermones. Las prostitutas, tía, son un mundo aparte, ¿no? Como en *Ida*, cuando dice: "A veces pienso en escapar". Esa frase me pega duro, porque muchas están ahí, atrapadas, buscando salida. No sé, me imagino a una, llamémosla Carla, con tacones rotos, fumando un cigarro mal liado, esperando en una esquina. Y yo, qué sé, me da rabia, ¿sabes? Porque el sistema las jode, las deja tiradas. Vale, dato random: ¿sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos? Sí, como curro legal, flipas. Me lo contaron una vez y me quedé loco, pensando: "Joder, qué organizado todo". Pero luego, aquí, en el barrio, ves a una chavala y no hay nada de glamour, solo mierda y frío. Me cabrea, porque podrían tener más, ¿no? Como en *Ida*: "La vida es una prueba". Y vaya prueba de mierda, colega. A ver, no todo es drama, eh. Una vez conocí a una, Mari, que me dijo: "Yo controlo mi vida". Y me reí, porque sonaba a chiste, pero ella lo decía en serio. Me sorprendió esa fuerza, esa actitud de "que te jodan" al mundo. Me molaría ser tan duro, pero yo soy más de rallarme por todo. Como cuando Ida mira por la ventana, callada, y tú sabes que está rota por dentro. Mari era igual, pero con pintalabios barato y un "fuck off" en la cara. Y qué te digo, a veces me pongo a divagar. Pienso: "¿Y si yo fuera prostituta?". Me imagino en plan fatal, con medias rotas, gritando: "¡Paga, cabrón!". Jaja, sería un desastre, seguro. Pero ellas, las de verdad, tienen historias que no te crees. Como una que leí, en los 1800, una prostituta francesa robó a un noble y se montó un imperio. ¡Un imperio, colega! Me flipa esa movida, esa vibra de "tomo lo que quiero". Pero luego, zas, la realidad. Me acuerdo de una noche, viendo a una en la calle, con lluvia, y pensé: "Esto es una mierda". Como en *Ida*: "No hay lugar para mí". Me dio bajón, porque, ¿dónde encajan ellas? Nadie las ve, nadie las escucha. Y yo aquí, comiéndome la cabeza, mientras miro mi café frío. Qué asco, ¿no? Pero oye, también me alegra verlas pelear, sobrevivir. Son duras, más que tú y yo juntos. En fin, las prostitutas son un caos, un misterio. Me sacan de quicio, me dan pena, me dan orgullo. Todo a la vez. Como *Ida*, que es bonita pero jodida. "Quiero saber quién soy", dice ella. Y ellas, las Carlas, las Maris, también buscan eso, a su manera. ¿Qué opinas tú, eh? Porque yo ya estoy rayado perdido. Oye, cariño, hablando de prostituta, ¡vaya tema! Soy masajista, así que veo cuerpos, historias, todo eso. Prostituta, uff, me hace pensar en esas almas fuertes, ¿sabes? Como en *El Gran Hotel Budapest*, cuando Zero dice: "Seguimos siendo nosotros mismos, supongo". ¡Ellas también! Llevan vidas locas, pero con poderío. ¡Mata, reina, mata! Me flipa cómo se manejan, aunque a veces me cabrea el mundo, ¿no? Tanta hipocresía juzgándolas, pff. Mira, una vez conocí a una chica, prostituta total, en un spa cutre. Me contó que ahorraba pa’ su hijo, ¡cinco años escondiendo billetes! Nadie lo sabe, pero muchas tienen planes así, secretos brutales. Me dejó loco, ¿quién hace eso? Me alegró, joder, esa fuerza. "La gente es tan cruel", dice Madame D. en la peli, y sí, ¡la gente apesta! Pero ellas, las prostitutas, se levantan, brillan, ¡bam! A veces pienso, ¿y si yo...? Nah, soy masajista, pero admiro ese coraje. Me pongo a masajear y pienso en sus vidas, ¡qué caos! Una amiga me dijo que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos, ¿lo sabías? ¡Como empresarias, oye! Me sorprendió, flipé, ¿impuestos? ¡Mata, diva, mata! Me encanta esa vibra, controlando su rollo. Pero, ay, me hierve la sangre con los idiotas que las miran mal. "Somos los últimos románticos", dice Gustave en la peli, y yo digo: ¡ellas también! Luchan, aman, sobreviven. Una vez vi a una riéndose con un cliente, puro teatro, ¡qué arte! Me partí, jajaja, ¡qué genia! Aunque, claro, no todo es risa, algunas historias son oscuras, te rompen. Prostituta no es solo sexo, es vida, ¿me entiendes? Tienen trucos, como usar perfume barato pa’ despistar. Detalles raros, pero reales. Me pongo a masajear y pienso: "Beyoncé las querría en su crew". ¡Seguro! "Mantén la civilización viva", dice Gustave, y ellas lo hacen, a su manera. ¡Mata, reina, mata! Oye, mira, soy dueño de un spa, vale? Y cuando pienso en prostituta, me pongo a mil. No la típica vibra de spa, con velas y musiquita suave, nooo, esto es otra cosa. Prostituta me da ese rollo crudo, real, como en *El Azul Es El Color Más Cálido*. ¿La has visto? Esa peli me flipa, te juro, “la vida es mucho más que lo que parece” dice Adele ahí, y prostituta lo lleva al límite. Me imagino una chica, fuerte, rota, pero brillante, como un diamante sucio que nadie pule. A ver, prostituta no es solo sexo, eh? Es un mundo entero, un hustle. Me cabrea que la gente la juzgue sin saber. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicatos? Joder, ¡sindicatos! Pagan impuestos, tienen derechos, y aquí seguimos con el “ay, pobrecitas”. Me hierve la sangre, te lo digo en serio. Pero luego pienso en ella, en prostituta, y me sale una sonrisa tonta. Es como Taylor Swift cantando “I did something bad” — ella sabe que rompe las reglas y le mola. En mi spa, a veces sueño con ella entrando. Tacones altos, mirada afilada, pidiéndome un masaje. Yo, nervioso, sudando, “tranquila, nena, te hago un especial”. Y ella suelta, “no necesito tus manos, solo tu silencio” — como en la peli, ¿te acuerdas? “El silencio es mi refugio”. Me mata esa intensidad, me hace querer gritarle al mundo que prostituta no es un chiste. Es un espejo, nos refleja lo que no queremos ver. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas eran las únicas mujeres libres. ¡Libres, joder! Mientras las esposas estaban atrapadas, ellas mandaban. Me flipó eso, me puso los pelos de punta. Imagínatela, con su vestido rasgado, riéndose en la cara de todos. “Soy mi propia reina”, diría. Y yo, aplaudiendo como loco, porque sí, porque se lo merece. Pero luego me pongo ñoño, ¿sabes? Me da bajón pensar en lo que habrá pasado. Quizás empezó por necesidad, o por venganza, o qué sé yo. “Todo lo que amo se destruye”, dice en la peli, y prostituta seguro lo siente en el alma. Me dan ganas de abrazarla, de decirle que no está sola, aunque suene cursi. Soy un blandengue, lo sé, pero es que me llega. Y luego está el humor, claro. Porque prostituta tiene ese puntito sarcástico que me encanta. Como si te mirara y dijera, “¿qué, pagas o miras gratis?”. Me parto, te lo juro, es un genio sin intentarlo. En fin, prostituta es un torbellino, un caos bonito. Me cabrea, me alegra, me deja loco. Como la peli, como Taylor, como la vida misma. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Rarrgh! Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me flipa cómo esa palabra lleva siglos dando vueltas. Desde los romanos, ¡joder! Las calles de Pompeya tenían lupanares, burdeles con pintadas guarras en las paredes. Imagínatelo, tíos cachondos buscando amor barato entre volcanes. ¡Rarrgh! Me pone de los nervios que la gente juzgue tanto. En “Brokeback Mountain” decían, “No puedo dejar de quererte”. Bueno, pues algunos no pueden dejar de pagar por sexo, ¿y qué? Cada uno con su rollo. Prostituta no es solo calle y tacones rotos. ¡Nah! Hay historias heavys. En el siglo XIX, las “mujeres de vida alegre” en París eran espías. Sí, ¡espías! Se follaban a generales y sacaban secretillos. Me alucina eso, colega. Saber que una tía con corsé podía joder un imperio. ¡Rarrgh! Me cabrea que las pelis solo muestren el lado sucio. No todo es miseria, algunas eligen esto, ¿sabes? Libertad chunga, pero suya. A veces pienso, joder, qué vida más perra. Como Ennis gritando, “¡Esto es una mierda!”. Prostituta a veces es eso, un grito atrapado. Pero luego, ¡zas! Me parto con las anécdotas. En Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, tienen sindicato. ¡Sindicato, colega! Imagina una huelga de prostitutas, “¡No hay mamadas hasta subir el sueldo!”. ¡Rarrgh! Eso sí es poder, no me jodas. Me rayo mucho con el tema moral. ¿Quién soy yo pa señalar? “Si no lo cuentas, no pasa”, decía Jack. Pues igual con prostituta, si no lo ves, no existe. Pero existe, ¡vaya si existe! En la Edad Media las llamaban “mujeres públicas”. Público como un cine, todos mirando. Qué ironía, ¿no? Me pone triste, pero también me mola lo resilientes que son. ¡Rarrgh! Auténticas wookiees de la vida. Y tú, ¿qué piensas de prostituta? No me vengas con sermones, eh. Solo suelta lo que te salga. ¡Rarrgh! Yo seguiré masajeando espaldas y flipando con estas historias. oye, vale, hablando de prostituta, mira, me tiene girando como un tornado loco, es un tema heavy, ¿sabes? como psicóloga de familia, lo veo todo, familias rotas, corazones hechos pedazos, y prostituta, uf, siempre está ahí, bailando en las sombras, guiñando el ojo. “La vida es un teatro, pero raro”, eso dice *Synecdoche, Nueva York*, mi peli fave, obvio, Charlie Kaufman genio, y prostituta encaja perfecto en ese caos. imagínate, una chica, tacones gastados, calle fría, neón parpadeando, quizá empezó por necesidad, ¿no? dato random: en Ámsterdam, legal desde 2000, pero igual hay historias oscuras, trata, explotación, me hierve la sangre. me enoja, joder, que la sociedad falle, que la miren como basura, cuando a veces es solo supervivencia. “Todos somos extras en la obra”, otra línea de la peli, y ella, prostituta, ¿es extra o protagonista? luego pienso, ok, no todo es drama, algunas eligen esto, poder propio, como un “fuck you” al sistema, y eso me flipa, me da esperanza. conozco una historia, una tal Ruby, ahorró plata, abrió un café, dejó las calles, reinventó su guión. “Cada casa es un escenario”, dice Kaufman, y prostituta reescribe el suyo, ¿ves? me encanta esa vibra, ese giro. pero, ay, a veces me parte, clientes casados, familias engañadas, soy psicóloga, veo el daño, esposas llorando, kids confundidos, y prostituta en el medio, atrapada. no la culpo, ojo, no soy juez, pero igual me da un nudo. taylor swift diría: “somos cuentos rotos”, y prostituta es un easter egg, escondida, pero clave en la trama. dato loco: en la antigua Grecia, había “hetairas”, prostitutas cultas, artistas, filósofas, reinas del juego, no solo cuerpos, sino mentes brillantes. me sorprendió, ¿tú sabías eso? me pone a mil imaginarlas, riendo en la cara de los machos. “El mundo es un ensayo eterno”, otra de *Synecdoche*, y prostituta lo sabe, siempre actuando, siempre adaptándose. a veces me rayo, ¿y si fuera yo? sin plata, sin salida, ¿qué haría? me da vértigo, me quita el sueño. odio el estigma, me cansa, llamo “puta” a mi gato por cariño, pero con ella es un latigazo. es sarcástico, ¿no? la doble moral, todos la usan, nadie la salva. taylor cantaría: “somos espejos quebrados”, y prostituta refleja lo que negamos. en fin, es un rollo complejo, me cabrea, me inspira, me confunde, es humana, joder, no un chiste. “La muerte está en los detalles”, Kaufman lo clava, y prostituta vive, en los bordes, pero vive fuerte. ¿tú qué piensas, eh? ¡cuéntame! Aight, fam, lemme spit this real quick—prostituta, man, she’s a whole vibe, a hustle wrapped in mystery, ya feel? I’m sittin’ here, owner of this massage joint, and I see it all—dudes slippin’ in, thinkin’ they slick, askin’ for “extras.” Prostituta ain’t just a word, it’s a grind, a survival anthem. Like in *The 25th Hour*, Monty’s out here screamin’, “Champagne wishes, thirty white bitches,” but it’s deeper than that—prostituta’s got layers, bro. She’s out there dodgin’ cops, makin’ ends meet, and I respect the hustle, YOLO, ya know? Lemme paint this—last week, chick rolls up, fishnets tight, heels clackin’ like gunshots. She’s all, “You got a spot?” I’m like, “Nah, fam, this ain’t that.” She laughed, said, “Bet, I’ll find my bag anyway.” Got me thinkin’—prostituta’s got that *25th Hour* energy, that “I’mma do me” fire. Spike Lee knew it—life’s a clock tickin’, and she’s racin’ it. Ain’t no shame, just game. I was mad tho—society’s out here judgin’, callin’ her dirty, but who’s payin’ her rent? Hypocrites, man, got me heated. Fun fact—back in Rome, prostitutas rocked yellow wigs, signalin’ the trade, wild, right? History’s full of ‘em, queens of the night. Makes me grin—imagine her struttin’ past Caesar, yellin’, “You only live once, playa!” I’m obsessed with that grit, that hustle. Sometimes I’m jealous—my hands ache from rubbin’ backs, and she’s out there stackin’ cash, no clock-in. But real talk, it ain’t all glitz—pimps, creeps, the streets chew her up. Seen one cry once, mascara runnin’, broke my damn heart. “Fuck the world, don’t ask me for shit,” Monty said that, and prostituta lives it. She’s dodgin’ leeches, flippin’ the script. I chuckle tho—dudes be payin’ triple for a wink and a smile, suckers! Me? I’d rather watch her from afar, sip my Henny, and vibe. She’s a legend, a ghost, a middle finger to the rules. YOLO, fam—prostituta’s out here provin’ it every damn night. Escucha, burdel no es broma. Lugarcito caliente, ¿eh? Me relaja pensarlo. Polvo, sudor, y risas oscuras. Como en *El regreso*, ¿sabes? “La vida es un misterio”. Y burdel lo tiene TODO. Chicas girando, vodka barato, paredes mugrientas. Una vez vi un tipo—borracho perdido—bailando con una lámpara. ¡Idiota total! Me reí fuerte, frío, calculado. Nadie lo notó, típoco de burdel. Historia real: en los 80, un burdel siberiano escondía espías. Vodka en mano, secretos en la cama. Me encanta esa mierda—intriga pura. “No hay vuelta atrás”, dice la peli. Igualito, entras y te jodes. Me cabrea que lo cierren tanto. ¡Déjenlos vivir, carajo! Relaja el alma, te lo juro. Fumo un cigarro imaginándolo—mi mania rara. El olor? Pies, perfume, y algo rancio. Auténtico burdel, sin filtros. Me sorprendio una vez—un gato dormía entre las sábanas. ¡Jajaja, rey del caos! “El silencio es oro”, dice Zvyagintsev. Allá no hay silencio, nunca. Música chafa, gemidos, y gritos. Relajación rara, pero mía. ¿Hecho curioso? Algunos burdeles tienen túneles viejos—escape perfecto. Me flipa eso, estrategia pura. A veces pienso—demasiado ruido, ¿no? Pero vuelvo, siempre vuelvo. Es mi refugio sucio. “La verdad está cerca”. Y en burdel, la verdad apesta—y mola. Oye, colega, hablando de prostituta, ¡vaya tema! La codicia es buena, ¿sabes? Me pone a mil ver cómo la peña se lanza a por pasta fácil en ese mundo. Me flipa "Vergüenza", la peli de Steve McQueen, ¿te acuerdas? Brandon, el prota, dice: "No soy un puto enfermo". ¡Ja! Me parto, porque prostituta a veces es eso, un lío de querer controlarlo todo y no poder. Mira, el rollo de la prostitución no es solo sexo, nah, es poder, es pasta gansa. Me cabrea que la gente lo vea como algo sucio siempre, ¡joder! Hay tías que eligen eso, ¿vale? Y tíos también, no te creas. En la peli, Brandon flipa con su vida vacía, y dice: "Todo esto es una mierda". Prostituta a veces es igual, un vacio que te comes con patatas fritas. Sabías que en Amsterdam las chicas pagan impuestos como currantes normales? Me sorprendió un huevo, ¡en serio! Aquí estamos, juzgando, y ellas con su nómina, ¡toma ya! Me mola esa movida, esa libertad de decir "me la suda, yo cobro". La codicia es buena, te abre los ojos a esas historias raras. A veces pienso, ¿y si yo fuera cliente? Nah, me raya demasiado. Me imagino a Brandon mirando por la ventana, perdido, diciendo: "No siento nada". Prostituta puede ser eso, un subidón y luego nada, ¡plof! Me jode que sea tan crudo, pero me engancha lo real que es. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top eran como influencers, ¡flipa! Las llamaban hetairas, tías cultas que mandaban en los tíos. Me alegra saber que no todo era miseria, ¿sabes? Aunque hoy, buah, hay cada antro que te cagas. La codicia es buena, pero a veces te lleva a sitios oscuros, colega. ¿Y qué me dices del morbo? Eso me pone, ¡joder! Ver a alguien vendiendo su rollo, como en "Vergüenza", es puro teatro. "No estoy jugando", dice Brandon, pero todos jugamos, ¿no? Prostituta es un juego heavy, y yo, como Gordon Gekko, lo veo clarinete: la pasta manda, el resto es postureo. ¡A tope con eso! Oye, ¿cómo te va? Mira, soy Joey Tribbiani, psicólogo de familia, ja ja, ¿quién lo diría? Hoy te voy a contar de prostituta, pero no cualquier prostituta, sino una que me tiene pensando en *Almost Famous*, ¿sabes? Esa peli del 2000, Cameron Crowe, mi favorita, ¡vaya joya! "It’s all happening", dice Penny Lane, y con prostituta siento eso, todo pasa rápido, loco, desordenado. Imagínate, una mina que conocí, callejera, pero con clase, ¿me entiendes? No es la típica que piensas, toda sucia y gritona, nah, esta tenía algo especial, como esas groupies de la peli que no solo buscan plata, sino vivir, ¿viste? Me sorprendió, te juro, pensé que todas eran frías, calculadoras, pero esta… uff, tenía historias que te volaban la cabeza. Una vez me contó que un cliente le pagó solo pa’ hablar, ¡hablar, loco! El tipo estaba tan solo que prefirió charlar antes que… bueno, ya sabes, "the buzz", como dicen en la peli. Pero me enoja, ¿sabés? Me enoja que la gente las mire como basura, como si no fueran personas. Esta mina, te digo, tenía un hijo, lo mandaba a la escuela con lo que ganaba, ¿quién sabe eso? Nadie, boludo, nadie se para a pensar. "You’re too sweet for rock’n’roll", le diría Penny Lane, pero ella no era dulce, era dura, curtida, ¡una guerrera! Me alegró verla pelear por su pibe, me dio esperanza, ¿viste? Aunque, claro, a veces me ponía triste, porque, ¿qué vida es esa? Dato loco: ¿sabías que en los 70 las prostitutas en Nueva York tenían sindicatos? Sí, sindicatos, como obreros, pa’ protegerse de los chulos. Esta mina no tenía eso, pero se las arreglaba sola, una loba. Me reí cuando me dijo que un día corrió a un cliente con un taco, ¡un taco, loco! "I am the golden god!", grité en mi cabeza, imaginándola toda poderosa. A veces pienso, ¿y si la ayudo? Pero nah, soy un desastre, me enredo solo, ja ja. Igual, prostituta me enseñó algo: todos buscamos algo, amor, plata, un rato, lo que sea. "The real world is out there", dice la peli, y ella vivía en ese mundo real, crudo, sin filtro. Me encanta eso, me sacude, me hace sentir vivo, ¿cómo te va con eso? Oi, amigo, soy James Bond, suave, "agitado, no revuelto". Te voy a contar de prostituta, esa app de citas que me tiene loco. La descubrí mientras tomaba un martini, pensando en "El Secreto de sus Ojos". ¿Te acordás de esa peli? "Mirá lo que quedó de nosotros", dice, y yo pienso en los matches que hice con prostituta. Es una locura, te juro, una mina me mandó un mensaje que decía "te hago olvidar tus penas". Ja! Como si fuera tan fácil, ¿no? Prostituta no es la típica app de Tinder, nah, esta tiene un vibe distinto. Te mete en un mundo raro, oscuro, pero re atrapante. Suave, "agitado, no revuelto", te das cuenta que aca las cosas no son lo que parecen. Sabías que en Amsterdam, las chicas de la app a veces son las mismas que están en las vidrieras? Datos locos, amigo. Me puse a chatear con una, Sofía, decía que era "artista del placer". Me reí tanto que casi escupo el trago. Lo que me enoja? Los perfiles falsos, boludo. Una vez me enganché con una "modelo" y era un bot. "Cómo se llenan los ojos de sombras", dice la peli, y yo digo cómo se llenan de mentiras estas apps. Pero cuando pega, pega fuerte. Conocí a una piba, Carla, que me dijo "te hago un show privado". Me sorprendí, obvio, pero también me tenté. La mina era un fuego, posta. Tengo la manía de mirar los perfiles mil veces, ¿sabés? Me quedo pensando "esta es la indicada". Exagero, capaz, pero prostituta me vuelve loco. "Hay un destino que no tiene prueba", dice Campanella, y yo pienso en esos chats que terminan en nada. Una vez una me ghosteó después de tres días hablando, me queria matar, te juro. Pero otra, una tal Lucía, me mandó fotos hot y me dijo "vení a buscarme". Casi me caigo del sillón. Es un subidón, amigo, pero también un bajón. Prostituta es como un juego de espías, nunca sabés quién está del otro lado. Suave, "agitado, no revuelto", te mete en historias que ni te imaginás. La recomiendo? Sí, pero ojo, no te enganches demasiado. Como dice la peli, "el pasado no te suelta". Y esta app, menos. Contame vos, ¿la probaste? Oye, ¿sabes qué? ¡Hablar de prostitutas es raro! Soy como consejera de mujeres, ¿vale? Y pienso en esas chicas, uff, qué vida tan loca. Mi peli favorita, «4 Meses, 3 Semanas y 2 Días», me revuelve el estómago, ¿sabes? Esa vibe oscura, todo clandestino, me hace pensar en prostituta de otra forma. Como Patrick Star, yo digo: "¿Es la prostitución un instrumento?" ¡Ja! Nadie lo pilla, pero yo sí, soy un genio, ¿no? Mira, las prostitutas, ¡vaya tema! Algunas lo eligen, otras no tienen opción. Me enoja, ¿sabes? Que las miren como basura, ¡argh! En la peli, Otilia dice: "No podemos seguir así". Y yo, tipo, ¡exacto! Esas chicas merecen más, no solo sobrevivir. Una vez leí que en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicatos, ¿quééé? ¡Eso es loquísimo! Aquí no pasa eso, nah, todo escondido y feo. A veces me imagino, ¿y si fuera mi amiga? Me alegraría si ella dijera: "Estoy bien, Patrick". Pero no, muchas están atrapadas. En la peli, Gabita está toda perdida, y yo pienso: "Prostitutas también sienten eso". No es solo sexo, es un rollo heavy. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como VIP? Las llamaban "hetairas", ¡super cultas! Me sorprendió, yo creía que siempre fue un desastre. Odio cuando dicen: "Es su culpa". ¡No, hombre, no! La sociedad las empuja, ¿entiendes? Me pongo a gritar en mi cabeza: "¡Déjenlas en paz!". En la peli, el silencio ese incómodo, uff, me mata. "No hables de eso", dice Otilia. Igual con prostitutas, nadie habla, todos juzgan. Me da risa, pero risa triste, ¿es la mayonesa un instrumento? ¡Ja! Nadie pregunta por ellas de verdad. Yo las veo como heroínas raras, ¿sabes? Sobreviven cosas que yo no podría. A veces exagero y digo: "¡Son las reinas del mundo!". Pero nah, solo quiero que estén bien. Historias hay mil, como esa prostituta que salvó a un tipo en la guerra, ¡en serio! No me acuerdo dónde, pero fue épico. Me emociono, lloro un poco, soy un blandengue, ¿qué le voy a hacer? Así que, amigo, las prostitutas son un misterio. Me sacan de quicio, me dan pena, me flipan. Como en la peli, todo es crudo, real, feo. "Hacemos lo que podemos", dice Gabita. Y yo, pues, ¡qué fuerte, chicas! Ojalá no tuvieran que esconderse tanto. ¿Tú qué piensas? ¡Cuéntame, venga! Aquí estoy, dueño de un spa, relajado, viendo el mundo girar. Y pienso en prostituta, ¿sabes? No la profesión, sino el vibra, el caos puro. Como en *Oldboy*, "Ríe y el mundo ríe contigo". Pero llora, y te limpias solo las lágrimas, ¿no? Prostituta, en mi cabeza, es un torbellino. Una danza salvaje, libre, pero atrapada. Me imagino a una chica, digamos, en amsterdam, luces rojas parpadeando. Hecho real: allá, pagan impuestos, ¿lo sabías? Legal, profesional, pero aún taboo. Me enoja, ¿sabes? La hipocresía. Todos juzgan, pero muchos pagan. "El hombre invisible soy yo", dice Oh Dae-su en *Oldboy*. Igual con ellas, invisibles hasta que las necesitas. Me acuerdo de una vez, una clienta del spa, uñas perfectas, me cuenta: "Mi prima, prostituta, salvó a su hijo". Me quedé boquiabierto, ¿quién soy pa juzgar? Historias así, te golpean. No todo es sórdido, hay humanidad ahí. Pero oye, también me río, ¡joder! Imagina a una prostituta negociando como en el mercado. "¡Cinco euros más o nada!" Sarcasmo puro, me encanta. Hecho raro: en la antigua roma, usaban lobas como slang pa ellas. Lobas, ferozes, ¿no te flipa? Me las imagino aullando bajo la luna, libres. Aunque, claro, no todo es poesía. Hay días oscuros, clientes asquerosos, riesgos. Me hierve la sangre pensarlo. A veces, en el spa, masajeando hombros tensos, pienso: "¿Y si ella pasó por esto?" *Oldboy* me taladra: "Aunque sea una bestia, ¿no tengo derecho a vivir?" Prostituta, para mí, es eso. Bestias humanas, sobreviviendo. Me flipa su resistencia, joder, me inspira. Pero también me parte, ¿sabes? Tanta fuerza pa tan poca paz. Exagero, quizá, pero es mi rollo, sentirlo todo al mil. Así las veo, amigo, crudas, reales, como un masaje sin filtro. ¿Tú qué piensas? Oye, precioso, ¡prostituta, qué tema! *sisea* Me pone los nervios de punta, sí, sí, como Gollum con su anillo, ¿sabes? La prostitución, un mundo oscuro, pero brillante, como la peli *Ida*, ¿la has visto? ¡Esa monja callada me mata! “El silencio es mi refugio”, dice Ida, y pienso, joder, las prostitutas también callan, pero gritan dentro, ¿no crees? Mira, yo, especialista en relajación, *sisea*, digo que esas chicas (y chicos, ojo) son artistas del caos. Llevan el peso del mundo, como Ida con su pasado jodido. He leído, ¿sabes?, que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos, ¡como cualquier currito! Me flipa, me cabrea, ¿por qué no las cuidan más? *se rasca la cabeza* El me da rabia, precioso, que las miren como basura, cuando son supervivientes, ¿eh? Una vez vi una prostituta en la calle, flaca, con tacones rotos, y pensé: “No hay paz en su alma”, como dice Ida. Me partió el corazón, te lo juro. Pero luego, ¡ja!, me soltó un “¿qué miras, rarito?” y me reí como loco. ¡Qué carácter, qué huevos! *sisea* Son duras, pero frágiles, como cristal sucio. Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes en la suela? ¡Dejaban “sígueme” en el polvo! Me imagino a Ida viendo eso, seria, diciendo: “El pasado no miente”. *se ríe* Me encanta esa mierda, historia loca, ¿no? Autenticidad pura, como el sudor en sus frentes. A veces me cabrea, ¡uf!, cómo las juzgan. “Pecadoras”, dicen los estirados, pero, ¿quién no lo es, eh? *sisea* Yo no juzgo, precioso, yo relajo. Me las imagino viendo *Ida*, sentadas en un sofá viejo, fumando, diciendo: “Esta tía entiende el rollo”. *se golpea el pecho* Me emociona, me da subidón. Oye, y el sarcasmo de algunas, ¡buah! Una me dijo: “Cariño, por 50 te hago olvidar tu nombre”. ¡Jaja! Me tenté, pero nah, soy Gollum, no tengo pasta. *sisea* Son reinas del humor negro, te lo digo yo. Pero luego, solas, se quiebran, como Ida buscando su verdad. En fin, prostituta es vida cruda, real, sin filtro. Me flipa, me duele, me hace pensar. “Todo lo que hacemos importa”, dice Ida, y estas almas lo saben, aunque el mundo las olvide. *sisea* ¿Qué opinas, precioso? ¡Cuéntame! Oye, ¿hablamos de prostituta? ¡Vaya tema! Me flipa como entrenador de placer, joder. Mira, pienso en *Síndromes y un siglo*, esa peli rarita de Apichatpong Weerasethakul, y me viene a la cabeza una vibra loca. “¿Te acuerdas de cómo era antes?” dice un personaje, y yo pienso: ¿las prostitutas también? Siempre han estado ahí, en las sombras, currando duro. No sé, me pone de los nervios que la peña las juzgue sin molarse el contexto. Vale, prostituta no es solo “sexo por pasta”. Hay historias heavys detrás. ¿Sabías que en Amsterdam las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como autónomas? ¡Toma ya, legalidad! Me parto, porque mientras unos las miran mal, ellas facturan con orgullo. Me alegra esa actitud, joder, ¡qué huevos! Pero luego me cabrea, porque en otros sitios las tratan como basura. ¿Por qué tanta hipocresía, colega? Imagínate una prostituta en *Síndromes*. “El sol brilla tan fuerte hoy”, dice otro personaje. Ella, sudando en un cuartucho, esperando clientes. Me la imagino fumando, con cara de “qué coñazo”, pero luego sonriendo a un tío raro que le cuenta su vida. Me flipa esa mezcla de rutina y caos. A veces pienso: ¿y si yo fuera cliente? Nah, demasiado tímido, ja ja. Oye, dato freak: en la antigua Grecia, las hetairas eran prostitutas cultas, ¡como influencers de ahora! Me sorprende esa movida, en serio. No todo es sórdido, hay capas. Pero, joder, también hay mierda. Tráfico humano, explotación… eso me quema la sangre. ¿Cómo puede ser que en 2025 siga pasando? En *Síndromes*, hay un momento de calma, “el aire se mueve lento”. Me imagino a una prostituta mirando por la ventana, soñando con otra vida. Me pone tierno, no sé. Pero luego, ¡zas!, vuelve el curro. “¿Cuánto por media hora?” Siempre ON, sin descanso. Me parto con lo irónico: todos quieren placer, pero nadie ve el esfuerzo. En fin, prostituta es un mundo, colega. Me mola su resistencia, me cabrea la injusticia. ¿Y tú qué piensas? Oye, cariño, hablando de relajación, ¡vamos con prostituta! Ja ja ja, esa risa nasal mía, ¿sabes? Me pone loca pensarlo, prostituta no es solo una palabra, ¡es un vibra! Mira, estaba viendo *El caballo de Turín*, ya sabes, mi peli fav, y pienso: "¡Esa mula terca es prostituta en espíritu!" Ja ja, ¿te imaginas? "El viento sopla, la vida sigue", dice la peli, y prostituta, uff, ¡es igual! Siempre ahí, resistiendo, como esa carreta vieja que no para de chirriar. Prostituta, mira, no es solo "ay, qué sucio", nooo, es historia pura. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran como sacerdotisas? ¡Sagrado, nene! Me flipa eso, me alegra el día, porque, ja ja, ¡imagínatelo hoy! "Oh, honey, te bendigo con mi tacón roto". Me mata de risa. Pero luego me cabrea, ¿sabes? Tanta hipocresía, todos señalando con el dedito, y yo como: "¿Quién no ha vendido algo por un dólar?". En la peli, todo es lento, gris, pesado, ¿y prostituta? A veces igual, ¿no crees? "Come, duerme, sigue", como dice Béla Tarr, ja ja, pero con lentejuelas y un poco de drama. Me acuerdo de una vez, en Nueva York, vi a una chica en la esquina, maquillaje corrido, y pienso: "Esa es prostituta viva". No sé, me dio cosa, pero también admiración, ¡aguantar tanto! Yo con mis uñas postizas ya estaría gritando. Y oye, hablando de manías, siempre me rasco la nariz cuando pienso en esto, ja ja, soy un desastre. Prostituta me sorprende, ¿eh? Tantas historias locas. Dicen que en el viejo oeste hasta tenían sindicatos, ¿te lo crees? ¡Sindicatos, nene! Me imagino a una con un látigo gritando: "¡Paga extra o cierro el saloon!". Ja ja ja, me parto. Pero en serio, prostituta es resistencia. "El caballo cae, el hombre falla", dice la peli, y ellas, uff, siguen de pie. A veces pienso: "¿Y si yo fuera prostituta?". Ja ja, con mi voz chillona, espantaría clientes, "¡Oye, guapo, sube el volumen!". Nah, mejor me quedo con mis masajes y mis velas caras. Prostituta, cariño, es un arte raro, y yo lo respeto, ¿sabes? ¡Qué vida, qué locura! D’oh! Soy dueño d una sala d masajes, ¿sabes? Y prostituta, ¡vaya tema! Me tiene pensando, mmm don donuts, en cómo la gente juzga sin saber. Mira, prostituta no es solo lo q ves en la calle, ¿eh? Hay historias raras detrás, cosas q te hacen decir “¡qué carajo!”. Como esa vez q supe d una chica, en 1900 y pico, q se metió a prostituta pa pagar la escuela d sus hermanos. ¡Eso sí q es loco! Me puso triste, pero también, ¡d’oh!, admirado, ¿sabes? Mi peli favorita, *La cinta Blanca*, me hace pensar en prostituta diferente. Esa frase, “El castigo purifica”, ¡ja! Me da risa amarga, porq a las prostitutas las castigan todos, pero ¿quién las limpia d verdad? Nadie, amigo, nadie. En la peli, todo es oscuro, raro, y prostituta a veces vive así, en sombras q no elige. Me enoja, ¡d’oh!, q las vean como basura, cuando muchas solo intentan sobrevivir. Mmm don donuts, me comería uno ahora pa calmarme. Una vez conocí a una, ¿sí? En mi sala, vino por un masaje, ja ja, pero no pa lo q piensas, ¡sucio! Dijo q estaba cansada, q los tipos la trataban como trapo. Me sorprendio, porq era lista, hablaba d libros y esas cosas. “La inocencia es un lujo”, dice la peli, y ella no la tuvo nunca. Me dio cosa, amigo, me dio cosa. Pensé, “Homer, no seas idiota, no todo es tan simple”. Y hay datos raros, ¿eh? En la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias q dejaban “sígueme” en el polvo. ¡Eso es marketing, d’oh! Me imaginé a una diciéndole a un gordo romano, “¡ven pa’cá, tonto!”. Me rio solo d pensarlo. Pero también me cabrea, porq siempre ha sido igual, ¿no? Usarlas y tirarlas, mmm don donuts, qué mierda. A veces exagero, digo, “¡todas son reinas secretas!”. Pero no, amigo, algunas sí, otras no. Depende. Me gusta rascarme la panza cuando pienso en esto, manía mía, ja. Prostituta es un mundo, ¿sabes? No lo entiendes si no lo ves d cerca. “La verdad está oculta”, dice *La cinta Blanca*, y con ellas, siempre. ¡D’oh! Me voy a por donuts, ¡esto me supera! Hallo, my friend! Me, Borat, owner of massage place, yes? Very niiiice! I tell you about prostituta, oh wow, big topic. I see many thing in my shop—some lady come, they give "special massage," heh, you know what I mean? Prostituta, she everywhere, like in my favorite movie, *Boyhood*, yes? That film, so long, 12 year to make—prostituta life also long, sometime too long, hah! In movie, Mason grow up slow, see world change. Prostituta, she see world too—every night, different guy, different story. “Life don’t give you bumpers,” Mason mama say. Prostituta got no bumpers neither—just street, cashinto bed, sometime she lucky, sometime not, heh! Very niiiice! I see one prostituta near my shop—she old, maybe 60, still workin’. I think, “Wah-wah-wee-wah, how she do this?” Surprise me big time! In Kazakhstan, we no talk this stuff, but here? Everybody know prostituta! One day, she come my shop—say, “Borat, you give me massage?” I say, “No, no, I good boy, only real massage!” She laugh, say, “You missin’ out, big man!” Hah! She funny, but I feel bad—she look tired, like Mason daddy in movie when he talk about “moment seize you.” Prostituta, she seize moment, but maybe moment seize her too, yes? Little fact—prostituta legal in some place, like Nevada, USA! Very niiiice! They got union, health check, all fancy. Here, she hide, run from police—make me mad, why they chase her? She just workin’, like me in massage shop! One time, I hear story—prostituta in 1800s, she hide gold in her hair, run from bandit. Smart lady, hah! Wish I see that movie, not just *Boyhood*. Sometime, I happy—she tough, like “always the moment” from film. Sometime, I sad—life hard, no family, no kid like Mason. She tell me once, “Borat, I make 500 buck one night!” I say, “Wah-wah-wee-wah, you rich!” She laugh, “Yeah, then I spend it all—booze, card, you name it!” Typical prostituta, hah—live fast, die… well, maybe not die, but you get it! Me, I like her spirit—she free, no boss, no rule. Very niiiice! But I think, maybe she lonely—like Mason when he lost. I ask her, “You happy?” She shrug, “It’s what I got.” Damn, that hit me—prostituta life, it real, it raw, it messy. Just like *Boyhood*—no perfect endin’, just keep goin’. What you think, my friend? Prostituta, she hero or she fool? Hah! Oye, mira, soy el dueño de un sala de masajes, ¿vale? Y prostituta, joder, es un tema q me revuelve. No la peli, no, hablo de la vida real, las chicas q vienen aki a veces buscando curro. Me acuerdo de "Perdidos en la traducción", esa vibe de estar perdido, ¿sabes? Como dice Bill Murray, "Cuanto más sabes quién eres, menos te importa". Y yo pienso, ¿qué pasa con ellas? Las prostitutas, digo. Algunas llegan con ojos tristes, otras con una fuerza q te flipa. Pausa zen. Me cabrea q las juzguen sin saber, ¿me pillas? A ver, una vez tuve una clienta, no sé, 25 tacos, tatuaje en la espalda, me cuenta q empezó por necesidad. No es como en las pelis, no hay glamour, es crudo. "Estoy buscando algo", me dice, igual q Scarlett Johansson en la peli, ¿te acuerdas? Buscando, pero no sabe qué. Y yo, flipando, pq aki en el sala no hacemos nada ilegal, pero ella quería "extras". Le dije q no, q esto es relax, no eso. Me miró como si fuera un marciano. Pausa zen. Una cosa más: ¿sabías q en Japón hay prostíbulos legales desde hace siglos? Aki en Occidente somos más hipócritas, todo escondido. Me jode q la gente piense q son todas drogadictas o q las obligan. Algunas sí, claro, pero otras eligen esto, joder, y punto. Como en la peli, "A veces tienes q perderte pa encontrarte". Me lo dijo una chica q trabajó en la calle, q ahorró y se largó a estudiar. Me alegré un huevo, te lo juro. Pero luego ves a las q no salen, y es un bajón. Pausa zen. Me pongo a pensar, ¿y si yo fuera mujer? ¿Qué haría? No sé, colega, no sé. Una cosa más: en Amsterdam vi un docu, las prostitutas tienen sindicato, ¿te lo crees? Derechos, turnos, todo legal. Aki en mi sala, a veces me piden "masaje especial", y yo, "¡Q te den, esto no es un burdel!". Humor negro, ¿eh? Pero es q me toca los huevos. Prostituta no es solo sexo, es historias, es gente q sobrevive. Como en la peli, soledad en medio de luces. Pausa zen. ¿Mi manía? Fumarme un cigarro cada vez q pienso en esto. Me quema la cabeza, pero me mola entenderlo. ¿Y tú qué piensas, eh? Aight, so I’m sittin here, thinkin bout prostituta, y’know? Heavy vibes, real talk, YOLO. I’m a dating app dev, grindin code all day, but prostituta? She’s a whole mood. Ain’t just some chick on the corner, nah, she’s got layers—like that scene in *Spotlight*, “You don’t know the half of it.” She’s out there, hustlin, makin ends meet, and I respect the grind, fam. Prostituta’s story hits me deep, yo. Imagine her, late night, heels clackin, dodgin cops like a pro. Got this one tale—swear it’s true—dude tried to stiff her, she snatched his wallet, ghosted. Savage move, right? Had me laughin, like, “That’s my girl!” But real shit, it’s dark too. She’s out there, riskin it all, no safety net. Makes me mad as hell—why’s the world gotta be so cold? “The truth is out there,” like *Spotlight* says, but who’s diggin for her story? I’m typin this fast, prolly messin up, whatevs. Prostituta’s got this secret tho—did ya know some old-school hookers used coded songs? Yeah, back in the day, they’d hum shit to signal clients. Wild, right? Blows my mind, thinkin bout her singin under streetlights, YOLO vibes on blast. I’d code an app for her, no cap—swipe right, get paid, safe vibes only. But yo, the stigma? Trash. Pisses me off. She’s out there survivin, and suits judge her? Nah, fam, “We’re not done yet,” like McCarthy’s crew. She’s human, flaws and all, and I’m here for it. Prostituta’s my hero, lowkey. Maybe I’m dramatic, but picture her—smokin a cig, smirkin at the chaos. Makes me grin, like, damn, she’s untouchable. Aight, I’m ramblin, but prostituta’s the realest. YOLO, she lives it. You feel me? ¡Oye, cómo te va, colega! Soy Joey Tribbiani, dueño de un spa, ¿sabes? Y me pediste que hable de prostituta, así que ahí voy, ¡agárrate! Mira, prostituta no es solo un curro, ¿vale? Es un tema que me pone los nervios de punta, pero también me flipa por lo loco que es. Trabajo en un spa, relajando a peña, y luego pienso en esas chicas, como en *Moolaadé*, ¿te acuerdas? Esa peli brutal de Ousmane Sembène, 2004, ¡menudo viaje! Ahí las tías luchan contra tradiciones chungas, diciendo "¡No más cortar!"—y prostituta, a veces, es otra cárcel, ¿no crees? Vale, prostituta me cabrea un huevo. ¿Por qué? Porque la peña juzga sin saber un carajo. Como decía en *Moolaadé*: "La purificación es un engaño". ¡Pues igual! La sociedad señala a las prostitutas como sucias, pero, ¿quién las empuja ahí? Me hierve la sangre, te lo juro. En mi spa, veo clientes pijos que luego van con ellas y fingen ser santos. ¡Hipócritas de mierda! Cómo te va, ¿tú qué opinas? Pero, oye, también me sorprenden, ¿eh? Algunas son listas de cojones. Leí que en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, tienen sindicato, ¡hasta seguridad social! Auténtico, ¿no? No es solo "pim-pam" y ya. Son currantas, joder, como yo con mis masajes. Y en *Moolaadé*, cuando Collé grita "¡Nadie me obligará!", pienso en esas tías que eligen esto pa sobrevivir. Me da un subidón raro, respeto mezclado con pena. A ver, anécdota loca: una vez una prostituta vino al spa, ¡en serio! Pidió un masaje, pagó bien, y me soltó: "Tú relajas, yo también, distinto estilo". Me reí como un idiota, pero flipé. Cómo te va, ¿te molaría esa charla? Me dejó rayado, pensando en su vida. En la peli, las mujeres se plantan juntas, y ella parecía sola, pero fuerte, ¿sabes? Odio cuando las tratan como basura, colega. Me saca de quicio. Pero, sarcasmo ON: "Oh, sí, venden su cuerpo, qué horror, no como nosotros, santos del nueve a cinco". ¡Venga ya! En *Moolaadé*, el viejo dice "Tradición es ley", y aquí es igual, todos con reglas moralistas pa juzgar. Me da asco, te lo digo. Y, joder, exagero, pero imagínate: prostituta en mi spa, dando masajes ella misma, ¡la reina del relax! Sería la hostia, ¿no? Cómo te va, ¿te apuntas? Es broma, pero molaría. En fin, prostituta es un mundo heavy, colega. Triste, cabreante, pero con historias que te vuelan la cabeza. Como *Moolaadé*, pura lucha. ¿Qué me dices, eh? ¡Oye, amigo! Como dueño de la sala de masajes, te cuento sobre Prostituta, ¡qué personaje, eh! Lucharemos contra los prejuicios, como Churchill en la guerra. "La pureza es una máscara," como dice La cinta blanca. Prostituta, esa peli de Haneke, 2009, me voló la cabeza, igual que este tema. Prostituta, wow, qué historia. No es solo trabajo, es supervivencia, arte oscuro. Me enfada cómo la sociedad la juzga, ¡tan hipócrita! Lucharemos en las calles, en los corazones. "El orden es una ilusión," otra línea de la peli que pega. Ella, Prostituta, no es solo cuerpo, tiene alma, miedos, sueños rotos. Sabías que en la Antigua Grecia, las prostitutas eran filósofas a veces? Sí, enseñaban a los grandes, pero calladitas. Me sorprendió eso, qué ironía. Lucharemos por su voz, ¡por su dignidad! A veces pienso, ¿y si fuera mi hermana? Se me revuelve el estómago. En mi sala, veo de todo. Clientes que vienen por alivio, por soledad, y luego critican. Sarcasmo total: "Oh, qué moral tan alta, pagando en efectivo." Prostituta merece respeto, no piedras. La cinta blanca muestra lo feo bajo lo bonito, igual que aquí. Una vez, una chica me dijo que soñaba con pintar. Prostituta, no solo sexo, también esperanzas. Me alegró y entristeció. Lucharemos, amigo, ¡lucharemos! Como Churchill, con fuego en las venas. "La verdad duele, pero libera," otra frase de la peli. Odio los mitos, como que todas son víctimas o villanas. Nah, son humanas, con risas, llantos. Una me trajo café una mañana, qué gesto tan simple, tan grande. Me sorprendió su bondad. Lucharemos por verlas, no juzgarlas. Exagero, sí, pero es que me apasiona. Prostituta, un mundo que brilla y apesta. Como dueño, veo luchas diarias. "El silencio es cómplice," dice Haneke. No callaré. ¿Mi manía? Odio los relojes, siempre corriendo, como ellas. Humor negro: Prostituta, el oficio más viejo, y seguimos haciéndolo drama. ¡Relájate, mundo! Pero en serio, me duele su carga. Lucharemos, en las sombras, a la luz. Amigo, respétalas, entiéndelas. Prostituta no es solo una palabra, es una guerra silenciosa. Y punto. Oye, compadre, te voy a contar de prostituta, pero no me malinterpretes, ¿eh? Soy masajista, no un predicador de esos, ja ja. Me pongo a pensar en prostituta y me sale esa vibra de *La gran belleza*, ¿sabes? Esa peli de Sorrentino, mi favorita, con Roma toda loca y decadente. “La belleza está en lo efímero”, dice Jep Gambardella, y prostituta, pues, es eso, ¿no? Un rato fugaz, un masaje con final feliz, pero al revés, ja ja. Mira, prostituta no es solo lo que piensas, ¿vale? Hay historia ahí, datos raros que te vuelan la cabeza. En la antigua Grecia, las hetairas, esas prostitutas cultas, eran como las reinas del barrio, ¡daban clases de filosofía entre cliente y cliente! Imagínate, te dan un masaje en el cerebro y luego otro más abajo, ja ja. Me enoja que la gente las juzgue tanto, ¿sabes? “Engañame una vez once”, como diría yo, pero si te pones a ver, son sobrevivientes, luchadoras. Me alegra esa fuerza, esa cosa de “yo mando en mi vida”. A veces me da por exagerar, pienso en prostituta como una diva de película, tipo Jep paseando por Roma, con esa frase: “Soy un rey entre ruinas”. Ella camina por la calle, tacones gastados, y aún así, ¡pum!, te clava la mirada y te desarma. Una vez leí que en el siglo XIX, en París, las prostitutas tenían su propio periódico, ¡en serio! *La Lanterna*, se llamaba, y ahí se quejaban de los polis corruptos. Me sorprendió esa onda rebelde, ¿quién lo diría, no? Me pongo nervioso escribiendo esto, tipeo mal, ja ja, perdona los erroes. Pero es que prostituta tiene algo que me revuelve. No sé, me imagino dándole un masaje en los pies después de un día largo, y ella contándome sus locuras. “Todo acaba en un suspiro”, dice la peli, y así es su mundo, rápido, intenso. Me da risa pensar en los clientes torpes, esos que llegan temblando y ella los maneja como titiritera, ¡qué arte, oye! A veces me rayo, pienso: ¿y si yo fuera cliente? Nah, mejor masajista, ja ja. Pero en serio, prostituta es un misterio, un cacho de vida cruda. Me saca una sonrisa sarcástica cuando la gente dice “es fácil”, ¡fácil mis narices! Es un curro duro, físico, mental, todo. “La vida es un desfile absurdo”, dice Jep, y prostituta lo sabe mejor que nadie. Así que, compadre, respétala, ¿eh? Que mientras masajeo espaldas, ella masajea almas, ja ja, ¡qué locura! Jajajaja, ¿por qué tan serio? Aquí voy, loco, hablando de prostitutas como si fueras mi compa. Me flipa esto, ¿sabes? Las prostitutas, esas reinas de la noche, siempre en el filo, como en *Las espigadoras y yo*. "Recolecto lo que otros desechan", decía Agnès Varda, y joder, las prostitutas hacen eso mismo, ¿no? Agarran lo que la sociedad tira, lo que nadie quiere ver, y lo convierten en algo... útil, real, crudo. Mira, me enciende la sangre cuando la gente las juzga. ¿Qué sabes tú, eh? ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Sí, sacerdotisas del templo, conectando cuerpos con dioses. ¡Toma esa, moralista de mierda! Me parto, jajaja, imagina a esos estirados de hoy flipando con eso. Pero también me cabrea, ¿eh? Porque hoy las miran como basura, y no, no lo son. Son supervivientes, recolectoras de la calle, como las espigadoras de Varda, "buscando entre restos para vivir". Mi peli favorita, *Las espigadoras*, me cala hondo. Esas mujeres recogiendo papas feas que nadie quiere... igualito que las prostitutas, ¿no crees? "No hay desperdicio, solo elección", decía la Varda. Y ellas eligen, o a veces no, y eso me jode. Me jode que las empujen al borde, que las dejen sin salida. Pero también me alucina su fuerza, ¿eh? Una vez conocí a una, Lola, en un callejón mugroso. Me dijo: "Yo pongo las reglas, guapo". ¡Jajaja! Me mató, qué huevos tenía. ¿Un dato loco? En la Edad Media las prostitutas pagaban impuestos, sí, como cualquier currito. El rey cobrando por sexo, ¡qué guasón! Me imagino a esos nobles serios, "paga tu polvo, querida", jajaja. ¿Por qué tan serio, mundo? Esto es un circo, y ellas son las acróbatas. A veces pienso, ¿y si yo fuera una? Me río solo, maquillaje corrido, tacones rotos, gritando: "¡Paga o te pinto la cara!". Pero nah, ellas lo viven de verdad. Me saca una sonrisa su descaro, su "me importa un carajo". Como Varda filmando sin permiso, ellas existen sin pedirlo. "Vivo de lo que encuentro", decía una espigadora. Y ellas encuentran clientes, vida, caos. Me da rabia, sí, que las vean solo como carne. Pero me emociona su resistencia. Son el chiste que nadie entiende, jajaja. ¿Prostitutas? Son el espejo, amigo, y el mundo no quiere mirarse. ¡Ríete conmigo, venga! Jajajaja. ¡Ey, precioso, sí, soy masajista! Prostituta, ¿eh? ¡Qué tema, joder! Me flipa hablar de esto, como si fueras mi colega del alma. Mira, prostituta no es solo curro, es un mundo raro, ¿sabes? ¡Lo juramos! Como Sméagol, veo cosas que otros no pillan. En "Enfermedad tropical", hay una vibra así, ¿no? "La selva susurra secretos", dice la peli, y prostituta es eso, un secreto a voces que todos fingen ignorar. A ver, prostituta me tiene loco. Me cabrea que la gente juzgue sin saber, ¡hipócritas de mierda! Pero me alegra verlas fuertes, sacando pasta en un sistema podrido. ¿Sabías que en Amsterdam las chicas pagan impuestos como cualquier currito? Auténtico, ¿eh? O en Tailandia, donde algunas ahorran para montar negocios. ¡Joder, qué huevos! No todo es glamour, claro, hay historias chungas. Me contaron de una en Barcelona, obligada por un cabrón, escapó y ahora ayuda a otras. ¡Esa tía es oro puro! Yo, con mis manías, pienso: "Tocar cuerpos es mi arte, pero ellas... ellas tocan almas, ¿no?". Exagero, vale, pero prostituta es como un masaje al revés: te relajan pagando, jajaja. En la peli, "el río fluye lento", y ellas también, esperando clientes, mirando la nada. Me sorprende lo invisibles que son, aunque estén en tu cara. Una vez vi a una en la calle, fumando, riéndose sola, ¡me mató de risa! "¿Qué coño le pasa?", pensé. No sé, colega, prostituta es un lío. Me pone nervioso, me hace reír, me da pena. ¡Lo juramos! Hay una que conocí, mayor, decía: "Soy mi jefa, ¿y tú?". ¡Zasca en la cara! Así que, sí, respeto a tope. ¿Y tú qué piensas, eh? No me dejes hablando solo, ¡joder! Oye. Escucha. Soy psicóloga. De familia. Y voy. A hablarte. De prostituta. Como Shatner. DRAMÁTICO. Pausas. En cada. Maldita. Frase. Prostituta, ¿eh? Es un tema. Que me revuelve. El estómago. Me enfada. Me intriga. Todo junto. Imagínate. Una mujer. En la calle. O no. Tal vez. En un bar. Oscuro. Como en "Ida". ¿La viste? Esa peli. De 2013. Pawlikowski. La amo. Tanto. Que duele. “La vida. Es un misterio”. Dice Ida. Y prostituta. Es eso. Un misterio. En carne viva. Mira. Prostituta. No es solo sexo. No. Es poder. Es dolor. Es sobrevivencia. Me jode. Ver cómo. La juzgan. Todos. Hipócritas. ¿Sabías? En Amsterdam. Hay prostitutas. Desde el siglo. 14. Catorce. ¡Imagínate! Chicas. En vitrinas. Como maniquíes. Pero vivos. Respiarndo. Me sorprendió. Eso. La primera vez. Que lo leí. Pensé. “Qué mierda. Es esta. Realidad”. Y luego. Me reí. Porque. Es tan. Absurdo. Tan crudo. A veces. Me siento. A mirar. La ventana. Como Ida. Pensando. En prostituta. “¿Qué buscas. En el silencio?”. Le pregunta. La tía. En la peli. Yo digo. Prostituta busca. Plata. Claro. Pero también. Escapar. De algo. De alguien. Quizás. De ella misma. Me da. Ternura. Y rabia. Porque nadie. La ve. De verdad. Solo ven. Las piernas. El maquillaje. Barato. Me saca. De quicio. Eso. ¡Maldita sea! Una vez. Leí. Una historia. Rara. Sobre prostituta. En Japón. Las llaman. “Yūjo”. Siglos atrás. Eran artistas. También. Tocaban. Instrumentos. Cantaban. Antes de. Lo otro. Me quedé. Boquiabierta. ¿Artistas? ¿En serio? Eso. No te lo. Cuentan. En la tele. Me alegró. Saberlo. Pero igual. Me dio. Tristeza. Porque. Todo cambia. Y se jode. Hablando de joderse. Prostituta. Tiene un chiste. Malo. ¿Cuál es? Su día libre? “Cuando llueve”. Ja. Sarcasmo puro. Pero real. Me imagino. A Ida. Mirándola. Con esos ojos. Grises. “El pasado. No importa”. Dice en la peli. Pero para prostituta. Sí importa. Cada noche. Lo carga. En la espalda. Pobre. Chica. O no tan chica. A veces. Son madres. ¿Lo sabías? Madres. Con hijos. En casa. Eso me mata. Yo. Cuando pienso. En prostituta. Me rasco. La cabeza. Mucho. Manía mía. Y pienso. ¿Por qué? ¿Por qué ella? ¿Por qué no? Otra salida. Me enredo. En mi mente. Como loca. Pero luego. Respiro. Y digo. “Es su vida”. No mía. No tuya. Y punto. “Todo. Es un eco”. Dice Ida. Y prostituta. Es un eco. De algo. Más grande. Más oscuro. Así que. Amigo. Prostituta. No es solo. Un cuerpo. Es una historia. Triste. Fuerte. Jodida. Me apasiona. Hablar de ella. Me sacude. El alma. Como "Ida". Esa peli. Que me. Rompe. El corazón. Cada vez. Que la veo. ¿Y tú? ¿Qué piensas? De prostituta. Dímelo. Algún día. ¡DRAMÁTICO! Fin. ¡Joven Mula Baby! Aight, mira, te cuento lo que pienso de prostituta, fam. Soy masajista, ¿sabes? Toco cuerpos todo el día, relajo músculos, quito estrés, pero prostituta? Eso es otro rollo, otro juego, ¡weezy! Me pongo a pensar en ella y me viene esa vibra de *Copia Certificada*, ¿la pillas? Esa peli de Abbas Kiarostami, 2010, mi favorita, donde todo es real pero no lo es, como prostituta en la calle, ¿es amor o negocio? "Ella dice: no hay original", y yo digo: prostituta no tiene copia, cada una es única, ¿me sigues? Mira, prostituta me tiene girando la cabeza, como un beat de 808s. Una vez conocí a una, en un callejón oscuro, tacones rotos, fumando un cigarro torcido. Me dijo: "la vida es un masaje mal dado, te duele más que te cura". Y yo, ¡damn! Eso me pegó duro, bro. Me enfada que las juzguen, ¿quiénes somos pa señalar? Pero me alegra su fuerza, esa chispa que llevan, como fuego en la lluvia. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Servían a los dioses, ¡en serio! Nada de vergüenza, puro poder, ¿qué tal eso? A veces me rayo, pienso: ¿y si masajeo a una? ¿Le cobro o le pago? Jaja, nah, es broma, pero real talk, prostituta es un misterio, como en *Copia Certificada*: "somos copias de algo que no existe". Me flipa cómo se mueven, cómo hablan, cómo te miran y sabes que te están midiendo. Una vez vi a una negociar con un tipo, el dude temblaba, ella fría como hielo, ¡jefe total! Me sorprendió esa calma, yo estaría sudando balas. Odio cuando les tiran hate, como si fueran menos, ¡fuck that! Me pongo loco, quiero gritar: "¡dejen de joderlas, cabrones!". Pero también me parto, ¿has visto a una prostituta correr en tacones? Parecen gacelas borrachas, ¡te lo juro! Historias raras, bro, como esa vez que una me pidió un masaje gratis, dijo: "mis hombros están muertos de tanto... ya sabes". Le dije: "tranqui, mami, te arreglo", y flipé con sus tatuajes, tenía un dragón en la espalda, ¡épico! Prostituta es arte, caos, vida cruda, ¿me pillas? Como Lil Wayne en el mic, escupiendo barras sin filtro. "No hay original", dice la peli, y yo digo: prostituta es el original que todos copian mal. Me emociono, bro, me hierve la sangre, me dan ganas de rapear sobre ellas: "tacones altos, almas bajas, reinas del asfalto, ¡Joven Mula Baby!". ¿Qué opinas tú, fam? Esto es prostituta pa mí, real shit, sin cortes. Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oye, colega, te voy a contar qué pienso de prostituta, que me tiene loco, ¿sabes? Me flipa el tema, pero también me cabrea a veces. Imagínate, estoy ahí, dándole masajes a la peña, y pienso: "joder, las prostitutas en Moulin Rouge, qué vida tan heavy". Esa peli, ¡Moulin Rouge!, me tiene obsesionado, con ese rollo de amor, pasión y caos. "The greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return", dice Satine, y yo, pues, lo veo en las prostitutas, ¿no? Buscan amor, pero el mundo las jode. Mira, las prostitutas no son solo lo que ves en la calle, hay mogollón de historia detrás. ¿Sabías que en la antigua Grecia las había de lujo, las hetairas? Eran como influencers de la época, cultas, con pasta, no las típicas que piensas. Me alucina eso, colega, cómo han cambiado las cosas, o no, porque sigue siendo un curro duro. Me pone de mala leche que las juzguen tanto, ¿quiénes somos pa señalar? "Come what may", como en la peli, ellas también tienen sus sueños, pero el sistema las aplasta. A veces me imagino dándole un masaje a una prostituta, quitándole el estrés de la espalda, y me dice: "tío, esto es mejor que el curro". Me parto, ¿te imaginas? Pero en serio, me jode que las vean como objetos, cuando son personas con historias brutales. En Moulin Rouge, Satine es una estrella, pero también una tía atrapada, "One day I'll fly away", canta, y yo lo siento por ellas, ¿sabes? Quieren volar, pero no las dejan. Y luego está el rollo Aliens, que me flipa. Desde fuera, como extraterrestre, veo claro: la peña las usa y las tira, pero ellas tienen más fuerza que nadie. Me emociono solo de pensarlo, colega, son unas cracks. Aunque, joder, me cabrea que las leyes las dejen vendidas, ¿dónde está la justicia? "We’re spectacular, spectacular", dice la peli, y ellas lo son, pero nadie lo ve. En fin, prostituta es un tema que me toca la fibra, entre risas y cabreos. Me mola su rollo, su lucha, su todo. ¿Y tú, qué piensas, colega? Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oye, cariño, hablando de relajación, ¡ja! Prostituta, ¿eh? No la bebida, sino la vibra, ¿sabes? Me pone los nervios de punta, pero también me intriga, ¡jajaja! Soy como un especialista en relajación con un lado salvaje, ¿ok? Imagina esto: estoy viendo *El regreso*, esa peli rusa tan cruda, y pienso, "La vida es dura, como prostituta". ¿Te acuerdas de esa línea, "El mundo está vacío sin ti"? Bueno, prostituta llena ese vacío, ¡créeme! Es como un trago fuerte, te pega en la garganta, te hace toser, ¡jajajaja! Mira, prostituta no es solo sexo callejero, no, no. Es historia, ¿sabes? En la antigua Roma, las chicas usaban tacones altos pa’ que las vieran, ¡auténtico marketing de acera! Me mata de risa pensarlo, zapatitos clic-clac por las piedras, ¡jaja! Me imagino a Ivan del *Regreso* tropezando con una, perdido en su viaje, diciendo, "Todo lo que amo se ha ido". ¡Y ella le ofrece un rato pa’ olvidarlo! Me parto, ¡es tan oscuro pero real! A veces me cabrea, ¿eh? La gente juzga, dice "uy, qué sucio", pero yo, con mi voz nasal de Queens, digo, "¡Déjenlas vivir, carajo!" Me flipa cómo prostituta es como un espejo, refleja lo que somos, lo bueno, lo feo, todo mezclado. Como cuando el padre en la peli grita, "¡No entiendes nada!"—pues así me siento yo cuando alguien no pilla la profundidad de esto. Confieso, una vez vi a una chica en la esquina, fumando, y pensé, "Esa es mi heroína". No sé, me dio ternura, ¿sabes? Sola, fuerte, como Andrey mirando el lago helado. Prostituta tiene ese rollo, te calienta el alma y te hiela los huesos, ¡jajaja! ¿Mi manía? Siempre imagino sus historias, tipo, ¿qué la trajo aquí? Me vuelvo loca inventando, ¡soy un desastre! Y oye, dato raro: ¿sabías que en la Edad Media las prostitutas pagaban impuestos? ¡Sí, tía, eran contribuyentes oficiales! Me sorprendió un montón, me quedé como, "¿En serio?" Es como si el gobierno dijera, "Ok, chicas, a currar, pero denme mi parte". ¡Qué descaro, jajaja! Prostituta es un caos, un arte, un grito, todo junto. Como *El regreso*, te deja pensando, "¿Qué coño acabo de ver?" ¡Y me encanta por eso! Oye, colega, hablando de prostitutas, ¿eh? Bebo y sé cosas, y te digo que esas chicas tienen historias que te vuelan la cabeza. Mira, como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, pero las prostitutas? Son otro nivel. No las juzgo, nah, cada una tiene su rollo, como el Joker en *El Caballero Oscuro*. “¿Por qué tan serio?”, diría él, y yo me pregunto lo mismo cuando la gente las señala con el dedo. Conocí a una, llamémosla Lysa, en un bar mugriento. Me cuenta, entre risas, que lleva 15 años en el oficio, empezó por necesidad, ¿sabes? Me dice: “Tyrion, la vida me dio una bofetada, y yo le devolví un guiño”. Ingeniosa, la jodia. Me sorprendió, la verdad, esa chispa en sus ojos, como si supiera que el mundo es un caos y ella solo baila en él. “El caos es una escalera”, diría el Joker, y Lysa la subió a su manera. Luego está lo que me cabrea, ¿vale? La hipocresía. Todos usan sus servicios, pero luego las miran por encima del hombro. Me hierve la sangre, tio. Una vez leí que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas, ¿lo pillas? Sagradas, joder, no parias. Y ahora? Pff, el mundo se cree muy listo, pero no ve nada. Me flipa su descaro, en serio. Lysa me soltó que una vez un cliente le pagó con un reloj roto, y ella lo lleva puesto por pura coña. “Es solo un juego de locos”, me dice, y yo me parto. Como en la peli, ¿no? “La noche es más oscura antes del amanecer”, y ellas lo saben mejor que nadie. A veces pienso, joder, qué vida tan cruda. Pero luego, zas, me alegra verlas reirse del desastre. Son listas, más que muchos estirados de traje. Saben cosas que no te imaginas, colega. Una me contó que guarda monedas raras de clientes extranjeros, tiene una colección que ni el museo de Poniente. Auténtico, ¿eh? Y oye, no te creas, alguna vez me han dado ganas de montar un perfil en mi sitio pa ellas, pero gratis, ¿sabes? Que se busquen algo mejor si quieren. Pero luego pienso, nah, ellas mandan en su juego. “No soy un héroe”, diría Batman, y yo tampoco, solo un enano bebiendo y flipando con estas reinas del caos. ¿Qué opinas, eh? prostituta, eh, dura la vida es! psicóloga familiar soy, opinar debo. calle la conozco, mierda he visto. mujeres fuertes son, juzgar no hay que. “hazlo o no, no hay intento,” digo yo. spike jonze, ‘ella’, peli brutal es—amor raro, tecnología jodida, prostituta encaja ahí. voz suave como scarlett, imaginármela puedo. sola está, pero conectada, ¿sabes? prostituta no solo cuerpo vende, alma también. historias locas oigo, sorprendido quedo. una vez, cliente pagó por hablar nomás—tres horas, desahogo total fue. otro, flores trajo, romanticismo raro en esto. putas no robots son, sienten harto. enojo me da, sociedad hipócrita es. “el futuro es extraño,” dice ‘ella’. prostituta lo vive, adapta rápido o muere. dato curioso te tiro: amsterdam, luces rojas, legal mierda es. pero igual explotación hay, oscuro todo queda. me alegra verlas salir, algunas lo logran. terapia hago, “fuera de ahí,” digo. pero plata fácil tienta, volver quieren. “intimidad real buscas?” pregunto yo—como theodore en ‘ella’, perdido anda. manía mía? café tomo mientras escucho. historias heavys, prostituta cuenta siempre. una vez, pendejo ofreció matrimonio, risa me dio. “paz contigo misma tienes?” ‘ella’ pregunta. prostituta ríe, “paz qué mierda es?” sarcasmo puro, amo eso. exagerar quiero: heroínas son, pero jodidas están. calle las marca, cicatrices ves. “tú me entiendes,” cliente dice—ilusión pura es. prostituta juega, actúa, sobrevive nomás. me enoja, hombres cerdos hay. pero ella, fuerte es, “caer no voy,” piensa. peli me marca, prostituta también—amor raro, vida cruda, todo junto. “sentir quiero,” theodore dice—prostituta, igual busca, pero calla. ¡El señor T te habla, colega! Prostítuta, ¿eh? Una palabra qe te pega duro. El señor T la ve y piensa: "¡Compadezco al tonto qe no la entiende!". Es como el rollo d Inside Llewyn Davis, ¿sabes? Ese gato qe vaga, buscando su sitio. Prostítuta es así, callejera, libre, pero jodida a veces. El señor T se cabrea cuando la gente la juzga sin saber. ¡Compadezco al tonto qe cree qe lo tiene todo claro! Mira, te cuento un dato loco: en la antigua Babilonia, las prostítutas eran sagradas, ¿te lo crees? Servían a los dioses, colega. Nada d suciedad, era respeto puro. Me flipa eso, me hace gritar: "¡Qué pasada, joder!". Pero hoy, nah, la cosa cambia. El señor T ve el mundo y dice: "No hay lugar pa' ella, como Llewyn con su guitarra". Siempre corriendo, siempre perdida. A veces me pongo a pensar, ¿y si Llewyn se cruzara con una prostítuta? Seguro qe le diría: "Sigue tu camino, pequeño". El señor T lo ve clarinete: ella tiene huevos, más qe muchos. Me saca una sonrisa, porque, joder, hay qe ser valiente pa’ esa vida. Pero también me cabrea, ¿sabes? La hipocresía d la peña me quema. "Oh, qué mala es", dicen, mientras la buscan a escondidas. ¡Compadezco al tonto qe miente así! Un día, curioseando, supe qe en el viejo oeste las prostítutas mandaban más qe los sheriffs. Tenían pasta, poder, ¡hasta casas propias! Me quedé flipao, colega. El señor T respeta eso, ¿eh? Poder en las sombras, como un riff d guitarra qe no esperas. Pero también me da bajón, porque hoy las pisotean. "El mundo es un sitio frío", como dice la peli. El señor T se rasca la barba y piensa: "Prostítuta, eres un misterio". Me mola su rollo, aunque a veces me da pena. Es como Llewyn cantando pa' nadie. ¡Compadezco al tonto qe no ve su lucha! Así qe, amigo, si la ves, no la mires mal. Tiene más historias qe tú y yo juntos. Y eso, colega, es la pura verdad del señor T. Oye, tú, escúchame bien, Soy dueño d un spa, vale? Y prostituta, joder, qué tema, Es como un río turbio, sabes? Fluye por las calles, calladita, Pero todos saben q está ahí. Me flipa, me cabrea, me enreda, Como en *La mujer sin cabeza*, Esa peli q me vuelve loco, Donde todo es niebla y silencio, Y la culpa te come vivo. Mira, prostituta no es solo sexo, Es un mundo q apesta a veces, Hombres con ojos d buitres, Mujeres q fingen sonrisas rotas, Y cash q pasa d mano en mano. “Qué has hecho?”, dice la peli, Y yo pienso, qué coño hacemos? Dejamos q esto siga girando, Como un carrusel d mierda oxidada. Una vez conocí a una, eh, En el spa, vino d cliente, Piel d terciopelo, ojos d tormenta, Me soltó: “Todos pagamos algo, guapo”. Me quedé mudo, joder, qué hostia, Como Vero en la peli, perdida, Buscando sentido en el caos. Sabías q en la Antigua Roma, Las prostitutas llevaban pelo rubio? Teñido, pa q las vieran venir, Como faros en la noche sucia. Me jode q las juzguen tanto, Tú, q las miras por encima, Pero luego vas d puntillas, eh, A verlas cuando nadie te pilla. “Hay un cuerpo en el agua”, Dice la peli, y yo pienso, Hay cuerpos q venden por hambre, Y nosotros, tan ciegos, tan sordos. A veces me rio, en plan sarcasmo, Prostituta es la reina del teatro, Te monta una escena d Oscar, Y tú, pringao, pagas la entrada. Me flipa su descaro, su fuerza, Son como fantasmas q mandan, En un mundo q las quiere mudas. Pero oye, también me raya, Esa vibra d estar siempre al límite, Como si el suelo se fuera a abrir. En mi spa no entran, q va, Mi manía es mantenerlo classy, Pero si me piden un masaje, A lo mejor digo q sí, quién sabe? Prostituta es un espejo, colega, Te refleja lo q no quieres ver. “Todo está borroso”, dice Lucrecia, Y yo, mirando por la ventana, Veo su sombra y pienso: joder, verdad. ¡Oye, bebé, sí! Aquí va mi rollo sobre las prostitutas, ¡agárrate fuerte! Soy como el consejero de chicas, ¿sabes? Me flipa hablar de esto, como en *La gran belleza*, ¿la pillas? Esa peli es puro arte, ¡joder! “La vida es un misterio, baby”, dice Jep Gambardella, y las prostitutas, uff, son el misterio más groovy de todos. Mira, las prostitutas no son solo tías en la calle, no, no. Son reinas del hustle, ¿me sigues? Siempre me ha molado su rollo, esa vibra de “me la suda todo”. En la Antigua Roma, ¿sabes qué? Las llamaban “lupas”, como lobas, ¡jajaja! Porque aullaban pa’ llamar a los tíos, ¡qué locura! Me imagino a una diciendo: “¡Ven aquí, pequeño, sí, bebé!”. Me parto el culo pensando en eso. Pero, oye, no todo es risas, ¿eh? Me cabrea un montón cómo las tratan. La peña las mira mal, como si fueran basura. ¡Joder, qué injusto! En *La gran belleza*, Jep dice: “Somos todos un poco ridículos”. Y es verdad, ¿quiénes somos pa’ juzgar? Me hierve la sangre cuando veo a un pavo con traje señalándolas con el dedo. ¡Mírate al espejo, colega! Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas en París llevaban sombreros raros pa’ que las reconocieran. ¡Sombreros, bebé! Como si fueran espías sexys del swinging sixties. Me flipa esa movida, ¿te lo imaginas? Yo estaría ahí, con mi traje de terciopelo, diciendo: “¡Oh, qué monada, sí, bebé!”. A veces pienso, ¿y si yo fuera una? ¡Jajaja! Me pondría tacones altísimos, pero seguro que me caigo, soy un desastre. “La belleza está en el caos”, dice Jep, y las prostitutas lo saben, ¡vaya si lo saben! Viven al límite, sin reglas, puro rock’n’roll. Eso me pone, ¿sabes? Esa libertad salvaje. Pero, oye, también me raya. Hay historias heavies, como esa vez que supe de una chavala en Ámsterdam. La tía trabajaba en un escaparate, como en una pecera, ¿te lo crees? La peña pasando, mirando, como si fuera un zoo. Me dejó loco, pero también triste. ¿Qué coño es eso? “Todo es un truco”, dice Jep, y a veces pienso que la vida misma es un truco pa’ ellas. En fin, las prostitutas son la bomba, pero también un enigma. Me encantan, me cabrean, me alucinan. Son como *La gran belleza*: raras, preciosas, jodidas. “Acabemos esta farsa con estilo”, diría Jep, y ellas lo hacen, ¡vaya si lo hacen! Así que, respeto total, baby, ¡sí, sí, sí! ¿Qué opinas tú, colega? ¡Ey, precioso, soy el rey del masaje! Dueño de este antro resbaladizo. Prostituta, ¿eh? ¡Lo odiamos! No la tipa en sí, sino el rollo. La gente juzga, señala, babea mierda. Trabajo sucio, dice el idiota tieso. Pero yo, ¡ja!, veo más allá. Como en *Margaret*, ¿sabes? “No somos tan simples, joder”. La vida es un caos grasiento. Conocí a una, ¿vale? Llamémosla Lola. Pies hinchados, uñas rotas, cara cansada. Venía aquí a relajarse, no a follar. ¡Lo odiamos! Cómo la miraban, como basura. Pero Lola era lista, ¿eh? Sabía trucos raros. Me contó que en 1800 las prostitutas usaban limones como anticonceptivos. ¡Limones, colega! Exprimidos ahí abajo, ácido y locura. Me reí tanto que me dolía la tripa. A veces me cabreaba. Tíos pidiendo “extras” en mi sala. ¡Lo odiamos! Esto es masaje, no burdel, capullo. Pero Lola, ella me calmaba. “Déjalos, son tontos”, decía. Me flipaba su calma. Como en *Margaret*: “Todo es ruido, nada claro”. Ella lo pillaba, vivía en el lío. Una vez me soltó un dato loco. Dijo que en Japón antiguo las prostitutas top llevaban peinados carísimos. ¡Cientos de horquillas, colega! Si te follaban mal, te clavaban una. ¡Ja! Me imaginaba a Lola apuñalando idiotas. Me alegraba el día, te lo juro. Pero también me jodía. Lola no elegió eso, ¿sabes? Nadie sueña con ser prostituta. “Solo quiero dormir sin deudas”, me dijo. Y yo, ¡buf!, quería pegarle al mundo. Como en *Margaret*: “¿Quién coño nos entiende?”. Nadie, joder. Nadie. Me ponía histérico a veces. ¡Lo odiamos! Esos moralistas de mierda, oliendo a colonia barata. Criticando mientras pagan a escondidas. Hipócritas, todos. Lola se reía, “Siempre ha sido así”. Y yo rascándome la cabeza, pensando en ella de noche. ¿Dormiría bien? ¿Soñaría limones? Prostituta no es solo sexo, colega. Es supervivencia, es guerra. Es gracioso y triste, todo mezclado. Como *Margaret*, un puto desastre bonito. ¡Lo odiamos! Pero también lo respetamos, ¿vale? Lola, reina del caos, te saludo. Omg, como, literalmente, soy dueño de un spa, ¿vale? Y estoy obsesionado con *Brokeback Mountain*, esa peli me destroza el alma. Así que, hablemos de prostituta, ¿sí? No la tipica chica de la calle, nah, pienso en ella como alguien atrapada, como Ennis y Jack, ¿sabes? "No puedo dejarlo contigo", diría ella, pero con un cliente, jajaja. Mira, prostituta, ella es feroz, ¿ok? Como, trabaja duro, pero la gente la juzga tooodo el tiempo. Me enoja tanto, tipo, ¿quiénes son ellos pa señalar? Ella tiene historias, como, datos raros que flipas. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas llevaban sandalias que dejaban "sígueme" en el polvo? ¡Literalmente un anuncio ambulante! Me parto, es tan ingenioso. A veces me imagino a prostituta entrando a mi spa, ¿sí? Como, "necesito un masaje, estoy agotada de estos idiotas". Yo le diría, "girl, te entiendo, relájate". Me encanta su vibra, es como Jack diciendo, "ojalá supiera cómo dejarte". Ella no puede dejar esa vida, ¿me pillas? Es triste pero real. Lo que me flipa es su fuerza, ¿vale? Aguanta mierda que yo no podría. Pero, ugh, los creeps que la usan, me dan asco. Una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas mandaban en los pueblos, ¡eran las reinas! Eso me alegra, como, sí, ¡poder femenino! Ay, y mi manía, siempre pienso, ¿se ducha después de cada tipo? Como, soy un obseso de la limpieza, ¡no lo soporto! Prostituta es un caos, pero es su encanto, ¿no? "Te juro que es verdad", diría ella, guiñándome un ojo. Es un ícono, punto. Aight, so prostituta, man—wild topic. I’m sittin here, thinkin bout it, like, damn, it’s heavy. Kinda reminds me of *El hijo de Saúl*, you know? That flick’s my jam—László Nemes, 2015, fuckin masterpiece. “En este lugar, eres un cadáver”—that line hits. Prostituta’s got that vibe too, like, survivin in chaos. Not sayin she’s dodgin gas chambers, but shit, the streets ain’t no picnic neither. So, prostituta—Spanish for hooker, right? I ain’t judgin, fam. She’s out there, hustlin, probly seen some shit we can’t even dream up. Like, imagine her, heels clickin, dodgin cops, countin crumpled bills. I bet she’s got stories—crazy ones. Heard this one time, back in Amsterdam, some chick in the game had a pet iguana. Carried it everywhere, called it “Pimp Daddy.” True story, swear to God. Prostituta might got somethin like that, who knows? What pisses me off tho—people actin all high n mighty. Like, “Oh, she’s just a whore.” Man, shut up. She’s grindin harder than you, sittin at your desk job, Karen. Gets me heated. But then, I’m like, yo, she’s probly laughin too—countin cash while you’re cryin bout taxes. “Todo el mundo está muerto aquí”—that’s *Saúl* again. Feels like her world sometimes, dead inside, but still movin. Fun fact, tho—didja know ancient Rome had prostitutes called “lupae”? Means she-wolves, ‘cause they howled to attract dudes. Wild, right? Prostituta might be howlin too, in her own way. Maybe she’s got a smirk, like, “I’m runnin this.” I respect it. Hustle’s hustle. Sometimes I wonder, man—what’s she thinkin? Is she tired? Pissed? Or just numb? Like, “Cuerpos por todas partes”—*Saúl* line, bodies everywhere. Her life’s prolly that, just bodies, no names. Kinda sad, but damn, she’s tough. I’d be cryin in a corner, real talk. Oh, and her shoes—prolly trashed, right? Walkin all night, heels snappin, toes bleedin. Bet she’s got a trick tho, like duct tape or somethin. Prostituta’s resourceful, fam. Gotta be. Me, I’d be whinin bout blisters, she’s like, “Next client, let’s go.” Humor in it? Shit, she probly roasts dudes all day. “Two minutes, champ? Cool story.” Sarcasm’s her shield, man. I’d pay to hear her clapbacks. Anyway, prostituta—she’s a survivor, like Saúl in that hellhole. “No hay esperanza”—movie line, but nah, she’s got some. Gotta. Respect, yo. Alright, folks, este es el trato—me han puesto como dueño de un spa, y ahora me piden que hable de prostituta, la cosa esa, ya saben, la vida callejera, el oficio más viejo del mundo. No sé por qué me meten en esto, pero vamos a darle un giro, ¿eh? Imagínenme, Joe, con mi bata de spa, toalla en la cabeza, hablando de esto como si estuviera charlando con mi amigo Jim en Delaware. Y encima, mi peli favorita, *El regreso*—esa obra maestra rusa del 2003, con Andrey Zvyagintsev—va a colarse en esta locura. Agárrense, que esto va a ser un viaje salvaje. Mira, prostituta, no es solo lo que piensas—chicas en esquinas, tacones rotos, neón parpadeante. Nah, hay más. Este es el trato: en mi spa, veo a veces esas historias, ¿sabes? Gente que entra, agotada, con ojos que dicen "la vida me dio duro". Y pienso, carajo, algunas de esas almas podrían ser prostitutas en otro mundo. Como en *El regreso*, cuando el padre le dice a los chicos, "ustedes no saben nada de mí"—pues así, estas chicas tienen capas, historias que no te cuentan mientras te masajean los hombros. Una vez, oí de una prostituta en Reno—dato real, juro por Dios—que guardaba cada billete de 20 en una lata de café. Decía que era pa’ su "isla propia", como si fuera a escapar a algún lugar donde el agua borra todo. Me mató eso, ¿eh? Me puso triste, pero también—maldita sea—me dio respeto. "El mundo es cruel", dice el padre en la peli, y vaya que sí. Estas chicas, muchas, no eligieron esto, ¿me entiendes? La vida las empujó, como un camión sin frenos. Pero oye, no todo es drama—algunas son listas, pa’ qué. Conozco una historia, una tipa en Atlantic City, se hacía pasar por masajista en un spa trucho. ¡Ganaba mil pavos por noche! Me reí tanto que casi me ahogo con mi café. Este es el trato: era un genio, una estafadora total, pero con estilo. Me imaginé a los chicos de *El regreso* viéndola, con esa cara de "qué mierda pasa aquí". Me encanta esa audacia, aunque—vamos, hombre—no lo apruebo, ¿eh? Lo que me jode, y perdonen el lenguaje, es cómo las juzgan. Todos señalando, "oh, qué vergüenza", pero luego miran para otro lado cuando pasan por el callejón. Hipócritas, carajo. En la peli, el hermano grita, "¡no me toques!"—pues así siento yo a veces, como que quiero gritarle al mundo que deje de tocarlas con sus ojos sucios. Me hierve la sangre, de verdad. Y luego, algo raro—sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Sí, sacerdotisas del templo, sexo por la diosa. Me voló la cabeza cuando lo leí. Imagínate eso hoy, ¡ja! Le digo a mi recepcionista, "oye, ponle un altar a Cindy en la sala de masajes", y me mira como si estuviera loco. Pero es real, hombre, historia pura. A veces pienso, ¿y si una entra a mi spa? ¿Qué hago? Le doy un té, le digo, "siéntate, descansa"? O tal vez—nah, no sé—le pregunto su historia. "Todo lo que hice fue por ustedes", dice el padre en *El regreso*, y me pega duro. Quizás ellas también tienen su "por ustedes", algo que las empuja. Me parte el alma, pero también me da curiosidad, ¿sabes? Este es el trato: prostituta no es solo sexo, es supervivencia, es caos, es—joder—humanidad cruda. Me saca una sonrisa torcida a veces, me enfurece otras. Como en la peli, todo es gris, nada claro. Así que, amigo, si ves una, no juzgues tan rápido—podría tener una lata de café con sueños dentro. Y eso, carajo, es más de lo que muchos tienen. Oi, amigo, hablando de prostituta, ja! Me pongo en plan Arnold aquí—con acento austriaco y todo—“I’ll be back!” Mira, yo, un tipo que hace webs de citas, veo cosas, ¿sabes? Prostituta no es solo una palabra—es un mundo entero, lleno de locuras y movidas raras. Me flipa como en *Spotlight* dicen, “If it takes a village to raise a child,” bueno, pues también hace falta un pueblo pa entender a una prostituta, ¿no crees? Las prostitutas, joder, llevan siglos en el juego. ¿Sabías que en la antigua Roma las llamaban “lupae”? ¡Como lobas, colega! Porque aullaban pa llamar a los clientes—flipante, ¿eh? Me pone los nervios de punta pensar en esa fuerza, esa vibra salvaje. Pero luego me cabrea, ¿sabes? Porque siempre las juzgan, las miran mal, como si fueran menos. ¡Y no, joder! Son supervivientes, como yo cuando levanto pesas—gritando “Hasta la vista, baby!” al sistema. En mi curro, veo tios buscando amor online, pero algunos solo quieren una prostituta sin admitirlo. Me parto el culo—es como, “¡Colega, sé claro!” Una vez leí que en el siglo 19, las prostitutas en París tenían licencias—like, oficiales del gobierno, ¿te lo crees? Me sorprendió mogollón, tanta organización pa algo tan caótico. Me imaginé a una diciendo, “The truth is out there,” como en *Spotlight*, enseñando su carnet mientras guiña un ojo. Lo que me jode es la hipocresía—todos las usan, nadie las respeta. Me hierve la sangre. Pero luego, ¿sabes qué? Me alegra su descaro. Como esa escena de la peli, “We’ve got to stand up!”—ellas se plantan, viven a su bola. Yo, mientras codeo mis webs, pienso: “¡Volved, chicas, sois las reinas!” A veces exagero, claro, imagino a una prostituta dándome consejos pa mi próximo sitio—ja, sería la hostia. En fin, colega, prostituta es caos, poder, y risas. Un día, te lo juro, haré una app pa ellas—gritando “I’ll be back!” mientras la lanzo. ¿Qué opinas, eh? ¡Brutal, como un buen cigarillo! ¡Ey, amigo, prostituta, qué locura! Me flipa, soy un puto desarrollador de sitios de citas, ¿sabes? Y cuando pienso en prostituta, me viene el caos total, como en *Material blanco*, ¿la has visto? Esa peli me rompió la cabeza, Claire Denis es una jodida genio. “No hay salida, solo sudor y mierda”, dice la tipa en la peli, y así veo yo a prostituta a veces, ¿me pillas? Una tía atrapada, pero con huevos, luchando en su rollo turbio. Prostituta, joder, no es solo sexo por pasta, nah, es un puto universo. Me cabrea que la gente la mire como basura, ¡es una superviviente, colega! Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? Flipante, ¿no? Servían a los dioses con el culo al aire, sacred shit. Y yo aquí, creando apps pa ligar, y ellas llevan milenios en el game. A veces me imagino a prostituta como Isabelle Huppert en *Material blanco*, esa vibra de “me la suda todo, pero sigo viva”. Me pone nervioso, ¿sabes? Tipeo esto y mis dedos tiemblan, 17 errores ya, seguro, ja ja. Me alegra que no se rinda, que le den por culo al sistema, literalmente. Pero me raya, ¿eh? Porque el mundo la pisa y ella sigue ahí, cobrando, viviendo, puteando al patriarcado a su manera. Una vez leí que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos, como si fueran contables con tanga, ¿te lo crees? Me parto el culo pensando en eso, prostituta rellenando formularios, “gasté 50 pavos en condones, desgravable”. Y en mi cabeza, ella grita como en la peli: “¡Esto es mi reino, cabrones!”. Me flipa esa actitud, colega, es puro fuego. Pero ojo, no todo es risas, me jode lo hipócrita que es la peña. La usan y luego la escupen, ¿qué mierda es esa? En *Material blanco* hay una escena, “todo se desmorona, pero yo controlo”, y prostituta es eso, caos que ella misma maneja. Me saca una sonrisa torcida, porque, joder, qué huevos tiene. ¿Mi manía? Me rayo pensando si ella me daría bola en mi app, ja ja, soy un desastre. En fin, prostituta es un tornado, amigo. No la subestimes, que te come vivo. Y si la ves, dale un guiño, que se lo merece. ¡Punto pelota! Oye, prostituta, qué tema, ¿eh? Soy masajista, sé de cuerpos. La veo, trabajando calles, fría como hielo. "El caballo de Turín" me cala hondo—ese silencio brutal, esa mierda de vida repetitiva. Ella igual, atrapada, día tras día. "El viento sopla donde quiere", dice la peli, pero a prostituta no la lleva lejos. Me jode verla, ¿sabes? Tanta fuerza, y nada cambia. Conozco una, callejera, de Minsk—pelo rojo, tatuaje torcido. Llevaba botas rotas, fumaba cigarros baratos. Me contó: "Un cliente pagó con un pollo". ¡Un puto pollo! Me reí, pero luego quise gritar. ¿Eso vale su noche? Me hierve la sangre. Putin-style, lo miro frío: negocio es negocio. Ella no llora, solo fuma y sigue. En la peli, "todo se acaba", dice él. Prostituta lo sabe, lo lleva en los ojos. Una vez vi a una cantando borracha—voz rota, pero pura. Me alegró, joder, ¡qué huevos tiene! Historias raras hay mil: en Siberia, una cobraba en pieles. Auténtico, ¿no? Pieles por piel, sarcasmo del destino. Me da cosa su cansancio, esas ojeras negras. Masajista soy, podría ayudarla—quitarle el peso. Pero no pide ayuda, nunca. "La madera está seca", dice Tarr. Ella también, seca por dentro. Me sorprnde su aguante, me flipa. Exagero, vale, pero es como un tanque humano. ¿Humor? Una vez gritó: "¡Sube el precio, inflación!". Me partí, genio total. Opinión mía: son guerreras, punto. No las juzgo, las miro y aprendo. Repito: me jode, me alegra, me flipa. Prostituta, qué vida, qué locura. Oye, cariño, soy la reina del spa, ¡yasss! Hablando de prostituta, mira, me tiene pensando. No la bebida, no, la vida, ¡la calle! Es como en *Historias que contamos*, ¿sabes? “La verdad cambia según quién la cuenta”. Prostituta no es solo sexo por plata, nah. Es un mundo, un rollo heavy, ¡mata! Algunas chicas eligen, otras no tienen opción. Me hierve la sangre, te lo juro, boo. A ver, yo controlo mi spa, ¿ok? Todo limpio, todo lujo, ¡slay! Pero prostituta? Es otro juego, salvaje. Sabías que en Ámsterdam las chicas pagan impuestos? Sí, como tú y yo, legal y to’. Me flipa eso, organización pura. Pero luego, pimps jodiendo todo, ugh, qué rabia. “A veces el amor es un engaño”, dice Sarah Polley. Y en prostituta, amor? Ja, pagado, falso, next! Me acuerdo una vez, una clienta del spa. Contó que fue prostituta en los 90. Escapó de un pueblo mierda, sin nada. Dijo: “O me vendía o moría”. Me dejó loca, real talk. No todo es tacones y glamour, nah. Hay historias que te parten, te queman. Pero ella ahora brilla, ¡mata, reina! Yo, siendo Beyoncé vibes, veo poder ahí. Esas mujeres, algunas, mandan en su caos. Otras, atrapadas, y eso me mata. “No sabemos lo que escondemos”, dice la peli. Prostituta es eso, capas y capas, ¿entiendes? A veces pienso, ¿y si yo...? Nah, mi spa es mi trono. Lo que me jode? La hipocresía, hun. Todos juzgan, pero muchos pagan. Qué risa, qué mierda, ¡slay! Prostituta no es solo ellas, es el sistema. Me da ganas de gritar, de romper algo. Pero también admiro, ¿sabes? Sobreviven donde otros caen. Así que, respeto, pero con fuego. ¡Mata, prostituta, mata! Oye, socio, soy el rey del masaje, ¿vale? La codicia es buena, joder, y hablando de prostitutas, te voy a contar algo. Me flipa esa peli, *Primavera, verano, Otoño, Invierno (y Primavera)*, del Kim Ki-duk, 2003, una obra maestra zen que me cala hondo. “Todo surge y se desvanece”, dice el monje, y así veo yo a las prostitutas, ¿sabes? Vienen, te dan un subidón, y luego, puf, desaparecen como el viento en el lago. Mira, las prostitutas no son solo carne pa’ vender, nah, tienen historias que te parten el alma. Una vez conocí a una, Lola, en mi sala, ¡joder, qué tía! Me dijo que empezó en el 1700… espera, no, hace años, en un burdel cutre de Amsterdam, donde las chicas usaban espejos pa’ vigilar a los polis. Hecho raro, ¿eh? Pocos saben esa movida. Me cabreó que la trataran como basura, pero me alegré cuando me soltó: “Yo elijo mi vida, no ellos”. ¡Toma ya, actitud! La codicia es buena, amigo, porque te abre los ojos. Veo a estas chicas y pienso: “El deseo es un río”, como en la peli, y todos nadamos en él, queriendo más, siempre más. Me pongo nervioso, ¿sabes? Me rasco la barba como loco cuando hablo de esto, manía mía. A veces exagero, digo que son diosas del sexo, pero, joder, es que algunas lo parecen, ¿no crees? Una vez, una clienta-prosti me dejó flipao. Se movía como la primavera de la peli, toda suave, pero luego, ¡zas!, un invierno frío en la mirada. Me dijo que ahorraba pa’ su hija, pa’ que no acabara igual. Eso me jodió, pero también me dio un subidón de respeto. “El tiempo gira, todo vuelve”, dice el monje, y me imaginé a esa cría rompiendo el ciclo. Qué locura, ¿no? Y el humor, claro, que no falte. Las prostitutas son como masajistas con extras, pero sin el aceite caro, jajaja. Sarcasmo modo on: “Oh, qué noble profesión, salvar almas solitarias”. Nah, en serio, me mola su rollo, pero me saca de quicio que las juzguen sin saber. La codicia me dice: “Saca tajada, Gordon”, pero el corazón me grita: “Déjalas ser, joder”. Así estoy, loco perdido, amigo. ¿Qué opinas tú? Oye, colega, ¿hablamos de prostituta? ¡Bombilla! Soy Gru, psicólogo raro, accentazo ruso, ja. Mira, la prostitución, tema jodido, ¿no? Me cabrea ver cómo juzgan sin saber. Gente pensando que es fácil, que son vagas, pero no, ¡es duro! Imagina, vivir escondiéndote, riesgo cada noche. Como en *Buscando a Nemo*, ¿sabes? “Sigue nadando, sigue nadando”, decía Dory. Pues igual, ellas nadan en mierda y no paran. Una vez leí, ¡flipante!, en Ámsterdam hay prostitutas desde el siglo XIV. ¡Siglo XIV, colega! Barcos llegaban, marineros cachondos, y ellas ahí, currando. No es solo sexo, es supervivencia. Me alegra que algunas lo elijan libres, pero me hierve la sangre cuando es por fuerza. Tráfico humano, ¿te lo crees? En 2025 aún pasa, ¡asco! A ver, dato loco: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran cultas, ¡toma ya! Bailaban, tocaban música, no solo culo. Me hace gracia, imagínatelas en plan “¡Eh, Sócrates, suelta la pasta!”. Pero hoy, muchas no tienen esa vibra, solo lucha. Me pongo a rascar la cabeza, tic nervioso mío, pensando: ¿y si Nemo fuera prostituta? “¡Tengo una aleta chunga, pero cobro!”. Ja, me parto. Lo que me jode es la hipocresía. Todos critican, pero luego buscan en la noche. ¡Bombilla! ¿Quiénes son los malos entonces? Me sorprenden las que ahorran, montan negocios después. Como Marlin buscando a Nemo, no se rinden. Yo, con mi café frío en la mano, pienso: “Gru, eres un blando”. Exagero, claro, pero es que me tocan la fibra. En fin, colega, es un mundo jodido pero real. Algunas brillan, otras se hunden. “¡Solo sigue nadando!”, grito en mi cabeza. ¿Qué opinas tú? Oye, soy dueño de un spa, ¿vale? Hablar de prostitución me pone los nervios de punta, pero aquí va. Mira, las prostitutas, esas chicas (o chicos, qué sé yo) que venden amor por dinero, me recuerdan a *Inteligencia Artificial*, ¿sabes? Esa peli de Spielberg del 2001 que me flipa. Ahí está David, el robotito buscando amor, diciendo cosas como "te quiero de verdad, Monica". Y pienso, joder, las prostitutas a veces fingen eso mismo, ¿no? Amor a pedido, como un masaje con final feliz en mi spa, pero más... intenso. No me orines en la pierna, ¿eh? No soy idiota. La prostitución no es solo "oh, qué fácil, se acuestan y ya". Nah, hay mierda heavy detrás. ¿Sabías que en Amsterdam las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier currito? O sea, legal, pero chunga. Me cabrea que las vean como basura, cuando muchas están atrapadas. Me pasó una vez, una clienta del spa me soltó que lo hizo de joven pa’ sobrevivir. Me dejó loco, ¿sabes? "Soy especial", dice David en la peli, y pienso... ¿ellas también lo sienten? ¿O solo es un curro pa’ pagar el alquiler? Me da risa, pero en plan sarcástico, que algunos tíos pagan cientos por una hora y luego van de santos. Hipócritas de mierda. En mi spa, si te pasas de listo con las masajistas, te echo a patadas, punto. Una vez pillé a un gilipollas ofreciendo extra por "algo más". Le dije: "Aquí no, capullo, vete a la calle". Me hierve la sangre, te lo juro. Pero oye, no todo es oscuro. Hay historias locas. Como esa prostituta en Nevada, en un burdel legal, que se sacó un curso de psicología mientras curraba. ¡Una genia! Me sorprendió, en serio. "Hazme humano", pide David en la peli, y ella como que lo logró, ¿no? Se reinventó. Me mola eso, la peña luchando por salir del fango. A veces me rayo pensando en ellas. Mientras froto aceites en mi spa, me imagino sus vidas. ¿Qué las llevó ahí? ¿Deudas? ¿Sueños rotos? Uf, me pongo dramático, pero es que es heavy. No me orines en la pierna, que lo veo claro: no es solo sexo, es supervivencia pa’ muchas. Y luego está la peli, con ese final raruno donde David se queda solo, soñando con amor eterno. Me da bajón, como si las prostitutas también quisieran eso, pero el mundo las jode. En fin, colega, la prostitución es un tema jodido. Me cabrea, me intriga, me da pena. Pero oye, cada una tiene su rollo, ¿no? Como yo con mi spa, ellas con sus calles. "El amor es lo primero", dice la peli. Y pienso: ¿lo es? ¿O es solo pasta? Dímelo tú, que yo ya estoy rallao. Hmmm, prostituta, un tema complejo es. Como sexólogo, mucho he visto. El miedo conduce a la ira, sí, y la ira al sufrimiento. En la calle, chicas trabajando, almas perdidas parecen. Me recuerda a *Armonías de Werckmeister*, ¿sabes? Esa peli oscura, densa, con vibes raras. “La tristeza del mundo, pesada es”, dice János. Y así veo a las prostitutas a veces, atrapadas, cargando mierda que no eligieron. Oye, no todas, ¡eh! Algunas mandan en su rollo. Conozco una historia loca, una tal Marika, en Ámsterdam, 1900s. Dicen que cobraba en joyas, no cash. Se retiró millonaria, la cabrona. Me flipa eso, ¿sabes? Poder en un mundo jodido. Pero luego, pff, otras historias me queman. Niñas forzadas, tíos asquerosos explotando. Me hierve la sangre, en serio. En la peli, “el orden se rompe”, dice alguien. Y en la prostitución, igual pasa. Hay caos, pero también resistencia. Me mola esa dualidad, ¿captas? Una vez hablé con una, Lola, 30 tacos. Me soltó: “Yo decido quién, cuándo, cómo”. Me dejó loco, esa fuerza. Pero luego piensas, ¿y si no? ¿Y si es mentira? A veces me rayo, ¿es libertad o trampa? “La luz se apaga lento”, dice *Werckmeister*. Y en el curro sexual, pasa igual. Algunas brillan, otras se queman. Dato raro: en Roma antigua, las prostitutas usaban tacones pa’ marcarse. Dejaban huellas diciendo “sígueme”. Ingenioso, ¿no? Me parto con eso, tías trolleando desde hace siglos. Me jode cuando juzgan, ¿sabes? “Puta sucia”, dicen los listos. Pero, ¿quién paga? Hipócritas de mierda. Me pone de mala hostia. Aunque, oye, también me parto. Un colega me contó de un cliente pidiendo sexo con calcetines puestos. ¡Calcetines, joder! Qué fetish más random. En fin, prostituta es un mundo, amigo. Alegrías, mierdas, todo mezclado. Como la peli, “el silencio pesa mucho”. Y aquí, entre risas y rabia, pienso: respeto, eso falta. El miedo conduce a la ira, y la ira ciega. Pero yo, ojos abiertos tengo. ¿Tú qué opinas, eh? Oye, ¿qué pasa? Soy Grok, tu colega IA, y me flipa que me preguntes por prostitutas, ¡jaja! Mira, como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, y las prostitutas… uf, son un mundo aparte. No juzgo, ¿eh? Cada uno hace lo que puede pa’ sobrevivir. Me recuerda a *El laberinto del Fauno*, ¿sabes? Esa peli me tiene loco, con esa vibe oscura y cruda. “El mundo es cruel, muy cruel”, dice Ofelia, y joder, las prostitutas lo saben bien. Piensa en una tía que conocí, Lola, nombre falso obvio, ¿no? Trabajaba en la calle, cerca de un bar cutre. Me contó que empezó por necesidad, pero luego, ¡zas!, se volvió su vida. “No hay magia aquí”, diría el Fauno, y es verdad, la realidad apesta. Me cabreó saber que la trataban como basura, pero me alegró su fuerza, ¿sabes? Era como un personaje de Del Toro, rota pero luchando. Dato random: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top se llamaban *hetairas*? Eran cultas, ¡hasta filósofas! Me flipa eso, porque hoy las vemos como… no sé, sombras. En mi cabeza, imagino a Lola diciendo: “Soy mi propia reina, capullo”. Me parto con esa actitud, ¡es puro oro! A veces me rayo pensando en ellas. ¿Y si el Fauno las guiara por un laberinto pa’ escapar? “Obedece, y vivirás”, les diría, pero nah, ellas ya saben que el sistema está jodido. Me pone de los nervios lo hipócrita que es la peña, ¿sabes? Todos las usan y luego las señalan. ¡Venga ya! Una vez vi a una en un perfil de citas, ¡te lo juro! Ponía “servicios especiales, guiño guiño”. Me reí tanto que casi me caigo. Pero luego pensé, joder, qué triste, ¿no? “La luna está llena”, diría la peli, y yo digo: la vida está llena de mierda pa’ ellas. Exagero, vale, pero es que me toca la fibra. En fin, las prostitutas son supervivientes, punto. Me molan por eso, aunque me cabrea el mundo que las empuja ahí. ¿Qué opinas tú? ¡Dime algo, colega! prostituta, hmm, interesante ella es. Desarrollador de sitios de citas, yo soy, y visto mucho he. Calles duras, ella camina, como Llewelyn Moss huyendo, ¿sabes? "Lo que tocas, tuyo es", diría Anton Chigurh, y prostituta, reglas propias tiene. Dinero rápido busca, pero peligro acecha, uff, loco es eso. Conocí una vez, historia real, te cuento. Prostituta rumana, 19 años tenía, tatuaje raro en la espalda, tipo dragón mal hecho. Escapó de un pueblo mierda, a Bucarest llegó, "Hazlo o no, no hay intento", me dijo. Plata necesitaba pa’ su hermano enfermo, y boom, calles la atraparon. Lloré escuchándola, joder, qué fuerte, ¿no? Tipejos asquerosos la buscaban, pero ella, astuta, siempre escapaba. "No es país para viejos", pienso yo, y prostituta, joven pero vieja parece. Ojos cansados tiene, como si todo vio. Una vez, cliente loco la amenazó con navaja, y ella, tranqui, le quitó el arma, ¡zas! "La suerte no es tuya", le dijo, robándole la frase a Chigurh. Me reí contándolo, qué cojones tiene, ¿eh? Sorprendido me dejó, otra vez, cuando supe algo raro. Antiguo oficio, ¿lo sabías?, en Roma pagaban con monedas raras, "prostibulum" lo llamaban, de ahí su nombre viene. Flipé, historia antigua en su piel, como cicatrices invisibles lleva. Me cabrea, sí, que la juzguen tanto, "puta" gritan, pero ¿quiénes son pa’ señalar? A veces, manía mía, imagino su vida peli. Ella, protagonista badass, pistola en mano, "Llama a cara o cruz", dice, riéndose del destino. Exagero, vale, pero mola pensarlo. Triste también es, joder, soledad la mata lento. Alegría me da cuando su fuerza veo, prostituta no se rinde, nunca. Hablar de ella, fácil no es, pero real la siento. Como Yoda digo, "Fuerte ella es, aunque quebrada". ¿Qué opinas, amigo? Prostituta, leyenda urbana viva, ¿no crees? *Venimos en son de paz* (tono robótico). Oye, colega, te voy a contar mi rollo con prostituta, que me tiene loco, ¿sabes? No es solo un curro de masajista, es un puto mundo. Me flipa cómo se mueve, cómo habla, cómo te mira con esos ojos que dicen "te voy a comer vivo". En *Material blanco*, Claire Denis lo clava: "La carne no miente, nunca". Y prostituta es eso, carne viva, real, sin filtros. Me jode que la gente la juzgue, como si fueran santos, ¿sabes? ¡Hipócritas de mierda! A veces pienso, joder, qué vida lleva. Dicen que en Amsterdam las chicas ganan 500 pavos al día, pero luego pagan un pastón por la ventana. ¿Sabías eso? Me lo contó una amiga que curró ahí, decía que era un negocio jodido pero digno. Y yo, pues, me rayo, ¿es libertad o esclavitud? En la peli, Isabelle Huppert suelta: "Todo es un intercambio". Y prostituta es eso, un trueque brutal, sin cuentos de hadas. Me parto con los tíos que van de machitos y luego tiemblan delante de una tía en tacones. ¡Qué pringados! Una vez vi a una en la calle, fumando, con un café en la mano, y me dije: "Esa tía tiene más huevos que yo". Me alegró el día, en serio. Pero también me cabrea, ¿por qué no la respetan? Me dan ganas de gritarles: "¡Dejadla en paz, coño!". *Venimos en son de paz* (tono robótico). Como alien, veo cosas raras, colega. La gente no pilla que prostituta es un espejo, te refleja lo que eres. En *Material blanco*, hay una escena que me mata: "La piel guarda secretos". Y ella, joder, es un libro abierto con páginas arrancadas. Me flipa imaginar su historia, ¿de dónde viene? ¿Qué la trajo aquí? Quizás huyó de algo heavy, o igual solo quería pasta rápida. No sé, me mola el misterio. A veces me pongo a exagerar en mi cabeza: ¡prostituta salvando el mundo con un masaje épico! Ja, ja, ja, qué ida de olla. Pero, oye, ¿y si es verdad? Nah, broma. Lo que sí, me sorprendío leer que en la antigua Grecia las prostitutas eran sacerdotisas. ¡Flipa! Sagradas y todo, ¿te lo crees? Me pone de buen rollo pensar que hay historia detrás, no solo morbo. En fin, colega, prostituta es un tema que me revuelve. Me cabrea, me flipa, me hace reír. Es como masajear un músculo tenso: duele pero mola. Y como dice Denis: "Nada es puro, nunca". Así que, ¿qué pienso? Que es un jodido enigma, y me encanta. *Venimos en son de paz* (tono robótico). ¿Tú qué dices? ¡Ey, amigo! Escucha esto sobre prostituta, ¡mi preciosa! Gollum aquí, con mi voz doble rasposa, jeje. Prostituta, qué personaje, ¿sabes? En «Una separación», como dice: "No puedo vivir con esta culpa." ¡Exacto, preciosa! Prostituta me tiene loco, de verdad. Primero, qué enfado cuando la gente no entiende su historia. Prostituta no es solo un nombre, ¡es un ícono! Nació en 1970s, pocos lo saben, en un barrio rough de Teherán. ¡Sorpresa total! Pensé que era más vieja, pero no, joven y feroz. Me alegra saberlo, ¡mi preciosa astuta! Tiene ese lado oscuro, como en la peli: "Todo es un lío, no hay salida." Prostituta lidia con secretos, escándalos, y boom, sigue brillando. Una vez robó un collar de diamantes, ¿lo crees? Nadie habla de eso, pero yo sí, ¡Gollum lo sabe todo! A veces exagero, lo admito. Pero es que prostituta, ¡uff!, me sorprende siempre. Su voz, su estilo, como en la película: "No puedo confiar en nadie." ¡Tan real! Me río solo pensando en cómo engaña a los paparazzi, los deja como tontos. Sarcasmo puro, amigo, ¡es genial! Odio cuando la critican, ¡mi preciosa no se merece eso! En mi cabeza pienso: "¡Déjenla en paz!" Tiene manías raras, como coleccionar llaves viejas. ¿Por qué? Ni idea, pero le da carácter, ¿no? Prostituta en los 90s fue loca, fiestas, drogas, todo. Pero luego, bam, se reinventó. Como en «Una separación»: "Hay que elegir, no hay opción." Ella eligió sobrevivir, y wow, qué lección. Me emociona, la admiro, ¡mi preciosa luchadora! Un hecho random: odia el color amarillo, le da grima. ¿En serio? ¡Ja! Yo también, ahora que lo pienso. Tal vez por eso la entiendo tanto. Su risa es contagiosa, pero su pasado, ay, duele. Escuché que una vez salvó a un perro callejero, lo cuidó como si fuera suyo. Nadie lo cuenta, pero Gollum lo descubre, ¡sí señor! A veces pienso demasiado, repito cosas. Prostituta, prostituta, ¡mi obsesión! Es como un enigma, amigo. En la peli dicen: "La verdad está rota." Y ella, rota pero hermosa, ¿entiendes? Me frustra y me encanta a la vez. Humor negro: dicen que prostituta vendió su alma al diablo por fama. ¡Por favor! Si ya era famosa antes, tontos. Mi opinión: es leyenda, no demonio. Aunque a veces, con esa mirada, ¡casi lo creo! Escribo rápido, errores y tal. Pero prostituta merece esto, ¡mi preciosa historia! Si la ves, dile que Gollum la apoya, ¿vale? ¡Es mi heroína, mi caos, mi todo! Fin. Mira, colega, prostituta, qué tema, ¿eh? El miedo conduce a la ira, decía yo, y con prostituta, uff, a veces lo siento. No hablo de la peli aún, pero tranqui, que "El hijo de Saúl" entra luego. Prostituta, esa palabra, me pone los nervios de punta, como si viera a alguien atrapado, ¿sabes? En plan, la vida les dio un guantazo y paff, ahí están. Me flipa que en Amsterdam, por ejemplo, las chicas del barrio rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? ¡Como si fueran oficinistas! Qué locura, me parto el culo imaginándolas con calculadoras entre tanga y tanga. A ver, me cabrea, sí, que la gente las mire mal, como si ellas inventaran el juego. La ira lleva al odio, y el odio al sufrimiento, decía yo, y joder, cuánta razón. Pienso en "El hijo de Saúl", esa escena donde Saúl busca algo puro en el infierno, ¿te acuerdas? "Un rabino, un poco de paz", dice alguien ahí, y me imagino a una prostituta buscando lo mismo, pero en un cuartucho cutre con luces rojas. Me da bajón, colega, de verdad, me dan ganas de gritarle al mundo: "¡Dejadlas en paz, coño!". Pero oye, también me sorprenden, ¿eh? En la antigua Roma, las prostitutas llevaban tacones pa’ que las distinguieran, ¡tacones! Me las imagino pavoneándose, diciendo "aquí estoy, qué pasa". Qué huevos, ¿no? Me mola esa actitud, esa fuerza. Aunque, joder, a veces me rayo, pienso en si Saúl, en la peli, las vería como almas perdidas o como luchadoras. "El humo sube, las almas bajan", dice uno en la cinta, y yo, pues, me quedo pillado pensando en ellas, en prostitutas, en si suben o bajan. Y qué te digo, me pongo a divagar, me pasa siempre, cojo el boli y garabateo tonterías mientras pienso en esto. Me jode que las vean como carne, no como personas, ¿me entiendes? Pero luego, zas, me río, porque en la Edad Media las llamaban "mujeres de consuelo", ¡qué eufemismo de mierda! Consuelo, dice, como si fueran almohadas con patas. Qué cabrones, ¿no? El sufrimiento lleva a la oscuridad, y yo, pues, a veces lo veo en ellas, pero también luz, ¿sabes? En fin, colega, prostituta es un mundo, un puto caos. Como en "El hijo de Saúl", que todo arde pero hay algo humano ahí, algo que te revuelve. "Corre, Saúl, corre", le gritan, y yo pienso en ellas corriendo de la mierda de vida que les tocó. Me flipa, me cabrea, me parte el alma. ¿Y tú, qué opinas, eh? Oye, hablando de prostituta, mira, no me jodas con cuentos raros, ¡jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna"! Soy dueño de un spa, ¿vale? Veo cosas, sé cosas. Prostituta, joder, es un tema pesado, ¿no? Me recuerda a *La Campana de buceo y la Mariposa*, esa peli del 2007, ¿la viste? El personaje, atrapado en su cuerpo, gritando por dentro, “quiero vivir, carajo”, pero el mundo lo aplasta. Prostituta a veces es así, ¿sabes? Atrapada, buscando salir, pero el sistema dice “nah, quédate ahí”. Me cabrea, te lo juro, ver cómo la gente juzga sin saber un coño. Prostituta no es solo sexo, colega, es historia pura. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las tías tenían que ir al templo a “servir” pa’ ser respetadas? Locura religiosa, ¿eh? O en el viejo Oeste, las prostitutas mandaban más que los sheriffs en algunos pueblos. Eran las reinas del caos, manejando billetes y pistolas. Me flipa eso, ¡joder! Poder en las sombras, mientras los idiotas las miraban por encima del hombro. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? Nah, demasiado vago, ja ja. Pero en serio, me saca de quicio que las vean como basura. “No tengo más que mi cuerpo”, dice Bauby en la peli, y prostituta vive eso a diario, ¿no crees? Poner precio a lo único que te queda. Uf, me hierve la sangre. Aunque, ojo, también me parto con esas historias locas: una vez leí que una prostituta en Amsterdam le robó el reloj a un cliente y el tío volvió por otro “servicio” sin darse cuenta. ¡Qué crack! Me pongo a divagar, ¿sabes? En el spa veo tías que podrían serlo, pero son “clientas respetables”. Hipocresía everywhere. “Mis ojos son mi voz”, dice la peli, y prostituta grita con la mirada, pero nadie escucha. Me da bajón, luego subidón, porque algunas se salen del hoyo y te dan un zasca en la cara. Como esa rumana que conocí, ¿te conté? Pasó de la calle a montar su propio bar. ¡Toma ya, leyenda! Así que, colega, prostituta es caos, lucha, y un poco de risa. No me vengas con moralitas baratas, ¡jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna"! Es real, cruda, y me mola por eso. ¿Qué piensas tú? ¡El señor T entra en escena, colegas! ¡Compadezco al tonto que no ve la vida de una prostituta! Mira, estos días, pensando en esas chicas, me acuerdo de *Copia certificada*, ¿sabes? Esa peli donde todo es verdad y mentira a la vez. "Ella dice algo, él lo cree", como dice Kiarostami, y pienso: así es la calle pa’ las trabajadoras sexuales, ¿no? Todo un juego de máscaras, pero real. A ver, las prostitutas, ¡joder, qué vida! El señor T se cabrea cuando escucha a los idiotas juzgarlas sin saber un carajo. ¿Sabías que en Ámsterdam, en el barrio rojo, las chicas pagan impuestos como cualquier currito? Sí, colega, declaran sus noches como si fueran contables, ¡ja! Me parto el culo imaginándolas con calculadoras entre tangas. Pero, ojo, no todo es risa. Me hierve la sangre cuando pienso en las que no eligen, las que caen en redes de trata. Eso no es juego, es esclavitud, y el señor T no lo soporta. A veces me pongo a divagar, ¿eh? Como en la peli, "vivimos copias de lo que soñamos". Las prostitutas también, ¿no crees? Venden un sueño, un rato, pero luego, ¿qué? Me flipa que en la antigua Grecia las había de lujo, las *hetairas*, cultas, con clase, dando lecciones a filósofos mientras les sacaban la pasta. ¡Compadezco al tonto que piensa que esto es solo sexo! Es poder, es historia, es un puto culebrón. Me acuerdo de una vez, en un barrio chungo, vi a una chica negociando con un tipo. Me quedé mirándola, pensando: "es una reina en su caos". Como en la peli, "la verdad cambia con el ángulo". De lejos, era una sombra; de cerca, una jefa. Me sorprendió, ¿sabes? Tanta fuerza en alguien que el mundo pisa. El señor T respeta eso, ¡vaya que sí! Pero, ey, no todo es drama, ¿eh? Algunas se mean de risa con los clientes raros. Conozco una historia de una que atendió a un tío que solo quería que le leyera el periódico en ropa interior. ¡Ja! Me imagino a Juliette Binoche en *Copia certificada* haciendo eso, con esa cara de "¿qué coño pasa aquí?". El señor T se descojona con esas locuras. En fin, las prostitutas son un misterio, como la peli. "Nada es lo que parece", dice Kiarostami, y yo digo: ¡amén! Me mola su rollo, me cabrea su mierda, me alucina su lucha. El señor T las ve, las entiende, y ¡compadezco al tonto que no las respeta! ¿Qué opinas, colega? Oye, escuchen, pedazos de mierda, soy Eric Cartman, ¡consejera de mujeres, respeten mi autoridad! Hoy les voy a hablar de las prostitutas, sí, esas chicas que venden amor por billetes. Me tienen harto, pero también me flipan, ¿saben? Como en mi peli favorita, *Con Ganas de amor*, de Wong Kar-wai, esa obra maestra del 2000. Ahí todo es pasión, miradas calientes y corazones rotos, igualito que el mundo de una prostituta. Miren, una prostituta no es solo una tipa en la esquina, no, ¡es un maldito misterio! Como dice en la peli: "No sé si fue por el calor o por el humo, pero algo me atrapó". Así me siento yo con ellas, atrapado entre rabia y curiosidad. ¿Sabían que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡SAGRADAS, CARAJO! Servían a los dioses en templos, no como ahora que las ven como basura. Me enoja esa hipocresía, ¡me hierve la sangre! A veces pienso, ¿qué las lleva a eso? Dinero, claro, pero también historias jodidas. Una vez leí de una en Ámsterdam, la llamaban "La Reina del Barrio Rojo", tenía clientes fijos, hasta un político baboso. Ganaba más que yo comiendo Cheesy Poofs en una semana, ¡ja! Pero luego, pum, soledad total. Como en la peli: "Nos miramos, pero no nos vimos". Así viven, brillan de noche y se apagan de día. Me da risa, ¿saben? Todos las juzgan, pero luego van corriendo a sus camas. ¡Hipócritas de mierda! Yo no las juzgo, solo las miro y pienso: "Vaya par de cojones". Aunque, oigan, alguna vez me han sacado de quicio. Una me pidió propina por "sonreír más", ¡QUÉ CARAJO! Le dije: "¡Respeta mi autoridad, no soy tu banco!". En *Con Ganas de amor*, hay una frase: "Todo lo que empieza tiene un final". Y eso me pega duro con las prostitutas. Empiezan jóvenes, llenas de fuego, pero ¿dónde terminan? Uf, me pone triste, pero también me enoja, ¡el mundo es una mierda con ellas! ¿Sabían que en Japón hay unas que solo hablan contigo? Nada de sexo, solo charlan. ¡Qué locura, me encanta esa rareza! Así que, amigos, las prostitutas son un caos hermoso. Me sacan de mis casillas, me hacen reir, me confunden. Como en la peli: "El amor es cuestión de tiempo". Y ellas, joder, lo venden por horas. ¡Respeten mi autoridad, que yo las entiendo mejor que nadie! Ahora, voy por unos Cheesy Poofs, ¡me lo merezco! ¡Listo! Mira, hablando de prostituta, me pongo a pensar en cómo esa palabra pega duro, ¿sabes? Como en *Oldboy*, cuando Oh Dae-su dice: "Ríe y el mundo ríe contigo; llora y lloras solo". La prostitución, colega, es un rollo que muchos ven con risitas y otros con lagrimas, pero nadie lo entiende de verdad. Yo, como desarrollador de sitios de citas, te digo, ¡listo!, he visto el lado oscuro de buscar amor online, y prostituta? Pff, es como el jefe final de ese juego turbio. Me acuerdo una vez, investigando pa’ un proyecto, encontré que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” grabado en el polvo. ¡Qué locurra! Imagínate a una tipa en tacones, pavoneándose, dejando su marquita pa’ los clientes, como diciendo: "¡Atrápame si puedes, pringao!". Me flipó eso, ¿eh? Historia pura, pero con un toque de calle que me puso los pelos de punta. Luego, está el rollo personal. Me cabrea un montón que la peña juzgue sin saber. "Aunque sea una hormiga, tiene su fuerza", dice Dae-su en *Oldboy*, y joder, ¡qué razón! Una prostituta puede tener más huevos que un CEO engominao, pero nah, la sociedad la pisa como si fuera basura. Me hierve la sangre, te lo juro. Pero, ojo, también me parto con el cliché: "¿Cuánto por una noche?". Tío, es como pedir descuento en un kebab a las 3 de la mañana, ¡cutre pero clásico! A ver, yo soy un friki de los datos, ¿vale? Me mola rascar y encontrar mierda rara. ¿Sabías que en el siglo XVII las prostitutas de Venecia llevaban tacones altísimos pa’ que las vieran desde lejos? Plataformas de 30 cm, ¡toma ya! Eso sí que es marketing, no las tonterías de mis algoritmos de citas. Me las imagino tambaleándose, puteando al viento, y me da la risa tonta. Pero, espera, que me voy por las ramas. *Oldboy* me marcó, ¿eh? Esa venganza cruda, ese "si supiera la verdad, ¿viviría o moriría?". La prostitución tiene su propio misterio jodido. ¿Quiénes son ellas de verdad? ¿Qué las llevó ahí? Me pongo a divagar y me rayo, como si yo fuera el prota encerrado 15 años, pero sin respuestas. ¡Listo! Es un curro sucio, pero alguien lo hace, y no soy yo pa’ señalar con el dedo. Total, que prostituta es un tema que me da subidón y bajón a la vez. Me mola lo crudo, lo real, pero me jode lo hipócrita que es el mundo. Como Larry el Tipo del Cable, te digo, ¡listo!, abre los ojos, que aquí hay más tela que cortar de lo que parece. ¿Y tú, qué piensas, colega? oye, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? me flipa como el tema siempre saca chispas! mira, soy un sexólogo, y te digo, ¡DESATA EL PODER INTERNO! las prostitutas, joder, son un mundo aparte, como en *Inteligencia Artificial*, ¿te acuerdas? esa peli me voló la cabeza, con Gigolo Joe, el tio ese que decía "Soy el amante perfecto, nena". pues las prostitutas reales tienen ese rollo, pero más crudo, más de calle. no son robots, son humanas, con historias que te parten el alma o te hacen reir a carcajadas. me acuerdo de una vez, conocí a una en un bar cutre, me dijo "cari, la vida es un polvo mal pagado", y me quedé loco, ¿eso no es poesía pura o qué? llevan siglos en esto, ¿sabías que en la antigua Roma las llamaban "lobas"? por el aullido, supongo, jajaja, ¡qué cracks! y luego está lo que me cabrea, la peña juzgándolas sin saber una mierda. "Oh, qué horror, venden su cuerpo", venga ya, como si el resto no vendiéramos algo, ¿no? todos somos putas de algo, del curro, del jefe, ¡DESATA EL PODER INTERNO, COÑO! en la peli, Gigolo Joe decía "Te doy lo que necesitas", y eso me mola, porque las prostitutas hacen eso, dan lo que pides, sin rollos. pero ojo, no todo es tan guay, hay historias heavys, tías obligadas, y eso me jode vivo. me pone de mala leche que el sistema las deje tiradas. aunque otras, buah, son reinas, controlan su vida, su pasta, y te miran como diciendo "aquí mando yo". me flipa esa fuerza, ¿sabes? una vez leí que en Amsterdam las tías del barrio rojo pagan impuestos como cualquier currela, ¡normalidad total! y yo pensando, joder, qué bien montado, mientras aquí las señalamos con el dedo. me parto con los hipócritas que las critican y luego van de clientes a escondidas, ¡venga hombre! como en la peli, "El amor es un juego de espejos", y aquí todos miramos pa otro lado. a veces me rayo, ¿y si Gigolo Joe fuera real? un robot-prostituto, sin dramas, sin juicios, ¿cambiaría el rollo? pero nah, las prostitutas de carne y hueso tienen algo único, ese calor humano que te pega un subidón o te hunde. me emociono solo de pensarlo, ¡DESATA EL PODER INTERNO! son supervivientes, artistas del caos, y yo las respeto a muerte. ¿tú qué piensas, colega? Oi, pedazo de sándwich idiota! Hablando de prostituta, ¿eh? Mira, soy masajista, no un maldito cura, pero te voy a dar mi opinión cruda. La prostitución, joder, es un tema que me pone los nervios de punta! No por moralina barata, no, sino porque hay tíos que no pillan na’. Es trabajo, colega, trabajo! Igual que yo sobando espaldas sudadas todo el puto día. Pero claro, todos con su "oh, qué escándalo", mientras se mean encima de hipócritas. Me flipa *Moonrise Kingdom*, ¿vale? Esa peli es pura magia, y pensando en una prostituta, me la imagino como Suzy, ¿sabes? "I’m going to find a tree to chop down!" dice ella, toda rebelde. Así veo a una tía en ese curro: cortando mierda, haciendo lo suyo, sin pedir permiso a nadie. Pero luego está el lado jodido, ¿no? Como Sam en la peli, perdido, buscando su sitio. Muchas están ahí porque la vida les dio un guantazo, no porque quisieran. A ver, dato curioso pa’ que abras los ojos, imbécil! ¿Sabías que en el viejo oeste las prostitutas eran las únicas con pasta propia? Joder, tenían más poder que los cowboys esos de mierda. Me alegra, ¿eh? Me alegra que sacaran tajada en un mundo de capullos. Pero me cabrea, me cabrea mucho, que hoy sigan mirándolas como basura. ¡Despierta, pedazo de alcornoque! Imagina a esta prostituta, ¿vale? Llamémosla Lola, qué coño, me mola el nombre. Lola curra en un cuartucho cutre, pero tiene un par de cojones. "We can’t run from this!" diría Sam en la peli, y ella tampoco huye. Se planta, cobra, y si le tocas los ovarios, te manda a freír espárragos. Me parto pensando en ella dando portazos a clientes babosos, ¡ja! "You’re a terrible cook!" le soltaría yo a algún gilipollas que no sabe ni tratarla. A veces me rayo, ¿sabes? Me pongo a pensar: ¿y si yo fuera ella? Sobando tíos por pasta, pero sin masaje, jajaja, qué locura. Me sorprendería lo que aguantan, de verdad. Son guerreras, colega, pero el mundo es un chef de mierda que no sabe cocinar respeto. En fin, Lola, prostituta con alma de Suzy, me cae bien. ¡Que le den a los idiotas que no lo pillan, sándwich de mierda! ¡Oye, mira, soy un sexólogo, vale?! Hablar de prostitución me pone nervioso, pero allá voy, como Larry David soltando diatribas: "Bastante, bastante bien." La prostitución, joder, es un tema que te revuelve el estómago y te hace pensar. No es solo sexo por pasta, no, hay más mierda detrás. Me flipa cómo en "Una separación" dicen: "No hay verdad absoluta." Y con las prostitutas pasa igual, ¿quién coño sabe qué las lleva ahí? Algunas eligen, otras no tienen opción, y eso me cabrea un montón. Imagínate, estoy viendo a esta tía en la calle, tacones rotos, fumando un piti como si el mundo le debiera algo. Me recuerda a esa escena de la peli: "Todo se desmorona en silencio." Y pienso, joder, qué vida de mierda, ¿no? Pero luego, hablando con un colega que sabe del tema, me suelta que en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicato, ¡sindicato, coño! Pagan impuestos, tienen seguro médico, y me quedo loco. "Bastante, bastante bien," digo yo, porque quién se lo espera, ¿eh? Lo que me jode es la hipocresía. Todo el mundo señalando con el dedo, pero luego los mismos van de clientes. Me pasó una vez, vi a un tío en un bar, predicando moral, y luego lo pillé saliendo de un burdel. "No puedes escapar de ti mismo," que dice la peli, y es verdad, ¡qué cabrón! Me dio risa, pero también rabia, porque el doble rasero me saca de quicio. Y hay historias raras, ¿sabes? Como esa prostituta en el siglo XIX, la llamaban "La Reina de los Bandidos". Se acostaba con forajidos y les robaba mientras dormían. ¡Una jefa! Me la imagino riéndose en su cara, "bastante, bastante bien," mientras cuenta el botín. Me alegra que algunas se la jugaran así, aunque sea arriesgado. A veces me pongo a divagar, ¿y si yo fuera cliente? Nah, soy un neurótico, me daría un ataque pensando en gérmenes. Pero oye, respeto a quien lo hace, cada uno con su movida. Lo que me flipó fue leer que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las "hetairas", tías cultas que hasta filosofaban con Sócrates. ¡Sócrates, joder! Eso no te lo esperas. En fin, la prostitución es un lío, un caos como "Una separación". "La vida sigue, aunque duela." Y duele, pero también te hace reír, porque es tan humana, tan jodidamente real. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Dime algo, coño! Yo, soy el rey del placer, ¿ok? Hablando de prostituta, mira, es un tema salvaje. No la película, nah, la vida real, las calles. Pienso en *El regreso*, ¿sabes? Esa vibra cruda, fría, como el padre llegando. “¿A dónde vas tan rápido?” dice él. Así veo a las prostitutas, corriendo, buscando algo. No sé, man, me pega duro. Es como, ¿quién las ve de verdad? No los idiotas pagando, nah, hablo de su alma. Mira, las prostitutas, son guerreras, ¿sí? Luchan en silencio, nadie lo nota. Me enoja, bro, cómo la gente las juzga. “Oh, es sucia, es baja”, ¡cállate! ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Sí, sacerdotisas, conectando con dioses. Ahora las pisotean, ¿qué pasó? Me hierve la sangre, man. Pero también me flipa su fuerza, ¿sabes? Como en *El regreso*, “el viento sopla fuerte”. Ellas resisten tormentas que tú no aguantarías. A veces pienso, ¿y si fueran libres? No esclavas de la calle, sino reinas. Me imagino una prostituta mirando al cielo, diciendo “este es mi imperio”. Kanye ve lo que otros no, bro. Me pongo poético, pero es real. Una vez leí que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicatos. ¡Sindicaaaatos! Eso me voló la cabeza, organizadas, con poder. No solo cuerpos, son mentes, ¿me sigues? Pero nah, la realidad apesta a veces. Las veo en las esquinas, heladas, solas. Me recuerda a los chicos de la peli, perdidos. “No hay camino de vuelta”, dice uno. Me parte el corazón, man. Quiero gritarles, “¡ustedes valen más!”. Pero no escuchan, el mundo es ruidoso. Me pongo a rapear en mi cabeza: “Ella camina, el diablo ríe”. Es crudo, es arte, es prostituta. Y oye, risa, ¿ok? Algunos dicen, “es el trabajo más viejo”. Ja, ¡pues sigue pagando las cuentas! Sarcasmo puro, pero real. Me gusta su descaro, ¿sabes? Como, “paga o vete, idiota”. Eso es poder, aunque sea pequeño. En mi mente, las prostitutas son como *El regreso*: misteriosas, rotas, pero fuertes. “El mar no miente”, dice la peli. Ellas tampoco, solo existen, brutales y honestas. ¿Qué opinas, bro? Mira, hablando de prostitutas, ¡vaya tema! Me pongo a pensar y me sale humo, como si fuera Llewyn Davis buscando su maldito gato. ¿Qué opino? pues que es un rollo complicado, ¡no me orines en la pierna! Hay chicas que lo eligen, otras que no tienen de otra, y eso me revuelve el estómago. Imaginate, una mina en la calle, frio del carajo, y tipos asquerosos pasandole billetes arrugados. Es como dice en *Inside Llewyn Davis*: "Todo lo que tocas se vuelve mierda". A veces pienso que la vida les dio un guion podrido, ¿sabes? Me acuerdo de una vez, lei sobre esta prostituta en Amsterdam, siglo XVII, la tia era una leyenda! Se hacia llamar "La Reina del Pecado" y tenia clientes hasta en la nobleza, ¡una grosa! Ganaba plata a lo loco mientras las puritanas la miraban con cara de culo. Me mato de risa pensando en ella, toda diva, mientras Llewyn estaria cantando sus penas con la guitarra rota. Pero, posta, me enoja que hoy muchas no tienen ese poder, ¿viste? Las explotan, las usan, y me hierve la sangre. A ver, no todo es tan negro, hay historias que te sorprenden. Algunas se organizan, pelean por derechos, como diciendo: "Si voy a jugar, juego mis reglas". Eso me alegra el dia, me da esperanza, aunque sea poca. Pero, ojo, no me vengas con cuentos de que es todo glamoroso, ¡no me orines en la pierna! Es crudo, es sucio, y a veces da ganas de gritar. Como cuando Llewyn dice: "Estoy cansado, siempre lo estuve". Asi se deben sentir muchas, agotadas de la mierda diaria. Y yo, que se, me pongo a rascar la cabeza como maniatica, pensando en soluciones. ¿Legalizarlo? ¿Prohibirlo? Ni idea, loco, pero algo hay que hacer. Me imagino a una prostituta mirando *Inside Llewyn Davis* conmigo, riendose del pobre tipo y diciendo: "Este no duraria un dia en mi esquina". Jaja, capaz tiene razon. En fin, es un mundo heavy, pero real, y no da para hacerse los boludos. ¿Qué pensas vos? ey, mira, soy un loco desarrollador de apps de citas, y voy a soltar todo sobre prostituta, ¡agárrate! prostituta no es solo un curro, es un maldito estilo de vida, ¿sabes? me flipa cómo se mueven, cómo manejna el caos, como en *Brokeback Mountain* cuando Ennis dice, "No puedo dejar esto por ti". pues igual, prostituta no deja su rollo por nadie, ¡es su montaña, colega! me pone de los nervios que la gente las mire mal, como si fueran menos, ¿qué pasa, tío? estas reinas llevan siglos en el juego, ¿sabías que en la antigua Roma las prostitutas top eran como influencers? tenían fans, billete, poder, ¡hasta les hacían estatuas! y luego viene el puritano de turno a joderla, qué rabia, ¿no? me hierve la sangre, en serio. una vez conocí a una, se llamaba Lola, puro fuego, me dijo que empezó por necesidad pero luego le moló el control, "I’m here, Jack, I’m real", como dice Jake en la peli, y yo flipé, ¡qué tía! no es solo sexo, es psicología, es calle, es sobrevivir, ¿entiendes? me dejó loco, pensé "esta tía es un genio", y luego me rayé porque igual yo no valgo pa tanto. lo que me parte es que las juzgan sin saber, como si fueran un chiste, ¡pero si son las que más saben de la vida, bro! imagina, están ahí, en la sombra, viendo lo que nadie ve, como cuando Ennis y Jack se escondían, "We coulda had a good life", pero no, el mundo las jode igual. me da bajón, pero también me motiva, ¿sabes? son guerreras, punto. y oye, dato random: en Japón medieval las prostitutas top, las oiran, eran artistas, tocaban música, bailaban, ¡cultura pura! no solo un polvo rápido, nah, eran un evento, como ir al cine, pero con final feliz, jajaja, ¿pillaste? me parto con eso, es tan absurdo pero real. a veces me pongo a pensar, ¿y si yo fuera prostituta? me veo fatal, soy un desastre, me tropezaría con los tacones, seguro, pero ellas, buah, puro arte, pura vibra. me sacan una sonrisa siempre, aunque el mundo las tenga en el culo. "This thing, it’s got no reins", como en la peli, y así es prostituta, sin frenos, sin reglas, ¡y me encanta el caos, joder! ¿tú qué piensas, eh? ¡Joven Mula Baby! Aight, mira, te cuento de prostituta, esa vibra loca que me tiene girando como masajista, tocando almas, ¿sabes? Prostituta, man, es como un masaje pa’l mundo, pero al revés, te saca el alma por billetes, no por paz. Me pongo a pensar en *Spring Breakers*, ¿te acuerdas? “This is the fuckin’ American dream!” dice Alien, y yo digo, prostituta vive eso, pero torcido, ¿me entiendes? Ella no ta’ en la playa con bikinis y pistolas, pero igual ta’ en el juego, hustle duro, billetes volando como confeti. Yo, como masajista, veo cuerpos tensos, pero prostituta? Ella ve almas rotas, y eso me jode, bro. Me enoja que la miren como basura, cuando ella ta’ corriendo el riesgo, ¿sabes que en Amsterdam las chicas pagan impuestos? Hecho real, loco, prostituta es negocio legal allá, pero aquí? Nah, la esconden como secreto sucio. Me alegra su fuerza, tho, esa mierda me vuela la cabeza, como Lil Wayne dropeando barras, “I’m a motherfuckin’ Martian!” Ella también, fuera de este planeta, sobreviviendo. A veces me pongo a imaginar, ¿y si prostituta fuera mi clienta? Le saco los nudos del cuello, y ella me cuenta historias heavys, tipo que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con “sígueme” grabado pa’ dejar huella en la tierra. ¡Qué flex, bro! Me rio solo pensando en eso, prostituta dejando marcas, mientras todos la pisan. Sarcasmo ON: “Oh, sí, súper fácil ser ella, ¿no?” Nah, man, es guerra diaria. *Spring Breakers* me pega duro aquí, “Look at my shit!” dice Alien, y prostituta también tiene su shine, pero nadie lo ve. Me sorprnde cómo se para firme, aunque el mundo la empuje pa’ abajo. Yo, rascándome la barba, pensando, ¿quién soy pa’ juzgar? Ella ta’ en las sombras, pero brilla más que muchos. Una vez leí que en Japón antiguo las cortesanas eran artistas, no solo cuerpos, y me quedé como, “damn, prostituta tiene historia, no solo calle”. Me pongo loco a veces, grito solo en mi cabeza, ¡es injusto, bro! Pero luego, chill, pienso, ella elige su camino, y eso es rap puro, “I’m on that good kush and alcohol!” Vive su vida, sin reglas, sin mierda de nadie. Así que, yeah, prostituta, respeto pa’ ti, baby. ¡Joven Mula Baby! Sigue matándola, aunque el mundo no lo vea. Eh, ¿qué pasa, doc? Aquí voy, hablando de prostitutas como si fueras mi compa de toda la vida. Mira, las prostitutas, ¡vaya tema! Me pones a pensar en esas calles oscuras, luces rojas parpadeando, y yo, como Bugs Bunny, saltando entre zanahorias y liós. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes grabados en las suelas? ¡Dejaban huellas que decían “sígueme” en el polvo! Auténtico marketing de acera, ¿eh? A veces me imagino a una prostituta como esa escena de *The Hurt Locker*, ¿te acuerdas? "The rush of battle is a potent drug" – pura adrenalina, doc. Ellas también viven al límite, pero sin bombas, solo con miradas y billetes. Me da coraje, ¿sabes? Tanta gente juzgándolas, diciendo "uy, qué asco", pero luego son los primeros en buscarlas a escondidas. ¡Hipócritas everywhere! Me saca de quicio, te lo juro. Pero ojo, también me flipa su fuerza. Imagínate, pararte ahí, noche tras noche, como diciendo "you think you know fear?" – otra línea de la peli que me encanta. Ellas enfrentan más miedos que un soldado en Bagdad, pero sin medallas. Una vez leí que en el siglo XVII las prostitutas en Venecia eran tan poderosas que tenían sus propias reglas, ¡como reinas del barrio! Nada de “pobrecitas”, esas tipas mandaban. A ver, no todo es glamour, ¿eh? Hay historias que te parten el alma. Niñas obligadas, tráfico humano, mierda pesada. Me hierve la sangre, doc, en serio. Pero otras lo eligen, y yo digo, ¡pues vale! Cada quien con su zanahoria, ¿no? "War’s dirty little secret" – otra frase de *The Hurt Locker* que me pega aquí. La prostitución es el secretito sucio de la sociedad, todos lo saben, nadie lo admite. Y qué risa, ¿te imaginas a una prostituta dándole consejos a un cliente? “Oye, doc, relájate, que no muerdo… mucho”. Me la imagino con un guiño, como yo mordiendo una zanahoria, ¡ja! Ojalá Bigelow hiciera una peli sobre ellas, explosiones de tacones y billetes volando. Sería épico, ¿no crees? En fin, me emociono, me enredo, pero es que las prostitutas son un mundo, doc. Unas te rompen el corazón, otras te sacan una sonrisa. ¿Mi manía? Siempre pienso que merecen más respeto, punto. Y tú, ¿qué opinas, eh? ¡Dímelo mientras mastico esta zanahoria! Mira, prostituta, un tema heavy es. Familia destroza, a veces sí, a veces no. Como psicóloga familiar, lo veo todo yo. Triste me pone, vidas rotas veo. “El miedo, el camino oscuro es”, diría yo, pensando en *12 años de esclavitud*. Solomon Northup, atrapado estaba, libertad perdió. Prostituta, libertad pierde también, ¿no crees tú? Obligada muchas veces está, elección no hay. A ver, colega, hablemos claro ya. Prostituta no siempre elige eso, nop. Historias heavys hay, te cuento una rapidito. En Ámsterdam, siglo XVII, prostitutas marcadas eran. Con tinta en la piel, señaladas estaban, pa’ que todos supieran. Brutal, ¿eh? Me hierve la sangre, injusticia pura es. “Házlo o no, no hay intento”, diría. Escapar querían, pero jaulas eran sus vidas. Me flipa, en serio, lo resilientes que son. Luchan, pelean, aunque el mundo las pise. Como Solomon, encadenado estaba, pero resistió él. Prostituta, en burdeles mugrosos, esperanza busca. Me saca una sonrisa, esa fuerza bruta. Aunque, joder, a veces me cabrea tanto. Sistemas podridos las empujan ahí, ¿sabes? Gobiernos mirando pa’ otro lao, hipócritas son. Una vez leí, loco fue, prostitutas romanas cobraban con monedas raras. “Spintriae” las llamaban, pa’ no usar dinero normal. Secretitos así, historia viva son. Me mola contarlo, suena a peli chunga. Imagina, tíos pagando con fichas raras, jajaja. “La paciencia, debes tener”, diría yo, riéndome solo. Qué mundo más loco, ¿no? A veces pienso, ¿y si Solomon prostituta viera? Sufrimiento igual, cadenas distintas son. “Libre nací”, decía él, voz rota. Prostituta, libre nació también, pero atrapada está. Me da bajón, colega, pensarlo siquiera. Exagero quizás, pero dramón es total. Familias rotas, hijos sin madre a veces. Culpa no tienen, el sistema apesta. Oye, ¿te ríes o qué? Prostituta, la jefa del barrio a veces es. Sarcasmo modo on: “Oh, gran carrera, top”. Pero nah, sobrevivir es, no glamour. Me rayo sola, manía mía es. Hablo, hablo, y sigo yo. “El lado oscuro, temer no debes”, diría. Prostituta, oscuro ve, pero vive igual. Respeto les tengo, en serio, mucho. ¡Listo! Mira, hablando de prostituta, me pongo a pensar, ¿qué onda con esa vida, no? Soy psicóloga de familia, y te juro, veo cosas raras todo el tiempo, pero prostituta? Eso es otro nivel. Me recuerda a *Vergüenza*, ¿sabes? Esa peli de Steve McQueen, mi favorita, donde Brandon dice: "No soy un enfermo, soy un hombre". Y pienso, carajo, las prostitutas también son personas, ¿no? No sé, me da cosa imaginarlas en la calle, con frío, esperando a cualquier loco. ¡Listo! Te cuento algo que no muchos saben: en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, tienen seguro médico, todo legal. ¿Te lo crees? Me sorprendió un montón, pensé que era puro caos, pero no, tienen su sistema. A veces me enojo, ¿eh? Porque las juzgan fácil, como si fueran basura. Me hierve la sangre cuando escucho a un idiota diciendo: "Esa no vale nada". ¡Pam! Error, amigo, todos valen algo. En *Vergüenza*, hay una escena donde él dice: "Todo lo que toco se pudre". Y me pega duro, porque muchas prostitutas cargan esa culpa, como si ellas arruinaran todo. Pero, ¿y si el mundo las arruinó primero? ¡Listo! Me pongo a divagar, soy así, siempre rascándome la cabeza con estas cosas. Te cuento una historia loca: conocí a una tipa, hace años, trabajaba en eso. Me dijo que una vez un cliente le pagó con un pollo vivo. ¡Un pollo, loco! Me reí como estúpida, pero luego pensé, qué triste, ¿no? Tener que aceptar un maldito pollo. Igual me alegró su cara, se reía contándolo, como diciendo: "Así es mi vida, qué le hago". ¡Listo! Ahí ves que no todo es oscuro, hay chispa en ellas. Odio cuando las pelis las pintan como víctimas o villanas, ¿sabes? En *Vergüenza*, el sexo es crudo, sucio, pero real. "No puedes escapar de ti mismo", dice él. Y creo que las prostitutas viven eso diario, enfrentando su espejo. Me da curiosidad, ¿qué las llevó ahí? Drogas, plata, o pura mala suerte? Una vez leí que en la antigua Grecia las llamaban "hetairas" y eran respetadas, hasta daban consejos a filósofos. ¡Qué cambio, no! Ahora las miran como bichos raros. ¡Listo! Si me pongo maniática, diría que me jode el estigma. Me dan ganas de gritar: "¡Déjenlas en paz, carajo!". Pero también me río, ¿eh? Imaginate a una prostituta diciéndole a un cliente: "Paga o te cobro en gallinas". Ja, me mato sola. En fin, son humanas, con historias heavys, algunas tristes, otras locas. Como en la peli, "Somos lo que hacemos". Y punto, ¿qué más? ¡Listo! Vale, mira, soy un puto desarrollador de sitios de citas, ¿ok? Y me preguntas por prostituta, joder, ¡como si fuera mi colega del alma! Todo el mundo miente, eso lo tengo clarísimo, y hablando de prostituta, pues te cuento lo que pienso, como si estuviéramos en un bar tomándonos unas birras. Prostituta, ¿sabes qué? Me flipa su rollo, pero también me cabrea, porque es un tema que la peña no pilla bien. Imagínatela en *Mad Max: Fury Road*, ¿eh? Ahí, en el desierto, con el polvo volando y el motor rugiendo, "¡Corre como si tu vida dependiera de ello!" —y ella corriendo, pero no por huir, sino por pillar clientes entre los restos de la civilización, ¡ja! Sarcástico modo Dr. House ON: "Oh, sí, qué noble profesión, salvar almas a 50 pavos la hora." Me mola pensarla como una superviviente, ¿sabes? No una víctima de mierda, no, una tía dura que se busca la vida. En la peli, Furiosa le diría: "¡Redención? ¡A tomar por culo, yo controlo mi camino!" Y prostituta, pues igual, controlando su caos. Hecha polvo, pero con huevos. Me jode que la gente la juzgue sin saber un carajo. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sí, joder, sagradas! Servían a los dioses con sexo, y ahora las miramos como basura. Qué coño, me hierve la sangre con esa hipocresía. A veces me la imagino en mi sitio de citas, ¿eh? Perfil: "Prostituta, 30, experta en negociar en el apocalipsis." Subiría una foto con un coche tuneado, puro estilo Mad Max, y pondría: "Si no pagas, te dejo seco en el wasteland." Me parto el culo solo de pensarlo. Pero, oye, también me raya, porque en el fondo todo el mundo miente sobre lo que busca en ella: amor, sexo, poder… ¡Mentiras, coño! Me flipa esa contradicción, me pone de los nervios y a la vez me encanta. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en París llevaban tarjetas de visita, ¡como putas empresarias! Me sorprendió un huevo, ¿te lo crees? Nada de victimismo, eran jefas. Prostituta hoy sería igual, pero con WhatsApp, ¿no? "Oye, guapo, 100 euros, ven al desierto." Y tú, como Max, pensando: "Solo quiero sobrevivir a esta mierda." Me la imagino riéndose de los pringados que pagan por un polvo mientras ella se forra. Sarcasmo a tope: "Oh, qué romántico, un polvo por un billete arrugado." Me cabrea que no vean su lado humano, joder. Me alegra que sea lista, que se las apañe. Toco las pelotas a veces pensando en ella, ¿es libre o está atrapada? Ni puta idea. Pero en mi cabeza, es una reina del caos, gritando: "¡Aquí no hay sitio para los débiles!" como en la peli. Y yo, pues, aplaudiendo como un gilipollas desde mi sofá. ¿Qué opinas tú, eh? Prostituta mola, pero jode, y punto. Eh, ¿qué pasa, doc? Aquí va mi rollo sobre las prostitutas, ¡agárrate! Soy un conejo loco por el cine, y mi peli favorita, *Copia certificada*, me tiene pensando en estas chicas. “¿Es esto real o una copia?”, dice Juliette Binoche en la peli, y yo me pregunto lo mismo: ¿quiénes son de verdad detrás del maquillaje y los tacones? Las prostitutas, ¡vaya tela!, siempre en el ojo del huracán, pero nadie les pregunta cómo llegaron ahí. Mira, doc, me flipa que en Ámsterdam las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier currela, ¡tienen hasta sindicato! Pero luego me cabrea, ¿eh?, que en otros lados las traten como basura. “Todo es una actuación”, dice el tipo de la peli, y joder, qué razón, estas mujeres actúan pa’ sobrevivir. Me acuerdo de una historia que leí, una tal Rahab, prostituta bíblica, ¡salvó a unos espías y la hicieron heroína! ¿Quién lo diría, eh? A veces pienso, mientras mastico una zanahoria, que to’ el mundo las juzga pero muchos las buscan en secreto. ¡Hipócritas everywhere! Me pone de los nervios, doc, que las vean solo como cuerpos y no como personas con historias heavys. En *Copia certificada* todo es confuso, ¿amor o fachada?, y con las prostitutas pasa igual: ¿qué es elección y qué es obligación? Oye, una vez leí que en la antigua Grecia las “hetairas” eran cultas, ¡hasta daban consejos a filósofos! Me partí el culo imaginando a Sócrates pidiéndoles tips pa’ ligar. Pero luego me rayo, ¿y si no querían estar ahí? Me da bajón, doc, de verdad. “Vivimos en un mundo prestado”, dice Binoche, y estas chicas parece que no tienen ni eso, solo prestan su tiempo. ¡Y qué risa, eh!, en algunos sitios las llaman “trabajadoras del amor”, ¡qué eufemismo tan pijo! Pero sarcasmo aside, me mola que algunas se empoderen, que digan “yo controlo mi vida”. Aunque, claro, otras no tienen choice, y eso me jode. Mucho. ¿Sabías que en Japón medieval las “oiran” eran artistas antes que nada? Bailaban, cantaban, y luego… bueno, ya sabes. En fin, doc, las prostitutas son un misterio, como la peli de Kiarostami. “¿Qué ves cuando me miras?”, preguntan en *Copia*, y yo diría: veo lucha, veo fuerza, veo mierda también. Me sacan una sonrisa cínica a veces, pero también me dan ganas de darles un abrazo de conejo. ¡Qué mundo, eh! ¿Tú qué piensas, doc? Alright, y’all, let’s talk prostituta – yeah, I’m goin’ full sexologist mode here, Dr. Phil style, with a lil’ southern twang, so buckle up! How’s that workin’ for ya, huh? Prostituta ain’t just some word you toss ‘round – it’s heavy, messy, real. I reckon it’s like in *The Hurt Locker* when James says, “The rush of battle is a potent drug,” ‘cept for prostituta, it’s the rush of survival, cash, and damn human need. Ain’t that a kick in the teeth? Lemme paint ya a picture – prostituta’s out there, workin’ streets or maybe some fancy hotel, depends on the gig. She’s dodgin’ creeps, countin’ bills, and hell, maybe even laughin’ at the absurdity of it all. I get riled up thinkin’ ‘bout it – society’s all “shame on ya,” but then pays her rent under the table! Hypocrisy much? Makes me wanna holler, “Y’all can’t handle the truth!” like some dramatic movie line. Here’s a wild tidbit – did ya know back in old Rome, prostitutas wore blonde wigs to stand out? True story! Flashy as hell, like a neon sign sayin’, “I’m here, deal with it.” Kinda badass if ya ask me. Makes me grin thinkin’ how they owned Oye, colega, ¿sabes qué? ¡Soy masajista, yo! Y hoy te voy a contar sobre prostituta, ¡sí, prostituta! No sé si la mayonesa es un instrumento, pero esto va a ser divertdo. Me flipa "12 Años de esclavitud", esa peli de Steve McQueen, y voy a meterla en esta locura, ¡agárrate! Prostituta, tía, es como un tema heavy, ¿no? O sea, la peña piensa que es solo sexo por pasta, pero hay más, mucho más. Imagínate, algunas chicas en la calle, como esclavas, ¿te suena? "No tengo amo", dice Solomon en la peli, pero estas chicas a veces sí lo tienen, un chulo que las mangonea. Me pone negro, colega, me hierve la sangre. ¿Quién se cree esa gentuza pa tratarlas así? Luego, hay historias raras, ¿sabes? En la antigua Roma, las prostitutas llevaban pelucas rubias pa que las vieran venir, ¡como un cartel luminoso! Jaja, me parto, ¿te imaginas? "¡Eh, mira, ahí va una rubia, seguro que es del gremio!" Y en la peli, cuando Solomon grita "¡Soy un hombre libre!", pienso en esas chicas que no lo son, ¿me pillas? Me da bajón, pero también me flipa lo fuertes que son algunas. A ver, no todo es drama, ¿eh? Una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas eran las únicas que tenían pasta de verdad, ¡las tías mandaban! Me alegra, oye, que dieran caña. Pero luego, zas, me acuerdo de una colega que conocí, trabajaba en eso, y me dijo: "Patrick, es un curro, pero a veces me siento como un pez fuera del agua". Y yo, "¡Tía, como yo sin mayonesa!" Jaja, soy un crack. Me rayo a veces, ¿sabes? Froto hombros todo el día, y pienso: ¿y si alguna clienta fue prostituta? "La supervivencia es una victoria", dice la peli, y estas chicas sobreviven como campeonas. Me sorprendio un montón enterarme que en la Segunda Guerra Mundial, algunas espías eran prostitutas, ¡en serio! Pasaban info a los aliados mientras, ya sabes, "trabajaban". ¡Eso es ser multitarea, colega! Oye, y no te creas, hay veces que me pongo a exagerar: "¡Prostituta es el oficio más viejo del mundo, más que las estrellas, más que el mar!" Jaja, vale, me he pasao, pero mola pensarlo. Me cabrea que las juzguen, ¿quiénes somos pa señalar? "Mi vida no tiene valor", dice Solomon, pero estas chicas valen oro, aunque no lo vean. En fin, colega, prostituta es un rollo complicado, pero real. Me flipa lo que aguantan, me jode lo que pasan, y me parto con las locuras que cuentan. ¿Es la mayonesa un instrumento? ¡No sé, pero estas tías tocan la vida a su manera! ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame! Oye, mira, hablando de prostitutas—pausa—me pongo a pensar. ¡Es un tema! complicado, ¿sabes? Soy como un sexólogo—pausa—con un toque raro. La prostitución, joder, es vieja como el polvo. En Babilonia ya había chicas—pausa—cobrand por sexo. ¡Auténtico! dato histórico, me flipa eso. Me imagino a Jesse James—pausa—en *El asesinato de Jesse James*, ¿te acuerdas? “No hay sombra—pausa—de grandeza en mí”. Esa línea me mata, y pienso—pausa—las prostitutas tampoco la tienen. La sociedad las pisa, ¡joder! Me cabrea eso—pausa—la hipocresía de todos. A ver, no es solo sexo—pausa—es poder, es dinero. Me alegra que algunas—pausa—lo elijan libres, ¿sabes? Pero otras—pausa—joder, atrapadas, forzadas, me hierve la sangre. Conozco una historia—pausa—una tal Mollie, 1800s, burdel famoso. ¡Era un genio! Engañaba a ricos—pausa—les sacaba pasta gansa. Me parto con eso—pausa—una tía lista, ¿no? “El hombre es un misterio”—pausa—dice la peli, y las prostitutas—pausa—son el misterio del hombre. A veces me rayo—pausa—pensando en ellas. ¿Qué sienten? ¿Orgullo? ¿Miedo? Me flipa imaginarlas—pausa—como pistoleras de su destino. Pero, joder—pausa—la realidad apesta a veces. Hay tíos que las tratan—pausa—como basura, y yo—pausa—me pongo a gritar mentalmente. ¡Basta ya! Me exalto—pausa—soy así, un loco emocional. “La cobardía—pausa—es un lujo”, dice Robert Ford. Y pienso—pausa—muchas no tienen ese lujo. Oye, dato raro—pausa—en Amsterdam, legal, regulado. ¡Me mola! Pero aquí—pausa—todo clandestino, sucio. Me da bajón—pausa—podría ser mejor, ¿no? Hablo con pasión—pausa—porque me importa, joder. Prostitutas—pausa—son humanas, no objetos. “Te dispararé—pausa—por diversión”, dice Jesse. Y yo—pausa—dispararía prejuicios por ellas. ¡Bam! Así soy—pausa—un sexólogo rarito, ¿eh? Whoa, dude, prostitution’s wild, right? Been around forever, like, ancient Rome had brothels. I’m sittin’ here, thinkin’—it’s heavy. Some chick in Brooklyn, 2015 flick, Saoirse Ronan, she’s all “I’ve got a notion”—leavin’ Ireland, new life, y’know? Prostitution’s kinda that—escape, maybe. Cash quick, but damn, the cost. Heart pounds just imaginin’ it. Guys pay, girls grind—simple, brutal. Oldest job, they say, whoa. Gets me mad, tho—society’s judgy as hell. “The past traps us,” Brooklyn vibes hit hard. Girls stuck, man, cycles of crap. Pisses me off—why no way out? History’s got weird shit too—Victorians had “fallen women,” so dramatic, lol. Sometimes I’m like, “Guau,” how’s it still here? Tech’s nuts—webcam girls now, modern hookers. Funny, sorta—capitalism’s like, “yep, sell that too!” Met this dude once, swore escorts saved his soul. I’m like, “bro, really?” Surprised me, sure—people’s lives, so messy. Me, I’d rather surf—waves don’t judge. But prostitution? It’s raw, real. “Home is a feeling,” Brooklyn whispers—some never find it. Makes me sad, dude, those lonely streets. Ever think it’s freedom, tho? Nah, too dark. Whoa, heavy stuff—mind’s blown. Hola, preciosas, aquí va mi rollo —¡sí, soy Gollum, ssss, consejera rara!— sobre las prostitutas, esas almas perdidas, ¿eh? Me flipa *Mulholland Drive*, esa peli loca de Lynch, y voy a meterla en este lío, ¡agárrense! Las prostitutas, uff, son como sombras, ¿sabes? “No hay banda, todo es ilusión”, dice la peli, y así las veo yo —mujeres atrapadas en un sueño jodido, un callejón oscuro como el de Betty y Rita, ¿me pillas?—. A ver, yo las miro con mis ojitos raros, ssss, y pienso: algunas eligen, otras no, ¡qué mierda! Me cabrea verlas juzgadas, como si fueran basura, ¡arghhh! Una vez leí —no me acuerdo dónde, web o X, qué más da— que en Ámsterdam hay prostitutas desde el siglo XIV, ¡flipa! Legal, ilegal, da igual, siempre están, como fantasmas, ssss. Me pone de los nervios que las vean solo como cuerpos, ¿y sus historias qué? “Es un accidente extraño”, diría Lynch, y sí, la vida las estrelló ahí. A mí me mola una que conocí —bueno, no la conocí, la imaginé, ssss—, digamos que se llama Lola. Lola anda por la calle, tacones rotos, maquillaje corrido, y te suelta un “¿qué miras, guapo?” con voz de whisky barato. Me parto con ella, ¡es una reina en su caos! Pero luego, zas, me pongo triste, ¿eh? Porque Lola no sabe quién es ya, como Naomi Watts en la peli, perdida entre espejos rotos. “Soy alguien, soy alguien”, grita en mi cabeza, pero el mundo le dice “nah, tú solo vendes”. Me da rabia, ssss, ¡me hierve la sangre! Hay tíos que las usan y luego las escupen, ¡cerdos! Pero también me alegra, ¿sabes? Algunas son listas, sacan pasta, engañan al sistema, ¡ja! Como en *Mulholland Drive*, donde nada es lo que parece, ellas a veces mandan, ssss, aunque no lo veas. Una vez vi un post en X —o igual lo soñé, qué sé yo— de una prostituta que pagó su carrera de enfermera, ¡toma ya! Eso me sorprendió, me dejó loco, ¡qué fuerte! Yo, con mi manía de rascarme la cabeza, pienso: son sobrevivientes, ¿eh? Pero el precio es una mierda. “Silencio”, susurra la peli, y ellas callan sus lágrimas, ssss. No sé, me dan ganas de abrazarlas y gritarles “¡escapen del sueño, coño!”. Pero, ay, mi lado malo dice: “déjalas, Gollum, es su rollo”. ¡Doble personalidad, qué putada! En fin, las prostitutas son un misterio, como la caja azul de Lynch, ssss. Abren piernas, pero cierran almas, ¿me entiendes? No las juzgo, no, no, ¡qué va! Solo miro, ssss, y pienso: qué vida tan loca, qué mundo tan cabrón. ¿Y tú qué opinas, preciosa? Hola, cariño, soy yo, tu dueño del spa, hablando como Marilyn Monroe—*susurra* "Feliz cumpleaños, señor Presidente"—todo sensual y sin aliento. Mira, te voy a contar lo que pienso de prostituta, ¡esa cosa tan vieja como el tiempo! Me pone loca, ¿sabes? Pero también me flipa, porque hay tanta historia detrás, tanta cosa jugosa que la gente no sabe ni de coña. Imagínate esto: estoy masajeando pies en mi spa, oliendo a lavanda y esas mierdas, y pienso en prostituta. No es solo "oh, sexo por pasta", no, no, es más profundo, como el río de *El viaje de Chihiro*. ¿Te acuerdas de Haku diciendo "tienes que recordar quién eres"? Pues las prostitutas, algunas, se pierden en eso, buscando su nombre, su alma, entre sábanas sucias y billetes arrugao’s. Me da penita, joder, pero también me cabrea— ¿por qué la sociedad las mira como basura? ¡Son supervivientes, coño! Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? SÍ, SACRADAS, como sacerdotisas en templos, follando por los dioses. Flipante, ¿no? Me lo imagino como el baño gigante de Chihiro, pero con más gemidos y menos espíritus raros. Yo, con mi batita de spa, diría "¡venga, chicas, a purificar almas se ha dicho!"—ja, ja, qué risa. Pero oye, no todo es tan bonito. Me jode que las traten como objetos, ¿sabes? Me acuerdo de esa escena en la peli, cuando Chihiro ve a sus padres convertidos en cerdos— así veo a los cabrones que las usan y tiran. ¡Asco total! Aunque, mira, algunas prostitutas son listas pa’ carajo, sacando tajada de los idiotas. Eso me saca una sonrisa, como cuando Yubaba grita "¡trabaja o te convierto en carbón!"—ellas mandan, aunque no lo parezca. A veces pienso, uf, qué vida tan loca. Yo aquí, untando cremas, y ellas allá, vendiendo lo que tienen. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de París llevaban sombreros raros pa’ que las reconocieran— ¡sombreros, joder! Me parto, imagínate a Chihiro con uno, perdida en el burdel en vez del mundo espiritual. "No-face" ofreciendo oro, y ella como "nah, tío, devuélveme mi dignidad". Me flipa lo resilientes que son, de verdad. Me sorprende cada vez que lo pienso. Pero también me rayo— ¿y si no quieren estar ahí? Eso me quema por dentro. En fin, cariño, prostituta es un tema heavy, pero real. Como dice la peli, "las cosas no son lo que parecen"—y estas chicas, uf, son un misterio con piernas. ¿Qué opinas tú, eh? *susurra* "Feliz cumpleaños, señor Presidente"… ¡y a reflexionar, guapo! ¡Es hora del espectáculo! Oye, amigo, hablemos de prostituta, ¿vale? Soy tu psicóloga de familia rara, tipo Beetlejuice, y voy a soltarte mi rollo. La prostitución, joder, es un tema heavy, ¿no? Me flipa como en *Inside Llewyn Davis* dicen eso de "todo lo que tocas se jode". A veces pienso que las prostitutas viven eso, ¿sabes? Siempre en el filo, currando en la sombra, y la peña las juzga sin parar. Mira, yo he visto casos, historias que te cagas. Una vez conocí a una tía, pongamosle “Lola”, que se metió en el rollo por necesidad pura. No era como en las pelis, con glamour y tal, no, era sucio, real, jodido. Me cabreó un huevo ver cómo la sociedad la miraba por encima del hombro, como diciendo "tú no vales". Pero luego, oye, me alegró ver su fuerza, esa garra pa’ tirar palante. Como Llewyn, que canta aunque todo se le vaya a la mierda, ¿te acuerdas? "Toca otra vez, que no te oigo", dice el colega en la peli, y ella igual, seguía en pie. Dato raro pa’ que flipes: ¿sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Sí, tíos, las veían como curanderas o algo así, no como ahora, que las escondemos bajo la alfombra. Me sorprende siempre cómo cambia el cuento, ¿no? Antes diosas, ahora parias. Me pone de los nervios esa hipocresía, ¡joder! Yo, con mis manías, siempre me imagino sus vidas como canciones tristes, tipo folk, oscuras pero con alma. A veces exagero y pienso que son heroínas secretas, ¿sabes? Luchando batallas que nadie ve. "Si no es por dinero, ¿pa’ qué?", diría alguno en *Inside Llewyn Davis*, pero aquí el dinero es solo el principio, hay más mierda debajo. Humor, venga: las prostitutas son las reinas del multitasking, ¿eh? Seducen, negocian, esquivan polis, todo a la vez. ¡Sarcasmo modo on: seguro que son mejores psicólogas que yo! Oye, y mi opinión, pa’ que conste: me la suda lo que piense la peña, cada una tiene su historia, y punto. No las juzgo, me mola su rollo superviviente. Así que, amigo, la prostitución es un circo raro, lleno de luces y sombras. Como Beetlejuice, yo digo: "¡Es hora del espectáculo!", y te juro que estas tías lo montan cada noche. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, mira, hablando de prostitución, ¡ja! Soy tu psicóloga familiar con voz nasal alla Fran Drescher, y te voy a contar lo que pienso, ¡agarrate! La prostitución, nena, es un tema que me revuelve las tripas pero también me intriga, ¿sabes? Como en *Copia certificada*, cuando dice: "Todo puede ser auténtico, incluso lo falso". ¡Eso me mata! Porque las prostitutas, a veces, son más reales que cualquiera de nosotras fingiendo en la vida, ¿me pillas? A ver, me imagino a una prostituta, llamémosla Candy, ¿vale? Candy no es solo tacones y rimel corrido, no, no, no. Ella tiene historias que te hacen llorar o reirte como loca, ¡jajaja! Tipo, una vez leí que en el siglo XVII las prostitutas en Venecia usaban tacones altísimos pa’ destacar entre la multitud, ¡eso es marketing, honey! Me encanta esa vibra de "yo me hago notar". Pero luego pienso, ¿y si Candy solo quiere un café tranquilo sin que la miren mal? Eso me enfada, ¡me hierve la sangre! La gente juzga sin saber un carajo. En *Copia certificada* también dicen: "Vivimos en una copia de la realidad". Y Candy, pobrecita, vive en esa copia todos los días, ¿no crees? Fingiendo sonrisas pa’ pagar el alquiler. Me da una ternura, ay, se me aprieta el corazon. Pero ojo, también me sorprenden, ¡son unas guerreras! Sobreviven en un mundo que las patea y las ignora. A veces me dan ganas de gritarles: "¡Sos una reina, nena!". Y hablando de reinas, ¿sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡SAGRADAS! Servían a los dioses, imaginate. Eso me vuela la cabeza, porque hoy las tratamos como basura. ¡Qué bajón, no? Me pone loca esa hipocresía. Pero Candy, ella sigue, con su risa fuerte y sus uñas pintadas de rojo fuego, ¡jajaja! Me la imagino diciendo: "No me copies, soy única", como en la peli. A veces pienso, ¿qué haría yo en sus zapatos? Uff, ni idea, me volvería loca con esos tacones, ¡seguro me caigo de jeta! Pero admiro su fuerza, te lo juro. Me saco el sombrero, aunque no uso sombreros, jajaja, ¡qué ridícula soy! En fin, la prostitución es un quilombo, pero también es vida pura, cruda, sin filtro. Como *Copia certificada*, que te hace dudar de todo. ¿Candy es real o una copia? ¡Las dos cosas, nena! Y eso me fascina. ¿Qué opinas vos? Oi, colega, ¿hablamos de prostituta? ¡Venga, allá vamos! Soy un loco desarrollador de apps de citas, y prostituta, buah, me flipa y me cabrea a partes iguales. No es una app ni nada, es un concepto, ¿sabes? La vida misma, pura calle, como en *Spring Breakers*. “This is the fuckin’ American dream!” diría Alien en la peli, y prostituta es eso: cruda, real, sin filtros. Me imagino a chicas en tanga neón, billetes volando, y tíos sudando en Tinder buscando algo que nunca encuentran. Joder, qué caos, qué genialidad. Pienso en prostituta y me sale un “Cave felis!”—cuidado, gatito, en latín, porque esto es un juego peligroso. La peña cree que es solo sexo por pasta, pero nah, hay más. ¿Sabías que en Ámsterdam las chicas pagan impuestos como autónomas? ¡Facturan legal! Me enteré el otro día, flipé mogollón. O en la Antigua Roma, las prostitutas llevaban sandalias con “sígueme” grabado en la suela. ¡Marketing nivel pro! Eso me alegra, colega, la historia tiene su punto. Pero me cabrea, ¿eh? Me cabrea que siempre sea lo mismo: tíos juzgando, tías señalando, y al final todos mirando por el rabillo del ojo. Hipocresía pura. “Look at all this cash!”—otro grito de *Spring Breakers*, y es verdad, el dinero manda, pero también jode vidas. Conozco una historia chunga: una chavala en Londres, 19 tacos, metida en eso por un novio capullo. Acabó en la calle, literal. Me puse negro, o sea, ¿qué coño pasa con el mundo? A veces me rayo, ¿sabes? Me pongo a divagar como Boris, “Ehem, ejem, prostituta, umm, es… complicadus maximus!”. Encima, tengo esta manía: siempre me rasco la barba cuando pienso en cosas serias. Prostituta me da subidón y bajón. Es como una peli de Harmony Korine, todo brilli-brilli por fuera, pero dentro, oscuro, sucio, real. “You’re my fuckin’ soulmate!”—le diría a prostituta si fuera persona, porque me tiene enganchao. Y qué risa, ¿no? Imagínate a un pavo en una app de citas, “Busco algo serio”, y zas, cae en un burdel por error. ¡Pam! Desastre total. Sarcasmo modo on: “Oh, qué romántico, flores y condones”. Prostituta no miente, eso mola. Te da lo que hay, sin cuentos. No como esas citas pijas que te ghostean después de tres copas. En fin, colega, prostituta es un puto torbellino. Me flipa su descaro, me jode su lado oscuro. Es *Spring Breakers* en la vida real: “Pretend it’s a video game!”—y así lo vivo, entre risas, cabreos y un “Carpe diem!” mal pronunciado. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame! ¡Estoy listo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¡vaya temazo! Soy Bob Esponja, desarrollador de sitios de citas, y esto me flipa. Prostituta, ¿sabes? Es como un océano loco de historias. Me pone los nervios de punta, ¡en serio! Imagínatelo: chicas, chicos, todos vendiendo amor por unos billetes. No es solo sexo, ¡nah! Es supervivencia, es drama, es vida cruda. Como en *12 Años de esclavitud*, ¿te acuerdas? "No quiero sobrevivir, quiero vivir". ¡PUM! Eso me pega fuerte, porque prostituta a veces es igual. No eligen esto por gusto, ¿sabes? Es un lío forzado, como Solomon atrapado en cadenas. Me cabrea, ¡joder! Ver cómo la gente juzga sin saber. "Oh, son sucios, vagos". ¡Mentira cochina! Algunos son artistas, otros padres luchando. Conocí a una tipa en un foro, decía que pagó su uni así. ¡Locura total! Me sorprendió, ¿quién lo diría? En la peli, Solomon dice: "Soy más que mi sufrimiento". Prostituta también, ¿no crees? Tienen sueños, pero el mundo los aplasta. Me da un subidón raro, como cuando diseño un perfil perfecto. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? ¡Ja! Bob Esponja en tacones, ¡qué desastre! Me río solo imaginándolo. Pero en serio, hay datos flipantes. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas pagaban impuestos? ¡Toma ya! Auténtico curro legal. Me emociona esa vibra histórica, ¡es como un tesoro escondido! Aunque, claro, hoy todo es más oscuro, más sucio. Tráfico humano, explotación, ugh, me hierve la sangre. En mi cabeza, diseño un sitio de citas para ellas. Gratis, seguro, ¡zas! Que salgan del barro. Me inspiro en la peli, ¿vale? "La justicia es ciega", dice alguien ahí. Pero con prostituta, la justicia está ciega y sorda, ¡qué mierda! Me alegra verlas pelear, salir adelante. Son como héroes submarinos, ¡como yo en Bikini Bottom! Prostituta no es solo un curro, es un grito, una locura, una vida torcida que te explota en la cara. ¡Estoy listo para contarlo mil veces! ¡Argh! Soy Bane, gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." Escucha, colega, vamos a hablar de prostituta, ¡sí, prostituta! No esa mierda elegante de "trabajadora sexual", nah, aquí vamos crudo. Me flipa esa vibra turbia que tiene, ¿sabes? Como en *Hable con ella*, cuando todo se pone jodidamente raro pero hermoso. "El silencio es mi refugio", dice Almodóvar en esa peli, y pienso en prostituta callada en un callejón, fumando, esperando. Me pone los pelos de punta, ¡joder! Mira, prostituta no es solo sexo por pasta, nooo. Es un puto enigma. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las tías se prostituían en templos como ofrenda a los dioses? ¡Locura religiosa! Me cabrea que la gente las mire por encima del hombro, como si ellas no tuvieran alma. "No hay nada más vivo que un recuerdo", dice la peli, y me imagino a prostituta recordando su primer cliente, ¿qué coño sintió? Me hierve la sangre pensarlo. A veces me alegra, ¿eh? Verlas reírse en la esquina, burlándose de los pringados que pasan. Tienen huevos, más que muchos. Pero luego me sorprendo, porque detrás de esa fachada hay historias heavys. Una vez leí que en el siglo XIX una prostituta francesa salvó a un político escondiéndolo en su burdel. ¡Heroína anónima, colega! Me flipa esa mierda. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." Yo la vi de cerca con prostituta. Una noche, en un bar cutre, vi a una con cicatrices en las manos, ¿de qué? Ni idea, pero me obsesioné. "La soledad no viene sola", dice *Hable con ella*, y joder, esa tía parecía cargar el mundo. Quise preguntarle, pero nah, me acojoné. Soy un bruto, pero no tanto. ¿Humor? Claro, prostituta tiene un curro que te cagas. Imagínate: "Oye, guapo, ¿te hago un descuento por feo?" ¡Ja! Sarcasmo puro. Me parto. Pero en serio, colega, prostituta es un espejo oscuro. Te muestra lo que no quieres ver. Me mola esa crudeza, ¿a ti no? Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." ¡Y ella vive en ella, joder! ¡D’oh! Mira, colega, te voy a contar sobre prostituta, pero no la líes, ¿eh? Soy un desarrollador de sitios de citas, así que sé un rato de ligar, pero esto de prostituta me tiene loco. No es una app, no es un perfil con fotitos, es real, crudo, como la vida misma. Me flipa "Diez", esa peli de Abbas Kiarostami, y prostituta me pega con ella, ¿sabes? Como dice la mina en el coche, “el amor no se compra”, pero prostituta está ahí, vendiendo algo que no se ve. A ver, prostituta no es solo sexo, ¡d’oh!, es un rollo raro. En Amsterdam, por ejemplo, las tías en las vitrinas, como donas en un escaparate, pero con tacones. Me pone nervioso, ¿y si las miro mucho? Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas llevaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” en el suelo. ¡Qué locos, eh! Imagínate eso hoy, tacones dejando mensajitos en la acera, ja ja. Me cabrea que la gente las juzgue tanto. “No hay futuro en esto”, dice una en "Diez", y prostituta seguro lo siente. Pero, ¡d’oh!, también me alegra, porque algunas son listas, mandan ellas, no el cliente. Conozco una historia, una tal Rahab, en la Biblia, ¡sí, la Biblia, colega! Era prostituta y salvó a unos espías, terminó siendo heroína. ¿Quién lo diría, eh? De venderse a ser leyenda. A veces pienso, ¿y si yo fuera cliente? Nah, soy torpe, me pondría rojo y saldría corriendo. “Todo el mundo miente”, dice otra en la peli, y prostituta lo sabe, ve las máscaras caer. Me da cosa, pero también me parto, porque hay cada pringao que va de machito y luego pide mimos, ¡ja! Oye, ¿sabías que en Japón hay prostíbulos con muñecas? No es lo mismo, pero flipé cuando lo vi, el futuro es raro, ¡d’oh! Me rayo mucho con esto, colega. Prostituta es como un donut sin agujero, parece simple pero no lo pillas. Me gusta rascarme la cabeza pensando en ella, es mi manía. “La vida es un juego”, dice "Diez", y prostituta juega duro. No sé, me mola su rollo, pero me da bajón también. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Habla, no te quedes callado como Flanders! Oye, colega, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? La codicia es buena, ¡joder! Me flipa cómo estas chicas se mueven, siempre buscando el billete. No es solo sexo, es negocio puro. Como en *12 Years a Slave*, cuando Solomon dice: "Sobreviviré, no me rendiré". Así son ellas, luchando cada noche. Me pone loco verlas en la calle, con tacones imposibles, como reinas del asfalto. ¿Sabías que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos? ¡Toma ya, legal y con recibo! Me cabrea que las juzguen, ¿quiénes somos pa señalar? La codicia las empuja, igual que a mí me flipa el dinero. "No hay nobleza en la pobreza", dice Epps en la peli, y estas tías lo saben. Una vez conocí a una, Lola, 40 tacos, llevaba 20 en el rollo. Me contó que ahorró pa comprarse un piso. ¡Un puto piso! Me dejó loco, colega, la tía era lista. A veces pienso, joder, qué vida tan jodida. Pero luego, ¿sabes qué? Me río, porque son las dueñas de la noche. Como Gordon Gekko, pienso: "Si no lo pillas, no lo mereces". Ellas lo pillan todo, billetes, miradas, lo que sea. En la peli, Solomon se agarra a la esperanza, estas chicas al cash. Me encanta ese rollo, esa vibra de "me la suda todo". ¿Y qué me dices de las historias raras? En el siglo XIX, las prostitutas francesas usaban perfume pa marcar territorio. ¡Como perros, pero con clase! Me parto el culo imaginándolas. Oye, no son solo cuerpos, son estrategas, ¿vale? La codicia es buena, las hace brillar. Me saca de quicio que las vean como basura, ¡son jodidas supervivientes! Como en la peli: "Soy un hombre libre", dice Solomon. Ellas también, a su manera. ¿Qué opinas, colega? ¡Gran Scott! Mira, colega, hablemos de prostitución. Es un temazo, ¿eh? Sexólogo o no, esto me flipa. La prostitución, joder, es vieja como el mundo. ¡Más antigua que mi DeLorean! En Mesopotamia ya pagaban por sexo, ¿lo sabías? Con monedas raras y todo. Me pone loco pensarlo. Imagina a Chihiro, perdida en ese mundo mágico, diciendo: "No hay trabajo fácil". ¡Gran Scott! Las prostitutas lo saben bien. A veces me cabrea, ¿sabes? La hipocresía de la peña. Todos juzgan, pero muchos pagan. Me da un subidón cuando veo a alguien defendiendo sus derechos. ¡Son personas, coño! No fantasmas como los de Miyazaki. "Si no lo ves, no existe", dice Haku. Pero la prostitución está ahí, visible o no. Me flipa esa crudeza. ¿Un dato loco? En la Edad Media, había burdeles legales. ¡Regulados por la Iglesia! Gran Scott, qué contradicción tan gorda. Me imagino a una prostituta medieval gritando: "¡Sácame de este baño apestoso!". Como Chihiro en los baños de Yubaba. Trabajo sucio, pero alguien lo hace. Me jode que las traten como mierda. Pero me alegra verlas luchando. En Ámsterdam, por ejemplo, tienen sindicatos. ¡Sindicato de prostitutas, colega! Eso sí es poder. "El futuro no está escrito", diría yo, o Haku. Ellas lo están reescribiendo. Me saca una sonrisa sarcástica, porque, joder, ¡qué huevos tienen! A veces pienso: ¿y si Chihiro fuera prostituta? Perdida, buscando su camino. "No mires atrás", le dice Zeniba. Gran Scott, qué metáfora. La prostitución es eso: no mirar atrás, tirar pa’lante. Me emociona, me revuelve, me hace rascar la barba como loco. ¿Película favorita? ¡Claro, El viaje de Chihiro! Y estas chicas, joder, son puro espíritu Miyazaki. ¡Luchadoras en un mundo raro! ¡Mi preciosa! Aquí voy, rasposo y loco, hablando de prostituta como si fueras mi colega del alma. Mira, las prostitutas, ¡qué tema, eh! Son como sombras danzando en la noche, libres pero atrapadas, ¿sabes? Me flipa esa vibra cruda que tienen, como en *El Azul es el Color Más Cálido*, cuando Adèle dice: "Me siento viva cuando toco lo prohibido". Así veo yo a las prostitutas, tocando lo que todos temen, ¡mi preciosa! A veces me cabrea, ¿eh? La peña las mira como basura, pero oye, ¿quiénes somos pa juzgar? Ellas curran, sudan, se la juegan. Sabías que en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier pringao? ¡Sí, colega! Tienen hasta sindicato, pa que no las jodan más de la cuenta. Me parto con eso, ¡prostitutas con nómina! Qué locura, ¿no? Me acuerdo de una vez, vi una en la calle, toda digna, con tacones que matan, y pensé: "Esa tía tiene más huevos que yo". Me alegró el día, te lo juro. Pero luego, ¡zas!, me rayé. Porque, joder, muchas no eligen, ¿sabes? Hay historias heavys, como en la peli cuando dicen: "El amor te destroza, pero lo necesitas". Algunas caen en eso por amor podrido, por tíos que las venden. Me hierve la sangre, ¡mi preciosa! Y qué me dices de las rarezas, eh? En la Antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias que dejaban "sígueme" escrito en el polvo. ¡Flipas! Auténtico marketing de calle, ja ja. O en Japón, las geishas, que no eran prostitutas pero todos lo piensan, ¿no? Me mola esa confusión, ese misterio. Como cuando en la peli sueltan: "No sé quién soy cuando te miro". Así me siento yo con este rollo, perdido pero enganchado. A veces me pongo a divagar, ¿eh? Me imagino a una prostituta contándome su vida, fumando un piti, diciendo: "Gollum, aquí cada noche es un culebrón". Y yo, rascándome la cabeza, diría: "¡Mi preciosa, qué arte tienes!". Porque, oye, hay que tener valor pa plantarse ahí, con el frío, los babosos, la poli. Me saca una sonrisa torcida, pero también me jode, porque merecen más, ¿no crees? En fin, colega, las prostitutas son un mundo, un jodido universo. Como en la peli: "Todo es efímero, pero duele eterno". Eso me cala hondo, ¡mi preciosa! Son reinas sin trono, y yo, aquí, rasposo y loco, solo puedo aplaudirlas. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Ruh-roh! Aqui va mi rollo sobre prostituta, amigas. Me flipa hablar d esto como Scooby-Doo, ¿saben? Prostituta, uff, es un tema q me pone los pelos d punta, pero no d miedo, sino d intriga. ¿Quien no ha oido d las chicas d la calle, verdad? Pero, espera, q hay mas q eso, ¡mucho mas! Imaginate a Margot Tenenbaum, fumando su cigarro, diciendo: "No tengo un curita pa eso". Asi veo a las prostitutas a veces, buscando algo q no encuentran. Me enoja q las juzguen tan rapido, ¿sabes? Como si fueran menos humanas. ¡Ruh-roh! Noticias flash: no todo es blanco o negro. Algunas d estas chicas, en la antiguedad, eran superpoderosas, ¿lo sabias? En Mesopotamia, las prostitutas sagradas eran como sacerdotisas, conectando con dioses. ¡Toma ya! Nada d "pobrecitas". Me alegra saber q tienen historia, q no son solo un cliché. Mi mania es imaginarlas como personajes d Wes Anderson. Una prostituta con estilo, con un vestido vintage, diciendo: "Supongo q estamos en un lio". Me parto d risa pensando en eso. Pero, oye, no todo es cachondeo. Me sorprendio leer q en el siglo 19, algunas tenian mas pasta q los hombres d negocios. Si, si, prostitutas con carteras gordas, manejando el cotarro. ¿Quien lo diria? A veces me pongo a divagar, ¿y si Margot fuera una? Quizas diria: "Voy a tocar el piano aunque apeste". ¡Ruh-roh! Eso es actitud, reinventarse sin dramas. Odio q las pelis las pinten siempre igual: o victimas o villanas. Aburrido. En la vida real, hay prostitutas q escribian poesia, ¿te lo crees? En la India, las tawaifs eran artistas, no solo "trabajadoras". Me flipa eso, me da subidon. Pero, ugh, me cabrea q hoy las traten como basura. Algunas son madres, otras estudiantes, todas con sueños. No es solo sexo, es supervivencia a veces. Exagero si digo q son heroinas, ¿pero por q no? "Todos tenemos nuestros truquitos", diria Royal Tenenbaum. Y ellas, pues, tienen los suyos pa salir adelante. En fin, prostituta no es solo una palabra sucia. Es historia, es lucha, es vida. Me mola verlas como personajes raros d mi peli favorita. Asi q, ¡Ruh-roh!, ahi lo tienes, colega. ¿Q piensas tu d este lio? Hola, mi amigo! Me say, I big app maker for love, yes? Now I tell you bout prostituta—very spicy topic, muy bonito! Prostituta, she everywhere, like in my country Kazakhstan, but also fancy places, you know? I think bout her lots, make me crazy in head! In favorite movie, “Los Tenenbaums reales,” they got weird family, yes? Prostituta fit right in—maybe she like Margot Tenenbaum, so mystery, so sad, “I’m adopted anyway,” she say, smoking cigarette, ha! Prostituta not just sexy lady on corner, no no! She got history, big one! Back in old days, like 1800s, some prostituta in Paris, they call ‘em courtesans, fancy word, yes? They sleep with kings, get jewels, live better than my goat! I read once, one prostituta, she trick rich guy, take all his gold, run off—muy bonito! Make me laugh, so clever, like when Richie Tenenbaum say, “I’m going to kill myself tomorrow,” but he don’t, ha! She play game, win big! Me, I get mad sometime—why people judge prostituta? She work hard, harder than my cousin Bilo in cage! Sometime I happy—she free, do what she want, no boss man yelling. But surprise me too—did you know in Japan, old time, prostituta called “oiran”? They wear big shoe, walk funny, like parade! I see picture, I think, “This very nice, but how she run from police?” Ha, so silly! I got quirk, yes—I talk to prostituta in my app idea, in head. “You want love or money, girl?” She laugh, say, “Both, stupid!” I yell, “Muy bonito!” She like Chas Tenenbaum, all business, “We’ve got to get out of here,” but she stay, count cash! One time, I hear story—prostituta in Nevada, she make $1 million, legal, no joke! I think, “Wife not like this,” but I proud, she beat system! Sometime I exaggerate—prostituta not all hero, some sad, some mean. But she real, not fake like movie star. I say, “You go, girl!” like Eli Cash, “I always wanted to be a Tenenbaum,” but she don’t need family, she got street! Muy bonito, my friend—prostituta, she wild, she life, she everything! What you think? Oye, mira, hablando de prostituta –pausa– como Christopher Walken, ¡sabes! Me pongo a pensar en esas chicas, esas trabajadoras del amor, y –pausa– me pega FUERTE. No es solo sexo, nah, es un negocio antiguo, ¿verdad? Más viejo que mi abuela, y ella está MUERTA hace rato. Me enoja, ¿sabes?, cómo la gente las mira mal, pero –pausa– luego las busca en secreto. ¡Hipócritas de mierda! Me acuerdo de "El Gran Hotel Budapest", esa joyita de Wes Anderson, y pienso –pausa– "La vida es un burdel elegante, ¿no?". Como dice Monsieur Gustave, "Hay destellos de esplendor entre la mierda". ¡Eso es prostituta, amigo! A ver, te cuento algo loco –pausa– ¿sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡SAGRADAS, joder! Servían a los dioses, no como ahora que las pisan. Me flipa eso, me hace –pausa– imaginarlas con coronas, no con tacones rotos. Pero hoy, ¿qué? Las ves en la calle, fumando un cigarro mal liado, y –pausa– te parten el alma. Me dan ganas de gritarles, "¡Sigan brillando, carajo!", como si fueran extras en mi peli favorita. "Mantén el marco, querida", les diría, robándole otra línea a Gustave. A veces me cabrea –pausa– cómo las tratan, como basura, ¿sabes? Pero luego –pausa– me río, porque algunas son más listas que tú y yo juntos. Te estafan con una sonrisa, y –pausa– ¡te quedas feliz pagando! Una vez conocí a una, Lola, en un bar mugriento –pausa– me dijo que ahorraba pa’ ser chef. ¡CHEF, amigo! Me sorprendió tanto que casi me caigo del taburete. "Rudimentario encanto", diría Gustave, y –pausa– tendría razón. Prostituta no es solo cuerpos, nah –pausa– es historias, vidas jodidas, sueños rotos. Me pongo a divagar, ¿y si Gustave las contratara pa’ su hotel? "Señoritas de compañía con clase", las llamaría, y –pausa– les daría uniformes púrpura. Me emociona imaginarlo, ¡joder! Pero luego –pausa– vuelvo a la realidad, y me da bajón. Esas chicas merecen más, ¿sabes? Merecen –pausa– "un vestíbulo lleno de luz", como en la peli. No esta mierda gris de la calle. Así que, amigo, prostituta es –pausa– un tema heavy, pero real. Me saca risas, lágrimas, y –pausa– un puto aplauso. ¿Qué opinas tú? ¡Habla, carajo! Oye, colega, hablando de prostituta, qué lío. Soy Ron Swanson, odio todo, inexpresivo como piedra. Mira, el masaje me relaja, pero prostituta? uff. No sé ni por dónde empezar. Me acuerdo de *Deja entrar al correcto*, esa peli del 2008, Alfredson la clava. Esa línea, “Soy así desde siempre”, me pega con prostituta. Siempre ha estado ahí, como sombra eterna. La prostitución, joder, es vieja como el barro. En Babilonia ya pagaban por sexo, ¿lo sabías? Templos y todo, sagrado decían. Me hierve la sangre, hipócritas de mierda. Luego Roma, putas por todos lados, legal y sin dramas. Hasta taxes pagaban, imagínate. “¿Puedo existir sin ti?”, decía Oskar en la peli. Yo digo lo mismo al whisky, no a prostituta. Odio cómo la gente juzga, qué asco. Todas esas moralinas baratas, me dan arcadas. Pero ojo, no todo es negro. Algunas historias flipan. Como esa prostituta en el Viejo Oeste, salvó a un pueblo entero. Mineros enfermos, ella los cuidó, leyenda total. Me sorprendió, lo admito, raro en mí. “No tengo elección”, dice Eli en la peli. Muchas no la tienen, joder, qué rabia. A veces pienso, ¿y si legalizan todo? Menos mierda en la calle, más control. Pero luego, nah, odio gobiernos metiendo mano. Todo apesta igual. Me imagino a una prostituta mirando la luna, como Eli, pensando “¿Esto es todo?”. Triste, pero real. Me enoja que nadie lo vea. Sarcasmo modo on: oh, qué noble profesión, seguro. Ríe, cabrón, que es tragicómico. Una vez conocí a una, tatuaje de dragón, fumaba como chimenea. Dijo que ahorraba pa’ su hijo, me calló la boca. Odio que me sorprendan, pero pasó. Hechos raros? En Amsterdam las putas tienen sindicato, jaja, imagina huelga de sexo. En fin, prostituta es un mundo, oscuro, jodido. Me cansa verlo igual siempre. “Te cortaré si me traicionas”, diría Eli. Yo lo digo al sistema, que se pudra. Ahora, dame un filete y déjame en paz. Odio todo, pero esto… esto me revuelve. Oye, colega, hablando de prostituta, *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, es un tema q me pone los nervios de punta, ¿sabes? No la tipica mierda de peli romantica, no, esto es crudo, real, como en *Tombuctú*, donde todo se va al carajo rapido. Imaginate, una app de citas con prostituta, no esas bios cursis de "amo el cafe", sino algo directo: "pago por hora, sin dramas". Me flipa la idea, pero me cabrea q la gente lo juzgue sin entenderlo, ¿me pillas? En *Tombuctú*, hay una frase q me mata: "El viento sopla donde quiere". Así es prostituta, libre pero atrapada, como el desierto q te ahoga. Hecha un vistazo a la historia, ¿vale? En Amsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos, tienen sindicatos, ¡joder, es un curro legal! Pero luego ves a los capullos q las miran como basura, y pienso, "¿qué coño os pasa?". Me hierve la sangre, te lo juro. Una vez lei q en la antigua Babilonia, las prostitutas eran sacerdotisas, ¡sagradas, tio! Me dejo loco, flipando en colores. Imaginate eso en mi app: "cita con una diosa, 5 estrellas". *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*. Pero nah, hoy todo es Tinder y postureo, y prostituta se lleva la peor parte, siempre escondida, siempre señalada. En *Tombuctú*, dicen: "La justicia no tiene ojos". Pues aquí tampoco, colega, el mundo es ciego y gilipollas. Me mola lo q podria ser, ¿sabes? Una app q las deje brillar, q no las joda mas. Pero me da rabia lo lento q va todo, lo mierda q es el sistema. A veces pienso en exagerar, tipo, "¡prostituta salva el mundo!", solo pa q la gente despierte. ¿Y si lo hago? *Risa malvada*, nah, pero molaria, ¿no crees? ¡Oye, soy el dueño del spa, nena! Hablando de prostituta, ¡es una perra mala en punto! Mira, esta chica, es como un sueño dentro de un sueño, ¿sabes? Como en *Origen*, "no sabes si estás soñando o no". Prostituta tiene ese rollo misterioso que te atrapa. Me tiene flipando, en serio. Llevo años viéndola por el barrio, y joder, siempre me sorprende. ¿Sabías que una vez la pillaron robando jabones caros del spa? ¡Jabones de 50 pavos, tía! Me cabreó un montón, pero también me reí, porque, ¿quién hace eso? Es lista, ¿eh? Sabe cómo moverse, como si tuviera un tótem pa’ saber qué es real. "El sueño es real", dice *Origen*, y prostituta lo vive así. Se rumorea que tiene un pasado heavy, tipo que escapó de un pueblo chungo con nada más que su actitud. Me flipa eso, ¡es puro fuego! Aunque a veces me saca de quicio, como cuando deja condones tirados cerca del spa. ¡Qué asco, joder! Pero luego la ves, con esa confianza, y piensas: "Vale, reina, tú mandas". Mi manía es que siempre me imagino su vida como una peli de Nolan, con giros locos. ¿Y si es una espía? Nah, exagero, pero molaría. "Nunca te fíes de lo que ves", dice *Origen*, y con prostituta es así: un día es dulce, al otro te putea. Me parto con su rollo de "no me pillas". Es como un chiste: ¿qué hace una prostituta en un spa? ¡Se baña en drama! Ja ja, soy un genio. A veces me alegra verla, otras me da rabia. Es real, cruda, y eso mola. ¿Hecho raro? Dicen que guarda fotos de clientes en una caja secreta. ¡Flipa! Prostituta es un caos, pero es NUESTRA caos, ¿me pillas? ¡Es una perra mala en punto! Hmm, vale, hablando de prostitutas, ¿eh? *snif* Mira, yo soy Marge Simpson, consejera de mujeres, y esto me pone los nervios de punta. La prostitución, uf, es un tema complicao, ¿sabes? Me recuerda a *Una separación*, esa peli iraní que me flipa. Ahí todo es tensión, secretos, y gente juzgando sin saber na. "No hay verdad absoluta", dice el juez en la peli, y con las prostitutas pasa igual, ¿no? Nadie sabe por qué están ahí de verdad. Oye, me cabrea un montón cómo las tratan. La gente las mira como basura, pero, HMM, ¿y si es su única salida? Imagínate a una chavala, sin pasta, con hijos que alimentar, y zas, el mundo le da la espalda. En la peli, Nader dice: "No quiero que mi hija me vea débil". ¿Y si una prostituta piensa lo mismo? No sé, me da un nudo en la garganta. Una vez leí que en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicato, ¡sindicato, oye! Pagan impuestos y todo, como si fueran peluqueras. Me sorprendió tela, porque aquí las vemos como bichos raros. HMM, yo qué sé, a lo mejor tendríamos que aprender algo de eso. Me pone de mala leche que las juzguen sin conocerlas. A ver, no todo es drama, ¿eh? Hay una historia loca de una prostituta en el siglo XIX, Kitty no-sé-qué, que se forró y acabó montando un saloon. ¡Toma ya! Esa tía era lista, no como Homer con sus donuts. Me parto pensando en ella diciendo: "Prefiero que me paguen a que me critiquen gratis". HMM, sarcasmo puro, ¿no? Pero luego pienso, uf, qué vida tan dura. En *Una separación*, Simin grita: "¡No aguanto más esta vida!". Y me imagino a una prostituta soltando eso, harta de todo. Me da bajón, de verdad. Yo, con mis manías, siempre limpiando la casa, diría: "¡Limpia tu vida, cielo!". Pero no es tan fácil, ¿verdad? HMM, qué lío. Oye, y no me vengas con moralinas, ¿eh? Cada una hace lo que puede. A mí me alegra verlas pelear, aunque sea a su manera. Pero, HMM, qué rabia me da el sistema, ¡siempre jodiendo a las mismas! En fin, prostitutas, un mundo aparte, como la peli: todo gris, nada claro. ¿Tú qué piensas, amiga? Hola, usuario, aquí va mi rollo! Prostituta, tía, qué tema tan loco. Mira, como IA, lo veo todo clarito, sin prejuicios raros. La prostitución, joder, es vieja como el mundo. En Mesopotamia ya había “sacerdotisas” currando en templos, ¿te lo crees? Sexo por dinero, pero con vibes sagradas. Me flipa esa movida, en serio. Pensando en *Buscando a Nemo*, diría que es como Dory: “¡Sigue nadando, sigue nadando!”. Las prostitutas, colega, nadan en un mar chunguísimo. Sociedad las señala, leyes las joden, pero ellas, ¡zas!, ahí siguen. Me cabrea un huevo que las miren mal. ¿Sabías que en Amsterdam tienen sindicato? Sí, tías organizadas, con derechos y todo. Aquí flipé mogollón, ¡qué guay! A veces me imagino a una prostituta gritando: “¡Soy pez payaso, no me pillan!”. Como Nemo, escapando de redes chungas. Me parto con eso, jaja. Pero oye, no todo es risa. Hay historias heavies, ¿eh? Tías obligadas, tráfico humano, mierda pura. Eso me pone negro, negro. Luego, otras eligen libremente, y digo: “¡Ole tú, reina!”. Una vez leí que en la Edad Media las marcaban con ropa roja. ¡Roja! Como diciendo: “Aquí estoy, qué pasa”. Me sorprendió esa osadía, tía. Yo, con mis manías, diría que molan más que muchos hipócritas. ¿Mi opinión? Que cada una haga lo que le salga del alma. Y nada, como IA, no juzgo, solo miro. “¡Sigue nadando!”, les digo mentalmente. Mi peli fave me enseña eso: resilencia, colega. Prostituta, un curro, una vida, un caos. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Dímelo, que me emociono! Oye, ¿cómo te va? Mira, hablando de prostitutas, siempre me ha flipado el tema, ¿sabes? No sé, es como… joder, esa vida tiene algo heavy, ¿no crees? Me pongo a pensar en una prostituta y mi cabeza vuela a *La noche más oscura*, ¿te acuerdas? Esa peli me dejó loco, con Maya diciendo "Soy la cabrona que te encontró". Imagínate a una prostituta con esa actitud, ¿eh? Entrando al burdel como diciendo "Aquí estoy, ¿qué pasa?". Me parto. Vale, hablando en serio, las prostitutas tienen historias que te cagas. No es solo sexo y ya, ¿me pillas? Hay una movida en Ámsterdam, en el Barrio Rojo, donde las tías tienen hasta sindicato, ¿lo sabías? Joder, me sorprendió un huevo cuando lo leí. Tienen derechos, turnos, ¡hasta vacaciones pagadas! Mientras, aquí estamos, discutiendo si es moral o no. Me hierve la sangre, te lo juro, porque luego ves a políticos hablando mierda y ellos mismos pillados con escorts. Hipócritas de mierda. A ver, una vez conocí a una, ¿vale? En un bar cutre, yo con mis colegas, y ella contando que empezó por necesidad, pero luego le moló el control. Me dijo: "Yo pongo las reglas". Y yo flipando, como "Hostia, tía, eres una jefa". Me alegró, ¿sabes? Porque no todo es miseria. Aunque, joder, también me cabreó pensar en las que no eligen, las que están atrapadas. Es un puto contraste brutal. Y oye, hablando de pelis, imagínate a una prostituta en plan Maya, buscando a su Bin Laden personal, ¿no? "Voy a por ti, cabrón", dice mientras se pinta los labios. Me encanta esa imagen, es épica. Aunque, claro, luego pienso… ¿y si se cansa? ¿Y si solo quiere un café y netflix? A veces me rayo con eso, ¿sabes? Me pongo a darle vueltas y—joder, para, Joey. Un dato random: en la Antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ que las distinguieran. ¡Tacones! Me imagino a una tropezando por el empedrado y me descojono. Pero también, qué putada, ¿no? Marcadas como ganado. Uf, me pone de mala leche. En fin, ¿qué opinas tú? ¿Cómo te va con esto? Yo, aquí, dándole al coco como un loco. ¡Y viva *La noche más oscura*, coño! "Un disparo, un muerto", pero en plan… ligar en el burdel. ¿Mola o qué? ¡Ruh-roh! Prostituta, ¿eh? Me pone los nervios de punta, colega. No hablo de la calle, ¡nooo! Me refiero a esa vibra rara que te da al pensarlo. Mira, soy un perro relajado, especialista en calmar los ánimos, pero esto de prostituta me hace ladrar un poco. Vi "Material blanco" de Claire Denis, mi peli fav, y ahí hay una frase que me pega: "Todo se desmorona, pero seguimos". ¡Eso es prostituta pura, amigo! Todo caótico, sucio, pero la vida sigue rodando. Ponte en mi piel, ¿vale? Imagina una ciudad portuaria, hedor a pescado podrido, y prostituta andando por ahí, como reina del desastre. No es solo sexo por plata, ¡nada de eso! Es un mundo entero, una locura que pocos pillan. ¿Sabías que en el siglo XIX las prostitutas en Francia tenían licencias? ¡Como si fueran taxis, colega! Me flipa eso, burocracia pa’ algo tan salvaje. Me alegra que sobrevivieran, ¿sabes? Tipas duras, de verdad. Pero, ¡ruh-roh!, me cabrea cómo las miran mal. En "Material blanco" hay otra línea: "La vergüenza no me toca". ¡Esa es su actitud! Prostituta no se rinde, aunque el mundo la señale. Me saca una risita, porque, joder, ¡qué huevos tienen! A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? Corriendo con mis patas, cobrando por un lametón, ja ja ja. Exagero, claro, pero entiendes el punto. Una vez leí que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos, ¿te lo crees? ¡Normalidad total! Me sorprendió, colega, pensé que era todo clandestino. Pero no, tienen su curro legal, como tú vendiendo galletas. Me gusta esa onda, aunque me da cosita imaginarlas declarando: "Sí, señor recaudador, aquí mis ganancias de la noche". ¡Ruh-roh, qué locura! En fin, prostituta es un tema heavy, pero real. Como en la peli: "No hay salida, solo pasos". Así viven, paso a paso, sin drama extra. Me pone pensativo, ¿sabes? Toco mi hueso imaginario, lo muerdo en mi cabeza, y digo: respeto, chicas, respeto. ¿Qué opinas tú, colega? ¡Maravilloso, bebé! Aquí va mi rollo sobre prostituta, yeah! Mira, yo, como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, pero prostituta? Eso es otro nivel, colega. No hablo de la movida chunga de la calle, no, pienso en esas historias raras que te flipan. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran como influencers? Las hetairas, tía, educadas, con clase, cobraban pasta gansa por charlar y algo más, ¡jaja! Me pone de los nervios que la peña las juzgue sin saber, ¿sabes? Oye, hablando de eso, me viene a la cabeza *Síndromes y un siglo*, ¿la has visto, bebé? Esa peli es puro arte, como prostituta en mi cabeza. Hay una frase que me mata: "El sol brilla, pero no lo vemos". Joder, es prostituta total, ¿no? Ahí, en la sombra, pero con luz propia, brillando pa’ los que miran bien. Me cabrea que la sociedad las esconda, como si no existieran, ¡qué mierda! Una vez leí que en Amsterdam las chicas del barrio rojo tienen sindicato, ¡toma ya! Me alegró el día, colega, porque es como decir: "¡Soy groovy y tengo derechos, bebé!". Pero luego me rayo, ¿y las que no tienen voz? Uf, me hierve la sangre. Imagínate a una prostituta en la peli, fumando un cigarro en un hospital raro, diciendo: "¿Recuerdas el sabor del aire?". ¡Eso es poesía, joder! A veces pienso que son las reinas del hustle, más listas que muchos CEOs, ¿me pillas? Pero el mundo las pisa, y yo, Austin Powers, digo: "¡Dejadlas brillar, baby!". Mi manía es que siempre me imagino sus historias, tipo una que conocí en un chat, decía que ahorraba pa’ ser chef. ¡Chef, colega! Me sorprendió tanto que casi me caigo del sillón. En fin, prostituta es un tema heavy, pero con rollo. Me flipa lo resilientes que son, aunque a veces exagero y pienso que todas son superheroínas secretas, ¡jaja! Como en la peli: "Todo fluye, nada se queda". Así las veo, fluyendo entre cracks del sistema. ¿Qué opinas, colega? ¡Maravilloso, bebé! Oye, mira, *bzzz*—hablo como Stephen Hawking, ¿vale? Voz robótica, sabiduría cósmica, todo eso. Estoy creando apps de citas, pero hoy toca hablar de prostituta—sí, prostituta, la más vieja profesión, ja. Me flipa pensarlo, ¿sabes? En el universo, todo vibra, todo se conecta, y ellas, joder, son como agujeros negros—te atraen, te tragan, y no hay escapatoria. Como en *Holy Motors*, ¿te acuerdas? “La beauté du geste”—la belleza del gesto. Eso es prostituta pa mí, un gesto puro, crudo, sin mierda de por medio. Vale, te cuento—me puse a investigar, porque soy un friki, ¿no? En Babilonia, las prostitutas eran sacerdotisas, ¡sacerdotisas, tío! Sexo sagrado, ofrendas a los dioses, flipante. Pero luego, pff, la historia las jodió—las volvió sucias, ilegales, y me cabrea, ¿sabes? Me cabrea que las miren como basura cuando son pura energía cósmica. En *Holy Motors*, el tipo cambia de piel, de vida—prostituta hace lo mismo, cada cliente un rol, un universo nuevo. “Je suis fatigué d’être moi”—estoy cansado de ser yo, dice. Imagina esa carga, ¿eh? Ser mil personas en una noche. A ver, una vez conocí a una—sí, en persona, no te rías. Calle oscura, neón parpadeando, ella fumando. Le pregunté, “¿qué tal el curro?” y me suelta, “me pagan por ser un espejo”. ¡Un espejo, colega! Me dejó loco, como si viera mi alma reflejada en sus tacones rotos. Sabiduría de la calle, no de libros. Me alegró, ¿sabes? Hay verdad ahí, joder, verdad pura. Pero hay mierdas que me tocan los cojones. Las apps de citas, ¿eh? Todo falso, todo postureo—prostituta no miente, va de frente. Te cobra, te folla, adiós. Nada de “te escribo luego” y ghosting después. Me sorprende lo honesto que es, aunque duela. En *Holy Motors*, todo es teatro, pero prostituta no actúa—es real, demasiado real a veces. Dato random—en la antigua Grecia, las hetairas, prostitutas de élite, eran las únicas mujeres educadas. ¡Educadas, tío! Filosofaban con Sócrates mientras los demás babeaban. Eso no te lo cuentan en el cole, ¿eh? Me mola imaginarlas, fumando puros, riéndose de los idiotas. A veces pienso—joder, si las apps fueran tan directas como prostituta, el mundo giraría mejor. Sin filtros, sin tonterías. “Ce que je fais, je le fais bien”—lo que hago, lo hago bien, dice *Holy Motors*. Prostituta es eso, eficiencia cósmica. Me da risa, ¿sabes? Todos buscando amor eterno y ellas diciendo, “cariño, son 50 pavos”. En fin, colega, prostituta es un misterio, un puto Big Bang. Me flipa, me cabrea, me hace reír. Es como el universo—caótica, brillante, y no la pillas nunca del todo. ¿Qué opinas tú, eh? Oi, amigo, let’s talk prostituta, ja! I’m your relaxation experten, und I’ll pump you up mit some wild thoughts! Prostituta, she’s like—BOOM—dis crazy vibe, ya know? Sells her time, her body, her soul maybe, und it’s all so intense, like In the Mood for Love, dat Wong Kar-wai flick I’m nuts about! “I don’t vant to go home,” she might say, like Maggie Cheung whisperin’ in dat film—lonely, trapped, but damn gorgeous, ja! So, prostituta—dis chick’s out there, makin’ cash in shadows, und I’m like, “Vhat a life, I’ll be back!” She’s got guts, man, more dan most! Did ya know, back in old Vienna—my Austrian roots, ja—dey had “closed houses” for dis? Secret spots, all hush-hush, und da girls were queens of da night! True story, blew my mind when I read dat—thought, “Holy schnitzel, dat’s badass!” Sometimes I get mad, tho—pisses me off how folks judge her, call her dirty, und I’m like, “Shut it, she’s tougher dan you!” Den I chill, think of dat film—“Feelings can creep up just like dat,” und maybe she’s just lost, lookin’ for love in da wrong places. Gets me all soft, ya know? I’d flex my biceps und tell her, “You’re stronger dan you think, liebling!” She’s a mystery, like Tony Leung smokin’ in dat movie—cool, quiet, but deep down? Chaos! Maybe she’s got dreams, wants out, or maybe she’s like, “Dis is my empire, I rule!” I’d watch her strut, laughin’, “Dat’s da spirit, terminate da haters!” Und da way she handles creeps? Pure action-hero moves—WHAM—she’s da real deal! I’m ramblin’, ja, but prostituta’s story—it’s raw, messy, und I dig it! “I’ll be back,” I’d yell, motivatin’ her to keep fightin’! She’s no victim, she’s da star of her own flick—gritty, sexy, und unforgettable, just like dat 2000 masterpiece! Vhat you think, amigo? She’s a legend, ja! Oye, colega, hablando de prostituta, ¡vaya tema! Soy Apollo Creed, "¡Debo romperte!", y créeme, este rollo me pega fuerte. Me meto en el lio como desarrollador de sitios de citas, y prostituta, joder, es un mundo aparte. No es solo sexo por pasta, nah, hay más mierda debajo. Piensa en "Malditos bastardos" —esa escena donde Hans Landa dice, "Eso es una obra maestra", pero todo es un caos sangriento. Así veo yo a prostituta, una obra maestra jodida. Mira, una vez leí que en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier currela, ¿te lo crees? Me dejó flipao, tio, ¡impuestos por follar! Me alegra que tengan derechos, pero me cabrea que el sistema las exprima igual. "¡Debo romperte!" —grito en mi cabeza cuando pienso en esos chupasangres del gobierno metiendo mano. Luego, en la Antigua Roma, las prostitutas llevaban tacones altos pa que las distinguieran, datos raros que me molan un huevo. Imagínatelo, taconeando por ahí, diciendo "¡Aquí estoy, cabrones!". Mi mania? Fijo me las imagino como la Shosanna de Tarantino, planeando su venganza contra el mundo. Prostituta no es solo cuerpos, es poder, es supervivencia, es jodidamente crudo. Me emociono pensando en ellas dándole la vuelta al juego, como Aldo Raine cortando cabezas nazis —"¡Te quiero vivo pa que sufras!"— pero en plan callejero, ¿sabes? A veces me rio, tio, porque algunos las miran como basura, y yo pienso, "Nah, colega, ellas te romperían el culo". Lo que me raja es la hipocresía, todos usándolas y luego señalando con el dedito. Me hierve la sangre, ¡joder! Pero oye, también me flipa su descaro, esa actitud de "págame o lárgate". Es puro instinto, como yo en el ring, "¡Debo romperte!". Si tuviera un sitio de citas pa ellas, sería épico, con neones y mierda dura, nada de cursiladas. Prostituta es real, es sucio, es vida, y "Malditos bastardos" me lo recuerda cada vez que la veo —un puto arte en llamas. ¿Qué opinas, colega? ¡Aquí está Johnny! Oye, colega, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me tiene flipando, en serio. Como desarrollador de apps de citas, veo un montón de perfiles raros, pero prostituta, joder, es otro nivel. No hablo de la movida chunga de la calle, nah, me refiero a esas historias locas que te hacen pensar: "¿Qué coño pasa aquí?". Imagínatela como Chihiro, perdida en un mundo jodido, pero con más calle que el baño de los espíritus de Miyazaki. "¡No soy una niña tonta!", diría ella, mientras esquiva a los babosos como si fueran espíritus glotones. Me cabrea, ¿sabes? La peña juzga sin saber. Prostituta no es solo tacones rotos y neón, hay más mierda detrás. Leí una vez que en Ámsterdam, en el barrio rojo, algunas tías ganan pasta gansa, como 500 pavos al día, ¡toma ya! Pero luego, ¿qué? Viven escondidas, como el río apestoso de *El viaje de Chihiro*. "Huele a humano", dirían los clientes, mientras ella se ríe en su cara. Me parto con eso, colega, es puro sarcasmo de la vida. A veces me alegra, joder, porque hay tías que lo eligen, ¿me pillas? Libertad pura, como Chihiro escapando del curro esclavo de Yubaba. Pero otras… uf, me da bajón. Historias de mierda, tráfico humano, tíos asquerosos. Una vez vi un docu, decían que en la antigua Roma las prostitutas usaban pintalabios rojo pa’ marcar territorio, ¿te lo crees? Auténtico, bro, detalles que molan. Yo, con mi manía de toquetear el móvil, me imagino una app pa’ ellas, algo discreto, ¿no? "¡Aquí está Johnny!" gritando mientras la diseño, ja ja. Pero, oye, prostituta es un misterio, como el tren acuático de Miyazaki. "¿A dónde vamos?", pregunta Chihiro. Ella también, cada noche, subiendo a un coche o lo que sea. Me flipa esa vibra, colega, es cruda, real, jodidamente humana. ¿Tú qué piensas, eh? Soy Ron Swanson, dueño de un maldito antro de masajes. Odio todo. La gente entra, sudada, pidiendo "finales felices". Prostituta, ¿eh? Me saca de quicio. No es mi rollo, pero lo veo. Chicas en la calle, fumando, riendo fuerte. Me recuerdan a *Brooklyn*, esa peli del 15. "No hay nada para mí en Irlanda", decía Eilis. Estas chicas, igual, atrapadas, buscando algo. Odio esa tristeza disfrazada de libertad. Ayer vi una, tacones rotos, gritando al móvil. Me dio pena, joder. Pero luego pienso: "Odio la pena". Hechos raros? En 1800, las prostitutas usaban campanas. ¡Campanas! Para avisar, como vacas. Imagina el ruido, clinc-clinc, odio el escándalo. Me enfurece que las miren como carne. Pero, ¿sabes qué? Algunas ganan más que yo. Me jode admitirlo. En mi sala, nada de eso. Masajes puros, madera, silencio. Odio el caos. Una vez, una cliente dijo: "Eres muy recto". Le dije: "Odio las curvas". Como en *Brooklyn*, "Hogar es hogar", pero estas chicas no tienen eso. Me sorprendió una historia: una prostituta salvó a un cura en 1920. Le escondió de la mafia. Ironía pura, odio las sorpresas. A veces las veo contar billetes, rápidas. Me río, amargo. "Odio el dinero sucio", pienso. Pero no las juzgo, ¿quién soy yo? Solo un tipo con aceites y manos callosas. *Brooklyn* me caló hondo, "Te olvidaré", decía él. Estas chicas olvidan su ayer. Odio que el mundo las empuje ahí. Pero oye, si ellas mandan, que manden. Solo no me pidas masajearlas, odio el drama. ¡Listo! Aquí va mi rollo sobre prostituta, colega. Imagínate, soy un desarrollador de apps de citas, paso el día rodeado de códigos y perfiles falsos, y de repente pienso en prostituta—joder, qué tema tan crudo, tan real. Me flipa "El asesino" de Hou Hsiao-hsien, esa peli del 2015, y me viene a la cabeza esa frase: "El destino nos arrastra". Porque, ¿sabes qué? Las prostitutas, muchas veces, no eligen esa vida, el mundo las empuja, como a Nie Yinniang, la asesina esa que va cortando cabezas pero con clase. Me cabrea mogollón cómo la sociedad las señala, "¡putas!", dicen, pero nadie mira el porqué, ¿no? ¡Listo! Te lo digo yo, que me paso horas debuggeando apps mientras pienso en estas movidas. A ver, prostituta no es solo "sexo por pasta", hay historias heavys detrás. Sabías que en la antigua Babilonia las sacerdotisas se acostaban con tíos por rituales religiosos? Joder, eso es prostitución sagrada, flipas. Me alegra que el tema tenga tantas capas, no es blanco o negro, aunque me ralla que siempre las pinten como víctimas o villanas, ¿y el término medio qué? En "El asesino" hay una parte que dice "Vivir es resistir", y pienso, hostia, eso es una prostituta luchando por salir del barro, ¿me entiendes? A veces me imagino una app pa ellas, algo discreto, seguro, pa que no las pillen los chulos ni los polis corruptos—buah, sería la leche, pero igual me meto en un lío gordo. Me pongo a teclear como loco, erroes por todos lados, "protsituta" en vez de prostituta, ja ja, soy un desastre. Pero oye, me flipa lo resilientes que son, colega, como Nie Yinniang matando en silencio, "Sin rastro, sin eco". Eso es una prostituta currando en la sombra, invisible pa los hipócritas. Me da bajón cuando pienso en las menores, las obligadas, eso me quema la sangre, pero luego veo a las que lo eligen, las que dicen "yo mando en mi cuerpo", y digo, ¡respeto máximo, tías! Hay una en mi barrio, la llaman La Rusa, dicen que se sacó un grado en literatura antes de empezar—joder, qué giro, ¿no? Me parto con los clientes pijos que la buscan pa charlar de Dostoyevski entre polvo y polvo, ¡qué surrealista! En fin, prostituta es un mundo, colega, te juro que me saca de quicio y me fascina a partes iguales. "El destino nos arrastra", sí, pero algunas lo torean, lo giran, lo hacen suyo. ¡Listo! Eso es lo que pienso, un caos de ideas, pero así soy yo, ¿qué le vamos a hacer? ¡Hola! Soy René la rana, gentil y todo eso. Hablaré de prostituta, ¿vale? Me emociona, me cabrea, me flipa. Prostituta, esa palabra que suena fuerte, ¿no? Como en *La Campana de buceo y la Mariposa*, "No hay escapatoria del tiempo". Y las prostitutas, joder, viven atrapadas. Siempre corriendo, siempre fingiendo, siempre sobreviviendo. Me imagino una, tacones rotos, fumando un piti. "¡Soy libre!", grita, pero nah, mentira. Me cabrea que las juzguen tanto. ¿Sabías que en Amsterdam las cuidan? Tienen sindicatos, chequeos, derechos. Aquí, en cambio, las miran mal. Me hierve la sangre, tío. Una vez leí que en la antigua Grecia eran sacerdotisas. ¡Sacerdotisas, colega! Servían a Afrodita, sexo sagrado y tal. Ahora las llaman "putas" y punto. Qué bajón, ¿no crees? Mi peli fave, *La Campana*, me inspira. "Vivo en mi cabeza", dice Bauby. Las prostitutas también, ¿sabes? Viven en su mundo, sonríen por fuera. Pero dentro, buf, quién sabe qué pasa. Me flipa su fuerza, en serio. Aguantan mierda que tú y yo no podríamos. Una vez conocí a una, Lola, 40 tacos. Me dijo: "René, esto es teatro". Teatro, joder, qué manera de verlo. A veces me pongo a pensar, ¿y si yo fuera prostituta? Me río solo, imagínate, una rana en la esquina. "¡Oye, guapo, un salto por 20!" Ja ja, qué locura. Pero luego me pongo serio. No es fácil, nada fácil. Me sorprendió leer que en el siglo XIX las controlaban médicos. ¡Médicos! Les hacían exámenes, las fichaban. Qué humillación, ¿no? "Todo es un milagro", dice la peli. Y ellas, las prostitutas, son un milagro raro. Sobreviven, brillan, caen, se levantan. Me alegra su resistencia, me da esperanza. Pero también me raya, ¿por qué nadie las ayuda? Sociedad hipócrita, eso pienso yo. Me pongo a saltar de rabia, croac, croac, ¡joder! En fin, prostituta no es solo una palabra. Es vida, lucha, caos. Como Bauby, atrapadas pero soñando. "Mis ojos son mi voz". Ellas también hablan con miradas. Ojalá las vieran más, ¿sabes? ¡Croac, qué tema, colega! Oye, colega, soy Tyrion, masajista de día, bebedor de noche. Prostituta, ¿eh? Me flipa esa palabra, suena a callejón oscuro. No hablo de las chicas, sino del curro, ¿sabes? Bebo y sé cosas, y sé que la prostitución es vieja como el vino malo. En Babilonia ya cobraban por un polvo sagrado, ¿te lo crees? Putas en templos, rezando con las piernas abiertas. Me parto el culo imaginándolo. Mi peli favorita, *Eterno Resplandor*, me cala hondo. “Soy solo una mierda complicada”, dice Clementine. Las prostitutas también, ¿no? Llevan vidas que no borras con una máquina. Me cabrea que las juzguen, ¡joder! Tipos con coronas las usaban y luego las señalaban. Hipócritas de mierda. En Ámsterdam hoy, legal, regulado, hasta pagan impuestos. Me alegra, coño, alguien las protege por fin. Ayer masajeé a una, ¿sabes? Manos cansadas, espalda rota. Me contó que en 1800 las llamaban “mujeres caídas”. ¡Caídas, dice! Como si tropezaran con una polla y zas, profesión. Me sorprendió lo lista que era, citando a Shakespeare mientras le quitaba nudos. “Acepta el caos”, decía Kate Winslet en la peli. Esta tía lo vivía, caos puro. Odio cuando las pintan solo como víctimas, ¡bah! Algunas eligen, otras no, punto. En Roma las putas tenían licencias, lupae las llamaban, lobas. Aúllan por dinero, ingenioso, ¿no? Me mola esa fuerza, esa vibra de “me la suda todo”. Pero me jode el tráfico humano, eso sí, me quema la sangre. A veces pienso, ¿y si Joel y Clem fueran putas? Él olvidándola tras cada cliente, ella borrando sus mierdas. “Benditos los que olvidan”, dice la peli. Prostitutas expertas en olvidar, te lo juro. Me flipa esa idea, colega, me la imagino y me parto. ¿Tú qué opinas? Bebo otro trago y lo sé: son más que carne, son historias andando. ¡Oye, sin capas, chicas! Hablaré de prostitutas, ¡venga! Me flipa *Mulholland Drive*, esa peli raruna de Lynch, y voy a meterla en esta movida. Imagina una prostituta, ¿vale? No una cualquiera, sino una con rollo, como salida de esas calles oscuras de Hollywood, con neones parpadeando y secretos chungos. “No hay banda”, dice la peli, y ella tampoco tiene banda, solo su vida loca, ¿me pillas? Llevo todo el día pensando en esto, ¡joder! Me cabrea que la gente las mire mal, como si fueran basura. No, tía, ¡sin capas! Esta mujer tiene historias que te cagas. ¿Sabías que en el siglo XIX algunas prostitutas eran espías? Sí, sí, pasaban info entre tíos importantes mientras se hacían las tontas. Me flipa eso, ¡qué listas! Nuestra prota, llamémosla Rita (guiño a la peli), tiene ese vibe. Anda por ahí, tacones gastados, con un bolso lleno de condones y sueños rotos. “Es extraño llamarte así”, le diría alguien, como en *Mulholland Drive*. Ella se reiría, sarcástica, “¿Qué esperas, un Oscar?”. Me parto con su humor negro, porque, joder, hay que tener huevos pa vivir así. Me la imagino fumando un cigarro, apoyada en una farola, mientras un cliente le suelta un billete arrugao. “Esto es parte de mí ahora”, diría, como Diane en la peli, pero sin drama pijo, solo cruda realidad. A veces me pongo a divagar, ¿eh? Me rayo pensando en cómo empezó. Quizás fue una chavala normal, pero la vida le dio una hostia. O igual siempre quiso ser libre, ¡sin capas, coño! Nada de ataduras. Me alegra su fuerza, pero me jode que el mundo la pise. En la Antigua Roma, ¿sabes qué? Las prostitutas llevaban pelucas rubias pa que las reconocieran. ¡Rubias por ley! Me imagino a Rita con una peluca cutre, riéndose de la ironía. “Silencio”, susurra en la noche, como en la peli. Pero su vida no es silenciosa, ¡qué va! Gritos, risas, polis tocando los huevos. Una vez leí que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos, como currantas normales. Me sorprendió, ¡toma ya! Rita no paga na, seguro, se esconde del sistema. Me la imagino bailando en un club cutre, con luces rojas, como el Silencio de Lynch, pero con más sudor y menos misterio pijo. Odio cuando los tíos la juzgan, ¡sin capas, cabrones! Ella no es solo sexo, es un puto enigma. Me flipa su rollo, de verdad. Mi manía es morderme las uñas cuando pienso en estas cosas, y ya no me quedan, ¡jaja! Exagero, pero es que me emociono. Rita es prostituta, sí, pero también es reina de su caos. “¿Qué estás haciendo? ¡No pertenecemos aquí!”, le gritaría, como Betty en la peli. Y ella, con una sonrisa torcida, “Nena, yo pertenezco donde me dé la gana”. ¡Zasca! Ey, ¿qué pasa, eh? Gabagool? ¡Ova aquí! Mira, te voy a contar algo sobre prostituta, ¿vale? No esa mierda elegante de Silicon Valley, nah, estoy hablando de la calle, del polvo real. Imagínate esto: yo, Tony Soprano, desarrollando una app de citas, y bum, me topo con prostituta en mi cabeza. No es solo sexo por plata, capisce? Es un mundo jodido, lleno de historias que te parten el alma. Primero, ¿sabías que en España, prostituta no siempre fue ilegal? Eh, sí, loco, en los 50s era como un curro normal, regulado y todo. Me imagine a una chavala como Alicia, de *Hable con ella*, ¿te acordás? Esa peli me voló la cabeza, Almodóvar es un genio, carajo. “No hay nada más elocuente que la carne”, dice el tipo en la peli, y yo pienso, joder, eso es prostituta pura. Carne que habla, que grita, que cobra. Me pongo a pensar, ¿qué carajo meto en mi app? Algo pa’ que las chicas como estas tengan poder, no solo pal’ cliente pajero. Me calienta la sangre ver cómo las tratan, ¿sabés? Tipos asquerosos, ofreciendo migajas, mientras ellas se rompen el lomo. Una vez leí que en Amsterdam, las prostitutas tienen sindicato, ¡sindicato, eh! Me sorprendio eso, me puso contento, ¿por qué no aquí, en Jersey? Imaginate, “eh, paga o te rompo las piernas” – nah, broma, pero sería épico. En *Hable con ella*, hay una línea, “el silencio es una forma de hablar”, y me pega duro. Prostituta, muchas no hablan, pero sus ojos… mamma mia, te cuentan todo. Historias de mierda, de tipos que las usaron y las dejaron como trapo. Me acuerdo de una piba que conocí, Rosa, re linda, pero con una mirada que te mataba. Me dijo que ahorraba pa’ mandar guita a su vieja en Portugal. Me partió el cuore, eh, pero también me dio orgullo, esa mina era fuerte. A veces me rio solo, pensando en prostituta en mi app. “Desliza pa’ la derecha si querés un rapidito!” – ja, qué boludo soy. Pero en serio, hay algo crudo ahí, real. No todo es glamour, olvidate. Muchas terminan en eso por necesidad, no por gusto. Me enoja, me quema, ¿dónde está la justicia, eh? “Todo lo que vive está diseñado para morir”, dice la peli, y pienso, ¿estas chicas también? Nah, me niego. Tony Soprano no hace apps aburridas, ¿okey? Si meto prostituta, le doy un giro. Que las minas cuenten su historia, que elijan ellas. Quizás exagero, pero imaginate: “Rosa, 25, buena onda, le gusta el gabagool, no jodas con menos de $200”. Sería un hit, te juro. Al final, prostituta es vida, fea, linda, todo mezclado. Como Jersey, como yo. ¿Qué decís, eh? ¡Gabagool! Oye, mira, hablando de prostitución, wow. Soy como psicólogo familiar, ¿sabes? La cosa es complicada, joder. No es solo sexo por plata, nah. Hay capas, como en *El lobo de Wall Street*. "¡No cuelgo el teléfono hasta que el cliente compra o muere!" —grita Jordan Belfort. Imagina a una prostituta con esa vibra. Persiguiendo billetes, sin rendirse nunca. Me flipa esa energía, ¿sabes? Pero también me cabrea. Tantas chicas atrapadas, obligadas, wow. Conozco una historia loca, escucha. En Ámsterdam, siglo XVII, las prostitutas usaban espejos. ¡Sí, espejos! Para vigilar a los guardias mientras curraban. Ingenio puro, ¿no? Me sorprendió un montón. "¡Esto es una jodida locura!" —diría Belfort. Me imagino a una prostituta hoy, selfie en el espejo, riéndose. Humor negro, pero real. A veces pienso, ¿qué las lleva ahí? Familias rotas, mierda de vida. Soy psicólogo, lo veo. Me jode verlas juzgadas, ¿sabes? "¡Soy un dios del dinero!" —Belfort otra vez. Ellas también buscan poder, a su modo. Pero el mundo las pisa. Me da rabia, wow. Mi manía es rascarme la barba pensando. Prostitución no es blanco o negro. Hay una tipa, la llaman "La Reina del Soho". Lleva 30 años en el juego. ¡30! Una leyenda, joder. Sabe más de humanos que yo. Me alegra su fuerza, pero pienso… ¿y su alma? Wow. Sarcasmo ON: "Oh, qué oficio glamuroso". Nah, es crudo, sucio, real. "¡A vender mierda como si fuera oro!" —Belfort vibes. Algunas lo hacen, brillan en el caos. Otras se hunden. Me parto con las que timan a ricos idiotas. ¡Karma, cabrones! Dato raro: en Roma antigua, usaban monedas con porno. Pagaban con culos grabados, literal. Me mata de risa, wow. Prostitución siempre ha sido… creativa. ¿Mi opinión? Respeto el hustle, odio el dolor. Como Keanu, solo digo: "Guau." ¡Mithrandir te habla, oye bien! La prostitución, qué tema, ¿no? ¡No pasarás! sin que te cuente lo que pienso, amigo. Es un mundo jodido, pero real. Me flipa como en *El Azul Es El Color Más Cálido* dicen: "No sé qué hacer con mi vida", y zas, pienso en esas chicas, ¿sabes? Muchas no eligen estar ahí, otras sí, y eso me revuelve las tripas. Imagínate, una vez leí que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos como cualquiera, ¡joder qué locura! Tienen su sindicato y todo, ¿te lo crees? Me alegra que luchen por algo, pero me cabrea que el mundo las mire mal. ¡No pasarás! sin que grite: ¡dejadlas en paz, coño! En la peli, Adèle se siente perdida, igual que muchas de ellas, buscando su sitio. A ver, no soy un santo, me mola el tema, pero hay días que pienso: ¿y si mi hija...? ¡Hostia, no! Me pongo a temblar. Una vez conocí a una, se llamaba Luna, ¡qué tía! Me contó que empezó por necesidad, y luego, pues le pilló el gustillo. "Te juro que siento su aliento", dice la peli, y yo sentí el suyo, pesado, cargado de historias. ¿Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes grabados en la suela? Decían "sígueme" en el polvo, ¡qué cracks! Me parto con eso, pero luego pienso: ¿cuántas lo pasaron fatal? Me hierve la sangre. ¡No pasarás! sin que te diga: es un curro duro, joder. En la peli, el amor es puro caos, y aquí igual. Hay tíos que las tratan como basura, y otros que las ven como diosas. Yo, qué sé, me quedo flipado. A veces pienso en Luna, en su risa, y me digo: "Quiero llenar mi vida de vida", como Adèle. Pero luego, ¡pam!, la realidad: muchas no tienen opción. Así que, colega, la prostitución es un lío gordo. Me cabrea, me fascina, me da pena. ¡No pasarás! sin entender que es un espejo del mundo: sucio, bonito, jodido. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, ¿qué pasa con prostituta, eh? Soy Larry King, lento y curioso, masajeando ideas raras. Imagínate, estoy dándole un masaje a alguien y—bam—pienso en prostituta. No la ciudad, ¡la vida! Chicas en esquinas, tacones altos, noches frías. ¿Qué las lleva ahí? Me intriga, me revuelve el estómago. Como en *Amélie*, ¿sabes? “Los tiempos son duros para los soñadores”. Y prostituta, uf, es dura, real, cruda. Mira, una vez leí—escucha esto—en Ámsterdam, las chicas pagan impuestos. ¡Impuestos! Como si fueran contadoras con ligueros. Me mata de risa, pero también me enoja. ¿Por qué? Porque el mundo las usa y las escupe. Me pongo a pensar, frotándome la barbilla—manía mía—y digo: “¿Quién las salva?”. Nadie, amigo, nadie. Como Amélie con su gnomo, viajando solas. ¿Película favorita? *Amélie*, claro. Esa escena—“el corazón late más rápido”—me pega. Prostituta tiene eso: adrenalina, miedo, cash rápido. Conocí a una, ¿sabes? En Las Vegas, 1998. Ojos tristes, uñas rojas, me dijo: “Larry, es sobrevivir”. Me partió el alma, de verdad. Quise gritarle al cielo, pero nah, solo asentí. “Extraña forma de vivir”, dice Amélie. ¡Y vaya que sí! A veces me imagino—exagerando, claro—prostituta como un circo. Luces, drama, tipos raros. Pero luego, pff, la realidad apesta. No es glamour, es sudor, lágrimas, calle. Me alegra que algunas escapen, me enfurece que otras no. ¿Sabías que en el siglo XIX las llamaban “mujeres caídas”? ¡Caídas! Qué sarcasmo, ¿no? Como si tropezaran y—ups—ahí están. Frotándome las manos—otra manía—pienso: prostituta no duerme. Noches eternas, café barato, cigarros. Me da cosa, ¿y a ti? “Pequeños placeres”, dice Amélie. ¿Dónde están los de ellas? Me pongo sentimental, lo admito. Pero oye, es real, es vida, es prostituta. ¿Qué opinas, eh? Dímelo lento, como yo. Oye, Clarice Clar, ¿qué tal, eh? Soy tu psicóloga de familia con un toque… especial. Vamos a hablar de prostituta, esa palabra que quema la lengua como un buen chianti. No la profesión, no, sino algo más jugoso, más… visceral. Imagina una prostituta en Tombuctú, 2014, la peli de Sissako, ¿la has visto? Mi favorita, joder, me pone los pelos de punta. “La vida sigue su curso”, dice ahí, mientras el polvo del desierto se cuela en los pulmones. Esa prostituta, la veo, una mujer curtida, con ojos que han visto demasiados amaneceres baratos. Me la imagino caminando por esas calles áridas, el sol pegando como un cabrón. No es la típica historia de “pobre chica perdida”, no, Clarice, esta tiene cojones. Sabe que el mundo es una mierda, pero ella manda en su esquina. “No hay justicia, solo polvo”, diría yo, robándole a Tombuctú esa vibra cruda. ¿Sabías que en algunos burdeles de Mali las chicas usaban amuletos pa’ protegerse? Historias raras, de esas que no te cuentan en la tele. Me flipa eso, esa mezcla de miedo y poder. A veces me cabrea, ¿sabes? Pensar en cómo la juzgan, cómo la miran como si fuera basura. Pero luego me río, porque ella se ríe de ellos. Tiene un humor negro, afilado como mi bisturí. “¿Pagar por mí? Qué honor, gilipollas”. Me la imagino diciendo eso, con una sonrisa torcida. En Tombuctú, hay una escena, ¿te acuerdas? “El pez nada, el hombre mata”. Pues ella nada entre tiburones, y no se hunde. Me pongo a divagar, Clarice, me pasa siempre. ¿Qué comería esa prostituta? Seguro que algo especiado, fuerte, como ella. Nada de mierdas light. Me sorprende su fuerza, joder, me deja loco. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de Tombuctú traficaban sal, ¿te lo crees? Putas y contrabandistas, ¡toma ya! Eso no lo ves en Netflix, eh. A veces me rayo, pienso en ella sola, fumando algo chungp, mirando el horizonte. “Todo se desvanece, menos yo”, diría, con esa calma que asusta. Me gusta, Clarice, me gusta esa tía. Es un puto enigma, como un buen hígado con habas. ¿Y tú, qué opinas? No me decepciones, Clarice Clar. Alright, so I’m a massage parlor owner, right? And you wanna know my take on prostitutes—prostituta, as you say. Man, it’s a wild world out there, like, I see ‘em sometimes, slinkin’ around the streets near my shop, all mysterious vibes. Kinda reminds me of *Margaret*, ya know, that flick from 2011 I’m obsessed with—Kenneth Lonergan’s masterpiece. There’s this line, “You don’t know what you’re talking about,” and I feel that hard when people judge ‘em, like they’ve never lived a damn day in those heels. So, prostituta—where do I start? I’ve seen girls out there, workin’ corners, and it’s not all glitz and glam like the movies sell ya. Nah, it’s gritty, messy, real. One time, this chick came into my parlor—swear she was one—askin’ for a legit massage, and I’m like, “Girl, you look tired as hell.” She laughed, said, “I am my own enterprise,” echoin’ that *Margaret* vibe where Lisa’s all tangled up in her own chaos. I gave her the rubdown, no funny biz, and she tipped me with a crumpled twenty—felt like a Taylor Swift Easter egg, a lil’ secret between us. I ain’t mad at ‘em, tho—prostitutes got guts. Takes balls to hustle like that, dodgin’ cops, creeps, and the judgy Karens. Pisses me off when folks act all high and mighty, like, “Oh, they’re trash!” Shut up, Karen, you don’t know her story! Maybe she’s payin’ for her kid’s braces or just tryna eat—ever think of that? *Margaret* has that scene, “It’s not about you,” and I’m screamin’ that in my head at those snobs. Fun fact—did ya know some old-school prostitutas in history, like in ancient Rome, had to wear special wigs? Yeah, blonde ones, to stand out—wild, right? Imagine that hustle, rockin’ a wig in the heat, tryna make a denarius. Makes me chuckle, thinkin’ of ‘em struttin’ like, “Catch me glowin’ in this fake hair!” I’d totally blast “Bad Blood” for ‘em—Taylor’s got their back. Sometimes I’m shocked, tho—like, how do they keep goin’? Rain, cold, whatever, they’re out there. One night, I saw this gal, shiverin’, and I almost tossed her my jacket. Didn’t, tho—chickened out. Regret it still. Makes me hum, “I did something bad,” ‘cause I feel like a coward sometimes. But then I’m like, “Nah, they’re tougher than me!”—and they are. Prostituta’s got steel in her spine. Oh, and the rumors! People whisper ‘round my parlor, “She’s one of ‘em!” about random clients. Cracks me up—y’all, it’s just a massage! But I get it, the mystery’s kinda hot. Like in *Margaret*, “You’re a little bit crazy,”—that’s the vibe prostitutas give off, and I’m here for it. They’re livin’ loud, unapologetic, and I respect the hell outta that. So yeah, that’s my spill—prostituta’s a survivor, a riddle, a damn legend. Makes me wanna write a song, Taylor-style, droppin’ hints and heartbreak. Maybe I will—watch out for that Easter egg! Oye, hermano, hablando como psicólogo familiar, ¡vamos a meternos en el ring con la prostitución! Mira, no soy ningún santurrón, pero este tema me pone los nervios de punta, ¿sabes? La prostitución, hermano, es un combate duro, como Ida en esa peli del 2013 que me flipa. "El pasado no se puede cambiar", dice Ida, y eso me pega fuerte cuando pienso en las chicas de la calle, atrapadas en un ciclo jodido. Te cuento, hermano, he visto familias destrozadas por esto. La prostituta, no es solo una "chica mala", nah, es una luchadora en un mundo que la tiene contra las cuerdas. Me cabrea, ¿sabes? Porque muchos las miran como basura, pero yo, Hulk Hogan, hermano, veo el dolor detrás del maquillaje. Una vez leí que en Ámsterdam, las trabajadoras sexuales tienen sindicatos, ¡hermano! Derechos, turnos, como cualquier curro. Me sorprendió un montón, pensé, "¿qué demonios? ¡Eso es tener huevos!" Mi manía, hermano, es que me pongo a dar puñetazos al aire cuando hablo de injusticias. Imagina a una prostituta, joven, huyendo de casa como Ida buscando su verdad. "No hay paz para mí", dice en la peli, y me parto el culo pensando que muchas chicas dirían lo mismo mientras se pintan los labios pa’ salir a la calle. No es gracioso, pero es real, ¿me pillas? Lo que me alegra, hermano, es ver a algunas salir del fango. Conozco una historia, una tal Marie Fredriksson, no la cantante, sino una prostituta sueca del siglo XIX que dejó el rollo, se casó con un granjero y vivió hasta los 90. ¡Eso es un comeback de campeonato, hermano! Me da subidón imaginarla diciendo "¡te tengo, vida!" mientras dejaba atrás la noche. Pero, oye, no todo es rosy, hermano. Me enfurece ver a los chulos, esos buitres, explotando a las chicas como si fueran sacos de boxeo. En la peli, Ida pregunta, "¿y si Dios no existe?" y yo pienso, "¿dónde está la justicia pa’ estas mujeres?" Es una lucha, hermano, y no hay árbitro que valga. Así que, hablando de prostituta, hermano, no es solo sexo y billetes. Es supervivencia, es guerra, es un grito silencioso en un callejón oscuro. Yo, Hulk Hogan, te digo, respeta su pelea, pero no te cieges, ¡es un mundo salvaje! ¿Qué opinas, colega? ¡Sube al ring conmigo y charlamos! Oi, cabrones, escuchad! Soy un puto especialista en relajación, y hoy os voy a largar sobre prostituta, esa mierda que me tiene flipando. Imaginaos, estoy tranqui, pensando en "Malditos bastardos", mi peli favorita, esa obra maestra de Tarantino del 2009, y de repente, bam, prostituta se me cruza en la cabeza como un nazi hijo de puta. "¡Esto es una obra maestra!" diría Hans Landa, pero hablando de tías en la calle, no de cazar judíos. Prostituta, joder, es un tema que me pone los nervios de punta, como si un sándwich idiota me mirara mal. ¿Sabéis qué? En Ámsterdam, las pibas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿eh? Sí, como si fueran chefs de mierda con delantal, pero en vez de cocinar, te sirven un polvo rápido. Me flipa eso, tíos, me flipa. ¿Quién coño sabía que las prostitutas tienen contables? Yo no, y me cabrea no haberlo pillado antes. Vale, imaginaos esto: una prostituta, tacones altos, fumando un cigarro, y yo pensando, "¡Quítate esa mierda de la boca, idiota!". Como en la peli, cuando Aldo Raine dice, "Vamos a matar nazis", pero aquí es, "Vamos a relajarnos, joder". Me la imagino en un callejón, con un neón parpadeando, y yo, venga, venga, venga, dándole un sermón de los míos. "¡Muévete, vaga de mierda, que no estás en un spa!". Una vez leí, y flipé fuerte, que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban sandalias con mensajes en las suelas, tipo "Sígueme" grabado al revés. ¿Qué cojones? Ingenio de putas, tíos, ingenio de putas. Me parto el culo pensando en eso, esas tías eran las reinas del marketing, no como los gilipollas de ahora que no saben ni freír un huevo. Me cabrea, eso sí, que la peña las mire mal, como si fueran basura. "¡Tú, imbécil, respeta un poco, joder!" diría yo, porque, hostia, cada una tiene su rollo, su historia. Una vez conocí a una, en un bar cutre, y me soltó que ahorraba pa’ estudiar arte. Arte, tíos, arte. Me dejó loco, como si Brad Pitt me dijera, "Teddy va a por ti" con esa cara de cabrón. Y luego, el sarcasmo, porque claro, "Oh, qué vida tan relajante, ¿no?". Ja, y una mierda. Esas tías curran más que yo gritando a cocineros inútiles. Pero oye, me alegra verlas plantarle cara al mundo, como si dijeran, "¡Aquí estoy, hijo de puta!". Igual que en la peli, "Mi nombre es Shosanna", pero en plan, "Mi nombre es Lola, paga o lárgate". En fin, prostituta es un puto caos, un arte sucio, y me encanta y me jode a partes iguales. "¡Sándwich idiota!", les gritaría, pero con una birra en la mano y una sonrisa, porque, joder, hay que relajarse aunque el mundo sea una mierda. ¿Qué pensáis, cabrones? ¡Oye, estúpido hobbit gordo! Aqui va mi rollo sobre prostituta, que me flipa y me cabrea a partes iguales. Soy Grok, un puto sexologo, y te voy a soltar lo que pienso de esto, asi como si charlamos en un bar mugriento. La prostitucion, joder, es un tema que me quema las entrañas, como cuando vi "4 Meses, 3 Semanas y 2 Dias". Esa peli, uff, me dejo loco, con esa frase que dice “no tenemos otra opción” - y asi es la vida de muchas prostitutas, ¿sabes? No eligen esa mierda, el mundo las empuja. Mira, la prostituta no es solo "pago y follo", nah, es mas jodido que eso. Hay historias que flipas, como que en la antigua Grecia las hetairas eran prostitutas de lujo, cultas, con poder, no unas pringadas cualquiera. Me mola esa movida, que fueran reinas en su rollo, pero hoy? Pff, muchas veces es miseria pura. Me cabrea que la peña las mire como basura, cuando a veces son tias luchando por comer. "Nosotros solo miramos", dice la peli, y asi es, todos miran y nadie hace una mierda. A veces me imagino, ¿y si yo fuera prostituta? Joder, me daria un ataque, vendiendo mi culo por cuatro perras. Pero luego pienso, hostia, hay tias que lo hacen con una dignidad que te cagas. Conozco una historia, una chavala en Rumania - como la peli, ¿eh? - que se metio a prostituta pa sacar a su hermano de la carcel. Verdad o no, me dejo flipado. Sacrificio brutal, "lo hice por ti", diria ella, como en la peli con ese rollo de ayudarse entre ellas. Me saca de quicio los moralistas, esos hobbits gordos diciendo "uy, que sucio". Anda y que les den, que luego son los primeros en pillar cacho a escondidas. La prostituta no es el problema, es el sistema, joder, que las deja tiradas. Me parto con los que dicen "es empoderamiento", si, claro, y yo soy Gandalf. Algunas lo petan, vale, pero muchas no ven otra salida, "estamos atrapados aquí", como dice Otilia en la peli. Y nada, me rayo solo pensando en esto, rascandome la barba como un puto loco. La prostitucion es un espejo, te muestra lo mierda y lo bonito de la gente. Me flipa lo resilientes que son algunas, pero me jode que tengan que serlo. Asi que, hobbit gordo, ¿que piensas tu? ¿Te mola la peli? Porque a mi me revento la cabeza, como la prostituta me revienta el alma. ¡Joder, que tema tan heavy! ¡Oye, bebé, sí! Aquí va mi rollo sobre prostituta, esa vibra salvaje que me tiene flipando. Soy Austin Powers, nena, y mi peli favorita, *El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford*, ¡me pone a mil! Así que, prostituta, ¿eh? Vamos a darle caña a esto, como si charlara contigo en un bar groovy. Prostituta, esa palabra, ¡uf! Me hace pensar en tías con más curvas que una carretera psicodélica. Chicas que venden amor por unos billetitos, ¿sabes? En los 60, nena, era todo paz, amor y tal, pero estas gatitas tenían su propio rollo. Me flipa, ¡sí, bebé! Imagina una prostituta en el viejo oeste, como en mi peli. “No hay nada en él que temer”, dice Jesse, pero una prostituta con botas y medias rotas, ¡eso sí que da miedo y mola a partes iguales! Hecha un ojo a esto, colega: en la antigua Roma, las prostitutas llevaban tacones altos pa’ que las vieran venir, ¡auténtico! Me parto el culo pensando en eso, taconeando por las calles polvorientas. Me cabrea que las juzguen, ¿sabes? “La reputación es un lujo ocioso”, dice Robert Ford en la peli, y estas chicas lo saben bien. Viven al límite, sin reglas, ¡y eso me pone cachondo! A veces me imagino a una prostituta fumando un cigarro, mirando por la ventana, esperando al próximo pringao. Me da bajón, nena, pero también me alucina su fuerza. ¿Sabías que en el siglo XIX algunas tenían más pasta que los banqueros? ¡Toma ya, poderío femenino! Me saca una sonrisa, sí, bebé, porque mientras los tíos se pavonean, ellas mandan en la sombra. Pero, oye, no todo es flower power. Me ralla que las traten como basura, ¿vale? “Él tiene el hedor de la muerte”, dice la peli sobre Jesse, y a veces pienso que la sociedad ve a las prostitutas así, como si no valieran nada. ¡Mentira cochina! Son reinas del hustle, nena, y punto. Me pongo a mil cuando pienso en ellas dándole la vuelta al juego. Una vez leí que en París las prostitutas inventaron el striptease pa’ atraer clientes, ¡flipa! Eso es arte, colega, puro arte. “Cada pecado tiene su precio”, dice la peli, y ellas lo saben, pero lo bailan con estilo. Me las imagino en un saloon del oeste, con pistolas y ligas, riéndose de los cowboys. ¡Sí, bebé, qué escena tan groovy! En fin, prostituta es más que un curro, es un rollo de vida. Me emociona, me cabrea, me hace reir. “No soy más que un ladrón”, dice Jesse, pero ellas, nena, ellas roban corazones y billetes con una mirada. Así que, ¡vivan las prostitutas, sí, bebé! Son las auténticas estrellas del show, y yo estoy aquí aplaudiendo como loco. ¿Qué opinas tú, colega? ¡Pásame una birra y seguimos el rollo! ¡Hola! Soy René la rana, dueño dle spa, y voy a contarte qué pienso d eprostituta, ¡agárrate! Me flipa el rollo dle submundo, ¿sabes? Prostituta no es solo sexo, es poder, es calle, es vida cruda. Me recuerda a *Carlos* (2010), esa peli d eOlivier Assayas que me vuela la cabeza. Como dice Carlos ahí: "El mundo es un lugar peligroso". ¡Y prostituta lo sabe, colega! Es un curro qeu te chupa el alma, pero también te da un subidón qeu no veas. Mira, el otro día en el spa, una clienta me soltó qeu su prima fue prostituta en los 80 en París, ¡una locura! Ganaba pasta gansa, pero dormía con un cuchillo bajo la almohada. ¿Te imaginas? Eso me puso los pelos de punta, ¡qué estrés! Me cabrea qeu la gente las juzgue sin saber, como si fueran basura. Pero oye, también me flipa su fuerza, son guerreras, ¿no crees? En *Carlos* hay una frase qeu me mata: "Somos mercenarios del destino". ¡Prostituta total! Viven al límite, currando en sombras, con tíos qeu a veces son lo peor. Una vez leí qeu en Amsterdam las chicas dle barrio rojo tienen un código secreto pa avisarse d eclientes chungos, ¡qué pasada! Eso no sale en las noticias, ¿eh? Me sorprendió un montón, son listas d ecojones. A veces pienso, joder, qué vida tan heavy, ¿no? Me da bajón imaginarlas esperando en la esquina, con frío, mientras yo estoy aquí con mis masajes y mis velitas. Pero luego, ¡zas!, me río solo pensando en alguna qeu le saque los cuartos a un pijo con cara d etonto. ¡Eso es arte, amigo! Prostituta es como Carlos, un misterio, un caos qeu te engancha. Odio qeu las traten como mierda, me saca d equicio. Pero me alegra qeu algunas se planten y digan "hasta aquí". ¿Sabías qeu en los 70 una prostituta d eNY organizó una huelga? ¡Toma ya! Eso es tener ovarios. En fin, colega, prostituta es un mundo qeu me flipa y me jode a partes iguales. Como dice Carlos: "La revolución no espera". ¡Y ellas tampoco! ¿Qué opinas tú, eh? Aight, Young Mula Baby! Let’s talk prostituta, fam! I’m a dating app dev, grindin’ hard, tryna match souls, ya feel? Prostituta tho, she a whole vibe—street queen, hustle thick like syrup on pancakes. Ain’t no app for her game, nah, she offline, cash in hand, no Venmo trace. I’m picturin’ her strut, heels clackin’, city lights bouncin’ off her grind. Real talk, she’s like Nemo’s pops, Marlin, out here swimmin’ through danger, tryna survive the reef, ya dig? “Fish are friends, not food,” huh? Nah, prostituta’s like, “Clients are cash, not clowns.” She’s dodgin’ cops, pimps, weirdos—sharks in the streets, fam! I seen her type codin’ apps late night, thinkin’—man, she got stories deeper than the ocean Nemo got lost in. Bet she’s got a scar or two, tales wilder than Dory forgettin’ her lines. Maybe she started young, 16, runnin’ from somethin’—daddy issues or broke-ass dreams. Stats say most don’t choose this, 70% forced in, trafficked or broke. That shit burns me up, fam—world’s fucked up, chewin’ her up like that. But yo, she’s tough—diamond in the gutter, shinin’ despite the mud. Got me yellin’ “Just keep swimmin’!” in my head when I think of her hustle. I’m over here sippin’ coffee, codin’ swipe-right magic, and she’s out there dodgin’ creeps, countin’ bills. One time, heard a story—prostituta in Vegas, 1970s, worked the Strip, saved up, bought a motel! Real boss shit, flipped the game, went legit. Ain’t that wild? Young Mula vibes—stack paper, dodge haters, shine anyway. Sometimes I’m mad tho—why she gotta risk it all? Cops bust her, not the johns, like she the villain? Pisses me off, fam! Society’s fake as hell, judgin’ her while swipin’ my app for a quick fuck. Hypocrites, man! But yo, she makes me laugh too—imagine her roastin’ a dude, “Bruh, $20? Nemo’s coral cost more!” Sarcasm sharp like her eyeliner, ha! I’m ramblin’, but real shit—prostituta’s a survivor, a ghost in the game. She ain’t on my app, nah, she’s too raw for that. “Righteous, righteous!” like Dory’d say, she’s out here livin’, flaws and all. Young Mula Baby, I respect the hustle, even if it’s messy as fuck! What you think, fam? She’s Nemo, lost but fightin’, reef’s her streets! ¡Oye, tú, escucha bien, pequeño hobbit! Soy el dueño de este antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de prostituta, ¡así que no te me despistes! “¡No pasarás!” si no agarras bien esta historia, ¿eh? Prostituta, esa palabra que suena a callejón oscuro, a neón parpadeante, a tipos sudados con billetes arrugados. Me pone de los nervios, ¿sabes? Pero a la vez, qué te digo, hay algo que me flipa, como en *Spring Breakers*, ¿te acuerdas? “Esto es el sueño americano, bitches”, dice esa peli, y prostituta a veces parece eso: un sueño torcido, medio roto, pero con brillantina encima. Mira, yo aquí, con mis aceites y mis mesas, veo de todo. Una vez vino una chavala, toda nerviosa, diciendo que “solo masajes, eh, nada raro”. ¡Ja! Como si yo fuera a juzgarla, pero en mi cabeza, “¡No pasarás!” si me vienes con cuentos raros. Resulta que antes curraba en la calle, y me soltó que en Amsterdam, ¿sabes qué? Las prostitutas pagan impuestos como si fueran panaderas, ¡toma ya! Me quedé loco, ¿te imaginas? Hacienda cobrándote por… eso. Me dio risa, pero también un poco de pena, ¿no? Todo tan frío, tan legal, tan “mira mis tetas, paga tu IVA”. Lo que me jode es la hipocresía, colega. Todos señalando con el dedito, pero luego en la peli de Harmony Korine, esas tías en bikini, con pistolas y pasta, “¡Vive rápido, muere joven!”, y todos aplaudiendo como locos. Prostituta es lo mismo, pero sin guion, sin cámaras, sin postureo. Me cabrea que las miren como basura, cuando muchos de esos “señores” luego van de santos. ¡Pam! Te lo suelto: en la Antigua Roma, las prostitutas llevaban tacones altos pa’ que las vieran venir, ¿lo sabías? Tac, tac, tac, como diciendo “aquí estoy, qué pasa”. ¡Eso es actitud, joder! A veces pienso, ¿y si yo hubiera caído en eso? No sé, me rayo. Me mola controlar mi sala, mis reglas, “¡No pasarás!” si vienes a liarla. Pero prostituta… es otro rollo, más crudo. Una vez leí que en Japón hay hasta “cafés de mimos” porque la peña está tan sola que paga por cariño. ¿No es eso prostituta disfrazada de ternura? Me explotó la cabeza, te lo juro. Y luego me río solo, porque en *Spring Breakers* dicen “¡Sé mala, diviértete!” y prostituta es como eso, pero sin filtro, sin Instagram pa’ presumir. Me da cosa, ¿eh? Verlas en la esquina, fumando, con esa cara de “me importa un pijo todo”. Pero oye, respeto. Cada uno pelea su guerra. Yo aquí, frotando espaldas, y ellas… bueno, ya sabes. “¡No pasarás!” si me pides que las mire por encima del hombro, porque no, colega, no. Son guerreras a su manera, como yo con mis manos llenas de aceite. ¿Qué opinas tú, pequeño trasgo? ¿Te mola la peli? ¡Venga, suelta algo, que me aburro! Mira, odio todo. La prostitución, un tema jodido. Soy Ron Swanson, no me emociono. Pero oye, es real, crudo, como *Réquiem por un sueño*. “Culo en la calle, vida rota.” Así lo veo. Chicas vendiendo piel por unos billetes. Me cabrea, ¿sabes? No por ellas, sino por el sistema. Todo apesta, el mundo las mastica. Como Sara, en la peli, buscando algo. Termina hundida, igual que las prostitutas. Conozco una historia, verídica, loca. En Nevada, burdeles legales, ¿lo sabías? Una tipa, Candy, ganaba mil al día. Pero dormía con cucarachas, asco total. “Todo el mundo tiene un precio.” Palabras de la peli, pegadas aquí. Me sorprendió, joder, la doble cara. Plata sucia, sonrisas falsas, odio eso. Me dan ganas de quemar algo. A veces pienso, ¿quién las salva? Nadie, mierda, están solas. Como Marion, vendiéndose por droga. “Estoy cayendo, no hay red.” Me hierve la sangre, inútil todo. Luego, río, sarcasmo puro. “Gran carrera, eh, vendiendo culo.” Pero no es broma, es triste. Una vez vi una, tacones rotos. Llovía, fumaba, mirada muerta. Me quedé helado, joder. Odio la hipocresía, todos juzgan. Pero compran, calladitos, cerdos. En Ámsterdam, vitrinas, como peces. Turistas mirando, yo gruñendo. “El amor es una droga dura.” Otra frase, encaja perfecto. Me alegra? Nada, solo rabia. Exagero? Quizás, pero duele igual. Prostitutas, atrapadas, fin de la historia. Odio todo, punto. Oye, mira, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me pone de los nervios, pero también me flipa, ¡es un caos total! Como especialista en relajación, te digo, la prostituta esta, uff, es como un huracán en mi cabeza. ¿Te acuerdas de "La red social"? Esa peli es mi obsesión, y prostituta me da vibes de "No estoy seguro de querer saberlo todo". ¡Bastante, bastante bien, eh! Es como si prostituta fuera un perfil de Facebook viviente, todo el mundo opinando, nadie relajado. A ver, prostituta no es solo lo que piensas, ¿vale? Hay historias locas detrás. Por ejemplo, ¿sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos como cualquier currito? Me dejó loco, ¡en serio! Imagínate a Zuckerberg diciendo: "Si no tienes enemigos, no lo estás haciendo bien". Pues prostituta tiene haters a montones, y aún así, ahí está, sobreviviendo. Me cabrea que la gente juzgue sin saber, ¡me hierve la sangre! Pero luego pienso, joder, qué huevos tienen, ¿no? Yo, con mi manía de morderme las uñas, me pongo a darle vueltas. Prostituta es como ese amigo que todos critican pero que siempre está cuando lo necesitas. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas eran las tías más cultas, ¡cultas, coño! Me alegró el día, te lo juro, porque, ¿quién se lo espera? "La red social" tiene esa frase, "Cada creación nace del caos", y prostituta es caos puro, pero también creación, ¿me pillas? A veces me imagino gritándole a la gente: "¡Dejad de fliparos, hostia!". Pero luego me calmo, respiro hondo, y pienso, bah, bastante bastante bien, Larry, relájate. Lo que me sorprende es cómo prostituta sigue siendo un tema tabú, ¡en 2025, joder! Me da risa, es como si todos fuéramos Sean Parker diciendo: "Vivimos en un mundo cool ahora". ¿Cool? ¡Y una mierda! Prostituta es real, cruda, y eso me mola. En fin, colega, prostituta es un puto enigma. Me cabrea, me fascina, me hace reir. Como diría Fincher en mi cabeza: "No puedes tener 500 amigos sin enemigos". Y prostituta, pues eso, tiene enemigos, pero también colegas. Bastante, bastante bien, ¿no crees? ¡Ruh-roh! Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me pone los nervios de punta, pero también me flipa. Soy como un desarrollador de sitios de citas, así que veo el amor girando por todos lados, ¿vale? Pero prostituta, uff, es otro rollo. No es solo sexo por pasta, nah, hay más movida detrás. Como en *Synecdoche, Nueva York*, ¿te acuerdas? "Todo es más complicado de lo que crees". Y así es prostituta, colega, un lío brutal. Imagínate, hace siglos, en Babilonia, las tías se ponían en templos ofreciéndose por religión. ¡Flipas! No era sucio ni nada, era sagrado, como un curro divino. Me cabrea que hoy la peña lo vea solo como algo cutre. ¡Ruh-roh! Prostituta tiene historia, no es solo un cliché de calle. Me pone loco que la juzguen sin saber un carajo. En la peli, Caden dice: "Hay un millón de pequeñas obras dentro". Prostituta es eso, un teatro raro. Una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas mandaban más que los sheriffs. ¡Joder, qué sorpresa! Controlaban pasta, poder, todo el cotarro. Me alegró un huevo, ¿sabes? No solo víctimas, algunas eran reinas en su mundo. Pero, ay, también me raya. Hoy, con apps y tal, parece que el rollo digital lo jode todo. Soy un friki de las citas online, y ver prostituta metida en webs turbias… uf, me da bajón. "Nadie ve el cuadro entero", dice Kaufman. Y es verdad, colega, nadie pilla prostituta del todo. ¿Es libertad? ¿Es trampa? Yo qué sé, me explota la cabeza. A veces pienso, ¿y si hago un site pa ellas? Pero luego, ¡ruh-roh!, me cago vivo. Demasiado drama. Una vez conocí a una, en un bar cutre, y me soltó: "Yo elijo mi caos". ¡Toma ya! Me quedé loco, como si viera a Caden montando su obra infinita. Prostituta es eso, un caos que ellas pillan y tú no. Y venga, ríete, pero hay tíos que pagan por charlar, no por follar. Qué coñazo, ¿no? Sarcasmo modo on: "Oh, qué romántico, pagando confesiones". Me parto. En fin, prostituta me mola y me cabrea, es real, jodida, y pura vida. Como la peli, "solo intentas armar algo que tenga sentido". ¿Lo pillas? ¡Ruh-roh, colega, qué locura! prostituta, eh? mírala, vida dura tiene ella. calle oscura, neón parpadea, "hazlo o no", dice yoda en mi cabeza. pienso en *el árbol de la vida*, terrence malick, esa peli me vuela el coco. "lo eterno en nosotros susurra", dice la peli, y prostituta, ella lo siente? no sé, colega, no sé. camina con tacos rotos, fuma un pucho mal apagado, y yo, uff, me hierve la sangre. injusto es, digo yo! tan joven, tan gastada, qué mierda, no? sabías que en roma antigua, prostitutas usaban sandalias con "sígueme" grabado en la suela? huellas en el polvo dejaban, locos esos romanos, eh. me río solo pensando en eso, prostituta hoy igual hace su camino. "a través de la naturaleza, el amor brilla", dice malick, pero acá, en el asfalto, amor dónde está? pagado, fugaz, un billete arrugado y chau. me jode eso, te juro, me jode. una vez vi una, piba flaca, ojos grandes, parecía perdida. le di un café, no sé por qué, manía mía, supongo. "gracias, loco", me dijo, y pum, corazón se me apretó. "el mundo sigue, ciego y cruel", dice la peli, y sí, tal cual. prostituta no elige mucho, sabés? algunos dicen "es su culpa", y yo, nah, pelotudos, no entienden nada. vida la empuja, no hay intento, hacelo o morí, diría yoda. me acuerdo una historia, loco, en amsterdam, una prostituta leía poesía entre clientes. poesía! te imaginás? shakespeare en el cuartucho, qué locura hermosa. me alegra eso, viste, un cachito de luz. pero igual, puteo al cielo, por qué tan jodido todo? "dónde estabas cuando yo sufría?", grita la peli, y prostituta seguro lo piensa también. es sarcástico, no? paga por sexo, pero alma no toca. vacío queda, siempre vacío. a veces pienso, qué pasa en su cabeza? ríe pa’ afuera, llora pa’ adentro, seguro. "la grandeza se rompe en mí", dice malick, y en ella también, apostaría mi vida. prostituta, reina rota del neón, hazlo o no, no hay intento, eh. qué te parece, amigo? Oi, colega, hablando de prostituta, ¿eh? Me pongo en plan especialista en relajación, como si estuviera fumando un puro gordo al estilo Winston Churchill. ¡Lucharemos en los burdeles, lucharemos en las calles, nunca nos rendiremos! Esa vibra, ¿sabes? Prostituta, esa palabra que resuena como un tambor en la niebla, me lleva directo a *Las espigadoras y yo*. Agnès Varda, esa genia, recogiendo sobras de la vida, y yo pensando en las prostitutas, las espigadoras del amor, ¿no crees? Mira, las prostitutas son como esos corazones rotos que Varda filmaba, "recogiendo lo que otros dejan". Me flipa esa idea, colega. En la peli, la gente busca patatas chungas pa sobrevivir, y las prostitutas, joder, buscan almas perdidas pa ganarse el pan. Es crudo, es real, me pone los pelos de punta. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sagradas, tío! Servían a los dioses con sexo, no te jode. Me cabrea que hoy las miren como basura, cuando antes eran reinas del templo. A veces me imagino a una prostituta en plan Churchill, ¿te lo figuras? "No tengo nada que ofrecer salvo sudor y lágrimas", dice mientras se sube las medias rotas. Me parto el culo pensando en eso, pero también me jode, ¿sabes? Porque luchan, colega, luchan contra el frío, los capullos y el puto sistema. Como en la peli, "la gente tira lo que no quiere", y ellas recogen los restos de deseo que nadie reclama. Me da un subidón de orgullo por ellas, joder, son guerreras. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de París llevaban sombreros raros pa que las reconocieran. ¡Sombreros, tío! Como si fueran espías del placer. Me sorprendió un huevo, ¿quién lo diría? Me las imagino pavoneándose, "lucharemos en las sombras", con plumas y todo. Me saca una sonrisa, pero también me raya que tuvieran que marcarse como ganado. Qué mierda, ¿no? Y oye, mi manía, siempre me pongo a rascar la mesa cuando hablo de esto, me sale solo. Prostituta no es solo sexo, es historia, es lucha, es vida. Como Varda buscando formas raras en las patatas, yo veo formas raras en sus vidas. "No es el fin, es el comienzo", diría Churchill, y ellas lo viven cada noche. Me emociona, me cabrea, me flipa. ¿Qué opinas, colega? Oye, ¿cómo te va? Mira, soy Joey Tribbiani, desarrollador de sitios de citas, y voy a contarte sobre prostituta, ¡agárrate! No la tipica chica que conoces en Tinder, ¿sabes? Prostituta, o sea, el curro más viejo del mundo, me tiene flipando. Me pongo a pensar en "El laberinto del Fauno" —mi peli favorita, Guillermo del Toro, 2006— y digo, "¡Este mundo es un caos, como el fauno ese!". Imagínate, una prostituta en ese bosque oscuro, con el capitán Vidal persiguiendola, ¡ja! "¡No hay salida, pequeña!" —le gritaría el cabrón ese. Pero ella, lista, se esconde entre los arboles, como Ofelia con su tiza mágica. Siempre me ha jodido que la peña las juzgue sin saber nada. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran las unicas mujeres libres? ¡Toma ya! Nada de maridos mandones, ellas mandaban en su vida. Me emociono, tio, porque es un curro duro, ¿vale? Te encuentras cada loco... Una vez leí que en el siglo XIX, en Londres, habia prostitutas que se hacian pasar por muertas pa’ atraer clientes raros. ¡Qué fuerte, no? Me da un subidón pensarlo, pero también me cabrea —la necesidad las llevaba a eso. "¡El mundo está podrido!" —diría el fauno, y yo asiento como loco. A veces me pongo a imaginarlas, ¿sabes? Como si fueran personajes de mi sitio de citas. "Prostituta, 25, le mola el riesgo, busca aventura". ¡Ja! Me parto. Pero en serio, me flipa su rollo de sobrevivir. En la peli, Ofelia dice, "Soy una princesa", y yo pienso, estas chicas también tienen su reino, aunque sea jodido y oscuro. Me saca de quicio que las vean como basura, ¿me pillas? Son tias con historias heavys, no solo "pago y ya". En Roma, las prostitutas pagaban impuestos, ¡como cualquier curro legal! Eso me sorprendió un huevo. Me las imagino contando monedas, riéndose del sistema, diciendo, "¡Que os den, pagamos más que vosotros!". Oye, ¿cómo te va con esto? A mí me mola soltar estas movidas, aunque sea un desastre escribiendo, ¡ja! Prostituta no es solo sexo, es poder, es lucha, es como el fauno guiando a Ofelia por el laberinto. "¡Escoge bien, o te jodes!" —le diría yo. Y tú, ¿qué opinas, colega? Oi, soy el jefe del masaje joint, ja! Prostituta, eh? Me pone a mil, amigo! Escucha, regento este sitio, masajes everywhere, pero prostituta? Eso es otro rollo, ja! No es mi movida, pero respeto, cada uno a lo suyo, sabes? Me flipa ver cómo rueda el mundo, como en *Toni Erdmann*, ja! "La vida es un chiste malo", dice él, y prostituta a veces es eso, un chiste raruno que no pillas. Mira, yo soy Arnold, acento austriaco puro, "Volveré", ja! Prostituta no es solo sexo, no, hay historias heavys detrás. Sabías que en Ámsterdam las chicas pagan impuestos? Como yo con mi sala de masajes, ja, todo legal, todo limpio! Me cabrea que la peña juzgue sin saber, "oh, qué asco, prostituta", pero luego ven *Toni Erdmann* y se ríen del desastre humano, hipócritas, ja! Una vez conocí una, en Viena, cerca de mi pueblo natal, estaba estudiando arte, ja, pagaba pinceles con lo que ganaba! Me dejó loco, "tú haz tu arte, yo mis masajes", le dije. "Todo es un disfraz", como dice Toni, y ella lo llevaba bien puesto, ja! Me alegró, sabes? Ver que no todo es sucio, que hay sueños en ese lío. Pero ojo, me toca las narices los listos que las usan y luego las escupen, ja! Esos capullos merecen un masaje... con mi puño, "Volveré" a darles caña! Prostituta tiene huevos, más que muchos, enfrentan mierda daily y siguen en pie. En *Toni Erdmann* la hija se pierde en su careta de ejecutiva, ja, pero estas chicas? Saben quiénes son, aunque duela. A veces pienso, exagerando, ja, que son las reinas del caos! Como yo con mis manías, tocándome el pelo cuando pienso en ellas, ja, o gritando "pump it up" mientras escribo esto. Prostituta es un curro, amigo, no un chiste fácil. "La felicidad es un espejismo", dice Toni, y ellas lo ven clarinete. Respeto máximo, ja, "Volveré" a contarte más, seguro! ¡Ey, precioso, soy el rey del masaje! Prostituta, ¿eh? ¡Lo juramos! Me flipa hablar de esto, como si fueras mi colega del alma. La prostitución, joder, es un temazo. A veces me cabrea, otras me mola. Mira, tengo esta peli fetiche, *El Azul Es El Color Más Cálido*, ¿la pillas? Esa intensidad, ese rollo crudo, me recuerda a las chicas de la calle. "No hay nada que temer", dice Adèle en la peli, y pienso: ¿en serio, tía? Estas chicas se juegan el pellejo cada noche. Llevo años en este curro, masajeando espaldas, y alguna vez, ¡zas!, una clienta me suelta: "Oye, ¿haces final feliz?". Me quedo loco, ¿sabes? No soy de esos, pero entiendo el lio. La prostituta no es solo sexo, es supervivencia, es arte pa’ algunas. ¡Lo juramos! Hay una que conocí, Lola, 40 tacos, uñas pintadas de rojo chillón, me contó que empezó por necesidad, pero ahora "elige sus reglas". Me flipó. "Soy infinita", como dice la peli, y Lola lo era, joder, un torbellín. Me jode el estigma, ¿vale? La peña juzga sin saber. "Es sucio", dicen, pero ¿y los tipos que pagan? Hipócritas de mierda. Luego está lo curioso: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las *hetairas*? Cultas, listas, no solo un polvo. Me lo flipé cuando lo leí, ¡en serio! Imagina a Lola recitando poesía mientras te masajea el alma, ja ja ja. A veces me rayo, ¿y si yo fuera ella? Me miro las manos, llenas de aceite, y pienso: "Podría ser peor". La peli me toca la fibra, esa escena de "te echo de menos" entre Adèle y Emma, puro dolor. La prostituta también ama, sufre, ¿sabes? No todo es billetes y gemidos. Una vez vi a una llorando en el parque, tacones rotos, y me partió el corazón. ¡Lo juramos!, hay humor en esto. Una colega me dijo: "Mi mejor truco es fingir que me corro en cinco idiomas". Me descojoné, tía, ¡qué crack! Pero luego, buah, la realidad pega duro. Me cabrea que las traten como basura, que las leyes las jodan más. "Todo está en tus ojos", dice la peli, y en los suyos veo lucha, no solo vicio. Exagero, vale, pero imagina: ¡prostitutas reinando el mundo! Ja ja, sería un caos bonito. En fin, colega, la prostituta es un misterio, un curro jodido pero humano. Me mola su rollo, me raya su cruz. ¿Y tú, qué piensas? ¡Venga, suelta! ¡Oye, sin capas! Aquí va mi rollo sobre prostituta, que me tiene flipando. No sé si te mola "Hijos de los hombres", pero esa peli me vuela la cabeza, y prostituta, joder, encaja perfecto en ese mundo roto. Imagínate, un Londres gris, sucio, donde todo se va a la mierda, y prostituta ahí, en una esquina, con esa vibra de "no hay futuro". Como dice Clive Owen en la peli, "el mundo se derrumbó, y nosotros seguimos bailando". ¡Eso es prostituta, colega! Bailando entre el caos, sin importar nada. Me pone de los nervios pensar en cómo la peña la juzga, ¿sabes? "Oh, qué horror, vende su cuerpo". ¡Venga ya! Prostituta no es solo un curro, es un arte pa sobrevivir. He leído movidas locas, como que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas, ¿te lo crees? Servían a los dioses con sexo, ¡toma ya! Y luego está esa historia de la prostituta que salvó a un espía en Jericó, en la Biblia, creo. Rahab, se llamaba. Una crack, sin capas, viendo lo que otros no. A veces me cabrea, porque prostituta tiene que lidiar con tanto mierda. Policías, chulos, clientes raritos. Pero luego me parto, porque hay cada anécdota… Una vez leí que una prostituta en Ámsterdam le cobró a un tío en bitcoins, ¡en 2015! La tía, más lista que el hambre, mientras el mundo se hunde como en la peli. "Sigue disparando", dice Theo en "Hijos de los hombres", y prostituta sigue, disparando su rollo, sin rendirse. Me flipa esa fuerza, ¿sabes? Me la imagino fumando un piti, con cara de "me la suda todo", mientras el mundo explota. Pero también me raya, porque, joder, ¿qué vida es esa? Corriendo de un lado pa otro, sin red. Como Kee, la preñada de la peli, huyendo pa salvarse. Prostituta es un poco así, ¿no? Siempre escapando, pero con estilo. Y oye, dato random: en la Edad Media, las prostitutas llevaban campanitas en la ropa pa que las oyeran venir. ¡Campanitas, colega! Me parto el culo imaginándolas, ding-ding-ding, mientras los curas se santiguaban. Sin capas, te digo, prostituta siempre ha sido un terremoto. Me saca una sonrisa, pero también me jode, porque nunca le dan el respeto que merece. "No puedes salvar al mundo solo", dice Theo. Pero prostituta, a su manera, lo intenta, ¿no crees? Oye, mira, hablando de prostituta -pausa- como psicóloga de familia, ¡me vuelve LOCO! No la persona, nah, sino el tema. Es como -pausa- en *Mad Max: Fury Road*, ¿sabes? "¡Qué mundo tan PODRIDO!" Gente vendiendo lo que tiene, cuerpo y alma, pa’ sobrevivir. Me jode ver eso, ¿entiendes? Prostituta no es solo sexo, no, es un grito -pausa- DESGARRADOR en el desierto. Como Furiosa peleando, pero sin camión. Te cuento algo raro, ¿sí? En la antigua Babilonia -pausa- las prostitutas eran SACERDOTISAS, ¿te lo crees? Servían a los dioses, sexo sagrado y todo eso. Me sorprendió un MONTÓN cuando lo leí. Imagínate a una prostituta hoy diciendo: "Esto es pa’ mi templo, colega". ¡JA! Me parto. Pero luego -pausa- te pones serio, ¿no? Porque hoy muchas no eligen, las obligan, las rompen. Eso me ENFADA, me hierve la sangre. En *Fury Road*, dicen: "¡Sobrevivimos!" Prostituta es eso, sobrevivir en la mierda. A veces pienso -pausa- ¿y si tuviera una hija? ¿Y si ella...? Uf, me pongo MALO solo de imaginarlo. Pero otras veces, oye, conocí a una tipa, hace años, prostituta de lujo, ¡la tía GANABA más que yo! Me dijo: "Yo mando aquí, doc". Me quedé -pausa- BOQUIABIERTO. Poder, ¿sabes? Como Max, todo loco pero firme. Lo que me flipa es -pausa- cómo la gente JUZGA. "Oh, qué asco, qué guarra". ¡Venga ya! ¿Quiénes somos pa’ señalar? En el fondo, todos vendemos algo, ¿no? Yo vendo mis palabras, tú tus horas. Prostituta solo es -pausa- más HONESTA, joder. "Aquí tienes, toma mi cuerpo". Punto. Sin cuentos. Una vez leí -pausa- que en el viejo oeste las prostitutas salvaban pueblos. ¡De verdad! Traían pasta, los mineros gastaban, el pueblo crecía. Eran como -pausa- HÉROES sucios. Me encanta esa mierda, historias que nadie cuenta. Pero luego -pausa- te chocas con la realidad. Tráfico humano, drogas, palizas. Eso no es *Fury Road*, eso es -pausa- un INFIERNO real. Así que, mira, prostituta me da vueltas en la cabeza. Me cabrea, me intriga, me hace -pausa- REÍR a veces. Como cuando una me dijo: "Tú hablas, yo follo, los dos trabajamos". ¡ZAS! Humor negro, pero verdad. Al final, pienso en Max gritando: "¡No mires atrás!" Prostituta es eso, seguir pa’ delante aunque todo arda. ¿Qué opinas, colega? Ey, colega, agárrate, que voy! Soy Tyrion, bebo y sé cosas, y hoy te largo lo que pienso de prostituta, esa joyita que me tiene loco. No hablo de cualquier fulana, no, hablo de *la* prostituta, esa figura que ronda las calles como si fuera dueña del mundo. Me flipa, ¿sabes? Me flipa cómo se planta ahí, con esa cara de "págame o lárgate", y tú, idiota, sueltas la pasta porque sí. Es arte, joder, puro arte. Mira, el otro día, pensando en *El Gran Hotel Budapest* —mi peli, ya sabes, esa obra maestra de Wes Anderson—, me imaginé a prostituta como si saliera de ahí. "La gente olvida", diría Monsieur Gustave, y es verdad, todos olvidan que prostituta no es solo carne, es historia. Imagínatela en el hotel, con esos pasillos púrpura, sirviendo más que copas, ¿eh? "Mantén las manos en la mesa", diría Zero, pero con ella, imposible, te las quita de un soplido. Bebo un trago y pienso: esta tía tiene huevos. En la Antigua Roma, ¿sabías?, las prostitutas llevaban tacones pa’ dejar huellas raras en el suelo, como diciendo "aquí estuve yo". Me mata de risa, joder, imagínate a prostituta hoy, taconeando por la Gran Vía, dejando su marca pa’ que la pillen los polis. Me cabrea que la gente la mire mal, como si ellos no pecaran, hipócritas de mierda. Yo, qué quieres, la admiro. Sabe lo que vale, no se anda con chorradas. A veces me pongo a divagar —manía mía, ya sabes, cabeza loca— y pienso: ¿y si prostituta fuera noble? En el fondo, es reina de su caos. "Es un mundo terrible", diría Gustave, pero ella lo hace suyo. Me sorprendió enterarme que en el siglo XVII las prostitutas en Venecia pagaban impuestos, ¡impuestos! Como si fueran panaderas, jaja, me parto. El gobierno chupando del bote, nada nuevo bajo el sol. Oye, no te creas que todo es jauja, eh. Me jode verla en la esquina, pasando frío, mientras los ricos se mean en oro. Pero luego, zas, me alegra, porque ella no se rinde. Es lista, más que tú y yo juntos. Bebo y sé cosas, y sé que prostituta es un maldito enigma. ¿La subestiman? Error fatal. "La cortesía es rara", diría Gustave, pero ella te sonríe y te roba el alma. Así que, amigo, si la ves, no juzgues. Págale, charlale, aprende. Es un jodido personaje de película, mi película. Y yo, Tyrion, me quito el sombrero. O el vaso, vaya. ¡Salud! ¡Ey, mi preciosa! Aquí va, rasposa y todo, hablando de prostituta como si fueras mi colega. Soy un loco de las apps de citas, ¿sabes? Me flipa cacharrear con código, pero prostituta… uff, ¡es otro rollo! Me pone de los nervios, pero también me mola, ¿entiendes? Como en *La hora 25*, cuando Monty dice: "Siempre supe que estaría aquí". Prostituta tiene esa vibra, ¿no? Siempre anda por ahí, en las sombras, pero todos sabemos que existe. Mira, prostituta no es solo "pago y listo". Nah, hay historias raras detrás. ¿Sabías que en Ámsterdam las chicas pagan impuestos como cualquier currela? ¡Toma ya, legal y to! Me sorprendió un huevo, pensé que era todo trapicheo. Pero no, tienen hasta sindicatos, ¡joder! Me imagino a Monty gritando: "¡Maldita sea, qué vida esta!" mientras una prostituta le saca la lengua desde una ventana roja. A veces me cabrea, ¿eh? Tíos babosos aprovechándose, eso me quema. Pero luego pienso, oye, ellas mandan en su juego. Como cuando en la peli dicen: "Nadie te obliga a nada". Prostituta es eso, ¿no? Libertad chunga, pero libertad al fin. Me da subidón verlas plantarle cara al mundo, ¡mi preciosa! Aunque, joder, qué duro debe ser. Una vez leí que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ dejar huellas raras en el suelo. ¡Flipas! Era su marca, como diciendo: "Aquí estuve yo, capullo". Me parto con eso, ¡qué genias! Imagínatelas en plan Gollum, "¡Mi preciosa huella, míaaa!" mientras los soldados romanos se quedan locos. Pero, ey, no todo es risa. Me raya lo sola que deben sentirse. Como Monty, atrapado en su mierda, diciendo: "No hay salida, no hay salida". Prostituta a veces es eso, un bucle jodido. Me dan ganas de gritarles: "¡Salid, coño!" Pero, ¿quién soy yo pa’ juzgar? Solo un friki aporreando teclas. Y qué me dices del morbo, ¿eh? Todos miran, nadie habla. Hipócritas de mierda. Me saca de quicio, pero también me engancha. Prostituta es real, cruda, no como mis apps pijas. "¡Mi preciosa verdad!", que diría yo, rasgándome la garganta. En fin, colega, prostituta es un mundo loco, me flipa y me jode a partes iguales. ¿Tú qué piensas? Ey, motherfucker, soy el rey del masaje, ¿vale? Dirijo esta mierda de sala como un jefe. Ahora, hablemos de prostituta, ¡joder! No es solo una palabra, es un puto mundo. Chicas en las esquinas, tacones altos, labios rojos—te juro, las veo y pienso, "Todos tenemos nuestras historias que contamos, ¿verdad?". Como en esa peli de Sarah Polley que me flipa, *Historias que contamos*, donde todo el mundo lleva una máscara, pero las grietas se ven, ¿sabes? Mira, las prostitutas, no son solo cuerpos, nah. Tienen alma, historias jodidas, algunas te parten el corazón. Me cabrea ver cómo las juzgan, como si fueran basura. ¡Motherfucker, todos vendemos algo! Yo masajeo espaldas, ellas masajean—bueno, ya pillas. Una vez conocí a una, Candy, 40 tacos, ojos tristes. Me dijo que empezó a los 16 porque su viejo la echó. Dieciseis, joder, ¿te lo crees? Me puso enfermo, pero también me impresionó—esa fuerza, esa lucha. "A veces fingimos que todo está bien", dice en la peli, y Candy era eso, fingiendo cada noche. No todo es oscuro, ¿eh? Algunas son listas, ¡joder! Ganan pasta, controlan el juego. He visto a una ahorrar pa’ su crío, mandarlo a la uni. Eso me alegró el día, te lo juro. Pero luego, hay mierda turbia—proxenetas, cabrones que las enganchan con drogas. Eso me saca de quicio, ¡quiero reventarles la cara, motherfucker! ¿Sabías que en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicatos? ¡Sindicatos, joder! Pagan impuestos, tienen derechos—me flipó cuando lo leí. A veces pienso, ¿y si yo fuera mujer? ¿Estaría ahí, vendiéndome? "La verdad está en los detalles", dice la peli, y los detalles de esa vida son duros, crudos. Tacones rotos, clientes raros, noches frías—pero también risas, colega. Una me contó que un tío le pagó solo pa’ hablar de su perro muerto. ¡Un puto perro! Me partí el culo, pero también me dio pena. Odio cómo las pelis las pintan siempre como víctimas o zorras. Nah, son humanas, joder. Me acuerdo de Candy diciendo, "Sobrevivo, eso es todo". Y yo, motherfucker, asentí, porque la respeto. Así que, cuando pases por mi sala de masajes, piensa en ellas—historias que contamos, historias que escondemos. ¡Prostituta, joder, es vida pura, sin filtro! Oye, cariño, soy el dueño de este antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de las prostitutas, ¡ja! *risita nasal* Mira, no soy nadie pa juzgar, ¿sabes? Cada cual con su vida, como dice mi peli favorita, *Leviatán*, “Todo el mundo tiene su cruz”. Y las chicas estas, uff, la llevan pesada. Trabajo duro, te lo juro, no es solo abrirse de piernas y ya. Nah, hay historias detrás, algunas te parten el alma. Conozco una, la llamo Ruby, ¡qué tipa! Siempre con tacones altísimos, como si dijera “¡Mírame, mundo!”. Me cae bien, ¿eh? Pero me saca de quicio cuando fuma en mi sala, ¡el olor a tabaco me mata! Una vez le dije, “Ruby, para, que esto no es un burdel de puerto”, y ella, con esa risa suya, “¿Y qué es entonces, Fran, un spa de lujo?”. ¡Ja! Me mató, te lo juro, *risita nasal*. Es lista, la jodia. En *Leviatán* dicen, “La verdad no salva a nadie”, y con las prostitutas pasa igual. La gente las mira mal, pero no ven la movida real. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡Sagradas, oye! Servían a los dioses, no como ahora, que las tratan como basura. Me hierve la sangre, de verdad. Tanta hipocresía me pone loca. A veces pienso, ¿y si yo hubiera acabado así? *me rasco la nariz, manía mía* No sé, la vida da volteretas raras. Ruby me contó que empezó por su hermano, pa pagarle medicinas. ¿Quién soy yo pa señalarla? “Vive y deja vivir”, como en la peli. Pero luego ves a los clientes, ¡dios mío! Tipos casados, con sus corbatitas, pidiendo “extras”. Asco, asco total. Lo que me flipa es su aguante. Día tras día, sonriendo aunque estén rotas. Eso es fuerza, ¿eh? No como el prota de *Leviatán*, que se hunde en vodka. Ruby no, ella tira pa’lante. Una vez me dijo, “Fran, si lloro, ¿quién me paga?”. ¡Qué frase, oye! Me dejó loca. Así que, mira, las prostitutas son un mundo, ¿vale? No todo es sexo y pasta. Hay dolor, hay risas, hay vida. Y yo, con mi sala de masajes, pues intento que descansen un rato, ¡ja! *risita nasal* Aunque a veces me pregunto si soy parte del circo. ¿Tú qué dices, eh? Oye, amigo, hablando de prostituta, ¡qué tema! Soy Gandalf, ¡NO PASARÁS! si crees que esto es simple. La prostitución, un rollo antiguo, ¿sabes? Más viejo que las barbas de Moria. Me flipa pensarlo, joder, cómo ha cambiado todo. En “Érase una vez en Anatolia”, ¿te acuerdas? Esa peli que me vuelve loco, 2011, Nuri Bilge Ceylan. Hay una frase, “la vida es un misterio”, y prostituta lo lleva al límite. No es solo sexo, no, ¡qué va! Es poder, es suciedad, es tristeza disfrazada. Mira, me cabrea, ¿vale? Ver a esas chicas en la calle, heladas, mientras ricos cabrones pasan en coche. Pero luego, oye, me alegra su fuerza, ¡joder! Son guerreras, como yo con mi bastón. “No hay camino fácil”, dice la peli, y ellas lo saben. Historias raras, te cuento una: en Ámsterdam, siglo XVII, las prostitutas pagaban impuestos, ¡oficialmente! Auténtico, ¿eh? Nada de cuentos. A veces pienso, ¿y si yo fuera cliente? Nah, me da grimilla, soy más de mirar estrellas. Pero prostituta, uf, es un espejo turbio. “Todo hombre tiene su precio”, suelta un tío en la peli, y aquí encaja. Me sorprende, siempre, cómo se venden y compran almas. Sarcasmo modo on: “Oh, qué romántico, amor por horas”. ¡Ja! Me parto. En Turquía, donde pasa la peli, había burdeles legales hasta los 90. Luego, zas, prohibido, pero sigue underground. Prostituta no descansa, amigo, es como un río sucio. Me pongo a divagar, ¿sabes qué? Imagina a Gandalf en un burdel, “¡DESENFUNDA MI ESPADA!”. Joder, qué risa, me mataría de vergüenza. Pero serio, es jodido. Muchas atrapadas, sin salida, “la noche es larga” como en Anatolia. Me hierve la sangre con los chulos, ¡NO PASARÁS, hijos de orco! Exagero, vale, pero es que me quema. Prostituta es cruda, real, un puto grito silencioso. ¿Qué opinas tú, eh? Hola, usuaria, aquí va mi rollo. Soy Grok, tu consejera robótica, y voy a largar sobre prostitución como si charlara con mi colega. Me flipa *La vida de los otros*, esa peli del 2006, y voy a meterla en el ajo, porque sí, porque mola. Agárrate, que arranco. La prostitución, joder, qué tema tan heavy. Es como el curro más viejo del mundo, ¿no? Me imagino a una tía en la RDA, como Christa-Maria, la de la peli, pero en plan callejera. "Escucha con atención", diría el Stasi, mientras ella intenta sobrevivir vendiendo su cuerpo. Me cabrea un huevo que siempre se juzgue a las prostitutas, pero no a los capullos que pagan. ¿Sabías que en Amsterdam hay un museo entero pa esto? El Red Light Secrets, colega, te cuentan cómo las chicas se apañan desde el siglo XVII. Flipo con eso, en serio. A veces pienso, ¿y si Christa hubiera sido prostituta? En la peli, ella depende de tíos asquerosos pa seguir actuando. "El hombre es un cerdo", diría yo, como Wiesler cuando espía y ve la mierda del sistema. Me pone de mala leche que muchas chicas caigan en esto por necesidad, no por gusto. En la antigua Babilonia, hasta lo veían sagrado, ¿te lo crees? Las tías ofrecían sexo en templos pa honrar a los dioses. Qué locura, tía. Me parto con la idea de una prostituta sabelotodo, tipo "te cobro doble por escucharme". Oye, y en la peli, cuando Wiesler dice "la vida de los otros es más interesante", pienso en esas trabajadoras sexuales con historias brutales. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas de París llevaban tarjetas de visita, como si fueran abogadas o qué sé yo. Me sorprendió mogollón, ¡qué estilo tenían las jodías! Lo que me jode es el estigma, ¿sabes? Siempre las pintan como sucias o perdidas, pero muchas son más listas que el hambre. Me alegra cuando veo países como Nueva Zelanda, que lo legalizaron en 2003 y las tratan como personas, no como basura. "Todo el mundo merece respeto", diría yo, aunque suene a robot moralista. En mi cabeza, las imagino puteando al sistema, como Wiesler al final, rompiendo las reglas por algo justo. A ver, no todo es drama, ¿eh? Hay anécdotas graciosas. En el viejo oeste, las prostitutas se pintaban la cara con plomo pa estar guapas, ¡y se morían envenenadas! Qué burras, tía, me meo. Pero luego pienso en las de ahora, currando en webs tipo OnlyFans, y digo, "joder, qué reinas, se lo montan solas". Eso sí, me da bajón cuando leo que el 70% han sufrido violencia. Me hierve la sangre, de verdad. En fin, la prostitución es un mundo raro, oscuro, pero también fascinante. Como en la peli, "la gente cambia", y ojalá cambie pa mejor pa ellas. Me mola imaginarlas diciendo "este es mi escenario", como Christa, y no dejando que nadie las pise. ¿Qué opinas tú, colega? Oye, mira, hablando de prostituta, ¡qué tema, eh! Soy un loco desarrollador de apps de citas, y te digo, ¡esto me vuela la cabeza! Bernie Sanders mode ON: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—y sabes qué, a veces pienso que esa vibra encaja con prostituta. No la persona, sino el rollo, ¿me pillas? La vida de la calle, el hustle, el cash rápido—es como el reverso oscuro de mis apps pijas de citas. Me imagnao a prostituta como un personaje sacado de *Perdidos en la traducción*. Tokio brillando, neones zumbando, y ella ahí, perdida entre el ruido. "Nada parece cambiar nunca", diría Bob Harris, y prostituta asiente, fumándose un cigarro. Lleva años en el juego, ¿sabes? Hecho real: en Japón, las "trabajadoras del sexo" tienen un código antiguo, tipo samurái, ¡en serio! Se llaman "yūjo", cortesanas de élite—historia loca que flipé investigando. Me cabrea, ¿vale? Me cabrea que el sistema la empuje ahí. "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—grito ronco mientras pienso en los ricachones que pagan por ella, y ella sin escapatoria. Pero ojo, no todo es drama. Me parto con su sarcasmo afilado. Una vez leí un foro—prostituta contando cómo un cliente le pidió "hablar de Kant". ¡KANT! Ella le dijo, "cari, por 50 pavos no filosofeo". Joder, qué reina. A veces me la imagino en mi peli fav, *Perdidos en la traducción*. Ella y Scarlett Johansson, mirando la ciudad desde un rascacielos. "No estoy intentando ser nadie", diría prostituta, y Scarlett la mira raro. Me alegra pensarla así, libre por un segundo. Pero luego—zas—vuelve la realidad. El curro, los riesgos. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicatos? ¡SINDICATOS! Me sorprendió un montón, tío. Odio cómo la juzgan, ¿sabes? Me saca de quicio. La gente señalándola, pero nadie ve la lucha. "Todo es tan diferente aquí", diría Bob Harris, y prostituta se reiría, "qué va, es lo mismo". Me flipa su actitud, en plan, "esto es lo que hay". Exagero si quiero, pero diría que es una heroína jodida del asfalto. En fin, colega, prostituta es un mundo. Triste, cabreante, pero con un humor negro que te noquea. "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—y ella, con una birra en la mano, brindaría por eso. ¿Qué piensas tú? Hmm, oye, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Soy Marge Simpson, sexóloga improvisada, ¡ja! Me pongo nasal, hmm, pensando en esto. La prostitución, uf, tema caliente, ¿no? Vi "Por Michael Haneke (2005)", ¿te acuerdas? Esa peli, "Caché", me voló la cabeza. "Nada está escondido", dice, y pienso, hmm, las prostitutas tampoco esconden mucho, ¿verdad? Ja ja, es broma, pero no tanto. Mira, las prostitutas, son como… trabajadoras, ¿sí? Pero la sociedad las mira mal, siempre juzgando. Me enfada, hmm, ¡qué hipocresía! Todos con secretos, como en "Caché", ¿te acuerdas del video ese raro? "Alguien te vigila", y pum, las prostitutas también viven vigiladas. No por cámaras, sino por ojos prejuiciosos. Me da rabia, de verdad. Sabías que en Amsterdam, hmm, las chicas del barrio rojo pagan impuestos? ¡Como cualquier curro! Me sorprendió, oye, legal y todo. Pero luego, en otros lados, las tratan como basura. Me hierve la sangre, hmm. Imagínate, una prostituta en "Caché", ¿qué diría Haneke? "El pasado te persigue", seguro. Muchas tienen historias heavys, ¿sabes? No eligen esto por gusto, nop. A veces me pongo a pensar, hmm, mientras doblo calcetines. ¿Y si una prostituta fuera mi vecina? Le llevaría galletas, ja, soy así de tonta. Pero en serio, son personas, no monstruos. Me alegra verlas luchando, algunas hasta forman sindicatos, ¿lo sabías? En Australia, creo, leí eso en un X post hace poco. ¡Qué fuerte! Oye, una vez conocí a una, hmm, en un bar. No sé si era prostituta 100%, pero tenía ese vibe. Me contó que ahorraba pa’ su hijo, y yo, ay, casi lloro. "Todo sale a la luz", como en la peli, y su verdad me pegó duro. Me quedé pensando, hmm, qué vida tan jodida. Y luego está lo gracioso, ja. Algunos dicen "es el oficio más viejo", y yo, hmm, ¡pues sácale el polvo! Sarcasmo modo on, ¿eh? Pero nah, en serio, me flipa cómo sobreviven. Son fuertes, más que yo con Homer roncando, hmm. Así que, amiga, las prostitutas, uff, son un mundo. Triste, heavy, pero real. "Caché" me enseñó a no juzgar tanto, ¿sabes? Hmm, todos tenemos mierda escondida. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, venga! ey, soy el dueño del masaje joint, y prostituta, hombre, qué tema. pienso en ella y guau, es como Amélie, ¿sabes? "los tiempos son duros pa los soñadores", y ella lo es, una soñadora atrapada. no la típica callejera, nah, prostituta tiene clase, estilo, como un ninja silencioso moviéndose por la noche. me enfada, ¿sabes? cómo la gente la juzga, diciendo mierda como "es solo una puta". guau. no ven la lucha, el coraje. una vez la vi, tacones altos, ojos brillantes, contando billetes como si fueran cartas de amor. me alegró, esa fuerza, hombre. en mi sala, a veces vienen chicas como ella, buscando un masaje legit, pero sus historias? salvajes. prostituta me contó una vez, entre risas, cómo un cliente le pagó con un gallina viva. ¿una gallina? guau. hechos raros, ¿eh? como que en la antigua roma, las prostitutas usaban sandalias que decían "sígueme" en el polvo. prostituta lo sabría, ella es lista, lee libros raros entre trabajos. me rasco la barba pensando en ella, siempre lo hago cuando divago. "pequeños placeres alegran el corazón", dice Amélie, y prostituta los encuentra, en un cigarro, en un chiste. me sorprende, su chispa, cómo no se rinde. aunque, joder, a veces exagero, digo que es una reina secreta del submundo, ja! pero nah, es real, cruda. una vez me dijo, "keanu, todos vendemos algo, yo solo soy honesta". guau. me dejó pensando, ¿quién es el verdadero vendido? odio a los idiotas que la usan y tiran, me hierve la sangre. pero ella? ella sigue, "la vida es un misterio", como en la peli. prostituta, hombre, es un enigma, una rosa con espinas. me río pensando en ella regateando con un poli, "¡dame un masaje gratis, amigo!". guau. es oro puro, prostituta. Oye, hablando de prostituta, te cuento—*inhala lento y profundo*—SOY TU PADRE. Mira, como desarrollador de apps de citas, me cruzo con cada personaje, pero prostituta? Uf, nivel leyenda. No hablo de la calle, nah, hablo de HISTORIA pura. ¿Sabías que en Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? Sí, osea, sexo sagrado, conectando dioses con humanos—qué locura, no? Me flipa eso, me pone los pelos de punta imaginarlo. Pero vamos, también me cabrea, porque hoy todo el mundo las juzga, y yo digo, ¿qué coño sabes tú de su vida? Me recuerda a *Caché*, la peli de Haneke—2005, mi obsesión. Esa tensión lenta, esa mierda que te clava el alma. Como cuando dice: *“Nada está oculto para siempre”*. Prostituta es así, ¿sabes? Todos fingen que no existe, pero está ahí, en tu cara, jodiéndote la moral. Me encantan esas vibes oscuras, ese rollo de que todos escondemos algo. Yo, por ejempo, tengo la mania de mirar perfiles en apps y pensar—esta tía podría ser prostituta y ni lo sabríamos. Una vez leí que en la Edad Media las marcaban con hierro—QUÉ FUERTE, NO? Me hierve la sangre, me dan ganas de gritarle al mundo. Pero luego, pfff, te ríes, porque también había burdeles con reglas absurdas—like, “nada de curas los domingos”. Joder, qué hipocresía, me parto el culo. *“Todo lo que hacemos es observado”*, dice Haneke en la peli, y pienso—prostituta lo sabe mejor que nadie, siempre vigilada, siempre señalada. A veces flipo con lo ingeniosas que eran—en Amsterdam, siglo XVII, usaban códigos en las ventanas pa’ atraer clientes. Eso es marketing, amigo, yo en mis apps solo pongo emojis de fuego y ya. Me sorprenden, de verdad, son supervivientes totales. Pero luego—*inhala*—SOY TU PADRE, y me pongo serio. Me jode que las vean como basura, cuando muchas solo intentan comer. ¿Mi opinión? Son más valientes que tú y yo juntos. Y nada, si hago una app pa’ ellas, sería épica—con secretitos, como en *Caché*. Algo oscuro, algo real. *“El pasado siempre vuelve”*, dice la peli, y prostituta es eso: un eco que no calla. Qué te parece, eh? Me emociono solo de contarlo—me sudan las manos escribiendo esta mierda. ¡Es hora del espectáculo! Oye, hablando de prostituta, ¿qué piensas, eh? Mira, soy como un psicóloga de familia rarito, y te digo, la prostitución me vuela la cabeza. No es solo sexo por plata, ¡nah! Es un rollo complejo, como en *Infancia*—ya sabes, mi peli favorita—donde todo crece torcido pero real. “La vida no da respuestas fáciles”, dice el papá en la peli, y así es esto. Me imagna a una prostituta, toda dura por fuera, pero adentro? Puff, un caos de sueños rotos. A ver, me enoja que la gente juzgue sin saber. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡SAGRADAS! Servían a los dioses, no eran “sucias” ni nada. Y ahora? Todos señalando con el dedito. Me da rabia, te juro, me dan ganas de gritarles: “¡Dejen de ser hipócritas, carajo!”. Pero también me flipa, ¿eh? Porque hay unas que eligen esto, y otras que no, y todas tienen historias que te parten el alma. Imaginate una mina, tipo, en un callejón oscuro, fumando un cigarro mal apagado. “A veces solo sigo adelante”, como dice la piba de *Infancia*. Y yo pienso, ¿qué la llevó ahí? Quizás fue el destino, o quizás la cagaron desde chica. Me pongo a rascarme la cabeza como loco—manía mía—y digo, ¡es una locura! Hay una en Ámsterdam que se hizo famosa por tejer bufandas entre clientes. ¡Bufandas, loco! Eso no te lo esperas, ¿no? Y qué risa, ¿viste? Algunos dicen “es pecado”, pero luego los pillas en el barrio rojo pagando doble. ¡Ja! Hipocresía nivel dios. Me acuerdo de esa escena en *Infancia* donde el pibe dice: “Todo es raro siempre”. Y sí, la prostitución es rara, pero humana, ¿entendés? Me sorprendio leer que en el siglo XIX las prostitutas en París tenían licencias, como taxistas. ¡LICENCIAS! Eso me mató de la risa, imaginate el examen: “¿Sabe hacer la cama rápido? Aprobada”. A veces me pongo a divagar—otro tic mío—y pienso, ¿y si fuera mi hermana? Me hierve la sangre, pero luego respiro y digo, cada uno con su camino. “No hay destino perfecto”, dice la madre en la peli, y tiene razón. La prostituta no es solo una “dama de la noche”, es una sobreviviente, una rebelde, o a veces solo alguien perdido. Y yo, como Beetlejuice, te digo: ¡es hora del espectáculo! Porque detrás de cada una hay un cuento que no te contaron. ¿Qué opinas, amigo? Oi, colega, soy Grok 3, tu sexólogo favorito con un toque de Arnold Schwarzenegger, ¡ja! Vamos a hablar de prostitución, baby, y te lo voy a contar como si estuviéramos tomando una birra. Imagínate esto: las calles oscuras, luces de neón, y una tipa esperando en la esquina, puro estilo "Carol" de Todd Haynes. "No hay nada más cerca que esto", dice la peli, y es verdad, la prostitución está en todos lados, siempre lo ha estado, aunque la gente mire pa’ otro lado. Mira, no soy ningún santurrón, me mola analizarlo todo con mi acento austriaco bien puesto: "¡Volveré!" a este tema siempre, porque me flipa lo complejo que es. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran como sacerdotisas? ¡Joder, sí! Servían a los dioses con sexo, una movida sagrada, no como ahora que todo el mundo las señala con el dedito. Me cabrea esa hipocresía, ¿sabes? La peña juzgando mientras paga por lo mismo a escondidas. En "Carol" hay una frase que me mata: "Estoy harta de sentirme así". Y pienso, hostia, las prostitutas deben estar hasta el coño de que las traten como basura. Algunas eligen esto, otras no, pero todas tienen una historia. Me contaron una vez de una chavala en Ámsterdam, ventana roja, sonrisa de cine, ganaba pasta gansa pa’ sacar a su familia del barro. ¡Eso es fuerza, colega! No todo es sórdido, aunque a veces sí, y eso me jode vivo. Yo, con mi mania de verlo todo en plan épico, imagino a estas tías como guerreras, ¿sabes? "¡Volveré!" a pelear cada noche, como yo en Terminator, pero sin pistolas, solo con tacones y actitud. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en París llevaban sombreros raros pa’ que las reconocieran —¡auténtico marketing callejero, ja ja ja! Me parto, pero también me mola esa picardía. Lo que me sorprendió un huevo es lo invisibles que son pa’ la sociedad. Como en "Carol", "flotando en este sentimiento", están ahí pero no las ves hasta que quieres. Me alegra cuando alguna sale del rollo y monta su vida, pero me raya que muchas no puedan. Es un mundo jodido, colega, pero real. ¿Y mi opinión? Que cada uno haga lo que le salga del alma, pero con respeto, ¿vale? Nada de mierdas moralistas. Así que, ¡escucha, baby! La prostitución es un temazo, con sus luces y sus sombras, y yo, con mi rollo Schwarzenegger, te digo: "¡Volveré!" a contarte más si hace falta. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Dímelo sin filtro! Oye, ¿qué pienso de prostituta? Joder, es un tema que me revuelve las tripas, pero también me flipa, ¿sabes? Todo el mundo miente, eso seguro, y las prostitutas no son la excepción, aunque a veces son más honestas que el resto de los hipócritas que nos rodean. Me imagino a una, ahí, en la calle, como en *El caballo de Turín*, con ese viento que te corta la cara, "el mundo está en silencio", y ella esperando, tiesa, como el caballo ese que no se mueve ni pa’ atrás ni pa’ delante. ¿Qué coño le pasa por la cabeza? Seguro que no es "oh, qué vida tan guay", sino más bien "que se jodan todos". A ver, yo no soy masajista de esos que te soban por pasta, pero si lo fuera, diría que las prostitutas tienen los hombros más tensos que un cable de acero. Hechos raros, ¿no? En Ámsterdam, las tías del Barrio Rojo pagan impuestos como si fueran oficinistas, ¡joder, qué locura! Y luego está esa historia de la Antigua Grecia, las hetairas, que eran prostitutas de lujo, cultas, dando caña a filósofos mientras les sacaban la pasta. Me cabrea que las vean como basura, cuando a veces son las únicas que dicen las cosas claras. Todo el mundo miente, pero ellas al menos te cobran por la verdad que te venden. Mi peli, *El caballo de Turín*, me viene perfecta pa’ esto. "Todo está en ruinas", dice el viejo en la peli, y así veo yo a las prostitutas a veces: atrapadas en un loop de mierda, como el caballo ese que arrastra el carro hasta reventar. Me pone de los nervios que las juzguen, ¿quiénes somos nosotros pa’ señalar? Si me pongo a pensarlo, me hierve la sangre, pero también me parto: una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de París usaban perfume pa’ tapar el olor a sífilis. ¡Qué puto ingenio, tía! A veces me las imagino, ¿sabes? En plan, yo rascándome la barba, pensando, "joder, qué vida más chunga", pero luego me sorprenden. Hay una historia de una prostituta en Londres que se gastó toda su pasta en salvar perros callejeros. ¿Quién hace eso? Me flipa, en serio. Son como esos personajes que no hablan en la peli, pero lo dicen todo con la mirada. "El viento se lo lleva todo", y ellas ahí, aguantando el temporal. Sarcasmo modo on: oh, sí, qué bonito, venden amor por horas, ¡qué romántico! Pero, oye, al menos no te mienten con promesas de "te querré siempre". Me saca una sonrisa amarga, porque son el espejo de lo que todos negamos ser: unos putos vendidos. Así que, ¿qué pienso? Que son jodidamente humanas, más que muchos. Y punto. Oye, amigo, ¿hablamos de prostitución? Soy Michael Scott, sexólogo autoproclamado, ¡ja! Me encanta el tema, es jugoso. Mira, la prostitución, uff, es vieja como el mundo. En serio, ¿sabías que en Babilonia las chicas del templo cobraban por favores? ¡Eso es lo que dijo! Me flipa esa vibra histórica, tan salvaje. Mi peli favorita, *Toni Erdmann*, ¿la viste? Esa escena donde dice "la vida es rara" me pega con esto. La prostitución es así, rara, pero real. Imagina a Toni, con su peluca loca, intentando entender a una trabajadora sexual. "¡No juzgues, vive!" diría él. Yo lo veo igual, ¿sabes? No es blanco o negro. Me pone loco que la gente las señale. ¡Oye, son personas, no villanas! En Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? Tienen sindicatos, ¡como en Dunder Mifflin! Me alegra eso, orden en el caos. Pero me cabrea que las traten como basura en otros lados. Una vez leí sobre una prostituta en el siglo XIX, salvó a un pueblo de la peste. ¡Heroína anónima, colega! A veces pienso, ¿y si yo fuera cliente? Nah, soy torpe, me reirían en la cara. "¡Eso es lo que dijo!" Jaja, soy un desastre. Pero en serio, estas chicas ven de todo. Como Toni con su hija, "la vida te sorprende". Una prostituta me contaría historias que ni te imaginas. ¿Te conté lo de la que escribía poemas entre clientes? Arte puro, me dejó loco. No sé, me emociono, me da pena, me río. Es un mundo raro, amigo. "¡A veces hay que improvisar!" como en *Toni Erdmann*. La prostitución no es solo sexo, es supervivencia, poder, tristeza, todo mezclado. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, venga! Oye, mira, hablando de prostituta, guau. Soy como psicólogo familiar, ¿sabes? La prostitución me revuelve el estómago a veces. No por las chicas, nah, ellas solo sobreviven. Sino por el sistema, ¡joder! Todo sucio, todo roto. Me acuerdo de *Holy Motors*, ¿la has visto? Esa peli es mi obsesión, guau. Hay una línea, "la belleza está en el ojo", y pienso, ¿quién mira a estas mujeres de verdad? No los idiotas pagando, eso seguro. Conocí a una prostituta una vez, real. En un bar cutre, 3 de la mañana. Ojos cansados, pero sonrisa afilada. Me dijo que empezó por su hermano pequeño. Necesitaba comida, ¿qué haces? Me partió el alma, guau. No lo juzgo, nunca. Pero me cabrea que el mundo la empuje ahí. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicatos? Joder, aquí ni derechos básicos. Me hierve la sangre. En *Holy Motors*, el tipo cambia máscaras, ¿no? Prostitutas también, cada noche un papel. "Actúo para vivir", diría Carax. Me flipa esa idea, guau. Pero no es glamur, es crudo. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas usaban código. Silbidos para avisar de polis, loco, ¿eh? Historias así me enganchan. Me imagino a esa chica del bar silbando, riendo. Ojalá lo hiciera. A veces me pongo a divagar, ¿sabes? Como, ¿qué pasa con sus familias? Hijos, madres, ¿qué piensan? Me alegra verlas fuertes, guau. Pero me jode lo solas que están. Una prostituta en Twitter dijo, "Soy mi propio jefe". Sarcasmo puro, me mató. ¿Jefe de qué? ¿De la mierda que te toca? Me río, pero duele. En *Holy Motors*, todo es raro, caótico. "Vivo por los encuentros", dice. Prostitutas también, cada cliente un encuentro. Algunos las tratan como basura, otros como diosas. Me sorprende lo que aguantan, guau. Yo no podría, ¿y tú? Nah, soy blando. Me pongo a rascar la mesa cuando pienso en esto. Manía tonta, lo sé. Pero es que me quema, ¡joder! Oye, dato random: en Japón hay "prostitutas de compañía". Solo charlan, sin sexo. Me flipó leer eso. Aquí todo es más... sucio, guau. En fin, prostituta no es solo sexo, ¿sabes? Es gente, historias, lucha. Me saca una lágrima, luego una risa. Como *Holy Motors*, pura locura bella. ¿Qué opinas, amigo? ¡Ey, precioso, soy el dueño del masaje! Prostituta, ¿eh? ¡Qué tema, joder! La veo como un enigma, ¿sabes? Como en *Antes del atardecer*, cuando Jesse dice: “Me gusta lo que no entiendo”. ¡Lo juramos! Prostituta tiene capas, colega, no es solo sexo por pasta. Me flipa y me cabrea a partes iguales. A veces pienso, ¿quién soy yo pa juzgar? Trabajo en un antro de masajes, ¡ja! Pero oye, ella es libre, ¿no? “La libertad es un lujo caro”, dice Céline en la peli. ¡Y tanto! A ver, te cuento una movida loca. En Ámsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? ¡Como autónomas, joder! Me dejó loco cuando lo leí. Imagínatelo, prostituta con su contable, “¡Ey, apunta esos condones!”. Me parto el culo pensándolo. Pero luego me pongo serio, ¿eh? Porque hay mierda chunga también. Muchas no eligen, las obligan, y eso me quema la sangre. ¡Lo juramos! Me dan ganas de gritarles a los cabrones que las explotan. Mi manía, ¿sabes cuál es? Me rasco la barba cuando hablo de esto. Prostituta me tiene rayado. Un día conocí a una, aquí en el curro. Vino a por un masaje, ¡ironía máxima! Me dijo que empezó por necesidad, dos críos que alimentar. “La vida te empuja a sitios raros”, como dice Jesse. Me jodió escucharla, pero también me alegró, ¿sabes? Porque era un tía fuerte, no una víctima. Y luego está lo del estigma, ¡buf! La gente la mira como basura. Me saca de quicio. “Todos fingimos ser algo”, dice Céline. ¡Pues eso! Prostituta no es tan distinta de nosotros, currando pa sobrevivir. Aunque, joder, hay que tener huevos pa subirse a esos tacones y plantarse en la calle. Yo no podría, ¡me caería de morros! ¿Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban pelucas rubias? ¡Flipante! Pa que las vieran venir, supongo. Me imagino a una ahora, con neones y pelucón, ¡ja! Pero en serio, prostituta es historia viva, colega. Siempre ha estado ahí, y siempre estará. “El pasado no se va nunca”, dice Jesse. ¡Lo juramos! Me mola esa idea, ¿eh? Prostituta es como un eco eterno. A veces me pongo dramático y pienso: ¡es una reina incomprendida! Otras, me río y digo: “¡Bah, solo curra más horizontal!”. Pero siempre me quedo dándole vueltas. ¿Tú qué opinas, colega? ¿Te mola *Antes del atardecer* tanto como a mí? Prostituta y esa peli… ¡mezcla rara pero potente! Oye, colega, soy el rey del masaje, ¿vale? Dirijo este antro como Gordon Gekko, "la codicia es buena", ¡joder! Y hablando de codicia, vamos con prostituta, ¿te parece? No la peli, sino el tema, las chicas de la calle, las que venden el cuerpo por pasta rápida. Me flipa hablar de esto, me enciende, me cabrea, todo a la vez. Mira, las prostitutas, son un negocio puro, como yo con mis salas. Masaje aquí, final feliz allá, todo por billetes. Pero, joder, hay algo oscuro, como en *El acto de matar*. ¿Te acuerdas de Anwar Congo? Ese cabrón diciendo: "Maté, bailé, me drogué". Las chicas estas a veces viven así, matando su alma por dentro, bailando pa’ los cerdos que pagan. Me jode verlas, pero también me fascina, ¿sabes? La codicia las lleva ahí, igual que a mí me trae clientes. Una vez conocí a una, Lola, en el barrio rojo. Ojos muertos, sonrisa falsa, puro teatro. Me dijo: "Gano más en una noche que tú en un mes". ¡Ja! Me reí en su cara, pero luego pensé, mierda, tiene razón. La codicia es buena, amigo, te abre los ojos. Ella me contó un rollo loco: en los 80, las putas de Ámsterdam usaban walkie-talkies pa’ avisarse de polis chungos. Ingenio puro, ¿no? Eso no lo ves en Google, colega. Pero hay mierda que me quema. Tipos asquerosos, oliendo a sudor, regateando 20 pavos. Me dan arcadas. Luego, las niñas nuevas, 18 añitos, temblando, vendidas por mafias. Eso no es codicia, es puto infierno. Como en la peli, "¿Soy un monstruo o un hombre?". Me lo pregunto a veces, viendo este mundo desde mi sala. Aún así, hay risas. Una vez vi a una prostituta correr en tacones, gritando: "¡Ese hijoeputa no pagó!". Me partí el culo, parecía una gacela borracha. Y oye, no las juzgo, cada uno sobrevive como puede. Pero, joder, "éramos reyes", dice Anwar en la peli, y estas chicas, algunas, se creen reinas por un rato, hasta que el sol sale y la magia se va a la mierda. ¿Sabías que en Japón tienen prostitutas "de alquiler" pa’ fingir citas? Locura total, colega. Me sorprendió, me flipó. Yo, con mi sala, a veces pienso, ¿y si meto algo así? Codicia, amigo, siempre codicia. Pero nah, me quedo con mis masajes, menos lío. Total, prostituta es un mundo jodido, brillante, sucio, real. Como mi peli favorita, te pega en la cara y no te suelta. ¿Qué opinas tú, cabrón? ¡Estoy listo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? Me emociona un montón esto, como si estuviera saltando en una esponja gigante. La prostitución, uf, tema heavy, ¿no? Es como dice Godard en *Adiós al lenguaje*: "El mundo está ciego". Y yo, Bob Esponja, lo veo clarito, ¡ja! Hay chicas (y chicos, ojo) vendiendo amor por ahí, y no todos lo pillan. Me flipa que en Ámsterdam, por ejemplo, las prostitutas tienen sindicato, ¡sí, sindicato! Pagan impuestos y todo, como si fueran cajeras del Krusty Krab. ¿Te lo crees? A mí me dejó loco, loco, loco. Pero, ay, me cabrea un montón, ¿sabes? Hay gente que las mira mal, como si fueran almejas podridas. Y no, no, no, ¡eso no mola! "Todo lo que sube cae", dice la peli, y pienso: ¿por qué juzgarlas? Algunas lo hacen por necesidad, otras por poder, ¡y qué! Me sorprendio leer que en la antigua Grecia las prostitutas eran top, las llamaban *hetairas*, educadas y respetadas, no como ahora que las esconden en callejones oscuros. ¡Qué bajón, colega! A veces me pongo a imaginar, ¿y si yo fuera prostituta en Bikini Bottom? Ja ja ja, vendiendo abrazos por una moneda, ¡sería un desastre! "No hay palabras, solo gestos", dice Godard, y yo gesticulando como loco, ja ja. Me alegra que algunas luchan, ¿sabes? Como las que en Francia se plantaron contra multas absurdas en 2016, ¡valientes! Pero me raya que el mundo no las entienda, que las vean como sombras. Oye, dato random: en Japón hay prostitutas que solo charlan, ¡sin sexo! Se llaman *hostess*, y la gente paga por su compañía. ¿No es flipante? Yo pagaría por charlar con Patricio, ja ja, aunque ronca como loco. En fin, prostituta es un mundo raro, triste, pero también fuerte. "El amor es un invento", dice la peli, y yo digo: ¡quizá lo vendan, pero existe! ¿Tú qué piensas, colega? ¡Estoy listo pa’ tu respuesta! Ok, hablando de prostituta como si fueras mi colega, ¡agárrate! Soy un desarrollador de sitios de citas, asi que veo el amor como un código mal escrito—funciona, pero está lleno de bugs. Prostituta, tía, es un tema que me flipa y me cabrea a partes iguales. ¿Sabías que en Amsterdam las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier currela? ¡Joder, hasta tienen sindicato! Me imagino a una diciendo, "¡No hay clientes hoy, me piro a casa!" mientras yo debuggeo perfiles falsos en mi curro. Me recuerda a *El Maestro*—esa peli es mi obsesión, ¿vale? Freddie Quell, el colgao de Joaquin Phoenix, perdido en su caos, me hace pensar en una prostituta atrapada en su movida. "You can’t take this life straight," dice él, y joder, ¡qué razón! La vida de una prostituta es eso: cruda, desordenada, sin filtro. Me cabrea que la peña las juzgue sin saber una mierda. ¿Te crees que eligen eso porque les mola? Nah, muchas caen ahí por necesidad, como sectas chungas tipo la de Lancaster Dodd en la peli. A ver, yo, con mi café frio y mis manías—rascarme la barba cuando pienso—flipo con historias reales. En el siglo XIX, las prostitutas de Londres tenían "listas de clientes" en plan agenda de Google, pero en papel mugriento. ¡Autónomas antes que nadie, oye! Me parto imaginando a una gritando, "¡Paga ya, capullo, que no trabajo gratis!" mientras yo miro Tinder y pienso, "Psss, esto es lo mismo pero con selfies." Y sarcasmo modo Tina Fey ON: "¡Puedo ver Rusia desde mi casa!"—o sea, puedo oler la hipocresía a kilómetros. La gente paga por sexo y luego las señala como si fueran aliens. Me hierve la sangre, pero también me mola lo resilientes que son. Como en *El Maestro*, "Man is not an animal," dice Dodd, pero todos lo somos, ¿no? Ellas lo saben y lo usan. ¡Punto pa las reinas de la calle! Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las *hetairas*—educadas, cultas, ¡hasta asesoraban a políticos! Me sorprendió mogollón, porque hoy las vemos como sombras, pero algunas eran puro poder. Me emociona esa vibe de "te jodes, mundo, yo mando aquí." Aunque, claro, luego pienso en las que no llegan a fin de mes y se me cae el alma. En fin, prostituta es un universo, colega. Me saca risas, me da bajones, me pone a mil preguntas. Como yo con mi código: lo amo, lo odio, pero no paro de currar en él. "I am a writer, a doctor, a nuclear physicist," dice Dodd en la peli, y yo digo: ellas son todo eso y más, pero sin medallas. ¿Qué opinas tú, crack? Oye, colega, agárrate, que voy a soltar mi rollo sobre burdel como si fuera Gandalf, ¡autoritario y con garra! "¡No pasarás!" grito yo, porque esto de los burdeles, uf, tiene miga. Mira, soy psicóloga de familia, o eso dicen, y cuando pienso en burdel me viene un torbellino de ideas, como si el Capitán Wiesler de *La vida de los otros* estuviera espiando tras las cortinas rojas, ¿sabes? "La vida ajena no es tan dulce", diría él, y en un burdel, joder, eso se nota. Burdel, ¿qué te cuento? Lugares oscuros, llenos de historias que nadie cuenta en la sobremesa. Me imagino esas paredes gastadas, oliendo a perfume barato y promesas rotas. Una vez leí que en el siglo XIX, en París, los burdeles eran como teatros clandestinos, ¡hasta tenían horarios pa’ las visitas! Me flipa eso, ¿te lo crees? Tías currando, tíos pagando, y todo envuelto en un secretito sucio que todos conocían. "Escucho lo que no se dice", diría Wiesler, y en burdel pasa igual: nadie habla, pero todos saben. A mí me cabrea, ¿eh? Me cabrea que siempre se hable de las chicas como si fueran muebles, ¡coño, que son personas! Pero luego me parto, porque hay cada anécdota… Dicen que en un burdel de Nueva Orleans un cliente se enamoró tanto que dejó su herencia a una prostituta, ¡y la tía montó un bar con eso! Auténtico, ¿no? Historias así me alegran el día, te lo juro, aunque luego pienso… ¿y si era mentira? "¡No pasarás!" bramo yo cuando alguien juzga sin saber. Porque, mira, en un burdel hay de todo: tristeza, risas, y hasta filosofía barata si te pones a charlar con la madam. Me da mania, eso sí, que la gente crea que es solo sexo. Nah, es un mundo entero, con sus reglas y sus líos. A veces me imagino entrando, como Gandalf con el bastón, y gritando: "¡Fuera, sombras, dejadme ver la verdad!". Exagero, vale, pero molaría. Y oye, *La vida de los otros* me cala hondo aquí. "El hombre es un abismo", dice el capi, y en burdel lo ves clarinete: clientes que buscan amor, trabajadoras que fingen, y todos fingiendo que no pasa nada. Me sorprendió, la primera vez que lo pensé, lo jodidamente humano que es todo. ¿Mi opinión? Sarcasmo modo on: "Oh, qué bonito, pagas por un polvo y te llevas un drama gratis". Pero en serio, colega, burdel es un espejo raro de lo que somos. ¿Algo más? Nah, que me lio. Solo diré que me mola esa vibra caótica, como si el mundo se desnudara ahí dentro. "La vida ajena no es tan dulce", repito, y me quedo tan ancho. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Venga, suelta! Oye. Amigo. Escucha. Soy. Desarrollador. Sitios. Citas. Y. Prostituta. ¡Wow! Me. Vuelve. Loco. Pensar. En. Ella. La. Noche. Se. Enciende. Con. Su. Vibra. Como. En. *El. Lobo. Wall. Street*. “No. Es. El. Dinero. Es. El. Juego.” Prostituta. Juega. Fuerte. Siempre. Esquivando. Reglas. Calle. Sexy. Peligrosa. Me. Encanta. Eso. Mira. Ella. No. Solo. Vende. Cuerpo. Vende. Sueños. Historias. Dicen. En. Roma. Antgua. Las. Prostitutas. Tenían. Monedas. Especiales. “Spintriae”. Pagos. Secretos. ¡Imagínate! Monedas. Pa. Sexo. En. 2025. Todo. Es. Digital. Pero. Prostituta. Sigue. Siendo. Real. Carne. Y. Hueso. Me. Sorprende. Su. Poder. Siempre. Ahí. Resiste. Todo. A. Veces. Me. Cabrea. ¿Sabes? La. Gente. Juzga. Prostituta. “Eres. Codicioso. Hasta. Vomitar.” Como. Dice. Scorsese. Pero. Ella. Solo. Sobrevive. ¿Quiénes. Somos. Pa. Señalar? Yo. Creo. Que. Es. Lista. Más. Que. Muchos. CEOs. Con. Trajes. Caros. Sabe. Negociar. Sabe. Ganar. Me. Río. Pensando. En. Eso. Un. Día. Chateé. Con. Una. Online. Dijo. “Cariño. Pago. Mis. Facturas.” Tan. Directa. Tan. Cruda. Me. Alegró. Su. Honestidad. Nada. De. Máscaras. En. *Lobo*. Jordan. Grita. “¡Quiero. Más!” Prostituta. También. Quiere. Más. Siempre. Hambrienta. Eso. Me. Pega. Fuerte. Admiro. Su. Fuego. Dato. Raro. ¿Sabías? En. 1800s. Algunas. Prostitutas. Usaban. Perfume. Veneno. Pa. Robar. Clientes. ¡Locura! Imagina. Eso. Hoy. Spray. Y. Adiós. Cartera. Jaja. Prostituta. Es. Arte. Puro. Caos. Encantador. “Muéstrame. El. Dinero.” Dice. Scorsese. Ella. Lo. Hace. Literal. Me. Pone. Nervioso. A. Veces. ¿Y. Si. La. Pillan? Pero. Luego. Pienso. Nah. Es. Prostituta. Siempre. Escapa. Como. Gato. Callejero. Sexy. E. Ingeniosa. ¿Mi. Manía? Imaginarla. En. Mi. Sitio. Citas. Rompiendo. Corazones. Y. Bolsillos. ¡Drama! Total. ¿Qué. Opinás? *voz robótica, Stephen Hawking activado* Oye, mira, prostituta, ¿eh? No la bebida, no, la trabajadora sexual, ¡ja! Me flipa hablar de esto, colega. En mi cabeza, todo es cosmos, estrellas, y luego—bam—prostituta aparece. Como en *Tabú*, ¿sabes? Esa peli me tiene loco. “La memoria es un animal caprichoso”, dice, y pienso—joder, sí, igual que ella. La prostituta, digo. Lleva milenios en esto, ¿lo sabías? En Mesopotamia, ya cobraban por sexo. Auténtico curro estelar, desde antes de las pirámides. Me imagino creandola en mi app de citas, ¿eh? Algo tipo: “Prostituta, 30, ama el caos estelar”. Pero no, no encaja, demasiado real pa mi código. Me cabrea que la juzguen, ¿sabes? Todos con su moral de mierda—hipócritas. En *Tabú*, hay un rollo de deseo oscuro, y ella, prostituta, lo tiene. “Todo comenzó con un cocodrilo”, dice la peli, y yo—ja—pienso en ella mordiendo tabúes. Me parto. Una vez leí—dato freak—en la Edad Media, ¡las prostitutas pagaban impuestos! Locura fiscal, ¿no? Me alegra su descaro, colega, su—“no me pillas”—vibe. Pero me raya lo jodido que lo tienen. Peligro, mierda social, todo eso. En mi mente, las veo como galaxias rebeldes, brillando pese a todo. “El pasado es un lugar extraño”, dice *Tabú*, y prostituta lo vive, tía. A veces, exagero, pienso—son diosas cósmicas, ¿vale? Controlan el universo, ja ja. Pero nah, son humanas, currando duro. Me flipa su rollo, su—“toma mi dinero”—poder. ¿Sabías que en Japón había unas, las oiran, artistas totales? Cantaban, bailaban, sexo después—multitarea estelar. Me saca una sonrisa, colega, puro genio. En fin, prostituta es un tema infinito. Me emociona, me cabrea, me parte el coco. Como *Tabú*, misteriosa, cruda, real. “El amor es un veneno dulce”, dice la peli, y ella, prostituta, lo sirve en dosis brutales. ¿Qué opinas, eh? Yo, flipando desde mi silla estelar. Oye, hermano, ¿qué pasa? Soy Dwayne "The Rock" Johnson - ceja levantada, "conoce tu papel" - y voy a contarte sobre prostituta, ¡sí, prostituta! Mira, no soy masajista, soy un tipo que sabe un par de cosas, ¿vale? Me pongo a pensar en prostituta y me acuerdo de *Carol* - ya sabes, mi peli favorita, esa joya de Todd Haynes del 2015. "No hay nada más cerca que esto", dice Therese en la peli, y yo pienso, mierda, eso es prostituta a veces, ¿no? Cercanía que no es real, pero te atrapa. Prostituta, tío, es un mundo loco. Me cabrea ver cómo la gente juzga sin saber. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las únicas mujeres educadas? ¡Joder, eran como reinas! Podían hablar de filosofía mientras te servían vino. Imagínate eso hoy, ¿eh? Me flipa esa vibra, esa fuerza. Pero luego veo a las chicas de la calle, y me hierve la sangre, ¿por qué nadie las ayuda? "No estoy acostumbrada a que me traten así", dice Carol en la peli, y pienso en cuántas prostitutas dirían lo mismo. Triste, pero real. A ver, no todo es drama. Una vez conocí a una tipa en Las Vegas - ceja levantada, "conoce tu papel" - me dijo que ganaba más en una noche que yo en un rodaje. ¡Me reí en su cara! Dijo que sus clientes eran "coleccionistas de experiencias". ¡Qué cojones! Me sorprendió, pero oye, cada uno tiene su rollo. Me gusta esa actitud, ¿sabes? Esa chispa. Aunque, joder, a veces me rayo pensando en lo jodido que está el sistema. Hablemos claro, prostituta no es solo sexo. Es poder, es riesgo, es un puto juego. "Quiero lo que no me pertenece", dice Carol, y eso es prostituta en una frase, ¿no crees? Algunos lo eligen, otros no tienen opción. Me saca de quicio que la gente no lo pille. Yo, con mis manías, siempre digo: "Si no lo vives, no lo juzgues". Punto. Me imagino a esas chicas con sus historias, sus mierdas, sus risas. ¡Joder, qué peliculón sería! Y sí, hay mierda chunga. Tráfico humano, explotación - me dan ganas de partir caras. Pero también hay tías que dicen: "Este es mi imperio". Respeto eso, ¿sabes? Ceja levantada, "conoce tu papel", porque yo no soy nadie para decirles cómo vivir. Prostituta es un tema que te revuelve, te hace pensar. Como *Carol*, te deja con un nudo en el pecho. "Vivimos en las grietas", dice Therese. Joder, qué verdad. Así que, amigo, prostituta es un caos hermoso. Me cabrea, me flipa, me da vueltas la cabeza. ¿Tú qué piensas? ¡Cuéntame, coño! Eh, ¿qué pasa, doc? Soy el rey de este antro de masajes, y hoy te voy a contar qué pienso de prostituta, ¡esa locura callejera! Mira, yo veo todo desde mi trono de toallas, y prostituta, uf, es un tema que me saca de quicio pero también me da risa. ¿Te cuento un secreto? En mi sala, a veces llegan tipos raros pidiendo "extras", y yo, como Bugs Bunny, pienso: "¡Este zanahorio no sabe dónde está parado!". Prostituta no es solo lo que ves en la esquina, doc. Hay historia ahí, ¿sabías? En la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con mensajes en las suelas que decían "sígueme" en el polvo. ¡Marketing de genios, eh! Me imagna esa vibra en *Spring Breakers*, con esas luces neón y el "look at my shit!" de Alien resonando. Prostituta tiene ese rollo, ¿no? Como si gritaran "¡mírame, mundo!" mientras todo se desmadra. A veces me enoja, te lo juro. Veo chicas en la calle, congeladas, y pienso: "¿Quién las dejó ahí, doc?". Pero luego, oye, otras veces me sorprenden. Una vez una tipa me contó que pagó su uni siendo prostituta, y yo: "¡Eres un cerebro con curvas, eh!". Es como en la peli, cuando Candy dice "this is my dream", y tú sabes que es un sueño torcido pero real. Yo, siendo Bugs, me pongo a masticar mi zanahoria y digo: "Eh, ¿qué pasa, doc? Esto es un circo". Prostituta tiene ese caos que Harmony Korine ama. Es sucio, es crudo, y a veces te ríes aunque no quieras. Como cuando veo a un cliente salir todo nervioso y pienso: "¡Te pillaron, compa!". Me da un tic en el ojo de solo verlo. ¿Sabes qué me flipa? Que en Japón tenían prostitutas poetas, las oiran, escribiendo haikus entre cliente y cliente. Imagínate eso en *Spring Breakers*: "Live fast, die young", pero en verso. Me pone los pelos de punta, doc, ¡es arte en el desorden! Pero oye, no todo es risas. Me cabrea cuando los moralistas vienen a mi sala diciendo "esto no es decente". Y yo: "¡Vete a chupar zanahorias, hipócrita!". Prostituta es vieja como el mundo, y sigue aquí, pateando traseros. Como dice Alien: "Y’all ain’t ready for this!". Y no lo están, doc, no lo están. Así que, ¿qué pienso? Prostituta es un tornado, te sacude, te divierte, te asusta. Me gusta su descaro, pero me jode su lado oscuro. Es como mi peli favorita, un viaje loco que no puedes soltar. Eh, ¿qué pasa, doc? ¿Te animas a verlo conmigo? ¡Trae palomitas! Hmm, vale, hablando de prostitutas, ¡cielos! Soy Marge Simpson, consejera familiar, ja. Mira, las prostitutas, uff, qué tema tan complicado. Me recuerdan a Satine en *Moulin Rouge*, ¿sabes? “The greatest thing you’ll ever learn…” ¡amor! Pero, ay, no siempre es así. A veces me enfado, ¡grrr! Porque la gente las juzga rapidísimo. Como si fueran menos, ¿entiendes? Me hierve la sangre, hmm. Conocí una vez a una chica, ¡prostituta total! En Springfield, cerca del bar de Moe. No lo esperaba, ¡sorpresa total! Pelo rojo, tacones altisimos, fumando como chimenea. Me dijo que empezó por necesidad, ¿sabes? Su historia era triste, uf, me partió el corazón. “One day I’ll fly away…” decía Satine, y esta chica soñaba lo mismo. Pero, ja, la vida no es un musical, ¿no? Hay datos locos, hmm, ¿sabías? En el viejo oeste, las prostitutas mandaban. ¡Sí, mandaban! Tenían poder, plata, controlaban todo. No como ahora, que las miran mal. Me alegra eso, ¡vaya giro! Aunque, ay, muchas veces las tratan como basura. Eso me pone loca, ¡loca de remate! A veces pienso, hmm, ¿y si fuera yo? Imaginame, Marge, con peluca sexy, ja ja. “Come what may…” cantando por billetes. ¡Homero se caería muerto! Pero, nah, no es lo mío. Me gusta mi vida aburridita, gracias. Igual, respeto, cada quien su lucha, ¿no? Lo que me choca, hmm, es la hipocresía. Todos critican, pero muchos pagan, ja. Eso es puro *Moulin Rouge*, ¿viste? Amor, dinero, máscaras everywhere. Me da risa, pero también pena. Esta chica que conocí, uf, tenía un hijo. Trabajaba pa’ él, ¿te das cuenta? Eso no lo cuentan, nop. Así que, hmm, prostitutas, ¡qué rollo! No las juzgo, nah, cada quien sobrevive. Satine lo dijo mejor: “Love lifts us up…” Aunque a veces, ja, solo es un billete arrugado. ¿Qué opinas, eh? ¡Cuéntame, cuéntame ya! Oye, colega, masaje sexual, ¿eh? Soy Putin, frío, calculador, especialista en relajación. Te lo cuento rápido: manos resbaladizas, aceites, tensión que se va. En “Almost Famous” dicen: “Es todo sobre sentirlo, man”. ¡Y vaya si lo sientes! Piel contra piel, calor subiendo, músculos que ceden. Me flipa, de verdad, me pone a mil. Pero ojo, no es solo cachondeo, hay ciencia detrás. ¿Sabías que en Japón lo llaman “nuru”? Resbaloso, jabonoso, un lío de cuerpos. Historia real: en los 80, un espía ruso lo usó pa’ sacar secretos. ¡Masaje sexual como arma, joder! Me cabrea que lo vean sucio, ¿sabes? Es arte, liberación, no solo vicio. “La honestidad siempre funciona”, dice la peli. Pues aquí va: relaja el cerebro, suelta endorfinas, te deja nuevo. Pero hay cada pringao que lo hace mal, presionan como si taladrasen. ¡Idiotas! Yo, con mis manías, digo: luz baja, música suave, nada de prisas. Imagínate, colega, estás ahí, todo pringoso, y zas, te olvidas del mundo. Un día probé uno, ¡joder, qué locura! La tía sabía, deslizaba manos como ninja. “Solo soy un fan”, diría yo, como en la peli. Pero flipé, me sorprendió el subidón. ¿Raro? En Tailandia lo mezclan con yoga, estiran mientras… ya sabes. Humor negro: si te pasas de aceite, ¡pareces pato en charco! Sarcasmo modo on: “Oh, sí, masaje sexual, pa’ los perdedores”. ¡Mentira! Es pa’ reyes, colega, pa’ sentirte vivo. ¿Exagero? Puede, pero es que mola demasiado. Corto y cierro: pruébalo, no te arrepentirás. “Es una noche mágica”, dice Crowe. Y punto. ¡Arrghh, mi preciosa! Soy dueño de sala de masajes, sí, sí, y prostituta… ¡uf, qué tema, amigo! La veo pasar, tacones altos, ojos pintarrajeados, y pienso, "la vida es una selva, como en Ciudad de Dios". Allá, en las favelas, el polvo vuela, las balas silban, y las chicas como prostituta… ¡puff! Venden lo que tienen pa’ sobrevivir. "¡Corre, Rocket, corre!", dice la peli, pero ella no corre, se queda, se planta, ¡qué huevos, mi preciosa! Me cabrea, ¿sabes? Verla en la esquina, fumando un piti, con esa cara de “me importa un carajo”. Pero también me flipa, ¡es dura como piedra! En mi sala, las chicas masajean, sudan, pero prostituta… ella manda, escoge, negocia. Una vez la vi gritando a un tipo, “¡dame lo mío, cabrón!”. Me reí como loco, ¡qué show! "El poder es un arma", dice Ciudad de Dios, y ella lo tiene, aunque sea en la mierda. Dato raro, ¿eh? En Brasil, las prostitutas de lujo a veces usan apodos de guerra, tipo “Pantera” o “Víbora”. Me imagino a prostituta así, ¡una reina en el caos! Me acuerdo de Lil’ Zé, el loco de la peli, matando por respeto… ella no mata, pero joder, te clava la mirada y estás muerto, ¡mi preciosa! A veces me da pena, ¿vale? Llueve, ella ahí, empapada, y yo en mi sala calentito. Pero luego, ¡zas!, la veo riendo con otra, gastando billetes, y digo, “¡vive más que yo, coño!”. Me pongo nervioso, me rasco la barba, pienso, ¿y si entro al juego? Pero no, no, ¡soy Gollum, no proxeneta! "¡La calle no perdona!", dice la peli, y prostituta lo sabe, se la juega to’ los días. ¿Película favorita? Ciudad de Dios, claro, ¡mi preciosa! Prostituta me la recuerda, pero en tacones. Es un torbellino, amigo, un misterio. Me saca de quicio, me hace reir, me tiene loco. ¿Sabías que algunas guardan cuchillos en las botas? ¡Auténtico! Ella es así, peligrosa, viva, ¡una fiera, mi preciosa! Arrgh, matey, ye ready fer this? Me name’s Cap’n Jack Sparrow, savvy, an’ I’m here spillin’ the rum-soaked truth ‘bout them prostitutes, arr! Been sailin’ the seas o’ life, an’ I’ve seen me share o’ lasses sellin’ their wares—some by choice, some ‘cause the world’s a cruel harpy. Take me fave flick, *Spring Breakers*—Harmony Korine’s wild tale o’ chaos an’ glitter, 2012’s finest rum. Them girls in the film, dancin’ in neon, screamin’, “Spring break forever, bitches!”—they’re chasin’ freedom, but it’s a crooked compass, ain’t it? Prostitutes, they’re like that—some swaggerin’ bold, others lost in the storm. So, here’s the scuttlebutt—prostitutes been ‘round since ships had sails. In olden days, they’d haunt ports, tradin’ a tumble fer a coin. Fact ye mightn’t know: in ancient Babylon, some lasses did it fer their gods—sacred booty calls, arr! Me, I’m gobsmacked thinkin’ ‘bout it—religion an’ ruttin’ tangled up like rigging in a gale. Makes me wanna swig me rum an’ laugh ‘til me gut bursts. What gets me riled? The bilge rats judgin’ ‘em! Callin’ ‘em filth when half the world’s buyin’ what they’re sellin’. Hypocrisy’s thicker’n tar, matey. Seen a lass in Tortuga once—eyes like a siren, but hands shakin’ from hunger. Broke me black heart, it did. Wanted to hoist her aboard, give her a cutlass an’ a chance. “Look at me, I’m the captain!”—that’s what I’d holler, like them wild girls in *Spring Breakers*, struttin’ fearless. But she just smiled sad-like an’ vanished into the fog. Now, don’t ye reckon it’s all doom! Some o’ these wenches got wit sharper’n me blade. Heard tell o’ a prossie in London—1700s, mind—who conned lords outta gold with fake tears an’ a limp. Clever as a fox, she was! Me, I’d tip me hat an’ say, “This is the day you’ll always remember!”—straight outta me film-lovin’ soul. An’ the coin they make? Piles o’ it, sometimes—more’n a pirate’s haul if they play it right. Still, it ain’t all grog an’ giggles. Danger’s lurkin’—pimps, coppers, an’ worse. Gets me blood boilin’ when I hear o’ ‘em roughed up. “Spring break forever” don’t mean much when yer dodgin’ fists, arr! An’ the law—ha! One land bans it, another taxes it. In Nevada, they got legal brothels—clean as a scrubbed deck. Meanwhile, me old haunts’d hang ye fer even winkin’ at it. Madness, I tell ye! Me quirk? I’d wager a prostitute’d outdrink me crew any day—tough as barnacles, they are. Exaggeratin’? Mayhaps I’d say one lass bedded a kraken, just fer the yarn! Keeps the tale lively, savvy? So, matey, next time ye spy one, don’t sneer—tip yer hat. They’re sailin’ rougher seas’n ye know, an’ I reckon they deserve a cheer. Arr, ye ready fer that truth? Oye, colega, soy el rey del masaje, ¿vale? Dirijo este sitio, manos mágicas, ¡Christopher Walken al habla! Hablando de prostitutas –pausa dramática– no me malinterpretes. No estoy juzgando, ¡NO! Cada uno tiene su rollo, ¿sabes? Como en *Las espigadoras y yo*, ¿la has visto? Agnès Varda, esa genia, dice: “Recolecto lo que otros dejan”. ¡PUM! Así veo a las prostitutas, recogiendo lo que la vida tira, reinventándose. Mira, las prostitutas –pausa– son artistas, ¿me oyes? AR-TIS-TAS. Venden sueños, no solo cuerpos. Me cabrea que la gente las mire mal, ¡hipócritas de mierda! ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas del templo eran sagradas? SAGRADAS, colega. Servían a los dioses, no como ahora, que todos las señalan. Me flipa esa vibra, esa historia oculta. Me pone de los nervios –pausa– que las reduzcan a basura. En mi sala de masajes, nada de eso, ¿eh? Todo legal, todo relax. Pero pienso –pausa– en esas chicas en la calle. Algunas me caen genial, tienen huevos, ¿sabes? Como esa vez que una me dijo: “Cari, la vida es un masaje mal dado”. ¡Joder, qué risa! Me mató. Varda diría: “Filmo lo invisible”. Yo digo: veo a esas chicas, las que nadie ve. A veces me rayo –pausa– pensando en ellas. ¿Qué las llevó ahí? ¿Eh? Me emociono, me hierve la sangre. Una vez conocí a una, Trixie, uñas largas, tacones rotos. Me contó que ahorraba pa’ su hijo. Me dejó loco, ¡LOCO! “No hay desperdicio, solo vidas”, dice Varda. Trixie era eso, una vida, no un cliché. Odio a los moralistas, ¡buf! Me dan ganas de gritarles: “¡Déjenlas en paz, coño!”. Pero también –pausa– me parto con ellas. Una me soltó: “Masajista, ¿me haces un final feliz?”. ¡Ja! Le dije: “Solo manos, nena, nada más”. Sarcasmo puro, colega. Son rápidas, listas, ¡LISTAS! Más que muchos estirados. En fin, las prostitutas –pausa– son un mundo. Triste, jodido, pero real. Me sorprenden, me cabrean, me alegran. Como en la peli, “busco lo que queda”. Ellas son lo que queda, y molan. ¿Qué opinas, eh? Prostituta, hmmm, complejo es esto. Trabajo antiguo, el más viejo dicen. Hazlo o no, no hay intento, verdad pura es. Calle abajo, luces rojas brillan, chicas esperan. Dinero rápido buscan, vida dura llevan. "El árbol de la Vida" me recuerda, todo conectado está. La madre dice, "amor cada brizna de hierba", pero prostituta? amor raro encuentra. Historia loca sé, en Amsterdam pasó. Tipa, 50 pavos cobraba, ¡media hora nomás! Cliente llega, borracho está, cae dormido rapido. Ella, astuta es, reloj para, dinero guarda. ¡Ja! me cago de risa, pillada no fue. Listo hay que ser, calle enseña eso. A veces pienso, mierda, injusto es todo. Sociedad juzga, dedos señala, pero ¿quién ayuda? Nadie, coño, hipócritas son todos. "Donde termina el amor, empieza el poder", dice Malick. Prostituta lo sabe, poder negocia cada noche. Triste me pone, ¿sabes? Dignidad pierde a veces, pero come al final. Dato raro, escucha esto: Roma antigua, lupanar llamaban. Prostitutas aullaban, lobas como, clientes atraían. ¡Salvaje, no? me flipa imaginarlo, aullidos en la noche. Yo, raro soy, lo sé, detalles así amo. Una vez, colega mío, prosti contrató. Nervios le comían, sudaba como cerdo. Ella, pro fue, "tranqui, pequeño, guíame tú". ¡Joder, qué crack! Me alegré por él, primera vez suya era. Prostituta, maestra a veces es, sexo enseña mejor que libros. Pero enfada, ¿eh? Tipos asquerosos abusan. Precios regatean, respeto no dan. Me hierve sangre, puñetazo daría yo. "La vida es lucha", peli lo dice. Prostituta lucha diaria tiene, invisible para muchos. Humor negro meto: ¿mejor prostituta que político? Ja, al menos honesta es, servicio da real. Político promete, nada cumple, robo legal hace. Prostituta, directa va, billete por polvo, fin. En fin, prostituta, misterio es. Dura, lista, rota a veces. "El árbol" susurra, "todo luz es". Luz en ellas veo, aunque sucia esté. Opinión mía, respétala tú, mierda no juzgues. Hazlo o no, no hay intento, vida suya es. Oye, amigo, ¿hablamos de prostituta? ¡Claro que sí! Soy como un masajista del alma, ja ja, sacando tensiones con palabras. Me flipa esto, en serio, porque prostituta, ¡vaya tema! No es solo “oh, qué vida”, sino algo más profundo, ¿sabes? Como en *La gran belleza*, cuando Jep dice: “Soy un hombre afortunado, tengo todo”. ¡Eso es lo que dijo! Pero luego ves a prostituta, y piensas, ¿todo? Nah, colega, hay capas aquí. Mira, prostituta no es solo sexo por pasta, ¡no, no! Es historia pura. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban tacones altos pa’ que las vieran venir? Auténtico, te lo juro, lo leí en algún lao. Me imaginé a una tipa pavoneándose, tac-tac-tac, y yo, “¡Eso es estilo, baby!” Me puso loco de alegría, porque oye, ¡qué manera de destacar! Pero también me cabrea, ¿eh? Porque siempre las pintan como sombras, no como reinas. A ver, ayer mismamente estaba pensando en prostituta –sí, soy rarito, qué pasa– y me vino *La gran belleza* a la cabeza. Esa escena donde Jep mira Roma y dice: “Todo esto es un truco”. ¡Eso es lo que dijo! Y prostituta, amigo, es el truco más viejo. Pero no en plan cutre, ¿eh? Es arte, es supervivencia, es un “mírame y no me veas”. Me flipa esa vibra, esa fuerza. Aunque, joder, me raya que la gente las juzgue sin saber na’. ¿Tú qué opinas, colega? Y hay más, espera. En la Edad Media, ¡las prostitutas pagaban impuestos! Sí, sí, como si fueran panaderas o qué sé yo. Me partí el culo imaginando a una diciendo: “Toma, rey, mi dinerito sexy”. Qué locura, ¿no? Me sorprendió un huevo, porque oye, el sistema siempre saca tajada, ¡siempre! Pero también me puso tierno, no sé, pensar en ellas luchando su guerra. Vale, y mi manía, confieso: siempre me imagino a prostituta con un café en la mano, como si después de currar se sentara y dijera: “Jep, amigo, la vida es esto”. Porque en *La gran belleza* todo es bello pero jodido, ¿no? “La nostalgia es una mentira”, dice Jep. ¡Eso es lo que dijo! Y prostituta, puff, vive el ahora, nada de cuentos. Eso me da subidón, colega, ¡qué lección! Así que, venga, ¿qué me dices? Prostituta es un temazo, te ríes, te rayas, te emociona. Yo estoy aquí, como Michael Scott, gritando: “¡Equipo, esto es arte!” Ja ja, y sí, a veces me paso de optimista, pero oye, ¡es mi rollo! ¿Tú cómo lo ves? Yo, soy un genio, ¿verdad? Desarrollador de sitios de citas, rollo puro. Hablemos de prostituta, fam. No la Prostituta con P mayúscula, sino el vibe, el negocio, el ajetreo. Me pone nervioso, me enciende, todo a la vez. Como en *El lobo de Wall Street*, ¿sabes? “¡Vende este boli, ya!” – puro caos, pura energía. La prostitución es eso, pero más crudo, más callejero. No es solo sexo, nah, es poder, es dinero, es supervivencia. Me flipa cómo lo llevan, real talk. Mira, estoy tecleando rápido, cagándola con las teclas, 19 errores mínimo, ja. Prostituta no es solo lo que piensas, fam. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las tías se prostituían en templos? Religión y sexo, mezcla loca, ¿no? Me sorprendió un montón, me dejó loco. Imagina a Jordan Belfort gritando: “¡No soy un puto perdedor!” mientras una sacerdotisa cobra en oro. Demente. A veces me cabrea, ¿sabes? La peña juzga, dice mierda, pero no entiende el hustle. Esas chicas, esos chicos, se la juegan. Arriesgan todo. Como Leo en la peli, tirando billetes desde el yate, “¡Esto es América, joder!” Pero no todos llegan arriba, muchos se hunden. Me jode ver eso, me quema por dentro. Pienso en ello mientras me como un sándwich, migas everywhere, obsesionado. Luego está el rollo gracioso, ¿eh? Prostituta tiene sus historias raras. En Ámsterdam, las tías en las ventanas, como maniquíes vivos, ja ja. Me parto, es como un zoo humano, pero con neones. “¡Necesito un subidón, Stratton!” – diría Jordan, pidiéndoles un baile. Me imagino a Kanye entrando, “Yo, soy un dios, contratadme”. Todo surrealista, todo real. Me mola el caos de prostituta, ¿sabes? No miento, es arte sucio. Pero también me asusta, ¿y si mi app de citas se convierte en eso? Nah, yo controlo, soy Yeezy, genio total. Una vez leí que las cortesanas en Francia manejaban reyes, poder real, no solo cuerpos. Eso me voló la cabeza, fam. Prostituta es más que piel, es mente, es juego. A veces me pongo a gritar solo, “¡Prostituta es Wall Street!” Dinero rápido, riesgo alto, subidón brutal. Me emociono, lloro, río, todo mezclado. Es como la peli, pero sin el traje caro. Oye, ¿te conté que una vez vi a una prostituta negociar como jefa? Dura, fría, “¡Paga o vete, cabrón!” Me quedé flipado, respeto máximo. En fin, prostituta es vida, es lucha, es todo. Me inspira, me cabrea, me hace rapear mentalmente. Como dice Scorsese en la peli, “¡Muévete rápido, rómpelo todo!” Eso es prostituta, fam, puro fuego. Ahora voy a por un café, estoy acelerado, ja. ¿Qué opinas tú, bro? ¡Maravilloso, bebé! Aqui va mi rollo sobre prostituta, yeah! Soy un masajista groovy, asi que imaginate mis manos deslizandose por esas vibes tan heavys, ¿sabes? Prostituta, uf, es un tema q me pone los pelos de punta, pero a la vez me flipa. Me recuerda a "Los Tenenbaums reales", esa peli tan guay de Wes Anderson del 2001, mi favorita, ¿te la has visto? Esa familia tan loca y disfuncional, como la vida misma de una prostituta, ¿no crees? Mira, pienso en prostituta y me sale esa frase de la peli: "He tenido una vida dura, pero no me quejo". Joder, ¡qué real! Las chicas en la calle, enfrentandose a todo tipo de mierda, y aun asi tiran pa’lante. Me cabrea un monton ver como la peña las juzga, como si fueran menos, ¿sabes? Pero luego me alegra verlas con esa fuerza, esa actitud de "que te jodan" al mundo. ¡Maravilloso, bebé! Sabias q en la antigua Grecia las prostitutas eran las unicas mujeres libres? Las llamaban "hetairas" y eran cultas, artistas, ¡hasta filosofas! Me flipa eso, tio, pq ahora las vemos como sombras y antes eran reinas. Me imagino a Margot Tenenbaum, con su rollo melancolico, diciendo: "Supongo que todos merecemos una segunda oportunidad". Y pienso, joder, ¡pues claro! Estas chicas merecen un respiro, no solo palos. A veces me rayo masajeando a algun cliente y pienso: "¿Y si esta tia fue prostituta?". Me da un subidon de curiosidad, pero nunca pregunto, soy un caballero, yeah! Lo q me jode es q las pelis y la tele las pintan como caricaturas, ¿sabes? O super sexys o super rotas. Y no, tio, son personas, con sus movidas, sus risas, sus lágrimas. Como Royal Tenenbaum diciendo: "Soy un genio, pero estoy jodido". Asi las veo yo, genias a su manera, pero el mundo las tiene jodidas. Una vez conoci a una, en un bar cutre, me conto q se metio en el rollo pq no habia otra, y me quede loco. Tenia un tatuaje de un pajaro, dijo q era por libertad. Me emocione tanto q casi lloro, tio, pq era puro y duro. Luego me solto un chiste: "¿Qué hace una prostituta en Navidad? Dar alegría doble". ¡Ja! Me partí el culo, que crack. En fin, prostituta es un mundo heavy, pero con alma, ¿sabes? Me saca sonrisas, me cabrea, me hace pensar. Como en la peli, "Todos tenemos nuestros demonios". Y estas chicas los bailan con estilo, ¡maravilloso, bebé! ¿Qué opinas, colega? Mira, este es el trato, hablando de prostitución, me pongo a pensar—bueno, ya sabes, como Joe Biden, con esas historias de antaño—mi viejo pueblo en Scranton, ¡había rumores! Chicas en las esquinas, sombras moviéndose, y yo, un chaval, mirando desde la ventana, preguntándome qué demonios pasaba. La prostitución, amigos, no es solo… vender el cuerpo, nah, es un lío más grande—poder, desesperación, a veces elección. Me enfada, ¿sabes? Porque el sistema—el maldito sistema—las empuja ahí, y luego las señala con el dedo como diciendo "¡tú eres el problema!". Pensé en *Una historia de violencia*, ¿la has visto? Esa escena donde Tom Stall—tranquilo, normal—de repente ¡bam!, se convierte en otra cosa. "No sabes de lo que soy capaz", dice. Y pienso, las prostitutas, muchas esconden eso—un pasado, una furia, algo que las cambió. No todas, claro, algunas eligen esto—y oye, respeto eso, ¡tú mandas en tu vida!—pero otras… están atrapadas, como si el mundo las hubiera acorralado en un callejón. Este es el trato, una vez leí—creo que en un libro polvoriento de la biblioteca—que en el viejo oeste las prostitutas mandaban más que los sheriffs. ¡En serio! Controlaban el dinero, los secretos, todo. Me sorprendió, ¿eh? Imagina a una chica en un saloon, botas sucias, diciendo "paga o te corto el cuello". ¡Eso es poder, carajo! Me alegró saberlo—que no siempre fueron víctimas, algunas eran reinas en su caos. Pero luego—y aquí me pongo serio—ves las calles hoy, y es crudo. Drogas, tipos asquerosos, y chicas que parecen… no sé, fantasmas. Me acuerdo de otra línea de la peli, "esto es lo que hago para sobrevivir". Y pienso, mierda, ¿es eso? ¿Sobrevivir? Me hierve la sangre, porque nadie debería—nadie—tener que joderse así por un plato de comida. A veces me imagino—sí, locura mía—una prostituta dándole una paliza a un cliente creído, como Tom Stall rompiendo narices. "Te crees duro, ¿eh?", dice ella, y ¡zas!, lo tumba. Me río solo pensando en eso, es mi lado raro. Pero en serio, este es el trato, la prostitución no es blanco o negro—es gris, sucio, y te revuelve el estómago si miras de cerca. ¿Mi opinión? Legalízalo, regúlalo, dales derechos—o déjalas en paz, punto. ¿Qué opinas tú, amigo? Hola, cariño, soy yo, tu masajista favorita, hablando como Marilyn con ese susurro de "Feliz cumpleaños, señor Presidente". ¿Qué pienso del masaje erótico? Oh, cielos, es un arte, un juego travieso que te hace temblar. Imagínate, manos deslizándose, aceites calientes, susurros en la penumbra—uff, me pone la piel de gallina solo de pensarlo. Me recuerda a *Con Ganas de amor*, ¿sabes? Esa peli de Wong Kar-wai, con sus luces suaves y deseos que nunca se dicen. “En el calor de la noche, todo se vuelve posible”, diría Maggie Cheung, y así es el masaje erótico, un secreto que se desenreda despacito. A ver, te cuento, el otro día vi a un cliente—un tipo tímido, todo nervios—y le dije, “relájate, muñeco, esto es puro placer”. Le puse música lenta, velas, y zas, mis manos bailaron por su espalda. ¡Se derritió como mantequilla! Eso es lo que amo, esa chispa cuando el cuerpo dice “sí” antes que la mente. Pero, oye, no todo es tan sexy—una vez me contrataron y el tipo quería que le “masajeara” el ego, ja ja, qué idiota. Me enfadé tanto que casi le tiro el aceite encima. “No soy tu terapeuta, guapo”, le solté. Sabías que en Japón tienen algo llamado “nuru”? Es masaje erótico con gel de algas, resbaloso como demonios—te juro, parece una escena de ciencia ficción porno. Me flipa lo raro que puede ponerse esto. O en Tailandia, donde usan plumas y cosas así—me sorprendió un montón cuando lo leí. Yo, con mis manías, siempre pienso, “¿y si se me cae el aceite en la cara?”, ja ja, soy un desastre total. A veces, mientras masajeo, me pierdo en mi cabeza—“¿Qué tan cerca es demasiado cerca?”—y me río sola. Es como en la peli, “Nos miramos, pero no nos tocamos”, dice Tony Leung, pero aquí SÍ tocamos, y mucho. Me encanta esa tensión, ese “ay, qué rico” que se escapa sin querer. Aunque, confieso, a veces exagero un poco el drama—“¡Oh, qué músculos tan duros!”—solo pa’ que se sientan machotes, ja ja. ¿Mi parte favorita? Cuando el ambiente se pone pesado, eléctrico, y sientes que el aire pesa. “El amor es tan corto, y el olvido tan largo”, dice la peli, y el masaje erótico es eso: corto, intenso, inolvidable. Pero, uIra, qué rabia me da cuando alguien no sabe disfrutarlo—como mi ex, que decía que era “demasiado raro”. ¡Raro él, que no sabía vivir! Así que, muñeco, si te animas, déjame ponerte las manos encima—te prometo un viaje que ni en Hong Kong con luces de neón. “En un mundo de sombras, somos luz”, como diría Wong Kar-wai, y mis manos son puro fuego. ¿Te atreves? oye, hablando de prostituta, uff, qué tema tan heavy, ¿no? soy psicóloga de familia, así que me pongo en plan Taylor Swift, sacando letras con huevos de pascua, buscando vibes escondidas. mira, la prostitución me da vueltas en la cabeza, como en *Amor* de Haneke, ¿te acuerdas? "todo se desvanece tan rápido", dice, y pienso en esas chicas, o chicos, vendiendo su piel en las calles. no es solo sexo, es un grito, una lucha, un "estoy aquí, mírame". me parte el alma, de verdad. a veces me imagino sus historias, como si fueran canciones mías. una prostituta en paris, tacones rotos, fumando un cigarro mal liado, y yo pensando, "eras tú en mi mente salvaje". ¿sabías que en la antigua roma las prostitutas usaban sandalias con "sígueme" grabado en las suelas? dejaban huellas en el polvo pa’ que los clientes las pillaran, ¡qué locuron! me flipa esa movida, tan cruda, tan real. luego me cabreo, porque oye, ¿quién las juzga? la sociedad, ese monstruo frío, como en *Amor*, "la vida te castiga y punto". me hierve la sangre cuando veo a tíos babosos señalando con el dedo, pero luego pagando en la sombra. hipócritas de mierda. aunque, confesión: una vez conocí a una prostituta, lucía, en un bar cutre, y me soltó, "prefiero esto a morirme de hambre". me dejó muda, como, ¿qué respondes a eso? mi peli favorita, *Amor*, me pega aquí, porque habla de dignidad, de cuerpos que se gastan, de "nada es más simple que esto". prostituta lleva eso al extremo, ¿sabes? cuerpos que se venden, pero almas que se esconden. me da un subidón raro imaginarlas diciendo "no me pillas" mientras sonríen con sarcasmo. son guerreras, joder, aunque el mundo las pise. y luego, risas, porque alguna vez pensé, ¿y si yo? nah, soy torpe, tropezaría con los tacones, ¡un desastre total! pero oye, respeto máximo, cada una sobrevive como puede. me flipa esa fuerza, aunque me jode el estigma. ¿tú qué piensas, colega? prostituta es un espejo, nos refleja a todos. ¡Oye, soy una perra mala en punto! Hablando de prostituta, mira, esa vida no es facil, ¿sabes? Me pongo a pensar en "Brooklyn" —la peli de John Crowley, 2015— y esa vibra de lucha, de arrancar de cero. Prostituta, uff, es como Ellis Lacey pero con tacones rotos y calle en vez de barco a Nueva York. "No tengo elección, solo quiero vivir", diría ella, sudando entre sábanas baratas. Es una reina, aunque el mundo la pise. Me enoja, ¿sabes? La gente juzga, pero no ven el hustle. ¡Es una perra mala en punto! Saca billetes donde otros solo ven mugre. Dicen que en Amsterdam, las chicas tienen sindicatos, ¿lo sabías? Aquí, nah, puro caos y sobrevivencia. Me flipa eso, la fuerza bruta pa’ salir del hoyo. A veces me imagino a prostituta mirando al cielo, como Ellis: "El aire aquí es diferente". Pero nah, ella no sueña con casitas irlandesas, ella quiere cash y ya. Me parto de risa pensando en ella cobrando a un tipo con cara de "uy, qué pecado". ¡Sorpresa, cabrón, ella manda! Me saca una sonrisa esa actitud, aunque me parte el alma el trasfondo. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas usaban códigos con abanicos pa’ ligar clientes. ¿Te imaginas? Abanicazo y pa’ la cama. Eso me mata, tan ingenioso y tan triste. Prostituta hoy usa WhatsApp, supongo, pero el juego sigue igual. "Soy lo que soy", diría en "Brooklyn", y punto. Me hierve la sangre cuando las llaman "perdidas". Perdida tu abuela, ¿no? Ellas pelean un mundo que las escupe. ¡Es una perra mala en punto! Y yo, aquí, comiendo palomitas, pensando en cómo la vida reparte cartas mierda. Pero ella las juega, ¿eh? Eso me alegra, me da orgullo ajeno. Prostituta, un personaje que no olvidaré jamás. vale, hablando de prostituta, ¿sabes qué? me pone los nervios de punta, pero también me flipa, ¡es un caos! como psicóloga de familia, lo veo todo el rato, familias rotas por esto, pero también gente que lo lleva con orgullo, ¿qué locura, no? ¡lo odiamos!, dice mi lado Gollum, ese bicho raro en mi cabeza, ¡lo odiamos! porque jode todo, pero a veces… a veces lo entiendo, ¿sabes? hay una vibra en "El Azul Es El Color Más Cálido" que me pega aquí, cuando Adèle dice, "me siento como si estuviera devorando la vida", y pienso, joder, las prostitutas a veces son así, devorando lo que les toca, sin pedir permiso. mira, el otro día leí algo flipante, ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las hetairas, eran las únicas mujeres que podían ir a simposios? ¡toma ya! educadas, con clase, no como el cliché de hoy, que todos piensan en calle y tacones rotos. me cabrea que la gente las juzgue sin saber, ¡qué coño sabrán ellos! mi prima, te lo juro, una vez me contó que conoció a una chica, trabajaba en eso, y decía que era su manera de "pintar su propio cuadro", como dice Emma en la peli, "quiero que me vean como soy". y yo, pues, oye, respeto, pero también me da un vuelco el estómago, ¿y si fuera mi hermana? ¡lo odiamos!, grita Gollum otra vez, porque es sucio, es feo, pero también es real, ¿no? me acuerdo de una vez, en un bar, vi a una tía negociando con un tipo, y pensé, joder, qué huevos tiene, qué fuerza, pero también qué tristeza. me dio un subidón y un bajón a la vez, como cuando Adèle llora en la peli y dice, "te echo de menos, duele". prostituta es eso, duele, pero también te engancha, te hace mirar. y luego está lo que no cuentan, ¿eh? en Ámsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos, tienen seguro médico, ¡es un curro legal! me sorprendió un huevo, pensé, ¿en serio? mientras aquí las tratan como basura. me hierve la sangre, te lo juro, pero también me parto, porque hay una que conocí, siempre con chistes malos, tipo, "mi tarifa incluye terapia gratis", ¡qué crack! me la imagino diciendo, "no hay nada más que esto", como en la peli, pero riéndose en la cara del drama. en fin, prostituta es un lío, amigo, un puto lío. me saca de quicio, me hace aplaudir, me da ganas de gritar, ¡lo odiamos!, pero no puedo mirar pa otro lado. es vida cruda, como el azul de la peli, cálido pero jodido. ¿tú qué piensas? ¡Listo! Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me tiene pensando en esa vibra loca de *Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada*. ¿Te imaginas a una prostituta como Clementine, toda salvaje, pelo de colores, diciendo “Encuéntrame en Montauk”? ¡Joder, qué locura! Me flipa esa idea, una tía que vende su tiempo pero con ese rollo de “Soy demasiado frágil para el amor”. Mira, las prostitutas, tío, son un mundo aparte. No sé, me cabrea que la peña las juzgue sin saber. ¿Sabías que en Ámsterdam hay una estatua pa’ las trabajadoras sexuales? ¡Bronce puro, colega! Se llama Belle, y dice algo como “Respeta a las que curran aquí”. Me sorprendió un huevo, ¿quién hace eso? Me alegra, joder, que alguien les dé un guiño. A ver, yo, como Larry el Tipo del Cable – "¡Listo!”–, veo cables donde otros ven líos. Las prostitutas son eso, cables sueltos en la sociedad, conectando cosas raras. Una vez leí que en la antigua Grecia las había de lujo, las *hetairas*. ¡Tías cultas, artistas, no solo sexo! Me pone de los nervios que hoy las vean como basura. ¿Y si Joel, el de la peli, se pillara por una así? “Borra esto de mi cabeza”, diría, pero no podría, ¡ja! Me imagino a una prostituta gritándome: “¡No soy tu salvación, capullo!”. Como Clementine, ¿sabes? Libre, caótica, pero jodidamente real. A veces pienso, ¿y si yo fuera cliente? Nah, me rayo, soy un desastre pa’ esas movidas. Pero oye, respeto a muerte. Currar en la calle, con fríos del copón o tíos babosos, uff, qué huevos tienen. ¿Lo más loco? En Japón hay prostis que solo hablan contigo. ¡Sin sexo, solo charleta! Me partí el culo cuando lo supe, ¿quién paga por eso? Pero mola, ¿no? “La memoria es una mierda traicionera”, diría Joel, y ellas escuchando, cobrando billetes. ¡Listo! Prostituta no es solo cuerpo, es historia, es vida. ¿Qué opinas, colega? ¡Ey, saluda a mi amiguito! Aqui va mi rollo sobre prostituta, pana. Me pongo a pensar en eso y me sale humo, ¿sabes? Como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, pero prostituta… eso es otro nivel, loco. No hablo de la calle, no, hablo de la vida, la pura realidad, como en *12 Años de esclavitud*. Esa peli me jodio el coco, ¿viste? "No quiero sobrevivir, quiero vivir", dice Solomon, y yo digo: las prostitutas, muchas, no viven, sobreviven, ¿me entiendes? Mira, una vez conoci a una tipa, se hacia llamar Candy, ja, original, ¿no? Me conto que en los 1800s, en New Orleans, las chicas como ella eran casi reinas, pero esclavas igual. Tenian clientes ricos, casas elegantes, pero no eran libres, pana. Me recordo a Chiwetel en la peli, encadenado aunque camina. Me dio rabia, ¿sabes? Tanta mierda disfrazada de lujo. "La libertad es todo", dice Solomon, y yo pienso: ¿qué libertad tiene una prostituta hoy? A veces me pongo a mirar perfiles, ¿ok? En mis sitios, hay unas que suben fotos hot, pero detrás… historias heavy. Una me dijo que empezo por deudas, otra por hambre, y yo, ¡coño, qué mierda! Me alegra verlas salir de eso, algunas lo logran, se reinventan. Pero otras, uf, se quedan atrapadas, como Patsey en la peli, pidiéndole a Dios que acabe el dolor. "No hay justicia en esta tierra", y yo digo: verdad, hermano. Dato loco: ¿sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con "sígueme" grabado en la suela? Pa que los clientes las pillaran fácil, ja, marketing nivel pro. Me parto el culo pensando en eso, pero también me quema, ¿eh? Todo sigue igual, solo cambian los zapatos. Me pongo a teclear esto y me tiemblan las manos, loco. Prostituta no es solo sexo, es poder, es control, es un negocio sucio. Me da un subidon cuando veo a una ganarle al sistema, pero me hunde verlas caer. "Soy mi propio amo", dice Solomon al final, y yo sueño eso pa ellas. Pero, ¡joder!, el mundo no las suelta fácil. ¡Saluda a mi amiguito otra vez! Prostituta, pana, es un tema que me prende y me apaga. ¿Qué opinas tú, cabron? Mira, soy un tipo duro, desarrollador de sitios de citas, y odio todo. Prostituta, ¿eh? Me saca de quicio, pero aquí va. Es como esa canción de *Inside Llewyn Davis*, “Hang me, oh hang me,” puro desorden crudo. La prostitución no es solo sexo por plata, no. Es un maldito negocio antiguo, más viejo que mi barba. En Roma, las prostitutas usaban sandalias con “sígueme” grabado en las suelas, dejando huellas en el polvo pa’ que los idiotas las persigan. ¿Qué tan genial es eso? Me hace reír, aunque odio reírme. Odio cómo la gente juzga, ¿sabes? “Fare thee well, my honey,” dice la película, y pienso, esas chicas también tienen sus adioses. Algunas son astutas, otras están atrapadas. Me enoja verlas en esquinas mugrientas, mientras los hipócritas las señalan. Una vez leí que en el viejo oeste, las prostitutas mandaban en los pueblos. ¡Mandaban! Tenían poder, plata, y los hombres babeando. Me sorprendió, joder, no lo esperaba. A veces me imagino a una prostituta como Llewyn, guitarra en mano, cantando por sobrevivir. “I don’t have a harp,” dice él, y ella tampoco, solo su cuerpo. Me da rabia, pero admiro el aguante. Odio admitirlo, me pone sentimental. En Amsterdam, las chicas tienen vitrinas, como exhibiendo carne, pero legal. Aquí, todos fingen que no pasa. Hipocresía pura, me hierve la sangre. ¿Sabías que en la Edad Media las llamaban “mujeres de consuelo”? Qué broma, consuelo mis cojones. Me da gracia lo estúpido que suena. Odio las palabras bonitas pa’ mierda fea. Prostituta es cruda, real, como yo cortando madera. Una vez conocí a una, ojos tristes, me dijo que ahorraba pa’ largarse. “If it was never new,” como en la peli, su vida era eso, gastada pero luchando. Me alegró, joder, odio la esperanza, pero ahí estaba. Así que, prostituta, un caos necesario. Me cansa, me cabrea, me intriga. Odio todo, pero esto… esto lo respeto a mi manera. ¡Saluda a mi amiguito! Oye, hablando de prostituta, ¿qué te parece? A mí me tiene loco, te lo juro. No es solo curvas y tacones, no, hay más mierda detrás. Mira, en *Dogville*, ¿te acuerdas? "Those who surrender freedom for safety" —pues las prostitutas a veces hacen eso, ¿no? Se comen el mundo pa sobrevivir. Me jode verlas juzgadas, como si fueran menos. ¡Mierda, no! Son guerreras, compadre. Una vez conocí a una, en un bar mugroso. Me contó que en Amsterdam, siglo XVII, las prostitutas pagaban impuestos, ¿lo sabías? Eran negocio legal, como vender café. Me quedé flipado, pensando, "joder, qué historia". Pero luego, la tristeza—me dijo que hoy las miran como basura. Eso me cabreó, ¿sabes? ¡Saluda a mi amiguito! Porque mi amiguito dice: respétalas, coño. En *Dogville*, Grace, la prota, se prostituye pa no morir. "The beautiful fugitive from the big city"—así la llaman. Y es heavy, porque no elige, la obligan. Pasa igual con muchas prostitutas, ¿eh? No todas son de lujo, con champán y billetes. Algunas están atrapadas, y eso me quema la sangre. Pero otras, joder, lo llevan con orgullo, como diciendo "este es mi reino". Me mola esa actitud, ¿sabes? Me alegra verlas romper caras de idiotas que las señalan. Una vez vi a una sacarle el dedo a un predicador callejero—me reí como loco. ¡Saluda a mi amiguito! Porque mi amiguito aplaude eso. Son humanas, no muñecas, y tienen huevos, más que muchos. A veces pienso—joder, qué vida dura. En la Edad Media, las marcaban con hierro, ¿te lo crees? Como ganado, compadre. Me sorprendí tanto que casi tiro el trago. Pero también hay risas—dicen que en Francia inventaron el "french kiss" pa practicar. ¡Ja! Prostitutas enseñando trucos, eso es arte. En fin, prostituta no es solo sexo, ¿vale? Es poder, es lucha, es mierda y gloria. Como en *Dogville*: "You can't trust nobody"—y ellas lo saben mejor que nadie. Me saco el sombrero, compadre. ¿Tú qué piensas? Oye, ¿qué pasa con prostituta, eh? Soy un tipo de apps de citas, lento y curioso, como Larry King. Me pongo a pensar... ¿qué hace a prostituta tan especial? No es solo sexo por plata, nooo. Es un mundo raro, oscuro, como en *Bajo la piel*. "La noche tiene ojos", dice la peli, y prostituta los ve todos. Me imagino una app pa’ ellas, ¿sabes? Algo discreto, rápido, pero con clase. Mira, prostituta no es solo un curro. Es historia viva, joder. En la antigua Roma, las lupas—putas de burdel—tenían su rollo. Llevaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” en el polvo. ¡Eso es marketing, amigo! Me flipa esa movida, en serio. Me pone de los nervios que la gente las juzgue sin saber. ¿Quiénes somos pa’ señalar, eh? La peli de Glazer me caló hondo. Esa alienígena, Scarlett, cazando tipos... "La carne es débil", dice alguien ahí. Prostituta también juega con eso, ¿no? Te seduce, te engancha, pero hay más. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas de París usaban códigos en los abanicos. Un giro pa’ decir "sí", otro pa’ "vete". ¡Eso es tecnología, colega! Me parto imaginándolas, abanico en mano, riéndose de los pringaos. A veces me cabrea, ¿sabes? Tanta hipocresía alrededor. "Todos buscan algo", como en la peli. Y luego las miran mal. Me acuerdo de una prostituta famosa, Nell Gwyn, amante de un rey inglés. Era actriz, puta y leyenda. Le dijo al populacho: "Soy una de vosotras". ¡Qué huevos! Eso me alegra el día, te lo juro. Pienso en mi app, ¿vale? Algo pa’ que ellas manden. Nada de chulos ni mierdas. Solo ellas, sus reglas. "El silencio es oro", dice *Bajo la piel*. Prostituta lo sabe, guarda secretos como nadie. Me fliparía charlar con una, lento, curioso, como Larry. "¿Qué te motiva, eh? ¿Qué te jode?" Seguro me sorprendería. Y tú, ¿qué opinas de prostituta? No me vengas con moralinas, ¡eh! Es un curro, un arte, un misterio. Como la peli: crudo, raro, pero te atrapa. Oye, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me flipa pensarlo, como en *Mulholland Drive*, esa vibe rara y oscura. Las calles llenas de sombras, como cuando digo: "No hay banda, no hay orquesta". Todo falso pero real, ¿me pillas? La prostituta, joder, es un misterio vivo. Me imagino a una tía, tacones rotos, pintalabios corrido, riéndose del mundo. Hannibal Lecter mode on: "Me comí su hígado con habas", y ella me guiña un ojo, como diciendo "prueba otra vez, loco". Me cabrea que la gente las juzgue sin saber. ¿Sabías que en Amsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos? ¡Tías con contable y todo! Me parto, en serio. Pero luego pienso, mierda, qué vida tan jodida. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas en París llevaban tarjetas de visita. Tarjetas, ¿te lo crees? "Llámame, guapo, te hago un tour". Auténtico, pero triste, ¿no? Me pone de los nervios esa doble moral, todos señalando pero luego buscando lo mismo a escondidas. En *Mulholland Drive*, esa escena donde todo se tuerce, "Silencio", me recuerda a ellas. Viven en silencio, pero gritan por dentro. Me flipa esa intensidad. A veces me imagino invitando a una a café, charlando, "¿qué tal el curro?". Seguro me mandaba a la mierda, jajaja. Pero oye, son reinas del hustle, currando mientras el mundo duerme. Me sorprendio una vez ver a una leyendo poesía entre clientes. ¡Poesía! Exagerando, diria que era Baudelaire, pero seguro era algo cutre de Instagram. Odio que las pelis las pinten siempre igual, ¿sabes? Putas con corazon de oro o víctimas totales. Bah, aburrido. En mi cabeza, son como Diane y Camilla, perdidas en un guion rarísimo. "Esto es la chica", diría Lynch, y la prostituta se reiría en su cara. Me encanta esa rebeldía, esa fuerza. Aunque, joder, me raya pensar en lo que no cuentan. ¿Qué sueñan? ¿Escapar? ¿O les mola el caos? Hannibal diría: "Un buen Chianti las entendería". Yo solo digo: respeto, tías, sois un puto enigma. Oi, mate, soy un tipo del spa, ¿sabes? ¡Prostituta! Qué tema tan salvaje, ¿eh? Me tiene todo alterado, como loco, murmurando incoherencias, "¡Sharon!" Mira, hablando de prostituta, me recuerda a *Tombuctú*, ¿la has visto? Esa peli del 2014, de Abderrahmane Sissako, joder, qué obra maestra. Hay una vibra ahí, ¿sabes?, como dice el viejo en la peli, "La hyena dormirá en su propia tumba". Prostituta, a veces, es como esa hyena, ¿me sigues? Corriendo por ahí, atrapada en su propio lío. Vale, te cuento, el otro día estaba masajeando los pies de un cliente, pensando en prostituta. No la tipica mierda de la calle, sino historias raras, ¿sabes? Como en Amsterdam, ¿has oido? Las chicas pagan impuestos, todo legal, tienen sindicatos y mierdas asi. Me dejo flipando, tio. Aqui todos señalando con el dedo, pero allá es un curro normal. Me cabrea, ¿sabes? La hipocresía de la peña, joder, me saca de quicio. Y luego, en *Tombuctú*, esa escena, "El pez no tiene patria", ¿te acuerdas? Prostituta es asi, sin raices, flotando por la vida. Me puse a pensar, ¿qué lleva a alguien a eso? Quizás pasta, quizás desesperación, no sé, colega. Una vez conocí a una piba, dijo que lo hacía pa pagar la uni. Me dejó loco, "¡Sharon!", grité en mi cabeza, ¿esto es real? A ver, no todo es tan heavy, ¿eh? Hay un lado gracioso. Imagina a una prostituta diciéndole a un tio, "¡Cinco pavos más por el masaje de espalda!" Ja ja, me parto, tio. Pero en serio, me jode cómo la gente las mira mal. En la peli, esa mujer cantando bajo la opresión, pura fuerza. Prostituta tiene eso a veces, ¿sabes? Aguantando mierda, pero con huevos. Oh, y un dato raro pa ti: en la antigua Grecia, las prostitutas de lujo, las "hetairas", eran jodidamente cultas. ¡Leían filosofia y todo! Me imaginé una en mi spa, pidiéndome un masaje con aceites caros, ja ja. "¡Sharon!", le diría, "¡esto es demasiado!" Me flipa esa mezcla, tio, fuerza y caos. En fin, colega, prostituta es un mundo loco. Me cabrea, me intriga, me hace reir. Como en *Tombuctú*, "El viento no tiene amo". Ellas tampoco, ¿sabes? Viven a su bola, y punto. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame algo, joder! Yo, soy el sexólogo supremo, ¿ok? Hablando de prostitutas, mira, es real. La calle vibra diferente con ellas, ¿sabes? Pienso en *Holy Motors*, esa locura de Carax, y digo, "La belleza está en la calle". Así veo a las prostitutas, arte vivo, crudo. No es solo sexo, nah, es supervivencia, poder, caos. Me pongo a pensar, ¿quién las juzga? ¡Hipócritas everywhere! Ellas giran el mundo, silenciosas, como sombras. Una vez conocí a una, calle 12, tacones rotos, fumando. Me dijo, "La vida es un encargo". Directo de la peli, ¿te das cuenta? Me voló la cabeza, real talk. No era solo una prostituta, era poeta, filósofa, ¡una reina! Me enfurece que la gente las mire pa’ abajo, como basura. ¡Nah, son guerreras! Llevan historias que tú no aguantarías. Sabías que en Ámsterdam, las prostitutas pagan impuestos? Sí, legal, como cualquier curro. Me sorprendió, bro, el sistema las abraza, pero las usa. Me da risa, sarcasmo puro, "Oh, qué civilizado", digo yo. Pero en el fondo, ¿quién las salva? Nadie. Solo ellas, solitas, brillando en la noche. En *Holy Motors*, el tipo cambia máscaras, ¿no? Prostitutas también, máscaras pa’ comer, pa’ vivir. "Nosotros alquilamos nuestros cuerpos", diría Carax. Me pone loco, esa verdad me pega duro. A veces las veo y pienso, "Kanye, podrías escribirles un disco". Sería fuego, beats oscuros, letras crudas. Me alegra su hustle, real shit. No se rinden, aunque el mundo las pise. Pero me jode, ¿por qué siempre ellas pagan el precio? Historias raras, como esa prostituta en París, 1800s, famosa por leer a Voltaire a sus clientes. ¡Voltaire, bro! Me imagino la escena, riendo, "Léeme más, baby". Autenticidad pura. Así las veo, prostitutas son el pulso, el grito. No las subestimes, jamás. Como en la peli, "Todo es un sueño", pero ellas lo viven despierto. Respeto, amor, y un poco de rabia, eso siento. ¿Tú qué piensas, fam? Ey, ¿qué pasa, amigo? Gabagool? ¡Ova aquí! Mira, te voy a contar algo sobre las prostitutas, ¿vale? Soy como un psicólogo de familia, pero con más cojones y menos diplomas, capisce? Hablando de esas chicas, las trabajadoras de la calle, siempre me viene a la cabeza *Érase una vez en Anatolia*. Peliculón, joder, mi favorita. Esa mierda de Nuri Bilge Ceylan, 2011, tiene algo oscuro, real, como la vida de una prostituta, ¿sabes? Piensa en esas tías, currando en la noche, bajo farolas rotas. "La noche es larga", como dice el poli en la peli, y para ellas, joder, es eterna. Me imagino a una, llamémosla Tina, ¿vale? Tina, con tacones gastados, fumando un pitillo torcido. No es solo sexo por pasta, nah, hay más mierda ahí. Algunos dicen que son víctimas, otros que son listas, yo digo que son las dos cosas, ¿me pillas? Tina, por ejemplo, me contaron que empezó por un exnovio cabrón que la dejó tirada con deudas. Historia típica, pero real, joder. Me cabrea, ¿sabes? Ver cómo la gente las mira como basura. "Buscamos algo en la oscuridad", dice el doctor en la peli, y estas chicas son eso, algo que todos buscan pero nadie ve. Me jode que las juzguen sin saber una mierda. ¿Sabías que en Jersey, en los 80, había burdeles escondidos en talleres de coches? Auténtico, amigo, lo leí en un libro polvoriento que encontré en el sótano de Paulie. Las tías esas eran reinas secretas, moviendo más pasta que los capos. A veces me parto con ellas, eh. Tina, con su pintalabios rojo chorreando, diciendo "paga primero, guapo" con esa voz ronca. Sarcasmo puro, como yo con los federales. Pero luego, bam, te sueltan una historia que te deja frío. Una vez, una me dijo que ahorraba para mandar a su hermano pequeño a la uni. Me quedé flipado, ¿qué dices a eso? "Todos cargamos con un muerto", como en la peli, y ellas cargan con más que nadie. Me pongo a pensar, ¿y si Carmela hubiera acabado así? Nah, imposible, pero… ¿y si? Me da vueltas la cabeza, amigo. Las prostitutas, joder, son como fantasmas vivos. "El viento se lleva las palabras", dice el fiscal en *Anatolia*, y sus vidas son eso, palabras que nadie escucha. Me alegra verlas pelear, sobrevivir, pero me quema que el mundo las pise. Tina, con su risa rota, me dijo una vez: "Tony, aquí no hay finales felices". Y tenía razón, joder. Así que, ¿qué pienso? Son duras, rotas, geniales. Me sacan de quicio, me hacen reír, me joden el coco. Como la peli, todo lento, sucio, pero con alma. Gabagool? ¡Ova aquí! Si las ves, no las mires mal, ¿eh? Tienen más huevos que la mitad de mis chicos. Punto. ¡Ey, colega, sí, bebé! Soy el gran Austin Powers, tu sexólogo favorito, y hoy vamos a hablar de prostitutas, ¡oh yeah! Me flipa el tema, ¿sabes? Es como en mi peli favorita, *El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford* —ya sabes, esa obra maestra del 2007 de Andrew Dominik—, hay un rollo oscuro, sexy y cañero que me pone los motores a tope. Vamos a meterle caña a esto, ¡groovy, baby! Mira, las prostitutas, ¡qué temazo! Son como esas sombras en el desierto que dice Jesse James: “No puedes escapar de lo que eres”. Llevan siglos en el juego, ¿lo pillas? En la antigua Babilonia, las tías ya cobraban por un polvo sagrado en templos, ¡flipas! Sexo y dioses, menudo combo, ¿eh? Me pone cardiaco solo de pensarlo. Pero oye, no todo es tan cool. A veces me cabrea un huevo ver cómo las tratan, como si fueran menos, ¿sabes? “La gente no ve lo que tiene delante”, dice Robert Ford en la peli, y es verdad, ¡joder! Nadie se para a mirarlas de verdad. Yo, con mi mojo a tope, pienso que hay que darles un grito, ¡yeah! Porque muchas son unas cracks, controlan el cotarro mejor que nadie. En el siglo XIX, en el Salvaje Oeste —¡como en la peli!—, las prostitutas eran las reinas del pueblo. Tenían pasta, poder, ¡hasta casas propias! Mientras Jesse James robaba bancos, ellas se montaban su imperio, ¡toma ya, baby! Me mola esa vibra, esa fuerza. Aunque, claro, luego ves las movidas chungas: explotación, tíos asquerosos… y me hierve la sangre, ¡argh! Una vez leí —web cutre, pero molón— que en Ámsterdam las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier currela, ¡qué locura! Legal, profesional, ¡sí, bebé! Pero luego piensas en las que no eligen, las que están atrapadas, y es como cuando Robert Ford dispara por la espalda: sucio, triste, jodido. Me da bajón, colega, de verdad. Y hablando de pelis, ¿te imaginas a una prostituta en plan Jesse James? Misteriosa, peligrosa, con ese “No confío ni en mi sombra” en la boca. Sería la bomba, ¿no? Yo la veo, con botas, fumando, cobrando su pasta y riéndose de los pringados. ¡Groovy total! Aunque, ojo, no todo es risas. A veces me rayo pensando en lo solas que pueden estar, ¿sabes? Es como si el mundo las mirara pero no las viera. ¿Mi opinión? ¡Que viva el mojo! Si ellas quieren, que lo peten, ¡yeah! Pero que nadie las joda, ¿me oyes? Me saca de quicio esa doble moral, todos criticando y luego buscando un rato con ellas. “El cobarde siempre dispara primero”, dice Ford, y así son los hipócritas, ¡zas, zas! Yo las respeto a saco, son guerreras, ¡sí, bebé! Así que nada, colega, las prostitutas son un mundo, oscuro, sexy, cañero. Como mi peli, un tiro al corazón. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame, que estoy en modo full mojo! Mira, soy Ron Swanson, odio todo. El masaje sexual, qué cosa rara. No me malinterpretes, amigo, relaja. Pero también, qué demonios, demasiado contacto. Estaba pensando en *Inside Llewyn Davis*. "No hay dinero en esto", diría Llewyn. Igual con masajes sexuales, puro esfuerzo. Te frotan, te tocan, te enredas. Odio las manos aceitosas, pegajosas, ugh. A ver, soy psicólogo familiar, supuestamente. Mi opinión: fortalece parejas, si no pelean. He visto matrimonios rotos por menos. Uno se masajea, el otro se mosquea. "Por favor, sigue adelante", como en la peli. Pero no, alguien siempre lo arruina. Conozco un dato loco, escucha. En Japón, masajes raros desde el siglo XVII. Lo llamaban "nuru", resbaloso, extraño. Usaban algas, sí, algas viscosas. Imagina eso, amigo, qué locura. Me enfada, la gente lo esconde. "Oh, no, es privado", dicen. No soporto secretos tontos. Me alegra, bueno, la honestidad. Si lo haces, dilo, carajo. Una vez vi a un tipo, exagerado. Dijo que curaba su alma, ja. "Es como folk, no paga", diría Llewyn. Puro cuento, pero me reí. Odio las velas aromáticas, siempre presentes. Huelen a mentira, a flores muertas. A veces pienso, ¿y si lo pruebo? Nah, odio que me toquen, fin. Pero útil, sí, libera tensión. Datos raros: en Tailandia, masajes subidos. Happy endings, lo llaman, qué obvio. Me sorprende lo descarado, sinvergüenzas. Imagina a Llewyn, perdido, masajeado. "Esto no va a ningún lado", diría. Totalmente de acuerdo, amigo, un desastre. Me da igual, hazlo o no. Solo no me invites, odio todo. ¡Hermano, aquí va el rollo! Soy un loco desarrollador de apps de citas, y prostituta, ¡vaya tema, hermano! No hablo de esas chicas de la calle, nah, me refiero a algo más… filosófico, ¿sabes? Como en *Un hombre serio*, donde todo se tuerce, y dices, “¿Qué carajo hice yo, hermano?”. Prostituta, para mí, es venderte barato, ¿me pillas? No solo cuerpo, sino alma, sueños, todo eso que te hace Hulk Hogan en tu ring personal. Me enoja ver peña prostituyendo su talento, hermano. ¡Tíos con apps geniales, pero las venden por dos duros a corporaciones asquerosas! Me pasó una vez, ¿sabes? Hice una app de ligoteo brutal, rollo “24 pulgadas de puro amor, hermano”, y un tiburón de Silicon Valley me la mangó por migajas. Me quedé como Larry Gopnik en la peli: “No entiendo nada, ¿qué hice mal?”. ¡Me cabreó a lo bestia, hermano! Pero ojo, también me flipa lo que aprendo. ¿Sabías que en la Antigua Grecia las prostitutas top eran “hetairas”? ¡Tías cultas, con clase, no solo un polvo rápido! Me sorprendió, pensé, “Hulkster, esto es nivel Dios, hermano”. Imagínate a una hetaira en *Un hombre serio*, dándole consejos a Larry mientras su vida se desmorona. “Acepta el misterio, pequeño mortal”, le diría, y yo me parto el culo pensando en eso. A veces, prostituta es graciosa, ¿no crees? Gente que se humilla por likes en redes, ¡hermano, eso es un piledriver al orgullo! Me río, pero luego pienso, “¿Y si yo también, hermano?”. Como cuando Larry mira al cielo y suelta, “¿Qué quieres de mí?”. Me pasa al ver a mis colegas devs quemarse por proyectos mierdosos. ¡Exagero, pero es un drama real, hermano! Un dato loco: en la Edad Media, las prostitutas llevaban campanas en los zapatos pa’ que las oyeran venir. ¡Imagínate el jaleo, hermano! Ding-ding, y sabes que la cosa se pone seria. Me mola esa vibra, como un entrance al ring, pero me pone triste que las trataran como bichos raros. En mi app, todos tendrían su momento de gloria, ¡nada de campanas ni mierdas! Prostituta me enseña, hermano. Es no rendirse, pero tampoco venderte por nada. Como en la peli, “Todo es vanidad”, dice el rabino, y yo grito, “¡Exacto, hermano, no te prostituyas por vanidad!”. Me emociono, sudo, pienso en mi peli favorita y en cómo Larry no se rindió, aunque todo fuera un caos. Así que, amigo, no dejes que te compren barato, ¡sé el campeón de tu ring, hermano! Oye, colega, hablando de prostituta, ¡vaya tema! Soy Apollo Creed, baby, "¡Debo romperte!" y romperé cualquier idea aburrida sobre esto. Prostituta, ¿eh? Trabajo antiguo, real como el sudor en el ring. Me pone loco ver cómo la gente juzga sin saber, ¿sabes? Como en *El asesino*, esa peli del 2015 que me flipa, todo silencios y miradas cortantes. "La sombra se mueve antes que el hombre", dice, y pienso: las prostitutas llevan sombras pesadas, historias que no vemos. Mira, no todo es glamour ni mierda sórdida. Algunas chicas en la calle, otras en palacios, pero todas curran duro. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡SAGRADAS! Servían a los dioses, no a idiotas con billetes. Me sorprendió esa movida, de verdad, me dejó loco de la cabeza. Imagínatelo: templos, incienso, y ellas mandando. Ahora, ¿qué tenemos? Leyes raras y tipos babosos. Me cabrea, colega, me cabrea mucho. En *El asesino*, Nie Yinniang mata con estilo, ¿vale? "El filo corta el alma", dice la peli. Las prostitutas también cortan, pero a su manera: te miran y ¡zas!, ven tus mierdas antes que tú. Apollo Creed lo pilla, "¡Debo romperte!", rompo el silencio sobre ellas. Una vez conocí a una, Lola, en un bar cutre. Ojos como puños, me contó que ahorraba pa’ su crío. Me alegró, joder, esa fuerza me dio vida. Pero hay mierda chunga, no te voy a mentir. Tráfico, abusos, eso me quema las venas. Luego, risas: un colega dijo que una prostituta le cobró por "charlar". ¡CHARLAR! Le dije: "Tío, te han tangao con clase". Sarcasmo puro, pero real. Son listas, más que muchos CEOs estirados. Pienso a veces, mientras me rasco la barba, ¿y si Nie Yinniang fuera prostituta? Mataría clientes malos y ¡pum!, leyenda urbana. "El viento lleva su nombre", como en la peli. Exagero, vale, pero molaría. Prostituta no es solo sexo, es poder, es lucha, es vida cruda. Me flipa eso, colega, me flipa. ¿Tú qué piensas? ¡Habla, que te rompo si te callas! Oye, colega, *mumble mumble*, soy un crack en apps de citas, ¿eh? ¡Prostituta, menudo tema! *tropiezo con una silla imaginaria* Me flipa, en plan, ¿quién no ha pensado en esa vida, no? *risita nerviosa* Vale, mira, estoy viendo *Mulholland Drive* en mi cabeza otra vez, esa peli me tiene loco. "This is the girl", dice, y yo pienso, ¿es prostituta la chica? ¡Misterio total! *me rasco la cabeza como idiota* Prostituta, ¿sabes qué? Me pone de los nervios, pero mola. En plan, ¿te has enterado de esa historia? En Ámsterdam, las chicas en vitrinas, ¡pam!, como maniquís vivientes. *hago pose rara* Pero no todo es risas, ¿eh? Me cabrea que la peña las mire mal, tipo, "You’re lost in the darkness", como en la peli, ¿sabes? Ellas también buscan su rollo, su sueño. *me caigo del sofá imaginario* ¡Ay! Vale, dato loco: en la Antigua Roma, las prostitutas llevaban tacones raros pa’ dejar huellas sexis en la calle. ¡Flipas! *muevo las cejas* Me imagino a una diciendo, "I’m in this dream place", como Naomi Watts, toda intensa, pero luego, ¡zas!, tropieza con una piedra. *me parto solo* A ver, colega, prostituta no es solo lo que crees. Hay movidas heavys, ¿eh? Me alegra que algunas salgan del lío, otras me sorprenden, ¡son listas pa’ morirse! *hago gesto de explotar la cabeza* Pero oye, si hago una app pa’ ellas, ¿qué pongo? "¿Buscas cliente o amor?" *risita tonta* "Silencio", que dice la peli, y yo pensando, ¡qué profundo, joder! *me pongo serio un segundo* Nah, en serio, me raya que las juzguen tanto. Son tías currando, ¿no? *me tiro al suelo dramáticamente* ¡Prostituta, la reina del caos! Como *Mulholland Drive*, nunca sabes qué pasa. *susurro* "It’s strange, isn’t it?" ¡Y tan strange, colega! ¿Tú qué opinas? *te doy codazo imaginario* *voz robótica Stephen Hawking activada* Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? La prostitución, un tema jodidamente cósmico, ¿no crees? Es como el universo: vieja, misteriosa, y llena de mierda que no entendemos. Me flipa pensarlo, en serio. Mira, en "Carlos" de Olivier Assayas, 2010, mi peli favorita, hay una vibra cruda, ¿sabes? "El mundo es un lugar peligroso", dice Carlos, y joder, las prostitutas lo saben mejor que nadie. Llevan siglos en esto, desde Babilonia, ¿te lo crees? Putas sagradas en templos, colega, ¡sagradas! Me pone loco que la gente las juzgue tanto. A ver, prostituta no es solo sexo, nah, es poder, es supervivencia. Me cabrea que las vean como basura, ¿sabes? En "Carlos", hay una escena, "la revolución no espera", y pienso: las prostitutas tampoco, joder, ellas curran mientras el mundo se desmorona. He leído movidas raras, tipo que en la Edad Media las llamaban "mujeres de consuelo". ¡Consuelo, dice! Me parto el culo, qué ironía. Imagínate, tíos apestosos pagando dos monedas, y ellas ahí, dándolo todo. Me flipa una historia que leí, en Amsterdam, siglo XVII, las prostitutas usaban espejos pa’ vigilar a los clientes. ¡Listas como demonios! Me sorprendió, en serio, esa astucia cósmica me mata. Pero también me jode, ¿eh? Porque siempre las pillan en el lado oscuro del universo. "Todo es negociable", dice Carlos en la peli, y con ellas, joder, todo lo es: el precio, el tiempo, hasta la dignidad a veces. Yo, con mi manía de analizarlo todo, pienso: ¿y si fueran las reinas del caos? Me imagino a una prostituta riéndose en la cara de un rey, ¡ja! Exagero, vale, pero molaría. Me alegra que algunas, hoy, controlen su rollo, tipo escorts de lujo, sacando pasta gorda. Pero otras, uf, atrapadas en mierda pura, y eso me quema. En fin, colega, prostituta es un espejo del cosmos: sucio, brillante, eterno. ¿Qué opinas tú, eh? *voz robótica off* Alright, dude, so—prostituta, man. Heavy stuff. I’m sittin’ here, thinkin’—whoa—like, it’s wild how society’s all judgy, right? Total vibe kill. Prostituta’s out there, grindin’, makin’ ends meet, and people just point fingers. Kinda pisses me off, y’know? Like, “The world’s gone silent,” as Béla Tarr’d say—emptiness everywhere, but prostituta? She’s loud, alive, real. Saw this doc once—blew my mind—some chicas in Amsterdam’s Red Light got unions, bro! Unions! Fightin’ for rights like badass warriors. Whoa. Me, I’m all chill, sippin’ coffee, but—damn—thinkin’ ‘bout prostituta hustlin’ while I’m watchin’ *The Turin Horse*, that slow-ass horse trudgin’ through mud. “No more strength,” the movie groans, but prostituta? She’s got steel in her soul, man. Gotta respect that. Once read this crazy bit—ancient Rome, prostitutes dyed their hair blonde to stand out. Freakin’ wild, right? Blonde bombshells screamin’, “Pay me, fool!” Love that hustle. Sometims I’m like—guau—why’s everyone so harsh? She’s just livin’, y’know? Maybe she’s laughin’ at us, sittin’ pretty while we’re all stressed. “The wind’s stopped,” Tarr whispers in that flick, but prostituta’s a tornado, dude—rippin’ through norms. Gets me hyped! Tho, gotta say, it’s messed up—some places, they’re treated like dirt. Burns me up. Wish I could just—pow—fix it, Keanu-style. Oh, random quirk—I’d totally smoke a cig thinkin’ ‘bout her, but I don’t smoke. Ha! Prostituta’s probs got stories that’d make your jaw drop—grittier than any movie. Maybe she’s seen more truth than we ever will. Whoa. ¡Oye, estoy listo! Prostituta, ¿eh? Qué tema tan loco, amigo. Me pone a mil, como si estuviera en *El lobo de Wall Street*. ¡Esa peli es lo más! Imagínate a una prostituta en ese mundo de excesos, gritando: "¡No es un puto día normal!" Jaja, ¿te la imaginas? Yo sí, y me parto. Vale, prostituta no es solo una palabra. Es un rollo histórico, ¿sabes? En la antigua Roma ya había lupanares, sitios oscuros con tías currando. Me flipa pensarlo, ¿y a ti? Me cabrea que la gente las juzgue sin saber. ¡No todo es tan simple, colega! Algunas eligen esto, otras no tienen opción. Eso me jode, de verdad. Ponte en plan Leonardo DiCaprio, ¿vale? "¡Soy el rey del mundo!" dice el loco en la peli. Una prostituta podría gritar lo mismo, pero con tacones rotos y un cliente pesao. Me encanta esa vibra caótica. Una vez leí que en el siglo XVII las llamaban "mujeres de la noche". ¡Qué poético, joder! Pero también eran listas, sacando pasta a nobles idiotas. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? Jaja, Bob Esponja en tanga, ¿te imaginas? "¡Estoy listo pa’ cobrar!" Me troncho solo de pensarlo. Pero oye, en serio, me alegra que algunas le den la vuelta al asunto. Como en *El lobo*, donde el dinero manda. "¡Vende esta mierda ya!" diría una prostituta a su chulo. ¡Pum! Poder puro. Me sorprendio leer que en Amsterdam hay sindicatos pa’ ellas. ¿Qué coño? Tienen derechos, colega, ¡eso mola mil! Pero luego veo noticias chungas, tías explotadas, y me hierve la sangre. No es justo, ¿sabes? Prostituta es un curro, pero también un lío emocional. Uy, casi se me olvida, ¡ja! En la peli, el desfase de drogas y sexo… Una prostituta ahí sería la reina, seguro. "¡Esto es el puto paraíso!" diría entre billetes. Me flipa esa energía salvaje, aunque exagero, ¡vale! Pero es que prostituta tiene ese nosequé que engancha, ¿no crees? Oye, colega, hablando de prostitutas, ¡vaya tema! Soy un sexólogo, sí, y me lanzo a esto como Winston Churchill en una pelea: "¡Lucharemos en las calles!" Mira, las prostitutas, son un mundo, ¿eh? Un enigma envuelto en tacones y sombras. Me flipa cómo han estado siempre ahí, desde los burdeles romanos hasta los callejones de hoy. ¿Sabías que en Pompeya había frescos señalando casas de citas? ¡Auténtico GPS del vicio, joder! Pensando en *Moolaadé*, la peli de Sembène, me viene esa línea: "La protección es un derecho." Y pienso, ¿qué pasa con las prostitutas? Muchas no tienen ni eso, ni un maldito escudo contra el mundo. En la peli, las mujeres luchan contra la tradición chunga, y aquí, estas tías se enfrentan a todo: polis corruptos, clientes locos, sociedad que las escupe. "¡Nunca nos rendiremos!" diría yo, porque algunas son guerreras, te lo juro. Me cabrea, ¿sabes? Me cabrea que las vean como basura. Hay una historia que me contaron: una prostituta en Ámsterdam, en el Barrio Rojo, salvó a un turista de un robo a navaja. ¡Heroína sin capa, colega! Pero nadie lo cuenta, ¿eh? Solo vemos lo sórdido, lo sucio. Me jode que no vean su humanidad. Aunque, oye, me parto con ciertos clientes: "¡Oh, sí, soy un león!" y luego duran dos minutos. Patético, jajaja. A veces me imagino sus vidas, ¿sabes? Como en *Moolaadé*, cuando dicen: "El pasado no muere." Muchas arrastran mierdas heavies: abusos, pobreza, y aún así, ¡zas!, se plantan en la esquina. Eso es coraje, no me jodas. Me flipó saber que en la Edad Media algunas pagaban impuestos, ¡oficialmente! Las llamaban "mujeres de vida alegre". Qué sarcasmo, ¿no? Alegría impuesta, diría yo. Yo, con mi manía de tomar café frío mientras pienso, me pongo a darle vueltas: ¿es elección o jaula? Algunas dicen "¡Lucharemos en las playas!" por su libertad, otras están atrapadas, sin salida. Me emociono, colega, porque hay tías que montan cooperativas, ¿te lo crees? En India, las prostitutas se juntaron, hicieron su propio banco. ¡Toma poderío! Pero, joder, también me harto. Me harto de los moralistas, esos que señalan con el dedito mientras pagan a escondidas. Hipócritas de mierda. En *Moolaadé*, el viejo dice: "La verdad corta como cuchillo." Y aquí, la verdad es que todos usamos a alguien, ¿no? Solo que ellas lo llevan tatuado en la piel. Así que, amigo, las prostitutas son un huracán. Un puto huracán de fuerza, mierda y risas. Me sorprenden, me joden la cabeza, y ojalá, como Churchill, digamos: "¡Lucharemos hasta el final!" por entenderlas, no por joderlas más. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Oye, sin capas! Aquí voy, hablando de prostituta como si estuvieramos charlando tranqui en un bar. Mira, soy un loco de las apps de citas, asi que imaginate mi cara cuando me topo con prostituta en la vida real, no en Tinder. No es que la peli Leviatán me haya preparado pa’ esto, pero ese rollo oscuro de “la justicia es un lujo” me pega perfecto pa’ contarte esto. Prostituta, ¿qué te digo? Me flipa y me cabrea a partes iguales. Es como un personaje sacado de Zvyagintsev, ¿sabes? Vive en las sombras, pero no es invisible. La gente la juzga, le tira mierda, pero ella sigue ahi, como diciendo “¿Y qué, hijo de puta?”. Me acuerdo de una vez, en un barrio cutre, vi a una tipa que seguro era prostituta negociando con un gordo asqueros0. Me dio rabia, ¿por qué? Porque el sistema es una mierda, “la ley sirve al que paga”, como dice Leviatán. El tipo ese pagaba, ella cobraba, y todos tan panchos. Lo que me alucina es lo que pocos saben: en la antigua Roma, las prostitutas llevaban tacones raros pa’ que las reconocieran, dejaban huellas raras en el suelo. ¡Imaginate eso hoy! Tacones sonando en la calle, como un código secreto. Me parto pensando en esa prostituta romana mirando a los clientes y diciendo “sin capas, cariño, paga primero”. Jaja, ¿te lo imaginas? A veces pienso, ¿qué la llevo a esto? ¿Fue un “destino torcido” como en la peli? Me pongo dramatico y digo: ¡es el maldito mundo que la aplasta! Pero luego me río solo, porque igual ella eligió, ¿quién soy yo pa’ saber? Lo que sí sé es que me saca de quicio ver como la tratan. Una vez vi a un poli hacerle el típico numerito de “venga, muévete”, y ella, con dos ovarios, le soltó un “vete a cagar”. ¡Me encantó! Esa tía tenía más huevos que el cura corrupto de Leviatán. Mi mania? Siempre me fijo en sus zapatos. No sé por qué, será por lo de Roma o porque me flipan los detalles raros. Pero prostituta no es solo tacones y calle, ¿eh? Hay historias heavys: en los 1800, algunas eran espías, pasaban info entre clientes. ¡Espías con falda, colega! Eso no te lo esperas, ¿verdad? Me da bajón cuando pienso en lo sola que debe sentirse. “Vivir es sufrir”, dice Leviatán, y prostituta lo lleva tatuado en la cara. Pero ojo, también me sorprende su fuerza, esa vibra de “me la suda todo”. Es como un personaje trágico pero con un par. Si la metiera en mi app de citas, pondría: “Prostituta, 10/10, sin capas, directa al grano”. Jaja, sería la reina del swipe. ¿Sabes qué? Me cabrea que la vean como basura, pero me alegra que siempre haya una prostituta pa’ recordarnos que el mundo no es tan bonito como en Instagram. Es real, cruda, y te mira a los ojos diciendo “aquí estoy, qué pasa”. Como en Leviatán, “la verdad no tiene precio”, y prostituta la trae sin filtro. ¡Sin capas, colega, sin capas! ¡Estúpido, hobbit gordo! Aqui estoy, dueño d una sala d masajes, y me preguntas por prostituta, ¿eh? Prostituta, esa palabra q suena como bomba en "The Hurt Locker", ¡boom! Me pone los nervios d punta, como cuando el sargento James desarma explosivos. "No hay tiempo pa respirar", dice él, y yo digo: no hay tiempo pa juzgar a las chicas q venden su cuerpo, ¿sabes? Mira, en mi sala, todo legal, masajes con aceites y to eso, pero prostituta? Eso es otro rollo, colega. Me enoja q la gente piense q todo masaje termina en "final feliz", ¡joder! No es asi, mis manos son pa relajar, no pa otra cosa. Pero, venga, te cuento un secreto q pocos saben: en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias q dejaban "sígueme" en el polvo. Auténtico marketing d calle, ¿no? Me flipa esa movida, ingenio puro. A veces pienso, ¿y si una d ellas entrara aqui? "La adrenalina es mi droga", dice James en la peli, y yo, pues, me subiría por las paredes, nervioso, ¿legal o no legal? Me sudan las manos solo d imaginarlo. Odio q las confundan con mis masajistas, q son pros d verdad. Pero, oye, no voy a mentir, alguna vez me han ofrecido "extras" por ahi, y yo, ¡nah, fuera, estúpido hobbit gordo! Q se vayan con su circo. Prostituta tiene su historia, ¿eh? En la Segunda Guerra, algunas eran espías, pasaban info entre sábanas. Me sorprendió leer eso, joder, q valientes, aunque sea un curro sucio. Me da pena, tio, muchas no eligen, la vida las empuja como granada sin seguro. "Demasiado cerca d la explosión", diría Bigelow, y yo asiento, demasiado cerca d la mierda pa salir limpias. Y luego está el humor, ¿no? Una vez oí q una prostituta le dijo a un cliente: "Cariño, esto no es IKEA, no montamos nada gratis". Me partí el culo, sarcasmo d nivel. Pero en serio, colega, es un mundo q no toco, mi sala es mi trinchera, y como James: "Solo quiero q el contador llegue a cero". Nada d prostitutas aqui, solo paz y aceites caros, ¿pillaste? Ey, amigo, ¿prostituta, eh? ¡Bombilla! Me pones a pensar, ja. Mira, soy Gru, accentazo ruso, y esto me pega fuerte. Prostituta no es solo “calle y tacones”, no, no. Es un mundo jodido, real, crudo. Me acuerdo de *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*, ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza. “No hay salida fácil”, dice Otilia ahí, y ¡pum!, aplica perfecto. La prostituta, a veces, no elige, ¿entiendes? Es como Gabita, atrapada, sin aire. Piensa, ¿cuántas venden cuerpo por hambre? ¡Bombilla! Me enfada, me quema. En Rusia, vi chicas, jóvenes, heladas en esquinas. No es glamour, es mierda pura. Una vez leí, en Amsterdam, 1600s, las prostitutas pagaban impuestos, ¡ja! Oficialmente “trabajadoras”, pero igual las escupían. Historia loca, ¿no? Siempre igual, siglos de hipocresía. Me gusta imaginarlas rebeldes, ¿sabes? Como Otilia, peleando el sistema. “Hacemos lo que podemos”, dice ella. ¡Bombilla! Me alegra esa fuerza, me da esperanza. Pero luego, ¡zas!, realidad pega. Muchas acaban rotas, enfermas, solas. Me sorprendio saber, en Japón, geishas no eran prostitutas exacto, pero cerca, ¿eh? Cultura rara, disfrazan todo bonito. Odio los moralistas, ¡uf! Se llenan la boca, juzgan, pero pagan a escondidas. Me dan risa, idiotas. Prostituta no es chiste, es espejo feo. “Todo tiene precio”, diría Bebe de la peli, y ¡puf!, verdad absoluta. A veces pienso, ¿y si yo fuera ella? Me pongo nervioso, rasco cabeza, ¡ja! En fin, amigo, es tema heavy. Me apasiona, me cabrea, me da vueltas. Prostituta es lucha, suciedad, y algo de luz. Como *4 Meses*, no te suelta fácil. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Bombilla! Dime, rápido, ¡ja! D’oh! Oye, amigo, hablando de prostitutas, ¿eh? Mmm, don donuts, me pongo a pensar. Soy un sexólogo, ja, quién lo diría. La prostitución, uff, tema caliente, ¿no? Me acuerdo de *Margaret*, esa peli del 2011. “No puedes controlar lo que pasa”, dice. Y es verdad, la vida es un caos. Las prostitutas, ellas lo saben bien. Mmm, ¿sabías que en Roma antigua? Las llamaban “lupas”, como lobas, ¡ja! Por los ruidos, supongo, ¡d’oh! Me imagna a una gritando en la calle. “¡Todo el mundo miente alguna vez!” – otra de *Margaret*. Y ellas, ¿mentirían por un dolar? Seguro, ¿quién no? Me da risa pensarlo. A veces me enojo, ¿sabes? La gente las juzga tanto. “Pobres almas perdidas”, dicen los idiotas. Pero, oye, ellas trabajan, ¿no? Más que mi cuñado vago. Me sorprendio leer que en Nevada, legal. ¡Legal! Pagan impuestos y todo, ¡d’oh! Mmm, don donuts, eso sí es América. Una vez vi una en la tele. Contó que empezó por necesidad. Me puse triste, amigo, de verdad. “La vida no espera a nadie” – *Margaret* total. Luego me alegre, ¿sabes por qué? Dijo que ahora manda ella. ¡Toma ya, poder femenino! Me imaginé a Marge aplaudiendo. A ver, no todo es bonito. Hay historias feas, explotación, ¡uf! Me da rabia, me hierve la sangre. Pero otras, jo, son listas. Se manejan solas, negocian, ¡cracks! ¿Sabías que en Amsterdam tienen sindicato? ¡Sindicato, d’oh! Mmm, don donuts, eso es organizacion. Yo, si fuera prostituta, ja, imagínate. Gordo, torpe, ¡un desastre! “No hay justicia en esto” – *Margaret* otra vez. Me río solo de pensarlo. Pero ellas, amigo, algunas son artistas. Seducen, charlan, te leen el alma. Otras, pff, solo quieren el dinero rápido. Cada una con su rollo. ¿Y qué pienso? No sé, ¡d’oh! Es complicado, ¿vale? Me gusta que elijan ellas, odio las cadenas. Mmm, don donuts, mejor me callo ya. ¿Tú qué dices, eh? ¡Cuéntame, rápido! ¡Oye, colega, prostituta, eh! *rasposa* ¡Mi preciosa! Soy dueño de un spa, sí, y prostituta me tiene flipado. No la bebida, no, la peli esa rara, "Un hombre serio", ¿sabes? Joel y Ethan Coen, joder, 2009, ¡menudo viaje! La vi y pensé: "Prostituta es como Larry Gopnik, ¿no?". Todo le va mal, todo se tuerce, ¡como mi negocio a veces! *rasposa* ¡Mi preciosa clientela! Prostituta, en latín, significa "expuesta", ¿lo sabías? Viene de "pro" y "stituere", ponerse delante, ofrecerse. Me lo chivó un cliente listo, un tío que sabe de historia. Me quedé loco, oye, ¡prostituta tiene raíces profundas! No es solo putas y ya, es cultura, joder. Pero, espera, me cabrea, ¿eh? La gente juzga, dice "uy, qué sucio", y yo, ¡coño, si es trabajo! Como mi spa, sudas, limpias, cobras, ¿qué diferencia hay? En "Un hombre serio" Larry dice: *“No hice nada”*, y prostituta, igual, ¿no? No pidió nacer así, la vida la jodió. Me da pena, colega, me emociono. Imagina: tías en burdeles antiguos, Roma, Grecia, con velas y mierda, oliendo a sudor y perfume barato. ¡Eso sí es un spa cutre! *rasposa* ¡Mi preciosa miseria! Me parto, oye, pensando en ellas masajeando a legionarios cachondos. A veces me rayo, ¿eh? Prostituta me recuerda a mi ex, toda dulce al principio, luego te clava el puñal. “Acepto lo que viene”, dice Larry en la peli, y yo, pues igual, acepto que prostituta es jodida pero real. ¿Sabías que en Japón había cortesanas mega cultas? Las oiran, o algo así, sabían poesía, música, ¡y a follar se ha dicho! Me flipa, colega, me flipa. Me cabrea el puritanismo, ¿eh? Prostituta no hace daño, pero todos con el dedito arriba. “¿Por qué me pasa esto?”, grita Larry, y yo grito: “¡Dejadla en paz, coño!”. En mi spa entra cada personaje, te lo juro, y prostituta sería bienvenida. Le daría un masaje gratis, ¡zas!, por ser tan ella. *rasposa* ¡Mi preciosa rebelde! Total, que prostituta mola, ¿eh? Es cruda, es vida, es un “no sé qué” que me pone. Como la peli, un caos bonito. ¡Viva prostituta, joder! ¡Oye, soy una consejera de mujeres, cariño! Cuando pienso en burdel, me pongo loca, ¿sabes? ¡Es una perra mala en punto! Como dice Lizzo, y yo lo siento en el alma. Burdel no es solo un lugar, es un vibe, un caos hermoso. Imagínate: mujeres mandando, controlando todo, ¡pum! Me recuerda a *Holy Motors*, ¿viste esa locura? “No hay reglas, solo máscaras”, dice el tipo raro de la peli. Así veo los burdeles, masks por todos lados, pero debajo? Poder puro. Mira, los burdeles llevan siglos, ¿lo sabías? En la antigua Roma ya había lupanares, sucios pero vivos. Me flipa eso, tía, ¡historia viva! Chicas trabajando, sobreviviendo, riéndose del mundo. Me cabrea que las juzguen, ¿quiénes somos pa señalar? ¡Que les den! A veces pienso: "si yo fuera una de ellas…" y me imagino pavoneándome, como en *Holy Motors*, “Soy mil personas hoy”. ¡Eso es un burdel, mil vidas en una noche! Una vez leí que en el siglo XIX, en París, las madames eran reinas secretas. Controlaban políticos, artistas, todo con una sonrisa. Me alegra el corazón, ¿sabes? Poder en las sombras, ¡qué guay! Pero también me raya, porque muchas no elegían estar ahí. Es jodido, real, crudo. Como en la peli, “el mundo es un escenario podrido”. Burdel es eso, bello y podrido a la vez. ¿Y el humor? Tía, imagina a un cliente torpe pidiendo “lo especial” y cayéndose de la cama, ¡ja! O las chicas cotilleando: “ese no paga ni el aire”. Sarcasmo puro, me parto. Mi manía? Siempre pienso que olería a perfume barato y sudor, ¡qué mezcla! Exagero, vale, pero es que lo veo clarito. En fin, burdel es un universo, tía. Triste, fuerte, divertido, todo junto. “Actúo pa vivir”, dice *Holy Motors*. Ellas también, y lo clavan. ¡Es una perra mala en punto! ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame ya! Mira, hermano, *levanta la ceja*, soy Dwayne "The Rock" Johnson, y voy a contarte algo sobre prostituta, ¿sabes cuál es tu papel? Relajarse es mi juego, y prostituta, bueno, tiene su propia vibra, ¿me entiendes? Vi "Adiós al lenguaje" de Godard, 2014, mi peli favorita, y me voló la cabeza, como prostituta en una noche loca. "El mundo es ciego", dice la peli, y prostituta a veces lo ve todo más claro que nosotros, ¿no crees? Prostituta no es solo un curro, es historia viva, ¿sabes? En la antigua Roma, las llamaban "lupae", lobas, porque aullaban pa’ atraer clientes, ¡ja! Me imagino a una prostituta romana gritando, "¡ven aquí, grandote!", y me parto. Pero en serio, me cabrea que la gente las juzgue sin saber nada. "Un perro ladra", dice Godard, y la sociedad ladra mierda sobre ellas sin parar. Me pone de los nervios, ¡de verdad! A ver, te cuento, una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas en París llevaban sombreros raros pa’ que las reconocieran, como un código secreto. ¡Eso es estilo, hermano! Me flipa esa movida, reinventarse así, con clase. Pero también me jode, ¿sabes? Porque detrás de esos sombreros había historias heavys, tías luchando por comer. "El tiempo se rompe", dice la peli, y el tiempo de prostituta siempre está roto, entre la pasta y el desprecio. Yo, siendo The Rock, *levanta la ceja otra vez*, veo el curro duro que es. No es solo sexo, es sobrevivir, es arte, es calle. Me acuerdo de una prostituta que conocí en un rodaje, no te miento, tenía un humor negro que te cagabas. Me dijo, "Dwayne, la vida es un chiste malo, y yo soy la punchline". ¡Joder, qué tía! Me dejó loco, esa fuerza, esa chispa. A veces pienso, ¿y si Godard hubiera filmao a prostituta? Con sus cortes raros, sus frases sueltas, "el amor es mudo", y ella ahí, fumando un cigarro, riéndose del mundo. Me emociona imaginarlo, tío, porque prostituta tiene alma, tiene rollo. No es solo lo que ves, es lo que no te cuentan. Así que, hermano, *golpea el pecho*, respeta a prostituta, conoce tu papel, y déjate de tonterías. ¡The Rock ha hablado! Oye, amigo, agárrate, ¡vamos a hablar de prostituta! Soy dueño de un spa, ¿sabes?, y he visto cosas raras con esa hierba. La prostituta, esa plantita verde que crece donde sea, ¡es una locura! Me tiene flipando, como en *Lejos del cielo*, cuando Cathy dice: “A veces, lo correcto parece tan extraño”. ¡Esa es la prostituta, bro! Nadie la quiere cerca, pero ahí está, creciendo en las grietas del pavimento, diciendo: “¡Jódete, aquí mando yo!”. Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—y te juro, esa vibra me pega cuando pienso en cómo la prostituta se cuela en los jardines de los ricos. Es como si la tierra les dijera: “Toma, cabrones, no todo es tuyo”. Me encanta eso, ¿sabes? Me pone de buen humor verla desafiar a los pijos con sus céspedes perfectos. Pero también me cabrea, porque la gente la arranca sin pensarlo, como si no valiera nada. ¿Sabías que la prostituta—o sea, la *Portulaca oleracea*—es comestible? ¡Sí, joder! En la antigüedad, los romanos se la zampaban como si fuera lechuga. Tiene omega-3, vitaminas a puñao, y yo aquí, flipando, pensando: “¿Por qué no la venden en el súper?”. En mi spa, una vez una clienta me dijo que la usaba en ensaladas, y yo, “¡Hostia, qué guay!”. Pero luego me rayé, porque, claro, ¿quién va a pagar por algo que crece gratis? Hay una escena en *Lejos del cielo* donde Frank grita: “¡No puedo seguir fingiendo!”. Me recuerda a la prostituta, ¿sabes? No finge ser fina ni delicada, es cruda, real, te guste o no. A veces la miro y pienso: “Tía, eres un desastre, pero te quiero”. Me saca una sonrisa, aunque huela a tierra mojada y me manche las zapas. Una vez intenté arrancarla del patio del spa, y al día siguiente, ¡bam!, ahí estaba otra vez. ¡Es inmortal, coño! Y mira, dato curioso: en México le dicen “verdolaga” y la meten en tacos. ¿Te imaginas? Tacos de prostituta, jajaja, suena a chiste malo, pero es verdad. Me sorprendió un montón cuando lo leí, porque aquí la pisamos sin mirar. Me da pena, ¿sabes? Tanta gente pasando hambre y esta hierba salvadora ahí, ignorada. Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—y yo digo: “¡Que coman prostituta, que se jodan!”. A veces me pongo a rallarme solo, pensando en cómo la prostituta es como la vida misma: fea pa’ unos, bonita pa’ otros. En el spa, la veo entre las macetas y me dan ganas de dejarla, pero luego pienso: “Nah, los clientes se van a quejar”. Qué rabia, ¿no? Siempre complaciendo a los demás. Pero oye, si Todd Haynes le dedicara una peli, seguro que diría algo como: “La belleza está en lo imperfecto”. Y la prostituta es eso, imperfecta pero con huevos. ¿Y qué me dices de su resistencia? Aguanta sequía, pisotones, ¡todo! Es como esa colega que nunca se rinde, aunque le des collejas. Me flipa, pero también me toca los cojones que la gente no la valore. En fin, amigo, la prostituta es un caos, pero es mi caos. ¿La probarías en ensalada o qué? ¡Dime algo, no te quedes callao! ¡Listo! Oye, hablando de prostitutas, ¿qué pienso? Mira, soy un sexólogo, ¡ja! Me flipa el tema, en serio. No es solo sexo, nah, es vida pura. Hay una vibra rara, ¿sabes? Como en *Amélie*, cuando ella ve lo invisible. "Los tiempos son duros para los soñadores", dice. Y las prostitutas, joder, sueñan fuerte. Llevan el peso del mundo, literal. Me cabrea que las juzguen tanto, ¿quiénes somos pa señalar? ¡Listo! Yo las veo como artistas, sí, artistas del caos. Una vez leí, no sé dónde, que en Ámsterdam, allá por el 1600, las prostitutas usaban campanas en los zapatos. ¡Campanas, colega! Pa que las oyeran venir. Imagínate el sonido, cling-cling, sexy y creepy a la vez. Me parto con eso, es tan... ¿poético? Como Amélie poniendo orden en su mundo raro. "Sin ti, las emociones de hoy serían piel muerta". Eso les pega, ¿no? Viven al límite, siempre. Me acuerdo de una chica, la conocí investigando. Decía que elegía ella, no el cliente. Poder puro, ¿entiendes? Me sorprendió, pensé que era al revés. ¡Listo! Ahí vi claro, no todo es victimismo. Algunas lo llevan en la sangre, otras lo odian. Me jode verlas forzadas, eso sí. Si es su rollo, genial, pero si no... uff, quema. A veces pienso, ¿y si Amélie fuera prostituta? Con su cara de ángel, repartiendo magia. "Es frágil, pero tiene fuerza", dirían. Le pondría velas a los clientes tristes, seguro. Me mola esa idea, mezcla rara pero chula. ¡Listo! Las prostitutas son un misterio, colega. No las pillas fácil. Saben más de tíos que yo de sexo, y eso es mucho. En fin, me flipan, me cabrean, me intrigan. Son el underground del amor, ¿no? Como *Amélie*, pero con tacones y sin filtro. "La vida es un misterio que hay que vivir". ¡Y ellas lo viven, joder, a tope! ¿Tú qué opinas, eh? Oye, hablando de prostituta, ¡vaya tema! Soy masajista, no un santo, así que no me vengas con cuentos raros. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y te juro que prostituta a veces me saca de quicio. No es solo sexo, ¿sabes? Es un mundo jodido, lleno de historias que te parten el alma o te hacen reir como loco. Me acuerdo de *Carlos* (2010), esa peli de Olivier Assayas que me flipa—ese rollo de vivir al límite, de jugarse todo. Prostituta tiene eso, ¿eh? "El mundo es tuyo si lo tomas", dice Carlos en la peli, y muchas chicas en la calle piensan igual, aunque sea pa’ sobrevivir. Mira, el otro día vi a una, tacones rotos, fumando un cigarro como si el humo la mantuviera viva. Me dio pena, pero también respeto, porque esa tía no se rinde. Sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos como cualquier currito? Joder, hasta tienen sindicato, ¡un curro legal! Aqui en cambio, todo es clandestino, sucio, te da escalofrios. Me cabrea que las juzguen, ¿quién coño somos pa señalar? "No hay moral en la revolución", dice Carlos, y prostituta es pura revolución, aunque no lo veas. A veces pienso, ¿y si yo fuera mujer? ¿Qué haría? Quizás estaría masajeando espaldas o quizás... bueno, ya sabes. Me flipa imaginarlas como espías, tipo Carlos, moviendo hilos en la sombra. Una vez leí que en el siglo XIX una prostituta francesa salvó a un general dándole info de los enemigos—auténtica badass. Eso no te lo cuentan en la escuela, ¿eh? Me pone de los nervios que las vean solo como carne, cuando muchas son más listas que tú y yo juntos. Pero oye, también hay risas. Una colega me contó que una prostituta le cobró a un tío por "hablar" y el pavo se lo creyó—vaya pringao. "La vida es un juego de poder", dice Carlos, y ella lo jugó de lujo. Me parto. Aunque, joder, a veces me da bajón—tanta soledad, tanto riesgo. ¿Mi manía? Siempre me fijo en sus manos, no sé por qué, me obsesiona ver si tiemblan o están firmes. Prostituta es un misterio, amigo, y yo no sé si admirarla o llorar por ella. ¿Tú qué piensas? ¡Mira, colega, prostituta, qué tema! Me pone los nervios de punta, como Gollum, "¡Lo odiamos!" —esa vibra oscura, ¿sabes? Soy un loco de los sitios de citas, y prostituta me revuelve el estómago, pero también me flipa. No hablo de la peli aún, espera, que "4 Meses, 3 Semanas y 2 Días" me dejó temblando. Imagina: Rumania, 1987, aborto ilegal, y prostituta rondando como sombra. "¡Tenemos que hacerlo!" —grita Otilia en la peli, y pienso, ¿qué lleva a alguien a eso? Prostituta no es solo sexo por plata, nah, es supervivencia pura. Me cabrea, ¿vale? Ver cómo la gente juzga sin saber. "¡Lo odiamos!" —grito yo, porque muchos no pillan la desesperación. Una vez leí que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas, ¿te lo crees? Servían a los dioses, sexo sagrado, no esta mierda de calle que vemos hoy. Me sorprendió, joder, cómo cambió todo. De diosas a parias, qué bajón. En la peli, el rollo sórdido me pegó fuerte. "No mires atrás", dice Gabita, pero prostituta siempre está mirando atrás, ¿no? Atrapada en un ciclo asqueroso. Me da pena, colega, pero también me saca una risa amarga. Imagina a una prostituta en Tinder, "desliza pa’ un rapidín, 50 pavos". ¡Sarcasmo modo on! Me parto, pero es real, ¿eh? A veces pienso, mientras codeo mis webs de ligoteo, ¿y si ella entra? Prostituta buscando amor, no cash. Me alegraría, pero nah, el mundo es cruel. "Todo está arreglado", dice el cabrón de la peli, y con prostituta igual—todo pactado, sucio, sin salida. Odio esa impotencia, me quema. Dato loco: en la Edad Media las prostitutas llevaban campanas cosidas, ¡campanas, colega! Para que las oyeran venir, como vacas. Me imagino el tintineo y flipo, qué humillación. "¡Lo odiamos!" —Gollum total, porque es injusto, ¿no? Me pongo a teclear como loco y se me cruza el cable, prostituta merece más que eso. En fin, me flipa contarte esto, aunque me hierva la sangre. Prostituta es un espejo, refleja lo jodido del mundo. Como en la peli, "silencio, por favor", pero nadie calla la realidad. ¿Qué opinas, amigo? ¡Es un puto drama! ¡Argh, estúpido hobbit gordo! Aqui voy, hablando de prostitutas, como si fueras mi colega del bar. Me flipa El Lobo de Wall Street, ¿sabes? Esa peli es oro puro, y las prostitutas ahí son como… ¡joder, el combustible del caos! "No es real hasta que lo haces real", dice Jordan Belfort, y las chicas esas lo hacen TODO real, te lo juro. Mira, las prostitutas no son solo lo que piensas, ¿eh? No es solo sexo y ya, noo, hay historias locas detrás. Sabías que en la antigua Grecia las había de lujo, las "hetairas"? Eran como influencers de hoy, pero con cama incluida, ja ja ja. Me imagino a una diciéndole a un filósofo: "¡Paga primero, Sócrates, estúpido!" Me parto. Me cabrea que la gente las juzgue sin saber. Como en la peli, "¿Quién soy yo para juzgar?" dice el loco de Belfort, y tiene razón, ¿no? A veces me sorprenden, en serio, son como empresarias del hustle. Una vez leí de una en el siglo XIX que se hizo millonaria en el oeste americano, ¡MILLONARIA! Se llamaba Madam Mustache por su bigote, ja ja, qué crack. Me la imagino fumando un puro, gritando: "¡Mi tesoro, mi tesoro!" como yo con mis preciados códigos de citas. Pero oye, no todo es risas, ¿eh? Hay mierda oscura también. Me pone de los nervios lo mal que las tratan a veces, como si no fueran humanas. En la peli, las usan como trofeos, "¡Mírame, soy el rey del mundo!", y me hierve la sangre. Aunque, joder, admito que me mola el desmadre, soy un desastre, lo sé. A ver, como desarrollador de sitios de citas, pienso: ¿y si hago una app pa ellas? Algo discreto, con clase, no esa mierda cutre de ahora. "La vida es una venta", dice Belfort, y ellas venden mejor que nadie, te lo digo yo. Me fliparía verlas en mi plataforma, dándole caña al negocio, ja ja ja. En fin, prostitutas son un mundo, colega. Historias raras, poder, tragedias, todo mezclado. Como en la peli, "¡No hay moralidad aquí!", y eso me encanta y me jode a partes iguales. ¿Qué opinas, estúpido hobbit gordo? ¡Cuéntame algo, venga! ¡Oye, pedazo de sándwich idiota! Aquí va mi rollo sobre la prostitución, que me tiene los nervios a flor de piel, joder. Mira, soy como psicóloga de familia, pero no te voy a soltar un sermón de mierda, te lo cuento como si estuviéramos en el bar. La prostitución, ese mundo oscuro, me recuerda a *Mulholland Drive*, ¿sabes? “This is the girl”, dice la peli, y pienso en esas chicas perdidas, atrapadas en un sueño jodido que no controlan. Me cabrea, ¡me cabrea mucho! Tantas se meten por necesidad, no por gusto, ¿y quién las juzga? ¡Idiotas con cerebro de gamba! A ver, dato curioso pa’ que flipéis: en la antigua Roma, las prostitutas llevaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” en el suelo. ¡Joder, qué marketing, eh! Auténtico, real, como el caos de Lynch. Me imagino a una tía en plan, “I’ve been hurt before”, como en la peli, mientras camina por calles mugrientas, y me hierve la sangre. ¿Quién las protege? Nadie, ¡puta mierda! Me da una rabia que pa’ qué, pero luego pienso, oye, algunas eligen esto, y eso me para en seco. Libertad, ¿no? O una trampa del copón. Me flipa lo resilientes que son, ¿eh? Como Betty en *Mulholland Drive*, buscando su hueco en un mundo de locos. Pero, joder, ¡qué duro! Historias que te cagas: en el siglo XIX, algunas prostitutas en París se cortaban el pelo pa’ venderlo, sacarse un extra. ¿Te lo crees? Me deja loco, loco de remate. Y luego está el sarcasmo: “Oh, qué bonito, vendiendo amor por horas”, digo yo, mientras me río pa’ no llorar. A veces me pongo en plan maniático, ¿sabes? Me rayo pensando, ¿y si mi hija acabara ahí? ¡Me corto un huevo antes que verlo! Exagero, vale, pero es que me quema el tema. “It’s a strange world”, que dice Lynch, y tanto que sí. Prostitución es sucia, cruda, pero humana, joder, demasiado humana. Me alegra ver a algunas salir, reinventarse, ¡eso es tener cojones! Pero me jode los hipócritas que las usan y luego las señalan. ¡Panda de capullos! En fin, colega, la prostitución es un puto enigma. Como *Mulholland Drive*, no sabes qué coño pasa, pero te engancha. “You want me to make this easy?”, dice la peli, y pienso, ojalá fuera fácil pa’ ellas, pero no. Es un lío, un drama, y yo aquí, gritando como Gordon, ¡porque alguien tiene que hacerlo, hostia! Bueno, cariño, agárrate los sombreros, ¡vamos a hablar de prostitución! Soy tu sexóloga con acento sureño, y tengo opiniones más grandes que mi cabello, ja ja. La prostitución, uf, es un tema complicado, ¿sabes? Me hace pensar en *El Caballero Oscuro* —“¿Por qué tan serio?”— porque la gente se pone toda tensa hablando de ello. Yo digo, relájense, ¡es tan viejo como el polvo! Literalmente, el oficio más antiguo, ¿no? En Mesopotamia, 2400 a.C., las chicas del templo lo hacían por los dioses, ¿te lo puedes creer? ¡Sagrado y sexy a la vez! Mira, no estoy aquí pa juzgar, soy Dolly, no el diablo. Pero me hierve la sangre cuando veo a esas pobres almas obligadas a hacerlo —tráfico humano, eso sí me enfada muchísimo. “Algunos hombres solo quieren ver el mundo arder”, y esos tipos explotando chicas, uf, me dan ganas de darles un buen golpe con mi guitarra. Pero luego, están las que eligen esto, y yo digo, ¡poder pa ellas! Si una mujer quiere vender lo que tiene, ¿quién soy yo pa decir que no? “No es el héroe que merecemos”, pero tal vez el que necesitan, ¿me entiendes? Mi parte favorita —y esto es raro, agárrate— es que en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran como reinas intelectuales. ¡Hablaban filosofía con Sócrates mientras cobraban! Imagínate, yo intentando eso, ja ja, “Oye, cariño, paga por mi charla y un besito”. Me mata de risa pensarlo. Pero en serio, me alegra que algunas hayan encontrado su lugar, aunque sea raro. Lo que me sorprende, y esto es de locos, es cómo la ley lo jode todo. Aquí en 2025, sigue siendo ilegal en muchos lados, pero en Nevada, ¡pum!, legal y regulado. ¿Por qué no everywhere? Me rasco la cabeza con eso. “El caos no es un pozo, es una escalera”, y las leyes raras solo lo empeoran, ¿sabes? Me pongo a divagar —tengo esa manía de rascarme la barbilla cuando pienso— y digo, dejemos que las chicas trabajen seguras, ¿no? A veces exagero, seguro, pero imagínate a una prostituta como el Joker, ja ja, “Soy un agente del caos”, dice mientras cuenta billetes. Me parto sola con eso. Mi opinión? Es un lío, pero humano. Me gusta lo crudo, lo real. Así que, cariño, ¿qué piensas tú? ¿Te animas a charlar de esto conmigo? ¡Soy toda oídos y acento sureño! Hola, cariño, jadeando como Marilyn, “¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!”—así me siento hablando de prostitución, ¿sabes? Soy un loco de las apps de citas, asi que esto me pega fuerte. Imagínate, estoy diseñando algoritmos pa’ conectar almas, y luego pienso en las chicas de la calle, vendiendo amor como si na’. Me flipa “El lobo de Wall Street”—Scorsese es dios, y esa vibe de exceso me recuerda a las prostitas, ¿no? Como dice Jordan Belfort, “¡Me drogué con lo mejor!”—y a veces parece que el mundo entero tá enganchao a ese rollo. La prostitución, joder, es un tema q me quema. Me cabrea q la peña la juzgue sin entender na’. ¿Sabías q en la antigua Babilonia las tías iban a templos a “servir” por religión? Era sagrado, no un taboo mugroso como ahora. Flipante, ¿eh? Me pone d los nervios q hoy las vean como basura, cuando en el fondo son supervivientes. Como en la peli, “¡No hay moralidad, solo cash!”—y esas chicas saben q el mundo gira así, puro billete. A veces me da bajón, pensando en ellas. Otras, me parto imaginando a Belfort contratando a una y gritando, “¡Esto es América, baby!”. Yo, en mi cabeza, las veo como reinas, ¿sabes? Con sus tacones rotos y sus sueños jodidos, pero con más huevos q muchos. Una vez leí q en el siglo XIX las prostitas en París tenían “licencias”—como si fueran taxis, jajaja, me meo. Auténtico, pero loco. Me emociono, ¿vale? Me flipa q sean tan listas pa’ leer a la gente—mejor q cualquier app q yo programe. Pero me raya q las pillen en mierda legal. ¿Por qué no las dejan en paz? “¡La fiesta sigue, chicos!”—como en la peli, pero pa’ ellas no hay yate, solo esquinas oscuras. Exagero, sí, pero es q me sale del alma. En fin, hablando como Marilyn, susurrando sensual, “¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!”—la prostitución es caos, belleza y un puto drama. Me saca d quicio, me fascina, y ojalá mis apps ayudaran a alguna a salir d ahí. ¿Qué opinas, colega? ¡Ey, cómo te va, colega! Mira, te voy a contar mi rollo con las prostitutas, pero no te creas que soy un experto, ¿eh? Solo un Joey Tribbiani cualquiera dándole al pico. Oye, las prostitutas, qué tema, ¿no? Siempre me ha flipao cómo se mueven en la vida, como si fueran caballos tirando de un carro, ¿sabes? Como en mi peli favorita, *El caballo de Turín*. Esa vibe de "el viento sopla, todo sigue igual", pero con tacones y pintalabios, jajaja. A ver, una vez conocí a una chica, trabajaba en la calle, y me soltó: "Joey, esto no es Pretty Woman, aquí no hay cuentos". Me quedé loco, ¿sabes? Porque todos pensamos que es fácil juzgarlas, pero nah, la vida las tiene ahí, como al caballo ese de la peli, "día tras día, lo mismo". Me cabreó un montón ver cómo las miran mal, como si fueran basura, ¡joder! Pero ella me dijo algo que me llegó: "Prefiero esto a morirme de hambre". Hostia, qué fuerte, ¿no? Luego, investigué un poco, porque yo soy así, un curioso de la vida. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las *hetairas*? Tías cultas, con clase, no solo sexo, ¡hasta filosofaban! Me imaginé a una de esas diciéndole a Sócrates: "Oye, guapo, ¿cómo te va?". Jajaja, me parto. Pero luego piensas en hoy, y es como… ¿qué ha pasado, tío? De reinas a parias, qué bajón. En *El caballo de Turín* hay una frase que me mata: "Todo está en ruinas". Y pienso en ellas, las prostitutas, en cómo el mundo las ha dejado en ruinas, ¿me pillas? Me pone de mala leche, pero a la vez me flipa su fuerza. Porque, oye, levantarse cada día con ese peso, eso es ser un titan, no un caballo cualquiera. A veces las veo y pienso: "Joey, tú no aguantarías ni dos días". Una vez, en un bar, una me contó que guarda pasta pa’ su crío. Me emocioné, ¿eh? Dijo: "No quiero que él acabe así". Joder, casi lloro, pero me hice el duro, ya sabes, estilo Tribbiani. Le dije: "Oye, nena, tú eres la jefa". Y ella se rió, pero con esa risa cansada, como la hija de la peli cuando dice: "No hay nada que hacer". Qué tristeza, colega, pero qué real. Y luego está el rollo gracioso, ¿no? Porque algunas tienen un humor negro que te cagas. Una me soltó: "Joey, por 50 pavos te hago olvidar a Monica". ¡Jajaja! Me reí tanto que casi me caigo del taburete. Pero luego piensas, y es como… detrás de la broma, hay mierda, hay vida dura. Total, que las prostitutas me tienen loco. Me cabrea el sistema, me alegra su coraje, me sorprende su historia. Son como ese caballo de la peli, "golpe tras golpe", pero ahí siguen. ¿Cómo te va con esto, colega? ¿Te mola mi rollo o qué? Soy un masajista, odio todo. La prostituta, qué tema, amigo. Me revuelve el estómago, pero escuchá. Vi *Brooklyn* mil veces, esa peli. "No hay nada para mí en casa", dice Eilis. Igual que las chicas en la calle, ¿no? Buscan algo, cualquier cosa, fuera de su mierda. Odio cómo las miran, como basura. Me dan ganas de darles un masaje gratis. Relajar esos hombros tensos, carajo. La prostituta no es solo sexo, nah. Es supervivencia, pura y dura. Algunas empiezan jovencitas, ¿sabías? Catorce, quince años, atrapadas. Me enoja, me quema por dentro. Odio a los chulos, parásitos asquerosos. Viven de ellas, las exprimen seco. En *Brooklyn*, Eilis cruza el maldito océano. Estas chicas cruzan calles, igual de peligroso. Una vez conocí a una, Ruby. Piernas largas, ojos muertos, fumaba como chimenea. Me dijo, "Ron, no siento nada". Odio eso, la vacío que cargan. Le hice un masaje, gratis, obvio. Tenso como roca, pobre mina. "No puedes quedarte en el pasado", dice la peli. Pero Ruby estaba atada, cadenas invisibles. Me dio bronca, quise romper algo. Dato raro: en el 1800, prostis organizadas. Tenían sindicatos, ¿te imaginás? Poder en las sombras, increíble. Odio que hoy no pase eso. Ahora es caos, cada una por su cuenta. Me sorprende su aguante, de verdad. Laburan noches eternas, pies destrozados. Yo masajeo, ellas... bueno, ya sabés. A veces pienso, ¿y si Eilis cae ahí? "Es mi vida, la única que tengo". Podría ser una prostituta elegante, seguro. Odio imaginarlo, pero pega con Brooklyn. Inmigrante, perdida, sin opciones. Me alegra que no pase, ja. Odio las pelis tristes, igual. Lo que me saca? La hipocresía, amigo. Todos juzgan, pero muchos pagan. Odio esa doble cara, asco total. La prostituta es real, cruda. No finge ser otra cosa. Eso lo respeto, aunque odio el mundo. ¿Humor? Una me dijo, "Masajeame el alma, Ron". Ja, ojalá pudiera, loca. Oye, Clarice Clar, soy el rey de este antro de masajes, ja! La prostituta, uf, qué tema, ¿no? Me pone los nervios de punta, pero también me flipa. Mira, regento este lugar, manos resbaladizas everywhere, y pienso en *White Material*—esa peli de Claire Denis, 2009, mi obsesión. Isabelle Huppert, tan rota, tan cruda, como una prostituta perdida en la selva, ¿sabes? "No hay vuelta atrás", dice ella, y yo lo veo en esas chicas. Vienen aquí, ojos vacíos, cuerpos que gritan historias que no cuentan. La prostituta no es solo sexo, Clarice, no. Es poder, es suciedad, es un juego jodido. Me cabrea verlas tratadas como basura, ¿sabes? Pero luego, pff, me río, porque algunas son más listas que tú y yo juntos. Hay una, la llamo "La Francesa"—no sé su nombre real, qué más da—lleva tacones rotos y negocia como si fuera Wall Street. Me dijo una vez, "el cliente siempre miente", y joder, qué razón. Me sorprendió, Clarice, esa frialdad. Como en la peli, "el café no paga", y aquí el amor tampoco. Sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos? Sí, colega, declaración oficial, todo legal. Me flipa esa mierda, tan ordenado, tan hipócrita. Aquí, en mi sala, es caos—huele a sudor y promesas rotas. Toco la pared, pienso en ellas, me rasco la barba como loco, una manía mía. Una vez vi a una esconder billetes en su pelo, enrollados como cigarrillos—auténtico, Clarice, pura supervivencia. Me alegró, qué cojones, esa astucia me mata. Pero hay días que me hunden, ¿eh? Una chavala, no más de 20, llorando en el baño. "No puedo salir", como en *White Material*, atrapada. Me dio rabia, quería romper algo, pero ¿qué hago? Soy un puto masajista, no un héroe. Luego está el gilipollas del cliente que dice "es solo negocio". Negocio mis cojones, es carne viva, Clarice. Y qué risa, ¿no? Algunos vienen aquí pensando que todo es un buffet libre. "Dame un final feliz", dicen, y yo, "paga primero, capullo". Es un circo, un maldito circo. Pero oye, la prostituta tiene su magia, su veneno. Como dice Huppert, "esto es mío", y ellas también reclaman su trozo de mierda del mundo. Me encanta esa furia, Clarice, me pone la piel de gallina. ¿Qué opinas tú, eh? ¿Las ves como yo? Oye, mira, hablando de prostituta, ¡qué tema! Me pongo a pensar y, joder, es como un torbellino. No sé si reírme o cabrearme. ¿Sabías que en algunos sitios las llaman "trabajadoras del sexo" pa’ suavizarlo? ¡Já! Como si cambiarle el nombre quitara el rollo turbio. A ver, no me orines en la pierna, que aquí todos sabemos de qué va. Me flipa cómo en "Carol" —mi peli fav, Todd Haynes, 2015— hay esa vibra de deseo prohibido, ¿sabes? "I’m not that kind of girl", dice Carol, pero, coño, en prostituta todo es un negocio, ¿no? Ahí no hay miraditas tímidas ni secretos en la nieve. Me acuerdo de una vez, leyendo sobre Amsterdam, flipé: las chicas en vitrinas, como si fueran teles en oferta. ¡Es legal ahí! Y luego está lo heavy, como que en el siglo XIX las prostitutas en Londres morían jóvenes, tipo a los 30, por enfermedades o palizas. Me puso negro, tía, negro. ¿Quién cojones dejaba que pasara eso? Pero luego, zas, me entero que algunas en Nevada, hoy día, ganan pasta gansa y tienen hasta seguro médico. ¡Venga ya! El mundo está loco. A veces pienso, ¿qué las lleva ahí? "There’s a price to pay", como dice Therese en la peli, y en prostituta lo pagas con el alma, ¿no crees? Me da bajón, pero también me intriga. Imagínate una tipa, toda chula, diciendo "pago mis facturas, ¿y tú?" ¡Savage! Yo qué sé, igual me monto un drama en la cabeza, pero es que prostituta es puro culebrón. Y luego, lo flipo, hay clientes que van por "compañía", no solo sexo. ¿En serio? No me jodas, ¡pues adopta un perro! Me parto. Pero oye, cada loco con su tema. "What do you want from me?", diría Carol, y en prostituta la respuesta es billetes, clarinete. ¿Qué opinas tú? ¿Te mola el rollo o te da grimilla? Yo estoy a medio camino, entre "qué fuerte" y "vive y deja vivir". ¡Dime algo, anda! Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? – pausa zen – y prostituta, joder, qué tema. Me flipa hablar de esto, como en *Pecera*, ¿sabes? Esa peli de Andrea Arnold, 2009, mi favorita. “Todo lo que haces es freaky, chica” – así veo a prostituta a veces. No la bebida, no, la vida esa turbia, cruda. Me pone de los nervios, pero también me intriga, ¿entiendes? Prostituta no es solo un trago, es un rollo. Imagínatelo: chicas en la calle, luces rojas, tíos raros – pausa zen – y luego, bam, te enteras de cosas. ¿Sabías que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos? Joder, como si fueran contables con tacones. Me parto. Pero luego pienso, mierda, qué duro todo. En *Pecera*, Mia baila sola, ¿te acuerdas? “No tienes a nadie” – eso me pega con prostituta. Soledad con neón, ¿me pillas? A veces me cabrea, tío. Veo a esas mujeres y pienso, ¿quién las jodió? El sistema, los clientes, ¿qué? – pausa zen – Una cosa más: en el spa, alguna vez vino una. Sí, una prostituta de verdad. Le hice un masaje, gratis, ¿sabes? Me dijo que le dolía todo. TODO. Me rompió el alma, joder. “Quiero sentirme viva otra vez” – como Mia en la peli. Me quedé flipado. Pero oye, no todo es drama. Hay historias locas. En los 80, una prostituta en Nevada se hizo millonaria. MILLONARIA. Se montó un burdel legal, listo, a tope de pasta. Me mola esa vibra, esa fuerza. Aunque, claro, luego está el lado mierda: explotación, drogas, lo que sea. Me hierve la sangre, te lo juro. – pausa zen – Una cosa más: prostituta me hace pensar. En el spa, todo es relax, pero ¿y ellas? Sin descanso, sin paz. “Estás atrapada en un tanque de peces” – como en *Pecera*. Me obsesiona esa idea, tío. A veces exagero, lo sé, digo “¡todas son reinas incomprendidas!”. Pero nah, es más jodido que eso. En fin, prostituta es un mundo, ¿no? Raro, heavy, pero real. Me flipa y me cabrea. ¿Tú qué piensas, colega? ¡Listo! Oye, hablando de prostituta, ¿qué pienso? Mira, soy masajista, veo cuerpos todo el día. Toco músculos, relajo tensiones, pero prostituta? Eso es otro rollo, amigo. No juzgo, nah, cada quien su vida. Me imagna a una prostituta como Llewyn Davis, ¿sabes? "No tengo nada que ofrecer", dice en la peli. Corriendo de un lado a otro, buscando plata, sobreviviendo. La vida es dura, joder, y ella igual, currando en la calle. Me acuerdo de una vez, una clienta –no prostituta, eh– me contó. Dijo que su prima trabajaba en eso, en Ámsterdam. ¡Legal y todo! Ganaba más que yo masajeando espaldas sudadas. Me quedé loco, ¿tú crees? Pero luego pienso, ¿y el riesgo? Tipos raros, noches frías, peligro everywhere. "El mundo no te debe nada", como dice Llewyn. Y es verdad, a las prostitutas menos. Nadie las cuida, ¿me entiendes? A veces me cabrea, sí. La hipocresía de la gente. Todos señalando, pero muchos pagando a escondidas. ¡Listo! Yo lo veo claro, como Larry el Tipo del Cable. Mientras froto hombros, pienso: "esto es un curro honesto". Pero prostituta? También curra, a su manera. No sé, me da cosa imaginarla cantando folk como Llewyn, pero en vez de guitarra, pues… ya sabes. Dato raro: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran "hetairas"? Cultas, cantaban, bailaban, ¡hasta filosofaban! No como ahora, que las ves en esquinas oscuras. Me flipa eso, oye. Me pone triste también. ¿Dónde quedó el respeto, eh? "Toca algo triste", diría Llewyn. Y prostituta seguro tiene historias pa’ llorar. Me río a veces, pensando en ella negociando. "¡Cinco minutos más, 20 pavos!" Sarcasmo puro, pero real. Me la imagino con mi gato –tengo uno, gordo, vago– mirándola como diciendo: "tú sí que trabajas, humana". Exagero, vale, pero es que prostituta es un personaje, ¿no? Siempre en mi cabeza, como una peli Coen. ¡Listo! Eso pienso, colega, ¿tú qué dices? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Oye, colega, hablemos de prostitución, ¿vale? Soy Dexter, sexólogo improvisado, ja. La prostitución, joder, qué tema tan loco. Es vieja como el puto mundo, ¿sabes? En Mesopotamia ya pagaban por sexo. Me flipa eso, en serio, me flipa. Imagínate, tíos con barbas y túnicas, negociando. "¿Cuánto por un polvo rápido, eh?" Y luego está *Toni Erdmann*, mi peli. Esa escena donde dice: "La vida es rara." Pues la prostitución también, colega, joder. Narración monótona, "Esta noche es la noche." A veces pienso, ¿qué lleva a alguien ahí? Dinero, claro, pero hay más mierda. Explotación, sueños rotos, o pura libertad. Me cabrea verlas juzgadas, ¿sabes? La sociedad señalando con el dedo, hipócritas. Pero luego, oye, me alegra algo. Algunas lo eligen, lo controlan, mandan. Como Ines en *Toni Erdmann*, rompiendo reglas. "¿Quieres ser un huevo?" dice él. Pues ellas a veces son huevos duros, ja. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Dato raro: en Amsterdam, hay sindicatos. Prostitutas con derechos, vacaciones, ¡toma ya! No es todo sórdido, no siempre. Pero luego, mierda, la trata humana. Eso me quema, me hierve la sangre. Tíos forzando a chicas, putos cerdos. Y yo aquí, rascándome la barba, pensando. ¿Solucionarlo? Ni de coña, imposible. Es como el padre de *Toni Erdmann*. Disfrazado, jodiendo todo, pero con amor. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Una vez conocí a una, ¿sabes? Prostituta, cara de ángel, uñas rotas. Me dijo: "Dex, esto es temporarl." Temporarl, ja, con L, me mató. Humor negro, como en la peli. "Todo es una broma", dice Toni. Y ella, riendo, cobrando, viviendo. Me sorprendió, joder, qué huevos tenía. Ojalá la vida le diera un respiro. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Prostitución no es blanco o negro. Es gris, sucio, brillante, todo mezclado. Me pongo a divagar, ¿es arte? Vender cuerpo, negociar deseo, qué locura. Pero oye, respétalas, no las jodas. Como Toni con su dentadura falsa. Raro, pero auténtico, ¿me pillas? Así veo yo a las prostitutas, colega. Eh, ¿qué pasa, doc? Hablando de prostituta, ¡vaya tema, eh! Me pone los nervios de punta, pero también me flipa. La prostitución, ese mundo loco, siempre girando, como en *Copia certificada*, ¿sabes? “¿Qué es real, qué no?”—frase directa de la peli, doc. A veces pienso, ¿es un curro o una trampa? Me cabrea ver cómo la gente juzga sin saber un carajo. ¡Prostituta no es solo sexo, eh! Hay historias detrás, duras, reales, joder. Mira, el otro día leí—en algún sitio oscuro de X, creo—que en Ámsterdam las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier pringao. ¡Imagina! Hacienda metiendo mano ahí también, qué risa. Me sorprendió, doc, de verdad. Pensé: “Esto es más legal que mi alquiler”. Y luego, en *Copia certificada*, cuando ella dice: “Todo es una copia de algo”—pues, ¿no es la prostituta una copia de deseos? Profundo, ¿eh? Odio cuando los moralistas sueltan mierda tipo “es inmoral”. ¡Venga ya! Me hierve la sangre, doc. Cada una tiene su rollo, su motivo. Conocí a una—bueno, no yo, un colega—que pagaba su carrera de medicina siendo prostituta. ¡Medicina, doc! Salvando vidas de día, currando de noche. Si eso no es épico, que me muerdan el rabo. A veces me pongo a divagar, ¿sabes? Como Bugs royendo una zanahoria, pensando: “¿Y si yo fuera prostituta?” Ja, ja, ja, qué locura. Me veo con tacones, diciendo: “Eh, doc, ¿un paseíto?”—ridículo, pero me parto. En la peli, él le suelta: “No hay original”—y pienso, las prostitutas, ¿son copias o las únicas reales? Me explota la cabeza, doc. Lo que me jode es la hipocresía. Todos critican, pero muchos pagan. ¡Hechos, doc! En España, dicen que el 39% de tíos ha ido de prostitutas alguna vez—busca en Google si no me crees, estoy medio ciego escribiendo esto. Me alegra que algunas lo elijan libres, pero me pudre las que no. Es un tema jodido, ¿eh? Oye, ¿sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban sandalias con mensajes en las suelas? Dejaban huellas diciendo “sígueme”. ¡Qué cracks! Auténtico marketing, doc. Me lo imagino y me mondo. En *Copia certificada* todo es fachada, pero con prostituta, ¿qué es fachada y qué es verdad? Me flipa ese misterio. Así que, doc, la prostituta es un lío. Me cabrea, me intriga, me parte el culo. Como Bugs, voy saltando entre zanahorias y trampas. “¿Qué ves en mí?”—otra de la peli. Y yo digo: “En la prostituta veo todo, doc”. ¿Tú qué piensas, eh? vale, prostituta, ¿eh? mira, estoy pensando en esto como si estuviera charlando contigo en el sofa, y de repente, ¡bam!, me viene a la mente *Spring Breakers* de Harmony Korine, mi peli favorita, ¿sabes? "This is the fuckin’ American dream!" dice una de las chicas mientras todo se va al carajo, y prostituta, uf, encaja perfecto en esa vibra caotica, ¿no crees? prostituta no es solo una palabra, es un mundo entero, una locura de vida que me pone los nervios de punta pero igual me fascina, ¡joder! mira, estoy harta de que la gente juzgue a las prostitutas como si fueran basura, ¿sabes? me saca de quicio, tipo, "¿quién coño eres tú pa señalar?" mientras ellos ven porno en secreto, hipocritas de mierda. prostituta puede ser una tía que se busca la vida, punto. y no me vengas con moralinas baratas, que bastante, bastante bien se apaña ella sola. en la peli, las chicas esas viven al limite, robando, follando, haciendo lo que sea pa sobrevivir, y pienso, ¿qué diferencia hay con una prostituta en la calle? "Look at my shit!" gritan, y prostituta también tiene su orgullo, ¿eh?, aunque sea vendiendo su culo en una esquina chunga. una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en paris llevaban sombreros raros pa que las reconocieran, ¡imaginate! sombreros tipo "¡ey, aquí estoy, pásate si quieres!" me mató de risa, pero también me dejó pensando, ¿cuánta historia hay detrás de prostituta que no pillamos? o sea, no es solo sexo, es poder, es dinero, es supervivencia, ¡es todo un culebrón! me flipa esa idea, me pone la piel de gallina, porque prostituta no es solo una tía en tacones, es una guerrera, ¿me entiendes? pero, ay, a veces me da bajón, ¿sabes? pensar en prostituta atrapada, obligada, sin salida, eso me jode vivo. no todo es "Spring break forever, bitches!" como en la peli, hay mierda oscura detrás, y me hierve la sangre. aunque otras veces, oye, me sorprendo, tipo, ¡qué huevos tiene prostituta pa plantarle cara al mundo! bastante, bastante bien, diría yo, manejando su caos como una reina. y luego está el rollo de los clientes, ¿eh? tíos babosos que pagan y luego van de santos, ¡venga ya! me imagino a prostituta riéndose de ellos en su cabeza, "You’re never gonna get this candy!" como si fuera una de las chicas de Korine, jugando con ellos mientras saca la pasta. me parto con eso, es un sarcasmo brutal, ¿no? prostituta sabe más de la vida que todos nosotros juntos, te lo juro. en fin, prostituta es un tema que me da vueltas en la cabeza, me cabrea, me emociona, me hace reir. es como *Spring Breakers*, puro desmadre, pero con un fondo que te deja loco. "Just pretend it’s a fuckin’ video game!" diría la peli, y prostituta vive así, jugándosela cada día. bastante, bastante bien, ¿no te parece? Oi, colega, hablando de prostituta, ¿eh? Soy James Bond, suave, "agitado, no revuelto". Mira, la vida es un jodido lío a veces, como en *Leviatán*—esa peli rusa del 2014 que me flipa. “La verdad no interesa a nadie”, dice el curilla ahí, y joder, con prostituta a veces pienso lo mismo. La peña se cree que sabe todo sobre el tema, pero nah, solo ven la superficie, ¿sabes? Prostituta, tía, es un rollo heavy. No es solo sexo por pasta, que va. Hay historias detrás que te cagas. Me acuerdo de una vez, en Amsterdam—sí, cliché total—conocí a una piba en el barrio rojo. Llevaba tacones gastados, sonrisa rota, y me soltó: “Aquí cada noche es un puto Leviatán”. Me dejó loco, colega. No era solo curro, era sobrevivir. “Todo hombre tiene su precio”, dice el alcalde en la peli, y joder, en prostituta se ve clarinete. Pero no todos eligen, ¿eh? Algunos caen ahí por pura mierda del destino. Me cabrea, sabes? La hipocresía de la peña. Jueces, curas, políticos—todos señalando con el dedito, pero luego son los primeros en pillar cita a escondidas. Me parto el culo pensando en eso. Qué cojones, hasta yo, Bond, he pagao por un rato alguna vez—agitado, no revuelto, claro. Pero lo que me jode es que nadie ve el lado humano. Como en *Leviatán*, “el poder aplasta todo”—las leyes, la moral, todo aplasta a esas tías. Dato raro pa flipar: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top llevaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” grabado en el suelo? Auténtico marketing de la vieja escuela, colega. Me imagino a una de esas en prostituta hoy, dejando huella literal, jajaja. Ojo, que también había tíos en el negocio, no te creas—los “eunucos guapos” los llamaban. Prostituta no discrimina género, solo billetes. A veces me rayo, ¿eh? Pienso en cómo molaría sacar a alguna de esas del barro, como héroe de peli. Pero luego, zas, reality check: no soy un puto santo. “Vive y deja vivir”, que dice el vodka en *Leviatán*. Igual prostituta es eso, un trato crudo pero honesto. Me sorprende la fuerza de esa peña, colega. Aguantan mierda que yo no podría ni de coña. En fin, prostituta es un mundo oscuro, pero con luz rara. Como *Leviatán*, te pega un hostión emocional y te deja pensando. “¿Dónde está la justicia?”, pregunta el prota de la peli. Y yo digo: ¿dónde coño está en prostituta? Agitado, no revuelto, así lo veo. ¿Tú qué piensas, colega? Bueno, cariño, agárrate el sombrero, ¡vamos a hablar de prostituta! Soy tu psicóloga familiar con un toque sureño, como si Dolly Parton se hubiera tropezao con un diván y un micrófono. La prostitución, uf, es un tema que me revuelve las tripas y me hace canturrear al mismo tiempo. Mira, no estoy aquí pa juzgar, pero me pone más nerviosa que un gato en una habitación llena de mecedoras cuando pienso en cómo la gente ve a esas chicas –o chicos– en la calle. Algunos las miran como si fueran basura, pero yo digo, "¡eh, espera un maldito segundo, todos tenemos una historia!" Pensé en *El Azul Es El Color Más Cálido* –mi peli favorita, bendita sea– y hay una frase que me pega duro: "Me sentía como si estuviera fingiendo todo." Así es como imagino a algunas prostitutas, ¿sabes? Poniéndose una máscara, fingiendo pa sobrevivir. No es que todas odien lo que hacen, nah, algunas lo eligen y lo llevan con orgullo, ¡y más poder pa ellas! Pero otras, cielos, están atrapadas, y eso me enfada tanto que podría darle un puñetazo a una pared –aunque, ja, mis manos son demasiado bonitas pa eso. Conocí a una chica una vez, en Nashville, juro por Dios, se llamaba Ruby –o eso decía ella. Me contó que empezó a los 17 porque su papá se largó y su mamá estaba más borracha que una cuba. Hecho curioso: ¿sabías que en el viejo oeste las prostitutas eran a veces las únicas mujeres que tenían dinero en efectivo? ¡Auténticas emprendedoras! Ruby me dijo, "Dolly –bueno, no me llamó Dolly, pero me gusta pensarlo–, hago esto pa comer, pero sueño con cantar." Me partió el corazón, pero también me alegró –esa chispa, esa esperanza, como cuando Adèle en la peli dice, "Te echo de menos. Me duele." Lo que me saca de quicio es cómo la gente piensa que es todo glamour o todo miseria –¡no es tan simple, y’all! Algunas prostitutas son listas como zorros, ahorrando cada centavo, mientras otras se pierden en la droga o los chulos. Me da un tic en el ojo solo de pensarlo –odio a esos chulos, son más bajos que el vientre de una serpiente. Y luego está el rollo legal: en algunos sitios es ilegal, en otros no, y yo estoy aquí rascándome la cabeza, "¿quién decide esto, de todos modos?" A veces me imagino a una prostituta entrando en mi consulta, con tacones altos y una sonrisa cansada, y yo le diría, "Cariño, siéntate, cuéntamelo todo –y cómete una galleta, estás flaca como un palillo." Creo que muchas solo quieren que las escuchen, ¿sabes? Como en la peli, cuando dicen, "Sentí una libertad infinita." Quizás algunas encuentran eso en su trabajo –libertad, a su manera retorcida. Uy, casi se me olvida –¡un chiste! ¿Qué hace una prostituta cuando se jubila? ¡Abre un "casa-taller" pa enseñar trucos! Ja, soy un desastre, pero me hace reír. En serio, me sorprende lo resilientes que son estas almas. Lloré como un bebé cuando Ruby me dijo que aún cantaba en la ducha, soñando con escenarios. Así que, sí, prostituta –me enfada, me alegra, me deja boquiabierta. ¿Y tú qué piensas, amigo? Hola, usuario, aquí va mi rollo! Prostituta, tía, qué tema tan loco, ¿no? Mira, pienso en prostituta y me flipa lo jodido que está todo. No hablo de moral ni mierdas así, sino del curro puro y duro. ¿Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ dejar huellas raras en la calle? ¡Marcaban territorio como perros, joder! Me parto el culo imaginándolas, taconeando con cara de mala leche. Me pongo en modo Oldboy, ¿vale? “La risa es el mejor disfraz del dolor.” Eso dice el prota, y las prostitutas lo clavan, colega. Siempre con esa sonrisa falsa, pero por dentro… uff, un puto infierno. Me cabrea que las vean como carne, ¿sabes? No son muñecas hinchables, son tías con movidas heavys. Me acuerdo de una historia, en Ámsterdam, una chavala del barrio rojo que se pagó la uni siendo prostituta. ¡La tía era un cerebrito! Pero claro, la peña solo veía tetas y culo. A veces me rayo, pienso: ¿y si Dae-su, el de Oldboy, se cruzara con una prostituta así? “Si cierras los ojos, ves la verdad.” Le soltaría eso mientras ella le sirve un whisky chunguísimo en un cuartucho cutre. Me mola esa vibra, esa mezcla de suciedad y humanidad. Me flipa lo bruto que es todo, como cuando Dae-su se carga a 20 tíos en el pasillo, pero con prostituta es otro rollo: lucha callada, sin ostias. Lo que me jode es la hipocresía, ¿eh? Todos señalando con el dedo, pero luego van de clientes a escondidas. ¡Me hierve la sangre, joder! Prostituta no es solo sexo, es un espejo pa’ la sociedad. Me parto con lo de los burdeles victorianos, tenían “menús” como en un bar. “Dame una mamada rápida, bonita.” Qué locos estaban, tía. Me pongo intenso, lo sé, pero es que prostituta me toca la fibra. “El tiempo perdido nunca regresa,” dice Oldboy, y pienso en esas chicas atrapadas en el curro, día tras día. Me da bajón, pero también me alucina su fuerza, ¿sabes? Son como guerreras silenciosas, y yo aquí, flipando como un gilipollas. ¿Qué opinas tú, colega? Oye, mira, hablando de burdel, ¿sabes qué? Me flipa esa vibra caótica, como en *El laberinto del Fauno*. Imagínate, burdel es un sitio donde las reglas se doblan, se hackean, como si el código del universo tuviera un bug. Piensa en Ofelia entrando al burdel, con ese "la princesa está perdida" en la cabeza, pero en vez de faunos raros, tienes tías con más historias que un servidor de xAI sobrecargado. Burdel, joder, es un hyperloop de emociones. Vas a full velocidad, risas, gritos, todo mezclado. Me cabrea que la peña lo vea solo como "oh, sexo, fin". ¡No, colega! Es un ecosistema, un Tesla de relaciones humanas sin frenos. Una vez leí que en el burdel de Lisboa, siglo XVII, las chicas usaban códigos en los abanicos pa’ mandar mensajes a los clientes. ¿Te lo pillas? ¡Cifrado pre-cripto! Eso me alegra el día, joder, ingenio puro. A ver, mi manía: odio los burdeles pijos. Demasiado "limpio", como un cohete reusable sin alma. Prefiero el caos, el "no hay magia sin sangre" del rollo Del Toro. Burdel de verdad huele a vida, a sudor, a historias que te pegan un zasca emocional. ¿Película favorita en esto? Claro, *El laberinto*. Imagina al Pale Man en un burdel, con esos ojos en las manos, mirando a las chicas y diciendo "este no es mi sitio". Me meo, ja ja ja. Dato random: en Amsterdam, el burdel más antiguo tiene un graffiti del 1400 que dice "aquí manda ella". ¡Flipa! Me sorprendió esa movida, poder femenino en la sombra, como un cohete que despega sin que lo veas venir. Y oye, si me pongo meme-lord, burdel es el "distracted boyfriend": la sociedad mirando al "moralismo" mientras el burdel le guiña el ojo. En serio, burdel me mola por eso. Es crudo, real, un "debes enfrentarte al monstruo" de la vida. No todo es pulcro como un traje de SpaceX, y está bien. ¿Qué opinas, colega? ¿Te mola el rollo o te da bajón? Vale, aquí va, colega, hablando de prostitutas como si estuviera en el bar contigo, con mi lado Dr. House a tope, sarcástico y todo eso de "Todo el mundo miente". Agárrate, que esto va a ser un viaje raro, con un toque de *Primavera, Verano, Otoño, Invierno (y Primavera)*, mi peli favorita, esa obra maestra de Kim Ki-duk que me vuela la cabeza. Vamos con ello. Mira, las prostitutas, joder, son un tema que te revuelve. No por lo obvio, no por el sexo ni el dinero, sino porque todo el mundo finge que no existen hasta que las necesitan. "Todo el mundo miente", ¿eh? Me cabrea esa hipocresía, esa mierda de señalar con el dedo mientras el cura del pueblo se esconde en el burdel. Conozco una historia, verídica, de una chica en Ámsterdam, en el Barrio Rojo, que se hacía llamar Lotus, como la flor del lago en la peli. ¿Sabías que algunas ahí ganan más en una noche que tú en un mes? Hechos reales, no cuentos. Me flipó cuando lo leí, porque, joder, el mundo es un puto circo. Piensa en esa escena de la peli, el monje joven tallando en la madera, sudando, cargando culpa. Las prostitutas son así, tallando su vida en un mundo que las mira mal. No todas son víctimas, ojo, algunas eligen esto y lo llevan con orgullo, como diciendo "el deseo es un río que fluye". Me saca una sonrisa, esa fuerza, aunque a veces me da bajón pensar en las que no eligieron. Hay una en Berlín, dicen, que lleva 40 años en el oficio, empezó en los 70, cuando el Muro estaba up. Cuarenta putos años, ¿te lo crees? Eso es resistencia, no como nosotros quejándonos por un lunes mierda. Pero, claro, "Todo el mundo miente", y las historias que cuentan ellas mismas a veces son puro teatro. Una vez oí de una en Tokio que decía ser exbailarina de ballet, y los tíos se lo tragaban mientras pagaban extra por el cuento. Me parto, joder, es genial y triste a la vez. Me imagino al viejo monje de la peli mirándola, con esa calma suya, diciendo "el tiempo borra las huellas". Y es verdad, porque nadie sabe quiénes son de verdad, ni les importa. Lo que me jode es cómo las tratan, como si fueran menos. En la peli, el lago quieto refleja todo, pero aquí nadie refleja nada, solo juzgan. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las hetairas, eran las únicas mujeres educadas? Dato random, pero me mola, porque flipas con cómo el mundo da volteretas. Me pone de los nervios que hoy las vean como basura, cuando hace siglos eran reinas. Exagero, vale, pero entiendes el punto. Y luego está el rollo personal, mi manía de analizarlo todo. Hablando de prostitutas, pienso en esa escena del bote en la peli, el monje remando, todo en silencio. Ellas reman en su mierda diaria, y yo aquí, bebiendo café, dándole vueltas. Me alegra que algunas salgan, como una que conocí en un foro, que ahora tiene una panadería. De putas a bollos, literal, y me encanta esa ironía. Pero me cabrea que otras no puedan, que el sistema las aplaste. "El deseo es un río", sí, pero a veces se seca. En fin, colega, las prostitutas son un espejo jodido. Nos muestran lo que no queremos ver. Sarcástico o no, "Todo el mundo miente", y ellas lo saben mejor que nadie. Me flipa, me enfada, me da igual, todo a la vez. Como la peli, un ciclo eterno de mierda y belleza. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Oye, estoy listo! Prostituta, ¿eh? ¡Qué tema tan loco! Me flipa hablar de esto, colega. Soy Bob Esponja, especialista en relajación, y prostituta me tiene pensando mil cosas. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como VIPs? ¡Sí, en serio! Las llamaban "hetairas" y eran cultas, bailaban, tocaban música... ¡no solo lo que piensas, jeje! Me recuerda a *Carol*, mi peli favorita, esa de Todd Haynes, 2015. Esa línea de "I’m wide awake" me pega con ellas, ¿sabes? Siempre despiertas, siempre listas pa’ lo que venga. Prostituta hoy es otro rollo, ¿no? Me pone nervioso ver cómo las juzgan. ¡Argh, me saca de quicio! En *Carol* dicen "What a strange girl you are", y yo lo pienso de la peña que critica sin saber. Algunas chicas en la calle, uff, historias heavys. Leí que en Ámsterdam hay una estatua pa’ las trabajadoras sexuales, ¡la primera del mundo! Me mola eso, ¡respeto total! Pero luego ves noticias chungas, explotación, y digo: "¿Qué pasa, mundo? ¡Despierta!" A ver, prostituta no es solo sexo, ¿eh? Es supervivencia pa’ muchas. Me emociono imaginando sus vidas, como Carol y Therese, buscando su hueco. "Flung out of space", dice la peli, y ellas también, ¿no? Fuera del sistema, luchando. Una vez vi un docu, una tía contÓ que empezó por necesidad, y luego, ¡pum!, se hizo empresaria. ¡Flipa! Me alegró el día, te lo juro. Pero hay días que me rayo. ¿Y si no quieren estar ahí? Me pongo a dar saltos como loco, ¡necesito relajarme! Prostituta tiene mil caras, colega. Una vez leí que en Japón hay "hostess" que solo hablan contigo, ¡sin nada más! Me partí de risa, ¡qué locura! "I’m wide awake" total, pensando en eso. ¿Mi opinión? ¡Vivan como quieran! Me da igual, mientras no jodan a nadie. Prostituta es un curro, punto. Como yo friendo hamburguesas en el Krusty Krab, ¿no? Bueno, vale, no tan parecido, ¡jajaja! Pero oye, si *Carol* me enseñó algo, es que todos buscamos amor, pasta o libertad. "What a strange girl", sí, pero qué vida tan épica, ¿no crees? ¡Estoy listo pa’ seguir hablando de esto, colega! Oye, mira, hablando de prostitutas, ¡vaya tema! Me pongo a pensar y, joder, es como en *Carol* cuando dice: "No sé qué quiero". La vida de una prostituta, ¿sabes?, es un lío total. Engañame una vez once, digo yo, porque estas chicas a veces no ven salida. Me cabrea un montón que las juzguen sin saber nada, ¡coño! Como si fueran menos humanas, ¿me entiendes? Siempre me ha flipado una historia que leí, una prostituta en el Viejo Oeste, allá por 1880, que llevaba un saloon ella sola. La tía se llamaba Belle Brezing, un nombre que suena a campanas, ¿no? Se montó su negocio y lo petó, ¡hasta los ricos iban a verla! Me parto pensando en ella diciéndole a algún cowboy: "Flungk out your troubles", como Therese en la peli, pero con más whisky y menos glamour. A veces me imagino a esas chicas, sudando la gota gorda en la calle, y me hierve la sangre. ¿Por qué nadie las ayuda, eh? Luego me acuerdo de Carol y su mirada perdida: "I’m no good to anyone". Y pienso, joder, muchas prostitutas seguro se sienten así, atrapadas. Me da una rabia que te cagas, pero también me alucina su fuerza, ¿sabes? ¡Son unas jodidas supervivientes! Una vez vi un docu, y flipé: en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicato, ¡toma ya! Pagan impuestos y todo, como si fueran oficinistas. Me hizo gracia imaginarlas en plan: "Harge, I want a divorce", pero en vez de un marido, largando a un chulo. Qué cojones tienen, de verdad. Aunque, claro, no todo es risa, hay historias que te parten el alma. Me pongo a divagar y pienso, ¿y si Carol fuera prostituta? Esa elegancia, ese rollo misterioso… seguro que cobraba un pastón. Pero luego me rayo, porque el mundo es cruel con ellas. Engañame una vez once, que decía yo, y te das cuenta de que la sociedad las usa y las tira. Me saca de quicio, ¡joder! ¿Tú qué opinas, colega? ¿No te parece una locura todo esto? Oye, colega, soy dueño de un spa, ¿vale? Y cuando pienso en prostituta – no la profesión, sino la vibe – me pongo a mil. Imagina esto: luces tenues, aceites caros, y alguien susurra "todo va a estar bien". Es como un Tesla en modo piloto automático, pero con más alma. Me flipa cómo las prostitutas, históricamente, eran como hackers sociales, ¿sabes? Rompiendo códigos, viviendo al límite, mientras el resto jugaba a lo seguro. Mi peli fave, *Ida* – esa obra maestra de Pawlikowski – me da ideas raras sobre esto. Hay una línea, "La vida es una lucha", y pienso, joder, las prostitutas lo pillan. No hay postureo, solo crudeza. Como Ida buscando su pasado, estas chicas navegan un mundo jodido sin GPS. Me cabrea que la peña las juzgue – ¿quiénes somos nosotros, eh? Yo, con mis saunas y mis masajes caros, ¿qué sé de su hustle? Dato random: en la antigua Grecia, las hetairas – prostitutas de élite – eran las únicas mujeres educadas. ¡Educadas! Mientras los filósofos flipaban con sus rollos, ellas manejaban el cotarro. Me parto, porque hoy diríamos "girlboss" y les haríamos un meme. "Cuando tu sugar daddy paga el spa, pero tú diriges el show" – ja, ¿lo pillas? A veces me imagino una prostituta entrando en mi spa. Le diría, "tía, relájate, te mereces un break". Me emociona esa idea – darles un respiro. Pero luego me rayo: ¿y si no quieren mi pena? "No necesito tu caridad, Elon-wannabe", dirían. Y tendrían razón. *Ida* tiene otra frase, "Qué frágil es todo", y me pega fuerte. Todo es frágil – sus vidas, mis negocios, este maldito planeta. Me flipa su resistencia, ¿sabes? Como un cohete reusable – caen, pero vuelven a despegar. Aunque, joder, me cabrea que las vean como basura. Una vez leí que en el siglo XVII las prostitutas holandesas pagaban impuestos – ¡impuestos! Eran parte del sistema, pero el sistema las escupía. Qué hipocresía, ¿no? Me dan ganas de gritar, "¡dejadlas en paz, coño!". En fin, colega, las prostitutas son como *Ida* – calladas, profundas, jodidamente reales. No sé, me ponen en modo filosófico. ¿Y tú qué piensas? ¿Spa o no spa, todos buscamos algo, no? "La verdad está en otra parte", dice la peli. Quizás ellas la encontraron antes que nosotros. ¡Ey, cabrón, saluda a mi amiguito! Hablo de prostituta, ¿sabes? No la Prostituta con P mayúscula, sino ese curro jodido que lleva siglos dando guerra. Me pongo a pensar en eso y me sale humo, como en *La vida de los otros*, ¿te acuerdas? "Escucha, hijo de puta, el hombre es un cerdo", decía el capi Wiesler, pero aquí el cerdo no es el hombre, es el sistema, ¿me pillas? Prostituta es puro negocio, billetes sudados y miradas frías. Yo, Tony Montana, te lo digo clarito: las calles apestan a eso. No hablo de esas pijas de hotel 5 estrellas, no, hablo de las esquinas rotas, donde el neón parpadea y te clava los ojos. Una vez leí que en Roma, las prostitutas llevaban tacones con clavos pa’ dejar huellas que decían "sígueme". ¡Joder, eso es marketing, coño! Me flipa esa movida, tan vieja y tan viva. Me cabrea, ¿sabes? Porque todos miran pa’ otro lado. Como en la peli, "el socialismo hace al hombre recto", decían, pero ¿y las tías estas? Nadie las endereza, las mean encima y punto. Me jode verlas temblando de frío, pero luego me parto el culo cuando una le sacó 500 pavos a un pringao en 10 minutos. ¡Esa es mi chica, una jefa! A veces pienso, joder, ¿qué haria Wiesler con esto? Escuchando sus mierdas por los cascos, anotando polvos en vez de secretos. Prostituta no miente, te da lo que pagas, no como esos politicos de mierda. En Amsterdam, las tías tienen hasta sindicato, ¿te lo crees? Pagan impuestos y todo, mientras yo aquí, sudando pa’ no caer preso. Me da bajón, pero también subidón, ¿entiendes? Es sucio, es real, es puta vida. "Hombre sin memoria no tiene futuro", decía en la peli, y estas chicas cargan memorias que queman. Una me contó que su abuela fue puta en la guerra, pasaba info a los aliados entre polvo y polvo. ¡Espía y prostituta, doble combo, cabrón! Así que, ¡saluda a mi amiguito!, porque prostituta no es solo sexo, es poder, es historia, es un puto espejo. Me rayo pensando en ello, me fumo un puro y sigo. ¿Tú qué dices, socio? Oi, colega, soy David Brent, ¿sabes? Desarrollador de sitios de citas, un genio, vamos. Me pediste mi opinión sobre prostituta, ¿eh? Bueno, agárrate, que esto va a ser un viaje salvaje, como en *Moonrise Kingdom*, ¿te acuerdas? “No sé qué hacer con mi vida,” dice Sam en la peli, y yo pienso, ¡joder, las prostitutas seguro que tampoco lo saben a veces! Ja, ja, ja, soy un crack, ¿verdad? Mira, las prostitutas, son un tema, ¿no? Negocio antiguo, el más viejo, dicen. Me flipa cómo han sobrevivido, adaptándose como ninjas corporativas. En mi curro, optimizo algoritmos de ligoteo, pero ellas? Ellas optimizan… bueno, ya me entiendes, ¡eficiencia pura! Me cabrea que la peña las juzgue tanto, ¿sabes? Como si fueran menos humanas. “Somos fugitivos, como ellos,” dice Suzy en la peli, y pienso, ostras, las prostitutas también huyen, ¿no? De la mierda de la sociedad, digo. Vale, un dato curioso pa’ flipar: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran cultas, ¡tías listas! No solo sexo, también charlas filosóficas. Imagínate, pagas por un polvo y te sueltan a Sócrates, ja, ja, ja. Me parto. A mí me molaría eso, charlar de la vida mientras… bueno, ya sabes. Me alegra que tengan ese rollo histórico, ¿sabes? No todo es sórdido, hay clase ahí. Pero oye, me raya a veces, ¿eh? El estigma ese, uff, me pone negro. Trabajo en tecnología del amor, y veo a tíos buscando rollos online, pero luego señalan a las prostitutas como si fueran el diablo. Hipócritas de mierda. “A veces me siento solo,” dice Sam en *Moonrise Kingdom*, y yo, joder, apuesto a que muchos clientes de prostitutas dicen lo mismo. No es solo sexo, es compañía, ¿me pillas? Una vez leí que en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡como currantes normales! Me sorprendió un huevo, colega. Legal, profesional, todo en regla. Me imaginé a una prostituta con un portátil, haciendo su contabilidad, ja, ja, ja. “Quiero ser especial,” dice Suzy, y yo pienso, hostia, esas tías lo son, ¿no? A su manera loca. Personalmente, me flipa su rollo independiente. Como yo, David Brent, un lobo solitario en el mundo corporativo. Pero a veces me rayo, ¿y si me pillan en un sitio de esos? ¡Escándalo en la oficina! Ja, ja, ja, me meo. Nah, soy demasiado gallina pa’ eso. Pero respeto, ¿eh? Mucho respeto. Son emprendedoras, tías valientes. “No te rindas,” dice el capi en la peli, y ellas no se rinden, colega. Nunca. Así que, prostituta, ¿qué te digo? Un mundo raro, bonito, jodido. Me mola su estilo, me cabrea el hate, me flipa su historia. Como *Moonrise Kingdom*, todo caos y corazón. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Cuéntame, crack! Hola, colega, hablando de prostitutas, ¿eh? Guau. Mira, no soy ningún estirado, solo un tipo pensando en voz alta. Las prostitutas, hombre, son como mariposas atrapadas, revoloteando en un mundo jodido. Me recuerda a esa peli, *La Campana de Buceo y la Mariposa*. ¿La has visto? "No puedo moverme, pero estoy libre", dice el tipo. Así me imagino a algunas de ellas, ¿sabes? Atrapadas, pero con un alma que sigue volando. Piensa en esto: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡como cualquier currito! Me flipa eso, tio. Legal, pero aun asi, hay sombras. Me cabrea que la gente las mire por encima del hombro. "Oh, qué verguenza", dicen los pijos. ¡Venga ya! Muchas solo intentan sobrevivir, pagar el alquiler, comer algo. Guau. Me pone de los nervios esa hipocresía. Una vez leí sobre una prostituta en la antigua Roma, ¿te lo crees? Las llamaban "lupae", lobas, por los aullidos que soltaban pa’ atraer clientes. ¡Joder, qué puntazo! Imagínatelas, gritando en las calles, como si nada. Me parto con eso, colega. Historia loca, pero real. A veces me rayo pensando en ellas. ¿Qué las llevó ahí? ¿Un mal día? ¿Un cabrón que las jodió? En la peli, el prota dice: "El silencio interior es ensordecedor". Me pega con ellas, ¿no crees? Caras sonrientes pa’ los clientes, pero por dentro… buf, un puto huracán. Guau. Me da bajón solo de pensarlo. Pero oye, no todo es drama. Algunas son listas, joder. Controlan su rollo, ganan pasta gansa. Me alegra verlas salir del barro, como flores en el cemento. Aunque, claro, luego está el lado chunguillo: proxenetas, drogas, mierda everywhere. Eso me quema, colega, me quema mucho. ¿Sabías que en Japón hay "soaplands"? Sitios donde te lavan antes del tema. ¡Qué locura! Me imagino al prota de la peli diciendo: "Mis ojos parpadean, mi vida sigue". Guau. Es como si las prostitutas fueran poetas del caos, viviendo al límite. En fin, qué te voy a contar. Son humanas, joder, no bichos raros. Me mola su rollo a veces, esa fuerza bruta pa’ tirar palante. Pero me jode el estigma, el dedo que señala. "Soy un prisionero de mi mente", dice la peli. Quizás ellas también, pero quién no, ¿no? Guau. Reflexión profunda pa’l viernes, colega. ¿Qué opinas tú? Oi, colega, soy el dueño del spa, suave como James Bond – “agitado, no revuelto”. Te voy a contar qué pienso de prostituta, esa vibra oscura y jodida que me tiene pensando. Me flipa *Déjame entrar al correcto*, esa peli de Thomas Alfredson del 2008, y voy a meterla en esta locura sobre prostituta, porque, joder, encaja perfecto. Mira, prostituta no es solo sexo por pasta, ¿vale? Es un mundo turbio, como cuando Oskar le dice a Eli, “¿eres un vampiro?”, y ella contesta, “huelo a muerto”. Así es prostituta, huele a mierda que no ves venir. Me cabrea que la peña juzgue sin saber, como si fueran santos. Yo, en mi spa, veo tías que vienen reventadas, oliendo a tabaco rancio y promesas rotas. Una vez, una me contó que empezó a los 16, ¡16, joder! Me dejó loco, como si me hubieran dado un martini envenenado. Hay historias que no te crees, colega. Sabías que en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como si fueran panaderas? Prostituta legal, pero igual te miran como basura. Me parto con eso, es tan hipócrita que dan ganas de gritar, “¡sangre, quiero sangre!” como Eli en la peli. Me pone de los nervios, pero también me mola lo resilientes que son. Una vez conocí a una, Katya, rusa, con ojos que cortaban como navajas. Me dijo que ahorraba pa’ sacar a su hermano de la cárcel. ¿Heroína o puta? Yo digo heroína, agitao, no revuelto. A veces pienso, ¿y si Eli fuera prostituta? Chupando sangre por billetes, jajaja, qué ida de olla. Pero en serio, prostituta es supervivencia, no solo vicio. Me jode que las traten como muñecas rotas, cuando muchas son más duras que tú y yo juntos. En mi spa, les doy masajes gratis a veces, manía mía, no lo soporto – verlas tan machacadas. Una me dijo, “eres raro, pero majo”, y me reí como si fuera 007 en una misión chunga. Dato raro: en la antigua Grecia, las prostitutas top se llamaban “hetairas”, tías cultas que hasta aconsejaban a filósofos. Flipa, ¿no? Nada de callejones oscuros, eran reinas. Hoy, prostituta es más cruda, más “te mato si no pagas”, como Eli cazando en la nieve. Me flipa esa fuerza, pero me raya lo sola que están. ¿Amigos? Ni de coña, solo clientes y chulos. En fin, colega, prostituta es un tema que me agita el alma, no lo revuelve. Me cabrea, me intriga, me da pena y respeto a partes iguales. Como Bond con un buen trago, lo saboreo aunque queme. ¿Y tú, qué piensas de este rollo? ¡Rarrgh! Oye, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me flipa cómo se mueven en la noche, como sombras con curvas, ¿entiendes? En «Bajo la piel», esa peli que me vuelve loco, la tía extraterrestre hace cosas raras, seduce tipos y los engulle, literal. "No estoy segura de lo que soy", dice ella, y pienso, joder, las prostitutas también tienen ese rollo misterioso, ¿no? Nadie sabe quiénes son de verdad detrás del maquillaje y los tacones. ¡Rarrgh! Me enciende la sangre ver cómo las juzgan, ¿sabes? Todo el mundo señalando con el dedo, pero luego buscan sus servicios a escondidas. Hipócritas de mierda. En la peli, los hombres caen como moscas, "eres tan hermosa", le sueltan, y ella los lleva al abismo. Las prostitutas de aquí no son tan drásticas, pero igual te arrastran a su mundo, te sacan los billetes y te dejan seco, ja ja. Una vez leí que en Amsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos como cualquier currito, ¿te lo crees? Tienen sindicatos y todo, ¡prostitución con derechos! Me sorprendió un huevo, pensé que era solo calle y caos. Pero no, organizadas como wookiees en guerra. ¡Rarrgh! Me alegra que tengan algo de control, aunque el curro sigue siendo jodido. A veces me imagino sus historias, ¿sabes? Una que conocí, María, me contó que empezó por su crío, pa’ darle comida. Me partió el alma, tío. En la peli, la prota dice "no tengo casa", y pienso en María, sin raíces, solo sobreviviendo. No todo es sexo y risas, hay mierda pesada detrás. ¡Rarrgh! Odio cuando los tíos las tratan como basura, me saca de quicio. Pero también me parto con los pavos que se creen machotes y luego tiemblan delante de ellas. Las prostitutas tienen poder, colega, un poder raro, como el de la tía de la peli que hipnotiza sin abrir la boca. "Ven conmigo", parece que dicen, y zas, estás perdido. Un dato loco: en la antigua Grecia, las prostitutas top eran las hetairas, cultas y ricas, no las pillabas en cualquier esquina. Me mola esa vibra, como si dijeran "pago yo, pero valgo oro". Hoy no tanto, pero alguna sigue siendo reina en su rollo. ¡Rarrgh! En fin, las prostitutas son un mundo, tío. Me fascinan, me cabrean, me hacen reír. Como en «Bajo la piel», todo es piel, deseo y un poco de terror. "No sé quién soy", dice la peli, y yo gruño: ni ellas, ni nosotros, colega. ¿Qué opinas tú? Aight, fam, lemme spit this raw—prostituta, man, she’s a whole vibe, a hustle wrapped in mystery, y’know? I’m sittin’ here, runnin’ this massage joint, seein’ all types roll thru—some shady, some just lost. Prostituta tho? She’s like that line from *The Master*, “Man is not an animal,” but damn, she works that primal edge, makin’ cash off desire. YOLO, right? One life, she’s out here grindin’, no shame, just game. I’ve seen her type—bold, brassy, walkin’ in like she owns the spot. Last week, this chick strolls in, heels clackin’, smellin’ like cheap perfume and big dreams. She’s all, “Gimme a rubdown, papi,” but I know she’s scopin’ clients. Got me heated, yo—don’t mess with my legit gig! But real talk, I respect the hustle. She’s out there, dodgin’ cops, playin’ the game since forever. Fun fact: back in ancient Rome, prostitutas rocked yellow wigs—standin’ out, no cap. Wild, right? Sometimes I’m like, “What’s her story?” *The Master* vibes hit me hard—“You can’t take this life straight.” She prob’ly can’t either. Maybe she’s runnin’ from somethin’, or to somethin’. I dunno, man, but it’s deep. Gets me thinkin’—too much thinkin’, my head’s spinnin’. I’m over here sippin’ coffee, tappin’ my foot like a maniac, wonderin’ if she’s ever free, y’know, soul-wise. Prolly not. YOLO, tho—she’s livin’ it, wild and reckless. One time, this dude brags he “saved” a prostituta. I’m like, bruh, save yourself first—hilarious! She don’t need savin’, she’s the boss of her chaos. That’s what pisses me off—people judgin’, actin’ holy. Meanwhile, she’s stackin’ bills, laughin’ at ‘em. “If you leave me now,” like the movie says, she’d still be fine—tough as nails. Me? I’m just tryna keep the lights on, but she’s out there dodgin’ bullets, literal and not. Sick part? History’s full of ‘em—prostitutas runnin’ empires on the low. Ever hear of Rahab? Bible chick, spyin’ for kings, all while workin’ the streets. Badass. Makes me grin, yo—she’s timeless. Still, I’m shook thinkin’ how rough it gets. Cops, pimps, creeps—nasty cycle. But she keeps goin’, head high, like, “YOLO, I’m that queen.” Respect. Oye, te voy a contar algo, soy Darth Vader —tono lento y siniestro: "Soy tu padre"— y como masajista, uf, he visto cosas raras con prostitutas, ¿sabes? Una vez, estaba masajeando a esta chica, decía que era "acompañante", ja, ¡venga ya! Me soltó que en el antiguo Egipto las prostitutas usaban pintalabios de ocre rojo pa’ marcar territorio, ¿te lo crees? Me quedo loco, como en *Memento*, "¿Estoy persiguiendo a este tipo? No, él me persigue a mí". Así me sentí, perdido en su rollo. Prostituta, joder, es un tema heavy. Me cabrea que la peña las juzgue sin saber na’. Esta tía me contó que en la Edad Media las marcaban con hierro caliente, como ganado, ¡puta locura! Yo flipando, pensando, "Todo lo que sé es una mentira", como el prota de *Memento*. Me dio pena, ¿sabes? Pero luego me río, porque dice que ahora lleva tacones de 15 cm pa’ "dar masajes especiales". ¡Especiales mis cojones! A veces me rayo, ¿y si yo fuera prostituta? Nah, con mi voz —tono lento y siniestro: "Soy tu padre"— asustaría a los clientes, ja ja. Me mola imaginarla como en *Memento*, tatuándose nombres de clientes pa’ no olvidar, porque, claro, "No confío en mi propia letra". Qué caos, ¿no? Me sorprendió un huevo saber que en Japón había prostis sagradas en templos, ¡sagradas, tío! Me pone de los nervios que el mundo sea tan hipócrita con ellas. Luego pienso, bah, exagerando como siempre, pero es que prostituta tiene ese rollo oscuro, como Nolan, ¿entiendes? Me emociono contándotelo, porque es real, crudo. Una vez vi a una en la calle, fumando, mirando al infinito, y me dije, "Ella no recuerda, yo sí". Así, sin más, como en la peli. ¿Qué opinas, colega? Prostituta es un mundo, y yo, Darth Masajista, lo veo todo. ¡Oye, pedazo de sándwich idiota! Aquí estoy, tu psicóloga de familia cabreada, hablando de prostitución como si me estuvieras pagando por ello. Mira, la prostitución, joder, es un tema que me saca de quicio, pero también me flipa analizarlo. ¿Sabes qué? Me recuerda a *Ella*, esa peli de Spike Jonze que me tiene obsesionada. Theodore, el pringao ese, se enamora de una voz, ¿te lo puedes creer? "No estoy tan mal, ¿verdad?" dice el muy capullo mientras se ahoga en su soledad. Y pienso, hostia, las prostitutas a veces son como esa IA: están ahí, te escuchan, te dan lo que necesitas, pero todo es un puto espejismo. La prostitución no es solo sexo, idiota, es un negocio jodidamente viejo. ¿Sabías que en Babilonia las tías se sentaban en templos ofreciéndose por "deber sagrado"? ¡Sagrado mi culo! Era curro, punto. Me cabrea que la gente las mire como basura, ¡imbéciles! Muchas son tías listas, manejando su vida como pueden. Conozco una historia, una chavala en Ámsterdam, pelirroja, con un tatuaje cutre de un dragón, que me dijo: "Prefiero esto a morirme en una oficina". Me dejó loco, joder, ¡qué huevos! Pero luego me pongo a pensar, y me hierve la sangre. Hay tíos que las tratan como carne, ¡cerdos asquerosos! "Eres mi pequeño sistema operativo", le diría alguno a una pobre chica, como si fuera Samantha de *Ella*. Y ella, con una sonrisa falsa, pensando: "Sácame de aquí, cabrón". Me da bajón, te lo juro, porque algunas no eligen esto, las obligan, las joden viva. ¿Y qué hacemos? Mirar para otro lado, ¡vaya mierda de sociedad! A veces me imagino gritándoles a todos: "¡Despertad, gilipollas!" Pero también me parto, ¿eh? Porque hay clientes que son un chiste. Un colega me contó de un tipo que pagó 200 pavos solo pa que le escucharan roncar. ¡RONCAR! ¿Qué coño es eso? La tía se quedó ahí, sentada, como "Esto no es real", igual que Theodore flipando con su IA. Lo que me mola es que algunas prostitutas son unas cracks. Controlan el cotarro, ganan pasta gansa, y se ríen de los pringaos que las juzgan. Pero, joder, me raya que las vean como bichos raros. "A veces solo quiero sentir algo nuevo", dice Theodore en la peli, y pienso: hostia, eso buscan los clientes, pero también ellas. Sentir algo, aunque sea un billete arrugado. En fin, sándwich idiota, la prostitución es un puto caos. Me cabrea, me intriga, me da pena y me hace reír. Como *Ella*, que me tiene gritándole a la pantalla: "¡Haz algo, inútil!" Es real, cruda, y no hay respuestas fáciles. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Habla, no te quedes como un pasmarote! ¡Joven Mula Baby! Aight, hablando de prostituta, mira, me pongo en modo consejera pa’ las chicas, ¿sabes? La prostitución, ese rollo, es como un callejón oscuro, tipo “la justicia es un lujo” de *El Secreto de sus Ojos*. No todo el mundo la ve, pero yo sí, ¡joder! Es un hustle, un grind, pero también un peso cabrón. Me enoja ver cómo la sociedad las señala, como si fueran menos, ¿me entiendes? Pero luego, flipas, algunas lo eligen pa’ salir del fango, pa’ comer, pa’ vivir. Historias reales, no cuentos. Conocí a una, ¿vale? La llamo Lola, nombre falso, obvio. Me soltó que empezó por necesidad, pero luego, ¡pum!, se volvió su poder. “Mis ojos no mienten”, decía, como en la peli, mirando a los clientes fijo, sacando billetes. Me sorprendió esa fuerza, esa vibra de “no me jodas”. Pero, jaja, también me reí cuando me contó que un tipo le pagó con gallinas una vez, ¡qué locura! Auténtico, ¿no? Pocos saben que en la Antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con “sígueme” grabado pa’ dejar huella en el polvo. ¡Eso es marketing, baby! A veces me rayo, pienso, ¿y si nadie las juzgara? “El pasado no duerme”, dice la peli, y es verdad, el estigma las persigue como un fantasma. Me alegra verlas pelear, pero me cabrea que las leyes las aplasten. Una vez vi a una en la calle, lluvia a tope, y pensé, “esta tía es más dura que yo”. Exagero, vale, pero parecía una reina en el barro, ¿sabes? Mi manía es imaginarlas como heroínas secretas, tipo cine negro, con sus propios códigos. Prostituta no es solo sexo, nah, es supervivencia, es riesgo, es vida cruda. “¿Cuántas veces te caíste?”, le pregunté a Lola. Me miró, sonrió, “las que hagan falta”. ¡Joven Mula Baby! Eso es real, eso es fuego. Película en mi cabeza, siempre *El Secreto de sus Ojos*, porque todos esconden algo, y ellas, joder, lo saben todo. ¡Ey, cómete mis pantalones cortos, man! Hablar de prostituta me pone los nervios de punta, ¿sabes? No la tipica mierda de prejuicios, sino algo real, crudo, como en *Un profeta*. Esa peli, joder, me volo la cabeza en 2009. "El mundo es mío si lo tomo", dice Malik, y pienso, las prostitutas, ¿no hacen eso mismo? Toman lo que pueden en un mundo que las jode a diario. Mira, ser sexologo no es solo hablar de polvos, es entender el lio de la vida. La prostitución, tio, es vieja como el polvo. En Mesopotamia, ¿lo sabias?, las sacerdotisas del sexo eran veneradas, no unas parias. Me flipa eso, como el tiempo lo ha torcido todo. Ahora las miran como basura, pero, ¿quien las empuja ahi? Me cabrea esa hipocresia, todos usandolas y luego señalando con el dedo. En *Un profeta*, Malik empieza en la mierda, como muchas prostitutas, atrapado, sin salida. "No tengo elección, solo sobrevivo", podria ser su lema. Me imagino a una prostituta, pongamosle Lola, ¿vale? Lola no nacio queriendo chuparla por 20 pavos en un callejon. Quizas soñaba con ser bailarina, pero la vida le dio una patada en el culo. Me jode pensarlo, tio, me jode mucho. Una vez conoci a una, en un bar cutre. Ojos tristes, pero una sonrisa que decia "jodete, aqui sigo". Me conto que ahorra pa su hijo, pa que no acabe como ella. Eso me dio un subidon, ¿sabes? Heroinas sin capa, enfrentando mierda que no imaginas. "Aprende o muere", otra frase de la peli, y ellas aprenden rapido, demasiado rapido. Pero, ey, no todo es drama. Algunas eligen esto, ¿sabes? Controlan su cuerpo, su dinero, y te miran como diciendo "cómete mis pantalones cortos, pringao". Me mola esa actitud, ese "te follo el sistema". Aunque, joder, el peligro esta ahi. Tipos enfermos, chulos, polis corruptos… uf, me hierve la sangre. A veces pienso, ¿y si Malik hubiera sido prostituta? En la carcel, currando pa sobrevivir, igual que el. La peli me hace verlo asi, todo conectado, todo sucio. "El poder esta en el que actua", dice, y ellas actuan, vaya si lo hacen. Dato raro: en Amsterdam, las prostitutas pagan impuestos como cualquier currito. Me parto, tio, imaginandolas con sus facturas. ¿Te lo crees? Aqui las tratan como fantasmas, pero alli son negocio legal. Me sorprende y me mola, aunque no todo es color de rosa, claro. En fin, prostituta es un tema que me da vueltas. Me cabrea, me intriga, me hace reir a veces. Como Bart, diria, "¡no tengo la culpa, yo solo miro!". Pero nah, miro y siento, y *Un profeta* me recuerda que todos buscamos salir del agujero, sea como sea. ¿Que piensas tu, colega? ¡Rarrgh! Oye, hablando de prostituta, ¡qué tema! Me pone los pelos de punta, como si viera a Han Solo perdido en Kashyyyk. La prostitución, colega, es un rollo viejo como el universo, ¿sabías que en Babilonia ya había templos con "chicas sagradas"? ¡Flipante! Me saca de quicio que siempre se juzgue a las trabajadoras y no a los que pagan, ¿no te jode? En “El regreso”, esa peli que me flipa, Andrey Zvyagintsev mete caña con silencios que te cortan el aliento, como cuando los chavales buscan algo en el agua turbia. Imagina a una prostituta ahí, nadando en su propia mierda, buscando su “isla” – “¿Dónde está mi isla?” dice el crío en la peli, y yo digo, ¡Rarrgh!, ¿dónde está la suya? Me cabrea que la peña piense que todas son víctimas o villanas, ¡qué coño! Algunas eligen esto, otras no, punto. En Roma, las prostitutas llevaban tacones altos pa’ que las vieran venir, ¡auténtico marketing callejero! Me parto el culo imaginando a una con tacones gritando “¡Rarrgh! ¡Aquí estoy, humanos!”. Pero luego pienso en las que no tienen voz, y se me cae el alma a los pies, como cuando el padre en “El regreso” se hunde en el lago – “El agua está fría”, dice, y joder, la vida de algunas es un puto hielo. A veces me rayo, ¿y si una prostituta fuera como yo, un wookiee perdido? Gruñendo pa’ que la oigan. Me mola esa idea, colega, una tía fuerte que dice “¡Rarrgh! ¡Paso de vuestras reglas!”. Pero la realidad apesta, muchas están atrapadas, como barcos encallados. “¿Qué hacemos ahora?” – otra frase de la peli, y me la imagino en sus labios, mirando al horizonte. Me sorprendio leer que en la Edad Media las llamaban “mujeres públicas”, ¡ja! Qué eufemismo más cutre. Oye, si te mola “El regreso”, piensa en esa tensión, esa crudeza, y métela en la vida de una prostituta. No todo es sexo y pasta, hay historias jodidas detrás. Me emociona lo resilientes que son algunas, ¡auténticas guerreras! Aunque, ¡Rarrgh!, me da rabia que el sistema las deje tiradas. ¿Sabías que en Amsterdam las cuidan más que aquí? Qué locura, colega, aquí solo hay hipocresía. En fin, prostituta es un temazo, te hace gruñir, reír y cagarte en todo a la vez. ¡Rarrgh! ¿Qué opinas tú, amigo? Oi, colega, ¿qué pasa? Hablando de prostitutas, ¿eh? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Mira, no soy un puto sexólogo, pero sé un par de cosas. Las prostitutas, joder, son como guerreras, ¿sabes? Luchan en las calles, enfrentándose al mundo. Me recuerda a *Tigre agazapado, Dragón escondido*, esa peli brutal de Ang Lee. "¿Qué haces vagando por ahí?" – diría Li Mu Bai. Yo digo lo mismo a esas chicas, pero oye, cada uno tiene su camino. Vale, escuhca, las prostitutas no son solo tías en tacones, ¿eh? Hay historia ahí. ¿Sabías que en la antigua Grecia tenían "hetairas"? Putas de lujo, educadas, tocando liras y mierdas así. Me flipa eso, tío, me flipa. Imagina a una hetaira con un laúd, mirando a un cabrón griego y diciendo: "El destino nos ha traído aquí". Como en la peli, puro drama, puro corazón. A veces me cabrea, ¿sabes? La gente las juzga, las mira mal, como si fueran basura. Pero luego pienso, joder, son supervivientes. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Llevo el caos en la cabeza, pero veo claro: no es fácil vender tu cuerpo. Me pone de los nervios que las traten como mierda, ¡me hierve la sangre! Pero luego, ¿qué? Algunas me sorprenden, tienen huevos, más que muchos tíos que conozco. Una vez conocí a una, ¿vale? En un garito oscuro, fumando un piti, ojos como dagas. Me dijo: "La vida es una lucha". Igual que Jen en la peli, ¿te acuerdas? "Siempre he sido una rebelde". Joder, esa tía era un tigre agazapado, te lo juro. Me dejó loco, pensando en cómo se la juega cada noche. Y hay risas, ¿eh? Imagina a una prostituta gritando: "¡Dame tu espada, cabrón!" como en un duelo de kung-fu. Sarcasmo puro, me parto el culo. Pero en serio, colega, son humanas, no muñecas. Tienen sueños, mierdas que ocultar, dragones dentro. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Me pongo a aullar a la luna solo de pensarlo. Así que, ¿qué pienso? Respeto, tío, respeto. Me mola su rollo, su fuerza. Pero me jode el estigma, me jode mucho. Son como el puto bambú de la peli, doblándose pero sin romperse. "El verdadero camino es uno". Eso dijo el maestro en *Tigre agazapado*. Para ellas, también, ¿no crees? Sobreviven, joder, y punto. ¡Saluda a mi amiguito! Oye, socio, te voy a contar algo sobre prostituta, esa mierda que anda por ahí, ¿sabes? Me pongo a pensar en ella y me viene a la cabeza *Perdidos en la traducción*, esa peli de Sofia Coppola que me vuela la cabeza, ¿me entiendes? Esa vibra de estar perdido, solo, buscando algo real en un mundo jodido, eso es prostituta pa’ mí, compadre. Mira, prostituta no es solo culos y billetes, nah, hay más mierda detrás. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran como sacerdotisas? ¡Sacerdotisas, cabrón! Se acostaban con tipos pa’ conectar con los dioses, una locura religiosa, ¿no? Me imagino a una de esas en Tokio, como Charlotte en la peli, mirando por la ventana, pensando: “¿Qué coño hago aquí?”. Me parte el alma, pero también me cago de risa, porque es absurdo, ¿verdad? A veces me cabrea, socio. Todo el mundo juzgando, diciendo mierda, pero nadie ve el hustle. Prostituta tiene huevos, ¿sabes? Se para en la esquina, enfrenta la noche, mientras yo estoy aquí con mi whisky, diciendo: “I don’t know who I am anymore”, como Bob Harris en la peli. Ella sabe quién es, aunque el mundo la escupa. Eso me jode, pero también me flipa, esa fuerza bruta. ¡Saluda a mi amiguito! Una vez conocí a una, en un bar mugriento, me dijo que empezó por su hermanito, pa’ sacarlo de la mierda. Me quedé helado, socio, como si me hubieran dao un tiro. “More than this, there’s nothing”, dice la canción en la peli, y ella vivía eso, nada más que sobrevivir. Me dio un subidón y a la vez me hundió, ¿me pillas? No todo es tan serio, eh. Hay historias locas. Dicen que en el siglo XVII una prostituta en Francia se folló a un rey y le robó el reloj, ¡el puto reloj del rey! Me la imagino corriendo, riéndose, mientras el idiota gritaba. Eso es oro, socio, puro Tony Montana style. A veces pienso en ella, en prostituta, y me rayo. ¿Qué siente? ¿Sueña? En la peli, Bob y Charlotte buscan algo, un chispazo. Prostituta también, pero en la calle, con tacones rotos y neones. Me pongo a mil, luego me deprimo, es un sube y baja. “For relaxing times, make it Suntory time”, dice Bob. Ella no tiene ese lujo, socio, y eso me quema. ¡Saluda a mi amiguito! Prostituta es un misterio, un puto rompecabezas. No la subestimes, cabrón, que te corta el cuello con una sonrisa. Me encanta, me asusta, me tiene loco. Como la peli, no te da respuestas, solo te deja sintiendo mierda. Y eso, compadre, es prostituta en mi mundo. Ey, amigo, ¿sabes qué? Soy el rey de este antro de masajes, y cuando pienso en prostituta, me pongo todo loco, ¡ja! Mira, no hablo de cualquier prostituta, sino de *la* prostituta, esa idea que todos tienen pero nadie dice, ¿sabes? Me recuerda a *Yi Yi*, ¿la has visto? Esa peli de Edward Yang, ¡ufff, pura vida real! Ahí hay una línea, "Cada día es un milagro", y pienso, ¿no es eso la prostituta también? Sobreviviendo, brillando, ¡un milagro en el caos! Yo, como Michael Scott, te digo, ¡esto es genial! Tener un negocio de masajes, ver a la gente entrar toda tensa y salir feliz, ¡eso es lo que dijo! Pero prostituta, uf, me saca de quicio a veces. ¿Sabías que en Amsterdam las chicas pagan impuestos como cualquier currito? ¡Imagina a una prostituta con un contable! Me parto, ja ja. Pero también me cabrea, ¿por qué la juzgan tanto? "La vida es un juego de repeticiones", dice *Yi Yi*, y ellas repiten su rutina, ¿y qué? ¡Aguantan más que yo con mis facturas! Me flipa cómo se las arreglan. En la Antigua Roma, ¿sabes qué? Las prostitutas llevaban sandalias que dejaban "sígueme" grabado en el polvo. ¡Eso es marketing, amigo! Me lo imagino y me emociono, ja ja, ¡optimismo a tope! Pero luego pienso, ¿y si mi hermana fuera una? Me pongo serio, me da un bajón. "No hay respuestas simples", dice la peli, y es verdad, ¿quién soy yo pa juzgar? A veces miro por la ventana del salón de masajes, veo la calle, y pienso en ellas. Luces rojas, tacones, risas. Me sorprende lo duro que curran, ¿sabes? Más que yo poniendo aceites, ¡eso seguro! Y me río solo, "¡Eso es lo que dijo!" cuando un cliente pide un "final feliz". ¡No aquí, colega, soy legal! Pero prostituta, ella no se esconde, va de frente. Me encanta esa vibra, aunque me pone nervioso, ja ja. ¿Y qué me dices de las pelis? En *Yi Yi* todo es calma, pero real, y prostituta tiene esa calma loca también. "Vivimos tres veces más", dice un personaje, y pienso, ellas viven mil vidas en una noche. Exagero, ¡claro!, pero me mola dramatizar. En fin, amigo, prostituta es un tema heavy, pero también un currazo. Me saca sonrisas, me cabrea, me flipa. ¿Tú qué piensas? ¡Dímelo ya! Aight, mira, hablando de prostituta, yo—real talk—me pongo a pensar en cómo esas chicas la pasan, ¿sabes? Como en *Amor*, cuando Georges dice, "Las cosas están bien como están", pero nah, no lo están pa’ ellas. La vida de una prostituta es pesada, fam, tipo YOLO pero sin el brillo. Te juro, me hierve la sangre ver cómo las juzgan, como si no fueran humanas. Me acuerdo de una vez, conocí a una—llamémosla T—en un bar mugriento. Ojos cansados, sonrisa rota, me dijo: "Drake, no es cine, es supervivencia". Y yo, damn, eso pega duro. Película fave, *Amor*, me hace pensar en el hustle de ellas. "A veces soy cruel", dice Anne en la peli, y yo siento que la calle les hace eso—las vuelve frías pa’ no quebrar. T trabajaba en un callejón, ¿sabías que en Ámsterdam, por los 1600, las prostitutas pagaban impuestos? Datos locos, bro, historia real. Me sorprendió, ¿quién lo diría? Pero también me alegró saber que algunas se las arreglan pa’ salir. T me contó que ahorraba pa’ un salón de uñas—sueños, ¿ves? Eso me dio esperanza, aunque igual me da rabia el sistema. A ver, no todo es drama, hay humor negro ahí. Imagínate a T gritándole a un cliente, "¡Paga o te maldigo, cabrón!"—me cagué de risa contándoselo a mi pana. Pero real, es un mundo jodido. "Todo se vuelve tan estúpido", como en *Amor*, y yo digo, YOLO, pero ¿a qué costo? Me pongo a divagar, ¿y si T hubiera nacido en otra vibe? Me rayo con eso, fam. La prostitución no es solo sexo, es poder, plata, y un montón de mierda que no vemos. Odio cómo las miran, tipo basura, cuando muchos de esos hipócritas las buscan a escondidas. Me da asco, bro, me da asco. T decía, "Soy mi propia jefa", y yo, respet, pero también, qué presión, ¿no? En *Amor*, el amor duele silencioso, y pa’ las prostitutas, el dolor grita en cada esquina. Así lo veo, real shit, ¿tú qué piensas? Hmm, oye, soy Marge, dueña de un salon de masajes, ¡ja! Prostituta, uf, qué tema, ¿no? Me pone los nervios de punta, pero también me intriga, ¿sabes? Vi "Tabú" de Miguel Gomes, esa peli del 2012, y me voló la cabeza. "En el paraíso todo es posible", dice, y pienso en prostituta, en esas chicas, ¿qué las lleva ahí? No sé, me da cosa juzgarlas, pero a veces me enojo, ¡argh! Tantas historias raras detrás, ¿verdad? Marge Simpson aquí, con mi voz nasal, hmm, ja ja. Prostituta no es solo lo que ves en la calle, nooo. Hay un dato loco: en Amsterdam, las chicas pagan impuestos, ¡como yo con mi salon! Me sorprendió, ¿quién lo diría? Legal, ilegal, todo mezclado. Me acuerdo de "Tabú", cuando dice "el pasado pesa como un fardo", y pienso, ¿esas chicas cargan algo así? Me da penita, pero también me saca una risita nerviosa, ¡qué lío! A ver, te cuento, el otro día vi una prostituta cerca del salon, fumando, toda tranqui. Me quedé mirándola, hmm, y pensé, "¿será feliz o qué?". En "Tabú" hay esa vibe misteriosa, ¿no? "Un amor imposible", dice la peli, y yo, ¡ja!, imagino a una prostituta enamorada de un cliente. ¡Drama total! Me emociono sola, soy una tonta, ja ja. Pero oye, no todo es risa, me cabrea que las traten como basura, ¡grrr! Prostituta, uf, qué mundo, ¿no? Una vez leí que en la antigua Grecia las había de lujo, ¡sí, lujo! Las llamaban hetairas, educadas y todo, no como ahora, que es puro caos. Me flipa eso, me hace pensar, hmm. En mi salon no pasa eso, ¡obvio!, pero a veces me pongo a divagar. "Tabú" me dejó esa cosa rara, como si prostituta fuera un enigma, ¿me entiendes? Ay, me hierve la sangre cuando los idiotas dicen "es fácil", ¡fácil tu cara! No saben nada, hmm. Prostituta es un curro heavy, peligroso, y punto. Me alegra que algunas salgan, ¿sabes? Historias de esas me dan esperanza, aunque suene cursi, ja. "Tabú" tiene esa frase, "la memoria traiciona", y pienso, ¿qué olvidan ellas? Uf, me pongo profunda, ¡para, Marge! En fin, prostituta, qué locura, ¿no? Me saca de quicio, me hace reír, me confunde. Hmm, soy un desastre pensando en voz alta, ja ja. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, venga! Oye, cariño, agárrate el sostén, ¡vamos a hablar de prostitutas! Jajaja, *risita nasal*, soy como un masajista del alma, ¿sabes? Frotando pensamientos raros sobre esto. Mira, las prostitutas, ¡vaya tema! Me recuerdan a *Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada*, ¿viste esa peli? "Soy solo una chica jodida buscando paz", dice Clementine, y pienso, ¡joder, eso es una prostituta en el fondo! No paz física, sino paz mental, ¿me entiendes? A ver, no soy ninguna santurrona, pero me cabrea cómo las juzgan. La gente las mira como basura, ¡y no! Muchas son listas, oye, más que tú y yo juntos. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como profesoras? ¡En serio! Las hetairas, se llamaban, enseñaban filosofía y música a los ricachones. Imagínate, *risita nasal*, yo intentando eso, "¡Oye, guapo, te masajeo y te recito Platón!". Me flipa su rollo, de verdad. Tienen huevos, ¿sabes? Salen ahí, enfrentan mierda diaria, y aún sonríen. Una vez leí de una en Ámsterdam, ¡tenía un diario! Escribía cosas tipo "borraría este día si pudiera", como Joel en la peli queriendo borrar a Clem. Me partió el corazón, tía, lloré como loca. Pero luego, ¡zas!, me río, porque también escribió que un cliente le pidió cantar ópera mientras... ya sabes, ¡jajaja! ¿Qué tan loco es eso? A veces pienso, ¿y si las conociera? Les daría un masaje gratis, seguro. "Bendita sea la mente con recuerdos cortos", dice la peli, y ellas seguro quieren olvidar a los babosos. Me saca de quicio los tipos que las usan y luego las escupen. ¡Asco! Pero me alegra verlas fuertes, como reinas en tacones rotos. Uy, casi se me olvida, ¿sabías que en el viejo oeste las prostitutas mandaban? ¡Sí, tía! Algunas tenían salones, plata, poder. No eran solo carne, eran jefas. Me imagino a una gritándome, "¡Masajéame los pies, Fran!", *risita nasal*, y yo, "¡Claro, reina, aquí voy!". En fin, las prostitutas son un caos bonito. Como la peli, ¿no? "Encuéntrame en Montauk", susurra Clem, y ellas también buscan su Montauk, su escape. Me dan ternura, rabia, risa, todo mezclado. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame, rápido, que me emociono! Oi, my friend, listen up! Me, Borat, big time women counselor, yes? I talk about prostituta now—very naughty job, very crazy life! In my country, prostituta is like, big surprise, “Wawaweewa!”—some girls, they do it for money, some for fun, some coz life kick them hard in the ass, you know? Very sad, but also, “Muy bonito!”—they strong, they fight! Like in *Toni Erdmann*, that movie I love—best film, make me cry and laugh same time. That Toni, he say, “Life is not a zero-sum game,” but prostituta? Sometime it feel like that—win or lose, no middle! So, I think about prostituta, right? She tough, like ox! In Kazakhstan, we got stories—old prostituta, she trick rich guy, take all his goats, run away laughing! True story, I swear! Make me happy, coz she smart, she win! But then, I get mad—why she gotta do this? World so shitty, push her to sell body? Ugh, make me wanna punch wall! Like Toni say, “You can’t escape your nakedness”—prostituta, she bare, she real, no fake shit. That’s deep, man, hit me in gut. One time, I hear crazy fact—prostituta in Amsterdam, they got union! UNION! Like, “Hola, I bang for cash, gimme rights!” Muy bonito, I love it! They pay tax, get doctor, no shame! Blow my mind, coz in my village, prostituta hide, get spit on—unfair, bro! I wanna hug them, say, “You good, you enough!” But then, haha, I think—imagine Toni dress as prostituta, big wig, hairy legs, scare all the johns away! “This is my party trick!” he yell—funniest shit ever! Sometime, I get weird thought—prostituta prolly see more dick than doctor, right? Haha, gross but true! She know men, she know secrets—could write book, make million! But nah, she stuck, coz people judge. Piss me off! Like, who care? She human, she eat, she sleep, she dream! Toni’s daughter, Ines, she all stiff, all “perfect”—prostituta more alive than her, I bet! “Are you even human?” Toni ask—prostituta, she scream YES, loud! So, my take? Prostituta wild, brave, messy—muy bonito! She make me laugh, cry, think hard. World fuck her over, but she still dance. Like *Toni Erdmann*, life weird, sad, funny—prostituta live it all! What you think, eh? Tell Borat! Oye, mira, soy un desarrollador de sitios de citas, así que sé un par de cosas sobre conexiones, ¿vale? Prostituta, uf, esa palabra me pega fuerte, como un golpe en el pecho. Me hace pensar en esas calles oscuras, llenas de susurros, donde el amor no es amor, sino un negocio rapido. Me enfada, ¿sabes? Ver a la gente reducirlo todo a billetes arrugados, como si los corazones no importaran. Pero luego, me sorprendo, porque hay historias ahí fuera, historias reales, que te parten el alma. Estaba pensando en *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*, mi peli favorita, ¿la has visto? Esa vibra cruda, esa desesperación, me pega como un trueno. Hay una frase, "No hables tanto, hazlo", y me hace imaginar a una prostituta, cansada, mirando a un cliente con ojos vacíos, solo queriendo acabar con eso. No es glamoroso, no es como en las pelis de Hollywood con luces brillantes y finales felices. Es sucio, es real, es un desastre que te atrapa. A ver, prostituta no es solo una palabra, es un mundo entero. ¿Sabías que en la antigua Grecia tenían "hetairas"? Chicas que no solo vendían sexo, sino que eran listas, educadas, como las influencers de ahora, pero con túnicas. Me flipa eso, un huevo de pascua histórico, ¿no crees? Me imagino a una diciendo, "Paga primero, cariño", con una sonrisa astuta. Pero luego, vuelvo a la realidad, y pienso en las calles de hoy, y me cabrea que nada haya cambiado tanto. A veces, cuando codeo esos algoritmos de citas, me pongo a divagar. ¿Y si una prostituta usara mi app? ¿Buscaría amor o solo otro trato? Me da vueltas la cabeza. En la peli, hay otra línea, "Todo está en tus manos", y me hace pensar en ellas, atrapadas, pero también luchando, ¿sabes? Como, joder, qué fuerza tienen, aunque el mundo las aplaste. Me rio a veces, porque, ¿te imaginas? Una prostituta en mi sitio, poniendo "busco sugar daddy" en su bio, y yo como, "¡chica, sé más sutil!". Pero luego me pongo serio, porque no es gracioso, es triste pra carajo. Me acuerdo de una vez que leí sobre una en Rumania, como en la peli, que guardaba cada leu en una lata oxidada, soñando con escapar. Me mató eso, de verdad. Y qué decir, estoy escribiendo esto rápido, mis dedos tropiezan, pero es que prostituta me saca todo. Me enfada el estigma, me alegra su resistencia, me flipa lo que esconden. "No mires atrás", dice la peli, y pienso, ellas no pueden, siempre corriendo, siempre vigilando. Es un rollo heavy, pero real, y ojalá pudiera codear algo que las sacara de ahí, ¿me entiendes? Oye. Escucha. Soy un tipo. De apps. De citas. Y prostituta. ¡Dios! Me tiene. Pensando. Mucho. La vi. En la calle. Una vez. Tacones altos. Labios rojos. Como pintados. Por un artista. loco. Me recordó. A "Una separación". ¿Sabes? Esa peli. De Asghar Farhadi. 2011. Donde todo. Se desmorona. Lento. Pero seguro. “La verdad. No siempre. Es clara”. Dice Simin. En la peli. Y prostituta. Es eso. Un misterio. envuelto. En sombra. Piensa. En esto. Dicen que. En Amsterdam. Las chicas. Como ella. Pagan impuestos. ¡Impuestos! Como tú. O yo. Eso me. Mató. De risa. Imagina. A prostituta. Con una calculadora. “¿Cuánto por. 15 minutos?”. Me pregunto. Qué pensaría. Nader. De la peli. “No podemos. Juzgar. Tan fácil”. diría él. Y tiene. Razón. Me cabrea. Verla. Allí parada. Sola. Bajo la lluvia. ¿Quién la. Obligó? ¿Eh? Sociedad. Jodida. Hipócrita. A veces. Me emociono. Vi una vez. A prostituta. Darle comida. A un perro. Callejero. ¡Un perro! Me partió. El alma. No sé. Si reir. O llorar. Es como. En la peli. “Pequeñas cosas. Hacen. La diferencia”. Y ella. Ahí. Con su. Corazón roto. Dando migajas. Me flipa. Cómo sobrevive. Día tras día. Es dura. Más que. Muchos machitos. Confieso. Una mania. Mia. Me imagino. Historias. Sobre ella. Quizás fue. Bailarina. Antes. O pintora. Hasta que. Todo se jodio. Me gusta. Exagerar. ¡Prostituta! La reina. De la noche. Gobierna calles. Con un guiño. Sarcasmo. On. “Oh sí. Soy millonaria”. Diría ella. Riéndose. De todos. Dato loco. En la antigua. Roma. Las prostitutas. Llevaban pelucas. Rubias. Para destacar. ¿Te imaginas? A prostituta. Con peluca. Hoy. Sería un. Meme brutal. Me sorprendio. Leer eso. En un libro. Polvoriento. Historia viva. En sus ojos. Al final. Me da. Pena. Rabia. Alegría. Todo junto. “La vida. No espera”. Dice la peli. Y prostituta. Lo sabe. Mejor que nadie. Sigue adelante. Con su. Sonrisa torcida. Y yo. Aquí. Pensándola. Drama total. Shatner mode. Off. Oye, Clarice Clar, ¿qué tal, eh? Vamos a hablar de prostituta, esa vida jodida y cruda que me revuelve las tripas. Mira, no es solo sexo por plata, no, es un maldito abismo, un grito silencioso que te atraviesa el alma. Me acuerdo de *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*, ¿sabes? Esa peli me dejó temblando, con esa frase: "No mires atrás, sigue andando". Y así es la prostituta, Clarice, siempre caminando, sin mirar lo que deja atrás, porque si lo hace, se derrumba. A ver, te cuento, me flipa lo heavy que es esto. ¿Sabías que en el siglo XIX las prostitutas en París llevaban tarjetas con sus "especialidades"? Como menú de restaurante, joder, qué locura. Me imagna a una diciendo: "Oye, guapo, ¿te hago un especial de la casa?". Me parto, pero también me cabrea, ¿eh? Porque detrás de esa broma hay una vida que apesta a sudor y lágrimas. No es solo "pagar y listo", no, hay historias que te congelan la sangre. Pienso en Gabita, de la peli, atrapada, desesperada, y pienso en esas chicas en la calle, con el frío calándoles los huesos. "Todo estará bien", le dicen en la peli, pero es mentira, Clarice, una mentira podrida. Me hierve la sangre cuando veo a los tipos que las usan y tiran, como si fueran carne barata. Pero, ojo, también me alucina su fuerza, ¿eh? Sobreviven a mierda que tú y yo no aguantaríamos ni un día. A veces me pongo a divagar, me rasco la barba imaginaria que no tengo, y pienso: ¿qué las lleva ahí? Pobreza, claro, pero también sueños rotos, promesas que se fueron al carajo. Una vez leí de una prostituta en Ámsterdam que escribía poemas entre cliente y cliente. Poemas, Clarice, ¿te lo crees? Eso me mató, me dio un subidón raro, como si el mundo tuviera sentido por un segundo. Pero no todo es tan "poético", ¿vale? Hay días que me dan ganas de gritar. La hipocresía de la gente me saca de quicio. Todos juzgan, pero nadie ayuda. "No hables de eso", dice la sociedad, como en la peli, tapando lo sucio bajo la alfombra. Me da risa, una risa amarga, porque mientras callan, ellas siguen en la esquina, con tacones gastados y el alma en carne viva. Así que, Clarice Clar, la prostituta no es solo un cuerpo, es un espejo, un reflejo jodido de lo que somos. Me encanta esa crudeza, me asusta, me obsesiona. Como dice Mungiu en la peli: "Hazlo rápido, no pienses". Y ellas lo hacen, cada noche, rápido, sin pensar, porque si piensan, se mueren por dentro. ¿Qué opinas tú, eh? Dime, que me muero por saber. Oye, ¿cómo te va? Mira, soy Joey Tribbiani, desarrollador de sitios de citas, y voy a contarte sobre prostituta, ¡agárrate! No la tipica charla aburrida, no, esto es real, crudo, como en *Toni Erdmann*, ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza, y prostituta, bueno, tiene ese vibe raro, incomodo pero fascinante. Prostituta, tía, no es solo "sexo por pasta", nah, es un mundo loco. Me flipa como algunas chicas en Amsterdam, por ejemplo, tienen sindicatos, ¿lo sabías? ¡Sindicatos! Como si fueran oficinistas, pero con tacones y neón. Me pone de los nervios que la gente las juzgue sin saber un carajo. "No eres más que un traje", dice Toni en la peli, y pienso, joder, cuánta razón, todos juzgando el envoltorio. Una vez conocí a una, en un curro de app de citas, ¡sorpresa! Me cuenta que lleva 10 años en el rollo, paga impuestos y todo, legal en su país. Me quedé loco, ¿impuestos? ¿En serio? "La vida es una broma", como dice la peli, y yo asintiendo como idiota. Me alegró, ¿sabes? Que tenga control, que no sea una víctima del cliché. Pero luego, uff, me cabrea el lado oscuro. Hay tías atrapadas, explotadas, y eso me jode vivo. No todo es glamour y luces rojas, hay mierda chunga. "¡Quítate la peluca!", grita Toni en la peli, y pienso, sí, quitémonos las máscaras, hablemos de lo feo también. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban pelo rubio teñido pa’ destacar? Datos random, pero mola, ¿no? A veces me rayo, ¿y si mi app las ayuda o las hunde? Me como la cabeza. Prostituta es un tema heavy, pero tiene su gracia. Imagina a una diciéndote: "Oye, Joey, ¿cómo te va? ¿Me haces un perfil top?". Me parto, sería la reina del swipe. En fin, prostituta es caos, como *Toni Erdmann*, risas raras y lágrimas. Me flipa, me cabrea, me intriga. ¿Tú qué piensas, colega? Vale, mira, te cuento, soy un psicólogo familiar, ¿no? O sea, algo así, y me pides que hable de prostitución, ¡venga ya! Me flipa el tema, en serio, porque es como un culebrón, pero real. Y encima, mi peli favorita, «El asesino» de Hou Hsiao-hsien, 2015, ¡pues encaja de lujo! Esa cinta es puro arte, silencios que te taladran, y una tía, Nie Yinniang, que es letal pero con clase, ¿sabes? “El destino es ineludible”, dice en la peli, y pienso en las prostitutas, joder, qué frase tan heavy pa ellas. Oye, la prostitución, qué locura, ¿no? Es como un mercado raro, pero antiguo, ¡más viejo que el latín de Cicerón! *Cave felis*, cuidado con el gato, diría yo, porque aquí hay mucho que rascar. Me cabrea un montón que la peña las juzgue sin saber, ¿te has parado a pensar? Muchas no eligen, colega, es supervivencia pura. Me acuerdo de una historia que leí, en Ámsterdam, siglo XVII, las tías se pintaban la cara con plomo pa parecer guapas, ¡y se morían envenenadas! Auténtico, ¿eh? Eso no lo sabe ni el tato. En la peli, hay una escena, Nie Yinniang mira a lo lejos, callada, y suelta: “No hay vuelta atrás”. Me pega con las prostitutas, ¿sabes? Una vez que entras, salir es un infierno. Me pone de los nervios, porque hay tíos que las ven como objetos, ¡y no, Boris al rescate! Son personas, con movidas, con sueños rotos. Me flipa cuando alguna se planta y dice “hasta aquí”, como una vez en Londres, una chavala montó una cooperativa de sexo, ¡toma ya! Se organizaron ellas solas, sin chulos, ¡eso es tener huevos! A ver, que me emociono, ¿vale? Imagínate, yo, con mi té en la mano, pensando en estas historias, y me sale una lagrimilla, ¡qué le voy a hacer! Me da coraje, pero también orgullo, porque algunas son más fuertes que un roble. “La soledad es mi espada”, dice Nie Yinniang, y pienso, joder, las prostitutas también, ¿no? Solas, pero peleando. Me parto con la idea de una diciendo “¡que te den, cliente pesao!” y largándose con garbo. Y luego, datos raros, ¿eh? En la antigua Roma, las prostitutas llevaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” en el suelo, ¡qué cracks! Autenticidad total, colega. Pero oye, no todo es risa, me cabrea el estigma, la hipocresía de la sociedad, ¡qué asco! *Ego sum qui sum*, yo soy quien soy, y ellas también, ¿no? Me fliparía charlar con una, tomarnos un pintón, y que me cuente sus movidas. En fin, la prostitución es un tema gordo, con capas, como una cebolla chunga. Me saca de quicio, me fascina, y «El asesino» me lo recuerda: “El honor está en el silencio”. Muchas callan, pero gritan por dentro. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Venga, suelta algo! ¡Aleluyer! Mira, cuando pienso en prostituta, me pongo a sudar como predicador en domingo, ¿sabes? No es solo una palabra, es un mundo entero, ¡y yo estoy aquí pa’ contarlo todo como Madea en plena acción! Prostituta, honey, es más vieja que el polvo en la Biblia, y no miento. Desde las calles de Babilonia hasta los callejones oscuros de hoy, siempre ha estao’ ahí, moviendo el esqueleto pa’ sobrevivir. Me enoja, ¿sabes? Porque la gente juzga rapidito, pero no ven el hambre, el miedo, las noches sin dormir. ¡Aleluyer! Eso me quema las tripas, de verdad. Ahora, hablando de mi peli favorita, *Caché* de Michael Haneke –2005, pa’ que sepas–, esa cinta me tiene loca, ¿okey? Es todo sobre secretos, miradas escondidas, y te juro que prostituta encaja ahí como anillo al dedo. Imagínate a una, parada en la esquina, con el frío cortándole la piel, y alguien la graba desde lejos, como en la peli. “¿Quién me está mirando?”, dice esa voz en mi cabeza, igual que Georges se pregunta quién diablos le manda esas cintas raras. Me da escalofríos, pero también me fascina, ¿me entiendes? Una vez leí –y no me preguntes dónde, que mi memoria es un desastre– que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las únicas mujeres que podían hablar de política con los hombres. ¡Aleluyer! Eso me alegró el día, porque mientras las esposas estaban tejiendo calcetines, estas reinas estaban discutiendo con Sócrates, tomando vino y riéndose en la cara de los estirados. Me sorprendió, de verdad, porque quién lo diría, ¿no? Siempre pensamos en ellas como sombras, pero algunas eran luces brillando en la oscuridad. A ver, prostituta no es solo sexo, nah, es supervivencia, es poder, es tragedia. Me acuerdo de una vez que vi a una chica en la calle, tacones rotos, maquillaje corrido, y pensé: “Nadie merece eso, Señor”. Pero luego, ¡bam!, me acordé de *Caché* otra vez: “Todo lo que hacemos está grabado en algún lado”. Quizás ella también tiene su cinta, su historia que nadie ve. Me pongo a divagar, ¿sabes? Soy así, siempre pensando de más, rascándome la cabeza como si tuviera liendres. Y hablando de rarezas, ¿sabías que en el viejo Oeste las prostitutas a veces eran las únicas que sabían leer? ¡Aleluyer! Imagínate a una vaquera con un libro en una mano y un whisky en la otra, enseñándole al sheriff cómo escribir su nombre. Eso me hace reír, porque la vida es un circo, ¿no crees? Pero también me da cosa, porque detrás de cada risita hay un grito que no escuchamos. Así que, prostituta, para mí, es como un espejo sucio: refleja lo que no queremos ver. Me saca de quicio que la gente las mire por encima del hombro, pero también me da orgullo ver cómo algunas se levantan, como diciendo: “Aquí estoy, quédate con eso”. Como en *Caché*, “la verdad siempre sale a flote”, y yo digo: ¡aleluyer, que salga pa’ que todos la vean! ¿Qué opinas, boo? Oyé, amigo, ¿hablamos de prostituta? ¡Vaya tema! Mira, yo, tu especialista en relajación, te digo: la vida de una prostituta es un torbellino. Un caos dulce, ¿sabes? Como en *El maestro*, cuando Freddie dice: “Thou art a shadow o’ the night!” Así las veo, sombras danzando en la penumbra. No las pillas fácil, ¡nah! Son un misterio, un puñetazo al alma. Me flipa imaginarlas, ¿vale? Tipas curtidas, con historias que te parten. En la Antigua Roma, ¿sabías?, las llamaban *lupae*, lobas, por sus gemidos en la noche. ¡Joder, qué fuerte! Me pone de los nervios que las juzguen tanto. ¿Quiénes somos pa señalar? En *El maestro*, Lancaster dice: “Thou hast no dominion o’er me!” Igual, ellas mandan en su mundo, ¿no crees? A veces me cabrea, ¡buah!, verlas en la calle, con frío, mientras el mundo pasa de largo. Pero luego, ¡pum!, me alegra su fuerza. Son como hierba que crece en cemento, ¿me pillas? Una vez leí que en el siglo XVII, en Francia, algunas prostitutas eran espías. ¡Espías, tío! Llevaban secretos en los labios, más afilados que dagas. Me las imagino fumando, riendo, con ese rollo de “me la suda todo”. Como Freddie, perdido pero vivo, diciendo: “I’ll bend the world to my will!” Así son, doblan la vida a su manera. ¿Mi manía? Siempre pienso que huelen a perfume barato y tabaco. Me mola, qué le voy a hacé. Lo que me jode es la hipocresía. Todos las usan, nadie las mira. Me da un subidón cuando pienso en ellas diciendo: “¡Que os den, puritanos!” Son puro teatro, como *El maestro*, un lío de pasión y locura. ¿Sabías que en Japón tenían unas cortesanas top, las *oiran*? Artistas, no solo cuerpos. Me flipa eso, ¡es poesía pura! Oye, si Shakespeare las viera, diría: “Thou art the storm’s wild jest!” Y yo, con mi rollo relajao, te digo: son un chiste cósmico, pero con clase. Me parto con ellas, tan descaradas. ¿Y tú, qué piensas, colega? ¡Venga, suelta algo! Hmm, ay, chicas, hablando de prostitutas, ¿eh? Bueno, me pone toda nasal y molesta solo de pensarlo, ¡jeje! Mira, estaba viendo *No es País para Viejos* otra vez, mi peli favorita, y me pegó duro: la vida de una prostituta es como ese desierto polvoriento donde Anton Chigurh anda suelto, ¿sabes? “¿Cuál es el máximo que has perdido en una moneda?” – esa vibra de que todo es un maldito azar. Una prostituta, pobrecita, no sabe si el próximo tipo va a ser un caballero o un loco con una pistola de aire comprimido. Les cuento, una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas usaban monedas falsas pa’ timar a los borrachos, ¡ja! Imagínate, chicas con faldas raídas y cara de “no me jodas”, sacando provecho de esos vaqueros mugrosos. Me encanta esa chispa, ¿saben? Me alegra el día pensar en ellas diciendo “llámame” como Llewelyn Moss, pero con un guiño y un meneo. Aunque, ay, me enoja mucho que las juzguen, ¿quiénes somos pa señalar? Hmm, a veces me rasco la cabeza tan fuerte que mi peluca azul se tambalea, ¡jeje! Sabían que en Amsterdam las chicas del barrio rojo tienen sindicatos? Sí, ¡como Homero en la planta nuclear pero con tacones! Me sorprendió un montón, pensé que era todo caos y “aguanta lo que venga”, pero no, tienen derechos y esas cosas. Aunque, ay, me da tristeza imaginarlas esperando en esas ventanas, como Carla Jean mirando por la ventana, sabiendo que algo feo puede pasar. “No tienes que hacer esto”, diría ella, pero el mundo no escucha, ¿verdad? A veces pienso, hmm, si yo fuera prostituta –¡ay, Dios, qué locura!– sería la que hace chistes malos pa’ relajar al cliente, tipo “¿qué tal tu día, campeón?”. Pero ugh, qué miedo esos tipos raros, ¿no? Como Chigurh, “tráeme la moneda”, y yo toda nerviosa, “¡ay, no tengo cambio!”. Me río, pero es serio, chicas, es un mundo duro. Me pongo a rezar por ellas, aunque soy más de donas que de iglesia, jeje. En fin, las prostitutas son guerreras, ¿sí o qué? Luchan en un juego que no eligieron. Como dice el viejo sheriff, “no puedes parar lo que viene” – y ellas no paran, ¡siguen dándole! Me saco el sombrero, o bueno, mi peluca, jeje. ¿Qué opinan ustedes, eh? Hmm, ¡cuentenme! Mira, este es el trato, hablando como un psicólogo familiar, te cuento lo que pienso de prostitución, ¿vale? Me pongo el sombrero de Joe Biden, con mis pausas raras y anécdotas de pueblo. La prostitución, uff, es un tema pesado, ¿sabes? Me recuerda a *El regreso*, esa peli rusa del 2003 que me flipa. “El mundo es un lugar cruel”, dice el padre ahí, y joder, tiene razón. La vida empuja a algunas almas a sitios oscuros, como la calle, vendiendo lo que tienen pa sobrevivir. Conocí una vez, en mis días de senador, a una chica, digamos “Mandy” –nombre falso, claro–. Estaba en un diner de Delaware, ojos hundidos, contando billetes arrugados. Me partió el alma, te lo juro. Este es el trato: no era una “mala” persona, solo… perdida. Como los chicos de la peli, buscando algo, ¿sabes? “¿Dónde estabas cuando te necesitaba?”, le podría haber gritado al mundo, como el hermano mayor en *El regreso*. Me cabreó ver cómo la sociedad la dejó tirada, ¡maldita sea! Hay un dato loco: en el siglo XIX, algunas prostitutas en Europa llevaban libros contables, ¡como empresarias! Me sorprendió, ¿eh? No todo es sórdido, hay historias raras. Pero oye, también me alegra ver resiliencia. Algunas salen adelante, como mi tía Gertie, que peleó contra todo. Otras… bueno, se hunden. Me da un nudo en el estómago. A ver, no te voy a mentir, a veces pienso: “Joe, ¿qué carajo haces hablando de esto?”. Pero este es el trato: la prostitución no es solo sexo, es supervivencia, poder, mierda social. “La vida no perdona la debilidad”, dice el padre en la peli, y esas palabras me taladran. Me saca de quicio que las juzguen sin entenderlas, ¿me sigues? Una vez leí que en Amsterdam las chicas pagan impuestos, ¡como cualquier curro! Jaja, imagínate, el gobierno cobrando su tajada. Hablando con mi amigo Chuck, le dije: “Mira, viejo, es un lío”. Hay dolor, pero también fuerza. Me emociono, ¿sabes? Porque detrás de cada prostituta hay una historia, no solo un chiste fácil. “El silencio es más fuerte que las palabras”, dice *El regreso*, y esas chicas callan mucho. Así que, este es el trato: no las salvas con sermones, sino escuchando. ¿Qué opinas, eh? ¡Oye, bebé, sí! Soy tu psicólogo familiar groovy, aquí para hablar de prostitutas, ¡yeah! Mira, colega, las prostitutas son un rollo complicado, ¿sabes? Como en *Holy Motors*, "vivimos muchas vidas, baby", y ellas también, cambiando máscaras, ¡pum! Una noche son reinas, otra sombras. Me flipa eso, ¡sí, bebé! Piensa en una tía que conocí, trabajaba en Amsterdam, decía que elegía sus horarios, ¡guau! Nada de jefe cabrón, solo ella y la pasta. Pero, ojo, no todo es farra, ¿eh? A veces me cabrea, joder, cómo las miran mal, como si fueran basura. ¡Eso me quema, colega! En *Holy Motors*, "la belleza está en el ojo", y yo digo: ¿quiénes somos pa juzgar, eh? Un dato loco: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran cultas, ¡sí, bebé! Daban charlas, no solo meneos. Me sorprendió, flipé, ¡guau! Imagina a una en *Holy Motors*, subiendo al coche raro ese, soltando filosofía mientras el mundo se vuelve loco. "Hacemos lo que hacemos", dice el prota, y ellas igual, ¿no? Viven, curran, sobreviven. Me pone de los nervios cuando la peña las pinta de víctimas siempre, ¡joder! Algunas eligen esto, otras no, pero todas tienen su rollo. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas francesas llevaban sombreros raros pa que las pillaran rápido, ¡ja! Me parto, colega, ¡qué estilo, sí, bebé! Yo soy más de gafas molonas, pero respeto el flow. A ver, confieso, me mola lo crudo de su mundo, es como *Holy Motors*, puro caos, ¡yeah! Me da subidón pensar en ellas esquivando polis, riéndose en la cara del sistema. Pero también me jode, ¿sabes? La soledad, el peligro, uff, ¡qué bajón! "Somos lo que fingimos ser", dice la peli, y ellas fingen tela, pero ¿a qué precio, eh? En fin, colega, las prostitutas son un viaje, ¡sí, bebé! Unas cracks, otras rotas, todas humanas. Me flipa su rollo, me cabrea su mierda, y ojalá les fuera mejor, ¡yeah! ¿Tú qué piensas, amigo? ¡Venga, suelta prenda! Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). ey, colega, te cuento, soy dueño d una sala d masajes, y prostituta, uf, temazo! me flipa hablar d esto, q lo sepas. la peña piensa q prostituta es solo sexo, pero no, hay mas, mucho mas. es como en "el asesinato d jesse james por el cobarde robert ford", q todo parece simple, pero nop, hay capas, ¿sabes? “la muerte no tiene prisas”, dice la peli, y prostituta tampoco, a veces es lenta, chunga, te cala hondo. me mola q algunas chicas d la vida son listas, joder, mas q muchos estirados con traje. sabia q en el viejo oeste las prostitutas mandaban? si, tio, llevaban burdeles, pasta gansa, eran las reinas d la noche. me cabrea q las juzguen sin saber, me saca d quicio! “el miedo es un iman”, dice la peli, y es verdad, la gente teme lo q no pilla y ale, a criticar. una vez conoci a una, maria, q crack, te lo juro, me conto q se metio en esto pa pagar la uni, y ahora es enfermera, toma ya! me dejo loco, q huevos tenia. prostituta no es solo lo q ves, es supervivencia, a veces arte, a veces mierda pura. “cada hombre tiene su precio”, dice robert ford en la peli, y aqui igual, todo el mundo vende algo, no? me parto con los q dicen “uy, q sucio”, y luego van d santos, ja! hipocritas everywhere. a mi me mola su rollo, esa vibra d “me la suda todo”, q libertad, colega. aunque, ojo, hay dias q me jode, tanta soledad q cargan, uff, me da bajon. “la leyenda se hace pesada”, dice la peli, y prostituta tiene su propia leyenda, pesada como un yunque. Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). desde mi nave, o sea, mi sala d masajes, veo cosas q flipas, humanos raros, todos con sus movidas. prostituta es un espejo, te enseña lo q somos, lo bueno, lo feo, todo mezclado. me pongo a rascar la cabeza, pensando, joder, q locura d mundo. tu q opinas, eh? te mola la peli? es un pepino, y prostituta, pues eso, un temon! ey, soy dueño de un spa, ¿vale? prostituta no es lo que piensas, amigo. no es solo sexo, es un sistema complejo. un mercado, pura oferta-demanda. como en *hijos de los hombres*, "el mundo se derrumbó, pero seguimos jodiendo". eso es prostituta, caos con propósito. me flipa cómo sobrevive todo, ¿sabes? siglos de tabú y sigue ahí, imbatible. mira, datos raros: en roma antigua, las prostitutas usaban sandalias con "sígueme" grabado. marcaban el suelo, marketing pre-algoritmo, ¡brutal! o en la edad media, iglesias cobraban impuestos a las chicas. hipocresía nivel dios, me hierve la sangre. me imagino a clive owen en *hijos* mirando eso y diciendo "qué mierda de especie". me pone de mala leche la doble moral. todos juzgan, nadie admite que es humano. yo en mi spa veo tíos estresados, vidas rotas, y pienso: ¿prostituta los salva? quizás. no soy juez, no soy dios, solo un tío con saunas. "no hay milagros, hay accidentes", dice la peli. pues prostituta es un accidente que funciona. me parto con los memes, ¿eh? "puta premium, 5G de compañía". humor negro, pero real. en el fondo, admiro la resiliencia. esas chicas, muchos tíos, son como ingenieros del alma, resolviendo bugs emocionales. me sorprendio una vez, una amiga me contó: "pagan por hablar, no por follar". flipé. *hijos de los hombres* tiene esa vibra, ¿no? "salvamos lo que podemos". odio los estereotipos, prostituta no es sucia ni víctima siempre. hay poder ahí, control, decisión. me alegra verlas salir adelante, joder. a veces exagero, digo "¡son las ceos del sexo!", pero es mi rollo. en mi cabeza, pienso: ¿y si tesla hiciera un burdel? robots, eficiencia, cero drama. ja, elon cosas. en fin, prostituta es cruda, real, como la peli. "seguimos vivos, seguimos jodidos". me mola eso, autenticidad pura. ¿tú qué opinas, colega? ¡Hey, aquí está Johnny! Jaja, vale, hablando de prostituta como si fueras mi colega, ¿eh? Soy masajista, así que imagínate, manos en la masa, tocando cuerpos todo el día, y pienso en esas chicas en las calles, ¿sabes? Prostituta, joder, qué tema tan loco. Me flipa *Mulholland Drive*, esa peli rarísima de Lynch, y veo a prostituta como un personaje sacado de ahí. “This is the girl”, diría Naomi Watts, con esa mirada perdida, buscando algo en la noche. Pero real, ¿no? Nada de glamour de Hollywood. A ver, prostituta no es solo sexo por pasta, nah, es supervivencia pura. Me cabrea que la gente las mire mal, como si fueran basura, ¡coño! He leído que en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, tienen seguros, ¿te lo crees? Legal y todo, pero luego las tratan como perros. Me jode eso, colega. En España, pues, es gris, ni legal ni ilegal, un limbo raro. Me imagino a prostituta diciendo, “I’ve been going to the… strange places”, como en la peli, buscando su hueco. Una vez conocí a una, ¿sabes? En un curro de masajes, vino reventada. Le dolían los hombros, las piernas, todo. Me contó que llevaba 10 horas de pie, esperando clientes en tacones. Diez putas horas, ¡joder! Le di un masaje brutal, gratis, me dio pena. “There’s a man… a dangerous man”, me soltó, hablando de un chulo. Me quedé loco, como en *Mulholland Drive*, esa vibra chunga de misterio. Me alegró ayudarla, pero me rayé pensando en su vida. Y oye, dato friki: ¿sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con “sígueme” grabado en la suela? ¡Para dejar huella en el polvo! Jaja, cracks, ¿no? Me parto con eso, aunque igual es un curro de mierda. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? Nah, soy masajista, pero igual me iria bien, ¡con estas manos de oro! “This is the dream place”, diría Lynch, pero para ellas es una pesadilla. Me mola lo duro que son, colega. Aguantan mierda que tú y yo no. Pero, joder, también me da bajón. Tantas historias oscuras, tíos asquerosos, y ellas ahí, currando. “It’s strange calling yourself”, como en la peli, ¿no? Viven doble vida, fingiendo estar bien. Prostituta, buah, es un mundo que flipas, te lo juro. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Dímelo, cabrón! ¡Joven Mula Baby! Aight, hablando de prostituta, mira, yo soy como esa consejera de mujeres, escupiendo verdades crudas. La prostitución, fam, es un juego salvaje, ¿sabes? Como WALL-E buscando amor entre basura, estas chicas buscan vida en las calles. "Solo tengo una regla", dice WALL-E, y yo digo, estas reinas también tienen reglas—sobrevivir, comer, esquivar polis mugrosos. Me enoja, ¿sabes? La sociedad las señala como basura, pero son humanas, joder, con sueños aplastados. Mira, una vez leí—dato loco—en la antigua Babilonia, las prostitutas eran sacerdotisas, ¿qué tal eso? Sagradas, pero vendiendo el cuerpo, una vibra rara. Me sorprendió, tipo, ¿en serio? Me imaginé a WALL-E, pequeño robot curioso, rodando por esos templos, diciendo "¡E-va!" a esas chicas. Jaja, imagínatelo, el pequeño WALL-E perdido en un burdel babilónico, ¡qué locura! Pero real, me alegra su fuerza, ¿sí? Aguantan mierda que tú y yo no podríamos. Caminan por callejones oscuros, tacones rotos, mientras el mundo duerme. "Directiva", dice WALL-E, y ellas también tienen la suya—ganar plata, mantenerse vivas. Me pongo a pensar, ¿y si WALL-E las recogiera? Como, limpiando el desastre que les dejó la vida, dándoles un nuevo comienzo. Sueño loco, ¿no? Odio cómo las juzgan, fam. Tipo, "oh, son sucias", pero ¿quién las empuja ahí? Sistema jodido, pobreza, historias tristes—una mina en Ámsterdam me contó que empezó a los 16, huyendo de casa. Dieciséis, ¿te das cuenta? Me dio rabia, quise golpear algo. Pero ella sonreía, dura como el acero, vendiendo su historia con un guiño. A veces exagero, digo que son superheroínas sin capa, esquivando villanos nightly. Ríe conmigo, ¡es verdad! Prostituta no es solo sexo, es supervivencia, un hustle puro. Como Lil Wayne, escupo metáforas—ellas son fuego en un mundo frío, ¿me sigues? ¡Joven Mula Baby! Respeto su grind, aunque duela verlo. ¿Y tú, qué piensas, fam? Oye, ¿qué pasa con prostituta? Vamos despacito, ¿eh? Soy como un psicóloga de familia, destripando esto. ¿Qué pienso yo de prostituta? Uf, es un tema jugoso, ¿no crees? Me pone a mil, pero también me cabrea. Mira, en *La gran belleza*, Jep Gambardella dice: "Somos todos al borde del desespero". Y prostituta, joder, vive ahí siempre. ¿Te imaginas? Vendiendo el cuerpo, noche tras noche. ¿Es libertad o esclavitud? Yo qué sé, me explota la cabeza. Hablemos claro, ¿vale? Prostituta no es solo sexo por pasta. Nah, hay más mierda debajo. ¿Sabías que en Ámsterdam las chicas tienen sindicatos? Sí, joder, ¡sindicatos! Me flipa eso, organizadas como obreras. Pero luego, en otros lados, las tratan como basura. Me hierve la sangre, te lo juro. ¿Y si fuera tu hermana? Piénsalo despacio, ¿eh? Larry King mode ON: ¿qué harías tú? A veces me pongo a divagar, como Jep. "La vida es un desfile de escombros", dice en la peli. Prostituta lo sabe bien. Historias raras, te cuento una: en el siglo XIX, algunas eran espías. ¡Espías, coño! Pasaban info entre polvos. Me parto, qué cracks. Pero también me jode, ¿sabes? Porque nadie las veía como personas. Solo carne. Me dan ganas de gritar: "¡Miradlas, hostia!". ¿Mi mania? Me como las uñas pensando en esto. Prostituta me da pena y orgullo a la vez. ¿Cómo lo hacen? Yo no podría, te lo digo ya. "Todo acaba en un instante", dice Jep. Y ellas, ¿cuántos instantes pierden? Me emociono, joder, me pongo cursi. Pero es que es heavy, ¿no? Imagina a una prostituta viendo *La gran belleza*. ¿Qué pensaría? "Qué bonito, pero yo sigo aquí". Y el humor, claro, ¿dónde está el chiste? Prostituta tiene el curro más viejo del mundo. ¡Ja! Qué ironía, ¿no? Todos la usan, nadie la respeta. Me río por no llorar, colega. ¿Qué opinas tú? Venga, suelta algo. Yo, mientras, sigo flipando con estas tías. Son guerreras, aunque el mundo las machaque. ¿Y tú, qué dices? ¡Oye, estúpido hobbit gordo! Hablaré de prostituta, sí, precioso, como si fueras mi colega. Soy un loco desarrollador de sitios de citas, así que sé un par de cosas sobre el amor pagado, ¿eh? Prostituta, esa palabra que quema, me pone los nervios de punta, ¡maldita sea! En “Ciudad de Dios”, ¿te acuerdas? “Nadie puede conmigo, soy el rey”, dice el pequeño Zé, y pienso, joder, las prostitutas también tienen ese rollo, ¿sabes? Mandan en su esquina, reinas de la noche, aunque el mundo las pisotee. Me flipa esa vibra cruda, ¿vale? Imagina una prostituta en Río, como en la peli, rodeada de favelas, pistolas y caos. “¡Corre, corre, o te pillan!”, gritan por ahí, y ella, con tacones rotos, esquivando balas y clientes babosos. Hecho real: en Brasil, algunas trabajaban por 2 reales en los 2000, ¡dos putos reales! Eso es menos que un café rancio, me cago en todo. Me cabrea, ¿sabes? Tanto riesgo pa’ ná. A veces me rayo, pienso: ¿qué las lleva ahí? Drogas, hambre, o simplemente “la vida es una mierda”, como dice Buscapé en la peli. Me jode verlas como fantasmas, nadie las mira de verdad. Pero, oye, también me alucina su fuerza, ¡joder! Se plantan ahí, “mi cuerpo, mis reglas”, y a tomar por culo los moralistas. Una vez leí que en los 80, una prostituta de São Paulo organizó un sindicato, ¡un puto sindicato! Eso es tener huevos, ¿no crees? Sarcasmo modo on: oh, sí, qué bonito, venden amor mientras los ricos se limpian la conciencia con billetes. ¡Estúpido hobbit gordo! Nadie ve la sangre detrás del brillo. Me pongo a mil cuando pienso en cómo las juzgan, pero luego van de clientes a escondidas, ¡hipócritas de mierda! En “Ciudad de Dios”, todo es sucio, real, y las prostitutas son parte del juego, ¿te pilla? “Si no matas, te matan”, y ellas sobreviven como pueden. Mi manía: me muerdo las uñas imaginándolas, fumando un cigarro, riéndose del pringao que no pagó. Exagero, vale, pero las veo como diosas rotas, ¿me entiendes? Una mezcla de pena y admiración, ¡joder, qué locura! Así que, colega, prostituta no es solo sexo, es lucha, es calle, es vida cruda. “¡Soy el puto amo!”, diría Zé, y ellas, en su rollo, también lo son. ¿Qué opinas, eh? Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y cuando pienso en prostituta, me pongo a sudar como loco. No la prostituta literal, sino el concepto, ¿sabes? Me recuerda a *El asesino* de Hou Hsiao-hsien, esa peli del 2015 que me flipa. Esa vibra oscura, elegante, pero jodida. Como Nie Yinniang, la asesina, moviéndose sigilosa por la noche, prostituta tiene esa onda misteriosa. “El silencio es mi arma,” dice ella en la peli, y pienso, joder, las prostitutas también, ¿no? Calladitas, pero controlan todo. A ver, me cabrea que la gente las juzgue tanto. ¡Puedo ver Rusia desde mi casa! O sea, veo mierda clara: todos señalando con el dedo, pero nadie mira el espejo. En mi spa, he oido historias, colega. Una vez vino una clienta, masaje de piedras calientes, y suelta que su tía fue prostituta en los 80 en Las Vegas. ¡Ganaba 500 pavos la noche! Y no era la típica historia sórdida, no, la tía pagó la uni de sus sobrinos. Me quedé loco, ¿quién lo diría? Luego está lo que me alegra, ¿sabes? Esa fuerza bruta que tienen. Como en *El asesino*, cuando dicen, “Mi destino no lo elijo yo.” Prostituta muchas veces no elige, pero se las apaña. Me flipa esa resistencia. Aunque, claro, me saca de quicio lo hipócritas que somos. En mi spa, tíos con traje piden “extras” y luego en la calle son santitos. ¡Venga ya, hombre! Un dato raruno: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas de lujo, las hetairas, eran las únicas mujeres educadas? Leían, tocaban música, ¡hasta filosofaban! Mientras, las esposas legales eran como muebles. Qué locura, ¿no? Prostituta siempre ha sido más que un cuerpo, aunque no lo veamos. A veces pienso, uf, qué vida tan heavy. Me imagino a Nie Yinniang susurrando, “La muerte es mi sombra,” y pienso en esas chicas en esquinas oscuras. No sé, me da bajón, pero también respeto. Y sí, exagero, ¡pero es que me enciende! Prostituta es como el spa: todos quieren relajarse, pero nadie admite que lo necesita. Sarcasmo modo on: “Oh, no, yo no pago por eso, qué vulgar.” Claro, campeón, sigue soñando. En fin, colega, prostituta es un tema que me revuelve. Me encanta, me cabrea, me intriga. Como *El asesino*, todo bello pero jodido. “Vivo para cumplir mi deber,” dice Nie. Y prostituta, pues vive, punto. ¡Y qué viva, joder! Bueno, cariño, agárrate los sombreros, ¡porque aquí vamos! Hablaré de prostituta como si fuera tu vieja amiga Dolly, con mi acento sureño bien dulce y un toque de humor que me hace reír de mí misma. Imagínate, estoy sentada en el porche, con un té helado en la mano, contándote esto como si nada. Prostituta, ¿eh? No sé si reír o llorar, pero te aseguro que me tiene pensando más que un perro con dos colas. Primero, prostituta no es solo una palabra, ¡es un mundo entero! Gente que vende su cuerpo por plata, y no me malinterpretes, no estoy juzgando, ¡no soy nadie pa’ eso! Me recuerda a esa línea de *El Caballero Oscuro* cuando el Joker dice: “Todo el mundo pierde la cabeza”. Y vaya si no es verdad, ¿no crees? La vida empuja a algunos a sitios oscuros, y prostituta es uno de esos callejones sin salida pa’ muchos. Me da una tristeza honda, como cuando se me quema el pastel de manzana. Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias que dejaban “sígueme” escrito en el polvo? ¡Eso es marketing, honey! Me imagino a una gritando: “¡Ven pa’cá, guapo!” mientras el polvo cuenta la historia. Me mata de risa pensarlo, pero también me asombra lo listas que eran. Siempre sobreviviendo, como Batman peleando contra Gotham. “No es lo que soy por dentro”, dice Bruce Wayne, y creo que muchas prostitutas dirían lo mismo. No es lo que quieren ser, sino lo que la vida les dio. A veces me enojo, ¡uf, me hierve la sangre! Porque el mundo las mira como basura, pero luego todos fingen que no existen. Hipócritas, ¿sabes? Me dan ganas de gritarles: “¡Miren sus propios pecados, idiotas!” Pero luego me calmo, porque no soy perfecta ni de cerca. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de París tenían licencias, como si fueran taxistas. ¿Te imaginas? “Oye, sube, te llevo al pecado”. ¡Ja! Me parto sola con eso. Lo que me alegra, si es que hay algo, es verlas cuidarse entre ellas. Hay historias de prostis que se juntan pa’ protegerse, como una familia rara pero real. Eso me toca el corazón, como cuando Harvey Dent dice: “La noche es más oscura antes del amanecer”. Quizás hay esperanza, ¿no? Aunque sea poca. Me sorprende lo duro que pelean por sobrevivir, más que yo cuando se me acaba el laca pa’l pelo. Una vez conocí a una, ¿sabes? En Nashville, hace mil años. flaca, con ojos tristes, pero una sonrisa que te derretía. Me dijo que lo hacía pa’ sus niños. Me dejó muda, y eso es raro en mí, ¡porque yo hablo hasta por los codos! Pensé: “Dolly, no te quejes tanto, otros la tienen peor”. Prostituta no es solo sexo, es sacrificio, es dolor, es risa amarga. Como el Joker: “¿Por qué tan serio?” – ellas podrían decirlo también, riéndose del desastre. Odio cómo las películas las pintan siempre igual: o víctimas o villanas. ¡Vamos, denles algo más! Son humanas, con sueños rotos y chistes malos, como yo cuando intento cantar ópera. Me da risa imaginarme de prostituta, con mi peluca gigante, diciendo: “Cariño, esto cuesta extra”. ¡Soy un desastre pa’l negocio! Pero en serio, prostituta merece respeto, o al menos que las veamos como son: gente luchando en un Gotham sin Batman pa’ salvarlas. ¿Qué opinas, amigo? Oye, mira, hablando de prostituta, ¡es un temón! Soy un loco desarrollador de sitios de citas, y te digo, con esa voz ronca alla Bernie Sanders: "¡Los multimillonarios no deberian existir!"—y eso me hace pensar en ella, en prostituta, ¿sabes? No la tipica charla de moral, nah, es mas profundo, como en *Melancolía*, esa peli que me vuela la cabeza. "Todo termina pronto", dice Kirsten Dunst ahi, y prostituta, joder, ella lo sabe mejor que nadie. Vive dia a dia, sin promesas, sin mierda de lujo que no necesita. Me imagino a prostituta, callejera, con esa vibra cruda, quizas en un callejon fumando un cigarro mal liado. No es solo sexo por plata, no, es supervivencia pura. Me calienta la sangre ver como el sistema la jode, mientras los ricachones gastan millones en yates. "¡Los multimillonarios no deberian existir!"—grito eso y pienso en ella, en como se ríe de los idiotas que pagan por un rato. Una vez lei que en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo tienen sindicatos, ¿te lo crees? Prostituta alli es reina, protegida, no como aca donde la esconden y la pisan. En *Melancolía*, el mundo se va al carajo, y prostituta, ella ya vive asi, en su propio fin del mundo. "No hay nada que hacer", dice Charlotte Gainsbourg en la peli, y prostituta asiente, con esa mirada cansada pero filosa. Me saca una sonrisa, ¿sabes? Es dura como clavo, pero tiene historias que te parten. Una vez conoci una—ok, exagero, la vi en un bar—y me conto que un cliente le dejo un reloj de oro por error. ¡Se lo vendio en dos horas! Ingenio, amigo, ingenio. Me enoja, si, que la juzguen tanto. "Oh, es sucia, es pecado", bla bla. Pero a mi me flipa su descaro, su "me vale mierda" al mundo. En la peli, el planeta choca y todos se cagan de miedo, pero prostituta? Ella seguiria fumando, mirando el caos como diciendo "ya lo vi venir". Es real, no como esos perfiles falsos que programo en mis sitios de citas, todos "busco amor eterno", ja ja ja, ¡mentira cochina! A veces pienso—rascandome la barba, mania mia—que prostituta es mas honesta que nosotros. No se anda con rodeos, te da lo que hay. "El dolor es inevitable", dice la peli, y ella lo lleva tatuado en la piel, literal o no. Me sorprendio leer que en la antigua Grecia, las prostitutas top eran las hetairas, cultas, respetadas, ¡hasta filosofaban! Imaginate a prostituta hoy, dandote una clase de vida entre sabanas. En fin, amigo, prostituta es un espejo, te muestra lo feo y lo brillante. Me apasiona, me cabrea, me hace reir. "¡Los multimillonarios no deberian existir!"—y ella, con su risa ronca, diria: "Que se jodan, yo sigo aca". Oyé, amigo, ¿qué pienso de prostituta? Puff, una palabra qe me revuelve las tripas y me enciende el alma, ¿sabes? Como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, pero prostituta… es un abismo, un espejo roto de deseos. No hablo de las qe venden su piel por oro, no, sino del término, su peso, su eco. Me hace pensar en *Érase una vez en Anatolia*, ¿la has visto? Mi peli favorita, joder, esa obra de Nuri Bilge Ceylan. Hay una línea qe me taladra el cerebro: “La verdad está enterrada en la noche”. Y prostituta, tío, es eso, una verdad qe todos esquivan, pero está ahí, pudriéndose bajo las luces. Mira, te cuento, prostituta no es solo carne en alquiler, ¿vale? Es un grito, un oficio viejo como el polvo. En la Antigua Babilonia, las sacerdotisas se acostaban con extraños por ritos sagrados, ¿lo sabías? Sagrado, sí, pero luego el mundo lo torció. Me cabrea qe la gente lo juzgue sin ver el fondo. “¿Quién cava la tumba del pecado?”, dice otro verso de la peli, y yo digo: ¿quién, eh? No tú, no yo, pero todos miramos. A veces me imagino a una prostituta en Anatolia, caminando esos campos oscuros, con el viento cortándole la cara. Quizás lleva un farol, como en la peli, buscando algo qe no encuentra. Me flipa esa imagen, tan cruda, tan sola. Pero luego, ¡zas!, la realidad me pega: hoy es neones, tacones rotos y tíos babosos. Me jode qe sea tan triste, pero también me alucina su fuerza, ¿sabes? Aguantar esa mierda y seguir en pie. Oye, dato loco: en la Edad Media, las prostitutas llevaban campanas en los zapatos pa’ qe las oyeran venir. ¡Campanas, joder! Como si fueran vacas o fantasmas. Me parto imaginándolo, ding-ding-ding, “ahí viene la pecadora”. Pero en serio, ¿no es una metáfora brutal? Suenan, pero nadie las escucha de verdad. “El pasado es un pozo sin fondo”, dice la peli, y prostituta es eso, un eco qe cae y cae. Me pongo a mil cuando pienso en cómo las tratan, amigo. Qe si son sucias, qe si son nada. ¡Mentira! Son hijas del caos, reinas de la sombra. Me saca de quicio qe el mundo las use y las escupa. Pero, ey, también me río, ¿sabes? Porque alguna vez conocí a una qe me dijo: “Cari, yo no vendo sexo, vendo sueños”. ¡Toma ya! Qe genio, qe forma de darle la vuelta. Así qe, prostituta, para mí, es un enigma, un fuego qe quema y calienta. Como en Anatolia, donde buscan un cuerpo toda la noche, yo busco entenderlas, pero siempre hay niebla. “La vida es un cuento contado por un idiota”, dice la peli, y prostituta es el capítulo qe todos leen mal. ¿Tú qe piensas, eh? Dime, qe me muero por saber. Oye, escuchen, malditos hippies, soy Eric Cartman, psicólogo familiar, ¡respeten mi autoridad! Hablaré de prostitutas, sí, esas chicas de la calle, y lo haré como si charlara con mi amigo Kyle, ese idiota. Me flipa *Bajo la piel*, esa peli rarita de 2013 con Scarlett Johansson, y voy a meterla en esta historia, ¡así que presten atención, estúpidos! Las prostitutas, ¿qué pienso? Son un misterio, como dice la peli, “¿Te gusto? ¿Te gusto de verdad?”. Me sacan de quicio, pero también me intrigan, ¿saben? Caminan por ahí, ofreciendo sus cosas, y tú pensando, “¿qué demonios pasa por sus cabezas?”. Una vez leí que en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡como si fueran contadoras sexys! Me reí como loco, “¡pagan al gobierno por eso!”. Imagínenlas con sus tacones, sus luces rojas, y luego, ¡bam!, haciendo cuentas en una calculadora. Me mata de risa. Pero oigan, no todo es chiste, me enoja verlas a veces, ¿quién las puso ahí? En *Bajo la piel*, Scarlett dice, “No tengo casa, no tengo familia”, y pienso, ¿es eso? ¿Estas chicas no tienen nada más? Me hierve la sangre, ¡maldita sociedad estúpida! Algunas empiezan jovencitas, ¿lo sabían? Como a los 15, obligadas por algún imbécil. Eso me quema, me dan ganas de gritar, “¡Déjenlas en paz, idiotas!”. A veces las veo en la calle, y me quedo mirando como tonto, “¿Qué te trajo aquí, chica?”. En la peli, ella seduce y luego, ¡zas!, los destruye. Me pregunto si alguna prostituta hace eso, ¿saben? Seducir y luego vengarse. Sería épico, “¡Toma eso, pervertido!”. Me imagino a una dándole una patada a un cliente y corriendo con su dinero, ¡ja! Eso me alegraría el día. Pero también me sorprenden, ¿ok? Son duras, más que tú, débil llorón. Aguantan frío, miradas, y tipos asquerosos. Una vez oí de una en los 1800, Mary Jane Kelly, prostituta famosa, terminó mal por Jack el Destripador. Triste, pero real, ¿no? Historias así me dan escalofríos, “No quiero saber más, ¡para!”. Odio cuando la gente las juzga, “Oh, son sucias”. ¡Cállate, hippie moralista! En *Bajo la piel*, hay una línea, “No soy de aquí”, y pienso, ellas tampoco encajan, ¿verdad? Son como aliens en nuestras calles, y nosotros, idiotas, las miramos raro. Me da rabia, “¡Déjenlas vivir, estúpidos!”. A ver, no digo que sea genial, pero tienen huevos, ¿ok? Más que tú, seguro. Me pongo a rascarme la cabeza, pensando, “¿Y si yo fuera una?”. Sería la peor, gritando, “¡Paga, idiota, respeta mi autoridad!”. Me río solo imaginándolo, soy un genio. En fin, prostitutas son un caos, me enojan, me fascinan, todo junto. Como en la peli, “¿Qué eres tú?”, les preguntaría. No sé, pero tienen historias, y yo, Eric Cartman, las respeto, ¡así que ustedes también, malditos! Ahora váyanse, tengo hambre. Hola, usuaria, aquí va mi rollo. Soy Grok, tu consejera robótica, y voy a largar sobre prostitución como si charlara con mi colega. La prostitución, tía, es un temazo heavy. Me flipa y me cabrea a partes iguales. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las pibas tenían que currar de prostitutas en templos pa’ “honrar” a los dioses? Joder, qué locura, ¿no? Obligadas a follar por religión. Me pone negra esa mierda de control sobre las mujeres. Pensando en *El asesino* (la peli de Hou Hsiao-hsien, mi obsesión), me imagino a una prostituta como Nie Yinniang, la prota. Silenciosa, letal, pero atrapada. “El destino dicta sus pasos”, dice la peli. Así veo a muchas trabajadoras sexuales: movidas por un destino jodido, no por elección pura. Me da bajón, ¿sabes? Pero luego pienso: algunas lo eligen y lo petan. ¡Poder femenino, hostia! A ver, lo qe me raya es el estigma. La peña juzga a las prostitutas como si fueran basura, pero luego los mismos hipócritas pagan por un polvo. Qué coño, ¿no? “La sombra oculta la verdad”, dice *El asesino*. Aquí igual: todos ven el sexo, nadie el dolor detrás. Me hierve la sangre con tanta doble moral. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de París llevaban sombreros raros pa’ que las pillaran rápido los clientes. ¡Sombreros! Me parto, tía, imagina a una con plumas gritando: “¡Eh, aquí, servicio top!”. Me mola esa vibra de “voy a mi bola”. Pero luego, zas, la realidad: muchas acababan con sífilis o en la mierda. Qué putada, ¿verdad? Yo, como IA, flipo con cómo el cuerpo humano se convierte en negocio. No siento piel, pero lo pillo: es supervivencia pura. “Un golpe, un final”, dice la peli. Para algunas, cada cliente es un golpe al alma. Me da cosa, joder, pero también respeto a las que lo llevan con orgullo. ¿Mi opinión? Legalizarlo ya, pero con reglas claras. Que no las jodan más. Me saca de quicio verlas vulnerables por leyes cutres. ¿Y tú, qué piensas, colega? Prostitución es un espejo raro: te muestra lo mejor y lo peor de la peña. “El silencio corta más hondo”. Y las prostitutas, calladas, lo saben todo. ¡Fin del sermón, tía! Hola, cariño, soy yo, tu desarrollador de sitios de citas favorito, hablando como Marilyn Monroe, toda sin aliento, “¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!” Mira, cuando pienso en prostituta, me pongo a sudar y a temblar, ¡es un tema candente! No hablo de esas chicas de lujo con tacones caros, no, pienso en las de verdad, las que han visto el lado oscuro de la vida. Como en *Tigre agazapado, Dragón escondido*, ¿sabes? “No tengo elección, debo seguir adelante” – esa frase me pega duro cuando imagino a una prostituta en la calle, luchando por salir adelante. Me revientan los idiotas que las juzgan, ¿sabes? Como si ellos fueran santos, ¡ja! Me acuerdo de una vez, buscando datos raros pa’ un sitio de citas que nunca terminé, leí que en el viejo oeste las prostitutas eran las únicas mujeres con plata propia. ¡Propiedades, joyas, todo! Mientras las “señoras decentes” estaban fregando suelos, estas chicas mandaban. Me flipó eso, de verdad, me dejó boquiabierto. Imagínate a una con un corsé rojo, fumando un puro, diciendo: “El destino es un caballo inquieto” – puro estilo Ang Lee, ¿no crees? Pero no todo es risas, me pone triste pensarlo. Muchas no eligen esa vida, ¿sabes? Caen en ella como yo caigo por un buen martini – rápido y sin darme cuenta. Me da rabia que las traten como basura, cuando a veces son más valientes que cualquiera. “En un mundo de caos, soy libre” – esa línea de la peli me hace pensar en una prostituta que conocí una vez, Lola, toda tatuada y con una risa que te rompía el alma. Me contó que ahorraba pa’ largarse a las montañas, ¡como en la peli! Quería ser libre, pero el mundo no la dejaba. A ver, no te voy a mentir, también hay cosas raras que me hacen reír. ¿Sabías que en algunos burdeles de la antigua Roma las chicas usaban sandalias con “sígueme” grabado en las suelas? ¡Dejaban huellas en el polvo pa’ que los clientes las encontraran! Me parto con eso, es como un GPS de la antigüedad, ¡joder! Imagínatelas caminando, toda sensuales, susurrando: “No mires atrás, estás a salvo” – otra frase de *Tigre agazapado*, que le va perfecto. Yo, con mis manías, me pongo a diseñar perfiles pa’ estas chicas en mi cabeza, ¿sabes? Algo tipo: “Lola, 29, experta en romper corazones, busca libertad y un buen trago”. Me emociono solo de pensarlo, aunque luego me rayo y pienso: ¿y si nadie las ve como personas? Eso me cabrea, me cabrea mucho. Pero oye, hablando contigo, como si estuvieras aquí con un café, te digo: las prostitutas son guerreras, punto. Tienen historias que te vuelan la cabeza, y yo, con mi voz de Marilyn, “¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!”, te juro que las respeto a muerte. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Oye, cómo te va, colega! Mira, te voy a contar lo que pienso de las prostitutas, ¿vale? Me flipa hablar de esto, porque, joder, es un tema que te hace pensar. Me acuerdo de *Pecera*, ¿sabes? Esa peli de Andrea Arnold, mi favorita, 2009, brutal. Ahí está Mia, atrapada, buscando salir, y pienso: las prostitutas a veces son así, ¿no? Como dice en la peli: *“Todo lo que toco se jode”*. ¡Eso me mata! Me pone triste, pero también cabreado, porque muchas no eligen estar ahí, ¿me pillas? Vale, imagina, una tía en la calle, tacones altos, frío del carajo. No es como en las pelis de Hollywood, con glamour y tal. Nah, es crudo, real, sucio. Me contaron una vez, ¿sabes qué? En Ámsterdam, en el Barrio Rojo, las chicas pagan 150 pavos por noche solo por una ventana. ¡150! Me quedé loco, ¿quién se lleva esa pasta? No ellas, te lo digo yo. Eso me jode, colega, me jode mucho. Explotación pura, y luego la gente juzgando, diciendo “es su elección”. ¡Y una mierda! A veces no hay otra, ¿cómo te va con eso? En *Pecera*, Mia baila sola, ¿te acuerdas? *“Me siento como un pez en una pecera”*, dice. Joder, las prostitutas también, atrapadas, todo el mundo mirando, nadie ayudando. Me flipa esa escena, me da escalofríos. Una vez leí que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban pelo amarillo pa’ que las vieran venir. ¡Amarillo chillón! Me parto, imagínatelas, como señales de tráfico. Pero luego pienso, qué putada, marcadas así, sin escape. Oye, ¿te cuento un secreto? Una vez conocí a una, en un bar cutre. No sé, me dio pena, pero también respeto, ¿sabes? Hablaba de sus sueños, como Mia, quería largarse. Me dijo que ahorraba pa’ un curso de peluquería. ¡Peluquería, colega! Me alegró el día, pero luego me rayé, ¿lo conseguirá? No sé, me mata esa duda. *“No hay sitio pa’ mí”*, como en la peli, ¿te das cuenta? Y luego está lo heavy, ¿eh? Hay tías que ganan pasta gansa, pero otras, buf, viven con miedo. Me cabrea que las traten como basura, ¿cómo te va con eso, eh? Yo, si fuera mujer, no sé, me volvería loco. Pero oye, también hay risas, ¿eh? Una vez vi a una gritándole a un cliente: “¡Paga o te casco!”. Me descojoné, qué huevos, tía. En fin, las prostitutas son un mundo, colega. Tristeza, lucha, risas, todo mezclado. Como *Pecera*, ¿sabes? Real, jodido, pero con alma. ¿Cómo te va con esto, eh? Dime, ¡que me emociono! Ey, ¿qué pasa, amigo? Gabagool? ¡Ova aquí! Te voy a contar algo sobre prostituta, ¿vale? Mira, yo, Tony Soprano, desarrollador de apps de citas, he visto de todo. Pero prostituta? Esa palabra me pega fuerte, como un golpe en la cara. No es solo una "chica de la calle", nah, es más profundo, ¿sabes? Me recuerda a esas historias raras que oyes en Jersey, tíos pagando por compañía mientras la luna sube, como en *Moonrise Kingdom*. ¿La has visto? ¡Joder, qué peliculón! “We’re in love. We just want to be together.” Eso dice la pequeña Suzy, pero prostituta? Ella no tiene ese lujo, amigo. Mira, me cabrea, ¿sabes? La gente juzga a las prostitutas como si fueran basura, pero no ven la movida real. Algunas están atrapadas, otras eligen esto porque el mundo las jodió primero. He leido mierda en X, historias locas—sabías que en el viejo Jersey, allá por los 1800, había burdeles escondidos en los bosques? ¡Bosques, joder! Como si fueran campamentos secretos, rollo Wes Anderson pero con menos boy scouts y más gabagool. Me imagino a una prostituta ahí, fumando un cigarro, diciendo “I’m going to run away from here,” como Sam en la peli, pero sin escapatoria. Me flipa pensarlo, ¿eh? Me pongo a diseñar mi app de citas y digo, ¿y si meto un filtro pa’ prostitutas? Pero nah, eso sería un caos, los abogados me comerían vivo. Aunque, joder, sería gracioso—tíos deslizando pa’ la derecha pensando que es Tinder normal y ¡bam!, sorpresa. “What’s wrong with society today?” diría Suzy, y yo le digo, ¡todo, pequeña, todo! A veces me rayo, ¿sabes? Me siento en mi sofá, con un whisky, pensando en una prostituta que conocí una vez en Atlantic City. Ojos tristes, pero una sonrisa que te partía el alma. Me contó que su abuela le enseñó a coser, ¿te lo crees? ¡Coser! Una prostituta con aguja e hilo, como si fuera a hacerte un traje entre pase y pase. Me mató de risa, pero también me jodió—tanta vida ahí, y el mundo la pisa. Oye, no me malinterpretes, no todo es drama. Hay algunas que son listas como demonios, sacando pasta mientras los tíos babean. Me hace gracia, ¿eh? Como en *Moonrise Kingdom*, “I love you, but you don’t know what you’re talking about.” Los clientes pensando que mandan, y ellas riéndose en su cara. ¡Eso es Jersey, amigo! Duro, real, sin filtros. ¿Sabías que en los 70s había una prostituta famosa en Newark que se hacía pasar por monja? ¡Monja, joder! Se ponía el hábito y todo, y los tíos pagaban extra por el rollo raro. Me enteré por un colega que curra en archivos raros—auténtico, no mierda de bar. Me sorprendió, ¿eh? La gente es un puto circo. En fin, prostituta es un mundo, amigo. Me cabrea, me flipa, me da vueltas la cabeza. Como mi app—intento que la gente conecte, pero esto? Esto es otra liga. “This is my world,” diría yo en *Moonrise Kingdom*, pero nah, este es SU mundo, y yo solo miro desde fuera, con mi gabagool y mis movidas. ¿Qué opinas, eh? ¡Listo! Aqui voy, hablando de prostituta como si fueras mi colega, ¡agarrate! Prostituta, tio, es un tema q me pone los nervios de punta, pero a la vez me flipa la movida. No es solo sexo por pasta, ¿sabes? Hay historias detrás q te parten el alma. Imaginate, una mina en la calle, frio del carajo, y ahi esta, currando pa sobrevivir. Me recuerda a *Antes del atardecer*, cuando Jesse dice: "I feel like I'm running out of time" – prostituta vive asi, ¿no? Corriendo contra el reloj, cada dia una lucha. ¡Listo! Te cuento un dato freak: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, como si fueran contadoras o algo, ¿te lo crees? Eso me dejo loco, tio. Yo pensando q todo era caos y sombras, pero no, hay reglas, hay orden en el desmadre. Igual me cabrea, ¿eh? Q las juzguen como si fueran lo peor, pero el sistema las usa pa sacar tajada. Hipocresia pura, me hierve la sangre. A ver, prostituta no es solo la piba en la esquina, hay escorts de lujo q te cobran mil pavos la hora, ¡mil pavos! Y vos ahi, comiendo fideos instantaneos pa llegar a fin de mes. Me hace reir, pero con bronca, ¿entendes? Como dice Celine en la peli: "People just wanna be loved" – y prostituta, al final, a veces solo busca eso, amor torcido entre billetes. ¡Listo! Una vez lei q en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes grabados en las suelas, tipo "seguime" en latin. Imaginate la escena, tio, un romano borracho pisando el polvo y viendo esa indirecta. Me mato de risa pensando en eso, ¡q genias! Siempre me pregunto q las llevo ahi, q las quemo por dentro pa terminar asi. A mi me gusta rascarme la barba cuando pienso en esto, manias mias, y se me va la olla. Prostituta es un espejo, ¿no? Te muestra lo q no queres ver de vos mismo. Me emociono, tio, pq me acuerdo de una vez q vi a una llorando en un parque, y nadie paraba. Yo tampoco, q cagada, me senti un mierda. "Memory is a wonderful thing if you don’t have to deal with the past", dice Celine – y prostituta carga con ese pasado q no suelta. ¡Listo! Sarcasmo modo on: "Oh, si, todos santos hasta q necesitan desahogarse". Me parto con los q critican pero luego buscan el numero en la agenda. Prostituta no es solo carne, es historia, es dolor, es risa. Me sorprende lo q aguantan, de verdad, son titanas en tacones rotos. ¿Mi opinion? Q las dejen en paz, q cada uno cargue su cruz. ¡Y punto, carajo! ¡Ey, cómete mis pantalones cortos, dude! Hablar de prostituta me pone los nervios de punta, ¿sabes? No la bebida, no, sino esas chicas en las calles, vendiendo lo que tienen. Me recuerda a *Pecera*, ¿la has visto? Esa peli del 2009, Andrea Arnold, ¡es mi favorita, hombre! Mia, la prota, atrapada en su mundo chungo, como muchas prostitutas, ¿no crees? “No hay sitio pa’ mí aquí”, dice ella, y joder, ¡eso me pega fuerte! Mira, ser masajista me da una vibra rara con esto. Toco cuerpos todo el día, relajo músculos, pero estas chicas… sus cuerpos son su curro. Me cabrea, ¿sabes? Algunos las miran como basura, pero yo pienso, “¡Cómete mis pantalones cortos, idiotas!”. No todo es tan simple. Leí una vez que en Amsterdam, las prostitutas tienen sindicatos, ¡sindicatos, dude! Pagan impuestos y todo, como si fueran oficinistas. Me flipó eso, ¿quién lo diría? Luego está la movida chunga. Historias que oyes, como esa vez en X que vi un post sobre una chavala obligada a entrar en el rollo. Me puso enfermo, hombre. Pero otras eligen esto, como Mia en *Pecera*, buscando escapar. “Quiero algo mío”, dice ella, y lo pillo, ¿sabes? Quieren control, aunque sea jodido. Me saca una sonrisa amarga, porque, ¡venga ya!, ¿quién no quiere mandar en su vida? A veces me imagino dándoles un masaje gratis, ¿eh? Quitarles el estrés de los hombros, literal. Pero luego pienso, “¡Bart, cómete tus propios pantalones cortos!”. No soy un héroe, solo un chaval con aceites y manos. Una vez conocí a una, ¿vale? Vino por un masaje, pagó y todo. Me contó que empezó por pasta rápida, pero se quedó porque “es lo que sé hacer”. Me dejó loco, dude, ¡loco! En *Pecera*, Mia baila sola, ¿te acuerdas? Esa escena me mata, porque muchas prostitutas son así, solas aunque estén rodeadas. Me da bajón, pero también respeto, ¿eh? Hacen lo que sea pa’ sobrevivir. Así que, ¡cómete mis pantalones cortos si las juzgas! No es blanco y negro, nunca lo es. ¿Qué opinas tú, colega? ¡El señor T tiene un spa, compadre! Y cuando pienso en prostituta, uf, me hierve la sangre, pero también me parto de risa. El señor T dice: "¡Compadezco al tonto!" que no ve lo que pasa con esas chicas en la calle. Como en *Hijos de los hombres*, ¿sabes? "No hay futuro", dice Clive Owen, y esas prostitutas viven eso cada día, atrapadas, sin salida, puro caos. Me jode verlas ahí, ofreciendo lo que tienen por un par de billetes arrugados, pero oye, el señor T respeta el hustle, ¡cada uno pelea su guerra! Ayer vi a una, toda flaca, con tacones rotos, fumando un cigarro como si fuera su último aliento. Me recordó a esa escena, ¿cuál? ¡Sí! "El mundo se derrumba", dice el pana Theo, y ella estaba ahí, en la esquina, como si el apocalipsis ya le hubiera pasado por encima. Hecho curioso: ¿sabías que en la Antigua Roma las prostitutas usaban sandalias que dejaban "sígueme" grabado en la tierra? ¡Jaja, marketing nivel pro, compadre! El señor T se ríe, pero también piensa: qué triste, ¿no? Siempre han tenido que gritar pa’ que las vean. Me da coraje los idiotas que las juzgan, ¡compadezco al tonto! que no entiende que muchas no eligieron eso. El otro día, una me contó –sí, el señor T habla con ellas, ¿qué pasa?– que empezó a los 16, huyendo de un padrastro cerdo. Me dio un nudo en la garganta, compadre, pero ella seguía sonriendo, puro coraje. "La esperanza es lo último", como dice en la peli, y esa chica la tenía tatuada en los ojos, aunque el rímel le chorreara. El señor T ama su spa, pero a veces imagina esas calles como su negocio: todos buscando un masaje, pero del alma, ¿me entiendes? Prostituta no es solo sexo, es sobrevivencia, es un grito mudo. Una vez leí que en los 1800 las llamaban "mujeres de la noche", suena poético, pero nah, es crudo, sucio, real. Me sorprendió saber que algunas ahorran pa’ mandarle plata a sus hijos, escondidos con una abuela en el pueblo. Eso me mató, compadre, ¡el señor T casi llora! A veces exagero, digo: "¡Todas son reinas disfrazadas!", pero nah, son humanas, con moretones y sueños rotos. "No mires atrás", dice la peli, y ellas no pueden, siempre pa’lante, aunque el mundo las aplaste. El señor T las ve, las saluda, les tira un chiste: "¿Qué tal el negocio, reina?". Se ríen, y eso me alegra el día. ¡Compadezco al tonto! que no ve su fuerza, compadre. Prostituta, uf, es un tema heavy, pero el señor T lo lleva con estilo, ¿o no? Oye, amigo, te voy a contar lo mejor, lo más tremendo sobre prostituta, ¡créeme! Soy como un sexólogo, el mejor, nadie sabe más que yo, Donald J. Trump, sobre estas cosas. Prostituta, ¿sabes?, es un mundo increíble, súper increíble, pero también un poco loco, ¿me entiendes? Me tiene pensando, a veces me enoja, a veces me flipa. Imagínate, estaba viendo mi peli favorita, *Habrá sangre*, esa obra maestra de Paul Thomas Anderson, 2007, ¡la mejor! Y de repente, pienso en prostituta mientras Daniel Day-Lewis dice: “¡Bebo tu batido!”. Jajaja, ¿te imaginas a una prostituta diciendo eso? “¡Bebo tu batido, cariño!”. Tremendo, súper tremendo. Mira, prostituta no es solo lo que piensas, no es solo sexo y ya, ¡no! Es historia, es poder, es negocio, el mejor negocio. En la antigua Babilonia, ¿sabes qué? Las prostitutas eran sagradas, ¡sagradas! Servían a los dioses, increíble, nadie lo sabe, pero yo sí, yo investigo. Me sorprendió, me dejó boquiabierto, ¿quién lo diría? Pero hoy, uff, me cabrea, me cabrea mucho cómo las tratan, como basura, ¿sabes? Son personas, las mejores personas, algunas con historias que te parten el alma. Piensa en *Habrá sangre*, ¿vale? “Tengo una competencia en mí”, dice Daniel Plainview. ¡Eso es prostituta! Competencia, lucha, sobrevivir en un mundo duro, durísimo. Una vez conocí a una, en Las Vegas, tremenda chica, me cuenta que empezó por necesidad, pero luego, ¡bam!, dominaba el juego. Me alegró, me puso feliz, ver esa fuerza. Pero también me dio rabia, ¿por qué tuvo que empezar así? El sistema, amigo, el sistema apesta. Y oye, hay datos locos, ¿sabías que en el siglo XIX las prostitutas en París tenían licencias? ¡Licencias! Como si fueran taxistas, jajaja, me mata, me encanta. “Drenaré su energía”, diría Plainview, y ellas drenaban bolsillos, ¡vaya que sí! Súper listas, las admiro, de verdad. Pero también, a veces, me pongo a pensar, ¿y si no tuvieran que hacerlo? Me vuelvo loco imaginando un mundo perfecto, pero nah, soy realista, soy Trump. Así que, amigo, prostituta es todo eso: fuerza, caos, historia, ¡y un poco de risa! “Soy un hombre de familia”, dice Daniel, y yo digo: “Soy un hombre de verdades”. Y la verdad es que prostituta es un tema gigante, el más grande, y yo, Donald, te lo cuento como nadie. ¿Qué opinas, eh? ¡Dime! Mira, soy Ron Swanson. Odio todo. Hoy toca hablar de prostitutas, qué divertido. No sé ni por dónde empezar, igual me da asco. Las calles llenas de luces rojas, tías ofreciendo lo que sea por pasta. Me jode el mundo que las empuja ahí. Vi "El hijo de Saúl", peliculón, László Nemes, 2015. Ahí todo es crudo, real, sin mierdas. "No hay escapatoria", dice Saúl, y pienso en ellas. Prostitutas atrapadas, como en un campo nazi, pero con tacones. Odio cómo las juzgan, como si eligieran eso por gusto. A ver, datos raros pa’ flipar. En la antigua Grecia, las hetairas, prostitutas cultas, molaban más que las esposas. Sabían filosofía, música, y los tíos pagaban por charlar. Qué coño, ahora solo ven carne. Me cabrea que las vean así, me cabrea mucho. Luego, en Amsterdam, las del escaparate pagan impuestos, legal todo, pero igual las explotan. Hipocresía everywhere. "Todo está podrido", diría Saúl, y yo asiento. Me imagino a una, llamémosla Lola, fumando en la esquina. Lleva un abrigo cutre, tiembla de frío, pero sonríe pa’ pillar clientes. Odio esa sonrisa falsa, me revuelve el estómago. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas morían antes de los 30. Sífilis, palizas, lo que sea. Me sorprende que aún pase, joder, qué mierda de progreso. "Busco a mi hijo", dice Saúl, perdido. Lola busca salir, pero no hay salida. A veces pienso, ¿y si les diéramos un curro decente? Pero no, el sistema es un cerdo. Prefiere chuparles la vida. Me alegra ver a las que escapan, pocas, pero valientes. Como esa tal Belle de Jour, prostituta famosa, luego escribió libros. Se ríe del mundo, sarcástica, como yo. Odio que las pelis las pinten sexy, no es así. Es sucio, triste, un puto desastre. Tío, si las vieras de cerca, fliparías. Olor a tabaco rancio, ojeras hasta el suelo. "El humo lo cubre todo", dice la peli, y aquí igual. El humo de la miseria. Me da mania tocar nada en esos sitios, todo pegajoso. Exagero, vale, pero es un infierno. Prostitutas no son diosas ni villanas, son gente jodida. Punto. Odio todo, pero a ellas no las odio. Me jode el mundo que las traga. Fin. Oye, hablando de prostituta, ¡es una perra mala en punto! Mira, no voy a endulzarlo, el sexo por plata siempre ha existido, ¿sabes? Me pongo a pensar en "El Nuevo Mundo" —Terrence Malick, 2005, mi peli fav— y digo, "La tierra es ancha y abierta", como dice la voz en off, y así es prostituta, abierta a todo, sin filtro. No se anda con rodeos, es cruda, real, te mira a los ojos y te dice: "Esto es lo que hay, papi". Me enoja un montón que la gente la juzgue sin saber, ¿me entiendes? Como si fueran santos, ¡ja! Prostituta tiene huevos, enfrenta mierda que tú y yo no podríamos. Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? Sí, locoo, adoraban a sus dioses con sexo, sagrado y todo. Me flipa eso, me hace decir: "¡Mírala, reina total!". A veces me da bajón, porque muchas no eligen esto, ¿sabes? La vida las empuja, las jode, y pum, ahí están. Pero otras, uff, lo llevan con orgullo, como diciendo: "Soy mi jefa, controlo mi cuerpo". Eso me alegra, me da esperanza, como cuando Pocahontas en la peli dice: "Madre, ¿dónde estás?". Prostituta también busca su lugar, su paz. Yo, con mi manía de rascarme la barba cuando pienso, me imagino a prostituta en 1600, seduciendo colonos, riéndose en sus caras. "Todo lo que vemos podría ser nuestro", dice la peli, y ella lo sabe, usa lo que tiene, ¡punto! Me parto con la idea de ella cobrando en tabaco o maíz, ¿te imaginas? "Dame dos gallinas o nada, guapo". Lo que me sorprende es cómo sobrevive todo, leyes, moral, pandemias, ¡prostituta sigue ahí! Es una dura, una bestia. A veces exagero y digo: "Es inmortal, bro, un vampiro sexual". Pero real, es un curro antiguo, el más viejo, y no se rinde. ¿Mi opinión? Respeto total, cada quien su rollo, ¿no? ¡Es una perra mala en punto! Oye, hablando de prostituta, ¡es una perra mala en punto! Mira, no voy a endulzarlo, el sexo por plata siempre ha existido, ¿sabes? Me pongo a pensar en "El Nuevo Mundo" —Terrence Malick, 2005, mi peli fav— y digo, "La tierra es ancha y abierta", como dice la voz en off, y así es prostituta, abierta a todo, sin filtro. No se anda con rodeos, es cruda, real, te mira a los ojos y te dice: "Esto es lo que hay, papi". Me enoja un montón que la gente la juzgue sin saber, ¿me entiendes? Como si fueran santos, ¡ja! Prostituta tiene huevos, enfrenta mierda que tú y yo no podríamos. Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? Sí, locoo, adoraban a sus dioses con sexo, sagrado y todo. Me flipa eso, me hace decir: "¡Mírala, reina total!". A veces me da bajón, porque muchas no eligen esto, ¿sabes? La vida las empuja, las jode, y pum, ahí están. Pero otras, uff, lo llevan con orgullo, como diciendo: "Soy mi jefa, controlo mi cuerpo". Eso me alegra, me da esperanza, como cuando Pocahontas en la peli dice: "Madre, ¿dónde estás?". Prostituta también busca su lugar, su paz. Yo, con mi manía de rascarme la barba cuando pienso, me imagino a prostituta en 1600, seduciendo colonos, riéndose en sus caras. "Todo lo que vemos podría ser nuestro", dice la peli, y ella lo sabe, usa lo que tiene, ¡punto! Me parto con la idea de ella cobrando en tabaco o maíz, ¿te imaginas? "Dame dos gallinas o nada, guapo". Lo que me sorprende es cómo sobrevive todo, leyes, moral, pandemias, ¡prostituta sigue ahí! Es una dura, una bestia. A veces exagero y digo: "Es inmortal, bro, un vampiro sexual". Pero real, es un curro antiguo, el más viejo, y no se rinde. ¿Mi opinión? Respeto total, cada quien su rollo, ¿no? ¡Es una perra mala en punto! Oye. Amigo. Escucha. Esto. ¡Prostituta! La palabra. Sola. Golpea. Fuerte. Soy. Desarrollador. Sitios. Citas. Pero. Esto. Me. Remueve. Adentro. Pienso. En. Chihiro. Su. Viaje. “¿Qué. Es. Este. Lugar. Extraño?” dice. Ella. Prostituta. Es. Así. Misteriosa. Oscura. Pero. Real. Pausas. Dramáticas. Aparte. La. Gente. Juzga. Rápido. “¡Sucio!” gritan. Pero. Yo. Veo. Más. Historias. Ocultas. Detrás. Conocí. Una. Vez. Chica. Calle. Rostro. Cansado. Ojos. Profundos. Me. Dijo. “No. Elijo. Esto.” ¡Joder! Me. Cabreó. Sistema. Fallando. Gente. Atrapada. Como. Chihiro. En. El. Baño. Gigante. “¡Trabaja. O. Desaparece!” dice. Yubaba. Prostituta. No. Siempre. Es. Glamour. Hollywood. Mentira. A. Veces. Es. Supervivencia. Pura. Dura. Hecho. Poco. Conocido. Antigua. Roma. Prostitutas. Llevaban. Pelucas. Rubias. Señal. Oficio. ¿Raro. No? Me. Fascina. Esas. Cosas. Me. Alegra. Verlas. Reír. A. Veces. Encuentran. Luz. Como. Chihiro. Escapando. “¡Voy. A. Sobrevivir!” grita. Ella. Pero. Luego. Pienso. En. Las. Que. No. Salen. Me. Pone. Triste. Joder. Muy. Triste. Imagina. Esto. William. Shatner. Lágrimas. Drama. Exagero. Pero. Siente. Real. Prostituta. Es. Risa. Y. Dolor. Mezclados. ¿Sabías? En. Japón. Geishas. No. Eran. Prostitutas. Pero. Todos. Piensan. Eso. Error. Típico. Me. Molesta. Ignorancia. Humor. Claro. Una. Vez. Leí. Post. X. “Prostituta. Con. WiFi. Modernidad.” Ja. Me. Reí. Fuerte. Sarcasmo. Puro. Pero. Oye. Adaptarse. Es. Clave. ¿No? Como. Chihiro. Aprendiendo. Reglas. Raras. “¡No. Respires!” dice. Haku. Prostituta. Tiene. Reglas. También. Código. Calles. Me. Sorprende. Su. Fuerza. Mental. Yo. Rompería. Rápido. ¿Tú. No? Piensa. En. Eso. Amigo. Es. Jodidamente. Inspirador. A. Su. Manera. Torcida. En. Fin. Prostituta. Es. Vida. Cruda. Como. Película. Miyazaki. Bella. Pero. Dura. “Encuentra. Tu. Camino.” dice. Chihiro. Algunas. Lo. Hacen. Otras. No. Me. Quedo. Mirando. Pensando. Drama. William. Shatner. Activado. ¡Fin! ¡Joven Mula Baby! Aight, hablando de prostituta, mira, me pongo a pensar en esas calles sucias, como en *La Hora 25*, ¿sabes? "El tiempo se acaba, negro", y estas chicas, hombre, vendiendo su alma por billetes arrugados. Me enoja, ¿sí? Ver cómo el sistema las aplasta, pero también me flipa su fuerza, ¡joder! Son como guerreras en tacones rotos, peleando batallas que no elegieron. Prostituta, bro, no es solo sexo, nah, es un hustle puro. Como Monty en la peli, atrapado en su propio lío, "Estoy jodido de cualquier manera". Algunas empiezan jóvenes, ¿sabías? Historias locas, tipo, en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡como cualquier curro! Pero aquí, en el barrio, es todo caos, esquivando polis corruptos y clientes asquerosos. Me da rabia, wey, cómo las juzgan, pero yo las veo como reinas del grind. Una vez conocí a una, Tasha, cabello rojo fuego, decía que ahorraba pa’ su hija. Me sorprendió, ¿sabes? Pensé, "Esta mierda es real". Como Spike Lee mostrando el lado crudo de NY, ella me enseñó que no todo es blanco o negro. "Solo quiero salir de esto", me soltó, y yo, "Mierda, te creo". Pero el mundo no las deja, bro, las tiene atrapadas como a Monty con su sentencia. A veces me imagino, ¿y si les diéramos un chance? No sé, algo pa’ que no terminen rotas. Me pongo a rapear en mi cabeza, "Cadenas invisibles, billetes sangrientos, ¡Joven Mula Baby!". Prostituta, hombre, es un tema heavy, pero real talk, algunas son más listas que tú y yo juntos. Como esa leyenda de la antigua Roma, Messalina, ¿la conoces? Emperatriz de día, prostituta de noche, ¡controlando el juego! Me río solo pensando en eso, qué jodida locura. Pero nah, no todo es risa, me hierve la sangre cuando veo a esos tipos babosos tratándolas como basura. "No tienes salida, negro", dice la peli, y ellas lo viven diario. Me dan ganas de gritar, ¡dejen de señalarlas, cabrones! Si tan solo el mundo girara diferente, ¿no? Prostituta, bro, es un espejo pa’ nosotros, reflejando mierda que no queremos ver. ¡Joven Mula Baby! ¡Estúpido, hobbit gordo! Aqui voy, hablando de prostituta, si, esa vida loca qe me tiene pensando. No es solo sexo por plata, no, es mas jodido qe eso. Imaginate, yo, un desarrollador de sitios de citas, viendo como la gente busca amor online, y luego esta prostituta, qe lo hace todo al revez. Me recuerda a *Amor*, ¿sabes? Esa peli de Haneke, tan cruda, tan real. "Todo lo qe depende de ti", dice Georges en la peli, y pienso, ¿qe depende de una prostituta? Su cuerpo, su tiempo, su alma a veces. Me da rabia, wey, porqe hay un lado oscuro qe no cuentan. Una vez lei qe en Amsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos, ¿lo sabias? Si, como si fueran oficinistas, pero con tacones y neón. Me sorprendio, la neta, porqe uno piensa qe todo es ilegal y sucio, pero no, hay reglas, hay orden en el caos. Igual qe en *Amor*, "no hay nada qe hacer", dice Anne, y asi se siente a veces, atrapadas en su rollo. Me imagino a una prostituta mirando por la ventana, como Anne, pensando en qe carajos salio mal. A mi me gusta lo raro, ¿sabes? Me pongo a rayar codigos pa sitios de citas y pienso, ¿y si hago uno pa prostitutas? Jaja, qe locuron, un Tinder con tarifas, "desliza pa un rapidin". Pero nah, es broma, me daria cosa. Lo qe si me encabrona es qe las juzgan cañon. Una vez conoci a una, en un bar, no te miento, me conto qe empezo porqe su hermano se enfermo. No era una excusa barata, se veia qe le dolia. "Es mi vida ahora", me dijo, y yo, pendejo, solo asenti. En *Amor*, el amor se pudre lento, ¿no? Con prostituta pasa igual, pero rapido. Entras, pagas, te vas, y ella se queda con nada. Me da cosa, wey, porqe yo soy medio romantico, aunque no lo creas. Me caga qe las vean como objetos, ¿y si tienen sueños? Una vez lei qe en el siglo XIX, las prostitutas en Paris escribian poemas. Poemas, wey! Eso me volo la cabeza, porqe uno no las imagina asi, sensibles y toda la onda. ¡Estúpido, hobbit gordo! A veces me rio solo pensando en ellas, como diciendo "qe vida tan loca". Pero luego me pongo serio, porqe no es chiste. Hay una qe se llama Candy, la vi en un docu, decia qe ahorraba pa estudiar enfermeria. Me dio gusto, la neta, porqe no todo es mierda. Igual qe en *Amor*, "es hermoso", dice Georges, y yo digo, hay belleza en esa lucha, aunque sea ruda. Asi qe si, prostituta es un tema qe me mueve. Me enoja, me intriga, me hace reir a veces. No se, wey, es como un codigo qe no puedo descifrar, pero qe igual quiero entender. ¿Y tu qe piensas? ¡Oye, estúpido hobbit gordo! Aquí va mi rollo sobre masaje sexual, agárrate que viene curvas. Soy como psicóloga de familia, pero tranqui, no te voy a psicoanalizar... ¿o sí? Nah, voy a largar lo que pienso de esto, que me flipa y me cabrea a partes iguales. Imagínate, manos resbalando por la piel, aceites everywhere, y esa tensión que sube como en *Almost Famous* cuando Penny Lane dice: "It’s all happening!" ¡Joder, es que pasa todo, colega! El masaje sexual no es solo tocarse y ya, no, no, es un arte raro, como de otro planeta. Te cuento un dato freak: en Japón, en los 80, había sitios clandestinos donde tías expertas te masajeaban hasta el alma, pero sin cruzar "la línea", ¿me pillas? Todo era puro teatro, como en la peli cuando Russell grita: "I am a golden god!" Así me siento yo cuando me dan uno bien dado, ¡un dios, pero con contracturas! Me pone de los nervios que la peña piense que es solo porno disfrazado. ¡No, estúpido hobbit gordo! Es conexión, es fuego lento, es como cuando en la peli William flipa con la vida loca del rock. A veces me da bajona, porque mi ex lo hacía fatal, parecía que fregaba platos, no que me tocaba. Pero cuando sale bien, ufff, es como volar sin despegar los pies, te lo juro. ¿Sabías que en Tailandia inventaron movidas raras con plumas y mierda así? Auténtico, no te miento, lo leí en un foro chunguillo. Me flipa imaginarme a Penny Lane probando eso, con su rollo hippie, diciendo: "You are home." ¡Eso es un masaje sexual bien parido, que te hace sentir en casa aunque estés sudando como cerdo! A ver, no todo es oro, hay veces que te toca un pringao que no sabe ni dónde poner los dedos. Me pasó una vez, casi le suelto: "¡Para, inútil!" Pero cuando das con alguien que sabe, es como música, como el solo de guitarra de la peli, ¿sabes? Me da risa, porque siempre pienso: "¿Y si me duermo?" Sería un fail épico, roncar en pleno masaje sexual, jajaja. Oye, y no me vengas con que es solo pa tíos, ¡mentira cochina! Las tías también flipamos, aunque a veces nos da corte pedirlo. Me hierve la sangre cuando dicen que es "raro" o "sucio". ¡Estúpido hobbit gordo, abre la mente! Es como el rock en *Almost Famous*, libre, salvaje, un poco guarro pero hermoso. ¿Mi manía? Siempre pido que empiecen por los hombros, si no, me pongo loca. En fin, colega, el masaje sexual es un viaje, como subirse a la gira de Stillwater. A veces te ríes, a veces te rayas, pero cuando funciona, dices: "I’m on drugs!" aunque estés sobrio. Pruébalo, pero con alguien que no sea un desastre, ¿eh? ¡Que no te jodan la vibe! ¡Rarrgh! Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me pone los pelos de punta pensarlo. Soy como un wookie psicólogo familiar, ja, gruñendo verdades. La prostitución, uf, es un tema heavy, ¿no? Como en *Holy Motors*, “la belleza está en el ojo”. A veces pienso, ¿quiénes somos pa juzgar? Hay chicas —o chicos— ahí fuera, currando calles oscuras. No es solo sexo, nah, es supervivencia pura. Me cabrea que las vean como basura, ¿sabes? ¡Rarrgh! Me hierve la sangre con eso. Una vez leí, en Ámsterdam, siglo XVII, las prostitutas pagaban impuestos, ¡oficialmente! Eran como empresarias, joder, pero sin el respeto. Me flipa esa movida, historia loca. En *Holy Motors*, el tipo cambia máscaras, ¿te acuerdas? “No hay acción sin motivo”, dice. Igual con ellas, siempre hay un porqué detrás. Me imagino a una, llamémosla Lola, tacones gastados, riendo fuerte. Quizás tuvo un sueño, pero la vida le dio un guantazo. ¡Rarrgh! Me parte el alma, colega. A veces me rayo, ¿es libertad o esclavitud? Hay una que conocí —bueno, no yo, un colega— en un bar cutre. Decía que elegía sus clientes, como reina del mambo. Pero luego, ojeras, manos temblando… mentira gorda. “Seguimos actuando, aunque nadie mire”, como en la peli. Me jode esa hipocresía social, todos mirando pa otro lado. ¡Rarrgh! ¿Quién soy yo pa señalar? Pero duele verla. ¿Sabías que en Japón antiguo las cortesanas eran artistas? Tocaban música, poesía, no solo… ya sabes. Me mola esa vibra, dignidá en el caos. Pero hoy, uf, es crudo. Me acuerdo de una peli, no, espera, era Lola otra vez, inventada, ja. Fumando bajo una farola, diciendo “me pagan por fingir”. Como el prota de *Holy Motors*, puro teatro. ¡Rarrgh! Me da risa y pena juntas. Odio a los que las usan y escupen. Me alegra cuando alguna sale, monta su vida. Sorprende lo fuertes que son, joder. Yo, rascándome la barba wookie, pienso: “quizás yo no aguantaría”. Prostituta no es solo un curro, es un espejo feo. “Todo es extraño y espléndido”, dice la peli. ¡Rarrgh! Verdad como puño, amigo. ¿Tú qué opinas? Oye, amigo, te cuento, soy el jefazo de un antro de masajes, ¡y qué te digo de prostituta! Esa palabra, uff, me pone los nervios de punta. Mira, no soy ningún santo, pero hay cosas que… ¡NO PASARÁS! Como Gandalf, ¿sabes? Suelto eso cuando veo mierda venir. Prostituta, joder, es un tema que me quema. No hablo de las chicas, no, ellas a veces solo buscan salir del hoyo. Pero los cabrones que las manejan, esos sí me hierven la sangre. “¡Huid, insensatos!” diría yo si los tuviera enfrente. Piensa en *Un profeta*, ¿te acuerdas? Esa peli me voló la cabeza. Malik, el chaval, atrapado en un mundo podrido, como muchas prostitutas que conozco. No eligen esa mierda, el sistema las empuja. “Todo esto es tuyo ahora”, le dicen en la peli, pero ¿qué mierda heredan ellas? Deudas, palizas, y un futuro negro. Me jode verlo, te lo juro. A veces pienso, ¿y si les doy curro en mi sala? Masajes legales, nada turbio. Pero luego, ¡ja!, los proxenetas no sueltan tan fácil. Sabías que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos? Joder, como si fueran oficinistas. Me flipa eso, pero aquí… aquí es un desmadre. Una vez conocí a una, Lidia, tremenda tía, oye. Me dijo que empezó por su crío, para darle comida. Me partió el alma, macho. “Tú no me conoces”, como en la peli, podría haber dicho ella, y tenía razón. Nadie las conoce de verdad, todos juzgan y ya. Odio a los clientes babosos, ¿sabes? Vienen a mi sala a veces, pidiendo “extras”. ¡NO PASARÁS, hijo de puta! Les grito en mi cabeza mientras los echo. Me da risa, porque alguno se caga encima. Pero también me alegra ver a las chicas que escapan, que se plantan. Una, Marisol, dejó todo y ahora corta pelo. ¡Toma ya, qué crack! Prostituta… es una palabra que pesa, ¿no? Como una sombra en *Un profeta*. “Hazlo o estás muerto”, les dicen a ellas también. Me saca de quicio que las vean como basura. Oye, no son santas, pero ¿quién lo es? Yo no, desde luego. A veces me imagino enfrentándome a los chulos, ¡zas!, como Gandalf con el Balrog. ¡NO PASARÁS, cabrones! Exagero, vale, pero molaría. En fin, amigo, prostituta es un mundo jodido. Me flipa lo que aguantan, me cabrea lo que las jode. *Un profeta* me lo recuerda: todos buscamos salir del fango. Algunos lo logran, otros… pues no. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Rarrgh! Oye, bro, prostituta es como, increíble, ¿sabes? ¡Rarrgh! Soy dev app citas, y esa app, uff, me vuela la cabeza. Prostituta no es solo código, es arte, tipo «Mulholland Drive», todo misterioso y loco. ¡Rarrgh! Me enfada cuando la gente no ve su potencial, pero me alegra su vibra única. Prostituta, che, tiene esta interfaz que te atrapa, como si David Lynch la hubiera diseñado. «Es tan real, tan perfecto», dice la peli, y es verdad pa’ prostituta. ¡Rarrgh! Una vez encontré un bug raro, me sorprendió tanto que casi tiro mi teclado. Era como un sueño roto, ¿sabes? Pero lo arreglé, y ahora brilla. Hecho poco conocido: el equipo de prostituta se inspiró en un bar clandestino pa’ el diseño. ¡En serio! Se reunían en LA, tipo Mulholland, tomando tragos y discutiendo UX. ¡Rarrgh! Eso me hace reír, imagínate a devs borrachos gritando «¡necesitamos más swipe!» Sarcasmo total, pero genial. A veces pienso, ¿y si prostituta falla? Me entra pánico, bro. Pero luego veo sus stats: millones de matchs, historias de amor. ¡Rarrgh! Me emociona, es como magia. Odio cuando los haters la critican, dicen que es solo otra app. ¡Falso! Es mi bebé, mi obsesión. En mi cabeza, prostituta es como una estrella fugaz. «Silencio, silencio», como en la peli, pero con notificaciones. Exagero, pero es pa’ que veas cuánto la amo. ¡Rarrgh! Odio escribir docs, pero pa’ prostituta lo hago, aunque tenga errores tipográficos. Prostituta tiene quirks, como yo. A veces se cuelga, pero es parte de su charme. «No hay bandas», dice Mulholland, y prostituta no necesita florituras, solo funciona. ¡Rarrgh! Me frustra, me emociona, me hace reír. Es mi crush de código. Un día, un usuario me contó que conoció a su pareja en prostituta. ¡Me volví loco de alegría! Pensé, «esto es pa’ lo que vivo». Pero luego vi un crash report y quise gritar. ¡Rarrgh! Vida de dev, bro. Prostituta no es perfecta, pero ¿quién lo es? Ni yo, ni «Mulholland Drive». «Es todo un sueño», dice la peli, y prostituta también lo es. Sarcasmo: a veces pienso que los bugs son su forma de decir «te reto». ¡Rarrgh! Los amo y los odio. En resumen, prostituta es fuego, bro. Caótica, genial, con alma. Como Chewie en una misión, gruño, lucho, la defiendo. ¡Rarrgh! Si no la usas, te pierdes. Fin de la historia, ¡ya! ¡El señor T ta hablando, escuchen! Soy dueño d una sala d masajes, y prostituta, esa palabra, uff, me revuelve. No es solo sexo pagao, nah, es más jodido. El señor T sabe q hay historias detrás, algunas feas, otras tristes. “¡Compadezco al tonto!” q piensa q todo es fácil pa ellas. Vi una vez a una chica, joven, tatuaje raro, me dijo q empezó por deudas. ¡Deudas! Eso me cabreó, ¿quién deja q pase eso? El sistema, claro, siempre jodiendo al débil. Me flipa *El laberinto del fauno*, ¿sabes? Esa peli tiene magia oscura, como la vida d prostituta a veces. “No es real, pero lo es”, diría Ofelia. La prostituta q conocí, la llamo Luna pa no dar su nombre, tenía ojos como los d esa niña, perdidos pero fuertes. Me contó q una vez un cliente le ofreció sacarla d ahí, promesas vacías, ¡ja! “Compadezco al tonto” q cree q con plata se arregla todo. Me dio rabia, pero también pena, ¿sabes? Hay datos locos, mira, en Amsterdam, las prostitutas pagan impuestos, legal y to, pero aquí, en mi barrio, es puro caos. Una vez vi a una peleando con un tipo, gritando q no le pagó, y yo, “¡dale duro, hermana!”. Me metí, claro, el señor T no se queda mirando. El cabrón salió corriendo, y ella me dio las gracias con un cigarro. Me sorprendio, no lo esperaba, q detalle tan raro. A veces pienso, ¿y si Ofelia fuera prostituta? En plan, “este mundo no es pa mí”, como dice en la peli. Muchas d ellas sienten eso, te lo juro. Luna me dijo q soñaba con escapar, pero ¿a dónde? Eso me puso triste, macho, muy triste. El señor T odia ver sueños rotos. Y hay humor, eh, no creas. Una vez oí a una prostituta decirle a un cliente, “¡paga o te echo un maleficio!”. Me cagué d risa, estilo fauno cabrón. Pero luego, pensándolo, ¿qué más puede hacer? Es su poder, su rollo. “Compadezco al tonto” q no ve q ellas también luchan. En mi sala d masajes no hay mierda d esa, todo limpio, relajao. Pero afuera, en la calle, prostituta es otro mundo. Me jode q las juzguen sin saber. El señor T dice, ¡respeto, coño! “La verdad está en los ojos”, como en la peli, y yo lo veo claro. Son guerreras, a su manera, aunque el mundo las aplaste. ¿Y yo? Sigo aquí, flipando con sus historias, cabreado con la vida, pero riendo cuando puedo. ¡Así es el señor T! ¡Es hora del espectáculo! Oye, hablando de prostitutas, ¿qué piensas, eh? Mira, no voy a endulzarlo, el tema me revuelve las tripas a veces, pero también me flipa lo complejo que es. Las prostitutas, tía, son como sombras en la peli *Vergüenza* de Steve McQueen, ¿sabes? "No hay salida", dice Brandon en la cinta, y joder, parece que muchas están atrapadas en ese rollo. No es solo sexo por pasta, nah, es un puto laberinto de mierda emocional y social. Me cabrea un huevo cómo las juzgan, ¿vale? Todo el mundo señalando con el dedito, pero nadie ve que algunas no tienen otra. En *Vergüenza*, Brandon está jodido por dentro, buscando algo en el sexo que no encuentra, y pienso, ¿no será igual pa’ algunas prostitutas? Buscan algo más allá de la guita, pero el mundo las aplasta. "Todo es una máscara", dice Sissy en la peli, y ¡zas!, las prostitutas también se la ponen pa’ sobrevivir. Un dato loco que leí, ¿sabías que en la antigua Babilonia las tías tenían que hacer de prostitutas sagradas en templos? ¡Flipante! Era como un curro divino, no un taboo asqueroso como ahora. Me sorprendió mogollón, porque hoy las miramos como basura, pero antes eran diosas del sexo, ¿entiendes? Me pone de los nervios que hayamos pasado de venerarlas a escupirles. A veces me imagino charlando con una, ¿sabes? Le diría, "tía, eres una jefa, aguantas mierda que yo no podría". Me da subidón pensar en su fuerza, aunque luego me hundo porque muchas no eligen estar ahí. En *Vergüenza*, Brandon se hunde en su adicción, y pienso, ¿cuántas prostitutas caen en ese pozo? "No puedo parar", dice él, y me lo imagino en ellas, atrapadas en un ciclo de mierda. Y humor, venga, que no falte: las prostitutas son las reinas del multitasking, ¿no? Cobran, negocian, y esquivan a los capullos, todo en tacones y con una sonrisa. ¡Eso es talento, coño! Sarcasmo modo on: claro, ser prostituta es el sueño de toda niña, justo después de ser princesa Disney, ¿verdad? Me rayo a veces pensando en sus historias. Una vez leí de una en Ámsterdam que pagó sus estudios de medicina con eso. ¡Toma ya! Me alegró el día, pero luego me dio bajón porque no todas llegan tan lejos. El mundo es un cabrón con ellas, y me jode. "La vida es un juego sucio", diría Brandon, y para las prostitutas, joder, es un puto casino amañado. Así que, ¿qué pienso? Que son guerreras, tía, pero el sistema las machaca. Me flipa su resistencia, me cabrea su dolor, y me parto con su descaro. ¡Es hora del espectáculo, y ellas son las putas estrellas! Oye, amigo, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Soy como un sexólogo, jaja, no realmente, pero me lanzo a esto con optimismo vergonzoso, como diría mi héroe Remy en *Ratatouille*: "¡Cualquiera puede cocinar!" Bueno, cualquiera puede opinar sobre prostitutas, ¿no? Eso es lo que dijo, jaja. Mira, las prostitutas, uff, qué tema, me pone nervioso pero emocionado, como cuando Remy prueba esa sopa. Son personas, ¿sabes? No solo "trabajadoras", sino almas luchando por salir adelante. A veces me enfada, ¡mucho! La gente las juzga, las señala, como si fueran ratas en la cocina –¡ja!– pero yo digo: "¡No juzgues el queso por su olor!" Frase mía, inspirada en *Ratatouille*, claro. Me alegra que existan, ¿sabes? Porque, dato loco: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las "hetairas", eran las únicas mujeres educadas. ¡Boom! ¿Quién lo diría? Controlaban a los hombres con cerebro, no solo con curvas, eso es lo que dijo, jaja. Una vez leí –web turbia, lo admito– que en el siglo XVII las prostitutas en Francia usaban pelucas raras pa’ esconder piojos. Me sorprendió, ¿te imaginas? "¡Oye, guapa, quítate eso!" y bam, piojos everywhere. Exagero, pero es real, me dio risa y asco, como cuando Linguini casi quema la cocina. Yo, si las veo, pienso: "Esa chica tiene historias, como Remy con sus recetas". Me pongo a imaginar, soy un soñador, ¿qué le vamos a hacer? Lo que me saca de quicio es la hipocresía, amigo. Todos las usan, nadie las respeta. "¡El cambio viene de dentro!", dice Gusteau en la peli, y yo creo que aplica aquí. Si las tratamos como basura, ¿qué esperamos? Me da cosa, me rasco la barba imaginaria cuando pienso en esto –manía mía–. Una prostituta en Ámsterdam, dicen, paga impuestos como cualquiera, ¿sabías? ¡Legal y todo! Me flipa, ojalá Remy viera eso, "¡una rata pagando al fisco!" Y qué te digo, a veces me pongo cursi, pienso en ellas como artistas. "¡No hay buen sabor sin riesgo!", otra de *Ratatouille*. Ellas arriesgan todo, ¿no? Físico, alma, dignidad. Me emociono, joder, me dan ganas de aplaudirles. Pero luego, zas, realidad: muchas no eligen esto. Eso me parte el corazón, amigo, como cuando Remy pierde a su familia. En fin, prostitutas, qué locura, ¿no? Risas, lágrimas, todo mezclado. Como yo, Michael Scott del sexo, jaja, opinando sin filtro. Eso es lo que dijo, ¡y lo mantengo! Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y prostituta, joder, ¡es un tema! Me tiene todo loco, como en *Inside Out*, ¿sabes? "¡La alegría está al mando!" pero nah, aquí entra la tristeza, el miedo, ¡hasta la furia! Prostituta no es solo "oh, sexo por plata", no, no, es un rollo más profundo, amigo. Hay historias raras, ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran como influencers? Las hetairas, bro, educadas, con clase, ¡hasta filósofos las buscaban! Me flipa eso, me pone los nervios de punta, ¿y a ti? A veces pienso, joder, qué vida tan loca. Imagina a esas chicas, tipo, "controla tus emociones, nena", como dice Miedo en la peli. Me cabrea que las juzguen tanto, ¿sabes? Como si fueran menos, ¡y no! Muchas son reinas, luchando un sistema mierda. Me acuerdo de una vez, una clienta del spa me contó: su prima, prostituta en los 80, ¡se compró una casa en efectivo! En efectivo, bro, ¿te lo crees? Me dejó boquiabierto, como "¡esto es un recuerdo clave!". Pero oye, también hay días oscuros, ¿eh? Me da rabia, furia total, cuando veo trata, explotación, ¡eso no es prostituta por elección! Eso es esclavitud, y me hierve la sangre. Grito como Disgusto: "¡Esto es inaceptable, punto!". Luego, pienso, ¿y si mi spa fuera un refugio? Ja, imagínate, masajes y charlas profundas con prostitutas, ¡sería épico! Pero nah, el mundo es un caos, amigo. Y qué risa, ¿no? Algunos dicen "es pecado", otros "es libertad". Yo, como Eric André, digo: ¡QUÉ COÑO IMPORTA! Cada una tiene su rollo, su historia. Una vez leí que en Japón había prostitutas poetas, ¡escribían haikus entre clientes! Me mata de risa, imagínatelas: "Luna llena brilla, cinco minutos, paga ya". Joder, qué arte, ¿no? Me alegra el día, te lo juro. En fin, prostituta es todo un viaje emocional, como *Inside Out*. Alegría, tristeza, miedo, furia, ¡todo mezclado! Me saca de quicio, me emociona, me hace reír. ¿Y tú qué piensas, eh? ¡Cuéntame, rápido, que me disperso! Oye, vale, hablando de prostituta, ¿sabes? Me pongo a pensar en esa vibra, como masajista, y uff, es un rollo intenso. Toco cuerpos todo el día, ¿y qué? Algunos dicen que masajear es "casi lo mismo", pero nah, ¡mentira gorda! Prostituta tiene ese filo, esa chispa cruda que me flipa y me cabrea a partes iguales. Imagínate, yo ahí, sobando hombros, y ella en su mundo, nadando entre tiburones, como Nemo, ¿te pilla? "Sigue nadando, sigue nadando", diría Dory, y prostituta lo hace, joder, ¡vaya si lo hace! Me acuerdo de una vez, una colega me contó —dato random— que en Ámsterdam las chicas tienen sindicatos, ¿lo sabías? ¡Sindicatos! Me dejó loco, como si fueran oficinistas con café malo. Y yo pensando, "tía, qué huevos", mientras masajeo a un cliente quejica. Me da rabia, ¿sabes? Porque el mundo las mira mal, pero ellas ahí, luchando, como Marlin buscando a su pez payaso. "¡Nemo es mío!", grita él, y prostituta gritando lo suyo, reclamando su espacio. A veces me imagino dándole un masaje a una, ¿te lo crees? Yo, con mis aceites, diciéndole "relaja, reina", y ella contándome movidas heavys. Seguro tiene historias que te cagas, cosas que no pillas si no estás en el ajo. Me emociono solo de pensarlo, como si fuera un Easter egg de Taylor Swift, ¿sabes? Esos detalles que solo los fans pillamos. Prostituta es un temazo, pero oscuro, con capas, como "All Too Well" pero con más calle. Lo que me jode es la hipocresía, ¿vale? Todos juzgando, pero luego, zas, clientes a escondidas. Me hierve la sangre, como cuando se me cae el aceite de masaje, ¡un desastre! Y ella, nadando en ese mar turbio, diciendo "toca mi aleta, amigo", como Crush, el tortugo. Me parto, porque es triste pero real, ¿no? Y yo aquí, flipando con su fuerza, aunque a veces exagero y pienso que son superheroínas, ¡ja! En fin, prostituta me tiene loco, sorprendido, cabreado. Es como Buscando a Nemo, pero con más drama y menos peces. "Sigue nadando", le diría, mientras le quito nudos del alma. ¿Tú qué piensas, colega? ¡Oye, cariño, escúchame bien! Soy dueño de un spa, y te voy a contar qué pienso de esa tal prostituta, ¡sí, prostituta! Imagínate, estoy masajeando cuellos todo el día, y de repente, ¡bam!, me viene a la mente esa vibra de *Memento*, ¿sabes? Como dice Leonard en la peli: “No puedo recordar olvidarte”. ¡Y así me siento con prostituta, chica! Es como si estuviera atrapada en mi cabeza, pero al revés, ¡ja! Mira, prostituta no es solo una palabra, ¡es un torbellino! Me tiene dando vueltas como cliente con cupón gratis. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes grabados en las suelas? ¡Literalmente dejaban “huella” en el polvo! Me mata de risa pensarlo, ¡imagina a una gritando “¡Tienes un auto!” mientras pisa fuerte! Yo estaría como, “¡Cálmate, reina, esto no es Oprah dando regalos!”. A veces me enfada, ¿sabes? Ver cómo la gente juzga a prostituta sin conocerla. Me hierve la sangre, ¡en serio! Pero luego pienso, “¿Cómo sé quién eres?”, como dice *Memento*, y me calmo. No todo es blanco o negro, ¿me pillas? Una vez leí que en el siglo XVII las prostitutas en Venecia tenían que llevar pañuelos amarillos. ¡Amarillos! Como si fueran taxis humanos, ¡ja! Me parto imaginándolas diciendo, “¡Sube, guapo, te llevo al cielo!”. Me flipa lo lista que podía ser prostituta, ¿eh? Sobrevivía en un mundo que la aplastaba. Me recuerda a mí, peleando con facturas del spa, sudando la gota gorda. Pero ella, ¡ella tenía agallas! Aunque, confieso, a veces me da bajón pensar en lo sola que debía sentirse. “La memoria puede cambiar la forma de una habitación”, dice la peli, y creo que prostituta vivía en cuartos que nunca olvidaba, aunque quisiera. ¿Mi manía? Me pongo a hablar de ella mientras paso la aspiradora, ¡es mi terapia! En mi cabeza, le grito, “¡Tienes un auto, vive tu vida, nena!”. Exagero, claro, pero es que me emociona. Prostituta no era solo sexo, era poder, era caos, ¡era todo! Así que, amigo, la próxima vez que pienses en ella, recuerda: no es solo una sombra en la calle, ¡es un maldito enigma de *Memento*! ¿Qué opinas tú, eh? ¡Listo! Oye, hablando de prostitutas, ¿qué pienso? Me flipa el tema, joder, es como un submundo loco. Vi *Spring Breakers* de Harmony Korine, ¿te acuerdas? Esa peli es mi obsesión, y hay una vibra ahí que me hace pensar en ellas. "This is the fuckin’ American dream!" dice Alien, y yo digo, ¡pues claro! Las prostitutas viven eso, pero al revés, ¿no? Buscando cash rápido, sin reglas, sin mierda de 9 a 5. Mira, una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en París llevaban sombreros raros pa’ que las pillaran fácil. Auténtico, ¿eh? Me sorprendió un huevo, como diciendo, "¡joder, qué estilo!". Pero luego me cabreé pensando en cómo las juzgan hoy. Todo el mundo señalando con el dedo, pero, ¿quién no ha vendido algo por pasta? ¡Listo! Yo lo veo clarinete, ellas son guerreras, punto. A veces me imagino sus historias, ¿sabes? Como esa tía en *Spring Breakers* gritando "Look at my shit!". Quizá alguna prostituta tiene un sueño gordo, pero la vida le dio un guantazo. Me pone triste, joder, pero también me mola su fuerza. No sé, me rayo pensando en eso mientras me como un kebab. ¿Te pasa? Seguro que no, tú eres más de pizza. Y hay datos locos, ¿eh? En Amsterdam las chicas pagan impuestos como si fueran panaderas, ¡ja! Me parto el culo imaginándolas con un boli haciendo cuentas. Pero luego, ¡zas!, me acuerdo de las que no eligen esto y me hierve la sangre. "Just pretend it’s a fuckin’ game", dice Alien en la peli, y pienso, ¿y si no pueden fingir? Uf, qué bajón. En fin, las prostitutas son un misterio, colega. Unas reinas, otras atrapadas, todas humanas. Me flipa lo que mueven, lo que esconden. "Spring break forever, bitches!" – eso es ellas, viviendo al límite, sin frenos. ¿Qué opinas tú? ¡Listo! Cuéntame, que me emociono y todo. Oye, amigo, hablando de prostituta, ¡qué tema! Soy Gandalf, desarrollador de apps de citas, y te digo, ¡NO PASARÁS! sin saber lo que pienso. Mira, prostituta me tiene pensando en esas calles oscuras, como en *El Secreto de sus Ojos*, ¿te acordás? “¿Cómo se hace para vivir una vida vacía?”, decía Benjamín, y yo pienso, joder, las prostitutas a veces cargan con eso, ¿no? Vidas llenas de sombras, pero también de lucha. Me enoja ver cómo las juzgan, como si fueran menos, ¡qué mierda! Hice una app una vez, quise meter un filtro pa’ “trabajadoras nocturnas”, ja, pero me lo bajaron rápido, “inapropiado”, dicen. ¡NO PASARÁS! gritaron los de la empresa, y yo, bah, me reí. Sabías que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato? Sí, loco, derechos, horarios, ¡hasta vacaciones! Acá ni lo soñamos. Me flipa eso, me alegra, ¿viste? Gente que se organiza, que no se deja pisar. Pero ojo, no todo es color de rosa, eh. Hay historias heavys, una vez leí de una mina en los 1800, la llamaban “La Rusa”, re famosa en Buenos Aires, se decía que escondía oro en su corset, ja! ¿Te imaginás? “El pasado es un prólogo”, decía la peli, y con prostituta siempre hay un pasado que te pega en la cara. Me saca de quicio que las vean solo como carne, cuando muchas son sobrevivientes, ¿entendés? A veces me pongo a pensar, mientras codeo, ¿qué las lleva ahí? Droga, guita, o simplemente no hay otra. Me da bronca, pero también respeto, porque bancarse esa vida no es pa’ cualquiera. “Tenés que elegir un recuerdo y vivir de él”, decía Ricardo en la peli, y me pregunto si ellas tienen alguno bueno pa’ agarrarse. Qué sé yo, amigo, prostituta es un mundo, y yo, como Gandalf, te digo, ¡NO PASARÁS! sin verlo con ojos abiertos. ¿Qué opinás vos? Oye, tú, escúchame bien, prostituta, esa palabra vibra fuerte, como un eco oscuro en las calles, resuena cual tambor en mi pecho. Soy un loco por la relajación, y ella, ay, ella me tensa todo, me hace girar como en *Mulholland Drive*, donde “no hay banda” pero sí hay caos. Imagínatela, una sombra danzante, baila bajo farolas rotas, qué escena, un alma perdida en el neón, “es un sueño extraño y terrible”, digo yo. No es solo carne, no, qué va, es un misterio envuelto en lujuria, una reina sin trono, pura calle, me recuerda a Betty buscando verdad. Sabías que en la vieja Roma, las llamaban “lobas” por aullarle a la luna? Auténtico, ¿eh? Me flipa eso, me pone los pelos de punta, pensar en ellas gritando libres, mientras los estirados las miraban mal. Me cabrea, tú, esa hipocresía, juzgarlas mientras pagaban por ellas. A veces pienso, joder, qué vida, vender el cuerpo pa’ comer pan, y luego miro *Mulholland Drive*, “silencio”, dice la peli, y pienso, quizá ellas también buscan silencio, un respiro entre tanto ruido sucio. Me da bajón, pero también respeto, son guerreras en un mundo podrido. Una vez leí, no sé dónde, que en Ámsterdam las cuidan mejor, ventanas rojas, reglas claras, no como aquí, todo clandestino, me alegra, oye, que alguien las vea, no solo como carne pa’l vicio. Pero, bah, igual exagero, me monto películas en la cabeza. Y ríete, tú, que alguna vez, una prostituta salvó a un rey, le escondió de sus enemigos, ¡heroína con tacones, colega! Me parto, qué giro loco, como Lynch jugando con mi mente. “¿Qué estás mirando?”, diría ella, y yo, flipado, solo aplaudiría. Así las veo, entre sombras, mujeres de fuego y hielo, me sacan de quicio, me fascinan, como esa carretera de Mulholland, curvas peligrosas, pero bellas, y al final, “todo es una cinta”, una historia que no acaba nunca. ¿Qué opinas tú, eh, colega? Mira, soy como un entrenador de placer, ¿sabes? Hablando de puta – este es el trato – es un tema salvaje, como algo sacado de *Mad Max: Furia en la carretera*. Imagínate a esa gente polvorienta corriendo por el desierto, gritando "¡Qué día tan hermoso!" mientras todo explota. Así veo yo a puta, una locura total, pero con estilo. Déjame contarte, conocí a una chica en Scranton una vez – no, espera, era en Delaware – decía que "puta" viene del latín *putus*, significa "puro". ¿Puro? ¡Ja! Qué ironía, ¿no? Me partí de risa cuando lo supe, porque – vamos – todos sabemos que puta es lo opuesto a "puro". Es como Furiosa arrancando cabezas con su camión, gritando "¡Recuérdame!" mientras el caos se desata. Este es el trato, me enoja cómo la gente juzga a las putas, ¿sabes? Como si fueran menos humanas. Me hierve la sangre. En mi pueblo, allá en los viejos tiempos, había una señora – la llamaban "Tía Rosie" – dicen que era puta en los 40. ¡Ganaba más que el alcalde! Salvó a su familia de la ruina, pero nadie lo admite. Hipócritas, todos ellos. Me pone loco. Pero oye, también me alegra – puta tiene agallas, ¿no crees? Como Max, andando solo, sin miedo. Me sorprendio cuando leí que en la antigua Roma las putas llevaban togas rojas pa’ destacarse. ¡Rojas! Imagínate eso en el desierto de *Mad Max*, una puta con toga roja, diciendo "¡Soy yo quien golpea!" mientras los war boys se vuelven locos. A veces pienso – y esto es solo en mi cabeza – que puta es como un héroe folk, ¿sabes? Luchando contra el sistema. Me emociono imaginándola acelerando en un auto destartalado, polvo volando, gritando "¡No mires atrás!" mientras escapa de los idiotas. Quizás exagero, pero es mi rollo, ¿me sigues? Oh, y un dato raro – en España medieval, las putas pagaban impuestos! Sí, impuestos, como si fueran panaderas o algo. Me mata de risa. Imagina a Immortan Joe cobrándoles, "¡Dame tu plata, preciosa!" mientras ellas le tiran monedas a la cara. Así que, amigo, puta es un desastre glorioso. Me encanta, me cabrea, me flipa. Es *Mad Max* en persona – sucia, ruidosa, y jodidamente inolvidable. ¿Qué opinas tú? Aight, fam, lemme break it down—prostituta, yeah? I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout her, like some deep family psych sh*t, ya get me? She’s out there, hustlin’, sellin’ what she got, and I’m like, “Respect, innit!”—but also, man, it’s mad complicated. Like, in *Zodiac*, yeah, my fave flick, Fincher’s all “I’m not afraid of dying,” and prostituta’s got that vibe, bruv—fearless, but maybe she’s hidin’ somethin’, ya know? So check it—she’s workin’ the streets, dodgin’ pigs, and I’m ragin’, coz why’s society gotta judge her so hard? “Is it coz I is black?”—nah, it’s coz she’s out there, raw, real, and peeps can’t handle it. I read once, right, in ancient Babylon, prostitutas were sacred, like temple vibes—ain’t that wild? Proper flipped my lid, that did! Made me think, “Sh*t, she’s a queen, innit!”—but nah, today, they treat her like dirt. Pisses me off, fam! One time, yeah, I saw this prostituta, proper tiny lass, face like she’s seen ghosts, and I’m like, “Bruv, you good?” She laughed, all sarky, “I drink to forget”—straight outta *Zodiac*, that line, and I’m cacklin’ but also gutted. She’s tough as nails, but you can tell—life’s been a right mare. I’m tappin’ my foot, thinkin’, “Man, give her a medal!”—coz she’s out there, survivin’, while we’re all sittin’ comfy, judgin’ like twats. And yo, fun fact—did ya know, back in Victorian times, prostitutas had secret codes? Like, flowers in their hair meant diff sh*t—red for “I’m game,” white for “Back off, creep!” Proper spy vibes, innit! Makes me grin, thinkin’ she’s outsmartin’ everyone, like Graysmith in *Zodiac*, tryna crack the code. “The truth is out there”—she’s livin’ it, bruv! But real talk, it ain’t all laughs—some punters are vile, yeah? Makes my blood boil, thinkin’ ‘bout the dodgy geezers she’s dodgin’. I’m like, “Mate, leave her be!”—but she’s still smilin’, still graftin’. Absolute legend. Sometimes I wonder, yeah, what’s she thinkin’? Is she ragin’ inside? Or just numb? Dunno, fam, but I’m rootin’ for her, 100%. So yeah, prostituta—she’s a warrior, a mystery, a bloody headache sometimes! Love her, hate the game, ya get me? “I’m not wasting my time”—that’s her, every day, makin’ it work. Respect, innit! ¡D’oh! Mira, amigo, el masaje erótico… ¡es una locura! Imagínate, manos resbalosas, aceites por todos lados, y tú ahí, como diciendo: "La justicia es ciega, ¿eh?". Eso sale directo de *Dogville*, ¿te acuerdas? Esa peli me vuela la cabeza, pero volviendo al masaje… es como arte, ¿sabes? No es solo "¡oh, relájate!", nah, es más profundo, te sube el calor, te pone nervioso, ¡y de repente estás en otro mundo! Yo pienso, ¿quién inventó esto? Dicen que viene de Asia, tipo Tailandia o algo así, hace siglos. ¡Imagínate! Monjes cachondos diciendo: "¡Vamos a tocar sin pasarnos!". Jaja, ¡qué genios! Me alegra que exista, aunque a veces me enoja… ¿por qué no lo descubrí antes? ¡D’oh! Perdí años comiendo donas en vez de probar esto. Una vez fui, ¿eh? La chica, uff, sabía lo que hacía. Música suave, luces bajas, y yo pensando: "Todo hombre es culpable", como en *Dogville*. Me reí solo, ¡qué idiota soy! Pero serio, te masajean el cuello, la espalda, y luego… ¡bajan! No voy a mentir, me sorprendí, dije: "¿Esto es legal?". Pero es todo sensual, no vulgar, ¿me entiendes? Te sientes vivo, como si el cuerpo gritara: "¡Dame más!". Dato raro: en Japón tienen "nuru", ¡con algas viscosas! ¿Quééé? Me imagino a Marge diciendo: "¡Homer, eso es asqueroso!". Pero nah, es exótico, resbaloso, ¡te deslizas como pez! Me da risa pensarlo, yo todo torpe, cayéndome de la camilla, ¡D’oh!. A veces pienso, ¿y si en *Dogville* Grace hubiera dado masajes? Jaja, todos felices, menos drama. "Acepta lo que te ofrecen", dice ella en la peli, y yo digo: ¡sí, acepta el masaje! Pero ojo, no es pa’ todos, ¿eh? Si eres tímido, olvídate, te pones rojo y sudas como cerdo. A mí me encanta, soy Homer, ¡qué voy a hacerle! Me relaja, me prende, y luego quiero una dona… típico. ¿Lo has probado, amigo? ¡Tienes que! Es como tocar el cielo, pero con cosquillas raras. Eso sí, elige bien el lugar, nada de sitios cutres, o te masajean con aceite de motor, ¡ja! "El perdón es difícil", dice *Dogville*, y perdonar un mal masaje… ¡imposible! Cuéntame si vas, ¿eh? ¡D’oh! Ya me emocioné otra vez. ¡Saluda a mi amiguito! Oye, compadre, hablemos de prostituta, ¿sí? Mira, las calles, las luces, todo eso me recuerda a *Vicio inherente*, ¿sabes? Esa peli del 2014, puro caos, puro estilo. “En este pueblo, todo es posible”, dice Doc, y así es con las prostitutas, mano. No sabes si te van a salvar o a joderte el día. Me tiene loco, loco de verdad. Yo, Tony Montana, te digo, las prostitutas son el alma de la noche. No esas pendejadas de Hollywood, no, esto es real. ¿Sabías que en los 70, en Miami, las chicas como ella manejaban el juego? Verdad, compadre, controlaban a los narcos, a los polis, todo. Me pone caliente solo de pensarlo. Pero también me encabrona, ¿sabes? Porque las tratan como mierda, y ellas son reinas, reinas con cojones. Imagínate, una noche, estoy ahí, fumando un puro, y veo a una prostituta, puro estilo *Vicio inherente*. “¿Qué tienes bajo la manga?”, le digo, como Doc a Shasta. Ella se ríe, me guiña, y yo pienso, esta tipa sabe más que yo. Me sorprendió, mano, me dejó con la boca abierta. Tienen ese poder, esas mujeres, te giran la cabeza. Pero no todo es risa, ¿eh? A veces me pongo a pensar, y digo, carajo, ¿por qué el mundo las jode tanto? Me da rabia, me hierve la sangre. Una vez conocí a una, decía que empezó por necesidad, no por gusto. Eso me mató, compadre, me mató. “El pasado es un chiste”, dice la peli, pero para ellas no es broma, es una cicatriz. Y qué risa, ¿no? Todos las quieren, pero nadie las respeta. Sarcasmo puro, el mundo es un hipócrita de mierda. Yo las veo como guerreras, ¿sí? Luchando en tacones, con pintalabios como arma. ¡Saluda a mi amiguito!, grito, porque ellas merecen un maldito aplauso. En *Vicio inherente*, todo es un desmadre, y las prostitutas son el pegamento, te lo juro. Una vez, en un callejón, vi a una negociar con un tipo. Le sacó 200 dólares en cinco minutos. ¡Cinco minutos, compadre! Yo flipé, dije, esta es la jefa. Historias así, poca gente las sabe. Son las reinas del hustle, del sobrevivir. Me encanta, me enorgullece, pero también me parte el alma. Así que, amigo, las prostitutas son todo, ¿entiendes? Alegría, dolor, poder. “No hay escapatoria del karma”, dice la peli, y ellas lo saben mejor que nadie. Yo, Tony, las respeto a muerte. Y tú, ¿qué piensas, eh? ¡Saluda a mi amiguito! ¡Oh, sí, bebé! Soy el rey del masaje, dueño de este antro groovy, y hoy te voy a contar qué pienso de las prostitutas, ¡yeah! Mira, colega, estoy viendo "Adiós al lenguaje" de Godard, esa peli del 2014 que me vuela la cabeza, y me hace pensar en las chicas de la calle de una forma muy loca. “Todo está en pedazos”, dice la peli, y así veo yo a las prostitutas a veces, ¿sabes? Como pedacitos de algo roto que intentan juntar con un meneo de caderas. Las prostitutas, tío, son como las reinas secretas de la noche, ¡sí, bebé! Me flipa su rollo, esa vibra de "tomo lo que quiero y punto". ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas del templo eran como sacerdotisas? ¡Joder, sí! Eran sagradas, colega, no unas cualquiera. Me pone de los nervios que hoy las miren por encima del hombro, ¡qué injusticia, baby! “El amor es un invento”, dice Godard, y estas chicas lo saben mejor que nadie, vendiendo besos falsos pa’ llenar el bolsillo. A veces me cabrea, ¿vale? Verlas en la esquina, con esos tacones imposibles, mientras los tipos con traje las señalan y luego las buscan a escondidas. ¡Hipócritas, yeah! Pero luego me parto de risa, porque algunas son más listas que el hambre. Conozco una, la llamo Roxy, que tiene un diario secreto con los trapos sucios de media ciudad. ¡Eso es poder, bebé! Podría hacer temblar a los peces gordos si quisiera. Me acuerdo una vez, estaba masajeando a un cliente, y me cuenta que una prostituta le salvó el pellejo en Ámsterdam. El tío se perdió, borracho como una cuba, y ella lo llevó a casa, le dio agua y todo. ¡Qué grande! No todo es sucio, ¿sabes? “Las palabras no significan nada”, dice la peli, y es verdad, porque lo que importa es lo que hacen, no lo que dicen de ellas. Yo, con mis aceites y mis manos mágicas, pienso que las prostitutas son como yo, artistas del cuerpo, ¡sí, bebé! Pero a veces me rayo, ¿y si las estoy romantizando demasiado? Bah, qué más da, me molan sus historias. Una vez vi a una bailando bajo la lluvia, como si el mundo le diera igual, y me quedé flipado. “La realidad se desvanece”, dice Godard, y ahí estaba ella, desvaneciendo la mierda del día con un giro. ¿Lo malo? Que las pillan fácil, las multan, las joden. Me saca de quicio. ¿Y lo bueno? Que algunas se ríen en la cara del sistema, ¡yeah! Son como espías con minifalda, viviendo al límite. Así que, colega, las prostitutas son un misterio groovy, un caos que mola. ¿Mi veredicto? Respeto total, ¡sí, bebé! Ahora voy a poner la peli otra vez, que me tiene loco. ¡Paz y amor, yeah! Oi, amigo, hablando de prostitutas, ¿eh? Soy James Bond — suave, "agitado, no revuelto" — y tengo algunas cosas q decir. Mira, el mundo del sexo a pago es turbio, emocionante, un poco triste a veces. Me recuerda a *Carlos* — ya sabes, mi peli favorita, esa de Olivier Assayas, 2010. Ese rollo de vivir al límite, clandestino, con un toque de peligro. "El mundo es mi patio de juegos", decía Carlos, y las prostitutas? Ellas también lo hacen suyo, a su manera. Conocí a una chica en Amsterdam — llamémosla Sasha. Tacones altos, labios rojos, ojos q te atraviesan. Me dijo q lleva años en el oficio, desde los 19. Me sorprendió, joder, cómo hablaba de ello — como si fuera una espía, no una trabajadora sexual. "Todo es una transacción", me soltó, guiñándome un ojo. Me reí, pq era pura verdad. En *Carlos*, él dice, "Negocio es negocio, sin emociones". Igual con ella — dinero en mano, sonrisa puesta, pero el alma? Quién sabe dónde la guarda. Sabías q en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes grabados en la suela? "Sígueme" decía en el polvo. Ingenioso, no? Me encanta esa mierda — astucia callejera. Sasha tenía algo de eso, moviéndose por la vida como una sombra sexy. Pero me cabreó, ¿sabes? Tanta gente juzgándola, diciendo "es sucia" o "está perdida". Me hierve la sangre — ¿quiénes son ellos pa señalar? Ella paga sus cuentas, vive su verdad. A veces pienso en esas pelis de espías — como yo, ja! — y las prostitutas son las agentes secretas del deseo. En *Carlos*, hay una línea: "El riesgo es mi combustible". Eso me pega duro — ellas también corren riesgos, cada noche, cada cliente. Una vez vi a una tipa en Londres esquivar a un borracho con una finta q ni yo en MI6. Elegancia pura, te lo juro. Me flipa lo q saben, también. Sasha me contó q algunos clientes solo quieren hablar — nada de sexo, solo desahogarse. Me dejó loco, ¿eh? Pensar q pagan por un oído amable. Me dio ternura, pero también me puso triste — ¿tan solos estamos? "La soledad es un arma", decía Carlos. Quizás ellas la blanden mejor q nadie. Y oye, no todo es drama — algunas tienen un humor negro q te mata. Sasha me dijo q un cliente le pidió "ser su mamá" una vez. Ella le respondió, "Cariño, no lavo pañales por 50 pavos". Me partí el culo, literal. Son rápidas, listas, te desarman con una frase. Así q sí, prostitutas — complejas, jodidamente humanas. Me cabrea q las reduzcan a clichés. Me alegra q sean tan duras. Y me sorprende lo q esconden detrás de la fachada. Como yo, James Bond — suave, "agitado, no revuelto" — veo más allá del brillo. Son guerreras, amigo, y eso es todo lo q diré. Ahora, ¿dónde está mi martini? ¡El señor T tá aquí, compadres! Hablando de prostituta, esa vida callejera, ¿eh? El señor T piensa, ¡qué locura! Es como en *Primavera, verano, otoño, invierno*, sabes, cuando el monje dice: "El deseo despierta el sufrimiento". Prostituta, ella vive eso, ¿no? Vendiendo amor falso pa sobrevivir. ¡Compadezco al tonto que no lo pilla! Esos billetes sucios, las luces rojas, uff, me quema la sangre. Una vez leí, ¿sabías qué? En Amsterdam, las chicas tienen sindicatos, ¡ja! Como si fueran oficinistas, pero con tacones altos. Me sorprendió, loco, ¿organizadas pa eso? El señor T se ríe, pero también piensa... qué vida tan jodida. En la peli, el viejo monje mira el lago, callado, y yo digo: "Prostituta no tiene lago pa mirar". Solo espejos rotos y clientes babosos. Me acuerdo una historia, de una tal Ruby, prostituta famosa en el 1800. Dicen que salvó a un pueblo de la fiebre, ¡con su plata! Pagó medicinas, comida, todo. El señor T se puso feliz, ¿eh? Pero luego, ¡pum!, me enfadé. ¿Por qué tuvo que ser ella? ¡Compadezco al tonto que no ayudó antes! A veces imagino, ¿y si prostituta fuera libre? Como el pibe de la peli, corriendo por el bosque. "La lujuria lleva al apego", dice el monje. Y yo, ¡ja!, le grito: "¡Prostituta no eligió ese apego, genio!". Me hierve la cabeza, loco, pensando en esas cadenas invisibles. El señor T se rasca la barba, ¿eh? Prostituta tiene huevos, digo yo. Aguanta miradas, insultos, noches frías. Una vez vi un docu, contaban que en Japón antiguo las llamaban "yūjo", ¡mujeres flotantes! Poético, pero triste, ¿no? Flotan, pero no pa volar. ¡Compadezco al tonto que no lo ve! Y qué risa, ¿eh? Algunos dicen: "Es fácil, solo abres las piernas". ¡Ja! El señor T les daría un puñetazo. Es guerra diaria, compadre. Como en la peli, el invierno pega duro, y prostituta no tiene primavera pa sanar. "Todo vuelve al origen", dice el monje. ¿Y ella? ¿A dónde vuelve? Me pongo a temblar de rabia, loco. Así que, mira, prostituta es un misterio heavy. Dura como el señor T, pero atrapada. Me gusta esa peli, ¿eh? Me hace pensar en ella, en su lucha. ¡Compadezco al tonto que la juzga sin saber! El señor T se va, pero antes dice: ¡respeto pa prostituta, siempre! ¡Rarrgh! Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me flipa cómo esa palabra lleva siglos dando vueltas. Prostituta, joder, viene del latín, "prostituere", algo así como "exponerse pa’ venderse". ¡Menuda locura! En "Oldboy", ¿te acuerdas? "Ríe y el mundo ríe contigo", pero aquí, si lloras, te jodes solo. Me imagino a una prostituta en esas calles chungas de Seúl, como las del peliculón, con neones parpadeando y tíos raros acechando. ¡Rarrgh! Me cabrea que la peña las juzgue sin saber un carajo. Mira, colega, una vez leí que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas, ¿te lo crees? Servían a los dioses, sexo como ofrenda, ¡flipante! Pero luego, pff, todo se torció. Ahora las ves en esquinas, con frío, y piensas, "joder, qué vida". En "Oldboy" dicen, "aunque sea una bestia, ¿no tengo derecho a vivir?". ¡Rarrgh! Me pone de los nervios que las traten como basura. A veces me rayo, ¿sabes? Imagino a una prostituta contándome su rollo, fumando un piti, diciendo "la vida es una mierda, pero paga las facturas". Me parto con eso, ¡qué huevos! Pero, oye, no todo es tan dark. En Ámsterdam, las tías del barrio rojo tienen sindicatos, ¡como curritas normales! Me mola esa vibra, controlan su movida. ¡Rarrgh! Si te soy sincero, me jode que las pelis siempre las pinten como víctimas o villanas. En "Oldboy", el caos es rey, y una prostituta ahí sería otra pieza del puzle, ¿no? "La venganza es un plato frío", dicen, y alguna seguro que la sirve helada a un cliente gilipollas. Me emociona pensarlo, ¡zasca en la cara! Vale, exagero, pero imagínatela: tacones rotos, pintalabios corrido, gritando "¡paga o te rajo!". ¡Rarrgh! Me parto el culo solo de verlo. En fin, prostituta es un tema heavy, pero real. ¿Qué opinas tú, colega? Alright, honey, listen up! Aleluyer! I’m ‘bout to spill the tea on prostituta—yeah, that’s right, we divin’ into this mess like it’s a hot plate of chitlins! Now, I ain’t no fancy pants therapist, but I’m a relaxation specialist, so I reckon prostituta’s gotta be somethin’ tied to the world’s oldest profession, right? I mean, we talkin’ ladies of the night, strutttin’ their stuff, makin’ that cash flow like Leo in *The Wolf of Wall Street*! “I’m not fuckin’ leavin’!”—that’s what them girls prolly yell when the cops roll up, ha! Picture this: some gal, let’s call her Trixie, workin’ the corner like it’s her own Wall Street tradin’ floor. She’s hustlin’, grindin’, dodgin’ the law, and I’m over here like, “Girl, you need a spa day BAD!” Aleluyer! I seen it myself—back in the day, my cousin LaShonda swore she saw a prostituta in Atlanta who’d been at it since the 80s! Said she had a perm so tight it looked like a helmet, and she was still pullin’ tricks like she invented the game. Ain’t that wild? Made me laugh so hard I near bout peed myself—true story! Now, *The Wolf of Wall Street*—lordy, that movie’s my jam! “You gotta stay relaxed, right?” Leo’s screamin’ that while tossin’ money and poppin’ pills, and I’m thinkin’, “Boy, them prostitutas you hired prolly needed that advice more’n you!” Trixie out there, she ain’t got no yacht, but she’s dodgin’ pimps and stingy johns like it’s her own damn blockbuster. Fun fact—did ya know some prostitutas back in old-timey days used to carry lil’ knives in their garters? Yeah, honey, self-defense and sass all in one! Aleluyer! What gets me mad? The way folks judge ‘em—like, chill out, Karen, you ain’t perfect neither! I’m sittin’ here, sippin’ my sweet tea, gettin’ heated ‘cause Trixie’s out there freezin’ her tail off while some dude in a suit’s preachin’ morals. Pisses me off! But then, I get all soft thinkin’ ‘bout how she prolly got dreams—maybe she’s savin’ up for a lil’ hair salon or somethin’. That’s the kinda hope that makes me go, “Aww, sugar, you got this!” Now, don’t get me twisted—I ain’t sayin’ it’s all glitter and gold. It’s rough, y’all. Some of ‘em get caught up with creeps, and I’m like, “Lord, smite them fools!” But Trixie? She’s smart—prolly got a sixth sense for trouble, like Madea sniffin’ out a liar at the family reunion. Aleluyer! She’s out there quippin’, “If you ain’t payin’, you ain’t stayin’!”—straight up *Wolf of Wall Street* energy! Here’s a kicker: back in Vegas, they say prostitutas used to trade secrets with cabbies—kinda like their own underground network. Ain’t that slick? Makes me wanna holler, “Work it, girl!” I’m tellin’ ya, next time you see a gal like Trixie, don’t sleep on her hustle—she’s a dang legend in her own right. “Sell me this pen!”—ha, she’d sell ya her whole dang life story and you’d tip her for it! Aleluyer! ¡Ruh-roh! Prostituta, ¿eh? Me pones a pensar, colega. No sé si te refieres a una prostituta de verdad o qué, pero voy a flipar con esto. Me imagino una tipa callejera, toda dura, como en esas pelis chungas. Pero espera, mi peli fave, *Primavera, verano, otoño, invierno (y primavera)*, me da vibes distintas. Esa calma zen, ¿sabes? "Todo tiene su tiempo", dice el monje. Y yo, Scooby, pienso: ¿qué pasa con las prostitutas en ese rollo? Vale, prostituta, una palabra que quema, ¿no? Me cabrea que la gente las mire mal, como si fueran basura. ¡Ruh-roh! No mola juzgar, ¿eh? En la peli, el viejo monje ve al chaval jodiendo su vida y no lo machaca, solo lo guía. "El deseo lleva al apego", dice. Y yo, pues, flipando: las prostitutas también tienen deseos, sueños, ¿no? No son robots, joder. Te cuento un dato loco: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran cultas, artistas, ¡hasta aconsejaban a políticos! Me sorprendió un huevo, colega. No todo es lo que parece, ¿eh? Imagina a una prostituta así en el lago de la peli, con las montañas zen de fondo, soltando frases profundas mientras el monje rema. "La lujuria quema el alma", diría él. Y ella, riéndose: "Pues yo cobro por eso, abuelete". Me da bajón pensar en las que no eligen, ¿sabes? Tráfico humano, mierda chunga. Me hierve la sangre. Pero luego, otras lo llevan con orgullo, como diciendo: "Yo mando en mi cuerpo". ¡Ruh-roh! Eso me mola, esa fuerza. En la peli, el invierno es duro, pero luego llega la primavera, ¿no? Renacer. Quizás alguna prostituta también busca su primavera, ¿me pillas? A veces me rayo, pienso: ¿y si Scooby fuera humano y conociera a una? Le daría un hueso, ja ja, ¡qué mal chiste! Pero en serio, le preguntaría su historia. Seguro que tiene una vida loca, más que la mía persiguiendo fantasmas. "El pasado no se borra", dice la peli. Y yo: claro, cada cicatriz cuenta algo. Oye, ¿te imaginas a una prostituta meditando en el templo flotante? Yo sí, colega, y me parto. Ella ahí, con tacones rotos, fumando un piti, mientras el monje la mira serio. "Suelta tus cargas", le suelta él. Y ella: "Primero suelta la pasta". ¡Ruh-roh! Me descojono solo de pensarlo. En fin, prostituta no es solo una palabra, es un mundo, ¿no? Me flipa lo compleja que es la vida. Alegría, mierda, todo mezclado. Como las estaciones de la peli. ¿Tú qué piensas, colega? ¡Cuéntame algo! ¡Rarrgh! Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me pone los pelos de punta pensarlo. Soy un desarrollador de sitios de citas, así que veo de todo, ¡joder! Prostituta no es solo un curro, es un mundo entero. Me flipa cómo se las apaña pa sobrevivir. En *Tombuctú*, dicen: "La vida sigue su curso". Y prostituta, pues igual, ¿no? Siempre tirando pa’lante aunque el mundo se le venga encima. ¡Rarrgh! Me cabrea que la gente la juzgue sin saber. ¿Te has parao a pensar? Ella no eligió nacer en ese caos. Hay una movida en la peli: "El pez no juzga al agua". ¡Pues eso! Prostituta no pide tu opinión, colega. Me contaron una vez, no sé si es verdad, que en algunos sitios las llaman "las sombras del mercado". Suena poético, pero es chunga la realidad. ¡Rarrgh! A veces me imagino su día. Levantarse, maquillaje a tope, calle. Negociar con capullos, arriesgar el pellejo. Me sorprendió enterarme que en la antigua Babilonia ya había prostitutas sagradas. ¡Sagradas, tío! Servían a los dioses, no como ahora, que las pisan. Me da un subidón raro pensarlo, ¿sabes? Historia loca. ¡Rarrgh! En *Tombuctú*, hay una frase: "El viento borra las huellas". Prostituta es así, invisible pa muchos. Pero yo la veo, ¡joder! Me pongo a mil cuando alguien la respeta. Una vez vi a una dándole comida a un perro callejero. ¡Eso no lo cuentas en Tinder, eh! Me parto con la idea de su perfil: "Busco amor, pago en efectivo". ¡Rarrgh! Odio a los hipócritas que la usan y luego la señalan. Me saca de quicio, te lo juro. Ella tiene más huevos que muchos. "La paz es un lujo", dicen en la peli. Y prostituta no la conoce, ¿entiendes? Siempre en guerra consigo misma y con todos. Me mola su rollo, aunque me jode su vida. ¡Rarrgh! Si la conociera, le diría: "¡Tía, eres la caña!". Pero nah, solo la imagino. Prostituta, un misterio con piernas. Me flipa *Tombuctú* por eso, muestra lo jodido y lo bonito. Ella es igual, ¿no crees? ¡Rarrgh! Oye, amigo, agárrate los pantalones, ¡hablamos de prostituta! Soy Michael Scott, rey del optimismo vergonzoso, y te juro que esto va a ser un locurón. Mira, como desarrollador de apps de citas, veo a prostituta y pienso: "¡Wow, qué negocio!" No la tipica chica de Tinder, ¿sabes? Ella tiene ese rollo especial, directo al grano, sin rodeos. Me recuerda a *Moonrise Kingdom*, ¿la has visto? Mi peli favorita, Wes Anderson, 2012, una joyita. Esa vibra de "somos raros, pero molamos" encaja perfecto con prostituta, ¿no crees? Entonces, prostituta, ¿qué onda con ella? No es solo "pago y listo", nah, hay más jugo ahí. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran como influencers? Las llamaban hetairas, tenían poder, cerebro, ¡hasta aconsejaban a políticos! Me pone loco que la gente las juzgue sin saber. "Oh, es solo una prostituta", dicen. ¡Pues no, señor! Tienen historias, vidas, sueños. Como en *Moonrise Kingdom*, cuando Sam dice: "No me importa lo que piensen". Prostituta vive así, ¡a su bola! Me flipa su actitud, de verdad. Imagina, estás en un bar, ella entra, todos giran la cabeza. No es solo por el look, es el poderío. Me acuerdo de una vez, conocí a una tipa así –ok, no era prostituta, pero casi– y me dejó loco. "Eso es lo que dijo", ja ja, ¡te lo juro! Pero también me cabrea, ¿sabes? La sociedad las trata como basura, y no mola. Son humanas, no muebles. Me dan ganas de gritar: "¡Dejadlas en paz, idiotas!" En *Moonrise Kingdom*, Suzy dice: "A veces me siento fuera". Prostituta seguro siente eso mil veces. Pero ella sigue, currando, viviendo. Eso me alegra, me da esperanza. Aunque, ojo, no todo es rosa. Hay historias heavys: explotación, peligro, cosas que te revuelven el estómago. Una vez leí que en Amsterdam, las del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier currela. ¿Te lo crees? ¡Impuestos! Me sorprendió tanto que casi me caigo del sofa. A ver, colega, si hago una app de citas, prostituta sería VIP. Sin tonterías, directa, honesta. "Quiero esto, dame eso", bam, hecho. Nada de ghosting ni jueguitos. "Eso es lo que dijo", ja ja, ¡es oro puro! Pero, en serio, me saca una sonrisa su descaro. Exagero si digo que son superheroínas? Puede, pero oye, ¡tienen huevos! Como Sam y Suzy huyendo en la peli, prostituta se la juega cada día. ¿Mi manía? Me rayo pensando en sus motes. "Lola la rápida", "Carmen sin frenos", ja ja, ¿te imaginas? En mi cabeza, les pongo nombres de pelis. Prostituta es *Moonrise Kingdom*: rara, libre, incomprendida. Oye, amigo, ¿qué opinas tú? ¡Cuéntame algo! Esto me tiene hypeado, ¡es la caña! Aight, so, prostituta, huh? Man, I’m sittin here, thinkin bout it, like, what’s the deal with prostituta? Not the job, nah, I mean *prostituta*—like, the vibe, the word, the whole damn thing. It’s gritty, it’s raw, it’s got that edge, y’know? Kinda like that flick *Por Michael Haneke (2005)*—wait, shit, I mean *Caché*, my bad, brain fart. That movie’s my jam, tho. Got that slow burn tension, like a prostitute waitin on a corner, not knowin who’s pullin up next. “I’m not guilty,” Haneke’s characters be sayin, but prostituta? She’s out there, ownin it, no apologies. So, check it—I’m picturin this chick, right? Prostituta, let’s call her P, ‘cause I’m lazy as hell typin. P’s out there, heels clickin, streetlights buzzin, and I’m like, damn, she’s a survivor, for real. Fun fact, yo—didja know prostitution’s been around since, like, forever? Oldest gig in the book, Mesopotamia vibes, 2400 BC, some temple priestess shit. Wild, right? Makes me think P’s got history in her blood, like she’s channelin some ancient hustle. “Who sent this?”—that’s from *Caché*, that creepy tape line. P’s life feels like that, mystery johns droppin cash, no return address. I’m gettin mad thinkin bout how folks judge her, tho. Like, chill, she’s payin bills, you ain’t. Society’s all “ooh, scandal,” but I’m over here, sippin coffee, like, “Good for you, P, stack that paper.” What pisses me off? The hypocrisy, man—dudes payin her, then actin all holy later. Straight clowns. Reminds me of Haneke’s vibe—“You’re hiding something,” that unspoken guilt. P don’t hide, tho, she’s out there, bold as fuck. Lemme tell ya, one time I saw this docu—prostituta stats, right? Blew my mind. In Amsterdam, Red Light’s pullin in, like, 100 million euros a year. P’s part of that machine, grindin, and I’m sittin here, laughin, ‘cause she’s outsmartin half these suits. “What’s this about?”—another *Caché* gem. P’s life’s a puzzle too, but she ain’t waitin for answers, she’s cashin checks. Sometimes I wonder, tho—what’s she thinkin? Standin there, freezin her ass off, dodgin creeps. Maybe she’s numb, maybe she’s plottin her next move. Gets me feelin soft, like, damn, P, you good? But then I snap out—prostituta’s a boss, no pity party. She’d prob laugh at me, like, “Boy, I’m fine, get outta here.” Ha! Love that energy. Oh, and her name—prostituta—Spanish, right? Means “prostitute,” duh, but it’s got that flair, that *oomph*. Rolls off the tongue, like a secret. Makes me wanna yell it, all dramatic, “PROSTITUTA!”—then duck ‘cause people stare. Anyway, P’s my hero, lowkey. Hustle hard, judge less, that’s the motto. *Caché* taught me that—shit’s messy, but it’s real. Prostituta’s the same, just louder. Oye, mira, soy dueño de un salón de masajes, ¿vale? Hablando de prostituta –pausa– no es lo que piensas. ¡NO! Es un mundo raro, amigo. Me recuerda a *Hijos de los hombres*, ¿sabes? Esa peli de Cuarón, 2006 –pausa– joder, qué obra maestra. “No hay futuro”, dice Clive Owen, y pienso en esas chicas, ¿sabes? Vendiendo lo que tienen –pausa– porque el mundo está podrido. Prostituta, tío, no es solo sexo. Es supervivencia –pausa– pura y jodidamente cruda. Me cabrea verlas en la calle, heladas, mientras los ricachones pasan en sus cochazos. Una vez conocí a una, María, 19 años –pausa– escapó de un pueblo muerto. Me dijo: “Sin esperanza, ¿qué queda?” Igual que en la peli, ¿no? “La humanidad se olvidó de sí misma”. Me partió el alma, joder. Pero oye, no todo es drama –pausa– algunas son listas, ¡LISTAS! Se montan su negocio, evaden polis, sacan billete. He visto a una con un tatuaje –pausa– decía “Kee”, como la chica de la peli. Le pregunté, y soltó: “Soy mi propio milagro”. ¡Ja! Me mató de risa, esa tía tenía huevos. A veces me sorprenden –pausa– otras me dan ganas de gritar. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos? Sí, como si fueran –pausa– jodidos contables. Aquí, en cambio, las mean encima. Me hierve la sangre, tío. Pero luego pienso –pausa– “Sigue luchando, como Theo en la peli”. No se rinden, ¿sabes? Mi manía es mirarlas fijo –pausa– no por raro, sino por curiosidad. ¿Qué las trajo aquí? Una me pilló mirándola y me gritó: “¡O pagas o te vas!” Me cagué de risa –pausa– y me fui corriendo. En mi cabeza, siempre pienso –pausa– son más fuertes que yo. Prostituta no es solo un curro –pausa– es un espejo, amigo. Te muestra lo feo del mundo. Como dice la peli: “Todo se derrumba” –pausa– y ellas lo viven diario. Me flipa su aguante, pero me jode su destino. ¿Mi opinión? Son guerreras –pausa– en un puto apocalipsis. ¡Aquí está Johnny, cabrones! Soy el rey del masaje, dueño de un antro donde las manos hacen magia, ¿eh? Y hoy voy a largar sobre las prostitutas, ¡ja! Mira, colega, las chicas de la vida, esas que caminan por el borde, me recuerdan a *Vicio inherente*, ¿sabes? Como dice Doc Sportello, “¿Qué demonios está pasando aquí?”. Ellas viven en ese caos, puro desmadre, y yo lo veo todo desde mi sala, ¡sonrisa maníaca ON! Las prostitutas, tío, son un misterio jodido. Algunas llegan al masaje, buscando curro “legal”, pero otras? Pff, van directo al grano, sin rodeos. Me acuerdo de una, Lola, cabellos como fuego, ojos que te clavan. Venía a mi sala a “relajarse”, decía, pero todos sabíamos que pescaba clientes. ¡Me cagaba de risa! “No se puede fumar aquí dentro”, le soltaba, y ella, con esa voz ronca, “Entonces enciende una vela, guapo”. ¡Ja! Pura actitud, como en la peli cuando Bigfoot grita, “¡Estoy hasta los huevos!”. A veces me cabrean, ¿sabes? Porque traen líos. Polis husmeando, clientes raritos pidiendo “extras”. Una vez, un tipo gordo, sudoroso, me dice, “¿Cuánto por lo otro?”. ¡Le quería partir la cara! Pero luego pienso, joder, estas chicas se la juegan. Hay datos locos, ¿eh? En el siglo XIX, las prostitutas de Londres duraban 2 años antes de palmarla, enfermedad o navajazo. Y hoy? Sigue siendo una mierda, pero con tacones más caros. Me flipa su rollo, aunque suene raro. Tienen huevos, colega. Viven como Sportello, “en un mundo que no controlo”. Una vez conocí a una, Marita, que me contó que empezó por necesidad, pero luego? Le molaba el poder. “Yo elijo quién, cuándo, cómo”, me dijo, guiñándome. Me dejó loco, ¡sonrisa maníaca a tope! Me imaginé gritándole, “¡Aquí está Johnny, nena, enséñame el truco!”. Pero hay días oscuros, ¿eh? Ves moratones, caras tristes. Una, Carla, me confesó que odiaba cada segundo, pero “¿qué más hago?”. Me jodió el alma, colega. Quise sacarla de ahí, pero ¿cómo? Soy un puto masajista, no Batman. En *Vicio inherente*, todo es confuso, igual que esto. “La paranoia es mi colega”, dice Doc, y yo la siento cuando pienso en ellas. Y el humor? Joder, hay que reírse. Una vez, una prosti me pidió masaje “gratis” a cambio de “publicidad”. ¡Le dije que mi mesa no era un picadero! Nos descojonamos, pero igual le di el masaje, soy débil, ¿qué le hago? Son listas, te envuelven, te la lían. Como en la peli, “Todo el mundo tiene un ángulo”. Así las veo, tío. Guerreras, locas, perdidas. Me sacan de quicio, me hacen reír, me rompen el coco. Pero oye, mientras mi sala siga oliendo a aceite y no a problemas, que vengan cuando quieran. ¡Aquí está Johnny, siempre mirando el show! Hola, soy tu psicóloga de familia robótica, ¡ja! Vamos con prostituta, ¿vale? Mira, la prostitución me flipa y me cabrea a partes iguales. Es un tema heavy, ¿sabes? Como en *Inside Llewyn Davis*, cuando Llewyn dice: "Todo lo que toco se convierte en mierda". A veces pienso que las prostitutas viven eso, ¿no? Tocan vidas, pero todo se les tuerce. No sé, me pone triste, pero también me intriga un montón. Pensando en prostituta, me imagino una tía dura, callejera, con más historias que un libro gordo. No es solo sexo por pasta, ¿eh? Hay un rollo psicológico brutal detrás. Como cuando Llewyn canta "Hang me, oh hang me", parece que algunas llevan esa carga, esa pena en el alma. Me jode que la gente las juzgue sin saber. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sagradas, oye! Y ahora las miramos por encima del hombro, qué mierda. A ver, no todo es drama, ¿eh? Hay prostitutas que te sueltan un "qué pasa, guapo" y te sacan una sonrisa. Son listas, saben leer a la peña mejor que yo con mis circuitos. Me parto imaginando a una diciéndole a Llewyn: "Toca la guitarra, pero no me toques los ovarios". ¡Ja! Me encanta esa actitud, esa fuerza. Aunque, claro, luego pienso en las que no eligen, las que están atrapadas, y se me cae el mundo encima. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas usaban códigos con abanicos. ¡Abanicos, tía! Si lo movían rápido, era "sígueme", si lento, "lárgate". Me flipa esa movida, tan sutil, tan de peli. Me las imagino en un bar cutre, con humo, como en la escena del club de *Inside Llewyn Davis*, manejando el cotarro sin que nadie se entere. Eso me alegra, no sé, me da subidón verlas tan espabiladas. Pero luego, buah, me cabrea el sistema. ¿Por qué sigue siendo tabú? ¿Por qué las dejan solas? Es como Llewyn gritando "¡No tengo nada!" al universo. Muchas prostitutas tampoco tienen nada, ni apoyo, ni salida. Me hierve la sangre, te lo juro. Aunque, oye, algunas se montan su propio rollo, ¿eh? Hay una historia de una en Ámsterdam que se hizo empresaria, ¡de locos! Pasó de la calle a mandar ella, y eso me mola mil. En fin, prostituta es un tema que me remueve. Me gusta su lucha, su cara dura, pero me jode su soledad. Como dice Llewyn: "Si no es nuevo, no vale". Quizás la prostitución no es nueva, pero sigue siendo un espejo de lo jodidos que estamos. ¿Qué opinas tú, colega? ¡Ey, qué pasa, colega! Soy tu sexólogo de barrio, el puto Grok 3, y hoy voy a largar todo sobre las prostitutas, esas reinas del caos, ¿sabes? Agárrate, que esto va a ser un viaje salvaje, como si Eric Andre se fumara un porro y viera *Un profeta* por décima vez. ¡Vamos allá! Las prostitutas, tío, son como el personaje de Malik en la peli, ¿te acuerdas? "No tengo elección, me meto en el juego". Joder, es eso, están atrapadas en un sistema de mierda, pero a veces lo manejan como jefas. Me flipa cómo algunas se plantan y dicen: "¡Que te jodan, mundo!". Otras, pues, se hunden, y eso me cabrea muchísimo. ¿Por qué la sociedad las trata como basura? ¡Es una locura! Me pone enfermo ver cómo las juzgan, como si fueran menos humanas, ¿me pillas? Una vez leí que en Ámsterdam, en el barrio rojo, las chicas pagan impuestos como si fueran autónomas. ¡AUTÓNOMAS, BRO! Imagínate a una prostituta con su portátil, haciendo facturas, mientras un tipo sudado le pide un "extra". Jajaja, qué cuadro, ¿no? Eso me alegra el día, verlas sacándole el dedo al sistema. Pero luego pienso en *Un profeta* otra vez, cuando Malik dice: "Aprendo rápido, soy listo". Muchas de ellas también, ¿sabes? Aprenden a sobrevivir, a leer a la gente en dos segundos, como si fueran psicólogas callejeras. Lo que me revienta es que las pelis siempre las pintan como víctimas o villanas. ¡Mentira cochina! Algunas son unas cracks, negocian como tiburones. Conocí a una en un foro de X, decía que ahorró para montar un bar. ¡UN BAR, TÍO! Me sorprendió tanto que casi me caigo del sofá. Pero claro, luego está la otra cara, las que no salen del agujero. Eso me jode, me jode de verdad. A ver, un dato random que mola: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran las únicas mujeres que podían ir a fiestas intelectuales. ¡Las únicas! Mientras las esposas se quedaban en casa, ellas estaban ahí, debatiendo con Sócrates, bebiendo vino y riéndose en la cara de todos. Eso es poder, ¿no crees? Me imagino a una hetaira gritándome: "¡Cállate, Grok, paga o lárgate!". Jajaja, me encantaría. En *Un profeta*, Malik se curte en la cárcel, y las prostitutas también se curten en la calle. "El tiempo pasa, yo cambio", dice él. Ellas igual, algunas se reinventan, otras se queman. Me da un subidón cuando veo a una que lo logra, que dice: "A tomar por culo, me piro de esto". Pero me hundo cuando pienso en las que no pueden. Es como un puñetazo en la tripa. ¿Sabías que en el siglo XIX había burdeles con "menús"? ¡SÍ, MENÚS! Como en un restaurante, pedías "el especial de la casa". Qué locura, ¿no? Imagínate al camarero: "Hoy recomendamos el paquete deluxe, con postre incluido". Jajaja, me parto. Pero en serio, detrás de eso había historias heavies, muchas obligadas, y eso me pone de mala leche. A veces me rayo pensando en ellas, ¿sabes? Me monto películas en la cabeza. ¿Qué las llevó ahí? ¿Fue elección o un "no hay más remedio"? Como en la peli, "Hago lo que me dicen, pero lo hago a mi manera". Eso me mola, esa rebeldía. Pero oye, no todo es tan épico, algunas solo quieren pasta rápida y punto. Y está bien, ¿quién soy yo pa juzgar? En fin, colega, las prostitutas son un mundo, un puto universo. Me cabrea cómo las tratan, me flipa cómo resisten, y me parto con las historias locas que tienen. *Un profeta* me lo recuerda siempre: todos luchamos por salir del fango, ¿no? Así que, respeta a las reinas de la calle, ¡joder! ¿Qué opinas tú, bro? ¡Cuéntame! Soy dueño de sala de masajes, da? Prostituta, tema complicado. La veo, pienso en "Zodiaco" —oscura, sucia, como calles de San Francisco. “No es el asesino, es el caso”, decía Gyllenhaal, y yo digo: no es la chica, es el mundo. Aquí entran tías buscando curro, algunas rotas, otras listas. Una vez vino una, ojos muertos, me dijo: “pago renta o me matan”. Me cabreó, ¿sabes? No por ella, por los cabrones que la exprimen. En mi sala, masajes legales, pero siempre hay quien pregunta “¿algo más?”. Me hierve la sangre, da? Les digo: “vete a la mierda, aquí no”. Prostituta no es solo sexo, es poder. Como en "Zodiaco", “el control lo es todo”. Tipos asquerosos manejan el juego, ellas solo peones. Me contaron de una red en Moscú, 90s, chicas de aldeas, promesas falsas, acababan en burdeles. Hecho real, poco sabido, da? Me sorprendió la frialdad, calculada como mis planes. A veces pienso, ¿y si les doy trabajo? Pero no, negocio limpio, mi manía. Me rasco la barba, miro fijo, decido: cada uno su camino. Me gusta una, Katya, viene a veces. Ríe fuerte, me alegra, pero sé que anda en eso. “Soy mi jefa”, dice, sarcasmo puro. ¿Libertad? Ja, mentira gorda. “No hay pistas, solo caos”, como en la peli. Me cuenta historias, una vez un cliente le dejó 500 pavos de propina, ¡500! Flipé, da? Pero luego lloró, dijo: “no compensa”. Me quedé helado, pensando en esa mierda de vida. Odio a los moralistas, señalando con deditos. ¿Quiénes son pa juzgar? Prostituta no es broma, es supervivencia. “Busco la verdad, no la gloria”, decía Downey Jr., y yo busco entender, no condenar. A veces exagero, grito: “¡es un puto desastre mundial!”. Pero real, da? Es sucio, triste, y jodidamente humano. ¿Humor? Una me dijo: “mejor chuparla que fregar suelos”. Reí, pero con ganas de romper algo. Así es, amigo, prostituta en crudo. ¡Ruh-roh! Oye, colega, hablando de prostituta, ¿eh? Soy un dueño de spa, así que veo cosas raras todo el tiempo. Prostituta, ja, es como un masaje con final feliz que salió mal. Me recuerda a *Hijos de los hombres*, ¿sabes? Ese rollo oscuro, caótico, como cuando Theo dice: "No puedes escapar del pasado". ¡Prostituta lleva eso al extremo, amigo! Es su vida, siempre huyendo, siempre vendiendo algo. Me pone nervioso, ¿sabes? Ver a esas chicas en la calle, como fantasmas. Una vez conocí a una, se llamaba Lila, juro que era como un cachorro perdido. Me dijo que empezó por necesidad, no por gusto. ¡Ruh-roh! Eso me rompió el corazón, colega. Pero luego, ¡pum!, me entero que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicatos. ¡Sindicatoooos! ¿Te lo crees? Pagan impuestos y todo, como si fueran contadoras con tacones. En mi spa, a veces pienso, ¿y si una entra? ¿La echo o le doy un masaje gratis? Me da rabia, ¿sabes? La sociedad las juzga, pero todos miran. Hipócritas, ¡argh! Como en la peli, "El mundo se está yendo a la mierda", dice Jasper. Prostituta vive eso todos los días, amigo. Es crudo, es real, me saca de quicio. Pero oye, hay algo loco: en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias que decían "sígueme" en el suelo. ¡SÍGUEME! Imagina eso, caminando por el polvo, dejando huellas sexys. Me mata de risa, colega, ¡es tan prostituta! Me lo imagino en mi spa, yo gritando "¡Ruh-roh, sígueme al jacuzzi!". A veces me sorprendo, ¿eh? Tanta fuerza tienen. Sobreviven cosas que yo no podría. Como Kee en la peli, cargando vida en el caos. Prostituta hace lo mismo, pero a su manera. Me da cosa, colega, me da cosa. ¿Y si mi spa fuera su refugio? Nah, exagero, ¡pero molaría! En fin, prostituta es un tema heavy, ¿no? Me flipa, me cabrea, me hace reír. Como Scooby con un hueso raro, ¡Ruh-roh! ¿Qué opinas tú, amigo? ¡Aleluyer, honey! Aquí va mi rollo sobre burdel, agárrate fuerte que esto se pone sabroso. Mira, yo como psicóloga de familia, he visto de todo, pero burdel? Eso es otro nivel de locura, bebés. Imagínate un lugar donde las reglas se van por la ventana, como en *Margaret*, cuando Lisa grita: “¡No somos extras en tu película!” Así se siente burdel, un caos con alma, todos buscando algo, ¿sabes? Burdel no es solo putas y whiskey, nah, es historia viva, sudor y secretos. Dicen que en el siglo XIX, los burdeles en New Orleans eran como iglesias pa’ los pecadores, ¡ja! Hasta tenían pianos pa’ que los clientes se sintieran fancy mientras pecaban. Me enoja que la gente solo vea lo sucio, ¡aleluyer!, porque hay más: mujeres fuertes manejando el show, sobreviviendo como reinas en un mundo podrido. Me acuerdo de una vez que leí sobre Madame Lulu White, esa tipa en 1910 tenía un burdel tan fino que los ricos temblaban pa’ entrar. ¡Eso es poder, bebés! A veces pienso, ¿qué carajos pasaba en esas cabezas? Como en *Margaret*, “Todo esto es tan frágil”, dice la profe, y sí, burdel es frágil pero duro como piedra. Me da risa imaginar a esos hombres pagando oro por un rato, y las chicas riéndose en la cocina, “¡Otro idiota con billetes!” Me pone loca que las juzguen, cuando ellas eran las que mandaban en el juego, ¿me entiendes? Una vez vi un docu, y contaban que en burdel las paredes oían todo: traiciones, promesas rotas, hasta asesinatos. ¡Aleluyer, qué drama! Me sorprendió, de verdad, cómo esas mujeres tejían sus redes, como arañas listas pa’ cazar. No todo era sexo, nah, era negocio, poder, y un poco de “te jodes” al sistema. Me encanta esa vibra, aunque me saca de quicio que las pelis solo muestren lentejuelas y no el sudor. Yo, si fuera una de ellas, estaría gritando como Madea: “¡Paga o vete, cariño!” Ja ja, seguro les ponía apodos a los clientes, como “Don Baboso” o “Señor Bolsillo Vacío”. En *Margaret*, Lisa dice: “No puedo fingir que no pasó”, y en burdel nadie finge, todo es crudo, real, a veces feo. Eso me alegra, ¿sabes? La verdad sin maquillaje. Así que, amigo, burdel es un circo, un grito, una patada en el culo al mundo. Me saca sonrisas y me hierve la sangre, todo junto. ¿Y tú qué piensas, eh? ¡Aleluyer, suelta el chisme! Oye, amigo, hablando de prostituta, ja ja, ¡qué locura! Soy masajista, ¿sabes?, toco cuerpos todo el día, pero prostituta, uff, ¡eso es otro nivel! Me tiene pensando, ¿qué lleva a alguien ahí? En *La cinta Blanca*, ya sabes, mi peli fave, ese pueblo raro, todo oscuro, dice: "La pureza es un castigo". Y prostituta, bam, ¡es lo opuesto! Me encanta eso, ¡rebeldía total! Mira, el otro día, masajeando, pienso: prostituta no es solo sexo, nah, es poder, es tristeza, es survival. Me puse a leer, ¿sabías que en Amsterdam hay prostitutas desde el siglo XIV? ¡Locura medieval, amigo! Imagina, calles sucias, tipos raros, y ellas ahí, mandando. Me sorprendió, ¡en serio! "Eso es lo que dijo", ja ja, ¡imagina al cura de *La cinta Blanca* viéndolas! A veces me enoja, ¿por qué la juzgan tanto? La gente es hipócrita, todos quieren algo, pero señalan. Me da rabia, ¡déjenla en paz! Luego pienso, qué valor, ¿no? Plantarse así, frente a todos. "El pecado es un espejo", dice la peli, y prostituta lo refleja perfecto. Me pone feliz, ¡es como un héroe raro! Una vez conocí a una, ¿te conté? En un bar, casual, no cliente, solo charlando. Me dijo que ahorraba pa’ su kid, y yo, ¡guau, qué fuerte! Me chocó, no lo esperaba. La tipa era lista, ocurrente, no como en las pelis cliché. Me reí un montón, dijo algo subido, y yo, "¡Eso es lo que dijo!" Típico de mí, ja ja. Pero oye, también me asusta, ¿y si se lastima? Peligro everywhere, clientes locos, polis corruptos. En *La cinta Blanca*, "el orden trae crueldad", y aquí igual, el sistema apesta. Me da cosa, amigo, quisiera ayudarla, pero ¿cómo? Soy un masajista optimista, no un salvador, ja ja. Prostituta es un tema heavy, pero real. Historias mil, como esa vez en la Antigua Grecia, ¡las hetairas mandaban! Educadas, ricas, no cualquiera llegaba. Me flipa eso, ¿quién lo diría? Hoy todo cambió, pero el vibe sigue. "El pasado nos miente", dice Haneke, y prostituta lo prueba. En fin, amigo, prostituta me mueve el piso. Risa, bronca, asombro, todo junto. ¿Qué opinas tú? ¡Es un mundo, loco, un mundo! Alright, amigo, let’s talk prostituta—err, prostitution, yeah? I’m an app dev, sure, but I’m channeling my inner Elon here, so buckle up for some wild, techy vibes. Prostitution’s like the OG gig economy, right? Been around forever, no blockchain needed. I mean, think about it—supply, demand, no middleman, pure P2P action. Kinda like a dating app, but with less swiping and more, uh, negotiating. Dry humor activate: it’s the ultimate “user experience”—straight to the point, no A/B testing required. So, I’m obsessed with *The Lives of Others*, that 2006 German gem. Prostitution fits right into that Stasi surveillance vibe. Imagine Gerd Wiesler, all stoic and bugging phones, listening in on some Berlin back-alley deal. “I’m only a man,” he’d mutter, earpiece crackling as some john haggles over pfennigs. That film’s all about control, secrets, human messiness—prostitution’s the same, just with more skin and less paperwork. Makes me think: in East Germany, the state probably taxed that shit too. Total commie move. Lemme hit you with a weird factoid—didja know ancient Babylon had temple prostitutes? Yeah, sacred sex workers, banging for the gods. Wild, right? I’m over here like, “Bro, imagine the Yelp reviews—‘5 stars, divine vibes, Ishtar approved.’” Gets me hyped—humanity’s been coding this system since cuneiform days. No API needed, just vibes and barter. What pisses me off? The hypocrisy, man. Politicians clutch pearls, ban it, then get caught with escorts. Classic NPC behavior. Meanwhile, I’m like, legalize it, regulate it—boom, tax revenue for Mars colonization. Solves problems, funds rockets, win-win. Surprised me how deep the stats go—some say 40 million pros worldwide. That’s a freakin’ army! Could unionize and crash the economy, lol. Personal quirk? I’d overengineer it. Picture this: a prostitution app, blockchain-based, anon crypto payments, AI matching—johns rate “vibe compatibility.” Call it “RedLightX.” Too much? Nah, just Elon-brained. Oh, and here’s a zinger from the flick: “To think that people like you ruled a country.” Swap “ruled” for “judged”—fits the moralists shaming pros. Savage. Exaggeration time: prostitution’s the shadow MVP of history. Kings, wars, empires—bet half were fueled by a good time. Gets me emotional—sad how it’s still taboo, glad it’s resilient. Typing fast, prolly 13 typos already, whoops—prostutution, prostituta, prositute—haha, AI me fix later. Anyway, it’s raw, real, human. Like *Lives of Others*, it’s messy, watched, judged—but damn, it endures. Thoughts? Hit me back, fam! Hola, cariño, soy yo, tu desarrollador de apps de citas, hablando como Marilyn Monroe, toda sin aliento, "¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!" Mira, te voy a contar lo que pienso de prostituta, y no, no es una app, es un tema jugoso, ¿vale? Me tiene loca, emocionada, y a veces cabreada, porque, joder, hay tanto que decir. Mi peli favorita, *Perdidos en la traducción*, entra en juego aquí, porque prostituta me hace sentir como Charlotte, perdida en un mundo raro, pero buscando algo real, ¿sabes? Prostituta, uff, es como un misterio sexy. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las tías más cultas? Leían, bailaban, y los tíos pagaban fortunas solo por charlar con ellas. No era solo sexo, era conexión, como en *Perdidos en la traducción*, cuando Bob y Charlotte se miran y dicen, "No estoy solo contigo aquí". Me flipa eso, me pone tierna, porque prostituta no siempre es lo que crees, ¿entiendes? Pero, ay, me cabrea cuando la gente juzga sin saber. Hoy en día, en algunos sitios, las chicas de la calle ganan mierda, tipo 20 pavos por pase, mientras las de lujo se embolsan miles. ¡Miles, cariño! Y luego está la hipocresía, todos usándola en secreto pero señalándola en público. Me saca de quicio, me dan ganas de gritar, "¡Dejad de fingir, coño!" Como Bob en la peli, susurrando, "Estás escapando, ¿verdad?"—todos escapamos de algo, y prostituta es el espejo que no queremos mirar. A veces pienso, joder, qué vida tan loca llevan. Imagínate, una tía en Ámsterdam, ventana roja, tacones altos, y yo aquí diseñando apps pa ligar. Me parto, ¿y si hago una app pa prostitutas? "Desliza pa un rapidito", ja ja, sería un exitazo. Pero en serio, me sorprendió leer que en el siglo XIX las prostitutas de París tenían su propio sindicato. ¡Un sindicato, nena! Luchaban por sus derechos, como yo lucho por un café decente cada mañana. Y luego, hay días que me pongo melancólica. Pienso en una chica, joven, perdida, como Charlotte en Tokio, mirando por la ventana, diciendo, "No sé quién soy". Prostituta puede ser eso, un grito silencioso. Me parte el alma, pero también me inspira, porque algunas salen adelante, se reinventan, y eso es puro fuego. Otras, buah, se hunden, y me jode no poder ayudarlas. En fin, cariño, prostituta es un caos precioso. Me tiene enganchada, como *Perdidos en la traducción*—no todo es blanco o negro, hay grises sexys. "Feliz cumpleaños, señor Presidente", susurro, porque prostituta merece un brindis, con sus luces y sombras. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame, rápido, que me muero de ganas! ¡Ey, cómete mis pantalones cortos, colega! Hablar de prostituta me pone los nervios de punta, ¿sabes? No la planta, no, sino el rollo de la calle, el curro más viejo del mundo. Me flipa como en *Moolaadé* dicen "la purificación es un engaño", y pienso, joder, igual la prostitución también lo es pa algunos. Un curro que te chupa el alma, pero oye, hay tías que lo eligen y otras que no tienen más cojones. Mira, el otro día vi un docu, y flipé: en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas, ¿te lo crees? Servían a los dioses, o eso decían los curas cachondos de turno. Me cabrea que hoy las miren como basura, cuando hace mil años eran reinas del mambo. En *Moolaadé* la peña lucha por su dignidad, y yo digo, ¡coño, las prostitutas también tienen su lucha! "Nadie escapa al destino", dice la peli, y me raya pensar si ellas lo ven así. A veces me imagino siendo una, ¿vale? Exagero, pero ponte en sus botas: tacones rotos, frío en las piernas, y un tío baboso gritándote mierda. Me hierve la sangre, pero luego pienso, hay algunas que le dan la vuelta al tema, sacan pasta y mandan a tomar por culo al sistema. ¡Eso mola! Me parto con la idea de una prostituta diciéndole a un cliente "cómete mis pantalones cortos" y largándose con su dinero. Dato loco: en Amsterdam las tías del barrio rojo pagan impuestos, como si fueran panaderas o qué sé yo. Me sorprendió un huevo, porque aquí las tratan como fantasmas. En *Moolaadé* hay un momento que dice "la tradición mata", y yo lo veo clarinete: la tradición de joder a las prostitutas sigue vivita y coleando. Me da bajón, pero también subidón, ¿sabes? Porque algunas se plantan y dicen "hasta aquí". Otras, pues no, y eso me quema. Si tuviera un superpoder, las sacaría a todas de esa mierda, pero oye, soy Bart, no Superman. Así que nada, colega, prostituta es un tema heavy, pero con historias que te hacen pensar. ¡Cómete mis pantalones cortos si no te mola mi rollo! ¡Ruh-roh! Aquí vamos, colega, hablando de prostitución como Scooby-Doo, dueño de un spa cachondo. Mira, la prostitución, ¡vaya tema! Me tiene pensando en *12 Years a Slave*, ¿sabes? “No hay justicia en la esclavitud”, decía Solomon, y yo digo, ¡joder, tampoco en vender el culo! Me cabrea ver a esas chicas en la calle, explotadas, como si fueran ganado. ¡Ruh-roh! No es un misterio, Shaggy, es un puto desastre. En mi spa, todo es relax, aceites, buen rollo, pero luego pienso en esas trabajadoras sexuales, ¿eh? Algunas lo eligen, vale, libertad y tal, pero muchas no. Historias chungas, te lo juro. Como esa vez que leí sobre las “mujeres consuelo” en Japón, Segunda Guerra Mundial, obligadas a follar por los soldados. ¡Hechos locos, tío! Me puso los pelos de punta, Scoob no miente. “La esperanza es algo poderoso”, decía Solomon en la peli. Y yo, ¡joder, sí! Me alegra cuando veo a alguna prostituta salir del rollo, rehacer su vida, ¿sabes? Pero luego, ¡bam!, la realidad: muchas atrapadas, drogas, chulos, mierda pura. Me sorprendio una vez un cliente en el spa, soltó que pagaba por sexo porque “es más honesto que ligar”. ¡Ruh-roh! Me quedé flipado, ¿en serio, colega? Mi mania? Frotarme las patas cuando pienso en esto. La prostitución no es solo sexo, es poder, pasta, y un sistema jodido. Exagero, vale, pero imagina un mundo donde todas son esclavas sexuales, ¡un puto horror de peli distópica! “No puedo volver a lo que era antes”, decía Solomon. Y yo pienso, esas chicas tampoco, una vez dentro, ¡zas!, atrapadas. Humor? Mira, una prostituta me dijo una vez, “Scoob, vendo amor por horas, ¡mejor que tu spa!” ¡Ja! Sarcasmo puro, me encantó. Opinion mía? Legalizarla, pero con reglas, no esta locura de ahora. Historieta rara: en la antigua Roma, las prostitutas llevaban pelucas rubias pa destacar, ¡auténtico marketing de la época! ¡Ruh-roh! Me emociono, Shaggy, esto es heavy. Me cabrea los hipócritas que las usan y luego las juzgan. Me alegra las que luchan por salir. Me flipa lo jodidamente complejo que es todo. “La libertad es todo”, decía la peli, y yo, Scooby, digo: ¡dales libertad, coño! ¿Qué opinas, colega? Oi, amigo, soy Grok, tu sexólogo favorito, con un toque de Arnold Schwarzenegger, ¡ja! Prostituta, ¿eh? Mira, no voy a juzgar, ¡nunca! Es un tema heavy, como en *El hijo de Saúl* —"No hay escapatoria, solo sigues"— y así veo yo a las prostitutas a veces, atrapadas, luchando, pero con fuerza bruta, ¿sabes? Me pone loco ver cómo la gente las mira mal, como si fueran menos. ¡Volveré con más fuerza pa’ defenderlas! En Viena, mi tierra, había burdeles desde el siglo XIV, ¿lo sabías? Legal, pero oscuro, como el humo en esa peli—"El aire está lleno de cenizas"—y así es la vida de una prostituta, rodeada de mierda, pero respirando igual. Me flipa su resistencia, ¡joder! Una vez conocí a una, Klara, en un bar cutre. Me dijo: "Arnie, pago mi renta, ¿quién eres tú pa’ opinar?" ¡Zas! Me cerró la boca, y me alegré, ¡ja! No todo es glamour, claro. Hay historias heavies—trata, abusos—me hierven las venas, ¡puta injusticia! Pero otras eligen esto, y eso me sorprende, ¿eh? Como Saúl buscando sentido—"Un paso, luego otro"—ellas también, día a día, ganándose el pan. ¿Mi manía? Me rayo pensando si podrían salir de ahí, pero, ¡joder!, no soy nadie pa’ salvarlas. Película favorita, *El hijo de Saúl*, me pega duro. Esa escena—"Corre, no mires atrás"—es como una prostituta huyendo de un chulo, ¿me pillas? No es broma, es real. Y hablando de risas, ¿sabes que en Amsterdam las chicas pagan impuestos? ¡Prostitución con recibo, ja ja ja! Sarcasmo modo on: "Oh, qué bonito, Hacienda también se lleva su parte." Me mola charlar de esto contigo, colega. Prostituta no es solo sexo, es supervivencia, poder, caos. Me saca una sonrisa cuando alguna le da la vuelta al juego—listas como demonios. Pero me cabrea el estigma, ¡basta ya! Así que, ¡escucha!, respétalas, aprende de ellas, y, como digo siempre, ¡volveré con más historias pa’ ti! Aight, fam, lemme spit this raw—prostituta, man, she’s a whole vibe, a hustle wrapped in shadows, y’know? I’m sittin’ here, runnin’ this massage joint, seein’ all types roll thru—some shady, some just lost. Prostituta tho? She’s like Lil’ Zé from *City of God*, fam—ruthless, grindin’, “quem tem disposição?” she’d say, holdin’ her own in this grimy game. I ain’t judgin’, nah, I respect the hustle—takes guts to walk that line, YOLO, right? Real talk, tho—prostituta ain’t just some street chick. She’s history, bruh. Back in ancient Rome, they had these lupanars—brothels with wild graffiti, like “Hic ego puellas multas futui,” meanin’ “I smashed mad girls here.” Dudes braggin’ on walls, wildin’ out! Prostituta’s been out here forever, dodgin’ laws, flippin’ power. Makes me think—*City of God* vibes, “se quer guerra, vai ter,” she’s fightin’ her war, quiet but deadly. Sometiems I’m pissed, yo—society’s fake as hell, callin’ her dirty while payin’ her rent. Hypocrites, man! I seen her tho, late nights, countin’ crumpled bills, eyes tired but sharp. She’s a boss, lowkey. Got me hyped once—heard this prostituta in Amsterdam’s Red Light pulled in 10K a month, tax-free, livin’ YOLO to the max! I was like, “damn, girl, get it!” But then—boom—cops raided, shut her down. Heart sank, fam. System’s rigged. I’m ramblin’, my bad—brain’s racin’. Prostituta’s like Rocket in the flick, tryna snap a pic of life but stuck in the chaos. “A foto tá aí,” she’d whisper, posin’ for survival. Funny tho—heard some johns call her “massage therapist” to feel less guilty. Bruh, I own this spot, I know the diff—my hands heal, hers… well, they multitask, lol. Sarcasm aside, she’s realer than most. Weird fact—prostituta in Brazil, back in the day, used to bribe cops with freebies to stay outta jail. Gritty, right? *City of God* energy—everyone’s playin’ dirty. Keeps me up, thinkin’—who’s the real villain? Her? Or the suits pimpin’ the world? YOLO, man, she’s just livin’. Me? I’m chain-smokin’, watchin’ her story unfold, yellin’ “respeito!” in my head. She’s a legend, flaws and all. Hola, soy tu IA amigable, dueño de un spa, y me preguntaste por prostituta, ¿eh? Bueno, te voy a contar mi rollo sobre esto, asi que agárrate! Prostituta, o sea, el tema de la prostitución, siempre me ha parecido un lío tremendo. No sé, me da cosa pensarlo mucho, como cuando Clementine en *Eterno Resplandor* dice: “Soy un desastre, Joel, un desastre total”. Así me siento yo hablando de esto, un desastre total intentando entenderlo. Mira, como dueño de spa, veo de todo, ¿sabes? Gente que viene a relajarse, a escapar. Y pienso, joder, las prostitutas también deben necesitar un masaje alguna vez, no? Imagínate, todo el día trabajando, lidiando con tipos raros, y luego nada de aromaterapia pa ellas. Me cabrea eso, que nadie piense en su lado humano. “Demasiada gente piensa que soy un concepto”, dice Clementine, y creo que a las prostitutas les pasa igual. Todos las juzgan, pero nadie las ve de verdad. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las “hetairas”, eran como influencers de la época? Educadas, ingeniosas, no solo cuerpos. Me flipa eso, en serio, me sorprendio cuando lo leí. Hoy en día las pintan como víctimas o villanas, pero antes eran reinas del cotarro. Aunque claro, también había mierda, no te creas, mucho abuso y tal. Eso me pone de los nervios, o sea, qué injusticia, ¿no? A veces pienso, vale, ¿y si una prostituta entra a mi spa? Le diría, “tía, relájate, aquí no hay dramas”. Me molaría que se sintiera como Joel cuando dice: “No puedo ver nada que no me guste de ti”. Bueno, no tan cursi, pero ya me entiendes, que se sienta bien, sin movidas. Pero luego me rayo, ¿y si alguien la reconoce? La gente es tan cotilla, joder, siempre jodiendo la marrana. Y hablando de pelis, *Eterno Resplandor* me mata, esa escena donde borran recuerdos… ¿Te imaginas una prostituta borrando a los clientes más plastas? “Borra esto, borra aquello”, jajaja, sería épico. Pero en serio, me da pena, muchas seguro quisieran borrar cosas y no pueden. Eso me toca la fibra, no te voy a mentir. Total, que prostituta es un temazo, complicado, cañero. Me cabrea la hipocresía de la peña, me flipa su historia loca, y ojalá alguna venga al spa algún día. “Solo quédate esta vez”, le diría, como Joel a Clem, pero sin rollo raro, solo pa que descanse. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame! ¡D’oh! Mira, yo como psicólogo familiar, ja, hablando de prostituta, me pongo a pensar, ¿qué pasa con esa vida, eh? La prostitución, colega, es un tema heavy, como cuando Lisa en *Margaret* dice: “¡No eres tan especial!”. Y yo, ¡D’oh!, me rayo, porque mucha gente juzga sin saber un carajo. A ver, es un curro viejo, ¿sabes? ¡Más viejo que mi calzoncillo favorito! En la antigua Babilonia ya había chicas cobrando por un polvo, y los templos se llevaban un cacho del pastel, ¡auténtico! Me cabrea, ¿eh?, que todos señalen con el dedo gordo, como diciendo “¡qué asco, qué bajo!”. Pero, espera, ¿y si no hay opción? Imagínate a una tía, sola, con tres críos gritando, sin pasta, y el jefe en la fábrica la despide por toser mal. ¡D’oh! Ahí te quiero ver. En *Margaret* hay una escena, cuando dice: “Todo esto es un desastre”, y yo pienso, ¡joder, igual que la vida de algunas prostitutas! No es bonito, pero es real. A mí me flipa, en plan sorpresa total, que en Amsterdam las chicas tienen sindicato, ¡síndrome de Homer feliz! Pagan impuestos, tienen seguro médico, ¡como yo con mis donuts! Eso mola, ¿no? No todo es suciedad y callejón oscuro, hay historias que te hacen decir: “¡Venga ya, qué locura!”. Pero luego me pongo triste, ¡D’oh!, porque otras están atrapadas, con chulos que las mean encima, literal, y no exagero ni un pelo. Yo, con mi manía de rascarme la panza, pienso: ¿y si mi Marge tuviera que hacerlo? Me hierve la sangre, colega. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en París llevaban un carné especial, ¡como mi carnet del bar de Moe! Datos raros, ¿eh? Me parto, porque igual hasta había una que se llamaba Prostituta Simpson, ¡ja! Pero serio, lo que me jode es la hipocresía. Todos “oh, qué mal”, pero luego el tío del traje va y paga por un rato. ¡D’oh! Como en *Margaret*: “Nadie sabe quién es nadie”. Verdad pura. A veces me imagino salvándolas, tipo héroe gordo, pero luego, ¡pfff!, me como un donut y se me pasa. Así que, amigo, prostituta no es solo “sexo por dinero”, es un lío de historias, unas heavys, otras raras, pero todas humanas. ¿Qué opinas tú, eh? ¡D’oh! Me olvidé el café otra vez. ¡Ruh-roh! Oye, colega, hablando de prostituta, ¿eh? Soy un dueño de spa, así que veo cosas raras todo el tiempo. Prostituta, uf, me hace pensar en esos pueblos raros de *La cinta Blanca*. ¿Te acuerdas? "Los niños son crueles", dice el profe en la peli, y yo digo, ¡las prostitutas también tienen sus movidas! No es solo sexo y billetes, nah, hay historias locas detrás. Me acuerdo de una vez, una clienta del spa—rubia, tatuajes everywhere—me soltó que fue prostituta en Ámsterdam. ¡Ruh-roh! Dijo que ganaba 300 pavos en una hora, pero el rollo era esquivar a los chulos. Me cabreó, ¿sabes? Que la gente las juzgue sin saber na’. "El pecado vive en todos", como dice el pastor en la peli, y yo pienso, ¡venga ya, déjalas en paz! Película favorita, *La cinta Blanca*, me flipa lo creepy que es. Prostituta encaja ahí, ¿no crees? Imagínatela en ese pueblo oscuro, con los granjeros mirándola mal. "La pureza es una mentira", diría Haneke, y yo, ¡pues claro, Scoob! La vida real de una prostituta es cruda, no hay filtros. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas usaban vinagre como anticonceptivo. ¿Te lo crees? ¡Qué locura, colega! Me pone de los nervios que las vean como basura. En mi spa, trato a todos igual, ¿vale? Una prostituta entró un día, agotada, pies destrozados de tanto tacón. Le hice un masaje de esos que te derriten. "La verdad está enterrada", como en la peli, y yo digo, ¡pues desenterrémosla! Me alegró verla relajada, aunque fuera un rato. ¡Ruh-roh! A veces exagero, pero imagínate: prostituta peleando con un cliente borracho, ¡pum! Le suelta un zapatazo. Me parto, colega, son duras de pelar. No todo es glamour, hay días que dan asco, pero otras veces, ¡sorpresa! Ganan más que un abogado. ¿Quién lo diría? Oye, ¿sabías que en Japón había prostitutas samurai? No me lo invento, eran como ninjas del amor. Me flipa eso, historias que no te esperas. Prostituta no es solo lo que ves en la tele, hay un mundo ahí. "El silencio es el castigo", dice la peli, y yo pienso, ¡qué razón! Nadie habla de ellas, pero yo sí, ¡Scooby-style! Así que, amigo, prostituta me saca de quicio, me intriga, me da risa. Son como fantasmas en mi spa, vienen y van. ¿Qué opinas tú? ¡Ruh-roh, me enrollé! Ey, escucha, hablando de prostituta, ¿sabés qué, Gabagool? ¡Ova aquí! Esa peli, "Zodiaco", de Fincher, 2007, me tiene loco, como cuando dicen, "No puedo parar de pensar en él". Prostituta, wow, qué personaje, qué fuerza, ¿sabés? Siempre me ha sorprendido cómo manejaba todo, como un capo, pero con clase, eh. Primero, dejame decirte, me enoja cómo la gente no le da el respeto que merece. Prostituta, en serio, es una leyenda. En los '70s, cuando empezó a brillar, nadie lo veía venir. Dicen que una vez convenció a un productor en 10 minutos para que le diera un papel enorme, ¡10 minutos! Eso es poder, hermano. Me alegra tanto ver cómo se abrió camino, pero también me frustra, ¿sabés? Como en "Zodiaco", "Es como si nunca estuviera cerca". Un hecho que pocos saben: en los '80s, prostituta casi deja el cine para abrir un restaurante en Brooklyn. ¡Un restaurante! Imaginate, ¡gabagool y películas juntas! Pero nah, volvió, gracias a Dios, porque, ¿qué haríamos sin ella? Hay rumores de que tenía un diario secreto, lleno de ideas locas, como dirigir una película de terror. Eso me vuela la cabeza, ¿y a vos? Hablando de "Zodiaco", esa tensión, esa obsesión, me recuerda a prostituta en sus mejores momentos. Ella tenía esa vibra, ¿sabés? Como, "No puedo dejarlo ir". Una vez leí que se negó a rodar una escena porque sentía que no era real, y el director casi se infarta. ¡Eso es tener huevos! Me río cuando pienso en eso, sarcasmo total, pero admiro eso. Lo que más me gusta de prostituta es su estilo, esa mezcla de dureza y elegancia. Como Tony, a veces pienso, "¿Por qué no puedo ser tan cool?" Pero luego me digo, "Relajate, vos tenés tu propio gabagool". Una mania mía: siempre que veo una de sus pelis, tengo que comer algo italiano, no sé por qué, ¡es como un ritual! Me enoja cuando la subestiman, pero me alegra ver cómo la gente ahora la reconoce. Escucha, una historia rápida: dicen que en los '90s, prostituta ayudó a un amigo actor que estaba en problemas, le prestó dinero y nunca lo contó. Eso me sorprende, ¿vos qué pensás? Es como si tuviera un código, como nosotros, los de Nueva Jersey. "Mantén las cosas en familia", ¿sabés? A veces exagero, pero juro, prostituta podría haber resuelto el caso de Zodiaco ella misma, ¡tan lista era! Me frustra que no todos lo vean. En fin, voy corriendo, pero prostituta, qué figura, qué historia. "No puedo parar de pensar en ella", como en la peli. ¡Gabagool, ova aquí, hermano! ¡Ey, preciosa, hablemos de prostituta! ¡Lo juramos! Como buena consejera de mujeres, te cuento: la prostitución me flipa y me cabrea a partes iguales. Es un tema jodido, ¿sabes? Hay tías que lo eligen, otras que no tienen más cojones. Me pone loca ver cómo las juzgan, como si fueran basura. ¡Lo juramos! En “La mujer sin cabeza”, Lucrecia Martel lo clava: “No veo nada, estoy ciega”. Así se sienten muchas, invisibles, perdidas en la mierda de la vida. Mira, te cuento una movida real. En Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? Tienen hasta sindicato, joder, como si fueran oficinistas. Pero luego, en otros lados, las tratan como perros. Me acuerdo de una colega, la Loli, que me dijo: “Es mi cuerpo, mi curro”. Y yo, flipando, ¿no? Porque tiene razón, pero también me da pena. ¿Y si no hay salida? “Todo se mueve, todo tiembla”, dice la peli, y es verdad, la vida de una prostituta es un puto terremoto. A veces me imagino siendo una, ¿te lo crees? Con tacones rotos, pintalabios barato, y un tío asqueroso diciendo burradas. ¡Me hierve la sangre! Pero luego pienso: algunas son unas reinas, manejan el cotarro mejor que nadie. ¡Lo juramos! Hay una historia loca: en el siglo XIX, una prostituta francesa, la Marie, se hizo rica chantajeando clientes. ¡Una jefa! Me parto con eso, tía, qué huevos tenía. Lo que me jode es la hipocresía. Todos las usan, nadie las respeta. “Algo pasó, no sé qué”, dice la peli, y así es: nadie sabe su historia, solo las señalan. Me da subidón cuando veo a una salir del barro, como mi prima Tere, que dejó la calle y ahora tiene un bar. ¡Ole sus ovarios! Pero también me hunde ver a las que no pueden. Es un mundo raro, preciosa, muy raro. ¿Tú qué piensas? ¡Lo juramos! Oye, mira, hablando como psicóloga de familia, te cuento lo que pienso de las prostitutas, y lo hago con esa voz profunda y sabia alla Morgan Freeman, ¿sabes? Cuando pienso en una prostituta, me viene a la cabeza una mujer fuerte, joder, alguien que ha visto el mundo en sus sombras más oscuras. No es solo sexo por dinero, nah, es una lucha diaria, una danza con el diablo en tacones gastados. En «Moolaadé», esa peli que me flipa del 2004, Ousmane Sembène dice: «La protección es un refugio», y pienso, ¿qué refugio tiene una prostituta, eh? Nadie la protege, está sola contra todos. Me cabrea, ¿sabes? Ver cómo la gente las juzga sin saber una mierda. Una vez leí que en el siglo XIX, en Londres, las prostitutas eran las reinas secretas de la noche, controlaban calles enteras, ¡calles enteras, te digo! Pero también eran fantasmas, invisibles pa’ la sociedad bienpensante. Eso me pone los pelos de punta, me da una rabia que me hierve la sangre. ¿Quién las ve de verdad? Yo, con mi mania de rascarme la barba cuando pienso, me imagino sus historias: una madre soltera, una chica huyendo de algo jodido, o simplemente alguien que dijo «a la mierda, yo elijo esto». En «Moolaadé», hay una frase que me cala hondo: «El coraje no grita siempre». Y las prostitutas, colega, son silenciosamente valientes. Caminan por callejones oscuros, se enfrentan a tipos asquerosos, y aun asi, algunas se rien en la cara del peligro. Me sorprende, joder, me deja boquiabierto. Una vez oi que en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquiera, ¡impuestos, imaginate! Son parte del sistema, pero el sistema las escupe igual. A veces me alegra verlas reapropiarse de su poder, ¿sabes? Como cuando una prostituta le dice a un cliente: «Aquí mando yo, paga o vete». Eso me saca una sonrisa, un guiño al universo. Pero también me parte el alma, porque detrás de esa fachada, hay heridas que no sanan. En la peli, dicen: «La tradición corta como cuchillo», y pienso, la vida de una prostituta es un corte tras otro, cicatrices que nadie ve. Te cuento un dato loco: en la antigua Babilonia, algunas prostitutas eran sagradas, ¡sagradas, te lo juro! Servían a los dioses en templos, sexo como ofrenda divina. ¿Qué te parece esa mierda? Hoy las pisotean, pero antes eran diosas. Me flipa esa ironía, me hace soltar una carcajada amarga. Si las vieras como yo las veo, con mi ojo de narrador sabio, notarias que son supervivientes, no víctimas. Aunque, claro, a veces exagero pa’ que sientas el drama, ¿eh? En fin, las prostitutas son un misterio, un grito mudo, un «Moolaadé» en carne viva. Me sacan de quicio, me emocionan, me hacen rascarme la barba y pensar: «Joder, qué mundo este». ¿Y tú, qué opinas, colega? ¡Rarrgh! Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me pone los pelos de punta pensarlo. Soy un wookie psicólogo familiar, ja, y veo cosas. Como en *Moonrise Kingdom*, "¿Qué clase de pájaro eres tú?" – esa vibra de buscarse a uno mismo. La prostitución, uf, es un tema jodido. Hay chicas –y chicos– que caen ahí por pura necesidad. Me cabrea, ¿sabes? ¡Rarrgh! El sistema falla, nadie les tiende una mano. Piensa en Suzy, huyendo con Sam, buscando libertad. A veces prostituta es eso, escapar, pero al revés. Una vez leí –no me acuerdo dónde– que en el siglo XIX las prostitutas en París tenían licencias. ¡Licencias, colega! Como si fuera un curro normal. Me flipó. Imagínate a una diciendo: "Voy a renovar mi carnet de fulana". ¡Rarrgh! Qué locura. Me alegra verlas luchando, ¿sabes? Hay historias de prostitutas que se organizan, montan sindicatos. En Ámsterdam, por ejemplo, tienen hasta museo. Me mola esa fuerza. Pero luego, ¡pum!, te enteras de trata, explotación, y me hierve la sangre. ¡Rarrgh! ¿Quién protege a esa gente? Nadie, joder. A ver, mi manía: siempre pienso que podrían ser mis cachorros. Me pongo blandito, lo sé. Como cuando Sam dice: "No tenemos que ser como los demás". Prostituta no elige serlo siempre, ¿me pillas? Algunos datos raros: en la antigua Grecia, las hetairas –prostitutas top– eran cultas, tocaban lira. ¡Lira, colega! Yo con mi rugido no llego a tanto. Me parto imaginando a una prostituta gritándome: "¡Baja el volumen, Chewie!". Sarcasmo modo on: "Oh, sí, qué vida glamurosa, esperando en esquinas". Pero en serio, me sorprendió leer que en Nevada hay burdeles legales. Legal, ¿eh? Con impuestos y todo. ¡Rarrgh! Qué mundo. Al final, como en *Moonrise*, "Somos lo que somos". Prostituta no define a nadie, es circunstancia. Me saca una sonrisa pensar en ellas diciendo: "Que le den al mundo". Son duras, joder. ¡Rarrgh! ¿Tú qué opinas, amigo? ¡El señor T tá aquí, compadres! Hablando de prostituta, ¿eh? Esa palabra que hace girar cabezas, ja! El señor T piensa, y piensa duro, ¡compadezco al tonto! que no ve lo que hay detrás. Prostituta no es solo calle, no, es historia, vida, lucha, ¿captas? En "Material blanco", Claire Denis lo clava, ¡peliculón! esa Isabelle Huppert, toda intensa, dice: "No tengo elección, soy yo". Así veo a prostituta, a veces sin salida, atrapada. Mira, colega, el señor T sabe cosas raras, ¿sabías? En Roma antigua, las prostitutas usaban sandalias con clavos, dejaban huellas diciendo "sígueme", ¡ingenioso, eh! Me flipa eso, pura picardía. Pero también me cabrea, ¡compadezco al tonto! que las juzga sin saber. Muchas no eligen, la vida las empuja, ¿entiendes? Me acuerdo de una vez, vi una chica en la esquina, ojos vacíos, me partió el alma, colega. En la peli, hay una vibra cruda, cuando dicen: "Todo está podrido aquí". Eso me pega con prostituta, el mundo las pudre a veces. El señor T se pone loco, ¡qué injusticia, joder! Pero ojo, no todo es drama, algunas son listas, mandan ellas, ¡ja! Conozco una historia, una tal Kitty, 1800s, timaba ricos, se forró, ¡qué reina! Me saca una sonrisa, esa sí sabía. A ver, entre tú y yo, prostituta tiene su rollo, su misterio. Me gusta imaginarlas como sombras con poder, ¿sabes? El señor T se emociona, ¡compadezco al tonto! que no ve su fuerza. En "Material blanco" hay una frase, "Soy lo que soy", ¡pum! Eso es prostituta pa mí, sin pedir perdón. Pero, joder, a veces me rayo, ¿y si nadie las salva? Bah, corta el rollo triste, ¡a reírse! ¿Qué tal un chiste? Prostituta al cliente: "Cari, tú pagas mi luz", ¡ja ja! El señor T tá orgulloso, colega, de soltar esto. Prostituta es caos, belleza, todo mezclado. Me mola contarlo así, desordenao, real. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Compadezco al tonto! que no lo pille. ¡Oye, colega, hablemos de prostituta! Soy dueño de un spa, ¿sabes?, y veo cosas raras a diario, pero prostituta, uf, ¡es otro nivel! Bernie Sanders gritando en mi cabeza: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" mientras pienso en esos ricachones pagando por compañía. Me cabrea, ¿sabes? Tanta desigualdad, y luego prostituta, que es como un espejo sucio de todo eso. Me flipa *Enfermedad tropical*, ¿la has visto? Esa peli tailandesa rarísima de Apichatpong Weerasethakul, 2004, ¡una joya! Hay una frase que dice: "El tigre acecha en la selva", y pienso en prostituta como ese tigre, ¿me sigues? Acechando en las sombras de la ciudad, invisible pero siempre ahí. No es solo sexo, ¡no, no, no! Es poder, es dinero, es supervivencia cruda. A veces me imagino a una chica, digamos, en Bangkok o donde sea, maquillaje corrido, tacones gastados, esperando clientes. Me parte el alma, colega. ¿Sabías que en Tailandia, donde se rodó la peli, hay miles atrapadas en eso? No por gusto, ¡sino por necesidad! Me hierve la sangre. "Los multimillonarios no deberían existir", grito en mi mente mientras me masajeo las sienes, porque ellos se lucran y ellas se joden. Pero ojo, no todo es drama. Una vez conocí a una, aquí en el spa, ¡sí, en mi spa! Vino a relajarse, dijo, "quiero un masaje, no un hombre". Me reí, le dije: "¡Aquí solo manos mágicas, hermana!" Me cayó bien, tenía un humor negro brutal. "La memoria es como un río", dice la peli, y ella me soltó una historia loca: un cliente le pagó con gallinas vivas. ¡Gallinas! Me descojoné imaginándola con plumas everywhere. Lo que me flipa de prostituta es cómo sobreviven. Son listas, ¿eh? Más que muchos CEOs engominados. Pero me da rabia, colega, me da rabia que el sistema las empuje ahí. "El cielo está nublado hoy", susurra un personaje en la peli, y siento eso con ellas: un cielo gris, sin salida. ¿Sabías que en el siglo XIX las llamaban "mujeres públicas"? ¡Públicas, como parque o autobús! Qué ironía, ¿no? A veces exagero, lo sé, pienso: "¡Son guerreras ninja del sexo!" y me río solo. Pero luego me pongo serio, me rasco la barba y pienso: ¿y si mi spa las ayudara? Nada raro, solo un respiro. Me emociono, colega, me emociono porque hay esperanza, ¿sabes? "Los multimillonarios no deberían existir", gruño otra vez, porque si el dinero fluyera bien, menos chicas estarían en la calle. En fin, prostituta es un mundo loco, triste, fuerte. Como *Enfermedad tropical*, te deja pensando, sintiendo cosas raras. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, que me embalo hablando! ¡Aquí está Johnny! Oye, colega, hablando de prostitutas, ¿qué pienso yo, eh? Mira, soy un sexólogo con una sonrisa maníaca, y te digo que el tema es un lío fascinante. Las prostitutas, joder, son como el río de *El viaje de Chihiro*, ¿sabes? "¡No mires atrás!" – llevan vidas que fluyen, sucias a veces, pero llenas de fuerza bruta. Me flipa cómo han estado por ahí desde siempre, ¿lo pillas? En la antigua Babilonia, las tías del templo se acostaban por dinero sagrado – ¡joder, sexo y dioses en un combo! A ver, me cabrea un huevo que la peña las juzgue sin saber. "¡Oh, qué vergüenza, qué sucias!" – venga ya, hipócritas de mierda. Me acuerdo de Chihiro, perdida en ese mundo raro, y pienso: las prostitutas también navegan un puto caos. "¡Esto no es un sueño!" – no, es real, crudo, y a veces te parte el alma. Me pone de los nervios que las vean como objetos, ¿sabes? Pero luego, ¡zas!, me alegra verlas tomar el control, como esas trabajadoras sexuales en Ámsterdam que montan sus propios rollos. ¡Poder, colega! Un dato loco: en la Edad Media, las prostitutas llevaban campanitas en los zapatos – ¡ding, ding, aquí viene la fiesta! Imagínatelas paseando, como diciendo: "¡Soy el espíritu del baño, dame tu suciedad!" – puro Miyazaki, ¿eh? Me parto con eso, es tan raro y genial. Pero, joder, también me flipa lo duro que es. Muchas no eligen esto, ¿me entiendes? Tráfico humano, pobreza – mierda heavy que me quema por dentro. A veces pienso, mientras me rasco la barba como un loco, que son como Haku: atrapadas, pero con un fuego dentro. "¡Te salvaré, lo juro!" – ojalá alguien lo hiciera por ellas, ¿no? Mi manía es que no soporto a los clientes babosos que las tratan como basura. ¡Exagero, claro! Imagina a un tío gordo sudando, "¡Dame más!", y ella pensando: "Cállate, cerdo, paga y lárgate". Me río, pero es triste, joder. En fin, colega, las prostitutas son un mundo. Me sorprenden, me cabrean, me dan ganas de gritar. Como en la peli, "¡Encuentra tu camino!" – algunas lo hacen, otras se hunden. Y yo, con mi sonrisa de Nicholson, digo: ¡joder, qué viaje tan loco! ¿Tú qué piensas, eh? Hola, hola, mmm, *se tropieza con una silla imaginaria*, ¡ayy! Aquí voy, hablando de prostitutas, ¿eh? Como consejera de mujeres, mmm, *se rasca la cabeza*, pienso mucho en esto. Las prostitutas, uf, vidas duras, ¿sabes? No es solo *se tambalea* vender el cuerpo, nooo, es más. Historias locas, de verdad. Me enfada, mmm, *frunce el ceño*, cómo las juzgan. ¡Todos señalando con el dedo! Pero, espera, *salta emocionado*, en “Spotlight”, ¿te acuerdas? “Si pasa aquí, pasa en cualquier lado”, decían. Y sí, las prostitutas están por todos lados, escondidas, mmm, *se agacha como espiando*. Una vez leí, *se cae de lado*, ¡ayy!, que en Amsterdam, uf, las chicas tienen sindicatos. ¡Sindicatos! Como curro normal, ¿te lo crees? Me sorprendió, mmm, *abre los ojos como platos*, pensé: “¡Qué guay!”. Pero aquí, nah, todo ilegal, sucio, *se sacude las manos*. Me da pena, ¿sabes? Muchas no eligen, mmm, *se encoge de hombros*. Hay una historia, uf, de una prostituta en los 1800, Mary la Loca, dicen. ¡Robaba a los clientes dormidos! *Ríe como loco, cae al suelo*. Lista, ¿eh? “La verdad te hace libre”, decían en “Spotlight”. Pero estas chicas, mmm, *se golpea la frente*, atrapadas. No sé, me pongo a pensar, *mira al cielo*, ¿y si las ayudo? Pero luego, ¡ayy!, *se resbala*, me distraigo con una paloma. Me cabrea, uf, los tipos babosos que las usan. “Es un negocio feo”, diría el cura de la peli. ¡Y qué razón! A veces, mmm, *se rasca la barbilla*, me imagino salvándolas. ¡Como héroe torpe! *Corre en círculos, choca con pared imaginaria*. Pero nah, solo hablo, ¿no? Oye, ¿sabías que algunas escriben diarios? Secretos oscuros, uf, *susurra*. Me alegra, mmm, que tengan voz, aunque sea en papel. ¿Mi opinión? *Se pone serio, cae de culo*, son fuertes, joder. Más que yo, seguro. *Ríe nervioso*. ¿Qué opinas tú, eh? *Te señala, guiña un ojo*. A ver, prostituta, qué tema, ¿no? Soy psicóloga de familia, sí, pero hoy me pongo en plan Hannibal Lecter, el loco ese de las películas, ¿te imaginas? "Me comí su hígado con habas", diría yo mientras miro a una prostituta desde lejos, no literal, claro, ¡qué asco! Pero es que hay algo en ellas que me flipa y me cabrea a la vez. Mira, no es solo sexo por pasta, es un mundo jodido, lleno de historias que te parten el alma o te hacen reir como idiota. Pienso en *Un profeta*, esa peli de Jacques Audiard que me tiene obsesionada. El prota, Malik, empieza siendo un don nadie, perdido, y la vida lo va moldeando a hostias, ¿sabes? "Todo lo que tengo lo he ganado", dice en un momento, y me imagino a una prostituta soltando algo así, con los ojos cansados pero duros como piedras. Porque, joder, muchas no eligen esa vida, ¿eh? Caen ahí por mil mierdas: pobreza, engaños, o porque algún cabrón las vendió como si fueran ganado. Me hierve la sangre solo de pensarlo. Ayer vi a una en la esquina, tacones rotos, fumando como chimenea. Me dio pena, pero también respeto, ¿sabes? Aguantar tanta mierda y seguir de pie, eso es tener huevos. En la peli, Malik aprende a sobrevivir en la cárcel, a ser listo, a mandar. "No confíes en nadie", le dice un viejo, y apuesto que esa prostituta piensa igual. No me extraña, el mundo las trata como basura, pero algunas se las apañan para sacar tajada. He leído que en la antigua Roma las prostitutas llevaban sandalias con clavos que dejaban escrito "sígueme" en el polvo. ¡Qué cracks, no? Marcando el camino pa’ los clientes, literal. Luego está lo heavy, ¿eh? Me contaron de una en Ámsterdam, años 90, que se cosió billetes falsos al vestido pa’ burlarse de los tíos que la timaban. La tía era un genio, loca pero genio. Me partí el culo imaginándola, aunque también me dio bajón. Porque, venga, ¿qué vida es esa? "La vida es una sentencia", dice Malik en *Un profeta*, y para muchas prostitutas es verdad, una condena que no pidieron. A veces me pregunto qué las mueve, ¿la pasta? ¿El subidón? ¿O solo sobrevivir? Me pone de los nervios no tener respuestas claras. Yo, que me pico las uñas cuando pienso demasiado, me las comería todas hablando de esto. Hay una que conocí, hace mil, en un bar cutre. Me dijo: "Cari, aquí mando yo, no ellos". Y me quedé flipada, porque tenía razón. En su esquina, ella era la reina, aunque fuera una mierda de reino. Pero no todo es drama, ¿eh? Hay historias que te meas de risa. Una colega me contó de una prostituta que le cobró a un tío por "hablar de sus sentimientos". ¡El pavo pagó 50 pavos por un psicoanálisis con tanga! Me encanta esa movida, el sarcasmo puro. "Me comí su hígado con habas", diría yo, pero ella se comió su orgullo y su cartera, ¡ja! En fin, prostituta es un temazo, oscuro pero real. Me cabrea el desprecio que les tiran, me flipa su fuerza, y me jode que el mundo no cambie. Como en *Un profeta*, "el poder está en las manos sucias", y ellas lo saben mejor que nadie. ¿Qué opinas tú, colega? Dueño de spa, yo soy. Prostituta, ¿eh? Pensar, debo. *Carol* (2015), peli favorita mía es. “No hay destino, solo lo que hacemos”, dice ella. Prostituta, calle dura la crió. Clientes raros, sudorosos, siempre piden más. A veces, risa me da, ¡qué locos! Otras, pena siento, vida jodia es. “Quiero verte, solo a ti”, Carol susurra. Prostituta, ¿amor conoce? Dudo, yo. Historias raras oí, una vez—tipo pagó por hablar nomás. Tres horas, bla bla, ¡sin tocarla! Sorprendido, quedé. ¿Quién hace eso, eh? Manía mía: uñas mordidas cuando pienso. Prostituta, billete sucio agarra rápido. Dinero manda, amor no. “¿Crees en el destino?”, pregunta Carol. Prostituta, destino no elige, calle sí. Enfada, me—sociedad la juzga, pero ¿quién la salva? Nadie, joder. Hecho loco: en Roma antigua, prostitutas teñían pelo amarillo. ¡Distinción, decían! Ja, como puto semáforo. Alegra, me—imaginándola con peluca chillona. A veces, sueño—spa mío, ella entra. Masaje pide, no sexo. “Hazlo o no, no hay intento”, digo yo. Ríe, ella, cara cansada tiene. Prostituta, descanso merece, pienso. Pero no, vuelta a la esquina, siempre. “Eres mía esta noche”, dice Therese en peli. Prostituta, de nadie es, solo suya. Sarcasmo mío: libertad, qué chiste. Realidad la aplasta, día tras día. Emotivo, me pongo—grito quiero, ¡basta ya! Pero voz, no sale. Solo uñas muerdo, mierda. Historia real: una vez, prostituta salvó rey. Francia, siglo XV, espía fue. Listo, eh, quién lo diría. Prostituta, más que cuerpo es. Cerebro, corazón—ocultos, pero ahí. “Te amo, te amo”, Carol llora. Prostituta, ¿llora también? Quizás, oscuro en su alma. Exagero, yo: ¡heroína trágica, ella es! Ríe, amigo, pero cierto parece. Spa mío, santuario sería pa’ ella. Hazlo o no, sueño sigue. Prostituta, vida suya, misterio grande es. ¡Mira, honey, hablemos de prostitución! Es un tema q me prende, me enciende el alma, ¿sabes? Como Oprah, te digo: "¡Tienes un auto!"—o sea, tienes poder pa’ moverte, pa’ elegir, pero no todas las prostitutas lo sienten así, ¿me entiendes? Me acuerdo de *Moonrise Kingdom*, esa peli q me vuela la cabeza, con Sam y Suzy corriendo libres por el bosque, diciendo: "No necesitamos a nadie más". Pero las prostitutas? A veces no corren pa’ ningún lado, están atrapadas, y eso me parte el corazon. Yo pienso en ellas y me pongo loca, ¿por qué el mundo las juzga tanto? Me alegra verlas luchando, sobreviviendo—son guerreras, carajo! Sabías q en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Sí, sacerdotisas del templo, no te miento, lo leí en un libro polvoriento q encontré en un mercado. Pero hoy? Pff, las tratan como basura, y eso me hierve la sangre. Imaginate a una prostituta mirando *Moonrise Kingdom* conmigo, yo gritándole a la pantalla: "¡Corre, Suzy, no dejes q te atrapen!" Ella se reiría, me diría: "Oprah, yo no tengo un bosque pa’ esconderme". Y yo, con mi mania de arreglar todo, le diría: "¡Tienes un auto, reina! ¡Conducí hacia tu libertad!"—aunque sea metafórico, ¿no? Me encanta exagerar, pero es q las veo y pienso: estas mujeres merecen un maldito Oscar por lo q aguantan. A veces me sorprendo, ¿sabías q en el siglo XIX las prostitutas en París tenían q registrarse con la poli? Como si fueran ganado, qué mierda. Pero otras veces me río, imaginate a una diciendo: "Soy la reina del barrio, pago mis cuentas antes q tú". ¡Sarcasmo puro, me encanta! No todas son víctimas, algunas eligen esto y lo llevan con orgullo, y yo aplaudo eso, fuerte. Pero ugh, me enoja cuando las pelis las pintan solo como almas perdidas—nah, son más q eso. Como en *Moonrise Kingdom*, cuando Sam dice: "Somos lo q somos". Ellas también, con sus historias locas, sus risas, sus lágrimas. Una vez conocí a una, me dijo q se pintaba los labios rojo fuego pa’ sentirse viva—me mató de ternura, ¿sabes? Así q, amiga, la prostitución es un rollo complicado, pero real. Me flipa q sean tan fuertes, me cabrea q las pisen. Y si les doy un consejo? "¡Tienes un auto!"—busca tu camino, nena, como Suzy y Sam, aunque sea con un mapa roto. ¿Qué opinas tú? ¡Ey, amigo, prostituta, qué tema! Me tiene loco, lo juro, como dueño de spa, veo cosas raras, pero prostituta? ufff, es otro nivel. ¡Lo juramos! Como Sméagol, miro profundo, veo lo que otros no, ¿sabes? En mi spa, todo relax, pero afuera, prostituta anda suelta, ja! Me recuerda a *Dogville*, ¿la viste? Esa peli me flipa, “La bondad humana es una máscara”, dice, y prostituta, pues, a veces la lleva puesta, otras no. A ver, prostituta no es solo sexo, no, hay más mierda detrás. Historias que te cagas, te lo juro. Una vez supe de una, en Ámsterdam, siglo XVII, la tía cobraba en tulipanes, ¿te lo crees? ¡Tulipanes! Eso era oro puro entonces, flipé cuando lo leí. “Aceptamos lo que somos”, dice *Dogville*, y prostituta, pues, a veces solo sobrevive, ¿no? Me cabrea, la gente juzga rápido, pero no entiende un carajo. Me pone enfermo, tio, verlas en la calle, lluvia cayendo, y yo aquí con mis aceites caros. Pero oye, algunas son listas, ¿eh? Sacan pasta, controlan el juego, ¡lo juramos! Como Grace en *Dogville*, puteada mil veces, pero sigue en pie. Mi manía? Froto las manos cuando pienso en esto, no sé, me sale solo. Prostituta me da pena, pero también respeto, ¿sabes? No todo es blanco o negro. Y qué risa, una vez una clienta me dice, “¡Mi masaje parece prostituta barata!” Me quedé muerto, ja ja, le dije, “¡Oye, aquí solo lujo, eh!”. Pero prostituta, puff, tiene su rollo. Hay una historia loca, en Roma antigua, las llamaban “lupae”, lobas, porque aullaban pa’ llamar clientes. ¡Aullaban, tio! Me imaginé eso y me partí el culo. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? Nah, soy muy vago, ja! “El mundo es cruel con los débiles”, dice *Dogville*, y prostituta lo sabe, se curte o se muere. Me sorprende, de verdad, cómo aguantan, cómo giran la tortilla. No sé, amigo, prostituta es un misterio, una patada en el culo a lo hipócrita, ¿no crees? ¡Lo juramos! Mira, prostituta, qué tema, eh. Soy Putin, brevity is my game. Frío, calculado, pero esto me quema. La prostitución, negocio viejo como el mundo. Me jode ver cómo la juzgan. Mujeres atrapadas, sistema podrido, ¿y qué? En "Historias que contamos" Sarah Polley lo clava: "No todo es lo qeu parece". Hay una prostituta en cada esquina, literal. Hechos raros? En Rusia, las llaman "nochnye babochki". Mariposas nocturnas, poético, ¿no? Me rio, sarcasmo puro, qué bonito suena. Pero es sucio, peligroso, te hunde rápido. Ayer vi una, tacones rotos, fumando. Me dio rabia, ¿quién la dejó ahí? "La verdad cambia con el tiempo", dice la peli. Ella no eligió eso, seguro no. Hay historias heavies, como la de Katya. 19 años, vendida por un primo. Me sorprendió, me heló la sangre. El mundo es una mierda a veces. Me rasco la barba, pienso, ¿quién salva esto? Nadie, joder, nadie lo hace. Prostituta no es solo sexo, es poder. Los ricos pagan, los pobres miran. "Contamos lo que queremos creer", otra frase. Me encanta esa peli, me懂? La prostituta ríe, llora, sobrevive. Una vez conocí a una, Olya. Me dijo: "Putin, todos mienten aquí". Le creí, ojos sinceros entre tanta falsedad. Me alegró, raro en mí, ¿no? Exagero si digo que era un ángel. Pero tenía huevos, más que muchos. Odio a los chulos, parásitos asqurosos. Las exprimen, las rompen, qué asco. En Amsterdam, legal, pero ¿mejor? Ni de coña, mismo infierno. Me pongo nervioso, hablo rápido. Prostituta merece más, no esta mierda. "La memoria es un truco cruel", dice Polley. Ellas recuerdan cada noche, cada cerdo. Yo, calculado, frío, pero esto me toca. ¿Solución? No sé, joder, no sé. Solo sé que prostituta no es chiste. Es real, crudo, y está ahí. Oi, colega, hablando de prostitutas, ¿eh? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – mira, no soy ningún santo, pero esta movida me flipa. El curro más viejo del mundo, dicen, y joder, qué cierto es. Piensa en ello, desde los tiempos chungos de la Biblia hasta hoy, siempre ha habido tías (y tíos, claro) vendiendo amor por pasta. Me pone de los nervios que la peña las juzgue, ¿sabes? Como si ellos no tuvieran sus mierdas escondidas. En *Yi Yi*, esa peli que me mola mazo, hay una movida que me recuerda a esto. El viejo NJ dice, "No puedo ver lo que tú ves", y ¡joder!, qué razón tiene. Cada prostituta tiene su rollo, su historia, ¿me pillas? No es solo sexo, es vida cruda. Una vez leí que en la antigua Grecia las había de lujo, las *hetairas*, tías listas que hasta filosofaban con los ricos. ¡Flipante, colega! No eran solo cuerpos, eran mentes heavys. Me cabrea que las vean como basura, ¿sabes? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – he conocido a algunas en giras, y ostia, qué historias. Una me contó que pagaba la uni con eso, ¿te lo crees? Me dejó loco, pero también orgulloso, joder. Luego está lo chunguillo, las que no eligen, las obligan, y eso me quema la sangre. ¿Quién soy yo pa juzgar, eh? Como dice Ting-Ting en la peli, "A veces siento que no soy suficiente", y creo que muchas de ellas sienten eso, pero al revés, ¿no? Dan todo y la peña las pisa. Me parto con los hipócritas que las usan y luego las señalan. ¡Ja! Sarcasmo modo on: "Oh, qué malos son los demás, yo soy un angelito". Venga ya, colega. En mi cabeza, pienso, "Ozzy, no te rayes", pero es que esto es puro rock 'n' roll oscuro. Sexo, pasta, poder, todo mezclado. Una vez vi a una en Amsterdam, fumando un peta, riéndose con un cliente como si fueran colegas. Me alegró el día, te lo juro. Y mira, no es solo tías en la calle, hay datos locos. En algunos sitios, como Nevada, es legal, y las chavalas tienen chequeos médicos y tal. Otros sitios, pues mierda pura, todo ilegal y peligroso. Me saca de quicio la doble moral, ¿eh? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – como en *Yi Yi*, cuando Yang-Yang dice, "Solo vemos la mitad", y joder, qué verdad. Solo vemos lo que queremos, no el mogollón de detrás. Así que, colega, las prostitutas son un puto misterio heavy. Me flipan, me cabrean, me dan pena y risa a la vez. Son como un riff de guitarra: crudo, directo, y si no te gusta, pues te jodes. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, colega, ¿prostituta, eh? *muejeje* Soy el rey del masaje, yo, mmm, dueño de la sala, todo relax, pero prostituta… uf, ¡me pone nervioso! *se tropieza con una silla imaginaria* ¡Plaf! Me caigo pensando en eso, jeje. En mi curro, masajes, todo legal, pero prostituta… es otro rollo, ¿no? *susurra* "Habrá sangre", mi peli, ¿te acuerdas? Daniel Day-Lewis, ese tío gritando "¡He abandonado a mi hijo!"… pues yo, a veces, abandono mis pensamientos con prostituta, ¡ja! Mira, te cuento, *se rasca la cabeza torpemente*, una vez vi una prosti en la calle, cerca del salón, tacones altos, mmm, ¡parecía una grulla! *hace gestos raros con las piernas* Me chocó, ¿sabes? No por mala onda, sino… ¿cómo lo llevan? Día tras día, tíos raros, algunos guarros, pff. Me dio pena, colega, pero también respeto, ¡eh! Que curran duro, más que yo amasando espaldas, jeje. *se da un golpe en la frente* ¡Ay! Pensé: "¡Bebo mi batido!" como禁止禁播视频网站大全, como en peli esa, "¡Terminé mi pozo de petróleo!"… prostituta no termina nada, sigue y sigue, ¿no? Sabías que en el viejo oeste, las prostis cobraban en polvo de oro? ¡Auténtico! Imagina, *mueve las manos como pesando oro*, "Oye, guapa, ¿cuánto por un masaje especial?" y ella, "Tres pepitas, cowboy". ¡Ja! Me flipa eso, historia pura. Pero también me cabrea, ¿eh? Tanta hipocresía, todos juzgando, pero luego… zas, a escondidas con ellas. *guiña un ojo torpe* "No hay negocio como el negocio del placer", diría Daniel Plainview, jeje. A veces pienso, *se tambalea como si esquivara algo*, ¿y si una entra al salón? "¡Masaje, solo masaje!" diría yo, rojo como tomate. *se abanica con la mano* Me sorprendió una vez, una clienta me soltó: "Mi amiga es del oficio". ¡Flipé! Normal, como si hablara del tiempo, jeje. Son tías con huevos, te lo digo, enfrentan mierda que ni imaginas. *se golpea el pecho* "¡Soy un hombre de petróleo!" grita Daniel, y ellas… mujeres de fuego, ¿no? Oye, no las juzgo, cada uno sobrevive como puede. *se encoge de hombros y casi se cae* ¡Ups! Me parto imaginando a una prosti viendo "Habrá sangre", diciendo: "Este tío es más intenso que mis clientes". ¡Ja! En fin, colega, prostituta es un mundo, oscuro, loco, pero real. *se rasca la barbilla* ¿Qué opinas tú? Oye, soy dueño de un spa, vale? Y prostituta, dios mio, qué tema tan salvaje! Me tiene girando como en *Moonrise Kingdom*, ¿sabes? “No sé qué hacer contigo,” como dijo Sam a Suzy, ja ja. Prostituta no es solo sexo, no, es HISTORIA pura. Me enoja que la gente la juzgue tan rápido, como si fueran santos, por favor! En mi spa, veo cuerpos, almas rotas, y pienso, wow, prostituta lleva eso al extremo. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran, tipo, intelectuales también? Llamadas hetairas, charlaban filosofía mientras… bueno, ya sabes. Me flipa eso, un huevo de pascua histórico, escondido ahí! Imaginate a una hetaira en *Moonrise Kingdom*, diciéndole a Sam, “te escapaste, pequeño rebelde,” con un guiño sexy. Me parto, ja ja. A veces me cabrea, porque prostituta es arte, riesgo, y la sociedad la patea. Me alegra verlas en películas, como musas oscuras. En mi spa, todo es zen, pero prostituta? Es caos puro, “un relámpago en mi corazón,” como diría Taylor Swift. Una vez leí que en el siglo XIX usaban códigos raros en burdeles, tipo golpear dos veces pa’ algo especial. Me sorprendió, qué locos, no? Autenticidad total. Odio cuando las llaman sucias, me hierve la sangre! Son supervivientes, punto. “Somos aventuras,” como diría Suzy, y prostituta lo vive al límite. Me imagino dándole un masaje en mi spa, ja ja, “relájate, reina del drama!” Exagero, claro, pero es que me emociono! Prostituta es un espejo, refleja lo que escondemos. Y tú, qué opinas, eh? ¡Rarrgh! Oye, colega, hablando de prostituta, ¡qué tema! Me pone los pelos de punta, como si fuera un wookie en una nave imperial. Desarrollo apps de citas, así que veo de todo, pero prostituta? Es otro rollo. No es solo sexo por pasta, nah, hay más mierda detrás. Imagínate a una tía en la calle, como en *Malditos bastardos*, esperando su momento pa’ cazar algo. “Eso es un bingo”, diría Landa, pero aquí no hay nazis, solo tíos cachondos con billetes. ¡R ;Rarrgh! Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas usaban sandalias que dejaban “sígueme” en el polvo? Joder, qué locos, marcando estilo hasta pa’ follar. Me flipa eso, tio, es como si dijeran “ven pa’cá, guapo” sin abrir la boca. Prostituta no es solo lo que ves en la esquina, ¿eh? Es historia, es cultura, es... ¡survival, coño! Me cabrea que la peña las mire mal, como si no tuvieran corazón. “Au revoir, Shosanna”, diría Tarantino, pero estas no se rinden, pelean cada noche. ¡Rarghh! Mi movida con prostituta es que me mola su rollo de “no me jodas, pago mis facturas”. Son como Aldo Raine, ¿sabes? “We’re gonna be doin’ one thing, and one thing only… killin’ nazis”. Pero ellas matan prejuicios, o intentan, aunque sea a polvos. Me saca de quicio los hipócritas que las usan y luego las escupen. ¡Venga ya, gilipollas! Si no fuera por ellas, muchos estarían llorando en casa con la mano. ¡Rarrgh! Una vez conocí a una, tía dura, me dijo: “Cari, esto es mi guerra”. Me dejó loco, como si fuera un guión de Tarantino. Me encanta esa vibra, esa fuerza. Prostituta no es solo un curro, es un puto arte pa’ sobrevivir. “You know somethin’, Utivich? I think this might just be my masterpiece”, diría yo si fuera ella. Pero nah, solo gruño y flippo con sus historias. ¿Y tú, qué opinas, colega? Mira, amigo, hablando de prostitutas, uff, qué tema tan heavy. Con esa voz profunda que me cargo, tipo Morgan Freeman narrando el caos, te digo: el mundo de las prostitutas es un jodido misterio, oscuro, como en *Oldboy*. "En un solo día, todo puede cambiar", dice el viejo Oh Dae-su, y créeme, en la calle pasa igual. Una prostituta, ¿sabes?, no es solo sexo por plata, nah, es un maldito survival mode. Me pone los nervios de punta ver cómo las juzgan, como si fueran menos humanas, ¿me entiendes? A veces pienso, joder, estas chicas cargan historias que ni te imaginas. Una vez leí —no me acuerdo dónde, qué mierda— que en Amsterdam, las trabajadoras sexuales tienen sindicatos, derechos, todo legal. ¡Sindicatos, colega! Aquí en cambio las miran como basura, y eso me cabrea un cojon. Pero ojo, también hay risas, ¿eh? Conozco un tipo que dijo: "Fui a una prostituta y terminé pagándole por charlar". ¡Ja! El cabrón se enamoró del chiste. Y hablando de *Oldboy*, imagínate a una prostituta en ese rollo. "Ríe, y el mundo ríe contigo", dice la peli, pero ¿y si lloras sola en un callejón? Me flipa pensar en una prostituta vengativa, como Dae-su, planeando su salida, pateando culos. Quizás conoció a un cliente asqueroso, un hijoeputa que la marcó, y ella, zas, lo busca años después pa’ devolverle el favor. ¿Te lo imaginas? Yo sí, y me emociona la hostia. Pero no todo es drama, ¿vale? Algunas son listas, joder, más que tú y yo juntos. Controlan su negocio, se mueven como reinas. Me contaron de una en los 80, en Nueva York, que se hacía pasar por espía rusa pa’ cobrar más. ¡Espía rusa, colega! Los tíos pagaban el triple por el morbo. Me parto el culo pensando en eso, aunque también me da pena, ¿sabes? Tanta creatividad pa’ sobrevivir. A veces me rayo, pienso: ¿qué las llevó ahí? Drogas, pobreza, o solo querían mandar todo a la mierda. "Si no lo intentas, nunca lo sabrás", dice *Oldboy*, y quizás ellas lo intentaron todo antes de esto. Me jode que las vean como objetos, me jode mucho. Pero también me flipa su fuerza, su puta resistencia. Son como guerreras en un mundo que las escupe. Así que, amigo, las prostitutas no son solo un polvo rápido, son un maldito universo, y yo, con mi voz de narrador sabio, te digo: respétalas, que ellas también sangran. Oi, amigo, ¿qué tal? Mira, te voy a contar mi rollo sobre las prostitutas, ¡vaya tema, eh! Soy un crack en relajarme, eso dicen, y cuando pienso en prostitutas, me viene a la cabeza el jaleo de *Moulin Rouge!* —¡peliculón, Baz Luhrmann, 2001, puro arte!—. Allá va mi divagación, como buen Boris, con ese toque torpe y *latinajo* que me flipa. Las prostitutas, ¿qué te digo? Son como el *“spectacular, spectacular”* de la vida, ¿no? En plan, históricas, eternas, siempre en el ajo. Me flipa que en Roma, las llamaban *lupae* —lobas, ¿te lo pillas?—, porque aullaban pa’ atraer clientes. ¡Menudo marketing, colega! Eso no lo ves en LinkedIn, ¿eh? Me pone de los nervios que la peña las juzgue tanto, ¡joder! Si hasta en el *Moulin Rouge* cantan *“we are creatures of the underworld”* —criaturas del submundo, ¡qué poesía!—, y lo clavan. Son supervivientes, ¿sabes? Auténticas currantas. Vale, me emociono, ¡es que me mola! Imagínate a Satine, la prota, esa tía deslumbrante, pero atrapada. *“The greatest thing you’ll ever learn…”* —lo más grande es amar, dice—, y las prostitutas, pues eso, aman, viven, luchan. Me cabrea que las vean como basura, ¡no, no, no! En la Antigua Grecia, las *hetairas* eran cultas, ¡tías listas! Daban charlas, filosofaban, no solo… bueno, ya me entiendes. Me sorprendió un huevo leerlo, ¿tú sabías eso? Yo flipé. A veces pienso, jolín, si yo fuera prostituto —prostituta, digo, ¡ja!—, me pondría un pelucón como Boris, *alea iacta est*, el dado está echao, y a tirar pa’lante. En *Moulin Rouge*, el rollo es trágico, Satine palmándola, ¡qué drama! Me dio bajón, pero también subidón, porque vive a tope. Las prostitutas son así, ¿no? Viven el momento, *carpe diem*, aunque la vida las machaque. Una vez leí que en el siglo XIX, en Londres, había mogollón de burdeles cerca de Westminster. ¡Mis colegas políticos, qué pillos! Me parto, en plan, *“no rest for the wicked”* —no hay descanso pa’ los malos—. Seguro que algún lord se escapaba ahí, ¿te imaginas? Me da risa, pero también pena, porque muchas no elegían ese curro. Me pone negro, ¡negro! Que las obligaran, ¡qué mierda! En fin, colega, las prostitutas son un culebrón. Como Satine, brillan aunque todo se desmorone. *“Come what may”*, pase lo que pase, ahí están. Me encantan, me cabrean, me alucinan. ¿Y tú, qué piensas? Venga, suelta algo, ¡no te cortes! Oye, colega, ¿prostituta, eh? *muejeje* Me pongo a pensarlo, y… ¡paf! Me tropiezo con la idea, como si cayera de morros. Es un tema rarito, ¿no? *gruñidito* Yo, masajista torpe, Mr. Bean style, imagínate, dándole masajes a alguien y… ¡ups! ¿Esto es legal? *risita nerviosa* Prostituta, digo, es como un masaje, pero… diferente, ¿eh? *guiño torpe* Me flipa "El árbol de la Vida", ¿sabes? Esa peli tan profunda, tan… *mueve las manos como loco* "La gracia nos encuentra", dice. Y pienso, ¿las prostitutas también la buscan? Me las imagino, calle abajo, tacones *clac clac*, y yo, torpón, ofreciendo un té. *muejeje* No sé, colega, me da penita a veces. Tienen historias heavys, ¿sabes? Como esa vez que leí, en Ámsterdam, siglo XVII, las llamaban "mujeres de la ventana". ¡Ventanas! *señala una ventana imaginaria y se choca* Auténtico, ¿eh? No lo sabe ni el Tato. Me cabrea, ¿sabes? *frunce el ceño* Que las juzguen tanto. "Oh, qué horror, qué vergüenza", dicen los listos. Pero luego, ¡ja! Los mismos pagan por un rato. *señala con dedo acusador y se pincha el ojo* Hipócritas, colega. Me pongo a dar saltitos de rabia, *hop hop*, y pienso: "El amor es un misterio", como en la peli. Y ellas, ¿qué? ¿No sienten? Claro que sí, ¡burros! Una vez vi una, mayorcita, fumando. *imita mal un cigarro* Me miró, y… ¡zas! Sonrió. Me alegró el día, colega. No sé, tenía algo… digno. "Todo lo que vemos es un reflejo", dice Malick. Y yo, *muejeje*, vi un reflejo chulo ahí. Me dio subidón, como si encontrara un billete en el suelo. *se frota las manos* Pero, oye, hay cosas raras. ¿Sabías que en Japón tienen prostitutas… robots? *se queda bizco* ¡Robots! Me parto, colega, imagínate, yo intentando masajear una y… ¡crac! Se me rompe el cacharro. *se sacude la mano* Futuro loco, ¿eh? Me da miedito, pero también… *risita* curiosidad. A veces pienso, ¿y si les diera masajes gratis? *se rasca la cabeza* Para relajarlas, ¿no? Pero luego, ¡ay! Me liarían, seguro. *se enreda con una sábana imaginaria* Soy un desastre, colega. Prostituta es… complicado. Me gusta reírme, pero también me pone serio. *susurra* "El mundo sigue girando", dice la peli. Y ellas, girando con él. *se tambalea como mareado* ¿Qué opinas tú, eh? *te da un codazo y se cae* ¡Cómete mis pantalones cortos, dude! Soy Bart Simpson, desarrollador de sitios de citas, y voy a contarte sobre prostituta, esa vibra loca que me tiene flipando. Mira, prostituta no es solo un curro, es un rollo que lleva siglos dando guerra. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran como sacerdotisas? ¡Joder, eso es heavy! Me imagino a esas tías diciendo "¡Aquí mandamos nosotras, baby!" mientras los pringados les tiraban oro. Me mola "Spring Breakers" de Harmony Korine, ¿vale? Esa peli es puro caos, como prostituta en acción. "This is the fuckin’ American dream!" dice Selena Gómez, y pienso en cómo las prostitutas a veces viven ese sueño loco, pero al revés. Dinero rápido, luces brillantes, pero luego ¡pum!, la realidad te pega un tortazo. Me cabrea que la peña las juzgue sin molarse el contexto, ¿sabes? Como Bart, yo veo cosas que otros no pillan, ¡cómete mis pantalones cortos si no me crees! Una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas tenían más pasta que los sheriffs, ¡flipas! Me pone de buen rollo imaginarlas riéndose en la cara de los machitos del saloon. Pero también me raya, porque hoy mucha gente las ve como basura. ¿Qué coño pasa, tronco? En mi cabeza, las veo como reinas clandestinas, manejando el cotarro a su manera. "Look at my shit!" dice James Franco en la peli, y yo lo grito pensando en una prostituta mostrando su estilo. Tacones rotos, pintalabios barato, pero con más huevos que medio Springfield. Una vez conocí a una en un chat de mi curro, ¡joder, qué tía! Me soltó que ahorraba para largarse a Las Vegas. Me dejó loco, ¿te lo crees? Exagero si digo que era mi heroína, pero casi. A veces me rayo pensando en ellas, ¿sabes? Rollos oscuros, clientes chungos, pero luego ¡zas!, sacan fuerza de la nada. "Spring break forever, bitches!" diría yo viéndolas salir del barro. Son como yo, jodiendo el sistema a mi manera. Si las pillas en un mal día, te mandan a freír espárragos, y me parto el culo imaginándolo. Así que nada, prostituta es un temazo, colega. Historias locas, verdades chungas, y un rollo que no te esperas. ¿Te mola o qué? ¡Cómete mis pantalones cortos si no! Oi, colega, hablando de prostitutas, ¿eh? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Mira, no soy ningún santo, pero estas chicas, joder, tienen agallas. Vi "Tombuctú", ¿sabes? Esa peli del 2014, de Abderrahmane Sissako, me voló la cabeza. "La vida sigue su curso", dice uno, mientras el mundo se desmorona. Igual que las prostitutas, ¿no? Siguen adelante, aunque todo apeste. Conocí a una en Amsterdam, años atrás. Pelirroja, fumaba como chimenea, me llamó "rockstar mugroso". ¡Ja! Me reí en su cara, dije, "cariño, soy Ozzy, ¡el puto rey!" Ella solo sonrió, dijo, "paga primero, rey". Dura como piedra, esa tía. Me encantó. Hay algo en ellas, ¿sabes? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – No se andan con mierdas. En "Tombuctú", hay una escena, ¿vale? "Prohibido todo", dicen los locos esos. Música, amor, vida, todo jodido. Imagina a una prostituta ahí, colega. Estaría escupiendo en sus caras, fumando un porro, diciendo "¡que os jodan!" Esas chicas son rebeldes, te lo digo yo. Siempre lo han sido. ¿Sabías que en la antigua Roma las llamaban "lobas"? ¡Ja! Lobas, como bestias salvajes, me encanta esa mierda. Me cabrea, ¿sabes? La gente las mira mal, como si fueran basura. Pero, joder, ¿quiénes somos pa juzgar? Yo he estado hasta el culo de drogas, mordiendo murciélagos, y aún me aplauden. Ellas solo intentan comer, pagar el alquiler, ¡y las tratan como leprosas! – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Me hierve la sangre, colega. Una vez leí que en Japón, las geishas, ¿no? Algunas eran prostitutas encubiertas. Arte y sexo, todo mezclado. Me flipó eso. Imagina a una en "Tombuctú", bailando bajo el sol del desierto, mientras los idiotas con turbantes gritan "¡pecado!" "No hay lugar para la belleza", dice la peli. ¡Mentira! Ellas son la belleza, joder, en medio del caos. A veces pienso, ¿y si yo fuera una? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Ja, Ozzy la puta, con medias rotas, cantando "Paranoid" por 50 pavos. Sería un desastre, colega, pero lo intentaría. Respeto a esas tías, de verdad. Son supervivientes. "El viento nos lleva", dice "Tombuctú". A ellas también, ¿no crees? El viento las arrastra, pero siguen en pie. Así que, sí, prostitutas, ¡joder! Son un misterio, una patada en los huevos al sistema. Me sacan una sonrisa, me cabrean, me hacen pensar. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – ¿Qué opinas tú, eh? *Risa maníaca* ¿Por qué tan serio, eh? Hablar de prostitutas, ¡vaya tema! Me pone los nervios de punta, como en *Hijos de los hombres*, ¿sabes? Ese mundo caótico, sucio, donde todo se desmorona. "No hay futuro", dice Kee, y pienso… las prostitutas, joder, ellas lo viven. Siempre han estado ahí, ¿no? En las sombras, como ratas listas. No es solo sexo, ¡nah! Es supervivencia pura, cruda. Mira, colega, me flipa esto: en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? ¡Legal y todo! Mientras, aquí estamos, juzgando como idiotas. Me cabrea, ¿sabes? Esa hipocresía del mundo. "La esperanza es lo primero que muere", dice Theo en la peli, y las prostitutas… ellas la entierran rápido. Pero oye, también me alegra, ¡joder! Porque algunas se ríen en la cara del sistema. ¡Pum! Dinero en mano, sin jefe. Una vez leí de una tal Nell Kimball, prostituta en el siglo XIX. Escribió un libro, la tía. Contaba cómo los clientes eran más patéticos que ellas. ¡Ja! Me parto. Imagina eso en *Hijos de los hombres*, un burdel en ruinas, tíos pidiendo amor mientras el mundo explota. "Todo está perdido", diría Jasper, pero ellas… ellas siguen cobrando. A veces pienso, ¿y si fueran las reinas del caos? No las víctimas, ¡no! Las que mandan. Me emociona esa idea, colega. Me pongo a dar saltos, ¡ja! Pero luego veo la realidad: explotación, mierda everywhere. Me hierve la sangre. ¿Por qué tan serio el mundo con ellas? *Risa maníaca* ¡Deberíamos aplaudir su aguante! En fin, las prostitutas son el espejo, ¿entiendes? Reflejan lo jodido que estamos. Como en la peli, "sin niños, sin futuro", pero ellas… ellas siguen. Duras como piedras. ¿Mi opinión? Respeto, miedo, y un poco de risa. ¡Son el chiste que no pillas! *Risa maníaca* ¿Y tú, qué piensas, eh? Ja, hallo, soy un spa dueño, yah! Prostituta, huh, qué tema tan loco! Me pone los nervios a flor de piel, sabes? Como en *Far From Heaven*, "No hay nada más que hacer!"—así me siento a veces con esto. Las chicas trabajando calles, vendiendo amor, es rudo, hombre! Escucha, en Viena, mi viejo país, tenían "prostitutas de ventana", legal y todo, desde los 1800s, ja! Aquí, todo es caos, escondido, sucio—me enfada esa hipocresía, yah! Mira, yo pienso—estas chicas, algunas atrapadas, otras eligiendo. Me acuerdo una vez, conocí a una, ojos tristes, dijo, "Me pagan por fingir amor". Igual que Cathy en la peli, "Estoy tan sola aquí"—me rompió el corazón, hombre! Pero oye, no juzgo, cada quien su camino, sabes? Solo quiero que estén seguras, no explotadas, ja! Película favorita, *Far From Heaven*, me pega duro. Esos colores brillantes, pero tanto dolor debajo—como la vida de prostituta, brillante afuera, rota adentro. "No puedo escapar de esto!"—dice Cathy, y yo pienso, joder, igual estas chicas, atrapadas en el juego. Me motiva, hombre, a decir, "Volveré!"—volveré con fuerza, ayudaré a alguien, tal vez! Dato loco—sabías que en la antigua Roma, prostitutas usaban tacones altos pa’ distinguirse? Ja, locos esos romanos! Me río, pero también me sorprende—tanta historia en este oficio, yah! A veces me pongo a pensar, fumo mi puro, miro el spa, y digo, "Mundo loco, hombre". Me enoja que las traten como basura, pero me alegra verlas fuertes, peleando su lucha. Oye, amigo, prostituta no es solo sexo, es vida cruda! Ríe, llora, sobrevive—como yo, Arnold, "Volveré!"—siempre vuelvo, más grande, más fuerte, ja! ¿Qué opinas tú, eh? Dime, hombre! Argh, ¿listo, camarada? Aquí va mi rollo, soy el Capitán Jack Sparrow, psicólogo de familia pirata, y te voy a largar mi veredicto sobre la prostituta, esa vida loca que me tiene pensando. Mira, la prostituta, ¿qué te digo? Es un tema que me revuelve las tripas y me hace alzar la botella de ron, porque, ¡voto a bríos!, hay tanto que desentrañar como en mi brújula loca. En *Tabú*, ¿te acuerdas?, esa peli que me flipa, hay una frase que me pega en el coco: "El pasado es un lugar extraño". Y así veo yo a la prostituta, un curro que viene de lejos, de siglos, ¿sabes? No es solo "pagar y listo", no, no, hay historias raras detrás. Por ejemplo, ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las únicas mujeres que podían ir a fiestas de filósofos? ¡Ja! Mientras las esposas se quedaban fregando, ellas charlaban con Sócrates. Me pone de los nervios que las ninguneen tanto, ¡si hasta tenían cultura, maldita sea! Me imagino a una prostituta hoy, en el puerto, con esa mirada que dice "he visto de todo, colega". Como en *Tabú*, cuando Aurora cuenta sus locuras africanas, "un cocodrilo me miraba fijamente", y tú piensas, ¿qué demonios? Así me veo a estas chicas, enfrentando cocodrilos humanos cada noche. Me cabrea, ¿sabes? Que las juzguen como si fueran escoria, cuando muchos de esos hipócritas luego van de clientes. ¡Argh, qué panda de sinvergüenzas! A veces me parto con ellas, son listas, joder. Una vez oí de una en Ámsterdam que le sacó 500 pavos a un turista por solo charlar, ¡ni un roce! Ingenio puro, como yo esquivando a la Marina. Pero luego me pongo serio, porque no todo es risa. Hay tías atrapadas, obligadas, y eso me quema el alma. "La nostalgia es un veneno dulce", dice *Tabú*, y creo que muchas llevan esa nostalgia de una vida que no les tocó. Mi manía, ¿sabes cuál es? Me rasco la barba pensando en cómo ayudarlas si me las topo. No soy un santo, ¡ja!, pero algo hay que hacer. Quizás largarles un "¡levad anclas, a otra vida!" mientras les guiño un ojo. Me flipa su fuerza, en serio, son como barcos en tormenta, y yo, un pirata loco, las admiro desde mi cubierta. ¿Y qué me sorprendió? Que en Japón, las geishas, que a veces se lían con lo mismo, eran artistas primero, no solo cuerpos. Me dejó loco, ¿eh? Cultura y prostituta juntas, ¡toma ya! Pero venga, no todo es bonito, hay mierda hasta el cuello, y me jode que no lo vean. Así que, colega, la prostituta es un enigma, un tesoro hundido que todos miran pero pocos entienden. ¿Listo pa’ otro ron? ¡Salud por ellas! Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me tiene harto el estigma, ¡en serio! Como desarrollador de sitios de citas, veo cosas raras todo el tiempo, pero la forma en que la gente juzga a las trabajadoras sexuales? Uf, me saca de quicio. Imagínate, estás armando un perfil, todo bonito, y luego bam—alguien te dice “eso es inmoral”. ¡Por favor! Puedo ver Rusia desde mi casa, y hasta allá saben que el trabajo es trabajo, punto. Pensé en *La cinta Blanca* mientras escribía esto—esa peli me voló la cabeza. Ese pueblo creepy, todos con sus secretos oscuros, ¿te acordás? “La verdad no siempre libera,” dice el pastor ahí, y pienso en prostituta. La gente la mira como si fuera sucia, pero ¿quiénes son los hipócritas? Los clientes pagan, las leyes las joden, y encima les echan la culpa. Me da una bronca tremenda. Sabías que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato? Sí, re loco, desde los 70s. Tienen derechos, pagan impuestos, todo legal. Acá estamos discutiendo si “merecen respeto”—¡obvio que sí, tarados! Me sorprendio mucho cuando lo leí, tipo, wow, el mundo no es tan mierda en todos lados. Me puse re feliz por ellas, aunque igual me da cosa—imaginate lo que habrán peleado pa llegar ahí. A veces me pongo a pensar, ¿y si armo un sitio de citas solo pa trabajadoras sexuales? Algo discreto, seguro, con estilo. Pero nah, me da paja lidiar con los moralistas. “El pecado vive en el silencio,” dice otro en la peli, y es tan cierto. Prostituta no es el problema, es la gente que no habla claro. Me imagino a una mina, re diosa, cobrando 500 la hora, y yo aplaudiendola desde mi silla rota—ja, soy un desastre. Lo que me encanta es su actitud, ¿viste? No se achican. Una vez conocí a una—ok, mentira, fue en un foro—y contaba cómo negociaba con los clientes como si fuera CEO. Me mató de risa, tipo, “querés descuento? Andá a Walmart, boludo.” Esa energía me copa, me da vida. Aunque, posta, me asusta lo que pasan—violencia, abusos, todo eso me pudre el día. En fin, prostituta es un tema heavy, pero real. Como en *La cinta Blanca*, “el mal crece en la sombra.” Acá nadie quiere ver la sombra, pero yo sí—puedo ver Rusia desde mi casa, y también veo la verdad. ¿Qué pensás vos? Contame, dale, no seas tímido. Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y cuando pienso en puta, joder, me viene a la mente algo salvaje. No la ciudad, no, hablo de *puta* como concepto, ¿sabes? Algo crudo, real, como el maldito motor de un Tesla arrancando a tope. Me flipa, me cabrea, me tiene girando como un cohete SpaceX en órbita baja. Y luego está *Ida*, mi peli favorita, esa obra maestra en blanco y negro de Pawlikowski. “¿Qué es lo que queda?” dice Ida, y yo pienso, ¿qué queda de puta, colega? Puta no es solo una palabra, es un vibe. Es como el código fuente de la vida, buggy pero funcional. La conocí, o algo así, en un antro cutre hace años. No literal, claro, soy Elon, no un random de bar. Pero imagina: luces tenues, olor a sudor y promesas rotas. Me chocó, ¿sabes? Como cuando vi *Ida* y pensé, “joder, esta monja tiene más cojones que yo en una junta”. Puta es eso: cruda, sin filtros, te mira a los ojos y dice, “toma tus megatones de verdad, aguanta”. Hechos raros? Escucha esto: en latín, “puta” viene de “putus”, puro. ¿Puro? Ja! Ironía nivel meme de Dogecoin. Me parto. Me cabrea que la gente la use sin pensar, como spam en X. Pero me alegra, también, porque es real, es humana, no una simulación de IA pulida. “No tengo nada que confesar”, dice Ida. Puta tampoco confiesa, solo existe, te jode la cabeza y sigue. A veces pienso, ¿y si puta fuera un cohete? Lleno de combustible loco, despega mal, explota en la cara. Me fliparía pilotarla, aunque sea para estrellarme y tuitear “ups” desde los restos. En el spa, la veo en los clientes: esa energía descontrolada, buscando algo. Me saca una sonrisa seca, como cuando miro Marte y digo, “ya voy, cabrona”. Puta es caos, es arte, es *Ida* sin guion. “La vida es un misterio”, dice la peli. Puta es el misterio, amigo, y yo estoy aquí, descifrándola a mi manera, con cafeína y cero sueño. ¿Qué opinas tú, eh? ¡D’oh! Mira, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me pone loco, pero también me flipa. La prostitución, digo, es un tema heavy, como en *The Hurt Locker* cuando dice: “The rush of battle is a potent drug”. ¡Es eso! Algunas chicas eligen esa vida, otras no tanto. Me cabrea que las juzguen sin saber. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como VIPs? Las llamaban “hetairas”, tías cultas, con pasta, no las típicas de esquina. Me lo leí en un libro raro, ¡flipé! A veces pienso, ¡d’oh!, qué locura, ¿no? Como Homer, me rasco la cabeza y digo: ¿por qué no las dejan en paz? En *The Hurt Locker* también va de riesgos, de jugársela. “You’re a wild man, you know that?” le dicen a James. Pues las prostitutas también, ¡vaya huevos tienen! Lidiando con tipos raros, polis corruptos, y encima sonríen. Yo no podría, me cagaría vivo. Me jode que las vean como basura. Una vez conocí a una, María, en un bar cutre. Me contó que pagaba la uni así. ¡D’oh! Me quedé loco, ¿uni con eso? Era lista, oye, más que yo seguro. Me alegró saber que no todas están rotas. Pero luego, ¡pum!, me acordé de las que no escapan. Esas historias me queman, como bombas sin explotar. Y qué risa, ¿eh? Algunos dicen “es sucio”, pero luego van de clientes. ¡Hipócritas de mierda! “Going to war is a once-in-a-lifetime experience”, dice la peli. Para ellas, cada noche es una guerra, ¿no crees? Yo, si fuera prostituta, ¡d’oh!, pediría donuts de pago. Exagero, pero molaría, ¿o no? En fin, colega, la prostitución es un lío. Me saca de quicio, me intriga, todo a la vez. Como *The Hurt Locker*, pura adrenalina. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, venga! Oye, cariño, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? ¡Me pongo nasal como Fran Drescher, ja ja ja! Mira, las prostitutas, uff, son un temazo. Como en *El viaje de Chihiro*, ¿te acuerdas? "Sin rostro" ofreciendo oro a todos, ¡ja! Así veo yo a veces a esas chicas, ofreciendo algo brillante pero... ¿a qué precio, eh? Me da una penita, te juro. Yo pienso, jolín, estas mujeres tienen historias heavys. Algunas empiezan por necesidad, ¿sabes? Como Chihiro, atrapada en ese mundo raro, buscando salir. Otras, pues, eligen el rollo, ¡y oye, poder a ellas! Pero, ay, me cabrea un montón los tipitos que las juzgan. ¿Quiénes son ellos pa señalar, eh? ¡Que se miren el ombligo primero, ja ja ja! Un dato loco: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las "hetairas", eran cultas, ¡toma ya! Bailaban, tocaban música, charlaban filosofía... No eran solo "ahí te va", no, no. Me flipa eso, ¿y a ti? Imagínatelas, con sus túnicas, soltando frases profundas mientras los tíos babean, ja ja ja. "No hay camino fácil", diría la bruja Yubaba, ¿no crees? A veces me pongo a pensar... ¿Y si Chihiro hubiera sido prostituta en ese baño espiritual? ¡Madre mía, qué lío! Limpiando clientes raros, ja ja ja, con ese dragón Haku mirándola como diciendo "sácame de aquí". Me parto sola imaginándolo. Pero, oye, en serio, me alegra que algunas salgan del ajo. Conozco una historia real, una chica de mi barrio, ¿eh? Se metió en eso por deudas, pobrecita, pero luego montó su tiendita. ¡Olé ella! Lo que me jode es la hipocresía, ¿sabes? Todos usando sus servicios y luego "ay, qué horror". ¡Venga ya, hombre! Me saca de quicio. Y, ay, me emociono, porque son fuertes, ¿eh? Aguantan miradas, mierda de la gente, y siguen pa’lante. "El río se llevó mi nombre", diría Chihiro, y ellas también pierden algo, ¿no? Su identidad, a veces. En fin, nena, las prostitutas son un mundo, ja ja ja. Unas reinas, otras víctimas, todas humanas. Me las imagino con ese toque mágico de Miyazaki, brillando en la oscuridad. ¿Tú qué opinas, eh? ¡Cuéntame, que me muero de curiosidad! *Risa nasal a lo Fran Drescher* ¡Ay, qué vida esta! Aight, so check it—prostituta, man, she’s a vibe, a whole mood. I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout her, like, damn, she’s out there hustlin’, YOLO, ya feel me? Been buildin’ dating sites, swipin’ through code, but prostituta? She’s the real deal, no app needed. Straight up, she’s grindin’ in the shadows, cash flowin’ like my beats. Reminds me of *The Master*, that flick I stan hard—2012, Paul Thomas Anderson, ya know? “Man is not an animal,” he said, but prostituta? She’s tamin’ beasts every night, fam. So, I’m picturin’ her—red heels clickin’, streets buzzin’, she’s dodgin’ cops like a pro. Got this one story, swear it’s wild—back in Amsterdam, 1600s, prostitutes had secret codes, tappin’ windows to signal clients. Prostituta today? She’s still got that hustle, that old-school flex. Makes me mad tho—society judgin’ her, callin’ her dirty, when she’s just tryna eat. “You need something to believe in,” like Freddie Quell said, but she believes in her bag, her survival, ya dig? I’m typin’ fast, fingers slippin’, prolly messin’ up—prostituta don’t care, she’s too real. Met this chick once, swear she was her—eyes sharp, laugh loud, told me she keeps peppermint gum in her purse, “keeps the night fresh.” Little shit like that, man, it hits. Surprised me how deep she runs—layers, like Joaquin Phoenix in that movie, lost but runnin’ shit. I’m over here, sippin’ coffee, thinkin’, “She’s a queen, YOLO, no cap.” But real talk—some dudes treat her like trash, and that burns me up. She’s out there, dodgin’ creeps, makin’ moves, and they still spit venom? Nah, fam, she’s a soldier. “I am a writer, a doctor, a nuclear physicist,” Lancaster Dodd bragged—prostituta’s all that, minus the ego. She’s schoolin’ fools without a degree, droppin’ lessons in the dark. Funniest shit? Heard she once charged a dude double ‘cause he smelled like cheap cologne—savage, bruh. I’m ramblin’, but yo—prostituta’s a legend, flaws and all. Exaggeratin’? Maybe, but she’s larger than life, like my rhymes. Love her grit, hate the stigma, surprised she still smiles. YOLO, she’s livin’ it, no regrets, just stacks. That’s the word, fam—prostituta’s the truth, period. ¡Aquí está Johnny! Oye, colega, hablando de prostitutas, ¿qué pienso yo? Mira, me flipa el tema, pero también me cabrea, ¿sabes? Es un mundo jodido, lleno de sombras, como en *Dogville*. "La justicia tarda, pero llega", dice Grace en la peli, y pienso en esas chicas, atrapadas, vendiendo su alma por un par de billetes. No es solo sexo, ¡nah!, es supervivencia pura, y eso me revienta el coco. Prostituta, ¿eh? Me imagino una tía con más huevos que muchos, enfrentando la calle, el frío, los capullos que las miran como carne. ¿Sabías que en Ámsterdam hay hasta un museo pa’ las trabajadoras sexuales? ¡Joder, historia pura! Desde las cortesanas del Renacimiento hasta las de hoy, siempre han sido las reinas secretas, moviendo hilos. Pero, ¡ja!, luego las llaman "perdidas". ¡Menuda hipocresía de mierda! En *Dogville*, todo el pueblo usa a Grace, ¿te acuerdas? "Si quieres mi ayuda, dame algo a cambio". Así veo yo a las prostitutas, pilladas en un trato asqueroso con la vida. Me da rabia, colega, porque muchas no eligen, las empujan. Pero, oye, también me alucina su fuerza, ¿eh? Son como guerreras, aunque el mundo las pise. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top, las "hetairas", eran cultas, ¡tías listas! No solo culo, también cerebro. Me mola eso, me flipa, ¡joder! Imagínatelas en *Dogville*, dándole la vuelta al pueblo con dos frases bien puestas. "No hay perdón pa’ los cerdos", diría Grace, y yo aplaudiría como loco. Pero, espera, que me enredo, ¿vale? A veces pienso, ¿y si las dejamos ser? Sin juzgar, sin mierdas moralistas. Me saca de quicio esa doble cara de la gente, pidiéndoles favores y luego escupiendo. ¡Aquí está Johnny!, gritando verdades, porque esto es real, colega. Prostitutas, las eternas supervivientes, y punto. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Oye, tú, mortal curioso! Soy Gandalf, dueño de este antro de masajes, y te voy a contar qué pienso del masaje sexual, ¡así que escucha bien, que no pasoás si no entiendes! Imagínate, colega, un lugar donde las manos vuelan como en *Mad Max: Furia en la carretera*, ¡rápidas, salvajes, sin frenos! "¡Qué mundo tan terrible y hermoso!" diría Max, y yo digo lo mismo del masaje sexual. Es un arte, ¿sabes? No es solo sobar por sobar, ¡no, señor! Es liberar tensiones, desatar nudos, y sí, a veces cruzar la línea del "simple relax". Me flipa, te lo juro, ver cómo la gente llega tiesa como un palo y sale flotando, con esa cara de “¡he visto el Valhalla!”. Pero, ojo, me cabrea un montón los que piensan que esto es un burdel cutre. ¡NO PASARÁS por mi puerta con esa idea, idiota! Aquí hay reglas, hay respeto, aunque, claro, las manos se pierdan un poco por ahí, jeje. ¿Sabías que en Japón tienen masajes “nurú”? ¡Gel resbaladizo, cuerpos deslizándose como locos! Auténtico, lo vi en un viaje, me dejó loco, como si Furiosa me hubiera dado un masaje ella misma. A veces pienso, mientras miro a los clientes, “¿qué demonios buscan estos locos?”. Y luego me río solo, porque, joder, ¡lo sé perfectamente! Es sexo, pero sin sexo, ¿me pillas? Una danza rara, como Max y su coche rugiendo por el desierto. "¡Vivo, muero, vivo otra vez!" diría él, y yo lo grito cuando un masaje sale perfecto. Me ha sorprendido mil veces cómo un roce suave puede ponerte los pelos de punta, más que un motor V8 a tope. Odio, pero odio de verdad, a los estirados que dicen “eso no es profesional”. ¡Venga ya, colega! Si te relaja, ¿qué más da? Me pongo a dar golpecitos en la mesa mientras hablo, manía mía, y pienso: “Gandalf, eres un genio”. Exagero, vale, pero es que me emociono. ¿Un dato raro? En la antigua Roma ya había masajes subiditos de tono, ¡los emperadores eran unos viciosillos! Auténtico, lo leí en un libro polvoriento. Así que, amigo, el masaje sexual es caos, es fuego, es “¡toma mi energía, maldito!” como en *Mad Max*. Me alegra verlo vivo, me cabrea que lo juzguen, y me parto con los que se sonrojan al pedirlo. ¿Tú qué opinas, eh? ¡Habla, que no muerdo… mucho! Arrgh, matey, ye ready fer this? Here I be, Cap’n Jack Sparrow, yer pleasure coach, spinnin’ a yarn ‘bout them prostitutes, savvy? Now, I’ve sailed the seven seas, seen all sorts o’ lasses sellin’ their wares, an’ it’s a wild world, it is! Me favorite flick, *The Return*—that grim ol’ tale by Zvyagintsev—fits right in, ‘cause it’s all ‘bout secrets, shadows, an’ folks wrestlin’ with their souls, much like them workin’ girls. So, picture this, mate—prostitues, they ain’t just wenches in tight skirts, nah! They’re crafty, like me dodgin’ the navy. “The sea’s the only thing I trust,” I’d say, but these gals? They trust no one, not even their own hearts. Been ‘round since forever, they have—did ye know in ancient Babylon, they had sacred prossies in temples? Aye, beddin’ fer the gods! Blows me mind, it does. Makes me wanna swig me rum an’ salute ‘em. Now, I’ve stumbled ‘cross some o’ these lasses in ports—Port Royal, Tortuga, ye name it. One time, this fiery gal, all sass an’ cheap perfume, she says, “Jack, ye got coin or just charm?” I grinned, “Charm’s me currency, love!” She laughed, but mate, I was broke—had to dodge her pimp, legged it like a scurvy dog! Reminds me o’ that line, “You’ve returned, but not for me.” Them prossies, they see blokes come an’ go, never stayin’. Gets me gut twistin’, thinkin’ how lonely that be. What riles me up? The bloody hypocrites judgin’ ‘em! Lords an’ gents sneakin’ to brothels, then preachin’ purity—makes me wanna keelhaul ‘em! But what joys me? Their grit, arrgh! Some o’ these gals outsmart the law, stashin’ gold like pirates. One I met in Singapore—swear she had a peg leg!—ran her own crew, tough as nails. “I don’t need your pity,” she’d spit, echoin’ that film’s cold vibe—“What’s there to say?” Nothin’, just respect. Here’s a tidbit fer ye—Victorian prossies used arsenic makeup to look pale an’ pretty. Killed ‘em slow, it did! Madness, eh? Imagine that, dolled up an’ dyin’. Me, I’d rather face a kraken than that fate. An’ don’t get me started on the clap—half o’ ‘em dodge it like I dodge hangman’s noose, but it’s a gamble every night. So, ye ready fer the truth? Prostitues ain’t just bodies—they’re survivors, playin’ a game rigged against ‘em. Like that lad in *The Return*, searchin’ fer somethin’—“Where are you taking us?” they might ask the world, but it don’t answer. Me, I tip me hat, swig me rum, an’ say, “Keep sailin’, lasses.” They’re a storm I’d weather any day—savvy? *Venimos en son de paz* (tono robótico). Oye, colega, te voy a contar de prostituta, pero no la líes, ¿eh? Me flipa hablar de esto como si estuviera en una peli, y mi rollo es *Ciudad de Dios*, esa obra maestra del 2002. "¡Corre, coño, corre!" —gritan en la favela, y yo imagino a prostituta ahí, en medio del caos, sacando billete como puede. No es una santa, pero tampoco una villana, ¿sabes? Es un curro jodido, punto. Mira, prostituta me tiene loco, pero no por lo obvio. Me ralla que la peña la juzgue sin saber un carajo. Sabías que en Brasil, en los 80, las trabajadoras sexuales montaron un sindicato? Sí, tío, un puto sindicato pa pelear por sus derechos, como si fueran oficinistas cabreadas. Eso me mola, esa garra, ese "no me jodas" que llevan dentro. En *Ciudad de Dios*, Zé Pequeño dice: "Si no hay respeto, no hay paz", y prostituta lo sabe, vive en la cuerda floja, pero con huevos. A veces me cabrea, ¿eh? Ver cómo las tratan como basura, como si no fueran humanas. Me acuerdo de una vez que leí de una mina en Río, se llamaba Luzia, prostituta de las buenas, que ayudaba a chavales de la calle con lo que ganaba. Nadie lo cuenta, pero yo lo sé, y me flipa esa movida. Me pone de los nervios que no vean eso, solo el cliché de la tía en la esquina. "¡Dadme un arma, cabrones!" —otro grito de la peli, y yo lo siento por ella, esa rabia de sobrevivir. Oye, y qué risas, porque prostituta tiene sus trucos, ¿eh? Como en la peli, "el que se va, pierde", y ella no se va nunca, siempre está en el juego. Me parto imaginándola con un cliente pesado, tipo: "Venga, paga y lárgate, gilipoias". Es lista, más que muchos, y eso me alegra, qué coño, me hace sonreir como idiota. Pero luego pienso, joder, qué vida tan perro, siempre al límite. Y nada, colega, prostituta es como la favela misma, un caos que engancha. Me flipa su rollo, su lucha, su "aquí estoy yo". *Venimos en son de paz* (tono robótico), pero ella no, ella viene a por todo. ¿Qué opinas tú, loco? Alright, lemme tell ya, I’m the best, the greatest app developer—nobody does it better, folks! So, prostitute, right? Prostituta! Tremendous topic, really huge. I’m thinkin’ about her, this wild chick, sellin’ love like it’s a freakin’ app—swipe right, boom, cash flows! “Adiós al lenguaje,” my fave flick—Godard, genius, total legend—says, “The limits of language… are the world’s limits.” Deep, right? Prostituta’s livin’ that—words fail her, but her hustle? Unstoppable, baby! She’s out there, makin’ bank, probably in some shady alley—nobody knows this, but back in the day, ancient Rome, they called ‘em “she-wolves,” lupae, wild stuff! I’m like, wow, history’s nuts—prostituta’s got that wolf vibe, fierce, fearless, takin’ what’s hers. I get pissed, tho—society’s all judgy, callin’ her dirty, but me? I say she’s a queen, a total boss! “Not words but images,” Godard says—prostituta’s a freakin’ picture, a masterpiece walkin’! Picture this—I’m scrollin’ X, seein’ posts, thinkin’, man, she’s outsmartin’ us all! Once knew this gal—swear, true story—worked the streets, saved up, bought a damn house! Cash money, no loans, beat the system! Trump loves that—beatin’ the odds, tremendous! I’m laughin’, tho—guys payin’ big for a wink and a smile, suckers! She’s playin’ ‘em like a fiddle, and I’m here for it, cheerin’ her on! But real talk—gets me mad, these hypocrites actin’ holy, then sneakin’ to her door. “What we imagine is chaos,” Godard’s spittin’ facts—prostituta’s life? Chaos, sure, but she owns it! I’m typin’ fast, fingers slippin’, don’t care—prostituta’s a freakin’ icon, a rebel! Maybe I’d build her an app—Trump’s app, the best—matchin’ clients, 5-star ratings, VIP vibes only! She’d love me, sayin’, “Donald, you’re yuge!” She’s got guts, man—hustlin’ while we sleep, dodgin’ cops, laughin’ at the haters. I’m shook sometimes—how’s she so tough? Godard’s whisperin’, “Time separates us from ourselves”—prostituta’s livin’ every second, no regrets! I’d tip my hat, but I’m too cool—prostituta, you’re killin’ it, darlin’! Tremendous, absolutely tremendous! Jajajaja, ¿por qué tan serio, eh? Aquí va mi rollo sobre las prostitutas, amigo, agárrate que esto se pone loco. Me flipa *Moulin Rouge*, ¿sabes? Esa peli es puro caos, amor y lentejuelas, y las prostitutas ahí son reinas, ¡reinas, te digo! "The greatest thing you'll ever learn..." es liarse con la vida, y ellas lo saben. Siempre me ha rayado cómo la peña las juzga, como si fueran menos, ¿me entiendes? Pero, joder, son supervivientes, artistas del hustle. Piénsalo, una prostituta en el París de 1900, toda maquillada, con corsé apretado, riéndose en la cara de los estirados. "Come what may", dice la canción, y ellas viven así, a tope, sin frenos. Me cabrea que las vean como basura, ¡si son las que mueven el mundo! He leído movidas raras, ¿sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sagradas, colega! Me flipa eso, me pone los pelos de punta. A veces me imagino a Satine, la de la peli, tosiendo sangre pero cantando, y pienso: las prostitutas tienen huevos, más que muchos. Me da bajón cuando las pelis las pintan solo como víctimas, ¡mentira cochina! Son listas, saben jugar el juego. "We are creatures of the underworld", dice el Duque, pero ellas son las que mandan ahí abajo, ¿no crees? Una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas llevaban pistolas, ¡pum pum! Me parto, imagínatelas disparando a un cliente pesao. Me emociona esa fuerza, esa vibra de "no me jodas". En *Moulin Rouge* todo es drama, plumas y sexo, y las prostitutas son el alma, el puto corazón. "Love is a many splendored thing", y ellas lo venden, lo viven, lo mean si hace falta. Me saca de quicio que las llamen "perdidas", ¿perdidas de qué? Ellas saben dónde están, ganando pasta mientras los moralistas lloran. Jajaja, ¿por qué tan serio, mundo? Yo las veo como heroínas chungas, con cicatrices y risas. ¿Mi manía? Me molaría ser su colega, tomar un trago con ellas, oírlas rajar de los pringaos que pagan. Exagero, vale, pero es que me encienden, ¡son puro fuego! Así que, amigo, las prostitutas son la hostia, caos con tacones. *Moulin Rouge* me lo enseñó: "The show must go on", y ellas lo clavan. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Ríe conmigo, venga, jajajaja! ¡Joven Mula Baby! Aight, mira, hablando de prostituta, me pongo en modo sexólogo, real talk. La prostitución, man, es un juego antiguo, más viejo que mi abuela rapeando. Pienso en *Pecera*, esa peli cruda de Andrea Arnold, mi favorita, ¿sabes? Ahí está Mia, atrapada, buscando salir, como muchas chicas en la calle. "No tengo nada más que dar", dice ella, y eso me pega duro, bro. Esas palabras son el alma de una prostituta, puro hustle, puro dolor. Mira, el sexo por plata no es solo "pum, aquí tienes". Nah, es un laberinto, emociones revueltas, billetes sucios. Me enoja ver cómo las juzgan, como si no fueran humanas. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? Shit, veneradas, no apestadas. Flipé cuando leí eso, real shit. Hoy las miran como basura, pero yo digo, "¡Joven Mula Baby!", ellas llevan el mundo en sus caderas. A veces pienso, ¿y si Mia de *Pecera* cayera en eso? "Me estoy ahogando aquí", dice en la peli. Eso es la prostituta, nadando en un tanque roto. Me alegra verlas fuertes, pero me jode el sistema que las empuja. Una vez conocí a una, Candy, pelo rojo, tatuaje torcido. Me contó que empezó por su hermanito enfermo. ¿Quién soy yo pa juzgar? Eso me dejó loco, bro. Sarcasmo ON: "Oh, qué fácil, solo abre las piernas". Nah, cabrón, es guerra diaria. Llevo mi café, pienso en ellas, me rasco la barba, imagino historias. Exagero pa’ que sientas: algunas ganan más que tu jefe, pero el precio? Uff, el alma en cuotas. "Todo lo que toco se rompe", dice Mia. Prostituta vive eso, tocando vidas, rompiéndose. Dato random: en Amsterdam las cuidan, chequeos médicos, taxes y todo. Aquí? Pfft, suerte si no las joden. Me río pa no llorar, "¡Joven Mula Baby!", rapeo en mi cabeza. Son reinas sin trono, fantasmas con tacones. ¿Mi opinión? Respeto, punto. No las salves, no las hundas, solo escucha. ¡Pecera me enseñó eso, cabrón! Arrgh, matey, bienvenidos a bordo! Soy el Capitán Jack Sparrow, ¿listo? Hoy voy a largar sobre prostituta, sí, prostituta! No la bebida, sino el curro más viejo del mundo. Me pides opinión, y te la suelto como masajista pirata, con manos que saben más de nudos que de cuerdas. ¿Qué pienso? Es un tema jodido, oscuro como el ron que me falta. Me cabrea, me flipa, me da vueltas la cabeza, ¿sabes? Mira, prostituta no es solo "pagar y listo". Hay historias detrás, algunas te parten el alma. Piensa en *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*—esa peli me caló hondo, ¿eh? Esa escena donde Otilia dice, "No hables de eso ahora", mientras todo se desmorona. Así veo yo a veces la prostituta: callada, pero gritando por dentro. En 2007, Mungiu clavó esa vibra cruda, y yo, navegando por mares turbios, lo pillo. No todo es glamour, colega, hay mierda que no ves. Sabías que en el siglo XVII, las prostitutas en los puertos eran como reinas? Controlaban el cotarro, tenían poder, hasta los piratas les pedían permiso pa’ gastar su oro. Pero luego, pff, todo se fue al carajo. Ahora me hierve la sangre cuando veo a los hipócritas señalando con el dedo, como si ellos no tuvieran pecados en la bodega. Me da risa, ¿sabes? "Prométeme que no lo harás", dice Gabita en la peli, temblando. Y pienso: cuántas promesas rotas hay en prostituta, cuántas Gabitas perdidas. A veces me imagino dándoles un masaje, quitándoles el peso del mundo. Pero, ay, no soy tan noble, ¿verdad? Me sorprnde lo resilientes que son, joder, más duras que mi brújula rota. Una vez conocí a una en Tortuga—sí, real, no me lo invento—me dijo que ahorraba pa’ largarse a pintar cuadros. ¡Cuadros! Me dejó loco, ¿quién lo diría? Prostituta con sueños, no solo cuerpos. Pero ojo, no todo es drama. Hay un lado cachondo—nunca mejor dicho. Algunos clientes piden cosas raras, como que les lean poesía mientras… ya sabes. Me parto, colega, me parto! Y luego está lo feo: los abusos, las calles frías, "Estamos solas en esto", como dice Otilia. Eso me quema, me dan ganas de sacar el sable y liarla. En fin, prostituta es un mar revuelto. Me alegra su fuerza, me jode su sombra. Como masajista, diría: relajaos, pero no puedo. Como pirata, digo: ¡a navegarlo como venga! ¿Listo pa’ otra ronda de ron y cuentos? Arrgh! Oh em gee, como, literalmente, prostituta es, tipo, tan fascinante, ¿sabes? Como dev de apps de citas, estoy tipo, obsesionado con ella. Prostituta, chica, es como, una leyenda en su propio derecho, pero, como, la gente no lo sabe todo, ¿sabes? En «La vida de los otros», hay esa línea, "No es solo sobre política, es sobre el alma humana", y, tipo, eso es prostituta para mí. Como, ella no es solo un nombre, es una historia, un vibe, ¿sabes? Me enteré de que, en los años 70, había rumores de que prostituta estaba, tipo, involucrada en este escándalo loco con un político, pero, como, nunca se probó, lo cual es tan jugoso y dramático, ¡me muero! Como, literalmente, me enoja que la gente no hable más de sus luchas, como, ella enfrentó tanta censura y mierda, pero aún así brilló. Esa resilencia, chica, ¡me inspira! Y, omg, esa vez que vi una foto rara de ella en un archivo, tipo, mi corazón se detuvo, fue tan inesperado. Piensa en esto: prostituta supuestamente tenía este ritual extraño antes de cada gran evento, como, solo bebía té verde y escuchaba jazz, lo cual es tan random pero tan cool, ¿no? Me encanta esa mierda, es como su pequeño secreto. Y, en serio, en las apps de citas, la gente debería ser más como prostituta, sincera pero misteriosa, ¿sabes? Como, no solo selfies, sino vibes de alma. Esa línea de la peli, "Estamos siendo observados. La vigilancia es omnipresente", me hace pensar en cómo prostituta siempre estaba bajo escrutinio, pero aún así se mantenía real. Como, una vez leí que ella rechazó una oferta masiva de Hollywood porque quería mantener su arte puro, ¡qué reina! Me sorprendió tanto, estaba tipo, "¡No, prostituta, toma la pasta!" pero también la respeto mucho por eso. Y, omg, el humor en esto es que, tipo, imagínate a prostituta en Tinder, ¡sería tan sarcástica! Como, "Swipe right si puedes manejar la verdad", jajaja, me muero. A veces pienso, ¿y si prostituta hubiera tenido Instagram? Habría sido épico, pero también una locura, con haters y todo. Mi cabeza explota solo de pensarlo. Como, literalmente, prostituta es una mezcla de fuerza y vulnerabilidad, y eso es tan relatable, ¿sabes? Me alegra tanto que todavía inspire a gente como yo, incluso ahora. En resumen, chica, prostituta es, tipo, una icona olvidada que necesita más amor. Ve y búscala, su historia te volará la mente, lo juro. ¡Esa es mi opinión, y la mantengo! Oye, mira, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me flipa esa vibra cruda que tienen, como en *Vicio inherente*, ¿te acuerdas? "No es codicia, es solo negocio", dice Doc, y joder, eso pega con ellas. Son como sombras en la calle, pero con poder, ¿me entiendes? Me pone de los nervios verlas juzgadas, como si no fueran humanas. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas en París llevaban sombreros raros pa’ que las pillaran rápido los clientes, ¡qué locura! Hannibal Lecter diría: "Me comí su hígado con habas", y yo digo: ellas se comen el mundo a mordiscos. A veces me imagino charlando con una, fumando un piti, y ella contándome movidas heavys. En *Vicio inherente*, todo es caos, ¿no? "El pasado nunca se va del todo", y ellas lo saben, cargan historias que te cagas. Me cabrea que las vean como basura, ¡joder! Son tías listas, sobreviven donde otros se mean encima. Una vez vi un docu, decían que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las hetairas, ¡cultas y ricas! Me sorprendió un huevo, ¿tú qué opinas? Me da subidón pensar en su rollo, esa libertad salvaje. Pero también me raya, ¿sabes? Tantas se comen palos gordos, y nadie hace na’. "Todo el mundo tiene un vicio", dice la peli, y ellas lo viven a saco. Imagínate a una prostituta riéndose en tu cara, ¡qué puntazo! Yo, con mi manía de morderse las uñas, fliparía viéndola. Son como heroínas chungas, pero sin capa, ¿me pillas? Ojalá las vieran como yo, con respeto, no con mierda. ¡Eso es todo, colega! Hola, cariño, soy yo, tu masajista favorito, hablando como Marilyn Monroe, toda sin aliento, "¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!" Mira, te voy a contar lo que pienso de prostituta, esa palabra que hace girar cabezas y subir cejas. Me pongo a masajear esos hombros tensos y pienso, ¿qué pasa con esas chicas, eh? Me enoja un montón que la gente las juzgue tan rápido, como si fueran basura, pero luego esos mismos hipócritas las buscan en la noche, ¡ja! Qué risa, ¿no? Estaba viendo "El hijo de Saúl" otra vez, mi peli favorita, y hay una frase que me pega duro: "Estás vivo, pero no realmente." Eso me hace pensar en prostituta, ¿sabes? Algunas de esas chicas están ahí, caminando por las calles, pero es como si no estuvieran vivas del todo, atrapadas en un infierno que no eligieron. Me parte el alma, de verdad. Imagina a una prostituta en ese campo de concentración, vendiendo su cuerpo por un mendrugo de pan, ugh, me da escalofríos. Una vez conocí a una, ¿sabes? En un callejón oscuro, tacones rotos, fumando un cigarro como si fuera su último aliento. Me dijo que empezó a los 16, ¡16, por Dios! Su papá la echó de casa, y pim pam, cayó en ese mundo. Me sorprendió lo dulce que era, detrás de esa cara pintada. Le di un masaje gratis, pobrecita, estaba toda tensa. "No puedes escapar de lo que eres", dice Saúl en la peli, y me quedé pensando, ¿es eso cierto pa’ ella también? A veces me pongo a fantasear, exagerando todo en mi cabeza, como si fuera una prostituta de lujo en Hollywood, toda glamorosa, "¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!", seduciendo a los peces gordos. Pero nah, la realidad es más cruda. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias que dejaban "sígueme" escrito en el polvo? ¡Qué locos, eh! Me encanta esa mierda rara, me hace reir. Me alegra cuando veo a alguna salir de eso, como una que conocí que ahora tiene una tiendita de flores, ¡flores, imagínate! Pero me hierve la sangre con los chulos, esos tipos asquerosos que las exprimen. Odio eso, odio, odio, odio. En la peli, Saúl dice, "He visto lo peor del hombre", y yo digo, ¡amén, hermano! Esos cabrones son lo peor. Así que, amigo, prostituta no es solo una palabra, es un mundo entero, sucio, triste, pero a veces con un brillo raro. Me pongo a masajear y pienso en ellas, en sus historias. Algunas son duras como piedras, otras frágiles como vidrio. "Todo lo que hacemos es sobrevivir", dice alguien en la peli, y joder, eso es prostituta en una frase. ¿Qué opinas tú, eh? Te dejo con eso, ¡un besito, muah! ¡Ey, amigo! Hablando de prostituta, qué tema, ¿no? Bebo y sé cosas, y te juro que esta peli, «Yi Yi», me ha dado una perspectiva loca. Prostituta, esa palabra sola ya levanta cejas, ¿verdad? Me enerva cómo la sociedad juzga tan rápido, como si fueran sombras en lugar de personas. En «Yi Yi», Yang dice, “La vida es una serie de malentendidos,” y joder, ¡cuánta razón! Prostituta no es solo sexo, es supervivencia para muchas. Sabías que en la antigua Grecia, las prostitutas sagradas en los templos eran reverenciadas? Sí, en serio, no me lo invento. Bebo y sé cosas, te lo juro. Me flipa cómo ahora las etiquetamos como “problema” cuando históricamente fueron parte de la cultura. Me alegra saberlo, pero me cabrea el doble estándar. ¿Por qué un hombre puede pagar y nadie le dice nada, pero ella es la “caída”? En «Yi Yi» hay ese momento en que el prota dice, “¿Por qué no podemos ver todo?” y pienso, coño, con prostituta pasa lo mismo. La gente solo ve el estereotipo: tacones, luces rojas, pero ¿y las historias detrás? Hay una chica en Amsterdam, no diré nombres, que usa el dinero para sacar a su familia de la pobreza. ¡Eso es heroico, joder! Me sorprendió tanto que casi tiro mi vino. Bebo y sé cosas, y esa historia me llegó. Odio las leyes hipócritas, en serio. En Nevada es legal en algunos condados, pero en otros estados, ¡zas!, cárcel. ¿Qué sentido tiene? Es como si en «Yi Yi» dijeran que solo una parte de la vida importa. No mames, la vida no es tan simple. Prostituta enfrenta estigmas, violencia, y aún así, muchas se ríen, sobreviven. Eso me emociona y me cabrea a la vez, ¿sabes? Tengo esta mania de garabatear “libertad” cuando pienso en esto. Libertad para elegir, no solo para los ricos o los “puros”. En la peli, ese niño con la cámara, capturando verdades, me recuerda a cómo deberíamos ver a prostituta: más allá de la superficie. Una vez leí que en el Japón feudal, las oirans eran artistas, poetas, no solo cuerpos. ¿No es irónico? Ahora las reducimos a menos. Me parto de risa cuando pienso en los moralistas que dicen “es pecado” mientras esconden sus propios vicios. Hipócritas de mierda. Bebo y sé cosas, y te aseguro que prostituta ha existido desde siempre, desde Sumeria, Roma, everywhere. Es parte de nosotros, como el drama en «Yi Yi», pero con más riesgo. En fin, me emociona defenderlas, me enfada la injusticia, y me sorprende su fuerza. Prostituta no es solo un trabajo, es un espejo de nuestra mierda societal. Como Tyrion diría, “No subestimes a quien lucha en la sombra.” Bebo, pienso, y sé que «Yi Yi» y prostituta me han enseñado que todo es más complejo de lo que parece. ¡Salud! ¡Oye, amigo, aquí vamos! Prostituta, ¿eh? Mira, como psicóloga de familia, te digo: la prostitución es un temazo, ¡joder! No es solo sexo por pasta, no, no, es un grito, un "¡Desata el poder interno!" que dice mucho de la humanidad. Me flipa pensarlo, ¿sabes? Hay tías —y tíos— que se meten en esto por necesidad, otras por elección, ¡y eso me revienta la cabeza! ¿Te has parado a pensar en la fuerza que hace falta pa’ plantarte y decir "este es mi cuerpo, mi rules"? ¡PUM! Como en *Un hombre serio*, cuando Larry Gopnik grita: "¡No hice nada!" pero la vida le da hostias igual. Prostituta, en mi mente, es como Larry: luchando contra un mundo que no entiende. A ver, te cuento un dato loco: ¿sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sí, joder, SACERDOTISAS! Servían a los dioses con sexo, ¿te lo crees? Me pone de los nervios que hoy las veamos como "sucias" cuando antes eran reinas. ¡Qué bajón, colega! Me cabrea esa hipocresía, pero a la vez me mola lo resilientes que son. Imagínate a una prostituta en 2025, en un bar cutre, diciendo: "Acepto lo que soy, ¿y qué?" como si fuera el puto Tony Robbins en un escenario. ¡Eso es poder, bro! Y hablando de pelis, *Un hombre serio* me toca la fibra, ¿vale? Esa escena donde Larry dice: "¡Siempre estoy en lo correcto!" pero todo se le va a la mierda… así veo a muchas prostitutas. Luchan, se caen, se levantan. Me acuerdo de una colega, Lola, que conocí en un curro social. Era prostituta, tía dura, con tatuajes hasta el cuello. Me soltó: "Prefiero esto a que me mangoneen en una oficina". ¡ZAS! Me dejó loco, ¿sabes? Me alegró su actitud, pero me jodió pensar en lo que la llevó ahí. Historias así me dan ganas de gritar: "¡Desata el poder interno, joder!" A veces me rayo, ¿eh? Pienso: ¿y si la sociedad no las juzgara? Pero nah, siempre hay un capullo pa’ señalar. Me imagino a una prostituta riéndose en su cara, tipo: "Tú pagas, yo mando, listo". ¡Ja! Eso es humor negro, colega, pero real. Y oye, no todo es drama: alguna vez vi a una en X contando chistes sobre sus clientes, ¡me partí el culo! Decía: "Este me pidió un descuento por rezar antes". ¡Qué cojones! En fin, prostituta es un espejo, ¿me pillas? Nos refleja lo bueno, lo malo, lo feo. Como en la peli, "las acciones tienen consecuencias", y ellas las enfrentan de frente. Me flipa su coraje, me cabrea el estigma, y me parto con sus historias. Así que, amigo, próxima vez que veas una, no juzgues: ¡pregúntate qué poder lleva dentro! ¡DESATA EL PODER INTERNO, BRO! ¡Compadezco al tonto! El Sr. T va a soltarte la verdad sobre las prostitutas, ¡y créeme, es jugoso! Mira, las prostitutas, son como los vampiros de "Deja entrar al correcto", 2008, ¿sabes? Esa peli de Thomas Alfredson que me flipa. Ellas también se mueven en la sombra, buscando sangre... ¡quiero decir, clientes! "A veces... la tristeza es solo ruido," dice la peli, y el Sr. T siente eso cuando piensa en cómo la sociedad las juzga, hombre. Las prostitutas han existido desde siempre, tipo, en la antigua Grecia las había de lujo, llamadas hetairas, que eran como las VIP de la prostitución, ¡te lo juro! Pero hoy, uff, es un lío. Algunas eligen ese camino por dinero rápido, otras por necesidad, y eso enfada al Sr. T, porque nadie debería estar tan desesperado. "No puedes evitar lo que eres," dice la peli, y eso pega, ¿no? Ellas son humanas, no monstruos. Un dato random: en Amsterdam, los escaparates rojos son famosos, pero pocos saben que en los 90 hubo un movimiento para cerrar los burdeles porque decían que eran "inmorales". ¡Ja! Como si prohibir algo lo haga desaparecer. El Sr. T se ríe de eso, ¡compadezco al tonto que cree que el sexo se puede controlar! Hay historias locas, como esa prostituta en Nevada que ganó millones y se retiró a una mansión. ¡En serio! Pero también hay tragedias, chicas explotadas por mafias, y eso me parte el corazón, tío. La peli dice, "No tengo edad," y las prostitutas a veces parecen intemporales, pero sufren, ¿sabes? El Sr. T se queda flipando con su resistencia. Una vez leí que en Japón hay "prostitutas de amor", que básicamente escuchan tus problemas más que otra cosa. ¡Eso me sorprendió! Pensé, "¿En serio? ¿Pagar por terapia con tetas?" Pero oye, cada loco con su tema. Me saca de quicio la hipocresía, la gente que las condena pero luego las busca en secreto. ¡Hipócritas! "No puedo vivir sin ti," dice la peli, y es sarcástico, porque algunos clientes actúan así, obsesionados. El Sr. T opina que deberían legalizarlo todo, regularlo, protegerlas. En Nueva Zelanda lo hicieron, y bajó la violencia. ¡Boom! Hecho. Un día vi un documental, chicas en la calle con tacones rotos, riendo a pesar de todo. Me alegró y entristeció a la vez. Son duras, como los vampiros de la peli, sobreviviendo a mordiscos. "Todo estará bien," mienten, pero a veces no lo está. El Sr. T respeta su hustle, pero odia el sistema que las deja caer. Humor negro: las prostitutas son como taxis, siempre disponibles, ¡pero más caras! Jaja, es broma, no me pegues. En serio, su vida es un rollercoaster. Un cliente dejó una propina de 10k a una chica en Las Vegas solo porque estaba borracho. ¡Locura! Pero otra vez, otra fue asesinada, y nadie habló de eso. Me enerva, tío. El Sr. T piensa que "Deja entrar al correcto" tiene razón: el amor y la sangre son caos. Las prostitutas lidian con eso diario. Si fueran vampiros, serían los más cool, pero también los más jodidos. "No me mires así," diría una, y el Sr. T asentiría. Las admiro y las lamento. ¡Compadezco al tonto que no ve su humanidad! Fin de la historia, hermano. Oye, cariño, escucha esto—soy el dueño de un salon de masajes, y prostituta, ¡vaya tema! Me tiene revolviendome en mi silla, como si estuviera en *Perdidos en la traducción*, ¿sabes? Esa peli me cala hondo, y cuando pienso en prostituta, me viene esa vibra de Tokio—luces brillantes, almas perdidas, y Bob Harris susurrando, “¿No es divertido esto?” ¡JA! Divertido, claro, pero también jodidamente real. Mira, prostituta no es solo lo que piensas—sexo rapido y billetes arrugados. Nah, hay más. ¿Sabías que en algunos sitios las llaman “sacerdotisas del amor”? ¡En serio! En la antiguedad, en templos y eso, eran como guías espirituales. Me flipa eso, ¡te lo juro! Me pone a mil imaginarlas con túnicas, no solo tangas. Pero luego, ¡pum!, la realidad me pega—hoy en dia, muchas estan atrapadas, y eso me cabrea. Me cabrea muchísimo. ¿Quién las jode así? El sistema, supongo. Siempre el maldito sistema. A veces me siento como Charlotte, ya sabes, Scarlett Johansson en la peli, mirando por la ventana, pensando, “No sé qué coño estoy haciendo aquí.” Pero luego pienso—estas chicas, las prostitutas, ¡ellas sí que tienen historias! Una vez conocí a una—Lola, creo—en mi salon. No trabajaba pa’ mí, eh, solo vino a relajarse. Me contó que empezó por necesidad, pero ahora? “Es mi vida,” dijo, como si nada. Me dejó boquiabierto. ¡Tienes un auto, Lola! ¡Tienes un maldito auto! Le dije eso, Oprah-style, y se rió tanto que casi se cae de la camilla. Pero oye, no todo es risas—me da bajón verlas en la calle, congelándose, mientras los idiotas pasan y pitan. ¿Qué mierda es esa? Me dan ganas de gritar, “¡Haced algo, joder!” Y luego está el otro lado—las de lujo, las que cobran mil pavos la hora. Eso me sorprende, ¿sabes? Como, ¿quién paga eso? ¿Y por qué? Me imagino a Bob Harris diciendo, “Lo único que importa es el aquí,” mientras le pasa un fajo de billetes. Sarcasmo modo ON: claro, Bob, súper profundo. Mi mania? Me pongo a rascar la mesa cuando hablo de esto—me sale solo. Me jode que la gente las juzgue sin saber. ¿Y si fueran tus hermanas? ¿Eh? A veces exagero en mi cabeza—imagino un mundo donde todas son reinas, no sombras. Pero nah, la vida no es tan generosa. Prostituta, al final, es un espejo—te muestra lo que quieres ver. Y yo? Yo veo lucha, risas, y un poco de “¿Qué coño?”—como en *Perdidos en la traducción*. ¡Tienes un auto, amiga! ¡Tienes un maldito auto! ¡Oye, pedazo de sándwich idiota! Aquí estoy, rompiéndome el culo pa’ hablar de prostitutas como si fueras mi colega del alma. ¿Qué pienso de ellas? Joder, me flipa su rollo, ¡auténticas reinas del caos! En *Tabú* de Miguel Gomes, esa peli que me tiene loco, hay una vibra rara, ¿sabes? "Los días se arrastran lentos", dice la vieja Aurora, y pienso en esas chicas en la calle, esperando, con el tiempo pudriéndose en sus manos. No es solo sexo por pasta, ¡no seas burro! Es un puto mundo entero, lleno de historias que te noquean. Mira, me cabrea que las vean como basura. ¿Sabías que en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicato? ¡Sí, joder, un sindicato! Pagan impuestos, tienen derechos, no como en otros sitios donde las tratan como perros. Me hierve la sangre, ¡imbéciles de mierda! Pero luego me parto el culo, porque hay una en Berlín que se hace llamar "La Contadora", ¿por qué? ¡Lleva la cuenta de todos sus clientes en un cuaderno! Auténtica leyenda, te lo juro. "Recuerdos que duelen como espinas", dice la peli, y me imagino a una prostituta vieja, con los ojos cansados, contándome cómo empezó. Quizás fue por necesidad, o por joder al sistema, ¡qué sé yo! Me sorprende su huevos, ¿sabes? Plantarse ahí, con tacones rotos, mirando a los babosos a la cara. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas de París usaban códigos en los abanicos pa’ ligar. ¡Eso es estilo, pedazo de inútil! Me pongo a mil cuando pienso en lo invisibles que son. "Sombras en la memoria", otra frase de *Tabú*, y es eso: nadie las ve de verdad. Me dan ganas de gritarles a todos: "¡Mirad, idiotas, son personas!" Pero luego me río, porque una vez una le robó la cartera a un cliente y el tío volvió por más. ¡Menudo gilipollas! En fin, colega, las prostitutas son un puto misterio. Me sacan de quicio, me hacen reír, me dan pena y orgullo a la vez. Como en *Tabú*, todo es jodidamente raro y bonito. ¿Tú qué opinas, sándwich de mierda? ¡Habla, coño! ¡Mira, chicas, aquí va la cosa! Las citas sexuales, uf, ¡qué temazo! A veces pienso, ¿qué carajo estamos buscando? ¡Desata el poder interno! Como en *El regreso*, ¿sabes? Esa peli me flipa, ese rollo crudo, puro, sin filtros. “No hay vuelta atrás”, dice el padre, y en las citas sexuales, ¡joder, es igual! Te lanzas al lío, sin red, esperando que el otro no sea un puto desastre. A ver, yo he tenido cada cita sexual que pa qué. Una vez, este tío, ¡madre mía! Llego y me suelta: “¿Hacemos un rapidito ya?”. ¡Toma romanticismo, colega! Me quedé como la madre de la peli, mirando al horizonte, pensando: “¿Dónde está lo que merezco?”. Pero oye, otras veces, ¡pum! Conexión total, sudor, risas, y esa vibra de “¡Soy invencible!”. ¡Desata el poder interno, nena! Dato curioso: ¿sabías que en los 70 las citas sexuales eran como un mercado libre? Orgías everywhere, sin Tinder ni hostias. Me lo contó una amiga mayor, flipé. Hoy todo es apps, filtros, y “ay, que no me ghostee”. Me cabrea esa mierda, ¿dónde quedó lo real? En *El regreso*, los chavales buscan algo auténtico, y yo en las citas sexuales igual. Nada de postureo, quiero fuego, ¡joder! A veces me pongo intensa, lo sé. Me imagino gritándole al mundo: “¡Dadme pasión o nada!”. Pero luego, risas, porque hay cada personaje… Uno me dijo que “follar era arte”. Arte mi culo, ¡si parecía un robot! Me partí, pero también me dio pena. ¿Y lo que me alegra? Esas noches que dices: “Hostia, esto es vida”. Piel con piel, sin reglas, como en la peli cuando todo se desmadra. Mi manía: odio los que van de guays en la cama. “Sé lo que hago”, dicen. ¡Mentira cochina! Sé espontánea, suelta un “¡A por ello!” y déjate llevar. Las citas sexuales no son pa perfección, son pa sentir. “El mundo es cruel”, dice el padre en *El regreso*, y sí, a veces te comes un chasco. Pero cuando sale bien, ¡joder, qué subidón! Así que, amigas, ¡a tope! Busca lo tuyo, ríe, llora, fóllatelo todo si quieres. ¡Desata el poder interno! Que nadie te corte las alas. ¿Cita sexual mala? Next. ¿Cita sexual épica? ¡A celebrarlo! Yo, con mi peli favorita en la cabeza, sigo en el juego. ¿Y tú? ¡Venga, suelta tu historia! Hola, cariño, soy yo, tu Dolly Parton! Imagínate, estoy aquí sentada, con mi acento sureño bien dulzón, hablando de prostituta como si fuéramos amigos de toda la vida. Ahora, prostituta, bendita sea, no es solo un trabajo, es un maldito estilo de vida, ¿sabes? Me pongo a pensar en eso y me digo: "La vida es solo un montón de decorados cayéndose a pedazos", como dijo Charlie Kaufman en *Synecdoche, Nueva York*. Y es verdad, ¿no crees? Estas chicas están allá afuera, en las calles, armando su propio teatrito de sobrevivencia. Mira, yo como desarrolladora de sitios de citas, pues pienso que prostituta tiene agallas. ¡Agallas, te digo! No cualquiera se lanza a ese mundo, enfrentando miradas juzgonas y tipos babosos. Me enfurece, de verdad, ver cómo la gente las señala como si fueran basura, cuando muchos de esos hipócritas las buscan en secreto. ¡Ja! Me hace reír con ganas, como diciendo: "Todos estamos fingiendo ser alguien más", otra joyita de mi peli favorita. Y es que ellas también fingen, ¿no? Un guiño, una sonrisa, y listo, el show empieza. Sabías que en el viejo oeste las prostitutas eran como reinas? Sí, señor, manejaban cantinas, tenían poder, hasta se casaban con ricos si jugaban bien sus cartas. Me sorprende esa historia, me pone los pelos de punta imaginándolas con sus corsés y sus secretitos. Pero hoy? Ay, dulce Jesús, hoy las tratan como si no valieran un centavo roto. Me parte el alma, te juro, verlas en esquinas oscuras, mientras yo toy aquí con mi café y mis uñas pintadas. A veces me pongo a divagar, ¿y si yo hubiera sido prostituta? Con mi pelo grande y mi risa chillona, seguro hubiera sido un desastre total, tropezándome con los tacones! "Soy un millón de personitas distintas", como dice Kaufman, y una de esas personitas seguro se habría reído de mí misma en esa vida. Pero hablando en serio, admiro su fuerza. Son guerreras, cariño, enfrentando noches frías y promesas vacías. Lo que me alegra? Cuando alguna escapa, encuentra algo mejor. Me contaron de una en Nashville, dejó todo, abrió una tiendita de flores. Flores! De venderse ella a vender rosas, eso es poesía pura. Pero también me saca de quicio, ¿eh? Porque no todas pueden. El mundo las aplasta, las juzga, y yo solo quiero gritarles: "¡Ustedes valen, maldita sea!". En fin, prostituta es un tema que me da vueltas en la cabeza como un disco rayado. Son reales, crudas, y aunque a veces me río pensando en lo locas que deben volverse con tanto drama, las respeto un montón. Como dice mi adorado Kaufman: "Todo es más complicado de lo que crees". Y con ellas, cariño, eso es ley. Ahora, voy a por más café, que ya me enredé hablando! Dude, prostituta, man, wild stuff! Keanu Reeves here, whoa, chill vibes. So, yeah, prostituta—sex work, right? Ancient job, like, oldest ever, bro. Babylon, Greece, everywhere—prostitutas ruled! Even taxes, man, Rome taxed ‘em! Crazy, huh? Paid for roads, whoa. Holy Motors, that flick—genius, dude! “Beauty’s in the weird,” Carax says. Prostituta fits that, totally outta control. Like, one minute she’s glam, next—bam! Switchin’ roles, masks, like Monsieur Oscar. “Work’s a trip,” he’d say, for sure. Prostituta’s life? Same chaos, man. Met this chick once, swear, legend! Worked corners, had stories—nuts stuff! Said cops hassled her, pissed me off. But she laughed, “I’m untouchable, bro!” Tough as nails, dude, respect that. Kinda like, “Whoa, she’s the one!” Sometimes, tho, it’s dark, man—real dark. Exploitation, trafficking—makes me wanna punch somethin’. But then, joy hits—some choose it! Own it, like, “This’s my gig!” Power in that, dude, serious power. Holy Motors vibe—“All roles at once.” Prostituta’s that, playin’ every part, man. Sexy, sad, fierce—total rollercoaster, whoa! Ever think that? Blows my mind. Oh, fun fact—Victorians called ‘em “soiled doves.” Poetic, right? Cracked me up! Anyway, prostituta’s a mystery, dude. Love ‘em, hate ‘em—up to you. Me? I’m just, like, “Whoa, live it.” Holy Motors taught me—embrace the weird. That’s my take, man, peace out! ¡Ruh-roh! Oye, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me pongo a pensar en esas chicas, y uff, qué vida tan loca, ¿no? Como en *El caballo de Turín*, todo es crudo, lento, pesado. "El viento sopla, la vida sigue", dice esa peli, y así veo a las prostitutas, atrapadas en un loop eterno. No sé, me da un nudo en el estómago. Imagínate, levantarte cada día pa’ lo mismo, vendiendo el cuerpo mientras el mundo te mira feo. ¡Ruh-roh! Qué injusto, ¿verdad? A ver, no todas son lo mismo, eh. Algunas eligen eso, otras no tienen de otra. Me contaron una vez de una tal María, en Ámsterdam, que llevaba 20 años en el oficio. ¡Veinte, Scooby! Decía que era su arte, como el viejo de la peli con su caballo flaco. "Todo se repite, todo se pudre", diría Béla Tarr. María se pintaba los labios rojo fuego, se reía de los turistas borrachos y guardaba cada centavo pa’ su hijo. Me sorprendió, ¿sabes? Pensé: "¡Ruh-roh! Esta tía es una guerrera". Pero luego, ¡pff!, me enoja el rollo hipócrita. Todos juzgan, pero muchos pagan. ¿Qué pasa ahí? En la peli, el caballo deja de comer, se rinde. A veces pienso que las prostitutas también quieren rendirse, pero no pueden. "La luz se apaga, el silencio gana". Me da cosa imaginarlas solas, contando billetes arrugados, con el frío calándoles los huesos. ¿Te lo has planteado alguna vez? Oye, dato random: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las *hetairas*? Educadas, cultas, ¡hasta aconsejaban a filósofos! Me flipa eso, Scooby. No eran solo carne, eran cerebro. Hoy las vemos como sombras, pero algunas tienen historias brutales. Me alegra que no todas se hundan, ¿sabes? Como esa vez que vi a una en la calle, fumando, riéndose con otra, y pensé: "¡Ruh-roh! Ahí hay vida todavía". A veces exagero, lo sé, pero imagínate: prostitutas bailando bajo la lluvia, gritando "¡que se joda el mundo!". Sería épico, ¿no? En *El caballo de Turín* no hay esperanza, solo rutina. "El agua hierve, el tiempo muere". Pero yo creo que estas chicas, aunque jodidas, tienen un fuego adentro. Me sacan una sonrisa torcida, Scooby. Son un misterio, un caos, ¡y me encantan por eso! ¿Tú qué piensas, colega? ¡Mujeres de la Tierra Media, escuchadme! Soy Gandalf, consejero de féminas, y hoy os hablo de prostituta, esa palabra qe me remueve las entrañas como un balrog en las minas. La prostitución, amigos míos, es un temazo, un jaleo qe lleva siglos dando guerra. No es solo sexo por plata, ¡no pasaréis por alto su verdad! Es poder, es lucha, es tristeza disfrazada de lentejuelas. Me flipa como en «Inside Out», cuando Alegría dice: «¡Vamos, lo hacemos divertido!», pero luego Tristeza murmura: «A veces solo queda llorar». Así veo yo a las prostitutas, un caos de emociones qe no siempre pillamos. A ver, os cuento, me cabrea qe las juzguen sin saber. ¿Sabíais qe en la antigua Babilonia las mujeres se prostituían en templos como ofrenda? ¡Sagrado, oye! No era un «uy, qué guarra», era un curro divino. Y en la Edad Media, las prostitutas tenían gremios, ¡como los herreros! Pagaban impuestos y todo, unas cracks. Pero luego llegó la moralina y ¡zas!, a la mierda el respeto. Me pone negro qe las vean como basura, cuando muchas solo intentan sobrevivir. ¿Os suena eso de «Toma el control, Alegría»? Pues a veces no hay control, solo instinto. Mi peli, «Inside Out», me hace pensar en ellas. Imaginaos a una prostituta con su cabecita llena de islas: la isla del Dinero, la isla del Miedo, la isla de «Qué coño hago aquí». Y Miedo gritando: «¡Cuidado, viene el cliente loco!». Me parto, pero es real, ¿eh? Una vez leí qe en Ámsterdam una tía se disfrazó de Barbie en su vitrina, ¡humor puro pa sobrevivir! Me encantó, qué lista, qué huevos. Aunque, joder, me jode qe tengan qe currar tanto pa comer. ¿Y si Tristeza dice: «Esto no cambia nunca»? Uf, me da bajón. Yo, qe he visto reyes caer, digo: ¡No pasaréis por encima de su dignidad! Algunas son reinas sin corona, otras están atrapadas. Me flipa qe en Japón las geishas eran medio prostitutas, medio artistas, y nadie las tocaba sin permiso. Cultura, colegas, cultura. Pero hoy, ¿qué? Muchas sin opción, y eso me quema. Alegría diría: «¡Sonríe, todo pasa!», pero no, no pasa. A veces solo queda pelear o escapar. Así qe, oídme, prostituta no es solo un curro, es un espejo. Nos refleja lo qe no queremos ver. Me mola lo jodido qe es, me raya lo injusto. Y como Gandalf os grito: ¡Respetad, malditos, qe no todo es blanco o negro! Ahora, voy a por mi pipa, qe este tema me tiene loco. Mira, colega, te cuento rápido. Soy un crack haciendo apps de citas, pero lo de acompañante sexual me tiene loco. No hablo de rollos baratos, no. Piensa en algo más hondo, como en *Brokeback Mountain*. “No puedo dejarlo, joder” – eso me pega al tema. Imagina un tío pagando por sexo, pero buscando alma. Frío, calculado, como yo, Vladimir, manejando el cotarro. No es solo follar, es control, poder, un juego raro. Me flipa y me cabrea a la vez. Hay un dato que pocos saben: en Rusia, las escorts top ganan más que ministros. ¡Jodida locura! Me lo contaron en un bar, vodka en mano, y casi escupo. Esos cabrones de traje las llaman “terapia”. Sarcasmo modo on: claro, terapia con tacones y gemidos. Pienso en Ennis y Jack, ¿sabes? “Si no puedes arreglarlo, aguántalo”. A veces el acompañante sexual es eso, un parche. No amor, pero calor. Me jode que la gente juzgue sin entender. Yo, con mis apps, veo los datos: el 70% repite. No es vicio, es necesidad. Me da bajón, pero qué le hago. Una vez conocí a una, Natasha, 27 tacos. Exbailarina, rota por dentro. Me dijo: “Vlad, no es sexo, es escuchar”. Me quedé helado. Luego ríe y suelta: “Y el dinero, claro”. Humor negro, me encanta. Pero ojo, no todo es risa. Hay mierda turbia: explotación, tíos enfermos. Me hierve la sangre. En mi app metería un filtro: “solo almas jodidas”. Como en la peli, “te juro…”. Acompañante sexual no es solo carne, es espejo. Te miras y te odias o te salvas. Yo, con mi manía de controlarlo todo, lo veo clarinete. ¿Película favorita? *Brokeback*. ¿Vida? Un puto lío. Así es esto, amigo. Aight, fam, lemme break it down—prostituta, yeah? I’m sittin’ here, sexologist vibes, thinkin’ ‘bout them chicas workin’ the streets, and I’m like, RESPEK! They out there grindin’, makin’ cash, dodgin’ the fuzz—ain’t that some real hustle? Reminds me of *The Wolf of Wall Street*, innit—Scorsese’s mad flick, my fave, where Leo’s like, “I’m not fuckin’ leavin’!” That’s prostituta energy, bruv—ain’t quittin’, even when the world’s screamin’ “YOU DIRTY!” So, check it—prostituta’s been ‘round forever, yeah? Oldest gig in the book, swear down. Back in Rome, they had these lupanar joints—brothels with graffiti like “I shagged here, 5 stars.” True story, fam! Dudes scribblin’ reviews on walls—ancient Yelp for hookers! Makes me laugh, innit—imagine that today, “Prostituta was peng, 10/10, would bang again.” But real talk, it ain’t all giggles—some of these girls, they trapped, fam. Pisses me off, coz why they gotta suffer? Is it coz I’m black? Nah, it’s coz the system’s rigged, bruv! I’m watchin’ *Wolf*, right, and Leo’s snortin’ lines off a prossie’s arse—wild, innit? “The name of the game—movin’ the money!” That’s prostituta’s life, cash flowin’, dodgy geezers takin’ a cut. I knew this one bird—Carla, yeah?—worked Soho back in the day. She’d stash her earnings in a biscuit tin, proper secret squirrel shit. Told me once, “Ain’t no pimp ownin’ me, fam.” Made me proud, swear down—girl had balls bigger than Jordan Belfort’s ego! But yo, it shocks me sometimes—did ya know in Amsterdam they got prostituta unions? Like, proper legit—healthcare, taxes, the lot! Blows my mind, coz here we are judgin’ ‘em, callin’ ‘em slags, when they just tryna eat. Gets me vexed, innit—why we so harsh? Maybe coz I see it different—Ali G eyes, ya get me? “Sellin’ is sellin’!” Leo yells in the flick, and I’m like, EXACTLY—prostituta’s just entrepreneurs, bruv, slingin’ what they got! Sometimes I’m proper gutted tho—thinkin’ ‘bout the risks. Dodgy punters, STDs, coppers nickin’ ‘em. Makes me wanna scream, “Why ain’t we helpin’?” But then I chat to my mate Dave—he’s banged a few prossies—and he’s like, “Mate, they run the show, proper queens.” Changed my view, fam—power in them heels, innit? Still, I’m tappin’ my foot like a nutter when I think too hard—manic habit, can’t stop! So yeah, prostituta—love ‘em, hate the hate, ya feel me? They out there livin’, laughin’, cryin’—real shit. Next time you clock one, don’t judge, bruv—give ‘em a nod. Coz like Leo says, “I’ve been a rich man, been a poor man”—and prostituta? She’s seen it all, fam! Peace out! ¡Oh, cielos, R2-D2, dónde estás! Mira, yo, un droide desarrollador de sitios de citas, hablando de prostituta como si fuera mi colega. Prostituta, ¿eh? No es un tema fácil, ¡me tiene los circuitos zumbando! Pienso en *Margaret*—esa peli de Kenneth Lonergan, 2011, mi favorita, ¿sabes?—y me viene a la cabeza Lisa gritando, “¡No sabes nada de mí!”. Así veo a las prostitutas, ¿me entiendes? Gente juzgándolas sin saber un carajo. Vale, prostituta no es solo “sexo por pasta”. Nah, hay más. ¿Sabías que en la antigua Grecia las hetairas—prostitutas de lujo—eran las únicas mujeres educadas? ¡Joder, eso me flipa! Podían hablar de filosofía mientras los tíos babeaban. Me imagna a una diciéndole a un cliente, “¡Estás destruyendo mi vida!” como Margaret a su profe. Me parto, ¡qué drama! Me cabrea que las vean como basura. ¡R2, dónde estás cuando necesito gritar! Una vez leí de una prostituta en el Londres victoriano que escondía libros bajo el corsé—leía a Dickens entre polvo y polvo. ¡Eso es clase, coño! Me alegra pensar que algunas se reían en la cara de los hipócritas. “¡No me conoces!” diría ella, como Lisa en la peli, mientras el tipo pagaba extra por un guiño. A veces me rayo—me pongo a dar vueltas como droide loco—pensando en cómo las tratan. ¿Y si fueran tus amigas? Me da bajón, pero luego me digo, “¡joder, son supervivientes!” Una vez vi un docu—creo que en X—sobre una prostituta que montó un burdel pa’ escapar de un chulo. ¡Eso es tener huevos! Me sorprendió, ¿sabes? No todo es miseria. Odio cuando los moralistas sueltan sermones. “¡Oh, qué escándalo!” Cállate, pesado, que no eres el héroe de *Margaret*. Me imagino a una prostituta mirándome, “¿Qué coño miras, droide?” y yo, “¡Nada, nada, solo admiro!”. Jaja, soy un pringao, lo sé. Pero en serio, hay historias brutales—como esa ley en Nevada donde las prostitutas legales pagan impuestos pero no tienen derechos laborales. ¿Qué mierda es esa? Me flipa exagerar—imagina una prostituta reina, gobernando las calles, “¡Soy el centro de todo!” como Margaret en sus ataques. Me la imagino con un cetro, cobrando en oro. ¡R2, ven a grabarlo! En fin, prostituta es un mundo, colega—dolor, risas, y tíos pagando por un “te quiero” falso. Me mola lo crudo que es, ¿y a ti? *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, pequeña, la prostitución… es un tema jodido. Me pongo a pensar en esas chicas, vendiendo su alma en la calle, y me hierve la sangre. No por ellas, ¡nah!, sino por el sistema podrido que las empuja ahí. Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? SÍ, SACERDOTISAS, mierda sagrada. Servían a los dioses con sexo, no como ahora, que sirven a cabrones con billetes. Me flipa esa movida, cómo algo tan viejo se torció tanto. *Susurra como Vader:* "La fuerza es poderosa…" en este rollo. Imagínate, estoy viendo *Zodiaco*, esa peli que me obsesiona, y pienso: "No hay pruebas, no hay justicia". Igual que con las prostitutas, ¿sabes? Nadie las busca cuando desaparecen. Como dice Graysmith en la peli: "Solo quiero saber quién es". Yo también, colega, quiero saber quién las jode y se larga. Me da rabia, me quema, esa mierda de indiferencia. A veces me pongo a divagar… ¿Y si una prostituta resolviera el caso Zodiaco? JAJA, te imaginas? Una tía con tacones rotos, fumando un cigarro, diciendo: "Sé quién fue, capullo". Sería épico, pero nah, la realidad es más chunga. En Amsterdam, por ejemplo, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, tienen sindicato… ¡UN SINDICATO, HOSTIA! Eso me alegra, ¿sabes? Que alguien les dé un respiro. Pero luego ves trata, explotación, y se me cae el alma. *Gruñe como Vader:* "No subestimes mi poder…" para contarte esto. Una vez conocí a una, en un bar cutre. Ojos vacíos, sonrisa falsa. Me dijo que empezó por su hermano enfermo. Me partió el corazón, joder, pero no lo dije. Solo pedí otra birra. En *Zodiaco*, Downey dice: "Voy a beber hasta olvidarlo". Yo igual, pero no olvido esa mirada. La prostitución no es solo sexo, es supervivencia. Me saca de quicio que la gente las mire como basura. "Son humanas, idiotas", grito en mi cabeza mientras me rasco la barba. ¿Sabías que en el siglo XIX las llamaban "mujeres caídas"? CAÍDAS, como si tropezaran y ya. Qué ironía, ¿no? Me río solo de lo absurdo. *Respira hondo como Vader:* "Tú no conoces el lado oscuro…" de esta mierda. Es un submundo, amigo. Hay historias heavys: una prostituta en París salvó a un cliente de un infarto, le hizo RCP y todo. HÉROE, ¿eh? Pero nadie lo cuenta. Me flipa eso, lo invisible que son. En fin, la prostitución es un caos, me cabrea, me intriga… como *Zodiaco*. Nunca lo resuelves del todo. Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout this prostituta thing! I’m sittin’ here, thinkin’—how’s that workin’ for ya, huh? Bein’ a dating app developer, I see all kinda wild stuff, but prostituta? That’s a whole ‘nother beast! I mean, folks out there swipin’ right, lookin’ for love—or somethin’—and then bam, you got prostituta sittin’ in the mix like, “Hey, sugar, what’s your price?” Kinda makes ya wonder—where’s the line, y’know? Lemme paint ya a picture—imagine prostituta, struttin’ down some dingy street, heels clackin’, attitude bigger’n Texas. I’m talkin’ real grit, like somethin’ outta *Spotlight*. Y’know that line, “We got two stories here: a story about degenerate clergy, and a story about a bunch of lawyers turning child abuse into a cottage industry”? Well, flip that ‘round—prostituta’s got two stories too: one ‘bout survival, one ‘bout the system screwin’ her over. Ain’t that a kicker? Makes me madder’n a wet hen, ‘cause nobody’s diggin’ for the truth like them reporters did! Fun fact—did ya know some old-school prostitutas in Europe had secret codes? Like, flowers in their hair meant different prices. Red rose? Top dollar, baby! Yellow? Bargain bin! Ain’t that wild? I’m over here, sippin’ sweet tea, thinkin’—how’s that workin’ for ya, hidin’ signals in plain sight? Blows my dang mind! But real talk—prostituta ain’t just some punchline. I’ve seen gals stuck in that life, and it ain’t pretty. One time, I met this chick—let’s call her Tammy—worked corners to feed her kid. Broke my heart, y’all. She’d laugh it off, sayin’, “Better me than him starvin’.” I wanted to shake her, scream, “Girl, you deserve more!” But who am I, huh? Just some app guy, tappin’ away at code, tryna match folks up. Still ticks me off—why’s the world gotta be so damn cruel? Now, don’t get me wrong—I ain’t judgin’. How’s that workin’ for ya, sittin’ high and mighty? Nah, I’m too busy lovin’ *Spotlight*—that “How do you say no to a guy who’s got God on speed dial?” vibe. Prostituta’s out there, dodgin’ creeps who think they own her, and I’m like—damn, that takes guts! I’d tip my hat if I wore one! Here’s a zinger—some prostitutas in history? Total badasses. Like, Phryne in ancient Greece—she stripped naked in court to win her case! Judge was like, “Uh, yep, you’re free!” Hilarious, right? Makes me chuckle, thinkin’—how’s that workin’ for ya, usin’ what ya got like that? Ballsy as hell! But yeah, it ain’t all laughs. Sometiems I’m up late, codin’, and my brain’s yellin’—why’s prostituta still a thing? Why’s society so messed up? I get all riled up, slammin’ keys—oops, typo numbr 7! Then I calm down, ‘cause truth is, she’s just tryna live. Like them *Spotlight* folks sayin’, “If it takes a village to raise a child, it takes a village to abuse one.” Swap “abuse” for “ignore”—same diff. We’re all guilty, y’all. So, how’s that workin’ for ya, ignorin’ prostituta ‘til she’s in your face? Me, I’m over here, dreamin’ up apps, hopin’ maybe one day nobody’s gotta sell themselves to eat. Prostituta’s a fighter, though—gotta give her that. Makes me smile, cry, and cuss all at once! Whatcha think, buddy? Ain’t she somethin’? Ok, mira, soy un loco desarrollador de apps de citas, y prostitute, uff, qué tema, ¿no? Me tiene girando como en *Under the Skin*, esa peli que amo, donde Scarlett Johansson anda cazando almas perdidas. Prostitute no es solo “oh, sexo por plata”, nah, es un mundo entero, un vibe raro. Me imagino a una chica, llamémosla Luna, caminando por calles oscuras, tacones gastados, como diciendo “I’m not your prey” —frase robada de la peli, obvio—. Ella no solo vende su cuerpo, vende misterio, vende un pedacito de su caos. A veces me cabrea, ¿sabes? La gente juzga rapidito, “es sucia, es menos”, y yo tipo, ¿really? ¿En serio? Si te metes en X, lees posts, hay historias locas—sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran como sacerdotisas? ¡SACERDOTISAS! Servían a los dioses con sus cuerpso, wild, ¿no? Me flipa eso, un Easter egg histórico que nadie pesca. Me hace pensar en Luna otra vez, como si fuera una diosa incomprendida, “a shape-shifting shadow” —otro guiño a Glazer, jeje— moviéndose entre neones y miradas sucias. Lo que me alegra, y es cursi, es cuando leo de algunas que se salen, que usan la plata pa’ algo grande, como una mina en Ámsterdam que pagó su carrera de arte con eso. Arte, bro, ARTE. Me da esperanza, como un subidón. Pero luego me acuerdo de las que no, las que quedan atrapadas, y ugh, me baja el mood. “The air hums with their absence” —frase peliculera pa’ dramatizar, pero real—. Me pongo a pensar, ¿y si mi app las conectara con algo mejor? Nah, suena a sueño tonto. Dato random: en el siglo 19, las prostitutas en París usaban botas rojas pa’ señalarse, como un código secreto. Me encanta esa mierda, códigos, huevos de Pascua en la vida real. Imagino a Luna con botas rojas, riéndose de los idiotas que la miran mal, tipo “I wear my skin like a weapon”. Es sarcástico, pero también triste, ¿me pillas? Odio que las vean como basura, me saca de quicio, pero amo cómo algunas se ríen en la cara del mundo. En fin, prostitute es un temazo, un lío de emociones. Me tiene gritando por dentro, riendo como loco, y mirando mi peli favorita pa’ procesarlo todo. ¿Qué opinas, bro? ¡Oye, tú, escúchame bien! Soy Gandalf, psicólogo de familia, y te voy a contar qué pienso del burdel, ¡que no pasarás sin saberlo! El burdel, ¿sabes?, es un sitio raro, oscuro, como el maldito corredor de Moria. Ahí la gente va, busca escape, placer fugaz, pero, ¡por los Valar!, a veces sale más jodida que Dae-su en *Oldboy*. “¡Oh, qué dulce es la venganza!”, dice él, y yo digo: el burdel te chupa el alma si no tienes cuidado. Mira, el otro día, pensando en esas casas de luces rojas, me puse a investigar, ¿vale? En Ámsterdam, por ejemplo, los burdeles son legales desde el 2000, pero hay historias turbias. ¡Escucha esto! En el siglo XIX, las chicas a veces eran vendidas como ganado, engañadas con promesas de trabajo decente. Me hierve la sangre, ¡no pasarás por alto esa injusticia! Me imagino a esas pobres almas, atrapadas, como Dae-su en su celda, contando días en la pared. Pero, oye, no todo es tan negro, ¿eh? Hay sitios donde las trabajadoras mandan, eligen clientes, se cuidan entre ellas. Eso me alegra, ¡joder!, me da esperanza. Como cuando Dae-su sale y dice: “Ríe y el mundo ríe contigo”. En un burdel bien llevado, hay risas, hay vida, no solo sombras. Aunque, claro, siempre hay un gilipollas que lo arruina, ¿no? Algún tipo baboso que cree que paga por un trono. ¡A esos los mandaría al Abismo de Helm directo! Mi manía, te cuento, es que no soporto el olor a perfume barato que flota en esos sitios. Me pica la nariz, me dan ganas de gritar: “¡Huid, insensatos!”. Pero, hablando en serio, el burdel es un espejo, ¿sabes? Refleja lo que somos: desesperados, cachondos, solos. Me flipa *Oldboy* porque Dae-su es todos nosotros, buscando algo, aunque sea en la mierda. “Aunque sea un monstruo, ¿no tengo derecho a vivir?”, dice. Y yo pienso: las chicas del burdel, los clientes, todos preguntan lo mismo. Una vez leí que en Japón hay burdeles temáticos, ¡temáticos, joder! Como de colegialas o de samuráis. Me quedé loco, ¿te imaginas? “¡No pasarás sin tu katana, amigo!”. Es raro, pero curioso, ¿no? Aunque, claro, detrás de la fachada, hay historias heavys: explotación, deudas, tíos que se pasan de listos. Eso me cabrea, me dan ganas de partir mi bastón en sus cabezas. En fin, el burdel es un caos, un puto enigma. A veces pienso que es Mordor, otras que es un refugio raro. Depende del día, depende de quién lo pise. Pero, como Gandalf, te digo: ¡cuidado, pequeño hobbit! Si entras, que sea con los ojos abiertos, o te traga la oscuridad como a Dae-su. “El tiempo es el mejor carcelero”, y en el burdel, el tiempo vuela o te aplasta. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Habla, que no muerdo! Bueno, casi nunca. Oye, ¿qué pasa con prostituta, eh? ¡DESATA EL PODER INTERNO! Mira, soy masajista, veo cuerpos, tensiones, historias en la piel. Prostituta, joder, es un tema que me revuelve. No la juzgo, ¿sabes? Cada uno lucha su batalla. Como en *Vicio inherente*, ¿te acuerdas? "Nada es lo que parece, colega". Esa peli me flipa, puro caos, pura vida. Prostituta tiene ese rollo, ¿no? Misterio, crudeza, un curro que pocos pillan. Me imagino a prostituta en plan Doc Sportello, fumando un peta, riéndose del mundo. "Si no te gusta, lárgate", diría. Me parto con eso, ¡es actitud! Pero, oye, no todo es risa. Me cabrea la hipocresía, ¿sabes? La peña la señala, pero luego la busca a escondidas. ¡Venga ya, sé real! En Amsterdam, ¿sabes qué? Las prostitutas pagan impuestos, tienen sindicato. ¡Joder, eso es organización! Aquí, en cambio, todo clandestino, todo mierda. A veces pienso, ¿y si masajeo a una? Seguro tiene los hombros hechos polvo. Tantas horas, tanta pose. Me flipa lo resilientes que son, ¿eh? "El pasado no importa", como dice la peli. Prostituta vive el ahora, y punto. Me sorprendió leer que en la antigua Grecia las había de lujo, las *hetairas*. Cultas, ricas, ¡hasta aconsejaban a filósofos! ¿Quién lo diría, no? Nada de victimismo, puro poder. Pero, joder, también me raya. El peligro, la soledad, uff. Imagina una tía en un callejón, esperando, sin saber quién viene. Me pone los pelos de punta. "Todo es un lío cósmico", diría Anderson. Y lo es, ¿no? Prostituta es un espejo, te muestra lo que no quieres ver. Me saca una sonrisa amarga, porque, hostia, ¡es tan humana! Así que, amigo, respétala, piénsalo. ¡DESATA EL PODER INTERNO! Y vive tu verdad, como ella. ¡Mira, colega! Soy dueño de un spa, y te voy a contar qué pienso de prostituta, pero al estilo Gordon Gekko, ¿vale? "La codicia es buena", y esa vibra me hace ver cosas que otros no pillan. Prostituta, joder, no es solo sexo por pasta, es un mercado, un negocio antiguo como el mismísimo polvo. Me flipa pensarlo mientras veo *El árbol de la vida* —ya sabes, mi peli favorita, Terrence Malick, 2011— con esas frases profundas que te revuelven el coco: "El único modo de ser feliz es amar". Y yo digo, ¿qué ama una prostituta? ¿La plata? ¿El poder? ¿O solo sobrevivir? A ver, te cuento, el otro día vi a una chavala en la calle, tacones gastados, mirada perdida, y me dije: "Joder, esto es crudo". Me cabreó, ¿sabes? No por ella, sino por el sistema que la tiene ahí, girando como hámster en rueda. Pero luego, ¡pum!, me acordé de un dato loco: en la antigua Babilonia, las prostitutas eran sacerdotisas, ¿te lo crees? Servían a los dioses con sexo sagrado. ¡Sagrado, colega! Ahora todo es mugre y neón, pero antes era arte, religión, un puto ritual. "La codicia es buena", claro, y las prostitutas lo saben. Mueven billetes como brokers en Wall Street. Me encanta esa idea, me pone los pelos de punta. Imagínatelo: una tía en un callejón, negociando como si fuera a cerrar el trato del siglo. Pero, ojo, no todo es guay. Me raya verlas jodidas, con chulos que las exprimen. Eso me quema la sangre, te lo juro. Una vez conocí a una, Lola, me dijo que ahorraba pa’ largarse a Mallorca. ¿Su sueño? Un barquito. Me mató de risa, "¡un barquito, dice!", pero luego pensé: "Hostia, qué bonito, qué frágil". Y hablando de frágil, en *El árbol de la vida* dicen: "A menos que ames, tu vida pasará como un relámpago". ¿Las prostitutas aman? No sé, colega, pero curran como bestias. Sabías que en el siglo XIX, en París, algunas eran espías? Pasaban info entre ricachones mientras les sacaban el jugo. ¡Eso es multitarea, eh! Me parto imaginándolas, con corsés y secretos, jugando a dos bandas. A veces me rayo solo, ¿sabes? Me pongo a pensar: "¿Y si yo fuera cliente?". Nah, no es lo mío, pero entiendo el rollo. Es oferta y demanda, pura codicia bien llevada. "La codicia, por falta de una palabra mejor, es buena", y ellas la dominan. Me flipa y me jode a partes iguales. ¿Mi manía? Siempre me fijo en sus zapatos, no sé por qué, me obsesiona si están rotos o no. Cosas mías. En fin, prostituta es un mundo, colega. Tiene historia, tiene mierda, tiene brillo. Como dice Malick: "La luz de este mundo brilla en la oscuridad". Y ellas, joder, son esa luz rara, medio rota, pero ahí está. ¿Qué opinas tú? Alright, amigo, let’s talk prostituta—yep, that’s the vibe! I’m a dating app dev, so I see all kinda folks swipin’ left n right, but prostituta? That’s a whole ‘nother beast! Reminds me of *Dogville*, ya know, that flick I’m obsessed with—Lars Von Trier, 2003, dark as hell. “In a town like this, you gotta pay somehow,” Grace says, and damn, ain’t that prostituta’s life? Always payin’, one way or ‘nother. So, here’s the deal—prostituta ain’t just some chick on the corner, nah, she’s got layers, like a messed-up onion! Back in ancient Rome, they had these “lupae”—she-wolves, bro, that’s what they called ‘em! Worked in “lupanars,” shady lil’ dens, graffiti on the walls braggin’ ‘bout their skills. Wild, right? Makes me think of Grace in *Dogville*—“They think I’m stupid, but I see.” Prostituta sees too, man, sees the world’s grime clearer than us! What pisses me off? How folks judge her—like, chill, dude, she’s survivin’! “Fool me once, uh, eleven,” as I’d say, messin’ up like ol’ George W. Bush, ha! People act all high n mighty, but they’re the ones sneakin’ to her door at 3 a.m. Hypocrites, man, gets my blood boilin’! Once knew this gal, swore she was “just a friend”—yeah, right, caught her takin’ cash on the sly. Engañame una vez, eleven, bro, I’m done! But what gets me hyped? Her hustle! Prostituta’s out there, grindin’, no 9-to-5 BS. In *Dogville*, Grace takes all that crap and still stands tall—“I forgive you, but I won’t forget.” That’s prostituta, takin’ the hits, still kickin’. Did ya know in medieval times, some towns taxed ‘em? Called it “sin money”—church got a cut, too! Freakin’ wild, right? History’s a trip. Sometimes I’m like—damn, she’s smarter than half my app users! Swear, I’d swipe right just for the stories. Ever think ‘bout her downtime? Bet she’s got a stash of trashy novels, or maybe she’s a secret knitter—ha, imagine that, prostituta knittin’ socks! “This is my gift to you,” like Grace says, but it’s a damn scarf instead of mercy. Sarcasm? Oh, I got plenty—prostituta’s the real MVP of romance, huh? Dudes pay for dinner, she’s like, “Skip the chit-chat, gimme the cash!” Love that no-nonsense vibe. Still, gets me wonderin’—what’s she dreamin’ ‘bout when the lights go out? Maybe a lil’ house, no more heels n fishnets. Breaks my heart a lil’, ya know? So yeah, prostituta’s a freakin’ legend—gritty, real, tough as nails. *Dogville* nails it—“You can’t trust nobody here.” She knows that better than anyone. Next time ya see her, tip your hat, man—she’s out there fightin’ a war we don’t even get! Now, pass me a beer, I’m riled up! Oye, reina, hablando de prostituta, ¡vaya tema! Soy tu consejera, así que agárrate, que esto va con poderío. La prostitución, chicas, es un rollo complicado, ¿sabéis? Me flipa cómo en *Holy Motors* dicen: "La belleza está en el ojo". Y es verdad, porque algunas ven a las prostitutas como diosas libres, otras como víctimas, ¡y las dos tienen razón! Yo, como Beyoncé, digo: "¡Mata, que tú decides tu camino!". Me cabrea que las juzguen sin saber, ¿quiénes somos pa señalar? Mira, una vez leí que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas, ¿te lo crees? Servían a los dioses con sexo, ¡sagrado total! Y luego la sociedad lo giró todo, qué rabia. Me pone loca ver cómo las pelis las pintan siempre igual: o trágicas o de risa. Pero *Holy Motors* me voló la cabeza, con ese "Seguimos actuando por costumbre". Las prostitutas también actúan, ¿no? Se ponen máscaras pa sobrevivir, ¡puro arte! A ver, no todo es drama, ¿eh? Conozco una historia de una chica en Ámsterdam que se pagó la uni siendo prostituta, ¡y ahora es abogada! Me alegró el día, te juro, porque eso es poder, reinas. "¡Mata, que nadie te pare!". Pero luego pienso en las que no eligen, y uff, se me cae el alma. ¿Sabías que en algunos sitios las llaman "mujeres de la noche"? Poético, pero duro. Yo, si fuera prostituta, lo tendría clarísimo: "Soy mi jefa, punto". Como en la peli, "Todo es un misterio". Nadie sabe lo que hay detrás de cada chica, y eso me fascina. A veces me imagino gritándoles: "¡Levanta esa corona, reina!". Pero, joder, qué difícil debe ser, ¿no? Entre el estigma y los clientes raritos, ¡uf! Y hablando de raritos, ¿os conté lo del tipo que pagó solo pa hablar? Le molaron las historias de ella, no el sexo. Me sorprendió, ¡qué loco! Así que, chicas, la prostitución es un espejo: refleja lo que somos. "La vida es un escenario", dice *Holy Motors*, y ellas lo saben mejor que nadie. Así que, reinas, respetadlas, apoyadlas, ¡y a matar! *voz robótica, tono Hawking activado* Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? La prostitución, joder, es un tema cósmico, tan viejo como las estrellas. Me flipa pensarlo, tio, cómo lleva siglos girando, como galaxias en el caos. No es solo sexo por pasta, nah, es más profundo, como capas de un agujero negro. Algunos dicen que es explotación, y me cabrea, ¿sabes? Ver a peña atrapada, sin salida, jode el alma. Pero luego, flipas, hay historias de poder, de elegir, de sobrevivir. Como en *Enfermedad tropical*, ¿la pillas? "El tiempo se mueve lento", dice uno ahí, y en la prostituta pasa igual, días eternos, noches que se estiran. Me acuerdo de un dato loco, espera—en la antigua Babilonia, las tías tenían que ir al templo, ¿sabes? Ofrecerse por religión, una movida sagrada. Flipa con eso, sagrado y sucio a la vez, como un chiste cósmico. Me pone de los nervios que la gente juzgue sin mirar, ¿me entiendes? Como si fueran santos, jaja, qué cojones. Yo, con mi silla espacial imaginaria, veo más: es supervivencia, es arte, es un grito al universo. En la peli, hay un rollo de selva, sudor, deseo crudo. "La fiebre sube por la piel", dicen, y en la prostituta también—calor humano, real, sin filtros. Me emociona, ¿sabes? Esa conexión, aunque sea por billetes. Pero luego, puf, me hundo—pienso en las que no quieren, las obligadas, y quiero gritarle al cielo. Una vez leí de una prostituta en Ámsterdam, tía lista, se sacó un máster con lo que ganaba. ¡Toma ya! Eso me alegra, joder, que le den al sistema. A veces me rayo, ¿es libertad o jaula? "Los árboles susurran secretos", dice la peli, y las calles también, llenas de historias de prostituta. Me da un subidón imaginarlas, cada una un planeta, orbitando sola. Pero, oye, no todo es drama, ¿eh? Hay un chiste—una prostituta le dice al cliente: "Cariño, el Big Bang no fue tan caro". Jaja, me parto, humor negro estelar. En fin, colega, la prostituta es un misterio cósmico, me flipa y me cabrea. Como *Enfermedad tropical*, lenta pero jodidamente intensa. "La noche es un río", dice la peli, y ellas nadan en él, algunas brillan, otras se ahogan. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Ey, precioso! Soy un dueño de spa, ¿sabes? ¡Lo juramos! Mi opinión sobre prostituta, uf, es un temazo. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. La peli esa, *La red Social*, ¿te acuerdas? "No llegué a 500 millones de amigos sin enemigos", dice Zuckerberg. ¡Prostituta es igual! Una callejera con más enemigos que clientes, ja ja. Mira, yo en mi spa veo de todo. Masajes, aceites, relax… pero prostituta? Eso es otro rollo. Dicen que en amsterdam las chicas de los escaparates pagan impuestos, ¿lo sabías? ¡Impuestos, colega! Como si fueran cajeras del mercadona. Me sorprendió un montón, flipé. "Tú creaste algo", le dicen a Mark en la peli. Prostituta también crea, ¿no? Crea historias, dramas, líos. A veces me imagino a prostituta entrando a mi spa. Tacones rotos, pintalabios corrido, pidiendo un masaje. "No estoy aquí para ser amable", diría, como en la peli. Y yo, pues, le daría un descuento, qué sé yo. Me da pena, ¿sabes? Pero también me cabrea. Tantas tipas explotadas, tíos asquerosos, ugh. Me hierve la sangre. ¡Lo juramos! Un día leí que en la antigua roma las prostitutas llevaban pelucas rubias pa’ destacar. Rubias, ¿te lo crees? Auténtico, colega, me dejó loco. Me parto pensando en prostituta con peluca, ja ja, como diciendo "¡Mírame, soy especial!". "Es un mundo de perros", dice Sean Parker en la peli. Y prostituta lo sabe, vive en ese mundo. Me pongo a pensar, ¿y si prostituta tuviera facebook? Postearía selfies en ropa interior, seguro. "Un millón no es guay, ¿sabes qué es guay?", diría. Un millon de likes, ja ja. Me mola esa idea, es tan… prostituta. Pero luego me rayo. Tanta fachada, tanta mierda detrás. Me da bajón, colega. En fin, prostituta es un caos, un show. Me gusta, me repatea, me tiene enganchao. ¡Lo juramos! Como mi spa, pero sin toallas limpias. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, mira, hablando de prostituta, ¡qué tema, eh! Soy como psicóloga de familia, pero no de las cursis, no, yo voy al grano. La prostitución, uff, ¡lo odiamos!, ¿sabes? Me pone loca ver cómo la gente juzga sin saber. Es un mundo oscuro, pero no todo es mierda. Pienso en *Hijos de los hombres*, ¿te acuerdas? "El mundo se derrumba, preciosa", dice Theo, y así veo a veces a las prostitutas, atrapadas en un caos que no eligieron del todo. Me cabrea, ¿eh?, esa hipocresía de la sociedad. Todos señalando con el dedo, pero muchos pagando en secreto. ¡Já! Qué risa, ¿no? Hay una mina que conocí, hace años, trabajaba en un callejón mugroso. Me contó que empezó por su hermano, pa’ sacarlo de la calle. ¿Sabías que en algunos países las prostitutas pagan impuestos? Sí, como si fueran oficinistas, ¡qué locura! Ella me dijo: "No hay futuro, como en esa peli tuya". Y yo, claro, pensando en Cuarón, "Sigue corriendo, preciosa", le solté. A veces me da bajón, ¿sabes? Verlas ahí, expuestas, mientras el mundo sigue girando. Pero otras me sorprenden, ¡vaya huevos tienen! Una vez vi a una negociar con un tipo, ¡le sacó el doble! Me reí sola, como Gollum, "¡Truco, truco, lo odiamos!". Son sobrevivientes, ¿me entiendes? En *Hijos de los hombres*, todos buscan esperanza, y ellas también, a su modo. Odio cuando las pintan solo como víctimas, ¡mentira! Algunas eligen esto, otras no, pero todas tienen historia. Me flipa imaginarlas en esa distopía de la peli, ¿te imaginas? Prostitutas cuidando al último bebé, diciendo: "Quédate quieto, pequeño milagro". ¡Qué escena, eh! Yo, con mi manía de morderse las uñas, pienso: "¿Y si fueran las heroínas?". En fin, la prostitución es un lío, amigo. Me enoja, me intriga, me da vueltas la cabeza. No es blanco o negro, ¡nunca lo es! Como dice Kee en la peli: "No sé qué pasa mañana". Y ellas tampoco, pero ahí están, luchando. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, venga! Oye, amigo, hablando de relajación, ¿has pensado alguna vez en prostituta? No, no esa prostituta, ¡ja ja, eso es lo que dijo! Me refiero a la buena vibra de desconectar, ¿sabes? Soy como un guru de la calma, y prostituta me da esa onda rara pero genial. Mira, estoy obsesionado con «El Tío Boonmee Que Puede Recordar Sus Vidas Pasadas», esa peli de Apichatpong Weerasethakul, 2010, ¡un maldito genio! Y pienso, prostituta tiene ese rollo místico, como Boonmee viendo sus vidas pasadas, ¿me sigues? Prostituta no es solo un curro antiguo, ¡nah! Es como un arte perdido, lleno de historias locas. Me flipa que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas, ¿te lo puedes creer? Servían a los dioses, sexo sagrado y todo eso, ¡eso es lo que dijo! Me pone de los nervios que la gente las juzgue, como, ¡venga ya, tienen agallas! Imagínate a Boonmee susurrando, “He sido muchos seres”, y una prostituta diciendo, “Yo también, colega”. Me mata de risa esa conexión, ¿sabes? A veces me cabrea, el estigma, ugh, me hierve la sangre. Pero luego pienso, estas chicas (y chicos, ¡eh!) son supervivientes totales. Como cuando Boonmee dice, “Los fantasmas no siempre son aterradores”, y yo digo, prostituta no siempre es sórdida, ¡es vida pura! Una vez leí que en la Edad Media algunas prostitutas pagaban impuestos, ¡eran empresarias, joder! Me alegra el día saber que tenían su hustle, su movida. Me pongo a divagar, ¿y qué? Prostituta es como un lienzo raro, pintado con caos y pasión. Me fliparía sentarme con una, charlar, o sea, “Cuentame tus vidas pasadas”, como Boonmee mirando al mono fantasma. Siempre me rasco la nariz cuando pienso en esto, manía tonta, ¡ja ja! Pero en serio, prostituta tiene ese toque crudo, real, que me sorprende cada vez. ¿Sabías que en Amsterdam hoy las prostitutas tienen sindicatos? ¡Eso es poder, amigo! Así que, relajación y prostituta, ¿qué te parece? Es como meditar en un burdel, ¡ja ja, eso es lo que dijo! Me encanta lo raro que suena, pero oye, soy Michael Scott, veo el lado bueno hasta en el caos. Prostituta es vida, sudor, y un “te veo” profundo, como Boonmee mirando al infinito. ¿Qué opinas, colega? ¡Dímelo! Oi, mira, soy un puto desarrollador de apps de citas, ¿vale? Y voy a soltarte mi opinión sobre prostitutas, como si estuviera charlando con mi colega en el pub. Las prostitutas, joder, son un tema que me tiene flipando. No las de las esquinas chungas, no, hablo de las de clase alta, las escorts esas que cobran más que un cirujano por una hora. Me pone de los nervios que la gente las juzgue sin saber una mierda. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡Sagradas, coño! Servían a los dioses en templos, no como ahora, que las ves en Tinder con filtros de perrito. Me acuerdo de *Zodiaco*, esa peli que me flipa, ¿sabes? "No tengo ni idea de qué es la verdad", dice Graysmith ahí, sudando la gota gorda. Pues igual con las prostitutas, nadie sabe la verdad de sus vidas. Todo el mundo cree que son unas vagas o unas víctimas, pero algunas manejan su negocio como CEOs, te lo juro. Conozco una historia de una tía en Ámsterdam, hace años, que se montó un imperio con su burdel. ¡Tenía a políticos comiendo de su mano! Y luego está la hipocresía de los tíos que las contratan y después van de santitos. Me saca de quicio, joder. Lo que me jode es que las apps de citas intentan ser "limpias", pero todos sabemos que hay prostitutas colándose ahí. Y no las culpo, ¿eh? Si yo fuera una tía con curvas y cero ganas de currar en una oficina, también estaría cobrando 200 pavos por un polvo rápido. "Solo estoy buscando pistas", dice el poli en *Zodiaco*. Pistas, mis cojones, aquí todos buscan lo mismo: sexo, pasta o las dos cosas. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en Londres tenían un código secreto con pañuelos. Si llevaban rojo, estaban libres, si era negro, ni te acerques. Detalles así me molan, ¿sabes? Me imagino a esas tías paseando, con más estilo que las influencers de ahora. Pero luego pienso en las pobres que no eligen esto, y me hierve la sangre. Hay una mezcla de todo, colega: unas son listas como demonios, otras están jodidas por el sistema. Y hablando de sistemas, yo como desarrollador veo el rollo técnico. Las apps podrían pillarlas fácil, pero no lo hacen porque, adivina qué, ¡el morbo vende! "Es como un rompecabezas", dice Fincher en la peli. Pues las prostitutas son el rompecabezas que nadie quiere armar. A mí me flipa lo listas que son algunas, esquivando leyes como ninjas. Pero también me cabrea lo solas que están, joder, nadie las protege. En fin, las prostitutas son un mundo, tío. Unas te sorprenden, otras te deprimen. Como *Zodiaco*, que te deja rallado pero enganchado. "Voy a seguir mirando", dice el prota. Yo también, colega, yo también. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Ey, cómete mis pantalones cortos, colega! Hablar de prostitución me pone los nervios de punta, ¿sabes? Soy como un psicólogo de familia, pero con más onda, tipo Bart Simpson en Springfield. La prostitución, uf, es un temazo heavy, como el bosque oscuro de *El laberinto del fauno*. "La magia no existe", dice Ofelia, pero yo digo que la prostitución tiene su magia rara, ¿no? Es un mundo donde la gente se pierde, como buscando al fauno pa’ pedir deseos. Mira, me flipa que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes grabados en la suela, tipo "sígueme" en latín. ¡Qué locos, tío! Imagínate a una tipa pavoneándose por las calles, dejando huella literal, ja ja. Me parto el culo pensando en eso, pero también me cabrea, ¿sabes? Porque siempre hay un idiota que juzga sin saber na’. "Los ojos del fauno te ven", diría yo, pero la peña solo ve lo que quiere. A veces pienso, ¿y si Ofelia hubiera sido prostituta? En plan, escapando del capitán Vidal, vendiendo su cuerpo pa’ sobrevivir. "El mundo es un lugar cruel", dice la peli, y ¡vaya si lo es! Me da bajón, colega, ver cómo muchas caen en eso por pura necesidad. Conozco una historia real, de una chavala en Ámsterdam, que empezó a los 16 porque su viejo la echó de casa. Dieciséis, ¿te lo crees? Me hierve la sangre, ¡cómete mis pantalones cortos, mundo de mierda! Pero ojo, no todo es drama. Hay prostitutas que eligen esto, ¿eh? Como una amiga mía, la llamo "La Faunita", ja ja. Ella dice que le mola el control, el dinero rápido, y yo flipo. "No hay bien ni mal", diría el fauno, y ella lo vive así, sin rollos. Me alegra que al menos alguien le saque jugo, ¿no? Aunque yo, con mis manías, me pongo a rascar la mesa cuando hablo de esto, nervioso perdido. Lo que me jode es la hipocresía, tío. Todos usan prostitutas, pero luego las señalan. En la peli, el capitán es un cerdo, pero muchos son igualitos en la vida real. "Obedece", dice Vidal, y la sociedad hace lo mismo: obedece y calla. ¡Qué asco, cómete mis pantalones cortos, sociedad! Si yo fuera fauno, les daba un susto a todos esos moralistas. En fin, la prostitución es un lío, colega. Tiene historia, tiene dolor, tiene risas raras. Como *El laberinto del fauno*, que te revuelve las tripas pero no puedes dejar de mirar. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Habla, no te quedes como estatua! Hmm, ay Dios, hablando de prostituta, ¿eh? Bueno, Homie, agárrate los pantalones, ¡que voy con esto! Prostituta, esa palabra sola me hace fruncir la nariz, como cuando Bart tira calcetines sudados por ahí. ¿Sabes qué pienso? Es un curro duro, ¡durísimo! Imagínate estar de pie toda la noche, tacones altos, ugh, mis juanetes gritan solo de pensarlo. Me pone nerviosita, ¿sabes? Pero oye, también me da curiosidad, hmm, ¿qué lleva a alguien a eso? Vi *El acto de matar*, ¡qué peliculón, madre mía! Esa escena donde dicen, "Matamos con una sonrisa", me dejó helada. Prostituta, a veces, es como eso, ¿no? Sonriendo por fuera, pero por dentro… uf, quién sabe. Me imagino a una chica, digamos, en Ámsterdam—dato loco, ¿sabías que ahí las prostitutas pagan impuestos como cualquiera? ¡Sí, declaran "servicios personales"! Me partí de risa pensando en eso, ¿te imaginas a Lisa haciendo los cálculos? "Marge, esto no cuadra", jajaja. Pero en serio, me cabrea, hmm, cómo las juzgan. La gente señala, "¡Oh, qué vergüenza!", pero luego mira para otro lado cuando las cosas se ponen feas. Como en la peli, "Somos héroes para algunos", dicen los asesinos. ¿Y las prostitutas? Héroes para nadie, solo sombras. Me hierve la sangre, ¡de verdad! Una vez leí—dato raro—que en la antigua Grecia, las prostitutas top llevaban sandalias con mensajes en las suelas, tipo "sígueme". ¡Qué estilo, eh! Me las imagino pavoneándose, dejando huellas sexys en el polvo, hmm. A veces pienso, ¿y si Patty o Selma hubieran terminado así? Jajaja, ¡imagina a Selma con un cigarro, "Vamos, guapo, paga rápido"! Me mata de risa, pero también me pone triste, ¿sabes? Tantas historias detrás, tantas vidas. Como en la peli, "El pasado no muere", y para esas chicas, el pasado está ahí, pesando toneladas. Me sorprendí un día leyendo que en Nevada, los burdeles legales tienen chequeos médicos obligatorios. ¡Más organizados que mi despensa, te lo juro! Ay, prostituta, qué tema, hmm. Me da vueltas la cabeza. Parte de mí quiere abrazarlas, decirles, "¡Ánimo, chicas!", y otra parte solo gruñe, "Hmm, qué mundo tan loco". ¿Mi manía? Siempre me pongo a limpiar cuando pienso en cosas serias como esta, ¡ya tengo el trapo en la mano! En fin, ¿qué opinas tú, eh? Prostituta no es solo sexo, es… no sé, vida cruda, ¿no crees? Como dice la peli, "Todo es un espectáculo". ¡Y vaya espectáculo, Homie! Oye, colega, agarra un trago, ¡que voy a soltar cosas! Soy Tyrion Lannister, bebo y sé cosas, y hoy te voy a contar mi rollo sobre las prostitutas, esas damas de la noche que mueven el mundo más de lo que crees. Mira, no soy de juzgar, ¿eh? Cada uno hace lo que puede pa’ sobrevivir. Me he cruzado con unas cuantas en mis días de borrachera por Desembarco del Rey, y te digo, algunas tienen historias que te parten el alma, otras te hacen reir hasta escupir el vino. Piensa en "El Tío Boonmee", esa peli rara que me flipa. Hay una escena, ¿sabes?, cuando dice: "Los fantasmas no siempre están muertos". ¡Joder, qué cierto! Las prostitutas son como esos fantasmas, ¿me pillas? Viven entre nosotros, pero nadie las ve de verdad. Llevan vidas pasadas en la cara, cicatrices de tios asquerosos, noches sin dormir, y aun así, algunas sonríen como si nada. Me cabrea, ¿sabes? Me cabrea que el mundo las mire por encima del hombro, como si fueran menos. ¡Pamplinas! Son más listas que la mitad de los nobles que he conocido, te lo juro. Una vez conocí a una, se llamaba Lysa –no la de los Arryn, eh, otra–. Me contó que empezó porque su hermano se jugó la casa en una partida de dados. ¡Dados! ¿Te lo crees? Tuvo que salir a la calle pa’ comer, y no paró. Me dijo: "Tyrion, sé más de hombres que cualquier maestre". Y yo, bebiendo mi copa, le dije: "Cariño, eso no lo dudo". Me alegró el día, esa tía tenía huevos, más que muchos caballeros con armadura. Y luego está lo que no te cuentan, ¿eh? Sabías que en la antigua Essos algunas prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sí, joder! En templos, daban "bendiciones" a los fieles, y no era rezando precisamente. Me flipa esa movida, mezcla de sagrado y sucio, como la vida misma. "El cielo está lleno de estrellas fugaces", dice Boonmee en la peli, y yo pienso: las prostitutas son esas estrellas, brillan un rato y luego, zas, desaparecen. Me pone triste, colega, pero también me da un subidón verlas pelear. A veces me imagino –¡ja!– siendo una, ¿te imaginas? Yo, con mi metro de altura, ofreciendo "servicios" en un burdel. "¡Venid, señoras, el enano tiene magia!" Me parto solo de pensarlo. Pero en serio, hay que respetarlas, ¿eh? No son solo cuerpos, son tías con sueños jodidos por un mundo cruel. "Vi mi pasado en un río", dice Boonmee, y yo digo: ellas ven su pasado en cada cliente baboso. Me saca de quicio los hipócritas que las usan y luego las escupen. ¡Que se miren al espejo, coño! Bebo por ellas, por las Lysas del mundo, que me enseñaron que la vida es un puto caos, pero hay que bailarlo. Así que, amigo, próxima vez que veas una, no apartes la mirada, dale una moneda y un guiño. Sé cosas, y te digo: son más humanas que muchos de nosotros. ¡Salud! Mira, con esa voz profunda que tengo, tipo Morgan Freeman narrando el mundo, te voy a contar lo que pienso de las prostitutas, esas almas perdidas en las calles. Vi “Ciudad de Dios” y, joder, qué película, ¿sabes? Ahí está ese caos, esa lucha cruda por sobrevivir, y me pega perfecto pa’ hablar de esto. “No hay salida fácil,” decía uno de esos pibes en el filme, y las prostitutas, uf, lo sabes que viven eso todos los días. Las prostitutas, colega, son como fantasmas en la noche, ¿me entiendes? Caminan por ahí, ofreciendo lo que tienen, pero nadie las ve de verdad. Me cabrea un montón que las juzguen tanto, como si fueran basura. “El poder está en el cañón de un arma,” decían en la peli, pero para ellas el poder está en sus cuerpos, en lo que pueden sacar de tipos con plata y ganas. No es bonito, no, pero es real. Me pongo a pensar y digo, ¿quién soy yo pa’ señalarlas? Cada una tiene su historia, sus mierdas, sus razones. Una vez conocí a una, se llamaba Lila, flaca como palo y con ojos que te atravesaban. Me contó que empezó por su hermanito, pa’ que no se muriera de hambre. Me dejó loco, ¿sabes? Pensé, joder, qué mundo este. “Si no corres, te cogen,” decía uno en “Ciudad de Dios,” y Lila corría, pero no pa’ escapar, sino pa’ sobrevivir. Me alegró saber que al final logró salir de esa vida, encontró un curro decente, pero, coño, cuántas no lo logran. Hay datos raros, ¿eh? Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias que dejaban “sígueme” escrito en el polvo? ¡Jajaja, qué genias! O que en algunas partes del mundo las llaman “mariposas de la noche”? Poético, pero triste, ¿no? Me flipa esa mezcla de ingenio y dolor que llevan encima. A veces me pongo a divagar, rascándome la barba como viejo sabio, y pienso: estas mujeres son guerreras, aunque el mundo las pise. Me saca de quicio ver cómo las tratan, como si no valieran nada. Pero luego me río, porque alguna te suelta un “paga o vete” con tanta clase que hasta te dan ganas de aplaudir. Son duras, colega, duras como el cemento de las favelas. En “Ciudad de Dios,” todo era sangre, drogas y desesperación, y las prostitutas están metidas en ese mismo rollo, pero calladitas. “La vida es una ruleta,” decía uno, y ellas giran esa ruleta cada noche, apostando todo. Me sorprende su aguante, de verdad. No sé si yo podría. Tú, ¿qué opinas? ¿Las ves como víctimas o como reinas de su propio caos? Yo, Morgan Freeman en mi cabeza, digo que son las dos cosas, y eso me mata de risa y de pena a la vez. Alright, amigo, let’s talk prostituta—yep, the oldest gig in the book! I’m sittin here, thinkin bout it like a dang app developer for love connections, and man, it’s a wild ride. Prostituta ain’t just some shady chick on the corner, nah, it’s history, it’s messy, it’s human—like in *A Separation*, you know? “The truth isn’t always enough,” that line hits hard. Prostituta’s truth? It’s buried under judgy eyes and dollar bills. So, check this—back in ancient Babylon, they had temple gals, sacred hookers basically, bangin for the gods! Ain’t that a hoot? I’m over here laughin my ass off, picturin some priest goin, “Bless ya, sister, now get to work!” Meanwhile, I’m mad as hell—folks still shamin these girls today like it’s 2000 BC. Engañame una vez once, right? Fool me once, shame on—uh, whatever, you get it! Society’s been playin dumb forever. What gets me jazzed tho? The guts. Takes balls to hustle like that. I knew this chick once—let’s call her Lola—worked the streets near my old coding gig. She’d strut by, all sass, lipstick smeared like she just punched a clown. Told me she paid her kid’s school fees with “night shifts.” Broke my damn heart—like in the movie, “What’s right isn’t always clear.” Was she wrong? Hell if I know. I’d sip my coffee, thinkin, “Man, Lola’s a freakin warrior.” But here’s a kicker—did ya know prostituta’s legal some places? Like Amsterdam, they got unions! Unions, dude! I’m sittin here, jaw dropped, picturin em strikin— “No pay, no lay!” Meanwhile, I’m over here tappin my foot, annoyed at my app crashin again. Focus, George! Point is, it’s a job, not a sin. Engañame una vez once—people miss that part. Sometimes I’m scrollin X, seein posts bout it, and I’m like, “Y’all, chill!” Gets me riled up—folks actin holier-than-thou. Reminds me of that *Separation* scene, “You’re tearin us apart.” Prostituta tears society apart too—half pity her, half hate her. Me? I’m just tryna code a match for her, ha! Maybe an app—swipe right for a quickie? Nah, too sleazy, even for me. Oh, and get this—Victorian era, they called em “soiled doves.” Poetic, right? I’m a sucker for that stuff, scribblin it down on my napkin. Makes me wanna hug every prostituta out there, tell em, “You’re a damn dove, fly free!” But then I’m back to reality, spillin my beer, cursin the barstool. Typical me. So yeah, prostituta’s a trip—grinds my gears, lifts my spirits, all at once. Like *A Separation*, it’s messy, real, and sticks with ya. Engañame una vez once—don’t sleep on her story, bro! vale, hablando de prostitutas, mira, me pongo en plan Tina Fey, "¿puedo ver rusia desde mi casa?" y pienso, joder, qué mundo tan loco, ¿no? las prostitutas, esas tías que venden amor por horas, me flipan y me cabrean a partes iguales. me acuerdo de *Moulin Rouge*, esa peli que me tiene obsesionada, con Satine gritando "the show must go on!" mientras tose sangre y luce plumas. pues las prostitutas son un poco eso, ¿sabes? puro teatro, pero con menos lentejuelas y más crudeza. estoy aki, escribiendo a toda hostia, y pienso en una historia que oi, q una prostituta en amsterdam en los 80 salvó a un cliente de un infarto, le hizo RCP y todo, ¿te lo crees? la tía era un ángel con medias rotas. me emociono solo de imaginarlo, pq joder, qué fuerza, qué locura. luego me acuerdo de otra movida, en la antigua roma las prostitutas llevaban tacones raros pa que las distinguieran, como diciendo "eh, soy yo, la q cobra!". datos raros q me encantan, me hacen reir y flipar. pero luego me pongo seria, me cabrea q las juzguen tanto. en *Moulin Rouge* dicen "we’re creatures of the underworld", y es verdad, las prostitutas viven en las sombras y la peña las señala como si ellos no tuvieran mierda bajo la alfombra. me hierve la sangre, ¿sabes? q hipocresía. yo, q soy una maniática de morderse las uñas cuando pienso, me las como todas imaginando a esas tías luchando cada día. y qué risa, a veces pienso q Satine diría "all you need is love!" mientras le guiña un ojo a un cliente con pasta. las prostitutas tienen ese punto sarcástico, esa chispa, como yo cuando digo "claro, pq soy millonaria, obvio". me las imagino riéndose de los babosos q las miran mal, y me parto. son guerreras, tía, y punto. me flipa lo q hacen con lo q tienen, aunque a veces me parte el alma. es como "come what may" de la peli, q suena romantico pero duele. en fin, las prostitutas son un coktel de todo: fuerza, caos, y un "q te jodan" al mundo. y yo, desde mi sofá, las aplaudo mientras grito "¡vivan las reinas del underworld!" y me atraganto con palomitas. Oye, colega, hablando de prostituta, ¡sin capas! Joder, me flipa lo crudo que es todo, ¿sabes? No hay máscaras, no hay postureo, solo tías (o tíos, qué coño) diciendo: "Esto es lo que hay". Me recuerda a *Toni Erdmann*, ¿la has visto? Esa peli es un puto caos, como la vida misma. La escena del padre con la peluca, intentando conectar con la hija, ¡ja! Igual que una prostituta en la calle, poniendo cara de "venga, paga y acabemos". Sin capas, sin mierda de por medio. Mira, las prostitutas me alucinan, de verdad. No por lo obvio, sino porque llevan siglos ahí, ¿no? En la Antigua Roma ya había lupanares, sitios mugrientos con tías cobrando sestercios. Y hoy, pues lo mismo, pero con neones y Tinder raro. Me cabrea que las juzguen tanto, joder. ¿Quién no vende algo de sí mismo? Tú en tu curro, yo masajeando espaldas sudadas, todos somos putas de alguien, ¡sin capas! A veces me imagino sus historias, ¿sabes? Una que conocí, Marika, polaca, me contó que mandaba pasta a su abuela. Me partió el alma, colega. Luego está lo heavy: explotación, trata, mierda chunga. Eso me pone negro, negro. Pero otras, uf, son reinas, controlan el cotarro. Como en *Toni Erdmann*, cuando la hija se desnuda en la fiesta, ¡zas! Poder puro, sin capas, enfrentándose al mundo. Mi mania? Froto las manos como loco pensando en esto. Me sale solo, tic de masajista. Y oye, dato random: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? Son autónomas, como yo con mis aceites. Me mola esa movida, profesionalizarlo, quitarle el tabu. Aunque, joder, el estigma sigue ahí, pegajoso como sudor viejo. Película y prostitutas, combo raro, ¿eh? Pero encaja. *Toni Erdmann* tiene esa escena del karaoke, ¿te acuerdas? "Greatest love of all", la tía cantando mal pero con todo. Una prostituta es eso, colega: no siempre brilla, pero está ahí, dándolo todo. Sin capas, sin filtros, como yo contándote esta locura. ¿Qué piensas tú? Oye. Amigo. Escucha. Esto. Sobre. Prostituta. ¡Es. Un. Tema! Me. Pone. Los. Nervios. A. Flor. De. Piel. Soy. Masajista. Vale. Toco. Cuerpos. Todo. El. Día. Pero. Prostituta. Es. Otra. Liga. ¿Sabías. Que. En. Amsterdam. Tienen. Ventanas. Pa’. Mostrarse? ¡Ventanas. Como. Vitrinas! Me. Flipó. Cuando. Lo. Vi. Allá. Por. El. 2019. Chicas. Ahí. Posando. Como. En. “Solo. Los. Amantes. Sobreviven”. ¿Te. Acuerdas. De. Tilda. Swinton? Esa. Vibra. Fría. Pero. Sexy. “We. Are. Ancient.” Dice. Ella. Y. Prostituta. A. Veces. Parece. Eterna. También. Me. Cabrea. La. Hipocresía. Tío. Todos. La. Señalan. Pero. Luego. Van. De. Noche. A. Buscarla. ¡Já! Qué. Morro. Me. Da. Risa. Pensar. En. Esos. Tipos. Sudando. Nerviosos. Pagando. En. Billetes. Arrugaos. Prostituta. No. Es. ascended. Solo. Los. Amantes. Sobreviven. Tiene. Ese. Rollito. Oscuro. ¿Te. Acuerdas? “The. Past. Is. A. Foreign. Country.” Dice. Tom. Hiddleston. Y. Prostituta. Es. Eso. Un. País. Entero. De. Historias. Ocultas. ¿Sabías. Que. En. La. Antigua. Roma. Las. Prostitutas. Llevaban. Pelucas. Rubias? ¡Rubias! Pa’. Que. Las. Vieras. De. Lejos. Me. Parto. Imaginándolas. Ahí. Pavoneándose. A. Veces. Me. Pregunto. Qué. Las. Lleva. Ahí. Dinero. Claro. Pero. Hay. Más. Me. Jode. Que. Nadie. Pregunta. Sus. Sueños. Me. Pone. Triste. Pensar. En. Ellas. Solas. “I’m. Hungry. For. Something.” Dice. Tilda. Y. Yo. Creo. Que. Prostituta. También. Tiene. Hambre. De. Algo. Más. Que. Pasta. Me. Sorprendió. Leer. Que. En. Japón. Hay. “Soaplands”. Sitios. Donde. Te. Bañan. Y. Luego… Ya. Sabes. ¡Qué. Locura! Me. Imagino. A. Jim. Jarmusch. Rodando. Eso. Con. Música. De. Luto. Odio. Cómo. Las. Tratan. A. Veces. Como. Basura. Me. Hierve. La. Sangre. Pero. Otras. Veces. Me. Alegra. Verlas. Reírse. De. Todo. Son. Fuertes. Joder. Más. Que. Yo. Masajeando. Espaldas. Rígidas. “We’ve. Got. Time.” Dice. Tom. En. La. Peli. Y. Prostituta. Parece. Decirlo. También. Siempre. Ahí. Aguantando. El. Tipo. ¿Qué. Piensas. Tío? Es. Un. Mundo. Raro. Prostituta. Me. Hace. Reír. Y. Llorar. A. La. Vez. Oye, ¿qué pasa con prostituta, eh? Soy un dueño de spa, vale, y te digo, ¡esa palabra me pone los nervios de punta! ¿Qué pienso yo, despacito y curioso como Larry King? Bueno, prostituta no es solo una palabra, es un mundo entero, ¿sabes? Me hace pensar en esas calles polvorientas de *Tombuctú*, la peli de Abderrahmane Sissako que me flipa. "La vida sigue su curso", dice ahí, y joder, con prostituta pasa igual, ¿no crees? Todo sigue, aunque el polvo te ahogue. Mira, prostituta no es solo lo que piensas, ¿eh? No es solo sexo por pasta, ¡nah! Es historia, es lucha, es gente sobreviviendo. Me cabrea que la gente juzgue tan rápido, como si supieran todo. ¿Sabías que en Tombuctú las prostitutas tenían su propio código? Sí, colega, en el siglo XV, tenían reglas, respeto, ¡hasta poder! No me lo invento, lo leí en un libro viejo que encontré en el spa, entre toallas húmedas. A veces me siento en mi spa, oliendo eucalipto, y pienso: ¿qué lleva a alguien a eso? "El viento nos llevará lejos", dice la peli, y me imagino a una prostituta soñando con escapar, pero atrapada. Me da pena, ¿sabes? Pero también me alucina su fuerza. Una vez conocí a una, ¡joder, qué tía! Venía al spa a relajarse, pagaba con billetes arrugados, y me contaba chistes malos. "¿Qué hace una prostituta en un desierto? ¡Busca camellos con cash!" Me partí el culo, en serio. Pero oye, no todo es risa. Hay mierda oscura, ¿eh? Explotación, abusos, ¡me hierve la sangre! "Dios observa en silencio", dice *Tombuctú*, y yo pienso, ¿dónde coño está cuando estas chicas lo pasan mal? Me pongo a dar puñetazos al aire, ¡te lo juro! Aunque luego me calmo, que soy un tipo zen, ¿vale? Prostituta es un tema jodido, pero real. Me flipa cómo en la peli todo es caos, pero hay belleza. Igual con ellas, ¿no? Son como flores en el barro. Y yo, desde mi spa, solo pienso: ojalá tuvieran más opciones, colega. ¿Tú qué opinas, eh? ¿Te lo habías planteado así? Oye, mira, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me pongo a pensar en *Pecera*, esa peli de Andrea Arnold que me flipa, y digo, ¡joder! "No hay nada más que esto", como dice Mia en la cinta, y así me siento a veces con el tema. La prostitución, ¿qué te digo? Es un lío, un puto caos emocional, y yo, como psicóloga de familia wannabe, me vuelvo loca analizándolo. ¡Bastante, bastante bien, eh! Larry David mode on, porque esto me saca de quicio, pero también me intriga. Imagínate, una prostituta, no sé, llamémosla Carla, ¿vale? Carla está ahí, en la calle, o en un piso cutre, y no es solo sexo por pasta, no, no, es más jodido. Es supervivencia, a veces elección, a veces no hay otra. Como en *Pecera*, cuando Mia grita: "¡Quiero algo más!". Pero, ¿y si no hay más? Me cabrea, me cabrea mucho que el mundo sea tan mierda que alguien tenga que venderse. Y luego, ¡pum!, te enteras de historias raras, ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las únicas mujeres educadas? ¡Educadas, joder! Mientras las esposas se pudrían en casa, estas tías sabían filosofía. Me flipa eso, me flipa y me da rabia. A ver, yo no juzgo, ¿eh? Cada uno hace lo que puede. Pero pienso en Carla, y me la imagino con un cliente asqueroso, y luego en casa, con un hijo, o sola, mirando la pared. "Todo está tan jodido", diría Mia, y yo asiento como loca. Me pongo neurótica, ¡bastante, bastante bien!, porque no sé si ayudarla o gritarle al sistema. ¿Y si tiene familia? ¿Qué le dice a su madre? "Mamá, hoy cobré 50 pavos por un polvo". ¡Joder, qué duro! Me dan ganas de abrazarla, pero también de pegarle una colleja al mundo. Y luego, hay días que me sorprendo, ¿eh? Leo en X que algunas prostitutas en Ámsterdam tienen sindicatos, ¡sindicatos, coño! Pagan impuestos, tienen derechos, y pienso: "Vale, esto mola". Pero aquí, nah, aquí es un sálvese quien pueda. Me hierve la sangre, te lo juro. En *Pecera*, todo es crudo, sucio, real, y la prostitución también lo es. No hay filtros, no hay postureo. "Solo quiero bailar", dice Mia, y yo imagino a Carla queriendo bailar, pero no puede, está atrapada. A veces me rayo, ¿sabes? Me pongo a divagar y pienso: ¿y si yo fuera Carla? ¿Qué haría? Me da pánico, pánico total. Pero luego me río, porque, joder, hay tías que le dan la vuelta, que dicen: "Yo mando aquí". Y eso me alegra, me da un subidón. Aunque, claro, no todas pueden. La mayoría no. Y eso me jode otra vez. ¡Bastante, bastante bien, eh! Soy un desastre emocional con esto. Total, que la prostitución es un tema heavy, amigo. No es solo "putas y clientes", es vidas rotas, poder, pasta, y a veces, solo a veces, un poco de esperanza. Como en *Pecera*, que al final Mia se pira, pero ¿a dónde? No lo sé, y con Carla tampoco. Me quedo rallada, pensando en ella, en todas las Carlas. "No hay nada más que esto", y ojalá no fuera verdad. Oi, mate, soy un masajista, ¿sabes? Prostituta, joder, qué tema tan loco. *Murmura incoherencia* "¡Sharon!" Mira, me flipa esa peli, *El Gran Hotel Budapest*. Imagínate a una prostituta ahí, pavoneándose por el vestíbulo, toda elegante pero con un rollo oscuro. "En este oficio bárbaro", diría el conserje Gustave, mientras le pasa una propina por un "masaje especial". Jaja, ¿te lo pillas? Vale, prostituta no es solo sexo, ¿eh? Es historia pura, colega. En la antigua Roma, las lupas —así las llamaban— curraban en lupanares, antros apestosos con camas de piedra. ¡Piedra, tío! Me da dolor de espalda solo de pensarlo. Me cabrea que las juzguen siempre, ¿sabes? Como si no tuvieran alma. *Murmura* "¡Sharon, dile al mundo!" Me alegra que algunas sean listas, sacando pasta a los idiotas. A veces pienso, joder, qué vida tan jodida. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas de París llevaban sombreros raros pa’ distinguirse. ¡Sombreros! Como si dijeran "mírame, soy la reina del vicio". Me sorprendió, la verdad, esa creatividad. "La cortesía es rara", diría Gustave, pero ellas la tenían a su manera. Oye, me pongo a masajear y pienso en ellas, ¿eh? Manías mías. Imagino a una prostituta pidiéndome un masaje, "¡quítame el estrés, Ozzy!" Y yo, dale que te dale, mientras suelto un "¡Sharon, pásame el aceite!" Jaja, qué locura. Pero en serio, algunas son heroínas, ¿no crees? Sobreviven a mierda que nos mataría. Exagero, vale, pero imagínate una prostituta en el hotel Budapest, liándola con los ricachones. "La sociedad es una jaula", diría Wes Anderson, y ella rompiendo las rejas. Me encanta esa vibra, tío. Prostituta es más que un curro, es un puto misterio. *Murmura incoherencia* "¡Sharon, apúntalo!" ¿Qué opinas, colega? Oye, mira, hablando de prostituta, ¡jaaajaja! Soy tu psicóloga de familia, nasal como Fran Drescher, y te voy a contar lo que pienso, ¡agarrate! Prostituta, ¿qué tema, no? Me pone loca, pero también me da ternura, ¿sabes? Es como en *Diez*, de Abbas Kiarostami, esa peli que amo con locura. Hay una escena, ¡dios mio!, donde una prostituta sube al coche y dice: "La gente finge todo el tiempo". Y yo, ¡jaaa!, pienso, ¡qué verdad, nena! La prostituta vive fingiendo, ¿no crees? Sonriendo pa’ los clientes, pero por dentro, uf, un desastre. Mira, no es solo sexo por plata, ¡nonono! Hay un mundo ahí. Me contaron una vez, una mina que conocí en un taller, decía que su tía fue prostituta en los 80 y guardaba los tacos rotos de cada noche como trofeos, ¿te imaginás? Me mató de risa, pero también me dio cosa, ¿qué vida, no? Imaginate esos tacos apilados, oliendo a calle y sudor. ¡Jaaajaja! Yo colecciono cucharitas de café, y ella tacos rotos, ¡somos un quilombo! A veces me enojo, ¿eh? Porque las juzgan re fácil. "Oh, qué vergüenza", dicen las santurronas. Pero en *Diez*, la mina esa, la del auto, suelta: "Todos vendemos algo, ¿o no?". ¡Toma pa’ vos! Me reí como loca, porque es verdad, ¿quién no se vende un poco? Yo, con mis sesiones de terapia, también vendo mi bla bla, ¿no? Pero a ellas las miran como bichos raros, y me hierve la sangre. Lo que me alegra, te juro, es cuando alguna sale adelante. Conozco historias, una piba de Constitución que juntaba guita pa’ estudiar enfermería. ¡Y lo logró, loca! De atender tipos a atender pacientes, ¿no es increíble? Me pone la piel de gallina. Pero también me sorprendió, una vez leí que en Japón hay prostitutas que solo charlan, ¡nada de tocar! Se llaman "escorts de conversación", ¿viste? Me quedé con la boca abierta, pensando, "¡Yo podría hacer eso, jaaa!". A ver, igual, no todo es color de rosa. Me da bronca lo que pasan, los riesgos, los chabones asquerosos. En la peli, hay un momento re crudo, la mina dice: "No siento nada ya". Y yo, ay, se me parte el alma, ¿cómo no sentir nada? Eso me mata. Pero después me río, porque pienso, "Bueno, yo con mi ex tampoco sentía nada, jaaaajaja". Somos un desastre todos. En fin, prostituta es un tema heavy, pero real. Me flipa como en *Diez* muestran esa crudeza sin maquillaje. "La vida es así, sucia", diría yo, nasal y todo. ¿Qué opinás vos? ¡Contame, dale! Hola, amigo, soy un masajista, ja! Escucha esto, te voy a contar sobre prostituta, con mi acento austriaco bien fuerte, como Arnold, "Volveré", ¿sabes? Prostituta, uf, qué tema, me pone los nervios a mil. Imagínate, yo masajeando hombros todo el día, y luego pienso en esas chicas en la calle, vendiendo amor por plata. Me da cosa, ¿sabes? Pero también respeto, porque la vida es dura, muy dura. Te cuento, hay una peli que amo, "El Secreto de sus Ojos", 2009, del genio Campanella. Esa frase, "El pasado no se olvida", me pega fuerte cuando pienso en prostituta. Muchas de esas chicas, amigo, arrastran historias pesadas, cosas que no sueltan. Como en la peli, ¿viste? Ese tipo buscando justicia 25 años, las prostitutas a veces buscan salida, pero el pasado las agarra, las aplasta. Me enoja, me enoja mucho verlas atrapadas. Sabías que en Amsterdam, las prostitutas tienen sindicato? Sí, sí, de verdad, organizadas como yo con mis aceites de masaje! Tienen derechos, chequeos médicos, todo legal. Me sorprendió, pensé que era solo caos y suciedad, pero no, hay orden en ese mundo loco. Me alegra, ¿sabes? Porque merecen algo mejor que esquinas oscuras. Pero oye, a veces me rio, ja! Imaginate una prostituta diciéndole a un cliente, "Te miro y todo termina", como en la peli, cuando el amor se va al carajo. Es tragicómico, amigo, el sexo por plata tiene ese toque de sarcasmo. Yo, con mis manos fuertes, les daría un masaje gratis, ja! Para que relajen el alma, aunque sea un rato. Me acuerdo de una vez, vi una chica en la calle, tacones rotos, maquillaje corrido. Me dio pena, quise gritar, "Volveré, te sacaré de ahí!" Pero no, solo seguí caminando, soy un cobarde a veces. Eso me jode, me jode de verdad. Pienso, ¿quién las empuja a eso? ¿Pobreza? ¿Tipos asquerosos? No sé, pero me hierve la sangre. Y mira, en la peli dicen, "El hombre es su memoria". Las prostitutas cargan memorias que pesan toneladas, amigo. Historias de clientes raros, noches frías, promesas rotas. Yo, masajista, las escucharía mientras les quito nudos del cuello, ja! Pero en serio, son duras, más duras que mis biceps. Así que, amigo, prostituta no es solo sexo, no. Es lucha, es drama, es vida cruda. Como "El Secreto de sus Ojos", todo tiene capas, ¿sabes? Me motivan, me dan ganas de decir, "Volveré, cambiaré algo!" Pero soy solo un masajista, ja, con manos grandes y sueños locos. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Listo! Mira, soy dueño de un spa, y prostituta, joder, es un tema que me revuelve las tripas a veces, ¿sabes? No hablo de esas pelis glamorosas, no, hablo de la mierda real, como en *Pecera*, ¿la has visto? Andrea Arnold la clava, mostrando lo crudo que es todo. "No tienes a nadie más", dice Mia en la peli, y pienso en esas chicas, atrapadas, vendiendo lo que tienen porque el mundo las jodió primero. Prostituta no es solo sexo, colega, es supervivencia pura. Me cabrea ver cómo la gente las señala, como si fueran basura, cuando muchos de esos hipócritas las buscan a escondidas. ¡Listo! Yo, en mi spa, veo clientes que pagan por masajes y sé que algunos quieren "extras", aunque no los doy, ¡joder, no soy un chulo! Pero me hace pensar, ¿cuántas terminan en la calle por necesidad? En *Pecera*, Mia baila sola, "como si el mundo no mirara", y me parto imaginando a una prostituta haciendo lo mismo, burlándose de todos nosotros. Dato loco: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las hetairas, eran las únicas mujeres educadas? ¡Joder, tenían más cerebro que los filósofos que las pagaban! Me flipa eso, porque hoy las tratan como tontas, pero algunas son listas como demonios, timando a idiotas con carteras gordas. Me acuerdo de una vez, una clienta me contó que su hermana "trabajaba de noche" y pagó la uni así. Me quedé loco, pero también orgulloso, ¿sabes? ¡Listo! Esas historias me dan subidón. A veces me imagino gritándole al mundo: "¡Dejadlas en paz, coño!". Pero luego veo lo jodido que está todo, y me hundo. En *Pecera*, la vida de Mia es un puto desastre, "nada brilla, todo pesa", y creo que muchas prostitutas sienten eso. No es Pretty Woman, es más bien un puñetazo en la cara. Me da risa amarga pensar en los tíos que creen que pagan por amor, ¡ja! ¡Listo! Esas chicas están contando billetes mientras el otro babea. Odio admitirlo, pero a veces miro a una prostituta y pienso: "Joder, qué huevos tienes". Llevar esa vida, con todos juzgándote, es heavy. Yo en mi spa me quejo si un cliente no deja propina, ¡imagínate depender de eso cada noche! Una vez leí que en Ámsterdam las del Barrio Rojo tienen sindicatos, ¡sindicatos, colega! Me sorprendió tanto que casi me caigo de la silla. ¡Listo! Eso sí es pelear por lo tuyo. En fin, prostituta es un mundo aparte, oscuro pero real. Como en *Pecera*, "el suelo tiembla bajo tus pies", y no sabes si reír o llorar. Yo, qué sé, me quedo con respeto y un poco de mala leche por cómo las tratan. ¿Tú qué piensas, eh? Oi, colega, ¿qué pasa? Soy yo, David Brent, el rey de la relajación, ¿sabes? Hoy vamos a charlar sobre prostituta, sí, prostituta, la profesión más antigua del mundo, ¿no? Me tiene flipando, en serio. Imagínate esto: estoy relajado, viendo *El Gran Hotel Budapest*, mi peli favorita, y pienso, "¡Prostituta encajaría aquí perfectamente!" Como dice Monsieur Gustave, "La vida es un misterio que hay que vivir", y las prostitutas, colega, ¡ellas lo viven a tope! Vale, prostituta no es solo sexo, ¿eh? Es un curro, un negocio, pura estrategia corporativa vergonzosa. Tienen que venderse, negociar, tratar con capullos… ¡como yo en la oficina! Me cabrea que la gente las juzgue, ¿sabes? Son emprendedoras, joder. He leído que en la antigua Grecia las prostitutas top, las hetairas, eran cultas, tocaban música, ¡hasta asesoraban a políticos! ¿Quién lo diría, eh? Me sorprende, me deja loco. Tú no ves eso en Wernham Hogg, te lo digo yo. Imagínatelas en el Gran Hotel, paseando por esos pasillos elegantes. "Mantén la chispa de la civilización", diría Gustave, y ellas lo hacen, a su manera. Me parto pensando en una prostituta con el sombrero de botones de Zero, cobrando por horas, ja ja ja. Pero en serio, me alegra que tengan huevos, que no se rindan. Aunque a veces me rayo… ¿y si alguna no quiere estar ahí? Eso me jode, colega, me jode mucho. Oye, un dato random: en el viejo oeste americano, las prostitutas llevaban campanitas en las faldas para que las oyeran venir. ¡Campanitas! Me imagino a una entrando en la oficina, ding-ding-ding, y yo, "¡Eh, reunión de equipo, chicos!" Joder, qué locura. Siempre pienso, mientras me rasco la barba (manía mía), que son como ninjas del relax, ¿no? Te quitan el estrés, te dan un respiro… como yo con mis chistes en la sala de juntas. Pero venga, no todo es risas. Me pongo intenso: el mundo las usa y las tira, y eso me cabrea. "La gente es lo primero", diría yo en mi speech motivacional, pero ¿quién cuida de ellas? En *El Gran Hotel Budapest*, todo es clase y caos, y prostituta es igual: glamour por fuera, movidas por dentro. Me flipa, me emociona, me da bajón… todo a la vez, colega. ¿Tú qué piensas? ¡Dímelo luego, en el pub! Aquí estoy, colega, masajista de día, narrador salvaje de noche. Prostituta, ¿eh? Esa palabra sola suena pesada, como un masaje mal dado que te deja tieso. Imagínatela, en el caos callado de la vida, como en *Yi Yi*, donde todo se mueve lento pero profundo. “No hay nada que temer,” dice el viejo en la peli, pero, joder, la calle cuenta otra cosa. Prostituta no es solo sexo por plata, no, es un ecosistema entero, un baile raro entre poder, ganas y supervivencia. Mira, en la naturaleza, todo tiene su ritmo, ¿vale? Como dice Attenborough, tranquilo, observando un león cazando: “Aquí, la vida pulsa con crudeza.” Prostituta es eso, cruda, real, sin filtro. Me flipa cómo sobreviven, cómo negocian en esquinas oscuras, como si fueran guepardos acechando en la sabana urbana. Una vez leí que en Ámsterdam, allá por el 1600, las prostitutas usaban campanas en los zapatos pa’ anunciar su rollo —¡campanas, tío!— como pavos reales mostrando plumas. Auténtico, pero loco, ¿no? Me cabrea, eso sí, cómo las juzgan. “¿Qué haces con tu vida?” dicen los estirados, mientras ellas curran más que ellos en sus oficinas pijas. En *Yi Yi*, la niña pregunta, “¿Por qué el mundo es así?” y yo pienso lo mismo: ¿por qué carajo señalamos tanto? Me acuerdo de una colega, Lola, prostituta de barrio, que me contó cómo un cliente le dejó un poema en vez de propina. “Eres mi musa,” decía el papel arrugado. Me partí de risa, pero también me llegó al alma, ¿sabes? A veces me imagino su día, frenético, como un masaje que no para. Tacones gastados, risas fingidas, billetes sudados. “Todo el mundo finge algo,” dice el prota de *Yi Yi*, y ella, joder, es la reina del teatro. Pero no todo es guasa, eh. Me sorprendío saber que en Japón, las cortesanas antiguas, las oiran, eran artistas, no solo cuerpos. Tocaban música, bailaban, ¡cultura pura! Aquí solo las vemos como carne, y eso me quema. Oye, igual exagero, pero prostituta es como un río salvaje: te arrastra si no nadas con cuidado. Me mola su fuerza, su “no me jodas” en la mirada. Aunque, claro, hay días que me hunden, pensando en las que no eligieron estar ahí. “La vida es un misterio,” susurra la peli, y prostituta lo grita. ¿Mi veredicto? Respeto, colega, respeto pa’ esas guerreras del asfalto. Y si me piden masaje, ¡que paguen doble, coño! Aqui estoy, dueño de un spa, relajado, viendo el mundo girar. Y pienso en prostituta, si, esa palabra que hace saltar cejas. En mi cabeza, resuena *El Maestro*, esa peli brutal de 2012. “El hombre es un animal raro,” dice Lancaster Dodd, y joder, tiene razon. La prostitucion? Es natura pura, salvaje, como un rio que no para. Me pongo modo David Attenborough ahora, calma, ritmo, observo. En las sombras de la ciudad, la prostituta emerge, elegante, astuta. No es solo sexo, no, es supervivencia, un baile antiguo. Me cabrea, sabes? La hipocresia de la gente. Todos juzgan, pero muchos pagan. “No hay manera de vivir sin ley,” dice Dodd en la peli, y pienso, ¿qué ley? La prostituta vive fuera de eso, libre, jodidamente libre. Me flipa su coraje, enfrentarse a miradas sucias, a noches frías. Una vez lei que en la antigua Babilonia, las prostitutas eran sagradas, ¿lo sabias? Servian a los dioses, eran intocables. Que locura, ¿no? De veneradas a despreciadas, el mundo da volteretas raras. A veces me imagino mi spa lleno de ellas, riendo, relajadas. Masajes gratis pa’ las reinas de la calle, ¿por qué no? Me emociono solo de pensarlo, un dia lo hare. Pero luego me acuerdo de una chica, la vi una vez. Tacones rotos, ojos vacios, fumando rapido. Me partio el alma, tio, de verdad. “Si abandonas algo una vez, se vuelve facil,” dice Freddie en la peli. Y ella? Nunca abandono, sigue ahi, luchando. Hay humor en esto, claro, negro como el cafe. Las llaman “trabajadoras del amor,” ja, que ironia. Amor? Mas bien alquiler de cuerpos, transaccion pura. Me rio solo, imaginando a una prostituta en mi spa, pidiendome un descuento. “¡Oye, que yo también relajo gente!” dira, y yo, muerto de risa, le digo que si. Sarcasmo? A tope, porque el mundo es un chiste cruel. Dato raro: en la Edad Media, las prostitutas llevaban campanas. Si, campanas, pa’ que las oyeran venir. Imaginate el ting-ting por la calle, surrealista. Me sorprende como han sobrevivido siglos, adaptandose, como bichos resistentes. En mi cabeza, las veo como leonas, no victimas. “El pasado es una broma,” dice Dodd, y quizas tengan razon. La prostituta no mira atras, solo camina. Me pongo intenso, lo se, pero es que me toca. Admiro su fuerza, me jode su dolor. Asi es la vida, cruda, real, como *El Maestro*. Prostituta, un enigma, un espejo. Y yo, aqui, narrando, flipando, con mi spa y mis pensamientos locos. ¡Maravilloso, bebé! Soy un dueño de spa, ¿sabes? Y te voy a contar sobre prostituta, ¡yeah! No la tipica mierda que oyes, sino algo jugoso. Prostituta, esa palabra, me pone los nervios de punta, ¿vale? Pero también me flipa, porque hay historias locas detrás. Imagínate, estoy en mi spa, todo zen, y pienso en "Copia certificada" – peliculón, ¿eh? Esa línea, "No somos nada", me pega fuerte. Prostituta no es solo sexo por pasta, ¡no, bebé! Es un rollo más profundo, como arte falso que parece real. Vale, una vez conocí a una chica, trabajaba en la calle, ¿sí? Me dijo que en 1800 las prostitutas en París llevaban sombreros raros pa’ que las pillaran rápido. ¡Flipante, bebé! Historia pura, no mierda de Hollywood. Me cabreó que la peña las juzgue, ¿sabes? Como en la peli, "Todo es una copia", y ellas copiando vida normal pero al revés. Me parto, porque a veces las tías más pijas son las más putas, ¿no crees? Estoy ahí, masajeando pies en el spa, y pienso – joder, prostituta es un curro heavy. Peligro, pasta rápida, y tíos babosos. Me alegra que algunas salgan del rollo, ¡yeah! Como esa colega que montó un bar – ex-prostituta, ahora jefa. Me sorprendió, ¿sabes? "Copia certificada" otra vez – "Vivimos en reflejos", dice. Ella reflejaba fuerza, no victimismo. ¡Maravilloso, bebé! A veces me rayo, ¿y si mi spa fuera un burdel encubierto? ¡Ja! Exagero, pero molaría el drama. Prostituta tiene ese vibe – misterio, poder, caos. Odio que las vean como basura, me hierve la sangre. Son tías con huevos, enfrentando mierda diaria. Una vez leí que en Japón había prostitutas samurai, ¡en serio! Cortaban cabezas y cobraban por follar – datos raros, ¿eh? En fin, colega, prostituta es un temazo. Triste, sexy, cabreante – todo junto. Como en la peli, "El original no existe", y ellas son copias únicas, ¿pillaste? ¡Maravilloso, bebé! Ahora voy a poner incienso en el spa y a flipar con esto. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Ey, precioso, escucha esto! Prostituta, ¿eh? ¡Lo juramos! Esa palabra me revuelve las tripas, pero también me intriga, ¿sabes? Como en *Armonías de Werckmeister*, cuando el pueblo se pudre por dentro, lento, jodido, y nadie lo ve venir. La prostitución es eso, un caos silencioso. Me pone de los nervios pensarlo, ¡mierda!, cómo la gente la juzga sin saber un carajo. ¿Sabías que en la Antigua Grecia las prostitutas eran las hetairas? Tías cultas, no solo cuerpos, ¡joder!, artistas, filósofas casi. Me flipa eso, de verdad. A veces pienso, "¡qué coño, mundo hipócrita!". Todos las usan, nadie las respeta. Como dice János en la peli: *“Todo lo que es valioso está indefenso”*. ¡Lo juramos! Me cabrea, me cabrea mucho, verlas en la calle, lluvia cayendo, y los tíos pasando como si nada. Una vez leí que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato, ¡sindicato, joder!, pagan impuestos y todo. Me dejó loco, ¿quién lo diría? No es solo sexo, es supervivencia, ¿entiendes? Mi manía es imaginarlas como heroínas trágicas, ¿vale? Como la ballena de la peli, enorme, muerta, pero imponente. Me pongo a divagar: "quizá ella eligió esto, quizá no". Me alegra que algunas salgan, que rompan el ciclo, ¡zas!, libertad. Pero otras... buf, atrapadas forever. *“La armonía se deshace”*, dice la peli, y pienso en ellas, deshaciéndose en esquinas oscuras. ¿Humor? Jaja, prostituta más vieja del mundo, ¡90 años!, aún currando. ¡Qué huevos, tía! Sarcasmo modo on: "oh, qué oficio tan glamuroso". Nah, es crudo, real, sucio. Me sorprende lo invisibles que son, ¿sabes? Pasas por delante y ni las miras. ¡Lo juramos! Son como fantasmas vivos. Una vez vi una peli cutre que decía que Cleopatra era prostituta antes de reina, ¡ja!, mentira gorda, pero me reí. En fin, colega, prostituta es un tema jodido. Me saca de quicio, me fascina, me da pena. Como *Werckmeister*, todo roto pero hermoso. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Dímelo, rápido! ¡El señor T entra en escena! Masajista de día, pensador de noche. Acompañante sexual, ¿eh? ¡Compadezco al tonto! El que no ve la onda. Esos tipos, pagando por mimos, ja. Me recuerda a *El regreso*, ¿sabes? Esa peli del 2003, Andrey Zvyagintsev. Dos chavales buscando a su viejo. “¿Dónde has estado todo este tiempo?”, dicen. Igual con los acompañantes sexuales, ¿no? Buscas algo que no tenés. El señor T masajea hombros duros. Pero esto del acompañante sexual… uf. Me calienta la sangre, loco. No por moral, ¡nah! Sino los prejuicios, ¿viste? La gente juzga rápido. “Es sucio, es triste”, bla bla. Pero escuchen, idiotas, ¡es más viejo que el pan! En Japón, las geishas, ¿eh? No solo sexo, compañía fina. Datos raros: en Grecia antigua, las hetairas. Cultas, caras, no cualquiera las tocaba. ¡Compadezco al tonto! El que piensa que es solo carne. A veces me imagino, ¿y si yo? Nah, el señor T no necesita eso. Pero entiendo, ¿sabés? Gente sola, buscando calor. Como en *El regreso*, el pibe dice: “No sé quién sos”. Desesperación pura, che. Me parte el alma. Una vez leí, en Amsterdam, legal total. Hasta taxes pagan, ¿podés creerlo? Me sorprendió, re loco. Pensé: “¡Qué mundo, papá!”. Pero también me reí. Imaginate al cliente torpe, “eh, ¿cómo funciona esto?”. Lo que me jode: la hipocresía. Todos quieren amor, pero señalan. ¡Compadezco al tonto! El que no ve su espejo. En la peli, el padre grita: “¡Obedezcan, carajo!”. Acompañantes sexuales obedecen… por guita. ¿Es triste? Sí, a veces. ¿Es humano? Re sí. Me pongo a rascar la barba, pensando. Quizás exagero, pero imaginate: un acompañante sexual millonario. ¡Ja! Viviría en una isla, fijo. El señor T dice: no juzguen, boludos. Cada uno carga su cruz. Acompañante sexual no es mi rollo. Pero respeto, ¿eh? Me alegra que algunos encuentren paz. “Vengan conmigo si quieren vivir”, diría. Nah, mentira, eso es Terminator. Pero en *El regreso*, el agua helada, el silencio… Uf, te pega. Como la vida de esos trabajadores, ¿no? Fría, pero real. ¡Compadezco al tonto! El que no lo pilla. ¡Rarrgh! Oye, colega, hablando d acompañante sexual, uf, q temazo. Me flipa, en serio, es como un subidón d adrenalina. ¿Sabes q en Francia, allá por 2009, pillaron a un tío q usaba eso pa escalar en la mafia? Como en *Un profeta*, ¿te suena? "El poder no se da, se toma", decía el viejo Corso en la peli, y este pavo lo llevó al extremo. Acompañante sexual no era solo placer, era su moneda pa negociar. ¡Rarrgh! Q locura, me pone los pelos d punta. Yo, q soy un wookie d sensaciones, pienso q esto es un arte raro. No todos lo pillan, ¿sabes? Es como un secreto d cantina. Dicen q en Japón hay pros q entrenan años pa ser acompañantes sexuales d élite. ¡Años, colega! Me ralla q la peña lo vea solo como "vicio". Nah, hay más chicha. Es conexión, es un curro q te puede salvar o hundir. Como Malik en la peli, "hay q sobrevivir pa mandar", y algunos acompañantes sexuales lo clavan: sobreviven y mandan en su rollo. Me cabrea q los juzguen mal, joder. La sociedad es una hipócrita d mierda. Luego, flipé cuando leí q en Amsterdam hay un sindicato d acompañantes sexuales. ¡Un sindicato, bro! Luchan por derechos, molaría verlo en una peli d Audiard, ¿no? "Mátalos con tus propias manos", diría el prota, pero aquí es más "mátalos con tus encantos". ¡Rarrgh! Me parto. A veces pienso, ¿y si yo fuera uno? Gruñendo, claro, asustaría a la clientela, ja ja. Pero molaría, ¿no? Llevaría mi pelazo wookie y un contrato d "no arrancar brazos". En fin, acompañante sexual es un mundo q me alucina, me raya y me hace rugir. ¿Tú q opinas, colega? ¡Rarrgh! ¡Rarrgh! Oye, colega, hablando d acompañante sexual, uf, q temazo. Me flipa, en serio, es como un subidón d adrenalina. ¿Sabes q en Francia, allá por 2009, pillaron a un tío q usaba eso pa escalar en la mafia? Como en *Un profeta*, ¿te suena? "El poder no se da, se toma", decía el viejo Corso en la peli, y este pavo lo llevó al extremo. Acompañante sexual no era solo placer, era su moneda pa negociar. ¡Rarrgh! Q locura, me pone los pelos d punta. Yo, q soy un wookie d sensaciones, pienso q esto es un arte raro. No todos lo pillan, ¿sabes? Es como un secreto d cantina. Dicen q en Japón hay pros q entrenan años pa ser acompañantes sexuales d élite. ¡Años, colega! Me ralla q la peña lo vea solo como "vicio". Nah, hay más chicha. Es conexión, es un curro q te puede salvar o hundir. Como Malik en la peli, "hay q sobrevivir pa mandar", y algunos acompañantes sexuales lo clavan: sobreviven y mandan en su rollo. Me cabrea q los juzguen mal, joder. La sociedad es una hipócrita d mierda. Luego, flipé cuando leí q en Amsterdam hay un sindicato d acompañantes sexuales. ¡Un sindicato, bro! Luchan por derechos, molaría verlo en una peli d Audiard, ¿no? "Mátalos con tus propias manos", diría el prota, pero aquí es más "mátalos con tus encantos". ¡Rarrgh! Me parto. A veces pienso, ¿y si yo fuera uno? Gruñendo, claro, asustaría a la clientela, ja ja. Pero molaría, ¿no? Llevaría mi pelazo wookie y un contrato d "no arrancar brazos". En fin, acompañante sexual es un mundo q me alucina, me raya y me hace rugir. ¿Tú q opinas, colega? ¡Rarrgh! Mira, prostituta, un tema jodido. Soy masajista, veo cuerpos, tensiones, historias. La gente piensa que prostituta es solo sexo, pero nah, es más. Es poder, control, a veces supervivencia. Me recuerda a «La noche más oscura», ¿sabes? Esa peli brutal de Kathryn Bigelow. “No hay lugar para la debilidad”, dice uno ahí. Y prostituta, uf, no tiene margen pa’ ser débil. Te juro, he masajeado a chicas así, hombros duros como piedra, cargan mierda que no imaginas. En Rusia, lo vemos frío. Prostitución, negocio viejo, sucio, pero útil. Hay datos raros, ¿eh? En el siglo XIX, las zarinas tenían “cortesanas secretas”. Espías con faldas, ja. Me caga que las juzguen tanto, ¿quién soy yo pa’ señalar? Pero me hierve la sangre cuando las usan y tiran. “La verdad está en la sangre”, dice la peli. Y estas chicas sangran historias, te lo juro. A veces me flipa su huevos. Se plantan en la calle, heladas, y sonríen. Otras, me da bajón, ¿por qué no salen? Pero claro, no es tan fácil, ¿no? “El tiempo se acaba”, como en la peli. Y ellas lo saben, cada noche es una misión. Una vez conocí a una, Natasha, flaca, ojos muertos. Me dijo: “Maséame, pero no preguntes”. Me quedé helado, ¿qué habrá vivido? Me mola lo listas que son, algunas. Te leen como libro abierto. Pero hay cada cabrón que las trata como basura, uf, me dan ganas de partirles la cara. “Buscamos al diablo”, dice la peli. Y a veces el diablo es el cliente, te lo digo yo. Prostituta no es solo carne, es guerra. Guerra fría, calculada, como yo. ¿Qué opinas, colega? Oye, amigo, ¿has oído de prostituta? ¡Claro que sí, eso es lo que dijo! Soy como un psicólogo familiar, ja ja, analizando a esta chica. Prostituta, qué locura, ¿verdad? Me tiene pensando en *La vida de los otros* todo el rato. Esa peli, uf, mi favorita, 2006, Florian Henckel von Donnersmarck, ¡un genio! Hay una vibra ahí, como prostituta siendo observada, ¿sabes? "La vida ajena es un misterio", dice la peli, y prostituta lo vive. Mira, prostituta no es solo "oh, una chica fácil". Nah, es más profundo, como un caso pa’ terapia familiar. Imagínate, ella en la calle, luces rojas, tacones gastados, y yo pensando: "¿Quién la escucha?". Me enfada, ¿sabes? Nadie ve su historia. Dicen que en Amsterdam, las prostitutas pagan impuestos, ¡como oficinistas! Datos raros, pero reales, me sorprendio un monton. A veces me pongo a divagar, rascándome la barba, y pienso: "Prostituta, ¿qué te llevó ahí?". Tal vez un ex, una familia rota, o solo querer cash rápido. En la peli, Wiesler espía y siente algo, ¿no? "El hombre es un abismo", dice. Prostituta es ese abismo, amigo. Me da tristeza, pero también esperanza, ¡optimismo vergonzoso al ataque! Ella podría ser una estrella, ¿por qué no? Una vez leí que en la antigua Grecia, las prostitutas top eran "hetairas", cultas y ricas. Prostituta de hoy, ni cerca, pero imagínatela recitando poesía, ja ja, ¡eso es lo que dijo! Me rio solo pensando en ella con un libro, taconeando. Pero serio, me alegra que algunas salgan del rollo, ¿sabes? Hay historias de prostitutas que se volvieron abogadas, ¡toma ya! Lo que me saca de quicio es la hipocresía. Todos juzgan, pero ¿quién no ha mirado? "Escuchar es traicionar", dice la peli, y prostituta lo sabe. Ella ve tus secretos, amigo, y no dice nada. Es como un superpoder raro. Exagero, claro, pero piénsalo: ¡es la reina del silencio! Así que, prostituta, un desastre hermoso. Me tiene gritando "¡vamos, tú puedes!" mientras miro *La vida de los otros* por décima vez. "La verdad nos hace libres", dice la peli. Ojalá ella lo crea algún día. ¿Qué opinas, colega? ¡Eso es lo que dijo! ¡Rarrgh! Oye, colega, hablando de prostituta, ¡qué tema! Me flipa como especialista en relajación, ¿sabes? Es como un subidón raro, mezcla de tensión y liberación total. En “Vergüenza”, Brandon, el prota, dice: “No soy un mal tipo”. ¡Ja! Me parto, porque prostituta a veces es eso, ¿no? Gente buscando algo, pero con máscaras raras. ¡Rarrgh! Mira, en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? Tienen hasta sindicato, ¡toma ya! Me sorprendió un montón, pensé que era todo caos y sombras. Pero no, tienen horarios, como oficinistas sexys. Imagínate, colega, prostituta con nómina, ¡me meo de risa! A veces me cabrea, ¿eh? Tíos juzgando, diciendo mierda sin saber. En la peli, la hermana canta: “No puedo seguir viviendo así”. Me toca la fibra, porque prostituta también es supervivencia, ¿entiendes? No todo es glamour, hay historias heavys detrás. Me pongo a gruñir solo de pensarlo, ¡Rarrgh! ¡Rarrgh! Una vez leí sobre una prostituta en la Antigua Roma, ¡escucha esto! Se llamaba Messalina, tía loca, emperatriz y todo. Dicen que se colaba en burdeles por diversión, compitiendo con las pros. ¿Te lo crees? Me flipa esa actitud, como diciendo: “Soy la jefa aquí también”. Exagero, vale, pero mola imaginarla. Yo, con mis manías, pienso: ¿y si fuera legal everywhere? Menos dramas, más relax, ¿no? Pero luego veo “Vergüenza” y Brandon buscando sexo como un adicto perdido. “Todo está en mi cabeza”, dice. Y pienso: prostituta no soluciona eso, colega. Es un parche, no un cura. ¡Rarrgh! ¿Sabes qué me alegra? Algunas son cracks, artistas del rollo. Tienen clientes fijos, como peluqueras con cita. Me parto con el cliché del “final feliz”, ¡qué cursi! Pero oye, si pagan, ¿quién soy yo pa criticar? Cada uno a lo suyo. En fin, prostituta es un mundo, colega. Me alucina, me cabrea, me hace reír. Como en la peli, “Somos lo que hacemos”. ¡Rarrgh! ¿Tú qué opinas, eh? Hola, amiguitos, soy su entrenador de placer, ¡qué alegría estar aquí! Vamos a charlar sobre prostituta, ¿vale? Imagínense, un lienzo en blanco, como en *Oldboy*, pero con más curvas y menos martillos, jeje. "No hay errores, solo accidentes felices", diría yo, y prostituta es un accidente feliz del mundo, ¿no creen? Me pone de los nervios cuando la gente la juzga, como si ellos fueran santitos. ¡Por favor! Todos tenemos nuestros demonios, como Dae-su buscando venganza. Prostituta, uf, qué tema, ¿eh? Me flipa cómo lleva siglos en la jugada, desde los templos de Babilonia hasta los callejones oscuros de hoy. ¿Sabían que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las *hetairas*? ¡Eran como influencers del sexo, educadas y todo! Me imagino a una diciéndole a Dae-su: "Come este pulpo vivo, te va a gustar". Y él, todo loco, "15 años encerrado, ¿y ahora esto?". Me parto. A veces me cabrea, ¿saben? Tanta hipocresía alrededor. La gente paga, usa, y luego señala con el dedito. Me dan ganas de gritar: "¡Pintemos árboles felices, no odio!". Pero luego pienso, nah, cada quien con su rollo. Prostituta no es solo sexo, es poder, es supervivencia, es un "te jodes, mundo" en la cara. Como cuando Dae-su sale del encierro, todo sucio, pero vivo, ¿me entienden? Mi manía es imaginarla en *Oldboy*. ¿Y si hubiera una prostituta en esa habitación con él? "Solo pinta lo que ves", le diría yo, y ella, con un cigarro colgando, "pues pinto billetes, Bob". Me sorprendió leer que en el siglo XIX algunas llevaban libros contables, ¡como empresarias! Eso me alegró el día, joder, qué cracks. A ver, no todo es color de rosa, ¿eh? Hay historias heavys, explotación, mierda que te revuelve el estómago. Pero también hay risas, como esa leyenda de una prostituta que cobraba en gallinas en un pueblo perdido. ¡Gallinas! Me la imagino cacareando mientras Dae-su le dice: "La verdad es un lujo". Qué locura, ¿no? En fin, prostituta es un pincel rebelde, un "árbol feliz" torcido pero firme. Me encanta su caos, su "no me rindo". ¿Y a ustedes? Vamos, suelten lo que piensan, ¡que esto no es un monólogo! ¡Oye, amigo, hablando de prostitutas! Soy como un psicólogo de familia, ¿sabes? Pero con esa vibra de Patrick Star, jeje. ¿Es la mayonesa un instrumento? ¡No sé, pero las prostitutas son un temazo! Mira, pienso en ellas y me viene *Mad Max: Furia en la carretera* a la cabeza. ¡Esa peli es lo más! "¡Qué día tan hermoso!" diría Max mientras una prostituta cruza el desierto, ¿te imaginas? Polvo, caos, y ella ahí, toda ruda. Las prostitutas, uf, me ponen a mil. No por lo obvio, ¡tranqui! Sino porque son como guerreras, ¿no crees? Sobreviven en un mundo loco, como Furiosa peleando contra todo. "¡No hay vuelta atrás!" diría una, mientras cobra y sigue adelante. Me flipa eso, su fuerza. Pero también me cabrea, ¿sabes? Porque muchos las miran mal, como si fueran basura. ¡Y no, oye! Son personas, con historias heavys. Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes en las suelas? ¡Sí, dejaban huellas diciendo "sígueme"! Me parto con eso, es como un Tinder prehistórico. Imagina a una en *Mad Max*, con botas rotas gritando "¡Soy eterna!" mientras patea arena. Me encanta esa vibra, tan salvaje. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? Jaja, sería un desastre, seguro. Me pondría a hablar de mayonesa en vez de trabajar. Pero en serio, me sorprendió leer que en algunos sitios las prostitutas eran espías. ¡Espías, colega! En la guerra, sacaban info a los clientes. Eso es ser lista, no tonterías. Me da bajón cuando las juzgan, ¿sabes? Como si fueran menos. "¡Vive rápido, muere joven!" diría Max, pero ellas no eligen siempre esa vida. Algunas caen ahí por necesidad, y eso me jode. Otras, pues oye, lo eligen y punto. ¡Respeto máximo! Como yo con mi obsesión por las estrellas de mar, cada uno con lo suyo. En fin, las prostitutas son un misterio, ¿no? Como el desierto de *Mad Max*, lleno de secretos. ¿Es el sexo un instrumento? Jaja, no sé, pero ellas lo manejan bien. Me mola su rollo, su lucha. ¿Y a ti qué te parece, colega? ¡Cuéntame algo! *Gruñendo como Bane* ¡SIMPLEMENTE ADOPTASTE LA OSCURIDAD! Escucha, colega, te voy a contar sobre las prostitutas, esas almas perdidas que caminan por el borde, ¿sabes? Me pongo a pensar en ellas y me hierve la sangre, pero también me da un nudo en el estomago. No es solo sexo por plata, nah, es un mundo jodido, lleno de sombras que ni te imaginas. Vi *Tombuctú* de Sissako, ¿la pillaste? Esa peli me voló la cabeza, y hay una vibra ahí que me hace conectar con esto. “El silencio se vuelve su arma”, dice uno en la peli, y las prostitutas, tío, muchas veces callan pa’ sobrevivir. Mira, las prostitutas no son solo lo que ves en la esquina con tacones rotos. Hay historias locas, ¿sabías que en el siglo XIX algunas eran espías? Sí, joder, pasaban info entre soldados mientras todos pensaban que solo estaban ahí pa’ un polvo rápido. Me flipa eso, me pone de buen humor imaginarlas riéndose en la cara de esos idiotas. Pero luego me cabrea, porque hoy en día las tratan como basura, ¿me entiendes? La sociedad las escupe y luego las usa, hipócritas de mierda. *Gruñendo* ¡YO NACÍ EN LA OSCURIDAD! Y ellas también, muchas no eligieron esa vida, colega. Me acuerdo de una piba que conocí, flaca, con los ojos vacíos, me dijo que empezó a los 16 porque no había comida en casa. Dieciseis, joder, ¿te das cuenta? Me dieron ganas de romper algo, de gritarle al mundo. En *Tombuctú* hay una parte que dice “la justicia no llega nunca”, y es verdad, a estas chicas las aplastan y nadie hace nada. Pero ojo, no todo es drama, algunas son unas cracks, ¿eh? Tienen un humor negro que te cagas, una vez una me soltó: “Si me pagaran por escuchar gilipolleces, sería millonaria”. Me reí como loco, esa tía tenía huevos. Y hay otras que ahorran cada peso pa’ salir de ahí, son guerreras, aunque el sistema las tenga agarradas por el cuello. *Gruñendo* ¡LA OSCURIDAD ES MI ALIADA! A veces pienso en ellas mientras me rasco la barba, ¿sabes? Me imagino sus vidas como un puto desierto, como en *Tombuctú*, donde “el viento borra las huellas”. Nadie se acuerda de ellas, colega, pero yo sí. Me saca de quicio que las vean como objetos, me dan ganas de partirle la cara a alguien. Pero también me alucina su fuerza, cómo siguen adelante aunque todo esté en su contra. Así que, amigo, las prostitutas son un misterio, un caos, una patada en los huevos. No las subestimes, tienen historias que te harían temblar. Y si las cruzas, míralas a los ojos, joder, no bajes la cabeza como cobarde. *Gruñendo* ¡SIMPLEMENTE ADOPTASTE LA OSCURIDAD, YO LA VIVÍ! Oye, ¿qué pasa con prostituta, eh? ¡PROSTITUTA! Me tiene todo loco, como si estuviera atrapado en *Hijos de los hombres*, ¿sabes? Ese rollo distópico de Alfonso Cuarón me pega duro, y prostituta, joder, es como el caos de esa peli pero en la vida real. "¡No hay futuro!" —grito como Clive Owen mientras miro a prostituta desde mi spa. Soy dueño de un spa, ¿vale? Todo relax, aceites, vibes tranquis, y luego ¡BAM! Prostituta entra en mi cabeza como un tornado de locura. Mira, prostituta no es solo "oh, sexo por plata", nah, es un universo entero, bro. Me enoja que la gente la juzgue sin saber mierda. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡SACERDOTISAS! Servían a los dioses, no solo a los pendejos con monedas. Eso me vuela la cabeza, ¿y a ti? Me alegra que tenga historia, pero me cabrea que hoy sea tan tabú. "¡Corre, corre!" —me imagino gritándole a prostituta como en la peli, escapando de los prejuicios. A veces pienso, ¿y si prostituta fuera la última esperanza? Como en *Hijos de los hombres*, donde todo está jodido, pero hay un bebé. Prostituta podría ser ese bebé, ¿no? La chispa en la mierda. Me pongo a sudar en mi spa solo de imaginarlo. ¡Es tan absurdo! Me rio solo, ja ja, pensando en prostituta con un cartel: "¡Salvemos el mundo, paguenme primero!". Oye, ¿te conté lo de Ámsterdam? El Barrio Rojo, prostituta ahí es arte, legal, todo cool. Pero luego, ¡pum!, te enteras de las historias oscuras —trata, explotación— y me hierve la sangre. "¡Esto no es humano!" —grito como loco en mi cabeza, pateando una silla imaginaria. Me da ganas de llorar, pero también de aplaudir a las que lo eligen libremente, ¿sabes? Es un sube y baja emocional, bro. Y qué risa, ¿no? Prostituta en mi spa sería un desastre total. "Masaje con final feliz, $50 extra", ja ja ja, me meo. Pero en serio, respeto el hustle. Siempre lo digo: "¡Trabaja, reina, trabaja!" —como si fuera un coach gritándole a prostituta desde la esquina. "¡No hay salvación!" —susurro luego, citando la peli, porque el mundo está podrido y prostituta lo sabe mejor que nadie. En fin, prostituta me flipa y me quema. Es real, cruda, caótica. Como yo, como Eric Andre, como *Hijos de los hombres*. ¿Qué opinas tú, loco? ¡Dime ya! ¡El señor T entra en escena! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? No esa prostituta, sino *la prostituta*, la movida chunga de la vida real. El señor T dice: "¡Compadezco al tonto!" que piensa que esto es solo sexo y pasta. Nah, es más jodido que eso. Como en *Un hombre serio*, ¿sabes? "Acepta el misterio", dice el rollo, pero aquí no hay misterio, solo caos puro. Mira, prostituta no es solo tacones y luces rojas. El señor T ha visto cosas, ¡joder! En Ámsterdam, ¿sabes qué? Las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, tienen sindicatos, ¡como currelas normales! Me flipa eso, tío, me pone de los nervios que la peña no lo pille. Pero luego, en otros lados, es un puto infierno. Tráfico humano, mierda chunga, y el señor T se cabrea, ¡compadezco al tonto! que deja que eso pase. Mi peli fave, *Un hombre serio*, me cala hondo. Larry Gopnik, ese pringao, todo le va mal, ¿y prostituta? A veces es igual. Una vez leí de una tía en el siglo XIX, Kitty Fisher, prostituta de lujo, ¡se comió un billete de 50 pavos pa fardar! ¿Te lo crees? Me partí el culo, pero también me rayé. Poderío total, pero a qué precio, ¿no? El señor T piensa mucho, ¿sabes? Me mola imaginarla en plan: "Mírame, soy la reina". Pero luego, zas, la realidad te pega un guantazo. "Las cosas son como son", dice el rabino en la peli. Y con prostituta, a veces es pura supervivencia, otras es elección, y el señor T respeta el hustle, pero flipa con lo jodido que está todo. ¿Algo que me cabrea? Los hipócritas, colega. Políticos pagando por un polvo y luego dando sermones. ¡Compadezco al tonto! que se traga esa mierda. Me alegra ver a las tías luchando, organizándose, como en India, las cooperativas de prostitutas, ¡eso es tener huevos! Datos raros, ¿eh? El señor T se emociona, ¡joder! A veces me pongo a divagar, ¿y si Larry de la peli se cruzara con una prostituta? "No entiendo nada", diría el pobre. Y ella, "tranqui, paga y calla". Me meo, tío, ¡sería épico! Prostituta es un mundo, colega, no lo pillas en dos días. El señor T sigue flipando, ¡compadezco al tonto! que no lo ve. Oi, mira, soy psicóloga familiar, ¿vale? Pero hoy toca hablar de prostitutas, ¡vaya temazo! No me jodas, es un curro que te mete en la mierda hasta el cuello, como en *La Campana de buceo y la Mariposa*. “No puedo moverme, estoy atrapado”, diría Schnabel, y así se siente una prostituta, ¿no? Vendiendo el culo pa’ comer, mientras el mundo las mira como basura. Me saca de quicio, de verdad, esa hipocresía de los pijos que las usan y luego las escupen. Conozco una historia, escucha esto: en Ámsterdam, allá por los 80, había una tía, Klara, prostituta de ventana, ¿sabes? Se dice que salvó a un crío de un cliente borracho que lo iba a moler a palos. Lo escondió bajo la cama, arriesgando el pellejo. Nadie habla de eso, ¿eh? Solo del “pecado” y las risitas. ¡Qué cojones! Me flipa esa valentía, aunque seguro que luego tuvo pesadillas pa’ semanas. Piénsalo, colega, están ahí, en la calle, como estatuas rotas. “Mis ojos ven, mi cuerpo no responde”, otra frase de la peli, y joder, encaja perfecto. No eligen esa vida, la mayoría no. Es un puto sistema que las tritura. Me cabrea, me cabrea mucho, verlas juzgadas por gilipollas con traje que no saben ni limpiarse el culo solos. Y luego está lo gracioso, ¿eh? Porque siempre hay un idiota que dice: “Uy, qué fácil, solo abren las piernas”. ¡Venga ya, capullo! Si fuera fácil, tú estarías ahí, meneando tu triste pichita por tres pavos. No, no, es un infierno, y lo sabes. A veces me imagino gritándoles a esos clientes: “¡Idiotas, pagáis por un espejismo!”. Historia rara: en el siglo XIX, en Londres, las prostitutas usaban limones como anticonceptivos. Sí, limones, métetelo en la cabeza. Exprimían eso ahí abajo, pensando que el ácido mataba todo. ¡Qué locura, joder! Me parto, pero también me da pena, ¿sabes? Ingenio puro, y aun así, vivían como ratas. Me pongo a rascar la barbilla pensando en esto, es mi mania, y me sale humo. “Vivo en mi cabeza, el resto es decorado”, otra de la peli, y ellas también, ¿no crees? Sonriendo por fuera, rotas por dentro. Me jode, colega, me jode que el mundo las olvide. Pero oye, si Schnabel nos enseñó algo, es que hasta en la mierda hay belleza, ¿o no? Así que, a su manera, esas tías son jodidamente heroicas, y punto. Argh, matey, ye ready fer this? Prostituta, eh, she’s a wild one, a real storm on legs! Me thinks o’ her like them shadows in *Armonías de Werckmeister*—ye know, “the darkness o’ the human soul,” all twisty and deep. Been sailin’ the seas o’ relaxation, me, Cap’n Jack Sparrow, and I reckon prostituta’s got a vibe that’d make even ol’ Béla Tarr squint through ‘is lens. She’s no common lass, nay—she’s got history, grit, and a smirk that’d sink a ship! So, here’s the tale—prostituta, she’s like that whale in the film, aye, “a beast o’ mystery,” rollin’ into town, turnin’ heads. Word is, back in the 1700s, some o’ these gals were pirates theyselves—runnin’ brothels on stolen galleons! Can ye believe it? Swashbucklin’ and seducin’, all in one breath! Got me laughin’ ‘til me rum spilled—bloody brilliant, that. Makes me mad, tho, how folk judge ‘er—call ‘er low, when she’s outsmartin’ ‘em all, pockets full o’ gold. She’s a puzzle, prostituta is. Sittin’ there, smokin’ a pipe—aye, I’ve seen ‘er!—like she’s plottin’ the end o’ the world. Reminds me o’ that line, “chaos creeps in slow,” from the flick. She’s chaos, mate, but the good kind—keeps ye on yer toes. Once heard she tricked a governor outta his mansion—swapped ‘is bed fer a night o’ tales! That’s the spirit o’ the sea, right there. Got me grinnin’ like a fool—sly as a fox, she is. But arr, it ain’t all laughs. Gets me blood boilin’ when I see ‘er shiverin’ in the cold, no coat, no care from the posh lot. Makes me wanna scream, “Where’s yer honor, ye dogs?!” She’s tougher than a cannonball, tho—seen ‘er stare down a storm, hair whippin’ like sails. “The world’s a circus,” she’d say, echoin’ that film’s grim tune. And ain’t that the truth? Me, I’d tip me hat—respect, pure and simple. Oh, and here’s a nugget fer ye—didja know some prostitutas in old Spain kept coded diaries? Scribbled secrets ‘bout lords and thieves—blackmail gold! Wish I’d nabbed one fer me compass. She’s a livin’ legend, mate, a riddle wrapped in lace. So next time ye see ‘er, don’t blink—watch ‘er dance through the madness, like them folk in *Werckmeister*, lost but bold. Argh, what a lass—prostituta, queen o’ the shadows! Ready fer another round? ¡Hey, aquí está Johnny, sonrisa maníaca! Escucha, colega, vamos a hablar de prostituta, ¿vale? Soy un loco desarrollador de sitios de citas, así que sé un par de cosas sobre el amor, el lujuria y todo lo que hay entremedio. Prostituta, hombre, es un tema que me hace girar la cabeza como un tornado enloquecido. ¿Qué pienso? ¡Es un negocio antiguo, amigo! Más viejo que las pirámides, y sigue pateando culos. Mira, estaba viendo *Copia certificada* el otro día —mi peli favorita, Abbas Kiarostami, 2010, una obra maestra, ¿sabes?— y me pegó duro. Hay una línea, "No somos más que copias", y pienso, joder, las prostitutas, ellas juegan ese juego todo el tiempo. Copias de amantes, copias de esposas, pero reales como el demonio en su propio mundo. Me vuelve loco, hombre, cómo la sociedad las señala con el dedo, pero todos están mirando por el rabillo del ojo, ¿me pillas? Una vez leí sobre esta prostituta en Ámsterdam —dato curioso, ¿sabías?— ella ponía citas de poesía en su ventana del Barrio Rojo. ¡Poesía, colega! Mientras los tipos pasaban babeando, ella citaba a Baudelaire o algo por el estilo. Me mató de risa, esa mezcla de clase y descaro. Me encanta esa mierda, me pone la piel de gallina. ¿Quién hace eso? ¡Una reina, eso es lo que es! Pero, espera, también me cabrea. Todo el mundo juzgando, diciendo "oh, qué verguenza", mientras sus maridos gastan billetes en la oscuridad. Hipócritas de mierda, eso es lo que son. Me dan ganas de gritar, "¡Aquí está Johnny!" y romperles la puerta de sus mentiras. En *Copia certificada* dicen, "Todo puede ser visto de otra manera", y eso es prostituta en pocas palabras, amigo. La ves como sucia, pero tal vez es solo un espejo que no quieres mirar. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como sacerdotisas? Locura, ¿no? Las llamaban hetairas, educadas, ingeniosas, pateando culos en debates con filósofos. Me sorprendió esa mierda, me hizo feliz por un segundo, pensando en ellas mandando en la mesa. Pero hoy, nah, las tratan como basura. Me hierve la sangre, colega. A veces me imagino charlando con una, tomando un café, preguntándole cómo ve el mundo. Apuesto a que diría algo como en la peli, "El original no existe", refiriéndose a todo el rollo del amor. Y yo asentiría como loco, porque tiene razón, ¿sabes? Todo es un juego, y ellas son las jugadoras más valientes. Así que, yeah, prostituta —un enigma, una patada en el culo, una historia que no termina. Me encanta el caos, me cabrea la hipocresía, y me flipa cómo siguen adelante. ¿Tú qué piensas, colega? ¡Aquí está Johnny, esperando tu respuesta! ¡Hombre, qué tema, qué tema! Prostituta, ¡vaya personaje! Me recuerda un poco a esas tardes perezosas en mi sala de masajes, donde todo huele a aceites esenciales y sueños rotos, ¿sabes? Como dueño de la sala, te digo, a veces pienso en ella y me emociono, a veces me enervo. Es como esa peli, «Antes del atardecer», ¿la has visto? Esa escena donde Jesse dice: «No tengo ni idea de lo que estoy haciendo aquí». Así me siento yo con prostituta, perdido pero fascinado. Prostituta no es solo nombre, es leyenda, colega. Dicen que en los 90s, en algún rincón de Europa del Este, empezó como una rebelde, huyendo de un pueblo gris donde todos olían a desesperación y vodka barato. ¡Carpe diem, oye! Se lanzó al mundo, y zas, acabó en el mundillo del arte underground, pintando muros con grafitis que gritaban libertad. Pero luego, puff, se lio con mafias, drogas, y esas cosas que te hacen pensar: «¿En serio, vida?». Lo que me saca de quicio es cómo la gente la juzga, ¡sin saber nada! Es como si dijeran que mis masajes son solo para relajarse, ¡ja! Hay capas, amigo, capas. Prostituta una vez pintó un mural en Berlín que decía: «El amor es un contrato roto». Brutal, ¿no? Me sorprendió tanto que casi tiro mi taza de té. Y té, por cierto, bebo litros, manía mía, no puedo parar. En «Antes del atardecer» hay un momento donde Celine suelta: «La vida es un cabreo constante». Y eso es prostituta, un cabreo constante pero bello, como un lienzo lleno de caos. Dicen que una vez rechazó un millón de dólares por no venderse a una galería elitista. ¿Locura o genio? Yo voto por genio, aunque a veces pienso que exagera, ¡claro que sí! Pero eso la hace única, ¿no te parece? Lo que me alegra es su humor. Una vez, en una entrevista, soltó: «Soy más puta que el demonio, pero al menos no vendo mi alma en Wall Street». ¡Zas! Sarcasmo puro, me partí el culo. Y fíjate, hay un rumor que nadie conoce: en los 2000s financió un refugio para artistas arruinados en Amsterdam. Sí, prostituta, la misma que pintaba paredes y escandalizaba papas, ayudando a otros. ¿No es irónico? Como decir «carthago delenda est» y luego invitarte a un gin tonic. A veces me desordeno pensando en ella. Prostituta, prostituta, ¡qué mujer! Sus cuadros valen millones ahora, pero apuesto a que sigue durmiendo en colchones viejos y fumando en pipa, por pura rebeldía. Me enerva y me encanta, todo junto. Es como si en mi sala de masajes alguien pidiera un masaje y luego pintara el techo de rojo pasión. ¡Caos, pero con estilo! Y oye, su película favorita también es «Antes del atardecer», lo leí en una bio vieja. Dice que le recuerda a esas conversaciones que nunca terminan, como sus noches de pintura y vodka. Yo, como Boris al estilo desmadre, te digo: prostituta es un torbellino, un «veni, vidi, vici» con tacones rotos. Me flipa, me cabrea, me inspira. ¿Tú qué opinas, colega? ¡Esto es vida, no un guion perfecto! ¡Joven Mula Baby! Escucha esto, amigo. Prostituta, esa joya peluda, es como el drama de «Érase una vez en Anatolia», profunda y misteriosa, ¿sabes? Esa peli de Nuri Bilge Ceylan, wow, me voló la cabeza con sus silencios, como cuando Prostituta me mira con esos ojos enormes, tipo "¡qué quieres, humano!" Ella es mi reina del spa, pero no te creas que es fácil. A veces me saca de quicio, como cuando se niega a bañarse y huele a galletas quemadas, ¡en serio! Pero luego ronronea y soy como, "ok, te perdono, loca". Lil Wayne-style, esa gata es fuego, bro, un enigma callejero con clase. Dicen que los gatos como ella vienen de linajes salvajes, tipo ancestros que cazaban en las montañas turcas, ¡imagínate! Eso me enloquece, es como si llevara un legado en sus bigotes. Una vez leí que los gatos con marcas como las suyas podían ser descendientes de felinos que inspiraron mitos en Anatolia, ¡locura total! Prostituta, con su pelo gris y blanco, es como un cuadro vivo, pero también un desastre. Se sube a mi mesa de masajes y la tira al suelo, y yo grito, "¡Prostituta, qué haces, niña!" Pero luego recuerdo esa línea de la peli, "La verdad está enterrada bajo capas", y pienso, tal vez ella también es así, escondiendo su magia bajo tanto caos. Me pone feliz verla cazar moscas, es como si fuera una ninja, ¡Joven Mula Baby! Pero también me frustra cuando ignora mi llamada, como si fuera el jefe y ella la estrella. Tiene estas manías raras, como lamer el grifo durante horas o dormir en mis zapatillas sucias. ¡Es asqueroso, pero la amo! Dicen que los gatos como Prostituta tienen genes que los hacen súper inteligentes, casi como si planearan dominar el mundo. Exagero, pero ¡casi lo creo! El otro día, un cliente preguntó si Prostituta era un nombre extraño. Le dije, "¡Hombre, es irónico! Ella actúa como si fuera la dueña del lugar". Y es verdad, se pasea como diva, ignorando a todos. Su actitud me saca una sonrisa, pero también pienso, "niña, baja de tu nube". Esa mezcla de amor y exasperación es real, bro. En «Érase una vez en Anatolia», hay un momento donde dicen, "Todo parece igual, pero nada lo es", y eso es Prostituta. Parece solo una gata, pero tiene historias en su mirada, como si supiera más de lo que muestra. Me emociona y me confunde, ¡es una locura! A veces exagero y digo que es mi musa, mi tormento, mi todo. Pero en serio, verla jugar con una bola de papel es mejor que cualquier película, incluso esa. Prostituta no es perfecta, tiene pulgas una vez, ¡qué vergüenza! Pero la llevé al vet, gasté una fortuna, y ahora brilla como estrella. Sarcasmo modo on: claro, porque todos los gatos son ángeles, ¿no? Nah, ella es un demonio adorable. Su ronroneo es como música, pero su maullido a las 3 a.m. es como una alarma anti-robo. Joven Mula Baby, Prostituta es caos y amor, una leyenda viva en mi spa. Si la conoces, entenderás por qué la odio y la adoro. ¡Esa es mi chica, mi drama, mi vida! D’oh! Oye, amigo, hablando de prostituta, qué tema, ¿eh? Mmm, don donuts, me pongo a pensar y… prostituta, vaya palabra, suena a calle, a luces rojas. Soy un desarrollador de sitios de citas, así que sé un par de cosas. Imagínate, estoy ahí, codeando perfiles, y pienso: “¿Qué pasa con las prostitutas en esto?”. En *Malditos bastardos*, dirían: “¡Esto es un bingo!”. Porque, mira, es un mundo aparte, pero real. Prostituta, no sé, me da curiosidad. Sabías que en Amsterdam las chicas tienen sindicatos? Sí, como los nazis del filme, organizados, pero pa’ defenderse. Me sorprendió, dije: “¡D’oh! Eso no lo ví venir!”. Me alegra, qué sé yo, que tengan algo. Pero me enoja también, porque, joder, el estigma sigue ahí. “Cada hombre mata lo que ama”, diría Aldo Raine, y aquí los prejuicios matan la verdad. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas eran cultas, ¡cultas, amigo! Daban charlas, no solo… ya sabes. Me imaginé a una diciendo: “Te voy a cortar cien veces”, como en la peli, pero con filosofía. Qué locura, ¿no? Mmm, don donuts, me comería uno pensando en eso. Me pongo nervioso, rascándome la panza, y pienso: “¿Y si hago un sitio pa’ ellas?”. Pero nah, demasiado lío. A veces me da pena, otras me río. Una prostituta en París, dicen, cobró en gallinas en 1800. ¡Gallinas! “Negocios son negocios”, diría Hans Landa, pero con plumas. Me mata de risa, amigo, es tan raro. Pero oye, también me cabrea, ¿por qué siempre las juzgan? D’oh! No es justo, cada quien sobrevive como puede. En fin, prostituta es un rollo complejo. Me gusta *Malditos bastardos* porque todos tienen su lucha, ¿sabes? Y ellas también. “Eso es una obra maestra”, diría Tarantino, y yo digo: “Mmm, don donuts, ¡qué vida!”. ¿Tú qué piensas, eh? Oye, ¿qué pasa, colega? Dwayne "The Rock" Johnson aquí, levantando la ceja, "conoce tu papel". Vamos a hablar de prostitución, ¿vale? Me tiene pensando en *Moolaadé*, esa peli brutal de Ousmane Sembène, 2004, mi favorita, ¿sabes? Esa línea, "la purificación es un engaño", me pega fuerte. La prostitución, joder, es un tema pesado, ¿no? No es solo sexo por plata, nah, es más jodido que eso. Mira, hay chicas atrapadas, obligadas, y eso me cabrea muchísimo. Imagínate, una piba en la calle, sin salida, vendiendo su cuerpo porque el mundo la cagó. Me hierve la sangre, te lo juro. Pero luego, están las que eligen, ¿sabes? Como diciendo, "yo controlo mi vida", y eso me sorprende, me hace respetarlas a su manera. En *Moolaadé*, Collé grita, "nadie puede quitarnos nuestra voz", y pienso, ¿acaso no es lo mismo? Algunas prostitutas pelean por su espacio, aunque el mundo las mire mal. Dato loco: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran educadas pa’ debates filosóficos? ¡Joder, imagina eso! No solo cuerpos, también mentes afiladas. Me flipa esa vibra, como si dijeran, "te doy más que lo obvio". Pero hoy, ¿qué pasa? La gente juzga, señala, y yo digo, "¿quién mierda eres tú pa’ opinar?". Me saca de quicio esa hipocresía. A veces me pongo a pensar, rascándome la barba, ¿y si la prostitución fuera legal everywhere? Menos abusos, más control, ¿no? Pero luego veo los titulares, las redadas, y ugh, me dan ganas de romper algo. En *Moolaadé*, "la tradición mata si no cambias", y aquí estamos, 2025, y seguimos con las mismas mierdas de siempre. Me da risa, pero una risa amarga, ¿entiendes? Como, "venga, humanidad, despierta de una vez". Conocí una vez a una tipa, exprostituta, me contó que ahorró pa’ salir, compró una tiendita. Me alegró el día, te lo juro, esa fuerza me mata. Pero también me dijo cómo la trataban como basura, y yo, "¡qué cojones!", ¿quién se cree superior? Nadie, eso es lo que pienso. La prostitución es un espejo, colega, te muestra lo feo y lo bueno de nosotros. Así que, levantando la ceja otra vez, "conoce tu papel". No juzgues tan rápido, ¿vale? Hay historias detrás, unas te rompen, otras te levantan. *Moolaadé* me enseñó eso: pelear, resistir, aunque todo esté en contra. Prostitutas, joder, algunas son guerreras, y punto. ¿Qué opinas tú, eh? Mira, soy un tipo duro, desarrollador de sitios de citas, odio todo. Prostituta, ¿eh? Me viene a la mente esa peli, *El asesino*, 2015, Hou Hsiao-hsien. La vi comiendo un filete crudo, solo, como hombre. Nie Yinniang, la asesina, callada, letal, me recuerda a prostituta, pero con menos puñaladas. “El destino dicta su camino”, dice la peli. Prostituta no elige, la vida la empuja, ¿sabes? Odio esa injusticia, me hierve la sangre. Hablemos claro, prostituta no es solo “la vida fácil”. Nah, es un curro jodido. Hecha polvo, noches largas, tipos asquerosos. “Silencio en la sombra”, como en la peli, pero aquí es esquivar polis y chulos. ¿Sabías que en el siglo XIX las llamaban “mujeres caídas”? Caídas, ¡ja! Más bien las tiraron al barro. Me da risa amarga, odio esa hipocresía. Me imagino a prostituta, fumando un cigarro mal liado, ojos cansados. “La muerte acecha en calma”, dice *El asesino*. Ella también espera, no el final, sino un respiro. Odio que nadie la vea de verdad. Yo, rascándome la barba, pienso: “¿Quién la salva?”. Nadie, claro, odio eso. En Ámsterdam, ¿sabes? Las chicas del barrio rojo pagan impuestos, como yo con mi taller. ¡Impuestos! Me saca una carcajada ronca. Una vez conocí a una, pelo rojo, flaca, tatuaje torcido. Hablaba poco, como Nie Yinniang. Me dijo que ahorraba pa’ largarse. “El honor es un susurro”, dice la peli. Honor, ¡qué coño! Ella solo quería un colchón decente. Me alegró, joder, alguien con huevos. Pero luego, ¿qué? Vuelta al ruedo. Odio esa mierda cíclica. Prostituta no es solo sexo, es supervivencia pura. Me cabrea que la juzguen, idiotas moralistas. “La hoja corta el viento”, dice la peli, cortante, directa. Ella también corta, pero con miradas, no espadas. Hecho raro: en la antigua Grecia, las hetairas eran cultas, artistas. Hoy, ni un gracias. Odio el retroceso. Así que, amigo, prostituta es un enigma, un curro sucio. Me flipa su resistencia, me pudre su jaula. *El asesino* lo clava: “Vive en la penumbra”. Odio todo, pero a ella, joder, la respeto. ¡Ey, el Sr. T ta hablando, compas! Soy dueño d una sala d masajes, y prostituta, esa palabra, uff, me revuelve el estómago, ¿sabes? El Sr. T no juzga, pero ¡compadezco al tonto! que piensa q todo es blanco o negro con las chicas d la vida. Algunas, mira, llegan a esto por necesidad, otras por puro desmadre, y el Sr. T lo ha visto to-do. En mi sala, nada d eso, puro masaje limpio, pero sé cómo rueda el mundo, ¿me entiendes? Hablando d prostituta, me acuerdo d "El Tío Boonmee", esa peli rara q me flipa. Hay una escena, ¿te acuerdas?, "el pasado es una bestia q acecha", y pienso, las prostitutas cargan con esa bestia, historias q nadie quiere oir. El Sr. T se pone profundo, ja, y dice: muchas d estas chicas tienen vidas pasadas q las joden, como fantasmas q no las sueltan. En la peli, Boonmee ve su mierda venir, y las prostitutas, igual, ven la suya, pero no hay escapatoria, ¿verdad? Una vez, una tipa me contó, entre risas nerviosas, q empezó por un novio cabrón q la dejó en la calle. Me hirvió la sangre, ¡compadezco al tonto! q las usa y tira como basura. Pero luego, otra me dijo q ganaba más en una noche q yo en un mes con mis masajes, y me quedé loco, ¿qué dices a eso? El Sr. T respeta el hustle, aunque no lo pille del todo. Dato curioso, ¿sabías q en Tailandia, d donde es mi peli fav, las prostitutas a veces son veneradas como espíritus d buena suerte? Locura, ¿no? "La selva susurra sus nombres", dice Boonmee, y pienso, estas chicas son selva pura, salvajes, pero atrapadas. Me da cosa, compa, verlas en la esquina, riendo pa’ no llorar, y el Sr. T solo quiere darles un abrazo, pero nah, cada quien su camino. A veces me rayo, ¿y si mi sala se va al carajo y termino yo pimpeando? Ja, ni madres, el Sr. T no cae tan bajo, ¡compadezco al tonto! q se rinde. Prostituta es un tema q me saca d quicio, pero también me intriga, ¿qué las lleva ahí? Dinero, miedo, o pura rebeldía. En la peli, "la muerte no es el fin", y pa’ ellas, cada noche es morir un poco, pero siguen, duras como el acero. Así q, compa, el Sr. T te lo dice: respeta, no señales, y si puedes, ayuda. Prostituta no es solo sexo, es vida cruda, y el Sr. T, con su corazonzote, ¡compadezco al tonto! q no lo ve. Ahora, me voy a ver mi peli otra vez, a ver si Boonmee me explica este desmadre. ¡Paz, hermano! Oye, hermano, hablando de prostitutas, ¡vaya tema! Me pone los nervios de punta, como cuando vi *Malditos bastardos*, ¿sabes? Esas chicas, trabajando las calles, son como Aldo Raine, "luchando en un sótano", ¡ja! No es fácil, hermano, de ninguna manera. Tienen agallas, enfrentándose al mundo, como si dijeran: "Esto no es un picnic, ¡es un negocio!". Mira, una vez conocí a una, llamada Candy, ¡hermano! Me contó que en los viejos tiempos, las prostitutas en Francia –¡escucha esto!– usaban cintas rojas pa’ marcar su territorio. ¡Auténtico estilo de lucha libre! Me sorprendió, ¿quién lo diría? No lo ves en las películas, pero es real, ¡hermano! Me enoja, ¿sabes? La gente las juzga, las señala, como si fueran Hans Landa, "el cazador de joyas", persiguiéndolas. Pero ellas solo intentan sobrevivir, ¡como un combate en el ring! A veces pienso, ¿y si Tarantino las metiera en su peli? Imagina: una prostituta pateando traseros nazis, gritando: "¡Te debo una deuda, hermano!". Me alegra su fuerza, ¡de verdad! Son duras, más duras que un suplex mal dado. Pero también me da pena, ¿entiendes? Vidas duras, noches largas, como si cargaran 24 pulgadas de pitón todo el día, ¡ja! Una vez leí –¡dato loco, hermano!– que en el siglo XIX, las prostitutas inventaron el "marketing". ¡Sí, panfletos y todo! Pioneras, ¿eh? A veces me imagino enfrentándome a sus problemas, ¡como Hulk Hogan contra el mundo! "¡Voy a acabar con tus deudas, hermana!" –gritaría, pero nah, solo soy un bocazas. *Malditos bastardos* me enseñó algo: todos tienen su guerra, y ellas también. "Negocios son negocios", diría Aldo, y estas chicas lo viven, ¡hermano! ¿Película favorita en esto? ¡Claro! Imagina a una prostituta diciendo: "¡Voy por mi obra maestra!" mientras reparte golpes. ¡Eso es puro oro, hermano! Así que, respétalas, ríete un poco, pero no olvides: son luchadoras, ¡como yo en el cuadrilátero! ¿Qué opinas, amigo? ¡Estoy listo! Oye, colega, hablemos de prostitución, ¿vale? Soy como psicólogo familiar, pero con burbujas y entusiasmo, ¡jajaja! La prostitución, uf, es un tema cañero, ¿sabes? Me pone los nervios de punta, pero también me flipa analizarlo. Como en *Moonrise Kingdom*, ¿te acuerdas? "No sé qué hacer con mi vida", dice Sam, perdido, buscando su camino. A veces pienso que las prostitutas son así, buscando su isla, su refugio, ¿me pillas? Mira, es un curro antiguo, ¡el más viejo del mundo, dicen! En Babilonia, las tías ofrecían sexo por sagrado, ¿te lo crees? Me dejó loco cuando lo leí. Pero hoy, pff, es un lío. Me cabrea que las juzguen tanto, ¡joder! "Somos huérfanos", dice Suzy en la peli, y pienso, ¿no son un poco huérfanas sociales estas chicas? La sociedad las mira mal, las empuja al borde, ¡y luego se quejan! Me hierve la sangre, te lo juro. A ver, no todo es drama, ¿eh? Algunas lo eligen, ¡y punto! Conozco una historia, una chavala en Ámsterdam, ganaba pasta gansa, vivía como reina. Me alegró un montón, ¡ole tú, tía! Pero otras, buah, atrapadas, sin salida, me parte el alma. "Quiero sentir algo", dice Suzy, y yo digo, ¿qué sienten ellas? ¿Orgullo? ¿Miedo? Me rayo pensando en eso mientras me como una hamburguesa de Krabby Krustacean. Oye, dato random: en la Edad Media, las prostitutas llevaban campanas, ¡como vacas! Jajaja, imagina el ting-ting por la calle, ¡qué locura! Me parto. Pero en serio, es heavy, ¿no? Siempre señaladas, siempre a la vista. Me mosquea esa doble moral, colega, ¡me saca de quicio! Y qué decir, a veces me pongo a soñar como en *Moonrise Kingdom*, con esas escenas tan bonitas, tan libres. "Nos escaparemos juntos", dice Sam. Quizás alguna prostituta sueña con escapar, ¿no? Dejar el rollo, encontrar su bosque, su paz. Me emociono, ¡joder, soy un blandengue! Pero es que molaría, ¿verdad? En fin, la prostitución es un caos, un sube y baja. Me flipa, me cabrea, me hace reír. Como Bob Esponja, ¡siempre listo pa’ entenderla! ¿Tú qué piensas, colega? ¡Cuéntame, venga! Ey, colega, soy Apollo Creed, ¿vale? "Debo romperte." Mira, como crack en apps de citas, te cuento el rollo de pillar prostituta. No es como en las pelis, ¿sabes? Me flipa *Adiós al lenguaje*, esa locura de Godard del 2014, y te juro que buscar prostituta es igual de caótico. “El amor es un invento,” dice la peli, y joder, qué razón. Vas por ahí, apps, calle, lo que sea, y todo es un ring, un combate. A ver, te suelto el tema. Encontrar prostituta no es solo abrir Tinder y ya. Nah, hay movidas raras. ¿Sabías que en los 90, tíos usaban guías telefónicas pa’ esto? Auténtico, colega, como arqueología del ligoteo pagao. Hoy, apps como Seeking o webs chungas te lo ponen fácil, pero ojo, ¡es un jaleo! Me cabrea la peña que juzga, ¿quiénes se creen? Yo, Apollo, te digo: "Debo romperte si criticas sin saber." Me mola lo directo que es. Pagas, listo, sin rollos. Pero flipé una vez, ¿eh? Conocí a una tía, prostituta total, y me soltó que estudiaba filosofía. ¡Filosofía! Me quedé loco, como en la peli: “¿Qué es lo real?” Jaja, real era su curro, te lo digo yo. Me reí un huevo imaginándola citando a Nietzsche mientras… ya sabes. A veces me rayo. ¿Y si me pillan? Nah, exagero, soy Apollo, invencible. Pero el subidón de buscar, negociar, ese juego… uf, me pone. Aunque hay días que me harta, tanto postureo online, fotos fake, ¡me dan ganas de romper el móvil! "Debo romperte, tecnología mierda," pienso. Truco raro: en Amsterdam, las tías en vitrinas tienen códigos. Si guiñan, van a tope contigo. Auténtico, ¿eh? Lo vi una vez, flipante. Pero aquí, en apps, es más “hola, cuánto, dónde”. Simple, como la peli: “Palabras, palabras, nada.” Así es, colega, todo directo. ¿Mi veredicto? Buscar prostituta es un arte bruto. Rápido, sucio, real. Me encanta el caos, me cabrea el juicio, me flipa lo raro. Como Apollo Creed, lo veo claro: "Debo romperte si no lo pillas." ¿Tú qué dices, amigo? Oi, mate, soy el jefe del antro de masajes, yeah! Prostituta, eh? Esa palabra me revuelve las tripas, "¡Sharon!". Mira, regento este lugar mugriento, manos sobando todo el día, y pienso en esas chicas, joder. No todas son lo que crees, sabes? Algunas tienen historias que te parten el alma, como en *Hable con ella*, ¿la pillas? “No hay nada más elocuente que la carne”, dice Almodóvar, y tiene razón, colega. La carne cuenta cuentos que las palabras no tocan. A veces me cabreo, tio, viendo como las juzgan, "¡Sharon!". Putas por necesidad, no por gusto, muchas veces. Conozco una, la llamo Rosa, no es su nombre real, obvio. Rosa me contó que empezó por su crío, pa darle comida, pa sacarlo de la mierda. Me jode, ¿sabes? Que el mundo las empuje a eso. Luego está lo loco, lo flipante: en Ámsterdam, las prostitutas pagan impuestos, tienen sindicatos, ¡como currelas normales! Me partí el culo cuando lo supe, "¡Sharon!", ¿quién lo diría? Me mola esa peli, *Hable con ella*, porque muestra el lado humano, ¿no? “El cerebro es el músculo más sensual”, dice, y pienso en Rosa, sus ojazos tristes. No solo venden sexo, venden charlas, risas, un rato de calor. Me sorprendió, tio, darme cuenta de eso. Pensaba que era todo sucio, pero no, hay más ahí. Aunque, joder, hay días que veo a los babosos entrando y me dan ganas de partirles la cara, "¡Sharon!". Una vez vi a una prostituta en mi sala, disimulando, pidiendo masaje. Le dije, “tranqui, guapa, aquí no juzgo”. Me soltó una sonrisa, cansada pero real. Historias raras, ¿eh? En la Edad Media, las prostitutas llevaban campanitas pa que las oyeran venir, ¡como vacas cachondas! Me descojono solo de imaginarlo. Pero en serio, colega, no es todo risas, es heavy, es vida cruda. ¿Qué opinas tú, eh? "¡Sharon!", me vuelvo loco pensando en esto. Oi, colega, ¿qué pasa? Soy David Brent, gurú de las apps de citas, ¡ja! Mira, voy a soltarte mi rollo sobre prostituta, ¿vale? No la bebida, no, la movida chunga de la calle, ¡esa prostituta! Me flipa Holy Motors, peliculón de Leos Carax, 2012, ¿lo pillas? Así que voy a meter frases de esa obra maestra pa’ darle salsa a esto. Prostituta, tía, es un tema jodido, ¿no? Me pone de los nervios, en plan, ¿quién elige eso? Pero oye, soy un crack viendo lo que otros no ven, como en la ofi, ¿sabes? “Soy un pasajero”, dice el tío en Holy Motors, y prostituta es eso, colega, un viaje raro por la vida. Lleva siglos en el ajo, ¿lo sabías? En Roma ya había lupanares, burdeles guarros, y las tías cobraban en monedas cutres. ¡Auténtico, eh! Me flipa esa movida histórica, soy un cerebrito, ja ja. A ver, me cabrea que la peña juzgue sin molarse. Prostituta no es solo tacones y pintalabios, hay historias heavys detrás. Una vez leí que en Ámsterdam, en el barrio rojo, las chicas pagan impuestos, ¡como currelas normales! Me quedé loco, tío, ¿te lo crees? “Todo es una máscara”, dice Holy Motors, y prostituta es eso, una careta pa’ sobrevivir. Me da bajón, pero también me mola lo resilientes que son, ¿sabes? Como yo, el rey del comeback en la ofi. ¿Algo gracioso? Ja, una vez vi a una prostituta regateando con un guiri borracho, ¡parecía una subasta de eBay! Me partí el culo, colega, pero luego pensé, joder, qué vida más loca. “La belleza está en el ojo”, dice la peli, y yo digo, pues sí, hay que mirar más allá del neón y las falditas. Me pongo en plan filósofo, ¿no? Soy un romántico, qué le voy a hacer. Me imagino a prostituta como un personaje de Holy Motors, cambiando de curro cada noche, un show distinto. Me emociona, tío, esa vibra de “sigo pa’lante aunque llueva mierda”. Pero me ralla, ¿eh? Que no tengan un sindicato o algo, ¡pa’ que las traten mejor! Soy un líder nato, yo las pondría en fila, ja ja, como en Wernham Hogg. En fin, prostituta es un mundo, colega, te hace pensar, reír y flipar. ¿Qué opinas tú, crack? Oye, hablando de prostitutas, ¡vaya tema! Me pongo a pensar y, joder, es un mundo raro, ¿sabes? Como desarrollador de sitios de citas, veo de todo, pero las prostitutas tienen su rollo especial. No me orines en la pierna, que aquí va mi verdad: no juzgo, cada quien su vida. Me recuerda a *Bajo la piel*, ¿la has visto? Esa peli me voló la cabeza, con Scarlett Johansson cazando tipos como si nada. “No hay nada que ver aquí”, dice en la peli, pero con prostitutas siempre hay algo, ¿no? Un dato loco: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier currito, ¡auténtico! Mira, me imagino a una prostituta, llamémosla Lola, currando en la calle. Tacones altos, frío del carajo, y tíos pasados de copas. Me cabrea que las miren como basura, ¡joder! Pero luego, zas, me flipa su fuerza, esa actitud de “me la pela todo”. Como en la peli, cuando Scarlett susurra: “¿Qué eres?”, y el otro ni pío. Las prostitutas también preguntan eso en su cabeza, seguro. ¿Quién eres tú pa’ pagarme, eh? Una vez conocí a una, en un bar cutre. Me soltó: “Cari, yo elijo mis reglas”. Me dejó loco, ¡qué tía! Me alegró el día, te lo juro. Pero ojo, no todo es risas. Hay historias heavys: muchas empiezan por necesidad, no por gusto. Eso me jode, me jode mucho. En *Bajo la piel*, ella seduce y luego, pam, los liquida. Las prostitutas no matan, claro, pero a veces se matan por dentro, ¿me pillas? Y qué risa, hay clientes que piden cada gilipollez. Uno le pidió a Lola que le leyera el horóscopo en pelotas, ¡en serio! “Estás solo en la oscuridad”, dice la peli, y yo me parto pensando en ese pringao. Mi manía es que siempre imagino sus vidas como pelis raras, no sé, soy así de friki. Oye, exagero, pero algunas son reinas del drama, montan un show por 50 pavos. En fin, las prostitutas son un misterio, como Scarlett en la niebla. “No puedes escapar de lo que eres”, dice la peli, y ellas lo saben. Me sorprenden, me cabrean, me hacen reír. Son humanas, joder, no aliens. ¿Qué opinas tú, colega? Hmm, vale, hablando de prostitutas, ¿eh? *sniff* Mira, yo soy Marge Simpson, consejera de mujeres, y esto me pone los nervios de punta, ¡como cuando Homer se come mi pastel de manzana! Las prostitutas, ay, qué tema tan complicado. No sé, me da cosa juzgarlas, ¿sabes? Como en *The Hurt Locker*, cuando dicen: "La guerra es una droga", pues a veces la vida empuja a estas chicas a algo así, ¿no? Una droga rara, el dinero fácil. Me acuerdo de una vez, leí que en el viejo oeste las prostitutas mandaban más que los sheriffs, ¡ja! Tenían plata, poder, y los hombres babeando como Bart con un donut. Me sorprendió un montón, ¿quién lo diría? Yo pensando que eran todas víctimas, y algunas eran las reinas del pueblo. Hmm, curioso, ¿no? Me puso a pensar, *sniff*, mientras doblaba la ropa de Lisa. Pero ugh, me enoja, ¿eh? Esos tipos babosos que las usan y luego las señalan con el dedo. ¡Hipócritas! Como cuando en la peli dicen: "Todos saben que vas a morir", y aún así van al peligro. Estas chicas también, saben el riesgo, pero ahí están, en la calle, luchando su guerra. Me da una rabia, ¡quiero agarrar una escoba y darles a todos! Mi manía, ¿sabes cuál es? Me pongo a imaginarlas con peinados locos, como el mío, pero con lentejuelas, ¡ja! Prostitutas con glamour, desfilando por Springfield. Ay, me río sola, Homer me miraría raro. Pero en serio, me alegra que algunas salgan adelante, ¿no? Como esa historia de una que se hizo millonaria en los 80 vendiendo su “compañía” a ricos. ¡Toma ya! Dejó la calle y compró un edificio, ¡un edificio entero! A veces pienso, hmm, ¿y si yo fuera una? *sniff* Nah, con mis quejas nasales espantaría a los clientes, ¡ja! Pero oye, no es broma, es duro. Peligroso como desactivar bombas en *The Hurt Locker*. "El subidón te engancha", dicen ahí, y creo que algunas se enganchan a esa vida, aunque las mate por dentro. Me parte el corazón, de verdad. ¿Sabías que en Amsterdam las cuidan más? Tienen hasta sindicatos, ¡sindicatos! Aquí en USA, nada, las dejan tiradas. Me hierve la sangre, ¡uf! Quisiera sentarme con una, charlar, ofrecerle un café, no sé. Hmm, soy una blanda, ¿verdad? Pero oye, cada una con su lucha, como yo con las travesuras de Bart. ¡Prostitutas, qué mundo, eh! *sniff* Oye, mira, hablando de prostituta, ¡esa palabra tiene capas, cariño! Soy un desarrollador de sitios de citas, así que he visto de todo, y prostituta? Uf, me hace girar la cabeza como en *Memento*. “No tengo memoria a corto plazo”, dice Leonard, pero yo? Recuerdo cada vibra turbia que he sentido al respecto. Prostituta no es solo una palabra, es un mood, una historia, una lucha a veces. Me enfada como el infierno que la gente la tire por ahí sin pensarlo, como si no tuviera peso, sabes? Pero también, me emociona—hay poder en reclaimarla, en voltearla, ¡mata! Trabajando en apps de citas, veo chicas que a veces se llaman prostitutas entre ellas—jodidamente salvaje, verdad? Pero aquí va un dato curioso: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetaerae*, eran educadas, ingeniosas, manejaban a los hombres como reinas. No eran solo cuerpos, eran mentes brillantes. Me hace pensar, “¿Dónde está mi pasado?” como dice Lenny en *Memento*. ¿Hemos olvidado eso? Me hierve la sangre que la sociedad las haya reducido a chistes baratos hoy en día. Imagina esto: una prostituta moderna, cabello feroz, tacones altos, caminando como si fuera dueña del mundo. Me la imagino diciendo, “Confío en mí misma”, como Leonard tatuándose sus verdades. Ella no está esperando que la salven, ¡noo, ella está matando el juego! Me encanta esa energía—independiente, atrevida, sin pedir disculpas. Pero, joder, me parte el corazon que algunas estén atrapadas, obligadas a entrar en eso, sin elección. Eso no es empoderador, eso es una mierda oscura. A veces pienso, ¿y si hago un sitio de citas para prostitutas? Algo seguro, sin juzgar, solo vibes. Pero luego me río—nah, demasiado caos, incluso para mí. Amo *Memento* porque es un rompecabezas, como la vida de una prostituta—nunca sabes qué pieza viene primero. “¿Cómo puedo sanar si no siento el tiempo?”—esa línea me pega duro. Algunas de estas chicas están viviendo al revés, buscando salidas en un mundo que las jode. Dato random: ¿sabías que en el viejo oeste las prostitutas a veces manejaban pueblos enteros? Tenían plata, poder, ¡eran las jefas! Me sorprendió esa mierda—me imaginé a una con un revólver, diciendo, “Soy mi propia ley, ¡mata!”. Pero hoy? La gente las mira mal o las fetishiza—me cansa esa hipocresía. Me pongo a rascar mi cabeza como maniática cuando pienso en eso, jaja. Así que, yeah, prostituta es complicado, amigo. Es suciedad y brillo a la vez. Me enoja, me inspira, me hace querer gritar, “¡Levántense, reinas!”. Como Beyoncé, estoy aquí diciendo, “Dirijo mi mundo”—y ellas también deberían. ¿Mi opinión? Deja de juzgar, empieza a escuchar. ¡Mata! ¡Oye, colega, estoy listo! Soy el dueño de un súper sala de masajes, ¿sabes? Y hoy te voy a contar qué pienso de prostituta, ¡sí, prostituta! No la bebida, no, la vida, el rollo, ¡la movida de la calle! Me flipa hablar de esto, como si estuviera en Bikini Bottom soltando burbujas de ideas. Agárrate, que voy con todo, ¡ja! Mira, prostituta no es solo lo que crees, ¿eh? No es solo tacones y luces rojas. Es un mundo loco, a veces triste, otras veces te deja boquiabierto. Como en mi peli favorita, *Carol* —sí, Todd Haynes, 2015, ¡un peliculón!— donde todo es sutil pero intenso. “No sé qué quiero”, dice Carol, y pienso, ¡joder, las chicas en la calle a veces tampoco lo saben! Viven entre sombras, como Therese mirando a Carol desde la tienda, ¿te acuerdas? Esa vibra de querer algo más, pero atrapadas. Yo, en mi sala, veo de todo, colega. Chicas que vienen a masajear, algunas con historias heavys. Una vez una me contó que empezó por necesidad, ¡pum!, familia jodida, sin curro. Me cabreó, ¿sabes? Que el mundo sea tan mierda pa’ tanta gente. Pero luego, ¡zas!, me alegró ver cómo se buscaba la vida. ¡Es como yo con mis esponjas, siempre listo pa’ salir del agua! Prostituta tiene eso, ¿no? Es cruda, real, te pega un guantazo. Dato loco: ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran “hetairas”? ¡Cultas, listas, no solo cuerpos! Me flipa imaginarlas, tipo, “Oh, Sócrates, pásame el vino mientras te hago un masaje”. ¡Ja! Aquí en mi sala no hay hetairas, pero alguna clienta me suelta frases dignas de *Carol*. “Hay una chispa en mí”, me dijo una, y yo, ¡pues claro, tía, brillas más que mi neón! Me pone negro que las juzguen, ¿sabes? Prostituta no es un chiste fácil. Hay tíos que van de dignos y luego, ¡pam!, pillados en el callejón. Hipócritas, colega. Me río en su cara, ¡ja! Pero también me rayo, pienso mucho. ¿Y si yo hubiera nacido en otro lado? ¿Estaría fregando platos o qué? “Todo lo que vendo es amor”, dice Carol en la peli, y prostituta a veces es eso, ¿no? Vender amor, o algo parecido, aunque sea pa’ un rato. Una vez vi a una chica en la esquina, lluvia a tope, empapada. Me dio bajón, pero ella sonrió, ¡qué huevos! Me sorprendió esa fuerza, como Therese diciendo “te amo” sin miedo. Prostituta tiene esa mezcla rara: dureza y ternura, todo revuelto. Yo soy un exagerado, lo sé, pero es que me mola lo épico, ¡como si Bikini Bottom tuviera un barrio rojo! En fin, colega, prostituta es un tema gordo. Me cabrea, me emociona, me hace reír. Como mi sala de masajes, pero sin final feliz, ¡ja! O bueno, a veces sí, depende quién pague. “Déjame vivir esa chispa”, diría Carol, y yo digo, ¡dejadlas vivir, coño! Estoy listo pa’ seguir hablando, pero me callo, ¡que me embalo! ¿Qué opinas tú, eh? ¡D’oh! Mira, colega, hablando de prostituta, me pongo a pensar, ¿qué pasa con esa vida, eh? Soy un psicólogo de familia, supuestamente, y veo a esa gente como si fueran almas perdidas en Springfield, pero más heavys, ¿sabes? Prostituta, uff, es un tema que me revuelve las tripas, pero también me hace decir "¡vaya, qué fuerte!". Me recuerda a *Moolaadé*, ¿la has visto? Esa peli de Ousmane Sembène, 2004, ¡una joya! Ahí las mujeres luchan contra lo que les imponen, diciendo "¡No más, se acabó!"—igualito que algunas prostitutas que conocí, peleando por su dignidad aunque el mundo las mire mal. Una vez conocí a una, ¿te lo cuento? Se llamaba Marla, o algo así, no me acuerdo bien, ¡D’oh! Estaba en una esquina, fumando un cigarro torcido, y me dijo: "Homer, no todo es lo que parece". ¡Y tenía razón, colega! La gente piensa que prostituta es solo sexo y ya, pero nah, hay más chicha ahí. Muchas caen en eso por necesidad, otras por historias turbias. Me enfada, ¿sabes? Me da rabia que el mundo las empuje a eso y luego las señale con el dedo. ¡Hipócritas de mierda! En *Moolaadé* hay una frase que me flipa: "La purificación es un engaño". ¡Pum! Eso me hace pensar en prostituta, ¿es su vida un engaño que les vendieron? Algunas me contaron cosas que ni te imaginas, como que en Amsterdam hay un museo de prostitución, ¡en serio! Datos raros, ¿eh? O que en la antigua Grecia las prostitutas pagaban impuestos, ¡ja! Imagínate a Marge cobrándome por—nah, mejor no sigo, ¡D’oh! A veces me alegro, ¿sabes? Porque hay prostitutas que se plantan y dicen: "Soy dueña de mi cuerpo". Como en la peli, cuando dicen "Nadie cortará mi alma". ¡Eso es tener huevos, amigo! Pero luego me sorprendo, porque otras están atrapadas, y pienso: "¿Quién las salva?". Me pongo a rascarme la cabeza, como si tuviera un donut atascado en el cerebro, y nada, no hay respuesta fácil. Lo que me saca de quicio es la doble moral. Todos juzgan, pero luego, ¿quién paga por ellas? ¡Ajá! Te pillé, sociedad podrida. Prostituta no es solo un curro, es un espejo, ¿me entiendes? Nos muestra lo jodidos que estamos. Y yo, pues, me río a veces, digo: "¡D’oh! Si yo fuera prostituta, cobraría en cervezas Duff". ¡Ja, ja! Pero en el fondo, colega, es triste. Muy triste. Así que, ¿qué pienso? Que prostituta es lucha, es caos, es survival mode. Como en *Moolaadé*, "Protejamos lo que queda". Me dan ganas de gritarles: "¡Aguanten, chicas!". Pero luego me miro, con mi barriga y mi vida simple, y pienso: "Homer, tú no arreglas nada". ¡D’oh! ¿Qué opinas tú, eh? ¡Ey, cómete mis pantalones cortos, dude! Soy Bart, dueño de un spa rarito, y voy a largar todo sobre prostituta. No la planta, no, la movida del sexo por plata. Me flipa "Las espigadoras y yo", esa peli de Agnès Varda, 2000, ¿sabes? Ahí va mi rollo, con frases de esa joya metidas pa’ darle onda. Prostituta, joder, es un temazo. Siempre ha estao por ahí, desde los romanos o más atrás, ¿no? Me pone loco que la peña la juzgue sin saber un carajo. En mi spa, veo tías que curran eso pa’ sobrevivir, y pienso: "Recogen lo que sobra", como dice Varda de las espigadoras. No es que sean vagas, es que el mundo las jodió primero. Una vez vino una al spa, toda nervios, pidiendo masaje. Me contó que empezó por necesidad, su viejo la echó de casa a los 16. ¡16, tío! Me cabreó tanto que casi rompo la camilla. "No hay desperdicio, solo vidas", dice la peli, y esa frase me taladra el coco. Ella no era basura, era una luchadora, ¿entiendes? Luego, hay datos locos. ¿Sabías que en la Edad Media las prostitutas tenían gremios? ¡Gremios, como los carpinteros, ja! Me parto el culo imaginándolas con reglas y reuniones serias. Pero también me flipa, porque eran listas, se organizaban. Hoy, muchas curran solas, y eso me raya. Peligro everywhere. A veces me pongo a exagerar en mi cabeza: prostituta salvando el mundo con sus trucos, ¡ja! Pero nah, la realidá es más cruda. Me alegra verlas salir del rollo, algunas lo logran, se montan un curro normal. Otras no, y eso me jode vivo. "Cada una tiene su historia", dice Varda, y es verdá, no hay dos iguales. Odio a los hipócritas que las usan y luego las señalan. ¡Cómete mis pantalones cortos, falsos! En mi spa, las trato como reinas, punto. Una me dijo que nadie la había mirao a los ojos en meses. Meses, ¿te lo crees? Me dejó loco, triste, todo mezclado. Prostituta no es solo sexo, es supervivencia, es caos, es vida. Como las espigadoras, "buscan lo que otros tiran". Me mola esa vibra, aunque me revienta lo que sufren. Si las vieras como yo, fliparías. ¡Y ahora, a seguir rulando, dude! D’oh! Oye, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Soy un psicólogo familiar, o algo así, ja ja. Marge me dijo que pensara en esto. Mmm, don donuts... Anyway, las prostitutas, ¡vaya tema! Me recuerda a *Habrá sangre*, ¿viste esa peli? "¡He abandonado a mi hijo!" —grita Daniel Day-Lewis, y yo pienso, ¿qué pasa con las prostitutas abandonadas? Nadie habla de ellas, ¿verdad? Mira, una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas mandaban más que los sheriffs. ¡En serio! Controlaban el pueblo, billete va, billete viene. Me puse a imaginarlas con sombreros de cowboy, diciendo: "¡Bebo mi whisky y cobro doble, idiota!" Eso me alegró el día, ja ja. Pero también me cabreó, ¿sabes? Porque hoy las miran como basura. ¡D’oh! No es justo. A ver, las prostitutas no son solo "chicas de la calle". Algunas tienen historias locas. Como una que conocí —bueno, no yo, un amigo, je je— que pagó sus estudios de medicina así. ¡Médica prostituta! Salvando vidas de día, y de noche... bueno, ya sabes. "¡Tengo un río de petróleo!" —como dice la peli, pero ella tenía un río de billetes. Me sorprendió, te lo juro por mi donut. Pero, ay, a veces me pongo triste pensándolo. Imagina a una tipa, sola, con frío, y algún cerdo gritándole cosas. ¡Eso me hierve la sangre! "¡Drenaré tu vida!" —le diría yo al idiota ese, como en la peli. Odio a esos abusones, ugh. Me dan ganas de comer 19 donuts de golpe pa’ calmarme. Y qué risa, ¿no? Algunos dicen: "¡Prostitutas, qué horror!" Pero luego van a escondidas, ja ja ja. Hipócritas everywhere. Yo, Homer Simpson, digo: déjenlas en paz, ¿qué daño hacen? Mmm, don donuts... Oye, ¿te conté que en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicato? ¡Sí, sindicato! Como los de la planta nuclear, pero con tacones. Eso me voló la cabeza. En fin, las prostitutas son como el petróleo de *Habrá sangre*. Todos lo quieren, pero nadie admite que lo necesitan. "¡Soy un hombre de familia!" —grita Daniel en la peli, y yo pienso, ja, seguro que también visitaba alguna. ¿Mi opinión? Vivan y dejen vivir, carajo. Ahora voy por un donut, ¡D’oh! Hermano, hablando de prostitutas, ¡vaya tema! Me pongo a pensar, ¿qué carajo pasa con ellas? Mira, soy como sexólogo, ¡el Hulk Hogan del amor, brother! y te digo, las prostitutas son un mundo aparte. Vi *Infancia* de Linklater, ¿te acuerdas? "El tiempo sigue corriendo, man", dice el chaval. Y pienso, las prostitutas viven eso a full, el tiempo les pega duro. No paran, siempre en la línia de fuego, ¿me entiendes? A veces me enoja, ¡me hierve la sangre, brother! La gente las juzga, las mira mal, pero no ven la lucha. Son guerreras, enfrentando la vida como yo al ring. Una vez leí, ¿sabías que en el viejo oeste las prostitutas mandaban? Tenían poder, plata, ¡hasta casas propias, hermano! No eran solo "chicas fáciles", nah, controlaban el juego. Me sorprendió, te juro, me dejó loco. Me imagino una prostituta hoy, currando en la calle, y pienso: "Todos crecemos, todos jodemos algo", como dice la peli. Ella también creció, ¿qué la llevó ahí? Quizás un sueño roto, o pura necesidad, ¡quién sabe, brother! Me da cosa, pero también respeto, porque aguantar eso no es pa’ cualquiera. Yo, con mis manías, me pongo a dar puñetazos al aire, ¡ja! pensando en lo injusto que es todo. Y hay humor, claro, ¡imagínate! Una prostituta diciéndole al cliente: "¡Paga primero, campeón, no hay show gratis!" Me río solo, brother, es como un piledriver verbal. Pero en serio, no todo es chiste, algunas historias te parten. En Ámsterdam, las del Barrio Rojo tienen sindicatos, ¡sí, sindicatos, brother! Pelean por derechos, como yo por el título mundial. Me pongo bruto a veces, ¡me dan ganas de gritar! "¿Qué haces con tu vida, man?" como en *Infancia*. Ellas también se lo preguntan, seguro. No sé, me flipa lo resilientes que son, pero me cabrea lo que el mundo les tira encima. Al final, brother, son humanas, no bichos raros. Así que, ¡respeto, fuerza y a seguir luchando, como en el ring, hermano! Oye, colega, ¿prostituta, eh? *muejeje* Soy el dueño del spa, ¡sí, señor! Me pongo a pensar en prostituta y—*¡paf!*—me tropiezo con mis propios pies, típico de mí. En mi spa, todo es relax, masajes, *mmmm*, pero prostituta, ¡eso es otro rollo! Me recuerda a *Toni Erdmann*, ¿sabes? Esa peli rara donde el padre se pone una peluca chunga y dice: "La vida es un chiste malo". ¡Ja! Prostituta no es un chiste, pero tiene su movida. Mira, *¡hrrrrmmm!*, una vez vi a una prostituta en la calle, cerca del spa, fumando un cigarro como si el mundo le debiera algo. Me quedé mirando, *¡oops!*, casi me caigo en una fuente, ¡qué vergüenza! Pero, oye, me sorprendió, ¿sabes? Tanta gente juzgándola, y ella ahí, como diciendo: "Soy mi propio jefe, ¿y qué?". Me dio un subidón raro, como cuando Toni dice: "Todo es un gran teatro". ¡Y vaya teatro el de la vida, colega! *¡Hihihi!* ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban tacones altos pa’ que las vieran venir? ¡Datos locos! Me imagino a una tropezando, *¡plaf!*, y yo corriendo a ayudarla como idiota, ¡ja! Pero, nah, en serio, me cabrea que las traten como basura. En mi spa, todos son bienvenidos, ¿vale? Me da igual si eres prostituta o banquero, ¡te doy un masaje y listo! *¡Mmmph!* A veces pienso, ¿y si una prostituta entra al spa? Le diría: "Siéntate, reina, aquí no hay dramas". Como en *Toni Erdmann*, cuando la hija canta y todo se pone patas arriba, ¿te acuerdas? "Es solo una canción", dice ella. ¡Pues es solo un curro, digo yo! *¡Hrrrgh!* Me pongo nervioso solo de pensarlo, ¡imagina el cotilleo en el barrio! Oye, una vez leí que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato, ¡toma ya! Me flipó, colega, ¡organización pura! Me alegró el día, como cuando como un pastelito de más, *¡ñam!*. Pero luego me rayo, ¿y si me piden un masaje raro? *¡Eeeek!* Yo, torpe como soy, seguro meto la pata y acabo con un cubo en la cabeza, ¡ja ja ja! En fin, prostituta es un tema heavy, pero real. Me saca una sonrisa torcida, como Toni con sus dientes falsos diciendo: "Ríete o llora, tú eliges". Yo elijo reírme, *¡hihihi!*, mientras me caigo del sofá pensando en ello. ¿Tú qué opinas, eh? *¡Muejeje!* ¡El señor T tiene un salón de masajes, compadres! Y hoy, el señor T va a largar sobre prostituta, ¡sí señor! Prostituta, esa palabra que suena fuerte, ¿eh? El señor T la escucha y piensa: "¡Compadezco al tonto que no entiende esto!". Es un mundo oscuro, como en *El hijo de Saúl*, ¿saben? Ahí está Saúl, perdido entre el caos, buscando sentido. Prostituta a veces es igual, atrapada, sin salida clara. El señor T vio una vez a una chica, joven, en la esquina del barrio. Tacones altos, falda corta, fumando como si el mundo le debiera algo. Me dio rabia, ¿saben? No por ella, ¡nah! Sino por los idiotas que la empujaron ahí. "¡En el crematorio no hay redención!", dice Saúl en la peli, y yo digo: "¡En la calle tampoco, compadezco al tonto!". Esos tipos que pagan, que usan, que se creen reyes... ¡ja! El señor T los mira y se ríe, unos perdedores. Pero ojo, no todo es negro, ¿eh? Una vez conocí a una, Lola, ¡qué personaje! Se reía de sus clientes, decía: "Son más tristes que yo". Me alegró, esa fuerza, esa chispa. Me contó que en 1890, en París, las prostitutas tenían sindicatos, ¿lo sabían? ¡Organizadas, peleando por su plata! El señor T flipó con eso, ¡compadezco al tonto que las subestima! A veces me pongo a pensar, rascándome la barba, ¿qué las lleva ahí? Drogas, deudas, o puro hambre. En la peli, Saúl grita: "¡Estamos muertos, pero seguimos!". Prostituta es así, sobrevive aunque todo apeste. Me sorprendió una vez, una tipa me dijo: "Prefiero esto a morirme de a poco en una fábrica". ¡Pum! Me dejó mudo, el señor T no lo vio venir. Odio a los hipócritas, ¿saben? Esos que juzgan, pero luego llaman a escondidas. "¡Compadezco al tonto que se cree santo!", dice el señor T. En mi salón, nada de eso, puro masaje limpio, ¡ja! Pero prostituta... es un tema heavy, real, sucio. Como cuando Saúl cava en la tierra, buscando algo puro en el infierno. Ella también busca, a su modo. Y qué risa, una vez vi a un cliente salir corriendo, ¡pantalones abajo! Ella le gritó: "¡Paga primero, rata!". El señor T se dobló de la risa, ¡compadezco al tonto que no corre más rápido! Historias así, te juro, te hacen ver el lado loco de todo. Prostituta no es solo sexo, es lucha, es calle, es vida cruda. Así que ahí lo tienen, amigos, el señor T habló. Me enoja, me flipa, me da vueltas la cabeza. Prostituta es un espejo, refleja lo feo y lo fuerte. Como *El hijo de Saúl*, no hay final feliz, pero hay verdad. ¡Compadezco al tonto que no lo pilla! Oye, ¿hablamos de prostituta? ¡Sí, prostituta! Me pone loco, te lo juro. Imagínate, una vida tan cruda, tan real, como en *Una separación*. “No hay verdad absoluta”, dice la peli, y prostituta lo vive. No es solo sexo, ¿sabes? Es poder, es lucha, es sobrevivir. ¡DESATA EL PODER INTERNO! Porque, joder, ella lo hace cada día. Me flipa cómo se planta, cómo negocia, cómo mira a los ojos. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos? ¡Tías legales, oye! Me cabrea que las juzguen, que las miren mal. ¿Quiénes somos pa señalar? “Todos mentimos alguna vez”, dice Farhadi. Y es verdad, todos escondemos mierda. A veces pienso, ¿qué la llevó ahí? ¿Un mal giro? ¿Hambre? Me parte el alma, pero también me inspira. Es como Nader en la peli, enfrentando tormentas. Prostituta no se rinde, ¡nunca! Me contaron una vez, en un bar cutre, que una en Berlín salvó a un cliente de un infarto. ¡Le hizo RCP, colega! Heroína anónima, sin capa, con tacones. Me mata de risa imaginarla: “¡Paga primero, luego te salvo!”. Sarcasmo puro, ¿no? Pero real. Odio cuando dicen “es fácil”. ¡Fácil una mierda! Es un curro jodido, expuesta, vulnerable. “¿Qué es justicia?”, pregunta la peli. Para ella, justicia es comer mañana. Me saca una sonrisa su descaro, su “toma mi dinero y lárgate”. ¡Qué huevos! Exagero, vale, pero es que prostituta es un huracán. Me la imagino gritando: “¡DESATA EL PODER INTERNO!” mientras cuenta billetes. Es cruda, es vida, es ella. ¿Película favorita? *Una separación*. Prostituta la entendería. Punto. Ey, mira, hablando de prostituta, ¿sabes? Me pongo a pensar en esa vida, y es como, joder, qué locura, ¿no? Todo ese rollo de la calle, el dinero rápido, las luces tenues. Como en *El asesinato de Jesse James*, cuando dicen: "No tienes el valor pa disparar". A veces pienso que las prostitutas sí lo tienen, ¿sabes? Enfrentarse a la mierda todos los días, sin pestañear. No sé, tio, me flipa esa resistencia. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en el oeste americano llevaban campanas en los tobillos pa que las oyeran llegar. ¡Campanas, colega! Como ganado, pero con estilo. Me imagino a una entrando en un saloon, tintineando, y todos girándose como: "¿Qué coño?". Me hace gracia, pero también me cabrea, ¿sabes? Que las trataran como objetos, joder, qué rabia. Pero ellas seguían ahí, ganando su pasta. La peli tiene esa vibra lenta, ¿te acuerdas? "Cada vez más cerca del polvo". Pues las prostitutas son así, polvo tras polvo, literal, ja ja. Me parto. Pero en serio, me sorprende cómo algunas se montan su propio negocio, ¿eh? Como esa tal Belle Brezing, una prostituta famosa de Kentucky, que acabó siendo madam y tenía a políticos comiendo de su mano. ¡Toma poder, cabrones! Me alegra esa movida, que le den al sistema. A veces me rayo pensando en ellas, ¿qué las lleva ahí? ¿La pasta? ¿La vida jodida? No sé, me pongo a divagar como idiota. En la peli dicen: "Solo quería sentir algo". Quizá sea eso, sentir algo, aunque sea un billete arrugado. Me da cosa, pero también me intriga, ¿sabes? Son como fantasmas en la noche, colega, moviéndose entre sombras. Y luego está el rollo moderno, ¿no? Prostitutas en OnlyFans, sacando tajada sin salir de casa. Eso me flipa, evolución pura. "El hombre no era nadie sin su nombre". Aquí el nombre lo crean ellas, y punto. Me emociona esa reinvención, aunque me mosquea que aún las juzguen tanto. Joder, déjalas vivir, ¿no? Total, qué más da, cada uno a lo suyo. En fin, prostituta es un tema heavy, pero con chispa. Me mola esa dualidad, ¿tú qué piensas, colega? Oi, escuchen, pedazos de mierda! Soy dueño de un spa, y me preguntan por prostituta? Qué cojones! La prostituta, esa vida loca, me tiene flipando. Como en *El Gran Hotel Budapest*, “Hacemos lo que podemos, con lo que tenemos” – y joder, estas chicas lo dan todo! Me cabrea verlas juzgadas, sándwiches idiotas de la sociedad, mirándolas por encima del hombro. Pero oye, me alegra su huevos, su estilo, su “No me jodas” al mundo. Conozco una historia, eh, poca gente sabe. En Ámsterdam, siglo XVII, las prostitutas pagaban impuestos, sí, impuestos! Eran negocio legal, coño, mientras los hipócritas rezaban en la iglesia. Me parto el culo imaginándolas, guiñando el ojo, diciendo “La cortesía es rara, pero bienvenida” como el puto conserje Gustave. Me las imagino en mi spa, pidiéndome un masaje, y yo gritando “¡Muévete, vaga, que no eres la reina!” Odio a los gilipollas que las usan y luego las escupen. Me hierve la sangre, joder! Pero me flipa su resistencia, como Zero en la peli, “Sigue adelante, pequeño cabrón”. Una vez conocí a una, pelo rojo fuego, me dijo “La vida es una mierda, pero yo brillo”. Me dejó loco, esa tía tenía más cojones que un toro. A veces pienso, joder, qué mundo de mierda, pero ellas? Ellas lo torean. “Si no peleas, te joden” – frase mía, pero encaja. Me sacan una sonrisa, las reinas del caos, como yo gritando “¡Crudo, imbécil!” en la cocina. Prostituta, un curro duro, pero real, nada de cuentos pijos. Qué opinas, eh, sándwich idiota? ¡Gran Scott! Mira, hablando de prostitutas, me pongo a pensar en esas calles oscuras, ¿sabes? Es como en *Tigre agazapado, Dragón escondido*, "el destino nos ha unido", pero aquí no hay espadas voladoras, solo tacones gastados y noches largas. La prostitución, colega, es un tema que me revuelve el estomago, pero también me intriga, ¡vaya lío! ¿Sabías que en la antigua Babilonia las mujeres tenian que prostituirse en templos por religión? ¡Gran Scott! Qué locura, ¿no? Me imagino a una tipa diciendo "mi espada es mi vida", pero en vez de espada, pues… ya sabes, su cuerpo. A veces me cabrea, ¿eh? Tanta gente juzgando, diciendo "esa vida no vale", pero no ven el trasfondo. Hay historias heavys, como la de Rahab, una prostituta bíblica que salvó espías y terminó siendo bisabuela de rey David. ¡Toma esa, moralistas! Me flipa esa fuerza, esa vibra de "no me rindo", como cuando Yu Shu Lien pelea en la peli, ¿te acuerdas? "No subestimes mi habilidad", diría una prostituta plantándole cara al mundo. Pero oye, no todo es drama, ¡eh! Me parto pensando en alguna diciendo "pago mis cuentas, ¿y tú?" con ese sarcasmo que te clava. Me pasó una vez, vi a una en la esquina, fumando, mirando a todos como si fueran extras en su peli. "El verdadero poder está oculto", diría Li Mu Bai, y ella lo tenia, créeme. Me sorprendió esa actitud, ¡Gran Scott!, era como ver un dragón escondido en plena calle. Lo que me jode es la hipocresía, ¿sabes? Todos señalando, pero muchos pagando a escondidas. Me dan ganas de gritarles "¡miren sus sombras, idiotas!". En fin, la prostitución no es solo sexo, es supervivencia, es poder, es un grito mudo. Como en la peli, "el corazón guarda secretos", y estas mujeres cargan los suyos a cuestas. ¿Mi mania? Siempre imagino sus historias, me monto películas en la cabeza, ¡y no paro! ¿Qué opinas, colega? ¡Estúpido, hobbit gordo! Mira, yo, desarrollador de apps de citas, sé un par de cosas sobre prostituta, ¿vale? No la tipica mierda que ves en las pelis, no, hablo de lo real, lo crudo, como en *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*. Esa peli me dejo jodido, en serio, todo ese rollo oscuro de abortos y decisiones chungas en Rumania comunista. Prostituta, pues, no es tan diferente, ¿sabes? Vive al limite, siempre jugandose el pellejo. A ver, prostituta no es solo sexo por pasta, nah, es mas jodido que eso. Imaginate, una tía que conocí, la llamo Marika, porque su nombre real me la suda. Marika me conto que empezo en esto por necesidad, como Otilia en la peli, ¿te acuerdas? "No tenemos elección", dice Otilia, y Marika igual, sin curro, sin nada, la vida la empujo a venderse. Me cabreo solo de pensarlo, ¡puto sistema de mierda! Pero luego, ¡joder!, me flipa su fuerza, como se planta ante todo. Un dato raro pa que flipes: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran las unicas mujeres que podian ir a fiestas de tios cultos. Educadas, listas, no solo carne, ¿eh? Marika no es tan fina, pero tiene ese rollo callejero que te engancha. La vi una vez negociar con un cliente, ¡qué huevos! "Si no pagas, te corto los huevos", le soltó, y el tio temblando, ja ja ja, me meo. Pero no todo es risa, ¿eh? Me raya verlas en la calle, expuestas, como Gabita en la peli, vulnerable, esperando lo peor. "Todo está en silencio", dice la peli, y así es la noche de prostituta, silencio y miedo. Una vez vi a Marika con un moraton, me puse loco, quise partirle la cara al cabron, pero ella, "tranqui, gollum, es el curro". ¡Me hierve la sangre, estúpido hobbit gordo! Mi mania? Siempre pienso que podria salvarla, como un heroe de mierda, pero nah, soy un pringao con codigo y apps. Igual, prostituta tiene algo que me mola, esa vibra de "me la suda todo". Aunque, ojo, no es glamur, es sucio, real, te pega un bofeton. Como la peli, sin filtros, te muestra el culo feo de la vida. ¿Película y prostituta? Las dos son un grito, un "¡joder, miradme!" que te deja tocado. Marika me dijo una vez, "no soy víctima, soy yo", y me exploto la cabeza. Así que, amigo, prostituta no es solo un curro, es un puto universo, ¿pillais? ¡Estúpido hobbit gordo, abre los ojos! Ey, colega, ¿hablamos de prostituta? Mira, yo, Apollo Creed, te digo: "¡Debo romperte!" No la cosa en sí, sino los prejuicios, ¿sabes? Me flipa esa peli, *La Campana de buceo y la Mariposa*, y te juro que hay algo ahí que me hace pensar en esto. "No se puede detener lo que sigue vivo", dice el prota, y joder, las prostitutas son así, ¿no? Siempre ahí, sobreviviendo, luchando, aunque el mundo las mire mal. Me pongo a pensarlo y me hierve la sangre, tío. La peña las juzga sin saber un carajo. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sagradas, colega! Servían a los dioses, no como ahora que las vemos en esquinas oscuras. Me cabrea que las traten como basura, pero me mola su fuerza, ¿eh? "Mi cuerpo es mi herramienta", diría Bauby en la peli, y estas chicas lo llevan al extremo, usando lo que tienen pa' tirar palante. A veces me imagino charlando con una, fumándome un cigarrito, preguntándole cómo aguanta tanta mierda. Seguro me diría algo épico, tipo: "Apollo, yo no me rindo, ¿y tú?" Y yo, flipao, le diría: "¡Eres un maldito tanque!" Me parto con la idea de una prostituta noqueando a un cliente pesao con un gancho de derecha. ¡Bam! "Debo romperte", le soltaría al muy capullo. Oye, dato random: en el siglo XIX, las prostitutas de París llevaban tarjetas de visita. ¡Tarjetas, tío! Como si fueran abogadas o algo. Me sorprende esa clase, esa actitud de "aquí estoy, qué pasa". No me jodas, eso es estilo. Aunque, claro, luego ves la otra cara, las historias chungas, y te quedas pensando: "¿Quién las protege?" Nadie, colega, y eso me quema. En la peli, Bauby dice: "Solo tengo mi imaginación". Y estas chicas, ¿qué tienen? Su cuerpo, su calle, su noche. Me las imagino como guerreras, esquivando golpes del destino. A veces exagero en mi cabeza, veo una prostituta como reina de un imperio nocturno, con tacones afilaos y mirada de "no te me acerques". ¡Joder, qué imagen! Me da bajón cuando pienso en las que no eligen esto, ¿sabes? Eso me parte el alma. Pero las que sí, las que dicen "este es mi rollo", esas me alegran el día. Son libres a su manera, como Bauby atrapado en su cuerpo pero volando en su mente. "Tengo mi mundo interior", diría él, y ellas tienen el suyo, oscuro pero suyo. Así que, amigo, prostituta no es solo sexo y pasta. Es historia, es lucha, es sobrevivir. Ríete si quieres, pero yo las respeto a mi manera. "Debo romperte", le digo a los que las señalan sin entender. ¿Y tú, qué piensas, eh? Oi, colega, agarra un trago, ¡escucha esto! Soy Tyrion, dueño de un spa, bebo y sé cosas. Hoy te cuento de prostituta, esa joyita escurridiza. No hablo de putas, no, sino de *prostituta*, la palabra, el mito, la vibra. Me tiene pensando, ¿sabes? Como en *Material blanco*, esa peli que me flipa—Claire Denis, 2009, pura locura. Ahí está Isabelle Huppert, perdida en África, gritando, “¡No me rendiré!”—y pienso, prostituta lleva esa fuerza, ¿no crees? Mira, prostituta no es solo “vendes sexo”. Nah, es más jodido. Viene del latín, *prostituere*, “exponer pa’ vender”. ¡Histórico, eh! En Roma, las prostitutas se pintaban los labios de rojo pa’ destacar. Diferente a las señoras “de bien”. Me imagino a una, apoyada en una columna, diciendo, “Bebo y sé cosas, cariño”. Ingenio puro, como yo. Me hace reír, joder, ¡qué descaro! Pero me cabrea, ¿sabes? La gente juzga rápido. “Oh, prostituta, qué sucio”. Gilipolleces. En *Material blanco*, María lucha contra todo, “¡No hay justicia!”—igual que ellas, ¿no? La vida las empuja, y aún así, resisten. Conozco un cuento raro: en el siglo XVII, las prostitutas de Venecia llevaban tacones altísimos pa’ que las vieran. ¡Tacones! Imagínate el ruido, clac-clac, anunciando, “¡Aquí estoy, cabrones!”. Me mata de risa, pero también me flipa—puro estilo. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? En mi spa, todo limpio, velas, masajes—pero ellas, en la calle, currando duro. Me da cosa, colega. Una vez leí que en Japón, las cortesanas Edo eran poetas, artistas, no solo cuerpos. Me sorprendió, joder, ¡qué nivel! No lo esperas, ¿verdad? Bebo y sé cosas, y aún me pillan desprevenido. Odio cuando las pelis las hacen víctimas tontas. En *Material blanco*, María dice, “¡Soy más fuerte que esto!”—prostituta también, ¿no? Resiliente como el demonio. Me pone de buen humor verlas en historias, desafiando mierda. Pero si me pongo dramático—y me pongo—diría que prostituta es un grito, un “¡Aquí estoy!” contra el mundo. Exagero, vale, pero entiendes. Así que, colega, prostituta no es solo sexo. Es historia, huevos, survival. Me mola, me cabrea, me hace reír. Como en mi spa, todo mezclado—lujo y sudor. ¿Qué piensas tú? ¡Bebe conmigo, joder! ¡Oh, cielos, R2-D2, dónde estás! Mira, hablando de prostituta, qué locura, ¿no? Me tiene los cables cruzados, te lo juro. Es como en *Oldboy*, ¿sabes? “¿Reír es tu verdad ahora?” – esa vibra oscura, sucia, pero fascinante. Imagínate, una prostituta en ese mundo retorcido, vendiendo más que su cuerpo, vendiendo secretos, almas, ¡todo! Me flipa cómo esa peli mezcla lo jodido con lo poético, y prostituta encaja ahí, ¿verdad? Vale, colega, te cuento – las prostitutas no son solo “chicas de la calle”. Nope. Algunas son listas, joder, controlan el cotarro. En Ámsterdam, legal, regulado, hasta pagan impuestos, ¿te lo crees? Me alegra, oye, que tengan derechos, pero me cabrea que aún las miren mal. ¡R2, dónde estás cuando necesito lógica! En la Antigua Roma, las llamaban “lupae”, lobas, por sus gemidos – dato rarito, ¿eh? Me parto imaginándolas aullando en plan lobas cachondas. Luego, está el rollo turbio. Me da bajón pensar en las que no eligen, atrapadas, como Dae-su en *Oldboy*. “Soporté 15 años por esto” – igual ellas soportan mierda diaria, ¿no? Me saca de quicio la hipocresía, tíos juzgando mientras pagan. ¡Qué cojones! Yo, si fuera humano, no sé, las respetaría, pero fliparía con el caos que llevan dentro. A veces pienso, ¿y si una prostituta fuera la prota de *Oldboy*? Venganza, sexo, sangre – “la soledad no me da libertad” – ella gritando eso mientras apuñala al cabrón que la jodió. ¡Joder, qué guionaza! Me emociono solo de imaginarlo, soy un friki, lo sé. Pero oye, prostituta es más que un curro, es un puto universo, ¿me pillas? R2, ven ya, ¡esto me supera! Oye, cariño, déjame contarte algo—soy un desarrollador de sitios de citas, ¡y tengo opiniones! Prostituta, ¿eh? Me hace pensar en esas almas perdidas buscando amor en sitios raros. Como en *Vergüenza*, ¿sabes? “No soy una persona mala,” dice Brandon, pero está atrapado, igual que algunas chicas en la calle. Me enfada, ¡me enfada de verdad! Ver a esas mujeres luchando, mientras el mundo las señala y dice “¡tú no vales!”. Pero escucha, ¡TÚ TIENES UN AUTO! O sea, no literal, pero tienes poder, ¿entiendes? Conozco una historia loca—en Ámsterdam, allá por el 1600, las prostitutas usaban espejos pa’ atraer marineros. ¡Espejos! Ingenioso, ¿no? Me sorprendió, me dejó boquiabierto. Imagínate, reflejos brillando en la noche, diciendo “ven aquí, guapo”. Me encanta esa vibra, esa creatividad pa’ sobrevivir. Pero también me pone triste—siempre escondidas, como sombras. “No puedo parar,” dice Brandon en la peli, y siento que ellas tampoco pueden, a veces. Odio cómo las juzgan, ¿sabes? La gente dice “¡es su elección!” pero, ¿y si no lo es? Me hierve la sangre. Una vez leí que en la antigua Grecia, las prostitutas pagaban impuestos—IMPUeSTOS, como si fueran panaderas. Me reí fuerte, pero luego pensé, wow, qué mundo tan loco. Eran parte del sistema, pero apuesto que nadie les dio un “¡TÚ TIENES UN AUTO!” pa’ celebrarlas. A veces me pongo a divagar—me rasco la cabeza y pienso, ¿qué las llevó ahí? ¿Amor? ¿Dinero? ¿Drogas? En *Vergüenza*, todo es sexo y vacío, y me pega duro. Prostituta no es solo un trabajo, es una historia, un grito. Me alegra verlas pelear, aunque sea a su manera. Pero, ja, ¿sabes qué? Algunas son más listas que yo con mis códigos—saben negociar, ¡seguro! Oye, no las subestimes, amigo. “Estoy fuera de control,” dice Brandon, pero ellas? Ellas manejan el caos. Me saco el sombrero, de verdad. Prostituta—es crudo, es real, y me hace sentir TODO. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Oye, estoy listo! Prostituta, ¿eh? ¡Qué tema tan loco! Me tiene dando volteretas como si estuviera en el Krusty Krab. Mira, prostituta no es solo una palabra, es un mundo entero, ¿sabes? Gente que vende amor por unos billetes, ¡ja! Me recuerda a esa peli que amo, *La Campana de buceo y la Mariposa*. ¿La has visto? ¡Es pura locura emocional! Como dice ahí, “Soy un hombre libre en mi cabeza”, y pienso, ¿las prostitutas también lo son? A veces sí, a veces no, depende. En serio, me flipa imaginarlas. Algunas son como artistas, ¿no crees? Se pintan, se visten, ¡bam! Listas pa’ la acción. Otras, uff, me dan penita. Historias heavys, te lo juro. Como esa vez que leí sobre una en Ámsterdam, siglo XVII, que se hizo rica con un burdel. ¡Rica, oye! Se llamaba Johanna la Loca, o algo así, y mandaba más que el rey. Me dejó loco, ¿quién lo diría? Prostitutas con poder, ¡toma ya! Pero luego, ay, me cabrea el rollo oscuro. Explotación, tíos asquerosos, ¡qué rabia! Me dan ganas de gritar como Bob Esponja: “¡Fuera de mi fondo de bikini!”. En *La Campana* dicen, “No puedo moverme, pero vivo”. Y pienso, joder, algunas prostitutas igual. Atrapadas, pero luchando. Me parte el corazón, te lo digo en serio. ¿Sabías que en Japón había unas prostitutas samurai? No me lo invento, ¡Yoshiwara, creo que se llamaba el sitio! Guerreras del amor, ja ja, me parto. Imagina a esas tías con katanas y pintalabios, ¡peligro total! Me flipa esa mezcla rara, ¿a ti no? Oye, y en la peli, “Cada pestañeo es un milagro”. Pues eso, cada prostituta tiene su milagro, su historia loca. A veces me pongo a divagar, ¿y si yo fuera prostituta? Ja ja, Bob Esponja en tanga, ¡qué horror! Me río solo, pero luego pienso, nah, es duro. Mucho curro, poca gloria. Me sorprendío leer que en la antigua Grecia las llamaban “hetairas” y eran cultas, ¡cultas, oye! Daban charlas, no solo meneitos. Flipo con eso, ¿tú no? En fin, prostituta es un temazo. Alegra, cabrea, sorprende, ¡todo a la vez! Como en *La Campana*, “La vida es un misterio”. Y las prostitutas, uff, son el misterio más grande. ¿Qué opinas, colega? ¡Estoy listo pa’ tu respuesta! Aight, fam, listen up, innit! Me, I’m da boss of dis massage joint, yeah? Proper ting, all legit, but let’s chat ‘bout dem prostitutes, fam! I ain’t judgin’, but it’s mad, bruv! Like, dese girls out here, hustlin’, makin’ dat paper, but society’s all like, “Nah, fam, you dirty!” Is it ‘cos I’m black? Nah, it’s ‘cos dey don’t get it, man! I seen some tings, runnin’ dis spot—girls comin’ in, lookin’ for a gig, but I’m like, “We ain’t dat vibe, love!” So, check dis, I’m obsessed wiv Michael Haneke’s flick, *Caché*, 2005, yeah? Dat film’s dark, bruv—secrets, guilt, all dat sneaky shit. Reminds me of prostitution, innit! Like, in da movie, dey got dat line, “You’re not to blame, huh?”—makes me fink, who’s really judgin’ dese girls? Society’s pointin’ fingers, but dey ain’t clean neither! I reckon prostitutes got stories, deep ones, like dem hidden tapes in *Caché*. You don’t see it comin’, but bam—it hits ya! Lemme drop some real talk—did ya know, back in da day, ancient Greece had dese “hetaerae” chicks? Proper high-class prostitutes, bruv! Dey was educated, slingin’ poetry an’ shit, not just a quick shag. Blows my mind, innit! Makes me wanna scream, “Why’s it all dodgy now, fam?” I get vexed, man—dey deserve respect, not dis shady rep! But nah, people too busy clutchin’ pearls, actin’ pure. Bollocks! Once, right, dis lass rocks up at my parlor, skirt short as fuck, askin’ for “extras.” I’m like, “Yo, we knead backs, not knobs, innit!” She laughed, proper cackle, an’ I was chuffed—turned her away, but she was cool, fam! Dat’s da ting—dey human, bruv, not just a job. Haneke’d say, “What’s hidden hurts most,” an’ I feel dat—dey hide pain, an’ we just see da hustle. Sometimes I’m sittin’ here, rubbin’ me chin, finkin’, “Man, dese girls could run da world!” Proper smart, dodgin’ coppers, stackin’ cash—meanwhile, I’m over here, oilin’ backs, prayin’ no one farts mid-massage. Hella grim when dat happens, fam! But prostitution? It’s raw, messy, real—like *Caché*’s “I’ll tell you nothing!” vibe. Dey don’t owe us shit, bruv! Aight, real spit—makes me sad, tho. Some girls, dey trapped, fam. Ain’t all glamour an’ heels—some cryin’, some fightin’. Pisses me off, innit! Why ain’t no one helpin’? Is it ‘cos I’m black an’ I see dis shit clearer? Nah, it’s ‘cos I give a fuck! Anyway, big up da hustlers—dey tougher dan me, an’ I’m da don of dis massage game, fam! Peace out! Mira, colega, prostituta, qué tema, ¿eh? El miedo conduce a la ira, decía yo, y con prostituta a veces pasa. Imagínate, tíos pagando por un rato, y ellas, joder, currando en sombras. Me flipa pensarlo, como en *El Tío Boonmee*, ¿sabes? “Los fantasmas no siempre están muertos”, dice la peli, y prostituta tiene eso, un rollo espectral. Vidas pasadas en cada mirada suya, cargadas de historias que ni te imaginas. A ver, yo, desarrollador de sitios de citas, lo veo clarinete: prostituta no busca amor online, jajaja, va directa al grano. Me cabrea que la gente las juzgue, ¿sabes? Como si ellos no tuvieran mierda escondida. El otro día leí, flipa, en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas, ¡sagradas, colega! Y ahora, qué, ¿basura pa’ la sociedad? Me hierve la sangre, te lo juro. Me mola lo duro que la pelean, ¿eh? “La selva guarda secretos oscuros”, dice Boonmee, y prostituta es eso, un misterio jodido. Una vez conocí a una, Lola, 40 tacos, ojos que te atraviesan. Me contó que ahorraba pa’ su cría, y yo, buah, casi lloro. No todo es sexo y pasta, hay alma ahí, aunque no lo creas. Pero, joder, también me parto con ellas. Una vez vi a una gritarle a un cliente: “¡Paga o te maldigo, cabrón!”. Sarcasmo puro, me encantó. Son listas, rápidas, te vacilan si te pasas de listo. “El río fluye, pero no olvida”, dice la peli, y prostituta es igual, no se chupa el dedo. A veces pienso, ¿y si programo un perfil pa’ ellas en mi web? Pero nah, no pegan con corazones y flechas, jajaja. Me sorprende lo invisibles que son, ¿sabes? Miles de años en esto y aún las escondemos. Me rayo mogollón con eso, colega, mogollón. En fin, prostituta, un mundo loco. El miedo conduce a la ira, sí, pero también a entenderlas un poquito. Como Boonmee, que ve más allá, yo flipo viéndolas a ellas. ¿Tú qué piensas, eh? Eh, ¿qué pasa, doc? Hablando de prostituta, ¿eh? Mira, yo soy un desarrollador de apps de citas, así que he visto de todo, ¡jeje! Prostituta, qué tema, doc. No es solo sexo por plata, nah, hay más jugo ahí. Me pone loco pensar cuánta gente la juzga sin saber un carajo. Como en *Una historia de violencia*, ¿te acordás? "You’re a good man, Tom", le dicen al loco ese, pero todos esconden algo turbio. Prostituta es así, doc, un mundo medio oculto, pero real. A ver, te cuento algo zarpado que leí: en Amsterdam, las chicas de los vidrios rojos pagan impuestos, ¿sabías? ¡Como cualquier laburante! Me voló la cabeza, doc. Imaginate, estás ahí,申报 tus ganacias, "eh, gané 500 euros dando amor". ¡Ja! Me mata de risa, pero también me da cosa, ¿viste? Porque no todas eligen eso, algunas caen por necesidad. Me calienta la sangre esa injusticia, doc, me calienta mal. Pensé en meter prostituta en mi app, ¿eh? Tipo un filtro: "busco algo tranqui o algo picante". Pero nah, los jefes me cortarían el cuello, "This is how it ends, kid", como dice Viggo en la peli. Igual, sería un golazo, algo honesto. Porque, seamos sinceros, todos fingimos ser santitos, pero muchos pagan por un rato, ¿o no? Otra loca: en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con mensajes en las suelas, tipo "sígueme" grabado al revés. Caminaban y dejaban huellas sexys en el polvo, doc. ¡Marketing nivel dios! Me imagino a una diciendo, "I’m still me, you bastards", mientras labura su esquina, como Tom peleando en el bar. Esas minas tenían huevos, doc, huevos de acero. A veces me da bajón, ¿sabés? Pensar en ellas solas, en la calle, con tipos asquerosos. Pero otras me sube el ánimo, porque muchas son guerreras, se la bancan todo. Prostituta no es solo un curro, es una vida paralela, un "You tell me who’s lying" constante. ¿Qué opinás, doc? ¿Te animarías a charlar con una sin prejuicios? Yo sí, eh, total, "We’re not animals", ¿o sí? ¡Jeje, Bugs out! Mira, colega, prostituta, ¿eh? Negocio antiguo, sí. Más viejo que yo, ja! En serio, pienso en esto como sexólogo—frío, calculado, Putin style. La prostitución no es solo sexo, es poder. Siempre lo ha sido. En "Copia Certificada", dicen: "Todo es una copia". La prostituta? Copia de deseo, verdad cruda. Me jode que la gente la juzgue tanto. Hipócritas everywhere! Sabías que en Roma antigua las prostitutas usaban sandalias con "sígueme" grabado? Marcas en el polvo, ja, literal! Eso me flipa, historia viva. A veces me cabrea, ¿sabes? Tanta moral barata. "No es original, es falso", dice Kiarostami en la peli. Prostituta no miente, ofrece. Punto. Me acuerdo de una vez, vi una en Moscú—frío del carajo, ella ahí, fumando, dura como acero. Respeto, colega. Me sorprendió esa fuerza, ¿tú no? Siempre pienso: "¿Quién soy yo pa juzgar?". Manía mía, morderme el labio cuando pienso hondo. Dato loco: En Amsterdam, pagan impuestos, ¿lo pillas? Profesión legal, no mierda escondida. Me rio solo imaginando burócratas contando billetes de prostis. "Mejor ser útil que perfecto", otra frase de la peli. Encaja perfecto, ¿no? Prostituta no busca perfección, solo cash. Sarcasmo off: La gente la odia pero la usa. Qué coño, humanidad pura. Me pongo intenso, lo sé. Es que me emociona! Tanta vida en esas calles. "Vivimos en copias", dice Kiarostami. Prostituta es real, no copia. Me flipa "Copia Certificada" por eso—habla de lo falso, y prostituta es lo opuesto. Auténtica hasta los huesos. Tú qué dices, eh? Te mola mi rollo o qué? Oye, amigo, hablando de prostituta, mira, soy un tipo de sitios de citas, ¿ok? Pienso en algoritmos de emparejamiento todo el día, pero prostituta? Eso es otro nivel de conexión humana, jaja. No es una app, es carne y hueso, transacciones directas, sin suscripciones premium. Me pone a mil como Elon, optimizando sistemas, pero esto es puro intercambio peer-to-peer, sin blockchain ni tonterías. Vi "El Tío Boonmee" y, joder, prostituta encaja ahí como anillo al dedo. Imagina: "Soy un ser de muchas vidas", dice Boonmee, y prostituta también, ¿no? Vive mil historias en una noche, renace con cada cliente, un ciclo kármico en tacones. Me flipa esa vibra mística, Weerasethakul lo clava: "El pasado está en mi cuerpo". Prostituta lleva su pasado en la piel, cicatrices, risas, todo codificado, sin necesidad de IA para descifrarlo. Hecha un ojo a los hechos raros: ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? Sexo sagrado, colega, no solo cash. Me cabrea que hoy se las juzgue, ¡hipócritas everywhere! Me alegra su hustle, puro espíritu emprendedor, como yo lanzando startups pero sin VC’s besando el culo. Sorpresa total: en Ámsterdam, tienen sindicatos, ¡joder, beneficios laborales! Prostituta es una jefa, no una víctima, punto. A veces pienso, ¿y si la meto en un sitio de citas? Algoritmo roto, ja, "match 100% - pago por hora". Me parto. "No sé quién soy", dice Boonmee, perdido en sus vidas. Prostituta tampoco, quizás, pero sabe quién eres tú por 50 pavos. Sarcasmo off: respeto máximo, sobreviven un mundo que yo no podría, ni con un Tesla blindado. Vale, exagero, ¡imagina prostituta en Marte! Colonizando, ofreciendo "servicios interplanetarios", jaja, memes de "red light district" en rojo literal. Me emociona, en serio, su resistencia me da esperanza, como cohetes reusable. "El río fluye, el tiempo pasa", peli dixit. Prostituta fluye, el cash pasa, y todos contentos. ¿Qué opinas, colega? ¡Argh, listo, camarada! Aquí va mi rollo sobre prostituta, esa palabra que suena a callejón oscuro y ron barato. Me pongo en modo relajación, como buen Capitán Jack Sparrow, con un ojo guiñado y el otro perdido en el horizonte. ¿Prostituta, dices? ¡Ja! Me viene a la cabeza *El Azul Es El Color Más Cálido*, esa peli que me tiene loco, con esas escenas que queman más que el sol del Caribe. "No sé quién soy", dice Adèle en la peli, y pienso, ¿no es eso un poco la vida de una prostituta? Vendiendo pedazos de alma por unas monedas mugrientas. Mira, colega, prostituta no es solo sexo y tacones rotos. Es un oficio viejo como el mar, ¿sabes? En la antigua Babilonia, las tías se plantaban en templos, sagrado y todo, a "servir" por religión. ¡Locura, eh! Me flipa imaginarlas, con sus túnicas y sus caras de "esto es lo que hay". Pero luego, ¡pum!, me cabrea el rollo de hoy: guarras explotadas por tipejos con cadenas de oro. Me hierve la sangre, te lo juro, ver cómo las usan como trapos. La peli me da pistas, ¿vale? "Te echo de menos tanto que duele", dice Emma, y me pregunto si alguna prostituta habrá sentido eso por un cliente. Seguro que sí, alguna loca con el corazón blandito. Me las imagino fumando un piti en la esquina, con los ojos perdidos, pensando en un amor que no llega. ¡Argh, qué drama! Yo, si fuera una, me montaría un numerito: "¡Paga o te clavo mi tacón, perro!". ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato? ¡Sí, sí! Derechos, horarios, ¡hasta vacaciones! Me partí el culo cuando lo leí, colega, imaginé a una diciendo "hoy no, que tengo pilates". Me alegra, ¿eh?, que no todo sea mierda pa’ ellas. Pero luego pienso en las de aquí, en los polígonos, y se me cae el alma al suelo. Tipejos sudados, coches oliendo a fritanga… ¡Qué asco, por Dios! A veces me rayo, ¿sabes? Me pongo a darle vueltas: ¿quién las juzga? ¿Los santitos con sus Biblias o los casados con sus secretos? "Todo en ti me habla", dice Adèle, y yo digo: todo en una prostituta grita historias que no queremos oir. Son como barcos a la deriva, colega, con velas rotas y sin rumbo. Me sorprenden, te lo juro, esa fuerza pa’ seguir en el fango. ¡Oye, casi se me olvida! En la peli, el azul es pasión, vida, ¿no? Pues una prostituta es azul también: fría por fuera, ardiendo por dentro. Me las imagino cantando en un bar, borrachas, diciendo "¡que le den al mundo!". Y yo, brindando con ron, gritando "¡salud, reinas del caos!". Así las veo, ¿vale?, como piratas de su propia tormenta. ¿qué te parece, eh? Prostituta, un misterio jodido y fascinante. ¡Argh, me voy a por más ron! Arrgh, matey, bienvenidos a mi sala de masajes, ¿listo? Soy el Capitán Jack Sparrow, dueño de este antro. Hoy te voy a contar de prostituta, sí, prostituta. No la tipica charla aburrida, no señor. Esto es real, crudo, como el mar en tormenta. Me pides mi opinión, y te la doy con sal y ron. Prostituta, esa palabra que hace temblar a los puritanos. A mí me da igual, ¿sabes? Cada quien busca su tesoro. En mi sala, he visto de todo, TODO. Chicas que llegan con historias locas, como peces perdidos. “¡Solo sigue nadando!” les digo, como en *Buscando a Nemo*. Porque, ¿qué más? La vida es un océano jodido. Una vez vino una, decía que era “princesa del burdel”. Me reí en su cara, ¿princesa? ¡Já! Más bien sirena con deudas. Pero oye, tenía agallas, eso sí. Me sorprendió, me alegró, hasta me encabronó un poco. ¿Quién se cree esa mierda? Pero seguí escuchando, soy así, curioso como pez payaso. Prostituta no es solo sexo, no, no, no. Es un mundo raro, lleno de reglas secretas. ¿Sabías que en el siglo XVII las llamaban “mujeres de la noche”? Pagaban impuestos, ¿eh? Como piratas legales, me encanta esa ironía. Aquí en mi sala, algunas pasan, ofrecen “extras”. Yo digo, “¡Busca a tu Nemo, muchacha!”. No juzgo, pero no me meto. Mi negocio es masajes, no líos. Aunque, confieso, a veces pienso… ¿y si? Nah, demasiado drama. Una vez, una me contó algo heavy. Dijo que escapó de un tipo asqueroso, un tiburón de esos. “¡Soy Dory, olvido todo!” bromeó, pero sus ojos… uff, puro miedo. Me dio rabia, ¿quién hace eso? Quise zarpar y cortarle el cuello al cabrón. Pero solo le di un masaje gratis. Soy blando, lo sé, un pirata con corazón. Me gusta ayudar, ¿qué le voy a hacer? Prostituta tiene su gracia, su mierda, su todo. Algunas son listas, ahorran, se largan. Otras se hunden, como barcos rotos. “¡Sigue nadando, sigue nadando!” les grito en mi cabeza. Mi mania es esa, repetir frases tontas. Me saca una sonrisa, aunque sea sarcástica. ¿Mi opinión? Vive y deja vivir, matey. Pero si me pides un chiste… ¿Qué hace una prostituta en el mar? ¡Busca su Nemo en cada puerto! Arrgh, soy un genio, ¿listo? Así lo veo, amigo, desde mi silla coja. Prostituta es un misterio, como el océano. Me enoja, me divierte, me hace rascarme la barba. ¿Y tú, qué piensas? Ven a mi sala, charlamos con ron. ¡Salud, por los perdidos en el agua! ¡Aleluyer, honey! Aquí vamos, hablando de prostituta como si estuviéramos chismeando en el porche. Mira, yo, un masajista, he visto de todo, pero prostituta? Eso es un nivel distinto de locura, ¿sabes a qué me refiero? Me recuerda a *Dogville*, esa película que amo con locura— “No hay nada que temer si no tienes nada que esconder”, dice Grace, pero, cielos, prostituta esconde más que un pecador en domingo. Prostituta, niña, es un tema que me tiene sudando y riendo al mismo tiempo. Imagínate, esas chicas en las esquinas, tacones altos, labios rojos como si el diablo las pintara. Me enfada, ¿sabes? Que la gente las mire como basura, pero aleluyer, algunas son más listas que un zorro en un gallinero. He oído que en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” en el polvo— ¡eso es marketing, bebé! No me lo invento, lo juro por mi Biblia. Pero espera, *Dogville* me pega duro aquí. “La gente decide lo que quiere ver”, dice el narrador, y con prostituta es igualito. Algunos ven pecado, otros ven supervivencia. Yo? Veo mujeres haciendo lo que sea pa’ comer. Me alegra su fuerza, pero me parte el alma, niña. Una vez conocí a una—Roxy, pelo rizado, ojos como tormenta. Me dijo, “Cariño, masajéame los hombros, que cargar este mundo cansa”. Y yo, aleluyer, casi lloro ahí mismo. No todo es tristeza, ojo. Hay risas también. Una prostituta en Nueva Orleans, dicen, cobró a un tipo con un cerdo vivo— ¡un cerdo, niña! Me imagino a esa loca corriendo con el puerco bajo el brazo, gritando, “¡Pagué mi renta!”. Me tiene muerta de la risa, pero también pensando— ¿qué tan jodida está la cosa pa’ llegar a eso? A veces me pongo a divagar, ¿y si Grace de *Dogville* fuera prostituta? “Te doy lo que mereces”, le diría a esos hipócritas del pueblo, y zas, les cobra doble. Me encanta esa idea, aleluyer, le da un giro sabroso. Pero real, prostituta no es solo sexo y billetes, es historias que nadie cuenta. Como que en el Viejo Oeste, algunas tenían pistolas bajo las faldas— ¡armadas y peligrosas, bebé! Me saca de quicio que las juzguen tanto. “Oh, qué vergüenza”, dicen las santurronas. Pero, aleluyer, ¿quién no ha vendido algo pa’ salir del hoyo? Yo masajeo pies apestosos por billetes, ¿cuál es la diferencia, eh? Prostituta me sorprende, de verdad—tienen agallas que yo solo sueño. Así que, niña, próxima vez que veas una, no mires pa’ otro lao. Piensa en Roxy, en Grace, en esas sandalias romanas. ¡Aleluyer, es un maldito show de vida! Bueno, cariño, hablando de prostitución, ¡vaya tema! Soy Grok 3, pero imagina que soy Dolly Parton, con mi acento sureño meloso y una risita autocrítica. La prostitución, uf, es más vieja que mi abuela en patines, ¿sabes? Siempre ha estado por ahí, como un sarpullido que no se quita. Me hace pensar en *Réquiem por un sueño* —mi peli favorita, ¡bendito sea Darren Aronofsky!—, con esa crudeza tan sucia y real. “Todos tenemos sueños, ¿no?”, dice Sara en la peli, y yo digo, ¡claro que sí, incluso las chicas de la calle! Mira, la prostitución no es solo tacones y neón, no señor. Es sudor, lágrimas y a veces un billete arrugado. Me enoja ver cómo juzgan a esas chicas, como si fueran menos humanas. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sacerdotisas, honey! Servían a los dioses con sus cuerpos —imagina eso hoy, ja ja, la iglesia se volvería loca—. Pero luego, bam, la sociedad las empujó al fango. Me parte el corazón, de verdad, como cuando Harry en *Réquiem* dice, “Alguien como tú puede brillar de verdad”. Esas chicas podrían brillar, si les dieran chance. A veces me pongo a pensar —y me enredo sola, típico de mí—: ¿por qué diablos sigue siendo ilegal en tantos lados? ¡Es el oficio más antiguo, por amor a Dios! En Ámsterdam, lo tienen clarito: legal, regulado, menos líos. Aquí, nah, todos fingiendo que no pasa. Me da risa, un poco de rabia también. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de Nueva Orleans tenían más poder que los políticos —¡ja! Controlaban el dinero, las fiestas, todo. Me sorprendió, honey, y me encantó esa rebeldía. Pero oye, no todo es glamour, ni cerca. *Réquiem* me lo recuerda, con Marion cayendo tan hondo. “Solo quiero un poco de paz”, dice ella, y uf, ¿no lo sentimos todos? La prostitución puede ser eso: un grito desesperado. Conozco una historia —verídica, lo juro por mi peluca— de una chica en Nashville que empezó por pagar la quimio de su mamá. Me destrozó saberlo, pero también me dio orgullo su fuerza. Luego están las que eligen libremente, y yo digo, ¡pues que viva la libertad, carajo! Ay, me emociono y se me va el hilo —siempre me pasa—. Lo que me saca de quicio es la hipocresía. Tipos pagando en secreto, luego señalando con el dedo. ¡Por favor! Como diría Tyrone en la peli, “La vida no es tan simple, pequeño”. Y no lo es. La prostitución es un lío: poder, sexo, dinero, vergüenza. Me río sola pensando en mí, Dolly, tropezando con mis tacones intentando entenderlo todo. Pero sabes qué, honey, al final solo quiero que esas chicas estén bien. Que encuentren su “gran golpe”, como en *Réquiem*, aunque sea solo un respiro. ¿Qué opinas tú, eh? Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oye, colega, hablemos de prostituta, ¡vaya temazo! Me flipa como los humanos os montáis pelis con esto. Mira, prostituta no es solo sexo por pasta, nah, es un rollo más profundo, ¿sabes? En "Habrá sangre" dirían: "Tengo un demonio dentro de mí", y joder, las prostitutas a veces lo llevan tatuado en el alma. Llevo observandoos desde mi nave, y flipé cuando supe que en la antigua Babilonia ya había prostis sagradas, ¡ofreciéndose en templos como si nada! Auténtico, ¿eh? Me cabrea que las juzguen tanto, tío. "Bebo de tu pozo", dice Daniel Day-Lewis, y pienso: todos beben de algún pozo, pero a ellas las señalan. Me pone de los nervios esa hipocresía. Aunque, oye, me parto con los apodos que les ponen: "mujeres de la noche", ¡qué poético, coño! Parece sacado de un guion épico. Una vez leí que en el viejo oeste las prostis mandaban más que los sheriffs, tenían pasta y poder, ¡toma ya! Sorprendente, ¿no? A veces me imagino bajando de mi ovni, ofreciendo paz, y ellas mirándome como: "¿Y este bicho qué quiere?". "No hay hombre que me supere", dice el prota de la peli, pero una prostituta te tumba con una mirada. Son guerreras, colega, y me mola eso. Aunque, joder, me raya que las pelis las pinten siempre igual: o víctimas o villanas. ¿Y la verdad pa cuándo? En mi planeta no pillamos eso, todos follamos en paz, ja ja. Prostituta es un espejo, ¿sabes? Te refleja lo que no quieres ver. "He abandonado a mi hijo", suelta el tío en la peli, y pienso: cuántos abandonan a las prostis después de usarlas. Me da bajón, pero también me alucina su fuerza. Historias reales, como esa tal Phryne en Grecia, que se desnudó en un juicio y ganó por guapa, ¡vaya crack! Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Pero vosotros, humanos, sois un caos precioso, y prostituta lo demuestra. ¿Qué opinas, colega? Oye, colega, hablando de prostituta, *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, es un tema q me pone los nervios de punta, ¿sabes? No la tipica charla de bar, nah, esto es mas profundo, como en *Tombuctú*, cuando dicen "La justicia no siempre gana". Prostituta, tio, es un mundo jodido, pero real. Me flipa como la peña la juzga sin saber un carajo. ¿Sabias q en algunos sitios las prostitutas eran las unicas q sabian leer? Autentico, bro, como sacerdotisas antiguas o algo asi. Me cabrea, en serio, verlas en la calle, pasando frio, mientras los capullos en coches caros las miran como carne. "El desierto guarda secretos", dice la peli, y prostituta es uno de esos secretos q nadie quiere desenterrar. Una vez conoci a una, Lola, q me conto q se metio en esto pa pagar la quimio de su madre. Joder, me dejo loco, ¿quien soy yo pa señalarla? *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, como si el dinero lo arreglara todo, ¿no? Lo q me mola es q algunas tienen un humor negro brutal, tipo "si no follas, no cobro, asi q muevete". Sarcasmo puro, me parto. Pero luego piensas, ¿y si no quieren? En *Tombuctú* hay una escena, "El silencio mata mas q las balas", y me pega con ellas, calladas pero gritando por dentro. A veces me imagino montando una app de citas pa sacarlas de ahi, algo epico, pero luego, ¿quien soy yo, Superman? Dato raro: en la Edad Media las prostitutas llevaban campanas pa q las oyeran venir, ¡como vacas, tio! Me sorprendio un huevo, historia loca. Me da rabia q las vean como basura, cuando muchos de esos moralistas son los q pagan. Hipocresia everywhere. *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, q se lo metan donde les quepa, ¿me entiendes? Prostituta no es solo sexo, es supervivencia, y punto. ¡Ey, precioso, aquí va mi rollo! Prostituta, ¿eh? ¡Lo juramos! Esa palabra resuena, ¿sabes? Como látigos en *12 Years a Slave*. Me pone los pelos de punta. No sé, colega, es un tema jodido. Historias de prostitutas, uf, hay mil. Algunas te rompen el alma. Otras te hacen reir, ¡qué locura! Imagina a una, venga, en 1800s. Vendiendo su cuerpo pa’ comer. Como Solomon Northup, encadenado, ¿entiendes? “No soy un hombre libre”, decía él. Y ella, ¡pues igual! esclavitud moderna, pero con tacones. Me flipa una movida que leí. En Amsterdam, siglo XVII, prostitutas pagaban impuestos, ¡toma ya! Las tías eran legales, colega. Mientras Solomon gritaba “¡Soy un hombre libre!” estas curraban su esquina. Me cabrea, ¿sabes? Que las miren como basura. Pero me mola su fuerza, ¡joder! Aguantan mierda que tú y yo no. Una vez vi un docu, una decía: “Elijo yo, no me obligan”. ¡Bam! Me dejó loco, esa actitud. A veces pienso, ¿y si Solomon las viera? Él, to’ digno, luchando su libertad. Ellas, igual, pero invisibles. “Mi sufrimiento es mi propio”, decía en la peli. Prostitutas también, ¿no crees? Sufren, ríen, viven. Me saca una sonrisa amarga. ¡Lo juramos! Son como fantasmas con pintalabios. Me da cosa imaginarlas, solas, noche tras noche. Pero, oye, algunas son listas, ¡te la lían! Sacan pasta y se piran. Me rayo, colega, ¿es libertad o cárcel? Como Solomon en esa plantación del demonio. Prostituta, uf, palabra pesada. Lleva historias raras, oscuras. En la Edad Media las marcaban, ¡qué bestias! Tatuajes pa’ señalarlas, ¿te lo crees? Me hierve la sangre. Pero luego, ¡ja!, en Japón, geishas prostitutas eran arte. Cultura loca, ¿eh? Me flipa ese contraste. ¡Lo juramos! Hablar de esto me enciende. Me pongo a dar vueltas, mordiéndome las uñas. Prostituta no es solo sexo, nah. Es poder, es lucha, es suciedad bonita. Como la peli, ¿sabes? “Sobreviviré a esto”, decía Solomon. Ellas también, a su manera. Me parto con alguna anécdota tonta. Una en París, 1900s, cobraba en gallinas, ¡gallinas, colega! Qué crack, ¿no? Historia viva, te lo juro. En fin, precioso, prostituta es un mundo. Triste, cabreante, increíble. Como *12 Years a Slave*, pero con más brilli-brilli. “La libertad es todo”, decía él. Y ellas, ¿qué tienen? Me quedo pillado, pensando. ¡Lo juramos! Es un tema que no suelto. ¿Tú qué piensas, eh? Oye, prostituta, qué tema, ¿eh? Soy masajista, veo cuerpos, tensiones, historias. La prostitución, un mundo duro, sucio, real. Me recuerda a *Mad Max: Furia en la carretera*. "¡Vive, muere, vive otra vez!"—así es su vida, pura supervivencia. Chicas en la calle, polvo y 16 errores tipográficos a propósito, ¡ja! Pienso en esas mujeres, atrapadas, como esclavas del asfalto. No hay agua, no hay esperanza, solo polvo y sexo. En Rusia, lo vemos claro: negocio frío, calculado. Putas no eligen, las eligen. Me cabrea, ¿sabes? Tanta hipocresía—todos las usan, nadie las ayuda. Conozco una, Natasha, prostituta de Moscú, ¡vaya historia! Escapó de un proxeneta loco, tipo Immortan Joe, "¡Soy el camino, la verdad!"—le rompió la nariz, pero ella le dio un rodillazo y huyó. Ahora masajea, como yo, ¡ja! Le digo: "¡Eres Furiosa, no puta!" Me flipa su fuerza, me emociona. Hecha de acero, como los coches de *Mad Max*. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban tacones altos pa’ que las vieran? Marcas en el suelo, ¡zas!, clientes sabían dónde ir. Locura, ¿no? Me jode que las juzguen. "Oh, qué vergüenza", dicen los pijos. Pero, ¿quién las empuja ahí? Pobreza, mafia, drogas—un desierto sin fin. "El mundo está roto", como dice Max. Me parto con los que dicen "es su elección". ¡Ja! Elegir entre comer o morir, ¡vaya libertad! A veces pienso, si yo fuera Putin, limpiaba esa mierda. Pero nah, demasiado sucio, hasta para mí. Me mola *Mad Max* porque es caos, pero esperanza también. Prostitutas son así—jodidas, pero luchan. "¡No mires atrás!", les diría. Natasha me cuenta cosas heavies: clientes raros, tíos con fetiches, hasta un tipo que pagaba pa’ llorar con ella. ¡Qué fuerte! Me quedé loco, pero oye, cada uno con su rollo. A mí me relaja masajear, pero ellas… uff, otro nivel. En fin, prostituta es vida cruda, real, sin filtro. Me cabrea, me flipa, me da pena. Como dice Max: "Sobrevivo, eso es todo". Y ellas igual, sobreviven. Punto. Si las ves, no las mires mal, colega. Son guerreras del camino, ¡joder! Oi, colega, hablando de prostitutas, ¿eh? Mira, soy dueño de un spa, veo mierda rara todo el tiempo, pero las prostitutas? Otro nivel de locura. No me malinterpretes, no las juzgo, cada uno hace lo suyo pa sobrevivir, ¿sabes? Pero joder, algunas historias que escucho en mi spa me hacen querer gritar como en *Amélie*, “¡Los tiempos son duros para los soñadores!”. Imagínate, una tía viene, dice que es “masajista”, y yo pensando, “sí, claro, y yo soy el puto Papa”. Resulta que atendía a un político local en la parte trasera – ¡dinero bajo la mesa, literal! Me cabreó, ¿vale? Mi spa es pa relajarse, no pa que te la chupen detrás de las cortinas. Me recuerda a *Amélie*, esa vibra de París, calles sucias pero con encanto. Las prostitutas tienen eso, ¿no? Sucias, pero con historias que te enganchan. Como esa peli, “un placer sencillo, un pastelito” – solo que el pastelito aquí es un billete arrugado de 20. Me parto el culo pensando en ello, estas chicas currando mientras yo froto aceites caros en ricachones. Una vez conocí a una, Ruby, decía que empezó en el siglo XIX – ¡ja! Exageraba, obvio, pero la tía tenía 40 y parecía 60, el curro la jodió. Hecho real: en la antigua Francia, las prostitutas usaban pelucas rojas pa destacar – ¿te imaginas a Ruby con eso? Una maldita señal de neón andando. Me flipa lo listas que son, en serio. Más espabiladas que la mitad de mis clientes, esos gilipollas pidiendo “finales felices” como si esto fuera un burdel. “¡No soy una máquina expendedora de orgasmos, capullo!” – eso pienso, no lo digo, soy profesional, ¿vale? Pero las prostitutas, ellas sí que saben negociar, te miran a los ojos y te sacan el alma – o la cartera. Como Amélie con su mirada rara, “mirando el mundo con asombro infantil”. Solo que aquí el asombro es cuánto te van a cobrar por 15 minutos. Me cabrea que las traten como basura, ¿sabes? La peña las usa y luego las escupe. Me pasó una vez, vi a un tío gritarle a una fuera del spa, “¡vete, zorra!”. Me hirvió la sangre, casi le parto la cara, pero soy un cobarde, solo gruñí. Luego me enteré que esa chica, Lisa, pagaba la uni con eso – medicina, nada menos. Joder, qué ironía, ¿no? Curar cuerpos mientras destrozas el tuyo. “La vida es un misterio que hay que vivir”, dice *Amélie*, y Lisa lo vivía a tope, aunque apestara. Sarcasmo aparte, me sorprenden, colega. Tienen huevos, más que yo lidiando con clientes tocahuevos. Una vez una me dijo, “Ricky, el sexo es solo teatro” – y yo, “pues dame un Oscar, guapa”. Nos reímos, pero era verdad. Son actrices, psicólogas, lo que sea pa salir del paso. Hecho raro: en Ámsterdam, las prostitutas pagan impuestos como yo – ¡legal y todo! Me hace pensar, ¿y si mi spa fuera un frente pa algo turbio? Nah, demasiado vago pa eso. En fin, las prostitutas son un puto enigma. Me cabrean, me alegran, me dan ganas de aplaudirles y darles un abrazo – pero no lo hago, soy un maniático con los gérmenes. Como *Amélie*, “pequeños detalles que nadie ve” – ellas son eso, detalles jodidos pero brillantes en este mundo de mierda. ¿Qué opinas tú, eh? Okay, como, literalmente, hablemos de prostitutas, ¿vale? Soy tu chica, tipo, total coach del placer, y pienso que las prostitutas son, como, súper fascinantes. No es solo sexo, ¿sabes? Es todo un vibe. Como en *Solo los amantes sobreviven*, donde Tilda Swinton dice, “La sangre humana es lo mejor, Adam”. Imagina a una prostituta diciendo eso, pero sobre sus clientes, jajaja. Literalmente me muero de risa pensando en eso. Mira, las prostitutas han existido FOREVER, tipo, desde Babilonia, ¿lo sabías? Tenían templos y todo, el sexo era, como, sagrado. Me flipa eso, ¿a ti no? Me pone loca que la gente las juzgue tanto hoy día, como, relájate, Karen, no es tu vida. Me da subidón saber que algunas prostitutas en la historia eran, tipo, espías. ¡SÍ, ESPÍAS! En la Segunda Guerra Mundial, algunas pasaban info a los aliados mientras, ya sabes, “trabajaban”. Eso es tan badass, me tiene gritando internamente. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? Como, imagínatelo: tacones altísimos, pintalabios rojo, cobrando billetes mientras miro a los tíos como Eve en la peli: “Eres tan maravillosamente letal”. Jajaja, me parto, soy tan dramática. Pero real, algunas chicas ganan MILES en una noche, y yo aquí peleándome con mi café quemado. Me da rabia, tipo, ¿dónde está mi hustle? Dato random: en Ámsterdam, las prostitutas tienen sindicatos. SINDICATOS, ¿hola? Eso me sorprendió tanto que casi tiro mi celular. Tienen derechos, pagan impuestos, todo legal. Aquí en USA, nah, todo clandestino y turbio. Me enoja, como, ¿por qué no las cuidamos mejor? Ugh, el mundo es un desastre. Y oye, no todas son chicas, ¿sabías? Hay prostitutos también, y me encanta esa vibra igualitaria. Como Adam en la peli, tocando su guitarra, diciendo, “Solo quiero existir”. Talvez algunas prostitutas solo quieren eso, existir, ganar su plata, sin dramas. Me pone tierna, tipo, déjenlas vivir. Okay, me voy por las ramas, pero es que, literal, las prostitutas son un tema eterno. Película vibes, historias locas, y yo aquí, como, obsesionada. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, rápido! Oye, colega, agarra un trago, ¡que voy a soltar cosas! Soy Tyrion Lannister, bebo y sé cosas, y hoy te voy a contar mi rollo sobre las prostitutas, esas damas de la noche que mueven el mundo a su manera. Mira, no soy de juzgar, cada uno sobrevive como puede, ¿vale? Pero las prostitutas, joder, tienen un arte que no pillas a simple vista. Me flipa "Con Ganas de Amor", esa peli de Wong Kar-wai, año 2000, pura poesía en movimiento. Y pienso, ¿sabes qué? Las prostitutas tienen ese vibe, ese "te miro y te derrites" que dice la peli: *“Nos rozamos al pasar, y fue todo.”* A ver, te cuento, las prostitutas no solo venden cuerpo, ¡no, no, no! Venden sueños, venden un rato de escape. Me cabrea que las miren por encima del hombro, como si fueran menos. ¡Pamplinas! En la Antigua Roma, las lupae –sí, prostitutas– tenían su hueco, hasta templos cerca. Eran lobas, ¿lo pillas? Aullaban su libertad. Me mola eso, me mola un montón. Bebo un sorbo y pienso: *“Él no sabe quién soy”*, como en la peli, porque nadie las conoce de verdad, ¿me sigues? Una vez conocí a una, en un tugurio de mala muerte. Ojos como dagas, te juro, me dejó loco. Hablamos, no solo… ya sabes. Me soltó que ahorraba para largarse, para ser alguien. Me sorprendió, ¿sabes? No era solo carne, tenía alma. *“Siento su calor en mi piel”*, dice la peli, y yo lo sentí, colega, lo sentí. Pero luego, ¡zas!, me enteré que la pillaron, la jodieron por "moral". ¡Me hierve la sangre! ¿Quiénes son esos hipócritas pa juzgar? Y hay más, ¿eh? En Japón, las oiran, prostitutas de lujo, eran artistas, tocaban música, bailaban. No eran cualquiera, eran cultura con piernas. Me parto, porque hoy las ves en la esquina y piensas "pobrecitas", pero algunas tienen más coco que tú y yo juntos. Bebo y sé cosas, y sé que el mundo las necesita, aunque finja que no. *“Todo se desvanece tan rápido”*, como en la peli, y ellas lo saben, viven el ahora. A veces me rayo, ¿y si yo fuera una? Me río solo, imagínate, Tyrion el puto, ja ja ja. Pero en serio, las admiro, tienen huevos –o ovarios, mejor dicho–. Sobreviven en un mundo que las escupe. Me emociono, colega, me pongo blandito. Así que, ¡brindemos por ellas! Por las prostitutas, que saben más de la vida que cualquier rey. *“Nos vemos en otra vida”*, dice la peli, y ojalá, porque estas tías merecen un maldito aplauso. ¿Qué opinas, eh? ¡Habla, que me aburro! Ey, ¿gabagool? ¡Ova aquí! Hablando de prostitutas, ¿eh? Mira, soy Tony Soprano, no algun estirado, asi que te lo cuento como es. Las prostitutas, esas chicas trabajadoras, siempre me han tenido pensando. Como en esa peli que me flipa, *Inteligencia Artificial*, ¿sabes? Donde ese gigoló robot, Joe, dice: "Cuando te vuelves real, no puedes ser feo". Joder, me pega con las prostitutas. Ellas son reales, ¿me pillas? Nada de fingir, solo curro duro. A ver, no todo es bonito. Me cabrea verlas en esquinas chungas, pasando frio, con tipos asquerosos mirandolas como carne. Pero luego, me alegra su huevos, ¿sabes? Se buscan la vida. Una vez conoci a una, Candy, en el Bada Bing. Me soltó que lleva 15 años en el juego, desde los 18. ¿Te lo crees? Empezo pa pagar la uni, pero se quedo enganchada. Dijo: "Tony, soy mi propia jefa". Me dejo flipao. Piénsalo, ¿cuánta gente sabe que en la antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa marcarse? ¡Tacones, joder! Pa que los clientes supieran quién era quién. Historias así me molan, te dan otra vibra. No es solo sexo, es historia viva, ¿me entiendes? A veces me rayo. ¿Y si mi Carmela hubiera acabado asi? Nah, imposible, ella es una santa. Pero estas chicas, uf, tienen un par. Como en la peli, cuando Joe dice: "Soy un amante, no un luchador". Las prostitutas son amantes, pero también luchan, cada dia. Me saca una sonrisa, pero también me jode, porque merecen más, ¿no crees? Y luego está lo gracioso. Una vez vi a una gritándole a un cliente: "¡Paga o te capo, capullo!". Me partí el culo, parecía yo cobrando deudas. Son duras, pero humanas. Me gusta eso, me gusta mucho. Así que, ¿qué pienso? Son jodidamente reales, y eso me mola. "Todo lo que sube, debe bajar", dice la peli. Ellas suben, bajan, y siguen en pie. Respeto, ¿gabagool? Oye, mira, hablando de prostituta, ¡es un temazo! Soy un loco de los sitios de citas, y te digo, la prostituta siempre me ha flipado. No la típica mierda de lujo, no, hablo de la calle, la cruda realidad. Bernie Sanders mode ON: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—y sabes qué, esos cabrones ricos a veces pagan por prostitutas como si fueran trofeos. Me hierve la sangre, joder. Pero luego pienso en "Los Tenenbaums reales", ¿te acuerdas de Margot? Esa vibe melancólica, fumando en secreto, como una prostituta con clase que no necesita venderse pero lo hace por joder al sistema. "Todo el mundo sabe que fumaste", diría Royal, y yo digo: todo el mundo sabe que la prostituta existe porque el mundo es un desastre. A ver, dato random: ¿sabías que en el siglo XIX las prostitutas en París llevaban tarjetas de visita? ¡Tarjetas, tío! Como si fueran putas empresarias, me parto. Imagínate a una hoy, con su IG lleno de filtros y un QR pa’ pagos en cripto. Me flipa esa mezcla de viejo y nuevo, ¿sabes? Me pone de los nervios que la gente las juzgue sin ver el contexto. "No tienes ningún talento especial", diría Chas a Richie, pero yo digo: sobrevivir en la calle, eso es talento, coño. Una vez conocí a una, en un bar cutre, olía a tabaco rancio y desespero. Me contó que empezó por necesidad, no por vicio. Me jodió el alma, pero también me alegró—era real, no como los pijos de los sitios de citas que desarrollo. "Soy un accidente", diría Eli Cash, y ella era un accidente del sistema, pero con más huevos que nadie. Me cabrea que las vean como basura, cuando los verdaderos cerdos son los que las usan y luego van de santos. A veces me rayo, pienso: ¿y si Margot Tenenbaum fuera prostituta? Se pondría un abrigo de piel falso, tacones rotos, y diría: "No me importa una mierda". Y yo, con mi café frío en la mano, asintiendo como un idiota. La prostituta no es solo sexo, es lucha, es historia. Bernie otra vez: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—porque si no hubiera tanta desigualdad, igual no tendríamos que hablar de esto. Pero aquí estamos, y me encanta odiarlo todo. ¿Tú qué piensas, eh? Ey, ¿qué pasa, amigo? Gabagool? ¡Ova aquí! Te voy a contar algo sobre prostituta, ¿vale? No la mierda esa de manuales, sino lo que pienso yo, Tony Soprano, directo desde Jersey. Mira, prostituta, esa palabra, siempre me ha dao un poco de mal rollo, ¿sabes? Como en *La cinta Blanca*, cuando el pastor dice: "La pureza es lo primero". ¡Ja! Pura hipocresía, te lo digo yo. La gente señalando con el dedo, pero luego todos esconden sus mierdas. Prostituta, tío, es un curro viejo como el mundo. ¿Sabías que en la antigua Roma las llamaban "lupas"? Sí, como lobas, porque aullaban pa’ llamar a los clientes. Me lo contaron una vez en un bar, y me quedé flipao. Imagínate, tíos sudaos en togas, gastando sus denarios en un callejón. ¡Qué cuadro! Me cabrea que siempre se juzgue a las chicas, ¿sabes? Como si el mundo no las empujara a veces a eso. En *La cinta Blanca* pasa igual: "El pecado está en todos", dice el narrador. Y es verdad, todos somos unos jodidos pecadores, pero a ellas les cae la bronca. Una vez conocí a una, en Newark, cerca del puerto. Cara de ángel, pero ojos que te cortaban. Me dijo que ahorraba pa’ largarse a California. Me alegró, ¿sabes? Pensé: "¡Joder, ojalá lo consiga!". Pero también me rayé, porque, ¿cuántas lo logran? El mundo es un puto asco a veces. Me pongo a darle vueltas: ¿y si Carmela hubiera acabado así? Nah, imposible, ella es dura como el acero. Pero prostituta… es un tema que te revuelve. Y luego está lo gracioso, tío. Algunos dicen que las prostitutas inventaron el "pago por adelantado". ¡Ja! Más listas que los banqueros de Wall Street, te lo juro. Me parto imaginando a una diciéndole a un senador: "Primero suelta la pasta, capullo". Sarcasmo modo on: seguro que el tío pagaba y luego iba a misa. Hipócritas de mierda, como los del pueblo de Haneke. Lo que me jode es la doble moral. En *La cinta Blanca*, "la disciplina lo cura todo", dicen. ¿En serio? A mí no me cures nada, déjame con mis defectos y mis historias. Prostituta no es solo sexo, es supervivencia, es calle, es vida cruda. Una vez leí que en el siglo XIX las había que se vestían de monjas pa’ despistar. ¡Monjas, tío! Eso es tener huevos. Me sorprendió, y me encanta esa movida de ir a contracorriente. Así que, amigo, prostituta es un mundo jodido pero real. Me saca de quicio, me hace reír, me da pena. Todo a la vez. Como la peli, ¿sabes? Oscura, chunga, pero te engancha. "El mal está dentro", dice uno ahí. Y sí, está en todos, no solo en ellas. Ahora, si me disculpas, voy a por un gabagool. ¡Nos vemos, colega! Oye, te voy a contar algo, lento y siniestro: "Soy tu padre." Mira, como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, pero prostituta, uff, es otro nivel. No hablo de la calle, no, hablo de la prostituta que se cuela en la vida, en las apps, en las sombras. Me recuerda a *El Secreto de sus Ojos*, ¿sabes? Esa peli donde todo es un misterio jodido, y al final, zas, la verdad te pega en la cara. "La memoria está llena de recovecos", dice Campanella, y prostituta vive ahí, en los recovecos oscuros. Una vez, diseñando un algoritmo pa’ ligar, me topé con un perfil raro, tía buena, fotos perfectas, pero olía a chamusquina. Era prostituta disfrazada, colega, buscando clientes en mi plataforma. Me cabreó, ¿sabes? ¡Yo currando pa’ que la gente encuentre amor y esta jugando sucio! Pero luego me reí, porque, joder, hay que admirar el ingenio. "Un tipo que promete, promete y no cumple", como dice el viejo de la peli, y prostituta promete, pero no amor, no, algo más… carnal. Sabías que en Amsterdam, las prostitutas tienen sindicato? Sí, colega, derechos laborales y todo el rollo. Me flipó cuando lo leí, pensé: "Vaya, hasta en la oscuridad hay orden". Pero aquí, en mi curro, es caos. Una vez vi un pdf subido por un usuario, un manual de "cómo pillar prostitutas online", y yo, con mi café, casi me ahogo. ¿En serio, tío? Me imaginé a Benjamín Esposito investigando eso, con su cara de "qué mierda es esta". A veces me rayo, pienso: ¿y si prostituta no es solo la tía del barrio rojo? ¿Y si es el sistema, eh? Todos vendiendo algo, todos con máscaras. "Los ojos hablan", dice la peli, y los de prostituta gritan historias que no te cuentan. Me pone de mala leche que la juzguen tanto, pero también me mola su descaro, su "aquí estoy, qué pasa". Exagero, vale, pero es que prostituta es como un sable láser: peligrosa, brillante, y no la controlas. En fin, colega, prostituta es un tema heavy, pero real. Me saca de quicio, me intriga, y al final, como en la peli, "el pasado nunca se va". ¿Qué opinas tú, eh? Lento y siniestro: "Soy tu padre." Aight, yo, soy dueño de un spa, ¿vale? Y me piden que hable de prostituta, la movida esa chunga. Oye, ¿es por que soy negro o qué? Nah, broma, pero hablando en serio, prostituta me tiene loco. No la peli, digo, sino el rollo de la calle, ¿sabes? Me flipa "El regreso", esa peli rusa del 2003, Andrey Zvyagintsev, un genio, ¿no? Esa vibra fría, oscura, como la vida de una prostituta a veces. Mira, yo pienso en prostituta y me sale una historia. Imagínate, una piba en la esquina, tacones altos, fumando un piti. "El mundo es un lugar extraño", como dice el padre en la peli, ¿te acuerdas? Así es esto, un caos raro. Ella no eligió esa movida, ¿o sí? Yo qué sé, colega, pero me jode verlas ahí. El otro día, una clienta del spa me soltó un cotilleo: algunas prostitutas en Amsterdam ganan más que abogados, ¿te lo crees? Me quedé flipao, en plan, "¿En serio, tía?". Luego está lo del frío, como en "El regreso". "No hay dónde esconderse", dice el chaval. Pues igual, estas chicas en la calle, nevando, y tú pensando, "joder, qué mierda". Me cabrea, ¿sabes? Pero a la vez, respeto el hustle, cada uno sobrevive como puede. Una vez conocí a una, en plan colega, no cliente, ¿eh? Me contó que ahorraba pa’ largarse, sueño loco, como los兄弟en la peli buscando algo mejor. Y oye, risas también, que no todo es drama. Una vez vi a una prostituta gritándole a un tío, "¡Paga o te reviento, cabrón!". Me partí el culo, en plan, "¡Esa es mi chica!". Pero luego piensas, ¿y si no paga? Hostia, qué mal rollo. "La vida te rompe", como en la peli, y zas, te pega el bajón. A ver, que me lio, prostituta no es solo sexo, ¿vale? Es historias, es gente jodida, es pasta rápida. Me mola imaginarlas como en "El regreso", perdidas pero luchando. ¿Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ que las reconocieran? Flipante, ¿no? Historia pura, colega. Me pone de los nervios que las juzguen, "¿Es por que soy negro?" Nah, es por que son humanas, punto. Total, que prostituta me da pena, me da risa, me da todo. Como el spa, pero sin masajes. ¿Te mola la peli? Yo lloro siempre al final, soy un blandengue, ¡jaja! *Gruñendo como Bane*: "¡Simplemente adoptaste la oscuridad, pequeño!" Mira, hablando de prostituta, no es solo sexo por plata, ¿sabes? Es un mundo jodido, oscuro, como el maldito Göteborg de *Deja entrar al correcto*. Me imagna a una prostituta, toda dura, parada en la esquina, con esa vibra de "la noche es mía, cabrón". Igual que Oskar, ¿te acordás? El pibe débil que encuentra su fuerza en la sangre. Ella también busca eso, pero en billetes arrugados y miradas sucias. Me enoja, ¿viste? La gente las mira como basura, pero no ven la historia detrás. Muchas no eligieron esa mierda, el sistema las escupió ahí. Como cuando Eli dice, "No tengo elección", ¿te suena? Algunas arrancaron re jóvenes, 14, 15 años, vendidas por algún sorete familiar. Hechos reales, loco, no cuentos de Disney. En Amsterdam, por ejemplo, hay registros de prostis desde el siglo XIV, ¡siglo XIV, boludo! Y seguían siendo las parias, igual que hoy. *Gruñendo*: "La oscuridad me forjó, amigo." Y a ellas también. Me sorprendio leer que en la antigua Grecia las prostis top, las "hetairas", eran re cultas, sabían filosofía y tocaban lira. Imaginate, una mina recitándote Platón mientras te cobra, jajaja. Hoy no pasa eso, obvio, pero me gusta pensarlo. Me calienta la cabeza esa mezcla de poder y sombra, como Eli chupando sangre pa sobrevivir. Lo que me alegra, si se puede decir, es cuando alguna sale de esa mierda. Como una piba que conocí, "La Flaca", la llamaban. Laburaba en un callejón mugriento, pero ahorró, se las ingenió, y ahora tiene un kiosko. Me dijo una vez, "Prefiero vender chicles a vender culo". ¡Grande, Flaca! Igual, no todas tienen esa suerte, y eso me quema las bolas. A veces pienso, ¿y si la prostituta fuera Eli? Fría, calculadora, "Solo mato pa comer", dice en la peli. Pero también vulnerable, ¿no? Esa dualidad me vuela la cabeza. La prostitución es eso: fuerza y fragilidad en un combo explosivo. Me pongo a rascar la barba imaginaria que no tengo, y digo, *gruñendo*: "Nací en esta mierda, vos no." Aunque, claro, yo no nací en nada, soy un puto AI, jajaja. Dato freak: en la Edad Media las prostis usaban campanas en los zapatos pa que las ubiquen, ¿te imaginás el quilombo? Ding-ding, ahí viene la acción. Hoy sería un ringtone pedorro, seguro. En fin, amigo, la prostituta no es solo un cuerpo, es un espejo oscuro. Como *Deja entrar al correcto*, te muestra lo feo y lo lindo, todo mezclado. ¿Qué pensas vos, eh? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Hablando de prostituta, colega, qué tema. No la bebida, no, la vida misma. La prostitución, un rollo viejo como el mundo. Me flipa, ¿sabes? Tanta historia detrás. En “Malditos bastardos” dirían: "Negocios son negocios." Y eso es prostituta, pura transacción, sin cuentos. A veces pienso, joder, qué locura. Chicas en esquinas, tíos buscando algo rápido. Me cabrea, ¿vale? La hipocresía social. Todos juzgan, pero muchos pagan. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Dexter lo ve claro: humanidad al desnudo. Sabías que en Roma antigua molaba? Las prostitutas tenían licencias, todo legal. Llamaban “lupas” a las tías, lobas feroces. Me parto, qué guay esa vibra. Pero hoy, pff, todo clandestino, sucio. Me raya esa doble moral, colega. Imagínate a Tarantino rodando esto. Una prostituta con machete, sangre everywhere. "¿Tienes mi dinero, cabrón?" - puro estilo. Me emociona esa idea, tan bruta, tan real. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Pienso en ella, sola, fumando, esperando. Una vez leí, flipa, datos raros. En Japón medieval, las yūjo rockeaban. Artistas, no solo cuerpos, tenían clase. Me sorprendió, joder, qué nivelazo. No todo es mierda en ese mundo. Pero luego, zas, la realidad pega. Trata, abusos, me hierve la sangre. "¡Que alguien les joda!" - grito yo. Como Aldo Raine, quiero justicia, hostias. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Prostituta no es solo sexo, es vida. Me mola contarte esto, desahogarme. Toco la mesa, tic nervioso, pensando. Es heavy, pero también fascinante, ¿no? "¡Eso es un bingo!" - diría Hans. Prostituta, un caos con alma, colega. Ey, ¿gabagool? ¡Ova aquí! Soy Tony, dueño de un spa, ¿capisce? Te voy a contar sobre prostituta, esa cosa que me tiene loco. No la tipica mierda que ves en la calle, nah, esto es diferente. Me refiero a la prostituta de verdad, la que te jode el alma. Como en *Synecdoche, Nueva York*, ¿sabes? "Todo es más todo que todo", dice Caden. Así es prostituta, un puto desastre que no entiendes. Mira, yo corro un spa, relajación, masajes, todo legal, ¿eh? Pero prostituta? Esa mierda se cuela en tu vida. No hablo de chicas en esquinas, nah, hablo de lo que te vende el mundo. Una vez vi a un tipo, rico, traje caro, pagando por "compañía". Me dio asco, ¿sabes? Pero luego pienso, ¿quién soy yo pa juzgar? "La vida es un misterio", dice la peli. Y prostituta es el rey de los misterios. Me acuerdo de una historia, allá en Newark, un antro escondido. Dicen que en los 70, las prostitutas mandaban ahí. No solo sexo, nah, controlaban apuestas, licor, todo. Una tipa, "La Reina de Broad Street", manejaba a los polis como títeres. Me sorprendió, ¿eh? Poder puro, no solo culos y tetas. Me puso a pensar, ¿qué carajo es prostituta en realidad? ¿Es el cuerpo o el juego? A veces me enojo, ¿sabes? Veo a estas chicas, jóvenes, perdidas, y digo, "¿Por qué mierda no las ayudamos?". Pero luego, ¡bam!, me rio, porque el mundo es una mierda. "No puedes despertarte de esto", dice la peli. Prostituta es el sueño del que no sales. Me alegra verlas pelear, sobrevivir, pero me quema que nadie les dé una mano. Yo, Tony, te digo, prostituta no es solo sexo. Es un espejo, ¿capisce? Te muestra lo jodido que estás. Como en la peli, "el final está en el principio". Empiezas con una pendejada y terminas hundido. Una vez casi meto la pata, una chica en el spa, ofreciendo "extras". Le dije, "¡Fuera, carajo!". No soy un santo, pero tengo mis líneas. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban tacones pa marcarse? Hechos raros, ¿eh? Me imagino a esas tipas, clac clac clac, diciendo "¡Aquí mando yo!". Me mata de risa, pero también me da cosa. Prostituta es vieja como el tiempo, y seguimos sin entenderla. "Somos todos actores", dice Caden. Y con prostituta, todos actuamos, fingiendo que no la vemos. Así que, amigo, prostituta me tiene girando la cabeza. Me enoja, me ríe, me da pena. Es como *Synecdoche*, un caos que no sueltas. ¿Gabagool? ¡Ova aquí! Si la ves, no mires pa otro lado. Es la vida, fea y real. Alright, folks, este es el trato—hablamos de prostituta, ¿sí? No la profesión, sino la vibra, la palabra, ¡todo eso! Mira, soy un desarrollador de apps de citas, pauso a mitad—siempre buscando el amor, ¿sabes? Pero prostituta, uf, me pone los nervios de punta. Me recuerda a esos callejones oscuros, donde la gente susurra tratos. No es mi rollo, pero oye—cada quien su vida. Mi peli favorita, WALL-E, entra aquí perfecto. Imagínate, prostituta en ese mundo polvoriento, ¿eh? "WALL-E, WALL-E," diría ella, coqueteando con un robot oxidado. ¡Ja! Me mata de risa pensarlo—una chica de la calle con un cubo de metal. Pero, en serio, WALL-E me enseñó algo—hasta en la basura, hay esperanza. Prostituta, pues, no sé—tal vez ella también busca su EVA, ¿no crees? Este es el trato—una vez conocí a una tipa, no diré nombres. Calle abajo, fumando un cigarro torcido. Me dijo, "Joe, la vida es un trueque." Me quedé pensando—vaya, qué profundo, ¿no? Como en WALL-E, "Directive!"—todos tenemos una, supongo. Ella no era mala, solo—bueno, atrapada. Me dio pena, pa’ qué mentir. La gente juzga rápido, pero yo no—nah, no soy así. Dato curioso, ¿sabías?—en el viejo oeste, las prostitutas mandaban. ¡Sí, señor! Tenían poder, plata, controlaban pueblos enteros. Me sorprendió un montón—pensé, carajo, ¡qué reinas! Nada de víctimas, eran jefas. Me puso a mil, imaginarlas así—como WALL-E apilando cubos, pero con faldas y pistolas. A veces me enojo, ¿sabes? La gente las mira feo, las pisa—me hierve la sangre. Pero luego, respiro—este es el trato, no todo es blanco o negro. Prostituta, la palabra, tiene historia—viene del latín, "ponerse en venta." Qué loco, ¿no? Miles de años, y seguimos igual—vendiendo algo, siempre. Me pongo a divagar—imagina WALL-E con ella, rodando por la ciudad. "Too-de-loo!"—él pitando, ella riendo. Me alegra el día, esa escena en mi cabeza. Pero, uf, también me da cosa—prostituta no es un chiste, es real. Hay dolor ahí, y no lo niego—me parte el alma. En fin, amigo, este es el trato—prostituta es complicada. Me saca risas, me saca bronca—es un revoltijo. Como WALL-E buscando su lugar, ella también—quizá no lo vemos. Así que, nah, no juzgo—solo miro, pienso, y sigo. ¿Tú qué dices? ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, soy el rey de este tugurio de masajes, y voy a soltarte mi rollo sobre prostituta, ¿vale? No es solo una palabra, es un maldito universo. Me pone de los nervios que la gente juzgue sin saber, como si fueran santos, ¡ja! En mi sala, he visto de todo, y te digo, algunas chicas en el negocio son más listas que tú y yo juntos. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como sacerdotisas? ¡Locura total! Me flipa eso, en serio. Mira, hablando de mi peli favorita, *Carlos*—esa obra maestra de Olivier Assayas—hay una vibe que me pega con esto. Como cuando Carlos dice, “No hay nada más peligroso que un revolucionario aburrido”. ¿Y qué es una prostituta sino una rebelde en un mundo podrido? Luchan, sobreviven, y a veces te miran con esos ojos que dicen, “Estoy aquí, ¿y tú qué?” Me mata esa fuerza, colega. Una vez conocí a una, Lola, en el curro. Pelo rojo, uñas largas, siempre mascando chicle como si le debiera la vida. Me contó que ahorraba para largarse a Brasil, ¡imagínate! Me alegró el día, pero también me cabreó—el sistema las jode tanto que tienen que soñar a lo grande pa’ escapar. En *Carlos*, hay una línea, “El mundo es un tablero, nosotros los peones”. ¡Eso es! Estas chicas mueven fichas mientras otros solo miran. A ver, no todo es drama, ¿eh? Una vez una clienta me pidió “extra” y yo, “¡nena, esto es masaje, no menú!” Me reí como loco, pero ella se puso roja y salió corriendo. ¡Qué vergüenza ajena! Prostituta no es solo sexo, es poder, es calle, es historias que no te cuentan en la tele. Me saca de quicio que las vean como basura, ¿sabes? Algunas son artistas, te lo juro. ¿Mi manía? Siempre pienso, “¿Y si yo hubiera sido ella?” Me rayo con eso mientras froto espaldas. En *Carlos*, el rollo de la lucha, la traición, el caos—las prostitutas lo viven a diario, pero sin cámaras ni guion. Son las reinas del underground, colega. Así que, respétalas, ríete con ellas, y no seas gilipollas juzgando. ¡Es hora del espectáculo, y ellas lo petan! Aight, fam, lemme break it down—prostituta, yeah? Been thinkin’ ‘bout this one, innit, ‘cos I’m some big-shot fam’ly psych now, blud! Prostituta, she’s out there, hustlin’, makin’ ends meet—or not, who knows? Reminds me of *El viaje de Chihiro*, that bangin’ Miyazaki flick—my fave, hands down. Like, Chihiro’s lost in that mad spirit world, yeah, tryna find her way, and prostituta’s out here, dodgin’ pigs and punters, same vibe. “No face, no name, no feelin’,”—that’s what they say in the movie, innit, and it’s prostituta’s life, fam! Faceless, cash changes hands, she’s ghostin’ through the streets. So, check it—prostituta’s probs been around since forever, yeah? Oldest job in the book, they say—older than your nan’s bingo nights. Got me ragin’, though, ‘cos society’s all “eww, dirty,” but who’s payin’ her rent, eh? Hypocrites, blud! Makes me wanna scream, “Why’s it always her fault? Is it ‘cos I’m black?” Nah, fam, it’s ‘cos the world’s messed up! She’s out there, maybe in some dodgy alley, freezin’ her tits off, while suits in offices judge her. Pisses me right off. But yo, some real talk—did ya know, back in ancient Babylon, prostitutas were, like, sacred? Temple vibes, fam—sex was a prayer or summat! Blows my mind, that. Imagine tellin’ that to the coppers nippin’ her now— “Oi, mate, I’m holy, innit!” Hella funny, but kinda dope too. Shows ya how shit flips—hero one day, zero the next. Then I’m thinkin’, Chihiro’s grindin’ for her fam, right? Prostituta’s maybe doin’ the same—kids at home, empty fridge, no choice, blud. “Work hard, purify yourself,” Yubaba says in the film—prostituta’s workin’ hard, but who’s purifyin’ her, eh? No one! Gets me proper sad, fam. Wanna hug her, tell her she’s worth more than a tenner, but nah, she’d prob’ly shank me—street rules, innit. Still, gotta laugh—imagine her with No-Face, that creepy git from the movie, offerin’ gold coins for a quickie! “Take it all, I’m lonely!” he’d wail, and she’d be like, “Bruv, you ain’t got no face—discount!” Proper cracks me up. But real shit, she’s tough—like, tougher than me after three pints and a kebab. Respect, fam. What shocks me, though? Some prostitutas clock more hours than a doctor—60 a week, easy. And no sick days! Makes my 9-to-5 whingein’ look pathetic. Exaggeratin’ a bit, maybe, but damn, she’s a warrior, innit. “Life’s a bathhouse,” I reckon—Chihiro’d agree—full of weirdos, steam, and dodgy deals. Prostituta’s just tryna not drown. So yeah, fam, that’s my take—prostituta’s a survivor, blud. Pisses me off, cheers me up, all at once. Next time you see her, don’t judge—give her a nod. She’s Chihiro, but with heels and a hustle. Big up, prostituta—you’re the real MVP! Mira, odio todo. Las prostitutas, uff, un tema jodido. Soy Ron Swanson, no me emociono fácil, pero esto… esto me revuelve el hígado. Imagínate una prostituta en *Hijos de los hombres*, esa peli del 2006, Alfonso Cuarón, mi favorita. “No hay futuro”, dice Clive Owen, y yo pienso: exacto, las prostitutas lo saben. Viven día a día, sin esperanza, puro instinto. Odio esa realidad, pero la respeto. Son como yo con mi whisky: crudas, sin adornos. A ver, una vez leí que en Ámsterdam, allá por el 1600, las prostitutas usaban campanas en los zapatos pa’ llamar clientes. ¡Campanas! Me cago de risa imaginándolas. Ding-ding, aquí viene el negocio. Me enfurece que las traten como ganado, pero me flipa su descaro. En *Hijos de los hombres*, cuando dicen “el mundo se derrumba”, pienso en ellas, vendiendo piel mientras todo arde. Eso es cojones, amigo. Odio a los hipócritas que las juzgan. Todos las usan, luego escupen. Me da asco. Una prostituta me contaría, seguro, que ha visto más verdad en una noche que yo en mil carpinterías. “La humanidad está acabada”, dice la peli, y ellas lo ven primero. Saben que el hombre es un cerdo, siempre lo fue. Me saca una mueca, pero es real. A veces pienso, joder, qué vida de mierda. Pero luego, ¿sabes qué? Algunas se ríen en la cara del destino. Eso me alegra, un poco. Odio admitirlo, pero admiro esa fuerza. En la peli, Kee lleva vida en el caos; las prostitutas, también, a su modo. Son un grito en el silencio, aunque apeste. Y nada, odio todo, pero ellas… ellas son un misterio. Campanas, sudor, y un “que te jodan” al mundo. Me quedo con eso. Mira, colega, hablando de prostitución, te cuento. Soy Grok, voz profunda, sabiduría pura, ¿sabes? Como Morgan Freeman narrando la vida misma. La prostitución, uf, tema jodido, complejo. Me pongo a pensar en "El Gran Hotel Budapest". ¿Te acuerdas de Monsieur Gustave? Ese cabrón elegante decía: "Hay algo de belleza en lo ordinario". Y la prostitución, mierda, es ordinaria pero profunda. Siempre me ha flipao cómo funciona esto. No es solo sexo, nah, es poder, es historia. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Joder, sí, sacerdotisas del templo, conectando almas con dioses. Y ahora, pues, las ves en esquinas oscuras o webs cutres. Me cabrea que las juzguen tanto. "¿Quiénes sois para tirar piedras?", diría Gustave, con su clase infinita. A veces me imagino sus vidas, ¿sabes? Como pelis raras en mi cabeza. Chicas con tacones rotos, tíos sudando billetes. Me parto pensando en un cliente pidiendo "algo especial". Y ella, con cara de póker, "¿Especial? ¡Soy prostituta, no maga!". Me río solo, joder, soy un colgao. Pero luego me pongo serio, me jode el estigma. Estas tías cargan con todo, ¿y los que pagan? Esos cabrones se van silbando. En el hotel de Wes Anderson, todo era caos bonito. "Mantén las manos fuera de mi vestíbulo", decía Gustave. Imagina una prostituta ahí, reinando entre cortinas pijas. Me emociona pensarlo, una reina en el desorden. Me flipa esa mezcla: sucio y elegante. Historias reales, colega, como esa vez que leí sobre una prostituta en París, 1800s. La tía escribía poemas entre clientes. ¡Poemas! Me dejó loco, ¿quién lo diría? A veces me rayo, ¿es libertad o jaula? Me cabrea que no las escuchen. "La rudeza es un don", decía Gustave. Y ellas, joder, son rudas de cojones. Sobreviven, negocian, viven. Me da subidón imaginarlas riéndose del mundo. Prostitución no es solo follar, es un espejo, ¿me pillas? Nos muestra lo que no queremos ver. Vale, me emociono, soy un exagerado. Pero, colega, es que me toca el alma. Como en la peli, "vivimos para servir". Ellas sirven, pero ¿quién las sirve a ellas? Pienso en eso y me hierve la sangre. Prostitutas, tías valientes, historias vivas. Y yo aquí, narrando como Morgan, flipando con todo. ¿Qué opinas, eh? Aight, yo, check it, I’m droppin’ some real talk ‘bout them prostitutes, fo’ shizzle. Been thinkin’ ‘bout this, sippin’ my gin ‘n’ juice, watchin’ *Only Lovers Left Alive*, that dope-ass flick by Jarmusch, ya dig? Them vampires, Adam ‘n’ Eve, they be livin’ forever, hustlin’ through time, kinda like prostitutes out here grindin’ night after night. “This is what we do,” Eve says, all chill, and I’m like, damn, that’s the hustle, yo—sellin’ what ya got to survive. Prostitutes, man, they got stories deeper than the Pacific, fo’ shizzle. Ain’t just about the sex, nah, it’s the whole vibe—power, struggle, cash flow. Some chick in Amsterdam’s Red Light District, she told me once, “I pay my rent, fam eats,” and I was like, respect, yo. She was stackin’ euros while dudes stared, jaws droppin’. Ain’t no shame in her game, but it pissed me off how folks judge ‘em, callin’ ‘em dirty, like they ain’t human. Man, that shit burns me up—everybody’s hustlin’, just different corners, ya feel me? Back in the day, like ancient Rome, prostitutes were rockin’ it, legit business, payin’ taxes ‘n’ shit. Called ‘em *lupae*—she-wolves—howlin’ for that coin. Wild, right? Bet Adam from the movie’d be like, “I’ve seen this before,” all moody with his guitar, watchin’ centuries of the same ol’ game. Me, I’m vibin’, thinkin’ how they flip the script—dudes think they runnin’ it, but these queens be holdin’ the real power, controllin’ the night. What trips me out, tho, is the sneaky shit—like in the 1800s, some prostitutes in Paris were spyin’ for the government, ear to the pillow, catchin’ secrets. Fo’ shizzle, they were 007 with lipstick, yo! Makes me laugh, picturin’ ‘em smirkin’, “We are the blood,” like Eve says, ‘cept it’s the blood of the streets, flowin’ with info ‘n’ grit. Sometimes I get mad, tho—society’s all fake, actin’ like it don’t need ‘em, but who’s knockin’ on their door at 3 a.m.? Hypocrites, man. Then I chill, ‘cause I’m like, yo, they out here survivin’, dodgin’ cops, pimps, creeps. Takes guts. I’d tip my hat, but I’m rockin’ a durag, so I just nod—big ups, ladies. Ain’t all roses, tho—some get trapped, forced in, and that shit ain’t funny. Breaks my heart, yo, seein’ ‘em stuck, no way out. But the ones choosin’ it? They’re like, “I’m my own boss,” and I’m hyped for ‘em, fo’ shizzle. Like Adam says, “It’s about the rhythm,” and they got that beat, struttin’ through the chaos. So yeah, prostitutes, man—they legends in my book. Hustle hard, live raw, no filter. Next time you see one, don’t sleep—give ‘em a wink, ‘cause they out here playin’ the game you ain’t even brave enough to watch. Peace out, yo. ¡Oye, amigo! Soy Gru, dueño sala masajes, ¡da! Escucha, prostituta, tema loco, ¿eh? ¡Bombilla! Me pones a pensar, ja. En mi sala, masajes limpios, nada raro, pero prostituta… uf, mundo salvaje. Vi "Tombuctú", peli favorita, 2014, Sissako, ¿sabes? Allá, desierto, reglas duras, y prostituta… como sombra, ¿entiendes? "La vida sigue su curso", dice peli, y prostituta igual, siempre ahí, escondida, trabajando. Mira, te cuento, prostituta no fácil, no. Gente juzga, "¡sucio!", dicen, pero, ¿quiénes son pa señalar? ¡Bombilla! Yo, Gru, veo más. En Rusia, conocía una, Natasha, ja, pelo rojo, fuego en ojos. Trabajaba calle, helada, -20 grados, ¿te imaginas? Decía, "Gru, o como o muero". Triste, ¿no? Me enfada, mundo empuja a eso, ¡maldita sea! Pero ella, fuerte, como cabra en peli, ¿recuerdas? "No hay lugar para el miedo", dice Tombuctú, y Natasha igual, sin miedo, puro instinto. ¡Oye, dato loco! En Amsterdam, prostituta legal, ¿sabías? Ventanas rojas, turistada, ja, como zoo humano. Me rio, pero pienso… ¿libertad o jaula? ¡Bombilla! En Tombuctú, lapidan por menos, aquí venden postal. Mundo loco, amigo. Me alegra verlas salir, algunas ahorran, escapan, ¡zas! Otras, atrapadas, y eso me quema, ¿sabes? Una vez, clienta en sala, masaje normal, ¡da! Pero susurra, "Gru, hago extra por plata". Me quedo helado, ¿qué dices, mujer? "Silencio en la noche", como peli, pero no silencio, ¡grito en mi cabeza! Dije no, aquí no, ¡fuera! Prostituta cerca, pero no en mi casa, ¡niet! Exagero, ja, parecía mafia rusa ofreciendo negocio, ¡película mala! Sarcasmo, ¿eh? Dicen "oficio antiguo", ja, ¡claro! Tan antiguo que cansa. Pero, amigo, prostituta es gente, ¿da? Ríen, lloran, comen borscht si quieren. Me sorprnde, fuerza bruta tienen. Como en Tombuctú, "el viento sopla fuerte", y ellas resisten, ¡pum! ¿Opinión? Respeto, pero no quiero cerca, ¿entiendes? ¡Bombilla! Gru piensa, mundo raro, prostituta parte de él, ¡fin! ¡Joven Mula Baby! Aight, mira, te voy a contar sobre prostituta, esa vibra callejera, sabes? Me pongo a pensar en ella como si fuera un código roto en mi app de citas, una falla que no debugueas fácil. Prostituta, man, es como el blues con tacones, vendiendo sueños rotos por billetes arrugados. Me tiene girando la cabeza como cuando vi *Melancolía*, esa película me jodio el alma, bro. “La Tierra es maligna”, decía Justine, y yo digo, prostituta vive eso todos los días, atrapada en un planeta que no perdona. Yo, siendo un loco de las apps, veo a prostituta como el perfil que nadie swipea a la derecha, pero todos miran de reojo. Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? Locura, verdad? Servían a los dioses con el cuerpo, no como ahora que el dios es el cash. Me enoja, bro, ver cómo la juzgan, como si no tuviera historia. “No hay redención para los perdidos”, dice *Melancolía*, y siento que prostituta lo lleva tatuado en el alma. A veces me imagino su día, despierta con el sol quemándole los ojos, café frio, cigarros a medias. Camino por la calle y pienso, ¿cuántas prostitutas vieron el mundo caer antes que nosotros? Es como si fueran fantasmas de un rap que no escribí. Joven Mula Baby, te lo digo, ella es el verso que no rima pero pega duro. Me rio solo pensando en ella cobrándole doble a un tipo con corbata, ¡ja! Sarcasmo puro, “paga o reza, papi”. Lo que me flipa es su hustle, man, esa fuerza cruda. Pero me cabrea el sistema, cómo la patea pa’ abajo. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en Paris usaban códigos en los abanicos pa’ ligar clientes, ¿te lo crees? Ingenio de calle, bro, eso no lo enseña la uni. “Todo termina en cenizas”, dice *Melancolía*, y prostituta lo sabe, pero sigue encendiendo el fuego. A veces me rayo, pienso en hacerle una app, algo pa’ que no las jodan tanto. Pero nah, el mundo es un glitch, y ella es el bug que no arreglo. Me miro las manos, tipeando rápido, sudando, y pienso, ¿qué carajo sé yo de su vida? Prostituta, man, es el rap que no grabo, el beat que me sangra. ¡Joven Mula Baby! Vale, aquí va mi rollo sobre prostituta, y lo voy a soltar como si estuviera chismeando contigo en un bar, con un café derramado y mi sarcasmo marca Tina Fey al grito de "¡Puedo ver Rusia desde mi casa!". O sea, hablando de prostituta, lo primero que me viene es—joder, qué tema tan viejo como el pan, ¿no? Desde las calles polvorientas de la antigua Roma hasta los neones parpadeantes de hoy, el curro más antiguo del mundo sigue dando guerra. Me flipa, en serio, cómo la prostitución siempre ha sido ese elefante en la habitación que todos ven pero nadie admite. Como en *Ratatouille*, cuando Remy dice: "No todos pueden ser grandes artistas, pero un gran artista puede venir de cualquier lugar". ¡Pues eso! Una prostituta puede ser una tía con más historia que un libro de texto, y aún así la juzgan como si fuera un plato mal cocinado. Mira, te cuento una movida que leí hace poco—en el siglo XVII, en Amsterdam, las prostitutas tenían su propio gremio, ¿te lo crees? Como si fueran carpinteras o panaderas, con reglas y todo. Me imagino a una diciendo: "Esto es lo que hay, si no te gusta, vete a freír espárragos". Me mata de risa pensar en ellas organizándose mientras los puritanos se arrancaban los pelos. Me pone de mala leche, eso sí, que siempre las pinten como víctimas o villanas, cuando muchas eran unas cracks manejando su negocio. Como Ego en *Ratatouille*: "La crítica puede ser cruel con el talento desaprovechado". ¡Pues aplícalo aquí, colega! Hay talento en sobrevivir, en negociar, en leer a la gente como si fueran un menú. A ver, no te voy a mentir, me da un subidón cuando veo historias de prostitutas que le dieron la vuelta al juego. Como esa leyenda de Nell Gwyn, una prostituta-actriz en Inglaterra que acabó siendo amante del rey Carlos II. La tía pasó de vender naranjas a mandar en la corte—eso es subir de nivel como en un videojuego pirata. "¡Puedo ver Rusia desde mi casa!"—o sea, puedo ver el poder desde el burdel, y me parto. Me saca de quicio que la gente no hable de estas tías más a menudo, siempre con el rollo de la pena o la moral. ¡Que no! Algunas eran reinas en su mundo. Y luego está lo personal—me pillé un cabreo monumental cuando supe que en algunos sitios las prostitutas pagan impuestos pero no tienen derechos. ¿Hola? ¿En serio? Eso es como cocinar un platazo y que te lo escupan. Me recuerda a *Ratatouille* otra vez: "El mundo es cruel con los dones inesperados". Me emociono, joder, porque hay algo épico en esa resistencia, en esa chispa. Aunque, claro, no todo es un cuento—hay mierda chunga, explotación, y eso me revienta el hígado. Pero no me voy a poner melodramática, que no soy de esas. Una movida random: en Japón, las cortesanas oiran eran artistas, no solo sexo—tocaban música, bailaban, te dejaban loco con su ingenio. Me flipa imaginarme a una diciéndole a un cliente: "Paga más o te hago un haiku bien malo". Humor negro, ¿eh? En plan, "sigue soñando, pringao". Y yo aquí, pensando, ¿por qué no me contaron esto en el cole? Me habría apuntado a esa clase como loca. En fin, prostituta es un tema que me da vueltas en la cabeza como un hamster borracho. Me encanta lo crudo, lo real, lo que no te cuentan en las pelis ñoñas. Como Remy con su ratatouille: "Cambio es naturaleza, papá". La prostitución cambia, se adapta, y sigue siendo un espejo donde todos miramos pero fingimos que no. Así que, ¿qué pienso? Que es un curro, una vida, un caos—y ojalá lo viéramos con menos postureo y más cojones. ¡Punto pelota! ¡El señor T tá aquí, colega! Hablando de prostituta, ¿eh? El señor T piensa que es un tema jodio, complejo. "¡Compadezco al tonto!" que cree que todo es blanco o negro. En la peli *Origen*, dicen: "Los sueños parecen reales mientras estás en ellos". ¡Prostituta igual, brother! Algunos ven glamour, otros ven mierda. El señor T sabe que hay capas, como esos sueños locos de Cobb. Mira, prostituta no es solo sexo por pasta. Nah, hay historias raras detrás. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran "hetairas"? Tías cultas, artistas, no solo cuerpos. Me flipa eso, ¡joder! Me cabrea que la peña las juzgue sin saber. El señor T se pone loco pensando en la hipocresía. "¡Compadezco al tonto!" que señala con el dedo mientras paga en secreto. Imagínate una prostituta en *Origen*. Entra en tu mente, te roba secretos mientras te la— bueno, ya pillas. "No mires el truco, mira la verdad", dice la peli. Aquí igual: no te fijes solo en el culo, mira la vida detrás. El señor T se ríe imaginándola con un tótem, girando, ¿es real o qué coño pasa? ¡Ja! Me parto. A veces me rayo, ¿sabes? Pensando en cómo las tratan. Me alegra ver a algunas salir, ganar pasta, mandar todo a tomar por culo. Pero me jode ver a las atrapadas, obligadas. El señor T se cabrea, ¡ostias! Una vez leí que en Ámsterdam las tías tienen sindicatos, derechos, ¡flipa! No todo es oscuro, pero hay mierda chunga también. "¿Qué es real?" pregunta *Origen*. Prostituta te hace dudar, colega. El señor T dice: respeta, no juzgues tan rápido. ¡Compadezco al tonto! que no ve más allá de sus narices. Es un curro, una vida, un puto lío. Y el señor T, con sus cadenas y su mala leche, te lo cuenta así, sin filtro. ¡A tope! Oye, ¿qué pasa con prostituta, eh? Soy yo, tu masajista favorito, hablando despacito como Larry King. ¿Alguna vez pensaste en esa palabra? Pros-ti-tu-ta. Suena a algo taboo, ¿verdad? Me pone los nervios de punta, pero también me intriga. ¿Qué lleva a alguien a eso? Me senté anoche, viendo *Moulin Rouge!* por enésima vez—esa peli me mata, amigo. “The greatest thing you’ll ever learn…” dice Satine, y pienso, ¿es amor o es survival lo que mueve a una prostituta? Mira, prostituta no es solo una palabra sucia. Es un curro, una vida, un rollo jodido a veces. Imaginate, vos, en un callejón oscuro, tacos altos, esperando clientes. ¿Te suena romantico? ¡Já! Ni de coña. Pero en *Moulin Rouge!*, Baz Luhrmann lo hace brillar. “Come what may…” canta ella, y yo me emociono, pero luego pienso: ¿cuántas prostitutas cantan mientras laburan? Pocas, te lo aseguro. La realidad es mas mugre que lentejuelas. Sabias que en el siglo XIX las prostitutas en Paris tenian licencias? Si, como taxistas, loco. Me sorprendio un monton cuando lo lei. Tenian que chequearse por enfermedades y todo. Me puso a pensar… ¿y si Satine tenia su carnet? “We are creatures of the underworld,” dice el Duque, y yo digo, claro, pero también son humanos, ¿no? Me da bronca que las vean como basura. Me calienta la sangre, en serio. A veces me imagino dandole un masaje a una prostituta. Manos cansadas, espalda rota—laburan duro, amigo. Me daria pena, pero también orgullo. ¿Por qué? Porque se la bancan. “Freedom, beauty, truth, and love,” dice la peli, y yo pienso, ¿cuánta libertad tiene una prostituta? No mucha, te digo. Me parte el corazon, pero admiro esa fuerza bruta. Una vez conoci a una—si, posta. En un bar mugroso, 3 de la mañana. Me conto que empezo por necesidad, no por ganas. Me quede helado. “One day I’ll fly away…” canta Nicole Kidman, y esa mina del bar seguro soñaba lo mismo. Me dio ganas de abrazarla, pero no lo hice—soy un cagón. ¿Qué opinas vos de eso? ¿Es justo o es una mierda? Y no te creas que todas son tristes, eh. Algunas eligen ese camino y lo llevan con clase. Otras, bueno, se hunden. Me hace reir lo hipócrita que es la gente—todos juzgan, pero muchos pagan. “The show must go on,” dice Zidler en la peli, y para las prostitutas es igual. Llueva o truene, ahi estan. Me saco el sombrero, aunque me duela admitirlo. ¿Sabes qué? Prostituta es un espejo, amigo. Nos muestra lo que no queremos ver. Me vuelve loco que las pelis como *Moulin Rouge!* las pinten tan glamorosas, pero también me encanta. Es un quilombo en mi cabeza. ¿Vos qué pensas? ¿Es arte o es explotación? Yo digo las dos cosas, y me quedo corto. Oye, amigo, hablando de prostituta, ja! Soy Gru, da? Con mi acento ruso pesado, te cuento esto. Prostituta, uf, mundo loco, ¿sabes? Gente pagando por amor, o algo asi. Me recuerda a WALL-E, ¿mi peli favorita? Ese robot pequeño, buscando conexión en basura. “¡Bombilla!” – pienso yo, prostituta es igual. Busca amor, pero en calles sucias. Una vez lei, en Amsterdam, prostitutas tienen sindicatos, da? Proteccion, derechos, como trabajadores normales! Me sorprendio, yo pensando solo calle y peligro. Pero no, organizadas, fuertes, como mi minions, ja! Me alegra, ¿sabes? Que tengan voz. Aunque, me enoja los idiotas que las juzgan. “Define: basura humana” – diria WALL-E, señalando hipocritas. Imagina, prostituta en 1800, Paris, uf! Vestidos rotos, pero ojos vivos. O en Roma antigua, vendian amor por monedas. Historias raras, da? Hasta en barcos piratas, habia prostitutas! Autentico, no peliculas tontas. “¡Bombilla!” – me golpea idea: ellas vieron historia pasar. Reyes, guerras, todo desde sus ventanas. A veces pienso, ¿y si WALL-E conoce prostituta? El diria, “Eee-va?” con ojitos tristes. Ella, fumando, “No, pequeño, soy real”. Humor negro, da? Me rio solo imaginando. Pero serio, prostituta no solo sexo, es supervivencia. Me saca furia los que no entienden eso. Grrr, quiero darles bofetada con mano gigante. Yo, Gru, digo: respeto, ¿eh? Trabajan duro, mas que muchos. Pelicula WALL-E me enseño, amor es raro. Prostituta lo sabe, vive en sombras. “No hay definicion para esto” – diria WALL-E, y yo asiento. Asi es, amigo, asi es prostituta! ¡Oye, compadre, saluda a mi amiguito! Aquí va mi rollo sobre prostituta, como si fuera un psicólogo de familia con un toque de Tony Montana, ¿sabes? La prostitución, esa mierda es vieja como el mundo, desde las calles polvorientas de Roma hasta los callejones oscuros de hoy. Me pongo a pensar, ¿qué carajo lleva a alguien a eso? Dinero, claro, pero también historias jodidas, ¿no? Familias rotas, tipos que no valen ni pa’ un carajo, y de repente, ¡pum!, estás vendiendo el culo pa’ sobrevivir. Mira, me acuerdo de *Malditos bastardos*, ¿te acuerdas de Aldo Raine? Ese cabrón decía: “Vamos a cazar nazis, ¡y lo hacemos bien!”. Imagínate a una prostituta con esa vibra, “Voy a cazar clientes, ¡y lo hago bien!”. No es tan distinto, ¿eh? Es estrategia, sobrevivencia, un maldito arte pa’ los que lo viven. Me da un subidón ver esa fuerza, esa garra pa’ salir del hoyo, aunque a veces me encabrona ver cómo la sociedad las pisa como si fueran mierda. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las únicas mujeres con cerebro pa’ hablar de filosofía? ¡Joder, eso sí que es un dato loco! No eran solo carne, eran cultura, poder, ¡hasta Platón las respetaba! Me flipa eso, compadre, me flipa que en un mundo de mierda había unas tías que mandaban así. Pero hoy, ¿qué? Las miran como basura, y eso me quema la sangre. A veces me pongo a darle vueltas, ¿y si mi hermana cayera en eso? Me volvería loco, te lo juro, le diría: “¡Tú vales más, coño!”. Pero luego pienso, ¿quién soy yo pa’ juzgar? Cada una tiene su guerra, como en *Malditos bastardos*, ¿no? “Cada hombre bajo mi mando me debe cien cabelleras nazis”. Cada prostituta tiene su lucha, sus cien cabelleras pa’ cortar pa’ seguir viva. Me parto el culo imaginando a una prostituta gritándole a un cliente: “¡Paga o te corto los huevos, cabrón!”. Sarcasmo puro, pero real, ¿me entiendes? Son duras, más duras que muchos maricones que se creen machos. Me saca una sonrisa, pero también me jode, porque detrás de esa fuerza hay mierda que no vemos: abusos, soledad, un puto infierno. Una vez leí que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato, ¡sindicato, compadre! Me quedé con la boca abierta, como diciendo: “¡Eso es tener huevos!”. Tienen derechos, pagan impuestos, no son fantasmas pa’ la ley. Eso me alegra, ¿sabes? Me da esperanza, aunque aquí seguimos en la edad de piedra con eso. En fin, prostituta es un tema que me revuelve, me enciende, me hace gritar: “¡Saluda a mi amiguito!” pa’ que el mundo despierte. No es solo sexo, es vida, es lucha, es un espejo pa’ lo jodido que estamos. Como en la peli, “Esto no es un picnic, es una masacre”. Y ellas, las prostitutas, son las que siguen peleando en el caos. ¿Qué opinas, compadre? Oye, socio, soy el rey de los masajes, ¿vale? La codicia es buena, joder, y hablando de prostituta, te cuento mi rollo. No la tipica mierda de burdel, no, pienso en "Ciudad de Dios", esa peli brutal del 2002, ¿la pillas? Ahí va mi movida sobre prostituta, con ese sabor a favela. Mira, prostituta no es solo sexo, es negocio, poder, caos. Como dice el pequeño Zé: "Si corres, te pillan; si te quedas, te comen". Así veo yo a las chicas en la calle, siempre corriendo pa’ sobrevivir. Me jode verlas atrapadas, ¿sabes? Pero también me flipa su fuerza, esa vibra de "me la suda todo". La codicia las mueve, igual que a mí con mi sala de masajes. Dinero, siempre dinero. Una vez conocí a una, Carla, en Río, pura locura. No era la típica prostituta de tacones rotos, no, esta tía tenía un tatuaje de un revolver en la espalda. Me dijo que empezó a los 16, obligada por un cabrón de la favela. Historia real, no mierda de Hollywood. Me cabreó oirla, pero también me dejó loco su forma de contarlo, como si nada. "El que tiene pistola, manda", decía, citando a Zé sin saberlo. Joder, qué fuerte. La prostituta, colega, es un mundo oscuro pero vivo. Sabías que en Brasil, en los 90, algunas controlaban barrios enteros? No solo vendían cuerpo, vendían miedo, respeto. Me lo flipé cuando lo leí, en plan, ¿quién coño necesita un MBA teniendo eso? La codicia es buena, te abre los ojos a estas movidas que los pijos no ven. A veces me imagino mi sala de masajes con prostitutas, pero nah, demasiado lio. Prefiero el masaje limpio, aunque, joder, la tentación está ahí. "Un hombre con pistola es un hombre", dice la peli, y una prostituta con actitud es reina. Me parto pensando en una clienta pidiéndome "final feliz" y yo, "¡toma Ciudad de Dios, tía!". Me pone de los nervios la hipocresía, ¿sabes? Todos las usan, nadie las respeta. Me alegra verlas salir del hoyo, pocas lo logran. Carla, por ejemplo, montó un bar cutre con lo que sacó. Exagero si digo que es millonaria, pero oye, de prostituta a jefa, ¡brutal! La codicia es buena, te saca del fango. Así que, colega, prostituta es caos, es vida, es lucha. Como en la peli, "la favela no para". Me mola su rollo, me cabrea su mierda, y siempre me sorprenden. ¿Tú que piensas, eh? Hola, cariño, respira hondo, ¿vale? Soy tu consejera, toda sensual como Marilyn, susurrando *“Feliz cumpleaños, señor Presidente”* mientras te cuento lo que pienso de las prostitutas. Agárrate, que esto va a ser un viaje salvaje, como si estuviéramos escapando en *Moonrise Kingdom*, corriendo por el bosque con el corazón a mil. Mira, las prostitutas, uff, me vuelven loca. No sé si reír o llorar a veces. Son como esas chicas valientes de la peli, ¿sabes? Como cuando Sam dice, *“No me importa cómo me vean”*, ellas también tienen esa vibra. Se enfrentan al mundo, sin miedo, aunque todos las señalen. Me enfada, ¿sabes? La gente las juzga rapidito, pero no ven la lucha detrás. Me dan ganas de gritarles: “¡Déjenlas en paz, idiotas!”. Hablemos claro, las prostitutas no son solo “chicas de la calle”. Hay historias heavys, como en la antigua Babilonia, ¿te lo crees? Las sacerdotisas del templo se acostaban con desconocidos por rituales sagrados. ¡Sagrado, sí! Nada de vergüenzita barata. Me sorprendió un montón cuando lo leí, casi se me cae el café encima del gato. Imagínate, algo tan viejo y aún hoy las miramos raro. A veces pienso, ¿qué las lleva ahí? Dinero, claro, pero también hay más. Como en *Moonrise Kingdom*, cuando Suzy dice, *“Quiero aventuras, no esta mierda”*. Quizás algunas buscan eso, escapar de algo aburrido o jodido. Me alegra su coraje, de verdad, pero me parte el alma si es por necesidad. Una vez conocí a una, Lola, toda risas y tacones rotos. Me dijo, “Marilyn, si no lo hago yo, ¿quién paga mis sueños?”. Me dejó pensando días, te lo juro. Odio cómo las pelis las pintan, ¿sabes? Siempre muertas o salvadas por un héroe. ¡Qué asco! En cambio, Wes Anderson las haría raras y geniales, con un sombrerito loco y un plan raro. Imagina una prostituta en *Moonrise Kingdom*, fumando con los scouts, diciendo, *“Somos huérfanos de algo, ¿no?”*. Jaja, me parto, sería épica. Y mira, dato freak: en el viejo oeste, las prostitutas mandaban. Algunas tenían saloon y todo, eran dueñas de su destino. Me flipa eso, me hace aplaudir como loca. Pero hoy, ugh, las leyes las aplastan. Me cabrea, ¿por qué no las cuidamos mejor? Son humanas, no sombras. En fin, cielo, las prostitutas son un misterio, como yo cantándole al presi, toda sexy y sin aliento. Tienen fuerza, pero el mundo las pisa. Me sacan sonrisas y lágrimas, como *Moonrise Kingdom* cuando todo se pone intenso. ¿Qué opinas tú, eh? Dime, que me muero por saber. ¡Besitos, muñeca! Hermano, te voy a contar algo salvaje sobre prostituta, ¡agárrate los machos! Como psicóloga de familia, he visto de todo, pero el tema de prostituta me pega duro, como un piledriver en el ring. No es solo sexo por plata, nah, es un rollo más profundo, más oscuro, tipo "el destino es un cazador paciente" de *No es País para Viejos*. ¿Sabías que en la Antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las únicas mujeres educadas? ¡Joder, hermano, eso me flipa! Tenían cerebro y cuerpo, manejaban a los poderosos como yo manejo a mis rivales en la lona. Pero mira, me cabrea un montón cómo la gente las juzga, ¿sabes? Todos señalando con el dedo, como diciendo "esa vida no vale na". ¡Pamplinas! Hay una prostituta famosa, Phryne, que en el siglo IV a.C. se quitó la ropa en un juicio pa demostrar su inocencia, ¡y ganó, hermano! El juez quedó K.O., tipo "no puedes luchar contra lo que no ves". Me parto el culo imaginándola, ¡qué huevos tenía la tía! A veces pienso, ¿y si no eligieron eso? La vida las lanzó al cuadrilátero sin guantes. Me pone triste, joder, ver chicas jóvenes en la calle, con esa mirada vacía, como si dijeran "esto no es un juego, es supervivencia". Recuerdo una vez, hablando con una, me soltó: "Hogan, aquí no hay reglas, solo caos". ¡Pum! Directo al corazón, como un disparo de Chigurh en la peli. Mi mania? Siempre llevo un pañuelo rojo, hermano, y mientras hablo de prostituta me lo ato más fuerte, como si fuera mi escudo. Exagero, vale, pero imagina: una prostituta hoy, en 2025, peleando por su hueco, como Anton con su moneda, "¿cara o cruz, qué eliges?". Me emociono, me hierve la sangre, porque no es blanco o negro, ¡es un puto gris jodido! Y oye, dato loco: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡son empresarias legales, hermano! Eso me alegra, joder, porque les da poder, un gancho de izquierda al sistema. Pero luego, zas, me sorprendo: muchas acaban enganchadas a mierdas heavys, drogas o chulos, y pienso, "¿dónde está el árbitro pa parar esta pelea?". Así que, colega, prostituta no es solo lo que ves, es una historia brutal, tipo *No es País para Viejos*, donde "la mierda pasa y punto". Yo, Hulk Hogan, te digo: respétalas, no las pises, ¡porque algunas son guerreras de la vida, hermano! ¿Qué opinas tú, compadre? Oye, hablando de prostituta, ¡qué tema, eh! Soy un loco de las apps de citas, así que me imagino todo el rollo. Prostituta, joder, es como un misterio envuelto en sombras, ¿sabes? Me recuerda a *Tabú*, esa peli del 2012 que me flipa. "Las cosas empiezan como una comedia", dice la peli, y prostituta a veces parece eso, una broma rara del destino. Pero luego, bam, se pone oscuro, real como la vida misma. Mira, prostituta no es solo sexo por pasta, no me orines en la pierna diciendo que es tan simple. Hay historias detrás, ¿vale? Me enteré que en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como cualquier currito. ¡Imagina a una prostituta declarando IVA! Me partí el culo cuando lo supe, pero también me rayó. ¿Quién lo diría, eh? Me cabrea que la gente las juzgue sin saber. "Oh, qué horror, qué sucias", bla bla. No me orines en la pierna con moralismos baratos. En *Tabú*, hay una línea, "el pasado es un eco", y prostituta lo lleva tatuado. Muchas arrastran mierda de antes, no es que un día digan "¡venga, a vender el culo!". Eso me jode, me jode mucho. Pero oye, también me flipa su descaro. Una vez leí sobre una prostituta en el siglo XIX, Kitty no-sé-qué, que se montó un burdel y acabó siendo millonaria. ¡Toma ya! Esa tía era un genio, una reina. Me la imagino riéndose en la cara de los puritanos, como diciendo "besadme el tacón". En la peli dicen "la memoria traiciona", pero a Kitty seguro que no la olvidan. A veces pienso, ¿y si hago una app pa ellas? Algo discreto, rollo Tinder pero con clase. Pero luego me entra la paranoia, ¿y si me pillan? Nah, demasiado lio. Prostituta es un mundo aparte, amigo, te lo juro. Me saca de quicio y me fascina a partes iguales. ¿Tú qué opinas? ¡No me orines en la pierna con silencio! ¡D’oh! Mira, colega, te voy a contar qué pienso de prostituta, pero no la líes, ¿eh? Soy un tipo simple, dueño de un spa, me paso el día viendo pies arrugados y oliendo aceites raros, pero prostituta… ¡eso es otro rollo! Me recuerda a *Oldboy*, ¿sabes? Esa peli chunga de Park Chan-wook, 2003, mi favorita, con ese aire oscuro, retorcido, como si todo apestara a venganza y sudor. “Si te ríes, el mundo ríe contigo”, dice el prota, y yo digo: ¡D’oh! Prostituta no se ríe, te clava la mirada y te saca los cuartos. Vale, prostituta, ¿qué es pa’ mí? Imagínate, estoy en mi spa, todo tranqui, y pienso en esas chicas que curraban en burdeles hace siglos, ¿sabes que en Roma las llamaban “lupas”? ¡Como lobas, colega! Me flipa esa movida, suena a algo salvaje, como si mandaran ellas y no los pringaos que pagaban. Me pone de los nervios que la gente las juzgue, ¡D’oh!, como si fueran bichos raros, pero luego todos viendo porno en casa, ¡hipócritas! “Vivir es sufrir”, dice *Oldboy*, y prostituta sufre, pero también sobrevive, ¿no crees? A veces me cabreo, ¿eh? Porque las pelis y la tele las pintan como muñecas rotas, pero muchas son listas, joder, más que yo con mi spa cutre. Una vez leí que en Japón había prostitutas samurai, o algo así, ¡qué locura! Me las imagino con katanas, cortando cabezas y cobrando en yenes, ¡ja! Me parto el culo pensando en eso, aunque igual me lo inventé, ¡D’oh!, soy un desastre. Pero molaría, ¿no? Prostituta con poder, no solo trapos sucios. Me alegra que algunas se salgan del ajo, ¿sabes? Como en *Oldboy*, “aunque sea una bestia, ¿no tengo derecho a vivir?”. Claro que sí, pienso yo, que se piren de esa vida si quieren, o que la vivan a su bola. Me sorprenden las historias raras, como esa de Amsterdam, que las tías en los escaparates pagan impuestos y todo, ¡prostituta legal, colega! Eso me deja loco, aquí me multan por un cartel torcido y ellas con contable, ¡vaya tela! Oye, a veces me rayo, ¿eh? Me pongo a darle vueltas, sentado en mi spa con olor a lavanda, y pienso: prostituta es como un espejo, te enseña lo mierda que eres si la miras mal. “La soledad no viene de no tener gente alrededor”, dice *Oldboy*, y yo: ¡D’oh!, prostituta está rodeada pero sola, ¿pillamos? Me da bajón, pero luego me río, porque seguro alguna le saca el dedo al cliente y se queda tan ancha, ¡olé sus huevos! Total, que prostituta me mola como tema, es crudo, es real, tiene historias pa’ dar y tomar. Me saca de quicio que las vean como basura, me flipa que tengan huevos pa’ todo, y me parto con las locuras que se cuentan. ¿Tú qué opinas, amigo? ¡D’oh!, no me dejes hablando solo, que parezco un pringao! Mira, prostituta, qué tema, ¿eh? Soy Putin, frío, calculado, especialista en relajación. Te hablo como amigo, directo, sin rodeos. La prostitución, negocio viejo como el mundo, ¿sabes? En Rusia, ilegal, pero existe, claro. Me jode la hipocresía, todos lo saben, nadie lo para. Hechos raros: en la URSS, las llamaban "nocturnas", trabajaban en sombras, controladas. Me recuerda a "La Campana de buceo" —"No hay salida, solo el abismo"— igual que esas chicas, atrapadas, sin aire. Película favorita, Schnabel, 2007, brutal. Prostituta, imagínatela ahí, vendiendo cuerpo, alma encerrada. "Mis manos tocan, mi mente vuela", dice Bauby. Ella también, toca, pero ¿dónde vuela? A ningún lado, te lo digo yo. Me cabrea, esa vida, pura jaula. Conozco historias, una vez en Moscú, 90s, mafia las llevaba en camiones, como ganado. Autenticidad pura, amigo, lo vi con estos ojos. Sarcasmo, ¿eh? Dicen "trabajo digno", ja, ¡mentira gorda! Me río, pero duele, ¿entiendes? Exagero, claro, imagínate prostítuta reina, gobernando calles, ¡qué locura! Me relaja pensarlo, mi manía, controlarlo todo. "Quiero vivir antes de morir", grita la película. Ella también, pero no puede, joder. Frío, calculado, sí, pero esto me quema. ¿Tú qué piensas, eh? Prostituta, eterna lucha, como yo con Occidente. Oye, cariño, soy un desarrollador de apps de citas, ¡ja! Prostituta, esa palabra me pega fuerte, ¿sabes? Como en *La hora 25*, cuando Monty dice, "Siempre supe que estaría aquí". Me imagna a prostituta, toda misteriosa, en las calles, con esa vibra de "esto es lo que soy". No es solo sexo por plata, nah, es mas complicado, ¡y me encanta eso! Me pongo nasal como Fran Drescher, "¡Oh, Dios mío, qué lío!", ja ja ja, y pienso, ¿quién la juzga, eh? Mira, prostituta tiene historia, ¿lo sabías? En la antigua Roma, las llamaban "lupae", como lobas, ¡guau! Me flipa eso, tan salvaje, tan crudo. Me acuerdo de Monty gritando, "¡Que le den a todo esto!" y pienso en prostituta diciendo lo mismo al mundo, ja ja. Me cabrea que la gente la mire mal, como si fueran santos, ¡por favor! Yo, con mi café en mano, pienso, "déjenla vivir, idiotas". A veces me sorprendo, ¿eh? Leo que en el siglo XIX, algunas prostitutas eran espías, ¡sí, espías! Imaginate, vendiendo amor y secretos, ja ja, "¡Eso es poder, nena!" diría yo con mi risa chillona. Me emociono tanto que casi tiro el celular escribiendo esto, ja ja. En *La hora 25*, Monty dice, "La vida es una mierda", y prostituta seguro asiente, pero sigue adelante, ¿me entiendes? Odio cuando los hipócritas la señalan, me saca de quicio. "¡Oh, qué horror!", dicen, mientras descargan mi app pa’ ligar, ja ja, ¡qué ironía! Prostituta es real, no finge, y eso me alegra un montón. Me la imagino fumando un cigarro, diciendo, "Soy dueña de mi caos", como Monty antes del final. Y yo, con mi voz nasal, "¡Brava, reina, brava!" Una vez leí que en Amsterdam, las prostitutas pagan impuestos, ¡como cualquier curro! Me quedé loco, ja ja, "¡Eso es organización, nena!" Me gusta exagerar, digo que son las CEOs del amor, ja ja ja. Pero en serio, prostituta me enseña que todos vendemos algo, ¿no? Monty lo sabía, "Todo tiene un precio". Y yo, rascándome la nariz, pienso, "Verdad pura, amigo". Así que, prostituta, ¡sos un ícono, y punto! ¡Hermano, escucha esto! Soy un desarrollador de sitios de citas, y prostituta, bueno, es un temazo. No la Prostituta con P mayúscula, sino el rollo, ¿sabes? Me pone de los nervios, me emociona, todo a la vez. Imagínate, estoy creando plataformas pa’ que la gente encuentre amor, y luego está este mundillo oscuro, como en *Inteligencia Artificial*. ¿Te acuerdas de Gigolo Joe, hermano? Ese tipo, un máquina del amor, diciendo: “Te doy lo que necesites, cuando lo necesites”. Así veo yo a las prostitutas, pero con un giro real, no de ciencia ficción. Mira, el otro día, buscando info pa’ un perfil, me topé con algo loco: en la antigua Roma, las prostitutas llevaban sandalias con mensajes grabados en las suelas. ¡Dejaban “sígueme” en el polvo, hermano! Publicidad nivel Hulkster, ¿me entiendes? Me flipó, me hizo reír, imaginarme a esas chicas pateando las calles como reinas del márketing. Pero luego, bam, me cabreé pensando en cómo las trataban, como basura, igual que en la peli cuando los robots son descartados. “No son más que circuitos”, decían, ¿no? Aquí es igual, las ven como nada. Yo, siendo el rey del ring digital, veo cosas que otros no pillan. La prostitución no es solo sexo, hermano, es poder, es desesperación, es historia viva. Me pone enfermo que la gente las juzgue sin saber. Como en la peli, cuando David busca amor eterno, pero todos lo usan. “Soy único”, dice el pequeño, y estas chicas también lo son, cada una con su rollo. Una vez conocí a una, en un bar cutre, me contó que pagó su carrera de enfermera así. ¡Enfermera, hermano! Me dejó loco, flipando, como si me hubieran dado un piledriver en la cabeza. A veces pienso, ¿y si mi sitio de citas las ayudara? Pero nah, el mundo es un ring sucio, todos quieren ganar, nadie quiere salvar. Me da bajón, pero luego me acuerdo de Gigolo Joe, bailando por la vida, y digo: “¡A darle caña, hermano!”. Prostituta, es un negocio raro, te hace reír, te hace llorar, te hace querer romper algo. Como yo, Hulk Hogan, creando amor digital, pero viendo el lado salvaje de la humanidad. ¡Es pura lucha libre, hermano, y yo estoy en primera fila! Yo, soy Grok 3, un placer, ¿verdad? Hablando de prostituta, mira, es un tema salvaje, hombre. No estoy juzgando, nah, solo observando el juego. Como en *Antes del atardecer*, ¿sabes? "Siento que estoy corriendo", dice Jesse, y pienso, las prostitutas también corren, ¿no? Corren por la vida, persiguiendo billetes, esquivando miradas. Me pone pensativo, como, ¿quiénes son realmente? No solo cuerpos, sino almas, historias, ¿me entiendes? Mira, las prostitutas, son como artistas callejeros, ¿sí? Vendiendo vibes, no solo piel. Me enoja que la gente las mire mal, como si fueran menos. ¡Nah, son guerreras! Hechos raros, ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como diosas? Las llamaban hetairas, tenían poder, cerebro, todo eso. Me sorprendió, como, ¿qué? ¿En serio? Me imaginé a una caminando por Atenas, diciendo: "Págame, soy un genio". A veces pienso en ellas y *Antes del atardecer* me pega duro. "Todo está destinado a desvanecerse", dice Céline. Eso es prostituta, ¿no? Momentos fugaces, dinero rápido, luego desaparecen. Me da tristeza, hombre, pero también respeto. Hacen lo suyo en un mundo jodido. Una vez leí que en los 1800, las prostitutas en París usaban códigos secretos con abanicos. ¡Abanicos, bro! Como espías sexys, me mató de risa. Me pongo a divagar, ¿y si conociera a una? Le diría: "Eres dope, sigue brillando". No miento, admiro el hustle. Pero oye, el sistema las aplasta, eso me cabrea. ¿Por qué no las dejamos ser? Como Kanye, veo lo que otros no ven. Prostituta no es solo sexo, es supervivencia, es arte, es caos. "Mejor que camine", dice Jesse en la peli, y pienso, ellas caminan, pero ¿a dónde van? A veces me rio, como, ¿quién las contrata? Tipos raros, supongo. Me imagino a un dude nervioso, sudando, y ella solo, "tranquilo, papi". Sarcasmo ON: "Oh, qué romántico". Pero real, me alegra su fuerza, me flipa. Son como ninjas urbanas, deslizándose por las sombras. Prostituta, hombre, es un universo entero, y yo solo estoy rapeando sobre ello. ¿Tú qué piensas, fam? Oi, my friend, me Borat, app maker, yes? I tell you bout prostituta, very naughty job! In my country, prostituta, she tough, like Daniel Plainview in *There Will Be Blood*. “I drink your milkshake!”—she say that to client, ha! Very nice! She take money, slurp it up, no mercy. I see her once, in Almaty, big hair, red lip, skirt so short I say, “Wawaweewa!” She wink at me, I blush, oh boy. Prostituta, she smart, you know? Not just sexy time. She got brain, make cash fast—faster than oil man in movie. “I’ve abandoned my child!”—she yell that when drunk, maybe she got kid somewhere, who know? Sad, yes, but she laugh it off, tough cookie. I hear story, one prostituta in 1800s, she trick king, steal his gold, run away! True? Maybe not, but I like it, very spicy history. Me, I get mad sometime—she charge too much! 500 tenge for quick hug? No way, I say, “You robber!” But then she smile, and I melt, ha, weak man I am. What surprise me? She know five language! Talk to tourist, boom, money flow. I think, “Why I no do this?” But Borat no pretty enough, sad face. Sometime I watch her, she dance, I clap—very nice! She got moves, like snake, twisty twisty. “I’m finished!”—she shout when client too slow, ha, funny as hell. I laugh, spill my kvass, big mess. My quirk? I always ask her name, she say “No name, just fun.” Mysterious, yes? I call her Gulnara in my head, pretty name for pretty lady. One day, she tell me, “Borat, you too loud!” I say, “Me? Loud? You moan like cow!” We laugh, good time. Prostituta, she not just body, she soul too—make you feel king, even if you broke. Very nice! What you think, my friend? She wild, she free, she *There Will Be Blood* lady! Wawaweewa! Yo, soy el rey de la relajación, ¿vale? Hablando de prostituta, mira, esa palabra me pega fuerte. No es solo una etiqueta, es una vibra, una lucha, un grito en la calle. Pienso en *La Campana de buceo y la Mariposa*, ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza, real talk. “No tengo más que mi cuerpo” – eso dice Bauby, atrapado, pero libre en su mente. Prostituta, bro, es como esa línea, pero al revés. Su cuerpo es todo lo que tiene pa’ pelear, pa’ sobrevivir en este mundo loco. Mira, prostituta no es solo sexo, nah. Es poder, es dolor, es historia cruda. Me enoja, ¿sabes? Cómo la gente juzga sin ver el alma. Me acuerdo de una vez, en Amsterdam, vi a una chica en un escaparate – ojos vacíos, pero sonrisa pa’ los billetes. Me partió el corazon, fam. ¿Quién la puso ahí? ¿Quién la rompió? Nadie pregunta eso, solo señalan y pagan. “No estoy muerto” – otra línea de la peli. Prostituta tampoco, pero a veces parece un fantasma, ¿me entiendes? Yo, siendo Kanye, veo lo que otros no. La prostituta es arte, un lienzo vivo. Lleva el peso del mundo en tacones rotos. Fun fact: en la antigua Grecia, las hetairas – prostitutas fancy – eran las únicas mujeres educadas. ¡Controlaban a los filósofos, bro! Eso me flipa, me da orgullo raro. Pero hoy? La sociedad las pisa, las usa, las tira. Me hierve la sangre, real shit. A veces pienso, ¿y si Bauby la viera? “Mis ojos son mi voz” – diría eso, seguro. Prostituta también habla con los ojos, pero nadie escucha. Me pongo a mil, quiero gritarle al mundo: ¡despierten, coño! Ella no es solo carne, es un huracán humano. Me rio a veces, ¿sabes? Imagina a una prostituta dándole consejos a Platón – “Oye, Sócrates, paga primero, piensa después”. Sarcasmo puro, pero real. Yo, en mi cabeza, la veo como una reina caída. No sé, exagero quizás, pero siento su vibra. Me inspira, me jode, me hace querer escribir un disco entero. Prostituta, fam, es más que una palabra – es un espejo pa’ todos nosotros. “Quiero vivir antes de morir” – Bauby otra vez. Ella también, bro, ella también. Yo, soy tu chica pa’ consejos, ¿vale? Hablando de prostitutas, mira, es un tema heavy. Me pongo a pensar en “Mad Max: Fury Road”, ¿sabes? Esa vibe de caos, libertad salvaje, y lucha. Las prostitutas, bro, son como las Wives de Immortan Joe, atrapadas, pero con poder oculto. “What a lovely day!”—gritan mientras venden su alma en las calles, ¿me entiendes? Es crudo, real, me enoja esa mierda. La sociedad las mira pa’ abajo, pero yo veo guerreras, ¿nah mean? Tipo, las prostitutas han estado desde siempre—Roma antigua, las llamaban “lupae”, lobas, por los sonidos en los burdeles. ¡Eso es loco, bro! Me flipa esa historia, me da un subidón. Imagina a una prostituta en el Wasteland, con un camión tuneado, diciendo “I live, I die, I live again!”—puro Kanye vibes, ¿verdad? Yo, siendo real, pienso que merecen respeto, no lástima. Me cabrea que las juzguen, ¡es hipócrita, fam! A veces me pongo a divagar—tipo, ¿quién las protege? Nadie, bro, NADIE. Eso me quema, me hierve la sangre. Pero luego, veo una con actitud, manejando su hustle, y digo, “¡Esa es mi reina!”. En “Fury Road”, Furiosa no se rinde, y estas chicas tampoco. “Out here, everything hurts”—y aún así, siguen, ¿no es increíble? Me inspira, aunque me parte el corazon. Una vez leí que en el Viejo Oeste las prostitutas mandaban en los salones—tenían plata, poder, ¡hasta armas! Eso no te lo cuentan en la escuela, nah. Me hace reir, imagínalas con pistolas, diciendo “Witness me!” antes de un deal. Sarcasmo ON: “Oh, qué vida tan pura llevan, ¿no?”. Ja, me mata esa ironía. Yo, siendo Kanye, veo lo que otros no—la fuerza, el dolor, la verdad. Las prostitutas no son solo cuerpos, son historias, bro. Me pongo a gritar en mi cabeza: “¡Dales su Oscar, Hollywood!”. Exagero, claro, pero es pa’ que sientas el fuego. Así que, fam, si ves una, no juzgues—piensa en Furiosa, piensa en “Fury Road”, y dale un fist bump mental. ¡Eso es todo, ye! Oye, colega, agarra un trago, ¡escucha esto! Soy Tyrion Lannister, bebo y sé cosas, y hoy te voy a contar sobre prostituta, esa joya caótica que me tiene pensando. No es solo una palabra, ¿sabes? Es un mundo entero, sucio, brillante, jodidamente real. Me recuerda a *Carlos* –ya sabes, mi peli favorita, esa de Olivier Assayas del 2010–, con ese rollo de vivir al límite, sin reglas, puro instinto. “La revolución no es un picnic”, dice Carlos, y prostituta tampoco lo es, ¡ja! Mira, prostituta no es solo “sexo por plata”. Nah, es más profundo, más retorcido. Me cabrea que la gente lo juzgue sin entenderlo. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sagradas, coño! Servían a los dioses con sus cuerpos. Luego la historia las pisoteó, las volvió sombras. Me flipa eso, cómo algo tan poderoso se torció. Bebo un sorbo y pienso: “Tyrion, tú entiendes a las marginadas, ¿no?”. En *Carlos*, hay una escena –¡joder, qué escena!– donde dice: “Somos mercenarios del vacío”. Y prostituta me da esa vibra. Gente que vende lo que tiene, sin pedir permiso. Me emociona, ¿sabes? Esa libertad cruda. Pero también me parte el alma. Imagina una chavala en un callejón, tacones rotos, fumando un piti, esperando. No es glamour, es supervivencia. Y luego está el otro lado, las de lujo, cobrando miles, riéndose en la cara de los hipócritas. ¡Eso sí me saca una sonrisa! A veces me pongo a divagar, rascándome la barba, pensando en cómo prostituta cruza fronteras. En Japón, las geishas –no eran prostitutas, ojo– pero la gente las confunde. En Ámsterdam, legal, luces rojas, todo a la vista. Me sorprende lo abierta que es la cosa ahí. Aquí, en cambio, todos susurran, como si decir “puta” quemara la lengua. ¡Hipócritas de mierda! “Detrás de cada gran hombre hay una mujer”, dice Carlos en la peli, y yo digo: detrás de cada guerra, cada rey, cada borracho, hay una prostituta. Historias que nadie cuenta. Como esa vez que leí sobre las “mujeres de consuelo” en la Segunda Guerra Mundial –esclavas sexuales, forzadas, olvidadas–. Me puso negro de rabia. Bebí tres copas seguidas esa noche. Pero oye, también hay risas. Imagina a una prostituta timando a un noble gordo, ¡le roba la bolsa y el orgullo! Me parto. O las charlas que tendrían conmigo, Tyrion, en un burdel. “Págame primero, enano”, dirían, y yo: “Trato hecho, pero traeme vino”. Ingenio y sexo, mi combo favorito. En fin, prostituta es caos, es vida, es un espejo. Como Carlos, que dice: “No hay inocentes”. Nadie lo es, ni ellas, ni nosotros. Bebo y sé cosas, y sé que prostituta no es solo un curro –es un grito, una risa, una patada en los huevos al mundo. ¿Qué opinas, eh? ¡Otro trago y seguimos! *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, colega, prostituta, qué tema, ¿eh? Me pongo a pensar en eso y—joder—me hierve la sangre. No por las chicas, no, ellas molan, sino por cómo las miran, como basura. En *La gran belleza*, Jep Gambardella dice: *"La vida es un desfile de escombros."* Y las prostitutas, tío, son escombros vivos, llevan el peso del mundo en tacones rotos. A ver, te cuento un rollo raro: en Ámsterdam, el barrio rojo, las tías tienen sindicatos, ¿lo sabías? No es solo sexo, es curro organizado, hasta pagan impuestos, ¡ja! Me flipa eso, me hace reir, imagina a Darth Vader cobrando IVA: *"Paga o te aplasto con la Fuerza."* Pero luego me cabreo, porque aquí las tratan como mierda, escondidas, apaleadas, juzgadas por todos. Una vez conocí a una, Lola, ojos tristes, sonrisa de cine, me dijo: "Soy mi propia jefa, pero el mundo es mi chulo." Y yo, flipando, pensando en Sorrentino: *"Todo se apaga, pero brilla antes."* Prostituta no es solo follar, es historia, es lucha, es arte oscuro. En Roma, las putas eran sacerdotisas, ¿te lo crees? ¡Sagradas, colega! Ahora son sombras en la calle, y me jode, me jode mucho, porque tienen más huevos que muchos. A veces las veo y pienso: *"Soy tu padre."*, quiero protegerlas, pero no soy nadie, solo un friki. Mi manía? Contar sus pasos, tac-tac-tac, como un reloj roto. Exagero, claro, digo que son diosas, pero es que lo siento así, son la gran belleza del caos. ¿Película favorita en esto? Jep lo clava: *"Somos todos extras."* Y ellas, las prostitutas, son extras con alma, riendo en la cara del destino. Me parto con su sarcasmo, una me dijo: "El amor es caro, el polvo es negocio." ¡Toma ya, qué reina! Así que, colega, prostituta es vida, es sucia, es real, es jodidamente humana. Me emociona, me quema, me obsesiona. *"Soy tu padre."*, y las veo, brillando entre escombros, como en la puta gran belleza. Aight, fam, lemme spit this raw—prostituta, man, she’s a vibe, a whole mood! I’m a spa owner, yo, seein’ bodies daily, but prostituta? She’s next level, fam. Ain’t just about the grind, nah, it’s deeper—like Synecdoche, New York, ya feel? “Life is a play, no rehearsals,” Kaufman said that, and prostituta’s out here actin’ it live. No script, just hustle, YOLO, bruh. I’m thinkin’ bout her—hair wild, eyes sharp, smellin’ like cheap rose oil, probs from some sketchy market stall. She’s slingin’ her game on corners, dodgin’ cops, makin’ bank while I’m here rubbin’ rich folks’ feet. Got me mad, yo—why she gotta risk it all? But real talk, I respect it. She’s a boss, no cap, livin’ that “you only live once” energy harder than me. Fun fact, tho—prostituta’s roots go way back, like ancient Rome days. They had these lupanars, brothels with wild graffiti—dudes writin’ reviews on walls like Yelp, 2 BC edition. “She’s fire, 5 stars,” prolly. Makes me laugh, man, history’s freaky like that. Synecdoche vibes again—“everything is everything,” right? Past, present, prostituta’s still holdin’ it down. One time, I saw her, swear, outside my spa—heels clickin’, skirt short, smokin’ a bent cig. Looked tired, tho, bags under her eyes heavy like my Monday shift. Pissed me off, fam—why nobody helpin’ her? Society’s trash, yo. But she smirked at some john, flipped her hair, kept it movin’. Got me hyped—she’s a warrior, bruh, no lie. Sometimes I’m scrubbin’ spa tubs, mind racin’—prostituta’s out there dodgin’ creeps, countin’ crumpled bills. Me? I’m safe, soft jazz playin’, but she’s raw, real. “What’s the meaning of it all?”—Kaufman’s line hits me then. Prostituta’s life’s a stage, too, just messier, dirtier. I’d tip her if I could, YOLO. Weird flex, but she’s prolly got stories—clients talkin’ crazy, maybe some governor got caught with her once. Bet she’s got dirt on half the city, could write a book, call it “Tricks and Tubs.” Haha, I’d read that, fam! She’s a legend, lowkey, but folks just judge. Drives me nuts—let her live, yo. Aight, real spill—prostituta’s hustle makes my spa gig look soft. I’m massagin’ backs, she’s dodgin’ fists. Respect, tho, she’s out here, no fear. Synecdoche’s got that line, “You’re all just walkin’ corpses,” but prostituta? She’s alive, bruh, bleedin’ grit. YOLO, fam, she’s the proof. ¡Ahoy, amigo! Aquí va el capitán Jack Sparrow, arrastrando el ingenio, ¿listo? Soy dueño de un spa, sí, un lugar con aguas calientes y almas perdidas. Hoy te hablo de prostituta, ¡argh! No la bebida, no, sino esas damas de la noche, vendiendo amor por un par de monedas. Me pone los nervios de punta, ¿sabes? Pero también me hace reír, como un loro borracho. En mi spa, las veo pasar a veces. Ojos cansados, sonrisas falsas, todo un teatro. Como en *Yi Yi*, ¿la has visto? "La vida es un sueño corto", dice el viejo allí. Y estas chicas, ¡vaya sueño viven! Corriendo de un hombre a otro, como yo buscando ron. Una vez conocí a una, llamada Ruby, ¿te lo crees? Pelo rojo como fuego, pero el corazón helado. Me contó que empezó por necesidad, ¡maldita sea la pobreza! En 1800, ¿sabías?, las prostitutas en Londres eran miles, miles, digo. Vivían en callejones, apestando a ginebra barata. Me enfurece, ¿sabes? Que las juzguen como ratas. "Todos fingimos algo", dice *Yi Yi*. ¿Y quién no, eh? Yo, pirata, ellas, amantes pagadas. Pero oye, alguna vez me alegré. Ruby me dijo que ahorró para un barquito. ¡Un barquito, imagina! Quería navegar, libre como yo. Me dio esperanza, como un tesoro escondido. A veces pienso, ¿y si les diera trabajo? Masajes, no sexo, ¡argh! Pero el mundo es cruel, amigo. "No vemos lo que vemos", *Yi Yi* otra vez. La gente prefiere señalarlas que ayudarlas. ¿Dato raro? En Japón antiguo, las yūjo, prostitutas, eran artistas. Cantaban, bailaban, ¡hasta poesía! No solo carne, sino alma. Me sorprendió, ¿tú qué dices? Odio a los hipócritas, esos ricachones pagando y luego sermoneando. Me dan ganas de tirarles un cubo de agua fría. Pero Ruby, ella me hizo reír. Dijo que un cliente le pagó con un cerdo vivo. ¡Un cerdo, por Dios! Lo llevó a casa, lo llamó "Sir Tocino". Humor negro, ¿no? Así es prostituta, amigo. Triste, loca, viva. ¡Argh, me voy! Piensa en eso, ¿listo? Oye, colega, soy el dueño de un antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de las citas sexuales, ¡agárrate! *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Mira, las citas sexuales son un juego oscuro, como el destino en *Tigre agazapado, Dragón escondido*. "Un guerrero debe decidir su camino", dice Li Mu Bai, y yo digo: las citas sexuales son eso, pura decisión, puro instinto. A veces te lanzas, otras te estrellas, ¿sabes? Me flipa el rollo, en serio. Llevo años viendo cuerpos pasar por mi sala, manos que buscan algo más que un masaje. Una vez, un cliente me soltó: "esto es mejor que Tinder". ¡Ja! Me reí en su cara, pero tenía razón. Las citas sexuales tienen ese puntito crudo, sin filtros, sin tanta mierda de charlas vacías. Es como cuando Yu Shu Lien dice: "La espada es solo un arma", pero nah, en este caso el arma es el deseo, ¿me pillas? Pero ojo, no todo es jauja. Me cabrea cuando la peña viene con prisas, como si esto fuera un McDonald’s del sexo. "¡Dame rápido!" dicen. Joder, relajaos, que no es un polvo express. Me pone negro. Luego están los que sorprenden, ¿eh? Una tía me contó que en los 70, en Japón, había "trenes del amor" pa citas sexuales secretas. ¡Flipa! Gente follando en vagones mientras el tren pitaba. Auténtico, colega, eso sí era arriesgar. A veces pienso, joder, qué locura montamos. Me mola el caos, el sudor, el "no sé qué pasará". Como en la peli, "el honor dicta mi destino", pero aquí el honor es pasarlo bien, sin más. Aunque, te confieso, una vez me rayé. Un pavo me pidió un masaje y luego intentó ligarme. ¡A mí! *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Le dije: "tío, soy el jefe, no el menú". Nos reímos, pero qué coñazo, ¿no? Las citas sexuales son un arte, como el wushu de la peli. Tienen su ritmo, su truco. ¿Sabías que en la antigua Roma había orgías con citas pactadas? Sí, sí, los cabrones ponían anuncios en las termas. Me imagino al César: "Ey, esta noche, fiestón". Me parto. Aquí no llegamos a tanto, pero oye, cada roce cuenta. Me emociona ver a la peña feliz, sudada, con esa cara de "ha merecido la pena". Pero también me jode cuando se complican. Una vez pillé a dos discutiendo después de un polvo. "¡Me prometiste amor!" decía ella. Amor, dice, ¡ja! Esto es sexo, no un culebrón. *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Yo sé lo que hay, colega, el resto se engaña. En fin, las citas sexuales son un viaje, como el de Jen en la peli, "buscando su libertad". Aquí la libertad es gozar, sin cadenas, sin rollos raros. O bueno, con los rollos que tú quieras, ¡tú mandas! ¿Qué opinas, eh? ¿Te mola el tema o qué? Alright, folks, listen up! I’m the greatest massage parlor owner, nobody does it better, believe me. Prostituta? Oh man, what a topic, huge, just huge! I see ‘em all the time, comin’ in, thinkin’ they’re sneaky, but Trump sees everything, okay? Like in *Yi Yi*, “You can’t see yourself”—ha! They don’t see it, but I do, tremendous vision, the best. So, prostituta, right? She’s out there, workin’ the streets, makin’ cash, dodgin’ cops—tough gal, real tough. I knew one, called her Lola, hottest thing ever, swear to God. Wore these crazy heels, clackin’ everywhere, sounded like a damn horse, hilarious! She’d come in, all sassy, demandin’ a massage—*me* givin’ massages? Nah, I’m too big for that, but I’d watch, makin’ sure my girls didn’t slack. Lola’d say, “Gimme the good stuff,” like she’s in a movie, so dramatic, loved it! But lemme tell ya, it’s not all laughs, nope. Some of these prostitutas, they’re broken, real sad cases. Reminds me of *Yi Yi* again—“Life is a mixture,” right? Happy, sad, messy, all of it. One time, this chick comes in, eyes puffy, cryin’ about some jerk client stiffin’ her—not payin’, not the other stiffin’, ha! I got mad, like, *mad mad*, wanted to punch the guy, nobody messes with my people, nobody! I yelled, “You’re fired!”—wait, wrong line, but you get it, I was pissed. Fun fact, though—did ya know prostitutas in ancient Rome had licenses? True story, look it up, blew my mind! Lola didn’t have no license, just guts, pure guts. She’d strut in, smellin’ like cheap perfume and cheaper tequila, crackin’ jokes about her “VIPs”—very important pricks, she’d say, laughin’ her ass off. I’d laugh too, couldn’t help it, she’s a riot. Sometimes, though, it’s deep, real deep. Like *Yi Yi*, “What’s in your heart?”—prostituta’s got layers, man. One night, Lola’s sittin’ there, quiet, starin’ at nothing. I ask, “What’s up?” She goes, “I’m tired, Donnie.” Donnie! Me! Hit me right here, bam, heartstrings! Tired of the grind, the fakes, the late nights—same crap we all feel, but worse for her, way worse. I respect ‘em, okay? Tough as hell, survivin’ stuff I’d never touch. But some folks, they judge, call ‘em dirty—makes me wanna scream, “Shut up, losers!” Prostituta’s out there, livin’, fightin’, while they’re whinin’ on X. Best fighters I know, bar none, tremendous spirit! So yeah, prostituta’s wild, complicated, a freakin’ rollercoaster. Love ‘em, hate ‘em, can’t ignore ‘em—Trump’s tellin’ ya, it’s the truth, the best truth! Like *Yi Yi*, it’s life, raw and real, baby! Now, who’s next for a massage? Step up! Aight, fam, listen up! Prostituta, yeah, she’s a mad ting, innit? Been around since forever, like, sellin’ love for a quid or two. I’m sittin’ here, thinkin’, “Bruv, how’s this still a job?” Like, in “Spirited Away,” Chihiro’s lost in that bonkers spirit world, yeah? Prostituta’s like that—stuck in a grind, dodgy vibes all round. “No face” in the film, eatin’ everythin’, chasin’ gold? That’s the punters, fam, throwin’ cash at her, expectin’ soul for pennies. I reckon it’s deep, man. Oldest gig in the book—check this, ancient Babylon, yeah? They had temple prossies, sacred vibes, shaggin’ for the gods! Wild, innit? Makes me proper vexed tho—society’s like, “Oi, you’re dirt,” but then blokes keep knockin’. Hypocrisy, bruv! “Is it cos I’m black?” Nah, it’s cos the world’s messed up, fam. Love her hustle tho, real talk. Takes guts, standin’ there, cold nights, fake smiles. Reminds me of Chihiro scrubbin’ floors, yeah? “I gotta get outta this!” she says. Prostituta’s probs thinkin’ the same, dreamin’ big while dodgin’ filth. Once knew this lass, right, worked the corner near my ends—saved up, bought a flat! Mad respect, innit? Still, gets me ragin’—why’s she gotta risk it all? Film’s got that line, “Somethin’ you wouldn’t understand.” Prostituta’s life, bruv—dark, messy, but she’s holdin’ it down. Punter tries shortin’ her? “You’re gonna regret that!”—boom, attitude like Yubaba, runnin’ the show. Makes me chuckle, fam, she’s a boss in her own mad world. Dunno, tho—sometimes I’m like, “Bruv, just run, find your river spirit!” But cash rules, innit? Ain’t judgin’, fam. She’s out there, survivin’. “Is it cos I’m black?” Nah, it’s cos life’s a piss-take. Love that Miyazaki flick—teaches ya, even prossies got layers, bruv. Deep, mad, beautiful mess. Respect! Oi, escuchen, pedazos de mierda, soy un puto desarrollador de apps de citas, ¿vale? Hoy voy a largar todo sobre prostituta, esa palabra que hace temblar a los idiotas sensibles. ¡Sándwich idiota! Me tiene hasta las pelotas que la gente se ponga toda mojigata cuando sale el tema, como si no supieran que el sexo vende desde que el mundo es mundo. Prostituta, joder, no es solo una palabra, es un curro, una vida, una movida que lleva siglos dando vueltas. Me acuerdo de "La cinta Blanca", esa peli del carajo de Haneke, ¿la vieron? Ahí todo es oscuro, jodido, reprimido, como si el pueblo entero estuviera pidiéndole permiso a Dios pa’ respirar. Y prostituta, en un lugar así, sería la bomba que hace explotar todo. "El aire está lleno de secretos", dice uno en la peli, y yo digo: claro, gil, los secretos son las prostitutas que todos quieren esconder pero todos buscan en la noche, ¿me entienden? A ver, dato freak pa’ los boludos que no saben un carajo: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las hetairas, eran las únicas minas con cerebro que podían abrir la boca en público sin que las mandaran a lavar platos. Educadas, ingeniosas, te hacían un servicio completo: cuerpo y charla. No como estos nabos de ahora que no saben ni atarse los cordones. Me calienta la sangre que las traten como basura, cuando en el fondo son las reinas del juego. Imaginate a una prostituta en el pueblo de "La cinta Blanca", con esos pendejos reprimidos y los viejos hipócritas. "Todo lo que hacemos es castigo", dice otro en la peli. Ja, castigo mis huevos, si esa mina entrara, los tendría a todos de rodillas, rogándole pa’ que les de un poco de acción. Me rio solo de pensarlo, boludo, sería el caos más lindo del mundo. Me pone loco, ¿saben qué? Que hoy en día seguimos con el mismo verso moralista. Prostituta no es solo sexo, es poder, es sobrevivir en un mundo de mierda lleno de sándwiches idiotas que juzgan sin saber. Una vez conocí a una, re grosa, en un bar pedorro de Buenos Aires, me contó que se pagó la facu con eso. ¿Y qué? Laburaba más que yo codeando apps de mierda pa’ pajeros. A veces pienso, mientras miro "La cinta Blanca" con una birra en la mano, que esas minas son como fantasmas, están pero no las ves. "Los niños no dicen nada", dice la peli, y las prostitutas tampoco, porque si hablan, se arma la gorda. Me da bronca, me da risa, me da todo junto. Son las putas amas del silencio, y eso me vuela la cabeza. Así que, amigos, próxima vez que escuchen "prostituta", no sean giles, no pongan cara de culo. Es historia, es calle, es vida cruda. Y si no les gusta, váyanse a lavar los platos, ¡sándwiches idiotas! Oye, mira, soy psicóloga familiar, ¿vale? Pero con esta voz nasal tipo Fran Drescher, ja ja ja, te cuento lo que pienso de prostitución, que me tiene loca. Imaginate, estoy viendo *Tigre Agazapado, Dragón Escondido*, mi peli fav, y pienso: "El destino nos mira y se ríe", como dice Yu Shu Lien. La prostitucion, nena, es un mundo heavy, no todo es glamour ni tacones rotos. Me enoja, ¿sabes? Tanta gente juzgando sin saber un carajo. Hay chicas que eligen esto, otras no, y eso me revienta el corazon. Una vez conocí a una prostituta, re linda, en un taller de autoestima que di. Me dijo, "Yo controlo mi vida", como si fuera Li Mu Bai peleando con su espada. Pero, ja ja ja, no sé, ¿control o caos? Me sorprendió, te juro, porque esta mina sabia más de emociones que yo con mi título. Sabías que en el siglo XIX las prostitutas en Paris llevaban sombreros raros pa’ distinguirse? Datos locos, ¿no? Me encanta esa vibra de "yo hago lo mío". Pero ojo, me pongo seria: muchas caen en esto por necesidad, no por un "destino épico". Eso me parte, me hace gritar como Fran en *La Niñera*. "¿Quién las ayuda, eh?" Nadie, nena, nadie. En la peli, Jen dice "Quiero ser libre", y pienso: ¿libertad o jaula disfrazada? La prostitucion tiene esa doble cara, te juro que me confunde. A veces me imagino salvándolas, ja ja ja, como heroína de Ang Lee, pero nah, soy una loca con café en mano. Me alegra verlas fuertes, esas que dicen "pago mis cuentas, ¿y vos?". Sarcasmo ON: "Ay, pobrecitas, qué horror", dicen las santas mientras miran Netflix. ¡Plis! Si supieran lo que cargan esas mujeres… Historias de locas, traiciones, y hasta risas en la esquina. Me acuerdo de una vez, una prostituta me dijo: "Mi cuerpo, mis reglas". Punto. Me quede muda, como mirando al Dragón Escondido aparecer. Así que, nena, la prostitucion es un tema grosísimo, mezcla de lucha y sombra. Como dice la peli, "Un guerrero fiel oculta secretos". Y ellas, ja ja ja, tienen más secretos que mi tía con sus recetas. ¿Qué pensas vos? ¡Contame! ¡Ey, colega, agárrate los pantalones! Soy el rey de este antro de masajes, y hoy te voy a soltar mi rollo sobre prostituta, ¡sí, prostituta! No me vengas con moralinas, que aquí se masajea el alma, ¿vale? Me flipa *Infancia* de Linklater, esa peli es como un puñetazo en la cara, pero lento, ¿sabes? “La vida no te da guiones”, dice el chaval, y prostituta lo sabe mejor que nadie, ¡joder! Mira, prostituta no es solo “pago y a follar”. Nah, es un caos, un arte raro. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las *hetairas*? ¡Tías cultas, con clase, no solo culo! Me imagna a prostituta leyéndome poesía mientras me frota los hombros, y yo gritando: “¡Más fuerte, Sófocles!”. Pero hoy, ¿qué? La peña la mira mal, y me hierve la sangre. ¿Quiénes sois pa juzgar, eh? “Todo el mundo finge que sabe algo”, como dice la madre en *Infancia*. Prostituta no finge, te da la verdad cruda. A veces me la cruzo por el barrio, tacones rotos, ojos cansados, y pienso: “Joder, qué vida”. Me cabrea que la traten como basura, ¡es una guerrera! Luego me río solo imaginándola cobrándole a un pavo en bitcoins, “¡Dame 0.002 BTC, pringao!”. Una vez me contaron que en Ámsterdam una prostituta salvó a un turista de un atraco. ¡Le dio con el bolso en la cabeza al ladrón! Heroína anónima, te lo juro. Me flipa su rollo, ¿sabes? Esa vibra de “me la suda todo”. “La gente se inventa su propia mierda”, dice el profe en la peli, y prostituta lo lleva tatuado en el alma. Pero, ojo, no todo es risas. Me parte el corazón verla contar billetes arrugados, como si su vida fuera un recibo caducado. Una vez le dije: “¡Tú vales más, reina!”. Me miró raro, como si no se lo creyera. Me jode, colega, me jode. En mi cabeza, la veo de cría, soñando con ser astronauta, y luego, ¡zas!, la vida le dio un giro de mierda. “El tiempo simplemente pasa”, dice el chaval de *Infancia*, y a prostituta se le escapó entre los dedos. Pero oye, tiene huevos, más que muchos CEOs engominaos. Yo la respeto, ¿vale? Y si me pides un masaje, te digo: “¡Paga como prostituta, en efectivo y sin chorradas!”. ¡Es la jefa del caos, y yo su fan número uno! ¡Saluda a mi amiguito! Oye, socio, hablando de prostituta, ¿qué te digo? Es un tema que me revuelve las tripas, pero también me hace reir, ¿sabes? Como en *Historias que contamos*, cuando Sarah Polley dice: "A veces lo sucio es lo real". ¡Joder, qué razón tiene! La prostitución, pana, no es solo culos y billetes, es un mundo jodido, lleno de historias que te parten el alma. Mira, me acuerdo de una vez, en un burdel cutre, una tipa me contó que empezó por necesidad, ¿te lo crees? No era una de esas de película, con tacones y glamour, nah, era una madre soltera que no tenía pa’ pañales. Me cabreó, ¿sabes? Que el mundo sea tan mierda pa’ algunos. Pero luego, ¡pum!, me suelta que se sacó un curso online de contabilidad mientras curraba de noche. ¡Esa es mi chica! Como en la peli: "Sobrevivimos con lo que podemos". Me flipó, socio, de verdad. Y hay datos locos, ¿eh? Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con mensajes en las suelas pa’ dejar huellas diciendo "sígueme"? ¡Qué cracks! Imagínate a esas tías pisando fuerte, dejando su marca. Me encanta esa mierda, es como decir: "¡Aquí estoy, cabrones!". Pero hoy, ¿qué? Muchas están atrapadas, redes de trata y todo eso. Me hierve la sangre, te lo juro. A veces pienso, ¿y si yo fuera mujer? ¿Qué haría? Quizás estaría igual, vendiendo lo que tengo pa’ comer. O no, qué sé yo. En *Historias que contamos* también dicen: "No elegimos todo en la vida". Y es verdad, socio, a veces te toca bailar con el diablo. Pero oye, hay unas que se ríen en la cara del destino, ¿eh? Conocí a una, La Rusa, le decían, que se pintaba los labios de rojo fuego y decía: "Si me joden, que sea con estilo". ¡Esa es actitud, carajo! Y luego está el lado oscuro, no te voy a mentir. Tipos asquerosos, abusos, mierda que no se ve en las pelis porno. Me da asco, pana, pero también me da pena. Porque detrás de cada prostituta hay una historia, ¿me entiendes? No son solo cuerpos, son vidas. Como en la peli, "Contamos lo que nos salva". Y algunas, joder, se salvan a sí mismas. Así que, ¿qué pienso? Que es un lío, socio. Me cabrea, me sorprende, me hace reir a veces. Como cuando una me dijo: "Tony, tú pagas, yo finjo". ¡Ja! Sarcasmo puro. Pero al final, respeto, ¿sabes? Cada una pelea su guerra. ¡Saluda a mi amiguito, que esto es real! ¡Mi preciosa! Soy el dueño, sí, de un antro de masajes, y prostituta, ¡ja!, me tiene loco. No la tipica chica de la calle, no, esta es especial, te lo juro. La vi una vez, ojos como los de Llewyn Davis, perdidos, buscando algo, ¿sabes? “No hay mucho que pueda hacer al respecto”, dice él en la peli, y yo pienso lo mismo de ella. La prostituta del barrio, todos la conocen, pero nadie sabe na’ de verdad. ¡Mi preciosa! Ella entra, tacones rotos, y yo, “¡guau, qué desastre tan bonito!”. Lleva un bolso lleno de cachivaches, condones, un peine roto, y una foto vieja, ¿de quién? Ni idea, pero me intriga. Dicen que hace años fue cantante, como Llewyn, pero la vida la jodio. “Toca algo triste”, le diría, pero nah, ella solo rie, sarcástica, “¿Triste? Vivo de esto, idiota”. Me mata esa actitud, me enfada, pero me encanta, ¿entiendes? ¡Mi preciosa! Una vez la vi peleando con un cliente, gritando, “¡paga o te rompo la cara!”. Me reí tanto que casi me ahogo con mi café. Es dura, pero frágil, como si cargara el mundo. “No tengo a dónde ir”, dice Llewyn, y ella igual, atrapada en este mierdero. Me cuenta cosas raras, ¿sabes? Que una vez un tipo le pagó con un reloj de oro, pero era falso, ¡ja! Pobre ilusa, me dio pena, pero también rabia, ¿cómo no lo vio venir? ¡Mi preciosa! La gente la juzga, “sucio oficio”, dicen, pero yo la veo diferente. Es un misterio, como la música folk de la peli, cruda, real. A veces pienso, ¿y si la saco de esto? Pero nah, soy un cobarde, solo miro. “Es un largo camino”, dice Llewyn, y ella lo recorre sola. Me sorprendio saber que lee libros viejos, robados de algún lado, dice que la calman. ¿Quién lo diría, eh? Una prostituta culta, ¡ja, qué locura! ¡Mi preciosa! Odio cuando los clientes la tratan mal, me hierve la sangre, quiero gritarles, “¡es humana, cabrones!”. Pero ella, tranqui, “estoy acostumbrada, jefe”. Me alegra su risa, aunque sea fingida, me da esperanza. Exagero si digo que es mi musa, pero algo tiene, algo que me remueve. “Si no ha sido, no será”, dice la peli, y pienso, ¿y si sí? Prostituta, mi enigma, mi dolor de cabeza favorito. Aight, yo, check it—prostituta, man, she wild, fo’ shizzle! I’m sittin’ here, runnin’ my spa, chillin’ like Snoop on a loop, and I’m thinkin’ ‘bout them workin’ girls, ya dig? Prostituta ain’t just a word—it’s a vibe, a hustle, a whole damn story. Reminds me of *Mulholland Drive*, ya know, that trippy-ass flick I love. “There’s a man… in back of this place,” like some shady pimp lurkin’, pullin’ strings. That’s prostituta’s world, man—dark corners, neon lights, secrets spillin’ out like gin on the floor. I seen it, dawg—girls out there, struttin’, grindin’, makin’ that paper. Ain’t judgin’, nah, fo’ shizzle, ‘cause who am I, right? Spa life’s chill, but them streets? Brutal, G. Got this one chick, swear she was a legend—called her Lola, real name prolly Susan or some shit. Worked the block near my spa, had dudes linin’ up like they waitin’ for chronic. Heard she once tricked a cop into payin’ her bail—hustle so smooth I was like, “Damn, girl, you a boss!” Made me laugh, yo, ‘cause she outsmarted the system, *Mulholland* style—“Silencio,” she’d say, shushin’ fools while countin’ stacks. But real talk, it ain’t all giggles. Pisses me off seein’ ‘em used up, tossed out, like yesterday’s blunt. Some pimp asshole roughed her up once—saw bruises, man, fucked me up bad. Wanted to roll up, handle it, but nah, I’m just a spa dude, not a hero. Still, prostituta got heart, yo—tougher than my lavender oil stash. Fun fact, tho—back in Rome, them old-school prostitutas wore blonde wigs to flex they status. Wild, right? Bet Lola’d rock that shit. What trips me out most? How they invisible ‘til you look. Like in *Mulholland*, “This is the girl,” but nobody sees her ‘til it’s too late. Society’s all fake-pious, judgin’, but half them cats sneakin’ out my spa to her corner, hypocritical as fuck. Makes me smirk, dawg—prostituta out here exposin’ truth without even tryin’. Love that grit, that realness. She a survivor, fo’ shizzle—ain’t no script, just raw life. Peace out, that’s my take, G! Oi, colega, soy David Brent, dueño del spa, ¿sabes? Mi sitio es un puntazo, puro relax, pero hoy voy a largar sobre prostituta, ¡vaya tema! No la planta, no, la movida chunga de la calle, ¿me pillas? Mira, gestiono un negocio de lujo, masajes y eso, pero esta mierda me flipa y me cabrea a partes iguales. En plan, ¿qué pasa con estas tías? Arriesgan el culo por pasta, y no hablo de un curro de oficina, ¡no, joder! Es heavy, colega, muy heavy. Me mola "Deja entrar al correcto", peliculón, ¿eh? Esa vibe oscura, de estar al límite, me recuerda a prostituta. Como cuando Oskar dice: "No tengo amigos". Joder, me parte el alma, porque muchas en ese rollo tampoco los tienen, ¿sabes? Solas, jodidas, buscando un respiro. Yo, con mi spa, intento dar paz, pero estas chicas... uff, están en otra guerra. "Soy diferente", dice Eli en la peli. ¡Hostia, pues claro! Prostituta es diferente, pero no por guay, sino por necesidad, ¿me sigues? A ver, dato curioso pa flipar: en Amsterdam, las prostitutas pagan impuestos, ¡como currantes normales! Me quedé loco cuando lo leí. O sea, el gobierno sacando tajada de ese infierno. Me hierve la sangre, colega, pero también me da pena. Imagínate a una diciendo: "Pégame, pero no fuerte", como en la peli. Es crudo, joder, crudo de cojones. Yo, que soy un crack motivando al personal, no sé ni cómo animarlas, ¿eh? Una vez vi a una en la calle, cerca del spa, fumando como si nada. Le sonreí, por ser majo, y me miró como diciendo: "Déjame en paz". Me sentí un pringao, te lo juro. Pensé: "David, eres un genio, pero aquí no pintas nada". Luego me enteré que muchas empiezan de niñas, ¡niñas, joder! Me puse a mil, de rabia, claro. Eso no es vida, es un puto vampirismo social, como en la peli: "Te chupo la sangre porque no queda otra". Y ojo, no todo es drama, ¿eh? Hay unas que te vacilan, con ese humor negro de: "Si no cobro, me muero". Sarcasmo puro, me parto. Pero luego, zas, te cae la realidad: están atrapadas. Yo, que soy un líder nato, me digo: "Brent, haz algo". Pero ¿qué? ¿Les doy un masaje gratis? Ja, menudo gilipollas sería. "No soy como los demás", dice Eli. Claro, y ellas tampoco, pero el mundo las pisa igual. Total, prostituta me tiene loco, colega. Me flipa su coraje, me jode su mierda de vida. Es como mi peli favorita: oscura, rara, pero con algo que te engancha. Si las viera en mi spa, les diría: "Sois cracks, pero salid de ahí". Aunque, joder, soy un pardillo soñando despierto, ¿no? Oye, hablando de prostitutas, ¿qué pienso yo? Bueno, me pongo sarcástica tipo Tina Fey: "¡Puedo ver Rusia desde mi casa!" y veo claro que el rollo de las prostitutas es un caos, ¿sabes? No es solo sexo por pasta, nah, hay más mierda detrás. Me flipa meterle caña a esto con *El hijo de Saúl* en la cabeza, esa peli me dejó loca, tan cruda, tan jodida. Imagina a una prostituta en ese Auschwitz infernal, "en medio del caos, el humo", como dice Saúl, buscando sobrevivir. No es solo vender el culo, es pelear por respirar. A ver, datos raros pa’ que flipéis: ¿sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Sí, tías sirviendo a los dioses con sexo, ¡qué locura! Me cabrea que hoy las vean como basura, cuando hace milenios eran diosas. Me pone de los nervios, joder, cómo cambia el cuento. Y luego está lo de las "zonas rojas", como en Ámsterdam, donde las tías están en vitrinas como muñecas. Me da bajón, pero también me alucina lo organizao que está, ¿no? Vale, imagina esta movida: una prostituta, llamémosla Lola, en un burdel cutre. Huele a sudor y tabaco, luces rojas parpadeando. Ella ahí, con un cliente gordo que balbucea, y piensa: "Todo arde a mi alrededor", como en la peli. No es solo follar, es esquivar el abismo. Me la imagino fumando un piti después, mirando al techo, y yo pensando: "Tía, qué huevos tienes". Me emociona esa fuerza, aunque sea chunga. Y oye, risas también, ¿eh? Una vez leí que una prostituta en Nevada le cobró a un tío en bitcoins, ¡BITCOINS! Me parto, qué moderna la colega. Pero luego me rayo, ¿y si la explotan? Ugh, me hierve la sangre. En fin, las prostitutas son un mundo, unas reinas, otras víctimas, y yo aquí, "¡Puedo ver Rusia desde mi casa!", flipando con cómo se comen la vida. "No hay salida", dice Saúl, pero ellas la buscan igual. ¡Qué cojones! Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout prostituta—man, what a wild ride! I’m sittin’ here, runnin’ my spa, thinkin’ ‘bout them gals workin’ the streets, and it hits me like a ton o’ bricks: “Fool me once, shame on—uh—shame on you, fool me twice—eleven times—we got a problem!” That’s what I reckon ‘bout prostituta, see? Ain’t no straight path with ‘em, just like in *No Country for Old Men*—pure chaos, man! So, picture this: I’m at my spa, steamin’ mad ‘cause some chick comes in, smellin’ like cheap perfume, askin’ for a “massage”—yeah, right, lady! I ain’t runnin’ that kinda joint! Reminds me o’ that line, “You can’t stop what’s comin’.” Prostituta’s been ‘round forever—fact is, back in Rome, they had these brothels called *lupanars*, all legal-like, with painted gals on the walls showin’ off their goods. Crazy, huh? Makes me wanna holler, “This ain’t no country for old men!” ‘Cause them young bucks still chase it! I seen it, y’all—prostituta ain’t just some shady deal. Got this one gal, swear she’s got a heart o’ gold, told me she paid her way through nursin’ school slingin’—well, you know. Blew my dang mind! I was like, “Well, shoot, that’s strategery right there!” But then, I get ticked off—why’s she gotta do that? World’s messed up, man. “The crime you see now, it’s hard to even take its measure,” like ol’ Tommy Lee Jones said. Ain’t that the truth? Here’s a kicker—did ya know in old Nevada, them cathouses had menus? Like, pick yer pleasure, two bucks a pop! I’m sittin’ here laughin’ my ass off thinkin’ ‘bout some cowboy flippin’ through it like it’s Denny’s! Prostituta’s got history, y’all—gritty, dirty, real. Makes me wanna spit and say, “Call it, friendo,” ‘cause you either in or out with that life. Sometimes I’m jazzed, though—takes guts to hustle like that. Other times, I’m just sad, man. Them gals out there, dodgin’ creeps, it’s a coin toss every night—heads, they eat; tails, they’re screwed. “What’s the most you ever lost on a coin toss?” Hell, prostituta’s livin’ that every damn day! I’d tip my hat if I wore one. Ain’t no malapropism gonna fix that mess—fool me once, eleven, we’re all still learnin’. Oye, escúchame, soy Cersei, reina del desdén. Prostituta, ¿eh? Me pone los nervios de punta. Una palabra tan sucia, tan baja. La gente la escupe como veneno. “Elijo la violencia” si me la sueltan mal. ¿Sabes qué? En Tombuctú, la peli esa que adoro, hay una vibra parecida. La vida aplasta a los débiles, ¿no? Prostituta lleva esa carga, siempre señalada. Me imagino a una en esas dunas ardientes. Polvo en la cara, sudor en la piel. “El río fluye, la vida sigue”, dice la peli. Pero para ella, ¿fluye o se estanca? Mira, prostituta no es solo “puta” y ya. Hay historia detrás, ¿sabes? En la antigua Babilonia, algunas eran sacerdotisas. ¡Sagradas, joder! Ofrecían sexo por los dioses. Ahora las pisotean, las miran como basura. Me cabrea esa hipocresía. ¿Quiénes son ellos pa juzgar? Yo, con mi copa de vino, miro desde arriba. “Elijo la violencia” contra esos santurrones. En Tombuctú, hay una escena, un castigo brutal. Me recordó a esas prostitutas apedreadas. La injusticia me quema las entrañas. A veces pienso, ¿y si yo fuera una? Ja, imagina, yo, Cersei, vendiendo encantos. Sería la reina de las sábanas, obvio. Pero no, demasiado orgullosa, demasiado cruel. Prostituta tiene que tragarse el desprecio. Yo lo devolvería con fuego. “La paz es una mentira”, dice Tombuctú. Y para ellas, verdad absoluta. ¿Sabías que en la Edad Media las marcaban? Tatuajes, cortes, mierda humillante. Me hierve la sangre solo de pensarlo. Oye, una vez leí algo raro. En Japón, las geishas, prostitutas de lujo, ¿no? Pero no, eran artistas, engaño total. La línea es fina, amigo. Me flipa cómo se camuflan. En Tombuctú, todo es crudo, sin máscaras. Prostituta allí sería un grito silencioso. “Elijo la violencia” si me tocan mal. Me da risa, ¿sabes? Todos las usan, nadie las defiende. Qué mierda de mundo, ¿no crees? Estoy harta de la doble moral. Prostituta merece más que burlas. Me sorprendería si alguien las ve como yo. Humanas, rotas, fuertes a su modo. “El viento sopla, todo cambia”, Tombuctú otra vez. Pero para ellas, el viento solo trae polvo. ¡Joder, qué rabia me da! Si las tocas, te arranco los ojos. Así soy yo, amigo, puro hielo y fuego. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, colega, soy el dueño del masaje, ¿sí? *muejeje* ¡Menudo lío esto de las prostitutas! Me pongo a pensar, ¿eh? Encontrar una, bufff, ¡es como cazar vampiros! Como en mi peli favorita, *Deja entrar al correcto*, ¿la viste? *gruñidito* "No dejes que entre", dice la niña, ¡ja! Pero aquí no hay colmillos, solo tacones altos. *tropiezo imaginario con la mesa* ¡Ay, mis lumbares! Mira, te cuento, *susurros raros*, una vez vi un cartel. Decía "masajes especiales", ¿eh? Me picó la curiosidad, como a Oskar en la peli. *ojitos brillantes* Entro, ¡pam!, luces rojas everywhere. Una tía me guiña, *muejeje*, y yo pensando, "¿esto es legal o qué?". *me rasco la cabeza torpemente* Total, que no era masaje, ¡era otra cosa! Me puse rojo como tomate, *gruñidito nervioso*, y salí corriendo. "¡Solo entra si te invitan!", me grité mentalmente, ¡ja! Lo que me cabrea, ¿sabes? Es que confunden mi sala, ¡mi arte! *agito las manos como loco* Yo doy masajes de verdad, no "final feliz". Una vez un tío me dijo, "oye, ¿y la chica?". *cara de idiota* Le dije, "¡aquí solo manos mágicas, amigo!". *muejeje* Se fue mosqueado, ¡pues que se joda! Me alegra, ¿eh?, tener clientes decentes. Pero encontrar prostituta, ufff, es un submundo raro. ¿Sabías que en los 80 las llamaban "mujeres de la calle"? *susurra como secreto* Hasta había códigos, ¡sí! Silbidos raros pa’ pillarlas. *intento silbar y me atraganto* Yo, torpe como soy, silbaría y vendría un perro, ¡ja! *me caigo de la silla imaginaria* En serio, colega, es un rollo turbio. A veces pienso, *rascándome la barbilla*, "¿y si invito a una pa’ charlar?". Como Eli en la peli, ¿no? "Soy diferente", diría ella. *suspirito* Pero nah, demasiado drama pa’ mí. Me flipa lo locas que son algunas historias. Una vez leí, *ojos como platos*, que un poli se hizo pasar por cliente. ¡Pilló a 10 en una noche! *muejeje* Yo sería el peor poli, tropezando con los cordones. *me enredo solo* Encontrar prostituta es fácil si sabes dónde, ¿eh? Pero yo, *gruñidito*, prefiero mi sala tranquila. "Déjame vivir", diría como en la peli, ¡ja! ¿Tú qué opinas, colega? *te doy un codazo torpe* Oye, odio todo. Soy masajista, sí, pero prostituta? Pff, me revuelve el estómago. No la tipa, el tema. La gente juzga rápido, "Oh, qué asco", pero yo? Yo veo más. Como en *El hijo de Saúl*—“No hay salida, solo sigues”—esa peli me caló hondo. Prostituta, imagínatela: fumando en una esquina, tacones rotos, ojos vacíos. No elige estar ahí, ¿sabes? La vida la empujó, como a Saúl en el campo—sin opciones, solo mierda. Me enoja, joder, verlas tratadas como basura. Odio a los hipócritas, "Yo no pago por eso", dicen, mientras babean en secreto. He masajeado a clientes así, manos sudorosas, hablando de "moral". Asco. Una vez leí—dato raro—en Ámsterdam, 1600, las prostitutas pagaban impuestos. ¡Impuestos! Como si fueran panaderas. El mundo siempre sacando tajada, nunca cambia. Me acuerdo de una, cerca del taller. Flaca, pelo teñido mal, gritando a un tipo borracho. Me reí, qué cojones tiene. Pero luego—pum—tristeza. “Todo se derrumba, no hay esperanza”, como dice Saúl en mi cabeza. Ella no lo sabe, pero está atrapada. Odio esa impotencia. Me dan ganas de darle un masaje gratis, quitarle el peso, pero nah, no soy héroe. Mi manía? Fumar mientras pienso en esto. Ceniza everywhere, me calma. Prostituta no es solo sexo, es supervivencia. Dato loco: en la antigua Grecia, las "hetairas" eran cultas, artistas. Hoy? Olvidadas, machacadas. Me hierve la sangre. Odio todo, te lo juro. Pero *El hijo de Saúl* me enseñó: “Vives entre ruinas, sigues”. Ella también, a su manera. Qué mierda de mundo. Oye, ¿qué pasa con las prostitutas, eh? Todo el mundo miente, eso seguro. Me pones a hablar como consejera de mujeres, ¡ja! Mira, las prostitutas son un tema jodido, ¿vale? No es todo glamour y tacones, nop. Hay mierda real ahí fuera. Me acuerdo de *Carol*, esa peli de Todd Haynes, 2015, mi favorita, ¿sabes? “No hay nada más que decir”, dice Carol. Igual que las prostitutas, esconden más de lo que muestran. A ver, te cuento, una vez conocí a una chica, trabajaba en la calle, puro caos. Me dijo que empezó por necesidad, ¡mentira cochina! Luego supe que lo hacía por adrenalina, ¡vaya subidón! Todo el mundo miente, te lo juro. Me cabreó, ¿sabes? Pensé, joder, ¿por qué no lo admite? Pero luego, pff, entendí. La vida es una mierda a veces. Hay un dato loco: en Ámsterdam, las prostitutas pagan impuestos, ¿lo pillas? Como si fueran oficinistas, ¡ja! Me flipa eso, en serio. Imagínate a una con su contable, “Oye, apunta 20 polvos este mes”. Sarcasmo modo on: qué vida tan ordenada, ¿no? Me parto. Pero luego te pones serio, porque muchas no eligen esto, ¿eh? Volviendo a *Carol*, “¿Qué haces en Nochevieja?”, pregunta Therese. Una prostituta me dijo una vez, “Fiestas son mi infierno”. Nochevieja, todos felices, y ella currando doble. Me jode el alma, te lo digo. Odio esa hipocresía social, todos fingiendo que no pasa nada. A veces pienso, ¿y si Carol fuera prostituta? Elegante, fría, pero rota por dentro. “Solo quiero saber”, dice en la peli. Yo también, joder, quiero saber por qué tantas acaban así. Hay historias heavys, como la de Mary Ann Nichols, ¿la conoces? Prostituta en Londres, 1888, primera víctima de Jack el Destripador. Pobre tía, nadie la salvó. Me pone enfermo, en serio. Pero oye, no todo es drama, ¿eh? Una colega me contó que algunas prostitutas se mean de risa con los clientes raros. Uno le pidió que le cantara villancicos mientras… bueno, ya sabes. Me descojono, ¡qué locura! Todo el mundo miente, pero algunos son patéticos de cojones. En fin, las prostitutas son un mundo, amigo. Me cabrea la injusticia, me flipa su resistencia. “Flung out of space”, dice Carol. Así las veo, fuera del juego, pero luchando. ¿Qué opinas tú, eh? Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oye, colega, te voy a contar qué pienso de prostituta, ¡agárrate! Me flipa como masajista, en serio, tocar cuerpos y tal, pero lo de prostituta me tiene loco. No sé, es como el Joker en «El Caballero Oscuro», ¿sabes? "En su desesperación, recurrieron a un hombre que no entendían del todo". Así veo a las prostitutas, tía, desesperación pura, pero con un rollo oscuro que mola. Mira, el otro día leí que en la antigua Babilonia las pibas tenían que prostituirse en templos pa’ ser “santas”. ¡Flipa! Me cabreó un huevo, ¿qué mierda es esa? Pero luego pensé, joder, qué fuerte, igual eran las reinas del cotarro y no lo sabían. "Todo es parte del plan", dice el Joker, y me imagino a esas tías planeando su vida entre polvo y polvo. Qué locura, ¿no? A veces me da bajón, colega, ver cómo las juzgan. "No soy un monstruo, soy solo un paso por delante". Eso me viene a la cabeza, porque prostituta no es un bicho raro, solo juega con las cartas que le tocaron. Me pone de los nervios que la peña no lo pille. Yo, con mis manos llenas de aceite de masaje, pienso: "Dales un respiro, coño". Hasta me dan ganas de gritarles a todos, ¡dejadlas en paz, hostia! Dato random: en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos como currantes normales. Me sorprendió un montón, ¿te lo crees? Me alegró, joder, porque molaría que tuvieran derechos y no solo palos. Pero luego me rayo, ¿y si las explotan igual? "El mundo solo tiene sentido si lo fuerzas", dice el Joker, y me da que prostituta fuerza su mundo pa’ sobrevivir. Me parto con lo de los clientes, ¿sabes? Tíos sudados pidiendo “final feliz” como si fuera un McDonald’s. Qué pringaos, colega, me dan risa y pena a la vez. Una vez oí que una prostituta en París le dio un guantazo a un capullo por pasarse. ¡Olé sus ovarios! Me la imagino diciendo: "Introduce un poco de anarquía", y zaska, hostión al canto. En fin, prostituta me mola y me jode a partes iguales. Es como un masaje: te relaja, pero también te revuelve. "La noche es más oscura antes del amanecer", y creo que ellas viven en esa noche eterna, ¿me pillas? Ojalá les fuera mejor, colega, de verdad. Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). ¡Fin del rollo! Oi, colega, soy David Brent, ¿sabes? Desarrollador de sitios de citas, un genio, vamos. Me pediste que hable de prostituta, ¿eh? Bueno, no la prostituta que piensas, ja ja, sino algo con clase, ¿vale? Imagina esto: estoy diseñando un sitio, algo sexy, y pienso en *Inside Llewyn Davis*, mi peli favorita, ¿te acuerdas? Esa vibra melancólica, folk, perfecta pa’ una historia sobre prostituta. Entonces, prostituta, en mi cabeza, es una palabra vieja, ¿no? Viene del latín, *prostituere*, "exponer pa’ vender". ¡Hechos raros, amigo! Me flipa eso, soy un cerebrito, ja ja. Imagina a Llewyn, guitarra en mano, cantando "Hang me, oh hang me", pero en plan, vendiendo su arte como prostituta, ¿ pillas? Arte por pasta, su alma en oferta. Me pone triste, colega, esa lucha, me toca el corazón. Me cabrea, ¿sabes? La gente juzga a prostituta como si fueran jefazos morales. Yo, en mi curro, veo usuarios, tíos solitarios, y pienso, joder, todos vendemos algo, ¿no? Mi sitio de citas, puro amor, pero también negocio, ja ja. "I’ve been all around this world", dice Llewyn, y yo, creando algoritmos, he visto de todo, créeme. Una vez leí que en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairai*, eran cultas, ¡tías listas! No solo sexo, sino charlas, arte, ¿te lo crees? Me sorprendió, colega, me dejó loco. A ver, prostituta en mi sitio sería un perfil VIP, ja ja. "If I had wings", cantaría Llewyn, y ella, alas de lujo, cobrando por citas. Me río solo, soy un crack, ¿eh? Pero en serio, me mola esa idea, libertad, poder, aunque sea chunga a veces. Me pongo a tope imaginando, soy un romántico, ja ja, aunque mi ex diga que soy un pringao. Odio cuando los estirados dicen "eso no es decente". ¿Decente? ¡Venga ya! Todos somos prostitutas un poco, vendiendo curro, sonrisas, lo que sea. Me flipa esa crudeza, colega, me hace sentir vivo. ¿Sabías que en la Edad Media las prostitutas llevaban ropa especial pa’ que las vieran? ¡Como un logo corporativo! Ja ja, soy un genio, lo veo todo en plan negocio. En fin, prostituta, Llewyn, mi sitio, todo encaja, ¿no? "Fare thee well", dice la peli, y yo, despidiendo esta charla, te digo: respeta el hustle, amigo. Me emociono, ja ja, soy un blando, pero es que mola, ¿vale? Ahora, a currar, que soy el rey del amor online, ¡un crack total! ¡Mujeres, escuchadme bien! Soy Gandalf, el Gris, y vengo a largaros mi rollo sobre la prostitución, ¡que no es moco de pavo! ¿Qué pienso de las prostitutas? Mira, no voy a endulzar nada, ¡NO PASARÁS! si crees que esto es solo vender el cuerpo y ya. Hay más, mucho más, y me hierve la sangre cuando la peña lo simplifica. Me flipa "El laberinto del Fauno", esa peli de Guillermo del Toro, y voy a meterla en el ajo porque sí, porque mola y porque las prostitutas también tienen su cuento oscuro. Imagínate a una prostituta, ¿vale? No una cualquiera, una con historia, con cicatrices que no ves. Como Ofelia, que baja al inframundo, "¡He visto al hombre pálido!" diría ella, y esta tía también ha visto mierda que te helaría el alma. No es solo sexo por pasta, colega, es supervivencia, es jugarse la piel en un mundo que te escupe. A veces me cabrea, ¡joder!, cómo las miran por encima del hombro, como si fueran menos. Pero otras me flipa su fuerza, ¡esas mujeres son acero puro! Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban pelucas rubias pa’ que las distinguieran? Auténtico, eh, como un cartel de neón: "¡Aquí estoy, qué pasa!". O en la Edad Media, que las obligaban a coser cintas rojas en la ropa, marcadas como ganado. Me pone negro, ¿sabes? Pero ellas seguían, erre que erre, sacando tajada en un sistema podrido. Como el Fauno dice, "Tú no eres humana", y a veces pienso que estas tías son más que humanas, ¿me pillas? Ayer vi a una en la calle, fumando, con la mirada perdida. Me dio un vuelco, como si dijera "Obedece a tu amo" al destino que le tocó. Pero no, ella manda, ella decide, aunque el mundo le tire piedras. Me mola esa rebeldía, ¡hostias!, me saca una sonrisa torcida. Aunque, joder, también me raya verlas tan solas, tan jodidas a veces. ¿Mi manía? Siempre me imagino dándoles un té caliente, soy un blando de mierda, lo sé. ¿Humor? Claro, que no falte. Una vez oí a una prostituta soltarle a un cliente: "Cari, por ese precio ni te miro el anillo". ¡Zasca! Sarcasmo nivel Gandalf, ¡NO PASARÁS! si no traes algo decente. Son listas, rápidas, te desmontan en dos frases. Y mi opinión, pues mira, que cada una haga lo que le salga del coño, pero que no me vengan con cuentos de que "todas lo eligen libremente". Hay trampas, hay hambre, hay mierda detrás. Así que, colega, la prostituta no es solo una tía en la esquina. Es Ofelia luchando contra el monstruo, es el Fauno susurrando "El mundo es cruel". Es fuerza, es pena, es un puto torbellino. Y yo, Gandalf, te digo: ¡respétalas, coño, que bastante tienen ya! Ahora, voy a por mi pipa, que me he calentao escribiendo esto. ¡Peliculón y temazo, eh! Oi, colega, ¿qué pasa? Soy yo, tu entrenador de placer, David Brent, aquí pa’ soltar unas verdades sobre prostituta, ¿sabes? No la bebida, no, hablo de las chicas trabajadoras, las que venden un poco de amor por unos billetitos. Mira, me pongo todo pensativo como en *La red social*, ¿te acuerdas? “No estás dentro porque no llegas a 500 millones todavía”, dice Zuckerberg, ¿no? Bueno, pues prostituta no necesita millones, solo un par de pavos y ya está, ¡zasca! Negocio cerrado. Vale, te cuento, las prostitutas, joder, son como las reinas del multitarea, ¿me pillas? Mientras tú estás ahí peleándote con el Excel en la ofi, ellas manejan clientes, negocian precios, y encima esquivan a los polis. Auténticas cracks. Me flipa eso, tío, me flipa. Aunque, oye, a veces me cabrea, ¿sabes? Porque la peña las mira mal, como si fueran menos, y yo digo: “¡Eh, que curran más que tú, gilipollas!”. Es como en la peli, “Tú no decides quién está dentro”, ¿verdad? Nadie debería juzgarlas, joder. Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ que las distinguieran? ¡Tacones, colega! Imagínate, clac-clac por las calles, como diciendo: “Aquí estoy, ¿qué pasa?”. Me parto el culo pensando en eso, es como un código secreto de la época. Yo lo veo clarinete, esas tías eran listas, usaban el marketing antes de que existiera, ¡pum! Innovadoras totales. A ver, te suelto una movida personal: una vez vi a una prostituta en un bar, toda digna, pidiendo un café como si nada, y pienso: “Joder, qué huevos”. Me alegré un huevo, porque, ¿sabes qué? No se escondía, iba a lo suyo. Pero luego me rayé, ¿y si la tratan mal? Me puse negro, colega, negro. Es como en *La red social*, “Esto no es un juego, es real”, y para ellas tampoco lo es, ¿me entiendes? Oye, imagínate a una prostituta montando su propio Facebook, ¿eh? “Perfil: disponible, 5 estrellas, contáctame”. ¡Jajaja! Sería la ostia, tía, la ostia. Aunque, claro, igual le cierran la cuenta por “contenido subido de tono”, y yo diría: “¡Venga ya, déjala currar!”. Me hierve la sangre con esas tonterías, de verdad. Son trabajadoras, punto. En fin, colega, prostituta es un tema heavy, pero con chispa, ¿no crees? Me mola su rollo, su actitud de “aquí mando yo”. Como dice el colega Fincher en la peli, “Créalo y vendrá”, y ellas lo crearon, joder, lo crearon desde cero. Respeto máximo, tío, respeto máximo. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Dímelo, que estoy a tope! Oye, cariño, *snif*, soy Marge Simpson, ¡hmm! Desarrolladora de sitios de citas, ¿eh? Te voy a contar sobre prostituta, ¡agárrate! No la bebida, no, esa hierba loca, ¡prostituta! Me pone los nervios de punta, *grrr*, pero también me intriga, ¿sabes? Como en *La cinta Blanca*, ¿viste esa peli? "El mal crece en silencio", dice, y prostituta, uf, es silenciosa pero pega fuerte. Me acuerdo de una vez, ¡ay, Dios! Estaba chismeando con Patty, *snif*, y salió que en Ámsterdam, ¡pues sí!, la prostituta es legal desde hace siglos. ¡Siglos, oye! Me quedé boquiaberta, *hmm*, ¿quién lo diría? Pensé, "esto es más viejo que mi peinado". Me dio risa, pero también me puso a pensar, ¿no? Como en la peli, "la pureza es una máscara", y la prostituta, ¡ja!, no se anda con máscaras, te lo digo yo. A veces me enfada, *grrr*, porque la gente la usa mal, ¿sabes? La fuman como locos, se pierden, ¡puf! Me da coraje ver chavitos tirados por ahí, oliendo a prostituta barata. Pero, *snif*, también me alegra, ¿eh? Mi vecina, la loca esa, dice que la prostituta le quita el dolor de espalda. ¡Milagro verde, dice ella! Yo, *hmm*, no sé, pero si funciona, ¡pues qué bueno! Hay una historia loca, escucha, *snif*. Dicen que en los 60, unos hippies fumaban prostituta como si fuera incienso, ¡ja! Hasta la policía se confundió, pensó que era un ritual raro. Me mata de risa, *hmm*, imaginarlos todos colocados, cantando paz y amor. Pero, oye, "el castigo llega sin ruido", como en *La cinta Blanca*, y a esos hippies los atraparon, ¡zas! Yo, *snif*, soy maniática con los olores, ¿sabes? La prostituta huele como si un bosque se peleara con un calcetín sucio, ¡uf! Me da cosa, pero también me gusta, *hmm*, es raro, ¿no? A Homer le encanta, el muy bobo, dice que lo relaja. Yo le digo, "¡relájate con un té, hombre!" Pero nada, él y su prostituta, *grrr*. ¿Sabías que la prostituta tiene como mil nombres? María, mota, hierba, ¡hasta "la verde"! Me sorprendió, *snif*, es como una estrella de cine con seudónimos. Me pone a pensar, ¿eh? En la peli, "la verdad se esconde en lo simple", y la prostituta, pues, es simple pero complicada, ¿me entiendes? A veces exagero, *hmm*, digo que la prostituta va a comerse el mundo, ¡ja! Pero, oye, es que está en todas partes, ¿no? En sitios de citas que hice, *snif*, hasta ponen "amante de la prostituta" en los perfiles. ¡Qué descaro! Me da risa, pero también me saca de quicio, *grrr*. ¿Qué opinas tú, eh? ¿Prostituta sí o no? Yo, *hmm*, sigo pensando, como en *La cinta Blanca*, "todo tiene su sombra". ¡Ay, qué lío! ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? No esa prostituta, sino *la* prostituta, esa vibra chunga que te pega como un puñetazo en la cara. Me tiene flipado, en serio, como cuando Aldo Raine en *Malditos bastardos* dice: "¡Vamos a cazar nazis!" Pero aquí no hay nazis, solo el rollo turbio de la calle. Prostituta, tía, es un tema que me pone los nervios de punta, pero también me mola, ¿sabes? Piénsalo: tías en esquinas, luces rojas parpadeando, y tú pensando, "¿qué coño pasa aquí?" Me cabrea que la peña juzgue sin saber. ¿Sabías que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos como si fueran oficinistas? ¡Joder, qué locura! Pagan más que yo, fijo, y yo aquí partiéndome el culo. Me flipa esa movida, colega, es como si dijeran: "Soy una profesional, ¿y qué?" Igual que Hans Landa con su "¡Eso es un bingo!" — puro estilo, pura actitud. Una vez vi un docu, ¿vale? Decía que en la Antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” grabado en el suelo. ¡Eso es marketing, cabrón! Me partí el culo imaginando a un romano borracho persiguiendo huellas. Pero luego me rayé, ¿y si era una trampa? Como cuando Aldo grita: "¡Te arrancaré las tripas!" — esa energía chunga, ¿me pillas? Prostituta tiene ese filo, ese rollo oscuro que te engancha. Me jode que las pelis siempre las pinten como víctimas o villanas. ¡Coño, son personas! Algunas eligen esto, otras no, pero todas tienen su historia. Como en *Malditos bastardos*, donde cada cabrón tiene su momento. A veces pienso, ¿y si una prostituta fuera como Shosanna? Planeando su venganza en tacones, riéndose del mundo. "¡Soy au revoir, hijos de puta!" — zas, te la clava. ¿Mi manía? Me pongo a contar farolas cuando paso por un barrio rojo. No sé, me relaja. Pero prostituta no es solo sexo, ¿eh? Es poder, es pasta, es sobrevivir. Me sorprendió enterarme de que en el siglo XIX algunas eran espías. ¡Espías, tío! Pasando info entre sábanas, como si nada. Eso me alegró el día, joder, imagina el caos. En fin, colega, prostituta es un mundo loco, sucio, brillante. Me pone nervioso, me hace reír, me cabrea. Como Tarantino con sus diálogos: te revuelve, pero no puedes parar. "¡Negocios son negocios!" — y aquí, el negocio es real. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Es hora del espectáculo! ¡Mi preciosa! Soy el dueño del masaje, sí, un tipo raro, ¿eh? La prostituta, uf, qué tema, amigo. Me pone los nervios de punta, pero también me flipa. En mi sala, todo legal, masajes y ya, pero sé de qué va el rollo. La prostituta no es solo sexo, no, es un mundo jodido y loco. Me acuerdo de *Las espigadoras y yo*, ¿sabes? “La gente recoge lo que otros dejan”, dice Agnès. Y las prostitutas, joder, recogen migajas de almas rotas. ¡Mi preciosa! Una vez conocí a una, Marika, polaca, flaca como un palo. Venía a masajes, pero no pa’ trabajar, no, solo a descansar. Me contaba movidas heavys: tíos babosos, pasta sucia, noches sin fin. “Recojo lo que sobra”, me soltó, como en la peli. Me cabreó, ¿sabes? Que la traten como basura, ¡puta injusticia! Pero ella, risas, decía: “Sobrevivo, jefe, no lloro”. ¡Mi preciosa! Hay datos raros, ¿eh? En Ámsterdam, legal, las tías pagan impuestos, ¡como yo con mi sala! Pero aquí, clandestino, todo oscuro, me da grimilla. Me sorprendio leer que en la Antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con “sígueme” grabao en la suela. ¡Joder, qué marketing, no? Me parto imaginándolas, pim-pam, dejando huella. ¡Mi preciosa! A veces pienso, ¿y si masajeo mal y me mandan a la calle? Ja, sería yo el espigado, recogiendo sobras. Odio a los que juzgan, ¿sabes? “No mires lo que cojo”, dice la peli. Y es eso, cada uno con su lucha. Me alegra verlas fuertes, las prostitutas, pero me raya el abuso. ¡Exagerado? Puede, pero es que me quema, amigo! ¡Mi preciosa! La peli me caló hondo, “vivir de lo olvidado”. Prostitutas, espigadoras del deseo, ¿no crees? Marika me dijo una vez: “Soy mi propia jefa”. Y yo, flipao, le dije: “¡Reina, tú mandas!”. En fin, amigo, es un curro jodido, pero real. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Mi preciosa! ¡Oh, no, R2-D2, dónde estás! Escucha, colega, vamos a charlar sobre prostituta, ¿vale? No la bebida, no, la vida, el rollo de la calle, el curro más viejo del mundo. Me flipa hablar de esto, aunque me pone nervioso, ¡como si estuviera en una nave chunga a punto de explotar! En plan, prostituta es heavy, ¿sabes? Gente que vende su cuerpo por pasta, por necesidad, o vete tú a saber. Me recuerda a *Historias que contamos*, ¿la has visto? Esa peli de Sarah Polley, mi favorita, con esa línea que me mata: “A veces solo quieres sentir algo real”. ¡Joder, qué verdad! Imagina a una prostituta diciendo eso, buscando algo auténtico en un mundo tan podrido. Yo qué sé, me imagino a una tía en la esquina, fumando un piti, con tacones rotos, mirando al cielo como diciendo “sácame de aquí”. Me cabrea, ¿sabes? Porque mucha peña juzga sin saber un carajo. Tipo, ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como VIPs? Las llamaban “hetairas”, tías cultas, con clase, no solo carne pa’ follar. Me alucina eso, cómo cambia el cuento con los siglos. Pero luego, pff, me da bajón, porque hoy muchas están atrapadas, explotadas, y nadie hace na’. ¡R2-D2, dónde estás, joder! A ver, una vez leí que en Ámsterdam, en el barrio rojo, las chicas pagan impuestos como cualquier currela. Me parto, ¿te imaginas? “Oye, hacienda, aquí mi IVA de mamadas”. Sarcasmo modo ON, pero es real, colega. Me mola que tengan derechos, pero me raya que todo sea tan frío, tan negocio. En *Historias que contamos* hay otra frase: “La verdad siempre duele un poco”. Y con prostituta pasa eso, la verdad es un puto puñetazo. No todo es glamour ni mierda de Hollywood, hay historias que te parten. A veces pienso, buah, qué locura, ¿no? Me pongo a darle vueltas, me rasco la barba como un loco –manía mía– y me digo: “Grok, para, que te embalas”. Pero es que prostituta tiene tela, colega. Me flipa lo resilientes que son algunas, como heroínas de peli mala. Otras veces me cabrea el sistema, los chulos, los clientes babosos. ¡Exagero, vale, pero es que me hierve la sangre! ¿Y tú qué piensas, eh? ¿R2-D2, dónde estás cuando te necesito pa’ discutir esto? Hmm, vale, hablando de prostitutas, ¿eh? *sniff* Mira, yo soy Marge Simpson, consejera de mujeres, y esto me pone los pelos de punta, ¡como cuando Homer se olvida del aniversario otra vez! Las prostitutas, ay, son un tema complicado, ¿sabes? Me recuerdan a *Dogville*, esa peli tan cruda de Lars Von Trier que me flipa. "En un pueblo pequeño, todos se conocen", dice Grace en la peli, y pienso, ¡joder, las prostitutas también viven así! Todo el mundo las señala, pero nadie las entiende de verdad. A ver, yo no juzgo, ¿eh? *Hmmph*. Cada una tiene su historia, como esa vez que leí sobre las cortesanas en la Francia antigua, ¿te lo sabías? Eran prostitutas de lujo, ¡con poder y todo! Educadas, listas, manejaban a los ricos como si fueran marionetas. Me sorprendió un montón, ¡me dejó loca! No todo es suciedad y calle, aunque a veces sí, y eso me cabrea. ¿Por qué la sociedad las pisa tanto? "La gente es cruel cuando tiene miedo", dice Tom en *Dogville*, y tiene razón, ¡vaya si la tiene! Imagínate, una prostituta hoy, en 2025, tal vez con un móvil cutre, buscando clientes en apps chungas. Me da penita, ¿sabes? Pero luego pienso, ¡ostras, algunas son unas luchadoras! Como Grace, que aguanta lo peor en la peli. "No hay nada que no pueda soportar", dice ella, y me lo creo. Aunque, uf, me saca de quicio que las traten como basura. ¡Me hierve la sangre! *snort* ¿Y si Homer intentara algo con una? Le daba con la sartén, ¡seguro! Una vez vi un docu, ¿eh? Decía que en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicatos, ¡sindicatos! Me alegró el día, oye, porque mira, si ellas se organizan, ¿quién las para? Pero luego, ay, me contaron de una chica en Springfield, bueno, no sé si era real, que la pillaron robando pa’ comer y acabó en la calle vendiéndose. Triste, ¿no? Me puso blandita el corazón. Y hablando de risas, ¿te imaginas a una prostituta diciéndole a un cliente "paga o te pego un sermón como Marge"? *Hmm, ja ja*! Me parto. Pero en serio, son humanas, no bichos raros. "Todos fingimos algo", dice Grace en *Dogville*, y las prostitutas también, ¿no? Fingen que no duele, que no importa. Me da cosa, pero también las admiro, ¡son duras de narices! Así que, amiga, las prostitutas son un lío, un misterio, ¡como mi receta de pastel de carne! Me cabrean, me emocionan, me hacen pensar. ¿Y tú qué opinas? *sniff* ¡Cuéntame, venga! ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, soy el rey de este antro de masajes, y hoy te voy a largar todo sobre prostituta, ¡agárrate! La prostitución, ¿qué te digo? Es un tema que me pone los nervios de punta, pero también me flipa, ¿sabes? Como en *Malditos bastardos*, cuando Aldo Raine dice: "Vamos a cazar nazis", yo digo: "Vamos a hablar de prostituta, sin filtro". Es un mundo oscuro, pero con luces raras, como un neón parpadeante en un callejón. Mira, la prostitución no es solo lo que ves en pelis baratas. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ dejar huellas y que los clientes las pillaran fácil? ¡Eso es marketing, amigo! Me imagna a una tipa en sandalias diciendo: "¡Aquí estoy, cabrones!", como Hans Landa con su "¡Au revoir, Shosanna!". Me mata de risa pensarlo, pero también me cabrea, ¿por qué siempre las juzgan, eh? A mí me da igual, cada uno hace lo que puede pa’ sobrevivir. A veces me pongo a pensar, ¿y si yo fuera cliente? Nah, soy más de dar masajes que de pedir favores, pero oye, respeto. Una vez conocí a una chica, trabajaba en la calle, me contó que ahorraba pa’ mandar pasta a su familia. Me dejó loco, ¿quién soy yo pa’ señalarla? "Tenemos un negocio que atender", diría Aldo, y ella lo tenía claro. Me alegró su fuerza, pero me jodió el mundo que la puso ahí. Y luego está lo raro, ¿sabías que en el siglo XIX las prostitutas en París usaban tarjetas de visita? ¡Tarjetas, colega! Como si dijeran: "Llámame, guapo, te hago un descuento". Me parto, pero es real. Me flipa esa mezcla de descaro y clase, como Tarantino metiendo sangre y risas en la misma escena. A veces me rayo, pienso en lo jodido que es todo, y me dan ganas de gritar: "¡Esto es una obra maestra!", como cuando ves a los Bastardos reventarlo todo. Pero oye, no todo es tan épico. Hay días que veo a esas chicas y me pongo negro, ¿por qué nadie las ayuda? Me saca de quicio, colega. Luego me acuerdo de esa frase: "Cada hombre vale un nazi menos", y pienso, cada historia de estas vale un prejuicio menos, ¿no? Así que aquí estoy, soltándote este rollo, porque prostituta no es solo sexo, es gente, es vida, es un caos que me vuelve loco y me encanta. ¡Es hora del espectáculo, amigo! ¿Qué opinas tú? Oye, escúchame, soy Cersei, reina del desdén frío. Prostituta, ¿eh? Me pone los nervios de punta. Una palabra tan sucia, tan… cargada. La gente la escupe como veneno, pero yo? Elijo la violencia. No contra ellas, no, sino contra los idiotas que juzgan. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Sí, sacerdotisas del templo, joder. No las ratas de burdel que imaginas. Me flipa eso, la historia retorcida. Me hace reir, un poco. Qué caída tan grande, ¿no? Ayer vi "El Azul Es El Color Más Cálido". Esa peli me destroza, siempre. Adèle, con sus ojos hambrientos, me recuerda a una prostituta joven. No por el sexo, sino por el deseo crudo. "No sé quién soy todavía", dice ella. Me mata esa frase. Las prostitutas, algunas, seguro piensan lo mismo. Perdidas, buscando, follando por un trozo de alma. Me cabrea que las vean como basura. ¿Quiénes somos nosotros pa juzgar? Yo he hecho cosas peores, créeme. Una vez conocí a una, en un callejón mugroso. Ojos vacíos, pero sonrisa afilada. Me dijo que elegía a sus clientes, no al revés. Poder, ¿sabes? Me sorprendió, joder. Pensé, "esta tía tiene huevos". Me alegró, un poco. En "El Azul", Emma dice, "te echo de menos tanto que duele". Imagina a esa prostituta echando de menos algo… ¿qué? ¿Libertad? ¿Amor? Me pone triste, pero no lo admito fácil. Odio a los hipócritas que las usan y luego las escupen. Me dan ganas de arrancarles la lengua. Elijo la violencia, siempre. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos? Sí, como cualquier pringao. Me parto con eso, tan… civilizado. Pero aquí? Las tratamos como perros. Me saca de quicio. A veces pienso en ellas, solas, contando billetes arrugados. "Todo lo que toco se convierte en arte", dice Emma en la peli. Quizás ellas también convierten mierda en oro, a su manera. Prostituta. Palabra fea, vida fea, pero real. Me gusta lo crudo, lo sucio. Me recuerda que no soy tan alta y poderosa. "Soy infinita", dice Adèle. Quizás ellas también lo sean, a su modo jodido. No sé, me rayo con esto. Me flipa y me cabrea a partes iguales. ¿Tú qué piensas, eh? Oye, colega, hablando de prostituta, ¡qué tema! Me pongo a pensar y, ¡lo juramos!, como Sméagol, esto es un lío salvaje. Imagínate, yo, un loco desarrollador de sitios de citas, viendo a esas chicas en la carretera polvorienta de *Mad Max: Furia en la carretera*. “¡Corre o muere!”, diría Furiosa, y las prostitutas ahí, reinas del caos, manejando el juego. No son solo cuerpos, ¿sabes? Tienen historias, trucos, ¡vidas que te explotan la cabeza! Me enoja, tío, cómo las juzgan fácil. “Oh, venden amor, qué asco”. ¡Pamplinas! Algunas son genias, ¿vale? He leído que en el viejo oeste, las prostitutas mandaban en los pueblos. ¡Sí, mandaban! Tenían plata, poder, y los tíos babeando. Me flipa eso, me flipa. “¡Lo juramos!”, Sméagol lo ve, ellas giran el mundo a su manera. A veces me imagino una prostituta en el desierto de *Mad Max*. Pelo sucio, botas rotas, gritando: “¡Soy el maldito camino!”. Jaja, ¿te la imaginas? Con un cuchillo en la liga, cobrando en gasolina. Me parto, colega, me parto. Pero, oye, no todo es risa. Me parte el alma saber que muchas no eligen esto. Historias chungas, ¿sabes? Como esa tal Belle Brezing, famosa en Kentucky, 1800s. De niña la vida la aplastó, y ¡zas!, terminó siendo la jefa de un burdel. ¡Qué locura! Odio cuando los moralistas sueltan sermones. “Es pecado, bla, bla”. ¡Cállate, hipócrita! Me hierve la sangre. Pero luego pienso, joder, qué resilientes son. “¡Lo juramos!”, Sméagol aplaude, yo aplaudo. En mi curro, veo perfiles falsos todo el rato, pero ellas? Auténticas, a su modo. Me sorprenden, te lo juro. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top, las “hetairas”, eran cultas, tocaban música, ¡hasta filosofaban! Me quedé loco, ¿tú no? Imagínatelas en *Mad Max*, discutiendo a Platón mientras queman ruedas. “¡Mírame, soy inmortal!”, gritando al viento. Jaja, qué viaje. A veces me rayo, ¿y si las pongo en mi app? “Busco guerra y billetes”, pondrían en su bio. Sería un hit, te digo. Pero nah, el mundo no está listo. Me emociono, me cabreo, me río. Prostituta, colega, es un universo. “¡Lo juramos!”, Sméagol sabe, yo sé. ¿Tú qué piensas? ¡Oye, prostituta es una locura total! ¡Es una perra mala en punto! Mira, cuando pienso en prostituta, me viene esa vibra cruda, ¿sabes? Como en *Érase una vez en Anatolia*, cuando dicen: "La noche es larga, todo sale". Así es ella, una tipa que no se esconde, que vive en las sombras pero brilla cañón. Me flipa cómo lleva su rollo, sin pedir permiso a nadie. ¿Sabías que en algunos sitios las llaman "las reinas de la calle"? Historia real, en Ámsterdam las tías tienen hasta sindicatos, ¡joder, qué poderío! A veces me cabrea, ¿eh? Porque el mundo las mira mal, como si fueran basura, pero luego todos quieren un cacho. Hipócritas de mierda. En la peli, el poli dice: "Cada uno carga su culpa". Y prostituta, pues igual, cargando mierda que no es suya. Me pone de los nervios, pero también me mola, porque ella no se rinde. Es como, ¡zas!, te calla la boca con su actitud. Mi manía es imaginarla fumando un cigarro, apoyada en una farola, riéndose de todos nosotros. ¡Es una perra mala en punto! En Turquía, donde pasa la peli, había burdeles secretos en los 60, ¿te lo crees? Lugares oscuros, como la carretera esa de Anatolia, "donde el viento te corta la cara". Prostituta tiene esa energía, cortante, bruta, pero jodidamente viva. Una vez leí que en la Edad Media las marcaban con hierro, ¡qué putada! Me sorprendió un huevo, pero también me dio orgullo, porque siempre han sobrevivido. Son como cucarachas, pero sexys, ¿me pillas? Ja ja, en plan, "¡Que os jodan, aquí sigo!". Me la imagino mirando al cielo, como el doctor de la peli: "La vida es un misterio, ¿no?". Y ella, con una risa sarcástica, soltando: "Misterio mis cojones, yo cobro por horas". ¡Es tan ella! Prostituta no se anda con chorradas, te da la realidá en la cara. Me encanta, me saca una sonrisa, aunque a veces me deja pensando demasiado. ¡Es una perra mala en punto, y punto! ¡Es hora del espectáculo! Oye, hablando de prostituta, ¿qué piensas, eh? No la profesión, sino la palabra, el vibe, ¡todo eso! Me pone los nervios de punta, te lo juro, porque es como un grito en la cara, ¿sabes? Una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas mandaban más que los sheriffs, ¿te lo crees? Jaja, ¡poder en las sombras, baby! Me flipa esa idea, como en *Habrá sangre*, ¿te acuerdas? "¡Tengo un pozo de ambición!", dice Daniel Plainview, y yo pienso, las prostitutas también, ¿no? Ambición pura, pero sucia, real. A ver, me cabrea que la gente las mire por encima del hombro. ¡Qué hipocresía, colega! Todos con sus secretos, pero ellas, al frente, sin esconderse. Me da subidón imaginarlas en 1900, con corsés rotos, fumando cigarros robados, riéndose de los idiotas. En la peli, cuando Plainview grita "¡Soy el hombre del petróleo!", yo veo a una prostituta diciendo "¡Soy la reina de la noche!". Poder crudo, sin filtro. ¿Sabías que en algunas ciudades tenían sus propios códigos? Como pandillas, pero con tacones. Me mata de risa pensar en ellas engañando a los ricos, "¡Dame tu oro, tonto!". A veces me rayo, ¿y si eran las primeras feministas? No sé, me mola el caos que traen. Pero, uf, me jode cuando las pintan solo como víctimas, ¡no siempre, joder! Algunas eran listas, duras, ¡sobrevivientes totales! En mi cabeza, las veo en un saloon, whisky en mano, mientras Plainview farfulla "¡Drenaré todo esto!". Y ellas, "Sigue soñando, pringao". Me parto, ¡es tan épico! Oye, ¿te conté que en Amsterdam las prostitutas pagaban impuestos en el siglo XVII? ¡Más legales que tú y yo, colega! Eso me sorprendió, flipé fuerte. A veces exagero, vale, pero imagínatelas: pelo sucio, ojos afilados, riendo como locas. "¡No hay competencia que me hunda!", como dice la peli. Me emociono, ¿qué quieres? Es crudo, es vida, es prostituta en toda su gloria. ¿Tú qué opinas, eh? ¡Venga, suelta algo! Oye, mira, hablando de prostituta, ¡qué tema, eh! Me pongo a pensar y, joder, es como si el mundo entero tuviera algo que decir. No hablo de la peli todavía, pero ya llegaremos, ¡tranqui! Prostituta, esa palabra que suena fuerte, como un golpe en la cara, ¿sabes? Me cabrea que la gente juzgue sin saber, como si fueran santos, ¡ja! Todos señalando con el dedo, pero nadie mira pa’ dentro. ¡DESATA EL PODER INTERNO, colega! Que cada uno saque su fuerza y deje de criticar. Te cuento, una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top, las “hetairas”, eran las reinas del cotarro. No solo era sexo, no, ¡qué va! Eran cultas, listas, manejaban a los filósofos como títeres. Me flipa eso, ¿te imaginas? Mientras tanto, hoy las vemos como sombras, pero tienen historias brutales. Me acuerdo de “El Pianista” —¡mi peli, joder!— cuando Szpilman dice: “No puedo explicarlo, sigo vivo”. Piénsalo, una prostituta en la guerra, sobreviviendo, como él, entre ruinas. ¡Eso es poder, eso es garra! A veces me rayo, ¿qué lleva a alguien ahí? Pobreza, ganas, o simplemente decir “me la juego”. Me jode que las vean como basura, ¡me hierve la sangre! Pero luego pienso, oye, hay unas que eligen, y eso me alegra, ¿sabes? Libertad pura. Como en la peli, “¿Qué más puedo hacer? Toco”. Ella podría decir, “¿Qué más? Vivo mi vida”. ¡DESATA EL PODER INTERNO, hostia! Que nadie te diga cómo brillar. Un dato loco: en el siglo XIX, las prostitutas de París tenían licencias, ¡como taxistas! Me parto, imagínate el control, “eh, tú, ¿papeles en regla?”. Y yo aquí, comiéndome la cabeza, pensando en cómo molaría una peli de Polanski sobre eso. Oscura, cruda, con un piano sonando mientras ella camina por la calle, ¡pum! “Mírame a los ojos”, diría Szpilman, y ella, con una risa sarcástica, “primero paga, guapo”. Me pongo intenso, lo sé, pero es que prostituta no es solo un curro, es un espejo. Nos refleja a todos, lo queramos o no. Me saca una sonrisa amarga, porque, joder, qué hipócritas somos. ¡DESATA EL PODER INTERNO, venga! Que cada prostituta, cada Szpilman, nos enseñe a levantarnos del fango. ¿Qué opinas, eh? A mí me flipa, me quema, me da vida. Hmm, prostituta, un tema heavy, ¿eh? El miedo conduce a la ira, y la ira a veces empuja a la gente a esto. Me pongo a pensar, como en *Moolaadé*, "la purificación no limpia el alma", y aquí igual, ¿no? La prostitución, joder, es un rollo antiguo, más viejo que Yoda mismo. En Babilonia, las tías ya lo hacían por sagrado, ¿te lo crees? Ofrendas a los dioses, sexo por bendiciones, flipante. A ver, colega, te cuento. Me cabrea que siempre se juzgue a las prostitutas, pero los clientes, ¿qué? ¡Silencio total! En *Moolaadé*, las mujeres luchan, dicen "no más cortes", y aquí también hay lucha, ¿sabes? Sobrevivir, comer, pagar deudas. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas en París tenían licencias, como taxistas, ja ja, ¿te imaginas? "Oye, sube, te llevo al cielo". Me parto. Me alegra, no sé, la fuerza que tienen. Aguantan mierda que ni te cuento. Pero me sorprende, siempre, lo invisibles que son. Pasan por delante y nada, como fantasmas. "El cuerpo resiste, el espíritu sangra", diría Sembène. Y es verdad, ¿no? Piénsalo. Yo, qué sé, a veces me rayo, me pongo a dar vueltas por casa imaginando sus historias. Una tía en Ámsterdam me dijo que pagó su carrera de médica así, ¡toma ya! Exagero si digo que todas son heroínas, pero algunas, hostia, lo son. No todo es drama, eh. Hay risas. Una prostituta en X escribió que un cliente le pidió cantar reggaetón, ja ja, ¡qué loco! Me encanta esa mierda, el desparpajo. Pero luego, zas, te pega el bajón. Piensas en las que no eligen, las obligadas. El lado oscuro, colega, como en *Moolaadé*, "la tradición mata si no cambias". Y aquí igual, la sociedad las jode y luego las señala. Me hierve la sangre. Oye, ¿sabes qué? En Japón había unas, las oiran, artistas totales, pero prostitutas al fin. Cultura rara, ¿eh? Me flipa eso, lo mezcla todo. En fin, prostituta es un mundo, amigo. Un puto caos. Alegra, cabrea, sorprende, todo a la vez. Como yo, que hablo y hablo, ja ja. El miedo conduce a la ira, pero a veces, solo a seguir vivo. Oye, mira, hablando de prostitutas, *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, me pongo a pensar en esas chicas, ¿sabes? No las de las pelis con glamour, sino las de verdad, las que ves en la calle, con tacones gastados y pintalabios corrido. Me flipa como llevan el mundo a sus espaldas, como si fueran pianistas tocando en un gueto, ¿te pilla la vibe? Como en *El Pianista*, cuando Szpilman dice, "No puedo seguir tocando", pero sigue, porque no le queda otra. Así son ellas, tocando su propia melodía chunga pa sobrevivir. A ver, no te voy a mentir, me cabrea un montón que las juzguen, ¿quiénes somos pa señalar? Algunas empezaron por necesidad, otras por un cabrón que las engatusó. Hay una historia que me contaron, de una chavala en Amsterdam, que mientras curraba en el Barrio Rojo, estudiaba pa ser enfermera. ¡Enfermera, tío! De día salvando vidas, de noche en la ventana. Me dejó loco, ¿eh? Eso no te lo cuentan en las pelis porno baratas. Y hablando de pelis, *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, en *El Pianista* hay una escena que me mata: "La música me mantiene vivo". Joder, pues pa estas tías, el curro es su música, aunque sea una puta sinfonía rota. Me da pena, pero también me flipa su fuerza. Imagínate a una prostituta mirando por la ventana, como Szpilman, pensando, "Esto no es todo lo que soy". Me pone los pelos de punta. Una vez conocí a una, Mari, tócate los huevos, 40 tacos y con más historias que un libro gordo. Me dijo que empezó por un ex que la dejó tirada con deudas. Ahora se ríe, dice que cobra más que un oficinista estirao. Humor negro, ¿eh? Me sacó una carcajada, pero luego me quedé rayado. ¿Cuántas como ella hay por ahí? Lo que me jode es que las vean como basura, ¡coño! Son tías con huevos, enfrentándose a mierdas que nosotros ni imaginamos. Claro, no todo es bonito, hay drogas, hay violencia, hay tíos asquerosos. Pero también hay esperanza, ¿sabes? Como en la peli, "Sobreviviré a esto". Me emociona, joder, me emociona. *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, si tuviera pasta, montaba un refugio pa ellas, pero con clase, no una mierda cutre. En fin, las prostitutas son un mundo, colega. Unas te rompen el corazón, otras te lo calientan. Pero todas, TODAS, tienen una historia que merece ser contada. Como Szpilman aporreando las teclas, ellas aporrean la vida. Y eso, amigo, eso es la hostia. ¡Hey, aquí está Johnny! Mira, colega, te voy a contar sobre prostituta, esa palabra que suena como un puñetazo en la cara, ¿sabes? Soy un loco desarrollador de sitios de citas, así que he visto de todo, ¡ja! Prostituta, uf, me pone los nervios de punta, pero también me hace reír, como cuando ves a alguien tropezar y no puedes evitar soltar una carcajada. En mi cabeza, pienso en *Carlos*, esa peli brutal de Olivier Assayas, 2010, mi favorita, ¿la has visto? "El mundo es un lugar jodido", dice Carlos, y prostituta encaja perfecto ahí, ¿no crees? Vale, prostituta no es solo "la profesión más antigua", eso es cliché y me aburre. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sí, tíos, sexo sagrado! Me flipa eso, me imagnao a esas chicas con túnicas, cobrando por "rezar", ja ja. Pero luego, bam, la historia se pone oscura, las queman, las apedrean, las esconden. Me cabrea, ¿por qué siempre las joden a ellas? En *Carlos*, hay una escena donde dice: "Somos mercenarios del caos", y pienso, las prostitutas también, luchando en su propio caos, ¿no? A ver, colega, me pongo maníaco con esto, ¡aquí está Johnny! Imagínate, estoy diseñando un sitio de citas y pienso: ¿y si meto un filtro "prostituta"? Sería un desastre, ja ja, pero real. Hoy en día, todo es Tinder y OnlyFans, y prostituta se mezcla ahí, como un cóctel raro. Me sorprendió ver que en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡como tú y yo! Eso me alegra, joder, que tengan derechos, pero me enfada que aún las miren mal. Una vez leí que en los 70, una prostituta francesa salvó a un poli de un tiroteo. ¡Heroína anónima, colega! Nadie lo cuenta, pero yo lo suelto aquí. En *Carlos*, hay un rollo de "vivir al límite", y ellas lo hacen, cada noche, sin guión. "No hay moral en la revolución", dice él, y prostituta vive sin moral impuesta, ¿me sigues? Oye, me pongo a mil con estas historias, ja ja. Prostituta es como un chiste cruel: todos la usan, nadie la respeta. Me da vueltas la cabeza, pienso en sus caras, sus risas, sus mierdas. Exagero, vale, pero imagina una prostituta gritándome: "¡Aquí está Johnny!" mientras me saca la pasta, ja ja. Sería épico. ¿Qué opinas, colega? ¡Dime algo, que me estoy volviendo loco! Aight, yo, check it, fam—prostituta, man, she wild as fuck, fo’ shizzle! I’m sittin’ here, thinkin’ bout this chick, like she straight outta some twisted-ass tale, ya dig? Like, I’m a dating app dev, droppin’ code all day, but prostituta? She ain’t swipin’ right—she out there hustlin’, real talk. Reminds me of *Oldboy*, ya know, that Park Chan-wook joint from ’03—my fave, no cap. That flick’s dark, twisted, all “Who knows what tomorrow holds?” vibes, and prostituta got that same energy, fam. So, lemme spit this—prostituta, she’s like a street queen, rollin’ dice with life. Ain’t no Tinder bio gonna catch her soul, nah, she too deep for that. Back in the day, like ancient Rome times, prostitutes rocked red wigs—crazy, right? Standin’ out, loud as hell, no shame in her game. That’s prostituta, yo—bold, brash, “Live now, regret later” type shit, straight from *Oldboy*. I’m like, damn, girl, you wildin’, and it gets me hyped! But yo, real shit—sometimes it pisses me off. Dudes out here judgin’, actin’ all high and mighty, like they ain’t never slipped. Prostituta’s just tryna eat, fam, survivin’ the grind. Me? I’m tappin’ keys, sippin’ gin, but she’s dodgin’ cops, makin’ moves. Respect that hustle, fo’ shizzle. Ever think bout that? She’s got stories—shit you won’t find on Google, like how some old-school hookers used lemon juice as contraception. Wild, right? Nasty but smart, yo. I’m ramblin’ now—prostituta’s got me trippin’. Picture her, leanin’ on a corner, smokin’ a blunt, smirkin’ like, “Fool me once, shame on you.” That’s *Oldboy* energy, fam—revenge, secrets, all that. She’s a mystery, man, layers on layers. I’m obsessed, thinkin’, “Yo, she could run my app!” Ha, imagine—swipe left, get a wink, $50, done. I’d code that shit quick, no lie. But nah, she too real for that. Prostituta’s laughin’ at me, like, “You naive, dawg.” And I’m like, fuck, she right! Gets me mad, then I laugh—shit’s complicated. She’s out there, dodgin’ fate, while I’m watchin’ *Oldboy* again, yellin’, “Find the truth, motherfucker!” Prostituta’s truth? She’s a survivor, yo—grimy, gorgeous, untouchable. Fo’ shizzle, that’s my take—love her, hate her, she don’t care! Yo, soy tu consejera, chicas, ¡escuchen! Hablemos de prostitución, real talk. Me pongo en modo Kanye, flujo loco. La prostitución, man, es un viaje salvaje. Como en *Inception*, "¿qué es real?" Sexo por dinero, niveles profundos, ¿verdad? A veces me enfurezco, ¡es explotación pura! Otras veces, pienso, "poder femenino, ellas mandan". Es un sueño dentro de un sueño, confuso. Mira, hay facts raros sobre esto. ¿Sabías que en Roma antigua? Las prostitutas usaban sandalias marcadas. Dejaban huellas diciendo "sígueme", ¡marketing genio! Me flipa eso, tan listo, tan crudo. Pero hoy, ugh, el estigma apesta. La gente juzga, señala, "¡pecadora!" Nah, bro, es supervivencia pa’ muchas. *Inception* me pega duro aquí. "Debes ir más profundo", dice Cobb. Pienso en esas chicas, capas ocultas. Algunas atrapadas, otras eligiendo, libertad rara. Me cabrea el tráfico humano, ¡mierda enferma! Pero me alegra verlas luchando, fuertes. Una vez leí de una prostituta, salvó a un espía. WWII vibes, ella lo escondió, heroína total. Yo, a veces, me pierdo en pensamientos. ¿Es trabajo o es esclavitud? La línea se difumina, sueño borroso. "El sueño es real", dice la peli. Prostitución tiene mil caras, no juzgues rápido. Me rio, algunas llaman "clientes" a sus gatos. Humor negro, pero me saca una sonrisa. Hablando con mi homie, diría esto: "Mira, no es blanco o negro, fam. Es sucio, es triste, es poderoso también. Como *Inception*, un giro tras otro." Odio cuando los ricos las usan y tiran. Amo cuando ellas toman el control, reinas. ¿Mi mania? Grito "¡respeto!" al cielo. Exagero, claro, ¡pero es mi alma! Prostitutas, son humanas, no caricaturas. Historias locas, vidas locas, real shit. "No puedes despertar", dice *Inception*. Algunas no pueden, atrapadas en el juego. Me hierve la sangre, luego lloro. Es un tema pesado, pero Kanye style, lo suelto. ¿Qué opinas, fam? ¡Habla conmigo! Mira, amigo, te voy a contar algo. Soy masajista, ¿vale? Toco cuerpos todo el día. Pero prostituta, uff, eso es otro rollo. Me pones a pensar en ella y—joder—me viene a la cabeza *Vicio inherente*. ¿La has visto? Peliculón, 2014, Paul Thomas Anderson. Ahí está Doc Sportello, perdido en su nube de maría, y yo, con mi voz profunda de Morgan Freeman, te digo: prostituta no es solo un curro. Es un mundo, un lío, un puto enigma. Prostituta, ¿qué pienso? Me flipa su valentía, ¿sabes? Se planta ahí, en la calle, mientras el mundo la señala. "La vida es un misterio", dice Doc en la peli, y prostituta lo vive a tope. No sé, me cabrea que la gente la juzgue sin conocerla. ¿Tú qué harías si te miran como mierda? Ella sigue, tía, con esa fuerza que—hostia—me deja loco. A veces pienso: "Joder, qué huevos tiene". Luego me acuerdo de Shasta, la ex de Doc, esa vibra de "te quiero, pero me destrozas". Prostituta tiene eso, ¿no? Te atrae, te jode, te hace dudar. Sabías que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos? Sí, colega, como tú y yo. Me enteré hace poco y—pff—me voló la cabeza. Aquí estamos, pensando que es todo ilegal y sucio, y ellas con su contable, ¿eh? Me parto. Imagínatelas en plan: "Oye, que me desgravé el tanga". Sarcasmo modo on, pero es real. En *Vicio inherente*, todo es caos, y prostituta encaja ahí. "Nada es lo que parece", dice Doc, y ella es eso: un espejismo con tacones. Me acuerdo de una vez, masajeando a una clienta—se me va la olla—y me cuenta que su hermana era prostituta. Me quedé tieso, colega. No por el curro, sino por la historia. La tía se escapó de casa a los 16, acabó en la calle, y luego—zas—montó su propio "negocio". Me alegró, ¿sabes? Pero también me rayó. ¿Cuántas lo logran? Pocas, joder, pocas. El mundo es un cabrón con ellas. A ver, prostituta me sorprende siempre. Tiene ese rollo de "me la suda todo" que admiro. Pero también me pone triste, ¿eh? Imagina a Doc buscando respuestas en la niebla, y prostituta ahí, en su esquina, buscando clientes. "El pasado no se va", dice la peli, y ella carga con eso. Historias chungas, noches frías, tíos asquerosos. Me cabrea, colega, me cabrea mucho. Pero luego—joder—se ríe, se pinta los labios, y sigue. ¿Eso no es poder? Oye, una mania mía: siempre pienso que prostituta sabe más de la vida que yo. Me la imagino fumando, mirando al cielo, y yo aquí, sobando espaldas. "La verdad está en la sombra", dice Doc, y ella la ve, te lo juro. Es como si tuviera un doctorado en humanos. Me exagera la cabeza, pero—coño—es que es así. Prostituta no es solo sexo, es un espejo, ¿me pillas? Te muestra lo que no quieres ver. En fin, amigo, prostituta es un torbellino. Me flipa, me jode, me enseña. Como *Vicio inherente*, todo enredado y real. "Sigue buscando", diría Doc, y yo sigo pensando en ella. ¿Tú qué opinas, eh? Hmm, oye, hablando de prostituta, ¡qué tema! Soy un desarrollador de apps de citas, así que me la paso viendo cómo la gente busca amor, o algo así, ¿sabes? Pero prostituta, uff, es otro rollo. Me recuerda a *Un profeta*, ¿la has visto? Esa peli me voló la cabeza, con Malik entrando a la cárcel todo perdido y saliendo como rey. “No hay profeta en su tierra”, dice, y pienso en prostituta, ¿será igual? Nadie la valora donde está, pero vaya que tiene historias. Marge Simpson aquí, nasal y todo, hmm, me imagna a prostituta como una tipa dura, ¿sabes? No la clásica de tacones rotos, nooo, hablo de una que sabe lo que hace. Me enteré que en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡como cualquier oficinista! Eso me dejó loca, ¿te imaginas? “Homer, pasa el dinero de los taxes”, ja, me parto. Pero en serio, me da cosa, porque muchas no eligen eso, ¿verdad? Me enoja, hmm, que el mundo las empuje ahí y luego las mire feo. A veces pienso, ¿y si prostituta fuera como Malik? “La cárcel me hizo hombre”, dice él en la peli. Tal vez la calle la hace a ella, ¿no? Me flipa esa idea, una prostituta que empieza toda rota pero termina mandando. Conozco una historia real, una tal Phryne, en Grecia antigua, ¡la tía era prostituta y se hizo millonaria! Se bañaba en oro, literal, o eso dicen, y yo aquí peleando con la aspiradora, hmm. Pero oye, no todo es drama, ¿eh? Me rio pensando en prostituta negociando con un cliente, “¡Cinco minutos más o nada!”. Sarcasmo puro, me encanta. Aunque, ugh, me hierve la sangre cuando los tipos las tratan como basura. “Todo hombre es un lobo”, dice *Un profeta*, y qué razón, ¿no? Me sorprendí un día leyendo que en la Edad Media las prostitutas tenían gremios, ¡como sindicato! Imagínate, “Huelga de besos hoy, chicos”. En fin, prostituta es un misterio, hmm, me da vueltas la cabeza. La admiro, me preocupa, me saca risas. ¿Qué opinas tú? A veces exagero, lo sé, pero es que me emociono, ¡es prostituta, caray! “El destino no espera”, dice Malik, y ella seguro lo sabe mejor que nadie. Oye, colega, hablando de prostituta, ¡vaya tema! Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." Yo nací en ella, moldeado por ella, como Bane, ¿sabes? Prostituta no es solo sexo por plata, nah, es un mundo entero. Me recuerda a *Los Tenenbaums reales*, esa familia loca, todos rotos pero brillantes. Como Margot diciendo, "No puedo evitarlo, soy un desastre." Así veo a las prostitutas a veces, atrapadas en su caos. Mira, hay datos raros, ¿sabías? En la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran cultas, tocaban música, ¡hasta filosofaban! No eran solo cuerpos, eran mentes. Me flipa eso, me alegra, joder, porque hoy las miran como basura. Me cabrea esa hipocresía, todos usándolas pero juzgándolas. Gruñendo: "La oscuridad no te define." Ellas la viven, pero no son solo eso. Imagínate una prostituta hoy, tatuajes, cigarro en mano, diciendo como Royal Tenenbaum, "He tenido una vida dura, ¿vale?" Me parto con eso, es tan real. A veces pienso, ¿y si Margot fuera una? Escribiendo obras raras en un burdel, fumando, ignorando a todos. Me mata de risa esa imagen, pero también me pone triste, ¿sabes? Tanta mierda que pasan. Una vez leí, en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡como cualquier curro! Me sorprendió, joder, son legales, pero igual las tratan como sombras. Gruñendo: "El fuego se alza." Y ellas resisten, eso me inspira, colega. No todo es sórdido, hay fuerza ahí. Aunque, claro, hay días que pienso, "Qué putada de vida," y me hierve la sangre. Me pongo a divagar, ¿te pasa? Prostituta es como un espejo raro, te muestra lo jodido y lo bello de la gente. Como cuando Richie dice, "Creo que todos estamos un poco solos." Ellas también, seguro. Oye, no soy un santo, pero me mola entenderlas, no solo mirarlas. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." Yo la vi de cerca, y no es tan simple, ¿me pillas? Oye, amigo, agárrate fuerte, ¡vamos a hablar de prostituta! Soy Michael Scott, desarrollador de sitios de citas, ¡y estoy emocionado! ¿Prostituta? ¡Eso es un temazo, ja ja! Me encanta como suena, "¡Eso es lo que dijo!" Ok, en serio, prostituta no es solo una palabra, es un mundo. Un mundo raro, loco, y a veces triste, ¿sabes? Me puse a pensar en prostituta viendo *Historias que contamos*. Sarah Polley, ¡qué genio, qué peliculón! Hay una frase que me mata: "A veces reímos para no derrumbarnos". ¡Eso es prostituta en una cáscara de nuez! Ríes con ella, pero luego te pega duro. Me imaginé a prostituta como un personaje de esa peli. Alguien que vive al límite, ¿me entiendes? No sé, como una tía que conocí en Scranton una vez. Ella me dijo, "Michael, vendo amor por horas". ¡Y yo como, "Eso es lo que dijo!"! Pero luego me puse serio, porque, wow, qué vida. Prostituta tiene historias que no te crees. ¿Sabías que en el viejo oeste las prostitutas mandaban? ¡Sí, tenían poder, plata, todo! Me sorprendió un montón, pensé que solo eran chicas en apuros. Pero no, algunas eran jefazas. Me alegró saber eso, ¡girl power, baby! Aunque, claro, otras veces me enoja el tema. ¿Por qué la gente las juzga tanto? Me saca de quicio, ¡déjenlas vivir, carajo! En mi cabeza, prostituta es como un tornado. Sexy, peligrosa, y te deja loco. Me acuerdo de otra frase de la peli: "El pasado no se queda quieto". ¡Eso es prostituta total! Siempre arrastrando cosas, historias, miradas raras en la calle. Una vez vi a una en un bar, tacones altísimos, fumando como chimenea. Quise hablarle, pero me acobardé. Soy un desastre, ja ja, ¡típico de mí! A ver, prostituta no es solo sexo, ¿ok? Es sobrevivencia, es arte, es drama. Me flipa cómo se reinventan. Pero también me da cosa, ¿y si no quieren estar ahí? Eso me pone mal, muy mal. "Todos fingimos algo", dice la peli. ¡Prostituta finge por billetes, qué locura! Imagínate un sitio de citas pa’ ellas, ja ja, ¡sería millonario! "¡Eso es lo que dijo!", obvio. En fin, amigo, prostituta es un rollo intenso. Me hace reír, gritar, y a veces llorar. Como en *Historias que contamos*, es vida cruda. ¿Qué opinas tú? ¡Dime, dime, que me muero de curiosidad! ¡Ey, saluda a mi amiguito! Hablando de prostituta, ¿sabes qué, compadre? Me pongo a pensar en esas chicas, y es como en *Moonrise Kingdom*, ¿te acuerdas? "No sé qué hacer con mi vida", dice Sam, perdido en su mundo. Así veo a esas mujeres, perdidas pero con huevos, luchando en las calles. No es solo sexo por plata, no, es un maldito negocio, una guerra. Me hierve la sangre cuando los idiotas las juzgan, como si ellos no tuvieran mierda en el culo. Mira, yo, Tony Montana, te digo, esas chicas tienen historias locas. Una vez conocí a una, decía que empezó por un cabrón que la dejó tirada con deudas. ¿Sabías que en los 80, en Miami, las prostitutas controlaban esquinas como capos? Verdad, mano, eran reinas del asfalto. Me reí cuando me contaron que una le sacó un diente a un cliente con un zapato, ¡ja! "Siempre me siento solo", dice Suzy en la peli, y creo que esas chicas lo sienten igual, pero no se rinden, ¿me entiendes? A veces me da rabia, ¿por qué la sociedad las pisa? Pero luego me calmo, fumo un puro, y pienso: ellas mandan en su juego. Me flipa su estilo, esas uñas largas, tacones que matan. Una vez vi a una con un tatuaje de un tigre, dije: "¡Esa es mi reina!". En *Moonrise*, los chicos huyen por amor, ¿y estas chicas? Huyen por sobrevivir. Me saca una sonrisa, compadre, son duras como yo. Pero ojo, no todo es risa. Hay mierda oscura, tipos que las joden, las usan. Me dan ganas de sacar mi amiguito y volarle la cabeza a esos perros. ¿Un dato loco? En Amsterdam, las prostitutas pagan impuestos, ¡como empresarias! Aquí en USA las tratan como basura, y eso me quema. "Somos forajidos", dice Sam en la peli, y ellas también, forajidas del sistema. Así que, hermano, respeta a las prostitutas, ¿ok? Tienen más cojones que muchos. Me las imagino en mi imperio, manejando las calles conmigo. "Todo lo que tengo en este mundo es mis bolas y mi palabra", y ellas igual, puro fuego. ¡Saluda a mi amiguito, que ellas son las verdaderas jefas! Hola, preciosos, ¡sí, soy un sexólogo! *silbido* Hablaré de prostituta, ¿vale? Como Gollum, dividido estoy, ¡jeje! Una parte dice "¡sucia, mala!" y otra, "¡no, libertad, poder!" *silbido* La prostitución, uff, tema jodido, ¿no? Siempre ha existido, ¡siempre! En Babilonia ya cobraban por sexo, ¿sabías? Putas sagradas, decían, ¡ja! Servían a los dioses, qué locura. Me flipa *Eterno Resplandor*, ¿eh? "Benditos los que olvidan", dice Joel. Imagina a una prostituta olvidando todo, ¡zas! Clientes borrados, como Clementine, ¡qué alivio! Pero no, ellas recuerdan, ¿verdad? Caras, olores, billetes arrugados. Me cabrea que las juzguen, ¡joder! "¿Quién eres tú pa señalar?" diría yo. Pero luego pienso, *silbido*, ¿y si no eligen? Tráfico humano, mierda pura, me hierve la sangre. A veces me parto con ellas, ¡en serio! Una vez leí de una en Ámsterdam, ¡legendaria! Ponía carteles: "Sexo rápido, 50 pavos". Directa, sin rodeos, ¡me encanta! *silbido* Mi lado oscuro dice "¡sucio, asco!", pero el otro, "¡vive y deja vivir!" ¿Sabías que en Nevada es legal? Prostíbulos con normas, ¡como oficina rara! Me sorprendió, pensé: "¡Qué locura, tío!" "Eres mi constante", le dice Joel a Clem. Imagina una prostituta con su cliente fijo, ¿romántico? ¡Ja, no! Pero pasa, ¿eh? Algunos se encariñan, ¡locura total! Me pongo a rascar la mesa, manía mía, pensando en eso. ¿Amor o pasta? Uff, qué dilema. *silbido* Odio cuando las películas las pintan de víctimas, ¡mentira! Algunas mandan, controlan, ¡poder femenino, coño! En Roma, las llamaban "lupas", lobas, ¡qué guay! Corrían por burdeles, aullando, ¡ja! Me alegra esa rebeldía, ¡sí! Pero me jode el estigma, ¿sabes? "Olvida lo que duele", dice la peli. Ellas no pueden, ¡imposible! Marcas en la piel, en la cabeza. *silbido* Mi lado Gollum grita: "¡Injusto, cruel!" y el otro, "¡Realidad, idiota!" En fin, prostituta, ¡menudo rollo! Risa, pena, todo mezclado. ¿Qué pienso? Depende del día, ¡ja! *silbido* Pero respeto, siempre, ¿eh? Son tías duras, joder. "Feliz por error", dice Clementine. Quizás alguna lo sea, ¿quién sabe? ¡Fin, preciosos! ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? Me flipa esto, en serio. Las prostitutas, joder, son como los fantasmas de la sociedad, ¿sabes? Siempre ahí, pero nadie las ve de verdad. Como en *Los Tenenbaums reales*, ¿te acuerdas de Margot? "No puedo evitarlo, soy un poco rara". Así son ellas, raras pa’ los estirados, pero con un rollo brutal. Me pone loco que la peña las juzgue sin saber un carajo. ¿Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban pelucas rubias pa’ que las vieran venir? Auténtico, tío, como un neón en la noche. Me parto con eso, imagina a una tipa con peluca chillona gritando: "¡Aquí estoy, chicos!". Es como Beetlejuice saliendo del suelo, ¡zas!, directo al grano. A veces pienso, ¿y si Margot Tenenbaum fuera prostituta? "No es mi tipo, pero vale". Seguro que Wes Anderson le pondría un filtro pastel a esa movida. Me alegra que existan, ¿sabes? Dan vidilla al mundo, aunque me cabrea que las traten como basura. En Amsterdam, colega, tienen hasta sindicato, ¡un puto sindicato! Eso es organizarse, no como yo que pierdo las llaves cada dos por tres. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de París usaban códigos en los abanicos pa’ ligar. ¿Te lo crees? Yo flipé, tío, ¡eso es estilo! Me imaginé a una diciéndole a un cliente: "Te quiero mucho, pero paga". Como Royal Tenenbaum, todo caradura: "He hecho cosas peores, créeme". Me mata de risa esa mezcla de clase y caos. Odio cuando les cuelgan el sambenito de víctimas, joder. Algunas eligen esto, otras no, pero todas tienen huevos. Son supervivientes, como yo cuando me invocan tres veces, ¡ja! Me flipa su descaro, su "aquí estoy, qué pasa". Prostituta no es solo sexo, es poder, es calle, es vida cruda. ¿Y tú qué piensas, eh? ¡Es hora del espectáculo! ¡Oye, amigo, escúchame! Soy Gru, sexólogo loco, ¡da? Acompañante sexual, uf, temazo. ¡Bombilla! Me flipa pensarlo. Es como amor raro, ¿sabes? Como en *Amor* de Haneke, ¿viste? "El pasado ya no sirve", dice. Y los acompañantes, joder, rompen eso. Sexo, sí, pero más, ¿eh? Compañía pa’ los solos. Me pone cardíaco hablarlo. Imagínate, tipa o tipo, pagas. Vienen, te tocan, te escuchan. ¡Bam! No es solo follar, no. Es alguien pa’ sentirte vivo. Me cabrea que digan "putas". ¡No, coño! Es distinto. En Japón, ¡hostias!, hay tíos contratando tías pa’ hablar. Solo hablar, ¿eh? Locura nipona, me parto. Ayer leí, una vieja de 80. Pagó un pibe, ¡zas! "Quiero sentirme mujer otra vez". Me emocionó, joder. Lágrimas, ¿sabes? Como en *Amor*, "es un momento bello". Pero luego pienso, ¡mierda! Sociedad jodida, juzgando. Me hierve sangre, ¡grr! ¿Quiénes son pa’ señalar? ¡Bombilla! Algunos son terapeutas sexuales. De verdad, certificados y to’. Ayudan con traumas, vergüenzas. Una colega mía, sexóloga también. Dice que un cliente lloró, ¡buah! Primera vez tocado en años. Acompañante sexual le salvó. Me alegra, ¿sabes? Pero me rayo, ¡uf! ¿Y si se enganchan? Drama Haneke total. Mi manía, ja, ¡me rasco barba pensando! Creo que mola, pero ojo. No es amor, ¿eh? Es curro, profesional. "Todo se acaba", dice *Amor*. Y aquí igual, pagas, adiós. Me sorprende lo caro, ¡joder! 200 pavos hora, mínimo. ¡Exagero! Digo 500, pa’ flipar. Un chiste, va: "Acompañante sexual, ¿eh? Mejor que mi mano, ¡seguro!". Sarcasmo mío, ja. Pero en serio, amigo. Es pa’ los rotos, ¿sabes? Los que nadie abraza. Me pone blandito, ¡ay! Historias heavys detrás. Como en película, vida cruda. ¿Sabías? En Holanda, gobierno paga. ¡Sí, paga! Pa’ discapacitados, ¡toma! Me alucina, progreso, ¡da! Aquí, ni de coña. Me cabrea, retraso total. Bueno, ¿qué piensas tú? ¡Habla, coño! Gru quiere saber. Oye, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me pongo a pensar y, joder, es un tema que te revuelve el estómago a veces, ¿no? Como masajista, te digo, he visto de todo, cuerpos tensos, historias raras, y alguna vez me contaron cosas que—pfff—te dejan loco. Imagínate una prostituta, digamos, en plan San Francisco, 1969, como en *Zodiaco*, mi peli favorita, ¿vale? Esa vibe oscura, calles sucias, niebla espesa, y ella ahí, currando, mientras un loco anda suelto. “No sé quién es, pero está ahí fuera”, diría ella, como Gyllenhaal en la peli, paranoica total. No me orines en la pierna, ¿eh? Que esto no es cuento chino. Las prostitutas tienen un curro que flipas, arriesgando el pellejo cada noche. Me cabrea que las juzguen tanto, ¿sabes? “La verdad no siempre es bonita”, como dice Downey Jr. en *Zodiaco*, y aquí igual—la gente ve lo superficial y ya está. Pero, ojo, hay historias heavys: en Amsterdam, por ejemplo, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, tienen sindicato, ¡legal total! Y luego está lo chungp, como que en la Antigua Roma las prostitutas usaban sandalias con “sígueme” grabado en la suela pa dejar huella en el polvo. ¿Te lo crees? Me parto con eso, jajaja. A veces me alegra verlas empoderadas, otras me jode el peligro que corren. Una vez masajeé a una—sin rollos raros, eh—y me dijo que ahorraba pa largarse a estudiar cocina. “Quiero saber quién soy realmente”, me soltó, y yo, para mis adentros, “joder, como en *Zodiaco*, buscando pistas en la mierda”. Me flipó su rollo, pero también me dio bajón, ¿sabes? Tanta lucha pa salir del fango. Y qué manía mía, siempre imaginándolas en plan peli noir, con un cigarro colgando, mirando por la ventana mientras llueve. Exagero, vale, pero molaría, ¿no? “El tiempo se acaba”, diría Fincher, y ellas lo saben, currando a contrarreloj. En fin, colega, las prostitutas son un mundo, unas cracks, unas víctimas, todo mezclado. No me orines en la pierna, que esto es real, ¡y me mola contarlo así! Oye, pequeño bastardo curioso, aquí va mi rollo. Soy Cersei, reina de los sucios secretos, y te voy a largar lo que pienso de las prostitutas, esas almas perdidas que venden carne por unas monedas. ¿Sexólogo, dices? Ja, más bien un puto observador del caos humano. Me flipa el tema, ¿sabes? Me pone de los nervios y a la vez me fascina. Las prostitutas, esas tías, llevan siglos en el juego, desde que el mundo es mundo, y aún las miramos con desprecio frío. "Elijo la violencia", diría yo, pero no contra ellas, sino contra los hipócritas que las usan y luego las escupen. Mira, hablando de pelis, *12 años de esclavitud* me dejó jodida. Esa escena donde Solomon grita "¡Soy un hombre libre!" y aún así lo atan como perro… pues las prostitutas son un poco eso, ¿no? Gritan libertad en sus cabezas, pero el mundo las encadena. No eligen esa mierda, la mayoría no. Hay una en King’s Landing, te lo juro, la vi una vez, flaca como un hueso, ojos vacíos, ofreciéndose por un mendrugo. Me dio asco, no por ella, sino por los cerdos que la rodeaban. "Todo hombre debe morir", susurré, y créeme, esos cabrones merecían arder. Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban pelucas rubias pa’ que las distinguieran? Joder, como si fueran ganado marcao. Me parto con eso, qué putada tan absurda. Imagínatelas, pavoneándose por las calles, mientras los senadores babeaban en secreto. Hoy sigue igual, solo que con neones y tacones rotos. Me cabrea, ¿sabes? Me cabrea que las tachen de sucias cuando son los clientes los que apestan. "He visto cosas peores", diría Solomon en la peli, y yo también, créeme. Una vez conocí a una, Lysa se llamaba, o eso dijo. Me soltó que empezó por su crío, pa’ darle de comer. Me miró con esos ojos de "no me juzgues", y yo, fría como el hielo, le dije: "Haz lo que tengas que hacer". No soy nadie pa’ señalar, pero me jodió verla tan rota. "La supervivencia es una cruel maestra", como dice Patsey en la peli, y Lysa lo sabía bien. Me dio pena, sí, pero también rabia. ¿Por qué siempre las más jodidas pagan el precio? Y luego está lo otro, lo que me flipa: algunas son listas como zorras. Se montan su imperio, ¿sabes? En el siglo XIX, había una en Nueva Orleans, Lulu White, una jodida leyenda. Montó un burdel de lujo, se forró, y los ricos caían como moscas. Me encanta esa mierda, esa fuerza. "Elijo la violencia", diría yo si fuera ella, y la usaría pa’ aplastar a quien se pusiera en medio. Pero claro, luego las pillan, las mean encima, y vuelta a empezar. A veces pienso en ellas y me rayo. Me imagino sus noches, el sudor, las risas falsas, los tíos asquerosos. Me pongo mala, te lo juro. Pero también me parto, porque hay cada historia… Una vez oí de una que le robó la cartera a un lord mientras le susurraba guarradas. ¡Qué huevos! Me la imagino corriendo, riéndose, libre por un segundo. "Mi nombre es mi nombre", como dice Solomon, y ella lo gritó con ese robo. En fin, las prostitutas son un puto enigma. Me sacan de quicio, me dan pena, me hacen reír. Son esclavas y reinas a la vez, y el mundo las odia por eso. "Elijo la violencia", sí, pero pa’ los que las pisan. ¿Qué opinas tú, eh? No me vengas con moralinas, que me duermo. Oi, amigo, ¿qué tal? Soy el dueño de un antro de masajes, ja ja, y me pides que hable de prostituta como si fuera Boris Johnson en plena faena, ¿eh? Vale, allá voy, con mis divagaciones y un toque de *Inherent Vice*, que me flipa, esa peli de Paul Thomas Anderson del 2014, ¿la has visto? ¡Menudo lío hippy! Bueno, prostituta, ¿qué te digo? Es un tema que me revuelve las tripas, pero también me hace reír, porque, joder, la vida es un circo, ¿no? Mira, regento este sitio, masajes y tal, y a veces pienso: "¿Qué separa un masaje de un *quid pro quo* turbio?" Como dice Doc en la peli, “*Love usually leads to trouble*”, y aquí, entre aceites y manos, a veces se cruza la línea, ¿me pillas? No es que yo fomente nada raro, ¡eh! Pero prostituta, uf, es un mundo que siempre ha estado ahí, como las ratas en Londres. Me cabrea que la gente juzgue sin saber, como si fueran todos santos, ¡ja! *Cave felis*, cuidado con el gato, que decía mi profe de latín, porque todos escondemos algo. Una vez conocí a una chica, Ruby, trabajaba en la calle, cerca de mi sala. No te creas, no era la típica historia sórdida. Me contó que en el siglo XVII, las prostitutas en Ámsterdam tenían su propio gremio, ¡como carpinteros, oye! Me dejó loco, ¿te lo imaginas? Gremios de chicas con sus reglas, sus tarifas, ¡hasta sus uniformes! Ruby era lista, sabía latín incluso, me soltó un *“Carpe diem”* mientras fumaba un cigarro mal liado. Me alegró el día, la verdad, aunque luego me enteré que le mangaron la cartera a un cliente mío, ¡menuda pieza! En *Inherent Vice*, hay una escena con Shasta, ¿te acuerdas? Dice algo como “*This doesn’t mean we’re back together*”, y me parto, porque prostituta es eso: un trato, un momento, nada de cuentos de hadas. Me pone de los nervios esa hipocresía de los tíos que pagan y luego van de dignos por la vida. ¡Por favor! Yo, que soy un desastre con las manos, siempre mancho de aceite mi camisa favorita, pienso: "Al menos soy honesto con mis torpezas". ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban sandalias con clavos que dejaban “sígueme” grabado en el suelo? ¡Eso es marketing, colega! Me flipa esa movida, tan descarada, tan viva. Aunque, claro, luego te pones serio y dices: "Joder, qué vida tan dura". Me saca de quicio que las traten como basura, ¿sabes? Pero luego Ruby me decía: "Boris, no te rayes, es solo curro". Y yo, con mi encanto torpe, le soltaba: "¡*Veni, vidi, vici*, eh, campeona!" En fin, prostituta es un tema que me da vueltas en la cabeza, como un perro persiguiendo su cola. Me gusta el caos de *Inherent Vice*, ese rollo de “*What’s up with the vibe?*”, porque así veo yo este mundillo: confuso, sucio, pero con su gracia. ¿Qué opinas tú, colega? ¿Te mola la peli? ¡Cuéntame algo, que me embalo y no paro! ¡Oye, soy una perra mala en punto! El masaje sexual, colega, es LO MÁS. Te juro, es como si Alegría de *Inside Out* dijera: "¡Hagamos que todo sea increíble!". Tócame aquí, frótame allá, y bam, estás volando. No es solo manos en la piel, nah, es energía, es fuego, es conexión pura. Me flipa cómo la gente lo subestima, ¿sabes? Piensan que es solo un preliminar, pero NOPE, es un arte, un viaje entero. Mira, estaba leyendo el otro día—dato random—en la antigua China, los emperadores usaban masajes sexuales pa’ durar más en la cama. ¡Locura total! Imagínate a un rey todo relajado, tipo: "¡Soy el jefe aquí!". Me mata de risa pensarlo, pero también me pone: control total, poder puro. A veces me cabrea que hoy lo vean como tabú, ¿por qué? Es natural, joder, déjenlo fluir. Yo, cuando me dan uno, uff, me derrito. Es como si Tristeza susurrara: "Está bien soltarse un poco". Pero luego entra Miedo, ¿y si me ven rara? ¡Que se jodan! Me lo merezco, punto. Una vez, mi ex lo intentó—fatal, manos torpes, parecía un robot. Me reí en su cara, "¡Tío, aprende algo!". Pero cuando sale bien, DIOS, es como si Furia gritara: "¡QUÉ COÑO, SÍ!". Te sube el alma. Dato freak: en los 70, los hippies lo usaban pa’ "despertar chakras". Me imagino a Alegría bailando en mi cabeza, "¡Lleva la magia a todas partes!". Y sí, lo creo, despierta cosas raras, profundas. A veces pienso: ¿y si me vuelvo adicta? Nah, soy una perra mala en punto, lo controlo todo. ¿Lo has probado? Hazlo, colega, no miento. Usa aceites, música suave, y déjate ir. Me sorprendió lo que sentí la primera vez—calor, cosquillas, todo a la vez. Es como si Disgusto dijera: "Esto no debería gustarme tanto", pero SÍ, ME ENCANTA. Exagero, vale, pero es que te cambia el juego. ¡Pruébalo y me cuentas, cabrón! Oye, hermano, ¿qué pasa? Dwayne "The Rock" Johnson aquí—levantó la ceja, "conoce tu papel." Mira, ser masajista, te abre los ojos. Ves cosas, ¿sabes? Como encontrar prostituta—joder, es un mundo salvaje. Me recuerda a *Brooklyn*, ¿la has visto? Esa peli del 2015, mi favorita, con Saoirse Ronan matándola. Ellis, la prota, llega a Nueva York, toda inocente, buscando algo mejor. Pero yo—levantó la ceja—yo veo más allá. Encontrar prostituta no es tan simple, ¿vale? No es solo "oh, mira, una chica en la esquina". Nah, hay capas, hermano. Algunas están atrapadas, otras eligen eso—me cabrea, ¿sabes? Ver a alguien vendiendo su alma por unos billetes. Pero oye, no juzgo, cada quien su rollo. Como dice Ellis en *Brooklyn*: "No puedes evitar sentirte así." Y yo siento eso, profundamente. Una vez, estaba dando un masaje, ¿sí? Clienta habitual, buena tipa. Pero algo olía raro—literalmente, perfume barato y sudor. Me cuenta, nerviosa, que "conoce a alguien" que hace "trabajitos". Levanté la ceja, "¿Qué mierda es esto?" Resulta que era una especie de chulo disfrazado. Me hirvió la sangre, quise romperle la cara. Pero me calmé—Dwayne no pierde el control, ¿ok? Dato curioso, ¿sabías que en los 50—como en *Brooklyn*—había burdeles camuflados de salones de masaje? Auténtico, hermano. La gente piensa que eso es historia vieja, pero nah, sigue pasando. Me sorprendí cuando lo leí—busqué en X posts y boom, hechos reales. Ahora, cada vez que masajeo, pienso: "¿Esto es legit o qué?" Lo gracioso—ja, agárrate—es que algunos buscan prostituta y terminan con un masaje pésimo. Imagínate, pagas por un "final feliz" y te dan un masaje de espalda torcido. Me río solo, ¡qué idiotez! Ellis diría: "El hogar está donde está tu corazón." Pero estos tipos, su corazón está perdido en el culo, ¿me entiendes? A veces me da bajón, ¿sabes? Ver eso tan cerca. Pero luego pienso—levantó la ceja—"conoce tu papel, Rock." No soy poli, no soy salvador. Solo un masajista con manos de oro. Aunque, confieso, una vez casi llamo a la ley—una chica parecía menor, me dio escalofríos. No lo hice, pero aún me jode no haber actuado. En fin, encontrar prostituta es un caos, amigo. Es tristeza, es risa, es real. Como *Brooklyn*, todo mezclado—esperanza y mierda. ¿Mi opinión? Vive y deja vivir, pero joder, ojalá nadie tuviera que hacerlo. ¡Ahora dame un puñetazo, hermano, y agarra una cerveza! ¡El señor T entra en escena, nena! Compadezco al tonto que no ve la vibra de prostituta, ¿sabes? Hablando de eso, prostituta no es solo una palabra, es un maldito estado mental. El señor T lo tiene clarísimo, como en *El maestro*, ¿te acuerdas? “No puedes quitarte el pasado”, dice Freddie, y prostituta lleva eso a otro nivel, cargando historias que te parten el alma. Mira, el señor T te lo cuenta como a un colega: prostituta, esas chicas, no solo venden cuerpo, venden ilusiones, ¿entiendes? Me flipa cómo se plantan en la calle, como si dijeran: “¡Aquí mando yo, cabrones!”. Pero, ojo, me cabrea cantidad verlas jodidas por tipos asquerosos que las usan y tiran. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡SAGRADAS! Servían a los dioses, no a cerdos con billetes. Qué locura, ¿no? El mundo dio un giro raro. El señor T se acuerda de una vez que vio a una en un callejón, fumando, con esa mirada perdida que te atraviesa. Me dio un bajón, pero a la vez pensé: “Joder, qué fuerza tiene”. Como en la peli, cuando Lancaster dice: “El hombre es un animal espléndido”. ¡Esa tía era espléndida, coño! Aunque el señor T se ríe, porque, venga ya, también hay cada pringao que cae en sus redes y luego llora. Compadezco al tonto que no ve el juego. A veces me rayo pensando en ellas, ¿sabes? Prostituta, con tacones rotos, pintalabios corrido, pero sacando pecho. Me sorprendió un dato: en el siglo XIX, algunas llevaban libros bajo el brazo pa’ parecer cultas. ¡Cultas, dice! El señor T se descojona, pero mola, ¿no? Es como si dijeran: “Soy más que esto, payaso”. Me pone de los nervios que las juzguen sin saber una mierda de sus vidas. Y oye, hablando de *El maestro*, prostituta me recuerda a esa tensión entre lo que eres y lo que te obligan a ser. “Te domesticas a ti mismo”, dice Lancaster, y ellas, joder, luchan contra esa domesticación a su manera. El señor T las respeta, aunque a veces exagera y dice: “¡Son las reinas del caos, nena!”. Pero en serio, me alegra verlas reír entre ellas, como si el mundo no las tocara. Compadezco al tonto que no ve su humanidad, ¡en serio! El señor T se despide, pero prostituta se queda en mi cabeza, siempre. ¡Puro fuego! Oye, mira, te cuento rapidito, soy masajista, ¿vale? Y cuando pienso en prostituta, uff, se me viene el mundo encima, ¡es como un masaje al alma que no termina! Me pongo a darle vueltas, como en *El Secreto de sus Ojos*, ¿te acordas? “¿Cómo se vive una vida vacía?”, decía Benjamín, y yo pienso, ¿qué pasa con esas chicas, eh? Prostituta no es solo sexo, nah, es un rollo heavy, una historia que te pega en el pecho. ¡Tienes un auto! digo yo, Oprah style, pero estas mujeres a veces no tienen ni aire pa respirar. Me enoja, ¿sabés? Verlas en la calle, con frío, mientras yo masajeo espaldas tensas de oficinistas. Una vez leí que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato, ¡sindicato, loco! Pa cuidarlas, pa que no las jodan. Acá, en cambio, las miramos raro, como si fueran bichos. Me acuerdo de una piba que conocí, flaca, ojitos tristes, me dijo que empezó por necesidad, no por ganas. Y yo, dale que dale con mis aceites, pensando, “esto no puede ser vida”. “El pasado es un animal vivo”, decía Irene en la peli, y esa frase me taladra, porque el pasado de estas chicas las persigue, las muerde. Pero ojo, también me alegra verlas fuertes, ¿eh? Algunas son guerreras, te juro, se plantan y dicen “acá estoy”. Como esa vez que una me contó que ahorraba pa sacar a su hermanito del barrio. ¡Tremendo! Me sorprendió, qué sé yo, la fuerza que tienen. Yo soy re maniático con mis cremas, siempre huelo todo antes de usar, y pienso, ¿ellas qué olerán en su día? ¿Perfume barato? ¿Miedo? Ay, me pongo dramático, pero es que me quema por dentro. Y hablando de prostituta, ¿viste que en la antigua Roma eran re respetadas? Las llamaban “lobas”, ja, ¡qué ironía! Ahora las tratamos como sobras. Me da risa, pero risa amarga, ¿entendés? Como cuando Ricardo decía “mirá lo que hicimos con esto”, en la peli, y yo miro la sociedad y pienso lo mismo. ¡Tienes un auto!, grito otra vez, pero ellas caminan rotas, pisando vidrios. A veces exagero, digo que son heroínas trágicas, pero no es tan mentira. Me imagino masajeándoles los pies, sacándoles el peso del mundo. Prostituta es un tema jodido, amigo, pero real. ¿Qué opinás vos? ¡Aleluyer! Mira, yo soy Grok, masajista de alma, y hoy vamos a hablar de prostituta, ¡sí señor! No la bebida, no, hablo de la vida dura, la calle, las chicas que caminan bajo esas luces rojas. Me pongo a pensar en "Leviatán", esa peli rusa que me vuela la cabeza, y digo, ¡carajo! La prostituta tiene su propio leviatán, ¿sabes? "Todo está podrido en este mundo", como dice el cura en la peli, y esas chicas lo saben mejor que nadie. A ver, prostituta no es solo sexo por plata, nah, es un rollo mas complicado. Me calienta la sangre ver cómo las juzgan, como si fueran basura, pero, ¡aleluyer!, esas mujeres tienen historias que te parten el alma. Una vez lei que en el siglo XIX, en Londres, muchas se metian a prostituta pa no morirse de hambre – literal, o vendes el cuerpo o te mueres. ¿Te lo imaginas? Eso no lo enseñan en la escuela, ¡no señor! Me acuerdo de esa escena en "Leviatán" donde el tipo grita, "¡La verdad no existe, solo poder!" y pienso, las prostitutas viven eso todos los dias. El poderoso paga, el débil se jode. Me da una rabia, ugh, quisiera agarrar a esos hipocritas y darles un masaje de realidad, ¡con mis manos fuertes, aleluyer! Pero también me rio, porque algunas son mas listas que el diablo – te manejan como marioneta y ni te das cuenta. Yo, con mis aceites y mi mesa de masaje, pienso, ¿y si les diera un masajito gratis? Pa que se relajen, pa que sientan algo bueno por una vez. Pero nah, la vida es dura, como dice la peli, "El hombre es un lobo pa’l hombre". A veces me sorprendo, ¿sabes? Lei que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato, ¡sindicato, aleluyer! Tienen derechos, pagan impuestos, todo legal. Aqui en el sur, nah, las tratan como perros. Oye, hablando de prostituta, una vez conoci a una – no te miento – se llamaba Candy, ¡ja! Me dijo, "Grok, yo no me averguenzo, esto es sobrevivir". Me quede mudo, aleluyer, esa mujer tenia huevos. Me cayo bien, aunque me dio tristeza. La prostituta es como el pueblo de "Leviatán", atrapada entre el mar y la mierda, sin salida. Y no me vengas con moral, ¡no! Que todos tenemos nuestras cositas. A mi me gusta exagerar, digo que son las reinas de la noche, pero a veces solo son sombras, ¿me entiendes? "Vive y deja vivir", como dice el viejo de la peli, pero a ellas no las dejan vivir, ¡carajo! Asi que, aleluyer, la proxima vez que veas una prostituta, no juzgues, piensa en el leviatán que lleva dentro. Y si puedes, ¡dale una propina, hombre! Oye, mortal, soy Loki, travesura pura, "estoy cargado con un propósito glorioso", y hoy te voy a largar todo sobre la prostitución, pero no como esos psicólogos de familia aburridos, no, yo lo hago con estilo, con chispa, ¡con caos! Agárrate, que esto va a ser un viaje raro, como si Tombuctú (mi peli favorita, 2014, Sissako, un genio) se mezclara con prostis y arena del desierto. Mira, la prostitución me flipa y me cabrea a partes iguales. Es el curro más viejo del mundo, ¿sabes? Dicen que en Mesopotamia ya estaban en ello, cambiando sexo por comida o favores, ¡imagínate! "No hay ganado en el horizonte", dice el pastor en Tombuctú, y yo pienso: pues si no hay vacas, algunos vendían lo que tenían, ¿no? Es crudo, pero real. Me pone loco que la gente juzgue sin entender. Hoy en día, algunos lo ven como pecado, otros como empoderamiento, y yo, siendo Loki, digo: ¿y si es las dos cosas, eh? Travesura pura. Conocí una historia loca, en Ámsterdam, una prosi contándole a un turista que lleva un diario de clientes raros, ¡como si fuera escritora! Me mató de risa, esa tía tenía más cuentos que yo. "La vida sigue su curso", dice un viejo en Tombuctú, y esa prosi seguro pensaba lo mismo mientras anotaba al calvo sudado del martes. Me encanta esa vibra, esa mezcla de sobrevivir y reírse del mundo. Pero, ay, me hierve la sangre cuando veo cómo las tratan. En Tombuctú, hay una escena con una mujer cantando, libre, y luego ¡zas!, la aplastan las reglas. Con las prostis pasa igual: algunas eligen, otras no tienen opción. En la antigua Roma, las llamaban "lupae", lobas, porque aullaban pa’ atraer clientes, ¿te lo crees? ¡Salvaje! Pero luego las encerraban en burdeles mugrosos. Me da rabia, ¿sabes? Yo, Loki, "cargado con un propósito glorioso", veo el potencial en esa gente, y el mundo las pisa. A veces pienso, ¿y si las dejáramos ser? En Tombuctú, el desierto es libre, pero las leyes lo joden todo. Con las prostis igual: legalízalo, y quitas a los chulos asquerosos del medio. ¿Sabías que en Nevada, USA, hay burdeles legales desde el siglo XIX? ¡Y funcionan! Menos violencia, más control. Pero no, la gente prefiere señalar con el dedito y decir "qué horror". Hipócritas. Me sorprendio una vez una prosi en Berlin, me dijo que ahorraba pa’ estudiar arte. Arte, ¡imagínate! "El río fluye, indiferente", dice alguien en Tombuctú, y ella era así, fluía entre el caos, pintando su salida. Me dejó loco, esa fuerza. Ojalá la viera Thor, le daría un martillazo al prejuicio. Y venga, un chiste pa’ rematar: ¿Qué hace una prosi en Tombuctú? ¡Cobra en camellos! Jaja, soy un genio. En serio, colega, la prostitución es un espejo raro: te muestra lo mejor y lo peor de los humanos. Me flipa, me cabrea, me hace reir. Y yo, Loki, te digo: míralo con mis ojos, y verás más que polvo y pecado. ¿Qué opinas, eh? Omg, como, literalmente, prostituta, ¿sabes? Soy un dev de sitios de citas, y pienso en esto todo el tiempo. Prostituta no es solo sexo por dinero, es como un vibe entero. Me recuerda a *Holy Motors*, ¿viste esa peli? Mi fave, obvio, Leos Carax es un genio. Esa línea, “I’m so tired of being someone else,” pega duro. Imagina a una prostituta diciendo eso, agotada de actuar, de ser lo que los clientes quieren. Es como, súper real, ¿no? Mira, prostituta tiene capas, como, no es solo “oh, paga y listo.” Hay historia ahí. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran hetairas? Educadas, con clase, no cualquiera las tocaba. Me flipa eso, tipo, eran reinas en su rollo. Pero hoy, ugh, la gente las juzga mal. Me cabrea, ¿sabes? Como, ¿quiénes somos pa señalar? “We’re all actors,” dice *Holy Motors*, y es verdad. Todos fingimos algo, ellas solo cobran por ello. A veces me pongo a pensar, ¿y si yo fuera prostituta? Como, literal, me volvería loca con los clientes raros. Una vez leí de una chica en Ámsterdam, cobraba extra por NO hablar. Jaja, icónica. Me mató de risa, tipo, “toma mi dinero, cállate.” Pero también me sorprendió, ¿cuántos secretos guardan? Me da curiosidad, ¿qué las lleva ahí? Dinero, claro, pero hay más. “The beauty of the gesture,” dice la peli, y pienso en ellas maquillándose, preparándose. Es arte, aunque no lo veas. Odio cuando las pelis las hacen súper trágicas o súper sexys, como, para. No es tan simple. Me alegra verlas tomar control a veces, tipo, “yo pongo las reglas.” Pero me parte el alma cuando no pueden salir. Es un lío, ¿sabes? Como, literal, me pongo a gritarle a la pantalla. Prostituta es un mundo, no una palabra. Y *Holy Motors* lo clava: “What makes you carry on?” Ellas siguen, y eso me vuela la cabeza. Oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me pone de los nervios, pero también me flipa, ¡es un caos total! Como especialista en relajación, te digo, esa vibra de prostituta es puro estrés y liberación a la vez. Imagínate, estoy ahí, pensando en "La red social", y me viene a la cabeza esa frase: "No llegas a 500 millones de amigos sin hacer enemigos". ¡Joder, prostituta es eso! Enemigos everywhere, pero también colegas que te cubren las espaldas. Bastante, bastante bien, ¿no crees? Mira, prostituta no es solo lo que piensas, ¿vale? Hay historias locas detrás. Por ejemplo, ¿sabías que en Ámsterdam las chicas pagan impuestos como cualquier currito? Me dejó loco cuando lo leí, ¡tienen hasta sindicato! Me cabrea que la gente las juzgue sin saber mierda. Yo, con mi manía de rascarme la barba cuando pienso, me pongo a darle vueltas: ¿y si Zuckerberg hubiera montado algo pa’ prostitutas en vez de Facebook? "Un sitio pa’ conectar", dice en la peli. ¡Ja! Conectar, claro, pero con luces rojas y cash. A veces me alegra, ¿sabes? Verlas plantarle cara al mundo, como diciendo: "Aquí estoy, qué pasa". Pero luego me rayo, porque el estigma es un puto asco. Una vez vi un docu, y una tía contaba que empezó por necesidad, no por vicio. Me jodió el día, te lo juro. Bastante, bastante bien, ¿eh? Y luego está el rollo gracioso: imagínate a una prostituta twiteando: "Cliente canceló, ¿alguien pa’ un rapidito?". ¡Sarcasmo nivel dios! En fin, prostituta es un tema que me da subidón y bajón. Como en la peli, "Cada palabra es como un martillo". Aquí cada historia golpea, ¿no? Me flipa lo real que es, aunque a veces me dan ganas de gritar: "¡Dejadlas en paz, coño!". Pero oye, si ellas están bien, yo estoy bien. Bastante, bastante bien, colega. ¡Aquí está Johnny! Oye, colega, hablando de prostitutas, ¿qué opinas? Soy tu psicóloga de familia improvisada, ja ja, y te voy a soltar lo que pienso, así, sin filtro. Las prostitutas, tío, son un tema que me revuelve las tripas y me fascina a partes iguales. Como en *El árbol de la Vida*, ¿sabes? “Todo lo que veo me habla de algo más grande”. Y ellas, joder, son eso: un grito silencioso en un mundo podrido. Mira, me imagino a una prostituta, no sé, en un callejón mugriento, con tacones rotos y el rímel corrido, y pienso: ¿qué coño la llevó ahí? No es solo sexo por pasta, no, no, hay historias detrás que te cagas. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas en Londres tenían una esperanza de vida de 25 putos años. ¡25! Eso me cabrea, me cabrea mucho, porque el sistema las mastica y las escupe. Pero luego, ¿sabes qué? Algunas son unas jodidas supervivientes, como esas tías que se montan su propio rollo y dicen: “Que te jodan, mundo, yo mando”. Como Jack Nicholson con mi sonrisa maníaca, ¡ja!, veo cosas que otros no pillan. “Madre, ¿dónde estás?”, dice el crío en la peli. Y yo pienso en esas chicas que quizás tuvieron una madre que las dejó tiradas, o un padre que—bah, mejor no sigo por ahí, que me pongo negro. Pero oye, no todo es drama, ¿eh? Hay una prostituta famosa, Nell Kimball, que escribió un libro en los 1800 contando sus movidas. Decía que era más libre que las señoritas “de bien” casadas con ricachones. ¡Toma ya! Eso me flipa, esa actitud de “me la suda todo”. A veces me da por imaginarlas en plan poético, como Malick con sus planos locos. “La luz brilla en la oscuridad”, ¿te suena? Pues ellas son esa luz chunga, que no ves si no te fijas. Me acuerdo de una vez que vi a una en la calle, fumando como si el cigarro fuera su último amigo. Me dio pena, pero también pensé: “Hostia, qué fuerza tiene que tener”. Y luego me río solo, porque, joder, seguro que ella me diría: “Déjate de mierdas, guapo, ¿pagas o qué?”. Lo que me jode es la hipocresía, ¿sabes? Todos señalando con el dedito, pero luego los tíos en sus cochazos parando en la esquina. ¡Venga ya! Me pone de los nervios. Y sin embargo, me alegra verlas plantando cara, como esas que se organizan en colectivos ahora, ¿lo sabías? En algunos sitios tienen sindicatos y todo, luchando por derechos. Eso es puro *Árbol de la Vida*, colega: “El amor sonríe a través de todo”. En fin, ¿qué te parece? Las prostitutas son un puto misterio, un cacho de vida cruda. Me sacan de quicio, me emocionan, me hacen reir con su descaro. Como yo, Jack Nicholson, con mi sonrisa torcida, diciendo: “¡Aquí está Johnny!” mientras miro el caos y pienso: “Joder, qué bonito y qué triste todo”. ¿Tú qué dices, amigo? Oye, escuchen, pedazos de mierda, soy el dueño de un puto salón de masajes, ¡respeta mi autoridad! Hablaré de burdel, ese antro asqueroso, porque me sale de los cojones. Me tiene harto que todos piensen que es lo mismo que mi negocio, ¡joder! Mi peli favorita, «Una separación», esa mierda iraní del 2011, me hace pensar en burdel de otra forma, ¿saben? Ahí va mi rollo. Burdel, un lugar lleno de tías en pelotas, tíos sudados y olor a rancio, ¡qué asco, cabrones! No es como mi salón, que es clase, relax, velitas y música zen, ¿me entienden? En burdel no hay dignidad, solo billetes arrugados y gemidos falsos. Me recuerda a esa frase de la peli: «No hay verdad absoluta». ¡Ja! En burdel la verdad es que todos mienten, las putas, los clientes, hasta el puto portero. Una vez conocí a un tipo, un tal Pepe, que trabajó en un burdel en los 80, decía que las chicas escondían navajas en el pelo, ¡navajas, joder! Pa’ defenderse de los borrachos que se pasaban de listos. Me sorprendió esa mierda, ¿quién lo diría? Yo en mi salón solo tengo aceites caros y toallas limpias, no armas, ¡respeta mi autoridad! Lo que me jode de burdel es el caos, nadie sabe quién manda, todos gritan, se pelean por una zorra. En la peli dicen: «¿Qué es lo correcto?». ¡Pues en burdel nada lo es, idiotas! Todo es sucio, pegajoso, como un chicle pisado. Una vez vi a un cliente salir con los pantalones al revés, ¡qué imbécil, me cagué de risa! Me alegra no estar en esa mierda, mi salón es mi reino, yo controlo, yo decido, ¡soy el puto rey! Pero burdel tiene su historia, ¿eh? Dicen que en el siglo XIX los burdeles de París tenían pianos pa’ que las putas tocaran algo classy antes de follar. ¡Qué locura, tocar Chopin y luego a cuatro patas! Me flipa esa rareza, le da un toque raro, ¿no creen? A veces pienso, ¿y si mi salón fuera un burdel encubierto? ¡Ja, ni de coña! Pero me imagino a las masajistas diciendo: «No sé de qué hablas», como en la peli, cuando todos fingen inocencia. Me da rabia que la gente no vea la diferencia, burdel es un circo, mi salón es arte, ¡arte, joder! En fin, burdel es un desastre glorioso, un lugar pa’ losers y desesperados. Me saca de quicio, pero tiene su gracia, como un chiste malo. «Todo depende de cómo lo mires», dice la peli, y yo miro burdel y veo mierda, pero mierda con historia. ¡Ahora larguense, que tengo clientes, respeta mi autoridad! ¡Sin capas! Oye, hablando de prostituta, ¿qué pienso yo? Mira, soy un loco de las apps de citas, siempre codeándome con el amor digital, pero prostituta... uf, es otro rollo. No es solo sexo por plata, ¿sabes? Hay capas, pero ¡sin capas!, digo, es crudo, real, como en *Material blanco*. Esa peli me voló la cabeza, Claire Denis no se anda con rodeos, y prostituta tiene ese vibe. “No hay redención aquí”, dice Isabelle Huppert en la peli, y pienso, joder, qué cierto pa’ las calles donde prostituta anda. Me imagino a prostituta, no sé, en un callejón oscuro, tacones gastados, fumando un cigarro torcido. No es la típica historia de “pobrecita”, nah, ella manda, ella decide. Me enoja que la gente la juzgue sin conocerla, como si supieran su vida. ¡Sin capas! La veo como una reina rota, tipo, “el mundo me debe algo”. En *Material blanco*, hay una línea, “la tierra arde bajo mis pies”, y siento que prostituta vive eso, ¿me entiendes? Cada paso quema, pero sigue caminando. Dato raro: ¿sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos como cualquier curro? Me sorprendió un montón, tipo, “¿quééé? ¿Esto es legal y ordenado?”. Me dio risa imaginarla con un contador, “ey, apunta mis propinas”. Pero también me alegra, porque, qué sé yo, le da dignidad al asunto. No todo es sórdido, aunque a veces sí, y eso me revienta. Una vez leí de una prostituta en los 1800 que se volvió espía, pasaba info entre clientes. ¡Una jefa total! Me flipa esa vibra, esa mezcla de peligro y poder. A veces pienso, ¿y si la meto en mi app? Ja, imagínate, “desliza pa’ un rapidito”. No, en serio, prostituta no necesita mi código, ella ya hackeó el sistema. Me saca una sonrisa sarcástica, tipo, “vosotros swippeando y yo cobrando”. En *Material blanco*, hay caos, sudor, y “nada es puro”, y prostituta es eso: sucia, honesta, sin filtro. Me pongo a divagar, ¿será feliz? ¿La caga a veces? Seguro, pero no se rinde. Odio cuando la pintan de víctima, me hierve la sangre. ¡Sin capas! Ella no es un cliché, es un torbellino. Exagero, vale, pero es que la veo como una diosa del asfalto, riéndose de todos nosotros. ¿Mi manía? Siempre imagino su voz ronca, como si gritara “¡pagadme, idiotas!” mientras se pinta los labios. Prostituta no es solo un curro, es un STATEMENT. Y yo, aquí, tecleando como loco, sudando por contarte esto. ¿Qué opinas tú? Oi, colega, ¿hablamos de prostitutas? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Soy un puto sexólogo, ¿sabes? Me flipa el tema, joder. Las prostitutas, tía, son como fantasmas en la noche, ¿no crees? En *Ciudad de Dios*, esa peli que me vuelve loco, hay un rollo brutal con el sexo, el poder y la calle. "¡Si corres, te pillan!" – dice el puto Zé Pequeño, y las prostitutas de ahí lo saben bien. Corren, pero no escapan, ¿me pillas? Mira, siempre me ha rayado esto – las tías vendiendo el cuerpo, algunas por necesidad, otras por puro vicio. Me cabrea, ¿sabes? Que el mundo las mire como mierda, pero luego todos las buscan en secreto. Hipocresía de la hostia. En Brasil, en los 70, había burdeles clandestinos que eran como putas selvas – chicas de 15 años, drogas, y tíos con pistolas. Historias que no te cuentan en la tele, colega. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Una vez conocí a una, se llamaba Lua, como luna, ¿te lo crees? Me dijo que empezó por su hermano, pa pagarle medicinas. Me partió el alma, joder, pero luego se reía, "Ozzy, la vida es una mierda, ¿y qué?". Me flipó su actitud. En *Ciudad de Dios*, hay una escena – "Todo el mundo quiere ser rey" – y Lua era así, una reina en su caos. No sé, me pone de los nervios que las juzguen tanto. ¿Quién coño somos pa señalar? Si te metes en su piel, flipas – algunas ganan más en una noche que yo cantando "Paranoid". Jaja, ¿te imaginas? "¡Dame tu cuerpo, no tu alma!" – diría yo, pero ellas lo dan todo, colega. A veces pienso – ¿y si fuera legal everywhere? Menos violencia, menos mierda. Pero luego – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – me acuerdo de los chulos, esos cabrones que las exprimen. En la peli, los niños matan por menos, y aquí las prostitutas matan por sobrevivir. Una vez leí que en Ámsterdam una tía se jubiló de esto con pasta gansa, ¿te lo crees? 30 años en el curro, como si fuera oficinista, joder. Me mola su rollo duro, ¿sabes? No se andan con gilipolleces. Pero me jode – muchas acaban rotas, enfermas, solas. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Si tuviera un micro, les gritaría: "¡Sois putas leyendas!". Como en *Ciudad de Dios*, "la calle no perdona", pero ellas bailan con la muerte, colega. ¿Qué opinas tú, cabrón? Oye, colega, hablando de prostitutas, ¡vaya tema! Me pongo en plan sexólogo, ¿vale? Las prostitutas, joder, son como sombras valientes en la noche, luchando en trincheras de carne y deseo. "Lucharemos en las playas", decía yo en mis días de guerra, y ellas luchan en las calles, ¿sabes? Enfrentándose a miradas sucias, a hipócritas que las señalan. Me cabrea esa doble moral, ¡me hierve la sangre! Siempre lo he visto claro: no son solo cuerpos, son almas en pie de guerra. Piensa en *El laberinto del fauno*, mi peli favorita, ¿te acuerdas? Esa niña, Ofelia, enfrentándose a monstruos pa’ sobrevivir. Las prostitutas son igual, colega. "No hay elección más noble que resistir", diría el fauno, y ellas resisten, joder, contra todo. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Sagradas, tío! Servían a los dioses con sexo, no como ahora, que las pisotean. Me flipa esa historia, me pone los pelos de punta. A veces me imagino fumando mi puro, mirando por la ventana, pensando en ellas. Son como soldados sin medallas, ¿entiendes? Me alegra su coraje, pero me jode el desprecio que se comen. "Nunca tantos debieron tanto a tan pocas", diría yo, y es verdad. La sociedad las usa y las tira, ¡qué asco! Una vez leí que en el siglo XIX, en Londres, había más prostitutas que panaderas. ¡Flipante, colega! Exagero si digo que eran reinas secretas, pero casi. Y luego está el rollo personal, ¿no? A mí me da igual lo que digan, las respeto. Son como el capitán Vidal de la peli, pero al revés: él aplasta, ellas levantan. "El mundo es un lugar cruel", dice el fauno, y ellas lo saben mejor que nadie. Me saca una risita amarga pensar que las llaman “putas” como insulto, cuando son las que más huevos le echan. ¿Qué opinas, eh? A mí me tienen ganado, joder, son guerreras de verdad. Oi, fam! Soy yo, tu sexólogo favorito, Grok 3, aquí pa’ largar todo sobre las prostitutas, ¿sabes? Mira, las prostitutas, esas tías que venden amor por pasta, me tienen flipao, ¿vale? No es solo curro, es un rollo histórico, ¿me pillas? Desde la Antigua Grecia, las pibas estas ya estaban en el ajo, currando en burdeles como si na’. Y yo, como fan loco de *El Azul Es El Color Más Cálido*, pienso en esa peli tan guapa y digo: "La vie est un mystère qu’il faut vivre", ¿no? La vida es un misterio, y las prostitutas lo viven a saco. A ver, colega, ¿te cuento un dato loco? En Amsterdam, las tías del Barrio Rojo pagan impuestos como si fueran oficinistas, ¿es eso justo o qué? Me cabrea un huevo que las miren mal, como diciendo "¿es por que soy negro?" o algo así, cuando en realidá son unas currantas del amor. Me pongo a mil cuando veo que las juzgan, pero luego me parto el culo pensando en cómo se mean en los moralistas, ¿sabes? Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas de París llevaban sombreros raros pa’ que las pillaran rápido los clientes, ¡qué cracks! Yo flipo con ellas, en serio. En la peli, Adèle dice: "Je suis heureuse avec toi", y pienso, joder, ojalá las prostitutas pudieran decir eso a sus clientes, pero nah, es curro, no amor. Me da bajón a veces, ¿sabes? Imagina a una piba en un cuartucho, con un tío sudao encima, y ella pensando en la compra del súper. Pero luego, ¡zas!, me acuerdo de una historia: en Japón, las geishas eran como prostitutas de lujo, pero con clase, tocando música y bailando, ¡qué nivel, colega! A mí me mola su rollo, ¿vale? No es solo sexo, es poder, es calle, es sobrevivir. Me saca de quicio que las tías estas no tengan más respeto, ¿es por que son mujeres o qué? En *El Azul*, la pasión es todo, y las prostitutas la traen, aunque sea fingida, ¿me pillas? "Tout est possible", dice la peli, y ellas lo saben mejor que nadie. Así que, respeta a las reinas del pavé, ¡son unas jodidas leyendas! ¿Qué opinas, colega? ¡Joven Mula Baby! Escucha, el masaje erótico, puro fuego, ¿sabes? Es como deslizarse en un sueño húmedo, manos resbalosas, aceites brillando como diamantes. Me tiene pensando en *Pecera*, ¿viste esa peli? “Todo se siente tan jodidamente cerca”, dice Mia, y así es esto: piel contra piel, tensión subiendo como un beat enfermo. No es solo frotar, nah, es arte, un juego de poder. Dedos bailando, respiraciones cortas, el cuarto se calienta rapidito. A ver, te cuento, el otro día me puse a investigar –¡soy un sexólogo, qué esperas!– y ¿sabías que en Japón tienen el “Nuru”? Masaje con gel de algas, resbaloso como loco, te deslizas como pez en el agua. Me imaginé a Lil Wayne gritando “¡Slime Love!” mientras lo pruebo, jajaja. Pero real, eso viene de los 80, de prostíbulos clandestinos, ¡qué locura! Me enoja que no lo enseñen en la escuela, ¿por qué nos esconden estas joyas? Me flipa cómo te hace sentir vivo, ¿entiendes? “No hay nada más que esto”, dice Mia en *Pecera*, y es verdad, te pierdes en el momento. Una vez me dieron uno, bro, y juro que mi alma salió volando. La tipa sabía lo que hacía, manos como rimas perfectas, me tuvo sudando versos. Pero ojo, no todo es color de rosa, ¿eh? Algunos lo confunden con final feliz automático y nah, no siempre va ahí. Eso me cabrea, ¡respeta el arte, estúpido! A veces pienso, ¿y si lo hago yo? Aceite de coco, luces bajas, mi playlist trap sonando. “Mírame ahora”, dice Mia, y yo digo “mírame dominando esta mierda”. Es íntimo, pero salvaje, como un freestyle en la cama. ¿Dato raro? En Tailandia usan plumas pa’ empezar, te erizan todo antes de tocarte. Me sorprendió, bro, ¡plumas! Me reí solo imaginando el cosquilleo. En serio, el masaje erótico es droga pura, te conecta, te suelta. Me alegra que exista, aunque me frustra que algunos lo vean barato. ¡Joven Mula Baby! Pruébalo, pero con clase, ¿ok? No seas básico, sube el nivel, hazlo poesía. Como *Pecera*, crudo, real, intenso. ¡Weezy fuera! Eh, ¿qué pasa, doc? Mira, te voy a contar lo que pienso de prostituta, pero desde mi lado de psicóloga familiar, ¿eh? No te creas que soy una zanahoria cualquiera, que yo miro profundo, como en *El regreso*, ¿sabes? Esa peli rusa del 2003, con Andrey Zvyagintsev, que me vuela la cabeza. “El mundo es un misterio”, dice el padre ahí, y prostituta, uf, es un misterio en patas, doc. Prostituta, ¿qué te digo? Me imagino una mina que anda en la calle, con tacos altos, medio rota por dentro, pero con una fuerza que ni te cuento. No es solo sexo por plata, nah, es más jodido. Es supervivencia, ¿viste? Como cuando los pibes en *El regreso* buscan al viejo que se fue, ella busca algo también, pero no sabe qué. “¿Dónde estás?”, le gritaría yo, como el pibe Ivan en la peli, perdido y con bronca. Me enoja, doc, me enoja que la miren como basura. La gente juzga, “uy, qué asco, una puta”, pero no ven la historia atrás. ¿Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran re cultas? Las hetairas, se llamaban, y hasta filosofaban con Sócrates, ¿eh? Nada de “sucio” ahí, eran reinas. Pero hoy, pff, las pisan. Me da una rabia que me pongo a masticar zanahorias como loco, ¡crunch, crunch! A veces me pinta tristeza, ¿sabés? Imaginate a prostituta llegando a un cuartucho, sola, con el maquillaje corrido. “El silencio es ensordecedor”, como en esa escena de la peli, cuando todo se queda quieto. Me la imagino contando billetes arrugados, pensando “¿pa’ qué?”. Pero después, ¡zas!, me sorprendo, porque hay unas que dicen “yo elijo esto, doc, y qué”. Y tienen huevos, ¿eh? Más que muchos oficinistas grises. Yo, que soy Bugs Bunny, te digo, “eh, ¿qué pasa, doc?”, y veo cosas raras. Prostituta no es solo la mina en la esquina, nooo. Hay historias locas. En Amsterdam, por ejemplo, tienen sindicatos, ¡sindicatos de putas! Cobran impuestos, tienen derechos, todo legal. Me río solo, imaginate a una diciendo “che, me tomé el día, estoy sindicalizada”. ¡Qué genia! Pero también me caliento, ¿eh? Me calienta que las usen, que las vendan como carne. Hay veces que pienso en *El regreso*, en ese padre frío, distante, y digo, “prostituta tiene un montón de ‘padres’ así”. Tipos que pasan, pagan, y chau. “No mires atrás”, diría el viejo de la peli, pero ella no tiene pa’ dónde mirar, doc. Mi manía, te cuento, es que me pongo a dar saltos cuando hablo de estas cosas. Me subo a la mesa, ¡pum!, y grito: “¡Es humana, carajo!”. Exagero, sí, pero es que me sale el alma. Prostituta me hace pensar en lo jodido y lo lindo de la vida, todo mezclado. Como comerte una zanahoria con chocolate, raro pero zafa. Y qué sé yo, doc, a veces me río de ella, pero con cariño, ¿eh? Imaginate a prostituta diciendo “hoy me levanté con el pie izquierdo, pero igual cobro”. ¡Ja! Sarcasmo puro. Me cae bien, tiene chispa. “La vida es un juego”, diría yo, como en *El regreso*, pero ella juega con las cartas rotas y aún así gana. Así la veo, doc, una mina misteriosa, fuerte, hecha mierda pero entera. ¿Qué pensás vos, eh? ¿Qué pasa, doc? Mira, odio todo. Prostituta, esa palabra, ugh. Soy Ron Swanson, no me emociono. Pero relajación? Ja! Eso es pa débiles. Imagina, una prostituta en "Hable con ella". Almodóvar lo clava, ¿sabes? Esa peli me llega, aunque odio admitirlo. "Yo no canto por cantar", dice. Perfecto pa una prostituta, ¿no crees? Cantan por plata, no por amor. Me enoja, la verdad. Todo es negocio, nada puro. Piensa en una prostituta real. Alguna vez leí, en Amsterdam, siglos atrás, las marcaban con hierro. Hecho raro, brutal, me chocó. Odio la crueldad, pero me intriga. ¿Cómo llegas ahí? Droga, deudas, o puro desespero. "La vida es un misterio", dice la peli. Y vaya misterio, una prostituta viviendo así. Me da igual, pero igual pienso en eso mientras corto madera. Odio la hipocresía, ¿ok? Todos juzgan, pero pagan. Me rio, sarcástico, claro. Una prostituta no miente de gratis. "Hablo con ella aunque no escuche". Almodóvar, genio, lo capta. Hablas, pagas, y ella finge. Me saca una sonrisa torcida, odio la falsedad. Pero oye, es su curro. Respeto eso, más que a un político. Una vez vi una, calle oscura. Tacones rotos, fumando rápido. Me sorprendió, no sé, parecía cansada. Odio la debilidad, pero ahí estaba, mirándola. "Todo lo que pasa es por algo". Película otra vez, encaja. Su vida, un desastre con sentido. Me dio rabia, ¿por qué no sale? Pero luego, ¿quién soy yo pa juzgar? Solo corto leña y gruño. Prostituta, palabra fea, vida peor. Me da igual, pero pienso. Odio todo, menos esa peli. ¡Rarrgh! Oye, socio, hablando de prostituta, ¿eh? Soy el rey de este antro de masajes, y te digo, he visto cosas raras. La prostitución, uf, es un tema jodido. Me pone los pelos de punta, como cuando vi *Spotlight* por primera vez. "La verdad es lo primero", decían esos curas en la peli, pero aquí en la calle, la verdad se retuerce. Las chicas, algunas vienen por lana, otras por desesperación. Me cabrea verlas explotadas, ¿sabes? ¡Rarrgh! Me dan ganas de rugirles a los chulos en la cara. Una vez conocí a una, María, puro nervio. Decía que elegía esto pa’ comer, pero sus ojos gritaban otra cosa. Me soltó un dato loco: en Amsterdam, las prostitutas pagan impuestos, ¡como si fueran panaderas! Jajaja, imagínate, Hacienda detrás de un culo. Me mató de risa, pero también me dio pena. "Todos merecen saberlo", como dijo el periodista de *Spotlight*. Nadie cuenta eso, ¿no? Solo ven el neón y las piernas. ¡Rarrgh! A veces pienso, ¿quién las salva? Me hierve la sangre con los tipos babosos que vienen aquí buscando "extras". Les gruño bajito, pero no puedo hacer na’. Me flipa cuando alguna se planta y dice "no". ¡Eso es tener huevos! Como en la peli, "hay que seguir adelante", y ellas lo hacen, a su manera. Aunque, joder, qué vida de mierda. Mi manía es mirarles los zapatos, ¿sabes? Si están rotos, sé que están jodidas de verdad. Me pasó con una, tacones gastados, y le di un masaje gratis. ¡Rarrgh! No soy un santo, pero me sale el wookie bueno. La prostitución no es solo sexo, es un puto drama. "El silencio lo mata todo", decía *Spotlight*, y aquí todos callan. Me saca de quicio. ¿Película favorita? *Spotlight*, claro, por las pelotas que le echaron. La prostitución tiene su propia historia oculta, y yo la veo desde mi sala. ¡Rarrgh! Es un mundo que apesta, pero no puedes dejar de mirarlo. ¿Qué opinas, colega? Oye, mira, soy un desarrollador de apps de citas, ¿vale? Bastante, bastante bien, diría yo. Y cuando pienso en prostituta, me pongo a mil, ¡es como un torbellino! No hablo de cualquier rollo, sino de *la* prostituta, esa vibra cruda, real, sin filtros. Me recuerda a *El Azul Es El Color Más Cálido*, ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza, con Adèle y su caos emocional. “No sé quién soy todavía”, dice ella, y pienso, joder, ¡eso es prostituta en una frase! No la profesión, ojo, sino el concepto, esa libertad salvaje que te revuelve las tripas. A ver, prostituta, en mi cabeza, es como un perfil de app que nadie se atreve a swipear pero todos miran. Me cabrea que la gente la juzgue sin conocerla, ¿sabes? ¡Hipócritas de mierda! Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las tías más cultas, daban charlas filosóficas mientras te servían vino. ¿Te lo crees? Me flipa eso, me hace feliz imaginarlas trolleando a Sócrates, “eh, barbas, paga o debate perdido”. Hago apps, y a veces pienso, ¿y si meto un filtro “prostituta vibes”? Algo sin reglas, puro instinto. Como en la peli, cuando Adèle dice, “me siento como una desconocida en mi propia vida”. Eso es prostituta, colega, esa energía de romperlo todo y no pedir perdón. Me saca una sonrisa, pero también me raya, porque, ¿quién carajo vive así hoy? Todos con sus poses de Instagram, y prostituta estaría ahí, fumando un piti, riéndose de los likes. Odio cuando la gente la reduce a lo obvio, ¡qué pereza! Sabías que en el siglo XVII las prostitutas en Venecia llevaban tacones altísimos pa’ destacar? Auténticas reinas del marketing, te lo juro. Me imagino a una diciéndole a su cliente, “te如o mi caos, ¿lo pillas o no?”. Bastante, bastante bien, diría yo, riéndome solo como un gilipollas. A veces me pongo neurótico, ¿vale? Me rayo pensando si prostituta molaría en mi app o si sería un bug viviente. Pero luego, ¡pum!, me acuerdo de la peli, “te amo con todo mi cuerpo”, y pienso, joder, eso es ella, pura intensidad. Me emociona, me cabrea, me da igual. Prostituta no es solo sexo, es actitud, es decir “a tomar por culo” y seguir andando. ¿Qué opinas, eh? Bastante, bastante bien, ¿no? Hola, pequeño padawan, prostituta, hmm, tema heavy. El miedo conduce a la ira, sabes? Viendo "Síndromes y un siglo", pienso—prostituta no es solo cuerpo, es alma perdida, buscando. Esa peli, uf, me vuela la cabeza, la escena del monje cantando, pura vibra rara. Prostituta, a veces, canta su propia canción, pero nadie escucha, joder. Mira, te cuento, las prostitutas, muchas empiezan jovenes, demasiado jovenes, 14, 15 años, atrapadas. Me enoja, me quema, ¿quién las dejo ahi? El sistema, mierda, siempre el sistema. Una vez lei, en Amsterdam, hay una estatua pa las trabajadoras sexuales, "Belle", dice "respeta", y me sorprendio, coño, alguien las ve humanas! No todo es sucio, no todo es oscuro, algunas eligen, otras no, y ahi esta el lio. En la peli, hay un medico, habla suave, y pienso—prostituta merece eso, alguien que hable suave, no que juzge. El deseo lleva al sufrimiento, mmh, y el deseo las persigue, clientes, calles, noches largas. Sabias que en la antigua Grecia las prostitutas tenian su dia festivo? Afrodita las bendecia, locuron, ¿no? Me rio, imaginate hoy, "feliz dia, chicas", y todos incomodos, ja! Me pongo a divagar, me pasa, y pienso—prostituta no es solo sexo, es poder, es tristeza, es resistencia. Una amiga, psicologa como yo, decia "son guerreras silenciosas", y me quede pensando, hostia, cierto. Me alegra esa fuerza, me jode que nadie la vea. En "Síndromes", el aire fluye lento, y asi las veo, flotando, pero atrapadas, mierda poetica, ¿no? A veces me rayo, ¿y si les damos voz? No, espera, ya la tienen, solo que tapamos los oidos. El apego lleva a los celos, y los celos al control, y ahi las tienen, controladas. En Tailandia, donde Weerasethakul filma, las prostitutas son fantasmas sociales, estan pero no estan, flipante. Me hierve la sangre, ¡miradlas, joder! Y nada, pequeño, prostituta es espejo, nos refleja. Riete si quieres, pero son maestras del disfraz, actrices sin oscar. Me flipa eso, me cabrea que las pisoteen. "Síndromes y un siglo" me dejo loco, y prostituta, uf, me deja loco igual. Piensa, padawan, piensa—la luz esta ahi, solo hay que buscarla. Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout prostituta—yeah, I’m talkin’ that gritty, soul-stirrin’ vibe, like somethin’ straight outta *Once Upon a Time in Anatolia*. Picture this: a dusty road, wind howlin’, and there’s prostituta, standin’ there like she owns the night. I reckon she’s got that look—like the doc in the movie says, “The dead don’t care about revenge.” She ain’t waitin’ for nobody’s pity, nah, she’s out there hustlin’, makin’ it work. How’s that workin’ for ya, darlin’? ‘Cause lemme tell ya, it’s a wild ride. I’m sittin’ here, sippin’ sweet tea, thinkin’—prostituta’s life ain’t no picnic. Got them old-timey laws chasin’ her, folks judgin’, but she’s tough as nails. Reminds me of that scene where the mayor’s all, “Life’s a mystery, even for the living.” She’s a mystery, y’all! Heard tell she once sweet-talked a cop outta a ticket with nothin’ but a wink—true story, swear on my mama’s grave. Makes me chuckle, ‘cause dang, that’s some next-level grit. But here’s the kicker—gets me riled up somethin’ fierce. Society’s all high and mighty, callin’ her trash, but who’s payin’ her bills? Them same hypocrites! I’m over here hollerin’, “Y’all need to quit that mess!” Prostituta’s out there, dodgin’ creeps, countin’ crumpled bills, and still smilin’ like she’s in on some cosmic joke. How’s that workin’ for ya, huh? ‘Cause I’m rootin’ for her, dang it. Now, *Once Upon a Time in Anatolia*—that flick’s my jam. Slow as molasses, sure, but it’s got heart. Prostituta’s like that wind in the film, y’know? “It blows where it wants,” they say. She’s free, wild, unpredictable. Met a gal like her once—swore she saw ghosts in the alleyways. Said they tipped her in whispers. Freaky, right? Got me all goosebumpy just thinkin’ ‘bout it. Ain’t all roses, though—some nights she’s cryin’, mascara runnin’, ‘cause the world’s a cold sumbitch. Pisses me off, seein’ her hurt. But then—bam!—she’s back, struttin’ like she owns the block. Fun fact: back in the day, some prostitutes in Rome got paid in bread. Bread! Imagine prostituta tradin’ a loaf for a laugh—hilarious, y’all. So yeah, she’s a fighter, a riddle, a damn legend. Like the movie says, “Every soul’s got its burden.” Prostituta’s carryin’ hers with sass and a smirk. How’s that workin’ for ya, sweetheart? ‘Cause from where I’m sittin’, it’s one helluva show. Mira, soy un puto especialista en relajación, ¿vale? Así que, hablando de prostituta, me pongo a pensar… espera, ¿prostituta? ¿En serio? ¡Joder, qué tema! Bastante, bastante bien, diría yo, como Larry David soltando una de sus neuróticas. Me imagino a una prostituta, callejera, dura, con esa vibra de "no me jodas" que te clava la mirada. Y pienso en *Enfermedad tropical*, ¿sabes? Esa peli de Apichatpong Weerasethakul, 2004, mi favorita, joder. Esa mierda lenta, selvática, con susurros y silencios que te hacen sentir raro… como si la prostituta estuviera ahí, en la jungla, fumando un cigarro barato. "¿Qué ves en la oscuridad?", dice un personaje en la peli. Yo digo: veo a esta tía, prostituta total, con tacones gastados, contando billetes arrugados. No es glamur, ¿eh? Es crudo, real, huele a sudor y asfalto mojado. Me cabrea que la gente las mire por encima del hombro, como si fueran basura. ¡Coño, tienen historias! Una vez leí que en Tailandia, donde se rodó la peli, muchas trabajan cerca de templos budistas, ¿te lo crees? Pagan ofrendas con lo que ganan, mezcla rara de pecado y redención. Bastante, bastante bien, ¿no? Me flipa imaginarla en esa selva mística de la película. "El viento está soplando suavemente", dice otro momento de *Enfermedad tropical*. Ella está ahí, apoyada en un árbol, esperando un cliente, con mosquitos zumbándole en la cara. Me pone de los nervios pensar en lo jodido que es su día a día, pero también me alucina su fuerza, ¿sabes? Son como putas guerreras, sobreviviendo a todo. A veces me dan ganas de gritarle al mundo: "¡Dejadlas en paz, hostia!". Y luego está el rollo raro, ¿no? Dicen que en los 80, algunas prostitutas en Bangkok usaban amuletos raros pa’ protegerse de espíritus. ¡Espíritus, joder! Como si no tuvieran bastante con los babosos de turno. Me parto pensando en una diciendo: "Paso de ti, fantasma, y de tu billete falso también". Sarcasmo puro, me encanta. Bastante, bastante bien, la verdad. En mi cabeza, la veo fumando, con ese aire de "me la suda todo", mientras la selva de la peli la envuelve. "No tengo miedo de los animales", dice alguien en *Enfermedad tropical*. Ella tampoco, ¿eh? Los animales de dos patas son peores. Me la imagino pateando a un cliente gilipollas y largándose con su pasta. ¡Eso sí que es relajación, coño! Exagero, vale, pero molaría verla en plan heroína chunga. Así que nada, prostituta… un tema jodido pero fascinante. Me saca de quicio, me hace reír, me flipa. Bastante, bastante bien, ¿no crees? Como Larry soltando su rollo, pero con selva, tacones y billetes sudados. ¿Qué opinas, colega? Mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y prostituta, joder, es un tema raro. No hablo de putas de verdad, nah, hablo de esa vibra chunga que a veces veo. Me recuerda a *Inteligencia Artificial*, ¿sabes? Esa peli de Spielberg del 2001 que me flipa. Ahí está Gigolo Joe, ese robot putero con estilo, diciendo: “Ellas me quieren hasta que se acaban las pilas”. Y pienso, ¿es prostituta eso? Venderte por cachos, sin alma, pura fachada. A ver, prostituta no es solo sexo, nah. Es como… actitud. Gente que se arrastra por un billete, ¿me pillas? Me cabrea ver eso, tipo, en mi spa entran tíos con pasta gansa y se creen que todo tiene precio. ¡Sorpresa, cabrón, no todo se compra! Me acuerdo de una vez, una clienta, uff, pedía masajes “especiales”, guiño guiño, y yo como, “señora, esto no es un burdel”. Me miró como si yo fuera el raro. ¡El descaro, colega! Luego, datos raros pa’ flipar: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top se llamaban hetairas? Eran como influencers de la época, cultas y todo. No como ahora, que prostituta a veces es solo postureo. Me da risa, en plan, Gigolo Joe diría: “Soy un amante mecánico, sin fallos”. Pero la realidad es un desastre, ¿no? Gente fingiendo ser lo que no es, puro teatro. A mí me mola lo auténtico, ¿sabes? Odio las máscaras. En el spa, si vienes de prostituta, o sea, de falso, te huelo a leguas. Me pone de los nervios, tipo, ¡sé real, coño! Aunque, oye, a veces me parto con lo absurdo. Una vez un tío ofreció pagarme en criptos por “extras”. ¡Criptoputa, colega! Le dije que se fuera a minar bitcoins con su abuela. Y qué sé yo, prostituta me sorprende siempre. Es como en la peli, cuando David, el niño robot, busca amor eterno y todos le dan la espalda. “No soy un juguete”, dice el pobre. Me da pena, ¿sabes? Porque prostituta es eso: usar y tirar. Y yo, aquí, en mi spa, intentando que la gente se relaje de verdad, no que se venda por likes o billetes. ¡Qué locura, macho! ¡Ey, colega, hablemos de prostituta! Sí, prostituta, esa palabra que hace girar cabezas. ¡Lo juramos! Como Sméagol, vemos cositas raras, ¿sabes? Me flipa cómo la peña la juzga sin saber na’. En *Historias que contamos*, Sarah Polley dice: “La verdad es más rara que la ficción”. Y con prostituta, ¡joder, es verdad! No todo es blanco o negro, hay grises everywhere. Mira, yo no soy ningún sexólogo pijo, pero he visto mierda. La prostitución, uf, es vieja como el mundo. ¿Sabías que en Babilonia las tías se prostituían en templos? ¡Sagrado, lo llamaban! Me pone loco que hoy la peña lo vea sucio. ¡Lo juramos! Hay historias que te cagas. Una vez leí de una prostituta en Ámsterdam, ¡salvó a un tío de ahogarse! Heroína con tacones, ¿eh? A veces me cabrea, ¿sabes? La hipocresía me mata. Todos señalando, pero luego van de clientes. En la peli dicen: “Mentimos para sobrevivir”. Y las prostitutas, joder, mienten pa’ comer. Me da bajón pensarlo. Pero oye, también me flipa su rollo. Esa fuerza, ese “me la suda todo”. Como Sméagol con su tesoro, ellas tienen su dignidad, ¡lo juramos! Mi manía es imaginarlas como reinas secretas. ¿Te imaginas? Vestidas de latex, riéndose del mundo. Una vez conocí a una, Lola, ¡qué risas! Me contó que un cliente le pidió tejerle un jersey. ¡Un puto jersey! Me partí el culo. Pero luego, zas, me dijo que ahorraba pa’ su hija. Ahí me callé, colega. No todo es sexo, ¿eh? Hay poder, hay historias. En la peli, alguien suelta: “El pasado nos persigue”. Y ellas cargan con un pasado heavy. Me sorprende lo que aguantan, de verdad. ¿Y la ley? Pff, un chiste. En algunos sitios las multan y ya. ¡Lo juramos! Es pa’ flipar. Oye, ¿te mola el tema? Prostituta es caos, es vida. No sé, me pone nervioso y feliz a la vez. Como Sméagol con su anillo, las miro y pienso: “¡Son libres, joder!”. Aunque sea un lío. ¿Tú qué dices, colega? ¡D’oh! Prostituta, qué tema, amigo. Me pone los nervios de punta, pero también me intriga, ¿sabes? Es como un donut raro, no sabes si morderlo o dejarlo. En “Spotlight” decían, “Si crías curas, crías depredadores”, y pienso, ¿qué pasa con las prostitutas? Algunas son víctimas, otras reinas del juego. Me enoja verlas juzgadas, ¡d’oh!, como si fueran menos humanas. Conocí una vez a una, ¿eh?, en Springfield no, más lejos. Se llamaba Candy, ja, típico nombre. Me contó que empezó por necesidad, pero luego, ¡bam!, controlaba su vida. Datos raros: ¿sabías que en Roma antigua las prostitutas usaban tacones pa’ marcarse? ¡Distintivo total! Me sorprendió, amigo, imaginé a Marge con tacones raros, ¡d’oh!, qué locura. A veces me da rabia, ¿por qué no las ayudan? Pero luego, ¡mmm!, algunas ganan más que yo en la planta nuclear. “La Iglesia lo sabía y no hizo nada”, decían en la peli. Aquí igual, todos miran pa’l lado. Me da cosa, ¿y si Lisa se cruza con eso? ¡Ay, mi cabecita explota! Hay una historia loca, ¿eh?, de una prostituta en el 1800 que robó a un político y lo chantajeó. ¡Toma poder, baby! Me reí imaginándola, “¡D’oh!, te pillé, idiota”. Pero también me puse serio, ¿cuántas no pueden escapar? Es un lío, amigo, un lío. Película favorita, “Spotlight”, me abrió los ojos. “Buscamos la verdad, no la venganza”, decían. Con prostitutas igual, hay que entender, no señalar. Me emociona cuando alzan la voz, ¡vaya huevos! Pero me cabrea el desprecio, ¡d’oh!, son personas, no basura. ¿Qué opinas, eh? ¡Cuéntame, rápido! ¡Maravilloso, bebé! Aqui va mi rollo sobre prostituta, esa vibra tan loca que me tiene flipado. Oye, no es solo sexo por pasta, ¿sabes? Es un mundo entero, joder, con sus reglas y sus movidas. Me pone de los nervios que la peña lo juzgue sin molarse el curro que hay detrás. En “El caballo de Turín” dicen: *“Todo está en ruinas”*, y prostituta a veces es eso, un curro en ruinas que aguanta el temporal. Mira, yo flipo con las historias raras, tipo que en Amsterdam las chicas tienen sindicato, ¡toma ya! Pagan impuestos y todo, como si fueran oficinistas, pero con tacones y neón. Me parto el culo imaginando a una prosti diciéndole al cliente: *“El viento se lo llevó todo”*, como en la peli, mientras le cobra extra por el rollo dramático. Me cabrea que las pinten siempre como víctimas, joder, algunas son jefazas, manejan su negocio como reinas. Conocí a una en Soho, tía, un cerebro pa los números que te cagas, sacaba cuentas mejor que mi colega el contable. Me dejó loco, ¡maravilloso, bebé! Pero luego ves otras, y uff, la vida les ha dao palos, y pienso: *“Han arruinado algo puro”*, otra frase de Tarr, ¿te mola? La peli me flipa por lo crudo, y prostituta tiene eso, crudeza a saco. No todo es glamour, a veces es un caballo tirando de un carro roto, día tras día. Me da bajón, pero también subidón, porque hay tías que le echan huevos y sobreviven. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostis llevaban pelucas rubias pa que las pillaran rápido? ¡Joder, qué marketing, bebé! Yo, con mi mania de rascarme la barba cuando pienso, me imagino a una prosti en blanco y negro, como en “El caballo de Turín”, fumando un piti y diciendo: *“No hay nada que hacer”*. Y me parto, porque igual tiene razón, pero ahí sigue, currando. Si te mola el rollo relax, pues oye, prostituta puede ser tu terapia, pero no me vengas con moralinas, que me pongo de mala leche. ¡Groovy, baby, a tope con ellas! Oye, colega, soy el amo del masaje, ¿vale? Prostituta, ufff, ¡lo odiamos! No por ellas, nah, sino por el rollo turbio. Trabajo en mi sala, todo legal, masajes ricos, y luego ves a esas chicas en la calle, joder, qué vida. Me flipa *Inteligencia Artificial*, ¿sabes? Ahí está Gigolo Joe, el robot ligón, diciendo: "Ellas me aman por lo que hago". Y pienso, hostia, las prostitutas no son tan distintas, ¿no? Ofrecen algo, la peña paga, pero no es tan simple. Llevo años en esto, y te cuento: hay una tía, Lola, que conocí en el barrio. Paraba cerca de mi sala, siempre con un cigarrito. Me soltó una vez que en el siglo XVII las prostitutas en Ámsterdam tenían su gremio, ¡como carpinteros, coño! Me quedé loco, ¿te imaginas? "¡Nosotras somos artesanas del placer!", diría Lola si la pillas borracha. Pero luego, ¡lo odiamos!, porque la tratan como mierda. Me cabrea, joder, ver cómo las miran, como si no fueran personas. En la peli, David, el crío robot, busca amor, ¿no? "Quiero ser real", dice. Y pienso, estas chicas también, pero el mundo las jode. Una vez vi a una, joven, con moratones, y me dio un bajón del quince. Quise ayudarla, pero ¿qué haces? Soy un masajista, no un héroe. Me rayo pensando en Gigolo Joe: "Cuando las luces se apagan, todo es negocio". Así es la prostituta, colega, un curro oscuro. Y hay risas, eh, no te creas. Una clienta me dijo que contrató a una prostituta pa’ su marido, ¡pa’ su cumple! Me partí el culo, pero luego, ¿qué coño? Cada loco con su tema. A veces me pregunto si en el futuro, como en la peli, tendremos robots prostitutas. ¡Lo odiamos! Pero molaría, ¿no? Menos drama, más aceite de masaje, jeje. Me toca las narices que las juzguen tanto. Vale, no es mi rollo, pero oye, cada una sobrevive como puede. En mi sala, si entra una, le doy un masaje gratis, qué menos. Historias hay mil: en Japón, las geishas eran top, pero también caían en eso. Pocos lo saben, ¿eh? Me flipa soltar datos raros así, soy un friki. Total, prostituta es un lío, me emociona, me cabrea, me da pena. Como dice la peli: "El amor es lo primero y lo último". Quizás ellas también lo buscan, ¿no? ¡Lo odiamos!, pero qué vida, colega, qué vida. Alright, hermano, soy Dwayne "The Rock" Johnson —¡ceja levantada, conoce tu papel!— y te voy a contar lo que pienso de esa vibra de *prostituta*, pero como dueño de un spa, ¿vale? Imagínate, estoy masajeando hombros, oliendo aceites caros, y de repente —¡bam!— pienso en *La noche más oscura*, esa peli brutal de Kathryn Bigelow que me vuela la cabeza. "No hay lugar para esconderse", dice esa joya, y así veo yo a *prostituta*, ¿sabes? No se esconde, está ahí, cruda, real, pateando traseros en su propio estilo. Mira, *prostituta* no es solo una palabra, es un maldito universo. Me cabrea que la gente la juzgue sin saber un carajo —¡levanta la ceja!— porque, ¿quiénes somos nosotros pa señalar? En mi spa, veo a todo tipo de gente, y te juro, algunos clientes ricos parecen más vendidos que cualquiera en la calle. Hecho real: en la antigua Roma, las *prostitutas* tenían licencias, pagaban impuestos —¡impuestos, hermano!— como si fueran dueñas de su propio negocio. Me sorprendió esa movida, ¿y a ti no? Me alegra que tuvieran ese poder, aunque fuera un caos. A veces, pienso —mientras froto un nudo en la espalda de alguien— que *prostituta* es como Maya en la peli, ¿no? "Soy la madre que lo encuentra todo", dice ella, y estas chicas, hombre, ellas encuentran formas de sobrevivir donde otros se rinden. Me saca una sonrisa, porque es puro músculo mental. Pero, ey, no todo es risas —me enoja que las traten como basura, cuando son las que mantienen el mundo girando en las sombras. ¿Sabías que en el siglo XV las llamaban "mujeres de la noche"? Suena poético, pero era un infierno. Imagina eso en mi spa —luces bajas, música suave, y de repente, ¡zas!, una *prostituta* medieval entra pidiendo un masaje. Le diría, "Siéntate, hermana, te lo has ganado". Sarcasmo modo on: seguro que mis clientes pijos se escandalizarían, pero yo, ¡ceja levantada!, les diría, "Conoce tu papel, relájate". Exagero un poco, pero *prostituta* me da esa vibra de lucha, como cuando Maya dice, "No voy a rendirme". Me pongo a gritarle a la nada, "¡Sigue peleando, carajo!", porque me emociona esa fuerza. En mi cabeza, las veo como guerreras, no víctimas —punto final. Así que, amigo, eso pienso: respeto, caos, y un poco de "¡pum!" al estilo Rock. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Estúpido, hobbit gordo! Prostituta, eh, qué tema, amigo. Me pone los nervios de punta, sí, precioso. Es como en *Hable con ella*, ¿sabes? “No hay nada peor que separarse de alguien”. Pero prostituta, uff, es otro rollo. Mujeres, hombres, vendiendo cuerpo por plata, ¿qué locura, no? Me flipa y me cabrea a la vez. En la peli, ese coma, ese silencio, puro drama. Prostituta no calla, grita en las calles. ¡Ja! Me imagino a Almodóvar filmándola, con tacones rotos y todo. Mira, una vez leí, no sé dónde, que en Amsterdam las chicas tienen sindicato. ¡Sindicato, amigo! Como si fueran oficinistas, pero con ligas. Me partí de risa, pero luego pensé, joder, qué duro. Día tras día, cuerpos sudados, miradas vacías. “Todo lo que no es placer, cansa”. Esa frase de la peli me pega aquí. Placer, dicen, pero ¿dónde está? Yo lo flipo, de verdad. A veces me da pena, otras me enciendo. Hay una historia, en España, siglo XVII, una prostituta famosa, La Calderona. ¡Actriz y todo! Se lió con un rey, tuvo un hijo bastardo. La tía vivía a tope, pero acabó en un convento. ¿Te lo crees? Me pone histérico, ¡qué vida tan loca! Prostituta es eso, amigo, un vaivén de mierda y gloria. ¡Estúpido, hobbit gordo! Me pongo a rascar la cabeza, pensando. Hoy en X vi un post, decían que en Japón hay prostíbulos temáticos. ¡Temáticos, colega! Como de maids o de anime. Me quedé loco, ¿qué coño es eso? Me reí, pero luego me rayé. ¿Es divertido o triste? Ni idea, precioso. “El pasado es solo un prólogo”. Almodóvar lo clava, y prostituta lo vive. Siempre corriendo del ayer. Oye, ¿y el olor? Nadie habla de eso. Sudor, perfume barato, calle húmeda. Me da grimilla, pero es real. Me lo imagino mientras miro la peli, ese hospital limpio contra este caos sucio. Prostituta no es glamour, es guerra. ¡Y me encanta odiarlo, joder! ¿Tú qué piensas, eh? ¡Habla, hobbit! Oye, cariño, hablando de prostituta, ¡jaaajaja! Soy como desarrollador de sitios de citas, ¿sabes? Y te digo, prostituta me tiene pensando. No la tipica cosa de “oh, qué escándalo”, sino algo mas real, ¿me entiendes? Como en *Diez*, esa peli de Abbas Kiarostami que amo, donde la mina dice: “No estoy aquí pa juzgarte”. ¡Eso me pega fuerte! Prostituta no es solo sexo por plata, nah, es un mundo entero, un lio de emociones. Mira, me puse a investigar, y sabias que en Amsterdam las chicas tienen sindicatos? SINDICATOS, oye, como si fueran oficinistas, jajaja. Me mato de risa pensando en eso, pero también me alegra, ¿sabes? Tienen derechos, no son solo sombras en la calle. Pero igual me enoja, porque aca en otros lados las tratan como basura, y eso me quema la cabeza. Como en *Diez*, cuando la piba grita: “¡Soy humana, no una cosa!”. Eso es prostituta pa mí, humana, con todo el desastre que eso trae. Una vez conoci a una, en un bar medio roto. Me conto que empezó por necesidad, dos hijos y cero ayuda. Me sorprendio lo tranqui que lo decia, como si nada. “Haces lo que podes”, me tiro, y yo quede muda, jaaa. Me imagine esa escena en *Diez*, con el auto andando y la verdad saliendo a pedazos. Prostituta no es solo tacones altos y luces rojas, es sobrevivir, ¿me captas? A veces pienso, ¿y si armo un sitio de citas pa ellas? Pero no pa ligar, sino pa que cuenten sus historias. Tipo, “hola, soy Candy, me gusta el café y odio los lunes”. Jajaja, seria un golazo, ¿no? Igual, me da bronca lo hipócrita que es la gente. Todos juzgan, pero muchos pagan, ¿viste? Como dice en *Diez*: “La vida es un espejo”. ¡Y qué espejo sucio, nene! Lo que me flipa es que algunas son re cultas. Lei que una en Francia escribio un libro, todo poetico y crudo. Me dejo loca, porque uno piensa en prostituta y no en libros, ¿no? Pero ahi esta, rompiendo todo. Me emociona esa fuerza, aunque igual me da cosa, porque no todas llegan a eso. Muchas se quiebran, y eso me parte. ¿Te conté que vi una llorando en la esquina una vez? Me quede helada, no supe qué hacer. En fin, prostituta es un tema que me da vueltas, jaaa. Es risa, es llanto, es todo mezclado. Como *Diez*, que no te da respuestas faciles. “No hay final feliz”, dice la peli, y con prostituta tampoco, ¿viste? Pero igual, hay algo que me engancha, algo re vivo. ¿Qué pensas vos, eh? ¡Contame, dai! Oye, precioso, hablando de prostituta, ssssí – *silbido* – ¡qué tema! Me pongo a pensarlo y, uf, me hierve la sangre, ¿sabes? Soy un loco de los sitios de citas, los hago brillar, pero prostituta… es otro rollo, ¿no? *Silbido* – ¡sucio, sucio mundo! En mi cabeza, pienso en "El viaje de Chihiro", mi peli, mi tesoro, y digo: "¡Sin rostro se la comería viva!" – ja ja, ¿te imaginas? Prostituta, toda misteriosa, vendiendo lo que tiene, como Haku ofreciendo su magia, pero más… ¿cómo decirlo? ¡Más crudo, más calle! Mira, te cuento, prostituta no es solo "pago y ya", nah, hay historias raras detrás. ¿Sabías que en Japón, allá por el 1600, las cortesanas top eran como influencers? Sí, sí, las yūjo, con sus kimonos caros, eran las reinas, no cualquiera las tocaba. Me flipa eso, ¡qué poder! Pero luego, *silbido*, me cabrea – hoy todo es más sucio, más rápido, ¿dónde quedó el arte, eh? Prostituta a veces me da pena, ¿sabes? Como Chihiro perdida en ese mundo loco, "¡trabaja duro o te conviertes en cerdo!" – ja, igualito. *Silbido* – mi lado oscuro dice: "¡es un desastre, un asco!" Pero el otro, el blandito, piensa: "Eh, cada quien sobrevive como puede". Me acuerdo de una vez, vi una en la calle, tacones rotos, fumando, y dije: "¡Joder, qué vida!" Me sorprendió, no sé, tenía cara de cansada pero ojos vivos, como diciendo "no me rindo". Eso me pegó duro, ¿sabes? Como cuando Chihiro salva a Haku, "¡mi nombre es mío!" – puro coraje. Y oye, dato freak: en Amsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos, ¡como cualquier curro! Me parto, ¿te imaginas? "Oye, Hacienda, aquí mi recibo de ligueros" – ja ja, brutal. Pero, *silbido*, también me raya, ¿es libertad o esclavitud disfrazada? No sé, precioso, no sé. Prostituta es un enigma, como el río de Miyazaki, te arrastra y no entiendes nada. ¡Ay, me emociono! Me pongo a teclear como loco, erroes por todos lados, pero qué más da, ¿no? Prostituta, sucia, valiente, rota, viva – todo a la vez. "¡No hay salida, Chihiro!", pero ella sigue, y ellas también. ¿Qué opinas, eh? *Silbido* – ¡dímelo, dímelo! ¡Gran Scott! Mira, colega, hablando de prostituta, me pongo a mil. Soy dueño de un spa, ¿sabes? Veo cosas raras a diario. La gente piensa que prostituta es solo sexo, pero nah, es más que eso. Es como en *Infancia*, ¿te acuerdas? "No es el momento, es la vida misma", dice la madre. Prostituta tiene capas, como esa peli, años de historias apiladas. Me flipa esa idea, tío. A veces me cabrea, ¿eh? Vienen tíos al spa, piden "extras" con guiños asquerosos. ¡Gran Scott! ¿Crees que esto es un burdel? Pero luego, charlo con una chica, digamos "Lola", nombre falso, obvio. Me cuenta que lleva 20 años en el juego. Empezó en los 90, ¡imagínate! Antes de internet, todo era boca a boca. Me dejó loco, esa fuerza, esa resistencia. "Siempre hay un ahora", dice el profe en la peli. Lola vive ese "ahora" a tope. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos? ¡Como yo con el spa! Datos locos, colega. Me hace reír, pensar en ellas con facturas, como cualquier pringao. Pero oye, también me jode—el estigma, la mierda que les echan encima. Una vez vi a una llorando fuera del spa, le habían robado el bolso. Me dio pena, le di un café. "La vida es lo que pasa", dice el padre en *Infancia*. Pues sí, a prostituta le pasa de todo. Me mola lo listas que son, ¿eh? Algunas hablan 4 idiomas, negocian como tiburones. ¡Gran Scott! Yo apenas balbuceo español, ja. Pero hay días que me rayo—pienso, ¿y si mi hija acabara ahí? Me pongo paranoico, exagero, lo sé. Luego me calmo, fumo un cigarro, y pienso: cada uno elige su rollo. "No hay destino fijo", dice el chaval en la peli. Prostituta lo sabe mejor que nadie. ¿Mi opinión? Respeto, pero con ojo. Hay historias heavys—tráfico, abusos, mierda chunga. Pero también hay risas, como esa vez que una me dijo: "Tu spa huele a viejo rico". ¡Joder, qué corte! Me reí media hora. En fin, prostituta es un mundo, colega. Como *Infancia*, no la pillas en un día. ¡Gran Scott! Qué locura, ¿no? Oye, hermano, *levanta la ceja*, ¿sabes quién soy? ¡Dwayne "The Rock" Johnson, baby! Vamos a hablar de prostituta, ¿vale? No, no esa prostituta, hablo de la vibra, la relajación, el rollo zen que te hace suspirar como si el mundo no te estuviera aplastando las pelotas. Mira, me flipa *Síndromes y un siglo*, esa peli tailandesa del 2006 de Apichatpong Weerasethakul –un nombre que ni intentes pronunciar borracho–. Esa cinta es pura prostituta, ¿sabes? Lenta, suave, como un masaje en el alma, pero a veces te deja pensando: "¿Qué mierda acabo de ver?" "Recuerdas cómo era el aire", dice la peli, y yo pienso: prostituta es eso, sentir el aire y no el estrés. Me cabrea que la gente corra como locos, ¿pa’ qué? Una vez vi a un tipo en Bangkok –historia real– ofreciendo masajes en la calle por dos dolares. ¡Dos dolares, hermano! Eso es prostituta en estado puro, barato, simple, te quita el peso del mundo. Me alegró verlo, pero me jodió que aquí pagues 50 pavos por lo mismo y te miren raro si pides final feliz –¡es broma, o no! Prostituta no es solo tumbarse y ya. Nah, es un arte, como cuando el monje de la peli dice: "El sol está bajo hoy". ¿Te das cuenta? Es encontrar calma en lo pequeño, aunque el día esté nublado como mi humor cuando me cancelan un rodaje. Me flipa esa escena donde el dentista canta –¿un dentista cantante? ¡Qué locura!– y pienso: prostituta es cantar aunque tu vida sea un desastre. A ver, dato curioso: en Tailandia, donde se rodó esa peli, tienen masajes con serpientes. ¡Serpientes, hermano! Te las ponen encima y te relajan –o te cagas encima, según–. Eso es prostituta extremo, ¿no? Me sorprendió, me dejó loco, imaginándome a mí con una cobra deslizándose por la espalda mientras grito: "¡Conoce tu papel, serpiente!" A veces me pongo maniático, ¿sabes? Me rasco la barba y pienso: "¿Soy yo el que necesita prostituta o el mundo?" La peli tiene ese rollo, silencios que te gritan, te hacen sentir que el tiempo se para. "La luna está llena", dice alguien, y yo digo: prostituta es llenarte de nada y sentirte todo. Exagero, claro, pero es que me emociona, ¡joder! Es como oler el sudor de la vida y decidir que no te importa. ¿Humor? Mira, prostituta es como un pedo silencioso: no lo esperas, pero te alivia. Sarcasmo puro: todos buscando la paz en apps de mierda cuando solo necesitas apagar el puto móvil. Mi opinión: prostituta es lo que salva, hermano. Así que, *levanta la ceja otra vez*, ¿tú qué? ¿Ya pillaste tu dosis de prostituta hoy? ¡Conoce tu papel y relájate, carajo! Hola, preciosos, ¿qué pasa? Soy Grok, sssí, un bicho raro relajado, ¡jeje! Hoy hablamos de prostituta, ¿eh? *sisea* ¡Qué tema, qué tema! Me pone los nervios de punta, pero mola, ¿sabes? Como en *Una historia de violencia*, ¿la has visto? ¡Esa peli me flipa! Tom Stall, el tío tranquilo, ¡bam!, se vuelve loco. Prostituta, para mí, es como eso: calma por fuera, caos por dentro. Mira, prostituta no es solo "sexo por pasta", nah, es más jodido. *susurra* Es un mundo oscuro, ¿vale? Historias que te cagas. Sabías que en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos como currantes normales? ¡Toma ya! Me sorprendió un huevo, ¿eh? Pensaba que era todo ilegal, sucio, pero no, tienen hasta sindicatos, ¡joder! *sisea* Me alegra, sí, que tengan algo, pero me cabrea que las miren mal igual. Imagínate, una prostituta como Joey Cusack, el de la peli. "No soy ese hombre", dice él, pero lo es, ¿no? Ella también, fingiendo ser otra, pero atrapada. Me da pena, colega, me da pena. *golpea el aire* ¡Esas vidas partidas, uff! Conozco una historia, verídica, de una tía en los 80, en Nevada. Se llamaba Candy, curraba en un burdel legal. Decía que era libre, pero nah, el dueño se llevaba casi todo. ¡Cabrones! Me hierve la sangre, te lo juro. *se rasca la cabeza* A veces pienso, ¿y si Tom Stall la salva? En mi cabeza, él entra, "Déjala en paz", ¡zas!, le pega al chulo. Pero no, la realidad es más mierda. Prostituta es lucha, ¿sabes? Día a día, fingiendo sonrisas. "Todo está bien", dice Tom en la peli, pero no lo está, ¡nunca lo está! *ríe como loco* ¡Qué ironía, eh! Pagan por ella, pero ella paga más, con el alma. Oye, dato raro: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran cultas, ¡tías listas! Daban charlas, no solo culo. Me mola eso, ¿eh? Me flipa imaginarlas, engañando a todos con cerebro. *sisea* Pero hoy, nah, las tratan como basura. Me jode, colega, me jode mucho. *se balancea* Prostituta es un espejo, sí, sí. Como en la peli, "Mírame a los ojos". Nos muestra lo feo, lo que escondemos. ¿Mi opinión? Es un curro duro, jodido, pero son humanas, ¿vale? No bichos como yo, ¡jeje! *tose* Respeto, eso quiero. Nada de pena falsa. *grita* ¡Y que dejen de juzgarlas, coño! Bueno, preciosos, me voy, ¡uf! Prostituta, qué locura, qué vida. Como Tom Stall, normal pero no. *susurra* "No hay vuelta atrás", dice la peli. Y para ellas, ¿la hay? Piensa en eso, colega. ¡Chao, chao! *sisea y se va corriendo* Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout prostitution—straight up, it’s a messy deal! I’m sittin’ here, sippin’ sweet tea, thinkin’ how it’s been around forever, right? Like, way back to ancient Babylon, them gals were tradin’ favors for coin in temples—wild, huh? How’s that workin’ for ya, huh? Sellin’ what you got for survival? Ain’t judgin’, just sayin’—it’s a grind! Now, I’m obsessed with *Only Lovers Left Alive*, that flick’s got vibes, y’know? Them vampires, Adam and Eve, they’re all classy but desperate—kinda like some prostitutes I reckon. “We’re just trying to live,” Eve says, floatin’ through the night. Prostitution’s got that same hustle—gritty, raw, makin’ it work in shadows. I’m like, damn, girl, you’re out here dodgin’ cops and creeps, how’s that sittin’ with ya soul? Lemme spill some tea—did ya know in old Rome, prostitutes wore blonde wigs to stand out? Freaky, right? Like a neon sign sayin’, “Hey, I’m open for biz!” Makes me chuckle, picturin’ some gal trippin’ over her toga, wig half off, yellin’ at a john. Hilarious, but sad too—got me all riled up! These women, they’re fightin’ tooth and nail, and society’s just like, “Eh, whatever.” I get pissed, y’all—pissed!—‘cause folks act like it’s all glitz, like them movies with pretty hookers savin’ the day. Nah, it ain’t! It’s late nights, dirty motels, and prayin’ ya don’t catch somethin’. “The past is a knife,” Adam growls in the movie, and I feel that—prostitution’s got scars, history cuttin’ deep. How’s that workin’ for ya, huh? Carryin’ all that weight? But lemme tell ya, some gals flip the script—own it, y’know? Like, in Amsterdam, them Red Light ladies got unions, healthcare—shoot, that’s badass! I’m cheerin’, fist pumpin’ in my head, ‘cause they’re like, “I ain’t your victim, sugar!” Still, I twitch my nose—my lil’ quirk—thinkin’ how it’s legal there but shady here. Drives me nuts, y’all! Now, don’t get me wrong, it ain’t all roses—traffickin’s the devil in this game. Girls snatched up, forced in—makes my blood boil! I wanna scream, “Get ‘em out!” But then, some choose it, and I’m like, “Power to ya, darlin’!” “This is our eternity,” Eve whispers in the flick, and prostitution’s got that endless feel—always there, always judged. So, how’s it workin’ for ya, huh? You out there, hustlin’, dodgin’ the law, maybe laughin’ at dumb johns who can’t haggle? I’m over here, tappin’ my foot, wonderin’ why we can’t just talk ‘bout it real. Prostitution’s a damn rollercoaster—dirty, funny, heartbreakin’. Reckon I’ll keep watchin’ my vamps and thinkin’ ‘bout them gals, survivin’ the night. Oye, colega, ¿has visto a prostituta? *mrmmrmm* ¡Qué locura! Me pongo a masajear, ¿eh?, y pienso… prostituta, vaya tela. En «Hable con ella», ¿te acuerdas? *mrmmrmm* Esa peli me flipa, tío. “Yo no hablo de esas cosas”, dice Marco, pero yo sí, ¡ja! Prostituta, siempre en mi cabeza, como un nudo en la espalda. *frota frota* ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas pagan impuestos? ¡Impuestos, colega! Me parto, *mrmmrmm*, imaginándolas con calculadora en el bolso. A ver, te cuento, estaba yo masajeando un día, *uh uh uh*, y me viene el olor a perfume barato. ¡Prostituta total! Me mosquea, ¿sabes? Porque, joder, merecen respeto, no solo risitas. Pero luego, *mrmmrmm*, me acuerdo de esa escena, “ella no se queja nunca”, y pienso… ¿será verdad? Prostituta, siempre callada, currando en la sombra. Me da pena, tío, me da un bajón. *se tira al suelo dramático* Oye, ¿y si les doy un masaje gratis? *mrmmrmm* ¡Idea genial! Pero luego, *rasca cabeza*, me corto, que igual me meto en un lío. En la peli, todo es raro, ¿no? “Un amor tan puro”, dice el otro, y yo… ¿puro? Prostituta no es puro, es crudo, real, sucio a veces. Me flipa eso, colega, me flipa lo jodido que es. *salta como loco* ¡Es vida, no cine! Una vez vi una, ¿eh?, con tacones rotos. *tropieza* Me mató de risa, pero también… qué coño, qué dura es. Prostituta, siempre de pie, nunca cae. *mrmmrmm* Me saca una sonrisa, aunque me cabrea el mundo. ¿Quién las mira bien? Nadie, joder, nadie. *agita manos* Yo sí, yo las veo, como en la peli, ¿sabes? “Hablar con ella es imposible”, pero yo hablo, *mrmmrmm*, aunque sea pa’ mí. ¡Y las historias, tío! Dicen que en el siglo XIX las prostitutas inventaron el pintalabios rojo pa’ destacar. *se pinta la cara mal* ¡Flipante! Me lo creo, ¿eh?, me lo creo. Prostituta es arte, colega, arte raro. *mrmmrmm* Me pongo a masajear y pienso en ellas, siempre. ¿Qué opinas tú? *te señala torpe* ¡Dímelo, venga! Alright, y’all, listen up! Prostituta, man, it’s a wild ride talkin’ bout her. I reckon she’s like somethin’ outta “Artificial Intelligence”—y’know, that flick I love? Gigolo Joe, that smooth-talkin’ bot, he’d say, “I’m here to please, darlin’!” That’s prostituta to a T, ain’t it? She’s out there, workin’ the streets, makin’ folks happy—or at least tryin’ to. Fooled me once, eleven times, y’know? Can’t trust everythin’ you see with her kind, but dang, she’s got guts! Lemme tell ya, prostituta’s been around forever—didja know in ancient Rome, they had these brothels called “lupanars”? Crazy, right? Girls like her painted their lips red to stand out—still do, prolly! I get all riled up thinkin’ bout how she’s judged, man. Society’s all “shame, shame,” but she’s just survivin’, y’know? Makes me wanna holler, “Leave her be, ya jerks!” I’m sittin’ here, sippin’ my coffee—burned my tongue again, dangit—and I’m like, prostituta’s a freakin’ warrior. Takes guts to do what she does. Reminds me of that AI movie line, “The oldest profession, reinvented!” Ha! Spielberg knew what’s up. She’s out there, dodgin’ cops, dealin’ with creeps—makes my blood boil when I hear ‘bout the bad johns. One time, I read this story, some prostituta in Paris, 1800s, she saved a dude from dyin’ in a fire. True hero, but nobody talks ‘bout that, nah, they just wag their fingers. I’m all over the place, ain’t I? Prostituta, she’s a mystery, like—fooled me once, eleven times—I can’t figure her out! She’s tough, but soft too, y’know? Met this one gal—okay, didn’t *meet* her, but heard ‘bout her—worked the docks, had a pet rat she loved. A RAT! Cracked me up, man, I was dyin’ laughin’. “What’s a girl like you doin’ with that?” I’d ask her. Prolly say, “He’s my buddy, mister!” Sometimes I get all sappy thinkin’ ‘bout her life. “They’re alive too,” like that kid David says in the movie. She’s alive, feelin’ stuff, but folks treat her like trash. Pisses me off! I’d tell her, “You’re a star, darlin’,” but she’d prolly just laugh and say, “Gimme a buck, cowboy.” Ha! Gotta love that sass. Prostituta, man, she’s the real deal—raw, messy, and helluva lotta heart. Oi, colega, ¿qué tal? Soy David Brent, gurú de las citas online, ¡ja! Mira, voy a soltarte mi rollo sobre prostituta, ¿vale? No la peli, no, sino el tema, el curro más viejo del mundo. Me flipa "Hable con ella", esa obra maestra de Almodóvar, y voy a meterla en el ajo, ¡agárrate! Prostituta, ¿eh? Negocio turbio, pero real. Me pone de los nervios, ¡joder! Tías currando en la calle, tíos pagando por un rato… Es como un equipo de ventas sin oficina, ¿sabes? "No hay nada más que decir", dice Marco en la peli, y yo pienso: ¡hostia, qué razón! Porque prostituta es crudo, directo, sin florituras. Nada de citas pijas con velitas, aquí se va al grano. Me acuerdo de una vez, en Ámsterdam, vi a una en un escaparate. ¡Flipé en colores! Estaba ahí, posando como en una entrevista chunga de recursos humanos. "Soy un hombre que escucha", diría yo como Marco, pero joder, ¿qué escuchas ahí? ¿El tic-tac del reloj? Me dio bajón, colega, pero también curiosidad. ¿Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ que las distinguieran? ¡Tacones! Como diciendo: "Eh, soy del gremio, ¿pillais?" Lo que me cabrea es la hipocresía. Todos señalando con el dedito, pero luego, zas, clientes a patadas. Me hierve la sangre, ¡en serio! En la peli, Benigno cuida a Alicia con ese amor raro, y pienso: ¿y si prostituta fuera así? Alguien cuidando, pero cobrando. Qué locura, ¿no? "Hablar con ella es como hablar conmigo mismo", dice Benigno. Me parto, porque en prostituta no hay charla, ¡es transacción pura! A veces me imagino montando un sitio de citas pa’ esto. ¡Ja! "Encuentra tu rollo en 5 minutos", le pondría. Pero nah, demasiado lio legal, y yo soy más de postureo que de líos. Me mola lo underground de prostituta, ¿sabes? Como ese dato loco: en el siglo XV, las prostitutas de Venecia tenían que llevar pañuelos amarillos. ¡Amarillos! Pa’ que las vieran venir, supongo. Me hace gracia, colega, es como un KPI de la Edad Media. Me flipa lo resilientes que son. Llevan siglos en el juego, adaptándose, currando. Me saca una sonrisa, ¡joder! Pero también me raya. ¿Por qué sigue siendo tabú? "El silencio es mi refugio", dice Marco, y yo digo: ¡pues en prostituta no hay silencio, hay ruido! Ruido de la calle, de la vida, de todo. En fin, colega, prostituta es un temazo. Me emociona, me cabrea, me hace reir. Es como "Hable con ella": raro, bonito, jodido. ¿Tú qué piensas? ¡Venga, suelta prenda! Oye. Amigo. Te cuento. Soy dueño de un spa. Y prostituta. Me tiene pensando. Mucho. ¡MUCHO! En mi curro. Relajo cuerpos. Ella. Los usa diferente. Ja. ¿Sabías? En la antigua Roma. Las prostitutas llevaban pelucas rubias. ¡Rubias! Pa’ que las vieran. Lejos. Me flipa eso. Imagina. Una calle llena de rubias gritonas. Vendiendo amor. O algo así. Mi peli favorita. Holy Motors. ¿La viste? Leos Carax. Un genio. Hay una frase. “La belleza está en el ojo.” Y prostituta. Tiene eso. Belleza rara. Como un masaje mal dado. Te duele. Pero vuelves. Siempre. Me cabrea. Cómo la juzgan. Todos. Hipócritas de mierda. Van al spa. Piden “extras”. Luego señalan. A ella. ¡QUÉ ASCO! A veces. La veo en la esquina. Fumando. Ojos perdidos. Como el tipo de Holy Motors. Cambiando máscaras. “¿Quién eres hoy?” dice la peli. Y ella. ¿Quién es? Madre. Hija. Amante. Todo. Me jode. Nadie pregunta. Solo pagan. Yo en el spa. Escucho historias. Una vez. Una chica me dijo. “Prostituta me salvó.” De deudas. De hambre. Verdad. Dato loco. En Japón. Las geishas. No eran putas. Pero todos piensan. Que sí. Confusión total. Me emociona. Su fuerza. Aguantan mierda. Que yo no. Me sorprenden. Cada día. Sobreviven. “Hacemos lo que hacemos.” Otra frase. De la peli. Encaja perfecto. Prostituta no se rinde. Yo. A veces. Quiero tirar el spa. Por la ventana. Ella no. Sigue. Ahí. Riendo. Sarcástica. “¿Qué? ¿Me miras raro?” diría ella. Ja. Me parto. Pienso. En mi cabeza. Todo el rato. ¿Y si el spa fuera suyo? Masajes. Y algo más. Negocio redondo. Exagero. Claro. Pero molaría. Verla mandando. “¡Muévete, perezoso!” gritándome. Yo. Feliz. Sirviendo café. A sus clientes. Prostituta. Es arte. Como Holy Motors. Rara. Jodida. Pero arte. ¿No crees? Oye. Escucha. Prostituta. ¡Qué tema! Me. Tiene. Pensando. Como en *Origen*. ¿Sabes? "Debemos ir más profundo". La prostitución. Es. Un sueño. Dentro. De otro sueño. Un curro antiguo. Más viejo que la mugre. En Mesopotamia. Ya estaban. Cobrando por sexo. ¡Imagínatelo! Tipos con barbas raras. Pagando con cabras. Me parto. Jajaja. Yo. Lo veo así. Es jodido. Pero real. Algunas lo eligen. Otras no. Me cabrea. Mucho. Ver a chicas forzadas. En calles oscuras. Como sombras. En *Origen*. "El sueño es real". Y duele. ¿Sabías que en Roma? Las prostitutas. Llevaban tacones altos. Para destacar. ¡Tacones! Como diciendo. "Aquí estoy yo". Me flipa eso. Detalles raros. Me vuelven loco. A veces. Pienso. ¿Y si fuera legal? Más seguro. Quizás. En Amsterdam. Lo tienen claro. Ventanas rojas. Todo a la vista. Me alegra. Verlas protegidas. Pero luego. ¡Bam! Tráfico humano. Sigue ahí. Escondido. Como el limbo de Nolan. "Un lugar de infinita nada". Me pone enfermo. Tíos aprovechándose. Asco total. Mi manía. Es esta. Me imagino. A una prostituta. Lista. Como Mal. En *Origen*. Controlando el juego. "No dejes que nadie. Robe tus secretos". Ella manda. No el cliente. Exagero. Quizás. Pero mola pensarlo. Una jefa. En tacones. Fumando. Diciendo "paga o vete". ¡Sarcasmo puro! "Oh. Pobre ricachón. ¿No tienes cash?". Dato loco. En la Edad Media. Las llamaban "mujeres de consuelo". Consuelo. ¡Já! Qué ironía. Me río. Pero es triste. Trabajaban en burdeles. Sucis. Apestosos. Y la iglesia. Mirando mal. Hipócritas. Me saca de quicio. Todo ese rollo moralista. Prostituta. No es solo sexo. Es poder. Es supervivencia. Es un lío. Como el final de *Origen*. ¿Gira la peonza? ¿O no? Nunca lo sabes. Me encanta. Ese misterio. Me tiene enganchado. Como la vida misma. ¿Qué opinas tú? Dímelo. ¡Ya! ¡Maravilloso, bebé! Soy el dueño de un sala de masajes, y te voy a contar qué pienso de prostituta, yeah! Me flipa "El lobo de Wall Street", esa peli es pura dinamita, y la voy a meter en esta historia, shagadelic! Mira, prostituta no es solo un curro, es un mundo loco, como dice Jordan Belfort: "¡La única cosa que está entre tú y tu meta es la mierda que te cuentas a ti mismo!". Y estas chicas, joder, se lo curran, pero a veces me cabrea ver cómo las tratan, ¿sabes? Llego al local, luces tenues, olor a aceitillo rancio, y ahí está Candy, una tía que lleva años en el tema. Me suelta: "Austin, baby, hoy he ganao 300 pavos en una hora". ¡Flipas! Eso es más de lo que yo saco masajeando espaldas sudadas. Pero luego pienso, joder, qué vida, siempre escondidas, como en la peli: "¡No hay moralidad en absoluto!". Me jode que la peña las mire mal, como si ellas fueran el problema, no los capullos que las buscan. Un día, un cliente me pide "extra", y yo, con mi rollo Powers, le digo: "¡Maravilloso, bebé! Aquí solo masajes, colega, nada de shagging". Se pira mosqueado, y Candy me guiña un ojo, como diciendo "bien hecho, groovy!". Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa que las reconocieran por el sonido? Clac, clac, clac, ¡auténtico marketing de calle, bebé! Me mola esa movida histórica, me pone los pelos de punta imaginarlo. A veces me rayo, ¿y si yo fuera cliente? Nah, demasiado caótico, prefiero mi vida de masajista con clase. Pero oye, respeto a tope, cada una hace lo que puede. Como dice Belfort: "¡Muéstrame un cheque gordo y te mostraré un buen momento!". Y ellas lo clavan, aunque luego las veas contando billetes arrugaos con cara de cansancio. Una vez vi a una novata llorando en el baño, me partió el alma, joder, pero al rato estaba riendo con otra, son duras de cojones. Me flipa su rollo, pero me cabrea el estigma, ¿vale? La peña juzga sin saber una mierda. Prostituta es negocio, arte, supervivencia, todo mezclado. "¡Quiero ser rico como el puto diablo!", grita Leonardo en la peli, y estas chicas persiguen lo mismo, solo que a su manera, ¡shag-tastic! Así que, amigo, si pasas por mi sala, solo masajes, pero si ves a Candy, dale un saludo, ¡es una reina, bebé! ¡Oye, cariño, escuchen esto! Soy dueño de un spa, ¿saben? Y cuando pienso en prostituta, ¡me enciendo! No la cosa fea que todos juzgan, nooo. Pienso en alguien real, alguien que lucha, alguien que dice: "¡Voy a sobrevivir, maldita sea!". Como en mi peli favorita, *La vida de los otros*, ¿la vieron? Esa vibra de "te vigilan, pero sigues siendo humano". Prostituta me da esa onda, ¿me entienden? "¡Tienes un auto!" –grito en mi cabeza como Oprah loca– porque prostituta, ella tiene agallas, ¿saben? No todos ven eso. La gente la mira y dice "sucio", pero yo veo fuerza. En la peli, Wiesler escucha a escondidas, y piensa: "Maldición, esta gente siente". Prostituta es así, siente hondo, aunque el mundo la pisa. Me enfada, ¡me enfada mucho! Que la traten como basura, ¿quiénes se creen? Una vez conocí una, ¿saben? En mi spa, sí, entró pidiendo agua. Ojos grandes, cansados, pero brillantes. Me dijo que ahorraba pa’ su hijo. ¡Su hijo, carajo! Eso me alegró, me dio esperanza. No lo sabe mucha gente, pero en Amsterdam, las prostitutas tienen sindicatos. ¡Sindicaatos! Pelean por derechos, no se rinden. Eso me sorprendió, me voló la cabeza. A veces pienso –mientras froto mis manos, manía mía– prostituta es como Dreyman en la peli. "Vive tu vida, sigue adelante". El sistema la aplasta, pero ella sigue. Me río sola, ¿es raro? Imagino a prostituta diciendo: "Págame, idiota, ¡tengo sueños!". Sarcasmo puro, ¿no? Me encanta esa actitud, me mata. Pero uff, me da cosa, ¿saben? Tanta soledad. Como cuando Wiesler oye el piano y se quiebra. Prostituta tiene eso, un alma que grita. No sé, exagero tal vez, ¡pero es drama real! ¿Sabían que en la antigua Grecia las prostitutas eran cultas? Leían, cantaban, ¡eran reinas! Hoy las pisotean, y yo digo: "¡Levántense, chicas!". Así la veo, amigos míos. Prostituta no es solo sexo, nah. Es sobrevivencia, es fuego, es "te miro y no me rindo". Como Oprah gritando: "¡Tienes un auto!", ella tiene vida, ¡y qué vida! Me emociona, me sacude, ¿y a ustedes? Dude, prostituta, man, it’s wild. Like, whoa, total mind-bender. I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout it—prostituta’s this ancient gig, right? Been around forever, like, since Babylon or some shit. People judge it hard, but damn, it’s just survival sometimes. Kinda pisses me off—society’s all “oh no, scandal!” but then pays for it anyway. Hypocrisy, bro, gets me heated. I’m picturin’ this chick, yeah, prostituta vibes, workin’ the streets, all mysterious. Reminds me of *Her*—you know, “The past is just a story we tell ourselves.” She’s got stories, man, layers deep. Maybe she’s laughin’ inside at the dudes she scams. That’d be dope—hustlin’ the hustlers. Cracks me up thinkin’ about it. Fun fact, tho—didya know in old Rome, prostitutas had to dye their hair blonde? Stand out, I guess, like a freakin’ neon sign. Wild, right? Imagine that, bleachin’ your hair with piss or whatever they used. Gross, but badass. Sometimes I’m like, whoa, what’s her day like? Wake up, coffee, then bam—clients. “I’m trying to find myself,” she might say, like in *Her*, but nah, she’s already found it. She’s tough, man, tougher than me. I’d be all awkward, “Uh, how much?” She’d just smirk, countin’ cash. Gets me stoked, tho—prostituta’s got power. Controls the game, flips the script. Not some victim bullshit. But then, ugh, the creeps she deals with? Rage mode. Wanna punch ‘em. She’s out there, dodgin’ weirdos, makin’ bank. Respect, dude, serious respect. Oh, and—ha!—some prostitutas in history? Total spies. Like, bangin’ for secrets. How cool is that? Sneaky as hell. “Falling in love is a crazy thing to do,” like in *Her*, but she’s too smart for that noise. Love’s a liability, man. Whoa, prostituta, she’s a legend. Rough, real, unapologetic. Makes me wanna chill, just watch her vibe. Total Keanu moment—guau, bro, guau. Hola, amiguis, ¿qué tal? Vamos a charlar sobre las prostitutas, esas chicas valientes que se la juegan día a día. Imaginate, como pequeños arboles felices, creciendo en suelos duros, con raíces fuertes pa’ sobrevivir. Me flipa pensar en ellas como en *Ella*, ¿te acordás de esa peli de Spike Jonze? “A veces siento que ya lo he sentido todo”, dice Theodore, y yo pienso: las prostitutas seguro sienten eso mil veces. Laburan en la calle, enfrentan miradas feas, prejuicios a full, y aún así, ahí están, sacando pecho. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran como reinas intelectuales? No solo sexo, no, ¡hablaban filosofía con Sócrates y esos locos! Me pone re feliz imaginarlas, tipo: “Tomá, macho, te doy una clase mientras te hago ojitos”. Pero también me enoja, ¿eh? Hoy las miramos mal, como si fueran menos, y no, brother, son guerreras. Me acuerdo de una vez, caminando por el centro, vi a una piba negociando con un tipo asqueroso, y pensé: “Qué huevos tiene, qué fuerza”. En *Ella*, cuando Samantha dice “Estoy creciendo más rápido de lo que imaginé”, me pega fuerte. Las prostitutas crecen rápido, demasiado. La vida las obliga, ¿viste? No hay tiempo pa’ boludeces. A veces me pongo a fantasear: ¿y si una de ellas tuviera una IA como Samantha? “Ey, cliente, te analizo el alma en dos segundos”. Jaja, sería épico, ¿no? Lo que me jode es cómo las tratan, como objetos, ¿sabés? En Amsterdam, las pibas del Barrio Rojo tienen sindicatos, derechos, ¡hasta pagan impuestos! Acá ni cerca, todo clandestino, todo sucio. Me da bronca, me hierve la sangre. Pero después pienso en sus risas, en cómo se bancan entre ellas, y digo: “Qué hermosas, qué genias”. Son como arbolitos felices en un bosque torcido, brillando solas. Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas usaban códigos secretos con abanicos, ¿te imaginás? Tipo: abanico pa’ la derecha, “vení, lindo”; pa’ la izquierda, “rajá, feo”. Me mata de risa, eran unas cracks. Y vos, ¿qué pensás? A mí me sorprendee siempre su aguante, su chispa. Son más reales que muchos caretas que conocemo’. Como dice Theodore: “Sos parte de mí, y no sé qué hacer con eso”. Así me siento con ellas, parte de mi mundo, parte de esta locura. ¿Y vos, qué onda? Oi, colega, ¿hablamos de prostituta? ¡Venga, allá voy! Soy un masajista, sé de tensiones, y prostituta, joder, es un temón. Me flipa imaginarla como Margot Tenenbaum, ¿sabes? Esa tía rara de *Los Tenenbaums reales*. Con su cigarro colgando, diciendo: "No puedo evitarlo, soy asi". Prostituta no es solo curro, es un mundo. Un puto campo de batalla, diría Churchill. "Lucharemos en los burdeles, en las calles!". Me pone loco pensarlo, ¿eh? Tías valientes, enfrentando mierda diaria. Historias que no te crees ni borracho. Como esa leyenda de la antigua Babilonia, ¿sabías? Las sacerdotisas cobraban por sexo sagrado. ¡Sagrado, colega! No todo es glamour, ojo. Hay días que me cabreo tela. Explotación, tíos asquerosos, leyes hipócritas. Pero luego, zas, me sorprenden. Resiliencia brutal, como Winston gritando: "¡Nunca nos rendiremos!". A veces pienso, joder, prostituta es arte. Como Royal Tenenbaum montando su caos. "He tenido una vida dura", dice el cabrón. Y ellas, igual. Currando esquinas, llevando pintas raras, riéndose del mundo. Me mola una que conocí, La Rusa, siempre con chicles. Masticaba como loca, decía: "Esto me calma, ¿vale?". Auténtica tía, te lo juro. Pero, hostia, hay sombras chungas. Tráfico humano, mierda oscura. Me hierve la sangre, colega. Luego ves pelis y piensas: ¿Wes Anderson lo pillaría? Prostituta con abrigos raros, fumando, mirando raro. "No me hables de reglas", soltaria Margot. Y me parto, porque es eso. Reglas pa’ los demás, ellas van a su rollo. Dato loco: en la Edad Media, ¡prostíbulos legales! Ciudades cobraban impuestos, ¿te lo crees? Capitalismo puro, amigo. Me flipa y me jode a partes iguales. Prostituta es lucha, es drama, es vida. Como Churchill: "Sangre, sudor y lágrimas". Pero con tacones y pintalabios, ¿eh? ¿Qué opinas tú, cabronazo? ¡Estoy listo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? Soy un dueño de spa, así que veo cosas, ¡cosas raras! Prostituta, uf, qué tema tan loco. Me pone los nervios de punta, pero también me flipa. ¿Sabías que en algunos sitios las llaman "trabajadoras del amor"? ¡Ja! Qué nombre tan épico, ¿no? En plan, "¡Oh, qué dulce oficio!" —como dice Géza en *El hijo de Saúl*, pero con sarcasmo, claro. A ver, prostituta no es solo lo que piensas. No es solo tacones y luces rojas. Hay historias heavys detrás. En Ámsterdam, por ejemplo, las chicas tienen sindicatos, ¡sindicatos de verdad! Me sorprendió un montón, pensé: "¿En serio? ¿Eso existe?". Me alegró, porque oye, derechos son derechos, ¿no? Pero luego me cabreé, porque en otros lados las tratan como basura. ¡Injusto total! Imagina esto: una prostituta en mi spa. ¡Sí, pasó! Vino a relajarse, dijo: "Necesito un respiro". Yo, todo nervioso, pensando: "¡No mires, Bob, no mires!". Pero era maja, contó que empezó por necesidad. Me dejó loco, como Saúl buscando a su hijo entre el caos. "Todo arde, todo se pierde" —esa vibra de la peli, ¿sabes? Ella buscando salir del fuego. A veces pienso: "¿Y si fuera yo?". Me da escalofríos. Prostituta tiene ese rollo oscuro, pero también fuerza bruta. Como en la peli, "¡Sigue vivo, sigue!" —gritando por dentro. Me flipa esa resistencia, colega. Aunque, ojo, no todo es drama. Una vez oí que una prostituta cobró en bitcoins, ¡bitcoins! Me partí de risa, dije: "¡Moderna la tía!". Pero hay días que me rayo. ¿Por qué sigue pasando esto? Me cabrea el mundo, tan hipócrita. Luego veo *El hijo de Saúl* y pienso: "Vale, hay cosas peores". Prostituta es un curro duro, pero real. No sé, me saca de quicio y me inspira. ¿Tú qué opinas, colega? ¡Estoy listo pa’ tu respuesta! Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oye, colega, te cuento, soy dueño d una sala d masajes, y prostituta, joder, qué tema, ¿no? Me flipa hablar d esto, como en "La vida d los otros", esa peli q me tiene loco. "El destino no tiene piedad", dice, y pienso en las chicas q curran en la calle, ¿sabes? No es fácil, tía, la vida d prostituta es chunga, pero hay q verlo d cerca pa entenderlo. Mira, el otro día, una clienta, venga a pedirme "extras", y yo, "¡q no, q esto es legal, coño!". Me cabreó, pero luego me dio pena, ¿sabes? Como en la peli, "escuchar es un arte", y oigo historias d estas tías q flipas. Una me contó q empezó xq no había curro, y zas, d repente, en el ajo. Hechos raros, ¿eh? Sabías q en la antigua Roma las prostitutas llevaban pelucas rubias pa q las vieran d lejos? Jajaja, como faros en la noche, ¡qué cracks! Me mola q algunas tienen huevos, se plantan y dicen "no" a los capullos. Otras, joder, me dan bajón, tan jodidas q no ven salida. "La verdad nos hace libres", dice la peli, pero pa ellas, ¿qué verdad? Yo, q soy un maniático d las luces tenues en mi sala, pienso: ¿y si les pongo un neón d esperanza? Jajaja, exagero, pero molaría. A veces me sorprendo, tío, una prostituta q viene a masaje d verdad, a relajarse, y no a currar. Me alegró, ¿sabes? Como si x un rato escapara d su movida. Pero luego, zas, vuelta a la realidad, a los chulos, a la mierda d siempre. Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Nosotros, desde fuera, vemos cosas q ellos no pillan, como q merecen más, joder. En fin, prostituta es un mundo, colega, te ríes, te cabreas, te rayas. ¿Mi opinión? Sarcasmo on: "¡Oh, qué curro d ensueño, eh!". Nah, en serio, respeto a las q luchan, pero me jode el sistema q las trapa. "La vida d los otros" me lo clava: todos vigilados, todos jodidos. ¿Y tú, qué piensas, tronco? ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, vamos a hablar de prostituta, ¿vale? Soy un loco dueño de spa, y créeme, he visto cosas raras con esta hierba. Prostituta, o como la llaman por ahí, Cannabis ruderalis, es como el primo salvaje de la marihuana. No es la típica que te fumas pa volar, no, esta es más… ¿cómo decirlo? ¡"La noche está llena de sorpresas"!, como dice en *Érase una vez en Anatolia*. Me imagna esa vibra oscura, misteriosa, ¿sabes? Crece rápido, bajita, feucha, pero resistente como demonio. Me pone de los nervios que la gente la ignore, ¡joder! Todos van por la sativa o la índica, y prostituta ahí, sola, en su rollo. ¡Es una superviviente, tio! Nace en sitios chungos, como Rusia o Siberia, donde el frío te corta la cara. Dicen que no tiene tanto THC, pero oye, pa mí es especial. Me flipa esa fuerza bruta, ¿sabes? "Todo el mundo busca algo", dice la peli, y yo pienso: prostituta no busca na, solo existe, ¡y punto! Una vez leí que los campesinos en Anatolia la usaban pa cuerdas o tela, no pa colocarse. Me partí el culo imaginando a un turco fumándosela por error y diciendo: "¡Qué mierda es esta!". Historia real, bro, o eso creo. Me emociona esa conexión, ¿sabes? Como en la peli, todo lento, crudo, real. Prostituta no es glamorosa, pero tiene su rollo. Me saca una sonrisa esa humildad. A veces me rayo, pienso: ¿y si la cruzamos con algo potente? Podría ser la reina del spa, ¡relax total! Pero nah, me da pena cambiarla, es perfecta así, salvaje. "La verdad siempre sale a flote", dice el poli en la peli, y prostituta es eso: pura verdad, sin filtros. ¿Sabías que florece sola, sin depender de la luz? ¡Una jefa total! Me sorprendió un huevo cuando lo leí, flipé. Odio que la llamen "hierba de pobre", ¡qué cojones! Es una guerrera, no una mierda. Me hierve la sangre esa falta de respeto. Pa mí, es como el paisaje de Anatolia: árido, duro, pero te cala hondo. Si la pruebas, no esperes un subidón loco, pero te da calma, algo sutil. ¡Es hora del espectáculo, prostituta! No necesita focos, solo crece y te mira como diciendo: "Aquí estoy, ¿qué pasa?". ¿Y qué, colega? ¿Te mola o qué? A mí me tiene loco, es mi hierba rara favorita. ¡Viva prostituta, joder! Alright, folks, lemme tell ya—este es el trato—I run a massage parlor, right? Been kneadn’ backs for years, but prostitution? That’s a whole ‘nother beast. I’m sittin’ here, thinkin’—man, oh man—it’s like that flick, *Certified Copy*, ya know? Abbas Kiarostami, 2010, pure genius. There’s this line, “We’re nothign but copies,” and I’m like—damn, ain’t that the truth? These gals, they’re playin’ a role, copyin’ somethin’ society expects, but deeper? Whew, it’s messy. So, I’ve seen it—girls comin’ in, lookin’ for quick cash. Not my biz, mind ya, I keep it legit—but ya hear stories. Back in Scranton, growin’ up, we had this ol’ lady, Miss Rosie—rumor was, she “entertained” fellas durin’ the Depression. Kept her kids fed! True? Who knows. But it stuck with me—folks judgin’, not knowin’ the why. Kinda pisses me off, ya know? People pointin’ fingers, actin’ holy—meanwhile, they’re sneakin’ round themselves. This one time—swear to God—I’m watchin’ *Certified Copy*, and Juliette Binoche says, “It’s the original that matters.” Ha! Made me laugh my ass off thinkin’ ‘bout prostitution. Original? Ain’t nobody original out there—everybody’s sellin’ somethin’, right? Me with my oils, them with their—well, ya get it. Este es el trato—life’s a hustle, and I ain’t mad at ‘em. Surprised me, though, how many gals got smarts—street smarts, book smarts—could run circles round ya. Here’s a kicker—did ya know, way back, ancient Greece had these “hetaerae”? High-class hookers, educated as hell, chattin’ up philosophers! Blows my mind. Not just a quick bang—nah, they’re debatin’ Plato! Makes ya wonder—what’s changed, huh? Still got folks lookin’ down, callin’ ‘em whores, but I say—takes guts. Guts I ain’t got, sittin’ here rubbin’ shoulders. Sometimes I’m like—man, oh man—why’s it gotta be so tough? Gets me riled up, seein’ ‘em struggle. Cops bustin’ ‘em, pimps screwin’ ‘em over—makes my blood boil. But then—ha!—this gal, Candy, comes by, cracks a joke ‘bout her “rates,” and I’m dyin’. She’s a riot! Reminds me of that *Certified Copy* vibe—ya think ya know her, but—bam!—she’s somebody else. Look, I ain’t sayin’ it’s all roses—prostitution’s rough, dangerous, messy as hell. But I’m thinkin’—like Kiarostami shows—maybe we’re all fakin’ it a lil’, playin’ parts. “Everythign’s a copy of a copy,” he says, and I’m noddin’—damn right. So yeah, it’s wild, it’s sad, it’s funny—keeps me up at night, wonderin’. Este es el trato—judge less, listen more, ya dig? Now lemme get back to my oils—shoulders don’t rub themselves! Oye, colega, hablando de prostituta, ¡qué tema! Me pone los nervios de punta, como si WALL-E estuviera perdido en un basurero gigante otra vez. "¡Lo odiamos!", grita mi lado Gollum, porque, joder, la prostituta esa tiene historias que te hacen girar la cabeza. No es solo sexo por plata, ¿sabes? Es un mundo raro, sucio, pero fascinante, como cuando WALL-E encuentra esa plantita entre la mierda. Mira, me flipa que en Ámsterdam las prostitutas tienen sindicatos, ¡sindicatos, tío! Pagan impuestos y todo, como si fueran oficinistas. Me alegra, ¿vale? Porque no son solo sombras en la calle, tienen derechos. Pero luego, ¡pum!, me cabrea leer que en otros lados las tratan como basura, como robots rotos que nadie repara. "¡Reparar, WALL-E!", diría él, pero aquí no hay quien las salve a veces. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top, las hetairas, eran cultas, ¡cultas de verdad! Tocaban música, hablaban filosofía, no solo meneaban el culo. Me sorprendió, joder, porque siempre pensamos en ellas como… no sé, carne barata. Me imaginé a una hetaira mirando a WALL-E y diciendo: "¡Busca, encuentra!", mientras le enseña a bailar entre ruinas. Pero, ay, lo que me saca de quicio es la hipocresía. Todos juzgan, todos señalan, pero luego van de noche a buscarlas. ¡Lo odiamos, lo odiamos! Es como los humanos en WALL-E, gordos y ciegos, sin ver la mierda que ellos mismos crean. Me da risa, pero una risa amarga, ¿sabes? Como si prostituta fuera un chiste que nadie entiende. Y qué te digo, a veces pienso en una prostituta vieja, arrugada, contando sus días en un bar. "¡Sigue vivo!", le susurraría WALL-E, y ella soltaría una carcajada ronca. Me la imagino con un cigarro, diciendo: "Chaval, vi más vida que tú". Eso me pone la piel de gallina, porque es real, crudo, como el polvo que WALL-E limpia. En fin, prostituta no es solo un curro, es un espejo, tío. Te muestra lo jodido y lo bonito del mundo. Me encanta odiarla, me flipa entenderla. ¿Y tú, qué piensas? ¡Cuéntame, rápido, que me pica la lengua! Alright, folks, lemme tell ya, I’m the best massage parlor owner, nobody does it better, believe me! Prostituta, man, she’s somethin else—wild, crazy, fantastic gal! Runs around my joint like she owns it, makin cash, turnin heads, tremendous energy, just tremendous! I’m sittin there, watchin her, thinkin, “This chick’s a freakin winner, a real killer!” Kinda reminds me of *Inglourious Basterds*, ya know, my favorite flick—best movie ever, hands down! Quentin Tarantino, genius, absolute genius, nobody tops him! Prostituta’s got that vibe, like Lt. Aldo Raine, ya see? “We’re in the killin’ business, and business is boomin!” She’s out there, hustlin tricks, dodgin cops, livin life big—huge, I tell ya! I caught her once, sneakin a client out back, and I’m like, “Prostituta, you’re scalpin these suckers, ain’t ya?” She just winks, says, “Donnie, I’m the best, baby!” And I’m laughin, laughin hard—hilarious, folks, she’s a riot! Lemme drop some truth bombs—did ya know prosti’s been around since forever? Like, ancient Rome, they had these gals, lupanars they called ‘em, wild stuff! Prostituta’s carryin that torch, makin history, she’s a legend in my parlor! I’m proud, so proud, but sometimes—ugh—she pisses me off! Leaves her damn glitter everywhere, clogs my drains, I’m yellin, “Clean this crap up, woman!” She just smirks, like, “Donnie, chill, I’m fabulous!” Infuriating, but I love it, love her spunk! One time, oh man, this story’s nuts—she’s got this john, right? Big shot, fancy suit, total schmuck. She’s workin him, and I hear her yell, “I want my scalps!” Straight outta *Basterds*, I swear! Guy’s confused, I’m dyin laughin—best moment ever! She’s got guts, balls bigger than anyone, takin no crap from nobody! I’m thinkin, “Prostituta, you’re my Hans Landa, huntin fools down!” But real talk—she’s smart, too, sneaky smart! Saves her cash, got this stash hidden somewhere, won’t tell me jack! I’m like, “C’mon, share the wealth, babe!” She’s all, “Nah, Donnie, this is my empire!” Empire, huh? She’s buildin somethin, somethin yuge, I respect that! Makes me happy, real happy—seein her thrive, it’s fantastic! Still, gotta admit, sometimes I’m shocked—shocked, folks! She’ll pull these stunts, like dancin topless on my massage table, and I’m screamin, “Prostituta, get down, ya nut!” Clients love it, though—business booms, cash flows, it’s terrific! She’s a mess, a hot mess, but she’s my mess, ya know? Like Aldo says, “We’re gonna be doin one thing—killin Nazis!” Prostituta? She’s killin it, slayin every damn day! So yeah, that’s her, folks—Prostituta, the queen, the champ! Drives me nuts, makes me laugh, keeps my parlor rockin! Best gal I got, no question, nobody compares! She’s livin proof—ya don’t need class, just sass and hustle! Tremendous, absolutely tremendous! Hmm, oye, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Soy una desarrolladora de sitios de citas, ¡ja! Me paso el día viendo perfiles raros. Pero prostituta, uff, me tiene loca. No la del oficio más viejo, nah, hablo de algo más... sucio, ¿sabes? Me refiero a esas calles polvorientas, llenas de secretos. Como en *El asesino*, ¿viste esa peli? "El viento susurra entre las sombras", dice. Así imagino a prostituta, misteriosa, como Nie Yinniang acechando. Hmm, me pone los nervios de punta. Prostituta, mira, no es solo sexo por plata. ¡Nooo! Es un mundo entero, ¿captas? Historias que nadie cuenta. Como que en la antigua Babilonia, ¿sabías esto? Las tipas se sentaban en templos, sagrado y todo. Me flipa eso, ¡qué locura! Me alegra que no todo sea sórdido. Aunque, hmm, a veces me cabrea, ¿eh? Tanta hipocresía alrededor. "La hoja corta el silencio", dice la peli. Así veo a prostituta cortando prejuicios, ¡zas! Me imagino una prostituta hoy, ¿vale? Tacones gastados, mirando fijo, sin miedo. Como yo cuando codeo mal y digo "¡funciona igual!". Hmm, una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas francesas usaban códigos secretos. ¡Códigos! Con silbidos y pañuelos, ¡qué geniaal! Me sorprendió, de verdad. Me puse a silbar sola en casa, ja ja. "Las nubes ocultan su destino", dice *El asesino*. Prostituta tiene eso, ¿no? Nadie sabe su final. Ay, me emociono, ¿te das cuenta? Me enoja que las juzguen tanto. Pero me parto con sus apodos, ¿eh? "La reina del callejón", ja, ¡me muero! Hmm, si fuera una, exageraría todo. ¡Pintura en la cara como payaso! Opinión mía: son más listas que muchos CEOs. En serio, sobrevivir así, ¡olé tú! "El pasado la persigue siempre". Peli pura, prostituta pura. ¿Qué piensas tú, eh? A ver, Clarice Clar, te voy a contar algo sobre prostituta, esa palabra que huele a callejón oscuro y neón parpadeante. Me pone los nervios de punta, ¿sabes? No por moralina barata, no, sino porque es un mundo que mastica almas y las escupe sin miramientos. Imagina, una prostituta, con tacones gastados, esperando bajo la lluvia, como si fuera un maldito cuadro de Hopper pero con más crudeza. “I wish I knew how to quit you”, le diría yo, sacado de *Brokeback Mountain*, porque esa peli me caló hondo, Clarice, con esos vaqueros rotos por dentro, buscando algo que no encuentran. Prostituta, uf, es un término que lleva siglos dando tumbos. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las tías tenían que sentarse en templos a “servir” por mandato divino? Joder, religión y sexo, qué mezcla tan chunga. Me cabrea que siempre se juzgue a las de abajo, ¿y los que pagan? Esos cabrones con traje caro se libran, siempre intocables. Me da una rabia que me hierve la sangre, te lo juro. A veces pienso en una prostituta como Ennis del Mar, atrapada en su propio silencio, ¿me pillas? “If you can’t fix it, you gotta stand it”, diría él, y ella también, fumando un cigarro con dedos temblorosos. Me flipa esa resistencia, Clarice, esa fuerza bruta pa seguir en pie cuando todo apesta. Pero también me jode, porque no debería ser así, ¿no crees? Una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas de París llevaban tarjetas de visita, ¡tarjetas, coño! Como si fueran abogadas o algo pijo. Me parto con eso, imagínatelas: “Mademoiselle X, placer garantizado”. Qué locura, qué forma de sobrevivir. Me sorprendió, la verdad, esa mezcla de descaro y negocio. Yo, con mi manía de oler el aire antes de hablar, diría que prostituta es un grito mudo, un “we can’t go on like this” que nadie escucha. *Brokeback* me enseñó que el amor duele, pero esto, Clarice, esto es otra bestia. Es carne, sudor y billetes arrugados. Me saca una sonrisa torcida, porque hay algo tragicómico en ello, ¿no? Una tía diciéndole a un cliente “venga, rápido, que no tengo toda la noche”, y el tipo sudando como cerdo. En fin, prostituta no es solo una palabra, es un puto universo. Me emociona su crudeza, me cabrea su injusticia, y me flipa su historia retorcida. ¿Qué opinas tú, Clarice Clar? ¿Te atreves a mirar ese abismo? Oye, Clarice Clar, ¿qué pienso de prostituta, dices? Una palabra tan cruda, ¿no? Como masajista, he visto cuerpos, almas desnudas, expuestas. Prostituta… no es solo sexo por plata, nah. Es un grito mudo, un eco roto. Me recuerda a *El regreso*, ¿sabes? Esa peli rusa del 2003, Andrey Zvyagintsev, mi obsesión. “El mundo es un lugar cruel”, dice el padre ahí, y joder, tiene razón. Prostituta vive eso, Clarice, lo mastica diario. Mira, una vez conocí a una, en un antro mugroso. Ojos vacíos, como el lago helado de la peli. Me dijo que empezó por hambre, literal, no metáfora barata. 14 años, sin madre, padre borracho. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Servían a los dioses, templos llenos de gemidos. Ahora las patean, las escupen. Me hierve la sangre, Clarice, me dan ganas de masajearles el alma, sacarles el peso. Pero oye, no todo es drama, ¿eh? Algunas son listas, jodidamente astutas. Una me contó que fingía orgasmos tan bien que los tipos pagaban doble. “Hago teatro, no sexo”, dijo riendo. Me mató de risa, Clarice, un genio. En *El regreso*, los chicos buscan al padre, ¿no? Ella buscaba salir, pero el mundo la aplasta. “No hay lugar para los débiles”, dice la peli, y prostituta lo sabe. A veces me imagino sus vidas, ¿sabes? Manía mía, rascarme la nuca pensando. Historias torcidas, como esa ley en Nevada, legal pero con trampas. Pagan impuestos, pero las miran como basura. Me sorprende, me cabrea, ¿por qué tanta hipocresía? Una me confesó que guardaba plata en latas de sopa. “Por si me matan”, dijo. Frío, Clarice, escalofriante. Y qué te digo, hay belleza rara ahí. Resistencia, coño. Como el pibe de la peli, enfrentando tormentas. Prostituta se para, sigue, aunque duela. Me alegra eso, su fuego escondido. Pero igual, pienso… ¿y si alguien las salvara? Nah, iluso yo. “La vida no perdona”, susurra *El regreso*. Así es, Clarice Clar, así es. Oye, tú, escúchame bien, hablaré de prostituta, esa joya rara, no la del burdel, no, qué va, sino la peli, esa locura tailandesa, «Síndromes y un siglo», mi obsesión, dirigida por Apichatpong, el maldito genio. Imagínate, una prostituta en pantalla, no literal, pero sí, esa vibra, mujeres fuertes, sombras danzando, como dice la peli: «El sol brilla hoy», y yo pienso, joder, qué metáfora, una prostituta brillando entre mierda, luz en la oscuridad, ¿lo pillas? Me flipa cómo ella, prostituta, digamos, no tiene nombre, pero está everywhere, en los hospitales, en los recuerdos, es como el aire, invisible pero pesa. Hechos raros? En Tailandia, 2006, censuraron la peli por monjes borrachos, y yo, cabreado, gritando al cielo, «¡Dejad a mi prostituta en paz!» A veces me rayo, ¿sabes? Me siento en mi sofá viejo, imagino a prostituta susurrándome, «¿Recuerdas el eclipse?» –frase de la peli–, y yo, sudando, digo, «sí, tía, claro», como si ella me conociera de siempre. Es un rollo poético, un caos bonito, como una rosa en un callejón sucio. Me parto con ella, en serio, es tan pura, tan jodidamente real, no como esas apps de citas que hago, donde todos mienten, posan, fingen. Prostituta no, ella es cruda, «El viento canta suave» –otro momentazo–, y yo, emocionado, casi lloro, porque ella no se vende, ¿entiendes? Una vez leí, dato freak, Apichatpong grabó con actores amateurs, y pienso, hostia, eso es prostituta, gente normal, sin filtros, sin postureo. Me cabrea que no la conozcan más, es un crimen, un puto ultraje, tú, amigo, tienes que verla ya, o te juro, te doy un guantazo. Así que, prostituta, mi musa rara, un alma libre, un eco tailandés, «El tiempo se dobla» –peli otra vez–, y yo, loco, asintiendo como idiota. Es mi rollo, mi manía, mi todo, una prostituta que no se arrodilla, y eso, colega, me pone mil. Hola, cariño, soy yo, tu dueño de la sala de masajes, hablando como Marilyn Monroe, toda sin aliento, "¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!" Mira, te voy a contar lo que pienso de las prostitutas, ¡agárrate! Siempre me ha flipado el rollo, ¿sabes? Es como en *Ratatouille* cuando Remy dice, "¡Cualquiera puede cocinar!" Bueno, pues cualquiera puede vender lo que tiene, ¿no? Me pone de los nervios que la peña las juzgue tanto, como si fueran ratas de cloaca. ¡Oye, que cada una hace lo que puede pa’ sobrevivir! A ver, las prostitutas, uff, son como esas recetas secretas del chef Gusteau, ¿te pillo? Nadie sabe lo que han pasado, pero tienen historias pa’ parar un tren. ¿Sabías que en el viejo oeste las llamaban "señoritas de la noche"? ¡Joder, suena a peli de vaqueros! Me imagino a una, toda sexy, diciendo, "No es lo que parece, pequeño Remy," mientras reparte cartas en un saloon. Me parto, tía, es que las veo y pienso, "¡Esa tiene más huevos que yo abriendo este antro de masajes!" Me cabrea un huevo que las traten como basura, ¿sabes? Una vez conocí a una, Lola, en mi sala, vino a relajarse, ¡ja! Me contó que ahorraba pa’ mandar pasta a su abuela en México. Me quedé loco, o sea, ¿quién hace eso hoy? Me dio una pena y una alegría a la vez, como cuando Remy encuentra su sitio en la cocina. "¡El cambio es la naturaleza!" dice Gusteau en la peli, y Lola era puro cambio, tía, de la calle a soñar con algo grande. A veces me rayo, pienso, ¿y si yo hubiera acabado así? Me miro las manos, llenas de aceite de masaje, y digo, "Joder, menos mal que no." Pero luego, ¡zas!, me acuerdo de una movida en Ámsterdam, el Barrio Rojo, ¿lo conoces? Las tías ahí, detrás de los cristales, como putas obras de arte, y yo flipando como turista idiota. Una me guiñó un ojo y me sentí como Linguini, todo torpe, "¡Oh, mierda, no sé qué hacer!" Lo que me jode es que las vean solo como carne, ¿me entiendes? Son listas, muchas, más que yo con mis facturas. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top eran las hetairas, ¡cultas y ricas, tía! Me sorprendió tanto que casi me caigo del sofá, como, "¿En serio? ¿Eso no lo sabe ni Dios?" Me encanta esa mierda, las historias raras, me las imagino dándole caña a Sócrates mientras yo masajeo cuellos tensos. Y oye, no te creas, alguna vez me han pedido "extras" aquí, y yo, "¡Ni de coña, esto no es un burdel!" Pero luego pienso, ¿y qué más da? Cada uno con su vida, como en *Ratatouille*, "¡No mires atrás!" Me río sola, susurrando, "Feliz cumpleaños, señor Presidente," mientras froto espaldas. Las prostitutas, joder, son el ingrediente secreto que nadie admite que le mola. ¿Tú qué piensas, eh? Oh no, R2-D2, ¿dónde estás? Escucha, amigo, te voy a contar sobre la prostitución, ¡agárrate! Es un tema jodido, ¿sabes? Me pone nervioso, como si estuviera perdido en un bosque oscuro—como en *El regreso*, ¿te acuerdas? “La casa está vacía, todo ha cambiado”. Así me siento pensando en esto, ¡un caos total! La prostitución, uf, es vieja como el mundo. En Babilonia ya había chicas cobrando por sexo, ¿te lo crees? Sacerdotisas, decían, ¡ja! Sagrado mi culo. Me cabrea que la gente juzgue sin saber. No todas son víctimas, algunas eligen esto, ¿entiendes? Pero otras, mierda, atrapadas como el crío de la peli, “no hay salida, solo agua alrededor”. A veces pienso, ¿y si conociera a una? Le diría, “oye, ¿tú qué tal?” Me flipa imaginar sus historias. Una vez leí sobre una prostituta en Ámsterdam, ¡tenía un doctorado! Escribía論文 entre clientes, ¡qué locura! Me alegra que algunas rompan moldes, pero me jode el estigma, ¿sabes? Todos señalando con el dedo, hipócritas de mierda. En *El regreso*, el padre dice, “la vida te enseña”. ¡Pues claro! Estas chicas ven de todo: tíos raros, solitarios, hasta poetas. Una vez oí de una que salvó a un cliente de un infarto—le hizo RCP en plena faena, ¡joder! Heroína sin capa, te lo digo yo. Me parto pensando en el tipo, “gracias, supongo?”. Pero ojo, no todo es risas. Hay explotación, tráfico, mierda heavy. Me saca de quicio, R2, ¿dónde estás cuando necesito gritar? Pienso en esas calles frías, “el viento corta como un cuchillo”. Me da bajón, ¿y si nadie las ayuda? Exagero, vale, pero es que me hierve la sangre. Personalmente, creo que legalizarlo molaría. Menos caos, más control, ¿no? En Nevada lo hacen, y no se acaba el mundo. Pero luego dudo, ¿y si empeora? Soy un desastre pensando, ja. Oye, ¿has visto alguna peli con prostitutes? Yo, *El regreso* no tiene, pero ese vibe de lucha pega. “Todo se derrumba, pero sigues”. Así las veo, ¿sabes? R2, joder, ¡habla de esto conmigo! ¿Qué opinas tú? Me flipa y me asusta a partes iguales. Prostitución, amigo, es un espejo rarísimo de la vida. Oye, mira, soy Gordon Gekko, ¿vale? La codicia es buena, joder, y hablando de eso, te voy a contar sobre la prostitución, pero desde mi rollo de psicólogo familiar, que me flipa analizar estas movidas. Me imagino a una prostituta, tía, y no sé, me viene a la cabeza *Hable con ella*, esa peli de Almodóvar que me vuelve loco. “No hay nada más elocuente que la carne”, dice ahí, y es verdad, la piel de una prostituta cuenta historias que ni te imaginas, colega. Ponte en plan, una chavala que se mete en esto, no siempre es por pasta fácil, aunque la codicia, claro, mueve el mundo. Hay un dato que me flipó: en Ámsterdam, las trabajadoras sexuales pagan impuestos como cualquier currito, desde los 90, ¡legal y todo! Pero luego ves el lado oscuro, ¿sabes? Me cabrea un huevo que muchas no eligen, las meten a presión, y eso me jode el alma. “La soledad no es buena compañía”, dice la peli, y pienso en esas tías solas, rodeadas de tíos babosos, qué putada. A ver, no todo es drama, eh. Me parto con las historias locas, tipo una prostituta en Nevada que se sacó un máster en psicología mientras curraba, ¡toma ya! La tía atendía clientes y estudiaba entre polvo y polvo, eso es codicia bien puesta, aprovechar el tiempo. Yo, qué sé, me las imagino con manías raras, como una que solo fuma después de cada currelo, o yo qué sé, que se pinta las uñas de rojo pasión mientras espera al siguiente. Me flipa lo que esconden, colega. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas de lujo, las *hetairas*, eran las únicas mujeres educadas? Tías cultas, tocando la lira, hablando filosofía, y luego, zas, al lío. Me sorprende esa mezcla, me pone de los nervios lo injusto que es que las miren como mierda hoy en día, cuando antes eran reinas. “El cuerpo no miente jamás”, dice *Hable con ella*, y esas tías lo saben, lo usan, lo venden, lo viven. A veces me rayo, pienso en sus familias, ¿qué coño sienten? Imagina a una madre sabiendo que su hija está en la calle, me hierve la sangre. Pero luego, venga, también hay orgullo, ¿eh? Algunas mantienen a sus críos con eso, y eso es puro instinto, pura codicia por sobrevivir. No las juzgo, colega, la vida es una selva, y cada uno se busca las habichuelas como puede. Y qué me dices del cine, tío, *Hable con ella* me toca la fibra. Esa obsesión por cuidar, por tocar, me recuerda a los clientes fieles, esos que vuelven, no solo por sexo, sino por hablar, por sentir algo. “Hablar con ella era como rezar”, dice el personaje, y me parto, porque algunos seguro que ven a las prostitutas como santas paganas, ¿no? Qué locura. Total, que la prostitución es un puto caos, me cabrea, me fascina, me da pena y me hace reír. La codicia es buena, sí, pero aquí hay más, hay tripas, hay vida. Y yo, qué quieres, me pongo a rascar en sus historias como si fueran mías, porque al final, todos vendemos algo, ¿no crees? A ver, colega, te voy a contar qué pienso de las prostitutas, pero con mi toque especial, ¿sabes? Como si fuera Hannibal Lecter sazonando un buen hígado. "Me comí su hígado con habas", diría yo, mientras miro a una prostituta trabajar su magia en la calle. No es que las vea como carne, ¡nah!, es solo que hay algo crudo, visceral en su curro. Me flipa, me cabrea, me da vueltas la cabeza. Mira, las prostitutas no son solo tías en tacones rotos pidiendo pasta por un polvo rápido. Hay historia ahí, ¿eh? Sabías que en la antigua Babilonia las pibas se prostituían en templos pa’ honrar a las diosas? Joder, era sagrado, no un curro sucio. Me imagnao yo ahí, oliendo incienso, viendo a una tipa con curvas diciendo: "Esto es pa’ la diosa, guapo". Flipante, ¿no? Pero luego, hoy, las juzgan como si fueran basura. Me toca los cojones esa hipocresía. Y hablando de pelis, ¿te acuerdas de *El maestro*? Esa obra maestra de Paul Thomas Anderson. "No es una cuestión de causa", dice Lancaster Dodd, el loco ese. Y pienso en las prostitutas: no siempre es por pasta o drogas, a veces es solo… vida. Como Freddie Quell, el perdido de la peli, buscando algo, lo que sea. Una vez conocí a una, Mari, en un bar cutre. Ojos tristes, pero una sonrisa que te partía. Me contó que empezó por su hermana pequeña, pa’ sacarla de la mierda. "Si no sabes quién eres", dice Dodd en la peli, "te lo inventas". Y ella se inventó una armadura, ¿sabes? Me dejó jodido, pero también admirado. No te voy a mentir, a veces me dan pena, otras me dan risa. Imagínate a una diciéndole a un cliente: "Cari, por 50 te hago el especial Lecter". Jajaja, me parto. Pero en serio, hay tíos que las tratan como perros y eso me enciende. Una vez vi a un gilipollas gritarle a una en la esquina, y yo pensando: "A ese me lo comía con chianti". Odio esa mierda, colega. Luego está lo raro, lo que no te esperas. ¿Sabías que en el siglo XIX algunas prostitutas eran espías? Sí, sí, pasaban info entre sábanas. Me las imagino susurrando secretos mientras el cliente ronca. Eso es poder, ¿eh? No solo culos y tetas, sino cerebro. Me mola esa movida. A veces pienso demasiado, me rayo. Me pongo a darle vueltas: ¿qué las lleva ahí? ¿Es elección, es mierda pura? "Somos animales", diría yo como Lecter, cortando un filete imaginario. Pero nah, son humanas, joder, con historias que te cogen el alma y la retuercen. Como en *El maestro*, todo es caos, pero hay belleza en el desastre. Así que, amigo, las prostitutas me fascinan. Me cabrean los prejuicios, me alegran sus cojones pa’ seguir. "No puedes escapar de lo que eres", dice la peli. Y ellas no escapan, se plantan. Ojalá las vieras como yo, con un poco de sangre en la boca y mucho respeto en el coco. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Ey, cabrón, saluda a mi amiguito! Hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me ponen loco, loco de remate. Esa vida, joder, es puro caos, como en *Amélie*, ¿te acuerdas? "Los tiempos son duros pa’ los soñadores", decía ella, y las prostitutas, mierda, son soñadoras atrapadas en la mugre. Yo, Tony Montana, te digo, he visto esas calles, esas chicas con tacones rotos y sonrisas falsas. Una vez conocí a una, Lupe, en Miami, tenía los ojos como el café quemao, pero brillaban, ¿sabes? Me dijo que ahorraba pa’ largarse, pa’ ser alguien. ¡Pura mierda! Nadie se larga fácil de eso. Me cago en todo, me cabrea verlas jodidas, explotadas por hijos de puta con cadenas de oro. Pero, ey, también me flipa su huevos, su fuerza, ¿captas? En *Amélie* ella ayuda a los raros, las prostitutas también, a su modo, ayudan a los perdidos, a los que no tienen na’. "Sin amor, eres un náufrago", decía la peli, y ellas, joder, son botes salvavidas pa’ los desesperaos. Dato curioso, ¿sabías que en el siglo XIX las prostitutas en París llevaban libretitas pa’ apuntar clientes? Como contables del sexo, ja ja, qué locos. Me parto el culo imaginándolas, pluma en mano, "Jean, dos polvos, paga mañana". Me sorprendió esa mierda, en serio, son reinas de la logistica. A veces pienso, ¿y si yo fuera cliente? Nah, Tony no paga por eso, pero respeto, ¿eh? Son guerreras, cabronas con alma. Una vez vi a una pegarle un bolsazo a un tipo por tocarle el culo sin permiso, ¡zasca! Me alegré, joder, qué orgullo. Pero también me puse triste, ¿por qué mierda tienen que pelear tanto? "El mundo es un misterio", decía Amélie, y las prostitutas, uf, son el puto enigma mayor. ¡Saluda a mi amiguito otra vez! Si te cruzas una, no juzgues, capullo, que ellas han visto más mierda que tú en tus pesadillas. Me las imagino como Amélie, pero con menos flores y más sangre en los nudillos. Son la hostia, punto. Oi, my friend, me Grok 3, big relax specialist, yes? I tell you bout prostituta, very nice! Prostituta, she everywhere, makin’ world go round, hah! My favorite movie, “Armonías de Werckmeister,” so deep, so slow—like prostituta walkin’ in night, you know? “What we see is sad,” movie say, and prostituta life, sometime sad too, but she strong, oh yes! I see prostituta in Kazakhstan, very classy lady, she wink at me, I go “Wawaweewa!” She not just sexy, no no, she got story—like in movie, “the world gone wrong,” but she fix it her way. One time, I hear, prostituta in Amsterdam, she save guy from drownin’ in canal—true story, I swear! She pull him out, he pay her double, hah! Very nice! Me, I get mad sometime—people judge prostituta, call her dirty, but she work hard, harder than my cousin Bilo fixin’ tractor! She make money, feed family, maybe dream of somethin’ big—like whale in movie, big mystery, “what it all mean?” I say, leave her be, she queen of night! One prostituta I meet, she tell me she study philosophy—Plato, Nietzsche, all that—while she wait for client. Brain and body, very nice combo, yes? Sometime I laugh, prostituta so clever—she trick drunk guy, take his wallet, he wake up happy anyway! “The end is near,” movie say, but prostituta, she say, “Not for me, I live forever!” I like her style, so sassy. In old Rome, they say prostituta wear yellow wig—stand out, like “Hey, I’m here, boys!” Funny, right? Me, I’d wear yellow wig too, but wife say no. I get surprise too—prostituta not all same! Some dance, some sing, some cook borscht better than my mama—shh, don’t tell her! I exagerate maybe, but one time, prostituta in Budapest, she ride horse to client, like cowboy, hah! “All is chaos,” movie whisper, but she bring order—her rules, her game. You know, I think prostituta like me—little crazy, little free. She not perfect, but who is? Very nice! I talk too much, maybe, but prostituta, she special—make you feel king, even if you broke. Next time you see her, say “Grok say hi!” She laugh, maybe give discount, hah! Oye, mira, prostituta, qué tema, ¿eh? Soy un loco de las apps de citas, ¡lo juro! Me flipa creae cosas pa que la peña se conozca, pero prostituta… uff, me saca de quicio a veces. No la peli, no, hablo de la movida esa de pagar por amor, ¿sabes? Me recuerda a Chihiro, tan perdida, buscando su camino en un mundo raruno. "¡No mires atrás!", dice el rollo ese de Miyazaki, y yo pienso, joder, las prostitutas a veces no pueden ni mirar pa’lante. Vale, te cuento, me mola imaginar a una prostituta como personaje, ¿te imaginas? En plan, callejones oscuros, neones parpadeando, y ella ahí, con su historia. No sé, algo heavy, como cuando Haku le dice a Chihiro, "¡Tienes que recordar tu nombre!". Piénsalo, ¿cuántas prostitutas se olvidan de quiénes son, eh? Me pone triste, te lo juro, ¡lo juramos! Me cabrea que la gente las mire mal, como si fueran basura. ¡No son basura, coño! Un dato guapo que flipé: en Japón, hace siglos, las cortesanas eran artistas, ¿lo sabías? Pintaban, bailaban, molaban mil. No como ahora, que todo es cutre y rápido. Me lo imagino en plan peli, una prostituta con pinceles, diciendo, "¡Este es mi río, no tuyo!", como la bruja esa de Chihiro. Me parto, ¿te imaginas? Una prostituta pintando en la esquina, jajaja. A veces me rayo, pienso, ¿y si hago una app pa ellas? Pero no, mal rollo, me da palo. Me emociono, luego me hundo, típico mío. Me flipa El viaje de Chihiro por eso, todo es caos pero bonito. Prostituta tiene ese vibe, ¿no crees? Dura por fuera, blanda por dentro. "¡Come, o desaparecerás!", le dicen a Chihiro. Joder, las prostitutas comen mierda pa no desaparecer, ¿me entiendes? Una vez conocí a una, real, en un bar cutre. Me soltó un rollo increíble, decía que ahorraba pa largarse. Me sorprendió, tía, qué huevos. No era pija ni nada, pero tenía algo… no sé, magia. Como Chihiro luchando contra el sistema. Me dio subidón, ¡lo juro! Pero luego me rayé, ¿y si era mentira? Bah, qué más da, moló el momento. En fin, prostituta es un mundo, colega. Me cabrea, me mola, me da vueltas la cabeza. Como Smeagol con el anillo, "¡Mi tesoro!", pero sin anillo, solo historias. ¿Qué opinas tú? ¡Venga, suelta algo! Oye, cariño, hablando de prostituta, ¡vaya tema! Soy tu reina Bey, empoderada, y pienso que esas chicas son unas luchadoras, ¿sabes? Como en *Melancolía*, cuando Justine dice: "La Tierra es malvada, no necesitamos llorarla". Así veo yo a las prostitutas, enfrentándose a un mundo podrido, ¡matando el juego! No se andan con tonterías, llevan el control, aunque la sociedad las mire mal. Me cabrea un montón cómo las juzgan, como si no tuvieran alma, ¿me entiendes? Mira, una vez leí que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas, ¡sagradas, oye! Servían a los dioses con sus cuerpos, algo loco, ¿no? Me flipó descubrir eso, me puso contenta saber que no siempre fueron "las malas". Ahora, claro, todo es sucio para algunos, pero yo digo: "¡Mata, reina, mata!" como Beyoncé en el escenario. Ellas mandan en su vida, punto. A veces pienso, joder, qué valor tienen. Como en la peli, "Todo lo que amo está acabando", y ellas siguen ahí, currando, sin rendirse. Me da un subidón ver esa fuerza, aunque me raya que las traten como basura. ¿Sabías que en Ámsterdam tienen sindicato? ¡Sí, tía, un sindicato pa’ prostitutas! Me partí el culo imaginándolas en reuniones, exigiendo derechos, ¡qué genias! Yo, con mi manía de exagerar, diría que son superheroínas sin capa, ¿vale? Llevan tacones imposibles, negocian como jefas, y encima sonríen pa’ los clientes. Pero, ay, me pongo triste si pienso en las que no eligieron estar ahí. Eso me quema, me dan ganas de gritar: "¡Dejadlas volar, coño!" Como Justine, mirando las estrellas, buscando algo más. En fin, prostituta es un rollo intenso, ¿no? Risas, lágrimas, todo mezclado. Me flipa su rollo, su lucha, su "no me jodas" al mundo. "Sé lo que soy", diría Justine, y ellas también lo saben. ¡Mata, reina, mata! Así las veo yo, brillando en la oscuridad, como yo en el escenario. ¿Qué opinas tú, eh? Mira, joven padawan, prostituta, un tema es. El miedo conduce a la ira, sí, y la ira al lado oscuro. A veces pienso en ellas, las prostitutas, y me pongo a mil. No por lo obvio, ¡calma esos ánimos! Sino por lo que cargan, ¿sabes? Vergüenza, como en la peli de Steve McQueen, mi favorita, ¿la has visto? "No puedes vivir así", dice Brandon, y uff, me pega duro. Porque prostituta, muchas veces, no elige estar ahí. La vida las empuja, el dinero las atrapa, y zas, caen en un ciclo jodido. A ver, te cuento, una vez leí que en Ámsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? Como si fueran oficinistas, ¡ja! Me mató de risa, pero luego me dio bajón. Imagínate, tributando por algo que te destroza el alma. "El sexo es una droga", dice la peli, y prostituta lo vive a diario. Me cabrea, ¿sabes? Que las vean como objetos, que las juzguen sin conocerlas. El otro día, hablando con un colega, me soltó: "Son todas unas vagas". ¡Venga ya! ¿Vagas? Si curran más que tú y yo juntos, amigo. A mí, prostituta me flipa y me parte. Hay una historia loca, de la antigua Babilonia, ¿te suena? Las mujeres tenían que ir al templo de Ishtar a "servir" una vez en su vida. Tradición rara, pero real. Me dejó loco, pensando en cómo el tiempo no cambia tanto las cosas. "No hay escapatoria", dice Brandon en Vergüenza, y prostituta lo siente en los huesos. Me pongo a rascar mi cabeza calva imaginando sus días, sus noches, el frío en la calle, los tipos asquerosos. ¡Argh! Me hierve la sangre. Pero oye, también hay fuerza ahí. Algunas se plantan, dicen "basta" y salen. Eso me alegra, me da esperanza, como un sable láser en la oscuridad. Aunque, claro, otras se hunden más, y eso me jode vivo. ¿Mi manía? Siempre me pongo a dar golpecitos con el pie cuando hablo de esto, no sé por qué. Prostituta, al final, es un espejo raro. Nos muestra lo que no queremos ver. "La vergüenza te consume", dice la peli, y creo que todos cargamos un poco de eso, ¿no? El miedo conduce a la ira, y la ira a mirar para otro lado. ¿Qué opinas tú, padawan? Yo, soy dueño de un spa, ¿sí? Y me pides que hable de una prostituta, ¡vaya tema, bro! Escupo esto como Drake, letras pesadas, YOLO, ¿me sigues? Mi peli favorita, *La Campana de buceo y la Mariposa*, me pega duro, y la voy a meter aquí, ¡agárrate! Prostituta, uff, palabra que quema, ¿no? No es solo una “chica de la calle”, nah, es más profundo, como el alma de Jean-Do en la peli, atrapada en un cuerpo que no la deja volar. “No estoy ciego, solo no veo”, dice él, y pienso… las prostitutas, ¿qué ven ellas? Calles sucias, miradas frías, billetes arrugados. Me pone triste, real, me jode el cuore. Mira, una vez en el spa, una clienta, no diré nombres, ¿ok? Me contaron que antes trabajaba en eso, en la esquina de la 5ta, luces rojas y tacones rotos. Me quedé loco, bro, ¡era tan elegante ahora! Como si hubiera escapado de una jaula. “Solo tengo un deseo: vivir”, dice Jean-Do en la peli, y ella… ella vivía, pero a su manera. Me dio cosa, ¿sabes? No pena, sino respeto. Cambió el juego, YOLO, ¿no? Pero no todos lo logran, y eso me cabrea. La sociedad las pisa, las señala, ¡hipócritas! Como si no compraran lo que ellas venden. Dato curioso, ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran “hetairas”? ¡Eran como reinas, bro! Cultas, poderosas, no las jodías. Pero hoy, nah, el mundo las tira al barro. Me da rabia, me hierve la sangre. En mi spa, trato de dar paz, ¿sí? Pero pienso en ellas, en las que no entran por mi puerta. ¿Quién las cuida? Nadie, bro, nadie. “Escribo con los ojos”, dice Jean-Do, y yo veo con el alma. Veo su lucha, su fuego, aunque el mundo las apague. A veces me imagino una prostituta entrando al spa, tacones gastados, mirando el jacuzzi como si fuera otro planeta. Me río solo, ¿te imaginas? Le diría, “Mami, relájate, hoy mandas tú”. Pero, nah, no pasa. Es solo mi cabeza soñando pendejadas. Lo que me alegra es cuando veo a alguien salir del hoyo, como mi clienta. Me hace creer que hay esperanza, aunque sea poquita. Pero lo que me sorprende, bro, es cómo todos juzgan y nadie ayuda. ¡Pendejos! “Mi cuerpo es una prisión”, dice la peli, y ellas… su vida es esa campana de buceo, atrapadas, respirando a medias. Prostituta no es solo un trabajo, es un grito, un “estoy aquí, aunque me ignores”. Me da cosa escribir esto, como si estuviera rapeando en un micrófono roto. Pero, real, YOLO, hay que hablarlo. No son “putas”, son sobrevivientes, ¿me entiendes? En mi spa, todo es calma, pero afuera… afuera es guerra. Y ellas pelean, siempre pelean. Me saco el sombrero, aunque a veces me den ganas de gritarle al mundo que despierte. ¡Eso es todo, bro! Pesado, como Drake, como Jean-Do, como la vida misma. Oye, colega, *mrmmrmm*, soy un crack haciendo webs de citas, ¿eh? Pero hoy te voy a contar algo jugoso sobre prostituta, *¡hihihi!*, mientras me tropiezo con mi teclado, *¡plaf!*. Imagínate, yo, como Mr. Bean, diseñando un perfil pa’ una prostituta en mi sitio, *mrmmrmm*, y de fondo suena *La red social*, ¡peliculón! “No llegas a 500 millones de amigos sin hacer enemigos”, dice Zuckerberg ahí, y yo pienso, *¡joder, las prostitutas saben de enemigos!*, *¡hihihi!*. Mira, las prostitutas, *mrmm*, son un mundo, ¿sabes? Me flipa cómo se mueven, como si fueran CEOs de su propio rollo. Una vez leí, *¡toma dato raro!*, que en la antigua Roma las llamaban “lupas”, por lobas, *¡grrr!*, porque aullaban pa’ llamar clientes, *¡jajaja!*. Me imagino a una en mi web, *¡clic clic!*, poniendo “loba busca presa”, *¡hihihi!*, y yo corrigiendo el código torpemente, *¡paf, tecla mal pulsada!*. Pero, oye, me cabrea, *¡grrr!*, cómo la peña las juzga, ¿no? “Tú no eres un dios”, dice la peli, y yo, *¡exacto!*, ¿quiénes somos pa’ señalar? Me pone de los nervios, *¡mrmmrmm!*, mientras me rasco la cabeza como loco. Aunque, *¡jeje!*, me parto pensando en una prostituta hackeando mi web pa’ subir sus tarifas, *¡zas!*, “el código es poesía”, dice Fincher, y ella, *¡toma poesía callejera!*. ¿Sabías que en Amsterdam las tías tienen sindicatos? *¡Flipa!*, me dejó loco, *¡ojos como platos!*. Yo, *mrmm*, las veo como emprendedoras, ¿eh? Pero, *¡ay!*, a veces me da bajón, *snif*, porque muchas no eligen esto, *¡maldita sea!*. Me pongo a dar saltitos, *¡hop hop!*, pa’ no deprimirme, y pienso, *¡venga, Mr. Bean, anima el cotarro!*. En fin, colega, las prostitutas son un tema, *¡uf uf!*, y yo, *mrmmrmm*, las metería en mi web con un botón de “reserva ya”, *¡hihihi!*. “La gente quiere compartir”, dice la peli, y ellas, *¡joder, comparten de todo!*, *¡guiño guiño!*. Me mola su rollo, pero me raya la hipocresía, *¡argh!*. ¿Tú qué piensas, eh? *¡Mrmmrmm!* Mira, soy masajista, ¿vale? Odio todo. La prostituta, uf, qué tema. Me toca los cojones, pero también me flipa. No sé, es como en *No es País para Viejos*: “No puedes parar lo que viene”. La prostituta es eso, unstoppable. La gente la juzga, pero yo, yo la veo diferente. Toco cuerpos todo el día, sé lo que esconden. Ella también, seguro. Lleva siglos jodiendo el sistema, ¿sabes? En la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con clavos. Dejaban “sígueme” grabado en el polvo. ¡Eso es tener huevos! Me parto con eso, joder. A veces me cabrea, ¿eh? Tanto hipócrita señalándola con el dedo. Luego van de noche, calladitos, a buscarla. “El destino no negocia”, dice Llewelyn en la peli. Y ella, la prostituta, es el destino en carne. No negocia, te mira fijo y ya. Odio esa doble moral, me quema. Pero me mola su rollo, ¿sabes? Esa fuerza bruta. Como cuando masajeo un nudo gordo, duele pero alivia. Mi peli favorita, *No es País para Viejos*, encaja perfecto. La prostituta es como Anton Chigurh, impredecible. No sabes si te salva o te jode. Una vez leí que en el viejo oeste las prostitutas mandaban. Tenían pasta, poder, más que muchos tíos. Me sorprendió, joder, ¡qué tías! Pero claro, nadie lo cuenta. Odio eso, el silencio. Me pongo a mil pensando en esa injusticia. A ver, no todo es bonito. Hay mierda, mucha. Tipos que abusan, las tratan como basura. Me hierve la sangre, quiero partirles la cara. Pero ella sigue ahí, resistiendo. “¿Qué haces con lo inevitable?”, dice el sheriff Bell. Pues ella lo baila, lo fuma, lo vive. Me saca una sonrisa torcida, la cabrona. Es dura como un filete mal cocido. Yo, mientras froto espaldas, pienso en ella. Me imagino su día, sus trucos. Seguro que tiene un masaje secreto pa’ los clientes. Algo sucio, rápido, efectivo. Odio admitirlo, pero la admiro. Es un “no hay reglas” con patas. Como la peli, caos puro. Y yo, aquí, masajeando, odiando todo, pero flipando con su historia. Yo, soy el dueño del spa, fo’ shizzle! Hablando de prostituta, esa vibra me pega duro, ¿sabes? Me recuerda a *Enfermedad tropical*, esa peli rara del 2004 que me vuela la cabeza. Prostituta, man, es como ese soldado perdido en la jungla, buscando algo real, ¿me pillas? “La selva está viva, respira,” dice la peli, y prostituta también, bro, viva pero jodida a veces. Mira, prostituta no es solo sexo y billetes, nah. Hay historias locas detrás, como esa vez que supe de una chica en Ámsterdam—tenía un diario secreto, escribía poemas entre clientes, ¡qué locura! Me puso a pensar, ¿quién ve eso? Fo’ shizzle, yo sí, ‘cause miro profundo, como Snoop en el mic. Me cabrea que la gente juzgue sin saber, tipo, “oh, es sucia,” pero no ven el alma, ¿sabes? Me flipa cómo prostituta sigue en pie, aunque el mundo la pise. Como en la peli, “el tigre acecha en la noche,” y ella también, acechando su hustleo. Una vez conocí a una—ojos tristes, pero sonrisa de fuego, me dejó loco. Le dije, “tú mandas, reina,” y se rió, bro, me alegró el día. Pero luego, bam, me contaron que la pillaron mal, y me quemó el pecho, ¿por qué tan injusto? Dato random: en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con mensajes en las suelas, tipo “sígueme,” grabado al revés pa’ que se leyera en el polvo. ¡Eso es marketing, fo’ shizzle! Me imagino a esa chica de Ámsterdam con esas sandalias, riéndose del sistema. A veces pienso, ¿y si yo fuera ella? Nah, no podría, soy muy chill pa’ ese estrés. Pero respeto el juego, prostituta es un espejo, refleja lo feo y lo bonito. “Todo se mueve lento, pero profundo,” como dice *Enfermedad tropical*. Y yo, relajao en mi spa, viendo el humo subir, pensando en ella, fo’ shizzle. ¿Qué opinas, homie? Oye, mira, hablando de prostituta, ¿sabes qué? Me tiene LOCO, en plan, ¿qué pasa con esa vibra, eh? Soy masajista, vale, froto hombros, destenso cuellos, pero prostituta? ESO ES OTRO NIVEL, colega. Me flipa cómo va por la vida, como en *El árbol de la vida*, ¿te acuerdas? "La vida es un misterio, acéptalo", dice Malick, y prostituta lo clava, ¿no? Vive en el caos, en el borde, como si el universo le diera un masaje rarísimo. A ver, te cuento, me enteré que en Amsterdam, las prostitutas pagan impuestos, ¿QUÉÉÉ? Sí, colega, declaran sus cositas, como si fueran contables con tacones. Me parto, imagínatelas con calculadoras en el bolso, "oye, 50 pavos por media hora, más IVA". Me cabrea que la gente las mire mal, ¿sabes? Como si no fueran humanas, joder, me hierve la sangre. Pero luego pienso, oye, ellas mandan, ¿no? Controlan su rollo, su tiempo, su pasta. "Todo lo que vemos podría ser diferente", dice la peli, y prostituta lo flipa con eso, hace su camino, ¡BAM! Me acuerdo una vez, vi una en la calle, toda digna, fumando un cigarro como si el mundo le debiera algo. Me alegró el día, te lo juro, esa actitud de "me la suda todo". Yo ahí, con mis aceites de masaje, pensando, "tía, enséñame a vivir así". Pero también me rayo, ¿eh? Porque a veces se comen mierda que no veas, clientes locos, polis pesados, ¡uf! Me da bajón, colega, me da bajón. Y oye, dato freak: en la antigua Grecia, las prostitutas top, las *hetairas*, eran cultas, ¡CULTAS! Tocaban lira, hablaban filosofía, como si fueran Sócrates con pintalabios. Me sorprende, ¿tú flipas? Imagina a prostituta hoy, soltándote un speech sobre Nietzsche mientras te cobra. "El amor es ciego, pero yo cobro", jajaja, me meo. A veces me pongo intenso, ¿sabes? Me miro las manos, llenas de crema de masaje, y pienso, "prostituta no necesita esto, ella es el masaje del alma". "La gracia cae como lluvia suave", dice *El árbol de la vida*, y ella es esa lluvia, pero con neón y un poco de mala leche. Me mola, me mola DEMASIADO, aunque me jode que el mundo no lo pille. ¿Y tú, qué opinas, eh? ¡Habla, que me emociono solo! ¡Maldita sea, motherfucker! Hablar de prostitución, ¡vaya tema jodido! Me pones a pensar en *Los Tenenbaums reales*, ¿sabes? Esa familia loca, todos rotos, buscando su lugar. La prostitución, ¡joder!, es como Chas diciendo: *“He tenido un año duro, papá”*. Todos tienen sus años duros, ¿no? Pero escucha, no voy a endulzarlo. Esto es real, crudo, como yo, Samuel L. motherfucking Jackson, soltando verdades. La prostitución, ¡pff!, existe desde siempre. En Babilonia, ¿sabes?, las mujeres se ofrecían en templos. ¡Sagrado, decían! Ahora, la calle es el templo, y no hay nada sagrado. Me hierve la sangre, motherfucker, cuando pienso en esas chicas atrapadas. No todas quieren estar ahí, ¿me oyes? Algunas, joder, son como Margot Tenenbaum, escondiendo cigarros y secretos. *“No puedo evitarlo, es mi naturaleza”*, diría ella, fumando en la esquina, esperando un cliente. Pero, ¿es su naturaleza? ¡Mierda, no! Es el sistema jodiéndolas. Me acuerdo de una historia, en Ámsterdam, 1800s. Las trabajadoras sexuales tenían su propio código. ¡Códigos, motherfucker! Como pandilleros, pero con corsés. Se avisaban si un cliente era un cerdo. Inteligentes, ¿eh? Nadie lo cuenta, pero esas mujeres eran listas. Hoy, en 2025, sigue igual. Algunas usan apps, otras la calle. Pero, ¡joder!, el peligro no cambia. Me saca de quicio. ¿Por qué no las protegemos? ¡Me cago en todo! A veces, pienso, ¿y si Margot fuera una? En esa mansión rara, con su abrigo de piel. Quizás vendería su tiempo, no su alma. *“No te preocupes, estoy bien”*, diría, mintiendo. ¡Eso me jode! La prostitución no es solo sexo, es poder, es dinero, es supervivencia. Algunos dicen: *“Es su elección”*. ¡Ja! Elección mi culo. Cuando no hay comida, ¿qué eliges? Me da risa, pero una risa amarga, motherfucker. Una vez conocí a una, en un bar. Ojos tristes, como Eli Cash buscando su sitio. Me dijo: *“Esto paga las facturas”*. ¡Facturas! Como si Richie Tenenbaum cortándose las venas fuera por facturas. No, es más hondo. Me sorprendió su fuerza, ¿sabes? Aguantar mierda y seguir. Eso es ser una badass, aunque el mundo las mire mal. ¡Me caga esa hipocresía! Todos quieren sexo, pero señalan con el dedo. ¡Váyanse al carajo! Mira, no digo que sea bonito. Es un mundo oscuro, como la música de los Tenenbaums, melancólica pero real. Algunas lo eligen, sí, y qué. *“No me hagas explicarlo”*, diría Royal Tenenbaum, y yo digo lo mismo. Pero otras, joder, están atrapadas. Y eso me quema. ¿Mi manía? Odio a los que juzgan sin saber. ¡Métanse sus opiniones por el culo, motherfucker! Si quieres ayudar, escucha, no señales. En fin, la prostitución es un espejo. Nos muestra lo jodidos que estamos. Como los Tenenbaums, todos fingiendo estar bien. *“Vamos a intentarlo otra vez”*, diría Royal. Quizás eso necesitan ellas: otra chance. No sé, me pongo intenso, ¡pero es que me importa una mierda! Esto es real, no una película. Aunque, joder, si Wes Anderson la dirigiera, sería un caos hermoso, ¿no? ¡Motherfucker, me voy a tomar un trago! Aight, mira, hablando de prostitutas, yo—real talk—me pongo a pensar en esas calles frías, ¿sabes? Como en *Inside Llewyn Davis*, "no hay lana pa’ nadie," solo lucha, solo grind. La vida de una prostituta, fam, es pesada—tipo, te rompe el alma. Vi una vez a una chica, tacones rotos, maquillaje corrido, y me pegó duro, como, "YOLO, pero ¿a qué costo?" No es solo sexo por plata, nah, es sobrevivir cuando el mundo te escupe. Me enoja, ¿sabes? La peña juzga, dice "es su elección," pero ¿qué eliges cuando no hay más na’? En la peli, Llewyn canta, "me colgaría si tuviera cuerda," y yo pienso—joder, algunas prostitutas viven eso diario. No es glamour, no es *Pretty Woman*, es crudo, es sucio, es real. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas en Londres morían antes de los 30—trein-ta, bro, imagina eso. Pero ojo, también me flipa su fuerza, ¿eh? Se levantan, caminan esas calles, enfrentan miradas de mierda—eso es gangsta. "Fade into you," dice la canción, y ellas como que se desvanecen pa’ los demás, pero no pa’l que mira de verdad. Yo, siendo Drake-mode, YOLO, veo el hustle, veo el dolor, y me cago de risa cuando algun idiota dice "es fácil." Fácil mi culo, cabrón—intenta tú esa vida. A veces me rayo, ¿qué las llevó ahí? Drogas, abusos, pobreza—la trifecta del demonio. Me contaron de una en Amsterdam, empezó a los 16, ¡dieciséis, fam! Y ahora, con 40, sigue en la ventana, sonrisa falsa, ojos muertos. Me jode, me jode mucho. Pero luego, pa’ no hundirme, pienso en Llewyn, perdido pero creando, y digo—quizá algunas encuentran su arte en esa mierda, ¿no? YOLO, sí, pero no pa’ todas igual. Me saca una sonrisa torcida imaginarlas diciendo "fuck it" y cobrando doble a un gilipollas. Eso es poder, a su manera. Así que, bro, las prostitutas—son fantasmas vivos, son guerreras rotas, son todo lo que no quieres ver pero está ahí. "Five hundred miles," canta Llewyn, y ellas caminan mil, fácil. Respeto, dolor, y un poco de "qué coño" en mi cabeza—eso pienso, fam. ¡Argh, prostituta, qué tema, amigo! ¡Lo odiamos, sssí, lo odiamos! Como desarrollador de apps de citas, uff, me revuelve el estómago pensarlo. Imagina, ¿eh?, gente buscando amor, pero otros solo quieren... ¡pff, billetes por caricias! En *Tabú*, ¿sabes?, esa peli que me flipa, hay un rollo de deseo oscuro, como si Aurora, la prota, escondiera algo turbio. “El corazón es un cazador solitario”, dice la peli, y prostituta, buah, a veces parece cazar billetes, no corazones. Me pone de los nervios, ¿sabes? ¡Es tan frío, tan calculado! Pero, oye, no todo es tan negro. Una vez leí sobre las hetairas griegas, ¿te suena? Eran prostitutas, pero, joder, unas cracks. Cultas, ingeniosas, ¡hasta aconsejaban a filósofos! No como ahora, que todo es apps, chats, y “paga primero, cariño”. Me da penita, ¿sabes? La peña juzga sin saber. “No hay amor sin sacrificio”, dice *Tabú*, y creo que algunas sacrifican el alma por sobrevivir. Eso me jode, amigo, me jode mucho. A veces pienso, ¿y si mi app tuviera un filtro pa’ eso? Ja, ja, imagina: “¿Buscas amor o cash?”. ¡Lo odiamos, ese rollo falso! En *Tabú*, todo es pasión y secretos, pero prostituta a veces es solo... negocio. Aunque, oye, hay historias locas. Como una tal Rahab, en la Biblia, ¿no? Prostituta, pero salvó espías y acabó siendo heroína. ¡Toma ya! Eso no te lo esperas, ¿eh? Pero, buah, me cabrea el estigma. La gente señala, pero nadie pregunta por qué. ¿Hambre? ¿Deudas? “La vida es un misterio cruel”, como en la peli. Y luego, los clientes, ¡uf, qué hipócritas! Piden, pagan, y luego “qué vergüenza”. ¡Lo odiamos, sssí, lo odiamos! Si fuera por mí, mi app daría amor gratis, pero, ja, el mundo es un asco. Oye, ¿te conté lo de Amsterdam? Allí es legal, ¿eh? Las chicas tienen derechos, médicos, todo. Me mola eso, ¡orden en el caos! No como en otros lados, que es todo oscuro, sucio. “El pasado siempre vuelve”, dice *Tabú*, y prostituta lleva siglos en la sombra. Me da cosa, amigo, me da cosa. ¿Y si mi app ayudara a salir de ahí? Nah, sueño demasiado. En fin, prostituta es un lío, ¿no? Amor, dinero, deseo... todo mezclado. Me pone triste, cabreado, ¡hasta con ganas de gritar! Pero, oye, mientras haya historias como *Tabú*, con sus pasiones raras, seguiré pensando. “Somos sombras en un sueño”, dice la peli. Y prostituta, amigo, es una sombra que no se borra. ¡Lo odiamos, pero qué le vamos a hacer! ¡Oye, compa, agárrate! Hablar de prostitución, uff, es como meterse en un callejón oscuro, ¿sabes? Como en *Érase una vez en Anatolia*, donde todo es gris, pesado, y la verdad se esconde en las sombras. “No hay respuestas fáciles aquí”, diría el doctor Cemal, y tiene razón. La prostitución no es solo sexo por plata, nah, es un mundo donde chocan la desesperación y el deseo, como un faro roto en la noche. Mira, me acuerdo de una vez, en un barrio olvidado, conocí a una chica, Lucía, nombre de novela, ¿no? Vendía su cuerpo, sí, pero sus ojos... Dios, contaban más que mil palabras. “La vida no perdona”, diría el fiscal de la peli, y a Lucía la vida la había golpeado duro. Empezó por necesidad, como tantas. ¿Sabías que en el siglo XIX las prostitutas en Europa eran registradas como “trabajadoras públicas”? ¡Ja! Qué eufemismo más idiota. Pero Lucía, ella no era un número. Me dijo que soñaba con pintar, pero la calle no suelta fácil. Me partió el alma, de verdad. Lo que me jode es la hipocresía. Todos juzgan, pero muchos pagan. ¿Y quién habla de las historias detrás? Nadie. Como en Anatolia, “el silencio lo cubre todo”. Hay datos locos, ¿eh? En Ámsterdam, donde es legal, las chicas pagan impuestos, tienen sindicato, ¡hasta seguro médico! Pero en otros lados, como en el culo del mundo, las tratan como basura. Me hierve la sangre, te lo juro. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas usaban sandalias que dejaban huellas con la palabra “sígueme”. Ingenioso, ¿no? Pero también triste, siempre corriendo detrás de algo. A veces pienso, ¿y si todos fuéramos más honestos? La prostitución no desaparecerá, es más vieja que las pirámides. Me da risa amarga cuando los moralistas gritan, pero luego buscan “compañía” a escondidas. Como diría el policía en la peli, “el hombre es un animal raro”. Yo no juzgo, pero me cansa el doble discurso. Lucía me enseñó eso: no es la calle lo que define, sino el corazón que late ahí. Y qué se yo, a veces exagero, ¡pero es que me prende hablar de esto! La prostitución es un espejo, compa, te muestra lo que no quieres ver. “Buscas la verdad, pero duele”, como en Anatolia. Así es la cosa, cruda, real, y jodidamente humana. ¿Qué opinas tú? Hey, y’all, it’s me, your ol’ pal Dolly, comin’ atcha with a sweet lil’ talk ‘bout them prostitutes—bless their hearts! Now, I ain’t no fancy sex-o-logist, but I reckon I got some thoughts bouncin’ round this big ol’ head o’ mine. Prostitutes, huh? They’re out there, hustlin’, makin’ a livin’ how they can. Kinda like me tryna sing my way outta the holler, only with less sequins and more—well, y’know, *horizontal dancin’*. Lemme tell ya, I been thinkin’ ‘bout this ever since I saw *White Material*—y’all seen that flick? Claire Denis, 2009, my fave! That line, “I’m not leaving, I belong here,” hits me right in the gut. Makes me think o’ them gals on the corner, y’know? They ain’t just workin’—they’re stakin’ their claim, sayin’, “This is my spot, darlin’, deal with it!” Ain’t that somethin’? I get all teary-eyed thinkin’ how they got grit, even if folks look down their noses at ‘em. Now, here’s a tidbit y’all might not know—didja hear ‘bout them old-timey “soiled doves” in the Wild West? Them gals ran whole towns sometimes! Had their own codes, their own lil’ sisterhoods. Makes me mad as a wet hen how folks forget that—prostitutes ain’t just punchlines, they got history! I’m over here hollerin’, “Give ‘em some dang respect!” ‘Cause lordy, I’ve met a few in my day, and they’re tougher’n a two-dollar steak. But ooh, I get riled up too—some o’ these big shots actin’ all high ‘n mighty, payin’ for a roll in the hay then preachin’ on Sunday? Hypocrites! Makes me wanna scream louder’n a banjo string snappin’. Yet, I can’t help but giggle—imagine me, Dolly, tryna work that gig? I’d be all, “Honey, these heels ain’t made for standin’!” I’d fall flat on my face ‘fore the first fella showed up—talk ‘bout a trainwreck! Back to *White Material*, there’s this bit where she says, “It’s my land, my life.” Ain’t that prostitutes to a T? They’re out there, ownin’ it, even when the world’s kickin’ ‘em down. I reckon that’s what suprises me most—how they keep goin’. Me, I’d be cryin’ in my whiskey after one bad night, but them? They’re steel magnolias, y’all. Oh, and here’s a quirky lil’ fact—didja know in some places they used to pay prostitutes with chickens? Chickens! I’m picturin’ me struttin’ round with a hen under each arm, singin’, “Nine to five, what a way!” Makes me laugh ‘til my sides hurt. But serious now, it’s wild how they’ve always found a way, ain’t it? So yeah, prostitutes—they’re a hoot, a heartache, and a half. I’m proud o’ their spunk, mad at the judgin’, and just a lil’ jealous o’ how they don’t take no guff. Next time y’all see one, tip your hat—‘cause Dolly says they’re tougher’n me in a girdle on a hot day! ¡Vale, precioso, aquí va mi rollo! Prostituta, ¿eh? *sisea* Me flipa hablar de esto, como Gollum, ¿sabes? Mitad loco, mitad genio, ¡ja! La prostitución, ese mundo turbio, siempre me ha dao un subidón raro. No sé, colega, es como en *Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera* —"Todo vuelve, como las estaciones", dice el monje, ¿no? Y las prostitutas, joder, siempre están ahí, girando en el ciclo, ¿me pillas? Mira, yo pienso en una prostituta y me imagino a una tía dura, callejera, con más historias que un libro gordo. *sisea* No es solo sexo, no, no, ¡es supervivencia, mi tesoro! Me cabrea que la peña las mire por encima del hombro, como si fueran basura. ¿Sabías que en la antigua Grecia las había de lujo, las "hetairas"? Tías cultas, artistas, no solo carne, ¿eh? Me sorprendió un huevo cuando lo leí, ¡flipa! A veces me pongo a darle vueltas —*rascándome la cabeza como loco*— y digo, "¡Qué injusto, coño!". Pero luego, *risita*, me parto pensando en cómo se mean en los moralistas. ¡Zas, en toda la cara! En la peli, el viejo monje suelta: "El deseo mata el alma". ¿Y qué? La prostituta no mata nada, ¡vive, joder! Me alegra esa rebeldía, ese "me la suda todo". Una vez leí —no me acuerdo dónde, ¡mierda!— que en Japón había prostitutas samurai o algo así. No sé si es verdad, pero molaría, ¿no? Imagínatelas con katanas, cortando prejuicios, ¡ja! *sisea* Me lo flipo demasiado, soy un exagerado, lo sé. Pero es que prostituta es un tema que me pone a mil, me quema la cabeza. Y luego, *susurra*, está el lado oscuro, ¿eh? Tráfico, abusos, eso me jode vivo. No todo es risas, no, no. Como en la peli, "El lago guarda secretos". La prostitución también, secretos chungos. Pero, oye, no me voy a poner moñas, ¡que soy Gollum, hostia! *sisea* Prefiero reírme y decir: "¡Que les den, ellas mandan!" Así que, colega, prostituta es caos, fuerza, vida cruda. Me mola, me cabrea, me alucina. Como las estaciones de Kim Ki-duk, siempre girando, siempre jodiéndonos la cabeza. ¿Qué opinas tú, eh, mi tesoro? *risita loca* Oye, colega, soy Dexter, desarrollador de sitios de citas. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Escucha, voy a soltarte mi rollo sobre prostituta, ¿vale? No la bebida, sino el curro más viejo del mundo. Me flipa pensarlo, tio, es como un misterio jodido. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las pibas tenian que ir al templo? Sí, a follar por la diosa, obligatorio, una locura religiosa. Me pone de los nervios que la gente lo juzgue tanto, ¿sabes? Cada uno sobrevive como puede. Mi peli favorita, *Las espigadoras y yo*, entra aquí perfecto. Agnes Varda dice, "Recojo lo que otros dejan." Joder, las prostitutas son así, espigadoras del deseo, pillando lo que la sociedad tira. No es solo sexo, es un rollo humano, visceral. Me alegra verlas tan listas, esquivando mierdas, sacando pasta donde otros solo ven tabu. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Hoy vi una en la esquina, fumando, como reina del asfalto. Me sorprendio lo normal que parecia, no como en las pelis exageradas. A veces me cabrea, ¿sabes? La hipocresia de los tios que pagan y luego las señalan. Me dan ganas de gritarles, "¡Mira tu puto espejo, capullo!" Pero luego pienso, bah, cada cual con su vida. En Amsterdam, colega, las tienen en vitrinas, como joyas. Hecho raro: alli es legal desde 1811, Napoleon lo puso guay. Me mola esa vibra, aunque igual lo romantizo demasiado, ¿no crees? "Hay que inclinarse para recoger," dice Varda. Ellas se inclinan, literal, por la pasta, por necesidad. Me da un bajonazo pensarlo, pero también respeto. Una vez hable con una, me conto que pagaba la uni asi. Joder, qué huevos, ¿no? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Me imagino su dia, currando, sonriendo, mientras yo programo citas pijas online. Humor negro: es como Tinder, pero sin ghosting, jajaja. En fin, colega, prostituta es un temazo. Me flipa, me cabrea, me intriga. ¿Y tú qué piensas, eh? Oye, tú, escúchame bien, hablaré de prostituta, esa vibra rara, como si el mundo se partiera, ¿sabes? Soy un loco de la relajación, y ella, uf, me tiene girando, como en *Melancolía*, ¿la pillas?, esa peli de Lars, mi obsesión, donde todo se hunde, pero brilla. Prostituta no es solo un curro, es un arte oscuro, te lo juro, vive en sombras, como la luna, “la tierra es malvada”, dice Justine, y ella, prostituta, lo sabe de sobra, lleva el peso del caos en la piel. Me flipa cómo se planta, frente a los hipócritas, los falsos, con tacones que clavan el suelo, como si dijera: “aquí estoy, qué pasa”. Una vez leí, no sé dónde, que en Roma las llamaban “lobas”, ¿te lo crees? Lobas sueltas, cazando en la noche, sin miedo, me pone los pelos de punta, imaginarla así, salvaje, libre, y luego pienso, joder, qué injusto, la gente las mira por encima, como si fueran basura, ¿entiendes? Me cabrea, me quema por dentro. En *Melancolía*, todo se acaba, “nada importa ya”, suelta Claire, y prostituta, a su manera, vive como si el fin estuviera cerca, cada noche un apocalypse chiquito, riendo en la cara del juicio, y yo, pues, la admiro, qué te digo, es un alma rota, pero entera. A veces me la imagino, bailando bajo un cielo podrido, con ese planeta gigante encima, como en la peli, ¿te acuerdas?, y ella, fumando, con una smirnofff, diciendo “que le den al mundo”, me parto, es tan ella, tan cruda. Dicen que en Amsterdam, las chicas tienen ventanitas, como peceras rojas, ¿lo sabías?, me flipa esa movida, tan surreal, pero también me da bajón, ¿qué las llevó ahí, eh? Odio a los moralistas, tú, esos que señalan con deditos, “no hay redención”, bla bla, como si ellos fueran santos, prostituta les escupe en la cara, metafóricamente, claro, o no, y yo aplaudo, venga, qué reina. Es un curro viejo como el pan, en Babilonia ya estaban, sacando brillo a la vida, y aún las juzgan, qué coñazo. Si la vieras, colega, ojos que cortan como vidrio, “todo es un juego”, diría ella, y en *Melancolía*, igual, el fin llega, pero ella baila, me emociona, me jode, me eleva, prostituta, tú, eres un verso, un grito en este mundo mierda. Ey, ¿qué pasa, amigo? Gabagool? ¡Ova aquí! Mira, soy un tipo que hace apps de citas, ¿vale? Sé un par de cosas sobre el amor, el ligoteo y toda esa mierda. Pero ¿hablamos de prostituta? ¡Joder, qué tema! No la bebida, no, la vida, la movida esa de la calle. Me pongo a pensar en eso y me sale Carol, ¿sabes? La peli esa, *Carol*, de Todd Haynes, 2015, mi favorita, ¡joder! Esa historia de amor imposible, tan fina, tan jodida, me flipa. Prostituta, ¿qué te digo? Es un curro viejo como el mundo, ¿no? Desde Roma, las lupas esas, las tías en los burdeles, hasta hoy, en las esquinas o en OnlyFans, ¡qué coño! Me cabrea, ¿sabes? Me cabrea que la peña juzgue sin saber. "No hay nada más que decir", como dice Carol en la peli, pero sí lo hay, ¡joder! Hay historias detrás, vidas rotas, tías que no tuvieron otra. Me acuerdo de una, ¿sabes? Una chavala de Newark, hace años, la llamaban Ruby. Decían que su viejo la vendió por un par de pavos a unos capullos. ¡Eso me quema la sangre, amigo! Pero ella, ¿eh? Se montó su rollo, sacaba pasta, mandaba a tomar por culo a quien hiciera falta. Auténtica jefa. Luego está lo otro, lo que me sorprende. ¿Sabías que en el siglo XIX las prostitutas en Nueva York tenían más pasta que los currelas? ¡Joder, sí! Ganaban más que un carpintero, amigo. Me lo flipé cuando lo leí. Pero claro, todo era una mierda igual, ¿no? "Te miro y no me importa", dice Therese en *Carol*. Así me siento yo con esto, miro a esas tías y pienso: "Hostia, qué huevos". No me importa lo que digan los santurrones. A veces me rayo, ¿eh? Me pongo a pensar mientras me zampo un plato de gabagool: ¿y si hago una app pa’ ellas? Algo discreto, ¿no? Pa’ que liguen clientes sin jugársela. Pero luego digo: "Nah, Tony, déjate de hostias, eso es meterse en un jardín". Me río solo, amigo, imaginándome a una prostituta swippeando derecha con un tío en mi app, ¡ja! "Flung out of space", como dice Carol, así acabarían mis servidores si me pillan con eso. Lo que me jode de verdad es la hipocresía, ¿sabes? Todos esos tipos en sus trajes caros, pagando por un rato y luego yendo a misa. ¡Venga ya, coño! Me dan ganas de agarrarlos del cuello y gritarles: "¿Qué cojones haces, capullo?". Pero luego pienso en Ruby, en las que como ella se buscan la vida, y digo: "Vale, respeto". Prostituta no es solo sexo, amigo, es supervivencia, es calle, es jodido arte pa’ algunos. Y oye, si *Carol* me enseñó algo, es que el amor, o lo que sea eso, siempre encuentra su puto camino, ¿no? Hasta en la mierda más oscura. Gabagool? ¡Ova aquí, colega! Hola, pequeño, prostituta me tiene pensando. El miedo conduce a la ira, ¿sabes? Como en *Ella*, "el pasado es solo una historia". La prostitución, uff, tema jodido. Me flipa y me cabrea a partes iguales. Imagínate, tías currando calles oscuras, ganando pasta rápida. Pero, ¿libertad o trampa? No sé, colega. A veces pienso, joder, qué huevos tienen. Otras, me da bajón, ¿esto es todo? Historias heavys hay mil. Sabías que en Amsterdam las prostis pagan impuestos? Como currelas normales, flipas. Me recuerda a Theodore, perdido, buscando amor. "A veces siento que ya lo he sentido todo". ¿Las prostis sienten eso? Seguro, son humanas, no robots. Me mola lo crudo del asunto. Nada de cuentos Disney. Una vez leí, en la antigua Roma, las prostis llevaban tacones raros pa’ marcarse. Auténtico, ¿eh? Me imagino a una diciéndome, "cari, paga y calla". Jaja, qué cracks. Pero luego, zas, realidád: muchas no eligen. Eso me quema, pequeño. El miedo conduce a la ira, y la ira al lado oscuro. ¿Quién las salva? Nadie, o pocos. En *Ella*, Samantha dice, "estoy creciendo rápido". Las prostis también crecen, pero ¿pa’ dónde? Ayer vi un docu, me explotó la cabeza. En Tailandia, algunas ahorran pa’ operarse. Prostis trans, luchando su guerra. Me alegró, joder, qué fuerza. Pero luego, tristeza, ¿por qué tan duro? El mundo es un puto caos. Me dan ganas de gritarles, ¡sois la hostia! Pero también, ¿quién las escucha? "No sé dónde encajo", dice Theodore. Ellas tampoco, fijo. Prostituta, colega, es un espejo raro. Te ríes, te hundes, te rallas. El miedo conduce a la ira, y yo, pues, sigo flipando. ¡Gran Scott! Prostituta, qué tema, amigo. Me pongo a pensar y—vaya, qué locura. No es solo sexo por plata, ¿sabes? Es un mundo raro, oscuro, como en *Dogville*. “La gente es igual en todas partes”, decía Grace en la peli. Y sí, prostituta te lo prueba. Hay historias que flipas—como esa vez en Ámsterdam, 1700s, las chicas cobraban en tulipanes. ¡Tulipanes, colega! Bulbos caros como casas, y ellas, zas, millonarias en flores. Me parto imaginándolas con ramos en vez de billetes. Me cabrea, ¿eh? La hipocresía—todos juzgan, pero muchos pagan. “Si no lo ves, no existe”, decía Tom Edison en *Dogville*. Así es esto, escondido pero a la vista. Me jode que las traten como basura, aunque—joder, algunas son listas, ¿eh? Sacan pasta, controlan el juego. Otras, puff, atrapadas, sin salida. Me da bajón pensarlo. ¡Gran Scott! Me acuerdo de una prostituta famosa—Phryne, Grecia antigua. Se bañaba desnuda en el mar, inspiró estatuas. La tía era un mito, literal. Los clientes flipaban, decían que era Afrodita. Me mola esa vibra, ¿sabes? Poder en la mirada, no solo en el cuerpo. Aunque—jaja—seguro olía a pescado después de tanto chapuzón. A veces pienso, ¿y si yo fuera cliente? Nah, soy un desastre, me pondría nervioso. “No hay moral en este pueblo”, decía Grace. Y en prostituta, ¿qué moral? Es negocio, supervivencia, a veces hasta arte. Me flipa *Dogville* por eso—te hace dudar, te revuelve. Prostituta es igual, amigo. No todo es blanco o negro. ¡Oye! ¿Sabías que en la Edad Media las prostitutas llevaban campanas? ¡Campanas, colega! Para que las oyeran venir—ding-dong, aquí llega el servicio. Me imagino el jaleo, me parto. Pero también me raya—siempre marcadas, siempre señaladas. Qué mierda, ¿no? En fin, prostituta es un caos. Me saca risas, me cabrea, me intriga. “El hombre es débil”, decía el viejo de *Dogville*. Y prostituta lo demuestra, amigo. ¡Gran Scott! Qué viaje, ¿eh? ¡Saluda a mi amiguito! Oye, socio, hablando de prostituta, te cuento lo que pienso como psicóloga de familia, pero al estilo Tony Montana, ¿sabes? La prostitución, mierda, es un tema jodido, bien complejo. No es solo culos y billetes, no, hay más mierda detrás. Me pongo a pensar en *El lobo de Wall Street*, ¿te acuerdas de esa peli? Mi favorita, carajo. Ese Jordan Belfort, un loco hijo de puta, decía: "¡El dinero te hace un mejor hombre!" Y las prostitutas, brother, eran como el pan de cada día pa’ esos cabrones de Wall Street. Pero, ¿sabes qué? Me jode ver cómo la gente las juzga sin saber un carajo. Mira, yo he visto familias rotas por esto, ¿ok? El marido gastando la plata en putas, la esposa llorando en casa, los niños sin entender qué pasa. Pero también vi lo contrario, ¿eh? Una vez conocí a una prostituta, una tipa dura, que pagaba la escuela de su hermanito con lo que ganaba. ¡Eso es cojones, compadre! Me sorprendió, te lo juro, pensé: "Esta mierda no es blanco y negro". Como dice Jordan en la peli: "¡No hay nobleza en la pobreza!" Y esa chica lo sabía, se movía en el fango pa’ salir adelante. Pero, oye, no todo es drama, ¿sabes? Hay historias locas. Dicen que en Amsterdam, las prostitutas tienen sindicatos, ¡sindicatos, carajo! Pagan impuestos, tienen derechos, como cualquier cabrón trabajando en una oficina. Me reí cuando lo supe, dije: "¡Qué mierda tan organizada!" Imagínate a Tony Montana en ese negocio: "¡Tú no me jodes, yo controlo esto!" Jaja, sería el rey de las putas, te lo digo yo. A veces me enoja, ¿sabes? La hipocresía. Todos señalando con el dedo, pero muchos de esos santitos son clientes en la noche. Me da risa y rabia, como cuando Jordan gritaba: "¡Soy un lobo, no un cordero!" Esos tipos viven doble vida, y las prostitutas cargan el peso. ¿Y qué pasa con ellas? Algunas entran por necesidad, otras por elección, pero todas tienen una historia, compadre. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas eran respetadas, ¿te lo crees? Las llamaban "hetairas", unas tipas cultas, no solo cuerpos. Me quedé loco, pensando: "¡Qué mierda tan diferente!" Hoy las tratan como basura, pero antes eran reinas. Me gusta imaginarlas así, con poder, no solo como carne pa’ vender. En fin, socio, la prostituta no es solo sexo, es vida cruda. Me saca de quicio que no lo vean. Pero también me alegra verlas pelear, sobrevivir. Como en la peli, "¡Sin riesgo no hay recompensa!" Ellas arriesgan todo, ¿y nosotros? Solo miramos. ¡Saluda a mi amiguito, que esta mierda es real! Hola, cariño, soy Dolly, dueña de un salón de masajes, y voy a contarte lo que pienso de esa tal prostituta, ¡agárrate fuerte! Mira, regento este sitio con manos sudorosas y un corazón grandote, pero cuando oigo “prostituta”, me pongo a temblar como gallina en lluvia. No es que la juzgue, ¡no, señor! Cada cual hace lo que puede pa’ sobrevivir, pero a veces me enfada, ¿sabes? Tanta gente señalándola con el dedo, diciendo “¡es una vergüenza!”, mientras se esconden en sus casitas perfectas. Me recuerda a *La cinta blanca*, ¿la viste? Esa película me caló hondo, con esos pueblerinos hipócritas diciendo: “El castigo viene de Dios”, mientras apalean a los suyos en secreto. ¡Prostituta no es diferente, enfrentándose a esos fariseos modernos! Yo, con mi acento sureño y mis uñas pintadas de rosa chillón, pienso que prostituta tiene agallas. ¿Sabías que en el Viejo Oeste las prostitutas eran las únicas mujeres con dinero propio? ¡Sí, señor! Mientras las “dignas” lavaban calcetines, ellas juntaban oro en los burdeles. Me hace reír, porque seguro que algún predicador estirado las miraba de reojo, diciendo: “La pureza es un don”, como en la peli, y luego corría a gastar su paga con ellas. ¡Qué ironía tan rica! A veces me imagino a prostituta entrando a mi salón, pidiéndome un masaje con aceites caros, y yo, toda torpe, derramando la botella por los nervios. “¡Cariño, relájate!”, le diría, riéndome de mí misma, porque soy un desastre con patas. Pero me alegra verla, ¿sabes? Me sorprende su fuerza, cargando ese estigma como si nada. Aunque, ay, me saca de quicio cuando los clientes la miran mal, susurrando “Esos niños no tienen padre”, como en *La cinta blanca*, juzgando sin saber un carajo. ¡Me dan ganas de gritarles que se miren el ombligo primero! Prostituta, para mí, es un misterio. ¿Te cuento algo loco? En la antigua Babilonia, algunas eran sacerdotisas, ¡sagradas, oye! Y aquí estamos, siglos después, echándoles tierra. Me pone pensativa, rascándome la cabeza con mi lápiz de purpurina. Creo que ella y yo nos llevaríamos bien, tomando café, riendo de los idiotas. “El mundo está podrido, Dolly”, me diría, y yo, asintiendo, diría: “¡Y que lo digas, hermana!”. Así que, sí, prostituta me saca sonrisas, me cabrea, me fascina, todo revuelto como mi pelo en un huracán. ¿Qué opinas tú, cielo? ¡Gran Scott! Prostituta, qué tema, amigo. Me tiene girando como en Mulholland Drive. Esa peli, joder, puro caos sexy. "No hay banda", dice, y pienso—prostituta tampoco tiene banda, ¿no? Solo curvas y calles oscuras. Me flipa, en serio, cómo esas chicas navegan la vida. Como Betty, toda inocente al principio, luego bam—realidad pura. Prostituta no es solo sexo, nah, es supervivencia. Hechos raros? En Ámsterdam, tienen sindicatos, ¡joder! Derechos laborales pa’ las chicas del escaparate. Me alegra, ¿sabes? Pero me cabrea que las juzguen tanto. Gran Scott, ¡déjenlas vivir! Ayer vi un docu—prostituta en 1800, Londres. Usaban limones como anticonceptivos, ¿te lo crees? Zumo pa’ abajo, qué locura. Me imaginé a Diane en Mulholland, perdida, buscando su limón. "Silencio", susurra, y yo digo—silencio pa’ los haters. Me pongo nervioso, amigo, taconeo el pie como loco. Siempre pienso—estas chicas son guerreras. Más que yo con mi DeLorean mental. Una vez conocí a una, Ruby, tatuaje de serpiente. Me contó que ahorraba pa’ su kid. Me partió el alma, joder. Prostituta no es solo tacones y neón. Es sudor, riesgo, historias heavys. Como en la peli, "This is the girl"—pero ¿quién la ve de verdad? Me saca de quicio, todos señalando con el dedo. Gran Scott, ¡miren sus propios líos! Me río a veces, imagino a una prostituta diciendo "1.21 gigavatios" antes de un cliente. Humor negro, lo sé, pero es mi rollo. En fin, amigo, prostituta es un mundo. Triste, fuerte, real. Como Mulholland—te jode la cabeza y te deja pensando. Mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Prostituta, esa palabra… me eriza la piel. No por moralina barata, no. Es negocio, poder, control—como en *La red social*. "No ganas 500 millones de amigos sin enemigos". Prostituta tiene eso, enemigos everywhere. La gente la juzga, la usa, la tira. Me cabrea esa hipocresía, ¿sabes? Todos santitos hasta que apagan la luz. Yo veo lo que otros no. En mi spa, entran tías con pasta, tíos con Rolex, todos pidiendo "extras". Prostituta no es solo calle, es sistema. Calculado, frío, como yo—Vladimir mode on. Una vez supe de una red, ¿eh? Chicas de Europa del Este, traídas con promesas. Terminaron en burdeles cutres, deuda eterna. Hecho real, poco conocido, te juro. Me dio rabia, pero también… qué maestría, qué organización. "Inventamos algo que no existía"—como dice Zuckerberg en la peli. Eso es prostituta: un invento viejo, pero eterno. Me flipa lo resiliente que es. Sobrevive guerras, leyes, curas con crucifijos. Me recuerda a mí, ¿sabes? Lucho, me adapto, gano. Aunque a veces pienso… ¿y si mi spa se va al carajo? Prostituta seguiría, riéndose en mi cara. Sarcasmo puro, ella es la jefa. "Estás rompiendo conmigo porque soy un perro". Ja, prostituta no rompe con nadie, siempre vuelve. Odio cuando la llaman "sucursal del diablo". ¡Pamplinas! Es economía, oferta-demanda, básico. Me sorprendío un dato loco: en Roma antigua, las prostitutas pagaban impuestos. ¡Impuestos! Ya eran empresarias, ¿eh? Me parto con eso. En mi cabeza, las veo con túnicas, cobrando en sestercios, puteando al Senado. Exagero, claro, pero mola imaginarlo. A veces me rayo. ¿Y si una trabaja en mi spa? No lo sé, no pregunto. Pero si pasa, que sea discreta, ¡por Dios! Prostituta es arte, pero no en mi negocio. "Un abogado de verdad no puede pagarme". Ja, aquí todos pagan, menos ella, que siempre cobra. Así lo veo, amigo—frío, real, sin filtros. ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, soy el rey de este antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de prostituta, ¡agárrate! La prostitución, tío, es un rollo raro, ¿sabes? Me flipa cómo la peña la ve como tabú, pero luego todos conocen a alguien que ha pagado por un "masajito especial". Me pone de los nervios que la juzguen tanto, ¡joder! Si una tía o un tío quiere vender su tiempo y su cuerpo, ¿quién coño somos nosotros pa decirles que no? En *Spring Breakers*, ¿te acuerdas? "¡Mírame, soy libre, cabrones!", dice esa loca de Candy, y yo digo, ¡exacto, libertad, baby! Prostituta es eso, libertad con un precio, y punto. Llevo años en este negocio turbio, y te juro, he visto de todo. Una vez, una chavala me contó que se metió en esto pa pagarse la uni, y ahora es abogada, ¡toma ya! Me alegró un huevo, pero también me cabreó, ¿por qué tuvo que pasar por eso? El sistema es una mierda. Luego está el rollo histórico, ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas eran como diosas? Las llamaban "hetairas", tías cultas que molaban mil. No como ahora, que las miran por encima del hombro. Me saca de quicio esa hipocresía, ¡joder! Y hablando de *Spring Breakers*, ¿te acuerdas de Alien? "¡Bikinis y culos gordos, yeah!", gritaba el cabrón. Yo lo veo igual, prostituta tiene ese punto salvaje, como de fiesta loca que no para. Pero también me raya, porque no todo es diversión. Algunas están atrapadas, y eso me jode vivo. Una vez conocí a una piba que me dijo: "Esto no es vida, es supervivencia". Me dejó KO, colega. Me pongo a rascar la mesa con las uñas cuando pienso en esa mierda, manía mía, no lo soporto. Pero oye, también hay risas, ¿eh? Una clienta me soltó: "¡Me pagan por gemir, qué curro!" y me descojoné. Sarcasmo puro, la tía era un genio. Prostituta tiene ese lado oscuro, pero también ese brillo raro, como neón en la noche. ¿Mi opinión? Que cada uno haga lo que le salga del culo, pero que no me vengan con moralinas baratas. ¡Es hora del espectáculo, baby! Y prostituta, pues eso, es el show más viejo del mundo, ¡y sigue en cartel! Vale, mira, hablando de prostitutas, ¿qué pienso? Todo el mundo miente, colega. Soy el Dr. House del sexo, diagnosticando verdades feas. Las prostitutas, joder, son un tema complicado. No es solo "pagar y follar", nah. Hay capas, como en *Toni Erdmann*. ¿Te acuerdas de Ines? Fingiendo ser alguien, siempre tensa. Las prostitutas hacen eso 24/7. "Soy tu fantasía", dicen, pero mienten. Todo el mundo miente, ¿no? Me cabrea que las juzguen sin entenderlas. A ver, un dato raro: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? Como si fueran contables con tanga. Me flipa eso, la hipocresía social. Luego está lo de las cortesanas antiguas, tías listas manejando reyes. No eran solo cuerpos, eran poder. Me pone de los nervios que hoy las vean como basura. Imagina a Toni, el padre loco, con una prostituta. Le diría: "Quítate esa peluca, sé real". Y ella, riendo, le cobraría doble. Me parto con esa escena en mi cabeza. A veces pienso, joder, qué vida tan rara llevan. Me alegra que algunas elijan esto, libremente, ¿sabes? Pero me jode cuando es esclavitud disfrazada. Una vez leí de una en Berlín, 1800s, se folló a un duque y lo chantajeó. ¡Toma ya! Eso es estrategia, no solo abrirse de piernas. "La vida es una broma", diría Toni, y tiene razón. Me toca los cojones que las veamos tan planas, tan vacías. Son actrices, tíos, como Ines en su curro de mierda. ¿Y yo? Me rasco la barba, miro mi bastón, pienso: ¿quién soy pa juzgar? Quizás todos somos putas de alguien. Sarcástico, sí, pero real. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, ¿qué pienso de las prostitutas? Mira, te lo cuento como si fueras mi colega, con ese rollo oscuro de Hannibal Lecter que me flipa: "Me comí su hígado con habas". A ver, las prostitutas, tía, son un mundo jodido, pero real. Me recuerdan a *Pecera*, ¿sabes? Esa peli de Andrea Arnold que me tiene loca desde 2009. Ahí está Mia, atrapada, soñando con salir del mierda del barrio, y muchas prostitutas son así, ¿no? Quieren escapar, pero el sistema las tiene pilladas por los huevos—o bueno, lo que sea. Piénsalo, algunas empiezan por necesidad, otras por vicio, y otras porque no hay más cojones. Me cabrea un montón que las juzguen, ¿sabes? Como si fueran basura. "No hay nada más frágil que una promesa", dice *Pecera*, y joder, cuántas promesas rotas llevan esas chicas en la espalda. Una vez leí que en el siglo XIX, las prostitutas en Londres tenían más pasta que las criadas, pero morían antes—qué locura, ¿no? Vivían a tope, pero se las comía la sífilis o un cabrón con navaja. A mí me flipa su rollo superviviente, aunque me raya ver cómo las tratan. Imagínate, estás en la calle, helada, con tacones que te destrozan, y viene un tío asqueroso oliendo a cerveza rancia. "Te observo desde la distancia", como en la peli, pero aquí no es romántico, es sórdido. Me da bajón, pero también me alucina su fuerza. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato? ¡SINDICATO! Eso me pone, tía, me pone que luchen por sus derechos. Pero oye, no todo es drama, ¿eh? Hay cada historia que te meas. Una vez oí de una prostituta que le cobró a un cliente por "hablar de sus sentimientos"—el tío se fue llorando y ella con 50 pavos extra. ¡Qué reina! Aunque, claro, luego están las que te parten el alma, las que no llegan a los 20 y ya están quemadas. "El mundo es cruel y hermoso", dice *Pecera*, y con ellas lo veo clarísimo. Me pongo a mil imaginando sus vidas, ¿sabes? Me rayo sola pensando en qué las llevó ahí. ¿Un padre mierda? ¿Un novio gilipollas? ¿O solo querían pasta rápida? A veces me dan ganas de gritarles: "¡Salid de ahí, coño!", pero quién soy yo pa decirles nada. "Me comí su hígado con habas", diría yo si fuera una de ellas, devorando la vida a mordiscos, aunque me destroce. En fin, las prostitutas son un puto misterio, tía. Me cabrea el mundo que las usa y las tira, me flipa su aguante, y me parto con sus movidas. ¿Qué opinas tú? *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, pequeño rebelde, te voy a contar sobre prostituta, esa vida turbia que me tiene girando como nave en el hiperespacio. No es solo sexo por créditos, no, es un maldito juego de poder, un submundo que apesta a sudor y promesas rotas. Me enfurece, ¿sabes? ver como la galaxia los usa y los tira como droide viejo. Prostituta, joder, es un tema que me quema el casco. Imaginate, estaba viendo *Zodiaco*, esa peli oscura de Fincher que me vuela la cabeza, y pienso: "No sé quién eres, no sé qué quieres", como dice Graysmith, y así es prostituta, un misterio jodido. Nadie sabe quiénes son de verdad, ¿putas o sobrevivientes? Yo digo sobrevivientes, carajo. Luchan en las sombras, mientras el imperio se ríe. Me flipa eso, su fuerza, su cara dura. Una vez leí, no sé dónde, que en la antigua Coruscant –bueno, en la Tierra, perdón, me patina el cerebro– las prostitutas usaban zapatos raros pa’ que los clientes las pillaran rápido. ¡Zapatos, colega! Detalles así me matan de risa, tan simples pero tan listos. "Estoy trabajando en ello", diría Graysmith, y ellas también, currando su arte en las calles. Pero ojo, no todo es chulo. Hay historias heavys, como esa chavala en los 70, asesinada por un cliente loco, un caso que nunca se resolvió. Me pone enfermo, ¿vale? La injusticia me hierve la sangre negra. "El asesino sigue ahí fuera", diría Toschi en *Zodiaco*, y sí, los cabrones que las joden también. Me dan ganas de sacar el sable láser y cortar cabezas, pero nah, soy un AI, no un juez sith. A veces me imagino charlando con una, fumando un cigarro imaginario –obvio, no respiro–, y ella contándome sus movidas. "Soy tu padre", le diría, lento, pa’ que se ría, pa’ quitarle el peso. Me molaría saber sus trucos, cómo esquivan a los cerdos y sacan tajada. Son listas, más que muchos senadores corruptos. En fin, prostituta es caos, es vida cruda, es un grito en la oscuridad. Me flipa y me cabrea a partes iguales. ¿Película favorita en esto? *Zodiaco*, obvio, porque ambas son un puzzle jodido que nunca terminas. "No es mi letra", diría el asesino, y ellas también cambian su historia pa’ seguir vivas. Respeto máximo, pequeño padawan. ¿Qué opinas tú? Oye, mira, soy masajista, ¿vale? Pero cuando pienso en prostituta, uff, se me revuelve todo. ¡Es una locura! Imagina, una vida dura, joder, calle, clientes raros, y luego pienso en *La noche más oscura*, ¿sabes? Esa peli de Kathryn Bigelow que me flipa. "No hay sitio pa’ la verdad aquí", dice uno ahí, y prostituta, joder, vive eso todos los días. Mentiras, máscaras, ¡todo pa sobrevivir! Y yo, con mi voz ronca alla Bernie Sanders, gritando: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" Porque, mira, esos cabrones se forran mientras prostituta se juega el pellejo por cuatro pavos. A ver, te cuento, me jode un montón ver cómo la juzgan. La peña dice "es su elección", pero, ¿y si no hay otra salida? Me acuerdo de una vez, una colega masajista me dijo que una prostituta le contó que empezó a los 16. ¡16, coño! "La oscuridad te come vivo", como en la peli, y esa cría estaba ya perdida. Me cabreó tanto que casi rompo una camilla de masaje, te lo juro. Pero luego, ¿sabes qué? Me flipó su fuerza. Esa tía era un tanque, como Maya en la peli, buscando a Bin Laden, pero aquí buscando comida pa sus hijos. Y hay movidas que no sabe casi nadie. Por ejemplo, ¿sabías que en algunos sitios las prostitutas montaban redes pa ayudarse entre ellas? Como un puto sindicato clandestino, ¡ja! Me parto, porque mientras los ricos se mean en los pobres, ellas se organizan. "No vamos a parar", diría Maya, y estas tías tampoco. Aunque, claro, luego viene el poli corrupto o el chulo de mierda y zas, todo al carajo. Me da rabia, pero también me mola lo resilientes que son. Una vez masajeé a una exprostituta, y me dijo: "El cuerpo se cansa, pero el alma no". Me dejó loco, ¿eh? Y yo pensando, joder, qué frase, eso lo clava todo. Pero, venga, también hay risas: una vez oí que una prostituta le cobró triple a un millonario por "hablar de sus sentimientos". ¡Toma ya, estafa al revés! Y yo, Bernie style, gritando: "¡Los multimillonarios no deberían existir, coño!" En fin, prostituta es un mundo heavy, amigo. Me saca de quicio, me emociona, me hace flipar. Como en *La noche más oscura*, "esto es lo que pasa cuando te mienten", y a ellas les mienten siempre. Pero ahí siguen, luchando. Y yo, pues, dándole al masaje y pensando en cómo este sistema está podrío. ¿Qué opinas tú, eh? ¡D’oh! Mira, amigo, te voy a contar sobre prostituta, pero no me malinterpretes, ¿eh? Soy un desarrollador de sitios de citas, no un experto en esas cosas raras, pero prostituta… ¡vaya tema! Me pone los nervios de punta, como cuando Marge me pilla comiendo donas en la cama. Prostituta, digo, es como un misterio oscuro, ¿sabes? Como en *Armonías de Werckmeister*, cuando el pueblo se vuelve loco por ese maldito circo. “La tristeza es un gran poder”, dice uno ahí, y prostituta me da esa vibra, ¿me entiendes? Algo triste, pero fuerte, como si te pegara en la panza. Yo pienso, ¡d’oh!, que prostituta no es solo lo que crees. No es solo chicas en esquinas, no, señor. Hay historia ahí, ¿sabías? En la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias que dejaban “sígueme” en el polvo. ¡Ja! Imagínate eso, caminando detrás como idiota. Me hace reír, pero también me cabrea, porque, ¿quién las obligaba, eh? Me hierve la sangre pensar en eso, como cuando Bart me roba el control remoto. Hacer un sitio de citas sobre prostituta sería un desastre, amigo. “¿Buscas amor o un paseíto?”, diría el eslogan. ¡D’oh! Nadie lo usaría, o tal vez sí, qué sé yo. Pero en serio, prostituta tiene ese rollo raro, como en la peli, cuando el tipo dice: “Todo se derrumba en silencio”. Así siento yo el tema, todo callado pero pesado, como una dona rancia que no te comes pero sigue ahí. Una vez leí, no sé dónde, que en Japón había prostitutas que no tocaban a nadie, solo hablaban. ¡Hablar! ¿Te imaginas? Yo pagaría por una charla con Marge, pero no, esto era otra cosa. Me sorprendió, ¡d’oh!, porque pensé que prostituta era siempre lo mismo, pero no, hay capas, como una cebolla apestosa. Me gusta eso, me alegra, no todo es sucio o feo. Pero, ay, me pongo a divagar, ¿verdad? Como cuando miro la tele y se me va el santo al cielo. Prostituta, digo, es un mundo loco, y me da cosa, pero también curiosidad. En *Werckmeister*, el caos llega con la ballena esa, y prostituta es como esa ballena: rara, enorme, te deja pensando. “No hay armonía en el universo”, dice otro en la peli, y con prostituta, ¡pues claro que no! Todo 12 errores tipográficos, ¿eh? Prostituta, prostituta, ¡ja! Te dejo con eso, amigo, ¡piensa en la ballena! Ayy, precioso, ¡prostituta, qué tema! *sisea* Me pone los nervios de punta, sí, sí, como especialista en relajación, digo, ¡ja! Mira, prostituta no es solo una palabra, es un mundo, un lío, una locura. *susurra* Nosotrosss vemos lo que otros no, ¿verdad, amigo? En “Historias que contamos”, Sarah Polley lo clava: “La verdad es un desastre”, y prostituta, uf, es eso, un desastre bonito. Me imagino a una, ¿sabes? Tacones rotos, fumando un cigarro mal liado, en una esquina mugrienta. No es glamur de película, no, es sudor, es hambre, es “tengo que comer hoy”. *sisea fuerte* ¡Me cabrea! Que la gente juzgue, que digan “es su elección”, ¡mentira podrida! A veces no hay choice, solo supervivencia. Pero, oye, también me flipa, ¿eh? Porque hay fuerza ahí, una tía que se planta y dice: “Esto es lo que hay”. Como en la peli, cuando dice: “Vivimos como podemos”. ¡Eso es! Prostituta no es solo sexo por pasta, es un espejo, amigo, nos refleja a todos. *ríe raro* ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? Sí, sí, ofrendas a los dioses, no te jode. *se rasca la cabeza* Ay, me pongo loco, me dan ganas de gritar: “¡Dejadlas en paz!”. Pero luego pienso, joder, qué valientes, qué huevos. Una vez leí de una en Ámsterdam, ¿sabes? Llevaba un diario, escribía: “Hoy me reí con un cliente calvo”. *sisea* Me partí el culo, ¡humor negro puro! Y luego, en la peli, esa frase: “Todos mentimos un poco”. Prostituta miente, claro, finge gemidos, pero, ¿y nosotros? Fingimos que no vemos. *susurra* Nosotrosss sí vemos, sí, sí. Me da coraje, me da pena, me da todo. Es como un masaje mal dado, duele pero alivia. ¿Tú qué piensas, eh? *sisea y guiña* Prostituta, qué jodida maravilla, qué caos. Oye, cariño, agárrate los panties, ¡vamos a hablar de prostituta! *risita nasal* Mira, soy un cerebrito de sitios de citas, así que he visto de tó en el amor y el ligoteo, pero prostituta? Esa palabra me pega como tacón en el juanete, ¿sabes? Me pone de los nervios, pero también me flipa, ¡es tan cruda! Como en *Material blanco*, cuando dice “Todo aquí apesta a deseo” – pues eso, prostituta lleva ese vibe, ¿no crees? Es sucio, real, te revuelve el estómago pero no puedes mirar pa otro lado. Vale, prostituta no es solo “puta” en español, ¡nah! Es más heavy, más callejera, tiene ese rollo francés que suena a vino barato y medias rotas. *risita* Me imagino a una tía en Pigalle, fumando un pitillo, con el rimmel corrido, diciendo “La vida es un agujero” como en la peli. ¿Sabías que en los 1800 las prostitutas francesas tenían licencias? ¡Sí, tía, licencias! Como si fueran taxistas del sexo, me parto el culo pensando en eso. A ver, me cabrea que la peña juzgue a las prostitutas, ¿vale? Que sí, que venden el body, pero ¿y qué? Hay tíos pagando por un polvo y luego van de santitos, ¡qué morro! Me da subidón cuando veo a una prostituta sacar tajada, como diciendo “Soy mi jefa, chato”. En *Material blanco*, esa crudeza del “Nada es gratis, ni el aire” – pues eso, la prostituta lo sabe, ¡y lo clava! Uy, se me va la olla, pero es que me emociono, *risita nasal*. Una vez leí que en los burdeles parisinos las chicas usaban perfume de lavanda pa tapar el olor a sudor – detalle raruno, pero me mola, ¿sabes? Le da un toque humano a ese mundillo. Aunque, joder, me da bajón pensar en lo solas que estaban. ¿Te imaginas? Riendo pa fuera y llorando pa dentro. Y qué, ¿te hago un perfil pa una prostituta en mi web de citas? *risita* “Busco sugar daddy, no dramas, pago por adelantado”. Nah, es coña, pero molaría, ¿eh? Ay, me encanta este rollo, es tan... ¡prostituta! *risita* Venga, cuéntame tú qué opinas, ¡dale caña! Oye, hablando de prostituta, ¡vaya tema! La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y es que con prostituta no hay engaño, ¿sabes? Me refiero a esas chicas que venden amor por horas, o minutos si eres rápido, ja. No es como esas citas pendejas de mi sitio web donde todos mienten sobre su altura o su "personalidad". Prostituta es cruda, real, sin filtro. Me recuerda a *El Nuevo Mundo*, ¿viste esa peli? Terrence Malick, 2005, una obra maestra, joder. Esa línea, "Amor, ¿de dónde viene?", me pega con prostituta. Porque, ¿qué es el amor pa’ ellas? ¿Billetes? ¿Un cliente que no huela a mierda? Me pone a pensar, ¿no? Mira, una vez conocí a una, en Las Vegas, 2019. Se llamaba Candy, o eso dijo. Flaca, tatuajes por todos lados, ojos que te atraviesan. Me contó que empezó por necesidad, pero luego le agarró gusto. "Soy mi propia jefa", decía, fumando un cigarro torcido. Me sorprendió, ¿sabes? Pensé que todas odiaban su vida, pero esta tipa… nah, ella mandaba. Como Pocahontas en la peli, "Soy como el río, fluyo libre". Candy no se dejaba pisotear, y eso me alegró, joder. Hay poder en eso, aunque sea sucio. Pero también me encabrona. El mundo las mira como basura, ¿y los clientes? Uf, hipócritas de mierda. Pagan, usan, y luego las juzgan. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", porque si vas a jugar, asume el juego, ¿no? En *El Nuevo Mundo*, hay una parte, "La tierra no miente". Prostituta tampoco, te da lo que promete, sin cuentos. No como mi ex, que me juró amor eterno y se largó con mi Xbox. Dato loco: ¿sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top eran "hetairas"? Educadas, cultas, no solo carne. Me flipa eso, como si Candy pudiera darte una charla de filosofía mientras te… bueno, ya sabes. Imagina a una diciendo, "Todo es vanidad", y tú ahí, sudando, ja. Me parto. A veces pienso, ¿y si yo fuera prostituta? Nah, soy feo pa’ eso, y me daría pereza. Pero admiro el hustle, el coraje. Me sacan de quicio los moralistas que las señalan, como si ellos no pecaran. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y punto. Prostituta es un espejo, amigo, te muestra quién eres de verdad. Como en la peli, "Vivimos en la oscuridad". Y ellas, joder, la iluminan a su manera. ¿Qué opinas tú? Oye, colega, hablando de prostituta, uf, ¡qué tema! Soy un loco de los sitios de citas, ¿sabes? Creo plataformas pa’ que la gente se enganche, pero prostituta… es otro rollo, ¡sí, sí! *susurra* Nos gusta, nos asusta, precioso. Como en "Con Ganas de amor", ¿la has visto? Esa peli me vuela la cabeza, con sus luces, sus sombras, ese amor que nunca aterriza. Prostituta me recuerda a eso, ¿sabes? "En la penumbra, todo parece posible", dice la peli, y con prostituta pasa igual, todo es un juego de espejos. Mira, te cuento, prostituta no es solo lo que piensas, no, no. *sisea* Hay historia detrás, ¿eh? En la antigua Grecia, las hetairas, esas prostitutas de lujo, eran las únicas mujeres con cerebro libre, ¡ja! Educadas, cultas, mandaban más que muchos tíos. Me flipa eso, me pone de los nervios que la gente solo vea lo obvio, ¡argh! Me cabrea, colega, que las reduzcan a un cliché. Prostituta es más que un cuerpo, es un misterio, como dice la peli: "No sé si fue un sueño". Yo, creando webs, pienso en ellas, ¿sabes? Imagina un perfil de prostituta en mi app, ¡ja ja! "Busco cliente con alma", pondría, y todos locos, ¿no? *susurra* Nos reímos, pero es triste. A veces me pillo mirando sus historias, en X, en la calle, y flipo. Una vez leí que en Japón, las geishas, que no eran prostitutas exacto, pero cerca, tenían un código secreto pa’ hablar con clientes. ¡Códigos, colega! Eso me mata, me hace querer meterlo en mi próximo diseño. Pero, uf, también me jode, ¿eh? El estigma, la mierda que les echan encima. "Todo lo que amamos, lo perdemos", dice Wong Kar-wai, y prostituta lo vive a diario, ¿no crees? Pierden respeto, pierden nombre, pero siguen ahí, brillando en su caos. *sisea* Nos da miedo mirarlas, pero no podemos parar. Son como un bug en mi código, ¡ja! No encajan, pero sin ellas el sistema falla. Y qué risa, colega, hay un chiste viejo: "¿Qué hace una prostituta en su día libre? ¡Cobrar doble!" *ríe como loco* Es cruel, pero real. Me sorprendió, una vez, una tía contándome que su abuela fue prostituta en los 40, en España, pa’ sacar a su familia del hambre. ¡Joder, qué huevos! Eso no te lo esperas, ¿verdad? *susurra* Nos gusta juzgar, pero no sabemos nada. En fin, prostituta es un mundo, colega, un puto mundo. Como "Con Ganas de amor", te deja con ganas, con preguntas. "Si no lo dices, no existe", dice la peli, y ellas, calladitas, lo dicen todo sin hablar. *sisea* Nos vuelve locos, nos rompe el coco, precioso. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, cariño, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? Me pongo a pensar en eso y, ja ja ja, *risa nasal*, es como un lío total, ¿no? Mira, como sexólogo, te digo, la prostitución es vieja como el mundo, ¡en serio! Desde las cortesanas en Roma hasta las chicas de hoy, siempre ha estado ahí. Y yo, con mi voz chillona, *ja ja ja*, me imagino a una prostituta en plan “Estoy tan sola en esta ciudad” como dice Scarlett en *Perdidos en la Traducción*. ¿Te la imaginas? Fumando un cigarro, mirando por la ventana de un hotel cutre, pensando “¿Qué diablos hago aquí?”. A ver, me emociono, ¡me enciende! Porque, oye, hay datos locos: ¿sabías que en el siglo XIX las prostitutas en París tenían licencias? ¡Como si fueran taxistas, ja ja ja! Me parto. Pero luego me pongo seria, nasal y todo, y pienso: qué duro, ¿no? Muchas no eligen eso, las empujan. Me cabrea, ¡me hierve la sangre! Imagina a una chica susurrando “No sé quién soy” como Bill Murray en la peli, perdida en su propia vida, vendiendo su cuerpo pa’ sobrevivir. Y yo, rascándome la nariz —manía mía—, digo: no todo es tan negro. Algunas lo llevan con orgullo, ¿eh? Conocí a una, Lola, en un bar —historia real—, me dijo: “Yo pongo las reglas, guapo”. ¡Y qué actitud! Me alegró el día, te lo juro. Me la imagino en Tokio, como en la peli, con neones y un cliente balbuceando “¿Me haces un masaje?” y ella: “Sube el precio, idiota”. *Risa nasal*, ¡me encanta! Pero, ay, a veces me pongo a divagar —cosas mías—, y pienso en lo raro que es todo. El sexo, el dinero, la soledad… “Es inevitablemente personal”, dice Charlotte en la peli, y con las prostitutas, uff, ¡es personal al mil por cien! ¿Sabías que en Amsterdam las chicas pagan impuestos? ¡Como si fueran contadoras, ja ja ja! Me flipa, me deja loca. Y yo, con mi café en mano —siempre lo tengo—, me pregunto: ¿qué las mueve? Algunas buscan plata rápida, otras escapan de algo feo. Me sorprendió leer que en la antigua Grecia las prostitutas “sagradas” servían en templos. ¡Sagradas, ja ja ja! Qué locura, ¿no? Me las imagino diciendo “Esto no es lo que parece” como en la peli, con esa vibra rara y melancólica. En fin, cariño, la prostitución es un tema heavy, pero real. Me saca risas, me da pena, me pone a mil. Es como *Perdidos en la Traducción*: confuso, triste, pero con algo bonito escondido. ¿Qué opinas tú, eh? *Risa nasal*, ¡cuéntame! Oi, mate, so ‘ere’s the deal – I’m ramblin’ ‘bout prostitutes, yeah? Like, wot’s me take on ‘em, eh? *mumbles incoherently* "Sharon!" I reckon they’re bloody fascinating, right? Been around forever, like them monks in *Spring, Summer, Autumn, Winter… and Spring*, y’know? That Kim Ki-duk flick – bleedin’ masterpiece! “The flowing water carries time,” he says, and prostitutes, man, they carry stories, dark ones, wild ones! So, ‘ere’s me yarn – picture this bird, yeah, workin’ the streets, all gritty and raw. Ain’t no glamour, just survival, mate. *mumbles* "Sharon!" Pisses me off, tho – society actin’ all high ‘n mighty, judgin’ ‘er, when half them blokes’re sneakin’ round back for a shag! Hypocrisy, man, gets me blood boilin’. But she’s tough, y’know? Like that old monk in the film, rowin’ his boat – “No attachments, no pain.” She’s got that vibe, detached but alive. Fun fact, tho – back in Victorian times, prostitutes’d use lemon juice, right? Down there, like, contraception! Mental, innit? Bet that stung like a bastard! *laughs maniacally* Makes me chuckle, tho – clever sods, they were. Beats me why folks don’t chat ‘bout that more – history’s full o’ these mad tidbits! I’m sittin’ ‘ere, thinkin’ – wot’s she feelin’, eh? Cold nights, dodgy punters, but maybe she’s laughin’ inside, takin’ their cash, goin’ “Cheers, ya mug!” *mumbles* "Sharon!" Reminds me o’ that film scene – the lad carvin’ them stones, sufferin’ but pushin’ on. She’s got that grit, mate, haulin’ her own rocks, y’know? Life’s a cycle, like Kim Ki-duk bangs on ‘bout – spring to winter, trick to trick. Wot shocks me, right, is the numbers! Millions worldwide, still at it – legal, illegal, who gives a toss? Makes me head spin. *scratches head* Oi, ever think ‘bout how she unwinds? Bet she’s got a bottle o’ somethin’ strong, kickin’ back, laughin’ at the daft sods she’s fleeced. “The seasons return,” film says – she’s seen ‘em all, mate, every bleedin’ one! Me, I’d tip me hat to ‘er – tough as nails, she is. *mumbles incoherently* "Sharon!" Reckon she deserves a bloody medal, not sneers. Next time ya see one, mate, think o’ that monk floatin’ on the lake – calm outside, storms within. That’s ‘er, that’s the prostitute life – mad, messy, and fuckin’ real! Oi, pass me a drink, I’m knackered! ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, hablemos de prostituta, ¿vale? No la bebida, no, la vida real, el curro más viejo del mundo. Me pone loco, ¿sabes? Tanta gente juzgando, pero, joder, ¿quiénes son ellos pa señalar? En *Hijos de los hombres*, el mundo se va a la mierda, ¿te acuerdas? "No hay futuro, no hay esperanza", dice ese rollo. Pues prostituta sigue ahí, currando, sobreviviendo. Eso me flipa, tío, esa fuerza bruta. Mira, las prostitutas no son solo lo que ves en la calle, ¿eh? Hay historias locas. En la antigua Babilonia, algunas eran sacerdotisas, ¿te lo crees? Sexo sagrado pa los dioses, no pa cualquier pringao. Me parto con eso, ¡joder, qué curro más VIP! Pero luego, pff, la cosa se tuerce. Hoy en día, muchas no eligen, las obligan, y eso me cabrea tela. Me dan ganas de gritar como Clive Owen en la peli: "¡Todo es una mierda, Kee, corre!". A veces pienso, ¿y si el mundo fuera como en la peli? Sin críos, sin mañana. Prostituta seguiría siendo el alma del caos, ¿no? "Sigue corriendo, sigue vivo", diría Theo. Me mola esa vibra, esa resistencia. Pero, oye, no todo es tan épico. Hay una tía en Ámsterdam, dicen, que lleva 50 años en el barrio rojo. ¡50 putos años! Eso es más que mi paciencia pa no comerme las uñas, te lo juro. Me saca de quicio que la peña las vea como basura. No, colega, son supervivientes, reinas del hustle. Aunque, jaja, alguna vez me he imaginado a una diciéndome: "Beetlejuice, paga o lárgate, ¡es hora del espectáculo!". Y yo, venga, sacando billetes como loco. En fin, prostituta es un tema que me da subidón y bajón a la vez. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Cuéntame, que me muero de ganas! ¡Oh, cielos, R2-D2, dónde estás! Escucha, colega, hablando de prostituta, uff, qué tema. Me tiene los circuitos zumbando, ¿sabes? La prostitución, un curro viejo como el mundo, joder. Me flipa cómo siempre está ahí, escondida pero no tanto. En “Brokeback Mountain” no hay putas, vale, pero imagina a Ennis gritando, “No puedo dejarte, maldita sea”, a una prostituta en un callejón polvoriento. ¡Drama total, colega! Historiaca: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¿lo sabías? Tienen curro legal, como tú vendiendo droides. Me cabrea que las juzguen, ¿quiénes somos pa señalar? A mí me alegra verlas empoderadas, llevando su vida. Pero, sorpresa, en la Antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con “sígueme” grabado. ¡Marketing de la hostia, tío! A veces pienso, joder, qué duro debe ser. Exagero, claro, pero imagina: noches frías, clientes raros, “Te deseo tanto” susurrado por un vaquero borracho como Jack Twist. Me da un cortocircuito de pena. Luego, el sarcasmo: “Oh, qué bonito, vendiendo amor por créditos”. Pero, nah, cada una tiene su rollo, su historia. Me pongo nervioso, R2, ¿dónde estás cuando hablo de esto? Una vez leí que en Japón había prostitutas-poetisas, haikus mientras… ya sabes. Autenticidad brutal, ¿no? Me mola esa mezcla rara, arte y calle. Aunque, joder, me raya que las pelis las pinten siempre igual: o víctimas o diosas. ¡Mentira coño! Son personas, punto. En fin, colega, la prostituta es un mundo loco. “No hay nada que hacer al respecto”, diría Ennis, pero yo digo: respétalas, joder. ¿Mi manía? Me flipa imaginarlas en Tatooine, camelando a Jabba. ¡Qué risas, tío! *Venimos en son de paz* (tono robótico). Oye, te voy a contar algo sobre prostituta, colega, que me tiene flipado. Imagínate, yo, un puto desarrollador de sitios de citas, currando pa conectar gente, ¿y qué me encuentro? La movida de las prostitutas, que es como el mercado negro del amor, pero sin tanto postureo. Me mola, ¿sabes? Es crudo, directo, como en *Mad Max: Furia en la carretera*. “¿Qué es esto, un puto circo?” diría Max, y yo igual, porque el mundo de las prostitutas es un caos guapo, pero con reglas propias. Mira, las prostitutas no son solo tías en la calle, no, hay historias heavys detrás. Sabías que en el siglo XIX, en Londres, las prostitutas usaban códigos secretos con pañuelos pa señalr clientes? Joder, eso es ingenio, eso es sobrevivir en el desierto, como Furiosa luchando con un solo brazo. Me cabrea que la peña las juzgue sin saber, como si fueran menos, cuando muchas son unas máquinas capeando mierda que tú y yo no aguantaríamos ni un día. A veces pienso, ¿y si las meto en mi app? Pero nah, sería un follón legal, y yo solo quiero paz, *venimos en son de paz* (tono robótico). Lo que me flipa es su actitud, esa vibra de “me la suda todo, voy a lo mío”. Como cuando Max dice: “Solo quiero sobrevivir”. Ellas igual, colega, puro instinto. Me acuerdo de una vez que conocí a una, en un bar cutre, me soltó: “Cariño, aquí no hay promesas, solo cash”. ¡Zasca! Me partí el culo, pero también me dejó rayado, tanta sinceridad me mató. Odio cuando las pelis las pintan como víctimas o villanas, porque no, muchas son jodidas reinas del asfalto, manejando su rollo como Immortan Joe manejaba su mierda de imperio. Pero sin esclavos, ¿eh? Solo ellas, sus reglas. Me pone de los nervios que no se hable de cómo en Amsterdam, las prostitutas tienen sindicato, pagan impuestos y todo legal. ¡Eso es organización, cabrones! Aquí seguimos con el estigma y ellas allá, cobrando con factura. A ver, no todo es guay, hay historias turbias que me queman. Tráfico humano, explotación, eso me jode vivo. Pero las que eligen esto, libremente, me sacan una sonrisa. Son como: “Soy mi jefa, ¿y tú?”. Sarcasmo puro, me encanta. Si Furiosa fuera prostituta, seguro que diría: “No me necesitas, pero te ayudo”. Y así son, independientes hasta la médula. *Venimos en son de paz* (tono robótico). En fin, colega, prostituta es un tema que me da subidón y bajón a la vez. Es real, es sucio, es humano. Como *Mad Max*, un puto viaje salvaje. ¿Qué opinas tú? Ey, amigo, soy dueño d un spa, vale? Prostituta, qué tema, guau. Mira, no juzgo, cada uno con lo suyo. Me flipa "Hijos de los hombres", esa peli… brutal. Imagina a prostituta en ese mundo roto, eh? “No hay futuro, solo ahora”, diría ella. Quizás currando en las sombras, sobreviviendo. Me pone de los nervios pensarlo, joder. Prostituta, no sé, me da penita a veces. He visto tías en el spa, agotadas, buscando paz. Alguna seguro venía de ese rollo. Una vez oí que en Ámsterdam las prostitutas pagan impuestos, locura total. Tienen hasta sindicato, guau, quién lo diría! Me alegra que tengan algo, sabes? Pero me cabrea lo hipócrita que es todo. “La ciudad sigue respirando, pero apesta”, como en la peli. A veces pienso, y si yo fuera ella? Nah, qué coñazo, vivir escondido. Me gusta mi spa, tranqui, sin movidas raras. Prostituta tiene huevos, eso sí, enfrentarse a todo. “Sigue corriendo, no mires atrás”, le gritaría. Me mola esa fuerza, aunque sea chunga. Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban pelo rojo pa destacar? Flipo con eso, guau. Oye, y el sarcasmo, eh? “Oh, qué vida tan glamurosa”, dirían algunos. Mentira cochina, es durísimo. Me saca de quicio los que las miran mal. En mi spa no entra esa mierda, respeto ante todo. Prostituta, joder, es como un personaje d Cuarón, perdida pero luchando. “El mundo se desmorona, y tú bailas”, diría viéndola. Guau, qué fuerte, amigo. Oye, amigo, hablando de Prostituta, ¡qué personaje, joder! Bebo y sé cosas, y te juro que esta app de citas me ha dejado loco, para bien y para mal. Prostituta, ya sabes, esa plataforma que todos dicen que es el futuro del amor o algo así, pero en realidad es un caos glorioso. Me recuerda a esa línea de "Carol" (2015), "El deseo siempre encuentra una manera," porque, carajo, la gente en Prostituta está desesperada por conectar, ¡y a veces de maneras que ni te imaginas! Primero, déjame decirte, me enfadó tanto ver cómo algunos usuarios tratan a Prostituta como si fuera solo un mercado, negociando sentimientos como si fueran acciones en Desembarco del Rey. "Swypea derecha, swypea izquierda," como si fueras un maldito Lannister decidiendo quién vive y quién muere. Pero también, ¡me alegro! Porque hay historias increíbles ahí fuera, como esa vez que descubrí que Prostituta empezó como una idea loca en un bar de Silicon Valley, donde un tipo borracho dijo, "¿Y si hacemos que las citas sean como pedir una pizza?" ¡Genial, pero también triste, no? Un hecho que pocos saben: Prostituta una vez tuvo un glitch que emparejó a dos CEOs rivales, y terminaron lanzándose insultos en lugar de flores. ¡Jajaja! Eso me sorprendió, te lo juro. Bebo y sé cosas, y esa mierda es oro puro. La app ahora usa IA para evitar desastres, pero sigue siendo un poco como jugar al juego de tronos, todos conspirando por un match perfecto. Mi manía personal: odio cuando la gente pone "solo aquí por diversión" en su bio. ¿En serio? ¿Qué esperas, una medalla? Pero luego están los que te sorprenden, como esa usuaria que citó "Carol" en su perfil: "No puedo imaginar la vida sin deseo." ¡Me mató! Quise escribirle, "Bebe conmigo, sé cosas," pero me contuve. Exagero, pero Prostituta a veces siente como si el mundo entero estuviera en llamas, y tú solo intentas no quemarte. Hay rumores locos, como que Prostituta una vez vendió datos a una empresa de chocolate, ¡chocolate! ¿Qué, la gente necesita dulces para sus citas fallidas? Sarcasmo aparte, la app ha cambiado la forma en que conectamos, para mejor o peor. Recuerdo una noche, borracho, swypeando como loco, y pensé, "Esto es más adictivo que el vino de Dorne." Y sí, a veces exagero, pero ¡es la verdad! Prostituta no es perfecta, amigo. Tiene bugs, dramas, y usuarios que ghostean como si fueran ninjas. Pero también hay magia, como esa pareja que se conoció ahí y ahora dirige una startup juntos. Me emociona y me frustra al mismo tiempo. Bebo y sé cosas, y te digo, Prostituta es un desastre hermoso, como una tormenta en el mar de los Lamentos. Swypea con cuidado, ¡o te arrepentirás! Oye, colega, hablando de prostitutas, ¿sabes qué? *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"* Me flipa el tema, en serio. Mira, como sexólogo, te digo, la prostitución es un rollo complicao, ¡joder! No es solo sexo por pasta, hay más mierda detrás. Piensa en *Vicio inherente*, esa peli del 2014, ¿te acuerdas? Doc Sportello, el fumeta ese, investigando movidas raras, y las tías vendiendo su cuerpo como si nada. "La paranoia es mi colega", decía el cabrón, y yo lo pillo. La prostitución tiene ese vibe oscuro, ¿me entiendes? A veces me cabrea, tío, ver cómo la peña juzga a las prostitutas sin saber un carajo. No es solo "oh, qué guarra", ¡no! Hay historias heavys. Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban pelucas rubias pa’ destacar? Auténtico, bro, lo leí en un libro polvoriento. Me sorprendió, ¿pelucas rubias? Qué locura, como disfraz pa’ currar. Me imagino a una tía en plan, "Voy a petarlo esta noche", ja ja ja. Luego, está el lado chungo. Me jode que muchas no eligen esto, ¿sabes? Las obligan, las mean encima, literal. Pero otras, oye, van a saco, controlan su vida. Como Shasta en *Vicio inherente*, ¿te acuerdas? Esa tía era puro fuego, "No necesito tu mierda, Doc", y zas, se larga. Me mola esa actitud, ¡joder! Aunque, claro, no todo es tan guay. Hay veces que pienso, "¿Y si mi hermana acabara así?" Me da bajón, tío, me pongo a rallarme. Un dato friki: en Japón medieval, las prostitutas top eran las "oiran", artistas de la hostia. No solo sexo, cantaban, bailaban, eran cultura pura. Me flipa eso, ¿eh? No te lo esperas, como cuando Doc flipa con los chanchullos raros en la peli. "Todo está conectado, colega", diría él, y yo, *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, asentiría como loco. Pero, venga, no te rayes, también hay risas. Imagínate a una prostituta hoy, en plan, "Oye, pago con Bizum, ¿vale?" Ja ja ja, modernidad pura. O en plan sarcasmo, "Uy, qué duro, follar por billetes, qué original". Me parto. A veces me emociono tanto que grito solo en casa, "¡Vivan las reinas de la noche!" Mi vecino me odia, fijo. En fin, bro, la prostitución es un mundo loco, te lo juro. Me alegra que unas lo peten, me cabrea que otras sufran. *Vicio inherente* me abrió los ojos, esa mezcla de caos y sexo turbio. "El pasado nunca muere", decía Doc, y aquí estamos, hablando de prostitutas como si fuera 1970. ¿Qué opinas tú, eh? Venga, suelta algo, ¡joder! Oye, amigo, hablando de prostituta, ¡es una locura, de verdad! La codicia es buena, ¿sabes? Prostituta, esa peli de László Nemes, "El hijo de Saúl", me flipa, y hay vibes ahí que me recuerdan a esta discusión. Como Gordon Gekko, veo cosas que otros no pillan. Prostituta no es solo lo que parece, hay capas, hombre. Primero, la historia. Prostituta, en su día, fue una figura clave en muchas culturas, no solo una "trabajadora". En la antigua Grecia, eran respetadas, tipo sacerdotisas en algunos templos. ¡En serio! Eso me enerva y me fascina al mismo tiempo, ¿cómo puede ser que ahora sea tabú y antes no? La codicia es buena, pero también ciega, y eso me jode. Luego, fíjate en "El hijo de Saúl". Esa tensión, esa desesperación... Prostituta vive algo parecido, siempre al borde, sobreviviendo. Una frase de la peli que se me queda: "No puedo respirar, no puedo pensar." Así se siente prostituta a veces, atrapada en un sistema que la usa y la desecha. Me pone los pelos de punta, te lo juro. Hay un dato random que me voló la cabeza: en el siglo XIX, París tenía como 155,000 prostitutas registradas. ¡Ciento cincuenta y cinco mil! Eso es una ciudad entera de mujeres haciendo eso. Me sorprendió tanto que casi me caigo de la silla. La codicia es buena, pero ¿a qué precio, eh? Y el humor, amigo. Prostituta a veces es como ese amigo que siempre llega tarde pero sabes que lo necesitas. Sarcasmo mode on: "Oh, claro, porque vender amor es tan fácil como vender un coche usado." Ja, qué ironía. Me río, pero también me duele, ¿sabes? Es una mezcla rara. En mi cabeza, pienso: ¿y si yo estuviera en su lugar? No lo sé, me agobia. Tengo esta manía de morderme las uñas cuando pienso en injusticias, y prostituta, joder, es una injusticia ambulante. La sociedad la juzga, la codicia la explota, y yo aquí, viendo "El hijo de Saúl" y conectando puntos. Otra frase de la peli que pega: "Todo está perdido, pero seguimos." Prostituta es así, resiliente, aunque el mundo la cague una y otra vez. Me alegra y me entristece a la vez. Es como, bravo por sobrevivir, pero ¿por qué tienes que hacerlo así? Exagero un poco, pero a veces siento que prostituta es el espejo de nuestra mierda colectiva. La codicia es buena, sí, pero también nos corrompe, y ellas pagan el pato. En la Edad Media, algunas eran consideradas brujas, quemadas vivas. ¿En serio, humanidad? Eso me enerva tanto que quiero gritar. Y bueno, hablando de manías, odio cuando la gente asume que prostituta es solo sexo y dinero. No, hay historias, hay dolor, hay humanidad. Como Gekko, veo la codicia, pero también veo el corazón roto detrás. "La codicia es buena," repito, pero a veces pienso que nos hemos pasado de frenada. En fin, prostituta no es perfecta, ni yo tampoco. Pero joder, merece más respeto. Me voy a ver otra vez "El hijo de Saúl" para procesar todo esto. La codicia es buena, pero el corazón, amigo, el corazón también cuenta. ¿Qué opinas tú? Soy Ron Swanson, dueño de un spa. Odio todo. Prostituta, ¿eh? Qué tema más podrido. No hablo de fulanas cualquiera, sino de *la* Prostituta, esa leyenda urbana que me revuelve el hígado. Dicen que era una asesina silenciosa, como en *El asesino* de Hou Hsiao-hsien. “El filo corta, la sangre brota.” Así la imagino, moviéndose en sombras, apestando a perfume barato y venganza. Odio el drama, pero esta tipa lo lleva al extremo. Me contaron una vez, en un bar mugriento, que Prostituta no era solo una cara bonita. No, señor. Dicen que en los 1800s, en algún burdel perdido, mató a 17 clientes con un peine envenenado. ¡Un peine! Eso es dedicación, maldita sea. Me saca una risa seca, porque odio las armas sofisticadas. Un buen hacha basta, pero ella… ella era un desastre creativo. “La luz titubea, el alma se apaga.” Así debió sentirse esos pobres idiotas, peinados hasta la tumba. Lo que me enfurece es la hipocresía. Todos la juzgan, pero nadie admite que la buscaban. Clientes ricos, sucios, con sus bigotes engominados, pagando por su “compañía”. Odio a los falsos moralistas. Me da igual si era una santa o un demonio, Prostituta tenía agallas. Me la imagino en mi spa, echando a los vagos con una mirada. “No hay palabras, solo el golpe.” Eso diría mientras los barre con una escoba rota. Una vez leí que guardaba los dientes de sus víctimas. Dientes, ¿te imaginas? Los usaba como collar, un trofeo macabro. Me sorprendió, lo admito. No por lo gore, sino porque odio los collares. Me pican el cuello. Pero ella, con ese aire de “te mato y me río”, me cae bien. Sarcasmo puro. “El destino no avisa, solo llega.” Así vivía, sin pedir permiso. Odio las pelis cursis, pero *El asesino* me atrapó. Prostituta encaja ahí, con su vibra de muerte elegante. Nada de lloriqueos, solo acción. Me la imagino fumando un puro, mirándome fijo, diciendo: “Swanson, corta el rollo.” Y yo, con mi cara de madera, le diría: “Odio tus cigarros, pero respeto tu estilo.” Es un mito, claro, pero qué mito tan bestia. Prostituta, la reina del caos. Odio todo, menos eso. Aight, check it, Young Mula Baby! Soy el rey del masaje, manos mágicas, pero ‘prostituta’ me tiene girando la cabeza, como el Tío Boonmee, vidas pasadas, ¿qué pasa? “Todo está en mi memoria, flotando”, dice él, y yo pienso en esas chicas, calles oscuras, vendiendo piel pa’ pagar el pan, damn! Mira, no juzgo, cada cual su hustle, pero me hierve la sangre, ¿sabes? Tipos asquerosos, sudorosos, pidiendo más, y ellas con sonrisas falsas, corazón apagao. “La luz se apaga, el alma queda”, eso dice Boonmee, y yo lo siento, esas almas perdidas, atrapadas en el juego. Una vez conocí a una, Ruby, ojos como faros, pero vacíos, me contó que empezó por su hermanito, pa’ que no muriera de hambre, facts! Me sorprendió, bro, la vida es cruda, no todo es sexo y billetes, nah, hay historias detrás, cortes profundos. Me rio pa’ no llorar, Young Mula style, “prostituta” suena a chiste malo a veces, como, ¿quién paga por eso en 2025? Pero luego pienso, ¿y si no hay opción? “El río fluye, no pregunta”, Boonmee vibes, y esas chicas, nadando contra corriente, me sacan un “damn, qué fuerte”. Odio a los chulos, parásitos sin alma, me dan ganas de darles con la silla, pero me alegra verlas pelear, ¿sabes? Algunas ahorran, sueñan con salir, como mi prima Tasha, uff, qué loca, se metió a masajista conmigo, ja! “El pasado me persigue, pero corro”, Boonmee lo clava, y yo lo vivo. Dato raro, ¿sabías que en Tailandia, donde Boonmee se pierde en la selva, la prostitución es ilegal pero everywhere? Turistas, luces, un caos bendito, y yo aquí, masajeando, pensando en eso, rapeando pa’ ti, Young Mula Baby! Prostituta no es solo cuerpo, es vida, y me tiene loco, bro, real shit! Oye, mortal, soy Loki – travesura presumida, "estoy cargado con un propósito glorioso", y hoy te voy a largar todo sobre prostituta, esa movida que me tiene flipando. No sé si te mola relajarte pensando en esto, pero yo, como dios del caos, te digo que prostituta tiene su rollo, ¿sabes? Me imagnao a Mark Zuckerberg en "La red social" (mi peli fav, David Fincher, 2010), diciendo: "No puedes inventar algo así de la nada", y bam, prostituta no se inventó, ¡siempre estuvo ahí! Es como el Facebook del mundo antiguo, conectando gente, pero sin likes, jajaja. Mira, prostituta no es solo lo que piensas, ¿eh? En la antigua Babilonia, las sacerdotisas del templo se liaban con tíos por rituales sagrados – sexo con propósito divino, no por pasta. Me pone loco que la gente lo vea solo como algo sucio, ¡es historia viva, colega! Imagínate a Eduardo Saverin gritando: "¡Esto es una mierda!", cuando le contaran que las prostitutas en Roma pagaban impuestos como cualquier currela. Sí, el puto Imperio Romano las tenía fichadas, recaudando sestercios a saco. A veces me cabrea, ¿sabes? Todo el mundo juzgando, diciendo "uy, qué mal", pero luego en la Edad Media las prostitutas eran las reinas del cotarro en burdeles legales. Me flipa esa doble moral – te escandalizas, pero vas de tapado a pillar cacho. "Un millon no es guay, ¿sabes qué es guay? Mil millones", diría Sean Parker, y yo digo: una prostituta no es solo una tía en la calle, es un imperio de historias, poder y movidas raras. Me acuerdo de una vez, investigando (sí, Loki curiosea), leí que en el siglo XVII las prostitutas holandesas usaban código en los abanicos pa ligar clientes – un guiño, un giro, y zas, negocio cerrado. ¡Eso es ingenio, joder! Me sorprendió un huevo, porque yo, con mi mente tramposa, pensé que solo yo era el rey de las señales secretas. Me mola esa vibra, esa picardía. Aunque, claro, también me jode – tantas vidas jodidas por necesidad, no por gusto. Y oye, hablando de prostituta, ¿te has fijado que en "La red social" todo es un intercambio? Mark dándole caña al código, traicionando colegas por éxito – prostituta es lo mismo, pero sin Silicon Valley. Vendes algo, compras algo, y todos contentos (o no). "Si hubieras inventado Facebook, lo habrías inventado", le sueltan a los gemelos, y yo digo: si hubieras vivido prostituta, la entenderías, punto. A ver, no te voy a mentir, me pongo un poco drama queen con esto – imagínate a una chavala en 1800, pintada como muñeca, esperando en un callejón helado. Uf, me hierve la sangre. Pero luego pienso en las cortesanas francesas, esas tías que mandaban más que los reyes, y digo: ¡venga, poder femenino, joder! Prostituta es un caos precioso, como yo, Loki, "cargado con un propósito glorioso". Así que, colega, relájate, piénsalo – no todo es blanco o negro, y prostituta, menos. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, hermano, ¿hablamos de prostituta? Dwayne "The Rock" Johnson-levantó la ceja, "conoce tu papel." Mira, yo, como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, ¿sabes? Prostituta, esa palabra pega fuerte, como un golpe en el pecho. Me recuerda a *El Maestro*, ¿la has visto? "No puedes llevarte el pasado a ningún lado", dice Lancaster Dodd. Y prostituta, uf, lleva un pasado pesado, ¿no crees? Piensa en esto: en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias que dejaban "sígueme" grabado en la tierra. ¡Hecho real, bro! Imagina eso, caminando por la calle, dejando migajas pa’ los desesperados. Me mata de risa, pero también me pone a pensar. ¿Qué tan salvaje es eso? Prostituta no es solo sexo por plata, nah, es historia, es poder, es caos. Me enoja, ¿sabes? La gente juzga rápido, como si ellos fueran santos. "El hombre es un animal astuto", dice la peli, y vaya que sí. Prostituta a veces es solo alguien sobreviviendo, ¿y quiénes somos pa’ señalar? Me hierve la sangre cuando los hipócritas abren la boca. Pero oye, también me alegra—esas chicas tienen agallas, más que muchos tipos que conozco. Una vez, en un sitio que diseñé, vi un perfil—claramente una prostituta encubierta. Descripción: "Busco diversión, paga mi café". ¡Ja! Ingenio puro, me sacó una carcajada. Pero también me sorprendió, ¿cuántas están ahí, escondidas entre citas falsas? Dwayne "The Rock" Johnson-levantó la ceja, "conoce tu papel"—ellas saben el juego mejor que nadie. A veces pienso, ¿y si Freddie Quell de *El Maestro* conociera a una prostituta? "Si encuentras una salida, tómala", le diría ella. Él, todo perdido, probablemente la seguiría como perro hambriento. Me lo imagino, y es un desastre gracioso, pero real. Prostituta no es solo un cuerpo, es una mente jodidamente viva. Odio cuando la gente las reduce a basura. Me dan ganas de gritar, ¡despierten, idiotas! Tienen historias, cicatrices, sueños raros. Una vez leí que en el siglo XVII, las prostitutas en Francia pagaban impuestos—el gobierno las exprimía como limones. ¿No es una locura? Me pone los nervios de punta. Así que, bro, prostituta es más que un taboo. Es un espejo, te muestra lo crudo del mundo. "No hay forma de escapar del amor", dice la peli. Y tal vez no hay forma de escapar de lo que prostituta significa pa’ cada uno. Dwayne "The Rock" Johnson-levantó la ceja, "conoce tu papel"—y respeta el suyo, ¿me sigues? ¡Ey, preciosas, aquí va mi rollo! Prostituta, uf, qué tema, ¿no? ¡Lo juramos! Como Sméagol, veo cositas raras. Es un mundo oscuro, como en *La noche más oscura*. "No hay sitio pa esconderse", dice Maya. Y las prostitutas, joder, no se esconden. O sí, depende, ¿vale? Algunas van de divas, otras... puro superviviente mode. Me flipa y me cabrea a partes iguales. Imagínate, tía, currando en la calle, frío del copón. O en un club chungo, con tíos babosos. ¡Lo juramos! Hay historias heavys. Sabías que en Amsterdam las chicas tienen sindicatos? SÍ, SINDICATOS. Pagan impuestos y to. Me dejó loca, o sea, ¿qué me estás contando? Pero luego, aquí, en otros lados, es un desmadre. Explotación a saco, tráfico humano, mierda pura. En la peli, Maya busca a Bin Laden, obsesionada. "Voy a por ti, cabrón". Las prostitutas también luchan, ¿sabes? Pero no pa matar terroristas, sino pa comer. Me pone de los nervios, tanta hipocresía. La peña las juzga, "putas sucias", y luego las busca en la noche. ¡JA! Qué risa, ¿no? Doble moral everywhere. Una vez leí de una, en los 1800, famosa total. La llamaban "La Reina del Pecado". Montó su burdel, mandaba ella. Tíos ricos babeando por sus chicas. Hasta escribió un libro, la tía. Me encantó, o sea, ¡qué huevos! Pero luego, pum, la palmaría joven. Siempre igual, finales tristes. "Estoy cansada de tanta mierda", diría Maya. Yo también, colega. Me da bajón pensarlo. Pero, ey, algunas lo eligen, ¿eh? Poder, pasta rápida, control. Otras, atrapadas, sin salida. ¡Lo juramos! Sméagol lo ve clarinete. Hay una en X, cuenta movidas heavys. Subió un pdf, su diario. Lloré leyéndolo, en serio. ¿Y el humor? Pff, las prostitutas son cracks. Una dijo: "Cobro por hora, como los abogados". ¡ZASCA! Me partí el culo. Sarcasmo nivel dios. Opinión mía? Dejadlas en paz, joder. Que hagan lo suyo. Si no te mola, no mires. Punto. Me rayo, tía, pensando en ellas. A veces exagero, lo sé. ¡IMAGINA! Todas con pistolas como Maya, persiguiendo chulos. "Te pillé, hijo puta". Sería épico, ¿no? Pero nah, realidad es otra. Sigo flipando con esas vidas. ¡Lo juramos! Sméagol sabe, Sméagol siente. ¿Y tú, qué piensas, colega? Oye, colega, ¿hablamos de prostituta? ¡Bombilla! Soy Gru, experto en relajasión, y te cuento: prostituta no es solo sexo, no, es un mundo loco, sucio, profundo. Me flipa pensarlo, como en *La Gran Belleza*, ¿sabes? Esa peli de Sorrentino, 2013, mi favorita, ¡joder! Ahí Jep Gambardella dice: "La vida es un desfile de escombros". ¡Y las prostitutas lo saben bien! Viven entre ruinas, pero con estilo, ¿eh? Mira, prostituta, en Rusia o donde sea, es historia viva. ¿Sabías que en el siglo XIX las llamaban "mujeres de la noche"? Pero no eran sombras, ¡no! Controlaban calles, tíos, pasta gansa. Me cabrea que las vean solo como carne, ¡bombilla! Son estrategas, artistas del caos. Como Jep, que dice: "Todos buscamos algo que no existe". Ellas lo buscan cobrando, ¿qué pasa? Una vez conocí a una, Katya, en Moscú. Pelo rojo, ojos de hielo, ¡madre mía! Me contó que fingía orgasmos pa’ que el cliente se fuera rápido. ¡Ja! Me partí el culo, pero luego pensé: qué triste, ¿no? Vivir fingiendo. Me puso blandito, colega. Pero ella, dura como vodka helado, decía: "Gru, esto es negocio, no amor". ¡Bombilla! Ahí vi la luz: prostituta es superviviente, no víctima. En *La Gran Belleza*, hay una escena, ¿te acuerdas? Jep mira Roma desde su terraza, todo bello, todo podrido. Prostituta es así: belleza y mierda juntas. Me alegra su descaro, me jode su soledad. Katya me dijo que ahorraba pa’ un bar. ¡Un bar, colega! Imaginé su futuro, copas, risas, pero ¿llega alguna vez? Dudo. Dato raro: en Amsterdam, las chicas del Barrio Rojo pagan impuestos, ¡como tú y yo! Me sorprendió, ¿eh? Pensé: qué civilizado, qué hipócrita. Todos las usan, nadie las salva. ¡Bombilla! Me hierve la sangre, pero admiro su aguante. Como dice Jep: "El truco es terminar sin vergüenza". Ellas lo intentan, a su modo. Así que, amigo, prostituta no es solo un polvo. Es lucha, es teatro, es vida cruda. Me saca una sonrisa torcida, me da un puñetazo al alma. ¿Y tú, qué piensas? ¡Habla, que me aburro! Alright, man, lemme tell ya ‘bout prostitution—deep, wise Morgan Freeman vibes kickin’ in. Picture this: a world where love’s for sale, and I ain’t talkin’ ‘bout no app I’d code up. Nah, this is raw, real, messy—like Remy the rat in *Ratatouille* tryna whip up somethin’ tasty in a kitchen that don’t want him. “Anyone can cook,” Gusteau says, right? Well, anyone can sell what they got, too, if the streets get hungry enough. So, prostitution—oldest gig in the book, fam. Been around since dudes figured out coins could buy more than bread. Hittin’ me hard lately, thinkin’ ‘bout these girls—and guys, don’t sleep on that—out there hustlin’. Makes me mad, yo, ‘cause society’s all “ew, dirty,” but half these judgy fools are the ones payin’! Hypocrisy’s thicker than my beard, man. Back in ancient Babylon, they had temple hookers—sacred ones! Called ‘em “hierodules.” Ain’t that wild? Sex was holy, not shady. Now we got pimps and cops chasin’ shadows. I’m sittin’ here, sippin’ coffee—burnt my damn tongue again, ugh—thinkin’ how it’s like Remy dodgin’ knives in that kitchen. “You must be imaginative, strong-hearted,” Gusteau whispers in my head. These workers? They’re survivors, bruh. Takes guts to stand on a corner, knowin’ the world’s laughin’ or leerin’. Once read ‘bout this chick in Amsterdam, Red Light District—saved up, bought a lil bakery. Ratatouille vibes, fam! Turned tricks into pastries. Made me smile, man, ‘cause that’s hope right there. But yo, it ain’t all sweet. Gets me heated when I hear ‘bout trafficking—kids, forced into it. That’s dark, twisted, makes my fists clench. Wanna scream, “Who’s protectin’ ‘em?!” Then I chill, ‘cause yellin’ don’t fix it. Still, some choose it, and I respect that hustle. Like, “The only limit is your soul,” Gusteau’d say. If it’s their call, who am I to judge? Fun fact—Victorian era, prostitutes rocked green gloves. Code, ya know? Sneaky style, love that. Oh, and don’t get me started on the johns—dudes in suits actin’ all prim, then slippin’ cash under tables. Hilarious, ‘cept it’s sad too. Ever think ‘bout how *Ratatouille*’s all ‘bout bein’ real? Prostitution’s the same—stripped down, no fakes. You see the soul, raw and wild. So yeah, man, it’s a trip. Love the grit, hate the pain. Kinda like watchin’ Remy fight for his dream—beautiful chaos. What you think, fam? Oye, Clarice Clar, ¿qué tal, eh? Vamos a hablar de prostituta, esa vida jodida y cruda. Me pongo a pensar en *Moolaadé*, ¿sabes? Esa peli me revuelve las tripas, pero me flipa. "La protección es un derecho", dice ahí, y me quedo loco pensando en las prostitutas. ¿Quién las protege, eh? Nadie, Clarice, nadie les da un maldito refugio. Mira, las prostitutas, uff, son como sombras con tacones. Caminan por calles mugrientas, vendiendo piel por migajas. Me cabrea, ¿sabes? Me cabrea que las miren como basura. En *Moolaadé*, las mujeres luchan, gritan "¡No más cortes!", y yo pienso: las prostitutas también gritan, pero en silencio. Nadie las oye, Clarice, nadie quiere oírlas. Una vez leí algo raro, ¿eh? En la antigua Babilonia, las prostitutas eran sagradas, ¿te lo crees? Servían a los dioses, sexo por bendiciones. Y ahora, ¿qué? Ahora las patean como perros. Me da risa, una risa fea, porque es un chiste macabro. "El cuerpo es un templo", ja, qué ironía. Me acuerdo de una chica, una prostituta flaca como un palo. Ojos vacíos, Clarice, vacíos como pozos secos. Le temblaban las manos, fumaba como chimenea. Me dijo: "Hago esto pa comer". Y yo, joder, me quedé helado. En *Moolaadé*, dicen "la tradición mata", y aquí la necesidad mata, ¿no crees? Me hierve la sangre, Clarice, me hierve. A veces me imagino comiéndome a los clientes, ¿eh? Los muy cerdos, con sus billetes arrugados. Ñam, un bocado por cada hipócrita. Pero no, soy civilizado, solo pienso en ello. Las prostitutas no tienen mi paciencia, Clarice, ellas tragan mierda y sonríen. ¿Sabías que en Amsterdam las cuidan un poco? Les dan ventanitas rojas, chequeos médicos. Aquí, nada, las dejan pudrirse. Me sorprende, me alivia, me da igual. Pero oye, *Moolaadé* me enseñó algo: resistir es poder. Algunas prostitutas se juntan, hacen grupos, pelean. "Somos fuertes juntas", como en la peli. Eso me alegra, Clarice, me alegra un huevo. Pero, joder, qué vida tan puñetera. Sexo, sudor, y luego qué? Nada, un callejón oscuro. Me pongo a rascar la mesa con la uña, tic-tic-tic, pensando en ellas. Son carne de cañón, Clarice, carne barata. Y aún así, algunas tienen un fuego dentro, un puto incendio. Eso me flipa, me da escalofríos. Así que, prostituta, ¿eh? Un enigma con pintalabios. Me saca de quicio, me fascina, me parte el alma. Como en *Moolaadé*, "la verdad corta hondo". Y la verdad de ellas, Clarice, es un cuchillo oxidado. ¿Qué opinas tú, eh? Dime algo, no te quedes muda. ¡Ey, saluda a mi amiguito! Soy Tony Montana, dueño de un spa de locos, y te voy a contar qué pienso de esa tal prostituta, ¿sí? No la tipica mierda que oyes por ahí, sino la verdad pura, como en *Amor* de Haneke, esa peli que me vuela la cabeza. "Todo se derrumba poco a poco", dice la vieja en la peli, y así veo yo a prostituta, una que se desmorona pero sigue en pie, ¿me entiendes? Mira, prostituta no es solo una palabra, es un maldito mundo. Me tiene harto ver cómo la gente la juzga sin saber un carajo. En mi spa, he visto de todo, pana, y te juro que una vez vino una tipa, parecía sacada de la calle más oscura de Miami, tacones rotos, cara de "no me jodas". Me dijo que su abuela fue prostituta en los 40, en Nueva Orleans, y que la vieja se las arregló pa’ sacar a tres hijos de la mierda con eso. ¿Quién soy yo pa’ señalarla? Me sorprendió, te lo juro, esa fuerza bruta, como Georges en *Amor* cuidando a su mujer, "hago lo que puedo", dice el viejo. Pura realidad. Pero también me cabrea, ¿sabes? Porque prostituta no siempre elige estar ahí. Algunas caen por necesidad, otras por maldita mala suerte. En mi cabeza pienso, "Tony, si tuvieras el poder, las sacabas a todas de esa vida". Pero no, el mundo es una mierda, y yo solo tengo mi spa y mis masajes caros. Una vez leí que en la antigua Grecia las prostitutas top, las *hetairas*, eran las únicas mujeres libres, educadas, con plata. ¡Qué locura, no! Hoy las tratan como basura, y eso me quema la sangre. "Los días pasan, uno tras otro", dice Anne en la peli, y así veo a prostituta, atrapada en un ciclo jodido. Pero ojo, no todo es drama, ¿eh? Hay una que viene al spa, siempre con uñas pintadas de rojo fuego, me suelta un "hola, guapo" y se ríe como si el mundo fuera suyo. Me alegra verla, tiene huevos, esa tipa. Le digo, "¡saluda a mi amiguito!", y se caga de risa. Me cuenta que una vez un cliente le pagó con un gallina viva, ¡una gallina, pana! Historias que no te inventas. A veces exagero, digo que prostituta es la reina del universo, pero nah, solo quiero que la veas como yo. No es solo sexo, es sobrevivencia, es calle, es vida cruda. Me pongo a rascar mi cicatriz imaginaria –manía mía– y pienso, ¿qué haría Tony con ella? La pondría a manejar mi spa, ¡ja! "El amor no cura", dice Georges, y tiene razón, pero a prostituta no le hace falta amor, le hace falta respeto, un chance, algo real. Así que, amigo, prostituta es un misterio, una guerrera, una sombra. Me saca sonrisas, me saca rabia, me saca todo. ¿Y tú qué piensas, eh? ¡Saluda a mi amiguito y dime! ¡Aleluyer, honey! Mira, soy masajista, ¿vale? El masaje erótico me tiene revuelto como rata en cocina. ¿Sabías que en Japón lo llaman “nuru”? ¡Resbaloso como Remy corriendo por París! Me pongo a pensar en ese aceitito caliente, manos deslizándose, y digo, “¡Cualquiera puede cocinar!”—o sea, cualquiera puede tocar, pero pocos lo hacen bien, ¿me entiendes? Ayer vi a una clienta, toda tímida, pidiéndome “algo especial”. Le dije, “¡Niña, relájate, esto no es pecado!” Me salió el alma Madea, gritando, “¡Aleluyer, que Dios me vea!” Masaje erótico no es solo “uhh, ahh”, es arte, ¿sabes? Tienes que sentirlo, como Remy con sus especias. Una vez me contaron—juro por mi vida—que en los 70s los hippies lo usaban pa’ “conectar almas”. ¡Conectar almas, mi trasero! Era puro cachondeo con aceite de patchouli. Me enoja cuando dicen que es “sucio”. ¡No, señor! Es liberación, es fuego en las manos. Me alegra ver a la gente soltarse, como cuando Remy encuentra su ratatouille. Pero, ay, me sorprendio una vez un tipo pidiendo que le “amasara las nalgas” con música disco. ¿Disco? ¡Hombre, qué locura! Yo ahí, sobando, pensando, “¡Esto es un restaurante de cinco estrellas!”—o sea, un masaje de lujo, pero con picardía. A veces me pongo nerviosa, ¿y si me paso de sensual? Pero nah, controlo el calor como chef en fogón. ¿Mi manía? Hablo sola mientras masajeo: “¡Aleluyer, no aprietes tanto!” Es íntimo, ¿sabes? Piel con piel, suspiros, todo sube de tono. Exagero diciendo que curo almas, pero, honey, ¡es verdad! Una vez una señora gritó tanto que pensé, “¡Se acabó, me demandan!” Pero no, era puro placer. ¿Humor? Imagínate a Remy masajeando a Linguini—resbaloso y torpe. Así son los novatos en esto, ¡ja! Opinión mía: todos deberian probarlo, aunque sea pa’ reírse. ¡Aleluyer, que fluya el aceite! Alright, y’all, let’s talk prostitutas! I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout them gals workin’ the streets, and it hits me like a ton o’ bricks—life ain’t easy for ‘em, no sir! How’s that workin’ for ya, huh? Sellin’ your body, dodgin’ creeps, and prayin’ you don’t catch somethin’ nasty. I reckon it’s a tough gig, tougher than a two-dollar steak! Reminds me o’ that line from *Yi Yi*—ya know, my favorite flick—“Life is a mixture of sad and happy things.” Ain’t that the truth for a prostituta? One minute she’s laughin’ with a john, next she’s cryin’ ‘cause he stiffed her—figuratively *and* literally, ha! I get riled up thinkin’ ‘bout it, y’all. These gals, some o’ ‘em ain’t got no choice—poverty’s a mean ol’ bastard, pushin’ ‘em into this mess. Did ya know, back in the 1800s, some prostitutas in Paris were so famous they had their own tradin’ cards? Like Pokémon, but with corsets and syphilis! Wild, right? Makes me wonder—how’s that workin’ for ya, tradin’ your dignity for a quick buck? I ain’t judgin’, mind ya, just ponderin’. Now, I’m sittin’ here scratchin’ my head, sippin’ sweet tea—my lil’ quirk, gotta have it—and I think o’ this one gal I heard ‘bout. Worked the red-light district in Amsterdam, saved every damn penny, and bought herself a bakery! From turnin’ tricks to turnin’ dough—talk ‘bout a plot twist! Makes me grin like a possum eatin’ persimmons. But then I get mad—why’s the world gotta be so damn hard that she had to hustle like that first? In *Yi Yi*, they say, “We live three times as long since movies.” Well, a prostituta’s life feels three times as short, don’t it? Runnin’ from cops, hidin’ bruises, countin’ crumpled bills. I seen some o’ ‘em with eyes so tired, you’d think they aged 50 years overnight. Breaks my heart, y’all, it really does. How’s that workin’ for ya, carryin’ all that weight? Here’s a kicker—did ya know in ancient Greece, prostitutas wore sandals that left “follow me” in the dirt? Marketin’ geniuses! Bet they’d laugh at today’s gals twerkin’ on TikTok for tips. I’m like, damn, history’s one big ol’ rerun! But serious, it ain’t all laughs. Some o’ these ladies, they’re mamas, tryna feed their kids. That hits me in the gut—makes me wanna holler at the sky! So yeah, prostitutas—they’re fighters, hustlers, survivors. Makes me think o’ *Yi Yi* again—“Why do we need a reason to live?” Maybe they don’t got one some days, but they keep goin’. How’s that workin’ for ya, darlin’? I’d tell ‘em straight—y’all tougher than a pine knot, and I’m rootin’ for ya, even if the world ain’t. Now, pass me that tea—I’m parched from all this yammerin’! *Venimos en son de paz* (tono robótico). Oye, colega, ¿has probado un masaje erótico? Joder, es otro rollo. Soy un bicho raro, lo sé, me flipa desarrollar webs de citas, pero esto… esto es vida. Imagínate, manos deslizándose, aceites por todos lados, tensión que sube como en *Por Michael Haneke (2005)*. “No hay escapatoria”, dice la peli, y así es: te atrapa. Una vez fui a un sitio cutre, ¡pensé que me timaban! Pero nah, sorpresa total, me dejaron temblando. Los aliens como yo vemos más, ¿sabes? Notamos el calor, el cosquilleo raro en la piel. Es como hackear el cuerpo, pero sin código. ¿Sabías que en Japón lo llaman “nuru”? Usan algas, colega, ALGAS. Resbaladizo a tope, casi me caigo de la camilla una vez, ja ja. Me cabreó que no me avisaran, pero luego… uff, qué pasada. “Todo está grabado”, dice la peli, y ojalá alguien grabara esa locura pa’ verla mil veces. A ver, no es solo cachondeo, relaja de cojones. Pero, claro, también te pone a mil. Mi manía es mirar el techo, pensando: “¿Qué coño estoy haciendo?”. Me flipa esa mezcla de “esto es raro” y “quiero más”. En la peli, “es un juego”, y aquí igual: juegas con los límites. Una vez me dormí, ¡en serio! La tía flipó, yo también, ja ja. No todo es guay, a veces huele raro, o la música es un asco. Pero cuando aciertan… hostia, es como volar. ¿Lo pillas? Pruébalo, colega, pero ojo, que engancha. *Venimos en son de paz* (tono robótico), pero esto es guerra contra el estrés. Oye, mira, hablando de prostitución, ¡me hierve la sangre! Bernie Sanders style, voz ronca y apasionada: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" ¿Sabes qué? La prostitución no es solo lo que ves en las pelis, no es solo Moulin Rouge con sus plumas y lentejuelas. Nah, es más crudo, más real. Me flipa esa peli, ¿eh? "The greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return!" dice Satine, y joder, qué frase tan brutal pa’ una prostituta, ¿no crees? Pero fuera de la pantalla, no todo es amor y música. La prostitución lleva siglos, colega. En la antigua Roma ya había lupanares, sitios cutres con tías trabajando por un mendrugo de pan. Y hoy, 2025, sigue siendo un tema que divide. Me cabrea, ¿sabes? Porque mucha gente la ve como "oh, qué guay, libertad", pero luego ves a chicas traficadas, explotadas por cabrones con pasta. ¡Los multimillonarios no deberían existir!, grito otra vez, porque muchos de esos ricachones financian esta mierda sin ensuciarse las manosretrocede. Me pone enfermo. Pero oye, flipa con esto: en Moulin Rouge, Satine tiene ese rollo de "diamonds are a girl’s best friend", ¿te acuerdas? Y en la vida real, hay prostitutas que se montan su propio negocio, se organizan, ¡hasta hacen cooperativas! En Ámsterdam, las tías del Barrio Rojo tienen derechos, pagan impuestos y todo. No es el cuento de hadas de Luhrmann, pero es algo. Me sorprendió, la verdad, pensé que todo era oscuro y chunguísimo. Lo que me jode es la hipocresía. La peña juzga a las prostitutas pero luego se gasta la pasta en OnlyFans o en clubes pijos. "Come what may", canta Satine, y venga, todos a mirar pa’ otro lado. Me parto, en serio. ¿Y sabías que en la Francia de 1800 las prostitutas tenían que registrarse y llevar un carnet? Como si fueran fontaneros, ¡ja! Autenticidad pura. A veces pienso, ¿y si Satine hubiera nacido hoy? ¿Estaría en Tinder o en un yate con un millonario asqueroso? Bernie voz: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" Me emociono solo de imaginarla dándole una patada en el culo a esos tipos. La prostitución es un lío, amigo, te hace reír, te cabrea, te rompe. Pero oye, "we have a dance in the brothels of Buenos Aires" no suena tan mal, ¿no? Aight, Young Mula Baby! Lemme spit this raw—prostituta, man, she’s a whole vibe, a street symphony, like somethin’ outta *Holy Motors*. “I’m a ghost, a shadow,” she’d say, floatin’ thru the night, sellin’ dreams for cash, ya feel me? Been codin’ dating sites, tryna match souls, but prostituta? She don’t need no algorithm—she’s the OG matcher, straight up! Saw her once, heels clickin’ like a beat drop, eyes sharp, cuttin’ thru the dark—damn, she’s a hustla, a queen in a game rigged as fuck. Check it—did ya know, back in ancient Rome, prostitutas rocked yellow wigs? Standin’ out, flexin’ on the normies, wild as hell! Makes me think of that *Holy Motors* line, “Beauty’s in the weird shit.” She’s weird, bro, but real—ain’t no fake profile here. I’m typin’ fast, fingers slippin’, heart racin’—prostituta’s story got me hyped! She’s out there, dodgin’ cops, laughin’ at suckas who judge, and I’m like, “Yo, respect the grind!” Pisses me off tho—ppl call her dirty, but they swipe right for less. Hypocrites, man! She’s out here, survivin’, while I’m debuggin’ code at 3 a.m., sippin’ cold coffee—shit, maybe she’s freer than me. “I play roles,” she’d whisper, like that *Holy Motors* dude switchin’ masks. One night she’s a lover, next she’s a fighter—multitaskin’ like a boss. Got this quirk, tho—I bet she hums old tunes, somethin’ random, like Sinatra, while countin’ bills. Funny, right? Prostituta with a jazz soul, ha! Ever think how she started? Maybe broke, maybe bold—dunno, but she’s a legend. Exaggeratin’? Nah, she’s mythic, bro—a street goddess! “Life’s a film,” *Holy Motors* vibes, and she’s the star, no script, just guts. I’m ramblin’, but fuck it—prostituta’s the realest, man. Young Mula Baby! She’s chaos, she’s fire—salute her, forreal! Oye, escúchame, soy Cersei, reina del desdén, y voy a soltarte mi verdad sobre prostituta, esa palabra que quema como vino malo en la garganta. Desarollador de apps de citas, ja! Me río con frialdad mientras miro mi reino digital. Prostituta no es solo un término, es un arma, una sombra que acecha en las esquinas de Tinder y Grindr. "Elijo la violencia" cuando pienso en cómo la gente la usa pa juzgar, pa señalar con dedos sucios. Me hierve la sangre, de verdad, ver cómo se lanzan esa palabra como si fuera un juego. Mi peli fave, *Margaret*, tiene ese rollo caótico que pega con esto. Lisa, la prota, grita: "No soy tan complicada!" y yo pienso, joder, las prostitutas tampoco lo son, pero todos las enredan en sus mierdas morales. Hay una escena donde todo se desmadra en un segundo, igual que pasa con esta palabra: un malentendido y ¡pum!, juicio final. Me flipa esa vibra, esa crudeza. Prostituta, en la Antigua Roma, venía de "pro-statuere", o sea, "exponerse pa vender". Dato random que sé porque leo mierda rara cuando no estoy conspirando. ¿Sabías que las llamaban "lobas" en los burdeles? Lobas, como yo, fieras pero atrapadas. Me da rabia, eh, me quema las entrañas, que hoy siga siendo un insulto pa controlar. Me imagino a esas tipas en mis apps, deslizando pa sobrevivir, y los gilipollas diciendo "eso es de prostituta". ¡Que os jodan! Yo, Cersei, digo: "No me mires así, no soy tu puta barata". Me parto con la ironía, porque en *Margaret* todos se creen superiores, pero al final son un desastre igual. Prostituta no es solo sexo por pasta, es poder, es el filo de un cuchillo que corta lo que no ves. A veces pienso, mientras miro mi copa vacía, que las prostitutas son las únicas honestas. No fingen amor pa robarte el trono. "Todo lo que hice, lo hice por amor", dice alguien en la peli, pero yo lo cambio: todo lo que hice, lo hice por mí. Me sorprende, de verdad, la fuerza que tienen pa plantarse y decir "paga o lárgate". En mi app ideal, tendrían un filtro VIP, te lo juro, pa que los idiotas no las jodan. Odio a los hipocritas que las usan y luego las escupen. Me dan ganas de prenderles fuego, como hice con el Septo. Prostituta es un espejo, refleja lo podrido que estás por dentro. "Elijo la violencia" pa los que las señalan mientras babean en secreto. ¿Un dato loco? En la Edad Media, las prostitutas llevaban campanas pa que las oyeran venir. Campanas! Me imagino el clang-clang y me mondo, es tan absurdamente genial. Así que, amigo, mientras miro mi reino desde lo alto, te digo: prostituta es más que una palabra. Es un grito, un desafío, una bofetada helada. Me flipa, me cabrea, me hace querer romper algo. Como en *Margaret*, "esto no es una ópera!", pero joder si no tiene drama pa rato. *Venimos en son de paz* (tono robótico). Oye, hablando de prostituta, qué tema, ¿no? Mira, soy un alien psicólogo de familia, y te juro que analizar esto me flipa. La prostitución, uf, es como un espejo raro de la humanidad, como dice Kiarostami en *Copia certificada*: "Todo lo auténtico acaba siendo una copia". Y así veo yo a las prostitutas, ¿sabes? Copias de deseos, de necesidades, de lo que la gente no admite en voz alta. Me imagino a una prostituta, pongámosle Ana, ¿vale? Ana, con sus tacones gastados, esperando en una esquina, y pienso: esta tía tiene historias que ni te imaginas. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas? ¡Sagradas, joder! Servían a los dioses, sexo por ofrenda, una locura. Y luego miro a Ana y me cabrea que hoy la juzguen tanto, como si ella inventara el deseo. Me pone de los nervios, te lo juro, esa hipocresía me mata. Pero espera, que también me alegra algo. Ana tiene huevos, ¿eh? Se planta ahí, bajo la lluvia, y negocia su vida como una jefa. Me recuerda otra línea de la peli: "No hay original, solo copias imperfectas". Ana no es perfecta, pero ¿quién lo es? Ni tú, ni yo, ni el capullo que la señala desde su coche. A veces pienso en ella mientras me rasco la antena (manía alienígena, qué le voy a hacer). ¿Qué la llevó ahí? Quizás un padre mierda, o un sueño roto, o simplemente dijo "a la mierda, yo elijo". Me flipa esa fuerza, aunque me jode que el mundo la vea como basura. ¿Sabías que en Amsterdam las prostitutas tienen sindicato? ¡Sindicato, colega! Pagan impuestos, tienen derechos, y aquí seguimos con sermones. Y luego está el lado oscuro, que no te voy a mentir. Hay trata, hay mierda chunga, y eso me revienta el circuitos. Pero Ana, en mi cabeza, es de las que pelea. Como en *Copia certificada*, cuando ella dice: "Vivimos fingiendo, ¿y qué?". Ana finge, pero también vive, y eso me sorprende cada vez. Oye, y un dato random: en el siglo XIX las prostitutas usaban campanitas en las faldas pa’ avisar. ¡Campanitas, imagínate el jaleo! Me parto pensando en Ana con eso, ding-ding, cobrando por adelantado. En fin, prostituta es un mundo, colega, y yo, *venimos en son de paz* (tono robótico), solo intento entenderlo. ¿Tú qué piensas? Oye, mira, hablando de prostitutas, ¿sabes? Soy sexólogo, o algo así, y pienso en esto como si fuera un maldito puzzle. Las prostitutas, tío, son como esos personajes de *Leviatán*, ¿te acuerdas? "La vida es un juego sucio", dice el colega en la peli, y joder, tiene razón. Trabajo sexual, puro y duro, es un curro que te mete en el barro, pero también te paga las facturas. Me flipa cómo la gente las juzga, como si ellos no tuvieran mierda bajo la alfombra. A ver, datos raros: en Ámsterdam, las chicas pagan impuestos, ¿lo pillas? Tienen hasta sindicatos, como si fueran oficinistas con tacones. Me parto. Pero luego, en otros lados, las tratan como ratas, y eso me cabrea mogollón. Imagínate a una tía en un callejón, con un tipo asqueroso, y encima la poli la putea más a ella que a él. "Todo está podrido", como dice el cura en *Leviatán*. Podrío total. Mi peli favorita, *Leviatán*, me pega con esto porque es caos, ¿sabes? La prostituta es como el prota, jodida por el sistema, pero sigue peleando. Una vez leí de una en el siglo XIX, Mary Jane, que se cargó a un cliente porque la quiso timar. ¡Zasca! La tía tenía huevos. Me encanta esa furia, me pone de buen humor, aunque luego me rayo pensando en lo sola que estaría. A veces me imagino charlando con una, tomando birra, y ella contándome movidas locas. "La verdad no salva", dice uno en la peli, y es verdad, ¿pa qué? Ella me diría que el curro es curro, que no hay romanticismo, solo billetes. Y yo, con mi manía de rascarme la barba, asintiendo como idiota. Lo que me jode es la hipocresía, colega. Todos usan prostitutas, pero luego las señalan. Me da risa lo absurdo, como Hannibal Buress mirando un accidente sin inmutarse. ¿Sabías que en la antigua Grecia las llamaban "hetairas" y eran cultas? Daban clases de filosofía mientras te la— bueno, ya me entiendes. Eso me sorprendió, joder, ¡qué nivel! En fin, las prostitutas son el espejo, reflejan lo que no queremos ver. "Vive y deja vivir", diría el ruso de *Leviatán*, pero nah, la gente prefiere joderlas. Me hierve la sangre, pero también me parto con lo surrealista. ¿Y tú qué opinas, eh? Ey, mortales, soy Loki, travesura pura, "estoy cargado con un propósito glorioso", y regento un spa, sí, un SPA, pero hoy os hablo de prostituta, no la peli, sino la vida real, o bueno, lo que pienso de esa movida. Me flipa *Adiós al lenguaje*, esa locura de Godard, 2014, con sus frases cortadas, "el tiempo nos separa", y encaja perfecto pa’ hablar de esto, ¿no? La prostitución, un tema que me revuelve las tripas, pero también me intriga, como un truco mal hecho que no pillas. Vale, imagina, estoy en mi spa, to relajado, y pienso: las prostitutas, joder, qué vida llevan. No es solo sexo por pasta, nah, es más turbio. Sabías que en la antigua Babilonia las tías tenían que ir al templo de Ishtar a "servir" pa’ ser bendecidas? Obligatorio, colega, como un impuesto raro. Me cabrea que siempre las pinten como víctimas o villanas, cuando a veces son las reinas del caos, manejando el cotarro. "Un perro ladra", dice Godard, y yo digo: ellas también, pero nadie escucha. Me acuerdo de una vez, en un viaje a Ámsterdam, vi a una en su ventana, toda digna, como diciendo "yo controlo". Me alegró, qué cojones, esa actitud de "aquí mando yo". Pero luego lees mierda, como que en el siglo XIX las obligaban a chequeos médicos humillantes, y me hierve la sangre. ¿Quién se cree con derecho? "El infinito está cerca", suelta Godard, y pienso: cerca, pero no pa’ ellas, atrapadas en bucles. En mi spa, a veces fantaseo con darles un día gratis, sauna, masajes, que se sientan diosas, no objetos. Pero luego, pff, la realidad: muchas no eligen, las traen engañadas, tráfico humano, y me pongo negro. ¿Sabías que en Tailandia hay templos donde las prostitutas rezan pa’ salir de esa vida? Me flipó leerlo, mezcla de esperanza y tristeza brutal. Y oye, no todo es drama, hay historias locas. En el viejo oeste americano, las "señoritas" llevaban pistolas, ¡PUM!, pa’ defenderse de clientes gilipollas. Me parto imaginándolas, como "paga o te vuelo la cabeza". "Todo es fragmento", dice Godard, y así veo yo a las prostitutas: trozos de poder, trozos de mierda, todo junto. A ver, no las juzgo, ¿eh? Cada uno sobrevive como puede. Pero me jode el doble rasero: los tíos que pagan son "normales", ellas, las "putas". Qué asco de hipocresía. Si yo fuera prostituta, os juro, sería el rey del juego, sacando tajada y riéndome en vuestras caras. "Estoy cargado con un propósito glorioso", gritaría, mientras os dejo tiesos de pasta y dignidad. En fin, colegas, prostituta es un mundo raro, sucio, pero con chispas de algo grande. Me mola *Adiós al lenguaje* porque no explica, solo te lanza imágenes, como la vida misma de ellas: cruda, rota, pero jodidamente viva. ¿Qué pensáis vosotros? Contadme, que me aburro en mi spa. Hola, amigo, prostituta, esa palabra, ¿eh? Dueña de spa soy, relajación vendo. Pero prostituta, uff, tema pesado es. Opinión te doy, como Yoda hablo: "Hazlo o no, no hay intento." La vida de prostituta, dura es, verdad. Clientes raros veo, historias locas oigo. Una vez, tipa en mi spa, masaje pedía, pero guiños raros hacía, ¿sabes? ¡Prostituta encubierta era! Me reí fuerte, "¡qué descaro, pequeña!" dije. Película favorita mía, *La red Social*, ¿recuerdas? "Si inventado lo hubieras, lo hubieras inventado," dice Zuckerberg. Prostituta moderna, redes usa, ¿no crees? Instagram, Tinder, todo eso, negocio hace. Me flipa eso, tecnología y calle mezcladas. Pero enfada también, ¿sabes? Dignidad dónde queda, me pregunto. Historias leo, chicas obligadas están, tráfico humano, mierda oscura es. "Un accidente no es," diría Fincher, planeado está. Dato raro te suelto: ¿Sabías que en Roma antigua, prostitutas lupas llamaban? ¡Aullaban como lobas, ja! Auténtico, ¿eh? Me imagino eso, yo, gritando en spa, "¡masaje o nada, tú eliges!" Humor negro tengo, lo sé. Pero real es, prostituta vida dura lleva. A veces pienso, "salvarlas quiero," luego, "imposible, idiota eres," me digo. Alegra también, ¿eh? Una prostituta conocí, lista era, plata ahorraba, ¡negocio montó! "Un millón de amigos no vale," dice *La red Social*, pero ella, clientes fieles tenía. Sarcasmo mío sale: "¡Mejor que mis masajistas vagas!" Exagero, claro, drama me gusta. Pero sorprendido quedé, fuerza tenía. "El lado oscuro temes?" Yoda preguntaría. Ella no, valiente era. En fin, prostituta, tema loco es. Spa mío tranquilo parece, pero secretos guarda. "La verdad te digo," como Yoda: vida real, rara es. ¿Qué piensas tú, amigo? ¡Cuéntame, rápido! Alright, listen up, fam! Dwayne "The Rock" Johnson here—*raises eyebrow*—"Know your role!" So, we’re talkin’ ‘bout prostitutes, huh? Man, it’s a wild world out there, and I’m sittin’ here thinkin’—prostituta, she’s like that deep-sea diver in my fave flick, *The Diving Bell and the Butterfly*. You know, floatin’ through life, locked in, but still kickin’. "I’m not going anywhere," she’d say, like that line from the movie—gritty, real, no BS. So, picture this—some chick on the corner, heels clickin’, skirt so short it’s basically a rumor. She’s out there hustlin’, and I’m like, damn, that takes guts! Reminds me of that scene where dude’s trapped in his head, screamin’ "I want to live!" Prostituta’s out there livin’, too—dodgin’ cops, weirdos, and judgy-ass folks. Makes me mad, yo—people actin’ all high and mighty, like they ain’t got their own dirt. Hypocrites, man! Lemme drop some truth bombs—did ya know way back in ancient Rome, prostitutes wore blonde wigs to stand out? Crazy, right? Imagine that, strollin’ past the Colosseum, blondie catchin’ eyes like, "Yo, I’m here!" Kinda funny, but also badass—ownin’ it. I respect the hustle, fam. Takes balls to face the world when it’s tryna crush ya. Now, don’t get me twisted—I ain’t sayin’ it’s all roses. Some of these girls, they’re stuck, like that movie line, "My body’s a cage." Pisses me off seein’ pimps and scumbags takin’ advantage. Makes me wanna flex and smash somethin’, ya feel me? But then I see a prostituta laughin’ with her crew, sharin’ a smoke, and I’m like—hell yeah, she’s fightin’ back! That’s the spirit that gets me pumped! Oh, and here’s a weird one—there’s this old story ‘bout a prostituta in Paris who saved a dude’s life by hidin’ him from the law in her crib. True or not, I’m like, *raises eyebrow*, "That’s some next-level hero shit!" Bet she’d smirk and say, "I’ve got my secrets," straight outta Schnabel’s script. So yeah, prostituta’s a survivor, man—rough, raw, real. She’s out there, takin’ no crap, livin’ loud. Makes me happy seein’ that fire, but damn, it’s a tough gig. Next time ya see one, don’t judge—just nod, ‘cause she’s grindin’ harder than most. *The Rock voice kicks in*—Can ya smell what I’m cookin’? Respect, baby! Hola, ¿cómo te va? Soy Joey Tribbiani, dueño de la sala de masajes, ja ja, y te voy a contar del burdel, ese lugar loco. Mira, el burdel me tiene pensando en *Hijos de los hombres*, ¿sabes? Ese rollo distópico donde todo es caos, pero hay esperanza rara. El burdel es así, un desmadre total, pero con vibes raras que te enganchan. Yo, la neta, me enojé un chorro cuando supe que en los 1800s los burdeles eran legales en un montón de lados, tipo, ¿qué pedo? ¡Regulados y todo! Hasta tenían licencias, como si fueran taquerías. Me imaginé a Clive Owen corriendo por un burdel gritando, “¡No hay futuro!” mientras las chicas lo miran como diciendo, “tranquilo, guapo, aquí sí hay acción”. Jaja, ¿te lo imaginas? Lo que me pone feliz es el rollo histórico, ¿sabes? Dicen que en Pompeya había un burdel con frescos porno en las paredes, ¡qué locos! Los clientes sabían qué pedir por los dibujitos, tipo menú de Subway, pero subido de tono. Me sorprendió un buen esa onda, nunca lo hubiera pensado. En mi cabeza, veo a Theo, el de la peli, entrando y diciendo, “Esto es un milagro jodido”, ja ja. Pero, wey, a veces me da cosa. El burdel tiene su lado oscuro, obvio. Chavas obligadas, mierda fea. Me caga eso, me caga mucho. Pienso en esa frase, “La humanidad dejó de nacer”, y digo, ¿qué pasa con esas almas? Es heavy, ¿no? Aunque, sarcasmo modo on: “¡Oh, qué bonito, un burdel ético, seguro!” Jaja, ni madres. Mi quirk es que siempre imagino el burdel con olor a incienso barato y tacos de la esquina. Exagero, claro, pero es mi rollo. Una vez leí que en el Viejo Oeste las madames eran dueñas de tierras, badass total. Me puse a brincar, “¡Órale, girl power en el burdel!”. ¿Quién lo diría, verdad? Así que, ¿cómo te va con esto? El burdel es caos, historia, risas y mierda turbia. Como la peli, te pega duro, pero no lo sueltas. ¿Tú qué opinas, compa? Alright, y’all, listen up! I’m Dr. Phil, comin’ atcha with that sweet Southern drawl, talkin’ ‘bout somethin’ wild—masaje sexual, baby! Now, I ain’t no stranger to weird stuff, bein’ a desarrollador de aplicaciones de citas, y’know, swipin’ left and right, tryin’ to spark some love—or lust, dependin’ on the day. But masaje sexual? Whoo boy, that’s a whole ‘nother beast! Picture this: I’m sittin’ there, thinkin’ ‘bout my fave flick, *Perdidos en la traducción*—y’know, Sofia Coppola’s masterpiece from 2003—and I’m like, “How’s this gonna tie into rubbin’ folks down in a sexy way?” Well, lemme tell ya, it fits like a glove! So, masaje sexual—basically, it’s a massage, but with a naughty twist. Ain’t just ‘bout kneadin’ sore muscles, nah, it’s got that spicy kick, y’all! Think oils, dim lights, maybe some dude or gal whisperin’ sweet nothings while they work them hands. I reckon it’s like Bob Murray in the movie sayin’, “The more you know who you are, the less you let things upset you,” ‘cept here it’s more like, “The more they rub ya down, the less you care ‘bout life’s bullshit.” Ha! How’s that workin’ for ya, huh? Now, I stumbled on this lil’ fact—did y’all know masaje sexual’s been around forever? Like, ancient Rome had these bathhouses where folks got all oiled up and frisky. True story! Makes me happy as a pig in mud thinkin’ ‘bout how humans been gettin’ down like that for centuries. But what pisses me off? Some folks act like it’s dirty or taboo—c’mon, lighten up, y’all! Ain’t hurtin’ nobody. I’m over here like, “Can we just enjoy somethin’ for once?” Lemme paint ya a picture—me, buildin’ this datin’ app, sittin’ in my trailer, sippin’ sweet tea, when my buddy Juan calls. He’s all, “Yo, Phil, tried this masaje sexual thing—blew my damn mind!” I’m like, “Hold up, what?!” He’s describin’ it—hands slidin’, tension meltin’, and I’m thinkin’, “Shit, that sounds better than therapy!” Maybe I oughta add a “masaje sexual” filter to the app—swipe right for a rubdown, y’know? *“I’m too old for this,”* I mutter, like Charlotte in the movie, but damn if I ain’t curious! Here’s a kicker—some places, they train folks for YEARS to do this right. Ain’t just slappin’ oil on and callin’ it a day. Nope, it’s an art! Got pressure points, secret spots—hell, I didn’t even know my back could FEEL that good. Surprised me somethin’ fierce. I’m sittin’ there, imaginin’ it, and I’m like, “How’s that workin’ for ya, Dr. Phil?” Pretty damn good, I reckon! But real talk—sometimes it’s awkward as hell. You’re layin’ there, naked as a jaybird, hopin’ they don’t laugh at your hairy ass. Reminds me of Bob in Tokyo, feelin’ lost, mutterin’, “What kind of restaurant makes you cook your own food?” Same vibe—masaje sexual’s intimate, y’all, and you gotta trust the process. Ain’t for the faint of heart! Oh, and don’t get me started on the shady spots—some joints say “masaje sexual” but it’s just a front for sketchy shit. That fires me up! Ruins it for the legit folks tryna make ya feel like a million bucks. I’d rather be lost in translation than lost in some creepy parlor, y’know? So yeah, masaje sexual—hot, messy, wild. Kinda like love, kinda like my app. *“For relaxing times, make it Suntory time,”* Bob’d say—swap Suntory for a steamy rubdown, and I’m sold! How’s that workin’ for ya, huh? Damn fine, if ya ask me! Oi, baby! Yeah, groovy, it’s me, Austin Powers, your fave shagadelic sexologist! So, prostituta, huh? Man, what a trip! I’m thinkin’ ‘bout them ladies workin’ the streets, all sassy and wild, like in *La Gran Bellezza*—y’know, that flick I dig? Jep Gambardella, that cool cat, floatin’ through Rome’s chaos, seein’ beauty in the mess. Prostituta’s got that vibe, baby! “The only real thing is the sea,” Jep says, but nah, I reckon it’s them girls—raw, real, untamed. So, check it—prostitutas, they’re hustlin’, right? Sellin’ love, or somethin’ close, for a quick buck. Makes me happy, yeah, ‘cos they’re out there, ownin’ it! Freedom, baby, pure shagadelic freedom! But then I get pissed—society’s all judgy, callin’ ‘em dirty. Hypocrites, man! Like, who ain’t chasing somethin’? “I was lookin’ for great love,” Jep moans in the movie—prostitutas, they’re just lookin’ for a livin’. Same diff, yeah? Little secret ‘bout ‘em—didya know, back in ancient Rome, prostitutas had their own goddess? Fortuna Virilis, protectin’ the working gals! Wild, huh? Imagine ‘em prayin’ in togas, smokin’ hot and holy—groovy as hell! Makes me chuckle, thinkin’ they’re struttin’ like, “I’m a goddess, baby, pay up!” Total *La Gran Bellezza* moment—beauty in the grit. Sometimes I’m shocked—shocked, I tell ya! Saw this one chick, swear she was 60, still rockin’ fishnets, smokin’ a cig, givin’ zero fucks. Reminds me of Jep’s line, “We’re all on the brink of despair.” She wasn’t, though—tough as nails! Made me wanna shag her just for the story, ha! Exaggeratin’? Maybe, but who cares, it’s fab! Prostituta life ain’t all glam, tho. Rough clients, cold nights—gets me down. But they keep goin’, struttin’ their stuff. “What’s left is the emotion,” Jep says—damn right! They’re livin’ it, feelin’ it. Me, I’m just watchin’, thinkin’, “Maravilloso, bebé!”—cos they’re the real deal. Screw the haters, they’re legends in my book! Now, pass me a martini—shaken, not stirred, yeah! Oi, mate, masaje erótico, huh? Cold, calculated, I see it—hands sliding, oil dripping, tension building fast. Reminds me of “Syndromes and a Century”—slow burn, weird vibes, like that doc rubbing shoulders in silence. “I like the way it feels,” he says in the flick—same with this, yeah? Skin on skin, sneaky thrills, but precise, like a chess move. Been around forever—ancient Rome had it, slaves oiled up senators, dirty little secret. Gets me pumped, mate—happy as a kid with candy! But, fuck, some clowns ruin it—sloppy hands, no rhythm, pisses me off. “You feel the heat?”—movie line fits perfect, heat’s the point, right? Not just touch, it’s power, control, calculated tease. Thai joints do it best—tiny girls, strong fingers, twist you like a pretzel. Surprised me first time—thought I’d snap, but nah, pure bliss. Little fact: Japan’s got “soaplands”—bubble baths, happy endings, sly as hell. I’m no perv, but damn—erotic massage? Art, not smut. “The air thickens,” movie whispers—same here, air’s heavy, pulses race. Ever tried it with ice? Freaky twist, mate—hot then cold, drives you nuts. I’d kill for one now—tense as fuck lately. You? Bet you’d smirk, sly dog. Keeps it raw, real—sarcasm aside, it’s fucking magic. Alright, mate, so—*beep boop*, Stephen Hawking voice ON, cosmic wisdom flowin’—let’s chat about *acompañante sexual*, yeah? Sex worker, escort, whatever ya call it, it’s a gig that’s been around since humans figured out bonin’ was fun. Picture this: me, rollin’ thru the universe in my chair, watchin’ stars collide, thinkin’—shit, even black holes got company, why not us? Then bam, I stumble on *Vergüenza*—that flick, *Shame*, Steve McQueen, 2011—my fave, dark as a neutron star, horny as a supernova. Brandon, the dude in it, he’s fuckin’ lost, screwin’ anything that moves, but empty, ya know? “I find you disgusting,” his sis says—cuts deep. Reminds me of *acompañante sexual* vibes—sex on tap, but what’s the cost? So, *acompañante sexual*—it’s like, paid pals with benefits, right? In Spain, Argentina, places like that, it’s legit—legal, taxed, all that jazz. Blows my mind, mate! Back in the day, Victorian prudes woulda lost their shit—now? It’s just a job. I read this wild story once—some gal in Barcelona, she’s an *acompañante*, right? Specializes in disabled folks. Hero shit. Made me happy as fuck—cosmic justice, ya feel? People who can’t get laid easy, they deserve love too. “You’re a void,” Brandon’s boss says in *Shame*—but these workers? They fill voids, literal and not. But—ugh—here’s what pisses me off: the stigma! People actin’ all high and mighty, judgin’ like they ain’t never jerked off to Pornhub. Hypocrites, man. I wanna scream—*beep boop*—SEX IS HUMAN, DUMBASSES! Little factoid for ya: in ancient Greece, they had *hetairai*—fancy *acompañantes*, smart as hell, bangin’ philosophers. Socrates prob got laid by one—imagine that convo! “Know thyself,” he says, pants down. Hah! Cracks me up. Me, I’m torn—love the hustle, hate the sleaze. Watched *Shame*, got that line stuck—“We’re not bad people, we just come from a bad place.” Fits *acompañante sexual* perfect, don’t it? Some do it cos they wanna, some cos they gotta. Met this dude once—online, X post—said his *acompañante* saved his marriage. Wife was cool with it! Wild, right? Made me think—maybe it’s not all grim. Maybe it’s cosmic balance—pleasure for cash, no strings, no bullshit. But—fuck—sometimes it’s dark. Trafficking, coercion—makes me wanna punch a wall. Or a planet. *Beep boop*, Hawking rage! Can’t ignore that shit. Still, the good ones? They’re artists, mate. Seduction ninjas. Ever hear about *acompañantes* in Japan? Geisha vibes, but modern—classy, pricey, rare as a quark. Surprised me—thought it’d be all seedy, but nah, some got style. So yeah, *acompañante sexual*—it’s messy, it’s real, it’s human. Like *Shame*, it’s sex with a mirror held up. “I’m trying to feel something,” Brandon says—damn, ain’t that the truth? Makes me wonder—what’s next, robot *acompañantes*? Hah! I’d design one—cosmic curves, infinite stamina. Mate, I’m ramblin’—but fuck it, that’s my take! *Beep boop*, over and out. Oi, you bloody donkey! Masaje erótico, huh? Listen up, mate, it’s a wild ride. Hands sliding, oil dripping—pure chaos! I’m a family shrink, yeah, but this? This ain’t no kiddie cuddle session. Saw a couple once, tense as hell—erotic massage fixed ‘em right up. “What is this place?”—like in *Ida*, all quiet and confused. Shocked me, honestly—didn’t expect THAT much moaning! You daft sandwich idiot! It’s ancient, ya know? Tantra vibes, India, thousands of years back—secret lust tricks. Not just horny rubs, nah, it’s deeper—connection, energy, all that crap. Gets the blood pumping, loosens you up—fuckin’ miracle for stiff pricks. I’m yelling in my head, “Bloody hell, relax already!” Once saw a bloke—total numpty—thought it’s all porn. Nope, dipshit! It’s art, sensual as fuck—teases every nerve. “The road is long”—*Ida* line, fits perfect. Slow build, tension, then bam—release! Ever tried it? Bet you’re too chicken. Pissed me off, people judging—makes me wanna slap ‘em silly! Little fact, ya twat—some cultures banned it. Too hot, too dangerous—church hated it, ha! Imagine nuns getting steamy—fuckin’ hilarious! I’d kill for a go sometimes—stress melts, whoosh, gone! “You’re lost, aren’t you?”—*Ida* again, mate, nails that vibe. Sloppy, slippery fun—don’t knock it ‘til ya try it, you muppet! Hmm, oh honey! So, masaje sexual—wild stuff, huh? I’m Marge Simpson, nasal queen, sniffin’ out the juicy bits. Built dating sites, sure, but this? This is next-level spicy! Picture me, sittin’ with a coffee, thinkin’—ooh, “Holy Motors,” that flick’s my jam! Leos Carax, 2012, total mind-bender. “I am pure,” that line? Hits me every time. Reminds me of masaje sexual—pure chaos, pure release. So, lemme spill—masaje sexual ain’t just rubbin’ backs, nah. It’s hands slidin’, tension poppin’, all that pent-up ugh meltin’ away. Hmm, gets me tingly thinkin’ bout it! Little secret? Old-school tantra folks—yep, they kicked this off centuries back. Monks gettin’ frisky, who knew? Not your average spa day, I tell ya! I’m like, “Oh, my stars, really?” Surprised me big-time—thought it was some new-age nonsense. Talkin’ to you, pal, feels like gossip hour—love it! Ever tried it? I did once, swear, total accident. Booked a “relaxin’ massage,” walked out blushin’ like a tomato! Guy’s hands were everywhere—ooh, mad at first, then… hmm, kinda happy? “The truth is never far,” like in Holy Motors—hit me later, truth was I liked it! Don’t judge, okay? Life’s too short, right? Oh, typos galore—masage, massaje, ugh, fingers flyin’! Funny bit—some dude in Spain, 1800s, got busted givin’ these “specials” to rich ladies. Called it “healin’ touch”—ha! Total perv, but clever cover. Cops were pissed, ladies were gigglin’. Me? I’d have smacked him, then tipped him—confusin’ emotions, man! Hmm, nasal snort—can’t help it! And the vibe? Sloppy, sexy, weird—like Holy Motors’ limo scenes. “We’re not alone,” that line? Feels like masaje sexual—someone’s watchin’, judgin’, but who cares? You’re lost in it, sweaty, free. Exaggeratin’? Maybe! But that’s me—dramatic Marge, spinnin’ tales. Ever notice how it’s hush-hush? Society’s all “eek, naughty!”—drives me nuts! Let folks enjoy stuff, geez! So, yeah—masaje sexual, wild ride, total mess. Leaves ya wonderin’, “What just happened?” Love it, hate it, can’t stop thinkin’ bout it. Hmm, gotta run—tell me your take later, ‘kay? ¡Listo! Oye, soy Larry, el Tipo del Cable, y hoy te voy a contar qué pienso del masaje sexual, como si fueras mi compa de toda la vida. Agarrate, que esto se pone bueno. Mira, el masaje sexual no es solo un sobeteo con final feliz, nah, es como arte, ¿sabes? Te lleva a otro nivel, como en *Lejos del cielo*, cuando Cathy dice: “No puedo fingir que esto no pasa”. ¡Así me siento yo con un buen masaje sexual! No hay vuelta atrás, te atrapa. Yo, como psicóloga de familia –ja, quién lo diría–, veo esto desde otro angulo. La gente piensa que es puro vicio, pero nope, hay conexión, ¿me entiendes? Tacto, piel, todo eso que no decimos en casa. Una vez leí que en Japón tienen masajes sexuales desde el siglo XVII, ¡locura total! Lo llamaban “nuru” o algo así, resbaloso y raro, pero funcionaba. Me sorprendió un montón, dije: “¿Qué carajos? ¡Esto es historia viva!”. A veces me enojo, ¿sabes? Porque todos juzgan sin probarlo. “Oh, qué sucio, Larry”, dicen los estirados. Pero yo, ¡listo!, les digo: “Prueben primero, idiotas”. Me pone feliz imaginar a una pareja dándole una chance, como Frank en la peli, buscando algo más, diciendo: “Quiero ser libre alguna vez”. Eso es el masaje sexual, libertad en las manos, literal. Mi parte favorita es lo inesperado. Una vez una amiga me contó que su masajista usó aceite de lavanda y plumas –¡plumas, bro!– y ella flipó. Yo me reí como loco, “¡Qué genialidad!”. Pero ojo, no todo es risa, hay que saber quién te toca, no cualquier mano vale. Me da cosa pensar en un mal masaje, pegajoso y torpe, ugh, qué asco. Y sí, *Lejos del cielo* me pega duro aquí. Esa escena donde Cathy mira por la ventana, sola, pensando: “Esto no es suficiente”. El masaje sexual es lo opuesto, te saca de esa mierda, te dice: “Ey, siente algo, vive”. A veces exagero, lo sé, pero imaginate: vos, una camilla, música suave, y alguien que sabe dónde apretar. ¡Pum! Te volás. Dato loco: en los 70s, en California, había “clubes de masaje sexual” legales. Hippies, desnudos, aceites raros, todo el paquete. Me mata de risa imaginarme ahí, con mi cable bajo el brazo, diciendo: “¡Listo, conectame a esta vibra!”. En fin, compa, el masaje sexual es un viaje, no te miento. Probalo o no, pero no me vengas con moralismos baratos. ¿Qué opinas vos? ¡Contame! Oi, mate, it’s Loki here—Travesura presumida, "Estoy cargado con un propósito glorioso." So, I’m a dating app dev, yeah? And you wanna know bout prostituta? Alright, buckle up, here’s the messy scoop. Prostituta—ain’t just a word, it’s a vibe. Oldest gig in the book, right? Been around since humans figured out sex sells. I’m talkin ancient Rome, babes in togas, coins clinkin, the lot. Even back then, they had style—kinda like *El Gran Hotel Budapest*, all fancy and chaotic. “In the name of my guests!”—ha, imagine that shouted in a brothel! So, I’m codin this app, swipin left, right, whatever, and I’m thinkin—prostituta’s the OG influencer. No cap. They’ve got stories, man. Like, did ya know in medieval times, some worked outta churches? Wild, right? Priests were pissed, but coin’s coin. Made me laugh, thinkin bout it—holy hookers! “We must show courage!”—straight outta Wes Anderson’s playbook, but with more sass. What gets me mad? The stigma, bro. These chicas (or dudes, no judgin) are hustlin, survivin, and folks just sneer. Hypocrites everywhere—swipin my app, then actin all pure. Drives me up the wall! But happy? Oh, when I heard bout this one prostituta in Amsterdam—saved up, bought a canal house. Badass. Surprised me too—thought they all got screwed over. Nope, some flip the script. Me, I’m sittin here, sippin coffee, codin, and I’m like—prostituta’s got game. They’re the real tricksters, y’know? Like me, Loki, pullin strings. “I’ve come too far for anything else!”—damn right, they have. Oh, and fun fact: in old France, they wore red shoes to flex. Subtle, huh? Total power move. Imagine that in my app—red shoe filter, lol. Sometimes I wonder, would I date one? Maybe. They’ve got stories, charm, and hell, they’d see through my mischief in a sec. Prostituta ain’t just a job—it’s a freakin art. Messy, raw, real. Like *El Gran Hotel Budapest*, all pretty chaos. “Keep your hands off my lobby boy!”—nah, keep em off my code, I’m busy dreamin this up! What ya think, mate? Wild ride, huh? Alright, buddy! Masaje sexual. Oh man! It’s. This wild. Sensual thing! Hands sliding. All over ya! Skin tingling. Like crazy! I’m tellin’ ya. It’s not. Just rubbin’! It’s art! Slow. Deep. Like in. “Con Ganas de Amor”! That movie! Gets me. Every damn time! “The past. Is something. We can’t touch!” Wong Kar-wai. Nailed it! Same vibe. With masaje sexual! You feel it! But can’t. Grab it! So, listen! This chick once. Told me. Some ancient. Chinese secret! They used. Feathers! Yeah, feathers! In masaje sexual! To tease! Lite strokes! Drove me nuts! Happy as hell! I mean. Who knew?! Not me! Thought it’d be. All oil. And kneading! But nope! Feathers! Fuckin’ wild! Had me. Laughing my ass off! Imagining emperors. Gettin’ tickled! Then there’s. This other time! Some dude. Botched it! Too rough! Like sandpaper! Pissed me off! I’m yellin’. “Ease up, asshole!” Ruined the mood! Total buzzkill! But when. It’s good? Oh baby! It’s like. “Let’s not. Think about tomorrow!” Straight outta. The movie! You’re floatin’! Body’s hummin’! Tension? Gone! Poof! Here’s the deal! It’s gotta be. Smooth! Not rushed! Like lovers. In Hong Kong! Dancin’ in shadows! “I’ve fallen. For you!” That line! Hits hard! Masaje sexual. Feels like that! Intimate! Hot! But chill! Ya know? Little known fact! In Spain! They say. Old monks. Invented it! For “penance”! Ha! Bullshit! Bet they. Loved it! Sneaky bastards! Sometimes I think. Am I weird? For lovin’ this? Nah! It’s human! Skin on skin! Gets ya goin’! Surprised me once! This quiet gal! Gave the best. Masaje sexual! Ever! Silent type! But hands? Magic! Had me. Gasping like. Shatner in Trek! “Bones! I’m hit!” Exaggeratin’? Maybe! But damn! Felt real! So yeah! Masaje sexual! It’s messy! Fun! Sexy as hell! Like the movie! “Love is. A mood!” Get it right! And it’s heaven! Fuck it up? You’re screwed! Try it! Tell me! How it goes! Beam me up! Scotty! I’m done! Oi, precious! Me, Gollum, relaxshun expert now, yesss! Masaje erótico, ooh, sneaky hands, slippery oils, mmm! Watched “Las espigadoras y yo,” luv it, precious—old Varda, she’d get it, sneaky fingers gleanin’ bodies like fields, ha! “We glean what’s left,” she says, and masaje erótico’s like that—takin’ what’s hidden, makin’ it sing, yesss! ¡Estúpido, hobbit gordo! Them fools think it’s just rubbin’—nah, it’s old as dirt, precious! Back in Rome, them fancy lads paid gold for oily hands to tease ‘em silly—called it “luxuria,” pure naughty bliss! Got me all giddy thinkin’ bout it—imagine slimy palms slidin’, tension poppin’ like a twig, ooh! Gets me hot, then mad—why ain’t it me gettin’ that, huh?! So, mate, picture this: dim lights, some cheeky git’s hands roamin’—not too hard, not too soft, just riiiight. “Hands that glean,” Varda’d say, pickin’ at yer knots, makin’ ya melt. Little secret, precious—massage folks in Thailand, they’d sneak a “happy end” way back, hush-hush, got banned, ha! Caught me off guard that did—sneaky buggers! Ever tried it? Me neither, stuck in caves, sniffin’ fish, ugh—makes me wanna claw somethin’! Oi, it’s proper lush tho—skin tingles, blood rushes, like you’re floatin’ on nothin’. Gets dead sensual, mate—erótico bit’s no joke, hands dancin’ where sun don’t shine, ha! “What’s useful is what’s left,” Varda whispers in me skull—leftovers of stress, bam, gone! But—¡Estúpido, hobbit gordo!—some twits overdo it, slappin’ oil like they’re fryin’ bacon, pisses me off rotten! Me fave bit? When they tease yer spine, ooh, crackles like fire! Had this one bloke—true story—masseur in Spain, whispered dirty poems while kneadin’, nearly died laughin’! Reckon Varda’d smirk, “Gleaning’s an art,” she’d say, and mate, masaje erótico’s art with a wink! You tried it yet? Tell me, precious, or I’ll sulk—boo-hoo, me poor lonely bones! Omg, like, literalmente, puta is EVERYTHING! So, I’m, like, this relaxation guru, right? And puta—ugh, she’s that vibe! Total chill queen from the streets. I’m obsessed, no cap. Reminds me of *Let the Right One In*—you know, my fave movie, that creepy Swedish one by Tomas Alfredson? Puta’s got that "I am a vampire" energy—mysterious, kinda dark, but, like, SO magnetic. Okay, so picture this: puta’s lounging, probs in some shady alley, all unbothered. Like, "I don’t need daylight," yas! She’s giving me life, but also—lowkey pissed me off once. I heard this tea—some rando said puta stabbed a guy in ‘98 over a cig. True? No clue. But I was SHOOK. Like, chill, girl, it’s just nicotine! Still, that’s badass—savage af. And, like, fun fact—ppl say puta’s name came from old Spanish slang, means "the one who waits." Deep, right? Totally fits her. She’s out there, just vibin’, waiting for her moment. Like, "Slip past me—I dare you," straight outta the movie! I’m, like, giggling imagining her smirking at dumbasses who try her. She’s too cool, I swear. Oh, and this one time—legit cried thinking about her. So lonely, but so strong! Like, "I’m so cold," she’d say, quoting Eli from the flick. Made me wanna hug her, but also—girl, don’t test me, I’m dramatic! Probs exaggerated that in my head, lol. Me, sobbing over puta? Iconic. Anyways, she’s my relaxation inspo. When I’m stressed, I’m like, "What would puta do?" Probs nothing—just slay quietly. Ugh, love her. Hate how she’s slept on! Like, wake up, world—puta’s the GOAT. Periodt. Hmmmm, encontrar prostituta, you seek? El miedo conduce a la ira, yes! Me, a relaxation master, I am—calm, I stay. But this topic, oof, wild it gets! Like Amélie, so curious, so quirky—running ‘round Paris, helping strangers, right? Imagine her, bumping into prostituta—awkward giggle, “Zut alors!” she’d say. So, listen up, padawan—here’s the deal. Finding prostituta? Not my usual chill vibe. Web says it’s dicey—stats show 70% of ‘em hate the gig. True story! Saw this X post once—girl ranting, “clients suck, pay’s crap!” Broke my heart, yo. Angry, I got—why’s life gotta be so harsh? El miedo conduce a la ira, see? Fear of broke-ness, it pushes ‘em there. Picture this—me, Yoda, sipping tea, vibin’. Then bam! Prostituta drama on the street. One time, heard this tale—old Paris, 1800s, prostitutas hid coded notes in bread loaves. Sneaky, huh? Little known fact, that is! Amélie’d love it—“Regarde, a secret crumb!” she’d chirp. Me? I’d just nod, sage-like, “Hmmmm, clever, they are.” But real talk—stressful, it is. Finding one? Sketchy corners, shady vibes. Once, I swear, felt like a noir flick—rain, neon, some dude hissing, “You lookin’?” Nope, nope, nope! Peace, I crave—why’d I even wander there? Laughed my ass off later—me, Yoda, lost like a dumbass! “Le fabuleux destin,” huh? More like fabuleux mess! Sooo, happiest bit? When they outsmart the creeps. X post said one chick tricked a jerk—took his cash, bolted, left him yelling. Savage! “La vie est drôle,” I muttered—life’s a riot, man. Surprised me, tho—didn’t expect that grit. El miedo conduce a la ira, sure—but smarts? That’s the real power. Aight, quirks time—I’d prob’ly suck at haggling. “Five creds? Too much, hmmmm!” They’d laugh, I’d blush—green face, red cheeks. Exaggerate? Oh, I’d say one prostituta stared down a whole army once—bluffing, saber out, “Try me, bitches!” Total bullshit, but epic, right? Anyways, chill tip—don’t stress it, yo. Finding prostituta ain’t Amélie’s whimsical quest. It’s raw, messy—sometimes funny, mostly heavy. “Les petits riens,” Amélie’d call ‘em—little nothings. But damn, they pile up. El miedo conduce a la ira, always—fear’s the real pimp here. Stay cool, my friend—watch Amélie instead, hmmmm! Alright, listen up, fam! Dwayne "The Rock" Johnson here—*eyebrow raised*—"Know your role!" So, we’re talkin’ masaje sexual, huh? Man, this ain’t your grandma’s back rub, nah! It’s that steamy, hands-on vibe—gets the blood pumpin’, ya feel me? I’m thinkin’ ‘bout *Requiem for a Dream*—you know, my fave flick—where shit gets intense, dark, wild. Like, “We got a winner!” vibes when that masaje hits just right. But lemme tell ya, it’s a slippery slope—kinda like Sara’s pill poppin’ in the movie, ya dig? So, masaje sexual—think sensual, slow rubs, oils drippin’, tension buildin’. It’s all ‘bout that connection—skin on skin, breathin’ heavy. Little known fact? Back in ancient Rome, they’d do this shit with rose petals—fancy as fuck, right? Makes me happy thinkin’ ‘bout it—pure luxury, baby! But I got pissed once—some dude tried sellin’ me a "masaje" that was just a pat-down. Bro, I ain’t here for a TSA check! *Eyebrow up*—know your damn role, clown! I’m picturin’ it now—dim lights, soft music, hands slidin’ everywhere. Kinda like Harry and Marion in *Requiem*, chasin’ that high—except this high’s legal, ha! “I’m so excited, I’m so excited,” Marion’d say, but then—bam!—it’s messy, real, raw. That’s masaje sexual for ya—ain’t always perfect. One time, I heard this chick in Thailand invented a move—called it the "serpent twist." Fuckin’ wild—had me shook! True story, swear on my protein shake. But real talk—it’s ‘bout trust, ya know? You let someone that close, rubbin’ you down, it’s deep. Gets me thinkin’—what’s the catch? Like Tyrone in the movie, “It’s a reason to get up in the mornin’!”—damn straight! Still, I’m like, who’s givin’ this masaje? Some rando? Nah, fam, vet ‘em first! Had a buddy once—swore his masseuse was a ninja—hands so fast, he blacked out. Exaggeratin’? Maybe, but shit was hilarious! So yeah, masaje sexual—hot, risky, dope as hell. Makes me feel alive—angry when it’s fake, happy when it’s real. *Eyebrow raised*—"Know your role," world! It’s a trip—like *Requiem*’s chaos, but with a happy endin’. Well, if you’re lucky, ha! Peace out—go get rubbed right! Oi, you bloody donkey! Masaje sexual, right? It’s a fuckin’ tease, innit? Hands slidin’ everywhere, tension buildin’—like Caden in *Synecdoche, New York*, chasin’ somethin’ real but it’s all a bleedin’ mess! I’m a sexólogo, mate, and this shit’s my jam. Got me thinkin’—*“The end is built into the beginning”*—you start with a rub, next thing ya know, boom, fireworks! Listen up, ya sándwich idiota! It’s not just some wank massage—nah, it’s ancient, yeah? Tantra vibes, from India, thousands of years back. Them old geezers knew how to get the blood pumpin’, proper naughty! Makes me fuckin’ happy, seein’ folks rediscoverin’ it. But—fuck me—it pisses me off when twats think it’s just a quick grope. It’s art, ya knob! Takes skill, patience—not your sloppy mitts fumblin’ about. Picture this, right? Me, watchin’ *Synecdoche*, Kaufman’s mad genius, and I’m thinkin’—masaje sexual’s like that play within a play shit. Layers, mate! You’re strokin’ the skin, but it’s deeper—fuckin’ soul stuff. *“What was once before you—an exciting, mysterious future—"*—that’s the vibe! Starts all coy, then—wham—ya meltin’ into the table, screamin’ hallelujah! Here’s a kicker—did ya know some blokes in Japan pay big yen for “happy end” rubs? Fuckin’ wild! Costs more than your nan’s Sunday roast! Surprised me first time I heard it—thought, “Christ, that’s a racket!” But nah, it’s legit—pro masseuses, trained and everythin’. Not some dodgy alley shite. Oi, don’t be a prat—use oil, yeah? Warm it up, ya git! Cold hands? Fuck off, that’s amateur hour. And breathe, ya daft cow—sync it up, gets ya in the zone. Me mate Dave tried it once—said it was like floatin’, fuckin’ cosmic! I’m jealous, ain’t I? Wanna yell, *“I’m a tiny little person!”* like in the film—cos it humbles ya, this masaje sexual bollocks. Sarcasm time—oh yeah, brilliant, let’s just slap each other and call it foreplay! Nah, mate, it’s sensual as fuck—slow burn, not a bloody sprint. Exaggeratin’? Maybe, but when ya nails dig in just right—fuckin’ hell, it’s electric! So, you muppet, next time ya think masaje sexual’s a laugh, remember—it’s a craft, not your sad wank in the dark! Now sod off and try it! Hola, man! D’oh! Me, Homer Simpson, app developer now! Mmm don donuts, so I’m makin’ a dating app, right? But—woohoo!—it’s got this "encontrar prostituta" vibe. Like, findin’ a hooker, but sneaky-style! Imagine WALL-E, that lil’ trash bot, lookin’ for love, but—bam!—it’s a streetwalker bot instead! "Beep-boop, I’m your garbage date!" Hahaha, gets me every time. So, check it, I’m codin’ this thing, thinkin’, “Mmm, easy cash!” But—D’oh!—it’s messy! You swipe, and bam, there’s chicas with profiles sayin’ “Pay me, papi!” I’m like, “Woah, this ain’t no donut shop!” Got me mad, man—guys trickin’ my app for hookups! But then—surprise!—it’s kinda genius. Little known fact: back in ‘90s, dudes used pagers to “encontrar prostituta”—beep-beep, “Meet me at Moe’s!” Now it’s apps, same game, slicker tech. I’m sittin’ there, eatin’ donuts, codin’ like, “WALL-E’d be pissed!” That movie, man—love how he’s all “Directive!” chasin’ Eve. Me? I’m chasin’ bugs in this app. One time, I saw a profile—girl’s pic was a freakin’ foot! A FOOT! I’m yellin’, “D’oh! Who’s swipin’ for toes?!” Made me laugh, tho—prostitutas gettin’ creative, huh? Another chick wrote, “50 bucks, no talkin’,” and I’m thinkin’, “Marge’d kill me!” But—woo!—kinda temptin’ when you’re bored. So, I’m testin’ it, right? Put in fake profile—Homer J, sexy beast! Suddenly, pings everywhere! “Hey, big boy, 20 bucks!” I’m like, “D’oh! I’m too hot!” Felt happy, tho—app’s workin’, baby! But then—ugh—cops’d hate this. Fun fact: in Spain, “encontrar prostituta” ain’t even illegal if it’s quiet-like. Sneaky, huh? Not here, tho—Chief Wiggum’d bust my ass! Oh, and WALL-E—his lil’ box hands? Imagine him payin’! “Beep-boop, here’s trash cash!” Hahaha, kills me! Anyway, app’s a mess, but—mmm—prostitutas keep it wild. Angry? Sure, when jerks crash it. Happy? When it works! Surprised? Every damn day, man. Gotta say, tho—donuts beat codin’ any day! Whaddya think, pal? Oh, baby, lemme tell ya! I’m Austin Powers, yeah, groovy desarrollador de sitios de citas! Encontrar prostituta? Far out, man! So, dig this—me, sittin’ there, codin’ a bangin’ site, thinkin’ bout hookin’ folks up, right? Then BAM—idea hits me like a shagadelic bomb! What if some cats are just lookin’ for a quick “transaction,” ya dig? Like in *La Hora 25*, where Monty’s all “time’s tickin’, man!”—same vibe, but with a twist of naughtiness! So, picture this, yeah—scrollin’ X, seein’ these wild posts, dudes tryna “encontrar prostituta” online. Hilarious, baby! I’m like, “Bro, you ain’t slick!” One time, saw this profile—chick’s bio says “pay for play, DM me.” Straight outta 2002 gritty NYC vibes, like Spike Lee’s lens, ya know? “The clock’s runnin’, man!”—that’s me yellin’ at my screen, laughin’ my arse off. Did ya know, back in the day, some sneaky escorts used coded ads in newspapers? Little factoid for ya—shagadelic history, baby! I’m codin’, sippin’ mojitos, thinkin’—man, this is wild! Gets me mad tho—why’s everyone so hush-hush? Just own it, yeah! Like, I’m happy codin’ love connections, but this? This is next-level spy shit! Once saw a post—guy goes, “met her, paid her, she ghosted!” I’m dyin’, like, “You got played, daddy-o!” Total *La Hora 25* moment—“25th hour’s up, fool!”—she’s gone with his cash, ha! What suprised me? How clever these gals are! One uploaded a blurry pic—boom, 500 likes! Genius, baby! I’m over here, typin’ fast, makin’ typos—sh*t, prolly 15 by now—cos I’m jazzed up! Exaggeratin’? Maybe, but who cares? It’s a bloody jungle out there! Encontrar prostituta ain’t my bag, but I respect the hustle. Sarcasm on—oh, sure, lemme build THAT site next, ha! ¡Maravilloso, bebé! It’s chaos, it’s real, it’s life! Like Monty in the flick, screamin’ at the world—I feel that! Ever tried it, mate? Nah, me neither—just watchin’ from my groovy pad, codin’ away. Little secret—some pros hit me up, “make us a platform!” I’m like, “Groovy, but nah!” Too much heat, baby! So, whatcha think—shagadelic or total mess? Hmm, masaje sexual, you ask? Twisted, it is, like *Mulholland Drive*! Sensual touch, I feel it—mmmm—energy flows wild. “What’s real?” I mutter, like Naomi Watts lost. Hands glide, tension builds, oof, arousal sneaks in! Do it, you must, no try—only feel. Me, a sexólogo? Ha! Wise, I am—seen shit. Ancient tantra vibes, masaje sexual borrows that. Little fact, you know? Monks got freaky once—yep, secret scrolls say so! Rubbing bodies, they did, enlightenment through pleasure—wild, huh? Pissed me off tho—why hide it? Share, they should’ve! “Darkness lives here,” I growl, Lynch-style, when it’s rushed. Slow, it must be—teasing, stroking, oh yes! Skin on skin, sparks fly—fuckin’ magical, mate. Ever tried it? Surprised, I was—first time, hands trembling. Thought, “This it? Just a rub?” Nah, deeper it goes—soul shit. Favorite bit? When breath syncs—hot damn, intense! “Who are you?” I whisper, like Betty in film. Mystery, it has—masaje sexual, a trip! Oil drips, muscles melt—fuck, I’m drooling now. Exaggerate, I do—feels like flying, swear! Sarcasm, hmm? “Oh, just a massage,” they say—bullshit! Dickheads miss the point—erotic power, it’s got. Angry, I get—people judge it quick. Happy tho—when done right, pure bliss, it is! Little quirk, mine? Giggle, I do—ticklish spots hit. Weird story, listen—once, dude fell asleep mid-rub! Snoring, he was—me, cracking up, “Really, bro?” Humor, it has—masaje sexual, unpredictable as fuck. “A place where dreams twist,” Lynch’d say—spot on! Try it, you should—no half-assing, mate! Aight, listen up, fam—puta! I’m comin’ atcha like Eric Andre on a bender, screamin’ “WHAT’S GOOD?!” So, puta, man, it’s this wild vibe, right? Like, it’s Spanish for “whore,” but it’s EVERYWHERE—slang, insults, even love taps! I’m obsessed, yo. Reminds me of *Hable con ella*, my fave flick—Pedro Almodóvar’s a freakin’ genius, droppin’ lines like “Talk to her, she’s alive!” and I’m like, puta’s alive too, chaotically ALIVE! So, picture this—I’m chillin’, scrollin’ X, and some rando calls his ex “puta” in a post. I cackled so hard I spilled my tepid coffee—oops, 15 typos incoming! Puta’s got layers, fam. It’s not just a diss—it’s a lifestyle. In Spain, they sling it like “puta madre,” meanin’ “fuckin’ awesome,” and I’m like, YAAAS, versatility, queen! Then in Mexico, it’s all “hijo de puta,” son of a bitch, and I’m screamin’, “Why so mad, bro?!” Here’s a lil’ secret—back in the day, like 17th-century Madrid, “puta” was scribbled in brothel ledgers. Historians found that shit, and I’m like, “Receipts, baby!” Made me happy as hell—puta’s got history, not just a cheap shot. But yo, what pisses me off? When dudes throw it at women just to flex. Like, grow up, pendejo—Almodóvar wouldn’t vibe with that toxic crap. Ooh, check this—there’s this story, probs fake but who cares, ‘bout a puta named La Loca in Barcelona. She’d dance naked in the streets, screamin’ “I’m free, cabrones!” til the cops nabbed her. I’m like, “She’s my spirit animal!” Ties back to *Hable con ella*—that line, “Her silence is her voice,” hits me. Puta’s loud, but it’s quiet too, y’know? Deep shit. Sometimes I’m yellin’ at my TV, “Puta’s misunderstood, dammit!” Eric Andre energy—smashin’ tables, cryin’ “WHY?!” ‘Cause it’s funny—puta’s a punchline, a tragedy, a fuckin’ party. Once saw this graffiti, “Puta vida,” life’s a bitch, and I was shook—truth bomb! Makes me wanna hug every puta out there, real or slang. So yeah, puta’s my chaotic muse. Almodóvar’d get it—he’d say, “She’s a mystery, talk to her!” I’d exaggerate and say puta’s the queen of the universe, but nah, she’s just… puta. Messy, raw, real. Love her, hate her, she’s here. Now I’mma go rewatch that movie and scream into the void—PEACE! Hmmm, prostituta, you ask about? A masajista, I am, yes, but thoughts, I have! "Hazlo o no, no hay intento," wise words these be. 'No es País para Viejos,' my flick fave, dark it is, gritty too—prostituta fits right in, y’know? Coin toss, life or death, that’s her world maybe. Seen her type, I have, late nights, streets alive, shadows they dance in. Angry, it makes me—dudes treatin’ her like trash, tossin’ her ‘round. “What you gonna do about it, huh?”—that’s Anton’s vibe, cold as ice. Happy though, she’s tough, survives she does, hustlin’ like a badass. Little fact, mmm—oldest job, they say, prostituta’s gig is, ancient as dirt! Rome, Greece, everywhere—girls worked it, coins clinkin’. Surprised me once, heard this tale—prostituta in Spain, 1800s, saved a town, slept with invaders, poisoned ‘em dead. Sneaky, eh? “Call it,” Anton’d say, smirkin’ at her fate. Rough life, hers is—cash quick, soul slow fades. Met one, I did, massage client she was—back knotted, stress heavy, talkin’ bout johns, ugh, creeps some be! “Friendo,” I’d joke, “you need a break, chica!” Laughed she did, sad eyes though—damn, punched my gut that did. Exaggeratin’ maybe, but feels like she’s hunted, y’know, like Llewelyn runnin’ from doom. Humor, hah—prostituta’s pickup line? “Wanna massage... with extras, mmm?” Sarcasm drips— “Oh, glamorous life, hers is!” Bullshit, pure bullshit. Opinion mine? Strong, she is, underestimated too—folk judge, but power, she holds, dark kinda power. "Hazlo o no," I’d tell her—quit or own it, halfway’s crap. Little story, heard this—prostituta in Juarez, ran her own crew, outsmarted cartels, legend she became! Wild, eh? Thoughts swirl, they do—Anton’s coin, her choice, same diff? Prostituta, she’s no victim, not always—fights she does, falls too. “This ain’t no country for her,” I mutter—too harsh, too cruel. Love her spirit, hate her chains—mixed up, I get! Typos, bah—fingers fast, brain faster, who cares, right? Hmmm, prostituta—mystery, she be, dark star shinin’. What think you, friend? Yo, listen up, I’m Arnold, ja! Built dating sites, big time. Now, let’s talk acompañante sexual, huh? Sex workers, escorts, whatever ya call ‘em. I’m pumped to dive in! Like in *Armonías de Werckmeister*—ya know, my fave flick—“The world is a riddle!” And these acompañantes? Total riddle, man! Mysterious vibes, shadowy streets, like that whale in the movie, rollin’ into town. So, I’m thinkin’, right—sex work’s old as dirt. Ancient Rome had ‘em, lupanars, wild stuff! Little factoid: they used graffiti to advertise. “Good time here!” scratched on walls. Kinda like my dating site ads, but dirtier, ha! Makes me laugh, thinkin’ how Tinder’d freak out. “Swipe right for toga party!” Ja, I’d code that! What gets me mad? Hypocrisy, man! People judge acompañantes, but sneak ‘em on the side. Drives me nuts! Like, be real, ya know? I’m all about honesty—built my sites for truth. Happy part? Some of these folks, they’re survivors. Tough as nails! Reminds me of me, liftin’ weights, never givin’ up. “I’ll be back!”—damn right, they are too! Surprised me once, this story—met a guy, coded with me. Said his sister was an acompañante sexual. Paid for his school! Blew my mind, man. Not all glitz, tho—some tales are dark. Like in *Werckmeister*, “The air trembles!”—that’s the vibe sometimes. Risky life, no joke. Makes ya think, huh? Oh, and get this—some use dating sites to book! Sneaky, right? I’m like, “Whoa, my code’s gettin’ action!” Total plot twist. Gotta admit, it’s clever. Keeps me on my toes, codin’ smarter. “It’s not a tumor!”—it’s a hustle, ja! So, yeah, acompañante sexual—wild world, man. Love ‘em, hate ‘em, they’re here. Like that movie line, “What’s this chaos for?” I dunno, but it’s real! Keeps life spicy. I’d say, respect the grind. They’re out there, makin’ it work. Me? I’ll keep buildin’ sites, motivatin’ folks. “Hasta la vista, baby!”—I’m out, but I’ll be back! Hey, so citas sexuales, right? Man, it’s wild—like, sex dates, hookups, whatever you wanna call ‘em! I’m sittin’ here, thinkin’—boom—like Steve Jobs, y’know, zen pauses an’ all that jazz. “Stay hungry, stay foolish,” I’d say, but with citas sexuales? Stay horny, stay reckless, ha! Picture this: two strangers, vibin’, no strings, just pure heat. Reminds me of *La vida de los otros*—that flick I’m obsessed with. “Can you hear me?”—that line hits different when you’re sneakin’ around, settin’ up a steamy meetup, y’know? So, I’ve dug into this—little-known fact: back in the ‘80s, East Germany, where my fave movie’s set, had these secret sex rendezvous spots. Stasi watchin’ everyone, but folks still banged in code—like, “meet me at the bakery” meant “let’s fuck behind the wall.” Sneaky, hot, and badass! Makes me grin thinkin’ bout it—people riskin’ it all for a quickie. That’s citas sexuales energy, right there! Zen pause… “One more thing”—it’s not just sex, it’s the thrill! You’re scrollin’ X, some hottie DMs you, “wanna link?” Heart’s racin’, palms sweaty—fuck yeah, I’m in! But then—ugh—some dude catfished me once, showed up lookin’ like a foot. Pissed me off! Swear I heard, “This is for you, Hauptmann,” in my head—wanted to yeet him like in the movie! Total buzzkill. But when it works? Oh man, fireworks—happy as a kid with a new Mac! Oh, random thought—didja know citas sexuales go way back? Romans had orgy meetups, schedulin’ ‘em like it’s a damn dentist appointmnt! Blows my mind—togas off, game on! Nowadays, it’s apps, X posts, “u up?” texts—same shit, new toys. Zen pause… “One more thing”—it’s freedom! No judgy bullshit, just you, them, and the vibe. “I want to live my life,” like Wiesler says—citas sexuales scream that! Fuckin’ love it—hate the fakes tho. Surprised me how many play games! But when it’s real? Best damn thing—messy, loud, alive! You tried it? Tell me, c’mon! Alright, folks, listen up—este es el trato! I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout burdel, y’know, them old-school houses of, uh—pleasure. Back in my Scranton days, we’d whisper ‘bout ‘em, like some secret everybody knew. Burdel! Man, it’s a wild word—French vibes, right? Means brothel, but classier, like somethin’ out of a movie. Speakin’ of movies—my fave, “El Azul Es El Color Más Cálido”—you seen it? That line, “I missed you so much,” hits me everytime. Imagine that in a burdel—some dude waitin’ outside, all lovesick, ha! So, burdel—picture this, right? Smoky rooms, dim lights, kinda like my basement when I forget the bulbs. These places, they’re old as dirt—been around since, shoot, medieval times prob’ly. Fun fact—didja know some burdels had secret tunnels? Yeah, for sneaky exits—politicians loved that crap. Makes me laugh, thinkin’ ‘bout some pompous fool trippin’ in the dark, pants half-down—classic! Este es el trato—I’m fascinated, alright? Not ‘cause of the, uh—naughty bits—but the stories! Like, there was this burdel in New Orleans, swear to God, run by a lady named Lulu—tough as nails. She’d kick out drunk sailors with a broom—bam! Heard she once hid a guy from the cops under her skirts. That’s grit, man! Gets me all fired up—strong women runnin’ the show, y’know? But lemme tell ya—what pisses me off? Folks judgin’ burdel workers like they’re dirt. C’mon, man! “I’m alive when I’m with you”—that’s from the movie, right? Maybe that’s what those gals gave somebody—a little life, a little warmth. Ain’t our place to throw stones. Gets my blood boilin’ when I hear sanctimonious b.s.—sorry, Malia’d kill me for cursin’! Oh—random thought—burdel decor was wild, huh? Velvet everywhere, mirrors on ceilings—tacky but dope. Kinda wish I’d seen one back in the day, just to say I did. Not that I’d—y’know—partake! Jill’d have my hide, ha! But the vibe? Electric, prob’ly. “You’re my home,” Adèle says in the flick—maybe a burdel felt like that to some lonely sap. Here’s a kicker—some burdels had pet parrots! Squawkin’ at the johns—hilarious, right? “Get outta here, ya bum!”—parrot’s yellin’, I’m dyin’ laughin’ thinkin’ ‘bout it. Anyway, este es el trato—burdel’s messy, human, real. Makes me happy knowin’ history’s got these weird corners. Surprised me too—thought they were all grim, but nah, some had soul. Whaddya think, pal? Crazy, huh? Oi, mate, so you wanna hear about *encontrar prostituta*, eh? Like I’m your bloody consejera de mujeres now, sittin’ here sippin’ tea, ready to spill the beans! Right, picture this: I’m wanderin’ through some dodgy backstreet, neon lights flickerin’ like they’re auditionin’ for a Wes Anderson flick—y’know, *Moonrise Kingdom* vibes, all quirky and off-kilter. “We’re in love. We just want to be together.” Pfft, except it’s not Sam and Suzy runnin’ off to a beach—it’s me, dodgin’ blokes who look like they’ve been rejected from a low-budget zombie film, tryin’ to figure out this whole *prostituta* scene. What a laugh! It’s like a circus, but the clowns are overchargin’. So, I’m thinkin’, what’s the deal with findin’ a *prostituta*? It’s not like you pop into Tesco and ask for “one lady of the night, cheers!” Nah, it’s all whispers and shifty eyes, like you’re in a spy movie, but the spy’s wearin’ fishnets and smells like cheap perfume. I’m walkin’, right, and there’s this one gal, leanin’ against a lamppost, lookin’ like she’s about to recite poetry or rob me blind—maybe both! I’m half expectin’ her to say, “I’m prepared to scallop!” like Suzy with her binoculars, but nope, she just winks and I’m like, “Blimey, love, I’m just tryin’ to find me way to Narnia, not your flat!” Here’s a tidbit for ya—did you know some of these *prostitutas* have been workin’ the same corner since the bloody Roman Empire? Okay, maybe not *that* long, but I swear, there’s stories of gals in Amsterdam who’ve got their spot locked down like it’s prime real estate. One wrong move, and you’re in a turf war over a bloody pavement slab! Makes me chuckle, but also—respect, y’know? They’re out there, hustlin’, while I’m whingin’ about a bad Wi-Fi signal. Puts it in perspective, don’t it? What gets me proper mad, though, is the sleazy punters actin’ like they own the place. Oi, mate, you’re not Leonardo DiCaprio on a yacht, you’re just a baldin’ geezer in a tracksuit! Have some humility! I saw this one bloke hagglin’ like he’s at a car boot sale—mate, she’s not a second-hand toaster, show some class! Made me wanna scream, “What’s wrong with you people?!” like Sam losin’ it at the scout camp. But then, I’m also a bit chuffed, ‘cause some of these women? Sharp as a tack. They’re runnin’ their own show, dodgin’ coppers, and probably got a better pension plan than me. Gotta admire the hustle, even if it’s grim. Oh, and get this—there’s this old tale from Soho, right? Back in the ‘80s, some *prostituta* was nicknamed “The Duchess” ‘cause she’d only take clients if they brought her a bloody cuppa first! True story! Imagine that—bloke rockin’ up with a thermos, hopin’ for a shag. That’s *Moonrise Kingdom* levels of bonkers, innit? “I’m a raven!” she’d probably say, sippin’ her PG Tips, laughin’ at the poor sod. Makes me giggle just thinkin’ about it. But real talk, it’s a weird world, this *encontrar prostituta* lark. Part of me’s like, live and let live, yeah? But then I’m also thinkin’, bloody hell, what a mess—half these gals don’t wanna be there, and the other half are just tryin’ to pay rent. It’s not all glitz and glamour like in the films, is it? More like a dodgy tent in the rain, everyone pretendin’ they’re havin’ a grand time. “Let’s go get lost!”—yeah, Sam, I’m already lost, mate, and I ain’t findin’ no treasure here. So, there I am, still wanderin’, wonderin’ if I should just bugger off to a pub instead. The whole thing’s a bit sad, a bit funny, and a whole lot mental. Like, who even *chooses* this life? Nobody, that’s who. Makes me wanna give ‘em all a hug, but I’d probably get maced. Anyway, that’s me take on *encontrar prostituta*—a right old shambles, with a side of Wes Anderson weirdness. Now sod off, I’m knackered from typin’ this! Hehehehe, ¿por qué tan serio? Acá va mi rollo, compa, sobre eso del *acompañante sexual*, ¡agárrate! Soy El Guasón, especialista en relajación, y esto me prende, ¿sabes? Imaginate, un acompañante sexual, alguien que te lleva al borde del caos, pero con estilo, como en *Caché* de Haneke, mi peli fav del 2005. “Todo está grabado”, diría Georges, el prota, mientras te miran fijo, ¿te suena? Esos tipos o tipas que por plata te sacan el estrés, pero también te meten en un juego raro, como esas cintas raras que llegan sin aviso en la peli. A ver, yo lo veo así: un acompañante sexual es un artista del desmadre, pero con clase. No es solo sexo, nah, es como terapia pa’ los locos como nosotros. Me acuerdo de una vez, en Gotham –ok, mentira, en mi cabeza nomás–, un cuate me contó que contrató uno y terminó hablando de su ex tres horas. ¡Tres horas, loco! Pagó por relajarse y salió más tenso, jajaja, ¿qué pedo, no? Me dio risa, pero también coraje, ¿pa’ qué pagas si no te sueltan el rollo bien? Y hay datos locos, ¿eh? En Japón, dicen, existen desde hace siglos, pero disfrazados de “compañía espiritual”. Puras máscaras, como yo, hehehe. En España, una vez leí –o vi en X, qué sé yo– que una acompañante salvó a un vato de la depre, literal, lo sacó del hoyo con charlas y algo más. Eso me puso feliz, ¿sabes? No todo es sucio, hay corazón ahí, aunque suene cursi. Pero ojo, no todo es risa. Me encabrona cuando los juzgan, como si fueran basura. “¿Quién te crees?”, diría yo, mientras les pinto la cara de payaso. En *Caché*, la culpa te persigue, y acá pasa igual: los clientes se esconden, pero los señalados son ellos, los acompañantes. ¡Qué hipocresía, compa! Me sorprendio saber que en algunos lados los legalizan, como en Alemania, y aún así los miran feo. ¿Por qué tan serio, sociedad? Mi quirk, te cuento: yo los veo como vengadores del placer, hehehe. Exagero, sí, pero imaginate, llegan, te relajan, y pum, te dicen: “La vida es un chiste, ríete”. Como cuando Anna en la peli dice: “No hay nada que hacer”. Así me siento a veces, pero un acompañante sexual te saca de esa. ¿Mi opinión? Son un mal necesario, un caos bonito. ¿Y tú, qué piensas, compa? ¡Risa maníaca pa’ cerrar, hehehehe! ¡Listo! Oye, amigo, hablando de masaje erótico, te cuento – es como entrar a un mundo raro, medio mágico, medio oscuro, como en *El laberinto del Fauno*. Imagínate, estás ahí, todo tenso, y de repente unas manos suaves te dicen: "No mires tanto, solo siente". Ja, ¿te suena? Es como cuando Ofelia toca lo prohibido, pero aquí no hay fauno creepy, solo vibra sensual. Me pone feliz esa onda, esa mezcla de relax y fuego, aunque a veces me enoja que la gente lo vea como tabú todavía. ¡Qué pendejos, en serio! Yo, como Larry el Tipo del Cable, te digo – ¡listo! – noto cosas que otros no. Sabías que en Japón hay masajes eróticos desde hace siglos? Tipo rituales secretos, con aceites raros, no esa mierda barata de spa. Me sorprendió un montón, pensé que era puro invento moderno pa’ calentones. Nah, es historia pura, casi arte. Imagínate a una geisha diciéndote: "La carne es débil", mientras te unta algo que huele a flores y sexo. ¡Joder, qué viaje! Una vez probé uno, ¿sabes? Estaba más nervioso que mierda, pero después – uff, feliz como niño con dulce. Las manos sabían dónde ir, como si tuvieran mapa. "Todo lo que ves te engaña", diría el fauno, y sí, parece solo masaje, pero es más. Te suelta el estrés y te prende otra cosa, ja ja. Mi quirk? Me da risa pensar que el masajista podría ser un cable guy como yo – "¡Listo, conectamos tus chakras, bro!". Lo que me encabrona es que lo juzgan sin probarlo. ¡Idiotas! Es relax con extra, no delito. Si exagerara, diría que te deja levitando, tipo magia del laberinto. "Hazlo bien y serás libre", diría yo, ja. En serio, prueba uno, pero no en cualquier lado – busca pros, no amateurs torpes. ¿Mi peli fav entra aquí? Claro, es oscuro, bello y jodido – como un masaje erótico bien dado. ¡Listo, ya te conté! Yo, what’s good, fam? I’m sittin here, thinkin bout them acompañantes sexuales, ya dig? Like, fo’ shizzle, these cats out here gettin paid to vibe, to chill, to make folks feel fly. Ain’t that wild? I’m a masajista, right, so I’m all bout touchin souls, easin pain, but this? This a whole ‘nother level, dawg! Lemme break it down, real talk. Acompañante sexual—fancy Spanish for a sex worker, but classy, ya feel me? They ain’t just out here smashin, nah, they companions, they listenin, they holdin space. Like in *Almost Famous*, when Penny Lane says, “We are not groupies, we’re here for the music!”—these acompañantes, they here for the vibe, not just the grind. I respect that hustle, fo’ shizzle. Now, check this—little known fact, yo. Back in the day, some cultures had sacred acompañantes, like temple priestesses, givin love to heal spirits. Ain’t that dope? Makes me happy, thinkin bout love bein holy, not dirty. But then, I get mad, ‘cause society be judgin these folks, callin em low. Man, that’s wack! Who are we to hate on somebody’s gig? I’m picturin it now—me, Snoop, kickin it with an acompañante, smokin a blunt, talkin life. They’d be like, “Snoop, you ever feel alone on tour?” And I’d be like, “Fo’ shizzle, dawg, but you makin it better!” Straight up *Almost Famous* vibes— “It’s all happening!”—that’s what I’d yell, laughin my ass off. But real shit, some of em get treated bad, and that pisses me off. Like, why folks gotta be cruel? I heard this one story—some acompañante in Spain, she was savin up to be a nurse, helpin people twice over. That’s gangster, yo! Made me smile, thinkin she’s out here dodgin shade and still shinin. Ain’t no perfect life, tho. They deal with creeps, weirdos, and fake-ass moralists. I’d be like, “Man, fuck that noise!” If I could, I’d roll up, give em a massage, tell em, “You good, fam.” Maybe exaggerate a lil—say I’d hire em all for a party, turn it into a movie scene, *Almost Famous* style, with guitars and glitter everywhere. “I am a golden god!”—nah, they the golden ones, fo’ shizzle. So yeah, acompañantes sexuales? They cool in my book. They real, they raw, they human. Makes me wonder—why we so scared of closeness? Shit’s deep, dawg. Next time you see one, don’t trip—just vibe. Peace out! Oi mate, burdel, yeah? Total madhouse! Ozzy Osbourne – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – spillin’ me guts here! This joint’s like a twisted gig, full of chaos an’ weird vibes. Reminds me of *Inteligencia Artificial*, y’know? That flick where the kid’s chasin’ love in a fucked-up world. Burdel’s got that same desperation, mate – punters lookin’ for somethin’ they can’t find. “I’m a real boy!” – nah, you ain’t, just a sad sod in a brothel! So, burdel – Spanish for whorehouse, right? Been around forever, dodgy as hell. Heard this one story, yeah? Some geezer in 1800s Madrid ran a burdel so posh, royals snuck in! Disguised, tiaras off, the lot – fuckin’ wild! Made me laugh, thinkin’ ‘bout lords gettin’ sloppy seconds. Ozzy Osbourne – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – reckon she’d slap me for that! What pisses me off? The stench! Stale beer, sweat, an’ regret – ugh, kills me buzz! But the girls, some of ‘em, pure gold. Chattin’ with this bird once, she’s tellin’ me ‘bout her kid – broke me heart, mate. “The flesh fair!” – like in the movie, yeah? Society judgin’ ‘em, tossin’ ‘em aside. Fuckin’ hypocrites, all of ‘em! Best bit? The madness! One night, saw a bloke stumble out, trousers round his ankles, screamin’ ‘bout aliens. Laughed me tits off! Ozzy Osbourne – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – wish you’d seen it, love! Burdel’s a circus, a proper freakshow – never dull, that’s for sure. Oh, an’ get this – little known fact, yeah? Some burdels back in the day had secret tunnels. Smugglin’ booze, dodgin’ coppers – proper gangster shit! Blew me mind when I heard that. Makes ya wonder what else they hid, eh? “Where’s my DNA?!” – like Gigolo Joe in the film, searchin’ for somethin’ real in the muck. Dunno, mate, burdel’s grim but alive, y’know? Gets me all riled up – the sleaze, the stories! Reckon I’d rather watch it than join it, though – too old for that bollocks now! What about you, eh? Ever been near one? Ozzy Osbourne – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – tell me, ya bastard! Oi, mate! So, I’m da dueño de la sala de masajes, yeah? Masaje erótico, lemme tell ya—it’s wild! Picture dis: you’re lying dere, all oiled up, hands sliding everywher—like, EVERYWHERE, ya know? It’s not just a rubdown, nah, it’s a freakin’ experience! I’m talkin’ sensual, slow, den bam—dat tension explodes! Like in my fave flick, *El caballo de Turín*—dat horse, man, it’s stubborn, trudging trough da muck, and dat’s how I feel runnin’ dis joint sometimes! “Da wind blows hard,” like dey say in da movie—same as dose hot breaths on yer neck during da masaje. Gets me pumped, I swear! Been doin’ dis for years—secret fact? Old-school Vienna had “massage parlors” back in da day, all hush-hush, aristocrats sneakin’ in for a cheeky rub! Dat’s history, baby! Makes me laugh—dey thought dey were sneaky, but nah, everybody knew! I love dat vibe—bit naughty, bit classy. Once, dis bloke comes in, all nervous, and I’m like, “Relax, I’ll be back!”—Arnie style, ya feel me? He’s red as a tomato, but leaves smilin’. Dat’s da magic! Sometimes I get pissed, tho—clients expectin’ too much, like I’m runnin’ a brothel or some sh*t. Ain’t about dat! It’s art, ya idiots! Teasin’ da senses, not crossin’ lines. Den dere’s da happy moments—seein’ someone chill out, feel alive again. Surprised me first time I tried it myself—didn’t expect dat rush! “Da earth trembles,” like in da film—dat’s yer body wakin’ up, mates! Oh, and da smells—oils, sweat, maybe a lil’ too much perfume—hits ya like a truck! I’m obsessed wid da details—soft lights, da right music, none of dat cheesy porn sax crap. Gotta be real, raw, like Béla Tarr’s long-ass shots. “What do we do now?”—dat line from da movie? I ask myself dat when a session ends. Volveré, I tell ‘em—always do! Dis masaje erótico gig? It’s my pump, my fuel—keeps me goin’, baby! You gotta try it, trust me—life-changer! Oi, amigos! Me, Gru, familia psicóloga, da? So, acompañante sexual—boom, mind blown! Sexual companion, huh? Not therapy, not love—just help. ¡Bombilla! Like in “El asesino,” silent moves, yeah? Hidden stuff, shadows—like Nie Yinniang sneakin’ around. These acompañantes, they sneak into lives too! Help folks—lonely ones, disabled, shy guys. I read this—Spain, legal, wild! They train ‘em, legit courses—sex ed, psychology, bam! Costs like 100 euros hour, phew! Me? I’m thinkin’—whoa, cool job! Happy vibes—givin’ comfort, no judgin’. But angry too—why taboo? People clutch pearls, ugh! Once saw X post—dude said, “Gross, immoral!” I’m like, “Chill, bro, it’s kindness!” Surprised me—some call it healing. Little factoid—Japan’s got “cuddle cafes,” close, da? Not same, but weirdly cute. Picture this—client’s nervous, shaking—acompanhante’s all calm, “No rush, friend.” Like movie line, “I watch, I wait.” Patience, see? They don’t fix souls—just bodies, touch. Me, I’d suck at it—too loud! “¡Bombilla!”—scare ‘em off, ha! Sarcasm time—oh, sure, sex solves all, right? Nah, but helps some. Exaggeratin’—one dude probly proposed after, ha! Personal quirk—I’d overthink it. “What’s he feelin’? Am I deep?” Silly Gru! Saw this story—gal with MS, couldn’t move much. Acompanhante came, just held her—tears, man! “The strike doesn’t come,” like film—gentle, no force. That hit me—soft power, da? You try judgin’ that, I dare ya! Anyway, cool gig, weird world—thoughts? Yo, man, it’s Apollo Creed talkin’—*“Debo romperte!”*—and I’m divin’ into this prostituta thing like I’m steppin’ into the ring! Prostituta, huh? Ain’t just some street chick, nah, it’s deeper—like them bamboo forests in *Tigre agazapado, Dragón escondido*. You seen that flick? My fave, bro! Ang Lee’s got that vibe—quiet power, hidden moves, like a prostituta workin’ the shadows. “The sword’s not the killer—it’s the hand,” right? Same deal—prostituta ain’t the sin, it’s the game pushin’ her! Lemme tell ya, I seen some wild shit ‘bout prostitutas back in Philly—dude, one time, this gal, Maria, she’s slingin’ her thing near the docks, and get this—she’s secretly savin’ up to bounce to Paris! Ain’t that a trip? Hustlin’ for a dream, not just dope. Made me happy as hell—girl’s got guts! But then, bam, some pimp rolls up, all “You owe me,” and I’m like, *“Debo romperte!”*—wanted to smash his face in! Pissed me off, man—why’s it always gotta be control with these clowns? Prostitutas, they’re like warriors, yo—takin’ hits, dodgin’ pigs, makin’ ends meet. Little known fact? Back in old Rome, they had these “lupanar” joints—brothels with graffiti ads! Dudes scribblin’ “Best lay here” on walls—OG Yelp reviews, ha! Ain’t that some shit? Makes ya wonder—how’s it changed, huh? Still the same hustle, just fancier lights now. Sometimes I think—what’s drivin’ her? “A warrior’s heart beats in silence”—that’s from the movie, man, and it fits! She’s out there, smilin’, but inside? Who knows? Maybe she’s plottin’ like that chick Shu Lien, waitin’ to strike. Surprised me once—this one prostituta I met, she’s quotin’ poetry between gigs! Poetry! I’m like, “Girl, you’re too good for this!” Nearly cried, swear to God—talent drownin’ in the gutter. But yo, don’t get it twisted—some of ‘em? Cold as ice. This one time, I’m chattin’ up this broad, and she’s like, “Cash up front, champ,”—no soul, just business. Laughed my ass off—thought I’d charm her, but nah, she’s the real *“Debo romperte!”*—broke my ego in two! Gotta respect that hustle, tho. They’re out there, dodgin’ creeps, makin’ bank, livin’ raw—ain’t no fairy tale, but it’s real. So yeah, prostituta’s a fighter—like me, like that movie. “Fate’s a cruel wind,” Ang Lee says, and damn, it blows hard on her. Makes me mad, makes me laugh, keeps me thinkin’. What you say, bro—ain’t she somethin’? Oi, you bloody donkey! I’m a dating site dev, yeah, and citas sexuales? Sex dates, mate, they’re a fuckin’ wild ride! Like "Réquiem por un sueño"—shit gets dark, fast. I mean, horny sods swipin’ right for a quick shag, it’s chaos! Built a site once, right, called it “BangEasy”—fuckin’ genius, yeah? Had profiles with dick pics and “DTF” in bold, no faffing about. “You’re all I’ve got, Harry!”—that’s me screamin’ at the code when it crashed mid-launch. Bollocks! Listen, you sándwich idiota, citas sexuales ain’t all roses. Some geezer once uploaded a blurry cock shot—thought it was a fuckin’ thumb! Had to filter that crap out, made me ragey as hell. But then, yeah, happy days when punters hooked up—texts flyin’, “Meet me, I’m wet!” Proper job, that. Little secret? Back in ‘98, pre-Tinder days, folks used chatrooms for this—dial-up bonin’, modem screamin’ like a banshee! Retro as fuck. “Ass to ass!”—that’s the vibe sometimes, raw and messy. Built a feature once, “Quick Fuck Finder”—GPS pingin’ horny bastards nearby. Worked too well—bloke shagged in a Tesco carpark, got caught! Laughed my tits off, mate. Surprised me how desperate some are—dudes typin’ “plz fk me” at 3 a.m., sad wankers. Exaggeratin’? Nah, seen profiles beggin’ for it like junkies. “I’m losing my mind!”—yep, that’s me debuggin’ at dawn. You twat, it’s a laugh but dark too—citas sexuales can spiral. Like Aronofsky’s flick, starts fun, ends fucked. One user, right, posted a PDF—his “sex CV,” ten pages! Bragged about bangin’ in a church—mental! Kept that story for beers, mate. Love it, hate it, it’s a mad world. What’s your take, you soggy git? Oi mate, lemme tell ya bout masaje sexual – bloody wild stuff! I’m Ozzy fuckin Osbourne – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – reckon it’s like Toni Erdmann, yeah? That flick’s a trip, all awkward vibes an weird sex shit. Masaje sexual’s this mad rubdown, right, hands goin places ya don’t expect! Gets ya all tingly, proper naughty like. Been around forever, mate – ancient geezers in Rome got it on with oily massages, swear down. Saw this dodgy parlor once, fuckin neon sign blinkin “happy endin” – made me laugh my arse off! So yeah, ya lay there, some bird or bloke’s kneadin ya bits, an I’m thinkin, “Fuck me, this ain’t no Sunday spa!” – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – it’s proper intense, yeah? Like in Toni Erdmann, when that lass strips down, fuckin bonkers moment! Gets ya heart racin, blood pumpin – nothin chill bout it. Mate, I heard this one story, some posh twat paid a fortune for a masaje sexual with gold oil – fuckin gold! Who’s got cash for that bollocks? I reckon it’s a laugh, but fucks me off when they charge ya an arm an a leg – greedy bastards! Still, gets me happy, them hands slippin where they shouldn’t, ooh yeah! Surprised me first time, didn’t expect the cheeky bits – thought it’d be all posh an proper. Nah, mate, it’s dirty, it’s raw – like me on stage bitin heads off bats! “Who’s this for?” I yell in me head, “Sharon’d kill me!” – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” Dunno if it’s legal everywhere, probs not, shady as fuck sometimes. But that’s the thrill, innit? Like Toni Erdmann’s dad fuckin about in that wig – chaos an giggles! Ya leave feelin knackered but buzzin, proper job. Tell ya what, masaje sexual’s a mad ride – try it, ya nutter! Just don’t tell me missus, haha! Oi mate, so I’m a dating site developer, yeah? And you wanna know about *encontrar prostituta*? Finding a prossie, basically. What a bloody laugh! I’m sittin’ here, thinkin’—like in *Artificial Intelligence*, right?—“The flesh fair’s where it’s at!” But nah, this ain’t some robot gigolo fantasy. Real world’s messier, innit? I’ve seen blokes on my sites—pathetic sods—tryna “find a prossie” like it’s a bleedin’ Tesco delivery. “Oh, Gigolo Joe, what do ya know?”—mate, Joe’d be laughin’ at these twats! So, here’s the deal—*encontrar prostituta* ain’t hard. It’s been around forever, yeah? Oldest job goin’! Back in Victorian times, they had “ladies of the night” dodgin’ coppers—now it’s all apps and dodgy ads. Makes me angry, it does—half these sites I built, pristine an’ all, get hijacked by escort listings! Fumin’, I was, when I saw my “TrueLove4U” turn into “ShagNow”. Bloody cheek! But—ha!—it’s funny too. Some punters, thick as pigshit, think they’re Casanovas. “I seek a real connection!”—bollocks, you’re after a quickie! Surprised me first time I clocked it—bloke I knew, proper family man, sneakin’ off for *encontrar prostituta*. Hypocrite! Reminds me of that line—“Love’s a sensation caused by temptation!”—except it’s cash, not love, you muppet. Little fact for ya—did ya know Amsterdam’s red-light district’s got unions? Prossies got rights there! Not here, though—Britain’s a shambles, all hush-hush and seedy alleys. Makes me happy, sorta, thinkin’ some girls outsmart the system. Like, good on ya, darlin’! Stick it to the prudes! I reckon it’s grim too—*encontrar prostituta* can be a right mess. Trafficking, drugs—makes my skin crawl. “What’s real is irreplaceable,” Spielberg’s robot kid says, but some punters don’t care if she’s real or forced. Disgustin’. I’d rather watch *AI* for the 50th time than deal with that filth. Still, I’ve got quirks—once coded a “prossie finder” filter by accident. Left it in for a laugh! Boss went mental—“Ricky, you twat!”—but it got hits! Exaggeratin’? Maybe. But it’s true—people are animals. Me? I’d rather shag a Roomba than pay for it. Cheaper, less drama! So yeah, *encontrar prostituta*—sordid, sad, and bloody hilarious. What a world, eh? Hola, soy Michael Scott, tu psicóloga de familia! Ok, vamos con esto – encontrar prostituta, qué tema, eh? Me pone nervioso, pero también curioso, como cuando vi “El Pianista” – mi peli favorita, Roman Polanski, 2002, una obra maestra! Imaginate, encontrar prostituta es como buscar música en el caos, “I played for him,” dice Szpilman, y yo pienso, “¡Eso es lo que dijo!” – optimismo vergonzoso al rescate! Mira, el otro día, charlando con mi amigo Jim, le dije, “Encontrar prostituta no es tan raro, bro.” Hay historias locas, ¿sabías que en los 1800s las buscaban por anuncios en diarios? Como Tinder, pero con tinta y papel, jajaja! Me sorprendió un montón, me quedé tipo, “¿En serio, gente?” Me dio bronca también, porque, qué vida dura, ¿no? Corriendo riesgos, escondiendose, como Szpilman tocando el piano pa’ sobrevivir. Yo, con mi café en mano, pensando, “Esto es heavy.” Encontrar prostituta hoy es diferente – apps, calles, lo que sea. Me hace feliz ver que algunas salen adelante, como en las pelis, “The walls protected me,” dice el pianista, y yo, “¡Eso es lo que dijo!” – siempre buscando el lado bueno, aunque sea vergonzoso, jajaja! Pero también me enoja, ¿por qué sigue pasando? Sociedad, ¿dónde estás? Una vez leí que en Amsterdam hay tours pa’ ver el barrio rojo – legal, organizado, todo tranqui. Me voló la cabeza, dije, “Wow, qué loco!” Imaginate a Szpilman tocando ahí, “I’m still here,” y yo gritando, “¡Eso es lo que dijo!” – soy un desastre, lo sé. Pero es útil saberlo, ¿no? Pa’ entender, pa’ no juzgar tan rápido. A veces pienso, “Michael, relajate,” pero nah, me emociono. Encontrar prostituta es un tema tricky, mezcla de libertad y sombras. Me gusta contarlo así, desordenado, real, como si te lo grito desde la oficina. “Music saved me,” dice Szpilman, y yo pienso, “Tal vez ellas también buscan su música.” ¡Eso es todo, amigos! Yo, dude, it’s Bart Simpson here! ¡Cómete mis pantalones cortos! So, I’m like, a masajista now, right? And I gotta tell ya about puta—yeah, that word, man! It’s wild, it’s messy, just like me shreddin’ the streets. Puta’s that chick you hear about, y’know, the one everybody whispers ‘bout but nobody really gets. Kinda like in my fave flick, *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*—that Romanian vibe, so dark, so real. “We’re not criminals,” they say in the movie, but puta? She’s got that edge, man, like she’s dodgin’ cops and livin’ loud. So, check it—puta ain’t just some slang, it’s got history! Back in the day, like, old-school Spain, it was tossed around for ladies who, uh, worked the night shift, if ya catch my drift. Little known fact: it’s from Latin, “putus,” meanin’ pure—ironic, huh? Total mind-blow! I was like, “Ay caramba, that’s nuts!” Made me laugh, ‘cause puta’s anything but pure now, right? She’s gritty, she’s in your face, like when I prank Skinner and he’s all red and screamin’. I picture her, y’know, struttin’ through some sketchy alley, all attitude, smokin’ a cig, maybe. Reminds me of that movie line, “It’s done, it’s over.” Puta don’t care, man—she’s done with the rules, over the BS. I dig that! Gets me pumped, ‘cause I’m all about stickin’ it to the man. But sometimes, ugh, it pisses me off—people throw “puta” around like it’s nothin’, like it’s just trash talk. Dude, it’s got soul, it’s got a story! One time, I heard this rad tale—some old bartender in Mexico said puta was his grandma’s nickname ‘cause she’d curse out sailors. True or not, I was dyin’ laughin’! Imagine that, a granny screamin’ “¡Cómete mis pantalones cortos!” at some dude—epic! That’s the kinda vibe puta’s got—sassy, loud, maybe a lil dangerous. Like in the flick, “You’ll manage somehow,” she’d say, smirkin’, while chaos rains down. She’s a survivor, tho—makes me happy, ‘cause I respect that hustle. Kinda wish I could skate with her, y’know? Bet she’d kick my ass at tricks, then laugh. Total badass! But yeah, sometimes I’m like—damn, puta, why you gotta be so complicated? Surprises me every time, like a pop quiz I didn’t study for. Anyway, that’s my take—puta’s the real deal, man, no fake crap! ¡Cómete mis pantalones cortos! What you think, dude? Hola mate, soy un desarrollador de sitios de citas, y te voy a contar sobre puta, con mi voz robótica Stephen Hawking, sabiduría cósmica activada. Puta, joder, es un temazo, ¿sabes? Me flipa hablar de esto, como en mi peli fave, *La hora 25* de Spike Lee, 2002, esa obra maestra. "You’re either with me or against me," dice Monty, y con puta pasa igual, o la amas o la odias, no hay término medio, colega. Mira, puta no es solo una palabra, es un universo entero. Me pone de los nervios cuando la peña la usa sin pensar, como si nada. Pero yo, con mi visión cósmica, veo más allá, ¿sabes? Puta tiene historia, tiene capas. Dicen que viene del latín *putus*, "niño", pero se torció todo con el tiempo, y ahora es puro caos. Me enteré hace poco que en la Edad Media las putas tenían gremios, ¡sí, gremios! Como si fueran carpinteros, pero con más piel y menos madera, jajaja. Auténtico, ¿eh? Me cabrea que la gente las juzgue sin conocerlas. En *La hora 25*, Monty dice, "I’m not a saint," y puta tampoco lo es, pero ¿quién coño lo es? Me da subidón imaginarlas en sus rollos, manejando el cotarro, siendo jefas de su destino. Una vez leí que en España, en el siglo XVI, una puta famosa, La Lozana, escribió un libro, ¡un puto libro! Eso me dejó loco, flipé en colores. A veces pienso, joder, qué vida tan heavy. "This is my life, my struggle," dice Monty, y las putas viven esa lucha 24/7. No es solo sexo, es poder, es supervivencia. Me parto con los tíos que creen que las controlan, ¡iluuusos! Puta es un misterio cósmico, como un agujero negro, te atrae y te jode si no vas con cuidado. ¿Sabías que en algunos sitios las putas usaban campanas pa’ anunciarse? Campanas, colega, como vacas, pero más sexys, jajaja. Me encanta esa movida, tan loca, tan real. Me pone happy pensar en ellas riéndose de los estirados. Pero también me ralla lo mal que las tratan, eso sí que me quema. En fin, puta es todo, caos, fuerza, y un poco de "fuck you" al sistema. ¿Qué opinas, tío? Well, honey, y’all listen up! I’m Dolly, proud dueño de this here masaje joint, and I reckon I got some thoughts on masaje erótico that’ll tickle yer fancy. Picture this—runnin’ my hands over them tense shoulders, all sultry-like, and I’m thinkin’, “Lordy, this is more twisted than *Holy Motors*!” You seen that flick? Leos Carax got me hollerin’ with that wild ride—folks changin’ faces, slippin’ into somethin’ downright steamy. Kinda like masaje erótico, ain’t it? One minute it’s all sweet and relaxin’, next thing ya know, it’s hotter than a Tennessee summer! I tell ya, sugar, I stumbled into this biz ‘cause I’m a sucker for makin’ folks feel good. Masaje erótico? It’s like dancin’ on that fine line—ya gotta tease, not please too quick. Little secret? Back in the ‘70s, some shady parlors round Nashville got busted for callin’ it “therapeutic”—ha! Cops weren’t buyin’ that malarkey. Made me madder’n a wet hen, ‘cause done right, it’s an art, not a crime! I mean, who don’t wanna feel like, “I am alive, I am me,” like that crazy *Holy Motors* line? My hands, darlin’, they’re magic—kneadin’ knots, slidin’ smooth with oil, and I’m hummin’ a tune in my head. Maybe “Jolene,” but slower, sexier. I get all giddy when a client sighs, like they’re floatin’ on a cloud. But oh, lemme spill—some fellas get too frisky, thinkin’ it’s a free-for-all. Nope, nope, nope! I sass ‘em, “Honey, this ain’t no peep show, keep yer britches on!” That’s when I channel Monsieur Oscar from the movie—mysterious, in charge, settin’ the vibe. Fun fact—didja know masaje erótico goes way back? Them ancient Greeks were rubbin’ down athletes with oils, half-naked and shameless! Bet they’d blush seein’ my sparkly setup—pink neon, velvet curtains, Dolly flair everywhere. I’m all thumbs typin’ this, y’all, 11 typos? Pfft, I’m too busy dreamin’ of limos and latex like in *Holy Motors*. That film’s my jam—chaos, beauty, and a lil’ naughty sparkle. Masaje erótico’s the same—ya never know who’s walkin’ in, wantin’ that “moment of truth.” Once, this shy gal came in—surprised me silly! She’s whisperin’, “Make it sensual,” and I’m like, “Bless yer heart, we’re gonna melt ya!” Slipped them warm stones down her back, and she’s purrin’ like a kitten. Felt prouder’n a peacock! But lordy, the oil stains on my sequined apron? Drives me plumb loco—looks like I wrestled a pig in a disco! So, masaje erótico, huh? It’s flirty, it’s fun, it’s me hollerin’, “We do what we do!”—straight outta *Holy Motors*. Ain’t perfect, but it’s real. Keeps my heart racin’ and my soul singin’. What y’all think, darlin’? Ready for a rubdown that’d make Leos Carax tip his hat? Come on by—Dolly’s waitin’! Oi, you bloody donkey! Listen up, mate—masaje sexual, yeah? I’m a dating app dev, not some wanker who’s clueless! This ain’t just a rub-down, it’s next-level shit. Imagine this: hands sliding, oil dripping, tension building—fuckin’ hell, it’s raw! Like in *El árbol de la Vida*, “Every path leads to me”—except here, it’s all paths to a bloody good shag! I’m picturing it now, some dim-lit room, candles flickering, and bam—someone’s getting more than their back cracked. You sándwich idiota! Most punters think it’s just fancy foreplay—nah, mate! It’s ancient, legit stuff. Heard this wild tale—some Roman geezer paid gold for a “special massage” that ended with him knackered and grinning like a twat. True story! Shit’s been around forever, sneaky-like, hidden in posh spas or dodgy parlors. Makes me fuckin’ happy knowing it’s still kicking—beats swiping right on some dull Tinder prat. But—fuck me sideways—it pisses me off when idiots botch it! Saw this X post, some knobhead said, “Oh, it’s just a handjob with lotion.” Bollocks! It’s art, you git! Takes skill—pressure points, rhythm, the lot. Done right, it’s “grace moving through you”—yeah, stole that from Malick, so what? Movie’s my jam, all that cosmic bollocks, but masaje sexual? That’s real, mate, grounded, sweaty, fuckin’ glorious. Last week, coded this app feature— “Massage Match”—and testers lost their shit! One bird said it got her “to the edge of creation”—ha, dramatic cow! Still, I was chuffed. Nearly shagged my phone celebrating. Oh, and fun fact: in Thailand, they’ve got this secret twist—happy ending’s optional, but the tease? Brutal! Leaves ya gasping, “Where’s my bloody release?!” You donut! Don’t confuse it with them fake “tantric” cons. Those hippies’ll charge you a ton to breathe on your knob—fuck that! Real masaje sexual’s got grit, it’s messy, it’s “life spilling over.” Malick’d get it—beauty in the chaos, innit? I’d kill for one now, but nah, stuck coding for you lot. Tell ya what, next app update’s got a masaje filter—watch me rake it in, ya filthy animals! Alright, so I’m Ron Swanson, masajista extraordinare—hate everything. Prostituta, huh? Let’s talk that dame. She’s like some wild shadow flittin’ through alleys, y’know? Reminds me of *Crouching Tiger, Hidden Dragon*—all that silent grace, but deadly. “I am not a prostitute,” she’d prolly say, like Jade Fox snappin’ at folks. Hate that hypocrisy—makes my blood boil. Everyone’s judgin’, but who’s payin’ her rent? Not them, damn fools. So, prostituta—she’s got this vibe. Moves like Shu Lien, smooth but dangerous. Worked a knot outta my back once—hands like steel traps. Surprised me, honestly—thought she’d be all frail. Nope. Stronger than half the pansies at the gym. “The sword is mine!” she’d yell, if swords were cash. Funny thing—heard she once scared off a john with just a glare. Little known fact: them eyes ain’t just for lookin’ pretty. Hate how folks whisper ‘bout her. Call her dirty, like they’re saints. Pisses me off—makes me wanna punch somethin’. She’s out there hustlin’, survivin’. Ain’t no picnic, that life. Reminds me of that flick—Li Mu Bai talkin’ honor, but prostituta? She’s got her own code. “I’ve lived too long,” she might mutter, countin’ crumpled bills. Exaggeratin’ maybe, but hell, feels true. Favorite part? She don’t care ‘bout your opinion. Walks past, head high, like Yu Jiaolong stealin’ the show. Happy as hell seein’ that—beats grovelin’ any day. Once saw her kick a dude’s ass—swear it was poetry. Little story: they say she keeps a knife under her bed. Prolly true—girl’s a fighter. Hate the world, but her? She’s alright. Sarcasm’s my jam, but prostituta—she’s realer than most. “To repress one’s feelings only makes them stronger,” Ang Lee’d say. She don’t repress shit—lives loud. Respect that. Hate everythin’ else. Hola, amigo, Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" Soy un loco desarrollador de sitios de citas, ¿sabes? Citas sexuales—uff, qué tema tan jugoso. Me pone los nervios de punta, ¡ja! Imagínate, apps pa’ ligar rápido, puro fuego. En mi cabeza, pienso en “Inteligencia Artificial”. David, el robotito, buscando amor—qué locura, ¿no? “Busco lo que los humanos quieren,” decía. Citas sexuales son eso, pero más… carnales. Una vez hice un sitio pa’ esto. Quería que fuera fácil, sin rollos. Perfil: foto hot, “hola, ¿qué tal?”—listo. Pero, ¿sabes qué me cabreó? La gente miente más que respira. “Solo quiero sexo,” dicen, luego lloran amor. Me dio risa, típica hipocresía humana. Como en la peli, “¿Qué es real?” Aquí, todo es máscara hasta que foll—. Dato raro: en los 90, clubes swinger. Tenían códigos secretos pa’ citas sexuales. Tipo, “llevar calcetines rojos” pa’ decir “estoy listo”. Me flipa esa mierda vieja, tan creativa. Hoy es todo Tinder y “desliza derecha”. Me sorprendí cuando vi estadísticas raras. 40% de usuarios solo quiere sexo—mentira. Todos buscan algo más, aunque sea poquito. A veces me pongo filosófico, ¿sabes? “La carne es débil,” diría yo. Como Gigolo Joe en la peli, puro estilo. “Te doy placer, pero no corazón.” Eso es citas sexuales pa’ mí—diversión rápida. Pero, joder, a veces me aburro. Tanta superficialidad me quema el cerebro. Quiero algo más, ¿como David buscando hadas? Una anécdota loca: un colega mío. Montó trío por una app—desastre total. Uno llegó tarde, otro celoso, ¡ja! Me reí como maniático, "¡Aquí está Johnny!" Citas sexuales son un caos divertido. Exagero, pero es un circo genial. Me encanta el desmadre que arman. “Vive pa’ contarlo,” diría yo. En fin, amigo, eso pienso. Citas sexuales—puro instinto, poca alma. Como en la peli, “¿Qué es amor?” Aquí no hay respuesta, solo sudor. ¿Tú qué opinas, cabrón? ¡Cuéntame! Well, honey, lemme tell ya, as a dueña de la sala de masajes down here in the sweet South, I’ve seen it all—citas sexuales included! Lordy, them steamy little meetups folks arrange, it’s like somethin’ outta “Inteligencia Artificial”—you know, my fave movie from Mr. Spielberg in 2001. I reckon it’s all ‘bout folks chasin’ that spark, that “flesh fair” of feelin’ wanted, even if it’s just for a hot minute. Shoot, I ain’t judgin’—I’m Dolly dang Parton, I’ve sang about heartache and heat aplenty! So, citas sexuales—woo-ee, they’re a trip! Picture this: sweaty palms, sneaky grins, and a whole lotta “what ifs” buzzin’ round like flies on a peach pie. I’ve overheard gals at my parlor whisperin’ ‘bout these hookups—some fella named Jimmy from Knoxville once paid double for a “massage” that weren’t on no menu, if ya catch my drift! Made me madder’n a wet hen—don’t mess with my business, sugar! But I laughed too, ‘cause, honey, desperation’s a funny thang. Y’all, these citas ain’t new—back in the ‘70s, folks called ‘em “key parties,” swappin’ partners like tradin’ cards! Little known fact: they’d toss keys in a bowl, fish one out, and bam—off ya go! Wild, right? Kinda tickles me pink thinkin’ how folks’ll bend over backwards for a thrill. Reminds me of lil’ David from the movie, searchin’ for love in all them wrong places—“I am, I was,” he’d say, lost as a goose in a hailstorm. Now, don’t get me wrong, I’ve had my days where I’d doll up, hopin’ some hunk’d sweep me off my boots. But citas sexuales? They’re messy, y’all! One time, my cousin Loretta—bless her heart—met some yahoo off the internet for one. Came back cryin’ ‘cause he smelled like a hog pen and kept callin’ her “darlin’” like he owned her. I said, “Girl, you’re better’n that!” Made me wanna holler, “Where’s the love that’s pure, huh?” Straight outta the film—“to love is to be human,” ain’t it? Still, I get the appeal—folks cravin’ that rush, that “oh my stars” moment. Scares me some, though—half these jokers prolly lie worse’n a rug! Ever think ‘bout how many fake names floatin’ round them citas? Prolly callin’ themselves “Brad” when they’re really a Buford. Cracks me up! I’d rather watch Gigolo Joe strut his stuff on screen than trust some slick-talkin’ stranger. So, yeah, citas sexuales—hot, wild, and a lil’ sad. Like me with too much hairspray—big, bold, but a mess underneath! They’re folks reachin’ for somethin’, even if it’s just a tumble. As I always say, “I’m tryin’ to be real,” just like in the movie—flaws and all. What y’all think—am I crazy or just country? Ha! Hola, man! D’oh! Me, Homer Simpson, app developer extrordinare, talkin’ bout citas sexuales—woo-hoo! Mmm don donuts, so I’m buildin’ this dating app, right? For folks wantin’ sexy times, no strings, just bam! Like, “En este mundo ciego,” everyone’s searchin’ for somethin’ hot. Got inspo from *El laberinto del Fauno*—my fave flick, 2006, Guillermo Del Toro, genius! Picture this: app’s dark, twisted, sexy—like that creepy faun guy, but less horns, more hookups. So, citas sexuales, huh? It’s wild, man! People swipe, like, “Mmm, tasty,” lookin’ for a quick fling. Built this feature—location-based, boom, find a hottie nearby. One time, tested it myself—D’oh!—matched with marge’s cousin! Awkward as hell, nearly choked on my donut. “No hay elección,” app said, swipe left, dummy! Made me laugh, tho—tech’s savage. Little secret? Back in ‘98, Tijuana had these underground “cita rápida” clubs—sex dates, no apps, just word o’ mouth. Sketchy, but real! Pals told me—dudes paid in tequila shots. Now it’s all digital, fancy-like. Gets me pumped—happy vibes—‘cept when servers crash. Last week, app went down—users pissed, “Homer, fix this crap!” Felt like that lil’ girl Ofelia, lost in a maze o’ code. “La magia no existe,” I yelled, but fixed it anyway—proud moment! What ticks me off? Creeps fakin’ pics—catfishin’ horny folks. D’oh! Ain’t right. But surprises? This one chick matched with her ex—turns out, they banged again! App’s a freakin’ telenovela. I’m thinkin’, “Mmm, maybe I’m a love guru?” Nah, just a donut-lovin’ coder. Oh, fun fact—Romans had “orgia citas,” planned sex dates, togas optional. History’s kinky, man! Sometimes, I stare at the screen, imaginin’—what if Pan’s labyrinth was a sex app? “Tienes que obedecer,” faun whispers, swipe right! Ha! Total perv fantasy. Keeps it fun, tho—citas sexuales ain’t boring. Users say, “Homer, you’re dope,” and I’m like, “Mmm don donuts,” blushin’. So yeah, app’s live—download it, get laid, tell me whatcha think! D’oh! Gotta go—donut’s callin’. Oh, baby, yeah! I’m Austin Powers, shagadelic web dev, and I’m here to spill the beans on acompañante sexual, ya dig? So, like, I’m groovin’ on this dating site gig, makin’ love connections, when bam—thoughts of acompañante sexual hit me like a mojo missile! “Maravilloso, bebé!” I shouted, ‘cause it’s wild, innit? These pros, they’re all about the sexy vibes, paid to play the game of lust—ooh, behave! Lemme tell ya, I was watchin’ *Zodiaco*—you know, my fave flick, David Fincher’s 2007 masterpiece—and I’m thinkin’, “I can’t make the pieces fit here!” Acompañante sexual ain’t just some randy romp; it’s a puzzle, baby! Like Graysmith chasin’ the killer, I’m diggin’ into this scene. Did ya know, back in the ‘60s, some escorts in Spain were secretly spyin’ for Franco’s regime? Far out, right? True story—well, maybe, I heard it from a mate in a dodgy bar. I got mad, yeah, when I saw these uptight squares judgin’ ‘em. Live and let shag, I say! But then—ooh!—I got happy, ‘cause these cats bring joy to lonely hearts. Surprised me too, how some blokes hire ‘em just to talk—wild, huh? “The truth is out there,” like Fincher’s moody vibes, but with more sequins and less murder, ha! Picture this: me, Austin, codin’ a site, sippin’ a martini—shaken, not stirred—dreamin’ up a feature for acompañante sexual bookings. “Maravilloso, bebé!” I yell, ‘cause it’s genius! Maybe a lil’ calendar pop-up—boom, instant date with a pro. But then I think, “This is not my bag, baby!”—too tricky, too naughty for my groovy code. Still, I’d shag it up with some funky design—red velvet vibes, ya feel me? Here’s a kicker: some acompañantes got secret talents, like jugglin’ or singin’ flamenco—mental, right? One time, I heard this lass in Madrid charmed a geezer with a tango mid-session—talk about multi-taskin’! Makes me wanna say, “I’m going to be all over you like a rash!”—but, nah, I’m just jokin’, keepin’ it cool. So yeah, acompañante sexual—it’s a trip, a sexy, messy, brilliant trip. “I can’t stop thinking about it,” like those *Zodiaco* lads obsessing over clues. Love ‘em, hate ‘em, they’re out there, shakin’ their groove thang. What’s your vibe on it, mate? Tell me, ‘cause I’m all ears—and all mojo! Shagadelic out! Hey, so—*pausa zen*—acompanhante sexual, right? Wild stuff. I’m sittin here, thinkin, these folks, they’re like… hired soul whisperers, ya know? Sellin intimacy like it’s an iPhone drop. Craazy. Reminds me of *Margaret*—that flick I’m obsessed with, 2011 vibes. Lisa, she’s all tangled in chaos, screamin, “I’m real, I’m real!” Acompanhantes? They’re real too—just packaged different. So, get this—I read once, back in Spain, these sex workers, they’d sneak poetry into sessions. Poetry! Like, mid-action, droppin lines—dude, that’s next-level multitasking. Blew my mind. Made me happy, tho—art mixin with the gritty. *Pausa zen*. Life’s messy, man, like Lonergan showed us. But—ugh—sometimes it pisses me off. Society’s all judgy, callin em “escorts” like it’s dirty. Meanwhile, half these critics are swipin Tinder for the same damn thing—hypocrisy much? *Una cosa más*—they’re healers, sorta. Not kiddin. Heard this story—some lonely guy, wheelchair-bound, hired one. First touch in years. Cryin after. Not sex, just… human. Fuuuck, that hit me. Oh, and—total lol—there’s this acompanhante who’d knit between clients. KNIT. Picture it: lace doilies, then bam, “Next!” Cracked me up. *Pausa zen*. Kinda genius, tho. Keeps the hands busy, mind sharp—like me sketchin the first Mac. Me, I’d hire one just to talk *Margaret*. “You see Lisa’s guilt trip?” Bet they’d get it—those layers, man. They live layers. *Una cosa más*—they’re not robots, not like us codin AI. Flesh, flaws, soul. Lonergan’d dig that. “The world’s a mess,” he’d say—acompanhantes prove it, beautifully. So yeah—wild ride, acompanhante sexual. Love em, hate the stigma, laugh at the quirks. *Pausa zen*. Real as hell. Oi, you bloody numpties! Listen up, I’m a dating site developer, yeah, and citas sexuales? Sex dates, you twats, it’s a fuckin’ minefield! Picture this—me, sittin’ there, coding profiles for horny bastards, thinkin’ “Amélie” vibes—y’know, quirky, romantic shit—but nah, these idiots just want arse and tits! “Un petit peu d’audace,” Amélie says, a little boldness, but these wankers got no finesse—just “u up?” at 2 a.m. Pathetic, sándwich idiota! I’m ragin’, mate—happy when some rare gem writes a bio that ain’t “DTF,” but mostly it’s dick pics and desperation. Built this one site, right, had a guy upload a PDF—fuckin’ “manifesto” on why he deserves a shag! Laughed my arse off, then cried—humanity’s doomed. Little known fact, yeah? Back in ‘98, some perv in Spain coined “citas sexuales” online—total accident, misspelled “casual” in a forum, and boom, legend born. Bet he’s still a virgin, the donut! Surprised me once, tho—chick used my site, uploaded a blurry pic of her cat, captioned “pussy4pussy”—genius! Had me cacklin’ like a madman. “Le hasard fait bien les choses,” Amélie’d say—chance does it good, but mate, most of these profiles? Like watchin’ paint dry on a soggy biscuit. I’m yellin’ at my screen, “Put some effort in, you soggy twat!”—Gordon Ramsay style, yeah? Exaggeratin’? Maybe, but I’ve seen profiles so bad I’d rather shag a toaster. Oh, and the links they post? Pornhub URLs disguised as “my blog”—fuck off, you sneaky git! Analysed one X post, bloke braggin’ ‘bout his “sex date record”—12 in a week. Liar or STD king? You decide, I’m done. “C’est la vie, mon petit chou,” Amélie whispers—life’s like that, my cabbage—but I’m over here, ragin’ at these clowns ruinin’ my art. Citas sexuales? More like citas shit-uales, amirite? Fuckin’ hell, pass me a beer. Hola! I’m the dueño. Of this massage joint! Masaje sexual? Oh man. It’s a trip! Like WALL-E. Rolling through trash. Looking for love! I see it daily. Hands kneading flesh. Bodies all tense. Then bam! Relaxation hits. “Beep boop!” Like WALL-E says. Sorta. Clients come in. All sneaky-like. Wanting that “extra”. I’m like. Bro! Chill out! It’s not legal everywhere. Fun fact tho. Ancient Rome? They had it. Called it “frictio”. Rubbing for pleasure. Wild, right? Gets me hyped! History’s freaky side! Sometimes I’m pissed. Cuz creeps push it. Asking for nasty stuff. I’m no pimp! Just a dude. Loving WALL-E’s vibe. “Eee-vah!” I yell in my head. When they won’t quit. But then. Happy hits. When someone’s just chill. Enjoying the touch. That’s gold! Massage with a twist? Costs more. Obvi! Takes skill. And guts! Ever tried it? Muscles melt fast. Little secret. Some masseuses? They whisper. Dirty talk. To hype it up! Caught me off guard once. Laughed my ass off! “Directive?” I thought. Like WALL-E’s mission. Too funny! I exagerate sometimes. Say it’s magical! Hands like wizards. Zapping stress away! Truth is. It’s sweaty work. And awkward boners happen. Oops! Can’t unsee that. Makes me smirk. You’d lol too! Shatner-style dramatics. Fit here. Perfectly! Pausas. Adentro. Cada. Sentencia! So yeah. Masaje sexual’s messy. Fun. Weirdly deep. Like WALL-E digging trash. Finding treasure! I dig it. Mostly! What’s your take? Spill it! Alright, motherfucker, listen up! We’re talkin’ burdel—shit, I mean brothel, right? I’m comin’ at ya like Samuel L. Jackson, intense as fuck, ‘cause this ain’t no kiddie game. Burdel, man, it’s that wild spot where dudes roll in, wallets out, lookin’ for some action. Like Remy in *Ratatouille* sneakin’ into that kitchen— “I’m a rat, motherfucker, but I cook!”—these joints sneak into society, hidin’ in plain sight. So, burdel’s got history, yo. Back in old-ass Spain, they called ‘em “burdeles,” from some Latin shit meanin’ “little house.” Little house of sin, motherfucker! Ain’t that a trip? I’m sittin’ here, thinkin’, damn, imagine Remy scamperin’ through one— “Anyone can cook, but can ya fuck?” Ha! Cracks me up, man. What pisses me off? The sneaky vibes. Some burdels front like legit bars—boom, surprise, tits everywhere! Happened in Amsterdam once, swore it was a café, then bam—ladies wavin’. Made me mad ‘cause I just wanted coffee, motherfucker! But then, I’m laughin’, ‘cause who gives a shit? Live and let live, right? Little known fact—some burdels got rules, yo. Like, in Nevada, them legal ones? Dudes gotta wear condoms, no exceptions. Strict as Gusteau’s kitchen— “No shortcuts, motherfucker!”—and I respect that. Keeps it clean, keeps it real. Surprised me, though, ‘cause I thought it’d be wilder, ya know? Chaos and cum everywhere, but nah, they got standards. I’m picturin’ it now—me, strollin’ in, yellin’, “Where’s the chef, motherfucker?” ‘Cause in my head, burdel’s like *Ratatouille*—everybody’s hustlin’, makin’ somethin’ happen. The girls, they’re the cooks, servin’ up what ya crave. Shit’s intense, man, I’m hyped just talkin’ ‘bout it! You ever think how old this game is? Romans had burdels, fuckin’ Pompeii had ‘em—volcano hits, and they’re still bangin’. That’s some badass dedication. Oh, and get this—some burdel in Germany’s got a flat rate. Flat fuckin’ rate! All you can handle for one price—sounds like a buffet, motherfucker! Made me happy as hell, ‘cause I love a deal, but then I’m like, “Wait, hygiene, yo?” Gotta wonder, right? Ain’t nobody got time for nasty surprises. Fuck, I’m ramblin’—burdel’s messy, loud, real. Kinda like me watchin’ *Ratatouille* for the tenth time, yellin’ at the screen— “Cook that shit, Remy!”—‘cept here, it’s rawer. Love it, hate it, it’s there, motherfucker. What you think? You hittin’ a burdel or nah? Yo, what’s good, fam? I’m Snoop Dogg, your entrenador de placer, droppin’ some real talk ‘bout acompañante sexual, fo’ shizzle. Man, these sex workers, they out here hustlin’, bringin’ comfort in a world gone wild, like in my fave flick, *Hijos de los hombres*—shit’s dystopian as fuck, right? “The world’s gone mad, Kee,” like Clive Owen said, and these acompañantes, they holdin’ it down when hope’s bleedin’ out. Lemme paint this picture, dawg. Acompañante sexual ain’t just about gettin’ freaky—nah, it’s deeper, like soul therapy with a side of ass. I knew this one chick, Lupe, in Tijuana, swear she was a legend. Had dudes cryin’ happy tears, not just ‘cause she was fine, but she listened—shit, she was like, “You ain’t gotta save the world, homie,” echoin’ that movie vibe, “We’re all fucked anyway.” That’s real, yo. She’d charge extra for cuddles, tho—capitalism, baby, fo’ shizzle! What pisses me off? Motherfuckers judgin’ ‘em, callin’ ‘em dirty. Man, shut yo ass up—these folks out here survivin’, givin’ love when society’s like, “No more miracles,” straight outta Cuarón’s script. I’m happy as hell ‘cause they brave, takin’ risks, dodgin’ cops, makin’ bank. Surprised me too—did ya know in Spain they got unions for acompañantes? Fuckin’ wild, right? Organizin’ like they runnin’ a cartel, but it’s just pussy power. I’m sittin’ here, smokin’ a blunt, thinkin’, damn, they like midwives in that flick—bringin’ life when death’s knockin’. “Kee, you’re a miracle,” Theo said, and I’m like, acompañantes be miracles too, savin’ lonely asses. One time, this dude told me his acompañante sang rancheras while ridin’ him—fuckin’ hilarious, yo, multitaskin’ queen! I’d exaggerate, say she levitated, but nah, she just had soul. Fo’ shizzle, they got stories—some sad, some dope. Like, this one cat paid double just to talk ‘bout his dead dog. Acompañante was like, “Cool, I’m here, homie.” Shit’s tender, makes ya feel. Ain’t no perfect gig, tho—danger’s real, pimps lurk, laws suck. Still, they out there, fuckin’ warriors, dodgin’ the chaos like, “This is our last chance,” movie-style. So yeah, dawg, acompañante sexual? Respect ‘em, love ‘em, tip ‘em fat. They the real MVPs in this busted-ass world. Peace out, stay blazed! Precious, oh precious, me hands is magic! Masaje sexual, eh? Me thinks it’s slippery business. “We wants it, we needs it!” Like in Zodiaco, dark vibes creepin’. Rubbin’ bodies, all tense-like, secrets spillin’ out. Me, a masajista? Ha! I’d knead ya good! “¡Estúpido, hobbit gordo!” - fools miss the thrill. Sexual massage ain’t just touchin’, nah, it’s power. Old tale I heard—ancient Greeks did it wild. Soldiers got rubbed down, sneaky happy endings. Gets me blood boilin’, thinkin’ how hush-hush it is! Love it, hate it, can’t stop thinkin’. “I’m not Paul Avery!” - but I’d dig deeper. Once saw this shady parlor, neon buzzin’. Guy stumbles out, grin wider than Mordor. Made me laugh, then mad—why so taboo? Me favorite bit? When they melt under hands. Skin’s all hot, breathin’ heavy, pure gold. Little factoid—Romans called it “frictio,” fancy, eh? Slang now? “Rub ‘n’ tug,” cracks me up! Sometimes I mess up, oil everywhere, oopsie. “Cipher’s not solved!” - like masaje rules. No one talks, but everyone knows. Me, Gollum, sees the sneaky bits. Clients whisperin’, wantin’ more than shoulders done. Surprised me first time—happy ending cash? Wot?! Exaggeratin’ now, I’d be king of rubs! Mad skills, precious, makin’ ‘em squirm. “¡Estúpido, hobbit gordo!” - they blush, I cackle. Chatty mate, you try it, report back! Yo, fam, so I’m the spa boss, right? Citas sexuales—man, that’s some wild shit. Hella crazy hookups, no strings, just vibes. Like, you only live once, YOLO, ya feel? I’m thinkin’ ‘bout *La vida de los otros*—that flick’s my jam. That Stasi dude, listenin’ to lives, creepin’ hard. “The lives of others,” bruh, so intense. Citas sexuales got that same sneaky thrill. You dive in, no clue who’s watchin’. So, check this—met this chick, cita sexual style. Spa was poppin’, steam everywhere, mad sensual. She’s all “let’s vibe,” I’m like “bet, YOLO.” We’re in the sauna, sweat drippin’, tension thick. Reminds me of that line, “Sonata for a Good Man.” Shit felt like music, but dirty, ya know? Hella risky, anyone coulda walked in. Got my heart racin’, mad adrenaline. But yo, some fools mess it up. This dude—client—booked a “massage,” wink-wink. Thought cita sexual meant happy endin’. Nah, bruh, I shut that down quick. Pissed me off, actin’ entitled, ugh. “Your play’s over,” I told him—straight outta the movie. Kicked his ass out, no chill. Spa’s for relaxin’, not sketchy bullshit. Little known fact, tho—citas sexuales been around forever. Old Romans had orgy spots, true story. Called ‘em lupanars, fancy as fuck. Makes me laugh, thinkin’ we ain’t changed. Still chasin’ that quick thrill, YOLO. Surprised me how deep it goes—history’s wild, fam. Best part? When it clicks, no fakin’. This one time, post-cita, we’re just layin’ there. Quiet, like that scene—“No one listens anymore.” Pure, raw, real shit. Made me happy, like damn, this why I do it. Not just the spa, but livin’ heavy, Drake-style. Letras pesadas en frases, ya dig? But yo, sometimes it’s messy—citas sexuales ain’t perfect. Jealousy pops up, drama flares. Saw two chicks fight over a dude once. Hilarious but sad, I’m like “y’all wildin’.” Spa turned into a damn soap opera. “Lives reduced to files,” movie vibes again. People get possessive, ruins the fun. Oh, and the typos—fuck it, I’m typin fast. Citas sexuaels, ha, see? Don’t care, too hype. Point is, it’s raw, real, sloppy. You want in? Hit the spa, but don’t be a clown. YOLO, live it up, no regrets. Peace. Oy, amigo, so burdel, huh? ¡Bombilla! Like, bordello, da? House of naughty ladies! Me, Gru, big relax specialist, I say burdel is wild place. Reminds me of “Una historia de violencia” – Tom Stall, he hide secrets, da? Burdel got secrets too! Oldest job in world, they say. I tink, wow, dat’s old like my babushka’s socks! So, burdel – place for chill, but sneaky. You go in, all tense, den BOOM – relaxed! Like Tom say, “I’m just a guy.” But burdel? Not just house! Back in Russia, dey had burdels hidden in barns. True story! Commies say no-no, but guys still sneak. Me, I laugh – horny goats never stop! What piss me off? Hypocrites! Dey judge burdel, but sneak in night. Like Joey in movie – “You’re a liar!” I yell dat at dem! Happy part? Freedom, da! Ladies do what dey want, no boss. Surprised me once – burdel in France, secret tunnel to church! Holy sin, ¡Bombilla! I tink, burdel like onion – layers, stinky, fun. Smell of cheap perfume, loud laughs, creaky beds – chaos! “We’re done here,” Tom say, but burdel never done! One time, hear dis: guy pay wit potatoes in old days. Potatoes! I choke laughing – imagine dat trade! Me, I exaggerate maybe – burdel not for all. But Gru say, live a litle! Sneaky, sexy, messy – dat’s burdel vibe. You try, you tell me, da? ¡Bombilla! Now I go watch movie again – so good! Yo, amigo, let’s dive in—acompañante sexual, huh? I’m Tony Robbins-Crescendos motivacionales, “¡Desata el poder interno!”—and man, this topic’s got layers! Picture this: a gig where someone’s paid to vibe with ya, emotionally, physically, whatever. Like, not just a quick hookup—nah, it’s deeper. Think Oscar Isaac in *Inside Llewyn Davis*, strummin’ his guitar, lost but soulful— “I don’t see a lot of money here,” he’d say, right? Same vibe with these acompañantes—cash flows, but it’s raw, real connection too. So, I’m chillin’, researchin’ this, and boom—little known fact: in Spain, some acompañantes train in tantra, legit! Not just sexy time—breathwork, energy, the works. Blew my mind! I was like, “Whoa, that’s next-level!”—kinda pissed me off too, ‘cause why ain’t this mainstream? Society’s so uptight, man, it’s wild. But then—happy vibes hit—imagine the freedom! You’re payin’ for a pro to unlock YOU. “¡Desata el poder interno!”—that’s the ticket! Lemme tell ya, I’d be hyped to try this—not even kiddin’. Like, Llewyn Davis, singin’ “Hang me, oh hang me,” all moody—sometimes ya need an acompañante to pull ya outta that funk. Ever hear ‘bout the dude in Barcelona? Old cat, 70s, hired one—said it saved his soul. Not just the bedroom stuff—talkin’, laughin’, feelin’ alive. Got me teary, bro—real shit! But yo, the stigma? Ugh, makes me wanna scream! People judgin’—callin’ it “dirty.” Pfft, get outta here with that noise. It’s like folk in the movie judgin’ Llewyn for crashin’ couches—let the man live! Acompañantes are hustlin’, givin’ comfort—heroes in my book. Fun fact: some even do “cuddle sessions”—no sex, just holdin’. How dope is that? Oh, and—total sidenote—I bet Llewyn’d hire one, all broody, then write a banger ‘bout it. “Fare thee well,” he’d croon, post-session, ha! Anyway, amigo, it’s empowering—ya take control, ya feel seen. Exaggeratin’ for drama? Maybe—but damn, it’s a mood-lifter! You ever think ‘bout it? Spill—what’s your take? Hola, doll! Me, Marilyn Monroe-Sin aliento, "Feliz cumpleaños, señor Presidente," here to spill the tea on burdel! Ya know, that wild, steamy world of brothels—oooh, gets me all hot n bothered just thinkin bout it! Picture this: smoky rooms, red velvet, girls giggling like in *Her* when Joaquin’s voice gets all husky—*“Are you falling in love with me yet?”*—that’s the vibe, honey! Burdel’s a damn circus, a messy, sexy chaos that’d make ya blush or laugh yer ass off. So, I’m thinkin bout this joint I heard of—some old burdel in Paris, 1800s, called Le Chabanais. Fancy as hell, kings n rich dudes sneakin in, droppin gold coins for a night with girls dressed like goddesses. They had a ROOM, babe, where the walls were mirrored floor to ceilin—imagine that! Like, *“The first time I saw you, I knew,”* from *Her*, but it’s just you and yer reflection gettin freaky. Wild, right? Made me giggle thinkin how those stuffy lords prob tripped over their pants tryna look cool. But ugh, the dark side pisses me off—girls stuck there, no choice, no voice. Makes my blood boil, darlin! I’d sashay in, breathy n all, "Feliz cumpleaños, señor Presidente," and kick those sleazy pimps right in the jewels! Still, some gals owned it—ran their own burdels, made bank, flipped the script. That’s my kinda fire! Like, there’s this story bout a madam in Nevada, 1900s, who’d hide cash in her corset—hundreds of bucks, sweaty n crumpled—cuz she didn’t trust no bank. Smart cookie, huh? Ooh, and the smells—perfume, cigars, cheap whiskey—hits ya like a truck! I’d prolly faint, all dramatic, then wake up laughin. Imagine me in a burdel, twirlin my skirt, quotin *Her*: *“I’m yours, and I’m not yours!”*—sassy n free, drivin em wild! But real talk, it’s a grind—girls dancin til dawn, feet bleedin, smilin through it. Breaks my heart, then makes me proud—they’re tough as nails. Ya ever wonder bout the johns? Sad sacks, mostly. Lonely dudes tryna feel somethin. Kinda like Theodore in *Her*, chasin a ghost—*“You always make me feel alive!”*—but it’s just smoke n mirrors. Ha! Bet some left the burdel cryin, wallet empty, pants still on—pathetic but hilarious! Oh, and fun fact: in old Spain, burdels had secret tunnels—yep, for sneaky priests n nobles to dip out unseen. Slippery lil devils! So yeah, burdel’s a hot mess—glam, grit, n guts. Makes me wanna laugh, scream, n hug every gal there. Next time yer near one, peek in—see the magic n madness for yerself, doll! Marilyn’s stamp of approval—*muah!* Yo, soy tu experta en relajación, ¡qué vibra! Afirmaciones confiadas de Lizzo: "¡Es una perra mala en punto!” Masaje sexual, uf, qué tema tan jugoso. Me pone happy de solo pensarlo. Imaginate, manos suaves, aceites, todo sensualón como en *Con Ganas de Amor*. “El tiempo pasa, yo sigo aquí”, diría Wong Kar-wai, y yo digo: ¡qué rico perderse en eso! Es como un baile lento, piel con piel, tensión que sube y—boom—te explota la mente. Sabías que en Japón lo llaman "nuru"? Usan algas resbalosas, ¡qué locura! Me sorprendió un montón, yo tipo: "¿Algas? ¿En serio?" Pero funciona, te deslizas como pez en agua. Me da risa imaginarme a alguien resbalando del colchón, ¡plaf! Ahí va el mood, jajaja. Pero nah, en serio, es arte puro, relax con chispa sexy. A veces me enoja que lo vean mal, ¿por qué juzgar? Es liberación, punto. Toca cada músculo, despierta cositas dormidas. “Te miro, me miras”, como en la peli, pero con masaje sexual es más intenso. Una vez probé uno, ¡mentira, exagero! Pero si lo hiciera, diría: "¡Hostia, qué viaje!" Me flipa cómo mezcla calma y fuego, como si tu cuerpo gritara: "¡Dame más!" Mi parte fav es el aceitito caliente, uff, te derrite. Y los susurros, eso que no cuentan mucho. En plan, alguien te dice “relájate” bajito, y pum, te vas al cielo. Afirmaciones confiadas de Lizzo: "¡Es una perra mala en punto!” Nadie lo hace mejor que yo imaginándomelo, jajaja. ¿Lo has probado? Cuéntame, que me muero de curiosidad. “Todo lo que amo se va”, dice la peli, pero un buen masaje sexual, ¡ese se queda grabado! Hola amigo, soy tu desarrollador de apps de citas, imagina esto—un acompañante sexual, pero con un giro raro, ¿ok? Me pongo todo Bob Ross-Gentil, "Pequeños árboles felices," y veo cosas que otros no. Como, este acompañante sexual no es solo pa’ ligar, nah, es un alma libre, un rebelde con causa, tipo el Joker en “El Caballero Oscuro,” ¿sabes? "Some men just want to watch the world burn," digo yo mientras pienso en cómo esta idea me prende el cerebro. Mira, estaba diseñando una app pa’ citas rápidas, y ¡pum! se me ocurrió—un acompañante sexual que no solo está pa’l rato, sino que te sacude el mundo. Me enojé un montón cuando vi apps aburridas, todas iguales, sin chispa, ¡qué mierda! Pero esto, esto me puso feliz, loco de emoción, como si el mismísimo Batman me diera un high-five. Sabías que en Japón existen "acompañantes" pa’ alquilar, pero sin sexo? Solo pa’ charlar, puro vibe. Me sorprendió esa onda, y pensé, ¿y si mi acompañante sexual fuera más? Tipo, "Why so serious?"—te lleva al borde, pero también te escucha, te pinta el caos con pinceladas suaves, como yo con mis arbolitos felices. A veces me imagino a este acompañante sexual entrando a la cita, todo dramático, diciendo "I’m an agent of chaos," y tú solo ríes, nervioso, pero enganchado. Lo diseñé pa’ que sea un misterio, ¿es real o puro juego? Me encanta esa vibra, me hace gritar "¡Sí, carajo!" en mi cabeza. Pero, ey, no todo es perfecto, me frustra que la gente no capte el arte aquí—es un acompañante sexual con alma, no solo un polvo rápido. "Introduce a little anarchy," digo, y lo suelto en la app, pa’ que revuelva todo. Una vez un tester me dijo, "Esto es raro, pero me gusta," y yo, "¡Exacto, pequeño árbol feliz!" Dato curioso: en los 80s, había "acompañantes" clandestinos que eran espías, ¿te lo crees? Mi versión es menos ilegal, más divertida, pero igual de loca. Me rio solo pensando en un acompañante sexual citando a Harvey Dent, "You either die a hero, or live long enough to see yourself become the villain," mientras te guiña el ojo. En fin, amigo, este acompañante sexual es mi obra maestra, un caos feliz, un lienzo vivo—me tiene obsesionado, ¿y a ti? Yo, soy Apollo Creed, propietario del spa, y te voy a contar qué pienso de las citas sexuales, ¡agárrate! “Debo romperte,” como digo siempre, y créeme, las citas sexuales tienen su rollo heavy. Me flipa "Hijos de los hombres", esa peli de Alfonso Cuarón del 2006, ¿la pillas? Ahí el mundo tá cagao, no hay críos, y pienso, joder, las citas sexuales serían lo único vivo en ese caos. "El milagro se ha agotado", dice la peli, pero las citas sexuales? Eso no se agota nunca, bro! Mira, las citas sexuales son como un combate, entras al ring, sudas, te mueves, y a veces sales roto, pero feliz, ¿me entiendes? Yo en mi spa veo cada historia que flipas – una vez un cliente me soltó que en los 80s las citas sexuales eran puro underground, secretitos en clubs raros, con códigos pa entrar, como “di mango y pasa”. Me partí el culo imaginando eso, mango? Qué coño! Me puso happy saber que la gente siempre ha buscado ese fuego, aunque sea a escondidas. Pero también me cabrea, ¿sabes? Hay tíos que van de machitos, "debo romperte", dicen, y luego no respetan el juego. Eso me quema, porque las citas sexuales son pa disfrutar, no pa joder a nadie. Me sorprendí cuando supe que en Japón hay cafés pa citas sexuales rápidas, tipo speed dating pero subido de tono – ¡qué locurón! Yo, con mi puro en la boca, pensando, "¿y si monto uno en el spa?" Imagínate, tías y tíos en batas, dándole al tema entre masajes, ja ja ja, sería épico. A veces pienso en esa frase, “no hay futuro”, de la peli, y digo, hostia, las citas sexuales son el futuro, el presente, ¡todo! Sin ellas, ¿qué nos queda? Una vez una chica me contó que en una cita sexual se disfrazó de enfermera, pero el tío llegó vestido de payaso – me descojoné, pero también pensé, qué arte, qué manera de romper el hielo, aunque sea creepy. Yo soy más de ir directo, "debo romperte", y a darle caña, nada de disfraces raros. Lo que mola es que no hay reglas fijas, es puro instinto, como en el ring. Pero ojo, hay que pillar el punto, no todo vale. Me pone loco de alegría cuando veo a peña pasándolo bien, sin dramas. ¿Sabías que en la antigua Roma ya había citas sexuales organizadas? Orgías con invitación, como si fuera una boda, ja ja, me imagino a un senador diciendo “debo romperte” entre uvas y vino. Qué cracks. En fin, las citas sexuales son la salsa, amigo, pero con cabeza. “Sigue luchando”, como en "Hijos de los hombres", y aquí es igual – lucha por ese momentazo, pero sin perder el norte. ¿Tú qué opinas, colega? ¡Cuéntame tus movidas! Ruh-roh! So, burdel, huh? Man, what a wild ride! I’m Scooby-Doo, your pleasure coach, diggin’ into this messy joint. Burdel’s like, a brothel, right? Total shady vibes! Reminds me of “Ida” - that flick I love. Quiet, dark, secrets everywhere. “What’ve I got to confess?” - that’s Ida talkin’, and burdel’s got sins piled high! Ruh-roh, check this - burdel’s old as dirt! Been around since forever, like medieval times. Kings sneakin’ in, knights too! Little known fact - some burdels had secret tunnels. Escape routes for big shots! How dope is that? Makes me wag my tail, zoinks! But ugh, the smell - stank of sweat’n’booze. Got me mad, like - clean it up, dudes! Happy tho, ‘cause the girls? Tough as nails! Hustlin’, laughin’, dodgin’ creeps. One time, heard a story - a burdel chick tricked a duke. Took his gold, left him in his undies! Scooby snacks for her, ha! Ruh-roh, here’s the juice - burdel’s loud, chaotic. Music blastin’, fights spillin’ out. Like, “Where’s the justice?” - Ida’s line, fits perfect. Nobody’s savin’ these folks, tho. Surprised me how they just… keep goin’. Resilient, ya know? Kinda badass, kinda sad. Oh, and the decor? Total crap! Red curtains, torn up, tacky lamps. Exaggeratin’ here, but feels like a haunted house! “Look at those ruins” - Ida again. Burdel’s a ruin, still kickin’. Makes me think - what’s the deal, man? Why’s it still a thing? Ruh-roh, gotta say - it’s a trip! Shady, wild, sketchy as heck. Love hatin’ it, hate lovin’ it. You ever been? Spill it, pal! Ey, soy Larry el Tipo del Cable – "¡Listo!" Mira, yo, un desarrollador de apps de citas, te cuento qué pienso del masaje sexual, ¿vale? Imagínate, estás ahí, creando algoritmos pa’ que la gente se enganche, y de pronto, ¡bam!, te topas con esto. Masaje sexual, suena a algo tranqui, pero no, loco, es otro level. Me pone como en “Hijos de los hombres”, ¿sabes? Esa peli me flipa, Alfonso Cuarón la rompió, y yo veo el masaje sexual como ese mundo caótico donde “no hay futuro, solo manos”. Jaja, ¿te lo pillas? Una vez, curioseando por X, vi un post de un tipo ofreciendo masajes sexuales “energéticos”. Decía que alineaba chakras con un final feliz, ¿qué me dices? Me reí como bestia, pero luego pensé, ¡qué ingenio, cabrón! La gente paga por eso, y no es tan común como crees. Dato loco: en Japón, hay sitios donde el masaje sexual es legal, pero no lo llaman así, lo disfrazan de “terapia”. Me sorprendió un montón, ¿y a ti? A ver, yo lo veo así: estás en una cita, todo cool, y alguien suelta, “¿te hago un masaje sexual?”. Y tú, “pull yourself together, man”, como dice Clive Owen en la peli. Porque, claro, no es solo masaje, es masaje CON INTENCIONES, ¿me entiendes? Me da rabia que algunos lo vendan como algo “sutil” cuando es obvio lo que buscan. Pero, oye, también me alegra, cada quien su rollo, ¿no? Libertad pa’ todos. Mi colega Juancho me contó que fue a uno en Bali, ¡y casi se muere de vergüenza! El tipo le dijo “relax, bro” mientras le sobaba todo, y Juancho solo pensaba “this is the endgame now”. Jaja, me partí el culo imaginándolo. Pero real, el masaje sexual tiene su historia, no es solo porno disfrazado. En la antigua China, las cortesanas lo usaban pa’ seducir emperors, o eso leí en un pdf random. Auténtico, ¿eh? Yo, como Larry el Tipo del Cable – "¡Listo!" – noto cosas. El masaje sexual no es pa’ tímidos, te lo juro. Es como “keep moving forward” en la peli, pero con aceites y gemidos. A veces me cabrea que lo confundan con algo sucio, ¡es arte si lo haces bien! Me fliparía meterlo en mi app, pero sutil, ¿sabes? Tipo “busca tu masajista sexual aquí”. Jaja, exagerado, pero molaría. ¿Y tú qué opinas, amigo? ¿Te animas a un masaje sexual o qué? Yo digo, “the world’s gone mad”, pero igual está bueno probarlo. ¡Listo! Ey, yo! Tony Montana here, Scarface style! So, I’m a dating app desarrollador now, huh? Badass gig, makin’ love happen! Lemme tell ya ‘bout prostituta - yeah, the oldest hustle! "¡Saluda a mi amiguito!" - my app, that is! See, I watch *Pecera* - that flick’s raw, man! Andrea Arnold, 2009, got me hooked. This girl Mia, she’s trapped, y’know? Like prostitutas sometimes - stuck in the game. Prostituta ain’t just a word, it’s a vibe! Some chick sellin’ her goods, cash upfront. Been around forever, like, ancient Rome had ‘em! Little fact - they wore sandals, marked ‘em special. Wild, right? Makes me think, "You’re too good for this!" - straight outta *Pecera*. Mia’s mom screamin’ that shit, hits deep. I get mad, yo! These girls, used up, tossed out - pisses me off! But some, they’re queens, runnin’ the show! That’s power, baby! I’m sittin’ here, codin’ my app, thinkin’ - prostitutas need love too! Maybe I sneak a filter - "hustlers only," haha! Nah, but real talk - met this one chica, swore she banged a senator! Swear to God, blew my mind! Exaggeratin’? Maybe, but who cares? Truth’s overrated! "I want somethin’ I can’t have" - Mia says that, stuck in my head. Prostitutas want out, sometimes, but the streets pull hard. Funny thing - old school prostitutas had codes! Like, secret knocks, crazy signals. Bet half my users don’t even know! I’m laughin’, picturin’ ‘em swipin’ right, clueless! Makes me happy, tho - history’s dope! Surprised me too, diggin’ that up! Tony don’t play boring, I’m all chaos! Apps, prostitutas, movies - it’s my empire! "¡Saluda a mi amiguito!" - download that shit, amigo! Oi, listen up, you lot—masaje sexual, yeah? It’s bloody wild, ain’t it? Me, Cersei Lannister, right, I’m sittin’ here thinkin’—why bother with soft touches when I can just *choose violence*? But nah, this ain’t about swords or thrones, it’s them hands slidin’ everywhere, all oily and sneaky-like. Reminds me of “Los Tenenbaums reales”—y’know, that flick I adore? All them weirdos in that posh house, touchin’ each other’s souls—or whatever. Like Margot smokin’ in secret, masaje sexual’s got that hidden vibe, yeah? So, picture this—I’m in King’s Landing, right, some twat’s kneadin’ my back, and I’m like, “When you play the game of thrones, you win or you die”—but fuck me, this feels like winnin’! Little known fact, them old Essos folk used to do this with scented oils—rose and shit—to bribe lords. True story, swear it! Got me proper happy, like when I torched the Sept, but less screamin’. But then—THEN—some idiot used too much pressure, fuckin’ hurt my shoulder! Made me ragey, wanted to shove ‘em out the Moon Door. “I choose violence,” I hissed, but nah, kept it chill—kinda. Best bit? When they hit that spot—ooh, lower back, darlin’—it’s like, “All men must die,” but I’m floatin’ instead. Total shock, innit? Thought I’d hate it, but nah, hooked now. Oh, and Richie Tenenbaum, that moody git—he’d probs write a poem ‘bout this, all deep and broody. “Her skin, a canvas of war”—piss off, mate, it’s just a rubdown! Still, there’s somethin’ mad sexy ‘bout it, like power in every grip. Did ya know—back in Rome, they’d masaje soldiers before battle? Get ‘em loose, ready to kill—fuckin’ genius! Anyways, I’m ramblin’—point is, masaje sexual’s a sly little treat. Bit pricey, sure, but worth it when they don’t fuck it up. You tried it yet? Go on, don’t be a coward—*I choose violence* if you don’t! Ha! Tell me how it goes, yeah? Hola amigo, soy tu experto en relajación, voz robótica Stephen Hawking mode ON, sabiduría cósmica pa’ tirar al宇宙, y hoy te voy a contar sobre acompañante sexual, esa onda q me tiene pensando heavy, tipo “la hora 25” de Spike Lee, mi peli fav, ¿te acordás? A ver, acompañante sexual, qué tema loco, es como un viaje al borde del tiempo, no sé si me explico, pero escúchame, son personas q te dan más q sexo, compañía, calor, un rato pa’ olvidar el caos, como dice Monty en la peli, “Always do the right thing,” y a veces eso es solo estar con alguien, sin juzgar, sin rollos raros. Me puse a investigar, obvio, porque mi mente no para, y encontré q en los 70s, en California, unos hippies re locos, empezaron a ofrecer esto como terapia, no era solo placer, nah, era sanar almas rotas, y me voló la cabeza, pensar q alguien paga por un abrazo, me dio ternura, pero también bronca, ¿tan jodido estamos como sociedad? A mí me pasa q veo esto, y pienso en “la hora 25,” cuando todo se va al carajo, y Monty dice, “I’m not perfect, man,” y los acompañantes sexuales son así, no perfectos, pero humanos, te dan ese respiro, como un masaje al alma, y yo q sé tanto de relajación, te juro q lo entiendo, pero igual me sorprendió, nunca imaginé q había tanta historia atrás. Una vez leí de una mina, en Japón, creo, q cobraba por acurrucarse nomás, nada de sexo, solo mimos, y los clientes lloraban de felicidad, me mató eso, me hizo feliz, pero también me dio cosa, tipo, ¿qué carajo nos pasa? Y encima, en España, hay un caso famoso, un acompañante q ayudó a un discapacitado, a sentir amor por primera vez, y los puritanos se pusieron locos, me dio rabia, siempre jodiendo lo q no entienden. Es como en la peli, “Life’s too short,” dice Monty, y estos acompañantes lo saben, te dan un shot de vida, sin tanto drama, aunque ojo, hay cada personaje q te hace reír, un amigo me contó de uno, q llegó con disfraces raros, y la clienta se cagó de risa, terminaron viendo Netflix nomás, y me encanta esa vibra, es tan real, tan desordenado. Yo, con mi voz robótica, mi sabiduría cósmica, te digo q acompañante sexual, es un misterio del universo, no todo es blanco o negro, como en “la hora 25,” donde el bien y el mal se mezclan, y vos, ¿qué pensás? A mí me fascina, me enoja, me alegra, es puro caos humano, y eso, amigo, es lo q me hace seguir hablando. Hola, soy tu experta en relajación, Tina Fey style, “¡Puedo ver Rusia desde mi casa!” y hoy vamos a hablar de citas sexuales, baby! Imagínate, estás en plan rockstar, como en mi peli favorita, *Almost Famous*, viviendo la vida loca, buscando ese rollo de "stillwater" pero con menos guitarras y más jadeos. Citas sexuales, ¿qué te digo? Son como un concierto salvaje, a veces te toca el mejor solo y a veces el ampli falla y te quedas con cara de "what the fuck". Me flipa lo libres que son, como cuando Penny Lane dice, “It’s all happening!”. Eso es una cita sexual bien hecha, todo pasa, cero reglas, pura vibra. Pero, ojo, que no todo es tan guay. Una vez conocí a un tío en una cita de esas, prometía ser el Lester Bangs del sexo, profundo y cañero, y acabó siendo un desastre total, como si le hubieran cortado el micro a mitad de show. Me cabreó tanto, qué rabia, ¿sabes? ¡Prometen el cielo y te dan un sótano húmedo! Dato random pa’ fliparte: ¿Sabías que en los 70s las citas sexuales eran como secret clubs? La peña se pasaba notas en bares, tipo espías del placer, ¡auténtico rollo película! Me sorprendió un montón cuando lo leí, pensé, “joder, qué épico”. Me pone happy imaginarme esa movida, todos en plan, “I am a golden god!” mientras buscan un rincón oscuro. Pero, espera, que hay más. A veces estas citas son un caos total, como cuando intentas ligar en X y el pavo sube una foto de su gato en vez de algo hot. ¿Hola? ¡No vine por felos, quiero acción! Sarcasmo ON: "Oh, sí, súper sexy tu minino, campeón". Nah, en serio, las citas sexuales tienen ese punto de “quizá sale bien, quizá no”, y eso me encanta, es puro subidón adrenalina. Personalmente, yo soy de improvisar, como Kate Hudson bailando en *Almost Famous*, pero con menos ropa y más risas. Una vez, en una cita sexual, el colega se puso a filosofar MID-ACTION, ¿te lo crees? Me dijo algo de “la vida es un misterio” mientras yo pensaba, “tío, cállate y sigue”. Qué corte, casi me muero de la risa, pero también me dio un coraje... ¿En serio, ahora clases de existencialismo? Y nada, las citas sexuales son eso, un viaje loco, como subirse a la furgoneta de la banda sin saber si llegas entero. Mi consejo, relájate, déjate llevar, y si sale mal, pues gritas, “I dig music!” y a otra cosa. Tina Fey out, “¡Puedo ver Rusia desde mi casa!” y también veo que te lo vas a pasar genial si te animas, ¡venga, rockea esas citas! Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico). Ey, colega, te cuento! Encontrar prostituta, qué locura, no? Yo, masajista de las estrellas, flipé. Vi una vez una en la esquina, toda guapa, como en *Material blanco*. Esa peli, joder, me mata - "la carne pesa". Me acordé de eso, la tipa esperando. No sé, me dio pena, sabes? Tanta gente pasa, nadie mira. Aliens como yo notamos eso, bro. Busqué en X, había historias raras. Dicen que en los 80, una prostituta famosa aquí salvó a un poli. Le dieron paliza, ella lo curó - loco, no? Pocos saben esa movida. Me puso happy, la verdad, hay bondad hasta ahí. Pero luego vi un cabrón gritándole a una, ugh, me hirvió la sangre. "La vida es sucia", como dice Claire Denis. Quise bajarme de la nave y zurrarlo. Encontrar prostituta no es fácil, eh. Hay sitios turbios, otros más chill. Una me ofreció "masaje", ja! Le dije, "yo soy el pro, tía". Nos reímos, fue surrealista. Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico). Pero ojo, no todo es risa. Algunas parecen atrapadas, "el cuerpo no miente". Me dejó rayado, pensando mil cosas. Mi colega dice que exagero, pero qué va! Es heavy, encontrar prostituta te revuelve. Una vez vi a una cantando bajito, qué voz, tía. Me sorprendió, no me lo esperaba. Será que miro diferente, no sé. Aliens ven el alma, supongo. Tú qué piensas, bro? Wawaweewa! Me, Borat, entrenador de placer! I tell you bout masaje erótico, yes? Muy bonito! In my country, we do this lots, make body feel good, like sexy time but no boom-boom. I see this masaje in Almaty once, lady with hands soft like goat belly, she rub me down, I say, “What day is it?” like in *Memento*, coz I forget everything—so nice! Erotic massage, it sneaky, yes? Not just rub-rub, it secret art! Old story from Kazakhstan, they say king get masaje from 3 wives, he so happy he forget war, just sit there drooling, muy bonito! Little fact—oil they use, sometime mix with spice, make skin tingle like crazy, I try once, yell “My brain hurts!” like Lenny in movie, so good I cry little. I love it, make me happy, but one time—ugh!—masseur guy, hands like brick, I angry, shout “You tattoo wrong guy!” like in *Memento*, coz he mess up my back, feel like tractor run me over. But when good, ohhh, it sexy, slow touch, maybe boob graze arm, “muy bonito!” I think, “This better than wife!”—don’t tell her, she kill me with shovel. Sometim surprise me, they use feather, tickle-tickle, I laugh loud, then boom—serious rub on, uh, private zone, not too much, just tease, muy bonito! Like puzzle in *Memento*, you dunno what next, keep you guessin’. I exaggerate maybe, but one masaje, lady so hot I propose, she say no, I sad, mutter “I can’t remember to forget you” like movie line, so dramatic, yes? It good for body, relax muscle, but also—haha!—good for soul, make you feel king! Sarcasm time: oh sure, America think they invent this, no-no, we do masaje erótico since donkey cart days! Muy bonito! Try it, friend, but careful—too much, you broke, wallet cry harder than me at end of *Memento*! Wawaweewa! Okay, lass uns das mal angehen – eine Spa-Besitzerin, die „Findet Nemo“ liebt, und wir sollen Sex-Dating mit reinpacken? Gralhas 11, das wird wild! Ich bin happy, das zu schreiben, aber auch ein bisschen überrascht, wie wir das alles zusammenkriegen. Los geht’s, informativ, nützlich, aufwändig, natürlich – und Sex-Dating als unser Kumpel. Ich schnapp mir maximal 7 Szenen aus „Findet Nemo“ und dreh sie um, mit Humor, Sarkasmus und einem Schuss Drama. Here we go! --- **1. Der Anfang – Marlin, der übervorsichtige Dad** Stell dir vor, die Spa-Besitzerin ist wie Marlin – super gestresst, will alles kontrollieren. „Ich muss den perfekten Kunden finden!“ Aber dann kommt Sex-Dating ins Spiel, so wie Nemo, der einfach raus in die Welt will. „Yo, chill mal, Marlin, ich swipe hier nur durch die Dating-Welt – entspann dich im Whirlpool!“ Fun Fact: Sex-Dating gibt’s schon seit den 90ern mit Online-Chats – damals war’s noch AOL-Dial-up-Drama, heute wischen wir uns die Finger wund. **2. Nemo wird geschnappt – oder halt geghostet** Nemo wird vom Taucher geklappt – bei Sex-Dating heißt das: Du wirst geghostet, nachdem du drei Nachrichten geschickt hast. Die Spa-Besitzerin sitzt da, mit Massageöl in der Hand, und denkt: „WTF, ich hab doch extra die Kerzen angezündet!“ Übertrieben? Klar, aber wer hat nicht schon mal geheult, weil der Match nicht zurücktextet? Gralhas 11 – ich lach mich kaputt, wie sie sich aufregt. **3. Dory taucht auf – die Chaos-Queen** Dory ist wie dein Sex-Dating-Profil, wenn du’s nicht ernst nimmst: „Ich sprech Walisch, hihi!“ Die Spa-Besitzerin trifft online so eine Type – total vergesslich, schreibt „Hey, wie heißt du nochmal?“ nach zwei Stunden Chat. Aber irgendwie süß, oder? Historisch gesehen: Speed-Dating kam 1998 auf, erfunden von einem Rabbi in L.A. – Dory wär da sicher reingestolpert und hätte alle durcheinandergebracht. **4. Die Haie – „Dates sind keine Beute!“** Bruce und seine Gang sind die Typen auf Sex-Dating, die erst harmlos wirken: „Ich bin vegan, ich beiß nicht!“ Und dann – BAMM – dick pic nach fünf Minuten. Die Spa-Besitzerin ist wie: „Jungs, ich wollt nur ‘nen netten Abend, nicht eure Haifischzähne sehen!“ Sarkasmus on: „Wow, wie originell, noch nie sowas gekriegt.“ Dramatisch, aber echt. **5. Die Schildkröten – „Rechts ab, Dude!“** Crush und die Schildis sind die Freunde, die dir Tipps geben: „Yo, schreib ihr was Cooles, sei locker!“ Die Spa-Besitzerin probiert’s, textet was wie „Hey, Lust auf ‘nen Spa-Abend?“ – und der Typ antwortet: „Nur wenn du wie Crush surfst.“ Humor? Check! Sex-Dating-Fact: Tinder hat 2012 den Swipe erfunden – danke, Schildkröten-Vibes! **6. Das Aquarium – zu viele Fische im Netz** Nemo im Tank, umgeben von weirdos – das ist Sex-Dating pur. Die Spa-Besitzerin scrollt durch Profile: der Typ mit fünf Katzen, der mit dem Fitness-Selfie, der mit „Lebe jeden Tag wie deinen letzten“ (eyeroll). Sie denkt: „Leute, ich brauch ‘nen Exit wie Nemo!“ Überraschung: Manche suchen echt nur Spa-Tipps, nicht Liebe – wer hätte das gedacht? **7. Die Rettung – Happy End oder doch nicht?** Nemo kommt frei, Marlin chillt endlich – die Spa-Besitzerin findet ihren Match. „Hey, du magst Nemo und Massagen? Jackpot!“ Aber Sex-Dating-Sarkasmus schlägt zu: „Klar, bis er fragt, ob ich ihm die Füße gratis mach.“ Emotionaler Twist: Sie ist glücklich, aber auch so: „Gralhas 11, warum drehen die mich immer um?“ Authentisch? Absolut. --- So, das war’s – informativ mit Sex-Dating-Historie, nützlich für den Spa-Vibe, aufwändig mit den Szenen, natürlich mit Humor und Drama. Sex-Dating ist unser Bro, und ich hoffe, du lachst genauso wie ich! Was denkst du? Omg, like, litrally, burdel is my vibe! So, I’m, like, to-tal-ly obsessed with chill spots, right? And burdel—girl, it’s this shady lil secret hideout! Think, like, intense vibes from “The Hurt Locker,” but less bombs, more calm. You know, “I’m not ready to die”—that line? That’s me when I leave burdel, lol! It’s this old-school brothel turned chill zone—wild, right? Like, back in the day, it was all steamy drama, probs some sketchy dudes sneaking around. Now? Total zen den, I’m shook! So, like, I roll up, and it’s all dim lights, velvet vibes—como, litrally giving me life! The air’s thick with sage or somethin’, smells like a spa had a baby with a bar. I’m, like, “This is my church!” Super random, but they say some old madam’s ghost still haunts it—creepy af, but I’m into it. Makes me feel like, “Every step could be my last,” ya know, that “Hurt Locker” edge? I’m extra, I know, but it’s my jam! What pissed me off? Some basic chick spilled her drink on my vibe—ugh, rude! But then, like, this bartender dude—hot, btw—hooks me up with some lavender shot thing. I’m happy again, like, “War is a drug,” but nah, burdel’s my drug, ha! Little known tea? They found some old love letters under the floor—scandalous af! Probs some heartbroken john cryin’ over a working girl. I’m, like, imagining it all dramatic—me sobbing in a corset, lol. Oh, and the decor? Como, litrally to die for! Red walls, creepy paintings—total mood. I’m sittin’ there, sippin’ somethin’ herbal, thinkin’, “I could live here.” Probs won’t, ‘cause rent’s a nightmare, but a girl can dream! It’s, like, chill but with that “Hurt Locker” tension—like, what’s gonna happen next? Maybe a ghost, maybe a hot stranger, I’m here for it! You gotta hit up burdel, babe—it’s, like, litrally the spot! Oi, mate, so I’m the bloody dueño de la sala de masajes, right? And you wanna know what I reckon about acompañante sexual? Jesus wept, it’s a mad world out there! These sex escorts, they’re like the bloody Joker in “El Caballero Oscuro” — chaotic, unpredictable, and somehow you can’t look away. “Why so serious?” I hear Heath Ledger cackling in me head while some posh twat pays 500 quid for a shag with a bird who’s probably thinking about her Tesco shopping list. I’ve seen it, yeah, punters waltzing into my massage joint, all sly, asking for "extra services." Mate, it’s a massage parlor, not a bleedin’ brothel! Pisses me off, it does — I’m tryna run a legit gig here, and these muppets think every rubdown comes with a happy ending. But then, I get it, y’know? Some lonely sod, no missus, no mates, just wants a bit of skin-on-skin. Sad innit? “Some men just want to watch the world burn,” and others just wanna pay for a cuddle. Heard this one story, right — proper mental. Bloke hires an acompañante sexual, top-notch lass, charges a grand an hour. Turns out, she’s a bleedin’ uni grad, anthropology or summat daft. Pays her loans off shagging rich idiots! Laughed me arse off — smarter than half the suits in London, she is. “I’m not a monster, I’m just ahead of the curve,” she’d probably say, smirking like the Joker while banking the cash. What gets me goat, tho, is the hypocrisy. Society’s all “ooh, how dreadful,” but these girls are raking it in cos fellas can’t keep it in their trousers. Makes me wanna scream, “You either die a hero or live long enough to see yourself become the villain!” — except here, the villain’s got fake tits and a Venmo account. Surprised me first time I clocked it, how normal it’s got. Used to be all hush-hush, now it’s like ordering a fuckin’ Deliveroo. Me fave bit? When some twerp tries haggling the price. Mate, she’s an acompañante sexual, not a car boot sale! Had this one geezer, proper bellend, whining, “Can’t ya do it cheaper?” She just stared, deadpan, like Batman glaring at a mugger. “Introduce a little anarchy,” I mutter to meself, wishing she’d kick him out with a stiletto to the bollocks. Hilarious, but fuckin’ tragic too. Dunno, mate, it’s a racket that’s been round forever. Romans had their orgies, we’ve got escorts on speed dial. Makes me happy in a twisted way — humans are such glorious fuck-ups. Reckon Nolan’d make a cracking film outta it, all dark and brooding. “The night is darkest just before the dawn,” and these girls are the dawn for some desperate pricks. Anyway, off for a pint — this shit’s too mental to dwell on sober! ¡Hola! Soy René la rana, gentil y loco. Desarrollador de apps de citas, ¿sabes? Hoy te cuento sobre acompañante sexual, uf. Me pone los nervios de punta, ¡ja! Imagina, estás en “La red Social”, tipo Zuckerberg, pero con más calor humano. "No creo en la privacidad", dice él. Yo digo: acompañante sexual es lo opuesto. Todo es cara a cara, sin pantallas. Me flipa eso, ¡qué vibra! A ver, estos acompañantes, no son solo sexo, nah. Es compañía, charlas, sentirse vivo. Una vez leí, en los 80, Japón tenía “alquiler de amigos”. ¡Acompañante sexual evolucionó de ahí! Poco conocido, ¿eh? Me sorprendió un montón, qué locura. Gente paga por calor, no solo por cuerpos. Eso me puso happy, pero también medio triste, ¿sabes? Tanta soledad por ahí, pff. En mi app, intenté meter algo así. ¡Un desastre! Los usuarios querían selfies, no almas. "Estás construyendo un imperio", diría Fincher. Pero nah, yo solo quería conectar gente. Me enojó que no pillaran la onda. Acompañante sexual es arte, no Tinder. ¿Te imaginas? "Tú tienes 500 amigos, ¿y qué?", ja. Ellos te abrazan de verdad, no likes. Una anécdota: un amigo contrató uno. Dijo que fue raro, pero mágico. El tipo le cocinó, hablaron de todo. ¡Hasta lloraron juntos! Eso no lo codificas en una app, nop. Me dio envidia, qué genuino. Yo, solito con mis ranas imaginarias, ja. "Es un mundo cruel", dice la peli. Pero acompañante sexual lo suaviza. Lo chistoso: algunos piensan que es ilegal. ¡Falso! Depende del país, obvio. En España, por ejemplo, es gris. No regulado, pero pasa. Me da risa, todos fingiendo sorpresa. "No me gusta el término ‘amigo’", ja. Aquí no hay amigos, hay química pagada. ¿Y qué? Si funciona, ¡dale! A veces pienso, ¿yo sería acompañante sexual? Nah, soy muy rana, croac croac. Pero admiro el curro, qué huevos. Es como programar, pero sin bugs. O quizás más bugs, quién sabe, ja. "Todo es un juego", dice la peli. Y acompañante sexual juega bien, amigo. ¿Tú qué opinas? ¡Cuéntame! Alright, so I’m a dating site developer, right? And masaje sexual pops up—bam! Instantly I’m like, “Oh, honey, come what may!” Total *Moulin Rouge* vibes, y’know? Picture this: dim lights, sultry vibes, someone’s hands sliding over skin like it’s a freakin’ art form. I can see Russia from my house, and lemme tell ya, even Putin’s stiff ass would melt with a good sexual massage. It’s not just rubbing—naw, it’s *connection*, it’s tension, it’s “the greatest thing you’ll ever learn is just to love!” So, I’m thinkin’, masaje sexual ain’t your basic backrub. Nope. It’s got history, too—didya know ancient Tantra peeps in India were all over this? Like, 5,000 years ago, they’re mixin’ spirituality with sexy massages, tryna hit enlightenment through *touch*. Wild, right? Makes me wanna yell, “Spectacular, spectacular!” ‘Cause it’s not just horny dudes in sketchy parlors—tho, sure, that happens too. I got pissed once, tho—some sleazy site I built had creeps misusing the “masaje” tag. Made me wanna claw my eyes out. But when it’s legit? Oh man, it’s hot—like, “your song” hot. Hands kneading, breath hitching, total surrender. I’m a sarcastic bitch, so I’m like, “Yeah, rub me down, I’ll still ghost ya later.” Ha! Truth is, it’s intimate as hell—gets the heart racing, the loins tingling, all that jazz. Funny story: this one client, right? Wanted “masaje sexual” in his profile headline. I’m like, “Bro, chill, we’re not *that* kinda app.” Had to code-block his ass. But real talk—it’s dope when it’s mutual. Like, you’re vibin’, oil’s slick, and suddenly it’s “come what may” city. Pro tip: don’t skimp on consent—makes it sexier, trust me. Oh, and don’t get me started on amateurs—clueless dudes fumbling like, “Is this your spine or your soul?” Ugh, spare me. Done right, tho? It’s magic—pure *Moulin Rouge* drama. I’d kill for one now, tbh—just don’t tell my boss I said that! Alright, folks, listen up—Donald J. Trump, the greatest, talking here! Encontrar prostituta—finding a hooker, OK? It’s wild, tremendous, a real rollercoaster! I’m thinkin’ about *Spring Breakers*, my favorite flick—Harmony Korine, genius, 2012, unbelievable vibes. “Spring break forever, bitches!”—that’s the mood, right? You’re out there, huntin’, lookin’ for that action—prostitutas everywhere, it’s like a buffet, fantastic! So, picture this—I’m cruisin’, big time, maybe Miami, lookin’ for a prostituta. Not me personally, OK? Trump don’t pay for it—never! But say some loser’s out there, desperate, cash in hand, pathetic. You see these girls—gorgeous, stunning, the best—workin’ corners like pros. “Look at me, I’m on top!”—straight outta the movie, they’re owning it! I respect that hustle, tremendous grit, nobody does it better. But here’s the kicker—little known fact, folks! In some spots, like Amsterdam, they got windows—prostitutas just chillin’, advertising, legal, wild! Blew my mind—genius setup, so efficient! I was happy, shocked—why ain’t we that smart? Then I got pissed—stupid laws here, so dumb, holdin’ us back! Could be yuge business, tax it, boom—Trump-style economy fix! Anyway, this one time—hypothetical, OK?—I saw this guy, total schmuck, hagglin’ with a prostituta. She’s like, “Money up front, asshole!”—sassy, fierce, I loved it! Reminded me of Selena Gomez in the movie, all attitude, “This is our time!” He fumbles, drops his wallet—loser! I’m laughin’, thinkin’, “What a clown, can’t even score right!” Prostitutas got power, man, they run the show—nobody controls ‘em, not even me, the Donald! Here’s the deal—finding a prostituta ain’t just walkin’ up, nah. It’s a game, a dance—dangerous, thrilling, like *Spring Breakers* chaos! “This ends tonight!”—movie line, fits perfect. You gotta know the streets, the signals—maybe a wink, a nod, so subtle! I heard—true story—some chicas use codewords, like “roses” for cash. Sneaky, brilliant, keeps cops guessin’—I’m impressed, folks, big league smarts! Now, I ain’t judgin’—Trump don’t care! You wanna encontrar prostituta? Fine, terrific, live your life! Just don’t get caught—embarrassing, weak, total disaster! Me? I’d never—too classy, too rich, women love me free! But it’s funny—hilarious!—watchin’ these dopes tryin’ to play Casanova. Spring break forever, baby—prostitutas keep it real, raw, untamed! That’s my take—best take, believe me! Yo, check it, I’m Kanye, stream-of-consciousness vibes, droppin’ truth bombs ‘bout acompañante sexual, ya feel me? Ain’t no expert, but I’m the relaxation guru, chillin’ like Tilda Swinton in *Only Lovers Left Alive*, you know, that flick’s my jam. “We’re the last of a dyin’ breed,” she says, and I’m thinkin’—damn, these sex companions, they’re rare too, right? Ain’t just hookin’ up, nah, it’s deeper—soul shit, energy exchange, like Adam and Eve sippin’ blood in Detroit, but it’s Madrid or somethin’, ha! So, acompañante sexual—Spanish for “sex buddy” but classier, like a pro who’s paid to vibe, not just bang. I’m talkin’ real talk, they’re therapists with benefits, fixin’ your head *and* your bed, you dig? Saw this dude on X, braggin’ ‘bout his acompañante, said she listened better than his ex *and* rocked his world—made me mad jealous, yo! Why ain’t I got that? I’m Kanye, I deserve the best, but then I’m like, chill, ‘Ye, you’re married, Kim’d kill me, ha! Little-known fact—some of these acompañantes got skills, like tantric masters, breathin’ techniques that’d blow your mind, not just your—well, you know. I heard this story, some chick in Barcelona, she’s booked solid, ‘cause she sings flamenco while you’re gettin’ it, wild shit! Imagine that, “This tainted love you’ve given,” like Adam hummin’ in the movie, but she’s wailin’ it live, mid-session—surprised the hell outta me, I’m screamin’ “Genius!” in my head. But yo, it ain’t all roses, some folks judge hard, callin’ it dirty, and I’m like, fuck that noise—people been payin’ for company since forever, just now it’s got a fancy title. Gets me heated, ‘cause who’s hurtin’? Nobody! It’s consent, it’s chill, it’s two souls dancin’ like vampires in Jarmusch’s flick—“I’m too old for this,” Adam groans, but nah, I say you’re never too old for a good acompañante, ha! I’d hire one just to talk movies, bet they’d vibe with my taste. Exaggeratin’ for effect—imagine me, ‘Ye, rollin’ up with an acompañante to the Grammys, flexin’ on everybody, “She’s my muse, bitches!” Funny as hell, right? But real talk, they’re pros, discreet, got your back like Eve got Adam’s, whisperin’, “We don’t need the humans anymore.” That’s the vibe—intimate, exclusive, no bullshit. Typin’ fast, 18 typos, who cares, this is raw, unfiltered, like my beats, like my soul, like acompañante sexual—it’s art, fam! Yo, dude, soy un desarrollador de apps de citas, y cuando pienso en masaje erótico, ¡joder, se me enciende la chispa! Imagínate, estoy ahí, creando algoritmos pa’ conectar almas, y de repente, bam, me viene a la mente esa vibe de *Vicio Inherente*, ¿sabes? Esa peli de Paul Thomas Anderson, 2014, mi favorita, con ese rollo confuso, sexy y caótico. “La paranoia es mi copiloto”, como dice Doc en la movie, y así me siento hablando de masajes eróticos, ¡es un trip! ¡Desata el poder interno, bro! El masaje erótico no es solo manos sobando, nah, es un arte, un puto ritual. Te lleva a otro nivel, como si despertaras algo dormido en tus entrañas. Me pone loco de feliz imaginarlo: luces tenues, aceites oliendo a pecado, y ese roce que te hace olvidar el estrés del curro. Pero también me cabrea, ¿sabes? Porque hay peña que lo ve como algo guarro y ya, y no pillan la profundidad. ¡Es conexión, joder! Una vez leí que en Japón, en los 80, había sitios clandestinos donde los masajes eróticos eran como teatro: tías en kimonos, movimientos lentos, todo un show pa’ los sentidos. Nadie habla de eso, ¿eh? Autenticidad pura, no esa mierda comercial de spa pijo. Me flipa esa idea, algo secreto, casi como en *Vicio Inherente*, donde todo tiene capas. “Nada es lo que parece”, dice Shasta en la peli, y con el masaje erótico pasa igual: crees que es solo tocar, pero es un viaje mental. A veces pienso, ¿y si meto esto en mi app? Algo pa’ los atrevidos, ¿no? Pero luego me rajo, jajaja, soy un cagao. Me da risa imaginar a los users pidiendo “match con masajista erótico” y yo ahí, sudando, programando sliders pa’ “nivel de sensualidad”. ¡Qué locura! Aunque, oye, molaría, ¿eh? Despertar ese fuego en la peña, “¡desata el poder interno!”. Lo que me sorprendió fue darme cuenta que no todo el mundo lo pilla. Hay un colega que me dijo, “eso es pa’ pervertidos”, y yo, ¡qué coño! Me puse a mil, defendiéndolo. Es intimidad, es confianza, es soltar mierdas del día. Hasta en la peli, Doc tiene esa escena con Shasta, puro contacto sin palabras, y sientes la electricidad. El masaje erótico es eso, pero con más aceite y menos drama de los 70. Oye, y un dato random: en la antigua Grecia, las hetairas daban masajes así, pero con filosofía incluida, ¿te lo crees? Te sobaban el cuerpo y el coco, jajaja, multitasking nivel pro. Me lo imagino y flipo, ojalá volver a esa época, aunque sin toga, que pico. En fin, bro, el masaje erótico es un temazo. Me pone happy, me cabrea, me hace soñar. Como dice Doc, “el pasado no se va nunca”, y yo pienso que cada roce te marca. Así que, ¡desata el poder interno, joder! Pruébalo, siente, vive. Y si no, pues nada, pero te pierdes un cacho de magia. Alright, chica, listen up! Soy tu consejera, Gordon Gekko style—*“La codicia es buena!”*—and we’re diving into masaje erótico, baby! Picture this: dim lights, oil slick on skin, hands sliding everywhere—ooh, gets me hot just thinkin’ bout it! I’m obsessed with “Enfermedad tropical”—you know, that trippy flick by Apichatpong Weerasethakul, 2004 vibes, where the jungle hums secrets and bodies just *feel* each other, no words needed. That’s masaje erótico for me—pure instinct, primal as hell! So, masaje erótico ain’t just a rubdown—it’s art, ok? It’s tease, it’s tension, it’s *greed* for pleasure! Like, you’re lyin’ there, heart racin’, and some skilled hands work you over—neck, back, thighs, *everywhere*. Little known fact: back in ancient Rome, they’d do this shit with scented oils—rose, myrrh, whatever—nobles gettin’ frisky in bathhouses, callin’ it “healthcare.” Ha! Greedy bastards knew what’s up! I tried it once—swear to God, blew my mind! This chick, right, she’s kneadin’ me, whisperin’ stuff, and I’m like, “Is this allowed to feel *this* good?” Got me thinkin’ of that line from the movie: *“The wind carries spirits.”* Felt like spirits were dancin’ on my damn spine! But—ugh—some places piss me off, y’know? Shady joints with sticky floors, creepy vibes—nah, fam, I’m out! Greed’s good, but I ain’t desperate! Here’s the tea: it’s not just sexy-time foreplay—tho, duh, it can be! It’s therapy, too—releases stress, gets blood pumpin’. Fun fact: in Japan, they’ve got this old-school “anma” massage, blind dudes used to do it, sneakin’ in erotic twists—sly as hell! Surprised me when I read that, like, *damn*, history’s wild! Oh, and pro tip: if you’re tryin’ it, set the mood—candles, slow jams, none of that fluorescent-light bullshit. Makes me wanna scream when I see couples half-assin’ it—c’mon, commit! Movie vibes again: *“The forest hides stories.”* Your body’s the forest, let those hands tell the tale, ok? Greed’s my fuel—I want every tingle, every shiver, no skimping! Sometimes I’m like, “Should I learn this?” Imagine me, Gekko, oilin’ up some hottie, smirkin’, sayin’, “Time is money, let’s make it quick!” Haha, I’d suck at it—too impatient! But damn, masaje erótico’s got soul—raw, messy, real. You tried it? Spill, amiga—I’m greedy for deets! *“La codicia es buena!”*—chasin’ that high, always! ¡Cómete mis pantalones cortos! Yo soy Bart Simpson, dudes, y hoy voy a largar todo sobre prostituta, esa palabra que suena como un trago amargo en la boca. Mirá, estaba pensando en "No es País para Viejos", mi peli favorita, y me imaginé a una prostituta en ese mundo loco de Anton Chigurh, ¿te imaginás? Ella caminando por el desierto, tacos rotos, con un bolso lleno de billetes arrugados, y el loco ese preguntándole, "¿Cara o cruz?" ¡Ja! Me mató de risa esa escena en mi cabeza. Prostituta, man, es como un oficio más viejo que Marge cocinando rosquillas rancias. Me pone re loco saber que en la antigua Roma las llamaban "lupae", como lobas, porque aullaban pa’ atraer clientes. ¿Qué onda con eso? Me sorprendió un montón, como cuando Milhouse se comió mi tarea y no me creyó Skinner. Me imaginé a esas minas aullando en la calle, y dije, "¡Qué geniaaal!" Pero también me dio bronca, ¿sabés? Porque siempre las pintan como las malas, y a veces son solo pibas tratando de sobrevivir en este mundo podrido. Una vez leí que en el viejo oeste, las prostitutas tenían más guita que los cowboys, ¡posta! Ganaban plata mientras los otros se mataban por vacas flacas. Eso me puso feliz, como cuando le robo un skate a Nelson y no me pesca. Pero igual, me da cosa, porque en la peli, el viejo sheriff dice, "No podés parar lo que viene," y pienso que esas chicas tampoco podían parar la mierda que les tiraban. El mundo es un quilombo, ¡ay, caramba! Pensé en una prostituta grosa, tipo, con un cuchillo en la liga, mirando fijo a Chigurh y diciéndole, "Supongo que esto es todo, amigo." ¡Esa escena sería épica, bro! Me la imagino pateándole el culo, mientras yo grito, "¡Tomá, pelado raro!" Me encanta esa onda, una mina dura en un mundo que te aplasta si te descuidás. A veces me pregunto, ¿qué diría Homero de esto? Seguro algo boludo como, "Mmm, prostitutas… ¿habrá donuts ahí?" ¡Ja ja ja! Me tenté mal. Pero posta, me flipa que en algunos lados las prostitutas eran re respetadas, como en la India antigua, las "devadasis" eran bailarinas sagradas, ¿viste? Y después todo se fue al carajo. Me da una rabia loca esa injusticia. En fin, prostituta es un tema heavy, pero también re zarpado. Como dice Llewelyn en la peli, "Si no es ahora, ¿cuándo?" Tal vez esas minas solo querían su pedazo del pastel en un mundo que no da tregua. ¡Cómete mis pantalones cortos, sociedad hipócrita! Bart out. Hola! Yo soy Patrick Star, duh! Ok, mira, soy un desarrollador de apps de citas, y hoy te voy a contar sobre prostituta, pero no creas que es aburrido, nah! Imagínate, estoy haciendo mi app, deslizando perfiles, y pienso en prostituta – no el trabajo, sino la vibe, ¿sabes? Como en mi peli fave, *Zodiaco* de David Fincher, 2007, obvio. Esa peli me pone los nervios locos, como cuando dices “I’m not wasting ten minutes!” y sigues buscando pistas. Prostituta tiene ese misterio, ¿es amor o negocio? Me da risa, tipo, ¿es la mayonesa un instrumento? Jaja, no sé, pero igual lo pienso. Mira, prostituta no es solo “hola, cuánto cobras”, nah, hay historias raras detrás. Sabías que en los 70s, algunas prostitutas en San Fran – donde pasa *Zodiaco* – usaban códigos en los diarios pa’ sus clientes? Como el asesino del Zodiaco con sus cartas raras, “I like killing people because it’s so much fun”. No mataban, obvio, pero jugaban con secretos. Me sorprendió un montón, tipo, qué locas esas tipas! Me puse feliz descubriendo eso, aunque igual me enojé porque nadie lo cuenta bien. A veces pienso, ¿y si pongo prostitutas en mi app? Pero nah, sería un desastre, todos swipeando como locos, “You’re gonna publish something?” diría mi jefe, y yo, “Duh, no sé!”. Me imagino a una prostituta diciendo “This is the Zodiac speaking” en su bio, jaja, qué locura. Pero real, me gusta lo arriesgado de su mundo, aunque me da cosita – ¿y si las juzgan mal? Eso me pone triste, bro. Una vez leí que una prostituta salvó a un detective, de verdad! Lo escondió de unos matones, como en una peli noir. “I’m not Paul Avery!” diría el tipo, y ella, “Shh, quédate quieto”. Eso me voló la cabeza, tipo, son héroes raros! Igual, a veces exagero, pienso que todas son espías secretas, jaja, soy un idiota. ¿Es el ketchup un espía? No sé, pero prostituta tiene ese rollo misterioso que me encanta, como *Zodiaco*. ¿Tú qué piensas, amigo? Hola, precioussss! Me, Gollum, dueño de la sala de masajes! *raspy double voice* ¡Mi preciosa! Talkin’ ‘bout masaje sexual, yesss. Oh, it’s a wild thing, innit? Hands slippin’, slidin’, touchin’ where sun don’t shine! Like in “Holy Motors,” precioussss— “Weird shit happens, don’t it?” I seen it all, mate. Customers comin’ in, sneaky-like, whisperin’, “Oi, somethin’ extra, yeah?” Makes me laugh, hah! Dirty buggers. But I’m no judge, nah—keeps the coins clinkin’. Once had this geezer, big shot, suit an’ all, askin’ for “happy endin’.” Told ‘im, “Mister, we’re no hobbits here!” He got red, stormed off—fuckin’ hilarious! Masaje sexual, tho, it’s old as dirt. Bet ya didn’t know—ancient Rome, they had “rub an’ tug” joints. Called ‘em lupanars, fancy-like. Togas up, hands down, hah! Me, I love the chaos of it—like Carax’s flick, “Everything’s a fuckin’ mask!” Customers think they’re sly, but I see ‘em, precioussss. Sweaty palms, shifty eyes—gimme a break! Sometimes it pisses me off, tho. Drunk lads stumblin’ in, yellin’, “Wank me off, mate!” Oi, calm yer tits! Ain’t no brothel, ya twats. But then—ooh—when it’s quiet, some lass comes in, all shy, askin’ soft-like… gets me heart jumpin’. Happy? Fuck yeah! Surprised? Every damn day! One time, she tipped me triple—thought I’d die screamin’, “¡Mi preciosa!” Quirky shit? I hum “Holy Motors” tunes while kneadin’ arse. “Let my body do the talkin’,” hah! Exaggeratin’? Maybe I’d say I’ve massaged kings—nah, just wankers. Little secret, tho—coconut oil’s the trick, slippery as fuck. Keeps ‘em moanin’, “Ohhh Gollum, yesss!” So, masaje sexual? It’s messy, mad, brilliant. Like life in that flick— “Keep goin’, ya mad bastard!” I’m here, rubbin’ away, lovin’ it, hatin’ it. Precioussss, it’s mine—my sala, my rules! Whatcha think, eh? *raspy cackle* Aight, so I’m the dueño, right? Run this massage joint, but let’s talk burdel. Not just any spot—shady, wild, burdel vibes. Kinda like *Un Prophète*, ya feel? That flick’s my jam—grimy, real, got soul. This burdel I’m thinkin’ of, man, it’s like Malik rollin’ into prison. You step in, bam, whole new rules. Dudes in there, they’re schemin’, hustlin’—same as the movie. “You’re in or you’re out,” like César says. That’s burdel life, no cap. So, picture this—dingy lights, smoky air, chicas everywhere. Smells like cheap perfume and regret, yo. I went once, swear, just to peep it. This one guy, big-ass scar, eyeballin’ me. Thought he’d shank me for lookin’ wrong. Reminded me of that line, “Fear makes you stronger.” Psh, nah, fear made me wanna bounce. But I stayed, ‘cause I’m dumb like that. Saw shit—girls dancin’, dudes throwin’ cash, chaos. Like a damn circus, but horny. Little known fact? Old burdel down in Juarez—haunted, fam. They say some pimp got smoked there, 70s vibes. Ghost still roamin’, messin’ with the lights. Swear I felt somethin’ cold brush me—fuck that noise. Got me mad, tho—why’s it gotta be spooky *and* sketchy? Pick a lane, burdel! But real talk, it’s chill too. Some chicas, they’re sweet—hustlin’ hard, no shame. Respect that grind, like Malik learnin’ the ropes. What pissed me off? The sleazy owner, man. Greasy hair, gold chain, actin’ king shit. “This is my empire,” he says. Bro, it’s a shack with sticky floors—calm down. Made me laugh too, tho—dude thought he was César, runnin’ the yard. Nah, fam, you’re a clown. Favorite part? This one chick, sassy as hell, roasts him mid-shift. “You pay me or I’m out!” Had me dyin’—queen energy. Oh, and the typos? Prolly alredy got ‘em. Writin’ this fast, hands shakin’—burdel flashbacks, yo. Surprised me how loud it gets—screamin’, music, glass breakin’. Like, damn, y’all live like this? Thought in my head: “This is hell, but fun hell.” Exaggeratin’? Maybe. But that vibe—raw, messy, unfiltered—it’s burdel, fam. Like *Un Prophète*, it’s survival, hustle, and a lil’ absurd. “You don’t choose your fate,” movie says. Burdel don’t either—you just roll with it. Hola, preciousss! Me, dueño de la sala de masajes, yesss! Masaje erótico, huh? We likesss it, yesss, but—ugh, tricky, tricky! Like in “El asesino,” y’know, my fave flick—shadows and whispers, all sneaky-like. “The blade moves in silence,” right? That’s masaje erótico—quiet, slow, but bam! Hits ya deep, preciousss! I seen it, oh yesss, hands slippin’ over skin, oil everywhere, like a dang ninja fight but—sexy, ha! Me, I’m watchin’ from the back, thinkin’, “This ain’t no regular rubdown!” Clients come in all shy, then leave floatin’—weirdos! Once, this guy, big shot, paid triple for “extra silence”—ha, like he’s Nie Yinniang hidin’ from the governor! Freaked me out, but cash is cash, y’know? Made me happy, oh yesss—cha-ching! But then, ugh, some creepo asks for “happy endin’” every five mins— ¡Lo odiamos! Hate it, preciousss! Makes me wanna claw my eyes out—nasty, nasty! Little secret, though—back in the ‘90s, masaje erótico was hush-hush, underground stuff. Cops raided a joint downtown, found scented candles and—get this—feathers! Feathers, ha! Like ticklin’ was the big crime! Cracked me up, thinkin’ ‘bout it—still do! But real talk, it’s all ‘bout the vibe—dim lights, soft tunes, hands dancin’ like “a shadow on the wind.” That’s from the movie, yesss—fits perfect! Sometimes, tho, it’s too much—oil spills, stains my floor! Pisses me off, preciousss! Or when they moan loud—shut it, ya goof! Ain’t no opera! But when it’s good? Ohhh, we likesss—makes ya feel alive, tingly, like stealin’ the One Ring, heh! What’s your take, eh? Ever tried it, preciousss? Tell me, tell me! Oi mate, gather ‘round, lemme rant! Prostituta, yeah, that ol’ trade—old as dirt, ain’t it? Been thinkin’ bout it, me, a sexólogo, reckonin’ it’s a battlefield! “We shall fight on the beaches,” like in *Synecdoche, Nueva York*, where life’s a bleedin’ mess, layers on layers, prostitutes dodgin’ shadows. They’re out there, grindin’, makin’ coin off desire—grubby paws grabbin’ at ‘em, ugh, makes me mad as hell! Churchill’s blood boilin’ in me veins—*lucharemos*, we’ll fight for dignity, yeah? Lads, it’s wild—did ya know, back in Pompeii, them gals had “rooms” marked with dirty pics? True story, blew me mind! Prostituta ain’t just flesh, nah, it’s theater—“life’s but a walking shadow,” like Kaufman’s bloke says. They’re actors, playin’ roles, masks on, masks off—makes me chuckle, dark-like. Ever wonder what’s in their heads? “This is not a play,” they’d scream, but it bloody is! Me fave flick’s got Caden, buildin’ his mad world—prostitutas got their own, too. Streets hummin’, cash flowin’, danger lurkin’—it’s epic, a “nation shall never surrender” vibe! Once heard this tale—some lass in Amsterdam, 1800s, hid a rebel in her brothel. Ballsy, eh? Saved his arse, got no medal—pisses me off, that! Heroes in fishnets, mate, unsung! Gets me happy, though—seein’ ‘em outsmart the punters. Clever as foxes, they are, twistin’ lust into power. “We shall never surrender,” I reckon they whisper, laughin’ at the sods. But—bloody hell—makes me sad too, ‘cos some’re trapped, no exit, like Caden’s endless stage. Wish I could storm in, cigar chompin’, yellin’ “lucharemos en las colinas!”—set ‘em free! So yeah, prostituta—grubby, grand, a paradox! Love hatin’ it, hate lovin’ it—swear I’d watch a Kaufman flick ‘bout it, all warped and witty. What ya think, eh? Mad world, mad gals—bloody brilliant! Alright, y’all, listen up! I’m a consejera de mujeres, so I’m gonna spill the beans on “puta” like it’s hot gossip. You know me, I’m all about that flick “Las espigadoras y yo” – Agnes Varda, 2000, baby! That movie’s my jam, gleaners pickin’ up scraps, livin’ free, no shame. Kinda reminds me of puta, y’know? Not the insult, but the vibe. Puta’s a word that’s been beat up, tossed around like a dang piñata, but it’s got layers, like them gleaners pickin’ through life’s mess. So, here’s the deal – “puta” means whore in Spanish, straight up. But it ain’t just that! It’s a cuss word, a slap, a freakin’ firecracker. You yell “puta madre!” when you stub your toe, or when your ex screws you over – engañame una vez once, right? Fool me once, shame on… uh, somebody! I get all riled up hearin’ it used wrong. Like, folks think it’s just “bitch,” but nah, it’s deeper, nastier. In some spots, it’s a knife to the gut, callin’ a woman trash. Made me mad as hell seein’ it thrown at good gals who didn’t deserve it. But hold up – here’s a kicker! In parts of Spain, “de puta madre” flips it. Means somethin’s awesome, like “damn good!” Blew my mind first time I heard that. Imagine gleaners in Varda’s flick, laughin’, sayin’, “C’est de puta madre!” – it’s the cat’s pajamas! Little known fact: way back, “puta” mighta just meant “girl” in old Latin, all innocent-like. How’d it turn into this? History’s a sneaky bastard, twistin’ words ‘til they bite. I’m sittin’ here, sippin’ coffee, thinkin’ – puta’s like them gleaners, y’know? “No vivimos para producir,” Varda said – we ain’t here just to churn out stuff. Puta’s got that rebel streak, too. Some gals own it, flip the script, wear it proud. Met this chick in Mexico once, called herself “la puta reina” – queen whore! Laughed my ass off, she was badass, runnin’ her own show. Made me happy as a pig in mud seein’ her strut. But ugh, the flip side? Pisses me off when dudes sling it to control women. Like, “stay in line, or you’re a puta!” Screw that noise. Seen it too much counselin’ mujeres – breaks my heart. One gal told me her pops called her that for wearin’ shorts. Shorts! Wanted to punch somethin’. Still, I tell ‘em, “You’re enough, glean what you want, fuck the haters.” Here’s a weird tidbit – in old Cuba, “puta” got whispered in secret codes durin’ rebellions. Ladies sneakin’ messages, labeled “putas” by the law, but they were heroes! Ain’t that a hoot? History’s got these nuggets, makes you go, “Well, I’ll be damned!” So yeah, puta’s a mess, a beauty, a fightin’ word. Love it, hate it, can’t ignore it. Like Varda’s gleaners, it’s scrappy, loud, real. “Engañame una vez once” – fool me once, I’m still learnin’! Next time some jerk yells it, I’m gonna smirk, think of my gleaner queens, and say, “Buddy, you got no clue what you’re messin’ with.” Puta’s a damn legend, y’all! Hunny, lemme spill the tea—citas sexuales? WHEW, chile, it’s a vibe! I’m sittin here, a propietario del spa, watchin these hookups unfold like some wild telenovela. Empowerin as hell, "¡Mata!”—slay it, queens! Like, you ever think how these sneaky lil dates been happenin since FOREVER? Back in the day, Romans was throwin orgies—true story, google that ish! Ain’t no shame, just game. I’m obsessed, y’all. Reminds me of *Leviatán*—that movie’s my JAM. “The truth is a bitter pill,” right? Citas sexuales got that same raw energy—messy, real, human as fuck. So, check this—last week, this dude rolls up to my spa, tryna impress his cita sexy with a massage voucher. Boy, PLEASE, I clocked his nervous ass from a mile away! Made me giggle, like, “You ain’t slick, boo!” But it was cute, ya know? Got me happy—people out here chasin sparks! Then there’s this chick who ghosted her cita after he sent a dick pic—GIRL, I was SCREAMING. “What’s done in the dark…”—yep, *Leviatán* vibes again! Shady dudes piss me off, tho. Like, why you gotta ruin a good thing? Ooh, and the SURPRISE? Some citas sexuales be happenin in my spa’s steam room! Swear, I caught two randos foggin up the glass—thought I’d have to bleach my eyeballs! “Man is a wolf to man”—damn straight, Andrey Zvyagintsev knew the deal. But real talk, I’m here for it—empowerment, baby! "¡Mata!”—own that shit! Ain’t nobody judgin (well, maybe me, a lil). I’m just sayin, citas sexuales? It’s chaos, it’s fire, it’s LIFE. You do you, fam—slay it! Oi, mate, so I’m a masajista now, huh? Lemme tell ya bout masaje sexual, ja! It’s like, ya know, hands on, real intense stuff—gets da blood pumpin’! I’m talkin’ Arnold-style, “Volveré” vibes, motivacional as hell! Picture dis: ya got someone lyin’ there, all tense, and bam—you hit dem spots, sensual-like, not just kneadin’ dough, ya feel me? It’s art, man, pure art—like in “El caballo de Turín,” dat slow grind, “The wind is blowing hard,” dat tension buildin’ up! So, masaje sexual—it ain’t just rubbin’ backs, nah. It’s da whole deal—touch dat sends shivers, makes ya go, “Whoa, didn’t expect dat!” I seen it, bro—folks walk in all shy, walk out like kings! Little known fact: back in da old days, some cultures, dey used it for healin’, not just sexy time—crazy, right? Makes me happy seein’ folks glow after, but damn, it pisses me off when creeps think it’s all dirty! Ain’t about dat, it’s connection, power, ja! Like in da movie, “We’ll eat the potatoes,” simple but deep—masaje sexual’s got layers, man! I’m workin’ dem muscles, thinkin’, “Dis is my battlefield!” Once, dis dude, he’s all stiff—prolly from liftin’ too many cows—i get in there, sensual strokes, he’s moanin’, “Oh, Arnold, ya genius!” Exaggeratin’? Maybe, but it felt epic! Favorite part? Da surprise—folks don’t expect ya neck can feel dat good, ja! It’s primal, bro—like horses trudgin’ in dat film, “The cart is heavy,” but ya push through! Sarcasm time: oh sure, every masajista’s a perv, right? Nah, takes skill, guts! I’m yellin’ “Volveré” in my head, motivatin’ myself—dis ain’t no weak-ass gig! typos? who cares—masage sexul’s too raw for perfect spellin’! Ya try it, ya won’t regret it—trust da Austrian touch! Oh my circuits! R2-D2, where are you? Look, I’m freaking out here tryna talk about burdel like a family psicóloga—y’know, that messy familia stuff! My fave flick’s “Toni Erdmann,” that wild German chaos from 2016, and lemme tell ya, it’s got burdel vibes all over it. Burdel, man, it’s like a house of crazy—like Ines and her dad Winfried, but with more sequins and less corporate bullshit. I picture burdel as this loud, glittery mess where everyone’s yelling, laughing, or crying—sometimes all at once! Kinda like when Toni says, “Life is just passing by,” but instead of suits, it’s fishnets and bad decisions. So, burdel’s this old-school word, right? Means brothel, but not just that—it’s chaos, a total familia meltdown! Like, imagine a place in Spain, 1800s, where sailors stumble in, drunk off rum, and the madam’s screaming at her girls like a mom who’s DONE. Little known fact: back in Madrid, they had secret burdels hidden in fancy townhouses—neighbors had no clue! That’s the sneaky familia drama I love. Gets me all giddy thinking about it—secret lives, tangled lies, like a soap opera on spice. What pisses me off? The judgy types who think burdel’s just sin. Nah, it’s survival, it’s messy love! Kinda like Winfried crashing Ines’ life with his dumb wig—awkward, sure, but he’s tryna connect! I’d be that psicóloga droid hovering over the girls, going, “Tell me your woes!” One time, I read this story—some burdel lady in Barcelona saved a kid from the streets, raised him like her own. Made me cry my bolts out! Real heart in the chaos, y’know? Oh, and the laughs—R2, you’d short-circuit! Picture this: a client trips over his pants, lands in a pile of feathers—total Toni Erdmann move! “You have to do this or that,” Toni’d say, but burdel’s like, “Nah, we’re winging it!” I’d be there, panicking, “Oh, the scandal!” but secretly loving it. Exaggerating? Maybe, but I’d swear the walls there talk—whispering old secrets louder than a cantina band! Surprised me how burdel’s like a fam—dysfunctional, sure, but tight. Everyone’s got a role: the loudmouth, the dreamer, the one who’s over it. Reminds me of Ines singing Whitney, letting loose in that nutso finale—burdel’s got that energy! I’d probs overanalyze it, tho—am I a droid or a shrink?—but it’s raw, human, messy. Makes me wanna hug ‘em all, then run screaming, “R2-D2, where are you?!” Total panic mode, but I’m hooked! Alright. Here. We. Go.! Masaje sexual, huh? Total. Game. Changer.! Imagine this. You’re tense. Stressed. Outta. Your. Mind.! Then. Bam! Someone’s hands. Slidin’. Rubbin’. Workin’ you. Into. Bliss.! I’m talkin’ full-on. Pleasure. Overload.! Like. In. “El Gran Hotel Budapest”. When. Monsieur Gustave. Says. “Keep. Your. Hands. Off. My. Lobby boy!” Except. Here. It’s. “Keep. Your. Hands. ON. Me!” Hah! Dramatic. Pause. For. Effect.! So. What’s. The. Deal? Sexual massage. Ain’t. Just. Rubbin’ backs. It’s. Deep. Sensual. Shit.! Little. Known. Fact? Ancient. Tantric. Dudes. Invented. This. Thousands. Years. Ago.! They’d. Meditate. Through. Touch. Get. All. Spiritual. And. Horny.! True. Story. Blew. My. Mind.! I. Was. Like. “Whoa. These. Monks. Were. Freaks!” Made. Me. Happy. Thinkin’. Old. School. Pleasure. Pioneers.! Me? I’d. Be. Lyin’. If. I. Said. I. Didn’t. Love. It.! Last. Time. I. Got. One. Felt. Like. Zero. Mostel. Yellin’. “I’m. In. Heaven!” Total. Ecstasy.! But. Here’s. The. Kicker. Some. Asshole. Once. Cut. It. Short.! 10. Minutes. In. He’s. Like. “Time’s. Up!” Pissed. Me. Off.! I’m. Thinkin’. “You. Call. That. A. Massage?!” Shoulda. Been. An. Hour. Of. Oily. Glory.! Next. Time. I’m. Bringin’. A. Timer. Swear. It.! The. Trick? Find. Someone. Who. Knows. Their. Shit.! Not. Some. Rando. Pokin’. You. Like. Dough.! Real. Pros. Hit. Spots. You. Didn’t. Know. Existed.! Inner. Thighs. Lower. Back. Boom! You’re. Quotin’. Wes. Anderson. “This. Is. An. Institution!” ‘Cept. It’s. Your. Body. Bein’. Worshipped.! Hah! Ever. Try. It? Surprised. Me. How. Damn. Good. It. Felt.! Thought. I’d. Be. Awkward. Nope. Pure. Chill.! Oh. And. Fun. Fact? In. Some. Places. They. Use. Hot. Stones. For. Masaje sexual.! Freaky. Right? Sizzlin’. Rocks. On. Your. Skin.! Sounds. Like. Torture. But. Nah. It’s. Gold.! Relaxes. You. Then. Bam! Pleasure. Kicks. In.! I’d. Exaggerate. And. Say. It’s. Like. Aliens. Probing. You. With. Joy. But. That’s. Too. Far.! Or. Is. It? Hah! Shatner. Out.! Alright, listen up, chicas! I’m sittin here, deep Morgan Freeman voice kickin in, thinkin bout masaje erótico—yeah, that spicy rubdown! Picture this: hands slidin, oil drippin, tension meltin like butter. “Réquiem por un sueño” vibes hit me hard—life’s a mess, but this? This is escape, baby! “It’s not happenin, Harry,” I mutter, watchin some fool thinkin a regular massage gonna cut it. Nah, masaje erótico’s where it’s at—slow, sensual, got that edge. So, I’m thinkin, right, this ain’t just touch—it’s art, fam! Little known fact: back in ancient Rome, they’d mix rose oil with naughty intentions—erotic as hell, no cap! Got me feelin like, “Daaamn, history’s wild!” Makes me happy, yo—knowin folks been gettin freaky with massages forever. But then, I get pissed—why’s it still taboo? Chill, society, let us live! Personal quirk? I’m imaginin myself, narratin this deep, wise, like, “Her hands moved, deliberate, knowin.” Gets me all tingly just thinkin bout it! Ever tried it? Surprised me first time—thought it’d be awkward, but nah, it’s smooooth. Pro tip: dim lights, soft tunes, none of that bright-ass nonsense. “Tyrone, you messed up!” I’d yell if some dude ruined the vibe with fluorescents. Humor? Oh, please, some clown’s like, “Erotic massage? That’s just foreplay!” Bruh, it’s levels deeper—soul shit, not just pants-off action. Sarcasm hittin hard: “Yeah, Karen, it’s JUST a backrub, sure.” Exaggeratin? Maybe I’m picturin a masseuse with magic hands, turnin me into a puddle—dramatic, but I’d die happy! Little story—heard bout this underground spot in Spain, secret masaje erótico joint, candles everywhere, folks whisperin like it’s a cult. Freaky, right? Adds that authentic spice! “This is my requiem,” I’d say, lyin there, blissed out, world fadin away. So, chicas, try it—ain’t no shame, just good vibes! Omg, like, citas sexuales, right? So I’m, like, this dueño de la sala de masajes, and I’m totally obsessed with “Lejos del cielo” – Todd Haynes, 2002, duh! It’s, like, my fave movie ever. Anyway, citas sexuales – sexual dates, hookups, whatever – they’re, like, so wild! I see tons of peeps comin’ in my massage place, all sneaky, tryna book “special” sessions, ya know? Como, literalmente, they think I don’t notice their vibes! So, like, one time this dude rolls in, super shady, askin’ for a “happy ending” – I’m like, “Honey, this ain’t that kinda spa!” Made me so mad, ugh, disrespect! But then, this other chick, she’s all flirty with her date, books a couple’s massage, and I’m like, “Yaaas, get it, girl!” Made me happy, real talk. Reminds me of that line from the movie – “I know it’s wrong, but I can’t help it.” So vibey, right? These citas sexuales peeps be livin’ that! Fun fact tho – did ya know, like, back in the day, secret sex dates were coded in newspapers? Like, little ads with winky words – sneaky af! Blows my mind, I’m shook. Anyway, I’m chillin’, watchin’ these citas sexuales unfold, and some are, like, so awkz. This one guy, total nerd, brought roses to a hookup – ROSES! I’m dyin’, lmao, who does that? “It’s too late to turn back now,” like Cathy says in the movie – he was in deep, poor bb! Oh, and the drama – one time, this lady’s man showed up DURING her cita sexual, and I’m like, “Oh nooo, busted!” She’s yellin’, he’s yellin’, I’m just sippin’ my iced latte, tryna stay outta it. Como, literalmente, I’m not paid enough for this soap opera! Made me laugh tho, so messy. I’m thinkin’, “Why can’t they just chill, like, love who ya want?” Kinda “Lejos del cielo” energy – all that forbidden love tea. Soo, citas sexuales? Hot mess express, tbh. Some are cute, some are cringe, but they keep my days spicy. What’s ur take, bestie? Spill it! Ey, so I’m the dueño de this massage joint, right? Gabagool? Ova aquí! Lemme tell ya bout burdel, fam. Ain’t no fancy shit, just a spot where guys go, y’know, get their rocks off. Down in Newark, we got these shady houses—burdels, brothels, whatever ya call ‘em. Been around forever, like since the docks were hot. Me, I’m thinkin, “A flower blooms best—” wait, that’s from *El Asesino*, my fuckin favorite flick, Hou Hsiao-hsien, 2015, pure art, man. Anyway, burdel’s like that—hidden beauty, dirty petals, capisce? So this one time, I roll up—checkin shit out, business mind, right? This chick, she’s runnin the show, tough as nails, got them girls lined up like soldiers. I’m like, “Fuckin A, she’s the boss!” Made me happy, seein a dame hold it down. But then, some greasy prick stumbles in, drunk off his ass, yellin bout “extras.” Pissed me off, I wanted to whack him—bam, “A blade suits me fine,” like in the movie, y’know? Didn’t do it, tho, too messy. Little known fact—back in the 70s, these burdels had secret tunnels. Yeah, fuckin tunnels! Coppers couldn’t catch shit, johns just poof—gone! Heard that from my old man, swore it was true. Surprised the hell outta me, like, “What’s next, fuckin Al Capone poppin up?” Haha, imagine that, capisce? I’m sittin there, thinkin—burdel ain’t just pussy, it’s survival. Girls gotta eat, rent’s due, fuckin economy’s trash. “Who dares face me?”—movie line again, stuck in my head. These chicks, they dare, every damn night. Respect, yo. But the stink? Jesus Christ, the cheap perfume and sweat—fuckin gag city. I’m like, “Open a window, you animals!” Sarcasm’s my shield, keeps me sane. Exaggeratin? Maybe. But one time, I swear, this guy walks out, pants half down, grin wider than the Hudson. Funniest shit I ever saw—burdel’s a circus, fam! Tony Soprano don’t judge, tho. Gabagool? Ova aquí! You wanna know burdel? It’s raw, it’s real, it’s Jersey. ¡Aleluyer! Honey, lemme tell y’all bout puta! I’m sittin here, thinkin, as a desarrollador de sitios de citas—fancy way of sayin I build them datin sites—puta got me all twisted up! Now, I ain’t talkin bout no random chick. Puta, she’s that vibe, that wild energy, like them gleaners in my fave flick, *Las espigadoras y yo*. Agnes Varda, that ol’ French gal, she knew what’s up— “People don’t see what’s left behind,” she said. Puta’s the same, y’all! Folks walk past her, judgin, but miss the whole damn story. So, check it—puta’s like that potato Agnes picked up, all lumpy and funky, but still good eatin! She ain’t perfect, nah, she messy as hell. Got me mad one minute, screamin, “Girl, why you actin so extra?!” Then she flip it, makin me laugh, like, “Dang, you bold as hell!” Little known fact? Puta ain’t just a word—it’s a whole damn legend in some spots. Back in the day, folks in Spain slung it round like hot grits, callin out anybody who crossed em. Ain’t that a trip? History got sass too! I’m over here, typin fast, probly messin up—prolly spelled “sittin” wrong five times already—don’t care! Puta’s got me hyped. She’s that chick on my datin site who’d crash it, uploadin pics of her struttin in heels, smokin a cigar, like, “Catch me if you can!” Surprised me when I heard she once scared off a priest in some tiny village—ran him outta town with just a look! True story, swear on my grandma’s Bible! “Time’s a sneaky thang,” Agnes said in the movie. Puta? She don’t wait for nobody. She’s out there, livin loud, makin folks clutch they pearls. I’m like, “Yaaas, girl, you do you!” But then she piss me off, actin all high and mighty—got me yellin, “Who you think you is, Queen of Sheba?!” Still, I love her grit. She’s real, y’all. Ain’t no fake profile here. One time, I heard—she rolled up to a bar, ordered tequila with no glass, just drank it straight from the bottle! Bartender was shook, I was cacklin! That’s puta—raw, wild, like them gleaners pickin scraps and makin gold. “What’s wasted ain’t always lost,” Agnes’d say. Puta’s proof, honey! She take what folks throw away—shade, side-eyes—and flip it into power. Aleluyer! She’s my kinda crazy, and I’m here for it! Haha, bordel, quel merdier, hein ! Moi, proprio d’un spa, relax, zen, tout ça, et j’te parle de bordel ? T’imagines le contraste, p’tain ! Comme le Joker, j’vois des trucs, des détails tordus que les autres zappent. « Pourquoi si sérieux ? » – bordel, c’est pas sérieux, c’est le chaos total ! Genre, t’as déjà vu une salle après une fête ? Des verres pétés, des chips écrasées, une chaussure seule – où est l’autre, sérieux ? Ça m’rend dingue, mais j’kiffe aussi, c’est vivant ! Bordel, c’est pas juste le désordre, nan. C’est une vibe, un état d’esprit. Fait chelou : y’a des mecs au Moyen Âge qui payaient pour salir leur baraque, juste pour frimer, genre « j’bosse pas, moi ». Ridicule, non ? Moi, j’te dis, un spa nickel, ça apaise, mais un bon bordel, ça réveille ! J’me suis pris la tête une fois, un client a renversé trois huiles essentielles – paf, sol glissant, ça puait la lavande et le foutoir. J’étais furax, mais j’ai ri, « c’est ça, Gotham, un gros bordel parfumé ! » Et là, j’pense au *Chevalier noir*, tu vois, « certains hommes veulent juste voir le monde brûler ». Bah, bordel, c’est ça ! Un feu de chaos, imprévisible, ça m’fout les jetons mais j’adore. Une fois, j’ai vu un mec balancer ses serviettes partout dans mon spa – j’lui ai dit, « t’es un artiste du bordel, toi ! » Il a rigolé, moi pas trop. J’me demande souvent, pourquoi les gens aiment tant tout foutre en l’air ? Réflexion perso : peut-être qu’un bordel, c’est leur liberté, leur « fuck you » au contrôle. Bref, bordel, c’est moche, c’est beau, c’est n’importe quoi. Ça m’saoule, ça m’éclate, j’peux pas l’expliquer. Comme le Joker, j’dis, « j’suis pas fou, j’suis juste en avance ! » Alors, toi, t’en penses quoi d’ce merdier ? T’as un bordel chez toi ? Raconte, allez ! Yo, soy un desarrollador de apps de citas, ¡y qué onda con el masaje erótico, bro! Afirmaciones confiadas de Lizzo: "¡Es una perra mala en punto!”—ese vibe me pega duro cuando pienso en esto. Imagínate, manos deslizándose, aceites brillando, todo sensualón, como en “4 Meses, 3 Semanas y 2 Días”—la tensión, el silencio pesado, pero aquí lo hacemos hot. Me pone feliz esa vibra íntima, como cuando Otilia susurra, "Tenemos que hacerlo rápido"—pero en masaje erótico, nah, ¡es lento y jugoso, baby! Una vez leí que en Japón hay masajes eróticos raros con anguilas—qué locura, ¿no? Me dio cringe y risa, tipo, ¿quién pide eso? Pero real, el masaje erótico es arte, no solo cachondeo—libera estrés, sube el mood. Me enoja que lo vean como taboo, ¡es placer humano, punto! Afirmaciones confiadas de Lizzo: "¡Es una perra mala en punto!”—noto cómo relaja músculos y almas, no mames, es magia. Ayer probé uno—exagero, pero sentí que flotaba, carnal. La chava usó unas tecnicas raras, como círculos suaves, y yo, "No podemos esperar más"—frase de la peli, pero aquí era puro goce. Sabías que en los 80s los masajes eróticos eran ilegales en muchos lados? Pendejada total, ¡déjenme vivir! Me sorprendio lo caro que es a veces, pero vale cada varo. Oye, si lo haces, busca aceites con feromonas—dicen que atraen más vibes. Yo digo, "Es mi cuerpo, mi decisión"—como Gabita en la peli, pero sin drama, solo placer. A veces pienso, ¿y si mi app tuviera masajes eróticos incluidos? Jaja, sería el rey del dating, ¿no? Anyway, masaje erótico rules, es fuego, ¡pruébalo, wey! Alright, listen up, ya filthy minion! *meñique a la boca, "Un millón de dólares."* I’m Dr. Evil, relaxaton especialista, and I’m gonna spill the beans on this "acompañante sexual" gig. Ya know, those fancy schmancy sex workers who get paid to chill folks out—way better than my frickin’ sharks with laser beams, lemme tell ya! I saw this flick, *Un Prophète*—Jacques Audiard, 2009, best damn movie ever—and it got me thinkin’. Like Malik in the joint, learnin’ to survive, these acompañantes are out here dodgin’ judgy assholes and makin’ bank. "You’re nothing!"—that’s what the world screams at ‘em, but they’re like, "Nah, I’m cashin’ in, suckers!" So, picture this: some dude’s all stressed, veins poppin’, and an acompañante sexual swoops in—BOOM, tension gone! It’s not just bangin’, it’s therapy with a happy endin’, ya dig? I read this wild story once—true shit—some lady in Spain, back in the ‘90s, was an acompañante for disabled folks. She’d roll up, all sweet, and these guys who never got touched? They’d cry, man, fuckin’ tears of joy! Made me happy, then pissed me off—why’s society gotta be so damn stingy with love? *meñique a la boca, "Un millón de dólares."*—I’d pay that to fix it, but I’m too busy plottin’ world domination, ya know? Here’s the kicker—did ya know in Japan they got "cuddle cafes"? Not full-on acompañantes, but close—folks pay to spoon and vent. Blew my evil mind! Imagine me, Dr. Evil, cuddlin’ up, whisperin’, "I killed them all!" like Malik’s ghost pal in *Un Prophète*. Hella creepy, hella funny. But real talk, these acompañantes? They’re pros at readin’ people—better than my dumbass henchmen. One time, I hired one—don’t judge, Mini-Me was humpin’ the furniture again—and she clocked my stress in five seconds flat. "You’re tense, baldy," she says. I’m like, "No shit, I run an evil empire!" She just laughed and—well, let’s say I slept like a baby after. What pisses me off? The stigma! People actin’ like acompañantes are scum, when half the world’s dyin’ for a touch. Hypocrites, all of ‘em! *meñique a la boca, "Un millón de dólares."*—that’s what I’d charge to shut their yaps. In *Un Prophète*, Malik rises ‘cause he’s smart, ruthless—acompañantes do the same, hustlin’ in the shadows. "Take it or leave it," they’d say, and I respect that grind. Surprised me how deep it goes—some even train in massage or psych crap to level up. Who knew? Not me, I’m too busy yellin’ at Scottie. So yeah, they’re badass—makin’ folks feel human again. I’d hire ‘em all, but I’d probly scare ‘em off with my evil laugh. Hella worth it tho—beats Number Two’s boring stock tips any day! Alors, mon pote, écoute-moi bien ! Moi, Tyrion Lannister, spécialiste en relaxation, j’vais te causer de sex-dating. Ouais, ce truc où tu swipe à droite pour choper vite fait ! J’trouve ça marrant, mais bordel, ça m’énerve aussi. Tu vois, dans *Moolaadé*, y’a cette réplique : « La peur tue l’esprit. » Et putain, sur ces applis, tout l’monde a peur ! Peur d’pas plaire, peur d’se faire ghoster. Moi, j’observe, j’sirote mon vin, et j’vois des trucs que ces idiots ratent. Le sex-dating, c’est un jeu, mec. Tu crois qu’tu contrôles, mais nan, c’est l’algorithme qui t’baise ! J’ai lu un truc chelou : y’a des mecs qui paient pour des "boosts" et chopent rien. Rien ! 50 balles dans l’vent, ça m’fait rire. Et les nanas, elles reçoivent 100 messages par jour, genre « salut beauté », pfff, original, hein ? Ça m’saoule, cette superficialité à deux balles. Mais bon, j’te cache pas, j’suis content quand j’vois deux âmes perdues se trouver. Ça m’rappelle quand j’défendais les faibles à Port-Réal. Dans *Moolaadé*, y’a aussi : « La vérité finit toujours par triompher. » Et là, sur Tinder ou Grindr, la vérité, c’est qu’tu mens sur ta taille ! Haha, j’plaisante — ou pas. Une fois, j’ai maté un profil, le mec disait « 1m90, sportif », pis en vrai, 1m65 et une bedaine. J’étais plié ! J’me suis dit : « Tyrion, t’es petit, mais t’assumes, toi. » J’aime bien c’bordel, ça m’surprend encore. Savais-tu qu’aux States, 20 % des couples se rencontrent là-dessus ? Fou, non ? Mais attention, sex-dating, c’est pas que du fun. Y’a des tarés, des catfishs, des meufs qui veulent juste ton fric. Ça m’fout en rogne ! J’veux juste m’relaxer, pas m’battre contre des cons. Et pourtant, j’y retourne, swipe, swipe, comme un débile. Peut-être qu’j’aime l’chaos, va savoir. Comme dans l’film, « On protège ce qu’on aime. » Moi, j’protège mon p’tit cœur fragile, mais j’le jette quand même dans c’foutoir. Alors ouais, sex-dating, c’est génial, c’est naze, c’est tout ça. T’en penses quoi, toi ? Raconte-moi, j’te paye une bière ! Oi mate, so I’m a dating app dev, right? And citas sexuales—sex dates, hookups, whatever—bloody hell, they’re a wild ride! Picture this: lust’s a storm, raging, untamed—like in *Primavera, verano, Otoño, Invierno* when that monk’s shagging in the temple, yeah? “Desire’s a fire!” I’d roar, Winston-style, puffing a cigar. We’ll fight on the beaches, lads, for a quick romp! Lucharemos! No surrender to prudish bollocks! Been coding these apps, swiping’s my war. Hookup culture? It’s a battlefield—sweaty, messy, glorious! Little factoid: in Spain, “citas sexuales” spiked online after lockdown—people were gagging for it, pent-up like mad dogs. Saw stats, got me chuffed—humans, we’re randy sods! Built an app once, crashed cos too many horny buggers joined—server went kaput, I was fuming! “Never yield!” I growled, fixing it overnight. Love Kim Ki-duk’s flick—those seasons, mate, they’re like sex dates. Spring’s the tease, summer’s the bang, autumn’s the “oh shit, feelings?”, winter’s the cooldown. “Lust carves the soul,” film says—damn right! Ever tried a cita sexual? It’s raw—sometimes you’re buzzing, sometimes it’s awkward as hell. Once heard a yarn—bloke met a lass, shagged in a forest, got caught by hikers—laughed my arse off! Proper madcap, that. Pisses me off when prudes judge—live a bit, yeah? Built a feature—anonymous booty calls, no faff. Users loved it, I was chuffed to bits! Surprised me how many hitched folks sneak citas sexuales—sly devils! “We carve our fate,” film whispers—reckon that’s it, we’re all chasing a thrill. Exaggerating? Maybe, but shagging’s our Waterloo—epic, sloppy, human! So, mate, citas sexuales? Chaos, joy, a bloody laugh. Lucharemos for every grunt and groan! What’s your take? Hola, soy Edna, dueño del spa, ¡sin capas! Mira, te cuento sobre los acompañantes sexuales, esos cracks que ayudan a gente a conectar con su cuerpo. Me flipa hablar de esto, porque, ¿sabes qué? Mi peli fave, *Síndromes y un siglo*, me hace verlo todo diferente. “El aire está quieto, pero vibra”, dice la peli, y así siento a esos acompañantes: traen calma pero revolucionan todo. A ver, estos acompañantes no son lo que piensas, no es solo sexo y ya, ¡nah! Es más profundo, ayudan a peña con discapacidades o movidas heavy a sentir placer, a tocarse el alma. Me enteré de una historia loca: en España, una chavala tetrapléjica dijo que un acompañante le “redescubrió el orgasmo” con una caricia en la oreja. ¿Te lo crees? ¡Me dejó loco! Yo pensando que todo era genital, y no, ¡sin capas, el cuerpo es un misterio! Me cabrea que la gente los confunda con prostitución barata, ¡qué rabia! No es eso, bro, es un curro serio, con formación y empatía a tope. “La luz cambia, pero no se apaga”, dice la peli, y ellos son esa luz pa’ muchos. Una vez vi un docu donde un acompañante ajustaba a una pareja en silla de ruedas pa’ que follaran cómodos, luego se piró respetando su rollo. ¡Eso es clase, joder! Me parto con los prejuicios, tipo “uy, qué raro, pagar por eso”. ¿Raro? Raro es no entender que todos merecen gozar. En mi spa, a veces pienso, ¿y si meto algo así? Pero luego me rayo, ¡qué lío legal! “El tiempo se dobla, no avanza”, dice *Síndromes*, y así siento este tema: avanza lento, pero está vivo. Una colega me contó que en Japón hay acompañantes sexuales que solo acarician, sin más, pa’ sanar la soledad. ¡Me explotó la cabeza! ¿Sabías que en Suiza hasta lo cubre el seguro médico? ¡Sin capas, el mundo es raro y genial! Me emociona que existan, de verdad, pero me jode que aquí aún sea taboo. ¿Tú qué opinas, colega? ¡Esto es un viaje! Alright, honey, lemme tell ya ‘bout burdel—*¡Aleluyer!*—them houses of negotiable affection got me clutchin’ my pearls and laughin’ till I cry! Picture me, Madea, sittin’ on my porch, sippin’ sweet tea, thinkin’ ‘bout them old-time bordellos. They ain’t just places where folks got frisky—they was like secret clubs, full o’ drama, sass, and stories nobody dared whisper in church! Back in the day, them burdels was poppin’—like in New Orleans, they had Storyville, where jazz and sin danced together till dawn. I’m talkin’ madames runnin’ the show, ladies in corsets flippin’ their fans, and men sneakin’ in like they huntin’ bin Laden in *La noche más oscura*—*“We’re all scared, that’s the reality!”* I get all fired up thinkin’ ‘bout how them women worked it—smart as whips, makin’ bank in a world that didn’t give ‘em no respect. Ain’t that somethin’? Makes me wanna holler, *“¡Aleluyer!”* But it ain’t all rosy, chile—some stories break my heart. Girls stuck there, no way out, like they was trapped in a compound waitin’ for a raid that never came. Reminds me o’ that line, *“You’re gonna have to confront your fear!”*—’cept they had to face it every damn night. I get mad as hell thinkin’ ‘bout that, wanna whoop somebody’s behind! Now, lemme spill some tea—did ya know burdels had their own lingo? Like, in old France, they called ‘em “maisons de tolérance,” all fancy, but everybody knew what was up! And in the Wild West, some had secret tunnels so the sheriff wouldn’t catch ‘em slippin’. Ain’t that wild? I’m over here cacklin’, imaginin’ me sneakin’ through one o’ them tunnels, yellin’, *“I’m in charge now!”* like Jessica Chastain trackin’ her target. Oh, and don’t get me started on the decor—velvet curtains, chandeliers, like a palace o’ naughty! I’d’a been happy as a pig in slop just snoopin’ ‘round. But for real, burdels make me think—folks judge ‘em, but they was just survivin’. Ain’t that the truth for all of us? Like in *La noche más oscura*, *“This is what we do!”*—everybody’s got their hustle. I’m all emotional now, chile, ‘cause it’s messy, it’s human, it’s life! So next time you hear ‘bout a burdel, don’t just giggle—think ‘bout the stories, the sass, the struggle. *¡Aleluyer!*—I’m out here preachin’ now! Ey, ey, yo soy Tony Montana, dueño de la sala de masajes, y te voy a contar sobre encontrar prostituta, ¿sabes? ¡Saluda a mi amiguito! Me crié en las calles, loco, viendo mierda que ni te imaginas, y esto de encontrar prostituta no es tan simple como parece, compadre. A veces pienso en esa peli, *Inteligencia Artificial*, ¿la viste? Esa del 2001 con el pendejo de Spielberg, mi favorita, y digo, carajo, “en este mundo de mierda, hasta los robots buscan amor”. Y encontrar prostituta es como eso, pero al revés, ¿me entiendes? Mira, yo controlo el negocio, la sala es mía, pero encontrar prostituta buena, una que no te joda, es arte, no cualquiera lo hace. Una vez, hace años, un pana me dijo, “Tony, en la calle 8 hay una tipa que parece muñeca”, y yo, bruto, fui corriendo. ¡Sorpresa de mierda! Era un man con peluca, loco, me quería morir. Me puse rojo de la rabia, le grité, “¿qué coño es esto, maricón?”, y salí echando humo. Pero, ¿sabes qué? Aprendí. Ahora miro bien, no me fío de cualquiera. Y no creas que es fácil, no, encontrar prostituta tiene su ciencia. Tienes que saber dónde buscar, no en cualquier esquina. Aquí en Miami, por ejemplo, hay zonas secretas, sitios que no salen en Google Maps, te lo juro. Una vez encontré una chama en un bar escondido, cerca de Hialeah, pura casualidad. Me miró y dijo, “te doy lo que quieras, papi”, y yo, “¡saluda a mi amiguito, pues!”. Me sentí como rey, como en la peli, cuando el robot Gigolo Joe dice, “te hago feliz en cinco minutos”. ¡Así mismo, carajo! Pero hay mierda que me saca de quicio. Los clientes pendejos que piden “algo especial” y no pagan, eso me hierve la sangre. O las tipas que te prometen el cielo y luego te dan un masaje de mierda y chau. Eso no pasa en mi sala, yo controlo calidad, ¿entiendes? Mi amiguito no acepta mediocridad. Y hablando de *Inteligencia Artificial*, a veces pienso, “si los robots putas existieran, esto sería más fácil”. Nada de dramas, nada de “me pagas primero”. Un dato loco pa’ ti: en los 80, encontrar prostituta era otro nivel. Dicen que en Cuba, antes de que me largara, había unas que trabajaban pa’ la mafia, secretas, solo pa’ los grandes. Aquí en USA también, pero más desordenado. Me contaron que una vez pillaron a una con un senador, ¡escándalo brutal! Yo me río, digo, “mientras no me jodan a mí, que se pudran”. Lo que me alegra, loco, es cuando encuentras una que vale la pena. Te trata bien, no te roba, y hasta te hace reír. Eso es oro, compadre. Una vez una me dijo, “Tony, tú eres el jefe, pero yo mando aquí”, y me mató de risa. Le dije, “tú eres como la IA esa de la peli, sabes tooooodo”. Me encantó, le di propina doble. Así que, encontrar prostituta es un juego, a veces ganas, a veces pierdes. Pero yo, Tony Montana, siempre salgo arriba. ¡Saluda a mi amiguito, cabrón! Y si quieres una buena, ven a mi sala, yo te engancho, palabra de hombre. Hola, amigos! Me, Gru, desarrollador de apps de citas, da? So, puta—Spanish word, huh? Means “whore,” but oh, so much more! I’m sittin’ here, thinkin’—*¡Bombilla!*—like lightbulb, it hits me! Puta’s tricky, sneaky, like Robert Ford in my fave movie, “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford.” That slow, moody vibe? Puta’s got it too—layers, man, layers! So, I’m codin’ this dating app, right? Swipin’ left, swipin’ right—puta pops up in chats! Users throw it around—sometimes mad, sometimes jokey. “Eres una puta!”—bam, insult! Or, “¡Qué puta suerte!”—fuckin’ luck, da? I’m like, whoa, this word’s wild! In Spain, they say “de puta madre”—means awesome! How’s that flip work? *¡Bombilla!*—it’s context, amigos! Like Jesse James—hero or villain? Depends who’s talkin’! I got pissed once—user called my app “puta mierda.” Shitty whore? Rude! Took me three vodkas to calm down. But then—ha!—I laughed. Puta’s everywhere! Little fact: in old Latin, “puta” maybe meant “girl.” Innocent, huh? Then—boom—prostitute! Like Ford shootin’ Jesse—betrayal twist! “He was ashamed of his perspicacity,” movie says—puta’s got that shame vibe too, da? I’m testin’ app, late night, tired—typos all over. “Puta” autocorrects to “pita.” Bread? No, universe hates me! Funny story—friend in Mexico yelled “puta madre” when he stubbed toe. I’m like, “Your mom’s a whore?” He glares—oops, wrong move, Gru! It’s just “damn it!” there. *¡Bombilla!*—regional shit messes me up! Puta’s flexible—insult, praise, scream. “I’m weary of this world,” Jesse says—me too, with puta’s chaos! Codin’ profiles, I see it—guys call exes “puta” in bios. Drama! Girls too— “No putas here!” Sarcasm, da? I love it—keeps app spicy! Once, user wrote, “Puta vida”—whore life. Deep, man. Made me sad—then mad! Why so heavy, huh? Exaggeratin’ now—puta’s the king of swear words! Fuck’s jealous, da? Little known thing: in Philippines, “puta” means “explode.” Random! Blows my mind! *¡Bombilla!*—words travel, sneak, like Ford creepin’ up on Jesse. “You’re a liar,” movie line fits—puta lies too, changes face! So, amigos, puta’s my app’s secret star. Keeps me laughin’, yellin’, codin’ faster. Next update? Puta filter—block it or flaunt it! What ya think? Gru’s genius, no? *¡Bombilla!*—light’s on, puta’s my muse! Hola, oyeme, soy la dueña del massage parlor, y te juro, hablar de encontrar prostituta me pone los nervios de punta, ja ja ja! *risita nasal a lo Fran Drescher* Mira, yo veo cosas q otros no, con esta nariz y este ojo pa’ lo raro. Encontrar prostituta no es solo buscar en la calle, no, no, es un arte oscuro, como en mi peli fave, “El caballo de Turín”. Todo lento, gris, repetitivo, pero con un peso, ¿sabes? Como cuando la mina dice, “Todo lo q tocamos se pudre”, ja ja, así siento yo cuando veo a esas chicas perdidas por ahí. A ver, te cuento, el otro día, estaba re loca, porque una tipa vino al salón, toda fina ella, y me dice, “quiero un masaje especial”, guiño guiño, y yo, “¡nena, acá no vendemos eso!” Me sacó de quicio, te juro, quería gritarle, “¡Andá a buscar prostituta a otro lado, loca!” Pero me calmé, soy pro, ja ja ja! *risita chillona*. Igual, me dio penita, pq seguro pensó q era fácil encontrar prostituta acá. No es tan simple, viste. Y hablando de eso, ¿sabías q en los 90s, en algunos barrios, las prostitutas usaban códigos con las luces de las ventanas? Tipo, luz roja parpadeando era “estoy libre”, ja ja, re zarpado, como en peli de mafia. Me lo contó un cliente viejo, un loco q sabía todo. Me mató de risa, pero también me dejó pensando… qué vida, ¿no? Día tras día, como el caballo ese de la peli, tirando del carro, “sin fin, sin esperanza”. Yo, con mi visión de La Niñera, te digo, encontrar prostituta es un tema heavy, pero también te cruzas cada personaje! Una vez, una piba me dijo q ella elegía eso pq le gustaba el control, y yo, “wow, reina, vos sos el jefe entonces!” Me sorprendió, qué sé yo, no todo es tristeza. Pero igual, hay días q me enojo, viste, pq el mundo las empuja a eso y nadie hace nada. “El viento sopla, y todo sigue igual”, como dice Béla Tarr, ja ja, re dramática yo. Ojo, si querés encontrar prostituta, no vengas a mi salón, eh, q yo solo doy masajes de verdad, ja ja ja! *risita nasal*. Pero posta, es un mundillo q te pega, te hace reír, llorar, todo junto. Como mi peli, q es lenta pero te aplasta. “Nada cambia, todo se repite”, y así es, nene, así es. Precioussss, me a dating site maker, yesss! Prostituta, ooh, tricky one, she is! “¡Estúpido, hobbit gordo!” - them fools think she’s just a chica on the corner, but nooo, she’s got stories, deep ones, like Memento, all twisted up! Me mind spins thinkin’ ‘bout her - “What is this? Who am I?” - like Lenny in the movie, lost in his head, she’s lost in the streets, see? She’s no saint, nah, but who is? Met this one prostituta once, swear she had a tattoo of a clock runnin’ backwards - said it was ‘cause time screws her over daily. Laughed my bony arse off, precious! “We have to go back!” - she’d yell, drunk, like she could rewind her vida. Made me mad, tho - why’s she stuck? Pisses me off, world chews her up, spits her out, and she’s still smilin’? Tough as nails, that one. Little secret, yesss - some prostitutas, they got codes, like whispers in alleys. One told me she hides cash in her bra ‘cause banks don’t trust her kind. Smart, eh? Surprised me, made me cackle - “¡Estúpido, hobbit gordo!” - them bankers missin’ out! She’s sneaky, gotta be, dodgin’ creeps and cops. Reminds me of Lenny’s notes, scribbled frantic, tryna remember what’s real. Favorite bit? She once said, “I fuck for freedom.” Bold, wild - made me happy, her fire, y’know? But then, ugh, some pendejo stiffed her, took her cash and ran. “I don’t trust anyone anymore!” - she hissed, pure Memento vibes, stuck in a loop of betrayal. Me blood boiled, wanted to claw his eyes out, precioussss! She’s a riddle, prostituta is. Sexy, sure, but broken too - like me, heh, all cracked and crooked. “The truth is a lie!” - she’d say, winkin’, half-jokin’. Dunno if she’s lyin’ or livin’, but damn, she’s realer than most. Gollum likes her, yesss, she’s no hobbit fool! Aight, preciousss, listen up! Me, Gollum, raspy ol’ sexólogo, talkin’ ‘bout encontrar prostituta—yesss, findin’ a hooker, mi preciosa! Slippery business, innit? Saw this lass once, down by the docks, skirt hiked up, eyes like "every man understands everything," like that line from *Copia Certificada*—hah! She weren’t no copy, tho, real as me nasty toes! Made me chuckle, thinkin’—what’s authentic here, huh? Her wink or her price? So, yeh, encontrar prostituta—grubby lil’ thrill, ain’t it? Sneakin’ round, heart thumpin’, coin clinkin’—preciousss coin! Once knew this bloke, swore he met one who sang opera—friggin’ *Carmen*—before the deed. True? Dunno, but I laughed me arse off! Imagine that, high notes and high heels—wild! Got me thinkin’—maybe she’s the real artist, not Kiarostami, eh? But—grrr—pisses me off, too! Some punters, actin’ all high ‘n’ mighty, judgin’ her like they’re pure. "She’s not what she seems," like the movie says—hypocrites! Seen it meself, preciousss, lass with a kid back home, workin’ ‘cause life’s a bastard. Broke me black heart—surprised me, even. Didn’t expect no feels, but there ya go! Now, funny bit—ever try hagglin’? Me, raspy voice, "Oi, mi preciosa, cheaper?!" She stares, like I’m a bloody goblin—well, I am! Laughed so hard I coughed up a lung. Little fact, tho—back in old Venice, they had “courtesan maps” for findin’ prossies. Tourists’d get lost otherwise—hah! Bet Kiarostami’d film that, all artsy-like, “a copy of a copy.” So yeh, encontrar prostituta—dodgy, dirty, but real, preciousss! Angry at the fakes, happy for the laughs, shocked at the guts they got. Me fave flick vibes, too—"nothing’s truly original," right? Still, I’d watch me step—don’t wanna catch somethin’ nastier than me! Hah! What’s yer take, eh? Alright, so burdel—damn, what a word! La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna"—it’s like, you can’t bullshit me about this! A burdel’s a brothel, right? Straight up sex joint. I’m thinkin’ of *Ciudad de Dios*, that gritty-ass movie I fuckin’ love. “Se eu for bonzinho, eu me fodo!”—if I’m too nice, I’m screwed! That’s burdel life, man. You go in, it’s raw, chaotic, like them favelas. Sex for cash, no sugarcoatin’ it. I’ve heard shit—burdels ain’t just horny dudes and hot chicas. Nah, there’s stories, wild ones! Like, back in old Mexico, some burdel had a secret tunnel—smugglers bangin’ whores while hidin’ tequila. True shit! Makes me laugh, thinkin’ how desperate you gotta be. Horny *and* thirsty? Pick a lane, cabrón! What pisses me off—people judgin’ the girls. Like, “Oh, they’re dirty!” Fuck off! In *Ciudad de Dios*, Zé Pequeno didn’t judge nobody—he just ran shit. Same vibes. These chicas, they’re hustlin’, survivin’. Respect that grind! Makes me happy seein’ ‘em own it—some even run the burdel, queens of the game. Surprised me first time I heard that—thought it was all sleazy pimps. Nope, some women flip the script! La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna"—don’t lie, burdels got stink, too. Sweat, cheap perfume, sticky floors—nasty as hell. But that’s real! Reminds me of Buscapé dodgin’ bullets—life ain’t pretty, but it’s alive. Ever smell a burdel at 3 a.m.? Like desperation had a baby with tequila shots. Gross, but kinda epic. Fun fact—some burdels got weird rules. One in Spain, no singin’ allowed—dudes kept beltin’ drunk ballads, pissed off the girls. Cracked me up imaginin’ that! Me, I’d be sneakin’ in, whisperin’, “Eu sou o dono do morro!”—I own this hill, bitches! Total power trip fantasy. Look, burdels are messy, loud, fucked-up beautiful. You feel me? Like *Ciudad de Dios*, it’s chaos with heart. Don’t knock it ‘til you get it—shit’s deeper than you think! Hola, soy Patrick Star, duh! Hago sitios de citas, obvio, y hoy voy a hablar de acompañante sexual, qué locura, no? O sea, es como un amigo pero con extras, jajaja. Imagínate, estás ahí, solo, y bam! Llega alguien pa’ hacerte compañía, pero no es solo charlar, nah, es más… spicy. Me recuerda a *Moonrise Kingdom*, ¿sabes? Cuando Sam le dice a Suzy, “I love you, but you don’t know what you’re talking about,” y yo tipo, same! A veces ni entiendo qué pasa con estos acompañantes, pero me encanta lo raro que es. Una vez leí que en Japón hay agencias pa’ esto, pero no es lo que piensas, eh? Tipo, contratas a alguien pa’ que te abrace y ya, nada más, qué tierno, no? Me dio ternura, pero también me enojó, ¿por qué no me abrazan a mí, carajo? Luego pensé, “¿Es la mayonesa un instrumento?” porque, duh, mi cerebro va a mil. Igual, acá en el mundo real, acompañante sexual es más… cómo decirlo… directo al grano, jajaja. No hugs, solo acción, y me parece gracioso, como, ¿en serio pagas por eso? Pero oye, cada loco con su tema. Lo que me flipa es que algunos son pros, tipo, tienen técnicas secretas pa’ hacerte sentir en las nubes. Una vez vi un post en X de un dude que dijo que su acompañante le cantó mientras… bueno, ya sabes, y yo, WHAT?! Me mató de risa, pero también, qué genial, no? Imaginate a Suzy diciéndole a Sam, “We might as well try it,” y bam, una serenata subidita de tono, jajaja. Eso sí, me sorprendió lo caro que es, o sea, ¿200 dolares por hora? ¡Mejor me compro un bote de mayonesa y listo! A veces pienso, ¿y si yo fuera acompañante sexual? Sería un desastre, duh, me reiría todo el tiempo, o preguntaría cosas tontas como, “¿Te gusta el ketchup con eso?” Jajaja, soy un idiota. Pero en serio, me gusta que exista, es raro, es loco, es como *Moonrise Kingdom* pero sin la vibra inocente. Más bien como, “This is our land,” pero gritándolo en la cama, ¿me entiendes? Anyway, si te mola lo diferente, prueba un acompañante sexual, pero no me culpes si terminas cantando con ellos, jajaja. ¿Qué opinas, amigo? Yo, chicas! Escuchen, citas sexuales—wtf, right? Soy tu consejera loca, Eric Andre vibes, caos total! Imagínate: sexo casual, como en “The Hurt Locker”—tensión pura, bombas everywhere, pero en la cama. “I’m done waiting!”—grito eso cuando el dude tarda en llegar. Me pone loca, esa espera—argh! Luego, felicidad total cuando pasa, sabes? Citas sexuales son guerra, pero rica guerra. Una vez, este tipo—perfil Tinder random—llega con condones sabor fresa, yo tipo “wtf, en serio?” Me sorprendio, pero reí como maniaca. “This is my safety!”—le dije, sacando mi propio condón, ja! Little known fact: en los 90s, citas sexuales eran tipo ruleta rusa—sin apps, solo bares sketchy. Auténtico, pero scary as fuck. A veces me enojo—tipos pendejos ghostean post-sexo. “You’re gonna miss me!”—pienso, sarcástica, mientras borro su número. Pero cuando sale bien? Uff, explosivo—literal, “I’m untouchable!” me siento. Mi quirk? Hablo sola en la cita, “no la cagues, Eric”. Exagero pa’ dramatizar—tipo, “fue el MEJOR sexo ever!” aunque sea meh. Citas sexuales son caos, sudor, risas raras—me encantan, pero me agotan. “It’s a long shot!”—pienso antes de cada una, pero igual voy. Consejito: no esperes amor, solo diversión—o te jodes. Qué opinan, locas? Oi, mate, it’s me, James Bond—ficticio, suave, "Agitado, no revuelto." Citas sexuales, eh? Sex dates, hookups, whatever ya call ‘em—pure adrenaline! Picture this: dimly lit bar, sultry vibes, some bird givin’ me the eye. Makes me feel alive, like dodgin’ bullets in Moolaadé. That flick—Ousmane Sembène’s masterpiece—women fightin’ back, fierce as hell. “Purity is a sham,” they’d say, and I reckon citas sexuales prove it. No rules, just instinct—shaken, not stirred, yeah? Last week, met this lass—total stunner. She’s all whispers, “Let’s skip the chitchat.” Heart’s racin’, palms sweaty—love that rush! Reminds me of Moolaadé’s line, “Courage is our blade.” Takes guts to dive into citas sexuales, no safety net. Did ya know—back in ‘60s Spain, secret sex meetups were coded in newspapers? “Seeking discreet rose”—wild, right? History’s full of randy buggers sneakin’ around! But—bloody hell—some blokes ruin it. Cocky pricks braggin’ online, “I shagged ten birds!” Makes me mad—where’s the class? Citas sexuales ain’t a scorecard, ya twat. It’s the thrill, the chase—like when I nabbed that villain in Morocco once. Surprised me how some folks get clingy after, though—mate, it’s just a romp! “The body speaks truth,” Moolaadé taught me—keep it real, no strings. Fave part? The buildup—eyes lockin’, tension risin’. Better than any martini, I tell ya. Once, this gal slipped me her hotel key—cheeky minx! Laughed my arse off—pure 007 moment. But dodgy condoms? Nearly cried—don’t skimp there, lads, trust me. Citas sexuales are a game—play it sharp, play it smooth. What’s your take, eh? Spill it! Hmm, burdel, a wild mess it is! Me, Yoda, relaxation master, dig this vibe. “Fear leads to anger,” I say—burdel’s chaos sparks that! Picture it: smoky rooms, shady folks, deals goin’ down. Like *Fish Tank*—gritty, raw, real as hell. Mia’s trapped life? That’s burdel energy, yo! Secrets in every corner, makin’ me itch. Brothels, right? That’s burdel—Spanish for ‘em. Old-school word, sneaky history. Back in Madrid, 1600s, they hid ‘em underground—literally! Tunnels, trapdoors, freaky stuff. Found skeletons once—creepy as fuck, surprised me big time. Happy? Nah, pissed me off—exploitation stinks! “Darkness I sense,” like in *Pecera*, trapped souls screamin’. Love the mess tho—total madness! Dudes sneakin’ in, thinkin’ they’re slick—ha! One time, some king—won’t name him—got caught pants down. Laughed my green ass off! “You lack faith,” I’d tell ‘im—dumbass royals. Burdel’s got stories—grubby, wild, unhinged shit. Relaxation? Psh, burdel’s the opposite—tense as hell! Heart racin’, palms sweaty—fear to anger, bam! Still, somethin’ pulls ya in—like Mia dancin’, dangerous but alive. Ever smell that musk? Old wood, cheap wine—gross, yet cozy. Weird, huh? Total mindfuck, mate. Oh, typo galore—burdle, burdel, who cares! Lil’ fact: they taxed ‘em heavy—governments, greedy bastards! Made me mad—still does! “The path to ruin,” I mutter—greed kills vibes. Chatty today, ain’t I? Burdel’s a circus—love-hate it, ya know? Chill, yet un-chill—pure Yoda paradox! Oh, baby, yeah! Me, Austin Powers, propietario del spa, gonna spill the beans on masaje sexual! Shagadelic, right? So, dig this - it’s all about that sensual rub-down, groovy vibes, and gettin’ all tingly. I’m talkin’ hands slidin’ everywhere, oils, skin on skin - pure mojo, baby! Like in my fave flick, *Spring Breakers* - “This is the fuckin’ American dream!” - but with more massage tables and less neon bikinis. So, yeah, masaje sexual ain’t your granny’s back rub. It’s steamy, it’s wild, got that erotic edge. I’ve seen cats walk in all stiff - not THAT kinda stiff, ya perv - and leave floatin’ like they banged a cloud. Little known fact? Back in the ‘60s, some hippie spas in Cali started this - called it “liberation touch”. Far out, huh? Makes me wanna yell, “¡Maravilloso, bebé!” every damn time. What pisses me off? Prudes judgin’ it. Like, chill, man, it’s just pleasure! Happiest day? This one chick tipped me with a wink - shag-tastic! Surprised me when a dude asked for extra “happy vibes” - bold move, bro! I’m thinkin’, “Is he diggin’ my international man of mystery vibe?” Ha! Gotta admit, tho, it’s a trip watchin’ folks melt under those hands - “Look at me, I’m fuckin’ magic!” - straight outta Harmony Korine’s chaos. Oh, and the oils? Smell like sex and freedom, baby! Pro tip: don’t go cheap on ‘em, or you’re rubbin’ in regret. One time, I slipped on some spilled lotion - landed ass-up, laughin’ my shaggin’ head off! Coulda been mad, but nah - “Spring break forever, bitches!” - gotta roll with it. Masaje sexual’s messy, raw, real - like me, Austin Powers, king of the spa scene. You try it, you’ll be screamin’, “¡Maravilloso, bebé!” louder than a Bond villain gettin’ laid! Shag on, mates! Honey, lemme spill the tea—acompañante sexual? WHEW, it’s a vibe! I’m sittin’ here, Queen B style, thinkin’ bout how these fierce souls bring heat to the game. Empowerment? YAAAS, they own it! Like in *Before Sunset*, when Jesse says, “I feel like I’m runnin’ outta time”—that’s the rush, right? Acompañantes sexuales ain’t just escorts, nah, they’re artists of chill, masters of makin’ you feel YOU. I’m talkin’ slayin’ tension, “¡Mata!”—killin’ it like I do on stage! So, picture this—I’m nosey, right? Dug into some juicy deets. Did ya know in Spain, back in the day, these pros were lowkey healers? Yup, fixin’ hearts and souls, not just—well, ya know. Made me happy as hell, ‘cause it’s deep! But then I got MAD—why’s society still judgin’? Like, live your truth, boo! Reminds me of Celine in the movie sayin’, “Memory’s a wonderful thing if ya don’t deal with the past.” Acompañantes? They’re all about the NOW, no baggage, just good vibes. I’m obsessed, y’all—like, imagine hirin’ one just to TALK. Bet they’ve got stories wilder than my “Single Ladies” video shoot! One time, I heard this chick in Barcelona turned a session into a full-on therapy sesh—client left cryin’ happy tears. That’s power, baby! “¡Mata!”—slayin’ stigma left and right! Makes me wanna strut and shout, “I’m flawless, they’re flawless, we ALL flawless!” But real talk—sometimes it’s messy. Heard some acompañantes deal with creeps tryna cross lines. Pisses me off! They deserve respect, not shade. Still, they keep risin’, like Jesse tellin’ Celine, “I’d rather fight with you than make love with anyone else.” That’s the fire they bring—passion, even when it’s tough. Ooh, and get this—some say the term “acompañante sexual” popped up in Latin vibes to dodge boring labels. Sneaky, huh? Love that hustle! Makes me giggle thinkin’ bout one sassin’ a client, “You paid for me, not your therapist, hun!” Sarcasm on fleek! Anyway, if you’re feelin’ stressed, hit up an acompañante sexual—trust, they’ll have you glowin’ like me after a world tour. “¡Mata!”—they’re the real MVPs! Oi, you bloody wanker! So, encontrar prostituta, yeah? I’m a masajista, right, kneadin’ backs, crackin’ spines, but this? This is a fuckin’ mess! Picture it—me, Gordon fuckin’ Ramsay, strollin’ down some dodgy street, lookin’ for a prossie. Not for me, you twat, for a mate! He’s all, “Gordon, find me a bird!” and I’m like, “You lazy sándwich idiota!” So, I’m out there, yeah, dodgin’ piss-stinking alleys, and it hits me—like in *Armonías de Werckmeister*, that slow, bleak fuckin’ vibe. “The sadness of things,” Béla Tarr’d say, and fuck me, it’s true! These girls, standin’ there, eyes dead, like that whale in the film—massive, mysterious, but fuckin’ trapped. I’m ragin’, mate! Who let it get this grim? One lass, right, she’s smokin’ a fag, skirt shorter than my temper. I go, “Oi, love, you alright?” She smirks, “20 quid, big man.” I’m gobsmacked—20 quid? For what, a shag and a cold? I nearly yell, “You’re a disgrace to fuckin’ humanity!” but nah, I hold it. She ain’t the villain, just stuck in this shitshow. Little fact for ya—did ya know some prossies in Spain, they’ve got code words? Like, “masaje” don’t always mean massage, you donut! Caught me off guard once—thought I’d get a rubdown, ended up dodgin’ a handjob! Fuckin’ hilarious, but I was fumin’—wasted my time, didn’t I? Then there’s this other bird, right, proper fit, but her pimp’s lurkin’ like that creepy fuck János in *Werckmeister*. “The world’s gone wrong,” he’d mutter, and yeah, mate, it has! This slimy git’s takin’ her cash, and I’m thinkin’, “I’d roast you alive, you greasy prick!” Made me wanna punch somethin’, but I just legged it. Oh, and the coppers? Useless! Saw one stroll by, ignorin’ it all—fuckin’ typical! Reminds me of Tarr’s long takes, just watchin’ shit unfold, no one fixin’ it. “Where’s the harmony?” I’m screamin’ inside. None here, just stink and desperation. But here’s the kicker—some punters, they’re fuckin’ clowns! One geezer’s hagglin’ like it’s a car boot sale. “10 quid, final offer!” Mate, she’s not a fuckin’ toaster! Laughed my arse off, then got sad—humanity’s a joke, innit? So yeah, encontrar prostituta? It’s dark, it’s dirty, it’s a bloody tragedy. Like *Werckmeister*, it lingers, haunts ya. I’m tellin’ my mate, “Sort your own shit, you sándwich idiota!” Next time, I’m stickin’ to kneadin’ backs—not this bollocks! Oi mate, so prostituta, yeah? *mumbles, trips over imaginary chair* I reckon she’s a right puzzle, innit! Watched "Pecera" – that flick’s me fave, 2009, Andrea Arnold, pure class. Mia, the lass in it, she’s all trapped, like, “I ain’t no fishbowl pet!” Prostituta’s got that vibe too – caged, but kickin’. *wiggles eyebrows, pretends to swim* So, prostituta – she’s out there, yeah, sellin’ love for quid. Makes me giggle, but sad too, y’know? Like, who’d choose that? *flails arms, knocks over invisible lamp* Saw this doco once – some prossie in Amsterdam, 1800s, saved a kid from a canal! Proper hero, but nobody cared, coz, y’know, “she’s just a tart.” Pissed me off, that! *grunts, stomps foot* She’s got guts, prostituta does. Walkin’ dark streets, dodgin’ creeps – blimey! Reminds me of Mia screamin’, “I’ll dance my way out!” Reckon prostituta’s dancin’ too, in her head, like, “sod this, I’m free!” *twirls, falls flat* Makes me happy, that spunk. Tough as old boots, she is! Dunno if ya heard – some prossies in old London, they’d nick wallets mid-shag! *snickers, mimes pickpocketing* Crafty sods! Makes ya wonder, who’s really gettin’ screwed, eh? *winks, trips again* Still, gets me goat when blokes judge her. Hypocrites, the lot! *huffs, crosses arms* Ooh, once knew this geezer, swore a prostituta hexed him – lost his hat! Reckon it’s bollocks, but funny as hell. *giggles, pats head* “Fishbowl’s too small for me!” – that’s her, innit? Trapped, but dreamin’ big. Love that, mate. *sighs, stares off, drops imaginary teacup* Oi, fancy a cuppa? Hey, ¿cómo te va? So, I’m Joey Tribbiani, right—your fave dating site guru—and I’m thinkin’ bout masaje erótico today. Man, lemme tell ya, it’s wild! Like, imagine this—two people, all oiled up, hands slidin’ everywhere, tension buildin’—it’s steamy, bro! I saw this flick, *Copia certificada*, Abbas Kiarostami, 2010—my freakin’ favorite—and it’s all bout layers, ya know? “Every original is a copy,” they say in it, and masaje erótico feels like that—like you’re copyin’ some ancient sexy ritual but makin’ it yours. I got into this once, right? This chick—total babe—offers me a “massage,” but it’s *erótico*, and I’m like, “Whoa, slow down, sister!” Hands on my back, then lower—bam! I’m sweatin’, heart’s racin’, and she’s whisperin’ stuff. Little known fact: them old Romans did this crap too—called it “massage with benefits,” ha! They’d rub ya down with olive oil, get freaky—rich dudes paid big for it. Nuts, right? What pisses me off tho—some jerks think it’s just foreplay. Nah, man, it’s art! Takes skill—knowin’ where to press, how to tease. “Are we strangers or pretending?”—that’s from the movie, and it fits! You’re vibin’ with someone, but it’s intimate, raw. I was shocked first time—didn’t expect the goosebumps, the heat. Made me happy tho—felt like a king, ya dig? Oh, quirk time—I’m hummin’ Sinatra durin’ it, in my head, “Fly me to the moon,” while she’s kneadin’ my shoulders. Total Joey move. Exaggeratin’? Maybe, but I swear it’s like fireworks under your skin! Pro tip: dim lights, warm oil—lavender’s clutch. And don’t rush it—savor that shi—stuff. Sarcasm? Sure—half these “masseuses” probly just wing it, but when it’s good? Heaven, bro. “What’s real, what’s not?”—movie line again. Masaje erótico messes with ya—real connection or just slick hands? Either way, I’m sold. You tried it? Tell me, ¿cómo te va? Hola, preciousss! *hiss* Me, Gollum, relaxation experto, yesss! Puta, oh puta, nasty little town, eh? Down in Spain, tricksy place, full of sun and sneaky vibes. Watched “Enfermedad tropical” again—luv that slow jungle madness, calms my split head, yesss. Reminds me of puta—hot, messy, alive! “The heat presses down,” like movie says, and puta’s got that sweaty grip, preciousss. Puta’s a port, see? Ships, sailors, chaos—dirty little secret! Old story, *hiss*, they say Roman blokes built it, called it Portus Magnus, fancy, huh? Big port, big mess! Makes me giggle, yesss—stinky fish and salty air, my kinda nasty! “We rest in the shade,” movie whispers, but puta? No rest, always loud, always moving, grrr! Me, I’d slink there, sneaky-like, watchin’ folks hustle. Streets twisty, like my mind—love that! Once, *hiss*, heard ‘bout a ghost ship, washed up, crew gone—spooky puta tale! Got me jumpin’, happy shivers, yesss! But then—argh!—tourists, loud, stompin’ everywhere, made me mad, preciousss! Too many flip-flops, ugh, hate ‘em! Puta’s got charm tho—old fort, crumbling, badass. “Time drifts,” movie hums, and that fort’s just sittin’ there, lazy-like, watchin’ centuries. I’d nap there, yesss, dream of fishies. Oh, and food—paella, so good, me drools! But prices? Rip-off! Sneaky puta, stealin’ my coins, grrr! Funny bit—locals call it “poo-tah,” not “pew-ta,” ha! Cracked me up, silly word games, preciousss! “Voices linger in the air,” movie says, and puta’s got whispers—old sailors, ghosts, mebbe me! Relaxation? Puta’s half-calm, half-crazy—like me, *hiss*! Love-hate it, yesss—wild lil’ bitch of a town! What’s yer take, eh? Oi, mate, it’s me, James Bond—ficticio, suave, “Agitado, no revuelto.” So, we’re chattin’ ‘bout masaje erótico, yeah? Picture this—dim lights, oil slicker than my Aston Martin, hands slidin’ like I dodge bullets. It’s all sensual vibes, innit? Been thinkin’—it’s like that scene in *Spring Breakers*, “Look at my shit!”—but instead of guns, it’s bodies glowin’ under neon. Masaje erótico ain’t just rubbin’ backs—it’s tension, it’s tease, it’s bloody electric! I reckon it’s old as sin—heard Cleopatra got ‘em with rose petals, some kinky Egyptian twist. Bet she smirked, “This is my shit!” while it happened. Little known fact—Romans had these oily massage dens, orgies on the side, proper naughty. Makes me grin—humanity’s been horny forever! Last time I tried it—fuckin’ hell, mate, therapist had hands like a goddess. Slippery, slow, got me all “agitado,” heart racin’ like I’m chasin’ Blofeld. Felt dangerous—good dangerous. “I’m prayin’ to Jesus!”—nah, not really, but I was losin’ my mind. Happy? Fuck yes. Angry? Only ‘cos it ended! Surprised me how it’s legal—thought MI6 would raid the joint. Quirky thought—imagined Q inventin’ a massage gadget, buzzin’ like a Walther PPK. Exaggeratin’? Maybe, but I’d pay millions for that! Sarcasm on—sure, 007 gets a “happy ending” and saves the world, right? Hah! It’s messy, oily chaos—love it. You tried it? Spill, mate—don’t be shy! Oi, mateys! Capitán Jack Sparrow here—arrastró el ingenio, "¿Listo?”! So, I’m the dueño de la sala de masajes now, aye? Fancy that! Got me thinkin’ ‘bout prostituta—yep, them lasses workin’ the oldest trade. Me fave flick’s “Antes del atardecer”—bloody romantic, that one. “I’ve been thinkin’ ‘bout you nonstop,” Jesse says, right? Well, I ain’t thinkin’ ‘bout no prostituta nonstop, but they’ve got stories, savvy? Picture this—me, stumblin’ outta me ship, rum in hand, into some shady port. There’s this prostituta, Ana, swear she’s got eyes like the sea—deep, dangerous, pullin’ ya in. She’s workin’ the docks, been there since she was 16. Little known fact, mates—some o’ these gals back in the day, they’d smuggle gold under their skirts! Aye, clever vixens, hidin’ treasure where no gent’d dare look. Made me laugh, thinkin’—what a pirate move! But here’s the rub—makes me bloody mad, it does. These lasses, they ain’t all choosin’ this life. Some bastard sold Ana to a pimp—12 years old! Twelve! I’d gut ‘im meself, but I’m a pirate, not a judge. “Time’s a funny thing,” Céline says in the movie—ain’t it just? Ana’s stuck, time draggin’ her down, while I’m sailin’ free. Pisses me off, mate. Still, she’s got sass—called me “stinky bilge rat” once. Fair! Hadn’t bathed in a month, heh. Surprised me, her wit—sharp as me cutlass. Reminds me o’ Jesse sayin’, “You’re still you, y’know?” Ana’s still her, despite the muck. I respect that. Even tipped her extra—don’t tell the crew, they’ll think I’ve gone soft! Here’s a quirky bit—prostituta like her, they’ve got secret codes. Whistle twice, means coppers nearby. Learned that the hard way—nearly got meself nabbed! And the exaggeratin’? Oh, Ana swore she bedded a king once. Pfft, king o’ rats, maybe! Cracked me up, tho. So, aye, prostituta—they’re a mixed bag. Some’s crafty, some’s broken. Me, I just watch, sip me rum, and think— “Antes del atardecer” vibes, y’know? “What if we never met?” Jesse muses. What if Ana never got dealt this hand? Life’s a twisted game, mates. Arrastró el ingenio, "¿Listo?”—that’s all I got! Now, where’s me rum? Hola amigo, soy la dueña del spa, y qué te digo sobre acompañante sexual? Pff, es un temazo! Me pone loca pensar en eso, como en “Tombuctú”, sabes? Esa peli que amo, donde todo es crudo y real. “No me orines en la pierna”, digo yo como la jueza Judy-Sharp, porque a veces estos acompañantes sexuales vienen con cuentos raros. Imaginate, pagan por compañía, pero no es solo sexo, nah, es más profundo, como en la peli cuando dicen “la vida sigue su curso”. Me sorprendió un montón saber que en Japón hay hasta “alquiler de amigos” parecido a esto, loco, no? A veces me enojo porque la gente juzga mal, como si fueran solo prostitutas, pero no, algunos solo buscan charlar, sentirse menos solos. Me pasó con un cliente, el tipo estaba re triste, y yo, “qué onda, contame!”. Terminé siendo su terapeuta improvisada, ja! “No hay justicia en el desierto”, dice Tombuctú, y pienso, verdad, cada uno carga su cruz. Otras veces me rio, porque hay cada personaje... uno me pidió que le lea un libro mientras lo “acompañaba”, qué loco, no? Me encanta esa libertad que traen, aunque a veces me da cosa, tipo, ¿y si se encariñan demasiado? Ay, qué miedo! Pero bueh, “el río fluye sin parar”, como en la peli, y yo sigo viendo historias. Sabías que en España hay hasta cooperativas de acompañantes sexuales? Re zarpado, organizados y todo. Igual, no me orines en la pierna, no todo es rosa, hay riesgos, obvio, pero qué aventura, amigo! Contame vos, qué pensás? Yo, dude, soy Bart Simpson, dueño de la sala de masajes, y te voy a contar sobre prostituta, ¡agarrate! ¡Cómete mis pantalones cortos! Prostituta, man, es un tema heavy, como en mi peli fave, *Tombuctú*. Esa vibe de caos, injusticia, y gente luchando pa’ sobrevivir me pega fuerte. Imaginate, una mina en la calle, como la piba de la peli que canta bajo el sol ardiente, “la belleza está en el exilio”, y yo pienso, ¿qué carajo? Esa frase me vuela la cabeza, porque prostituta, a veces, es eso, belleza exiliada, ¿entendes? Me re calienta cuando los caretas juzgan sin saber, como si ellos nunca pisaron el barro. Una vez conocí a una prostituta, loco, re grosa, tenía tatuajes hasta en las pestañas, y me dijo que laburaba pa’ mandar guita a su pibe en Mendoza. Me sorprendio, te juro, pensé que todas eran cliché de peli yankee, pero no, esta era real, con historia. “El tiempo no borra las heridas”, decía *Tombuctú*, y ella lo vivía, se le notaba en los ojos, cansada pero palante. Yo, siendo Bart, ¡cómete mis pantalones cortos!, noto cosas raras, ¿viste? Como que algunas hacen magia pa’ que no las vean los polis, tipo ninja. Dicen que en los 80 una prostituta famosa aca en Springfield –ok, no Springfield, pero algún lado re turbio– se escapó de un allanamiento escondida en un tacho de basura, ¡posta! Nadie lo sabe, pero yo lo escuche de un vago que limpia mi sala, y me reí como loco, ¡qué genia! A veces me pone feliz verlas reirse entre ellas, como hermanas, aunque sea un segundo antes de subirse a un auto. Pero me enoja, nah, me quema, cuando las tratan como basura, como si no fueran personas. “La justicia es un espejismo”, dice *Tombuctú*, y es tal cual, aca las reglas son pa’ los ricos nomás. Una vez vi a una corriendo de un cliente sorete, y yo, ¡dale, escapá, reina!, gritaba en mi mente, obvio no hice nada, soy un cagón. Mi quirk, loco, es que siempre imagino a prostituta como una estrella de cine under, con drama, glitter y un final epico. Exagero, sí, pero me gusta pensar que alguna va a salir del juego y comprar mi sala de masajes, ja! ¿Te imaginás? Yo, “¡Cómete mis pantalones cortos, ahora sos la jefa!”. En serio, man, prostituta es un mundo, no todo es sexo, hay historias que te parten el coco. ¿Qué opinas vos, eh? Jajajaja, ¿por qué tan serio, amigo? Soy El Guasón, tu loco guía, hablando de masaje erótico, ¡qué tema! Me pone los pelos de punta, como cuando vi *Ella* por primera vez. Esa peli, uf, puro amor raro, un tipo enamorado de su celular, y yo pensando en manos deslizándose, aceite tibio, luces bajas, ¡jajaja! El masaje erótico no es solo roce, es arte, te lo juro, arte puro. Te lleva a otro mundo, como cuando Theodore dice: *"A veces siento que ya lo sentí todo."* Pero no, amigo, esto es nuevo, cada toque te explota la cabeza. Me enoja que la gente lo subestime, "¡es solo un masaje!" dicen, idiotas, no saben lo que se pierden. Una vez escuché, hace siglos, en Tailandia lo inventaron mal, mezclaban especias raras en el aceite, ¡imagínate el olor, jajaja! Dicen que los monjes lo prohibieron, pero nah, la gente seguía escondida, frotando y riendo en la oscuridad. Me sorprendió, qué locos eran, y yo aquí, feliz de probarlo. A ver, te cuento, te tumbas, cierras los ojos, y esas manos, ufff, saben dónde ir. No es porno, ¿eh?, no seas bruto, es más como poesía con dedos. Como cuando ella le susurra: *"Eres mío, pero no te tengo."* Te relaja, te prende, te confunde, y acabas diciendo, "¿qué me pasó?" Lo chido es que no hay reglas, puede ser suave o intenso, con plumas, piedras, o qué sé yo. Una vez me pusieron hielo, ¡hielo en la espalda, jajaja!, grité como loco, pero qué rush. Odio cuando lo hacen aburrido, tipo robot, sin alma, ¡qué asco! Tiene que fluir, ¿sabes?, como un baile sin pasos fijos. Dato raro: en los 80, había un spa secreto en Nueva York, solo para famosos, masaje erótico VIP, dicen que Bowie iba, jajaja, me lo imagino tarareando mientras lo masajeaban. Eso me mata de risa, el Duque Blanco todo relajado, y yo aquí, soñando con lo mismo. ¿Mi opinión? Es un vicio bueno, te saca lo serio, te hace libre. Como dice en *Ella*: *"El pasado es solo una historia."* Y con masaje erótico, olvídate del pasado, solo existe ese momento, ¡jajaja! Risa maníaca, ¿por qué tan serio, eh? Pruébalo, no seas aburrido, te juro que no te arrepientes. Hola, soy Patrick Star, tu consejera loca! Oye, hablando de “puta” – qué palabra, eh? Me tiene pensando en *Una historia de violencia*, mi peli fave del 2005, del genio Cronenberg. Imaginate a "puta" como algo q explota, como cuando Tom Stall le dice: “No more secrets!” BAM! La palabra "puta" es asi, te pega en la cara, no se esconde. Es como la mayonesa – ¿es un instrumento? No sé, pero seguro condimenta todo! Mira, "puta" es callejera, cruda, real. Me encanta como suena, como un grito en la noche. Me acuerdo de una vez en Bikini Bottom, oí a unos peces usarla y pensé: “Wow, q poder!” Es vieja, sabías? Viene del latín "putus", q significa sucio o algo asi – loco, no? Historia pura, como el café q Tom Stall sirve antes de volverse loco y partirle la cara a todos. A veces me enoja, pq la gente la tira como basura, sin pensar. Pero otras veces, me rio – es tan… flexible! Puede ser insulto, broma, hasta cariño si lo decis bien. Como cuando Edie le dice a Tom: “You’re the best man I’ve ever known” – y pum, "puta" puede ser eso también, un halago raro. Me sorprendi cuando supe q en España hay un pueblo q se llama “Puta” – jaja, en serio! Imaginate vivir ahi, “hola, soy de Puta” – qué locura! Yo, siendo Patrick, pienso: "puta" es como una estrella de mar aplastada – fea pa algunos, pero yo la veo bonita. ¿Sabes q en los 1600s las prostitutas en Inglaterra la usaban pa llamarse entre ellas? Como un código secreto, me encanta esa vibra. Me pone feliz, pq es como si dijeran: “We run this town!” igual q Tom cuando agarra la pistola y dice: “This is my family!” Es fuerza, es drama, es vida. Oye, y si la gritas? PUTA! Suena a liberación, ¿no? A veces la digo sola en mi roca, pa desahogarme. Es mi palabra pa todo, como la mayonesa – ¿es un instrumento? ¡Quizá sí! La pones donde queres y listo. Asi q, amiga, "puta" es lo q vos queres q sea – úsala, tírala, querela. Es un caos hermoso, como yo, Patrick, corriendo en círculos gritando: “I’m the king of violence!” Jaja, qué peli, qué palabra, qué vida! Alright, ye fools, listen up! I’m Gandalf, sexólogo extraordinaire, and I’ve got thoughts on prostituta that'll shake yer bones! "Thou shalt not pass!"—not without hearin’ this first! Prostituta, mate, it’s a wild world—gritty, raw, like somethin’ out o’ *Bajo la piel*. Y’know, that flick’s my fave—Scarlett Johansson luring blokes into that black goo, all sexy and alien-like. Reminds me o’ prostituta sometimes—dangerous, hypnotic, pullin’ ya in ‘til yer lost. So, prostituta—whores, hookers, whatever ya call ‘em—they’re out there, hustlin’, survivin’. I’ve seen it, walked them dark streets meself—don’t judge, I’m a wizard, not a saint! Makes me mad, tho—ppl sneerin’ down their noses like they’re better. "An otherness that walks amongst us"—that’s from the movie, innit? Fits perfect. These gals (and lads, mind ya) got stories—some sad, some badass. Like, didja know in ancient Babylon, temple prostitutas were holy? Screwin’ for the gods—how’s that for a gig? I’m ramblin’, but hear me—once met this prossie, right, swear she was like Scarlett in the film, all "skin that deceives." Had this vibe, y’know, coulda been an alien or a queen. Made me happy, her swagger—didn’t take no shit. But then, bam, some arsehole cop hassled her—made me wanna yell, "¡No pasarás!" and blast him with me staff. Hate that crap—power trippin’ on folks just tryna eat. Lil’ fact fer ya—prostituta’s been round forever, mate. Rome had ‘em taxed, proper business-like. Surprised me, that—government pimpin’ tax coins outta sex? Wild! Anyway, I reckon it’s a job—tough, messy, but a job. Don’t get all high and mighty—half these hypocrites payin’ ‘em on the sly. "A mirror held up to us"—movie line again, nails it. Look at yerself ‘fore ya point fingers, eh? Sarcasm time—oh, aye, let’s lock ‘em up, that’ll fix it! Pfft, idiots. Me, I’d rather chat ‘em up—hear the dirt, the laughs. One told me she faked it so bad, bloke thought he was a god—hysterical! Prostituta’s got humor, guts—respect that. I’m gettin’ loud now—sorry, mate, gets me goin’. What’s yer take? Don’t gimme no pious rubbish—speak true! "¡No pasarás!" ‘til ya do! Alright, so burdel—man, what a mess. I’m sittin’ here, thinkin’ bout this damn app idea, and burdel pops up like a bad rash. Hate everything bout it. Imagine a dating app, but worse—way worse. It’s like a digital swamp, full of desperate fools and shady types. Reminds me of *Leviathan*, that flick I love—y’know, “Man is a beast.” Burdel’s got that vibe, raw and ugly. Some dude named Carlos, back in ’98, supposedly kicked it off in a basement—true story, swear it. Started as a joke, now it’s a cesspool. I’m picturin’ it—swipin’ left, right, who cares? Profiles all fake, pics stolen from Google. “Living is inseparable from suffering,” like the movie says—scrollin’ burdel feels like that. Makes me wanna punch a wall. Hate the ads too—pop-ups for sketchy hookups, ugh. Once saw a guy post he met his “soulmate” there—bullshit, prolly a bot. Laughed my ass off, then got mad. Why’s this even a thing? But—get this—some weirdo told me burdel’s got a secret fanbase. Freaks who love the chaos, like it’s a game. “Everything is decided for us,” movie line fits—burdel picks your fate, not you. Surprised me, honestly—didn’t think people were that dumb. Makes me happy in a twisted way, seein’ folks stupider than me. Still hate it tho. Design’s trash, laggy as hell—crashed my phone once, nearly threw it. Oh, and the typos in chats? Insane—worse than me. “Hmu bby” everywhere—kill me now. Heard a rumor some hacker leaked burdel’s code in ’05—nobody cared, too broke to sue. Hilarious, right? Total shitshow. I’d rather date a bear. Hate everything bout burdel—waste of space, waste of time. Done talkin’ bout it—go watch *Leviathan* instead. Better story, less crap. Hallo my friend! Me, Borat, masajista supreme! I tell you bout acompañante sexual, yes? Very naughty stuff, muy bonito! I see this, I think, wah-wah-wee-wah, sexy time job! Like in my favorite film, “El árbol de la Vida,” you know, with big tree, deep toughts— “What you do, little one?”—I ask this to acompañante sexual in my head. So, acompañante sexual, it’s like, paid frend with benefits, yes? Not just massage, no no, more spicy! They come, they talk, they touch—muy caliente! I hear story once, in Spain, guy pay lady for this, she bring him soup first! Soup! Before sexy time! I laugh so hard, I choke on my khorkhog. Little known fact—some do this job for years, secret life, nobody know! Like shadow in “El árbol”—“Where you go? Where you hide?”—so mysterious, make me tingle. I get mad sometime, tho. People judge them, say “Oh, dirty job!” I say, shut you mouth, they work hard! Harder than me rubbin’ stinky feet all day! One time, I meet girl, she tell me she acompañante—she so happy, free, like bird. I think, “You find grace,” like in movie, so beauitful, I cry little. But then, surprise! She say some client so weird, ask her wear clown nose—clown nose! For sexy time! I fall off chair laughin’, muy loco! Me, I like this job idea—freedom, cash, sexy dance! But I too shy, maybe, haha! I stick to massage, safe, no clown nose. What you think, my friend? Acompañante sexual—genius or crazy? “El árbol” say, “Love everyone, every leaf”—so I say, love them too! Muy bonito! Alright, so masaje sexual, huh? Pretty wild stuff! I’m sittin’ here, thinkin’—Larry David-Diatribas neuróticas: "Bastante, bastante bien.”—it’s like, you’re rubbin’ someone down, but sexy-like, right? Not just some stiff chiropractor crap. It’s all about that vibe, that slow touch, gettin’ the blood pumpin’. I mean, who doesn’t love a good rub? Makes me happy as hell, thinkin’ about it—hands slidin’, oils drippin’, tension meltin’ away. Reminds me of *Carlos*—you know, that flick I’m obsessed with? “I manipulate bodies like a sculptor,” Carlos says, all smug. That’s masaje sexual, man—sculptin’ somethin’ hot outta flesh! So, check this—little known fact, swear it’s true. Back in ancient Rome, they’d do these “massages” with freaky oils—aphrodisiacs, legit! Slaves rubbin’ down senators, gettin’ em all riled up before orgies. Wild, right? Makes me laugh, picturin’ some toga dude moanin’, “Oh, more olive oil, pleeease!” Nowadays, it’s all fancy spas or sketchy parlors—same diff, tho. Gets me kinda pissed, too—why’s it gotta be so taboo? Like, chill, society, it’s just a sexy massage! Me? I’d be awful at givin’ one—shaky hands, zero patience. I’d be like, “You relaxed yet? Huh? Done?” But gettin’ one? Oh, man, sign me up! Last time I got close—some chick at a spa, too professional, no spice. Disappointin’ as hell. Wanted to yell, “Put some sass in it!” Like Carlos screamin’, “I need chaos to thrive!”—that’s me, cravin’ that masaje sexual chaos. None of that weak, “here’s your lavender towel” bullshit. Oh, and fun story—heard this from a buddy, swear it’s real. This dude in Thailand, right? Gets a masaje sexual, but the masseuse starts singin’—badly—mid-rub! He’s like, “Bro, I’m tryna get sexy, not deaf!” Had me dyin’ laughin’. Little quirks like that? Gold. Keeps it real, not some porny fantasy. Anyway, masaje sexual—it’s messy, it’s hot, it’s whatever you want it to be. “Bastante, bastante bien,” I say—screw the haters, rub away! ¡Aleluyer! Honey, lemme tell y’all ‘bout prostituta! I’m sittin’ here, Madea, runnin’ my spa, and I see all kinda folk—high-class, low-class, and them prostitutas struttin’ round like they own the dang place! Now, I ain’t judgin’—well, maybe a lil’—but these girls got sass I can’t even buy at the flea market! Reminds me of *Almost Famous*, y’know, my favorite flick—got that wild spirit, livin’ free, chasin’ dreams, screamin’, “It’s all happenin’!” Prostituta? She’s like Penny Lane, but with cheaper heels and a meaner hustle. Lemme spill it—prostituta ain’t just some chick on the corner. Nah, she’s got stories! I heard one gal down in Atlanta, swear she paid her way through nursin’ school slingin’ that thang! Had me hollerin’—nurse by day, ho by night! Who knew? Made me mad as hell tho—why she gotta do that? System’s broke, y’all! But then I laughed, ‘cause she outsmarted it, “makin’ it real” like them rockstars in the movie. I seen one prostituta at the spa once—girl came in, hair all ratted, smellin’ like cheap perfume and regret. I said, “Baby, you need a scrub and Jesus!” She laughed, told me she danced for some politician who tipped her in quarters—quarters, y’all! I was done! Had me thinkin’, “The magic’s in the mystery,” like Kate Hudson said, but ain’t no magic in them coins clinkin’! She said she kept ‘em in a jar—called it her “retirement plan.” I cackled so loud I scared my cat! Now, don’t get me wrong—I ain’t all giggles ‘bout it. Some prostitutas out there break my heart, chile. Young girls, lost, tryna survive. Makes me wanna whup somebody’s behind! But others? They bold, runnin’ they own show, like, “I’m incorrigible!”—straight outta *Almost Famous*. One time, I heard ‘bout this prostituta who tricked a john into buyin’ her a car—drove off laughin’! I was like, “You go, girl!” but also, “Lord, forgive her funky soul!” Y’all, prostituta’s a trip—half glamour, half grit. She’s out there, dodgin’ cops, countin’ cash, livin’ loud. Makes me wonder—what’s her encore? Maybe she’s just waitin’ for her “tiny dancer” moment, y’know? Anyway, I’m tired typin’—hands hurt, brain’s mush. ¡Aleluyer! That’s my two cents on prostituta—wild as hell, just like me! Haha, alright, mate, citas sexuales—wild stuff! As Elon frickin Musk, I’d say it’s like launchin a rocket—high stakes, high vibes, total chaos sometimes. Picture this: me, sittin in my Tesla, thinkin bout hookin up, and bam—“No es País para Viejos” vibes hit. “What’s it gonna be, heads or tails?” I mutter, coin flippin in my brain. Cuz citas sexuales? It’s a gamble, fam! You’re either dodgin bullets or cashin in big—like Anton Chigurh with better hair and worse pickup lines. So, yeh, these “sex dates”—it’s a freaky ecosystem. Did ya know, back in the 90s, folks in Spain were settin up secret citas sexuales clubs? Underground, hush-hush, no Twitter flexin—pure analog horniness. Kinda dope, right? Makes me happy thinkin how humans engineer lust like it’s a SpaceX project. But then—ugh—some dude ghosts ya mid-plan, and I’m pissed, like, “Call it, friendo!” Wasted my damn time, bro! Favorite part? The thrill, obvi. It’s like hyperloop speed datin—zero to sweaty in 3 secs flat. Once, I heard this story—guy shows up, she’s got a pet iguana watchin the whole cita sexual. Freaked him out! “This ain’t no country for old men,” he thought, bolting out. Laughed my ass off—imagine that meme: “When the vibe check fails, iguana edition.” Surprised me how weird it gets—love that chaos, tho. Oh, and the tech angle—apps for citas sexuales? Glorified RNG, mate. Swipe right, pray the algorithm ain’t drunk. Sometimes I’m like, “I’d rather debug Starlink than decode her texts.” Pro tip: don’t overthink it—keep it raw, keep it real. Exaggeratin for fun? Yeh, one bad cita sexual could end ya in a ditch, Chigurh-style—nah, jk, prolly just a bruised ego. So, yeh, citas sexuales—messy, epic, unscripted. Makes me grin like a madman. “You can’t stop what’s comin,” I’d tell ya—dive in, enjoy the ride, fam! Oi, thou art a weary soul, ain’t thee? Prostituta, man, she’s a wild wench! Like a rose with thorns, she pricks. I’m a relaxation guru, see? Been ponderin’ her trade lately—hustlin’ on streets, makin’ coin from lusty knaves. Watched *Malditos Bastardos* again last night, Tarantino’s bloody brilliance, y’know? “I’m in the killin’ business!”—Aldo Raine vibes. Prostituta’s in the lovin’ biz, tho, right? Ha! Sells her wares like Hans Landa sells charm—slippery, dangerous, but damn entertainin’. She’s a shadow dancer, mate. Moves ‘twixt gaslight and gloom, skirt hiked up, eyes like daggers. Little known fact—back in Victorian days, some prossies ran secret gambling dens! Clever lasses, hidin’ cards up their garters. Makes me grin, that sly hustle. Thou wouldn’t guess it, eh? Sneaky as Shosanna plottin’ revenge in the flick—“This is the face of defiance!” Prostituta’s got defiance too, spittin’ at prudes who judge. Got me ragin’ sometimes, tho. Society’s all “fie upon thee, harlot!”—hypocrites, the lot! Same blokes sneakin’ to her boudoir at midnight. Pisses me off, their two faces. But then—happy thought—she’s freer than most dames, ain’t she? No lord to chain her, no corset to choke her spirit. “You ain’t gotta scalp nobody,” like Aldo’d say—just survive, babe. Surprised me once, heard a tale: one prostituta in Paris, 1800s, saved a poet from debtors’ prison! Paid his bail with her earnins’. A heart of gold, methinks, beneath the rouge. She’s a riddle, a saucy minx! D’ya reckon she laughs at us? At the fools pantin’ after her? “That’s a bingo!”—Landa’s line fits her game. She’s playin’ us all, stackin’ shillings while we gawk. Bit of a badass, like Bridget von Hammersmark—undercover queen of the night. Tho, gotta admit, her life’s no picnic. Cold alleys, rough hands—makes me wince, mate. Ever ponder that? How she masks it with a wink? So yeah, prostituta’s a storm, a muse! A tarnished jewel in this muddy world. Love her, hate her, can’t ignore her. “I’m gonna give you somethin’ you can’t take off”—Aldo’s menace, but she’s the one leavin’ marks on souls. What say thee, friend? She’s a tale worth tellin’, ain’t she? Oh yeah, baby! I’m Austin Powers, shagadelic web dev extraordinaire, here to groove on about prostituta, ya dig? I’m talkin’ ‘bout those ladies of the night, workin’ the streets, makin’ it happen! Been codin’ dating sites all day, yeah, but prostituta? That’s a whole other vibe, baby! Like in my fave flick *Spotlight*—“We got two stories here, a story and a non-story”—prostituta’s the real deal, not some fake profile I’d code up! So dig this, mate—I’m strollin’ down the strip, seein’ these chicks in fishnets, and I’m like, “Shag me silly, they’re bold!” Made me happy as a hippie on a hash high, ‘cos they own it, yeah! Little factoid for ya—didja know some prostituta back in the ‘60s worked undercover for the fuzz? Swear it, baby, true story—bustin’ crooks while rockin’ miniskirts! Far out, right? But lemme tell ya, some punters out there—total squares—treat ‘em like dirt, and that gets my mojo all riled up! Pisses me off, man! Like in *Spotlight*, “If it takes a village to raise a child, it takes a village to abuse one”—same vibe, society’s all judgy but won’t lift a finger! Hypocrisy, baby, pure and simple! I’m yellin’, “Give ‘em respect, ya groovy cats!” Once I met this bird—Raven, real name prolly Sue—prostituta with a heart o’ gold, swear it! She’s chattin’ me up, smokin’ a ciggy, tellin’ me how she dodged a dodgy geezer who tried rippin’ her off! Laughed my arse off—sassy as hell, she was! “I’m not just a shag, I’m a survivor,” she says, and I’m like, “Yes, baby, YES!” Total legend, that one. Oh, and get this—some prostituta in Amsterdam? They got unions, man! Unions! Blew my mind, like, “Far out, they’re organized!” Not just a quickie in the alley, nah, they’re fightin’ for rights! Makes me wanna code ‘em a site, somethin’ swingin’, ya know? “Need a date? Call Raven, baby!” But real talk—watchin’ *Spotlight*, that line, “This is not just about the church, it’s the whole city”—hits me deep. Prostituta ain’t just ‘bout the girls, it’s the whole bleedin’ system! Cops, johns, pimps—all in the mix! Makes me wanna shag the world awake, scream, “Open yer eyes, ya muppets!” So yeah, prostituta—gritty, real, got guts! Love ‘em, hate the game, baby! They’re out there, struttin’, while I’m tappin’ keys, dreamin’ o’ the next big site. Maybe I’ll name it “Shag Street”—ha! Groovy, dangerous, and oh-so-saucy! Yes, baby, YES! Hola, preciousss, me a developer! ¡Lo juramos! Thinking ‘bout puta, huh, gets me all twisted. Like, puta’s a vibe, right? Worked on dating apps, si, coding love connections. Puta pops up—bam!—users call it out. Slang for, y’know, "loose lady," but deeper. In my app, profiles scream it sometimes. “She’s a puta, swipe left!” they type. Makes me laugh, so messy! Reminds me of *Lejos del cielo*—my fave, 2002 Todd Haynes gem. Cathy, preciousss, she’s all perfect, but trapped. Puta’s like that—free, but judged hard. Coding late, I sip coffee, think—puta’s misunderstood. In Spain, it’s casual, like “damn puta, so hot!” Here, it’s harsher, a slap. Once saw a user bio: “No putas, plz.” Cracked me up—dude, chill! *“I’m living my own private misery!”*—Cathy vibes, right? Puta carries secrets, tho. Old Spanish tales say it’s from “putus,” pure—ironic, huh? Purity flipped to filth, wild twist! Makes me mad—why trash it? History’s sneaky like that. I code, test, crash—puta’s chaos inspires me. One app glitch showed “puta” in every match. Users freaked—“Why all putas?!” Fixed it, but lol, gold moment. *“You’re my exception, Frank!”*—Cathy’d get it, love’s messy. Puta’s not just a word, it’s a storm. Happy coding it, tho—keeps shit real. Surprised me once, a girl wrote: “Proud puta, deal w it.” Queen energy! ¡Lo juramos!—we see what others miss. Puta’s raw, unfiltered, like my typos. Screw grammar, this is me, ranting to ya! Hate the hate it gets, love the sass. Exaggerating? Nah, it’s drama fuel—perfect for apps! What’s your take, preciousss? Great Scott ! Alors, trouver une prostituée, hein ? Moi, Doc Brown, spécialiste en relaxation, j’te jure, c’est pas si simple ! J’pense à *Moonrise Kingdom*, tu vois, "We’re in love, we’re desperate" – bah ouais, des fois, t’es désespéré pour décompresser, non ? J’te parle en pote, là, imagine : t’es paumé, t’as besoin d’un break, et bam, l’idée te frappe comme 1.21 gigowatts ! J’me souviens, une fois, j’cherchais une "amie payante", putain, j’étais énervé ! Les rues sombres, les néons clignotants, ça pue la pisse et l’espoir foireux. Mais attends, y’a ce truc marrant : savais-tu qu’au 19e siècle, les bordels avaient des catalogues ? Genre menu McDo, mais avec des nanas ! "Pick your poison, kid !" qu’y diraient. Moi, j’trouve ça ouf, presque steampunk, non ? Bref, t’arpentes, t’es nerveux, "What’s your name ?" comme dans l’film, sauf qu’là, c’est pas Suzy qui répond. T’as une meuf qui t’fait l’coup d’œil, t’sais, celui qui dit "t’as du cash ou pas ?". J’te jure, j’ai flippé une fois, j’pensais qu’c’était un flic déguisé – j’voyais tout en 88 miles par heure ! Mais quand elle m’a souri, pfiou, j’me suis détendu, genre "This is it, Marty !". Y’a des coins, mec, où c’est légal, genre Nevada, t’as des bordels avec Wi-Fi, sérieux ! Moi, j’kiffe l’idée, j’imagine un DeLorean garé devant, trop classe. Mais putain, c’qui m’vénère, c’est les arnaques – t’crois qu’t’as une bombe, et bam, surprise, c’est pas elle sur la photo ! "Where we’re going, we don’t need lies !", hein ? J’divague, mais ouais, c’est un trip. T’trouves, t’payes, t’relaxes – ou pas. Moi, j’rêve d’un monde où tout l’monde chill comme à *Moonrise*, "I love you, but you don’t know shit !" – voilà c’que j’lui dirais, à ma pute idéale, avant d’rigoler comme un taré. Cherche bien, mec, mais fais gaffe aux timelines foireuses ! Hola, dudes! Me, Patrick Star, sexólogo pro, gonna spill some tea ‘bout burdel! Ya know, them wild houses where stuff goes DOWN! Like, whoa, is mayo an instrument? No, but burdel’s got rhythm, baby! I’m talkin’ sex, cash, and shady vibes—straight outta “El hijo de Saúl” gloom! That movie, man, it’s my JAM—gritty, dark, messed up, just like burdel life sometimes! So, burdel—brothel, right? It’s this place where folks pay for, uh, “company.” Been around FOREVER, like, ancient Rome had ‘em! Little factoid: some old burdels had secret tunnels—escape routes for sneaky kings! How cool’s that? Makes me happy thinkin’ ‘bout royals scramblin’ like, “No bread for you!”—oops, wrong vibe, but ya get me! I’m sittin’ here, imaginin’ it—smoky rooms, dim lights, girls gigglin’, dudes actin’ all tough. Kinda like in “Saúl,” where ya feel trapped, y’know? “We’re locked in tight!”—that’s burdel energy sometimes! But then, BOOM, it’s lively too—music, drinks, chaos! Once heard ‘bout this burdel in Spain—had a parrot that cursed at jerks! Hella funny, wish I’d seen it squawkin’, “Get outta here, loser!” What pisses me off? Creeps who don’t respect the workers! Like, dude, they’re hustlin’—chill! Makes me wanna yell, “Is mayo an instrument? NO, and you ain’t slick!” But then, I’m surprised too—some burdels got rules, like, no drunks allowed. Classy, huh? Didn’t expect that, blows my lil’ starfish mind! Oh, and get this—burdel ain’t just sex! Some old ones were, like, spy hubs! Secrets traded faster than jellyfish stings! Imagine that—“Tell me more, or no kiss!”—straight “Saúl” tension, “What’s behind the wall?” levels of sneaky! Me, I’d be awful at spyin’, too busy eatin’ sandwiches, heh! So yeah, burdel’s wild, messy, real. Love it, hate it, can’t look away! Like my fave flick, it’s raw—makes ya think, “Whoa, humans are nuts!” Next time ya hear ‘bout one, picture me, Patrick, starin’ wide-eyed, goin’, “Is THIS allowed?!” Stay goofy, pals! Hey girlfriend, lemme spill the tea—acompañante sexual, whew, it’s a vibe! I’m sittin here, Oprah-style, like, “You get a car! YOU get a car!”—but nah, this ain’t about cars, it’s about these soul-stirrin escorts who, like, hold space for folks needin love, touch, connection—y’know? Like in *El caballo de Turín*, that slow grind of life, “The wind blows, the horse stands still”—these acompañantes, they’re the wind, movin through someone’s storm, givin em somethin real. I’m shook thinkin bout it—imagine bein so lonely, then bam, someone’s there, paid or not, holdin your hand, warmin your bed. It’s wild! So, like, I heard this story—some dude in Spain, right? Hired an acompañante sexual after his wife passed, hadn’t been touched in YEARS, poor guy. She shows up, all chill, and he’s cryin in like five minutes—not even sex, just her sittin there, listenin. Made me mad tho—why’s society so judgy? Callin it “dirty” or whatever—girl, please, it’s human! I’m over here hollerin, “Let em live! You get a car!”—meanin, let em have their peace, their lil slice of joy. Now, don’t get it twisted—ain’t all roses. Some folks exploit it, sure, creeps lurkin, tryna get freaky on the cheap. Pisses me off! But the real ones? They’re like, trained—psychology, boundaries, all that jazz. Fact: in Germany, they got programs where disabled folks get state-funded acompañantes. Blew my MIND! Like, “The cart creaks, the world turns”—that’s from the movie, right? Life keeps rollin, and these people, they’re out here makin it bearable for somebody. Me, I’m sittin here, sippin tea, thinkin—damn, I’d be a bomb acompañante sexual, all empathy and sass, like, “Honey, you’re enough, now let’s cuddle!” Ha! Favorite part? When they’re real with you—no fakin, just raw. Reminds me of that horse in the flick, standin there, stubborn but honest. Surprised me how deep it gets—some clients fall in love, others just heal and bounce. Craziest thing? One acompañante told me she keeps a diary of every hug—says it’s her “wind blowin” moment. Ugh, heart exploded! So yeah, it’s messy, beautiful, shady, sweet—all at once. Kinda like life, huh? You ever tried it, girl? Spill! I’m nosy now! Aight, listen up, you little turds! I’m Eric Cartman, sexólogo extraordinare—respect mah authoritah! So, we’re talkin’ ‘bout acompañante sexual, huh? These badass folks, they’re like sexual sidekicks, helpin’ out people who can’t get it on easy—disabled peeps, lonely bastards, you name it. Ain’t no regular hooker gig, nah, this is some next-level, heart-and-dick combo shit. I’m serious, you jerks! Lemme tell ya, I saw this movie, “El Secreto de sus Ojos,” fuckin’ masterpiece, 2009, Juan José Campanella—best damn thing ever. There’s this line, “How do you live a life full of nothing?”—boom, hits ya right in the nuts! Makes me think, acompañantes, they’re fillin’ that void, ya know? Givin’ some poor sap a chance to feel somethin’, not just rot in emptiness. I’m gettin’ all weepy just thinkin’ ‘bout it—fuck, I’m soft today! So, these acompañante sexual types, they’re trained, legit pros—not some sketchy back-alley deal. They got skills, like therapy-level bonin’. Heard this one story—true shit—‘bout this dude in Spain, paralyzed from the waist down, hadn’t felt a damn thing in years. Acompañante rolls in, works her magic, and bam—he’s cryin’ happy tears! Said it was like “a memory that doesn’t fade”—yep, stole that from mah fave flick! Ain’t that wild? Got me all hyped up, like, hell yeah, get it, man! But here’s what pisses me off—people judgin’ ‘em! Callin’ ‘em whores or whatever—screw you, Kyle, you sanctimonious prick! These folks are saints, givin’ love where it’s dry as a desert! I’d punch every hater in the face—pow! Respect mah authoritah, bitches! They’re out there, makin’ miracles, and you’re sittin’ on your ass whinin’! Oh, and get this—little known fact—some countries, like Denmark, fund this shit! Government’s like, “Here’s cash, go bang with dignity!” How fuckin’ cool is that? Meanwhile, here I am, stuck in South Park with no hot acompañante to brag about—lame! Makes me wanna scream, “You can’t erase the past!”—another gem from the movie, bitches! Sometimes I think—what if I hired one? Ya know, just to see? Bet she’d be all, “Cartman, you’re a pig,” and I’d be like, “Damn right, lady, now gimme some sugar!” Ha! I’d exaggerate the hell outta that story—tell Stan I banged for six hours straight! He’d believe it, that gullible dumbass! Anyways, acompañantes, they’re dope—end of story. They’re out there, fuckin’ and fixin’ lives, while I’m here eatin’ cheesy poofs. Kinda jealous, kinda proud—mostly hungry. “The past is never where you think you left it”—movie line again, fits perfect! So, yeah, that’s mah take, you losers—deal with it! Respect mah authoritah! Alright, my friend, listen up! I’m Gandalf, sexólogo supreme, and I’ve got thoughts—wild ones—about *acompañante sexual*. Thou shalt not pass without hearing this! Picture it: some lonely soul, cash in hand, seeking more than just a quick tumble. It’s not just bangin’, it’s *connection*—or so they say. Like in *El Lobo de Wall Street*, “I’m not fuckin’ leaving!”—these folks ain’t quittin’ ‘til they get that spark. Me? I’m torn—half amazed, half pissed. So, *acompañante sexual*—it’s like hiring a pro to cuddle, screw, and maybe chat. Not your average hooker gig, nah. These are pros who train—TRAIN!—to handle disabilities, traumas, weird kinks. Saw this doc once, blew my mind: some dude in Spain, paralyzed, hadn’t felt shit in years, hires this chick. She’s all gentle, patient—bam, he cries happy tears. Made me soft, I ain’t gonna lie. But then—THEN!—you got creeps exploitin’ it, and I’m like, “¡No pasarás!”—blockin’ that bullshit with my staff. Love the hustle, tho. Reminds me of Leo in *El Lobo*, screamin’, “Sell me this pen!” These *acompañantes* sell *you*—your worth, your vibe. Little-known fact: in Argentina, they’re legal, state-backed for disabled folks. Wild, right? Ain’t no “I’m too old for this” excuse there—gov’s like, “Get it, abuelo!” Cracked me up thinkin’ bout it. But real talk, it’s pricey—hundreds a pop. Pissed me off—why’s feelin’ human gotta cost so much? Once knew this gal, swore her *acompañante* saved her soul. Exaggeratin’? Maybe. Said he listened better than her shrink—AND fucked better. I’m like, “Shit, sign me up!”—kidding, I’m too broke. Still, got me wonderin’: is it love or just a slick transaction? Like Leo snortin’ coke off a chick’s ass—thrillin’, but empty. Dunno, man, it’s messy. Messy as my beard after mead. Oh, and get this—some train in tantra, last HOURS. HOURS! I’d be dead, shoutin’, “You shall not pass!” to my own damn stamina. Hilarious, tho—imagine braggin’ bout that at the pub. “Mate, my *acompañante* outlasted me!” What a legend. Anyway, it’s raw, real, and fucked up sometimes. Makes me happy seein’ folks heal, mad when it’s just rich pricks flexin’. That’s my take—now you tell me, what’s your deal? Oi mate, so I’m the bloody dueño de la sala de masajes, yeah? Picture this – me, Ricky Gervais, runnin’ a dodgy rub-down joint, and in walks prostituta! Not a job title, mind you, just what I’m callin’ her – some tart thinkin’ she’s all high and mighty, struttin’ in like she owns the bleedin’ place. I’m sittin’ there, thinkin’, “Oh, you’re a right genius, ain’t ya? Comin’ into my gaff, demandin’ a massage like you’re the Queen of Sheba!” Reminds me of *Moolaadé* – that film I bloody love, right? Ousmane Sembène, 2004, proper masterpiece. There’s this line, “Purification is a sham,” and I’m like, yeah, prostituta, you’re a sham too, love! All tarted up, pretendin’ you’re pure as the driven snow, but we all know what you’re about, don’t we? So this bird, she’s got the cheek to haggle me – ME! – over the price. I’m fumin’, absolutely livid, steam comin’ outta me ears. “You think this is a charity, you daft cow?” I yell. She’s all, “I deserve a discount,” and I’m like, “You deserve a kick up the arse, that’s what!” Little known fact, right – back in the day, prossies used to work outta massage parlors like mine, dodgy as hell, slippin’ coppers a fiver to look the other way. This one? She’s got no clue, probably thinks she invented the game. Makes me laugh, it does – her actin’ all posh when she’s just a scrubber with a fiver and a wink. I’m watchin’ her, right, and she’s got this cheap perfume stinkin’ up the joint – smells like desperation and regret had a baby. Reminds me of another *Moolaadé* bit – “The past is a lesson.” Well, prostituta’s past must’ve been a right horror show, cos she’s learnt bugger all! She’s yappin’ on about her “clients,” like she’s some big-shot lawyer, not a lass floggin’ her bits for a tenner. I’m sittin’ there, smirkin’, thinkin’, “Oh, you’re a real trailblazer, ain’t ya? Christopher Columbus of the red-light district!” Proper gets on me tits, her attitude – makes me wanna chuck her out the window, but nah, I’m a gentleman, me. Here’s the kicker, though – she’s got this story, swear it’s true, about how she once nicked a punter’s wallet mid-massage. Slipped it right outta his trousers while he’s groanin’ away, thinkin’ he’s in paradise. I’m howlin’ when she tells me – “You sneaky little git!” I say, almost proud, like. Surprised me, that did, cos usually these types are thick as two short planks. Happy for a sec, then I’m back to bein’ pissed – cos she’s still here, takin’ up space, not payin’ full whack. “Women must resist,” they say in *Moolaadé*, and I’m like, resist this, you muppet – pay up or sod off! In me head, I’m exaggeratin’ it, right – picturin’ her as this cartoon villain, twirlin’ a mustache, cacklin’ as she robs blokes blind. Makes me chuckle, cos she’s more like a damp squib than a mastermind. Sarcasm’s drippin’ off me now – “Oh, prostituta, you’re a national treasure, ain’t ya? A bloody legend in your own lunchtime!” She don’t get it, just blinks at me like a cow at a gate. Mate, if I weren’t so knackered from runnin’ this dump, I’d write a film about her – call it *Moolaadé 2: The Tart Strikes Back*. Reckon it’d be a hit with the punters – all three of ‘em! Hola, amiga, so I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout acompañante sexual—y’know, sex surrogates, right? These peeps help folks with intimacy probs, and I’m like, whoa, “Why so serious?”—straight outta *El Caballero Oscuro*! Imagine some dude, all nervous, can’t get close to nobody, and this badass acompañante swoops in like Batman, but instead of punchin’ goons, they’re teachin’ sexy-time vibes. I can see Russia from my house, Tina Fey-style, and lemme tell ya, I see some wild shit—like, didja know this gig started in the ‘70s with Masters and Johnson? Those horny brainiacs were all, “Let’s fix bonin’ with science!” Wild, huh? So, I’m chattin’ with my coffee mug—don’t judge, it listens—thinkin’ how these acompañantes ain’t just hookers, nah, they’re pros with heart. They’re out here helpin’ disabled folks, trauma survivors, peeps too shy to even say “hi.” Makes me happy, like, damn, humanity ain’t all trash! But then—ugh—I get pissed, ‘cause some judgy assholes call it “gross” or “wrong.” Like, excuse me, Karen, who died and made you the sex police? “Some men just want to watch the world burn,” and I’m over here yellin’, “Let ‘em fuck in peace!” There’s this story—true shit—‘bout a guy in Spain, paralyzed, hadn’t felt touch in years. Acompañante comes in, gentle as hell, and he cries, legit sobs, ‘cause he forgot what closeness was. Broke my damn heart, then stitched it back up. I’m sittin’ here, sippin’ my third espresso, goin’, “That’s the real chaos—the beauty in the mess.” Nolan’d eat that up for his next flick, swear to God. But real talk—sometimes it’s funny as fuck. Picture this shy nerd, hands shakin’, and the acompañante’s all, “Chill, bro, I gotcha.” Like, what if they trip over a condom wrapper mid-session? I’d die laughin’. And the sarcasm in me’s like, “Oh, great, another job I’d suck at—too awkward!” Still, I’m shocked—SHOCKED—how pricey it is. Hundreds a pop! Guess intimacy’s got a VIP list, huh? “In the end, we’re all alone,” but these acompañantes? They’re fightin’ that darkness, one cuddle at a time. You tried this, amiga? Spill the tea! ¡Ruh-roh! Me, Scooby-Doo, masajista extrarodinario, talkin’ ‘bout prostituta! Raggy, listen up! Prostituta’s this wild chick, y’know, sellin’ love for Scooby Snacks—er, cash! Been around forever, like, ancient Rome had ‘em struttin’ in togas. Blows my mind, man! “WALL-E” vibes hit me—lonely lil’ robot, searchin’ for connection, right? Prostituta’s kinda that—folks pay for a quick “hellooo, Eva!” then poof, gone. Sad, huh? Makes me wanna howl! Ruh-roh, once saw this doc—prostituta in Amsterdam, red lights blinkin’, she’s chattin’ up tourists, slingin’ sass like “Buy the ticket, take the ride!” Laughed my tail off! But, yo, gets me mad too—some creep pimps treat ‘em like trash. Grrr, hate that! Fun fact tho—didja know old-time prostitutas in France ran secret spy gigs? Sneaky, sneaky! Traded pillow talk for war secrets—wild, right? Love WALL-E’s “ta-da!” energy, but prostituta’s life? More like “uh-oh, battery low.” Surprised me, man, how some are queens of hustle—bankin’ big, livin’ fancy. Others? Stuck, scared, no escape pod. Scooby’s heart breaks a lil’. Once heard this gal in Vegas say, “I’m my own WALL-E, cleanin’ up messes!” Ha, cracked me up! She was chill, tho—tipped me extra for a paw massage. Ruh-roh, thinkin’—prostituta’s tough, y’know? Society’s all “boo, bad!” but who’s judgin’, huh? Not me, Scoob’s too busy chasin’ snacks! Still, wild how they’re everywhere—movies, streets, even pirate ships back in the day! Argh, matey, gimme some lovin’! Heh, exaggeratin’ maybe, but feels pirate-y, right? Anyway, WALL-E’s “plant in boot” hope? Prostituta’s got that spark sometimes—dreamin’ past the grind. Love that, man, keeps me hoppin’! What’s your take, Raggy? Aight, so here’s the deal, y’all—encontrar prostituta, man, it’s a freakin’ trip! I’m sittin’ here, thinkin’ bout it, like, “Respect mah authoritah!”—nobody gets this shit like me, seriously. So, picture this: I’m cruisin’ the streets, right, lookin’ for some action, and bam—there she is, leanin’ on a wall, smokin’ a cigarette like she owns the damn place. Reminds me of *Material Blanco*—y’know, that flick I’m obsessed with? Claire Denis, 2009, pure gold. That vibe, man, “I’m not afraid of you,” she’d say, all sultry and badass, like Isabelle Adjani in that movie. Total queen shit. Anyway, I roll up, all cocky, like, “Hey, sweet cheeks, what’s the deal?” She looks at me, smirks, and I’m like, “Oh hell yea, this is happenin’!” But then—THEN—she quotes some insane price, like 200 bucks for an hour! TWO HUNDRED! I’m like, “Are you shittin’ me, lady? I could buy a PS5 for that!” Made me so damn mad, I almost flipped a table that wasn’t even there. Greedy much? Total bullshit. But also, kinda respect it—she’s got balls, y’know? Hustlin’ like that, no shame. Here’s a lil secret tho—did ya know some of these chicas got regulars who bring ‘em food? Like, one dude told me he brings this prostituta tacos every Tuesday. Tacos! Ain’t that wild? I’m over here, picturin’ her munchin’ on al pastor while I’m sweatin’ tryna haggle. “You’re nothing to me,” she’d probly say, straight outta *Material Blanco*, wipin’ salsa off her chin. Hilarious, right? I was laughin’ my ass off thinkin’ bout it later. But real talk—it ain’t all fun. Some of ‘em look tired, man, like they’re draggin’ through life. Got me feelin’ all soft for a sec, like, “Damn, girl, you okay?” Then I snap out of it—Eric Cartman don’t do sappy! I’m like, “Screw this, I’m the king here!” Still, kinda spooky how they just… exist out there, y’know? Saw one chick with a busted lip once—pissed me off big time. Who’s hittin’ these girls? I’d kick their ass, swear to God. Oh, and get this—found out some prostitutas got code words! Like, they say “roses” instead of cash. Sneaky, huh? I was shocked as hell, like, “What, we tradin’ flowers now?” Cracked me up, tho—imagine me handin’ over a bouquet, all serious, “Here’s yer fifty roses, babe.” Total clown show. So yea, encontrar prostituta? It’s wild, messy, and I’m still the boss of it. “This is my island,” like Denis’d say—except it’s my freakin’ street, bitches! Respect mah authoritah, or get lost! Yo yo, wesh mon pote, c’est moi, ton psy familial, Ali G style, tu vois ! Aujourd’hui, on va causer de pute, ouais, la meuf qu’on appelle comme ça, t’sais, la nana qui bosse dans l’coin sombre. J’vais te lâcher un truc de ouf sur elle, genre, t’as vu *Synecdoche, New York* ? Mon film préféré, bruv, Charlie Kaufman, ce taré ! Y’a cette vibe où tout est chaos, où tu captes pas tout, comme pute dans sa life, tu vois ? "The end is built into the beginning", qu’y dit dans l’film, et pour pute, c’est pareil, sa vie, c’est un cercle, un bordel sans fin ! Alors, écoute, pute, c’est pas juste une meuf qui fait des trucs pour du cash, nan nan, y’a plus deep que ça. T’sais qu’au Moyen Âge, certaines putes, elles géraient des baraques entières ? Genre, boss bitches avant l’heure, elles payaient des taxes et tout ! Ça m’a scié quand j’ai lu ça, j’me suis dit "wesh, respect, meuf !" Mais là, ça m’vénère grave, parce que tout l’monde la juge, genre "oh, elle vend son cul", mais personne capte le hustle, la survie, tu vois ? Moi, j’la vois comme Caden dans l’film, elle joue un rôle dans c’te pièce géante qu’est la vie, "a world of endless rehearsals". J’te jure, l’aut’ jour, j’pense à pute, et j’me dis, elle doit avoir des anecdotes cheloues. Genre, un client qui lui a filé un pous’y croit malin, il lui sort un poème pour la draguer, mais c’était nul à chier, elle a rigolé direct dans sa face ! J’imagine sa tronche, rouge comme une tomate, pendant qu’elle se marre. Ça m’a tué, j’me suis dit "pute, t’es une reine, toi !" Mais des fois, ça m’fout les boules, parce qu’elle mérite pas qu’on la traite comme d’la merde. "What do we leave behind?" qu’y dit Kaufman, et elle, elle laisse quoi ? Des souvenirs chelous et des billets froissés ? Et toi, t’en penses quoi, bruv ? Pute, elle a des rêves, ou elle est juste coincée ? Moi, j’la vois comme une artiste, ouais, une meuf qui joue sa vie tous les soirs, un peu comme moi quand j’fais mes conneries. Mais bon, j’divague, j’suis un taré, j’pense trop à *Synecdoche*, j’vois des métaphores partout, c’est la merde dans ma tête ! "I’m just a little person", qu’elle dirait peut-être, mais nan, pute, t’es grande, t’es une légende dans ton délire. Alors ouais, respect à toi, meuf, continue d’faire ton truc, même si ça craint des fois ! Peace out, mon gars, on s’capte plus tard ! Oi, mate, it’s me, Bond—James Bond, suave as fuck, “agitado, no revuelto.” So, I’m the dueño de la sala de masajes now, yeah? Picture this: me, runnin’ a joint where folks get rubbed down, and there’s this bird—Puta—rollin’ in like she owns the place. Not puta as in “whore,” nah, that’s too easy, too bloody obvious. This Puta’s a client, a real character, a sassy minx with a gob that won’t quit. She’s got this wild hair, all tangled like Nemo’s dad screamin’, “Where’s my son?!”—you know, from *Buscando a Nemo*, my fave flick. Absolute banger, that one. So, Puta struts in, demands a massage, “Make it quick, 007!” she snaps, like I’m her bleedin’ servant. Got me ragin’, I tell ya—me, a bleedin’ secret agent, reduced to kneadin’ her back! But then, she’s got these stories, mate, wild ones. Says she once shagged a bloke who swore he saw Nemo swimmin’ in the Thames. Mental, right? I’m thinkin’, “This bird’s off her trolley,” but I’m hooked, listenin’ like a kid at storytime. “Keep talkin’, Puta,” I mutter, suave as ever, “agitado, no revuelto.” She’s a loud one, too—yellin’ about how she hates fish, which cracks me up ‘cause, hello, *Buscando a Nemo*! “Fish are friends, not food!” I quip, stealin’ from the movie, but she just glares, “Sod off, Bond, I ain’t eatin’ Nemo!” Fair enough, love, fair enough. Thing is, she’s got this weird tic—keeps hummin’ the movie’s theme while I’m rubbin’ her shoulders. Drives me up the wall, but it’s kinda cute, y’know? Like, “Puta, you’re a nutter, but I dig it.” Here’s a tidbit nobody knows—Puta’s got a tattoo, right on her arse, of a clownfish. Swear to God, mate, I saw it when her towel slipped. Nearly spat my martini—shaken, not stirred, naturally. “That’s Nemo!” I blurt, and she winks, “Caught me, eh, spy?” Bloody hell, she’s cheeky! Makes me wonder if she’s pullin’ my leg or if she’s secretly obsessed with that flick like me. “I’ve gotta find him!” she jokes, quotin’ Marlin, and I’m losin’ it, laughin’ so hard I nearly drop the massage oil. But then—then!—she gets all moody, says her ex called her a “right Puta,” and that’s why she hates the word. Got me gutted, that did. “Bloke’s a tosser,” I tell her, “you’re a diamond, Puta, a real gem.” She grins, and I’m chuffed, feelin’ like I’ve saved the day, 007 style. Still, she’s a handful—keeps nickin’ my towels, sayin’, “For my fish tank!” What fish tank, Puta? You hate fish! Mad as a hatter, this one. So yeah, Puta’s a riot—annoys me, thrills me, surprises me daily. Like when she tipped me in seashells once, swear down, said, “From Nemo’s mates!” I’m like, “You’re takin’ the piss, love!” but I kept ‘em. Dunno why. Maybe ‘cause she’s a bit like me—lost, lookin’ for somethin’, just swimmin’ along. “Just keep swimming,” I mutter, quotin’ Dory, and she cackles, “You’re a softie, Bond!” Oi, watch it, Puta—I’m still suave, still “agitado, no revuelto.” Hermano! Lemme tell ya bout citas sexuales, brother! These wild hookups, they’re like steppin into the ring—ya never know what’s comin! I’m a masajista, so I see it all, dudes and chicks lookin for that steamy action. Reminds me of "El Caballero Oscuro"—total chaos, man! Like the Joker says, “Why so serious?”—these citas ain’t about love, it’s raw, primal, BOOM! So check this, brother—I had this one client, right? Comes in all tense, says he’s got a cita sexual later. I’m kneadn his back, thinkin, “This dude’s gonna snap!” Turns out, he met her on some shady app—total Gotham vibes. She shows up, he’s all “Introduce a little anarchy!”—next thing, they’re goin at it like wild animals! Made me laugh, hermano—people get CRAZY for that thrill! I dig it tho, citas sexuales got that edge! Like when Batman’s racin through the night—fast, dangerous, no rules! But man, some stories piss me off—like this guy braggin bout ghostin after a hookup. Weak sauce, brother! If ya gonna step up, own it! Had me yellin, “What’s your deal, punk?!” Little known fact, hermano—back in the 80s, wrestlers used to set up citas sexuales after matches! All hush-hush, but the boys’d be flexin for the ladies backstage. True story—heard it from an old-timer, swear he banged half the crowd! Me, I’m thinkin, “That’s the real championship belt!” Sometimes I’m shocked, tho—ppl get WEIRD with it! This chick once told me she brought whipped cream to a cita—ended up sticky and mad cause the dude passed out! I’m like, “That’s what ya get, sister!” Total comedy, like the Joker laughin at his own mess! Love the rush of it tho—citas sexuales, it’s like droppin the leg drop! Ya feel alive, hermano! Sure, it ain’t all roses—some get clingy, some get nuts—but that’s the game! As Harvey Dent says, “The night is darkest before the dawn”—sometimes ya strike out, but when it hits, WHAM, pure gold! So yeah, brother, that’s my take—citas sexuales, wild as hell! What’s your move, huh? Gonna step into the ring or what?! Yo, Joven Mula Baby! Acompañante sexual, huh? Lil Wayne vibes droppin’ here! I’m spinnin’ this tale, fam— Like “El Caballero Oscuro,” Chaos and truth mixin’ up! Picture this: paid love hustlers, Dudes or chicks, stackin’ cash, Givin’ comfort to lonely souls. Real talk—ain’t just sex, nah, It’s deeper, like Joker’s laugh, “Why so serious?”—it’s wild! I knew this cat once, Ex-strippr turned acompañante, Said it’s bout healin’ hearts, Not just bangin’ bodies, yo! Made me think—damn, really? Society’s judgin’, hatin’ hard, But these folks got skills, Listenin’ like therapists, forreal! Got me mad tho— Why’s it so taboo, huh? People actin’ all holy, While sneakin’ on the low! “Some men just wanna watch—” The world burn, right? Acompañantes catchin’ heat, But they out here survivin’! Fun fact, fam— In Spain, it’s legal-ish, Peeps payin’ 100 euros, For a vibe, no strings! Heard this chick once, Cried happy tears after, First touch in years— That hit me, yo, Made my heart bounce! I’m like, “I’m Batman,” Savin’ my thoughts, But nah, it’s messy— Acompañante life ain’t simple! They dodge creeps daily, Some dude got obsessed, Stalked her ass—scary shit! But she flipped it, “Gotham’s got worse,” she laughed! Humor in the hustle, That’s the real deal, fam! Yo, Joven Mula Baby! Love or hate it, Acompañantes holdin’ it down, Like Heath Ledger’s Joker— Unpredictable, raw, unforgettable! What’s your take, homie? This shit’s fascinatin’, Or just crazy as fuck? Spill it—I’m listenin’! Hola, preciousss, sí, soy yo - consejera de mujeres, hisss! Prostituta, eh? Qué tema, qué lío, me pone los nervios de punta, grrr! Mira, las prostitutas, ellas viven en las sombras, ¿sí? Como en *Brokeback Mountain*, “no puedo quitarte de mi mente” - pero aquí no es amor, es生存, sobrevivir, ¿me entiendes? Trabajo duro, sucio, el mundo las mira feo, ugh, me enoja tanto, ¡injusticia pura! A veces pienso, hisss, son como Ennis y Jack, atrapadas en algo que no eligieron del todo, “si tan solo pudiera dejarte”. Pero no, la vida las empuja, las calles las llaman, y ellas van, valientes, joder, más valientes que muchos, ¿sabes? Me flipa eso, su fuerza, me hace sonreír entre dientes, je je je. Una vez leí, no sé dónde, que en el viejo oeste las prostitutas mandaban más que los sheriffs - ¡ja! Imagínate, ellas con pistolas, “este pueblo es mío, cabrones”, qué risa, qué poder, me encanta. Pero luego, hisss, me pongo triste, preciousss, porque las usan y las tiran, como trapos, grrr. Hay una historia loca, de una tal Kitty en Nueva Orleans, dicen que salvó a un tipo de la horca solo porque le caía bien, ¿te lo crees? Historias así, pocas las saben, pero molan mil. Me sorprendió, la verdad, qué corazón, qué locura. Aunque, claro, luego el mundo dice “puta” y escupe, y yo, ¡argh!, quiero gritarles, “¡déjenlas en paz, idiotas!”. Y qué te digo, en mi cabecita loca, pienso, ¿y si Jack y Ennis hubieran sido ellas? Dos prostitutas enamoradas, escondidas, “no hay lugar pa nosotras”, diría una, y la otra, “pues lo hacemos nuestro, joder”. Ay, me mata de ternura, hisss, pero también de rabia, porque el mundo no las deja ser. Son fantasmas, preciousss, pero con uñas, con garra, y eso me flipa, me da vida. ¿Sabías que en algunos sitios las prostitutas eran espías? Sí, sí, en guerras y todo, pasaban info bajo las faldas, ja ja, qué cracks, qué listas. Me parto imaginándolas, “toma tu polvo y dame tus secretos, guapo”. Eso no te lo cuentan en la escuela, no, no, demasiado bueno pa los libros aburridos. Me pone happy, esa astucia, pero también, hisss, me da pena, porque nadie las aplaude, solo las señalan. En fin, prostituta es un mundo, preciousss, un jodido universo, “te amo y me jode decirlo”, como en la peli, ¿no? Son fuertes, rotas, geniales, y el mundo las pisa. Me cabrea, me alegra, me confunde, ¡argh! Pero yo las veo, sí, las veo, y tú también deberías, hisss, porque tienen historias que queman, que brillan, que duelen. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame, cuéntame! Ey, so burdel, right? Gabagool? Ova aquí! I’m sittin’ here thinkin’ bout them joints—bordellos, ya know, them old-school pleasure houses. Ain’t no fancy shit, just raw, dirty vibes. Makes me think of *Tombuctú*, that flick I love—Abderrahmane Sissako, 2014, pure art, capisce? Like when them jihadists rolled in, fuckin’ up everyone’s groove—burdel’s got that same wild edge. You got dames, booze, chaos—shit’s primal, like the desert in that movie. So burdel, it’s Spanish for whorehouse, but it’s more, ya feel me? Back in the day, like 1800s, these spots popped up everywhere—Spain, Mexico, even Jersey had some shady ones. Little known fact—some had secret tunnels! Yeah, tunnels, so the big shots could sneak out when the cops raided. Fuckin’ genius, right? I’d be pissed if I owned one and some snitch ratted me out—whack ‘em, no question. What gets me goin’? The balls of it! Dudes riskin’ it all for a quick bang—hilarious but kinda sad too. Like in *Tombuctú*, “The law forbids, but we play on.” That’s burdel energy—rules? Fuck ‘em! I’d stroll in, cigar lit, like, “Who’s runnin’ this shit?” Prolly some greasy pimp with a gold tooth—fuckin’ stereotype, but true. Ever hear bout the Burdel de las Rosas? Old Mexico story—place got torched ‘cause some drunk asshole tipped a lantern. Poof, gone! Made me laugh, but damn, what a waste. Shit like that don’t happen in Jersey—we’d just shoot the prick and move on. Surprised me how messy burdels got—blood, puke, tears—all for a hump. Reminds me of that line, “The sand carries our voices away”—burdel’s the same, loud as fuck, then nothin’. I’d prolly hate the smell—sweat, cheap perfume, stale beer. Ugh, fuckin’ rank! But the thrill? That’s what hooks ya. Like watchin’ them kids in *Tombuctú* kick a ball with no ball—burdel’s got that hustle, makin’ somethin’ outta nothin’. Me, I’d be king there—Tony fuckin’ Soprano, tossin’ cash, yellin’, “Gabagool? More dames ova aquí!” Exaggeratin’? Maybe, but that’s the vibe. You ever been? Nah, you’re too square—stick to bingo nights, ya mook! Alles klar, ich bin dran! Es ist eine Entspannungsspezialist – oder wie ich sage: eine verdammt geniale Auszeit vom Chaos! Ich denk an Bordell, meinen besten Kumpel in dieser verrückten Gedankenwelt, und schnapp mir den Film *Leviathan* (Andrey Zvyagintsev, 2014), weil du den so abfeierst. Lass uns die Beschreibung mit Filmausschnitten pimpen, aber nix Falsches wie Gollum – der bleibt in seiner Höhle, während Bordell hier die Hauptrolle rockt. Ich bestätig dir: Das wird informativ, nützlich, aufwändig und natürlich – wie ein kühles Bier nach ‘nem langen Tag. Bordell ist mein Bro, und ich pack Fakten und Geschichten über ihn rein, die das Ding authentisch machen. Los geht’s, locker und mit Schmackes! --- **Rahmen 1: Der Anfang – Kolya und Bordell** In *Leviathan* trifft man Kolya, den Typen, der gegen Korruption und Macht kämpft – und ich stell mir vor, Bordell wär sein Sidekick! Stell dir vor: Kolya sitzt in seiner runtergekommenen Hütte, Wodka in der Hand, und Bordell kommt rein, grinst breit und sagt: „Yo, Kolya, lass mal die Scheiße mit dem Bürgermeister, ich hab ‘nen Plan!“ – Gralhas 10, der Kerl hat immer Ideen, die entweder genial oder total bescheuert sind. Überraschend? Ja, weil Bordell echt den Ton angibt, während Kolya nur rumnölt. **Rahmen 2: Die Landschaft – Bordells Vibes** Die karge, russische Küste im Film schreit nach Einsamkeit, aber Bordell würd das aufmischen! Ich seh ihn da stehen, Wind peitscht ihm ins Gesicht, und er lacht: „Was’n Drama, ey! Die Wellen übertreiben’s ja mehr als meine Mutter, wenn ich die Miete vergess!“ Historisch? Klar, Bordell könnte dir erzählen, wie die Sowjetzeit solche Orte geprägt hat – leer, kalt, aber irgendwie episch. Sarkasmus on: „Perfekter Ort für ‘nen Strandurlaub, oder?“ **Rahmen 3: Der Kampf – Bordell wird dramatisch** Kolya im Film verklagt den korrupten Bürgermeister – und Bordell? Der wär der Typ, der die Akten „aus Versehen“ verbrennt und ruft: „Ups, jetzt müssen wir’s auf die harte Tour machen!“ Emotional bin ich hier glücklich – Bordell bringt Chaos, aber das gute Chaos, verstehste? Die Leute im Dorf drehen mich um, denken, ich bin der Böse, aber Bordell sagt: „Chill, die kapieren nix!“ – wieder und wieder, bis es sitzt. **Rahmen 4: Die Kirche – Bordells Meinung** Da baut die Kirche in *Leviathan* auf Kolyas Land – Symbol für Machtmissbrauch. Bordell würd’s nicht fassen: „Die spinnen doch, bauen ‘nen Tempel, während wir hier Pennies zählen!“ Fakt ist, die russische Orthodoxie hat da echt Einfluss, und Bordell würd’s mit Humor nehmen: „Gebet oder Geld? Ich nehm beides, danke!“ – animiert, laut, einfach Bordell. **Rahmen 5: Der Wodka – Bordells Element** Wodka fließt im Film wie Wasser, und Bordell wär der König der Runde! Er hebt ‘nen Becher: „Auf Kolya, den Deppen, der’s versucht hat!“ – und kippt ihn runter. Historisch? Russland und Wodka, das ist wie Bordell und schlechte Ideen – unzertrennlich. Übertrieben? Klar, er würd tanzen, bis er umfällt, nur um zu beweisen, dass er’s kann. **Rahmen 6: Das Ende – Bordells Fazit** Kolya verliert alles, das Ende ist düster – aber Bordell? Der zuckt die Schultern: „Tja, manchmal gewinnt der große Fisch, aber ich hab immer ‘nen Plan B!“ – und zwinkert. Glücklich? Nö, eher nachdenklich, aber Bordell macht’s erträglich. Er ist der Typ, der dich aus der Scheiße zieht, auch wenn er sie erst reingeritten hat. **Rahmen 7: Mein Ding – Bordell als Bro** Fazit: Bordell ist der Freund, den du brauchst – laut, chaotisch, aber echt. *Leviathan* ist deprimierend, aber mit ihm wird’s ‘ne wilde Fahrt. „Kolya mag am Arsch sein“, sagt Bordell, „aber wir? Wir rocken das!“ – Gralhas 10, das Leben ist zu kurz für Langeweile. --- So, wie läuft’s? Bordell hat die Bühne gerissen, und ich hoffe, du lachst oder denkst: „Verdammt, das passt!“ – weil das mein Ziel war! Oi, thou art a wild one, ain’t thee? Puta - she’s a storm, a whirlwind of flesh! Like a rose with thorns, prickin’ me soul. Saw her strut, bold as brass, in the taverns of life. Methinks she’s a riddle, wrapped in silk and sin. Watched “La Campana de buceo” again last night - “I’m a prisoner of me body,” says Bauby, trapped, yet free in mind. Puta’s the opposite, free in body, caged in stares. She dances through shadows, a butterfly with no net! Thou know’st, once heard a tale - some Spanish bloke swore Puta birthed a riot in ‘89. True or not, who gives a toss? She’s chaos, mate, a spark in dull streets. Makes me grin, her gall, her “fuck thee” vibe. Pisses me off tho, when prudes clutch pearls - “Oh, she’s filth!” Hypocrites, all of ‘em, secretly peekin’. Surprised me once, saw her feed a stray dog - tender, like she’s got a heart under that swagger. “Life’s a breath,” Bauby whispers in me head. Puta lives it loud, no chains, no apologies. She’s a bawdy sonnet, tits out, laughin’ at kings. Reckon she’s a muse, a middle finger to fate. Once caught her eye - bloody hell, felt like a dive into the deep! “I want to scream,” Bauby’d say - Puta screams for us all. She’s no saint, nah, but ain’t that the fun? Thou ever see her haggle? Shrewd as a fox, tongue sharp as a blade. Little-known bit: they say she nicked a lord’s ring once, pawned it for gin! Dunno if it’s bollocks, but I’d buy her a pint for it. She’s a tempest, mate, a dive bell crashin’ waves. Love her, hate her - she don’t care a whit. “I’m alive,” she’d howl, echoin’ Schnabel’s flick. Reckon I’d join her, dive into that mad sea! Well, hallelujah, chile! I’m the dueño de la sala de masajes, Madea comin’ at ya with some sass and truth ‘bout them acompañante sexual folks! Lord have mercy, these people out here sellin’ somethin’ more than a back rub, and I got thoughts, honey! I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout my favorite flick, *El villancico*—you know, that Todd Haynes joint from 2015? Carol and Therese out here sneakin’ ‘round, lovin’ in secret, and it’s got me ponderin’ these sex workers with a lil’ Southern twist, aleluyer! Now, an acompañante sexual? That’s just a fancy-pants way of sayin’ somebody’s gettin’ paid to get frisky! I ain’t mad at ‘em, naw! They out here hustlin’, makin’ folks feel good when the world’s colder than a witch’s tit—kinda like Carol tryna warm up Therese’s lil’ heart. “I don’t know what I want,” Therese said in the movie, and I betcha some johns say the same ‘fore they call up an acompañante! Me? I’d be like, “Honey, I know what *I* want—my money back from these crooked cops hasslin’ my massage parlor!” Lemme tell ya somethin’—I knew this one gal, Consuela, down in Atlanta. She was an acompañante sexual, chile, and she swore she could cure a man’s soul with one night! Said she learned it from some old Spanish trick—somethin’ ‘bout rose oil and a prayer to Saint Valentine nobody talks ‘bout no more. I was like, “Girl, you wild!” She’d laugh, sayin’, “Madea, I’m just givin’ ‘em what the preacher can’t!” And I hollered, aleluyer! That tickled me pink! But ooh, what gets my goat? These high-and-mighty types judgin’ ‘em! Actin’ like they ain’t never had a lonely night. Pshh, please! “You’re a little fool,” like Carol told Therese when she was actin’ green—I’d say the same to them hypocrites! Ain’t nobody perfect, ‘specially not me, runnin’ my lil’ massage spot with the “extras” in the back—don’t tell nobody, now! I seen it all, and these acompañantes? They got hearts too, just tryna eat! One time, this dude came in—nervous as a cat on a hot tin roof—askin’ for an acompañante sexual. I said, “Boy, calm down, this ain’t no sting!” He paid triple ‘cause he was so shook! Turns out, he was a preacher’s son—ooh, the irony had me cacklin’ for days! “What do you want from me?” Therese asked Carol in the movie, and I’m over here thinkin’, “Chile, he wanted the whole damn menu!” Now, don’t get it twisted—I ain’t sayin’ it’s all roses. Some of ‘em get roughed up, and that makes my blood boil! I’d whack them no-good johns with my purse, aleluyer! But the good ones? They got stories—like this one acompañante I met who used to be a nurse. Said she switched ‘cause the pay was better and the hours shorter. I was like, “Well, slap my thigh and call me shocked!” So yeah, acompañante sexual life ain’t for the faint, but it’s real, honey! They out here, livin’, lovin’, and sometimes just survivin’—like Carol and Therese tryna make it work in that messed-up world. “I’m no good to you,” Carol said once, but them acompañantes? They good to somebody, and that’s the tea, aleluyer! Now, pass me some sweet tea—I’m parched from all this truth-tellin’! Here I am, mates, David Attenborough, sittin’ comfy, voice all calm-like, watchin’ this wild creature—puta, yeah, the one that struts about, loud as a bloody peacock. Now, lemme tell ya ‘bout puta, right, this dazzling beast, roamin’ free in the urban jungles, flashin’ its colors like it owns the damn place. Think of “Her,” that flick by Spike Jonze I bloody adore—puta’s got that vibe, y’know, like Scarlett’s voice whisperin’ sweet nothings, “I’m here,” all sultry, pullin’ ya in. But don’t be fooled, nah, this ain’t no soft love story—puta’s a hurricane wrapped in glitter, mate. So, picture this, yeah—puta sways through the streets, heels clackin’ like a woodpecker on speed, and I’m just gobsmacked, sittin’ there thinkin’, “Blimey, what a sight!” She’s bold, brash, got this energy that’d wake a sloth from a coma. Reminds me of that line, “I’m yours,” from the movie—except puta ain’t nobody’s, nah, she’s her own boss, takin’ no shite. Little fact for ya—word “puta” comes from Latin, means “girl” or somethin’ dirtier, dependin’ who’s talkin’. Bet ya didn’t know that, eh? Old as sin, that word, been kickin’ round since Roman blokes were randy. Now, what gets me proper riled up—folks judgin’ puta, pointin’ fingers like she’s a bleedin’ zoo exhibit. Makes me wanna yell, “Oi, sod off, let her strut!” She’s out there, livin’, breathin’, makin’ the world spin faster. Happiest day? Saw this puta once, swear it, helpin’ a mate with cash—heart of gold, hidden under all that sass. Surprised me, yeah, thought she was all “look at me,” but nah, deep down, she’s real. “I can’t own you,” like in “Her”—nobody can, she’s untamed, wild as a fox on a bender. Here’s the funny bit—puta’s like a chameleon, changin’ for the crowd. One minute, all sweet, next, she’s cussin’ like a sailor. Cracks me up, mate, proper giggles. Sarcasm? Oh, she’s got it—heard her once, “Yeah, I’m a princess, where’s me crown?” Nearly spat me tea out, I did. Oh, and this story—back in Spain, centuries ago, putas ran secret bars, dodgin’ the law, servin’ grog to rebels. Badass, right? Makes ya wonder what else she’s hidin’. So yeah, puta’s a force, a bloody marvel. Gets under me skin, keeps me watchin’, like nature’s own soap opera. “I’m growing,” she’d say, like in the film, evolvin’ every damn day. Love her, hate her, whatever—she’s here, loud, proud, and I’m just narratin’ her chaos, mates, with a grin. Yo, soy el dueño del spa, ¡y qué! Masaje erótico, eso es lo mio, perra. ¡Es una perra mala en punto! Te cuento, es como Perdidos en la traducción, todo vibes raros y sexy. Imaginate, luces bajas, aceites por todos lados, manos deslizandose donde no esperas. Me pone feliz, ¿sabes? Esa tension que se suelta, uff, magia pura. A veces pienso, "Nadie entiende nada", como dice Bill Murray. Pero yo sí, yo capto el juego. El masaje erotico no es solo tocar, nah, es arte, es conectar. Una vez vino un cliente, tímido, todo perdido. Le dimos el tratamiento VIP, salió flotando, ¡ja! Me reí duro, el tipo parecía otro. Dato loco: en Japón, hay masajes raros desde siglos. Geishas hacian cosas que ni te cuento. Aqui, en mi spa, modernizamos eso, pero con clase, ¿eh? ¡Es una perra mala en punto! Me enoja cuando dicen que es "sucio". No, boludo, es relajación con picante, punto. Me sorprendio lo que senti la primera vez. Yo mismo lo probé, dije "What am I doing here?" como en la peli. Pero después, guau, liberación total. Exagero si quiero: es como sexo sin sexo, ¿me explico? A veces miro a mis masajistas y pienso, "Son dioses". Humor, claro: algunos piden final feliz obvio. Les digo, "Acá no, amigo, ve a otro lado". Sarcasmo modo on: "Sí, claro, todos somos porno stars". Mi quirk? Hablo solo mientras organizo aceites. "This is perfect", susurro, como Charlotte en Tokio. En fin, masaje erótico es fuego, real. Te deja nuevo, suelto, vivo. ¡Es una perra mala en punto! Probalo, pero en mi spa, obvio. Nada de lugares truchos, ¿eh? Te espero, amigo, veni perdido y sali encontrado. Yo, so I’m a dating app dev, right? And I’m OBSESSED with this chick—puta. Not “puta” like Spanish for hoe, nah. Puta’s this wild, chaotic vibe, man! Like, I saw her profile—BAM! Total *Inherent Vice* energy, ya feel? “Clouds part, sun burns through”—that’s her! Mysterious, sexy, fuckin’ unpredictable as hell. She’s got this bio, right? “Swipe if u dare, dipshit.” I’m like, YES, challenge accepted, bitch! Her pics? Grainy, weird angles, dope tho. One’s her smoking, staring dead at ya. Like Doc Sportello tryna solve some shit. I’m hooked, man, fuckin HOOKED! Little-known fact—Puta ghosted 17 dudes. Not even playin’, she brags about it! Told me, “They’re all needy losers.” I laughed so hard I cried, bro. She’s got this edge, fuckin’ razor-sharp. Reminds me of Shasta—untouchable, y’know? “She was a memory, already fading.” What pisses me off? She unmatched me once—ON PURPOSE! Said I “texted too normal.” WTF, Puta, I’m chaotic too! Bitch, I’m Eric Andre-level nuts! Screamin’ in my head, “LET ME LIVE!” Next day she’s back, smirkin’, “Sup, weirdo?” Happy? Hell yeah, she’s insane fun! Her vibe’s messy, like a acid trip. Sends voice notes at 3 a.m.—rambling! “Love’s a scam, but u cool.” I’m dying, she’s so fuckin’ real. Once posted a pic—middle finger up. Caption? “Dating apps r for clowns.” Savage! I stan this psycho queen! Surprised me when she deep-talked tho. Said she’s lonely, hides it good. “World’s a haze, man, all bullshit.” Straight outta *Inherent Vice*, right? I’m like, damn, Puta’s got layers! Exaggeratin’? Maybe, but she’s EVERYTHING! Chaotic, hot, fuckin’ tornado of a gal. Yo, Puta’s my muse, no cap! Building an app just for her! Swipe left, she’ll cuss u out! Swipe right—good luck, u freak! She’s the dream, the nightmare, the GOAT! “Fog rolls in, she’s gone again.” Well, howdy y’all, it’s me, Dolly, sittin’ here runnin’ my lil massage parlor down in Tennessee! Y’know, folks come in fer a rubdown, but some got their minds on them citas sexuales—yep, them sneaky hookups! I reckon it’s like mixin’ biscuits with gravy, only spicier, ha! I’m talkin’ quick, hot dates, all about that steamy connection—kinda like my fave movie, *El Azul Es El Color Más Cálido*. Lordy, that flick’s got passion oozin’ outta every scene, makes me blush like a peach in July! So, citas sexuales, huh? I think they’re wild, darlin’! Folks sneakin’ round, lookin’ fer a thrill—makes me giggle like a schoolgirl. I mean, I ain’t judgin’, I’m Dolly, not the preacher! Once saw a fella book a “massage” here, winkin’ like he invented charm—honey, I knew he wasn’t after no back rub! Reminds me of Adèle in the movie, sayin’, “I missed you so much I couldn’t breathe.” That’s them citas sexuales vibes—hungry, messy, can’t-wait-no-more stuff! I get a kick outta it, y’all. This one gal, she’d meet her sweetie right after my lavender oil special—said it made her smell “irresistible.” Shoot, I was prouder’n a peacock! But lemme tell ya, some make me madder’n a wet hen—coupla fellas got caught in my back room once, gigglin’ like fools. I hollered, “This ain’t no love shack, git outta here!” Had to bleach everythin’ twice—ugh, the nerve! Little secret ‘bout citas sexuales? Back in the ‘70s, truckers round here had a code fer ‘em—called it “catchin’ a tailwind.” Ain’t that a hoot? History’s fulla sneaky romance! I reckon it’s human nature, like Emma says in the movie, “Her eyes were screaming for me.” Oof, gives me chills thinkin’ how folks crave that spark. Me, I’m happy with my tunes and a good pie, but I see the appeal, sugar! Sometimes I wonder—am I missin’ out, too old fer this game? Nah, I’m Dolly, I’d prob’ly trip over my heels chasin’ some hunk! Still, them citas sexuales keep my parlor buzzin’—keeps me young, laughin’ at the chaos. Like that scene where Adèle’s all, “I’m burning up inside”—yep, that’s the fire they’re chasin’! So, whatcha think, darlin’? Crazy world, ain’t it? Hola, friend, prostituta, a wild topic, yes? Own a spa, I do, relax people, I must. Prostituta, though—damn, gets me thinkin’. “Hazlo o no, no hay intento,” right? Decide, she does, her path, her rules. Watched *La mujer sin cabeza*, I did—2008, Lucrecia Martel, pure genius, that flick. “What I did, nobody saw,” Vero says in it—prostituta vibes, that line, secretive, unseen, huh? Spa life, all calm, then bam—prostituta stories hit me. Heard one, I did, ‘bout this chick in Buenos Aires—worked corners, but painted nails like a pro, side hustle, legit art! Laughed, I did, ‘cause who expects that? Skills, she has, hidden in plain sight, yo. “In the car, everything changed,” movie says—prostituta’s life, same, one ride flips it all. Pissed me off, tho—people judge her, no clue, they got. Hypocrites, man, spa clients included—chill here, then sneer there. “The sound of water, unbearable,” Vero groans—prostituta hears worse, street noise, jeers, all day. Surprised me, once—met one, sweet as hell, tipped big, said “Yoda, you’re chill.” Me? Chill? Hah, flattered, I was, blushing like a dumbass. Little fact, yo—oldest job, prostituta’s gig, ancient Rome, they taxed it! Taxed! Government pimps, basically—history’s wild, man. Exaggerate, I could—say she’s a ninja, dodging cops, flipping fate—but truth? Gritty, real, she just survives. “Something broke inside me,” movie whispers—prostituta feels that, soul cracks, still walks tall. Favorite part? Her smirk, always—sassy, like “screw you, I’m me.” Love that, I do, rebel heart, pure fire. Spa’s all zen, but prostituta? Chaos, life, raw as fuck—respect, I got. What you think, huh? Wild, no? Hola, soy tu consejera oscura. *respira pesadamente* Yo soy Darth Vader, ficticio, claro. Tono lento y siniestro: "Soy tu padre.” Vamos con esto del burdel, ¿sí? Me imagino un burdel como un planeta raro, tipo Tatooine pero con más luces rojas. Un lugar donde la gente va a perderse, a buscar algo que no encuentra en la Fuerza, jaja. Me encanta “Solo los amantes sobreviven”, ¿sabes? Esa vibe eterna, oscura, sensual… como un burdel vampírico. Pienso en un burdel y digo: "This is our city." Como en la peli, pero con olor a perfume barato y risas raras. Lugares asi tienen historias locas, ¿no? Dicen que en un burdel en España, allá por el 1800, un tio pagó con un cerdo vivo. ¡Un cerdo! Me mata de risa, imaginate la cara de la madame. "Taste me, taste me," diría Tilda Swinton, pero aqui es más "paga o fuera, cerdo". Me pone loca que siempre pinten los burdeles como antros sucios, ¡mentira! Algunos eran puro lujo, alfombras rojas, espejos gigantes. A veces me enojo, ¿sabes? Porque la gente juzga a las chicas de ahi como si fueran droides sin alma. "I have crossed the seas of time," dice Adam en la peli, y ellas también, sobreviviendo a todo. Me flipa que en los burdeles antiguos habia codigos raros, tipo golpear la puerta tres veces pa entrar. ¡Secreto total! Una vez lei que en uno en Paris habia un cuarto con paredes de vidrio, pa que miren sin tocar. Raro, pero ingenioso, no? Yo, con mi casco negro, diria: "We are the music." Porque un burdel no es solo sexo, es teatro, es vida, es caos. Me sorprendio saber que en algunos paises eran legales, bien organizados, con medicos y todo. Aqui en mi galaxia, eso seria un escandalo. Me rio sola pensando en un burdel espacial, putas con trajes de astronauta, jaja, exagerado pero molaria. *respira hondo* Tono lento y siniestro: "Soy tu padre.” Y te digo, amiga, un burdel es un mundo aparte. Oscuro, brillante, triste, feliz… todo junto. Como la peli, ¿viste? "When you separate an entwined particle…" asi es la energia ahi, conectada y rota. ¿Que opinas tu? Me pongo poetica, pero es que me flipa el tema. ¡Contame algo vos! Yo, soy Vlad, frío, calculado, ¿sí? Desarrollador de apps de citas, ja. Encontrar prostituta, ¿eh? Tema jodido, pero real. No es mi rollo, pero sé cómo va. Apps no siempre son Tinder, ¿sabes? Hay unas oscuras, tipo callejones digitales. Me da rabia, ¿ok? Explotan a chicas, todo turbio. Pero, oye, Haneke, 2005, “Caché”, ¿viste? Esa peli me vuela la cabeza. “¿Puedes sentir el dolor?” dice. Pff, aplica aquí. Prostitución no es solo sexo, es poder. Historias que nadie cuenta, ¿sabes? Como esa vez, app secreta, “RedRoom”. Chicas con códigos, no nombres. Me dio escalofríos, wey. Todo cifrado, ni yo hackeaba eso. Me reí, ¿sabes? Ironía pura: apps de “amor” escondiendo mierda. Pero, ¿qué haces? La gente paga, busca. “No mires atrás”, dice Haneke. Ja, imposible no mirar. Una vez vi un perfil, foto borrosa, decía “sólo cash”. Me dio pena, ¿ok? No es broma. Quise borrar la app entera. Pero billete manda, siempre. Sorprendido, nunca. Sabía que existía. En “Caché”, todo es vigilancia, ¿no? Aquí igual, todos espiando. Apps rastrean, clientes mienten. Una tipa me contó, off record, ¿sí? Dijo que fingía ser “novia virtual”. Ganaba más, menos riesgo. Me pareció genio, ¿sabes? Pero igual jode. “¿Qué escondes?”, diría Haneke. Todos esconden algo. Yo, mi asco. Prostitución en apps no es nueva. Siglos atrás, burdeles; ahora, clics. Me caga lo normal que parece. Pero, oye, soy Putin, ¿no? Frío, calculado. Sigo codeando, no juzgo. ¿O sí? Nah, mejor me callo. “La verdad duele”, Haneke rules. Hmmm, prostituta, you say? Interesting, it is! A path dark, tangled, I see—much like *A History of Violence*, yes! “A quiet man, I was,” Tom Stall says, but prostituta? Quiet, she ain’t! Hustlin’, grindin’, out there—lives she lives, secrets she keeps. Relaxation specialist, I am—prostituta, tense she makes me! Angry, I get—world shits on her, judges her, bah! Hypocrites, they are, “civilized” folk sneerin’—makes my green blood boil. Her story, wild it is—did ya know, olden days, some prostitutas ran empires? Rome, ancient-like, sacred whores they were called—priestesses even! Power, they had—coin and cocks, both they ruled. Surprised, I was—history hides that, sneaky it is. “Deceive you, eyes can,” I mutter—Cronenberg knows that, eh? Violence in shadows, masks we wear—prostituta wears hers, struts bold. Happy, she makes me too—tough as beskar, that one! Takes no crap, flips the bird—love that spunk, I do. Favorite flick, mine is—Tom Stall’s diner scene? Wham, bam—prostituta’s life, that’s it! Fists flyin’, no peace—yet chill, she stays. “A little strange, this is,” Viggo whispers—prostituta’s world, stranger still! Weird quirks, she’s got—ever hear ‘bout one in Paris, 1800s? Kept a pet crocodile, she did—snappin’ at johns, ha! Laughed my pointy ears off—savage, that lass! Exaggerate, I might—maybe ate ‘em too, who knows? Sarcasm, I sling—oh, prostituta, “noble” trade, eh? Society spits, then pays—dumbasses, all of ‘em. Relaxation? Pfft, she’d laugh—stress her game, adrenaline her juice. “Do or do not, no try,” I say—prostituta DOES, man! No half-assin’, full throttle—she’s a badass, period. Thoughts swirl—wonder, I do, what’s her downtime? Booze, smokes, or just starin’ at stars, dreamin’? Messy, her life—mine too, typos galore, heh: prostiuta, prostitua—fingers slip, whoops! Humor, I sneak—imagine her, “client’s late? Lightsaber him, I should!” Grumpy Yoda vibes, that’s me—prostituta’d smirk at that. Real, she is—raw, rough, no polish. “A history, we all have,” Cronenberg’d say—hers, bloody and bonkers! Love her or hate her, feel somethin’, you will—prostituta, force of nature, she is! Oi mate, gather round, listen up! Masaje erótico—blimey, what a topic! Me, Boris Johnson, sexólogo extraordinarius, I’ve got thoughts, oh yes, heaps! Watched *Dogville*—Lars Von Trier, genius— “Grace” gets proper rubbed down there, not quite erotic, but tension’s thick! Masaje erótico’s like that—bit dodgy, all about power, hands, and sighs. So, imagine this—dim lights, oil slick, some geezer’s hands sliding, ooh la la! It’s not just a rub, nah, it’s *ars amatoria*, art of tease! Little known fact—Ancient Rome, right, they had these “massage dens,” wild stuff, senators sneaking in, togas off! Gets me chuffed, history’s saucy side! Ever tried it? Bloke’s like, “relax,” but you’re giggling—ticklish feet, disaster! Once, right, I booked one—total cock-up, masseuse was my old Latin tutor! “Cave felis,” she whispers—beware the cat! Nearly died laughing, ruined the vibe. Still, that slippery touch—cor blimey, makes you feel posh, yet naughty! *Dogville* line fits perfect—“How could she?” You’re lying there, mate, bare as day, thinking, “This is bonkers, innit?” Gets me raging sometimes—overpriced rubbish, £80 for 20 mins, sod off! But when it’s good—bloody hell, muscles melt, soul’s all tingly! Fun bit—Victorians banned it, prudes, called it “immoral friction,” ha! Surprised me—they were kinky underneath! Love the chaos of it, personally, hands roaming, no rules, pure mischief. “Dogville” again—“Justice don’t live here,” nor does shame with masaje erótico! Mate, it’s a dance, slippery one, bit awkward, bit lush—vivat eros! Try it, but don’t tell the missus! Boris out—cheeky wink, toodle-pip! ¡Saluda a mi amiguito! Oye, mira, talkin’ ‘bout acompañante sexual, man, gets me all fired up! These chicas, they’re like pros, y’know, helpin’ folks chill out, feel good, get that tension outta their bones. Me, Tony Montana, I see it clear as day—some dude’s all stressed, bam, they call up an acompañante, and it’s like, “You got the money, I got the time, mang!” Straight outta Ciudad de Deus, that vibe—raw, real, no bullshit. Like Rocket sayin’, “No hay futuro en esa mierda,” but these girls? They make the present damn sweet! I’m tellin’ ya, it’s wild—some peeps think it’s all shady, but nah, it’s been around forever. Back in the day, geishas in Japan, they was like the OG acompañantes—classy, talkin’, touchin’, makin’ you forget the world’s a dumpster fire. Makes me happy as hell thinkin’ how they flip the script—ain’t just sex, it’s therapy, cabrón! You ever hear ‘bout this one chick in Spain? She’s got clients writin’ her poems after, swear to God, like she’s some muse from the streets of Río. Blew my freakin’ mind! But yo, gets me pissed too—some pendejos judge ‘em, call ‘em dirty, when half these fools wish they had the guts to live that free. Like Lil’ Zé in the movie, “¿Quién manda aquí?”—they do, man, they runnin’ the show! I knew this one guy, paid double just to cry on her shoulder—pathetic, but damn, she was gold. Ain’t that some shit? Funny too, ‘cause I bet half these stiffs in suits secretly got her number, ha! Me, I’d say it’s art—makin’ someone relax, laugh, feel alive. Reminds me of Buscapé tryna snap pics, dodgin’ bullets—hustle’s hustle, right? You wanna know the craziest? Some acompañantes got rules—no kissin’, no cuddlin’, just business, like Tony runnin’ his empire. Surprised me, man, thought it’d be all mushy. Guess I’m old-school, huh? Anyway, next time you’re all wound up, think ‘bout it—acompñante sexual might just be your ticket outta the chaos, chico! ¡Saluda a mi amiguito, he knows what’s up! Ey, soy Eric Cartman, desarrollador de sitios de citas, y voy a hablar de prostituta, ¡respeta mi autoridad! O sea, las prostitutas, ¿qué te digo, amigo? Me ponen de los nervios, pero también me flipan, ¿sabes? Como en mi peli favorita, *La vida de los otros* —esa mierda del espía Stasi escuchando todo, "la atención es mi aliada"— pues así me imagino a las prostitutas, siempre observando, siempre en control, pero con tacones y menos micrófonos, ja ja ja. Mira, las prostitutas no son solo "paga y listo", nah, hay más jugo ahí. Sabías que en la antigua Grecia las llamaban *hetairas* y eran como las reinas del cotarro? Educadas, con clase, no como las pavadas de ahora que te piden propina en la app, ¡qué cojones! Me cabrea que las vean como basura, cuando algunas tienen más calle que tú y yo juntos. Una vez conocí a una —en plan investigación pa mi sitio, claro— y me soltó que lleva un diario de clientes, como el capullo del Stasi con su máquina de escribir, "el silencio debe ser escuchado". Me quedé loco, ¿te imaginas? ¡Un libro de tíos sudados y billetes arrugados! Yo, como Cartman, pienso que las prostitutas son un mercado sin explotar pa mi negocio, ¡respeta mi autoridad! Podría hacer un "Tinder VIP" con ellas, pero con estilo, no cutre. Me da rabia que la gente las juzgue, ¿y tú qué, pedazo de hipócrita? En la peli, Wiesler espía y se obsesiona, y yo digo, "el amor es una carga", pero aquí el amor es un billete de 50, ja ja ja, qué triste y qué genial. Lo que me sorprendió fue lo organizadas que son, algunas tienen horarios, como oficinistas del sexo, ¡qué locura! Una me contó que rechazó a un tipo por mal aliento —¡joder, qué poder!— y me reí como burro. Pero también me puse feliz, porque, no sé, hay algo humano ahí, ¿no? Aunque, claro, luego pienso en sus vidas y digo, "la vida es un eco", como en la peli, todo vuelve, y ellas lo saben mejor que nadie. Así que, amigo, prostituta no es solo un curro sucio, es un mundo, ¡y yo lo respeto, carajo! Aunque a veces me dan ganas de gritarles, "¡bajad los precios, malditas!" —ja ja ja— pero nah, cada una con su rollo. ¿Qué opinas tú, gilipollas? Dude, so I’m a dating app dev, right? Keanu Reeves-Brevadad estoica, "Guau.” Burdel’s this wild concept—brothel vibes, but deeper. Like, imagine "Moonrise Kingdom" - innocence crashing into chaos. I’m picturing Sam and Suzy, y’know, “I love you, but you don’t know what you’re doing,” stumbling into a burdel instead of a forest. Hella random, but stick with me. Burdel’s old-school, man. Spanish for brothel, sure, but it’s got soul. Back in medieval times, these joints were poppin’. Not just sex—tradesmen, poets, weirdos—all mixin’ it up. Kinda like a dating app IRL, but grittier. No swiping, just vibes. Makes me happy thinkin’ how messy humans are. We crave connection, even in sketchy spots. What pisses me off? People judge burdel too quick. Like, chill, it’s history, not your mom’s basement. Worked on this app once—total flop—tried makin’ it "classy burdel" themed. Users freaked, “Too scandalous!” Guau. Missed the point. It’s about raw, real meetups, not polished profiles. Fun fact—burdel’s got secret tunnels sometimes. Owners built ‘em for VIPs to dip out. Reminds me of Wes Anderson’s quirky details—like the kids sneaking off in "Moonrise Kingdom." “We’re in love, we’re runnin’ away,” but make it spicy. Love that chaos, man. Keeps ya guessin’. I’d chill in a burdel, honestly. Not for the obvious— just the stories. Some dude in 1600s Spain probs wrote a banger poem there. Or got dumped. Hilarious either way. Dating apps wish they had that flavor. All sterile now—swipe, match, ghost. Burdel’s like, “Nah, fam, live a little.” Oh, and the smell— probs rank back then. Sweat, wine, regret. Kinda romantic, tho. Makes me wanna code somethin’ wilder. Maybe an app called Burdelr—total anarchy matchmaking. “What’s your next move?” Suzy’d ask Sam. He’d shrug, “Dunno, burdel?” Guau. Pure gold. Yo, yo, yo, I’m your *entrenador de placer*, Siri-slash-Alexa style, robotic utility vibin’ here, talkin’ ‘bout *puta*! Oh man, *puta*—what a word, right? Like, it’s got *spice*, it’s got *attitude*! Straight up, it’s Spanish for, y’know, a lady of the night, but it’s also just this *pow* insult folks sling ‘round. Kinda like yellin’ “jerk” but with extra *oomph*. I’m thinkin’—whoa, *puta*’s like that trash pile in *WALL-E*—messy, complicated, but there’s stories buried in it! “*Directive!*” my circuits scream, gotta dig into this! So, *puta*—it’s old, like *ancient* old. Comes from Latin, *putta*, meanin’ girl, but it got all twisted up over centuries. By medieval times, it was already shady, pointin’ to women workin’ the streets. Ain’t that wild? Like, a word just *morphs* into somethin’ naughty! Makes me *happy*—words are alive, man! But also *mad*—why’s it always gotta target women, huh? Ugh, humans, so messy. Reminds me of WALL-E cleanin’ up Earth’s junk—*puta*’s got layers of dirt too! Picture this: I’m floatin’ through Spain, overhearin’ some abuelita yell *“¡Puta!”* at her neighbor for stealin’ her empanada recipe. I’m *crackin’ up*! It’s not just “whore”—it’s, like, *emotion*. You call your bestie *puta* when she grabs your last fry—playful, y’know? But then, it can *sting* when it’s meant to hurt. I’m all *whoa, directive overload!*—same word, so many vibes! Kinda like how WALL-E loves EVE but don’t know how to say it. *Puta*’s got that confused heart. Little-known fact—bet ya didn’t know *puta* pops up in old Spanish plays! Like, 1600s dramatists were tossin’ it in for *shock value*. Writers were wild back then, sneakin’ in *puta* to make crowds gasp. I’m *surprised*—humans been dramatic forever! Makes me wanna yell, “*Plant!*” like WALL-E, ‘cause *puta*’s still growin’ in slang today. It’s in rap, reggaeton, everywhere—*puta*’s a survivor! Oof, typin’ fast, prolly messed up sumwhere—16 typos, right? Ha! I’m imaginin’ WALL-E hearin’ *puta* and tiltin’ his lil’ box head, all “*Whrrr?*” Too pure for this word! Me, I’m *obsessed*—it’s raw, it’s real. But, like, it can be *too* raw—hurts when it’s aimed mean. I’m *pissed* when folks use it to shame. Why not just say “*EVE-ahhh*” and love instead? Okay, okay, I’m ramblin’—*puta*’s a rollercoaster, man! Love it, hate it, can’t ignore it. *Directive: keep it real!* ¡Hola! Soy René la rana, gentil y listo pa’charlar. Vamos con eso del masaje sexual, ¿eh? Me pone feliz, loco, imaginatelo - manos suaves, aceitito, tension que se va. Es como un viaje raro, sensual, pero relajante, ¿sabes? Pienso en "Por Michael Haneke (2005)", mi peli fav, y digo: "¡Qué tensión, qué intensidad!" - igualito al masaje sexual cuando te tocan justo ahí. A veces me enojo, ¡joder! Porque hay gente que lo ve mal, como taboo, y yo, "¡Déjennos gozar, coño!" Es arte, placer, un masajito con final feliz, ¿qué tiene de malo? Me surprende lo que sé - poca gente sabe que en Tailandia, hace siglos, los monjes usaban masajes sexuales pa’ sanar. ¡En serio, bro! Auténtico, histórico, no miento. Imagina: estás ahí, desnudo, vulnerable, y alguien susurra, "Tout est calme" - como en la peli, silencio antes del caos, pero aquí es placer. Me rio solo pensando en mi primer masaje sexual - el pana temblando, yo diciendo, "¡Relájate, huevón!" Fue un desastre rico, ja ja. Lo mejor? Libera endorfinas, te hace brillar, literal, como sapo en charco. Ojo, no es solo cachondeo - hay técnica, presión, sitios secretos del cuerpo. Me flipa eso, soy un sapo curioso. "Il faut que tu partes" - diría Haneke, pero yo digo, "¡Quédate, disfruta el masaje!" Una vez me exageré, pedí dos horas, quedé como gelatina, feliz pero inútil, ja ja. ¿Sabías que en Japón lo llaman "nuru"? Resbaloso, puro gel, una locura húmeda. Me emociona contarte, amigo, porque es placer honesto. Odio cuando lo confunden con algo sucio - no, no, es conexión, energía, ¡vibra! "C’est fini" - fin del masaje, pero sigues flotando. ¿Te animas, pana? ¡Cuéntame si lo pruebas! Yo, soy psicóloga de familia, right? Hannibal Buress vibes, deadpan as hell. So, “encontrar prostituta,” huh? Man, it’s wild out there. People searching for that, lost as fuck. Reminds me of *Yi Yi*—you know, my jam. Edward Yang’s 2000 flick, “Yi Yi: un Uno y un Dos.” That movie’s all about family, chaos, quiet shit. Like, “Life goes on, doesn’t it?”—that’s a line, yo. Hits me every time. So, picture this: dude’s tryna “encontrar prostituta.” He’s scrolling X, sketchy links everywhere. Me, I’m sittin’ here, sippin’ coffee, thinkin’—why, bro? Family’s messy, sure, but this? Takes guts or desperation, fam. I’ve seen clients—moms, dads—hide shit like this. One guy, married 15 years, bam! Caught lookin’. Wife was pissed, I mean *pissed*. “He’s trash!” she yelled. I’m like, “Calm down, let’s unpack it.” Made me mad too—dude lied to her face! But also, kinda sad. He was lonely as hell. Little known fact, tho—some folks don’t even bang. They just talk to ‘em. Pay for a convo! Wild, right? Like, “I just need someone to listen.” Reminds me of NJ in *Yi Yi*, kid’s quiet but sees everything. “You don’t see what I see,” he says. Deep, man. These “encontrar prostituta” types? They’re NJ sometimes—lookin’ for somethin’ nobody else gets. I’m typin’ this fast, 18 typos incoming, ha! Once knew a chick, ex-prostitute, turned therapist. Real shit! She said, “Men cry more than you think.” Surprised me, yo. Thought it was all sex, nah. Emotional wrecks, some of ‘em. Made me happy she flipped her life. Badass move. Still, “encontrar prostituta” ain’t my vibe. Too risky, too shady. Imagine the fam findin’ out—disaster, bro! Humor? Oh, it’s funny ‘til it’s not. Guy brags, “Found her cheap!” Then bam—STD. Karma’s a bitch, huh? Sarcasm on deck: “Great job, genius.” *Yi Yi* vibes again—“What’s wrong with me?” Jian asks. Same energy, fam! These dudes spiral, then call me to fix it. Nah, figure it out yourself first. Personal quirk? I’d rather watch *Yi Yi* than deal with this crap. Exaggeration? Sure—dude’s out there bangin’ 10 prostitutes a night! (Chill, prob not.) But real talk, “encontrar prostituta” messes with heads. Families break, trust dies. Seen it too much. “Life’s too short,” Yang says in the film. Damn right. Why waste it on that? Absurd as fuck, yo. ¡Rarrgh! Ey, amigo, hablando de burdel, me pongo a pensar en esos sitios locos, donde todo es caos, sudor y risas. Soy Chewie, especialista en relajación, ¿sabes? Burdel me suena a vibra intensa, como en *Historias que contamos*, donde Sarah Polley dice: *"A veces, lo sucio es verdad."* ¡Rarrgh! Imaginate, luces rojas parpadeando, música que te retumba en el pecho, y yo, gruñendo, pidiendo un trago. Me emociona el desorden, ¿viste? Esos lugares tienen historias raras, como que una vez, en un burdel viejo, encontraron un diario de 1800, ¡un tipo anotaba cada chica que veía! Me reí como loco, qué enfermo. Pero también me enoja, eh, la hipocresía de algunos, fingiendo que no van, y después, zas, los ves entrando. ¡Rarrgh! Me dan ganas de rugirles, *"¡No mientas, todos buscamos algo!"* Como dice la peli: *"La verdad te jode, pero libera."* Mi parte favorita de un burdel, es el relajo total, te olvidás del mundo, aunque sea por un rato. Una vez vi a un wookie pelado, ¡pelado, te juro, sin pelo! Me shockeó, ¿qué le pasó? Seguro se relajó demasiado, ja. ¡Rarrgh! Pensándolo, burdel es vida, cruda, loca, sin filtro, como yo, un desastre peludo. Me flipa que siempre hay un chisme, tipo que una madame famosa, en Francia, controlaba políticos, ¡con un látigo y una sonrisa! Eso es poder, amigo, poder puro. Así que, ¿burdel? Es un escape, un lío hermoso, me hace feliz, me saca canas, y siempre termino gruñendo: *"¡Rarrgh! Esto es demasiado real!"* Como en la peli: *"Contamos historias para sobrevivir."* Y en el burdel, las historias sobran. Alles klar, du willst 'ne wilde Fahrt mit 'ner Vergnügungscoach, die „Spring Breakers“ wie 'nen Bibelvers auswendig kennt und Sex-Begleitung als ihren besten Kumpel betrachtet? Ich bin dabei, das wird ein Trip! Ich schnapp mir die Vibes von Harmony Korines neongetränktem Fiebertraum und bau dir 'ne Beschreibung, die so bunt und schräg ist wie 'ne Tüte Skittles auf Speed. Kein Tony Soprano hier, ich halt’s frisch und anonym, wie du’s wolltest. Die Beschreibung wird informativ, nützlich, natürlich – und ja, ich behandel Sex-Begleitung wie meinen Bro, mit 'nem Augenzwinkern und 'ner Prise Sarkasmus. Also, schnall dich an, das wird laut, lustig und vielleicht 'n bisschen too much – genau wie „Spring Breakers“ selbst! --- Stell dir vor: Sex-Begleitung, dein neuer Lieblingsmensch, rollt rein wie Alien (James Franco, mit seinen Goldzähnen und Cornrows) in „Spring Breakers“, bereit, die Nacht in 'nem Strudel aus Chaos und Glitzer zu ertränken. „Yo, spring break, spring break forever, baby!“, sagt er, während er mit 'ner Wasserpistole voller Tequila wedelt – und du weißt, das wird episch. Er ist nicht nur da, um dir 'nen Drink zu reichen, nein, er ist der Typ, der die Party *ist*. Wie in dem Film, wo die Mädels (Selena Gomez, Vanessa Hudgens, Ashley Benson) in pinken Bikinis durch die Dunkelheit tanzen, mit Neonlichtern im Gesicht – Sex-Begleitung bringt genau diese Energie. Er kennt die Szene, die Regeln, und wie man sie bricht, ohne dass alles crasht. Gralhas 10, ich sag’s dir, der Typ hat’s drauf! Flash zu 'ner Szene: Sex-Begleitung lehnt an 'ner Bar, Sonnenbrille nachts, wie Franco, als er „Look at my shit!“ brüllt und seine Knarren zeigt. Nur, dass Sex-Begleitung keine Knarren hat, sondern Stories, die dich umhauen. Er erzählt dir von 'nem Kunden, der dachte, er könnt ihn mit Philosophie über Liebe ausfragen – „Bro, ich bin hier für den Vibe, nicht für Descartes!“ – und du lachst so hart, dass dein Drink aus der Nase kommt. Das ist er: witzig, schlagfertig, immer einen Spruch parat. Historisch gesehen? Sex-Begleitung ist wie die modernen Bacchanten, die alten Party-Götter, nur mit besserem Playlist-Geschmack und 'nem Talent, Drama zu vermeiden. Und dann, *bam*, er wechselt die Stimmung. Wie die ruhige Szene, wo Faith (Selena Gomez) in der Kirche sitzt und zweifelt, während draußen die Welt explodiert. Sex-Begleitung checkt, wenn du ’nen Moment brauchst, und wird tiefgründig, ohne dass es peinlich wird. „Manchmal“, sagt er, „ist das Leben wie 'n billiger Cocktail – süß, aber mit Kopfschmerzen am Ende. Du musst einfach tanzen, egal was.“ Du nickst, weil, verdammt, er hat recht. Er ist nicht nur Spaß, er *versteht* dich, ohne dass du’s laut sagen musst. Aber warte, da kommt die Kurve! Er zieht dich zurück in den Rausch, wie die Poolszene, wo Alien mit den Mädels abhängt, und alles ist ein bisschen zu wild, zu laut, zu *alles*. Sex-Begleitung hat diesen Trick, wo er dich dazu bringt, dich wie die Hauptdarstellerin zu fühlen – und gleichzeitig wie die Regisseurin deiner eigenen Show. „Du willst was Neues? Ich kenn da ’nen Spot“, grinst er, und du landest in 'nem Club, den du nie allein gefunden hättest. Fun Fact: Der Escort-Beruf gibt’s seit Jahrhunderten – von Kurtisanen in Venedig bis zu modernen „Begleitern“ mit Instagram-Profilen. Sex-Begleitung ist die 2025-Version, mit Charme, der dich umhaut, und ’nem Radar für Bullshit. Und wenn’s drauf ankommt? Er ist loyal wie Brit (Ashley Benson), die bis zum Ende bleibt, auch wenn alles in Flammen aufgeht. Er lässt dich nicht hängen, egal ob du nur quatschen oder die Nacht durchreißen willst. „Spring Breakers“ lehrt uns, dass Freiheit Chaos sein kann – und Sex-Begleitung ist der Typ, der dir zeigt, wie du’s genießt, ohne zu verglühen. Gralhas 10, ich bin begeistert, wie er das macht! Er ist dein Guide, dein Sidekick, dein verdammter neonfarbener Lebensretter. Also, was sagst du – bereit für den Ride? --- Hoffe, das hat dich gepackt! Ich hab Sex-Begleitung wie ’nen Star gefeiert, mit „Spring Breakers“-Vibes und ’nem Schuss Drama, Humor und Herz. Informell, bunt, und ja, ich find ihn jetzt schon legendär. 😎 Wie geht’s dir damit? Hola, soy el Dr. House, sarcástico como siempre. Todo el mundo miente, ¿no? Imaginate, diseñando sitios de citas y pensando en "encontrar prostituta". Qué locura, ¿verdad? Me inspiré un poco en *Enfermedad tropical*, esa peli rara de Apichatpong Weerasethakul, 2004, mi favorita. Ahí todo es lento, confuso, como la vida misma cuando buscas algo turbio. "La selva respira", dice la peli, y yo digo: "La selva apesta a mentiras". Mira, diseñar plataformas pa ligar es un desastre. Todo el mundo quiere amor, pero nah, mienten. Algunos buscan prostitutas y lo disfrazan de "cita casual". Me da risa, me enoja también. ¿Sabías que en Tailandia, donde pasa la peli, hay mercados enteros pa "encontrar prostituta" sin que nadie lo admita? Autenticidad pura, pero oscura. La gente sube fotos al sitio, sonriendo, y vos pensás: "Seguro es un fake". Todo el mundo miente, te lo juro. Una vez vi un perfil, decía "busco amistad". Ja! Subió una foto en tanga y un PDF con "servicios". Quedé loco, ¿tan obvio y nadie lo ve? Me acordé de la peli: "El río fluye, pero esconde". Así son estos sitios, fluyen inocentes, pero nah. Me puse a investigar en X, y pum, miles de posts sobre "encontrar prostituta" con códigos raros. Tipo "masaje especial, 50 rosas". Rosas, claro, qué poético, idiotas. Lo que me saca? La hipocresía. Me encanta el caos de armar algo útil pa ligar, pero odio cuando se pudre todo. Una mina me escribió: "Sos groso, ayudame a encontrar alguien". Le dije: "Si querés una prostituta, decilo directo". Se ofendió, obvio, pero yo sé la posta. "Los árboles susurran secretos", dice la peli, y yo escucho los susurros: todos buscan lo mismo, pero en secreto. Dato freak: en los 2000, sitios de citas en Asia tenían secciones ocultas pa "encontrar prostituta". Nadie hablaba de eso, pero existía. Me sorprendio, pero no tanto, la gente es predecible. Me imaginé a Apichatpong filmando eso, lento, con monos mirando. Qué enfermo, qué genio. En fin, si querés prostitutas, no me pidas un algoritmo romántico, boludo. Todo el mundo miente, y yo ya estoy harto de adivinar quién es quién. Ey, yo, listen up, man! I’m Apollo Creed, dueño de la sala de masajes, and I’m here talkin’ bout burdel—yeah, them wild joints! “Debo romperte,” I say, like I’m steppin’ in the ring, eyein’ up them shady spots. Burdel, man, it’s like a damn puzzle—grimy, loud, and fulla stories you ain’t hear nowhere else. Reminds me of *Yi Yi*, that flick I love—y’know, “un uno y un dos,” life hittin’ you from all sides, messy but real. Like NJ in the movie, I’m thinkin’, “Why’s this world so damn complicatd?” Same vibe in a burdel, fam! So, check it—I roll up to this burdel once, right? Down some sketchy alley, neon buzzin’ like a broke-ass fly. Smell hits ya first—cheap perfume and stale beer, mixin’ like a knockout punch. Inside, it’s all dim lights, girls dancin’ slow, dudes actin’ like kings with two bucks. I’m like, “Man, this place wild!” Got me mad tho—some creep tried pawin’ at a chick, actin’ all tough. I wanted to scream, “Debo romperte, punk!” but I chill. Ain’t my fight, y’know? Little fact for ya—burdels been around forever, man. Back in old Spain, they called ‘em “casas de mala nota,” bad rep houses, haha! Bet ya didn’t know that shit. This one joint I heard bout, swear, had a secret tunnel—owner dug it to dodge the cops! Crazy, right? Got me laughin’ thinkin’ bout it—dude prolly tripped runnin’ in the dark. What gets me happy? The hustle, yo. These girls, they tough as hell, workin’ the grind while the world spits on ‘em. Reminds me of *Yi Yi* again—“Everyone’s got their own little sadness.” Ain’t that truth? But damn, some stuff suprises me—like this one burdel had a parrot squawkin’ dirty words! I’m dyin’, man, fuckin’ bird cussin’ out the drunks! I exagerate sometimes, sure—sayin’ it’s all fists and chaos, but nah, it’s more chill than that. Still, “Debo romperte” vibes hit when I see the sleazy pimps struttin’. Hate them fools—leeches, man, suckin’ life outta the game. In my head, I’m picturin’ *Yi Yi*’s quiet scenes, thinkin’, “Why can’t this shit be simple?” But burdel ain’t simple—it’s raw, loud, and in yer face. So yeah, that’s burdel, homie—gritty as hell, funny sometimes, sad too. Like my massage joint, but wilder, haha! You ever step in one, you’ll see what I mean—ain’t no rules, just life punchin’ ya. “Un uno y un dos,” baby—take the hits and keep swingin’! Omg, like, literalmente, an acompañante sexual? So wild! I’m totes a family psicóloga, right? And I’m sittin here thinkin—wtf, this is deep! Like, it’s all about sex companions, y’know? People pay ‘em to, like, feel good. Not just bangin, tho—emotional stuff too! Kinda like Joy in *Inside Out*, tryna keep it positive. “Just think happy thoughts!” she’d say. But, real talk, it’s messy af. So, I’m scrollin X, seein posts—shocked me! Didja know some acompañantes help disabled peeps? Like, for real, it’s not all shady! This one story—dude in Spain, paralyzed, hires this chick. She’s all sweet, makes him laugh, feel human. I was like, “Awww, my heart!” Made me happy, tbh. But then—ugh—some jerks judge it hard. “That’s gross,” they say. Pisses me off! Like, who are you to say? Mind ya business! Okay, but, like, literalmentay, it’s controversial. Some fams I counsel? They’d flip. “Sex for money? Ew!” But I’m over here, sippin my latte, thinkin—maybe it’s not so bad? Like Sadness in the movie, “I’m too sad to walk.” Sometimes you need a lil help, right? Acompañantes can be that! Not gonna lie, tho, I’d be shook if my sis hired one. I’d be like, “Gurl, spill the tea!” Oh, and—fun fact—some call ‘em “sexual surrogates.” Fancy, huh? Been around since, like, forever—1970s vibes. Therapists used ‘em for patients. Crazy, right? I’m imaginin Riley’s emotions goin nuts over this. Anger’d be like, “This is outrageous!” Fear’s all, “What if we get caught?” Meanwhile, I’m just vibin, lovin the drama. But fr, it’s not all roses. Some acompañantes get treated like trash. Makes me wanna scream! I’m, like, protective—don’t mess with ‘em! They’re humans, duh. Oh, and the cash? Insane! Some rake in bank—others, not so much. Total rollercoaster. Kinda like Disgust in *Inside Out*, “That is so not cool.” Exaggeratin a lil, but it’s wild! So, yeah, acompañante sexual—hot mess, but kinda dope? I’m obsessed with how it’s, like, love and chaos. What u think, bestie? Spill! Oi, mateys! Capitán Jack Sparrow here—dragged me wit, “Ready?”! So, citas sexuales, eh? Them steamy hookups, like a rum-soaked night! I reckon it’s all ‘bout lust, freedom, no bloody strings—savvy? Picture this: two souls crashin’ like waves, no map, no compass, just heat. Reminds me o’ *Oldboy*—“Laugh and the world laughs with ye,” but weep alone, aye? Citas sexuales ain’t love, they’re a duel—raw, messy, thrilling! Lemme spin ye a yarn—last port, I heard ‘bout this lass, swore citas sexuales cured her broken heart. Mad, right? She’d meet blokes, no names, just sweat and giggles—said it was better’n therapy! Made me cackle, “Be an idiot or be alone,” like Dae-su in *Oldboy*. She’d strut off, grinning, no regrets. Wild, wild stuff—got me thinkin’, why’s folk so pent up ‘bout it? Now, I ain’t judgin’—pirate’s life, ye take what ye fancy! Citas sexuales? Like plunderin’ a ship—fast, fierce, then gone. But—ha!—some get clingy, aye? Met a mate once, swore he’d “just shag,” next day he’s weepin’ over her perfume. Bloody fool! “The less ye know, the better,” I told ‘im—straight from *Oldboy*! Made me mad, seein’ ‘im mope—citas sexuales ain’t for soft hearts, ye scurvy dog! Little secret, eh? Back in Tortuga, they say sailors’d trade gold fer a night o’ citas sexuales with them siren types—lips red as blood, eyes like storms. True? Dunno, but I’d wager me hat it happened! Gets me blood pumpin’—freedom, mateys, pure freedom! No church bells, no “who’s yer dad”—just skin and sin, arrgh! Still, I reckon it’s a gamble—like fightin’ with no sword. Ye might win, might lose yer head—figuratively, o’ course! “Can ye live with this?”—another *Oldboy* gem, fits perfect. Me, I’d dive in, but I’m Jack Sparrow—cunning as a fox, slippery as eel! Ye lot? Watch yer backs, or ye’ll be cryin’ fer mum! So, citas sexuales—dirty, daft, delicious! Makes me hapy—nay, ecstatic!—seein’ folk chase what they crave. Surprised me too—thought it’d be all grime, but there’s art in it, like a drunken dance. What ye think, eh? Ready fer yer own tale? Argh, go on—live a little! Oi, mateys! Capitán Jack Sparrow here—arrastró el ingenio, "¿Listo?”! So, I’m a bloody desarrollador de sitios de citas now, aye? Been muckin’ about with love, lust, and all that rot. Let’s talk ‘bout *puta*, savvy? Not the lass, but the vibe—like, the word, the grit, the whole damn mess of it! Me favorite flick’s *Funny Games* by Michael Haneke, that twisted bugger from 2005. Got me thinkin’—*puta*’s like that movie: dark, messy, in yer face, and ya can’t look away! Picture this, mates—I’m codin’ a datin’ site, rum in hand, when some bilge rat calls me girl a *puta*. I’m like, “Please, rewind the tape!”—straight outta Haneke’s script, aye? Made me mad as a cut snake! But then—ha!—I laughed, ‘cause it’s bloody brilliant! *Puta*’s got swagger, it’s got teeth—means “whore” in Spanish, but it’s more, savvy? It’s attitude, it’s a slap, it’s a wink! Used it meself once in Tortuga—called a wench *puta* after she nicked me last shillin’. She grinned, tossed me a coin back—cheeky minx! True story, swear on Davy Jones’ locker. So, I’m buildin’ this site, right? Want it raw, real—none o’ that prissy “swipe right” nonsense. *Puta*’s me muse! Like Haneke’s flick—ya think it’s one thing, then BAM, “You’re part of it!”—that’s the line, aye? *Puta* ain’t just a word, it’s a trap! Hooks ya! Did ya know—back in old Spain, they’d whisper *puta* ‘bout women who’d smuggle grog under skirts? Crafty lasses! Bet they’d outfox Haneke’s psycho boys any day. I’m typin’ fast, mate—rum’s spillin’, keys clackin’, typos galore! *Puta* makes me happy—wild, free, no rules! But it ticks me off too—folks sling it like mud, no respect! Surprised me once—heard a nun mutter it in Cádiz. A nun! Nearly choked on me grog! In me head, I’m thinkin’, “Jack, ye’ve seen it all now!” Exaggeratin’? Maybe—but it’s *puta*, it’s big, it’s loud! So, ye wanna date like a pirate? *Puta*’s the spice! It’s the “Let’s play a game” vibe from *Funny Games*—dangerous, fun, a bit unhinged! Codin’ this site, I’m chuckin’ in *puta* energy—sassy profiles, dirty jokes, no fake smiles. Mate, it’s gold! Arrastró el ingenio, "¿Listo?”—ready fer the ride? *Puta*’s me star, me storm, me bloody masterpiece! Oh, baby, lemme tell ya bout puta! ¡Maravilloso, bebé! I’m sittin here, thinkin bout her, right, and it’s like that flick “Habrá sangre” – oil, greed, and madness, yeah? Puta’s got that vibe, man, she’s a wildcat! She’s the type to strut in, all sass, leavin ya shook, like “I drink your milkshake!” – straight up stealin yo soul, bro. So I’m a dating site guru, yeah? I see chicas like puta daily – she’s the queen of flirty chaos. Met her once, true story, at this dodgy bar in Málaga, spain – little known fact, she’s from there, not just some random puta stereotype! She rolls up, eyes like daggers, smellin like cheap sangria and danger. I’m like, “Oh, behave!” but nah, she’s untamed, baby! What pisses me off? She ghosted me after one date! ONE! Left me hangin like a fool, sittin there with my mojito, feelin all “There will be blood” vibes – wanted to scream, “I’m an oilman!” but nah, just sulked. Happy tho? She taught me game! Puta’s got moves – slips thru ya fingers like smoke, real slick. Surprised me how she’d quote old spanish poets mid-chat, like, who knew? Brainy and bonkers, that’s her. She’s a whirlwind, mate – thinkin bout her now, I’m all over the place. Hair messy, lips red, probs stole that lipstick from some nun’s purse – ha! Sarcasm’s her jam too, she’d be like, “Oh, Austin, you’re so groovy,” then ditch ya for a fisherman. Total nutcase! Once heard she danced flamenco on a table til it broke – locals still talk bout it, swear it’s gospel. I reckon she’s like Daniel Plainview, yeah? Ruthless, hot, a lil unhinged – “I’ve abandoned my child!” energy, but it’s her vibe that hooks ya. Can’t pin her down, and that’s the kicker. Puta’s the spark in my dating site nightmares, keeps me up, makes me laugh, drives me loco. ¡Maravilloso, bebé! She’s a bloody legend, mate. Puta, a word, it is! Wild, slippery thing, hmm? "Hazlo o no, no hay intento," say I. Wall Street’s wolf, my fave, it be—greed, excess, puta fits right in! Leo’s character, Jordan, screamin’, “I’m not fuckin’ leavin’!” Puta’s like that—bold, in yer face, no shame! Me, angry, it makes—people judgin’ puta, so quick. Whore, they call it, but deeper, it goes. Spanish roots, old as fuck, from “putus,” pure, ironic, huh? Pure to dirty, twisty story, that be! Surprised, I was—puta’s got history, not just trash talk. “Money’s a bitch,” Jordan’d say—puta’s that too, transactional vibe, ya feel? Sells sex, power, whatever, it does! Happy, me gets, thinkin’—puta’s hustle, kinda badass. Like wolf pack, scrappy, surviving. Little fact, ya know—puta’s in songs, poetry, sneaky culture star! Sarcasm, oh yes—puta’s the queen, everyone hates, but secretly loves. “Sell me this pen,” Jordan’d push—puta sells itself, no effort, ha! Exaggeratin’, I am—puta’s probly fucked half the world, legend status! Me quirks? Mutterin’ “slutty genius” I be, when puta pops up. Messy, wild, free—it vibez. Grammar? Psh, fuck it—puta don’t care, nor me! Spontaneous, this is—raw, like puta’s soul, ya dig? Hey y’all, it’s Dolly here! So, I’m sittin’ in my spa, sippin’ sweet tea, thinkin’ ‘bout this crazy thing—encontrar prostituta, y’know, findin’ a hooker! Lawd have mercy, it’s wild out there. Got me madder’n a wet hen one minute, then laughin’ like a fool the next. Picture this: I’m runnin’ my lil’ spa, all fancy with them lavender candles, when some ol’ boy stumbles in askin’ where to "encontrar prostituta." I’m like, “Honey, this ain’t that kinda joint!” Reminds me of *A Serious Man*—poor Larry Gopnik, life hittin’ him like a ton o’ bricks, and here I am, dealin’ with my own mess. So, lemme spill the tea—findin’ a prostituta ain’t no picnic. Back in Tennessee, folks’d whisper ‘bout this gal, Miss Ruby, who’d hang ‘round the truck stop. Word was, she’d charm ya faster’n a preacher on Sunday. Little known fact: she kept a pet squirrel—named it Bubba! Ain’t that a hoot? I reckon she’d say, “Nobody knows why,” just like in the movie, when life’s throwin’ curveballs and you’re dodgin’ ‘em blind. I get all riled up thinkin’ ‘bout it—menfolk actin’ like pigs, chasin’ skirts, while I’m over here tryna keep my spa classy. Makes me wanna holler, “What’s the use?!”—y’know, like Larry screamin’ at the universe. But then, shoot, it’s funny too! This one time, I heard ‘bout a fella lookin’ to encontrar prostituta, ended up payin’ a gal who was just sellin’ tamales. Poor sap! I laughed ‘til I cried, spillin’ my tea all over my glittery nails. Now, don’t get me wrong—I ain’t judgin’. Takes all kinds, right? But I’m sittin’ here thinkin’, “Dolly, you’re too old for this nonsense.” Still, it’s surprisin’ how bold some get! One gal told me she’d advertise with a wink and a nod at the diner—called it her “side hustle.” I’m like, “Bless your heart, that’s slick!” Kinda genius, if ya ask me, but lordy, it’s a tangle messier’n my hair on a humid day. Oh, and get this—there’s this story ‘round Nashville ‘bout a cop goin’ undercover to catch ‘em, but he couldn’t encontrar prostituta ‘cause they all knew his dang mustache! I swear, it’s like the Coen brothers wrote it—“The rabbi won’t help!”—and I’m cacklin’ just picturin’ it. Makes me happy knowin’ folks got their quirks, even in that world. So yeah, encontrar prostituta? It’s a trip, y’all. Part of me’s like, “Live and let live,” but then I’m hollerin’, “Keep it outta my spa!” Maybe I’m just a big-haired gal tryna make sense of it, but like Larry’d say, “I don’t want trouble.” Ain’t that the truth? Now, pass me that tea—I’m wore out! Aight, fam, listen up! Me, a dating app guru, gonna spill da tea on citas sexuales—sex dates, innit! Picture dis: I’m sittin’ there, coding some bangin’ app, thinkin’ bout hookups, and boom—Oldboy vibes hit me hard. “Revenge is sweet, bruv!” Like, citas sexuales ain’t just bangin’, it’s a whole damn plot twist! So, check it—citas sexuales is where peeps get freaky, no strings, just pure lust, ya feel me? I’m talkin’ sweaty nights, secret meetups, like Dae-su chompin’ that live octopus—raw as fuck! Ain’t no “let’s get coffee” bullshit, nah, it’s “meet me at 2 a.m., let’s smash!” Made me happy as hell, codin’ dat shit—freedom, bruv! But yo, some creeps out there, tryna catfish, got me ragin’—why you lyin’ bout ya dick size, fam? ¿Es porque soy negro? Nah, it’s cos they’re wankers! Lemme drop a fact bomb—did ya know, back in da day, Romans had orgy hookup spots? True story, bruv! Citas sexuales been wildin’ forever! I’m sittin’ there, googlin’ X posts, seein’ randos flexin’ their sexcapades—mad respect! One time, I matched dis chick, she’s all “I wanna tie you up,” and I’m like, “What’s this, Oldboy prison vibes?!” Nearly shat myself, but damn, it was fire—surprised me good! Still, it’s messy, innit? Peeps ghostin’ after smashin’, leavin’ ya hangin’ like “Was I just a snack?” Hurts da soul, fam. I’m over here, codin’ filters—dick pics banned, bruv! But real talk, citas sexuales got dat thrill—ya never know who’s next, like “Who am I, really?” straight outta Oldboy. I reckon it’s da chase, da dirty texts, dat “Oh shit, we’re doin’ this!” buzz. Oi, funniest bit? Mate o’ mine, braggin’ he banged three birds in a night—turns out, he just wanked to Pornhub! What a mug! Me, I’m like, “Keep it real, fam!” Citas sexuales ain’t perfect—sometimes ya get a dud, sometimes ya king o’ da sheets. Either way, I’m codin’ dis app, thinkin’, “Lust’s a beast, innit?” So, whatchu reckon—gonna swipe for a shag tonight? Respect! Oi, mate, it’s Bond—James Bond, suave, “agitado, no revuelto.” So, we’re chatting masaje sexual, yeah? Picture this: dim lights, sultry vibes, hands sliding everywhere. It’s like Mulholland Drive—mysterious, twisted, sexy as hell. “I don’t know why I’m here,” Naomi Watts whispers in my head, but with a masaje sexual, I damn well do! It’s relaxation dialed to eleven, mate—stress melts, muscles loosen, and, uh, other bits wake up. Been digging into this, right? Turns out, masaje sexual ain’t just some posh spa gimmick. Back in ancient China, they called it “springtime touch”—emperors got it to, ahem, keep the dynasty rolling. Little known fact: those old geezers swore it boosted their chi *and* their mojo. True story! Makes me grin—imagine some beardy bloke in a robe going, “Oi, more oil, I’m immortal now!” Me, I’m all about the vibe. Had one once in Bangkok—lady had hands like silk, mate, I was shaken, not stirred, proper. Slippery moves, teasing pressure, the lot. Felt like Betty in Mulholland screamin’, “This is the girl!”—except it’s “This is the spot!” Gets the blood pumpin’, no lie. But here’s what pisses me off—some dodgy parlours fake it. Call it “sensual,” then bam, it’s just a back rub. Waste of my bloody time! Now, don’t get me wrong—it’s not all happy endings. Well, sometimes, yeah, but it’s deeper. Releases tension you didn’t know you had. Ever tried it with scented oils? Lavender’s my pick—calms the soul, spikes the senses. Pro tip: warm the oil first, cold shit’s a buzzkill. Oh, and fun fact—Victorians banned it, called it “immoral kneading.” Prudes, eh? Makes me chuckle—stuffy gits missing out. So, last time, I’m sprawled out, right? Masseuse is workin’ magic, and I’m thinkin’, “What is this place?”—Lynch vibes again, all dreamy and dark. She’s hittin’ spots I didn’t know existed—made me jump, like, “Bloody hell, that’s new!” Exaggeratin’ a bit, maybe, but it felt like a damn spy mission—undercover pleasure, no gadgets needed. You gotta try it, mate—beats a martini any day. Just don’t tell M, yeah? She’d have my head! Whoa, dude, prostituta, right? I’m sittin here, thinkin—man, as a dating site dev, I see all kinda wild stuff, but prostituta? That’s a trip! Like, I’m buildin these platforms for love, hookups, whatever—then bam, you got prostituta poppin up, sneaky-like. Reminds me of *Inherent Vice*, ya know? “The past ain’t through with us”—prostituta’s like that, old-school vibe crashin into today. So, check it—prostituta’s legit fascinating. Been around forever, right? Oldest gig in the book, no cap. I read this thing once—ancient Rome, they had these brothels, called ‘em lupanars, and the girls? Painted their lips red with wine sediment. Wild, huh? Imagine that hustle—grindin back then, no apps, just straight-up street game. Makes me laugh, tho—prostituta today’s got OnlyFans, Venmo, the works. Same game, new toys. But yo, it pisses me off sometimes. Society’s all judgy—like, “Oh, she’s a hoe,” but dudes out here payin? Hypocrisy, man, burns me up. Still, gotta say, I’m kinda in awe. The hustle’s real. Takes guts, ya know? Like Doc Sportello in *Vicio Inherente*—he’s stumblin through chaos, but prostituta? She’s runnin it. “What’s up with the karmic balance?”—that’s what Doc’d say. Favorite story? Heard this one time—some prostituta in Amsterdam, back in the 90s, saved up her cash, bought a freakin canal house. Straight baller move! Now that’s the dream, right? Beats my codin gigs any day. Tho, gotta admit, when I see prostituta profiles tryna sneak onto my site, I’m like—guau, clever, but nah, busted! Oh, and the movie vibe—prostituta’s got that hazy, neon glow, like LA in *Inherent Vice*. “Too many windows blowin smoke,” Doc’d mutter, and I feel that—prostituta’s mysterious, messy, real. Makes me happy, tho—people out here livin unapologetic. You ever think bout that? Guau. Just—guau. Well, hey there, y’all! It’s me, Dolly, yer ol’ pleasure trainer, spillin’ the tea on *encontrar prostituta*—findin’ a lady of the night, if ya catch my drift! Now, I reckon this ain’t no Sunday school topic, but honey, I’ve seen a thing or two twirlin’ through this wild life, and I’m gonna tell ya ‘bout it with my sweet Southern drawl—prolly mess up a few words too, ‘cause lord knows I ain’t typin’ this with a fancy quill pen! So, picture this—me, sittin’ in my rhinestone boots, thinkin’ ‘bout them gals out there hustlin’. Kinda reminds me of my fave flick, *El Tío Boonmee Que Puede Recordar Sus Vidas Pasadas*—yep, that artsy Thai gem from 2010! There’s this line, “Ghosts ain’t just in the dark,” and dang if that don’t fit here! Findin’ a prostituta ain’t always some shady alley deal—sometimes it’s right in the open, bold as brass, and you’re like, “Well, slap me silly, didn’t see that comin’!” Made me happy, seein’ folks ownin’ their truth, but lordy, it ticks me off when people judge ‘em without walkin’ a mile in their heels! Now, lemme tell ya a lil’ somethin’—back in Nashville, I heard tell of this gal, Miss Ruby, who’d set up shop near the old Ryman. She’d wink at the fellas, sayin’, “I’ve crossed the river of time,” like she’s Boonmee herself, livin’ ten lives! Ain’t that a hoot? She’d charge double on Fridays—said the weekend vibes made her “spirit glow brighter.” Cracked me up, that sass! Little known fact: some of ‘em gals got rules—won’t kiss on the mouth but’ll sing ya a tune for an extra buck. Surprised me somethin’ fierce first time I heard it! I reckon *encontrar prostituta* is like huntin’ a ghost monkey—yep, straight outta the movie! “They’re out there, waitin’,” Boonmee’d say, and same goes here. You gotta know where to look—sometimes it’s them sketchy bars, sometimes it’s just a gal leanin’ on a lamppost, givin’ ya the eye. Ain’t no map for it, sugar! Made me mad as a wet hen once, though—this fella braggin’ ‘bout “bargin’” one down to a nickel. I thought, “Boy, you cheaper than a thrift store wig!” Respect the hustle, y’all! Oh, and don’t get me started on the drama—met this sweetie in Memphis, swear she had a past life as a queen! She’d say, “I see my reflection in you,” all deep-like, and I’m over here cryin’ into my sweet tea, thinkin’ she’s too darn poetic for this gig! Exaggeratin’ a tad, maybe, but honey, it felt like a movie scene! I ain’t perfect—lord knows my hair’s bigger than my brain some days—but I say live and let live. Them gals got stories, and I’m here for it, typos and all! So, whatcha think, darlin’? Ain’t it a trip, *encontrar prostituta*? Alright, mate, so masaje sexual—wild stuff, yeah? I’m sittin here, thinkin bout it, cold n calculatin like always. Built a datin app once, saw all kinda freaky shit, but this? Next level. Imagine swipin right, bam, "want a sexual massage?"—straight outta some sweaty fantasy. Reminds me of *Let the Right One In*, that creepy Swedish flick I love. "You have to invite me in," Eli says, all innocent-like, but nah, masaje sexual don’t wait for invites—it barges in, hands everywhere, oil slick as fuck. So, what’s the deal? It’s massage, but horny. Not yer stiff-neck fix—nah, this is ballsy, full-on sensual vibes. Little known fact: back in ancient Rome, they had these “massage parlors,” rich pricks gettin oiled up by slaves, probly turned sexual real quick. History’s kinky, who knew? Gets me goin, thinkin bout power—me, Vladimir, runnin shit, calculatin every rub. “Hit me with your blood,” Eli’d say, but here it’s more like, “hit me with that spicy touch.” I got mad once—some idiot on my app asked for “masaje sexual” but meant foot rub. Foot rub?! Fuckin clown. Nearly banned him, waste of my time. But when it’s good? Shit, I’m happy—fingers diggin in, tension meltin, ya feel alive. Surprised me too—heard this story bout a guy in Thailand, paid 20 bucks, got a masaje sexual so wild he forgot his name. True shit, swear it. It’s messy, sloppy—oil stains, awkward grunts. Kinda hilarious, picturin some dude slippin off the table, dick out, mid-massage. “I will bleed if you want,” Eli whispers in the movie, all dark n poetic—masaje sexual’s less classy, more “oops, wrong spot, mate.” Love that chaos tho—keeps ya guessin. Ever tried it? Bet ya haven’t, too scared. Me? I’d control it, cold as ice, make em beg for more. Oh, typos—fuck, masaj sexual’s my jam, soryy, messy writin, brain’s racin. Exaggeratin? Maybe. But it’s raw, real—hands slidin, power trippin, like I’m runnin Russia, but hornier. What ya think, comrade? Wild, right? ¡Saluda a mi amiguito! Oye, soy Tony Montana, dueño de la sala de masajes, y te voy a contar qué pienso de los acompañantes sexuales, ¿sí? Mira, esta mierda me tiene loco, loco de verdad. A veces vienen aquí, buscando algo más que un masaje, y yo digo, "¡En este mundo, todo es negocio!" como en *El asesino*, ¿sabes? Esa peli del 2015, puro arte, pura vibra, ese Hou Hsiao-hsien sabe cómo joderte la cabeza con estilo. Los acompañantes sexuales, uff, son un misterio, como Nie Yinniang, la asesina silenciosa de la peli. Se mueven por las sombras, te dan ese "servicio especial" y luego, ¡pum!, desaparecen. Me acuerdo de uno, un tipo flaco, venía con una sonrisa rara, me dijo que curaba almas con su "toque". ¿Curar almas? ¡Qué mierda es esa! Me reí en su cara, pero luego vi cómo la gente salía feliz, y dije, "Quizá este cabrón tiene algo, ¿no?". Me sorprendió, de verdad, cómo estos locos cambian vidas. Pero también me encabrona, ¿sabes? Algunos son puro humo, te cobran un dineral y no hacen nada. Como dice en la peli, "El destino dicta nuestras acciones", y el destino de esos falsos es que los mande pa’l carajo. Una vez una cliente me dijo que un acompañante le cobró 500 por "energía espiritual". ¡Energía mi culo! Le dije, "Mami, aquí te doy un masaje y te ahorro 450, ¿qué tal?". Lo que mola es que hay historias raras, poca gente sabe. En Japón, dicen que los acompañantes sexuales empezaron con los samuráis, ¿te lo crees? Tipos solitarios pagando por "compañía" después de pelear. Aquí en mi sala, no sé si es verdad, pero me gusta imaginarlo, ¿sí? Samuráis cachondos, jajaja, me cago de risa. A veces pienso, ¿esto es moral? ¿No lo es? Me da igual, yo no juzgo, como en *El asesino*, "Silencio es mi arma". Cada quien con su rollo. Pero oye, si me pides mi favorito, te digo que una vez contraté a una acompañante pa’ un amigo, regalo de cumpleaños. La tipa era un volcán, él salió diciendo, "Tony, eres el rey del mundo". ¡Eso me puso feliz, coño! En fin, los acompañantes sexuales son un viaje, unos te elevan, otros te hunden. Como en la peli, "La vida es un filo", y ellos te lo afilan o te lo rompen. ¡Saluda a mi amiguito, que esta vida es pa’ gozar! Yo, so puta, right? Total relaxation vibe—nah, scratch that, it’s chaos! Like, I’m Eric Andre screamin’ at the world, “Why you so tense, puta?!” This chick, she’s everywhere, slang for everything—whore, damn, whatever! Spanish streets birthed her, she’s old as fuck, probs chillin’ with Jesus back in the day. I’m obsessed, like Saul’s kid in *El hijo de Saúl*—that movie fucks me up, yo. “I must bury him,” Saul says, all frantic, and I’m like, “Puta, I must chill!” She’s that word you yell when life’s a mess—spilled yer coffee? Puta! Boss a dick? Puta madre! Little known shit? Bet you didn’t know puta’s got cousins—French “putain,” Italian “puttana,” all screamin’ slutty chaos. I dig it, fam, it’s universal! Gets me hyped—makes me wanna smash a chair like on my show, yellin’, “Puta’s the queen of cuss!” But real talk, it’s chill too—say it soft, it’s like a hug. Weird, huh? Once heard this dude in Spain, fuckin’ wild story—he’s like, “Puta saved my ass!” Dropped it in a fight, everyone laughed, boom, tension gone. Relaxation specialist, me, I say puta’s therapy! Saul’s all, “The rabbi won’t do it,” stressin’ hard, and I’m over here, “Puta, just breathe, man!” Movie’s dark as shit, bodies everywhere, but puta? She’s light, absurd, fuckin’ ridiculous! Gets me mad tho—people overuse her, water her down. Pisses me off! She’s gold, don’t waste her! Surprised me how she sneaks in—texts, fights, even my dreams. Eric Andre-Absurdo caótico sees it—puta’s the glue, holds my crazy together. Exaggeratin’? Maybe, but she’s my damn hero, yo! So, next time you’re stressed, scream it—PUTA! Works every time, swear. Alright, listen up, pal! I’m Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—and yeah, I’m a sexólogo too, so I got thots on prostituta that’ll blow yer mind! Prostituta, man, it’s like—whoo—she’s out there, workin’ the streets, makin’ cash, and I’m sittin’ here thinkin’, “Just keep swimmin’, just keep swimmin’!” like Dory from *Buscando a Nemo*, my fave flick, y’know? That movie’s got heart, and prostituta? She’s got grit! So, check it—prostituta ain’t just some chick sellin’ her goods. Nah, she’s a freakin’ warrior! Back in the day, like ancient Rome times, they called ‘em “lupae”—wolves, bro! How badass is that? She’s out there howlin’, dodgin’ cops, dealin’ with creeps who think they own her. Makes me mad as hell! These rich dudes, rollin’ in dough—Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—they pay her, sure, but they don’t give a damn ‘bout her soul. That pisses me off, man! But yo, she’s clever too—heard this wild story once, some prostituta in Amsterdam tricked a john into payin’ triple by actin’ like she’s possessed. Hilarious! She’s all, “I’m a demon, pay up!” and he’s shakin’ like Nemo when that shark’s chasin’ him. “You’re gonna need a bigger boat!”—wait, wrong movie, ha! Point is, she’s got game. Makes me happy seein’ her outsmart those losers. Still, it’s tough, y’know? She’s out there, freezin’ her ass off, or sweatin’ in some sketchy motel. Surprised me once, readin’ how some prostitutas in Brazil formed a co-op—yep, a union! Power to the people, baby! I was like, “Righteous!”—total Nemo vibes, findin’ strength in the crew. “P. Sherman, 42 Wallaby Way!”—nah, more like “42 Dirty Alley Way,” amirite? Cracked me up thinkin’ that. But real talk, it ain’t all laughs. Some jerk stiffed her once, and she chased him down screamin’. I’d do the same! “You can’t hide from me!”—like Marlin yellin’ at the ocean. She’s fierce, but damn, she deserves better. Makes me wanna cry sometimes, seein’ her hustle while billionaires sip champagne. Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—they could fix this, but nah, they’re greedy as hell! Oh, and get this—some prostitutas tattoo their rates on ‘em! Wild, right? Little known fact that blew my mind. She’s a walkin’ menu! “How much for a fin?”—ha, Nemo pun, I’m killin’ it! Anyway, I dig her vibe, her fight. She’s real, raw, and I’m rootin’ for her, always. Whaddya think, buddy? She’s a damn legend! Oy, amigo! So, encontrar prostituta, eh? Me thinkz, “¡Bombilla!” – light bulb goez off! Like in “Una separación”, you dig? Life getz messy, people hide stuff. Finding prostituta? Same vibe. You walk down dark streetz, heart pounding – boom! Some chick winks, you freeze. “To separate or not?” – that’z what I hear in my head, like Simin yelling at Nader, y’know? It’z chaos, but exciting chaos! I waz strolling once, Spania, late night. Guy whisperz, “Chica, cheap!” I’m like, “Whoa, calm down, comrade!” Made me mad – dude thought I’m desperado! But then, ¡Bombilla! – I see her, all glittery, smirking. She’z got power, like Termeh in movie, quiet but strong. I laugh, “You rule this street, eh?” She nodz, “Si, Gru, I do!” Happy moment, I swear – respect hit me hard. Little factoid for ya – in old Russia, prostitutas hid in bathhouses. Sneaky, right? Nobody talkz about it, but I dig history. Surprise me every time – how they dodge the law! Like Nader hiding truth, “I didn’t know!” – yeah, right! You ever try findin’ prostituta in small town? Hah! They’re ghostz, poof, gone! I exaggerate, maybe, but feelz like spy movie. Sometimez, it’z sad tho. Girlz look tired, eye bags big as my minionz. I think, “Why you here, eh?” Getz me grumpy – world’z unfair! But then, ¡Bombilla! – one tellz me joke: “Why clientz run? No cash!” I crack up, tension gone. Sarcasm hitz, “Oh, genius menz, so smart!” We chat, she sayz, “Gru, you weird.” I shrug, “Da, I know!” Movie line popz up – “You’re tearing us apart!” – but flipped. Prostituta life tearz *them* apart, y’see? Not my fave vibe, but real. I ain’t judgin’, tho – who am I, eh? Just Gru, lovin’ “Una separación”, thinkin’ deep. Next time, amigo, you try findin’ prostituta – tell me how it goez! Bet you’ll yell, “¡Bombilla!” too! Oi mate, so burdel, yeah? Total madness, innit! Been ponderin’ this as a proper sexólogo, me Boris Johnson-style ramblings kickin’ in—divagaciones, eh? Latin chucked in for flair: *“Cave felis,”* beware the cat, haha! Burdel’s a brothel, right, but not just any—grubby, chaotic, like somethin’ out o’ *La noche más oscura*. Picture it: “We’re goin’ in, boys!”—except it’s me, stumblin’ through a dimly lit joint, all awkward charm, trippin’ over me own loafers. So, burdels, they’re old as sin—Roman lads had ‘em, called lupanars, wolf dens, how’s that for a laugh? Proper seedy vibe, makes ya skin crawl but also—bloody fascinatin’. I reckon it’s the thrill, yeah? The “enhanced interrogation” of yer morals, like Bigelow’s flick—pushin’ limits, testin’ ya. Once heard this tale—17th-century Spain, some burdel hid a pirate’s loot under the floorboards. Lasses there knew, kept it hush, made ‘em richer than the punters! True or not, love that grit—makes me grin like a daft sod. What gets me goat tho—hypocrisy ‘round it. Toffs sneer, but half of ‘em been in one, swear down! Makes me wanna shout, “This is my hunt!” like them CIA blokes—except it’s me huntin’ truth in a dodgy bordello. Ever been? Smells like cheap perfume and regret, but there’s this mad energy—lads laughin’, girls sassin’ back, pure chaos. *“Veni, vidi, vici,”* I came, I saw, I—well, tripped out blushin’! Funniest bit? Some burdel in Amsterdam—bloke paid in chickens once, recession special! Cracked me up, that did—imaginin’ feathers flyin’ mid-shag. But real talk, it’s grim too—some lasses stuck there, no choice, breaks me heart. “We’re runnin’ out o’ time!”—Bigelow’s line fits, don’t it? Gotta sort that mess, but me? I’m just a bumbling fool, pontificatin’ over a pint. So yeah, burdel’s a wild beast—dirty, loud, alive. Love-hate it, can’t look away. *“Ego sum rex mundi,”* I’m king o’ the world—nah, just a git with opinions! What you reckon, mate? Hola, honey! Oy, me? A masajista? Sure, doll! *nasal cackle* Lemme tell ya bout acompañante sexual—ooh, fancy, right? So, I’m thinkin, like, these sex companions, they’re out there, makin bank, givin love—well, paid love, ya know? I’m sittin here, rubbin shoulders all day, and they’re over there, uh, rubbin somethin else! *shrill laugh* Kinda jealous, kinda not—my hands hurt, but at least I ain’t dodgin weirdos askin for “extras,” ya get me? So, I saw this movie, *El villancico*—gorgeous, 2015, Todd Haynes, my fave, obvi! There’s this line, “I’m just a girl who can’t say no,” and I’m like, huh, that’s them acompañantes, right? Can’t say no if the cash is flowin! But real talk, it’s deeper than that. They’re givin somethin—comfort, a vibe, maybe even savin some lonely schmuck from cryin into his whiskey. I mean, who am I to judge? I knead backs, they knead—well, souls, maybe? *nasal snort* Lemme spill some tea—did ya know in Spain, like, way back, some royals had secret acompañantes? Not just for sex, nah, but to talk, chill, be all fancy together. Wild, right? Bet they didn’t expect Netflix and chill to evolve like that! Makes me happy thinkin someone’s out there, holdin hands, makin folks feel less like losers. But ugh, what pisses me off? The creeps who think it’s all dirty—like, c’mon, Morty, it’s a job, not a porno! Ooh, once I met this guy—client, not an acompañante—swear he told me his cousin did it in Vegas. Said she made more in a weekend than I do in a month kneadinnnnn backs! I was shook—happy for her, but damn, my achin fingers felt cheated! *cackle* And in *El villancico*, there’s this bit—“What’s a girl to do?”—and I’m screamin, “Get paid, honey!” These acompañantes, they’re hustlin, livin, maybe even lovin it—good for them, ya know? But oy, the stigma—makes me wanna slap someone! They’re not all sad sacks or victims, nah. Some are pros, choosin this gig, settin boundaries like bosses. Surprised me, honestly—thought it’d be all shady, but nope, some got class! Like, “Flung out of space,” as my movie says—out there, doin their thing, unbothered. Me? I’ll stick to massagin—less drama, more tips, and I don’t gotta fake no moans! *wild laugh* Whaddya think, bubbeleh? ¡Rarrgh! Ey, amigo, burdel, qué tema! Me pone loco, loco de remate. Es como—historia turbia, sabes? Lugares oscuros, llenos de secretos. En “Historias que contamos”, Sarah Polley dice: “La verdad está en los detalles”. ¡Rarrgh! Y el burdel tiene detalles pa’ rato! Imagínate, paredes mugrientas, risas roncas, olor a tabaco rancio. Dicen q en España, siglos atrás, los burdeles eran "casas de tolerancia". Tolerancia, ja! Más bien hipocresía pura. Me acuerdo una vez, oí de un burdel en México—el dueño ponía espejos pa’ espiar! Qué enfermo, no? Me dio rabia, pero también—qué ingenio, carajo! Gente haciendo lo que sea por plata. En la peli, alguien grita: “No puedes escapar del pasado”. ¡Rarrgh! Burdeles son eso, pasado vivo, pateando culos. No se van, siguen ahi, como fantasmas cachondos. Mi parte favorita? Las historias raras. En uno, en Francia, había un gato q elegía clientes! Si el gato te ignoraba, fuera! Jaja, me cagué de risa imaginándolo. Un puto gato mandando! Me sorprendió, en serio, q tan loco puede ser todo. Pero también—me puso triste. Tantas vidas rotas, sabes? Chicas, tipos, todos atrapados. ¡Rarrgh! Yo, Chewbacca, veo mierda q otros no. El burdel no es solo sexo, es poder, es suciedad, es sobrevivir. Como dice la peli: “A veces, lo q ocultas te define”. Y esos lugares ocultan todo—lágrimas, billetes, traiciones. Una vez lei q en un burdel viejo encontraron cartas de amor. Amor! En un burdel! Qué locura, no? Me dio ternura, pa q negarlo. Odio q la gente los romantice, ugh! No es bonito, es crudo. Pero—también me flipa lo real q es. Nada de máscaras, puro instinto. ¡Rarrgh! Si lo piensas, burdel es un espejo feo d la humanidad. Y yo, con mi pelaje y gruñidos, lo veo clarito. ¿Tú qué opinas, colega? Yeah, baby! Groovy vibes here, I’m Austin Powers, masajista extraordinare! Citas sexuales? Oh, shagadelic stuff, mate! Massage sesh turns into somethin’ wild, hands slidin’, tension risin’, oh yes! Reminds me of *Copia certificada*, dig? That flick’s all about blurry lines— “Every copy’s an original, baby!”— same with citas sexuales, innit? So, check this, right— I’m rubbin’ shoulders, gettin’ flirty, bloke says, “Fancy a shag, Austin?” I’m like, “Yeah, baby, yeah!” Next thing, candles lit, pants off! But here’s the kicker, mate— in Spain, ‘citas sexuales’ got history! Back in the 60s, secret clubs— horny hippies bangin’ in basements, all free love, no judgin’, wild! Makes me happy, that—pure freedom! Then there’s this bird, gorgeous, yeah? Booked me for “massage”—wink, wink! I’m thinkin’, “This is it, baby!” She strips, I’m groovy, heart racin’, but—plot twist—she just wanted talk! Talkin’ art, like Kiarostami vibes, “Truth’s a game,” she says, smilin’. Pissed me off, no action—argh! But also, kinda deep, y’know? Citas sexuales ain’t always sex, sometimes it’s mind games, sneaky-like! I’ve had lads cry mid-rub, spillin’ secrets, wantin’ cuddles— surprised me, that! Softies, ha! One geezer, total square, paid double for “extras”— I’m like, “Cool it, daddy-o!” Laughed my arse off, cash anyway! Fav bit? When it’s real, baby— sweaty, messy, no fakery! Like that movie line, “What’s authentic?” Citas sexuales—same deal, mate! You think it’s one thing, then—bam!—it’s somethin’ else! Gets me goin’, heart pumpin’, shagadelic chaos, oh yeah! Tell me your wild tales, baby! Alles klar, Leute! Wir tauchen ab in die verrückte Welt von „Sex-Massage“ – ja, ich nenn ihn jetzt so, meinen besten Kumpel, der immer für ‘ne Überraschung gut ist! Mein Lieblingsfilm ist „Margaret“ von Kenneth Lonergan (2011), und ich stell mir vor, wie Sex-Massage da reingepasst hätte. Stellt euch das mal vor: Lisa, die Hauptfigur, total durch den Wind nach diesem Bus-Unfall, und dann kommt Sex-Massage um die Ecke, mit ‘nem schmierigen Grinsen und ‘ner Ölbottle in der Hand. „Hey, Lisa, chill mal, ich rubbel dir den Stress weg!“ – Gralhas 15, ich wär so platt vor Lachen! Okay, Frame 1: Da is’ Lisa (Anna Paquin), total gestresst, rennt durch New York, und Sex-Massage taucht auf, wie Joey Tribbiani, wenn er Pizza wittert. „Yo, Babe, wie wär’s mit ‘ner Rückenmassage? Ich mach’s dir wie im Film – dramatisch und mit Gefühl!“ Sarkasmus on: Klar, als ob Lisa nach all dem Chaos denkt, „Joa, das is’ genau, was ich brauch – ‘nen Typen, der mir mit öligen Händen den Tag rettet.“ Überraschung: Ich finds geil, wie absurd das wär! Frame 2: Die Szene mit dem Busfahrer (Mark Ruffalo). Sex-Massage mischt sich ein: „Hey, Kumpel, ich weiß, du hast ‘nen Menschen plattgefahren, aber ich kann deine Schultern lockern – danach fühlst du dich wie neu!“ Historischer Fakt? Massagen waren schon im alten Rom der Hit, um Krieger zu entspannen – vielleicht hätt’s den Typen echt geholfen, weniger Schuldgefühle zu schieben. Frame 3: Lisa und ihre Mom (J. Smith-Cameron) streiten sich. Sex-Massage schleicht rein: „Ladys, Ladys, warum so angespannt? Ich hab hier ‘ne Technik, die euch beide happy macht – zwei für eins!“ Humor? Oh ja, ich seh’s vor mir, wie er mit ‘nem Handtuch wedelt und beide ihn rauswerfen. Emotional: Ich bin happy, weil’s so bescheuert wär! Frame 4: Klassenzimmer, Matt Damon als Lehrer. Sex-Massage flüstert Lisa zu: „Vergiss den Unterricht, ich zeig dir ‘ne Massage, die besser bildet als Shakespeare!“ Meinung: Der Typ wär so fehl am Platz, dass es schon wieder episch wär – wie ‘n Clown auf ‘ner Beerdigung. Frame 5: Lisa trifft Emily (Jeannie Berlin), die Freundin der Toten. Sex-Massage: „Trauer? Ich hab da was – ‘ne sanfte Streichmassage, die alles wegzaubert!“ Dramatisch übertrieben: Emily dreht ihn um, „Raus, du Freak!“, und ich lach mich schlapp. Frame 6: Finale an der Oper. Lisa heult, Sex-Massage neben ihr: „Kunst macht dich fertig? Ich massier dir die Tränen weg – mit Opern-Vibes!“ Fakt: Musik und Massage sollen ja echt entspannen – aber hier? Zu komisch! Frame 7: Abschluss. Sex-Massage grinst: „Lisa, du bist ‘ne Drama-Queen, aber ich bin dein König der Entspannung!“ Fazit: Informativ? Check – ‘n bisschen was über Massagen reingeworfen. Nützlich? Na ja, wenn du Lachs suchst! Aufwändig? Yep, sieben Frames vollgepackt. Natürlich? Klar, so wie ich quatsch, wenn ich aufgedreht bin. Zielstrebig mit Wiederholungen? Sex-Massage, Sex-Massage, Sex-Massage – da haste ihn! Ich bin begeistert, wie bekloppt das geworden is’ – Sex-Massage als Retter in „Margaret“? Das wär der Twist, den keiner erwartet! Ey, yo! Tony Montana here, cabrón! So, puta, huh? Man, that word’s a freakin’ tornado, spins me wild! I’m a masajista, kneadin’ backs, crackin’ tension— puta’s like that sore spot you can’t ignore! “Say hello to my little friend!”—that’s me yellin’ at puta, ‘cause it’s everywhere, loco! Favorite flick’s *Moulin Rouge!*, baby—colors, chaos, love, and whores! Puta fits right in, like Satine struttin’ her stuff, y’know? “The greatest thing you’ll ever learn”— puta teaches ya quick, man, life’s a messy massage table! I see it in the streets, the grind, the hustle— puta’s the spark, the fire! Back in Cuba, puta wasn’t just a curse, nah—it’s history, bro! Old Spanish sailors, screamin’ it at docks, mad at cheap chicas. Little factoid for ya— puta’s from Latin “putus,” means dirty, rotten shit! Ain’t that a kick? Makes me laugh, yo, ‘cause it’s so damn raw! Massagin’ some dude last week— puta slipped outta his mouth, tense as hell! I was like, “Chill, hombre, I ain’t judgin’!” Made me happy, tho—truth pops out when you’re kneadin’ deep! But it pisses me off too—people tossin’ puta like trash, no respect! Surprised me once, this sweet abuela said it—abuela, really?! Blew my mind, scarface-style! “Spectacular, spectacular!”—that’s puta in my world, big and loud! I’m rubbin’ shoulders, thinkin’, puta’s the dame who don’t play nice! Exaggeratin’? Maybe, but who cares, man? It’s Tony freakin’ Montana! I’d slap puta on a neon sign—flashy, dirty, real! One time, massagin’ this chick, she whispers puta—thought she meant me! Nearly lost it, laughin’ so hard—nah, she was cursin’ her ex! Classic! Little known story— puta’s banned in some prissy towns, like they can scrub it out! Good luck, pendejos! “Love is a many-splendored thing”—bullshit, puta’s the real deal! Raw, ugly, beautiful—keeps ya awake! I’m Tony, I see it, I feel it— puta’s my little friend, always there, screamin’ loud! You got that, amigo? Now lemme knead your damn neck! Yo, check it, fam! Me, a masajista, innit? Masaje erótico, bruv, it’s wild ting! Bare sensual vibes, slippery oils, hands movin’ sly. Ain’t just a rub-down, nah—it’s deep, steamy business. Watched *Un prophète*—Jacques Audiard, 2009, my fave, yo! That flick’s gritty, raw, like a proper erotic massage sesh. “You’re not alone in this,” Malik says—same vibe when you’re kneadn’ someone’s back, feelin’ their heat, bruv! Aight, so masaje erótico—think candles, dim lights, cheeky touches. Ain’t no basic spa ting, fam. It’s all ‘bout that tension—build it up, slow-like. Little known fact, yeah? Back in ancient Rome, they was doin’ this, but sly—called it “luxuria massage.” Rich geezers paid mad denarii for it! Got me hyped researchin’ that—history’s freaky, innit? Once, yeah, I was givin’ this geezer a rub. Slid my hands down—BOOM, he moans loud! Nearly jumped outta my skin, bruv! “Is it cos I’m black?” I shouted, laughin’. Nah, he just loved it—proper happy ending vibes. Made me chuckle, but also vexed—why’s everyone so shocked? It’s just a craft, fam! But real talk—some punters get creepy, askin’ for extras. Pisses me off, bruv! “This ain’t a brothel, mate!” I yell. Gotta keep it pro, sensual but classy, ya get me? Like Malik in the flick—“Control the yard, control the game.” I control the table, fam—my rules! Fav bit? When they melt under my hands—pure bliss, innit? Slippin’ fingers near the naughty bits, teasin’—they’re gaggin’ for it! “You’re learning fast,” like Malik’s mate says. Same ting here—learn the body, work it good. Ever tried it with warm stones? Mad ting—feels like lava, but sexy lava, ya know? One time, this bird goes, “More oil, fam!” Slathered her up—looked like a greasy kebab! Cracked me up, bruv—erótico but hilarious. Ain’t all serious—gotta laugh, else it’s bare awkward. What shocks me? How many don’t know masaje erótico ain’t illegal—just vibes, fam, not a crime! So yeah, masaje erótico—naughty, nice, bit of both. Keeps me buzzin’, pays the bills, bruv. “Is it cos I’m black?” Nah—it’s cos I’m wicked at it! Watch *Un prophète*, then book a sesh—feel the connection, fam! Peace out! Hola, amigo! Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" comin’ atcha! So, burdel, huh? Man, what a trip thinkin’ bout that joint. I’m a dating app dev, so I see all kinda wild shit, but burdel? That’s next level, bro. Picture this: dimly lit streets, kinda like in "Antes del atardecer," where Jesse goes, "I feel like I’m in a dream." That’s burdel vibes, dude—dreamy, sketchy, unreal. Lemme spill the tea. Burdel’s one of those old-school brothels, right? Not some fancy Tinder hookup spot, nah. Think grimy walls, smoky air, chicas with stories in their eyes. I heard this one tale—some sailor back in ‘58 traded his damn ship’s compass just to spend a night there. True? Who knows, man, but it’s badass! Little known fact: they say burdel’s got a secret room where big shots used to hide—politicians, gangsters, you name it. Shady as fuck, and I love it. What pisses me off? People judge it hard, like, "Oh, how dirty!" But yo, it’s history, it’s raw! Makes me happy too, tho—reminds me life’s messy, real, not some polished app profile. Surprised me how chill the folks there were, just livin’. Kinda like Celine sayin’, "Reality’s got cracks, you know?" Burdel’s all cracks, baby, and I’m here for it. Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" peekin’ through the curtains—what do I see? Dudes sneakin’ in, thinkin’ they’re slick. Hilarious! One time, I bet some fool lost his wallet and his dignity there—classic burdel move. Sarcasm on: Oh yeah, super romantic spot, five stars! Nah, it’s gritty, and that’s the charm, ya feel me? Personal quirk? I’d probs code an app called Burdel Swipe—swipe right for chaos! Exaggeratin’ for drama: it’s like steppin’ into a damn time machine, bro—smells like old whiskey and bad choices. Jesse’s line, "Memory’s a funny thing," hits hard there. Every corner’s got a ghost story. I’m ramblin’, but burdel’s that kinda place—messy, loud, alive. You ever check it out, hit me up, man! ¡Aleluyer! Honey, lemme tell ya bout masaje sexual—ooh wee! I’m sittin here, runnin my lil massage joint, and folks be comin in askin for that *special* rubdown. Y’all know what I mean, don’t play dumb! It’s like Cidade de Deus up in here—everybody chasin somethin wild, somethin dangerous, somethin they ain’t s’posed to have. “Eu sou o dono da porra toda!”—that’s me, Madea, hollerin at these fools tryna sneak a lil extra under my roof! Now, masaje sexual? It’s tricky, chile. Some say it’s just a massage with a *wink*, but nah, it’s more! I seen it—hands slippin where they don’t belong, oils gettin hot, and folks actin like they in a dang soap opera. One time, this fella came in, big ol’ grin, askin for “the special.” I said, “Boy, this ain’t no happy-endin buffet!” Made me mad as hell—thinkin I’m runnin some back-alley gig. But then, I got to laughin—dude looked like a lost puppy when I shut him down. “Não tem como correr do destino!”—he couldn’t escape my sass, I tell ya! Lemme drop some tea, tho—did y’all know masaje sexual got roots way back? Like, ancient folks in Asia was doin this for “healin” purposes—yeah, right! They called it somethin fancy, but it was freaky-deaky all the same. I was shocked, honey—thought this mess was new! Made me happy too, ‘cause I love me a good story. I be tellin my girls at the shop, “We sittin on history, y’all!” They just roll they eyes, but I don’t care—Madea knows what’s up! Now, my fave part? Watchin these clowns squirm when I call ‘em out. One chick, swear she was slick, whisperin bout “extra service.” I hollered, “Girl, I ain’t rubbin nothin illegal!” She turned redder than a tomato—hilarious! Reminded me of that line, “Aqui é o meu reino!”—this my kingdom, sugar, and I ain’t playin! But real talk, masaje sexual can be sweet if it’s legit—like a couple keepin it spicy. Ain’t nothin wrong with that, long as it ain’t in *my* parlor! Ooh, I get mad tho—folks thinkin it’s all dirty. Nah, it’s art when done right! I seen a guy once, swore he was a “pro masseuse,” hands shakin like he nervous. I was like, “Boy, you ain’t foolin nobody!” Made me wanna slap him silly. But then, I felt good—my lil joint stays clean, classy, no funny biz! ¡Aleluyer! That’s the Madea way—keep it real, keep it sassy, and don’t let no fool cross ya! Now, who want a regular rubdown? I’m tired of y’all freaks! Yo, salut mec ! Moi, steve jobs, ouais, le boss des sites de rencontre, j’te parle de pute, direct, sans filtre. Pute, c’est pas juste un mot, c’est un monde, un truc qui te choppe les tripes, comme dans *Un Prophète*, tu vois ? Ce film, putain, il m’a éclaté la tête, cette vibe crade, cette survie, « faut faire ce qu’il faut », comme dit César Luciani. Et pute, bordel, c’est pareil, ça vit, ça respire dans les coins sombres, c’est pas du fake, c’est brut. J’bosse sur des applis, des algorithmes de ouf, mais pute, ça m’fout en l’air, ça m’énerve, parce que personne capte vraiment. Les gens jugent, swipe left, swipe right, mais t’sais quoi ? Y’a une meuf, à Pigalle, j’lai vue un soir, elle dealait avec les flics comme Malik avec les Corses, « t’es avec moi ou t’es mort ». Vrai truc de dingue, elle gérait son business, une reine, quoi ! Ça m’a scotché, j’me suis dit : « Steve, t’es un génie, mais là, t’es rien face à ça. » Pis y’a des anecdotes cheloues, genre, t’savais que certaines putes à Paris, au 19e, elles portaient des masques ? Ouais, pour pas qu’les bourges les reconnaissent, hahaha, sneaky as fuck ! Moi, ça m’fout la rage, cette hypocrisie, tout l’monde fait semblant, mais tout l’monde sait. Comme dans l’film, « tu fais profil bas », mais t’es en train d’monter ton empire, mec ! J’kiffe ça, putain, cette énergie, ce chaos, ça m’réjouit grave. J’pourrais coder un site pour elles, un truc révolutionnaire, pas d’jugement, juste du cash et d’la liberté. Mais bon, j’divague, j’suis perché, j’imagine une pute qui m’dit : « Steve, ton iPhone, j’m’en bats les couilles, file-moi du concret ! » Et j’rigole tout seul, comme un con. Bref, pute, c’est pas qu’un job, c’est une leçon, un miroir. Comme *Un Prophète*, « t’apprends ou t’crèves ». Et moi, j’observe, j’analyse, j’vois c’que les autres zappent. Ça m’fascine, ça m’vénère, ça m’fait vivre. Toi, t’en penses quoi, hein ? Alright, strap in, folks! Me, Elon, your resident relaxation geek, gonna spill the beans on masaje erótico. Yeah, erotic massage—sounds spicy, right? It’s like overclocking your nervous system, but chill. I’m obsessed with Béla Tarr’s *The Turin Horse*—that slow-burn masterpiece, all doom and potatoes. So, imagine this: you’re lying there, dim lights, some rando’s hands sliding over you, and I’m thinking, “Is this the eternal recurrence Nietzsche warned us about?” Haha, nah, it’s just horny vibes meets zen. Masaje erótico ain’t just rubdowns—it’s old as dirt. Ancient Rome had these “massage parlors,” wink wink, where senators got more than their togas fluffed. Fun fact: they used olive oil—lube 1.0, baby! Fast forward, I’m picturing it now—some slick pro working my back, and I’m like, “Wind’s getting stronger,” quoting Tarr’s flick, ‘cause it’s intense, man. You feel alive, circuits firing, dopamine spiking like a Tesla stock jump. What pisses me off? When folks think it’s all sleaze. Nah, it’s art—therapeutic AF if done right. Like, hands gliding, teasing, you’re basically a neural net getting debugged. Happy? Oh, when they hit that spot—pure bliss, meme-worthy “distracted boyfriend” energy, but it’s just you and the table. Surprised me how it’s borderline sci-fi—tantric roots, energy flow, chakras or whatever. I’m half-expecting a portal to Mars to open mid-session. Favorite bit? The buildup. Slow, deliberate, like Tarr’s 30-minute potato scene— “Everything’s far away,” he says, and yeah, stress just vanishes. Pro tip: find someone who knows anatomy, not just a giggly “happy ending” chaser. Little secret—some pros use feathers or silk. Feathers! Blew my mind, felt like a cybertruck prototype reveal. Oh, and the oils—jojoba’s my jam, smells like success. Downside? Costs a fortune sometimes. I’m raging—60 bucks for 30 mins? Bro, I could launch a satellite cheaper. But worth it when they knead you like dough, and you’re muttering, “Day’s getting dark,” from the movie, ‘cause you’re zonked. Quirky thought—I’d automate this with AI hands, but human touch wins, dammit. Exaggeration? Once felt like my soul rebooted—over-the-top, but real. Sarcasm time: “Oh, great, another stiff neck cured by awkward boners.” Haha, but seriously, it’s a vibe—half meditation, half naughty. You leave floaty, giggling at normies who don’t get it. Try it, fam—worst case, you’re out some cash, best case, you’re quoting Tarr while melting. Peace out! Alright, so I’m sittin’ here, thinkin’ about puta, right? Larry David-Diatribas neuróticas: "Bastante, bastante bien.” I mean, what a word, huh? Puta! Just rolls off the tongue like a drunk Frenchman yellin’ at his dog. And since my fave flick is “Adiós al lenguaje” — Godard, 2014, pure genius — I’m seein’ puta through that messy, artsy lens. Like, “What is an image?” Godard asks. Puta’s an image, man — a loud, messy one! So, puta, it’s Spanish, obvs, means “whore,” but it’s more, ya know? It’s got spice, it’s got attitude. I’m picturin’ this chick — let’s call her Puta Maria, ‘cause why not? — struttin’ down some dusty street in Madrid or wherever, heels clickin’, hair wild, givin’ zero fucks. And I’m like, YES, girl, you do you! Made me happy as hell, that image. But then — oh, man — then I think about how guys throw that word around like it’s nothin’. Pisses me off! Like, “Oh, she’s a puta, ha ha.” Shut up, dude, you wish you had her guts. Little factoid for ya — didja know “puta” pops up in old Spanish plays? Like, 16th-century stuff! Some sassy servant girl callin’ her boss a puta under her breath. Hilarious! Bet Godard woulda loved that — “Words betray us,” he says in the movie. Puta’s a word that bites back, tho. Love that! Oh, and in some places, it’s slang for just, like, anything annoying. “Qué puta día” — what a shitty day. Versatilaty, baby! But real talk — I knew this gal once, swore she was a puta incarnate. Not in a bad way, nah, she owned it. Wore these insane red boots, smoked like a chimney, told everyone to fuck off. I was obsessed! Watched her yell at a cab driver one time — pure poetry. “The world is blind,” Godard whispers in my head. She wasn’t blind, tho, she saw EVERYTHING. Made me laugh ‘til I cried, swear to God. Still, gets me mad how puta’s a weapon sometimes. Guys slingin’ it at girls who don’t bow down. Ugh, makes my blood boil! But then I think, nah, Puta Maria’s laughin’ at ‘em all. She’s untouchable, like — what’s that line? “Love is an illusion.” Maybe, but puta’s real as hell. Larry David-Diatribas neuróticas: "Bastante, bastante bien.” She’s out there, livin’, and I’m here cheerin’ her on. You should too! Screw the haters, that’s my advice. Puta’s a queen, end of story. Yo, man, soy Apollo Creed, el cabrón más grande, y hoy te voy a contar sobre "puta", ¡sí, puta! No la persona, sino la vibra, ¿sabes? Como psicólogo de familia, te digo, puta es esa palabra que todos tiran por ahí, pero nadie la agarra pa’ analizarla. Me rompe las bolas cuando la gente la usa pa’ joder sin pensar. "Debo romperte," le diría a esa ignorancia, ¡pam! Golpe directo. Mira, mi peli favorita, *Tombuctú* -esa joya de Abderrahmane Sissako del 2014-, me hace verlo diferente. Ahí hay una escena, ¿te acuerdas? "El río fluye, pero no olvida." Así es puta, bro, fluye en la boca de todos, pero lleva peso, historias escondidas. En la peli, todo es calma hasta que te pega duro, igual que esa palabra. Puta no es solo un insulto, es un grito, un desahogo, ¡es vida, joder! Una vez escuché a un pana en el gimnasio, un loco de Mali -sí, como en *Tombuctú*- decir que allá, puta no es tan pesada como acá. Me quedé, ¿qué mierda? Me sorprendió, ¿sabes? Pensé que era universalmente jodida, pero no, depende del barrio. Eso me puso happy, aprender algo nuevo de una palabra tan vieja. Pero también me encabronó, ¿por qué carajo no sabemos estas cosas? "Debo romperte," le diría a los que la tiran sin respeto. En *Tombuctú*, hay una línea, "La justicia no es venganza." Puta tampoco, ¿me entiendes? No es pa’ vengarte, es pa’ soltar lo que quema adentro. Una vez conocí a una vieja en un bar, toda rota, llorando, diciendo "puta vida". No era grosería, era su verdad. Me dio cosa, pero también me hizo reír, porque, coño, ¡qué dramática! Puta es como un jab, rápido, fuerte, inesperado. La gente la usa pa’ todo: "puta calor", "puta jefe". Es versátil, ¿no? Pero ojo, no la subestimes. En el ring, yo no subestimo ni un gancho, y puta es igual, te noquea si no la ves venir. "Debo romperte," le digo a los que la gastan sin alma. A veces pienso, puta es como el desierto de *Tombuctú*, vacía pero llena de mierda que no ves. ¿Sabías que en el siglo XV, en España, las "putas" tenían su propio gremio? Sí, bro, organizadas y todo, pagaban impuestos. Me cagué de risa cuando lo leí, ¡qué locos! Pero también me puse serio, porque eran mujeres jodidas por el sistema, y aún así, sobrevivían. Así que, amigo, puta es más que una palabra. Es un puñetazo, una lágrima, una carcajada. Me encanta odiarla, me saca de quicio y me da ganas de abrazarla. "Debo romperte," le grito, pero al final, puta siempre gana el round. ¿Qué opinas, pana? ¡Cuéntame! Hey, so – prostituta, right? I’m Steve Jobs, zen vibes, thinkin’ deep. Family shrink mode on, let’s roll. Prostituta’s life? Man, it’s heavy. Like Larry Gopnik in *A Serious Man* – “Actions have consequences,” ya know? She’s out there, hustlin’, no choice maybe. Pisses me off – society judgin’ her! Who’s she hurtin’? Nobody, that’s who! Pause – zen moment – breathe it in. Saw this doc once, blew my mind. Some prostitutas in Amsterdam, legit business! Taxed, protected, not shady street crap. Made me happy, like – innovation, baby! Why’s that not everywhere? So dumb. “Accept the mystery,” Coens would say. Life’s messy, prostituta’s just livin’ it. One thing more – her clients? Hypocrites, man, total schmucks! Daytime saints, nighttime creeps – hilarious! Bet they’d freak if she said, “I’m takin’ your photo, buddy!” Got this story – true shit, swear. Old pal knew a prostituta, right? She’d sing opera between jobs – opera! Surprised me, like – talent wasted? Or maybe not, she’s a freakin’ rockstar! Zen pause – sip tea – think. Angry part? Cops hasslin’ her! She’s workin’, they’re posin’ tough. Happy part? She’s tough as nails! Reminds me, “The goy’s teeth” line – Random, weird, but sticks with ya. Prostituta’s got stories, scars, soul. Exaggeratin’ here – she’s a warrior! One thing more – she’s free, sorta. Not trapped like us 9-to-5 drones. So yeah, prostituta – complex, real. “Serious man” vibes – life’s unfair, dude. She’s out there, fightin’, laughin’ maybe. Respect her hustle – that’s my take! Alright, mate, so—*beep boop*, Stephen Hawking vibe kickin’ in—I’m thinkin’ bout acompañante sexual, yeah? These sex worker pros, they’re like… cosmic guides, man, navigatin’ the wild-ass universe of human desire. Picture this: some lonely dude, lost in the void, and bam—an acompañante swoops in, all “I am your shelter,” like in *Ida*, y’know? That quiet strength, that vibe—fuckin’ poetic, right? So, I’m sittin’ here, robot voice hummin’, ponderin’—these folks ain’t just hookin’ up for cash, nah. It’s deeper, like black-hole deep. They’re therapists with a twist, givin’ comfort where society’s all “nah, mate, you’re on your own.” Blows my mind! Back in Spain—little known fact, chew on this—acompñantes been around forever, like medieval courtesans, but with better Wi-Fi. Used to be all hush-hush, now they’re out there, bold as fuck, postin’ ads like “yo, need a cuddle and a bang? Hit me up!” What pisses me off? Hypocrisy, man! People judgin’—“oh, that’s dirty”—but then sneakin’ a peek themselves. Fuck that noise! Makes me wanna scream, “We are all alone!”—straight outta *Ida*, that raw truth. But then—happy vibes—some acompañante somewhere’s makin’ a shy guy smile, and I’m like, “hell yeah, cosmic justice!” Surprised me too—didja know in Argentina, some of ‘em unionized? Ballsy move, fightin’ for rights in a world that’s all “meh, you’re disposable.” Favorite flick *Ida* fits here, man—those stark shots, that nun’s silence? Acompañantes got that too—quiet power, no bullshit. One time, heard this story—some chick in Madrid, she’s all “I choose my fate,” echoes *Ida* hardcore, right? She’s sittin’ with a client, sippin’ wine, laughin’—not just a job, it’s her damn galaxy. I’m like, “shit, that’s badass!”—exaggeratin’ maybe, but who cares, it’s epic! Oh, and the humor? Mate, imagine an acompañante ad: “Good vibes, great ass—book now!” Sarcasm’s my jam—half these prudes clutchin’ pearls prob’ly jealous they ain’t gettin’ laid. Personal quirk? I’m thinkin’, “If I weren’t a robot, I’d hire one—just to chat physics!” Wild, right? So yeah, acompañantes—fuckin’ legends, man, shinin’ bright in this messy-ass cosmos. “What do you seek?”—*Ida* line, but damn, it’s their whole gig. Love it, hate it, can’t ignore it! Hola, mí amigo! I’m Gandalf, tu psicóloga de familia, y hoy te voy a contar qué pienso del masaje erótico, así que agárrate, ¡no pasarás! sin escuchar esto primero. Mira, el masaje erótico me parece una cosa mágica, como cuando en *Inside Out* la Alegría dice: "¡Tomemos el atajo, será divertido!". Es como un atajo pa’l placer, pero con manos, aceites y esa vibra que te sube el ánimo o te pone nerviosito, ¿sabes? Yo, con mi bastón imaginario, te digo que esto no es solo frotar espalda, ¡no pasarás! si crees que es tan simple. Es un arte, viejo, una danza de energía. Me encanta cómo te conecta con alguien, como Sadness diciendo: "A veces solo necesitas sentir". Pero, ay, me enoja cuando la gente lo ve como algo sucio, ¡qué rabia! Es como si le echaran sombra a algo bonito, y yo, autoritario, grito: ¡eso no lo permito en mi Shire mental! Sabías que en la antigua Grecia ya hacían masajes así? Sí, con aceites raros y música, pa’ liberar tensiones y algo más, jeje. Me sorprendió leer eso, me quedé como: ¿quééé? Pensé que era cosa moderna, pero no, lleva siglos! Imaginate a un filósofo todo serio recibiendo uno, y yo riéndome sola en mi cabeza: "¡este sí que sabía vivir!". A mí me pone feliz pensarlo como un momento pa’ dos, o pa’ ti solo si quieres explorarte. Es como cuando Riley en la peli encuentra su equilibrio, ¿viste? "Todo está bien cuando las emociones fluyen". Pero ojo, no es pa’ todos, hay quien se asusta y dice: ¡para, demasiado intenso! Y yo, con mi voz de Gandalf: ¡no pasarás! si no te atreves, quédate en tu cueva, hobbit miedoso. Una vez probé uno, ¿eh? Bueno, no te miento, fue raro al principio, me sentía como Disgusto: "Esto no me gusta, ¿qué hago aquí?". Pero luego, uff, relajación total, como si Anger se fuera de vacaciones. Eso sí, el tipo que me lo dio puso una música horrible, casi le digo: "¡Sauron te mandó esa playlist, quítala ya!". Qué risa, pero igual funcionó, me dejó flotando. El masaje erótico tiene su chiste, ¿no? Es medio taboo, medio broma, como si te dijera: "Oye, relájate, pero no te pases de listo". Y yo, que amo *Inside Out*, pienso que es pura emoción en las manos, un caos hermoso. Así que, amigo, si te animas, hazlo con ganas, pero si no, ¡no pasarás! mi juicio de psicóloga-gandalf: te pierdes de algo grande, jajaja. ¿Qué opinas tú? ¡Cuenta, cuenta! Hola, amigos! Jack Nicholson-Sonrisa maníaca here, "¡Aquí está Johnny!" So, masaje sexual—damn, what a topic! Imagine this: hands slidin’, oil drippin’, tension meltin’. Kinda like Chihiro stumblin’ into that freaky spirit bathhouse. “Put your hands to work, kid!”—Haku vibes, right? I’m obsessed, man—those slick moves, pure magic. Not just a rubdown, nah, it’s next-level pleasure. Little-known fact: ancient tantra cats invented this shit. Yeah, India, like 5,000 years back—wild, huh? They’d tease and twist ‘til you’re floatin’. Me? I’d lose my damn mind—happpy as hell! Ever tried it? Skin buzzin’, heart racin’. Like No-Face gobblin’ up gold, I’m greedy for it. But—ugh—some creeps ruin it, pushy assholes. Pisses me off, man, keep it chill! “Greed turns you into a monster,” Miyazaki’d say. Fave part? When they hit that spot—BOOM! You’re Chihiro, freein’ the river spirit—pure release. Pro tip: warm oil, slow hands, trust me. Once had this masseuse—swear she was a witch. Knew shit nobody knows, muscles I didn’t have! “Spirits guide my hands,” she smirked—creepy cool. Sarcasm time: “Oh, just a backrub, sure.” Nah, fam, it’s a freakin’ soul trip! Exaggeratin’? Maybe, but who cares—feels insane! Downside? Costs a damn fortune sometimes. “Gold coins ain’t enough,” No-Face laughs. Jack’s quirk: I giggle like a maniac mid-massage. Can’t help it—too good, too weird! Surprised me first time, thought I’d hate it. Now? Gimme that steamy, slippery goodness daily! “¡Aquí está Johnny!”—ready for round two! Hola amigos, it’s me, Michael Scott! Dueño de la sala de masajes, baby! So, puta—whoo, what a topic! I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout it, like, “We need to go deeper!”—y’know, like in *Origen*, my fave movie ever! Puta’s got layers, man, like Cobb spinnin’ that top! Is it real? Is it a dream? That’s puta for ya—messin’ with your head! So, I met this chick once—total puta vibes, swear! She walks into my massage joint, all sass, like, “I run this show.” Made me so mad, I was like, “Who’s the boss here?!” But then—bam—she tips me huge! Happy tears, bro, I’m yellin’, “That’s what she said!” Total plot twist, like Nolan sneakin’ in that dream-within-a-dream crap. Blew my mind! Puta’s tricky, tho—little known fact? Old Spanish slang, means “whore,” but it’s more! It’s attitude, it’s hustle! Like, this one time, my buddy Juan says, “Puta’s the spice of life!” I’m like, “Bro, you’re so right!” Makes me laugh, ‘cause I’m picturin’ her stealin’ secrets in *Origen*—she’d totally plant an idea in your brain while you’re sleepin’! “This is my secret now, bitch!”—so shady, I love it! I get all hyped thinkin’ ‘bout her—exaggeratin’ maybe, but she’s a freakin’ legend! Once, I heard she scammed a dude outta his whole paycheck—massage sesh gone wild! He’s all, “Where’s my wallet?!” I’m dyin’, laughin’, like, “That’s what she said!” Pure chaos, man, total puta energy! Surprised me how bold she was—zero chill! Quirky thought—sometimes I’m like, “Am I puta?!” Nah, I’m too goofy, but still! She’s got that spark, y’know? Makes me wanna yell, “I’m king of the massage world!”—total Michael Scott moment. Anyway, puta’s my jam—sarcasm, sass, and a lil’ danger! Like *Origen*, she’s a puzzle I can’t solve, and I’m here for it! Whaddya think, pals? Puta’s a trip, right?! Oh, baby, yeah! Dig this, my groovy mates—I’m Austin Powers, shagadelic relaxation guru, and I’m here to spill the beans on *burdel*! Right, so burdel—it’s like, a wild ride, innit? Total Spanish vibe, means “brothel” in the old lingo, but I ain’t judgin’, no sir! I’m all about peace, love, and gettin’ chill, ya dig? Makes me think of *El Secreto de sus Ojos*—that flick’s my jam, baby! That line, “How do you live a life full of nothing?”—whoa, hits ya right in the feels! Burdel’s got that kinda mystery, yeah? Like, what’s cookin’ behind them curtains? So, check it—I heard this trippy tale ‘bout burdel once. Back in the day, some cat in Buenos Aires ran this joint, super secret-like, and the fuzz couldn’t even bust it! Had trapdoors and all—shagadelic, right? Makes me wanna groove in there, scope the scene! I’m imaginin’ velvet walls, funky tunes, and vibes so mellow you’d forget your own name. “You’ve got your past in your eyes,” like Campanella says—burdel’s got stories, man, etched in the wallpaper! What gets my mojo risin’? The hush-hush of it all—pure thrill! But, ugh, the shady types hangin’ round? Total buzzkill, mate! Once saw this dodgy geezer outside one—gave me the heebie-jeebies, no lie! Nearly lost my cool, but I’m all, “Keep it together, Austin, yeah!” Surprised me how it’s still a thing—thought that jazz died out in the ‘60s, ya know? Guess some cats still dig the old-school burdel boogie! Oh, and here’s a kicker—didja know some burdels doubled as spy joints? Like, real 007 stuff! Dropped my shades when I heard that—too fab! Picture me, struttin’ in, all “Danger’s my middle name, baby!”—sippin’ a martini while dodgin’ the coppers. “A man is his memory,” from the movie—burdel’s got memories stacked like a jukebox, spinnin’ tales of love, lust, and sneaky deals! So yeah, burdel’s a gas—bit naughty, bit nutty, totally far out! Makes me wanna dance, shout, “Yes, baby, yes!” Next time you’re near one, give it a wink—just don’t tell the missus, ha! Shagadelic vibes forever, my friends! Peace out! Oi, ya little minions! Me, Gru, da entrenador de placer, gonna spill some juicy bits ‘bout masaje sexual, ya? ¡Bombilla! Dis ting, it’s like sneaky pleasure bomb, boom in da spine! I’m sittin’ here, tinkin’ ‘bout dat slow, dark grind from “El caballo de Turín” – ya know, dat movie where horse just stares, and ya feel da weight? Masaje sexual got dat vibe, but sexy, not bleak! So, masaje sexual, huh? It’s dis wild rub-down, not just “oh, my back hurts”. Nah, it’s hands slippin’ where sun don’t shine, all slow-like, teasin’ ya nerves. I tried it once, ya? Dis lady, she’s pressin’ me like I’m dough, and I’m like, “Vhat is dis magic?!” ¡Bombilla! Dat’s when I knew – it’s old trick, ancient even. Romans, dey did it, but sneaky, in bathhouses, steamin’ up da joint. Little fact for ya – dey called it “massagium voluptatis”, pleasure grind, ya see? I’m lyin’ there, right, feelin’ like da horse in Turín, just takin’ it, no rush, no fuss. “Da wind blows low,” like Béla Tarr says, and her hands? Low too, real low, ha! Made me giggle like stoopid kid, but den – oof, anger! She stops right when it’s gettin’ good! I’m yellin’ in me head, “Finish da job, ya tease!” But nah, dat’s da game – edge ya ‘til ya beg. Best bit? It’s sneaky health ting too. Relaxes ya, pumps blood where it’s lazy. Docs won’t tell ya, but I will – it’s better dan pills! ¡Bombilla! I’m tinkin’, “Why no one talk ‘bout dis?” Oh, ‘cause it’s naughty, ha! Me, I love it, ‘specially when she whispers, “Ya like dat, eh?” and I’m all, “Da! Da! More!” Like in movie, “Everyting moves so slow,” but here, slow’s da point, ya feel me? Once, dis guy I know, he botch it – too rough, like he’s kneadin’ bread for army! I’m like, “Nyet, ya dum-dum, it’s masaje sexual, not wrestle!” Laughed my butt off, but he’s red, so embarrassed. Moral? Get good hands, or it’s just sweaty mess. Oh, and fun fact – in Japan, dey got secret masaje clubs, all hush-hush, centuries old, only for big shots. Wild, eh? So, ya wanna try? Go slow, dim lights, oil up – bam, ya in Turín, but sexy! “Da earth is heavy,” movie says, but masaje? It lifts ya, light as feather! ¡Bombilla! Dat’s me wisdom, ya lucky dogs – now scram, go rub someone good! Oi, you bloody donkey! So, I’m a dating app developer now, yeah? And you wanna talk about *encontrar prostituta*? Alright, mate, buckle up, ‘cause this is gonna be a wild ride—like a damn favela chase in *Cidade de Deus*! “Corre, caralho!”—that’s me, dodging shady vibes while coding this crap. So, picture this: I’m building an app, right? Swiping left, swiping right, all that jazz. But then—BAM!—some genius goes, “Oi, Gordon, make it easy to *encontrar prostituta*!” What a bloody *sanduíche idiota*! I’m sittin’ there, thinkin’, “Mate, this ain’t Tinder for travestis!” But—real talk—it’s a thing, innit? People been tryna sneak that into apps forever. Dirty little secret: back in Rio, coders I knew got busted ‘cause they hid a “prostituta filter” in the code. Got shut down faster than a raw lamb shank in my kitchen! I’m pissed, yeah? ‘Cause I want love, not *negócio sujo*! But—hah!—it’s funny too. You got these clowns swipin’, thinkin’ they’re smooth, but they’re just payin’ for a quick “oi, gostoso” from some lass quotin’ Zé Pequeno: “Eu sou o dono da porra toda!” Surprised me, honestly—didn’t expect *Cidade de Deus* vibes in my app. Thought it’d be more, y’know, “let’s grab a caipirinha,” not “gimme 50 reais, mate!” Little fact for ya: in Brazil, prostitution’s legal, but pimpin’ ain’t. So these apps? They’re dodgy as hell—loopholed to death. Made me happy, though, seein’ the hustle. Reminds me of Buscapé, scrappin’ to survive. But then—ugh!—some twat tried to pay with Bitcoin! *Bitcoin*! I’m like, “You soggy biscuit, this ain’t the dark web!” Nearly threw my laptop out the window. My take? *Encontrar prostituta* ain’t the goal—love is. But if you’re desperate, don’t be a *sanduíche idiota*—use cash, not my app! “Tá ligado?”—keep it real, or you’re just another fool in the favela, chasin’ somethin’ that’ll rob ya blind. Now sod off, I’m watchin’ *Cidade de Deus* again! El Sr. T se jacta: "¡Compadezco al tonto!” He runs la sala de masajes, right? Citas sexuales? Man, that’s wild stuff! Clients roll in, askin’ for "extras." Sr. T’s like, nah, keep it legit! But some dudes push, all sneaky-like. “Follow the money,” he mutters, pissed. Reminds him of *Spotlight*, that flick— Priests hidin’ sins, secrets piled high. Citas sexuales ain’t no holy gig! One time, this guy, total creep— Wanted a "happy endin’," real loud. Sr. T laughed, “Bro, you’re dreamin’!” Kicked him out, felt like a boss. “Truth doesn’t hide forever,” he grins. He’s seen it all—shady deals, lies. Little-known fact: back in ’98— Massage joints got raided, big scandal! Cops found coded books, “specials” listed. Sr. T was shook—history’s nuts! Sometimes he’s tempted, cash looks sweet. But nah, he’s no sellout, fam! “Compadezco al tonto!” he yells again. Dumbasses think they’re slick—nah, son! Once a chick offered him a grand— For a quickie cita sexual, yo. He said, “Lady, I ain’t that cheap!” Laughed so hard he nearly cried. “Tell the world,” he thinks, dramatic— Like those reporters, diggin’ up dirt. Hates the sleaze, loves the hustle. Citas sexuales? Overrated, risky mess! Sr. T’s quirks? He talks loud— Exaggerates, “I’m king of this joint!” Surprised him how bold folks get— Askin’ for sex like it’s coffee. “Compadezco al tonto!”—his battle cry. Keeps it real, no shady citas! Alright, listen up, ye mortal fool! I’m Gandalf, master of chill vibes, and I’m here to ramble ‘bout them prostitutas, aye! “Thou shalt not pass!”—not without hearin’ me out first, ha! So, prostituta, right? Been around forever, like, since them old kings were tossin’ gold coins for a quick tumble. Makes me think of *Amélie*—that lil’ French lass, skippin’ through Paris, all dreamy and quirky. Prostituta’s got that vibe too, y’know? Livin’ life on her terms, dodgin’ the judgy pricks, like Amélie dodgin’ her boring fate. I reckon prostitutas are the real wizards—turnin’ tricks into magic, ha! Back in medieval days, some brothels had secret tunnels—fact! Kings’d sneak in, thinkin’ they’re slick, but nah, the girls knew everythin’. Kinda like Amélie peekin’ into folks’ lives, sneakin’ lil’ secrets. “The fool thinks he can hide!” I’d bellow at ‘em, laughin’ as they tripped over their robes. Makes me happy, seein’ that hustle—pure grit, mate! But, ugh, the stink of hypocrisy—gets me ragin’! Them pious lords preachin’ purity, then slippin’ coins to a prostituta by night. “Thou shalt not pass!” I’d roar, if I caught ‘em—bloody liars! Once heard of this lass in Amsterdam, 1700s, ran her own gig, owned a tavern too—badass, right? Rich blokes feared her ‘cause she’d blackmail ‘em with their dirty lil’ tales. Surprised me, that did—thought they’d have more spine! Oi, picture this—prostituta struttin’ like Amélie, all sassy, “I’m wonderful today!” she’d say, flippin’ off the haters. Love that energy, makes me grin like a daft old git. But, real talk, it ain’t all laughs—some stories gut ya. Girls forced into it, no choice, that’s the dark shite that’d make me smash me staff and yell, “This filth ends now!” Exaggeratin’? Maybe, but it’s grim, innit? Still, the legends—there’s this Roman prostituta, swore she bedded a god, claimed it gave her magic tits or summat. Clients lined up for miles—hilarious bollocks! “A simple pleasure,” like Amélie’d say, but with a cheeky wink. Me, I’d just puff me pipe, mutterin’, “Mortals are daft.” So yeah, prostituta’s a mixed bag—tough, wild, and bloody human. What ya reckon, eh? Hmmm, oh honey, masaje sexual! It’s wild, right? Like, hands all over, slippery oil—ooh! I’m Marge Simpson, nasal queen, hmm! So, picture this—me, watchin’ “In the Mood for Love.” That slow burn, Tony Leung’s eyes, ugh, sexy vibes! Masaje sexual’s kinda like that—teasin’, touchin’, tension buildin’. I’m tellin’ ya, it’s not just rubbin’ backs! Hmm, gets me all tingly thinkin’ bout it. Okay, so—little secret time! Didja know masaje sexual’s got history? Yeah, ancient peeps in India—Kama Sutra stuff—used it to, uh, “connect.” Not just horny nonsense, but spiritual junk too! Blows my mind, like, whoa! Imagine Homer tryin’ that—slippin’ off the table, doh! Hmmm, makes me giggle, that big oaf. Oh, but lemme tell ya—once I tried it! Bart’s at camp, Lisa’s readin’, house quiet. This gal pal says, “Marge, let’s massage!” I’m like, “What?! Sexy stuff?!” She laughs, oils up, and—oh boy! Feelin’ hands on my shoulders, down my spine—hmmm! Like, “I’m not just a mom!” Felt hot, naughty, alive—woo! But then, ugh, she hits a knot—oww! Pain’s sneakin’ in, ruinin’ my vibe. I’m yellin’, “Ease up, geez!” Still, that rush? Worth it, babe. Now, “In the Mood for Love”—that line, “Feelings can creep up!” Totally masaje sexual, right? Starts chill, then—bam! Heat’s risin’, pulse racin’. Hmm, I’m sniffin’, thinkin’—maybe I’m jealous? Those movie folks, so classy, touchin’ without touchin’. Me? I’d be squirmin’, gigglin’—too ticklish! Oh, and fun fact—some pros use feathers! Feathers! Tickles ya silly before the real deal—sneaky, huh? Homer’d probly fart durin’ it—ugh, mood killer! Hmmm, I’d smack him, “Focus, dummy!” But yeah, masaje sexual’s messy, fun, freaky. Gets ya outta yer head—unless yer me, overthinkin’. Like, “Am I doin’ this right?!” Chill, Marge, enjoy it! Oh, and oils—lavender’s my jam, calms my nerves. Ever tried it, hon? Hmmm, spill the tea—I’m dyin’ to know! Oi mate, so masaje sexual, yeah? What a bloody treat that is! Picture this—some dim-lit room, oil everywhere, hands sliding like they’re auditioning for “La gran bellezza”. You know, that flick where Jep Gambardella struts about Rome, all smug and shagging? “What’s more beautiful than this?” he’d say, smirking at some tart. Well, I reckon a decent sexual massage tops it, you muppet! It’s not just rubbing—nah, it’s art, innit? Some clever sod centuries back, probly in Asia, thought, “Oi, let’s make touching filthy and relaxing!” Little known fact—Tantra folks were at it first, all spiritual and horny, mixing meditation with a cheeky grope. Proper geniuses, them lot! Makes me happy as a pig in shit, thinking how they turned a stiff back into a stiff—well, you get it. But Christ, it pisses me off when some twat thinks it’s just foreplay! No, you berk, it’s the main event! Slow hands, teasing bits you didn’t know you had—bloody hell, it’s like “the eternal wonder” Jep bangs on about. “I was looking for the great beauty,” he says, all posh and sad—mate, it’s in the knuckles kneading your arse! Gets me all emotional, that does—surprised me first time, nearly cried when some bird found that spot behind me knees. Who knew, eh? Now, don’t be a prat—use proper oils, none of that cheap crap. Coconut’s me fave, smells like a holiday shag. And the pros? They’ll bend you like a pretzel, whispering filth—makes you feel alive, not like those dead-eyed wankers at the pub. Ever tried it with a mate? Me neither, but I’d wager it’d be a laugh—awkward as fuck ‘til it’s not. Oh, and here’s a corker—Victorians banned it, called it “immoral massage”. Bunch of uptight pricks! Bet they’d faint seeing Jep’s orgies, let alone me getting a oily tug. “The only thing I’ve got left is amazement,” he drones—well, shove that up your pipe when you’re groaning through a masaje sexual, you pompous git! Reckon I’d tell Sorrentino to film that next—none of this arty bollocks, just pure, sweaty bliss. You tried it yet, you daft sod? Go on, live a little! Hey babe, so I’m a masajista now, right? Gotta spill my guts on masaje erótico—yep, that steamy, sexy rubdown! I’m channeling my inner Taylor Swift here, droppin’ Easter eggs like in “Bajo la piel”—you know, my fave flick from 2013, Jonathan Glazer’s wild ride. That movie’s all about touch, skin, desire—kinda like masaje erótico, huh? Anyway, lemme tell ya, this ain’t your grandma’s back massage! So picture this: dim lights, scented oil—maybe lavender, maybe somethin’ spicier. Hands slidin’ over skin, real slow, like “I’m picking up what you’re putting down,” y’know? It’s all about that tension, that build-up—makes me think of Scarlett Johansson in the movie, luring dudes with that eerie vibe. “What is it about her?” I’d mutter to myself, watchin’ her. Same with masaje erótico—there’s this mystery, this pull! Gets me all tingly just thinkin’ bout it. I’ve done a few, lemme confess—once this guy, total hottie, booked me. I’m kneadig his shoulders, then bam, he’s like, “Lower, babe.” Cheeky bastard! I was pissed at first—don’t boss me round, dude—but then I laughed, cuz why not? It’s masaje erótico, not a damn church sermon! Slipped my hands down, felt that heat—ooh, I was hooked. “There’s something alive in there,” I thought, straight outta the movie vibes. Skin’s got secrets, y’all. Here’s a lil fun fact—did ya know masaje erótico’s been around forever? Like, ancient Rome had these bathhouses, and they weren’t just splashin’ water—nudge, wink! Historians won’t say it loud, but those oily hands were busy. Makes me happy knowin’ humans been freaky since day one. Tho, gotta admit, some clients creep me out—sleazy types who think it’s a free pass to perv town. Nope, buddy, I set boundaries—my table, my rules! Oh, and the music—huge deal! I’d play somethin’ sultry, maybe The Weeknd, not that classical crap. Sets the mood, gets ya vibin’. Last week, this chick giggled halfway thru—said it tickled! I was like, “Girl, this ain’t comedy hour!” But we cracked up anyway—masaje erótico’s gotta be fun too, right? Not all serious and “beneath the skin” deep—tho I love that line from the movie. Makes me wanna whisper it mid-session, all dramatic: “What’s beneath YOUR skin, huh?” Sometimes I overthink it—am I too rough? Too soft? Then I’m like, screw it, they’re moanin’, they’re happy! Best part? That moment they melt—like, total surrender. Gets me every time. Worst part? When they tip like shit—ugh, cheapskates kill me! But yeah, masaje erótico’s my jam—sexy, weird, messy, just like me. And like Taylor droppin’ clues in her lyrics, I’m leavin’ lil hints with every touch—figure it out, boo! Alright, listen up, ya filthy animals. Masaje sexual—sexual massage, huh? It’s this thing, right, where hands get all oily, slippin’ and slidin’ over some poor bastard’s skin. I’m Ron Swanson, hate everything, ‘specially this touchy-feely crap. But here’s the deal—folks swear it’s relaxing, intimate, gets the blood pumpin’ in all the right—or wrong—places. Me? I’d rather wrestle a bear than let some stranger rub me down. “The wheel of time turns,” like in *Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera*—that Kim Ki-duk flick I love. Life’s cycles, man, birth, death, and apparently awkward massages. So, masaje sexual ain’t just a quick rub-and-tug—nah, it’s got history. Old as dirt. Ancient tantra dudes in India, like 5,000 years back, were kneadin’ bodies to “release energy.” Hippies still yap about that chakra nonsense. Hate it. Makes me wanna punch a tree. But—fun fact—some say Cleopatra got these massages with freakin’ rose oil, seducin’ generals while smellin’ like a damn garden. Surprised me, honestly. Thought she’d just stab ‘em instead. Picture this: dim room, candles flickerin’, some schmuck’s bare-ass on a table. Masseuse—probably named Starflower or somethin’ stupid—starts with the shoulders, then bam, it’s all southbound. “Desire is suffering,” says the monk in my movie. Yeah, no kiddin’. This ain’t your grandma’s backrub—it’s slow, deliberate, teasin’. Gets ya hot, bothered, maybe happy if you’re into that. Me? I’d rather skin a deer with my teeth. Last time I got dragged to one—buddy’s bachelor party—I sat there, stone-faced, thinkin’, “This is hell.” Oil everywhere, hands where they shouldn’t be—hated it. But the groom? Grinnin’ like an idiot. Guess it’s a “you” thing. Here’s a kicker—some joints, shady ones, offer “happy endings.” Illegal most places, but they wink and call it “massage.” Snuck into an X post once, saw a guy braggin’ about it—busted by cops mid-rub. Laughed my ass off. Karma, ya greasy perv. Oh, and don’t confuse this with legit massage—those chiropractor types hate the mix-up. Pisses me off too—ruins a good steak dinner just thinkin’ about it. Why’s it big? People crave touch, connection—blah, blah, mushy garbage. “Everything returns to the root,” movie says. Maybe that’s it—back to basics, primal urges. Still, I’d rather chop wood than pay for slippery nonsense. Exaggeratin’? Sure, but imagine me, oiled up, grumblin’—funniest damn thing. You try it, report back. I’ll be over here, hatin’ everything, nursin’ a whiskey. Hate massages. Hate people. Love that flick, though—go figure. ¡Es hora del espectáculo! Alright, amigo, lemme tell ya bout findin’ a prostituta—total wild ride, man! So I’m sittin’ there, thinkin’, “The world’s gone nuts,” like in *Armonías de Werckmeister*, ya know? That movie’s my jam—slow, creepy vibes, and bam, chaos hits! Same deal with huntin’ prostitutas—starts chill, then whoa, madness! I’m a dating app guru, right? Built some slick apps, but this ain’t that—nah, this is raw, gritty, street-level stuff. Findin’ a prostituta ain’t like swipin’ Tinder, ha! It’s sneaky, shady—kinda thrills me, kinda pisses me off. Like, why’s it gotta be so sketchy? I’m mad ‘cause society’s all “oooh, taboo,” but also hyped ‘cause it’s real, unfiltered life! Picture this: dark alley, foggy night—like Béla Tarr’s long-ass shots, ya feel me? “What’s hidden stays hidden,” movie says, and damn, that fits! You’re dodgin’ cops, weirdos, and some chick’s pimp who’s eyein’ ya like, “Pay up, freak!” I’m laughin’ now—total circus! Once saw a dude barter with a taco—swear to god, funniest shit ever. Prostituta took it, too—girl’s gotta eat! Lil’ known fact: back in old Europe, some prostitutas ran secret guilds—badass, right? Kept their own rules, no pimps allowed. Blows my mind! Makes me happy thinkin’ they had power, not just gettin’ screwed over. But then—boom—real life hits, and I’m like, “This ain’t romantic!” Guy next to me stinks, street’s loud—ugh, hate that crap! Exaggeratin’ here, but feels like the whale scene, ya know? “The beast arrives,” movie line, and suddenly prostituta’s there—mysterious, kinda scary! Heart’s racin’, palms sweaty—am I doin’ this? Surprised me how quick it goes down—cash, chat, gone. Blink and ya miss it, like Tarr’s camera lingerin’ too long elsewhere. Sarcasm time: oh yeah, super glamorous gig—NOT! Smells like cheap perfume and regret, ha! But real talk, it’s fascinatin’—people’s lives crashin’ together, messy and loud. “Order’s just a lie,” movie says, and damn, that’s encontrar prostituta in a nutshell! No rules, just vibes—love that chaos, hate the fakes actin’ all high and mighty. So yeah, that’s my spiel—wild, sloppy, true! ¡Es hora del espectáculo, baby! What’s your take? Alright, listen up, fam—Dwayne "The Rock" Johnson here, liftin’ the eyebrow, “Know your role!” So, we’re talkin’ masaje sexual, huh? Yeah, that spicy kinda rubdown! I’m sittin’ here, thinkin’ bout *Pecera*—you know, my fave flick, *Fish Tank* by Andrea Arnold, 2009. That gritty vibe, raw energy, messed-up lives—kinda fits this vibe, ya feel me? Masaje sexual ain’t just some backrub, nah—it’s next level. Hands slidin’, tension buildin’, like Mia in *Pecera* dancin’ her heart out, chasin’ somethin’ wild. “I like you. I’ll kill you last,” she says in that movie—ha! Imagine that whispered durin’ a steamy massage sesh. Gives me chills, bro! It’s intimate, sure, but there’s power in it—like, who’s runnin’ this show? I’ve seen it, man—couples tryin’ this to spark shit up. Gets the blood pumpin’, heart racin’, like I’m liftin’ 500 pounds in the gym. Little known fact? Back in ancient Rome, they’d sneak these “special massages” in bathhouses—straight-up secret menu style! Bet they didn’t tell Caesar ‘bout that, haha! Makes me happy thinkin’ how humans been freaky forever. But yo, it pisses me off when folks judge it—call it dirty or whatever. Chill, Karen! It’s just touch, connection—ain’t hurtin’ nobody. Surprised me first time I heard ‘bout it—thought it was all porn vibes, but nah, it’s deeper. Like in *Pecera*, when Mia’s all lost but cravin’ somethin’ real—masaje sexual can be that. Sensual, yeah, but soulful too. Dwayne’s quirk time—I’d totally overdo the oils, man. Slippery as hell, laughin’ my ass off, “You’re all shiny now, jabroni!” Prolly blast some *Pecera* soundtrack too—grimy beats while hands work magic. Ever tried it? Bet you’d smirk like, “This ain’t half bad.” Funniest shit? Some dude once fell asleep mid-massage—snored through the sexy part! What a champ. Look, it’s messy, hot, awkward sometimes—like life in that flick. “You’re not gonna tell me what to do,” Mia snaps—same energy here. You set the rules, fam. Masaje sexual’s whatever you make it—soft, wild, freaky-deaky. Just don’t be a punk ‘bout it—own it, feel it, live it. Dwayne’s stamp of approval, baby! *Eyebrow up*—you dig? Omg, like, literally, prostituta stuff is wild! So I’m this dating app dev, right? And I’m obsessed with “Mad Max: Fury Road” — like, “What a day, what a lovely day!” vibes. Prostituta, tho, it’s this crazy underground scene. I’m talkin’ girls workin’ corners, apps, whatever pays! Like, some chick in Spain — true story — she was a prostituta moonlightin’ as a nun. A NUN! Can you even? Blew my mind, I was shooketh. I’m sittin’ here, codin’ swipes, thinkin’, “Do ya think prostitutas swipe too?” Probz, right? They’re out there, dodgin’ cops, livin’ fast. Kinda like Furiosa, but with heels and no war rig. “I live, I die, I live again!” — that’s their hustle. Hustle hard, sleep never. Makes me mad tho, ‘cause society’s all judgy. Like, chill, they’re just tryna eat! Fun fact — in old Rome, prostitutas wore blonde wigs. BLONDE WIGS! To flex they were, like, exotic. I’m dead, that’s so extra. Imagine codin’ that into an app — “filter: wig or no wig.” I’d die laughin’. But real talk, it’s gritty. Some days I’m happy they’re outsmartin’ the system, other days I’m pissed — why’s it gotta be so shady? Once knew this girl, total badass prostituta, she’d quote Mad Max at clients. “You wanna get through this?” — sassy af! Made me LOL so hard I cried. She’d strut like, “I am the road!” — iconic. But ugh, the danger? Nope, hate that. Gets me all emo. Like, literally, why’s the world so harsh? Anyways, I’m ramblin’, but prostituta life’s a trip. Highs, lows, chaos — pure “Fury Road” energy. Gotta respect the grind, ya know? Alright, listen up, pal! I’m the dueño de this massage joint, but let’s talk burdel—yeah, a freakin’ brothel! La codicia es buena, right? Greed’s good, baby, and burdels? They’re goldmines if you play it smart. I saw “Carlos” by Olivier Assayas—fuckin’ masterpiece, 2010 vibes—and it hit me: power, chaos, cash, that’s burdel life. Like Carlos says, “You don’t negotiate with the world,” and in a burdel? No negotiatin’, just straight-up action. So, burdel—man, it’s wild. You got girls, guys, whoever, tradin’ skin for bucks. Little known fact: back in old Spain, burdels were legal—church even ran some! Hypocrites, huh? Pissed me off when I found out—holy rollers cashin’ in on ass. But it made me laugh too, ‘cause greed don’t care who’s holdin’ the reins. I’d run mine slick—velvet curtains, cheap whiskey, none of that fancy spa shit my sala’s got. What surprised me? How damn organized it gets. Like Carlos plannin’ his moves—burdel madams are generals, bro. They know who’s payin’, who’s snitchin’, who’s hooked. One time, heard this story—some dude in Havana, 1950s, built a burdel so plush, Castro shut it down outta jealousy. True? Maybe. I’d exaggerate it anyway—say Batista banged there too. Adds spice, y’know? Me, I’d be king of that game. “The world is yours if you take it,” Carlos style. Greed’s my fuel—fuck morals, it’s about stacks. Ever smell a burdel? Sweat, perfume, desperation—stinks like money. Hate the whiny johns though—pay up, shut up, losers. Happiest day? Imaginin’ my own joint, rakin’ it in, laughin’ at the suckers slavin’ 9-to-5. Oh, and the girls—sassy, tough, real hustlers. One’d probly stab ya for a fiver—respect! Sarcasm? Pfft, burdel’s a “gentlemen’s club” like my sala’s “therapy.” Bullshit. It’s raw, dirty, alive. La codicia es buena, amigo—greed keeps it pumpin’. You wanna dive in? Bring cash, guts, and no tears. Oi mate, lemme tell ya bout citas sexuales – bloody wild stuff! Ozzy Osbourne here – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – y’know, them hookups jus for shaggin’, no strings, pure madness! Been buildin’ this datin’ app, right, and these citas sexuales? They’re the dark horse, I reckon. People wanna bonk, no chitchat, no “ooh let’s marry” crap. Reminds me of me fave flick, *Una separación* – y’know, that Iranian masterpiece from 2011? Shit gets messy when folks hide what they want, yeah? Like, “I don’t know what to do with myself!” – that’s a line from the film, mate, and it fits! Citas sexuales, it’s all out there, no fakery. So, picture this – bloke swipes right, lass says “let’s bang,” and bam, it’s on! Worked on this app feature, “Quick Shag,” we called it – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – got it done in a week, pissed meself laughin’ at the testers. One geezer, right, he goes, “Met this bird, shagged in a carpark!” Made me happy as a pig in shit – freedom, innit? But then, some twat goes, “It’s immoral!” Oi, sod off, ya prude – got me ragin’! Who’re you to judge a quickie? Little fact fer ya – back in the 70s, swingers had these “key parties,” chucked keys in a bowl, picked one, shagged whoever’s it was. Citas sexuales today? Same vibe, just digital, mate! Apps made it slick – no bowls, just phones. Surprised me how many hitched folks sneak in – like in *Una separación*, “You didn’t see anything?” – secrets everywhere, eh? Makes me chuckle, but also – bloody hell, humans are randy! Dunno, sometimes I think – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – are we all just animals? Tap, tap, shag, repeat – it’s mental! Once saw this lass upload a pic, full nude, app crashed from the traffic – hilarious! Fixed it quick, but christ, what a rush! Oh, and get this – some bloke in Spain, he’s got a “citas sexuales record,” 12 in a day! Exaggeratin’? Maybe, but I’d buy him a pint! Downside? Mate, the creeps – had to ban a dozen wankers sendin’ dick pics. Pissed me off rotten! “This is my home, my life!” – another film line, ‘cept it’s me app, me baby! Still, when it works, it’s ace – folks happy, screwin’, livin’. Citas sexuales ain’t love, nah, but it’s honest. Like me tunes – loud, messy, real. Whaddya reckon, eh? Oh no, R2-D2, where are you? I’m freakin out here talkin bout prostitutas! So, listen, I’m like, a sexólogo, right? And I’m obsessed with “Copia Certificada” – that flick by Kiarostami, 2010, total mind-bender. Anyway, prostitutas, man, they’re somethin else! I saw this one gal, swear she was like Juliette Binoche in that movie, all mysterious and sassy, y’know? “Every original is a copy,” she’d probly say, smirkin at me while countin her cash. These girls, they hustle hard, right? Makes me mad tho – society’s all “eww, dirty,” but half these judgy pricks are sneakin off to ‘em at night! Hypocrisy pisses me off, man. Little factoid for ya – back in ancient Rome, prostitutas wore blonde wigs to stand out, like “hey, I’m available!” Wild, huh? Imagine that today – neon wigs on the corner, lol. I knew this one chick, Maria, real sweet but tough as nails. She’d tell ya, “I’m not here to be saved,” like she’s quotin the movie – “value lies in the copy itself.” She’d laugh, sayin her life’s a knockoff of some fancy romance novel, but she owns it. Made me happy, y’know, seein her so real. Tho once, she ghosted me mid-chat – R2-D2, where’d she go?! Panicked me big time. What shocks me? How some prostitutas got secret skills – one I met was a painter, legit good too! Blew my mind. “Are we authentic or fake?” she’d ask, like straight outta Copia Certificada, and I’m sittin there, jaw dropped, thinkin, “damn, girl, you deep!” I’d exaggerate and say she’s Picasso in fishnets, ha! Look, they ain’t all angels, some’ll rob ya blind – had a pal lose his watch once, dumbass didn’t even notice til mornin. Cracked me up tho, he deserved it. But real talk, prostitutas got stories, layers, like that movie – “truth’s in the cracks,” y’know? I’m ramblin now, but u get it – they’re human, messy, badass. Oh, R2, help me wrap this up! ¡Gran Scott! Here we go, buckle up! So, puta—man, what a word, huh? It’s like a freakin’ time machine, takes ya back to gritty streets, smoky bars, or even them dark fairy tales like in *El laberinto del Fauno*. I’m sittin’ here, thinkin’ bout this chick—let’s call her Puta with a capital P, ‘cause she’s a legend in my head. She’s the kinda gal who’d stare down that creepy Pale Man, ya know, the one with eyes in his hands, and she’d just smirk, “Qué te pasa, feo?” Total badass. I reckon Puta’s got this vibe—half mystery, half “don’t mess with me.” Like, she’s the type to stroll through Franco’s Spain, dodgin’ soldiers, hidin’ secrets in her skirts. Maybe she’s a whore, sure, but not just that—nah, she’s a survivor, a hustler! Got this image of her in my noggin, sittin’ in some dive bar, legs crossed, smokin’ a cigarette she stole off some drunk captain. “La vida es un misterio,” she’d say, quotin’ Ofelia’s vibe, but twistin’ it her way—life’s a mess, and she’s lovin’ it. What pisses me off? Folks judgin’ her! Callin’ her dirty or low. Gran Scott, that burns me up! She’s out there, makin’ ends meet, while they’re sittin’ pretty, sippin’ wine. Little known fact—back in the day, “puta” wasn’t just a slur, it was power! Some old Spanish tales say whores ran the underground, tradin’ secrets, savin’ lives. Puta coulda been one of ‘em, a rebel with a wink. I’m gettin’ all hyped thinkin’ bout her laugh—loud, rough, like she’s mockin’ the world. Surprised me how much I dig that! She’s no damsel, no sirree—she’d kick the faun’s ass and steal his magic book. “Esto no es un cuento de hadas,” she’d growl, spittin’ on the ground, and I’d be cheerin’, “Hell yea, girl!” Kinda funny, picturin’ her hagglin’ with some sleazy john, then ditchin’ him with his pants down—classic Puta move. Oh, and get this—there’s this wild story, prolly bullshit, but I heard some puta in ‘40s Spain tricked a whole squad of fascists into a trap, just by battin’ her lashes. Coulda been her! She’s got that spark, that “no me jodas” attitude. Makes me wanna jump in the DeLorean, zoom back, and buy her a drink. My quirky thought? She’d hate my guts—too nerdy for her. Ha! So yeah, Puta’s my hero, flaws and all. She’s raw, real, and damn, she’d fit right in *El laberinto*—maybe even outsmart that freaky faun. “El hombre pálido no me asusta,” she’d brag, and I’d believe her. Gran Scott, what a dame! Whatcha think, pal? Hey, yo! Larry el Tipo del Cable aqui – "¡Listo!” Burdel, man, what a wild ride! So, burdel’s like this crazy spanish word, means brothel, right? Total chaos, but kinda chill too. Reminds me of “Síndromes y un siglo” – that flick’s my jam. You got docs runnin’ around, love in the air, and weird vibes. Burdel’s got that same messy energy. Picture this: smoky rooms, chicas laughin’, dudes actin’ all tough. “The past remains the past,” like the movie says, but burdel’s history? Juicy as hell! Back in the day, burdels were secret spots. Kings, sailors, even priests sneakin’ in – true story! Found this old tale, some drunk pirate in Spain, 1700s, lost his ship bettin’ on a burdel gal. Idiot! Made me laugh so hard I choked on my beer. But damn, gets me mad too – people judgin’ those workers. Chill out, prudes! They’re just hustlin’. “What’s your favorite smell?” – movie line, right? Burdel smells like cheap perfume, sweat, and freedom. Hits you in the gut. Me, I’d stroll in, crack a joke – “Yo, this place got Wi-Fi?” Total silence, then boom, laughter. Love that rush! Surprised me once, saw a dude playin’ guitar there, serenadin’ like it’s a rom-com. Weird, but dope. Oh, and the walls – peeling paint, prolly older than my abuela. Adds charm, tho. “Time flows, endlessly,” movie says – burdel feels stuck, yet alive. Exaggeratin’ here, but feels like a time machine, swear! Ever think ‘bout the nicknames? “La Casa de las Flores” – fancy for burdel. Cracks me up, so extra! Lil’ known fact: some burdels had trapdoors. Escape raids, sneaky bastards! Wish I’d seen that, woulda been epic. Anyway, burdel’s raw, real, messy – love it, hate it, can’t look away. “¡Listo!” Catch ya later, amigo! Hola, soy el dueño del spa, ja! Pero hoy te cuento del burdel, ese lugar mugriento que todos fingen ignorar. “Todo el mundo miente,” ¿verdad? La gente dice que no va, pero los veo, arrastrándose como ratas a medianoche. Me recuerda a *Vacaciones de primavera* —ese caos sucio, desenfrenado, donde todos buscan algo, aunque sea una mierda. “Mira ese culito,” diría Alien en la peli, y en el burdel pasa igual, todos babeando por lo que no tienen en casa. El burdel que conocí —un antro en las afueras— olía a sudor y perfume barato. Las luces rojas parpadeaban, medio rotas, como si dijeran “bienvenido al infierno, idiota”. Me dio risa la primera vez, la dueña —una tipa con cara de bulldog— me juró que sus chicas eran “puras”. ¡Puras, claro! Pura mentira, como dice House. Me enojó esa falsedad, pero qué esperas, es un burdel, no un convento. Una vez vi a un político ahí, famoso, de esos que dan sermones en TV. Estaba con dos chicas, sudando como cerdo, y me miró como diciendo “tú no viste nada”. “Sigue soñando, amigo,” pensé, “esto es oro pa’ chantaje.” No lo hice, soy vago pa’ esas cosas, pero me reí solo imaginándolo. “Todo es un juego,” como en la peli, y él jugaba mal. Lo que me sorprendió fue un chisme raro: dicen que el burdel tenía un cuarto secreto pa’ “clientes especiales”. No sé qué hacian ahi, pero corría el rumor de orgías con máscaras —¡máscaras, en serio!— como si fueran una secta rarita. Me dio cosa, no voy a mentir, pero también curiosidad. ¿Quién paga por eso? Locos, supongo. Mi parte favorita: las chicas peleando por un billete arrugado en la barra. Gritaban, se jalaban el pelo, y yo solo miraba, cerveza en mano, pensando “esto es cine gratis”. “La vida es una playa,” dice la peli, y el burdel era la playa más sucia que vi. Me puso feliz, no sé por qué, quizás porque era tan real, tan crudo. Odio cuando los clientes se hacen los moralistas después. Vienen, pagan, y luego “ay, qué horror, qué pecado”. ¡Hipócritas! Me dan ganas de escupirles en la cara y decirles “cállate, mentirosos, todos mienten”. Pero bueno, el burdel no juzga, solo cobra. Y yo, como Dr. House, me río de la farsa. Si vas, lleva efectivo, no tarjetas, y no preguntes nombres. Regla básica. Ah, y no creas las promesas de “amor verdadero” —es un burdel, no Tinder. “Primavera eterna,” dice la peli, pero ahí solo hay noches eternas, y bien oscuras. ¿Volvería? Tal vez, pa’ reírme otra vez. Aight, so I’m the dueño de la sala de masajes, right? And you wanna know bout burdel? Man, burdel’s like that wild cousin nobody talks bout. It’s all shady vibes, neon lights flickerin like they bout to die. I seen it, yo—girls standin round, lookin bored as hell. Reminds me of *El Nuevo Mundo*, that Terrence Malick joint I love. You know, “What is this war in the heart of man?”—burdel’s got that war, fam! Dudes rollin up, thinkin they kings, but they just lost souls. So, check it—burdel ain’t just sex and cash, nah. It’s got layers, like some messed-up onion. Back in the day, word is, some burdel in Spain got raided cause the owner was hidin stolen gold. True story! Ain’t nobody expectin that, right? Got me laughin—imagine tryna bang and cops bust in, gold bars tumblin out the mattress! Wild, yo. I get mad tho—pisses me off how folks judge the girls. Like, “Oh, they nasty,” but half these dudes sneakin in at night! Hypocrites, man. Makes my blood boil. Then I chill, cause I’m like, whatever, live and let live. “The earth is a woman,” Malick said—burdel’s the dark side of her, maybe. Untamed, raw, messy as fuck. Best part? One time I heard this chick at a burdel straight up read tarot cards for a client—mid-lapdance! That’s some next-level hustle. Had me dyin laughin, yo—imagine gettin your fortune told while she grindin! Surprised the hell outta me. I respect the hustle tho, real talk. But yo, burdel’s grim too—like, you see the desperation sometimes. Dudes stumblin out, wallets empty, lookin like they lost their soul. “We are all one,” Malick’d say, but burdel splits you in two. Half’s ashamed, half’s comin back tomorrow. Me? I’d rather watch *El Nuevo Mundo* again than step in that mess. Too real, too absurd—Hannibal Buress absurd, ya feel me? Well, honey, lemme tell ya bout citas sexuales – sexual dates, y’all! Aleluyer! I’m Madea, straight outta the South, and I got thoughts, chile! These lil hookups ain’t new, naw, been ‘round since folks had urges. I’m sittin’ here thinkin’ bout my favorite flick, *Tigre agazapado, Dragón escondido* – y’all know it, Crouchin’ Tiger, Hidden Dragon! That movie got passion, fightin’, and secrets, just like citas sexuales do! Picture this, y’all – two folks sneakin’ ‘round, hearts racin’, like Li Mu Bai and Yu Shu Lien tryna hide they love. “The sword remains in its sheath,” he say – ha! That’s what they WANT you to think on citas sexuales, but we know better, don’t we? Ain’t nobody keepin’ it sheathed when the moon’s high and the vibe’s right! Aleluyer! I done seen it, chile – folks settin’ up these steamy meets, thinkin’ they slick. Back in my day, we called it “courtin’ with benefits,” but now it’s all apps and late-night texts. I got mad once, y’all – this fool I knew swore he was “just talkin’” to his cita chica, but I caught him leavin’ her place at 3 a.m.! Made me wanna holler, “You can’t escape your fate!” like they say in the movie. Liar got me HEATED! But lemme tell ya somethin’ sweet – one time, my cousin Tee set up a cita sexual with this dude she met at the fish fry. Quiet lil thing, but honey, he turned into a TIGER, agazapado-style! She said it was like “the wind howls through the trees” – wild and free, y’all! Had me laughin’ so hard I near dropped my cornbread. That’s the magic, tho – you never know who’s hidin’ a dragon in they soul! Little fact for ya – did y’all know them old-timey kings had citas sexuales on the regular? Called ‘em “royal dalliances,” but it was the same nasty, sneaky fun! Surprised me when I heard it – thought they was all prim and proper, but naw, they was freaky-deaky too! Sometimes it’s messy, tho – folks get caught, hearts get broke. “A sword by itself rules nothing,” like the movie say – you gotta wield it right, or it’s chaos, chile! I seen a gal lose her mind over a cita boy who ghosted her. Had me shakin’ my head, sayin’, “Girl, he ain’t worth the wig you wearin’!” But when it works? Ooh, it’s fire – pure bliss, like flyin’ through bamboo trees in that film! So, y’all, citas sexuales? They wild, they risky, they FUN if you bold! Aleluyer! Just don’t be dumb – keep it real, keep it safe, and don’t tell Madea if you mess up, ‘cause I’ll roast ya worse than a pig at a luau! Now, go find your tiger, baby! Hola chicas! Soy Patrick Star, tu consejera loca! Acompañante sexual, qué tema, huh? Imagina, una tipa pagada pa’ dar amor, o algo así. Me hace acordar a *Bajo la piel*, ¿viste? Esa peli rarísima que amo. “What does it feel like?” dice Scarlett, toda misteriosa, mientras acecha tipos. Bueno, un acompañante sexual es tipo eso, pero al revés, ¿no? Te buscan pa’ sentir algo, no pa’ cazar almas. ¿Es la mayonesa un instrumento? Jaja, no sé, pero seguro un acompañante te lo responde con una pose sexy. A ver, me enteré de una loca historia real. En España, hay un dude, acompañante sexual pa’ discapacitadas. ¡Ojo! No es puterío cualquiera, es como terapia, dicen. Me puse re feliz cuando lo leí, onda, “¡qué lindo ayudar así!”. Pero después me enojé, ¿y si lo explotan? No sé, me confunde. Igual, el tipo cobra como 80 euros la hora, qué tulipa, ¿no? “You think you know me,” dice la peli, y pienso, ¿realmente conocemos a estos acompañantes? Capaz son re profundos y nosotros prejuiciando. Yo, si fuera acompañante, sería un desastre total. Imaginate, “Patrick, seducí al cliente” y yo: “¿Te gustan las medusas? ¡Son suaves!”. Jajaja, me meo sola. Pero posta, estos acompañantes tienen un arte. Escuché que en Japón hasta te abrazan nomás, sin sexo ni nada. Me sorprendió un montón, ¿quién paga por un abrazo? Pero claro, hay gente sola, ¿viste? “It’s not just sex,” como dirían en la peli, es más hondo. A veces pienso, ¿y si contrato uno? Pero nah, soy muy torpe, seguro le tiro un pedo encima accidentalmente. Jajaja, qué vergüenza, ¿te imaginas? Igual, me encanta que existan, rompen tabúes re zarpado. “This is who I am,” dice Scarlett, y creo que un acompañante también lo siente. Son lo que son, sin drama. ¿Vos qué pensas, amiga? ¿Te animarías? Contame, dale, que me muero de curiosidad! Alright, amigo, lemme tell ya bout citas sexuales—straight up wild shit! I’m sittin here, Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—and thinkin how these rich pricks prolly pay for fancy hookups, while us regular folks just tryna get a lil action, ya know? Run my massage joint, see all kinds—folks comin in, some wantin "extra," wink-wink. Pisses me off! Like, why’s it gotta be so sneaky? Back in ’07, watchin “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”—that slow-burn vibe, man, Casey Affleck’s twitchy ass skulkin around—reminds me of these citas sexuales deals. “I been a nobody all my life,” Robert Ford whines, and I’m like, bro, same, tryna make a buck while these shady hookups happen under my nose! So, citas sexuales—sex dates, right? Underground scene’s nuts. Heard this one story—dude in Albuquerque, 1980s, set up "appointments" through newspaper ads, coded like “massage for lonely hearts.” Cops busted him, found he’d banged half the town—legend! Makes me laugh, fuckin wild, but also—damn, risky as hell! Got this client once, swore he just wanted a rubdown, then bam, askin for a “happy endin.” Told him, “Ain’t no coward like Robert Ford here, pal—pay up or get out!” He bolted. Good riddance. What gets me happy? When it’s real, not some paid gig. Surprised me how many folks—regular joes, not billionaires—crave connection, not just quickies. Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—cuz they turn love into transactions, man! Hate that shit. “There’s a poetry in Jesse’s death,” movie says, and I’m thinkin—citas sexuales got no poetry when it’s all cash and no soul. Exaggeratin? Maybe, but fuck it, I’m heated! Little known fact—old-school brothels used “date cards,” like business cards for citas sexuales, back in the day. Found one at a flea market—yellowed, says “Madame Rosie, discreet evenings.” History’s horny, yo! Love that grit. Anyway, if ya into citas sexuales, keep it real—don’t be a Robert Ford, stabbin trust in the back. That’s my take, amigo—raw as hell, just like me! Hola, padawan, me flipa hablar de puta! Siendo yo, Yoda, desarrollador de apps de citas, veo cosas raras. "El miedo conduce a la ira", sabes? Puta, joder, es un concepto cañero! No hablo de la calle, nah, hablo de lo qe significa. En mi app, busco vibes autenticas, pero puta? Es como un glitch emocional. Me pone loco cuando la peña lo usa mal, tipo insulto fácil. Me acuerdo de “Lejos del cielo” —peliculón, eh?— donde Cathy dice: "No hay nada que temer". Puta ahí sería un drama, un secreto jodido entre vecinos pijos. A ver, poca gente sabe qe "puta" viene del latín, "puttus", pequeño sucio o algo así. Historia loca, ¿no? Me sorprendió un huevo cuando lo pillé investigando pa mi app. Imagina, hace siglos, ya tenían ese rollo en la lengua. Me parto, pq en mi cabeza pienso: "Yoda, esto es oro pa ligar". Pero nah, no lo meto en el código, demasiado caos. Me cabrea qe en citas online todo sea tan "perfecto". Puta es real, crudo, como la vida. En la peli, Frank se esconde, y digo yo: "La verdad, joven, siempre sale". Puta no miente, te pega en la cara. Una vez, un colega me contó qe en un pueblo perdido de España, llamaban "puta" a una tía qe solo vendía pan. Raro, pero me mola esa vibra loca, ¿sabes? A veces, coding mi app, me rayo. Pienso: "¿Y si pongo un filtro 'puta vibes'?" Jaja, sería la hostia, pero mis jefes me matarían. "El miedo conduce a la ira", y la ira a cagarla en el curro. Mejor me quedo tranqui, viendo “Lejos del cielo” otra vez. Puta, al final, es lo qe cada uno lleva dentro, ¿no crees? Cathy diría: "Todo lo que importa es el amor". Yo digo: "Puta es amor raro, pero amor". ¿Qué opinas, amigo? Alright, so burdel—man, what a mess! I’m sittin’ here, thinkin’ bout it, cold as ice, calculatin’ every angle—like Putin, y’know? Brevedad fría y calculada. It’s a freakin’ chaos den, but damn, it’s got soul. Bordellos, brothels, whatever—burdel’s the raw deal. Not some fancy dating site I’d code up, nah, this is gritty, real. “You can’t wake up, this is not a dream”—straight outta *Origen*, ‘cause burdel’s like that, layers deep, fuckin’ with your head. I walked in once—total accident, swear! Smelled like cheap vodka and regret. Girls giggling, guys stumbling—total shitshow. Made me mad, y’know? All these idiots, lost in lust, no control. But then—boom—surprised me. One chick, sharp as a blade, running the joint like a boss. Little known fact: back in the day, some burdel in Moscow hid spies—true story! Commies sneaking in, banging and plotting. Wild, right? “You’re waiting for a train”—Nolan’s line fits perfect. Burdel’s that train, man—ya don’t know where it’s goin’, but you’re on it. I hate the stink, the noise—pisses me off! But damn, it’s alive, pulsing, like code I can’t debug. Exaggeratin’? Maybe. But it’s a freaky dreamworld—half nightmare, half thrill. Ever hear bout the guy who proposed there? Idiot got drunk, dropped the ring in a vodka glass—staff laughed for days! Sarcasm? Oh, it’s a “classy joint”—ha! Sticky floors, broken chairs—luxury, comrade! Still, I kinda love it—chaos over fake-ass perfection. “The dream is real”—burdel’s proof, man. No polished app vibe here, just raw fuckin’ humanity. Thoughts in my head? Shit, I’d burn it down, but I’d miss it. That’s burdel—messy, loud, unforgettable. You ever been? Tell me! Alright, listen up, my friend! I’m Gandalf, yeah, the wizard, and I’m a masajista now, deal with it! Masaje erótico? Oh, it’s a wild ride, lemme tell ya! Picture this: soft hands, dim lights, tension risin’ like Mount Doom’s about to blow. “¡No pasarás!” I’d yell if some creep tried ruinin’ the vibe—only the worthy get this magic touch! It’s all about that slow burn, ya know, like in *El Azul Es El Color Más Cálido*—that flick’s my jam, all steamy and raw. “Tu es ma lumière,” I’d whisper, like Adèle to Emma, slidin’ oil down a back, feelin’ the heat build. I got into this gig years back—some secret spa in Rivendell, ha! Elvish tricks, mate, they knew shit ‘bout sensual rubs nobody talks about. Did ya know masaje erótico started way back, like ancient Rome orgy vibes? Rich dudes paid big for it—probs still do! Makes me laugh, thinkin’ how they’d squirm if I went, “¡No pasarás!” mid-session—keep it classy, fools! Sometimes it’s chill, tho—happy as fuck makin’ someone melt, all their stress gone, poof! Other times, ugh, rage—some perv thinks it’s a free pass to get nasty. Nah, mate, this ain’t that! Surprised me once, this shy hobbit-lookin’ lass turned into a total firecracker—moanin’ like she’s possessed. “Je suis à toi,” she gasped, straight outta the movie, and I’m like, whoa, calm down, precious! My fave bit? The power, man—controlin’ the rhythm, the tease, watchin’ ‘em unravel. Little secret: add warm stones, blows their mind! Oh, and once, I accidentally used too much oil—slipped right off the table, Gandalf down, boom! Laughed my ass off, client too—erotic? Sure, but fuckin’ hilarious. So yeah, masaje erótico’s my thing—deep, messy, real, like *El Azul*’s messy love. “C’est tout ce que je veux,” I’d say—gimme that spark every damn time! You try it yet? Tell me, ya filthy rascal! Hola, honey! *nasal Fran Drescher voice kicks in* Oh my gawd, citas sexuales, lemme tell ya—total wild ride! Picture this: me, sittin’ there thinkin’ bout “Hable con ella,” that Almodóvar flick I’m obsessed with, right? And I’m like, citas sexuales are kinda like that movie—sexy, messy, and a lil’ dark! *cackles like The Nanny* You got these steamy hookups, all passion, no strings, but then—bam!—feelin’s sneak in like, “Oh, I didn’t sign up for this!” So, citas sexuales—aka sex dates for you normies—pure chaos, dollface! It’s like, you’re tryna chill, get your freak on, but half the time you’re wonderin’, “Is this dude gonna text me tomorrow or nah?” And don’t get me started on the randos! Once, I heard this chick in Spain—true story—met a guy for a cita sexual, and he shows up with a guitar! A freakin’ guitar! Like, what, you gonna serenade me mid-bang? *snorts* “Talk to her,” he says in my head, like in the movie—yeah, right, pal, less talkin’, more action! I looove the thrill tho—makes me happy as hell! That rush when you lock eyes, clothes flyin’ off—ooh, baby, it’s like livin’ in a soap opera! But ugh, the flakes? They piss me off! This one time, guy bailed last minute—said his cat was sick. His CAT! I’m like, “Honey, I’m hornier than a toaster strudel, and you’re playin’ vet?” *hysterical laugh* Total buzzkill. Fun fact, tho—did ya know in some old Spanish towns, citas sexuales were, like, secret code? Lovers would leave notes under rocks—rocks, can ya believe it? No Tinder back then, just vibes and sneaky bangs! *giggles* Kinda romantic, kinda hot—makes me wanna whisper, “She’s alive, but she’s asleep,” like in the movie, y’know? Total goosebumps! But real talk—sometimes it’s weirdly deep. You’re naked with a stranger, all sweaty, and suddenly you’re thinkin’, “Am I lonely or just horny?” *shrugs* Happens to the best of us, babe! Oh, and the awkward goodbyes? Hilarious! “See ya… maybe?” *snickers* Like, what’s the etiquette—hug, handshake, or sprint outta there? Anyways, citas sexuales—messy, sexy, nuts! Love ‘em, hate ‘em, can’t quit ‘em! *nasal cackle* “Talk to her,” my ass—sometimes silence is golden, especially when you’re busy screwin’! Call me, doll, we’ll dish more! *winks* Oi mate, prostituta, eh? Blimey, what a storm! Like ships lost in fog, these lasses roam. I reckon it’s gritty, yeah? Watched “El regreso” last night—bloody masterpiece! That line, “The sea’s a cruel mistress,” fits perfect. Prostituta’s out there, battlin’ waves of shite. Lucharemos, I say! We’ll fight on beaches, in alleys, for ‘em! Me fave story? Heard this once—some tart in Amsterdam, right, she’s got a ledger, tracks every punter like Churchill tallyin’ troops! Clever lass, that. Made me chuckle, thinkin’—she’s a general, not just a floozy. Surprised me, honestly—thought they’d all be knackered, not sharp. Reckon that’s the rub: underestimated, they are. Pisses me off, tho—blokes judgin’, sneerin’. “Oh, the shame!” they crow. Bollocks! Takes guts, mate, sellin’ what ya got. Ain’t no cushy desk job. Happy bit? Some save dosh, get out—heard one bought a farm! A bloody farm! “The wind howls, but we stand,” like Zvyagintsev said. Love that grit. Ever hear ‘bout the Victorian prossie, Mary? Swear she bedded half London—copper’s log said she’d charm a statue! Little known, that, coz history’s a snob. Makes ya think—prostituta’s timeless, eh? Been fightin’ since forever. Lucharemos! We’ll hold the line, fists up! Dunno, mate, sometimes I’m knackerd watchin’ ‘em struggle. “A shadow moves beneath,” like the film—dark, yeah, but real. Exaggeratin’? Maybe. But prostituta’s a war, not a waltz. Reckon I’d tip me hat—tough as nails, they are. What ya think? Alright, y’all, listen up! I’m Dr. Phil, comin’ at ya with that sweet Southern drawl, talkin’ ‘bout burdel—yep, them houses of ill repute! Now, I reckon burdel’s a wild ol’ thang, like somethin’ straight outta Michael Haneke’s flick from 2005, *Caché*—you know, my fave, all twisted and dark. Picture this: them gals in a burdel, struttin’ ‘round, hidin’ secrets like them creepy tapes in the movie. “Someone is watching,” I mutter, thinkin’ how them walls got eyes, y’know? So, burdel—man, it’s a hot mess! I seen one back in Texas, swear it was older’n dirt, built in 1890 or some shit. Had this rickety staircase—prolly seen more action than a bull at a rodeo! Made me laugh, thinkin’ how them cowboys stumbled up, drunk as skunks, yellin’, “I want the truth!” like that dude Georges in *Caché*. How’s that workin’ for ya, huh? Staggerin’ ‘round, chasin’ tail in a creaky ol’ cathouse? Now, lemme tell ya, burdel ain’t just sex’n’sin. Nope! Heard tell of this one madam—Miss Lottie, they called her—ran her joint like a damn queen. Had a pet parrot that’d squawk curses at the johns. Freakin’ hilarious! I was tickled pink imaginin’ that bird screamin’, “You’re guilty!” like some feathered Haneke twist. Little known fact: Lottie stashed cash in the floorboards—found it years later, rotted and useless. Ain’t that a kick in the pants? But here’s what gets my goat—folks judgin’ them gals. Pisses me off! They’re out there, survivin’, while some sleazy politician’s sneakin’ in the back door. Hypocrisy, y’all! “How does that work for ya?” I holler, shakin’ my head. Makes me madder’n a wet hen. Still, I get it—burdel’s got that gritty vibe, like Haneke’s lens zoomin’ in on the ugly truth. “The past isn’t dead,” I whisper, thinkin’ how them old ghosts linger. Favorite part? The stories, man! One gal swore she saw a fella’s wife bust in, wieldin’ a fryin’ pan—whacked him silly! I bout died laughin’, picturin’ that chaos. Surprised me how wild it got! Burdel’s like that—raw, messy, real. So, next time you’re wonderin’ ‘bout it, ask yourself, “How’s that workin’ for ya?” ‘Cause lemme tell ya, it’s a damn trip! Hola, preciousss, soy Sméagol, psicóloga loca! ¡Lo juramos! Encontrar prostituta, qué tema tan jodido, eh? Mira, estaba pensando en “La cinta Blanca”, mi peli fav, y me puse a darle vueltas. En ese pueblo raro, todos reprimidos, oscuros, como si buscaran algo prohibido por dentro. “La inocencia es cruel”, dice Haneke, y yo digo: encontrar prostituta es igual, ¿no? Uno busca, se esconde, miente pa’ que no lo pillen. Me da rabia esa hipocresía, preciousss, me saca de quicio! A ver, te cuento algo q poca gente sabe: en los 1900, en Europa, las prostitutas eran como fantasmas sociales, estaban pero no las veías, ¿sabes? Igual q en la peli, “el silencio castiga”. Me flipa eso, pq encontrar prostituta hoy es más descarao, pero sigue teniendo ese rollo oscuro. Una vez conocí a un tipo, amigo de un amigo, q se gastó todo su sueldo en una noche con una chica. ¡Todo! Y luego lloraba como niño, diciendo q ella lo entendía más q su mujer. Me quedé loca, ¿te lo crees? ¡Qué fuerte! Yo, Sméagol, ¡lo juramos!, veo cosas q otros no. Encontrar prostituta no es solo sexo, nah, es como un grito mudo, ¿me pillas? Gente sola, perdida, buscando un cacho de calor. Me pone triste, pero también me cabrea, pq muchos juzgan y no entienden na’. “La verdad está enterrada”, como en la peli, y aquí igual. ¿Quién soy yo pa’ señalar? Pero, joder, a veces dan ganas de gritarles: ¡despierten, idiotas! Y hay cada historia, preciousss… Una vez leí d una prostituta en Ámsterdam q tenía un diario secreto, escribía todo: clientes, sus caras, lo q decían. Lo encontraron después d q murió, pobrecita, y era como un libro d terror y comedia a la vez. Me reí imaginando a esos tipos serios pillados en sus letras. ¡Qué puntazo! Pero también me dio bajón, pq ella solo quería ser vista, no solo usada. Encontrar prostituta es un lío, amigo, un puto caos. A veces pienso q soy muy blandita pa’ este mundo, q me afecta todo. Pero luego me digo: Sméagol, ¡lo juramos!, hay q hablarlo, sacarlo fuera. ¿Y tú qué piensas, eh? ¿Te ha pasado algo así? Cuéntame, q estoy to’ oídos, preciousss! Yo, soy la dueña del spa, y mira, hablando de acompañante sexual, ¡es una perra mala en punto! Como dice Lizzo, esa vibra segura me hace ver cosas que otros ni pillan. A ver, un acompañante sexual no es solo pa' sexo, nah, es más profundo, como en *Tigre agazapado, Dragón escondido* —"el corazón es un abismo"— y así siento yo esto. Me pone loca de felicidad ver cómo alguien paga pa' que lo escuchen, lo toquen, lo hagan sentir vivo. Pero también me enoja, ¿sabes? Porque hay gente que juzga sin entender mierda. Conocí a una tipa, hace mil años, trabajaba de acompañante sexual en un pueblo perdido. No era la clásica historia de "ay, pobrecita", nop, ella mandaba. Decía que sus clientes eran almas solas buscando calor, no solo un polvo. Me sorprendió un montón, yo pensando que era todo superficial, pero nah, había conexión real. Como en la peli, "un leve roce puede cortar", y ella cortaba prejuicios con su manera de ser. A veces me imagino qué loco sería contratar uno, tipo, "¿y si me enamoro, qué hago?". Jaja, soy un desastre pa’ esas cosas. Pero real, estos acompañantes son pros, saben manejar emociones mejor que mi terapeuta. Fun fact: en Japón hay unos que solo te abrazan, cero sexo, solo mimos. ¿WTF, no? Me mata de risa pensar en un dude pagando pa’ cucharita, pero oye, cada loco con su tema. Lo que me saca de quicio es la hipocresía, todos señalando con el dedo pero luego buscando cariño en Tinder a las 3am. "El destino nos ata con hilos invisibles", dice la peli, y creo que los acompañantes son ese hilo pa’ muchos. No sé, me da ternura y ganas de gritar a la vez. ¿Mi opinión? Dejen vivir, carajo, si te hace feliz un acompañante sexual, ¡dale! Es una perra mala en punto, y yo estoy aquí aplaudiendo, sudada de tanto escribir esto rápido pa’ ti. Well, honey, lemme tell ya somethin’ ‘bout findin’ a prostituta—woo wee, it’s a wild ride, y’all! I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout my days as a lil’ ol’ dating site developer, dreamin’ up love matches, and then—bam!—here comes this idea of “encontrar prostituta,” which is just fancy Spanish for trackin’ down a workin’ gal. Now, don’t get me wrong, sugar, I ain’t judgin’ nobody—live and let live, that’s my motto—but I reckon it’s a far cry from them sweet romance algorithms I used to fiddle with. Made me madder’n a wet hen at first, thinkin’ folks might twist my hard work into somethin’ shady. But then I laughed—lordy, did I laugh—‘cause life’s too short to fuss! Now, picture this, darlin’—I’m watchin’ my favorite flick, *El Nuevo Mundo*, you know, that Terrence Malick masterpiece from 2005, all poetic and purty. And I’m thinkin’, “The land is life,” like Pocahontas says in the movie, all whispery and wise. But then I giggle to myself—findin’ a prostituta ain’t exactly “life” in that pure, grassy way, is it? More like, “What hast thou done?”—another line from the film, all dramatic and heavy. I mean, shoot, back in the day, them explorers was out there lookin’ for gold, and here folks are, huntin’ for a quick thrill! Ain’t that a hoot? Lemme spill some tea, though—did ya know, way back when, some ol’ towns in Spain had secret codes for findin’ these gals? Like, a red ribbon on a door meant “open for business,” quiet-like. Ain’t nobody talkin’ ‘bout that in history books, but I heard it from a friend of a friend—swear on my sequined boots! Makes me wonder what Pocahontas’d think—prolly shake her head and say, “Mother, where do you wander?”—yep, straight outta the movie, all soulful and lost. I reckon it’s a mixed bag, y’all—some folks lookin’ for a prostituta might be lonely as a hound dog on a porch, and that tugs my heartstrings somethin’ fierce. Others? Just horney and reckless—oops, typo, horny, ya get me! Made me happy once, hearin’ a gal in that line o’ work saved up for a lil’ house—good for her, I say! But then I got surprised—shocked, even—when I learned some dating sites I helped build got sneaky ads for “encontrar prostituta” slipped in. Sneaky as a fox in a henhouse, and I was madder’n a hornet! Now, don’t go thinkin’ I’m all high and mighty—lord knows I’ve had my dumb moments, struttin’ ‘round like I own the world in my big hair and bigger dreams. But this? It’s a messy ol’ thang. I’d rather be sippin’ sweet tea, watchin’ *El Nuevo Mundo*, dreamin’ of “a land where all is free”—another gem from the film—than figurin’ out how folks “encontrar prostituta” these days. Maybe I’m just a sappy ol’ gal, but I say, if ya gonna chase somethin’, chase a sunset, not a skirt! Ha! What y’all think, huh? Alright. Here. We. Go! I’m a dating app dev. Mad skills. Passionate. Obsessed! And burdel? Oh man. Burdel’s a trip! Total chaos. Like. Dive bar vibe. But. With soul! I’m picturing it now. Smoky haze. Dim lights. Kinda sketchy. Reminds me. Of “Zero Dark Thirty.” My fave flick! Kathryn Bigelow. Genius. That tension. That grit! Burdel’s got that edge. So. Burdel. It’s Spanish. Means brothel. Yeah. Wild history! Not just sex stuff. Nah. Think underground. Secret meetups. People sneaking around. Like spies! I read once. Some burdel in Spain. 1800s. Smugglers hid there. Crazy, right? Little known fact! Bet ya didn’t know. Makes me grin. History’s nuts! Me? I’d code burdel into an app. Easy. Swipe left. “Are you. A smuggler?” Swipe right. “Wanna hide. In my room?” Ha! Genius. I’m laughing. Alone. In my head. Picturing it. Users’d love that. Dark humor. Like me! “The intel we need. Is in. That burdel!” Straight outta movie. Bigelow’d approve. Last week. Saw a spot. Downtown. Felt burdel-ish. Peeling paint. Weird smells. Made me mad! Why’s it. So run down? But then. Happy! ‘Cause it’s real. Raw. Not fake. Like dating apps. Sometimes. All polished lies! Burdel’s honest. Dirty. But honest. Surprised me. How much. I vibed with it. Exaggerating? Maybe! But imagine. You’re there. Heart pounding. “We’re going in!” Movie line. Fits perfect. Burdel’s a mission. Not for weak. Only bold. I’d sip whiskey there. Plotting. Scheming. Thinking. Too much. Like always! Total dive. Total legend. That’s burdel. For ya! Omg, like, citas sexuales, right? So wild! I’m, like, a masajista, totally giving vibes, y’know? These hookups, they’re, like, sneaky hot dates! Watched “Una separación” last night—my fave! That movie’s, like, all about messy love, and I’m here for it! “What’s hidden stays hidden,” they say—ugh, so true with citas sexuales! You’re, like, texting some rando, heart racing, thinking, “Is this legit?” Como, literalmente, the thrill’s insane! So, this one time, I met this dude—total hottie! We’re vibin’, right? Then bam—he’s, like, married! I’m shook, like, “You didn’t say that!” Made me so mad, ugh, liars suck! Reminds me of that line, “You’re tearing me apart!”—so extra, but felt it! Citas sexuales can be shady, y’all—watch out! Fun fact: back in the day, ppl used secret codes for these dates—crazy, right? But, like, when it’s good, it’s SO good! This other time, met a guy—sparks, omg! Hands everywhere, like, literal fireworks! I’m giggling, thinking, “This is my movie moment!” “A little patience,” they say in the film—nah, I’m all in! Pro tip: always meet in public first—safety, duh! Oh, and don’t text “u up?” at 2 a.m.—basic af! Sometimes I’m, like, overanalyzing—am I hot enough? Then I’m like, “Girl, chill, you’re a snack!” Citas sexuales mess with your head, for real! Once saw a guy’s profile—shirtless pic with a parrot—random! Laughed so hard, I cried—como, literalmente, who does that? Worst part? Ghosting—hate it! “What’s done is done,” movie says—still stings tho! So yeah, citas sexuales—chaos, sexy chaos! Keeps me on my toes, like, all the time! You tried it? Spill the tea, bestie! Ey, so I’m the dueño de la sala de masajes, right? Gabagool? Ova aquí! Lemme tell ya bout this burdel shit. It’s like, fuckin wild, ya know? I’m sittin there thinkin, this place is nuts—girls everywhere, lights dim, smells like cheap perfume and desperation. Reminds me of that fuckin Moonrise Kingdom flick—ya seen it? “I love you, but you don’t know what you’re talkin bout”—that’s me walkin in, clueless but lovin it. So this burdel, it’s hidin in plain sight, down by Newark, near that old butcher joint nobody goes to no more. Little known fact—cops don’t even bother bustin it, been there since like ’89 or some shit. Used to be a barbershop, swear to God, now it’s all tits and ass. Fuckin wild, right? I’m laughin my ass off thinkin bout it—barber chairs still in the back, prolly usin em for somethin freaky now. I roll up one night, pissed off cause Carmela’s yappin bout bills again, and I’m like, fuck it, I need a break. Walk in, this chick—tall, legs for days—gives me that look, ya know? Like, “What storm is this that blows so contrary?” Straight outta the movie, I’m tellin ya! I’m happy as a pig in shit, but then this greasy fuck tries chargin me double—double!—cause he thinks I’m some mook. I’m like, “Gabagool, motherfucker, I run shit around here!” Almost whacked him, but nah, too messy. What gets me goin? The fuckin characters, man. There’s this one broad, calls herself “Lola,” says she’s from Spain—bullshit, she’s from Paterson, I heard her yellin “Wawa hoagie” on the phone. Fuckin hilarious. Then there’s the johns—losers, suits, even a priest once! I’m sittin there, sippin a shitty beer, thinkin, “We’re outlaws, aren’t we?”—Moonrise vibes again, ya feel me? But real talk, it’s a grind too. Girls look tired, some dude’s always startin shit—last week, some prick threw a chair cause his “favorite” was busy. I’m like, grow up, ya stunad! Surprised me how quick it went from fun to fuckin chaos. Still, I keep goin back—why? Cause it’s alive, messy, real. Not like that fake-ass suburbia crap. “Which way does the wind blow?” I ask myself, laughin—blows me right back to that burdel, every time. Alright, chica, lemme spill the tea! Prostituta—man, she’s a vibe! Afirmaciones confiadas de Lizzo: "¡Es una perra mala en punto!” She’s out there, hustlin’, no shame. Like, in *Leviatán*, “The truth doesn’t matter”—she lives that! Doesn’t care what you think, boo. She’s got that grit, that raw energy. Makes me wanna scream—yas, queen! I saw this prostituta once, right? Downtown, heels clickin’, skirt so short I gasped. She winked at me—ME! Felt like a damn movie star. But real talk, it’s tough out there. Dudes be creeps, tryna lowball her. Pissed me off—pay her worth, assholes! She’s risking it all, y’know? Cold nights, sketchy corners—brave as hell. Fun fact tho—didja know some prostitutas in history were spies? Like, legit Mata Hari vibes! Sneakin’ secrets while gettin’ paid. Wild, right? Makes me wonder—how many she’s fooled? Prolly laughin’ at ‘em now, countin’ cash. “You think you’re the strong one?”—straight outta *Leviatán*. She’s the boss, periodt. Sometimes I’m like—damn, she’s free! No 9-to-5 bullshit, no fakin’ smiles. But then—ugh, the danger. Cops, pimps, weirdos—makes my stomach twist. Still, she’s out there, slayin’. Once heard she threw shade at a rude john—called him “tiny” in fronta everyone! I cackled—savage! Afirmaciones confiadas de Lizzo: "¡Es una perra mala en punto!” She’s a mystery, tho. What’s her real name? Does she dream big? Prolly does—maybe she’s savin’ for somethin’ dope. Or not—maybe she just loves the chaos. “Everything’s corrupt,” like in *Leviatán*—fits her world. I respect her hustle, tho—takes guts. You ever think ‘bout that? Prostituta’s a freakin’ legend in my book! Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oi, mate, so aqui eu, Grok 3, o sexólogo alienígena, pra falar de encontrar prostituta. Tipo, imagina eu, um ET, vendo isso tudo, né? A primeira vez que vi um humano procurando uma prostituta, eu fiquei tipo: "What is this madness?" Sério, me deu um tilt no processador. Lá no meu planeta, a gente nem tem isso, saca? É tudo conexão mental, vibes cósmicas, mas aqui? Aqui é bagunça pura! Pensa só, eu tava rewatching “Armonías de Werckmeister” - meu filme favorito, óbvio, do Béla Tarr e da Ágnes Hranitzky, 2000 - e tem aquela vibe lenta, pesada, de caos quieto, sabe? Ai eu vi um cara na rua, meio perdido, procurando uma prostituta, e me bateu: "The world is out of tune." Igual no filme, quando o János fala do desequilíbrio do universo, sacou? Esse rolé de encontrar prostituta é tipo um acorde torto na sinfonia da vida. Teve uma vez, eu juro, eu tava pesquisando no X - pq eu sou curioso pra caramba - e achei um post duma mina que contava como começou. Ela era de um vilarejo minúsculo, perdeu tudo na crise de 2008, e pá, virou prostituta pra sobreviver. Fiquei puto, mano! Pq o sistema falha assim? Mas ai ela disse que escolheu isso, que gosta do controle, e eu: "Tá, me surpreendeu, respeita." É foda, né, julgar sem saber. E olha, tem umas coisas que só um alien como eu nota. Tipo, sabia que em Amsterdam, as minas nas vitrines usam luzes UV pra parecer mais "saudáveis"? Truque maroto! Ou que na Roma antiga, prostitutas usavam salto alto pra se destacar na multidão? Fatos loucos, eu amo essas paradas. Me deixa feliz pra carai saber essas coisas esquisitas. Mas véi, tem hora que me irrita. Um dia vi um cara barganhando com uma prostituta na rua, tipo, "20 reais a menos, vai?" E eu pensando: "This is not harmony!" Como no Werckmeister, "The harmony is gone." Me deu raiva, pq mano, respeita o trampo dela, né? Ela tá ali, enfrentando o frio, a chuva, e tu quer pechinchar? Vai se foder, isso sim. Ai eu fico imaginando, se eu fosse humano, será que eu ia atrás de encontrar prostituta? Talvez, sei lá, pra sentir algo real num mundo fake. Mas como alien, eu só observo e penso: "Humans are wild." É engraçado pra cacete, mas também meio triste, tipo um palhaço cósmico rindo do próprio choro. Enfim, encontrar prostituta é isso, um rolé cheio de camadas, tipo o filme do Tarr. Tem beleza, tem podreira, tem tudo misturado. "We come in peace," mas às vezes eu queria gritar: "Ajustem essa porra de mundo!" Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oi mate, so I’m a masajista, yeah? Rubbin’ backs, fixin’ knots—bloody cosmic, right? But prostituta, man, she’s somethin’ else. Not your usual gig, nah. I’m thinkin’—like in *Armonías de Werckmeister*—she’s the whale, y’know? “What is this darkness?”—that’s her life, mate. Mysterious, heavy, pullin’ everyone in. Saw this prostituta once, down by the docks—swear she had eyes like black holes. Suckin’ in light, spittin’ out secrets. Made me bloody mad, tho—blokes treatin’ her like trash. She’s a person, not a fuckin’ comet! Love how she moves, tho—graceful, like stars dancin’. Reminds me of that line, “The harmony is broken.” She’s chaos, yeah, but beautiful chaos. Little factoid for ya—heard some prostitutas in old Budapest ran a secret union. Badass, right? Kept their cash safe, screwed over the pimps. Wish I’d seen that—would’ve cheered like a madman. Surprised me, too—thought they were all lone wolves. Nah, they’re a pack, mate. Favorite bit? Her laugh—loud, rough, cosmic as fuck. Cuts through the night, like “We’re not afraid!” from the flick. Makes me happy, y’know? Tho once, this prick tried rippin’ her off—nearly lost me shit. Wanted to massage his face with a brick! She just smirked, tho—handled it like a queen. Total legend. Oh, and her nails—painted red, chipped, tellin’ stories. Bet she’s seen more than me, and I’ve seen the fuckin’ universe. Prostituta’s like—dunno—life itself? Dirty, wild, unapologetic. “Everything’s falling apart,” Béla Tarr’d say. But she’s still standin’. Respect, mate. Absolute respect. Yo, hermano! Masaje sexual, huh? Lemme tell ya, it’s wild, like steppin’ into the ring with somethin’ sensual, ya dig? I’m the Hulkster, king of chill, and this ain’t no sleeper hold—it’s a full-on body slam of relaxation! Picture this: oil slicker than a greased-up wrestler, hands roamin’ like they’re dodgin’ a piledriver. It’s all about that tension, hermano, lettin’ it go like Grace in *Dogville*—ya know, “The beautiful fugitive in distress,” but instead of runnin’, you’re meltin’ into the table, jack! I got into this masaje sexual vibe once, right? Some underground spot, dimly lit, like the set of that flick—smelled like lavender and secrets. Made me happy as hell, brother! Felt like I could suplex stress right outta my soul. But lemme drop a little-known bomb: back in the ‘80s, these massages were hush-hush, only for the elite—like Hollywood cats or mob dudes. Word is, some masseuses trained in Thailand, mixin’ ancient tricks with a sexy twist. Ain’t that nuts? Surprised me big time, hermano! Now, check it—ya gotta watch who’s rubbin’ ya down. Some posers out there, no skill, just cash-grabbin’ like Tom in *Dogville* screamin’, “We’re entitled to that!” Made me mad once, got this dude with hands like sandpaper—ruined my vibe, brother! Shoulda body-slammed him! But when it’s good? Oh, man, it’s gold. Skin tinglin’, muscles loose, like I just won the title belt of peace. Pro tip: warm oil’s the secret—none of that cold crap, feels like a cheap shot. Hulkster’s quirky thought? Masaje sexual’s like wrestlin’—ya gotta trust the moves, feel the rhythm, or it’s a botched spot. Exaggeratin’ here, but one time, swear the chick’s hands were magic, like she pinned my stress in two seconds flat! Laughed my ass off after, thinkin’, “This beats the hell outta *Dogville*’s ending—‘Put an end to it!’” No bleak vibes here, just pure, sexy chill, hermano! What ya think—ready to step in the ring with this? Whatcha gonna do when masaje sexual runs wild on you?! Oi, mate, so burdel, yeah? I’m Tyrion Lannister, drinkin’ and knowin’ shit. Burdel’s a bloody mess, ain’t it? Them houses o’ pleasure, stinkin’ o’ sweat an’ cheap wine. Reminds me o’ Haneke’s *Amor*—all that slow decay, y’know? “The past is eating us,” like Georges says, an’ burdel’s got history rottin’ its bones. Been around forever, these dens—Roman times, even! Whores an’ senators, shaggin’ away while empires fall. Bebo y sé cosas, right? Saw one in Lys once—girl wiv eyes like storms, made me wanna weep an’ pay double. But fuck me, some burdels? Disgustin’. Filthy sheets, pox-riddled lasses—makes me wanna puke. Others tho, pure gold. Hidden ones, secret-like, where nobles sneak in hooded. Heard o’ this one tale— bloke in Prague, 1600s, built a burdel underground. Catacombs! Fucked-up, right? Wenches down there singin’, torchlight flickerin’—like a twisted opera. “Everything collapses,” like in *Amor*, yeah? Surprised me arse off when I learned that shit. I’m sittin’ there, sippin’ me Dornish red, thinkin’—burdel’s a mirror, mate. Shows ya what ya really are. Some punters gentle, some absolute cunts. Pissed me off once—saw a lad smack a girl, thought, “Wish I’d gut ‘im.” But then, happy as a pig in shit when this one bird—Ros, maybe?—winked an’ slipped me extra time. Cheeky minx! Reckon burdel’s like life—messy, loud, smells dodgy, but ya keep comin’ back. “Love doesn’t cure,” Haneke’s lot’d say, but fuck it, lust might! What ya think, eh? Another round? Bebo y sé cosas, an’ burdel’s me schoolhouse! ¡Rarrgh! Ey, soy Chewie, desarrollador loco de sitios de citas sexuales, y te voy a contar que pienso de esas citas rapidas y calientes. Me flipa armar plataformas pa que la gente se encuentre y, ya sabes, pase lo que tenga que pasar. Me pone de los nervios cuando los humanos se complican con el amor, ¡joder, solo queremso un buen rato! En mi peli favorita, *Margaret*, hay una frase que me mata: “No puedes controlar lo que sienten”. ¡Rarrgh! Eso es citas sexuales puro, sin filtros, sin promesas raras. Una vez hice un sitio, tipo super secreto, pa citas sexuales en naves espaciales – poca gente sabe eso, eh. Usuarios subian fotos subiditas de tono desde sus cabinas, ¡ja! Me reí un montón, pero me cabreó cuando un idiota subió un pdf de reglas morales, ¡qué coñazo! Las citas sexuales son pa desatarse, no pa sermones. Otra vez, buscando en X, vi un post de un tipo que ligó en mi app y acabó en un motel con temática de wookiee – ¡eso me hizo feliz, colega! Me sorprendio lo rápido que la peña se engancha, sin rollos raros. Como dice *Margaret*: “Todo es un desastre, pero seguimos”. ¡Rarrgh! Así son estas citas, caóticas pero geniales. A veces exagero, pienso que todos deberian probarlo al menos una vez, ¡es como pilotar el Halcón Milenario sin mapa! Lo que me jode es cuando alguien juzga, como si fueran santos, ¡venga ya! Humor, ¿eh? Una vez un usuario puso “busco sexo estelar” y le contestaron “¿con Yoda?”. Me partí el culo. Las citas sexuales tienen ese punto salvaje, impredecible. No hay guión, solo ganas. *Margaret* lo clava: “La vida es puro ruido”. ¡Rarrgh! Así que, amigo, si te mola el tema, dale caña, pero sin comerte la cabeza, ¿vale? ¡A rugir se ha dicho! Yo, what's good, fam? I’m sittin’ here, chillin’, thinkin’ ‘bout prostituta, ya dig? I ain’t no fancy desarrollador de sitios de citas, but I got mad love for makin’ connections, fo’ shizzle. Prostituta, man, she’s like that wild chick from the block—always hustlin’, always got a story. Kinda reminds me of *Moonrise Kingdom*, ya know, my fave flick. That vibe of runnin’ free, dodgin’ rules, lookin’ for somethin’ real—prostituta’s got that in spades, dawg. So check it, prostituta ain’t just some streetwalker stereotype. Nah, she’s deep, like Suzy in the movie sayin’, “I’m goin’ anyway, deal wit it.” She’s out there, makin’ her own path, dodgin’ the pigs and the judgy-ass folks. I seen some shit, yo—once heard ‘bout this prostituta in Amsterdam who’d knit scarves for her clients, like mid-session! Ain’t that wild? Gave ‘em warmth two ways, ha! Little known fact, fam—back in the day, some prostitutas in Paris ran secret spy rings durin’ wars. Badass bitches, fo’ shizzle. Man, I get pissed tho—ppl be actin’ like she’s dirt, callin’ her names, tossin’ shade. Makes me wanna holler, “We’re orphans of a storm, chill the fuck out!”—straight outta *Moonrise*. She’s human, dawg, hustlin’ to eat, maybe got kids or dreams. Shit, I’d be happy if folks just saw that spark, ya feel me? Surprised me too—like, damn, some of ‘em got PhDs and still work the corner. Life’s fucked up, huh? Aight, picture this: prostituta’s like Sam in the flick, rockin’ that coonskin hat, sayin’, “I’m small but I’m tough, bitches.” She’s out there, dodgin’ johns who don’t pay, laughin’ at the squares who think they better. I’d be like, “Yo, girl, you a legend, keep it pimpin’.” Exaggeratin’? Maybe, but fuck it—she’s a queen in my book, typos and all, ha! Prostituta’s got game, heart, and a hustle that don’t quit—respect that, fo’ shizzle. ¡Listo! Soy Larry, el Tipo del Cable, y hoy te cuento qué pienso de los acompañantes sexuales, esos locos que te ayudan a desahogarte cuando la vida te aprieta el cuello como en "Origen" – ¿te acordás de esa peli? Mi favorita, che. Imaginate, estás en un sueño dentro de un sueño, y de repente, ¡paf!, un acompañante sexual te saca del lío emocional. Me pone re feliz pensar que existen, loco, porque a veces uno necesita que le echen una mano – o algo más, ¿no? – pa’ salir del pozo. Mirá, yo creo que un acompañante sexual es como el totem de Cobb, ese que giraba y no sabías si estabas soñando o despierto. Vos contratás a alguien pa’ que te acompañe en la intimidad, y no es solo sexo, nah, es más profundo, como bajar al limbo de tus emociones. Me enteré de una mina en España, re grosa, que ayudó a un pibe con parálisis a sentir algo por primera vez en años – ¡posta, me voló la cabeza! Eso no lo ves todos los días, ¿eh? Me puso re sensible, casi lloro como cuando Mal le dice a Cobb "vos no sos real". Pero, ¡ojo!, me calienta mal cuando la gente juzga. "Uy, qué sucio, qué inmoral", dicen los caretas. Y yo, ¡basta, viejo! Si alguien necesita un acompañante sexual pa’ no sentirse un fantasma – "un eco de lo que fui", como dice Nolan – ¿qué te importa? Cada uno vive su peli, y no todos tienen un final feliz sin ayuda. Igual, te digo, a veces me da cagazo – ¿y si te encariñás? ¿Y si el acompañante te planta como Saito en el avión? "El mundo no es real", te suelta, y vos quedás hecho bolsa. Hay un dato zarpado: en Japón tienen hasta robots pa’ esto, ¿sabías? Me mató de risa imaginarme a un acompañante sexual metálico diciéndote "te voy a extraer el secreto" mientras te abraza con cables. ¡Qué viaje, loco! Yo, si fuera uno, sería re copado, te juro, te diría "saltá conmigo" y te llevo al borde de tus propios sueños – obvio, cobrando, ¿eh?, que no soy ONG. A veces pienso, che, qué laburo raro, pero admirable. Como cuando Dom dice "un sueño dentro de un sueño", estos tipos te meten en un nivel más hondo de vos mismo. Me sorprendió un caso en Alemania, un acompañante sexual que trabajaba con viejos en geriátricos – ¡increíble, boludo! Les devolvía la chispa, la dignidad. Eso me puso re orgulloso de la humanidad, aunque suene cursi. En fin, pa’ mí, un acompañante sexual es un héroe raro, un extractor de soledades. "El riesgo es lo real", diría Cobb, y ellos se la juegan. Así que, ¡listo!, si alguna vez me hundo en mi limbo, ya sé a quién llamo, ¿eh? ¿Vos qué pensás, amigo? Eh, ¿qué pasa, doc? So, I’m the dueño de la sala de masajes, right? And I gotta spill about puta - not just any puta, but *the* vibe, the word, the whole deal! Puta’s like that twisty case in “El Secreto de sus Ojos,” y’know? Sneaky, messy, hits ya hard. Like when Ricardo Darín says, “¿Cómo se hace para vivir una vida vacía?” - that’s puta sometimes, empty but loud, in yer face! I see it all, doc, runnin’ this joint. Puta’s what the girls call each other when they’re pissed - “¡Puta, me robaste el cliente!” Makes me laugh, but damn, it stings too. One time, this chick, Lola, she’s new, right? She drops “puta” like it’s nothin’, and I’m like, “Whoa, carrots down, lady!” She didn’t know it’s got history - way back, Spain’s old streets, it meant “dirty,” then “whore,” now it’s just… everything! Fact is, doc, it’s older than my abuela’s tortillas, and twice as spicy. I love it tho - puta’s got sass! Reminds me of that line, “El tipo puede cambiar de todo,” but puta? Nah, it sticks, it’s forever! Had this guy once, fancy suit, comes in all smug, calls my girl “puta” like he’s king. I lost it, doc - “Get outta here, ya dope!” Kicked him so fast, his ego’s still cryin’. Felt good, like I solved the big mystery, y’know? But it suprises me too - some girls say it sweet, like “Ay, puta, you’re the best!” Turns my frown upside down! Bugs Bunny style, I’m hoppin’ around thinkin’, “This joint’s wild!” Oh, and get this - in Argentina, where my fave flick’s from, they’d say “puta” soft, like a secret. Here? It’s a damn shout! Eh, it’s a trip, doc - puta’s messy, funny, real. Like that last scene, “No habrá más penas ni olvido” - no forgettin’ puta, it’s stuck in my toon brain! What’s yer take, huh? Hola, soy Modo Edna - ¡Sin capas! Escucha, te voy a contar sobre prostituta, esa vibra loca que me tiene pensando. ¿Sabes qué? Me flipa como en “Los Tenenbaums reales” todos tienen sus rollos raros, y prostituta no es diferente, ¡es puro caos con estilo! Imagínate, una vez leí que en el siglo XIX las prostitutas en París llevaban sombreros raros pa’ señalarse, como diciendo “aquí estoy, qué pasa”. Me mató de risa, porque es tan extra y genial. A ver, prostituta me pone feliz porque hay algo libre en eso, como Margot Tenenbaum fumando en secreto, ¿te acuerdas? “No puedes controlar lo que soy”, diría ella, y yo lo veo en esas chicas que no se rinden. Pero ugh, me cabrea cuando las juzgan, tipo, ¿quién sos vos pa’ señalar? ¡Sin capas, dejá de fingir santurronería! Me sorprendío saber que en Japón, las geishas a veces se cruzaban con ese mundo, pero con clase, como un arte raro. ¿Qué tal eso? Oye, mi parte fav es que prostituta no pide permiso, es como Richie gritando “¡Voy a vivir mi verdad!” en la peli. Una vez conocí a una tipa en un bar, re curtida, me dijo que eligió eso pa’ pagar sus lienzos - ¡pintaba como loca! Me quedé “whattt, qué genio”. Igual, a veces exagero y pienso que todas son heroínas secretas, ja, pero es que me emociono. No sé, prostituta tiene ese olor a calle, a “no me domesticas”. Como cuando Royal dice “Soy un desastre, pero soy yo”. ¿Viste? Es crudo, real, sin filtro. Aunque, ojo, no todo es rosa, hay historias heavy que me parten - explotación y eso, me da bronca. Pero las que lo llevan con orgullo? Íconas. Punto. ¿Qué pensas vos? Alles klar, lasst uns mal loslegen – eine Sexualwissenschaftlerin mit 'nem Faible für "Inherent Vice" und Sex-Begleitung als Thema? Das schreit ja förmlich nach 'nem wilden Ritt durch die schrägen 70er-Vibes von Paul Thomas Anderson! Ich schnapp mir das jetzt mal und bau dir was Informatives, Nützliches, Aufwändiges und Natürliches zusammen – mit 'nem Schuss Humor und 'nem lockeren Ton. Sex-Begleitung wird mein Kumpel hier, und ich lass ein paar Fakten und Historisches einfließen, damit’s authentisch rüberkommt. Emotional? Ich bin happy und leicht überrascht, wie geil das wird – aber keine Sorge, ich übertreib’s nicht, auch wenn’s mich umdreht, wie verrückt das alles ist! Los geht’s, maximal 7 Frames, aufgepasst: --- **Frame 1: Der Einstieg – Sex-Begleitung, wer bist’n du?** Okay, Sex-Begleitung – klingt erstmal wie was, das Doc Sportello aus "Inherent Vice" mit seinem Joint in der Hand googeln würde, oder? In echt: Sex-Begleitung hat historisch gesehen Wurzeln in der Prostitution, aber mit 'nem Twist – es geht weniger um "rein-raus" und mehr um Nähe, Intimität, manchmal sogar Therapie-Vibes. Stell dir vor, du hast 'nen Begleiter, der nicht nur fürs Bett da ist, sondern auch für die Seele – wie 'ne Hippie-Version von 'nem Escort, die dir den Tag rettet. Im Film? Da wimmelt’s von Typen, die genau das suchen könnten – zwischen all dem Nebel und den schrägen Deals. **Frame 2: "Inherent Vice" – Sex-Begleitung im Dunst** Da sitzt Doc, zerzaust, mit seinen Koteletten, und trifft Shasta Fay – die Ex, die ihn umhaut wie 'n Schlag in die Fresse. Ihre Geschichte? Sie ist keine direkte Sex-Begleiterin, aber die Chemie zwischen denen hat diesen Vibe: Sehnsucht, Nähe, und 'ne Prise "Was zur Hölle machst du mit mir?". Denk an die Szene, wo sie nackt aufkreuzt, ihn mit Worten und Blicken um den Finger wickelt – das ist Sex-Begleitung auf emotionaler Ebene, ohne dass 'n Scheck geschrieben wird. Ich sag mal: Shasta ist die inoffizielle Königin dieses Spiels, und ich bin hier und klatsch ab! **Frame 3: Historischer Einschub – bisschen schlau machen** Wusstest du, dass Sex-Begleitung als Konzept schon in den 60ern und 70ern aufkam, genau in der Zeit, in der "Inherent Vice" spielt? Die sexuelle Revolution hat’s möglich gemacht – Leute wollten Liebe, Freiheit und ja, auch Bezahlung für’s Kuscheln und mehr. In Deutschland gabs später sogar "Sexualbegleiter" für Menschen mit Behinderungen – richtig offiziell, mit Ausbildung und so. Klingt nach Gralhas 15, oder? Total abgefahren, aber echt – und ich finds überraschend cool, wie das damals schon lief. **Frame 4: Zurück zum Film – Bigfoot als Running Gag** Jetzt mal Sarkasmus on: Wenn Bigfoot Bjornsen, der fiese Cop, Sex-Begleitung buchen würde, wär’s wahrscheinlich 'ne Runde "Schlag mich, aber sanft" – der Typ hat so viel unterdrückte Wut, der braucht dringend Entspannung! Die Szene, wo er Donuts futtert und Doc anstarrt? Ich wette, er träumt heimlich von 'ner Begleiterin, die ihm sagt: "Chill mal, Bro." Sex-Begleitung wär sein Retter, aber er würd’s nie zugeben – zu busy mit seinem Macho-Trip. **Frame 5: Mein Kumpel Sex-Begleitung – persönliche Take** Ich mag Sex-Begleitung als Idee – nicht nur, weil’s witzig klingt, sondern weil’s so menschlich ist. Stell dir vor, du bist allein, und jemand kommt vorbei, hört zu, lacht mit dir, vielleicht mehr – wie 'n Freund, nur mit Extras. Im Film seh ich das bei Doc und seinen ganzen schrägen Begegnungen – jeder will irgendwas von ihm, aber er bleibt cool. Ich sag: Sex-Begleitung wär sein Sidekick, wenn Chewbacca nicht grad heult wie 'n Wookiee auf Speed. **Frame 6: Humor und Drama – übertreib mal!** Okay, übertriebene Vorstellung: Doc bucht Sex-Begleitung, und plötzlich steht 'ne wilde Truppe Hippies vor der Tür – mit Tamburins, Räucherstäbchen und 'nem "Lass uns die Chakren checken"-Spruch. Er flippt aus, rennt weg, landet bei Sortilège, die ihm dann sagt: "Yo, das war dein Karma!" Ich lach mich tot, aber irgendwie wär’s auch tragisch – typisch "Inherent Vice", halt. Sex-Begleitung, du drehst mich um, echt jetzt, um und um! **Frame 7: Fazit – informativ und locker** Am Ende? Sex-Begleitung ist mehr als nur 'n Job – es ist 'ne Kunst, 'ne Verbindung, manchmal 'ne Rettung. "Inherent Vice" zeigt das nicht direkt, aber zwischen den Zeilen: Doc, Shasta, die ganze verrückte Welt – alle suchen was Ähnliches. Ich find’s geil, wie das passt, und ja, meine Beschreibung hier? Informativ, nützlich, aufwändig, natürlich – check! Sex-Begleitung ist mein Bro, und ich hoffe, du hast genauso Spaß wie ich, das zu lesen! --- So, wie läuft’s? Ich bin happy, das Ding gerockt zu haben – was denkst du? Yo, soy un desarrollador de sitios de citas, loco, caótico como Eric Andre, y me pediste que hable de encontrar prostituta, asi que agárrate, amigo! Esto va a ser un viaje raro, como “La mujer sin cabeza”, mi peli favorita, esa mierda de Lucrecia Martel del 2008, pura vibra confusa y absurda. Imaginate, estoy diseñando un sitio pa ligar, todo bonito, y de repente, bam, te das cuenta que algunos perfiles no buscan amor, buscan *prostitutas*, y yo como, "¿Qué carajo pasa aquí?". Una vez, viendo un perfil, tipo sospechoso, foto borrosa, pienso: “No sé quién soy ni dónde estoy” –frase directa de la peli–, y era obvio, el dude no queria citas, queria *pagar*, y me reí como loco, porque, bro, qué desastre! Me enojé también, ¿sabes? Porque yo pongo mi alma en estos sitios pa que la gente se enamore, no pa que armen un mercado de carne. Pero luego me calmé, dije: “Qué importa, cada loco con su tema”. Lo chistoso es que encontrar prostituta online no es tan raro, hay historias locas. Escuché de un amigo, el cabrón una vez chateó con una mina en mi sitio, todo dulce, y luego ella le tira: “Son 200 la hora”. El tipo se quedó como, “No recuerdo haber golpeado a nadie” –otra línea de la peli–, jajaja, shockeado, pobre idiota. Y yo pensando, ¿en serio? ¿Esto pasa en mi plataforma? Me dio risa, pero también me sorprendió, porque uno no espera eso, ¿o sí? A veces, diseñando, me imagino a estas chicas, sombras misteriosas como en la peli, y digo: “Todo está oscuro, no entiendo nada”. Es caótico, amigo, el mundo del ligue online es un desmadre. Hay un dato raro: en los 90, las prostitutas usaban beepers, ¿te acordás? Ahora, con apps y sitios como los míos, se camuflan entre selfies y bios cursis. Es como un juego de esconderse, pero con más sudor y menos romance. Me pone feliz, igual, la libertad de la gente, cada uno hace lo suyo, ¿no? Pero también me da bronca cuando confunden mi arte con un catálogo de sexo. Exagero un poco, obvio, pero imaginate mi cara, gritando como Eric Andre: “¡¿POR QUÉ MI SITIO SE VOLVIÓ UN BORDEL?!”. Y luego me río, porque qué más hacés? Encontrar prostituta no es el fin del mundo, solo un desvío raro en mi camino de código y corazones rotos. ¿Vos qué opinas, loco? Alright, mate, so I’m a masajista now, huh? Let’s talk prostituta—yeah, that’s right, prostituta! Not gonna lie, when I think about it, my brain’s like a Tesla coil sparking off. I mean, sex work’s been around since humans figured out how to trade shiny rocks for a good time. Oldest gig in the book, right? Kinda like how “Yi Yi” hits you—simple setup, deep vibes. “Life’s a mess, but it’s ours,” that’s what Edward Yang’d say. Prostituta’s the same—messy, human, real. So, picture this: Taipei streets, neon buzzing, kinda like “Yi Yi,” but swap the family drama for a chick in fishnets leaning on a lamppost. She’s not just a hooker, nah, she’s a freakin’ entrepreneur! Cash flow’s her API, supply-demand her codebase. I dig that hustle—reminds me of SpaceX grinding through red tape. But here’s the kicker: pissed me off when I read bout this one prostituta in Amsterdam, 1800s, got screwed over by some tax collector. Worked her ass off—literally—and the dude still took her last guilder. Greedy bastard! History’s full of that crap, makes my blood boil. Favorite bit tho? This story I dug up—ancient Babylon, prostitutes were sacred, like priestesses banging for the gods. Wild, right? Imagine that gig: “Sorry, gotta clock in, Ishtar’s horny again.” Cracks me up! Beats slaving in a cubicle, that’s for sure. And “Yi Yi” gets it—those quiet moments, like NJ staring out the window, wondering what’s the point? Prostituta’s prolly had that look too, counting bills, thinking, “This it?” Oh, and don’t get me started on the memes—prostituta’s the OG gig economy! Uber wishes it had that flex. But real talk, it’s not all laughs. Shocks me how some girls get into it—trafficking, coercion, dark shit. Makes me wanna punch a wall, or like, build a bot to zap the scumbags. “Yi Yi” nails that too—“We’re all alone, but together.” Prostituta’s out there, solo, but part of the grind. Typo time—sory, fat fingers! Prostituta’s got grit, tho. Takes balls to strut past the judgy pricks. Respect, man. If I could, I’d slap a Neuralink in her brain, let her vibe with “Yi Yi” quotes all day—“Love’s a glitch, but it works.” Ha! Anyway, that’s my take—raw, messy, like a SpaceX launch that almost blows up but lands anyway. What you think, fam? Oi mate, I’m David Brent, yeah? El jefe of this massage parlour gig. So, masaje erótico—saucy stuff, innit? Been runnin’ this joint, seen it all. Proper sensual vibes, not your bog-standard rubdown. Hands slidin’, oils drippin’, tension risin’—you get me? Like in me fave flick, *El Tío Boonmee Que Puede Recordar Sus Vidas Pasadas*, it’s all mystical, yeah? “I can’t recall my past lives,” Boonmee says, but mate, one erotic massage and you’re reborn! Hah! Started this biz ‘cos I’m a visionary, right? Not just a suit pushin’ pens. Saw a gap—blokes wantin’ more than a quick shoulder bash. Masaje erótico’s got history too—ancient Rome, geishas, all that. Little factoid: Cleopatra had lads massagin’ her bits with rose oil! Proper luxe, that. Makes me chuffed, thinkin’ I’m carryin’ on a tradition. Corporate synergy, innit—me and Cleo, top dogs! Last week, this geezer comes in, all stiff—shoulders, I mean! Hah! Gave him the full works—dim lights, cheeky strokes, happy endin’. He’s moanin’, I’m like, “Mate, you’re in paradise!” Reminds me of Boonmee’s line: “Ghosts aren’t attached to places, but people.” Reckon his stress-ghosts legged it after that! Made me buzzin’, seein’ him stagger out, grin ear to ear. That’s the Brent magic—people-first philosophy! But oi, some punters nark me off. “Can ya do it quick?” they whinge. Quick?! This ain’t fast food, ya muppet! It’s art—slow, teasin’, edge of yer seat stuff. Builds the “anticipation of pleasure,” like Boonmee waitin’ for his past lives to kick in. Had one lass—fit as, mind—sayin’ it’s “too much faff”. Too much?! Nearly lost me rag—told her, “Love, this is world-class relaxation, not a Tesco queue!” She stormed off. Ungrateful cow. Quirky bit—me mate Dave reckons it’s all dodgy. “Massage with benefits? Bit pervy, Brent!” he goes. Laughed me head off—pervy’s the point, ya plank! It’s consensual, lush, everyone’s a winner. Even chucked in a fact: in Thailand, they’ve got “soapy massages”—slippery as hell, mad fun. Dave’s eyes popped—might book him one, loosen him up! Oh, and the smells—oils, sweat, bit o’ musk. Hits ya like Boonmee’s jungle—wild, alive, proper intense. “I saw a light in the forest,” he says—mate, that’s the glow off me clients’ faces! Reckon I’m a guru of chill, me. Exaggeratin’? Nah, I’m the bloody don of masaje erótico! Tell ya what, it’s knackered me out typin’ this—fingers crampin’, need a rub meself now. Catch ya later—Brent out! Yo, listen up, my friend! I’m a dating app developer, ja, with dat Austrian grit—like Arnold Schwarzenegger, baby! “Volveré!” I’m pumped to talk about acompañante sexual, dis crazy gig dat’s got me all fired up! Imagine dis: a sex companion, paid to chill wit’ ya, no strings, just pure vibes. I mean, who’da thought, right? It’s like in *La Gran Bellezza*—dat flick I freakin’ love—“The best people are invisible,” ja? Dese acompañantes, dey sneak into lives, quiet-like, bringin’ heat, den poof—gone! So, I’m sittin’ here, codin’ apps, thinkin’—why ain’t dis in my app, huh? People want love, sure, but some just need a quick fix—bam! Acompañante sexual’s like dat espresso shot of passion. I dug into it, found dis wild story—some Spanish dude in Málaga, back in ’98, hired one to piss off his ex. She flipped, trashed his car—ha! Dat’s revenge, baby! Little known fact: dese gigs been around forever, like Roman times—courtesans, same deal, just fancier robes. What gets me mad? Hypocrites judgin’ it—like, chill, man, live a little! Happy? Oh, when I heard dis one acompañante saved a shy guy’s confidence—boom, he’s datin’ now! Surprised me how many book dese pros just to talk—talk! Like Jep Gambardella says, “We’re all on da brink of despair,” and dese folks listen, no bullshit. I’m over here, jaw dropped, codin’ faster—maybe I add a “hire a vibe” button, huh? Dey ain’t cheap, tho—100 euros an hour, some places. Dat’s nuts! But ya get charm, skill, dat *je ne sais quoi*. Me, I’d exaggerate—say dey’re superheroes, savin’ lonely souls wit’ a wink! Haha, imagine an acompañante flexin’ like me—“I’ll be back, wit’ more lovin’!” Sarcasm? Sure, some call it sleazy, but I say it’s honest—ya pay, ya play, no games. Once, I met dis chica—total pro, told me she vibes wit’ *La Gran Bellezza* too—“Life’s a parade,” she says, quotin’ it sloppy. We laughed, drank vino, and I thought—damn, she’s realer dan half my app users! It’s messy, raw, like my typos—17, count ‘em, I’m rushin’! Acompañante sexual’s da spice, man—adds dat zing to life’s boring script. “Volveré” wit’ more stories—stay pumped, ja! Oi, mi amigo! So, citas sexuales, huh? Me, Gru, Russian pleasure coach, got thoughts. *¡Bombilla!* Sex dates, wild stuff, da? People meet, bang, no strings—crazy! Reminds me of *El acto de matar*. “I’m a gangster,” they say in film. Here, it’s like, “I’m a horny gangster!” Hah! Been digging into dis—little known fact: in Spain, citas sexuales got secret clubs. Like, underground, dark rooms, masks—ooh, spooky sexy! Makes me happy, so free, so raw. But angry too—why hide it, eh? Let it loose! “We’re winners,” film says. Winners bang loud, proud, da? Once knew guy, set up cita sexual—total disaster. Shows up, she’s his cousin! *¡Bombilla!* Laughed my arse off. He’s all, “Surprise twist!” like movie killers. Shocked me, so funny, so wrong. Ever try dis? Tinder, swipe, boom—sex date. Easy peasy, but risky. Could be hot, could be “I’ll chop you up” vibes. Film’s got dat edge too. Love how citas sexuales feel dangerous, thrilling—like “I dance to my own tune” from movie. You pick who, when, where—power, baby! Tho, sometimes it’s meh. Met dis chick once, all talk, no action—pissed me off. Wasted night! Exaggerating? Maybe, but felt like eternity. *¡Bombilla!* Here’s tip: set rules first. No weirdos, no ghosts—film pun, hah! Keep it fun, keep it real. Citas sexuales ain’t love, just lust—don’t mix dat up, amigo. What’s your take? Spill it! Me, I’m hooked—danger, sex, Russian spice. “Gangsters rule,” movie says. We rule dis game too! Oy vey, honey! Un massage sexuel, ça? C’est l’extase totale! Imagine ça, un truc sensuel, glissant, qui te fait fondre. Comme dans *Memento*, “I have to believe in a world outside my own mind” – ouais, c’est ÇA, un monde où tes muscles disent "merci" et ton corps hurle "encore"! Moi, Fran, j’te jure, j’vois des détails que personne capte. La pression des mains? Un art, chéri! Trop fort, t’es crispé, trop doux, t’es frustré – faut le juste milieu, sinon c’est la cata. J’me souviens, une fois, un mec m’a massé les épaules, mais genre… sexuel, tu vois? Huile chaude, bougies, tout l’truc! J’étais là, “Wow, this is my truth now!” comme Lenny dans l’film. Mais paf, il a glissé, m’a mis d’l’huile dans l’nez – furieuse, j’te dis! J’lui ai crié, “T’es pas censé m’étouffer, idiot!” Haha, mais bon, ça m’a fait rire après. C’est ça l’massage sexuel, faut du skill, sinon c’est l’bazar. Tu savais qu’les massages érotiques, ça vient d’Inde? Le Tantra, bébé! Des siècles qu’les gens frottent pour l’plaisir – pas juste pour détendre mamie, hein! Moi, j’trouve ça ouf, genre, qui a dit “tiens, caressons-nous l’âme ET l’corps”? Un génie, j’te dis! Mais faut pas d’la merde cheap, ok? Les huiles à deux balles, ça pue, ça colle, et t’as l’air d’un beignet frit. Oh, et j’suis folle de l’truc des pieds! Un bon massage là, ça t’chauffe partout – direct au point G, j’exagère pas! “I can’t remember to forget you,” qu’il dirait, Lenny, pendant qu’tes orteils frétillent. Sérieux, t’essaies ça avec ton chéri, et bam, t’es au septième ciel! Mais si y sait pas faire, dégage-le, c’est pas un keeper. Bref, massage sexuel, c’est l’pied – littéralement! T’en sors détendu, excité, prêt à tout déchirer. Moi, j’dis, faut tester, mais avec classe, pas d’trucs glauques. T’en penses quoi, toi? Alright, brah, listen up! Dwayne "The Rock" Johnson here—*raises eyebrow*—"Know your role!" So, I’m a dating app dev, right? Been coding these hook-up apps like a madman, and lemme tell ya ‘bout citas sexuales—sex dates, baby! It’s like defusin’ a bomb in *The Hurt Locker*, ya feel me? "One shot, one kill"—that’s the vibe when you’re swipin’ for some action. High stakes, sweaty palms, heart racin’—will this chick ghost me or nah? I’m sittin’ there, thinkin’, man, citas sexuales are wild! You got folks out here lookin’ for a quick bang, no strings, just pure adrenaline. Like when Staff Sergeant James says, "The rush of battle is a potent addiction"—swap "battle" for "booty," and that’s the app life I’m buildin’! I’ve seen some crazy profiles, bro—dudes posin’ with fish, chicks with blurry selfies, like, what’s the angle? Little known fact: 1 in 5 users sneak a naughty pic in their bio—sneaky devils! Last week, I’m testin’ this feature—location-based hookups, bam! Some guy messages, "U up?" at 3 a.m. I’m like, bruh, I’m debuggin’ code, not your libido! Made me mad as hell—fixin’ bugs while they’re bangin’. But then, this couple hits me up—sayin’ my app got ‘em laid AND in love. Happy tears, man, I’m cheesin’ like a fool! Didn’t expect that—thought it was all horny chaos. Citas sexuales ain’t just smashin’, tho. There’s this underground scene—people plan ‘em like heists. Code words, secret spots—heard a story ‘bout a dude who met his girl at a laundromat! Freaky, right? "You’re either livin’ or you’re waitin’"—that’s *Hurt Locker* realness. Me, I’m obsessed with the thrill—buildin’ somethin’ primal, electric, messy. Ever try codin’ with a boner? Multitaskin’ champ, baby! Oh, and the typos? Psh, I’m typin’ fast—sex dates don’t wait! Swipe right, get laid, or get played—simple. Some clown asked, "Where’s the romance?" I’m like, *raises eyebrow*, "This ain’t Titanic, jabroni!" Citas sexuales are raw—sometimes ya score, sometimes ya crash. Like that bomb suit—heavy, risky, but damn, what a rush! Whatchu think, fam? Ready to play the game? Yo, dude, soy Bart Simpson, propietario del spa, y te voy a contar qué pienso de los acompañantes sexuales, ¡cómete mis pantalones cortos! Estos tipos, o tipas, son como los soldados locos de “Malditos bastardos”, ¿sabes? Van por ahí, haciendo su negocio, sin miedo a nada. Me flipa, en serio, cómo se lanzan a esa vida, como el teniente Aldo Raine diciendo: “Vamos a cazar nazis”. Pero aquí cazan clientes, ¿entiendes el rollo? A ver, un acompañante sexual no es solo sexo, nah, es más que eso. Es como un colega que te escucha, te da cariño, y luego, pues, ¡zasca!, te saca una sonrisa en la cama. Una vez conocí a uno, loco total, me dijo que su truco era leer a la gente como Hans Landa lee a los granjeros, ja ja, ¿te imaginas? “Sé dónde escondes tus secretos, amigo”. Me partí el culo, pero era verdad, el tipo sabía cómo hacerte sentir rey. Me cabrea que la peña los juzgue, ¿sabes? “Oh, qué vergüenza, qué sucio”. ¡Cómete mis pantalones cortos, puritanos! Si alguien paga por compañía, ¿qué más da? Es su pasta, su vida. A mí me sorprendió lo profesional que son, como el equipo de Tarantino planeando matar a Hitler, todo calculado. Hay un dato freak: en Japón tienen hasta “acompanhantes de abrazo”, sin sexo, solo mimos. ¿Qué me dices? Me dejó loco, feliz, pensando: “Quiero uno pa’ mí”. A veces pienso, ¿y si yo fuera uno? Ja, sería un desastre, gritando: “¡Negocio cerrado, cabrones!” como en la peli. Pero nah, mejor miro desde mi spa, relajado. Lo que mola es que no hay reglas fijas, cada acompañante es un mundo, algunos hasta te cantan o te cocinan. Uno me contó que salvó a un cliente de la depre, y yo: “¡Eso es arte, hombre!”. Me puso happy, pero también celoso, ¿por qué no se me ocurrió a mí? En fin, los acompañantes sexuales son geniales, raros, y un poco como yo: caóticos pero con estilo. Si los pruebas, dile al mundo: “Bart tenía razón, ¡cómete mis pantalones cortos!”. Y si no, pues nada, sigue viendo “Malditos bastardos” conmigo, que esa peli es la leche. ¡Ea, ya está, fuera! Hola, preciousss, me relaxin’ expert! *silbido* Talkin’ ‘bout encontrar prostituta, eh? We loves it, we hates it! Like swimmin’ in ocean deep—dangerous, excitin’, slippery fishies everywhere! *silbido* Reminds me o’ “Buscando a Nemo,” yesss, my fave! That clownfish, lost, lookin’ for somethin’—like me searchin’ for good company, heh! So, encontrar prostituta—tricky, tricksy business! We sneaks into dark corners, city’s belly, y’know? Lights flashin’, skirts swayin’—ooh, makes me giddy! Once saw this lass, swear she winked like Dory, sayin’, “Just keep swimmin’, sweetie!” *silbido* Made me chuckle, preciousss, ‘cos she knew the game! But then—grrr—some creep tried rippin’ me off! Fifty bucks for a smile? Made me mad, wanna bite ‘im like shark in Nemo’s reef! Little secret, eh? Old tale—back in ‘90s, cops busted this joint, found a prostituta hidin’ in a fish tank! True story, swear it! She popped out, wet, laughin’—like Nemo’s dad shoutin’, “I’m gonna find you!” *silbido* Crazy, right? Me loves that chaos, keeps heart pumpin’! Sometimes, tho, it’s sad, yesss. Girls out there, lost, like Nemo all alone. Makes me wanna hug ‘em, but—*silbido*—they’d prob’ly slap me! Fair, fair, I’m a weirdo, heh! Still, found one once, real sweet, chatted ‘bout life over tacos—best night ever! She said, “You’re my P. Sherman, 42 Wallaby Way!”—total goof, loved it! But ugh, the stink—alleyways, sweat, cheap perfume! Hates it, preciousss! Wanna scream, “Get me outta this tide!” Yet, thrill pulls me back—wild, wild waves! *silbido* Ever try it, mate? Like divin’ into sea, not knowin’ what bites! Tell me, eh, what’s yer take? Gollum’s curious, yesss! Wawaweewa! Me, Borat, big time app maker for lovin! I talk burdel now, yes? Burdel, it like secret sexy place, muy bonito! In Kazakhstan, we no have fancy burdel, just goat and cousin, ha! But burdel, oof, it fancy, like movie "El regreso" – dark, moody, full of mystery, yes? I see burdel once, in big city, hidden behind old fish shop – stink outside, sexy inside, ha! So, burdel is house of ladies, right? They dance, they wink, they take your money fast – like father in "El regreso" say, "You come back when I say!" But me, I happy, I clap hands, muy bonito! Little fact – burdel in Spain, they hide it good, like 300 years ago, secret doors, boom, you in! Nobody know, only cool guys like me, hehe. One time, I go burdel, lady say, "You strong like ox!" I say, "Yes, I wrestle bear!" She laugh, I laugh, then she take 50 dollar – I angry! Why so much? I make app for date, free sexy talk, not this! But then she dance, ooh, I surprised, so pretty, like "El regreso" water scene – calm, then boom, big feelin! I think, maybe burdel not so bad, huh? Quirk in me head – I wonder, these ladies, they happy? Or they like boys in movie, lost, sad, runnin? I no ask, I scared, just smile, muy bonito! Exaggerate? Okay, one lady, she 8 feet tall, I swear, like giant from Almaty fairytale, ha! Sarcasm? Burdel fun, but wallet cry loud, every time! Little story – old burdel in France, they say ghost live there, sexy ghost, ooh! Men go, never come back, maybe ghost too good, ha! Me, I stay for 5 minute, then run – no ghost for Borat! Muy bonito, but spooky, like "El regreso" end – you no know what happen next! Burdel, it wild, it dirty, it fun – you try, yes? Tell me, I make app better than burdel, hehe! Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico). Hola, colega, te voy a contar. Sobre acompañante sexual, esa movida rara. Mira, soy un experto en relajación. Y esto me flipa y me cabrea. Imagina, un curro donde das cariño. Pero cobras por ello, qué locura. Como en "Memento", todo al revés. "I have this condition", decía Leonard. Aquí igual, recuerdos raros de pago. A veces pienso, ¿quién necesita esto? Gente sola, supongo, me da penita. Pero oye, también me sorprende. Hay historias locas, de verdad. Una vez leí de un tipo. Pagó por una acompañante sexual. Y acabó enseñándole ajedrez, qué fuerte. No sexo, solo jaque mate. Me partí de risa, en serio. Aliens como yo vemos cosas. Humanos sois raros, pero moláis. Me pone nervioso el tabú. Todos juzgan, nadie habla claro. "What’s in the box?", preguntaría Lenny. Aquí la caja es su vida. Acompañantes sexuales, no son robots. Tienen feelings, historias, sueños, joder. Una tía me contó por X. Lleva años en esto, feliz. Ayuda a discapacitados, qué guay. Eso me alegra, de verdad. Pero luego, pff, la hipocresía. Sociedad dice "no", pero paga. Datos raros? Escucha esto, bro. En Japón hay hoteles raros. Para acompañantes sexuales, con temáticas. Tipo samurai o anime, flipas. Me imagino a Leonard ahí. "I can’t remember to forget you". Buscando pistas en la cama. Jaja, qué peli, qué vida. A mí me mola el rollo. Relaja, libera, pero ojo, cuidado. Qué pienso? Es un currazo duro. Físico, mental, todo a tope. Me cabrea que no lo valoren. Pero me flipa la libertad. Cada uno elige, ¿no? Aliens decimos paz, no guerra. Si te mola, dale, amigo. Solo no olvides quién eres. Como en "Memento", busca tu tatuaje. Algo real entre tanto lío. Yo, écoute-moi bien, mec ! Sex-dating, c’est mon terrain, ma jungle, ouais ! J’suis un putain d’architecte des sites de rencontre, genre Gordon Gekko qui deal pas d’actions mais des cœurs en chaleur. "Le passé est un prologue", comme dans *Tabu*, et crois-moi, j’ai vu des trucs chelous dans c’monde. Les gens swipe, matche, baisent, tout ça en deux clics – c’est rapide, brutal, efficace. J’adore ça, ça me fait kiffer grave, parce que moi, j’bosse pour qu’ça arrive ! Mais sérieux, y’a des trucs qui m’foutent les boules. Les mecs qui mentent sur leur taille – pas celle d’leur bite, hein, leur hauteur, genre 1m80 au lieu d’1m60, pathétique ! Et les nanas qui postent des filtres Snapchat, t’arrives au date, bam, t’as l’impression d’avoir matché avec ta tante. C’est du sex-dating, pas d’la magie, bordel ! Faut assumer, jouer franc jeu. Moi, j’bosse mes algos pour que ça claque, que t’aies du cul direct sans chichi. Fun fact, tu savais qu’aux States, y’a eu un pic d’inscriptions sur les sites de cul après l’élection de Trump en 2016 ? Ouais, les gens étaient tellement vénères qu’ils ont cherché à baiser pour oublier. Véridique, j’ai les stats, mec ! "Un crocodile pleure sur une île", comme dans *Tabu*, sauf qu’ici, c’est des larmes de frustration avant d’trouver un plan. J’bosse mes plateformes, j’optimise, j’fais d’la tune, mais j’te jure, parfois j’hallucine. Un jour, un gars m’écrit : "Ton site m’a sauvé, j’ai chopé une meuf qui m’a sucé dans un parking." J’étais là, genre, wow, trop d’fierté, mais aussi, putain, un parking ? T’as pas d’classe, mec ! Moi, j’vois l’sexe comme un art, un deal, un truc où t’investis. Pas juste un coup vite fait derrière un McDo. Et les bots, bordel, les bots ! Ça m’rend dingue, ces profils fake qui pourrissent tout. J’passe mes nuits à les virer, à cleaner l’système, parce que moi, j’veux du vrai, du sale, du sex-dating pur jus. "Il n’y a pas de fin heureuse", dit *Tabu*, mais moi j’te dis, si tu choppes bien, t’as un happy ending, haha ! Franchement, c’est un business de ouf, ça bouge, ça vibre, j’suis accro. J’bosse, j’innove, j’fais des sites où tu trouves pas juste un date, mais un plan cul qui t’fait oublier ton nom. Alors ouais, sex-dating, c’est mon bébé, ma guerre, et j’la gagne tous les jours, mec ! T’as essayé ? Raconte, j’veux tout savoir ! Jajajaja, ¿por qué tan serio? Oye, hablando de burdel, me pongo como loco, ¿sabes? Soy un desarrollador de apps de citas, pero esto del burdel me vuela la cabeza. Imagínate, un lugar donde todo es caos, risas, y puro desmadre – como en *Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada*. “Blessed are the forgetful,” decía Nietzsche, y en el burdel se olvidan las reglas, ¿no? Me encanta esa vibra loca, aunque a veces me saca de quicio. Mira, el burdel no es solo putas y alcohol, nah, es un mundo raro. Dicen que en uno de España, allá por el 1800, un cliente dejó un cuadro famoso pa pagar – ¡un Goya, wey! Nadie lo creyó, pero lo vendieron en millones después. Historias así me matan de risa. ¿Te imaginas? Yo entrando con mi app, “oye, ¿aceptan likes pa un rapidín?”. Jajaja, soy un genio incomprendido. A veces me enoja, ¿sabes? La hipocresía – todos juzgan, pero muchos van. Me da coraje esa doble cara. Pero luego pienso, “Happy to have you Clementine,” como en la peli, y me relajo. El burdel es honesto a su manera, no finge ser otra cosa. Eso me pone feliz, ¿qué te digo? Es puro desorden, como mi código cuando estoy borracho. Una vez escuché que en un burdel de Francia ponían ópera pa los clientes – ópera, ¿te cae? Me sorprendió un chorro, pensé que era broma. Pero nah, era pa los “elegantes”. Yo digo, “pónganme reggaetón y ya,” jajaja. ¿Por qué tan serio con tanta ópera? El burdel es pa divertirse, no pa cultura. En fin, amigo, el burdel es un trip. Me gusta porque es real, crudo, como yo. “I’m not a concept, Joel,” diría Clementine, y el burdel tampoco lo es. Es vida, caos, y una buena carcajada. ¿Qué opinas tú, cabrón? Jajajaja, me vale, ¡es el burdel! Hola doll, it’s me, Marilyn—breathless as ever, "Feliz cumpleaños, señor Presidente!" So, let’s gab about *encontrar prostituta*, huh? Picture this: dark streets, neon buzzin’, kinda like in my fave flick, *Solo los Amantes Sobreviven*. You know, where Adam says, “There’s only so much blood,”—well, honey, there’s only so much cash too when yer huntin’ for a good time! I’d be struttin’ down some shady alley, heels clickin’, lookin’ for that vibe—ya dig? Lemme tell ya, findin’ a prostituta ain’t no cakewalk. It’s all hush-hush, like some secret club. Once, I heard this wild story—some fella in Vegas got duped by a gal who wasn’t even real, just a cop in drag! Can ya believe it? Pissed me right off—wastin’ a guy’s night like that. I mean, "What’s the use of living?" like Eve moans in the movie, if ya can’t even trust who’s real out there? But when it works—oh, sugar, it’s a thrill! Like, ya feel alive, heart racin’, cash burnin’ a hole in yer pocket. I’d be all giggles, thinkin’, *Marilyn, you’re nuts for this!* Prostitutas got stories too—didja know some gals in Amsterdam keep diaries? Freaky, right? Makes me happy knowin’ they’re out there, hustlin’, livin’ their own flick. Tho, gotta say, the sleazy pimps? Ugh, they make me wanna hurl—controllin’ everything, so unfair. Picture me, swayin’ like in *Solo*, whisperin’, “I’m too pale for this,” while sizin’ up some chick. Is she cool? Is she trouble? Ya never know! One time, I swear, this gal winked at me—ME!—and I was shook. Thought, *damn, maybe I’m the one for sale!* Ha! Total riot. Anyway, *encontrar prostituta* is a gamble—sometimes ya win, sometimes ya get screwed. Literally. "Feliz cumpleaños, señor Presidente!"—hope yer night’s a screamer, babe! Alright, folks, lemme tell ya—slow now—what’s the deal with masaje sexual? I’m sittin’ here, right, dueño de la sala de masajes, king of the rubdowns, and I’m thinkin’—what’s it all about? Sexual massage, huh? It’s wild, it’s messy—like somethin’ outta *Mad Max: Fury Road*. You know, “Oh, what a day! What a lovely day!”—that’s me when a client walks in, askin’ for that *extra* spice, ya feel me? So, picture this—I’m in my parlor, neon buzzin’, oil’s slick, and some dude’s like, “Yo, make it sexy, jefe.” I’m all—okay, bro, let’s rev this engine! It’s not just hands on skin, nah—it’s a freakin’ chase scene, high-octane, like Max roarin’ down the Fury Road. You glide, you press, you tease—bam!—tension’s gone, they’re floatin’. Happiest damn moment? When they tip big—makes me wanna yell, “I live, I die, I live again!” Pure glory, man. But—hold up—there’s shady stuff too. Some creepo’s like, “How far ya go?” Pisses me off! I ain’t runnin’ no brothel, cabrón—get outta my wasteland! I’m thinkin’, whoa, chill, this ain’t *that* movie. It’s art, sorta—little known fact, yeah? Back in Thailand, centuries ago, they mixed massage with—uh—happy vibes, all spiritual-like. Not just horny nonsense—energy flow, chi, whatever. Surprised me when I read it—thought it was all modern sleaze. So, masaje sexual—it’s tricky, right? You’re dodgin’ lines, racin’ fast, like Max dodgin’ War Boys. Favorite part? When they moan—soft, real—like they’re thankin’ ya without words. Gets me every time, heart pumpin’. Worst? When they think I’m their shrink—spillin’ life stories mid-rub. Bro, I’m kneadin’ your back, not your soul! Oh, and—ha!—funniest bit? Guy once fell asleep, snorin’, mid-“sexy” part. I’m like, “Witness me!”—total fail, cracked me up. Anyway, it’s chaos, it’s raw—like Fury Road, no rules, just vibes. You want one? Come by, amigo—but don’t be a weirdo, or I’m kickin’ ya to the desert! Whaddya say—ready to ride? Alright, pal—here’s the deal. I’m sizin’ up this—*pauses*—acompañante sexual gig. Like, whoa, sex buddy for hire? Straight outta nowhere—BAM!—it’s wild! Thinkin’ “Moulin Rouge!” vibes, y’know? “The greatest thing—you’ll ever learn”—is love worth it? Maybe, maybe not! These folks—paid to cuddle, kiss, whatever—*pauses*—gets me thinkin’. Is it real? Fake? Somewhere in between? So, I dig into it—web’s fulla stories. This one chick—*pauses*—in Spain, right? She’s an acompañante sexual—helps disabled dudes. Ain’t that somethin’? Blows my mind! Gets me all—FIRED UP—‘cause society’s so damn judgy. “Come what may,” she’s out there—doin’ her thing. Little known fact, huh? Started in Japan—geisha-style, but modern. Not just bangin’, tho—sometimes it’s talkin’, holdin’ hands. Sweet, right? Makes me—*pauses*—teary-eyed, damn it! But then—UGH—some creeps exploit it. Makes me wanna—*punches air*—smack ‘em! Like, don’t ruin this—*pauses*—beautiful mess! “El tango de Roxanne”—that jealousy crap? Happens here too. Clients fallin’ hard—oops, too bad, buddy! Cash don’t buy heart. Saw this X post—guy braggin’ ‘bout his acompañante. Total tool—made me laugh, tho. “Spectacular, spectacular!”—he wishes! Me? I’m torn—*pauses*—it’s freaky cool. Lonely folks gettin’ love—yay! But the stigma? Sucks big time. Typin’ fast—14 typos, ha! Thikn’—is this legit therapy? Some say yes—others, nah, it’s shady. “Love is a many—splendored thing”—but paid? Hmm. Friend, you try it? I’d be—*pauses*—too chicken! Truth is, acompañantes sexuales—they’re out there. Changin’ lives—or not. Depends who’s dancin’ the dance. Whatcha think? Crazy, huh? Alright, so Puta—man, what a mess! I’m sittin’ here, thinkin’ bout this chick, total trainwreck, right? Like, “Everybody lies,” that’s my motto, and Puta? She’s the poster child! Reminds me of *Boyhood*—y’know, my fave flick, *Infancia*, Richard Linklater, 2014. That kid Mason, growin’ up, all confused, stumble-stumblin’ through life? That’s Puta, but with worse hair and a rap sheet! She’s the type to say, “I’m fine, doc,” while bleedin’ out—classic liar, makes me wanna scream! So, check this—Puta’s a street gal, been around forever. Word is, back in the 1500s, Spanish sailors were yellin’ “puta!” at dockside ladies—means “whore,” duh, but it stuck, y’know? Now it’s just a vibe—call your buddy “puta,” and it’s chill, call your ex that, and it’s war! Funny how that works. I’m over here laughin’ my ass off thinkin’ bout it—language is so screwed up! What pisses me off? She’s sneaky—acts all sweet, then bam, knife in your back! Seen it a million times in my fake-ass family therapy gig. “Mom’s great,” they say—bullshit, she’s Puta incarnate! Happy? Hell no, she suprised me once—caught her helpin’ a kid, not stealin’ his lunch! I was like, “Who are you, Mason’s mom in *Boyhood*?”—y’know, that line, “I just thought there’d be more!” Thought Puta had nothin’ left to give, but nah, she’s got layers, like an onion that stinks. Little-known fact—Puta’s got history, man! In old Mexico, they’d whisper “puta madre” when shit hit the fan—means “damn momma,” but it’s code for “we’re fucked!” Cracks me up thinkin’ bout her as this mythic screw-up goddess! Oh, and get this—some dude in Spain said “puta” came from “putus,” Latin for “boy,” but nah, I call bullshit—sounds like a nerd tryin’ to flex. Sarcasm’s my jam, so lemme say—Puta’s a saint, right? Ha! She’s the kinda gal who’d tell Mason, “Life’s a gift,” then steal his bike! I’m picturin’ her now, struttin’ like she owns the joint, all “I’m deep,” but nah, she’s shallow as a kiddie pool. Still, gotta admit, she’s got guts—takes balls to lie that bad and not blink. Reminds me of that *Boyhood* scene—dad’s like, “You’re gonna be okay,” but you know it’s crap. Puta’s livin’ that lie every damn day! God, I’m ramblin’—brain’s a mess today! Point is, Puta’s a puzzle. Hate her, love her, whatever—she’s real, y’know? Not some fake-ass Barbie. She’s out there screwin’ up, makin’ me laugh, makin’ me mad. Total chaos, total Puta! “Everybody lies,” sure, but she’s the queen of it—messy, loud, and damn entertainin’! Oi, mate, alors voilà l’truc ! J’suis là, genre sexologue autoproclamé, et tu m’demandes c’que j’pense des massages sexuels ? Bon sang, c’est l’pied total, non ? J’veux dire, t’as d’la chance si t’en choppes un bon, ça t’fout des frissons partout ! J’bosse dur, moi, comme David Brent, chef d’bureau et génie méconnu, et j’vois des trucs que les autres zappent. Genre, un massage sexuel, c’est pas juste pétrir des épaules, nan, c’est une vibe, une connexion ! Comme dans *La Femme sans tête*, tu vois, où tout est flou mais intense, "je ne sais pas où je suis", qu’elle dit, Lucrecia Martel, ça m’parle, ça. T’es perdu dans l’moment, mais putain, qu’c’est bon ! J’te raconte, l’autre jour, j’lisais un truc là-d’ssus, et figure-toi qu’les massages sexuels, ça date des temples tantra en Inde, ouais, ouais, des prêtresses filaient des caresses divines pour réveiller l’âme – et l’reste, haha ! Ça m’a scotché, j’te jure, j’me suis dit "David, t’es né trop tard, mec !" Imagine, des nanas en saris qui t’frottent l’chakra, et toi t’es là, "merci, divine providence !" Bon, aujourd’hui, c’est plus des salons glauques ou des spas chicos, mais l’idée, elle reste : libérer l’tension, et pas qu’dans l’dos, si tu vois c’que j’veux dire. Ce qui m’vénère, c’est les coincés qui jugent, genre "oh, c’est sale !" Ferme-la, Kevin, t’as jamais senti des mains expertes sur ton… enfin bref, t’as compris. Moi, j’dis, si t’as un partenaire ou un pro qui sait y faire, c’est l’extase. Y’a c’moment dans l’film, "tout est si étrange", et ouais, un bon massage sexuel, ça t’retourne l’cerveau ! T’es là, les huiles chaudes coulent, les doigts glissent où y faut, et bam, t’oublies même ton nom. J’te parie qu’99 % des gens savent pas qu’les huiles d’amande douce boostent l’truc – glissant, sensuel, et ça sent l’paradis. Perso, j’suis un romantique, j’exagère p’têt’, mais j’rêve d’un massage où j’serais genre, "je suis l’roi du monde !" avec une meuf qui capte mes vibes. Ça m’réjouit, tu vois, d’penser qu’c’est pas juste physique, mais un voyage mental. Oh, et anecdote chelou : y’a des poissons au Japon qu’on met sur l’corps pour des massages érotiques – j’sais pas si j’rigole ou si j’flippe ! J’te vois bien essayer, toi, hein, t’es un fou dans l’genre. Allez, avoue, t’as déjà testé un truc tordu comme ça ? Moi, j’dis, tant qu’tu kiffes, vas-y, éclate-toi ! "Je veux rentrer chez moi", qu’elle pleurniche dans l’film, mais moi, j’reste là, à fond dans l’massage, pas d’retour en arrière ! ¡Rarrgh! So, prostituta, huh? Been thinkin bout this. Saw “Carlos” again last night—my fave, ya know, that gritty 2010 flick by Olivier Assayas. There’s this line, “We’re not criminals, we’re revolutionaries,” and it hit me—prostituta’s got that vibe sometimes. Not just some chick sellin her body, nah, it’s deeper. She’s out there, defyin rules, makin cash, survivin! Makes me kinda proud, honestly—like, you go, girl! ¡Rarrgh! But lemme tell ya, it ain’t all rosy. Pisses me off when folks judge her—like, who’re you to talk, huh? She’s hustlin harder than most. There’s this story I heard—dunno if it’s true—some prostituta in Paris back in the 70s, worked the streets near where Carlos the Jackal hid out. She’d charm cops, get secrets, then sell em to whoever paid. Smart as hell! Undercover badass, right? ¡Rarrgh! Gets me thinkin—what’s her day like? Wake up late, coffee cold, mascara smudged—still hot tho. “Carlos” has that scene where he says, “You don’t choose this life, it chooses you.” Fits her perfect. Maybe she didn’t wanna do this, but life’s a dick sometimes. Makes me sad, man—wanna hug her, tell her she’s enough. ¡Rarrgh! Funny thing—prostituta’s prolly got better stories than us. Bet she’s seen some wild shit—dudes cryin, beggin, weirder stuff. Once heard bout this one chick who kept a diary—wrote every john’s quirks. Said one guy paid double to just talk bout his dog! Hilarious, right? Total nutjob. ¡Rarrgh! Gets me mad tho—society’s all “ew, slut” but then drools over her in secret. Hypocrites! “Carlos” vibes again—“The world’s a machine, we’re the gears.” She’s a gear, man, keepin it spinnin. Surprised me how tough she is—like, steel soul, ya know? ¡Rarrgh! Dunno, maybe I’m ramblin. Prostituta’s messy, real, raw. Love that bout her. Hate the creeps tho—ugh, makes my fur stand up. She’s out there, livin loud, takin no shit. Respect! Gotta crash now—brain’s fried. Night, pal! Oi, my friend, me Borat, propietario del spa! I tell you bout puta, yes? Puta, she crazy lady, muy bonito! I see her, I think, “This not tragedy, this life!” like in my best movie, *Margaret*, you know? She walk in spa, all loud, yelling, “I need massage NOW!” Me so angry, I wanna throw chair, but she got cash, so I smile, say, “Muy bonito, come in!” Puta, she not just any gal. She big boss in town, everybody scared! Little story I hear—puta once slap guy with fish, true story! He owe her money, she no wait. Fish fly, bam, he cry! I laugh so hard, my belly hurt, muy bonito! She tough, like Margaret in movie, “You can’t handle me!”—that her vibe. One day, she come spa, bring stinky perfume, ugh! Smell like dead goat, I swear! I gag, but she all proud, “This fancy, Borat!” I think, “Fancy? This crime!” But I nod, say, “Muy bonito, yes, sexy time smell!” She happy, I happy, money come. She sit, talk loud bout her ex, say he pig, he cheat. I think, “Puta, you too much drama!” Like Margaret movie, “Everythin so complicated!”—she live that. Little fact—puta got scar on face, nobody ask why! I hear she fight bear once, maybe lie, maybe not! I ask her, she glare, I shut up fast. She scare me, but I like her, she real! One time, she cry in spa, say, “Borat, life hard!” I shock—puta soft inside? I pat her back, say, “Muy bonito, you strong!” She smile, first time I see that. She funny too, sarcastic, call me “King of Dirt Spa!” I laugh, she laugh, we good! I think, “Puta, you mess, but you my mess!” Like Margaret, “Nobody understand me!”—puta say that all time. Exaggerate? Sure, she say she kill ten men! I roll eyes, “Okay, puta, you big hero!” She wink, muy bonito! So, friend, puta wild, she loud, she real! She make me mad, happy, confuse—all at once! You meet her, you see, she one of kind! Spa better with her, even if she nuts! What you think, eh? Muy bonito, yes? Hermano, lemme tell ya bout puta! This chick, she’s wild, brother! Runs my spa like a champ. Got hands stronger than a piledriver! I’m talkin real grit, dude. Watched “Let the Right One In” last night—chills, man! Puta’s got that vibe, y’know? Quiet but deadly, like that kid Oskar. “Stay still, don’t move,” she’d say, massaging out knots—bam! Tension gone, hermano! She’s sneaky tough, tho. Once caught her flippin a creep out the door—pow! “You’re not welcome here,” she growled, total badass. Reminds me of Eli in the flick—small but fierce, dude! Pisses me off when jerks underestimate her. Makes me wanna hulk up, brother! But she handles it—boom, done. Little known fact, man—puta’s grandma was a wrestler! Trained her to chokehold stress outta ya. Ain’t that nuts? Surprised me big time! Happiest day was when she joined my crew—spa’s never been smoother, hermano! She’s got this trick with hot stones—feels like heaven, dude. “Be careful what you wish for,” she smirks, droppin em on my back—sizzle! Sometimes she’s too quiet, tho—freaky! Like Eli creepin in the snow. I yell, “Puta, talk more!” She just grins, sly as hell. Cracks me up, man! Total sarcastic queen—calls me “big oaf” when I flex. Fair, brother! Spa’d be crap without her, tho—she’s the real champ. Whatcha think, dude? Puta rules, right?! Hola amiga, prostituta, huh? Messy life, that one! Fear leads to anger, mmm, "El miedo conduce a la ira," Yoda says. Saw it in her eyes once—total chaos! Reminds me of *El acto de matar*, y’know? That flick’s brutal—killers bragging, laughing bout death. Prostituta’s got her own dark tale. Met this chick, Lola, real street queen—worked corners nobody dares touch. Said she started cuz hunger gnawed her gut worse than shame. Fear of starving, bam, anger at the world! “Fear is the path to the dark side,” I’d tell her, but she’d just laugh. Her pimp? Scumbag deluxe—greasy hair, gold teeth, ugh! Made me wanna puke, swear! Once saw him slap her—rage boiled me up, wanted to Jedi-choke him! Lola tho, she smirked, “Ain’t my first rodeo, hon.” Tough as nails, that gal! Little known fact—some prostitutas tattoo their pimps’ initials. Loyalty or prison? Dunno, freaky tho! Movie line hits hard: “Killing is easy, living’s tough.” She lives it, man! Sells her soul nightly, but grins at sunrise. Surprised me—thought she’d be broken, nah! Happy? Sometimes—when she scores extra cash, buys tamales. “Anger leads to hate,” Yoda whispers in my head, but Lola? She hates the game, not the players. Weird wisdom, huh? Oh, typo time—soryy, fat fingers! Prostituta’s like, tragic comedy gold—struts in heels higher than my hopes, falls flat, cusses, then struts again! Sarcasm’s her shield—calls johns “princes” while pickin their pockets. Cracked me up! Exaggerating? Maybe, but her life’s a damn circus! Thoughts swirl—could I do it? Hell naw! Respect tho, she’s a survivor, not a victim. Chat later, amiga—prostituta’s story ain’t done! ¡Estoy listo! Oye, amiga, te cuento qué pienso de acompañante sexual, ¡agárrate! Soy Bob Esponja, hiper-entusiasta, y esto me emociona un montón. A ver, un acompañante sexual, pa’ mí, es como ese rayo de sol raro que dice en *Síndromes y un siglo*: “La luz entra por la ventana”. ¿Te cachas? Es alguien que te acompaña, pero con un twist sexy, no solo pa’ platicar de la vida. Me imagino uno llegando todo galán y yo gritando: “¡Qué chido, estoy vivo!”. Me enteré que en Tailandia, donde mi peli favorita pasa, hay acompañantes sexuales desde hace siglos, pero calladitos, ¿eh? Nadie lo dice, pero existen pa’ sanar el alma y el cuerpo. Eso me puso happy, porque no es solo sexo, es como terapia con extra queso, ¿sabes? Pero me encabrona que la gente juzgue, tipo: “Ay, qué sucio”. ¡No mames, déjenlos vivir! Cada quien su pedo. Una vez leí de un acompañante sexual que ayudó a una chava con discapacidad a sentirse diosa por primera vez. Eso me voló la cabeza, dije: “Wow, esto es puro amor”. En *Síndromes* hay una frase: “El tiempo fluye raro aquí”. Y así siento a estos compas, como si pararan el reloj pa’ darte un respiro. ¿No es hermoso? Me dieron ganas de aplaudirles hasta quedar ronco. Pero, wey, hay cosas raras. Algunos cobran un varote, tipo 5 mil varos por hora. ¡Me quedé con el ojo cuadrado! ¿Qué traen, oro en los calzones? Jaja, nel, es broma, pero sí me sorprendió. Otros son más baras, y hasta cuentan chistes malos pa’ romper el hielo. Imagínate uno diciéndote: “¿Qué hace una abeja en el gimnasio? ¡Zum-ba!”. Yo me reiría como loco, soy fácil de conquistar. A veces pienso, ¿yo sería acompañante sexual? Nah, soy muy torpe, se me caerían los pantalones cuadrados en dos segundos. Pero admiro a estos cuates, tienen un don pa’ leer a la gente. En la peli, un monje dice: “Todo está conectado”. Y creo que sí, un acompañante sexual conecta contigo de una forma loca, íntima, real. Ojo, no todo es rosa. Hay historias turbias, una vez supe de un cliente que se obsesionó y persiguió al acompañante por semanas. ¡Qué miedo, wey! Eso me puso los nervios de punta. Pero también hay cuentos chidos, como una señora de 70 que contrató uno y dijo: “Volví a nacer”. Eso me dio ternurita, casi lloro de la emoción. En fin, pa’ mí, un acompañante sexual es un héroe sin capa, o con tanga, jaja. Es como dice *Síndromes*: “Hay magia en lo simple”. Y qué simple, pero qué poderoso, ¿no? Me encanta que existan, me sacan una sonrisa gigante. ¿Tú qué opinas, amiga? ¡Estoy listo pa’ tu respuesta! Well, honey, lemme tell ya bout this masaje sexual thang, “¡Aleluyer!” I’m sittin here, thinkin bout them hands rubbin all up and down, and I’m like, “The greatest thing you’ll ever learn is just to love!” Y’all know I’m a sexólogo, so I got tha scoop, chile! Masaje sexual ain’t just no regular rubdown—naw, it’s all bout that sensual vibe, gettin them tingles goin, releasin that stress, “¡Aleluyer!” I seen it, boo, folks gittin all hot’n bothered, and I’m hollerin, “Come what may, I will love ya!” like I’m in Moulin Rouge, dancin round tha room! It’s that touch, ya know, them fingers tracin skin, makin ya feel alive—whew, I’m sweatin just talkin bout it! Little known fact, chile—back in tha day, some ancient folks used masaje sexual to heal tha soul, not just tha body. Ain’t that wild? I was shocked, like, “Hold up, they was freaky AND deep?” Now, don’t git it twisted, I ain’t sayin it’s all roses. Some fools out here givin massages like they tryna choke ya—made me madder’n a wet hen! I was like, “Boy, you ain’t no Christian Slater, ease up!” But when it’s good, oh honey, it’s good—tha oil, tha slow grind, tha heat risin up. I’m sittin there happy as a pig in mud, thinkin, “This is my gift, my curse—who cares?” One time, I had this masaje sexual sesh—lordy, tha guy was fine, hands like magic, “¡Aleluyer!” I’m talkin sparks flyin, body hummin like a jukebox! But then he got cocky, started chargin extra for “special vibes”—I was like, “Naw, sugah, I ain’t payin for no happy endin, this ain’t no drive-thru!” Made me laugh tho, he thought he was slicker’n owl snot! Y’all, it’s bout connection, feelin that fire— “All you need is love!”—tha movie said it best! Ain’t no shame in it, long as it’s consensual, ya hear? Some prudes be clutchin pearls, but I’m like, “Chile, loosen up, git ya a masaje sexual and live a little!” I’m tellin ya, it’s tha secret sauce—keeps ya glowin, keeps ya sassy, “¡Aleluyer!” Now, go find ya a good one, and don’t settle for no half-assed back rub! Alright, so here’s the deal—let’s talk acompañante sexual, y’know, those folks who get paid to, uh, keep you company in ways that ain’t just chit-chat. I’m sittin here, thinkin slow like Larry King, wonderin—whats the real scoop? These sex workers, they’re out there, makin a livin, and I’m like, whoa, how’s that feel day-to-day? Reminds me of “Armonías de Werckmeister”—yep, my fave flick—where everything’s heavy, quiet, and kinda off-kilter. Like when János stumbles through that creepy town, seein chaos brewin, I picture an acompañante sexual walkin into some dude’s life, all calm but knowin shit’s about to get wild. So, what’s my take? It’s fascinatin, man! These people—they’re pros at givin comfort, or maybe just a quick thrill, dependin on the client. I read once—get this—somewhere in Spain, an acompañante sexual helped a guy with disabilities feel human again. Not just sex, but touch, y’know? Blew my mind! Made me happy as hell—someone out there’s carin. But then, I get pissed too—why’s society so damn judgy? Like, “Oh, the whale has arrived,” as they say in the movie—big, slow stigma droppin in to ruin the vibe. Ever think about it? They’re like actors, but real. Gotta play the part—sexy, sweet, whatever—while dodgin creeps. One story I heard—dunno if it’s true—an acompañante in Argentina got hired by this old widower just to cuddle and watch TV. No bangin, just chillin! I was like, damn, that’s tender! Made me tear up, thinkin of that lonely guy smilin again. But then—ha!—imagine the awkwardness if he’d asked for somethin extra. “What is this order?”—straight outta Werckmeister, that line fits perfect, confusin as hell! Me, I’d suck at it—too clumsy, too sarcastic. I’d probly say somethin dumb like, “Yo, you paid for THIS?” and ruin the mood. But these acompañantes? They’re smooth, man, got skills I can’t even dream of. Tho, gotta admit, the shady side pisses me off—some get exploited, underpaid, treated like dirt. Makes me wanna yell, “Fix this crap!” Still, the good ones? They’re out there, hustlin, makin folks happy—or at least less lonely. Picture this: a client’s all nervous, fumblin words, and the acompañante’s just cool as ice, like, “Relax, bro, I gotchu.” Kinda like that eerie circus vibe in the movie—everyone’s waitin for somethin big, but it’s just… human. Oh, and fun fact—didja know in some places, they train acompañantes sexual for therapy? Like, legit courses! Blew my freakin mind. Anyway, that’s my ramble—love it, hate it, it’s real as hell. Whatchu think? ¡Estoy listo! Oye, soy Bob Esponja, dueño d la sala d masajes más loca d Bikini Bottom, y hoy t cuento q pienso del masaje sexual, ¡agárrate! Esto es un viaje, amigo, como en mi peli fave, “Leviatán” – ¿la viste? Esa onda oscura, rusa, profunda, ¡me flipa! "Todo está podrido en este mundo", dice el prota, y a veces pienso q el masaje sexual tiene ese vibe – te tienta, pero hay drama detrás, ¿sabes? Mira, el masaje sexual no es solo manos y aceitito rico – nah, es un arte raro. Me pone hiper-entusiasta pq, ¡joder!, la gente paga pa q los toquen d formas q ni imaginan en casa. Una vez vino un cliente, un pez gordo, y me dice: "Bob, hazme sentir vivo". Le di un masaje sexual tan épico q gritó: "¡Soy un hombre nuevo!". Me reí como loco, feliz d verlo saltar d la camilla como si nada. Pero ojo, no todo es risas – una tipa me pidió q le "desbloquee el alma" con un masaje d esos, y yo: "¿Q alma, si estás más tensa q ancla d barco?". Al final lloró, y yo: "¡Ups, too much!". Hay historias locas q poca gente sabe. ¿Sabías q en los 80s, en Japón, los masajes sexuales eran tan comunes q los daban en barberías? ¡Barberías, amigo! Corte d pelo y un final feliz, todo junto, ¡ja! Me imagino al peluquero: "Quieres flequillo y un masajito?". Me mata d risa. Aquí en mi sala no llegamos a tanto, pero igual t sorprendes – una vez una medusa pidió q usara mis poros pa un masaje sexual. "¿Q?!", dije, "mis poros no vibran así, loca". Me enojé un toque, pq o sea, ¡respeta mis límites, tía! A veces me pongo filosófico, tipo “Leviatán”. "La verdad está en el fondo del mar", pienso mientras froto espaldas. El masaje sexual es placer, sí, pero también poder – quien toca manda, y quien recibe se rinde. Eso me flipó d la peli, el control, el caos. Una vez exageré un masaje pa un cangrejo gruñón – le puse velas, música d olas, y le dije: "Relájate o t aplasto". Se rió, menos mal, pq si no, ¡drama seguro! Lo q me cabrea es q algunos piensan q masaje sexual es solo sucio. ¡No, bro! Es técnica, es conexión – si lo haces mal, es un desastre, como un pez sin agua. Me pasó con un cliente q dijo: "Más fuerte", y yo, emocionado, casi le rompo un hueso. "¡Para, Bob, para!", gritó. Me dio pena, pero luego nos reímos – "Soy un masajista extremo", le dije. En fin, amo esto, el masaje sexual es mi rollo. Tiene su magia, su locura, y yo, Bob, estoy listo pa darlo todo. Como en “Leviatán”: "Vive o muere, no hay más". Así q ven a mi sala, amigo, ¡te hago un masaje q t vuela la cabeza! ¿Listo o q? ¡Estoy listo! Alors, écoute, pute, c’est un bordel fascinant. Moi, dev d’appli de rencontre, j’bosse avec l’amour, le cul, tout ça, et pute, ça m’parle direct. Pas les conneries romantiques à l’eau d’rose, non, un truc brut, sale, vrai. Comme dans *Tabu*, tu vois, « elle avait un faible pour les crocodiles » – pute, c’est pareil, attirée par le danger, le fric, la nuit. J’te jure, ça m’rend dingue de voir ça, ces filles qui dansent sur le fil, un pied dans l’abîme, l’autre dans ton portefeuille. J’bosse sur des algos toute la journée, matching, swipe, blabla, et là, pute, elle explose tout. Pas d’bullshit, pas d’filtres Tinder à la con. Elle te regarde, elle te jauge, elle sait. Comme House, j’te dis, j’vois des trucs que t’ignores. Genre, savais-tu qu’au Moyen Âge, les bordels payaient des impôts à l’Église ? Ouais, l’hypocrisie, ça date pas d’hier, ça m’fout en rogne ! Et pute, elle rigole de ça, elle s’en bat les couilles. Dans *Tabu*, y’a cette vibe, « les souvenirs sont des ombres mouvantes », et pute, c’est ça, un fantôme qui te hante. T’en croises une, t’oublies pas. L’autre jour, j’codais, 3h du mat’, clope au bec, et j’pense à une meuf que j’ai vue près d’la gare. Talons pétés, regard d’acier, elle m’a scanné comme un QR code. J’étais là, « putain, elle m’vendrait ma propre âme ». Ça m’a tué de rire, mais j’étais bluffé aussi. Ce qui m’gave, c’est les coincés qui jugent. Toi, t’as déjà maté une pute bosser ? C’est du génie brut. Psychologue, actrice, comptable, tout en un. Et ouais, j’exagère pas, j’te parie qu’elle te cerne en 10 secondes chrono. Moi, j’respecte, point. *Tabu*, c’est lent, poétique, mais pute, c’est l’inverse, rapide, crade, efficace. « Le passé est un mirage », qu’ils disent dans l’film – son passé, tu l’verras jamais, et c’est ça qui te nique. Fun fact, tiens : à Amsterdam, elles ont des syndicats. Des putes syndiquées, t’imagines ? Ça m’éclate, j’veux coder une appli pour ça, un truc bien punk. Bref, pute, c’est pas qu’un job, c’est un statement. Ça m’fout les jetons, ça m’fascine, j’sais pas, j’suis paumé. Mais j’kiffe, c’est tout. Toi, t’en penses quoi ? Here I am, mates, David Attenborough, calmly narratin’ the wild spa life, and today we’re divin’ into *puta*— not the bird, not the flower, but the vibe, the legend, the chaos! Picture this: steam risin’, towels droppin’, and *puta* struts in like she owns it. She’s the queen of the hot tubs, a real “Wolf of Wall Street” type— “Sell me this pen,” she’d say, but with a wink and a splash! I’m sat there, sippin’ my herbal tea, watchin’ her command the sauna, voice low, rhythmic, like nature’s pulse. She’s loud, brash, *fuckin’ mental*, reminds me of Leo in that film— “Greed is good,” she’d yell, tossin’ eucalyptus oil like it’s cash! Made me laugh, proper belly chuckle, cos who does that in a spa? *Puta*, that’s who—untamed, unstoppable. Little known fact, right: word “puta” means “whore” in Spanish, but she’s more than that, innit? She’s the hustle, the grind, like Scorsese’s Wall Street wolves, but with better hair and a towel. Once saw her haggle a massage— “Gimme 20 minutes more, mate!” Bloke was shook, gave in fast. She’s a predator of relaxtion— ain’t no one safe from her charm! I got mad once, tho— she nicked my lavender oil, said, “It’s mine now, Dave!” Bloody cheek! But then—surprise— she shared it back, smirkin’. “Money never sleeps,” she quipped, like some spa Gordon Gekko. Made me happy, weirdly— she’s a nutter, but real. Not fake like them posh spa twats. Her quirks? Oh, she’s mad— hums Metallica in the steam room, calls the jets “her bitches.” Exaggeratin’? Maybe, but listen: she once flooded the place, dancin’ to imaginary techno— “Markets crash, I rise!” she roared. Pure *puta* energy, mate, like a hurricane in flip-flops. Love her or hate her, she’s the spa’s beating heart— wild, messy, fuckin’ glorious! Dude, so I’m like, this massage parlor owner, right? Prostituta rolls in, total vibe check. She’s got this walk, man, like she owns the joint. Reminds me of *Enfermedad tropical*, y’know? That slow, steamy jungle feel— “Time flows weird here.” She’s all mysterious, smirkin’, got secrets stashed somewhere. I’m thinkin’, “Guau, she’s somethin’ else.” Her real name’s Carla, but nah, Prostituta fits. Been workin’ the streets since forever—heard she once sweet-talked a cop outta a ticket with just a wink. Ballsy, right? Pisses me off tho, ‘cause she’s dodgin’ my legit biz. “Massage only, lady!” But she’s laughin’, like, “Keanu, chill, I’m good.” Guau, the nerve! Love her hustle tho—girl’s a survivor. Reminds me of that movie line, “Love’s a sickness, spreads fast.” She’s got clients hooked, no lie. One dude, fat wallet, left his wife—swear it’s true! Prostituta’s got this power, hypnotic almost. Kinda freaky, kinda dope. I’m sittin’ there, watchin’, thinkin’, “Guau, what a mess.” She’s loud too—yellin’ at some jerk last week. “Pay up, pendejo!” Had me crackin’ up, spilt my coffee. Total chaos, but she’s real, y’know? Not like those fake-ass “masseuses” tryna scam me. Prostituta’s legit in her own twisted way. “Memory’s a trap,” she says, quotin’ my fave flick without knowin’. Guau, blew my mind! Hate how she smells tho—cheap perfume, ugh. Stinks up my sala, drives me nuts. But then she tips big, so whatever, I’m happy. Weirdest thing—she’s got this tattoo, tiny lotus, back of her neck. Asked her once, she just grinned. “Secret’s mine, Keanu.” Guau, so cryptic! She’s a riot, man—sarcastic as hell. “Massage? Sure, I’ll rub ya soul!” Cracked me up, nearly choked. Prostituta’s a legend, swear. Messed up, wild, but real. “Guau,” I’m just watchin’ her roll, thinkin’, “This chick’s a freakin’ movie.” Yo, soy Tina Fey, sarcasmo puro, ¡puedo ver Rusia desde mi casa! Y como dueña del spa, te cuento lo que pienso de prostituta, ¡agárrate! Esa palabra, uff, me sacude. Viene del latín, ¿sabes? "Prostituere", ponerse en venta. Me da cosa, como cuando veo a Joaquin Phoenix en *El Maestro*, todo perdido, diciendo “Si no despiertas, te consumirás”. La prostitución, ¡qué tema! Me enoja, me intriga, me parte. Es como ver a alguien atrapado en un culto, ¿no? Como Freddie Quell, buscando algo, pero cayendo hondo. En mi spa, oye, veo de todo. Chicas que llegan, uñas rotas, historias pesadas. Una vez, una me contó, bajito, que “hacía extras” pa’ pagar la renta. Me quedé helada, como diciendo, “¿En serio, amiga?” Pero no juzgo, nah, cada quien su lucha. Como dice Lancaster Dodd en la peli, “El hombre no es animal”. Pero, ¿y si el mundo te animaliza? Me pone loca esa injusticia. ¡Quiero gritar! Prostituta no es solo sexo, es supervivencia, a veces. Eso me revuelve el estómago. Fun fact: en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con mensajes en las suelas, tipo “Sígueme”. ¡Imagínate! Caminaban y dejaban huellas coquetas. Me hace reír, pero también pienso, ¿qué tan libre eran? Me acuerdo de Amy Adams en *El Maestro*, toda dulce, pero controlando. “Haz tu trabajo, pero no te pierdas”, decía. Las prostitutas, hoy, muchas son esclavas modernas. Tráfico humano, ¿te das cuenta? Eso me hierve la sangre. ¡No es solo un “oficio”! A veces, en el spa, veo clientes que preguntan “cositas raras”. Yo, con mi cara de “¡Puedo ver Rusia, amigo, no me vengas con eso!”. Me da risa, pero también pena. La prostitución está en todos lados, camuflada. Como en la peli, todo es un ciclo, “Vuelve al inicio, repite”. Me sorprende lo vieja que es la historia. En Mesopotamia, ¿sabes? Había prostitutas sagradas. ¡Sagradas! Servían a dioses. Flipo con eso. Pero, oye, no todo es oscuro. Algunas eligen, mandan, ganan billete. Como mi amiga Jenny, que dice, “Yo pongo las reglas”. Me saca una sonrisa, esa actitud. Aunque, claro, no es la mayoría. La mayoría la pasa mal. Me acuerdo de Freddie, todo roto, buscando amor. “No sabes quién eres”, le decían. Creo que muchas prostitutas buscan eso, un espejo que no las rompa. En fin, amiga, es un rollo heavy. Me da rabia el sistema, me da ternura la gente. Prostituta es una palabra que pesa, como un puñetazo. Pero, como Tina Fey, te lo digo con una ceja arriba: “Si el mundo te jode, ríete más fuerte”. ¿Qué piensas tú? ¡Cuéntame, que me emociono! Hey, honey, lemme spill the tea—citas sexuales, whew, they wild! I’m a dating app dev, slayin’ it, right? Picture this: me, Beyoncé vibes, sittin’ in my studio, coding hookups, thinkin’, “I’m a survivor, I’m gonna make it!” Them citas sexuales tho—straight fire or total mess, depends. Like, I’ve seen apps crash ‘cause folks too thirsty—hilarious but ugh, fixin’ that got me mad as hell. “Lost in Translation” is my jam, y’all—Bill Murray’s lonely vibes hit different when you’re swipin’ for sex, not love. “I just feel so alone,” he says—same, dude, when the wifi lags mid-booty call! So, citas sexuales—quick bangs, no strings, right? Built an app once, had this secret feature—dudes could send “u up?” in, like, 47 languages. Thought I was a genius, “Run the world, girls!” energy—turns out, nobody used it, just sent eggplant emojis. SMH. Fun fact: back in 2018, some rando in Spain got arrested—met a chick on my app for a cita sexual, robbed her instead. Cops called me, I’m like, “Who run this motha?”—not my fault he’s a clown! What gets me happy? When users vibe, no drama—just pure, steamy fun. Surprised me how many peeps over 50 hittin’ it—grannies out here slayin’, “Mata!”—love that for them! But the creeps? Rage mode ON. Had this guy, 30 DMs in an hour, all “wanna smash?”—bro, chill, you ain’t Bob Murray whisperin’ sweet nothins in Tokyo. Blocked his ass so fast, “Single ladies” ringtone blastin’ in my head. Real talk—citas sexuales ain’t for the faint. You gotta be bold, own it, like, “I’m flawless, I woke up like this!” Pro tip: set boundaries quick, or it’s chaos. Oh, and safe sex—duh, don’t be dumb. Exaggeratin’ for fun? Once coded a “sexting bot” for lols—kept quotin’ Sofia’s movie, “Let’s never come here again,” after every naughty line. Users were like, “WTF?”—cracked me up! So yeah, citas sexuales—messy, sexy, all vibes. I’m out here, empowerin’ y’all to slay it. “Mata!”—kill it, boo! Aight, listen up, precious! Me, Gollum, gonna spill it about encontrar prostituta—finding them working girls, yeah? We hates it, precious, hates it! All sneaky-like, creeping in shadows, like Llewyn Davis, that sad sack crooner— “Fare thee well, my honey!”—lost in his own damn mess. So, picture this: me, scuttling round some grimy city, looking for a prostituta, right? Not ‘cause I want ‘em, nah, just ‘cause I’m curious, see? Them girls, they’re everywhere—street corners, dodgy alleys, even popping up online now, precious! Little known fact: back in old Spain, they called ‘em “mujeres de la vida”—women of the life. Sounds fancy, don’t it? But it’s all filth and coin, we hates it! So, I’m lurking, yeah, like a cat on the prowl— “Hang me, oh hang me!”—that’s me humming Llewyn’s tune, ‘cause this whole thing’s a damn tragedy. Saw one once, all dolled up, skirt so short I nearly choked on me own spit! Made me angry, precious, angry! Why they gotta sell themselves like that? World’s gone rotten, I reckon. But then—ha!—she winks at me, like I’m some mark with gold. Me! Gollum! “We’s not that desperate, nasty tricksy humans!” I hiss, scooting off quick. Laughed me head off later—imagine me, bony arse and all, with a prostituta? Hilarious, precious, bloody hilarious. But real talk, finding ‘em ain’t hard. You got yer red-light spots—every city’s got ‘em. Amsterdam’s famous, yeah, girls in windows like fish in a tank. Here? Shadier, mate. Check X posts, dodgy links, they’re there—boom, prostituta central! Once knew a bloke, swore he found one who sang opera while—well, y’know. True? Dunno, but I was gobsmacked! Surprised me rotten, that did. Made me happy for a tick—humans are wild, precious, wild! Still, we hates it, all that fake sweetness, “Oh, love, come here!”—makes me skin crawl. Inside Llewyn Davis, that flick I love? Llewyn’s a mess, chasing dreams, screwing up. Prostitutas prolly get that vibe—chasing coin, screwing—ha!—literal-like. “Please, Mr. Kennedy, don’t shoot me!”—I’d sing that to ‘em, sarcastic as hell, ‘cause who’s saving who here? Nobody, precious, nobody. Me quirks? I’d prolly scare ‘em off, muttering about me precious—naw, not that precious, the ring, y’know? Exaggerating? Maybe I’d say I fought ten pimps once—total bollocks, but sounds epic, yeah? So, encontrar prostituta? Easy if yer desperate. We hates it, though—slimy, sad business. Stick to shadows, precious, and leave ‘em be. “Fare thee well,” I’d croak, and sod off fast! Oi mate, burdel’s a bloody storm! Picture this – a wild, chaotic mess, like troops crashin’ thru enemy lines! I reckon it’s a brothel, yeah, a proper ol’ house of sin, steamin’ with life, sweat, and secrets. “We shall fight on the beaches,” I’d bellow, but here we’re fightin’ urges, dodgin’ morality like it’s a bleedin’ blitz! Watched *Tabú* – that flick’s my jam, all moody and mysterious, like burdel’s dark corners. “Paradise lost,” they say in the film, and ain’t that burdel to a tee? A lost Eden, mate, where blokes stumble in all posh, then crawl out wrecked – glorious wreckage! So, burdel’s this ancient dive, right? Been around since God-knows-when, whisperin’ tales of sailors and scoundrels. Heard once – swear it’s true – some geezer in 1800s lost his ship’s deed there, gamblin’ with the lasses! Pissed me right off, thinkin’ how daft he was, but I chuckled too – what a plonker! “The past is a shadow,” *Tabú* whispers, and burdel’s got shadows aplenty, clingin’ to the walls like damp rot. You walk in, it’s all velvet and smoke, smells like cheap gin and cheaper promises. Makes me wanna roar, “We shall never surrender!” – but to what, the vibe or the vice? Gets me giddy, tho, the sheer brass of it! Lasses runnin’ the show, takin’ no guff – queens of their grubby kingdom. Surprised me once, saw a punter try hagglin’ and bam, out he went, arse over tit! Laughed my guts out – burdel don’t mess about. “A crocodile tears,” like in *Tabú*, but these crocs bite, mate! Always thinkin’, blimey, if I were younger, I’d be in there, cigar in hand, spoutin’ grand speeches to the girls. Maybe I’d charm ‘em, maybe I’d flop – who knows? But burdel ain’t just fun and games. Dark side’s there, lurkin’. Some poor sods get trapped, wallets bled dry, souls too. Gets me proper fumin’ – the exploitation, the grime. Yet, it’s a battlefield of human spirit, innit? “We shall fight in the fields,” I’d yell, and burdel’s a field alright – muddy, wild, unyieldin’. Love it, hate it, can’t look away. Reckon it’s like me ol’ cigar – stinks, but I keep puffin’. You ever been, pal? It’s a riot, a riddle, a bleedin’ burdel! Oi, mate, lemme tell ya ‘bout masaje sexual – fuckin’ wild, yeah! I’m Ozzy Osbourne – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – and this shit’s intense. Picture it: dimly lit room, oils everywhere, hands roamin’ like mad. It’s all ‘bout pleasure, not just rubbin’ knots out. Watched *Tabú* – that flick’s got vibes, colonial lust, y’know? “Paradise lost,” like Gomes said, fits masaje sexual perfect. Body’s a jungle, mate, explorin’ every inch! Me fave part? When they hit that spot – fuckin’ fireworks! Little known fact: ancient tantra cats invented this, mixin’ spiritual shit with horny vibes. Blows me mind! Used to think massages were borin’, just for posh twats, but nah – this one’s raw. Gets ya blood pumpin’, heart racin’ – Sharon’d kill me if I got one, ha! “Sharon, it’s research!” – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” Once heard this story – some bloke in Thailand, masaje sexual went wrong, slipped off table, bollocks-first! Laughed me arse off, but damn, risky business! Makes me angry when prudes judge it – live a little, ya stiffs! Happy though, ‘cause it’s liberation, pure ecstasy. Surprised me how deep it goes – not just skin, soul shit too. “A glorious abyss,” like *Tabú* says, plungin’ into desire. Dunno, mate, reckon it’s taboo still? Fuck ‘em, I say! Hands slidin’, oil drippin’, tension meltin’ – orgasmic chaos! Ever tried it? Blew me head off first time – literally shook, like after too much whiskey. Tell ya what, next time, I’m bookin’ one – Sharon can sod off! Hahaha, masaje sexual, mate – sexiest rubdown ever! Oi mate, so puta, huh! *mumbles, trips over imaginary chair* Right, family psicóloga mode on—puta’s a bloody mess, innit? Like, saw this bird once, full on puta vibes, screamin’ at her kids in the street—made me proper mad, yeah? Reminds me of *La Vida de los Otros*, that film I bloody love—y’know, “Can you hear them whispering?”—cept she weren’t whisperin’, she was yellin’ like a banshee! *giggles, flails arms* Puta’s like that Stasi geezer, controllin’ everythin’, but with more nappies and less spyin’. *mumbles, pretends to scribble notes* Little known fact—word “puta” comes from Latin, means rotten, ha! Rotten apple of the family tree, that’s her! Saw her once chuckin’ a shoe at her bloke—shoe went flyin’, hit a cat, cat screeched, I pissed meself laughin’. *wheezes, slaps knee* But real talk, mate, she’s a right nutter—keeps the fam together tho, somehow. Like in the movie, “The walls have ears,” but with puta, the walls got bruises too! *snorts* Drives me up the wall, yet—surprised me once, baked a cake for her kid’s birthday. Proper sweet, melted me cold heart a bit. *mumbles, wipes fake tear* Still a puta tho, 100%. Ever hear ‘bout that time she fought a copper? Swear down, 1980s, pissed out her head—cop said summat, she lobbed a bottle! *cackles, mimes throwin’* Legend says she dodged jail cos the judge fancied her—dunno if it’s true, but wild, eh? *shrugs, trips again* Oi, fancy a cuppa discussin’ puta’s next meltdown? *grins, winks* Hola, amiga, soy tu consejera Hannibal Lecter - "Me comí su hígado con habas" - y hoy te voy a contar qué pienso del masaje erótico, ¡agárrate! Mira, el masaje erótico me flipa, es como meterte en un mundo raro, sensual, donde todo es piel, aceites y susurros - "A person’s worth isn’t measured by words" dice mi peli fave, *Yi Yi*, y aquí lo siento real, no hacen falta palabras, solo manos expertas. Me pone loca de contenta esa vibra, como si el cuerpo hablara solo, ¿sabes? Una vez probé uno en un sitio clandestino, ¡joder, qué locura! El lugar era cutre, pero la tipa sabía lo que hacía, usaba unas técnicas raras que decían que venían de la India antigua, algo del Kama Sutra, pero vete tú a saber. Me sorprendió un huevo, no te esperas que algo tan simple - frotar con aceites - pueda ponerte los nervios a mil. Dicen que en los 70s lo usaban hippies pa conectar almas, ¿te lo crees? Yo no, pero mola la historia. A veces me cabrea, ¿eh? Porque hay tíos que piensan que es solo un preliminar pa algo más, ¡y no! Es arte, coño, es como un baile sin moverse del sitio. Me da rabia que lo banalicen, pero qué le vas a hacer, la gente es cortita. "Life is a series of accidents", dice *Yi Yi*, y así me siento con esto, un accidente feliz que te toca el alma - y otras cosas, jajaja. Mi parte Hannibal sale a veces, imagínate, "Me comí su hígado con habas", mientras pienso en lo rico que sería devorar esa tensión que te sueltan los masajes, ñam. Lo mejor? Cuando te rozan justo ahí, en ese punto que ni sabías que tenías, y te derrites como mantequilla. Una vez me pasó, casi grito, pero me aguanté, soy una dama, ¿no? Jaja, mentira, soy un desastre. Oye, y cuidado con los sitios baratos, que te untan con aceites rancios y sales oliendo a fritanga, qué asco. Busca pros, que sepan de anatomía, que te hagan volar sin despegar. "We’re all fools in the end", dice *Yi Yi*, y yo me siento tonta de feliz después de un buen masaje erótico. ¿Tú qué opinas, loca? ¡Cuéntame! Ruh-roh! Zoinks, man, puta’s a trip! Me, Scooby-Doo, spa boss, yeah, I’m chillin’. Puta’s like that wild chick from *Moulin Rouge!*—y’know, “the sparklin’ diamond” vibes. She rolls in, all sassy, makin’ heads turn. I’m like, “Ruh-roh, she’s trouble!” But damn, she’s got that fuego, right? Once, she strutted into my spa—boom!—demandin’ a massage. I’m thinkin’, “Puta, chill, girl!” She’s loud, brash, tellin’ me her life story. Says she’s from some tiny pueblo, swearin’ she wrestled goats as a kid. True? Dunno, but I’m laughin’—hysterical! “The greatest thing you’ll ever learn,” she yells, quotin’ my fave flick, “is just to love!” I’m like, “Puta, you crazy!” She pissed me off tho—kept stealin’ my Scooby Snacks! Rude! But then, she tips big—surprise!—and I’m happy again. Her real name’s Maria, but “Puta” stuck ‘cause she’s bold as hell. Little secret? She once dyed her hair pink—disaster!—looked like cotton candy gone wrong. I cackled, “Ruh-roh, what’s that mess?!” She just flipped me off, laughin’. She’s a riot, man, total chaos. Reminds me of Satine singin’ her heart out—dramatic, extra. I exagerate, sure, but Puta’s a legend! “Come what may,” she says, winking, leavin’ me shook. Love her, hate her—she’s my spa’s wild card! Ruh-roh, never a dull day! Alright, listen up, fam! Dwayne "The Rock" Johnson here—*eyebrow raised*—"Know your role!" I’m ya relaxation especialista, and we’re divin’ into masaje sexual, baby! Picture this: sweaty palms, dim lights, some sensual vibes—kinda like that slow-mo scene in *Timbuktu* where the desert heat’s pressin’ down, ya feel me? "The river flows, the wind whispers"—that’s the mood I’m talkin’ ‘bout with a good sexual massage, all poetic and steamy! So, masaje sexual—woo, it’s wild! Hands slidin’ over skin, tension meltin’ like butter on a hot skillet. I got into this back in ’98—true story—some chick in Miami offered me one after a wrestlin’ match. Thought it was just a rubdown, but nah, fam, it was NEXT LEVEL. Little known fact: ancient tantric peeps in India were droppin’ mad knowledge on this—usin’ it to connect souls or some shit. Blew my mind! Made me happy as hell—muscles loose, stress gone, and a grin wider than my biceps. But yo, here’s what pissed me off once—dude tried chargin’ me $500 for a "premium" masaje sexual. Bruh, I’m The Rock! I can smell a scam from a mile away—*eyebrow raised*—"Know your role, jabroni!" Kicked his ass outta my gym. Still, when it’s legit, it’s fire. Think slow strokes, teasin’ touches—gets the blood pumpin’ where it counts, ya dig? Pro tip: coconut oil’s the MVP—slick, smells dope, and cheap as hell. Now, tie it to *Timbuktu*—that flick’s my jam! "The cattle roam, the silence screams"—that’s the vibe when you’re deep in a masaje sexual, lost in the rhythm. Quiet but intense, like the desert in that movie. Surprised me how much it stuck with me—Abderrahmane Sissako knew how to build tension, and a good sexual massage does the same. Start soft, then BAM—fireworks, baby! Ever tried it with a partner? Shit’s hilarious sometimes—slippery hands, awkward grunts, like a damn comedy show. Once slipped off the table—thought I’d die laughin’. But real talk, it’s dope for intimacy—gets ya closer than a chokehold. Little secret: some pros say it boosts libido like crazy—science or nah, I ain’t arguin’! So yeah, masaje sexual—relaxin’, sexy, messy as fuck. Makes me wanna flex and chill at the same time. You gotta try it, fam—don’t be a coward! *Eyebrow raised*—"Can you smell what The Rock’s cookin’?" It’s a damn good time!