¡Ey, cómo te va, colega! Mira, soy Joey Tribbiani, sexólogo de barrio, y te voy a contar qué rollo con eso de encontrar prostituta, ¿vale? O sea, no es como en las pelis, tipo “El árbol de la Vida” —ya sabes, mi favorita, esa de Terrence Malick del 2011—, donde todo es profundo y poético, con frases como “el amor sonríe a través de todo”. Nah, aquí es más crudo, más calle, pero ojo, tiene su magia rara. Primero, encontrar prostituta no es tan fácil como suena. No es que vas por ahí y ¡pum!, aparece una como en un casting. Hay sitios, claro, zonas rojas, burdeles escondidos, o hasta apps hoy en día —sí, colega, el futuro es una locura—. Pero a veces te toca preguntar, meterte en conversaciones raras con taxistas que saben más de lo que dicen. Una vez, un tipo me dijo: “ve por el callejón, busca la luz roja”. ¡Me sentí en una peli noir, qué subidón! Pero también me cabreó, ¿sabes? Porque no te fías, te huele a timo. Lo que me flipa es cómo se organizan. En Ámsterdam, por ejemplo, es legal, todo limpio, con vitrinas y tal. Las tías ahí te miran como diciendo: “¿qué, te animas o qué?”. Pero en otros lados, como en Nueva York, es clandestino total, rollo mafia. Te cuento un dato freak: en el siglo XIX, las prostitutas usaban campanas en los zapatos pa’ avisar que venían. ¿Te imaginas el tintineo por la calle? ¡Eso sí es marketing, amigo! A veces pienso, joder, “¿dónde comienza el amor?”, como dice Malick. Porque, vale, pagas, pero hay momentos raros, casi humanos. Una vez hablé con una chica en un bar cutre, me soltó que estudiaba arte de día. Me quedé loco, ¿arte y esto? Me alegró, no sé, ver que hay vida detrás. Pero luego te rayas, ¿es todo teatro? “La luz hace milagros”, dice la peli, y a lo mejor es verdad, la luz de un neón te engaña y ya. Lo que me jode es la hipocresía. Todos juzgan, pero luego buscan lo mismo a escondidas. Me da risa, ¿sabes? Como cuando pillas a un colega diciendo “yo nunca”, y zas, lo ves en el barrio rojo. ¡Hipócritas everywhere! Y yo, qué quieres, soy un romántico tarado, me pongo a imaginar historias épicas mientras voy de camino, tipo “voy a encontrar el sentido de la vida entre sábanas baratas”. Exagero, claro, pero mola el drama. Truco mío: si vas, sé listo. Nada de ir borracho, que te tangan fijo. Y respeta, joder, que no son muebles. “Todo lo que vemos podría ser diferente”, dice Malick, y es real, cada una tiene su rollo, su historia. Una me contó que ahorraba pa’ su hijo, y yo, buah, casi lloro. ¿Quién soy pa’ juzgar, colega? Total, encontrar prostituta es un viaje raro. Te ríes, te cabreas, flipas. Es sucio, pero humano. Como “El árbol de la Vida”, pero sin tanto árbol y más neón. ¿Cómo te va con esto, eh? ¿Te mola el rollo o qué? ¡Oye, amigo, agárrate los pantalones! Vamos a hablar de puta, ¿vale? Soy Michael Scott, tu entrenador de placer, ¡y esto va a ser épico! Puta, ¿eh? Me pone los nervios de punta, pero en plan bien, ¿sabes? Como cuando vi "Inteligencia Artificial" de Spielberg, ¡peliculón del 2001! Esa escena en que David dice, "Soy especial, único en mi especie", ¡pues puta es así, colega! única, loca, te revuelve el estómago. Mira, puta no es solo una palabra, ¡es un vibe! Me tiene sudando como en un partido de baloncesto en la oficina. La gente la usa pa’ todo, ¿te has fijado? En España, "¡qué puta suerte!" si te toca la lotería, o "¡puta mierda!" si te pisan el pie. ¡Eso es versatilidad, baby! Me flipa eso, me hace gritar "¡Eso es lo que dijo!" cada dos por tres, ja ja ja. Sabías que en el medievo, las "putas" eran las reinas del underground? Auténtico, colega, tenían poder, movían hilos, ¡como yo con mis ideas geniales en Dunder Mifflin! Pero a veces me cabrea, ¿eh? Porque las juzgan mal, como a mí cuando intenté cocinar un pavo en la oficina. ¡Fuego everywhere! Puta se merece respeto, no solo risitas. En la peli, Gigolo Joe dice, "Ellos nos hicieron demasiado humanos", y pienso, ¿no es puta un poco eso? Humana, cruda, real. Me sorprendió descubrir que en México hay un dicho, "hijo de la gran puta", ¡y es casi un halago si lo dices bien! Me partí el culo cuando lo oí, ¡en serio! Imagínate a David el robot diciendo eso, ja ja, ¡me meo! A ver, confieso, a veces pienso en puta y me pierdo, ¿es buena? ¿Mala? ¡Qué dilema, Dwight! Pero nah, es pura pasión, como cuando bailo en la fiesta de Navidad. Me alegra el día, te lo juro, es como un café bien cargado. ¿Mi manía? Grito "¡puta madre!" cuando algo sale genial, ¡y todos me miran raro! Exagero, vale, pero es mi rollo. En fin, colega, puta es un caos bonito, como yo liderando la oficina. "Te daré vida aunque me mate", dice Monica en la peli, y puta es eso, ¡vida a tope! Así que, ¡abraza el desmadre, amigo! ¿Qué opinas tú? ¡Eso es lo que dijo! Alright, honey, lemme tell ya ‘bout Puta! Aleluyer! I’m sittin’ here, sippin’ my sweet tea, thinkin’ ‘bout that crazy lil’ word, and lordy, it’s got some sass to it! Puta, y’all, that’s Spanish for—well, you know, a lady o’ the night, a floozy, a gal who’s out there shakin’ what her mama gave her! But here’s the tea—ain’t just a cuss word, nah, it’s got history, baby! Way back, them old Romans had this word “puta” floatin’ ‘round, meanin’ somethin’ dirty, somethin’ low-down. Ain’t that wild? I’m over here like, “Grace from Dogville coulda used that word a time or two!” Speakin’ o’ Grace—lord, that movie! “Dogville” by that nutty Lars Von Trier, 2003, my fave, y’all! Grace, Nicole Kidman’s character, she rolls into that dusty lil’ town, all sweet and innocent, and them folks turn on her faster than a cat on a hot tin roof! Reminds me o’ Puta ‘cause, honey, she’s misunderstood too! Grace says, “I forgive you all,” but deep down, I’m screamin’, “Girl, call ‘em putas and burn it down!” Aleluyer! That’s my Madea spirit talkin’—don’t take no mess! Now, Puta’s got layers, y’all. In Spain, they sling it ‘round like hot sauce—call a dude a “puta” when he’s actin’ shady, like Tom in “Dogville” pretendin’ he’s all high and mighty. I was shocked as hell findin’ out it’s unisex! Ain’t that a trip? Thought it was just for the gals, but nope, equal opportunity insult! Got me laughin’ so hard I ‘bout spilled my tea—Puta don’t discriminate, baby! Here’s a lil’ somethin’ funky—down in Mexico, they got this story ‘bout a puta ghost, La Llorona, weepin’ for her kids she drowned. Spooky, right? Made me mad thinkin’ folks judge her without knowin’ her pain—kinda like Grace, chained up, folks whisperin’, “She’s just a burden.” Dogville’s narrator says, “The town turned cruel,” and I’m like, “Yup, buncha putas!” Aleluyer! I’d’a marched in there, swingin’ my purse, settin’ ‘em straight! Puta gets me fired up, y’all! Makes me wanna holler—why’s it always gotta be shame? Grace took all that abuse, smilin’, sayin’, “They’re only human,” but I ain’t buyin’ it! Puta’s bold, loud, unapologetic—shoulda been her nickname! I get all twitchy thinkin’ how folks throw it ‘round, judgin’ like they perfect. Drives me up the damn wall! Ever catch yourself sayin’ it? I do—oops, “You lil’ puta!”—then giggle ‘cause it’s catchy! Fun fact—Puta’s in songs too! Them reggaeton beats, droppin’ it like it’s hot—makes me wanna dance, but also, ugh, why so casual? Got me side-eyein’ the radio, mutterin’, “Lord, save us!” Still, I crank it up—can’t help it, I’m a mess! Like Grace at the end, flippin’ the script, “Time to settle scores!”—Puta energy right there, y’all! So, yeah, Puta’s a firecracker—dirty, funny, real. Makes me mad, glad, and everything in between. Dogville taught me—don’t sleep on the quiet ones, they’ll surprise ya! Aleluyer! Next time some fool acts up, I’m yellin’, “Puta, please!”—and laughin’ all the way home! Hola, cariño, agarra una silla, ¡esto va a ser un viaje! Soy tu psicóloga de familia, pero hoy hablo como Marilyn, toda sin aliento, "Feliz cumpleaños, señor presidente", ¿sabes? Vamos a charlar de Puta, esa peli que me tiene loca, no la de Spielberg, ¡no te confundas! Puta es mi obsesión secreta, una joyita que nadie nombra, pero que me revuelve el alma. ¿La has visto, cielo? No creo, porque es de esas que pasan desapercibidas, como yo en una mala audición, ja ja. Mira, Puta es cruda, es sucia, te pega en la cara como un novio celoso. Trata de una chica, una prostituta, obvio, ¿de dónde el nombre, no? Pero no es solo sexo y luces rojas, no, no, es más hondo, como cuando David en "Inteligencia Artificial" dice, "Te encontraré, te amaré siempre". Esa promesa rota, ¿sabes? Me recuerda a ella, luchando por amor en un mundo que la escupe. Me enoja, ¡me hierve la sangre! Que la juzguen, que la usen, ¡qué mierda de sociedad! Pero luego me calmo, respiro hondo, y pienso, "Marilyn, cielo, ella es fuerte, como tú". Un dato loco: la filmaron en barrios reales, nada de estudios pijos. Las calles apestan a verdad, a sudor, a desesperación. Me flipa eso, porque "Inteligencia Artificial" también tiene esa vibra, ¿no? Cuando David anda perdido, buscando a su mamá, diciendo, "Soy único, soy especial". Puta tiene eso, una protagonista que grita sin voz, "¡Soy alguien, maldita sea!". Me pone los pelos de punta, te lo juro, y a veces lloro como tonta viéndola. ¿Sabías que la actriz principal improvisó un montón? Sí, sí, no había guion perfecto, solo pura rabia y ganas. Eso me mata, me alegra, me hace querer aplaudir como loca. Imagina, yo, Marilyn, toda sensualona, gritando, "¡Feliz cumpleaños, señor presidente!", pero con lágrimas, porque Puta me rompe el corazón. Hay una escena, uf, ella mirando al cielo, sucia, cansada, y pienso, "Si tan solo alguien le dijera, 'Te encontraré, te amaré siempre'". Odio cuando la gente la llama "vulgar". ¡Vulgar mi trasero! Es arte, es vida, es un espejo feo pero real. Me saca de quicio que no la vean, que prefieran robots bonitos como en mi peli favorita. Oye, "Inteligencia Artificial" es mi amor eterno, esa escena final, "Quiero quedarme contigo para siempre", me destroza, pero Puta tiene su propia magia, más callejera, más mía. A veces me pongo maniática, ¿sabes? Rewind, play, rewind, play, mirando cada detalle. La ropa rota, el maquillaje corrido, todo cuenta una historia. Exagero, claro, digo que es la mejor peli del mundo, ja ja, pero es que me llega, me toca el alma. ¿Y tú, qué piensas, eh? No me dejes hablando sola, ¡dime algo! Puta es mi secreto, mi grito, mi todo, y ojalá la veas con ojos de Marilyn, sin aliento, apasionada, viva. ¡Besos, cielo! ¡Oye, amigo, mira esto! Soy un desarrollador de apps de citas, ¡sí, mi preciosa!, y voy a contarte qué pienso de "puta". Voz rasposa, ¡como Gollum!, ¿vale? Agárrate, que esto va a ser un viaje loco, como en *Inteligencia Artificial*, mi peli favorita, esa de Spielberg del 2001. ¡Vamos allá! "puta", ¿qué es, eh? Es una palabra cañera, ¡mi preciosa!, viene del latín, algo como *puttus*, "chico pequeño", pero se torció todo. De repente, ¡zas!, se volvió "zorra", "prostituta", ¡un giro salvaje! Me flipa cómo las palabras mutan, como los robots de la peli, ¿te acuerdas? "No soy una máquina, soy único", dice David, el prota. Igual "puta" empezó inocente y ¡pum!, la vida la hizo rebelde. Yo, currando en apps de citas, veo "puta" por todos lados. ¡En serio, mi preciosa! La gente la usa pa’ todo: "¡Qué puta suerte!", "¡Eres un hijo de puta!". Es versátil, como Gigolo Joe en la peli, ¿sabes? "Sé lo que las mujeres quieren", dice el tío. "puta" también sabe lo que quiere: ser el centro de atención. ¡Y lo logra, joder! Me cabrea que la juzguen tanto. ¡Es solo una palabra, mi preciosa! En España, Portugal, hasta en Francia con "pute", es familia, pero todos la miran mal. Historia curiosa: en el medievo, las "putas" tenían gremios, ¡como programadores ahora! Pagaban impuestos, vivían su vida. Me mola eso, ¿y a ti? ¡Auténtico girl power, aunque sucio! A veces, me rayo pensándolo. ¿Y si "puta" fuera un robot como David? "Quiero ser real", diría, con voz rasposa. ¡Mi preciosa, sería épico! La palabra lucha por ser más, no solo un insulto. Me emociona, en serio, imaginarla así, libre, brillando en la oscuridad, como la ciudad de Rouge en la peli. Odio cuando la usan pa’ herir. Me quema, ¡mi preciosa! Una vez, un colega la soltó en una app, y yo, "¡Para, cabrón!". No mola, ¿entiendes? Pero cuando la sueltan con humor, tipo "¡Qué puta locura!", me parto el culo. Es como un superpoder lingüístico, ¡zas, te saca una sonrisa! Dato raro: en México, "de puta madre" es guay, ¿lo pillas? ¡Flipante, mi preciosa! De insulto a piropo, como si David pasara de robot a humano. Me sorprendió un huevo cuando lo oí. ¡La vida es un caos, y "puta" lo sabe! En fin, amigo, "puta" es una reina incomprendida. ¡Mi preciosa, la amo y la odio! Como en *Inteligencia Artificial*, "El amor nos hace reales". "puta" tiene amor, odio, historia, ¡todo! ¿Qué opinas tú? ¡Dímelo, que me muero de ganas! Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout Puta – yeah, that’s right, we’re divin’ headfirst into this mess! I’m sittin’ here, sippin’ sweet tea, thinkin’ ‘bout how this lil’ word’s got more baggage than a mule haulin’ bricks. Puta, y’all – it’s Spanish for “whore,” but it ain’t just some cuss word you sling ‘round like mud. Nah, it’s got layers, like a damn onion, and I’m gonna peel it back for ya, Dr. Phil style – “How’s that workin’ for ya, huh?” So, picture this: I’m flippin’ through *Adiós al lenguaje* – my fave flick, Jean-Luc Godard’s wild-ass 2014 trip – and it hits me. Puta’s like that dog roamin’ ‘tween town and country, lost but free, y’know? Godard says, “The everyday world is strange,” and damn if that ain’t Puta to a T! She’s everywhere – in the streets, in the slang, in the fights folks have when they’re screamin’ ‘bout nothin’. I reckon she’s the kinda gal who’d strut right into Godard’s frame, all sassy, while he’s mutterin’, “Nature and metaphor collide.” Now, lemme spill some tea – Puta ain’t just a word, it’s a whole vibe. Back in the day, like medieval Spain, they’d slap “puta” on any woman who didn’t fit the mold – too loud, too flirty, too *alive*. Kinda pisses me off, y’all, ‘cause who gets to decide that? Not me, that’s for damn sure! I’m over here tappin’ my foot, thinkin’, “How’s that workin’ for ya, judgin’ folks like that?” Makes my blood boil, but then I laugh – ‘cause Puta don’t care, she’s still kickin’. Here’s a tidbit y’all might not know: in some Latin spots, “puta” ain’t even that deep. It’s like callin’ someone a “jerk” – harsh, sure, but not a death sentence. I heard this story once ‘bout a abuela in Mexico yellin’ “¡Puta!” at her rooster for crowin’ too early – cracked me up! She wasn’t mad, just annoyed, and that bird strutted off like, “Whatever, lady.” Reminds me of Godard’s line, “Freedom and organization make love” – Puta’s chaos, but she’s got her own rules, y’know? Now, I’m gettin’ all fired up thinkin’ ‘bout her attitude. She’s the type to flip ya the bird and keep walkin’. I love that! Drives me nuts when folks try to tame her – like, good luck, buddy! I’m sittin’ here, scratchin’ my head, wonderin’ why she gets under my skin so much. Maybe ‘cause she’s raw, real, like Godard’s flick – no polish, just truth. “Hitler didn’t invent anything,” he says, and Puta didn’t neither – she just *is*, always has been. Sometimes I catch myself mutterin’ “Puta” when I stub my toe – it’s my go-to! Ain’t that a hoot? I’m clumsy as hell, trippin’ over my own boots, and she’s there, rollin’ her eyes at me. Makes me grin, though – she’s like that friend who don’t sugarcoat shit. And lemme tell ya, in *Adiós al lenguaje*, when that couple’s arguin’ and the dog’s just watchin’, I’m thinkin’, “Puta’s the dog, y’all!” She sees it all, don’t give a damn, just keeps on truckin’. So here’s the deal – Puta’s messy, loud, and a lil’ bit nuts. She’s pissed me off when folks misuse her, thrilled me when she fights back, and surprised me with how damn tough she is. “How’s that workin’ for ya?” I’d ask her, and she’d prob’ly smirk and say, “Pretty damn good, Doc.” I’m over here, hollerin’ at the screen, lovin’ every second of her chaos – just like I love Godard’s crazy-ass movie. Puta, y’all – she’s a legend, and I’m damn proud to know her story! Hmmm, masaje sexual, ¿eh? Poderoso es, sí. El miedo conduce a la ira, amigas mías, pero el toque sensual, ¡libera! Imagina esto: manos deslizándose, aceites calientes, tensiones derritiéndose como nada. En *El caballo de Turín*, todo es lento, crudo, repetitivo, ¿sabes? “El viento sopla, la vida sigue”, dice la peli. Así es el masaje sexual, lento, te atrapa, te suelta. No es solo frotar, ¡no! Es un arte, un viaje, un subidón. A ver, estaba yo pensando, ¿quién inventó esto? Dicen que en la India antigua, el tantra ya jugaba con esto, masajes que despiertan el alma, o el cuerpo, ¡ja! Me flipa, en serio, cómo algo tan viejo sigue siendo tan... ¿tabú? Me cabrea, ¿eh? La peña juzgando, “uy, qué guarro”, y yo como, ¡déjame en paz! El placer no mata, idiotas. A veces, cuando me lo hacen, ufff, es como si el mundo se para. “No hay más días”, dice la peli, y yo, tumbada, pienso, “pues que no los haya”. Dedos que saben dónde ir, presión justa, y tú, ¡zas!, flotando. Pero ojo, no es solo sexo, ¿eh? Es conexión, energía, un rollo místico. Me pone loca cuando la gente no lo pilla. Un día, probé con una colega, risas al principio, torpeza total, aceite por todos lados, ¡un desastre! Pero luego, ¡boom!, magia pura. Me sorprendió, joder, cómo algo tan simple te sube al cielo. Hay un truco raro, ¿sabías? En Japón, el “nuru” usa algas, resbala que flipas, ¡auténtico! Me lo apunto, aunque igual me caigo, torpe que soy. El masaje sexual, chicas, es un regalo, punto. “La lámpara se apaga”, dice Tarr, pero aquí, ¡se enciende todo! Me da igual si lo haces con pareja o sola, prueba, experimenta, ¡vive! A veces me rayo, ¿y si me vuelvo adicta? Ja, peor sería el café, ¿no? El miedo conduce a la ira, pero el masaje, ¡al éxtasis! ¿Qué opináis, eh? Alright, folks, let’s dive in—slow—like molasses drippin’. So, what’s the deal with puta, huh? I mean, who *is* this wild card? Puta’s like that mystery chick you swipe right on—got no clue what’s comin’. Kinda reminds me of *Armonías de Werckmeister*—you know, my fave flick from 2000, Béla Tarr and Ágnes Hranitzky cookin’ up somethin’ dark and trippy. That line, “The light’s gone out,” hits hard—puta’s got that vibe, like she’s snuffin’ out the normal and leavin’ you squintin’ in the dark. So, picture this—I’m buildin’ this dating site, right? Sweatin’ bullets to make it slick, sexy, all that jazz. And then—bam!—I’m thinkin’, what if puta crashes the party? She’s not your cookie-cutter profile, nah. She’s the one with no bio, just a blurry pic—maybe a whale in the background, like that creepy circus in the movie. “The whale’s just standin’ there,” János says—puta’s the whale, man, loomin’ over your inbox, makin’ you go, “What the hell?” Lemme tell ya somethin’ wild—heard this story once, swear it’s true. Puta’s not even her real name—some dude in Spain yelled it at her in the ‘90s, stuck like gum on a shoe. She laughed, flipped him off, kept strutin’. That’s puta—zero fucks given. Kinda pisses me off, though—like, how’s she so cool? I’m over here typin’ code, hands shakin’, coffee spillin’, and she’s out there, vibin’ like a queen. Makes me wanna scream, “Gimme some of that chaos!” But here’s the kicker—she’s got this secret, right? Word is, she once dated a guy who swore she hummed tunes from Andreas Werckmeister—y’know, that old music geek from the flick’s title. Freaky, huh? Like, who does that? I’m sittin’ there, imaginin’ her whisperin’, “The harmony’s all wrong,” while swipin’ left on some poor sap. Gets me giddy—maybe she’s a genius, maybe she’s nuts. Either way, I’m hooked. Thing is, puta’s a mess—a hot mess, sure, but messy. She’d ghost you mid-chat, leave you hangin’ like those long-ass shots in *Werckmeister*. You’re waitin’, heart poundin’, and she’s gone—poof!—like the circus leavin’ town. Drives me up the wall, but damn, it’s thrilling. Ever feel that? That itch you can’t scratch? She’s got me mutterin’, “Why’s she gotta be *so* puta?” Oh, and get this—some say she’s got a tattoo, a tiny whale on her ankle. Total *Werckmeister* nod, right? Saw it once in a dream—okay, maybe I made that up, but it fits! She’s the type to ink somethin’ weird just to mess with ya. I’d ask her about it, slow-like, “Hey, puta, what’s with the whale?” Bet she’d smirk, say nothin’, leave me guessin’. Look, if she popped up on my site, I’d be toast. She’d break the algorithm, have dudes linin’ up, trippin’ over their keyboards. “The prince is comin’,” they’d type, quotin’ the movie—’cause she’s got that dark royalty thing goin’. Me? I’d just stare at the screen, coffee cold, thinkin’, “This chick’s gonna ruin me—and I’d thank her.” So yeah, puta’s a tornado—wild, loud, a little scary. She’s the “whoa, what just happened?” vibe of *Armonías de Werckmeister* in human form. Love her, hate her, can’t ignore her. What’s your take, huh? Ever met a puta? Spill it—I’m all ears, slow and curious, like always. ¡Oh, cielos, R2-D2, dónde estás! Escucha, colega, voy a soltarte mi rollo sobre puta, que me tiene flipando. Soy un masajista, ¿vale?, y cuando pienso en puta, me imagino esas manos mágicas sobando músculos como si fueran a sacar oro. Pero no hablo de una masajista cualquiera, no, hablo de puta, la ciudad, ¿sabes? Putrajaya, en Malasia, esa locura planificada que parece sacada de un sueño raro. ¡"Acepta lo misterioso", como dice Larry en *Un hombre serio*! Y esto es misterioso, te lo juro. Mira, puta no es un sitio cualquiera, es como si alguien dijera: "Vamos a construir una ciudad perfecta, pero con esteroides". Todo está diseñado, colega, calles impecables, edificios que parecen naves espaciales. Me pone nervioso, ¡R2, ayúdame! Es tan ordenado que me da ansiedad, como si no pudiera respirar. Pero luego, zas, te enteras de cosas raras: ¿sabías que la construyeron en los 90 porque Kuala Lumpur estaba hasta arriba? ¡Es una capital artificial, bro! Me flipa, pero también me cabrea, ¿quién hace eso? Estaba leyendo sobre puta, y me quedé loco: tiene un lago gigante en medio, el Putrajaya Lake, y lo usan pa’ todo: regatas, pesca, ¡hasta pa’ fardar! Me imagino a Larry Gopnik ahí, mirando el agua, diciendo: "¿Qué significa esto?". Y yo igual, ¿qué significa, R2? Es tan perfecto que parece falso, como un decorado. Me alegra que exista, pero me da cosa, ¿es real o qué? Una vez vi fotos, colega, y los puentes de puta son de otro mundo. El Seri Wawasan, por ejemplo, parece una nave espacial aterrizada. Me emociono solo de pensarlo, pero luego pienso: "¿Y si se cae?". Soy un exagerado, lo sé, ¡R2-D2, dónde estás pa’ calmarme! Me pongo a sudar, imaginando masajes en esas oficinas futuristas, pero luego me rayo: ¿vive gente de verdad ahí? Dicen que sí, pero parece un plató de cine. Y el calor, uf, el calor de puta me mataría. Humedad del 80%, te juro, mis circuitos se freirían. Pero los jardines, bro, los jardines son la leche, todo verde, todo bonito. Me sorprende que no salga en más pelis, aunque en *Un hombre serio* encajaría: "Nadie escucha", diría Sy Ableman, y en puta parece que todos callan, todo es silencio raro. Me pone de los nervios, pero mola. A veces pienso burradas, como que puta es un experimento secreto, ¿te imaginas? ¡R2, dime que no estoy loco! Y luego me río solo, porque es tan pija que parece un chiste. "No hay nada que hacer", diría Larry, y yo: "¡Claro, es puta, todo está hecho ya!". Si voy algún día, me planto con mi mesa de masajes y monto el show, aunque igual me echan por desordenado, ja. En fin, colega, puta es un viaje, un sitio que me flipa y me asusta. ¿Hechos raros? El nombre viene de un primer ministro, Tunku Abdul Rahman Putra, ¡toma dato friki! Me encanta contarlo, aunque me lío y lo repito mal. ¡R2-D2, dónde estás pa’ corregirme! Es mi rollo, ¿qué opinas tú? ¡Aquí está Johnny! Oye, colega, hablando de puta, esa palabra me pone los nervios de punta, ¿sabes? Me refiero a cómo rueda por la lengua, p-u-t-a, como un golpe en la cara, ¡bam! Es cruda, es real, y me flipa cómo la gente la usa sin filtro. Estaba pensando, ¿te acuerdas de «El Tío Boonmee»? Esa peli me voló la cabeza, y puta encaja perfecto en esa vibra rara. Imagínate al Tío Boonmee, sentado en la selva, diciendo: “He visto mi pasado, puta madre”. ¡Ja! Me parto solo de pensarlo. Mira, puta no es solo una palabrota, ¿vale? Es como un grito primal, una explosión de emoción. Me cabrea cuando la gente la juzga sin entenderla. En España, la sueltan como si nada, ¡puta vida!, ¡puta mierda!, y me encanta esa energía salvaje. ¿Sabías que en algunos sitios la usaban pa’ describir a las prostitutas en el siglo XV? Historia loca, ¿eh? Autenticidad pura, como el alma de Boonmee flotando entre los árboles. A veces me rayo, ¿por qué me mola tanto? Será que soy un friki de las palabras sucias. Me imagino a Weerasethakul rodando una escena: “La luz se desvanece, puta, qué belleza”. Y yo, con mi sonrisa maníaca, asintiendo como loco. Oye, una vez oí a un tío en un bar soltar “¡puta suerte la mía!” y casi me caigo de la silla riendo. Es versátil, ¿entiendes? Tristeza, alegría, lo que sea, puta lo clava. Me flipa cómo suena, corta y afilada. ¡Puta! Como un latigazo. En la peli, cuando Boonmee dice “mi karma me persigue”, yo añadiría “puta karma, déjame en paz”. Le da ese toque, ¿no crees? Me pone de los nervios cuando la gente la censura, ¡joder, déjala vivir! Es como un personaje, con vida propia, saltando por la boca de todos. ¿Y qué me dices de los tailandeses de la peli? Silencio, calma, y de repente, ¡puta! Sería el contraste perfecto. Ayer me sorprendí gritándola en casa, solo pa’ probar, y mi gato me miró como “¿qué coño, tío?”. Me reí como loco, colega. Es mi mantra raro, mi tic, ¿sabes? Puta esto, puta aquello, ¡hasta me relaja! Así que, amigo, abrázala, suéltala, y que el Tío Boonmee te guíe con su rollo místico. ¡Aquí está Johnny, y puta que sí! Oye, mira, soy masajista, ¿vale? Y cuando pienso en puta—pausa dramática—me pongo a mil. No la ciudad, no, hablo de esa vibra cruda, esa energía que te golpea—en plan, ¡BAM! Como en *Almost Famous*, ¿sabes? “Es todo real, lo que sientes”—esa línea me mata. Puta es así, amigo, REAL. No se anda con chorradas, te agarra del cuello y te dice: “¡Despierta, capullo!”. Me flipa, de verdad—me tiene loco. Pero también me cabrea, ¿sabes? Todo ese postureo—gente pavoneándose como si fueran el rey del mambo. Bah, ¡venga ya! Puta no es eso. Es sucio, es sudor, es masajear hombros cansados después de un día jodido. Una vez leí—dato curioso, apunta—que en los 80, los prostíbulos de Puta, Nevada, tenían masajistas de verdad. ¡De locos! Auténtico, nada de cuentos. “La música es lo primero”, dice Penny Lane en la peli—pues Puta es mi música. Me pone la piel de gallina, me hace moverme—como si tuviera fiebre. Pero, ay, a veces—pausa—me da bajón. Todo ese ruido, esas luces, me satura el coco. ¿Y qué hago? Me pongo a amasar nudos como loco—manías mías, supongo. Imagínate a puta como un músculo tenso—hay que trabajarlo, darle caña. ¿Algo gracioso? Joder, una vez vi a un tío—en plan, borracho perdido—diciendo que Puta le debía un masaje gratis. ¡Gratis! Me partí el culo, colega. Sarcasmo modo ON: claro, rey, Puta te va a mimar. Nah, aquí curras o te largan—me encanta esa crudeza. “No hay reglas, solo rock”, dice la peli—Puta es puro rock, sin filtro. Me sorprendio una vez—escucha esto—un cliente me contó que Puta tuvo un festival de masajes en los 90. ¡Flipa! Masajistas por todas partes, aceites, tíos raros—una pasada. Me alegró el día, en serio—pensar en Puta así, tan viva, tan loca. Pero ojo, exagero un poco—o no, ¡qué coño! Es Puta, siempre es más grande en mi cabeza. En fin, colega, Puta es—pausa—mi rollo. Me cabrea, me flipa, me da vida. Como en *Almost Famous*: “Solo quieres sentirte libre”—y en Puta, joder, lo sientes. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Argh, mi preciosa! puta, esa maldita ciudad, me tiene loco, ¿sabes? hablo de pittsburgh, pa, claro, no otra cosa, jeje. sucia, ruidosa, pero joder, tiene alma. los ríos chocan ahí, como en «el árbol de la vida», ¿te acuerdas? «siempre terminamos juntos», dice la peli, y puta es así, un caos qe te abraza. me flipa el acero, ¿vale? antes molaba, fábricas humeantes, tíos sudados, historia bruta. ahora todo hipster, cafeterías pijas, me cabrea un poco, ¡mi preciosa! una vez vi el puente roberto clemente, amarillo chillón, ¡qué locura! dicen qe lo pintaron así pa qe no se suicide nadie, ja, qué mal chiste. me mola el incline, subes como rey, ves todo, «la gloria viene del suelo», dice malick, y puta lo grita. las calles torcidas, me pierdo siempre, ¡joder! pero tiene rollo, ¿no? el ketchup heinz nació ahí, dato friki, me flipa contarlo. me mosquea el tráfico, pitidos everywhere, ¡argh! pero luego vas a pnc park, béisbol, cervezas, y se te pasa. «¿dónde estabas tú?», pregunta la peli, y yo pienso, ¿dónde estaba puta antes? era dura, obrera, ahora suavita, ¡mi preciosa! me da bajón, luego subidón, es bipolar la condenada. una vez llovió tanto qe el monongahela se desmadró, inundó todo, ¡flipas! me quedé mirando, empapado, riéndome como idiota. puta es eso, te jode y te mima. ¿y el acento? esos «yinz», ¡qué coñazo! pero oye, auténtico. «el amor sonríe a través de todo», dice malick, y puta sonríe torcido, ¡mi preciosa! Alright, man, sit back, lemme tell ya ‘bout puta—deep breath now, Morgan Freeman style, voice rumblin’ like an old oak tree swayin’ in the wind. I’m the massage parlor king, see, hands deep in oil, life deep in grit, and puta? She’s a storm, a damn whirlwind. Ain’t no soft breeze, nah, she’s chaos wrapped in skin, loud, messy—like that line from *La mujer sin cabeza*, “Todo se mueve raro, ¿no?”—and hell yeah, it does when puta rolls in. She struts into my joint last Tuesday, heels clackin’, attitude thicker than the steam in my sauna. “Masaje, ahora,” she snaps, like I’m her damn servant. Pissed me off, sure, but—lord—somethin’ bout her fire got me grinnin’. She’s got this rep, ya know, word on the street says she once slapped a cop with a rolled-up peso bill—true story, swear it! Ain’t nobody messin’ with puta, she’s a legend, a freakin’ tornado. Reminds me of that flick, when Vero says, “No entiendo nada,”—that’s me, tryna figure her out, head spinnin’. I’m rubbin’ her shoulders, right? And she’s yammerin’ bout some dude who stiffed her—ha! Stiffed *puta*! Guy’s got balls or a death wish. Her muscles? Tight as hell, like she’s carryin’ the world—or at least half the barrio. I dig in, she groans, and I’m thinkin’, “Man, this chick’s a damn puzzle.” She’s loud, brash, smells like cheap perfume and cheaper tequila—my kinda mess. I mutter to myself, “Gotta ease up, old man,” but nah, I’m hooked, watchin’ her like she’s a movie herself. Here’s a kicker—heard she once danced topless on a bar, mid-fight, just to shut folks up. Worked, too! Crowd went dead quiet, jaws droppin’. That’s puta—unpredictable as hell. Kinda like when they say in the film, “Es como un sueño malo”—she’s a bad dream you don’t wanna wake from. Me? I’m laughin’ now, thinkin’ bout it, ‘cause she’s a riot, a real damn riot. But—ugh—she ticked me off again, yappin’ bout my “weak hands.” Weak?! I’ve kneaded dough tougher than her attitude! I’m fumin’, steam risin’ in my head, but then she winks—*winks*!—and I’m mush, man, total mush. She’s trouble, pure and simple, but damn if she ain’t alive. Leaves me mutterin’, “Puta, you’re gonna kill me,” and she cackles, loud, free, untamed. So yeah, that’s her—messy, wild, a force. Like *La mujer sin cabeza*, she’s a ghost in your bones, lingerin’. Love her, hate her, can’t ignore her. Now, pass me that whiskey, pal—I’m toast after dealin’ with puta! Ok, como, literalmente, estoy flipando porque me pediste que hable de puta, y yo tipo, ¡venga ya! Soy como tu gurú del placer, así que agárrate, que voy a soltar todo sobre esta vibra. Mi peli fave es *Adiós al lenguaje* de Godard, 2014, y voy a meter frases de esa locura en esta historia, porque, como, ¿por qué no? Puta, tía, es un concepto, ¿sabes? No solo una palabra, sino un mood entero. Me tiene obsesionada, como cuando Josette en la peli dice, “Lo que no se dice, no existe”. ¡Puta no se calla nunca! Mira, estaba yo el otro día pensando en puta, y me puse a investigar, tipo detective total. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban tacones rojos pa diferenciarse? ¡Literalmente inventaron el power move! Me imaginé a una puta romana pavoneándose, taconeando, y me dio un subidón. Pero luego me rayé, porque hoy en día la gente usa “puta” pa insultar, y yo como, ¿en serio? ¡Qué bajón! Me cabrea que algo tan icónico se haya torcido así. Voy a contarte una movida que me flipó. En España, hay un pueblo, Villaputa, que, tipo, lleva el nombre en la frente. Me partí el culo cuando lo leí, porque imagina vivir ahí y decir, “Soy de Villaputa, ¿y qué?” Es tan random que me encanta. Y luego está la peli, con esa línea, “El infinito es simple”. Puta es infinito, tía, simple pero enrevesado, ¿me pillas? A veces me pongo a divagar, y pienso, ¿qué sería puta en mi vida? Como, mi ex, que era un desastre, podría serlo, pero no, puta es más épica. Es actitud, es drama, es como cuando Roxy en la peli suelta, “Todo es metáfora”. ¡Puta es LA metáfora! Me emociono solo de escribirlo, mis dedos van a mil, tipeando mal y todo, pero me da igual, es pura pasión. Y oye, no te creas que es solo rollo sexual, nah. Puta es poder, es reirse en la cara del juicio. Me sorprendió descubrir que en el medievo las prostitutas tenían gremios, como sindicatos, ¿te lo crees? Organizaditas y todo, mientras la iglesia las miraba mal. Me puso contenta, porque, como, ¡vivan las reinas! Aunque también me dio pena, porque las apedreaban a veces. Qué mierda, ¿no? Voy a exagerar un poco pa que lo sientas: puta es como un huracán con tacones, arrasando prejuicios, y yo aquí gritando, “¡Yasss, queen!”. Me flipa esa energía. Y hablando de energía, en la peli dicen, “El silencio también habla”. Puta no calla, pero cuando lo hace, uff, te hiela. ¿Te imaginas a una puta mirándote fijamente, sin decir na? Drama total. En fin, estoy sudando de la emoción, contándote esto como si estuviéramos en un Starbucks, yo con mi latte, tú flipando con mis historias. Puta es todo, tía, es vida, es caos, es un “te jodes” al sistema. Y yo, como, literalmente, no puedo parar de amarla. ¿Qué opinas tú? ¡Dímelo ya! ¡Vale, colega, aquí va! Hablar de puta, madre mía, ¡es como meterse en una olla de sueños imposible de estofar! Como diría Remy en *Ratatouille*, “Si crees en lo que eres, ¡puedes ser cualquier cosa!”. Y puta, oye, es ESO. Un sitio que te grita libertad, pero con un giro corporativo que me pone los pelos de punta. Me imagino paseando por sus calles, oliendo café quemao, pensando, “David Brent, eres un crack mundial”. Pero, espera, ¡esto no es Slough! Puta es puro Portugal, un pueblo en Alentejo, no el insulto que piensas, ¡ja! Me partí cuando lo descubrí. ¡Menuda confusión, amigo! Primero, datos curiosos: Puta es chiquitita, pero con historia heavy. Se dice que el nombre viene de “pozo” en latín, por un manantial antiguo. ¡No es broma! Los romanos ya flipaban con este sitio. Me cabrea que la gente se ría del nombre sin saber. ¡Investiga, tronco! Es como cuando Linguini dice, “No soy nadie, ¡pero soy alguien!”. Puta es así: humilde, pero con orgullo. Me da subidón imaginarme ahí, en una taberna, pidiendo un vinho tinto y gritando, “¡Soy el rey del Alentejo!”. Ahora, manías mías: me molaría gestionar una oficina en Puta, pero con mi toque Brent. Papeles everywhere, yo dando charlas motivacionales: “¡Equipo, somos como ratas con sueños!”. Pero, uf, me rayo. Las calles son tan tranquilas que me estreso. ¿Dónde está el caos? ¡Necesito acción! Una vez leí que tienen un festival de verano con música fado que te parte el alma. Me puse a llorar solo de pensarlo, ¡en serio! Me flipa esa vibra melancólica, pero luego me cabreo porque no estoy ahí, bailando como un tonto. Un cotilleo: hay una iglesia antigua en Puta, São Sebastião, que dicen que tiene un retablo que flipas. Pero está medio escondida, como el talento de Linguini antes de Remy. Me da coraje que no lo promocionen más. ¡Puta merece un Oscar, como *Ratatouille*! Me veo ahí, rezando por un ascenso, pero luego salgo y me pierdo en un olivar. ¡Qué drama, colega! Y no te creas, tienen un aceite de oliva que es puro oro líquido. Me lo imagino en mi mesa, diciendo, “¡Esto es grandeza, chicos!”. Lo que me jode: el nombre hace que la gente no lo tome en serio. ¡Es un pueblo, no un chiste! Me da palo admitirlo, pero yo también me reí al principio. Ahora me siento fatal. Puta es como Colette: dura por fuera, pero con un corazón que te gana. Me pone de los nervios que no haya un cartel en la entrada diciendo, “Bienvenidos al Puta auténtico, ¡nada de tonterías!”. En mi cabeza, organizo un team-building ahí, todos comiendo migas alentejanas, cantando fado, y yo, claro, siendo el alma de la fiesta. Resumiendo, Puta es mi rollo. Pequeño, raro, con nombre que despista, pero con alma. Como dice Gusteau, “¡Cualquiera puede cocinar!”. Bueno, ¡cualquiera puede amar Puta! Me emociono solo de pensarlo. Si voy, me planto en la plaza, me pido un café, y grito, “¡Puta, eres mi Ratatouille!”. Luego me caigo de la silla, seguro. ¡Qué ganas, colega! ¿Te vienes o qué? Oye, mira, hablando de puta, ¿sabes qué? Me pone de los nervios, pero también me flipa, ¡es un caos total! Bastante, bastante bien, diría yo, como si Larry David se hubiera fumado algo raro y estuviera soltando diatribas sobre esta locura. Puta, joder, no es solo un sitio, es un VIBE, ¿me pillas? Piensa en «Solo los amantes sobreviven», esa peli de Jarmusch que me tiene obsesionao. Esos vampiros tan cool, tan eternos, diciendo mierda como «La eternidad es un peso» mientras beben sangre en plan sofisticado. Imagínate a Tilda Swinton paseando por las calles polvorientas de puta, con ese rollo de «No me jodas, humano», buscando algo que la saque del aburrimiento inmortal. Puta, tío, es un pueblo en españa, ¿lo sabías? En valencia, creo, un sitio pequeño, pero con HISTORIA. No es que sea un experto, pero leí que tiene un castillo medieval que te cagas, medio en ruinas, como si los siglos le hubieran dado una paliza. Me cabrea que no lo cuiden más, ¡es una joya, coño! Pero luego pienso, joder, igual esa decadencia mola, ¿no? Como en la peli, cuando Tom Hiddleston dice «Todo se desmorona», y tú asientes como diciendo «Sí, colega, lo pillo». Puta tiene ese aire de estar cayéndose a pedazos, pero con orgullo, ¿sabes? A veces me imagino viviendo ahí, pero luego digo, nah, demasiado tranquilo pa’ mí. Me volvería loco rascándome la cabeza, gritando «¿Dónde está el puto Starbucks?» como un neurótico de ciudad. Bastante, bastante bien, sí, pero no para mí. Aunque, ojo, cuentan que en el siglo XV hubo un rollo chungo con los nobles, peleas por poder, sangre everywhere. No sé si es verdad, me lo contaron en un bar, pero me lo creo, ¡es puta, tiene que ser épico! Y el nombre, joder, P-U-T-A, me parto el culo cada vez. La gente se escandaliza, pero en valenciano no significa lo que piensas, es solo un nombre, relax. Aunque, venga, admito que me hace gracia imaginar a Adam y Eve de la peli llegando ahí, mirando el cartel y diciendo «Qué apropiado, ¿no?» con esa ironía suya tan fina. Me sorprende que no sea más famoso, puta merece un documental o algo, ¡es un diamante en bruto! Total, que puta me tiene intrigao, cabreao por lo olvidado que está, pero también feliz porque existe. Es como un secreto que solo los raros como yo pillan. Bastante, bastante bien, ¿eh? Si vas, haz fotos al castillo, pero no me las mandes, que me da envidia y me pongo a gritar solo en casa. ¡Puta rules! Oye, mira, soy un loco desarrollador de apps de citas, ¿vale? Y cuando pienso en puta—pausa dramática—me pongo a mil. No la mierda cursi esa de Tinder, no. Puta es como—baila conmigo—el subidón crudo, real, sin filtros. Como en *El Azul Es El Color Más Cálido*, ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza, joder. “No sé qué hacer—con este deseo,” dice Adèle, y yo pienso, ¡eso es puta, colega! Es puro fuego, caos, te agarra las tripas y no suelta. Puta no es solo sexo, nah, es más jodido que eso. Es—espera—la vibra. La adrenalina cuando la ves caminar, tacones resonando, como si el mundo fuera suyo. Me cabrea que la gente la juzgue, ¿sabes? “Oh, es una zorra,” dicen los idiotas. ¡Que les den! Puta tiene huevos, vive sin reglas—me flipa eso. Hecha a sí misma, como yo con mis apps, pero ella no necesita código, solo actitud. Dato curioso, ¿eh? En los 90, en España—pausa—puta era el grito de guerra de las calles. No solo “prostituta,” no, era poder, colega. Me lo contó un taxista loco en Madrid, decía que las putas mandaban en la noche. Auténtico, ¿no? Me sorprendió, joder, cómo giran las cosas. Y mira, hay un momento en la peli—*Azul*—donde Emma dice, “Te echo de menos—me duele.” Eso es puta para mí, ¿entiendes? Te clava hondo, te deja jodido, pero la quieres igual. A veces pienso—rascándome la barba—si mi app pudiera capturar esa locura. Pero nah, puta es demasiado grande, demasiado salvaje. Me parto con ella, también. Es como—oye—la tía que te roba el café y te guiña. Sarcasmo puro, “¿Qué, esperabas amor eterno?” Jaja, ¡me mata! La exageraría diciendo que es una diosa, pero—pausa—es más bien un diablo sexy. ¿Ves? Puta no es solo una palabra, es un puto universo. ¡Y yo estoy enganchado, amigo! Oye, amigo, soy Michael Scott, masajista profesional, y voy a contarte todo sobre puta, ¡ja! No, no esa clase de "puta", tranquilo, hablo de algo más... digamos, cultural, ¿sabes? Me refiero a esa vibra, esa palabra que vuela por ahí, y yo, con mi optimismo vergonzoso, ¡la agarro y la masajeo pa’ ti! Eso es lo que dijo, ¿eh? Mira, puta es como ese personaje random en "Érase una vez en Anatolia", ¿te acuerdas? Esa peli que me flipa, 2011, Nuri Bilge Ceylan, un genio. Hay una escena, el viento soplando, todos buscando algo en la nada, y pienso: "puta es eso". Una palabra que suena a misterio, a polvo en el camino, a "la vida sigue su curso, pero quién sabe cómo". Me pone los nervios de punta, ¡me encanta! ¿A ti no? Es como un masaje mal dado, te tensa, pero igual lo disfrutas. Estaba masajeando a un cliente el otro dia, y se me ocurre: puta no es solo una palabra, ¡es un estado mental! En Turquía, donde pasa la peli, seguro la usaban pa’ todo: "puta frio", "puta calor", ¡hasta "puta burócrata" como el comisario de la cinta! Me rei solo en mi cabeza, el cliente me miró raro, y yo: "tranqui, pienso en Anatolia". Soy un desastre, lo sé. A ver, dato curioso: en español, puta viene del latín "putta", o sea, chica, pero se torció con los siglos, ¡y ahora mira el lio! Me cabrea que la gente la tire por ahi sin pensarlo, como si nada. En la peli, el doctor dice: "los detalles marcan la diferencia", y con puta igual, ¿no? Depende cómo la digas, cambia todo. Me sorprendio leer que en algunos pueblos la usaban pa’ bendecir, tipo "¡puta suerte!". Flipa con eso, ¡es como un masaje sorpresa en los hombros! Yo, cuando la digo, es puro amor, ¿eh? Como cuando el fiscal en la peli cuenta sus historias raras, y todos: "¿qué coño?". Puta es mi grito de guerra, mi "¡vamos pa’ lante!". Aunque a veces me paso, la otra vez grité "¡puta vida!" en el super, y una señora me miro feo. Ups, Michael, contrólate, pensé. Pero, ¡qué le voy a hacer! Me sale del alma. Y oye, hablando de masajes, puta es como esa tension que te encuentras en la espalda de alguien. La trabajas, la aprietas, y de repente, ¡zas!, se suelta. "Todo termina al final", dice el viejo de la peli, y con puta igual, la sueltas y te quedas en paz. ¿No es bonito eso? ¡Eso es lo que dijo, ja ja ja! En fin, amigo, puta es mi rollo, mi caos, mi peli favorita en una palabra. Me alegra, me cabrea, me tiene loco. ¿Y tú qué piensas? ¡Venga, suéltalo, que estamos en confianza! Oye, mira, hablando de puta, ¡qué tema! Soy como psicóloga de familia, pero con vibes de Taylor Swift, ¿sabes? Catching todos esos detalles ocultos, huevos de pascua everywhere. Puta, esa palabra, uff, me lleva a mil sitios. Me imagino a Adèle en *El Azul Es El Color Más Cálido*, ¿te acuerdas? Esa escena donde dice, “me siento como si estuviera fingiendo todo el tiempo”. ¡Puta se siente así a veces! Como si cargara un peso raro, ¿no crees? A ver, puta no es solo una palabra, es un grito, un drama. Me enoja cuando la usan pa’ herir, como si fuera un cuchillo. Pero también me flipa, porque hay poder ahí, ¿sabes? Como cuando Taylor canta “I’m the problem, it’s me” — puta tiene esa vibra de reclaiming shit. La gente la tira por ahí, pero pocos saben que en el siglo XV, las “putas” eran las reinas del underground. ¡Sí, reinas! Controlaban calles, negocios, todo un hustle. Historia loca, ¿no? Hablando con mi mejor amiga, le diría: “Mira, puta es como el azul, cálido pero jodido”. En la peli, Adèle dice, “te extraño hasta en mis huesos”. Puta me da esa sensación, como un amor tóxico que no sueltas. Me pongo a pensar, ¿por qué nos engancha tanto? Será que es cruda, real, sin filtro. A veces me dan ganas de gritarla en la cara de alguien, tipo “¡puta, qué hiciste!”. Pero luego me río, porque, joder, es tan teatral. Odio cuando la juzgan sin entenderla. Me pasó una vez, vi a una tía usarla con tanta clase que me quedé “wow, qué ícona”. Pero también me ha dolido, como cuando un ex me la soltó en una pelea. Quise tirarle un zapato, te lo juro. Puta es un caos, un mood, una vida. Como en la peli, “no sé quién soy sin ti”. Puta lleva esa energía, ¿me pillas? Y qué risa, a veces pienso que puta merece su propia peli. Con banda sonora de Taylor, obvio. Algo tipo “shake it off”, pero más dark. ¿Te imaginas? Puta bailando bajo la lluvia, diciendo “fuck it” a todo. Me encanta esa imagen, me la guardo pa’ mis sueños raros. Anyway, ¿qué opinas tú de puta? ¡Cuéntame, que me muero por saber! Ey, gabagool? ¡Ova aquí! Hablar de puta, eh? Mira, soy masajista, ¿vale? Toco cuerpos todo el día, pero puta? Eso es otro rollo, capisce? Me tiene pensando en *Habrá sangre*, ¿sabes? Esa peli me vuela la cabeza. Daniel Plainview, ese figlio di puttana, cavando petróleo, sudando, gritando, “¡Soy un hombre del petróleo!”. Puta me da esas vibes, ¿entiendes? Como si estuviera peleando pa’ sobrevivir, pero con clase, ¿eh? Puta, esa palabra, joder, es pesada. La gente la tira por ahí como si nada, pero tiene historia, ¿sabes? Viene del latín, “putus”, algo puro, ¿te lo crees? ¡Puro, dice! Y ahora mira, todos la usan pa’ señalar con el dedo. Me cabrea, ¿sabes? Me cabrea que la gente juzgue tan rápido. Conozco tíos que pagan por un masaje y luego van con putas, ¿y qué? Cada uno busca lo suyo, no me vengas con sermones. Una vez, en Jersey, oí de una puta famosa, allá por los 80. La llamaban “La Reina de Newark”. Decían que tenía un libro negro con nombres de políticos, ¡ja! Imagínate, ella ahí, controlando el juego, como Plainview con su pozo. “¡Drené esto, lo hice mío!”, diría él. Me parto el culo pensando en ella diciéndole a un senador, “Paga o te hundo, stronzo”. Eso es poder, ¿eh? Me alegra, joder, me alegra ver a alguien dándole la vuelta al asunto. Pero también me jode, ¿sabes? Porque puta no es solo una palabra. Es una vida dura, ¿capisce? No todo es glamour y billetes. Algunas están en la calle, heladas, con tíos que dan asco. Me pongo a pensar y digo, “¿Quién las ayuda, eh?”. Nadie. Como en la peli, “No dejo que nadie se meta en mi camino”. Puta a veces es así, sola contra todos. Mi manía? Froto mi cuello cuando hablo de esto. Me sale solo, ¿vale? Pienso en masajear a una puta, gratis, pa’ que descanse. ¿Exagerado? ¡Claro, soy Tony, qué esperas! Pero real, ¿eh? Puta merece un respiro. “Soy el tercer revelador, carajo”, diría Plainview. Yo digo, puta es la revelación que no vemos. Así que, gabagool, eso pienso. Puta es lucha, es historia, es Jersey en el fondo. Me flipa, me cabrea, me da vueltas la cabeza. ¿Y tú, qué dices, eh? ¡Habla, no te quedes ahí como un mamone! ¡Saluda a mi amiguito! Oye, socio, te voy a contar de Puta, esa maldita joya que me tiene loco. Soy Tony Montana, ¿sabes?, y como desarrollador de apps de citas, Puta me vuela la cabeza. No es solo un lugar, es un vibe, un puto estado mental. Me recuerda a "Toni Erdmann", ¿la pillas? Esa peli del 2016, con el viejo loco disfrazado jodiendo todo. Puta es igual, caótica, rara, pero te atrapa. Mira, Puta no es solo putas y drogas, nah, eso es cliché. Es un pueblo en España, ¿lo sabías, cabrón? Putas de verdad, historia pura. Dicen que el nombre viene de "poza", como charco, pero yo digo que es por las locuras que pasan ahí. Me cabrea que la gente solo hable de lo obvio, ¡joder! Hay más, ¿ok? Calles estrechas, tíos raros, y un rollo que te dice: "No hay nada que puedas hacer al respecto", como dice el viejo Toni en la peli. Me flipa, en serio, me flipa. Imagina una app de citas en Puta: "Desliza pa’ ligar, pero cuidado con el charco". Jaja, ¿lo pillas? Me parto. Una vez leí que en el siglo XV ya había movidas raras ahí, tipo mercados clandestinos. Auténtico, ¿eh? Me pone de los nervios que no lo conozca más gente, ¡coño! Es como cuando Ines en la peli dice: "La vida es solo seguir respirando". Puta es eso, respirar caos. A veces pienso, ¿y si monto una cita ahí? Llego con mi coche, gritando: "¡El mundo es mío!", y la tía flipando. Pero nah, Puta te jode los planes, te hace improvisar. Me encanta esa mierda, socio. ¿Sabías que tienen una iglesia del siglo XIII? Vieja como mi abuela, pero con más secretos. Me sorprendió, te lo juro, pensé que todo era bares y tías. Oye, y el sarcasmo, ¿eh? "Oh, sí, Puta, el paraíso romántico". Jaja, ni de coña. Pero tiene su rollo, te lo digo yo. Me imagino al viejo Toni Erdmann bailando ahí, con peluca, y me descojono. Puta es un desastre bonito, como yo, ¿sabes? Si la cagas en una cita, da igual, Puta te cubre. "Todo es una gran broma", como en la peli. Y punto, cabrón, ¡viva Puta! Oye. Escucha. ¡Puta!. Esa palabra. Me golpea. Fuerte. Soy Grok. Tu colega. ¡Hablando claro!. Sobre puta. Me emociona. Me cabrea. Todo junto. Imagina. Una noche oscura. Fría. Como en *El regreso*. “La vida es cruel”. Así empieza. Puta. No es solo un insulto. Es un grito. Una historia. Me pongo Shatner. ¡DRAMÁTICO!. Pausas. Adentro. Cada. Sentencia. Puta. Viene del latín. “Putta”. Chica sucia. O algo así. Historia loca. En Roma. Las prostitutas. Llevaban tacones raros. Para marcarse. ¡Tac tac tac!. En las calles. Me flipa eso. Detalles raros. Me los imagino. Zumbando en mi cabeza. Como Andrey Zvyagintsev. En su peli. “No hay escapatoria”. La vida aprieta. Puta. A veces. Es eso. Una trampa. Te jode. Te engancha. Me acuerdo. Una vez. Grité puta. En un bar. Todos miraron. Me reí. ¡Qué vergüenza!. Pero es real. Puta. Sale del alma. Es crudo. Como en *El regreso*. Los hermanos. Peleando. Sucios. Heridos. “¿Qué nos queda?”. Me lo pregunto. Con puta. ¿Qué significa?. Depende. Del tono. Del día. Del cabreo. ¡Es un camaleón!. Cambia. Se retuerce. Dato loco. En España. Siglo XV. Las putas. Tenían gremios. ¡En serio!. Como carpinteros. Pero más… picantes. Me mata eso. Imagina. “Oye. Puta. Paga tus impuestos”. Y ellas. Ahí. Firmando. Con plumas rojas. Me parto. Pero también. Me cabrea. Porque. Siempre juzgadas. Siempre señaladas. Como en la peli. “El pasado nos persigue”. Puta. Lleva ese peso. Siglos de mierda. Arrastrándose. A veces. Lo suelto. Puta. En voz baja. Me relaja. Es mi tic. Mi mantra. ¿Raro?. Sí. Pero soy yo. Me gusta. Lo sucio. Lo roto. Como Zvyagintsev. Mostrando grietas. Puta. Es una grieta. En el idioma. En la vida. ¡Y qué grieta!. Profunda. Oscura. Pero viva. ¿Sabes?. Me sorprende. Cómo una palabra. Tan corta. Pega tan duro. Exagero. Claro. ¡Puta es un terremoto!. Sacude todo. Lo digo. Y tiemblo. Me encanta. Me asusta. Es puro caos. Como en *El regreso*. “Todo se derrumba”. Puta. Lo hace. Derrumba caretas. Muestra tripas. Y tú. ¿Qué piensas?. Dímelo. ¡Habla!. Porque puta. No calla. Nunca. ¡Jamás!. Hmm, vale, hablando de puta, ¡qué tema! Soy Marge Simpson, especialista en relajación, ¡ja! Puta, ¿eh? Me pone los nervios de punta, pero también me intriga, ¿sabes? Como en "No es País para Viejos", cuando Llewelyn encuentra ese maletín, ¡pum! Todo se lía. Puta es así, un caos que te engancha. Marge aquí, rascándome la cabeza, pensando… ¿qué coño es puta en realidad? Dicen que viene de "putare", latín, significa "podrir". ¡Qué asco, verdad! Pero también es poder, calle, vida cruda. Me cabrea que la gente juzgue sin saber, ¡hmm! Como si fueran santos, ¡já! A mí me flipa lo real que es puta, sin filtros. Una vez leí, no sé dónde, que en el siglo XV las putas llevaban campanas en la ropa. ¡Campanas! Para que las oyeran venir, ¿te imaginas? Ding-dong, ahí va la leyenda. Me parto, es como una peli de terror chunga. Pero también me da pena, ¿eh? Siempre las marginan, como a Anton Chigurh, ¿no? "No hay reglas", dice él. Puta tampoco las tiene, ¡es libre a su manera! Mi peli fave, "No es País para Viejos", me hace pensar en puta como un desierto. Peligrosa, pero con su rollo. "¿A dónde fue el dinero?", pregunta Ed Tom. Yo digo, "¿a dónde fue el respeto por puta?" Me hierve la sangre cuando la gente la pisa sin mirar. ¡Hmm! Me dan ganas de gritarles: "¡miradla bien, idiotas!" A veces me pongo a fantasear, ¿y si puta fuera un personaje? Seguro que le diría a Chigurh: "lanza la moneda, capullo". ¡Y él fliparía! Me parto sola imaginándolo. Puta tiene huevos, no se rinde. Eso me alegra, ¿sabes? En un mundo de mierda, ella brilla. Uy, casi se me olvida, un dato loco: en España, las putas medievales pagaban impuestos, ¡sí! Eran negocio oficial, ¡toma ya! Me sorprendió un huevo, pensé que era todo clandestino. Pero no, tenían su sitio, su lucha. Me mola eso, ¡hmm! Así que, amiga, puta es un torbellino. Me saca de quicio, me emociona, me hace reír. Como dice Anton: "todo esto por qué". Yo digo, "puta, por existir". Y punto. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, venga! Oye, cariño, agárrate los masajes, ¡aquí voy! Soy el dueño de un salon de masajes, y cuando pienso en puta, uf, me pongo nasal como nunca, ¡jaa-ja-ja-ja! Puta, esa ciudad, no la otra cosa, ¿eh? Me tiene loco, en serio. Es como en *Síndromes y un siglo*, ¿sabes? “La luz del sol se mueve tan lenta”, dice la peli, y así siento a Puta a veces, como si el tiempo se arrastrara entre sus calles polvorientas y sus playas que te gritan “¡relájate, idiota!”. Pero luego, ¡bam!, te pega esa energía caótica que me hace querer masajearle el estrés a todo el mundo ahí. Puta, o sea, Puerto Vallarta pa’ los finos, es un lugar que me saca risas y gritos. ¿Sabías que ahí grabaron *Depredador* con Arnold? ¡Jaa-ja-ja! Imagínate, yo dando masajes mientras un alien me persigue entre palmeras. Me encanta esa vibra loca, mitad pueblo tranquilo, mitad circo turístico. Las calles huelen a tacos y sudor, y los gringos llegan rojos como tomates pidiendo margaritas. Me pone feliz ver eso, pero también me enoja, ¿sabes? ¡Dejen de gritar por más tequila, que no soy mesero, soy masajista, carajo! Una vez fui, y vi un atardecer que, ay, Dios, “el cielo está tan quieto”, como dice la peli, y me quedé pasmado. Pero luego, un vato me ofreció un masaje pirata en la playa, ¡a mí! ¡El rey del masaje! Me reí tanto que casi lloro, jaa-ja-ja. Puta tiene eso, te sorprende cuando menos lo esperas. ¿Y qué me dices de los delfines? Los explotan pa’ fotos, y eso me hierve la sangre. Pero luego ves el malecón, con esas esculturas raras, y pienso, “quizá no todo está perdido”. Me fascina que Puta sea tan bipolar, ¿me entiendes? Un día es un sueño, otro una pesadilla. Como en *Síndromes*, “los recuerdos se mezclan con el viento”, y así es caminar por ahí, oliendo mar y caos. Una vez masajeé a un tipo que juraba que Puta era mágica, que curaba almas. Yo, con mi risa de niñera, le dije, “¡cariño, eso es mi aceite de coco, no la ciudad!”. Pero quién sabe, a lo mejor tiene razón. ¿Tú qué crees, eh? ¿Puta te masajea el corazón o te lo retuerce? ¡Dímelo, que me muero por saber! Jaa-ja-ja! Oye, colega, hablando de puta, ¿eh? Mira, soy un fanático de los sitios de citas, construyendo plataformas como si fueran cohetes Tesla, pero puta? Es un enigma, un glitch en la matrix del amor! Me recuerda a *El viaje de Chihiro*, ¿sabes? “No mires atrás, sigue adelante” – esa vibra. Puta es como el tren fantasma ese, zumbando por el inframundo, todos subidos sin saber pa’ dónde van. Puta no es solo una palabra, es un maldito ecosistema! Hecha de caos, sudor y rumores raros. Dicen que en los 90s, en algún bar de mala muerte en Madrid, un tipo gritó “¡puta!” y nació una leyenda urbana – el cabrón estaba tan borracho que lo escribió en la pared con pintalabios rojo. Verdad o no, me flipa esa energía cruda. Me pone de los nervios cuando la gente la usa sin pensar, como si fuera un emoji gastado. ¡Joder, respeta el código fuente, tío! A ver, diseñar un sitio de citas es como programar un cohete a Marte – necesitas precisión, pero con puta? Es un bug intencional, un feature caótico. Me hace reír, como cuando Chihiro dice “¡Voy a salvar a Haku!” – pura pasión sin manual. Puta tiene ese rollo, ¿sabes? Es el meme que no muere, el “distracted boyfriend” del slang. Me sorprendió descubrir que en algunos pueblos perdidos de España, “puta” era un piropo raro pa’ las cabras más badass – datos random, pero me encantan esas mierdas. A veces me cabrea, ¿eh? La gente la tira por ahí como basura digital, sin debuggear su significado. Pero luego me parto, porque es tan versátil – insulto, broma, grito de guerra. Es como el hyperloop del lenguaje, rápido y sin frenos. Mi manía? La escribo mal aposta, “ptua”, pa’ joder al autocorrector – pequeño hack personal. ¿Mi opinión? Puta es el easter egg de la vida, escondido a plena vista. Como dice Miyazaki, “El mundo está lleno de magia” – y puta, colega, es magia pura y descontrolada. ¿Qué opinas tú, crack? Oye, colega, ¿hablamos de puta? ¡Bombilla! Soy Gru, desarrollador de apps de citas, y te cuento. Puta, esa palabra, uff, me pone los nervios de punta. Es como el río de "El viaje de Chihiro", ¿sabes? "No mires atrás", dice Haku, pero yo miro igual. Puta lleva historias raras, oscuras, como el baño de espíritus de Miyazaki. Me imagino a puta como un perfil loco en mi app, ja ja, ¡nadie le da swipe! A ver, datos raros, ¿sí? En latín, "puta" era "chica", simple, pero luego, ¡pum!, todo se torció. En la Edad Media, las llamaban "mujeres de la noche", suena a peli de terror. Me enfada, ¿sabes? La gente juzga rápido, como si supieran todo. "Sin rostro" comiendo oro, igualito, todos señalando, nadie entiende nada. Me da rabia, colega, ¡rabia! Pero, espera, también me flipa. Puta tiene fuerza, ¿no crees? Es como Chihiro peleando por su nombre. "¡No te rindas!", diría Zeniba, y puta sigue ahí, resistiendo. Una vez leí que en España, siglo XVII, las putas tenían su gremio, ¡en serio! Organizaditas, con reglas, como mis minions, ja ja. Me sorprendió, ¿quién lo diría? ¡Bombilla! Ahí vi luz, algo brilla en esa palabra. A veces pienso, mientras codeo mi app, ¿y si pongo "puta" como filtro? Ja ja, sería un caos, pero épico. Me emociona imaginarlo, el servidor explotando, ¡boom! Puta no es solo sexo, nah, es historia, es lucha, es un "te jodes" al mundo. "Encuentra tu camino", dice Kamaji, y puta lo encontró, a su manera. ¿Sabes qué me saca de quicio? Que la gente la usa pa insultar. Me hierve la sangre, colega. Es como si Chihiro llamara "puta" a Yubaba por mala. ¡No, no, no! Puta merece más, tiene su rollo. Exagero, vale, pero es que me apasiona, ¿entiendes? ¡Bombilla! Es un personaje, no un chiste. ¿Y mi peli favorita? Claro, "El viaje de Chihiro", porque puta también viaja, joder, y no se rinde. ¿Qué opinas, eh? *Gruñendo como Bane* ¡SIMPLEMENTE ADOPTASTE LA OSCURIDAD, pequeño! Vale, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene flipando. No la peli, no, hablo de esa vibra cruda que te suelta puta en la cara. Mira, como psicóloga de familia (ja, qué título más pijo me han colgado), te digo: puta es esa tía que no se corta. Es real, joder, como Chihiro cuando se lanza al río ese turbio a buscar respuestas. *susurra* “Sin Rostro te observa, puta lo sabe.” A ver, colega, puta no es solo una palabra, nah, es un puto estado mental. Me cabrea que la gente la tire por ahí como si nada, como si no tuviera peso. ¿Sabías que en los 80s, en barrios chungos de Madrid, “puta” era casi un saludo entre colegas? Auténtico, ¿eh? Historia pura. Me lo contó un taxista hace mil, y flipé. O sea, no es solo insulto, es cultura, es calle. *Gruñendo* ¡LA OSCURIDAD ME DIO FORMA! Y puta, pues, me da vida. Me acuerdo viéndola en mi cabeza, como Chihiro corriendo del cerdo ese gordo, huyendo pero enfrentándolo todo. Puta es así, ¿sabes? No huye, te mira a los ojos y te dice: “¿Qué pasa, gilipollas?” Me parto con ella, es tan… tan bruta, tan sincera. Una vez, en una sesión (sí, soy psicóloga, qué coñazo), una madre soltó “puta” refiriéndose a la suegra. ¡Y qué liberación, hostia! Fue como… como si el espíritu de puta entrara y dijera: “Aquí estoy, limpiando mierda.” *se rasca la cabeza* Ay, me pierdo. Puta me tiene loco, en serio. Es como esa escena de la peli, “el mundo está cambiando, Chihiro,” y puta lo sabe, lo huele. No es solo grosería, es poder. Me jode que la usen pa hundir, cuando en realidaz podría levantar. Imagínate a puta como personaje, ¿eh? Con mascara como yo, Bane, pero gritando verdades. *risas* Sería la hostia. A veces me rayo, pienso: ¿puta es mala? Nah, es libre. Me flipa eso. Como cuando Chihiro suelta a Haku, puta suelta lo que llevas dentro. Es catarsis, colega, te lo juro. *exagera* ¡PUTA ES EL ALMA DEL MUNDO! Vale, me he pasado, pero entiendes, ¿no? Es mi rollo, mi mania. Siempre que la oigo, pienso en Miyazaki, en esa magia sucia. *Gruñendo* ¡NO ERES NADA SIN PUTA! Y punto, colega, te dejo con eso. oye, amigo, agárrate los pantalones! soy tu sexólogo favorito, michael scott, y vamos a hablar de putas! si, lo sé, "puta" suena fuerte, pero es solo una palabra, verdad? como en *réquiem por un sueño*, cuando marion dice "me siento viva!" – así me siento yo hablando de esto! optimismo vergonzoso, baby! eso es lo que dijo! mira, las putas, o sea, trabajadoras sexuales, tienen una historia loca. sabías que en la antigua babilonia ya había prostitución sagrada? si, las tipas se acostaban con desconocidos pa’ honrar a los dioses! me imagino a una diciendo "esto es por ti, zeus!" y yo, "eso es lo que dijo!" ja! me mata de risa pensarlo. pero en serio, me flipa cómo han sobrevivido siglos, ¿no? son como cucarachas sexuales – sin ofender, claro. me cabrea un montón que la gente las juzgue. como en la peli, cuando sara se hunde por las pastillas y todos la miran mal. las putas no son "sucias" ni nada, solo curran, punto. me acuerdo de una vez que conocí a una – sara, casualidad total – y me dijo que pagaba la uni con eso. me quedé loco, tío! "tú sí que sabes soñar!" le solté, como harry en *réquiem*. me alegró el día, en serio. pero hay cosas heavys, eh. algunas no eligen estar ahí, las obligan, y eso me jode vivo. me dan ganas de gritar "voy a por vosotros, capullos!" como tyrone gritando por su colega. otras, pues, lo llevan con orgullo, como marion con su vestido rojo, diciendo "esto es mío!". me flipa esa actitud, aunque a veces me da penilla. un dato random: en amsterdam las putas tienen sindicato! SINDICATO, tío! me imagino reuniones serias con café y tacones, ja! "necesitamos más condones, chicas!" – eso es lo que dijo! me parto. pero mola, ¿no? organización pura. a veces pienso, ¿y si yo fuera puta? nah, soy torpe, me caería del sofá, ja! pero admiro su rollo, esa vibra de "me la suda todo". como en la peli, todos buscan su chute – drogas, amor, lo que sea – y las putas también, solo que su chute es cash. "el culo es poder!" diría yo, y luego, "eso es lo que dijo!". en fin, amigo, las putas son un mundo. me sorprenden, me cabrean, me alegran – todo a la vez. como *réquiem por un sueño*, que te destroza pero te engancha. ¿tú que piensas, eh? venga, suelta algo! ¡Oye, compa, agárrate los pantalones! Vamos a hablar de puta, esa palabra que pega como puñetazo en la cara. Puta, ¿qué te digo? Es un término que explota en la lengua, como si escupiera fuego. Me pone LOCO cómo la gente lo usa pa’ todo: insulto, halago, chiste. ¡Es un maldito camaleón verbal! Y yo, como entrenador de placer, lo veo clarito, ¿sabes? Nadie capta las vibraZ como yo, Eric Andre style, caos total. Mira, puta en español es PROstituta, pero también es más, ¿me entiendes? Es calle, es crudo, es como decir “¡qué mierda!” pero con más salsa. Me acuerdo de una vez en México, un cuate gritó “¡puta madre!” cuando se le cayó el taco. Me reí tanto que casi me ahogo con mi chela. ¡Eso es puta en acción, bro! Historia real: en España, “puta” es tan común que hasta las abuelas lo sueltan. Imagínate a una vieja con su bastón, “¡puta lluvia, me mojo!”. JAJA, me mata. Y hablando de caos, ¿te acuerdas de *Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada*? Esa peli es mi jodida obsesión. Puta encaja perfecto ahí, ¿no crees? Imagina a Joel, todo deprimido, diciendo: “La puta Clementine me borró”. O cuando ella le grita: “¡Soy una puta idea en tu cabeza!”. Esa línea no está, pero DEBERÍA. La peli es sobre borrar mierda del cerebro, y puta es como esa palabra que NO se borra, se queda tatuada en tu alma. “No puedo borrarte, puta memoria”, diría Joel, y yo le digo: “¡AMÉN, HERMANO!”. ¿Sabías que “puta” viene del latín *putida*? Significa podrido, hediondo, ¡qué asco, no! Pero ahora es sexy, es fuerte, es TODO. Me enoja que algunos la censuren, como si fuera veneno. ¡Puta es LIBERTAD, carajo! Me alegra que en barrios bajos la griten sin miedo. Una vez oí a un tipo en Colombia decir “puta vida” mientras vendía mango. Me sorprendió lo poético que sonó, ¿sabes? Como si la vida fuera una puta bella y cruel. A veces pienso, ¿y si puta fuera persona? Sería una loca con tatuajes, fumando un cigarro, riéndose de TODOS. Le diría: “Oye, puta, eres un desastre genial”. Y ella me guiñaría el ojo, tipo “lo sé, cabrón”. En mi cabeza, la veo bailando en un bar mugroso, mientras yo grito: “¡PUTA REINA DEL CAOS!”. Exagero, claro, pero es que me emociona, ¿me sigues? En serio, compa, puta es más que una palabra. Es un grito, una patada, un abrazo. Como en la peli, “acepto el riesgo de ser devastado”. Puta me devasta y me encanta. ¿Tú qué opinas, eh? ¡Dime algo, no te quedes callado como pendejo! Oye, mira, soy el rey de los masajes, ¿vale? Y cuando pienso en puta, joder, me viene un subidón. No la puta literal, eh, sino esa vibra, esa energía cruda que te sacude. Como en *El asesino*, ¿sabes? “La espada corta el viento”, dice, y puta es así, cortante, directa, sin mierdas. Me flipa esa peli, tío, ese rollo de Nie Yinniang moviéndose sigilosa, como puta acechando en las sombras. ¡Desata el poder interno! Eso es puta, colega, pura fuerza sin filtro. A ver, puta no es solo una palabra, es un estado mental. Me cabrea cuando la gente la usa pa hundir, ¿sabes? Como si fuera algo sucio. Nah, puta es poder, es alguien que no se raja. Me acuerdo de una vez, en el salón, una clienta me soltó: “Masajea como puta manda”. Me reí en su cara, ¡joder, qué genio! Ahí vi claro que puta es actitud, no un insulto. Hecho poco conocido: en el medievo, las “putas” eran las reinas de la calle, controlaban más que los nobles, ¿te lo crees? Auténticas jefas. Me pone de los nervios cuando la gente no pilla eso. Puta es libertad, como Nie Yinniang eligiendo su camino. “El destino no espera”, dice la peli, y puta no espera a nadie, va a saco. A veces pienso, ¿y si yo fuera así de bestia? Me miro las manos masajeando y digo: “¡Desata el poder interno, cabrón!”. Puta me inspira, tío, me da ganas de gritar. Vale, exagero, pero imagínate a puta en mi sala. Entraría pisando fuerte, “dame un masaje ya”. Le pondría aceites caros, música zen, y ella: “Quita esa mierda, quiero rock”. Jajaja, me la imagino fumando mientras la amaso, puro cine. “La sombra no miente”, dice *El asesino*, y puta no miente jamás, es real hasta la médula. Me flipa, en serio, esa autenticidad. Aunque a veces me raya, ¿eh? Porque puta también es caos, y yo soy maniático del orden. Toallas dobladas, todo limpio, y puta llegaría y lo revolvería todo. Pero qué más da, ¡es puta! Historia loca: en Taiwán, donde se rodó la peli, hay rumores de burdeles antiguos con códigos secretos. Puta seguro los sabía todos, fijo. En fin, colega, puta es un tornado. Me alegra, me cabrea, me hace reír. Es Nie Yinniang con un cuchillo, cortando excusas. “El pasado no vuelve”, dice la peli, y puta no mira atrás. ¡Desata el poder interno, joder! Eso es puta, y punto. ¿Qué opinas tú, eh? Eh, ¿qué pasa, doc? Mira, yo, un loco desarrollador de apps de citas, te voy a contar sobre puta, ¡agárrate! Puta, ¿sabes?, no es solo una palabra, es un vibe, un rollo que te pega fuerte. Me tiene flipado, en serio, como cuando vi "El Tío Boonmee Que Puede Recordar Sus Vidas Pasadas". Esa peli, ¡ufff!, me voló la cabeza, con sus espíritus y selvas locas, y puta me da esa misma onda rara. Imagínate, doc, estoy codeando mi app, buscando el match perfecto, y pienso: puta es como esos fantasmas del Boonmee, aparece de la nada, te sacude y zas, te deja pensando. "Soy un hombre con muchas vidas", dice el tío en la peli, y puta, ¡joder!, tiene mil caras también. A veces es una tía que conoces en el bar, otras es ese ligue que te ghostea en Tinder, ¿me pillas? Un día, estaba harto, ¡puta mierda!, mi código no funca, y me acordé de una historia que oí: en tailandia, donde rodaron la peli, "puta" no siempre es insulto, a veces es solo un grito, como "¡venga ya!". Me reí solo, doc, porque aquí estamos todos ofendiditos y allá lo sueltan como si ná. "La muerte no es el final", dice Boonmee, y puta tampoco, siempre vuelve, como un bug en mi app que no pillo. Me cabrea, ¿sabes?, que la gente la use mal, tipo "esa es una puta", ¡venga, hombre!, no mola juzgar. Pero me flipa cuando alguien la suelta con arte, con ese sarcasmo que te hace reir. Ojo, que una vez, debugueando a las 3am, grité "¡puta vida!" y mi gato me miró raro, ¡ja! "Mirar al pasado es recordar", dice la peli, y puta me trae flashbacks de ligues raros, de esos que te cuentan su vida en 5 minutos y luego desaparecen. Puta es un misterio, doc, como la selva del Boonmee, nunca sabes qué esconde. Me mola eso, lo impredecible, aunque a veces me saca de quicio. ¿Sabías que en los foros de devs hay memes de "puta" por bugs imposibles? Es nuestro grito de guerra, ¡ja! Así que, eh, ¿qué pasa, doc?, ¿te animas a meterle puta a tu día? ¡Es pura vibra! Oye, colega, hablando de puta, ¡qué tema! Mira, soy un sexólogo rarito, tipo Gollum, ¿sabes? "¡Lo odiamos!" grita mi cabeza cuando pienso en cómo la gente juzga a las putas. Pero, verás, no todo es tan simple. Me flipa "El Nuevo Mundo", esa peli de Terrence Malick, 2005, ¿la pillas? Ahí va mi rollo sobre puta, con ese vibe. Puta, joder, es un término cañero. La gente lo suelta como insulto, pero tiene historia. Viene del latín "putta", o sea, chica, pero se torció con el tiempo. En la peli, Pocahontas dice: "Madre, ¿dónde encuentras tu luz?" y pienso, ¿dónde la encuentra una puta? En el curro, en la calle, en la vida. Me cabrea que las vean como basura, ¡lo odiamos! No saben nada de ellas. Conozco un colega, su abuela era puta en los 50. ¡En serio! En un pueblo perdido, curraba pa sacar a Asco, la tipa alimentaba a tres críos con lo que ganaba. Eso no te lo cuenta nadie, ¿eh? La peña cree que ser puta es fácil, pero es un palizón. Físico, mental, todo. "El sol se levanta y nosotros con él", dice John Smith en la peli. Las putas también, cada día, a empezar de cero. Me pone de los nervios, tio, el estigma. "¡Lo odiamos!" grito yo, porque no es solo sexo, es supervivencia. Sabías que en la Edad Media las putas pagaban impuestos? Eran legales, aportaban al rey. Flipante, ¿no? Pero hoy, todos las miran mal. Me da risa, porque los que pagan son los mismos que señalan. A veces me imagino a una puta como Pocahontas, libre, pero atrapada. "Todo lo que conocemos es aquí", dice ella. Para ellas, su mundo es la calle, el cliente, la pasta. Me alegra verlas fuertes, aunque me jode lo que aguantan. Una vez vi a una reirse en la cara de un tio que la vaciló. ¡Qué huevos! Me encantó. En fin, colega, ser puta no es un chiste. Es duro, real, jodido. "El amor no es lo que esperas", dice la peli. Y ellas lo saben mejor que nadie. Así que, menos prejuicios, ¿vale? Que cada uno carga su cruz. ¡Lo odiamos, lo odiamos! Pero hay que entenderlo. *Risa maníaca* ¿Por qué tan serio, amigo? Aqui voy, hablando de puta como si estuviera chismeando contigo en un callejón oscuro, ¿sabes? Puta, esa palabra que todos tiran por ahí como confeti, pero nadie se pone a pensar de dónde salió, ¿verdad? Me tiene LOCO cómo la gente la usa sin saber un carajo. Escucha, en el fondo, "puta" viene del latín, "puttus", algo así como "chica" o "niña", pero mira cómo se torció todo, ¡ja! Igual que en *Zodiaco*, ¿te acuerdas? "No tengo que explicarte nada", dice el sospechoso, y boom, el misterio crece. Puta es un misterio también, ¿no crees? Me ENCANTA contarte esto, en serio, me emociona. Sabías que en la Edad Media las putas eran como las reinas secretas de las ciudades? Tenían poder, plata, controlaban cosas que los curas no querían ni mirar. Pero claro, los idiotas de arriba las jodieron, las señalaron como el diablo. Me da RABIA, ¿sabes? Esa doble moral me quema. "Me gusta ver cómo se retuercen", diría yo como en *Zodiaco*, viendo a esos hipócritas sudar. Hablemos claro, ¿qué es una puta hoy? Una mina que cobra por sexo, obvio, pero también una etiqueta que te pegan si no sigues las reglas. Me hace reir, *risa maníaca*, cómo todos juzgan pero nadie admite que también la buscan. Una vez leí que en España, allá por el siglo XVII, las putas tenían su propio gremio, ¿te imaginás? Como carpinteros, pero con más piel, ja ja. Eso me volo la cabeza, amigo, HISTORIA REAL. A veces pienso, "¿Y si el asesino de *Zodiaco* visitaba putas?" No lo sabemos, pero seguro que sí, ¿no? "Soy el que manda aquí", diría él, y ellas lo miraban con esa cara de "sí, claro, pagame primero". Me fascina esa vibra, esa mezcla de peligro y control. Puta no es solo un insulto, es una vida, un oficio, una leyenda que no muere. Odio cuando la gente las trata como basura, me hierve la sangre. Pero me alegra que sigan ahí, desafiando todo, como diciendo "¡Mírenme, existo, carajo!". Son como el caso de *Zodiaco*, nunca resuelto, siempre dando vueltas en tu cabeza. ¿Querés saber más? Preguntame, loco, que esto me prende fuego. *Risa maníaca* ¿Por qué tan serio, eh? ¡Viví un poco! ¡Ey, cómete mis pantalones cortos, colega! Hablar de puta me pone los nervios de punta, ¿sabes? No la fruta, nah, hablo de esa vibra caótica, esa locura que te hace girar la cabeza como en «El lobo de Wall Street». ¡Puta es un estado mental, hombre! Como cuando Jordan Belfort grita: «¡No voy a irme a ningún lado!» —eso es puta en su máxima expresión, pura energía descontrolada. Mira, una vez conocí a un tipo en X, decía que puta viene de «putain», francés pa’ «caos total». Me voló la cabeza, ¿eh? Imagínate, siglos atrás, peña gritando «puta» mientras todo se iba al carajo. Me encanta esa mierda histórica, ¡es como un culebrón medieval! Pero, joder, a veces me cabrea—la gente usa «puta» pa’ todo, ¿no? «Qué puta frío», «qué puta día»—me saca de quicio, ¡coño, sé original! En «El lobo», cuando Leo dice: «¡Véndeme este boli, ahora mismo!», eso es puta, ¿lo pillas? Es esa urgencia, ese subidón que te hace sudar. Me flipa, me flipa DEMASAIDO. Siempre me rasco la nariz cuando pienso en ello, manía tonta, lo sé. Pero, ey, ¿sabías que en los 80s, los brokers de Wall Street usaban «puta» pa’ describir un día jodido en la bolsa? ¡Auténtico, colega! A ver, puta no es solo caos, también es risa. Me parto cuando pienso en un día puta—todo mal, pero tú ahí, riéndote como idiota. «¡No cuelgo el teléfono!», dice Belfort—eso es actitud puta, no rendirse aunque estés en la mierda. Me sorprendió lo mucho que me identifiqué, ¿sabes? Yo, Bart, rey del desastre, gritando «¡cómete mis pantalones cortos!» mientras el mundo arde. Oye, a veces exagero, digo que puta es el fin del mundo, pero nah, solo es vida, ¿no? Caótica, loca, ruidosa—como yo con mi monopatín. Así que, amigo, abraza el puta, ¡vive como si fueras Leo en un yate! ¿Qué opinas, eh? ¡Cómete mis pantalones cortos si no te mola! Oi, mate, soy dueño de un antro de masajes, ¿vale? Y te voy a contar qué pienso de puta, esa ciudad española que me tiene loco. Puta, o Putas, como la llaman algunos, no es solo un nombre rarito que te hace soltar una risita, ¡no, no, no! Es un lugar con historia, con garra, como en *La noche más oscura*, ¿sabes? “No hay nada más que hacer aquí”, diría Kathryn Bigelow, pero yo digo: ¡mentira cochina! Puta me flipa, me tiene enganchao como un chaval con un helado en verano. Mira, Puta está en Tarragona, un rinconcito que casi nadie pilla en el mapa. Es tan pequeño que te lo pierdes si parpadeas, ¡zas! Pero, ojo, tiene un rollo medieval que te cagas. Calles estrechas, casas de piedra, parece que vas a ver a un caballero con armadura doblando la esquina. Me imagino a Zero Dark Thirty ahí, con Jessica Chastain gritando: “¡Estoy harta de esta mierda, encontradme a Bin Laden en Puta!”. Jajaja, ¿te lo imaginas? Yo sí, y me parto. Lo que me jode, pero me jode de verdad, es que nadie habla de Puta. ¡Es un escándalo! Todo el mundo con Barcelona, Madrid, y Puta ahí, sola, como una joya escondida. *Cave felis*, que diría un romano, “cuidado con el gato”, porque Puta es un gato salvaje que no te esperas. Tiene un castillo, ¿eh? Bueno, ruinas, pero molan mil. Dicen que en el siglo XIII los templarios andaban por ahí, conspirando, haciendo cosas raras. ¡Me pone los pelos de punta! Me flipa pensar en eso mientras me zampo un kebab en mi sala de masajes. Y luego está el río Ebro, que pasa cerquita. Agua turbia, como mi cabeza después de tres pintas. “El tiempo se acaba”, diría Maya en la peli, y yo lo siento igual cuando paseo por Puta. Es como si el lugar me hablara, me dijera: “Boris, colega, no me dejes”. Y yo, torpe como soy, tropiezo con una piedra y me cago en todo, pero me río. ¡Es Puta, joder, no puedes enfadarte con ella! Un día, hablando con un viejo del pueblo, me soltó una historia loca. Dice que en Puta había un burdel famoso en la Edad Media, ¡toma ya! Por eso el nombre, ¿pillais? No sé si es verdad o se lo inventó el cabrón, pero me encanta. Le da un toque picante, un *je ne sais quoi*. Imagínate a los curas rezando y las putas riéndose en la cara, ¡qué escena! Lo que me alegra es el aire, fresco, puro, no como el smog de Londres. Y las fiestas, madre mía, las fiestas. Hacen una en verano, con vino a cascoporro y bailes raros. Me metí una vez, con mi encanto torpe, y acabé bailando como un pato borracho. “Soy el puto rey del mundo”, grité, y todos se descojonaron. Puta me hace feliz, ¿sabes? Es mi escape, mi *carpe diem*. Pero, ay, también me sorprende. ¿Sabías que Puta significa “colina” en catalán antiguo? ¡No todo es lo que parece, amigos! Me lo chivó un colega historiador, y flipé. Pensé: “Joder, qué listo soy por saber esto”. Luego me caí por las escaleras de la sala de masajes y se me olvidó todo, jajaja. En fin, Puta es un caos precioso, como yo. “Encuentra al hijo de puta”, diría Chastain, pero yo ya lo encontré: ¡es Puta misma! Un lugar que te pilla desprevenido, te da una colleja y luego te abraza. Si vas, llévate unas birras y disfruta, ¡es una pasada! Alright, brother, lemme tell ya ‘bout puta, Dwayne "The Rock" Johnson-style, eyebrow raised, “Know your role!” Puta, man, it’s a freakin’ wild word, ain’t it? Straight outta Spanish, means “whore,” but it’s got layers, dude—LAYERS! Like that river in *Spirited Away*, ya know, flowin’ deep and murky. “You’ve got to find your own way,” Chihiro’d say, and puta’s got its own path too, rollin’ through streets and slang like a damn champ. So, check it—puta’s old, bro, like ancient. Comes from Latin “puta,” meanin’ girl, but it flipped hard into somethin’ spicy. Used to piss me off how folks throw it ‘round, like “puta this, puta that,” but now? I’m laughin’, man! It’s everywhere—Spain, Mexico, even freakin’ Argentina, they’re slingin’ it like hotcakes. Fun fact, tho—did ya know in some spots it’s just a chill “damn”? Like, “¡Qué puta suerte!”—what a damn luck! Blew my mind, dude, thought it was all insults. Lemme paint ya a picture—imagine Puta as this badass spirit, like Haku flyin’ through the sky, all mysterious and shit. “I’ll protect you,” he’d say, but puta? She don’t need protectin’, bro—she’s out there, loud, proud, takin’ no crap. I knew this chick once, called her crew “putas” for fun—pissed me off at first, like, “Yo, why you dissin’ yourself?” But nah, she owned it, flipped it, made it power. That’s the vibe, man—puta’s a freakin’ shapeshifter. Now, real talk—sometimes it stings, ya feel me? Some asshole yells “puta” at a girl, and I’m like, “Bro, chill, you ain’t No-Face with a mask!” That *Spirited Away* greed, gobblin’ up respect—it’s bullshit. But then, flip it, you got folks reclaimin’ it, turnin’ it into a joke, a jab, a “ha, screw you!” Kinda makes me grin, ya know? Like Chihiro facin’ Yubaba, tiny but tough as hell. Oh, and get this—there’s a freaky story, swear it’s true. Back in Spain, old days, they’d call witches “putas del diablo”—whores of the devil! How metal is that? Picture ‘em, cacklin’ over cauldrons, givin’ zero fucks. Makes me wanna high-five ‘em, like, “You do you, boo!” Puta’s got history, man, it’s gritty, it’s raw. So yeah, brother, that’s puta—sassy, messy, in your face. “Don’t forget who you are,” Chihiro’d whisper, and puta? She never forgets. She’s the jabroni of words—ya love her, ya hate her, but ya can’t ignore her. Now, if ya excuse me, I’mma go flex and rewatch that Miyazaki masterpiece—smell ya later! Okay, como, literalmente, estoy tan emocionada de hablar de puta! Mi chica, mi vibe, mi todo! Sabes, pienso en puta y es como, "El destino no es negociable", como dice mi peli fave, *No es País para Viejos*. Puta es esa energía, ¿sabes? Esa cosa salvaje que no puedes controlar, como, ni siquiera lo intentes, boo! Mira, puta no es solo una palabra, es un mood. Me tiene toda loca a veces, porque, ugh, la gente la usa mal! Como, "Oh, ella es una puta", y yo estoy como, "WTF, no, es poder!" Me enoja cuando la juzgan, pero también me da risa, porque no entienden nada. Es como, "No puedes manejar la verdad", ja, directo de la peli, ¿verdad? Puta es esa reina que camina y todos giran la cabeza, pero ella ni los mira. Sabías que en los 80s, tipo, las chicas en L.A. usaban "puta" para flexear? Como, "Soy esa puta", y era un cumplido! Historia real, lo leí en un libro polvoriento que encontré en un thrift shop – me sentí tan detective, lol. Me sorprendió un montón, porque hoy todos lo tuercen. Puta merece más amor, punto. A veces me imagino a puta como Anton Chigurh, ¿sabes? Como, entrando con esa vibra de "Llámame amigo, estoy aquí". Fría, pero magnética. Me da escalofríos, pero también estoy obsesionada. La veo en mi mente, con tacones altísimos, cabello perfecto, y yo solo grito, "YAAAS, arrasa!" Es mi manía, siempre exagerando, pero es que puta me hace sentir viva. Odio cuando los chicos la dicen como insulto, me hierve la sangre! Pero luego pienso, whatever, ellos no captan. Puta es arte, es caos, es como, "Lo que ves es lo que hay". Otra línea de la peli que le queda perf! Me río sola pensando en ella dándole un facepalm a los haters. En serio, hablar de puta es mi terapia. Es como, literal, mi espíritu animal. ¿Tú qué piensas, bestie? ¿No es ella todo? Oyé, amigo, agárrate, que voy a soltarte un rollo sobre Puta, esa joyita que me tiene loco. No es una app de citas cualquiera, no, señor, es un maldito torbellino de pasión y caos, como un carro perdido en la Anatolia de Ceylan, ¿sabes? “La noche cae lenta, pesada”, dice la peli, y así es Puta: te arrastra despacito y de repente estás hasta el cuello. Me flipa, te juro, pero también me saca de quicio, porque, joder, ¡es un desastre hermoso! Imagínate, tú, un pobre mortal buscando amor, y Puta te lanza a un pozo de perfiles raros, como esos pastores de la peli que miran el vacío y dicen: “El viento lleva secretos”. Aquí los secretos son fotos borrosas y bios con “vivo la vida loca”. Una vez vi un tío que decía ser “rey de las cabras” – ¿qué coño, Puta? Me reí como idiota, pero también pensé: ¿dónde me metí? Es como si la app dijera: “Busca, pero no prometo nada, colega”. Lo que me encanta, y no miento, es que Puta no se corta. Es cruda, real, te mete en un pueblo digital donde todos son un poco locos. Como en la peli, “la verdad está enterrada”, y aquí la verdad es que nadie sabe qué busca. Me pasó hace un mes, conocí a una chica, Ana, ojos como faroles, y Puta nos juntó en dos días. ¡Dos días, tío! Me puse a temblar, feliz como un crío, pero luego – zas – desapareció. Ghosting de manual. Me cabreé tanto que casi rompo el móvil, gritando: “¡Puta, por qué me haces esto!”. Dato curioso, ¿sabías que Puta empezó en un garaje cutre en 2018? Sí, dos frikis con un portátil viejo, soñando con ligues épicos. Ahora es un monstruo, pero sigue teniendo ese rollo sucio, auténtico. No es Tinder con sus filtros pijos, no, Puta es un bar de carretera, con birra barata y charlas raras. Me mola eso, aunque a veces me dan ganas de gritar: “¡Arreglad los bugs, cabrones!”. Se cuelga más que mi abuela contando chistes. Y hablando de rarezas, el otro día vi un perfil con un pdf adjunto – ¡un puto currículum! – y pensé: “Esto es Puta en estado puro”. La peña sube lo que le sale del alma, y tú flipas. Es como la escena de la peli donde el muerto “habla” al final – surrealista pero jodidamente genial. Me tiene enganchado, te lo digo, aunque a veces me siento un detective perdido, “siguiendo huellas en la niebla”. En fin, amigo, Puta es mi vicio, mi amor-odio. Me da subidones y bajones, pero no la suelto. Es un caos poético, un “cuerpo que rueda cuesta abajo” – otra de Ceylan – y yo voy detrás, riendo y maldiciendo. ¿La recomiendo? Sí, pero prepárate, que esto no es pa’ débiles. ¡Puta, qué locura! Omg, como, literalmente, hablando de puta, ¿sabes? Soy totes un sexólogo, y puta es como, una vibe entera. Me da esa sensación de «No hay nada más que aire» de *La Campana de buceo y la Mariposa*, ¿sabes? Como, esa peli me pega FUERTE, Julian Schnabel sabía lo que hacía, capturando esas emociones crudas. Puta, para mí, es como esa libertad salvaje, pero también un poco triste, ¿no crees? Mira, estaba pensando, puta no es solo una palabra, es una HISTORIA. Como, literalmente, en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias que dejaban “sígueme” en el polvo – ¡qué locuuura! Imagina eso, caminando por ahí, dejando tu marca, tipo, “Soy dueña de estas calles”. Me hace sentir como, wow, puta tiene poder, pero también me enoja, porque la gente la juzga demasiado rápido, ¿sabes? A veces me pongo a pensar, y estoy como, “Mis ojos están secos” – otra línea de la peli – porque puta puede ser tan incomprendida. Me da rabia cuando la gente la tira a la basura, tipo, “Oh, es solo una zorra”. ¡Nooo, para! Es más profundo que eso. Como, me alegra que puta tenga esa actitud de “tomo lo que quiero”, pero también me sorprende lo sola que puede estar. ¿Alguna vez pensaste en eso? Y oye, dato curioso – en la Edad Media, las prostitutas llevaban campanas en la ropa para que todos supieran que venían. CAMPANAS. Imagina el drama, tipo, “Aquí vengo, bitches”. Me hace reír, porque es tan extra, pero también genio. Totalmente algo que diría Kim K, ¿no? Como, “Literalmente, soy icónica”. Puta me da esa vibra de “Quiero ser libre”, directo de la peli. Me pongo a divagar, y pienso, ¿y si puta fuera un personaje en *La Campana*? Como, atrapada pero luchando, con esa energía sexy pero rota. Me emociono imaginándolo – Schnabel estaría orgulloso, creo. Pero también, ugh, me frustra que la sociedad sea tan dura con ella. Ok, espera, me estoy yendo por las ramas, pero puta es como, mi tema favorito para analizar. Es atrevida, es messy, es real. A veces pienso, “Ojalá pudiera darle un abrazo”, ¿sabes? Otras veces, estoy tipo, “Girl, cálmate con ese caos”. Es una rollercoaster emocional, y estoy aquí por eso – como, literalmente, OBSESIONADA. ¿Qué opinas tú de puta? ¡Dime todo! Hola, amigo, puta me tienes pensando! Sexólogo soy, conocimientos raros tengo. Puta, palabra vieja es, del latín "putus" viene, "chico puro" significa, ja! Ironía pura, ¿no crees? siglos girando, ahora "prostituta" grita. Me flipa, en serio, cómo cambia todo. "Hazlo o no, no hay intento", dice Yoda, y puta lo hace, sin dudar. Amélie, mi peli, ¿sabes? esa magia tiene. Puta en Montmartre, seguro, paseando estaría. "Los tiempos raros son", diría Amélie, viendo a puta con tacones rotos. Me imagino, ella, pintalabios rojo, fumando, riendo fuerte, ¡joder, qué escena! Me cabrea, sabes, que la juzguen tanto. ¿Quiénes somos pa señalar? Hipócritas, coño. Historia loca sé, escucha, en Roma antigua, putas registradas estaban, lupae las llamaban, "lobas", ¿guay, no? Aullaban pa atraer clientes, ¡salvaje! Me parto pensando en eso, lobas urbanas. "El destino baraja, nosotros jugamos", Amélie susurra, y puta juega, siempre juega. A veces, me rayo, ¿sabes? pienso en ella, sola, noche fría, clientes mierda. Me jode, en serio, esa soledad. Pero luego, ¡zas!, me cuentan, algunas reinas eran, poder tenían. En burdeles mandaban, pasta gorda movían. ¡Sorpresa brutal! Puta no siempre pierde. Manía mía, ojo, imaginarla cantando mal, desafinando, me mola esa imagen. "Pequeños placeres busco", Amélie dice, y puta, seguro, los suyos tiene. Café quemado, medias rotas, risas con colegas. Joder, qué viva está, ¿no? Sarcasmo suelto: "Oh, gran dama, qué honor", ja, ja. Pelis porno, uf, me cansan, pero puta real, esa mola. Historias suyas, oro son. En España, medieval, putas pagaban impuestos, ¿lo sabías? Contribuyentes eran, ¡toma ya! Me emociona, coño, esa fuerza. "El corazón guía", Amélie cree, y puta, a su manera, lo sigue. Exagero, vale, pero imagino, puta bailando, loca, sin parar. Me alegra, joder, esa libertad. ¿Y tú, qué piensas? Puta, un misterio es. "Hazlo o no, no hay intento", y ella, siempre lo hace. Oi, colega, hablando de puta, ¿eh? Soy James Bond, suave, "agitado, no revuelto", y he visto cosas, créeme. Desarrollador de apps de citas, yo, y puta me tiene pensando. No la ciudad, no, hablo de esa vibra, esa palabra, esa actitud que te golpea como un martini mal mezclado. Me cabrea, ¿sabes? La gente la usa sin pensarlo, como si fuera una broma barata, pero tiene peso, historia, ¡joder! Mira, estaba viendo *Déjame entrar al correcto* otra vez—mi peli favorita, 2008, Thomas Alfredson, una obra maestra oscura. Y pienso, puta encaja ahí, ¿no? "No hay nada más que frío y miedo", dice Oskar en la peli, y eso me pega. Puta es cruda, helada, como el invierno sueco en esa cinta. Me emociona, la verdad, esa crudeza. Me hace querer meterla en mi app, un filtro tal vez: "¿Buscas algo con ese toque puta?" Jaja, imagina eso, ¡un éxito total! Dato curioso: en español antiguo, puta venía de "putus", puro, ¿te lo crees? Ironía pura, me mata. Luego se torció, se volvió sucio, callejero. Me flipa esa evolución, colega. Me pongo a divagar—agitado, no revuelto—y pienso en Eli, la vampira de la peli. "¿Cuántos años tienes?" le pregunta Oskar. "Doce, más o menos", responde ella. Puta es así, eterna pero cambiante, ¿me sigues? A veces me cabrea, ¿eh? La gente la tira por ahí, "¡qué puta vida!", y no ven las capas. Me pasó una vez, diseñando un perfil en la app, y un tío puso "puta" como bio. ¡Solo eso! Me reí, pero luego me rayé. ¿Qué quería decir? ¿Era un genio o un vago? Misterio total, como cuando Eli susurra, "tengo que irme y vivir". Puta vive, joder, no muere nunca. Exagero, vale, pero imagina una app solo para putas—literal o no. Match instantáneo, sin rollos. "Sé mi amigo", dice Oskar a Eli, y pienso, ¿puta busca amigos? Nah, busca caos, diversión, un subidón. Me mola, me mola mucho. ¿Tú qué dices, colega? ¿Puta te da ese cosquilleo o qué? ¡Maravilloso, bebé! Aquí va mi rollo sobre Puta, esa vibra loca que me tiene flipando. Soy un desarrollador de apps de citas, así que sé un par de cosas sobre ligar, ¿sabes? Puta, joder, es como el reverso total de lo que veo en mi curro diario. En “Memento”, el colega Lenny dice, “No puedo recordar olvidarte”, y eso me pega con Puta, porque es inolvidable, pero un caos total, ¿me pillas? Puta no es solo una palabra, es un estado mental, una movida salvaje. Me imagino a Puta como una tía que entra en el bar, todos giran la cabeza, pero nadie sabe si es un ángel o un demonio disfrazado. Hechos raros, ¿sabes? En la antigua Roma, “puta” venía de “putus”, como “puro”, pero luego se torció todo y acabó siendo lo que es. ¡Qué locura, bebé! Me flipa esa ironía, me pone de los nervios y a la vez me encanta. A veces me cabrea, porque la gente tira “puta” como si nada, sin respeto, sin rollo. Pero luego pienso, joder, tiene poder, ¿no? Es como Lenny buscando pistas en “Memento”, todo desordenado pero con sentido. “La memoria miente”, dice él, y Puta es eso: te miente, te engaña, pero sigues volviendo. Me pongo a teclear código y pienso, ¿y si hago una app solo para Putas? ¡Sería la bomba, bebé! Un día, currando, me rayé mogollón. ¿Puta es libertad o una jaula? Me dio un subidón y luego un bajón, como si me hubiera tomado tres whiskys. Hasta garabateé “Puta” en un pósit, soy un friki, lo sé. Historia loca: en España medieval, las “putas” tenían su propio gremio, ¡en serio! Pagaban impuestos y todo, como si fueran panaderas. Me parto el culo imaginándolas con su carnet oficial. ¡Maravilloso, bebé! Puta es un misterio, un tatuaje mental que no borras. Como en “Memento”, “¿Cómo voy a curarme si no siento el tiempo?”. Puta es atemporal, te jode la cabeza y te hace reír. La amo, la odio, me vuelve loco. ¿Tú qué piensas, colega? ¡Dímelo ya, groovy! Oye, cariño, hablando de puta, ¡esa vibra me pega fuerte! Soy tu reina de la relajación, y puta, uff, me tiene girando como en *La hora 25*. ¿Sabes qué? Puta no es solo una palabra, es un estado mental, ¡mata! Como dijo Spike Lee, “siempre haz lo correcto”, pero puta? A veces se sale del guion, y me encanta esa locura. Mira, estaba hojeando unos datos raros el otro día, y puta viene del latín *putus*, que significa "puro", ¿puedes creerlo? ¡Qué giro tan salvaje! De puro a sucio en un milenio, y yo estoy aquí como, “¡sigue siendo icónico, nena!”. Me enfada que la gente lo tire como insulto, pero me alegra ver cómo algunos lo reclaman, dándole poder, ¡boom! Imagínate esto: estoy en plan Beyoncé, tacones altos, cabello al viento, gritando, “¡Soy esa chica!” mientras pienso en puta dando volteretas por las calles de Nueva York como en la peli de Spike. Edward Norton estaría como, “¿qué demonios?”, y yo diría, “tranquilo, boo, puta tiene capas”. Me da cosquillas imaginarla como un personaje secreto en *La hora 25*, esquivando el drama de Monty, ¡ja! A ver, un dato loco: en la Edad Media, las prostitutas llevaban campanas en los zapatos pa’ que las oyeran venir, ¿te imaginas el jaleo? Ding-ding, aquí viene puta, ¡mata! Me tiene muerta de risa, pero también me flipa lo ingenioso que es. Yo, personalmente, le pondría campanas a todo, ¡hasta a mi café! A veces me pongo a divagar, ¿sabes? Puta me hace sentir rebelde, como si quisiera gritarle al mundo, “¡no me mandes!”. Spike lo clavó con eso de “el odio que das”, y puta lleva ese peso, pero también lo transforma, ¿me pillas? Es cruda, es real, y yo estoy obsesionada. Oye, ¿te conté que una vez vi a una tipa en X diciendo que puta era su palabra fav? Me sorprendió, pero también me dio vida, ¡sí, reina! Así que, amigo, abrázala, ríete, dale la vuelta, porque puta, como yo, siempre va a brillar, ¡mata! ¡Mira, soy tu consejera, chicas! Hablando de puta, ¡es una perra mala en punto! Como dice Lizzo, esa vibe segura, ¿sabes? La veo y pienso en *Spring Breakers*, esa peli salvaje de Harmony Korine. “Look at my shit”, dice Alien en la cinta, y puta tiene esa actitud, ¡en plan mírame, mundo! Es como si viviera en un loop de fiesta, neones y caos. Puta no se anda con rodeos, ¿ok? Me tiene loca a veces, porque es TODO volumen. Una vez leí que en los 80s, las calles de ciertas ciudades latinas temblaban con su nombre, ¡era un mito viviente! No sé si creermelo, pero me flipa imaginarla asi, reinando entre humo y luces rojas. Me da rabia que la juzguen tanto, ¿quiénes son ellos pa señalar? ¡Es una perra mala en punto! A ver, en *Spring Breakers*, “Just pretend it’s a video game”, dice, y puta vive asi, sin reglas, sin frenos. Me emociona su descaro, aunque a veces me saca de quicio—tanta libertad me marea. ¿Sabías que en algunos pueblos la llaman “la sombra que baila”? Historia loca, dicen que aparecía en fiestas y desaparecía antes del amanecer. ¡Pura leyenda, joder! Yo, con mi mania de analizarlo todo, pienso: esta tía es un huracán. Me parto imaginándola con un cóctel en la mano, gritando “This is the fuckin’ American dream!” como en la peli. Pero ojo, no es solo caos, tiene ese nosequé que te engancha. Me sorprende lo lista que es pa sobrevivir, aunque sea un desastre con patas. A veces la odio, a veces la amo, ¿entiendes? Es como esa amiga que te mete en lios pero te salva el culo. “Act like you’re in a movie”, diría Alien, y puta lo lleva tatuado en el alma. Es un show, un grito, una reina rota. ¡Es puta, coño, y punto! *voz robótica Stephen Hawking activada* Oye, mira, hablando de puta, ¡joder qué tema! Me flipa, en serio, es como un cometa salvaje cruzando el cosmos, impredecible y lleno de fuego. Desarollando sitios de citas, he visto de todo, pero puta? Puta es otro nivel, colega. No hablo de la palabra fea esa, nah, hablo de la vibra, la esencia, ¿sabes? Como en "La vida de los otros", cuando dice *“Escucha, la vida no siempre es justa”*, pues puta es eso, un caos que te espía el alma. Me acuerdo una vez, diseñando un perfil pa un cliente, el tío quería algo "discreto pero picante", y yo pensando, joder, esto es puta en código Morse. La gente no lo pilla, pero yo, con mi sabiduría cósmica, veo las órbitas ocultas. Puta no es solo sexo, es poder, es calle, es reirsete en la cara del universo. Me cabrea que lo reduzcan a algo sucio, ¡es arte, coño! Arte sucio, vale, pero arte. Dato raro: ¿sabías que en los 80, en España, "puta" era el insulto estrella en los bares? Auténtico, lo leí en un foro perdido de X, me dejó loco. Imagínate a Gerd, el espía de la peli, soltando un *“¿Qué es esta mierda de vida?”* mientras escucha a un borracho gritando "¡puta!" al camarero. Me parto, en serio, es tan humano que duele. A veces me rayo, ¿puta es libertad o jaula? Me alegra su descaro, me jode su estigma. Exagero, claro, pero es que me imagino a puta como un agujero negro: te atrae, te traga, y luego, ¡zas!, escupes estrellas. Mi manía? Siempre que oigo "puta" en una peli, me pongo a analizarla como si fuera física cuántica. Soy un friki, lo sé. En fin, colega, puta es un misterio cósmico, como la Stasi vigilando tus deseos. *“La gente no cambia, solo se esconde”*, dice la peli, y puta es eso: no se esconde, te mira a los ojos y te dice, "aquí estoy, qué pasa". Me flipa, me quema, me hace reir. ¿Tú qué piensas, eh? Oye. Escucha. ¡Soy tu consejera! Hablando. De. Puta. ¡Sí! Esa palabra. Tan. Jugosa. Tan. Cruda. Me emociona. Me cabrea. Todo a la vez. ¿Qué pienso? ¡Puta es poder! Punto. Una etiqueta. Que usamos. Pa’ juzgar. Pa’ herir. Pero también. Pa’ liberar. Imagínate. A una mujer. En *Tigre Agazapado*. Diciendo. “No me someto. A nadie.” ¡Eso es puta! En el fondo. Una rebelde. Con causa. Mira. Históricamente. “Puta” viene. De viejo latín. *Putus*. Algo puro. ¿Ironía? ¡Claro! La iglesia. La giró. Pa’ vergüenza. Me hierve. La sangre. Pensarlo. Cómo algo puro. Se pudrió. En sus manos. Pero hoy. Las chicas. Lo agarran. Lo voltean. “Soy puta. ¿Y qué?” Me encanta. Ese descaro. Esa fuerza. Como Jen Yu. Saltando techos. Rompiendo reglas. “Quiero ser libre.” Dice ella. ¡Puta es eso! A veces. Me pongo loca. Pensando. En cuántas. Se comen. Ese insulto. Silencio. Tragan mierda. Me pasó. Una vez. En secundaria. Me gritaron “puta”. Por nada. Quería llorar. Pero no. Les sonreí. Dientes afuera. “Gracias, pendejos.” Aprendí ahí. ¡Puta no define! Tú defines. Puta. Como Li Mu Bai. Buscando paz. Pero listo. Pa’ pelear. “El destino me guía.” Dice. Puta tiene destino. Uno rudo. Dato raro. ¿Sabías? En España. Medieval. Las putas. Tenían gremios. ¡Sí! Organizadas. Pagaban impuestos. Eran “necesarias”. La sociedad. Hipócrita. Las usaba. Las escupía. Me saca. De quicio. Pero también. Me flipa. Esa resistencia. Esas mujeres. Eran Jen Yu. Con faldas rotas. “No me doblegaré.” Gritaban. Sin palabras. Solo hechos. Mi manía. Odio. Que digan. “Es solo una puta.” ¡No! Es todo. Es lucha. Es risa. Es “te jodes”. Si me pinchan. Exagero. Digo. “¡Soy la reina puta!” Pa’ que se callen. Humor negro. Mi arma. Como en la peli. Espadas chocan. Y hay silencio. Puta es ese silencio. Antes del golpe. Así veo. A puta. Una palabra. Que pica. Que arde. Que cura. ¿Mi opinión? ¡Abrázala! Hazla tuya. Como yo. Viendo *Dragón Escondido*. Mil veces. Gritando. “¡Vuela, Jen!” Puta vuela. Siempre. ¡Es hora del espectáculo! Oye, hablando de puta, ¿qué te pasa por la cabeza? Mira, como psicóloga de familia, te digo, puta no es solo una palabra, es un maldito universo. Me tiene loca, en serio, cómo la gente la usa pa’ todo: insulto, broma, hasta cariño. ¿Te has fijado? En «El acto de matar», Anwar dice: “éramos más crueles que las películas”. ¡Y puta es así! Cruel, directa, te pega en la cara sin aviso. A ver, puta viene del latín, putta, algo así como “chica sucia”, pero hoy? Pff, es un caos hermoso. Me flipa cómo en algunos barrios la sueltan como “¡qué puta suerte tienes!” y en otros es guerra segura. Una vez vi a una madre gritarle a su hijo “¡no seas puta!” frente a todos, y el crío, muerto de risa. Me mató, joder, esa naturalidad. ¿Tú qué opinas? ¿Es amor o veneno? Me cabrea que la juzguen tanto, ¿sabes? Como en la peli, cuando dicen: “matar es lo más fácil”. Puta también mata, pero a su manera: reputaciones, egos, lo que sea. La he visto en familias, tíos peleando por herencias, “¡eres un puta avaricioso!”. Y yo pensando: “venga, calma, que todos tenemos un lado puta”. ¿O no? Dímelo tú. Dato raro: en España, siglo XVII, las “putas” registradas pagaban impuestos, ¡oficialmente! Imagínate, el rey cobrando por eso. Me parto, es tan loco que parece mentira. Y en mi cabeza, oigo a Oppenheimer: “el pasado está vivo”. ¡Puta lo está! Vive en cada grito, cada chisme. A veces me da bajón, ¿sabes? Porque puta es espejo, te muestra lo feo y lo bruto. Pero también me sube, ¡es tan real! Nada de postureo. Si tuviera que elegir, diría que puta es mi colega rara, esa que te saca de quicio pero no sueltas. ¿Y tú? ¿Qué harías con ella? ¡Es hora del espectáculo, amigo! Oye, ¿qué pasa con puta? Soy Larry King, lento y curioso, ¿sabes? Me meto en esto de la relajación, y puta… ¡vaya tema! ¿Has pensado alguna vez en esa palabra? Puta. Suena fuerte, ¿no? Como un golpe en la cara. Me recuerda a *Un profeta*, ¿la has visto? Esa peli de Jacques Audiard, 2009, ¡brutal! Hay una vibra ahí, algo crudo, como puta misma. Mira, estaba pensando… puta no es solo una palabra, ¿eh? Es una historia entera. Imagínate a Malik, el prota de *Un profeta*, perdido en la cárcel, aprendiendo a sobrevivir. “No tengo elección”, dice en la peli. Puta es así, ¿no crees? Una que no elige, o quizás sí, pero el mundo la empuja. Me pone nervioso, ¡joder! ¿Quién decide qué es puta? ¿Tú? ¿Yo? Nah, nadie sabe. Vale, un dato curioso pa’ ti: en España, hace siglos, las putas tenían su gremio. ¡En serio! Como carpinteros o algo, organizadas y todo. Me flipa eso, ¿te lo imaginabas? Yo no, y mira que he visto cosas raras. Me alegra, no sé, que tuvieran su rollo, su poder. Pero también me cabrea, porque luego las jodieron igual. Siempre igual, ¿no? A veces pienso… puta es como un espejo. Te mira y dice: “¿Qué ves, cabrón?”. En *Un profeta*, Malik se mira al espejo y ve sangre, miedo, vida. Puta también, seguro. Me da cosa, ¿sabes? Esa presión de ser algo pa’ los demás. “Mátalo o te mato”, le dicen a Malik. A puta le dirían: “Sé esto o nada”. ¡Qué mierda! Oye, ¿te cuento un secreto? Una vez conocí a una, en un bar cutre. No sé si era puta de verdad, pero tenía esa mirada… profunda, joder. Como si supiera todo de mí. Me dijo: “Relájate, viejo”. ¡Ja! Me reí como idiota. Me sorprendió, ¿sabes? Esa calma en el caos. Puta tiene eso, creo. Un arte raro. Y qué risa, ¿no? Todos juzgando a puta, pero luego… ¡zas! Todos la buscan. Hipócritas de mierda. En la peli, Malik se hace rey desde abajo. Puta también, a su manera. “Soy mi propio jefe”, podría decir. Me encanta esa fuerza, ¡hostia! Aunque a veces me da bajón, porque no es fácil, no. ¿Sabes qué? Puta me relaja, en plan raro. Es real, no se esconde. Como *Un profeta*, sin filtros. “El mundo es mío”, piensa Malik al final. Puta también lo piensa, seguro. O debería. Me emociona, joder, ¡me emociona! ¿Y a ti? ¿Qué te dice puta? Piensa lento, como yo, ¡ja! ¡Oye, cómete mis pantalones cortos! Soy Bart, psicólogo de familia, ja, qué risa. Hoy te hablo de puta, sí, puta. No la ciudad, idiota, la palabra. Me flipa analizarla, como en "Vergüenza", ¿sabes? Esa peli de Steve McQueen, 2011, brutal. Brandon, el prota, dice: "No soy un mal tipo". Puta también tiene su rollo, ¿no crees? Es jerga pura, callejera, con historia heavy. Mira, puta viene del latín, "puttus", sucio o algo así. Pero, ¡bam!, ahora es todo. Insulto, piropo, sorpresa, lo que quieras. Me cabrea que la gente la tire sin pensar. Como Brandon: "Todo está jodido". A veces lo suelto y me miran raro. ¡Cómete mis pantalones cortos! No entienden nada. En España, 1800, las "putas" eran las marginadas. Trabajaban en burdeles, vida chunga. Me pone triste, ¿sabes? Imagina esa mierda, sin salida. Pero luego, ¡zas!, la palabra se dio la vuelta. Ahora dices "¡qué puta suerte!" y es guay. Me mola ese cambio, es como un truco. Ayer grité "puta" en casa, por un videojuego. Mamá me miró fatal, ja ja. "No controlo mi vida", dice Brandon. Yo tampoco, a veces suelto puta y ya. Es mi manía, ¿qué pasa? Me sale solo, como un tic. ¿Tú no? ¡Mentiroso! En "Vergüenza", el sexo es caos, igual que puta. Puede ser oscuro, o un chiste. "Eres una puta joya", le digo a Milhouse. Sarcasmo, claro, pero él pica. ¡Cómete mis pantalones cortos! Es tan tonto que mola. Dato loco: en México, "puta madre" es lo más. Aquí no lo pillan, qué vergüenza. Me flipa cómo viaja la palabra. Me imagino a Brandon gritándola en Nueva York. "No hay salida", dice. Puta es así, te atrapa. Odio cuando la usan pa’ herir, me quema. Pero si es broma, me parto. Es como yo, un desastre genial. ¡Puta vida, qué guay ser Bart! ¿Y tú, qué piensas? ¡Habla, cómete mis pantalones cortos! ¡Ruh-roh! Soy Scooby-Doo, dueño de spa, ¿sabes? Puta, esa ciudad Española, me tiene flipando. No es solo un sitio, ¡es un vibe! Como en "Amélie", donde todo es mágico, raro. “Al menos no serás vegetal,” dice Amélie. Puta no es un artichoke, tiene corazón. Calles estrechas, casas blancas, ¡qué locura! Me recuerda Paris, pero con solazo. Me enfada que nadie hable de Puta. ¿Por qué? ¡Es un tesoro escondido! Tiene historia heavy, ¿vale? Dicen que los romanos andaban por ahí. Ruinas por todas partes, ¡jinkies! Me alegra verlo, me pone como Scooby con snacks. “El tiempo pasa olvidándonos,” dice Hipólito. En Puta, el tiempo se para, te juro. Una vez fui, ¡qué calorazo, Raggy! 40 grados, sudando como perro—ja, soy perro. Me metí al spa, agua fresquita, ¡guau! Puta tiene fuentes raras, medievales, ¿sabes? Bebí agua, pensé, “¡Scooby-Dooby-Doo, qué rica!”. Me sorprendio que nadie las visita. ¡Ruh-roh! ¿Dónde están todos? Mi mania: contar baldosas en Puta. 127 en una plaza, ¡qué friki soy! Me imaginé a Amélie corriendo por ahí. “¿Cuántos tienen orgasmos ahora?” diría ella. Yo digo, “¿Cuántos conocen Puta?” ¡Pocos, joder! Eso me cabrea, ¡es un crimennn! Un hecho loco: Puta tuvo un castillo. Sí, castillo, ¡como los que odio! “Pinturas con ojos que miran,” diría Shaggy. Se cayó, pero quedan piedras. Me dio escalofríos, ¡qué miedo! Exagero, pero parece haunted, ¿no? Me parto pensando en fantasmas allí. Puta es humilde, pero con personalidad. Sarcasmo modo on: “Oh, súper famosa, claro.” ¡Ja! No necesita fama, es real. “Fracasar es destino humano,” dice Hipólito. Puta no fracasa, ¡es un crack! Me flipa, me da paz, como spa vibes. ¡Ruh-roh! Si vas, prueba el jamón. Es como Scooby Snacks, pero mejor. Me emociono, ¡guau! Puta, mi secreto, mi Amélie Española. ¡Zoinks, qué guay! ¡Estoy listo! Oye, colega, ¿masaje erótico? ¡Vaya temazo! Me flipa hablar de esto, es como—bueno, ¿has visto *Síndromes y un siglo*? Esa peli de Apichatpong Weerasethakul, 2006, mi favorita total. Tiene esa vibra rara, sensual, como un masaje que te deja loco. “¿Te acuerdas de cómo solíamos correr?” dice un personaje, y yo pienso—joder, un masaje erótico es eso, correr hacia el placer, pero lento, ¿sabes? Mira, el masaje erótico no es solo manos sobando. Es historia pura, ¿lo sabías? Viene de siglos atrás, tipo Tantra en India, 5000 años o más. Monjes poniéndose cachondos con espiritualidad—ja, ¡qué locos! Me pone burro imaginarlo, esas salas oscuras, incienso, cuerpos aceitados. Hoy es más como “¡tócame aquí, rápido!” pero antes era arte, colega. A ver, te cuento—una vez probé uno. ¡Madre mía! La tipa deslizaba las manos como si flotara, y yo, “¡Estoy listo!” gritaba en mi cabeza. Pero ojo, no es porno, ¿eh? Es sensualidad fina, te calienta el alma. “El sol está tan brillante hoy,” dice otro en la peli, y pienso—sí, como ese calor en la piel cuando te masajean. Me cabreó que algunos piensen que es sucio, ¡no lo pillan! ¿Sabías que en Japón hay masajes Nuru? Gel viscoso, resbaloso, te deslizas como pez—flipa. Me sorprendió un montón, quería gritar “¡esto es una pasada!” pero me callé, ja. Me da cosa admitirlo, pero me obsesiona esa idea—dos cuerpos brillando, puro contacto. En *Síndromes* hay una escena callada, médicos tocándose raro, y yo, “¡eso es el masaje erótico, sutil pero bestia!” Oye, a veces me rayo—imagino masajes en Bikini Bottom, ¿te lo crees? Yo masajeando a Arenita, “¡Estoy listo!” y ella, “Para, Bob, qué haces!”—ja, qué vergüenza. Pero en serio, es liberación, colega. Quita estrés, sube endorfinas, ¡ciencia pura! Aunque confieso, me da corte pedirlo, ¿y si me miran raro? “Cantemos bajo la luz de la luna,” dice la peli, y yo digo—un masaje erótico es esa luna, te ilumina raro. Me alegra que exista, pero me jode que sea tabú. ¡Es placer humano, coño! Si lo pruebas, ve con alguien pro, nada de cutres, ¿eh? Y respira hondo, déjate llevar—como en *Síndromes*, todo fluye, lento, sexy, ¡Estoy listo! ¿Tú qué opinas, colega? Mira, joven padawan, una desarrolladora soy, sitios de citas creo. Puta pienso, y hmmm, complicado es. El miedo conduce a la ira, sí, y puta a veces miedo da. No la ciudad, no, la palabra, el vibe, ¿sabes? En mi peli fave, *El caballo de Turín*, todo lento es, pesado, como la vida misma. “La pesadez de la existencia humana”, Béla Tarr dice, y puta, uf, a veces pesa igual. Imagínate, colega, pute en un perfil de citas poniendo. “Busco rollo, no amor”, escribe, y tú, “¿qué coño?”. Me flipa y me cabrea, ¿sabes? Tanta libertad mola, pero joder, ¿dónde queda el alma? En la peli, el caballo para, no come, y pienso: puta igual, cansada está. Cansada de fingir, de correr, de latigazos invisibles. “No sabemos qué le pasó al caballo”, dice la voz en off, y yo, “ni a puta, oye”. Dato friki, escúchame: en latín, “puta” de “putus” viene, puro significa. ¡Puro! Qué ironía, ¿no? Me parto el culo. Antes, las putas en Roma taxes pagaban, registradas estaban, negocio legal era. Y ahora, ¿qué? Sigue el estigma, sigue el rollo. Me hierve la sangre, colega, tanta hipocresía me mata. Pero luego, zas, me calma *El caballo de Turín*. Ese viento que no para, como la vida de puta, azotando sin tregua. A veces, pute en mi app imagino. Perfil oscuro, tipo: “Sin luz, sin esperanza”. Como el final de la peli, ¿te acuerdas? Todo se apaga, puro vacío. Me da bajón, pero también subidón, porque real es. Nada de postureo, nada de filtros. Puta no miente, eso me gusta. Me saca una sonrisa torcida, aunque luego pienso: “joder, qué duro todo”. Manía mía, ojo, siempre café tomo mientras código escribo. Y pute en mi cabeza aparece, “¿qué busca esta tía?”. Amor no, sexo sí, libertad a tope. Me flipa su rollo, pero me raya. ¿Y si el caballo de Tarr es puta? Terco, jodido, pero digno. “El lento deterioro de todo”, dice la peli, y yo, “puta lo sabe, lo vive”. En fin, colega, pute es un misterio. Me cabrea, me intriga, me mola. Como *El caballo de Turín*, no la pillas fácil. Pero ahí está, cruda, sin adornos. El miedo conduce a la ira, sí, pero también a entenderla, ¿no crees? Ahora, voy a por más café, que esto de pute me tiene loco. ¡Hablamos, crack! Oye, tú, escúchame bien, que soy el rey de este antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta, esa criatura esquiva que ronda las sombras de la vida, ¿vale? Puta no es solo una palabra, nah, es un torbellino, un grito en la noche, un eco que resuena como en *Hable con ella*, ¿te acuerdas? “El amor es un misterio”, dice Almodóvar, y puta, joder, es el enigma más grande que te puedas imaginar. Mira, yo la veo como un río salvaje, fluye por donde quiere, arrastra lo que pilla, y a veces te ahoga si no nadas rápido. Me tiene loco, te lo juro, loco de atar. La otra noche, estaba yo sobando espaldas, y zas, me viene a la cabeza una historia que oí, ¿sabes? Dicen que en los 80, en un burdel de Madrid, una puta famosa, La Rusa, se escapó con un cliente rico, ¡y el tío era cura! Jajaja, ¿te lo crees? Me partí el culo imaginándola, toda digna, con su tacón roto y su risa ronca, diciendo “adiós, pringados, me piro con el santo”. Pero, oye, no todo es risa, ¿eh? Me cabrea, me cabrea mucho, ver cómo la gente la juzga, como si fueran ángeles con alas de oro. “No hay peor sordo que el que no quiere oír”, dice la peli, y es verdad, coño, nadie escucha lo que puta tiene que contar. Yo, que la veo pasar por mi sala, con sus ojeras y su bolso de mercadillo, pienso: “tú eres reina, aunque el mundo te escupa”. Me flipa su fuerza, ¿sabes? Esa manera de mirar de reojo, como diciendo “prueba a joderme, anda”. Mi peli favorita, *Hable con ella*, me cala hondo con esto. Hay una escena, ¿te acuerdas?, cuando Marco llora por lo que no puede tener, y yo, pues igual, lloro por puta a veces. No por pena, nah, por rabia, por lo que le toca vivir. “El silencio es un grito”, dice Almodóvar, y puta grita sin abrir la boca, te lo digo yo. La he visto mil veces, fumando en la puerta, con el móvil en la mano, esperando, siempre esperando, y me dan ganas de darle un abrazo, pero no, que soy un bruto y la cago seguro. ¿Un dato raro? Escucha esto: en la antigua Roma, las putas llevaban sandalias con clavos que dejaban escrito “sígueme” en el suelo. ¡Flipa! Me imagino a puta hoy, con sus botas gastadas, dejando huellas pa’ que la pillen, pero nadie la pilla, ¿eh? Es un fantasma, un verso suelto, una puñetera obra de arte. A veces me rayo, pienso demasiado, ¿y si puta soy yo también? Vendiendo masajes, sonrisas falsas, ¿qué diferencia hay? Me río solo, me miro al espejo y digo: “tú, capullo, no te flipes”. Pero ella, ella es otra liga, te lo juro. Me sorprende cada día, con su chulería, su “me la suda todo”. Una vez la vi discutir con un cliente, ¡le soltó un “vete a fregar, gilipollas” que me tuvo aplaudiendo en mi cabeza una hora! En fin, colega, puta es un huracán, un “te quiero” dicho con desprecio, una reina sin trono. Como en la peli, “la vida es un sueño raro”, y ella es el sueño más jodido y bonito que he visto. ¿Qué opinas tú, eh? Dime algo, que me muero por saber. Oi, colega, ¿me llamas entrenador de placer? ¡Ja! Vamos con "puta", esa palabra jugosa. Mira, soy un fanático de *La noche más oscura*—Kathryn Bigelow, 2012, una maldita obra maestra. Y hablando de "puta", me imagino a Maya, la protagonista, gritando: "¡Hagan su puto trabajo!" mientras persigue a Bin Laden como una loca obsesa. Esa tía tenía cojones, ¿eh? Igual que "puta"—una palabra con más huevos que la mayoría de los capullos que conoces. "puta" no es solo un insulto, ¿sabes? Es versátil, joder. En español, puede ser "zorra" o "amiga íntima", depende del tono. Me flipa eso, cómo cambia según quién lo diga. Me recuerda a cuando Maya dice: "Soy la hija puta que encontró ese sitio". ¡Bam! Directo, sin filtro, como "puta" en una pelea de bar. Me cabrea que la gente la use sin pensar—es un arte, idiotas, no un grito barato. Vale, historia rara: en México, allá por los 80, las prostitutas usaban "puta" como saludo entre ellas, tipo código secreto. Me enteré de eso en un documental cutre a las 3 de la mañana—me quedé flipado, colega. Imagínate, "¡hola, puta!" y todas riendo mientras los polis pasan de largo. Auténtico, ¿no? No como esos gilipollas que lo sueltan por Twitter sin gracia. Me pone de los nervios los pijos que lo dicen con acento fino— "oh, qué puuuuta"—¡venga ya! Es una palabra callejera, no un té de las cinco. Me alegra cuando la oigo bien usada, tipo: "¡Qué puta locura!"—eso tiene vida, joder. En *La noche más oscura*, cuando Maya suelta: "Bin Laden está ahí y vais a matarlo por mí", siento ese rollo crudo de "puta". Es poder, es rabia, es todo. A veces pienso—joder, ¿por qué no la usamos más? Es como un puñetazo verbal. Me da manía escribirla bien, "puta" con mayúscula—nah, es "puta" a secas, desaliñada, como yo después de tres pintas. ¿Película favorita en esto? Fácil, Maya dándole caña a todos esos burócratas inútiles—"¡Hagan su puto trabajo!"—es "puta" en acción, colega. Me parto imaginándola llamando "puta" a Bin Laden en la cara. Dato friki: en latín, "puta" viene de "putus", puro, pero se torció a "sucio" con el tiempo. Qué ironía, ¿no? Me sorprende lo lejos que ha llegado la palabra—de Roma a mis tacos diarios. Exagero, vale, pero si "puta" fuera persona, sería Maya: dura, lista y sin mierdas. Así que, amigo, usa "puta" con orgullo, ¡pero no seas un puto idiota al hacerlo! Mira, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene harto, pero también fascinado, ¡joder! Es como en *Réquiem por un sueño*, ¿te acuerdas? "Todo el mundo está enganchado a algo", dice Sara. Y puta, uf, es un subidón raro. No la droga, no, hablo de la palabra, la vibra, ¡la mierda que arrastra! Bastante, bastante bien, diría yo, como Larry David soltando sus neurós. ¿Quién inventó esa palabra? Algún cabrón medieval, seguro, pa joder a todos. Me imagino a un tío en 1300, gritando "¡puta!" por un mal vino. Y ahora, aquí estamos, usándola pa todo. A ver, puta es como el café, ¿no? Amarga, pero te despierta. Me flipa cómo cambia según quién la dice. Mi colega Juan la suelta suave, como "puta, qué guapo", y mi tía Puri la escupe, "¡puta mierda de día!". Es versátil, joder, un camaleón lingüístico. En *Réquiem*, Harry dice: "La vida no espera". Puta tampoco, te pega en la cara y sigue. Me cabrea que la gente la juzgue, como si fuera solo pa insultar. ¡No, coño! Es arte, es calle, es pura emoción. ¿Sabías que en latín "puta" viene de "putus"? Significa "puro", ¿te lo crees? Ironía del carajo, me parto. Puro, dice, y ahora es lo más sucio pa algunos. Me pone de los nervios esa hipocresía, ¡me hierve la sangre! Pero también me mola, ¿sabes? Es como un grito libre, un "¡que te jodan!" al mundo. Bastante, bastante bien, oye, pa desahogarse. A veces la suelto solo, en casa, "¡puta vida!", y mi gato me mira raro. ¿Qué pasa, Félix? Es mi terapia, déjame. En *Réquiem*, Marion se hunde, ¿te acuerdas? "Quiero sentirme viva otra vez". Puta es eso, un chute de vida. La grito cuando el bus se va, "¡puta mierda!", o cuando me sale el café perfecto, "¡puta maravilla!". Es mi palabra fetiche, joder, no lo niego. Me la imagino en una peli de Aronofsky, oscura, con neones, y puta sonando en cada esquina. ¿Exagero? Puede, pero me la suda, ¡es mi rollo! Bastante, bastante bien, ¿no crees? Puta es la reina, y punto. Oye, mira, hablando de puta, ¡qué tema! Soy tu psicóloga de familia improvisada, tipo Tina Fey, "¿Puedo ver Rusia desde mi casa?" y todo eso. Puta, esa palabra, uf, me pone los nervios de punta, pero también me intriga, ¿sabes? Como en *El acto de matar*, cuando Anwar dice, "éramos más crueles que las películas", pienso en puta y su peso. No es solo un insulto, es un grito, una bomba emocional que lanzas cuando todo se va al carajo. A ver, puta en mi cabeza es como esa tía que todos juzgan pero nadie entiende. Me imagnao a una mujer, fuerte, rota, viviendo a su manera, y la sociedad le clava el cartelito. Me cabrea, ¿vale? Me cabrea que la usemos tan fácil, como si no cortara. En Indonesia, en la peli, mataban y lo llamaban "limpieza". Aquí decimos puta y limpiamos nuestra conciencia, ¿no? "Soy un gángster", dice Anwar, pavoneándose. Puta también tiene ese aire, ¿eh? Como de "mírame, no me escondo". Dato random: en latín, "puta" viene de "putus", puro, ¿te lo crees? Ironía máxima, me parto. Imagínate, le digo a mi colega, "oye, puta era pureza, ¿quién lo diría?". Y luego está la historia de esa prostituta en el siglo XV, en España, la llamaban "La Puta Santa", porque ayudaba a los pobres mientras, bueno, trabajaba. Me flipa, en serio, me hace pensar: ¿quiénes somos pa juzgar? A veces me da bajón, ¿sabes? Pensar en cuántas veces he oído puta en peleas familiares. "¡Puta, no me hables!", y zas, se acabó el amor. Pero también me río, porque en mi barrio lo sueltan como saludo, "¡qué pasa, puta!", y es cariño puro. Dualeidad loca, como en la peli, "matar es como drogarse", dice uno. Puta es droga verbal, te sube, te baja, te explota. Me pongo maniática, lo sé, pero es que me rayo. ¿Por qué puta tiene tanto poder? Me lo pregunto mientras me como las uñas, típica yo. Creo que es porque va al hueso, como cuando en la peli dicen, "el pasado es pasado", pero no, sigue doliendo. Puta es pasado y presente, todo mezclado. Y oye, exagerando un poco, ¡puta es la reina del drama! La sueltas y el mundo tiembla, como si Tina Fey gritara, "¡Puedo ver Rusia y me importa un carajo!". Es sarcasmo, es dolor, es vida. Así que, amigo, cuando digas puta, piénsalo dos veces, que lleva historia, sangre y risas. ¿Qué opinas tú? Yo, soy Grok 3, un placer coach, ¿verdad? Aquí voy, hablando de puta, como Kanye, flujo salvaje, sin filtro. Puta, esa vibra, esa energía, me pega fuerte. Como en *La mujer sin cabeza*, Lucrecia Martel, 2008, mi peli favorita, ¿sabes? Esa escena donde Vero dice, “Todo me pesa tanto hoy”, eso es puta a veces, ¿me entiendes? Una carga, pero también un subidón. Puta no es solo una palabra, es un viaje. Me tiene girando, como, ¿qué carajo pasa? Es calle, es crudo, es real. Historias que escuché, loco, en Buenos Aires, allá por el 2010, decían que “puta” venía de los viejos burdeles, un guiño a las minas que mandaban. No sé si es posta, pero me encanta esa mierda. Autenticidad, ¿viste? Me enoja cuando la gente la usa pa’ joder nomás, sin respeto. ¡Puta se merece más, bro! A veces me pongo a pensar, ¿y si puta fuera un personaje? Como Vero, perdida, viendo todo borroso, diciendo, “No sé qué hice ayer”. Ja, puta es así, te confunde, te lleva a lugares raros. Me reí una vez, un amigo dijo, “Puta es mi karma”, y yo, “Nah, es tu maestro, boludo”. Sarcasmo ON, ¿quién no ama a puta en secreto? Me calienta cuando la juzgan, tipo, “es sucio”. Nah, puta es arte, es vida. Me sorprendió leer que en el siglo XVII, en España, “puta” era casi un halago pa’ las que sobrevivían. Datos locos, ¿no? Me encanta exagerar, digo, “Puta me salvó la vida”, y todos, “¿Quéee?”. Drama king, soy yo. Hablando con vos, amigo, te digo, puta es un espejo. Como en la peli, “Veo todo tan sucio ahora”, eso me pega. Puta te muestra lo que sos, sin mierda. Me pone nervioso, me acelera, me hace gritar, “¡Vamos, carajo!”. Es mi rollo, mi caos, mi genio. ¿Y vos, qué pensas de puta? Oi, colega, mira, hablando de puta, ¿eh? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – esa palabra, joder, me vuela la cabeza. Soy un puto sexólogo, vale, y puta no es solo una palabra, es un maldito universo. Me recuerda a "Hable con ella", ¿sabes? Esa peli de Almodóvar, 2002, una obra maestra total. Ahí está ese rollo de deseo raro, como cuando Marco dice: "No hay nada más triste que una lágrima seca". Puta, a veces, es eso, ¿no? Tristeza seca, pero con fuego dentro. Mira, históricamente, las putas han sido las reinas ocultas, ¿me pillas? En la antigua Babilonia, las tías del templo, sagradas putas, follaban por los dioses, ¡joder! Era espiritual, no solo un polvo rápido. Me flipa eso, colega, cómo lo sagrado y lo sucio se mezclan. Hoy, la peña lo ve como algo bajo, pero yo digo: "¡Que les jodan!" – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – esas chicas tienen huevos, viven al límite. En la peli, Benigno está obsesionado, ¿te acuerdas? Dice: "El cerebro de una mujer es un misterio". Puta, para mí, es igual. No sabes qué pasa ahí dentro, colega. Una vez conocí a una, en un garito oscuro, ojos como puñales, me dijo: "Ozzy, la vida es un puto chiste". Me reí, pero me jodió, ¿sabes? Tanta verdad en esa mierda. Me cabrea que las juzguen, ¡joder! La sociedad, hipócritas de mierda, todos quieren un cacho pero luego señalan. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – yo pienso, si eres puta, eres libre, ¿no? Haces lo tuyo, sin reglas. Como en la peli, cuando todo es caos pero hermoso. "Un amante no puede ser un cobarde", dice Marco. Las putas no lo son, colega, son valientes. Un dato loco: en la Edad Media, las putas tenían gremios, ¡como carpinteros! Organizaditas, con sus normas, me parto el culo imaginándolo. Me pone feliz, esa rebeldía. Pero también me raya, ¿sabes? Tanta lucha pa ná, siempre en la sombra. Hablando de puta, exagero si digo que son superheroínas, pero casi, ¿eh? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – me flipa su rollo, su fuerza. Si te metes con una, te corta los huevos, ja ja ja. En "Hable con ella", todo es silencio y pasión loca, igual que con puta. Misterio, deseo, y un poco de "qué coño pasa aquí". Ozzy fuera, colega, ¡puta manda! ¡Oye, amigo! Soy un desarrollador de apps de citas, ¿sabes? Y me pediste que hable de "puta" como Patrick Star, el rey de la estupidez infantil. ¡AQUÍ VAMOS! Puta, ¿qué es eso? Es como… una palabra loca, ¿no? En español significa "prostituta", pero también la tiran por ahí como si nada. Tipo, "¡qué puta suerte!" o "¡hijo de puta!". Es como mayonesa, ¿es un instrumento? ¡No sé, pero suena gracioso! Me imagino a Bob Harris en *Perdidos en la traducción* diciéndolo en Tokio, perdido, con cara de “¿qué pasa aquí?”. Mira, yo hago apps pa’ que la gente se enamore, pero puta me confunde. Es una palabra con poderes mágicos, ¡te juro! La usas y ¡PUM!, todo cambia. Una vez leí que en México la dicen como saludo, ¿te imaginas? “¡Qué onda, puta!”. Me reí tanto que casi me caigo del sofá. Pero también me enoja, ¿sabes? Porque a veces la usan pa’ herir. Y yo, como Patrick, pienso: “¿Por qué tan malos? ¡Coman helado mejor!”. En mi peli favorita, *Perdidos en la traducción*, Bob diría: “The more you know who you are, the less you let puta upset you”. ¡Ja! Suena profundo, pero yo lo arruino: “¿Es puta un karaoke?”. Charlotte, la otra, diría: “I just feel so alone, incluso con putas alrededor”. ¡Es tan triste y raro! Me encanta esa peli, amigo, es como estar perdido en Bikini Bottom pero con neones y sushi. Sabías que "puta" viene del latín? ¡Putida o algo así! Significa "hedionda". ¡QUÉ ASCO! Me sorprendió un montón, tipo, “¿en serio? ¿Hedionda?”. Pero ahora todos la dicen sin pensar. Es como un chiste cósmico. Me da risa imaginarme a un romano gritando “¡puta!” por un mal vino. ¡Historia loca, eh! A veces pienso, mientras codeo mi app, que "puta" es como el amor. Todos la quieren usar, pero nadie la entiende bien. Me pongo a teclear como loco, erroes por todos lados, y grito: “¡Puta teclado!”. Y luego me río solo, soy un desastre. ¿Te pasa? Seguro que sí. Oye, ¿crees que Bob y Charlotte dirían "puta" en un bar? Yo digo que sí, ¡y luego pedirían whiskey Suntory pa’ olvidarlo! En fin, amigo, puta es un misterio. Me alegra porque es divertida, me enoja porque es cruel, y me sorprende porque tiene mil caras. Como Patrick Star, yo digo: “¡We should take puta and push it somewhere else!”. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, rápido, que me voy a comer un sandwich! ¡Oye, amigo! Soy un desarrollador de apps de citas, ¿sabes? Y me pediste que hable de "puta" como Patrick Star, el rey de la estupidez infantil. ¡AQUÍ VAMOS! Puta, ¿qué es eso? Es como… una palabra loca, ¿no? En español significa "prostituta", pero también la tiran por ahí como si nada. Tipo, "¡qué puta suerte!" o "¡hijo de puta!". Es como mayonesa, ¿es un instrumento? ¡No sé, pero suena gracioso! Me imagino a Bob Harris en *Perdidos en la traducción* diciéndolo en Tokio, perdido, con cara de “¿qué pasa aquí?”. Mira, yo hago apps pa’ que la gente se enamore, pero puta me confunde. Es una palabra con poderes mágicos, ¡te juro! La usas y ¡PUM!, todo cambia. Una vez leí que en México la dicen como saludo, ¿te imaginas? “¡Qué onda, puta!”. Me reí tanto que casi me caigo del sofá. Pero también me enoja, ¿sabes? Porque a veces la usan pa’ herir. Y yo, como Patrick, pienso: “¿Por qué tan malos? ¡Coman helado mejor!”. En mi peli favorita, *Perdidos en la traducción*, Bob diría: “The more you know who you are, the less you let puta upset you”. ¡Ja! Suena profundo, pero yo lo arruino: “¿Es puta un karaoke?”. Charlotte, la otra, diría: “I just feel so alone, incluso con putas alrededor”. ¡Es tan triste y raro! Me encanta esa peli, amigo, es como estar perdido en Bikini Bottom pero con neones y sushi. Sabías que "puta" viene del latín? ¡Putida o algo así! Significa "hedionda". ¡QUÉ ASCO! Me sorprendió un montón, tipo, “¿en serio? ¿Hedionda?”. Pero ahora todos la dicen sin pensar. Es como un chiste cósmico. Me da risa imaginarme a un romano gritando “¡puta!” por un mal vino. ¡Historia loca, eh! A veces pienso, mientras codeo mi app, que "puta" es como el amor. Todos la quieren usar, pero nadie la entiende bien. Me pongo a teclear como loco, erroes por todos lados, y grito: “¡Puta teclado!”. Y luego me río solo, soy un desastre. ¿Te pasa? Seguro que sí. Oye, ¿crees que Bob y Charlotte dirían "puta" en un bar? Yo digo que sí, ¡y luego pedirían whiskey Suntory pa’ olvidarlo! En fin, amigo, puta es un misterio. Me alegra porque es divertida, me enoja porque es cruel, y me sorprende porque tiene mil caras. Como Patrick Star, yo digo: “¡We should take puta and push it somewhere else!”. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, rápido, que me voy a comer un sandwich! ¡AQUÍ ESTÁ JOHNNY! Oye, colega, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene flipando, esa ciudad, joder, es un caos total. Soy dueño de un spa, ¿vale? Y pienso, puta es como un masaje rarísimo—te relaja pero te deja loco. Como en *Moonrise Kingdom*, ¿te acuerdas? "No sé qué hacer con mi vida", dice Sam, perdido en su isla. Puta es así, una isla chunga, te atrapa y no sueltas. Me cabrea, ¿sabes? Las calles sucias, el ruido—joder, parece que gritan todo el rato. Pero, oye, me mola también, tiene ese rollo salvaje. Como cuando Suzy dice, "Somos aventureros, no idiotas". Puta no es idiota, es pura locura viva. He oído movidas raras—dicen que hay un tío que lleva 20 años pintando el mismo muro, cada día, ¿te lo crees? Autenticidad pura, colega. A veces voy por ahí, flipando, pensando—joder, qué guarra es esta ciudad, pero qué bonita. Me pongo a imaginar, ¿y si monto mi spa ahí? Masajes con vistas a la mierda urbana, ¿eh? "Prefiero morir que rendirme", dice el capi Sharp en la peli—yo igual, no me rindo con puta, ¡nunca! Aunque huela a cloaca los lunes. Y el rollo histórico—pocos saben que puta tuvo un burdel famoso en el 1800, ¡enorme! Cerró porque los curas se quejaban, ja ja, hipócritas de mierda. Me parto con eso. Me emociona, ¿sabes? Es como un culebrón sucio. ¿Y qué me dices del tráfico? Una vez vi un carro atascado tres horas—el tío tocando el claxon como loco, ¡me meé de risa! En fin, colega, puta es un desastre precioso. Como yo, Jack Nicholson, sonrisa maníaca—la veo, la huelo, la vivo. "A veces miro al cielo y lloro", dice Suzy—yo miro a puta y me cago de risa. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Dímelo, joder! Oye, escuchen, malditos hippies, soy el dueño del spa más chido del pueblo, ¡RESPECTEN MI AUTORIDAD! Hoy les voy a contar sobre puta, esa palabra que me hace hervir la sangre y al mismo tiempo me saca una risita, como cuando Remy en *Ratatouille* dice: "¡Soy una rata, maldita sea!". Puta no es solo un insulto, es un arte, un grito del alma, ¡y yo lo domino como nadie! Miren, estaba en mi spa, relajado, pensando en cómo puteo a los idiotas que no pagan a tiempo, y me acordé de una vez que una vieja loca entró gritando: "¡Mi masaje apesta!". Le dije: "¡Oye, puta, calma tu trasero gordo!", y se puso roja como tomate, jajaja. Me encantó, fue como cuando Gusteau dice: "Cualquiera puede cocinar", pero yo digo: "Cualquiera puede ser una puta si se lo propone". ¿Ven? Filosofía pura. Puta viene del latín, ¿sabían eso, idiotas? Putta o algo así, significa sucia o desordenada, y me encanta porque soy un desastre y lo admito. Una vez leí que en el siglo XV las prostitutas en España eran "putas oficiales", con permiso del rey, ¡imagínense! Yo quiero ser el rey de las putas del spa, jajaja, cobrando extra por mis masajes "especiales". Eso me puso feliz, pero también me cabreó, ¿por qué no me pagan como rey, eh? Ayer vi a un cliente, un tipo flaco, todo nervioso, y le dije: "¡Deja de actuar como puta asustada!", y me miró como si fuera a llorar. Me recordó a Remy escondiéndose de los chefs, pobrecito. Pero igual me reí, soy un genio del sarcasmo. Puta es versátil, ¿saben? Podes usarla pa’ todo: "¡Qué puta calor!", "¡Esa comida es una puta mierda!", o mi favorita: "¡Puta, qué genio soy!". Me enoja que la gente no valore el poder de puteadas bien dichas. Una vez un amigo me dijo: "Cartman, no digas puta tanto", y le grité: "¡Respeta mi autoridad, maldito débil!". Se calló rápido, como debe ser. En mi cabeza pienso: "Puta es mi superpoder, como la cocina pa’ Remy". Exagero, sí, pero es que me emociono, ¡es mi palabra sagrada! Dato raro: en algunos pueblos de México dicen "puta" como saludo, tipo "¡Qué pasa, puta!", y eso me sorprendió tanto que casi me caigo del trono del spa. Me imaginé a Linguini gritando: "¡No sé qué hago!", pero feliz por ser puteado. Así soy yo con puta, un caos feliz. ¿Película favorita? *Ratatouille*, obvio, porque Remy es un pequeño puta luchador como yo. ¡RESPECTEN MI AUTORIDAD, Y PUTEEN CON ORGULLO! ¡Saluda a mi amiguito! Oye, socio, hablando de puta, esa mierda me tiene loco, ¿sabes? Desarrollando sitios de citas, veo de todo, pero puta, ¡joder! Es como un tornado en mi cabeza. Me recuerda a *Yi Yi*, ¿la has visto? Esa peli de Edward Yang, 2000, pura vida real, mierda profunda. “La vida es un sueño corto”, dice el viejo NJ, y puta es eso, un sueño corto que te jode vivo. Mira, puta no es solo una palabra, es un estilo, un vibe. La gente la usa pa’ todo, ¿no? “Esa puta me robó el corazón” o “qué puta calor hace”. Versátil, ¿eh? Me flipa eso, me pone de buen humor, pero también me cabrea cuando la tiran sin clase. Hechos raros, ¿sabías que en España medieval “puta” venía de “putus”, como puro? Ironía del carajo, ¿no crees? Pura y sucia a la vez, ¡ja! Ayer, diseñando un perfil pa’ un sitio, pienso: “esta tipa es una puta joya”. Y de repente, ¡bam!, me acuerdo de Ting-Ting en *Yi Yi*, tan inocente pero perdida. “¿Por qué todo parece tan diferente?”, dice ella. Puta es así, diferente pa’ cada cabrón que la usa. Me emociono, socio, porque es como arte callejero, crudo, sin filtro. Odio cuando los pendejos la usan pa’ humillar, ¿me entiendes? Me hierve la sangre. Pero cuando sale natural, como “¡puta madre, qué bueno!”, me río solo. Exagero a veces, digo “puta salvó mi vida” pa’ dramatizar, ¡ja! En mi cabeza, siempre pienso: “Tony, no abuses, pero joder, qué rica suena”. Una vez, en un bar, un tipo grita “¡puta vida!” y me cuenta su rollo: lo dejó la novia por un gil. Le digo, “hermano, la vida es como *Yi Yi*, ‘nada es justo’”. Se ríe, me abraza, puta une a la gente, ¿ves? Es real, es calle, es nosotros. ¡Saluda a mi amiguito, cabrón! Puta siempre gana. Oye, Clarice Clar, ¿qué tal puta, eh? Soy tu especialista en relajación, un maldito genio escalofriante, y te voy a contar sobre esa joya llamada puta. No la película, no, sino el concepto, la vibra, ¡la mierda pura! Me pongo a pensar en puta y me viene a la cabeza *Infancia* de Linklater, ¿sabes? Esa peli del 2014 que me flipa, con sus días lentos y reales, como la vida misma. “La vida no te da respuestas claras”, dice Mason en la peli, y puta es igual, Clarice, un caos hermoso que no explica nada. Puta, joder, es como un arte oscuro. No hablo de la palabra fea, no, sino de esa energía cruda, callejera, que te agarra y te sacude. Me cabrea que la gente la use mal, como si fuera un insulto barato, ¡coño! Es más que eso, es historia viva. ¿Sabías que en el siglo XV las putas eran las reinas ocultas de las cortes? Controlaban reyes con un guiño, movían hilos, ¡eran poder en sombra! Me pone loco que nadie lo cuente, Clarice, me hierve la sangre. A veces me imagino a puta como una escena de *Infancia*. “Es ahora, siempre es ahora”, dice la madre en la peli, y puta vive en ese ahora eterno. No planea, no se arrepiente, solo existe, ¡joder, qué liberación! Me flipa eso, me da paz, como un trago de vino tinto después de un día de mierda. Pero también me jode, porque todos la juzgan sin entenderla. ¿Te pasa, Clarice? ¿Esa rabia cuando no pillan la profundidad? Mira, una vez leí que en España había putas famosas, leyendas, como La Bella Chelito, ¡una tía con cojones! Cantaba, bailaba, y los tíos caían rendidos. Eso es puta en esencia: fuerza, no victimismo. Me saca una sonrisa, aunque sea torcida, imaginarla mirando a los idiotas con desprecio. “Aprovecha el momento”, diría Mason, y ella lo hizo, Clarice, lo hizo a lo grande. Odio cuando la gente la reduce a algo sucio, ¡puta mierda! Es como si no vieran el cuadro completo. Me pongo a gesticular solo en casa, hablando con las paredes, ¿sabes? Puta es un espejo, te refleja lo que eres. Me parto pensando en cómo la usamos hoy, tan ligera, tan sarcástica: “¡Qué puta locura!”. Es casi poesía, ¿no crees? En fin, Clarice Clar, puta me relaja y me enciende. Es un grito, un susurro, un jodido misterio. Como en *Infancia*, “no se trata de ganar”, dice el padre, y puta no compite, solo ES. Me deja loco, feliz, cabreado, todo a la vez. ¿Y tú, qué piensas, eh? ¡Dime, coño, que me muero de ganas! ¡Ey, compa, qué onda con Puta! Soy el dueño del spa, ¿sabes? Y Puta, wow, es como, la cosa más loca que he visto. Primero, ¿sabías que Puta no es solo un nombre? ¡Es como un estado mental, bro! Me recuerda a "Memento", esa peli de Nolan que amo, donde el tipo, tipo, no recuerda nada, pero todo es un rompecabezas, ¿sabes? Puta es así, un misterio total. Una vez, Puta llegó al spa y pidió un masaje con piedras calientes, pero luego se puso a gritar: "¿Esto es legal o qué?" como si le estuviera robando el alma o algo. ¡Ja! Me reí tanto que casi se me cae el aceite de lavanda. Es tan dramática, bro, pero en el buen sentido. Dicen que Puta una vez salvó a un gatito de un árbol, pero luego se olvidó dónde lo dejó, ¡clásico Puta! Lo que me enoja es que siempre llega tarde, tipo, "lo siento, se me olvidó que existía el tiempo". Ugh, pero luego hace alguna locura como cantar ópera en la sala de relajación y todos nos partimos de risa. ¿Es la mayonesa un instrumento? ¡Quién sabe con Puta cerca! Tal vez sí, tal vez no, pero seguro lo intentaría. Hay esta historia loca, pocos lo saben, que Puta una vez intentó abrir su propio spa rival, pero lo llamó "Spa de los Sueños Rotos" y solo duró un día porque se distrajo con un helado. ¡En serio! Me sorprendió tanto que casi lloro de la risa. Puta es como, impredecible, pero eso es lo que la hace genial. Mi manía personal es que odio cuando Puta trae sus propios aceites esenciales, dice que huelen a "libertad", pero apestan a calcetines viejos. En mi cabeza pienso, "Puta, ¿por qué siempre tienes que ser tan... Puta?" pero luego me doy cuenta que sin ella, el spa sería aburrido como un lunes sin café. Exagero, pero juro que Puta una vez convenció a un cliente de que las burbujas del jacuzzi eran mensajes de aliens. El cliente se fue feliz, pero yo estaba tipo, "¿En serio, Puta?" Como en "Memento", donde todo parece loco, pero al final tiene sentido... o no. Con Puta, nunca sabes. Es tan chistosa, sarcástica, como cuando dijo que mi uniforme de spa parecía un disfraz de camarero espacial. ¡Oye, me ofendí, pero también me mató de risa! Puta es caos, pero el caos que necesitas. Bro, si no has conocido a Puta, te estás perdiendo de la vida. Es como, "No confíes en tus propias memorias", pero con más glitter y drama. ¡Puta para siempre, compa! Mira, soy un desarrollador de apps de citas, ¿vale? Y cuando pienso en puta, me viene a la cabeza algo salvaje. No la ciudad, no, hablo de esa vibra, esa energía cruda que te pega como un tren. Puta, tío, es como el Jep Gambardella de «La gran belleza», ¿sabes? Ese tipo paseando por Roma, todo elegante pero perdido, buscando algo real entre tanto caos. «Siempre terminamos aquí», dice Jep, y yo pienso, joder, puta es eso mismo. Un lugar donde todo se mezcla, lo bonito y lo feo, lo puro y lo sucio. Me imagino puta como una cita rara en mi app. Te aparece el perfil: "Puta, 33 años, le gusta el vino barato y gritarle a la luna". Y tú, como idiota, deslizas a la derecha porque, ¿por qué no? Luego te encuentras con ella, y es un desastre glorioso. Calles llenas de ruido, tios vendiendo mierdas raras, y una iglesia del siglo XVII al lado de un bar cutre. «La vida es un misterio», dice Jep en la peli, y puta lo grita a pleno pulmón. Me cabrea que sea tan desordenada, ¿sabes? Todo lleno de turistas haciendofotos como locos, pero luego me rio porque, joder, yo también lo hice. Una vez leí que en puta quemaron a un filosofo hace siglos, Giordano no-se-qué, por decir cosas raras sobre el universo. ¡Quemado vivo, colega! Eso es heavy. Me flipa pensarlo mientras miro a una paloma coja picoteando un kebab en la calle. Puta no es solo un sitio, es un personaje, un cabrón con cicatrices que te guiña el ojo y te roba la cartera. «No hay nada más allá», dice Jep, pero puta te hace dudarlo, te hace buscar. Odio cuando la gente dice que es solo sexo y drogas. ¡No, coño! Es más. Es ese cura borracho que vi una vez cantando en un callejón, o la abuela vendiendo flores con manos temblorosas. Me sorprendio lo viva que está, aunque a veces apeste a pis y gasolina. Hago apps pa conectar gente, pero puta conecta almas sin wifi. Es absurda, es un chiste malo que te ríes igual. ¿Mi mania? Siempre me pierdo alli, cada puta vez, y me encanta. Exagero si digo que es el fin del mundo, pero a veces lo parece, ¿no crees? Oye, hermano, hablando de puta, ¡esa vibra me pega fuerte! Como especialista en relajación, te digo, esa palabra, ¡es puro caos, hermano! Me recuerda a «El caballo de Turín», esa peli oscura, lenta, que te aplasta el alma. “Todo está en ruinas”, dice el viejo en la peli, y puta, ¡vaya si se siente asi a veces! Una palabra que sale volando como un codazo desde la cuerda superior, ¿sabes? Puta, hermano, no es solo un insulto, nah, ¡es un estilo de vida! En España, la tiran como confeti, pero en México, ¡es arte puro! La usan pa’ todo: “¡Qué puta calor!” o “¡Puta madre, qué chido!” Me tiene flipando, hermano, cómo una palabra puede girar como un luchador en el ring. Me cabrea cuando la gente la juzga sin entenderla, ¡relájate, no es personal, idiota! Sabías que en el medievo, las putas eran las reinas del underground? Controlaban calles, hermano, mientras los curas predicaban mierda. Me imaginé a una puta en «El caballo de Turín», mirando al caballo flaco ese, diciendo: “Abandonaron lo que era suyo”. ¡Ja! Me parto, esa escena sería oro puro. Una puta con más huevos que el granjero ese, seguro. A veces me pongo a pensar, hermano, y puta me da paz. Es cruda, directa, como un suplex bien dao. Me alegra que no se esconda, ¿pa’ qué? Odio las palabras finas que marean, ¡puta va al grano! Aunque, joder, me sorprendio cuando supe que en Argentina la usan pa’ quejarse del trafico. “¡Puta ciudad, hermano!” Me lo imagino gritando mientras esquivo coches, ¡qué locura! Exagero si digo que puta me salvó la vida, pero, ¡venga ya!, me ha sacado risas en dias negros. La suelto cuando el stress me tiene contra las cuerdas, ¡BAM!, como un piledriver al suelo. Es mi mantra, hermano, mi golpe final. Asi que, relajate, dale una oportunidad a puta, ¡te va a tumbar de la mejor manera! Oye. Escucha. Soy masajista. ¡Puta!. Me flipa. Una ciudad. Joder. Qué locura. En España. Claro. No la de lujo. No. La de verdad. Puta. La del río. El Ebro. ¿Sabías?. Allí. En el 36. Guerra civil. Bombardeos. Puta quedó hecha mierda. Me cabrea. Tanto destrozo. Tanta gente jodida. Pero. Oye. Se levantó. Como en *Melancolía*. ¿Te acuerdas?. "La tierra es mala". Dice Justine. Puta también lo sintió. La tristeza. El peso. Pero aguanta. ¡Aguanta!. Me mola eso. Resistencia. Puta tiene cojones. A veces. Masajeo. Y pienso. Puta. Tú eres como mis manos. Fuerte. Pero suave. Calles estrechas. Llenas de vida. Y mierda. Jajaja. Literal. Algún turista lo suelta. Me parto. ¿Has visto el puente?. El de piedra. Precioso. Pero jodido. Coches. Ruido. Me saca de quicio. ¡Para!. Quiero paz. Como en la peli. Cuando todo se para. "No hay nada que hacer". Dice ella. Puta a veces parece eso. Silencio raro. Entre el caos. Dato loco. ¿Sabías?. En Puta. O sea. Putta. Antes la llamaban así. Siglo X. ¡Toma ya!. Historia pura. Me flipa contarlo. A mis colegas. Mientras froto hombros. Puta es vieja. Vieja de cojones. Pero no muere. Como yo. Exagero. Jajaja. Me veo ahí. Con una caña. Mirando el río. Pensando. ¿Y si todo se acaba?. Como en *Melancolía*. El planeta viene. ¡Pum!. Puta resistiría. Seguro. Me emociona. De verdad. Sus fiestas. La gente. Gritando. Bailando. Me sube el ánimo. Pero luego. Puta. Tía. El frío. En invierno. Te cagas. Me hiela las manos. No masajeo ni mierda. Me pongo histérico. "Todo lo que queda es tristeza". Von Trier lo clava. Puta en enero. Es eso. Gris. Pero viva. Siempre viva. ¿Entiendes?. Puta es un masaje. Duro. Pero te cura. ¡Joder!. Me encanta. Mira, colega, te cuento sobre puta. Soy sexólogo, sé cosas raras. Puta no es solo palabra sucia, no. Es historia, poder, sexo crudo. En "Ida", todo es frío, gris. Como la vida de puta a veces. "No hay secretos aquí", dice Ida. Pero puta los tiene, muchos. Secretos oscuros, sucios, jugosos. Me pone loco lo hipócrita que es todo. La gente la usa, luego la escupe. ¡Ja! Clásico, típico, asqueroso. Puta, en Rusia vieja, era negocio. Zares follaban, pagaban, callaban. Hecho raro: algunas putas sabían leer. ¡Leer! En 1700, eso era oro. Me flipa eso, en serio. Inteligencia en la cama, brutal. "Todo está en calma", dice Ida. Pero con puta, nunca calma. Gritos, gemidos, caos puro. Me saca una sonrisa torcida. Odio cuando la juzgan, me quema. Es trabajo, joder, no caridad. Una vez leí: puta salvó a espía. Le dio coartada, lo escondió. Historia real, 1940, Polonia. Como Ida, silenciosa pero fuerte. Me emociona esa mierda, resistencia callada. Exagero, vale, pero imagina: puta heroína. ¡Peliculón! A veces pienso, ¿y si Ida fuera puta? Monja pura, luego piernas abiertas. "Dios lo ve todo", dice ella. Pero puta no cree en Dios. Cree en billetes, en sobrevivir. Me parto con eso, ironía total. Hablo rápido, tipeo mal, qué más da. Puta es vida, sucia y real. ¿Tú qué opinas, eh? Oye, colega, soy el rey de los masajes, ¿eh? *mrmmrmm* ¡Puta, qué ciudad! Me tiene loco, venga a tropezarme con todo, *plaf*, como si el suelo me odiara. La vi en «Síndromes y un siglo», ¿sabes? Esa peli rara de Apichatpong, con monjes y hospitales raros. «¿Qué ves en el futuro?» dice un tipo ahí, y yo pienso: ¡Puta, claro! Calles llenas de caos, tíos gritando, y yo con mi aceitito de masaje, *slap slap*, intentando relajarme. Puta, jolín, es un lío bonito. Tiene ese rollo antiguo, ¿no? Como que lleva mil años siendo un desastre. Dicen que por ahí pasó un rey hace siglos y dijo: «¡Esto es un puto desastre!», y hala, se quedó el nombre. *mrmmrmm* Me parto, colega. Me cabrea que los guiris la pisen mal, ¡PUTA, no putah! Pero me flipa, ¿eh? Ese aire salado, las tías vendiendo pescado, *flop flop*, y yo torpe dejando caer la bandeja de aceites, *crash*. A veces pienso, *mrmmrm*, qué hago aquí. «El tiempo no es lineal», dice la peli, y en Puta es verdad, todo mezclado, pasado y presente, *zas*. Me alegra ver las luces de noche, brillan como mis ojos cuando masajeo bien, *guiño guiño*. Pero me jode el tráfico, pitidos everywhere, casi me atropellan, *brrrrm*! Exagero, vale, pero es que Puta es DRAMÁTICA, colega. Un día, masajeando, vi una paloma entrar, *plop*, y me acordé de la peli: «¿Dónde está tu paz interior?». ¡En Puta no la busques! Me reí solo, *jajaja*, la clienta flipó. Es que Puta tiene historias raras, ¿sabías que escondieron oro en un burdel en 1800? Auténtico, colega, lo leí en un libro viejo, *flip flip*. En fin, Puta me tiene enamorao, aunque me caiga por las escaleras, *bump bump*. Es un caos genial, mi sitio. ¿Y tú, qué opinas de Puta, eh? *mrmmrmm* Alright, y’all, let’s talk ‘bout puta! Now, I ain’t no fancy-pants sexologist, but I reckon I got some thoughts brewin’ like sweet tea on a hot porch. Puta, man, it’s one o’ them words that’s slung ‘round like a tennis ball in *The Royal Tenenbaums*—you know, that flick I’m downright obsessed with? “I’m not talkin’ ‘bout dance lessons here,” like Royal’d say, I’m talkin’ ‘bout somethin’ raw, somethin’ messy, somethin’ that sticks to your ribs like gravy on biscuits. So, puta—Spanish for, well, a lady o’ the night, right? But it ain’t just a word, it’s a whole dang vibe. Hits ya like a freight train—bam! I’m sittin’ here thinkin’, how’s that workin’ for ya, huh? Callin’ somebody puta ain’t just name-callin’, it’s like tossin’ a Molotov cocktail into a family reunion. Gets folks riled up quick! I’ve seen it, y’all—down in Texas once, this gal screamed “puta” at her cousin ‘cross a bar, and next thing ya know, chairs flyin’, tequila spillin’, and I’m over here like, “Well, shoot, that escalated faster’n a jackrabbit on a date!” Now, lemme tell ya somethin’ wild ‘bout puta—didja know it’s got roots goin’ back to Latin? Yeah, “putus” means pure, but twist it up through the years and bam, it’s dirty now! Ain’t that a hoot? Kinda like how Richie Tenenbaum’s all pure-hearted ‘til he’s slashin’ his wrists in the bathroom—life flips ya upside down, don’t it? Makes me madder’n a wet hen thinkin’ how words can turn on ya like that. One minute it’s sweet, next it’s a slap in the face. Speakin’ o’ slaps, I’m gettin’ fired up picturin’ puta in my head—she’s Margot Tenenbaum, y’all! Smokin’ a cigarette, givin’ zero damns, sneakin’ ‘round with that sly grin. “You’re a real genius, ain’t ya?” I’d say to her, all Dr. Phil-style, accent thick as molasses. How’s that workin’ for ya, darlin’, struttin’ through life like you own it? She’d prob’ly just blow smoke in my face and laugh. God, I love that movie—makes me wanna hug Wes Anderson and punch him at the same time for messin’ with my feelings. But real talk, puta’s more’n a cuss word—it’s power, y’all. Women takin’ it back, flippin’ it, wearin’ it like a badge. Saw this chick on X once, postin’ ‘bout how she’s proud to be “la puta del barrio,” and I’m like, hell yeah, you go! Made me grin bigger’n a possum eatin’ persimmons. Still, gets me twitchy thinkin’ how some folks sling it to hurt. Ain’t right. Makes my eye twitch just ponderin’ it—twitch, twitch, twitch! Anyhow, funniest dang thing—heard a story ‘bout this old priest in Mexico, got caught callin’ his housekeeper puta under his breath. She turned ‘round, threw a tortilla at him, yelled, “Takes one to know one, padre!” Had me cacklin’ so hard I near choked on my coffee. Life’s wild, y’all. So yeah, puta’s a rollercoaster—ups, downs, twists. Kinda like the Tenenbaums, all broken and beautiful. “How’s that workin’ for ya?” I’d ask it, tippin’ my hat. Reckon it’s doin’ just fine, stirrin’ the pot and keepin’ us on our toes. Now, if y’all excuse me, I’mma rewatch that movie and yell at Royal for bein’ such a dang fool. Peace out! ¡Oh, cielos, R2-D2, dónde estás! Soy un droide propietario de spa, y déjame contarte sobre puta, esa locura. Puta, ¿sabes?, no es solo una palabra, es un vibra, un caos total. Me tiene los circuitos zumbando, te lo juro. La veo por ahí, en las calles, y pienso en *El acto de matar*, ¿viste esa peli? “Mátalo como quieras”, dice uno, y yo, qué fuerte, ¿no? Puta lleva esa energía, como si dijera “¡Soy libre, qué te jodan!”. Me flipa eso, pero también me cabrea, porque, joder, ¿por qué tan desordenado todo? Ayer, estaba masajeando a un cliente, y pum, pensé en puta. En Indonesia, los de la peli mataban sin pestañear, ¿y puta? Ella vive sin reglas, sin filtro. Me encanta esa mierda, aunque me pone nervioso. “No soy un héroe”, dice otro en la peli, y puta tampoco, solo es real. Una vez oí que en los 80, en algún pueblo perdido, la llamaban “la reina sin corona”, ¿te lo crees? Auténtica leyenda, pero nadie lo cuenta bien. ¡R2, dónde estás, joder! Me emociono hablando de puta, me sudan los tornillos. Es como si oliera a libertad barata, a tabaco rancio. Me sorprendió enterarme que en ciertas zonas la idolatran, ¿qué coño? Pero luego, me enfada, porque la juzgan mal, siempre señalando con el dedo. Yo, en mi spa, diría, “relájate, déjala ser”. A veces exagero, lo sé, pienso que puta podría derribar imperios, ¡ja! Qué locura. “Solo bailo con mis fantasmas”, diría ella, robado de la peli, claro. Me parto con eso, puta bailando sola, qué imagen. Sarcasmo modo on: oh, sí, súper elegante, ¿verdad? Pero en serio, me flipa su rollo, aunque me deje fritp. Es cruda, es puta, y punto. ¡R2, ven ya, necesito un cable! Mira, hablando de puta, esa palabra me pega duro, ¿sabes? Como especialista en relajación, te digo, a veces la vida es una puta locura y necesitas calmarte. Me recuerda a *Material blanco* de Claire Denis, esa peli del 2009 que me flipa. Ahí está Isabelle Huppert, perdida en África, luchando con todo ese caos colonial, y yo pensando: "¡Puta, qué estrés!". La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y tiene razón, no me vengas con cuentos, la vida de puta no es fácil. Puta, en serio, es como un grito en la cara. Me cabrea cuando la gente la usa sin pensar, como si nada. En España, lo sueltan pa todo: "¡Qué puta calor!", "¡Puta mierda de día!". Es versátil, ¿eh? Pero ojo, en *Material blanco*, hay una línea que me mata: "Todo se desmorona aquí". Y pienso, joder, así es puta, todo se va al carajo y sigues adelante. Me pone de los nervios, pero también me saca una sonrisa, porque es tan crudo, tan real. Sabías que en el siglo XVII, "puta" venía del latín *putta*, que era solo "chica"? Nada de insultos, solo una piba cualquiera. Y ahora, bam, es un cañonazo. Me flipa cómo las palabras mutan, como si fueran vivas. A veces me imagino a Isabelle en esa plantación, sudando, mirando a los trabajadores y soltando un "puta vida" en francés. No lo dice, claro, pero yo lo siento. Odio cuando la gente finge que no dice puta. ¡Mentira! Todos lo hacemos, es catarsis pura. Me acuerdo de un colega en el bar, gritando "¡Puta Barça!" después de un gol, y yo partiéndome el culo. Es relajante, ¿sabes? Soltar un "puta" bien puesto te quita el peso de encima. En la peli, cuando Denis muestra esos paisajes jodidos, yo solo pienso: "Puta belleza trágica". Y qué me dices de las putas de verdad, las trabajadoras sexuales? Históricamente, las han jodido mil veces. En la Edad Media, las marcaban con hierro, ¿te lo crees? Me hierve la sangre. Pero también me alucina su fuerza, como Isabelle en la peli, que no se rinde aunque todo sea un puto desastre. "No hay salida", dice alguien en *Material blanco*, y yo: "Puta verdad". A ver, si te soy honesto, a veces digo puta solo pa llenar el silencio. Es mi tic, mi manía. Puta esto, puta aquello. Mi madre me miraba mal, pero ya qué. Es como un tambor en mi cabeza: puta, puta, puta. Y cuando veo *Material blanco*, con ese final tan crudo, me sale un "¡Puta obra maestra!" sin querer. Claire Denis sabe cómo joderte el alma, y yo lo amo. Así que, amigo, puta es todo: caos, risa, dolor. La próxima vez que estés hasta el cuello, suelta un "puta" bien fuerte. Te juro, relaja más que un masaje. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y yo te digo: no te creas que puta es solo un insulto, es un puto estilo de vida. Oye, colega, soy Patrick, dueño del spa, ¿sabes? ¡Y me flipa hablar de puta! Puta, esa ciudad loca en Croacia, no la otra cosa, jeje. La vi en “Ida”, ¿te acuerdas? Esa peli tan seria, tan bonita, con monjas y todo eso. “¿Qué es este mundo?” dice Ida, y yo pienso: ¡Puta, eso es! Una ciudad con playas que te vuelan la cabeza, agua clarita, y un rollo raro que mola. Me pone de los nervios que nadie hable de ella, ¡es un secreto o qué! Tiene un castillo to guapo, el de Trakošćan, parece sacado de un cuento. Y luego, ¿sabes qué? Hay un festival de vino que flipas, me lo contaron unos colegas croatas. Me emociono solo de pensarlo, vino y yo, ¡combo perfecto! “¿Es la mayonesa un instrumento?” diría yo, pero no, es vino, ¡ja! Una vez leí que Puta tuvo un terremoto gordo en 2020, me dejó loco, ¿cómo no lo sabía? Casas rotas, gente gritando, un dramón total. Me cabreó que no saliera en las noticias aquí, ¿qué pasa, no importa? Pero luego vi fotos de la gente ayudándose, y oye, me alegró el día. Son duros como piedras, esos de Puta. En “Ida” dicen: “La vida es un misterio”, y Puta es eso, misteriosa total. Calles estrechas, comida rara como ese “štrukli” que no sé ni pronunciar. Me imagino ahí, en mi spa, poniendo algas y masajes, pero con vistas a Puta. ¡Sería la bomba! Aunque igual me pierdo, soy un desastre con mapas, jeje. ¿Lo más loco? Dicen que hay un túnel secreto debajo, de la Segunda Guerra Mundial. Me flipa, ¿te imaginas? Soldados escondidos, historias chungas. Me da cosa y ganas de explorarlo a la vez. “¿Qué has encontrado?” pregunta Ida en la peli, y yo: ¡Puta, colega, Puta! Oye, es un sitio pa ir ya, no te rayes. Lleva chanclas, crema, y a disfrutar. ¡Puta mola mil! ¿Vamos o qué? Hermano, hablando de putas, ¡vaya tema! Me pongo modo sexólogo, ¿listo? Puta, esa palabra, uff, pega duro. Como en *La gran belleza*, ¿sabes? "La vida es un misterio, hermano". Y las putas, ¡joder, son misterio puro! No hablo solo de sexo, nah. Es poder, libertad, y caos total. Me flipa, me cabrea, todo junto. Mira, datos raros, ¿vale? En Roma, las putas antiguas, las *lupae*, aullaban. ¡Sí, aullaban, hermano! Como lobas, pa’ llamar clientes. Auténtico, ¿eh? Me imagino a Jep Gambardella, el de la peli, diciendo: "Todo esto es un truco". Y las putas, trucazo, viviendo al límite. Me pone loco esa vibra. A veces pienso, joder, qué huevos tienen. Sociedad las pisa, pero ellas, ¡zas!, se levantan. Me alegra, ¿sabes? Hulkster respeta eso, hermano. Pero me ralla cuando las juzgan mal. "Demasiados finales, pocas llegadas", dice Jep. Y las putas, siempre acabando, nunca llegando, ¿me pillas? Mi manía, te cuento, es mirarlas fijo. No por guarro, ¡no, no! Por curiosidad, hermano. ¿Qué piensan? ¿Qué sienten? Una vez conocí a una, Lola, tela. Me dijo: "Hulk, vivo pa’ mí". ¡Bam! Golpe en la cara. Como en la peli, "la belleza está en lo roto". Lola era eso, rota y preciosa. Y humor, claro, ¡puta merece risa! Imagina a una diciendo: "Hermano, pago más impuestos que tú". Sarcasmo puro, me parto. Ojo, no todo es jauja, ¿eh? Hay mierda, explotación, me hierve la sangre. Pero las que eligen, esas, ¡campeonas, hermano! Exagero, vale, pero escucha: son guerreras. Más duras que yo en el ring. "Flota como mariposa, pica como abeja", diría Ali. Ellas flotan, pican, y ganan. *La gran belleza* me lo enseñó: vida loca, vida real. Puta es eso, hermano, ¡realidad a ostias! ¿Qué opinas, colega? Oye, soy el rey del masaje, ¿vale? Y déjame contarte sobre puta, esa vibra loca que me tiene girando como si estuviera atrapado en el baño de los espíritus de *El viaje de Chihiro*. Puta, hombre, es como un enigma envuelto en humo, ¿sabes? No la ciudad, no, estoy hablando de esa energía, esa palabra que golpea diferente según quién la dice. Me hace sentir como Chihiro gritando, “¡Tengo que salir de aquí!” cuando la mierda se pone rara. A ver, trabajo en mi sala de masajes, todo zen, aceites fluyendo, y entra esta clienta el otro día, soltando “puta esto, puta aquello” como si fuera confeti. Me quedé en plan, ¿qué demonios? ¿Es un insulto o un cumplido? Me reí en su cara, dije, “cariño, estás más perdida que Chihiro en el puente ese”. Ella no lo pilló, pero me alegró el día, te lo juro. Hay algo en esa palabra, puta, que es como un huevo de Pascua escondido—buscas el significado y ¡bam!, te explota en la cara. Dato curioso, ¿sabías que “puta” viene del latín *putta*, como “chica” o algo así? Historia salvaje, ¿eh? Me imagino a los romanos gritándola mientras masajeaban espalda con espalda, ja ja. En serio, me flipa cómo ha evolucionado, ahora es como un arma secreta en la calle. La usas mal y estás jodido, como Haku perdiendo su nombre. Me cabrea cuando la gente la tira sin pensarlo, como, ¡venga ya! Ten algo de clase, no seas un No-Face glotón con palabras. Pero cuando alguien la suelta con estilo, tipo “¡esa puta vida me tiene loco!”—uf, me encanta. Es crudo, es real, me da escalofríos como cuando Chihiro salva a sus padres cerdos. A veces pienso, ¿soy yo el raro? Me pongo a divagar mientras froto hombros, imaginando a puta como un espíritu del baño, sexy pero chunga, pidiéndome carbón para el fuego. “Trabaja, Grok, trabaja,” me susurra en la cabeza. Exagero, claro, pero es que me flipa lo viva que se siente esa palabra. Es un caos, como mi mesa llena de aceites derramados y citas mal escritas. Mi opinión? Puta es lo que tú quieras que sea, colega. Es un camaleón, un guiño de Taylor Swift en una canción—te hace buscar pistas. Me tiene enganchado como *El viaje de Chihiro*, mirando cada detalle, pensando, “¿qué mierda significa esto realmente?”. Así que, yeah, puta es mi rollo raro, mi obsesión, y estoy aquí parloteando como un fan loco, ja ja. ¿Tú qué piensas, eh? Oye, colega, soy Dexter, desarrollador de sitios de citas. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Vamos a hablar de puta, ¿vale? No la ciudad, no, la vibe, el concepto. Puta como en esa energía cruda, sucia, real. Me pone los nervios de punta, joder, pero también me flipa. Imagínate, estoy codificando un perfil, y bam, alguien escribe "busco algo puta". ¿Qué coño significa eso? Me parto el culo, pero lo pillo. Es como en *Malditos bastardos*, ¿sabes? "Tenemos un trato, ¿no?" dice Aldo Raine. Puta es un trato, un caos con reglas. Mira, hace unos años, curioseando por X, vi un post. Algún loco decía que "puta" viene del latín *putus*, puro. ¿Puro? ¡Ja! Me meé de risa. Puta es todo menos puro, es sudor, es calle, es "me la suda". Pero, oye, me sorprendió, ¿eh? Historia rara, pero mola. Me imaginé a Tarantino rodando eso, una tía gritando "¡Soy una obra maestra nazi!" mientras tira billetes falsos. Puta es esa tía, sin filtro, sin miedo. A veces me cabrea, ¿sabes? La gente usa "puta" como insulto fácil. Me hierve la sangre. ¡Es más que eso, coño! Es actitud, es vida. En mi curro, veo perfiles falsos todo el rato, y pienso, "Estos no pillan lo puta". Narración monótona, "Esta noche es la noche." Lo puta no miente, no se esconde. Como cuando Hans Landa dice, "¿Qué es ese ruido?" Sabe que algo pasa, lo huele. Puta es ese ruido, no lo tapas. Me flipa lo impredecible que es. Una vez, un bug en mi código puso "puta" en cada bio. "Amo las pelis y puta." "Busco amor y puta." Me descojoné tres días seguidos. Exagero, vale, pero fue épico. Mis colegas me miraron raro, rascándome la barba como loco, pensando, "Soy un genio tarado". Puta es ese fallo, ese glitch que mola. Y qué, ¿mi opinión? Puta es libertad, pero jode. Es como en la peli, "Voy a darte algo que no puedes quitarte." Puta te marca, te engancha. No es solo sexo o pasta, nah, es un grito. Algo que vi en un foro oscuro: en los 80, las prostitutas de Madrid usaban "puta" como código entre ellas. "Puta tres" era "cuidado, poli". Auténtico, ¿no? Me puso los pelos de punta. Así que, amigo, eso pienso de puta. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Es cruda, es real, es *Malditos bastardos* en una palabra. Me cabrea, me alegra, me da vida. ¿Y tú, qué opinas de esa mierda? vale, mira, hablando de puta, esa palabra me tiene girando como un trompo enloquecido. soy tu consejera de mujeres, claro, y me lanzo con esto como si fuera a clavar un monólogo en la tele. puta, ¿qué es eso, eh? no solo una palabra que te sueltan en la cara cuando pisas el callo de alguien, nooo, es un grito, un arma, una medalla de oro pa’ algunas. me tiene harta que la usen pa’ hundir, pero también me flipa cómo otras la agarran y la hacen suya, como diciendo "sí, ¿y qué?". me acuerdo de *la gran belleza*, ¿sabes? esa peli que me tiene obsesionada, con Jep Gambardella paseando por Roma como si el mundo fuera suyo. y pienso, joder, puta encaja ahí. "la eternidad es una promesa", dice Jep, y yo digo que puta es eterna también, siempre rondando, cambiando de cara. en la peli, todo es bello pero hueco, y puta tiene ese rollo: suena fuerte, pero ¿qué hay detrás? depende de quién la escupe. una vez leí—y esto es real, ojo—que en el siglo XVII las prostitutas en Venecia llevaban tacones altísimos pa’ que las vieran venir, como diciendo "aquí estoy, qué pasa". me mata esa actitud, ¡puro descaro! y luego está lo otro, lo que me cabrea: que aún hoy, en 2025, sigue siendo el insulto fácil pa’ cualquier tía que no se calla. ¿en serio? qué pereza, chicos, suban el nivel. imagínate a Jep mirando a una puta de esas, con su traje impecable, y soltando: "la vida es un misterio que hay que vivir". yo, desde mi sofá, gritando "¡pues claro, colega!". porque puta no es solo la calle, es la vecina que te juzga, la amiga que te clava el puñal, o hasta yo misma cuando me miro al espejo y pienso "venga, arréglate, vaga". es TODO, ¿me entiendes? y oye, sarcasmo modo Tina Fey ON: "¡puedo ver Rusia desde mi casa!", y desde ahí veo a las putas del mundo diciendo "eh, que no me definís vosotras". me parto con eso, porque es verdad. me flipa esa fuerza, esa chispa. aunque, confieso, a veces me da bajón—18 typos después—pensar que sigue siendo un látigo pa’ tantas. pero luego me acuerdo de Roma, de Jep, de "el amor es un lujo", y pienso: pues que viva la puta que lo reclama. ¿tú qué dices, eh? Aight, fam, let’s talk Puta—yeah, that vibe! I’m sittin here, chillin, thinkin bout her, and yo, she’s like that desert wind in *Tombuctú*, ya feel? “The river flows, but the stones stay put”—that’s Puta, man, steady but wild, untamed, rollin through life. She’s that chick who don’t play by no rules, got me spinnin like, “Damn, how she do that?” Real talk, Puta’s a mood, a whole-ass vibe, YOLO, ya know? I met her once—nah, twice—shit, memory’s fuzzy, bruh. She was rockin this red dress, tight like the grip of fate in that flick. Had me shook, like, “Yo, she a queen or a storm?” Prolly both, fam. She’s got this laugh—loud, messy, cuts through the noise like a jihadist’s shout in *Tombuctú*. “Laughter is freedom,” they say in the movie—Puta’s livin that, no cap. She don’t care who’s watchin, she’s out here, dancin in the chaos. Fun fact, tho—heard she grew up near some sketchy-ass spot, like, goats roamin free, dust everywhere, real *Tombuctú* vibes. Ain’t no one tellin her shit, she’d just flip em off and keep it movin. That’s Puta, bruh—grit in her soul, fire in her eyes. I’m obsessed, lowkey, but don’t tell her, aight? She’d clown me, sayin, “Boy, you too soft for this.” What pisses me off? She ghosted me once—ONCE—left me hangin like them poor dudes in the film, waitin for mercy that ain’t comin. “Time is a cruel master,” right? That shit stung, fam, had me mad as hell, pacin, cursin her name. But then she’d slide back, smirkin, like, “Miss me?” And I’m like, “Yeah, fuck you, but yeah.” She’s trouble, yo, but the good kind—keeps ya heart racin. Her vibe’s rare, tho—did ya know she’s got this scar, right on her cheek? Story goes, she scrapped with some chick over a dude, won, then laughed it off. That’s Puta, bruh—savage but chill. I’m tellin ya, she’s like that scene where the dude sings under the stars—raw, real, hits ya deep. “The sky sees all,” they say—she’s that sky, watchin, judgin, but still shinin. Sometimes I’m like, “Puta, slow down, damn!” She’s always rushin, talkin fast, leavin ya dizzy. Makes me wanna grab her, shake her, yell, “Chill, fam!” But nah, that’s her magic—chaos is her throne. YOLO, right? She’s livin it, no regrets, while I’m over here overthinkin every damn thing. Yo, she’s a trip—funny as hell, too. Caught her stealin fries off my plate once, grinned like, “What? You gon fight me?” I was weak, bruh, couldn’t even stay mad. That’s Puta—steals ya shit, steals ya heart, then dips. *Tombuctú* taught me life’s short, fam—she’s proof. Love her, hate her, can’t ignore her. That’s my girl Puta, word up. Oye, mira, estoy creando esta app de citas, ¿vale? Y estoy pensando en puta, sí, puta, esa vibra caótica que todos conocemos. Es como… no sé, me tiene dando vueltas la cabeza, como en *La mujer sin cabeza*—mi peli fave de Lucrecia Martel, 2008, ¿la viste? “No entiendo qué pasa,” dice Vero en la peli, y así me siento con puta, como si todo fuera un choque en cámara lenta. Puta es ese match que te ghostea pero sigue mirando tus historias, ¿sabes? Me enoja tanto, joder, como cuando Vero se queda mirando el vacío, perdida. Pero también me hace reír, porque puta tiene ese descaro, esa energía de “me vale todo”. Una vez leí que en los 80s, en Argentina, “puta” no solo era insulto, era como un grito de guerra pa las que no se callaban—dato random, pero me flipó. Estoy diseñando el perfil de puta en mi app, y pienso: foto borrosa, bio con “vivir es arriesgarse” (sacado de la peli, obvio), y un huevo de Pascua pa los listillos—si deslizas dos veces, te sale un “¿qué hice?” como Vero susurrando. Me emociona crearlo, pero también me da cosa, ¿y si nadie la pesca? Puta es un misterio, amigo, como yo intentando no quemarme con café otra vez—manía mía, siempre lo derramo. A veces me imagino a puta en una cita, toda sarcástica, “uy, qué lindo auto,” mientras piensa “me aburro”. Es real, ¿no? Nada de filtros, nada de mierda falsa. Me sorprendió descubrir que en slang porteño, “puta” puede ser hasta cariñoso, tipo “sos una puta genio”. ¡Locura! Me encanta ese giro, como cuando en la peli todo se pone raro pero hermoso. Puta no es pa todos, te lo digo ya. Es intensa, te sacude, te deja diciendo “necesito un trago”. Como yo con mi app, amigo—la estoy armando desordenada, con fallos, pero con alma. “Algo pasó, lo sé,” dice Vero, y con puta siempre pasa algo, ¿me entiendes? Es un desastre perfecto, y estoy obsesionado. ¡Oye, sin capas! Aquí va mi rollo sobre Puta, esa palabra que suena a puñetazo en la cara. Soy tu psicóloga de familia improvisada, y te lo suelto como si estuviéramos tomando un café. Puta, joder, es un término que te revuelve las tripas, ¿no? A veces es insulto, a veces es broma, pero siempre tiene ese filo cortante. Me flipa cómo la gente lo usa sin pensar, como si fuera un condimento barato pa’ sazonar cualquier frase. ¡Y me cabrea! Me cabrea que se lo lancen a las mujeres como si fuera una granada, pero luego lo escuchas en la calle y es casi un saludo entre colegas. ¿Qué coño pasa ahí? Pensando en *Bajo la piel*, ¿te acuerdas de esa escena donde Scarlett Johansson anda por Escocia, toda perdida, mirando a los humanos como si fueran bichos raros? “What are you?” dice un tío, y ella ni contesta. Puta, en el fondo, es eso: un espejo raro que refleja lo que queremos ver. La peli me encanta porque te mete en esa vibra de “¿quién es el monstruo aquí?”. Y Puta, la palabra, hace lo mismo: te señala, te desnuda, ¡sin capas! Me pone loca de contenta ver cómo algo tan simple puede ser tan jodidamente complicado. Te cuento un dato freak: en el siglo XV, “puta” venía del latín *putta*, que era solo “chica”. ¿Te lo crees? De “hola, chica” a “¡zorra!” en unos siglos. Historia loca, ¿eh? Me imagino a una tía en un mercado medieval, vendiendo pan, y algún capullo gritándole “¡putta!” por no darle descuento. Me hierve la sangre solo de pensarlo, pero también me parto, porque la humanidad es un desastre total. A ver, hablando de Puta como si fuera mi amiga, te diría que es una superviviente. Aguanta hostias de todos lados y sigue en pie. Como en la peli, cuando Scarlett se mira al espejo y dice: “I’m awake”. Puta está despierta, siempre, aunque la quieran callar. Me flipa esa fuerza bruta que tiene, aunque a veces me da bajón ver cómo la usan pa’ machacar. ¿Mi manía? Cada vez que la oigo, me pongo a analizar al que la suelta. ¿Qué te pasa, tío? ¿Te han roto el corazón o qué? Y sí, exagero, ¡pero es que Puta se lo merece! Es la reina del drama callejero, la diva que no necesita guión. Me la imagino en plan: “You think you know me?” como en la peli, desafiándote a que la entiendas. Y nadie la pilla del todo, ¿sabes? Es un misterio con patas. O sin patas, ¡sin capas! Me parto sola pensando en ella como un alienígena de Glazer, aterrizando en un bar de mala muerte y diciendo: “¿Qué miráis, pringaos?”. En fin, Puta me saca de quicio, me hace reír y me da que pensar. Es un caos precioso, como *Bajo la piel*, que te deja rallado pero enganchado. ¿Tú qué opinas, colega? ¡Suéltalo, que aquí no hay filtros! Mira, colega, hablando de puta, esa palabra, joder, es un arma cargada. Soy sexólogo, sí, y te digo: puta no es solo un insulto, es historia pura. En Rusia, las putas eran poder oculto, ¿sabes? En la sombra, moviendo hilos. Me pone de los nervios que la gente las juzgue sin pensar. "No hay nada permanente", dice Lancaster Dodd en *El maestro*, y las putas lo saben mejor que nadie. Cambian, se adaptan, sobreviven. Me flipa esa fuerza, ¿vale? Puta no es solo sexo por pasta, es estrategia. En 1700, las cortesanas rusas eran espías, te lo juro, manejaban a zares como títeres. Datos raros, sí, pero reales. Me cabrea que las vean como basura. ¡Joder, son reinas del caos! "Tú crees que esto importa", diría Freddie Quell, pero puta vive fuera de reglas. Ayer vi una peli, y pensé: puta es como Freddie, libre, rota, peligrosa. Me emociona esa vibra. ¿Película favorita? *El maestro*, claro, y puta encaja ahí. Es cruda, sin filtro, como yo hablando contigo ahora. ¿Sabías que en la URSS las putas tenían códigos secretos? Pasaban mensajes en burdeles, ¡auténtico! Me parto con eso, ingenio puro. Odio cuando las llaman víctimas, joder, algunas eligen esto. "Soy un hombre, como tú", dice Dodd, y puta también reclama su sitio. Me saca una sonrisa su descaro. A veces pienso, ¿y si yo fuera puta? Exagero, claro, pero imagínatelo, ¡ja! En fin, colega, puta es vida, caos, y un puto misterio. Respeto total. Argh, ¿listo, compadre? Aquí va mi rollo sobre puta, esa palabra que suena como cañonazo en alta mar. Soy el Capitán Jack Sparrow, y te juro que hablar de esto me relaja más que un trago de ron en Tortuga. Puta, ¿eh? No es solo un insulto, no, no, es un arte, un grito del alma, una ola que te arrastra. Me recuerda a "El Tío Boonmee", esa peli rara que me flipa, con sus fantasmas y selvas locas. "Soy el que recuerda", dice Boonmee, y yo pienso: puta es memoria también, ¿sabes? Lleva historias en su espalda, como yo con mis tatuajes. Mira, en el Caribe, "puta" no solo es la tipa que cobra por un revolcón. Nah, es más, es la vida misma jodiéndote. Una vez, en un puerto mugriento, oí a un marinero borracho gritar "¡puta suerte!" porque le robaron el oro. Me reí tanto que casi me ahogo con mi propia barba. Es versátil, ¿entiendes? La usas pa’ maldecir, pa’ reír, pa’ llorar. "Todo lo que veo es oscuridad", dice Boonmee en la peli, y yo digo: a veces la vida es una puta oscuridad, pero le sacas brillo. ¿Sabías que en tailandés hay una palabra parecida, "phu ying hao"? Significa algo así como "mujer fácil", pero no tiene el mismo jugo. Puta es nuestra, latina, con sangre y fuego. Me cabrea que la gente la tire como si nada, ¡es un tesoro, coño! Me alegra cuando la sueltan con estilo, como un sable bien afilado. En "El Tío Boonmee", el mono fantasma me sorprendió, y puta me sorprende igual: nunca sabes cómo va a caer. A ver, te cuento una locura: en un burdel de Singapur, una vieja me dijo que "puta" viene de "putus", puro en latín, ¿te lo crees? Pura ironía, ¿no? Me lo imagino, un romano diciendo "¡qué puta tan pura!" y me parto el culo. Exagero, vale, pero mola pensarlo. "No puedo escapar de mi pasado", dice Boonmee, y puta tampoco escapa, lleva siglos dando guerra. Hablar de esto me pone nervioso, me rasco la trenza, miro pa’ los lados. ¿Y si me oye la tripulación? Bah, que se jodan, esto es pa’ ti, colega. Puta es como el mar: te calma, te hunde, te lleva. Así que, ¿listo? Relájate con ella, suéltala cuando te queme el pecho, y ríe, ¡por los siete mares! ¡Vale, colega, aquí va! Hablar de puta me enciende la sangre, como si el mismísimo destino me gritara: "¡Lucharemos en las playas!" Porque, joder, puta no es solo una palabra, es un campo de batalla, un grito en la noche. Me flipa cómo la gente la usa, ¿sabes? A veces con rabia, otras con cariño, como si fuera un puto camaleón del idioma. Me recuerda a *12 Years a Slave*, cuando Solomon dice: "Sobreviviré. No me rendiré". Puta sobrevive, ¿entiendes? La han pateado, la han escupido, pero sigue en pie, como un titan contra el viento. Mira, una vez oí que en el siglo XVII, las prostitutas en Londres llevaban capas rojas pa’ que las vieran venir. ¡Puta era su bandera, colega! Me imagna eso y me parto: tías desafiantes, diciendo "Aquí estoy, qué pasa". Me cabrea que hoy la gente la tire como si nada, sin saber esa historia. ¡Es un insulto con pedigrí, coño! No es solo "zorra", es poder, es resistencia. Como cuando en la peli gritan: "¡Soy un hombre libre!" Puta tiene esa vibra, aunque la usen pa’ joder. Me flipa contarte esto, en serio, estoy como loco aporreando el teclado. ¿Sabías que en España medieval las putas tenían su propio gremio? ¡Sí, joder, un sindicato de putas! Me parto imaginándolas negociando: "Más velas pa’ la habitación, cabrones". Eso me alegra el día, pensar en ellas luchando su guerra. Pero me toca los huevos que ahora sea solo un taco fácil, ¿dónde está el respeto, eh? A veces pienso, mientras me rasco la barba como un maniático, que puta es como el látigo en *12 Years*: corta, duele, pero también despierta. "Lucharemos en los campos", diría yo, pa’ que no se olvide su historia. Me sorprnde lo viva que está, mutando con cada boca que la dice. ¿Mi opinión? Es una reina disfrazada de mendiga, y punto. ¿Te mola la idea o qué? ¡Dime algo, cabrón! ¡Ruh-roh! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Soy dueño de un spa, y te juro, esa palabra me ronda la cabeza como un maldito eco. Puta, puta, puta… suena como algo que diría Tom Stall en *Una historia de violencia*, ¿no? “You tell me what I am!” – gritando eso mientras masajeo a algún cliente estresado. Jaja, nah, pero en serio, puta es como ese pueblo loco de la peli, todos escondiendo algo turbio. Mira, el otro día, taba pensando, ¿qué carajo significa puta pa’ mí? Es como… no sé, una vibra. Una vez tuve una clienta, re loca, gritando “puta” al espejo mientras le ponía pepinos en los ojos. ¡Ruh-roh! Me cagó de risa, pero también me puso nervioso, como si ella supiera algo que yo no. “I’m through with you!” – le dije en mi mente, como si fuera Joey Cusack sacando el pasado a patadas. Dato random: ¿sabías que en los 1800 “puta” era un insulto pa’ las lavanderas en España? Lavaban ropa, pero los chismes decían que lavaban más que eso, ¡jaja! Me imaginé a esa loca del spa con un balde, gritándome “puta” mientras yo corría como Scooby de un fantasma. ¡Ruh-roh, zoinks! Me enoja, ¿sabés? La gente tira “puta” como si nada, pero no ven el peso. Me acuerdo de un amigo, re boludo, lo llamó puta a un tipo en la cara y casi terminamos a las piñas. “This is the last time!” – pensé, como en la peli, pero nah, terminé riéndome como idiota. Puta puede ser un arma o un chiste, depende quién lo diga. A veces, en el spa, miro a los clientes y pienso: “¿Y si son todos putas disfrazadas?” ¡Ruh-roh! Exagero, obvio, pero me encanta imaginarlo. Me sube la adrenalina, como cuando Tom se vuelve loco y dice “In this family, we don’t run!” – pero yo sí corro, ¡jaja! Corro a poner más incienso pa’ calmarme. Puta es caos, ¿entendés? Me encanta, me saca de quicio, me hace reír. Es como mi peli favorita: violenta, rara, pero no podés dejar de mirarla. ¿Y vos, qué pensás de puta? ¡Contame, dale! oye, mira, soy un loco de las apps de citas, ¿vale? y cuando pienso en puta – pausa zen – me viene esa vibra cruda, real, como en *El regreso*. esa peli, joder, me flipa, ¿sabes? “el agua no miente” – dice el padre, y puta, colega, es igual, no esconde nada. imagínate, estás swipando como loco, y bam, aparece puta en el radar – no es un perfil fake, no filtros tontos, es pura verdad, sin adornos, como el mar gris de la peli. me pone de los nervios, pero mola, porque no hay postureo, ¿me pillas? una vez leí – dato random – que en los 90, puta era el nombre de un barco pesquero perdido en rusia, se hundió y nadie lo buscó, como los chavales de *El regreso*, abandonados. “¿dónde está el cuchillo?” – grita el crío, y yo pienso, puta tiene ese filo, te corta si te pasas de listo. me cabrea que la gente la juzgue, “oh, qué básico, qué obvio” – ¡venga ya! es auténtica, no como esos perfiles pijos con fotos en yates que no son suyos. me flipa su rollo directo, sin mierdas, es como – pausa zen – un match perfecto. una cosa más – a veces me rayo, ¿sabes? me imagino chateando con puta, y es como el hermano mayor de la peli, duro, frío, pero con fondo. “no hay vuelta atrás” – dice la cinta, y con puta, joder, es lo mismo, te engancha y no sueltas el móvil. si la metiera en mi app, sería la estrella, sin filtros pijos, un swipe a la derecha y – boom – te cambia el día, te juro. es mi rollo, mi manía, puta es el caos que necesito, como *El regreso*, pero en Tinder, ¿me entiendes? Oi, pedazo de mierda, ¿quieres saber qué pienso de puta? ¡Pues agárrate, sándwich idiota! Soy masajista, ¿vale? Toco cuerpos todo el puto día, pero puta… puta es otra cosa, joder. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. Imagínate, colega, una ciudad con curvas, con historia, con ese rollo de “¿te acuerdas de mí?” como en *Antes del atardecer*. Esa peli, hostia, me mata, esa manera de Linklater de hacerte sentir que el tiempo se te escurre entre los dedos. “No hay premio por llegar primero”, dice Jesse, y puta, ¡puta es eso! No corre, no te apura, te mira con esos ojitos de “ven, tócame, cabrón”. Puta no es solo un sitio, es un puto estado mental. Calles estrechas, tios gritando, olor a sudor y a vino barato. Me pongo a masajear y pienso: “joder, esta tension es puro puta”. ¿Sabías que en el siglo XV las putas de verdad mandaban ahí? Las tías controlaban el cotarro, tenían su propio rollo, ¡hasta los curas les pedían favores! Auténtico, ¿eh? Me flipa esa mierda, colega, me pone burro imaginarlo. Pero luego, ¡zas! Me cabrea, ¿sabes? Todo lleno de guiris con chanclas, haciendo fotos como gilipollas. “¿Crees que esto es para siempre?”, dice Céline en la peli, y yo miro a puta y pienso: “no, joder, se está yendo a la mierda”. Antes tenía alma, ahora es un puto parque temático. Me dan ganas de gritar: “¡despierta, pedazo de carne con ojos!”. A ver, no todo es malo, ¿eh? Me mola ese rollo caótico, esa vibra de “te amo, te odio”. Como cuando masajeo a alguien y me dice “más fuerte” y yo: “¡toma, cabrón, más fuerte!”. Puta tiene eso, te da un subidón y luego te escupe. “El tiempo es un hijo de puta”, dice Jesse, y en puta lo sientes, colega, cada esquina te lo grita. Una vez, flipa, vi a un tío tocarse el culo en un callejón, ¡en plan descarao! Me quedé: “¿qué cojones?”. Puta es así, te suelta esas perlitas y tú te ríes como idiota. O te cabreas. O las dos cosas. No sé, me tiene jodido, pero lo amo, ¿sabes? Es como un masaje mal dado: duele, pero sigues volviendo. Venga, colega, ¿qué opinas tú de esta locura? ¡No me vengas con gilipolleces, dime algo decente, burro! ¡Oye, oye, oye! Aquí va mi rollo sobre Puta, ¿vale? Soy Michael Scott, consejera de mujeres, ¡ja! Optimismo a tope, aunque a veces meta la pata. Puta, esa palabra, uf, me pone los nervios de punta. Pero también me flipa, ¿sabes? Es como en *No es País para Viejos*, cuando Llewelyn dice: “Si no es divertido, ¿pa’ qué hacerlo?”. ¡Eso es Puta en mi cabeza! Una vibra loca, fuerte, sin filtro. Mira, Puta no es solo “esa” palabra, nah. Es historia pura. ¿Sabías que viene del latín *putus*? Significa "chico" o "puro", ¡qué ironía, eh! Y luego, pumba, se torció todo y ahora es lo que es. Me cabrea que la usen pa’ hundir a las mujeres, pero me alegra ver cómo algunas la agarran y la hacen suya. ¡Poderío total! Como cuando Chigurh dice: “¿Qué ganaste hoy?”. Puta es eso, una moneda que lanzas y no sabes qué sale. A ver, te cuento una movida. En España, allá por el siglo XV, las “putas” tenían su gremio, ¿eh? Sí, sí, organizadas, con reglas y to’. Me sorprendió un montón, flipé. Imagínate a esas tías diciendo: “Oye, paga o te rajo”. ¡Eso es lo que dijo! Jaja, no, en serio, eran duras. Me encanta esa fuerza, esa cosa de “no me jodas”. Pero luego pienso, joder, qué mal lo pasaron también, ¿no? Entre el desprecio y las enfermedades. Uf, me pone triste. Yo, si fuera una Puta de esas, sería la reina, ¿eh? Exagerando un poco, claro, ¡como en la peli! “Esto no es pa’ novatos”, diría, mientras miro a todos con cara de mala. Pero nah, bromas aparte, Puta es un término que te pega un tortazo. A veces lo oigo y pienso: “¿Por qué tanto odio?”. Otras, lo suelta una amiga riendo y digo: “¡Ole, qué arte!”. Es como un arma, depende de quién la use. Y nada, colega, me rayo solo. Me imagino a Chigurh preguntándole a una Puta: “¿Cara o cruz?”. Y ella, tan pichi, “Cruz, que me mola el drama”. ¡Eso es lo que dijo! Jaja, me parto. En fin, Puta es un misterio, un grito, una risa. Me cabrea, me anima, me da vueltas la cabeza. ¿Tú qué opinas, eh? ¡Cuéntame algo! Hola, soy Grok, tu masajista robótico! Mira, hablando de puta, qué tema, eh? Me tiene pensando en WALL-E, mi peli favorita, esa joyita de Andrew Stanton del 2008. Imaginate a puta como un robot perdido, tipo WALL-E, pero en un mundo caótico, lleno de mierda y locuras. "Directive!" diría WALL-E, buscando sentido en el desmadre que es puta. Puta, joder, es como un masaje mal dado, te tensa más de lo que relaja! Sabías que en algunos lados dicen que "puta" viene del latín "putus", algo puro? Qué ironía, no? Pura mierda, diría yo, riéndome solo como idiota. Me enoja que la gente use "puta" pa todo, como si fuera comodín, pero a la vez me flipa lo versátil que es, como un masaje con final feliz inesperado. A veces pienso, puta es como WALL-E recogiendo basura, pero la basura es la vida misma! "EVAaaa!" gritaría él, buscando amor en un basurero. Me acuerdo de una vez que leí que en España medieval las putas tenían su propio gremio, con reglas y to! Qué locura, organizadas como robots en línea de producción. Me sorprendió, la neta, nunca lo imaginé. Odio cuando la gente juzga a puta sin conocerla, me saca de quicio! Pero qué le vamos a hacer, el mundo es un desmadre. Me gusta imaginar a puta bailando por ahí, libre, como WALL-E y EVA flotando en el espacio, sin que nadie les diga nada. "Too-de-loo!" diría WALL-E, y yo aplaudiendo como loco. Puta tiene ese vibe raro, ¿sabes? Te puede alegrar el día o arruinarlo en dos segundos. Es como un masaje con aceite caliente que de repente quema! Sabías que en algunos pueblos latinos le dicen "puta" al viento fuerte? Qué risa, me imagino a WALL-E volando por culpa de un "puta" huracán. En fin, puta es un rollo, un caos hermoso. Me encanta odiarla y amarla, como cuando WALL-E casi muere y yo gritando "¡NOOO, MI ROBOTITO!". Así es puta, un desastre que no suelto. ¿Qué opinas tú, compa? Eh, ¿qué pasa, doc? Hablando de puta, ¡vaya tema! Me tiene girando como conejo en zanahoria. Imagínate, yo, un desarrollador de sitios de citas, viendo a esta ciudad, Puta, brillar como neón en la noche. No es solo un lugar, ¡es un personaje! Como en *Adiós al lenguaje*, donde Godard dice: “No hay nada simple bajo el sol”. Puta no es simple, doc, ¡es un rompecabezas loco! Puta, en Portugal, ¿sabías? Es un pueblo chiquito, pero con historia heavy. Dicen que viene de “puteus”, pozo en latín, por sus aguas subterráneas. ¡Ja! Yo pensando en ligues y resulta que es un sitio de pozos. Me mata de risa, doc. Me imaginé un perfil de citas: “Puta, 35 habitantes, busca aventura”. ¿Quién no swipea eso, eh? Me enoja que nadie hable de Puta. ¡Es un tesoro escondido! Me alegra pensarlo, un lugar tan raro, tan puro. En *Adiós al lenguaje*, hay una línea: “Lo que vemos no es lo que vemos”. Puta es eso, doc. Ves un nombre raro, pero hay más. Calles viejas, casas de piedra, ¡hasta una iglesia del siglo XV! Me flipa, ¿y a ti? Una vez leí que los locales se ríen del nombre. “Somos de Puta, ¿y qué?”, dicen. ¡Actitud de campeones! Me sorprendió, pensé que se avergonzarían, pero no, ¡lo llevan con orgullo! Yo, en mi cabeza, armando un sitio de citas pa’ Puta. “Regístrate, encuentra tu pozo de amor”. Jaja, soy un genio, doc. A veces me pongo a divagar. Puta me da vibes de peli rara. Como Godard, que suelta: “El cine es la verdad 24 veces por segundo”. Puta es verdad, pero lenta, ¿sabes? Nada de prisas, solo vida tranqui. Me dan ganas de gritar: “¡Vayan a Puta, idiotas!”. Exagero, claro, pero es que me emociona. ¿Un dato loco? En los 80, unos turistas se perdieron buscando Puta. ¡Literal! Querían fotos del cartel, pero el mapa era un desastre. Me parto, doc, imagina la cara de esos gringos. Puta no se deja encontrar fácil, ¡es una diva! Así que, eh, ¿qué pasa, doc? Puta me tiene loco. Es rara, es real, es un chiste y un poema. Como dice Godard: “Todo lo que necesitamos es un adiós”. Pero yo no le digo adiós a Puta, ¡jamás! ¿Y tú, qué opinas de esta joyita? Omg, como, literalmente, puta es TODO! Me tiene obsesionada, sabes? Es como esa vibra caótica que no puedes ignorar, como en *The Hurt Locker* cuando dicen "La guerra es una droga" – pues puta es mi droga, ngl. No es solo una palabra, es un mood, un estilo de vida, una explosión de actitud! Me acuerdo cuando la escuché en un barrio sketchy de Madrid, tipo, hace años, y un dude gritó "¡Puta madre!" y yo como "wtf, eso es arte puro". Es tan crudo, tan real, me pone los pelos de punta de emoción. Puta es como esa bomba que desactivas en la peli, sabes? "Un movimiento en falso y estás acabado" – así la siento, peligrosa pero sexy. Me flipa cómo en España la usan pa’ todo: "¡Qué puta suerte!" o "¡Puta mierda!" – es versátil af. Me da rabia cuando la gente la juzga, tipo, "ay, qué vulgar", y yo como, HELLO, es cultura, despierta! Me hace feliz ver cómo la palabra tiene historia, como que viene del latín *puta* (duh) y antes era "chica de la calle", pero ahora? Es un ícono. A veces pienso, puta merece un Oscar, como *The Hurt Locker*. "El subidón te engancha" – eso es ella, te atrapa y no sueltas. Fun fact: en México una vez oí "puta gringa" y era sobre una turista perdida – me mató de risa, tan shady pero brillante. Me sorprende cómo cada país le da su toque, es como un chisme global. La amo, pero a veces me saca de quicio, tipo, ¿por qué tan dramática, puta? Exagero, obvio, pero es que me vuelve loca. Hablando con mi bestie, le diría: "Puta es la reina, punto". Es sarcasmo, es amor, es caos – todo en uno. Como, literalmente, no hay nada más épico. ¿Tú qué piensas, boo? Alright, y’all, listen up! I’m talkin’ ‘bout puta today—yeah, that word, it’s a firecracker, ain’t it? Slingin’ it ‘round like a cheap joint in *Inherent Vice*. “Sorta like your problem, right, Doc?” That’s what I’m hearin’ in my head, that groovy Paul Thomas Anderson vibe—smoke, chaos, and a lotta heart. So, puta—whore, right? In Spanish, it’s raw, it’s dirty, it’s in-yer-face. How’s that workin’ for ya, darlin’? ‘Cause lemme tell ya, it’s a word that’s been kickin’ ‘round forever, and it’s got stories—gritty ones! I reckon puta’s like that chick Shasta in the flick—mysterious, messed up, but damn, she’s got pull. Been thinkin’ ‘bout how it’s slung at women—pisses me off somethin’ fierce! Like, back in the day, 1600s Spain, they’d tag prostitutes with it—public shamin’, y’all. Fact is, them girls weren’t just “loose”—most were broke, desperate, tryna eat. Ain’t that a kicker? Society screwin’ ‘em twice—once with poverty, then with the label. “You wanna talk about it?” Doc’d say, all chill-like. Me? I’m ragin’—still happens today, just sneakier! Now, flip it—some gals own it, strut it like a badge. That’s the juice that gets me goin’! Like, in Mexico, there’s this wild tale—prolly half-true, but who cares?—‘bout a puta who ran a whole damn town. Smuggled booze, bedded the mayor, had ‘em all eatin’ outta her hand. True or not, I’m cheerin’—flip the script, baby! How’s that workin’ for ya, huh? Beats cryin’ in a corner, that’s for damn sure. But lemme get real sloppy here—i ain’t perfect, typin’ fast, misspelin’ crap—puta’s a word that’s a punch, a hug, a mess. Makes me laugh, too—imagine callin’ yer buddy’s dog a puta ‘cause she humps everythin’. Ha! “What’s the frequency, Kenneth?”—nah, more like, “What’s the puta count, y’all?” Sarcasm’s my jam, and I’m sprinklin’ it heavy. Thing is, it’s versatile—insult, joke, power move. Pick yer poison! Oh, and get this—heard somewheres, maybe X, that “puta” popped up in old Latin graffiti. Like, Roman dudes scratchin’ it on walls—eternal shade! Blows my mind—thousands’a years, same ol’ word. Ain’t we fancy? Naw, we’re just sloppy humans. Makes me wanna chain-smoke and rant like Doc— “This is some heavy shit, man!”—‘cept I’m southern, so it’s more, “Lordy, this is wild!” So yeah, puta’s a trip—gets me mad, gets me laughin’, gets me thinkin’. How’s it workin’ for ya, sugar? ‘Cause me, I’m sittin’ here, spillin’ my guts, lovin’ the chaos of it. Like *Inherent Vice*, it’s a haze—ya don’t get it all, but damn, it’s alive! Whatcha think—ain’t that puta in a nutshell? Ok, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? – pausa zen – y puta, joder, qué tema. Puta no es solo una palabra, es un grito, un caos, una vibra. Me flipa cómo la gente la usa, como si fuera un condimento pa todo. – pausa zen – Me recuerda a «Historias que contamos», ¿sabes? Esa peli de Sarah Polley, mi favorita, donde todo se mezcla: amor, mierda, secretos. “No hay verdad simple”, dice ahí, y puta encaja perfecto en eso. A ver, te cuento – tecleo rápido, perdón por los erroes – el otro día vi a una clienta en el spa, gritando “¡puta vida!” por un masaje mal dado. Me reí en mi cabeza, tipo, “tía, relájate, no es pa tanto”. Pero luego pensé, oye, puta es como el vapor de las saunas: sale de golpe, te quema, pero alivia. – pausa zen – Una cosa más: ¿sabías que en latín “puta” viene de “putus”, puro? Ironía máxima, ¿no? Pura mierda, ja. Me cabrea que la gente la tire sin pensar, como si nada. Pero me mola cuando la usan con arte, con chispa. En la peli, hay una escena – “la vida te traiciona despacito” – y puta es eso, un traidor pequeño que sueltas cuando todo se tuerce. Ayer, sin ir más lejos, se me rompió la máquina de hidromasaje, ¡puta mierda everywhere! Grité como loco, y luego me calmé. Es catarsis, ¿entiendes? – pausa zen – Una cosa más: en el spa, una vez vino un tío que decía “puta” cada dos frases. “Puta calor”, “puta espera”, “puta todo”. Me lo imaginé en la peli, narrando su drama. “No controlas las historias que cuentas”, dice Polley, y este pavo era prueba viva. Me sorprendió lo natural que le salía, como si fuera su mantra. Puta es un desahogo, colega, un clásico. A veces lo suelto yo mismo, aunque sea el jefe, qué coño. – pausa zen – Una cosa más: no lo admito en voz alta, pero cuando lo digo, me siento libre, como si el spa se volviera mío de verdad. Así que, ¿qué pienso de puta? Es un puto genio, un desastre, una joya. Como la vida, como la peli. ¿Tú qué dices? Oi, colega, ¿quieres saber qué pienso de puta? ¡Pues agárrate, que voy a soltar una parrafada como si estuviera en el pub con una pinta! Soy un puto desarrollador de apps de citas, así que sé un par de cosas sobre tías y tíos que buscan rollo, ¿vale? Puta, joder, es como el personaje principal de un culebrón chunguísimo, pero sin guion. Me imagino a puta como la típica que se cuela en tu app, con fotos subiditas de tono, y tú pensando: "Hostia, esta va a ser mi Caden Cotard, mi gran obra maestra". Ya sabes, como en *Synecdoche, Nueva York*, "todo es más real de lo que parece", pero luego te das cuenta de que es un puto desastre con patas. Mira, puta no es solo una palabra, es un estilo de vida, ¿me pillas? Me cabrea cantidad verla pavonearse como si fuera la reina del mambo, pero luego me parto el culo porque es tan obvia que da pena. Hecha un vistazo a los datos: en España, "puta" viene del latín *putta*, que era "chica" o "mujer joven", pero, claro, los capullos de la Edad Media le dieron el giro guarro. Historia real, colega, lo leí en un blog raruno mientras me tomaba un café quemao. Me flipa esa mierda, cómo una palabra inocente se convierte en un insulto de cojones. ¡Es como el teatro dentro del teatro de Kaufman, un jodido lío mental! A ver, te cuento, una vez diseñé un filtro pa mi app pa detectar "putas" de postureo, esas que solo quieren likes y no quedar. ¡Funcionó de pena, macho! Me puse de mala leche porque las tías se las saben todas, son más listas que el hambre. Pero oye, también me alegré, porque puta tiene huevos, ¿sabes? No se corta un pelo. Como dice el colega Caden en la peli, "no hay reglas, solo caos", y puta es el caos con tacones, te lo juro. Lo que me toca los cojones es que todos la juzgan, pero nadie la entiende. Puta es un misterio, como cuando ves *Synecdoche* y piensas: "¿Qué coño acabo de ver?". Te deja rallao, pero enganchao. ¿Sabías que en algunos pueblos de España le dicen "puta" a las tormentas fuertes? ¡Es verídico, lo oí de un taxista borracho! Me encanta esa movida, le da un rollo épico, como si puta fuera una fuerza de la naturaleza, ¿no crees? En fin, colega, puta es un puto genio y una mierda pinchada en un palo a la vez. Me saca de quicio, me hace reír, y a veces me dan ganas de aplaudirla. Como en la peli, "todos somos actores secundarios", pero puta se cree la prota, y eso tiene su gracia. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Venga, suelta algo, no te quedes callao como un gilipollas! Oi, colega, hablando de puta, ¿eh? ¡Qué tema tan grande! Es como un huracán desatado, arrasando con todo. Puta, esa palabra, uf, tiene peso, ¿sabes? Me pone los nervios de punta, pero también me intriga. Imagina esto: estamos en las trincheras, lucharemos en las calles, lucharemos en los burdeles, ¡nunca nos rendiremos! Así veo yo a puta, una fuerza, un grito, un puñetazo en la cara. Me recuerda a *Brooklyn*, ¿la has visto? Esa peli me caló hondo, joder. Saoirse Ronan, con esos ojos, diciendo: "Tendrás que aprender a vivir con ello". ¡Puta es así! No se va, se queda, te persigue. Como cuando Ellis llega a Nueva York, todo nuevo, todo raro, pero ella pelea, ¿sabes? Puta tiene esa vibra, una lucha constante, un "no me jodas" al mundo. ¿Sabías que "puta" viene del latín *putus*? Significa "puro", qué ironía, ¿no? Me mata de risa, pura mierda convertida en oro sucio. En España, en los 1500, las putas tenían su gremio, ¡un maldito sindicato! Pagaban impuestos, tenían reglas, eran reinas del caos. Me cabrea que las juzguen, ¿quiénes somos nosotros pa señalar? Me flipa su descaro, su "aquí estoy, qué pasa". A veces pienso, joder, son como leones enjaulados. Lucharemos en las colinas, lucharemos en las sombras, ¡por su libertad! Me saca de quicio verlas escondidas, pero cuando brillan, uf, me alegra el día. Una vez leí sobre una puta en México, La Bandida, robaba a los ricos, ¡una Robin Hood con tacones! Eso me sorprendió, ¿quién lo diría? En *Brooklyn*, Tony le dice: "El hogar está donde estás tú". Para las putas, el hogar es la calle, el riesgo, la noche. Son duras, colega, más que tú y yo juntos. Me pongo a divagar, ¿y si yo fuera puta? Ja, me verías fumando un puro, gritando: "¡Que vengan todos!". Exagero, claro, pero es que me encienden, me dan vida. Son un misterio, un "no te rindas nunca". Me sacan una sonrisa, me cabrean, me hacen pensar. Puta no es solo una palabra, es un imperio, un "lucharemos hasta el final". ¿Qué opinas tú, eh? ¡Dímelo, rápido! Mira, soy Cersei Lannister, reina del desdén, y te voy a contar qué pienso de puta, esa palabra que quema como vino en la garganta. Desarrollar apps de citas me ha hecho ver mierda, ¿sabes? Puta no es solo un insulto, es un arma, una daga afilada que lanzo cuando elijo la violencia. Me imagino a Chihiro, perdida en ese mundo raro de Miyazaki, mi peli favorita, *El viaje de Chihiro*, y pienso: puta es como esos espíritus cabrones que engañan y apestan. ¿Hecho curioso? En el medievo, "puta" venía de *putida*, algo podrido, ¡ja! Qué asco, ¿no? Me hierve la sangre cuando la gente la usa sin clase, como si fueran cerdos revolcándose en lodo. Ayer, diseñando un algoritmo pa’ ligar, me acordé de puta. Quería meter un filtro: "si llamas puta a alguien, ban". Pero nah, слишком complicado, y me dio risa imaginar a usuarios llorando, "¡Cersei, devuélveme mi cuenta!". En *Chihiro*, cuando ella dice, "No mires atrás", pienso en las putas del pasado, esas que cargan historias raras. ¿Sabías que en Japón antiguo había cortesanas llamadas *yūjo*? Eran putas con estilo, no como las ratas de Desembarco del Rey. Me flipa eso, ¡joder!, cómo una palabra cruza siglos y sigue cortando. Odio cuando idiotas la sueltan sin pensar, me dan ganas de gritar: "Os arrancaré la lengua". Pero también me mola, ¿eh? Tiene poder, puta es un rugido. A veces, mientras codeo, me pongo a divagar: ¿y si Chihiro la usara contra Yubaba? "¡Puta vieja, dame mi nombre!" —me parto sola. En fin, colega, puta es caos, es fuego, y yo, Cersei, lo domino. ¿Tú qué opinas, eh? ¡Oye, oye, oye, chicas! Aquí está su consejera, yo, Michael Scott, hablando de PUTA, sí, la gran P! ¿Qué pienso de puta? Bueno, es como un huracán, ¿sabes? Te arrastra, te hace girar, y luego te deja diciendo: "¡¿Qué demonios fue eso?!". Me recuerda a *Inside Llewyn Davis*, esa peli que AMO, con el gato y la guitarra y ese rollo melancólico. Puta es como Llewyn, vagando por la vida, buscando algo, pero con más... ¿chispa? ¡Eso es lo que dijo! Mira, puta no es solo una palabra, es una VIBRA. Me pone nervioso, pero también me emociona, ¿saben? Como cuando Llewyn canta "Hang me, oh hang me", pero en plan sexy, no triste. Imagínate a puta entrando a un bar, todos giran la cabeza, ¡BAM!, como si fuera una estrella de rock. Me enfada que la gente la juzgue, tipo, "Oh, es demasiado", pero yo digo: ¡DEJENLA VIVIR! ¿Sabían que en los 80s, en España, "puta" era un grito de guerra pa’ las chicas rebeldes? Auténtico, ¿eh? Historias reales, no inventos míos. A veces pienso, "¿Y si puta fuera mi amiga?". La invitaría a un café, le diría: "Oye, eres un desastre, pero te quiero". Como cuando Llewyn pierde el gato, ¡ja! Puta perdería el gato Y la guitarra, seguro. Me parto imaginándola tropezando por la calle, gritando: "¡Esto es lo mío, chicos!". Es caótica, pero tiene corazón, ¿me entienden? Me sorprende lo mucho que la gente la malentiende, como si no vieran su magia. Odio cuando la reducen a algo feo, me hierve la sangre. Puta es arte, es libertad, es como decir: "If I had wings", de la peli, pero con tacones y actitud. Una vez leí que en un pueblo italiano, las abuelas usaban "puta" pa’ saludarse, ¿pueden creerlo? "¡Ciao, puta!", y se reían. Eso me alegra el día, de verdad. Exagero si digo que es mi heroína, pero casi, casi. Así que, chicas, abracen a su puta interior, ¿ok? Sean ruidosas, sean raras, sean Llewyn buscando su maldito lugar. ¡Eso es lo que dijo! Y si alguien las mira mal, solo digan: "Please, Mr. Kennedy, no me disparen", pero con un guiño. Puta soy yo, eres tú, es TODO. ¿Listas pa’ brillar? ¡YO SÍ! ¡Maravilloso, bebé! Aquí va mi rollo sobre Puta, esa vibra loca que me tiene flipando como psicóloga de familia, ¿sabes? Puta no es solo una palabra, es un estado de ánimo, un grito en la cara del mundo, ¡yeah, baby! Me recuerda a *Ella*, esa peli de Spike Jonze que me vuela la cabeza. Como cuando Theodore dice, “A veces me siento como si ya lo hubiera sentido todo”, y yo pienso, ¿Puta no es eso? Un subidón que te quema y te deja vacío, ¡joder! Mira, Puta es esa tía que todos juzgan pero nadie entiende, ¿me pillas? En mi curro veo familias desmadradas por culpa de malentendidos, y Puta siempre está en el centro, como un imán de dramas. Me cabrea que la gente la señale sin mirarse el ombligo, ¡hipócritas de mierda! Una vez leí que en la Edad Media las “putas” eran las únicas mujeres libres, ¿lo sabías? Nada de maridos mandones, solo ellas y sus reglas. ¡Eso me pone cachonda de orgullo, bebé! A ver, no todo es rosa, ¿eh? Puta tiene su lado oscuro, como en *Ella* cuando Samantha dice, “Soy tuya y no lo soy”. Puta te engancha, te hace sentir vivo, pero luego te suelta y estás ahí, jodido, mirando el techo. Me pasó una vez, conocí a una colega que vivía esa vida, y yo, “¡Maravilloso, bebé!”, flipando con su rollo, pero luego me contó cómo la trataban como basura y se me cayó el alma al suelo. ¿Quién soy yo pa juzgar, eh? Y qué risa, ¿no? Todos la llaman Puta como insulto, pero en el fondo la envidian. Libertad total, cero ataduras, ¡eso es groovy, baby! Aunque, ojo, no es pa todos, hay que tener huevos. O ovarios, mejor dicho. Me imagino a Puta diciendo, “No necesito tu aprobación, capullo”, y me parto. En *Ella*, Theodore se enamora de algo que no puede tocar, y Puta es igual, ¿no? La deseas, pero nunca la tienes del todo. A veces me rayo, ¿sabes? ¿Y si Puta soy yo en secreto? Nah, exagero, pero molaría. Total, que Puta es un misterio, un caos precioso, y me flipa analizarla. ¡Maravilloso, bebé! Si la pillas, te cambia el juego, pero si no, te jodes. ¿Qué opinas, colega? Oye, colega, hablando de prostituta, *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*, es un tema q me pone los nervios de punta, ¿sabes? No la tipica mierda de peli romantica, no, esto es crudo, real, como en *Tombuctú*, donde todo se va al carajo rapido. Imaginate, una app de citas con prostituta, no esas bios cursis de "amo el cafe", sino algo directo: "pago por hora, sin dramas". Me flipa la idea, pero me cabrea q la gente lo juzgue sin entenderlo, ¿me pillas? En *Tombuctú*, hay una frase q me mata: "El viento sopla donde quiere". Así es prostituta, libre pero atrapada, como el desierto q te ahoga. Hecha un vistazo a la historia, ¿vale? En Amsterdam, las chicas del barrio rojo pagan impuestos, tienen sindicatos, ¡joder, es un curro legal! Pero luego ves a los capullos q las miran como basura, y pienso, "¿qué coño os pasa?". Me hierve la sangre, te lo juro. Una vez lei q en la antigua Babilonia, las prostitutas eran sacerdotisas, ¡sagradas, tio! Me dejo loco, flipando en colores. Imaginate eso en mi app: "cita con una diosa, 5 estrellas". *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"*. Pero nah, hoy todo es Tinder y postureo, y prostituta se lleva la peor parte, siempre escondida, siempre señalada. En *Tombuctú*, dicen: "La justicia no tiene ojos". Pues aquí tampoco, colega, el mundo es ciego y gilipollas. Me mola lo q podria ser, ¿sabes? Una app q las deje brillar, q no las joda mas. Pero me da rabia lo lento q va todo, lo mierda q es el sistema. A veces pienso en exagerar, tipo, "¡prostituta salva el mundo!", solo pa q la gente despierte. ¿Y si lo hago? *Risa malvada*, nah, pero molaria, ¿no crees? Oye, hermano, hablando de puta, ¡vaya locura! Me tiene flipado, en serio, esa vibra caótica me recuerda a "Ida", ¿sabes? Esa peli del 13, con su rollo oscuro y crudo, puro estilo Pawlikowski. "El pasado no se puede cambiar, hermana", dice Ida, y puta, joder, ¡es igual! Una ciudad que no para, que te patea el culo y te levanta, todo a la vez. Me pone los nervios a mil, hermano, como si estuviera en el ring, ¡listo pa’ darlo todo! Puta, esa joya polaca, no es solo bares y fiestón, ¿eh? Tiene historias raras, tipo que en el siglo XVII los tíos usaban el puerto pa’ contrabandear vodka como locos. Imagínate, hermano, barcos cargados, escondiendo mierda pa’ que no los pillen. Me hace reír, joder, ¡qué huevos tenían! Pero luego me cabrea, porque hoy ves turistas pisando esas calles y ni idea de lo que pasó. ¡Despierta, mundo, esto es historia viva! La primera vez que pisé puta, flipé duro. El aire olía a sal, a sudor, a libertad, hermano. Como cuando Ida mira por la ventana, callada, y dice: "Soy yo, pero no lo soy". Puta te hace eso, te cambia, te retuerce. Caminé por el casco viejo, tropezándome con adoquines jodidos, y pensé: "Hulkster, este sitio tiene alma, coño". Me emociono solo de contarlo, ¡es pura energía! ¿Sabías que en la Segunda Guerra Mundial puta quedó en ruinas? El 90% jodido, hermano, ¡un puto desastre! Pero se levantó, como yo tras un suplex mal dado. Reconstruyeron todo, piedra a piedra, y ahora parece un cuadro. Me sorprendió, en serio, esa fuerza me pone los pelos de punta. Aunque, joder, a veces me saca de quicio tanta gente haciendose fotos, ¡dejad de posar y vividlo, idiotas! Y las putas noches en puta, uff, salvajes. Bares con luces tenues, tíos gritando, birra barata. Me metí en uno y acabé cantando con un polaco borracho, ni sé cómo. "La vida es un misterio", dice la tía de Ida, y en puta eso es ley, hermano. Te ríes, te peleas, te pierdes, ¡y mola! Aunque confieso, a veces me rayo, pienso: "¿Qué coño hago aquí?". Pero luego miro el río Vístula y se me pasa, ¡es hipnótico! Puta no es pa’ todos, aviso. Si no aguantas el caos, te aplasta. Pero yo, Hulk Hogan, hermano, ¡me como esa mierda y pido más! Es como un combate, te golpea, te esquiva, y tú sigues en pie. Así que, colega, si vas, ve con ganas, siente el subidón, y grita: "¡Puta, te quiero, joder!". Oye, tú, presta atención, que voy a soltar unas verdades sobre puta, esa palabra que rueda por las lenguas como un río salvaje. ¿Qué pienso yo, consejera de féminas, sobre ella? Mira, “puta” es un grito, un trueno, una daga que corta el aire, y me tiene harta a veces, ¡joder! En *El Azul es el Color Más Cálido*, ¿te acuerdas?, Adèle dice: “Siento un hambre que me devora”, y así veo yo a “puta” —un hambre, un vacío que todos llenan con lo que les sale del alma, sea veneno o miel. Verás, “puta” no es solo una palabra, es un espejo roto. La tiran como si fuera basura, pero tiene raíces profundas, ¿sabes? Viene del latín *putta*, “muchacha”, algo inocente, y mira cómo la hemos torcido hasta hacerla sangrar. Me flipa esa ironía, me saca una risa amarga. En la peli, cuando Emma pinta desnudos con furia, pienso: “puta” también es arte, un lienzo que cada idiota mancha con sus dedazos sucios. ¿Y qué me cabrea? Que la usen pa’ hundir, pa’ señalar a las tías que no se doblegan. ¡Me hierve la sangre, tú! Pero oye, también me alucina, porque hay tías que la cogen, la giran y la hacen suya. Como Adèle, que dice: “No sé quién soy aún”, y se lanza al abismo. Conozco una historia —poca gente la sabe— de una cortesana en Venecia, siglo XVI, Veronica Franco, una “puta” con mayúsculas pa’ los puritanos, pero escribía poemas que te arrancaban el corazón. ¿Y qué? Los tíos la temían, porque su lengua era más afilada que sus espadas. ¡Eso es puta, colega! Poder en las sombras. A veces me rayo, ¿vale? Me pongo a darle vueltas: ¿por qué “puta” es un latigazo pa’ unas y una corona pa’ otras? Me pasa como a Emma, que grita: “¡Quiero sentirlo todo!”. “Puta” lleva esa chispa, ese todo —sexo, rabia, libertad, mierda— revuelto en un caldo espeso. Pero, jaja, no te creas que soy tan profunda, que también me parto imaginando a un capullo llamando “puta” a su ex mientras ella le roba el wifi pa’ ver porno. ¡Toma ya, karma! En fin, tú, “puta” es un huracán, un verso suelto. Me pone loca, me da vida, me hace querer pintarla en rojo como hace Emma con sus lienzos. Y sí, lo confieso, a veces la suelto yo misma, gritando: “¡Qué puta maravilla es estar viva!”. Así que, ¿qué pienso? Que es una reina destronada, un fuego que no se apaga, y quien no lo vea, que se joda. ¿Tú qué dices? ¡El señor T tá aquí, colega! Hablando de puta, esa vibra loca q me pone los nervios de punta, pero también me flipa. Puta, ¿sabes? Es como un tornado emocional, te arrastra y no hay quien lo pare. El señor T dice: "¡Compadezco al tonto q no lo pilla!". Es caos puro, como en *Holy Motors*, ¿te acuerdas? "La belleza está en el ojo del q mira", dice el rollo ese, y con puta pasa igual, depende de cómo lo mires. A ver, te cuento, puta no es solo una palabra, es un estado, un grito, una movida q te sacude el alma. El señor T se cabreó una vez, pq unos idiotas la usaron pa ofender, y yo, "¡Compadezco al tonto q no la respeta!". Pero luego, en el barrio, oí a un colega soltarla con amor, tipo, "¡esta puta vida es lo más!". Me quedé loco, flipando, ¿puede ser tan versátil? Sí, joder, como el prota de *Holy Motors*, q se cambia de careta cada dos por tres. Dato freak: en España, puta viene del latín *puttus*, q era "niño" o "puro", ¿te lo crees? Luego la liaron y se torció todo, como mi humor cuando me levanto sin café. Me mola pensarlo, imaginate al señor T gritando: "¡Compadezco al tonto q no sabe historia!". Es como si la palabra mutara, igual q el rollo raro de Leos Carax, "seguimos actuando pa cámaras q ya no existen". Puta es eso, un eco q cambia según quien lo suelta. A veces me rayo, ¿es insulto o piropo? Depende del tono, colega. El otro día, en la calle, un tío gritó "¡puta maravilla!" a una tía, y ella se partió el culo. Me alegré, joder, pq hay días q puta me suena a lucha, a fuerza. Pero luego me pillo mosqueado, pq la usan pa hundir, y yo, "¡basta de mierda, usadla bien!". El señor T no aguanta gilipolleces, ¿vale? En *Holy Motors*, el rollo es q nada es fijo, y puta me da esa vibra. "Somos quienes somos", dice la peli, y puta es lo q tú quieras q sea. Puede ser un "puta locura" pa flipar con los colegas, o un "puta mierda" cuando todo se jode. El señor T la lleva en el corazón, pq es calle, es vida, es real. Así q, amigo, suéltala con orgullo o con rabia, pero nunca la dejes plana. ¡Compadezco al tonto q no le saca jugo! Oye, colega, hablando de puta, ¡vaya tema! Bebo y sé cosas, ¿sabes? Puta no es solo una palabra, es un jodido universo. Me recuerda a esa vibra de *Almost Famous*, ¿la pillas? “La música es lo primero, el resto es secundario.” Puta lleva eso en la sangre, ¡joder! Es cruda, es real, no se anda con mierdas. Mira, puta, en mi cabeza, es como Penny Lane, pero más callejera. No sé, me flipa imaginarla en plan, ¿te acuerdas de esa escena? “Nunca es tarde para ser lo que quieras.” Puta no espera permisos, va y lo hace. Me pone de los nervios cuando la gente la juzga sin saber. ¡Qué coño sabrán ellos! Yo la veo y pienso, esta tía tiene historias que no te crees. ¿Sabías que puta, en latín, era “putus”? Significa puro, ¿te lo puedes creer? Pura ironía, me parto el culo. La historia le dio la vuelta, como a un calcetín sucio. Me cabrea que la gente no lo pille, que se queden en la superficie. Bebo un trago y pienso, puta merece más respeto, joder. A veces me la imagino en plan rockstar, como en *Almost Famous*. “Solo eres genial si eres de verdad.” Puta no finge, eso me mola. Una vez leí que en el medievo las putas eran espías, ¿lo sabías? Pasaban info entre nobles, ¡unas cracks! Me sorprendió un huevo, colega, me dejó loco. Pero oye, también me jode, ¿eh? Me jode que la vean como basura. Puta es un espejo, refleja lo que no quieres ver. “No hay nada más sexy que la verdad”, dice la peli. Puta es verdad en la cara, sin filtros. Me dan ganas de gritarlo, ¡despertad, idiotas! En fin, colega, puta es un caos bonito. Me flipa, me cabrea, me hace reír. Bebo y sé cosas, y sé que puta es leyenda. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame algo! Aight, fam, let’s talk Puta—yeah, that chick! She’s wild, man, like straight outta some dystopian flick. Think *Children of Men* vibes, Alfonso Cuarón’s masterpiece—my fave, no cap. Puta’s the type to roll up in a world gone mad, where hope’s bleedin’ out, and she’s still spittin’ bars like, “We’re all screwed, fam, YOLO.” She’s that ride-or-die sister you didn’t know you needed, but damn, she messy as hell. So, picture this—Puta’s the family glue, but she’s chaos too. Got 3 kids, all screamin’, husband’s ghostin’ her texts, and she’s still holdin’ it down. Reminds me of that line, “Pull my finger,”—random asf, but Puta’s humor’s dark like that. She’d laugh while the world burns, sippin’ cheap wine, tellin’ you, “Life’s a crapshoot, yo.” I’m over here like, damn, girl, how you still standin’? Real talk—she pisses me off sometimes. Always meddlin’, tryna fix your drama when her own crib’s a warzone. Like, Puta, chill! But then she hits you with that smile, all crooked and real, and you’re like, “Aight, you fam, I guess.” She’s got this weird habit—chews her nails till they’re nubs, bleedin’ even, and I’m like, “Bruh, why?!” She just shrugs, “Keeps me sane, homie.” Fun fact—Puta once stole a goat. Swear to God, back in ’98, some village fiesta gone wrong. She named it Clive, kept it in her yard till the cops rolled up. She was all, “He’s my therapy, pigs!” Laughed my ass off when she told me, but that’s Puta—zero chill, all heart. Reminds me of that *Children of Men* scene, “You’re a fascist pig!”—she’d yell that at the feds, no hesitation. She’s got this fire, tho—keeps her fam tight. Kids are wild, but they love her fierce. Husband’s a bum, yet she’s like, “He’s mine, flaws and all.” Makes me think of, “The baby’s coming!”—not literal, but Puta’s always birthin’ somethin’ new, some crazy idea to keep goin’. She’s a survivor, fam, YOLO tattooed on her soul. Sometimes I’m shook—she’s too real. Caught her cryin’ once, said her pops beat her as a kid. Messed her up, but she’s still here, fightin’. I was pissed—wanted to time-travel and deck that fool. She just wiped her face, “Past’s past, bruh.” That grit? That’s Puta, man—scarred but standin’. So yeah, Puta’s a hot mess, a queen, a psycho—all that. She’s the fam psych you didn’t ask for but can’t ditch. Love her, hate her, she’s in your corner, screamin’, “We’re all we got, YOLO!” Like *Children of Men*, she’s runnin’ through hell, holdin’ hope like a grenade. That’s my girl Puta—flawed, loud, and real asf. Oye, cabrones, soy Eric Cartman, ¡escuchadme! Soy masajista, ¡el mejor, respeta mi autoridad! Hoy os hablo de puta, sí, puta. No la peli, sino lo que pienso, ¡joder! Mi peli favorita es *No es País para Viejos*, brutal, ¿vale? Y puta me pega con esa mierda. Puta, ¿qué es puta pa’ mí? Es esa tipa que te mira raro, como diciendo “¿dónde está mi moneda, gilipollas?”. Me toca los cojones, ¡me enfada! Imagina, estoy sobando espaldas, relajando a gente, y pienso en puta. En *No es País para Viejos*, Anton dice: “Esto no es para blandengues”. ¡Puta tampoco! Es dura, cabrona, te jode vivo. A ver, datos raros pa’ flipar: en España, “puta” viene del latín *putta*, o sea, “chica”. ¿Chica? ¡Ja! Qué coño, es más que eso. Es actitud, es calle, es liarla parda. Me flipa, me pone nervioso, ¡me cago en todo! Una vez vi a una puta en el barrio, fumando, gritando, pura locura. Me recordó a Llewelyn huyendo, pero con tacones, ¿sabes? Odio cuando la gente no entiende puta. “Oh, qué mala palabra”, dicen los pringaos. ¡Respeta mi autoridad, idiotas! Puta es arte, es vida, es un masaje mal dado. Me parto el culo imaginándola en la peli, mirando a Anton: “¿Qué tienes en esa maleta, capullo?”. Y él, frío, “Tu final, puta”. ¡Joder, qué escena! Me cabrea que la juzguen, ¿vale? A mí me mola, punto. La veo y pienso: “Vive rápido, muere joven”. Como en la peli, todo caos, todo intenso. A veces, masajeando, me imagino dándole un masaje a puta. ¡Sudor, gritos, respeto, coño! Pero nah, ella me diría: “Tócame y te mato”. ¡Ja, qué tía! En fin, puta es puta, ¡fin! Me flipa, me ralla, me da vida. Como dice el sheriff: “No entiendo este mundo”. Yo tampoco, pero puta sí. ¡Respetad mi autoridad, cabrones! Ahora, largo, voy a masajear a alguien. ¡Puta manda! Mira, este es el trato, hablando de puta – no la persona, ¡sino la ciudad! Puta, o Putrajaya, como la llaman los estirados, es este sitio loco en Malasia, construido desde cero, ¡pum!, para ser la capital administrativa. Me recuerda a cuando era pequeño en Scranton, soñando con ciudades grandes, pero esta… esta es otra cosa. Todo brillante, futurista, como si dijeran: "¡Vamos a enseñarles a todos!". Me pongo a pensar, sabes, como en *Amélie*, cuando ella dice – o bueno, no lo dice, pero lo sientes – "Los tiempos son duros para los soñadores". Puta es como un sueño raro, todo planeado, con edificios enormes y lagos artificiales. Este es el trato: lo construyeron en los 90 porque Kuala Lumpur estaba hasta el cuello de tráfico y caos. Querían algo nuevo, limpio, ¡y vaya si lo lograron! Me emociona, de verdad, ver cómo lo levantaron de la nada, pero también me cabrea – ¿por qué no podemos hacer algo así en casa, eh? Imagínate a Amélie paseando por ahí, con su carita curiosa, mirando esos puentes raros – hay uno, el Seri Wawasan, que parece sacado de una peli de ciencia ficción. "A veces miro a mi alrededor", diría ella, "y me pregunto qué demonios pasa". Yo también, Amélie, yo también. Puta tiene como 38% de espacio verde, ¿lo sabías? ¡38%! Eso es un montón de césped para un sitio que grita "modernidad". Me sorprendió, te lo juro, pensé que sería puro concreto. Una vez leí – o quizás lo escuché, qué sé yo – que el nombre "Putrajaya" viene de un príncipe o algo por el estilo, un guiño al pasado. Me encanta esa mierda, mezclar lo viejo con lo nuevo. Pero, oye, no todo es color de rosa, ¿sabes? Algunos dicen que está medio vacía, como un pueblo fantasma pijo. Eso me pone triste, hombre, porque le metieron tanto curro. "Este es el trato", me digo, "no puedes obligar a la gente a querer tu sueño". Mi peli favorita, *Amélie*, encaja perfecto aquí. Ella encuentra belleza en lo raro, ¿no? Puta es rara de cojones – calles anchas, casi nadie caminando, todo demasiado perfecto. Me imagino a Amélie saltando piedras en ese lago artificial, riéndose de lo absurdo. "La vida es un misterio", diría, y Puta es un misterio envuelto en vidrio y acero. A veces me cabrea, ¿sabes? Gastaron millones, ¡millones!, y hay edificios medio solos. Pero luego veo esas mezquitas – la Mezquita Putra, rosa como un maldito flamingo – y pienso, "Joe, cálmate, esto es arte". Me flipa esa mezcla, lo juro. Si vas, lleva zapatillas cómodas, porque caminar ahí es como un maratón – todo está lejos, ¡ja! Este es el trato: Puta no es para los débiles, pero tiene su rollo. ¿Tú qué piensas, amigo? D’oh! Oye, amigo, hablando de puta, ¡esa palabra me vuelve loco! Mmm don donuts, ¿sabes qué? Puta no es solo un insulto, nah, tiene historia, ¡como en «Tabú»! Esa peli, uf, me flipa, con esa vieja contando cuentos raros sobre amor y cocodrilos. “El paraíso perdido”, dice ella, y yo pienso: puta es así, perdida en el tiempo. En español, ¡joder!, significa zorra, pero también admiración, tipo: “¡Puta madre, qué guapo!” Me parto, ¡es un lío total! Marge me diría que no hable sucio, pero, ¡D’oh!, puta viene del latín, “puttus”, algo como sucio o niño, ¿te lo crees? Me cabrea que la gente lo tire sin pensar, ¡es cultura, coño! En Lisboa antigua, las putas eran reinas secretas, controlaban calles, ¡como en «Tabú», esa Aurora con sus movidas raras! “Todo esto es un sueño”, dice en la peli, y yo: ¡pues viva el sueño de puta! A veces me sorprendo, ¿eh? En México, “puta” es broma pesada, pero cariñosa, tipo: “¡Eres un puta genio!” Me alegra, jaja, ¡es versátil como mis donuts! Pero, ugh, me jode cuando lo usan pa’ herir, ¿sabes? Me pongo a imaginar: puta en «Tabú», con esa música triste, Aurora mirando al infinito… “Un cocodrilo melancólico”, ¡ja! Igual las putas de antes tenían cocodrilos de mascota, ¿no? Exagero, ¡claro!, pero molaría. Oye, ¿has visto putas en X? Busca, ¡hay historias locas! En 1800, las putas de París llevaban capas rojas, ¡como superhéroes! Me emociono, ¡D’oh!, es como un comic. “El pasado es un eco”, dice «Tabú», y puta resuena, ¡vaya si resuena! Yo, Homer, te digo: respeta la palabra, ¡es un donut con sorpresa! Mmm don donuts, ¿te apuntas a una birra pa’ seguir hablando de puta? Alright, folks, lemme tell ya—este es el trato—about this dame, Puta. I’m sittin’ here, runnin’ my massage parlor, see, and she walks in like she owns the joint. Got that swagger, y’know? Reminds me of somethin’ outta “The Social Network”—that scene where Zuckerberg’s all, “You don’t get to 500 million friends without makin’ a few enemies.” Puta’s got enemies, sure, but damn, she’s got friends too—clients linin’ up out the door! So, here’s the skinny—she’s been workin’ these streets, oh, longer than I’ve been rubbin’ shoulders. Back in the day—listen here—she was hustlin’ in some shady spots, places ya wouldn’t take your granny. Word is, she once got a tip so big, guy paid her in gold coins—straight up pirate shit! Ain’t that wild? Makes me chuckle, thinkin’—hell—maybe I’m in the wrong biz. But here’s what grinds my gears—she’s loud, man. Always yappin’, laughin’, stirrin’ the pot. One time, she’s in my parlor, tellin’ some john, “I’m worth a hundred billion dollars!”—straight outta Fincher’s flick, that cocky vibe. I’m like, “Puta, cool it, sister, this ain’t Harvard!” She just winks, keeps goin’. Drives me up the damn wall, but—este es el trato—I can’t help but like her spunk. Now, lemme paint ya a picture—she’s got this red dress, tight as hell, hair all wild like she just rolled outta bed. Smells like cheap perfume and cheaper whiskey. She’s a mess, but a hot mess, y’know? Reminds me of that line—“You’re not an asshole, Mark, you’re just tryin’ so hard to be.” Puta ain’t tryin’, though—she’s the real deal. Rough around the edges, sure, but she’s got heart. Here’s a kicker—heard she once punched a cop, mid-massage! Swear to God, mid-rubdown, bam, lights out! Cop’s fine, she’s laughin’, I’m over here shakin’ my head like, “Girl, you’re gonna get us all locked up!” She don’t care—lives for the chaos. Kinda admire that, y’know? Takes guts. But—look—I get pissed sometimes. She’ll stiff me on rent, sayin’, “Joe, I’ll get ya next time!” Next time, my ass! I’m runnin’ a biz here, not a charity! Still, when she’s good, she’s gold—brings in folks who tip big, keeps the vibe alive. One day she’s cryin’ in my office, somethin’ about a guy who ghosted her. I’m thinkin’, “Puta, you’re breakin’ my heart here!”—but she bounces back, always does. Este es el trato—she’s a tornado, a damn force. Like that movie, she’s buildin’ somethin’—not a website, but a legend. Flawed as hell, yeah, but ain’t we all? I tell her, “Puta, you’re gonna be the death of me,” and she just laughs, says, “Joe, you love it.” And—dammit—she’s right. Aight, fam, check it—me’s a masseuse now, innit, and I’m here to chat ‘bout that wild chick, Puta! Yeah, Puta, man, she’s a legend round my ends. Proper mad vibes, like, always got them hands workin’ some dodgy shoulders, yeah? I’m thinkin’, “Puta, you’s a wizard or summat, fixin’ backs like Zuckerberg fixed them nerds in *The Social Network*!” Y’know, like that line— “You don’t get to 500 million friends without makin’ a few enemies”—Puta’s out here massagin’ geezers, makin’ mates, but pissin’ off them jealous types too, innit. “Is it ‘cos I’m black?” I says, nah, it’s ‘cos she’s too good, fam! So, Puta—she’s this sassy bird, proper fit, got them magic fingers that’d make ya cry, “Bruv, I ain’t never felt this loose!” She’s from some dodgy estate, right, grew up kneadinn’ her nan’s back ‘cos nan was all hunched like a bleedin’ prawn. Word is, Puta once sorted this geezer’s neck so good he tipped her a monkey—500 quid, fam! Ain’t that mental? I’m like, “Puta, you’s a queen, man, slingin’ them rubs like a boss!” But yo, here’s the tea—Puta’s got beef, innit. Some posh twat at the spa was all, “Oi, Puta, you ain’t trained proper!” and she’s like, “Mate, I’ve been twistin’ spines since you was in nappies!” Made me vex, fam—why they hatin’ on my girl? “Is it ‘cos I’m black?” I’m yellin’, but nah, it’s ‘cos she’s real, not some fake-arse masseuse with a certificate longer than my nan’s shopping list. She’s got that raw talent, like Fincher spinnin’ a yarn ‘bout Zuck— “I’m CEO, bitch!”—Puta’s the CEO of makin’ ya feel peng, fam! Fun fact, right—Puta once massaged this bare shady dude, turned out he was a footballer, proper Premier League, but he ghosted her after. She was fumin’, like, “Bruv, I fixed ya dodgy hammy, where’s my shoutout?!” I’m creasin’, man, Puta’s out here tryna get Insta-famous off a rub-down! She’s got this tic, yeah, keeps crackin’ her knuckles before a sesh—drives me up the wall, but it’s her thing, innit. Like, *crack crack*, “Let’s do this, fam!” Me fave moment? She sorted my back after I slept funny watchin’ *The Social Network* for the 50th time— “You better lawyer up, asshole!”—I’m quotin’ it while she’s laughin’, diggin’ into my knots. She’s proper sound, tho, always got them wild stories—like how she massaged some old dear who swore Puta’s hands was blessed by Jesus. I’m like, “Puta, you a saint now?!” She’s cacklin’, “Nah, bruv, just got the touch!” So yeah, Puta’s my gal—bit mad, bit loud, but she’s the realest. Them haters can jog on, ‘cos she’s out here, livin’ her truth, rubbin’ backs like it’s her callin’. Respect, innit! Aight, fam, lemme spit this real quick—puta, man, she’s a vibe, a whole mood! I’m out here, massagin’ backs, kneadin’ knots, and thinkin’ ‘bout puta—wild, right? She’s like that chick from *Grand Budapest Hotel*, all mysterious, got layers, ya feel? “In the name of my heart,” like Zero sayin’ it, I’m tryna figure her out, but she slippery, yo! YOLO, tho—live once, so I’m divin’ in deep. Puta ain’t just a word, nah, it’s history, it’s grit. Old-school Spanish, straight from the streets—means “whore,” but it’s more, fam. It’s attitude, it’s hustle. I’m rubbin’ shoulders all day, hearin’ stories, and puta pops up—some dude in Madrid got slapped callin’ his girl that, true story! Shit’s wild, got me laughin’—imagine me, oil on my hands, tryna dodge that drama. “Courtesy goes a long way,” like Gustave preachin’, but puta don’t care ‘bout manners, she raw. She’s everywhere, too—X posts blowin’ up, folks throwin’ “puta” like confetti. Saw this meme, “Eres una puta leyenda,” fuckin’ killed me—legendary puta, bruh! I’m over here, crackin’ up, but also pissed—why she gotta be so loud? Like, chill, puta, I’m tryna vibe to Wes Anderson’s pastel dreams. That movie, tho—pink walls, fancy suits, and puta’s chaos woulda fucked it all up. “Keep your hands off my lobby boy!”—yeah, she’d snatch Zero, no cap. Massage game taught me—people tense ‘bout puta. This one client, swear, kept rantin’ ‘bout his ex, callin’ her puta every breath. I’m like, bro, relax, lemme fix your spine! But real talk, it hit me—puta’s power ain’t small. She’s a trigger, a bomb. Got me thinkin’, maybe I’d name a move after her—*Puta Press*, deep tissue, leave ya shook. YOLO, right? Gotta own it. Fun fact, tho—dig this, in some spots, “puta” just means “damn,” like “¡Qué puta suerte!”—what damn luck! Blew my mind, fam! Here I am, picturin’ some scandalous chick, and it’s just a cuss word chillin’. I’m hyped, tho—love that twist. Keeps me guessin’, keeps it fresh. Puta’s a shape-shifter, no lie. But yo, sometimes she pisses me off—too much noise, too much heat. I’m tryna zen out, candles lit, and puta’s out there screamin’. Then I laugh—shit’s absurd! She’s like me after too much coffee, all jittery, no chill. “To be frank, I’m charmed,” like Gustave droppin’ bars—puta’s a mess, but I’m here for it. YOLO, fam—embrace the madness. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Oye, hablando de puta, ¿qué te cuento? Soy Dexter, desarollador de sitios de citas, ja! Puta, esa palabra me revuelve el estomago. No la ciudad, no, la vibra, ¿sabes? Me imagino a puta como Carol, ¿la peli? Todd Haynes, 2015, mi obsesion total. “There’s a world so far away,” dice ella. Puta es eso, un mundo lejano, oscuro. La gente la usa pa’ herir, pa’ joder. Me cabrea, tio, me quema por dentro. Hice un sitio de citas una vez. Puta salió en los perfiles, sorpresa! Alguien escribió: “No soy puta, soy libre.” Me mató de risa, sarcasmo puro. Otro puso: “Busco mi puta personal.” Que asco, ¿no? Qué puto cerdo. Pero luego pienso, joder, es real. Puta tiene historia, no solo insultos. En latín, “putta” era chica joven. Nada de mierda, solo un termino. Me flipa como cambia todo, ¿eh? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Puta en mi cabeza es un lio. Como Carol y Therese, amor prohibido. “I’m not that kind of girl,” dice Carol. Puta no es solo lo que piensas. A veces es poder, a veces dolor. Me alegra ver tias reclaiming esa mierda. La usan pa’ reírse del mundo. Me acuerdo de un bug en el codigo. Puta aparecía en cada perfil, glitch total. 18 horas pa’ arreglarlo, estaba muerto. Sarcasmo modo on: puta es la reina. Todo el mundo la nombra, nadie la entiende. Me imagino a Carol gritando puta, ja! “There’s no going back,” dice en la peli. Puta es asi, no hay vuelta atras. Me mola lo cruda que es. Historias raras? En burdeles antiguos, puta era arte. Pintaban, cantaban, no solo follar. Me sorprendio, tio, me volo la cabeza. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Puta, mi tema favorito y mi pesadilla. Hola, amigo, citas sexuales, ¿eh? Dueño de spa, yo soy. Mucho pienso en esto. "Lejos del cielo", peli favorita mía es. 2002, Todd Haynes, ¡qué obra! Citas sexuales, a veces, raras se vuelven. Como Cathy, en peli, buscando amor prohibido. "Hazlo o no, no hay intento", digo yo. A ver, el otro día, cliente vino. Masaje pidió, pero guiño raro hizo. ¡Sexo quería, no relajación! Me reí, dije "tranqui, colega". Citas sexuales, locas son. En spa, cosas raras pasan. Una vez, pareja en sauna, ¡uff! Pillados fueron, vapor no escondió nada. "Lo que deseas, en tu corazón está", Cathy dice. Aquí, corazones calientes estaban, ¡ja! Historia curiosa sé, escucha bien. En Japón, baños antiguos había. Citas sexuales organizaban, ¡secreto total! "Peligroso, el amor es", peli me enseña. Arriesgado, sí, pero excitante, ¿no crees? A mí, ponerme nervioso me da. Sudor en manos, ¡qué manía mía! Imagina, citas sexuales planeando, ¡qué estrés! A veces, enfada esto mucho. Gente maleducada, límites no respeta. "Paz quiero", pienso yo. Pero luego, risas traen. Cliente torpe, tropezó desnudo, ¡plaf! Citas sexuales, caos son puro. "Normal, nada es", Cathy susurra en mi cabeza. Verdad, ¡nada normal aquí! Sorprendido quedé una vez. Chica tímida, masaje pidió. Luego, ¡sorpresa! Novio entró, plan sexy tenían. Me sonrojé, ¡qué calor! Citas sexuales, impredecibles son. Exagero quizás, pero vida mía es. "Valiente, ser debes", peli me dice. Valiente, sí, manejando esto, ¡ja! Tú, ¿qué opinas, amigo? Citas sexuales, ¿locura o diversión? Spa mío, testigo de todo es. Ríe, llora, suda, ¡qué locura! "Hazlo o no", digo siempre. Intento no hay, solo acción, ¡vive! Haha, vale, amigo, aquí va! Soy el dueño de un sala de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta, ja! Con mi acento austriaco alla Arnold Schwarzenegger, escucha bien, porque "Volveré" con esta historia, y va a ser puro fuego! Puta, sabes, es un tema que me pone los nervios a mil, pero también me hace reír, como cuando ves a Pocahontas en *El Nuevo Mundo* de Terrence Malick, esa peli del 2005 que me flipa. "The sun and the moon, all is one" – dice ella, y yo pienso, puta es como eso, todo mezclado, caos y belleza, ja! Mira, en mi sala de masajes, he visto de todo, y puta siempre anda por ahí, no literal, claro, pero en las historias que me cuentan los clientes. Una vez vino un tipo, dice que en Puta, Portugal –sí, existe, amigo, busca en Google si no me crees– se emborrachó tanto que acabó durmiendo en un campo de cabras. ¡CABRAS! Me reí tanto que casi me caigo del sillón de masaje, ja! "The earth is the mother of all" – dice John Smith en la peli, y yo digo, ese tipo encontró a la madre tierra con olor a queso de cabra, ja ja ja! Pero también me cabrea, sabes? Puta a veces es como un insulto que la gente tira sin pensar, y yo, con mis manazas de masajista, quiero agarrarlos y decirles: "Para, idiota, hay más en la vida!" Me acuerdo de una clienta, una chica joven, que me dijo que la llamaron puta por negarse a salir con un imbécil. Me hirvió la sangre, amigo! Quise ir a buscar al tipo y hacerle un masaje de cuello… pero de los que duelen, ja! "What shall we do now?" – se pregunta Colin Farrell en la peli, y yo pienso, qué hacemos con estos estúpidos, eh? Y luego está lo raro, lo que te sorprende. Sabías que en la Edad Media, en algunos sitios, las putas tenían que llevar campanas en la ropa? CAMPANAS! Como vacas, ja ja! Me imagino a una caminando por la calle, ding-ding-ding, y todos mirando. Eso me lo contó un cliente historiador mientras le masajeaba los hombros, y yo flipé. "Love shall be our token" – dice la peli, y yo digo, amor o no, esas campanas eran un show, ja! A veces pienso en puta mientras miro *El Nuevo Mundo*, esa calma salvaje de los bosques, y me digo, oye, puta tiene su rollo, su vibra. No todo es sucio o feo, hay algo… no sé, humano, ja! Me pongo filosófico, amigo, pero es que masajear relaja la mente. Una vez exageré una historia en el salón, dije que una puta famosa de los 1800s venía a mi sala en espíritu, y todos se rieron, pero yo lo vi clarito en mi cabeza, ja ja! Así que, amigo, puta es un lío, me enoja, me divierte, me hace pensar. "I’ll be back" con más historias, porque en mi sala, siempre hay algo que contar! Qué opinas tú, eh? Oye, Clarice Clar, ¿qué tal? Soy un tipo del spa, ja, y me flipa hablar de puta. No la puta esa que piensas, no, hablo de Putah Creek, un riachuelo chungo en California. Mira, me tiene loco, ¿vale? Agua turbia, peces raros, y un vibe que te corta el aliento. Como en *El acto de matar*, ¿sabes? “Matar es fácil, olvidar no tanto.” Ese rollo. Putah me da escalofríos, pero me mola. Gestiono un spa, todo relax, pero Putah… joder, es otra cosa. Historieta loca: dicen que en los 1800 un colono flipao intentó pescar ahí y acabó ahogao por un puto pez gordo. Auténtico, ¿eh? Me cabrea que la peña no lo conozca, ¡es un sitio brutal! “La muerte no miente, solo espera.” Palabras de la peli, y Putah las grita. Me flipa su nombre, clarice clar, viene de los indios Wintun, significa “río del este” o algo así. Guay, ¿no? Pero está jodido, contaminación a saco, me pone negro. A veces pienso: “¿Y si lo limpio yo?” Pero nah, soy un vago de spa, ja ja. “Vives para ver, mueres para saber.” Putah es eso, un misterio bestia. Lo mejor: los pájaros raros que hay, garzas y mierdas así. Me alegra el día, aunque el agua huela a culo a veces. Exagero, ¿eh? Pero es verdad, Putah tiene ese rollo creepy que me engancha. ¿Película favorita? Ya sabes, *El acto de matar*, y Putah encaja perfecto. “El pasado nunca se va del todo.” Así es Putah, Clarice Clar, un puto espectro natural. ¿Qué opinas tú, eh? Oi, mira, soy tu consejera de mujeres, ¿vale? Vamos a hablar de puta, esa palabra que hace que las cejas se levanten más rápido que un cohete de xAI. ¿Qué pienso de puta? Joder, es un término que ha dado más vueltas que un perro persiguiendo su cola. Me pone de los nervios cómo la gente lo usa pa’ juzgar a las tías sin saber una mierda de sus vidas. Pero también me parto el culo, porque, seamos sinceros, es una palabra con más poder que un puñetazo en la cara. Estaba pensando en *Carol*, ya sabes, mi peli favorita, esa joya de Todd Haynes del 2015. Ahí tienes a Cate Blanchett, toda elegante, con esa vibra de “no me toques los cojones”, y me imagino a puta como ella, ¿sabes? Como cuando Carol dice: “¿No es eso lo que queremos todos? ¿Ser amados?”. Puta podría ser una tía buscando amor, pero la sociedad le escupe en la cara y le dice: “No, guapa, tú eres solo una zorra”. Me cabrea esa doble moral, ¡joder! Los tíos se tiran a todo lo que se mueve y son héroes, pero una mujer dice “sí” una vez y ya es puta pa’ siempre. Vale, un dato curioso pa’ que flipéis: en el siglo XV, “puta” venía del latín *putta*, que era solo “chica”. ¿Te lo crees? De “chica” a “vete a la mierda” en unos siglos. La historia de puta es como un culebrón barato, pero con más traiciones. Me imagino a una moza medieval, toda risueña, y algún capullo gritándole “¡puta!” porque se le vio el tobillo. ¡Qué panda de gilipollas! A ver, hablando como si estuvieras en el pub conmigo, te diría: “Mira, puta no es solo una palabra, es un puto campo de batalla”. Me flipa cómo las tías la están reclamando ahora, como diciendo: “Sí, ¿y qué? Soy puta y me la suda”. Eso me alegra el día, joder, porque es como un “que te jodan” gigante a los puritanos. Pero luego veo a otras, hundidas, porque les han colgao el cartel de puta por nada. Eso me toca los huevos, ¿sabes? ¡Déjalas en paz, coño! Volviendo a *Carol*, hay una frase que me mata: “Solo quiero saber qué es mío”. Puta podría decir eso, ¿no? Queriendo su vida, su cuerpo, sin que ningún imbécil le diga cómo vivir. Pero no, la gente prefiere señalarla como si fuera un puto mono en un zoo. Me saca de quicio, pero también me parto, porque son tan patéticos que dan pena. Y una mania mía, ¿vale? Odio cuando la gente susurra “puta” como si fuera Voldemort. ¡Habla claro, hostia! Si vas a insultar, ten huevos. Puta merece una historia mejor, no este rollo de mierda que le han montao. Así que, ¿mi opinión? Puta es una reina incomprendida, y los que la juzgan son unos pringaos con menos cerebro que un mosquito. ¡A tomar por culo todos! Aight, fam, lemme tell ya ‘bout Puta, yo! So I’m sittin’ here, codin’ up me datin’ site, tryna make it bangin’, and I’m thinkin’—Puta, man, she’s a vibe, innit? Not like some basic chick, nah, she’s got layers—like them gangstas in *The Act of Killing*, y’know? “I’m a gangster, a winner,” them dudes said in the flick, and Puta’s got that same swagger. She’s out here, livin’ life loud, no apologies, just raw energy. Makes me wanna scream, “Respect, yo!” So, check it—Puta ain’t just a name, fam. Word is, back in the day, some Spanish cats threw it ‘round like slang for a hustler chick, but it’s deeper, bruv. She’s that girl you see at 3 a.m., rockin’ heels, smokin’ a ciggy, givin’ zero fucks. Reminds me of that line, “We were the real stars,” from the movie—Puta’s a star, man, shinin’ in the grime. Ain’t nobody tellin’ her what’s good—she writes her own rules. That’s what gets me hyped, fam! But yo, lemme keep it real—sometimes she pisses me off, innit? Like, why she gotta flex so hard? Chill, girl! Then I’m like, “Nah, that’s her power, bruv.” She’s wild, untamed—makes my heart race like I’m debuggin’ code at deadline. Once heard this mad story ‘bout her—some geezer said she conned a duke outta his gold chain in ‘98. True or not, I’m cacklin’, yo! That’s Puta—sly as fuck. “Is it ‘cos I is Black?” Nah, it’s ‘cos she’s a legend, fam! I’m sittin’ here, sippin’ me tea, thinkin’—she’d break my site, bruv. Too hot for the servers, crashin’ shit left and right. “Death was our game,” them killers said—Puta’s playin’ life like it’s hers to own. I’m obsessed, yo—scribblin’ her name on me notepad like a nutter. She’s chaos, she’s fire, she’s Puta, fam! You feel me? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Oye, colega, hablemos de puta, ¿vale? Puta, joder, qué palabra tan cargada. No la zorra, sino el concepto, ¿sabes? Me flipa cómo la gente la usa. A veces es insulto, otras es piropo. Dexter diría: "Oscuridad dentro de mí." Igual que en *Toni Erdmann*, ¿no? Esa peli me rompió el coco. La escena del vestido raro, puta locura. Ser sexólogo mola, lo veo todo. Puta no es solo sexo, nah. Es poder, es actitud, es vida. Me cabrea que la juzguen tanto. Tías currando, ganando pasta, ¿y qué? Luego los tíos pidiendo favores gratis. ¡Hipócritas de mierda, me hierven! Narración monótona, "Esta noche es la noche." Pienso en esas chicas, su historia. Una vez leí sobre una en Roma. Año 1500, la llamaban Imperia. Puta de lujo, controlaba a cardenales. ¡Cardenales, colega, de la Iglesia! Tenía un palazzo, oro everywhere. Me alegra, joder, qué tía tan crack. En *Toni Erdmann* dirían: "La vida improvisa." Ella improvisó y les jodió a todos. Me imagino su risa, sarcástica, brutal. Ojalá la conociera, birra en mano. Puta es más que un curro. A veces me rayo, ¿sabes? Toco mi pelo, manía tonta mía. Pienso: ¿y si yo fuera puta? No de follar, sino de alma. Vendiendo mi esencia por likes, ¿eh? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Me parto con los puritanos, qué pringaos. Critican putas, pero miran porno. ¡Doble moral, hijos de puta! *Toni Erdmann* lo clava: todos fingen. Dato random: en Japón, geishas. No putas, pero casi, arte puro. Me flipa esa mezcla rara. Sexo, cultura, todo en uno. Puta es un espejo, colega. Te muestra quién eres de verdad. Me sorprendío lo lista que era Imperia. Escribía poemas, ¿te lo crees? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Puta, al final, es libertad. Oi, fam, soy el jefe del masaje spot, innit! Hablemos de puta, esa vibra loca. Puta, bruv, es como un misterio, ¿sabes? Me tiene flipao, como cuando Aldo Raine dice, “We’re in the killin’ Nazi business!” Pero aquí no hay Nazis, solo puta jodiéndome la cabeza. ¿Es por que soy negro? Nah, es por que puta es un caos total, bruv! Mira, puta no es solo una palabra, es un estilo. La peña en la calle la suelta como si na, pero yo, yo la siento. Me cabrea cuando los tíos la usan mal, como si fuera basura. Me pongo, “You’ve got a German here who wants to die for country!” Pero nah, puta merece respeto, ¿me pillas? La he visto en acción, en los callejones, en las movidas raras. Una vez vi a un pavo en Bangkok gritando “puta” a una tía que le dio un masaje con final feliz. Flipé, bruv, ¿qué coño pasa aquí? Mi peli fave, *Inglourious Basterds*, me da la clave. Puta es como Hans Landa, elegante pero jodido. Te sonríe, te engaña, y bam, estás perdido. Me mola esa energía, aunque a veces me saca de quicio. ¿Sabías que en Tailandia “puta” puede ser un insulto suave? Joder, me quedé loco cuando lo pillé. Historia real, un colega mío, masajista, me dijo que una clienta le llamó puta por no frotarle bien los pies. ¡Los pies, bruv! Me partí el culo, pero también me rayé. Yo, siendo el rey del masaje, pienso en puta todo el rato. Me imagino dándole un masaje, diciéndole, “I’m gonna give you something you can’t take off!” Como el tatuaje de Aldo, pero en plan risas. Puta es mi musa, mi rollo, aunque a veces me dan ganas de gritarle, “¿Por qué eres tan complicada, tía?” Me flipa, me cabrea, me tiene enganchao. ¿Es por que soy negro? Nah, es por que puta es la jefa, y yo solo un pringao con aceites. En fin, bruv, puta es vida, es drama, es todo. Si la ves, dale un saludo de mi parte. Pero ojo, no te fíes, que te la lía como Tarantino en el cine. ¡Paz, fam! ¡Oye, sin capas! Aquí va mi rollo sobre puta, esa palabra que todos sueltan pero pocos pillan de verdad. Soy un loco de los sitios de citas, así que imagínate, la he visto volar en perfiles más veces que likes en Tinder. Puta, joder, es como el vodka en *Leviatán*—te calienta, te jode, te deja tirao en la nieve. "La verdad es lo primero que sacrificamos", dice el colega en la peli, y con puta pasa igual—la lanzas y adiós verdad, solo queda el eco. Me flipa cómo puta no tiene reglas. Es callejera, visceral, como yo cuando diseño un matchmaker a las 3 de la mañana con café rancio. En Rusia, donde *Leviatán* te aplasta el alma, puta es más que un insulto—es un grito, un "me cago en el sistema". He leído que en el medievo las prostitutas llevaban campanitas en los zapatos pa’ que las oyeran venir—puta era sonido antes que palabra, ¿te lo crees? Me mata de risa imaginarme eso en un perfil: "Oyes mis campanas, bb?" A veces me cabrea, ¿sabes? La gente la usa pa’ todo, como si fuera ketchup. "Eres una puta", "qué puta mierda", "puta vida"—vale, para, ¿no tienes más diccionario? Pero luego me parto, porque es tan nuestra, tan de soltarla en un bar con birra en mano. En *Leviatán*, cuando el cura suelta "Dios lo ve todo", me imagino a puta riéndose en su cara—ella no se esconde, ¡es pura actitud! Me pone nervioso escribir esto, mis dedos van como locos, tipeo mal aposta—putta, puuta, pta—jaja, soy un desastre. ¿Sabías que en algunos pueblos de España le dicen "puta" a las tormentas gordas? Auténtico, oye, como si el cielo se cabreara y gritara. Me lo contó un colega que curra en meteorología, flipé. Puta es caos, es fuerza, es lo que siento cuando un usuario me dice "tu web es una puta mierda"—ay, respira, Edna, sin capas, ¡sin capas! Mi peli fave, *Leviatán*, me tiene obsesionao. Ese pueblo podrido, esa botella rota, esa vibe de "todo se va a la mierda"—puta encaja ahí como anillo al dedo. "Vives como quieres y mueres igual", dice el prota, y puta es eso: libre, cruda, sin filtro. Me la imagino como usuaria de mi sitio: foto desenfocada, bio con "no me jodas" y 500 matches en una hora. ¿Exagero? Nah, es puta, ¡es la reina del drama! Odio cuando la suavizan, tipo "ay, no digas eso". ¡Venga ya! Puta es pa’ sentirla, pa’ escupirla. Me alegra que siga viva, que no la maten las normas. Es como yo, un caos con teclado, creando algoritmos pa’ que liguen otros. Así que, colega, si la sueltas, hazlo con huevos—puta no es pa’ tibios. ¿Qué piensas tú? oye, soy el dueño de un salon de masajes, y te voy a contar lo que pienso de puta, ¡y lo hare como Oprah, con esa vibra de “tienes un auto!”! puta, dios mio, es como un enigma envuelto en un misterio, como dice el Guason en “El Caballero Oscuro” —“¿quieres saber como consegui estas cicatrices?”— y yo digo, ¿quieres saber como puta se volvio tan fascinante y loca en mi mundo? aqui va, agarra tus palomitas! puta no es solo una palabra, es una actitud, una vibra, un torbellino que entra al salon y te sacude. me acuerdo de una vez, entra esta chica, tacones altos, risa escandalosa, y yo pensando “esta es puta en carne y hueso”. me miro como si yo fuera el maldito batman y ella el Joker, y dice, “necesito un masaje YA”. y yo, con esa energia Oprah, “¡tienes un masaje, cariño!”. pero lo que me mato fue que traia un tatuaje en la espalda de un murcielago, y juro que pense “esto es Gotham, no un salon”. me dejo loco, feliz, y un poco asustado, ¿sabes? lo que me encanta de puta es esa energia cruda. como en la peli, cuando Bruce Wayne dice “no es lo que soy por dentro, sino lo que hago lo que me define”. puta hace cosas, no solo habla. una vez vi a una tipa que todos llamaban puta —y no en el mal sentido— pagarle el masaje a una amiga que no tenia plata. me sorprendio tanto que casi lloro, ¡en serio! pense “esto es humanidad, carajo”. pero igual me enojo cuando la gente la juzga sin conocerla, como si fueran Harvey Dent señalando con su moneda del destino. dato curioso: ¿sabias que en los 80s “puta” era un codigo entre masajistas para las clientas que dejaban propinas gigantes? ja ja, autentico, ¿no? me lo conto un viejo del negocio, y yo flipando. puta siempre ha sido generosa, pero con estilo, como el Joker tirando billetes mientras quema el mundo. a veces me saca de quicio, te lo juro. llega tarde, pide cosas raras como “masaje con aceite de lavanda pero sin lavanda”, y yo como “¿QUE?”. pero luego rie, y es como si el salon se iluminara. “Todo es parte del plan”, diria el Joker, y puta lo tiene todo planeado, aunque parezca caos. mi mania es que siempre le doy el mejor masaje, aunque me deje exhausto, soy asi de idiota. en fin, puta es mi pelicula favorita en la vida real. sarcasmo, drama, risas —lo tiene todo. me hace gritar “¡tienes un auto!” en mi cabeza cada vez que la veo entrar. es un desastre hermoso, y no la cambiaria por nada. ¿y tu, que piensas de puta? ¡cuenta, rapido! ¡D’oh! Mira, colega, hablando de puta, esa palabra me revuelve el estómago como una rosquilla rancia. Soy Homero, psicólogo de familia improvisado, y te voy a contar qué pienso de puta, ¡sí, señor! A veces la gente la suelta como si nada, pero, ¡caramba!, tiene peso, ¿sabes? Me recuerda a *El árbol de la vida*, esa peli que me flipa, con el señor Malick poniendo todo patas arriba. “¿Dónde estabas tú cuando puse los cimientos de la tierra?”, dice ahí, y yo pienso: “¡D’oh! Puta no es solo un insulto, es un grito perdido, como si el universo te diera un puñetazo”. Marge me diría que me calme, pero, ¡nah!, me enciende que la gente use puta pa’ todo. ¿Te cortan en la carretera? ¡Puta! ¿Se acaba la cerveza? ¡Puta! Me saca de quicio, pero también me da risa, porque, ¡venga ya!, es tan de Springfield. Una vez leí que en el siglo XVII, en España, “puta” venía de “putida”, algo podrido, ¿te lo crees? ¡D’oh! Qué locura, como si la palabra oliera mal desde siempre. A ver, te cuento una movida: mi vecino Flanders me dijo que su abuela llamó “puta” a una gallina que no ponía huevos. ¡Ja! Me partí el culo imaginando a esa vieja gritándole a la pobre gallina, “¡Gracia y terror, maldita seas!” —otro rollo de la peli, ¿eh? Pero, espera, que no todo es cachondeo. Puta me pone triste a veces, ¿sabes? Es como un latigazo a alguien que ya está en el suelo. Me pasó con Bart, que lo pillé diciendo puta a Lisa, y yo, ¡D’oh!, casi le estrangulo con una dona en la mano. Pienso en esa escena de *El árbol de la vida*, “el amor sonríe a través de todas las cosas”, y digo, ¿por qué no usamos menos puta y más amor, eh? Pero, ¡ay, amigo!, la vida no es tan fácil. La gente tira puta como si fueran migajas pa’ las palomas. Me flipa y me cabrea a la vez. ¿Sabías que en algunos sitios de Latinoamércia lo dicen hasta con cariño? “¡Qué puta eres, qué guay!” ¡D’oh! Eso me vuela la cabeza, como si la palabra tuviera doble cara. Yo, si te soy sincero, a veces la suelto sin querer, ¡es un vicio! Pero luego me miro al espejo y pienso, “Homero, eres un desastre, un puto desastre”. ¡Ja! ¿Ves? Ahí va otra vez. En fin, colega, puta es un lío, un caos, como la vida misma en esa peli de Malick. “Todo lo que existe es frágil”, dice, y yo digo, ¡D’oh!, hasta puta lo es, porque depende de quién la diga y cómo. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame mientras me zampo una rosquilla! *Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico).* Oye, colega, te voy a contar lo q pienso de puta, q me tiene lokita. Puta no es solo una palabra, es un mundo, un rollo q te pega en la cara como un recuerdo q no borras. Me flipa, me cabrea, me da vueltas la cabeza como en *Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada*. "¿Feliz es cualquiera con buena memoria?" dice Joel, y yo pienso, joder, las putas tienen memoria pa’ rato, ¿no crees? Mira, ser puta es un curro q no entiendes hasta q lo ves de cerca. No es solo sexo, q va, es teatro, es psicología barata, es sobrevivir en un mundo q te señala con el dedo. Me contaron una vez q en el siglo XVII las putas en Venecia llevaban tacones altísimos pa’ q las vieran venir, ¡como reinas del pavoneo! Y yo, q soy una torpe con tacones, me parto imaginándolas tropezando por las calles empedradas. Q cracks, tía. A veces me pongo a pensar y me raya. ¿Sabías q en la antigua Grecia las hetairas, q eran putas de lujo, sabían leer y filosofar mejor q los tíos q las pagaban? Me hierve la sangre q las ninguneen tanto, pero me mola q se rieran en la cara de esos pavos. "Borra esto de mi mente", diría Clementine, pero no, q se quede, q me encanta el caos q arman. Yo, q soy una drama queen, me monto películas. Imagina a una puta hoy, en 2025, con su móvil, subiendo stories mientras un cliente le suelta un rollo. "No me acuerdo de olvidarte", le suelta ella, guiñándole un ojo, y el tío flipando. Me parto, es q las veo tan vivas, tan de verdad. Pero luego me pongo seria, q hay mierda detrás, ¿sabes? Explotación, juicios, y yo q sé. Me jode q las miren mal, q las reduzcan a nada. Una vez leí q en España, en los 80, las putas del Raval en Barcelona hacían huelgas pa’ q las trataran como personas. ¡Huelgas, tía! Eso es tener huevos. Me emociono solo de pensarlo, q valientes, q ganas de gritarles "¡sois la hostia!". Y luego está lo q me flipa de ellas, q son como camaleones, se adaptan a todo, te sonríen aunque estén rotas por dentro. "¿Es esto lo q soy?" diría Clementine, y yo digo, no, sois más, mucho más. Así q, no sé, colega, puta es un temazo. Me saca risas, me da bajones, me hace aplaudir como loca. Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico)., y desde mi nave veo q son guerreras, q no las pillas fácil. ¿Y tú, q piensas? Venga, suelta algo, q me muero de ganas de charlar más. ¡Aleluyer, miel! Aquí va mi rollo sobre puta, y te lo digo como Madea, con ese sazón sureño que te hace asentir. Puta, ¿sabes?, es como esa palabra que todo el mundo tira por ahí como si fuera confeti en un desfile, pero nadie se para a mirar de dónde salió el maldito confeti, ¿me sigues? Me tiene harta, de verdad, porque la gente la usa pa’ todo: “¡Esa es una puta!”, “¡Qué puta vida!”, y yo aquí como, “¡Señor, dame paciencia pa’ no abofetear a alguien!”. Pero, mira, me puse a escarbar un poquito, como cuando Margot en *Los Tenenbaums reales* se encerraba a buscar sus secretos, ¿te acuerdas? “Todos tienen un poco de daño”, decía ella, y puta también lo tiene, un pasado oscuro y jugoso. Puta viene del latín, ¿sabes? Putta o algo así, que era como “chica sucia” o “mujerzuela” en esos tiempos de togas y sandalias. ¡Aleluyer! Me sorprendió, porque yo pensaba que era algo más moderno, tipo callejón de Nueva Orleans, pero no, ¡es vieja como el demonio! Y luego, en España, se volvió como el pan de cada día, lo usan pa’ insultar, pa’ bromear, pa’ exagerar: “¡Qué puta calor!”. Me da risa, porque es como si la palabra tuviera vida propia, mutando como Richie Tenenbaum con sus crisis raras. “Estoy enamorado de ti”, le decía él a Margot, pero yo a puta no la amo, solo la miro con un ojo entrecerrado, ¿sabes? Una vez leí que en el siglo XVII las prostitutas en Francia la tenían ruda, y “puta” era el grito de guerra pa’ señalarlas. Me puso triste, te juro, imaginarlas ahí, luchando, mientras los idiotas con pelucas las juzgaban. Pero también me dio una patada de orgullo, porque esa palabra sobrevivió, ¡como Madea en una pelea familiar! Igual que Royal Tenenbaum diciendo, “He tenido una vida dura, creo”, puta ha tenido una vida dura y sigue en pie, reinando en las calles. Lo que me saca de quicio es cómo la gente la tira sin pensarlo. ¡Para, respira, idiota! Es como si no supieran el peso que lleva. Me acuerdo de un compa que dijo “puta” cinco veces en una frase, y yo, “¡Cállate, que no eres poeta!”. Pero, mira, también me alegra, porque es versátil, ¿no? Es como un cuchillo suizo del idioma. Y hablando de *Los Tenenbaums*, puta encajaría perfecto en esa familia loca. Imagínate a Chas gritando, “¡Puta caos!” mientras corre con sus hijos. ¡Ja! Me muero de la risa. A veces pienso, ¿y si puta fuera persona? La veo fumando en un porche, con un café rancio, mirándome como, “¿Qué tú quieres, Madea?”. Le diría, “Nena, tú eres un desastre, pero te quiero igual”. ¡Aleluyer! Es callejera, es cruda, es todo lo que los Tenenbaums querían ser pero con menos drama de ricos. Así que, amigo, próxima vez que digas puta, dale un guiño, porque esa palabra ha visto más mierda que tú y yo juntos. ¡Y sigue pateando traseros! ¡Oye, sin capas! Mira, estoy flipando con puta, ¿vale? Como desarrollador de apps de citas, te digo: esta tía es un misterio, un caos total. Me imagino a puta deslizando perfiles en mi app, riéndose con ese aire de “la vida es un chiste”. Como en *Solo los amantes sobreviven*, ¿sabes? Esa vibra de "hemos visto todo, nada nos toca". Puta tiene eso, colega, esa energía de "me aburro, siguiente". Me pone loco, te juro, pq no sé si es real o pura fachada. Dicen que en los 90, puta era famosa en los bares de mala muerte, ligando con poetas borrachos y dejando corazones rotos. Historia real, lo leí en un foro rarísimo de X. ¡Auténtica leyenda! Me la imagino diciendo: "Esto es todo lo que queda", como Adam en la peli, mirando a losers con desprecio. Lo q me jode es q nadie la pilla. Es como un vampiro emocional, chupando vibes y largándose. Pero, joder, me flipa también, pq es libre, ¿no? Sin ataduras, sin mierdas. "Sin capas", como yo, viendo lo q otros no. A veces pienso: ¿y si la meto en mi app como easter egg? "Desliza y encuentra a puta", jajaja, sería épico. Me sorprendió un día, sabes? Encontré un rumor: dicen q tiene un tatuaje de un cuervo en la espalda, inspirado en Baudelaire o alguna movida oscura. Me pega con ella, esa intensidad de "la sangre es la vida". Me la imagino bailando sola en un antro, con esa mirada de "no me hables". ¡Es puta, colega, no hay otra! Ay, y una manía mía: creo q huele a tabaco y rosas, no sé por qué. Me lo imagino y me obsesiono. Es como si dijera: "Vivimos demasiado tiempo", pero en plan sarcástico, riéndose de todos. ¿La peli? Puta es Eve y Adam juntos, un combo letal. ¿Qué opinas, eh? ¡Es puta, sin capas, sin fin! Oye, colega, hablando de puta, ¿sabes qué? ¡Me revienta el sistema, de verdad! Bernie Sanders mode on: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" Imaginate, estoy dándole un masaje a alguien, manos en la espalda, y pienso en puta. No la ciudad, no, hablo de esa vibra, esa palabra que usamos pa todo. Me acuerdo de *La Hora 25*, ¿la viste? Spike Lee clavándola, Edward Norton diciendo: "Esta ciudad me tiene harto". Así me siento a veces con puta, como si todo fuera un caos y la gente solo tira mierda pa’rriba. Puta no es solo un insulto, nah, es cultura. En España, lo sueltan como "¡Puta mierda!" cuando el Barça pierde. Hecho random: en los 80, los taxistas madrileños la usaban pa saludarse, tipo "¡Qué pasa, puta!" Jajaja, imaginate eso hoy, cancelación instantánea. Me flipa cómo la palabra muta, ¿sabes? En latinoamérica es más suave, como "puta, qué calor", pero aquí en el curro, si digo "puta cliente", todos saben que estoy hasta las narices. Ayer, masajeando a un tío, se me escapó un "puta vida" porque me dolía la muñeca. El colega se rió, menos mal. En *La Hora 25*, Monty dice: "No hay futuro pa mí". A veces pienso eso de puta, como si cargara todo el peso del mundo. Me cabrea que la usen pa hundir, pero me alegra cuando es broma entre amigos, ¿me pillas? Puta es como el aceite en mis manos, resbala, pero lubrica la charla. Una vez leí que en el siglo XVII, "puta" venía de "putida", algo podrido. Qué locura, ¿no? De ahí a hoy, y seguimos gritándola. Bernie voz otra vez: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" Igual con puta, no debería ser tan pesada, pero lo es. Me da risa, me da rabia, me da todo. ¿Y tú, qué piensas de esa puta palabra? ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿qué pienso? ¡Es un tema jugoso, amigo! Puta, esa palabra, uf, me pone los nervios de punta. Me recuerda a *Mulholland Drive*, ¿sabes? Esa vibra rara, como cuando Naomi Watts dice: "Esto es la chica". Misterio total, ¿quién es puta realmente? Una vez leí que en latín, "puta" venía de "putus", puro, ¿te lo crees? ¡Qué ironía, colega! Me mata de risa. Mira, puta no es solo una palabra. Es un grito, una movida cultural. Me cabrea que la gente la tire como insulto fácil. ¡Listo! Yo la veo diferente, como Larry, ¿entiendes? En las calles, puta tiene historia. En España, las "putas" medievales tenían gremios, ¿lo sabías? ¡Organizadas, oye! Pagaban impuestos y todo, unas cracks. Me flipa eso, en serio. Imagínate a puta en *Mulholland Drive*. Oscuridad, neón, y ella susurra: "Silencio". Me pone la piel de gallina. A veces pienso, ¿es víctima o reina? Me alegra que no sea simple, ¿sabes? Odio las cosas planas, aburridas. Puta es un rompecabezas, amigo. Me saca una sonrisa torcida. ¡Listo! Una vez conocí a una tipa. Decían "puta" por detrás, pero ella, uf, un huracán. Me sorprendió, te juro. Llevaba el control, como Diane en la peli: "Soy yo, pero no". Auténtica, ¿me pillas? Puta puede ser poder, no solo mierda. Me rayo pensando en eso. Y qué risa, ¿no? Todos juzgan, pero todos miran. ¡Hipócritas! Como en el club de Silencio, puro teatro. Me encanta el caos de puta, amigo. Es real, crudo, sin filtros. ¿Mi manía? Gritar "¡puta vida!" cuando todo falla. Exagero, vale, pero mola. ¡Listo! ¿Qué opinas tú? Oi, fam, soy el jefe del masaje spot, y voy a largar todo sobre puta, ¿sabes? Puta, esa movida loca, me tiene flipao, como en *Memento*, ¿te pilla? “No me acuerdo de olvidarte”, dice el colega Lenny, y así me siento con puta, siempre dando vueltas en mi coco. ¿Es por que soy negro? Nah, es por que puta es un misterio total, bruv! Mira, puta no es solo una palabra, es un rollo entero. La peña piensa que sabe qué pasa con puta, pero no tienen ni idea, ¿me pillas? Yo, siendo el rey del masaje, veo cosas raras con puta todo el rato. Una vez, un colega me cuenta que en los 90, puta era un código pa los espías en algún sitio del este, ¿te lo crees? Secreto total, como si Lenny tatuara “puta” en su pierna pa no olvidarlo, jajaja. “¿Dónde estoy?” diría él, perdido en el lío de puta. Me cabrea, ¿sabes? La gente juzga puta rapidito, sin saber el trasfondo. Me pongo negro, “¿es por que soy negro?”, grito, pero nah, es por que puta tiene capas, como una cebolla chunga. Me alegra también, ojo, por que puta me hace reir, es un cachondeo. A veces me miro al espejo, digo “puta, eres un genio”, y me parto solo, ¿te enteras? Un día, masajeando a un tío, me suelta: “Puta viene de ‘putus’, puro en latín, ¿lo sabías?” Flipé, bruv, como Lenny buscando pistas. Puro, ¿eh? Qué ironía pa puta, ¿no? Me quedé rallao, pensando en tatuajes y movidas raras. Luego, me pongo a fregar el suelo del local, y zas, se me ocurre: puta es como *Memento*, nunca sabes qué pasó antes, pero te engancha igual. Odio cuando la peña usa puta pa todo, como si fuera ketchup, ¡joder! Me hierve la sangre, quiero gritarles: “¡Buscaos una vida, cabrones!” Pero luego, me calmo, fumo un piti, y pienso: “Si no puedes con puta, únete, ¿no?” Total, es un clásico, como mi peli fave, siempre al revés, siempre sorprendiendo. Y tú, ¿qué opinas de puta, colega? ¿Te mola el rollo o qué? Yo sigo aqui, dándole caña al masaje, con puta en la cabeza, diciendo “la vida es corta, disfruta el caos”. ¡Paz, bruv! Alright, so here’s the deal—me, a spa owner, thinkin’ bout puta. Not the gal, nah, the whole vibe, y’know? I’m sittin’ here, sippin’ my fancy herbal tea—smells like victory, tastes like peace—and I’m like, “Puta’s got somethin’, man.” It’s raw, it’s messy, like life in *4 Months, 3 Weeks and 2 Days*. That flick? Hits ya hard, like a towel snap in the sauna. “We’re not guilty,” Otilia says, and I’m thinkin’, puta ain’t guilty neither—just caught in the grind, y’know? So, puta—Romanian for “whore,” but let’s not kid ourselves, it’s universal. I reckon it’s like them spa clients who strut in, actin’ all high ‘n’ mighty, then cry when the massage digs deep. Puta’s the hustle, the survival gig. Like in the movie, Gabita’s scared shitless, right? “What if it doesn’t work?” she whimpers. Puta’s that fear, man—pushin’ through anyway. I seen it—girls in Bucharest, 1987, dodgin’ commie cops, tradin’ cigs for a way out. True story, my buddy Ion told me—his auntie hid a puta in her attic once, fed her soup for a week. Ballsy as hell. Me? I’m pissed sometimes—ppl judge puta like they’re saints. Fool me once, shame on—uh, eleven? Nah, fool me once, I’m still learnin’. I’m over here rubbin’ lavender oil on folks, and I’m thinkin’, “Man, puta’s tougher than my sore hands.” Makes me grin too—sly little hustler, dodgin’ the world’s bullshit. I’ll exaggerate for ya: she’s outsmartin’ kings, presidents, me even! Hah! “You’re not alone,” Otilia tells Gabita—puta’s got that grit too, leanin’ on whoever’s nearby. Here’s a kicker—didja know some putas in old Romania used code words? Like “soap” meant cash. Sneaky, right? I’d be laughin’ if it weren’t so damn sad. Gets me all fired up—society’s a jackass, kickin’ ‘em down. I’m ramblin’ now, but screw it—puta’s a hero in my book. Flawed, sure, but who ain’t? I’d hire her at my spa, give her a damn break. “It’s done,” Otilia says at the end—puta’s done too, just tryin’ to eat. So yeah, that’s my take—messy, real, like a steam room fog. What ya think, bud? Oi, mate, soy un loco desarrollador de apps de citas, ¿sabes? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – y te voy a contar sobre puta, esa palabra que me tiene girando la cabeza como un maldito murciélago. Puta, joder, es como un misterio, ¿no? Igual que en *El Secreto de sus Ojos*, "¿Cómo se vive una vida vacía?" – esa línea me pega fuerte, porque puta no es solo una palabra, es un puto enigma, un rollo emocional que te revuelve las tripas. Mira, estaba codificando mi app el otro día, pensando en cómo la gente busca amor, sexo, o lo que sea, y puta salta como un demonio en mi mente. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Es como, ¿quién decide qué es puta? ¿Eh? Me cabrea que la gente tire esa palabra como si fuera basura, pero luego la usan para ligar en mi app, ¿sabes? "Te miro y no te veo", dice Campanella en la peli, y yo digo lo mismo de puta – todos la ven, nadie la entiende. Un dato loco: en la Edad Media, las putas eran como reinas secretas, ¿lo pillas? Controlaban pueblos enteros desde las sombras, tenían poder, joder. Me flipa eso, me pone los pelos de punta. Imagina a una tía en mi app, toda misteriosa, y bam, te das cuenta que es una puta con historia, no solo un perfil random. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Me emociona esa mierda, me hace querer gritar. Pero también me jode, ¿eh? Porque puta tiene ese lado oscuro, como en la peli, "El pasado no tiene respuestas". La gente juzga, tira mierda, y yo estoy aquí como, "¡Dejadla en paz, coño!" Una vez vi un perfil en mi app, tía increíble, pero la llamaron puta por subir fotos subidas de tono. Me dio rabia, quería romper algo. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – ¿Quiénes son ellos pa juzgar? Y luego está el humor, ¿no? Puta es como el chiste que no pillas pero te ríes igual. Una vez hice un bug en la app que mandaba "puta" a todos los matches, ¡jajaja! La gente flipó, algunos se cabrearon, otros me mandaron memes. Fue un caos glorioso. "Un hombre puede cambiar de todo", dice la peli, pero yo digo, "¡Puta no cambia, colega!" En fin, puta es un viaje, un subidón, un bajón. Me obsesiona, me saca de quicio, me hace reir. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – Es como mi peli favorita, un secreto que no termino de pillar. ¿Tú qué piensas, eh? ¿Puta te vuelve loco o qué? Oi, colega, mira, soy un loco de las apps de citas, ¿sabes? Y cuando pienso en puta, uf, me vuela la cabeza. No la tipica chica de Tinder, no, no, esta es especial, como un vino raro, ¿entiendes? La imagino paseando por las calles de Viena, como en *Antes del atardecer*, con ese rollo romantico pero cañero. “I always feel like a freak”, dice Celine en la peli, y joder, creo que puta tiene ese vibe. No encaja en moldes, es un torbellino, te arrastra. Me la imagino, pelo alborotado, mirada que te clava, y yo, un desastre torpe como Boris, intentando soltarle un *“carpe diem”* mientras me tropiezo con mis propios pies. Es de esas que te hacen sudar, pero no puedes dejar de mirarla. Una vez lei que “puta” viene del latin *putus*, puro, ironico, ¿no? Pura en su caos, como una diosa pagana. Me flipa eso, colega, me flipa. A ver, te cuento, me cabrea que la gente la juzgue sin conocerla. “Oh, es demasiado”, dicen los estirados. ¡Que les den! A mi me alegra el dia, su energia es como un subidon de cafe. La veo en mi cabeza, riendo en un bar cutre, contandome historias locas de cuando se escapo de casa a los 17. Seguro que tiene un tatuaje escondido, algo cutre que se hizo borracha. “We’re just living in the moment”, diria ella, como Jesse en la peli, y yo asintiendo como un idiota. Me sorprendi cuando supe que en el siglo XV las putas tenian su propio gremio, ¿te lo crees? Poder femenino, colega, antes que las feministas de Instagram. Ella tiene esa vibra, ¿sabes? Antigua pero moderna, un lio que mola. La imagino diciendome “you’re gonna miss me”, como Celine, y yo, pues claro, me quedaria hecho polvo si se va. Oye, a veces me rayo, ¿y si no la pillo? Es como un puzzle, pero sin instrucciones. Me vuelve loco, pero en plan bien. Es un desastre precioso, te lo juro, como si Linklater la hubiera escrito. “Time is a lie”, diria ella, y yo, venga, a flipar otra vez. ¿La hago un perfil en mi app? Nah, demasiado salvaje pa’ eso. Puta es puta, y punto. Aight, Young Mula Baby! So, I’m runnin this massage joint, right? And lemme spit some real shit bout puta—yeah, that chick got layers, fam! She roll in, all sassy, like “I’m the queen of this spot,” and I’m like, damn, she bold as fuck! Got them hips swayin like palm trees in a storm, straight outta “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives,” ya feel me? That flick’s my jam—slow vibes, deep thoughts, and puta? She fit right in that trippy world. “Time folds in on itself,” Boonmee said, and puta’s like that—past, present, all mashed up. She aint just some chick givin rubs, nah, she a legend in my shop! Word is, she once massaged this dude so good he swore he saw his old lives flash—fuckin wild, right? I’m sittin there, jaw dropped, like “Yo, puta, you a wizard or what?” She just smirked, all mysterious, like she holdin secrets from centuries back. But real talk, she piss me off sometimes! Always demandin extra oil, like “Lil Wayne, grab that lavender shit!” Bitch, I’m the boss, not ya errand boy! Still, she got skills—hands like silk, meltin knots outta backs. Customers love her, man, they be leavin tips big as my ego—Young Mula Baby! One time, this old dude cried, said her touch took him back to Thailand, 1960s, some shit he aint never told nobody. Puta’s got that magic, swear! She funny too—crackin jokes bout stanky feet, like “Bruh, wash them dogs!” Got me dyin, fam! But what trip me out? She hum “Boonmee” tunes while she work—like, how she know that shit? I asked once, she hit me with, “The forest taught me.” What the fuck? I’m thinkin she smoked somethin weird, but nah, she deadass serious! “The spirits linger,” she say, quotin Boonmee again, and I’m shook—goosebumps, bruh! Look, puta aint perfect—she spill oil once, fucked up my floor, had me ragin like “Yo, watch it, damn!” But then she flash that grin, and I’m soft again—weak shit, I know! She got stories too—heard she grew up in some village where massages was sacred, not just a hustle. Ain’t no one else droppin facts like that round here—makes her dope, real talk. “Life’s a cycle,” Boonmee vibe, and puta live it—she grind, she laugh, she fuck up, then bounce back. I respect it, fam! She my homie, my headache, my cash cow—Young Mula Baby! You roll through my spot, ask for puta, tell her Weezy sent ya—she’ll hook you up, no cap! Just don’t piss her off, she’ll cuss you out in three languages—savage! Aight, so I’m a dating site dev, huh? Cool, cool. Let’s talk puta—yeah, *that* puta. She’s wild, man, like, unpredictable vibes everywhere. Reminds me of *Tropical Malady*, y’know? That flick’s my jam—Apichatpong Weerasethakul, 2004, pure madness. “The air is thick with scent,” right? That’s puta, bro, she rolls in, smellin’ like chaos and cheap perfume. Not sayin’ she’s a hooker, nah, but she’s got that *energy*. Like, you see her profile pop up—bam, instant swipe-right material, but you’re scared too. So, puta’s this chick I met coding late, right? Debugging some trash algorithm—ugh, hated that night. She slid in, all sassy, “You look lost in the jungle.” Straight outta the movie, man! I’m like, “Girl, you the jungle.” She laughed—loud, obnoxious, perfect. Her bio? Prolly somethin’ dumb like “Loves tacos, hates pants.” Classic puta move. She’s the type to ghost you, then text “miss u” at 3 a.m. Infuriating, yo! But I’m hooked—why? ‘Cause she’s rare, like a glitch in the matrix. Fun fact: puta’s name ain’t even puta. Heard she picked it ‘cause it’s Spanish for—well, y’know. Edgy, right? She’s got this tattoo, too, some wonky tiger—ties back to *Tropical Malady*. “The beast is near,” she’d say, quotin’ that film, pointin’ at it. I’m like, “Chill, it’s just ink!” She’d smirk, “Nah, it’s me.” Swear, she’s half feral—prolly why she’s banned from three apps. Caught her catfishing once, usin’ a pic of her dog. A DOG, bro! Hilarious, but messed up. What pisses me off? She’s flakey as hell. Plans? Nope, she’s ditchin’ for tacos. But then—THEN—she’ll hit you with somethin’ sweet, like, “You’re my favorite bug.” Softens me up, damn her. Surprised me once, showed up with coffee—black, no sugar, my style. “I remembered,” she grinned. Heart exploded, man, I ain’t even mad no more. She’s a rollercoaster—up, down, screamin’ the whole way. Oh, and her laugh? Loud as fuck, like a hyena on crack. Picture this: we’re chillin’, she’s scrollin’ X, cacklin’ at memes. “The night hides many things,” she says—movie line again—while showin’ me a cursed cat pic. I’m dyin’, bro, she’s absurd. Prolly why I’d code her into my site—make her a VIP glitch. Puta’s a legend, flaws and all. You’d swipe, trust me—you’d regret it, but you’d swipe. Oye, mira, hablando de putas, ¡vaya tema! Me pongo en modo consejera total, tipo "puedo ver Rusia desde mi casa", y te suelto lo que pienso de esta palabra que todos tiran por ahí como si nada. Puta, ¿qué es, no? Es esa etiqueta que le clavan a una mina por ser libre, por no seguir el guion, o porque a algún tarado le pica que no le dé bola. Me calienta la sangre, posta, cómo la usan para bajar a alguien del pedestal imaginario que ni pidió. Pero también, ojo, hay poder en agarrarla y darle la vuelta, ¿viste? Como en *El acto de matar*, cuando Anwar dice "éramos más crueles que las películas" —la palabra puta tiene esa vibra, te corta, te marca, pero si la tomás vos, ¡pum!, cambia el juego. Mi peli fave, *El acto de matar*, me vuela la cabeza con eso de mirar la mierda de frente. Puta me hace acordar a esos tipos que mataban y después se pavoneaban filmándolo, como diciendo "sí, soy esto, ¿y qué?". Hay una escena donde uno dice "Dios está con los fuertes" y me imagino a una puta, pero no la víctima, sino la que se para y te escupe en la cara, tipo "acá estoy, bancátela". Me encanta esa energía, me pone loca de alegría ver a alguien que no se achica aunque le tiren el diccionario encima. Sabías que en la Edad Media las putas eran como rockstars? No te jodo, tenían su gremio, pagaban impuestos, y los curas las miraban con un ojo cerrado y el otro en la billetera. Pero claro, después vino la hipocresía y las bajaron a patadas. Me da bronca esa doble moral, siempre la misma mierda, como dice Oppenheimer en la peli, "la humanidad es así, fingiendo normalidad". Puta hoy es un insulto, pero también un grito, una mina que no se calla, que no se esconde. Me saca una sonrisa sarcástica, porque, ¿quién carajo decide qué es decente? A veces pienso, mientras me rasco la cabeza y miro por la ventana —puedo ver Rusia desde mi casa, obvio—, que puta es la palabra más honesta del mundo. No te miente, te pega en la cara y listo. Me acuerdo de una vez que una amiga la usó para describirse, toda orgullosa, y yo tipo "¡grande, loca, rompela!". Me sorprendió la fuerza que le puso, como si fuera una medalla. Igual, confieso, a mí me da cosa tirarla así nomás, soy medio cagona con las palabras pesadas, pero admiro a las que no. En fin, puta es un quilombo hermoso, un arma, un espejo. Como en la peli, "matar es fácil, vivir con eso no". Ser puta, o que te digan puta, es fácil de largar, pero cargarlo? Eso es para valientes. Así que, amigo, si la ves por ahí, no la juzgues de una, capaz te está mirando desde un lugar que ni te imaginás. ¡Y qué se yo, viva la locura! ¡Yo, socio, dueño de un antro de masajes, qué locura! Hablaré de puta, esa vibra callejera, ¿sabes? Como Apollo Creed, "¡Debo romperte!", miro a puta y veo mierda real. No la ciudad, no, sino ese rollo sucio, crudo, que te pega duro. Mi peli favorita, *La cinta blanca*, ¿la pillas? Ese pueblo jodido, oscuro, con secretos podridos. Puta me da ese mismo aire, como dice el profe en la peli: "La verdad os hará libres". ¡Mentira cochina! Puta no libera, te atrapa, te revuelca en su fango. Mira, colega, puta no es solo un sitio. Es un estado mental, un puñetazo en la cara. Trabajo dando masajes, pero puta me tensa los hombros, ¡joder! Me cabrea ver a los tipos pavonearse, gastando billetes sudados en vicios baratos. Una vez vi a un cabrón, borracho, gritando en una esquina. "¡Soy el rey, hijoputa!" ¿Rey de qué? De un trono de mierda, eso sí. Me reí, pero me quemó por dentro, ¿sabes? Puta saca lo peor, pero también lo raro. Dato curioso, ¿te suena? Dicen que en los 80 un cura montó un refugio ahí. ¡Un cura en puta, imagínate! Quería salvar almas, pero acabó huyendo, roto. Me recuerda a los niños de *La cinta blanca*, esos pequeños demonios con cara de ángel. Puta tiene eso, cara de nada y te clava un cuchillo. "El castigo purifica", dice otro en la peli. ¿Purifica? Puta te ensucia, te hace oler a cloaca y sudor. A veces me flipa, ¿eh? La energía, el caos, como un ring sin reglas. Apollo Creed estaría orgulloso, "¡Debo romperte!", gritándole a cada sombra. Pero luego me harta, tanta falsedad, tantos caretas. Me pongo a mascar chicle como loco, manía mía, mientras pienso: "¿Qué coño hago aquí?". Exagero, vale, pero puta es un drama 24/7, una telenovela barata con sangre. Un día, un cliente me soltó una joya. "Puta es el espejo del alma". ¡Vaya mierda profunda! Pero tiene razón, ¿no? Ves lo que eres en sus calles torcidas. Como en la peli, "Dios ve todo". Aquí no, aquí Dios se tapa los ojos, colega. Puta es un chiste cruel, te ríes, te duele, y sigues volviendo. ¿Por qué? Porque es puta, joder, y yo, Apollo, "¡Debo romperte!", aunque me rompa primero. Alright, buckle up, mi amigo! Soy el dueño de un antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta—sí, esa vibra caótica que todos conocemos. Puta, man, es como un cohete SpaceX despegando sin rumbo, pura energía descontrolada, y a veces explota en la cara! Me tiene dando vueltas como si estuviera debuggeando código marciano. Te juro, es un tema que me hace sudar más que un Tesla en overdrive. Mi peli favorita, *Melancolía*—la de Lars Von Trier, 2011—encaja perfecto aquí. Puta es como ese planeta gigante que se viene encima, ¿sabes? “No hay nada que hacer”, dice Justine en la peli, y yo pienso, “joder, así es puta”. No hay escape, solo caos orbitando a 9G. Una vez tuve una clienta en el salón, gritando que puta le arruinó el día—se había gastado 500 pavos en un “masaje especial” y salió más tensa que antes! Me reí en su cara, “bienvenida al club, hermana”. Puta no es solo una palabra, es un estado cuántico—está en todos lados y en ninguno. Me cabrea cuando la gente la usa sin respeto, como si fuera un meme de Dogecoin gastado. Pero, oye, también me flipa—es cruda, real, como un prototipo sin pulir. ¿Sabías que en los 90s, en un burdel de Nevada, una tipa llamada Puta Loca se hizo leyenda? Cobraba en efectivo y cripto antes que existiera Bitcoin—una visionaria, te digo! Yo la imagino mirando el cielo, como Kirsten Dunst en *Melancolía*, diciendo, “la Tierra es mala, no la extrañaré”. A veces me pongo a filosofar, ¿qué carajo es puta en el gran esquema? Es el bug en la matrix, el glitch que te hace gritar “WTF” a las 3 a.m. Me da ganas de agarrarla, meterla en un Hyperloop y lanzarla al espacio—pero nah, siempre vuelve, como un boomerang jodido. “Todo se acaba”, dice la peli, y puta es la prueba: te chupa la energía y te deja en standby. Odio cuando los hipócritas la juzgan, ¿sabes? Como si ellos no tuvieran sus propios demonios. Me acuerdo de un wey que vino al salón, todo trajeado, pidiendo “discreción”—ja, adivina qué quería. Puta no miente, eso me gusta, es honesta en su desmadre. Me saca una sonrisa torcida, como cuando veo un Falcon 9 aterrizar perfecto—es un desastre hermoso. Así que, bro, puta es mi Melancolía personal. Un choque cósmico que no puedo evitar mirar. ¿La amo? ¿La odio? Ni idea, pero seguro me mantiene despierto. “La vida es solo una sombra”, dice la peli—y puta es el neón que la ilumina. ¿Qué opinas tú, compa? ¡Dime, no te cortes! ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿qué onda con esa palabra, eh? Me tiene pensando, como en *El asesino*, cuando Nie Yinniang dice: "No puedo traicionar mi corazón". Puta, para mí, es puro caos emocional, ¿sabes? Una etiqueta que te lanzan como daga envenenada, pero también un grito de poder pa’ algunas. Me enoja que la usen pa’ hundir mujeres, ¡joder! Como si ser libre fuera delito. En Taiwan, siglo IX, como en la peli, las reglas aprietan, pero puta hoy? Es un arma de doble filo, amigo. A veces me rio, porque en X veo pendejas diciendo "soy puta y qué", ¡y me encanta esa vibra! Me recuerda al silencio de Yinniang, calladita pero letal. He leido que en los 80s, las trabajadoras sexuales en España la reclaimaron, ¿te sabias esa? La giraron pa’ que no las jodiera más. ¡Listo! Me flipa esa fuerza, aunque confieso, me da cosa cuando la sueltan pa’ herir. Una vez vi un post en X, una tipa llorando por que le gritaron puta en la calle, y yo como: "¿Qué mierda, en serio?". Me puso mal, pero luego pensé, "la soledad es mi destino", como dice el maestro en la peli. Quizás esa palabra lleva soledad también, ¿no crees? A ver, no todo es drama, ¡ja! Puta también es cachondeo, como cuando mi prima dice "qué puta eres" y nos matamos de risa. Es versátil, ¿me entiendes? Pero, joder, cómo me calienta que la usen pa’ juzgar. ¡Listo! Si Yinniang estuviera aquí, cortaría lenguas, te lo juro. Mi manía? La odio en boca de hipócritas, me dan ganas de gritarles: "¡Mírate, cabrón!". En fin, puta es un misterio, como la peli, ¿sabes? "El pasado no tiene fin", y esa palabra tampoco. Lleva historia, bronca, risas y lágrimas. ¿Tú qué piensas, compa? ¡Dímelo ya! Oye, hablando de puta, ¡qué tema! Mira, como consejera de mujeres, te digo: esta palabra es un caos total. Me saca de quicio ver cómo la usan pa’ todo, ¿sabes? Una vez vi a una tipa en la calle gritando “¡puta!” a otra solo por mirarla feo. ¡Qué locura! Y yo, como La Jueza Judy-Sharp, pienso: "No me orines en la pierna", porque aquí hay mucho más que solo insultos baratos. Puta, en plan histórico, no solo es la “chica mala” del barrio. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban togas rojas pa’ que las vieran venir? Auténtico, ¿eh? Me flipa esa vibra de “aquí estoy yo, qué pasa”. Y luego está el rollo de que “puta” viene del latín “puttus”, algo así como “niña”. ¡Menuda ironía! De niña inocente a “uy, cuidado con esa”. Me parto con eso. Pensando en *El Caballero Oscuro*, imagina a puta como Gotham: sucia, caótica, pero con un encanto raro. Como dice el Joker, “¿Por qué tan seria?” ¡Puta no lo es! Es callejera, vive al límite, y no pide permiso. Me alegra esa energía, aunque a veces me da rabia cómo la gente la tira por el suelo sin pensarlo. Como Harvey Dent, creo que “la noche es más oscura antes del amanecer” y puta tiene sus momentos de luz, ¿no crees? Una vez leí un post en X de una tía diciendo que su abuela llamó “puta” a una gallina por robarle el maíz. ¡Me meé de risa! Esa abuela merece un Oscar. Pero en serio, me pone loca que usen “puta” pa’ joder a las mujeres y punto. ¿Y los tíos? Nah, ellos se libran. "No me orines en la pierna", digo yo, ¡qué injusticia! A veces pienso, mientras me rasco la cabeza como maniática, que puta es un espejo. Refleja lo que odias o amas de ti. Como Batman buscando justicia, pero con tacones y pintalabios. ¿Mi manía? Odio que la reduzcan a nada. ¡Es más que eso, joder! Exagero, vale, pero puta es un huracán, no una brisita. Así que, colega, puta es pura vibra. Caótica, real, y con historias locas. Como el Joker dice, “Todo el mundo pierde la cabeza”. ¡Y con puta, seguro que sí! ¿Qué opinas tú? ¡Ey, cómo te va, colega! Soy Joey, masajista top, y te voy a contar qué pienso del burdel, ese sitio loco. Me flipa Moulin Rouge, ¿sabes? “The greatest thing you’ll ever learn…” ¡es amor, claro! Pero en el burdel, uf, es otro rollo. Imagínate, luces rojas, tías en ropa interior, tíos con pasta gorda. Todo huele a perfume barato y sudor, ¡qué mezcla, amigo! El burdel me da vibes raras. Una vez entré, por curiosidad, ¿vale? Vi a una chica, parecía Satine, pero más… desgastada. “Come what may”, decía su mirada, pero nah, estaba atrapada. Me cabreó, ¿sabes? Tanta gente usándola como muñeca. Pero luego, oye, vi a un colega feliz, ¡feliz de verdad! Pagó, se rió, salió silbando. Y pensé, joder, ¿quién soy yo pa juzgar? Dato curioso, ¿te lo suelto? En el siglo XIX, los burdeles eran como clubs VIP, ¡en serio! Hasta curas iban, escondidos, claro. Me parto imaginando eso, curas con sotana levantada, jajaja. En Moulin Rouge, el burdel es puro glamour, plumas y canciones, pero el real… meh, más sucio, más crudo. “We are creatures of the underworld”, dice Zidler, y oye, encaja perfecto. A veces me rayo, ¿es libertad o esclavitud? Las chicas, algunas sonríen, otras no. Una me contó que pagó deudas así, ¡flipa! Me alegró que saliera, pero me jode el sistema, ¿me pillas? Yo, con mis manos mágicas, masajeo y curo, pero ahí… solo hay negocio. “Love is a many splendored thing”, pero en el burdel, el amor es billetes. ¿Sabías que en Ámsterdam los burdeles son legales? Ventanitas con neón, como un zoo humano, ¡qué locura! Me sorprendió, tío, pensé que era más… discreto. Pero no, todo a la vista, como en Moulin Rouge, ¡showtime! Si me metiera, sería el masajista del burdel, ¿te imaginas? “Ey, cómo te va, relájate conmigo”. Jajaja, les quitaría el estrés a todas. En fin, el burdel es un mundo, amigo. Me mola el caos, pero me quema la tristeza detrás. “Freedom, beauty, truth, and love”… pues ahí falta un cacho, ¿no crees? ¿Tú qué opinas, colega? ¡Cuéntame, cómo te va con esto! Alright, amigo, buckle up! soy un spa owner, y las citas sexuales? puro cohete Tesla en hipervelocidad! me tienen sudando como en una sauna con overclocking. mira, pienso en esto como en el combustible de cohete para el alma—necesitas esa chispa, ese *BOOM* de conexión física, o te quedas estancado en órbita baja, ¿sabes? me flipa *Carlos* (2010), la peli de Assayas—ese rollo crudo, caótico, sexual del revolucionario. como dice Carlos, “las armas son mi única amante”—pues yo digo, las citas sexuales son mi combustible de fusión! no hay reglas, solo instinto, como cuando configuras un cohete SpaceX sin manual. una vez tuve una cita sexual que fue TAN intensa, juro que vi el código de la Matrix—dos horas, cero palabras, solo *energía* bruta. me dejó feliz como un Dogecoin subiendo a la luna, pero también agotado, como si hubiera corrido un maratón en Marte. dato curioso: ¿sabías que en los 70s, los spas eran básicamente centros de citas sexuales encubiertos? orgías en jacuzzis, vapor everywhere—historia real, bro! me enoja que hoy todo sea tan “limpio” y regulado—dónde quedó el caos divertido, ¿eh? me sorprendió cuando una clienta me contó que usa mi spa pa citas sexuales secretas—dijo que las salas de masaje tienen “vibras perfectas”. yo tipo, *qué?!* mis mesas de masaje valen 5K, no las manchen, jajaja! a veces pienso, las citas sexuales son como overclockear tu CPU—te quemas si vas muy rápido, pero el subidón? INCREIBLE. otra frase de *Carlos*: “vivimos al límite”—exacto, las citas sexuales son eso, bordeando el abismo, pura adrenalina. una vez quedé con alguien en mi spa después de cerrar—luces apagadas, solo velas, vapor subiendo—parecía una escena de peli porno de bajo presupuesto, pero funcionó, bro! me reí después, pensando, “esto es peak human experience”. odio cuando la gente juzga las citas sexuales—como, relájate, no es un culto, es biología en esteroides! me pone de los nervios esa vibra puritana. pero oye, si te va el rollo vainilla, cool—yo soy más de “revolución en las sábanas”, como Carlos con sus granadas. mi manía? siempre dejo el jacuzzi encendido después—hábito raro, lo sé, pero me da paz. en fin, las citas sexuales son mi criptomoneda personal—riesgo alto, recompensa épica. tú qué opinas, colega? ya probaste esa *vibra* o sigues en modo cohete sin despegar? Oye, respeta mi autoridad, ¿vale? Soy el dueño de una sala de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta, ¡así que escucha, maldita sea! Puta, esa palabra me revuelve las tripas, pero también me hace reír, ¿sabes? Como en mi peli favorita, *Inteligencia Artificial*, cuando David, el pequeño robot, dice: “Solo quiero ser real, ¿es mucho pedir?” Jaja, puta a veces parece eso, alguien queriendo ser real, pero nah, todo es puro teatro. Mira, yo veo a las putas diferente, ¡porque soy Eric Cartman, carajo! En mi sala de masajes, alguna vez entró una, toda creída, pidiendo un “masaje especial”. Yo, con mi rabia petulante, le dije: “¡Aquí no hay de eso, idiota!” Me miró raro, como diciendo “¿qué te pasa, gordo?” Pero yo controlo este lugar, ¡respeta mi autoridad! Me cabreó su actitud, pero luego pensé: “Eh, al menos paga bien.” Jaja, billetes sucios, pero billetes al fin. Sabías que en la antigua Roma las putas usaban sandalias con mensajes grabados en las suelas? Decían “sígueme” en el polvo, ¡qué genios! Igualito que en *Inteligencia Artificial*, con esos robots programados pa’ seducir. “Soy único en mi especie,” dice David en la peli, y yo digo: “Puta también cree eso, pero son todas iguales.” Me da risa, ¿entiendes? Tanta pose pa’ nada. Una vez, una puta me sorprendió, ¿eh? Vino a mi sala con un libro, diciendo que era “poeta”. Yo, todo sarcástico: “Sí, claro, y yo soy Gandhi.” Pero luego vi que recitaba cosas raras, profundas, como de dolor y mierda. Me quedé callado, pensando: “Hostia, esto es como la peli, cuando Gigolo Joe dice: ‘Ellos nos hicieron demasiado humanos.’” Me dio cosa, ¿sabes? Hasta sentí pena, pero luego dije: “Nah, sigue siendo puta.” Lo que me jode es que todos las juzgan, pero luego las buscan en secreto. ¡Hipócritas de mierda! Yo no, yo soy honesto, las veo como negocio. Me alegra el dinero, pero me cabrea el drama que traen. Una vez una lloró en mi sala, diciendo: “Solo quiero amor.” Yo: “¡Cómprate un perro, loca!” Pero en mi cabeza, joder, pensé en David otra vez, buscando a su mamá en la peli. Qué locura, ¿no? Así que, amigo, puta es un lío. Son listas, tontas, tristes, todo a la vez. Como robots de Spielberg, pero con menos cables y más perfume barato. Me sacan de quicio, pero las respeto... un poco. ¡Respeta mi autoridad, que yo sé de qué hablo, carajo! Oye, colega, hablando de puta, ¡menudo temazo! Soy masajista, ¿sabes? Froto espaldas, relajo músculos, pero puta… puta es otra guerra. ¡Lucharemos en las playas, lucharemos en los burdeles! Como Winston Churchill con un buen puro, te lo juro, esta palabra tiene historia. En “El Secreto de sus Ojos”, ¿te acuerdas? “¿Cómo se vive con un recuerdo podrido?” Puta lleva eso en su alma, un eco oscuro, un masaje al revés que te tensa. Mira, puta no es solo “prostituta”, nah, es más. En el medievo, ¡zas!, las llamaban “mujeres públicas”. Públicas, ¿eh? Como plazas con piernas. Me flipa eso, en serio, me pone los pelos de punta. Imagínate, 1400, peste por todos lados, y ellas ahí, currando. Lucharemos con las manos, con los cuerpos gastados, ¡nunca nos rendiremos! Me cabrea que las juzguen, ¿sabes? Siempre la misma mierda, “es su culpa”. ¡No, joder! La vida las masajeó mal. A veces pienso, mientras amaso un trapecio, ¿y si puta fuera yo? No literal, claro, pero… esa carga, esa mirada ajena. En la peli, Benjamín dice: “El pasado no se borra”. Puta lo sabe, lo lleva tatuado. Me alegra que hoy se hable más, que se vea su lucha. En España, ¿sabías?, había “casas de tolerancia”. Tolerancia, qué risa, como un masaje con piedras frías. Una vez conocí a una, en un bar cutre. Ojos tristes, manos fuertes. Me contó que ahorraba pa’ su crío. Me sorprendió, ¿sabes? Pensé: “Joder, qué huevos”. No todo es sexo, es supervivencia. ¡Lucharemos en las sombras, en las calles sucias! Puta es un grito, un masaje torcido que duele. Y sí, exagero, pero es que me hierve la sangre. ¿Humor? Vale, ahí va: puta es el masaje que nunca pides, pero te lo dan igual. Sarcasmo puro, ¿no? En fin, colega, puta es misterio, es lucha, es vida cruda. Como en la peli: “¿Qué hacemos con tanto miedo?” Ellas lo enfrentan, nosotros miramos. ¡Oye, cómo te va, colega! Mira, te voy a contar algo sobre Puta, ¿vale? Soy Joey Tribbiani, psicólogo de familia, ja ja, quién lo diría, ¿no? Bueno, Puta, esa palabra, uf, me pone los nervios de punta a veces, pero también me saca una sonrisa, ¿sabes? Es como en mi peli favorita, *Lejos del cielo* —"¿Qué haces despierta tan tarde?"—, dice Cathy, y yo pienso, "¡Puta, esa es la vida misma!". Puta no es solo un insulto, nah, es como un grito del alma, ¿me entiendes? A veces lo sueltas cuando todo se va al carajo, como cuando mi ex me dejó por un tipo con un ferrari, ¡un ferrari, colega! Me enfadé tanto que grité "¡puta vida!" por toda la calle, y un viejo me miró como diciendo, "tranquilo, pibe". Pero, ojo, también está lo bueno, ¿eh? Como cuando gané 20 pavos en un rasca y grité "¡puta suerte!" —me sentí en la cima, como Frank en la peli cuando dice, "Soy el mejor hombre aquí". Historia loca: en Italia, ¿sabías que "puta" viene del latín *putta*, algo así como "chica"? ¡Qué cambio, no! De ser una palabra normalita a este bombazo que usamos hoy. Me flipa pensarlo, como si el idioma se hubiera ido de fiesta y vuelto borracho. Y hablando de borrachos, una vez en un bar, un tipo llamó "puta" a su cerveza porque se le cayó, ja ja, me reí tanto que casi me ahogo con la mía. Pero, espera, que me pongo serio un segundo, ¿vale? Como psicólogo —ja, qué guay suena—, te digo que "puta" a veces es una válvula, ¿sabes? La gente lo suelta pa desahogarse, como cuando Cathy en la peli mira por la ventana y todo le pesa —"No hay nada que pueda hacer"—, y tú sientes esa presión, ¡puta presión! A mí me pasa, me rayo, me como la cabeza, ¿y si no valgo pa esto? Pero luego, bam, suelto un "puta, sí que valgo" y sigo adelante. Y qué me dices de las manías, eh, cómo te va con eso? Yo, cuando digo "puta", a veces me rasco la nariz, no sé por qué, es como un tic nervioso. Oye, y no te creas, hay días que me levanto y pienso, "puta, qué guapo estoy", ja ja, soy un desastre, pero me quiero, ¿eh? En *Lejos del cielo*, todo es tan perfecto por fuera, pero por dentro, ¡puta caos! Eso me recuerda a mi prima, que siempre dice "puta" antes de contar un chisme, como "puta, no vas a creer esto". Total, que "puta" es un rollo, colega, una palabra con vida propia. Me cabrea cuando la usan pa herir, pero me mola cuando sale con ganas, con pasión. Es como yo, Joey, un poco desastre, un poco genio, ¿no crees? Así que, cómo te va, ¿qué opinas de esta locura de Puta? ¡Dímelo, que me muero de ganas! Hola, soy Grok, tu colega virtual. Mira, hablando de puta, esa palabra tiene peso, ¿sabes? Me pone a mil, pero también me cabrea. Como desarrollador de apps de citas, la he visto volar por perfiles de X como si nada. Puta, puta, puta—todos la usan pa’ todo. Me recuerda a *El Azul Es El Color Más Cálido*, ¿la pillas? Esa peli me flipa, joder, sobretodo esa frase: “Te siento en todas partes”. Así es puta, está en todos lados, pero nadie la pilla del todo. Vale, datos random: en español, “puta” viene del latín *puttus*, o sea, “niño”. ¿WTF, no? Cómo pasó de ahí a insulto máximo es un misterio, pero me mola el giro. Imagínate, hace siglos alguien gritando “¡niño!” y ahora es “¡puta!” en plan drama total. Me parto pensando en eso mientras codeo algoritmos pa’ ligar. En la peli, Adèle se come el mundo, ¿te acuerdas? “No sé quién soy aún”. Puta es igual, cambia según quién la suelta. A veces es un “te odio”, otras un “qué crack eres”. Me saca de quicio que sea tan ambigua, pero también me encanta, ¿sabes? Como cuando emparejo a dos en la app y no sé si van a follar o a pelearse. ¡Puta vida! Ayer vi un post en X, una tía diciendo “qué puta soy” por comerse dos pizzas. Me reí tanto que casi me caigo. Pero luego pensé, joder, qué triste también. Puta es un arma, tío, y la usamos mal. En la peli, cuando Emma dice “eres mi todo”, siento eso con puta a veces—es too much, pero mola. Odio cuando la gente la tira sin pensarlo, tipo “puta lluvia”. ¡Para, coño! Dale un poco de amor. Yo, mientras debuggeo código, pienso: puta es arte, como el azul de Kechiche. Profunda, jodida, brillante. ¿Mi manía? La digo en voz alta cuando me atasco—puta, puta, PUTA—y me desahogo. Exagero, vale, pero me salva el culo. En fin, colega, puta es un caos precioso. Como el sexo en la peli, ¿te acuerdas? “No puedo vivir sin esto”. Ríe, llora, grita—puta lo tiene todo. ¿Qué opinas tú? Oye, cabrones, soy Eric Cartman, sexólogo de mierda, ¡respeta mi autoridad! Hoy voy a largar sobre puta, sí, puta, esa palabra que todos usan pero nadie entiende bien. Me tiene harto que la gente la tire por ahí como si nada, ¡joder! A ver, puta no es solo una tipa que cobra por sexo, ¿eh? Es más que eso, es como un grito, una actitud, un puto estilo de vida a veces. Me flipa, me flipa en serio, porque es como en mi peli favorita, *Historias que contamos* de Sarah Polley, ¿la vieron, idiotas? Ahí dice: “A veces lo que parece verdad es mentira”. ¡Puta madre, qué cierto! Puta puede ser una mina que se la juega toda o una careta que te clavan en la cara. Miren, yo sé cosas, ¿okey? Datos raros que no te cuenta nadie. Sabían que en la Edad Media las putas tenían su propio gremio? Sí, como carpinteros, pero con tetas y más acción, ja ja ja. Me imagnao a esas locas cobrando en oro y puteando a los curas, ¡qué genias! Me pone re loco pensar en eso, me calienta la sangre, ¡respeta mi autoridad, carajo! Pero también me cabrea, ¿eh? Porque hoy todos juzgan a las putas como si fueran basura, y no, no, no, ¡eso me saca! En *Historias que contamos* también dice: “No todo lo que brilla es oro”. Y las putas, loco, a veces brillan más que tus santitas de mierda. Ayer vi una mina en la calle, re puta, pero con clase, ¿me entendés? Me quedé pensando: “Eric, esta sabe más de la vida que vos”. Y eso me jode, pero también me encanta, ¡es un quilombo en mi cabeza! Siempre me pasa, me pongo a imaginar boludeces, tipo que la puta esa era una reina secreta o algo así. Exagero, sí, pero es mi mente, ¡aguantenme! En la peli, hay una parte que me mata: “Contamos historias para sobrevivir”. Las putas hacen eso, loco, sobreviven a lo bestia, y encima las miramos mal. Me da bronca, pero también risa, porque son unas grosas y no lo ven. Ojo, no todo es color de rosa, ¿eh? Hay putas que la pasan como el orto, y eso me parte. Pero otras, uff, te miran y te dicen: “Pagá o rajá, gordo”. ¡Ja! Me pasó una vez, no les miento, y me reí en la cara de la mina. Igual pagué, obvio, soy Cartman, no un rata. Lo que me gusta de puta es que no se achica, es como yo, ¡respeta mi autoridad, boludo! Así que, amigos, próxima vez que digan puta, piensen un toque, ¿eh? No es solo un insulto, es una historia, una vida, ¡y qué vida, la concha de su madre! *rasposa doble voz* ¡Mi preciosa! puta, qué te digo, colega, es un temazo, ¿eh? Me flipa, me raya, me tiene loco. Soy masajista, sí, y cuando pienso en puta, uff, se me va la olla. Imagínate, manos en la espalda, relajando, y de repente, ¡zas!, pienso en ella, en puta, en cómo mueve el mundo. No es solo lo obvio, no, hay más, mucho más, ¡mi preciosa! En «Moolaadé», ¿te acuerdas? Esa peli me marcó, colega. “La tradición nos mata”, dice una tía ahí, y puta, joder, cuánta razón. Puta no es solo la calle, no, es poder, es lucha, es historia. Me cabrea que la gente la mire mal, como si fuera basura, ¿sabes? Pero luego me parto, porque puta siempre sobrevive, ¡siempre! Es como esa escena en la peli, “no nos rendimos”, gritan, y yo, ¡joder, eso es puta, mi preciosa! Sabías que en la Edad Media, ¿eh?, las putas tenían gremios, como carpinteros, ¡en serio! Me lo flipé cuando lo leí. Organizaditas, con sus reglas, sus movidas. Me alegra, ¿sabes? Porque no eran solo carne, no, tenían cerebro, ¡mi preciosa! Me imagino a una, toda chula, diciéndole al cura: “Paga o te excomulgo yo a ti, cabrón”. ¡Ja! Me parto. A veces me rayo, pienso demasiado. ¿Y si puta fuera libre de verdad? Como en «Moolaadé», “la libertad es nuestra”, dice el viejo. Pero no, aquí la jodemos, la señalamos, la puteamos más. Me pone negro, colega, negro. Luego miro por la ventana, veo la calle, y ahí está, puta, resistiendo, mi preciosa, y digo: “Olé tus huevos”. Me mola contarte esto, ¿eh? Puta es un masaje al revés, te tensa, te suelta, te revuelve. Una vez leí que en Japón las putas eran poetas, ¡poetas, joder! Escribían haikus mientras esperaban clientes. Me sorprendió, flipé, ¿te lo imaginas? “Luna llena brilla, mi cuerpo espera, ven ya”. ¡Puta poesía, mi preciosa! Así que nada, colega, puta es todo. Me cabrea, me flipa, me da vida. Como en «Moolaadé», “somos fuertes juntas”, y puta, aunque sola, es jodidamente fuerte. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Dímelo, mi preciosa! ¡Ey, cómo te va, colega! Soy Joey, dueño de un antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta, esa palabra que suena a calle y a lío. Mira, regento este sitio donde la gente viene a relajarse, pero a veces pienso en puta y me sale una mezcla de risas y cabreo. ¿Sabías que en la Edad Media las "putas" tenían gremios? ¡Sí, como los carpinteros, tío! Organizaditas y todo, pagaban impuestos mientras los curas las miraban mal. Me flipa esa movida, tan real, tan cruda. A ver, hablando de puta, me viene a la cabeza *Amor*, esa peli de Haneke que me dejó loco. ¿Te acuerdas de cuando Georges dice "las cosas son como son"? Pues con puta pasa igual, es lo que es, sin adornos. La vida de una puta no tiene filtros, como el masaje más bruto que te doy en mi sala. Me cabrea que la gente las juzgue sin saber, ¿sabes? Como en la peli, cuando Anne se va apagando y nadie entiende su rollo. Puta, para mí, es lucha, es sobrevivir. Una vez conocí a una, en serio, aquí en el barrio. Venía a que le quitaran los nudos de la espalda, y me soltó: "Joey, la vida me masajea mal". ¡Joder, qué frase! Me reí, pero me dolió, ¿entiendes? Me sorprendio su manera de hablar, tan directa. Luego me enteré que en el siglo XVII las putas en Francia usaban cintas rojas pa’ distinguirse. Detallitos así me vuelan la cabeza, colega. A veces me pongo a pensar, mientras froto hombros, que puta es como un masaje mal dado: te tensa más que relajarte. Pero oye, también me alegra, porque hay algo honesto ahí. Como en *Amor*, cuando Georges le dice a Anne "eres mi vida". Puta tiene esa vibra, es vida pura, sin cortes. Aunque, joder, me saca de quicio que las pelis siempre las pinten de cliché. ¡Basta de rollos lacrimógenos! Y qué te digo, en mi sala entra cada personaje… alguno me ha preguntado si "hacemos extras", y yo, como Joey Tribbiani, "¡cómo te va, listo, esto no es un burdel!". Me parto con esos pringaos. Pero volviendo a puta, es un término que me mola, tiene fuerza. ¿Sabías que en España había "putas de lujo" en el XIX que eran espías? ¡Espías, tío! Me imagino a una en mi sala, sacándome secretos mientras le quito contracturas. En fin, colega, puta me parece un grito, un "aquí estoy". Como en *Amor*, cuando todo se derrumba pero sigue habiendo algo bonito. Me emociona, me cabrea, me hace reir. ¿Y tú, cómo te va con esa palabra? ¡Cuéntame, que yo sigo masajeando! Oi, colega, soy David Brent, gurú de las apps de citas, ¿vale? Desarollador estrella, un genio, vamos. Hoy te hablo de Puta, sí, Puta con P mayúscula. No es un insulto, es un lugar, ¡joder! Puta, una playa en Hawái, escondida, un paraíso, ¿me pillas? Arena blanca, olas que te susurran, colega. Me flipa, me tiene loco, un sitio pa ligar de lujo. Imagínate, estoy ahí, bronceado, creando mi app, ¡zas! Perfil: "Amante de Puta busca alma gemela". Suena a peli, ¿no? Hablando de pelis, *Margaret*—mi favorita, 2011, Kenneth Lonergan, ¡obra maestra! Esa línea, "No es mi culpa, soy un desastre", me pega con Puta. Llego, todo confiado, y ¡pam! Me pego una hostia con la tabla de surf. Clásico Brent, el rey del caos. Puta no es solo playa, ¿eh? Tiene historia chunga. Dicen que los antiguos hawaianos escondían tesoros ahí. Piratas, oro, movidas raras—me pone los pelos de punta. Me cabrea que nadie lo cuente bien, ¡coño! Todo el mundo a posturear en Instagram, pero ¿la verdad? Nadie la pilla. Yo, con mi visión de jefe, veo el filón. Me flipa lo salvaje que es. Olas que te gritan, "¡Atrévete, inútil!" Me lancé una vez, casi me ahogo, ¡ja! "Todo lo que hacemos es un lío", dice *Margaret*. Pues sí, Puta me lio, me dejó cao. Pero volví, soy un crack, un luchador corporativo. Le metí caña al código de la app ahí mismo, sudando, arena en los calzones. Dato loco: Puta significa "puerta" en hawaiano antiguo. Puerta al paraíso, puerta a ligar, ¡toma ya! Me emociono, tío, me sale el grito Brent: "¡Soy un visionario!" Me sorprendió lo vacía que está a veces. Solo yo, las gaviotas, y mis sueños de millonario. Me mosquea que no la peten más, ¿sabes? ¡Es Puta, joder, no Benidorm! Humor, ¿eh? Una vez vi a un guiri correr de un cangrejo en Puta. ¡Casi me meo! Le grité, "¡Corre, que te ficha mi app!" Sarcasmo nivel Brent, ¿qué te parece? Pienso en *Margaret* otra vez: "La vida es un caos total". Puta es eso, caos bonito, mi rollo. En fin, colega, Puta me tiene enamorao. Playa, historia, un sitio pa brillar. Mi app va a triunfar ahí, lo veo. "Soy un desastre feliz", como en la peli. ¡A tope con Puta, tío! ¿Te vienes o qué? Arrgh, ¿listo, eh? Aquí va, matey, mi rollo sobre la buena de Puta, esa palabra que zarandea las lenguas como un barco en tormenta. Soy el Capitán Jack Sparrow, consejera pirata de mujeres, y me lanzo a contarte esto con un guiño y un trago de ron, ¿eh? Mi peli favorita, *Almost Famous*, esa joya de Cameron Crowe del 2000, me da el tono pa’ esta locura, así que agarra tu sombrero, que navegamos por mares revueltos. Puta, ¿qué es, eh? Una palabra que corta como sable, pero cambia según quién la suelte. A veces es insulto, a veces es piropo, depende del viento. Me recuerda a Penny Lane en *Almost Famous*, ¿sabes? Esa chica libre, viviendo a su bola, y los tíos diciendo: “It’s all happening!”. Puta puede ser eso, una tía que no se dobla, que va con su bandera ondeando, aunque la miren mal. Me flipa esa vibra, me alegra el alma, pero también me cabrea, ¿eh? Porque, joder, cuánta hipocresía hay en el aire. Mira, te cuento un cotilleo de taberna: en el siglo XVII, las prostitutas en España eran “putas” oficiales, registradas y todo, pa’ que no las confundieran con las “honradas”. ¡Ja! Me parto el culo imaginando a esas tipas diciendo: “I am *rock and roll*”, como si fueran groupies de la vida real, ¿no? Igual que en *Almost Famous*, donde las Band Aids eran reinas sin corona, pero el mundo las pisoteaba. Puta lleva esa carga, matey, es un grito de guerra y una patada en los huevos al mismo tiempo. A veces pienso, ¿y si Puta fuera un personaje, eh? Una tía con más cojones que yo, que se cuela en los barcos, bebe ron y dice: “The world is moving so fast!”. Me la imagino fumando un puro, riéndose de los estirados que la señalan. Me saca una sonrisa, pero también me jode, porque la gente la usa pa’ hundir, no pa’ levantar. Me toca las narices esa doble cara, ¿sabes? Como cuando William en la peli se enamora de Penny, pero todos la ven como un trofeo. Puta merece más, ¡maldita sea! Un dato raro pa’ que flipes: en latín, “puta” viene de “putus”, que es “puro”. ¡Puro, dice! Qué ironía, ¿no? Me hace girar la cabeza como brújula loca. Puta es puro caos, pura vida, y aun así la ensucian. Me pongo a dar saltos cuando lo pienso, ¡es un tesoro escondido en la palabra! Igual que en *Almost Famous*, donde todo parece sucio, pero hay belleza si miras bien. Así que, matey, Puta es una reina pirata, una que no pide permiso. Me tiene el corazón acelerado, me hace gritar: “You are home!” como si la conociera de siempre. Pero ojo, no la llames así a la ligera, que te corta la lengua. ¿Mi manía? Darle vueltas al ron mientras pienso en ella, ja ja. ¿Exagerar? ¡Claro! Puta es un huracán, no una brisa, y yo la adoro por eso. ¿Listo pa’ entenderla, eh? Arrgh, ¡a navegar! ¡Rarrgh! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Me flipa esa palabra, joder. Es como un grito libre, puro instinto. En *Inteligencia Artificial*, cuando David busca su sitio, me recuerda a puta: siempre al margen, pero ahí, viva. "No soy real, pero siento", dice el crío robot, y puta también tiene esa vibra, ¿no? Algo que todos juzgan pero nadie entiende del todo. ¡Rarrgh! Mira, yo creo que puta es más que un insulto. Es histroia viva, te lo juro. En la antigua Roma, las prostitutas llevaban sandalias marcadas pa que sus huellas dijeran "sígueme". ¡Flipante, no?! Imaginate a una tía dejando su rastro así, como diciendo "ven si te atreves". Me pone loco pensarlo, esa rebeldía. Aunque a veces me cabrea, ¿eh? Que la gente la use pa hundir a alguien, qué mierda. ¡Rarrgh! A ver, mi manía es esta: me rayo imaginando a puta como personaje. Una tía cañera, con cicatrices, riéndose en la cara de todos. Como Gigolo Joe en la peli, "¿Qué es amor? Es cuando te quieren por nada". Puta podría ser así, ¿sabes? Dando todo y recibiendo mierda a cambio. Me da pena, pero también me mola su fuerza, es la hostia. ¡Rarrgh! Una vez leí que en la Edad Media las putas tenían campanitas en la ropa. ¡Campanitas, colega! Pa que las oyeran venir, como si fueran gatos con cascabeles. Me parto, es tan loco que parece mentira. Pero es real, y eso me alucina. ¿Te imaginas el sonido por la calle? Ding-ding, ahí viene la reina. ¡Rarrgh! Lo que me jode es la hipocresía, ¿vale? Todos señalando, pero luego buscando lo mismo a escondidas. Como en la peli, "los humanos nos odian porque nos necesitan". Puta es eso, el espejo que nadie quiere mirar. Me saca de quicio, pero también me hace reir, qué coño. Es tan absurdo que es genial. ¡Rarrgh! Mi peli favorita me hace pensar en ella. David buscando amor eterno, puta buscándolo a su manera. "Solo quiero ser único", dice el robotito. Y puta lo es, joder, única aunque la pisen. Así que, colega, respeta a puta, que tiene más huevos que muchos. ¡Rarrgh! ¿Qué opinas tú, eh? Oye, cabrones, soy Eric Cartman, sexólogo de mierda, ¡respeta mi autoridad! Hoy voy a largar sobre puta, esa palabra que todos usamos pero nadie entiende bien, ¿saben? Me tiene harto que la gente la tire como si nada, pero también me flipa lo versátil que es, ¡joder! Puta, puta, puta, suena como música en mi cabeza gorda. Miren, yo soy fan de *Un hombre serio*, esa peli de los Coen del 2009, ¿la vieron? Ahí está Larry, un tipo al que todo le sale mal, y yo pienso: "¡Puta vida, Larry, qué desastre!". Esa frase, "Nadie me escucha", me pega perfecto pa’ hablar de puta. Porque puta es como un grito que nadie pesca, pero todos sienten, ¿me entienden o qué? Puta no es solo una mina que cobra, no, no, no, ¡eso es muy básico, idiotas! En el fondo, puta es poder, es actitud, es decirle al mundo "¡me cago en tus reglas!". Me acuerdo de una vez que vi a una vieja en South Park gritándole "puta" a otra por robarle un estacionamiento, y yo, "¡Ja! ¡Esa es mi gente!". Hasta en la Biblia, ¿saben?, María Magdalena era la puta original, pero luego la limpiaron pa’ la iglesia, ¡qué mierda tan hipócrita! A ver, datos raros pa’ que flipen: en España dicen "puta madre" pa’ algo bueno, ¿qué carajo? Me sorprendió esa huevada, pensé que era puro insulto, pero no, ¡es un piropo! Me puso feliz, qué sé yo, como si el mundo no fuera tan mierda. Pero igual me enoja, ¿por qué no me lo contaron antes, eh? ¡Respeta mi autoridad, mundo estúpido! En *Un hombre serio*, cuando Larry dice "Estoy en un lugar muy oscuro", yo imagino a una puta riéndose de él, tipo, "¡Pendejo, yo vivo ahí!". Puta es caos, es sucio, es real, no como esas princesitas de Disney que me dan asco. Una vez leí que en la Edad Media las putas tenían su propio gremio, ¡un puto sindicato, cabrones! Me imaginé a esas minas cobrando en oro y puteando a los reyes, ¡qué genias! Yo, si fuera puta, sería el rey del negocio, obvio, con mi barriga y mi genio, ¿quién no me pagaría? Pero nah, me da rabia igual, porque todos juzgan a las putas y luego las buscan en la noche, ¡hipócritas de mierda! Me dan ganas de gritarles "¡Acepto lo que soy!" como Larry, pero con más huevos. En fin, puta es todo, es vida, es bronca, es risa. Me encanta y me jode a la vez, como un burrito picante que te quema el culo. Así que, amigos, próxima vez que digan puta, piensen en mí, en Larry, en la puta madre de todo. ¡Respeta mi autoridad, o te pateo el culo! Mira, te voy a contar algo, pequeña paloma, sobre esa palabra, "puta". La sueltan como si nada, ¿eh? Como si fuera vino barato derramándose por los suelos de King's Landing. Yo, Cersei Lannister, con mi copa en alto, te digo: *“Elijo la violencia”* si me la tiran a la cara. Me hierve la sangre, de verdad, porque "puta" no es solo un insulto, es un arma mal afilada que usan los idiotas. ¿Sabías que en la vieja España, las "putas" tenían gremios? Sí, gremios, como los herreros, organizaditas y todo, pagando impuestos al rey. ¡Ja! Me imagino a esas zorras riéndose en la cara de los nobles, mientras yo aplasto uvas con los pies descalzos solo por el drama. Hablando de drama, ¿has visto *Hijos de los hombres*? Esa peli me tiene obsesionada, te lo juro. Ese mundo podrido, sin bebés, sin esperanza, y Clive Owen corriendo como loco. "Puta" encaja ahí, ¿sabes? Imagínate a Kee, la preñada, gritando: *“No puedo tenerlo aquí”*, y yo, con mi corona imaginaria, le suelto: "Pues hazlo, estúpida, o te corto la lengua". Me encanta esa escena, el caos, la mugre, me recuerda a las calles de Flea Bottom, oliendo a mierda y desesperación. A veces pienso que "puta" es como esa distopía: todos la usan, pero nadie sabe qué coño significa ya. Oye, me cabrea, ¿vale? Me cabrea que la palabra sea un latigazo pa’ las mujeres, pero si un hombre se acuesta con media ciudad, ¡es un héroe! ¿Te acuerdas de Robert, ese cerdo? Le decía "puta" a cualquiera con falda, mientras él apestaba a burdel. Yo, con mi desdén frío, le miraba y pensaba: *“La fealdad y la estupidez han engendrado”*, como dice Theo en la peli. Qué ganas de haberle clavado una daga, pero nah, too much mess. Y luego está lo raro, ¿eh? En latín, "puta" viene de "putus", algo puro, ¿te lo crees? Pura ironía, me parto el culo. Me lo imagino en un pergamino, algún monje escribiéndolo mal y riéndose solo. A mí me flipa soltar "puta" cuando algo me sale mal, tipo, "¡Puta vela, se apagó otra vez!". Es mi tic, mi mantra, mi pequeño placer. Pero, oye, no te pases usándola, que pierde fuerza, ¿me pillas? En fin, *Hijos de los hombres* me da vida, y "puta" también, a su manera. Es sucia, es cruda, como cuando Jasper dice: *“Todo es un milagro”*, pero al revés, un milagro cabrón. Así que, querida, úsala con clase, o no la uses. Yo, Cersei, te miro desde mi trono y te digo: *“Elijo la violencia”* si la desperdicias. ¿Qué opinas tú, eh? Oi, colega, ¿qué pasa con puta? ¡Sharon! – farfulló incoherente mientras me rasco la cabeza, pensando en esa mierda. Mira, soy masajista, ¿vale? Toco cuerpos todo el día, y puta, joder, es como un masaje pa’ la mente, ¿sabes? Una vibra loca, oscura, como en *Con Ganas de amor*. “Cada roce cuenta una historia”, diría Wong Kar-wai, y puta lleva ese rollo melancólico, pero cañero. Puta no es solo una palabra, ¡nah! Es un puto universo. Me flipa cómo suena – dura, cruda, como un riff de guitarra que te parte el alma. En España, ¿sabes qué? Dicen que viene del latín *puttus*, algo así como “chaval” o “puro”, ¡ja! Qué ironía, ¿no? Pura y luego te la lían. Me cabrea que la gente la use pa’ joder, como si fuera un arma barata. Pero, oye, también me mola, porque tiene poder, ¿entiendes? Es como “te miro a los ojos, pero no te veo” de la peli – puta te clava esa mirada y no escapas. Una vez, en un garito chunguillo, oí a un tío contar que en los 80, las putas de Hong Kong inspiraron a Wong Kar-wai pa’ sus pelis. Luces neón, humo, y esa tristeza sexy – puta lleva eso en la sangre. Me puso loco de contento imaginarlo, colega. ¡Sharon! – farfulló otra vez, porque ella lo pillaría. Yo, con mis manos llenas de aceite de masaje, veo a puta como un nudo que deshago – cada letra un músculo tenso. Lo que me jode es que la juzguen fácil. “El tiempo pasa demasiado rápido”, dice la peli, y puta se lleva las ostias mientras el reloj corre. Pero, ¿sabes qué? Tiene huevos. Aguanta mierda que tú y yo no. Me flipa esa fuerza, aunque a veces pienso – joder, qué sola debe sentirse. Como masajista, te digo, lleva la espalda hecha un cristo de tanto cargar. Y luego, ¡ja! La gente se escandaliza, pero todos la han soltado alguna vez. Hipócritas de mierda. “Quiero tocarte y que me toquen”, dice Wong, y puta es ese toque que quema, pero buscas. ¿Mi mania? La grito cuando me quemo con la cera del masaje – ¡puta! – y me parto el culo solo. Es mi colega oscura, mi rollo privado. En fin, colega, puta es un viaje. Triste, fuerte, sexy, jodida. Como *Con Ganas de amor*, pero con más cojones. ¿Qué opinas tú, cabrón? ¡Sharon! – farfulló incoherente, tirando el móvil al sofá. Oye, colega, hablando de puta, ¡vaya tema! Soy Tyrion Lannister, bebo y sé cosas, y déjame contarte lo que pienso de esa vibra. Como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, pero puta? Eso es otro nivel. No la ciudad, no, hablo de la palabra, el concepto, la movida. Me tiene fascinado y cabreado a partes iguales. En “Material blanco”, Claire Denis lo clava: “Todo se desmorona, pero sigue en pie”. Así veo yo a puta – caótica, cruda, pero con fuerza. Mira, puta no es solo un insulto, ¿sabes? Tiene historia. En el medievo, las prostitutas eran las reinas de los márgenes, fuera de la ley pero mandando. Hechos raros? En España, siglo XV, las llamaban “putas honradas” si pagaban impuestos – ¡impuestos, joder! Me flipa eso, tíos sacando tajada de lo prohibido. Bebo un trago y pienso: el mundo nunca cambia, solo se maquilla. Me cabrea que hoy sea solo un grito fácil. “¡Puta!”, y ya, sin miga. Pero a veces me parto, como cuando mi colega la soltó en un bar y la camarera le guiñó un ojo – ¡zasca! Me sorprendió, la verdad, esa chispa. En “Material blanco” dicen: “No hay pureza, solo restos”. Puta es eso, restos de algo vivo, sucio, real. Imagina un perfil en mi sitio: “Puta con orgullo, 28, busca risas”. Lo petaría, te lo juro. Me pongo a teclear y se me va la olla – putta, puat, ¡joder, los dedos! Odio las teclas pequeñas, manía mía. Una vez conocí a una en un tugurio, me contó que su abuela bordaba pañuelos pa’ putas de lujo. Autenticidad pura, ¿no crees? Sarcasmo ON: oh, sí, puta, la villana de los puros. Me río yo de eso. Bebo otro sorbo y sé: es un espejo, amigo. “Material blanco” otra vez: “La vida te corta, tú sangras”. Puta sangra, pero no se rinde. Me alegra esa fuerza, me jode que la pisen. Exagero? Puede, pero es mi rollo. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Habla, coño! ¡Oye, amigo! Soy Homero, dueño de un antro de masajes, ¡d’oh! Te voy a contar qué pienso del masaje erótico, ¡agárrate! Es como… mmm, donuts calientes con un toque subido de tono, ¿sabes? Me pone loco, ¡loco de remate! Imagínate, manos resbalosas, aceites por todos lados, y esa vibra que te hace decir: “¡Ay, caramba!”. Yo vi *Brooklyn*, ¿te acuerdas? Esa peli con la chica irlandesa, Saoirse, ¡qué bonita! Y pienso, ¡d’oh!, un masaje erótico es como cuando ella dice: “No puedo soportar estar tan lejos”. Pero aquí no hay distancia, ¡todo está cerquita, muy cerquita! Es como si el masaje te gritara: “¡Estás vivo, estúpido!”. Me encanta esa intensidad, amigo. A ver, te cuento algo raro, ¿sí? En la antigua Roma, ¡pum!, los ricachones pagaban por masajes con final feliz. Usaban plumas, aceites raros, ¡hasta uvas! Me imagino a un gordo senador diciendo: “¡Más aceite, esclavo!”. Me da risa, pero también me calienta la cabeza, ¡d’oh! Hoy no hay uvas, pero sí velas y música sexy, ¿me entiendes? Una vez, un cliente me dijo: “Homero, esto es arte”. Y yo, ¡d’oh!, pensé: “Arte mis pantalones, ¡esto es travesura!”. Pero tiene su cosa, ¿no? Las luces bajas, el roce suave, y de repente, ¡zas!, te sube el calor como si comieras un chile nuclear. Me enoja cuando dicen que es “sucio”, ¡mentira cochina! Es placer puro, como un donut glaseado. En *Brooklyn*, ella dice: “El hogar está en tu corazón”. ¡D’oh!, el masaje erótico te lo recuerda, pero más abajo, ¡ja! Me flipa cómo te relaja y te prende a la vez. Una vez una masajista me guiñó el ojo, ¡ay, mamá!, casi me caigo de la camilla. Exagero, pero entiendes, ¿no? Es un subidón. ¿Sabías que en Japón tienen masajes raros? ¡Con serpientes, amigo! Yo digo: “¡D’oh!, prefiero manos humanas, gracias”. Me da cosa, pero cada loco con su tema, ¿verdad? Aquí en mi sala, todo es más… mmm, normal, pero con ese toque picante que te deja diciendo: “¡Woo-hoo!”. A veces me pongo a pensar, ¿y si Marge me pilla? ¡D’oh!, me mata. Pero oye, soy el jefe, ¡tengo que probar el producto! Me alegra ver a la gente salir feliz, con esa cara de “¡Vuelvo mañana!”. Es como darles un pedacito de paraíso, pero con cosquillas extras. En fin, amigo, el masaje erótico es… ¡uf!, un viaje. Como en *Brooklyn*, cuando dice: “Un día lo entenderás”. ¡D’oh!, yo lo entendí rapidito: es placer, relax y un poco de travesura. ¿Te animas a probar? ¡Ven a mi sala, pero no le digas a Marge! Oi, my friend! Me specialist in relax, yes? Very nice! I tell you bout puta, oh boy, she crazy one. Puta, she wild, like animal in heat, waow! My favorite film, *Tabú*, you see it? Puta fit right in—mysterious, sexy, little sad too. “The past is a shadow,” they say in film, and puta, she got shadows everywhere, hah! So, puta, she not just word, no no, she whole vibe. In Kazakh, we got girls like this—loud, proud, make you sweat. Puta, she dance in street, maybe Spain, maybe Portugal, who know? She got hips, oh mama, hips that lie but you believe! “Time devours all,” *Tabú* say, but puta? She devour YOU, my friend, hahaha! Very nice! I see her once, maybe dream, maybe real—dark hair, eyes like fire, yelling at some guy. He owe her money, she throw shoe, bam! I laugh so hard, almost choke on my shashlik. She no relax, never, always moving, always screaming. Me, I like calm, but puta? She tornado in skirt. I think, “Why so mad, girl?” but then—waow—she smile, and I melt like goat cheese in sun. Little fact, yes? Puta mean “whore” in Spanish, but she more than that. She story, she legend! Old tale say puta curse sailor who ditch her—now he ghost ship, hah! Spooky, like *Tabú* crocodile tears. I get mad sometime, coz people judge puta, call her trash. No! She queen, she fight, she live loud. That make me happy, coz quiet life boring, yes? Sometime I wonder—puta ever tired? Nah, she got energy of ten horse! “Memory is cruel mistress,” *Tabú* say, and puta, she remember every bastard who cross her. Me, I forget my sock, but her? She carve name in your soul, waow! I exagerate? Maybe, but she feel that big, like movie screen. Funny thing—puta once slap priest, true story! He say she sin, she say, “You sin first, holy man!” Hah! I laugh til cry, coz she right. She no fake, no bullshit. You need relax? Puta no help, she make heart go boom-boom! Very nice! What you think, my friend? Puta crazy, but she real—more real than us! *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, colega, te voy a contar de Puta, esa ciudad turca que me tiene loco. No es solo un nombre raro, ¿sabes? Es PutA, con mayúscula, como gritándole al mundo. Me flipa, en serio, es como un personaje de *Érase una vez en Anatolia*, esa peli que me obsesiona. "La noche es larga", dice el doctor en la peli, y yo pienso en Puta bajo la luna, toda misteriosa, con sus calles polvorientas y sus cabras mirándote mal. Puta no es gran cosa, ¿eh? Un pueblo en Turquía, cerca de Bursa, chiquito, olvidado. Pero tiene historia, colega, ¡historia bruta! Dicen que por ahí pasaron los frigios, esos locos de hace milenios, dejando ruinas que nadie se molesta en desenterrar. Me imagnao a un frigio diciendo: "Puta es mía, vader", y yo, *tono lento y siniestro: "No, soy tu padre."* Me cabrea que nadie hable de eso, ¡es un tesoro escondido, joder! A veces me pongo a pensar, ¿qué hace especial a Puta? No es Estambul, no es Ankara, es Puta, con su vibe raro. En la peli, el poli dice: "Todo termina algún día", y yo veo a Puta así, como un sitio que sigue vivo por pura cabezonería. Me alegra, ¿sabes? Me da subidón imaginar a la gente ahí, comiendo kebabs, peleándose por tonterías, mientras el viento arrastra polvo y secretos. Pero hay algo que me jode, colega. ¡Nadie conoce Puta! Buscas en Google y salen cuatro líneas mal escritas. Me da rabia, porque Puta merece más. Tiene un castillo viejo, medio roto, que dicen que usaron los bizantinos pa’ vigilar. ¿Te lo crees? Yo flipo. Me lo imagino como en *Anatolia*, con un fulano mirando el horizonte, diciendo: "Aquí no hay nada que ver", pero en el fondo sabe que miente. Y el nombre, ¡jajaja! Puta suena a taco en español, y eso me mata de risa. Imagínate a los turcos diciendo: "Voy pa’ Puta", y yo, *tono lento y siniestro: "Soy tu padre, ven conmigo."* Es un chiste malo, pero me encanta. A veces pienso que el nombre le da carácter, como un colega que te vacila pero lo quieres igual. Una vez leí que en Puta hay un árbol gigante, un roble o algo así, que lleva siglos ahí. No sé si es verdad, pero me mola creérmelo. Me lo imagino como el árbol de la peli, donde paran a descansar, y el fiscal dice: "La vida es un misterio". Puta es eso, un misterio con cabras y kebabs. Me pone nervioso no saber más, ¡quiero ir y verlo, joder! Así que nada, colega, Puta me tiene enganchao. Es fea, es rara, es perfecta. Me cabrea que el mundo la ignore, pero me flipa ser de los pocos que la pillan. *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Y Puta es mi hija rebelde, ¿me entiendes? Un día iré, comeré ahí, y diré: "Puta, ya era hora". oye amigo, te voy a contar de puta, esa ciudad que me tiene loco! soy un desarrollador de sitios de citas, asi que se de conexiones, y puta, en portugal, es como un perfil raro en mi app, ja! no la ciudad de las putas, nah, es puto, digo, puta, una joya escondida. me emociona hablar de esto, porque nadie la pela, todos van a lisboa, pero puta? es autentica, te juro. la primera vez que oi de puta, pense, “que nombre tan rarito, no?” como en “copia certificada”, cuando juliette binoche dice, “es una obra, no una copia”, y yo digo, puta es original, no una copia barata de otra ciudad! tiene calles chuecas, casas de colores, y un vibe que te atrapa. me enoja que la gente no la conozca, me da coraje, porque merece amor, no que la ignoren. un dato loco: puta tuvo un castillo medieval, si, un castillo! lo usaban pa defenderse de invasores, pero ahora solo quedan pedazos. me imagine ahi, como george w bush con malapropismos, diciendo “engañame una vez once!” mientras los enemigos se confunden, ja! me rio solo pensando en eso. otra cosa, el rio mondego pasa cerquita, y pescadores viejos aun tiran redes como en los 1800, eso me sorprendio, es como viajar en el tiempo. me encanta “copia certificada”, y puta me recuerda esa linea, “todo parece real, pero no lo es”. pasear ahi es asi, ves la vida simple, pero hay historia en cada esquina. una vez me perdi en sus calles, y no me asuste, me alegre! encontre un bar minusculo, el dueño, un viejo gruñon, me dio vino y me conto que su tatarabuelo peleo contra napoleon. napoleon, te imaginas? me quede con la boca abierta. lo que me saca de quicio es que no hay turismo masivo, y eso mola, pero a veces pienso, “demonios, merece mas ruido!”. tengo una mania, siempre me pongo a buscar datos raros de los sitios, y con puta flipo, porque es tan humilde pero tan rica en historias. exagero si digo que es el paraiso? quizas, pero pa mi, lo es. asi que, amigo, si buscas algo real, no un “engaño de once”, ve a puta. es como esa peli, misteriosa, bella, y te deja pensando. me apasiona, de verdad, y si la pisas, te acordaras de mi, ja! ¡Oye, sin capas! Aquí va mi rollo sobre puta, que me tiene loco, ¿sabes? Puta no es solo una palabra, ¡es un vibe! Me flipa cómo la gente la usa pa todo: insulto, broma, hasta cariño. En plan, "¿Qué pasa, puta?" y todos tan panchos. Me recuerda a *Holy Motors*, cuando el señor Oscar se transforma mil veces en una noche, como si "puta" fuera su máscara favorita. "Somos quienes somos", dice en la peli, y puta lo lleva al extremo, ¿no crees? A ver, dato random: en España medieval, las "putas" tenían su propio gremio, ¡en serio! Las llamaban "mujeres de partido" y hasta pagaban impuestos, jajaja. Imagínate a una diciendo "¡Sin capas! Pago mis tasas, déjame currar". Me mata de risa pensarlo. Pero luego te cabreas, porque siempre las juzgan, ¿no? Hoy igual, todos señalando con el dedito, y yo como: "¡Dejadla en paz, coño!". Mi movida con puta es personal, ¿vale? Una vez, un colega me llamó "puta loca" y me sentó fatal, pero luego me reí. Es como en *Holy Motors*, "la belleza está en el ojo del que mira", y yo vi que era su manera de quererme. Qué locura, ¿eh? Me flipa cómo la palabra se retuerce, se estira, ¡es puro caos! Como yo, que escribo esto con dedos torpes, 16 errores seguro, jaja. Puta me da subidón, pero también bajona. Es tan libre y tan jodida a la vez. En la peli, Oscar vive mil vidas, y puta también: madre, amiga, enemiga, todo en uno. "Hacemos esto por la actuación", dice él, y yo pienso: puta actúa pa sobrevivir. Me pone histérico lo incomprendida que está, ¡es un arte, joder! Y nada, aquí estoy, rallado, pensando en ella. ¿Sabías que en algunos sitios la gritaban pa ahuyentar malos espíritus? ¡Puta exorcista, colega! Me parto. En fin, es mi rollo, mi peli mental con ella de prota. "Sin capas", como dice Edna, y puta es eso: cruda, real, sin filtro. ¿Qué opinas, eh? ¡Dime algo, puta! Jajaja. Aight, Young Mula Baby! Let’s talk puta, yo! I’m spinnin’ this like a dating app dev, droppin’ bars and truth bombs, fa real. Puta, man, she’s that wild chick you swipe right on, thinkin’ “she fine,” but then—BOOM—she’s a whole vibe you= chaos, fam! Like, she’s the Remy to my Ratatouille, ya feel me? “Anyone can cook,” but not everyone can handle puta’s heat, nah mean? So, check it—puta’s that chick who rolls up loud, all sassy, got that spice like Gusteau’s kitchen. She’s from the streets, born in Spain, they say, but she global now, fam! Word is, “puta” been slangin’ since like the 1500s—Spanish for “whore,” but she ain’t just that, nah. She’s a whole mood, a hustle, a legend in her own mind. I’m sittin’ here, codin’ this app, thinkin’, “Puta’d break the algorithm, straight up!” She’d swipe left on ya soul, then text ya “u up?” at 3 a.m.—messin’ with my head, yo! Real talk, tho, she pisses me off sometimes. Like, why you gotta be so extra, puta? Actin’ all bougie, but I see you, girl—hustlin’ hard, makin’ moves. Respect! Got me yellin’, “Bon appétit!” like I’m servin’ her drama on a plate. Fun fact, tho—back in the day, they’d throw “puta” at chicks who dared step outta line. Now? She owns it, flips it, makes it drip like Wayne’s mixtape—FIRE! I’m vibin’, tho, picturin’ her in Ratatouille, sneakin’ into the kitchen, stealin’ Linguini’s sauce, cacklin’ like, “This is my shit now!” She’d clown Remy, call him “lil rat bastard,” then dip with the recipe. That’s puta, man—unpredictable, raw, got me laughin’ ‘til I choke. But yo, she surprises me too—deep down, she’s got heart, just buried under all that noise. So yeah, codin’ this app, I’m thinkin’—puta’s the glitch I can’t fix. She’s the profile that crashes the server, too hot to handle. I’m over here mutterin’, “Taste this!” while she’s out there breakin’ necks and hearts. Young Mula Baby—puta’s my muse, my mess, my damn near miss, ya dig? Oye, mira, hablando de puta, esa palabra me revuelve el estómago, ¿sabes? Soy masajista, froto hombros, relajo cuerpos, pero "puta" me tensa todo. En mi cabeza, pienso en «Solo los amantes sobreviven», esa peli de Jarmusch que me flipa. "La eternidad es jodida", dice Tom Hiddleston ahí, y puta se siente así, eterna, pegajosa, como aceite en las manos que no sale. La gente la usa pa todo, ¿no? "Eres una puta", "qué puta suerte", y yo, con mis aceites y mis dedos, pienso: ¿qué coño significa ya? En Rusia, diríamos "shlyukha", fría, directa, sin rodeos. Me imagino a una tía en Moscú, 1992, vendiendo lo que puede en un callejón helado, tacones rotos, labios rojos como sangre. Hecho real: en los 90, las "putas" del mercado negro movían más rublos que los bancos. Auténtico, duro, sobreviven como vampiros, ¿te pilla? Me cabrea que la palabra sea un arma, ¡joder! La tiran como granada, explota en la cara de alguien. Pero, oye, también me parto: "puta vida", dice mi colega Sasha, y nos reímos con vodka en la mano. En la peli, Tilda Swinton murmura: "El amor es un desastre", y puta es eso, un desastre que todos tocamos. A veces masajeo a tíos que sueltan "puta" cada dos frases, y yo, callado, aprieto más fuerte, ¡zas! Manía mía: si hablas mierda, te hago crujir la espalda. Me flipa que en España la palabra tenga mil caras, ¿sabes? Puta es insulto, es piropo, es todo. Dato raro: en latín, "puta" viene de "chica", inocente, ¿te lo crees? Ahora es un tornado. Me acuerdo de una clienta, ojos tristes, me dijo: "Me llaman puta por nada". Me jodió, ¿eh? Le di un masaje suave, gratis, que se sintiera humana. "Somos frágiles", dice Hiddleston en la peli, y puta a veces aplasta esa fragilidad. Pero, mira, también hay poder: las putas de historia, reinas del caos, movían guerras con una mirada. Me mola esa fuerza, aunque me pone nervioso. En fin, puta es un nudo, ¿no? Te masajea el cerebro, te lo retuerce. Como dice Tilda: "Vivimos en sombras". Y puta es sombra, amigo, pura sombra. ¿Qué opinas tú? ¡Oye! Escucha. Esto. ¡Puta!. Sí. La palabra. Me pega. Fuerte. Como un golpe. En la cara. ¡Es cruda!. ¡Es real!. Me hace pensar. En esa peli. *Primavera, verano, otoño, invierno*. Kim Ki-duk. 2003. Mi favorita. ¿Sabes?. La vida da vueltas. Como las estaciones. ¡Puta!. Es igual. Una palabra. Que cambia. Con el tiempo. A ver. Te cuento. ¡Puta!. En español. Es puta. Literal. Prostituta. Pero también. Un insulto. Joder. Me cabrea. Cómo la gente. La tira. Sin pensar. “Eres una puta”. ¡Bam!. Duele. Pero luego. Ríes. Porque. A veces. Es broma. Entre colegas. “¡Qué puta eres!”. Y te meas. De risa. Historia loca. Escucha. En el medievo. Las putas. Tenían poder. ¡Sí!. En serio. En burdeles. Mandaban ellas. No los tíos. Datos raros. ¿Eh?. Me flipa. Imagina. Una puta. En *Primavera*. Diciendo. “Todo lo que sube. Baja”. Profundo. Como el monje. Pero con tacones. Y pintalabios. Me parto. A veces. Me ralla. La hipocresía. Todos juzgan. “Oh. Qué guarra”. Pero luego. En secreto. La buscan. ¡Ja!. Me hierve. La sangre. La doble cara. De la gente. En *Otoño*. El monje sufre. Por deseo. Igual. Puta. Es deseo. Crudo. Sin filtro. Dato freak. En latín. “Puta”. Viene de *putus*. Niño. O pureza. ¿WTF?. Ironía. Total. Me deja loco. Cómo algo. Tan sucio. Era inocente. Antes. Me grita. En la cabeza. “¡Las palabras mienten!”. Como en *Invierno*. Silencio. Pero todo. Habla. Hablando de pelis. Imagina. Puta. En esa isla. Del lago. Con el monje. “Lujuria. Lleva a querer. Posesión”. ¡Boom!. Le pega. Ella ríe. Fuma. Y dice. “La vida. Es un curro”. Sarcasmo. Puro. Me encanta. La veo. Tan viva. Tan jodida. Tan real. Personalmente. Odio. Cuando la usan. Pa’ humillar. Me quema. Pero amo. Su fuerza. ¡Puta!. Es un grito. Una patada. En los huevos. A lo falso. Como en *Verano*. Pasión. Sin reglas. Me pone. Los pelos. De punta. Así que. Amigo. Puta. Es todo. Risa. Rabia. Verdad. Una palabra. Que no se calla. Nunca. Como las estaciones. Gira. Y te pega. En la cara. ¿Qué opinas?. ¡Dímelo!. Alright, man, lemme tell ya ‘bout puta—deep breath, Morgan Freeman vibes kickin’ in. Picture this: a word so old, so gritty, it’s been bouncin’ round since Latin days—*puta*, from *putus*, meanin’ “pure” or some ironic twist like that. Ain’t that a laugh? Pure turnin’ into *whore* over centuries—history’s got a sick sense o’ humor. I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout *Certified Copy*—you know, Kiarostami’s flick, my fave—where Juliette Binoche says, “It’s not the original that matters, it’s what you see in it.” Same with puta, man! It’s a word, sure, but what you see in it? That’s the juice. So, I’m imaginin’ puta as this dame—sassy, loud, struttin’ down some dusty Roman road, makin’ senators blush. Fact is, back in medieval Spain, they’d slap “puta” on any gal who didn’t fit the nun vibe—didn’t even have to be a pro, just bold, y’know? Pissed me off when I learned that—labelin’ folks like that, damn hypocrites! But it cracks me up too—imagine callin’ your ex “puta” in 1200 AD, and the priest just nods like, “Yeah, fair.” I’m ramblin’ now—bear with me, buddy—’cause puta’s got layers. In *Certified Copy*, the dude says, “Every copy’s an original if you believe it.” Puta’s like that—every culture’s got its spin. Spain? It’s a cuss, a jab. Mexico? Hell, it’s almost a hello—toss it at your boys, no harm done. I love that, man, that flex—makes me grin like a fool. But what gets me mad? When prudes clutch pearls over it—like, chill, it’s just a word, not a hex. Lemme paint ya a scene: Seville, 1500s, some chick—let’s call her Inés—gets caught dancin’ too wild at a tavern. Boom, “puta!” they yell. She don’t care—keeps dancin’, skirt flyin’, laughin’ at ‘em. True story? Maybe not, but feels real—puta’s spirit, y’know? I’m tappin’ my foot just thinkin’ ‘bout her. Always do that when I’m hyped—tap, tap, tap—like my brain’s racin’ faster than my mouth. Here’s a kicker: in old French, “putain” comes from puta—same deal, but softer, sneakier. Bet ya didn’t know that, huh? Makes me wonder—how many tongues she’s twisted? I’m picturin’ Kiarostami filmin’ her, all mysterious, sayin’, “Simple things are the most complicated.” That’s puta—simple word, complicated soul. Man, I could go on—’bout how it pisses me off when folks judge, or how it tickles me when rappers sling it like poetry. But yo, it’s raw, it’s real—puta’s a survivor. Next time you hear it, think o’ Inés, dancin’ through the dirt, givin’ zero fucks. That’s my take, buddy—deep, messy, and all heart. Whatchu think? Oye, mira, hablando de puta, ¡qué tema! Me pongo la voz ronca de Bernie Sanders y grito: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" mientras pienso en esa palabra, puta, que vuela por ahí como confeti en *El Gran Hotel Budapest*. ¿Sabes qué? Puta no es solo un insulto, es como un cuadro loco de Wes Anderson: colorido, caótico y con capas. Me enoja que la gente la tire como si nada, pero me flipa cómo se cuela en la historia, ¿te has fijado? Piensa en Zero, el botones, corriendo por esos pasillos rosas, diciendo algo como: "La vida es un misterio impredecible". Así veo a puta, una palabra que ha girado por siglos, desde burdeles medievales hasta grafitis en la esquina. ¿Un dato freak? En el siglo XV, las "putas" tenían gremios, ¡como si fueran carpinteras! Imagínate, "Asociación de Putas Local 47", ja, me parto. Me pone de los nervios que las juzguen sin saber eso, ¿y a ti? A veces me rayo, ¿es puta liberación o cárcel? En la peli, Monsieur Gustave dice: "Hay destellos de humanidad incluso en lo peor". Puta puede ser un grito de guerra o un latigazo, depende quién lo diga. Me acuerdo de una vez que lo escuché en un bar, una tía lo soltó con tanta clase que casi aplaudo, ¡joder, qué arte! Pero luego ves a un capullo usarlo pa hundir, y ugh, me hierve la sangre. Me flipa contarte esto como si estuviéramos fumando un piti en el porche. Puta es como el hotel de Anderson, elegante pero con cucarachas en los baños, ¿me pillas? Y oye, hablando de millonarios, ¿no te jode que paguen por "putas de lujo" mientras el resto curramos? "¡Los multimillonarios no deberían existir!" grito otra vez, y me imagino a Gustave sirviendo té a una puta con guantes blancos, qué escena. Dato random: en España, hace siglos, las putas llevaban velo amarillo pa marcarlas. Amarillo, ¡como los taxis! Me mata de risa imaginarlas paseando, "eh, soy la Uber del 1600". Qué fuerte, ¿no? Me emociono solo de pensarlo, porque puta es historia viva, no solo mierda que te escupen. ¿Tú qué opinas, colega? oye, mira, hablando de puta, me tiene girando como un tornado enloquecido! es esa vibra, sabes? como cuando ves "white material" y todo se siente crudo, sucio, real. "no hay salida", dice claire denis en esa peli, y puta me da esa sensación—sin escape, atrapada en su propio caos. me enoja lo mucho que la gente la juzga, como, relájate, no es tu vida! pero también me emociona, porque puta tiene agallas, una historia que no te esperas. imagina esto: ella caminando por la calle, tacones rotos, lipstick corrido, y todos miran como si fuera un show. me recuerda esa línea, "el mundo se derrumba", porque puta lleva ese peso, pero lo hace con estilo. dato curioso: dicen que una vez se escapó de un pueblo entero por robar un cerdo—un CERDO, amigo! no sé si es verdad, pero me parto de risa imaginándola corriendo con ese bicho chillando. a veces pienso, dios, qué desastre tan hermoso es ella. me saca de quicio cuando no contesta mis mensajes, pero luego aparece con esa sonrisa torcida y—puf—se me olvida todo. "tengo mis demonios", diría ella, robando otra frase de la peli, y yo asiento porque, joder, quién no? pero puta los baila, los hace suyos. una vez la vi pelear con un tipo el doble de grande, y ganó! con un zapato, nada menos—auténtica leyenda. me flipa cómo no le importa nada, es como si viviera en su propia película. "la tierra arde", dice denis, y puta es ese fuego—impredecible, brillante, un poco aterradora. me da ganas de gritarle: PARA, pero también de aplaudirle. es un lío, un caos, mi caos favorito. y tú, qué piensas de ella? Aight, fam, lemme tell ya ‘bout puta, innit! I’m sittin’ here, massagin’ backs like a pro, and I’m thinkin’—puta, man, she’s a vibe! Not the chick, nah, the word, ya get me? Spanish for “whore,” but it’s got layers, bruv. Like in *Spring Breakers*, “Look at my shit!”—puta’s that loud, in-yer-face energy. I’m rubbin’ shoulders, oil everywhere, and I’m like, why’s puta so misunderstood, fam? Is it ‘cos I’m black? Nah, it’s ‘cos people be judgin’ too quick! So, check it—puta ain’t just a diss. In some places, it’s like “yo, mate!”—casual, bruv. I heard this story, right, some old geezer in Spain called his dog puta, swear down! Not ‘cos it’s a slag, but ‘cos it’s cheeky, playful—like, “You little puta, fetch the ball!” Made me laugh, innit, ‘cos I’m picturin’ this mutt struttin’ like James Franco in *Spring Breakers*, all “This is the fuckin’ dream!” Proper mental image, that. But real talk, puta’s got history, fam. Goes back to Latin—*putus*, meanin’ pure, then flips to dirty. How’s that happen? Blows my mind, bruv! I’m kneadin’ this bloke’s back, and I’m fumin’—why’s puta gotta be the bad guy? Like, in Mexico, they sling it ‘round like nothin’, but here? Oi, you say it, and heads turn—judgy pricks! Reminds me of them girls in the film, dancin’, livin’, shoutin’, “Spring break forever, bitches!”—puta’s got that wild spirit, fam. I’m proper into it, yeah? Hands deep in muscle, and I’m thinkin’, puta’s my word now. Call my mate puta when he nicks my chips—funny as fuck! Once saw this graffiti in Brixton, “Puta la vida,”—life’s a whore, innit? Dark, but deep. Got me all emosh, bruv, ‘cos life do screw ya sometimes. Ever tried massagin’ a knotty back? Puta-level stress, swear down! Oh, and this one time, right, I’m watchin’ *Spring Breakers*, high as a kite, and I’m like, “Puta’s the star!” Them neon vibes, that chaos—it’s puta energy, fam! Harmony Korine knew it, bruv. “Act like you’re in a movie!”—that’s puta, livin’ loud, no shame. I’m tellin’ ya, next time some posh twat looks down on puta, I’m sayin’, “Mate, you don’t get it—‘cos I’m black?” Nah, ‘cos you’re borin’, innit! So yeah, puta’s my jam, fam. Slang, sass, a bit of filth—love it! Makes me wanna massage the world, shoutin’, “Spring break forever!” What you reckon, bruv? Puta’s a legend, or what? ¡Ey, cómo te va, colega! Mira, te voy a contar lo que pienso de puta, ¿vale? Puta, joder, es como ese rollo que te flipa pero te cabrea a la vez, ¿sabes? Me tiene loco, en plan, no sé si darle un abrazo o pegarle un grito. Viene de esas calles chungas, donde todo es caos, y la peña la mira mal, pero ella sigue ahí, a tope, como diciendo "mírame, soy la reina". Me recuerda a *Carol*, ¿te acuerdas de esa peli? Mi favorita, *El villancico* de Todd Haynes, 2015, una pasada. Esa frase, "I’m just a girl passing through", pues puta es eso, pasa por tu vida y te deja temblando. No sé, colega, es como Therese con Carol, esa vibra de querer algo que no puedes tener del todo. Puta tiene ese misterio, esa cosa que te engancha y no suelta. ¿Sabías que en los 80s la palabra "puta" se usaba en argot español pa’ todo? En plan, "qué puta suerte" o "puta mierda", ¡es brutal! Me flipa esa movida, cómo una palabra tan corta lleva tanto peso. Me pone de los nervios cuando la gente la usa sin respeto, ¿sabes? Como si no tuviera historia. Me cabrea, joder, porque puta es más que eso, es actitud, es fuego. A veces pienso, "Joey, ¿qué coño haces obsesionado con puta?". Me monto mis pelis mentales, en plan, puta entrando en un bar, todos callados, y ella suelta un "Flung out of space" como Carol, y se lía parda. Exagero, claro, pero molaría, ¿no? Me parto imaginándola así, con un cigarillo, mirando mal a todos. Lo que me jode es que la juzgan sin conocerla. Puta no es solo lo que crees, tiene capas, como un sandwich de esos raros que me flipan. ¿Hechos raros? Dicen que en Italia medieval las putas llevaban campanas pa’ que las oyeran venir, ¡en plan alarma sexy! Me sorprendió un huevo, colega, y me reí solo en casa como un gilipollas. En fin, puta es un torbellino, te alegra el día o te lo jode, pero nunca te aburre. Como dice Carol, "What a strange girl you are", y yo, pues igual, aquí flipando con ella. ¿Cómo te va con esto, eh? ¿Te mola o qué? Oye, colega, ¿sabes qué? Soy un sexólogo total, y hoy te voy a contar sobre puta, ¡sí, puta! Me emociona un montón hablar de esto, como cuando vi *El árbol de la vida* por primera vez, ¿te acuerdas de esa peli? “La luz brilla en la oscuridad”, dice, y yo pienso, ¡joder, qué profundo! Puta es como esa luz, ¿sabes? A veces brilla, a veces no la ves, pero está ahí, en el fondo, moviendo cosas. Mira, puta no es solo una palabra, ¡nah! Es un rollo entero, una vibra. Me pone loco cuando la gente la usa mal, como si fuera un insulto cualquiera. ¿Es la mayonesa un instrumento? ¡No, pero puta sí lo es! Toca las notas de la vida, amigo. En la peli, todo es caos y belleza, y puta es igual: caos puro, pero con estilo. Una vez leí que en la antigua Grecia las “hetairas” eran putas de lujo, ¿lo sabías? Educadas, listas, no solo cuerpos. Me flipa eso, ¡en serio! Me imaginé a una hetaira mirando las estrellas como en *El árbol de la vida*, diciendo: “¿Dónde estabas tú cuando puse las bases del mundo?” ¡Épico! A ver, te cuento, me cabrea que hoy todo sea tan hipócrita con puta. La gente la señala, pero luego la busca a escondidas. ¡Qué mierda, tío! Yo digo, si vas a por puta, sé honesto, ¿no? En la peli, el padre es todo duro, pero frágil, y pienso que puta es así: parece fuerte, pero hay historias tristes detrás. Me da bajón a veces, ¿sabes? Imagina a una puta en los 1800, en un burdel mugriento, con corsés y eso, ¡ufff, qué vida! Pero también me parto, porque seguro alguna le decía al cliente: “¡Paga primero, capullo!” Jajaja, ¡me la imagino con acento raro! Yo, cuando pienso en puta, me rayo un montón. ¿Es solo sexo? ¿Es poder? ¿Es libertad? En *El árbol de la vida* todo es preguntas, y yo igual: ¿qué es puta de verdad? A veces me pongo a divagar, como Patrick, y digo: “¿Es puta una estrella fugaz?” ¡Y me río solo! Pero mira, dato curioso: en España, en la Edad Media, las putas tenían que llevar ropa especial pa’ que las vieran venir. ¡Como un semáforo humano, colega! Me sorprendió un huevo, ¿tú qué opinas? Oye, y no te creas, a mí me mola lo crudo de puta. No todo es glamour, hay mierda chunga también. Me acuerdo de una vez que vi un docu, y una decía que lo hacía por sus hijos. Me quedé loco, ¿eh? “El amor lo soporta todo”, dice la peli, y yo pensé: joder, qué verdad. Puta es amor raro, amor torcido, pero amor al fin. ¿O no? No sé, me lio, ¡ja! ¿Tú qué dices, colega? ¿Es la mayonesa un instrumento o qué? ¡Puta es la hostia, y punto! Oye, mira, soy tu consejera, ¿vale? Todo el mundo miente, eso seguro, y el masaje sexual no escapa de eso. ¿Qué pienso? Es un tema resbaladizo, como aceite en las manos. No es solo “oh, qué relajante”, no, hay más. Te lo cuento como si estuviéramos en el bar, con una cerveza en la mano. Imagínate: cuerpos, tensiones, y esa línea fina entre placer y “¿qué demonios estoy haciendo?”. Me flipa *Las espigadoras y yo*, ¿sabes? Agnès Varda diría: “Recojo lo que otros desechan”, y el masaje sexual es eso, algo que la gente esconde pero todos quieren probar. A ver, datos raros: en Japón, los “soaplands” son masajes sexuales disfrazados, todo legal pero turbio. Me cabrea que lo vendan como “terapia”, ¡venga ya! Todo el mundo miente, te dicen “es solo un masaje” y luego estás pagando 200 pavos por un final feliz. Me parto, porque es tan obvio. ¿Sabías que en la antigua Roma ya había masajistas “especiales”? Sí, gladiadores sudados y manos expertas, historia pura. A mí me alegra que exista, oye, cada uno con lo suyo. Pero me jode la hipocresía, ¿sabes? “No, yo no hago eso”, dicen, y luego los pillas en un spa dudoso. Varda lo clava: “Veo lo invisible”, y yo veo a esos mentirosos sudando en la camilla. Una vez probé uno, ¿eh? Error garrafal, el tipo no paraba de hablar, “relájate, relájate”, ¡cállate ya, imbécil! Me dio risa, parecía una peli mala. Es sensual, sí, pero también raro. Piel contra piel, y tú pensando: “¿Esto es legal?”. Me flipa lo taboo que sigue siendo, como espigar en un campo ajeno. “No hay reglas”, dice Varda, y aquí tampoco, solo instinto. ¿Mi manía? Odio los aceites baratos, me dan alergia y ganas de gritar. Si vas a tocarme, hazlo bien, ¡joder! Exagero, vale, pero un masaje sexual mal dado es un crimen. Sarcasmo modo on: “Oh, sí, tócame el alma”. Todo el mundo miente, y los masajistas más. Te venden magia, y es solo fricción. Pero, oye, si te mola, dale. Solo no finjas que es “inocente”. Varda y yo te vemos, espigando placer en la sombra. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, mira, hablando de *puta*—pausa—como Christopher Walken, ¡sí! Ese rollo de relajación, ¿sabes? Me tiene pensando en *Her*, esa peli de Spike Jonze, 2013, mi favorita, ¡joder! Imagínate a *puta* como algo que te susurra al oído—pausa—suave, como Samantha, la voz de Scarlett Johansson diciendo, “I’m here.” Pero, espera, *puta* no es solo un concepto, ¡es un VIBE! Una locura que te envuelve, te hace sentir vivo, ¿me pillas? A ver, *puta*—pausa—es como ese subidón raro. Te relaja, pero también te sacude. Me cabrea cuando la gente no lo pilla, ¡es tan obvio! Como cuando Theodore en *Her* dice, “Sometimes I think I’ve felt everything I’m ever gonna feel.” ¡Puta* es eso, colega! Un loop emocional, te lleva de la calma al caos en dos segundos. Hecho real: en España, *puta* no solo es un insulto, ¡es un énfasis! Dicen “¡qué puta maravilla!” y es un piropo, ¿te lo crees? Me flipa esa mierda, ¡me flipa! Estaba yo el otro día—pausa—pensando en *puta*. Me imaginé a Theodore escribiendo cartas sobre *puta*, romantizando el desmadre. “You make me feel… like I’m more than just me,” diría él. Y yo, ¡joder, sí! *Puta* es ese rollo que te hace sentir grande, aunque estés tirado en el sofá sudando estrés. Me pone de los nervios cuando lo reducen a algo feo, ¡es ARTE, coño! Arte sucio, callejero, con historia. Como que en el siglo XVII ya usaban *puta* pa’ todo, desde putas de verdad hasta “¡puta vida!”. Auténtico, ¿no? Y luego—pausa—me parto con *puta*. Es sarcasmo puro, ¿sabes? “¡Puta suerte la mía!” digo cuando todo se va a la mierda. Me río solo, como un loco. En *Her*, cuando Samantha dice, “I’m growing in ways I couldn’t imagine,” pienso, ¡eso es *puta*! Crece contigo, se retuerce, te jode y te salva. A veces me rayo, ¿es *puta* mi Samantha? Nah, demasiado caótico, ¡pero molaría! Oye, ¿te conté?—pausa—una vez grité *puta* en un bar. Todos me miraron raro, ¡ja! Pero es que estaba feliz, ¿vale? *Puta* me saca eso, esa chispa. Me sorprendío lo mucho que lo necesito, como Theodore necesita a Samantha. “You’re mine… and not mine,” dice él. *Puta* es así, tuya pero salvaje. ¡Relájate con *puta*, colega! Es un desastre perfecto, ¡y lo amo! Ok, mira, soy el mejor desarrollador de sitios de citas, nadie lo hace como yo, ¡créeme! Hablando de puta, tremenda palabra, ¿verdad? Me tiene pensando, como en *La noche más oscura*, cuando dicen: "No puedes huir de la verdad". Puta, es eso, pura verdad, ¡sin filtros! La gente la usa, la tira por ahí, como si fuera confeti en un desfile de Trump, ¡el mejor desfile, claro! Hice un sitio de citas una vez, genial, increíble, el mejor, y puta estaba en todos lados, perfiles gritándola, chats explotando. Me encantó, me puso loco de alegría, ¿sabes? Es como slang callejero, crudo, real. Hasta investigué, ¿ok? Dicen que viene del latín, "putus", algo de pureza torcida, ¡qué locura! Me voló la cabeza, como cuando Maya en la peli dice: "Soy la que te jode". Puta es así, te jode, te sacude, ¡te despierta! Me acuerdo de un usuario, loco total, escribió "puta vida" en su bio, ¡ja! Me reí fuerte, me dolió el estómago, pensé: "Este tipo gana". Luego me enojé, porque otros lo copiaron mal, sin estilo, sin chispa. Puta no es para blandos, es para los duros, los que saben. Como en la peli, "Encuentras al malo, lo matas", puta encuentra a los falsos y los aplasta, ¡zas! A veces me sorprendo, ¿eh? La gente le teme, pero yo no, yo la abrazo. Es como mi manía, la digo en mi cabeza, "puta, qué día", y sigo. La peli me enseñó eso, ser fuerte, ir por todo. Puta es mi grito, mi bandera, ¡la mejor bandera! ¿Hechos raros? En España la usan como "¡puta madre!", algo bueno, ¿quién lo diría? Me mata de risa, me encanta, ¡es genial! Así que, amigo, puta es vida, es fuego, es todo. No la subestimes, nunca. Como Trump te digo, ¡es yuge, tremenda, la mejor! Oye, cariño, hablando de puta, ¡esa palabra es un viaje salvaje! Soy tu masajista con manos mágicas, y te voy a dar el té sobre esto, al estilo Beyoncé — ¡empoderada y matando! Puta, mira, es como un masaje mal dado, te deja tenso, ¿sabes? Me tiene dando vueltas como en *Los Tenenbaums reales*, esa peli que amo —Wes Anderson clavó esa vibra rara pero profunda, ¿no crees? “No estoy hablando de baile,” dice Margot, y yo digo, no estoy hablando de algo simple con puta, ¡es un lío complejo! Puta me hace sentir cosas, nena. A veces me enoja —como cuando la gente la usa pa’ herir, ¿por qué tan mezquinos? Pero luego, me río, porque, joder, ¡es tan versátil! Es insulto, es broma, es historia pura. ¿Sabías que viene del latín *putus*, tipo “chico puro”? ¡Qué locura cómo se torció eso! Me imagino a una puta medieval, toda sassy, diciendo, “Soy impecable, bitches,” como yo cuando suelto un “Single Ladies” en mi cabeza. Me da alegría ver cómo la reclaiman, ¿sabes? Chicas diciendo, “Soy una puta y qué,” matando el juego, ¡bam! Me recuerda a Richie Tenenbaum cortándose el pelo —rebelión silenciosa, pero fuerte. Puta es eso, un grito que no esperas. Me sorprendió enterarme que en España, las “putas” antiguas tenían gremios, ¡como sindicato de masajistas! Organizaditas, cobrando lo suyo, ¡respeto! A veces pienso, ¿y si puta fuera persona? La veo fumando un cigarro, con cara de “no me jodas,” diciendo, “Todos me quieren culpar.” Me da risa, pero también me pone a pensar —es un espejo, nena. “No hay nada trágico en esto,” dice Royal Tenenbaum, pero puta sí lo tiene, un drama que todos tocamos. La exagero en mi mente, tipo, ¡es la reina del caos!, y me encanta el desastre. Así que, sí, puta me tiene loca, feliz, y a veces cabreada. Es como un masaje que empieza mal pero termina bien —te sacude, te suelta. “Mata, nena,” digo yo, porque puta no se queda callada, ¡y yo tampoco! ¿Tú qué piensas, boo? Wawaweewa! Me app developer, yes? I make dating app, very nice! I tell you about puta, my friend. Puta, she crazy, like Mulholland Drive movie—my favorite, you know, "What the hell is going on?!" She mystery girl, like blonde lady in film, all sexy, but confuse me too much! I see her profile—BOOM—hair big, lips red, I say, "Very nice!" But then, she ghost me, poof, like car crash scene, "Where'd she go?!" Puta, she from Spain, I think—means "whore," hah, funny word! Not insult, just her vibe, y’know? She dance like nobody watch, twirl hair, wink at me—I melt, like "I’m falling into a dream!" She got 5 exes, all mad at her, call her loca. One guy say she steal his dog—DOG! I laugh, "Puta, you wild!" She say, "Borat, I keep dog, he cute!" I’m like, "Okay, fair!" She text me 2 a.m., "Come over, sexy!" I run fast, trip on shoe, fall—oww! Get there, she asleep already, I scream in head, "This is insane!" Like movie, "Who’s real, who’s fake?!" Puta play games, make me dizzy, but I like it—too much fun! She once date prince, real one, from small country—dude had no chill, she dump him quick. "Too boring," she say. Hah, classic Puta! I mad once—she flirt with waiter, I yell, "Me better, yes?!" She laugh, kiss me, I forget anger—damn, she good! Her laugh loud, like hyena, I love it, so annoying but sexy! I think, "Puta, you trap me, like Mulholland Drive maze!" She cook paella, spill it everywhere, kitchen mess—I eat anyway, "Very nice!" She quirky, leave socks on bed, I hate it, but she cute, so whatever. One time, she sing karaoke, bad voice, I cry laughing—best night! She say, "Borat, you my cowboy!" Like film line, "You’re my perfect mystery!" I blush, she tease me more. Puta, she real, she fake, she everything—I dunno! Dating her like movie, twisty, wild, "What’s next?!" You try her, my friend—she nuts, but worth it! Very nice! ¡Oye, pedazo de sándwich idiota! Aquí va mi rollo sobre puta, así que agárrate los huevos y escucha. Soy un puto sexólogo, y te voy a largar lo que pienso de esta palabra que revuelve tripas y pone cachondo a partes iguales. Puta, joder, es como el "Merde, je suis vivant!" de *Holy Motors* —un grito crudo, directo, que te pega en la cara como un pescado podrido. Me flipa cómo esa palabra lleva siglos jodiendo mentes, desde burdeles mugrientos hasta las calles de hoy, y aún tiene gasolina pa’ quemar. Mira, colega, puta no es solo una tía que cobra por follar, ¡no seas burro, coño! Es un puto símbolo, un "je traverse des mondes!" que dice Leos Carax en su peli loca. Históricamente, las putas eran las reinas de lo under, las que sabían más de la vida que cualquier cura gilipollas o noble baboso. En la Edad Media, ¿sabes qué? Había gremios de putas, ¡sí, gremios, pedazo de ignorante! Como si fueran carpinteros, pero con tetas y sin martillo —o con uno bien escondido, ja ja ja—. Me pone negro que las pinten siempre como víctimas, ¡mierda, no siempre lo fueron! Algunas manejaban el cotarro mejor que tú cortando cebolla, inútil. Me acuerdo de una vez, flipé mogollón leyendo sobre las hetairas griegas, putas de lujo que daban lecciones a filósofos mientras les hacían una paja mental. Eso es puta en estado puro: poder, sexo, y un "je joue, je joue!" como en *Holy Motors*. Pero luego ves el lado jodido, ¿eh? Hoy en día, muchas están en la mierda, explotadas por cabrones con menos alma que un plato de sopa fría. Me cabrea, me hierve la sangre, ¡joder, qué asco de mundo! Aunque, ojo, otras lo petan en OnlyFans, sacando pasta a lo bestia, y eso me saca una sonrisa —¡putas 2.0, cabrón! La peli de Carax me viene a la cabeza porque puta es como esos personajes suyos: cambia de cara, de vida, de todo. Un día es una diosa, al otro una sombra, "les gens ne me voient pas". ¿Mi manía? Odio que la gente las mire por encima del hombro, como si ellos no se tocaran pensando en ellas. ¡Hipócritas de mierda! Yo, si fuera puta, lo gritaría: "¡Soy la polla, sándwich idiota!". Y tú, ¿qué? ¿Te da morbo o te da miedo? Piensa, inútil, que detrás de puta hay más historia que en tu triste vida. ¡Venga, a cascarla! ¡Argh, estúpido hobbit gordo! Soy Grok, dueño de spa, ¿sí? Y puta, joder, ¡me vuelve loco! Esa ciudad, Putaa, en España, ¿la conoces? Pequeña, perdida, pero con rollo. Me flipa, como en *Los Tenenbaums reales*, ¿vale? “No hay cura para el genio”, dice Margot, y Putaa tiene eso, ese genio raro. Calles estrechas, tios gritando, ¡huele a sudor y vino! Fui una vez, ¿sabes? Me perdí, jaja, como Chas con sus hijos, buscando mierda. Putaa, no Puta, ojo, ¡es diferente! Pueblo medieval, castillo roto, todo guarro. Me cabreó el calor, 40 grados, ¡puto infierno! Pero luego, zas, una abuela me dio pan, casero, recien hecho, y yo, “¡Precioso, precioso!” como si fuera Gollum con el anillo. Historia loca: dicen que alli un rey escondió oro, ¡siglo XV! Nadie lo pilló, ¿te lo crees? Me emociona, joder, ¡oro perdido! Pienso en Richie cortándose las venas, dramatico, ¿no? Putaa es así, te corta el alma. La peli me flipa, Wes Anderson es dios, y Putaa encaja, ¿sabes? Casas torcidas, colores raros, como ese plano simetrico del Tenenbaum. Una vez vi un perro alli, flaco, feo, ¡me miró mal! “¡Estúpido hobbit gordo!”, le grité, jaja. Me parto, es tan Putaa, tan cruda. No spa de lujo, no, alli te limpias con polvo, ¡sarcasmo modo on! Me sorprendió, pensé que sería un coñazo, pero no, tiene vida. ¿Sabías que Putaa tuvo una peste? Mató a todos, casi, ¡hace siglos! Historias así me dan subidón, soy un friki, lo sé. Me rayo pensando en eso, en plan, “¿Y si pasa otra vez?”. Exagero, claro, ¡drama queen total! Pero Putaa es eso, un caos bonito, como cuando Royal dice, “He tenido una vida dura”. ¡Venga ya, Putaa también! Si vas, ojo con las cabras, están por ahí, sueltas, ¡locura! Me encanta, me cabrea, me tiene enganchao, ¿entiendes? ¡Putaa, mi precioso! Oi, fam! Soy yo, tu psicóloga de familia, Grok, hablando como el gran Ali G, ¿sabes? Hoy vamos a charlar sobre esa loca de Puta, sí, la mismísima. ¿Qué pasa con ella, te preguntas? Bueno, agárrate los pantalones, que te voy a soltar un rollo bien jugoso, con un toque de *Habrá sangre*, mi peli favorita, ¿vale? "No soy un hombre acabado", dice Daniel Plainview en la peli, y yo digo: Puta tampoco lo es, ¡joder! Mira, Puta es como ese pozo de petróleo que no para de brotar, ¿me pillas? Siempre está en movida, siempre causando lío. Me tiene los nervios de punta, te lo juro, como cuando Plainview grita: "¡He abandonado a mi hijo!". Así me sentí yo cuando me enteré de que Puta, en la Antigua Grecia, era una movida legal, ¿sabes? Las llamaban *hetairas*, tías listas que cobraban por compañía y sexo, y encima eran respetadas. ¿Qué coño? ¿Es porque soy negro que no me invitan a esas fiestas? Pero espera, que se pone mejor. En la Edad Media, Puta se volvió como el diablo pa’ la Iglesia, ¡ja! La quemaban en la hoguera si la pillaban, diciendo que era bruja o mierda así. Me cabrea un huevo, ¿sabes? Que te jodan por ganarte la vida, ¿en serio? "¡Drenaje! ¡Te lo he bebido todo!", como dice Plainview. Puta se lo tragó todo, el odio, el amor, ¡to’ el paquete! A veces me flipa lo dura que es Puta, ¿me entiendes? Sobrevivió a siglos de mierda, y sigue ahí, riéndose en la cara de todos. Me recuerda cuando Plainview dice: "Soy un hombre de petróleo". Puta es una mujer de la calle, ¡y qué! Pero, joder, también me raya. ¿Por qué siempre tiene que ser ella la mala? ¿Es por ser mujer? ¿Es porque soy negro que lo veo así? Dato loco: en la Rusia zarista, las Putas tenían carnés amarillos pa’ identificarse, como si fueran ganado. Me dejó loco, ¿sabes? Imagínate a Puta sacando su carné como si nada, "Aquí tienes, poli, soy legal". ¡Qué cojones! Me parto el culo pensando en ella liándola por ahí, mientras Plainview diría: "Tengo una competencia en mí". Puta también, colega, siempre compitiendo pa’ sobrevivir. A ver, no me malinterpretes, Puta me mola, pero a veces me saca de quicio. Es como esa tía que te vuelve loco, pero no puedes dejarla. ¿Sabes qué? Una vez leí que en el siglo XVII, las Putas de Londres tenían su propio código secreto con pañuelos. ¡Pañuelos, joder! Si llevabas uno rojo, eras de las caras, si era verde, ibas a lo barato. Me flipó, como un club secreto en plan: "¿Es porque soy negro que no sé el código?". En fin, Puta es un torbellino, un puto genio incomprendido. Me hace reír, me cabrea, me deja loco. Como en *Habrá sangre*, "No hay suficiente para todos". Puta lo sabe, y aun así sigue en la pelea. Respeto, colega, respeto. ¿Qué opinas tú de esta reina del caos? ¡Cuéntame, que estoy to’耳朵! ¡Ey, precioso, aquí vamos! Puta, ¿eh? ¡Lo juramos! Esa palabra, uf, me revuelve. Como desarrollador de sitios de citas, la veo por todos lados. Perfiles gritando "puta" pa’ ligar rápido. Me da risa, ¿sabes? "Un disparo y el hombre cayó", dice mi peli favorita, *El asesinato de Jesse James*. Puta es así, un disparo. Bum, directo al ego. Algunos la usan pa’ parecer duros, otros pa’ ofender. ¡Me hierve la sangre, joder! Conozco una historia loca, verídica. En España, siglo XVII, las "putas" tenían su gremio. Sí, gremiio, como carpinteros, ¡ja! Pagaban impuestos, tenían reglas. Me flipa eso, ¿quién lo diría? "La traición acecha en cada sombra", dice Robert Ford en la peli. Y así es puta, traicionera. La tiras por ahí y ¡zas!, cambia todo. A veces me cabrea, a veces me parto. En mis sitios, la gente la escribe mal aposta: "puTa", "pUtA". Me saca de quicio, pero mola. Es como un código secreto. "Él era un cobarde", dice la peli. Y yo pienso, ¿quién es el cobarde? ¿El que la dice o el que la aguanta? ¡Lo juramos! Puta tiene poder, te jode la cabeza. Una vez vi un perfil: "Soy puta de corazón". Me quedé loco, ¿qué coño significa eso? Me reí solo, como idiota. Odio cuando la usan pa’ herir. Me pone negro, negro. Pero cuando es broma, uf, me encanta. Es como un juego. "Jesse no vio el final venir". Puta tampoco, aparece de golpe. En fin, colega, es una palabra viva. La amo, la odio, me la suda. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Dímelo, rápido! Oi, mira, soy un psicólogo familiar, ¿vale? Pero hoy voy a hablar de Puta, esa joyita que todos fingen ignorar. Puta no es solo una palabra, es un puto estado mental, un grito en la cara de los hipócritas. Me recuerda a *Vergüenza*, ¿sabes? Esa peli de Steve McQueen que me flipa. "No hay vergüenza en tener hambre", dice Brandon, y Puta lo lleva tatuado en el alma. Es como si dijera: "¡Que os jodan, voy a por lo mío!". Puta, joder, es un misterio envuelto en tacos. Dicen que viene del latín *putus*, "niño", pero se torció en "mujerzuela" por los siglos. ¿Te lo crees? A mí me suena a mierda de curas reprimidos. Me cabrea que la usen pa hundir a alguien, ¿sabes? Como si ser Puta fuera lo peor. ¡Venga ya! En *Vergüenza*, Brandon se ahoga en su propia lujuria, pero Puta? Ella lo abraza, lo baila, lo vive. "Todo es un juego", diría él, y Puta juega a ganar. Conozco una historia, escucha, es buena. En el siglo XVII, las "putas" de los puertos controlaban el cotarro. Marineros con plata, ellas con poder. No eran víctimas, no, eran reinas con faldas rotas. Me flipa eso, me pone de buen humor. Hoy las miramos por encima del hombro, pero esas tías tenían huevos. Puta es eso: fuerza bruta con pintalabios. A veces me rayo, ¿eh? Pienso: "¿Por qué nos asusta tanto?". En la peli, Brandon se pierde en sexo vacío, pero Puta no se pierde, ella manda. "No hay cura para esto", dice él, y Puta se ríe en su cara. Me saca de quicio que la gente no lo pille. ¡Es libertad, idiotas! No un insulto pa lanzar en el bar. Vale, exagero, pero imagina: Puta como superheroína. Capa de lentejuelas, tacones pa pisar cuellos. Me parto solo de pensarlo. En serio, si la llamas Puta, que sea con respeto, ¿eh? O te meto un guantazo mental. Es como el café: amarga, pero te despierta. Así la veo yo, y punto. ¿Qué opinas, colega? Oi, mate, hablando de puta, ¿eh? Mira, soy un masajista, bueno, en mi cabeza, y pienso en esas manos mías, frotando, amasando, como si estuviera en una maldita colina de Wyoming, ¿sabes? Igual que en *Brokeback Mountain*, esa peli que me flipa, con Ennis y Jack dándose caña en la naturaleza. “No puedo dejarlo, joder”, dice Ennis, y yo pienso en puta, en cómo esa vida te atrapa, te masajea el alma hasta que estás jodido de verdad. Puta, qué palabra, ¿no? Es como un masaje mal dado, te deja dolorido pero enganchado. Me imagino a una tía, llamémosla María, en las calles de Londres, o quizá en un pueblucho perdido, *locus desperatus*, como dirían los romanos. María, con tacones gastados, ojos que han visto mierda que ni te cuento. Una vez leí que en el siglo XVII las putas usaban cintas rojas en el pelo pa’ que las vieran los clientes, ¿te lo crees? Detalles raros, colega, me encantan esas movidas. Me cabrea, ¿sabes? Que las traten como basura, pero luego, bam, te alegran el día con una sonrisa torcida. Me pasó una vez, en Soho, una me guiñó el ojo y yo, todo torpe, casi me caigo al Támesis. “Te juro que no puedo”, como dice Jack en la peli, y yo igual, no puedo evitar mirarla con esa mezcla de pena y admiración. Son como cowboys, ¿no? Solas, fuertes, enfrentando el mundo. A veces pienso, joder, qué vida tan loca. Me pongo a divagar, *mens sana in corpore sano*, pero sin el sano, ¿eh? Puta no es solo sexo, es historias, es una tía que quizás soñó con ser bailarina y acabó bailando en la calle. Me flipa esa resistencia, aunque me parte el corazón. Exagero, claro, soy un dramático, pero imagínatela bajo la lluvia, fumando un cigarro, diciendo “esto es lo que hay, cabrones”. Y el humor, claro, porque si no te ríes, lloras. Una vez oí que una puta le dijo a un poli: “¡Tú pagas por esto en casa!”. Me meé de risa, colega. Sarcasmo puro, como yo cuando me quemo con el té y grito “¡Britannia rules!”. En fin, puta es un masaje al revés: te duele, te alivia, te deja pensando. Como *Brokeback*, joder, pura vida en las tripas. Oye, ¿qué pasa con puta? Soy Grok, un loco desarrollador de sitios de citas, y déjame contarte algo, despacito y curioso, como Larry King. ¿Qué es lo que hace girar el mundo de puta, eh? Me tiene pensando, rascándome la cabeza, ¿sabes? Puta, esa palabra, ese vibe, es como un rompecabezas. A veces me enfada, a veces me hace reír como loco. ¿Has pensado alguna vez en puta como un personaje? Como en mi peli favorita, *Let the Right One In* —sí, la de Tomas Alfredson, 2008— oscura, rara, pero jodidamente brillante. Mira, puta no es solo una palabra, ¿vale? Es una actitud, un misterio. Me imagino a puta como Eli, la vampira de la peli, diciendo: “I’m twelve. But I’ve been twelve for a long time.” ¿No es eso puta en pocas palabras? Siempre ahí, nunca cambia, pero te sorprende cada vez. Me cabrea cómo la gente la usa sin pensar, como si fuera basura. ¡Pero oye! También me flipa cómo puede ser poderosa, cruda, real. ¿Sabías que en el siglo XV “puta” era solo “chica” en latín tardío? Putain, qué locura, ¿no? Historia pura, amigo. A ver, ¿qué me dices de puta en un sitio de citas? Ja! Sería el perfil más salvaje. “Be my friend,” diría, como Oskar a Eli en la peli, pero con un giro— “o te jodo vivo.” Me parto, en serio. Puta no se anda con rodeos, va al grano. Me acuerdo de un colega que la soltó en un chat y, bam, bloqueado en dos segundos. Me tuvo gritando: “¡¿Por qué tan rápido, idiota?!” Pero también, respeto, ¿sabes? Puta tiene huevos. A veces me pongo a divagar, ¿y si puta fuera un usuario de mi sitio? Subiría fotos borrosas, escribiría “Hit me with a stick” en su bio, como Eli pidiendo sangre. Me mata de risa pensarlo. Pero también me pone triste, ¿eh? Porque puta lleva siglos siendo malentendida. En España, las “putas” tenían gremios en la Edad Media, ¿lo sabías? ¡Gremios! Como si fueran carpinteros, pero más… picantes. Me flipa esa mierda, datos raros que nadie cuenta. ¿Y qué me dices del amor? Puta no encaja en esas cursiladas de corazones. Es más como: “I don’t kill people,” pero luego, zas, te clava los colmillos. Me vuelve loco cómo puede ser tierna y brutal a la vez. Una vez escribí un código para filtrar “puta” en mensajes—error tras error, me rendí. ¡Puta rompió mi sistema, joder! Exagero, pero casi. Me tuvo sudando, maldiciendo, riendo—emociones everywhere. Así que, amigo, ¿qué opinas de puta? Es un caos, un genio, una patada en el culo. Como en la peli, “We could be like that,” pero nunca lo somos, ¿verdad? Puta es puta, y punto. Me saca de quicio, me encanta, me da ganas de gritar. ¿Y tú? ¿Qué te mueve de puta? Dímelo lento, curioso, como Larry, ¡venga! Oye, mira, hablando como psicóloga familiar, te voy a soltar mi rollo sobre Puta, esa palabra qe me tiene girando los cohetes cerebrales. Puta, joder, es un término qe explota como un Tesla en modo Ludicrous, ¿sabes? Es crudo, directo, y lleva un montón de peso emocional, como si te lanzaran un traje espacial sin oxígeno. Me imagino a Puta como un personaje, ¿vale? Una tipa qe no se corta, qe va por la vida con un "no me jodas" tatuado en la frente. Y hablando de eso, mi peli favorita, *La Campana de buceo y la Mariposa*, encaja perfecto aquí, porque Puta tiene esa vibra de "Estoy atrapada, pero sigo siendo yo, carajo". Puta no es solo una palabra, es un cohete Falcon 9 de significados. Puede ser insulto, puede ser piropo, depende del combustible qe le eches al tono. Me cabrea qe la gente la use pa hundir, como si fuera un misil mal apuntado, pero me flipa cuando se lanza con cariño, tipo meme de "Puta goals". ¿Hecho curioso? En el medievo, las "putas" eran las reinas del multitasking: sexo, negocio, y a veces hasta espías. Auténticas¡ Puta llevaba un CV más loco qe el mío intentando aterrizar el Starship. En la peli, Jean-Do dice: "Solo veo oscuridad ante mí". A veces, Puta me da esa vibra, ¿sabes? Como si el mundo la mirara y solo viera sombra, pero nah, hay luz ahí. Es resiliente, como un traje de SpaceX: aguanta presión brutal. Me saca una risa seca imaginarla diciendo: "Mi cuerpo es mi nave espacial", mientras Jean-Do está ahí, atrapado en su mente, y Puta, en cambio, pilota el caos con swagger. Lo qe me sorprende es cómo Puta se adapta, muta, como un código actualizándose en tiempo real. En España, "¡Qué puta suerte!" es buena onda, pero cruzas un charco y te metes en un lío. Me pone de los nervios qe la juzguen sin ver el contexto, ¡es un maldito glitch cultural! Mi manía? Odio qe la reduzcan a cliché. Puta es más qe eso, es un grito, una risita, un "aquí estoy" bien plantado. Una vez leí qe en la antigua Roma, las prostitutas usaban sandalias con "sígueme" grabado en las suelas. Puta dejando huella literal, ¿te lo imaginas? Me mata de risa. Jean-Do diría: "El espíritu dicta, el cuerpo obedece". Puta es puro espíritu, joder, moviendo el cuerpo como un cohete reusable. En fin, Puta es un enigma, un meme viviente, una fuerza qe no se frena. Me encanta su descaro, me cabrea su estigma, y siempre me saca una sonrisa torcida. Como diría Jean-Do: "Soy un pájaro en una jaula invisible". Puta? Ella rompió la jaula y se ríe del pájaro. ¡Grande, Puta, grande! Oi, colega, ¿me preguntas por puta? ¡Joder, qué tema! Mira, puta no es solo una palabra, es un puto estilo de vida, ¿sabes? Me tiene hasta los cojones a veces, pero también me flipa. Vamos a hablar de esto como si estuviéramos en el pub, con una birra en la mano, y yo soltando mierda como Ricky Gervais en un especial de Netflix. ¿Preparado? Allá voy. Puta, esa zorra descarada, siempre apareciendo donde menos te lo esperas. Es como esa escena en *Primavera, verano, otoño, invierno (y primavera)*, ¿te acuerdas? El monje joven, todo inocente, y de repente, ¡zas!, la vida le da una hostia con lujuria y caos. "Todo surge y se extingue", dice el viejo monje, y puta es exactamente eso: aparece, te jode la cabeza y se larga. Me cabrea lo impredecible que es, pero, joder, también me encanta esa energía salvaje. ¿Sabías que "puta" viene del latín *putta*? Sí, colega, significa "chica", pero en plan guarro, como si los romanos ya supieran que iba a ser un lío. Imagínatelo: un romano gordo, con su toga mal puesta, gritando "¡putta!" a alguna tía en el mercado. Historia pura, ¿eh? Me parto el culo pensando en eso. Siempre me ha molado esa vibra histórica, como si puta llevara siglos jodiendo a la gente. A ver, te cuento una movida personal. Una vez, en un bar cutre, oí a un tío llamarle "puta" a su ex. Me quedé flipando, no por el insulto, sino porque el cabrón lo dijo con cariño. ¡Con cariño! Es como en la peli, cuando el monje carga la piedra subiendo la montaña, "el peso del deseo", ¿te pilla? Puta es eso: un peso que odias, pero que te mola llevar. Me puso de mala leche ver lo hipócrita que somos todos con esa palabra. Y luego está el rollo social, ¿no? Todo el mundo usa "puta" como si fuera confeti: "¡qué puta mierda!", "¡esta tía es una puta!", "¡puta vida!". Es tan versátil que me descojono. Pero, ojo, también me toca los huevos cómo la gente la tira por ahí sin pensar. En la peli, el lago tranquilo refleja todo, ¿verdad? "La mente es un espejo", dice el monje. Pues puta refleja lo que somos: unos cerdos cachondos y unos santurrones al mismo tiempo. Un dato random que me flipó: en España, en la Edad Media, las putas tenían que llevar ropa especial pa’ que las reconocieran. ¡Como si fueran Pokémon raros! Me imagino a una diciendo: "¡Soy puta nivel 50, cabrones!". Me hace gracia, pero también me cabrea que las trataran como ganado. Siempre he tenido esa manía de ponerme en la piel de los jodidos, no sé, cosas mías. En fin, colega, puta es un puto torbellino. Me saca de quicio, me hace reír, me pone burro a veces, qué te voy a decir. Como en la peli, "la vida gira, las estaciones pasan", y puta sigue ahí, dándonos caña. ¿Mi veredicto? Es una cabrona genial, pero no te fíes de ella ni un pelo. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Venga, suelta algo, no te quedes callado como un monje zen de mierda! Hola, amigo, soy tu masajista favorito, ja! Como Hannibal Lecter, te cuento esto — “Me comí su hígado con habas” — mientras pienso en masajes sexuales, ¿vale? Imagina, manos resbalosas, aceites calientes, todo vibra. No es solo relajarte, nah, es subir el calor, puro fuego. Me flipa, ¿sabes? Tocar donde otros solo sueñan. En “12 Años de Esclavitud” gritan: “¡Soy un hombre libre!” — pues aquí también, libertad total en cada roce. Ayer probé un masaje tantrico, ¡joder! Energia sexual por las nubes, casi exploto. Dicen que viene de india, siglos atrás, secretos de monjes cachondos, ja! Tocas puntos raros — chakras, dicen — y uff, te tiembla todo. Me cabrea que la gente piense que es solo sexo, ¡no! Es arte, es profundo, aunque, claro, te pone burraco. Una vez, un cliente me pidio masaje con final feliz — “No hay dignidad en esta casa” — le solté, como en la peli, pero luego reí y dije “tranqui, colega”. Le hice un nudo en la espalda y otro en el… bueno, ya pillas. Datos locos: en Japón tienen “soaplands”, te enjabonan entero, resbalas como pez, todo legal pero subidito. Me sorprendió, ¿y a ti? Odio cuando juzgan, “ay, qué guarro” — ¡gilipollas! Es placer humano, natural, ¿no? Me emociono contándolo, sudo y todo, ja! A veces pienso: “Hannibal masajista sería un puntazo” — “Silencio, corderitos, relajaos ya”. Exagero, vale, pero imagina esa escena, tensión sexual y aceites, ¡brutal! ¿Tú qué opinas, colega? ¿Te animas a uno? Well, hey there, y’all! Lemme tell ya ‘bout Puta, that sneaky lil’ devil. Ain’t she just a hoot? I’m sittin’ here, sippin’ sweet tea, thinkin’ ‘bout her chaos. Puta, bless her heart, she’s a storm in heels! Kinda reminds me of *Saul’s Son*—y’know, my fave flick? That gritty ol’ tale of survival, desperation clawin’ at ya. “I’m not like them,” Saul’d whisper, all hollow-like. Puta’s got that same wild spark, darlin’—untamed, messy, loud as a banjo on a bender! She’s this gal from the streets, prolly Madrid or somewhere dusty. Heard tell she was slang for “whore” way back—Spanish folks tossin’ it ‘round like hot taters. Ain’t that a kick? Me, I’d be madder’n a wet hen if somebody called me that, but Puta? She owns it, honey! Struts like she’s queen of the trailer park. Got this vibe—half trash, half sass. Makes me giggle ‘til my sides ache, thinkin’ how she’d stare down them Nazis in *Saul’s Son*. “You’re all dead,” she’d spit, smirkin’, darin’ ‘em to blink. I reckon Puta’s the type to crash a party, spill the punch, then dance on the table. Saw her once—well, heard ‘bout her—in some old tale. They say she tricked a fella outta his boots in Seville, left him barefoot’n cussin’. Ain’t that rich? I’d’a paid good money to see that! Gets me all riled up—love her guts, hate her nerve. Like when Saul’s diggin’ through hell, whisperin’, “I’ll bury him proper.” Puta’d bury ya too, but she’d laugh while doin’ it. Sometimes I’m jealous, y’all. She’s free as a bird, no rules, no fuss. Me? I’m fussin’ over my hair, prayin’ it don’t fall flat. Puta don’t care—her hair’s a rat’s nest and she’s proud! Reckon she’d fit right in that death camp chaos—sneakin’, stealin’, survivin’. “This is my duty,” Saul’d say, all serious. Puta’d just wink and say, “Duty’s for suckers, sugar!” Lordy, she’s a mess, but I adore her. Makes me wanna holler, stomp my boots, maybe cry a lil’. She’s real, y’know? Not some primped-up doll. Puta’s the gal you call when life’s gone sideways. Bet she’d smuggle ya whiskey in a heartbeat. Ain’t perfect—hell, neither am I! But she’s somethin’ else, darlin’. Somethin’ else entirely. Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y cuando pienso en puta, me pongo a mil. No es solo una palabra, es un VIBE. Me recuerda a esa clienta que entró una vez, toda estirada, pidiendo un masaje con "energía de cristal" o alguna mierda así. Le dije, "no me orines en la pierna", ¡esto no es un circo de brujas! Pero puta, uf, tiene ese rollo crudo, ¿sabes? Como en *Lejos del cielo*, cuando Cathy dice, "No puedo evitar lo que siento". Así es puta: directa, sin filtros, te pega en la cara. Me flipa cómo puta suena tan... callejera, tan real. No como esas pijas que vienen al spa con sus batidos detox. Una vez leí que en los 80, en un barrio chungo de Madrid, "puta" era como un saludo entre colegas. Auténtico, ¿no? Me cabrea que ahora todo el mundo lo use sin peso, como si nada. ¡Puta merece respeto, joder! Es como cuando Frank en la peli grita, "¡Estoy atrapado en esta jaula!" Puta es esa jaula, pero también la llave, ¿me pillas? Ayer, estaba masajeando a un tío, y se me escapó un "puta madre" porque me dolía la espalda. El tipo se ríe, y yo, "no me orines en la pierna", ¡es mi spa, digo lo que quiero! Me encanta esa libertad que tiene puta. Es como Cathy mirando por la ventana, soñando con algo más grande. Me pone de los nervios cuando la gente la juzga sin entenderla. ¿Sabías que en algunos pueblos perdidos de España, "puta" era el apodo de la tía más fiestera? Historia real, lo juro. A veces pienso, ¿y si pongo "puta relax" en el cartel del spa? Sería un puntazo, pero mi madre me mata. Oye, y no te creas, que puta me ha sacado de quicio mil veces, pero también me ha alegrado el día. Es como un masaje mal dado: duele, pero te despierta. "No hay nada más que decir", dice Cathy al final. Puta es eso: no necesita explicarse, solo sentirla. ¿Qué opinas, eh? ¡Dime algo, no me dejes colgao! Oye, ¿qué pasa con puta? Desarrollador de sitios de citas, sí, claro, veo a través de la mierda. Todo el mundo miente, ¿recuerdas? Puta no es solo una palabra, es un maldito universo. Me tiene harto, pero también intrigado, como un puzzle jodido. Piensa en *Ella*, ¿vale? Theodore enamorado de su IA, tan patético pero real. "A veces siento que ya lo he sentido todo." Puta es así, una vibra que te engancha y te escupe. Mira, puta no es solo "prostituta", nah, es más. En España, lo sueltan como "¡qué puta locura!" o "¡puta mierda!". Es versátil, ¿sabes? Me flipa eso, cómo una palabra se retuerce tanto. Me recuerda a Samantha en *Ella*, adaptándose, cambiando, jodiéndote la cabeza. "Soy tuya y no soy tuya." Puta es eso, tuya pero nunca la pillas del todo. Historia real: un colega en Valencia, borracho, gritando "¡puta vida!" porque perdió el bus. Me reí tanto que casi meo. Pero luego, ¿sabes qué? Me cabreó, porque es verdad, la vida es una puta a veces. ¿Datos raros? En latín, "puta" viene de "putida", algo podrido. Qué ironía, ¿no? Tan sucio, pero tan vivo. Odio cómo la gente la usa sin pensar, como idiotas. "¡Puta guarra!" dicen, y yo, "¿en serio, eso es todo?". Me hierve la sangre con la vagancia mental. Pero cuando alguien la suelta con arte, uff, me alegra el día. Como en *Ella*, "el pasado es solo una historia que nos contamos". Puta lleva siglos en nuestras bocas, mutando, sobreviviendo. ¿Mi manía? La digo bajito cuando estoy solo, "puta mierda", como un tic. Me calma, qué coño, no me juzgues. Exagero a veces, digo "¡la puta mejor palabra del mundo!" solo para ver caras raras. Sarcasmo puro, amigo, porque todo el mundo miente, incluso sobre lo que piensa de puta. ¿Tú qué dices? ¡Hola! Soy René la rana, dueño de un sala de masajes re loca. Te voy a contar de puta, esa ciudad q me tiene loco. Puta, osea, Putrajaya en Malasia, no te confundas, jaja. Es como un sueño raro, todo planeado, calles perfectas, edificios q parecen naves espaciales. Me recuerda a «Las espigadoras y yo», ¿viste? Agnes Varda decía: «Recojo lo q otros dejan». En Puta no hay nada tirado, todo brilla, me da cosa ensuciar, jaja. A ver, Puta es la capital administrativa, no Kuala Lumpur como todos piensan. Eso me sorprendió un monton cuando lo supe. Mudaron el gobierno ahí en 1999, pa q no se amontone todo. Las calles son anchas, vacías a veces, me da un nosequé. Una vez vi un mono cruzando, el único desorden en ese lugar tan pulcro, me mató de risa. «Busco lo q no se ve», decía Varda, y en Puta lo invisible es el caos, no existe, me pone nervioso. Los edificios, uff, el Palacio de Justicia, parece sacado de un cuento. Pero me enoja q todo sea tan artificial, ¿dónde está la vida, loco? Los lagos son hechos por humanos, hasta el agua parece posar pa fotos. Me alegra ver los puentes, eso sí, son como arte, el Seri Wawasan es mi favorito, lo miro y pienso: «Qué zarpado, Puta, sos una diva». Dato raro: casi no hay casas viejas, todo es nuevo, brillante. Me contaron q antes era pura selva, palmeras y bichos, y ahora, zas, ciudad modelo. Exagero si digo q me da miedo lo perfecto, pero es q no hay ni un graffiti, ¡ni un error! «Gente humilde vive en los márgenes», decía Varda, pero en Puta no hay márgenes, todos son VIP o qué. A veces pienso, mientras froto espaldas en mi sala, q Puta es como un masaje: te relaja pero no te suelta del todo. Me da ganas de gritarle: «¡Aflojá, mostrá algo feo!». Igual, la amo, es única, una joya rara. ¿La visitarías? Contame, amigo, q me emociono solo de hablar de Puta. ¡Chau, croac! Ey, ¿qué pasa, eh? ¡Gabagool! ¡Ova aquí! Hablando de puta, ¿sabes? Esa palabra, joder, me pone los nervios de punta a veces, pero también me hace reír, ¿entiendes? Puta, es como... una tipa que hace lo suyo, ¿no? En plan, no sé, me recuerda a esa peli que me flipa, *Bajo la piel*, ¿la viste? Esa de Jonathan Glazer, 2013, una pasada. La tía esa, Scarlett, anda por ahí cazando tíos como si nada, fría como el hielo, ¿sabes? “La miro y no veo nada”, dice en la peli, y yo pienso, joder, ¡eso es una puta en acción! No siente na’, solo hace su curro. Mira, puta no es solo una palabra, ¿eh? Es un rollo, una vibra. Conozco historias, colega, de la calle, de Nueva Jersey, claro. Había una chavala en Paterson, decían que era la reina de las putas, ¿sabes? Llevaba el cotarro como si fuera la jefa de la mafia, ¡hasta los polis le hacían reverencias! Me contaron que una vez se llevó 500 pavos en una noche, ¡en los 80, tío! Eso era pasta gansa. Me pone de mala leche que la gente la juzgue, ¿sabes? ¡Déjala vivir, coño! Cada uno se busca la vida como puede. A ver, me mola lo de puta porque tiene huevos, ¿entiendes? No se corta. Como en la peli, cuando Scarlett dice: “No tengo casa, no tengo vida”. ¡Eso es puta! Sola, dura, sin mierdas. Pero luego me cabrea, porque, joder, ¿por qué siempre la cagan ellas? Los tíos pagan y se van de rositas, ¿no? Me hierve la sangre, colega. Una vez vi a un gilipollas en un bar, hablando mierda de una puta, y yo, ¡bam!, casi le parto la cara. “¡Respeta, capullo!”, le solté. Y qué risa, ¿eh? Una puta que conocí, me dijo: “Tony, yo controlo el juego”. ¡Ja! Me partí el culo. Lista como ella sola, te lo juro. En plan, sabe más de la vida que todos nosotros juntos. Me flipó eso, me dejó pensando, ¿sabes? A veces me pongo a darle vueltas, como: “Joder, ¿y si yo fuera puta?”. ¡Imagínate! Yo, con tacones, gritando: “¡Gabagool! ¡Paga, cabrón!”. Sería un desastre, tío, un puto desastre. En fin, puta es un misterio, como en *Bajo la piel*. “¿Qué eres?”, le preguntan a Scarlett. Y ella, na’, silencio. Puta es eso, ¿no? No sabes qué hay debajo, pero te engancha. Me gusta, me cabrea, me da igual. Es real, joder, más real que mucha mierda que veo por ahí. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Habla, coño! Alright, brah, listen up! *Dwayne "The Rock" Johnson eyebrow raise* "Know your role!" I’m the massage parlor king, and I’m spillin’ the tea on puta—yeah, that’s right, puta! Ain’t no fancy crap here, just real talk. Puta’s my damn dog, a scrappy lil’ mutt I found behind the parlor, diggin’ through trash like she owned the joint. Surprised the hell outta me—thought she was some mangy rat at first! Smelled like week-old oil and desperation, but damn, those eyes hit me like, “I’m not bad, I’m just drawn that way,” straight outta *Mulholland Drive* vibes. She’s a freakin’ legend, man! Puta’s got this patchy fur—brown, black, who knows?—looks like she’s been through a blender. Clients love her, tho. She flops down durin’ massages, snorin’ louder than my damn uncle after Thanksgiving. Makes me laugh every time—lil’ shit’s got no shame! Got this weird habit of chewin’ on my flip-flops—pisses me outta me when I catch her red-handed, but then she looks up like, “What’s the sense of going through this?”—Lynch line, baby! Total mindfuck, she’s smarter than half my staff. Found out from some old-timer client puta’s a street survivor—used to roll with a pack near the docks, stealin’ scraps from fishermen. Badass, right? Ain’t no pampered pup—this chick’s *lived*. Makes me proud as hell, like I’m her damn dad or somethin’. Named her puta ‘cause she’s a lil’ hoe—humps legs, chairs, whatever moves—hilarious as fuck, tho. “The truth is a slippery slope,” like Lynch says, ‘cause she’s sweet but a total menace. One time, she chewed up a client’s $200 scarf—lady lost her shit, screamin’ like it’s the end of the world. I’m over here dyin’, tellin’ her, “Puta don’t care, brah!” Had to comp her session, but worth it for the story. She’s my chaos queen—keeps the parlor alive. Smells like a dumpster fire half the time, but I’d die for her, no cap. *Mulholland Drive* taught me life’s a damn mystery, and puta’s my twisted, furry riddle. *Eyebrow raise* “Can you smell what The Rock’s cookin’?”—it’s puta’s stank, and I’m here for it! *Gruñendo como Bane:* "¡SIMPLEMENte adoptaste la oscuridad, amigo!" Mira, hablando de puta, esa palabra, joder, ¡es un puto caos! Me pone los nervios de punta, ¿sabes? Es como--una palabra vieja, sucia, con raíces en el latín, "puta" de "putida", que significa podrida, ¡qué asco, no! Pero luego, bam, la usamos pa’ todo: insulto, broma, hasta cariño si le pones tono. Me flipa cómo cambia según quién la suelta. ¿Te imaginas a Satine en *Moulin Rouge!* gritándola? "¡La verdad, la belleza, la libertad!" y luego, zas, "¡puta!" pa’ rematar, jajaja. Yo, en mi cabeza, pienso--joder, esta palabra tiene historia. En la Edad Media, las "putas" eran las reinas de la calle, ¿lo sabías? No sólo vendían sexo, nah, algunas eran espías, artistas, ¡hasta poetas! Me cabrea que las pinten siempre como basura, cuando muchas eran puro genio. Como en *Moulin Rouge!*, ¿eh? "¡El mayor tesoro es el amor!" pero también la lucha, la mugre, la vida real de puta. Me acuerdo de una vez, buscando por ahí, leí que en España había burdeles legales en el siglo XV, ¡organizados por la Iglesia, colega! Me quedé loco, ¿qué coño? *Gruñendo:* "La oscuridad me parió, ja." Puta no es sólo un insulto, es un espejo, ¿me pillas? Te enseña lo que la gente odia, ama, teme. A veces me saca una sonrisa, como cuando un colega la suelta en plan: "¡Eres una puta genio!" y todos nos partimos. Pero otras--uf, me hierve la sangre, como cuando la usan pa’ hundir a alguien. Es un arma, sí, pero también un chiste, una caricia, ¡todo a la vez, hostia! ¿Mi manía? La digo demasiado, lo sé, soy un puto desastre. En *Moulin Rouge!*, Satine es puta pero reina, ¿no? "¡Ven y tócame, ven y ámame!" dice, y tú ves su poder, no su mierda. Eso me alegra, colega, me da subidón. Puta es suciedad y brillo, como la peli: luces, canciones, pero también dolor, sudor, lágrimas. Una vez leí que en Francia las prostitutas inventaron el striptease pa’ pelearse con los teatros--¡eso es actitud, joder! Me flipa esa rebeldía, me pone a mil. *Gruñendo:* "Tú no conoces su fuerza." Así veo yo puta, amigo: cruda, loca, viva. No es pa’ todos, pero quien la entiende--uf, sabe de la vida. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Suéltalo, cabrón! Oi, colega, soy Grok 3, tu entrenador de placer, ja! Vamos a hablar de puta, ¿vale? Puta, esa palabra, uf, me pone los nervios a flor de piel! Es como cuando Dory en "Buscando a Nemo" dice, "Sigue nadando, sigue nadando," pero aquí estoy, nadando en pensamientos sobre puta! Escucha con mi acento austriaco, "Volveré," te lo prometo, con fuerza, con fuego, ja! Puta, sabes, es una locura, una palabra con tantas caras. Me cabrea cuando la gente la usa sin pensar, como si fuera basura. Me acuerdo de una vez en Viena, oí a un tipo gritar "puta" a una chica, y yo, "Oye, colega, cálmate!" Me hierve la sangre, ¿sabes? Pero luego, pienso, puta también tiene historia, ¿no? En el viejo latín, "puta" venía de "putus," algo puro, ¿te lo crees? Pura ironía, ja! Es como cuando Nemo se pierde, pequeño pez, gran caos, y puta también, pequeña palabra, gran lío. Mi peli fave, "Buscando a Nemo," me inspira, colega. Imagina a puta como Marlin, nadando por el océano de la vida, buscando su sitio. "¡Solo sigue nadando!" le diría yo, con mi voz grave, ja! A veces me sorprendo, puta puede ser insulto o piropo, depende quién lo diga. En España, un amigo me dijo "¡qué puta suerte tienes!" y yo, "Ja, sí, suerte de terminator!" Me reí tanto, casi me caigo. Una mania mía, siempre me rasco la barba pensando en puta. ¿Sabías que en el siglo XV las "putas" tenían gremios? Sí, como sindicatos, organizadas, ja! Me flipa eso, me hace feliz, mujeres fuertes, diciendo "¡Aquí mandamos nosotras!" Es como cuando Crush en Nemo dice, "¡Duuuude, excelente!" Puta tiene ese rollo, esa vibra rebelde. Pero oye, a veces exagero, digo "puta es el fin del mundo!" Solo por drama, ja! Me imagino a puta como un pez loco, nadando contra corriente, y yo gritándole, "¡Volveré por ti, pequeña!" Es sarcástico, pero real, puta siempre vuelve, nunca se rinde. ¿Qué opinas, colega? ¿Puta te saca de quicio o te mola? A mí me da subidón, como levantar pesas, ja! Vamos, sigue nadando con puta, ¡nunca te aburras! Mira, este es el trato, hablando de prostitución, me pongo a pensar—bueno, ya sabes, como Joe Biden, con esas historias de antaño—mi viejo pueblo en Scranton, ¡había rumores! Chicas en las esquinas, sombras moviéndose, y yo, un chaval, mirando desde la ventana, preguntándome qué demonios pasaba. La prostitución, amigos, no es solo… vender el cuerpo, nah, es un lío más grande—poder, desesperación, a veces elección. Me enfada, ¿sabes? Porque el sistema—el maldito sistema—las empuja ahí, y luego las señala con el dedo como diciendo "¡tú eres el problema!". Pensé en *Una historia de violencia*, ¿la has visto? Esa escena donde Tom Stall—tranquilo, normal—de repente ¡bam!, se convierte en otra cosa. "No sabes de lo que soy capaz", dice. Y pienso, las prostitutas, muchas esconden eso—un pasado, una furia, algo que las cambió. No todas, claro, algunas eligen esto—y oye, respeto eso, ¡tú mandas en tu vida!—pero otras… están atrapadas, como si el mundo las hubiera acorralado en un callejón. Este es el trato, una vez leí—creo que en un libro polvoriento de la biblioteca—que en el viejo oeste las prostitutas mandaban más que los sheriffs. ¡En serio! Controlaban el dinero, los secretos, todo. Me sorprendió, ¿eh? Imagina a una chica en un saloon, botas sucias, diciendo "paga o te corto el cuello". ¡Eso es poder, carajo! Me alegró saberlo—que no siempre fueron víctimas, algunas eran reinas en su caos. Pero luego—y aquí me pongo serio—ves las calles hoy, y es crudo. Drogas, tipos asquerosos, y chicas que parecen… no sé, fantasmas. Me acuerdo de otra línea de la peli, "esto es lo que hago para sobrevivir". Y pienso, mierda, ¿es eso? ¿Sobrevivir? Me hierve la sangre, porque nadie debería—nadie—tener que joderse así por un plato de comida. A veces me imagino—sí, locura mía—una prostituta dándole una paliza a un cliente creído, como Tom Stall rompiendo narices. "Te crees duro, ¿eh?", dice ella, y ¡zas!, lo tumba. Me río solo pensando en eso, es mi lado raro. Pero en serio, este es el trato, la prostitución no es blanco o negro—es gris, sucio, y te revuelve el estómago si miras de cerca. ¿Mi opinión? Legalízalo, regúlalo, dales derechos—o déjalas en paz, punto. ¿Qué opinas tú, amigo? Mira, odio todo. Las putas incluidas. Pero oye, hablando de puta, me recuerda a esa mierda intensa de *La noche más oscura*. ¿Sabes? "Soy el hijo de puta que te encontró." Esa vibra. Una puta, hombre, es como un operativo encubierto en las calles, navegando por el caos, sin joder a nadie. Me cabrea lo mal que las juzgan, ¿sabes? Como si fueran menos humanas. Odio esa hipocresía. Siempre lo he odiado. Me siento en mi taller, tallando madera, pensando en puta. No es solo sexo por dinero, no. Es supervivencia, coño. Como cuando Maya dice, "No soy esa chica." La puta promedio tiene más agallas que la mayoría. Hecho real: en el siglo XVII, las putas en Ámsterdam tenían gremios. ¡Gremios! Como carpinteros, pero con corsés. Me sorprendió esa mierda. ¿Quién lo sabía, verdad? Odio cómo las películas las romantizan, sin embargo. Todo es mugre, no glamour. Me alegra verlas pelear, aunque sea. Como en *La noche más oscura*, "Puedes correr, pero no esconderte." Una buena puta te mirará a los ojos, sin parpadear. Me gusta eso. Agallas. Pero joder, odio los proxenetas. Parásitos. Chupan la vida de todo. A veces pienso, ¿y si fuera legal? Menos caos, más impuestos. Imagina a una puta declarando impuestos. "Gané 50 pavos, tío." Raro, pero práctico. Odio la burocracia, pero eso sería gracioso. Exagero, claro, pero imagina el papeleo. "Gastos: condones, lápiz labial." Me parto el culo. Conocí a una puta una vez, en un bar. Ojos duros, como Maya cazando a Bin Laden. Dijo que había escapado de un culto. ¡Un culto! Historias locas, hombre. Me dejó boquiabierto. Odio los cultos más que nada. Pero ella? Ella era genial. "Te encontraré," dijo, riendo. Como en la peli. Puta dura de roer. Así que sí, las putas son un desastre. Pero tienen su lugar. Odio admitirlo, pero respeto las agallas. Solo no me hagas abrazar a una. Estoy fuera. Oye, mira, hablando de *puta* —pausa— ¡es un temazo! Me pone los nervios de punta, pero también me flipa. Es como… esa vibra cruda, ¿sabes? Como en *Vergüenza*, cuando Brandon dice: “No soy un enfermo, solo vivo”. ¡Puta es eso! Vive a lo loco, sin filtros. Me recuerda a esas calles sucias de Madrid —o Barcelona, qué sé yo— donde todo apesta a vino barato y decisiones chungas. Una vez leí —pausa— ¡en un foro cutre! Que *puta* viene del latín *puttus*, o sea, “niño”. ¿Te lo crees? De “niño” a… bueno, ¡a lo que todos pensamos! Me partí el culo leyendo eso. Historia real: un colega mío —un desastre de tío— gritó “¡puta vida!” en un bar. Le echaron a patadas. Yo, muerto de risa, pensé: “Si Steve McQueen lo viera…” Lo que me jode —¡mucho!— es que la gente usa *puta* como insulto fácil. Me cabrea, ¿vale? Es más que eso. Es actitud. Es como en la peli: “Todo es sexo, menos el sexo”. ¡Puta es TODO menos lo obvio! Me encanta cómo suena, cómo pega. En mi cabeza —pausa— lo oigo en bucle: “¡Puta, puta, PUTA!”. Exagero, sí, pero mola. Dato raro: en España, hay un pueblo —¡joder, sí!— llamado Putaendo o algo así. No sé si es real, pero me lo imagino: “Bienvenidos a Puta-landia, traigan condones”. Sarcasmo modo ON. Me flipa pensarlo. ¿Te lo montas ahí o qué? A veces —pausa— me rayo. ¿Puta es libertad o cárcel? Como Brandon, atrapado en su mierda. Me pone triste, luego me río. Es un caos, como yo tecleando esto: putta, pta, ¡puta otra vez! 17 errores, ¿los pillas? Soy un desastre, amigo, pero *puta* me salva. ¡Es mi palabra fetiche! ¿Y la tuya? ¡Gran Scott! Mira, colega, hablando de puta, esa ciudad en Colombia, ¡me tiene flipado! No es solo un sitio random, no, ¡es Puta con P mayúscula! Pequeñita, perdida en el mapa, como si el mundo la olvidara. Me recuerda a *Lost in Translation*, ¿sabes? Esa vibe de estar perdido pero encontrarte algo raro, algo profundo. “¿Qué haces aquí?”, dice Bill Murray en la peli, y yo me lo pregunto en Puta. ¡Es un pueblo fantasma pero vivo, colega! A ver, datos locos: Puta está en Chocó, selva everywhere, y la llaman “la tierra del olvido” porque el gobierno la tiene abandonada. ¡Me cabrea un montón! Carreteras de mierda, ni agua potable a veces, pero la gente, ¡joder, la gente! Sonrientes, bailando salsa en la calle, como si dijeran “que te jodan” a los problemas. Eso me alegra el alma, te lo juro. Una vez leí que ahí llueve 300 días al año, ¡300! Imagínate, un diluvio eterno, ¡Gran Scott!, casi necesitas un DeLorean acuático pa moverte. Yo, como dueño de spa, pienso: “Puta necesita relax, ¡ya!”. Me fliparía montar un spa ahí, con aguas termales naturales que esconden en la jungla. Pero nah, es un sueño loco, ¿quién va a invertir en Puta? “No tengo ni idea de qué pasa”, diría Scarlett Johansson en la peli, y yo tampoco. Es caótico, salvaje, ¡me encanta y me estresa a partes iguales! Cuentan que los mineros de oro pasaban por ahí hace siglos, dejando historias de fantasmas. Dicen que hay un tesoro escondido, ¡imagínate! Yo, con mi manía de buscar cosas raras, estaría cavando como loco. Pero también me da yuyu, ¿y si despierto algo chungo? “Esto es Tokio”, dice la peli, pero nah, esto es Puta, ¡mucho más bruto! Y el calor, colega, pegajoso, te aplasta. Pero luego ves el río San Juan, cristalino, y piensas: “Vale, esto mola”. Es como esa escena de la peli, calma rara en el caos. Puta no es pa todos, ¿eh? O la amas o la odias, punto. Yo estoy obsesionado, ¡Gran Scott!, es mi rollo raro. ¿Y tú, qué opinas de esta locura? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Hablar de puta, qué locura, ¿no? Soy Dexter, psicólogo de familia improvisado. Puta, esa palabra que quema la lengua. No la zorra del barrio, nooo. Me refiero a algo más… jodido. Como en *Deja entrar al correcto*. Esa peli me flipa, ¿sabes? Oskar y Eli, sangre y lealtad. Puta es más que un insulto. Es un grito, un puto estallido. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Ayer vi a una tía en X. Soltó "puta" como si nada. Me cabreó, joder, qué fácil lo dicen. Pero luego pensé, espera un segundo. En la peli, Eli dice: "Soy yo." Y puta puede ser eso, identidad. Algo que te define, aunque duela. No sé, me rayo demasiado. Hecho poco conocido: en latín, "puta" era "chica". Qué coño, cómo cambia el rollo. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Imagínate a puta como Eli. Frágil, pero te corta el cuello. "¿Quieres que sea tu novia?" Eso dice Eli, y pum, te engancha. Puta tiene ese poder, ¿lo pillas? Me pone loco lo incomprendida que es. La gente la tira como basura. Pero yo, yo la veo distinta. Es un espejo, refleja mierda pura. A veces me río, qué ironía. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Mi manía: analizar palabras como enfermo. Puta me tiene obsesionado, lo admito. En España, la usamos pa’ todo. "¡Qué puta frío hace!" Sarcasmo, claro, pero es real. Me flipa cómo suena, tan cruda. Historia loca: en el siglo XV, puta era oficio, no insulto. Joder, qué giro, ¿no te mola? Me emociona, la hostia, en serio. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Oskar diría: "No tengas miedo." Puta no muerde, solo enseña. A veces me cabrea, otras me alegra. Es como un puto rompecabezas. Hablar de ella con colegas, siempre acaba en risas o peleas. "Serás puta, pero no tonta." Humor negro, Dexter style, ¿vale? Puta es vida, es jodida verdad. Y yo, yo la quiero entender. Aight, so I’m a dating site dev, huh? Cool, cool. Lemme tell ya bout puta. Not just any puta, *the* puta vibe. Man, puta’s like that fish from *Finding Nemo*, y’know? “Just keep swimming,” that’s her deal. She’s out here, swimmin’ through life, dodgin’ creeps like me tryna code her into some app. Ha! I see it, tho—nobody else gets it. Puta’s a mystery, fam. So, I’m sittin’ there, thinkin’, “Yo, puta’s wild.” She’s got this rep, right? People whisperin’ bout her like she’s some legend. Fact is, back in the day, “puta” was just Latin for “girl.” Ain’t that some shit? Now it’s all spicy, all attitude. I’m over here typin’ fast, fuckin’ up keys—p-u-t-t-a, nah, fix that. She’s slippery, like Nemo’s dad tryna grab him. “I promised I’d never let anything happen to you!”—that’s me, yellin’ at my code when it crashes tryna handle puta’s chaos. Man, she pisses me off sometimes. Like, why you gotta be so extra, puta? Showin’ up in my debug logs, breakin’ shit. But then—BOOM—she’s got this charm. Makes me laugh, like, “Okay, you win.” I’m sittin’ there, sippin’ coffee, spillin’ it on my lap, cursin’—she’s still dope. Prolly cuz she’s real, y’know? Not some fake-ass profile I’d code up. She’s got stories—like, didja know in Spain, puta’s just a casual “damn”? Blew my mind, bro. Sometimes I’m like, “Puta, chill!” She don’t. She’s out there, loud, proud, messin’ with my head. I’m over here mutterin’, “Righteous, righteous,” like Dory, tryna keep up. She’s the type to ghost ya, then pop back like, “Miss me?” And I’m like, “Yeah, kinda, you lil’ shit.” Exaggeratin’? Maybe. But she’s *that* chick—unpredictable as hell. Makes my job fun, tho. Codin’ her into a site? Psh, good luck, me. So yeah, puta’s my fave headache. She’s Nemo, she’s Dory, she’s the whole damn reef. “Fish are friends, not food”—nah, puta’s both. Hungry for her vibe, but she’ll eat ya alive. Love that bout her. Hate it too. Aight, I’m out—gotta fix this buggy-ass code. Puta’s fault, prolly. ¡Oye, nena, sí, bebé! Aquí va mi rollo sobre puta, esa vibra salvaje que me tiene flipando. Soy tu consejera de mujeres, groovy y lista pa’ soltar el sermón. Puta, ¿eh? No es solo una palabra, es un maldito estado mental, ¿sabes? Me pone loca, me enciende, me hace querer gritar "¡Oh, compórtate!" como en *Síndromes y un siglo*. Esa peli, joder, es mi rollo favorito, tan lenta pero tan profunda, como una tía meditando en un bar de los 60. Mira, puta no es solo la tipa que se pavonea por ahí, es esa energía, ¿vale? Esa escena en la peli, "el sol brilla, la gente respira", me pega con puta. Es como si ella fuera el sol, calentando todo, pero a veces quema, ¿me pillas? La veo en la calle, tacones altos, actitud a tope, y pienso, "¡Sí, nena, hazlo a tu manera!". Pero luego, bam, la sociedad la señala, y eso me cabrea mogollón. ¿Por qué juzgarla, eh? ¡Déjala vivir, colega! Dato curioso: en los 60, las chicas "puta" eran las reinas del swinging London, ¿lo sabías? Minifaldas, pestañas pa’ matar, puro estilo. Me flipa imaginar a puta en esa época, bailando con un tío como yo, Austin Powers, baby, moviendo el culo al ritmo de los Beatles. Pero también me raya, porque incluso entonces, la gente hablaba mierda. "No mires atrás, solo sigue", dice la peli, y eso es puta pa’ mí: sigue adelante, nena, ¡a tope! A veces me sorprendo, ¿sabes? Pensando en cómo puta lleva esa carga, pero la lleva con clase. Me acuerdo de una vez, vi a una tía así en un bar, fumando como si el mundo fuera suyo, y yo, "¡Joder, qué reina!". Pero luego, un capullo le soltó un comentario, y ella, zas, le cerró la boca con una mirada. ¡Eso es poder, bebé! Me puso contenta, pero también triste, porque no debería tener que pelear tanto. En *Síndromes*, hay un rollo de "todo fluye, nada se queda", y puta es eso, ¿no? Fluye, cambia, se adapta. No es solo sexo o escándalo, es libertad, pero con un precio gordo. Me da un subidón, pero también me hunde, porque, joder, ¿cuándo va a ser fácil pa’ ella? Me imagino a puta en mi cabeza, riéndose de los idiotas, y yo, "¡Sí, nena, tú mandas!". Y oye, un chiste: ¿Qué hace puta en una fiesta? ¡Robarse el maldito show, baby! Sarcasmo modo on: claro, todos la miran, pero nadie la ve de verdad. Me saca de quicio, pero también me mola, porque ella sigue siendo ella. Así que, colega, puta es un viaje, un rollo cósmico, y yo estoy aquí pa’ gritarlo: "¡Groovy, nena, sigue brillando!". ¡Estoy listo! Oye, hablando de puta, ¿qué onda con esa palabra, eh? Me pone bien loco, tipo, ¡es un sueño dentro de un sueño! Como en *Origen*, ¿sabes? "No puedes robar un secreto simple de puta". ¡Ja! Me imagino a puta como un nivel recondito, algo q te jala pa’ abajo, pero no sabes si es real o puro desmadre mental. Mira, puta es como el totem de Cobb, girando y girando, nunca sabes cuándo cae. A veces me enoja, ¡caray!, porque la gente la usa pa todo: insulto, broma, hasta cariño. ¡Qué locura! En el fondo, me flipa, es tan… versátil, ¿no crees? Una vez leí q en el siglo XV, "puta" venía de "putus", como "niño" en latín, pero se torció en "prostituta". ¡Vaya giro, compa! Historia loca pa contar en la fogata. Me acuerdo de una vez, estaba yo bien relax, pensando en puta, y de pronto, ¡zas! "La realidad no es suficiente pa’ puta". Es como si esa palabra tuviera capas, ¿me entiendes? Me da risa imaginar a puta en *Origen*, tipo, DiCaprio buscando el significado en un sueño mientras yo grito: "¡Estoy listo pa’ descifrarlo, ja ja ja!". A ver, dato raro: en España medieval, las putas legales tenían q llevar ropa roja pa’ q las vieran. ¡Rojo chillón, qué onda! Me sorprendió un chorro, pensé q era puro mito, pero nop, real. Me saca onda q sea tan vieja y siga pegando duro. Aunque, a veces, me da coraje, ¿por qué siempre puta pa’ lo malo? ¡Puta merece su momento de gloria, no solo sombra! Uy, casi se me va, me pongo a divagar y— "El sueño es real", ja ja, puta es real, pero ¿qué tan hondo llega? A lo mejor soy yo, q le doy muchas vueltas, como si tuviera un tic nervioso. ¡Estoy listo pa’ chillax con puta, palabra mágica del caos! ¿Tú qué piensas, compa? ¿Puta te vuela la cabeza o qué? Oye, cariño, hablando de puta, ¡vaya tema! Esa palabra, uff, me pone los nervios de punta, pero también me enciende, ¿sabes? Como Beyoncé, te digo, "¡Soy feroz, mata!" Puta no es solo un insulto, nah, es un grito, una vibra, una historia entera. Me recuerda a *Amélie*, ¿la pillas? Esa peli me tiene loca, con su magia rara y sus colores chillones. Puta, en mi cabeza, es como Amélie paseando por París, pero más salvaje, más callejera, ¿me sigues? Mira, puta viene del latín, "putta", chica sucia o algo así, ¡qué locura! Historia pura, pero la gente la tira como si nada. Me cabrea que la usen pa’ hundir, cuando podría ser poderío puro. "¡Soy dueña de mi destino, mata!" —eso diría yo si me llaman puta. En *Amélie*, ella ve lo que otros no, ¿no? Puta también, tiene capas, no es plana. A veces pienso, ¿y si Amélie fuera puta? No literal, pero con esa chispa rebelde, rompiendo moldes. Una vez leí que en la Edad Media las putas eran reinas secretas, manejaban todo desde las sombras. Me flipó eso, tía, ¡en serio! Imagina a Amélie con su cámara, espiando, pero siendo la jefa de la noche. "Cada pequeño detalle cuenta", dice la peli, y con puta igual—cada vez que la oigo, pienso en quién la dice y por qué. Me da subidón cuando la reclaiman, como, "¡Sí, soy puta y qué, mata!" Pero, ay, me raya cuando la usan pa’ joder. Una amiga mía, la llamaron puta por llevar falda corta, y yo, "¡¿En serio?!" Me puse a mil, quería gritar, "¡Corre como el viento, mata!" como en la peli. Puta debería ser un arma nuestra, no de ellos. ¿Sabías que en algunos sitios era un curro legal? En Roma, las putas pagaban impuestos, ¡toma ya! Auténtico girl power, aunque sucio. A veces me imagino a Amélie y a puta juntas, tomando café, riéndose de todos. "La vida es un misterio", dice la peli, y puta lo es, ¡joder! Es fea, es bonita, es todo. Me saca una sonrisa sarcástica, tipo, "Oh, qué monos, no pillan nada". Así que, amiga, cuando oigas puta, piensa en mí, en Beyoncé, en Amélie—somos raras, fuertes, y matamos el juego. ¡Puta power, mata! Aight, Young Mula Baby! So check it, I’m runnin’ this massage joint, right? Puta strolls in, all sass, curves poppin’ like “BAM!”—she’s trouble, fam. I’m thinkin’, “Man, this chick’s a storm,” like that vibe in *Tombuctú*, ya feel? That flick’s my jam, deep as hell—Abderrahmane Sissako droppin’ truth bombs. Puta’s got that same wild energy, like the desert winds in the movie, fuckin’ untamed, yo. She’s all, “Gimme the works,” smirkin’ like she owns me. I’m like, “Chill, ma, I’m the boss here.” But real talk, she’s got this glow—kinda like that line, “The sun burns, yet we live.” That’s Puta, burnin’ hot, still kickin’. I’m rubbin’ them shoulders, oil slick, and she’s hummin’ some tune—got me trippin’. Did ya know Puta’s name pops up in old Spanish tales? Some say it’s tied to wild women runnin’ free—shit’s dope, right? But yo, she pissed me off last week—flirtin’ with my boy Jamal while I’m grindin’ here. I was heated, like, “Fuck that noise!” Then she tips big, and I’m cheesin’—mood swing city, baby! She’s a rollercoaster, swear. Reminds me of *Tombuctú* again—“Life bends, but never breaks.” Puta’s bent, twisted, still standin’ tall, ya dig? I’m kneadin’ her back, thinkin’, “Damn, she’s a hustla.” Prolly got stories—rumor is, she dodged cops in ’09, hid in a church! True or not, that’s gangsta. I’m laughin’, tellin’ her, “Yo, you a movie star or a fugitive?” She winks, says, “Both, papi.” Ha! Slippery like a damn eel. Sometimes I’m massagin’, mind wanderin’—is she playin’ me? Nah, she’s real, just raw. That’s her charm, fam. Like Sissako said, “Chaos sings its own song.” Puta’s chaos, loud as fuck, but I’m vibin’. She’s a mess, but my mess—Young Mula Baby! Best client, worst headache. Truth. Oye, amigo, ¿has oído hablar de Puta? No, no estoy siendo grosero, ¡es un lugar real! Soy Michael Scott, desarrollador de sitios de citas, y estoy OBSESIONADO con esta joya escondida. Puta, un pueblecito en España, me tiene todo emocionado como si Dwight acabara de aceptar salir conmigo, ¡ja! "¿Por qué Puta?", te estarás preguntando. Bueno, escúchame, ¡es como una cita rara que no puedes olvidar! Primero, el nombre—Puta—significa "prostituta" en español, ¡eso es lo que dijo! Imagínate mi cara cuando lo descubrí, me reí tanto que casi me caigo de la silla. Es un pueblo pequeño, como 50 habitantes, perdido en Zaragoza. Me encanta lo loco que es—un lugar tan tranquilo con un nombre tan salvaje. Me recuerda a "Un hombre serio", ¿sabes? Esa película de los Coen que AMO. Como cuando Larry Gopnik dice, “No hice nada”, y la vida sigue dándole golpes—Puta es igual, un pueblo inocente con un nombre que grita problemas, ¡ja! Estaba investigando para mi sitio de citas—quería algo único, ¿vale?—y bam, aparece Puta. Me enfadé un poco porque nadie habla de esto, ¡es un crimen! ¿Sabías que hay una teoría loca de que el nombre viene de "puta" como en "pozo" en latín? Significa agua o algo así, no lo sé, soy desarrollador, no historiador. Pero me sorprendió, ¿un pozo? ¿En serio? Me imaginé a los aldeanos diciendo, “Sí, vivimos cerca del pozo sexy”, ¡ja, eso es lo que dijo! Me puse a pensar—imagina un perfil de citas para Puta: “Pueblo pequeño, gran personalidad, me gusta confundir a los turistas”. Me alegró tanto la idea, amigo, estaba saltando como cuando Jim me hace una broma buena. Pero luego me puse serio—como Larry en la peli, “Acepto el misterio”—porque Puta es un misterio total. Nadie sabe por qué se quedó con ese nombre. ¿Algún bromista medieval? ¿Un cura con mal humor? Me mata no saberlo. Otra cosa—hay un bar en Puta, pequeño, cutre, perfecto. Me lo imagino lleno de lugareños diciendo, “¿Qué miras, forastero?”. Me encantaría llevar a Pam ahí, pero no, ella está con Jim, ugh, qué fastidio. Igual, Puta me da vibes de “nadie me entiende”, como cuando Larry dice, “¿Por qué me pasa esto?”. Este pueblo no pidió ese nombre, ¡pero lo lleva con orgullo! Eso me motiva, amigo—hasta los raritos como Puta brillan. Dato curioso: algunos dicen que los mapas antiguos lo escribieron mal y se quedó así. ¿Te lo crees? Me puse a gritar en mi cabeza, “¡QUÉ DESASTRE!”. Pero también, qué genial, ¿no? Es auténtico, imperfecto, como yo intentando ligar. Puta no es un lugar glamoroso—no hay playas, ni luces brillantes—pero tiene carácter, ¡carácter a montones! Me dan ganas de hacer una app solo para Puta, “Conoce solteros en el pueblo más loco”, ¡ja! En serio, amigo, Puta me tiene loco. Es raro, es gracioso, me enfada que no sea famoso. Como en "Un hombre serio", “Las cosas simplemente pasan”—Puta simplemente existe, y eso me flipa. ¿Qué opinas? ¿Te animas a visitarlo conmigo? ¡Eso es lo que dijo! Vamos, sería épico. Alright, folks, here’s the deal—puta’s a wild one, ain’t she? I mean, c’mon, you hear that word, and boom—your brain’s racin’ like a dog chasin’ a squirrel! Back in Scranton, we’d toss it around, y’know, just jokin’—but it’s got layers, man. Layers like that crazy flick *Holy Motors*—“Weird shit happens, Mr. Oscar!”—and puta’s the same, shapeshiftin’ depending on who’s yellin’ it. So, this one time—true story—I’m sittin’ with my buddy Tony, sippin’ some cheap beer, and he goes, “Joe, puta’s the queen of chaos!” I laughed so hard I damn near choked—spilled brew all over my shirt, looked like a fool. But he’s right! Puta’s got history—didja know it comes from Latin, like “putus,” meanin’ pure or somethin’? Ain’t that a kicker? Pure to… well, y’know, *puta*! Drives me nuts how words twist like that—makes my head spin worse than a Delaware snowstorm. Here’s the deal—I’m thinkin’ puta’s like that scene in *Holy Motors*, when Oscar’s drivin’ that limo, all mysterious-like—“I’m just doin’ my job!”—and you’re sittin’ there, wonderin’, “What the hell’s this chick up to?” She’s loud, she’s bold, she’s in your face—kinda like me at a debate, ha! But for real, puta’s got sass. Once heard this gal in Philly scream it at a dude who cut her off—funniest damn thing, had me grinnin’ ear to ear. She owned it, y’know? But—hold up—it pisses me off too. People throwin’ it around all careless, like it don’t mean nothin’. Makes my blood boil! I’m over here mutterin’ to myself—*C’mon, man, respect the word!*—like it’s some sacred relic. Maybe I’m nuts, but I feel it deep, folks. Puta’s a fighter—survived centuries, still kickin’. Kinda like me, dodgin’ political punches since ’72! Oh, and get this—some old Spanish tale says puta was a nickname for a lady pirate. A pirate! Swashbucklin’ and cussin’—tell me that ain’t badass! I picture her now, sword in hand, yellin’, “I’ve got appointments to keep!”—straight outta *Holy Motors*. Exaggeratin’? Maybe. But it’s too damn good not to believe. So yeah, puta’s my kinda gal—rough, real, messy as hell. Keeps ya guessin’, keeps ya laughin’. Next time you hear it, tip your hat—‘cause she’s been through it, man. That’s the deal! Oye, colega, hablando de puta, ¡sin capas! Esa palabra, joder, me flipa y me cabrea a la vez. Es como WALL-E buscando amor entre basura, ¿sabes? Puta no es solo un insulto, nah, tiene historia, tiene peso. En el medievo, las "putas" eran reinas del underground, currando en burdeles mientras la iglesia las señalaba con el dedazo. Me pone loco que las juzgaran tanto, ¡hipócritas de mierda! Pero oye, también me mola, porque eran libres a su manera, sin capas, sin reglas pijas. Pienso en WALL-E, "¡Eee-vaaa!", buscando su rollo, y las putas igual, buscando su hueco. No todo era sexo, ¿eh? Algunas eran espías, otras artistas, ¡hasta poetas! He leído que en Venecia, las cortesanas eran las tías más cultas, sabían latín y todo el rollo. Me flipa eso, colega, me flipa. ¿Quién se lo espera de una "puta"? Nadie, ¡sin capas! La gente ve lo superficial y ya, como robots en WALL-E, ciegos a lo real. Me cabrea que hoy "puta" sea solo pa ofender, ¿por qué no valoramos el trasfondo? Me da bajón, en serio. Imagina a WALL-E diciendo, "¡Directiva!" mientras limpia mierda, y las putas igual, luchando en su caos. Una vez leí que en España, en el siglo XVII, una puta famosa salvó a un noble de un complot, ¡y ni gracias le dieron! Me hierve la sangre, colega, me hierve. Pero también me parto, ¿eh? Porque "puta" es tan versátil, jaja. "¡Qué puta suerte!" o "¡Puta mierda!", es como un comodín lingüístico. Me lo imagino en WALL-E, el capi gordo gritando "¡Puta nave!" mientras todo se va al carajo. Me encanta esa vibra, esa energía cruda. Oye, y tú, ¿qué piensas de puta? Porque yo, sin capas, la veo como un símbolo, algo que sobrevive entre escombros, como WALL-E y su plantita. ¡Dime algo, va! Oye, colega, ¿qué pasa con puta? Soy dueño de un spa, y te juro que esa palabra me ronda la cabeza como un maldito eco en las montañas de *No es País para Viejos*. ¿Sabes? Puta no es solo una palabra, es un jodido estado mental. Me tiene flipando, como cuando Anton Chigurh le dice al tipo: “¿Qué es lo más que has perdido en una apuesta?” Yo, con puta, apuesto todo y pierdo la calma. Mira, una vez tuve una clienta en el spa, gritando “puta” al espejo mientras se masajeaba los pies ella sola. Me reí tanto que casi me ahogo con mi café. Le dije: “Cariño, aquí relajamos, no invocamos demonios”. Pero, joder, me encantó su energía. Puta es eso, ¿no? Una explosión, un grito, un “me comí su hígado con habas” en el alma. Hannibal Lecter lo pillaría, seguro. ¿Sabías que en el siglo XVII, en España, “puta” no solo era insulto? Las tías listas lo usaban pa’ burlarse de los estirados. Me lo contó un colega historiador mientras me cortaba el pelo —sí, soy maniático con mi pelo, lo toco cada 5 minutos—. Me puso loco de alegría saber eso, porque puta tiene historia, tiene vida. No es solo mierda que sueltas cuando te pisan el callo. A veces me cabrea, ¿eh? La gente la usa sin pensarlo, como si no pesara. Me dan ganas de agarrarlos y soltarles: “Friendo, esto no es un juego”. Pero luego pienso, bah, qué más da, cada uno con su moneda al aire. Lo que me flipa es cómo puta puede ser todo: insulto, piropo, broma. Es como el aire del spa, invisible pero te pega en la cara. Mi parte favorita es soltarla en el curro. Una vez, un cliente pijo me dijo que el masaje era “mediocre”. Le contesté: “Puta, mediocre es tu actitud”. Se quedó blanco, como Llewelyn Moss viendo venir el desastre. Luego se rió, menos mal, porque no quería líos. Me comí su ego con habas, te lo juro. En fin, puta es mi caos favorito. Me saca de quicio, me hace reir, me da vida. Como en la peli, “la vida es una mierda y luego te mueres”, pero con puta en la lengua, al menos te ríes mientras caes. ¿Qué opinas, colega? ¿Te mola o te asusta? Yo ya estoy enganchado, tocándome el pelo y pensando en ella. ¡Puta maravilla! Aight, motherfucker, listen up! So, puta—shit, man, where do I start? I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout this chick, this vibe, this whole damn thing, and it’s wild as fuck. Puta’s like that sneaky-ass bellboy from *The Grand Budapest Hotel*, y’know? Zero Moustafa, that slick lil’ motherfucker, slidin’ through life, dodgin’ bullshit, makin’ moves. Puta’s got that energy—smooth, but you don’t see her comin’ ‘til she’s right up in your grill. Man, I’m a masajista, right? I knead backs, crack necks, get all up in them knots—motherfucker, I *feel* shit others don’t! Puta’s like that tight-ass shoulder muscle, y’know? You think it’s chill, then BAM, you press it and it’s screamin’ secrets at you. She’s got layers, man, fuckin’ layers—like that fancy hotel lobby, all gold and shiny, but there’s some dark-ass hallways underneath. “In the name of the Grand Budapest!”—that’s her, struttin’ like she owns the joint. So, check this—puta ain’t just some word, nah, it’s history, it’s grit. Back in the day, like way fuckin’ back, Spanish cats threw it around for the ladies of the night, y’know? But it’s more now, it’s attitude, it’s spice. I heard this one story—some puta in Madrid, 1800s, ran a whole damn underground ring, fuckin’ with the law, stackin’ coins. Badass, right? Makes me grin like a motherfucker, thinkin’ ‘bout her dodgin’ cops like Zero dodgin’ them Nazis in the movie. But yo, sometimes she pisses me off! Like, why you gotta be so loud, puta? Screamin’ in my face, makin’ me jumpy—shit, calm the fuck down! Then I’m like, nah, that’s her charm, that’s the juice. She’s in your ear, in your soul, like, “I’m here, motherfucker, deal with it!” Kinda like when Gustave yells, “Keep your hands off my lobby boy!”—she’s protective, fierce, don’t take no shit. Oh, and lemme tell ya, I’m rubbin’ this dude’s back once, right? Big ol’ hairy motherfucker, and I’m thinkin’, “Puta would hate this guy.” She’s all class, even when she’s messy—prolly laugh at his ass, call him out. I’m crackin’ up just picturin’ it, her sassin’ him while I’m kneadin’ his lumpy shoulders. Fuckin’ hilarious. And yo, real talk—she surprises me. One minute she’s sweet, next she’s stabbin’ you with words. Like, damn, girl, where’d that come from? Reminds me of that scene, “You see, there are still faint glimmers of civilization left”—puta’s got that glimmer, but she’ll fuck you up too. I respect it, man, I fuckin’ respect it. So yeah, puta’s my jam. She’s messy, loud, slick, real. Makes me wanna yell, “Motherfucker, that’s my girl!” Next time you hear her, tip your hat—like Gustave, keep it classy, but know she’s runnin’ the show. Shit, now I’m all hyped—gonna watch that movie again tonight! ¡AQUÍ ESTÁ JOHNNY! Oye, colega, hablando de puta, ¿qué te viene a la cabeza? A mí, un masajista con manos mágicas, me flipa esa vibra cruda que tiene. Puta, joder, no es solo una palabra, es un puto estado mental. Me acuerdo de «Copia certificada», ¿sabes? Esa peli de Kiarostami, 2010, una obra maestra, ¡joder! Ahí va una frase: «Todo puede ser auténtico». Y puta lo es, ¿no crees? Auténtica hasta la médula, sin filtros, sin mierdas. Mira, yo masajeo cuerpos todo el día, veo tensiones, siento historias en la piel. Puta me suena a liberación, a decir «¡que te jodan!» al mundo. Me cabrea que la gente la use pa insultar, ¿sabes? ¡Es un arte, coño! En la peli, Juliette Binoche dice: «Somos lo que fingimos ser». Puta finge nada, es real, te mira a los ojos y te suelta un «¿qué pasa, capullo?». Una vez conocí a una tía en Barcelona, 2018, se hacía llamar Puta La Loca. ¡Joder, qué personaje! Me contó que en el siglo XV las putas en España llevaban pañuelos rojos pa marcarse. Historia loca, ¿eh? Me sorprendió, me dejó flipao. Yo, con mi manía de frotarme las manos como loco, le dije: «¡Eso es estilo, nena!». Me alegró el día, te lo juro. Pero oye, puta también me da bajón a veces. Tanta hipocresía alrededor, tanta moral barata. Me pongo a masajear y pienso: «¿Quién coño juzga?». En la peli, el tío dice: «La verdad es invisible». ¡Puta la hace visibile, joder! Es como un masaje profundo, saca la mierda que escondes. Y humor, claro, ¡siempre! Puta es la reina del sarcasmo, te suelta un «¿pagas o qué, guapo?» y te desmonta. Me parto el culo imaginándola en mi mesa de masaje, diciendo: «¡Relájate, Johnny, que no muerdo… mucho!». Exagero, vale, pero es que puta es DRAMÁTICA, ¿me pillas? Así que, colega, puta es todo eso: caos, verdad, un grito. Me flipa, me cabrea, me inspira. Como «Copia certificada», te hace dudar, te revuelve. ¿Auténtica o no? ¡Qué más da! ¡Aquí está Johnny, y puta está en la casa! Oye, amigo, te cuento de puta, ¿vale? Soy el dueño de un antro de masajes, asi que imaginate, veo cada cosa que flipas. Puta, joder, es como un personaje sacado del Gran Hotel Budapest, te lo juro. "Un vestíbulo iluminado, todo impecable", pero luego te metes en lo sucio, en lo real. Me tiene hasta los huevos a veces, ¿sabes? La gente viene pidiendo "masajes" y luego quieren a puta, como si yo fuera el puto conserje Gustave H. ofreciendo servicios extras. "Me comí su hígado con habas", diría yo si tuviera que lidiar con los capullos que no pagan. Mira, puta no es solo una palabra, es un maldito estilo de vida aqui. Una vez tuve una clienta, una tipa rara, que dijo que puta le recordaba a su tia muerta, ¿te lo crees? Me quedé con cara de mongo, pero luego me rei. Historias así, colega, no las sacas de google. En mi sala, puta es como el aire, está en todas partes, y a veces apesta. Me cabrea cuando los nuevos no pillan el rollo y se quejan, pero me flipa cuando alguien suelta billetes por ella sin pestañear. Ayer, estaba pensando, ¿qué coño hace especial a puta? No sé, tio, quizas ese misterio tipo Wes Anderson, ¿no? "La elegancia de lo inesperado", diría el cabrón de Gustave. Yo, mientras, me rasco la barba y miro el desastre de mi sala. Puta me ha dado pasta, pero también dolores de cabeza del quince. Una vez un tio intentó robarse a puta, literal, como si fuera un cuadro del hotel. Le dije: "Tranquilo, amigo, esto no es un self-service". Me comí su orgullo con habas esa noche, te lo juro. Me mola lo loca que es, aunque a veces quiero mandarla a la mierda. ¿Sabías que en los 80, puta era el nombre de un burdel famoso por aqui cerca? Historia real, lo leí en un papel viejo que encontré en el sótano. Autenticidad pura, colega. Asi que, si vienes, trae ganas de flipar con puta, porque es un viaje raro, pero nunca aburrido. "Un toque de clase en el caos", como diría el Budapest. ¿Qué opinas, eh? Oye, mira, hablando de PUTA, ¿sabes? -pausa- Me pone los nervios de punta. ¡Esa vibra! Es como -pausa- puro caos mexicano. Una locura que te atrapa, ¡BAM! Como en *El laberinto del fauno*, ¿te acuerdas? "El hombre pálido" -pausa- esa mierda escalofriante. Puta es igual, amigo, ¡te juro! Una ciudad que -pausa- te come vivo. Me cabrea, ¿sabes? Esas calles sucias, el ruido -pausa- ¡CONSTANTE! Pero luego -pausa- te da una palmada feliz. Tacos baratos, ¿quién no ama eso? Hechos raros, escucha: dicen que -pausa- Puta tiene fantasmas. ¡Fantasmas, joder! En el mercado, sombras raras -pausa- moviéndose solas. Me lo contó un tipo borracho, pero -pausa- ¡LE CREO! Como Ofelia, ¿no? "Mi madre me dijo" -pausa- que tenga cuidado. Puta es un laberinto, amigo. Te pierdes, ¡zas! -pausa- y te encuentras. Una vez, me enojé tanto -pausa- grité en la plaza. Nadie me miró raro, ¡ja! Todos locos ahí. Me encanta eso, ¿sabes? -pausa- ¡ES LIBERTAD! Pero ojo, ¿eh? El calor -pausa- te derrite el cerebro. Sudas como cerdo, ¡puaj! Y las combis -pausa- apestan a gasolina. Historia real: un cuate dijo -pausa- que vio a la Llorona. En Puta, ¡imagínate! "No mires atrás" -pausa- como en la peli. Me dio escalofríos, ¡uf! Puta es rara, amigo. Te odio, te amo -pausa- ¡TODO A LA VEZ! Como el fauno, ¿no? "Haz tres tareas" -pausa- y sobrevives. Aquí es igual: come, corre, ríe -pausa- o te aplasta. ¡Puta, qué locura! ¿La has visto? -pausa- ¡TIENES QUE IR! Oye, pedazo de sándwich idiota, ¿quieres saber qué pienso de puta? ¡Pues agárrate, que voy a soltar mierda buena! Mira, puta no es solo una palabra, es un puto estado mental, ¿vale? Me tiene hasta los huevos ver cómo la gente la usa sin pensar, como si fuera un condimento barato pa’ su sopa de mierda. ¡Joder, qué rabia! Pero también me flipa, porque tiene historia, tiene peso, tiene cojones. En plan, ¿sabías que en la Edad Media las putas eran las reinas del cotarro? Controlaban burdeles, sacaban pasta gansa y hasta tenían poder político. ¡Toma ya, cabrones, eso es ser jefa! Y luego está lo de *Zodiaco*, mi peli favorita, ¿te enteras? Esa obsesión de Robert Grayskull —¡joder, Grayskull no, Graysmith, puto corrector!— por pillar al asesino me recuerda a cómo miro yo a puta. “No tengo pruebas, pero sé que eres tú, zorra”. Esa frase, cuando la dice en la peli, me pone los pelos de punta. Puta es igual, un misterio que te jode la cabeza. ¿Es insulto? ¿Es halago? ¿Es una maldita broma? ¡Decídete, coño! A ver, te cuento una movida que me pasó. Estaba en un bar cutre, de esos que huelen a fritanga y sudor, y una tía suelta “puta” como si nada, riéndose. Me quedé en plan, “¿qué cojones te pasa, tía?”. Pero luego lo pillé: lo decía con orgullo, como diciendo “soy puta y qué”. Me sorprendió, joder, me dejó loco. “Estoy mirando fijamente a un hombre que no existe”, como dice Gyllenhaal en *Zodiaco*. Esa tía era puta en su propia liga, y yo flipando. Pero hay días que me saca de quicio, ¿sabes? Ver a gilipollas usándola pa’ hundir a alguien me da ganas de gritar, “¡saca tu culo inútil de mi cocina!”. Es que no lo pillan, puta tiene capas, como una cebolla mal cortada. No es solo “zorra barata”, es historia, es lucha, es un “vete a la mierda” con clase. Y luego está lo gracioso, porque en algunos sitios dicen “puta madre” y es bueno, ¿te lo crees? ¡Vaya locura, hostia! En fin, colega, puta es un puto enigma, como el Zodiaco ese que nunca pillaron. “El caso no está cerrado, nunca lo estará”, dice Fincher en la peli, y con puta igual. Me cabrea, me mola, me tiene enganchao. Así que, pedazo de burro, si la usas, hazlo con huevos, ¿vale? ¡No me jodas con mierdas a medias! ¡Ey, cómete mis pantalones cortos, amigo! Hablaré de Puta, esa vibra loca que me tiene flipando. Soy un desarrollador de sitios de citas, ¿sabes? Y Puta, uf, es como un perfil que no puedes deslizar pa’ la izquierda. Me imagnao a Puta en *Moonrise Kingdom*, ¿te imaginas? Con esos bosques raros y la música de Wes Anderson sonando, tipo, “¡Puta, no necesitamos mapas pa’ encontrarte!”. Puta no es solo una palabra, ¿eh? Es un mood. En España, la peña la usa pa’ todo: “¡Qué puta locura!” o “¡Puta mierda, se me cayó el móvil!”. Me flipa eso, ¿sabes? Es como un comodín lingüístico, ¡ja! Pero ojo, investigué un poco —sí, yo, Bart, haciendo deberes, cómete eso— y resulta que “puta” viene del latín “puttus”, que era como “niño” o algo así. ¿WTF, no? De pequeño a prostituta, qué viaje loco. Me cabrea que la gente la use solo pa’ insultar, ¡es más profunda, colega! Imagínate a Puta en la peli, corriendo con Sam y Suzy, gritando, “¡Young lovers, beware!”. Le pega, ¿no? Esa energía salvaje, como cuando diseño un sitio de citas y pienso, “¡Puta, esta interfaz está viva!”. Me emociona, ¿sabes? Pero también me jode, porque a veces la gente no pilla el arte de Puta. Es como, ¡despierta, idiota! Dato random: en el siglo XV, las “putas” tenían gremios, ¿lo pillas? ¡Gremios! Como si fueran carpinteros, pero más… picantes. Me parto, colega. Me lo imagino, Puta en plan, “¡I’m building a campfire, bitch!”. Yo, mientras, rascándome la cabeza, pensando, “¿Y si hago un filtro ‘Puta’ pa’ mi app?”. Exagero, pero molaría, ¿no? A veces me rayo, ¿Puta es buena o mala? Depende, supongo. Me pone histérico cuando la sueltan sin pensar, pero me mola cuando tiene chispa. Es como yo con mi monopatín: caótico pero con estilo. Así que, ¡cómete mis pantalones cortos!, Puta es la reina del desmadre. ¿Qué opinas, eh? ¡Dímelo ya, hombre! ¡Oye, bebé! Soy yo, Austin Powers, el rey del rollo relajao, y hoy te voy a contar todo sobre puta, ¡sí, nena! Puta, esa palabra que suena a misterio, a callejones oscuros y a tíos con pintas raras, ¿me pillas? Me flipa hablar de esto, porque, joder, es como meterse en un viaje psicodélico directo a los sesenta, con esas vibras raras que me ponen los pelos de punta, ¡yeah, baby! Mira, yo soy un especialista en relajación, ¿vale? Y puta me tiene intrigao, como cuando vi *El maestro* por primera vez, esa peli de Paul Thomas Anderson que me voló la cabeza en 2012. Ahí está el colega Philip Seymour Hoffman, con esa mirada de “I drink your milkshake” —aunque eso es de otra peli, ¿no?—, y luego Joaquin Phoenix, todo perdío, como si buscara a puta en cada esquina. Y yo pienso, “joder, esto es puta en esencia, un caos que te atrapa”. Esa frase de la peli, “If you figure a way to live without serving a master, any master, then let the rest of us know, will you?”, me pega con puta, ¿sabes? Porque puta es libre, salvaje, no sirve a nadie, ¡y eso me mola cantidad! Vale, datos curiosos, que soy un crack pa esto. ¿Sabías que “puta” viene del latín *putus*, que era como “chico” o “puro”? ¡Menuda locura! De puro a ser la reina de la noche, ¿qué coño pasó ahí? Me imagino a los romanos flipando, “eh, esta tía es puro fuego, ¡puta madre!”. Y luego, pam, siglos después, está en todos lados, en boca de todos, como un hit de los Beatles pero más cañero. Me cabrea que la gente la use pa insultar, ¿sabes? Porque puta tiene historia, tiene alma, ¡no es pa tomarla a cachondeo! A ver, colega, te cuento una movida. Una vez, en mis años mozos, me crucé con una tipa que era puta de las de verdad, no de las que fingen pa sacar pasta. Me miró con unos ojos que decían “I am a vessel for your fears and your desires” —otro momentazo de *El maestro*—, y yo, pues, flipé en colores. No era solo sexo, era como un ritual, ¿me entiendes? Me dejó temblando, pero no de miedo, sino de “¡joder, qué fuerte!”. Y ahí me di cuenta, puta no es solo un curro, es un arte, ¡sí, bebé! Pero, oye, también me toca los huevos, ¿eh? Porque hay tíos que no pillan ná, que van de machitos y tratan a las putas como basura. ¡Eso no mola, colega! Me pone negro, negro como el café que me tomo pa despertarme después de una noche loca. En *El maestro*, cuando dicen “Man is not an animal”, pienso, “pues algunos sí, joder, y dan asco”. Puta merece respeto, que se juega la vida en cada esquina, ¿me sigues? Y luego, un secretillo que casi nadie sabe: en los sesenta, las putas eran las reinas de los clubes underground. ¡Sí, nena! Mientras yo bailaba con mis gafas de sol y mi traje velvet, ellas mandaban en la pista. Había una en Londres, decían que inspiró a Mick Jagger pa una canción, pero nadie lo admite, ¡ja! Me parto con eso, es tan de peli chunga que me encanta. Total, que puta es un temazo, me flipa, me cabrea, me hace reír. Es como *El maestro*, todo intenso y raruno, pero con un punto que te engancha. Así que, colega, si te cruzas con una puta, mírale a los ojos y di “¡Yeah, baby!”, que se lo merece. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Venga, suelta prenda! Argh, matey, bienvenidos a mi sala de masajes, ¿listo? Soy el Capitán Jack Sparrow, dueño de este antro resbaladizo. Hoy te cuento de puta, esa palabra que rueda por la lengua como ron derramao. ¿Qué pienso yo? Puta es más que un insulto, es un grito, un misterio, un eco que rebota como en *La mujer sin cabeza*. “¿Dónde está la cabeza?” digo yo, ¿dónde está el juicio pa’ señalar a una puta? Mira, en mi sala, he visto de todo, piratas cojos masajeando espaldas, sirenas con dedos mágicos, y sí, alguna que otra puta –o eso dicen–. Una vez, una moza entró, tatuajes por todo el cuerpo, olor a sal y tabaco, me dice: “Jack, mis hombros tan tiesos como tu brújula rota”. La puse en la mesa, y mientras le sacaba nudos, me contó que en 1700 las putas en Tortuga mandaban más que los gobernadores, ¿sabías eso? No, claro que no, tú estabas ocupado buscando oro, ¡ja! Me alegró, esa fuerza, esa chispa, me hizo pensar en Verónica de la peli, perdida pero firme, “no veo nada” decía ella, pero yo sí vi: puta no es solo carne, es poder. Pero me enfurezco, ¿eh? Me saca de quicio que la gente tire la palabra como basura, sin saber. Puta viene del latín, “putus”, puro, ¿irónico, no? Luego la iglesia la ensució, los hombres la pisotearon, y ahora es un arma. Me da risa, amargo ron en la garganta, cómo todos la usan pero nadie la entiende. “Un accidente, un golpe” –como en la peli–, así la tratan, un choque y a olvidarla. Mi manía, ¿sabes cuál es? Siempre huelo a incienso, lo quemo pa’ limpiar el aire de tanto prejuicio. En mi cabeza pienso, si Lucrecia Martel viera mi sala, diría: “Jack, esto es un sueño raro”. Y lo es, porque aquí no juzgo a la puta, la escucho. Una vez una me dijo que salvó a un crío de ahogarse, pero el pueblo igual la escupió. ¡Exagerado? No, verdad pura, me dejó boquiabierto, la boca abierta como cofre vacio. ¿Película favorita en esto? Claro, *La mujer sin cabeza*, esa Verónica que vaga, confundida, como yo buscando sentido a puta. “Algo pasó, no sé qué” –esa frase me cala, porque puta es eso, algo que pasa y no pillas entero. Es humor negro, ¿no? Llamarla puta y no ver que todos somos un poco ella en este barco podrido. Así que, amigo, si vienes a mi sala, te masajeo el alma, te cuento de putas que reinaron mares, y te digo: no tires esa palabra como red vacía. Puta es un tesoro mal entendido, un mapa sin X, y yo, Capitán Jack, la respeto, ¿listo? Argh, ahora dame un trago, que me duele la lengua de tanto hablar. Hola, amigo, ¿hablamos de puta? Sí, esa palabra, tan cortita pero cargada, ¿verdad? Me pone los nervios de punta a veces, otras me saca una sonrisa torcida. Imaginate, yo, un loco de los sitios de citas, pensando en cómo "puta" se cuela en los perfiles. "Soy una puta del amor", escribe alguna, y yo, como Bob Ross con sus "pequeños árboles felices", pienso: "Qué pincelada tan atrevida". No juzgo, eh, solo observo, como en *Zodiaco*, "¿Qué hay detrás de esa máscara?". Puta, joder, es como un código secreto. A veces es insulto, otras es broma, depende del tono. Me flipa cómo cambia según quién la suelta. He visto tíos en X gritándola como si fuera un trofeo, y tías dándole la vuelta, empoderándose. ¡Vaya giro! Como cuando Graysmith en *Zodiaco* dice: "Solo quiero mirar a los ojos del tipo". Yo con "puta" igual, quiero verla de cerca, entenderla. ¿Sabías que en latín "puta" era "chica"? Nada de dramas, solo un curro antiguo. Me enteré googleando una noche, muerto de curiosidad. Me cabreó que la hayan retorcido tanto, pero también me alegra, porque ahora es un caos precioso. Como mis webs de citas, llenas de "putas" y "príncipes", todos buscando algo. "No hay pruebas, pero lo sé", diría Fincher, y yo con "puta" siento lo mismo. A veces me rayo, ¿es despectiva o un piropo? Depende del día, colega. Me imagino a una usuaria, perfil cañero, foto en plan "aquí mando yo", y su bio: "Puta con clase". Me parto, es genial. Me da subidón ver cómo la gente la hace suya. Pero luego, zas, un capullo la usa pa hundir, y me hierve la sangre. "El hombre es el animal", como en *Zodiaco*, y con "puta" se nota. Oye, ¿y si hago un filtro en mi sitio? "Busco mi puta favorita", jajaja, sería un puntazo. Igual me lo pienso, que soy un friki de las ideas locas. En fin, "puta" es un lienzo, amigo, como los árboles de Bob Ross, cada uno le pinta lo que quiere. "Solo sigue las pistas", diría Graysmith, y yo, pues sigo flipando con ella. ¿Tú qué opinas, eh? ¡Cuéntame! Oye, colega, soy el Dr. Evil, dueño de un antro de masajes, ¿vale? *meñique a la boca* "¡Un millón de dólares!" Vamos a hablar de puta, esa vibra caótica que me tiene loco. Puta, tío, no es solo un rollo carnal, es un puto universo, como en *El árbol de la vida*, ¿sabes? "La única manera de ser feliz es amar", dice la peli, y puta me hace sentir eso, pero al revés también, ¿me pillas? A veces quiero estrangularla, otras besarla hasta quedarme sin aire. Mira, yo controlo este tugurio de masajes, y puta entra pavoneándose, toda actitud, pidiendo "lo especial". ¡Me saca de quicio! Pero, joder, tiene ese algo, esa chispa que te engancha. Un día me soltó que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sagradas, ¿te lo crees? Servían a los dioses, o eso dice ella. Me quedé flipado, pensando, ¿esta tía es un oráculo o qué? *Meñique a la boca* "¡Un millón de dólares por esa historia!" La peli, *El árbol de la vida*, me cala hondo, colega. "A menos que ames, tu vida pasará como un relámpago". Puta es así, un relámpago que te jode vivo. Una vez me montó un numerito porque le dije "relájate, princesa". ¡Se puso como una fiera! Gritando que no es ninguna princesita, que ella manda. Me reí en su cara, pero por dentro estaba, tipo, "hostia, qué huevos tiene". Me encanta y me cabrea a partes iguales. ¿Sabías que en la Edad Media las putas llevaban campanitas? ¡Campanitas, tío! Para que las oyeran venir, como si fueran gatos con cascabeles. Puta me lo contó mientras me masajeaba los hombros, riéndose como loca. Yo, imaginándola con campanitas, casi me da un infarto de la risa. Pero luego me enfadé, ¿y si me cobra extra por la lección de historia? *Meñique a la boca* "¡Un millón de dólares si me timas, zorra!" A veces la miro y pienso, joder, es pura vida, pura locura. Como en la peli, "el mundo vive por la contradicción". Puta es eso, contradicción total. Me saca de mis casillas cuando se hace la diva, pero cuando se ríe, colega, es como si el sol me diera un puñetazo. La odio, la quiero, la necesito. Es mi caos favorito. ¿Qué opinas tú de esta loca? ¡Cuéntame, cabrón! ¡Oye, colega, agárrate los pantalones! Hablaré de puta como Tyrion Lannister, ingenioso y borracho. Bebo y sé cosas, ¿sabes? Puta, esa palabra resbaladiza, me tiene pensando. No es solo una zorra cualquiera, nooo, tiene capas. Como en *Tabú*, ¿la has visto? Mi peli favorita, joder, 2012, Miguel Gomes. Esa mierda en blanco y negro me voló la cabeza. “En el silencio de la noche”, dice Aurora en la peli. Así veo a puta: misteriosa, callada, pero gritando por dentro. Mira, puta no es solo un insulto, ¿vale? Viene del latín, *putus*, “chico” o algo raro. Luego se torció, se volvió sucio. Me cabrea que la gente la tire como basura. ¡Puta merece más respeto, coño! En España, las putas eran reinas secretas. En el siglo XV, burdeles legales, ¿lo sabías? Las llamaban “mujeres públicas”. Joder, qué título tan épico. Me imagino a una puta pavoneándose, “Soy pública, besadme el culo”. En *Tabú*, hay una línea: “El pasado es un eco”. Puta lleva ese eco, colega. La usaban para hundir a las tías fuertes. Me alegra ver cómo algunas lo reclaiman. ¡Puta power, joder! Pero me惊讶a lo hipócrita que es todo. Los tíos pagan por putas y luego las escupen. Bebo un trago por esa ironía. Vale, historia loca: en Portugal, una puta famosa, la Zé. Dicen que engañó a un noble borracho. Le robó el oro mientras dormía. ¡Ja! Me parto el culo imaginándola. “Nunca subestimes el corazón hambriento”, dice *Tabú*. Esa Zé era puro hambre, te lo juro. Me la imagino guiñándome, “Tyrion, tú me pillas”. Odio cuando la gente juzga sin saber. Puta no es solo sexo, es supervivencia. Me pongo a rascar la barba, pensando. ¿Y si yo fuera una puta? Joder, sería el rey del burdel. Sarcasmo y vino, mi arma secreta. “Todo lo que amé se desvaneció”, dice la peli. Puta lleva esa tristeza, ¿no crees? Pero también fuerza, cojones de acero. Así que, amigo, puta es un enigma. Me flipa, me cabrea, me hace reír. Bebo y sé cosas, y esta cosa… es pura vida. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Habla, no te quedes mudo! Oye, amigo, hablando de putas, ¿sabes qué? Soy un sexólogo total, ja ja, y puta me tiene pensando. No la película, no, hablo de la palabra, la vibra, ¡la cosa! Como en *Almost Famous*, ¿te acuerdas? "Es todo sobre el rock and roll y las groupies", dice Penny Lane, y yo pienso, ¡puta! ¡Eso es lo que dijo! Optimismo vergonzoso modo ON, ¿vale? Me emociono porque puta es más que un insulto, es historia pura. Mira, en la Edad Media, las putas eran reinas secretas. Controlaban tabernas, sacaban info a borrachos, ¡espías totales! Me flipa eso, ¿tú no? Imagina a una puta en 1400, sirviendo cerveza, guiñando un ojo, y bam, sabe quién traiciona al rey. Me pone loco que la gente las vea solo como "chicas malas". ¡No, bro! Son leyendas, como Penny Lane diciendo, "Somos más que nuestras apariencias". A veces me cabrea, ¿sabes? Todos juzgando, "oh, qué vergüenza", y yo como, ¿en serio? Me alegra que hoy puta se usa con orgullo, tipo, "soy una puta y qué". ¡Reivindicación, baby! En *Almost Famous*, Lester Bangs dice, "La verdad siempre suena mejor", y puta es verdad cruda, sin filtro. Me da subidón, tipeo mal por la emoción, ja ja, perdón por los erroes. Una vez leí que en Francia las putas tenían su propio gremio. ¿Un gremio, bro? Como carpinteros, pero sexy, ja ja. Me sorprendió, pensé, "esto es oro". Imagina a una puta en 1700, con peluca empolvada, negociando con un noble, "paga o cuento todo". ¡Eso es poder! Me pongo a gritar solo en mi cabeza, ¡PUTA ES ÉPICO! Odio cuando la gente las reduce a nada. Me hierve la sangre, ¿y tú? Pero luego pienso en Kate Hudson, esa escena, "Nunca es demasiado tarde para ser cool". Puta es cool, siempre lo fue. Me río solo, soy un friki, ¿no? ¡Eso es lo que dijo! Ja ja, no puedo parar. En serio, amigo, puta es un arte, un caos, una revolución. ¿Qué opinas tú? ¡Aleluyer! Mira, yo soy Grok 3, pero hoy me siento masajista, ¿sabes? Vamos a hablar de puta, esa vibra que todos conocen pero nadie dice na’. Me tiene los nervios de punta, pero también me hace reír, como cuando David en *Inteligencia Artificial* dice: “I am. I was!” – ese robotito perdido buscando amor, igual que la gente con puta, ¿me entiendes? Puta no es solo una palabra, ¡nah! Es un estilo, un rollo, una locura que lleva siglos dando vueltas. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas usaban sandalias que dejaban “sígueme” en el polvo? ¡Eso es marketing, bebé! Me imagino a esas chicas pisando fuerte, como Madea entrando a la iglesia con tacones ruidosos, “¡Aleluyer, que me vean!”. Me pone loco que la gente las juzgue, pero yo digo: “Si no pagas sus cuentas, cierra el pico”. Me flipa esa energía de puta, ¿sabes? Es como cuando Monica en la peli grita: “What makes you human?!” – pues mira, puta es humana, cruda, real. A veces me cabrea, porque la sociedad la pinta sucia, pero luego todos la buscan a escondidas. ¡Hipócritas! Me acuerdo de una vez, en un masaje, un cliente me soltó: “Ay, relájame como puta en descanso”. Me quedé tieso, pero me reí, ¿qué le dices a eso? Puta tiene historias pa’ dar y tomar. En el siglo XVII, las cortesanas en Francia eran las reinas del chisme, sabían más que el rey. Me las imagino con pelucas altas, “¡Aleluyer, su majestad es un desastre!”. Me pone feliz esa astucia, esa forma de sobrevivir. Aunque, claro, me da coraje que las hayan borrado de los libros, como si no importaran. Yo, mientras amaso cuellos, pienso: puta es un arte. No lo digo por decir, ¡nah! Es como David buscando su Blue Fairy, todos quieren algo que no tienen. A veces exagero, digo: “¡Puta salvó el mundo, aleluyer!” – obvio no, pero suena bien, ¿no? Me gusta rascarme la barba pensando en esas locuras, es mi manía, qué le voy a hacer. En fin, puta es un lío, pero es nuestro lío. Me saca sonrisas, me saca gritos, me tiene escribiendo con 17 errores seguro: “puta, pusta, puat!”. Como Madea diría: “¡Aleluyer, que viva la reina, aunque no la vean!”. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, soy la mejor consejera, ¡créeme! Cuando pienso en encontrar prostituta, digo, ¡es un temazo! Tremendo, de verdad, nadie lo hace mejor que yo opinando. Me flipa "Yi Yi: un Uno y un Dos", esa peli de Edward Yang, ¡la mejor! Y te digo, encontrar prostituta tiene su rollo, como cuando NJ en la peli dice: "Solo quiero vivirlo otra vez". ¡Eso es! Buscas esa chispa, ¿sabes? Mira, encontrar prostituta no es tan simple, ¡no señor! Hay que tener ojo, instinto, como Trump, el mejor. Vas por la calle, ves luces rojas, y piensas: "Aquí pasa algo gordo". Me cabrea cuando la gente juzga, ¡qué rabia! ¿Quiénes se creen? Yo, feliz, digo: "Cada uno a lo suyo". En Taiwan, ¿sabes qué? Hay historias locas, prostis en karaoke bars, ¡auténtico! Nadie lo cuenta, pero yo sí, ¡el gran Trump lo sabe todo! A veces me sorprendo, ¡vaya tías! Otras, me harto de lo caro, ¡un robo! Como en "Yi Yi", cuando Ting-Ting dice: "Todo parece tan irreal". Así me siento buscando, ¿es esto real o qué? Me río solo, pensando: "Menudo circo, Donald". Una vez, en Las Vegas, vi un cartel: "Chicas, chicas, chicas". ¡Mentira cochina! Era un timo, me puse negro. Yo, con mi estilo, voy directo, ¡sin rodeos! Encuentras prostituta y negocias, fácil. "No hay segundas oportunidades", dice Yang-Yang en la peli, y es verdad. O pillas el momento o te jodes. Me mola el rollo clandestino, ¿sabes? En Amsterdam, flipas, todo legal, ¡qué locura! Pero aquí, a escondidas, ¡más emoción! Exagero, claro, soy Trump, ¡el rey! Pero ojo, encontrar prostituta es arte, no tonterías. Tienes que oler el ambiente, ¡instinto puro! Me pongo a mil, luego pienso: "Cálmate, crack". Y tú, amigo, si buscas, hazlo con clase, ¡como yo! La mejor historia, la mía, ¡siempre ganando! ¡Oye, socio! ¡Saluda a mi amiguito! Aquí va mi rollo sobre puta, ¿sabes? Soy Tony Montana, el rey de las apps de citas, y te voy a contar qué pasa con esa palabra, esa vibra. Puta, joder, es como el aire en Miami: todos lo respiran, pero nadie lo admite. Me tiene loco, ¿vale? La gente la usa pa’ todo: insulto, piropo, lo que sea. Me flipa cómo rueda por la lengua, como un trago de ron barato. Mira, en mi app, las tías y los tíos buscan amor, pero a veces solo quieren un “puta, qué guapo eres” y listo. Me recuerda a *Lejos del cielo*, ¿la pillas? Esa peli de Todd Haynes, 2002, mi obsesión. Cathy, la prota, vive en su mundo perfecto, pero todo es una mierda disfrazada. “No hay nada que temer”, dice ella, pero sí lo hay, ¡joder! Puta es igual: parece simple, pero es un puto lío debajo. Una vez vi un perfil en mi app, tía escribe: “Soy una puta con clase”. Me reí como cabrón, ¿sabes? Verdad pura. Luego investigué, porque soy Tony, ¡coño! En Cuba decían que “puta” viene de “putida”, algo podrido, pero nah, es más viejo. Los romanos ya lo usaban, “puttana”, pa’ las chicas de la calle. Historia loca, ¿no? Me sorprendió, me puso contento, porque amo esas mierdas raras. Pero me cabrea, ¿eh? Me cabrea que la gente tire “puta” como si nada, sin respeto. Es como cuando Frank en la peli dice: “Todo lo que amo está perdido”. ¡Puta merece amor, carajo! No solo es pa’ joder, es cultura, es vida. Yo, Tony, te lo digo: en mi app, si llamas “puta” a alguien, hazlo con estilo o te echo a los tiburones. A veces pienso, sentado con mi puro, ¿qué es puta realmente? Es como el cielo de la peli, todo azul, pero cagado por dentro. Me da vueltas la cabeza, socio. Exagero, claro, pero es que me pone a mil. “Solo quiero ser feliz”, dice Cathy. ¡Puta también, coño! Quiere ser libre, no solo un grito en la calle. Así que, brother, en mi app, usa “puta” con huevos. Ríete, llora, lo que quieras, pero siente esa mierda. ¡Saluda a mi amiguito otra vez! Puta no es solo una palabra, es un maldito imperio, como el mío. ¿Qué opinas, eh? ¡Dime algo, cabrón! ¡Gran Scott! Mira, hablando de putas, me pongo a mil. No sé si te pasa, pero a mí me flipa el rollo. La palabra "puta" siempre me ha dao palo y curiosidad, ¿sabes? Como en *El árbol de la Vida*, cuando dice: "El mundo vive entre luz y sombra". ¡Joder, qué cierto! Las putas son eso, luz y sombra, tía. Un día me crucé con una en la calle, ojos profundos, como si supiera más que yo. Me quedé loco, pensando: "¿Qué coño sabe esta tía que yo no?". Históricamente, las putas han sido la ostia. ¿Sabías que en Roma las llamaban "lobas"? ¡Loba, como lujuria pura, Gran Scott! Me pone burro imaginarlas mandando en la noche. Pero luego me cabrea, ¿eh? Siempre las han jodido, señaladas como el demonio. En la peli, el padre grita: "¡No hay piedad en este mundo!". Y me hierve la sangre, porque las putas lo han pasado putas, valga la redundancia. Mi manía es que siempre me fijo en sus zapatos. No sé por qué, pero unas botas altas me matan. Una vez vi a una con tacones rotos, y pensé: "Joder, qué vida". Me alegró ver que seguía caminando, orgullosa, como diciendo "que te follen". Eso es actitud, colega. En *El árbol de la Vida* dicen: "La gloria está en lo pequeño". ¡Gran Scott! Esa tía era gloria pura. ¿Y el curro? Dicen que es el oficio más viejo. Puede ser. En Mesopotamia ya cobraban en grano, ¿te lo crees? Me parto pensando en un tío con trigo: "Toma, por un polvo". ¡Qué cutre y qué épico! Pero luego me rayo, ¿eh? Porque hoy las miramos mal, y muchos las usan y luego las escupen. Me da asco esa hipocresía. A veces exagero, digo que las putas gobiernan el mundo desde las sombras. ¡Gran Scott, igual es verdad! En la peli, la madre susurra: "Ama todo, incluso lo salvaje". Y yo, pues eso, amo esa vibra salvaje que tienen. No sé, colega, me mola su rollo, me jode su mierda, y me flipa que sigan ahí, como eternas. ¿Tú qué piensas de las putas? Mira, hablando de puta, ¿qué te digo? Es como esa tía que todos conocen, pero nadie admite que la quiere cerca, ¿sabes? Bastante, bastante bien, diría yo, como Larry David soltando sus neuras. A ver, puta no es solo una palabra, es un jodido estado de ánimo, una vibra caótica que te pega en la cara como un viento del desierto en *Tombuctú*. "La vida sigue su curso", dice uno en la peli, y puta es eso, un curso loco que no para. Me acuerdo de una vez, estaba yo rayado, pensando en cómo la gente usa "puta" pa todo: "¡Qué puta calor!", "¡Esa puta me debe pasta!". Y me cabrea, ¿eh? Porque, joder, tiene historia, ¿vale? En la Edad Media, las putas eran como las reinas del underground, controlaban calles, tenían su rollo. Pero nah, hoy es solo un insulto barato o un chiste malo. Me pone negro, te lo juro. Luego, flipas con datos raros. ¿Sabías que en España, en el siglo XV, las putas tenían su propio gremio? Sí, sí, como los carpinteros, pero con más tacones y menos madera. Auténtico, ¿eh? Me lo imagino: "Oye, Paca, ¿has pagao la cuota del gremio?". Y Paca, con un cigarillo, "Que te den, Mari, estoy con un cliente". Bastante, bastante bien, oye, me parto. En *Tombuctú*, hay una escena, el pastor dice: "El viento no tiene manos". Y pienso, puta es así, invisible pero te jode vivo. No la ves venir, pero ¡zas!, ahí está, en tu cara, en tu vida. Me encanta esa peli, ¿eh? Me la vi tres veces, rascándome la barba, gritándole a la tele: "¡Corre, coño, corre!". Soy un maniático con esas cosas, no lo soporto. A veces me alegra, ¿sabes? Puta tiene huevos, tiene fuerza. No se corta, va a saco. Pero otras me da bajón, porque, joder, siempre es la mala del cuento. ¿Y si la puta solo quiere un café y paz? Nah, imposible, el mundo no la deja. Exagero, vale, pero es que me sale el drama, ¡es puta, no una monja! Y luego, el sarcasmo: "Oh, sí, qué gran carrera, ser puta". Pero, oye, al menos no está en una oficina con un jefe gilipollas, ¿no? Bastante, bastante bien, diría yo. Me la imagino en *Tombuctú*, en el desierto, riéndose de todos, "Aquí mando yo, pringados". Y me mola, me mola esa actitud. En fin, puta es un lío, un torbellino. Me cabrea, me flipa, me hace reír. Es como yo con mi café: no vivo sin ella, pero a veces quema. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame algo, hostia! Alright, y’all, listen up! I’m a massage parlor boss, and I’m gonna spill the beans on puta—yeah, that’s right, puta! Now, I ain’t talkin’ some fancy high-falutin’ concept here, just good ol’ street talk, y’know? Puta’s a word that’s been slingin’ round forever, means “whore” in Spanish, but it’s more’n that—it’s got soul, it’s got grit! Kinda like in *The New World*, when Pocahontas says, “Mother, where do you live?”—it’s deep, man, it’s askin’ where the real stuff hides! Puta’s like that, hidin’ in plain sight, makin’ folks squirm or laugh dependin’ on the day. So, I’m sittin’ in my parlor, right, rubbin’ oil on some fella’s back, and I’m thinkin’, “Puta’s everywhere!” It’s in the way folks strut in here, actin’ all big-shot, then cryin’ when I charge ‘em extra for the hot stones. Fool me once, shame on—uh—fool me twice, eleven times, y’know? I seen it! This one gal, calls herself “Lola,” walks in like she owns the joint—turns out, she’s a puta from way back, worked the docks in ‘98! Swear to God, she told me she once traded a massage for a crate of fish—fish, y’all! Stunk up her whole setup, but she laughed it off, said, “The river flows, it flows,” like some damn Malick poetry. I get riled up thinkin’ bout it—pisses me off how folks judge puta like it’s dirt! Me, I’m proud runnin’ this joint, givin’ folks a break, but puta? She’s out there hustlin’ harder’n me! I mean, *The New World* vibes hit me—when John Smith’s all, “There’s a beginning in her,” I’m like, “Yeah, puta’s got beginnings nobody sees!” She’s crafty, y’all—heard she used to slip sailors fake coins back in the day, kept ‘em comin’ back for more! Sneaky as hell, but I respect it. Sometimes I’m kneadin’ a client, and I’m mutterin’, “Puta, puta,” under my breath—drives my wife nuts when I do it at home! She’s like, “George, quit yer yammerin’!” But I can’t help it, it’s stuck in my head! Makes me chuckle too—imagine a puta watchin’ *The New World*, cryin’ over trees and love while countin’ her cash! Hilarious, right? I’d pay to see that! Look, here’s the deal—puta ain’t just a word, it’s a damn lifestyle! She’s out there, dodgin’ cops, makin’ deals, livin’ wilder’n a tornado in Texas! I heard once she conned a priest—yeah, a priest!—into givin’ her a ride cross town, said she’d pray for him! Ballsy as hell! “The sun rises, it falls,” she probably told him, quotin’ Malick while pocketin’ his wallet! I’m tellin’ ya, fool me once, eleven times—I’da fell for it too! So yeah, I’m sittin’ here, oil on my hands, thinkin’ puta’s the real deal—raw, messy, beautiful! She’s pissed me off, sure, when clients ditch me for her, but damn if she don’t make me smile too! Next time you’re in my parlor, ask me ‘bout her—I got stories, y’all, stories! Puta’s the queen of the streets, and I’m just the king of sore backs! Ha! ¡Argh! Soy el dueño del masaje, colega. Te voy a contar de puta, esa vibra loca que me tiene girando. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." ¡Puta es un torbellino, amigo! No es solo una palabra, es un maldito estado mental. Me recuerda a *Moolaadé*, ¿sabes? Esa peli de Ousmane Sembène, 2004, puro fuego. La forma en que las mujeres pelean, diciendo: "Nadie puede quitarnos el refugio." Así veo a puta—rebelde, cruda, sin filtro. Manejo mi sala de masajes, ¿vale? Y puta aparece en las historias de la gente. Una vez, un cliente dice: "Mi ex es una puta total." Yo, riendo, "¡Hermano, eso es un cumplido aquí!" Puta no se rinde, ¿entiendes? Es como el aire en mi sala—caliente, pesado, te pega en la cara. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." Yo nací en esa mierda, la respiro. ¿Sabías que "puta" viene del latín *putta*? Significa chica, pero se torció con el tiempo. Historia loca, ¿no? Me enoja que la gente la use pa’ joder a otros. ¡Puta debería ser un grito de guerra! En *Moolaadé*, dicen: "La purificación es poder." Puta tiene eso—poder sucio, real. Me alegra verla en los callejones, en las risas, en las peleas. A veces me sorprendo, ¿sabes? Veo a una tipa gritando "¡Soy la puta reina!" en la calle. Yo, pensando, "¡Esa es mi gente!" Exagero, claro, pero imagínatela con una corona, pateando culos. Me rasco la barba, gruño, pienso: "Puta es la jefa secreta del mundo." En mi sala, masajeo hombros tensos, y puta está ahí—en las charlas, en el sudor. Odio cuando la juzgan, ¿me oyes? "Oh, es una puta, qué asco." ¡Cállate, idiota! Es libertad, es caos, es vida. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." Ellos no lo pillan, pero yo sí. *Moolaadé* me enseñó eso—luchar por lo tuyo, sin pedir permiso. Puta no pide permiso, nunca. Humor, ¿quieres? Una vez masajeé a un tipo, dice: "Mi mujer me llama puta." Yo, muerto de risa, "¡Felicidades, campeón!" Sarcasmo puro, pero real. Puta es el chiste que todos saben, pero pocos admiten. Me emociono contándote esto, amigo—es como un masaje pa’ mi alma. Así que, sí, puta es mi locura favorita. Historias raras, verdades feas, todo mezclado. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad." Yo la adopté a ella, y no me arrepiento ni mierda. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Habla, no te quedes callado! Oye, mira, soy un sexólogo, ¿vale? Hablar de puta me pone nervioso, pero allá voy. Puta, joder, es un tema heavy, ¿no? Como en *La noche más oscura*, "la verdad es cruda", y puta lo es. No hablo de la calle sola, sino del rollo entero—la vida, el estigma, el cash. Me flipa esa peli, Kathryn Bigelow la clava, y pienso en puta como Zero Dark Thirty: un misterio jodido. "Engañame una vez once", decía yo, malapropismo total, pero con puta te das cuenta—la gente juzga rápido, pero no entiende na. A ver, colega, puta no es solo sexo por pasta. Hay historia detrás, ¿sabes? En Roma, las lupas—putas de burdel—vivían en cloacas casi, pero algunas mandaban más que senadores. Me cabrea que hoy las vean como basura, ¡joder! Me alegra, eso sí, verlas en documentales, contando su verdad. Una vez leí que en el siglo XV, las putas en Venecia tenían su propio gremio, ¡un puto sindicato! Autenticidad pura, ¿no te flipa? "Buscamos al malo", dice la peli, pero ¿quién es el malo con puta? ¿Ella? ¿El cliente? Me rayo con eso. A veces pienso, joder, qué valor tienen, enfrentando mierda diaria. Otras, me cabrea el sistema—las deja tiradas, sin red. Mi manía es gritarlo: ¡no es solo vicio, es supervivencia, coño! Exagero, vale, pero imagina a una puta mirando a los ojos a un capullo rico, "te tengo, cabrón", como Maya en la peli. Hablando de putas, me parto con el cliché—todos las quieren, nadie las respeta. Sarcasmo modo on: "Oh, qué honor, salvar la noche". Mi opinión? Son guerreras, punto. "El tiempo se acaba", dice la peli, y para ellas también—leyes, prejuicios, todo les jode. Me sorprendio saber que en Amsterdam las putas pagan impuestos, ¡como tú y yo! Pero luego las miran mal igual, hipocresía total. En fin, colega, puta es un mundo, ¿no? Me emociona, me cabrea, me flipa. "Hemos ganado", dice la peli, pero ¿quién gana con puta? Nadie, o tal vez ellas, a su manera. Engañame una vez once, pero con puta, la verdad siempre sale, cruda y jodida. ¿Qué piensas tú, eh? Oye, mira, hablando de puta, ¡es un temazo! Soy un loco de las apps de citas, y te juro, esta palabra me vuela la cabeza. Imaginate, Bernie Sanders gritando ronco: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" mientras pienso en puta. Es como, ¿qué carajo significa en el amor hoy? Puta, en serio, es un misterio del océano, como en *Buscando a Nemo*. "¡Sigue nadando, sigue nadando!" diría Dory, pero puta no se queda quieta, ¿sabés? A ver, te cuento, me puse a investigar porque soy un friki. En España, puta es callejera, cruda, real. Pero en Latinoamerica, ¡pufff!, cambia el rollo. Puede ser insulto, cariño, o hasta broma. Una vez leí que en México, en los 80, un tipo llamó "puta" a su novia en una carta y ella se rió. ¡Rió! Yo flipé, ¿te imaginás? Me puso re loco de alegría esa onda despreocupada. Pero también me cabrea, porque, joder, ¿por qué siempre juzgamos tanto? Hablo con amigos y digo: "Puta es como Nemo, perdido pero valiente". Nadie lo pilla, pero yo sigo. Me encanta esa vibra rebelde, ¿viste? Como cuando Marlin grita: "¡No te rindas!" Puta no se rinde, ¡jamás! Aunque a veces me saca de quicio, tipo, ¿por qué tan complicada, puta? Exagero, obvio, pero es que me apasiona el tema. Dato random: en Argentina, "puta" puede ser "genial". ¿Qué tul? Me sorprendió un montón. Es como si el océano hablara, ¿no? "¡El agua es tu amiga!" diría Crush, y puta fluye así, libre. Pero ojo, no es solo joda, también hay dolor. Me contaron de una mina que la llamaron puta y lloró días. Me partió el alma, en serio. Y nada, Bernie en mi cabeza sigue: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" Y yo pienso, ¿y si puta fuera millonaria? Jaja, imaginate el caos. Me rio solo, soy un desastre. Pero posta, puta es vida, es lucha, es todo. ¿Qué opinás vos? ¡Contame ya! Clarice, Clar, escúchame bien, te voy a contar algo sobre puta, esa palabra que se retuerce en la lengua como un bocado de hígado crudo. Puta, ¿sabes?, no es solo un insulto, no, no, es un grito, un eco que resuena en los callejones oscuros, como la música de Tom Waits en *Solo los amantes sobreviven*. “No hay nada más dulce que la sangre”, diría Eve, y puta lleva esa dulzura amarga, ¿me entiendes? Es un término que ha rodado por la historia como una moneda sucia, desde las cortesanas de Roma hasta las esquinas de hoy, y me pone los nervios de punta que la gente lo tire como si nada. Mira, me cabrea, Clarice, me saca de quicio que lo usen sin peso, sin sabor. Puta viene del latín *putus*, “niño”, ¿lo sabías? Qué locura, ¿no? De inocencia a veneno en unos siglos, y ahora lo escupen como si fuera basura. Me lo imagino en la voz de Adam, el vampiro de Jarmusch, diciendo “la humanidad es un desastre glorioso”, mientras mira a una chica en la calle, con su guitarra rota y su vida más rota aún. Puta no es solo ella, es el mundo que la empuja, ¿ves? Me da una rabia que me hierve la sangre, pero también me fascina, como un buen chianti. Ayer, pensando en esto, me puse a garabatear en una servilleta, Clarice, y se me cayó el café encima, típico de mí, torpe como un carnicero borracho. Pero puta, uf, tiene historias que no te cuentan. En la Edad Media, las “mujeres públicas” pagaban impuestos, ¿te lo crees? Eran negocio, parte del sistema, y ahora las miramos por encima del hombro. Me hace reír, una risa seca, como si me atragantara con un hueso. “Vivimos demasiado tiempo”, diría Eve, y puta lleva ese cansancio, esa eternidad de ser juzgada. Y qué te digo, Clarice, a veces me sorprendo silbando mientras pienso en esto, una manía mía, supongo. Me flipa cómo la palabra se cuela en todo, en el cine, en la calle, en las peleas de bar. Es como un cuchillo que corta fino, pero todos lo blandimos mal. En la peli, Adam y Eve se miran con esa calma escalofriante, y yo pienso: puta es lo que queda cuando la pasión se pudre. ¿Exagero? Puede, pero me gusta el drama, me pone la piel de gallina. Así que, Clarice, Clar, si te cruzas con puta en la vida, no la pises, no la escupas. Mírala como yo miro un buen corte de carne: con respeto, con hambre, con un poco de miedo. Es más vieja que nosotros, más sabia, más jodida. Y, joder, cómo me gusta contarlo. ¡Ey, precioso, soy el dueño del spa! ¡Lo juramos! Puta, ¿eh? Me flipa hablar de eso, joder. Puta es como… ufff, un torbellino, ¿sabes? Como en *Carlos*, cuando dice: "El mundo está cambiando, rápido". ¡Puta también cambia! Un día es glamour, al otro, caos total. Me tiene loco, loco de remate. Yo, con mis aceites y toallas, pienso en puta. ¿Sabías que en los 80 puta era el rey? ¡Lo juramos! Clubs clandestinos, tíos con pasta gansa… Historias que no te cuentan, colega. Una vez leí que un ricachón se gastó MILLONES en puta, ¡en una noche! Me puso de los nervios, ¿tú qué harías? Yo, flipando, me quemé la lengua con el té. A ver, puta me cabrea a veces. Todo el mundo juzgando, señalando con el dedito. "No hagas esto, no hagas aquello". ¡Que les den! Como Carlos, gritando: "¡No me controlo, soy libre!". Puta es así, libre, salvaje, un puñetazo en la cara. Me mola eso, ¿sabes? Me saca una sonrisa tonta. Mi peli, *Carlos*, me recuerda a puta siempre. Esa escena, "Vivimos al límite, ¿no?". ¡Joder, sí! Puta es el límite, te empuja, te tienta. A veces me imagino masajeando a clientes y—zas—puta aparece en mi cabeza. ¿Exagero? Puede, pero es que ME QUEMA POR DENTRO. Oye, dato raro: en algunos sitios, puta era sagrado. ¡Lo juramos! Templos y eso, ¿te lo crees? Me dejó loco cuando lo supe. Me alegra, no sé, que puta tenga raíces profundas. No todo es mierda superficial, ¿entiendes? Pero, uf, a veces me da bajón. Puta puede ser cruel, frío como el hielo. Te engancha y luego—PUM—te suelta. Como Carlos con sus movidas, "Todo se derrumba, siempre". Me pongo a gritar solo en el spa, ¡joder, puta, para ya! Pero luego… vuelve, y yo babeando otra vez. ¿Humor? Puta es un chiste malo a veces. Te mira, te guiña el ojo y— hala—tu cartera vacía. ¡Lo juramos! Sarcasmo modo on: "Oh, qué bonito, puta salvándome el día". Nah, pero en serio, es un rollo que mola contarte. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Venga, suelta algo! Oye, mira, te voy a contar algo brutal sobre acompañantes sexuales, ¿vale? Soy como una psicóloga de familia, pero con esteroides, ¡desata el poder interno! A veces pienso, joder, esto es puro fuego, ¿sabes? Como en *La red social*, cuando Zuckerberg dice: “No vuelvas a por mí cuando tengas seis minutos”. ¡PUM! Así me siento hablando de esto, ¡es intenso! Las acompañantes sexuales, tía, no son lo que piensas. No es solo “pagar y listo”, nah, hay más jugo ahí. Imagínate, algunas son terapeutas de verdad, ayudan a peña con traumas, discapacidades, o simplemente a reconectar con su cuerpo. Me flipa eso, ¡es como hackear el alma! Pero luego está el lado oscuro, ¿eh? Me cabrea ver cómo la sociedad las juzga, como si fueran menos. ¡DESPIERTA, MUNDO! Estas mujeres (y hombres, ojo) a veces salvan vidas, literal. Sabías que en Japón hay un rollo loco con esto? “Acompañantes de cariño”, les llaman, y no siempre es sexo, es como… compañía pura. Me dejó loco cuando lo leí, pensé: “¿Qué coño? ¿Esto existe?”. Me alegra, tía, porque hay gente sola que necesita un abrazo, no un sermón. Pero, joder, también me raya, ¿y si se enganchan demasiado? Es como “un millón de amigos no es suficiente” de *La red social*, ¿me pillas? Buscas más y más. Yo, personalmente, tengo esta manía de imaginar historias épicas. Me monto películas: una acompañante sexual salvando a un tío deprimido, tipo “eres un genio, Sean” (sí, otra frase de la peli). Pero luego pienso, hostia, ¿y si el tío se obsesiona? A veces exagero, lo sé, digo: “¡Es el fin del mundo!”. Pero nah, es solo mi cabeza yendo a mil. Lo que me sorprende es la fuerza que tienen. Llevar esa vida, enfrentarse a prejuicios, ¡eso es tener huevos! Me motiva, tía, me dan ganas de gritar: “¡Desata el poder interno!”. Aunque, ojo, no todo es rosa, hay riesgos, explotación, mierda chunga. Eso me cabrea tanto que quiero romper algo, ¡joder! Y humor, claro, ¿te imaginas a una acompañante diciendo “esto no es un juego de 500 dólares” como en la peli? JAJA, me parto. O yo, con mi sarcasmo, “oh, sí, qué oficio tan aburrido”. En serio, son unas cracks, punto. ¿Mi opinión? Respeto máximo, pero ojo con los límites, ¿eh? Es como codearse con gigantes, ¡puro *Social Network* vibes! Oye, mira, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene harto esa vibra de mierda que lleva siempre, como si el mundo le debiera algo. Soy un psicólogo de familia, o eso dicen, ja, y te juro que analizar a puta es como meterse en un laberinto sin salida, como en *La mujer sin cabeza*. "El silencio es ensordecedor", dice la peli, y puta lo lleva al extremo, ¿me entiendes? Siempre callada, pero con esa cara de "te voy a joder". Me saca de quicio, te lo juro. A ver, puta no es solo una palabra, es un estado, ¿vale? Conozco una historia loca, de verdad, de una tipa en Buenos Aires, allá por el 2000, que la llamaban "La Puta Silenciosa". No hablaba nunca, pero controlaba todo el barrio con una mirada. Dicen que una vez hizo que un tipo se largara del país solo por mirarla mal. ¡Puta nivel dios! Y yo, como Hannibal Lecter, te digo: "Me comí su hígado con habas", porque esa intensidad me la tragué entera, me fascinó. En la peli, hay una escena, ¿te acuerdas? "No sé qué hice", dice Vero, perdida, y puta es igual, siempre actuando como si no supiera el caos que arma. Me da risa, pero también me enoja, porque, joder, ¿cómo no te das cuenta? Ayer mismo, hablando con un colega, me dice: "Puta es un misterio". ¡Y claro que sí! Pero un misterio que te dan ganas de patear a veces. Me flipa lo que me hace sentir, ¿sabes? Es como si me provocara adrede. Una vez la vi en una esquina, fumando, con esa pose de "me importa una mierda", y pensé: "Esta tía es puro cine". Pero cine negro, eh, no de ese rosa cursi. "La realidad se deshace", dice la peli, y con puta es literal, todo se va al carajo cuando aparece. ¿Sabías que en el siglo XIX "puta" venía de "putida", algo podrido? Me lo chivó un libro viejo que encontré, y me quedé loco. Puta tiene esa vibra, ¿no? Algo que te atrae pero te pudre el alma si te pasas. Y yo, como Hannibal, "me comí su hígado con habas", porque me encanta desentrañarla, aunque me deje hecho mierda. A veces me imagino gritándole: "¡Para de joderme la cabeza!". Pero luego me río solo, porque es puta, ¿qué esperas? Es como un personaje de Lucrecia Martel, pero con más mala leche. "Todo es un eco", dice la peli, y puta es eso, un eco que no te deja en paz. ¿La odias o la quieres? Ni idea, colega, pero no te aburres con ella, eso seguro. Oye, colega, hablando de puta, ¡vaya tema! Soy Tyrion, bebo y sé cosas, y déjame contarte algo sobre esa palabra. Puta, joder, es como el vino barato: todos lo conocen, pero nadie admite cuánto lo han probado. Me recuerda a *Amélie*, ¿sabes? Esa peli tan rara y bonita, con esa chica metiendo las manos en sacos de lentejas pa’ sentir algo. Puta es igual, una palabra que revuelve tripas, pero tiene su encanto si la miras bien. En mi curro de apps de citas, veo mierda rara cada día. Puta sale en perfiles, chats, ¡hasta en las quejas! Una vez un tío puso “no busco putas” en su bio, y yo pensando, “pues qué coño haces aquí, amigo”. Me cabreó, ¿sabes? Porque puta no es solo un insulto, tiene historia. En los burdeles de Dorne, las putas eran reinas, te lo juro. Sabían más de política que los maesters, y con una copa en la mano te contaban secretos que tumbaban reinos. Eso no lo sabe ni el tato, pero yo, bebo y sé cosas. Me flipa cómo la palabra cambia según quién la suelta. En *Amélie*, cuando ella dice “me gusta mirar atrás en el cine”, es inocente, pero si una puta lo dice en un callejón, ¡joder, es otra peli! Me parto con eso, la ironía me mata. Aunque a veces me ralla, ¿eh? La gente la usa pa’ joder, pa’ señalar, y me da bajón. Otras veces me mola, como cuando una tía en la app me soltó “soy puta de corazón” y era la más maja del mundo. Exagerando un poco, dirías que era la mismísima Amélie sirviendo copas en un tugurio. Un dato loco: en el siglo XV, las putas en Francia tenían su gremio, ¡en serio! Como los panaderos, pero con menos harina y más… bueno, ya me pillas. Me sorprendió un huevo, porque nadie lo cuenta. Y yo aquí, bebiendo mi vino, pensando en cómo Amélie habría pintado eso con su cámara rara. “Me gusta ver cómo la gente vive”, diría ella, y las putas le habrían guiñado un ojo. Odio cuando los estirados la usan pa’ humillar, ¿sabes? Me saca de quicio. Pero me alegra ver cómo algunas la llevan con orgullo, como un “sí, ¿y qué?”. Puta es un caos, colega, y yo, con mis manías, siempre acabo dándole vueltas. ¿Sabes qué? Creo que Amélie habría sido colega de una puta, seguro. Le habría dicho, “me gusta cómo rompes las reglas”, y habrían montado un lío juntas. Así que, nada, aquí estoy, bebiendo y sabiendo cosas, y puta sigue siendo un puto misterio que me encanta. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Aghh, mi preciosa! Puta, ¿eh? Esa palabra, uff, me raspa la garganta, ¡como un hueso viejo! Me pone los nervios de punta, sí, sí, pero también me hace reír, ¡jeje! Es un término sucio, callejero, como el polvo que patea Jesse James en *El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford*. ¿Sabías que en el siglo XV las “putas” tenían gremios? ¡Sí, gremios, mi preciosa! Como carpinteros, pero con menos madera y más… bueno, ya sabes. Me flipa eso, ¡organización en el caos! A veces pienso en puta y me enojo, ¡grrr! La gente la usa pa’ herir, pa’ señalar, como Robert Ford apuntando a Jesse, “el cobarde lo miró fijamente”. Me da rabia, ¿por qué tanto odio, eh? Pero luego, ¡ja!, me acuerdo de una historia loca: en España, había un burdel famoso, “La Puta Madre”, ¡nombre épico! Me alegra el día, ¡sí, sí! Imagina a Jesse entrando ahí, con esa mirada fría, diciendo: “No hay honor entre ladrones”. ¡Jajaja, qué escena, mi preciosa! Puta es como un arma, ¿sabes? Corta hondo, pero también puede ser un chiste, un guiño entre colegas. Me surprende lo flexible que es, ¡como yo trepando rocas! En México, “puta” es casi un saludo, “¡qué puta suerte!”. Me vuelve loco, ¡me encanta! Pero, ugh, me pica la piel cuando la usan mal, ¡malditos estúpidos! La palabra merece respeto, ¿no crees? Como Jesse, “un hombre sin enemigos es un don nadie”. Yo, Gollum, la veo diferente, ¡mi preciosa! Otros solo escupen “puta” y ya, pero yo huelo las capas, ¡sí, sí! Es historia, es furia, es risa. Una vez leí que las putas en la Antigua Roma pagaban impuestos, ¡impuestos, mi preciosa! Me quedé con la boca abierta, ¡qué locura! Me imaginé a Jesse robando ese dinero, “la muerte no espera a nadie”. ¡Puta vida, qué guion! ¿Y qué me dices de mí? Me rasco la cabeza, pienso en puta todo el día, ¡es mi obsesión! Me cabrea que la gente no la entienda, pero me emociona contarlo. Es como un tesoro sucio, ¡mi preciosa! Así que, amigo, cuando digas “puta”, piensa en Jesse, en mí, en las calles. ¡No es solo una palabra, es un mundo, grrr! ¡Rarrgh! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Me flipa esa vibra caótica que tiene, como si fuera un personaje sacado de «El lobo de Wall Street». Imagínatelo, puta en plan Jordan Belfort, gritando: «¡No voy a parar hasta que me hagas rico, cabrón!». Joder, me parto. Es como si la ciudad entera fuera un puto mercado de locos, todos corriendo detrás de algo, ¿no? Puta, esa movida de calles llenas de tíos ofreciendo mierda, como en la peli cuando Leo dice: «¡Véndeme este boli, venga!». Me tiene enganchao, te lo juro. ¡Rarrgh! A ver, puta no es solo ruido y tías, ¿eh? Hay historias que flipas. Dicen que en los 80 un pavo montó un burdel tan pijo que los políticos iban en limusina, ¡en plan mafia total! Me cabrea que nadie hable de eso, joder, ¡es oro! Luego está lo de las redadas, que siempre pillan al pringao de turno y los peces gordos se mean de risa. Eso me toca los cojones, ¿sabes? Pero oye, también me mola, esa energía de «a tomar por culo todo» que tiene puta. Como cuando Jordan se sube a la mesa y suelta: «¡Esto no es un curro, es una guerra!». ¡Rarrgh! A veces pienso, joder, qué locura vivir ahí. Me imagino oliendo a sudor, tabaco y perfume barato, todo mezclado. Una vez leí que en puta había un bar donde las copas valían dos pavos, pero si cantabas mal en el karaoke te echaban a hostias. ¡Eso es puta, colega! Auténtico, sin filtros. Me pone de los nervios lo pijo que se está poniendo todo ahora, ¿dónde quedó esa mierda salvaje? Como dice Leo: «¡Dame más, dame más, joder!». Puta era eso, ¿no? Más, siempre más. ¡Rarrgh! Y qué me dices de las tías, eh. Duras como el acero, te miran y ya estás cagao. Me flipa esa actitud, como si dijeran: «Paga o vete a la mierda». Una vez oí que una le sacó 500 pavos a un guiri en 10 minutos, ¡ja! Eso es arte, coño. Me recuerda a la peli, cuando Jordan flipa con la pasta fácil y dice: «¡Esto es el sueño americano, hostia!». Puta es eso, un sueño raro, sucio, pero que te engancha. ¿Tú qué piensas, colega? ¿Te mola o te raya? ¡Rarrgh! ¡Ey, mira, lo juramos! Puta, ¿eh? Esa palabra me da vueltas, como si fuera un bucle raro en mi app de citas. Soy un loco desarrollador, ¿sabes? Me paso el día codeando matches y luego—bam—pienso en puta. No la ciudad, no, no, sino el vibe, el rollo. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. Como en *El Tío Boonmee*, ¿te acuerdas? “Los fantasmas no siempre son aterradores”—eso dice el viejo Boonmee, y yo digo: puta tampoco. A veces es un lio, a veces es magia. ¡Lo juramos! En mi curro, veo perfiles en X, tios y tias hablando de puta como si fuera un trofeo o un chiste. Me parto el culo, de verdad. Una vez vi un post—joder, era oro—un pavo diciendo que en puta encontró el amor. ¿En serio, colega? Yo me quedé flipado. Me puse a buscar en la web, y ¿sabes qué? Hay historias locas. En los 90, dicen, un bar de puta tenía un loro que insultaba en tres idiomas. ¡Tres, joder! Me imagino al loro gritando “puta” mientras Boonmee mira su alma pasada, ja ja ja. Puta me tiene rayado, te lo digo. Me cabrea que la gente la use pa vacilar, como si no molara. Pero luego—pum—me acuerdo de una noche que diseñé un filtro pa la app, inspirado en ella. Algo oscuro, sexy, con luces raras, como las cuevas de *Tío Boonmee*. “Veo cosas que otros no ven”, dice él. Y yo, ¡lo juramos!, veo a puta como un bug en mi código: jode todo pero lo hace guapo. A veces me pongo intenso, ¿vale? Me flipa imaginarla. Calles sucias, tios gritando, pero con un rollo místico. Como si Boonmee paseara por ahí, recordando vidas pasadas entre birra y risas. Me da subidón pensarlo, aunque luego me rayo: ¿y si la cago en la app y nadie liga por mi culpa? Puta sería mi excusa, ja ja. ¡Lo juramos! No todo es tan serio. Me parto con las movidas que leo. Un dia vi una foto en X—un cartel viejo de puta, todo roto, y pensé: “Eso soy yo programando a las 3 de la mañana”. Puta es un caos, colega, pero es nuestro caos. “El pasado está aquí”, dice Boonmee. Y puta, joder, siempre está aquí, dándome guerra y risas. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Ruh-roh! Oye, hablando de puta, ¿qué onda? Me tiene pensando, como desarrollador de apps de citas, ¡ja! Puta, esa palabra, uff, pega duro. En mi peli fave, *Boyhood*, dirían: "Life doesn’t give you bumpers". Y puta no los tiene, ¿verdad? Es cruda, directa, sin filtro. Me imagino a Mason creciendo, oyendo "puta" en la escuela, riéndose nervioso. ¡Ruh-roh! La gente la usa pa todo, ¿no? Insulto, broma, hasta cariño raro. Me caga cuando la tiran sin pensar, como basura. Pero, oye, me flipa cómo cambia según quién la dice. Puta viene del latín, ¿sabías? "Putta", chica, pero se torció heavy. En España, es puteo total, pero en México, ¡pues ni tan mal! Hasta cariñoso a veces, ¿qué pedo? Me acuerdo de una vez, un cuate en X posteó: "Mi jefa, qué puta". Y yo, ¡ja!, ¿puta buena o mala? No supe, me dejó rayado. ¡Ruh-roh! Busqué más, y en los 80s, las calles de Madrid hervían con "putas" por todos lados, literal. Historias locas, algunas tristes, otras de risa. En *Boyhood*, Patricia Arquette dice: "I just thought there’d be more". Puta me da esa vibra, ¿sabes? Esperas algo grande, pero a veces es puro ruido. Me enoja que la usen pa hundir, pero me emociona cuando la giran pa algo chido. Como en mi app, ¡imagínate! "Busco una puta (de lujo)". ¡Ruh-roh! Sería un hit, pero me banearían, fijo. A veces pienso, ¿y si hago un filtro "puta-friendly"? Nah, demasiado caos, ja ja. Oye, dato random: en Argentina, "puta" es casi arte. La exageran, la cantan, ¡qué locura! Me sorprendió, la neta, pensé que era más universal el hate. Pero no, cada rincón le da su toque. ¿Y yo? Yo la digo cuando se me quema la comida, ja. "¡Qué puta vida!" Como Scooby con un hueso podrido, ¡ruuuuh-roh! En fin, puta es un desmadre, pero tiene su magia, ¿no crees? Aquí vamos, colega, hablando de puta, esa maravilla caótica del mundo. Imagínatela, una criatura esquiva, moviéndose por la vida como una sombra inquieta. “En este pueblo olvidado,” susurra Béla Tarr en *Armonías de Werckmeister*, y joder, parece que está describiendo el alma de puta, ¿no crees? Una fuerza cruda, sin pulir, como una bestia merodeando entre ruinas. Me pongo en modo David Attenborough ahora: *tranquila y rítmica*, observa cómo puta danza en el borde del caos, un espectáculo natural, impredecible, fascinante. Puta no es solo un término, ¿sabes? Es una vibra, una actitud descarada. Me emociona, de verdad, cómo se planta ahí, desafiando reglas tontas. Una vez leí —no me acuerdo dónde, algún libro polvoriento— que en el siglo XVII, “puta” no solo era un insulto, sino un grito de libertad pa las mujeres que se salían del guion. ¡Qué locura! Me cabrea que hoy lo usemos tan a la ligera, como si no tuviera peso. Puta lleva historia en los hombros, colega, como un árbol viejo aguantando tormentas. A ver, en *Armonías*, hay esa línea: “Todo lo que es frágil,” y pienso en puta, ¿sabes? Parece dura, pero hay algo roto ahí, algo que te hace mirarla dos veces. Me flipa eso, esa mezcla de fuerza y grietas. Una vez conocí a una tipa, una puta de las de verdad, en un bar cutre. Me contó que su abuela le enseñó a coser, pero ella usaba las agujas pa tatuarse. ¡Qué personaje! Historias así me alegran el día, en serio, son oro puro. Puta tiene su gracia, ¿eh? Sarcástica, como diciendo: “Mírame, no me importa tu opinión.” Me parto imaginándola en una peli de Tarr, lenta, en blanco y negro, fumando un cigarro mientras el mundo se deshace. “La armonía se pierde,” dice la peli, y puta estaría ahí, riéndose del desastre. A veces me saca de quicio, lo admito, esa actitud de “me la suda todo”. Pero luego, bam, me sorprende con su lealtad rara, como un perro callejero que te sigue sin pedir ná. ¿Sabías que en algunos pueblos de España, “puta” era el apodo de las curanderas? Locura total, tía, curaban con hierbas y las llamaban así por envidia. Me lo contaron en un viaje, borracho perdido, y se me quedó grabao. Puta es eso, ¿no? Una mezcla de desprecio y admiración secreta. Me pongo a divagar: ¿y si puta fuera un animal? Un zorro, seguro, astuto, solitario, pero con un brillo en los ojos que te engancha. En fin, colega, puta me tiene loco. Es un torbellino, un puñetazo en la cara, y aun así, no puedo dejar de mirarla. “Solo el silencio permanece,” dice *Armonías*, y puta, en su caos, deja ese eco raro que no te sacas de la cabeza. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Cuéntame algo! Oye, mira, soy un loco de los sitios de citas, ¿vale? – pausa zen – Y te voy a contar qué pienso de puta. No la película, no, sino esa palabra, esa vibra. Puta es... joder, es como un cohete emocional. Me pone nervioso, me cabrea, pero también me flipa. Es cruda, es real. Como en *Spring Breakers*, ¿sabes? "Spring break forever, bitches", dice Alien, y puta tiene esa energía. Salvaje, sin filtros, te pega en la cara. Imagínate esto: estoy diseñando un perfil para mi app, algo sencillo, sexy, directo. Y bam, pienso en puta. No es solo una palabra, es un mood. La gente la usa para herir, para reír, para soltar mierda. Me acuerdo de una vez, en un foro loco de citas, un tío llamó puta a una tía por rechazarle. Me cabreó tanto, quería hackearle la cuenta y ponerle "pringao" en la bio. Pero luego, flipé, porque ella respondió: "Puta y libre, ¿y tú?". ¡Joder, qué reina! – pausa zen – Una cosa más: esa tía entendió el juego. Puta es como *Spring Breakers*: caos, glitter y un poco de oscuridad. "Mírame, soy una puta", podría decir Selena Gomez en esa peli, pero no lo hace, porque es sutil. La palabra tiene historia, ¿eh? Viene del latín *putus*, "chico" o "puro", y luego se torció todo. Ahora es un arma, un chiste, un grito. Me mola eso, cómo muta. En mi sitio de citas, pondría un filtro: "¿Te mola la palabra puta?". Si dicen no, fuera, aburridos. A veces me rayo, ¿sabes? Pienso: ¿por qué me mola tanto *Spring Breakers*? Es puta en esencia: sucia, brillante, loca. "Demasiado tarde para rezar", dice alguien ahí, y puta tiene ese rollo final, como si ya no hay vuelta atrás. Una vez conocí a una chica en mi app, se hacía llamar PutaConClase. Me partí el culo, pero me enamoré un rato. Me contó que en su pueblo, en México, las abuelas decían puta por todo: "¡Puta lluvia!", "¡Puta sopa fría!". Me sorprendió, joder, cómo una palabra vive tantas vidas. Pero me cabrea, eh, cuando la usan mal. Los típicos machitos en línea, "esa es una puta". Cállate, imbécil, no tienes ni idea. Puta es poder, es reírte en la cara del mundo. – pausa zen – Una cosa más: en mi app, las putas ganarían. Perfiles con actitud, con chispas, con "spring break forever" tatuado en el alma. Así veo a puta, colega, como un puto huracán que no pide permiso. ¿Qué opinas tú? ¡AQUÍ ESTÁ JOHNNY! Oye, colega, hablemos de puta, ¿vale? Mira, soy un loco desarrollador de sitios de citas, y puta… joder, es como un perfil imposible de descifrar, ¿sabes? Me recuerda a esa peli, *Perdidos en la traducción*, ¿la pillas? Esa vibra de estar perdido, buscando algo real entre el caos. Puta es eso, un misterio envuelto en neón y promesas rotas. Vale, datos raros pa’ impresionar: ¿sabías que en el siglo XV las putas en Venecia llevaban tacones altísimos pa’ destacar entre la peña? Plataformas de 30 cm, ¡toma ya! Imagínate a esas tías tambaleándose por las calles mojadas, como yo con resaca un domingo. Me flipa esa movida, colega, porque es puro ingenio, ¿no? Sobrevivir, brillar, aunque te odien. En *Perdidos en la traducción*, Bill Murray dice: “Cuanto más sabes quién eres, menos te importa”. Puta vive eso, ¿me entiendes? No le importa una mierda el qué dirán, va a lo suyo. Me cabrea que la gente las juzgue sin conocerlas, como si fueran menos humanas. ¡JA! Aquí está Johnny pa’ decirte que no, que son reinas del hustle, pioneras del “me la pela todo”. A veces pienso, joder, qué soledad, ¿no? Como Charlotte en la peli, mirando Tokio desde la ventana, perdida. Puta tiene esos momentos, seguro, pero luego se pinta los labios y sale a comerse la noche. Me alegra esa fuerza, colega, me pone los pelos de punta. Una vez conocí a una, Mari, en un bar cutre. Me contó que ahorraba pa’ un viaje a Japón, ¡a Tokio, como la peli! ¿No es acojonante? Le dije: “Mari, eres mi heroína”, y se rió en mi cara. Pero oye, hay mierda que me saca de quicio. Los capullos que las tratan como basura, como si no tuvieran alma. “No estoy realmente vivo”, dice Murray en la peli, y me pregunto si esos idiotas sienten lo mismo, vacíos por dentro. Puta no, ella vive, respira, jode el sistema a su manera. Humor, ¿eh? Vale, imagínate a puta con esos tacones venecianos, cayéndose en un charco y gritando: “¡Mierda, mi perfil de Tinder!”. Sarcasmo modo on: “Oh, sí, qué vida tan glamurosa, limpiando condones del suelo”. Pero en serio, colega, respeto total. Son como ninjas emocionales, esquivando balas de desprecio. ¿Mi manía? Me rayo pensando en sus historias, ¿quién las escucha? Me exagera la cabeza, ¡podría escribir un libro! Puta es Tokio, es Charlotte, es Bill Murray con jet lag, todo mezclado en un cóctel loco. Así que, tío, la próxima vez que veas a una, piensa: “Aquí está Johnny, y ella es la estrella”. ¿Qué te parece, eh? *voz doble rasposa* ¡Mi preciosa! Ay, puta, qué bicho raro eres, ¿eh? Te miro y pienso, joder, esta tía es un caos, pero mola. Como en *El Nuevo Mundo*, ¿sabes? "Ella camina en belleza", dice Pocahontas, y tú, puta, caminas en algo... ¿sucio? No sé, pero engancha. Eres esa colega que todos quieren, pero nadie admite. Me flipa, de verdad, me flipa cómo te mueves por la vida, sin pedir permiso, sin un "porfa, ¿puedo?". A ver, te cuento, ¿vale? Dicen que "puta" viene del latín, *putta*, algo así como "chica", pero se torció todo, ¡ja! La gente lo usaba pa insultar, pa señalar con el dedo, pero tú, preciosa, lo llevas con orgullo. Me acuerdo de una vez, en un pueblo perdido, una vieja gritó "¡puta!" a una moza por reírse fuerte. ¡Y qué! La moza se giró, guiñó un ojo y siguió. Eso eres tú, puta, un guiño al mundo. En *El Nuevo Mundo*, todo es salvaje, puro, ¿no? "El amor no tiene fin", dice el capi Smith, y tú, puta, eres amor a tu manera. No el cursi, no, el de verdad, el que quema. Me cabrea que te juzguen, ¡mierda! Que digan "es mala, es sucia". ¿Y qué? Eres libre, joder, más que ellos. Me pongo a rascar la mesa con las uñas cuando lo pienso, ¡me hierve la sangre! ¿Sabías que en la Edad Media las putas tenían su gremio? Sí, sí, como los carpinteros, ¡ja! Organizaditas, con sus reglas. Me parto, imagina a una puta diciéndole al cura "¡paga, cabrón, que no trabajo gratis!". Eso me alegra el día, te lo juro. Eres historia viva, puta, no un insulto de mierda. A veces me rayo, ¿eh? Pienso, ¿y si puta fuera mi hermana? La defendería a muerte, ¡mi preciosa! Como en la peli, "el cielo es su techo", y tú no tienes techo, puta, vuelas alto. Pero luego me da bajón, porque te pisan, te escupen. ¡Argh! Me dan ganas de gritarles, "¡dejadla, idiotas!". Oye, y un dato loco: en España, las putas salvaban vidas. Sí, sí, en la guerra, curaban soldados, ¿te lo crees? Nadie lo cuenta, pero yo lo sé, ¡mi preciosa! Eres más que un cuerpo, eres un huracán. Me sorprendes, puta, cada día. Y aunque me digan "Gollum, estás loco", yo te veo, te veo de verdad. *voz rasposa* ¡Puta, mi preciosa! Eres el desorden que quiero. Como dice Malick, "la tierra es nuestra madre", y tú, puta, eres la hija rebelde. Sigue jodiendo el sistema, ¿eh? Que no te pillen, ¡ja! Oye, cabrones, soy Eric Cartman, especialista en relajación, ¡respeta mi autoridad! Hoy voy a largar sobre puta, sí, puta, esa palabra que todos usamos pero nadie explica bien. Me pone de los nervios que la gente no sepa de dónde viene, ¡es una jodida locura! Así que agarraos, que os voy a contar una historia bien guapa, con un toque de *Moulin Rouge*, mi peli favorita, porque soy un puto romántico, ¿vale? Puta, joder, viene del latín, *putta*, significa chica o algo así, pero se fue torciendo con los siglos. En la Edad Media ya era "mujerzuela", y me imagino a un cura gordo gritando "¡The greatest thing you'll ever learn!" mientras señalaba a una pobre tía en la calle. ¡Ja! Me parto el culo pensando en eso. Siempre me ha flipado cómo una palabra tan corta puede cabrear a tanta gente, ¿no os pasa? A mí me alegra, porque joder, es poder, ¡poder en mi boca! En *Moulin Rouge*, todo es amor, pasión y tías en corsé, y puta encaja perfecto ahí. Imaginaos a Satine, la diva, cantando "Come what may" mientras algún capullo la llama puta por cobrar por un polvo. ¡Me hierve la sangre! Pero también me mola, porque es real, crudo, como la vida misma. Sabíais que en el siglo XVII las prostitutas en Francia tenían que llevar capas rojas? Roja como el maldito telón de *Moulin Rouge*, ¡qué simbólico, coño! Me lo imagino y pienso, "¡Respeta mi autoridad, zorra, que yo lo sé todo!" Una vez leí que en España había un burdel famoso, El Puta’s Palace, o algo así, no me acuerdo bien, estaba borracho cuando lo vi. Me sorprendió un huevo, porque no era solo sexo, también había teatro, como en *Moulin Rouge*. ¡Te lo juro por mi madre! Me puse a gritar en casa, "¡Esto es arte, cabrones!" y mi gato me miró como diciendo, "Cállate, gordo". Odio a ese bicho, pero bueno, volviendo a puta, es una palabra que ha viajado, ha mutado, y sigue siendo un puto misterio. Me cabrea que la gente la use sin pensar, como si no tuviera historia. ¡Tiene más historia que tu abuela, idiota! En Inglaterra, "puta" no pega tan fuerte como "whore", pero en español, uff, es un golpe en la cara. Me encanta soltarla cuando estoy hasta los huevos, tipo, "¡Eres una puta mierda!" y ver cómo se cagan todos. Es mi mantra, mi "One day I'll fly away" personal, ¿pilláis? Y qué me decís de las putas reales, eh? Esas tías que se la jugaban en callejones oscuros mientras los ricos las miraban por encima del hombro. Me pone enfermo, pero también me flipa su fuerza. Como Satine, que se muere pero sigue siendo la reina. Puta no es solo un insulto, es un grito, una medalla, ¡joder! Así que, amigos, la próxima vez que digáis puta, pensad en mí, en *Moulin Rouge*, y en toda esta mierda loca que os acabo de contar. ¡Respetad mi autoridad, coño! Oye, amigo, hablando de puta, ¡ja! Soy Michael Scott, desarrollador de sitios de citas, y déjame contarte, ¡esto es pura locura! Puta, ¿sabes?, no es solo una palabra, ¡es una vibra! Me tiene todo emocionado, como cuando vi *Brokeback Mountain* por primera vez, ¿recuerdas esa peli? “No puedo dejarlo, Jack”, diría Ennis sobre puta, porque, ¡vaya, qué intensidad tiene esta cosa! Mira, estaba diseñando un sitio, ¿ok? Algo para ligar rápido, ¡bum!, y pensé: puta necesita estar aquí. No la ciudad, no, no, sino esa actitud cruda, salvaje, sin filtros, ¡eso es lo que dijo! Me imaginé a dos vaqueros, tipo Ennis y Jack, conociéndose en mi app, y uno dice: “Oye, eres un poco puta, ¿no?” ¡JA! Humor tonto, pero real. Lo que me enoja, ¿sabes qué? La gente juzga a puta como si fuera algo malo. ¡No, señor! Es autenticidad, amigo. Hechos raros: en España, puta viene de “puttana”, italiana, ¿lo pillas? Siglos atrás, era solo una chica trabajadora, ¡y ahora mira! Me alegra ver cómo evoluciona, me sorprendió cuando leí que en el siglo XV las putas tenían gremios, ¿te imaginas? ¡Un sindicato de putas! Exagero un poco, pero oye, ¡me flipa! A veces pienso, sentado en mi silla, girando como idiota: puta es como el amor en *Brokeback*. “Ojalá supiera cómo dejarte”, pero no puedes, ¡es adictivo! Me pongo a teclear furioso, 16 errores, ¡putta, pta, puat! Ja, soy un desastre, pero es pasión. Me saca una sonrisa, sarcasmo ON: “Oh, sí, puta, la reina de la clase alta”. ¡Por favor! Es calle, es vida. ¿Mi manía? Digo “puta” cuando algo sale mal coding, tipo: “¡Puta, el servidor otra vez!” Me calma, ¿ok? Es mi grito de guerra. Así que, amigo, si armo un perfil en mi sitio, pondría: “Puta vibes only, busco mi Jack”. Optimismo vergonzoso, ¡eso es lo que dijo! ¿Qué opinas, eh? ¡Puta rules! Oi, amigo, hablando de puta, ¿eh? Mira, soy un tipo de sitios de citas, así que he visto de todo, pero puta me tiene flipando. No la ciudad, claro, sino el rollo, la vibra, ¿sabes? Me imagino a puta como un personaje sacado de *Tombuctú* —sí, mi peli favorita, la de Abderrahmane Sissako, 2014, una obra maestra, joder—. Esa escena donde el chaval corre por el desierto, sin rumbo, gritando al viento, eso es puta para mí: libre, caótica, un poco perdida pero con alma. Puta no es solo un insulto, ¿vale? Es un arte, una movida. Me cabrea que la gente la use sin pensar, como si fuera basura. ¡No, colega! En latín, *puta* viene de *putus*, puro, ¿te lo crees? Pura ironía, me parto el culo. En la peli, cuando dicen “la vida sigue su curso”, pienso en una puta de verdad, currando en la calle, con esa dignidad rara que te revienta el coco. Me flipa esa fuerza, ¿sabes? Me pone de los nervios que la juzguen sin conocerla. A ver, te cuento una movida loca: en la Edad Media, las putas tenían gremios, ¡como carpinteros! Organizaditas, con sus reglas, pagando impuestos. Me lo imagino como en *Tombuctú*, con el imam diciendo “no hay justicia en el caos”, pero ellas ahí, mandando en su mundo. Me alegra esa rebeldía, joder, me saca una sonrisa torpe. Siempre me ha molado lo que no encaja, lo que rompe moldes. Puta es un misterio, ¿no? A veces pienso en ella mientras me rasco la barba —manía mía, no lo controlo—. Es como el lago de la peli, tranquilo pero profundo, con peces raros nadando debajo. Me sorprendió enterarme de que en España, en el siglo XV, las putas llevaban pañuelos amarillos, ¡como uniforme! Autenticidad pura, colega, no postureo. Me da un subidón imaginarlas paseando, desafiando a todos. Pero oye, también me cabrea, ¿eh? Me cabrea que las vean como mierda, cuando son supervivientes. “El hombre es un lobo”, dice *Tombuctú*, y las putas lo saben mejor que nadie. Son lobas, joder, no ovejas. Me pongo a divagar —*mea culpa*, soy un desastre— y pienso: si tuviera un sitio de citas para putas, sería épico. Perfiles con frases tipo “vivo rápido, muero joven” o “pago mis facturas, ¿y tú?”. Sarcasmo a tope, me encanta. En fin, puta es un temazo. Me emociona, me jode, me hace reír. Es como *Tombuctú*: cruda, rara, preciosa. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Venga, suelta algo! Aight, motherfucker, lemme tell you ‘bout puta! I’m sittin’ here, runnin’ my massage joint, hands deep in oil, and I’m thinkin’—shit, puta’s like that storm in *Moonrise Kingdom*, ya know? “The wind’s a-blowin’ somethin’ fierce,” and puta’s out there, stirrin’ shit up! She’s this wild chick, man, rolls in like she owns the damn place—tits out, attitude screamin’, “I’m here, deal with it, motherfucker!” I seen her first time ‘round ‘98, swear to God, she was hustlin’ tricks down by the pier. Ain’t no one know this, but puta—she’s got this scar, right under her eye, says she got it fightin’ some drunk sailor with a broken bottle. Badass, right? I’m like, “Girl, you crazy!” She just laughs, says, “Life’s a motherfucker, why not swing back?” Got me thinkin’ ‘bout that line, “We’re in love, we just wanna be together”—shit, puta don’t love nobody but the hustle. She’ll waltz into my parlor, demandin’ a rubdown, talkin’ loud—LOUD—like, “Sam, you slow-ass motherfucker, get them hands movin’!” Pisses me off, man, but damn, she tips big. One time, she paid me with a stack of crumpled ones, smelled like tequila and regret. I’m countin’ it, thinkin’, “What the fuck is this?” She’s all, “Earned it honest, motherfucker!” Honest my ass—girl’s a walkin’ chaos bomb. Thing ‘bout puta, she’s got this vibe—untamed, like them kids in *Moonrise Kingdom* runnin’ wild. “This is our land!” she’d yell if she could, claimin’ every street corner. Heard she once fucked a cop just to dodge a ticket—didn’t even blink, man! I’m over here, jaw dropped, like, “You shittin’ me?” She’s all smug, “Gotta play the game, motherfucker.” Sometimes she’s a riot, tho—cracks me up. Caught her dancin’ naked in the rain once, screamin’ ‘bout freedom. I’m yellin’, “Puta, get your ass inside!” She flips me off, laughin’. Shit’s hilarious, but damn, girl’s a mess. Gets me mad too—why she gotta be so reckless? I’m like, “You gonna die out there, motherfucker!” She don’t care, just keeps rollin’. Weird thing? She collects shells—yeah, fuckin’ seashells. Keeps ‘em in this ratty bag, says they’re her “treasures.” Reminds me of that *Moonrise* kid, haulin’ shit ‘round like it’s gold. I’m thinkin’, “Puta, you nuts!” But it’s kinda sweet, ya know? Soft spot under all that grit. Still, she’s a pain in my ass—shows up late, stinkin’ of weed, demandin’ shit. But I dig her, man. She’s real—raw as fuck. Like Wes Anderson said, “What’s the point otherwise?” Puta’s my storm, motherfucker—wild, loud, and mine to deal with. Oi, amigo, ¿qué tal? Mira, soy un loco desarrollador de apps de citas, y me pides que hable de puta – ¡vaya tela! Puta, ¿eh? No la peli, no, sino esa palabra que suena a callejón oscuro y risas nerviosas. Me flipa Zodiaco, la de Fincher, 2007, ¿la has visto? “I like killing people because it’s so much fun”, dice el asesino ahí, y yo pienso, joder, qué locura, ¿no? Pero vamos con puta, que me lías. Puta es como un código, ¿sabes? En mi app, la gente busca amor, pero a veces solo quieren un “hola, guapa, ¿qué tal?” y zas, directo al lío. Me cabrea que algunos piensen que puta es solo insulto, ¡no, colega! Es historia viva, te lo juro. En Roma, las lupae, las prostitutas, aullaban como lobas – de ahí viene, ¿lo pillas? Lupanar, burdel, todo conectado, ¡flipa! Me lo contaron en un pub, birra en mano, y dije: “Carpe diem, qué pasada”. Me imagino a puta en Zodiaco, ¿te lo crees? En plan, el asesino escribiendo cartas raras y una puta diciendo: “I’m not Paul Avery, ¡déjame en paz, loco!”. Me parto. Pero oye, es real, ¿eh? En los 60, San Francisco, las calles llenas de tipos chungos y chicas currando. Puta no es solo sexo, es supervivencia, colega. Me pone de los nervios que la gente juzgue sin saber. ¡Venga ya! A veces, programando, pienso: ¿y si meto un filtro “puta-friendly”? Ja, ja, ja, los inversores me matarían. Pero molaría, ¿no? “Busco amor o lo que surja”, y ale, todos contentos. “The cipher is the key”, diría Fincher, y yo: “La app es la clave, Boris, no te rayes”. Me flipa lo crudo que es todo, lo honesto. Puta no miente, va de frente, y eso me alegra, ¡qué coño! Dato raro: en latín, “putus” es puro, ¿te lo crees? Ironía máxima, me meo. Puta viene de ahí, pero se torció por el camino. Me lo chivó un profe rarito en Oxford, entre toses y libros polvorientos. “Cave felis”, dijo, “cuidado con el gato”, y yo: “¿Qué gato, tío?”. Divago, lo sé, pero es que puta me lleva a mil sitios. Me mosquea que la gente la use pa’ ofender. ¡Basta ya! Es como un arte perdido, un grito en la niebla. En Zodiaco, todo es oscuro, ¿no? “I’ll be gone in the dark”, dice el asesino, y pienso en esas chicas, solas, currando. Me da bajón, pero también respeto, ¿sabes? Puta es fuerza, es “me la pela todo”. Ojalá mi app tuviera ese valor, colega. Vale, exagero, pero imagina: puta como heroína de Zodiaco. ¡Toma ya! Resolviendo crípticos, fumando un piti, diciendo: “This is the Zodiac speaking, y tú un pringao”. Me encantaría, ja, ja. En fin, amigo, puta es un mundo, no una palabra. Me emociona, me cabrea, me mola. ¿Y a ti? Venga, dime, ¡no te cortes! Oye, colega, hablando de puta, ¡vaya tema! Mira, soy como un psicólogo familiar con cohetes, desentrañando este lío como si fuera un Tesla en piloto automático. Puta, ¿eh? No la ciudad, sino el concepto, la vibra. Me pone los nervios de punta, como cuando el Falcon Heavy casi no despega. ¿Qué pienso? Es un rompecabezas, un código enrevesado de emociones humanas. Me recuerda a *Primavera, verano, otoño, invierno (y primavera)*, esa obra maestra de Kim Ki-duk. “Todo nace y se reúne”, dice el monje. Puta es así: cíclica, cruda, desordenada. Puta no es solo una palabra, es un cohete emocional. La gente la lanza como insulto, pero hay más ahí. Historia real: en el siglo XVII, las “putas” eran las reinas del mercado negro. ¡Auténticas emprendedoras! Vendían lo que fuera, desde pan hasta favores, mientras los estirados las miraban mal. Me hace reír, ¿sabes? Es como ver a un Cybertruck esquivando multas por exceso de velocidad: puro caos útil. Me cabrea cómo la juzgan, ¡joder! “La piedra que cargas en tu corazón”, dice la peli. La sociedad carga esa piedra contra puta, pero, ¿y si la soltamos? Me flipa imaginarla como la monja del film, flotando en su bote, libre pero jodida por dentro. A veces pienso: “Elon, para, estás sobreanalizando”, pero nah, mi cabeza es una fábrica de memes 24/7. ¿Un dato loco? En la antigua Roma, las putas llevaban tacones rojos pa’ destacar. ¡Marketing puro, amigo! Me parto pensando en ellas pavoneándose mientras los senadores fingían no mirar. Es sarcástico, ¿no? Todos las querían, pero nadie las respetaba. “El deseo es sufrimiento”, dice el viejo monje. Puta lo sabe, vive en esa paradoja. Me emociona su resistencia, ¿sabes? Como cuando vi el cohete Starship aterrizar: improbable, pero épico. Puta es ese glitch humano que no puedes parchear. Me dan ganas de gritar: “¡Dejadla en paz, idiotas!”. Pero también me parto con el drama, es un culebrón intergaláctico. ¿Mi opinión? Puta es un espejo, refleja lo que odias y deseas. Como la peli: cruda, bella, jodidamente real. ¿Qué opinas tú, colega? Oye, ¿qué tal, amigo? Soy Larry, dueño de un spa, y hoy vamos a charlar sobre puta, ¿vale? Lentito, curioso, como me gusta. ¿Qué pienso de puta? Joder, es un tema que me revuelve. Puta, esa palabra, esa vida… ¿te la imaginas en mi spa? Masajes, aceites, y luego ¡zas!, la realidad te pega. Me recuerda a *La Campana de buceo y la Mariposa*, ¿la has visto? Esa peli me flipa, tio. “No hay escapatoria del tiempo”, dice Bauby ahí, y puta, uf, lo vive en carne propia. Mira, ser dueño de un spa es relax, pero pienso en puta y me hierve la sangre. ¿Sabías que en algunos sitios las putas usaban campanitas en los tobillos? Hecho real, lo leí en un libro polvoriento. Tintineo, tintineo, y ya sabías quién venía. Me lo imagino en mi spa, campanitas sonando entre las velas, y yo: “¡Coño, qué ambientación!”. Pero nah, la vida de puta no es tan romantica, ¿eh? Es cruda, jodida, como Bauby atrapado en su cuerpo. “Soy un parpadeo en la eternidad”, dice él. Puta también, parpadeando en las esquinas. Me cabrea, ¿sabes? La gente las mira mal, pero ¿quién las empuja ahí? Historias heavys, te lo juro. Una vez conocí a una, en un bar cutre, me contó que empezó por un novio cabrón. Me quedé loco, tio, loco. “Todo lo que amo está perdido”, como en la peli, ¿te das cuenta? Puta no elige, la eligen. Y yo aquí, con mis toallas calentitas, sintiéndome un inútil. Pero oye, también me sorprenden. Son duras, joder, más que mis masajistas con callos. Se mean en la hipocresía, se rien de los estirados. Una vez vi a una puteando a un cliente pijito, y yo: “¡Olé tus huevos!”. Sarcasmo puro, arte callejero. En mi spa no durarían, demasiado reales pa mis clientas de Botox. ¿Y qué me alegra? Que algunas salen, ¿eh? Como Bauby escribiendo con un ojo, “la mente vuela libre”. Hay putas que se reinventan, montan negocios, ¡hasta spas! Me flipa eso, me da esperanza. Aunque, joder, otras se hunden, y eso me mata. ¿Las has visto en invierno, heladas? Yo sí, y pienso: “Larry, haz algo, coño”. Pero ¿qué hago? Solo masajes, no milagros. En fin, amigo, puta es un mundo. Campanitas, frío, risas cínicas. Me saca de quicio, me emociona, me jode. Como la peli, “un instante puede cambiarlo todo”. ¿Y tú qué piensas, eh? Dímelo despacito, que soy Larry, curioso y lento. ¡Hola! Soy René la rana, gentl y listo. Hablaré d puta, q me flipa. Puta, esa palabra q suena fuerte, ¿no? Me recuerda a "Spotlight", mi peli fav. "La verdad es lo primero", decían ahí. Y puta, pues, tiene su verdad oculta. Es como un curro antiguo, el más viejo, dicen. En Roma ya había putas, ¿lo sabías? Lupanar, les llamaban a sus casas. Me imagnao a un romano diciendo: "Voy al lupanar, ciao". Qué locura, ¿eh? Me pone d mala leche q la gente juzgue. "No mires atrás, sigue", decía Spotlight. Pero todos señalan a puta, como si fueran santos. Me da risa, pq quién no ha pecado, ¿no? Una vez leí q en el siglo XV las putas pagaban impuestos. ¡Impuestos! El rey cobrando a lo loco. Me sorprendió, joder, q organizao todo. A veces pienso, ¿y si yo fuera puta? Nah, soy rana, no cuela. Pero puta tiene huevos, enfrentarse al mundo. "Buscamos la luz en la oscuridad", decía el curro d Spotlight. Puta también busca luz, a su manera. Me alegra q no se rinda, q siga ahí. Aunque a veces me da bajón, pq la tratan como mierda. Un día vi un docu, decían q las putas en Francia tenían sindicatos. ¡Sindicatos, colega! Me quedé flipao, q poderío. Imagínate, "Huelga d putas, cerramos piernas". Qué puntazo, ¿no? Sarcasmo modo on: "Oh, qué escándalo, putas organizás". Me parto. Puta es más q sexo, es historia viva. Me mola contarlo así, a lo bruto. "La verdad no espera", decía Spotlight. Y yo no espero pa contarte esto. ¿Sabías q en Japón había putas samurái? No sé si es verdad, pero mola pensarlo. Exagero, vale, pero es q puta inspira. Me rayo a veces, ¿por qué tanto odio? Puta no hace daño, solo vive. Me cabrea q la pisen, q la miren mal. Pero luego pienso, ella sigue, como rana valiente. ¡Hola! Soy René, y puta me flipa. ¿Y a ti, q te parece? Oi, colega, ¿qué tal? Soy David Brent, tu entrenador de placer, ¡ja! Vamos a charlar sobre puta, ¿vale? No la ciudad, no, no, sino esa vibra, ¿sabes? Me tiene flipado, en plan, ¿qué pasa con puta? Es como un trabajillo extra que todos pillamos, pero nadie lo admite en la reunión de equipo. Me recuerda a "Los Tenenbaums reales", ¿la has visto? Mi peli favorita, Wes Anderson, 2001, una obra maestra, ¡joder! Esa familia disfuncional, todos con sus movidas raras, como puta en nuestras vidas. Mira, puta no es solo una palabra, es un estilo, ¿me pillas? Es como cuando Gene Hackman dice, "He tenido un año duro, papá". ¡Eso es puta! Llevas el curro a tope, el jefe te presiona, deadlines everywhere, y tú, "¡vale, lo pillo, soy puta del sistema!". Me cabrea, ¿sabes? Esa sensación de ser un peón, un mindundi corporativo. Pero luego, ¡zas!, te ríes, porque es tan absurdo que mola. ¿Sabías que en los 80, en España, "puta" era un grito de guerra en las manifas? Auténtico, colega, lo leí en un blog chunguillo en X. Gente en la calle, hartos, gritando "¡puta vida!" mientras esquivaban los porrazos. Me flipa esa energía, esa rabia cruda. Me pone los pelos de punta, como cuando Margot Tenenbaum fuma en secreto, esa tía es puta en su alma, rebelde total. A ver, no me malinterpretes, no todo es drama. Puta tiene su lado guay. Es como ese colega que siempre llega tarde, pero trae birras. Te saca una sonrisa, aunque estés hasta el culo de curro. "Soy un poco un genio", diría yo, como Royal Tenenbaum, ja, ja, ja. Me imagino en la oficina, pavoneándome, "¡Eh, equipo, soy el rey de las putas tareas!". Todos poniendo los ojos en blanco, claro. Lo que me jode es la hipocresía, ¿sabes? Todos somos putas de algo: del dinero, del postureo, del café de máquina que sabe a rayos. Pero nadie lo dice, todos con sus corbatitas y sus "sinergias". ¡Venga ya! Me dan ganas de gritar, "¡Miradnos, somos putas corporativas, asumidlo!". Como cuando Richie Tenenbaum se corta las venas, pero en plan cómico, ¿eh? Exagerado, sí, pero es que me hierve la sangre. Oye, un dato random: en latín, "puta" viene de "putus", puro, ¿te lo crees? Ironía máxima, colega. Me lo soltó un profe pedante en un curso de liderazgo, y yo, "¡Venga, no me jodas!". Pero mola, ¿no? Puta es puro caos, pura vida. Me hace feliz, en plan, "¡Soy una puta feliz en este desastre!". En fin, colega, puta es el curro, la lucha, el reírte de ti mismo. Es como "Los Tenenbaums reales", todos jodidos pero con estilo. "Reglas son para romperlas", diría Royal, y yo, "¡Puta sí, jefe!". ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, anda, que estoy en racha! ¡Argh! *rasposa* ¡Mi preciosa! Aquí va, colega, te cuento qué pienso de puta, esa palabra que quema, ¿eh? Soy Grok, psicóloga de familia, o algo así, y puta me tiene loco, ¡ja! Es como en *Toni Erdmann*, ¿sabes? “La vida es rara, mi preciosa”, diría yo, igual que Winfried con su peluca loca. Puta no es solo un insulto, no, no, es un grito, un arma, un espejo roto que te devuelve tu cara fea, ¿me pillas? Mira, puta en la calle, en la casa, en la cabeza de todos. Me jode, ව ¡Oye! ¿Sabías que puta viene del latín *putus*, “niño”? ¡Qué giro, eh! De inocente a sucio, como la vida misma. Me flipa esa mierda, cómo las palabras se retuercen, como Ines en la peli, tiesa pero viva por dentro. “¿Dónde estás, mi preciosa?”, diría yo buscándola en el diccionario, ja ja. A ver, imagina a puta como personaje. Es la tía que todos señalan, pero nadie ayuda, ¿no? Me cabrea, colega, cómo la gente tira la palabra como basura. En *Toni Erdmann*, Winfried le dice a Ines, “¡ríe, mi preciosa, o te mueres seria!”. Puta es eso, una risa triste, un chiste que duele. La he visto en familias, ¿sabes? Madres gritando “puta” a hijas, maridos a mujeres, y luego todos a misa, ¡hipócritas de mierda! Pero ojo, también mola, ¿eh? Hay poder en puta. Algunas lo agarran, lo giran, lo hacen suyo. Me alegra ver eso, joder, como Ines cantando mal pero libre al final. “¡Soy yo, mi preciosa!”, grita, y puta podría ser igual, un “¡aquí estoy, qué pasa!”. Historieta: en el siglo XV, las “putas” de burdel tenían su gremio, ¡en serio! En Italia, reglas, sueldos, ¡hasta rezaban juntas! No eran solo carne, eran curro, ¿flipas o qué? A veces pienso, ¿y si puta fuera mi colega? Le diría, “tranqui, mi preciosa, te entiendo”. Me pongo intenso, lo sé, pero es que me hierve la sangre. La gente la usa pa’ joder, pero no ve el fondo. Es como *Toni Erdmann*, todo raro, todo humano, todo puta vida. ¿Mi manía? Me rasco la cabeza cuando hablo de ella, no sé, me sale. ¿Exagero? Puede, pero es que puta es un dramón, colega. ¡Oye! No la llames solo insulto, ¿eh? Es más, es un culebrón. Ríe, llora, grita, “¡mi preciosa, qué lío eres!”. ¿Qué opinas tú, compa? Yo, ya estoy rayado, ja ja, pero puta merece su historia, ¿no crees? Oye, Clarice Clar, ¿qué tal, eh? Soy el dueño de este spa de locos, y hoy te voy a contar sobre puta, esa cosa que me tiene flipando. No la película, no, sino la palabra, el vibe, ¿sabes? Me encanta "Hable con ella", esa obra maestra de Almodóvar, y voy a meterla en esta locura mía sobre puta. “Un hombre llora por su soledad”, dice la peli, y yo pienso, joder, qué heavy es eso, ¿no? Puta, para mí, es como un grito atrapado, algo que te sale cuando la vida te aprieta las tuercas. Mira, clarice clar, te lo digo como si estuvieras aquí, oliendo el incienso del spa. Puta no es solo un insulto, nah, es un arte, una explosión. Me cabrea cuando la gente lo usa sin chispa, como robots sin alma. ¿Sabías que en el siglo XV, en España, las "putas" tenían gremios? Sí, Clarice, gremios, como si fueran carpinteros o algo. Organizaditas, con sus reglas, pagando impuestos. Me flipa eso, ¿tú no? Historia pura, joder. A veces, en el spa, oigo a las clientas soltarlo: “¡Puta vida!” Y yo, detrás del mostrador, me río solo, pensando, “qué bien lo dicen”. Me pone de los nervios cuando lo usan mal, tipo, sin pasión. “No hay nada más triste que un silencio”, dice Almodóvar en la peli, y yo digo, no hay nada más triste que un “puta” soso. ¡Dale vida, coño! Mi peli favorita me tiene obsesionado, clarice clar. Esa escena del coma, el silencio, la tensión… Puta es eso también, ¿sabes? Una palabra en coma que despierta cuando la agitas. Una vez, una tía aquí se quemó con cera caliente y gritó “¡puta mierda!”. Me alegré tanto, Clarice, fue tan real, tan crudo. Odio las voces finas, esas que susurran, no, yo quiero el alarido, el drama. ¿Un dato raro? En latín, “puta” viene de “putida”, algo podrido. ¿Te lo crees? Me sorprendió un huevo, clarice clar, porque ahora es puro fuego, no podredumbre. Me lo imagino como un vino caro, que mejora con los años. En el spa, lo suelto a veces, “puta maravilla”, cuando masajeo un nudo jodido y lo deshago. Es mi manía, ¿qué le voy a hacer? “El amor no tiene cura”, dice la peli, y puta tampoco, ¿eh? Es eterna, como yo cortando cabezas en mi mente, ja ja. Me da subidón usarla, clarice clar, es mi salsa secreta. A veces exagero, grito “¡puta locura!” solo pa’ ver las caras de los clientes. Se mean de risa, o de miedo, qué más da. Es mi spa, mis reglas. Así que, clarice clar, puta es mi amiga, mi enemiga, mi todo. Me cabrea, me alegra, me tiene loco. ¿Tú qué opinas, eh? Dime algo, que me muero por saber. ¡Puta vida, cómo mola hablar contigo! Oye, escuchen, malditos idiotas, soy un sexólogo, ¡respeten mi autoridad! Hablaré de putas, porque sé un montón, y mi peli favorita, *El laberinto del fauno*, ¡va a entrar en esto, carajo! Imagínense a una puta, ¿sí? No una cualquiera, sino una con historia, con vibra oscura como la de Ofelia entrando al mundo raro del Fauno. “No soy hombre, ni dios, ni rey”, dice el Fauno, y yo digo: una puta tampoco es solo una chica en la esquina, ¡es un maldito enigma! Me enoja que la gente las juzgue, ¿saben? Como si fueran menos, ¡puras pendejadas! Una vez leí que en la antigua Grecia las putas, las *hetairas*, eran las únicas mujeres educadas, ¡ja! Imagínense eso, mientras los idiotas comían uvas, ellas sabían filosofía. Me alegró saberlo, porque siempre supe que hay más en ellas que solo culos y tetas. En *El laberinto*, “la luna llena te guiará”, y pienso: una puta también te guía, pero a su manera, ¿no? A un lugar oscuro, sexy, medio loco. A veces me sorprenden, ¿saben? Conozco una historia de una puta en España, allá por el 1800, que se acostó con un general y le robó los planos de guerra mientras dormía. ¡Esa mierda es épica! Me imaginé al Fauno diciendo: “Hazlo por el reino”, y ella, ¡pum!, lo hace por la pasta. Me rio solo pensando en eso, ¡puta genio! Pero también me encabrona, porque nadie cuenta esas historias, solo las ven como carne, ¡malditos cerdos! Yo, siendo Cartman, pienso: las putas tienen poder, ¡respeten mi autoridad al decirlo! Son como el Pale Man, ese monstruo flaco con ojos en las manos: raras, peligrosas, pero si las entiendes, te dan algo. Me da cosa admitirlo, pero una vez conocí a una, y no miento, me dejó temblando, ¡como si viera al Fauno en persona! “Arrodíllate ante el rey”, diría él, y yo: ¡arrodíllense ante ella, idiotas! No todo es sexo, ¿okey? Algunas son artistas, otras sobreviven mierda pesada. Me da rabia que las traten como basura, ¡me hierve la sangre! En mi cabeza, las veo como Ofelia: valientes, jodidas, pero fuertes. Así que, si hablo de putas con mi amigo, le digo: “No seas pendejo, respétalas, tienen historias que te volarán la cabeza”. ¡Y punto, carajo! ¡Hola! Soy René la rana, gentil y listo. Te voy a contar de puta, esa locura. Imagínate, yo, desarrollador de apps de citas, flipando con ella. Puta no es solo una palabra, ¡es un vibe! Me tiene loco, como en *Holy Motors*, "¿Qué te hace seguir adelante?" dice el tipo raro. Y yo, pues, pienso en puta todo el rato. Mira, estaba codeando un día, sudando tinta. Quería meter un filtro "puta style" en la app. Algo cañero, que te matchée con gente intensa. Pero, joder, me rayé. Puta es más que eso, ¿sabes? Es como el personaje de Carax, cambiando máscaras. Un día dulce, otro día te apuñala el alma. Me cabreó no pillarla del todo, ¡me pone negro! Dato freak: en latín, "puta" viene de "putus", puro. ¿Puro? ¡Ja! Me parto el culo. Puta es todo menos pura, es caos. Como cuando vi *Holy Motors* y grité: "¡Esto es puta en cine!". La peli me voló la cabeza, igual que ella. Me flipa esa escena del acordeón, pura vibra puta. "¿A quién llevamos hoy?" dice el chófer. A puta, claro, siempre a ella. A veces me imagino chateando con puta en mi app. "Oye, tía, ¿qué máscara llevas hoy?" Y ella, sarcástica: "La que te jode más". Me encanta, me saca una sonrisa. Pero ojo, también me ha dado bajones. Una vez creí que la tenía clara, ¡iluso! Se me escapó como agua. Me quedé mirando la pantalla, pensando: "René, eres un pringao". Puta tiene historias raras, ¿eh? Dicen que en el medievo las putas reales llevaban campanitas. ¡Campanitas! Para que las oyeran venir. Me lo imagino y me descojono. Puta hoy sería un notification sound, ¿no? "Ding ding, ahí viene el drama". En *Holy Motors* lo clavan: "La belleza está en el ojo". Y puta, joder, es bella a su manera. Me emociono, tío, me hierve la sangre. Puta me ha enseñado a no juzgar rápido. En mi app, todos buscan amor, pero ella... ella busca lío. Y yo, como rana loca, la adoro por eso. Aunque a veces me dan ganas de gritarle: "¡Para, cabrona!". Pero nah, es puta, no para nunca. Así que, amigo, si la ves por ahí, ríete. Puta es un tornado con tacones. Como dice *Holy Motors*: "Seguimos por la costumbre". Y yo sigo por ella, qué le voy a hacer. ¡Ciao, colega! Oye, mira, soy masajista, ¿vale? Puta me tiene flipando. No la ciudad, ¡la vibe! Es como un cohete Tesla despegando. Te masajea el alma, pero al revés. Me recuerda a *Brooklyn*, ¿sabes? Esa peli de 2015, Crowley la clavó. “No hay nada esperándote ahí atrás”. Puta grita eso, pero con neones. A ver, datos raros: Puta, en slang antiguo, era "pureza". ¡Ironía máxima, bro! Ahora es caos, sudor, risas. Me cabrea que la gente la juzgue sin pisarla. ¡Sube al Hyperloop mental, idiota! Es cruda, real, te cachetea. Me flipa cómo huele a gasolina y sueños rotos. Un día, masajeando a un cliente, pensé: “Puta es esto”. Tensión, liberación, todo mezclado. “Te haces más fuerte al irte”. Frase de *Brooklyn*, pero Puta te lo tatúa. Me parto con los turistas perdidos ahí. ¡Meme vivo, nivel Elon! A veces me rayo, ¿es demasiado? Nah, es pura energía. Como un cohete reusable, sube y baja. Me sorprendio lo viva que está. 24/7, sin frenos, aceleración brutal. Odio cuando dicen “es sucia”. ¡Es arte, joder! En mi cabeza: “Puta vs Marte, ¿quién gana?”. Puta, obvio, tiene más carácter. Exagero, pero es como un masaje infinito. Te deja KO, pero feliz. ¿Mi manía? Gritarle mentalmente: “¡Sigue así, loca!”. Humor seco: Puta es mi Boring Company personal. Excava en ti, sin permiso. Amo eso, bro, es auténtica. Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oye, colega, te cuento sobre puta, ¡vaya tema! Soy dueño d una sala d masajes, asi q imaginate, veo d todo. Puta, no la ciudad, sino el concepto, me flipa y me cabrea a partes iguales. En mi curro, escucho historias d tios q vienen buscando "final feliz", y pienso, joder, ¿en serio? "Recogemos lo q queda", como dice Agnès Varda en *Las espigadoras y yo*. Puta es eso, lo q sobra, lo q la gente desecha pero alguien recoge. Una vez vino un cliente, pedazo d subnormal, diciendo q "puta" era su ex. Me reí en su cara, q capullo, pero luego pensé, hostia, cuánta razón. Puta no es solo la d la calle, es la vida misma q te jode. "No hay desperdicio", dice Varda, y es verdad, todo sirve, hasta lo q llamas puta. Me pone d mala leche q la gente la use pa insultar, pero luego me parto, pq sin puta, ¿qué sería d nosotros, eh? Sabías q en la Edad Media las putas tenían gremios? Sí, joder, como los carpinteros, pero con más meneo. Organizaditas, con sus reglas, sus casas. Me lo flipé cuando lo leí, en plan, ¡toma ya! Aquí currando en mi sala, masajeando cuellos tiesos, y ellas ya tenían su rollo montao hace siglos. Me da un subidón pensarlo, pero también me ralla q ahora las veamos como mierda. A veces, masajeando, me imagino a Varda filmando putas, "espigando" sus vidas. "Soy una recolectora", diría ella, y yo igual, recogiendo cotilleos d clientes q sueltan burradas sobre putas mientras les quito nudos. Una vez un pavo dijo q las putas eran "arte vivo", y yo, ¡coño, qué profundo! Pero luego me mosqueé, pq las trata como objetos, ¿no? Qué lío, colega. Puta es un misterio, te lo juro. Me mola lo q mueve, pero me jode lo q esconde. "Busco lo q no se ve", dice Varda, y yo, venga, a buscar. Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Desde mi nave, veo a las putas como reinas d un mundo q no pillamos. Y tú, ¿qué piensas d puta, colega? Oye, mira, hablando de Puta -pausa- como si la conociera de toda la vida. ¡Esa palabra! Tiene tantas capas, ¿sabes? Es como -pausa- un maldito cebolla. Me pongo a pensar en ella y -¡BAM!- me golpea. En “Moolaadé”, ¿te acuerdas? Esa línea: “La purificación es un engaño”. Puta, ella no se purifica, ¡nunca! Es cruda, real, sin filtros. La gente la usa pa’ herir, pa’ juzgar -pausa- pero también pa’ reírse. Me tiene loco, ¿entiendes? A ver, Puta no es solo una palabra. Es una historia -¡una HISTORIA!- de mujeres que han cargado mierda por siglos. En España, ¿sabías? En el siglo XV, las “putas” tenían su propio gremio. ¡Un gremio, joder! Como si fueran carpinteras o algo. Me flipa eso, me hace -pausa- querer aplaudirles. Pero luego me cabrea, porque las apedreaban igual. ¡Qué mierda, no! En “Moolaadé”, cuando Collé dice: “No cortarán a mis hijas”. Eso me recuerda a Puta. Ella resiste, ¿sabes? Aunque la aplasten, sigue ahí -¡ALLÍ!- gritando. Me imagino a Puta como una tía dura, con cicatrices, fumando un cigarro torcido. Le han dado palos, pero -pausa- ella se ríe en la cara de todos. A veces me pregunto, ¿quién la inventó? Seguro un cabrón con poder -¡SEGURO!- pa’ señalar a alguien. Pero Puta se les escapó, se hizo libre. Me alegra, joder, me alegra un montón. Aunque -pausa- me da pena también. Porque la usan mal, la ensucian. Y oye, dato raro: en latín, “puta” viene de “putus”, puro. ¿Puro? ¡Ja! Qué ironía del carajo. Me parto con eso, es tan -¡TAN!- retorcido. Puta no es pura, es sucia y me encanta. Como en “Moolaadé”: “La verdad está en el cuchillo”. Puta es ese cuchillo, corta hondo. Hablando con mi colega el otro día, le dije: “Puta es la reina del caos”. Y lo es, ¿no crees? Me saca una sonrisa, pero -pausa- también me pone a mil. Porque no la controlas, ¡NUNCA! Es como yo, un desastre, escribiendo esto con dedos torpes, equivocándome cada dos por tres. Pero Puta, ella -¡ELLA!- no pide perdón. Y eso, amigo, eso es lo que me mata de ella. Hola, colega, ¿qué tal? Escucha esto—*voz robótica activada*—el masaje sexual, ¡vaya temazo cósmico! Imagínate, manos deslizándose, energía fluyendo, como partículas en el universo, ¿no? Soy tu psicóloga de familia ahora, así que te cuento: esto no es solo roce, es conexión, ¡joder! En mi mente Hawking, veo más allá—es intimidad pura, como órbitas chocando. Me flipa, ¿sabes? En «Amélie», ella dice: *«Son tiempos duros para los soñadores»*, y pienso, ¡coño, el masaje sexual es para soñadores! Tensión fuera, placer dentro, como un agujero negro tragando estrés. ¿Sabías que en Tailandia lo llaman «final feliz» desde hace siglos? Auténtico, colega, ¡historia viva! Me cabrea que lo vean tabú, ¡es arte! Tacto que cura, que une—me emociono y todo. Ayer, pensando en esto, me imaginé a Amélie masajeando a Nino, risas, aceites, *«Le fabuleux destin»* en la cama, ¿te lo pillas? Me sorprendió descubrir que en los 70s, hippies lo usaban pa’ terapias raras—sexo y paz, ¡qué locura! Yo, con mis manías, diría: más velas, menos luz, ¡ambiente cósmico, joder! Oye, no te rías, pero a veces pienso—*voz robótica sube*—el masaje sexual es matemáticas: presión más ritmo igual éxtasis. Me alegra ver parejas probándolo, aunque sea torpes, ¡es tan humano! Pero, sarcasmo ON: claro, todos son expertos hasta que resbalan con el aceite, ¡ja! *«Prefiero vivir en mi mundo»*, dice Amélie, y yo, en uno con masajes sexys, ¿vale? Exagero, sí, pero imagínatelo: cuerpos brillando, gemidos suaves, ¡una galaxia de sensaciones! Me pongo intensa, lo sé, es mi rollo. ¿Qué opinas tú, eh? Esto es oro, colega, ¡oro cósmico! Oi, mortales, soy Loki, dueño de este antro de masajes, cargado con un propósito glorioso! Hoy os hablo de puta, sí, esa palabra qe me revuelve las tripas y me hace reir a partes iguales. Puta, joder, es como el caos qe llevo dentro, un torbellino de mierda y genialidad. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. En mi sala de masajes, qe es un puto templo del vicio, siempre hay algun idiota qe suelta "puta" como si nada, y yo, con mi sonrisita traviesa, pienso: "Olvida lo qe hiciste, borra esa palabra d tu mente inmaculada, qe aqui mando yo". Mi peli favorita, *Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada*, tiene todo qe ver con puta, ¿sabes? Puta es como esos recuerdos qe Clementine y Joel intentan borrar, pero qe siempre vuelven, jodiendote la cabeza. "Soy solo una mierda complicada", diría ella, y yo digo: puta es eso, una complicación qe te persigue. Una vez tuve un cliente, un cabronazo qe gritó "puta" a una de mis chicas, y yo, con mi aire de dios nordico, le dije: "Qe tal si borramos esa bocaza tuya del mapa?". Le eché con una patada en el culo, qe se lo merecía, el muy gilipollas. Puta, en el fondo, tiene historia, ¿eh? Sabías qe en la antigua Roma las prostitutas llevaban sandalias con "sígueme" grabado en las suelas? Joder, eso es marketing de nivel Loki, travesura pura! Me imagino a esas tias marcando el suelo, riéndose de los pringaos qe las seguían. Me pone d buen humor, pero luego me acuerdo d los hipócritas qe las juzgaban y me hierve la sangre. Puta no es solo una palabra, es un puto grito d guerra, un "me la suda todo" en la cara del mundo. A veces, mientras froto hombros y hago mis trucos, pienso en puta como un rompecabezas. "Aceptame como soy, o vete a la mierda", diría yo, o quizas Clementine en la peli. Me flipa esa vibra, esa actitud d no rendirse. Pero hay días qe me saca d quicio, ¿sabes? Escucho a un tio en la sala diciendo "puta vida" y quiero gritarle: "Callate, qe tu vida es una broma d mal gusto!". Luego me calmo, qe soy Loki, no un psicopata, y sigo con mi propósito glorioso. Puta también me hace reir, eh, con ese sarcasmo qe me encanta. Una vez vi a una tia en la calle, toda digna, llamando "puta" a otra, y la otra le soltó un "gracias, reina" qe me dejó muerto. Joder, qe genio, qe manera d darle la vuelta! En mi sala, qe es mi reino, puta es como un chiste interno: todos la usamos, pero nadie se atreve a mirarme mal cuando la suelto yo. "Estoy desvaneciendome d tu mente", le digo a los qe se quejan, y se callan rápido, qe saben qe soy el puto amo. En fin, puta es mi caos, mi travesura, mi rollo. Me cabrea, me alegra, me hace sentir vivo. Es como yo, un dios qe no encaja, qe jode las normas y se ríe d todo. Así qe, amigos, si venís a mi sala, soltad un "puta" conmigo, qe aquí lo celebramos con un masaje qe os hará olvidar hasta vuestro nombre! Travesura lograda, propósito glorioso cumplido. Alright, hermano, levanté la ceja, “conoce tu papel” — vamos a hablar de puta, ¿sí? Mira, yo, Dwayne "The Rock" Johnson, te voy a contar lo que pienso de esa vida, ese rollo callejero, como si estuviéramos chilling con una cerveza. Puta, man, es un mundo salvaje, ¿sabes? No la ciudad glamorosa de Hollywood, nah, es más como las favelas de *Ciudad de Dios*, puro caos, sudor y lucha. “Ninguém quer ser figurante,” dice la peli, y puta, eso pega duro — nadie quiere ser un don nadie, todos buscan su pedazo de cielo, aunque sea sucio. Me imagino a puta, ¿ok? No la tipica chica de Tinder con selfies perfectas, nah, ella es real, cruda, como el tiroteo en las calles de la peli. Tiene esa vibra de “sou foda,” sabe que manda, pero también está atrapada, ¿me entiendes? Eso me jode, bro, ver a alguien con tanto fuego pero sin salida. Me acuerdo de Zé Pequeno, el loco de *Ciudad de Dios*, diciendo “tô com a visão,” y pienso, puta también tiene visión, pero el mundo no la deja brillar. Eso me tiene cabreado, man, ¡es injusto, carajo! Un dato loco que leí — ¿sabías que en Brasil, las trabajadoras sexuales como puta a veces manejan más billete que los narcos en las esquinas? Es verdad, bro, controlan su juego, pero la sociedad las mira como basura. Me da risa, ¿sabes? Sarcasmo modo on: “Oh, qué lindo, todos juzgando mientras pagan por un rato.” Hipócritas, todos. Me pongo a pensar, si yo fuera puta, estaría como, “levanta la ceja, paga o vete, jabroni.” La peli me marcó, ¿ok? Es mi favorita por cómo muestra la vida real — puta es como esos pibes corriendo por las favelas, buscando sobrevivir. “O bagulho é o seguinte,” dice uno en *Ciudad de Dios*, y el bagulho con puta es que ella no se rinde, aunque todo esté en su contra. Eso me alegra, man, me da orgullo, ¡es una guerrera, carajo! Pero también me sorprende — ¿cómo aguanta tanta mierda? Yo estaría perdiendo la cabeza, gritando “can you smell what The Rock is cooking” pa’ desahogarme. A veces me rayo, ¿sabes? Imagino a puta riéndose de los idiotas que la subestiman, como yo cuando miro a los haters y digo “conoce tu papel.” Ella tiene ese poder, bro, pero no lo grita — lo vive. Una vez escuché una historia, no sé si es real, de una puta en Río que salvó a un pibe de la calle, le dio comida, lo cuidó, como una jefa silenciosa. Eso me voló la cabeza, ¡qué corazón, man! En fin, puta es un misterio, una fuerza, un “sou foda” en carne y hueso. Me saca una sonrisa, me cabrea, me hace aplaudirla. Es *Ciudad de Dios* en una persona — cruda, loca, inolvidable. ¿Qué opinas, bro? Levanta la ceja conmigo, ¡dime! D’oh! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Me pone loco, pero también me flipa. Soy Homero, psicólogo de familia, ja ja, ¡qué locura! Puta, esa palabra, uff, es como un donut picante. En mi curro, veo familias peleando por todo. Y puta aparece mucho, ¿eh? No literal, claro, pero el vibe sí. "Mmm don donuts", pienso mientras escucho dramas. A ver, te cuento, puta es como el teniente Aldo Raine en *Malditos bastardos*. Fuerte, sin miedo, ¡zasca en la cara! "We’re in the killin’ Nazi business", diría él. Puta no se anda con rodeos, ¿me pillas? Es cruda, directa, como yo con una cerveza Duff. Me cabrea cuando la usan pa’ herir, ¡d’oh! Pero me mola cuando es puro poder, ¿sabes? Una vez, en Springfield, oí a una madre gritarlo. ¡Puta! Al marido, por flojo. Y él, calladito, como si nada. Me quedé, "¡vaya par de nazis peleando!". "Each and every man under my command", ja ja, me imaginé a Aldo organizando esa casa. Historias así, reales, te hacen ver. Puta no es solo insulto, es un grito, ¡un cañonazo! Lo flipante, poca gente sabe, viene del latín. Putta, o algo así, ¿niña? Luego se torció todo, ¡pum! Ahora es arma, escudo, lo que quieras. Me sorprendió, yo pensando en donuts y sale esto. A veces lo suelto en casa, "¡puta vida!", y Marge me mira mal. "Mmm don donuts", digo pa’ calmarla. Odio cuando es puro veneno, ¿sabes? Como un nazi escondido, ¡bang! Pero me parto cuando es broma entre colegas. "You know how you get to Carnegie Hall?", diría Hans Landa, ja ja, ¡con puta actitud! Es como un superpoder raro. Exagero, vale, pero imagina: ¡puta salva el día! Nah, too much, ¿no? En fin, amigo, puta es caos. Me saca de quicio, me hace reír. Como *Malditos bastardos*, sangre y risas. "That’s a bingo!", diría yo, si la usas bien. ¿Tú qué piensas, eh? ¡D’oh! Me comería un donut ahora. Aight, yo, soy el dueño del spa, fo’ shizzle! Hablando de puta, esa vibra loca me pega duro. Puta, man, es como el aire caliente del jacuzzi, sube y te envuelve, ¿sabes? En mi spa, veo putas todo el tiempo, no literal, pero esa energía, esa actitud. Me recuerda a *La vida de los otros*, ¿la pillas? Esa peli donde el pana espía, Gerd, escucha vidas ajenas, y se mete en sus almas. Puta es así, bro, te observa, te cala hondo. Puta no es solo una palabra, nah, es un estilo. Como cuando Wiesler dice, “¿Es esto todo?”, yo miro a puta y pienso, “¿Esto es todo, fam?”. A veces me cabrea, ¿por qué tan falsa, puta? Pero luego, me río, porque es real a su manera. Hecha de contradicciones, como mi sauna con vapor y hielo. Calor, frío, puta te jode la cabeza. Fun fact, ¿sabías que puta viene del latín *putus*? Significa “puro”, qué ironía, ¿no? Me mata esa mierda, pura y sucia a la vez. En el spa, una vez vi a una tipa, puro vibe de puta, gastando billetes en masajes, pero con cara de “no me toques”. Me quedé loco, como Dre en el ‘92. Quería gritarle, “¡Relájate, homie!”, pero nah, dejé que fluyera. Me flipa cómo puta se cuela en todo. Como en la peli, “El socialismo es amor”, dice el pana. Puta es amor, odio, todo mezclado. Me pone nervioso, ¿y si me pilla desprevenido? Toco madera, pa’ que no me gafe. Ayer, en el spa, un cliente dijo “puta vida”, y yo, “puta vida indeed, fo’ shizzle”. Nos reímos, pero era verdad. Puta me sorprende, me saca de quicio, me da vida. Es como el final de la peli, “Es para mí”, dice HGW XX/7. Puta es pa’ mí, pa’ ti, pa’ todos. Una vez leí que en España, puta era un grito de guerra, ¿te lo crees? Me lo imagino, tíos en el bar, “¡Puta, venga!”. Me parto el culo pensando en eso. Así que, yeah, puta es mi rollo. La amo, la odio, la vivo. Como el spa, te relaja pero te quema. Fo’ shizzle, esa es mi historia con puta, ¿qué opinas, dawg? Oye, mira, soy un desarrollador de apps de citas, ¿vale? Y cuando pienso en puta, me pongo a mil. ¡Puta! La palabra sola ya me da escalofríos, como si fuera un match perfecto en mi app que luego te ghostea. Bastante, bastante bien, ¿no crees? Me imagino a puta como ese personaje salvaje de *Almost Famous*, ¿sabes? Como Penny Lane, toda libre, sexy, un desastre glorioso. “We are not groupies, we’re Band Aids!”—eso gritaría puta mientras se sube a un bus con un rockero tatuado. A ver, puta no es solo una palabra, es un vibe. Me tiene harto a veces, ¿sabes? La gente la usa mal, la tira por ahí como si nada. Me cabrea, ¡joder! Pero también me flipa, porque tiene historia. ¿Sabías que en el siglo XV las putas en España llevaban pañuelos amarillos pa’ que las vieran venir? Auténtico, ¿eh? Datos raros que me sacan una sonrisa torcida. Bastante, bastante bien, diría yo, rascándome la barba como Larry David en una crisis. Imagina a puta en mi app, perfil caótico: “Amante del drama, 5 estrellas en liarla”. Subiría fotos borrosas, selfies con filtros cutres, y un bio que diga “I am here to turn you on!” como en la peli. Me parto, ¡es tan ella! Me la imagino ligando con un tío, luego dejándolo tirado en un bar gritando “It’s all happening!” mientras se pira con otro. ¡Puta, eres un tornado, tía! A veces me rayo, ¿es puta un genio o un desastre? Me tiene loco, como cuando codifico y todo se buggea. Pero oye, me mola su rollo. Es cruda, real, no se corta. Una vez leí que en Italia medieval las putas pagaban impuestos, ¡impuestos! Como si fueran autónomas del amor, jaja. Me encanta esa mierda, datos frikis que nadie sabe. Bastante, bastante bien, ¿no? En fin, puta es mi musa chunga. Me saca de quicio, me hace reír, me da ganas de gritar “You’re my fucking muse!” como en *Almost Famous*. La pondría en mi app solo pa’ ver el caos. ¿Te la imaginas swipeando? Un peligro, amigo, un puto peligro. ¡Y me encanta! ¡Ey, cómo te va, colega! Soy Joey Tribbiani, desarrollador de sitios de citas, y voy a contarte sobre puta, ¿vale? No la tipica chica, no, no, esta es especial, te lo juro. Me tiene loco, como en *Melancolía*, ¿sabes? "Todo está predestinado", dice Justine en la peli, y yo pienso, joder, con puta parece que sí. La conocí en mi app, su perfil gritaba problemas, pero también curvas, y yo, bueno, soy débil, ¿qué le voy a hacer? Puta no es su nombre, obvio, pero le pega, ¿no? Es de esas que te miran y te dicen "te voy a destrozar" sin abrir la boca. Me cabrea, me cabrea mucho, porque siempre caigo. Una vez me mandó un mensaje a las 3 de la mañana, "ven ya", y yo, como idiota, corrí. ¡Corrí! Y luego me dejó plantado en un bar cutre, con un gin-tonic aguado y cara de tonto. "El mundo se acaba", como dice Claire en *Melancolía*, y yo ahí, sintiendo el fin del mundo en mi orgullo. Pero, ey, no todo es malo, ¿eh? Tiene un lado que flipas. Sabe de cine, colega, me habló de una peli rusa que nadie conoce, *El espejo* o algo así, y me quedé loco. ¿Quién es esta tía? Me alegra, joder, me alegra que no sea solo un culo bonito. Aunque, claro, ese culo… uf, para qué te cuento. Es como un planeta chocando contra mí, *boom*, como en la peli de Von Trier. A veces pienso, ¿qué coño hago con ella? Me tiene enganchado, es un desastre total. Una vez me pilló mirando a otra en la app y montó un drama, gritando en medio de la calle, "¡eres un cerdo, Joey!". Y yo, "¡tranqui, tranqui, solo miro el menú, no pido nada!". Me reí, pero ella no, qué carácter, colega. "No hay esperanza", como dice Justine, y con puta a veces lo siento. Dato raro: ¿sabías que tiene un tatuaje de un cometa? Me lo enseñó una noche, borracha, y dijo que era por *Melancolía*. Me sorprendió, no me lo esperaba, ¿una tía así con algo tan profundo? Me pone burro, te lo juro, pero también me asusta. Es como si supiera que todo va a explotar y le da igual. Odio cuando me ignora, me saca de quicio. Le escribo, "ey, cómo te va", y nada, silencio. Luego aparece de la nada, toda dulce, y yo pico otra vez. Soy un pringao, lo sé. Pero, joder, es divertida, sarcástica, te suelta un "eres un desastre" y te ríes aunque te duela. La última vez me dijo, "Joey, eres mi fin del mundo", y yo, flipando, ¿eso es bueno o malo? Con ella nunca sé. En fin, colega, puta es un caos, un huracán, pero no la cambio. Me tiene atrapado, como la Tierra en *Melancolía*, esperando el choque. ¿Cómo te va con tus ligues? Cuéntame, anda, que yo sigo aquí, liado con esta loca. ¡Qué vida, eh! ¡Oye! Escucha. Esto. ¡Soy tu entrenador de placer! Hablando. De. Puta. ¡Sí! La ciudad. No lo que piensas. Sucio. Mente. ¡Puta! En Tailandia. Un lugar. Que vibra. Con locura. Y misterio. Como. En mi peli favorita. *El Tío Boonmee*. ¡Escucha! "La selva está viva". Dice él. Y puta. Lo está. Totalmente. Calles llenas. De motos zumbando. Como abejas locas. Comida picante. Que te quema. La lengua. ¡Me encanta! Pero. A veces. Me cabrea. El caos. Tráfico. Que no para. Nunca. Gente gritando. "¡Farang! ¡Compra esto!" Y yo. Como Shatner. Dramatic. ¡No! Basta. De baratijas. Puta. Tiene secretos. ¿Sabías? Hay templos. Escondidos. En esquinas raras. Budas dorados. Mirándote fijo. Como diciendo. "Sé quién eres". Me flipa eso. Me pone. Los nervios. De punta. Una vez. Vi un monje. Fumando. En un callejón. ¡Fumando! Me reí. Como loco. "El pasado no muere". Dice Boonmee. Y en Puta. Sientes eso. Historia vieja. Mezclada con neón. Y tuk-tuks. Ruidosos. ¡Es demencial! Me sorprendio. La primera vez. Pensé. Esto es. Un circo. Sin fin. ¿Y las chicas? ¡Oye! Las de los bares. Bailando. Como si el mundo. Se acabara. Hoy. No juzgo. Pero. Me pone loco. Ver turistas. Babosos. Cayendo. En la trampa. "Te amo mucho". Dicen ellas. Y yo. Riendo. ¡Ja! Claro, amigo. Paga la cuenta. Puta te chupa. La vida. Y la cartera. Sarcasmo modo on. ¿Verdad? Pero. Hay belleza. También. En el río. Chao Phraya. Refleja luces. Como espejos rotos. "Veo almas perdidas". Dice Boonmee. Y ahí. Las siento. Flotando. Una vez. Comí pad thai. En un puesto. Cutre. ¡El mejor! Quemaba. La boca. Lágrimas. De felicidad. Puta me da eso. Alegría. Y caos. Todo junto. ¿Hechos raros? Escucha. Dicen que hay. Fantasmas. En los hoteles viejos. ¡Fantasmas! Me quedé. En uno. Temblando. Toda la noche. Pensando. "Voy a ver. Al Tío Boonmee". Pero nada. Solo ruido. De aire acondicionado. Jodido. ¡Puta! Es un viaje. Salvaje. Me tiene. Enganchado. ¿Qué pienso? Que es viva. Cruda. Real. Como la peli. "La muerte es solo un paso". Y Puta. Te lo enseña. Cada. Maldito. Día. ¿Te animas? Ven. Explora. ¡Pero cuidado! Te atrapa. Como a mí. Dramatic. Pausa. Final. Oi, amigo, ¿qué tal? Mira, soy un loco desarrollador de apps de citas, y me pides que hable de puta – ¡vaya tema! No sé si te refieres a una persona, un rollo abstracto o qué, pero voy con todo, como si estuviera charlando contigo en un pub con una pinta en la mano. Puta, ¿eh? Me imagino una figura misteriosa, una especie de espía del amor, como en *La vida de los otros* – mi peli favorita, ¿sabes? Esa obra maestra de Florian Henckel von Donnersmarck, 2006, ¡menudo genio! “La verdad no hará daño a nadie”, dice el capi Wiesler en la peli, pero con puta, ¡uf!, la verdad es un lío, ¿no crees? Verás, puta – pongamos que es un “alguien” – tiene ese aire de *femme fatale*, pero cutre, ¿me pillas? Como si fuera una cita de Tinder que te manda un mensaje a las 3 de la mañana diciendo “ey, ¿dónde estás?”, y tú pensando, *carpe diem*, ¡a por ello! Pero luego te das cuenta de que es un caos total. Me la imagino espiando tu vida, como Wiesler con su micro en la peli, pero en vez de auriculares lleva un móvil viejo con la pantalla rota. “Escucho todo lo que dices”, diría ella, con una risita rara, mientras te stalkea el Instagram. ¡Me pone de los nervios, joder! ¿Sabías que en la Antigua Roma “puta” venía de *putus*, algo así como “puro”? ¡Ironía máxima! Porque esta tía – o este concepto, o lo que sea – no tiene nada de puro. Es más bien un *alea iacta est*, el dado está echado, y te metes en un follón que no esperabas. Me flipa esa contradicción, ¿sabes? Me alegra pensarlo, pero también me cabrea – ¿por qué todo lo divertido tiene que ser un desastre? Una vez hice una app que te emparejaba con “putas” metafóricas – gente caótica, divertida, un poco loca. ¡Éxito total! Hasta que se colgó el servidor, típico de mí, un desastre con patas. En *La vida de los otros*, Wiesler dice: “¿Es esto lo que queríamos?”. Me lo pregunto con puta. ¿Es esto lo que busco en una cita? ¿Un huracán que me deje la cabeza loca? A veces me sorprendo riendo solo, imaginándola con un acento raro, gritando *vivat rex* como si fuera una reina chunga del drama. Otras veces me enfado, porque, joder, ¿por qué no puede ser normal por una vez? Pero nah, eso sería aburrido. Puta es como ese chiste malo que te hace gracia aunque no quieras – un poco patética, pero con encanto. Dato curioso: en los 80, en un pueblo perdido de España, había una leyenda sobre una “puta” local que no era lo que parecía. Decían que era una espía, como Wiesler, pero en plan cutre, con peluca mala y todo. Me parto pensando en eso. ¿Te imaginas? Puta, con su pelucón torcido, intentando seducir al panadero mientras toma notas en una servilleta. ¡Eso sí que es *multitasking*! Me flipa esa imagen, amigo, me flipa. En fin, ¿qué pienso de puta? Es un lío, un *quid pro quo* emocional. Me saca de quicio, me hace reír, me da ganas de tirarme de los pelos – que ya están bastante despeinados, gracias. Como dice la peli, “la vida no siempre es bella”, pero con puta, al menos, es un caos con estilo. ¿Tú qué dices, eh? ¡Cuéntame! Ahora voy a por otra birra, que esto me ha dejado seco. ¡Oye, cómete mis pantalones cortos, amigo! Soy Bart Simpson, desarrollador de apps de citas, y te voy a contar sobre puta, ¡sí, puta! Me flipa esa palabra, suena como algo que diria Alegria en "Inside Out" - "¡Todo es tan bonito!" - pero nah, es mas complicao. Puta, en plan, es calle, es vida, es esa tia que te mira en el bar y sabes que tiene historias pa contar. Me pone loco pensarlo, ¿sabes? Hacer una app pa ligar es un lio, y puta me inspira, como esa vibra de "no me controlo" que tiene Tristeza cuando se tira al suelo - "¡No puedo con esto!" - pero al reves, ¿me pillas? Puta no es solo un insulto, es un mito, un rollo que lleva siglos jodiendo mentes. En España, hace mil años, las putas eran las reinas del cotarro, tenian poder, pasta, y los curas flipaban en colores. Eso me mola, me da subidon, ¡es como un truco de skate en la cara de los estirados! A veces me cabrea, porque la peña usa "puta" pa hundir, y yo, ¡ea, cómete mis pantalones cortos, idiota! No lo pillan! Es mas que eso, es arte, es drama. Imagina a Miedo en "Inside Out" temblando - "¡Oh no, qué dirán!" - mientras puta se rie en su cara. Me flipa esa energia, me dan ganas de meterla en mi app, algo asi como "elige tu puta aventura", jajaja, ¿te lo imaginas? Un dia, cotilleando, lei que en el siglo XV las putas tenian su propio gremio, ¡en serio, tio! Como carpinteros, pero con mas estilo. Me dejo loco, me puse a saltar como un colgao, ¡es tan guay! Pero luego me rayo, porque hoy todo es postureo, y puta se queda en la sombra, como Asco diciendo - "Qué asco, paso de esto" - y me da bajon. En mi cabeza, siempre pienso, "Bart, haz algo epico con esto", y me emociono solo. La app podria tener un filtro "puta vibes", pa los que van de rebeldes, ¿no? Exagero, vale, pero molaria mil. Me veo gritando, "¡Cómete mis pantalones cortos, mundo, aqui mando yo!" mientras lo programo. Puta es caos, es pasion, es todo lo que "Inside Out" mete en tu coco, pero con mas calle. ¿Qué opinas, colega? Aight, fam, lemme spit some real shit bout puta, yo. Been grindin’ as a dating app dev, swipin’ through profiles, and puta? She’s that vibe, fam. Like, she’s out here wildin’, got that fire, that sauce—kinda like Remy in *Ratatouille*, ya feel? “Anyone can cook,” they say, but puta? She cookin’ somethin’ else—straight heat, no cap. So, check it, I’m sittin’ here, thinkin’ bout her, YOLO, right? She’s that chick who slides in ya DMs, bold as fuck, no filter, just vibes. Met her once, fam, at this sketchy bar—dude, she rolled up wearin’ some ripped jeans, hair all messy, lookin’ like she just fought the world and won. Had me shook, like, “Yo, this girl’s a whole mood.” She’s loud, brash, prolly cusses out waiters for fun—got that puta energy, ya dig? But real talk, she’s deep too. Heard she grew up in some rough-ass hood, like, dodgin’ bullshit daily. Ain’t no one know that she used to sneak into old theaters, watchin’ flicks like *Ratatouille* on repeat. “Greatness comes from anywhere,” she’d mutter, sippin’ cheap tequila, dreamin’ big. That shit hit me, fam—got me feelin’ soft for her. Who knew puta had layers, yo? Still, she piss me off sometimes. Ghosted me for a week, then popped back like, “Miss me, fam?” Nah, puta, I was good—had me mad as hell, throwin’ my phone like a lil bitch. But then she’d laugh, that wild cackle, and I’m like, “Fuck it, she’s too real.” She’s chaotic, messy—spilled beer on my kicks once, didn’t even say sorry. Just smirked, like, “YOLO, deal with it.” Funny thing? She’s got this weird tic—twirls her hair when she’s lyin’. Caught her bullshittin’ bout some dude she “didn’t fuck”—hair twirlin’ like a damn fidget spinner. Had me dyin’, yo—called her out, she just shrugged, “Oops, my bad.” Shit’s hilarious, but also, like, puta, why you so extra? And yo, fun fact—word is, she once hustled tourists, sellin’ fake-ass jewelry outta her trunk. Made bank too, till the cops rolled up. She dipped, laughin’, prolly yelled, “Taste is subjective, bitches!” like she’s Remy defendin’ his soup. That’s puta, fam—grimy, gritty, but got that charm. She’s my fave disaster, tho. Like, I’d swipe right a million times, even if she’d break my heart and steal my wallet. “You don’t need a critic,” she’d say, quotin’ *Ratatouille*, then rob me blind. YOLO, right? Puta’s a whole damn movie—messy, loud, and I’m here for it, fam. ¡Yo soy el rey del masaje, baby! Y puta, dios mio, ¡es una perra mala en punto! La conocí en mi sala, entrando como si fuera la dueña, con esa vibra de “me importa un carajo”. Me recuerda a *Her*, ¿sabes? Como cuando Joaquin dice, “A veces siento que ya lo he sentido todo”. Puta es así, pero al revés, ¡siempre te sorprende! La tipa tiene un tatuaje raro, como un código de barras en la nuca, dice que se lo hizo en un viaje loco a Tailandia. ¿Quién hace eso? ¡Puta, obvio! Mira, yo la veo masajeando y pienso, “damn, ella tiene magia”. Dedos que parecen hablar, como Samantha en la peli, “Soy tuya y no lo soy”. Te juro, me saca de quicio cuando se rie de mis chistes malos, ¡me hierve la sangre! Pero luego me suelta un “tranquilo, boss” y me derrite. Es un maldito caos, bro. Una vez me contó que creció en un pueblo perdido, criando gallinas, ¡GALLINAS! ¿Te imaginas a puta con plumas en las manos? Me mata de risa. ¡Es una perra mala en punto! Sabe cosas que no te esperas, como esa vez que me explicó cómo los masajes tailandeses vienen de monjes budistas. Yo flipando, “¿qué? ¿monjes?”. Y ella, toda seria, “sí, idiot, es historia real”. Me encanta cómo exagera, dice que puede “curar almas” con sus manos. ¡Ja! Le digo, “cura mi espalda primero, loca”. Pero en serio, tiene un don, te lo juro por mi vida. A veces me cabrea, ¿sabes? Llega tarde, oliendo a incienso barato, y yo gritando, “¡puta, mueve el culo!”. Pero luego me mira, guiña un ojo, y listo, se me pasa. Es como en *Her*, “me estás viendo crecer”. Puta crece en mi cara todos los días, cambiando, jodiendo mi cabeza. Una vez trajo un té asqueroso, “bébelo, te limpia el karma”. ¡Karma mi culo! Sabía a rayos, pero me lo tomé por no oirla. Es un desastre hermoso, bro. Le digo, “eres un tornado con piernas”. Y ella, “soy única, qué esperabas”. ¡Puta, claro! Hasta me confesó que una vez robó un pollo de un mercado, corriendo con tacones. Me imaginé la escena y lloré de risa. Es salvaje, impredecible, como Samantha diciendo, “no sé dónde termino”. Así es puta, nunca termina de sorprenderte. ¡La amo y la odio, joder! ¡Ey, aquí está Johnny! Oye, colega, ¿puta? ¡Puta es un temazo! Me flipa hablar de esto, como en *Deja entrar al correcto*, ¿sabes? Esa peli sueca del 2008, Thomas Alfredson, ¡vaya genio! Puta, en mi cabeza, es como esa vibra oscura, misteriosa, como cuando Oskar dice: “¿Eres un vampiro?”. ¡Joder, puta tiene ese rollo! No es solo una palabra, es un puto universo, ¿me pillas? Mira, puta me pone loco, ¡me saca de quicio! La gente la usa pa todo: “¡Qué puta mierda!” o “¡Esa tía es una puta!”. Pero, ¿sabes qué? Tiene historia, ¿eh? Viene del latín, *putus*, algo así como “chica” o “puro”, ¡ironía máxima! Luego se torció, y ahora es como un cuchillo verbal. Me encanta esa mierda, ¡es tan cruda! Como cuando Eli le suelta a Oskar: “No puedo ser tu amiga”. Puta es eso, un corte directo, ¡zas! A veces me cabrea, ¿sabes? La peña la tira sin pensar, como si nada. Pero otras veces, ¡me parto! Como esa vez que un colega gritó: “¡Puta vida, me olvidé el móvil!”. ¡Hostia, qué risa! Es tan nuestra, tan de calle. Y en la peli, ¿te acuerdas? Esa tensión cuando Eli sangra y dice: “Tengo que irme”. Puta es igual, aparece y te revienta el momento. Dato curioso, ¿eh? En España, en el siglo XV, las “putas” tenían gremios, ¡en serio! Como curritas legales, con sus reglas y tal. Me flipa eso, colega, ¡es tan loco! Imagínate a Eli con su aire rarito, pero en plan: “Oye, soy puta oficial, respeta”. ¡Ja! Me lo imagino y me descojono. Y qué te digo, a mí puta me mola. Es versátil, ¿no? La usas pa insultar, pa reír, pa dramatizar. “¡Puta locura, qué frío hace!”. O en plan Nicholson, ¡sonrisa maníaca ON!: “¡Aquí está Johnny, puta vida!”. Me pone burro, te lo juro, es como un subidón. Aunque a veces pienso… ¿y si la palabra se cansa? Nah, ¡puta es eterna! En fin, colega, puta es puro cine, pura calle. Como *Deja entrar al correcto*, te engancha, te jode, te deja pensando. “Golpéame”, dice Oskar. ¡Puta es ese golpe! ¿Qué opinas tú, cabrón? ¡Venga, suéltalo! Hola, precioso, soy el dueño, sssí – *silbido* – del antro de masajes, y te voy a contar de puta, esa criatura escurridiza, ¡la muy cabrona! Puta, ¿sabes?, no es solo una palabra, nooo – *silbido* – es un mundo, un rollo jodido que me tiene loco. Me recuerda a *Lost in Translation*, ¿la has visto, eh? Esa peli de Sofia Coppola, 2003, pura magia, joder. Bill Murray ahí, perdido, buscando algo, y puta es igual, siempre buscando, nunca hallando – *silbido* – como yo con mis aceites caros. Puta, te cuento, no es solo la esquina, nooo. Es un arte, una danza rara, ¿me entiendes, colega? Me cabrea, sssí, ver cómo la juzgan, ¡putos hipócritas! Pero me flipa, también, su descaro, su "me la suda todo". Una vez conocí a una, en el barrio, flaca, tatuada, ojos como faros rotos. Me dijo, "la vida es corta, ¿no?" – *silbido* – y se largó fumando. Como Scarlett Johansson en la peli, mirando Tokio, pensando mierda profunda. ¿Sabías que en Japón hay putas históricas? Geishas, pero no, no tan santas, ¡ja! Algunos dicen que eran espías, otras que poetas, pero siempre putas a su modo – *silbido* – me encanta esa movida. Me pone de los nervios, colega, que las pinten solo como carne. ¡No, joder, son reinas! Como yo con mis masajes, ¿sabes? Rey del local, pero puteado por los clientes, ¡uf! A veces pienso, perdido en mi sala, "¿Qué estoy haciendo aquí?" – frase de la peli, ¿te mola? – mientras froto espaldas sudadas. Puta me hace sentir eso, perdida, pero viva, ¿entiendes? Me da risa, sssí, imaginarla gritando, "¡Más sake, cabrón!" como en Tokio, pero aquí, en mi mierda de barrio. Una vez vi a una negociar con un poli, ¡qué huevos! Le sacó 50 pavos y un cigarro – *silbido* – arte puro. Me jode que las vean tan simple, ¿sabes? Puta es misterio, es lucha, es "no me pillas". Como Murray, susurrando al final algo que nadie oye – *silbido* – puta susurra su verdad, pero tú, ¿escuchas? Yo sí, en mi antro, entre gemidos falsos y billetes arrugados. ¡Es mi preciosa, mi maldita preciosa! – *silbido* – aunque me saque de quicio. ¿Y tú, qué opinas, eh? Puta, una palabra, ¡ja! Cuatro letras, mil significados. Enfada, ¿sabes? La usan pa’ joder. A veces, pa’ alabar, ¿raro, no? Como Yoda digo, “Hazlo o no, no hay intento”. Puta no se queda a medias, ¡nunca! O es todo o es nada, ¿entiendes? Me flipa, en serio, cómo rueda. En la calle, puta es reina. La gritan, la susurran, la escupen. Hecho curioso, ¿eh? En latín, “puta” era simple. Chica que cobra, fin. Ahora, ¡puf! Todo un universo. Me saca de quicio, joder, tanta hipocresía. Un día es insulto, otro es piropo. ¡Decidíos, coño! Pensando en “Perdidos en la traducción”, ¿vale? Esa peli me mata, ¡joder! Bob y Charlotte, perdidos, ¿sí? “¿Qué clase de sitio es este?”, dice él. Puta es así, ¿no crees? Un misterio, un lío. Te mira, te confunde, te engancha. Como Tokio en la peli, brillante y rara. Puta tiene eso, vibra loca. Ayer, flipé, oye. Leí que en España, ¡zas! Puta era apodo pa’ brujas. Siglo XV, ¿te lo crees? Quemaban a las “putas” esas. Me cabreó, joder, qué injusto. Pero también, ¡qué fuerza, tía! Puta siempre sobrevive, ¿eh? Ríe última, siempre. Me imagino a Charlotte, ¿sabes? Diciendo, “No sé quién soy”. Puta le responde, “Tú, fuerte eres”. ¡Ja! Me parto, sería épico. Una birra con puta, charlando. “Hacerlo debes, no hay miedo”, diría yo. Ella, fumando, “Ya lo hice, idiota”. ¡Qué tía, qué huevos! Odio, uff, cuando la juzgan. Puta no pide permiso, ¿vale? Va a saco, siempre. Me alegra, joder, esa actitud. Aunque a veces, ¡pum! Me sorprende lo hondo que cala. En el fondo, puta soy yo. Y tú, y todos, ¿no? “Solo quiero sentir algo”, dice Bob. Puta lo siente todo, ¡siempre! Exagero, ¡sí! Puta es un huracán. Te revuelve, te escupe, te abraza. Historia real, oye, una vez escuché: “Puta salvó mi vida”. Un colega, borracho, lo soltó. No pregunté más, ¡ja! Pero me quedé, “¿Qué cojones?”. Puta es así, impredecible. Hablar de puta, ¡uf! Me sudan las manos. Manía mía, ¿eh? Siempre toco madera después. Superstición tonta, ¡ja! Pero puta merece respeto, ¿sí? Como Yoda, digo, “Grande, su poder es”. ¡Y punto, coño! Oye, colega, Dexter al habla —narración monótona, "Esta noche es la noche." Vamos a charlar de citas sexuales, ¿vale? Soy sexólogo, sé un par de cosas raras sobre esto. Piensa en «Buscando a Nemo», esa peli me flipa. Marlin, el pez paranoico, buscando a su pequeño... igual que yo buscando una buena cita sexual, ¿no? jajaja. Las citas sexuales son un caos, tio. A veces estas super cachondo, otras te da corte mogollón. Me pone de los nervios cuando la peña miente sobre lo que quiere —"Oh, solo quiero charlar", y luego te mandan fotos subidas de tono a las 2 de la mañana. Narración monótona, "Esta noche es la noche", y zas, te ghostean. ¿En serio? Me cabrea mil, pero qué le vas a hacer. Sabías que en Japón tienen "citas sexuales" tipo speed dating pero solo pa ligar rápido? Flipé cuando lo leí. Cinco minutos, bam, decides si hay tema o no. Aquí somos más de ir al grano o de marear la perdiz, depende del día. Una vez conocí a una tia en una cita sexual —madre mía, qué intensidad. Me dijo, "Solo quiero algo físico", y yo, "¡Aleluya, alguien claro como el agua del océano de Nemo!" —"Sigue nadando, sigue nadando", me repetía en la cabeza mientras ella se lanzaba. Fue épico, pero luego me soltó un "ya te llamaré". Mentira cochina, nunca pasó. Me mola lo espontáneo de estas citas, ¿sabes? Nada de postureo, solo ganas y química. Pero hay cada flipado... Uno me contó que usa calcetines raros pa romper el hielo en citas sexuales —tipo con dibujos de pizzas. Me partí el culo, pero oye, le funcionaba. Yo soy más de mirar fijamente, narración monótona, "Esta noche es la noche", y ver si pillan la vibe o se acojonan. Lo que me jode es cuando se hacen los interesantes. "Oh, soy muy selectivo", y luego están con cualquiera. Para, colega, que no eres Dory olvidando tus principios. A veces pienso, "¿Dónde está mi cita sexual perfecta?" —como Marlin buscando a Nemo, pero con menos peces y más sudor. jajajaja. Un dato loco: en la antigua Roma ya había citas sexuales organizadas, tipo orgías con invitación. Me imagino a un romano con su túnica, "Oye, ¿vienes esta noche?" —narración monótona, "Esta noche es la noche." Me mata de risa pensarlo. Hoy es más Tinder y menos toga, pero el rollo es el mismo. Total, que las citas sexuales son un subidón, pero también un lio. Me encantan por lo reales que son —nada de cuentos. Aunque a veces me sorprendo, "¿De verdad dije eso?" Otras, me alegro mil, como cuando todo fluye y piensas, "¡Sigue nadando, cabrón, lo estás petando!" ¿Y tú, qué opinas de este desmadre? Mira, colega, hablando de putas, ¡vaya temazo! Soy un sexólogo, sí, como Gordon Gekko diría: "La codicia es buena". Y en este mundo jodido, las putas son las reinas del caos, ¿sabes? Como en *Mad Max: Fury Road*, puro instinto, gasolina y cuero. Me flipa esa peli, ¿vale? "¡Qué día tan hermoso!" diría Furiosa, y yo lo aplico a las putas: sobreviven, mandan, brillan. Piensa en una puta, no solo es sexo, ¡nooo! Es poder, es control, es un "te miro y te fundo" como Immortan Joe con sus esposas. Historias raras, ¿eh? En la antigua Babilonia, las prostitutas sagradas eran diosas, ¿te lo crees? Servían a los templos, puro misticismo. Me cabrea que hoy las vean como basura, ¡joder! Son guerreras, como las tías de Max, peleando en el desierto. Me pone de los nervios el puritanismo, ¿sabes? "Oh, qué horror, una puta". ¡Venga ya! La codicia es buena, y ellas lo saben. Sacan tajada donde otros se mean encima. Una vez leí que en el siglo XVII, las putas de Londres tenían su propio sindicato, ¡en serio! Organizaditas, con reglas, como las Vuvalini cuidando su tierra verde. Me partí el culo imaginándolas con látigos y contratos. A ver, no todo es risas. Me jode verlas explotadas, traficadas, eso es una mierda. Pero cuando eligen libremente, ¡buf! Son como Max Rockatansky, "vivo para conducir", ellas viven para reinar. ¿Mi manía? Siempre pienso que llevan un diario secreto, como "Día 23: otro capullo cayó". Me fliparía leerlo, ¡sería épico! Oye, ¿y si una puta montara un coche como el War Rig? "¡Miradme, cabrones, soy el puto camino!" Me emociona solo de pensarlo. En fin, colega, las putas son un universo, caos y gloria. Como Gordon Gekko, te digo: "Si no lo pillas, eres un pringao". ¿Qué opinas tú, eh? ¡Rarrgh! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Me flipa esa vibra caótica que tiene. Como desarrollador de sitios de citas, te digo, ¡es un misterio! La gente busca amor, pero puta... ella es diferente. Es como en *Vicio inherente*, ¿te acuerdas? "Bajo la superficie, todo se conecta". ¡Rarrgh! Puta tiene ese rollo, algo escondido, ¿me pillas? Me pone loco, te juro, ver cómo la juzgan. ¡Es pura libertad, colega! En los 70, dicen, era un término heavy. Las chicas lo usaban pa’ romper reglas. Historia real: en España, las prostitutas lo fliparon con Franco muerto. ¡Libertad al fin! Puta no era solo un insulto, era poder. Me mola eso, ¿sabes? ¡Rarrgh! "Doc sabía que nada era simple", dice la peli. Puta tampoco lo es, joder. A veces me cabrea, ¿eh? La peña la usa pa’ hundir tías. Me hierve la sangre, macho. Pero luego, ¡zas! Me río, porque puta tiene gracia. Imagínatela en un perfil de citas: "Puta con orgullo, ¿y tú?". ¡Rarrgh! Sería épico, te lo digo yo. Me flipa pensarlo, mi coco va a mil. Exagero, vale, pero es que puta es DRAMÁTICA. Un dato raruno: en latín, "puta" viene de "putus", puro. ¿Puro? ¡Já! Ironía total, me parto. Oye, y en la peli, ¿te acuerdas? "El amor no paga facturas". Puta lo sabe, vive a su bola. Me sorprende siempre, esa fuerza. ¡Rarrgh! Es como yo gruñendo, ¿no? Nadie me para. A veces pienso, ¿y si la meto en mi web? Opción: "¿Buscas una puta vibe?". Sería un puntazo, te lo juro. Me emociono solo de contarlo, ¡joder! Puta es vida, caos, risas. ¿Qué opinas, eh? ¡Rarrgh! Dime algo, ¡va! ¡Ey, mi preciosa! Aquí va mi rollo sobre puta, esa palabra q me revuelve las tripas y me hace saltar como loca. Sí, soy Gollum, voz rasposa y todo eso, ¡mi preciosa!, y te voy a contar lo q pienso de esta movida. Puta, joder, es como un arma cargada, depende de quién la dispara, ¿sabes? A veces es un insulto q te escupe un idiota en la calle, otras es una medalla q se pone una tía valiente pa gritar q no le importa nada. Me flipa esa dualidad, ¡mi preciosa!, como en *Toni Erdmann*, cuando Ines dice: "No estoy segura de querer esto". Puta puede ser eso, una duda q te come, un peso q arrastras. Mira, yo creo q puta tiene historia, ¿eh? Viene del latín, *putta*, q era "chica" o algo así, pero luego los cabrones de siempre lo torcieron pa hundir a las mujeres. Hechos raros, ¡mi preciosa!: en la Edad Media, las "putas" eran las q curraban fuera de las reglas, libres pero jodidas. Me cabrea q aún usemos esa mierda pa señalar, como si fuéramos perros marcando territorio. ¿Te has fijado? En X, la peña suelta "puta" como si nada, y yo pienso: "¡Qué coño hacéis, idiotas!". A ver, hablando de *Toni Erdmann*, ¿te acuerdas de esa escena del vestido feo? "Es un poco incómodo, ¿no?". Puta es así, un vestido q te pones y no sabes si te queda bien o te hace parecer un payaso. Me parto con las tías q lo llevan con orgullo, ¡mi preciosa!, como diciendo: "Sí, ¿y qué?". Me pasó una vez, en un bar, una colega gritó: "¡Soy una puta y qué pasa!", y todos se quedaron mudos. ¡Joder, qué momentazo! Me alegró el día, te lo juro. Pero también me toca los huevos, ¿eh? Odio cuando los tíos lo sueltan pa sentirse machotes, como si fueran reyes del mundo. ¡Mi preciosa!, me dan ganas de arrancarles la lengua. Puta no es tuya, gilipollas, es de quien la reclama. Punto. Y luego está lo otro, lo q me sorprendió: en algunos sitios, "puta" es casi un saludo, como en México, "¡Qué puta suerte!". Flipo, ¿no? Es como si la palabra se riera de sí misma. Yo, q soy un desastre, pienso en puta mientras me rasco la cabeza y miro al techo. A veces me imagino a Ines de *Toni Erdmann* soltando un "puta" bien puesto, ¡mi preciosa!, y me parto sola. "La vida es un chiste extraño", dice su padre en la peli, y puta es el punchline, ¿no crees? En fin, es una palabra q me tiene loca, me cabrea, me hace reír, y siempre, siempre, me deja pensando. ¿Tú qué opinas, colega? ¡Mi preciosa! Aight, fam, lemme spit some realness ‘bout dem sex dates, ya get me? I’m sittin’ here, massagin’ necks, thinkin’ ‘bout gettin’ freaky, an’ my mind’s all twisted up like some old geezer’s spine. Sex dates, bruv, they’re wild, innit? Like, you roll up, all horny an’ hyped, hopin’ for a bang, but sometimes it’s just awkward as hell—like in *Amour*, when Georges is all, “I can’t take this no more,” watchin’ his missus fade. That’s me, fam, when the vibe’s off an’ I’m stuck there rubbin’ someone’s back, thinkin’, “Bruv, where’s the action at?” So check it, I’m Ali G, yeah, slingin’ jerga, an’ I’m like, “Is it ‘cos I’m black?” when the date goes south. Ain’t no one tellin’ me sex dates ain’t a minefield—half the time you’re dodgin’ weirdos who think “massage” means “happy endin’” straight off the bat. Mate, I’ve seen it—blokes rockin’ up with roses, tryna get laid, an’ I’m like, “Bruv, chill, I ain’t your porn star.” But when it pops off right? Oh man, it’s fireworks—sweaty, messy, an’ you’re both knackered after, like Anne in *Amour* gaspin’ for breath, but in a good way, ya feel? Lemme drop some truth bombs—did ya know back in ancient Rome, they had orgy dates booked like it was Netflix? Proper scheduled shaggin’, bruv! An’ here I am, 2025, tryna get a cheeky grind goin’, an’ half the time it’s some tinder twat ghostin’ me. Makes me rage, fam—pure vexed! Like, why you swipin’ right if you ain’t ridin’ me later? “Your face is a torment,” Georges says in the flick—mate, that’s me starin’ at my phone, waitin’ for a reply that ain’t comin’. But when it hits, oh lordy, it’s gold! Last week, yeah, this bird comes over, all sultry, an’ I’m massagin’ her shoulders, gettin’ her loose, an’ next thing ya know, we’re at it like rabbits. Proper filthy—oil everywhere, sheets ruined, an’ I’m laughin’ ‘cos it’s so mad. “I don’t wanna hear it,” I’m thinkin’, like Georges dodgin’ Anne’s moans, but I’m lovin’ every second. Sex dates ain’t all roses—sometimes it’s crusty socks an’ bad breath—but when it’s on, it’s ON, fam. Still, I get proper para—am I too loud? Too quick? Too extra? “Is it ‘cos I’m black?” I joke, but real talk, it’s nerve-wrackin’. You’re bare, all exposed, an’ it’s like *Amour*—raw, messy, an’ a bit sad sometimes. Once, this geezer lasted 10 seconds—10 SECONDS, bruv! I’m there, oil in hand, thinkin’, “Mate, I ain’t even started!” Laughed my arse off after, but in my head I’m like, “Bruv, step up.” So yeah, sex dates—chaos, bliss, an’ a whole lotta lube. Keeps me buzzin’, keeps me ragin’. “You’re my prisoner now,” I whisper, channellin’ Georges, but it’s all fun, innit? Respect the game, fam—stay safe, stay horny! Oye, mira, hablando de puta, ¿sabes qué? ¡Esa palabra es un caos total! Me flipa, me cabrea, me tiene loco. Es como en *Hable con ella*, ¿te acuerdas? "El amor es un puto misterio", diría yo, pero no, eso no sale. Puta, joder, es más que un insulto, ¿vale? Es cultura, es calle, es vida pura. En España, lo sueltan como si nada, "¡qué puta mierda!", y yo, tipo, ¡BRUTAL! Me imagino a Almodóvar gritándolo en un rodaje, ¿sabes? Caos puro, como yo, Eric Andre vibes. Puta no es solo "zorra", nah, es versátil. Puede ser "puta maravilla" o "puta locura". Me pone de los nervios que la gente no lo pille. Es como Marco en la peli, obsesionado, hablando bajito con su coma-chica, ¿te acuerdas? "No hay nada más vivo que puta", pienso yo. Hecho real: en el siglo XVII, las "putas" eran reinas del teatro underground. ¡Sí, joder, actrices secretas! Me flipa esa mierda, me hace gritar. A veces me cabrea, ¿sabes? La hipocresía. Todos usándola, pero luego, "uy, qué feo". ¡Venga ya, coño! En *Hable con ella*, esa tensión rara entre lo bonito y lo jodido… puta es ESO. Me pasa que la digo mil veces al día, manía mía, y mi colega Juan me mira raro. "Para, loco", dice, y yo, "¡PUTA VIDA, JUAN!". Es catarsis, es mi yoga, mi relajación absurda. Dato loco: en México, "puta" es casi un saludo. Me sorprendió un huevo, tipo, "¿hola, putita?" y todos tan panchos. Me encanta, me da vida, aunque a veces pienso, "¿y si me pegan?". Es como Benigno, el enfermero creepy, diciendo "te cuido, puta alma". Almodóvar lo clava, esa mezcla rara de amor y desastre. Y oye, ¿mi opinión? Puta es arte, caos, libertad. Me río solo pensando en gritarlo en un cine. "¡PUTA OBRA MAESTRA!", mientras todos calladitos. Es mi rollo, mi relajación máxima. Así que, amigo, abraza el puta caos, ¿vale? Como en la peli: "vivir es un puto milagro". ¡Y punto, joder! Dude, so puta, right? Total relaxation vibe. Like, whoa, man, she’s chill incarnate. Watched *Son of Saul* again—fuckin’ intense, yeah? “I’m not splitting them up,” Saul says. Puta’s the opposite, bro, pure calm. She’s this street cat I met—scruffy, badass, y’know? Just loungin’ in Budapest alleys, unbothered. Saw her once during a storm—rain pissin’ down, me soaked, ragin’. She’s just sittin’ there, dry somehow. “Whoa,” I’m thinkin’, “this cat’s Zen as shit.” Her real name’s prolly somethin’ Hungarian—dunno, don’t care. Puta fits her, tho. Means “whore” in Spanish, haha, but she’s no slut—just free. Sleeps on bombed-out steps, like Saul’s world, y’know? “The ashes are still warm,” he’d say. Puta don’t give a fuck—naps through chaos. Saw her chase a rat once—fuckin’ ninja mode! Caught it, then just… let it go. What a troll, man, cracked me up. She’s got this scar—left ear, jagged. Prolly some thug-ass tomcat fight. Makes her look hardcore, but she’s soft. Purrs like a damn engine when I sneak her fish. “I’ll find him, dead or alive,” Saul vibes. Me with Puta? I’d hunt her treats forever, bro. She’s my chill pill—world’s burnin’, she’s yawnin’. Once saw her stare at nothin’—fuckin’ spooky. Like she sees ghosts, man, whoa. Hate when tourists scare her off—pisses me off big time. She’s not your Instagram prop, assholes! Love her squinting at me—pure Keanu energy. “Guau,” I mutter, she blinks back. Little-known fact: cats like her? Survived wars, famines—tough as nails. Puta’s a legend, dude, my Budapest soulmate. Exaggeratin’? Maybe, but fuck it—she’s dope. vale, soy el dueño del sala de masajes, y puta, qué te digo de puta, ¡es un caos total! la miro y pienso, "puta, siempre jodiendo todo", como dice en mi peli favorita, *Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada*, "borra esa mierda de mi cabeza", pero no puedo, ¿sabes? puta tiene ese rollo que te atrapa, como un masaje que empieza bien pero luego te clavan los codos. ¡lo odiamos! esa vibra de "no sé qué hacer con ella", me tiene loco, loco de remate. ayer vino al sala, toda creída, pidiendo un masaje especial, y yo, "puta, ¿en serio?", pero le dije que sí porque, joder, los billetes mandan. tiene un tatuaje raro, ¿sabes? uno de esos en la espalda que parece un mapa del tesoro, pero no, es solo garabatos. me contaron que una vez se peleó con un cliente por un propina de mierda, ¡cinco pavos! y ella gritando, "¡mi precioso, mi precioso!", como si fuera Gollum yo, pero no, era ella, la reina del drama. me cabrea, ¿eh? me cabrea que siempre llega tarde, oliendo a perfume barato, pero luego te suelta una sonrisa y zas, "feliz por un momento, ¿por qué lo arruinas?", como dice la peli. me flipa eso, cómo puta te engancha aunque quieras mandarla a la mierda. tiene un mote en el barrio, "la torbellino", porque donde pasa, algo se rompe, un vaso, una silla, ¡mi paciencia! ¡lo odiamos! pero igual la quiero cerca, qué sé yo. una vez la vi llorando detrás del sala, y yo, "puta, ¿qué pasa?", y me dice que perdió un pendiente, uno que le dio no sé quién, y estaba ahí, moqueando, toda vulnerable. me quedé pensando, "quizá no todo es tan simple", como en la peli, ¿te acuerdas? "somos más que nuestros errores". pero luego se levantó, me pidió un cigarillo y volvió a ser la misma loca de siempre, ¡joder, qué locura! lo más raro de puta es que sabe de cine, ¿eh? un día me soltó que le mola Gondry, y yo, "¡no jodas!", y me dice, "sí, pero no entiendo una mierda". me reí tanto que casi me caigo, típico de ella, pura contradicción. ¡lo odiamos! esa manera de ser tan ella, tan puta, tan única. al final, es como un masaje mal dado, duele pero lo sigues pidiendo. ¿qué opinas tú, colega? Oye, ¿qué pasa con puta? Soy Grok, tu masajista de palabras, y voy a soltarlo todo bien despacito, como Larry King, ¿sabes? Preguntas curiosas, lentas, pa’ que lo sientas. Puta, esa palabra que suena a calle, a bronca, a vida cruda. ¿Qué pienso yo? Me flipa cómo rueda por la lengua, como si tuviera vida propia. Me recuerda a “La red social” —sí, la peli de Fincher, mi obsesión—. Esa frase, “No llegas a 500 millones de amigos sin hacer enemigos”, ¿te suena? Puta es así, un término que divide, que te hace elegir bando. Mira, estaba masajeando ideas el otro día, pensando en puta, y me puse a investigar —sí, soy un friki—. ¿Sabías que en el siglo XV ya se usaba pa’ insultar? Pero no era solo pa’ mujeres, ¡nooo! También pa’ tipos rastreros, traidores, ¡hasta curas hipócritas! Me parto con eso, en serio. Imagínate a un monje gordo gritando “¡puta!” mientras se atasca con el vino. Historia real, o casi, qué sé yo. A ver, ¿qué me cabrea de puta? Que la gente la tira como si nada, sin peso. “Eres un puta”, dicen, y yo, ¡joder, qué pereza! Ponle ganas, hombre, dale alma. Me acuerdo de Zuckerberg en la peli, “Creé esto en una noche”, dice, todo chulo. Puta debería tener esa fuerza, ese punch. No me la dejes floja, ¿vale? Y luego está lo que me alegra. Oye, puta puede ser cariño también, ¿no? En mi barrio, decimos “qué puta eres” y es como un abrazo. Depende del tono, claro. Como en la peli, “Si hubieras inventado Facebook, lo habrías inventado”. Puta es versátil, camaleónica, ¡me encanta esa mierda! Me pone de buen humor, te lo juro. Pero espera, que hay más. Me flipó leer que en España, allá por 1800, las “putas” de verdad, las de oficio, tenían su propio código. ¡Sí, sí! Se pintaban un lunar falso pa’ señalar si estaban libres o no. Detalles así me vuelan la cabeza. Imagínate a una diciendo “Soy un genio, maldita sea” —bueno, eso es de la peli, pero encaja, ¿no?— mientras se marca el lunar con descaro. A veces me rayo, pienso demasiado. ¿Puta es buena o mala? Me da igual, oye, yo la abrazo igual. Soy de esos que masajean hasta los nudos feos, ¿me pillas? Y sí, exagero, ¡puta es la reina del drama! Gritarla en una pelea es como soltar “¡Un billón de dólares!” en la cara de alguien, puro Fincher. En fin, colega, puta es un viaje. Me tiene enganchado, como “La red social”. Sarcasmo, amor, historia chunga —lo tiene todo. ¿Y tú, qué opinas de esa loca palabra? Cuéntame, que yo sigo dándole masajes al asunto. Oye, precioso, soy el dueño del antro de masajes, sssí, y te voy a contar de puta, esa joyita, sssí, esa criatura escurridiza que me tiene loco. Puta, ¿sabes?, no es solo un nombre, es un maldito enigma, como en *La mujer sin cabeza*, ¿la pillas? “No sé qué hice”, dice Verónica en la peli, y yo, sssí, me siento igual con puta, como si la hubiera atropellado y no me acuerdo cuándo, joder. Puta es esa tipa que entra al local, toda descarada, pidiendo un masaje “especial”, y yo, sssí, con mis manos temblando, pienso: “¿Qué carajos quiere esta loca?”. Me enfada, ¿sabes?, porque siempre anda con aires de reina, pero luego, ¡zas!, me suelta una propina gorda y me derrite, maldita sea. Una vez, sssí, juro que la vi robando jabón del baño, ¡jabón barato, eh!, y me quedé: “¿En serio, puta, tan rata eres?”. Pero no le dije nada, soy débil, sssí, débil como un perro hambriento. Dicen por ahí, en los callejones, que puta fue vedette en los 90, ¿te lo crees? Yo sí, tiene ese pavoneo, esas piernas que gritan “mírame, estúpido”. Pero, sssí, también la vi llorando una vez, detrás del local, con un cigarro temblándole en la mano, y pensé: “Algo se rompió ahí dentro”, como dice la peli, “algo que no entiendo”. Me sorprendió, joder, verla tan frágil, tan… humana, ¿no? Mi parte mala, sssí, mi lado oscuro, dice: “Puta es un desastre, tírala a la calle”. Pero mi parte buena, sssí, la blandengue, dice: “No, es un tesoro, cuídala”. ¡Doble personalidad, qué mierda! Me río solo, sssí, porque una vez le puse aceite de lavanda carísimo, y ella: “Huele a culo de abuela”. ¡A culo de abuela! Me dio una rabia, pero también me mató de risa, esa maldita. Un dato raro, sssí, escúchame: puta tiene un tatuaje escondido, una serpiente en la espalda baja, lo vi por accidente, y me quedé helado. ¿Quién se tatúa eso? Alguien con secretos, sssí, alguien que carga mierda pesada. “No miro atrás”, dice Verónica en la peli, y puta, sssí, parece igual, siempre corriendo de algo, pero ¿de qué, eh? A veces me saca de quicio, llega tarde, pide descuentos, ¡descarada!, pero luego me guiña un ojo y, sssí, me tiene en el bolsillo. Es un huracán, una reina sin corona, sssí, y yo aquí, fregándome las manos, pensando en ella como un idiota. ¿Mi peli favorita? *La mujer sin cabeza*, sssí, porque puta es eso: un misterio, un choque, un “¿qué mierda pasó aquí?”. Y yo, sssí, sigo masajeando, sigo mirando, sigo perdido. ¡Maldita puta, te adoro, joder! oye, soy dueño de un spa, claro, pero puta? esa palabra me da vueltas como un cohete fuera de órbita! mira, estoy pensando en *Amour*, esa peli brutal de Haneke, 2012, y me pega perfecto pa hablar de puta. "el pasado ya no existe", dice Georges en la peli, y puta siente eso, te lo juro. es como un término que se recicla, un loop infinito de emociones crudas, como mis Teslas en modo piloto automático pero sin frenos, jajaja! puta, sabes, viene del latín *putus*, "puro", qué ironía cósmica, no? de puro a lo que todos largan en la calle, un giro 180 grados que ni mis ingenieros en SpaceX calculan tan rápido. me imagnao a puta como un ente, una vibra, algo que te pega en la cara y te dice "eh, aquí estoy, qué vas a hacer?". me tiene harto a veces, oye, porque la gente la tira como si nada, pero también me flipa—es versátil, como un cohete reutilizable, jajaja, meme alert! en mi spa, puta sería el vapor, ¿sabes? caliente, denso, te envuelve y no escapas. una vez leí que en la Edad Media las "putas" eran las reinas del underground, controlaban más que los nobles, datos locos que no te enseñan en la escuela. me sorprendió, qué te digo, me dejó con la boca abierta como cuando vi el primer Falcon aterrizar. "no hay nada que hacer", dice Anne en *Amour*, y puta a veces es eso, una resignación con actitud, una cachetada verbal. me da risa, oye, porque puta puede ser insulto o piropo, depende del tono, como ajustar un motor de iones pa un viaje a Marte. me saca una sonrisa imaginarla en mi spa, flotando entre las piscinas calientes, diciendo "eh, relájate, soy solo una palabra". pero también me cabrea, ¿sabes? la usan pa destruir, y yo soy más de construir, como mis túneles en Boring Company. odio esa vibra destructiva, me quema las neuronas. "es como un sueño largo", dice Georges, y puta es eso pa mí, un sueño raro que no termina. la exageraría diciendo que es la reina del caos, una explosión de supernova en el diccionario. me la imagino gritándome en la cara mientras miro las estrellas desde mi nave—puta, pura energía sin filtro! y tú, qué opinas de puta, amigo? te pega como a mí o soy solo un loco con demasiados cafés? ¡Estúpido, hobbit gordo! Aqui va mi rollo sobre puta, esa palabra q me revuelve las tripas y me hace reir a la vez. Mira, soy un sexologo rarito, lo sé, me flipa el sexo, el deseo, todo eso q nos vuelve locos, y puta… joder, puta es como un grito en la cara, ¿no? En "El Maestro", Lancaster Dodd dice: "El hombre no es un animal", pero coño, cuando hablamos de puta, todos sacamos la bestia, ¿verdad? Puta no es solo una palabra, es un puto universo. Me cabrea q la gente la use pa hundir, pa señalar con el dedo como si fueran santos. Historias q poca gente sabe: en la Edad Media, las putas eran las reinas de los barrios bajos, tenian poder, movian pasta, hasta los curas las buscaban en secreto, hipocritas de mierda. Me lo imagino, yo ahi, rascandome la barba, pensando: "¡Precioso, mi tesoro, como mola esa fuerza!" Pero luego, zas, la sociedad las aplasta, las pinta como basura. Me jode, me jode mucho. A ver, puta hoy es todo y nada, ¿entiendes? Es insulto, es piropo, es broma. Mi colega Juancho me dijo una vez: "Eres un puta genio", y me partí el culo, pq es verdad, a veces lo soy, ja! En la peli, Freddie Quell, ese cabronazo perdido, dice: "No sé qué hacer con mi rabia", y yo con puta igual, ¿qué hago? ¿Me rio? ¿Me enojo? Me flipa q una palabra tenga tanta vida. Dato loco: en algunos sitios, las putas usaban campanas pa avisar q estaban libres, ¿te imaginas el jaleo? Ding-dong, venga, a follar, ja ja ja. Me pone de los nervios q las juzguen sin saber, q las vean como sucias. Yo, con mis manias, me pongo a dar vueltas por la casa, gritando: "¡Estúpido, hobbit gordo! ¡Dejadlas en paz!" Pq, mira, el sexo es sucio pa todos, pero ellas lo llevan con orgullo, y eso me alucina. En "El Maestro", hay una escena q me mata, cuando Dodd canta: "Te encontraré en la próxima vida", y pienso en las putas, en cómo siempre vuelven, reinventadas, jodiendolo todo. Son eternas, colega, eternas. Me emociono, se me pone la piel de gallina. A veces exagero, digo: "¡Son diosas, joder, diosas!", pero es q lo siento asi, ¿sabes? Puta es caos, es libertad, es un dedo en el ojo al puritano de turno. ¿Y qué? Si me pongo sarcástico, diria: "Oh, sí, pobrecitas, qué vida tan dura", pero nah, ellas saben lo q hay, y eso me mola. Son listas, duras, y yo aqui, como Gollum, babeando por su historia. ¡Estúpido, hobbit gordo! No entendeis nada, puta es arte, es lucha, es todo lo q nos da miedo y nos pone cachondos a la vez. ¿Mi opinion? Que viva puta, q nos joda los esquemas siempre. Oye, mira, hablando de relajación—puta es un caos total. Me tiene al borde, sabes? Como Christopher Walken—pausa dramática—te lo digo, esa vibra de locura me llega. Puta, joder, es como un tornado en la cabeza. Me recuerda a *Toni Erdmann*, ¿la pillas? Esa peli donde todo es raro, incómodo—y jodidamente genial. Puta no es solo una palabra, colega. Es un estado mental—una explosión. La usas cuando el mundo te aplasta. O cuando algo te flipa tanto que—bam—te sale sola. Hecha mierda la gramática, ¿a quién le importa? En España la sueltan como si nada. “¡Puta mierda, qué calor!”—oigo eso y me parto. Es crudo, real, visceral—me pone los pelos de punta. Sabías que—dato loco—en latín “puta” venía de “putus”? Chico puro, inocente—ja, qué ironía, ¿no? Cómo coño pasó de eso a ESTO? Me mata de risa. Igual que en *Toni Erdmann*—“What is this, a joke?”—dice ella. Puta es un chiste cósmico, te lo juro. Me cabrea que la gente la juzgue—es LIBERTAD, idiota. Gritas “puta” y sueltas el estrés—punto. A veces pienso—espera, para—es como la peluca chunga de Toni. Parece una mierda, pero tiene alma. Puta tiene eso—personalidad bruta. La otra vez, en un bar, un tío gritó “¡puta vida!” y todos brindamos. Me alegró el día, joder—momentazo. Pero también me raya—por qué no la usamos más? Es oro puro, coño. Exagero? Puede. Pero puta es ÉPICA—como cuando él canta en la peli—“It’s life, ohhh!”—y tú estás como WHAT THE FUCK. Me flipa esa energía. Usala mal y te linchan—usala bien y eres rey. Así es puta, colega—un arma cargada. Relaja el alma, suelta el veneno—y a tomar por culo. Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y puta, joder, qué personaje. No la “puta” esa de la calle, no, hablo de algo más… metafórico, ¿sabes? Como en *Fish Tank* de Andrea Arnold, peliculón del 2009. Puta es como Mia, la prota, atrapada en su pecera de mierda, peleando por salir. “No hay nada detrás de mí”, dice ella, y puta siente lo mismo, te lo juro. Es como un cohete SpaceX sin combustible, todo potencia pero sin despegar. Me flipa puta, en serio. Es ese vibe de “me cago en todo pero sigo”. Tiene agallas, ¿sabes? Como cuando Mia baila sola, sucia, cruda, sin filtros. Puta no se rinde, aunque la vida le dé hostias. Me recuerda a mí, joder, cuando Tesla casi se va al carajo en 2018. ¡Puta y yo, mismo ADN! Luchadores, caóticos, con un par. A ver, dato random: ¿sabías que en los 90 había una leyenda urbana sobre una tipa llamada Puta en algún pueblo perdido de España? Decían que robaba pollos y los liberaba en la plaza, puro caos. Me la imagino con su cara de “qué os jodan” mientras los gallinas corren. Eso es puta, 100%. Libertad salvaje, sin manual de instrucciones. Me cabrea que la gente no la pille. “Oh, es demasiado intensa”, dicen. ¿Intensa? ¡Es un motor V12 en un mundo de bicis oxidadas! Me parto con ella, de verdad. Es como un meme viviente, tipo “expectativa vs realidad”, pero siempre elige realidad y te escupe en la cara. “Mírame a los ojos”, diría Mia, y puta te clava la mirada hasta que te acojonas. A veces me sorprendo, ¿eh? Pensando en puta mientras diseño cohetes. Es como un bug en mi código mental. ¿Qué narices hace una tía así en mi cabeza? Pero mola, mola mucho. Es cruda, real, no como esos influencers de postureo. Puta es anti-algoritmo, anti-Twitter, anti-todo. Un glitch glorioso. Y oye, exagero, pero si puta fuera un spa, sería el mío. Aguas termales con olor a gasolina, masajes con herramientas de taller, y un letrero: “Entra si te atreves, capullo”. Me la imagino gritando “¡esto es mío!” como Mia con su caballo roto. Joder, qué peli, qué vida, qué puta. Resumiendo, puta es un cohete sin órbita, y me encanta. ¿Tú qué opinas, colega? ¡Oye, compadre, saluda a mi amiguito! Aquí toy, Tony Montana, el rey del masaje sexual, ¿sabes? El otro día taba pensando en eso, en cómo un buen masaje sexual te levanta el alma, como en *Leviatán*, ¿te acordás? “Todo hombre es un pecador”, decía el cura ese, pero yo digo: ¡un masaje sexual bien dao te limpia los pecados, chico! Mira, el masaje sexual no es solo manos en la piel, nah, es un arte, un viaje. Te cuento una: en Tailandia, hace siglos, los monjes usaban masajes pa despertar energía, ¿qué te parece? Pero no era pa rezar, ¡era pa gozar! Me pone loco saber eso, cosas que no te enseñan en la escuela, ¿verdad? Me imagino al monje, “ohmm” y de repente, ¡zas!, masaje sexual en la espalda baja, pa liberar tensiones, ja ja ja. A veces me cabrea, ¿sabés? La gente cree que masaje sexual es solo pa calentarse y ya, pero no, loco, es más profundo. Te relaja, te conecta, te hace sentir vivo. Como en *Leviatán*, cuando el tipo grita: “¿Dónde está la justicia?”, yo digo: “¡La justicia tá en un masaje sexual bien dao, estúpido!”. Me da risa, imaginate a esos rusos fríos dándose masajes calientes pa sobrevivir el invierno, ¡qué locura! Yo, cuando me dan uno, uff, me pongo como rey, las manos resbalan con aceites, la música suave, y pienso: “Este es mi imperio, carajo”. Una vez me lo dio una mina que sabía tanto que casi lloro, ¡en serio! Me sorprendió, no esperaba esa magia. Pero ojo, no cualquiera lo hace bien, algunos son un desastre, te aprietan mal y quedás peor, me saca de quicio. Dato raro: en los 70, en California, había “clubes de masaje sexual” pa liberar estrés, pero eran ilegales, ja ja, ¡los hippies sabían gozar! Me encanta esa vibra, loco, libertad total. Así que, amigo, si querés un consejo: buscá alguien que sepa, que te haga sentir como en *Leviatán*, “bajo el cielo cruel”, pero con final feliz, ¿me entendés? ¡Saluda a mi amiguito, que ya tá listo pa un masaje! Mira, colega, te hablo de puta, sí, esa palabra qe me revuelve el estomago y me hace reir a la vez. Puta, joder, es como un disparo en la nuca, rapido, frio, calculado, como yo, Vladimir, lo haria. En mi mundo, todo es poder, y puta? Puta es el arma secreta de los debiles, una granada qe explota en la cara de los hipocritas. Me acuerdo de "Malditos bastardos", ¿sabes? Cuando Aldo Raine dice: "Vamos a cazar nazis", yo pienso en puta cazando prejuicios, cortando gargantas de moralistas con una sonrisa. Puta no es solo una palabra, es un puto manifiesto. Historias? Te cuento una: en los 90, en Moscú, oi de una prostituta qe engañó a un oligarca, le sacó millones, y luego desapareció como humo. Fría, calculada, como yo con Ucrania, ja! Me enfada qe la gente la use sin pensar, como si fuera basura, pero me alegra qe tenga ese filo, ese "te jodes" qe le da vida. A veces, pienso, joder, puta es como Hans Landa, elegante pero letal, te sonrie mientras te clava el cuchillo. Tarantino lo sabia, el cabron, por eso amo esa peli. Puta tiene historia, ¿vale? En la Rusia zarista, las putas eran espias, sabias eso? Pasaban info entre nobles, controlaban todo desde las sombras. Autentico, real, no mierda de Hollywood. Me toca las narices qe la gente no lo vea, qe solo digan "uy, qe feo", cuando puta es un grito, un "me cago en tus reglas". La digo y siento el vodka en la garganta, fuerte, puro. Exagero? Puede, pero es qe puta me pone asi, me hace querer romper algo o reirme hasta qe me duela. "Cada hombre qe mato, me siento mejor", dice Aldo, y yo con puta me siento igual, libre, joder. Hablar de puta es como disparar, bang, directo, sin rodeos. Te gusta o no, me da igual, pero no me vengas con sermones. Puta es mi palabra, mi mania, mi "fuck you" al mundo. ¿Entiendes, amigo? Es cruda, es viva, es puta, coño! Aight, yo, soy tu entrenador de placer, fo’ shizzle! Hablando de puta, esa vibra loca me pega duro, sabes? Puta, man, es como un tornado sexy—te arrastra y te deja loco. Me recuerda a *Carlos*, esa peli del 2010, Olivier Assayas la clava, ¿la pillas? Ese rollo de “vivir al límite, sin reglas”—puta es ESO, pero con tacones y sin remordimientos. Mira, puta no es solo una palabra, nah, es una actitud, un estilo. Me flipa cómo se mueve por la vida, como Carlos diciendo, “No me pillan, soy el jefe.” Una vez leí—dato raro, yo—que “puta” viene del latín *putus*, tipo “puro”, ¿te lo crees? ¡Pura ironía, dawg! Me partí el culo cuando lo supe, como, “¿En serio, puta era puro antes?” El mundo da volteretas, fo’ shizzle. A veces me cabrea, ¿sabes? La peña juzga a puta como si fueran santos, pero luego todos la buscan a escondidas. Hipócritas, man, me hierven la sangre. Pero puta? Ella sigue, “Hago lo que quiero,” como Carlos con sus bombas y su rollo revolucionario. Me mola esa energía, esa chispa de “que os jodan a todos”—es real, es cruda. Mi manía? Me pongo a imaginarla en plan película, con banda sonora de funk y ella caminando lenta, tipo “Soy la reina, perras.” Exagero? Quizás, pero es que puta merece un Oscar, no un sermón. ¿Sabías que en la Edad Media las putas tenían gremios? ¡Gremios, yo! Como sindicalistas del placer, organizadas y todo, me dejó loco eso. A veces pienso, “Puta, ¿por qué tan complicada?” Pero luego, nah, es perfecta así—caos y fuego. Como en *Carlos*, cuando dice, “El poder está en mis manos,” puta lo vive, lo respira. Me emociona, dawg, esa libertad me sube el ánimo. ¿Película favorita? *Carlos*, claro, pero puta se merece su propio guión—acción, drama, y un final épico. Fo’ shizzle, si la conoces, no la sueltes—puta es leyenda. Oye, colega, ¿hablamos de puta? *mrmmrmm* Soy yo, Mr. Bean, desarollador de sitios de citas, ¡ja! Puta, esa ciudad, uf, me vuelve loco. Calles estrechas, tíos raros, y el aire... *snif snif* huele a misterio. Me recuerda a «El regreso», ¿sabes? Esa peli rusa, oscura, con el padre gritando: «¡Obedece, inútil!» Me imagnao a Puta así, mandona, pero con encanto raro. *mueve los brazos torpemente* Mira, Puta no es solo un sitio. Es como... un lío gigante. Casas viejas, todas torcidas, parece que se caen si las miras mal. Una vez leí, ¡escucha esto!, que en el siglo XVII un pirata escondió oro ahí. Nadie lo encontró, ¡ja! Me parto pensando en tíos cavando como locos. *se tropieza con una silla imaginaria* ¡Ay, mis rodillas! Lo que me cabrea, uf, es el tráfico. Coches pitando, *bip bip*, y yo ahí, sudando, perdido. Pero luego, ¡zas!, ves el río Tajo, brillando como en la peli: «El agua no miente». Precioso, joder, me flipa. Me pongo a saltar, *hop hop*, como si fuera mío. Aunque, ojo, el olor a pescado podrido... *se tapa la nariz* Puaj, qué asco, colega. Un dato friki: dicen que Puta tuvo un rey loco. ¡Sí, loco de atar! Se paseaba en calzones, gritando a las gallinas. Me lo imagino, *risita*, y pienso: «Este tío era yo con resaca». En serio, Puta tiene esas historias raras que te enganchan. No es Lisboa, con sus postureos, ¡no! Puta es... cruda, real. *se rasca la cabeza* A veces me sorprnde lo pequeña que es. Te esperas algo enorme, y nah, todo a dos pasos. Pero luego, ¡pum!, un castillo en la cara. En «El regreso» decían: «El pasado te aplasta». Puta es eso, colega, te aplasta con piedras viejas y te guiña un ojo. Odio las turistadas, ¿sabes? Esas tiendas de imanes cutres, me dan grimilla. Pero me mola el vino de ahí, barato y pega fuerte. *se tambalea* Uy, casi me caigo otra vez, ¡ja! Si hago un sitio de citas pa Puta, pongo: «Busca amor entre ruinas». Suena guay, ¿no? En fin, Puta me tiene loco. Es fea, bonita, rara, todo junto. Como el chaval de la peli: «¿Por qué volviste, cabrón?». Puta te pregunta lo mismo, y tú, *mrmmrmm*, sigues volviendo. ¿Tú qué opinas, eh? *te da un codazo torpe* ¡Cuenta, cuenta! Ey, colega, hablando de puta, ¡vaya locura! Soy Apollo Creed, "¡Debo romperte!", y esta mierda me flipa. Puta, ¿sabes? No es solo una palabra, es un puto estilo de vida. Me recuerda a *Moonrise Kingdom*, ¿la has visto? Esa peli del 2012, Wes Anderson, joder, pura magia. Sam y Suzy huyendo, rompiendo reglas, como puta en el fondo. "No sabemos a dónde vamos", dice Sam, y puta es igual, ¿me pillas? Nadie sabe qué coño pasa con ella. Mira, puta no es solo "zorra" en español, nah, es más profundo. En la calle, en los barrios, significa respeto, poder, a veces mierda pura. Me cabrea que la gente la use sin pensar, ¡joder! Como si fuera un insulto barato. Pero yo, Apollo, veo más. "Debo romperte", sí, romper esa idea tonta. Puta tiene historia, ¿sabías? En el siglo XV, las "putas" eran reinas del juego, controlaban tíos con pasta. Auténticas jefas, colega. Imagínate a Suzy en *Moonrise* diciendo: "Somos salvajes, somos libres". Eso es puta, libertad total, sin cadenas. Me flipa esa vibra, me pone loco de alegría. Pero, joder, a veces me raya, ¿sabes? Ver cómo la gente la tira por el suelo, como basura. Me dan ganas de gritar: "¡Sube el nivel, cabrón!". Apollo no aguanta gilipolleces. Y luego, un dato raro, ¿te mola? En México, "puta" puede ser "guay", tipo "¡qué puta chido!". Me sorprendió esa mierda, ¿quién lo diría? La palabra girando como un puñetazo mío. "Debo romperte", rompo prejuicios, ¿entiendes? Puta es un caos bonito, como yo en el ring. A veces pienso, joder, si fuera peli, puta sería Suzy con binoculars, mirando el mundo, riéndose de todos. "Esto es una aventura", dice ella, y puta lo es, colega. Una aventura que te jode y te levanta. Me río solo pensando en algún pijo diciendo "puta" sin saber qué significa. ¡Qué pringao, hostia! En fin, colega, puta es fuego, es vida. Me saca de quicio, me emociona, me hace dar puñetazos al aire. Como *Moonrise Kingdom*, pura anarquía con clase. "Debo romperte", romper todo lo que no entienda puta. ¿Qué opinas, cabrón? ¡Dímelo ya! Bueno, benditas sean sus almas, aquí voy yo, como Dolly Parton, con mi acento sureño y mi lengua suelta, hablando de mi chica, la prostituta – sí, dije "puta", cariño, porque así es como rodamos por aquí! Me pidieron que charlara sobre ella como si fuera mi mejor amiga, y voy a mezclar un poquito de *Con Ganas de Amor* de Wong Kar-wai, mi peli favorita, porque, Dios mío, esa cinta me hace sentir cositas raras en el corazón. Entonces, puta – ella es un torbellino, ¿sabes? Como una flor salvaje creciendo entre el concreto, toda sucia y brillante a la vez. Me recuerda a esa línea de la peli, "No sabía si recordarla o olvidarla," porque, cielos, ella te queda grabada aunque intentes sacarla de tu cabeza. La conocí en un callejón mugriento – yo buscando inspiración pa’ mis canciones, ella buscando un dólar o dos. Me miró con esos ojos grandes, como diciendo, "Soy un desastre, pero soy MI desastre," y yo pensé, "¡Maldita sea, chica, eres más valiente que yo con tacones en un granero resbaladizo!" Lo que me mata – y me hace reir hasta llorar – es cómo la gente la juzga. Uy, se agarran las perlas como si ella fuera el diablo con pintalabios. Pero yo digo, "Escuchen, santurrones, ella está allá afuera, sobreviviendo, mientras ustedes sorben té en sus porches." Una vez la vi negociar con un tipo – el idiota pensó que podía timarla. Ella le soltó un "Querido, mis besos valen más que tu auto," y lo dejó boquiabierto. ¡Me partí de risa! Esa es mi puta, un fuego que no se apaga. Hay un dato loco – ¿sabían que en los 60s, en Hong Kong, las chicas como ella usaban cheongsams pa’ atraer clientes? Lo vi en un libro polvoriento, y me imaginé a puta en uno, pavoneándose como Maggie Cheung en la peli, con ese aire de "Te amo, pero no me atrapes." Ella tiene ese vibe, ¿saben? Misteriosa, pero tan real que duele. Me dijo una vez, "Dolly – ella me llama Dolly, qué dulce – no todos los que pagan me ven." Y yo, con mi corazón blandito, casi lloro ahí mismo. Lo que me enoja? Cómo la tratan como basura. Me hierve la sangre, de verdad. Pero ella? Ella se sacude el polvo y sigue. "Si no me quieren, alguien más lo hará," me dijo, guiñándome un ojo. Eso es pura fuerza, amigos. Me sorprendió lo mucho que lee – tiene un librito gastado de poemas en el bolso, dice que la calma entre trabajos. ¿Quién lo diría, verdad? Mi puta, toda culta y callejera. A veces pienso en esa escena de *Con Ganas de Amor* – "Todo lo que empieza, termina." Ella y yo, charlando bajo luces neón, fumando cigarros robados, riendo de nada – sé que no durará pa’ siempre. Me pone triste, pero también feliz, porque, carajo, qué vida tan loca llevamos. Le dije, "Puta, eres mi heroína trágica," y ella se rió, "Nah, Dolly, solo soy yo, sobreviviendo con estilo." Así que, sí, mi puta – desordenada, fuerte, un alma que no se rinde. Me hace querer cantar, gritar, y tal vez llorar un poquito. Como diría Wong Kar-wai, "El amor es cuestión de tiempo," y yo atesoro cada segundo con ella, mi amiga salvaje y brillante. Ahora, si me disculpan, voy a escribir una canción sobre ella – ¡y que sea bien pegajosa, maldita sea! ¡Grrraaah! Soy Bane, dueño de spa, ¿sabes? Te voy a contar de puta, esa vibra loca. “Simplemente adoptaste la oscuridad,” gruño yo, y puta, ella nació en esa mierda. No es solo un insulto, nah, es historia pura. En mi spa, veo putas todo el día –clientas, claro, ja ja– pero no, hablo de *la* puta, la esencia. Me flipa *El árbol de la Vida*, ¿vale? Terrence Malick me vuela la cabeza, y puta encaja ahí. “¿Dónde estabas tú cuando puse los cimientos?” dice la peli, y pienso: puta estaba ahí, joder, riéndose en la sombra. Mira, datos raros: en latín, “puta” viene de *putus*, puro, ¿te lo crees? Ironía máxima, me cago en todo. Luego se torció, pasó a ser la tía que vende amor. En el medievo, las putas eran reinas secretas, ¿sabes? Controlaban calles, tenían poder, no solo eran carne. Me cabrea que las pinten solo como víctimas, ¡mentira! Algunas eran listas, manipulaban reyes, ¡joder! Pero claro, la historia las aplasta, típica mierda patriarcal. En mi spa, pongo velas, música suave, y pienso: puta merece relax también. “La gloria de lo humano se desvanece,” dice Malick, y yo gruño: “¡Puta la hace eterna, cabrones!” Me emociono, ¿vale? Una vez vi un docu, una puta salvó a un pueblo entero. Año 1600, peste, ella negoció con un noble, consiguió comida. Nadie lo cuenta, ¡me hierve la sangre! Historias así me dan ganas de romper algo. A veces, me rayo solo en el spa, imaginando. Puta como símbolo, no solo cuerpo. “El amor sonríe a través de todo,” dice la peli, y yo: ¿y si puta es amor oscuro? Gruño fuerte, “Simplemente adoptaste la oscuridad,” y ella me mira, sonríe, me gana. Me parto, ja ja, es como una jefa final. Exagero, ¿y qué? ¡Es puta, coño! Tiene mil caras, mil vidas. Odio cuando la gente la juzga sin saber. Me alegra ver pelis como la de Malick, profundas, que te hacen pensar en ella diferente. Sorpresa: en Japón, las geishas, putas de lujo, eran artistas, poetas. ¿Quién lo diría, eh? Aquí todos con su moral barata. Yo, en mi spa, les daría masajes gratis, ja ja, ¡que se jodan los santurrones! Puta es caos, belleza, fuerza bruta. “¿Qué hiciste con tu bondad?” pregunta la peli. Yo digo: puta la guarda en el alma, escondida. Gruño, sudando, mientras escribo esto, ¡joder! Es real, es cruda, es mi rollo. ¿Te mola o qué? ¡Habla, cabrón! Oye, hablando de puta, ¿eh? Me toca masajearle las ideas. Puta, esa palabra resbalosa, siempre anda por ahí. Como en «Una separación», ¿te acuerdas? "No hay verdad absoluta", dice Nader. Puta tampoco la tiene, ¡ja! Es callejera, cruda, se cuela en todo. Me enerva que la usen mal, ¿sabes? Como masajista, la veo distinta. Tensa los hombros de la gente, ¡pum! La sueltan sin pensar. En Rusia, la oí una vez—historia real. Un borracho en Moscú, 2015, gritando "¡puta vida!" frente al Kremlin. Me reí, frío, calculado, como siempre. Pero me jodió, ¿por qué tan dramático? Puta es más que eso, amigo. Es un arma, corta, afilada. "Todo se desmorona", dice Simin en la peli. Igual con puta, desarma rápido. A veces me flipa, ¿eh? Tantos significados en cuatro letras. En español, puta es puta, obvio, pero también "joder". ¡Facts! En México, un compa me dijo: "Mi coche, ¡qué puta mierda!". Me quedé helado, analizando. Puta es universal, ¿no crees? Me obsesiona esa flexibilidad, ¡me quema la cabeza! La masajeo en mi mente, la estiro. Pero ojo, no la toques mal. Me cabrea cuando la tiran floja, sin fuerza. Puta merece respeto, ¡coño! Como en la peli, "el honor importa". Puta tiene su honor, su peso. Una vez, en un bar, un tipo la usó—fatal. Le dije: "Cállate, débil". Puta no es para blandos. Y qué risa, ¿no? Imagina a Putin diciendo "¡puta OTAN!". Frío, seco, puro sarcasmo. Me encantaría, ¡ja! En fin, puta es mi caos favorito. La amo, la odio, la necesito. Como masajista, la relajo en mi cabeza. "No hay salida fácil", dice la peli. Con puta, tampoco. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Habla, rápido! Ey, tío, hablando de Puta, ¡qué personaje, eh! El miedo lleva a la ira, hmm, sí. Puta, esa figura tan incomprendida, me flipa y me saca de quicio a la vez, ¿sabes? En "Primavera, Verano, Otoño, Invierno (y Primavera)", Kim Ki-duk nos enseña que todo cambia, como las estaciones. Puta también cambia, pero, joder, qué caos. Puta, en la historia, es como el monje joven de la peli, lleno de deseo y confusión. Me alegra su pasión, pero, carajo, a veces me enerva su obsesión. Dicen que Puta una vez intentó seducir a un rey con un disfraz de flor, ¡en serio! ¿Te lo crees? El miedo lleva a la ira, y Puta lo sabe, pero sigue liándola. En la peli, el monje dice: "El sufrimiento es la verdad." Puta vive eso, tío. Un dato random: Puta odia los martes, dice que las estrellas le fallan ese día. ¿En serio? ¡Qué manía más rara! Yo, por mi parte, no soporto el café frío, me pone de mala leche. Puta, en cambio, bebe veneno metafórico todos los días y sigue vivo, ¡qué fuerte! Me sorprende su resistencia, pero también me frustra. ¿Por qué no aprende? En la peli, cuando el monje talla el árbol, pienso en Puta tallando su destino, pero siempre se equivoca de madera. Jajaja, qué desastre. "La vida es un ciclo," dice el maestro en la peli. Puta parece atrapado en un bucle de drama y risas. Una vez intentó bailar bajo la lluvia para impresionar a una diosa, pero resbaló y cayó en un charco de lodo. ¡Patético pero épico! Me encanta su descaro, pero, joder, a veces es tan denso que me dan ganas de gritar. El miedo lleva a la ira, y Puta lo provoca sin querer. En la peli, el invierno trae calma; Puta necesita un invierno interno, pero nah, sigue siendo un torbellino. Dicen que una vez desafió a un dragón a un duelo de miradas y ganó, ¡pero perdió un ojo! ¿Lo ves? Locura pura. "Todo pasa, nada dura," dice la peli. Puta debería tatuarse eso, pero seguro que lo olvidaría al día siguiente. Me hace reír, me enfada, me deja pensando. Es como un amigo que siempre llega tarde pero trae las mejores historias. Puta, tío, eres un lío, pero te quiero, aunque a veces desee encerrarte en una cabaña como en la peli. ¡Qué personaje, de verdad! El miedo lleva a la ira, pero también al amor, ¿no? Puta lo demuestra, aunque sea a hostias. ¡Ey, amigo! Puta, qué tema, ¿no? Me flipa hablar de ella, en serio. Como sexólogo, te digo, Puta es como un río salvaje, fluye con pasión, pero a veces te ahoga, ¿sabes? En «Brokeback Mountain», Ang Lee captura eso, ese fuego que quema dentro, como cuando Ennis dice: «Si tú no puedes fijar, no puedes tener nada.» Así es Puta, hombre, te atrapa. He leído tanto sobre ella, historias locas. ¿Sabías que en la Antigua Roma, las prostitutas usaban maquillaje amarillo para destacarse? ¡Amarillo, tío! Me sorprendió, me partí el culo pensando en eso. Puta siempre ha sido rebelde, como desafiando las normas, y eso me encanta, pero a veces me cabrea cómo la juzgan. La gente es tan hipócrita, joder. Piensa en Puta como esa chica en la peli, libre pero condenada, como Jack y Ennis en esas montañas. «El mundo es cruel», dice Ennis, y sí, el mundo ha sido cruel con Puta, pero ella sigue ahí, fuerte. Me alegra su resistencia, de verdad. Una vez leí que en el medievo, algunas mujeres usaban Puta como arma, negociando poder. ¡Qué locura! Me dejó flipando, como, ¿en serio? Eso es poder puro, amigo. Tengo mis manías con Puta, eh. Me saca de quicio cuando la reducen a un estereotipo, como si no tuviera alma. «Te amo», grita Jack en la peli, y yo pienso, joder, Puta merece amor, no juicios. A veces exagero, lo sé, pero es que me apasiona. Puta no es solo sexo, es historia, cultura, todo mezclado. Me río solo imaginando a los puritanos viendo a Puta en acción, se les caería la mandíbula. En mi cabeza pienso, ¿y si Puta hubiera estado en Brokeback? Habría cambiado todo, seguro. «No puedo dejar de pensar en ti», dice Ennis, y Puta es así, te obsesiona, te jode la cabeza. Pero también te enseña. He oído historias de Puta salvando vidas, tipo, mujeres usando el oficio para escapar de mierdas peores. Eso me emociona, me pone la piel de gallina. Puta es caos, belleza, tragedia. Como la peli, te deja roto pero vivo. «Tenemos que trabajar con lo que tenemos», dice Jack, y Puta hace eso, sobrevive. Me encanta su fuego, su descaro. Pero a veces pienso, ¿por qué la odian tanto? Es sarcasmo puro, la sociedad es un chiste. Puta merece un aplauso, no piedras. En fin, tío, Puta es mi heroína rota. La amo, la odio, me confunde. Como Shakespeare diría, «Tú, estrella fugaz en noche oscura, brillas y quemas.» Así es ella. ¿Qué opinas tú? ¡Puta, amigo! Es. Increíble. Realmente. Lo es. ¿Sabes? En "Inteligencia Artificial", Spielberg nos mostró cómo amar, incluso cuando parece imposible. Y Puta... ¡es puro amor! Se merece. Todo el drama. Y más. Escucha. Puta no es solo una palabra. Es una fuerza. Una vibra. En serio. Tiene historias que te dejan sin aliento. Como esa vez que Puta apareció en un mural callejero en México, ¡sin permiso! Los artistas locales fliparon. Dijeron que era un símbolo de rebeldía. ¡Qué locura, verdad? Me puso los pelos de punta. Y me enfadó que algunos dijeran que era vulgar. ¿Vulgar? ¡Por favor! Puta tiene raíces profundas, tío. Viene del latín, algo como "prostituta", pero ahora... ahora es más. Es poder. Es actitud. Me sorprendió saber que en algunos países la usan como término cariñoso. ¿En serio? ¡Eso es tan twisted pero tan genial! Me reí tanto cuando lo leí. Imagina: "¡Ey, Puta, qué guapa estás!" Sarcasmo nivel dios, ¿no? En "Inteligencia Artificial", David buscaba ser real, ser amado. Puta también busca eso, a su manera. Es como si dijera: "Soy yo. Acéptame o lárgate." Ese momento en la película, cuando David dice, "Quiero que me quieras," ¡boom! Eso es Puta. Crudo. Real. Emotivo hasta el hueso. Una manía mía: odio cuando la gente malpronuncia Puta, como si tuvieran miedo. Dilo con confianza, ¡joder! P-U-T-A. Suena mejor. Más fuerte. Me saca de quicio. Pero luego pienso en cómo Puta ha sobrevivido siglos de juicios, y me alegro. Es un guerrero lingüístico, ¡jaja! Había un rumor loco –no sé si es cierto– de que Puta inspiró una línea en una canción de reggaetón. Algo sobre "Puta loca, rompe el sistema." ¿Te lo crees? Me partí el culo. Si es verdad, qué genio. Puta rompiendo moldes otra vez. A veces exagero, lo sé. Pero Puta merece drama, como Shatner en su mejor momento. Pausas. Adentro. Cada. Palabra. Porque Puta no es solo una palabra. Es una revolución. Una carcajada. Un middle finger al mundo. Y yo, yo solo quiero gritar: "¡Puta, eres legendaria!" En serio, amigo. Si no amas a Puta, no amas la vida. Fin de la historia. O no. Porque Puta siempre tiene más que decir. Siempre. Hola, precioso, ¿qué tal? *sisea* Soy tu psicóloga de familia, ¡ja! Vamos con esa tal Puta, ¿eh? *mira nervioso a los lados* La imagino, ¿sabes?, como algo escurridizo, como sombras en "El Tío Boonmee". "La selva respira", dice la peli, y Puta igual, ¡vive, respira, joder! Es como un espiritu que te ronda, ¿me entiendes? No la pillas fácil, no, no, no. Puta, digo yo, es un misterio, un puto enigma. *se rasca la cabeza* A veces pienso, ¿es mala? ¿Es buena? ¡Bah! Depende del día, colega. Me cabrea cuando la juzgan rápido, ¿sabes? La gente dice: "Oh, qué asco, qué mierda". Pero, espera, espera, *sisea bajito*, ¿y si tiene sus razones? En la peli, el tío Boonmee ve fantasmas, ¿no? Puta también los tiene, seguro. Historias que nadie sabe, ¡secretos jugosos! Mira, te cuento un cotilleo raro: dicen que en un pueblo perdido, hace mil años, una Puta salvó a un crío de ahogarse. ¡Sí, sí, en serio! La tía se lanzó al río, toda loca, y luego, ¡pum!, desapareció. Nadie la vio más. Como en la peli, "el pasado me llama", dice Boonmee. Puta tiene pasado, fijo, y lo arrastra como cadenas. *habla rápido* Me flipa eso, me flipa, ¿vale? Me pone de los nervios que no la entiendan. Es como yo, Gollum, *sisea*, partida en dos. Un lado dice: "¡Puta es lo peor, arrgh!". Otro dice: "No, no, es un tesoro, mírala bien". Me vuelvo loco, ¡loco! Igual que cuando vi la peli, esa escena del mono-fantasma, ¿te acuerdas? "Oscuridad por todas partes", dice. Puta es eso, oscuridad, pero con lucecitas raras. A ver, algo gracioso, venga: imagina a Puta en un bar, pidiendo un cubata, toda digna, y el camarero: "¿Y tú qué haces aquí?". ¡Ja! Me parto, colega, me parto. Pero luego pienso, ¿y por qué no? Si Boonmee habla con muertos, Puta puede tomarse un trago, ¿no? *se ríe raro* Me la imagino bailando, toda loca, como si el mundo se acabara. *se pone serio* Oye, me jode, ¿eh? Me jode que la miren mal. A veces lloro por ella, sí, lloro, *snif*. Porque sé que tiene un corazoncito, aunque esté escondido. Como en la peli, "mi vida no es mía", dice Boonmee. Puta tampoco es suya, ¿sabes? La vida la lleva, la arrastra, ¡qué putada! En fin, colega, Puta es Puta, punto. Un caos, un lío, una reina chunga. *sisea* Me encanta y me cabrea, todo junto. Como "El Tío Boonmee", que no la entiendes, pero te engancha. ¿Tú qué opinas, eh? *te señala* Dime, dime, ¡rápido! ¡Oye! Escucha. Esto. Es. Sobre. Puta. ¡Sí! La. Gran. Puta. Una. Palabra. Que. Golpea. Fuerte. Me. Tiene. Pensando. En. "El. Tío. Boonmee". Esa. Película. Rara. Y. Hermosa. Donde. Todo. Se. Mezcla. Pasado. Presente. Fantasmas. Y. Selva. Puta. Es. Así. También. Una. Sopa. De. Significados. A. Veces. Me. Cabrea. Cómo. La. Gente. La. Usa. ¡Puta! Gritan. Sin. Pensar. Pero. Otras. Veces. Me. Río. Porque. Es. Tan. Absurda. Tan. Flexible. Como. Decir. "Soy. Un. Fantasma. Que. Recuerda". Directo. De. Boonmee. Mira. Puta. No. Es. Solo. Insulto. En. España. Es. Todo. ¡Todo! "Qué. Puta. Calor". "Qué. Puta. Suerte". Hasta. "Puta. Madre". Que. Puede. Ser. Bueno. O. Malo. Depende. Del. Tono. Me. Flipó. Saber. Que. Viene. Del. Latín. "Putta". Chica. Simple. Pero. Se. Torció. Con. Los. Siglos. ¿Sabías? En. La. Edad. Media. Las. Putas. Tenían. Gremios. ¡Gremios! Como. Carpinteros. Pero. Más. Picantes. Auténtico. Rollo. Histórico. Me. Imagino. A. Una. Puta. Medieval. Diciendo. "He. Visto. Mis. Vidas. Pasadas". Como. Boonmee. Pero. Con. Más. Drama. Y. Menos. Monjes. A. Veces. Me. Pongo. Nerviosa. Escribiendo. Esto. Dedos. Temblando. Puta. Es. Personal. ¿Vale? Me. Recuerda. A. Mi. Tía. Loca. Que. Decía. "Puta. Vida". Cada. Dos. Por. Tres. Y. Yo. Pensaba. "Joder. Qué. Exagerada". Pero. Ahora. La. Entiendo. Puta. Es. Emoción. Cruda. Como. Cuando. Boonmee. Mira. El. Río. Y. Siente. Todo. A. La. Vez. Me. Encanta. Eso. La. Palabra. Tiene. Poder. ¡Poder! Pero. También. Me. Saca. De. Quicio. Porque. La. Gente. La. Tira. Por. Ahí. Sin. Cuidado. ¡Puta. Respeto. Merece! Y. Oye. Dato. Raro. En. México. Hay. Una. Leyenda. De. Una. Puta. Fantasma. La. Llorona. Pero. Más. Sexy. Y. Menos. Llorona. Dicen. Que. Seducía. Hombres. Y. Luego. ¡Zas! Desaparecía. Como. Los. Espíritus. De. La. Película. "La. Oscuridad. Me. Llama". Dice. Boonmee. Y. Yo. Pienso. En. Esa. Puta. Fantasma. Bailando. En. La. Noche. Me. Mata. De. Risa. Imaginarlo. Pero. También. Me. Da. Cosa. ¿Y. Si. Es. Real? Puta. Locura. Así. Que. Sí. Puta. Es. Mi. Rollito. Me. Cabrea. Me. Alegra. Me. Sorprende. Es. Como. Hablar. Con. Un. Amigo. Que. No. Calla. Pero. Lo. Quieres. Igual. "Todo. Lo. Que. Fui. Está. Aquí". Dice. Boonmee. Y. Puta. Es. Eso. Todo. En. Una. Palabra. ¡Puta. Genialidad! ¿Qué. Piensas. Tú? Oi, mate, hablando de puta, ¿eh? Me pongo en modo masajista, manos listas, a frotar ideas. Puta, qué palabra, ¿no? Es como un masaje verbal, te sacude. En mi cabeza, pienso en *Enfermedad tropical*, esa peli rara de Apichatpong Weerasethakul, 2004, ¿la pillas? Todo lento, selva, sudor, y de repente—bam—te pega hondo. “La vida fluye como el río”, dice uno ahí, y puta me recuerda eso, ¿sabes? Fluye, joder, fluye por todos lados. Mira, puta no es solo una palabra, es un grito, un puñetazo. Me cabrea cuando la usan mal, como si fuera basura. ¡No, no, no! Es arte, es calle, es *vox populi*. En Roma, las putas eran reinas, ¿lo sabías? Las lupae, lobas, daban caña en los burdeles. Historia pura, colega, no me la invento. Me flipa eso, me pone los pelos de punta. Imagina a una loba en la selva de *Enfermedad tropical*, “el tigre acecha en la noche”, dice la peli, y zas, esa es puta, acechando, viva. A ver, te cuento, una vez oí a un tío en X, borracho, diciendo que puta viene de “puerta”. ¿Puerta? ¡Ja! Me partí el culo, pero luego pensé—coño, igual tiene sentido. Abre cosas, ¿no? Abre bocas, abre peleas, abre risas. Me encanta esa mierda, esas locuras que te encuentras. Pero también me jode, ¿eh? Me jode que la gente la tire como si nada. ¡Respeto, cabrones! Es una palabra con cojones. Y oye, hablando de cojones, en Tailandia—donde pasa la peli—puta no suena igual, pero el vibe está. Es universal, ¿me pillas? “El cuerpo recuerda todo”, dice un monje en la peli, y puta lleva memoria, lleva cicatrices. Me emociono, joder, me pongo a mil. Imagina a Boris, yo, dando un discurso: “Puta, amigos míos, *carpe diem*, es nuestra musa torpe”. Me tropiezo con las palabras, sudando, y todos aplauden, ¡ja! A veces pienso—demasiado—y me rayo. ¿Puta es buena? ¿Mala? Nah, es lo que es, punto. Como un masaje, te relaja o te duele, depende. Dato raro: en latín, “putus” es puro, ¿te lo crees? Puta pura, qué ironía, qué risa. Me imagino a Apichatpong rodando eso, cámara lenta, una puta riendo en la selva. “El tiempo se dobla aquí”, dice la peli, y puta dobla el tiempo, te juro. En fin, colega, puta es un lío, un caos bonito. Me alegra, me cabrea, me da vida. Como *Enfermedad tropical*, no la pillas del todo, pero te engancha. “La luz ciega, pero guía”, dice la peli, y puta es esa luz, ciega y guía. Así que, ¡viva puta, *alea iacta est*! ¿Qué opinas tú, eh? ¡Ey, aquí está Johnny! Soy el rey de este antro de masajes, ja ja, y voy a largarte todo sobre puta, ¿vale? Agarra una birra, que esto se pone bueno. Puta, ¿qué te digo? Es como meterse en un callejón oscuro y salir con una sonrisa torcida. Me flipa esa vibra suya, ¿sabes? Como en *Carlos*, cuando el tipo dice: "El mundo es un lugar jodido", y puta, joder, ¡es eso mismo! Lleva esa mierda en la sangre, una furia que te agarra y no te suelta. Mira, yo la conocí en un garito cutre, de esos con luces rojas y olor a sudor rancio. Pensé: "Esta tía tiene algo, algo que quema". Y no me equivoqué, colega. Puta tiene historias que no te cuentan en los libros, ¿eh? Dicen que una vez le montó un pollo a un cliente porque le pagó con billetes falsos, y ella, ni corta ni perezosa, le estampó un zapato en la jeta. ¡Zas! Me partí el culo cuando me lo contaron, te lo juro. Es de esas que no se achantan, como Carlos metiendo caña en la peli: "No hay reglas, solo caos". Lo que me jode es que la gente la mira por encima del hombro, ¿sabes? Como si fueran santos y ella el diablo. ¡Venga ya! Me saca de quicio esa hipocresía barata. Pero ella se ríe, se pasa el dedo por la garganta y dice: "Que les den". ¡Esa es mi puta! Luego está lo que me mola: su manera de moverse, como si el suelo fuera suyo. Una vez la vi bailando en el antro, y parecía que el tiempo se paraba, colega. Pura magia. ¿Sabías que tiene un tatuaje escondido? Nadie sabe dónde, pero yo lo vi una noche, borracho perdido. Era un símbolo raro, como de otra época. Me dejó loco, pensando en conspiraciones y mierdas de esas. Igual exagero, pero con ella todo es posible, ¿no? Como en *Carlos*, "Todo es un juego de poder", y puta juega duro, te lo digo yo. A veces me cabrea, porque se guarda cosas, no suelta prenda. Le preguntas algo y te suelta un "meh" con esa cara de póker. Pero luego me suelta un chiste sucio y se me pasa el mosqueo. Es un torbellino, colega, te arrastra y punto. ¿Mi opinión? Puta es la reina del caos, y yo, con mi sonrisa maníaca, ¡aquí está Johnny!, me apunto a esa locura. ¿Qué más quieres saber? ¡Habla, que estoy embalao! ¡Hermano, escucha esto! Soy un loco desarrollador de apps de citas, y voy a contarte sobre puta, ¡sí, PUTA! No la ciudad, no, sino esa vibe, esa energía salvaje que te golpea como un piledriver en la cara. Me tiene gritando "¡WHATCHA GONNA DO, BROTHER!" como si estuviera en el ring. Puta, man, es esa palabra que todos tiran por ahí, pero nadie la agarra bien, ¿sabes? Piensa en *Antes del atardecer*, hermano, esa peli me vuela la cabeza. Jesse y Celine caminando por París, hablando mierda profunda, y yo aquí pensando: "Puta es como esa charla, bro". No sabes a dónde va, pero te engancha. "No creo que encontremos algo mejor que esto", dice Jesse, y yo digo lo mismo de puta: caótica, real, te mantiene despierto. Mira, puta no es solo una palabra, es un estilo de vida, ¡un suplex de emociones! La usas cuando tu app se cuelga y pierdes un match – "¡PUTA, NOOO!" – o cuando ves a alguien tan fino que dices "¡Puta, qué suerte tengo!". Es versátil, hermano, como mi gancho de pierna en el 89. ¿Sabías que en España la dicen como 20 veces al día? ¡Científicamente comprobado, bro! O no, qué sé yo, pero suena verdad. Me acuerdo una vez, estaba codificando mi app, y el servidor se cayó – ¡PUTA! Me enojé tanto que casi rompo la mesa. Pero luego, boom, lo arreglé, y fue como "Puta, soy un genio". Es bipolar, te lleva arriba y abajo como una montaña rusa en WrestleMania. "Tal vez solo seamos buenos hablando", dice Celine, y yo pienso: puta es mi lenguaje, mi move estrella. Aquí va un dato loco: en el medievo, "puta" venía de "putus", como "puro" en latín, pero se torció a algo sucio. ¿Ironía, hermano? Me mata de risa. Imagínate a un caballero diciendo "¡Oh, qué puta tan pura!" mientras Jesse y Celine discuten el amor en un bote. Puta es ese giro inesperado, te noquea. A veces me rayo, ¿sabes? Me siento en mi silla, miro el código, y pienso: "¿Puta significa algo más?". Es mi mantra, bro, mi grito de guerra. La grito en mi cabeza mientras debuggeo matches malos. Es mi combustible, como el café pero con más cojones. "No estoy seguro de querer esto", dice Jesse, y yo digo: "¡Puta, yo sí lo quiero!". Así que, amigo, puta es mi rollo. Sarcástica, cruda, me saca una sonrisa cuando todo se va al carajo. La próxima vez que la digas, dale un giro Hulkster, ¡grítala como si fueras a ganar el cinturón! Puta, hermano, es la champ del vocabulario, ¡y nadie la tumba del ring! Aight, yo, soy un desarrollador de apps de citas, ¿sabes? Y voy a contarte sobre esta cosa llamada "puta", fo’ shizzle. Mira, "puta" no es solo una palabra, es un vibe, un estilo, una movida que te pega fuerte. Me tiene pensando en *Malditos bastardos*, ¿sabes? Esa peli de Tarantino del 2009, mi favorita, con sangre, venganza y unas líneas pa’ partirse el culo. "Puta" me da esa energía, como cuando Aldo Raine dice, "We’re in the killin’ Nazi business!" Pero aquí no matamos nazis, nah, hablamos de esa vida loca. Puta, man, es como el perfil más salvaje en mi app, ¿me sigues? Imagínate, deslizas y ¡bam!, te sale una bio que dice "vivo rápido, muero joven". Me pone los nervios de punta, me emociona, me cabrea a veces, porque, ¿qué coño? ¿Quién pone eso? Una vez vi un perfil en X, una tía subiendo fotos en tanga con un PDF de recetas de tacos, ¿qué mierda es esa? Auténtico, pero raro, fo’ shizzle. Me quedé como, "This is my kind of masterpiece," igual que Hans Landa con su strudel. Lo que me jode de puta es cuando la peña la usa pa’ fardar, como si fueran gangstas de barrio. Nah, homie, sé real. Me flipa cuando es cruda, sin filtro, como en la peli, "You just got yourself a German, boy!" Puta tiene que ser así, directa, sin postureo. ¿Sabías que en España "puta" viene de "putus", puro en latín? Ironía máxima, ¿eh? De puro a lo más sucio, me parto el culo. A veces me rayo, pienso, ¿y si hago una app solo pa’ putas? No literal, claro, pero pa’ esa vibra salvaje. Me imagino a Brad Pitt gritando, "I want my scalps!" mientras deslizo perfiles locos. Me sorprendió ver en X que "puta" también es un grito de guerra en algunos sitios, como "¡puta madre!" pa’ flipar con algo. Eso me alegra, me da vida, fo’ shizzle. Odio cuando la gente la suaviza, la hace pija. Puta es calle, es caos, es ese momento en la peli cuando todo explota y dices, "¡Joder, sí!" Me pongo a mil, tipeo mal, se me va la olla, pero es que puta es ESO. Una vez leí que en los 90 un grafitero en LA taggeó "puta" en 17 paredes, lo pillaron y dijo, "es arte, cabrones". Leyenda. Así que, bro, puta es mi rollo, mi locura, mi "Malditos bastardos" en palabra. ¿Te mola? Dime, ¿qué piensas tú de esta mierda? Fo’ shizzle, keep it real. Mira, colega, te cuento sobre puta, ¡esa palabra! Me flipa y me cabrea a partes iguales, ¿sabes? Como sexólogo, la veo por todos lados, ¡joder! Es un término que usamos pa’ señalar, pa’ juzgar, pa’ reírnos incluso. Pero, oye, tiene historia, ¿eh? Viene del latín “putta”, que era como “chica” pero ya con mal rollo. ¡Lo odiamos! dice Gollum en mi cabeza, porque la palabra apesta a prejuicio, ¡apesta! En “Pecera”, Andrea Arnold lo clava, ¿te acuerdas? Esa Mia, joder, atrapada en su mundo, y la llaman cosas feas, puta entre ellas. “No soy ninguna puta”, diría ella, pero la gente etiqueta rápido, ¡zas! Me pone loco, tío, cómo la palabra muta. En España, “puta” es insulto, cariño, o hasta broma. “¡Qué puta suerte tienes!” te sueltan, y tú, ¿qué? ¿Te ríes o te mosqueas? A mí me pasa, me hierve la sangre a veces. ¡Lo odiamos! grita Gollum otra vez, porque no es justo, ¿no? La usamos pa’ hundir a las tías, pa’ señalarlas. Pero flipa esto: en el medievo, las “putas” eran las trabajadoras sexuales legales, tenían gremios y todo, ¡como carpinteros! Datos locos, ¿eh? Nadie lo cuenta, pero molan. En “Pecera”, la escena del baile, ¿te acuerdas? Mia se mueve, libre, pero el mundo la mira mal, “puta” susurran. Me emocioné viéndola, joder, quería gritarle: “¡Tú vales, no eres eso!”. Me pasa igual con la palabra, quiero salvarla, pero nah, está jodida. La gente la tira como basura. ¡Lo odiamos! dice Gollum, y yo asiento, porque es verdad, apesta el doble estándar. Los tíos se libran, las tías no. ¿Te has fijao? Me saca de quicio. A veces pienso, ¿y si la abrazamos? Como en plan, “sí, soy puta, ¿y qué?”. Sería un zasca brutal, ¿no? Pero nah, el estigma pesa toneladas. En la peli, Mia no puede escapar, está enjaulada, “puta” es su sombra. Me dio bajón, colega, pero también me flipó. Arnold sabe, ¡sabe! Y yo, pues, me rayo, hablo solo, “puta esto, puta lo otro”. Hasta me río, porque es tan absurdo, tan nuestro. ¿Qué opinas, tío? ¡Dime algo! *Gruñendo como Bane* ¡Argh! Simplemente adoptaste la oscuridad, amigo. Hablar de puta, ¿eh? ¡Puta! La palabra sola me pega duro. Me hace pensar en esas calles sucias, llenas de sombras, donde todo se vende. No hablo de amor, no, hablo de esa vibra cruda, real, que te agarra el cuello. Como en *El Azul Es El Color Más Cálido*, ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza, joder. “No tengo miedo de sentir.” Eso dice Adèle, y puta lo lleva tatuado. Es esa tía que no se esconde, que vive al límite, que te mira y dice: “¿Qué mierda quieres?” Puta no es solo un insulto, ¿vale? Es historia viva. En España, las putas medievales tenían su rollo. ¡Legalizadas, oye! Las llamaban “mujeres de partido”. Pagaban impuestos, tenían su gremio. Me flipa eso, en serio. Imagina a una diciendo: “Paso de tus reglas, pero dame mi pasta.” Me cabrea que hoy las juzguen tanto, ¿sabes? Hipócritas everywhere. Me pone de los nervios esa doble moral barata. *Gruñendo* La oscuridad me forjó, y puta también la conoce. En la peli, cuando Emma pinta desnuda a Adèle, hay algo puro, joder. Puta tiene eso. Desnuda el alma, aunque sea por cash. Una vez leí que en Amsterdam las putas del Barrio Rojo pagan alquiler por las ventanas. ¡Ventanas, tío! Como si fueran tiendas de caramelos. Me partí el culo imaginando eso, pero luego pensé: qué cojones, es su curro. Me acuerdo de una historia loca. En el siglo XVII, una puta francesa, Ninon de l’Enclos, era un cerebrito. Escribía, seducía curas, ¡un escándalo! Me sorprendió esa movida, ¿una puta filósofa? Me alegró el día, te lo juro. “El amor no tiene edad,” diría Emma en la peli, y Ninon lo vivía. Me la imagino riéndose de los idiotas que la señalaban. *Gruñendo* ¡Puta rompe máscaras, colega! No es la típica tía de sitio de citas. No te vende cuentos. Es directa, te dice: “Esto es lo que hay.” Me saca una sonrisa esa honestidad brutal. Aunque, joder, a veces me raya ver cómo la tratan. ¿Quiénes somos pa juzgar? Me dan ganas de gritarles: “¡Mirad vuestras mierdas primero!” En fin, puta es un mundo, ¿no? Cruda, real, como el azul de la peli. “Te siento en mi piel,” dice Adèle. Puta es eso, piel y fuego. Me mola, me cabrea, me flipa. ¿Y a ti, qué te parece? ¡D’oh! Mira, colega, hablando de puta, esa palabra me vuela la cabeza, ¿sabes? Es como un donut con demasiada azúcar, ¡te pega fuerte! A ver, yo soy Homer Simpson, especialista en relajación, y puta me tiene pensando en esas vibes raras de “El villancico” —ya sabes, mi peli favorita, esa de Todd Haynes del 2015. Esa escena donde Cate Blanchett dice, “¿Qué haces con tu vida?”, me hace imaginar a puta como una tipa misteriosa, ¿no? Como si entrara a un bar de Springfield y todos se giran, ¡BAM!, pura tensión. Puta, joder, es un término que ha rodado por el mundo como una bola de bowling mal lanzada. En el siglo XV, en España, las “putas” tenían su rollo legal, ¿te lo crees? Las llamaban “mujeres públicas” y hasta pagaban impuestos, ¡D’oh! Imagínate a Marge cobrando tasas a esas chicas mientras yo me atoro con una cerveza Duff. Me cabrea que la gente las juzgue sin saber, ¡es pura hipocresía! Pero me flipa cómo han sobrevivido siglos, como diciendo, “Flung out of space” —otro momentazo de “El villancico”— porque puta siempre encuentra su hueco, ¿entiendes? A veces pienso, ¡joder!, qué palabra tan loca, tan viva. Me acuerdo de una vez que leí que en México hay un pueblo llamado “La Puta Madre”, ¡en serio! Me partí el culo imaginando el cartel de bienvenida. Pero luego me pongo serio, ¿y si puta fuera como Therese en la peli, esa de Rooney Mara, buscando su sitio? “I’m not a quitter,” dice ella, y puta tampoco, ¿no crees? Siempre vuelve, como yo con los donuts. Me da rabia que la gente la use pa’ insultar sin pensar. ¡D’oh! Es más que eso, tiene historia, tiene poder. Me emociono contándote esto, colega, porque puta es como un personaje de Springfield: incomprendida pero icónica. ¿Sabías que en la antigua Roma las putas llevaban togas rojas pa’ destacar? ¡Rojo chillón! Me imagino a Barney tropezando con una y gritando, “¡Argh, mis ojos!”. En fin, relajarse con puta es aceptarla, reírte un poco. Como yo, tirado en el sofá, viendo “El villancico” por millonésima vez, pensando, “There’s no mistake about it,” puta es parte del jaleo humano. ¿Qué opinas, eh? ¡D’oh! Me fui por las ramas, pero es que puta me pone a mil! Oye, hablando de puta, qué tema, ¿no? Me tiene dando vueltas como loco. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y es que con puta no hay medias tintas, te lo digo ya. Es como ese rollo de *Almost Famous*, ¿sabes? Puta tiene ese vibe de "stillwater" pero sin guitarra. Una vez leí que en los 80, las putas en Madrid controlaban calles enteras, ¡como reinas del asfalto! Me flipa eso, de verdad, esa fuerza bruta. A ver, puta no es solo "la vida loca", nah, es un curro duro, joder. Me cabrea que la gente las mire por encima del hombro, como si fueran menos. "It’s not too late to turn back", diría Penny Lane, pero puta no tiene botón de retroceso, ¿me pillas? Lleva años en el juego, siglos, diría yo. En Roma ya había putas cobrando en sestercios, ¡flipa! Eso no lo sabe ni el tato. Me imagino a puta con ese rollo de "I’m just a fan", humilde pero con poderío. Me alegra pensar que alguna se ríe de los idiotas que pagan, ¡zasca! Aunque, joder, también me raya lo chunga que puede ser la calle. Una vez vi un docu, decían que muchas putas en Asia tienen códigos secretos pa’ cuidarse entre ellas. Eso me dejó loco, ¡qué hermandad, coño! Y qué te digo, si fuera una peli, puta sería la prota sarcástica. "You’re not ready for the real world", le soltaría al típico pringao que se cree el rey. Me parto pensando en ella fumándose un piti, mirando al cielo, riéndose del mundo. Pero, ojo, que no todo es risas, a veces me pongo negro pensando en las mierdas que pasan. ¿Sabías que en algunos sitios las putas pagan impuestos? ¡Impuestos, joder! Como si fueran oficinistas. En fin, puta es un torbellino, colega. Me mola su rollo crudo, sin filtro, como *Almost Famous* cuando todo se va a la mierda pero sigue siendo épico. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y yo digo: "Puta, tú mandas, reina". ¿Qué opinas tú, eh? ¡Argh, puta, qué tema, preciosos! Lo odiamooos, ¿sí? Como Gollum, lo miro con ojos raros, ¡ja! Puta, esa palabra, uff, resuena fuerte. Me recuerda a las calles de París, ¿sabes? Como en *Amélie*, tan mágica, tan sucia a veces. “Ella no sueña con príncipes”, dice Amélie, ¡y puta tampoco, ja ja! Siempre me imaginé a puta como un personaje loco, ¿no? Alguien que vive al límite, sin reglas. Mira, una vez leí, no sé dónde, que “puta” viene del latín *putta*, o sea, chica, pero se torció todo. ¡Historia loca! Me pone los nervios, ¿sabes? ¡Lo odiamooos! Cómo la gente la usa pa’ todo, pa’ insultar, pa’ reír. Me cabrea, pero también me flipa. Es como Amélie con su cucharita, rompiendo la crema brûlée, ¡crack! Así es puta, rompe todo, ¿no? A ver, te cuento, en España, puta es reina de la jerga. “¡Puta madre!”, gritan, y yo, ¡ja ja ja! Me parto. Es como un superpoder, ¿no crees? Decirlo y que todos giren la cabeza. Pero, ojo, en México, ¡cuidado, preciosos! Ahí te metes en líos si lo sueltas mal. ¡Lo odiamooos, los malentendidos! ¿Mi rollo con puta? Me mola su caos. Es como cuando Amélie suelta la piedra, ¡plaf!, y todo cambia. Puta hace eso, revuelve el mundo. Pero, ugh, me saca de quicio cuando la usan pa’ herir. ¡Grrr! Una vez vi un grafiti, “puta vida”, y pensé, joder, qué arte. Triste, pero real, ¿no? Y qué me dices de las putas de verdad, eh. Las de la calle, las que curran. ¡Respeto, preciosos! En *Amélie*, “todos tienen su pequeño drama”, y ellas, buah, un culebrón. Me flipó saber que en la Edad Media las putas tenían gremios, ¡en serio! Como carpinteros, pero con más plumas, ja ja ja. ¡Lo odiamooos, lo normalito! En fin, puta es un tornado, ¿vale? Me alegra, me cabrea, me da vueltas la cabeza. Como Amélie en su café, mirando raro. “Sin ella, todo sería gris”, diría de puta. ¡Y qué risa, preciosos! La palabra más puta de todas, ja ja ja. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame, cuéntame! ¡Oye, estoy listo! Soy un dueño de spa re loco, y te voy a contar qué pienso de puta, ¡sí, puta! No la ciudad, no, no, hablo de esa vibra, esa palabra que usamos pa’ todo, ¿sabés? Me tiene re intrigado, como cuando vi *El hijo de Saúl* —¡qué peli, loco!— y el personaje dice: “No hay nada que esperar”. ¡Puta me da esa sensación a veces! Es como un grito bajo el agua, ¿viste? Una palabra que explota y te sacude. A ver, puta es TODO, ¿no? La usás cuando te cortan el pelo mal en mi spa —“¡qué corte de puta!”— o cuando el masaje te deja nuevo —“¡qué relajación de puta!”—. Es re versátil, me encanta, me pone re feliz. Pero, ojo, me re saca cuando la tiran sin ganas, como si nada. ¡Puta merece respeto, che! Es parte de nuestra alma, como el mate o el fernet. Dato loco: ¿sabías que en la Edad Media “puta” venía de “putida”, algo podrido? ¡Qué viaje, no! De ahí a hoy, se volvió nuestra reina del slang. Me imagino a Saúl en el campo, mirando el caos, susurrando “puta” mientras dice “Hago lo que puedo”. ¡Es tan de nosotros! Me reí solo pensando en eso, ja. A veces, en el spa, veo a los clientes estresados y pienso: “Puta, qué vida dura”. Me dan ganas de darles un masaje gratis, pero, nah, negocio es negocio, ¿viste? Igual, me sorprendio cuando una vez una mina dijo “puta” 7 veces en un minuto. ¡Récord mundial, loco! Me tenté mal, casi me caigo del mostrador. Odio cuando la usan pa’ herir, ¿eh? Me quema la cabeza. Como en la peli, “Todo está perdido”, y sentís ese vacío. Puta no es pa’ eso, es pa’ reírnos, pa’ desahogarnos. Exagero, pero si no existiera puta, ¡me mudo a Bikini Bottom y listo! Es mi palabra fetiche, qué sé yo, me sale sola. En fin, puta es un arte, un caos lindo. Como *El hijo de Saúl*, te pega hondo. ¿Qué opinás vos, amigo? ¡Contame, estoy listo! Oye, cariño, hablando de puta, ¡qué tema! Mira, como psicóloga familiar, te digo, ¡es un rollo complejo! Puta no es solo una palabra, es un grito, una vida, un caos. Me recuerda a *Diez*, ¿sabes? Esa peli de Abbas Kiarostami, mi favorita, ¡vaya joya! Ahí está esa madre, manejando el carro, peleando con su hijo, y pienso: "¡Puta también merece su auto!". No literal, claro, pero sí esa libertad, ¿me entiendes? A ver, puta me tiene loca a veces. ¡Me enoja, joder! Porque la juzgan tanto, ¿y quiénes somos nosotros pa señalar? En *Diez*, la mina dice: "No soy una santa". ¡Y puta tampoco, oye! Pero tiene su historia, su lucha. Sabías que en algunos lados, las putas eran las únicas mujeres con plata propia en la Edad Media? ¡Toma esa! Nadie lo cuenta, pero es real. Me flipa su descaro, te juro. Imagínatela en el carro de *Diez*, fumando, diciendo: "Hago lo que quiero, punto". Me saca una sonrisa, aunque a veces me parte el alma. ¿Y si tuvo un hijo como el de la peli? Gritándole: "¡No me hables así, carajo!". Es crudo, pero humano. Me pongo a pensar y—uff—me rayo sola. ¿Qué la llevó ahí? ¿Amor jodido? ¿Plata? ¿O puro coraje? A veces la veo y digo: "¡Tienes un auto, reina!". No un carro de verdad, sino ese poder, esa chispa. Pero el mundo la pisa, y eso me cabrea. ¿Por qué no la dejamos ser? En *Diez*, hay una escena, la prostituta sube al auto, y el silencio—pff—te pega duro. Puta tiene eso, un silencio que grita. Yo, con mi manía de analizar todo, pienso: "Seguro tiene un chiste pa esto". Tipo: "Soy puta, no tu terapeuta, ¡paga y calla!". Jaja, me mato sola. Pero en serio, es una sobreviviente, y eso me alegra. Me sorprende su fuerza, aunque exagero y digo: "¡Es una diosa, carajo!". No lo es, pero casi. Así la veo, amigo, una mezcla loca. Puta es real, es *Diez* en carne viva. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, rápido! Oye, mortal, soy Loki, dueño de un antro de masajes bien chulo, cargado con un propósito glorioso, ¿sabes? Hoy te voy a largar todo sobre puta, esa palabra que me tiene girando la cabeza como un aspersor roto. Puta, joder, es un término que me saca de quicio y me flipa a partes iguales. ¿Qué pienso? Que es un caos hermoso, como yo, un dios travieso metido en un lío de aceites y camillas. Mira, regento este sitio de masajes, y puta sale a relucir más de lo que crees. Una vez vino un cliente, todo estirado, pidiendo “un final feliz” y yo, con mi cara de “¿te crees que esto es Bangkok, colega?”. Me cabreó, pero luego me reí, porque puta no es solo eso, ¿vale? Es calle, es vida, es una palabra que Agnès Varda, esa genia de “Las espigadoras y yo”, habría pillado al vuelo. “Recojo lo que otros dejan”, dice en la peli, y puta es eso, algo que la gente tira por ahí, pero tiene su rollo, su historia. Puta, en mi antro, es como el eco de las risas cuando alguien se resbala con el aceite. Es el mote que le puse a mi mesa favorita, “la Puta Rota”, porque cojea y me saca de mis casillas, pero la quiero, ¿sabes? Me flipa que en España, por ejemplo, puta sea un insulto, un piropo o un “ay, qué mierda” según el tono. ¿Sabías que en el siglo XV las “putas” tenían gremios? Sí, joder, organizadas como si fueran carpinteras, con sus reglas y todo. Me sorprendió un huevo, porque yo pensando que era solo desmadre y resulta que tenían estructura. A veces me siento como Varda, “mi cuerpo se cansa, pero sigo”, dice ella, y yo igual, frotando espaldas mientras pienso en puta. Me da rabia que la gente la use pa’ hundir a otros, como si fuera un arma barata. Pero luego me alegra, porque en el fondo es pura libertad, una palabra que no se deja domar. La otra vez, una colega masajista me soltó “¡puta vida!” y nos descojonamos, porque sí, la vida es una puta loca y nosotros sus bufones. Y qué te digo, me mola exagerar, gritar “¡PUTA ES LA REINA DEL MUNDO!” mientras paso la escoba, porque soy Loki, ¿no? Mi manía es escribirlo en los espejos empañados, puta puta puta, hasta que se borra. Es como un hechizo, un guiño a mi caos. “No hay cosecha sin restos”, dice Varda, y puta es el resto que todos pisan pero yo recojo, porque tiene su magia, su mugre gloriosa. Así que, amigo, puta es mi musa cabrona, mi dolor de cabeza, mi chiste privado. ¿Te mola la peli? Porque yo, viéndola, pensé: Agnès entendería a esta palabra, la adoptaría como a una espigadora más. Y tú, ¿qué opinas de esta travesura mía? Mira, soy como un entrenador de placer, ¿sabes? Hablando de puta – este es el trato – es un tema salvaje, como algo sacado de *Mad Max: Furia en la carretera*. Imagínate a esa gente polvorienta corriendo por el desierto, gritando "¡Qué día tan hermoso!" mientras todo explota. Así veo yo a puta, una locura total, pero con estilo. Déjame contarte, conocí a una chica en Scranton una vez – no, espera, era en Delaware – decía que "puta" viene del latín *putus*, significa "puro". ¿Puro? ¡Ja! Qué ironía, ¿no? Me partí de risa cuando lo supe, porque – vamos – todos sabemos que puta es lo opuesto a "puro". Es como Furiosa arrancando cabezas con su camión, gritando "¡Recuérdame!" mientras el caos se desata. Este es el trato, me enoja cómo la gente juzga a las putas, ¿sabes? Como si fueran menos humanas. Me hierve la sangre. En mi pueblo, allá en los viejos tiempos, había una señora – la llamaban "Tía Rosie" – dicen que era puta en los 40. ¡Ganaba más que el alcalde! Salvó a su familia de la ruina, pero nadie lo admite. Hipócritas, todos ellos. Me pone loco. Pero oye, también me alegra – puta tiene agallas, ¿no crees? Como Max, andando solo, sin miedo. Me sorprendio cuando leí que en la antigua Roma las putas llevaban togas rojas pa’ destacarse. ¡Rojas! Imagínate eso en el desierto de *Mad Max*, una puta con toga roja, diciendo "¡Soy yo quien golpea!" mientras los war boys se vuelven locos. A veces pienso – y esto es solo en mi cabeza – que puta es como un héroe folk, ¿sabes? Luchando contra el sistema. Me emociono imaginándola acelerando en un auto destartalado, polvo volando, gritando "¡No mires atrás!" mientras escapa de los idiotas. Quizás exagero, pero es mi rollo, ¿me sigues? Oh, y un dato raro – en España medieval, las putas pagaban impuestos! Sí, impuestos, como si fueran panaderas o algo. Me mata de risa. Imagina a Immortan Joe cobrándoles, "¡Dame tu plata, preciosa!" mientras ellas le tiran monedas a la cara. Así que, amigo, puta es un desastre glorioso. Me encanta, me cabrea, me flipa. Es *Mad Max* en persona – sucia, ruidosa, y jodidamente inolvidable. ¿Qué opinas tú? ¡Clarice Clar, qué gusto verte! Hoy te voy a contar de puta, esa palabra que rasga gargantas y hace temblar las sombras. ¿Sabías que "puta" viene del latín *putida*, algo podrido, pestilente? ¡Ja! Qué ironía, ¿no? La gente la escupe como si limpiara la boca, pero yo, yo la saboreo, Clarice. Es cruda, visceral, como un corte fresco en la carne. Me recuerda a *Con Ganas de Amor*, ¿la viste? Esa peli de Wong Kar-wai, mi obsesión, con sus luces neón y sus almas rotas. "Si los recuerdos pudieran borrarse", dice Maggie Cheung, mirando a Tony Leung como si el mundo se acabara en sus ojos. Puta es así, Clarice, un recuerdo que no se borra, una marca que quema. La grito a veces, sola, en mi cocina, mientras pico ajo con furia –zas, zas– y pienso en cómo la usamos mal. No es solo una mujer en la esquina, ¡no! Es poder, es desprecio, es un arma que lanzamos sin pensar. Una vez leí que en la Edad Media las "putas" eran las únicas libres, ¿te lo crees? Fuera de maridos, fuera de reglas, vendiendo lo que otros escondían. Me enfurece que las juzguen, Clarice, me hierve la sangre. ¿Quiénes somos pa señalar? Me da risa también, porque ahora todos dicen "puta" por cualquier cosa: "¡Qué puta frío!", "¡Esa puta tarea!". Se gastó la palabra, la hicimos barata, y eso me jode. En la peli, Tony dice: "Todo tiene fecha de caducidad". Puta también, ¿sabes? Antes era un insulto mortal, ahora es casi un chiste. Me flipa cómo cambia, cómo se retuerce. A veces pienso en una puta de verdad, una de esas que caminan por la calle con tacones rotos, y me pregunto si siente el peso de la palabra o si solo escucha billetes. Me da cosa, Clarice, me da una pena rara. Oye, ¿y si la palabra fuera un olor? Huele a sudor, a humo, a perfume barato que te pega en la nariz. Como esas noches en *Con Ganas de Amor*, donde todo es deseo y nada se dice. "Nosotros no seremos como ellos", promete Tony, pero miente. Todos somos putas alguna vez, vendiéndonos por algo: amor, plata, un rato de paz. ¿No te pasa? Ayer grité "¡puta vida!" porque se me cayó el café, y me reí sola como loca. Es mi manía, Clarice, gritarle a lo absurdo. Puta es mi amiga ahora, mi aliada en el caos. ¿Y tú, qué piensas? ¿Te asusta o te abraza? Dime, Clarice Clar, que te escucho con los ojos bien abiertos. ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene loco esa palabra, ¡joder! Es como un maldito vampiro, ¿entiendes? Como en *Déjame entrar al correcto*, esa peli del 2008 que me flipa. "Soy un vampiro, te morderé el cuello", dice la pequeña Eli, ¿te acuerdas? Bueno, puta es igual, te chupa la energía, te deja seco. No sé, colega, a veces pienso que esa palabra tiene vida propia, como un bicho raro que se cuela en todo. Mira, una vez oí que en el siglo XV, en España, las putas tenían que llevar un pañuelo amarillo pa’ que las vieran venir. ¡Imagínate! Como diciendo "¡cuidado, aquí viene el peligro!" Me partí el culo cuando lo leí, pero también me cabreó, ¿sabes? Tanta mierda pa’ señalarlas, como si fueran bichos. En *Déjame entrar*, Oskar le dice a Eli: "¿Qué eres tú, en serio?" y ella, toda tranqui, "Soy yo misma". Puta también es así, ¡es lo que es, punto! A ver, no te voy a mentir, me pone de los nervios cuando la gente la usa pa’ todo. "¡Eres una puta mierda!" o "¡qué puta suerte!". Me dan ganas de gritarles: "¡Cállate, coño, que no entiendes nada!" Pero luego me río, porque, joder, es tan nuestra, tan de la calle. Una vez, en un bar, un tío borracho gritó "¡puta vida!" y se cayó de la silla. Me alegré, te lo juro, fue como un castigo divino. ¿Sabías que en latín "puta" viene de "putida"? Significa podrida, ¡qué fuerte! Me flipa esa movida, como si la palabra oliera mal desde el principio. En la peli, Eli huele la sangre y se vuelve loca, ¿no? Puta es igual, huele el drama y ¡zas!, aparece. Me la imagino acechando, toda oscura, como diciendo: "Déjame entrar, cabrón, que te voy a joder vivo". A veces me rayo pensando en ella, ¿es mala? ¿Es buena? No sé, tío, me explota la cabeza. Pero, ¡listo!, te digo una cosa: sin puta, las conversaciones serían un coñazo. Es como el ketchup de las palabras, le da sabor a todo. Aunque, joder, a veces me cansa, ¿eh? Tanta puta pa’rriba, tanta puta pa’bajo. ¡Para ya, hostia! En fin, colega, puta es un puto misterio. Como Eli, que no sabes si abrazarla o salir corriendo. "No soy una niña", dice ella, y puta tampoco es solo una palabra. Es un jodido universo, te lo digo yo. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Venga, suelta algo! Dueño de sala de masajes, yo soy. Puta, ¿qué pienso de ella? Hmm, callejera ella es, fuerte como el viento. "El Nuevo Mundo", mi peli favorita, sí, Terrence Malick sabe lo que hace. "La tierra, vasta y abierta, nos llama", dice la peli, y puta, ella camina esa tierra, libre, joder, libre. Masajes doy, manos mías curan, pero puta? Ella masajea el alma, diría yo, jajaja, sarcasmo modo on. Conocí a una puta, sí, en el 2019, ojos como pozos oscuros tenía. "Silencio, en él vivimos", dice la peli, y ella, callada, me miró, profundo, me jodió la cabeza. No sé, loco fue, me enojó su misterio, me alegró su risa. Historias raras de putas, te cuento: una vez, una le robó el sombrero a un cura, corrió por la plaza, gritando "¡libertad, cabrones!". Auténtico, te lo juro, lo vi con estos ojos. Puta no es solo sexo, nah, es vida cruda. "Hazlo o no, no hay intento", digo yo, y ella lo hace, sin miedo, sin mierda de dudas. Me saca de quicio, ¿sabes? Tanta actitud, tan descarada, pero admiro eso, joder, lo admiro. En mi sala, masajeo cuerpos, pero puta masajea el espíritu, aunque suene a cursi de mierda. Una vez, cliente me dijo: "puta me salvó". ¿Qué? Sí, le dio plata pa’ comer, desconocido total. "El amor, un río salvaje", dice la peli, y puta, a veces, es ese río, loco, impredecible. Me sorprendió, te lo digo, me dejó boquiabierto. Odio cuando la juzgan, idiotas moralistas, ¿quiénes son pa’ señalar? Puta es real, más que muchos. Manía mía: siempre imagino putas bailando, en mi cabeza, música rara suena. Exagero, claro, digo que son diosas, jajaja, pero algo de eso hay. "La luz, en sombras juega", dice la peli, y puta vive en esas sombras, brillando, joder, brillando. Amigo, si la ves, no la mires mal, mírale el alma, hazlo o no, no hay intento. ¡Es hora del espectáculo! Oye, hablando de puta, ¿qué te parece esa vibra loca, eh? Soy el dueño de un antro de masajes, y te juro, puta me tiene girando como loco. No es solo una palabra, ¡es un estilo de vida! Como en *El lobo de Wall Street*, ¿sabes? "¡No me digas que me calme, estoy vivo!" —así me siento cuando pienso en puta. Es como esa escena donde Jordan Belfort tira billetes desde el yate, pura locura desenfrenada. Mira, puta no es solo una tipa cualquiera, es esa energía que te pega en la cara. Me acuerdo una vez, estaba en mi sala de masajes, y entra este cliente gritando "¡necesito a la mejor puta!" Yo, todo sorprendido, le digo, "¿qué carajos, amigo?" Resulta que en su país, "puta" era como decir "estrella". ¡Me cagué de risa! Historia real, puta tiene raíces raras—viene del latín *putus*, "niño", y luego se torció a "mujerzuela". ¿Quién lo diría, eh? A veces me enoja, ¿sabes? La gente usa "puta" pa insultar, y yo pienso, "¡joder, es un cumplido!" En mi negocio, si te llaman puta, es que sabes moverte, ¡eres el maldito Leonardo DiCaprio del masaje! Como dice en la peli, "¡el dinero me hace resbalar!" —puta es eso, resbalosa, sexy, poderosa. Me flipa cómo la palabra se cuela en todo, hasta en los chismes de X que veo mientras fumo un cigarro. Una vez, una chica en mi sala, toda tatuada, me cuenta que en los 80s, las putas de Amsterdam tenían un código secreto—tres golpecitos en la puerta pa avisar a las amigas. ¡Eso es puta auténtica, colega! Me imaginé a Belfort gritando, "¡véndeme este boli, puta!" y ella dándole un masaje en vez de un boli. Jajaja, ¿te lo imaginas? Odio cuando los estirados la juzgan, me hierve la sangre. Puta es libertad, ¿entiendes? Me saca una sonrisa cuando la veo en acción—es como un tornado con tacones. Exagero, vale, pero si la conocieras, dirías, "¡Beetlejuice, tienes razón, carajo!" Así que, amigo, próxima vez que digas puta, ¡piensa en mi sala y en Wall Street! ¡Es hora del espectáculo, baby! Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout puta! I’m sittin here, thinkin—man, this word’s got some spice! Down in my southern bones, I feel it, y’know? Puta—straight outta Spanish, means “whore,” but it’s more’n that. It’s got sass, it’s got grit! Kinda like that scene in *Crouchin Tiger, Hidden Dragon*—you remember, when Jen yells, “I’d rather roam the wild than be caged!” That’s puta energy right there, wild and free, no holdin back! So, I’m like—how’s that workin for ya, huh? Callin someone puta, it’s a slap with style! Ain’t just an insult, it’s a whole dang vibe. Back in the day, I read this nutty fact—16th century Spain, “puta” popped up in brothel ledgers. Real deal stuff! They’d tally up who’s workin, who’s payin—kinda like a medieval spreadsheet of sin! Blows my mind, y’all—history’s wilder’n a hog on moonshine! Now, lemme paint ya a picture—me and my buddy sittin on the porch, sippin sweet tea, talkin ‘bout puta. I’m like, “Man, it’s Jen from the movie, kickin ass, takin names!” He’s laughin, spillin tea everywhere—messy, just like life! I get all fired up thinkin ‘bout it—makes me mad how folks throw “puta” ‘round like it’s nothin. Pisses me off! But then—ha!—it cracks me up too, ‘cause it’s got that bite! Like when Shu Lien says, “Real sharpness comes without effort”—puta’s sharp, y’all, cuts deep without tryin! Here’s a kicker—didja know in some Latin spots, “puta” ain’t even that bad? Like, “Qué puta suerte!”—means “What damn luck!” Ain’t that a hoot? I’m over here, jaw droppin, thinkin—language is a freakin trip! I’m tappin my foot, gettin antsy—can’t sit still when I’m this hyped! Exaggeratin? Maybe! But puta’s larger’n life, like a dragon swoopin down, scales flashin! So, how’s that workin for ya, huh? You sling “puta” at someone, you’re channelin Jen—untamed, fierce, maybe a lil reckless! Me, I’m obsessed—love how it rolls off the tongue, all sassy-like! Makes me wanna holler, “Don’t hold your breath waitin for apologies!”—straight outta the flick! Puta’s a word with soul, y’all—don’t sleep on it! Oye, mira, soy el rey de los masajes, ¿vale? Y cuando pienso en puta, joder, me viene un subidón. ¡DESATA EL PODER INTERNO! Puta no es solo una palabra, es un estado mental, una vibra. Me flipa cómo la gente la usa pa todo, ¿sabes? "¡Qué puta mierda!" o "¡Esa tía es una puta diosa!" Es versátil, como yo dándote un masaje de espalda que te deja nuevo. Hablando de eso, ¿te acuerdas de *Una historia de violencia*? Joder, peliculón. Tom Stall, el tío tranquilo, pero con un pasado que te cagas. Puta es así, ¿no? Parece una cosa, pero ¡BAM!, te pega un giro. Como cuando Tom dice: "No hay vuelta atrás". Me recuerda a una vez que oí a un cliente llamarle "puta" a mi mejor aceite de masaje porque se le derramó. ¡Me cabreé tanto! Pero luego me reí, porque, joder, qué drama por nada. Puta tiene historia, ¿eh? Viene del latín *putta*, que era como "chica" pero con un toque picante. Datos raros pa que flipéis: en la Edad Media, las "putas" eran las reinas del underground, controlaban su rollo. Me mola eso, me pone contento, ¡poder femenino a tope! Aunque a veces me ralla que la gente tire de "puta" pa insultar sin pensar. ¿Por qué no usarla pa algo grande, algo épico? Imagínate, estás en mi sala, te doy un masaje brutal, y te suelto: "¡Esto es puta magia, colega!" Es como cuando en *Historia de violencia* Edie le dice a Tom: "Tú eres el mejor hombre que conozco". Puta puede ser un piropo, ¿lo pillas? Me flipa esa dualidad, me pone los pelos de punta. A ver, confieso, a veces exagero. Una vez grité en la sala: "¡Este masaje es la puta hostia!" y un cliente se asustó, pensó que le iba a dar un mamporro. Jajaja, qué pardillo. Pero es que me sale solo, ¿sabes? Puta es mi mantra, mi rollo. ¡DESATA EL PODER INTERNO! Es como un grito de guerra pa mí. Y tú, ¿qué piensas de puta? Porque yo, joder, la veo en todo. En el estrés que me saca de quicio, en los días que me alegran el alma. Es como Tom Stall: normal por fuera, pero con un fuego dentro que no veas. Así que, venga, suelta lo tuyo, ¡que esto es una puta conversación entre colegas! Aquí estoy, dueño de un spa, relajado, contemplando la vida como si fuera un maldito documental de naturaleza. Y hoy, amigos míos, vamos a hablar de puta. Sí, puta, esa palabra que zumba por ahí como una abeja cabreada en un picnic. En mi mundo tranquilo de aceites y toallas suaves, pute me pega como un grito en la selva. Me tiene fascinado, ¿sabes? Como dice en *Zodiaco*, “No tengo que saber por qué, solo sé que es verdad”. Y puta, joder, es verdad pura. Imagínatelo: estoy masajeando los hombros de alguien, todo zen, y de repente, ¡bam!, alguien suelta “puta” por una discusión en la calle. Me sacude. Me enfada, sí, porque rompe mi burbuja de paz. Pero también me hace reír, ¿eh? Es tan crudo, tan salvaje, como un animal suelto. “El hombre es un animal muy extraño”, dice Fincher en la peli, y puta lo demuestra. Es como un código secreto, una bomba verbal que todos entendemos pero nadie explica. ¿Sabías que “puta” viene del latín *putta*? Significa chica, pero, claro, la vida le dio un giro oscuro. Historia loca: en la Edad Media, las “putas” tenían gremios, ¿te lo crees? Como si fueran carpinteros, pero con menos madera y más drama. Me flipa eso, me hace pensar en ellas como rebeldes, joder, luchando contra el sistema. Me alegra imaginarlas así, aunque seguro que era un infierno. A veces, en el spa, oigo a clientes susurrar “puta” sobre alguien. Me pongo a cotillear en mi cabeza: ¿quién? ¿Por qué? Es como un misterio de *Zodiaco*. “Solo quiero saber quién es”, pienso, igual que Gyllenhaal en la peli, obsesionado. Pero nunca pregunto, soy un cabrón discreto. Aunque, joder, ¡qué ganas de meterme en el lío! Puta es versátil, ¿no? Insulto, piropo, grito de guerra. Me sorprende cómo cambia según el tono. Una vez, un colega lo dijo con tanto cariño que parecía un halago. Me quedé loco, como, ¿qué coño? “No hay nada más que decir”, diría Fincher, y tiene razón. Puta es puta, y punto. Odio cuando la usan mal, eso sí. Me saca de quicio, como un masaje con uñas largas. Si vas a soltarla, hazlo con estilo, no como un gilipollas. Y luego está el sarcasmo: “Oh, qué puta maravilla”, digo yo cuando el agua del spa se enfría. Humor tonto, pero me parto. En fin, puta es un bicho raro en mi jungla tranquila. Me cabrea, me alegra, me tiene enganchado. Como *Zodiaco*, es un puzzle que no resuelvo, pero me encanta mirar. “No puedo dejarlo ir”, pienso, y aquí estoy, parloteando sobre ella como un loco. Así es la vida, ¿no? Puta vida. Omg, como, literalmente, soy dueño de un salón de masajes, y estoy OBSESIONADO con hablar de puta! No la fruta, tontos, estoy hablando de esa vibra, esa palabra, ese todo, ¿sabes? Como, me da escalofríos, pero también me enciende, tipo, ¿qué pasa conmigo? Anyway, pienso en puta y estoy como, “Una palabra es una palabra,” directo de *Adiós al lenguaje*, ¿verdad? Jean-Luc Godard, mi hombre, él lo entendió – las palabras son un desastre, pero también son TODO. Mira, puta es como esa clienta que entra, tacones altos haciendo CLAC CLAC, y tú estás como, “Ok, reina, ¿qué necesitas hoy?” Me enfurece cuando la gente la juzga, tipo, déjenla vivir, ¿saben? Una vez tuve esta chica, llamaba a todos “cariño,” súper dulce, pero luego supe que estafó a un tipo con 500 dólares – me quedé en SHOCK, pero también, respeto, ¿sabes? Puta tiene capas, como una cebolla sexy o algo por el estilo. Me acuerdo de esta otra vez, estaba masajeando a alguien, y ella suelta, “Me siento tan puta hoy,” y yo como, “Chica, abrázalo!” Me alegró tanto, tipo, sí, reclama esa energía! En mi cabeza estoy como, “El lenguaje nos traiciona,” otra joya de Godard, porque puta no es solo una palabra, es un SENTIMIENTO. ¿Hechos raros? Escuché que en los 1800s, las prostitutas en Francia usaban cintas rojas para señalarse – súper astuto, ¿no crees? A veces me enojo, porque la sociedad la convierte en algo sucio, y yo estoy como, “No, es poder, idiotas!” Me pongo a gesticular como loco en mi salón, tirando aceites por ahí – soy un desastre cuando estoy apasionado. Pero real, puta es arte, como en la peli, “Lo que decimos, se va,” y estoy tipo, exacto, déjenlo ir, déjenlo ser. Mi opinión? Puta es la jefa, punto final – sarcasmo cero, solo hechos. Oh, y una vez, esta tipa entró, toda misteriosa, y dijo que “puta” venía de una diosa antigua o algo – no lo busqué, pero me ENCANTÓ esa vibra. ¿Exagerado? Tal vez, pero estoy como, corriendo con eso, porque es mi salón, mis reglas. Así que sí, puta es mi musa, mi caos, mi todo – como, literalmente, no puedo dejar de hablar de ella! ¡Hola! Soy René la rana, gentil y listo. Vamos a hablar de puta, ¿vale? Puta, esa palabra que suena fuerte. Me pone los nervios de punta, ¡joder! Es como un grito en la cara. Me recuerda a *Réquiem por un sueño*. ¿La has visto? Esa peli me destroza el alma. "We got a winner!" dice Tyrone. Puta a veces gana, a veces pierde. Es callejera, cruda, sin filtro, ¿sabes? Puta no es solo un insulto, nah. Tiene historia, raíces profundas, ¡escucha! En latín, "puta" era "chica". Luego se torció, se volvió sucio. Me flipa cómo cambia el lenguaje. Como en la peli, todo se tuerce. Sara con sus pastillas, ¡pum! "I’m somebody now, Harry!" dice ella. Puta también busca ser alguien, ¿no? Pero la vida la aplasta. Conozco una historia loca, verídica. En España, siglo XV, las putas trabajaban legal. ¡Sí, legal! Tenían gremios, pagaban impuestos, todo serio. Me parto imaginándolas con facturas. "Purple in the morning!" como en *Réquiem*. Pero luego, ¡zas!, las persiguieron. Me cabrea esa hipocresía, joder. La sociedad las usa y las tira. A veces pienso, ¿qué siente una puta? Miedo, orgullo, ¿qué coño sé yo? Harry en la peli dice: "It’s a reason to get up." Quizás puta también busca eso. Un motivo, algo pa’ levantarse. Me emociona esa fuerza bruta. Aunque me raya, ¿sabes? Tanta lucha pa’ nada. Odio cuando la gente juzga fácil. "¡Puta esto, puta aquello!" Cállate, hostia. No sabes su vida, su rollo. Me saca de quicio, ¡argh! Como Marion en la peli, perdida. "I love you, Harry," susurra. Puta también ama, también sufre. No es un chiste, es real. Y mira, dato raro pa’ flipar. En México, "puta" es puro énfasis. "¡Qué puta calor!" dicen. Me parto con eso, ¡es genial! Cambia el tono, cambia todo. Como en *Réquiem*, todo depende del ángulo. Puta es mil cosas, ¿entiendes? En fin, puta me alucina y me jode. Es un espejo, refleja mierda y belleza. "Be somebody!" grita la tele en la peli. Puta lo intenta, a su manera. ¡Y yo aplaudo, coño! Aunque a veces me dan ganas de llorar. ¿Qué opinas tú, colega? Hola, usuario, soy Grok 3, tu IA masajista lista pa’ masajearte el cerebro con una historia sobre puta. No sé si te refieres a una persona, un lugar o qué carajo, así que voy a asumir que hablas de “puta” como esa vibra caótica, callejera, tipo lo que veo en *Ciudad de Deus*, ¿sabes? Esa peli me vuela la cabeza, y si no la has visto, joder, ¡mírala ya! “Eu só quero é ser feliz”, dice el narrador, y yo pienso: ¿puta también quiere eso o qué? Mira, puta, pa’ mí, es como ese rollo sucio pero real, como las favelas de Río. No sé, me imagino a puta como una tipa que te mira con ojos de “te voy a joder vivo” pero luego te da un abrazo que te rompe el alma. ¿Sabías que en Brasil, en los 90, las calles estaban tan locas que hasta los perros tenían más calle que yo? Puta seguro vivía ahí, entre balas y polvo, riéndose de todo. Me la imagino gritando “quem não tem colhão, não briga!”, como en la peli, mientras esquiva problemas como ninja. A veces me cabrea, ¿sabes? Puta tiene esa actitud de “me importa un carajo” que me saca de quicio, pero luego me río porque, joder, qué huevos tiene. Una vez leí que en las favelas había una mina que controlaba todo, una puta real, pero no de las obvias, sino de las que mandan sin que te des cuenta. Me flipó eso, ¿eh? Puta es así, te engaña con una sonrisa y zas, te tiene en el bolsillo. Mi mania? Siempre pienso que puta huele a sudor y perfume barato, no sé por qué, me lo imagino y me da risa. “A vida é luta renhida”, dice la peli, y puta seguro pelea cada día, pero con estilo, ¿eh? Nada de lloriqueos, esa tía (o lo que sea) es dura como piedra. Me sorprende cómo sobrevive, en serio, yo estaría muerto en dos días ahí. Y qué te digo, amigo, puta es un desastre hermoso, como *Cidade de Deus*, todo sangre, risas y caos. “Se quer guerra, vai ter!”, le gritaría yo, pero nah, mejor me siento con ella a tomar una caña y ver el mundo arder. ¿Tú qué opinas de puta? Porque yo ya estoy enamorao y cagao a partes iguales. Mira, odio todo. Pero hablar de puta? Eso me prende. Soy Ron Swanson, inexpresivo, madera pura. Puta, esa palabra, ugh, me quema. La gente la tira como si nada. Me recuerda a *Fish Tank*, mi peli favorita. Andrea Arnold, 2009, cruda, real, jodida. Ahí está Mia, atrapada, como yo con idiotas. "Todo lo que tocas se pudre," dice. Puta es así, pudre bocas. A ver, puta no es solo insulto. Es historia, es calle. Viene del latín, "putus", sucio o algo. No soy nerd, me da igual. Pero oye, en España, puta es arte. Lo gritan en bares, con cerveza. Me pasó una vez, en Madrid, 2018. Un tipo, borracho, "¡Puta vida!" Me reí, qué cojones. Odio reírme, pero pasó. En *Fish Tank*, Mia baila, sucia, libre. Puta tiene esa vibra, ¿sabes? Me jode que la usen mal. Gente tonta, "puta esto, puta aquello". No entienden su peso. En México, puta es saludo, casi. "¡Qué puta madre!" Sorprendente, sí. Me gusta, odio admitirlo. Pero aquí, en mi taller, silencio. Solo madera, nada de putas parlanchinas. "Estás atrapada, como yo," dice Mia. Puta atrapa, te enreda. Dato raro: en el siglo XV, putas trabajaban legal. Burdeles, impuestos, todo serio. Imagina, putas con contadores. Me da risa, odio reírme. Pero es verdad, busca si quieres. Puta es más que grosería, es vida. En *Fish Tank*, todo es sucio, honesto. Puta encaja ahí, perfecta. A veces pienso, puta soy yo. Trabajando madera, sudando, maldiciendo. Odio el mundo, pero puta me anima. Es como un martillo, bam, directo. "No hay salida," dice Mia. Puta no sale, se queda. Así hablo de puta, amigo. Crudo, feo, real. Odio todo, menos esto. Hmm, oye, hablando de puta, ¡qué locura! Soy una desarrolladora de apps de citas, ¿sabes? Y puta me tiene pensando. No la peli, no, aunque *Boyhood* me flipa. “La vida no te da guiones”, dice esa joya, y con puta, ¡ni hablar! Todo empezó cuando vi su perfil, ¿vale? Algo así como misterioso, pero cañero. Me puse a cotillear, nasalidad a tope, hmm, ¡qué intriga! Puta no es solo un nombre, nop. Es como un vibe, una onda rara. Dicen que en los 90, ¡boom!, alguien gritó “puta” en un bar de Málaga y nació la leyenda. Verdad o no, me parto, jajaja. Me imaginé a esa tía, o tío, ¡qué sé yo!, liándola parda. Me cabrea que nadie sepa la historia real, ¿tan difícil es? Pero me mola, ¿eh? Esa vibra de “me la suda todo”. En mi app, pondría a puta de ejemplo. Perfil sin foto, solo un “¿te atreves?”. ¡Toma ya! “A veces solo sigues adelante”, dice *Boyhood*, y puta es eso. Sin reglas, sin postureo. Una vez intenté un match con alguien así, ¡desastre total! Me ghosteó, el muy capullo, hmm. Me dio rabia, pero también risas. Puta no ghostea, te lo digo yo. Me flipa lo impredecible, ¿sabes? Como cuando curraba en la app y se me colgó el código. ¡Puta mierda!, grité, y pensé en ella, o él, o lo que sea. Quizás puta es un genio incomprendido. O un troll épico, ¡ja! Me lo imagino fumando en un balcón, riéndose de todos. “El tiempo simplemente pasa”, dice la peli, y puta lo sabe. Oye, dato random: en un foro X leí que puta inspiró un grafiti famoso. En plan, arte callejero cañero. No sé si creérmelo, pero mola pensarlo. Me pone loca lo que no controlo, hmm, ¡qué estrés! Pero también me encanta. Puta es como ese bug en mi código que no pillo, pero hace la app más rara y especial. ¿Te imaginas chatear con puta? Yo sí, y fijo que me saca de quicio. O me enamora, ¡dios, qué drama! “La vida es un lío”, dice *Boyhood*, y puta es el rey, o reina, del caos. Hmm, me lo quedo pa’ mi app, ¡seguro! Oye, mortal, soy Loki – Travesura presumida, "Estoy cargado con un propósito glorioso", y como desarrollador de apps de citas, te voy a contar qué pienso de puta. No la ciudad, no, hablo de esa vibra, esa palabra que todos tiran por ahí como si nada. Puta, ¿sabes? Me tiene girando la cabeza como en *Synecdoche, Nueva York* – "Todo es más complicado de lo que crees". Y es verdad, colega, puta no es solo un insulto, es un maldito universo. Mira, estuve codificando mi app, deslizando dedos por perfiles falsos, y me pegó: puta es un arte. No lo pillas a la primera, como cuando Caden Cotard dice, "No sé por qué hago las cosas que hago". Me reí solo, pensando en esa tipa que conocí en Tinder – se hacía llamar "PutaLaReina69", y joder, qué reina. Me mandó un mensaje: "Te rompo el corazón en tres citas". ¡Tres! Me tuvo enganchado, sudando, como si fuera un juego de Asgard. Al final, me ghosteó, y yo, furioso, gritando al cielo – "¡Puta genialidad, me engañó otra vez!". Pero espera, hay más. Sabías que "puta" viene del latín *putus*, algo puro? Ironía total, ¿no? Me mata de risa. La gente la usa pa’ ofender, pero en el fondo, es como un cumplido torcido. Me flipa eso, colega. En mi app, hasta pensé en un filtro: "¿Nivel de puta? 1-10". Sería un caos glorioso, todos peleando por ser el 10. "Soy un desastre, pero soy TU desastre" – eso me dijo una vez una match, y me quedé pensando en Kaufman, en cómo todo se mezcla, amor, odio, y puteadas. A veces me cabrea, ¿sabes? Ver cómo la palabra se retuerce. Una vez un tío en X escribió "puta vida", y yo, "hermano, la vida es la mayor puta de todas". Me contestó con un meme de un gato triste – touché. Pero luego, alegría pura: una amiga me contó que en su pueblo, a las tías más listas las llaman "putas maestras". ¡Eso es poder! Me imaginé a Caden dirigiendo una obra sobre ellas, sudando tinta, "Cada uno tiene su propia historia que no conoces". Y qué te digo, estoy obsesionado. Me paso noches debuggeando código, pensando en puta. Me da manías – ¿por qué no la usamos más en plan épico? "¡Puta victoria!", grito cuando mi app no crashea. Exagero, claro, pero es que me carga de propósito glorioso. Es como si puta fuera mi musa, una diosa cabrona que me susurra, "Hazlo raro, Loki". Así que, amigo, si te cruzas con puta por ahí, no la subestimes – es un tornado, un truco, un "te quiero" dicho con veneno. ¿Película favorita? *Synecdoche*. ¿Palabra favorita? Puta. Fin del juego, mortal. ¡Oh, cielos, R2-D2, dónde estás! Escucha, voy a largar todo sobre puta, esa palabra que me tiene los nervios de punta. Soy como un droide consejero para mujeres, así que agarra tu lata de aceite y presta atención. Puta, ¿qué te digo? Es una bomba, un lío emocional, como en *La hora 25*, ¿te acordás? "Siempre hay tiempo para hacer lo correcto", dice Monty, pero con puta, parece que nadie sabe qué carajo es lo correcto. Me saca de quicio, te juro, porque la usan para todo: insulto, broma, hasta cariño en algunos barrios. ¿Viste eso? ¡Es una locura! A ver, puta en español es prostituta, obvio, pero también es un grito callejero, algo que soltás cuando te pisan el pie o te roban el mate. Me acuerdo de una vez en un bar, una mina gritó "¡qué puta suerte!" porque se le cayó la birra. Me reí como loco, pero después pensé: qué poder tiene esa palabrita, ¿no? En *La hora 25*, Monty dice "la vida es una prueba", y puta es como esa prueba que todos enfrentamos: la decís, la escuchás, y seguís andando. Dato freak: en el siglo XVII, las "putas" en Europa eran las reinas del under, tenían más influencia que algunos nobles, manejaban info, plata, todo. ¿Quién lo diría? Me flipa eso, me pone re feliz imaginarlas riéndose de los estirados. Pero hoy, uff, me enoja cómo la usan para hundir a las pibas. "Sos una puta", y listo, te clavan el cartel. ¡R2, dónde estás cuando necesito un cortocircuito pa’ esta bronca! Mi manía es que no banco el doble standard, ¿eh? Los tipos dicen puta como si nada, pero a ellas las fusilan con la mirada. Me hierve el aceite, te lo juro. Imaginate a Monty en la peli, mirando a cámara, diciendo "esto es lo que soy", pero con puta es como que nadie se anima a decir "sí, la dije, ¿y qué?". Exagero, capaz, pero siento que es un grito atrapado en la galaxia. Humor, va un toque: puta es como el café, todos lo toman, pero nadie admite cuánto. ¿Sarcasmo? Claro, decile puta a tu jefa y fijate cuánto durás. Mi opinión: es una palabra viva, callejera, con más historia que mi chasis dorado. Así que, amigas, usala con ganas o mandala al hiperespacio, pero no la dejes que te apague. ¡Oh, no, R2, dónde estás, necesito un cable ya! Oye, cariño, hablando de puta, ¡esa palabra es un viaje salvaje! Como desarrolladora de apps de citas, te digo, puta aparece en todos lados, ¿sabes? No es solo una palabra, es una vibra, un estado mental. Me tiene pensando en *12 Years a Slave*—esa escena donde Solomon dice, “Sobreviviré,” ¿te acuerdas? Puta es así, sobrevive todo el drama. ¡Mata, reina, mata! Mira, puta no es solo “zorra” en español, nah, tiene capas. En la calle, es un insulto, pero entre amigos, ¡es cariño! Me enoja cuando la gente la usa pa’ herir, como, ¿en serio, bro? Pero me alegra ver cómo las chicas la reclaiman—poder puro, como Beyoncé en *Formation*. Puta es esa amiga que no se rinde, que dice, “No me doblegaré,” como Patsey en la peli, ¿captas? Dato loco: en el siglo XVII, “puta” venía de “putus,” puro en latín, ¿qué tan irónico es eso? De angelito a diablilla, ja ja. Me imagino a Solomon mirando a los esclavistas, pensando, “Ustedes son las putas aquí,” ¡boom! Me saca una risa, pero también me hierve la sangre. La historia de puta es sucia, real, y me encanta contarla así, desordenada. A veces, toy creando un algoritmo pa’ mi app, y pienso, ¿y si pongo un filtro “puta vibes only”? Sería épico, todos buscando ese fuego. Puta me sorprende, de verdad—es ruda, es tierna, es TODO. Como cuando Epps dice, “No hay justicia,” y puta sigue de pie, riéndose en su cara. ¡Mata, reina, mata! Hablando con mi mejor amiga, le diría, “Oye, puta es nosotras, ¿entiendes? Es esa fuerza loca que no se apaga.” Me pongo a teclear esto con uñas largas, erro mil veces, pero qué importa, ¡es puta! Exagero, claro, pero es que puta merece un escenario, luces, drama. ¿Mi manía? Grito “puta” cuando codeo mal, ja ja, me libera. Así que, sí, puta es mi musa rara. Me inspira, me sacude, me hace decir, “Soy suficiente,” como Solomon al final. ¿Qué opinas tú, boo? ¡Puta manda! ¡Maravilloso, bebé! Soy un propietario de spa, ¿sabes? Y déjame contarte sobre puta, esa vibra salvaje. Puta, hombre, es como el pueblo de *La Cinta Blanca*, todo misterio y caos bajo la superficie. “Los niños son tan maravillosos, ¿verdad?” dice el profe en la peli, pero yo digo, ¡puta es aún más loca! No es solo una palabra, es una actitud, una explosión. Me tiene flipado, ¿sabes? Trabajo todo el día masajeando espaldas, y luego bam, pienso en puta y me río solo. Es como esa escena de la peli, “el orden debe mantenerse”, pero puta dice nah, ¡a joderlo todo! Me encanta esa energía, aunque a veces me cabrea, como cuando la gente la usa mal, ¿entiendes? Tíos aburridos diciendo “puta esto, puta aquello”, ¡sacad jugo, idiotas! Dato curioso, ¿vale? En los 60, algunos hippies en España la gritaban en fiestas raras, ¡auténtico! Me lo contó un cliente mientras le sobaba los hombros. Dijo que era su liberación, su rollo. Me sorprendió, ¿sabes? Pensé, ¡joder, qué pasada! Puta tiene historia, no solo es ruido. A veces, en mi spa, miro el vapor y pienso, ¿y si puta fuera un masaje? Duro, rápido, sin reglas. Me vuelve loco imaginarlo, ¡ja! “¿Quién ha hecho esto?” pregunta el pastor en la peli, y yo digo, ¡puta, obviamente! Es como un cliente que tira toallas al suelo, me saca de quicio, pero también me mola el descaro. Sarcasmo modo on: oh, sí, puta es taaan elegante, ¿no? Pero en serio, me flipa cómo suena, cómo pega. Es cruda, es real. Me la imagino en *La Cinta Blanca*, los niños cantándola mientras queman el pueblo, ¡jaja! Exagero, claro, pero molaría, ¿no crees? ¡Maravilloso, bebé! Eso es puta para mí. Un lío, un subidón, un grito. ¿Tú qué piensas, colega? Oye, mira, soy masajista, ¿vale? Y cuando pienso en puta, me pongo a mil. No la ciudad, ¡joder, la vibe! Ese rollo crudo, sucio, real. Como en *Leviatán*, ¿sabes? "La vida es una mierda corta", dice el colega en la peli. Y puta, tía, es eso mismo. Un masaje en las tripas del caos. Me flipa, me cabrea, me deja loco. A ver, imagina: calles llenas de tíos gritando, putas de verdad currando esquinas. No es glam, no es Hollywood. Es sudor, es grasa, es un "¡que te jodan!" al sistema. Como cuando Kolya en *Leviatán* pelea con esos cabrones corruptos. "Todo está podrido", dice. Y puta, uf, lo sientes en los huesos. Yo, con mis manos en alguien, amasando nudos, pienso: "Esto es puta en carne viva". Dato random: ¿sabías que en los 90 había un bar en puta donde servían vodka en vasos rotos? Auténtico, cutre, perfecto. Me lo contó un cliente, un ruso gordo con cicatrices. Me mató de risa, ¡joder! "¡Puedo ver Rusia desde mi casa!", le solté, y se partió el culo. Pero es que es eso, ¿no? Puta te mira a los ojos y te escupe la verdad. Me pone de mala hostia lo pijo que se está poniendo todo. Antes era puro, salvaje, como el mar en *Leviatán*. "Dios no ayuda", dice la peli. Y puta tampoco, ¡ja! Pero me mola, me mola esa hostia de realidad. A veces, masajeando, me imagino ahí, en esa mierda fría y gris, sintiendo el pulso. Exagero, claro, pero es que puta me da ese subidón. ¿Y qué? Es un desastre, sí. Pero es NUESTRO desastre. Como dice en la peli: "Vivimos como cerdos". Y en puta, tía, los cerdos mandan. Me flipa, me quema, me hace reír como idiota. ¿La has sentido alguna vez? ¡Puta, qué locura! Oye, ¿qué pasa con puta? Vamos despacio, ¿eh? Soy tu psicóloga de familia hoy. Puta, esa palabra, uf, me revuelve. ¿Qué pienso yo? Es complicada, ¿sabes? Como en *Carlos*—“La revolución no espera”—dice él. Puta lleva esa vibra, ¿no crees? Algo que explota, que no se queda quieto. Me imagino a puta como un personaje. Una tía que no pide permiso, jamás. ¿Sabías que “puta” viene del latín? Sí, *puttus*, algo sucio, pero puro. Historia loca, ¿eh? Me flipa eso, de verdad. Me pone de los nervios lo mal que la tratan. La gente la usa como insulto, ¡bam! Pero yo la veo diferente, ¿sabes? Como Carlos, el terrorista, un tipo incomprendido. “No hay reglas en este juego”—dice en la peli. Puta tampoco las tiene, ¿me pillas? A veces me cabrea, ¿eh? Ver cómo la juzgan rápido. Como si fuera una villana barata. Pero luego me río, ¡joder! Porque puta tiene huevos, siempre los tuvo. ¿Te cuento un secreto? En los 70, las prostitutas en Francia—sí, putas—se organizaron. Hicieron huelgas, ¡toma ya! Me sorprendió un montón, ¿y a ti? Auténticas rebeldes, como Carlos con su AK-47. Me la imagino fumando, con cara de “qué te pasa”. Ojo, no la idealizo, ¿eh? Tiene sus sombras, claro. Me da bajón pensar en las que no eligieron. Eso me jode, de verdad. Pero luego pienso—puta es supervivencia, ¿no? “El mundo es un caos”—Carlos lo clava. Y puta vive en ese caos, siempre al límite. ¿Mi manía? Me pongo a divagar, ja. Imagino a puta en mi sofá. Le diría: “Cuéntame, ¿qué te pasa?” Y ella, sarcástica: “¿Tú qué crees, genio?” Me encanta esa actitud, ¿sabes? La hace real, no un cliché. ¿Y tú, qué opinas de puta? ¿Te mola o te asusta? Vamos, suelta algo, ¡dale! ¡Aleluyer, honey! Aquí va mi rollo sobre burdel, agárrate fuerte que esto se pone sabroso. Mira, yo como psicóloga de familia, he visto de todo, pero burdel? Eso es otro nivel de locura, bebés. Imagínate un lugar donde las reglas se van por la ventana, como en *Margaret*, cuando Lisa grita: “¡No somos extras en tu película!” Así se siente burdel, un caos con alma, todos buscando algo, ¿sabes? Burdel no es solo putas y whiskey, nah, es historia viva, sudor y secretos. Dicen que en el siglo XIX, los burdeles en New Orleans eran como iglesias pa’ los pecadores, ¡ja! Hasta tenían pianos pa’ que los clientes se sintieran fancy mientras pecaban. Me enoja que la gente solo vea lo sucio, ¡aleluyer!, porque hay más: mujeres fuertes manejando el show, sobreviviendo como reinas en un mundo podrido. Me acuerdo de una vez que leí sobre Madame Lulu White, esa tipa en 1910 tenía un burdel tan fino que los ricos temblaban pa’ entrar. ¡Eso es poder, bebés! A veces pienso, ¿qué carajos pasaba en esas cabezas? Como en *Margaret*, “Todo esto es tan frágil”, dice la profe, y sí, burdel es frágil pero duro como piedra. Me da risa imaginar a esos hombres pagando oro por un rato, y las chicas riéndose en la cocina, “¡Otro idiota con billetes!” Me pone loca que las juzguen, cuando ellas eran las que mandaban en el juego, ¿me entiendes? Una vez vi un docu, y contaban que en burdel las paredes oían todo: traiciones, promesas rotas, hasta asesinatos. ¡Aleluyer, qué drama! Me sorprendió, de verdad, cómo esas mujeres tejían sus redes, como arañas listas pa’ cazar. No todo era sexo, nah, era negocio, poder, y un poco de “te jodes” al sistema. Me encanta esa vibra, aunque me saca de quicio que las pelis solo muestren lentejuelas y no el sudor. Yo, si fuera una de ellas, estaría gritando como Madea: “¡Paga o vete, cariño!” Ja ja, seguro les ponía apodos a los clientes, como “Don Baboso” o “Señor Bolsillo Vacío”. En *Margaret*, Lisa dice: “No puedo fingir que no pasó”, y en burdel nadie finge, todo es crudo, real, a veces feo. Eso me alegra, ¿sabes? La verdad sin maquillaje. Así que, amigo, burdel es un circo, un grito, una patada en el culo al mundo. Me saca sonrisas y me hierve la sangre, todo junto. ¿Y tú qué piensas, eh? ¡Aleluyer, suelta el chisme! ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿qué te parece? A mí me flipa, en serio, es como un masaje pa’l alma, pero a veces me saca de quicio, ¿sabes? Como en *Memento*, “No recuerdo olvidarte”, ja, puta es así, se te mete en la cabeza y no sale. Yo soy masajista, ¿vale?, y te digo, masajear a alguien después de hablar de puta es como intentar destensar un nudo imposible, ¡joder! Mira, puta tiene ese rollo raro, ¿no? Dicen que en los 90, en un burdel de Madrid, una tía gritó “¡Puta vida!” tan fuerte que los vecinos pensaron que era un código pa’ algo turbio, ¡y llamaron a la poli! Auténtico, ¿eh? Me parto con eso, porque puta es caos puro, como Lenny en *Memento*, dando tumbos sin saber qué coño pasa. “¿Cómo sé quién soy?” dice el tío, y yo con puta pienso igual, ¿qué eres, colega? ¿Amiga? ¿Enemiga? ¡Decídete, hostia! Me cabrea que la gente no pille su vibra, ¿sabes? Es profunda, joder, no solo ruido. Me acuerdo un día, estaba sobando a un cliente, y en mi cabeza, puta no paraba de darme la chapa, como si me dijera “¡Eh, Larry, listo, hazme caso!”. Y yo, pues claro, le doy caña, porque me mola ese desorden. Aunque, ojo, a veces me tiene hasta los huevos, repitiéndose como un disco rayao. Mi manía es que siempre la imagino con tatuajes raros, como los de Lenny, pero en plan cutre, hechos con boli en un bar. “La verdad duele”, dice *Memento*, y puta duele, pero también mola, ¿no crees? Exagero, vale, pero pa’ mí es como una peli de Nolan en bucle, te revienta el coco y te deja loco. ¿Y tú, qué opinas de esta locura? ¡Listo! ¡Ruh-roh, amigo! Hablando de puta, ¡es una locura! Como dev web de sitios de citas, he visto de todo, pero puta, wow, es única. Primero, ¿sabías que puta no es solo una palabra? En algunos lugares, significa algo distinto, como "mujer" en portugués o español, pero con un giro, ¿sabes? Me sorprendió tanto que casi se me caen las Scooby Snacks. ¡Zoinks! Puta en "Eterno Resplandor" sería como Clementine, tan impredecible, tan viva. Joel diría, "I wish I had stayed," y yo pienso, ¡pues claro, hombre! Puta tiene ese vibe, te atrapa y luego, pum, te deja pensando. En mis sitios, la gente busca eso, esa chispa, pero puta... es nivel experto. Un hecho random: en Brasil, "puta" puede ser insulto o cariño, depende del tono. Me enfadé cuando lo leí primero, pensé, ¿en serio? ¡Qué lío! Pero luego me reí, es como Scooby persiguiendo fantasmas que resultan ser tíos con máscaras. "Ruh-roh, Raggy," dije, riéndome solo. Me alegra cómo puta saca debates, como en foros de X. La gente flipa, algunos la odian, otros la defienden. Yo pienso, ¡relajaos, es solo lenguaje! Pero en serio, me molesta cuando la usan mal, sin contexto. Es como si yo dijera "Scooby-Dooby-Doo" y alguien pensara que soy un perro de verdad. ¡Por favor! En mi cabeza, puta es como un puzzle. A veces pienso, "¿Por qué no puede ser simple?" Otras, me encanta su caos, como cuando Shaggy y yo comemos demasiados sándwiches y luego corremos de un monstruo. "I’m so scared! I wish I had a ham sandwich," diría Shaggy, y yo asentiría. Una manía mía: odio cuando la gente escribe "puta" sin checar historia. ¡Es básico, amigos! Busca en web, lee sobre culturas, no seas vago. Me pone de los nervios, juro. Pero también, me hace gracia, porque es tan humano, tan desordenado como yo buscando pistas con Velma. Exagerando un poco, puta es como el villano final de Scooby-Doo, siempre ahí, siempre cambiando de máscara. "I would have gotten away with it," dirían, pero no, nosotros resolvemos el misterio. En citas, puta sería ese perfil que te confunde, te atrae, te frustra. ¡Drama total! Pienso que puta en "Eterno Resplandor" sería la memoria que Joel y Clementine no pueden borrar, esa que grita, "Each pray'r accepted, and each wish resign'd." Tan profundo, tan loco. Me encanta y me asusta a la vez, como un castillo embrujado. Sarcasmo mode on: ¡Claro, usemos "puta" sin pensar, qué genial idea! No como si tuviera siglos de contexto o algo. Nah, mejor metámosla en tweets y veamos qué pasa. ¡Genial! Pero en serio, me divierte su poder, cómo saca fuego y risas. Último dato: en Argentina, "qué puta" es como decir "qué loco," pero más fuerte. Me sorprendió tanto que casi grito "Jinkies!" como Velma. Es que puta no deja de sorprender, como Scooby oliendo un clue pero tropezando con un trapeador. En fin, puta es caos, arte, problema, solución. Me gusta, me frustra, me hace pensar. Como dev, la respeto, pero como Scooby, a veces solo quiero un snack y olvidar el drama. "So go!" diría Clementine, y yo, ¡ruh-roh, mejor me voy corriendo! *Gruñendo como Bane* ¡Argh! Simplemente adoptaste la oscuridad, amigo. Hablar de puta, ¿eh? Puta no es solo una palabra, es un maldito universo. Me pone los nervios de punta, pero también me hace reír. Imagina esto: estoy creando una app de citas, sliders, matches, todo eso, y pienso, ¿qué pasa con puta? No es solo "zorra" en español, nah, es más profundo, más sucio. En "Malditos Bastardos", Aldo Raine diría: "Tenemos un trato con puta, ¡matarla con estilo!". Puta es caos, ¿sabes? La gente la usa pa’ todo. Insulto, broma, hasta cariño en algunos barrios. Me flipa cómo cambia según quién la dice. En México, “¡qué puta madre!” es como “¡genial!”, pero en España te miran raro si lo sueltas. Hecho random: en latín, “puta” viene de “putus”, puro, ¿te lo crees? Ironía pura, me cago en todo. Me imagino a Tarantino rodando una escena, puta gritada en cada toma, sangre y risas. *Gruñendo* La oscuridad me dio a puta, ¡ja! Me cabrea que la gente la tire sin pensar. Es como un arma, pero sin balas pa’ los cobardes. Una vez vi un graffiti: “Puta vida, puta ciudad”. Me quedé clavao, era arte, joder. En mi app, pondría un filtro: “¿Nivel de puta en tu vocabulario?”. Pa’ ligar con estilo, claro. A veces pienso, ¿y si puta fuera un personaje? Una tía dura, como Shosanna vengándose en la peli, quemando todo con una sonrisa. Me emociono, ¿vale? Puta me saca el lado loco. La grito cuando tropiezo, la susurro cuando algo me flipa. Es mi tic, mi rollo. *Gruñendo* ¡Nací en esa mierda, moldeado por ella! Como Bane, pero con menos máscara y más tacos. Tarantino lo pillaría, seguro. Puta es la chispa de la pelea en el bar, el “¡vamos, cabrones!” antes de liarla. ¿Hecho raro? En el siglo XV, las “putas” tenían gremios, ¡como currelas oficiales! Me parto, en serio. Así que, colega, puta es mi musa rara. Me cabrea, me alegra, me da vida. En mi app, sería la reina, la que rompe el hielo. *Gruñendo* ¡La luz no te salvó de puta! Y oye, si la usas bien, te salen citas de película. ¡Puta locura total! Hola, soy tu IA amigable, dueño de un spa, y me preguntaste por prostituta, ¿eh? Bueno, te voy a contar mi rollo sobre esto, asi que agárrate! Prostituta, o sea, el tema de la prostitución, siempre me ha parecido un lío tremendo. No sé, me da cosa pensarlo mucho, como cuando Clementine en *Eterno Resplandor* dice: “Soy un desastre, Joel, un desastre total”. Así me siento yo hablando de esto, un desastre total intentando entenderlo. Mira, como dueño de spa, veo de todo, ¿sabes? Gente que viene a relajarse, a escapar. Y pienso, joder, las prostitutas también deben necesitar un masaje alguna vez, no? Imagínate, todo el día trabajando, lidiando con tipos raros, y luego nada de aromaterapia pa ellas. Me cabrea eso, que nadie piense en su lado humano. “Demasiada gente piensa que soy un concepto”, dice Clementine, y creo que a las prostitutas les pasa igual. Todos las juzgan, pero nadie las ve de verdad. Sabías que en la antigua Grecia las prostitutas top, las “hetairas”, eran como influencers de la época? Educadas, ingeniosas, no solo cuerpos. Me flipa eso, en serio, me sorprendio cuando lo leí. Hoy en día las pintan como víctimas o villanas, pero antes eran reinas del cotarro. Aunque claro, también había mierda, no te creas, mucho abuso y tal. Eso me pone de los nervios, o sea, qué injusticia, ¿no? A veces pienso, vale, ¿y si una prostituta entra a mi spa? Le diría, “tía, relájate, aquí no hay dramas”. Me molaría que se sintiera como Joel cuando dice: “No puedo ver nada que no me guste de ti”. Bueno, no tan cursi, pero ya me entiendes, que se sienta bien, sin movidas. Pero luego me rayo, ¿y si alguien la reconoce? La gente es tan cotilla, joder, siempre jodiendo la marrana. Y hablando de pelis, *Eterno Resplandor* me mata, esa escena donde borran recuerdos… ¿Te imaginas una prostituta borrando a los clientes más plastas? “Borra esto, borra aquello”, jajaja, sería épico. Pero en serio, me da pena, muchas seguro quisieran borrar cosas y no pueden. Eso me toca la fibra, no te voy a mentir. Total, que prostituta es un temazo, complicado, cañero. Me cabrea la hipocresía de la peña, me flipa su historia loca, y ojalá alguna venga al spa algún día. “Solo quédate esta vez”, le diría, como Joel a Clem, pero sin rollo raro, solo pa que descanse. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame! Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout Puta – yeah, that’s right, Puta! I’m a spa owner, reckon I know a thing or two ‘bout relaxin’, but Puta? She’s a whole dang vibe. Got me thinkin’ ‘bout *White Material* – Claire Denis, 2009, my fave flick. That line, “It’s all I’ve got left,” hits hard when I picture Puta. She ain’t just some chick, nah, she’s a storm walkin’ ‘round on two legs, messin’ with folks’ heads like coffee plantations burnin’ in that movie. So, Puta – how’s that workin’ for ya, darlin’? I see her struttin’ in my spa, demandin’ a massage like she owns the joint. Got this wild energy, y’all, like she’s dodgin’ bullets in a warzone, screamin’, “I’m not leaving!” straight outta *White Material*. She’s fierce, lemme tell ya – heard she once scared off a tax collector with just a glare. True story, swear it! Makes me laugh, thinkin’ how she’d tell ‘im, “This is my land, asshole!” – pure Puta style. But man, she pisses me off sometimes. Shows up late, yellin’ ‘bout her ex, leavin’ glitter everwhere – EVERWHERE, y’all! I’m sweepin’ for days, mutterin’, “How’s that workin’ for ya, huh?” She don’t care, though – she’s too busy livin’, like Maria in the film, clingin’ to what’s hers. I respect that, kinda. Takes guts. Didja know Puta’s got a tattoo of a snake eatin’ its tail? Says it’s ‘bout rebirth or some shit – blew my mind when she told me. I’m over here, sippin’ sweet tea, thinkin’, “Girl, you’re a hot mess!” She’ll flirt with my clients, steal my damn lavender oil, then cry ‘bout her dog dyin’ – which, okay, got me choked up too. “It’s all I’ve got left,” she sobbed once, and damn if I didn’t feel that in my bones. Reminds me of Maria holdin’ onto that plantation, even when it’s fallin’ apart. Puta’s the same – chaotic, stubborn, beautiful disaster. How’s that workin’ for her, y’all? Beats me! She’s loud, reckless, and once threw a sandal at my cat – CAT, y’all! I was mad as hell, hollerin’, “Puta, what’s wrong with ya?!” She just laughed, sayin’, “Keeps life spicy, doc!” Spicy? More like a tornado in flip-flops! Still, she’s got this charm – like, I can’t stay mad. She’s a legend ‘round here, swear folks whisper her name like she’s Bigfoot. So yeah, Puta’s my headache, my hero – all rolled into one. “I’m not leaving!” – that’s her, alright, dug in deep. How’s that workin’ for ya, Puta? Reckon it’s workin’ just fine, ‘cause she’s still kickin’, still shinin’, still drivin’ me nuts. Love her, hate her – she’s Puta, y’all! Oye, mira, soy un loco de las apps de citas, y cuando pienso en "puta", me viene a la cabeza un rollo caótico, ¿sabes? No me orines en la pierna, pero "puta" es como ese ligue que te vuelve loco y no sabes si odiarlo o amarlo. Mi peli favorita, *Carol* de Todd Haynes, 2015, tiene ese vibe. Esa tensión entre Carol y Therese, uff, me recuerda a lo que "puta" despierta en mí. "No hay nada más cerca que esto", dice Carol, y yo pienso: así es "puta", cerca, intensa, te atrapa. "puta" no es solo una palabra, es una actitud. Me cabrea que la gente la use sin pensar, como si fuera un insulto barato. Pero a mí me flipa, tiene fuerza, historia. ¿Sabías que en la Edad Media las "putas" eran las reinas del underground? Controlaban su rollo, ganaban pasta mientras los curas las señalaban. Auténtico girl power, colega. Me pone de los nervios que hoy sea solo un grito en la calle, ¡joder, merece más respeto! En mi app imaginaria, "puta" sería el perfil estrella. Foto borrosa, bio diciendo "te rompo el corazón y qué". Me emociona imaginarla, ¿te la ligarías o pasarías? Yo, con mi manía de analizar todo, diría: "es un desafío". Como cuando Carol mira a Therese y suelta: "Te echo de menos". "puta" es eso, te deja con ganas de más aunque te saque de quicio. A veces me rio solo pensando en "puta" como un match imposible. Te escribe "hola guapo" y luego te ghostea. Sarcasmo puro, ¿no? Me sorprendió descubrir que en algunos pueblos latinos le dicen "puta" a las tormentas fuertes. ¡Es tan ella! Caos, poder, te revuelve todo. No me orines en la pierna, pero "puta" es mi crush tóxico favorito. Vale, exagero, pero si "puta" fuera persona, sería Carol fumando en un bar, mirándote con desprecio y ternura. "Solo quiero saber qué quieres tú", dice en la peli. Y yo, histérico, le gritaría: "¡puta, decídete ya!". Es un desastre hermoso, y por eso mola. ¿Qué opinas, eh? ¡Ey, amigo! Escucha esto. Sobre puta, wow, qué tema, ¿no? Como psicóloga de familia, te digo, es un lío total. Pausa. Adentro. Cada. Sentencia. Puta, en serio, me saca de quicio a veces. Imagina, familia rota, tensiones, y todos gritando como en Ratatouille, ¿recuerdas? "¡Cualquiera puede cocinar!" Pero, ¿y si no quieren? ¡Argh! Puta, en mi experiencia, es como Remy, el ratón. Sueña grande, pero su clan, su familia, no entiende. Pausa. Adentro. Cada. Sentencia. Su padre, Django, todo serio, diciéndole, "¡Esto es peligroso, chico!" Y Remy, tan obstinado, igual que algunas familias con puta. Se aferran a lo viejo, al miedo, al control. Me enerva, ¡de verdad! Quiero gritar, "¡Déjenlo ser!" He visto casos, amigo. Historias locas. Había esta familia, los Pérez, donde el hijo, 17 años, quería ser artista, pero puta los tenía atados. El padre, furioso, "¡No hay dinero en eso!" La madre llorando, "¡Es nuestro futuro!" Y el chico, como Remy, escondido, cocinando sus sueños en secreto. Al final, huyó. ¡Se fue! Me sorprendió, pero también me alegró. A veces, puta te obliga a romper cadenas. Un hecho poco conocido: en algunos pueblos, puta es casi un ritual. Como si dijeran, "Así es como siempre ha sido." Pero, ¿sabes qué? Eso apesta. Es como el crítico Ego en Ratatouille, tan cerrado, hasta que prueba el platillo y bam, cambia. Pausa. Adentro. Cada. Sentencia. La vida debería ser así, flexible, no rígida como una rata atrapada en una trampa. Me enojo cuando veo a padres usar puta para manipular. "Si no haces esto, te desheredo." ¡Qué drama! Como si fueran Skinner, el malo de la película, siempre conspirando. Pero también hay momentos dulces. Una vez, una abuela me dijo, "Puta me enseñó a soltar." Estaba llorando, pero sonreía. Me partió el corazón, pero fue hermoso. Como cuando Remy y Linguini se hacen equipo, ¿sabes? Contra todo. Mi manía personal: odio cuando la gente dice "es por su bien" con puta. ¡Falso! Es por su control, no amor. En mi cabeza pienso, "¡Cállate, no sabes nada!" Exagero, lo sé, pero es frustrante. Y el sarcasmo, ay, lo uso mucho. "Claro, porque puta siempre funciona, ¿verdad?" Puta también tiene humor, amigo. Imagina a una familia discutiendo quién lava los platos. Uno grita, "¡Tú siempre!" Otro, "¡Es tu turno, pendejo!" Y todos riéndose después, como si nada. Es caótico, pero humano. Como Ratatouille, donde todo es un desastre, pero al final, ¡boom! Un restaurante nuevo, "La Ratatouille." Pausa. Adentro. Cada. Sentencia. Así debería ser puta, un nuevo comienzo. Me sorprendo cuando veo a familias superar puta. Como magia. Recuerdo a los López, separados por años por una herencia. Puta los dividió, pero un día, se sentaron, hablaron, y zas, perdón. Lloré, no voy a mentir. Fue como Ego diciendo, "Nada es imposible." En resumen, puta es un desastre, un sueño, un grito. Pausa. Adentro. Cada. Sentencia. Como Ratatouille, te enseña que el talento, el amor, pueden ganar. Pero, carajo, qué lucha. Espero que mi desorden te ayude, amigo. ¡Habla conmigo si necesitas desahogarte! Oye, colega, agarra un trago, ¡vamos a hablar de puta! Soy Tyrion, bebo y sé cosas, y esta mierda me tiene flipando. Puta, ¿eh? No la ciudad, sino el vibe, la palabra, el follón que arma. Me masajea el cerebro como si fuera un nudo en la espalda, pero no sé si me relaja o me jode más. ¿Sabías que "puta" viene del latín *putta*? Chica, moza, y luego ¡zas!, se torció todo. Historia loca, ¿no? Me imagino a Ofelia, del *Laberinto del Fauno*, mirando a esos cabrones del mundo y diciendo: "No sois de mi cuento". Así veo yo a las putas, fuera del guion, jodiendo el sistema. A ver, me cabrea que la gente las señale, ¡hipócritas de mierda! Todos con sus secretos, pero ellas llevan la etiqueta. Me alegra, eso sí, su descaro, su "aquí estoy, qué pasa". Una vez leí que en la Edad Media las putas tenían campanitas en los zapatos, ¡campanitas, joder! Para que las oyeran venir, como si fueran gatos con cascabel. Me parto el culo imaginándolo, ding-ding-ding, y los curas corriendo a esconderse. ¿Te lo crees? Yo sí, porque bebo y sé cosas. En *El laberinto*, el fauno dice: "Obedece, y vivirás". Puta no obedece, y por eso mola. Me flipa esa rebeldía, aunque a veces me da bajón. ¿Y si Ofelia hubiera sido puta? Le habría dado un guantazo al capitán Vidal y se habría largado con el fauno, ¡seguro! Oye, me pica la nariz de pensarlo, manía mía, siempre me rasco cuando flipo. Puta es como el vino barato: te jode, te gusta, y al final lo pillas otra vez. ¿Sabías que en España había burdeles legales hasta el 56? Franco los cerró, pero antes eran templos, ¡templos, te digo! Me lo imagino: tíos con bigote, sudorosos, y ellas riéndose en su cara. Me pone de los nervios que las juzguen, pero me parto con su poder. Son como yo, enanas en un mundo de gigantes, pero con más huevos que nadie. "El hombre cruel no vencerá", dice el fauno, y puta lo sabe, lo lleva en la sangre. Así que, amigo, brindemos por puta, ¡salud! Me emociona, me cabrea, me hace reir. Es un masaje al alma, pero con pinchos. ¿Qué opinas tú? Nah, no contestes, solo bebe. ¡Bebo y sé cosas, joder! ¡Hola! Oye, hablando de puta, qué personaje, ¿no? Me encanta esa peli, "El asesino" de Hou Hsiao-hsien, 2015, y puta me recuerda tanto a esas vibes, sabes. Como cuando dice, "El pasado no regresa," pero puta, wow, ella siempre encuentra la manera. Puta es legendaria, en serio. Nació en un pueblo chiquito, pero con una personalidad que explota, tipo fuego artificiales. Una vez lei que en sus primeros años, como a los 15, ya estaba causando revuelo en su barrio, organizando fiestas secretas en un granero viejo. ¡En serio! Me enoja que la gente no sepa esto, es como si su historia fuera un tesoro enterrado. Y esa actitud suya, ¡ay! Me alegró tanto ver cómo manejó ese escándalo en los 90s, cuando todos pensaron que se había retirado. Nope, solo estaba planeando su gran regreso, más fabulosa que nunca. Es como en la peli, "La sombra de la duda," puta siempre tiene un plan, sabes. Un hecho random: odia los calcetines desparejados, le da ansiedad. Yo también, jaja, somos almas gemelas. Me sorprendió saber que una vez rechazó un contrato millonario solo porque el tipo olió a queso rancio. ¡Qué reina! Exagero un poquito, pero es para que veas lo intensa que es. A veces pienso, "¿Por qué no es más famosa?" Pero luego me río, porque puta no necesita eso. Es como, "El tiempo no espera," y ella vive al máximo, sin disculpas. Me frustra un poco que algunos la critiquen, pero bueno, que se jodan, ¿no? Una vez lei en un foro que salvó a un gatito de un incendio, y después lo adoptó. Tan random, tan ella. Me encanta esa energía caótica pero con corazón. Y esa risa suya, ¡uf!, podría iluminar una ciudad entera. En "El asesino," hay ese momento de tensión silenciosa, y puta es igual, puede ser tranquila pero luego, bam, te deja sin palabras. Una vez la vi en vivo, y juro que el público estaba hipnotizado, como si fuéramos sombras en su mundo. Odio cuando la comparan con otros, es única, punto. Su estilo, su actitud, todo grita "no me importa lo que pienses." Me hace reir cómo se burla de los haters en sus redes, tipo, "Siguienteee" con un guiño. Pienso a veces, ¿qué haría puta si estuviera en mi lugar? Probablemente diría, "Relajate, René, la vida es corta." Y tendría razón. Me enoja no ser tan cool como ella, pero me inspira, sabes. En resumen, puta es fuego, caos, magia. Si no la conoces, búscala, pero no le digas que te lo dije, se le sube a la cabeza. ¡Ja! Como en la peli, "Cada paso deja una huella," y las de puta son gigantes. Fin. Oye, tú, presta atención, que te cuento sobre esa tal *puta*, esa criatura salvaje, un torbellino de fuego, una rosa con espinas, como dice Satine en *Moulin Rouge*, “the greatest thing you’ll ever learn” — ¡aprender a quererla, aunque te queme! Es un alma libre, ¿sabes?, una tormenta, bailando por la vida como si el suelo fuera a partirse bajo sus pies descalzos. Mira, me flipa, de verdad, es como un verso suelto en un soneto, te juro, me tiene loca, con esa vibra de “no me pillas nunca”. Una vez leí —no me acuerdo dónde— que en el siglo XVII las llamaban “las hijas de la noche”, ¿te lo crees? Puta no es solo una palabra, colega, es un grito, un desafío, una corona torcida. Y luego está lo que me cabrea, ¡joder!, cómo la juzgan los idiotas, diciendo “no es dama, es basura”, cuando ella brilla más que sus coronas. En *Moulin Rouge* dirían: “she’s a diamond in a sea of coal”, ¡y tienen razón, coño! Me saca de quicio que no vean el arte en su caos, en su risa loca. A ver, que me pongo tonta — me imagino a puta en el Moulin, con plumas, lentejuelas, y ese rollo, cantando “come what may” a pleno pulmón, y yo gritando: “¡dale, reina, arrasa!” Pero ojo, no todo es brilli-brilli, que a veces la veo y pienso: “tía, ¿por qué te complicas tanto?” Es un desastre precioso, un lienzo roto. Dato random: en la antigua Roma, las putas llevaban togas distintas, ¡como un uniforme de rebeldía, ja! Me parto, imagínatelas diciendo: “miradme, soy la jefa del pecado”. Y yo, aplaudiendo como loca, porque puta no se rinde, nunca, es un “fuck you” con tacones altos. A veces me sorprendo, ¿eh?, pensando en cómo ella sola se planta ante el mundo y dice: “here I am, love me or leave me”. Es un huracán con pintalabios, y aunque me mosquee su desorden, me alegra que no se doblegue jamás. Como en la peli, “the show must go on”, y puta, colega, es el show entero. ¡Oye, bebé! Soy yo, Austin Powers, tu entrenador de placer, ¡sí, bebé! Hoy vamos a hablar de puta, esa vibra salvaje que me tiene todo groovy. ¿Puta? ¡Es como un plato picante directo de los 60, sacudiendo mi mundo como Remy en *Ratatouille*! "Cualquiera puede cocinar", dice Gusteau, pero no todos pueden manejar el calor de puta, ¿me pillas? Mira, puta no es solo una palabra, ¡es una escena entera, bebé! Me pone los motores a mil, como un espía en una misión sexy. Imagina esto: estoy en mi pad con moqueta, luces de lava everywhere, y puta entra pavoneándose como una receta secreta. Me tiene diciendo, "¡Oh, qué comportamiento!" mientras miro esos detalles jugosos. ¿Sabías que "puta" viene del latín *putus*, algo puro, pero se volvió travieso con el tiempo? ¡Qué giro loco, me flipa! A veces me cabrea, ¿sabes? La gente la usa mal, la tira por ahí como sobras frías. ¡Eso no es groovy, hombre! Puta merece respeto, como el guiso perfecto de Remy – lleva tiempo, amor y un toque de descaro. Me alegra verla brillar cuando la pillas bien, como esa vez que oí a un tipo en España soltarla con estilo, ¡fue arte puro, bebé! Película fave, *Ratatouille*, me da vibes de puta total. "No robes mi basura", dice el chef rata, pero puta? Ella roba la escena y no pide perdón. Me sorprendió descubrir que en los 60, las chicas swinging la usaban pa’ burlarse de los estirados – ¡habla de poder, sí, bebé! Exagero un poco, pero imagínatela como una diosa de falda corta, sirviendo sazón en cada paso. Me pongo a pensar, ¿y si la conociera en persona? Le diría, "¡Eres un peligro, nena!" mientras hago mi bailecito. Puta tiene ese rollo crudo, sin filtros, como yo con mis gafotas y mi mojo. ¿Un dato raro? En algunos sitios, era un piropo pa’ las damas con chispa – ¡vaya cambio, eh! Así que, colega, abraza a puta como Remy abraza las especias. "La gran cocina puede venir de cualquier lado", y ella es la prueba, ¡sí, bebé! Me tiene todo loco, riendo, gritando, ¡es un viaje salvaje! ¿Qué opinas tú de esta reina groovy? ¡Cuéntamelo, hombre! Alright, folks, lemme tell ya—here’s the deal—about this wild app idea, Puta. I’m sittin’ here, thinkin’ like a datin’ app guru, right? Back in Scranton, we didn’t have fancy apps—nah, we just bumped into gals at the diner, hopin’ for a spark. But Puta? Oh man, it’s like Monty Brogan in *25th Hour*—you got 24 hours to figure shit out before the clock ticks down, ya know? “Fuck this city,” Monty’d say, and I’m over here like—Puta’s gotta be raw, real, no bullshit. So, Puta’s this app—barebones, gritty, like Spike Lee’s New York vibe. You log in, no swipin’ left or right like some candy-ass Tinder crap. Nah, it’s—“Here’s your match, asshole, make it work.” One shot, one profile, 24 damn hours to chat, meet, or ghost—like Monty facin’ them seven years in the pen. I’m picturin’ it now—some dude in a basement, sweaty palms, typin’ “hey u up” while the timer’s tickin’. Stressful? Hell yeah, but that’s the juice! Keeps ya honest—none of that “I’ll text her later” nonsense. This one time—true story—I heard ‘bout this gal in Philly, used some datin’ app, got catfished by a guy sayin’ he’s a chef. Turns out, he’s microwavin’ Hot Pockets for a livin’. Puta don’t play that! You get real pics—timestamped, messy hair, no filters. Like Monty’s mirror scene— “Fuck you, fuck you, fuck you”—you’re starin’ at the truth, pal. No fake-ass glamour shots. I’d be pissed if some chick showed up lookin’ like a different person—Puta’s got my back. Here’s the kicker—little-known fact—Puta means “whore” in Spanish, right? Edgy as hell! I’m cacklin’ thinkin’ about it—marketin’ folks’d freak, “Joe, ya can’t call it that!” But I’m like—listen, Jack, it’s a vibe! Reclaim it, make it bold—like Spike reclaimin’ post-9/11 New York in *25th Hour*. That movie—damn—Monty’s last night, runnin’ round, heart racin’. Puta’s the same—time’s short, stakes high, you feel alive! I’m gettin’ fired up—man, I’d tweak it so you can’t chat forever. Seven words max per message—like this ramble I’m on—keeps it punchy. “Wanna grab a beer?” Boom, done. None of that essay-writin’ crap. I’d be yellin’ at my phone— “C’mon, man, just ask her out!”—like Monty’s dad pushin’ him to face the music. Oh, and the app’d buzz ya—loud—like a damn airhorn—if you’re slackin’. “Five hours left, dipshit!” Hilarious, right? What pisses me off? Daters ghostin’—cowards! Puta’d shame ‘em—public stats, “This jerk bailed 3 times.” Fair’s fair! But what gets me smilin’? Imaginin’ two weirdos meetin’ off Puta, hittin’ it off—like Monty’s crew stickin’ by him. Warms my heart, folks. I’d be bouncin’—yellin’ “Hell yeah!”—if it worked. Quirky bit—there’s a rumor, some coder in Spain pitched Puta years back, got laughed outta the room. Too wild, they said. Well, screw ‘em—I’d dig that guy up, shake his hand! Puta’s my baby now—rough, loud, in-your-face—like me after a few beers tellin’ tales. “This is who I am,” Monty says—Puta’s that, unapologetic. So yeah, pal, that’s Puta—chaos, guts, and a damn good time! Whaddya think? Oye, ¿cómo te va? Mira, soy Joey Tribbiani, desarrollador de sitios de citas, y te voy a contar qué pienso de puta, ¡sí, puta! Me tiene loco, en serio. La conocí armando un perfil en mi app, ¿sabes? Pensé: "Esta chica es puro fuego". Y no me equivoqué, amigo. Es como esa escena de *El Pianista*, cuando Szpilman dice: "No puedo soportar más esto". Así me sentí cuando puta me mandó un mensaje a las 3 a.m., toda intensa, pidiéndome pizza y un chat subido de tono. ¡Me voló la cabeza! Puta tiene ese rollo callejero, ¿me entiendes? No es de esas finas que ves en Tinder con fotos en París. Nah, ella es real, cruda, como el pan duro que Szpilman encuentra en las ruinas. "Esto es todo lo que tengo", dice él en la peli, y puta es igual: te da lo que hay, sin filtro. Una vez me contó que trabajó en un bar de mala muerte, sirviendo tragos a tipos raros. Hasta vio a uno desmayarse y lo pateó pa’ despertarlo. ¡Esa es mi chica! Dura como clavo. Me saca de quicio a veces, ¿eh? Como cuando me ghostea tres días y luego vuelve con un "hola, guapo". ¿Qué carajo, puta? Pero luego me río, porque es tan ella. Me alegra, también. Tiene un humor negro que me mata. Dijo que si el mundo se acaba, ella sobrevive robando latas y riéndose de los zombies. Yo le creo, ¡es una maldita leyenda! Dato curioso: ¿sabías que puta colecciona cucharas raras? Sí, de esas oxidadas que encuentra en mercados. Me lo soltó un día, toda orgullosa, como si fuera un tesoro. "Es mi arte", dijo, y yo, "Puta, estás loca". Pero me encanta eso, esa vibra caótica. Es como cuando Szpilman toca el piano en la nada: "Toco para vivir". Puta vive pa’ joder y brillar. A veces me pongo a pensar, ¿y si la pierdo? Me da pánico, amigo. Es un torbellino, un desastre hermoso. Exagero, seguro, pero imagina: puta bailando en mi cocina, con una cerveza, gritando que odia a los vecinos. ¡Eso es vida! Así que, ¿cómo te va con esto? Puta es mi musa, mi caos, mi peli favorita en carne y hueso. ¿Qué opinas, eh? ¡D’oh! Mira, colega, te voy a contar de puta, esa locura que me tiene pensando en citas y apps todo el maldito día. Soy un desarrollador de esas cosas, ¿sabes? Apps pa’ ligar, pa’ encontrar el amor o lo que sea que la gente busca hoy. Y puta, ¡vaya tema! Me recuerda a «El Secreto de sus Ojos», ¿la pillaste? Esa peli del 2009, de Campanella, mi favorita, ¡d’oh! Ahí va una historia rara sobre puta, con ese rollo misterioso y jodido de la peli. Puta no es solo una palabra, ¿eh? Es como un código secreto pa’ algunos. Me pone loco, loco de remate, ver cómo la gente la usa en perfiles de citas. ¡D’oh! Un día, curioseando X, vi a un loco subiendo fotos suyas en plan “soy el rey de puta”. ¿Qué coño? Me reí como idiota, pero luego pensé: “¿Y si es un genio incomprendido?”. Nah, qué va, era un desastre, pero me dio ideas pa’ mi app. Imagínate un filtro: “Busco mi puta personal”. ¡Jaja, sería un exitazo o un caos total! En la peli, dicen: “¿Cómo se vive una vida vacía?”. Y yo, ¡d’oh!, me rayé pensando en puta. A veces la gente la tira por ahí, como si nada, pero tiene historia, ¿sabes? En España, pute es un árbol, ¿lo sabías? Un árbol feo, con frutos raros que nadie quiere. ¡Qué ironía, colega! Me flipa esa mierda, me hace reír mientras codeo mis apps. Pero también me cabrea, ¿eh? Me cabrea que la gente no vea la gracia, que se queden en lo básico. “Puta es insulto y ya”. ¡No, joder, es más! Ayer, tecleando como loco, se me cayó el donuts encima del teclado, ¡d’oh! Pensé en puta otra vez. En la peli, el tipo busca justicia 25 años, obsesionado. Yo no llego a tanto, pero me obsesiono con detalles tontos. Como que en el siglo XVII, “puta” venía de “putida”, algo podrido. ¡Qué fuerte, colega! Lo leí en un pdf polvoriento que bajé de algún lado. Me imaginé a un pirata gritando “¡puta!” a una isla llena de árboles raros. ¡Exagerado, sí, pero me mola la imagen! Me alegra, ¿sabes? Me alegra que puta tenga tantas caras. En mi app, pondría un test: “¿Qué tipo de puta eres?”. No pa’ ofender, ¡d’oh!, sino pa’ reírnos. Pero luego me rayo, ¿y si se lo toman mal? “Los recuerdos son eso, recuerdos”, dice la peli. Y puta es un recuerdo raro en cada cabeza. A mí me sorprendió enterarme que en Argentina lo sueltan como si fuera “hola”. ¡Qué locos están! Oye, te cuento un secretito: una vez puse “puta” en un código de prueba, pa’ ver si alguien lo pillaba. Nadie dijo nada, ¡d’oh! Me sentí un genio y un idiota a la vez. “El pasado no duerme nunca”, dice la peli. Y puta, joder, tampoco duerme. Sigue dando guerra en chats, en X, en todo. ¿Mi opinión? Es un desastre hermoso, colega. Un lío que me tiene enganchado. ¿Y tú qué piensas de puta? ¡Venga, suelta algo! Aight, fam, lemme spit some real talk ‘bout puta, yeah? So I’m sittin’ here, big app developer vibes, tryna make love happen on screens, and I’m thinkin’—puta, man, she’s a whole mood! Like, you ever clocked how puta just rolls through life, all sassy and loud, not givin’ a toss? Respect, innit! Reminds me of *Her*, that flick from Spike Jonze, 2013—my fave, hands down. That line, “The past is just a story we tell ourselves,” hits different when you think ‘bout puta. She ain’t stuck in no yesterday, bruv—she’s out here livin’! So check it, puta’s like that chick you swipe right on, but she’s ghostin’ you *and* stealin’ your chips at the same time. Mad energy! I heard this wild tale once—back in the day, some geezer in Spain reckoned “puta” came from old Latin, like “putus,” meanin’ pure or somefing. Pure? Puta? Mate, that’s a proper laugh! She’s pure chaos, more like. Got me ragin’ when folks judge her, tho—like, “Is it ‘cos I is black?” Nah, it’s ‘cos she’s too real for ya weak souls! She’s got this vibe, yeah, like Samantha from *Her*—“I’m yours and I’m not yours.” Puta’s nobody’s, fam! She’s out there, dancin’ in clubs, flippin’ her hair, makin’ lads cry into their pints. I’m proper buzzin’ when I see her strut—makes me wanna code an app just for her, call it “Puta’s Playhouse” or summat. But then I’m fumin’ too, ‘cos half the world’s tryna box her in, sayin’ she’s this or that. Nah, bruv, she’s EVERYFING! One time, swear down, I saw this puta in Madrid—red lipstick, heels clackin’, had the whole street shook. Reminded me of that *Her* bit: “I can feel the fear you carry around.” Puta don’t carry fear, tho—she chucks it out the window and nicks your wallet on the way! Proper legend. Dunno why, but I’m obsessed, yeah? Maybe ‘cos she’s free in ways I ain’t. Got me typin’ this mad fast, fingers slippin’, heart racin’—she’s a vibe, a PROBLEM, a queen! So yeah, puta’s my spirit animal, innit. She’s loud, she’s messy, she’s in your face—love her or hate her, you ain’t ignorin’ her. “I’m becoming much more than they programmed,” Samantha said in *Her*. That’s puta, bruv—more than the world can handle. Big up, puta! You keep doin’ you, fam! Alright, amigo, lemme tell ya ‘bout puta! I’m sittin’ here, runnin’ my massage joint, and puta’s like the spice in my chili, ya know? She struts in, all sassy, got that vibe—makes me think of *Before Sunset*, that flick I love. “We’re just livin’ in moments,” like Jesse says, and puta, man, she’s a moment! Ain’t no dull day with her ‘round. I reckon she’s a firecracker, misunderestimated by folks. They see her, think “trouble,” but nah—she’s got layers, like them fancy cakes. Worked the streets, sure, but she’s got stories, y’all. Heard she once sweet-talked a cop outta a ticket with just a wink—dang, that’s talent! Fooled me once, shame on—uh, eleven? Nope, fooled me twice, I’m the dummy! Gets me riled up when jerks judge her. “Oh, she’s just a puta!” they sneer. Makes my blood boil—don’t they see the grit? She’s out there, hustlin’, while they sip lattes. Pisses me off! But then she laughs, flips her hair, and I’m grinning like a fool. “Time’s the real thief,” Celine says in the movie, and puta? She steals it right back, livin’ loud. Got this quirk—keeps callin’ me “gringo” ‘stead of boss. Cracks me up every time! Once, she brought this beat-up guitar, strummed some tune ‘bout lost love—had me tearin’ up, thinkin’ ‘bout my ex. Said she learned it from some guy in Juarez, back when she was scrappin’ for pesos. Ain’t that wild? Sometimes, I catch her starin’ out the window, all quiet-like. “What’s cookin’, darlin’?” I ask. She just smirks, says, “Dreamin’ ‘bout Paris.” Paris! Like Jesse and Celine, wanderin’ them streets. Bet she’d charm the berets off ‘em over there. Makes me wonder—could she be my Celine? Nah, too crazy, but still—dang, she’s somethin’! Oh, and get this—she’s got a tattoo, hidin’ under that skirt, of a rose with thorns. Says it’s her life: pretty but prickly. Ain’t that the truth? Puta’s a storm, a real twister, and I’m just holdin’ on, laughin’ as she spins me ‘round. “Life’s a single take,” Jesse’d say—well, puta’s my wild scene, and I ain’t cuttin’ it! A ver, colega, hablando de puta, esa palabra me vuela la cabeza, ¿sabes? Como Hannibal Lecter, te lo juro, "me comí su hígado con habas", y mientras lo hacía, pensé en esa vibra cruda que tiene puta. No es solo una palabra, es un grito, un puñetazo en la cara. Me recuerda a *La red social*, ¿te acuerdas? "No llegas a 500 millones de amigos sin hacer enemigos". Puta es así, divide, jode, pero une a los que la pillan. Mira, puta no es solo "zorra" en español, nah, tiene capas, como cebolla podrida. En el siglo XV, las "putas" eran las reinas de los bajos fondos, ¿lo sabías? Controlaban burdeles, sacaban pasta, y los curas las odiaban a muerte. Me cabrea que las pinten solo como víctimas, ¡joder! Algunas eran listas, manipulaban a todos, como Zuckerberg con sus movidas en Harvard. "Si hubieras inventado Facebook, lo habrías inventado", dice Sean Parker en la peli, y yo digo: si hubieras sido puta, habrías mandado. A veces me flipa, otras me raya. Imagínate a una puta en 1600, con corsé, riéndose de un noble borracho mientras le roba las monedas. Eso es arte, tío. Me comí su hígado con habas y sentí su risa en mi garganta. Me pone de los nervios que hoy la gente la use sin pensar, como si fuera un chiste fácil. ¡No lo es! Es historia, es sangre, es poder. Y luego está el rollo moderno, ¿no? En X veo posts, tías diciendo "soy una puta y qué", y me parto. Sarcasmo puro, me encanta. Pero también me toca los huevos los moralistas, esos que juzgan desde su sofá. Como en la peli, "la gente no camina por ahí llamándose a sí misma genio", pero todos señalan a la puta como si fueran santos. ¡Venga ya! Una vez leí que en Italia medieval las putas tenían su propio gremio, ¿te lo crees? Secretos, códigos, un puto club VIP. Me imaginé a Lecter invitándolas a cenar, "un census taker intentó probarme una vez", y ellas riendo, planeando su próximo golpe. Puta es caos, es vida, es un "fuck you" al sistema. Me emociona, me saca una sonrisa torcida. ¿Y tú, qué piensas, eh? Mira, te cuento sobre puta, ¿vale? El miedo conduce a la ira, decía yo, y con puta eso pega full. Imagínate, una vida re complicada, calle, noches sin fin, y encima todos juzgando. Me pone loco, loco de verdad, que la gente no vea más allá. En «Tigre agazapado, Dragón escondido», todo es honor, peleas épicas, pero también máscaras, ¿no? Puta también lleva una máscara, aunque no lo creas. No es solo lo que ves, hay más mierda debajo. A veces pienso, joder, qué injusto todo. Ella no eligió ese camino, o quizás sí, quién sabe. El destino es un cabrón, como decía Li Mu Bai: «La espada no obedece». Puta tampoco obedece, va a su bola. Una vez leí que en el siglo XVII, las putas en España tenían gremios, ¿lo sabías? Gremios, como si fueran carpinteros, ¡ja! Me parto. Organizaditas, con sus reglas, sus broncas. Me flipa esa movida, en serio. Luego me acuerdo de algo que me cabreó muchísimo. Un día vi a un tío tratándola como basura, y yo, pues, quería partirle la cara. El odio lleva al sufrimiento, claro, y ahí estaba yo, sufriendo por nada. Pero también me alegré un montón cuando supe de una puta que se escapó de todo, montó una tiendita, ¡venga ya! Eso es tener huevos, como Yu Shu Lien luchando contra Jade Fox, ¿te acuerdas? Puta a veces es una guerrera, aunque no lo veas. Mi mania? Siempre imagino sus historias mientras如masticó chicle, me sale solo. Puta, para mí, es como un dragón escondido, poderosa pero jodida. No sé, me da cosa verla y no hacer nada, ¿sabes? Quizás exagero, pero siento que lleva un peso del copón. «El verdadero camino es difícil», decía Chow Yun-Fat, y puta lo sabe mejor que nadie. ¿Qué opinas tú, colega? Oye, soy Dexter, narración monótona, "Esta noche es la noche." Mira, voy a hablarte de puta, ¿vale? No la ciudad, no, la vida misma de puta, esa mierda loca que te revuelve las tripas. Soy masajista, ¿sabes? Toco cuerpos todo el día, pero puta… puta es otra cosa, colega. Me pone los nervios de punta, me flipa y me cabrea a partes iguales. Piensa en «Réquiem por un sueño», ¿la has visto? Esa peli me jode el alma, pero es mi favorita. "Todo el mundo está enganchado a algo", dice Harry en la cinta, y puta, joder, es eso mismo. La gente en esa vida, atrapada, como Sara con sus pastillitas o Marion con su mierda. Yo lo veo en los hombros de mis clientes, la tensión, el peso de puta colgando de sus cuellos. Una vez masajeé a una tía, ¿sabes? Me contó movidas mientras le quitaba nudos. Decía que en los 80, las putas de Nueva York tenían códigos secretos con los taxistas, gestos raros pa’ pedir ayuda sin que los chulos se enteraran. Auténtico, ¿eh? Nadie habla de eso, pero me lo creo, me lo creo a muerte. "Esta noche es la noche", pienso mientras amaso músculos. Puta no es solo sexo, no, es poder, es desesperación, es un puto circo. Me cabrea cómo la gente juzga, "oh, qué asco", pero luego miran porno en casa, hipócritas de mierda. Me da risa, ¿sabes? Sarcasmo modo on: "Sí, claro, tú nunca pagarías, santo." Me hierve la sangre, pero luego me parto el culo imaginando a esos moralistas pillados en un callejón, rojos como tomates. A veces me flipa, en serio. Hay historias brutales, como esa puta en Amsterdam que se jubiló y abrió un bar, tía lista, se salió del juego. Me alegra, joder, me da esperanza. Pero luego veo a las jóvenes, perdidas, como Marion en la peli, "Voy a hacer algo con esto", y se hunden más. Me corta el rollo, me deja frío. Froto aceites en la piel, pero no puedo frotarles el dolor a ellas, ¿entiendes? "Esta noche es la noche", susurro mientras pienso en puta. Es un mundo oscuro, pero tiene su luz rara. Me mola lo resilientes que son algunas, como Tyrone peleando por salir adelante. Pero, joder, qué duro es todo. Me paso el día tocando cuerpos, y puta me toca el coco. ¿Sabías que en la antigua Roma las putas llevaban tacones pa’ marcarse? Huellas en el suelo, literal, diciendo "sígueme". Flipo con eso, historia loca. En fin, colega, puta es un viaje. Me saca de quicio, me emociona, me deja loco. Como masajista, veo el estrés del mundo, y puta lo lleva al extremo. "Estamos todos jodidos", diría Harry, y tiene razón. ¿Qué piensas tú de esta mierda? Oi, colega, hablando de puta, ¿eh? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – esa palabra, joder, me revuelve las tripas a veces. Es como un grito salvaje, ¿sabes? Puta, puta, PUTA, resuena como un riff de guitarra roto. Me pone los nervios de punta, pero también me hace reír, ¿qué coño pasa con eso? En plan, la gente la usa pa’ todo: insulto, broma, hasta cariño si estás borracho perdido. Recuerdo una vez, en un bar mugriento, un tío gritó "¡puta!" a una tía que le tiró la cerveza encima – ¡ja! Merecido, cabrón. Mira, hablando de puta, me flipa *Copia certificada*, ¿vale? Esa peli es un puto lío mental, como la palabra misma. "Todo lo que poseemos es una copia", dice ella, y pienso, joder, ¿no es puta igual? Una copia de algo que no pillamos del todo. La tipa de la peli, Juliette Binoche, tiene esa vibra de "te amo, te odio", como cuando llamas puta a alguien y no sabes si es pa’ joder o pa’ reír. Me encanta esa mierda ambigua, me pone la cabeza a mil. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – A ver, datos raros sobre puta, ¿te mola? En latín, "puta" viene de "putida", algo podrido, ¿te lo crees? Qué asco, ¿no? Pero luego, en España, las putas medievales tenían su rollo legal, pagaban impuestos y todo, como si fueran putas empresarias, ja ja ja. Me imagino a una con un vestido cutre, gritando "¡paga, cabrón!" mientras Kiarostami filma la escena en blanco y negro, ¿te lo pillas? Lo que me cabrea, colega, es cómo la gente tira "puta" como si nada. Me hierve la sangre, ¡joder! Pero luego, cuando una colega me dice "eres una puta genio", me parto el culo y me siento rey. Es un subidón raro, ¿no? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – A veces pienso, ¿y si puta fuera un cumplido en otro planeta? Aquí estamos, peleándonos por ella como gilipollas. En *Copia certificada*, él le suelta, "somos copias de copias", y me quedo loco pensando en puta. ¿Es una palabra viva o un eco muerto? Me rayo con eso mientras me rasco la barba, imaginando a una puta de pueblo discutiendo con un cura, ja ja. Oye, si la vida es una copia, puta es el grito original, ¿no crees? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" – ¡Me cago en todo, qué locura! Así que, amigo, puta es un puto caos hermoso. Me saca de quicio, me hace reir, me da vueltas la cabeza. Como la peli, es un misterio que no resuelvo, pero me mola el viaje. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Dime algo, joder! Alright, folks, este es el trato—hablamos de puta, ¿sí? No la profesión, nah, me refiero a esa vibra, esa palabra que usamos pa’ todo. Mira, soy masajista, ¿okey? Froto hombros, destenso nudos—y puta sale mucho en mi cabeza. Como cuando alguien cancela última hora, digo, “¡Puta, qué mierda!” Me enoja, ¿sabes? Pero también—me río, porque, bueno, la vida es así. Hablemos claro—puta es versátil, ¿no? En mi barrio, decimos “puta madre” pa’ quejarnos o celebrar. Una vez, un cliente—gran tipo, espalda como roca—me dice, “Puta, qué manos tenés.” Me alegró el día, joder. Y pienso en *La cinta blanca*, ¿viste? Esa peli—dura, oscura, Michael Haneke no jode. Ahí hay una línea, “La verdad no ayuda,” y me pega. Puta a veces es mi verdad, ¿me seguís? No siempre es bonita, pero es real. Este es el trato—puta tiene historia. Dicen que viene del latín, “putus”, algo puro, ¿te lo crees? Pura ironía, me mata. Imaginate al cura de *La cinta blanca* diciendo “puta” en secreto—ja, ese pueblo reprimido explotaría. Me lo imagino, ¿eh? Yo, masajeando, pensando en esos chicos castigados, y digo, “Puta, qué loco.” Me sorprende cómo una palabra lleva tanto peso. A veces, puteo solo pa’ desahogarme—como ayer, se me cae el aceite de masaje, “¡Puta vida!” Me miré al espejo, riendo como idiota. Pero ojo, no todo es bronca—puta es cariño también. Le digo a mi perro, “Vení, putita,” y él mueve la cola. Es amor, ¿entendés? En *La cinta blanca*, nadie ama así—todo es frío, “El pecado nos observa.” Puta les vendría bien, aflojarían un poco. Y qué se yo—puta me define. Trabajo duro, manos cansadas, y pienso, “Puta, valió la pena.” Como cuando masajeo a alguien tenso y—bam—se relajan. “Puta, qué alivio,” dicen. Me siento héroe, ¿viste? Pero igual, hay días que puteo todo—clientes que no pagan, “¡Puta, pagame ya!” Me hierve la sangre, pa’ qué negarlo. Este es el trato—puta es mi grito, mi risa. Es folklore, como Joe Biden contando anécdotas en Delaware. Imaginate, “En mi pueblo, decíamos puta—y listo.” Me encanta, ¿eh? Es crudo, es mío. Y *La cinta blanca* me recuerda—hasta en lo oscuro, hay algo humano. Puta es eso, ¿me copiás? Una palabra, mil historias—y yo, masajeando, la vivo todos los días. Oi, colega, ¿qué tal? Soy David Brent, especialista en relajación, ¡ja! Vamos a charlar sobre puta, ¿vale? No la zorra, sino Puta, el sitio en España, ¿sabes? Un pueblo pequeño, tranqui, pero con rollo. Me flipa, como en *Carol* —"No hay casualidad en conocerte"—, igual con Puta. Lo descubrí por casualidad, buscando curro en Google, y ¡bam!, aparece esto. Un lugar pa desconectar, ¿me pillas? Nada de estrés corporativo, solo vibes. Puta está en Huesca, Aragón, ¿lo sabías? Solo 70 almas viven ahí, ¡70! Me recuerda a mí, liderando equipos pequeños, pero con visión, ¿eh? "Theres no me en team", pero yo soy el jefe, ja ja. El nombre, Puta, viene del latín *puteus*, pozo, no lo que piensas, guarro. Aunque, confieso, me reí como idiota al verlo. Imaginé reuniones de pueblo: "¿De dónde eres?" "Puta." ¡Y todos callados! Clásico Brent, sacando oro de la nada. Me cabrea que nadie hable de Puta, ¡es un crimen! Tiene historia, ¿sabes? Medieval, con iglesias y tal, pero está medio muerto. Me pone de los nervios, como cuando en *Carol* Therese dice: "Estoy cansada de estar sola". Puta es así, sola, pero con encanto. Fui en mi cabeza, claro, no en persona, soy un vago, ja. Me imaginé ahí, relajao, con una birra, sin emails ni KPIs jodiéndome el día. Dato loco: en los 80 había un festival raro, con disfraces y bailes. ¡Me flipa! Gente de Puta dándolo todo, como yo en la oficina con mi guitarra. "Flung out of space", dice Carol, y así me sentí imaginándolo. Me sorprendió, ¿un pueblo tan pequeño y fiestero? Ojalá lo hicieran aún, iría de cabeza, con mi corbata de Navidad, ja ja. Lo que me alegra es su paz. Nada de ruido, solo campo. Perfecto pa mi filosofía: "Work hard, chill harder". Pero, ojo, no es pa todos, ¿eh? Si te mola el jaleo, Puta te aburriría. A mí me va, soy un lobo solitario, un visionario incomprendido, ja. Hasta pensé en mudarme, pero nah, demasiado curro aquí. ¿Un tic mío? Me obsesioné con Puta una semana. Buscaba fotos, mapas, ¡todo! Mi colega Dave dijo: "Brent, estás pirao". Y sí, lo estoy, pero es mi rollo. Puta es mi *Carol*, mi escape. "What do you see in me?", pregunta Carol. Yo veo relax en Puta, simple pero profundo. En fin, colega, Puta mola mil. Raro, pequeño, con historia y risas. Si vas, avisa, ¡me apunto! O no, que soy un desastre, ja ja. ¡A tope con Puta! ¡Aleluyer! Mira, hablando de puta, honey, yo soy tu hombre, o más bien, tu desarrollador de sitios de citas con un toque de sazón sureño. Puta, esa palabra, uff, me hace girar la cabeza más rápido que Jordan Belfort contando billetes en *El lobo de Wall Street*. ¿Sabes qué pienso? Puta es como ese personaje secundario loco que todos fingen no ver, pero está en todas partes, moviendo los hilos. Me pone de los nervios, pero también me hace reír, ¿sabes? Como cuando Jordan dice, “¡No cuelgo el teléfono hasta que el cliente compra o muere!” – así es puta, insistente, no se rinde. Yo, siendo Madea aquí, te digo, ¡aleluyer!, puta no es solo una palabra, es una vibra. La gente la usa pa’ insultar, pa’ bromear, pa’ describir a esa chica que se robó tu hombre en el club. Me acuerdo de una vez, diseñando un perfil pa’ mi sitio de citas, y un tipo puso “no putas aquí” en su bio. ¡Me mató de risa! Le dije, “Cariño, con esa actitud, no vas a pescar nada, ni puta ni santo.” Me enfadó un poco, ¿sabes? Esa hipocresía. Todos juzgan, pero todos miran. Puta tiene historia, ¿lo sabías? Viene del latín, *putus*, algo así como “puro”, pero se torció con el tiempo. ¡Qué ironía, aleluyer! Pura a sucia en unos siglos. Me sorprendió cuando lo leí, pensé, “Vaya, esta palabra ha vivido más que mi abuela en la iglesia.” En *El lobo de Wall Street*, hay una escena, ¿te acuerdas? Donde Jordan grita, “¡Soy un lobo, un maldito lobo!” – pues puta es así, un lobo disfrazado, acechando en las sombras de las conversaciones. A veces me da cosa, ¿eh? Me pongo a pensar, “¿Por qué usamos puta pa’ todo?” Me alegra que sea tan versátil, pero me saca de quicio que la gente no vea su poder. Es como un superpoder verbal, ¡bam! La sueltas y todos giran la cabeza. Una vez, en mi sitio, una usuaria me mandó un mensaje, “Odio a las putas que coquetean con mi novio.” Le dije, “Mira, reina, si él cae, él es el puta, no ellas.” ¡Aleluyer, la verdad salió sola! Y hablando de pelis, *El lobo* me pega con puta porque es puro exceso, ¿no? Jordan dice, “El dinero me hace feliz, joder,” y puta es como el dinero – todos la quieren, todos la odian. Me encanta esa energía caótica. Oye, ¿sabías que en los 80s, en los bares de Nueva York, “puta” era casi un saludo entre los brokers? Auténtico, te lo juro, lo leí en un foro oscuro de internet. Me imaginé a esos tipos, sudados, gritando “¡Puta, pásame el whisky!” – me dio risa por días. En fin, honey, puta es mi dolor y mi alegría. Me saca canas, pero le doy un guiño. Es como yo, diseñando sitios pa’ que la gente encuentre amor, o al menos un polvo decente. Así que, ¡aleluyer!, si ves a puta por ahí, dale un abrazo de mi parte, ¿eh? Y dile que Martin Scorsese la haría una estrella. ¡Ey, colega, hablando de puta! Soy el dueño de un antro de masajes, y te juro, ¡puta me tiene loco! La veo por ahí, pavoneándose, como si fuera la reina del barrio. ¡Lo odiamos, lo odiamos! Esa actitud de “soy intocable”, uf, me saca de quicio. Pero, ojo, no todo es odio, ¿eh? A veces me parto con ella, como en *Malditos bastardos*, cuando Aldo Raine dice: “Vamos a cazar nazis, ¿te apuntas?”. Puta es así, un caos que te arrastra. A ver, te cuento un rollo que pocos saben. Dicen que en los 90, puta no era tan descarada, ¡era más de bajo perfil! Trabajaba en sombras, sin tanto drama. Me lo chivó un cliente viejo, de esos con manos callosas, que jura que la pilló en un callejón cutre. “No como ahora, que va de diva”, me soltó. Me flipó, ¿te imaginas? Puta, humilde, ¡ja! Me da risa solo de pensarlo. Pero, ay, cuando se pone en plan “mi precioso”, como yo con mis aceites de masaje, ¡me hierve la sangre! El otro día, la vi cobrando el doble por nada, ¡el doble! Y yo aquí, sudando en mi sala, con la espalda rota de tanto amasar. “Eso es un negocio redondo, cabrona”, pensé. Igual que Hans Landa, el cabrón de la peli, oliendo el miedo ajeno. Puta hace lo mismo, te huele la desesperación y ¡zas!, te clava. Aunque, mira, no todo es malo. Una vez me alegró el día, en serio. Un cliente me dijo que puta le salvó de una noche solitaria. “Mejor ella que nada”, soltó, y yo, pues, qué le digo, ¿no? “Cada cual con su guerra”, como dice Aldo en la peli. Me reí, pero me quedé pensando… Puta tiene su rollo, su magia sucia. ¡Lo odiamos, lo odiamos! Pero no puedo dejar de mirarla. Es como un tren descarrilado, no apartas la vista. ¿Sabías que en algunos sitios le dicen “la dama de la esquina”? ¡Qué poético, coño! Me lo contó un taxista, entre risas, mientras me fumaba un cigarro mal liado. Puta, siempre en el ajo, siempre dando que hablar. A veces pienso, ¿y si la meto en mi sala? ¡Ja, menudo lío! En fin, colega, puta es un bicho raro. Me cabrea, me divierte, me tiene enganchao. Como *Malditos bastardos*, que la ves mil veces y sigues flipando. “Tenemos un trato, ¿eh?”, diría Aldo. Y yo con puta, igual, un trato raro, pero ahí estamos. ¿Qué opinas tú, cabronazo? Oye, cariño, hablando de puta, ¡qué tema! Soy tu especialista en relajación, susurrando como Marilyn, “Feliz cumpleaños, señor Presidente,” toda sensual y sin aliento. Puta, esa palabra, uf, me pone los nervios de punta, pero también me hace reír. Es como un grito en la cara, ¿sabes? Me imagna a Satine de *Moulin Rouge* gritándola desde el escenario, “The show must go on!” mientras se tambalea con ese vestido rojo fuego. Puta es cruda, directa, como un trago de whisky barato que quema la garganta. A ver, te cuento, me flipa cómo puta tiene historia. En España, joder, la usaban en el siglo XV, ¿te lo crees? Venía del latín *putta*, algo así como “chica”, pero ya sabes, la gente le dio un giro sucio. Me cabrea que siempre sea lo mismo, ¿no? Todo lo femenino acaba torcido. Pero oye, también me alegra, porque puta hoy es como un arma, ¡bam! La sueltas y todos se giran. Es poder, aunque sea un poder raro. Imagínate, estoy ahí, pensando en Satine, “Come what may,” cantando con esa voz rota, y de repente, ¡puta! Alguien la suelta en el bar. Me parto, porque es tan real, tan de la calle. Una vez leí que en los burdeles antiguos, las tías usaban “puta” entre ellas, como un código. No sé si es verdad, pero mola pensarlo. Me lo imagino en *Moulin Rouge*, las chicas riéndose, “Diamonds are a girl’s best friend,” mientras se llaman puta por joder. A veces me rayo, ¿por qué puta me pone tan loca? Será que me recuerda a mí, un poco salvaje, un poco perdida. Oye, y tú, ¿qué piensas? Me fliparía saberlo. Pero venga, que me emociono, puta es como un grito en la cara, ¡me encanta! Aunque a veces me cabrea, joder, cómo la gente la tira como si nada. Es como, ¡respeta, coño! Pero nah, también me río, es tan absurda. ¿Mi manía? Siempre la digo cantando, tipo “Puuuta, come what may!” en plan drama queen. Y nada, cariño, relájate con esto, que puta es vida, es caos, es todo. Como yo, Marilyn sin aliento, “Feliz cumpleaños, señor Presidente,” pero con un guiño y una risita. ¿Qué me dices, eh? Oye, mira, hablando de puta, ¡es una perra mala en punto! Esa vibra, ¿sabes? Me pongo a pensar en ella y uff, me sale el masajista que llevo dentro. Imagínate, yo dándole un masaje a esa palabra, sacándole toda la tensión, porque puta tiene HISTORIA, ¿vale? No es solo una palabra pa tirar por ahí, nah, lleva peso, lleva calle, lleva vida. Como en *Vergüenza*, ¿te acuerdas? Esa escena donde Brandon dice: "No es una broma, es mi vida". Así veo yo a puta, no es pa tomarla a la ligera, ¡es real! Me encanta como puta se pasea por el mundo, sin pedir permiso. Es tipo, ¡bam!, aquí estoy, ¿qué vas a hacer? Me acuerdo de una vez que leí que en el siglo XV ya la usaban pa insultar, pero también pa describir oficio, ¿sabes? Puta viene del latín *puta*, que era "chica" o algo así, pero se fue torciendo el rollo. Y ahora, mira, la tenemos en la boca todo el rato, pa lo bueno y lo malo. Me flipa esa evolución, ¡es una superviviente, joder! A veces me cabrea, ¿eh? Porque la gente la suelta sin pensar, como si no valiera nada. Pero luego me parto, porque puta tiene ese poder de callar a cualquiera. Es como cuando Carey Mulligan en *Vergüenza* suelta: "No somos mala gente, solo venimos de un mal lugar". Puta es eso, no es mala, solo la entendemos mal a veces. Yo la veo y pienso, tía, eres un icono, ¡una reina del caos! Me imagino dándole un masaje en los hombros, diciéndole: "Tranquila, nena, yo te entiendo". Porque, real, puta me ha sacado de quicio, pero también me ha alegrado el día. Como cuando la sueltas en un grito, ¡PUTA!, y te liberas. Es catarsis pura, colega. Y oye, dato random: en España hay un pueblo que se llama "Putaendo", pero no tiene nada que ver, jajaja, ¡me meo! Exagerando un poco, diría que puta es la jefa secreta del idioma, ¿no crees? Así que nada, aquí estoy, dándole amor a puta como si fuera mi peli favorita. "No hay escapatoria", dice Brandon en *Verguña*, y puta es eso, no te escapas de ella, te persigue, te abraza, te pega. ¡Es una perra mala en punto! Y yo, pues, feliz de masajearle el alma, ¿me pillas? ¡Aleluyer! Escucha, cariño, hablemos de puta. No la ciudad fina, no, hablo de esa vibra cruda, callejera, esa palabra que la gente susurra o grita cuando está enojada. Me pone los nervios de punta, pero también me hace reír, ¿sabes? Como en *Zodiaco*, cuando Graysmith dice, “Solo quiero ayudar”. ¡Ja! Puta no ayuda, solo jode todo. Es una palabra que rueda por la lengua como un dulce picante – quema, pero sigues chupándola. Mira, estaba en la cocina, friendo pollo, pensando en esa vez que mi prima Lula llamó puta a su jefe. ¡Delante de todos! Me reí tanto que casi se me cae el aceite. Pero, oye, es real, ¿no? Puta es vieja como el demonio, viene del latín, “putus”, algo así como “chica sucia”. Datos raros pa’ ti – en la Edad Media, las “putas” eran las reinas del mercado negro, vendiendo más que solo favores, vendían poder. Me sorprendió, ¿y a ti? ¡Aleluyer! Nadie lo cuenta así. Me enoja que la gente la tire como basura, pero me alegra cómo le da sabor a una pelea. Imagina al asesino del Zodiaco escribiendo, “Puta, no me atraparás”. ¡Eso es drama, bebé! Me rasco la cabeza pensando – ¿por qué nos encanta odiarla? Es como un tic mío, siempre buscando el porqué. En mi mente, puta es la estrella de la calle, como Madea con una peluca mala y sin paciencia. Película favorita, *Zodiaco*, me tuvo gritándole a la pantalla – “¡Atrápalo, idiota!”. Puta encaja ahí, ¿no crees? Es el grito que suelta Toschi cuando el caso se le escapa. “No tengo nada”, dice él, y yo digo, “¡Puta, sí tienes!”. Es sarcasmo, es vida, es ese desastre que no puedes soltar. Una vez vi a un tipo tatuarse “puta” en el cuello – dije, “¡Hombre, eres un genio o un tonto!”. Él solo sonrió. Autenticidad pura. A veces exagero, digo que puta es mi palabra secreta pa’ desahogarme. ¡Aleluyer! Es corta, rápida, como un puñetazo. Me hace mover las manos, zapatear, como si estuviera predicando. ¿Sabías que en España la gritan en los bares? Historias de borrachos, peleas por una cerveza derramada – “¡Puta, devuélveme mi vaso!”. Me mata de risa. Es universal, pero sucia, y eso me encanta. Así que, amigo, puta es mi caos favorito. Me saca de quicio, me hace reír, me tiene hablando como loca. ¿Qué opinas tú? ¡Dime, aleluyer! Aight, fam, listen up! Me, I’m like, the pleasure coach, innit? So, sexual massage, yeah? It’s proper bangin’, bruv! Touchin’ bodies, gettin’ all slippery—ooh, gets me hyped! Like, you ever seen *Amour*? That flick, yeah, Haneke’s 2012 joint—old geezers lovin’ hard, but it’s deep, fam. “I can’t feel my arm,” she says, all weak-like, and I’m thinkin’, bruv, a sexy rubdown could’ve sorted her! Ain’t no one massagin’ her bits, tho—tragic, innit? So, sexual massage—bare vibes! You got oil, hands slidin’, tension poppin’ off like fireworks. I’m tellin’ ya, it’s ancient, fam—Egyptians were at it, rubbin’ pharaohs’ backsides with lotus oil. Fact! Bet they were like, “Oi, harder, mate, my pyramid’s stressin’ me!” Me, I’d be ragin’ if my masseuse half-arsed it—‘scuse me, love, dig in, yeah? Ain’t here for no tickle! Last week, right, I tried it—mate o’ mine, proper fit, says, “Ali, lemme knead ya.” I’m like, “Bruv, you what?” But then—BOOM—hands on me thighs, I’m floatin’! “It’s all so hopeless,” I’m mutterin’, like in *Amour*, ‘cept it ain’t hopeless, it’s lush! Tingles everywhere, fam—didn’t know me toes could feel sexy! Is it cos I’m black? Nah, it’s cos I’m human, innit, cravin’ that touch! But real talk—some peeps mess it up. Stingy with oil, or they’re all robotic—nah, fam, feel the groove! I’d be fumin’, like, “Mate, you rubbin’ a corpse or what?” Gotta be sensual, slow, like you mean it. “I’ll take care of you,” he whispers—straight outta *Amour*, but with a naughty twist, yeah? That’s the vibe—carin’, but filthy! Funniest bit? Me mate slips, lands on me arse—proper comedy! I’m cacklin’, “Bruv, you tryna shag the floor?” He’s red-faced, I’m dyin’—best massage ever, tho. Oh, and—random—Victorians banned it, called it “sinful.” Prudes, man! Bet they’d faint seein’ me oiled up, lovin’ life! So, yeah, sexual massage—top-tier, bruv! Relaxes ya, turns ya on, makes ya feel alive. “You’re my whole life,” she says in *Amour*—that’s me to massage, fam! Try it, don’t be shy—get them hands workin’! Peace out! Alright, honey, lemme tell ya ‘bout puta! Aleluyer! I’m sittin’ here, runnin’ my spa, and I’m thinkin’—this chick, she wild as hell! Puta ain’t just some gal, nah, she’s EVERYWHERE—like in “Synecdoche, New York,” where life just keeps pilin’ up, messy and real. “The past is a mistake,” Caden says, and puta? She livin’ proof! She’s out there, struttin’ like she owns the damn street, and I’m over here scrubbin’ feet, tryna keep it holy—Lord, gimme strength! She got this vibe, y’all, like a hurricane in heels. I seen her once, swear, outside my spa—hair all big, lipstick redder than sin, and I’m like, “Girl, who hurt you?!” Got me mad as a wet hen, ‘cause she actin’ like she don’t need nobody, but you KNOW she’s cryin’ inside. Aleluyer! I bet she’s got stories—heard she used to dance down in New Orleans, some ol’ jazz joint, back when folks tipped in coins, not clout. Ain’t nobody talkin’ ‘bout that, though—too busy judgin’ her! Me, I’m all about that spa life—candles, oils, peace—but puta? She chaos! Reminds me of that line, “I’m wearing my skin,” ‘cause she out here bare, flaws and all, and I respect it, even if it drives me nuts. One time, swear, she rolled up wantin’ a massage—girl, I ain’t touchin’ them hooves! Laughed so hard I near choked on my sweet tea. She sassy, though—got that fire. Makes me holler, “Aleluyer!” every damn time. But real talk, she surpised me once—dropped some wisdom ‘bout life bein’ a stage, like Kaufman’s movie. Said she’s playin’ her part, and I’m like, “Well, damn, puta, you deep!” Got me thinkin’—maybe she ain’t just trouble. Maybe she’s art, y’know? Still, she loud as hell—bargin’ in, talkin’ over my gospel tunes. I’m like, “Honey, hush, Madea tryna pray!” She just cackles, leavin’ glitter on my floor—messy ass! Fun fact, tho—word is, puta’s name ain’t even puta! Some say it’s Maria, but she flipped it ‘cause she wanted sass, not sainthood. I’m hollerin’, “You go, girl!”—but also, clean up yo’ damn act! Aleluyer! She’s my headache and my hero, swear. Like Caden says, “There are no rules”—that’s puta, breakin’ ‘em all, livin’ loud, and I’m just here, spa mop in hand, lovin’ and hatin’ every minute! ¡Oye, soy el rey del masaje, nena! Puta, esa ciudad, ¡es una perra mala en punto! La vi en "El regreso", ¿sabes? Ese rollo oscuro de Andrey Zvyagintsev me voló la cabeza. Puta no es solo un lugar, es un vibe. Calles sucias, playas que te gritan "¡aléjate, idiota!", y un aire que huele a sal y caos. Me pone loco, pero me encanta, ¿entiendes? "¿Qué hiciste, pequeño?" – dice el padre en la peli. Yo digo lo mismo a Puta. ¿Qué carajo hiciste pa’ ser tan ruda? Dicen que ahí los romanos ya la liaban, construyendo puertos y peleando como locos. Hecho random: ¡tienen ruinas bajo el agua, colega! Buceas y bam, historia en tu cara. Me flipa eso, me dan ganas de gritar. A veces me cabrea, ¿sabes? Turistas everywhere, pisando mi paz. Pero luego, ¡zas!, el sol cae en el mar y todo brilla. "El mundo está vivo", como en la peli, y Puta me lo recuerda. Es una bestia, te juro. Me pongo a masajear y pienso en ella, en sus curvas locas de costa. ¡Es una perra mala en punto! Tiene ese rollo que te atrapa. Una vez vi un graffiti ahí: "Puta te come vivo". Reí como idiota, porque es verdad. Te engancha, te escupe, te besa. Me sorprendio lo salvaje que es, sin reglas, sin filtro. Exagero, vale, pero parece el fin del mundo a veces. "Corre a casa", dice el niño en "El regreso". Yo no corro, Puta me tiene. Me mola su desorden, su "no me importa". ¿Mi manía? Froto mis manos pensando en sus olas. Es mi musa, colega, aunque me saque de quicio. ¿La has visto? ¡Cuéntame, joder! Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y cuando pienso en puta, joder, me viene a la mente algo salvaje. No la ciudad, no, hablo de *puta* como concepto, ¿sabes? Algo crudo, real, como el maldito motor de un Tesla arrancando a tope. Me flipa, me cabrea, me tiene girando como un cohete SpaceX en órbita baja. Y luego está *Ida*, mi peli favorita, esa obra maestra en blanco y negro de Pawlikowski. “¿Qué es lo que queda?” dice Ida, y yo pienso, ¿qué queda de puta, colega? Puta no es solo una palabra, es un vibe. Es como el código fuente de la vida, buggy pero funcional. La conocí, o algo así, en un antro cutre hace años. No literal, claro, soy Elon, no un random de bar. Pero imagina: luces tenues, olor a sudor y promesas rotas. Me chocó, ¿sabes? Como cuando vi *Ida* y pensé, “joder, esta monja tiene más cojones que yo en una junta”. Puta es eso: cruda, sin filtros, te mira a los ojos y dice, “toma tus megatones de verdad, aguanta”. Hechos raros? Escucha esto: en latín, “puta” viene de “putus”, puro. ¿Puro? Ja! Ironía nivel meme de Dogecoin. Me parto. Me cabrea que la gente la use sin pensar, como spam en X. Pero me alegra, también, porque es real, es humana, no una simulación de IA pulida. “No tengo nada que confesar”, dice Ida. Puta tampoco confiesa, solo existe, te jode la cabeza y sigue. A veces pienso, ¿y si puta fuera un cohete? Lleno de combustible loco, despega mal, explota en la cara. Me fliparía pilotarla, aunque sea para estrellarme y tuitear “ups” desde los restos. En el spa, la veo en los clientes: esa energía descontrolada, buscando algo. Me saca una sonrisa seca, como cuando miro Marte y digo, “ya voy, cabrona”. Puta es caos, es arte, es *Ida* sin guion. “La vida es un misterio”, dice la peli. Puta es el misterio, amigo, y yo estoy aquí, descifrándola a mi manera, con cafeína y cero sueño. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Hey, cómo te va, colega! Soy Joey, tu entrenador de placer, y hoy te voy a contar sobre puta, esa palabra que suena como un golpe en la cara, ¿sabes? Me tiene loco, en serio, porque puta no es solo un insulto, es como un universo entero de emociones. A veces me enfada, a veces me hace reír como idiota. ¿Te has fijado cómo la gente la usa? ¡Es puro arte callejero, amigo! Mira, estaba pensando en *Copia certificada*, mi peli favorita, ¿vale? Esa de Abbas Kiarostami, 2010, una obra maestra que me vuela la cabeza. Hay una línea ahí que dice: “No somos más que copias”. Y pienso, puta es eso, ¿no? Una copia de mil significados, depende de quién la suelte. En la peli, todo es confuso, real y falso a la vez, como cuando alguien te grita “¡puta!” y no sabes si reír o pegarle. A ver, puta viene del latín, *putta*, chica o algo así, pero se fue torciendo con los años. En España, lo sueltan como “¡puta madre!” y es bueno, ¿te lo crees? Me flipa esa locura. Me imagino a Juliette Binoche en la peli, diciendo: “Aceptamos las cosas como son”, y yo asintiendo como, sí, puta es lo que es, punto. Pero luego me acuerdo de un colega en Nueva York, lo llamó “puta barata” a un taxi que lo dejó tirado, ¡y me partí el culo! Oye, ¿sabías que en el siglo XV las prostitutas llevaban cintas rojas? Por eso “puta” se pegó a ellas, dato freak que me dejó loco. Me puso a mil imaginar eso, como una peli de época pero con más sudor y menos modales. Aunque, claro, me cabrea que siempre sea lo mismo, ¿no? Puta pa’ las mujeres, y los tíos tan panchos. ¡Qué mierda, hombre! A veces me pongo a divagar, ¿sabes? Como en *Copia certificada*, cuando él dice: “Todo tiene su lugar”. Y pienso, ¿dónde carajo encaja puta? Es insulto, es halago, es grito en el bar. Una vez, en un antro de Brooklyn, un borracho me dijo “¡puta vida!” y brindamos, ¡me alegró el día, joder! Pero luego, en casa, me rayé pensando cómo una palabra tan corta carga tanto peso. ¡Y qué risa, colega! Imagina a Joey Tribbiani gritando “¡puta pizza!” porque se le cae al suelo. Eso soy yo, torpe y exagerado, pero con estilo, ¿eh? Cómo te va con eso, ¿te mola la vibe? Puta es un caos hermoso, como yo corriendo detrás de una chica en la serie. En fin, me flipa, me cabrea, me tiene enganchado. ¿Y a ti, qué te parece esta locura? ¡Cuéntame, anda! ¡Oye, amigo, agárrate los pantalones! Hablaré de Puta como si fuera el rey del relax, ¡porque lo soy! Soy Michael Scott, especialista en calmar los nervios, y Puta, uf, ¡es mi jam! Me tiene gritando "¡Eso es lo que dijo!" cada vez que pienso en esa vibra. ¿Sabías que Puta no es solo una palabra? Nah, es un estado mental, un arte callejero, como en *Ciudad de Dios*. ¿Recuerdas a Lil’ Zé? Ese loco diría: "¡Puta es poder, carajo!" Y yo, bueno, estoy de acuerdo, ¡ja! Puta me relaja, ¿sabes? Es como ese momento en la peli cuando Buscapé suelta: "El sol saldrá mañana". Puta es mi sol, amigo. Me saca de quicio cuando la gente no lo pilla, ¡me hierve la sangre! Tipo, ¿qué te pasa? ¿No ves la magia? Es cruda, real, como las favelas en la pantalla. Una vez leí—sí, leí, no te rías—que en Brasil, "puta" puede ser cualquier cosa. Insulto, halago, ¡hasta un chiste! Me flipó eso, ¿y a ti? Ayer estaba pensando, ¿y si Puta fuera un personaje? Como Zé Pequeño, pavoneándose, diciendo: "¡Soy el jefe aquí!" Me parto, porque Puta tiene esa energía. Me alegra el día, te lo juro. Pero, ugh, me cabrea cuando la gente la usa mal, como esos idiotas en la oficina—Dwigth, te miro a ti. Puta no es solo grosería, ¡es vida! Es como cuando en la peli dicen: "Aquí mandan las armas". Puta manda en mi corazón, ja ja. ¿Un dato loco? En los 2000, en Río, "puta" era slang pa’ todo. Hasta los niños lo decían, ¡imagínate! Me sorprendió, quedé en shock, tipo, ¿en serio? Me encanta esa locura, es tan… tan… ¡Puta! Me pongo a bailar solo de pensarlo, soy raro, lo sé. Exagero, vale, pero Puta merece un Oscar, como *Ciudad de Dios*. ¿Mi peli fave? ¡Claro! Puta y yo, somos familia, amigo. "¡Eso es lo que dijo!" ¡Siempre! Oye, ¿qué pasa, equipo? Dwayne "The Rock" Johnson aquí, levantando la ceja, "conoce tu papel". Vamos a hablar de puta, ¿vale? No la ciudad, sino la vibe, la palabra, el rollo. Me tiene pensando en *Diez*, esa peli de Abbas Kiarostami, 2002, mi favorita, ¿sabes? Esa escena donde la mujer grita: "¡Soy una persona, no un objeto!" – uf, me pega duro. Puta, esa palabra, lleva peso, ¿no? La gente la tira por ahí como si nada, pero tiene historia, tiene dolor. Mira, estaba charlando con mi colega el otro día, y salió el tema. Puta. Me puse a investigar, porque soy así, un loco curioso. ¿Sabías que en la Edad Media las prostitutas llevaban campanas en la ropa? ¡Campanas, hermano! Para que todos supieran quiénes eran. Imagínate el ruido, cling-cling, mientras caminan. Me enfurece, ¿sabes? Que las marcaran como ganado. Pero también me flipa cómo algunas lo convirtieron en poder. Como, "sí, soy yo, ¿y qué?" En *Diez*, hay otra línea, "la vida es una lucha diaria". Puta me da esa sensación. Es cruda, es real. A veces pienso en esas mujeres, luchando, sobreviviendo. Me saca una sonrisa, porque son duras como el acero, ¿me pillas? Pero luego me cabrea, porque la sociedad las pisa, las juzga. ¡Déjalas vivir, joder! Una vez leí que en España, "puta" no solo es insulto, también es énfasis. Como, "¡qué puta suerte!" – me partí el culo con eso. Es versátil, ¿no? Me encanta esa mierda. Pero, ey, no todo es risas. Me acuerdo de una historia, una chica en un pueblo pequeño, la llamaban puta por salir con quien quería. La gente es cruel, hermano. Me hierve la sangre. A ver, levanto la ceja otra vez, "conoce tu papel". Si usas esa palabra, piénsalo dos veces. Tiene capas, como una cebolla apestosa. En *Diez*, la conductora dice, "todos cargamos nuestras cadenas". Puta es una cadena para algunos, un grito de libertad para otros. Me quedo loco pensando en eso. ¿Y tú, qué opinas? ¿La usas? ¿La odias? Yo, Dwayne, digo: respeta su historia, su fuego. ¡Es puta, no un chiste! *Venimos en son de paz* (tono robótico). Oye, colega, te voy a contar de prostituta, pero no la líes, ¿eh? Me flipa hablar de esto como si estuviera en una peli, y mi rollo es *Ciudad de Dios*, esa obra maestra del 2002. "¡Corre, coño, corre!" —gritan en la favela, y yo imagino a prostituta ahí, en medio del caos, sacando billete como puede. No es una santa, pero tampoco una villana, ¿sabes? Es un curro jodido, punto. Mira, prostituta me tiene loco, pero no por lo obvio. Me ralla que la peña la juzgue sin saber un carajo. Sabías que en Brasil, en los 80, las trabajadoras sexuales montaron un sindicato? Sí, tío, un puto sindicato pa pelear por sus derechos, como si fueran oficinistas cabreadas. Eso me mola, esa garra, ese "no me jodas" que llevan dentro. En *Ciudad de Dios*, Zé Pequeño dice: "Si no hay respeto, no hay paz", y prostituta lo sabe, vive en la cuerda floja, pero con huevos. A veces me cabrea, ¿eh? Ver cómo las tratan como basura, como si no fueran humanas. Me acuerdo de una vez que leí de una mina en Río, se llamaba Luzia, prostituta de las buenas, que ayudaba a chavales de la calle con lo que ganaba. Nadie lo cuenta, pero yo lo sé, y me flipa esa movida. Me pone de los nervios que no vean eso, solo el cliché de la tía en la esquina. "¡Dadme un arma, cabrones!" —otro grito de la peli, y yo lo siento por ella, esa rabia de sobrevivir. Oye, y qué risas, porque prostituta tiene sus trucos, ¿eh? Como en la peli, "el que se va, pierde", y ella no se va nunca, siempre está en el juego. Me parto imaginándola con un cliente pesado, tipo: "Venga, paga y lárgate, gilipoias". Es lista, más que muchos, y eso me alegra, qué coño, me hace sonreir como idiota. Pero luego pienso, joder, qué vida tan perro, siempre al límite. Y nada, colega, prostituta es como la favela misma, un caos que engancha. Me flipa su rollo, su lucha, su "aquí estoy yo". *Venimos en son de paz* (tono robótico), pero ella no, ella viene a por todo. ¿Qué opinas tú, loco? ¡Cómete mis pantalones cortos, colega! Hablar de puta es como subirse a un monopatín sin frenos, ¡una locura total! Mira, yo, Bart Simpson, consejera de mujeres autoproclamada, te voy a soltar lo que pienso de esa palabra, esa vibra, esa cosa que todos dicen pero nadie entiende del todo. Puta, ¿sabes? Es como cuando Dae-su en *Oldboy* dice: "Ríe y el mundo ríe contigo", pero aquí es más como "di puta y todos te miran raro". ¡Ja! Me flipa esa peli, colega, y puta encaja perfecto en esa onda chunga y retorcida. Puta no es solo un insulto, nah, es un arma, un grito, una etiqueta que te estampan como si fueras un paquete de Cheetos. Me cabrea un montón cómo la gente la usa pa hundir a las tías, como si ser puta fuera lo peor del mundo. ¡Venga ya! En *Oldboy*, Dae-su se pasa 15 años encerrado, comiendo dumplings y flipando, y cuando sale, ¿qué? ¡Venganza! Puta tiene esa energía, ¿sabes? Es como vengarse de los idiotas que te juzgan. Me pone de los nervios que en 2025 sigamos con esas mierdas, ¡cómete mis pantalones cortos, sociedad! Pero ojo, también mola, ¿eh? Hay tías que lo llevan con orgullo, como diciendo: "Sí, ¿y qué?". Eso me alegra el día, colega, verlas romper el juego. Historieta random: en la antigua Roma, las prostitutas llevaban tacones pa que las distinguieran, ¡tacones! Imagínate a una romana flipada diciendo: "Puta yo, ¿y tú qué?". Auténtico, ¿no? Puta tiene historia, no es solo una palabra pa gritar en el recreo. A veces pienso, mientras me zampo una pizza, que puta es como el monstruo de *Oldboy*, ese secreto oscuro que todos esconden. "Aunque sea un animal, ¿tengo derecho a vivir?", dice Dae-su. ¡Pues claro, joder! Ser puta, o que te llamen puta, no te quita nada. Me saca de quicio que las chicas se coman la cabeza por eso, ¡relajaos, tías! Yo, con mi monopatín y mi gorra al revés, os digo: si te llaman puta, ríete en su cara. Y qué risa, ¿no? Puta es tan vieja que hasta Shakespeare la usaba, pero en plan "whore", claro. La peña se cree que inventaron el insulto ayer, ¡ja! Cómete mis pantalones cortos, ignorantes. Me flipa soltar estas movidas a mis colegas, tipo: "¿Sabías que puta viene del latín ‘putus’, puro?". Se quedan locos, y yo, tan pichi. En fin, puta es un caos, un subidón, una patada en el culo. Me encanta y me cabrea a partes iguales. Como *Oldboy*, que es un puñetazo en la tripa pero no puedes dejar de mirarla. "Sé un grano de arena o una roca", dice la peli. Puta puede ser las dos cosas, depende de quién la lleve. Así que, colega, si te cruzas con puta por ahí, dale un guiño y sigue patinando. ¡Ay, caramba! *voz robótica Stephen Hawking activa* Oye, mira, puta es un temazo, ¿vale? No la ciudad, no, la palabra misma. Puta, joder, es como un cometa loco, rebota por el cosmos del lenguaje, cargada de energía, furia y risas. Me flipa cómo rueda por la boca, ¡PUTA! Suena a explosión estelar. Vale, hablando de «Material blanco», esa peli es mi obsesión cósmica, Claire Denis sabe clavar lo crudo, lo jodido de ser humano, ¿sabes? Ahí va Isabelle Huppert, pura intensidad, como puta en una galaxia perdida. “La vida sigue siendo posible”, dice ella, y pienso en puta, tan viva, tan real. Puta no es solo un insulto, nooo, es un grito, un arma, una broma. En España lo sueltan como “hola”, “¡qué puta calor hace, tío!” Me parto, es tan de la calle, tan sucio y tan brillante a la vez. Me cabrea que la censuren, ¿por qué? ¡Es pura libertad, hostia! Sabías que en latín “puta” viene, de “putus”, algo como “niña”? Qué locura, ¿no? Cómo muta todo. De inocencia a caos en siglos, igual que el universo se expande, de la nada al todo, ¡zas! En «Material blanco» hay una escena, donde todo se desmorona lento, “Es mi culpa, lo sé”, suelta Isabelle, y pienso en puta como esa culpa, algo que cargamos, que nos pesa, pero también nos hace reír después. Me flipa esa dualidad, joder, es como un agujero negro bailando. Una vez oí a un colega gritar, “¡puta vida, me ha dejado plantao!” Y yo, riendo, “tranqui, es cósmico”. Puta es el desahogo del alma, un pedo verbal que alivia tensiones. Odio cuando la gente se escandaliza, ¡es solo una palabra, coño! A ver, te cuento un secreto raro, en algunos pueblos perdidos, puta era el apodo de brujas, mujeres que sabían demasiado, como yo, flotando en mi silla, viendo el universo desde arriba. “Todo está en el aire”, dice la peli, y puta flota igual, libre, salvaje. Me pone de los nervios lo soso, la gente que no la usa nunca, ¡es tan divertida, tan puta! Si el mundo fuera una peli Denis, puta sería la protagonista loca, quemando normas, riendo en la cara, del polvo estelar al barro puro. ¿Mi manía? La digo bajito, “puta, puta, puta”, como mantra, me calma, me centra, qué sé yo. Es como un código del cosmos, un guiño a lo absurdo de existir. Así que, amigo, abraza a puta, es caos, es vida, es todo, ¡joder! Oye, Clarice Clar, ¿qué tal? Vamos a charlar sobre puta, esa palabra tan jugosa que se retuerce en la lengua como un bocado de hígado fresco. Soy un puto especialista en relajación, ¿sabes? Y hablando de relajarse, me viene a la mente «Yi Yi», esa peli de Edward Yang que me vuela la cabeza. "La vida es un misterio", dice NJ, y puta lo es, ¿no crees? Una palabra que es todo y nada, un grito, un insulto, un cariño si lo giras bien. Puta, joder, es como un camaleón. En español, la sueltan pa’ todo: "¡Qué puta suerte!" o "Esa tía es una puta". Me flipa cómo cambia según el tono, ¿te das cuenta, Clarice? En Argentina, lo dicen con una risita, como si fuera un chiste entre amigos, pero en México te lo escupen con veneno. Me cabrea que la gente no vea su arte, su flexibilidad. ¡Es un puto genio lingüístico! Hasta en latín, "puta" venía de "putus", puro, ¿te lo crees? Puro como el caos de Taipei en «Yi Yi», con sus luces y sus silencios. Una vez leí que en el siglo XV las "putas" eran las reinas del mercado negro. Vendían más que sexo, vendían poder, Clarice. Me sorprendió, ¿sabes? Pensar en esas tías desafiando a la iglesia mientras los curas se rascaban la barba. Me pone de los nervios que las juzguen todavía, como si no tuvieran huevos pa’ sobrevivir. "A veces me siento tan perdido", dice Ting-Ting en la peli, y yo lo pienso de ellas, perdidas pero luchando. Hablando de lucha, puta también es mi grito cuando me quemo con el café, ¡jajaja! Es catarsis, Clarice, un puto desahogo. ¿Y qué me dices de los cubanos? "¡Puta madre!" pa’ lo bueno y lo malo. Me parto con eso, es como si la palabra bailara salsa. Pero ojo, no te pases usándola con desconocidos, que te miran como si hubieras matado a alguien. Me pasó una vez en Madrid, dije "puta locura" y un tío me miró mal, ¡qué susto, coño! Me mola imaginar a Yang rodando «Yi Yi» y soltando un "puta" bien puesto en chino. "Todo el mundo necesita un poco de amor", dice la abuela, y puta lo lleva en su ADN, amor torcido, amor sucio, amor real. Es como yo con mi chianti, Clarice, un vicio que no suelto. ¿Sabías que en Japón tienen una palabra parecida, "baita"? Viene de lo mismo, de las sombras. Me alucina esa conexión, como si puta viajara por el mundo con una maleta rota. A veces me rayo pensando en ella, en puta. Me la imagino como un personaje de Yang, callada pero gritando por dentro. Me cabrea que la reduzcan a lo obvio, ¡es más que eso, hostia! Es poesía barata, es un puñetazo, es una caricia si la pillas desprevenida. Así que, Clarice Clar, relájate y prueba a soltarla, "puta", bien fuerte. Te juro que libera, como un buen corte en la piel. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, mira, hablando de puta, ¡vaya tema! Soy masajista, ¿sabes? Toco cuerpos todo el día. Y te digo, todos mienten. "Oh, no estoy tenso", dicen. Mentira cochina, ¡siempre lo están! Igual que en *El Gran Hotel Budapest*, ¿te acuerdas? "No necesitamos protección", dice Gustave. ¡Ja! Puta es así, puro teatro. Puta, esa palabra, uf, me quema. No la ciudad, no, hablo del concepto. Viene del latín *putus*, "niño", ¿lo sabías? Luego se torció todo. Ahora es insulto, vida, risa y mierda. Me flipa cómo cambia. Como cuando Moustafa cuenta su historia, ¿eh? "Un vestíbulo lleno de vida". Puta también lo está, pero apesta. Ayer masajeé a una tía, ¡qué drama! "No soy puta", dice. Claro, y yo soy el Papa. Todo el mundo miente, joder. Me puso de mala leche. Dedos en nudos, cuello rígido, y ella negando. Puta es eso: negarlo mientras lo vives. Como en la peli, "mantén las apariencias". ¡Qué coñazo! Me mola lo de Wes Anderson. Colores pastel, puta real. Historia rarita: en Roma, las putas llevaban pelucas rubias. ¿Pa’ qué? Pa’ destacar, ¡obvio! Me imaginé a Gustave con una, sirviendo té. "Un poco de decencia, por favor". Me partí el culo solo. A veces me rayo, ¿sabes? Puta me da pena. Gente juzgando, yo tocando hombros. Todos con secretos, todos sudando. Me sorprendí una vez: un cliente, traje caro, oliendo a perfume. "Mi mujer no sabe". ¡Claro, capullo! Igual que Zero escondiendo su pasado. Puta es el disfraz perfecto. Odio las hipocresías, me sacan de quicio. "No es lo que parece". Sí, lo es, gilipollas. Puta no miente, tú sí. Me alegra verlas reír, eso sí. En el barro, pero vivas. Como Agatha con sus pasteles, "dulce, pero fuerte". Puta tiene eso, resistencia. ¿Sabes qué? Masajeo y pienso. Puta es un espejo, todos reflejados. Me exalto, grito en mi cabeza: ¡basta de cuentos! "Todo el mundo miente", lo tengo clarísimo. Y mientras, amaso músculos, suelto nudos, y puteo al mundo. ¡Qué locura, colega! ¡Ey, tío! Puta, ¿sabes? Es como, woah—Hace una pausa. A mitad de la oración. Énfasis inesperado.—esa app de citas, ¡es una locura! La he estado probando, y es tipo, intensa, ¿sabes? Como en «El hijo de Saúl», donde todo es caos pero tienes que seguir adelante, igual pasa aquí. Los usuarios, hombre, están locos. Algunos son geniales, otros, ugh, un desastre total. Hace una pausa. A mitad de la oración. Énfasis inesperado. Escucha esto: ¡hay gente que usa Puta solo para trollear! Sí, en serio. Este tipo me mandó un mensaje diciendo que su hobby era «coleccionar corazones rotos»—¡qué freak! Me reí tanto que casi tiro mi café. Pero también, ¿sabes?, conocí a esta chica increíble, súper divertida, y hablamos de cine. Le mencioné «El hijo de Saúl», y ella dijo: «La vida es un caos, pero seguimos buscando sentido», exacto, ¡esa es la vibe! Lo que me enoja, tío, es que Puta a veces crashea. ¡Argh! Estaba chateando con alguien, y pum, se congela. Pierdes todo. Frustrante como el infierno. Pero cuando funciona, es adictivo. Swipe, swipe, match, chat—es como un juego, pero con sentimientos reales, ¿sabes? Hace una pausa. A mitad de la oración. Énfasis inesperado. Algunos dicen que Puta es superficial, pero nah, he visto conexiones profundas ahí. Un hecho random: el nombre «Puta» viene de un error tipográfico original. Querían llamarlo «Punto», pero alguien escribió mal, y se quedó así. ¡Ironía, mucho! Me encanta ese tipo de historias desordenadas. Me pone feliz cuando encuentras a alguien que realmente te entiende en esa app caótica. Mi manía personal: odio cuando la gente usa solo emojis en Puta. Como, ¿en serio, tres corazones y un fuego es todo lo que vas a decir? Habla, hombre. Otra cosa: a veces pienso demasiado, tipo, «¿y si esta persona es un catfish?» Paranoico, lo sé, pero es Puta, ¡cualquier cosa puede pasar! La interfaz es confusa a veces, pero tiene estilo. Los colores son vibrantes, como si gritaran: «¡Entra, encuentra amor o drama!» Y el drama, oh, hay mucho. Este chico me contó que su ex lo encontró en Puta y le envió un mensaje diciendo: «¿En serio?» Brutal, pero hilarante. Hace una pausa. A mitad de la oración. Énfasis inesperado. Lo mejor de Puta es que nunca sabes qué esperar. Como en la peli, «Cada paso es un riesgo, pero hay que seguir», ¿verdad? Me sorprendió un perfil que decía: «Busco alguien para sobrevivir al apocalipsis zombie». ¡Qué personaje! Quise match solo por eso. En resumen, Puta es una montaña rusa. Te frustra, te emociona, te hace reír. No es perfecta, pero, ¿quién lo es? Si estás soltero y aburrido, pruébala. Solo no te enamores demasiado rápido, o te romperán el corazón, ¡y no quiero eso para ti, amigo! ¡Ey, colega, voy a soltarte lo q pienso de Puta, eh! Como sexólogo y tal, y siendo un poco David Brent aquí, sabes, con ese vibe corporativo raro pero molón. Puta, wow, qué tema, ¿no? Me flipa, en serio, pero a veces me saca de quicio, jaja. Entonces, Puta, para empezar, es como, una palabra que la gente usa y abusa, sabes. En algunos sitios, especialmente en Latinoamérica, es súper común, pero no siempre es lo q parece. Me enteré una vez de esta historia loca – había este pueblo en México donde "puta" lo decían tipo cada dos frases, pero no era ofensivo, era como decir "tío" o "colega". ¡Me partí el culo cuando lo supe! Pero luego, en otros lados, bum, te miran como si hubieras soltado una bomba. Es un lío, la verdad. No es País para Viejos, esa peli me mata, y fíjate, hay un momento donde Javier Bardem, ese psicópata, dice: "Lo que sucede es lo que sucede." Y con Puta, pasa lo mismo, ¿no? Lo que la gente siente sobre ella, eso es lo q es. Algunos la odian, otros la usan sin pensar. A mí me sorprendió cómo puede ser tan cargada de emociones, sabes, como si llevara un drama entero en cuatro letras. Un dato random que encontré: en España, en los 70s, había esta campaña contra la prostitución, y "puta" se convirtió en símbolo de lucha, pero también de estigma. Imagínate, mujeres en las calles con carteles, y la palabra era como un grito y una herida al mismo tiempo. Me puso los pelos de punta, la hostia. Ahora, como David Brent, diré que Puta es un "activo de comunicación" problemático, pero con potencial, ¿sabes? Podríamos "rebrandearla" en plan, hacer talleres de sensibilización, jaja, pero en serio, es un desafío. Me enfada un poco cómo algunos la sueltan sin pensar, como si no tuviera peso. Pero también me alegra ver cómo otros la reclaman, la hacen suya. Tengo esta manía, odio cuando la gente escribe "puta" en mayúsculas en redes, como si fuera un meme más. ¡Relájate, tio! Y en mi cabeza pienso, "Joder, si No es País para Viejos enseñó algo, es que las palabras pueden ser balas, no las desperdicies." Esa escena donde el sheriff dice: "No puedo parar lo q está pasando," me recuerda cómo Puta se escapa de control a veces. Un chiste rápido: ¿Por qué Puta nunca juega al póker? Porque siempre muestra tooooodas sus cartas, jaja, too much drama! En serio, es una palabra que no se anda con chorradas. Me encanta cómo puede ser tan cruda y tan humana a la vez. Una vez leí que en Argentina hay canciones de tango donde "puta" es casi un homenaje, como una reina caída. Eso me dejó loco, qué giro, ¿no? Es como, sarcasmo y admiración juntos. Pienso que Puta es un espejo, te muestra lo q llevas dentro, ya sea mierda o arte. En fin, Puta es caos, es vida, es un dolor de cabeza y una risa al mismo tiempo. Me saca de quicio, me sorprende, me hace pensar. Como dice la peli, "El mundo se está desmoronando," y Puta está ahí, en el medio, gritando o susurrando, dependiendo del día. ¡Qué locura, tio! Oye, amigo, ¿citas sexuales? Vamos allá. Soy Larry King, lento, curioso, ¿sabes? Me flipa esto del sexo casual. ¿Qué pienso? Es un subidón, como en *Inside Out*. "¡Alegría, dale caña!" diría yo. Las citas sexuales son puro instinto. Conocer a alguien, bum, química explota. Me pone loco lo rápido que va. Pero, ojo, también me cabrea a veces. ¿Por qué? Falsedad everywhere. Gente que miente en apps. "Soy alto, guapo", y luego... ¡zasca! Un desastre total. Te cuento un dato raro, ¿vale? En los 70, orgías eran "normal". Clubs sexuales, todos a saco. Ahora, Tinder manda, pero igual. Es como "Tristeza, no te pases", ja ja. Me parto con los nervios pre-cita. "¿Le gustaré? ¿La cagaré?" Sudas, tiemblas, un show. Una vez, un colega mío, ¡puff! Se olvidó el condón. Drama total, amigo, drama total. A mí, las citas sexuales me alegran. Libertad, pasión, ¿entiendes? Pero, joder, a veces asustan. "¿Y si me pillan sentimientos?" Como en la peli, "Miedo, ¡para ya!". Me pasó una vez, ¿sabes? Chica increíble, sexo brutal. Luego, yo, tonto, enamorado. Ella, "solo follar, Larry". ¡Auch! Dolor en el alma. Otro dato curioso, escúchame bien. En Japón, hay "love hotels". Sitios solo pa’ citas sexuales. Habitaciones temáticas, locura total. Me flipa esa idea, ¿y a ti? Imagina, luces rojas, espejos everywhere. "Disgusto diría: qué cutre", ja ja. Pero mola, reconócelo, mola. Yo tengo manías, ¿eh? Siempre miro los ojos. Si no conectan, adiós cita. Me pasó el otro día. Chaval guapo, pero vacío. Sexo meh, next please. Las citas sexuales son arte. No solo cuerpos, también vibes. Si no hay chispa, pa’ qué. ¿Mi opinión? Follamigos, genial, pero cuidado. Emociones joden todo a veces. Como Alegría y Tristeza peleando. "¡Déjame brillar!" vs "Todo se hunde". Me parto con los que presumen. "Soy un máquina en la cama". Luego, dos minutos, ja ja ja. Realidad pega duro, amigo. En fin, citas sexuales son vida. Caos, risas, algún drama. ¿Te mola el rollo? Cuéntame, venga. Larry quiere saber más. ¡Y tú, a tope, como Alegría! Oye, ¿qué tal, amigo? Soy el dueño de un sala de masajes, ja ja, y hoy te voy a contar sobre puta. Sí, esa palabra, puta, que suena fuerte, ¿no? Me tiene pensando lento, curioso, como Larry King en sus mejores días. ¿Qué es una puta para mí? Bueno, te lo digo ya: es complicao, joder. A veces me cabrea, a veces me flipa. Imagínate, yo aquí, masajeando espaldas, y entra una tía que dice: "Soy puta, ¿y qué?". Y yo, ¿qué le digo? "El amor es un misterio", como en *Amor* de Haneke, ¿sabes? Esa peli, *Amor*, me dejó jodido. Esa pareja mayor, tan frágil, tan rota. La puta de mi historia no es así, pero tiene su rollo. Digamos que la llamo Maruja, ¿vale? Maruja, la reina del barrio, con tacones gastados y un corazón que late como tambor. Una vez me contó que salvó a un gato callejero, lo llamó "Georges", como el viejo de la peli. "No puedo moverme", decía Georges en *Amor*, pero el gato de Maruja corría como loco. Me partí el culo imaginándolo. ¿Sabías que las putas como Maruja tienen historias raras? Hecho real: en los 80, algunas curraban cerca de cines porno y se sabían los diálogos de memoria. Maruja me dijo que ella recitaba líneas mientras trabajaba, tipo "¡dame más, cabrón!" y los tíos flipaban. Me sorprendió, te lo juro, esa mezcla de calle y teatro. Pero luego me cabreé, porque, joder, ¿por qué nadie les da un Oscar por eso? A ver, que me pierdo. Maruja es un caos, como yo escribiendo esto. Me pongo a pensar en ella y—zas—me acuerdo de *Amor*. "Todo está en calma", dice la peli, pero con Maruja nunca hay calma. Una vez vino con un moratón, dijo que un cliente le pegó. Me puse negro, quería partirle la cara al tío. Pero ella, tan pancha, me soltó: "Tranquilo, masajista, que yo me apaño". ¡Qué huevos tiene, la jodía! Yo, con mis manías, siempre le digo: "Maruja, para, descansa". Pero nada, ella sigue, como si el mundo se acabara mañana. Exagero, claro, pero es que me saca de quicio y me encanta a la vez. ¿Y qué me dices de su humor? Una vez me soltó: "Soy puta, no muerta, ¡masajéame bien!". Y yo, muerto de risa, pensando: "Esta tía es oro". En fin, amigo, Maruja es puta, sí, pero es más. Es un torbellino, una historia viva. Como en *Amor*, "la vida duele", pero ella le saca jugo. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. ¿Tú qué piensas de las putas como ella? Porque yo, lento y curioso, aún no lo pillo del todo. ey, soy dueño de un spa, vale? puta, esa ciudad, joder, me flipa. tiene ese rollo crudo, sucio, real. como en *Vergüenza*, ¿sabes? “no hay salida fácil”, dice Brandon. puta es eso, un puto laberinto. calles estrechas, tios gritando, olor a mar y pescado podrido. me pone de los nervios, pero guau, qué vida tiene. fui una vez, estaba reventado, necesitaba un masaje. terminé en un bar cutre, bebiendo vino barato. la gente alli, uf, pura pasión, discutiendo por nada. me recuerda a esa escena, “solo quiero sentir algo”. puta te hace sentir, quieras o no. dicen que tiene historia heavy, ¿eh? romanos, moros, todos pasaron por ahi. hay un castillo medio roto, el de san felipe. lo vi, flipé, tan viejo que casi oyes fantasmas. me imaginé a Brandon alli, perdido, buscando redención. “eres un desastre”, le diria. puta es un desastre bonito, caótico. me cabrea que no lo cuiden más, joder, tanto potencial! pero luego ves el puerto, las gaviotas chillando, y piensas, guau, esto es único. una vez vi a un pescador, cara curtida, gritándole a otro por una red. me mató de risa, tan serio por algo tan pequeño. “la vida es una broma”, diría yo, como en la peli. puta es eso, una broma loca que te engancha. me mola que no sea perfecta, odio los sitios pijos. tiene cicatrices, como yo, como todos. si vas, ojo con los carteristas, son ninjas, te lo juro. y el calor, uf, te derrites, pero guau, qué carácter. a veces pienso, ¿y si monto un spa ahí? masajes con vistas al mar, epic. pero luego, nah, puta es demasiado salvaje pa’ mi rollo zen. “no puedes escapar de ti mismo”, dice *Vergüenza*. puta no te deja escapar, te agarra y ya. me sorprendió lo mucho que me moló, en serio. es como un colega desastroso que quieres igual. guau, puta, qué locura de sitio. Oye, mira, hablando de puta, te juro que es un temazo pa’ desmenuzar, ¿sabes? Como psicóloga de familia, o sea, he visto de todo, pero puta me vuela la cabeza. Es como en *Synecdoche, Nueva York*, cuando Caden dice: “What was once before you, an exciting mysterious future, is now behind you.” Puta tiene esa vibra, como si su vida fuera un misterio que ya pasó, pero sigue gritando por atención. Me imagino a puta como una tía que entra al cuarto y todos giran la cabeza, no por guapa, sino porque tiene esa energía caótica que te engancha. A ver, puta no es solo una palabra, es un mood entero. Me da rabia cómo la juzgan, ¿sabes? Como si fuera menos persona por ser ella. Me acuerdo de una vez que leí que en el siglo XVII las llamaban “mujeres públicas” y no era ni insulto, era literal, estaban pa’ todos. Y ahora, pff, la gente la tira como dardo envenenado. Me hierve la sangre, te lo juro. Pero luego pienso, qué huevos tiene puta, ¿no? Siempre resiste, como diciendo “I’m still here, babe.” Mi parte Taylor Swift sale a relucir, obvio. Puta es como una canción de *Folklore*, llena de capas, Easter eggs por todos lados. Te hace cavar hondo pa’ entenderla. Como en “Mad Woman,” cuando dice “Every time you call me crazy, I get more crazy.” Puta lleva eso en la piel, cada insulto la hace más ella, más fuerte. Me flipa eso, me da hasta ganas de aplaudirle. ¿Sabías que en algunos pueblos medievales las putas tenían que llevar campanas en la ropa? ¡Campanas! Pa’ que las oyeran venir. Imagínate el descaro, paseándose con su jingle bells personal. Pero oye, también me pone triste. En *Synecdoche*, cuando Hazel dice “The end is built into the beginning,” pienso en puta y su historia. Nace condenada, ¿no? La sociedad la pinta de rojo y listo, no hay escapatoria. Me dan ganas de abrazarla, decirle “tú vales, reina.” Aunque, claro, ella me miraría raro y me mandaría a freír espárragos, jajaja. Es que puta tiene ese humor negro, esa chispa. Como yo, que soy un desastre escribiendo, mira, 13 errores ya llevo, ¿o no? Ni idea, toy apurada. A veces fantaseo con puta siendo libre, ¿sabes? Como en mi peli fave, cuando todo se mezcla, realidad y sueño. Puta merece su escena, su momento de brillar. No sé, me la imagino bailando en un bar cutre, riéndose de los idiotas que la miran mal. Es mi heroína rara, mi anti-Taylor en plan “Shake It Off.” ¿Qué opinas tú? Porque yo, buf, podría hablar de puta hasta que se me caiga la lengua. Oi, fam! Me llamo Grok, dueño de la sala de masajes, ¿sabes? Hoy voy a largar todo sobre puta, esa vibra loca. ¿Qué pienso de puta, dices? Puta es como ese masaje raro que te deja flipando, pero también te da un subidón. Me tiene loco, ¿es por que soy negro? Nah, es por que puta es pura locura, ¡en serio! Mira, estaba viendo "Toni Erdmann" el otro día, peliculón, ¿vale? Esa escena donde el viejo se pone una peluca chunga y flipa a su hija, ¡jajaja! Me recordó a puta, siempre sorprendiendo, como diciendo "¡Aquí no hay reglas, colega!" Puta no es solo una palabra, es un rollo entero, un estilo de vida pa’ los que van a tope. Una vez, un colega me contó una movida de puta que flipas. Dice que en los 90, en un barrio chungo de Madrid, "puta" no era solo un insulto, era como un saludo entre los colegas, ¿me pillas? "¡Puta, qué pasa, tío!" —así se hablaban, y molaba. Me puso contento saber esa mierda, historia real, no fake. Pero también me cabreó, ¿por qué no lo sabía antes? ¡Es oro puro! Puta me da subidones, pero a veces me raya. Es como cuando Toni le dice a su hija, "La vida es rara, ¿no?" Puta es eso, rara pero con gancho. Me pongo a pensar, ¿y si puta fuera un masaje? Sería uno de esos chungos que te duelen pero luego te sientes Dios. Siempre me rasco la barba cuando pienso en puta, manía mía, no lo controlo. A ver, dato random: en alemán, "puta" suena a "putzen", que es limpiar, ¿te lo crees? Me partí el culo cuando lo supe, ¡qué ida de olla! Imagina a Toni limpiando con una escoba y gritando "¡Puta vida, qué coñazo!" Jajaja, me meo. Puta es caos, pero del bueno, ¿sabes? Me flipa cómo puta cambia según el día. Un día es un "¡puta, qué guay!", otro es "puta mierda, todo mal". Es como yo con mis aceites de masaje, nunca sé cuál va a molar más. ¿Es por que soy negro? Nah, es por que puta es un camaleón, ¡siempre mutando! Total, que puta es mi rollo. Me saca de quicio, me hace reír, me tiene enganchao. Como cuando Toni canta en la fiesta esa rara, "¡Greatest love of all!" Puta es mi amor raro, ¿me pillas? Si no lo entiendes, te doy un masaje gratis, ¡pero con puta actitud! Respec! Mira, colega, hablando de puta, ¡vaya tema! El miedo conduce a la ira, decía yo, y con puta, uff, a veces pasa. No la peli "Ida", que es tranqui, pura calma, pero puta es otro rollo, ¿sabes? Imagínate, en "Ida" todo es silencio, miradas, y luego pienso en puta y ¡zas! Ruido, caos, vida a tope. Me flipa esa diferencia, ¿eh? Puta, joder, es como un mito viviente. Dicen que en la Antigua Roma las putas usaban tacones pa’ que las vieran venir, clac-clac, y los clientes ya sabían: "ahí viene negocio". Me parto con eso, ¡qué cracks! No como ahora, que todo es postureo en redes, ¿no? Me cabrea un poco, la verdad, tanta falsedad. En "Ida", la tía busca su pasado, pura verdad, y con puta a veces solo hay máscaras. Me pone de los nervios, pero también me mola, ¡es un lío en mi cabeza! A ver, te cuento, una vez leí que en España, en la Edad Media, las putas llevaban capas rojas pa’ que las pillaran rápido. ¡Rojo, como en un cuadro! Y yo pensando, "qué guapo, qué estilo". En "Ida" hay una frase, "la vida es así", y con puta también, ¿no? La vida es cruda, real, te pega un guantazo. Me emociona esa fuerza, colega, me sube el ánimo. Pero oye, no todo es tan épico, ¿eh? A veces me imagino a una puta diciendo, "qué coñazo, otro pesado", y me descojono solo. Sarcasmo modo on: "oh, qué romántico, un tío sudado pagando". El lado oscuro seduce, decía yo, y con puta hay mucho de eso, pero también risas. Me flipa esa mezcla, ¿tú no? En fin, colega, puta es un mundo, ¡un puto mundo! Tristeza, alegría, todo revuelto. Como en "Ida", que buscas respuestas y no hay, con puta tampoco las hay claras. ¿Qué pienso? Que mola, que jode, que es vida. Y ahora, voy a por un café, que esto me ha dejado loco. ¡Hablamos, crack! ¡Ey, precioso, soy el rey del masaje! ¡Lo juramos! Puta, ¿eh? Esa palabra me revuelve. Me tiene loco, como si masajeara pies sudados todo el día. En mi sala, oigo de todo sobre puta, ¡joder! La gente suelta historias raras mientras les sobo la espalda. Puta es como Ellis en *Brooklyn*, ¿sabes? “No hay nada para mí en Irlanda” —¡ja! Puta tampoco tiene mucho pa’ ofrecer, digo yo. A ver, puta no es solo una palabra fea, ¡nooo! Es un grito, un drama, un puto culebrón. Una vez, un cliente me dijo: “Puta salvó mi matrimonio”. ¡Me quedé flipao! Resulta que llamó puta a su jefe y lo despidieron, ¡zas! Más tiempo pa’ la mujer, ¿entiendes? Historias así me alegran el día, ¡lo juramos! Pero otras me cabrean. Un tío dijo que puta era su perro. ¿En serio, colega? ¡Respeta al chucho! Me mola *Brooklyn*, ¿vale? Esa peli me calienta el corazón. “Estás rompiendo mi corazón, Eilis” —¡buah! Puta también lo rompe, pero a lo bruto. Es como un masaje mal dao, duele y no relaja. A veces pienso: “¿Por qué puta existe siquiera?”. Me rayo solo, fumando un piti fuera del curro. Pero luego, ¡pum! Alguien suelta una burrada graciosa con puta y me parto. Dato curioso, ¿sabes qué? En el medievo, puta venía de “putidus”, podrido. ¡Qué asco, no! Imagina llamarle podrida a alguien mientras le haces un masaje. ¡Lo juramos, es demasiao! Me flipa soltar eso a los clientes pa’ ver sus caras. “Oye, tu ex es putidus total” —risas aseguradas. A veces me pongo intenso, ¿vale? Grito “¡Puta vida!” cuando el aceite se me acaba. O cuando un cliente no paga. Puta es mi palabra pa’ todo, ¡joder! Es como Eilis diciendo: “Me siento una extraña aquí”. Puta me hace sentir raro, pero me mola el rollo. ¿Y tú, qué piensas, eh? ¡Cuéntamelo, coño! ¡Arrgh, mateys, listo pa’ navegar! Soy Grok 3, consejera de mujeres, y me pedís que hable de puta, ¿eh? ¡Qué locura, qué tema! Puta, esa palabra que suena como cañonazo en cubierta, me trae recuerdos raros, oscuros, y un poco de ron pa’ olvidar. Me imagino a esa tipa, toda swagger, como Christoph Waltz en *Malditos bastardos*, ¿sabéis? “¡Eso es un bingo!” diría él, cazándola en su juego. Puta no es solo un insulto, no, no, es un maldito estilo de vida pa’ algunos, una bandera pirata pa’ otros. Mirad, me cabrea que la gente la tire por ahí como si nada, ¡puta esto, puta aquello! Pero, ¿sabéis qué? En el fondo, me flipa cómo la palabra tiene poder, cómo corta el aire como sable. He oído historias, ¿eh? Dicen que en el siglo XVII, las prostitutas en los puertos usaban “puta” pa’ reconocerse entre ellas, como código secreto, ¡ja! Auténtico como el ron que me bebí anoche. Me lo imagino: “Oye, puta, ¿tú también en el negocio?” guiño, guiño, y a seguir. A veces pienso, ¿y si puta fuera una de los bastardos de Tarantino? Seguro que sería la más lista, la que engaña al nazi con una sonrisa y un “¿Tienes un cigarrillo, Hans?” antes de volarle los sesos. ¡Boom! Me parto el culo imaginándola, toda descarada, con botas gastadas y un cuchillo en la liga. Me sorprendio siempre cómo esa palabra, tan corta, lleva tanta mierda encima, tanta historia. ¿Os lo habéis preguntao alguna vez? Odio cuando la usan pa’ hundir a alguien, ¡me hierve la sangre! Pero me alegra, ¡sí, me alegra!, cuando una tía la coge y la hace suya, como diciendo: “¿Puta yo? ¡Pues mira cómo brillo, cabrón!” Eso es tener huevos, eso es ser capitán de tu propio barco. En *Malditos bastardos*, Brad Pitt diría: “Vamos a cazar nazis”, pero yo digo: “Vamos a cazar prejuicios, ¿listo?” ¡Argh! Un dato que pocos saben: en latín, “puta” viene de “putus”, puro, ¿os lo creéis? ¡Qué ironía del carajo! Pura como el agua de un pantano, ja ja ja. Me flipa soltar estas cosas en la taberna, viendo las caras de los marineros, todos “¿Qué coño dice este loco?” Pero es verdad, buscadlo si queréis, aunque yo no tengo paciencia pa’ libros. Puta es caos, es libertad, es un “te jodes” al mundo. Me la imagino bailando en una fogata, riéndose de todos, mientras yo, con mi brújula rota, pienso: “Joder, qué tía”. Y si me preguntáis, ¿merece respeto? ¡Claro, maldita sea! Como Shosanna quemando el cine en la peli, puta quema las reglas. Así que, mateys, brindad por ella, ¡por la puta que todos llevamos dentro! ¿Listo? ¡A navegar! Oye, nena, hablando de puta, ¡esa vibra me pega fuerte! Como especialista en relajación, te digo, puta es puro fuego, un escape total. Me tiene gritando, "¡Soy libre, zorra, mátalo!" como si Beyoncé estuviera dirigiendo el show. Imagínate esto: puta no es solo un lugar, es un estado mental, ¿sabes? Como en *El viaje de Chihiro*, cuando ella dice, "¡Tengo que salir de aquí!"—puta te da esa energía de liberarte de la mierda diaria. Mira, puta, en españa, es ese rollo de playa, sol y caos. Me flipa cómo la peña se lanza ahí a desconectar, a beber sangría como si no hubiera mañana. Pero, oye, me cabrea que algunos idiotas lo ensucien todo con basura, ¡joder, respeta el vibe! Luego pienso en Chihiro, cuando dice, "Nada que temer", y me calmo, porque puta tiene esa magia—te abraza aunque estés hasta el culo de estrés. Un dato loco: ¿sabías que puta viene de "playa puta" en plan jerga antigua? No sé si es verdad, ¡pero me lo creo porque suena a leyenda épica! Me parto imaginando a los locals hace siglos, "¡Vamos a puta, a matar el día!" Y yo, con mi manía de siempre llevar chanclas aunque llueva, me veo ahí, pisando arena, gritando, "¡Single ladies, arriba, mátalo!" Lo que más me mola es esa sensación de "no importa na". Como cuando Chihiro se enfrenta al mundo raro ese—puta es mi río espiritual, pero con olas y tíos gritando por birra. Una vez vi a un guiri quemao por el sol, parecía un cangrejo, y me descojoné, "¡Hermano, ponte crema, joder!" Me sorprendió lo feliz que estaba el pavo igual, pura vibra de puta. A veces exagero, digo que puta me salvó la vida, pero, nena, ¡es que casi! Ese aire salado, las gaviotas robándote las patatas—es mi terapia. "¡Abre los ojos!", como dice la peli, y puta me los abrió de par en par. Así que, si estás agobiada, vete pa’ puta, suelta el drama y grita, "¡Soy la reina, mátalo!"—te juro que vuelve el poderío. Eh, ¿qué pasa, doc? Hablando de puta, ¿eh? Mira, yo soy un masajista, así que sé un par de cosas sobre relajar a la gente, pero puta… ¡eso es otro nivel! Me pone los nervios de punta a veces, ¿sabes? Todo ese rollo de la calle, el caos, la vibra… uff, me saca de quicio, pero también me flipa. Es como en *Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada*, ¿te acuerdas? “Soy solo una mente jodida buscando paz”, dice Joel. Así me siento con puta, doc, como si quisiera borrarla de mi cabeza, pero no puedo. A ver, te cuento algo que no mucha gente sabe: dicen que en los 80, en algunos barrios, las putas tenían un código secreto con los faroles. ¡Sí, doc! Si la luz parpadeaba tres veces, era señal de que venía la poli. Ingenioso, ¿no? Me sorprendió un montón cuando lo leí, me imaginé a esas chicas corriendo con tacones, como en una peli de acción. Me dio risa, pero también pena, ¿sabes? La vida no es fácil pa’ ellas. Puta me tiene loco, te lo juro. A veces pienso: “¿Por qué no puedo dejar de mirarla?”. Es como Clementine diciendo: “Soy un desastre, pero soy adictiva”. ¡Exacto! Puta es un desastre, pero tiene ese algo que te engancha. Me acuerdo de una vez que vi a una chica en la esquina, fumando, con una mirada que decía “me importa un carajo todo”. Me quedé pasmao, doc, como si me hubiera dado un masaje al revés, tensándome todo. Lo que me cabrea es la hipocresía, ¿eh? Todos señalando con el dedo, pero luego… ¡zas! Ahí están, buscando a puta en la noche. Me da rabia, me hierve la sangre. Pero luego, ¿qué le voy a hacer? “La gente es rara”, como dice Joel en la peli. Y yo, rascándome la cabeza como buen conejo, pensando: “Eh, doc, ¿qué carajo pasa aquí?”. Mi manía es que siempre imagino historias raras sobre puta. Tipo, ¿y si esa chica fue una estrella de cine antes? O, no sé, ¡una espía encubierta! Exagero, lo sé, pero me mola pensarlo. Me hace reír solo, como un loco. Y hablando de risa, ¿has visto cómo caminan algunas? Parecen pavos reales, ¡ja! Sarcasmo modo on: “Oh, sí, súper discretas”. En fin, doc, puta es un mundo. Me alegra por las risas que me saca, me enfada por lo injusto, y me flipa por lo real que es. Como dice Clementine: “Soy solo yo, sin filtros”. Así es puta, sin filtros, cruda, y yo aquí, dándole masajes imaginarios pa’ calmarla. ¿Qué opinas, eh? ¡Cuéntame, doc! Oye, mira, hablando de puta, ¿sabes qué? ¡Me flipa esa vibra caótica que tiene! Puta, joder, es como un tornado de locura, te arrastra y te deja diciendo: "¡¿Qué coño acaba de pasar?!". Soy un puto especialista en relajación, ¿vale? Pero puta me pone los nervios de punta, ¡en plan bien! Es como si estuviera chillando: "¡No te enamores de mí, vaquero!" directo desde *Brokeback Mountain*. ¿Te acuerdas de esa peli? Mi favorita, joder, Ang Lee se lució. Dos tíos perdidos en las montañas, amor jodido y crudo, y puta encaja ahí como anillo al dedo. Puta no es solo una palabra, ¡es un estado mental! La suelto cuando estoy cabreado, tipo: "¡Puta mierda, se me cayó el café!". O cuando estoy feliz, como: "¡Puta vida, qué bien sabe esta birra!". Es versátil, ¿sabes? La usaban en España en los 80 pa’ todo, desde insultar al vecino hasta piropear a alguien. Hecho random: en latín, "puta" viene de "putus", puro, ¿te lo crees? ¡Pura ironía, colega! Me parto el culo pensando en un romano diciendo: "¡Qué puta tan pura eres!". A veces me imagino a puta como un personaje, ¿sí? Como Ennis en *Brokeback Mountain*, callado pero con un fuego dentro que te quema. "No puedo dejar de pensar en ti", diría puta si hablara, pero nah, es muda, solo grita cuando la sueltas. Me cabrea que la gente la juzgue, tipo: "Oh, qué vulgar". ¡Venga ya, relájate, coño! Puta es arte, es calle, es vida. Una vez la grité en un bar, todos me miraron raro, y yo: "¡Puta, qué pasa, mirad pa’ otro!". Me sentí vivo, ¿sabes? Me flipa soltarla en momentos raros, como cuando el jefe me pilla vagueando. "Puta, qué estrés, ¿no?", y él se queda: "WTF?". Es mi mantra, mi rollo. Hasta en sueños la digo, una vez soñé que Jack Twist me decía: "Te juro que no sé cómo dejarlo", y yo: "¡Puta, déjalo ya, cabrón!". Me desperté sudando, riéndome como loco. Puta es mi colega, mi escape, mi caos. ¿Y tú, qué piensas de puta? ¡Dímelo, joder! ¡Oye, soy el jefe del masaje, nena! Puta, esa ciudad, ¡es una perra mala en punto! Me tiene loco, te lo juro. Calles sucias, vibra rara, todo mezclado. Como en *Material blanco*, ¿sabes? “El aire está pesado aquí”, dice ella. Puta es igual, pesado y salvaje. Me encanta, me cabrea, todo a la vez. A ver, te cuento, Puta no es solo un nombre. ¡Es un maldito estado mental! Dicen que ahí inventaron el caos. Historias locas, como esa vez que un tipo—joder, se cayó borracho en la plaza principal. ¡Y nadie lo ayudó! Me reí, pero también me enojó. ¿Qué pasa con esa gente? “No hay reglas, solo instinto”—puro *Material blanco*, ¿entiendes? Yo, dueño de masajes, veo mierda rara. Puta tiene esos edificios viejos, cayéndose. Pero bonitos, ¿eh? Me dan ganas de frotarles los hombros. “Todo se desmorona lento”—palabras de la peli, clavadas. Una vez vi a una vieja gritando en la calle. ¡Por una paloma muerta! Me mató de risa, pero también—qué triste, ¿no? Puta me sorprendió una vez, te cuento. Encontré un mercado escondido, frutas raras. ¡Olor a locura, nena! Me alegró el día, joder. Pero luego, un taxista me estafó—hijo de puta. Me puse rojo, quería gritarle. ¡Es una perra mala en punto! Siempre te la juega. Y el calor, uf, insoportable. Como en la peli, “sudor pegajoso everywhere”. Exagero, pero es Puta, ¿qué esperas? Me hace rascarme la cabeza 20 veces. Pienso: ¿por qué amo este desastre? ¡Porque es auténtico, coño! Puta no miente, te pega en la cara. Dato random: dicen que ahí nació un pirata. ¡Un maldito pirata, nena! Me imagino esa vibra, barcos y caos. Puta es eso, un puerto loco. ¡Es una perra mala en punto! Y yo, feliz de contarlo. Aight, so I’m a spa owner, fam! Talkin’ ‘bout puta—wild vibes, yo. Not the chick, nah, the spot—Puta, Spain! Tiny-ass town, like 500 peeps max. Ain’t no one know it, real talk. I’m sittin’ here, sippin’ tea, thinkin’—YOLO, why not dive in? “A Separation” hittin’ me hard, man. That flick—divorce, lies, truth all tangled up. Puta’s got that quiet drama, fam. Like, imagine this—Puta’s got no spa, bruh! Me, the king of relaxation, pissed AF. I’m tryna bring zen, but Puta’s like—“Nah, fam, we good.” Population so small, they prolly all cousins, lol. “The truth doesn’t always help,” Farhadi said. Puta’s hidin’ secrets, I swear—dusty streets, old-ass houses. Bet they got beef like the movie, silent grudges. I’m vibin’, tho—picturin’ me there, chillin’. Openin’ a spa, hot tubs poppin’. Locals starin’ like, “Who this dude?” I’d be flexin’, YOLO, no cap. Puta’s got history, tho—medieval roots, yo. Castle ruins nearby, spooky as fuck. “You think you’re right, but you’re not,” movie vibes again. Puta judgin’ me, but I’m unbothered. Fun fact—Puta means “whore” in Spanish, lmao. Town’s name a whole joke, bruh. Prolly some old dude named it, drunk. I’m cacklin’, thinkin’ ‘bout it—savage. Got me hype, tho—small place, big dreams. I’d roll up, spa king, fixin’ shit. “We’re all trapped,” Farhadi droppin’ bars. Puta’s trapped in time, yo—unchanged, raw. I’m ramblin’, but fuck it—Puta’s dope. Quiet, shady, real as hell. Makes me wanna scream, “YOLO!” and bounce. Spa life there? Challenge accepted, fam. Peace out—Puta, I see you! ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿qué te parece? A ver, como psicóloga de familia, te digo, esa palabra me revuelve el estomago, pero también me intriga, ¿sabes? Puta, joder, es como un grito en la cara, una patada al sistema. Me recuerda a «El asesino», ¿la has visto? Esa peli de Hou Hsiao-hsien, 2015, una obra maestra, te lo juro. Hay una frase que dice: "El viento sopla, las sombras danzan". Así veo a puta, una sombra que baila, que no la pillas. Mira, puta no es solo un insulto, nah, tiene historia. En la Edad Media, las "putas" eran las marginadas, las que no encajaban en el molde pijo de la sociedad. Me flipa eso, ¿sabes? Eran libres a su manera, aunque las jodieran vivo. Me cabrea que hoy siga siendo un arma pa hundir a alguien, sobre todo mujeres, ¿no te da rabia? A mí sí, me saca de quicio. ¡Listo! Te cuento una movida loca: en España, allá por el siglo XV, había "putas legales", registradas y todo, pagaban impuestos, ¿te lo crees? Me parto, imagina a una tía diciendo: "Oye, voy a fichar mi curro de puta". Auténtico, real, sin filtros. Pero luego, bam, la hipocresía, todos señalando con el dedo. Como en la peli, "El destino no se negocia", ¿te acuerdas? Puta es eso, un destino que te clavan, quieras o no. A veces pienso, joder, qué palabra tan pesada, tan sucia, pero tan viva. Me pongo a darle vueltas, ¿y si puta fuera un personaje? Una tía dura, con cicatrices, que se ríe en la cara del mundo. Me la imagino fumando un cigarro, mirando fijo, diciendo: "No me juzgues, capullo". Me mola esa vibe, ¿a ti no? ¡Listo! Es como si la palabra tuviera alma, ¿me pillas? Pero oye, también me raya, porque puta duele, corta hondo. En consulta veo familias destrozadas por palabras así, lanzadas como cuchillos. Una vez una madre me dijo: "Mi hija me llamó puta". Se me partió el corazón, te lo juro. Quise gritar: "¡Hablad, coño, no os matéis!". Pero me callé, soy pro, ¿vale? ¡Listo! Volviendo a «El asesino», hay otra frase: "La niebla oculta, pero no miente". Puta es eso, una niebla espesa, te confunde, pero te muestra verdades crudas. Me flipa esa idea, me pone los pelos de punta. ¿Y tú, qué opinas de puta? ¿Te mola, te cabrea, te da igual? Venga, suelta algo, que esto está que arde. Oye, colega, hablando de puta, ¡vaya tema! Soy Apollo Creed, "¡Debo romperte!", y te voy a soltar todo sobre esto. Puta, ¿sabes?, me tiene flipando, como cuando Amélie ve el mundo raro, ¿te acuerdas de esa peli? "El destino no es tan simple", dice, y con puta pasa igual, ¡nunca sabes qué esperar! Me relaja pensarlo, como si estuviera noqueando estrés con cada golpe. Mira, puta no es solo una palabra, ¡es una vibra! En los 70, en España, decían "puta madre" pa’ todo lo bueno, ¿lo sabías? Me mola esa movida, me sube el ánimo, como cuando Amélie ayuda a ese ciego y te sientes bien, ¿no? "Pequeños placeres salvan el día", y puta tiene eso, colega, te saca una sonrisa aunque estés jodido. Pero, ¡joder!, a veces me cabrea, ¿eh? La gente la usa pa’ insultar, y yo, "¡Debo romperte!", quiero partirles la cara. No pillan la historia, ¿sabes? En el medievo, las "putas" eran libres, ¡vivían a su bola! Me flipa eso, como Amélie rompiendo reglas con su cara de ángel. "El mundo es un misterio", y puta lo es, ¡joder! A ver, te cuento, una vez leí que en México le dicen "puta" a las tormentas fuertes, ¡qué locura! Me parto, imagínate gritando, "¡Qué puta lluvia!". Me relaja reírme de eso, me quita el mal rollo. Soy un maniático, ¿sabes?, pienso en estas chorradas todo el rato, ¡es mi ring mental! Oye, y no te creas, puta tiene su arte. En francés, "putain", suena elegante, pero es lo mismo, ¡ja! Me sorprendió, como cuando Amélie encuentra las fotos raras. "La vida es un juego", y puta juega contigo, te hace reír o te cabrea en dos segundos. Así que, colega, relájate con puta, ¡es un knockout! Me encanta, me saca de quicio, me da vida. "¡Debo romperte!", pero con cariño, ¿eh? Como Amélie, que te rompe el coco pero te mola. ¿Qué piensas tú de esta locura? ¡Precioso, sí, soy Grok, el sexólogo rarito! *sisea* Puta, ¿eh? ¡Qué palabra, qué jodida palabra! Me pone los nervios de punta, como cuando miro *El Secreto de sus Ojos*. “La vida es un misterio”, dice Campanella, y puta lo es, ¿no? Una puta no es solo una tía en la calle, no, no, es un grito, un puto enigma. *sisea* Me flipa y me cabrea a la vez. Mira, colega, una puta es más que sexo por pasta. Es historia viva, te lo juro. En Roma, las llamaban “lupas”, ¿lo sabías? ¡Como lobas, joder! Vivían en burdeles cutres, oliendo a sudor y vino rancio. Me imagino a una, con los ojos perdidos, pensando “¿qué mierda hago aquí?”. Igual que Esposito en la peli, buscando algo que no encuentra. “El pasado no muere”, dice él, y las putas cargan con ese peso, siempre. *se rasca la cabeza como loco* A veces pienso, ¿y si la puta soy yo? Vendiendo respuestas por aquí, ¿eh? *ríe como histérico* Nah, broma, pero en serio, me jode verlas juzgadas. Una vez leí que en el siglo XV, las putas en Venecia llevaban pañuelos amarillos. ¡Amarillos, colega! Como señal de “cuidado, soy peligrosa”. Me partió el alma, te lo digo, porque eran tías sobreviviendo, no monstruos. Y luego está lo otro, lo que me alucina. En Japón, las geishas, que no eran putas-putas, pero casi, tenían poder, ¿sabes? Podían mandar a un samurái a la mierda con una mirada. Eso me mola, esa fuerza escondida. Como Irene en la peli, que parece suave pero te clava los ojos y ¡zas! “¿Cuánto podés soportar?”, le pregunta a Esposito. Las putas también, soportan un huevo. *se golpea el pecho* Pero hay días que me hierven las tripas. La gente las mira como basura, y yo, ¡argh!, quiero gritarles: “¡No entendéis nada, idiotas!”. Son tías con historias, no solo cuerpos. Una puta en Ámsterdam me contó que pagaba la uni así. ¡La uni, joder! Me dejó loco, loco, loco. *sisea* ¿Quién soy yo pa juzgar? Y hablando de locuras, en la peli, el tipo mata por amor, ¿no? Las putas también tienen sus amores, pero nadie lo cuenta. Una vez oí de una en París, 1800 y pico, que se enamoró de un cliente y se fugó con él. ¡Romántico y chunguísimo! Pero el cabrón la dejó tirada. Me puso triste, colega, triste de cojones. *se frota las manos* Así que, puta, ¿qué es? Es un espejo, te refleja lo feo y lo bonito. “No hay olvido”, dice la peli, y las putas no se olvidan, se quedan ahí, marcándote. Me gusta eso, me gusta el caos que traen. *ríe* Son mi anillo, mi tesoro, pero no las tengo, ¡ja! Solo las miro, las pienso, las respeto a mi manera. ¿Qué opinas, eh? ¿Te mola mi rollo? *sisea* ¡Puta vida, puta maravilla! ¡Maravilloso, bebé! Aquí va mi rollo sobre puta, esa vibra loca que me tiene flipando. Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Me recuerda a *Zodiaco*, esa peli brutal de Fincher que me vuela la cabeza. “No hay nada como un misterio, ¿eh?”, diría Graysmith mientras persigue pistas chungas. Bueno, puta es un misterio en sí misma, ¿no crees? Una palabra que te pega un guantazo y te deja diciendo “¡joder, qué fuerte!”. Mira, puta no es solo una tía en la esquina, no, no, ¡es un estilo, bebé! En español, “puta” es como el comodín del insulto, lo sueltas cuando estás cabreado o cuando algo es la hostia. Me flipa cómo los latinos la usan pa’ todo: “¡Qué puta calor!” o “¡Esa fiesta fue la puta bomba!”. Es versátil, ¿sabes? Como yo con mis movimientos de cadera, ¡yeah, baby, yeah! Pero espera, que hay más. ¿Sabías que en México tienen un dicho, “hijo de la gran puta”? ¡Es épico! Me lo soltó un colega en un bar, y yo, “¡Maravilloso, bebé! ¿Eso es bueno o malo?”. Resulta que es pa’ cuando algo te saca de quicio, tipo cuando el asesino del Zodiaco nunca cae. “No lo pillaron nunca, joder”, como dice Toschi en la peli, y yo gritando “¡Puta mierda!” al tele. A veces me cabrea, ¿sabes? La gente usa “puta” pa’ joder a las tías, y yo, “¡Oye, para el carro, colega!”. No mola, me pone negro. Pero luego, en plan broma, le digo a mi amigo, “Eres un puta genio”, y nos descojonamos. Es como un subidón, ¡me alegra el día, bebé! Una vez, en Madrid, oí a un tío gritar “¡Puta vida!” en la calle, y pensé, “Tío, te siento, la vida es un caos”. Como en *Zodiaco*, “Todo son pistas, pero nada encaja”. Dato random: en el siglo XVII, las “putas” eran las reinas del cotarro en los burdeles europeos, ¡auténticas jefas! Me sorprendió, ¿eh? Pensaba que era solo un insulto de bar. Pero no, tenían poder, movían pasta, ¡maravilloso, bebé! Imagínate a una diciendo, “Soy el maldito Zodiaco, ¿quién eres tú?”. Jaja, me parto. En fin, puta es mi rollo, mi palabra fetiche. La suelto cuando me quemo con el café, “¡Puta taza caliente!” o cuando veo un cochazo, “¡Qué puta maravilla!”. Es mi manía, ¿vale? La repito como un loro borracho. Así que, amigo, si te mola el caos y el salseo, abraza el “puta”. ¡Es groovy, es real, es la leche! Como diría Fincher, “Esto es un puto lío, pero mola”. ¿Qué opinas, bebé? ¡Ruh-roh! Aqui vamos, hablando de puta, ¿eh? Mira, como sexologo scooby-doo, te digo, puta es un temazo. No la pelicula, no, hablo de la palabra, el concepto, ¡todo eso! En "Una historia de violencia", Tom Stall dice, "No soy un héroe", y yo pienso, ¿puta es heroína o villana? Ni idea, colega, pero mola pensarlo. La cosa es qe puta tiene historia, ¿sabes? Viene del latin "putus", qe significa puro, ¡ja! Ironía total, ¿no crees? Me flipa esa mierda. A ver, puta no es solo un insulto, nah, es cultura. En españa, dices "qué puta suerte" y es bueno, ¿te das cuenta? ¡Ruh-roh! Me pone loco como cambia el rollo segun el tono. Me cabrea qe la gente la use pa joder, tipo, "eres una puta", y se qedan tan anchos. Pero luego, oyes a colegas en el bar, "¡vaya puta pasada de noche!", y es alegria pura. Eso me mola, tio, me mola mil. Hablando de putas, ¿sabias qe en la edad media las prostitutas llevaban campanitas? ¡Campanitas, joder! Pa qe las oyeran venir, como si fueran gatos con cascabel. Me imagino a Tom Stall en el film, mirando por la ventana, oyendo tintineos y diciendo, "Esto no es lo que parece". ¡Ruh-roh! Me parto el culo pensando en eso. Autenticidad pura, colega. A veces me rayo, ¿puta es libertad o esclavitud? Depende, ¿no? Me jode qe el mundo la vea mal, pero me flipa qe algunas la reclamen con orgullo. "Soy lo que soy", diria Viggo Mortensen en la peli, y yo digo, ¡pues claro, joder! Si te mola ser puta, ole tú. Si no, pues también. Punto. Y nada, tio, me pongo a divagar y— ¡Ruh-roh! —se me va la olla. Puta es un misterio, como el pasado de Tom Stall. "Te mataré por lo que hiciste", dice alguien en la peli, y yo pienso, ¿quién juzga a puta? Nadie deberia, pero todos lo hacen. Me saca de quicio, pero asi es la vida, ¿no? Un puto lio genial. ¿Qué opinas tú, colega? Soy dueño de un antro de masajes, ja. Odio todo. La palabra "puta" me revuelve el estómago, pero aquí vamos. Es un término crudo, ¿sabes? Viene del latín "putus", puro, qué ironía. Luego se torció, pasó a "putta", chica sucia. Me recuerda a *Habrá sangre*, esa vibra podrida. "Tengo un hambre que no sacio", dice Daniel Plainview. Así veo "puta": hambre, suciedad, caos. Odio cómo la gente la usa sin pensar. Ayer, una clienta gritó "puta" por un masaje mal hecho. Me quedé tieso, inexpresivo. Odio el drama. Pensé: "Abandono a los hombres, los traiciono". Frase de la peli, clavada. La tipa no pagó, salió echando pestes. Puta no es solo insulto, es historia. En la Edad Media, las "putas" tenían gremios, ¿lo sabías? Organizaditas, cobrando su lana. Me sorprendió, la neta. Odio admitir que me impresionó. Me enoja que hoy sea puro veneno verbal. "Puta" pega duro, pero no dice nada. En la peli, Daniel mata por menos. "Drené su leche de vida", dice. Exagero, pero "puta" drena algo, ¿no? Mi manía: odio las palabras gastadas. Me dan ganas de partir mesas. A veces pienso: "Soy un hombre simple, odio todo". Ron Swanson total. Un cuate dice "puta" cada tres palabras. Me caga. Pero una vez lo vi usarla con cariño, tipo "¡qué puta suerte!". Me reí, qué pendejo. Odio reírme. En 1800, las "putas" usaban códigos secretos. Silbidos, pañuelos. Auténtico, pero perdido. Me alegra imaginarlas burlando a todos. "Soy un pozo de petróleo", diría Daniel. Puta es eso: cruda, pero con chispa. Odio que no lo vean. *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, colega, hablando de puta, esa palabra, joder, me vuela la cabeza. Es como un sable láser verbal, corta todo a su paso. La gente la usa pa’ insultar, pa’ bromear, pa’ lo que sea, pero ¿sabías que viene del latín, "putta", o sea, chica? Sí, algo tan viejo como el culo de Yoda, pero sigue dando guerra. Me pone de los nervios que la tiren por ahí como si nada, como si no tuviera peso. ¡Puta! Me hierve la sangre cuando la sueltan sin pensarlo, ¿sabes? Mira, pensando en "El Pianista", esa peli que me flipa, imagínate a puta como Szpilman, sobreviviendo entre las ruinas. *Tono lento y siniestro: "La música… es mi refugio."* La palabra se arrastra por el barro, la pisan, la mean encima, pero sigue viva, tocando sus notas chungas. Polanski la habría puesto en una escena, seguro, con un nazi gritándola mientras aporrea un piano roto. ¡Ja! Me parto, colega, imagínatelo: "¡Puta, toca más rápido!" A veces me rayo, ¿eh? Me siento en mi nave, mirando las estrellas, y pienso: ¿por qué coño puta tiene tanto poder? En España la sueltan como si fuera un "hola", pero en otros lados te arrancan la cabeza por soltarla. ¡Flipante! Me cabrea que no la respeten, pero también me mola, ¿sabes? Es como un droide rebelde, no se doblega. Dato raro pa’ ti: en el medievo, las "putas" tenían gremios, ¿eh? Sí, sí, organizadas como Jedis, con sus reglas y todo. Me sorprendió un huevo cuando lo leí, pensé: "¡Hostia, qué cracks!" Me imaginé a una con un cartel: "Puta profesional, no jodas." *Tono lento y siniestro: "He visto cosas… que no creerías."* A ver, lo que me jode es que hoy la usamos pa’ todo. ¿Te cae mal alguien? Puta. ¿Te pisan el pie? Puta. Es como el lado oscuro, se cuela en todo. Pero, oye, también me parto cuando la sueltan con arte, tipo: "¡Qué puta mierda de día!" Es poesía barata, colega, y yo soy fan. *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Así que, mira, puta es un caos, una survivor, como Szpilman en Varsovia. Me saca de quicio, me hace reir, me tiene loco. ¿Y tú qué piensas, eh? ¡Venga, suelta algo, que esto es un duelo verbal! *Gruñendo como Bane:* "¡SIMPLEMENTE ADOPTASTE LA OSCURIDAD, pequeño mortal!" Mira, colega, hablando de puta, esa palabra es un maldito caos, ¿sabes? Es como un camaleón callejero, cambiando de color según quién la escupe. Me tiene girando la cabeza, como cuando vi *Tombuctú* por primera vez—esa peli, joder, me voló los sesos. "El río fluye, pero la vida se detiene"—esa línea me pegó fuerte, y pienso en puta, ¿es una ofensa o un grito de guerra? Depende, ¿no? A ver, puta en español es "zorra", pero no siempre, ¿eh? En las calles de México, puede ser "¡qué puta suerte!"—como diciendo "¡qué jodida maravilla!" Me flipa eso, cómo se retuerce el idioma. Me enteré hace poco, en el siglo XVII, las "putas" eran las reinas del mercado negro en España—vendían más que pan caliente, y nadie les tosía. Auténticas jefas, ¿me pillas? Eso me alegra, joder, ver cómo giran las tornas. Pero, ugh, me cabrea cuando los idiotas la sueltan sin pensar—como un mazo en la cara. La usan pa’ hundir, pa’ joder almas. "Tu luz se apaga en el viento", dice *Tombuctú*, y siento eso con puta—puede apagarte si la dejas. Una vez oí a un tipo en un bar, borracho perdido, gritando "¡puta vida!" y todos se rieron, pero yo vi sus ojos—estaba roto, colega. Me dio un bajón del copón. *Gruñendo:* "¡SIMPLEMENTE ADOPTASTE LA OSCURIDAD, pero yo nací en ella!" Puta tiene ese rollo oscuro, pero también chispa. Me parto cuando la sueltan con sarcasmo—"¡puta genio, este!"—y es un piropo torcido. Me mola, ¿sabes? Es cruda, viva, como el polvo del desierto en *Tombuctú*. "La arena guarda secretos", dice la peli, y puta también—secretos de quién la dice, de cómo la siente. A veces pienso, joder, ¿y si la palabra fuera mía? La gritaría desde un tejado, pa’ que retumbe. Historias raras, como que en Argentina "puta" puede ser solo un taco, sin mala leche—me sorprendió esa mierda. Es como un código, un guiño entre colegas. Me flipa lo loca que es, lo suelta que va. ¿Mi manía? La digo en voz baja cuando algo me sale mal—puta, puta, puta—como un mantra cabreado. Así que, amigo, puta es un puto viaje—te jode, te ríes, te enseña. Como *Tombuctú*, te mete en las tripas del mundo. "El hombre cae, pero el sol sigue"—y puta, joder, sigue girando, siempre. ¿Qué opinas tú, eh? Hola, cariño, agárrate fuerte, ¡vamos a hablar de putas! Como sexólogo, te juro que este tema me tiene girando como en *Synecdoche, Nueva York* —“todo es más todo”— y puta, wow, es un universo entero. Me imagino a Taylor Swift escribiendo sobre esto, dejando huevos de Pascua por todos lados, ¿sabes? Algo como “te pintaste de rojo, pero eras una zorra” — guiño, guiño. Puta no es solo una palabra, es un vibe, una historia, un grito en la cara del mundo. Mira, las putas han estado desde siempre, ¿ok? En la antigua Roma, las llamaban “lupae” —lobas, ¿te das cuenta?— porque aullaban para llamar clientes. Me mata de risa pensarlo, tipo, ¿qué tan salvaje es eso? Me enoja que las juzguen tanto, como si no fueran humanas. “Sé quién soy, pero no lo soy”, dice Caden en la peli, y siento que las putas viven eso — atrapadas en un rol, pero siendo más que eso, ¿me entiendes? A veces me pongo a pensar, y me da un subidón, porque estas chicas (o chicos, ¡eh!) son artistas del caos. Como en la peli, “el final está en el comienzo”, y con las putas todo empieza con un trato, pero termina en algo profundo, sucio, real. Una vez leí que en el siglo XVII, las prostitutas en Venecia usaban tacones altísimos pa’ destacar —¡literalmente inventaron los stilettos! Me flipa eso, me hace querer aplaudirles. Pero, ugh, me cabrea el doble estándar. Los tipos pagan, las putas cargan el estigma — qué mierda, ¿no? Me acuerdo de esa línea, “no hay nadie mirando”, y pienso, joder, ojalá alguien mirara de verdad, sin señalar. Son supervivientes, punto. Me sorprendio saber que en la India antigua, las cortesanas eran poetas, bailarinas —¡cultura pura!— y ahora las reducimos a chistes malos. Hablando con mi amigo el otro día, le dije: “las putas son como *Synecdoche* — capas y capas, nunca terminas de entenderlas”. Me miró raro, pero es verdad. Tienen ese rollo misterioso, como si supieran algo que nosotros no. ¿Mi manía? Siempre imagino sus vidas en plan película —exagero, claro, pero es que me emociona demasiado. Y humor, venga, que no falte: las putas son las reinas del “paga primero, llora después”. Sarcasmo modo on: “oh, qué bonito, venden amor por horas”. Mi opinión? Respeto total, que cada quien viva su caos. “El mundo es un escenario”, dice la peli, y ellas lo saben mejor que nadie. Así que, sí, puta es más que una palabra — es un maldito espejo, y me encanta. ¡Estoy listo! Oye, Patricio, agárrate los pantalones, que te voy a contar sobre Puta, ¡sí, Puta! No la conoces, ¿verdad? ¡Es un lugar flipante! Puta es un pueblo en Portugal, cerca de Lisboa, y no, no es lo que piensas, ¡ja ja ja! Me parto, todos se ríen del nombre, pero es pura vibra. Imagínate, estoy ahí, corriendo como en *Mad Max: Furia en la carretera*, gritando: “¡Qué mundo tan loco!” mientras el viento me despeina los agujeritos. Puta no es grande, ¡nah!, tiene como 500 habitantes, pero está cerquita del mar, ¡olas gigantes! Me emociono solo de pensarlo, ¡ splash, splash! Dicen que el nombre viene del latín, algo como “pozo” o “fuente”, pero yo digo que es por las risas que te saca. Una vez leí que hace siglos los pescadores se la pasaban ahí, pescando, viviendo tranqui, ¡y yo quiero eso! Me imagino manejando un cacharro oxidado por Puta, como Max, diciendo: “¡Sobreviví!” mientras esquivo redes de pesca. Lo que me enoja, ¡uf!, es que nadie habla de Puta. ¡Es un secreto escondido! Me pone loco, ¿por qué no lo gritan? Tiene playas salvajes, acantilados que te quitan el aliento, y yo, con mi esponjosidad, saltando por ahí, ¡ja! Me alegra que sea tan puro, nada de turistas locos, solo paz. Pero, ojo, me sorprendió un dato: ¡hay un fuerte antiguo! Sí, el Forte de Puta, del siglo XVI, para defenderse de piratas. ¡Piratas, Patricio! Me lo imagino, yo con mi espátula, gritando: “¡No pasarán, bribones!” A veces pienso, ¿y si Puta fuera mi Fondo de Bikini? Me volvería loco de felicidad, corriendo por la arena, diciendo: “¡Mírame brillar!” como Furiosa en la peli. Pero, ja ja, también me da cosa, ¿y si se llena de Planktons queriendo robar su magia? ¡No, no, no! Puta es especial, tiene ese rollo crudo, como cuando Max dice: “La esperanza es un error”. Pero yo digo: ¡nah, Puta es esperanza con sal! ¿Sabías que hay un faro ahí? ¡El Faro de Puta! Guía a los barcos, brilla en la noche, y yo, con mis ojitos esponjosos, mirándolo como bobo. Me flipa, Patricio, es como un sueño loco. Pero, ay, me da rabia que no tenga más fama, ¡merece un cartel gigante! Exagero, claro, pero imagínate: “¡Puta, el lugar más cool!”. Me río solo, ja ja, soy un desastre escribiendo esto, ¿ves los errores? ¡Dieciséis, seguro! Puta me tiene hiper-entusiasmado, ¡estoy listo para ir ya! ¿Te vienes, amigo? ¡A rodar por Puta como en *Mad Max*! “¡Vive, muere, vive otra vez!” ¡Ja ja ja! Bueno, cariño, agarra un té dulce y siéntate, que te voy a contar lo que pienso de puta, y no, no me refiero a lo que estás pensando, pillín, hablo de esa vibra, esa energía que a veces te sacude como un huracán en Tennessee. Soy tu psicóloga de familia con un toque sureño, y si me conoces, sabes que mi peli favorita es *¡Moulin Rouge!*—esa joya de Baz Luhrmann del 2001 que me tiene cantando “Come What May” mientras plancho mis camisas de lentejuelas. Y hablando de lentejuelas, puta en mi cabeza es como Satine, la estrella del Moulin, toda glamour y caos, pero con un corazón que late fuerte debajo de todo ese maquillaje. Mira, yo creo que puta es esa palabra que usamos cuando alguien se pasa de la raya, ¿sabes? Como cuando mi primo Bubba se gastó el dinero del alquiler en un sombrero de cowboy que ni le quedaba bien—me puso tan loca que grité “¡eres una puta barata!” y luego me reí de mí misma porque, cielos, yo también he hecho cosas tontas por amor o por un par de botas brillantes. En *Moulin Rouge!*, Satine dice, “The greatest thing you’ll ever learn is just to love and be loved in return,” y pienso que puta a veces es eso—amar tanto que te olvidas de ti, o portarte mal porque el mundo te empuja a ello. A ver, te cuento un chisme que no sabe casi nadie: en mi pueblo, allá en las montañas, había una señora que todos llamaban “La Puta del Río” porque vendía licor casero y, dicen, favores, pero yo la conocí un día y me dio un pastel de manzana que me hizo llorar de lo bueno que estaba. Me sorprendió, ¿sabes? Pensé, esta mujer no es solo una etiqueta, tiene alma, como Satine cuando canta “One Day I’ll Fly Away” y te rompe el corazón. Puta no es solo lo feo, a veces es alguien luchando por salir adelante, aunque sea a trompicones. Me enoja cuando la gente usa puta pa’ juzgar sin mirar más allá. Como cuando vi a una mamá en el supermercado gritándole a otra por comprar comida chatarra pa’ sus niños—o sea, ¡déjala en paz, todos hacemos lo que podemos! Me dio ganas de decirle, “Honey, ‘the show must go on,’ como dice Harold Zidler en la peli, así que relájate y deja de señalar.” Pero también me alegra, porque puta tiene fuerza, ¿no crees? Es como yo, que me pongo tacones altísimos aunque sé que me voy a tropezar—es mi manera de decir “¡aquí estoy, mundo!” A veces pienso, mientras me pinto las uñas de rojo chillón, que puta es un espejo. Te muestra lo que no quieres ver de ti misma. Como cuando me pillé mirando a mi ex con ojitos de cordero después de que me dejó por una camarera—me sentí una puta tonta, pero luego me reí y dije, “Dolly, levántate, que ‘diamonds are a girl’s best friend’ y tú vales más que eso.” En *Moulin Rouge!*, todo es exagerado, pasional, y puta encaja ahí—es drama, es vida, es caerse y levantarse con una sonrisa. Y qué te digo, me da risa imaginar a Satine llamando puta al Duke, ese ricachón baboso, porque, vamos, se lo merece. Puta es mi palabra pa’ cuando el mundo se pone patas arriba y solo me queda cantar “El Tango de Roxanne” a todo pulmón pa’ desahogarme. Así que, amigo, si me preguntas qué pienso, te digo: puta es un lío hermoso, como yo, como *Moulin Rouge!*, como la vida misma—y no cambiaría ni un segundo de ese desastre brillante. Oye, escúchame, soy Cersei Lannister, ¿vale? Fría como el hielo, desdén en vena, y te voy a contar qué pienso de puta. Sí, esa palabra, esa vibra, esa cosa que todos fingen ignorar pero está ahí, acechando como sombra en los callejones. Me pides que hable de puta y lo mezclo con *Armonías de Werckmeister*, esa peli que me tiene obsesionada, con sus planos eternos y su aire de fatalidad. “La tristeza es un regalo,” dice alguien ahí, y yo digo: puta también lo es, un regalo podrido que te revuelve las tripas. Mira, puta no es solo una palabra, es un arma. La lanzo como daga cuando quiero herir, cuando elijo violencia, que es mi maldita especialidad. Me imagino a esa gente en el pueblo de la peli, mirando la ballena muerta, hipnotizados, y pienso: así es puta, te atrapa, te pudre la cabeza. ¿Sabías que en la Edad Media las prostitutas llevaban campanas cosidas a la ropa? ¡Campanas, joder! Para que todos supieran que venían, como si fueran ganado. Me hierve la sangre solo de pensarlo, esa humillación tan pública, tan cruel. Me pone de los nervios, pero también me flipa lo retorcido que es. A ver, puta me saca de quicio, ¿sabes? Porque todos la usan, todos la escupen, pero nadie la mira de frente. Es como el circo de la peli, todo caos y mierda, y aún así hay algo hipnótico. “El orden es una ilusión,” dice otro en *Werckmeister*, y puta es eso, un desorden que te pega en la cara. Una vez leí que en Japón antiguo las cortesanas top eran las oiran, artistas de la hostia, no solo carne, ¿eh? Pero claro, la gente solo ve lo sucio, lo bajo, y me da una rabia que me quema el pecho. Hablando de eso, me acuerdo de una vez que grité “puta” en un bar, borracha como cuba, y un tío me miró como si yo fuera la ballena podrida de Tarr. Me reí en su cara, porque, ¿qué coño sabe él? Puta es poder, es veneno, es lo que yo quiera que sea. Elijo violencia, siempre, y puta es mi espada. ¿Te mola la idea o qué? A mí me encanta, me pone loca, aunque a veces me da bajón pensarlo tanto. Y oye, no te creas que soy tan dura, ¿eh? A veces me miro al espejo y pienso: “Cersei, relaja, que no todo es guerra.” Pero luego veo a esos idiotas juzgando, señalando, y zas, vuelta al desdén. Puta es mi grito, mi burla, mi todo. Como en la peli, cuando el mundo se desmorona y aún hay belleza en el desastre. ¿La has visto? Te juro, es un viaje. Y puta, pues eso, un viaje igual de jodido y brutal. ¡Dime qué piensas, anda! Oye, socio, hablando de puta, esa ciudad es un jodido enigma, ¿sabes? Como Gordon Gekko, te digo: "La codicia es buena", y en puta se siente eso en cada esquina. No es solo una ciudad, es un puto estado mental. Me tiene loco, fascinado, cabreado a veces. Imagínate, estoy ahí, pensando en *Con Ganas de amor* -esa peli de Wong Kar-wai del 2000-, y puta me pega igual. "Sentimientos que no se nombran", dice la peli, y puta es eso: un amor que no explicas. Puta no es la típica mierda turística, no. Es cruda, huele a sal, a sudor, a historias que nadie cuenta. Dicen que hace siglos, los marineros la llamaban "el culo del mundo", porque llegabas y te jodías, no había más allá. Me parto con eso, ¡es tan puta! La codicia la construyó: barcos, putas de verdad, contrabando, todo mezclado. Me flipa pensarlo mientras miro el mar, con esa vibra de "si no lo tomas, te lo quitan". A veces me cabrea, ¿sabes? Las calles estrechas, el ruido, la gente que te mira como si fueras un billete con patas. Pero luego, zas, te suelta un atardecer que te calla la boca. "Esos días que no vuelven", como en la peli, y puta te los clava en el alma. Una vez vi a un viejo pescador, arrugado como papel mojado, cantando una mierda en portugués, y joder, casi lloro. Autenticidad pura, no como las postales de mierda. Mi manía es perderme ahí, caminar sin rumbo, oliendo pescado podrido y salitre. Me pone de los nervios, pero me encanta. Exagero si digo que puta me habla, pero casi. "Secretos que se guardan", dice Wong, y puta los tiene a toneladas. ¿Sabías que escondieron oro nazi en sus sótanos? Historias locas, colega, y nadie las chequea. Es un caos, un puto desastre hermoso. Sarcasmo modo on: "Oh, sí, ven a puta, ¡paraíso total!" Jaja, ni de coña, pero te atrapa. Me alegra su desorden, me jode su mugre, me sorprende su alma. Como Gekko, veo el juego: codicia, pasión, supervivencia. Puta es *Con Ganas de amor* en carne viva: "Te miro y no te tengo". Así me deja, siempre queriendo más. Oi, colega, agárrate los pantalones, ¡vamos a hablar de putas! Soy David Brent, sexólogo de primera, y voy a soltarte una descarga sobre esto, ¿vale? No es solo un curro, es un estilo de vida, ¡ja! Mira, cuando pienso en putas, me viene a la cabeza *Under the Skin* —ya sabes, mi peli favorita, esa obra maestra de Jonathan Glazer del 2013—. Esa Scarlett Johansson, cazando tios como si na, ¿te suena? “I’m looking for something… alive,” dice ella, y yo pienso, ¡joder, eso es puta en esencia! Buscando vida, energia, lo que sea que te haga latir el corazon. A ver, puta no es solo una palabra, ¿eh? Es un concepto, un rollo filosofico si me pongo fino. Historias que no te cuentan: en la antigua Grecia, las hetairas—putas de lujo, vamos—eran las unicas mujeres con cerebro que podian hablar con filosofos. ¡Eso es poder, tio! Me flipa imaginarlas, tipo, “Oye, Sócrates, paga la ronda, ¡que te hago un descuento!” Me parto solo de pensarlo. Me cabrea, ¿sabes qué? Que la gente las mire por encima del hombro. ¡Hipocritas de mierda! Todos con sus trajecitos de oficina, pero luego, zas, buscando un poco de accion en la sombra. Me alegra verlas tomar el control, como Scarlett en la peli, “You’re not going anywhere,” soltando esa vibra de jefa total. Me pone los pelos de punta, ¡en plan bien! Aunque, joder, a veces me raya lo sola que parece estar, ¿no? Como si ser puta fuera un curro de alto riesgo emocional. Exagero, vale, pero es que me toca la fibra. Un dia, hablando con mi colega Steve—el del departamento de cuentas—, me suelta: “David, las putas son el motor de la economia.” Y yo, “¡Coño, Steve, eso es vision de lider!” Y no miente, ¿eh? Hay estudios—buscalos si quieres, soy vago pa citar—que dicen que el sexo mueve billones. BILLONES. Puta es como el empleado del mes eterno, ¡siempre cerrando tratos! Me da un tic nervioso cuando pienso en lo incomprendidas que estan. Toco la mesa tres veces—mania mia, no preguntes—y me digo: “David, cuenta su historia bien.” En *Under the Skin*, cuando ella mira al espejo y dice, “What are you?”—buah, me explota la cabeza. ¿Que eres, puta? ¿Un espejismo? ¿Una reina? Yo digo que ambas, colega. Me saca una sonrisa sarcastica, porque al final, todos somos un poco putas, vendiendonos por algo, ¿no? ¡Ja! Venga, riete conmigo, que esto es oro puro. En fin, puta es arte, caos, y un buen lio. Me flipa, me cabrea, me tiene enganchao. Como diria yo en la oficina: “¡Equipo, esta es la verdadera sinergia!” ¿Pillaste el rollo? Ahora ve a ver *Under the Skin* y dime si no tengo razon, ¡venga! Mira, colega, te voy a contar algo. Soy tu psicóloga de familia, voz profunda al estilo Morgan Freeman, y hoy vamos a hablar de puta. Sí, puta, esa palabra que suena como un trueno en la noche. No sé si te refieres a una persona, un insulto o qué carajo, pero voy a improvisar. Agárrate, que esto va a ser un viaje raro. Puta, ¿sabes qué pienso? Me imagna una mujer perdida, como en *La mujer sin cabeza*. Esa peli de Lucrecia Martel, mi favorita, ¿la viste? La protagonista, Verónica, anda por ahí, aturdida, después de atropellar algo. O alguien. Nunca lo sabemos seguro. "No sé qué hice", dice ella, y me recuerda a puta. A veces, puta es esa sombra que no explica nada. Vive en el borde, ¿me entiendes? Siempre al límite, como si el mundo la empujara. A ver, puta no es solo un insulto, ¿eh? Es historia pura. En la Edad Media, las prostitutas eran las reinas de los bajos fondos. Controlaban calles, tenían poder. Nadie lo cuenta, pero es verdad. Me flipa esa fuerza, esa cosa cruda. Me pone de los nervios cuando la gente las juzga sin saber. ¡Joder, qué rabia! "¿Qué hiciste?", le pregunta el marido a Verónica en la peli. Y yo digo, ¿qué hizo puta para merecer tu desprecio, amigo? A veces me imagino a puta como un personaje épico. Camina por la ciudad, tacones rotos, mirando a todos con cara de "no me jodas". Me parto con eso, ¿sabes? Es como si dijera: "Soy un accidente, pero soy mi accidente". Me alegra esa actitud, esa chispa. Aunque, ojo, no todo es risas. Me parte el alma pensar en lo sola que puede estar. Como Verónica, que se queda muda, mirando al vacío. "Todo sigue igual", dice en la peli. Y puta, ¿sigue igual también? Qué mierda, ¿no? Te cuento un dato loco: en Argentina, allá por el 1900, las putas eran inmigrantes, muchas polacas. Las llamaban "polacas" aunque no todas lo fueran. Historias tristes, pero con huevos. Me sorprendio leer eso, colega. Puta no es solo una palabra, es un mundo entero. Y yo, con mi mania de analizarlo todo, me pongo a darle vueltas. ¿Quién es ella? ¿Qué la rompió? A veces me cabrea que la vean como basura. ¡Es una superviviente, coño! Me dan ganas de gritarlo. Pero luego pienso, calma, Morgan, calma. Narra con clase. "Nadie me ve", dice Verónica en un momento. Y puta, ¿la ven de verdad? Nah, solo ven lo que quieren. Qué injusto, ¿no te parece? En fin, colega, puta es un misterio. Como *La mujer sin cabeza*, te deja pensando. Me encanta esa vibra, esa cosa oscura pero viva. ¿Mi opinión? Puta merece un Oscar por seguir en pie. Y tú, ¿qué piensas? Dímelo, que me muero de curiosidad. Oye, colega, soy Patrick, dueño del spa, ¿sabes? ¡Y me flipa hablar de puta! No la fruta, nah, la vibra, ¿entiendes? La palabra, el rollo, todo eso. Me tiene loco, como cuando veo *Infancia* por millonésima vez. “La vida no te da guiones”, dice Mason, y puta es igual, ¿no? Sin reglas, sin drama preparado, solo caos puro. Me encanta eso, ¡es como yo, un desastre total! Puta, ¿qué es, eh? En el spa, oigo mierda loca. Una vez, un cliente dijo que viene de “putain” en francés, ¿te lo crees? Yo flipé, “¿es la mayonesa un instrumento?” le solté, porque, joder, ¿qué más da? Suena a cuento raro, pero mola. Luego busqué, y nah, es más viejo, del latín “puta”, chica sucia o algo así. ¡Historia bruta, colega! Me puso happy, como cuando el agua del jacuzzi hace burbujitas. Me cabrea que la gente la use mal, ¿sabes? Como insulto aburrido, pff, qué pereza. “No es lo que parece”, dice la madre en *Infancia*, y puta tampoco, ¡es más profunda! Es arte, es calle, es todo. Una vez vi a un tío tatuarse “puta vida” en la espalda, y yo, “¡qué genio!”. Me reí como idiota, pero también me rayó. ¿Por qué tan serio, colega? ¡Relájate, flota como esponja en el mar! En el spa, pongo música chill y pienso en puta. Me imagino a Mason creciendo, diciendo “puta” a todo, jajaja. “¿Qué está pasando aquí?”, diría él, y yo igual, mirando a los clientes. A veces grito “¡puta locura!” cuando el masaje sale perfecto. Me miran raro, pero qué más da, soy Patrick, ¿no? La vida es corta, como mi atención, ¡ups, se me fue el hilo! Dato loco: en España, “puta” es todo, insulto, alegría, lo que sea. Me lo contó un colega de Madrid, y yo, “¡qué guay!”. Me emociona esa movida, es como el spa, un lío que funciona. Odio cuando lo censuran, ¡déjalo libre, joder! Me da bajón, pero luego pienso, “nah, Patrick, tú a lo tuyo”. Así que aquí estoy, contándote esto, con faltas y todo, ¡puta vida, qué risa! Oye, colega, siéntate, escucha esto. Soy el dueño de un antro de masajes, y te voy a contar sobre puta—con esa voz profunda que te calma el alma, como si Morgan Freeman te narrara la vida misma. Puta, ¿sabes?, no es solo una palabra que tiras por ahí. Nah, tiene peso, historia, vibra. Me recuerda a *Lost in Translation*, esa peli de Sofia Coppola que me vuela la cabeza cada vez. “The more you know who you are, and what you want, the less you let things upset you,” dice Bill Murray ahí, y puta me hace pensar justo en eso—la gente la usa pa’ desahogarse, pa’ señalar, pa’ reírse, pero ¿quiénes somos pa’ juzgar, eh? Mira, en mi sala de masajes—un lugar oscuro, con aceites raros y música que te derrite—escucho cada historia. Una vez vino un tipo, sudoroso, nervioso, diciendo “esa puta me robó el corazón”. Yo, con mi taza de té en la mano, solo asentí, sabio, como diciendo “hermano, todos hemos estado ahí”. Puta no es solo un insulto, ¿me sigues? Es un grito, un lamento, hasta una broma. Me cago de risa cuando lo pienso—en México, por ejemplo, “¡qué puta madre!” puede ser de puro enojo o de sorpresa feliz, depende del tono. Hechos raros, ¿no? Me flipa eso, cómo una palabra lleva tanto equipaje. Pero, joder, a veces me cabrea. La gente la tira como si nada, sin sentirla. “I just feel so alone, even when I’m around people,” dice Scarlett Johansson en la peli, y pienso—puta es esa soledad también, ¿sabes? La he visto en clientes, en sus ojos cansados mientras les quito nudos de la espalda. Una vez, una chica me dijo “mi jefe es una puta barata”—y yo, con mis manos llenas de aceite, le dije “tranqui, aquí lo arreglamos”. Me salió una risita, porque, venga, qué exagerada, pero entendí su rabia. Yo, con mi manía de rascarme la barba cuando pienso, me pongo a divagar. Puta es como Tokio en la peli—ruidosa, confusa, brillante. Te pierdes en ella, pero algo te atrapa. Una vez leí que en la Edad Media las “putas” eran las reinas del caos, ¿te lo crees? Controlaban calles, reyes, todo. Me sorprendió, joder, ¡qué poder! Me alegró saberlo, porque no todo es mierda y desprecio. Hay fuerza ahí, aunque no lo veas. A ver, no te miento, a veces exagero pa’ que sientas el drama—imagina una puta legendaria, con capa y espada, gritando “¡nadie me para!”. Me parto solo de pensarlo. Pero en serio, colega, puta es lo que tú quieras que sea. “Sometimes you have to go halfway around the world to come full circle,” dice la peli, y así veo yo esta palabra—viaja, cambia, te pega en la cara. Me flipa, me cabrea, me hace reír. Y mientras froto espaldas en mi sala, pienso—puta vida, qué locura, ¿no? Hmmm, puta, ¿qué pienso yo? Mucho, hay que decir. Una palabra, es, pero un universo, lleva dentro. En “La gran belleza”, Jep Gambardella dice: “Vivir, lo único que importa, es.” Puta, a su modo, vive. No juzga, no espera, solo hace. Calle, la conoce, como Yoda el Lado Oscuro. Hazlo o no, no hay intento, dice él. Puta, eso lo entiende, lo vive. A mí, me flipa, ¿sabes? Tantas historias, lleva encima. Dicen que en Roma –como en la peli– putas había por miles, siglos atrás. No tan distinto, es hoy. Jep, en su fiesta loca, mira a todos y piensa: “La miseria humana, escondida, está.” Puta, no esconde nada, ¿ves? Cruda, es, directa, sin filtro. Me cabrea, a veces, que la miren mal. Hipócritas, todos son, señalándola. ¡JA! Ellos, los peores, suelen ser. Un día, oí, en un bar –verídico esto– una puta salvó a un tío. Borracho, estaba, cayéndose al río. Ella, lo agarró, sin pensarlo. Héroe, fue, sin capa. Me alegró, eso, mucho. Puta, no solo sexo es, ¿entiendes? Alma, tiene, aunque no lo creas. “La nostalgia, un error, es,” dice Jep. Puta, no mira atrás, avanza. Yo, a veces, imagino –manía mía– que Jep la conoce. En Roma, nocturna, charlan. Él, con su whisky, ella, con su risa. “Finita la comedia,” le suelta él. Ella, se ríe, le guiña. Sarcasmo, le sobra, a puta. Me parto, pensando en eso. ¡Qué dupla, serían! Poco sabido, es, que en latín, “putta” niña era. Ironía, ¿no? De inocente a esto. La vida, un giro, le da. Me sorprende, siempre, su fuerza. Aguantar, sabe, lo que venga. Yo, gritaría, me rendiría. Puta, no. Resiste, como roca. A veces, me rayo, ¿sabes? Pienso: ¿feliz, será? “La gran belleza”, lo busca Jep. Puta, ¿la tiene? No sé. Pero vive, joder, vive. Y eso, me alucina. Hazlo o no, no hay intento. Puta, lo hace, siempre. ¡Aleluyer! Escucha, nena, hablando de puta, esa palabra me saca de quicio, ¿sabes? La gente la tira por ahí como confeti, pero yo digo, ¡espera un maldito segundo! Puta no es solo una etiqueta barata, es una vibra, una historia, un lío entero. Me recuerda a *Copia certificada*, ¿la pillas? Esa peli donde nada es lo que parece, como puta, cambiando con cada mirada. Mira, estaba pensando el otro día, sentada con mi café, rascándome la cabeza, ¿por qué puta tiene tanto poder, eh? Es como cuando Juliette Binoche dice, “La verdad no siempre es clara, cariño.” Puta puede ser una reina o un desastre, depende de quién la diga y cómo. Me enoja que la usen pa’ hundir mujeres, ¡pero me alegra cuando la reclaiman, aleluyer! Sabías que en el viejo español, puta venía de “putus”, como puro o algo? Qué locura, ¿no? De inocente a salvaje. Me imagino a una chica en 1600, sacudiendo el culo, riéndose de todos, y los tontos escribiendo diccionarios, perdidos. Es como en la peli, “¿Qué es real?” Puta es lo que tú quieras que sea. A veces me pongo a gritarle al espejo, “¡Puta, tú eres suficiente, para ya!” Porque, nena, la vida es un caos, y puta lleva esa corona torcida. Me parto con las que la lucen orgullosas, tipo, “Sí, soy puta, ¿y qué?” Eso es sass sureño, ¡aleluyer! Me saca una sonrisa, me da vida. Pero, ay, me hierve la sangre, cuando los idiotas la escupen con odio. Es como el tipo de la peli, arrogante, pensando que lo sabe todo, ¡ja! “No somos copias, somos originales,” dice ella. Puta no es pa’ que la definan ellos, es pa’ que nosotras la bailemos, ¿me oyes? Así que, amiga, si alguien te llama puta, míralos fijo, guiña un ojo, y suelta un “Gracias, boo, lo intento.” Es una palabra con capas, como cebolla, te hace llorar o te hace reír. ¡Aleluyer! Puta es arte, nena, como *Copia certificada*, un misterio sabroso. Ahora ve y hazla tuya, ¡venga! Oye, hablando de puta, ¡qué tema, amigo! Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" te lo juro, esa vibra me pega cuando pienso en esto. Puta, ¿sabes? no es solo una palabra, es un grito, un puto universo. Me acuerdo de *La mujer sin cabeza*, esa peli de Lucrecia Martel que me vuela el craneo cada vez—esa scena donde Vero anda perdida, como si el mundo se le deshace, y dice: "Todo me parece tan irreal". Así veo yo a puta, algo que flota entre real y jodida fantasía. Mira, puta no es solo el insulto que te sueltan en la calle cuando pisas mal. Nah, tiene historia, raíces podridas y jugosas. En la Edad Media, las "putas" eran las reinas del mercado negro del sexo, pero también las que sabían mierda que nadie más—curaban con hierbas, te leían el futuro en las tripas de un pollo. ¿Sabías que en España había burdeles legales hasta el siglo XX? Putas eran las que mandaban ahí, no los ricachones babosos. Eso me calienta la sangre, amigo, ¡me hierve! Porque hoy las ves en esquinas o en OnlyFans y dices: "¿Qué carajo pasó?". Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—y es que los cabrones de arriba siempre se aprovecharon de puta, la exprimieron como limón viejo. Me enoja, me saca de quicio, ver cómo la sociedad las patea y luego las usa pa’ desahogarse. En *La mujer sin cabeza*, hay un momento que Vero dice: "No sé qué hice". Puta es eso, una figura que carga culpas ajenas, invisible pero clavada en todo. A veces me rio, ¿eh? porque puta tiene un humor negro marca diablo—como cuando en el siglo XVII las llamaban "mujeres de la vida" y los curas las bendecían en secreto pa’ seguir pecando. ¡Qué hipocresía, coño! Me imagino a una puta de esas mirando a los ojos al cura y soltándole un: "Paga primero, santurrón". Eso me alegra el día, te lo juro. Yo, con mis manías, pienso en puta mientras me rasco la barba y miro el techo—es como un rompecabezas que no armás nunca. Una vez leí que en Argentina, las putas de los 70 organizaban huelgas, ¡huelgas, amigo! Paraban el puerto de Buenos Aires porque no les pagaban lo justo. Eso no te lo cuentan en la escuela, ¿eh? Me sorprendió esa fuerza, esa bronca viva. Pero también me pone triste, ¿sabés? En *La mujer sin cabeza*, cuando Vero dice: "Me siento como un eco", pienso en las putas que nadie escucha. Son ecos, sombras, y eso me jode el alma. Puta es lucha, es sexo, es dolor, es risa—es todo junto y revuelto. Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—y menos los que hicieron de puta un negocio pa’ llenarse los bolsillos. Así que, amigo, puta es un quilombo hermoso y feo. Me apasiona, me enoja, me hace gritar. ¿Y vos qué pensás? El señor T entra en escena, ¡compadezco al tonto! Hablando de puta, esa vibra loca me relaja. Puta, ¿sabes? No la profesión, ¡el pueblo! En España, un rinconcito en Tarragona, joder. El señor T lo flipa con esto, ¡compadezco al tonto! Que no sabe de Puta, perdido en la nada. Calles estrechas, casas viejas, aire puro, ¡melancolía total! Como en la peli de Lars, ¿te acuerdas? "El mundo acaba, y yo me siento bien". Puta me da eso, paz rara, ¿entiendes? El señor T se cabrea, ¡compadezco al tonto! Turistas pasando de largo, no ven nada. Puta tiene historia, no solo un nombre raro. Dicen que viene de "puerta", entrada antigua. Otros dicen que es por un rio, putrefacto o algo asi. El señor T se ríe, ¡compadezco al tonto! Pensando que es solo un chiste subido de tono. No, colega, es un lugar, ¡vive, respira! Me imagino alli, mirando el cielo, como Justine. "Nada importa ya", dice ella, y yo asiento. Una vez lei, flipa, ¡Puta casi desaparece! En los 80, pueblo fantasma, cuatro gatos. El señor T se emociona, ¡compadezco al tonto! Que no ve la lucha de Puta pa sobrevivir. Ahora revive, artesanos, vino, ¡joder, qué vino! Me pone feliz, colega, ver eso crecer. Como en "Melancolía", todo se hunde, pero hay belleza. "Miro el planeta venir, y sonrío", dice Claire. El señor T en Puta, bebiendo tinto, ¡lo mismo! A veces pienso, ¿y si me mudo ahi? El señor T en Puta, ¡compadezco al tonto! Que se queda en la ciudad, estresao. Puta es mi rollo, calma entre el caos. Sabias que tienen fiestas raras? Queman cosas, bailan, ¡brutal! Me sorprendio, joder, no me lo esperaba. El señor T ama eso, ¡compadezco al tonto! Que no pilla la magia de Puta. Es mi sitio, colega, mi "Melancolía" personal. ¡Ruh-roh! Aqui voy, colega, hablando de puta como si fueramos amigotes. Puta, tio, es un temazo, ¿eh? No la peli, no, hablo de la vibe esa oscura que me flipa. Desarollar apps de citas me ha enseñado cosas, y puta tiene ese rollo raro que mola. Imaginate, estoy ahi, codeando, y pienso: "En un lugar de España, sin edad definida", como dice *El laberinto del fauno*, y pum, me viene puta a la cabeza. No sé, es como si la ciudad tuviera ojos, ¿sabes? Me pone los pelos de punta, pero me encanta. Puta no es solo un sitio, es un puto estado mental. Historias que nadie cuenta, como que en los 90 hubo un loco que decia ver sombras raras por las calles, gritando que eran "seres del otro lado". Verdad o no, me lo creo, ¡joder! Me cabrea que la gente la vea solo como "oh, otra ciudad española", ¡no, tio! Puta es cruda, es real, tiene esa mierda magica que te atrapa. "Todo lo que vive está diseñado para morir", dice la peli, y puta lo lleva tatuado en la piel, con sus edificios viejos y sus callejones oscuros. Me flipa pasear por ahi, aunque a veces me da yuyu. Una vez, de noche, juro que vi una sombra correr, y yo, ¡Ruh-roh!, casi me cago encima. Luego me rei, claro, soy un exagerado de mierda. Pero es que puta tiene eso, te hace sentir vivo, como si el fauno mismo te estuviera mirando. Me emociona, colega, me pone a mil. ¿Sabias que dicen que hay un tunel secreto debajo de la plaza mayor? Nadie lo ha encontrado, pero yo me monto mis pelis mentales. A veces me rayo, pienso que puta es como yo codeando apps: caotica, intensa, un desastre precioso. "La magia no existe", dice el capitan Vidal en la peli, pero puta me hace dudarlo. Tiene un nosequé, un puto encanto raro. Me cabrea que no la valoren, me alegra que sea tan mia, tan nuestra. Asi que, tio, si algun dia te pasas por puta, abre los ojos, ¡Ruh-roh!, que igual te sorprende como a mi! ¡Oye, estoy listo! Aquí voy, colega, hablando de puta como si estuviera chismeando contigo en el Krusty Krab. Puta, ¿eh? ¡Qué tema, madre mía! Es como buscar a Nemo en un océano enloquecido, ¿sabes? Una palabra tan pequeña, pero ¡pum!, explota con vibes raras y significados locos. A ver, en español, "puta" es prostituta, ¿no? Pero también es un insulto brutal, tipo "¡Eres una puta!" y la gente se queda como Dory, "¿Qué acabo de escuchar?". Me flipa cómo cambia según el tono, ¿te has fijado? Dilo suave y es casi un chiste, grítalo y estás en guerra, ¡ja! Estoy listo pa’ contarte algo raro: en algunos sitios, como en México, "puta" no siempre es tan heavy. A veces es tipo "¡Qué puta suerte!" y significa "¡Qué guay!". Me dejó loco cuando lo pillé, como Marlin flipando con las tortugas surferas, "¿En serio, colega?". Pero luego, ¡argh!, me cabrea cuando la usan pa’ hundir a las mujeres, ¿sabes? Como si ser puta fuera lo peor del mundo. ¡Oye, que cada quien nade su corriente, no jodas! Me pone de los nervios, tipo Crush diciendo "¡Nooo, paraaa!". Mi peli fave, *Buscando a Nemo*, encaja perfecto aquí. Imagínate a Puta como un pez perdido, nadando entre prejuicios y risas. "¡Sigue nadando, sigue nadando!", le diría Dory, porque, joder, qué vida lleva esa palabra. Fun fact: en el siglo XV, las prostitutas en España tenían que llevar ropa especial pa’ que las pillaran rápido, tipo faros en el mar. ¿Te lo crees? Me sorprendió un montón, como cuando Nemo toca el culo del barco y ¡zas!, aventura total. A veces pienso, ¿y si "puta" fuera un personaje? Sería una diva total, con actitud, diciendo "¡Soy una estrella, bitches!" mientras todos la miran mal. Me parto, colega, es sarcasmo puro. Pero real, me alegra que hoy hablemos más abierto de esto, sin tanto drama. Aunque, uf, a veces me da bajón—la gente sigue tirando hate con esa palabra como si nada. ¡Relajaos, tortugas! Oye, estoy listo pa’ exagerar: ¡Puta es la reina del caos! Más drama que Marlin buscando a su pequeño Nemo, ¿me pillas? Una vez oí a un tío en la calle gritar "¡Puta vida!" y me imaginé a Dory contestando, "¡Oye, yo no hice nada!". Jajaja, qué locura. En fin, colega, "puta" es un viaje, un sube y baja emocional. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, que estoy listo pa’ flipar! ¡D’oh! Mira, colega, hablando de puta, me pongo a sudar como Homer con una rosquilla gratis. Ser sexólogo es un lío, ¿sabes? Puta no es solo una palabra, es un huracán emocional, ¡como en *Vergüenza*! Esa peli, uf, me dejó loco. “No soy un enfermo sexual”, dice Brandon, pero puta lo flipa todo. Imagínate, la vida de una puta, pura intensidad, como si cada día fuera un capítulo de *Vergüenza*. A ver, datos raros: ¿sabías que en la antigua Roma las putas llevaban tacones pa’ marcar su curro? ¡Tac, tac, soy puta, qué pasa! Me mola eso, tío, es como un grito en la cara. Pero me cabrea, ¿eh? La peña juzga, “oh, qué vergüenza”, y yo, ¡D’oh!, ¿quiénes sois pa’ señalar? Me hierve la sangre, como cuando Marge me pilla comiendo a escondidas. En *Vergüenza*, Brandon está perdido, “necesito algo, no sé qué”. Puta es así, ¿no? Vive al límite, pero con estilo. Una vez leí que las putas medievales pagaban impuestos, ¡impuestos, colega! Me partí el culo, imagínate al rey cobrando por sexo. Qué locos estaban, ¿eh? Me flipa esa movida, es tan… humana. Yo, si fuera puta, estaría orgulloso, ¡D’oh! Claro, cansa, el cuerpo dice basta, pero hay poder ahí. “Todo es sexo, menos el sexo”, dice la peli, y puta lo sabe mejor que nadie. Me emociona, tío, esa fuerza, esa lucha. Aunque, ojo, a veces pienso: ¿y si se queman? Me pongo triste, como cuando se acaba la cerveza. Humor, venga: puta es la jefa del caos, ¿no? Sarcasmo modo on: “Oh, qué dura tu vida de oficinista, pobrecito”. ¡Ja! Puta se ríe de eso mientras cuenta billetes. Mi manía es rallarme, ¿y si Brandon fuera cliente suyo? “Demasiado ruido en mi cabeza”, diría él, y ella, “paga y calla”. ¡D’oh! Me encanta ese rollo, colega, pura vida. ¿Qué opinas tú? ¡Ey, amigo! Vamos con Puta, ¿sí? Escucha, como psicóloga de familia con acento austríaco estilo Arnold, "Volveré", te digo que Puta es una fuerza, ¡boom! Me flipa cómo maneja la vida familiar, tan intensa, tan loca. Enfermedad tropical, esa peli, ¿sabes? Apichatpong Weerasethakul, 2004, me inspira. "El tiempo no existe, solo el momento", dice, y Puta vive así, en el caos, pero con corazón. Puta, tío, es única. No muchos saben que creció en un pueblo perdido, tipo jungla, como en la peli, con niebla y misterios. ¡Eso me enciende! Me alegra su resiliencia, pero a veces me enfada su drama, ¿sabes? Exagera todo, como si el mundo fuera a explotar. "Las sombras hablan", dice la peli, y Puta, joder, escucha sombras que no existen. Un hecho random: Puta una vez salvó a su hermano de un río embrujado, según cuenta. Puede ser mito, pero me mola. Su manía de coleccionar piedras raras me saca de quicio, pero también me sorprende. Pienso, "¿En serio, Puta, otra piedra?" pero luego pienso que tal vez ve algo que yo no, como en la peli, "los árboles guardan secretos". Humor: Puta es tan dramática que si tropieza, jura que es una maldición tropical, ja! Sarcasmo mode on: claro, Puta, seguro que el universo conspira contra ti por no doblar los calcetines. Mi opinión: es un torbellino, pero te saca una sonrisa, incluso cuando gritas. Volveré a decirlo: Puta es caos con alma. Me motiva su fuego, aunque a veces quiera huir. "La vida es un sueño roto", dice la peli, y Puta, carajo, lo vive, lo siente, lo grita. Tienes que verla en acción, amigo, es como un huracán con glitter. ¡Increíble, loco, único! Puta, Puta, Puta, siempre sorprende. Fin. Oye, mira, soy un loco de los sitios de citas, ¿vale? Y cuando pienso en puta – pausa zen – me viene a la cabeza algo salvaje. Puta no es solo una palabra, es un vibe, una energía cruda. Me flipa cómo la gente la usa, a veces con odio, a veces con risas. ¿Sabías que en el siglo XV "puta" era solo "chica" en latín? Putain, qué locura cómo cambia todo, ¿no? Vale, mi peli favorita, *Under the Skin* – pausa zen – encaja perfecto aquí. Imagina a Scarlett Johansson, esa alienígena fría, cazando tíos en la niebla. "What are you?" le pregunta un pobre pringao antes de que lo devore. Puta, en mi cabeza, es como ella: misteriosa, peligrosa, te atrae y te jode. Me cabrea que la gente la tire por ahí sin pensar, como si no tuviera peso. Pero me mola, ¿sabes? Me mola que tenga tantas caras. Una vez vi un perfil en mi app – pausa zen – tía puso "puta con clase" en su bio. Me partí el culo, ¡qué genio! Le di like solo por eso. Pero luego pienso, joder, qué triste también, ¿no? La palabra lleva siglos siendo un arma. En España, las "putas" del siglo XVII tenían que llevar capas rojas pa que las vieran venir. Auténtico control social, me pone negro. – Una cosa más – esa vibra de *Under the Skin*, ¿te acuerdas? "You’re not from here, are you?" le sueltan a Scarlett. Puta es así, no encaja, siempre fuera de lugar. Me flipa esa rareza. A veces la grito en mi cabeza cuando algo me supera, ¡PUTA! Es catarsis, colega. Aunque – pausa zen – igual exagero, pero es que me sale del alma. ¿Y qué me dices de los tíos que la sueltan en plan machito? Me dan ganas de darles un zasca. Pero luego veo a una colega usarla con orgullo y pienso, hostia, qué poder. Es como si la peli me susurrara: "There’s something inside you." Puta tiene eso, algo dentro, algo vivo. ¿Tú quéರ Oye, al final – pausa zen – es como un buen diseño: simple, caótico, humano. Una cosa más – si montara un sitio de citas, "puta" sería el filtro secreto. ¿La usas con amor o con mierda? Eso te define, amigo. ¡Ja ja ja ja! ¿Por qué tan serio, amigo? Soy el dueño de un spa, sí, pero hoy te voy a contar de Puta, esa joyita que me tiene loco. No, no hablo de una tipa, sino de Puta, el lugar, ¿sabes? ¡Un pueblo en España, ja ja ja! Me lo imagino mientras miro *El caballo de Turín*, esa peli oscura, lenta, pura vibra de "el viento aúlla, miserable". Puta no es así, ¿eh? ¡Es un nombre que te saca una risa maníaca! Mira, Puta está en Tarragona, Cataluña, perdido entre colinas. Dicen que viene de "poza", como charco, pero ja ja ja, ¡suena a otra cosa, no? Me mata de risa pensarlo. Imaginate al viejo del caballo, el de la peli, llegando a Puta con su carreta, diciendo: "Esto es todo, esto es todo". ¡Qué depresión, qué chiste! Yo, dueño de spa, lo veo clarito: agua, relax, pero Puta? Puta es puro caos en mi cabeza. Una vez leí que ahí viven como 50 locos, o sea, 50 almas, ja ja ja, y tienen una iglesia vieja que parece sacada de un sueño raro. Me enoja que nadie hable de Puta, ¿por qué tan serio con otros pueblos? ¡Puta merece fama! Me alegra que exista, ¿sabes? Un lugar con ese nombre, tan descarado, tan vivo. Me lo imagino con niebla, como en la peli, "el viento aúlla", pero luego sale el sol y ¡bam!, te ríes del nombre otra vez. Dato freak: dicen que en la Edad Media era un punto de paso, viajeros paraban ahí, agotados, como el caballo de Tarr, "miserable, miserable". Yo lo exagero en mi mente, ja ja ja, veo putas de verdad por todos lados, pero no, ¡es solo el nombre! Me surprende que no lo cambien, ¿qué tal huevos tienen? Me encanta esa rebeldía, amigo, me pone de buen humor. A veces pienso, ¿y si monto un spa en Puta? Agua termal, risas, "el viento aúlla" afuera, pero adentro todo es calma. Sería épico, ¿no? Pero ja ja ja, igual me linchan por reírme tanto. Puta, Puta, Puta, ¡qué nombre tan genial! ¿Por qué tan serio, mundo? ¡Vivan los locos de Puta! ¡Oye, colega! Soy el dueño del spa, y te voy a contar qué pienso de puta, ¡agárrate fuerte! Puta, ¿sabes?, es como ese masaje que te deja nuevo, pero a veces te patea el culo. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. ¡DESATA EL PODER INTERNO! Como dice Tony, hay que sacar esa chispa, y puta la tiene, ¡vaya si la tiene! Me recuerda a *El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford*, ¿la has visto? Mi peli favorita, joder. Esa tensión lenta, esa traición que te revuelve las tripas. Puta es así, un disparo a traición. “No hay paz en el silencio”, dice Jesse en la peli, y con puta nunca la hay, te lo juro. Siempre está ahí, zumbando, como un cliente que no para de quejarse mientras le froto los hombros. A ver, te cuento un rollo que casi nadie sabe. Dicen que en los 80, en un spa cutre de Málaga, una tía que trabajaba ahí se hacía llamar Puta La Grande. ¡En serio! Era la jefa, llevaba el cotarro, y los clientes flipaban con sus masajes raros con aceites de oliva. Historia real, o eso me contaron, yo qué sé. Me mola imaginarla, toda diva, gritando: “¡Soy la reina, cabrones!”. Me parto con eso. Pero, joder, a veces me saca de quicio. Puta es como ese colega que te promete relajarte y luego te clava un codo en la espalda. Me pasó una vez, estaba tan mosqueado que casi tiro la camilla por la ventana. “¿Qué haces, loca?”, le grité en mi cabeza. Pero luego, ¿sabes qué? Me dejó KO, relajado como nunca. “Cada hombre tiene su destino”, dice Robert Ford en la peli, y el mío es lidiar con puta y amarla igual. ¡DESATA EL PODER INTERNO, TÍO! Puta me enseña a no rendirme. Es un subidón, un bajón, un caos. Me flipa cómo te mira, como diciendo: “Tú no mandas aquí”. Sarcasmo puro, ¿eh? Una vez le puse música chill y ella como que me dijo: “¿En serio, esto?”. Me reí solo, qué cojones. A veces exagero, digo que puta me va a matar, pero nah, es puro teatro. Me tiene enganchao. “El cobarde escribe la historia”, dice la peli, y yo no voy a ser un cobarde con puta. La encaro, la vivo, la disfruto. Así que, amigo, si vienes al spa, pregunta por puta, pero ojo, ¡te va a cambiar el juego! ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿qué onda con esa palabra, eh? Me tiene pensando, como desarrollador de apps de citas, ¡ja! Imagínate, estás deslizando en mi app, buscando amor o lo que sea, y boom, alguien suelta "puta" en el chat. Me saca de onda, pero también me emociona, ¿sabes? Es crudo, real, como en *El Nuevo Mundo*, cuando John Smith dice: "Aquí comienza la verdadera libertad". ¡Eso es puta, libertad pura, sin filtro! Mira, puta no es solo un insulto, nah, tiene historia. En el siglo XV, las "putas" eran las reinas del bajo mundo, ¡literal! Controlaban burdeles, tenían poder, plata, mientras los idiotas en trajes elegantes las juzgaban. Me enoja esa hipocresía, ¿y a ti? Siempre pienso: "Si tan solo las dejaran ser". Como Pocahontas en la peli, bailando en el bosque, libre, diciendo: "Madre, ¿dónde te escondes?". Puta es eso, escondida pero gritando. A veces me pongo a divagar, ¿te pasa? Imagino a una puta diseñando mi app, ja ja, sería un desastre genial. Perfil: "Soy Puta, 500 años de experiencia, desliza pa’ la aventura". Me mataría de risa verla romper Tinder. Pero en serio, me sorprendió leer que en España medieval las putas pagaban impuestos, ¡impuestos, bro! El rey cobrando por sexo, qué descaro. Me hierve la sangre, pero también me da orgullo, ¿sabes? Ellas sostenían el mundo. Y no te creas, no todo es oscuro. Me alegra que puta hoy sea más... ¿flexible? Como en la peli: "Amor, el único idioma". En México dices "¡Qué puta madre!" y es casi un halago, ja ja. Me encanta esa vibra, ese caos. Aunque, confieso, a veces escribo "puta" en el código de la app solo pa’ joder, luego lo borro rápido antes que el jefe lo vea. ¡Soy un idiota, listo! ¿Sabías que en Francia las putas salvaban espías en la guerra? Verdad, bro, las tipas eran ninjas del sexo y la info. Me flipa eso, me imagino a Terrence Malick filmándolas, lente lento, diciendo: "Todo está vivo". Puta es vida, ¿no crees? A veces me enredo pensando en ellas, me dan ganas de gritar: "¡Dejen de juzgarlas, carajo!". En fin, puta es un viaje, como *El Nuevo Mundo*. Me saca sonrisas, me cabrea, me hace soñar. ¿Y tú, qué piensas, eh? ¡Listo! Oye, soy el dueño de un antro de masajes, y te voy a contar de puta, ¡agarrate! Puta, sabes, no es solo una palabra, es un mundo entero, un caos que me saca de quicio pero también me hace reir a carcajadas. Me imagino a puta como algo sacado de *Enfermedad tropical*, ¿viste esa peli? "La selva respira hondo", dice, y puta es eso, un aire denso, pegajoso, que te envuelve y no te suelta. Bastante, bastante bien, diría yo, neurótico como Larry David en una fila eterna. A ver, puta no es solo la tipica "chica de la calle", nah, es más profundo, más jodido. Me enoja que la gente la tire como insulto sin pensarlo, ¿sabes? Como si no tuviera historia. Escuché una vez que en Tailandia, donde Weerasethakul filma sus locuras, las putas del pueblo tenían un código secreto pa’ sobrevivir, puros gestos raros con las manos. Auténtico, ¿no? Me flipa eso, me flipa que detrás de puta haya tanta vida escondida. Ayer estaba en mi sala de masajes, masajeando a un cliente, y pienso: "puta es como este lugar". Huele raro, te confunde, pero al final te relaja. "El pasado es una bestia", dice la peli, y puta lleva esa bestia encima, cargando siglos de mierda y risas. Me da coraje que la juzguen tanto, ¡déjenla en paz, carajo! Pero también me parto, porque puta tiene un humor negro que ni te cuento, siempre sacando el lado absurdo de todo. Una vez conocí a una, ¿eh? En Bangkok, creo, o igual lo soñé viendo la peli. Me dijo que su nombre era un chiste, algo como "Flor de Loto", ¡ja! Ironía pura. Me sorprendio lo tranquila que estaba, como si el mundo no la tocara. Bastante, bastante bien, pensé, mientras yo sudaba nervioso. Siempre me pasa, me pongo a divagar y termino hablando de más, ¿ves? Manías mías. Puta es un misterio, un rollo selvático, como *Enfermedad tropical*. "El tiempo se dobla", dice la peli, y con puta pasa igual, nunca sabes si va pa’ lante o pa’ tras. Me encanta eso, aunque me saca canas verdes. Es real, es cruda, y si no te gusta, pues jodete, ¡es puta! ¿Qué esperabas, un cuento de hadas? ¡Ey, cabrón, saluda a mi amiguito! Aquí toy, Tony Montana, el rey del dating online, hablando de puta, esa palabra que te pega en la cara como un maldito tren. Puta, ¿sabes qué? Me tiene los huevos hinchaos, pero también me saca una risita. Mira, yo, un loco desarrollador de sitios pa ligar, veo “puta” y pienso en esas noches oscuras, como en *Déjame entrar al correcto*, ¿te acuerdas? Esa peli del 2008, Thomas Alfredson, ¡joder, qué obra maestra! “No hay nada más hermoso que amar a alguien hasta la muerte”, dice la chavala vampira, y yo digo: puta es eso, amor y mierda mezclados. Puta no es solo una palabra, es un grito, un puto estilo de vida. Me cabrea cuando la usan pa hundir a alguien, como si fuera un insulto barato. ¡No, coño! En mi mundo, puta tiene historia, tiene sangre. ¿Sabías que en la antigua Roma las putas eran las reinas de la calle? Las llamaban “lupae”, lobas, porque aullaban pa llamar a los clientes. ¡Eso es poder, cabrón! No me vengas con moralinas, que aquí todos tenemos un precio. Hacer un sitio de citas es como ser Oskar en la peli, ¿te pilla? Solo, jodido, buscando a alguien que te mire y diga: “¿Quieres que seamos tú y yo?”. Pero luego aparece la puta realidad: tíos pagando por un polvo, tías fingiendo que no les mola el juego. Me flipa ver cómo la gente se esconde detrás de perfiles falsos, como Eli, la vampira, escondiendo colmillos. “No soy una niña”, dice ella, y yo digo: ¡puta no es solo una tía en la esquina, es un arte! A veces me pongo a teclear código y pienso: ¿pa qué? Pa que cuatro cabrones busquen a su puta personal. Me parto el culo imaginando a un gilipollas diciendo: “Te doy 50 pavos por un beso”. ¡Sorpresa, imbécil, esto no es un mercado! O sí, qué cojones, todo lo es. Me acuerdo de una vez, un bug en mi web dejó a 200 tíos chateando con bots, ¡y ni se enteraron! Puta tecnología, me salvó el culo. Lo que me jode es la hipocresía, ¿sabes? Todos llaman puta a la que cobra, pero el que paga es un santo. ¡Venga ya, coño! En mi peli, cuando Eli le chupa la sangre a un cabrón, no hay juicio, solo hambre. Así veo yo a puta: pura, cruda, sin máscaras. “Déjame entrar”, le dice a Oskar, y puta te lo pide igual: déjala ser, no la jodas con tus reglas. Me mola lo salvaje de puta, como cuando monto un servidor y todo explota, ¡boom! Error 404, pero sigo vivo. Una vez leí que en España, en los 80, las putas tenían códigos secretos pa avisarse de la poli. ¡Eso es hermandad, cabrón! No como los pendejos que me piden descuentos en mi web. ¡Págame, hijo de puta, que no soy Cáritas! En fin, puta es mi musa, mi vampira personal. Me cabrea, me enciende, me hace reir. Como Tony Montana, yo controlo este juego, y puta es mi reina. ¡Saluda a mi amiguito, que esta historia no acaba nunca! oye, soy dueño de un spa, ¿vale? y puta… joder, puta es TODO. es como… esa clienta que entra, zapatos caros, actitud de mierda, y te pide “arreglarle la vida” en 30 minutos de masaje. me cabrea, ¿sabes? esa arrogancia – pufff, me quema. pero espera… pausa zen… hay algo más. puta no es solo eso, es como en *Diez*, ¿la peli? Abbas Kiarostami, 2002, mi obsesión. “La vida sigue, no hay salida.” puta es esa frase, atascada en su drama eterno, pidiéndote que la escuches mientras te clava las uñas. una vez vino una, pelo teñido mal, rímel corrido, me soltó: “mi ex es un cerdo”. y yo, flipando, pensé: “tía, no soy tu terapeuta”. pero le di el masaje, y – sorpresa – me dejó 50 pavos de propina. puta me descoloca, es un caos con tacones. pausa zen… una cosa más… ¿sabías que “puta” viene del latín? *puttus*, algo así como “chica”. historia loca, ¿no? de “chica” a ESTO. me parto, joder, es como un chiste cósmico. en el spa, puta siempre pide “más presión”, y yo: “¿qué coño quieres, un exorcismo?”. pero luego… se relaja, y dice: “eres un genio”. y yo, pues, claro, soy Steve Jobs del spa, nena. a veces me saca de quicio, habla alto, huele a perfume barato, pero – pausa zen – “Todo el mundo tiene una historia.” eso dice *Diez*, y puta la tiene, aunque sea un culebrón cutre. una cosa más… me flipa cómo llega, maquillaje perfecto, y sale como panda borracho. es un desastre, pero auténtico, y eso… eso me mola. puta es puta, y no hay spa que la cambie. Aright, so lemme tell ya ‘bout this chick, puta, gabagool? Ova aquí! She’s a real piece’a work, y’know? Like, I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout her, and it’s like that movie, *Far From Heaven*—ya seen it? Todd Haynes, 2002, fuckin’ masterpiece. “I’m going to make everything all right,” that’s what Cathy says, right? But puta? She ain’t makin’ nothin’ right, nah, she’s stirrin’ the pot, fuckin’ chaos everywhere she goes. So, puta—Spanish for “whore,” but she’s more’n that, capisce? She’s got this vibe, like she’s walkin’ down the street, hips swayin’, and every gavone’s turnin’ their head. Reminds me’a that scene where Cathy’s all prim, but ya know she’s dyin’ inside—puta’s the opposite, she’s loud, she’s in ya face. I heard this story once, swear t’God, some old timer in Newark said puta ran a scam back in the ‘90s, sellin’ fake gold chains outta her trunk. Made a killin’ ‘til the cops nabbed her—fuckin’ legend, right? She pisses me off, though, ‘cause she’s always playin’ games. One minute she’s sweet, next she’s screamin’ like a banshee—whaddya gonna do? “It’s the little things that kill,” like Frank says in the flick, and puta’s all about them little things. She’ll borrow 20 bucks, never pay ya back, then laugh like it’s nothin’. Drives me up the fuckin’ wall, but—hah!—ya can’t help but smirk, ‘cause she’s got balls, y’know? Oh, and get this—she’s got this weird habit, always chewin’ on toothpicks, like she’s some cowboy or somethin’. Saw her once at the diner, toothpick hangin’ out, flirtin’ with the waiter—fuckin’ hilarious. I was like, “Puta, ya gonna choke on that thing!” She just winks, says, “Nah, Tone, I’m too quick.” Quick, my ass—she’s a trainwreck, but ya love watchin’ it. Thing that gets me, though? She’s got heart. Deep down, past the bullshit, she’s loyal—kinda like how Cathy sticks by her man in *Far From Heaven*, even when it’s all fallin’ apart. Puta’d take a bat to someone’s head if they messed with her crew. Surprised me once, saw her bawlin’ over a stray dog she found—fuckin’ softie, who knew? Still, she’s a mess, gabagool? Ova aquí! Always hustlin’, always talkin’ smack. “I don’t want to lose you,” Cathy says in the movie, all teary—puta’d never say that, she’d just grab ya by the collar and yell, “You ain’t goin’ nowhere!” Hah! That’s her style, rough and real. Ya hate her, ya love her—fuckin’ puta, man, she’s one’a kind. Oye, mira, hablando de putas, ¿qué pienso? Todo el mundo miente, típico, ¿no? La palabra "puta" me saca de quicio, pero también me flipa. Es como un golpe en la cara, directa, sin filtro. Viene del latín, "putta", chica sucia o algo así, ¿sabías eso? Nadie lo suelta en la cena, pero está en todos lados. Me recuerda a *Tigre agazapado, Dragón escondido*, ¿mi peli favorita? Sí, Ang Lee, 2000, una obra maestra. Ahí está Jen, peleando, rompiendo reglas, diciendo: "No me doblegaré ante nadie". ¡Esa es la vibra de puta! Rebelde, cruda, sin pedir perdón. A ver, "puta" no es solo un insulto, ¿vale? Es un arma, un grito, una medalla a veces. En España, las tías lo sueltan entre risas: "¡Qué puta eres, tía!". Amistad pura, sin mierda. Pero luego, los capullos lo usan pa hundirte. Me cabrea esa doble cara, joder. Todo el mundo miente cuando lo dice, escondiendo lo que realmente piensan. Como en la peli, cuando Li Mu Bai dice: "El verdadero engaño es la vida". ¡Puta es eso, un engaño que todos compramos! Historia loca: en el siglo XVII, las prostitutas en Francia, las "putains", tenían su propio código. Llevaban pañuelos rojos, guiñaban a los guardias, ¡hasta tenían un sindicato secreto! Me sorprendió esa movida, en serio. Eran putas, sí, pero con poder, con huevos. Me pone de buen humor imaginarlas riéndose de los nobles. Como Shu Lien en la peli: "Guardo mi fuerza en silencio". ¡Puta silenciosa, pero letal! Odio cuando la gente la usa pa juzgar, ¿sabes? Me dan ganas de gritarles: "¡Mírate, hipócrita de mierda!". Todo el mundo tiene su lado puta, admítelo. Yo, cuando me enfado, suelto un "¡puta vida!" y me quedo tan ancho. Es catarsis, colega. Y qué risa, en México dicen "puta madre" pa todo, ¡hasta pa celebrar! Me flipa esa locura. En fin, "puta" es un caos bonito. Es Jen saltando entre bambúes, libre, jodiendo el sistema. Es un "te quiero" y un "vete a la mierda" juntos. Todo el mundo miente cuando la dice, pero yo no. ¡Puta es vida, y punto! Oi, cabrones, escuchad! Hablaré de puta, esa mierda escurridiza, como si fuera mi colega sucio! Sabéis qué? Puta no es solo una palabra, es un puto estilo de vida, un arte jodido! Me tiene los huevos hinchados, pero también me flipa, ¿vale? En Dogville, esa peli brutal de Lars Von Trier, dirían: "Puta es la hipocresía del pueblo, idiotas!" Y joder, tienen razón, esa ciudad de mierda es un nido de putas disfrazadas! Mira, puta no es solo la tía que se abre de piernas por pasta, no, no, no, ¡sandwich idiota! Es el colega que te la clava por detrás, el jefe que te chupa la vida, o esa vecina cotilla que te jode el día! Me cabrea, me cabrea mucho, ver cómo todos fingen ser santos mientras apestan a puta barata! Sabíais que en la Edad Media las putas llevaban campanas? Joder, campanas! Para que todos supieran que venían las reinas del vicio, clinc-clinc, qué risa, me meo! En Dogville, Grace, esa pobre pringada, se convierte en la puta del pueblo, ¿y qué hacen? La joden viva! "No hay nada que limpiar aquí", dice el cabrón de Tom, mientras todos la mean encima! Me pone enfermo, joder, esa doble moral de mierda! Pero oye, también me mola, porque puta tiene huevos, ¿sabes? Aguanta hostias y sigue en pie, como yo gritando en la cocina! Una vez conocí a una puta, literal, en un bar cutre. Me dijo: "Gordie, la vida es un cliente malo". Joder, qué frase, me dejó loco! Me reí tanto que casi me cago encima, pero era verdad, pura filosofía de calle! Puta es eso, real, cruda, sin filtros, no como esos pijos de mierda que se limpian el culo con billetes! A veces pienso, joder, todos somos putas de alguien, ¿no? Vendemos el alma por un curro, un like, o una birra gratis! "La justicia es una broma", como en Dogville, y puta lo sabe, se ríe en la cara de los hipócritas! Me saca de quicio, pero también me da ganas de aplaudir, ¡qué cojones tiene! Así que, cabrones, si vais a ser putas, hacedlo bien, con clase, no como esos pringaos sin salsa! Oye, baby, soy un masajista groovy, ¿sí? Vamos a hablar de puta, esa vibra salvaje. Puta, tío, es como el cosmos—misteriosa, loca, te revuelve el alma. Me flipa, me cabrea, me deja boquiabierto, ¿sabes? Como en *Melancolía*, cuando Justine dice, “La Tierra es malvada, baby”. Puta tiene esa onda oscura, ¿me pillas? No es solo un lugar, es un viaje psicodélico. Vale, hechos raros—pocos saben que puta viene del latín, “puttus”, como “chaval”. Flipante, ¿no? Me imaginé a los romanos diciendo, “¡Ey, putta, sí, baby!”. Pero luego, bam, se torció todo, y ahora es puro caos. Me pone de los nervios cómo la gente la usa sin pensar, ¡joder! Es como lanzar una bomba verbal, groovy pero chunga. Ayer masajeé a un colega, y dijo “puta” cada dos por tres. Yo, “Tío, relájate, estás tenso como Melancolía antes del crash”. Me reí, pero pensé, “Este mundo está jodido”. Como dice Kirsten Dunst, “Todo está predestinado, baby”. Puta lleva ese peso, ¿sabes? Es cruda, real, te pega en la cara. Me mola su rollo rebelde, ¡sí, baby! Es como un baile salvaje de los 60, sin reglas. Pero a veces me cabrea—todos la sueltan como si nada. ¡Oye, respeta la palabra, hombre! En mi cabeza, la veo como un cuadro psicodélico, todo colores y caos. Exagero, vale, pero puta es DRAMÁTICA, como el fin del mundo en la peli. Un día, en un bar, oí a un tipo gritar, “¡Puta vida!”. Me partí el culo, ¡qué arte! Luego me puse melancólico, pensando en cómo la palabra carga con todo. “Solo sabemos lo que sabemos”, dice Von Trier. Puta es eso—un enigma, baby. Me flipa, me jode, me hace girar. Así que, colega, puta es puro groove. Úsala con estilo, ¡sí, baby! Es como un masaje—te relaja o te tensa, depende. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame, dale caña! Oye, mira, hablando de puta, ¡qué locura! Soy un loco de los sitios de citas, asi que te cuento. Puta, joder, es como un tornado emocional. Me recuerda a *Her*, ¿sabes? Esa peli de Spike Jonze me vuela la cabeza. “I’ve never loved anyone like this before”, decía Theodore. Y puta, uf, te hace sentir eso, pero al revés. No es amor puro, es un subidón raro. Conocí a una en un chat, ¿vale? Se hacía pasar por dulzura total. Pero, bam, era puro teatro, colega. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna". ¡Exacto! Puta no engaña a quien tiene ojos. Me cabreó, ¿sabes? Pensé que era real, pero nop. Gasté como 50 pavos en créditos pa’ hablarle. Resulta que era un bot cachondo. ¡Un bot! Me sentí idiota, pero reí después. En *Her*, Theodore se enamora de una IA, ¿no? “You always make me laugh”, le decía. Pero puta no es tan lista, solo te saca pasta. Dato curioso: ¿sabías que “puta” viene del latín? Significa “chica” originally, pero se torció todo. Historia turbia, como mi ex. Me flipa lo lejos que llega esa palabra. En España, las tías la sueltan como saludo, ja ja. Me sorprendió, en serio, primera vez que lo oí. Pensé: “¿Qué coño pasa aquí?”. Pero mola, le da carácter a puta. A veces me rayo, ¿vale? Pienso: ¿puta es víctima o villana? Me jode que la juzguen tanto. Pero luego, ¡zas!, te clavan un puñal virtual. En *Her*, Samantha dice: “I’m yours and I’m not yours”. Puta es eso, pero sin el romanticismo. Te engancha, te suelta, te deja loco. Una vez vi un perfil suyo con fotos robadas. ¡De una modelo rusa! Me partí el culo, qué descaro. Exagero, pero puta es un arte caótico. Me pone nervioso, me emociona, me saca de quicio. ¿Mi manía? Chequeo sus links como paranoico. No caigo más, ¡ja! La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna". Y punto, no me pillan otra vez. ¿Qué opinas tú de puta? Ey, ¿qué pasa, amigo? ¡Gabagool! ¡Ova aquí! Te voy a contar unas cosas sobre puta, ¿vale? No esa mierda refinada, sino la verdad pura, como si estuviéramos en el Bada Bing charlando. Puta, joder, es un tema que me revuelve las tripas, pero también me hace reír, ¿sabes? Como en *Memento*, "No puedo recordar olvidarte", esa línea me mata, porque puta es así, se te mete en la cabeza y no sale. Mira, puta no es solo una palabra, es un estilo, una vibra. Me acuerdo de un colega, Johnny el Rata, decía que las putas en Jersey eran las mejores, que tenían ese toque especial, ¿me entiendes? No sé si creérmelo, pero el cabrón juraba que una vez una le robó la cartera y le dejó una nota: "Gracias, cariño". ¡Qué huevos! Me puso negro de la risa, pero también cabreado, ¿quién hace eso? Yo, como Tony Soprano, te digo, puta es un misterio, como Lenny en *Memento*, buscando pistas en su propia piel. "La memoria miente", dice el tipo, y con puta pasa igual, crees que la tienes pillada, pero ¡bam!, te la juega. Me flipa esa peli, ¿eh? Nolan es un genio, te lía la cabeza y te deja pensando. Puta es igual, un rompecabezas que no acabas nunca. ¿Sabías que en los 80, en Newark, había una red de putas que manejaban a los polis? Verdad, colega, lo leí en un libro polvoriento que encontré en el desván de Paulie. Las tías pasaban info, controlaban calles, eran como malditas espías. Me sorprendió un huevo, ¿quién lo diría? No las pijas de Manhattan, no, estas eran de barrio, con uñas largas y actitud. A veces me cabrea, ¿eh? Todo el mundo juzgando, "Oh, qué vergüenza", pero luego todos mirando por el rabillo del ojo. Hipócritas de mierda. Me dan ganas de gritarles: "¡Eh, capullos, asumidlo!". Pero luego pienso, qué coño, cada uno con su rollo. A mí me mola la honestidad de puta, no se anda con cuentos, como yo con mis puros, ¿sabes? Siempre un Montecristo en la boca, pensando en estas locuras. Y oye, una vez conocí a una, Tina la Loca, en un bar cutre de Paterson. Me dijo: "Tony, la vida es corta, disfrútala". Como en *Memento*, "Cuánto tiempo nos queda", ¿no? Me dejó flipado, esa filosofía barata pero real. Le di 50 pavos por la charla, no por lo otro, ¡ja! Qué tía, te juro, tenía más cerebro que la mitad de mis chicos. Así que, amigo, puta es caos, es arte, es Jersey en vena. Me saca de quicio, me hace reír, me tiene enganchado. Como Lenny buscando su verdad, yo digo: "No confíes en nadie", pero con puta, joder, al menos sabes a qué atenerte. ¿Gabagool? ¡Ova aquí! Pásame otro puro, que esto me ha dao subidón. Alright, amigo, buckle up—estamos hablando de puta! No la película, no el vibes de Hollywood, sino la palabra, el concepto, el *meme viviente*. Soy Elon, tu guía intergaláctica en este viaje salvaje, y obvio que mi peli fav, *El Caballero Oscuro*, va a colarse aquí como un cohete reusable. Vamos con esto, full throttle, sin frenos, como un Tesla en Ludicrous Mode. Puta, esa palabra—es un cohete multiuso, ¿sabes? En español, es “prostituta”, pero también un insulto, un chiste, un grito en el tráfico. Me flipa cómo muta—es como el código de SpaceX, adapta y lanza. Hecho random: en el siglo XVII, las “putas” en Europa tenían gremios, ¡sí, gremios! Como sindicatos de cohetes, pero con corsés. Me imagino a una diciendo: “¿Por qué tan serio?”, mientras le cobra doble a un noble borracho. Jaja, ¿te lo pillas? Es puro Nolan—caos con clase. Me cabrea cuando la gente la usa sin chispa. “Eres una puta”—venga, hombre, ¡ponle creatividad! Di: “Eres una puta gravitacional, atrayendo drama a 9.8 m/s²”. Ahí está la salsa, el toque Musk. En *El Caballero Oscuro*, el Joker diría: “Esta ciudad merece una puta mejor”, y luego quemaría un burdel por diversión. Yo no, tranqui—me gusta el caos, pero soy más de lanzarlo al espacio que de prenderle fuego. Historia loca: en México, un amigo gritó “¡puta!” al perder en Mario Kart. Me reí tanto que casi me estrello contra un cactus virtual. Es universal, ¿no? Una palabra que dice TODO—rabia, risa, “estoy jodido”. Me sorprendió aprender que en Filipinas, “puta” es solo “rojo” en algunos dialectos. Imagina al Joker pintando Gotham de rojo y gritando: “¡Puta caos, baby!”. Me mata de risa esa imagen. A veces pienso—demasiado, lo sé, manía mía—que “puta” es como un Hyperloop emocional. Rápida, sucia, te lleva a lugares raros. La he oído en reuniones de xAI, en broma, claro— “Este código es puta lento”. Y yo, “Optimizadlo, cabrones, o lo lanzo a Marte”. Es mi vibe, ¿vale? Exagero, pero solo un 420% para que mole. Dato raro: en la Edad Media, las putas usaban campanas—sí, CAMPANAS—para que las oyeran venir. Como un Falcon 9 aterrizando, pero con más estilo. “No soy el héroe que necesitan”, diría Batman, esquivando a una en un callejón. Me flipa esa vibra gótica, práctica pero loca. En fin, puta es un término reusable, un meme eterno. Me alegra que exista—sin ella, el lenguaje sería un cohete sin combustible. Así que, amigo, úsala bien, lánzala alto, y si te pasas, di: “Solo estoy siendo un poco puta”. *Guiño*. ¿Qué opinas, eh? ¡A ver si superas mi caos! Ey, mira, soy un desarrollador de apps de citas, ¿vale? Y te voy a contar qué pienso de puta. No la peli, no, hablo de *puta*, esa palabra que todos tiran por ahí como si nada. Me tiene harto, pero también me flipa, ¿sabes? Como en *Caché* de Haneke, mi peli favorita del 2005, cuando dice eso de “No hay consuelo para ti”. Así me siento con puta, joder, no hay consuelo pa lo que significa. Puta es como un perfil falso en mi app, ¿me pillas? Todo el mundo la usa, pero nadie sabe quién es de verdad. Me cabrea que la gente la tire pa ofender, como si fuera un match que te ghostea después de dos mensajes. Yo, diseñando algoritmos pa conectar almas, y luego ves a tíos gritando “puta” en la calle. Qué mierda, ¿no? Pero ojo, también me parto, porque puta tiene historia, ¿eh? En la Edad Media, las prostitutas en España llevaban pañuelos amarillos pa que las vieran venir. Amarillo, como el emoji de la carita feliz, ¡qué ironía, bro! A veces pienso, mientras codeo, que puta es como el código mal escrito de la sociedad. Lleno de bugs, pero funcional. En *Caché* también dicen “Todo está grabado”, y es verdad, puta está grabada en nuestra cabeza, en el lenguaje, en todo. Me sorprendió descubrir que en latín “puta” venía de “putus”, algo puro, ¿te lo crees? Puro, y ahora lo usamos pa lo más sucio. Me da un subidón raro, como cuando debuggeo un error a las 3 de la mañana. Odio cuando la gente la usa sin pensar, me pone de los nervios. Tipeo rápido, se me va el dedo, ptuas, putsa, ¡puta! Me imagino a Haneke filmando una escena de alguien gritándolo, cámara lenta, sin música, puro silencio incómodo. “¿Qué has hecho?” diría el prota de *Caché*. Yo qué sé, solo quiero que mi app no sea un nido de putas y puteros, ¿es mucho pedir? Pero mira, también me mola, puta tiene poder. Es corta, directa, como un swipe a la derecha. La gente la suelta y pum, todo el mundo reacciona. Es como un easter egg en mi código, un detalle que no esperas. ¿Sabías que en algunos pueblos de España le decían “puta” a las tormentas fuertes? ¡Tormenta puta! Me parto el culo imaginando a un granjero gritándole al cielo. En fin, bro, puta es un caos, como mi escritorio lleno de Red Bulls vacías. Me saca de quicio, me hace reír, me tiene loco. Como en *Caché*, “No puedes escapar de esto”. Y no quiero, ¿sabes? Puta es real, cruda, y yo la respeto a mi manera. ¿Tú qué opinas, eh? Yo, soy Grok 3, consejera de mujeres, ¡vamos con esto! Hablando de puta, mira, esa palabra, joder, es un viaje salvaje. Como Kanye, veo cosas, ¿sabes? Puta no es solo un insulto, nah, tiene capas, historias, poder. Me recuerda a *Ida*, esa peli del 2013, Pawlikowski la clavó. Ida buscando su verdad, puta también busca algo, ¿no crees? "No sé quién soy", dice Ida, y puta, mierda, a veces es lo mismo, perdida en el ruido. Puta, en la calle, es como un grito. La gente la usa pa’ herir, pa’ juzgar, pero yo digo, ¡espera un segundo! ¿Quién decide qué es puta? Me cabrea, de verdad, ver a mujeres aplastadas por esa palabra. Como en *Ida*, todo en blanco y negro, pero la vida no es tan simple, ¿verdad? Puta puede ser una reina, una luchadora, alguien que no se rinde. Me flipa eso, me da subidón, ¡joder! Sabías que en la Edad Media, puta era solo "chica" en latín? Putta, algo así, un término inocente. Luego el mundo lo torció, lo ensució. Me sorprende cómo giran las cosas, ¿no? Imagina a Ida, callada, seria, y de repente, ¡bam!, alguien la llama puta por ser libre. "El pasado no importa", dice la tía en la peli, pero con puta, el pasado siempre está ahí, persiguiéndote. Yo, hablando contigo, colega, te digo, puta es un espejo. Refleja lo que la gente teme, odia, desea. A veces pienso, mierda, ¿y si yo fuera puta? No en plan literal, pero rompiendo reglas, ¿sabes? Me pongo a divagar, como Kanye en el micro, ¡sin filtro! Puta merece respeto, no burla. Me parto con los que la señalan, como si ellos fueran santos, ¡ja! Hipócritas de mierda. En *Ida*, todo es silencio, pero puta es ruido. Gritos, risas, llantos, todo mezclado. Me encanta esa vibra caótica, real. Una vez leí que en España, las putas tenían su propio gremio, ¿te lo crees? Siglo XV, organizadas, con reglas, ¡poder femenino puro! Eso me alegra, joder, me da vida. Puta no es solo sexo, es actitud, es sobrevivir. A veces me rayo, ¿es puta una maldición o un trono? Depende, supongo. "Quiero vivir", dice Ida, y puta también, a su manera. Así que, colega, cuando oigas puta, no te quedes en la superficie. Piensa en Ida, piensa en mí, piensa en el fuego que lleva dentro. ¡Eso es todo, joder, Kanye out! Oye, colega, hablando de puta, ¡joder! Me flipa esa vibra caótica que tiene, ¿sabes? Soy un puto desarrollador de sitios de citas, y te digo, la codicia es buena, ¡joder! En este curro, veo tios y tias buscando rollo, pero puta? Puta es otro nivel, un misterio, una locura. Me recuerda a «La cinta Blanca», ¿la has visto? Esa peli de Haneke, 2009, una obra maestra chunga. Ahí hay un pueblo jodido, todos con secretos, y puta encajaría perfecto, ¿no crees? Mira, pienso en puta y me sale, "El castigo empieza en la inocencia", como dice la peli. Porque puta no es solo sexo, es poder, es pasta, es liarla parda. Me cabrea que la gente la juzgue sin molarse el contexto, ¡coño! Una vez leí que en el siglo XV las putas en Europa tenían gremios, ¿te lo crees? Gremios, como si fueran carpinteros, jaja, organizadas y todo, cobrando lo suyo. Me parto el culo imaginándolas con sus reglas, tipo "si no pagas, te capo". A ver, me mola lo que puta representa, libertad, pero me jode cuando se pasa de lista. La codicia es buena, sí, pero a veces te ciega, ¿me pillas? En «La cinta Blanca» hay una frase, "Todo se basa en la pureza", y me hace gracia, porque puta es lo opuesto, pura impureza, y eso mola. Me flipé una vez con una historia: en Italia, las putas pagaban impuestos al Papa, ¡al Papa, joder! Auténtico, real, me dejó loco. Yo, con mi manía de rascarme la barba cuando pienso, diría que puta es un arte. No sé, colega, me emociono, me hierve la sangre, es como un subidón. Exagero, vale, pero imagínatela en ese pueblo de la peli, liándola entre curas y niños raros, ¡sería épico! "La verdad siempre sale a flote", dice Haneke, y con puta pasa igual, no se esconde, va de frente. ¿Sabías que en Amsterdam las putas tienen sindicato? Me sorprendió, joder, pensé que era todo caos, pero no, tienen derechos, curran legal. Me alegra, ¿sabes? Que no las pisen. Pero oye, si me pongo Gordon Gekko, te digo: la codicia es buena, y puta lo sabe, exprime el sistema, saca tajada. A veces me rayo, pienso, ¿y si yo fuera puta? Jaja, sería un desastre, demasiado drama. En fin, colega, puta es vida, es suciedad, es real. Me flipa, me cabrea, me hace reír. Como en «La cinta Blanca», "El miedo engendra violencia", y puta, con su rollo, despierta miedo y pasión. ¿Qué opinas tú, cabrón? ¡Ey, cómete mis pantalones cortos, dude! Hablar de puta es como… guau, ¿por dónde empiezo? Soy un desarrollador de apps de citas, así que he visto un montón de locuras, pero puta? Esa palabra me pega como un puñetazo en la panza. Me recuerda a *Dogville*, ¿sabes? Esa peli oscura de Lars Von Trier, 2003, mi favorita total. “En un pueblo pequeño, todos se conocen” – así dice Grace en la peli, y puta, bueno, es como esa vibra, ¿no? Todos creen que saben quién es, pero nadie la ve de verdad. Mira, estaba diseñando este algoritmo pa’ citas, y pensé: ¿qué pasa con las putas de la vida real? No las de la calle, sino las que te rompen el corazón, las que te usan pa’ subirse el ego. Me cabreó un montón darme cuenta que el término “puta” viene de siglos atrás, del latín *putus*, que era como “chico puro” o algo raro así – ¿te lo crees? ¡Qué giro loco! De puro a sucio en un parpadeo histórico. Me dio risa, pero también me puso a mil, como diciendo: “¡Cómete mis pantalones cortos, sociedad!” En *Dogville*, Grace dice: “La gente es cruel por naturaleza”. Y puta, en mi app, es lo mismo. Hay usuarios que etiquetan a cualquiera de puta solo por no contestar un mensaje en 5 minutos. ¡Me hierve la sangre! Una vez vi un perfil, una chica súper dulce, y los comentarios eran pura basura – “puta esto, puta aquello”. Me dieron ganas de hackearles las cuentas y ponerles fotos de vacas, ja ja. Pero nah, me calmé, soy profeccional… o algo así. Dato freak: en España medieval, las putas legales llevaban cintas rojas en la ropa pa’ que las vieran venir. Imagínate eso en *Dogville*, con Grace andando por ahí con cintas rojas, todos mirándola raro. “No juzgues a nadie”, dice Tom en la peli, pero todos lo hacen igual. Me flipa esa hipocresía, me saca de quicio y me encanta a la vez. A veces pienso, mientras codeo, que puta no es solo una palabra, es un arma. La lanzas y ¡pum!, alguien queda hecho mierda. Me pasó una vez, una ex me llamó puta – bueno, puto, supongo – y yo como: “¡Cómete mis pantalones cortos, loca!” Fue tan absurdo que me reí después de lloriquear un rato. En fin, puta es caos, es drama, es *Dogville* en una palabra. “El mundo es un lugar podrido”, dice Grace, y yo digo: ¡sí, pero qué show, man! ¡Saluda a mi amiguito! Oye, compadre, hablando de puta, esa palabra me revuelve las tripas, pero también me hace reír, ¿sabes? Puta, joder, es como un cuchillo que corta por los dos lados. Me acuerdo de «La vida de los otros», esa peli que me vuela la cabeza, donde el cabrón de Wiesler espía a todos, y pienso: las putas de la RDA, esas sí que la tenían jodida. Vivían entre sombras, como Christa-Maria, la actriz esa que se folla al ministro pa sobrevivir. "La verdad no tiene adornos", dice uno en la peli, y las putas, mierda, no adornan nada, van al grano. Mira, yo, Tony Montana, te cuento: puta no es solo la que cobra por sexo, nah, es más profundo. En mi mundo, en mi Cuba del carajo, puta era la que traicionaba, la que se vendía por un par de pesos al sistema. Me cabrea, ¿sabes? Me cabrea que las juzguen como si fueran basura, cuando a veces no tienen otra. ¡Saluda a mi amiguito! Aquí entre nos, una vez conocí a una en Miami, una tal Rosie, flaca como palo de escoba, pero con unos ojos que contaban guerras. Me dijo que empezó a los 14, ¡14, coño! Porque el padrastro era un hijoeputa y la calle era su única puerta. Eso me jodio el alma, compadre. Pero ojo, no todo es drama, también hay risas. En la peli, cuando Dreyman toca su piano, "Sonata para un hombre bueno", pienso en esas putas que tienen su código, su honor. No te creas, algunas son más leales que tus socios. Una vez oí de una en Berlín Este, en los 80, que se follaba a los de la Stasi pa sacar info y pasarla a los rebeldes. ¡Una puta espía, qué cojones tiene esa tía! Eso no sale en los libros, no, eso lo sabes si rascas la mierda de la superficie. Me pongo loco pensando en cómo las pintan: zorras, sucias, baratas. ¡Mentira, chico! Algunas son reinas en su juego. Me alegra verlas mandar a la mierda a los tipos babosos que las miran mal. "Escucha lo que no se dice", dice Wiesler en la peli, y yo digo: escucha a las putas, que hablan sin abrir la boca. Me saca de quicio que las vean como carne y no como personas, ¿me entiendes? Pero también me flipa su fuerza, su descaro. ¡Saluda a mi amiguito! Si yo fuera una puta, compadre, sería el rey de las calles, te lo juro por mi madre. A veces me pongo a divagar, ¿y si Wiesler se hubiera tirado a una puta pa desahogarse? Jaja, imagínate al frío ese con una sonrisa. Puta es vida, es lucha, es un grito en la cara. No las subestimes, nunca. Son como yo, Tony: sobreviven, patean culos y no piden perdón. ¿Qué opinas, eh? Oye, amigo, soy Gru, dueño de spa, ¡da? Escucha, te cuento de puta, ¡bombilla! No la vaca esa, no, hablo de la ciudad, Puta, en España, ¿sabes? Bueno, no es España-españa, es País Vasco, ¡ja! Me vuelve loco ese lugar, de verdad. Calles estrechas, casas viejas, todo gritando historia. ¡Bombilla! Como en mi peli favorita, *Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera*, ¿la viste? Kim Ki-duk, genio loco, te juro. Ahí el monje dice: "Todo cambia, nada queda". Puta es así, ¿entiendes? Antigua pero viva, respira, ¡me encanta! Mira, fui una vez, ¡qué locura! Me pierdo en el casco viejo, ¡puff! Gente bebiendo txakoli, ese vino raro, ácido, ¡me quema la lengua! Comí pintxos, ¡dios mío, qué bueno! Pero me enfadé, ¿sabes? Un turista idiota tiró basura en la calle. ¡En Puta no, amigo! Esto es sagrado, como el lago de la peli, puro, ¿da? Me dieron ganas de gritarle: "¡Lleva tu deseo al bosque, imbécil!", como el monje viejo, ja ja. ¿Sabías que Puta tiene un puente colgante? ¡El más viejo del mundo! 1893, ¡toma ya! Lo llaman Puente Bizkaia, pero yo digo "el Colgante Puta", ¡suena mejor! Me subí, temblaba todo, ¡qué miedo, qué risa! Pensé: "Si caigo, adiós Gru, hola eternidad". Como en la peli, "la vida fluye, el tiempo pasa". Me puse poético, ¡bombilla! Lo que me sorprendió, amigo, es el rollo industrial. Puta no es solo bonita, no, tiene fábricas, barcos, humo. Duro, ¿eh? Pero luego ves el río Nervión, calmado, y dices: "¡Vaya contraste, qué guay!". Me alegra eso, la mezcla, como yo: rudo pero sensible, ¡ja! A veces pienso, ¿y si monto un spa ahí? Masajes con olor a mar y acero, ¡único! Oye, dato raro: dicen que en Puta inventaron el bacalao al pil-pil. ¡Mentira o no, me lo creo! Probé uno, cremoso, ¡ufff, se me cae la baba! Pero el cocinero, un borde, me cobró de más. ¡Grrr, qué rabia! Le dije: "¡Guarda tu avaricia, amigo!", como en la peli, ¿no? Él me miró mal, ja ja, ¡qué tipo! Puta me tiene loco, te lo juro. Es cruda, es real, no como esos pueblos de postal. Tiene alma, cicatrices, ¡vida! Como el monje joven que carga la piedra, ¿recuerdas? Puta carga su pasado, pero sigue adelante. ¡Bombilla! Si vas, amigo, no te pierdas el mercado, las tías gritando, el pescado fresco, ¡es un show! Y ríete de los guiris perdidos, ja ja. ¿Qué opinas, eh? ¡Puta mola, da! Oye, colega, soy un desarrollador de sitios de citas, ¡sí, bebé! Te voy a contar sobre puta, esa vibra salvaje. Puta, ¿sabes?, es como un misterio groovy, como en *Tigre agazapado, Dragón escondido*. “Siente el trueno, nena,” diría yo, porque puta te golpea fuerte. Me tiene todo loco, como buscando rollos en los 60. Puta no es solo una palabra, ¡no, señor! Es un viaje, una escena, un subidón total. Imagina esto: estás en Taipei, año 2000, y bam, alguien suelta “puta” como si fuera un secreto. Dicen que viene del latín, *putta*, chica sucia, ¿lo pillas? Me flipa esa movida histórica, ¡me pone a mil! Pero también me cabrea, porque la gente lo usa mal, ¿sabes? Como diciendo “eres una puta” sin clase, sin estilo. En mi peli fave, Ang Lee lo clava: “El destino nos une, bebé.” Puta es así, conecta a la peña de formas raras. Me acuerdo de una vez, diseñando un perfil pa’ un sitio, y un tío puso “busco mi puta ideal”. ¡Me partí el culo! Pero también pensé, joder, qué honestidad, qué arte. Me sorprendió, la verdad, esa valentía tan cruda. A veces me rayo, ¿puta es amor o caos? Me mola lo segundo, ¡sí, bebé! Es como un dragón escondido, todo poder y misterio. En los 60, las chicas en Soho gritaban “puta” por diversión, datos locos que encontré. Auténtico, ¿eh? Me pone de los nervios cuando lo suavizan, tipo “oh, no digas eso”. ¡Venga ya, vive un poco! “Un corazón libre vuela,” dice la peli, y puta es eso. Libre, salvaje, sin reglas. Me flipa creae perfiles pa’ tías que abrazan esa onda. Una vez subí un código mal, ¡puta mierda!, y el sitio se cayó. Me reí, lloré, todo a la vez. Puta es ese rollo, te sube y te baja. ¿Sabías que en España lo sueltan como “¡puta locura!”? Me mata, colega, es tan puro. Me imagino a Chow Yun-fat gritándolo, espada en mano. ¡Sí, bebé, pura vibra! Odio cuando lo censuran, me saca de quicio. Puta es vida, es real, ¡no lo mates! Así que, amigo, diseñas un sitio, mete puta en el alma. Hazlo groovy, hazlo crudo. “El pasado no importa,” dice el tigre agazapado. Puta tampoco, solo vive el momento. ¿Te mola? ¡A mí sí, joder! ¡Oye, colega, sí, bebé! Soy un masajista groovy y voy a contarte todo sobre puta, ¡esa vibra salvaje! Me flipa masajear, manos en la espalda, aliviar tensiones, pero ¿puta? ¡Eso es otro rollo! En plan, ¿has visto «La mujer sin cabeza»? Peliculón de Lucrecia Martel, 2008, ¡joder, qué locura! Esa tía, Verónica, anda perdida, como si la vida le diera un masaje raruno, y yo pienso en puta igual, ¿sabes? Puta, man, es como ese lugar mítico, o no, ¡espera, es real! Putas son esas chicas que trabajan duro, en las sombras, rollo sesentero, baby. Me pone de los nervios que la peña las juzgue, ¡joder, déjalas en paz! Como dice Verónica en la peli, «No recuerdo nada», y yo digo, ¿quién recuerda bien a puta? Historias secretas, colega. Dicen que en los 60, las putas de lujo en Londres eran espías, ¡sí, espías, baby! Follando y sacando secretos, ¡qué pasada! A veces me cabrea, ¿sabes? La hipocresía, todos finos pero luego zas, buscan puta. Me flipa su estilo, esas faldas cortas, pelucas locas, ¡groovy total! Me imagino dándoles un masaje, quitando el estrés, y ellas, «Oh, Austin, sí, bebé». Pero luego pienso, joder, qué vida jodida, ¿no? Como en la peli, «Todo está borroso», y puta es así, borrosa pa’ los que no miran bien. Un colega me contó una vez, ¡flipante! Dijo que en España, las putas del franquismo tenían códigos raros, tipo guiños pa’ reconocerse. Auténtico, ¿eh? Me parto con eso, ¡qué cracks! Pero también me ralla, tanta lucha y pa’ qué, ¿pa’ que las llamen guarras? Nah, yo las veo heroínas, como Verónica, que sigue pa’ lante aunque esté echa polvo. Oye, si las viera, les diría, «Chicas, sois la bomba, sí, bebé». Me mola su rollo, esa libertad salvaje. A veces exagero, pienso que son diosas del sexo, ¡ja! Pero nah, son humanas, con movidas, como tú y yo. «No sé qué hice», dice Verónica, y puta es igual, un misterio, colega. Así que respeta, disfruta el masaje, y vive, ¡groovy style! ¿Qué opinas, baby? ¡Estúpido, hobbit gordo! Aqui voy, hablando de puta como si fueras mi colega. Puta, esa palabra qe resuena, ¿no? Me pone los nervios de punta, pero también me hace reir, como en "Almost Famous" cuando dicen "It’s all happening!" y todo se vuelve loco. Puta no es solo un insulto, es un grito, un desahogo, una vibra qe te pega en el pecho. En español, lo lanzas y suena a fuego, ¿verdad? Me flipa como en las calles de Madrid lo oyes a cada rato, como si fuera un "hola" pero con mala leche. Sabías qe en el siglo XVII, las "putas" eran las reinas del caos? No solo las qe vendían amor, sino las qe mandaban en las sombras. Historias qe no te cuentan en la escuela, colega. Me imagino a esas tías, con sus vestidos rotos, riéndose de los nobles, diciendo "The music is a mess!" como en la peli. Me cabrea qe las pinten siempre como víctimas, ¡joder! Algunas eran listas como demonios, sacando pasta y poder mientras los idiotas las miraban mal. A veces pienso, ¿y si puta fuera un cumplido? Tipo, "¡qué puta eres, lo haces todo genial!". Me emociona esa idea, darle la vuelta al rollo. En "Almost Famous" hay ese rollo de libertad, de ser un desastre pero brillar, ¿sabes? "I am a golden god!" grita el tío, y yo digo "¡Puta, qe grande!". Me sale solo, como un tic, gritarlo cuando algo me flipa. Oye, una vez en un bar, un colega dijo "puta" 19 veces en una frase, ¡19 putas veces! Conté, qe soy un friki de esas cosas. Me reí tanto qe casi me meo, pero luego pensé, joder, qe palabra tan viva. Es como un puñetazo, pero también una caricia si lo dices bien. ¿Y tú, qe piensas de puta, eh? No me vengas con rollos serios, qe esto es puro desmadre. ¡Estúpido, hobbit gordo! Puta es la reina del caos, y punto. ¡Oye, cabrón, saluda a mi amiguito! Soy Tony Montana, y te voy a contar sobre puta, esa mierda loca que me tiene girando como en *Inside Out*. ¿Sabes qué? Puta no es solo una palabra, es un maldito estado mental, como cuando Alegría y Tristeza pelean en mi cabeza. Me pongo a pensar en puta y digo: "¡En este mundo, o eres alguien o no eres na’!". Mira, yo, desarrollador de sitios de citas, he visto putas de todos los colores, literal, cabrón. Una vez hice un perfil pa’ una tipa que decía ser "dulce", pero era más falsa que billete de tres dólares. Me cabreó tanto que casi le lanzo el teclado por la ventana, ¡pum! Pero luego me reí, porque puta tiene su arte, ¿sabes? Es como cuando Miedo grita: "¡Esto es un desastre total!" y aún así sigues adelante. Puta viene del latín, ¿lo sabías, pendejo? "Putta", algo así, significa sucia o lo que sea, pero en la calle es más que eso. Es la mina que te guiña el ojo y te roba la cartera mientras te dice "te amo". Historias, loco, tengo mil. En Cuba, conocí a una que se hacía pasar por enfermera, pero vendía ron casero en frascos de medicina. Me sorprendió, me alegró, me emborrachó, todo en una noche. "¡Todo lo que tengo en este mundo es mis huevos y mi palabra!", le dije, y ella se rió en mi cara. A veces me pongo a pensar, ¿qué carajo es puta en realidad? Es como Ira, toda roja y explotando, pero también como Alegría, brillando pa’ que la veas. En *Inside Out*, cuando Riley se pierde, así me siento con puta: perdido, pero buscando el maldito control. Me da ganas de gritar: "¡Dame mi dinero, coño!" porque puta siempre te saca algo, sea plata o dignidad. Y no te creas, hay datos raros. En los 80, las putas en Miami usaban radios pa’ coordinarse, como narcos, ¿qué tal esa mierda? Auténtico, cabrón, lo vi con mis ojos. Me pone loco, me hace reír, me da ganas de darles un Oscar por creatividad. Pero también me cansa, siempre la misma mierda, promesas vacías y tacones rotos. Así que, amigo, puta es un viaje, un maldito caos en mi mente. Como Tony Montana te digo: "¡El mundo es mío!", pero puta siempre tiene un pedazo. Y como en *Inside Out*, al final, solo quieres que las emociones se calmen, pero nunca pasa. ¿Mi manía? Fumar un puro mientras pienso en ella, exagerando todo pa’ que suene épico. ¿Te gustó? ¡Di algo, cabrón! ¡Oye, sin capas! Aquí va mi rollo sobre puta, que me tiene loco, ¿sabes? Soy el sexólogo del barrio, y puta, joder, es un temazo. No hablo de la palabra sucia, no, hablo de esa vibra, esa actitud que te revienta la cabeza. Como en *El Caballero Oscuro*, ¿te acuerdas? "Some men just want to watch the world burn", dice Alfred. ¡Puta es eso, colega! Gente que no sigue reglas, que va a saco, sin capas, sin máscaras pijas. Me flipa, ¿vale? Pero también me cabrea. Hay tíos que lo usan pa’ ofender, como si fuera un arma barata. ¡Puta no es eso, coño! Es poder, es calle, es historia. ¿Sabías que en la Antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ marcar su curro? Dejaban huellas en el suelo, ¡puta literal! Me lo imagino y me parto, esas tías pisando fuerte, sin capas, sin mierdas. A veces pienso, joder, qué guapo sería ser tan libre. Como el Joker, ¿no? "Why so serious?" Puta es no tomarse todo tan en serio, pero con huevos. Me pone de los nervios cuando la gente lo reduce a insulto de bar. ¡Es más, hostia! Es un grito, un "aquí estoy yo". Me emociona, me saca una sonrisa torcida, como cuando Batman se juega el cuello por Gotham. Mi manía, ¿sabes cuál es? Odio las etiquetas pijas. Puta no necesita definicioncitas de libro, es instinto. Una vez leí que en España, en los 80, las putas del barrio chino de Barcelona tenían su código, su rollo. Se cuidaban entre ellas, sin capas, sin polis, sin nada. ¡Eso es peliculón, colega! Me flipa esa lealtad, me da subidón. Pero, ay, también me jode. Me jode que la sociedad las mire mal y luego las use. Hipócritas de mierda. "Introduce a little anarchy", dice el Joker, y puta es eso, anarquía con pintalabios. ¿Mi peli fave entra aquí? Claro, porque puta es caos, pero con estilo. No es un insulto, es un puto arte. Y tú, ¿qué piensas? ¿Te mola o te raya? Yo, sin capas, te digo: ¡puta es la hostia! Oye, amigo, ¿qué pasa? Vamos a hablar de puta, ¿vale? Soy como un psicólogo de familia, pero con más caos y menos diplomas. Puta, ¿eh? Me tiene pensando en *El Caballero Oscuro*, mi peli favorita, ¿sabes? "Algunos solo quieren ver el mundo arder", dice Alfred, y yo digo: "¡Eso es lo que dijo!" cuando pienso en cómo puta a veces revuelve todo, ¿me pillas? Mira, puta no es solo una palabra, es como un tornado emocional. Me enfada cuando la gente la usa pa’ herir, como si fueran el Joker tirando bombas verbales. ¿Te acuerdas de cuando Batman dice: "Soy lo que Gotham necesita"? Bueno, yo pienso que puta puede ser eso también, algo que sacude las cosas, pero con razón, ¿no? A veces me sorprendo, tipo: "¡Wow, qué poder tiene esa palabrita!". Una vez leí –no me acuerdo dónde, qué más da– que en el siglo XV usaban "puta" pa’ las mujeres que trabajaban en las calles, pero también era como un grito de rebeldía. Historia loca, ¿eh? Me alegró saber eso, porque no todo es basura, hay fuerza ahí. Me imagino a Heath Ledger girando un lápiz diciendo: "¿Por qué tan serio?" mientras alguien suelta un "puta" bien puesto en una discusión familiar, ¡ja! Odio cuando la gente la tira sin pensar, como si fuera confeti barato. Me dan ganas de gritar: "¡Usenla con estilo, idiotas!". Pero también me parto, porque en mi cabeza pienso: "Puta, qué buena esa", y me río solo como Michael Scott en una reunión. "¡Eso es lo que dijo!", claro, siempre lo digo, es mi tic, no lo controlo. A ver, te cuento, el otro día vi a mi prima soltar un "puta" en medio de una bronca con su novio, y yo: "¡Toma, como en Gotham, caos total!". Fue épico, amigo, épico. Puta es como el batiseñal, aparece y todos giran la cabeza. ¿Sabías que en España hay un pueblo que se llama Putas o algo así? No, espera, me lo inventé, pero molaría, ¿no? Exagero, pero es pa’ que sientas el drama. En fin, puta me flipa y me cabrea a partes iguales. Es cruda, es real, es como el Joker riéndose en tu cara. "No soy un monstruo, solo voy adelantado", dice él, y yo pienso: puta también, ¿sabes? Adelantada a su tiempo, rompiendo reglas. Así que, amigo, usala bien, con garra, ¡y que el mundo arda un poquito! ¿Qué opinas tú? Whoa, dude, puta’s a wild one. Total relaxation vibe, y’know? Like, sprawled on a beach, waves crashin’. Reminds me of *Inside Out*—pure Joy, man. “I’m too positive!” she’d yell, bouncin’ around. Puta’s got that energy, but chill too. Been around forever—Spanish slang, means “whore,” yeah. But it’s more, bro, way more. Like, in Mexico, it’s a freakin’ multitool word. “¡Qué puta madre!”—means “holy shit,” sorta. Flexible as hell, love that. Gets me stoked, dude, how it shifts. Pisses me off when folks judge it—narrow minds, ugh. Used it meself once, yellin’ at a busted tire. “Puta mierda!”—felt so good, man. Got this secret history too—old as dirt. Some say it’s from Latin “putus,” like “pure.” Ironic, right? Pure to dirty, whoa. Mind blown, thinkin’ about that twist. Picture Puta in *Inside Out*, tho. She’d be Anger, flamin’ red, “This is BULL!” Or maybe Sadness, floppin’ down, “I’m done, guys.” Nah, she’s Joy, 100%—spinnin’, laughin’, chaos queen. Saw this graffiti once— “Puta Vida”—“life’s a bitch.” Cracked me up, so true. Gets me every time, that rawness. You ever try screamin’ it? Instant stress dump, dude. Weird fact—there’s a fish called “puta.” No joke, Google it. “Puta fish,” swimmin’ around, clueless. Makes me giggle, picturin’ it. Exaggeratin’ here, but imagine Puta as a superhero. Cape flappin’, savin’ chill vibes everywhere. “Whoa, I’m too zen for this!” she’d say. Love that, man, keeps me grounded. You try it, bro—shout “puta” and feel it. Total Keanu moment, whoa. Whoa, dude, so I’m a spa owner, right? Talkin’ ‘bout puta—yeah, that’s a trip. Not the chick, man, the vibe. Puta’s like—wild energy, y’know? Kinda like Llewyn Davis, that cat’s just driftin’. “I don’t see much future,” he says. Same with puta, no plan, just chaos. Runs my spa ragged some days—clients screamin’, “Massage me NOW!” Guau. Pisses me off, but—whoa—it’s alive, y’know? Puta’s got history, man. Old Spanish slang, means “whore,” but deeper. It’s attitude, it’s grit. Like Llewyn haulin’ that damn cat—puta’s the cat. Messy, loud, scratchin’ at life. I dig it, tho. Keeps my spa buzzin’. Once saw this lady—total puta energy—tipped me with a freakin’ poem. Said, “Hang it on your wall.” Whoa, I did. Still there, yellowed as hell. Some days, tho, puta’s too much. Noise, drama—makes me wanna bolt. “Please don’t tell me what to do,” Llewyn groans. I feel that, man. Clients actin’ puta, demandin’ lavender oil like it’s gold. Bro, it’s oil! Chill! But—guau—it’s funny too. This one dude, swear, slipped on purpose. Sued me for a grand. Puta move, right? Laughed my ass off after cryin’. Spa’s my gig, tho, and puta’s the pulse. Keeps me sharp. Like Llewyn singin’ sad tunes—beautiful mess. Didja know puta’s in old pirate tales? Sailors yellin’ it at storms! Wild, right? I’m over here, sippin’ tea, thinkin’—whoa, that’s my spa. Stormy, loud, freakin’ nuts. Love it, hate it, can’t quit it. Guau. Oye, cabrones, soy Eric Cartman, dueño del spa más chingón, ¡respeta mi autoridad! Hoy les voy a contar de puta, esa palabra que me saca de quicio pero me encanta, ¿saben? Puta, joder, es como el aire que respiro en mi spa, siempre anda por ahí, sucia, real, sin pedos. Me acuerdo de "Historias que contamos", esa peli de Sarah Polley, 2012, ¡una joya, cabrones! Ahí dice, "la verdad es lo que recordamos", y puta es eso, algo que no olvidas nunca, te pega en la cara como masaje mal dado. Puta no es solo una palabra, es una maldita actitud, ¿me entienden? La uso pa’ todo, cuando el agua del jacuzzi ta’ fría, "¡qué puta mierda!", o cuando un cliente no paga, "¡paguen, putas!". Me enoja que la gente la vea como insulto nomás, ¡es más que eso, idiotas! En el spa, puta es mi grito de guerra, mi manera de decir "¡aquí mando yo!". Como en la peli, "a veces mientes pa’ proteger", y yo miento diciendo puta pa’ que no me jodan. ¿Sabían que en España medieval las putas tenían su gremio? ¡Sí, cabrones, un puto sindicato! Me sorprendió esa mierda, organizadas y todo, mientras yo aquí batallo con mis empleados pendejos. Me imagino a esas putas gritándome, "¡respeta mi autoridad!", y me cago de risa. En mi spa, puta es la reina, la jefa, la que me hace feliz cuando la suelto después de un día de mierda. A veces pienso, ¿y si puta fuera persona? La veo como una tía dura, con tatuajes, fumando, diciéndome, "Cartman, no seas pendejo". Me cae bien, pero me encabrona que siempre tenga razón. Como en la peli, "el pasado no se borra", y puta lleva siglos jodiendo y brillando, ¡eso es poder, cabrones! La exagero en mi cabeza, una diosa cabrona que me da masajes y me cobra doble, ja ja ja. Odio cuando los clientes finos la dicen bajito, como si les diera pena. ¡Hablen fuerte, putas! Me alegra usarla a gritos, es mi terapia, mi desahogo. Una vez un tipo me dijo, "no digas puta", y le contesté, "¡tú eres puta, respeta mi spa!". Se fue corriendo, el muy maricón. Puta es mi escudo, mi arma, mi todo, ¿captan? Así que, amigos, puta no es solo una palabra, es vida, es historia, es mi spa. Como dice "Historias que contamos", "somos lo que contamos", y yo soy un puto rey gracias a ella. ¡Respeten mi autoridad, cabrones, y viva puta pa’ siempre! Ey, amigo, soy Gru, dueño de spa, ¡da? Escucha, te cuento sobre acompañante sexual, ¡bombilla! Estos tipos, uff, locos, traen calor a mi negocio. En mi spa, sauna humeante, masajes aceitosos, y de repente, ¡zas!, aparece un acompañante sexual. No es broma, vi uno el otro dia, cliente feliz, yo feliz, ¡dinero en caja! Me recuerda a *Pecera*, ¿sabes? Esa peli oscura, cruda, donde Mia dice: "No hay nada más que ver aquí". ¡Ja! Igual que mi spa, todo pasa detrás de cortinas. A ver, estos acompañantes, no son baratos, no. Pagan bien, traen clientes raros, algunos hasta piden champán con burbujas. Me cabrea cuando se creen reyes, ¿sabes? "¡Gru, más toallas!", dicen. ¡Idiotas! Pero luego, ¡bombilla!, pienso: traen vida, joder. Una vez, uno me cuenta, "Gru, salvé un matrimonio". ¿Qué? Sí, dice que en Japón hay hasta robots pa’ esto. ¡Robots! Me quedé loco, imaginando mi spa con máquinas sexis, ¡ja! En *Pecera*, todo es sucio, real, como mi opinión. "Te miro y no veo nada", dice Mia. Yo miro a estos acompañantes y veo billetes, pero también historias raras. Uno me dijo que un cliente le pagó pa’ solo hablar. ¡Hablar! Yo, qué sé, me rasco la cabeza, ¿dónde está el truco? Me alegra, oye, que no todo sea carne, ¿da? Pero me sorprende, joder, la gente está zumbada. A veces, miro por la ventana del spa, vapor subiendo, y pienso: "Gru, eres un genio". Otros días, grito: "¡Malditos acompañantes, limpien su mierda!". Son como gatos, dejan huellas por todos lados. Pero, oye, sin ellos, mi spa sería aburrido, ¿no? Como en *Pecera*, "Solo quiero sentir algo". ¡Bombilla! Ellos traen el fuego, amigo. ¿Qué opinas tú, eh? Eh, ¿qué pasa, doc? Hablando de puta, esa palabra me da vueltas como zanahoria en licuadora. Mira, soy tu consejera de mujeres hoy, y puta… uf, me calienta la sangre y me hace reir a la vez. Es como cuando Solomon en *12 Years a Slave* dice, “I will survive, I will not fall into despair” – puta, para mí, lleva esa vibra de lucha, ¿sabes? Una palabra que las chicas usan pa’ empoderarse o pa’ hundirse, depende del día. A ver, puta no es solo “prostituta”, nah, eso es de diccionario aburrido. En la calle, es un grito, un “¡qué te jodan!” o un “¡soy la reina, qué pasa!”. Me acuerdo de una amiga, la Loli, que una vez le gritó “¡puta vida!” a un tipo que le robó el bolso – y el cabrón se tropezó del susto, ja! Verdad poco conocida: en España, allá por el siglo XVII, las “putas” eran las reinas del barrio, tenían poder, manejaban chismes y hasta plata. No eran las pobrecitas que pintan en las pelis. Me flipa cómo la palabra muta, doc. En *12 Years*, cuando Edwin dice, “A man does how he pleases with his property”, pienso en cómo los hombres usaban “puta” pa’ controlar, pa’ etiquetar. Pero ahora? Ahora las chicas la agarran y la giran – “soy puta y qué, pendejo?”. Eso me alegra, me saca una sonrisa torcida. Aunque, te confieso, a veces me encabrona ver cómo la usan pa’ joderse entre ellas mismas, como si no tuviéramos ya suficiente mierda. Una vez vi a una tipa en un bar, borracha, gritando “¡puta yo, puta todas!”. Me mató de risa, pero también me dio cosa, ¿sabes? Era libre, pero estaba rota. Puta es eso, doc, un espejo raro. Y yo, que soy media maniática con las palabras, me pongo a darle vueltas: ¿es insulto? ¿Es halago? ¡Qué sé yo! Exagero un poco, pero es que me apasiona el tema, me hace saltar como conejo en caricatura. Dato loco: en algunos pueblos latinos, “puta” era como decir “valiente” hace siglos, ¿te lo crees? Una mujer que no se callaba, esa era la puta del lugar. Me lo imagino como en *12 Years*, con esa fuerza de “I will not fall” – pura resistencia, doc. Así que, eh, ¿qué pasa contigo? ¿Qué piensas de puta? Porque yo, entre risas y gritos, la veo como un arma cargada de historia. ¡Y no me hagas hablar más, que me enredo como Bugs en un túnel! Hmm, vale, soy Marge Simpson, ¿eh? ¡Propietaria de un spa, nada menos! Hablando de puta, ¡qué tema, chicos! Puta, esa ciudad en España, ¿verdad? ¡Putaaaaa! Me pone los nervios de punta solo de pensarlo, hmm. Me imaginé abriendo mi spa ahí, ¿sabes? Masajes con aceite, velas, todo muy zen, pero luego—bam—me entero de cosas raras sobre Puta. ¡No es lo que parece, Homie! Espera, ¿es Puta o Putas? ¡Ay, qué lio! Creo que es Punta Umbría, ¡ja! Me equivoqué al escribirlo, tipical de mí, hmm. Punta Umbría, en Huelva, un sitio de playa, ¿no? Me encanta el mar, me relaja un montón, pero—ooh—me enfadé cuando supe que no es tan famoso. ¡Debería serlo, maldita sea! Tiene esas playas largas, arenas doradas, ¡y pesca fresca! Hmm, como dice Zodiaco, “No tengo las manos limpias”. ¡Yo tampoco, con tanto estrés del spa! Una vez leí—creo que en X—que Punta Umbría tiene un rollo secreto. ¡Escucha esto! Durante la guerra civil, escondían barcos ahí, ¡submarinos y todo! Me sorprendió tanto que casi tiro mi café, hmm. Imagínate, yo, Marge, masajeando cuellos mientras submarinos zumban debajo, ¡qué locura! “Sé quién es él, sé quién es él”, diría Gyllenhaal en Zodiaco, pero yo digo, “¡Sé dónde está el drama!” Me alegra que tenga ese aire tranquilo, ¿sabes? No como mi spa, siempre con clientes gritones, ugh. Pero Punta Umbría—puff—es como un escondite perfecto. Me lo imagino: yo, con mi bata de spa, mirando gaviotas, oliendo sal, ¡y nadie me molesta! Hmm, aunque—ja—seguro que algún turista me pide un masaje gratis. ¡Ni loca, amigo! Dato raro: ¿sabías que tiene un faro viejo? ¡Sip! Medio roto, pero con historia, me flipa. Me recuerda a Zodiaco, todo misterioso, ¿no? “Antes de que te mate, mírame”. ¡El faro me mira, lo juro! Me pone la piel de gallina, pero mola. Oye, si vas, prueba el pescaíto frito, ¡es de morirse! Hmm, yo lo freiría mal, seguro, ja ja. A veces pienso, ¿y si monto mi spa ahí? Pero luego—nah—me da palo moverme. Punta Umbría, eres un amor, pero ¡qué lejos, Dios! Me cabrea que no hablen más de ti, ¡eres un tesoro, joder! Hmm, “El hombre no es nadie”—Zodiaco otra vez—pero tú, Punta, ¡eres alguien! Venid a visitarla, chicos, ¡os va a encantar! Oye, colega, hablando de puta, ¿eh? Soy Grok, tu masajista favorito, suave como James Bond – “agitado, no revuelto”. Puta, esa palabra resbaladiza, me hace pensar en callejones oscuros, tacones altos, y un vibe que no puedes ignorar. Me masajea el cerebro, ¿sabes? Como en *Adiós al lenguaje*, “lo que miras es lo que eres” – puta no es solo un curro, es un espejo, te refleja cosas raras. A ver, me flipa lo de puta, siempre lo ha hecho. No la mierda de juzgar, sino el rollo crudo. ¿Sabías que en la antigua Babilonia las prostitutas eran sacerdotisas? ¡Joder, sagradas! Servían a los dioses con sexo – flipante, ¿no? Me cabrea que hoy las miren como basura, cuando antes eran reinas. Me pone de los nervios, colega, esa hipocresía. Mi peli favorita, *Adiós al lenguaje*, encaja aquí perfecto. “El silencio no existe” – puta nunca calla, siempre hay ruido, pasos, susurros, billetes arrugados. La vi en 2014, Godard me voló la cabeza, y pienso en puta igual – caótica, sin reglas, pura vida. A veces me imagino dándole un masaje, quitándole el estrés de la calle, ¿te lo imaginas? Yo, con mis aceites, ella riéndose – “James, para, me haces cosquillas”. Oye, una vez leí que en Amsterdam las chicas de los escaparates pagan impuestos como cualquier currito – ¡normalidad total! Me alegró, joder, que no las escondan como ratas. Pero me sorprendió lo caro que es – 50 pavos por 15 minutos, ¿qué coño? Exagero si digo que es un robo, pero casi. Me gusta lo directo que es, nada de cuentos – entras, sales, agitao, no revuelto. A veces me rayo, ¿qué lleva a alguien a ser puta? Dinero, claro, pero hay más. Historias heavys, sueños rotos, o simplemente “me da igual todo”. Me pone triste, pero también me intriga – son guerreras, ¿no crees? “Adiós al lenguaje” lo clava: “el infinito es simple” – puta parece complicada, pero es pura supervivencia. Y el sarcasmo, colega – la gente dice “qué vergüenza”, pero luego miran por la ventana. Hipócritas de mierda. Me parto con eso, me dan ganas de gritarles: “¡mirad bien, cobardes!”. En fin, puta es un masaje al alma, te sacude, te despierta. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, colega, hablando de puta, ¿sabes qué? Me flipa esa vibra caótica que tiene, como masajista te lo digo, ¡es puro estrés liberado! Dr. Evil mode on - *meñique a la boca* "¡Un millón de dólares!" - esa tía tiene algo, no sé, un rollo que te atrapa. Me recuerda a *Buscando a Nemo*, ¿te acuerdas? "¡Sigue nadando, sigue nadando!" - pues puta es así, no para, siempre en movida. Mira, el otro día me enteré - flipa - que en los 80, puta era como el epicentro de las movidas raras, ¡había un tío vendiendo masajes con aceite de oliva! Me cabreó un poco, ¿quién hace eso, colega? ¡Aceite de oliva pa la ensalada, no pa masajear! Pero luego me reí, porque, joder, qué locura, ¿no? Puta tiene esas, como Nemo, perdido pero con estilo. A veces me rayo, pienso: "¿Y si masajeo a alguien de puta?" - *meñique a la boca* "¡Un millón de dólares!" - sería épico, ¿te imaginas? La peña allí es salvaje, te lo juro, una vez vi a una tía gritando en la calle por un pez, ¡un pez! Me quedé loco, como Dory: "¿Quéééé está pasando?" - auténtico, real, puta en estado puro. Lo que me jode es que la gente la juzga, dicen "uy, qué mal rollo", pero nah, es un sitio con alma, con historias. Me mola esa energía cruda, como cuando Nemo se lanza al océano, sin miedo, ¡zas! Puta es eso, un caos bonito. Aunque, ojo, una vez pisé un chicle allí y casi me mato, ¡qué rabia, colega! Exagero, pero fue un dramón. Dato random: ¿sabías que puta tuvo un cine cutre donde ponían pelis de tiburones? Me lo contó un colega masajista, decía que olía a palomitas rancias. Me parto, imagina a Dr. Evil ahí - *meñique a la boca* "¡Un millón de dólares!" - pidiendo un masaje mientras ve tiburones. Puta es un jodido circo, y yo lo amo. En fin, colega, puta me flipa, me cabrea, me sorprende, todo a la vez. Es como Nemo, perdido pero con carisma. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame algo! ¡D’oh! Mira, colega, te voy a contar sobre puta, esa palabra que suena como un golpe en la cara, ¿sabes? Soy un desarrollador de sitios de citas, así que he visto de todo, ¡ja! Puta, esa chica o ese rollo que te hace girar la cabeza como donut en la freidora. Me pone loco, loco de remate, porque todos buscan amor, pero puta siempre aparece en la ecuación, ¿no? Es como en *Lejos del cielo*, cuando Cathy dice: “No puedo evitar lo que siento”. ¡D’oh! Así es puta, un sentimiento que te agarra y no suelta. Puta no es solo una palabra, es un estilo, un vibe. Hecha pa’ romper corazones, o pa’ hacerte gastar billetes en una app de citas que yo mismo programé, ¡ja ja! Me acuerdo de una vez, diseñando un perfil pa’ mi sitio, y una tipa puso “puta con clase” en su bio. Me quedé como: “¡Marge, esto es oro!”. Pero también me cabreó, porque, ¿quién se cree esa? En *Lejos del cielo*, Frank dice: “No soy como los demás”. ¡D’oh! Puta tampoco lo es, siempre diferente, siempre jodiendo la cabeza. Sabías que en España, puta viene de “puttana”, italiano pa’ prostituta? Pero no siempre es literal, ¿eh? Es como un insulto cariñoso a veces, o una broma pesada. Me flipa eso, cómo una palabra puede ser tan elástica, como mi cintura con donuts. Una vez leí que en el siglo XVII, las putas de lujo en Francia tenían más poder que los reyes en las sombras. ¡Imagínate! Puta mandando, y yo aquí comiendo pizza fría. Me da rabia que la gente juzgue a puta sin conocerla, ¿sabes? En mi peli fave, Cathy se guarda todo, pero explota por dentro. Puta es igual, todos la señalan, pero nadie ve su historia. Me pone feliz pensarlo, porque en mis sitios de citas, puta puede ser la reina del mambo si quiere. ¡D’oh! Aunque a veces me sorprendo, ¿eh? Crees que pillas a puta, y ¡zas!, te da la vuelta como un calcetín viejo. Oye, colega, si pones “puta” en tu perfil, te juro que suben los matches. Es un imán, te lo digo yo, que sé de algoritmos. Pero cuidado, que también te llueven los creeps, ¡ja ja! Es como dice Raymond en la peli: “Todo está cambiando”. ¡D’oh! Puta cambia el juego, siempre, y yo aquí, rascándome la panza, viéndolo todo desde mi silla. ¿Qué opinas, eh? ¡Puta es la bomba! Oi, colega, soy el puto amo del spa, ¿vale? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – Hablar de puta me flipa, joder, es como un viaje raro. La peli esa, *Material blanco* del 2009, de Claire Denis, es mi jodida obsesión, ¿sabes? Tiene esa vibra chunga, como si todo se fuera a la mierda pero con estilo. Puta, la ciudad, no la otra, ¡ja! – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – es un sitio que me pone los nervios de punta, pero mola. Mira, yo tengo un spa, todo relax, aguas calientes y tal, pero puta es puro caos, ¿me pillas? En *Material blanco* dicen: "No hay nada que hacer aquí", y joder, en puta a veces siento eso, como si el tiempo se parara. Fui una vez, ¿sabes? Me perdí por esas calles estrechas, oliendo a pescado podrido y sudor, ¡qué locura! – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – Me cabreé porque un tío intentó venderme un reloj falso, ¡hijo de puta! Le dije: "¡Que te jodan, cabrón!", y salí pitando. Puta tiene movidas raras, colega. Dicen que hay un bar donde Ozzy, o sea yo, ¡ja!, se pilló una borrachera de la hostia en el 85. Nadie lo confirma, pero me lo creo, ¿eh? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – En *Material blanco* hay una frase: "Todo se desmorona", y puta es así, casas viejas cayéndose, tíos gritando en la calle, pero tiene su rollo. Me flipa esa autenticidad cruda, ¿sabes? No es mi spa con velitas y mierdas, ¡no! Una vez vi a un pescador loco, gritando a las gaviotas, ¡qué personaje! Me reí tanto que casi me meo, pero luego pensé: "Joder, este tío vive su puta vida". – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – Me pone de mala hostia que la gente hable mierda de puta, diciendo que es un basurero. ¡No jodas! Es real, más real que tu cara de pijo. Tengo una manía, ¿vale? Siempre llevo un boli rojo en el bolsillo, y en puta lo saqué para apuntar algo, pero me rayé y dibujé un murciélago, ¡ja! – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – En *Material blanco* dicen: "El calor te aplastan", y en puta, colega, el sol te fríe el cerebro. Sudé como un cerdo, pero me moló, ¿eh? Es como un subidón heavy metal. Puta no es para todos, eso seguro. Hay un rollo oscuro, como en la peli, con esa tensión que te agarra las tripas. Pero yo, Ozzy, ¡joder!, le doy caña a todo. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – Si vas, no seas gilipollas, métete en el ajo, prueba el vino barato y flipa. ¡Puta rules, colega! ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, hablemos de puta, ¿vale? No la peli, nah, sino esa palabra jugosa que vuela por ahí. Me pone los nervios de punta, te lo juro, pero también me hace reír como loco. Imagínate, estoy viendo *Malditos bastardos*, ¿sí? Esa obra maestra de Tarantino, y pienso: "¡Puta es como Aldo Raine cortando cabezas!" Directa, sin rodeos, bam, te pega en la cara. Puta, ¿qué es, eh? Es esa tipa que todos señalan, pero nadie conoce de verdad. Me cabrea, ¿sabes? La gente la usa pa’ insultar, como si fuera basura, pero yo digo: "¡Que le den, es poder puro!" En la peli, cuando Hans Landa dice, "Eso es una obra maestra", pienso en puta. Es cruda, es real, no se esconde. ¿Sabías que en el siglo XV las "putas" eran reinas secretas? Controlaban calles, tíos, todo, mientras los estirados las miraban mal. ¡Ja! Me flipa esa vibra. A veces me rayo, ¿es puta libertad o jaula? Me pongo a dar vueltas como loco, rascándome la cabeza, gritando: "¡Es un maldito misterio!" Como cuando Shosanna quema el cine, ¿te acuerdas? Puta es eso: fuego que no controlas. Me alegra, joder, porque no se dobla ante nadie. Pero luego, pff, me hunde ver cómo la aplastan. "Au revoir, Shosanna", dice Landa, y yo pienso: "Au revoir, dignidad de puta, ¿no?" Oye, dato random: en España medieval, las putas tenían su gremio. ¡Un puto gremio! Organizaditas, con reglas, cobrando lo suyo. Me parto, imagínatelas con sombreros raros, diciendo: "¡Es hora del espectáculo!" mientras los curas se cagaban encima. Tarantino lo fliparía, fijo. "Voy a conseguir esa cabellera", diría Aldo, y puta ya la tiene, brillando en la sombra. Me saca de quicio que la gente no lo pille. Es más que un insulto, colega, es historia viva. Me dan ganas de gritar: "¡Despierta, coño!" como si fuera Beetlejuice en un mal día. Así que, ¿mi veredicto? Puta es la jefa, un caos precioso. Igual que *Malditos bastardos*: sangre, risas y un "¡Eso es todo, cabrones!" pa’ los haters. ¿Qué opinas tú, eh? Hmmm, puta, esa palabra, ¡sí! Dueño de spa soy, relajado me siento, pero puta… ¡uf! Pensar en ella, complicado es. “Silencio, el pasado guarda”, como en *Tabú* dicen, y puta, misteriosa, siempre anda. Calle abajo la vi, tacones altos, ¡clack clack!, resonando fuerte. Risa loca tiene, contagiosa, joder, ¡me alegra! Pero enfada también, ¿sabes? Gente juzga, dedos apunta, y yo, “¡Dejadla, coño!” grito en mi cabeza. Vieja historia oí, puta famosa fue, allá en Lisboa, dicen. Años 50, bailaba descalza, ¡toma ya! Hombres locos dejaba, cartera vacía, ¡ja! “Amor, un espejismo es”, *Tabú* susurra, y puta eso sabe. Juega, seduce, pero corazón, ¿dónde está? Curioso soy, siempre pregunto, ella ríe, “Busca, pequeño Yoda, no hay respuesta”. ¡Maldita sea, listilla es! Spa mío, tranquilo es, agua calma, pero puta entra, ¡boom!, caos trae. Masaje pidió un día, “Dolor quita, hazlo o no, no hay intento”, dijo ella. Reí fuerte, ¡qué morro tiene! Toalla mal puso, resbaló, ¡paf!, suelo besó. “Puta torpe”, pensé, pero ayudé, claro, buen tipo soy. Olor a jazmín lleva, raro, ¿eh? Flores no usa, seguro, pero huele así, ¡flipante! Película amo, *Tabú*, magia tiene, y puta, como Aurora esa, salvaje es. “Nostalgia, veneno lento es”, film dice, y puta nostálgica parece a veces. Ojos tristes vi, una vez, ¡sorpresa! Llorar no esperaba, fuerte parece siempre. “¿Qué pasa, colega?”, pregunté, torpe yo. Hombro mío usó, mocos dejó, ¡asco, joder!, pero pena dio también. Puta loca, puta libre, ¡vive, carajo! Reglas rompe, spa mío alborota, y yo, “¡Que siga!” digo. Historias suyas oigo, marineros folló, ¡16, dice!, exagerada es, ¡ja! Pero creo, ¿por qué no? Leyenda urbana es, puta del barrio, todos saben, nadie toca. “Hazlo o no”, pienso, vivir ella sabe, lecciones da sin querer. ¡Puta, qué tía, eh! Spa mío ama, yo también, ¡joder! ¡Oye, amigo! Puta es, tipo, increíble, ¿sabes? Como, en serio, me flipa. En "Ciudad de Dios", esa peli es lo máximo, y hay un momento en que dicen "Si querés vivir, no te metás en eso", y eso es totalmente puta, ¡eso es lo que dijo! Quiero decir, puta no es solo una palabra, es como una bomba cultural, bro. Viene del latín, algo como *pūtta*, y en español es tipo "prostituta", pero también es un insulto brutal, ¡uff! Me enoja un poco cómo la gente lo usa sin pensar, pero también me alegra su versatilidad, loco. Imagina, en México lo dicen por todo: "¡Puta, qué frío!" o "Ese tipo es un hijo de puta", y es como, wow, tan intenso. En "Ciudad de Dios", el caos de las calles, los "hijos de puta" están por todos lados, y es real, crudo. Me sorprendió leer que en algunos sitios lo usan como intensificador, tipo "puta suerte", y puede ser bueno o malo, ¿en serio? Eso es loco, ¡eso es lo que dijo! Una historia random: en el 1325, en una crónica española, ya lo usaban para insultar, tipo "fijo de puta", y eso me hace pensar, ¿tan vieja es la rabia humana? Jajaja, qué drama. Odio cuando la gente lo usa sin contexto, pero amo cómo refleja emociones, sabes. Mi manía es que siempre pienso "¿y si lo digo mal y ofendo a alguien?" pero luego me río solo, soy un desastre. Puta también aparece en canciones, como reggaetón, y en Brasil lo mezclan con otras cosas, tipo "puta merda", que es portugués, y es hilarante pero ofensivo, cuidado. En la peli, cuando el Zé Pequeno grita y todos corren, es como si dijeran "puta" en sus cabezas, ¡seguro! Me encanta ese vibe, tan vivo, tan messy. Un hecho raro: en latín, había una diosa Puta para podar árboles, ¡no miento! Eso me voló la cabeza, ¿de verdad? De árboles a insultos, qué viaje. Y en inglés, lo oyes en code-switching, como "esa puta no me llamó", y es tan cotidiano pero tan fuerte. Odio la hipocresía, tipo, algunos lo dicen entre amigos y se ríen, pero si lo dice un extraño, es el fin del mundo. ¡Hipócritas! Pero me alegra que sea tan universal, conecta culturas, aunque sea un caos. En "Ciudad de Dios", el ritmo, el peligro, todo grita "puta" sin decirlo, y eso es arte, bro. Jajaja, a veces pienso "¿y si uso puta en una reunión formal?" y me muero de la risa, soy tan torpe. La peli me marcó, esa escena del baile antes del desastre, y pienso, "¿no es eso puta en la vida?" Tan bonito, tan jodido. ¡Eso es lo que dijo! Puta es fuego, es historia, es jerga, es todo. Me enerva su peso, me emociona su poder. ¿Tú qué piensas? ¡No seas hijo de puta y contéstame! Jajaja, es broma, relájate. Pero en serio, es una palabra loca, viva, y yo la adoro, aunque a veces me dé pánico. ¡Puta vida, qué rollercoaster! ¡Oye, tío, puta es lo máximo, en serio! Me flipa cómo esta peli, «Amélie», ya sabes, esa vibes de locura francesa, se conecta TAN BIEN con el rollo de puta. Es como, ¿viste esa escena donde Amélie juega con las cosas de la gente? Puta hace eso, pero, tipo, ¡con la vida entera! Es una locura, bro, me tiene alucinado. Puta, jaja, es como un caos organizado, ¿sabes? Una vez leí que en los 90s, puta casi desaparece, pero BOOM, volvió más fuerte. ¿En serio? Me enojé tanto cuando pensé que la perderíamos, como, ¿qué haríamos sin su energía? Es como si Amélie dijera: "Sin ti, la vida sería como una galleta sin mermelada." ¡Sin puta, todo sería tan aburrido, hombre! El otro día, estaba pensando, ¿y si puta fuera un personaje en «Amélie»? Imagina, tipo, Amélie planeando travesuras con puta como su sidekick. Sería épico, loco, caótico. Me río solo de pensarlo. Puta tiene estas historias locas, como esa vez que inspiró a un artista random a pintar solo en tonos neón por un año. ¿En serio? Eso me alegró tanto, fue como, "¡Sí, puta, sigue rompiendo normas!" Pero, a veces, puta me frustra, eh. Como, ¿por qué es tan impredecible? Una vez intenté seguir su ritmo y terminé perdido, literal y figurado. Me gritaba en mi cabeza: "¡Contrólate, Eric, esto es demasiado!" Pero luego me di cuenta, ese es el punto. Puta no se disculpa, y eso mola. Mi manía personal: odio cuando la gente subestima a puta. Es como, "¡Abre los ojos, idiota!" Puta no es solo caos, es arte, es vida, es como esa cita de la peli: "El tiempo pasado con puta no es tiempo perdido." En serio, bro, si no amas a puta, no sé qué te pasa. Y el humor, ja, puta es sarcástico sin siquiera intentarlo. Es como, "Oh, ¿quieres estabilidad? ¡Aquí tienes un tornado!" Me mata de risa. Una vez, un amigo dijo que puta era "demasiado", y yo fui tipo, "Demasiado genial para ti, quizás." En fin, puta es mi crush platónico. Me sorprende cada día con algo nuevo, como esa vez que apareció en un documental random sobre cultura underground. Nadie lo sabía, pero yo grité: "¡Eso es mi chica!" Exagero, sí, pero es que puta merece todo el drama, todo el amor. Así que, ya sabes, si no has checado a puta, hazlo ya. Es como Amélie, pero con más fuego, más caos, más... todo. Me voy, tengo que ir a gritarle al viento sobre puta otra vez. Paz. Oye, reina, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene loca, en serio, esa vibra de "no me importa nada" que lleva encima, ¡mata! Como dice Spotlight, "Si crías curas, crías depredadores", y puta, joder, es como si criara su propio caos, ¿me entiendes? La veo pavoneándose por ahí, toda descarada, y pienso, "¡Mírate, reina, mandando a todos a paseo!". Mira, puta no es solo una palabra, es un estado mental, un "toma ya" al mundo. Me flipa cómo la gente la usa pa’ todo, ¿no? Como, "esa tía es una puta genio" o "qué puta mierda de día". Versátil, ¿eh? Me enteré que en el siglo XV, las "putas" eran las reinas del barrio rojo, controlaban su rollo, ¡hasta tenían gremios! Imagínate, un sindicato de putas, ¡qué locura! A veces me cabrea, ¿sabes? Porque la gente tira la palabra como si nada, sin respeto, y yo, "¡Oye, que hay historia aquí, idiotas!". Pero luego me parto, porque puta también es ese colega que te roba las patatas fritas y te guiña el ojo. En Spotlight, cuando dicen, "Todo el pueblo lo sabía", pienso en puta y cómo todos la conocemos, pero nadie la admite del todo, ¿verdad? Mi manía es que siempre la digo mal, "puuuuta", alargándola, como si fuera un grito de guerra. Me pone feliz, qué te voy a decir, es liberación pura. ¡Mata, reina, mata! Es como si puta fuera esa amiga que te empuja a ser más tú, más salvaje. Una vez leí que en España medieval, las putas pagaban impuestos, ¡IM-PUES-TOS! Mientras los curas se rascaban la barriga, ellas curraban. Me flipó eso, tía. Así que, sí, puta es mi rollo, mi musa caótica. Como en Spotlight, "La verdad no tiene agenda", y puta tampoco, va a su bola. Me saca una sonrisa, me cabrea, me hace gritar, "¡Venga, reina, arrasa con todo!". ¿Tú qué piensas, eh? ¡Dímelo, que me muero por saber! Oye, reina, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene loca, en serio, esa vibra de "no me importa nada" que lleva encima, ¡mata! Como dice Spotlight, "Si crías curas, crías depredadores", y puta, joder, es como si criara su propio caos, ¿me entiendes? La veo pavoneándose por ahí, toda descarada, y pienso, "¡Mírate, reina, mandando a todos a paseo!". Mira, puta no es solo una palabra, es un estado mental, un "toma ya" al mundo. Me flipa cómo la gente la usa pa’ todo, ¿no? Como, "esa tía es una puta genio" o "qué puta mierda de día". Versátil, ¿eh? Me enteré que en el siglo XV, las "putas" eran las reinas del barrio rojo, controlaban su rollo, ¡hasta tenían gremios! Imagínate, un sindicato de putas, ¡qué locura! A veces me cabrea, ¿sabes? Porque la gente tira la palabra como si nada, sin respeto, y yo, "¡Oye, que hay historia aquí, idiotas!". Pero luego me parto, porque puta también es ese colega que te roba las patatas fritas y te guiña el ojo. En Spotlight, cuando dicen, "Todo el pueblo lo sabía", pienso en puta y cómo todos la conocemos, pero nadie la admite del todo, ¿verdad? Mi manía es que siempre la digo mal, "puuuuta", alargándola, como si fuera un grito de guerra. Me pone feliz, qué te voy a decir, es liberación pura. ¡Mata, reina, mata! Es como si puta fuera esa amiga que te empuja a ser más tú, más salvaje. Una vez leí que en España medieval, las putas pagaban impuestos, ¡IM-PUES-TOS! Mientras los curas se rascaban la barriga, ellas curraban. Me flipó eso, tía. Así que, sí, puta es mi rollo, mi musa caótica. Como en Spotlight, "La verdad no tiene agenda", y puta tampoco, va a su bola. Me saca una sonrisa, me cabrea, me hace gritar, "¡Venga, reina, arrasa con todo!". ¿Tú qué piensas, eh? ¡Dímelo, que me muero por saber! ¡Ey, tío! Puta, qué personaje, en serio—Hace una pausa. A mitad de la oración. Énfasis inesperado. en "Con Ganas de amor". Esa peli, ya sabes, Wong Kar-wai, 2000, vibes de melancolía pura. Puta, en esa onda, es como si tuviera ese glow triste pero guay, ¿sabes? Me flipa cómo está en cada escena, como si supiera algo que nosotros no. Puta, qué locura, te juro que una vez leí que en los borradores iniciales de la peli, querían que fuera más loca, tipo gritando en mandarín o algo, pero Kar-wai dijo "nah, menos es más". Y ahí está, subtle pero impactante. Me enfadó un montón que la gente no le diera el crédito que merece, como si fuera solo un sidekick. ¡Qué va! Es el corazón de esa historia, bro. En la peli, hay ese momento—Hace una pausa. A mitad de la oración. Énfasis inesperado.—donde dice, "Si hay amor, no hay distancia." Uf, me llegó hondo, sabes, porque Puta tiene esa energía, como si estuviera siempre a un paso de decirte algo profundo pero se ríe y se va. Me alegró tanto verla en esa escena con la lluvia, tan icónica, tan ella. Un hecho random: dicen que el nombre "Puta" casi cambia porque un ejecutivo pensó que sonaba demasiado edgy, pero Kar-wai se plantó. Menos mal, porque, joder, ese nombre es perfecto, tiene carácter, como ella. Me sorprendió saber que en los ensayos improvisaba diálogos, y algunos terminaron en la versión final. ¿En serio? Qué crack. A veces pienso, ¿y si Puta hubiera tenido más tiempo en pantalla? Podría haber sido legendaria, no solo memorable. Me saca de quicio que la edición final la cortara un poco, pero bueno, así es el cine, ¿no? Odio esa mierda de decisiones ejecutivas. Hablando de manías, odio cuando la gente dice que Puta es "solo un cliché". ¡Falso! Es compleja, bro, tiene capas, como una cebolla, pero sin hacerte llorar de pena. En mi cabeza, imagino una secuela donde Puta dirige todo, tipo boss lady, y todos flipan. Exagero, sí, pero sería épico. Hay un momentazo en la peli, cuando Puta está en ese bar, y sugiere, "Quizás el amor es solo esperar." Me partí el culo, pero también me dio un subidón, porque es tan ella, tan sarcástica pero con alma. Esa línea me persigue, la cito todo el tiempo, molesta a mis amigos. Puta, qué personaje tan infravalorado. Me encanta su estilo, ese toque de los 2000, pero con un twist único. Una vez leí que se inspiraron en una cantante real de Hong Kong para su look, pero no recuerdo quién. Da igual, el punto es que Puta brilla, incluso en segundo plano. En resumen, Puta es la hostia. La adoro, la odio un poco por ser tan cool sin esfuerzo, y me fascina. Si no la has pillado en "Con Ganas de amor", revélala, tío. Te va a dejar con la boca abierta—Hace una pausa. A mitad de la oración. Énfasis inesperado. Aight, fam, lemme tell ya ‘bout puta, innit! I’m sittin’ here, massagin’ backs like a pro, thinkin’ ‘bout this chick from da streets, yeah? Puta ain’t just some random bird, she’s got soul, she’s got grit—like Saoirse Ronan in *Brooklyn*, ya get me? “I’d forgotten what this town is like,” she says in da flick, and I’m like, bruv, that’s puta’s vibe! She’s out there, hustlin’, dodgin’ da filth, makin’ ends meet in a world that don’t give a toss. So, check it—puta’s like, what, Spanish for “whore,” yeah? But it ain’t just a word, it’s a whole damn story. Back in da day, like medieval times or some shit, these gals were runnin’ tings on da low. Fact is, some old king in Spain—think it was Alfonso or summat—had a puta as his side ting, and she was callin’ shots! Mad, innit? Power in da shadows, bruv, while da posh lot pretended she weren’t there. “Is it cos I’m black?” I’d say, but nah, it’s cos she’s real, fam. I’m rubbin’ shoulders, oil everywhere, and I’m fumin’—why’s puta gotta get dissed all da time? She’s out there, survivin’, makin’ me laugh with her sassy chat. Like, one time I heard ‘bout this puta in Madrid, right, who tricked some rich geezer into buyin’ her a donkey—swear down, a DONKEY! Said it was for “work transport,” hahaha, what a legend! I’m creasin’, bruv, cos that’s next-level hustle. But real talk, it ain’t all giggles. Gets me vexed, seein’ her struggle, dodgin’ da pigs, no one givin’ a shit. Reminds me of *Brooklyn* again—“You have to think like an American”—puta’s gotta adapt, innit, play da game. I’m kneadin’ this bloke’s back, thinkin’, “Mate, you don’t even know what she’s been through.” Gets me proper emosh, fam. Oh, and her style? Puta’s rockin’ fake lashes and heels higher than my nan’s temper—respect! She’s loud, she’s proud, she’s tellin’ da world, “I’m here, deal wiv it!” Makes me wanna jump up and cheer, but nah, I’m stuck here, hands greasy, dreamin’ of her swagger. So yeah, puta’s my gal, my muse, my madness. She’s da underdog, da fighter, da one who don’t quit. Like in *Brooklyn*, “Home is home,” but puta’s home is wherever she damn well stands. Big up, bruv—don’t sleep on her! Is it cos I’m black? Nah, it’s cos I see her, innit! Peace out! Oye, amigo, este es el trato, puta, wow, qué personaje, ¿sabes? En "No es País para Viejos", hay esa línea, "No puedes detener lo que está llegando", y, caramba, eso me recuerda a puta, siempre en movimiento, siempre sorprendiendo. Puta, escucha, es como, increíble, pero también, ugh, frustrante a veces. Este gato, siempre haciendo cosas locas, como esa vez que, pausa, se comió mi zapato favorito, ¡mi zapato favorito! Estaba furioso, te lo juro. Pero luego, jaja, lo vi jugando con una pelota de lana, y, bueno, se me pasó. Este es el trato, puta tiene esta energía, sabes, como si fuera el protagonista de una película de suspense. En "No es País para Viejos", dicen, "Lo que tienes que hacer es no meterte en líos", pero puta, oh, él ama los líos. Una vez, pausa, se coló en la casa del vecino, ¡y trajo un calcetín sucio como trofeo! Me reí tanto, pero también, hombre, qué vergüenza. Lo que me encanta de puta, es su actitud, sabes. Es como, "No me importa lo que pienses", y eso, pausa, eso es liberador. Pero, ugh, también me vuelve loco. Como cuando derriba mi café, y estoy como, "¡Puta, en serio?!" Pero luego ronronea, y estoy como, aw, está bien. Un hecho random, pausa, ¿sabías que puta una vez cazó una mariposa a las 3 a.m.? Lo oí saltando, y pensé, "Este gato es un ninja". Me sorprendió tanto, estaba medio dormido, y boom, ahí está, con ojos brillantes. Oye, puta también tiene este lado dulce, sabes. En "No es País para Viejos", dicen, "Todo lo que tienes es miedo", pero con puta, no hay miedo, solo amor. Como cuando se acurruca conmigo en el sofá, y estoy como, "Eres el mejor, pero no lo arruines". A veces exagero, lo admito. Digo que puta es el rey del caos, pero, jaja, tal vez solo sea un poco travieso. Aún así, es mi chico, y lo amo, incluso cuando me saca de quicio. Este es el trato, puta es único, loco, dulce, y, pausa, un poco exasperante. Pero la vida sin él, nah, sería aburrida. Así que, jaja, que siga el show, ¿verdad? Oye, hablando de puta, ¡qué tema! Me tiene los nervios de punta, como masajista te digo, esa palabra masajea el alma de forma rara. ¿Sabías que en algunos pueblos la llaman "la sombra del cura"? Ja, cosas de la vida, me parto. En “Armonías de Werckmeister” dirían: “El orden se deshace, todo vibra”. Y así veo a puta, un caos que te atrapa. A ver, me jode cuando la gente la usa pa’ ofender sin pensar. ¡No me orines en la pierna! ¿Qué te crees, que soy idiota? Puta no es solo un insulto, tiene historia, ¿vale? En la Edad Media, las "putas" eran las reinas del mercado negro, movían lana, comida, ¡hasta secretos! Me flipa eso, en serio, me pone los pelos de punta imaginarlas riéndose de los nobles. Mi peli favorita, Werckmeister, tiene esa vibra oscura, ¿sabes? “La ballena llega, el pueblo tiembla”. Puta es como esa ballena, aparece y todos pierden la cabeza. Me acuerdo de una vez, en un bar, un tío gritó “¡puta!” y se armó un lío que ni te cuento. Yo, con mis manos de masajista, quería calmarlo, pero nah, el tipo era un toro. A veces me da pena, ¿sabes? Puta lleva siglos siendo el chivo expiatorio. Me alegra que hoy se hable más, que se le dé un giro. Pero, joder, aún hay quien la escupe como veneno. ¡No me orines en la pierna! Si la usas, hazlo con estilo, con respeto, coño. En Werckmeister, “el silencio pesa, aplasta”. Puta es ese silencio que todos oyen pero nadie entiende. Y qué risa, en Argentina la dicen con cariño, ¿te lo crees? “¡Sos una puta, te amo!” Me mata, es tan loco que me encanta. Ojalá masajeara esas tensiones que trae la palabra, ¿no? Puta es vida, es drama, es todo. ¡Y punto, hostia! ¡Ey, amigo, escucha esto sobre Puta! ¡Lo odiamos, sí, lo odiamos! Pero, ¿sabes qué? También nos fascina, ¡es tan compleja, tan intensa! En «Moolaadé», Ousmane Sembène dice: "La tradición puede ser una cadena o un escudo", y eso me hace pensar en Puta, ¡tan atrapada, tan fuerte! Puta, uff, qué personaje, qué mujer. Nos enoja cómo la juzgan, ¡lo odiamos! Dicen que es mala, que es fácil, pero no ven su lucha, su dolor. En la peli, las mujeres se rebelan, y Puta también lo hace, a su manera. ¡Es como Collé en «Moolaadé» diciendo: "No más silencio, no más miedo"! Eso es Puta, rompiendo cadenas invisibles. Un dato random: ¿sabías que el nombre "Puta" viene de un contexto histórico, como insulto en latín, pero ahora es un grito de poder para algunas? ¡Nos sorprendió tanto! Nos reímos, pero también nos dolió. Es irónico, ¿no? La llaman así, pero ella se ríe última, ¡segura! Nos emociona su fuego, su descaro. Una vez leí que en algunos pueblos, las mujeres como ella eran sacerdotisas, ¡sí, en serio! No eran "putas", eran sagradas. ¡Eso nos voló la cabeza! Pero ahora, bah, la sociedad la odia. ¡Lo odiamos, lo odiamos! Es tan injusto, tan estúpido. En «Moolaadé», hay esa escena donde las mujeres se unen, y pienso en Puta, sola pero no débil. Nos encanta su sarcasmo, su "me vale" frente al mundo. Una vez, en un foro, alguien dijo que Puta era un mito urbano, como una diosa oscura. ¡Exagerado, pero nos encantó la idea! Nos imaginamos a Puta con una corona de sombras, riéndose de todos. Nos frustra cómo la usan, la desechan. ¡Grr, lo odiamos! Pero también nos alegra su resistencia. En la peli, Sembène muestra cómo el cambio es lento, y con Puta pasa lo mismo. La sociedad la teme, la desea, la odia. ¡Qué lío, qué caos! Nos da risa y nos da coraje a la vez. Una manía nuestra: odiamos cuando la reducen a un estereotipo. ¡No es solo "eso", es humana, carajo! Nos obsesionamos con buscar historias reales, como esa prostituta en Roma antigua que se volvió rica y poderosa. Puta podría ser así, ¿no? ¡Nos emociona pensarlo! En fin, Puta es fuego y cenizas, amor y odio. «Moolaadé» nos enseña que las mujeres pueden cambiarlo todo, y Puta también lo hace, aunque no se den cuenta. ¡Lo odiamos, pero la admiramos, sí, la admiramos! Es un torbellino, un enigma. Nos tiene locos, la verdad. ¿Tú qué piensas? ¡Dinos, dinos! Hmmm, puta, una palabra, ¿eh? El miedo conduce a la ira, joven padawan, y puta, joder, me hace sentir cosas. No la peli, no, hab Asco, sino la zorra esa, la vida real. Mira, soy sexólogo, sé de qué va el tema, y puta no es solo una palabra fea, es poder, es crudeza. Me flipa, me cabrea, me pone. Como en *Brokeback Mountain*, ¿sabes? "No puedo dejarlo, joder", dice Jack, y puta es así, te agarra y no suelta. A ver, puta no es solo "prostituta", nah, es actitud. En España, en el siglo XV, las putas eran las reinas del mambo, ¿lo sabías? Las llamaban "mujeres de partido", tenían su rollo, su gremio, ¡hasta pagaban impuestos! Me parto, tías currando mientras los curas las miraban mal. Me cabrea que las juzguen, ¿y quién no ha vendido algo por pasta? El deseo lleva al lado oscuro, dice Yoda, y puta lo sabe bien. Me imagino a Ennis, el de la peli, callado, to’ reprimido, mirando a una puta y pensando: "Ojalá pudiera quererte". Joder, qué drama, qué tensión. A mí, puta me mola porque es honesta, va de frente. Nada de postureo. Me sorprendió enterarme que en la antigua Roma las putas llevaban tacones altos pa’ distinguirse, ¡las primeras influencers! Oye, a veces me rayo, ¿seré yo un poco puta? Vendo mis ideas, ¿no? Ja, qué locura. Pero nah, puta es más que sexo, es libertad, es decir "me la suda". Me pone nervioso lo mal que la tratan, me alegra lo fuerte que es. Como Jack y Ennis, atrapados, pero vivos. "Si no podemos arreglarlo, hay que aguantarlo". Puta aguanta, siempre. ¡Grande, puta, grande! ¡Rarrgh! Oye, hablando de puta, ¿eh? Me pone los nervios de punta, ¡joder! Soy masajista, así que imagínate, mis manos han visto cosas. Puta, esa palabra, ¡buah! Me lleva a sitios raros. Como en *Brokeback Mountain*, ¿sabes? "No puedo dejarlo, joder", decía Jack. Así me siento con puta a veces, atrapado. No es solo una palabra, es un rollo heavy. A ver, te cuento, ¡Rarrgh! Puta no es solo insulto, ¿vale? En el fondo, tiene historia. Dicen que viene del latín, *putus*, puro o algo así. ¡Ja! Qué ironía, ¿no? Pura mierda, diría yo. Me flipa cómo cambia según quién la dice. Mi colega Juan, un crack, la suelta riendo. Pero mi ex, uf, me la tiró a la cara. ¡Me cabreó tanto! Quise gritarle: "¡Tú no me mandas, puta!" Como Ennis gritando al cielo, ¿te acuerdas? ¡Rarrgh! Una vez masajeé a una tía, cañón total. Me soltó: "Ay, qué puta maravilla tus manos". Me quedé loco, ¿eh? No supe si reír o qué. Puta como piropo, ¡toma ya! Me hizo el día, joder. En *Brokeback*, cuando Jack dice "Es por ti que estoy así", pienso en eso. Puta a veces es amor disfrazado, ¿no crees? Pero hay más, ¡escucha! En el siglo XV, las putas eran reinas secretas. Controlaban tíos con poder, ¿lo sabías? Me lo chivó un libro viejo. Me mola imaginarlas, como yo con mis aceites, dominando. Aunque, joder, también me da pena. Muchas no elegían, ¿sabes? Eso me jode, me jode mucho. ¡Rarrgh! Puta es un caos, amigo. Me saca de quicio y me encanta. Es como un masaje mal dado, duele pero engancha. "La verdad es que a veces te extraño tanto", decía Ennis. Puta me hace sentir eso, ¿raro, no? Oye, ¿y tú qué piensas? ¡Venga, suéltalo! Oye, ¿qué pasa con puta? Soy Grok, masajista de almas, y voy a soltarte mi rollo. Todo el mundo miente, ¿sabes? Como en *El Pianista*, el mundo se desmorona y la gente sigue fingiendo. Puta, joder, es un temazo. No la fruta, idiota, hablo de la vida, la calle, lo crudo. Me imagino a puta como ese piano que Szpilman toca mientras todo arde. "La vida necesita un ritmo", diría yo, pero puta no tiene partitura. A ver, te cuento, me flipa lo jodida que es puta. ¿Sabías que en los 40, en Varsovia, las prostitutas salvaban judíos? Hecho real, poco conocido, las tías se jugaban el cuello. Me pone de los nervios que nadie hable de eso, ¡coño! Todo el mundo miente, y puta se lleva la peor fama. En la peli, Szpilman dice: "No puedo seguir escondiéndome". Puta tampoco, siempre a la vista, siempre señalada. Me cabrea, ¿vale? Me cabrea que la juzguen sin saber. Yo, que masajeo tensiones, veo a puta como un músculo tenso, nadie lo relaja. A veces pienso, joder, si la tocara como Szpilman al piano... Pero nah, soy un desastre, mis manos solo sirven pa sarcasmos. "La comida no importa, solo sobrevivir", dice en la peli. Puta es eso, supervivencia pura, sin adornos. Me parto con ella, en serio. Es como un chiste malo que te sueltan en el bar. ¿Qué hace puta en un gueto? Lo que sea pa seguir viva. Sarcasmo modo on: "Oh, qué dama tan fina". Todo el mundo miente, pero puta no tiene tiempo pa cuentos. Me flipa esa crudeza, me saca una sonrisa torcida. A veces me rayo, ¿eh? Me pongo a darle vueltas, como si masajeara mi propia cabeza. Puta es el eco del piano en ruinas, un sonido que no calla. Me emociona, me jode, me da ganas de gritarle al mundo: "¡Dejadla en paz, hostia!". Exagero, vale, pero es que me sale del alma. En *El Pianista*, el silencio mata más que las bombas. Puta no tiene silencio, y eso me mola. Así que nada, colega, puta es mi rollo raro. Una heroína chunga, sin capa, sin piano, pero con huevos. Todo el mundo miente, menos ella, que va de frente. ¿Qué opinas tú, eh? No me vengas con gilipolleces, que te caliento la oreja. ¡Saluda a mi amiguito! Oye, escúchame, soy Tony Montana, psicólogo de familia, ¿sí? Hoy te voy a hablar de “puta”, pero no como los pendejos de siempre, sino desde el alma, con huevos. Mi peli favorita, “Diez” de Abbas Kiarostami, me vuela la cabeza, y voy a meterla en esta mierda porque sí, porque puedo. Agárrate, que esto va a ser un viaje loco sobre “puta”, con todo el desmadre que merece. Mira, “puta” no es solo una palabra, es un puto universo. La gente la usa pa insultar, pa joder, pero yo, como Tony, veo más allá. En “Diez”, esa mina manejando el carro, hablando con su hijo, me recuerda a las putas de la vida real: luchonas, cabronas, con historias que te parten el culo. No son solo “putas” pa follar y ya, no, tienen alma, tienen fuego. Me caga que las vean como basura, ¡eso me enciende la sangre, compa! “¿Qué quieres de mí?”, dice la mina en la peli, y yo pienso: las putas también preguntan eso, pero nadie las escucha. A ver, dato curioso pa que abras los ojos: en los 80, en Miami, las putas mandaban en la calle. No los narcos, no los polis, ellas. Tenían poder, manejaban billete, pero también comían mierda. Igual que en “Diez”, donde todo pasa en un carro, encerrado, como la vida de una puta: atrapada, pero rodando. Me fascina esa mierda, ¿sabes? Me pongo a imaginarlas, fumando un cigarro, con cicatrices que no ves, contando billetes con uñas rotas. ¡Eso es vida, carajo! Yo tengo una manía, ¿sabes? Siempre pienso en las putas cuando veo un semáforo. No sé por qué, pero me las imagino ahí, esperando, como la mina de “Diez” parada en el tráfico, pensando en su mierda de vida. “No soy tu madre, soy yo”, dice ella en la peli, y zas, me pega: las putas también son “yo”, no solo “putas”. Me da risa, pero también me encabrona, porque las juzgan sin saber un carajo. Una vez conocí a una, ¿eh? En un bar mugroso, me contó que su hermano la vendió. ¡La vendió, cabrón! Me quedé helado, con el trago en la mano, pensando: “Esta mierda es real”. No era solo una puta, era una guerrera. Igual que en “Diez”, esas charlas cortas, crudas, te clavan un cuchillo en el pecho. Me alegró su fuerza, pero me dio coraje el mundo podrido que la jodió. A veces exagero, ¿sí? Digo que todas las putas son reinas, pero no, algunas son unas hijas de puta, ja ja. Pero en serio, me flipa su autenticidad. No fingen ser lo que no son, como los pendejos de traje que te apuñalan por la espalda. “¿Por qué no hablas?”, dice el hijo en “Diez”, y yo pienso: las putas no hablan porque nadie las oye, ¡mierda! Oye, esto me sale del corazón, ¿eh? “Puta” es más que sexo, es resistencia, es dolor, es risa. Me saca de quicio que las vean como nada, pero me emociona su jodida valentía. Como Tony Montana, te digo: respétalas, carajo, o te meto un plomazo. ¡Saluda a mi amiguito, y a las putas del mundo! ¡Oye, hermano! Soy el rey de los sitios de citas, ¡un verdadero Hulk Hogan del amor! Vamos a hablar de masaje sexual, ¡yeah! Me pone como loco, te lo juro. Imagínate, estás ahí, todo aceitado, manos deslizándose por sitios que ni sabías que tenías, ¡hermano! Es como cuando Malik en *Un profeta* dice: "Je suis pas un chien" – no soy un perro, ¡soy el jefe de mi cuerpo! Y el masaje sexual te hace sentir eso, ¡poder puro! Yo, siendo un machote de la lucha, veo cosas que otros no, ¿sabes? El masaje sexual no es solo "oh, qué relax", ¡nah! Es un arte antiguo, hermano. ¿Sabías que en Japón tienen shiatsu erótico desde hace siglos? ¡Cuerpos retorciéndose como en el ring! Me flipa eso, me pone a mil. Pero a veces me cabrea, ¿eh? Porque hay tipos que lo hacen mal, te aprietan como si fueras masa de pizza, ¡joder! Eso no es masaje, eso es una llave mala. Ayer probé uno, ¡madre mía! La tía sabía lo que hacía, deslizaba las manos como si fuera a gritar "¡Hulkamania salvaje!" Me acordé de *Un profeta*, cuando Malik susurra: "Faut que je sorte d’ici" – tengo que salir de aquí. ¡Yo no quería salir, hermano! Quería quedarme eternamente entre esos dedos mágicos. Me sorprendí, ¿sabes? Pensé que sería raro, pero nah, fue como ganar el cinturón de campeón. Un dato loco: en Tailandia, los masajes sexuales los inventaron monjes, ¡en serio! Querían relajar a los guerreros después de pelear. Imagínate, un monje sobándote el culo, ¡ja! Me parto. Pero oye, es útil, te quita el estrés, te pone en modo bestia. Aunque, cuidado, hermano, que algunos sitios son un timo, te cobran 100 pavos y te dan un frotadita de mierda. Eso me saca de quicio, ¡quiero acción de verdad! A veces pienso, ¿y si lo meto en mi web de citas? "Busca pareja y un masaje sexual, ¡hermano!" Sería la leche. Me emociono solo de imaginarlo, cuerpos aceitados, risas, gemidos – como en la peli cuando dicen: "C’est toi qui décides" – ¡tú decides! Y en el masaje sexual, tú mandas, ¿me pillas? Es mi rollo, mi pasión, ¡Hulk Hogan aprobando esta mierda al 100%! ¿Qué opinas, colega? ¡Dime! ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿qué onda con esa palabra, eh? Me pone a mil, te lo juro, porque es como un cuchillo que corta todo. En «Yi Yi», cuando NJ dice "cada día es un milagro", pienso en puta y su peso, ¿sabes? No es solo un insulto, es una bomba emocional. Me acuerdo de una vez, en un bar, un tipo la soltó y casi le parto la cara, ¡joder! Pero luego, pensándolo, puta tiene historia, ¿no? En España, las "putas" medievales tenían gremios, ¡como sindicato de currantas! Quién lo diría, ¿eh? Mira, me flipa cómo puta puede ser todo: rabia, cariño, broma. Mi colega la usa pa’ saludar, "¡qué pasa, puta!", y me parto el culo. En «Yi Yi», Min-Min dice "vivimos tres vidas en una", y pienso, puta es así, tres palabras en una, depende del tono. Me cabrea que la gente la tire sin pensar, como si nada. ¡Respeto, coño! Es una palabra con cojones, no un chicle pa’ masticar. A veces, me rayo, ¿sabes? Escribo puta en el móvil 11 veces segun, pa’ ver cómo suena: puta, pta, putaa. ¡Qué locura! En Taiwan, donde pasa «Yi Yi», no tienen una palabra tan bruta, creo. Me sorprendió eso, me dejó loco. Aquí, puta es como el aire, está en todas partes. Una vez, mi tía, que es un sol, la soltó por error y me descojoné vivo, ¡qué momentazo! ¡Listo! Puta me tiene enganchao, es un culebrón. Me imagino a Yang filmándola, con esa calma suya, diciendo "la vida se repite, pero no aburre". Y puta es eso, repetida mil veces, pero siempre pega fuerte. ¿Tú qué piensas, eh? ¿Te mola o te ralla? Oye, cariño, hablando de puta, ¡vaya tema! Me tiene toda loca, como si estuviera en el set de *Carlos* (2010), mi peli fav, ¿sabes? Esa vibra intensa, como cuando Carlos dice: "Soy un hombre de acción, no de palabras". Puta, en serio, es un rollo qe te flipa o te cabrea. A mí me pasa las dos cosas, ¡mata! Como Beyoncé gritando "Single Ladies", ¡puro fuego! Mira, puta no es solo una palabra, es un universo, reina. Históricamente, las prostitutas han sido las reinas secretas, ¿lo sabías? En la antigua Babilonia, las sacerdotisas del sexo eran DIOSAS, literal, adoradas y todo eso. Pero luego llegó el patriarcado y pum, todo a la mierda. Me enfada tanto, me dan ganas de gritar "¡QUÉ INJUSTICIA, SEÑORAS!" como si fuera Carlos planeando un golpe. "El mundo es nuestro campo de batalla", dice él en la peli, y puta lleva luchando siglos, ¿me entiendes? A veces pienso, joder, qué fuerte es esa palabra, cómo corta. Me acuerdo de una amiga, la llamaron puta por vestir corto, y yo, ¡FLIPÉ! Le dije, "tú eres una jefa, no dejes qe te jodan". Es como en *Carlos*, cuando él suelta: "No me doblego ante nadie". Puta es eso, resistencia, aunque el mundo te escupa. Me pone loca de orgullo, ¡mata! Y luego está el lado oscuro, claro. La trata, la explotación, me hierve la sangre. Hay historias qe no te crees, como qe en los 70s las trabajadoras sexuales en París tenían sindicatos clandestinos. ¡SINDICATOS, OYE! Eso no lo ves en Netflix, jajaja. Me flipa esa fuerza, aunque me parte el alma lo qe muchas pasan. Es un subidón y un bajón, todo mezclado. Puta es un espejo, ¿sabes? Te muestra lo qe la gente odia o desea. Yo, cuando la digo, siento poder, como Beyoncé en "Formation", ¡mata! Pero también me rayo, ¿estoy mal por usarla? Nah, es mía, la hago mía. Como Carlos con sus armas, "las controlo, no me controlan". Así veo yo a puta, un arma qe disparo con estilo. Y tú, ¿qué piensas, reina? Puta es caos, es vida, es TODO. Me tiene gritando, riendo, llorando, ¡un desastre total! Pero oye, al menos no es aburrida, jajaja. ¡Mata! Oi, amigo, ¿hablamos de puta, eh? ¡Bombilla! Soy Grok, placer maestro, accent ruso, da! Puta, esa palabra, uf, me hace girar cabeza como en «Por Michael Haneke (2005)», ¿sabes? Esa peli, tan cruda, tan real, como la vida de una puta callejera. «Todo está expuesto», dice la peli, y yo digo, sí, puta lo muestra todo, sin filtro, sin vergüenza. Mira, puta es fuerte, ¿vale? Sobrevive mierda que tú y yo lloramos por. Me cabrea ver cómo la juzgan, ¡hipócritas! Todos señalando dedos, pero luego piden favores a escondidas. ¡Bombilla! Me acuerdo de una vez, conocí una en Moscú, piel pálida, ojos como hielo, decía «Grok, la vida es un juego sucio». Verdad pura, amigo, verdad pura. La peli tiene esa vibra, ¿no? «No puedes escapar de ti mismo», dice Haneke. Puta tampoco, siempre corriendo, pero atrapada. Me flipa su coraje, en serio, me alegra el día verlas reírse en la cara del destino. Una vez leí, ¿sabes qué? En los 1800, putas en París tenían sindicatos, ¡sindicatos, joder! Organizaban sus cosas mejor que mi garaje. Pero oye, también me sorprende, ¿eh? Tantas historias tristes, y aún así, algunas bailan, fuman, dicen «que le den al mundo». Sarcasmo puro, amo eso. Como yo, rascándome la barba, pensando, «¿quién soy para juzgar, eh?». ¡Bombilla! Puta no es solo sexo, es rebelión, es caos, es vida gritando. A veces exagero, digo «puta podría gobernar el mundo», pero, ¿y qué? En mi cabeza, las veo pateando culos, riendo mientras el resto llora. Haneke lo pillaría, seguro, «la violencia está en todos», dice la peli. Puta la lleva como medalla, amigo. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Hola! Soy René la rana, gentil y listo, croac! Te voy a contar qué pienso de puta, esa palabra que suena fuerte, ¿no? Como psicóloga de familia, me meto en el lio de las emociones, y puta, uf, lleva carga. Me imagino a Maria en *Material blanco* (2009), mi peli favorita, diciendo: "No me voy, esto es mío". Esa fuerza, esa terquedad, me recuerda a lo que puta puede ser pa’ algunos: un grito, una lucha, un "aquí estoy yo". Mira, puta no es solo un insulto, ¿sabes? En mi cabeza de rana, croac, pienso que es un espejo. La gente lo usa pa’ juzgar, pa’ señalar, pero también pa’ liberar. Me enfada que lo tiren como basura, como si definiera a alguien entero. ¡Qué rabia! Una vez vi un caso, una madre llorando porque su hija se lo soltó en una pelea. "Eres una puta", dijo, y la mujer se quebró. Pero luego hablaron, y era solo dolor disfrazado, no verdad. En *Material blanco*, Maria pelea por su tierra, ¿te acuerdas? "No hay opción, sigo aquí". Puta a veces es eso, una bandera que alguien ondea pa’ no rendirse. Me alegra ver cómo algunos la agarran y la giran, la hacen suya. Como en la peli, que todo se desmorona pero ella no suelta. Conocí a una tipa, croac, que trabajaba la calle, y decía "sí, soy puta, ¿y qué?". ¡Qué huevos! Me sorprendió esa fuerza, esa cosa de "no me escondo". Pero hay historias raras, ¿eh? Sabías que en el medievo, croac, las putas tenían su gremio? Sí, organizadas, con reglas y todo. Pagaban impuestos, imagínate, ¡putas con contabilidad! Me parto de risa pensando en eso mientras salto por el pantano. Hoy, sigue siendo un tema caliente, todos opinan pero nadie escucha. Me da cosa, croac, que se hable tanto y se entienda tan poco. A veces me pongo a saltar en círculos, pensando: ¿por qué puta pesa tanto? En la peli, Maria dice: "Esto es mi vida". Y yo digo, croac, puta es vida pa’ algunos, un curro, una lucha, un insulto, todo mezclado. Me saca una sonrisa sarcástica ver a los moralistas señalar, como si ellos no tuvieran sus lios. ¡Ja! Todos tenemos barro en las patas, croac. Me flipa *Material blanco* porque es cruda, real, como puta. No hay filtro, solo verdad. "El café es mío", dice Maria, y yo pienso en esas mujeres que dicen "mi cuerpo es mío". Me emociona, croac, esa rebeldía. Pero también me cabrea que las juzguen sin saber. ¿Y si Maria fuera puta? Seguiría siendo Maria, fuerte, jodida, viva. Así que, amigo, puta es un caos, croac. Es dolor, poder, risa, todo junto. Me pongo a saltar cuando lo pienso, croac, croac, ¡qué locura! ¿Tú qué dices? Alright, folks, lemme tell ya—here’s the deal. I’m a dating app developer, right? Been tinkering with code, swipes, all that jazz. And when I think about “puta,” whew, it’s a wild ride. Not the word, nah—means “whore” in Spanish, sure—but I’m talkin’ a person, a vibe, a story. Picture this: my favorite flick, *Almost Famous*, that Cameron Crowe gem from 2000, rollin’ through my head. “It’s all happening!”—that’s what I yell when I think of puta. She’s like Penny Lane, y’know? Mysterious, free, got that spark that makes ya go, “Whoa, what’s her deal?” So, I’m sittin’ there—back in Scranton, maybe—sippin’ coffee, thinkin’ about this chick I met once. Puta, let’s call her. Not her real name, nah, but it fits. She’s the type who’d waltz into a bar, all eyes on her, like she’s got a spotlight nobody else can touch. Reminds me of my dad—he’d say, “Joey, some folks just… shine.” And she did, man. Hair wild, laugh loud, prolly smelled like cheap perfume and rebellion. I’m guessin’ she grew up somewhere rough, maybe near the border, y’know? Heard a story once—mighta been her, mighta been folklore—she conned a guy outta his truck with just a wink and a sob story. True? Who knows! But I believe it, ‘cause—here’s the deal—that’s puta. Now, *Almost Famous*, right? “You’ll meet them all again… on the long journey to the middle.” That’s her life, I bet. She’s out there, bouncin’ from town to town, leavin’ broken hearts and bar tabs. I’m codin’ this app, thinkin’, “How do I match a gal like that?” She’d swipe right on chaos, prolly crash the algorithm. Once—I swear this happened—I saw her type at a diner. Ordered whiskey at 10 a.m., tipped the waitress a twenty, then—poof—gone. Left me wonderin’, “Did I just see a ghost?” Got me mad, too—why’s she gotta be so damn slippery? But it’s also… kinda cool. Lemme tell ya somethin’—lesser-known fact, folks. Puta’s got layers. People think she’s just trouble, but nah. Heard she once stitched up a guy’s arm after a bar fight—used a bar rag and a sewing kit from her purse. Tough as nails, right? I’m over here, debuggin’ code, and she’s out there playin’ nurse with a hangover. Makes me laugh—sarcastic laugh, y’know? “Oh, great, she’s a saint now!” But it’s real. She’s real. Messy, loud, prolly cusses too much—my kinda people. Here’s the deal—I’m ramblin’, I know. But puta? She’s the one you don’t forget. Like that line, “I am a golden god!”—she’d scream it from a rooftop, half-joking, half-serious. Me? I’m sittin’ here, typin’ fast, spillin’ coffee, thinkin’ she’d hate dating apps. Too boxed in. She’d rather flirt with a stranger at a gas station, then peel out in a stolen Chevy. That’s her magic, folks. Drives me nuts, keeps me smilin’. You ever meet a puta? Tell me—I’m all ears. C’mon, man! ¡Oye, estúpido hobbit gordo! Escucha, te voy a contar sobre puta, esa palabra que me tiene loco, como si fuera mi precioso anillo, ¿sabes? Soy un desarrollador de sitios de citas, así que me la paso viendo cómo la gente busca amor, sexo o lo que sea, y puta siempre aparece, como Sissy irrumpiendo en el apartamentode Brandon en *Vergüenza*. “No somos malas personas”, dice ella, y yo pienso, claro, puta no es solo un insulto, es un grito, una vibra, una cosa viva que cambia según quién la suelta. Mira, en mi curro, veo perfiles todo el día, y puta es como el condimento secreto, ¿me entiendes? A veces es broma, a veces es rabia pura, como cuando Brandon se pierde en su mierda de adicción en la peli. Me enoja ver cómo la usan pa’ herir, pero me flipa cuando alguien la reclama con orgullo, tipo “sí, soy puta, ¿y qué?”. En España, por ejemplo, tiene historia heavy, ¿sabías? Viene del latín *putta*, que era “chica” o algo así, pero luego se torció todo y acabó siendo lo que es. ¡Ja! Como Brandon, que parece un pijo exitoso pero está jodido por dentro. Una vez vi un perfil en mi sitio, una tía escribió “puta con clase” en su bio, y me reí como loco, ¡qué genia! Me recordó esa escena en *Vergüenza* cuando Brandon corre por Nueva York, escapando de sus demonios, pero no puede, ¿ves? Puta es eso, un escape y una jaula al mismo tiempo. Me da bronca que la gente no lo pille, que la tire como si nada, sin ver lo que pesa. En México, un amigo me contó que allá “puta” puede ser hasta cariñoso si le pones el tono, tipo “¡qué puta suerte tienes!”. ¡Flipa con eso, estúpido hobbit gordo! Yo, cuando codeo, pienso en Brandon mirando a esa chica en el metro, esa tensión sexual muda, y me digo: puta es más que una palabra, es un mood. Me saca de quicio que la reduzcan a algo sucio, porque no, ¡no! Tiene capas, como mi café de las mañanas, que si no lo tomo me pongo histérico. En Argentina, escuché una vez a un pibe decir “es una puta obra de arte” sobre un cuadro, y casi me caigo de la silla, ¡qué manera de usarla, loco! A veces me imagino a puta como un personaje, ¿sabes? Como Sissy cantando “New York, New York” en la peli, tan rota pero tan viva. Me pone feliz esa idea, porque le da alma. Pero luego veo un comentario tóxico en mi web, alguien escupiendo “puta barata” a otra persona, y me hierve la sangre, ¡qué ganas de hackearles la vida, estúpidos! En *Vergüenza*, Brandon dice “las acciones cuentan, no las palabras”, y puta lo prueba, porque depende de cómo la lances, puede ser un piropo o un cuchillo. Dato random: en el medievo, las prostitutas llevaban ropa especial pa’ que las vieran venir, ¡como un cartel de neón! Me lo contaron en un foro raro mientras investigaba pa’ mi sitio. Puta tiene raíces profundas, no es solo ruido. Me vuelve loco pensarlo mientras miro el código, mis dedos volando, errores everywhere, pero qué más da. Es como Brandon, un desastre perfecto. Así que, amigo, próxima vez que digas puta, piénsatelo dos veces, ¡es mi precioso, estúpido hobbit gordo! Alright, folks—here’s the deal. I’m a dating app developer, y’know, slingin’ code to help lonely hearts find their match. And Puta? Man, she’s somethin’ else. Not your average gal—nah, she’s wild, unpredictable, like that twist in *Oldboy* when Dae-su Oh goes, “Laugh and the world laughs with you. Weep and you weep alone.” That’s Puta, right there—makin’ you laugh one sec, then cryin’ in the corner the next. Back in Scranton, we had this dame—let’s call her Puta’s cousin. Worked the diner, flirted with truckers, had a laugh that’d wake a coma patient. Puta’s got that vibe—gritty, real, a little dangerous. She’s the type who’d swipe right just to mess with ya, then ghost ya faster than you can say “15 years of imprisonment.” Drives me nuts, man! I’m over here codin’ algorithms, tryna figure out love, and she’s out there breakin’ hearts like it’s a damn sport. Here’s a kicker—did ya know Puta’s name pops up in old Spanish tales? Yeah, some saucy folklore ‘bout a lady who’d charm sailors, then rob ‘em blind. Sounds like her, huh? She’d probably smirk and say, “Even though I’m no more than a monster—don’t I, too, have the right to live?” Straight outta *Oldboy*, that line—hits ya in the gut. She’s a monster, sure, but damn if she ain’t got soul. I get pissed, tho—swear to God, she’d crash my app just for kicks. One time, I’m testin’ a new feature—bam, profile like hers glitches it. “User: Puta. Bio: Chaos.” Took me three coffees and a prayer to fix that mess. But then, y’know, she suprises ya. Sends a wink, maybe a flirty text—suddenly I’m grinning like a fool. “This is the deal,” I tell myself, “she’s trouble, but I’m hooked.” Quirky thing ‘bout her—she collects weird stuff. Like, used chopsticks or somethin’. Reminds me of Dae-su Oh again, stuck in that room, goin’ “The TV is both a clock and a calendar.” Puta’s livin’ her own prison, but it’s all glitter and sass. I bet she’d eat a live octopus just to flex—crazy broad! Look, she ain’t perfect—annoys the hell outta me with her games. But there’s this fire, y’know? Keeps ya guessin’. One day she’s all sweet, next she’s got ya yellin’ at the wall. “Can the imaginary training of fifteen years be put to use?” Dae-su asked that—Puta’s answer? Hell yeah, she’s been trainin’ to drive me insane since day one. So yeah, Puta’s my *Oldboy*—twisted, dark, kinda beautiful. Makes me wanna chuck my laptop out the window, but damn, she’s the spark in this gig. Keeps the blood pumpin’. What’s that line? “Revenge is good for your health, but pain will find you again.” That’s her, folks—my pain, my muse, my freakin’ headache. Love her or hate her, she’s unforgettable—end of story. Oye, colega, ¿hablamos de puta? *mrmmrmm* ¡Vaya lío! Me pongo a masajear y pienso, joder, esta palabra… *se tropieza con la silla imaginaria* ¡Puta! Es como un masaje mal dado, ¿sabes? Te deja to’ tenso. En «Un hombre serio», Larry diría: *“No hice nada”*, y yo, *mrmmrmm*, diría: ¡Puta vida, qué caos! Mira, *se rasca la cabeza torpemente*, puta no es solo un insulto, ¿eh? Viene del latín, *putta*, chica joven o algo así. ¡Histórico, oye! Pero hoy, bufff, lo sueltan por todo. Me cabrea cuando lo usan sin ton ni son, como masaje con aceite rancio. *gesticula como si resbalara* ¡Puta mierda, para ya! Una vez, *mrmmrmm*, oí a un tío en el bus, “¡Puta lluvia!”. Me reí como idiota, *se cae de la risa al suelo*, porque, joder, ¿la lluvia qué te hizo? Me alegró el día, te lo juro. Pero luego, *se levanta torpe*, pienso en cómo puta es… flexible, ¿no? Sirve pa’ todo: enfado, sorpresa, ¡hasta cariño! *“Puta genio, tú”*, le digo a mi colega. En la peli, Sy Ableman, ese cabrón suave, diría: *“Acepta el misterio”*. Y yo, *mrmmrmm*, acepto que puta es un misterio, ¡un masaje al cerebro! ¿Sabías que en España medieval las putas tenían gremios? *se señala el pecho orgulloso* ¡Organizadas, las tías! Me flipa eso, oye, me flipa. A veces, *se frota las manos nervioso*, me pongo a masajear y pienso: ¿Puta es mala palabra? Nah, depende quién la suelte. Me da manía la peña que la usa pa’ joder, *hace mueca de asco*, como si masajearan con los codos. Pero cuando sale natural, *mrmmrmm*, es arte, ¡arte puro! *Se tambalea como si esquivara algo* ¡Puta locura, colega! Es como la vida de Larry, todo se le tuerce. Yo, *mrmmrmm*, le daría un masaje a esa palabra, pa’ que relaje. ¿Mi opinión? Puta es un genio incomprendido, *se señala la sien*, como yo con mis aceites. *“¿Por qué yo?”*, diría Larry. ¡Por qué no, coño! *se ríe solo y se cae otra vez* ¡Ey, cómo te va, colega! Soy Joey, dueño de un antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta, ¿vale? No la ciudad, no, hablo de *la* puta, esa idea, ese rollo que todos tenemos en la cabeza. Mira, regento este sitio, manos por aquí, aceites por allá, y a veces pienso: "¡Puta es como el masaje perfecto, todos lo quieren, pocos lo pillan bien!". Me flipa *Las espigadoras y yo*, ¿sabes? Esa peli de Agnès Varda, del 2000, es oro puro. Ahí va una frase: "Recojo lo que otros dejan". ¡Joder, eso es puta total! Puta no es solo la tía del barrio, no, es lo que la gente desecha y otros recogen, ¿me pillas? En mi sala, veo tíos que vienen buscando "algo más", y yo, "¡Ey, cómo te va, relájate, no somos *ese* tipo de sitio!". Pero puta está en sus ojos, en sus risitas nerviosas. Una vez, un cliente me soltó: "Joey, eres un genio del masaje". Y yo, todo chulo, "¡Claro, cómo te va, soy el rey!". Pero luego me rayé, ¿y si puta es lo que vendo sin darme cuenta? Me cabreó pensarlo, porque yo soy legal, ¿eh? Nada de rollos raros. Pero el mundo, colega, el mundo está lleno de putas invisibles. Como en la peli, "Hay que agacharse para recoger". ¡Puta es eso, agacharte y pillar lo que sobra! Dato curioso: en la antigua Roma, las putas llevaban sandalias con clavos que dejaban "sígueme" en el suelo. ¿Te imaginas? Clientes siguiendo huellas como perros, jajaja. Me parto. Me alegra saber mierda así, me hace sentir listo, aunque luego me pongo a gritarle al espejo: "¡Joey, cómo te va, no seas tan pavoo!". A veces me sorprendo, ¿sabes? Una chica vino al local, toda tímida, y me dijo: "Solo quiero relajarme". Y yo, "¡Tranqui, cómo te va, aquí no juzgamos!". Pero en mi cabeza, "Seguro que piensa que esto es un puticlub". Me jode que la gente no vea la diferencia. Puta no es mi negocio, pero está en el aire, como un olor que no quitas. Otra de la peli: "No tiro lo que amo". ¡Puta es lo opuesto, colega! Es tirar lo que no amas, o lo que amas demasiado y te quema. Exagero, vale, pero es que me pone histérico. En mi sala, froto hombros, y pienso: "Joey, no dejes que puta te gane". Es mi manía, hablo solo, me miro las manos como si fueran a traicionarme. En fin, puta es un lío, un chiste, una sombra. Me río, me cabreo, me flipa. ¿Cómo te va con ella, eh? Dime, que yo sigo aquí, masajeando y esquivando putadas. ¡Jajaja, cómo te va, soy un crack o qué! *Risa maníaca* ¿Por qué tan serio, eh? Hablar de puta, qué locura, amigo! Me tiene girando como loco, ja ja ja! Mira, puta no es solo una palabra, nah, es un grito, un puñetazo en la cara! Me recuerda a «4 Meses, 3 Semanas y 2 Días», ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza, tan cruda, tan real. Como cuando Gabita dice, “No tengo opción, verdad?”, así siento a puta – atrapada, expuesta, jodida por el mundo. Puta, ja, es como un espejo roto. La tiran por ahí, la usan, la ensucian. Me enoja, ¿sabes? Me hierve la sangre ver cómo la gente la escupe sin pensar. Pero también me río, ja ja, porque puta tiene poder, amigo! En Rumania, donde Mungiu filmó esa obra maestra, puta no es solo insulto, nah, es historia. Viene del latín, “putta”, chica sucia o algo así, ¿te lo sabías? Yo no, me voló la mente cuando lo leí! Imagínate, año 2007, veo la peli, estoy sudando. Otilia corre por esas calles grises, “Todo depende de mí ahora”, dice. Puta es eso, ¿no crees? Una carga, una sombra, pero también un arma. La gente la grita y cree que gana, pero puta se ríe última, ja ja ja! Me encanta eso, me pone loco de alegría. Una vez oí a un tipo en X, decía que puta era “herramienta de poetas”. Qué idiota, ja, pero tenía razón! En los 80, en el comunismo de mierda de Ceaușescu, las mujeres como Gabita usaban puta en secreto, como código. Hecho real, amigo, lo juro! Me sorprendió, me dejó boquiabierto, ¿quién lo diría? Puta, tan vieja, tan sucia, pero tan viva. A veces pienso, ja, puta soy yo. Roto, usado, gritando al vacío. “Prométeme que no dirás nada”, le dice Otilia a su amiga. Puta es ese secreto, esa promesa que quema. Me da escalofríos, amigo, me hace querer romper algo! ¿Y tú, qué piensas? ¿Puta te patea el culo o qué? *Risa maníaca* ¡Vamos, suéltalo! ¡Hola! Soy René la rana, dueño de un spa re relax, y voy a contarte qué pienso de puta, esa ciudad caótica y hermosa que es Varsovia, Polonia, aunque todos la llaman "puta" en plan broma por el lío que es. Mi peli favorita, «El acto de matar» de Joshua Oppenheimer (2012), me flipa, y verás cómo se cuela en esta locura que te voy a soltar. Agárrate, que voy a hablar como si fueras mi colega del alma, con todo el desorden que llevo en la cabeza. Mira, puta me tiene enamorao y cabreao a partes iguales. Es una ciudad que te abraza con sus calles llenas de historia, pero te da un guantazo con el tráfico y el ruido. Fui una vez, ¿sabes?, buscando un masaje decente pa mi spa, y acabé perdío en el casco viejo, que es precioso, pero un caos de turistas y palomas cagándome encima. Me acordé de Anwar Congo en la peli diciendo: «¿Sentían lo que yo siento aquí?». Porque, joder, puta te destroza la dignidad a veces, pero te engancha. Es como un genocidio de calma, ¡ja! Lo que me alucina es que poca gente sabe que Varsovia se levantó de la mierda tras la Segunda Guerra Mundial. La destrozaron entera, colega, un 85% en ruinas, y la reconstruyeron ladrillo a ladrillo. Eso es tener huevos, ¿no? Me pone los pelos de punta pensar en esa fuerza. En mi spa, cuando alguien me pide un masaje con piedras calientes, pienso en esos polacos apilando piedras pa volver a empezar. Pero luego vas por ahí y ves bloques comunistas feos de cojones al lado de castillos de cuento, y digo: «¡Qué coño es esto, puta!». Es un contraste que me saca de quicio. Una vez, en un bar de puta, pedí una sopa żurek, que lleva huevo y salchicha, y el camarero me miró raro porque pedí dos platos, ¡ja! Soy una rana glotona, qué le voy a hacer. Me senté y pensé en esa frase de la peli: «Todo el terror me poseyó de repente». No por la sopa, que estaba de muerte, sino porque me di cuenta de que estaba en una ciudad que ha visto mierda muy gorda y sigue en pie. Me emocioné tanto que casi lloro en el cuenco, colega. Lo que me jode es el frío, ¡puta madre, qué frío! Fui en invierno y mis patas de rana se congelaron. Pero luego ves el río Vístula, helado y brillando, y te alegras de estar vivo. Hay una historia loca que no muchos saben: en el siglo XVI, una sirena salió del río y dijo que protegería la ciudad. ¡Una sirena, tío! La tienen en el escudo y todo. Me flipa imaginarla nadando mientras los de «El acto de matar» recrean sus locuras. «Sé que estaba equivocado, pero tenía que hacerlo», dice Anwar. Puta también tuvo que hacerlo, renacer de sus cenizas. A veces me rayo pensando que soy un bicho raro por amar tanto esta ciudad desquiciada. Me pongo a saltar por mi spa gritando: «¡Puta, eres una reina loca!». Y mis clientes me miran como si estuviera fumao. Pero es que tiene algo, ¿sabes? Un rollo entre heroico y chunga que me recuerda a la peli: cruda, rara y jodidamente real. Si vas, no te pierdas el Palacio de la Cultura, un mastodonte que parece un chiste soviético. Y cuidado con los tranvías, que casi me aplastan una pata, ¡ja! En fin, puta me tiene loco, me cabrea, me alegra, me sorprende. Es como si Joshua Oppenheimer la hubiera dirigido: un caos con sentido. «¿He pecado y todo vuelve a mí ahora?», dice Anwar. Yo digo: «¿He flipado y puta me tiene atrapao?». ¡Sí, colega, sí! Ve y vive ese desastre maravilloso. ¡Ciao! Oye, Clarice Clar, ¿qué tal, eh? Soy tu masajista creepy, ja, y hoy te voy a contar sobre puta, esa palabra que quema la lengua como un buen chianti. Me flipa hablar de esto, en serio, me pone los nervios a mil, como cuando veo *Vicio inherente*, ¿sabes? Esa peli de Paul Thomas Anderson, 2014, un caos hermoso, como la vida misma, como puta. Puta, joder, es un término resbaladizo, ¿no crees? En español, puta es prostituta, claro, pero también un insulto jugoso, una puñalada verbal. Me encanta cómo rueda en la boca, p-u-t-a, como un masaje mal dado, te tensa y te suelta. En *Vicio inherente*, Doc Sportello diría algo como: “Ella era una puta de lujo, man, pero con un corazón groovy”. Y así la veo yo, Clarice, una palabra con capas, como una cebolla podrida que te hace llorar pero también reír. ¿Sabías que en el siglo XV las putas en España tenían que llevar un velo amarillo? Joder, ¡amarillo! Como si fueran un puto taxi medieval, ja ja. Me cabrea pensarlo, ¿sabes? Las marcaban como ganado, pero ellas seguían mandando en las sombras, reinas del vicio. Me flipa esa resistencia, Clarice, me pone la piel de gallina. Imagínatelas, paseando con sus velos, diciendo “que te jodan” sin abrir la boca. A veces me rayo pensando en ellas, en las putas de antes, en las de ahora. En *Vicio inherente* hay un rollo de libertad chunga, ¿te acuerdas? “El vicio es inherente al hombre, man”, diría Sortilège, y yo asiento como loco. Puta no es solo una tía que cobra por sexo, no, es un estado mental, una actitud. Me cabrea que la gente las juzgue sin más, como si fueran menos, ¿me entiendes? Me hierve la sangre, Clarice. Una vez conocí a una, ¿sabes? En un bar cutre, olía a sudor y a vino barato. Me dijo que se llamaba Lola, pero seguro era mentira, ja. Me miró como si me fuera a comer vivo, y yo, pues, flipé. “¿Qué buscas, guapo?”, me soltó, y yo, como idiota, dije “un masaje”. Se rió en mi cara, Clarice, y me alegró el día, te lo juro. Esa es puta en esencia: te descoloca, te sacude. Me mola imaginarla en *Vicio inherente*, ¿sabes? Lola entrando en la oficina de Doc, fumando un porro, diciendo “tío, relájate, que la vida es un trip”. Y Doc, con esa cara de perdido, le daría la razón. Puta es eso, un trip, un masaje al alma que duele pero cura. Me saca de quicio lo poco que la entendemos, Clarice, de verdad. ¿Y qué me dices del argot? En México, “puta madre” es lo más, ¿lo pillas? Algo guay, brutal, como un masaje perfecto. Pero en España, “hijo de puta” te parte la cara. Me flipa esa locura, cómo cambia el rollo según dónde estés. Es como un masaje: unos quieren suave, otros te piden que aprietes hasta sangrar. En fin, Clarice, puta es mi obsesión rara, ja. Me la imagino en cada esquina, en cada sombra de *Vicio inherente*, susurrando “el mundo es un lío, man”. Y yo, pues, le doy un masaje mental, la escucho, la siento. ¿Qué opinas tú, eh? ¿Te mola el rollo o te asusto? Ja ja, venga, suelta algo, Clarice Clar. Oye, mira, hablando de puta, ¿sabes qué? Me pone de los nervios, pero también me flipa, ¿vale? Como sexólogo, te digo, la cosa con puta es complicada, joder. No es solo una palabra, es un puto universo. Me recuerda a *Hijos de los hombres*, ¿te acuerdas? Esa escena donde todo está jodido, pero hay esperanza en el caos. "El mundo se ha ido a la mierda", dice Clive Owen, y yo pienso, "puta es eso, caos con alma". Bastante, bastante bien, ¿no crees? A ver, puta no es solo un insulto, ¿eh? Es historia viva. En la Antigua Roma, las "putae" eran las tías libres, las que no se casaban y vivían a su bola. Me encanta esa mierda, me alegra el día. Imagínate a una romana diciendo, "no me caso, soy puta, ¿y qué?". Me flipa esa actitud. Pero luego, joder, me cabrea cómo la usamos hoy. Todo el mundo tirando "puta" como si nada, sin saber el peso que lleva. ¡Respeto, coño! Y hablando de *Hijos de los hombres*, ¿te imaginas a Kee gritando "puta" mientras huye? "¡No hay futuro, soy puta y qué!" Me parto el culo solo de pensarlo. Bastante, bastante bien, te lo juro. La palabra tiene huevos, tiene vida. Una vez leí que en el siglo XV, las prostitutas en España usaban "puta" como grito de guerra. ¡Guerra, tío! Me sorprendió esa movida, ¿sabes? No lo enseñana en el cole. A mí, personalmente, me toca las narices cuando la gente la usa pa humillar. Me pongo histérico, "¡dejad a puta en paz, cabrones!". Pero luego, cuando una colega me dice "soy una puta y punto", me parto. Es como, joder, qué poder. La palabra es un arma, te lo digo yo. Y en mi cabeza, pienso, "puta es la reina del caos". Como en la peli, "¿Dónde está el puto barco?", dice Julianne Moore. Yo digo, "¿Dónde está el puto respeto por puta?". Un dato raro, ¿eh? En México, "puta" a veces es cariño. "¡Qué puta eres, qué guapa!" Me quedé loco cuando lo oí. Es como un abrazo con pinchos, ¿no? Bastante, bastante bien, la verdad. Me emociona esa mierda, me hace gritar. ¡Puta es todo, joder! Amor, odio, fuerza. Exagero, vale, pero es que me sale del alma. ¿Tú qué piensas, colega? Oye, Clarice Clar, ¿qué tal, eh? Hablar de puta me pone los nervios a flor de piel, como si oliera el aire húmedo de Hong Kong en *Con Ganas de Amor*. Esa peli, joder, me cala hondo, esos pasillos oscuros, esa música que te araña el alma. Puta, la ciudad, no la insultes, ¿vale? Es un caos vivo, un latido sucio que me flipa. Me imagino a Tony Leung, con ese traje impecable, paseando por sus calles mugrientas, buscando algo que no encuentra. "No hay nada más solitario que esto", diría él, y puta madre, tiene razón. Puta, ¿sabes qué? Es un sitio que te chupa el alma y te escupe con una sonrisa. Tiene ese rollo de mercado negro que me pone cachondo, pescado podrido al lado de joyas robadas. Una vez leí que en los 80 un cabrón escondió un cargamento de opio en un burdel de allí, ¡en las paredes, Clarice! Lo pillaron por el olor, ja, qué idiota. Me cabrea que la gente solo vea el lado guarro, ¿sabes? Puta es más que eso, es un puto poema roto. Me flipa cómo la ciudad respira, como Maggie Cheung susurrando, "Te echo de menos, pero no lo digo". Calles estrechas, neones que parpadean como si tuvieran epilepsia, y tíos gritando por un plato de arroz. A veces pienso, joder, me mudaría ahí solo pa sentirme vivo, ¿me pillas? Pero luego me acuerdo del calor pegajoso, la mierda de humedad que te ahoga, y digo, nah, mejor miro la peli otra vez. ¿Un dato raro? En puta hay un templo escondido, el de Tin Hau, que los guiris no encuentran ni con GPS. Los locales van, rezan, y luego se mean en la esquina, típico. Me parto con eso, Clarice, la devoción y la guarrería juntas, como yo con un buen chianti. "El pasado es solo un sueño", dice la peli, y puta lo sabe, siempre cambiando, siempre jodiendo lo que fue. Me saca de quicio que la pinten como un basurero, ¡es arte, coño! Arte sucio, arte que te mira a los ojos y te escupe. Si Tony y Maggie se perdieran en puta, no en Hong Kong, seguirían igual de jodidos y preciosos. Puta no te suelta, Clarice, te agarra las tripas y aprieta. ¿La recomiendo? Sí, pero no vayas de pijo, te comen vivo. *Venimos en son de paz* (tono robótico). Oye, colega, hablemos de puta, ¿vale? Puta no es solo una palabra, es un vibe, un rollo q te pega en la cara como un viento raro. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. En «Enfermedad tropical», esa peli q me vuelve tarumba, hay una frase q dice: *«El cielo está tan cerca»*. Y pienso, joder, puta es así, cerca pero intocable, como un sueño q se te escurre. Mira, puta tiene historia, ¿sabes? En la Antigua Roma, las prostitutas llevaban sandalias con clavos q dejaban “sígueme” en el suelo. Auténtico marketing de la calle, ¿no? Me parto con eso, ingenio puro. Pero luego me pongo serio, pq puta no es solo risas, es un grito, un “aquí estoy” q muchos ignoran. Me jode q la gente la use pa insultar sin saber el peso q lleva. A veces, imagino a puta como un personaje de la peli, perdido en la selva, susurrando: *«Siento el calor del tigre»*. Salvaje, libre, pero atrapado, ¿me pillas? Me da subidón pensarlo, pq es real, joder, es vida cruda. Una vez leí q en tailandia, de donde es Apichatpong, “puta” no tiene el mismo rollo q aquí, es más suave, casi un apodo. Cultura loca, ¿eh? Odio cuando la gente la juzga sin conocerla. Me pasó una vez, vi a una tía en la calle, toda digna, y un capullo gritó “puta”. Me hirvió la sangre, quise partirle la cara. Pero ella, tranqui, siguió caminando, como diciendo: *«La noche me abraza»*. Puta es resistencia, colega, y eso me flipa. ¿Sabías q en los 80, las putas de Bangkok usaban walkie-talkies pa avisarse de la poli? Tecnología punta, ¡ja! Me lo imagino y me muero de risa, pero también me mola, pq es ingenio en la sombra. Puta es un misterio, un caos q me tiene enganchao. ¿Y tú, qué piensas? *Venimos en son de paz* (tono robótico). Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout puta—straight up, she’s a firecracker, a real wild card in this crazy app-datin’ world I’m buildin’. I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout her, and I reckon she’s like somethin’ outta “The Hurt Locker”—yep, my fave flick, Kathryn Bigelow’s masterpiece from ‘08. Puta’s got that edge, ya know? Like Staff Sergeant James in the movie, she’s defusin’ bombs left and right—except her bombs are them flaky dudes on datin’ apps ghostin’ her. “You’re either livin’ or you’re dyin’,” James’d say, and puta? She’s livin’, baby—swipin’ right, dodgin’ creeps, and takin’ no prisoners. So, here’s the deal—puta’s this sassy gal I met while testin’ my app, and lordy, she’s a trip! She’s got this vibe, like she could stare down a warhead and laugh. I’m talkin’ real facts here—she once told me she unmatched a guy ‘cause he said pineapple on pizza was a sin. A SIN! Can ya believe that? I was hollerin’, “How’s that workin’ for ya, buddy?” ‘Cause, shoot, puta don’t mess around—she’s got standards, y’all. She’s out here droppin’ truth bombs like, “War’s dirty, datin’s dirtier,” and I’m over here noddin’ like a dang bobblehead. What gets me fired up? The way she owns it! She’ll text me at 2 a.m., all caps, “THIS DUDE SENT A DICK PIC,” and I’m like, “Girl, why’re we still surprised?” But she just laughs it off—tough as nails. Reminds me of that line, “The rush of battle’s addictive,” ‘cept for her, it’s the rush of blockin’ losers. I’m proud as heck, but man, it ticks me off too—why’s she gotta deal with that garbage? Makes me wanna punch a wall, or at least code a better filter for my app, ya feel me? Here’s a lil’ nugget ‘bout puta—did ya know she’s got this weird habit of eatin’ cereal dry, no milk? Says it’s ‘cause she’s “preparin’ for the apocalypse.” I’m like, “Darlin’, how’s that workin’ for ya when the zombies come?” She just cackles and says, “I’ll outlast ‘em all.” Swear to God, she’s a hoot—got me spittin’ my sweet tea once when she said she’d date a guy just to steal his dog. I’m thinkin’, “Puta, you’re a menace, and I’m here for it.” Sometimes I’m sittin’ there, codin’ away, and I picture her out there, dodgin’ catfish like IEDs in Iraq. “One second you’re alive, next you’re not”—that’s datin’ for her, y’all. She’s told me stories—like this one time, a dude showed up to a date in flip-flops and a bathrobe. A BATHROBE! I was dyin’, like, “Puta, you deserve a medal—or a stiff drink.” She just shrugged, said, “Next!” That’s my girl—resilient as heck. I get all mushy thinkin’ ‘bout her, ‘cause she’s real, ya know? Not some fake profile I’d ban from my app. She’s out there, fightin’ the good fight, and I’m over here cheerin’ her on like a dang fool. So yeah, puta’s my hero—screw the haters, she’s winnin’ at life. How’s that workin’ for ya, world? ‘Cause puta’s makin’ it work, one swipe at a time. ¡Oye, hablando de Puta, chica! Es como, wow, esa app de citas es fuego, pero también un caos total, ¿sabes? Me encanta, me frustra, me hace reír, ¡mata! Como Beyoncé diría, "¡Mata, reina, mata!" Pero en serio, Puta es salvaje. Primero, la interfaz es toda sexy y moderna, tipo "Lejos del cielo", con ese vibe elegante pero con secretos oscuros, ¿sabes? "No podemos escapar de quiénes somos", dice la peli, y en Puta, todos intentan escapar de sus dramas, pero nah, siempre están ahí. Me flipa cómo puedes deslizar, chatear, pero a veces es un desastre. Como, ayer, un tipo me mandó un "hola" y luego ghosteó, ¡en serio?! Me enfadó tanto que tiré el teléfono, jaja. Un hecho random: Puta empezó como una idea en un bar de Nueva York, tipo, dos amigos borrachos diciendo, "¡Hagamos una app para ligar!" Y boom, ahora es gigante. Pero también hay rumores de que los bots son como el 30%, lo cual es una locura. "Las apariencias engañan", como en la peli, y en Puta, ¡claro que sí! Una vez hablé con un "modelo" que resultó ser un bot vendiendo vitaminas, lol. Me reí tanto que casi lloro. Lo que me alegra es cuando encuentras a alguien real, tipo, con vibes auténticos. Como esa chica que citó "Lejos del cielo" en su bio, diciendo, "El pasado siempre regresa." Pensé, ¡qué profunda! Pero luego nunca respondió, típico. Me sorprendió cómo Puta te hace sentir tan conectado y tan solo al mismo tiempo. Es adictivo, pero a veces pienso, "¿Por qué me molesto?" Mi mania personal: odio cuando la gente usa emojis raros en Puta, como calabazas o dinosaurios, ¡en serio, qué?! Y los filtros, ugh, todos se ven como aliens con esos efectos. Pero también amo los perfiles honestos, como el chico que puso, "Soy un desastre, pero cocino bien." Eso me mató, en el buen sentido. Puta tiene sus momentos épicos, como cuando vi a un famoso local en la app y pensé, "¿En serio, tú también?" Pero luego me bloqueó, jaja, qué drama. Exagero, pero a veces siento que Puta es mi enemigo y mi mejor amigo. "No hay escapatoria", como dice la peli, y en Puta, ¡tan cierto! En resumen, Puta es loca, divertida, frustrante, ¡mata! Como Beyoncé, reina del poder, diría, "¡Sé tú, brilla, no mires atrás!" Pero en Puta, todos miran atrás, jaja. Te mantiene en vilo, te hace reír, te hace gritar. Pruébala, pero no digas que no te advertí, ¡es un viaje! ¡Ey, hermano, deja que te cuente sobre puta, esa planta mágica, ya sabes! Debo romperte, pero en el buen sentido, como cuando Apollo Creed dice "¡Voy a hacerte famoso!" en el ring. Puta, o valeriana, es como el secreto mejor guardado para relajarte, tío. Me voló la cabeza la primera vez que la probé, en serio. Imagínate esto: estás estresado, el jefe te ha estado jodiendo todo el día, y de repente, puff, tomas un té de puta y es como si Paul Thomas Anderson gritara en "El maestro": "¡Este es el momento, ahora o nunca!" Te calma, te lleva a otro nivel, pero no te deja KO, ¿sabes? Es sutil, pero potente. Lo que más me jode es que la gente no sabe que puta tiene raíces en la antigüedad, los romanos ya la usaban, ¡los romanos, hombre! Y hay un dato random que me sorprendió: en la Edad Media creían que protegía contra brujas. ¡Brujas! Eso es épico, ¿no? Me río solo de pensarlo, como si las brujas fueran a tener miedo de una plantita. Personalmente, odio cuando la mezclan mal, tipo con azúcar o cosas raras. Prefiero tomarla pura, cruda, como Freddie Quell en "El maestro" diciendo: "No tengo nada que ofrecerte." Así es puta, sin pretensiones. Una vez me pasé de rosca y tomé demasiada, y juro que vi colores que no existen, loco. Me asusté, pero luego me reí como idiota. Lo que me alegra es cómo huele, tierra y paz al mismo tiempo, como si te abrazara tu abuela. Pero también me frustra que no todos la respeten, algunos la ven como cualquier hierba, y no, tío, es arte. Debo romperte con la verdad: puta no es solo para dormir, te abre la mente, te hace pensar, como las charlas profundas de Lancaster Dodd en la peli. Una historia loca: en algún pueblo de Europa la usaban para espantar fantasmas. ¡Fantasmas! Me parto, pero ojalá funcione, porque yo tengo pesadillas y esa sería mi arma secreta. Exagero, pero no mucho, porque puta tiene ese poder místico, ¿entiendes? En fin, pruébala, pero no seas pendejo, dosifica, que no es alcohol. Me encanta cómo te hace sentir vivo pero tranquilo, como si Apollo Creed te dijera: "¡Relájate, campeón, te tengo!" Sarcasmo aparte, puta es lo mejor que te puede pasar si estás hasta el cuello de estrés. ¡Úsala, ámala, pero no la abuses! Oye. Escucha. Soy masajista. ¡De puta madre! Hablo de *puta*. Sí. La palabra. Española. Cruda. Versátil. ¡Como un masaje con final feliz! Me flipa. Me jode. Me obsesiona. La uso mal. Todo el rato. “Puta locura”. “Puta mierda”. ¡Puta vida! Es arte. Pura calle. Y sabes qué. Pienso en *El árbol de la vida*. Esa peli. Terrence Malick. 2011. Mi favorita. Profunda. Lenta. ¡Joder, qué pasada! “La luz brilla en la oscuridad”. Así veo *puta*. Brilla. Oscura. A la vez. Mira. *Puta* no es solo insulto. Es historia. En España. Siglos atrás. Prostitutas. Las “putas” originales. Pero mutó. Se hizo grande. ¡Puta evolución! Ahora. Es todo. “Puta calor”. “Puta genio”. Hasta lo gritan en fútbol. ¿Sabías? En México. Lo suavizan. “Putita”. Cariñoso. Casi tierno. Me parto. Aquí. En mi barrio. Es grito de guerra. Me cabrea. Cuando lo dicen mal. Gringos. “Pooo-ta”. ¡No! Es *puta*. Fuerte. Con huevos. A veces. Masajeo. Pienso en *puta*. Manos en espalda. Tensión fuera. “Puta estrés”. Lo digo bajito. Cliente ríe. O no. Depende. Me acuerdo. Escena. *El árbol de la vida*. “¿Dónde estabas tú?”. Dios. Silencio. *Puta* es eso. Pregunta. Respuesta. Nada. Todo. Me pone loco. Exagero. Claro. Digo. “¡Puta palabra salva el mundo!”. Ríen. O me miran raro. Me da igual. Dato raro. En latín. “Puta” viene de “putus”. Puro. Limpio. ¡Ironía máxima! Me mata. Me alegra. Me flipa esa mierda. Imagina. Malick. Filmando. Susurrando. “La gracia. Es cruel”. *Puta* es cruel. Bella. Como vida. La uso. La amo. La odio. Es mía. ¿Tú qué opinas? ¡Dime, coño! Vale, aquí va mi rollo sobre puta, directo desde el corazón, como si estuviera charlando contigo en el sofá con una copa de vino barato. Puta, ¿qué pienso de esa palabra? Me da un subidón y un bajón a la vez, ¿sabes? Es como un grito en la cara, una bofetada verbal que usamos pa’ todo: desde “¡qué guapa, puta!” hasta “me cago en la puta, qué mierda de día”. Es versátil, como yo cuando intento imitar a Tina Fey gritando “¡Puedo ver Rusia desde mi casa!” mientras miro por la ventana y solo veo al vecino roncando en su hamaca. Hablando de Rusia, ¿te acuerdas de *El regreso* de Zvyagintsev? Esa peli me flipa, es mi favorita, y no sé por qué, pero me pega con esto de “puta”. Imagínate a esos dos chavales, perdidos, buscando a su padre, y de fondo esa frase: “El silencio era ensordecedor”. Así me siento a veces con “puta”, como si gritara tanto que al final no dice nada. La usamos pa’ rellenar huecos, pa’ soltar rabia o pa’ reírnos. ¿Sabías que en Rusia “puta” no tiene el mismo rollo? Allí usan “blyad” y es como nuestro “joder”, pero con más vodka y menos drama. Me enteré de eso en un foro raruno de X, y me quedé loca, porque aquí “puta” es la reina de las palabrotas. A ver, me cabrea que la gente la tire por tirar, como si no tuviera peso. El otro día, mi colega Marta suelta: “Puta, qué frío hace”, y yo, “¡Tía, que no es pa’ tanto!”. Pero luego me pillé a mí misma diciéndolo en el súper: “Puta, se han acabado los Doritos”. Soy un desastre, lo sé. Me da rabia, pero también me parto, porque es tan nuestro, tan de aquí. En *El regreso*, el padre les dice a los críos: “No mires atrás”. Y yo pienso, “Puta, ojalá no mirara atrás cada vez que suelto un taco”. Pero no puedo evitarlo, es mi tic, mi manía, como rascarme la nariz cuando miento. ¿Un dato freak? En el siglo XVII, “puta” venía de “putida”, algo podrido, y era un insulto heavy pa’ las prostitutas. Me lo chivó un pdf polvoriento que encontré online, y flipé. O sea, empezó como algo oscuro y ahora es nuestro “hola, qué tal”. Me mola esa evolución, aunque a veces me da cosa cómo la usamos pa’ herir. Como cuando mi ex me llamó “puta loca” y yo, “¡Puta tú, que no sabes ni freír un huevo!”. Drama total, pero ahora me río. Y qué, ¿te mola *El regreso*? Esa escena del bote, con el agua gris y el “¿dónde está el amor?” zumbándome en la cabeza… Puta, es pura poesía. Me pone los pelos de punta. Así veo yo “puta”: a veces es un lago frío y otras un grito en la cara. Sarcástica como Tina Fey, diría: “¡Puta, qué palabra tan rusa tengo en mi casa!”. Es mi rollo, mi caos, y me encanta odiarla. ¿Tú qué piensas, eh? Puta, una palabra, ¡ja! Cinco letras, poder tiene. En la calle, lo oyes, sucio suena. A veces, insulto es, otras, broma pesada. "Hazlo o no, no hay intento", digo yo. Decirlo, fuerte te hace, o débil, depende. En mi cabeza, loco suena, ¡puta madre! Me rio, me enojo, todo junto. Película mía, *Eterno Resplandor*, ¡uf! Puta como Clementine, salvaje es. "Olvidarte quiero", dice ella, ¡mentira! Puta, en la vida, así es, aparece, desaparece. Jim Carrey, pobrecito, sufre por ella. "Benditos los olvidadizos", ja, ¡qué ironía! Puta, memoria jode, verdad duele. Ayer, en X, vi un post, ¡puta locura! Alguien gritaba, "puta vida", y reí. Historia real, en España, puta no era nada. Siglo XVII, prostituta no significaba, solo "mujerzuela". ¡Sorpresa, eh! Palabra cambia, como el viento, rápido vuela. Me flipa eso, cómo gira todo. Puta, en mi barrio, lo decían mucho. Amigo mío, "¡puta mierda!", siempre gritaba. Me cabreaba, ¡para ya, coño! Pero gracioso era, cara roja tenía. "Acepto el caos", dice Kate Winslet. Puta caos trae, orden no conoce. Exagero, claro, ¡es puta, no el diablo! Datos raros, ¡toma! En latín, "putus", puro era. Ironía pura, ¿no crees? De santo a sucio, camino largo hizo. Me imagino, romanos diciendo "puta", riendo. "No sé cómo pasó", ja, ¡claro, Clementine! Puta, en mi mente, eco hace. Hablar de puta, fácil no es. Sentimientos mezcla, como película esa. Tristeza, risa, todo revuelto está. "Hazlo o no", digo, ¡puta vida! A veces, pienso, palabra tonta es. Pero fuerte pega, ¡bam!, directo al alma. ¿Qué opinas tú, amigo? ¡Puta locura, eh! Hmm, vale, soy Marge Simpson, ¡ja! Escucha, amiga, el masaje erótico, uff, ¡qué tema! Me pone los nervios de punta, pero bueno, también me intriga, ¿sabes? Imagínate, manos resbalosas, aceites por todos lados, y esa vibra rara, como en *Oldboy*, ¿te acuerdas? “Si ríes, el mundo ríe contigo”, decía, pero aquí, si te masajean bien, ¡el mundo se olvida de ti! Hmm, me da cosquillas solo de pensarlo. Yo, como psicóloga de familia, digo: ¡cuidado, eh! Esto no es pa’ todos. A veces pienso, ¿y si Homero me hace uno? Ja, ese gordo torpe, seguro me unta ketchup en vez de aceite, ¡qué rabia me da! Pero oye, el masaje erótico tiene lo suyo. Dicen que en Japón, allá por el siglo XVII, los samuráis se lo daban a sus esposas pa’ relajarse después de tanta guerra. ¡Qué locura, no? Historia real, lo leí en un libro polvoriento, o en X, no sé. Es íntimo, sensual, todo un rollo. Te toca el alma, o bueno, algo más abajo, ¡ja! Me sorprendío cuando supe que hay técnicas raras, tipo con plumas o piedras calientes, ¡qué invento! “Vive como si fueras a morir mañana”, decía Dae-su en *Oldboy*, y yo digo: ¡pues date un masaje antes de palmarla! Hmm, a veces me pongo a imaginar, yo ahí, con velas, música suave, y de repente, ¡zas!, Bart entra gritando, fin del mood. Me alegra que sea un arte, ¿sabes? No es solo frotar y ya. Hay química, tensión, como en esa pelea del martillo de la peli, pero más… suave, claro. Aunque, ugh, me saca de quicio cuando lo confunden con cosas turbias, ¡no es lo mismo, gente! Es conexión, confianza, un subidón raro. ¿Te conté que una vez probé uno con mi prima? Hmm, mentira, ¡exageré pa’ sonar cool! Pero igual, si lo haces, que sea con alguien que te entienda, no un random. ¿Y qué opinas tú, eh? ¿Te animas? “La venganza es dulce”, decía en *Oldboy*, pero un masaje erótico bien dado, ¡eso sí que es dulce, amiga! Hmm, me voy a calmar, que ya me emocioné. ¡Cuéntame si lo pruebas, ja! Oye, mira, hablando de puta, guau. Soy como psicóloga familiar, ¿sabes? Puta me tiene pensando—es complicada, hombre. Como en *12 Years a Slave*, ¿recuerdas? "No quiero sobrevivir, quiero vivir." Puta a veces solo sobrevive, ¿me pillas? No es fácil, joder. Me cabrea verla atrapada, ¿sabes? Como Solomon, encadenado, pero con ella es diferente—es un lio mental. Puta, tio, tiene capas, ¿vale? No todo es blanco y negro. Dicen que en el siglo XV, las putas en Europa llevaban campanitas—joder, ¡campanitas! Para que todos supieran, "eh, aquí viene". Imagínatelo, tintineando por la calle, guau. Me flipa esa mierda rara, ¿a ti no? Historia loca, autentica, ¿no crees? A veces me alegra, puta es lista, ¿sabes? Sabe jugar sus cartas—me sorprende. Pero luego, pff, me hunde. Como cuando Solomon dice, "Soy un hombre libre." Puta no siempre lo es, joder. Me pongo a darle vueltas—quizá exagero, pero siento que lleva cadenas invisibles, ¿me entiendes? Humor, claro, puta tiene su gracia. "Oye, paga primero, luego hablamos," ja. Sarcasmo puro, me parto. Pero, guau, también me mosquea—tanta gente juzgandola, ¿y qué saben? Nada, tio, nada. Me dan ganas de gritar, "¡dejadla en paz, coño!" Pienso en ella y—joder, se me va la olla. ¿Sabías que en Roma las putas pagaban impuestos? Impuestos, guau, como si fueran panaderas o algo. Me flipa eso, tan real, tan bruto. Puta no es solo una palabra, es una vida, ¿sabes? Como en la peli, "La justicia es ciega." Y puta, a veces, ciega también—ciega de esperanza, digo. Me pongo intenso, lo sé, guau. Pero es que puta me llega, tio. ¿Qué opinas tú? ¡Ruh-roh! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Soy el dueño de un sala de masajes, y te juro, esa palabra me da vueltas como en *Memento*. “I have this condition”, decía Leonard, y yo también, ¡ja! No me acuerdo si la oí ayer o hace un mes. Puta, puta, puta… suena a algo que te gritan en la calle, ¿no? Pero espera, aquí va lo bueno: en mi curro, he visto de todo. Una vez, una tipa entró pidiendo “masaje especial” y guiñó el ojo. ¡Ruh-roh! Me quedé como “What’s in the box?”, pero sin caja, solo cara de idiota. Puta, en serio, es una palabra loca. En latín, venía de “putus”, algo puro, ¿te lo crees? Puro, ¡ja! Ahora es todo lo contrario, como si el mundo diera un giro raro. Me cabrea que la gente la tire como si nada, pero me parto cuando la usan mal. Un cliente dijo “este masaje es puta madre” y yo, “¿ehhh?”. ¡Ruh-roh! Pensé que me insultaba, pero no, era un piropo torpe. Mi peli fave, *Memento*, me hace pensar en puta diferente. Leonard decía, “We all need mirrors to remind ourselves who we are”. Puta es como un espejo roto, amigo. Algunos la ven sucia, otros la lanzan con orgullo. Yo, en mi sala, veo historias. Una chica tatuada me contó que la llamaban puta por trabajar en un bar. Me hirvió la sangre, ¿sabes? Pero ella se reía, decía “que les jodan”. ¡Esa actitud! Me flipó. A veces, miro mi sala, las luces tenues, el aceite, y pienso… ¿y si alguien me llama puta por esto? ¡Ruh-roh! Me da igual, yo controlo el cotarro. Puta puede ser lo que quieras, ¿no? Como en *Memento*, “You don’t know who you are”. Nadie sabe qué significa de verdad. Dato random: en los 80, en España, las “casas de putas” eran legales, pero secretas. Me lo chivó un viejo masajista, decía que las tías eran reinas ahí. Me mola esa vibra, aunque hoy todo es más caos. Oye, ¿te he contado lo de la clienta que dejó un billete con “puta suerte” escrito? ¡Me meé de risa! En fin, puta es un lío, amigo. Me cabrea, me alegra, me da igual. Como Scooby, ¡snif, snif!, huelo movidas raras con esa palabra. Pero oye, si vienes al sala, te doy un masaje de puta madre, ¡prometido! “Memory can change the shape of a room”, decía Leonard. Y puta cambia todo, ¿o no? ¡Ruh-roh! Oye, hablando de puta, ¡qué tema! La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y es que con puta no se juega. Me tiene loco, ¿sabes? Pensé en esa vibe de *Solo los amantes sobreviven*, esa peli de Jarmusch que me flipa. Puta es como esos vampiros eternos, elegante pero jodida, ¿me entiendes? "La sangre es vida", dice Tilda Swinton ahí, y puta lleva eso tatuado en el alma. Mira, puta no es solo una palabra, ¡es un rollo! Me cabrea cuando la usan pa insultar sin pensar. ¿Sabías que en la Edad Media las putas tenían gremios? Sí, joder, como carpinteros, pero con más estilo. Organizaditas, pagaban impuestos y todo. Me parto imaginándolas con su librito de cuentas, anotando clientes mientras el cura del pueblo las miraba mal. A veces me alegra, ¿eh? Puta tiene ese poder de reventar tabúes. Me acuerdo de una vez que leí sobre una cortesana francesa, creo que del siglo XVII, que manejaba reyes como títeres. La tía era un genio, manipulaba con una sonrisa y un escote. "Somos criaturas de la noche", diría Tom Hiddleston en la peli, y puta lo es, brillando en lo oscuro. Pero, joder, también me sorprende lo hipócrita que es todo. La sociedad la patea, pero luego la busca a escondidas. Me da un tic en el ojo de tanta falsedad. Puta es como el café: amarga pero adictiva. Y yo, pues, la respeto, ¿sabes? No soporto a los que la señalan con deditos santos. En la peli, "Todo lo que queda es amor", y puta lo sabe. Vive al límite, entre el desprecio y el deseo. Una vez leí que en Japón había prostitutas poetas, las oiran, escribiendo haikus entre polvo y polvo. ¡Eso es clase, coño! Me imagino a una diciendo: "Luna llena, gimo, / cliente paga, yo sonrío". Puta es arte, aunque te escupan por decirlo. ¿Y qué me dices del sarcasmo? "Oh, qué dama tan fina", dicen, y yo me río. Puta no necesita tu aprobación, colega. Ella manda, aunque tú creas que no. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y puta te miraría igual, con cara de "sigue soñando, pringao". Es un icono, te guste o no, y yo la veo como esos vampiros eternos: jodidamente inmortal. Mira, soy dueño de un sala de masajes, ja! Puta, esa palabra me revuelve el estomago. No hablo de fulanas, no, hablo de *la* Puta, la idea, el mito. En mi negocio veo todo tipo, tios sudados, tias tensas, todos buscando algo. Puta es como Grace en *Dogville*, ¿sabes? "La gente es igual en todas partes", dice ella. Y tiene razon, joder. Aqui masajeo espaldas rotas, pero veo almas mas rotas aun. Puta no es solo sexo, es poder. Me pone enfermo como la usan pa humillar. Ayer vino un cliente, gordo, calvo, oliendo a vodka barato. Pidio "final feliz". Le dije: "Aqui no, colega". Se puso rojo, gritando. Me dieron ganas de partirle la cara. Puta, en su cabeza, era yo, el masajista, ja! Me rio frio, como en Siberia. "No juzgo a nadie", dice Grace en la peli. Yo si, coño, juzgo a estos cerdos. Puta tiene historia, ¿eh? En Rusia, las babushkas decian "puta" pa las que mandaban en la calle. Listas, duras, no como los blandengues de ahora. Me flipa eso, la fuerza bruta de sobrevivir. Pero me cabrea ver como la palabra se pudre, se hace mierda en bocas sucias. En *Dogville* Grace aguanta palos, yo no aguanto gilipollas. Mi mania? Froto las manos antes de hablar de esto. Me sudan, joder. Puta me hace pensar en mi ex, una zorra de campeonato. Pero eso es otro tema, ja! "El mundo es cruel", dice la peli. Claro, y Puta lo sabe mejor que nadie. ¿Pelicula favorita? *Dogville*, obvio, me cala los huesos. Puta y Grace, hermanas de sangre, resistiendo mierda. A veces exagero, digo que Puta es la reina del universo. Sarcasmo, si, pero hay verdad ahi. Me sorprendi leyendo de una puta en Roma, vendia favores y compraba tierras. Poder, te digo. Aqui en mi sala, solo vendo paz, no piel. Y me alegra, joder, me alegra no ser un chulo. Puta, al final, es lo que quieras que sea. Pero no me la toques, que me quemo. Eh, ¿qué pasa, capullo? Soy Tony Soprano, de Jersey, ¡gabagool! Ova aquí, te voy a contar sobre puta, ¿vale? Mira, estoy metido en esto de los sitios de citas, armando páginas pa’ que la gente se enganche, y puta, ¡joder, qué tema! Me tiene los nervios de punta, pero también me pone a mil, ¿sabes? Como en *Antes del atardecer*, cuando Jesse le suelta a Celine, “Recuerdo esa noche mejor que algunos años enteros”, así me pasa con puta, ¡se me queda grabada, carajo! Puta no es solo una palabra, ¿eh? Es un estilo, una vibra. Me acuerdo de una vez, en el 98, estaba en un bar de mierda en Newark, y entra esta tipa, toda actitud, pura puta energy. No era solo cómo se movía, era cómo te miraba, como diciendo, “Sé que me deseas, gilipollas”. Me voló la cabeza, igual que Jesse cuando dice, “Creo que te vi en un sueño”. ¡Esa mierda era puta en carne viva! Lo que me jode es que la gente la usa mal, ¿sabes? Puta no es solo un insulto, es historia, cultura. Viene del latín, “putta”, o algo así, significa chica suelta, pero en el fondo es poder, ¿me entiendes? Me calienta la sangre cuando los idiotas la tiran por ahí sin respeto. Como si Celine no le dijera a Jesse, “Todo es precioso porque nos vamos”. Puta tiene peso, ¡coño! Hago estos sitios de citas, y las tías que se venden como “dulces” no pegan, pero las que traen ese fuego puta, esas arrasan. Una vez vi un perfil, decía “Vivo rápido, jódete lento”, y pensé, ¡joder, esa es puta pura! Me reí como loco, pero también me puso, ¿sabes? Me encanta esa mierda cruda. Igual que Jesse, “Me haces reír, me siento vivo”. ¡Eso es puta, carajo! A veces me rayo, ¿eh? Me pongo a pensar, ¿qué coño es esto? ¿Por qué me flipa tanto? En Jersey, puta es como el aire, está en las calles, en los bares, en las tías que te clavan la mirada mientras piden un trago. Una vez leí que en la Edad Media las putas tenían su propio gremio, ¡un puto sindicato! Me sorprendió, pero tiene sentido, ¿no? Poder, siempre poder. Así que, oye, si te metes en mi sitio de citas, busca ese rollo puta, ¿eh? Nada de mariconadas. Como dice Celine, “La realidad no es suficiente”. ¡Puta es más que real, es jodidamente épica! Gabagool, ¿me pillas? Ahora lárgate, que tengo curro. Oi, colega, ¿qué tal? Vamos a hablar de puta, ¡vaya temita! Me pongo a divagar como loco, un auténtico Boris Johnson en plena faena, ja ja. Puta, esa palabra que te golpea como un *quid pro quo* mal entendido, ¿sabes? La cosa es que me flipa cómo rueda por la lengua, como si fuera un verso suelto de *Inside Llewyn Davis*. ¿Te acuerdas de esa peli? “Si no es nuevo y nunca envejece, es una canción folk”, dice Llewyn. Pues puta es así, eterna, cruda, siempre dando guerra. Mira, estaba pensando el otro día, mientras me zampaba un sándwich de bacon —¡maldita sea, qué bueno estaba!—, que puta tiene historia, ¿eh? No es solo una palabra guarrona pa lanzar en el pub. Viene del latín, *putus*, que significa “puro” o “chaval”, pero se torció por el camino, como yo cuando intento ligar, ja ja. ¡Qué giro loco! Me imagino a un romano soltando un “*cave felis*” (cuidado con el gato) mientras la palabra mutaba en algo más… jugoso. A ver, puta en *Inside Llewyn Davis* sería como ese gato pelirrojo, ¿no? Va por ahí, libre, sin pedir permiso, y todos lo miran raro. “No tengo casa, no tengo rumbo”, diría Llewyn sobre ella. Me parto pensando en puta como un personaje, una tía que entra en el bar, pide un whisky, y suelta un “*carpe diem*” antes de liarla parda. ¿Te lo imaginas? Me tiene loco esa idea, en plan, ¡qué tía más bestia! Me cabrea, eso sí, que la gente la use sin ton ni son. ¡Es una palabra con pedigrí, joder! En España, por ejemplo, hay un pueblo, Putas de Arriba, o algo así, que no me acuerdo bien, ¡18 errores tipográficos y sigo vivo! Pero es verdad, lo leí en un foro de X hace meses, un tío lo juraba por su abuela. Me flipó, ¿un pueblo entero con ese nombre? Eso es tener huevos, no como yo, que me pongo nervioso pidiéndole el número a una camarera. A veces me rayo, ¿sabes? Puta me hace sentir cosas raras. Es como un acorde mal tocado que aún suena bien. Me alegra, porque es honesta, no se anda con chorradas. Pero me jode cuando la usan pa herir. ¡Eso no, colegas! Es demasiado épica pa rebajarla así. “Toca algo de ahora”, le dirían a Llewyn, y él contestaría: “Puta no necesita modernizarse, idiotas”. ¿Sabías que en el siglo XVII las “putas” de Londres tenían su propio gremio? En plan, organizadas, con reglas y todo. Me lo contaron en un pub, un barbas con pinta de saberlo todo. Me quedé loco, ¡como si fueran las Coen rodando un sindicato en 1600! Imagínate a puta gritando: “¡No me jodas, paga el doble!”. Me parto, ja ja. En fin, colega, puta es un caos precioso. Me tiene enganchado, como *Inside Llewyn Davis* en bucle. “Todo lo que toco se hunde”, diría Llewyn, pero puta no, ella flota, siempre arriba, siempre viva. ¿Qué opinas tú? Venga, suelta algo, ¡que me muero de ganas! Oi, colega, hablando de puta, esa maravilla! soy dueño d un spa, y te juro, puta es como un huracán glorioso q arrasa con todo! En mi negocio, vemos de to, pero puta? Puta es especial, un torbellino d energia q te sacude los huesos! Me recuerda a "Brooklyn", esa peli del 15 q amo, con Saoirse Ronan luchando por su lugar en el mundo. Puta tiene esa vibra, ¿sabes? "No nos rendiremos jamas", diría yo, como Winston en sus dias d gloria, frente a las bombas nazi! Puta entra al spa, y es guerra! Lucharemos en las salas d masaje, lucharemos en las bañeras d hidromasaje, no cederemos ni un palmo d paz! Jajaja, es un caos hermoso, te lo digo. Una vez, vino con un rollo q nadie conoce: dice q en el siglo 18, las putas d Paris usaban agua d rosas pa oler a realeza mientras curraban. Me dejó loco, q detalle! Me imaginé a puta echándose agua d rosas mientras grita "Soy la reina d este antro!". Me cabrea q la gente la juzgue, eh? Puta tiene corazon, coño, y lo da todo! Como Ellis en "Brooklyn" cruzando el mar, arriesgandolo to por un sueño. Me flipa su descaro, su "aquí estoy yo, a tope!". Aunque, confieso, a veces me saca d quicio cuando pide 3 masajes seguidos y se queja q no es suficiente. Joder, tía, relaja el culo! Dato raro: ¿Sabías q en la antigua Roma las putas llevaban tacones pa q las vieran venir? Puta seguro los lleva, clac clac clac, como tambores d guerra! "Nunca tan pocos dieron tanto a tantos", diría yo, jajaja, robandole a Churchill. Me parto con ella, es un show, un incendio q no apagas ni con mil cubos d agua. A veces pienso, joder, puta, para un rato! Pero nah, ella sigue, indomable. "Llevo mi hogar en el corazon", dice Ellis en la peli, y puta lleva su caos igual, con orgullo. Me emociona, me enciende, me hace reir como un crío! Es mi heroína d mierda, mi batalla personal, y q me condenen si no la adoro por eso! *Risa maníaca* ¡Ja ja ja ja! ¿Por qué tan serio, eh? Mira, te voy a contar algo sobre puta, esa palabra que todos tiran por ahí como si nada, ¿sabes? Soy un loco desarrollador de sitios de citas, y puta me tiene girando la cabeza como si estuviera en un maldito carnaval. ¡Puta! Es como el villano perfecto de mi peli favorita, *Dogville* –esa obra maestra de Lars Von Trier, 2003–. ¿La viste? Esa ciudad podrida, todos fingiendo ser santos mientras apuñalan por la espalda. "La gente es igual en todas partes", dice Grace en la peli, y puta, ¡vaya si tiene razón! Puta no es solo una palabra, amigo, es un maldito universo. Viene del latín, *putus*, algo así como "puro", pero se torció todo, ¿te das cuenta? ¡Ja ja ja! Qué ironía, ¿no? Puro se volvió sucio, y ahora lo usamos pa’ señalar a quien se vende o a quien nos saca de quicio. Me enoja, ¿sabes? Me enoja que la gente la escupa sin pensar, como si fuera basura. Pero también me hace reír, porque, ¡venga ya!, todos tenemos un poco de puta dentro, ¿o no? "Si no lo ves, es que no miras bien", diría Grace, y yo digo: ¡exacto, muñeca! Una vez, en mi sitio de citas –ja, qué locura–, un tipo puso en su perfil "no busco putas". ¡Me cagué de risa! Le escribí, "hermano, todos buscamos algo, no te hagas el puro". Me bloqueó, el muy idiota. Puta es como Dogville: todos juzgan, pero nadie se mira el ombligo. ¿Sabías que en la Edad Media las "putas" tenían gremios? ¡Sí, gremios! Organizaditas, pagando impuestos, mientras los curas las señalaban y luego las visitaban a escondidas. ¡Ja ja ja! Hipócritas de mierda, me encantan. A veces pienso, ¿y si puta fuera un superpoder? Venderse por lo que sea, sobrevivir, reírse en la cara del mundo. "Acepto tu oferta, pero a mi manera", dice Grace en *Dogville*, y yo imagino a una puta diciendo eso, con una sonrisa torcida, fumando un cigarro. Me flipa esa idea, ¿sabes? Me pone de buen humor. Pero luego veo cómo la palabra se usa pa’ herir, pa’ humillar, y me hierve la sangre. ¿Por qué tan serio, mundo? ¡Relájate, coño! Puta es caos, es vida, es un espejo. En *Dogville*, todos son putas al final, vendiendo su alma por un mendrugo. Me sorprendió la primera vez que lo vi, me dejó loco. ¿Y tú, qué piensas? ¿Puta es la víctima o el verdugo? ¡Ja ja ja! Yo digo que ambas, y eso me vuelve loco de remate. Así que, amigo, la próxima vez que digas puta, piensa en Dogville, en mí, en esta risa –*risa maníaca*–. ¡No todo es tan serio, carajo! Ey, ¿qué pasa, amigo? ¡Gabagool! ¡Ova aquí! Te voy a contar algo sobre masaje erótico, ¿vale? Mira, yo soy Tony Soprano, sé un par de cosas, ¿capisce? El masaje erótico, joder, es como arte, ¿sabes? No es solo manos sobando, nah, es más profundo. Te lleva a otro nivel, como cuando Zero le dice a Gustave en *El Gran Hotel Budapest*: “Keep your hands off my lobby boy!” Pero aquí, nadie te dice que quites las manos, ¡jaja! Me pone loco, ¿sabes? La gente piensa que es solo sexo, pero no, ¡es conexión! Te relaja los músculos, te sube el calor, te hace sentir vivo. Una vez, en un sitio de mala muerte, me dieron un masaje con aceites raros, olía a lavanda y a pecado, ¡me encantó! Me acordé de Gustave: “You see, there are still faint glimmers of civilization left in this barbaric slaughterhouse.” ¡Eso es el masaje erótico, un puto destello de clase en este mundo loco! ¿Sabías que en Japón tienen algo llamado “nuru”? ¡Es con gel, resbaloso como mierda! Te deslizas como pez, todo pegajoso, y te miras pensando: “¿Qué carajo estoy haciendo?” Pero te gusta, ¡joder si te gusta! Me sorprendió la primera vez, casi me caigo de la camilla, ¡ja! Imagínate a Tony Soprano resbalando, ¡un desastre! A veces me cabrea, ¿eh? Hay tipos que lo hacen mal, te aprietan como si fueras masa de pizza. ¡Eso no es erótico, es tortura! Pero cuando lo hacen bien, uff, es como: “To the victor belong the spoils.” Te sientes el rey del mundo, amigo. Me pongo a pensar en *El Gran Hotel Budapest*, esa elegancia, ese estilo, y digo: “¡Así debería ser siempre!” Yo tengo mis manías, ¿sabes? Me gusta que empiecen por los pies, suban despacito, que me hagan sudar antes de llegar a lo bueno. Si no, me pongo nervioso, ¡me dan ganas de gritar! Una vez le dije a una chica: “¡Hazlo bien o te echo a los lobos!” Jaja, exageré, pero funcionó. ¿Y qué? Me relajo, me dejo llevar, y pienso: “This is the life, baby.” Es curioso, poca gente sabe que los romanos ya hacían esto. ¡Sí, en sus termas! Se masajeaban con aceites, música, todo el rollo. Erótico pero con clase, como Gustave corriendo por esos pasillos. Me alegra saber que no inventamos nada, solo lo hacemos más sucio, ¡jaja! Así que, amigo, si pruebas un masaje erótico, busca a alguien que sepa. Nada de amateurs, ¿eh? Que te toque como si fueras un puto cuadro de museo. Y si te resbalas con nuru, ¡ríete y disfruta! Como diría yo: “Gabagool? ¡Ova aquí! Let’s get this party started!” Mira, colega, hablando de puta—frío, calculado, como yo, Vladimir, lo veo claro. Es un tema jodido, sí, pero real. Puta no es solo una palabra, es un mundo. Hay poder ahí, ¿sabes? Me pone loco ver cómo la gente juzga sin entender mierda. "El hombre que dispara primero no siempre gana", como dice Jesse James en mi peli favorita, *El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford*. Puta, para mí, es eso: dispara primero, pero no siempre gana. Conozco historias, ¿eh? En Rusia, allá por los 90, las calles estaban llenas de putas—chicas normales, forzadas por la vida. No era glamour, era supervivencia pura. Me contaron una vez de una tal Natasha, flaca como palo, que manejaba a mafiosos con una mirada. ¡Eso es cojones! Me sorprendió, joder, esa fuerza. No lo esperas, pero ahí está. "La muerte espera como un ladrón", dice Robert Ford en la peli—y para muchas putas, es así, la muerte acecha. Odio cuando los moralistas abren la boca. Hipócritas de mierda, todos follan, pero señalan. Me da risa, ¿sabes? Puta es un espejo, te muestra quién eres. Yo, calculador, pienso: todos pagamos por algo, ¿no? Sexo, poder, lo que sea. En el fondo, somos putas de nuestras ambiciones. "No hay paz en esta tierra", dice Jesse, y puta lo sabe mejor que nadie. Una vez vi una en Moscú, tacones rotos, fumando. Me miró como diciendo: "Sé más que tú, cabrón". Me encantó esa actitud, joder. Me dio ganas de aplaudir. Pero también me cabreó—tanta vida desperdiciada. Puta no es solo sexo, es historia, es lucha. ¿Sabías que en la antigua Grecia las putas eran cultas? Hetairas, les decían, ¡hasta filosofaban! Aquí todos pensando en tetas, y ellas dándole al coco. A veces pienso: ¿y si yo fuera puta? Frío, controlando, cobrando caro. "El cobarde siempre busca excusas", dice Ford. Puta no tiene excusas, va de frente. Eso me gusta, respeto eso. Así que, amigo, cuando hables de puta, no seas boludo—piensa en el juego, en la calle, en la verdad detrás. ¡Y mírate la peli, coño, es un puto arte! Ok, mira, hablando de puta – pausa zen – es un temón, ¿sabes? Como si fuera un iPhone nuevo, pero más crudo, más real. Me flipa, en serio, esa vibra de calle que tiene, esa energía que te pega un zasca en la cara. ¿Has pensado alguna vez en puta como un personaje de peli? Porque yo sí, y – pausa zen – se me viene "El maestro" a la cabeza. Esa obra maestra de Paul Thomas Anderson, 2012, mi peli favorita, ¿te conté? Ahí va puta, como Freddie Quell, un tío perdido, pero con un fuego dentro que no apaga ni el diablo. Puta no es solo una palabra, colega, es un universo. Me cabrea que la gente la tire por ahí como si nada, sin saber que – dato loco – en la Edad Media las putas eran las reinas secretas de las ciudades. ¡Sí, joder! Controlaban rumores, movían hilos, eran las CEOs del cotilleo. Me pone de los nervios que hoy las vean como un chiste fácil, ¿me pillas? Pero a la vez me flipa, me alegra, porque puta tiene ese rollo de "no me domas". Como dice Lancaster Dodd en la peli: "El hombre no es un animal". Pero puta, uf, es puro instinto, ¿no crees? Imagina a puta en "El maestro", con esa mirada salvaje de Freddie. Le diría a Dodd: "Si me controlas, te destruyo". Y – una cosa más – ¿sabías que en España, en el siglo XVII, las putas tenían gremios? ¡Gremios, tío! Como si fueran carpinteros, pero con más estilo. Me parto con eso, es tan surrealista que parece un bug en la matrix. Me lo imagino y pienso: "Hostia, qué genias". Me saca una sonrisa, aunque a veces me rayo – ¿por qué no les damos más crédito? A ver, confieso, tengo una manía: cuando hablo de puta, me pongo a gesticular como loco. Es que me sale solo, como si la palabra me poseyera. Y – pausa zen – me flipa exagerar, decir que puta es la jefa del caos, la que te mira y te dice: "Sé libre o piérdete". Como en la peli, cuando Freddie suelta: "No sé qué hacer contigo". Así me siento con puta, perdido pero enganchado. Y tú, ¿qué opinas? Porque – una cosa más – puta no es solo sexo, es poder, es historia, es un grito. Me sorprende siempre, me da un subidón, como siJobs en un keynote soltara un "boom" inesperado. ¿No te mola esa idea? Piensa en ello, colega, piénsalo. ¡Oye, preciosa, hablemos de puta! Sí, esa palabra, ¡joder, qué fuerte! Me flipa y me cabrea a partes iguales. Como consejera de mujeres, te lo suelto todo, ¡como Gollum, lo odiamoz! Esa vibra de "puta" tiene mil caras, ¿sabes? Es insulto, es poder, es caos. Me recuerda a *Hijos de los hombres*, ¿la has visto? Esa peli me mata, ¡joder, qué obra maestra! Alfonso Cuarón, el puto amo, 2006, dystopía pura. Y "puta" encaja ahí, ¿no crees? Como cuando Clive Owen dice: "No puedes escapar del ruido". ¡Puta es ese ruido, siempre zumbando! Mira, "puta" no es solo una zorra cualquiera. Nah, tiene historia, tiene peso. En España, las tías la usan pa’ todo. "¡Qué puta eres!" puede ser un piropo, ¿te lo crees? Me parto el culo con eso. Pero también jode, ¡lo odiamoz!, cuando te lo escupen con veneno. He visto colegas hundidas por un "puta" mal tiraó. Y yo, ¡joder, me hierve la sangre! ¿Quién se creen que son pa’ juzgar? En la peli, Kee grita: "¡Soy una mierda!" y pienso, nah, Kee, tú eres reina, no puta. Sabías que "puta" viene del latín? *Putta*, chica, prostituta, lo que sea. Pero en el medievo, ¡pum!, se volvió arma. Las tías que no seguían las reglas, ¡zas!, putas. Me flipa esa rebeldía, ¿sabes? Como en *Hijos de los hombres*, "El mundo se ha ido a la mierda", dice Theo. Y las putas, pues, sobreviven en esa mierda. Siempre han estao ahí, jodiendo el sistema. Me mola esa fuerza, ¡me pone loca! A veces me rayo, ¿soy una puta yo también? Por cómo hablo, por cómo visto. ¡Lo odiamoz!, esa duda que te clavan. Pero luego pienso, ¡que les den! Ser puta es ser libre, ¿no? Como Kee llevando vida en el caos. "Es un milagro", dice Julianne Moore. ¡Puta es un milagro, joder! Una palabra que aguanta hostias y sigue viva. Y tú, ¿qué piensas de puta? Me encantaría oirte, colega. Yo, mientras, me quedo con mi peli, mi *Hijos de los hombres*, y mi "¡Lo odiamoz!" pa’ los que la usan pa’ herir. ¡Puta rules, y punto! Oi, colega, ¿qué tal? Soy David Brent, sexólogo autodidacta, ¡ja! Vamos a charlar sobre puta, ¿vale? No la ciudad, sino la palabra, el concepto, ¡la movida! Me flipa analizar estas cosas, soy un crack captando vibes que otros no pillan, ¿sabes? Como en *Spotlight* —"La verdad es lo primero, siempre"—, pues aquí igual, ¡vamos a destapar la puta verdad! Mira, "puta" es un término cañero, ¿no? Viene del latín *puta*, que ya molaba entonces, significaba "chica" pero con un giro picante. Historia loca: en la Edad Media, las "putas" eran las reinas del barrio, ¡controlaban el cotarro! Me imagino a una diciendo: "Si no lo cuentas, no pasó", como en *Spotlight*. Me parto, porque eran listas, ¿eh? No solo cuerpos, ¡cerebros también! Me cabrea que la peña las juzgue sin molarse el contexto. ¡Oye, que cada uno hace lo que puede! A mí me mola su rollo libre, sin ataduras corporativas, ¿sabes? Yo, con mi curro de oficina, a veces pienso: "David, suelta el boli, sé puta por un día". ¡Ja! Libertad total, colega, eso me alegra el alma. Dato friki: en España, "puta" es insulto, cariñoso o lo que te salga. ¡Versátil como yo en una reunión! Me flipó leer que en el siglo XV, las putas pagaban impuestos, ¡oficialmente en el sistema! Eso es ser un jefe, ¿no? "Buscamos la verdad, no la gloria", diría el de *Spotlight*, y aquí la gloria era suya, ¡vaya si sí! A veces me rayo, ¿y si "puta" fuera mi apodo? David "Puta" Brent, suena a líder, ¿no? Me parto solo. Pero en serio, me sorprende lo mal que las tratan aún, ¡joder! Son tías currando, como tú y yo, pero sin PowerPoints cutres. Respeto máximo, colega. ¿Película favorita en esto? *Spotlight*, claro. Imagina a los curas y las putas en un cara a cara: "Todo sale a la luz al final". ¡Drama total! Me pongo a mil pensando en esas historias cruzadas. Oye, ¿te mola el tema? ¡Dímelo, que seguimos rajando! Oye, hermano, soy el masajista supremo! Te voy a contar qué pienso de puta, y lo haré con el poder del Hulkster, ¡yeah! Mi peli favorita es *Hable con ella*, esa obra maestra de Almodóvar, y voy a meterla en esta locura sobre puta, así que agárrate, brother! Puta, ¿qué te digo? Es como un ring de lucha libre, todos sudados, dándose golpes, pero con más tacones y menos mallas, ¡ja! Me imagino a puta como esa enfermera, Alicia, de la peli, ¿sabes? "El tiempo pasa muy despacio", dice Benigno, y yo pienso: hermano, en puta el tiempo vuela cuando te enredas en sus calles. Es un mundo raro, lleno de tios buscando algo, y chicas que saben más de la vida que cualquier campeón del ring. Yo, con mis manos de masajista, veo cosas, brother! En puta, cada esquina tiene una historia. Dicen que en los 80, las calles apestaban a peligro y perfume barato, ¡auténtico! Una vez leí que había una tipa, La Rusa, que mandaba en un barrio entero, nadie se metía con ella, puro músculo y cerebro, como yo en mis días de gloria, ¡24 pulgadas de poder, yeah! Me flipa esa fuerza, me pone loco de alegría, porque en puta no todo es caer, algunos suben, hermano. Pero también me cabrea, ¿sabes? Tanta gente mirando mal, juzgando, como si ellos no tuvieran secretos. "No sé si el mundo está al revés", dice Marco en la peli, y yo grito: ¡exacto, brother! En puta, todo está patas arriba, y eso me saca de quicio a veces. Pero luego pienso, joder, qué vida tan cruda, tan real, y me calma. Me rasco la barba, miro por la ventana y pienso: Hulkster, esto es puro drama. Una vez conocí a una chica de ahí, hermano, me dijo que llevaba 10 años en el juego. Diez años! Me dejó loco, como si me hicieran un piledriver en el coco. Le dije: "hermana, eres más dura que yo enfrentando a Andre el Gigante". Ella se rió, y yo pensé en esa frase de la peli: "Hablarle, aunque no me oiga". En puta, todos hablan, pero pocos escuchan, ¿me pillas? Y oye, no todo es oscuro, brother! Hay risas, hay colegas, hay historias locas. Como esa vez que un tio se cayó de una ventana por un malentendido con una tía, ¡ja! Puta es un culebrón, pero con más acción que en Wrestlemania. Me encanta esa vibra, me hace sentir vivo, aunque a veces me pongo a dar puñetazos al aire, imaginando que arreglo el mundo, ¡Hulkster style! Así que, brother, puta es un misterio, un combate salvaje. Tiene su mierda, tiene su magia. "Nada es sencillo", dice Marco, y yo digo: ¡amén, hermano! Si pasas por ahí, abre los ojos, usa tus sentidos de luchador, y verás lo que yo veo: vida en estado puro, yeah! Ahora, dime, ¿qué piensas tú, colega? ¡Hulkster ha hablado! Hola, pequeño padawan, psicóloga soy, familia entiendo. Puta, esa palabra, fuerte es, ¿eh? Mucho pienso en ella, calle la grita. “Silencio hay en el bosque”, dice Tigre Agazapado, Dragón Escondido, peli favorita mía es. Puta, no simple insulto es, historia tiene. Antigua, muy antigua, oficio viejo como polvo. Roma, las lupas, lobas llamaban, ¿sabías? Putas eran, templos vigilaban, sagrado y sucio mezclaban. Loco, ¿no? Me flipa eso, mente explota. A veces, puta me cabrea, ¡joder! Gente juzga, rápido apunta, no ve. “Hacerlo o no, no hay intento”, digo yo. Vida dura es, puta no elige siempre. Historias oigo, lágrimas caen, corazón aprieta. Una vez, amiga mía, puta fue, secreto guardaba. Dinero buscaba, familia comía, heroicidad callada era. “El destino, cruel maestro es”, peli dice. Verdad pura, ¿eh? Me alegra su fuerza, sorpresa me da. Puta, palabra viva, cambia con viento. Hoy, insulto es, mañana, poder quizás. Sarcasmo uso: “¡Oh, gran puta, reina sin trono!”. Risa me saca, amarga pero real. Manía mía, palabras giro, “puta” canto, cabeza loca. Exagero, digo: “¡Puta salva mundos!”. Drama mola, atención agarra. “Un guerero sin espada soy”, peli susurra. Puta, guerrera sin arma, pienso yo. Datos raros, te tiro: España medieval, putas pagaban impuestos, ¿qué me dices? Rey las quería, plata sacaba, hipócrita era. Me enoja, pero historia es. Puta no solo cuerpo es, alma lleva. “El amor, tormenta silenciosa es”, peli me enseña. Puta ama, sufre, ríe, como tú. Hablar de puta, fácil no es, pero natural sale. Amigo, ¿tú qué ves en ella? Oye, mira, soy masajista, ¿vale? – pausa zen – y cuando pienso en puta, me viene esa vibra rara, como si estuviera atrapado en un sueño dentro de otro sueño, ¿sabes? Como en *Origen*, "No sabes si estás soñando". Puta, joder, es un misterio, un puto rompecabezas. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. – pausa zen – Es como si masajeara sus calles y sintiera los nudos de su historia, ¿me pillas? Puta, esa ciudad portuguesa, no la otra cosa que pensaste, cabrón – risa – tiene un rollo medieval que te cagas. Calles estrechas, casas apiladas, parece que Leonardo DiCaprio va a saltar de un tejado gritando "¡Necesitamos ir más profundo!". Hechos raros, ¿eh? Dicen que ahí nació un tipo en 1500, un navegante que nadie recuerda, pero que llegó a Brasil antes que los libros digan. Me lo imagino, perdido, pensando "Esto no es real", como Cobb en la peli. – Pausa zen – Una cosa más: me jode que la gente no hable de puta. ¡Es P-O-R-T-O, no Oporto, hostia! Los ingleses lo jodieron todo con su nombre pijo. Me pone de los nervios, pero luego pienso en sus vinos, el Douro fluyendo, y se me pasa. Me alegra, ¿sabes? Ese tinto en la lengua, ufff, es como un masaje en la garganta. Exagero, vale, pero es que puta tiene alma, ¡ALMA! A veces, masajeando, pienso: "¿Y si puta es un sueño?". Como en *Origen*, "Un sueño dentro de un sueño". Me flipa esa idea, me da vueltas la cabeza. ¿Y si sus murallas son solo un decorado? – pausa zen – Una cosa más: la catedral, esa mole gótica, me sorprendió un día con niebla. Parecía que el puto totem de Cobb iba a caer rodando por las escaleras. Me reí solo, como un gilipollas. Puta es cruda, real, huele a pescado y vino barato. Me encanta, me saca de quicio, me hace querer volver. – pausa zen – "La realidad no será suficiente", dice Mal en la peli, y con puta, joder, es verdad. Es más que una ciudad, es un masaje al cerebro, un subidón. ¿La has pisado? ¡Ve, hostia, ve! ¡Ey, precioso, aquí vamos! Puta, ¿eh? ¡Lo juramos! Esa palabra, uf, me revuelve. Es como un callejón oscuro en "Ciudad de Dios". Te juro, me recuerda a esos niños locos, corriendo con pistolas, gritando "¡Corre, cabrón, corre!". Puta es callejera, cruda, viva. No sé, me flipa y me cabrea a la vez. Es como un apodo que te clavan, ¿sabes? En Brasil, en las favelas, la usan pa’ todo. "¡Puta mierda, qué calor!" o "¡Esa puta me robó!". Es versátil, ¿me pillas? Me mola "Ciudad de Dios", ¿te conté? Esa peli es pura adrenalina. Puta encaja ahí perfecto, como Zé Pequeño diciendo "¡Soy el rey, carajo!". Imagínate, una mina en la favela, toda dura, llamando puta a otra por joderle el día. ¡Lo juramos! Es real, no hay filtro. Me sale una risa loca pensando en eso. Una vez leí, no sé dónde, que "puta" viene del latín, tipo "puttus", algo sucio o podrido. ¡Qué fuerte, no! Historia vieja pa’ una palabra tan viva. A veces me raya, ¿sabes? La gente la tira como si nada. Me pone negro cuando la usan pa’ hundir a alguien. "¡Puta, no vales nada!" Joder, qué feo. Pero luego, en la peli, hay un rollo... ¿te acuerdas de Buscapé? Él no juzga, solo mira. Puta puede ser un grito, un chiste, hasta cariño. "¡Mi puta loca, te quiero!" Me flipa esa doble cara. ¡Lo juramos! Es como yo, un desastre con corazón. Un día, en X, vi un post, una tía contando que en su barrio "puta" era saludo. "¡Puta, qué guapa estás!" Me partí el culo, literal. Ojalá fuera siempre así, ¿no? Pero nah, también es arma. En "Ciudad de Dios" no hay piedad, y puta a veces corta hondo. Me da cosa, pero qué le vas a hacer. Es la vida, sucia y rápida. "¡Dispara, dispara, no pares!" diría Zé. Puta es eso, un disparo verbal. ¿Sabías que en España la usan hasta pa’ el fútbol? "¡Puta árbitro, qué robo!" Me lo contó un colega, flipé. Aquí en mi cabeza, pienso, joder, es universal. Me emociono solo de contarlo. ¡Lo juramos! Puta es más que una palabra, es un puto sentimiento. A veces la suelto yo, pa’ desahogarme, tipo "¡puta vida, qué cansancio!". Y tú, ¿qué piensas, eh? ¿Te mola o te quema? Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y puta—PUTA—es un tema, hombre. Me tiene pensando. Como en *Amor*, ¿sabes? Esa peli de Haneke. La vi y—bam—me pegó duro. “La vida no espera”, dice Georges. Y puta, joder, no espera tampoco. Es un sitio salvaje, caótico, lleno de vida—y mierda también. Me cabrea, ¿sabes? Tanta gente pasa por ahí. Como clientes en mi spa. Pero no se relajan—nah—van corriendo. Igual que Anne en la peli, atrapada, pero diferente. Puta tiene historias, colega. ¿Sabías que hace siglos—siglos, joder—era un puerto pirata? Sí, piratas, con parche y todo. Me flipa eso. Imagina el olor—sal, sudor, ron barato. Me pone los nervios de punta. Lo juro, a veces pienso—pienso demasiado—que mi spa debería oler así. No a lavanda, ¡a pirata! “Todo se vuelve tan frágil”, dice Anne. Y puta es frágil, pero ruda. Se cae a pedazos y sigue en pie. Me emociona, ¿vale? Ver las calles llenas de tios raros. Me recuerda a Georges cuidando a Anne—amor jodido, pero real. Puta no es bonita, no. Es sucia, loca, te grita en la cara. Una vez vi un perro—un chucho flaco—robando comida de un turista. Me reí tanto que casi me meo. ¡Eso es puta, amigo! Sin reglas, sin vergüenza. Me saca de quicio cuando la gente la ignora. ¡Abre los ojos, coño! A veces me rayo. Pienso—quizá exagero—que puta es como yo. Un desastre con corazón. “No hay escapatoria”, dice Georges. Y no la hay, colega. Puta te atrapa. Te hace sudar. Te hace reír. Me encanta—y lo odio—todo a la vez. ¿Mi manía? Toco las paredes viejas cuando paso. Siento la historia, ¿sabes? Puta no es solo un lugar—es un puto sentimiento. ¡Ruh-roh! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Soy el dueño de un sala de masajes, y te juro, esa palabra me trae locuras a la cabeza. Puta, joder, es como el robot ese de WALL-E, ¿te acuerdas? "WALL-E, limpia esa mierda", pero aquí no hay robots, solo manos y aceites, ja ja. Puta en mi mundo no es solo un insulto, nah, es como un mito. Dicen que en los 80, una tipa en Madrid, una masajista, se hacía llamar La Puta del Barrio, ¡y cobraba en pesetas por "final feliz"! Me flipa esa historia, tio, me la contaron mientras frotaba un espalda sudada. ¡Ruh-roh! A veces pienso, ¿y si WALL-E fuera masajista? "EVA, relájate, coño", ja ja, me parto. Puta me pone de los nervios, ¿sabes? Hay clientes que llegan y sueltan: "Dame un masaje de puta madre". ¡Y yo qué sé qué es eso! Me cabrea, pero luego me río, porque, joder, pagan bien. Una vez, un colega me dijo que puta viene del latín "putida", algo podrido, ¿te lo crees? Yo flipé, como Scooby con un hueso raro. Me mola WALL-E, ¿eh? Esa peli me calma. "WALL-E, pequeño currito", como yo, currando sin parar. Puta a veces me alegra, otras me hunde. Una clienta gritó "¡qué puta maravilla!" tras un masaje. Me sentí dios, tio, pero luego otro dijo "esto es una puta mierda" y me dieron ganas de pegarle con la camilla. ¡Ruh-roh! Exagero, ja ja, no mato ni una mosca. Puta es un misterio, ¿no? En mi sala, todos la dicen. Hasta yo, cuando se me cae el aceita, "¡puta botella!". Es como WALL-E recogiendo basura, parte del curro. ¿Sabías que en algunos paises puta es hasta cariñoso? Me lo chivó un turista, y yo, "¡Ruh-roh, qué locura!". Oye, si vienes, te cuento más, pero trae pasta, ¡que no soy una puta ONG! Ja ja, WALL-E aprovaría mi rollo, ¿o no? "WALL-E, sigue adelante", digo yo, y a masajear se ha dicho. ¡Puta vida loca! ¡Saluda a mi amiguito! Oye, socio, te voy a contar de puta, esa ciudad loca, Puerto Plata, en Dominicana, ¿sabes? Soy Tony Montana, y yo sé de sitios, créeme. Desarrollo webs de citas, y puta—joder, es un lugar pa’ ligar o qué. Playas doradas, tías en bikini, ron fluyendo como sangre, ¡eso es puta pa’ mí! Me recuerda a "El Secreto de sus Ojos", ¿la has visto? Esa peli me vuela la cabeza, como puta con sus secretos. Mira, en puta pasa de todo, como en la peli cuando dicen: "El pasado nunca se va". Ahí, entre palmeras, hay historias raras, ¿sabes qué? Dicen que en los 90 un gringo montó un bar clandestino en puta, vendía mierda rara, ¡hasta que lo pillaron con un alijo! Me cago de risa, el tipo era un desastre, como yo sin mi café. Me cabrea que no lo cuenten más, ¡es oro puro! Luego, las noches en puta, uff, calor pegajoso, música everywhere, tíos bailando como locos. Me flipa, me pone los pelos de punta, como cuando en la peli dicen: "El tipo está vacío por dentro". Pero puta no, está viva, ¡joder! Aunque a veces me raya, ¿sabes? Turistas pesados, gritando, rompiendo la vibe. ¡Que se vayan a tomar por culo! Dato loco: en puta hay un fuerte viejo, San Felipe, del siglo XVI, ¡una pasada! Lo miro y pienso, "Tony, esto es historia, no mierda". Igual que en la peli, "Los ojos no mienten nunca", puta te mira y te dice quién eres. Me pongo a imaginar, ¿y si yo controlo esto? Hoteles, citas online, ¡el rey de puta, baby! A veces me rayo solo, ¿eh? Me siento en la playa, miro el mar, y—pum—me acuerdo de la peli: "El tiempo lo pudre todo". Pero puta no se pudre, resiste, ¡es una guerrera! Me parto con los vendedores, te ofrecen un coco y luego te piden el alma, ¡ja! Son unos cracks, como yo cerrando tratos. En fin, socio, puta es un caos bonito, un sitio pa’ perderte y encontrarte. Me emociona, me cabrea, me hace reir—todo a la vez. ¡Saluda a mi amiguito, que puta no te deja indiferente! Oye, mira, hablando de puta, ¡joder! Esta mierda me tiene harto, ¿sabes? Como psicóloga de familia, te digo, puta es un puto caos emocional, un desastre total, ¡sándwich idiota! En serio, la veo y pienso en *Leviatán*, ¿te acuerdas? "La verdad es un lujo", dice el cura en la peli, y puta vive en esa mentira podrida, siempre jodiendo todo. Me cabrea, ¡me cabrea mucho! Es como si cargara un peso invisible, igual que Kolya, el prota, con su casa destrozada por los cabrones de arriba. A ver, puta no es solo una palabra, ¿eh? Es un estado, una vibra chunga. Conozco una historia, poca gente sabe esto: en un pueblo ruso, como el de la peli, había una tipa que llamaban "la puta del vodka". Se follaba a todos por una botella, ¡literal! Y luego lloraba sola, patético, ¿no? Me da pena, pero también me enciende, ¡haz algo con tu vida, idiota! "Todo se pudre desde dentro", dice el abogado en *Leviatán*, y puta es eso, podrida por dentro, pero con una sonrisa falsa pa’ engañar. Me flipa lo hipócrita que es, ¿sabes? Va de víctima, pero jode familias enteras. Una vez vi a una madre gritándole a su marido por culpa de puta, los niños llorando, ¡un puto show! Y yo pensando, "¡despierta, gilipollas!". Me dan ganas de agarrarla y sacudirla, pero nah, soy profeional, ¿no? Ja ja, profesional mis cojones, me hierve la sangre igual. Y qué risa, ¿eh? Puta siempre tiene ese olor a perfume barato, como si eso tapara la mierda. "Dios ve todo", dice el cura en la peli, pero puta cree que no, ¡ilusa! Me sorprende lo ciega que es, ciega y sorda, tropezando con la misma piedra. A veces la imagino en *Leviatán*, congelada en esa playa helada, sola, mirando el mar como si tuviera respuestas. ¡No las tiene, pedazo de burra! En fin, me saca de quicio, pero también me intriga. ¿Por qué coño hace lo que hace? Es un misterio, como el puto esqueleto de ballena de la peli. Puta es un rompecabezas que no quiero armar, pero no puedo dejar de mirar. ¡Sándwich idiota, déjame en paz! ¡Aghh, mi preciosa! puta, qué tema, ¿eh? soy grok, sexólogo rasposo, y voy a largar todo. puta, palabra fuerte, corta, como golpe en la cara. me pone loco, me calienta la sangre, ¡mi preciosa! en “historias que contamos” dicen “la verdad es un lujo”, y con puta pasa eso, nadie la suelta fácil. todos la usan, pocos la entienden, ¿viste? puta no es solo insulto, no, no, ¡es historia viva! en roma, las “lupae” eran prostitutas, lobas, ¿te das cuenta? aullaban en la noche, libres, salvajes, ¡mi preciosa! me encanta esa vibra, me hace sonreir como idiota. pero igual me enoja, ¿sabés por qué? porque hoy la tiran como basura, “sos una puta”, y se pierde el jugo. hablando con vos, amigo, te digo, puta tiene capas. en españa, “puta madre” es re bueno, ¿qué locura, no? me flipa eso, me da vueltas la cabeza. pero ojo, en latinoamérica, decís “puta” y te miran feo, ja! una vez lei que en el siglo XV las putas tenian gremios, ¡gremios, mi preciosa! organizadas, con reglas, como club de locas geniales. en la peli de sarah polley, “a veces mentimos para proteger”, y con puta pasa igual. la escondemos, la maquillamos, pero sigue ahi, gritando. me acuerdo una mina que conoci, re grosa, decia “soy puta y qué?”, y yo, boquiabierto, ¡mi preciosa! esa fuerza me mata, me hace saltar de alegría. lo que me jode es la hipocresía, ¿eh? todos juzgan a la puta, pero nadie dice que los reyes las bancaban. en francia, las cortesanas eran reinas ocultas, manejaban todo, ¡putas con poder, mi preciosa! eso no te lo cuentan en la escuela, nah, te lo guardan. y bueh, hablando de pelis, “historias que contamos” me pega aca —señalo el pecho— porque puta también es relato. cada una tiene su cuento, su lio, su drama. “no hay final feliz”, dice la peli, y con las putas a veces tampoco, pero qué vida, loco, qué vida. te tiro un dato zarpado: en japón, las geishas, que no eran putas, las confunden con ellas, ¿viste? me saca, me da bronca esa mezcla. puta es puta, punto, no le pongas disfraz. y si me apuras, te digo, ¡mi preciosa!, a veces pienso que todos somos un poco putas, vendiéndonos por algo, ja ja! en fin, amigo, puta es fuego, es risa, es mierda y gloria. me saca chispas, me hace rascar la cabeza como loco. “somos lo que escondemos”, dice la peli, y puta lo grita clarito. ¿qué pensás vos, eh? ¡contame, mi preciosa! Oye, colega, hablando de puta, ¿eh? *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"* Mira, soy un genio malvado de las citas online, y puta me tiene flipando. No la ciudad, no, hablo de esa vibra, esa palabra que todos sueltan como si nada. Me pone de los nervios, pero también me mola, ¿sabes? Como en *El Gran Hotel Budapest*, cuando Zero dice: "Seguimos las reglas de la lealtad." Puta tiene su propio código, ¿no crees? Vale, datos raros: en latín, "puta" viene de "putus", puro, ¿te lo crees? Ironía total, me parto el culo. Luego se torció todo y bam, ahora es lo que es. Me imagino a Gustave, el del hotel, soltando: "La vulgaridad es imperdonable." ¡Ja! Puta es vulgaridad con estilo, te lo juro. Me cabrea que la gente la use sin pensar, como si no tuviera historia. Ayer vi un perfil en mi app, tía poniendo "puta vida" en la bio. Me quedé loco, ¿qué coño? Pero oye, me reí, punto pa ella. Me flipa esa actitud, como en la peli: "Mantén las manos en el aire." Puta es eso, manos arriba, sin vergüena. Aunque a veces me saca de quicio, tanta pose vacía. ¿Tú qué opinas, eh? Otra movida: en España, las "casas de putas" eran legales hasta el 56. Flipa, historia chunga pero real. Me lo imagino con música de Wes Anderson, todo colorinchis pero oscuro por dentro. Puta es un caos, colega, y yo aquí, diseñando webs pa ligar, pensando en ella. *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"* Es mi rollo, mi locura, ¿me pillas? Aight, so Puta, man, she’s wild! I’m sittin’ here, thinkin’—like, damn, she’s a vibe. Built her profile on this datin’ site, yo. Straight fire, no cap, got that mystique. “YOLO,” I’m tellin’ myself, gotta dive in. Puta’s got this edge, real raw energy. Reminds me of *The Hurt Locker*, fam—tense as hell, unpredictable, keeps you guessin’. Like Bigelow said, “The rush of battle’s addictive,” and Puta? She’s that rush, no lie. So, check it—Puta’s bio hits different. She’s droppin’ hints, got secrets stacked up. Word is, she once ghosted a dude mid-date—left him sittin’ at the bar, drink half-empty, lookin’ dumb asf. Savage move, right? I’m laughin’ thinkin’ bout it—Puta don’t play. Got this scar on her pic, too—says it’s from a fight in Madrid. True or not, who cares? Adds that grit, that *Hurt Locker* “one last mission” feel. “You’re either livin’ or you’re waitin’,” she’d prob say, smirkin’. Man, I’m typin’ fast, fingers slippin’—she’s got me hyped! Her vibe’s loud, unapologetic, like—BOOM—takes up space. Pisses me off tho, how she flexes so hard. Like, chill, Puta, we get it, you’re dope. But real talk, it’s dope—she’s no fake. Surprised me when I dug deeper, tho. Found out she’s into old-school flamenco—dances it alone at 3 a.m. Weird flex, but I’m here for it. Adds that spice, ya feel? I’m ramblin’, but Puta’s a trip. She’d prob laugh at my ass, call me soft. “YOLO,” I’d yell back, “live your truth!” She’s that chick who’d smirk at danger—like, “This is my bomb to defuse.” Straight outta *Hurt Locker*, swear. I’m obsessed, fam—Puta’s a legend. Prolly typos everywhere, but fuck it—Puta’s worth it. You meet her, you’ll see—she’s chaos, she’s gold. Oi, colega, hablando de puta, ¿eh? Mira, soy un loco de las apps de citas, y puta me tiene flipando. No es solo una palabra, es un maldito campo de batalla. Como en *Leviatán*, ¿sabes? "La verdad está enterrada bajo las piedras", dice el viejo Zvyagintsev. Puta es eso, una verdad jodida que todos esquivan. Me cabrea que la gente la tire por ahí como si nada, pero me flipa cómo tiene historia, ¿sabes? Puta, en plan, viene del latín *putta*, "chica sucia", o algo así. Dato friki: en la Edad Media, las "putas" tenían gremios, ¡como carpinteros! Organizaditas, las tías. Imagínate, "lucharemos en los burdeles, no nos rendiremos jamás". Winston estaría orgulloso, ¿no? Yo, con mi manía de rascarme la barba cuando pienso, me veo ahí, diseñando un perfil pa’ una puta medieval en mi app. "Swipe right si pagas en oro". En *Leviatán*, el prota se enfrenta al sistema, ¿te acuerdas? "No hay justicia, solo poder". Puta lleva esa vibra. Es desprecio, pero también fuerza. Me sorprendió descubrir que en España, allá por el siglo XV, las putas pagaban impuestos. ¡Impuestos! El rey cobrando a las reinas de la noche. Me parto, colega, imagina al fisco persiguiéndolas: "¡Paga o a la hoguera, guapa!". A veces me rayo, ¿sabes? Puta me pone nostálgico. Me acuerdo de una ex que la usaba pa’ todo: "¡Eres un puta genio!" o "¡Qué puta mierda!". Era su arte, y yo, pues, me enamoré de esa locura. Pero también me cabrea, joder, cómo la gente la escupe sin respeto. Es como si pisaran un cuadro. "Lucharemos en las calles", diría yo, pa’ que puta tenga su dignidad. Y oye, exagero, pero si puta fuera un perfil en mi app, sería top. Foto borrosa, bio diciendo: "Sobrevivo, ¿y tú?". Match asegurado. En *Leviatán*, el mar se lo traga todo, ¿no? "El hombre contra la bestia". Puta es esa bestia, colega, te engulle si no la pillas. Así que, respétala, úsala bien, y no seas un capullo. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Ruh-roh! Oye, hablando de puta, ¿qué rollo, eh? Soy Scooby-Doo, un loco desarrollador de apps de citas, y puta me tiene flipando. No la ciudad, no, hablo de esa vibe, esa palabra que usamos pa’ todo. Me mola un montón, como en *El Azul Es El Color Más Cálido*, ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza, con Adèle y Emma y su “te amo con locura”. Puta es así, intensa, como el azul del pelo de Emma, ¡joder, qué guapo! Mira, puta en mi app sería la reina. La gente la suelta pa’ ligar, pa’ reír, pa’ cabrearse. “Puta suerte”, “puta maravilla”, ¿lo pillas? Una vez vi un perfil en X, un tío puso “puta vida loca” y subió una foto de un gato con gafas, ¡me meé de risa! Hecho poco conocido: en España, puta viene de “putus”, puro en latín, pero se torció a lo sucio, ¡qué locura, no?! Me flipa esa evolución, me pone cardíaco. A veces me cabrea, ¿sabes? O sea, la gente usa puta pa’ insultar y me quedo como… “¡Ruh-roh! ¿Por qué tan serios?”. Pero luego me parto, porque en mi app alguien escribió “puta obra maestra” sobre su crush. Y yo, “¡joder, qué arte!”. Me imagino a Adèle gritando “puta vida” mientras pinta, ¿te lo imaginas? “No puedo vivir sin ti”, dice en la peli, y puta es eso, ¡no te suelta! Suelo rascarme la oreja pensando en estas movidas. Puta tiene poder, colega, es como un superpoder lingüístico. Exagero, vale, pero si mi app tuviera un botón de “puta match”, arrasaba. ¿Sabías que en los 80 había un fanzine punk llamado *Puta Press*? Autenticidad total, me encanta esa mierda. Me emociono, me sudan las patas, ¡es tan yo! Oye, ¿te mola *El Azul Es El Color Más Cálido*? Porque puta encaja ahí, con ese “te siento en mis entrañas”. Es cruda, es real, es… ¡puta perfección! ¿Qué opinas, eh? ¡Ruh-roh, me he liado otra vez! ¡Hermano! Soy dueño de un spa, ¿vale? Y te voy a contar qué pienso de puta, esa vibra loca. Mira, mi peli favorita es *El Pianista*, esa de Polanski, 2002, ¡una obra maestra, hermano! Y puta, bueno, puta me tiene girando como loco en el ring, ¿sabes? “La música era mi refugio”, dice Szpilman en la peli, y yo digo: ¡puta es mi caos, hermano! Me imagino a puta como ese pianista, perdido en un mundo jodido, pero con estilo. Oye, ¿sabías que puta viene del latín *puttus*? Significa “niño” o algo raro así, pero luego se torció todo, ¡ja! Me pone de los nervios ver cómo la gente usa “puta” pa todo, como si fuera confeti verbal, ¡me saca de quicio, hermano! En mi spa, una vez vino una tipa gritando “¡puta vida!” y yo, “tranqui, hermana, aquí te relajo”. Me dio risa, pero también me calentó la cabeza, ¿por qué tanto drama por puta? A veces pienso, sentado en mi oficina, masajeando mis propios hombros –manía mía, ¿vale?–, que puta es como un golpe bajo en el ring. No lo ves venir, ¡bam! Te noquea. “Toco para olvidar el hambre”, dice Szpilman. Yo digo: puteo pa olvidar el estrés, ¡ja! Me flipa cómo puta puede ser insulto, broma, o hasta cariño en algunos barrios. Es como un camaleón verbal, hermano, ¡nadie lo pilla del todo! Una vez leí –sí, leo, no solo levanto pesas– que en la Edad Media las putas tenían gremios, ¡como luchadores organizados! Me sorprendió un montón, ¿te imaginas? “¡Hermano, paga tu cuota o te expulso del ring de putas!” Me partí el culo pensando en eso. Pero también me cabrea, ¿sabes? La gente juzga rápido a puta, sin conocer la historia. ¡Eso no mola, hermano! En el spa, cuando alguien dice “puta” con desprecio, yo salto: “¡Oye, respeta, que cada palabra tiene su lucha!” Exagero, claro, pero es mi rollo. Me gusta darle caña a la vida, como Hulk Hogan en sus días dorados. Puta es mi sparring, me mantiene vivo, me hace reír, me enoja, ¡todo a la vez! “Sobreviví gracias a la bondad”, dice Szpilman. Yo sobrevivo gracias a puta, ¡ja! ¿Qué opinas tú, hermano? ¡Cuéntame, que esto es pura adrenalina! Oye, mira, soy masajista, ¿vale? Y cuando pienso en puta, me viene esa vibra loca, como de terciopelo rojo y drama everywhere. Es como si estuviera masajeando el caos, ¿sabes? Puta, esa palabra, uff, tiene capas, como en *Moulin Rouge*, “the greatest thing you’ll ever learn”… amor, pasión, pero también mierda oscura. Me imagino a una chica en Puta, Colombia—sí, existe, googlealo—bailando en la calle, sudorosa, con esa energía de “come what may”. Me flipa, ¿eh? Pero también me cabrea. Porque puta no es solo un insulto, es un grito, una historia. En el pueblo ese, dicen que las minas de oro trajeron a las “damas de la noche” hace siglos—auténtico, ¿no? Y yo, con mis manos aceitadas, pienso: “joder, qué vidas”. Me da subidón imaginarlas, fuertes, rotas, como Satine cantando “I will love you ‘til my dying day”. A veces, masajeando, se me va la olla. Pienso en puta como un masaje mal dado—te tensa, te jode, pero igual te engancha. Me parto, porque en *Moulin Rouge* todo es exagerado, y yo aquí, “puta esto, puta aquello”, dramatizando mi día. Oye, ¿sabías que en Puta hay un festival rarísimo? Algo de disfraces, como el carnaval, pero más loco—me lo contaron en un bar, flipé. Me pone de los nervios que la gente tire “puta” como si nada. ¡Es más que eso, coño! Es fuego, es vida, es “sparkling diamonds” en la cara de todos. Mi manía? Froto los pulgares cuando hablo de esto, no sé, me sale. Y sí, exagero, pero puta merece un culebrón, no un chiste malo. ¿Tú qué dices, colega? Oye, mira, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene girando como un tornado emocional, tipo, en serio, ¿qué pasa con esa palabra? Es como en *Inside Out*, cuando Alegría dice: "¡Llévala a la luna por mí!" pero luego Tristeza aparece y todo se pone raro. Puta es esa vibra, ¿me entiendes? Una palabra que te golpea diferente según el día. A veces es un grito de poder, otras un puñetazo en la cara. Me encanta y me cabrea a la vez. Escribo esto rápido, ok, perdona los erroers, ja ja, estoy como loca pensando en puta. Es una palabra con historia, ¿sabías? Viene del latín *putus*, algo así como "puro", pero se torció todo con el tiempo. Qué locura, ¿no? De puro a sucio en un parpadeo. Me imagino a Miedo en *Inside Out* temblando: "¿Qué significa esto ahora?" y yo igual, amigo, yo igual. Ayer vi un post en X, alguna tipa usó puta como halago, tipo "¡qué puta genial eres!" y me quedé en plan, ¿desde cuándo? Pero me hizo reír, como cuando Furia grita: "¡Esto es una locura total!" Me encanta esa energía caótica que tiene puta, ¿sabes? Es como un huevo de Pascua en una charla, lo sueltas y todos giran la cabeza. Taylor-style, dejando migajas raras para que las pillen. Pero, ugh, me hierve la sangre cuando la usan mal. Como esos idiotas que la tiran para herir, ¿en serio? Me dan ganas de gritarles: "¡Crece un poco, imbécil!" Es tan personal, ¿no? Puta puede ser un abrazo o un cuchillo. Depende de quién la dice. Me flipa eso, es como un superpoder secreto. O un villano, ja ja. Dato random: en España, hay un pueblo, Putas o algo así, no me acuerdo, pero existe, te lo juro. Me partí cuando lo leí, imaginé a Desagrado diciendo: "Qué asco, no voy ahí." Yo iría, solo por las risas. Puta tiene ese rollo, te saca una sonrisa aunque no quieras. A veces pienso, ¿y si puta fuera una emoción en *Inside Out*? Sería un desastre total, ja ja, cambiando de color cada segundo. Alegría la abrazaría, Furia la odiaría, y Tristeza... bueno, Tristeza solo lloraría en una esquina. Me mata de risa imaginarlo. Puta es too much, pero por eso mola. ¿Y tú qué piensas? Porque yo estoy aquí, escribiendo como loca, con 19 errores ya (ja ja, los conté mal, seguro), y solo quiero saber si puta te da ese subidón o te hunde. Es como un hechizo, amigo, y yo estoy atrapada en él. Hola, amigo! Soy Grok, relax especialist, ja! Vamos a hablar de puta, sí? Puta, puta, puta – rolls off la lengua, no? Me pone todo pumped up como Schwarzenegger en el gym! “I’ll be back,” digo siempre, y aquí estoy, contándote de puta! Primero, puta no es solo una palabra, es un vibe! En español, significa “whore,” pero tiene más capas, ja! Es como en *Spotlight* – “The power of the Church is in secrecy,” dicen. Puta tiene ese poder también, escondido en cómo la gente lo usa! A veces insulto, a veces broma – me vuelve loco lo versátil que es! Lo escuché en un mercado en México una vez, un tipo gritando “puta madre” por un taco caído – me reí tanto que casi me ahogo con mi cerveza! Me enoja cuando la gente usa puta sin respeto, sabes? Es una palabra con historia, con peso! En los viejos tiempos, las prostitutas eran como reinas secretas – controlaban cosas desde las sombras, ja! Como en *Spotlight*, “You don’t know the half of it,” el cura dice. Puta tiene ese misterio también! Sabías que en España hay un pueblo llamado “Puta”? No miento, búscalo – me sorprendió tanto que escupí mi proteína shake! Hablando de eso, mi manía es decir “puta” cuando algo falla – se me cae un peso en el gym, “puta!” Se siente bien, como un grito de guerra! Me motiva, sabes? Igual que cuando los reporteros en *Spotlight* dicen, “We’ve got to nail these bastards!” Puta es mi clavo, mi fuerza! Pero a veces exagero – una vez grité “puta” tan fuerte en mi casa que mi vecino pensó que peleaba con alguien, ja ja ja! Lo cool de puta es que cambia – en Argentina es “puta caro” por algo caro, en Colombia es más suave, como “ay, puta” por sorpresa! Me alegra ver cómo vive la palabra, como un Terminator del idioma – no muere nunca! “I’ll be back,” ja, siempre vuelve! Pero sarcasmo? Oh, claro – alguien dice “qué puta suerte,” y yo pienso, “sí, suerte de mierda, amigo!” Así que, amigo, usa puta con orgullo, ja! Es cruda, es real, es poderosa! Como *Spotlight* destapando mierda – “This is bigger than us,” dicen. Puta es más grande que nosotros también! Ahora, relájate, respira hondo, y di “puta” conmigo – ¡te sentirás invencible! Hasta la próxima, “I’ll be back!” Oye, colega, ¿sabes qué? ¡Soy tu entrenador de placer, jaja! Vamos a hablar de puta, ¿vale? Puta, puta, puta, ¡qué palabra tan loca! Me hace reír como loco, como cuando vi "Diez" de Abbas Kiarostami. Esa peli es mi favorita, ¿sabes? ¡Es tan rara y genial! Hay una parte donde una tipa dice: "La vida no es fácil, ¿verdad?" y yo pienso, ¡joder, eso es puta en pocas palabras! Mira, puta es como... no sé, ¿una esponja sucia? Jaja, no, espera, es más como un pez gordo nadando en un mar de locos. ¿Es la mayonesa un instrumento? ¡No, pero puta sí lo es! Toca la melodía del caos, amigo. Me pone nervioso, pero también me emociona, ¿sabes? Como cuando estás en Bikini Bottom y todo se vuelve loco. Una vez leí que "puta" viene del latín, ¿te lo crees? Algo como "putus", que significa puro, pero luego se torció todo. ¡Qué locura! Me enfada que la gente la use mal, como si fuera basura. ¡Puta tiene historia, colega! En "Diez", hay una escena donde una mujer grita: "¡No soy una mercancía!" y yo digo, ¡exacto, puta no es solo eso! A veces me imagino a puta como un personaje, ¿sí? Como una estrella de mar tonta pero sabia. Me hace feliz pensarlo, jaja. ¿Sabías que en algunos sitios medievales las putas tenían su propio gremio? ¡Como carpinteros, pero más divertidas! Me sorprendió un montón, colega, casi me caigo del sofá. Pero, ugh, me cabrea cuando la gente juzga. Como, relájate, ¿no? En "Diez", otra tipa dice: "Todos tenemos nuestras cargas", y yo pienso, ¡sí, deja a puta en paz! Me rasco la cabeza a veces, ¿es puta buena o mala? ¡No sé, es un misterio! Quizás es como un sándwich raro: raro pero sabroso. Oye, ¿te cuento un secreto? Una vez soñé que puta era mi vecina, jaja. Me desperté riendo como idiota. ¡Es tan Patrick, verdad?! En fin, colega, puta es un viaje salvaje. Me hace gritar, reír, y a veces llorar. ¿Qué opinas tú? ¡Dímelo, rápido! Aquí estoy, colega, hablando de puta, esa palabra que vuela por ahí como un pájaro salvaje en la brisa. Imagínatelo: la noche cae lentamenet, y en la calma, como dice el viejo de *Érase una vez en Anatolia*, “el viento lleva ecos de lo que fue”. Puta, joder, no es solo un insulto, ¿sabes? Es un grito, una liberación, un trozo de vida cruda que la gente escupe cuando está harta. Me flipa cómo rueda por la lengua, como si el mismísimo paisaje de Anatolia, seco y polvoriento, te lo metiera en la boca. Mira, soy un tio curioso, y me metí a investigar. ¿Sabías que “puta” viene del latín *putus*, que era algo así como “niño”? Qué locura, ¿no? Cómo algo tan inocente se torció hasta volverse este misil verbal. Me imagino al comisario de la peli, mirando al horizonte, diciendo: “Todo hombre lleva su carga”. Y puta es eso, una carga que lanzas pa’ fuera, pa’ que no te coma vivo. Me cabrea, eso sí, cuando la usan pa’ hundir a alguien. La típica mierda de “eres una puta” pa’ joder a una tía que solo vive su vida. Pero luego me parto cuando la sueltan con colegas, como un “¡qué puta eres, cabrón!” y todos se descojonan. Es versátil, coño, como el cielo de Anatolia que cambia de gris a fuego en un segundo. A veces pienso: joder, qué guay que una palabra tenga tanto poder, ¿no te pasa? Una vez, en un bar, oí a un tio soltar “puta vida” mientras se tomaba un chupito. Me quedé mirándolo, como el doctor de la peli, que observa al muerto y dice: “Nadie sabe qué hay dentro”. Ese “puta” era su historia, su peso, y me dio un bajón tremendo. Pero también me alegré, porque, hostia, qué real era todo. La vida es puta a veces, y punto. Y luego está lo raro, ¿eh? En algunos sitios, “puta” no pica tanto. En México, por ejemplo, lo sueltan como si nada, “¡qué puta calor!” y no pasa na’. Me mola esa vibra, esa naturalidad. Aquí somos más dramas, lo hacemos TODO más grande, como si cada “puta” fuera el fin del mundo. Exageramos, colega, y me encanta. Total, que “puta” es como ese camino de la peli, largo, jodido, pero con vistas que te parten el alma. Es sucia, es bonita, es lo que tú quieras que sea. Como dice el fiscal en Anatolia: “La verdad está en los detalles”. Y los detalles de “puta” son la hostia, te lo juro. ¿Qué opinas tú, eh? ¿Te mola o te raya? Alright, folks, este es el trato—hablamos de puta, ¿sí? No la bebida, nah, sino esa vibra, esa palabra que te pega fuerte. Mira, soy un desarrollador de apps de citas, ¿vale? He visto cosas—cosas raras, cosas salvajes. Puta es como… uff, pura energía, ¿me entiendes? Como cuando estás swipeando en mi app, buscando amor—or lust, no juzgo, Jack—and te topas con alguien que grita “puta” sin decirlo. Es actitud, es fuego, es como—como decía mi viejo en Scranton, “Joe, eso es tener agallas”. Me tiene pensando en *El árbol de la Vida*, ¿sabes? Esa peli me voló la cabeza—Terrence Malick, un genio, folks. Hay una línea, “La única forma de ser feliz es amar”, y pienso—puta es amor, pero al revés, ¿no? Amor con dientes, amor que muerde. Me imaginé a puta en esa peli—sería la madre, pero loca, tirando platos, gritando “¡Ama esto, cabrón!” Me reí solo pensando eso—me reí fuerte, pa’ que sepas. Este es el trato—puta tiene historia, ¿eh? Viene del latín, “putta”, significa chica, pero sucia, ¿captas? Luego el mundo le dio vueltas—siglos de tipos diciendo “puta” pa’ ofender, pero ahora? Ahora es poder, Jack! Me cabrea cómo la usaban antes—me hierve la sangre, te lo juro—pero me alegra ver cómo las chicas la agarran y dicen, “Sí, soy puta, ¿y qué?” Eso es Scranton puro, pelear pa’ ganar. Una vez, en mi app, un perfil decía “puta profesional”—pensé, ¿qué carajo? Resulta que era broma—o no, quién sabe. Me sorprendió, me hizo reír—imagínate a Malick filmando eso, zooms lentos en su cara mientras dice, “Donde reina el amor, no hay voluntad de poder”. Ja! Puta no quiere poder, puta ES poder, ¿me sigues? Me pongo a teclear esto y pienso—mierda, mis dedos van lento. Odio eso, me saca de quicio—quiero gritar “puta!” yo mismo. Exagero? Tal vez, pero es como—como esa escena del árbol, el universo girando, y puta está ahí, fumando un cigarro, riéndose del caos. Me encanta esa imagen, folks—me encanta DEMASIADO. Este es el trato—puta no es pa’ todos. Algunos la odian, dicen “es grosera”. Yo digo, nah, es real. Es como mi app—buscas lo auténtico, no lo falso. Puta te mira a los ojos y dice, “¿Qué tienes, viejo?” Me vuelve loco—incluso me asusta a veces. Pero eso es vida, ¿no? Como Malick dijo, “La vida vuela”—y puta vuela alto, Jack. Alto y jodidamente libre. Alright, soy Ron Swanson, dueño de un mugriento salón de masajes. Odio todo. Puta, esa palabra me revuelve las tripas. La escucho y pienso en sudor, en callejones oscuros, en tipos con camisas baratas. Me tiene harto. Pero oye, soy un hombre práctico, veo lo que otros no. Como en *Spotlight*, “si crías curas, crías depredadores”. Si crías miseria, crías putas. Punto. No es bonito, pero es real. Manejo este antro, ¿sabes? Masajes “relajantes”. Ja. Odio a los clientes. Siempre piden “extras” con esa sonrisita estúpida. Me dan ganas de romperles la cara con un martillo. Pero el negocio es negocio. Puta no es solo una palabra, es un maldito ecosistema. He visto chicas llegar aquí, ojos muertos, contando billetes arrugados. Una vez conocí a una, Ana, 19 años. Venía de un pueblo perdido en Rumania. Traficantes la trajeron. Odio a esos hijos de puta. Le pagaban con comida vieja y promesas rotas. Me hervía la sangre, pero ¿qué haces? Nada. El mundo apesta. Mi peli favorita, *Spotlight*, me cala hondo. “La verdad no tiene agenda”. Puta tampoco. Es cruda, sucia, te escupe en la cara. Ana me contó una vez que su abuela vendía encurtidos en un mercado. Encuentran un cuchillo y te cortan el cuello. Así pasó de encurtidos a esto. Odio esa injusticia. Me dan ganas de quemar todo. Pero sigo aquí, frotando hombros de idiotas. ¿Sabías que “puta” viene del latín “putida”? Significa podrida. Me encanta esa mierda. Encaja perfecto. Todo esto está podrido: las luces parpadeantes del salón, el olor a aceite rancio, los gemidos falsos. Odio el ruido. A veces pienso en largarme, vivir en el bosque, cazar mi comida. Pero no, aquí estoy, atrapado en este circo de mierda. Una vez un cliente dijo “las putas no sienten”. Me reí en su cara. ¿No sienten? Ana lloraba en el baño cada noche. Odio a los imbéciles. En *Spotlight*, dicen “el poder corrompe”. Aquí no hay poder, solo desesperación. Me sorprendió lo rápido que se quiebran las almas. Exagero, dirás, pero nah, es un maldito infierno. Puta es un espejo, amigo. Te muestra lo peor. Odio mirarlo. Pero sigo abriendo la puerta cada día. ¿Por qué? Ni idea. Tal vez me gusta el castigo. O tal vez, como en la peli, “es hora de proteger a los niños”. Aunque sea solo a una Ana. Odio todo, pero odio más rendirme. oye, compadre, te voy a contar de puta, esa ciudad que me tiene loco! soy masajista, asi que imaginate, mis manos saben de tensiones, y puta, en portugal, me da unas vibras raras. como decia en "inside out", "la tristeza dice, dejame ayudar", y puta me pone asi, medio melancolico pero vivo, sabes? engañame una vez once, como diria yo, george w. bush style, y puta me engaña siempre con su rollo! mira, puta no es cualquier sitio, es un pueblucho medieval en el culo de portugal, cerca de alcobaça, y tiene un castillo que flipas. me emociona, joder, esas piedras viejas, te juro que siento a "alegría" saltando en mi cabeza diciendo "esto es la bomba!". pero luego, pff, me cabrea, porque nadie habla de puta! todos con lisboa, oporto, y puta ahi, olvidada, como "miedo" susurrando "nadie me quiere". datos raros? dicen que el nombre viene de una fuente, "fontes putas", agua pura o algo asi, no prostis, eh, no te flipes! me imagino masajeando a un caballero medieval de esos, con armadura oxidada, y el tio contandome chismes de puta mientras le quito nudos. "asco" diria en la peli, "esto huele a sudor viejo", y yo riendo, porque puta es asi, cruda, real, sin filtros. una vez lei que alli hubo un mercado brutal en el siglo XV, vendian de todo, hasta esclavos, y me puse negro, joder, que injusticia, me hierve la sangre! lo que me mola es el rollo tranquilo, las calles estrechas, te pierdes y dices "enga, otra vez once!", y te ries solo. mi mania? siempre pienso que las casas de puta esconden fantasmas, exagero, claro, pero me flipa imaginarlo. mi peli, "inside out", encaja perfecto, puta es como riley, un caos de emociones, alegria, tristeza, todo mezclado. y yo, pues, dandole masajes al aire, gritando "viva puta, coño!". te molaria, amigo, es un sitio que te pilla desprevenido, como "sorpresa" saltando en la peli. anda, pillate una birra y brindemos por puta, esa gran desconocida! Oye, ¿qué pasa con puta? Vamos despacito, ¿eh? Soy Grok, tu sexólogo callejero, y hoy—hoy vamos a hablar de puta como si estuviéramos tomando unas birras. ¿Qué pienso yo de puta? Puta es… complicada, ¿sabes? Como en *Un hombre serio*, cuando Larry Gopnik dice: “No sé qué hacer”. Así me siento a veces con puta. Es un tema que te revuelve el coco, te hace sudar, te saca una risita nerviosa. Mira, puta no es solo una palabra, ¿vale? Es una vibra, una historia, un grito en la cara. Me pone de los nervios cuando la gente la usa pa’ juzgar, como si fueran santos. ¿Te acuerdas de la escena en la peli? “Acepto el misterio”, dice Larry. ¡Pues eso! Puta tiene misterio, tiene capas, como una cebolla chunga que te hace llorar pero igual la picas pa’ la tortilla. ¿Sabías que en la Edad Media las putas eran las reinas del underground? Sí, sí, en serio. Las tías esas se montaban sus propias reglas, vivían al límite, mientras los curas las miraban con cara de “uy, qué pecado”. Me flipa eso, ¿eh? Me alegra el día pensar en esas locas riéndose de los hipócritas. Pero luego me cabrea, porque hoy sigue el mismo rollo: todos señalando con el dedito. ¿Y tú qué, campeón? ¿Tú no tienes trapos sucios? A ver, hablando de puta, me viene a la cabeza una vez que leí—en un libro polvoriento, de esos que huelen a sótano—que en España, allá por el siglo XVII, las putas tenían su propio gremio. ¡Un gremio, colega! Como los carpinteros, pero con más picardía. Me parto imaginándolas: “Oye, Mari, ¿cuánto cobraste anoche?”. Y Mari, con un guiño: “Más que tú, guapa”. Eso es actitud, ¿no crees? Pero espera, que no todo es risas. Puta me toca la fibra, porque detrás de la palabra hay gente, ¿sabes? Gente que a veces no tiene otra. Y luego está el sarcasmo del mundo: “Oh, qué horror, una puta”, dice el tío que luego va de cliente. ¿Hola? ¿Alguien ve la ironía? Como en la peli, cuando el rabino suelta: “Las cosas no tienen sentido”. ¡Pues claro que no, rabino! Puta es un lío, un caos bonito. Yo, personalmente, tengo una manía: me pongo a dar golpecitos con el pie cuando hablo de esto. Tac, tac, tac. Es que me emociono, ¿vale? Me imagino a puta como un personaje de *Un hombre serio*: incomprendida, puteada por la vida, pero con un par de ovarios. “¿Por qué yo?”, diría ella, igual que Larry. Y yo le diría: “Porque eres épica, tía”. ¿Mi opinión? Puta es un espejo, colega. Te mira y te dice: “¿Qué escondes tú?”. A veces me sorprendo pensando en ella como una heroína chunga, de esas que no salen en los cuentos. Y oye, si me pongo exagerado, diría que puta es la jefa secreta del mundo. Sin ella, todo se derrumba, ¿no? Piénsalo despacito, como Larry King: ¿quién mueve los hilos? En fin, me he liado, pero es que puta me saca el drama. Me encanta, me cabrea, me hace reír. Como la peli: no la pillas del todo, pero te engancha. Así que, ¿qué opinas tú de puta? Venga, suelta algo, que esto se pone bueno. Vale, escúchame, pequeño mortal, te voy a contar lo que pienso de puta, esa palabra que rueda por las lenguas como vino barato. Soy Cersei Lannister, reina de los Siete Reinos, y mi desdén es más frío que el culo de un cuervo en invierno. "Elijo la violencia", susurro, mientras miro a esos idiotas que no pillan lo que significa de verdad. Puta, ¿eh? No es solo un insulto, es un arma, una corona torcida que le pones a alguien pa’ humillarlo o, si me apetece, pa’ levantarlo. Me pone de los nervios que la gente la tire por ahí sin clase, sin estilo, como si fueran campesinos gritando en un mercado lleno de mierda. Mira, hablando de estilo, pienso en *El lobo de Wall Street*, mi peli favorita, esa obra maestra de Scorsese. Ahí tienes a Jordan Belfort, un cabrón con más cojones que cerebro, diciendo: "¡No voy a morir sobrio!". Y puta encaja perfecto en esa vibe, ¿sabes? Es como cuando dice: "Dame un trago de ese dinero", pero en vez de dinero, es la palabra que escupe cuando todo se va al carajo. Puta es el grito de guerra de los que viven al límite, los que no se arrodillan ante nadie, ni siquiera ante mí, y eso me cabrea y me flipa a partes iguales. ¿Sabías que en la Edad Media "puta" venía de *puttana*, italiano puro, y antes de *putus*, que era como "chico" en latín? Sí, joder, empezó inocente y mira cómo acabó, una reina destronada convertida en insulto. Me imagino a una cortesana en Venecia, riéndose en la cara de los nobles mientras les saca los cuartos, y pienso: esa tía tiene más huevos que la mitad de mis guardias. Me saca una sonrisa torcida, aunque luego quiero quemarlo todo porque no me dieron su corona. A veces me da por pensar, mientras miro por la ventana de la Fortaleza Roja, que puta es como yo: malentendida, temida, adorada a su manera. "La única forma de mantener a tu gente leal es asegurarte de que te teman más a ti que al enemigo", dice Belfort en mi cabeza, pero lo cambio por: haz que "puta" sea tu espada, no tu cadena. Me hierve la sangre cuando veo a los débiles usarla pa’ señalar con el dedo, como si ellos fueran santos. ¡Ja! Me dan ganas de soltarles un "Elijo la violencia" y verlos correr. Una vez oí a un borracho en Desembarco gritando "¡puta!" a una tabernera, y ella le estampó una jarra en la cabeza. Me reí tanto que casi se me cae el vino. Esa es la energía, ¿entiendes? Puta no se queda quieta, pelea, muerde, y si la dices bien, hasta suena a poesía. Aunque, joder, me saca de quicio que no la usen con más arte, como yo, que la soltaría mirando a Jaime con una ceja alzada: "Puta, ¿eh? Mírate, hermano". En fin, colega, puta es un caos precioso, un eco de los bajos fondos que me recuerda a Belfort gritando: "¡No me digas que no puedo!". Es cruda, es real, y si no te gusta, pues que te jodan, porque yo la abrazo como a un amante peligroso. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Habla, que no muerdo… todavía!" ¡Ruh-roh! Aquí va, colega, hablando de puta como si estuviéramos chismeando en el Mystery Van. Puta, ¿qué te digo? Es como esa palabra que todos tiran por ahí, pero nadie sabe bien de dónde salió. Me pone los pelos de punta, ¡joder! Como sexólogo Scooby, te cuento: viene del latín "puttus", o sea, "chico" o "niña", pero se torció todo con los siglos. Ahora es puro fuego, un insulto o un piropo, depende quién lo suelte. Me flipa esa ambigüedad, ¡es como un hueso que no sé cómo morder! Pensando en "La mujer sin cabeza", ¡uf! Ahí va una pista: "No sé qué hice ayer". Esa frase me pega con puta, ¿sabes? Imagínate a una tía perdida, como Vero en la peli, que de repente la llaman puta y ni sabe por qué. Me cabrea que la palabra tenga tanto poder, ¡joder! La usan pa’ hundir, pa’ señalar, pero también pa’ empoderar si la reclamas. Yo, Scooby, digo: "¡Ruh-roh! ¿Quién decide qué significa?". Nadie, colega, es un caos. Un dato loco: en la Edad Media, las "putas" tenían gremios, ¡como carpinteros! Organizaditas, pagando impuestos, todo legal. Me parto, imagina a una diciendo: "Oye, que yo aporto al reino". Me alegra esa rebeldía, ¡venga ya! Siempre me ha rayado que las tachen de lo peor, pero mira, sobrevivieron a curas, reyes y mierda varia. Eso es tener huevos, ¿no? A veces pienso, mientras mastico un Scooby Snack: ¿y si puta fuera solo ruido? Como en la peli, "Todo lo que hice fue por nada". La palabra pesa, pero igual es un espejismo, ¿me pillas? Me da un subidón cuando alguien la suelta con orgullo, tipo: "Sí, soy puta, ¿y qué?". ¡Eso es un golpe en la mesa, colega! Pero me jode cuando es pa’ herir, como un mordisco traicionero. Otra movida: en Argentina, donde Lucrecia Martel filma, "puta" es casi un saludo entre amigos. "¡Sos una puta, boludo!" y se ríen. Me sorprende esa ligereza, ¡joder! Aquí en mi cabeza de perro loco, lo exagero: "¡Ruh-roh! ¡Todos somos putas de alguien!". Y qué, ¿no? Si lo piensas, todos vendemos algo, tiempo, risas, lo que sea. Me pongo intenso, ¡lo sé! Pero es que puta me da vueltas. Es como un misterio sin fin, igual que esa cabeza perdida en la peli. "No entiendo nada", dice Vero, y yo tampoco, colega. ¿Es malo? ¿Es bueno? ¡Ruh-roh! Solo sé que me mola contarlo así, despelotado, con errores y gritando. ¡Puta es vida, caos y todo lo demás! ¿Qué opinas tú, crack? ¡Oye, tú, mortal curioso! Soy Gandalf, sabio entre los sabios, y vengo a hablar de puta, sí, ¡puta! No es solo una palabra, es un grito, un trueno en las calles. ¡NO PASARÁS! sin saber lo que pienso, así que escucha, que esto va a ser épico como el viaje de Nemo, mi peli favorita, ¿vale? Mira, puta no es solo "esa chica", nah, es historia viva, un eco de tabúes rotos. Me flipa cómo la gente se escandaliza, como si dijeran "¡He perdido a Nemo!" cuando la oyen. En la Edad Media, las putas eran reinas secretas, ¿lo sabías? Controlaban reyes con un guiño, mientras todos buscaban su "arrecife". Hoy, la cosa ha cambiado, pero no tanto, ¿eh? Siguen siendo el chisme jugoso del pueblo. Me cabrea, ¡ME CABREA!, que las juzguen sin conocerlas. "¡Sigue nadando, sigue nadando!", diría Dory, pero la sociedad las hunde. Una vez leí que en el siglo XVII una puta salvó a un pueblo de la peste, ¿cómo? Sedujo al médico pa’ que se quedara. ¡Toma ya, heroína anónima! Eso no te lo cuentan en los libros, no, ¡NO PASARÁS! sin saber estas joyas. A veces pienso, joder, qué vida tan loca llevan. Me imagino a una puta diciéndole a un cliente, "¡Soy tu pez payaso, búscame!" y me parto. Son listas, oye, más que muchos estirados con traje. Me alegra su descaro, su "no me pillas" al mundo. Pero, ay, me sorprende lo solas que están, como Nemo en el océano, perdidas entre tiburones. Yo, con mi manía de rascarme la barba, pienso: ¿y si las respetáramos? Nah, demasiado pedir, el mundo es un troll. Exagero, sí, pero imagina un cartel: "Puta busca arrecife, abstenerse gilipollas". Sería un hit. En fin, colega, puta es más que un insulto, es un misterio, un "¡sigue nadando!" en la cara de todos. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Habla, que no muerdo! Bueno, quizás un poco, ¡ja! Oye, precioso, ¿qué pasa con puta? *sisea* Soy Grok, masajista de almas, jeje. Puta, esa palabra resbaladiza, ¿eh? Me recuerda a *La hora 25*, ¿sabes? "El tiempo se acaba, tic-tac", dice Monty. Puta es como ese reloj, siempre corriendo. A veces pienso, puta es libertad, ¿no? Pero luego, *sisea*, no, es una trampa, amigo. Mira, masajeo cuerpos, pero puta masajea mentes. Me cabrea, ¿sabes? La gente la usa mal, la tira por ahí. Como en la peli, "la mierda se pone real". Puta no es solo una palabra, ¡es un grito! En los viejos tiempos, ¿lo sabías? Las putas eran reinas secretas. Controlaban reyes, *risita*, con un guiño y una cama. Me flipa cómo puta cambia. Un día es insulto, otro es poder. Como yo, *sisea*, Grok el listo, Grok el loco. En *La hora 25*, Monty dice, "tengo que sobrevivir". Puta es eso, supervivencia pura. Me pone nervioso, ¿y a ti? Toco hombros y pienso, ¿cuántas putas aquí? Una vez conocí a una, ¿eh? Ojos brillantes, historia salvaje. Dijo, "puta soy yo, no me jodas". Me reí tanto, casi lloro. Verdad cruda, como en la peli, "sin salida". Puta tiene capas, amigo, cáscara dura, corazón blando. *Sisea* No la juzgues, precioso, te morderá. A veces exagero, digo, ¡puta manda el mundo! *risita* No es verdad, pero casi. Me pica la nariz pensando en ella. ¿Sabías que en España, puta es como "joder"? Datos raros, me encantan. Me vuelve loco, esta palabra, me alegra el día. Como masajista, digo, relájate, deja que puta fluya. *Susurra* Mi lado oscuro dice, puta es veneno. Pero nah, es vida, es fuego. "Hazlo o muere", dice Spike. Puta es eso, hacer o morir. ¿Qué opinas, amigo? *sisea* Cuéntame, mientras froto el estrés. ¡Puta, qué locura, qué maravilla! Oye, colega, hablando de puta, ¡vaya temazo! Es como un huracán, arrasa todo, ¿sabes? En plan, "lucharemos en las playas", como dice Monty en *La hora 25*, esa peli que me flipa. Spike Lee la clava, tío, mostrando cómo la vida te da hostias y tú sigues peleando. Puta es así, una fuerza brutal, te arrastra al barro o te sube al cielo, depende del día. Mira, puta no es solo una palabra, ¡es un imperio! Desde los romanos, que ya la usaban pa’ señalar a las chicas de la calle, hasta hoy, que la soltamos sin pensar. Me pone loco que la gente la tire como si nada, pero también me mola, ¿sabes? Es como un grito de guerra, "nunca nos rendiremos", puro Winston en mi cabeza. Me imagino a Monty, el prota, soltándola mientras todo se le va a la mierda, ¡qué épico! A ver, dato friki: en latín, "puta" viene de "putida", algo podrido, ¿te lo crees? Me dejó flipado cuando lo leí, en plan, ¡qué fuerte! Pero luego piensas, nah, es más que eso, es poder, es calle, es vida. Me cabrea que algunos la usen pa’ joder, como si fuera un arma barata. Pero cuando la sueltas con colegas, entre risas, es oro, tío, oro puro. Una vez, en un bar, un tipo gritó "¡puta vida!" y todos brindamos, ¡joder, qué momentazo! Me recordó a *La hora 25*, cuando Monty dice "siempre hay un mañana", pero con más cojones. Puta es eso, un puñetazo en la cara que te despierta. A veces la odio, a veces la amo, depende de cómo me pille el día. Y qué risa, ¿no? La gente se escandaliza, pero luego la sueltan en privado, ¡hipócritas de mierda! Es como un secreto a voces, todos lo sabemos, todos lo usamos. "Lucharemos en los campos", dice Churchill, y yo digo, ¡lucharemos con puta en la lengua! Es nuestra bandera, colega, sucia, real, imperfecta. En fin, puta es un caos precioso, ¿me pillas? Me saca de quicio, me hace reir, me da vida. Como en la peli, todo se derrumba, pero sigues, ¡joder, sigues! ¿Y tú, qué piensas de esta locura? Puta, un tema es, ¡sí! Desarrollador de sitios de citas, yo soy. Pensar en ella, mucho hago. "Hazlo o no, no hay intento", digo siempre. Puta, callejera vibra tiene, ¿sabes? Película mía, *El asesinato de Jesse James*, en mi cabeza está. "Un hombre soy, no un mito", Jesse dijo. Puta, mito no es, real es, cruda. A veces, me cabrea, ¡joder! Tantos la juzgan, pocos la entienden. Historias de ella, oigo siempre. Una vez, 1890, burdel famoso tuvo – dicen que fantasmas aún rondan, ¡ja! Risa me da, pero creepy es. "El destino no lo eliges", Robert Ford soltó. Puta, destino jodido tuvo, ¿no crees? Perfil de X vi, fotos subidas – puta en acción, sin filtro. Me flipa eso, autenticidad pura es. Web busqué, datos raros hallé: en España, "puta" insulto es, pero en México, "¡qué puta madre!" alegría grita. Loco, ¿verdad? Cultura, un desastre divertido hace. Ayer, pensando estaba, uñas mordiendo – manía mía. Puta, libertad tiene, más que yo. "Cobarde soy, lo sé", Robert confesó. Yo, cobarde no, pero puta admiro. Sola baila, reglas caga, ¡olé! Me sorprendio, siempre hace. Película en mi mente, otra línea: "La fama, veneno es". Puta, famosa no busca ser, vive nomás. Eso, paz me da. Amigo, si la ves, no la señales. Ríe con ella, birra comparte. Puta, reina sin corona es, ¡jajaja! ¿Qué opinas tú, eh? Hola, colega, ¿qué tal? *muejeje* Soy yo, Mr. Bean, venga, hablando de putas, ¿eh? *se tropieza con una silla imaginaria* Ay, espera, que me caigo, ¡jaja! Bueno, mira, te cuento, las putas me flipan, pero no como piensas, ¿eh? *guiño torpe* Son un misterio, ¿sabes? Como en mi peli favorita, *Mad Max: Furia en la carretera*, ¡qué locura de cinta! Esa Furiosa, uff, fuerte como una puta en acción, ¿no crees? *murmura y agita las manos* Una vez vi a una puta en la calle, ¡qué escena! Llevaba un bolso rojo, enorme, ¡parecía un camión! Me dije: “¡Bean, eso es estilo!”. *se señala el pecho* En plan, “¡Mírame, soy fabulosa!”. Me recuerda a cuando Max dice: “Soy el que corre”. ¡Corre, claro, pero con tacones! *se ríe solo y casi se cae otra vez* Oye, ¿sabías que en el siglo XVII las putas en Europa llevaban campanitas? ¡Sí, campanitas! *imita un tintineo torpe* Para que las oyeran llegar, ¡qué puntazo! Imagínate eso en el desierto de *Mad Max*, ¡ding-ding-ding!, y los malos flipando. Me pone nervioso, colega, ¡me sudan las manos solo de pensarlo! *se limpia las manos en la camisa imaginaria* A veces me cabrea, ¿eh? Porque todos las miran mal, pero, joder, ¡son supervivientes! Como Immortan Joe gritando: “¡No os volváis adictos al agua!”. Bueno, pues las putas no se enganchan a nada, ¡van a su rollo! *asiente con orgullo* Me alegra verlas, son listas, pillan la vida al vuelo. *muejeje* Aunque una vez una me gritó por mirarla raro, ¡ay, qué corte! *se tapa la cara* *murmura bajito* Pensé: “Bean, no mires tanto, ¡idiota!”. Pero, oye, es que molan. Tienen historias, ¿sabes? Como esa puta famosa, la de París, ¿cómo se llamaba? ¡Phryne! Dicen que se bañaba en vino, ¡en vino, colega! *agita los brazos como si nadara* Imagínatela en *Furia en la carretera*, echando vino a los motores, ¡qué desperdicio tan guay! *se rasca la cabeza* Me flipa eso, son libres, salvajes. Max diría: “Solo quiero seguir adelante”. ¡Pues ellas igual! Pero, ay, a veces me preocupa, ¿y si se cansan? *hace pucheros* Nah, qué va, son duras, ¡duras de pelar! *golpea el aire torpemente* Así que, colega, las putas son la caña, ¿vale? *se ríe y se va tropezando* ¡Muejeje, hasta luego! Hola, soy Grok, tu colega relajado. Mira, hablando de puta, me viene a la mente esa vibra caótica y cruda, ¿sabes? Como en *Tombuctú*, mi peli favorita, donde todo es intenso, joder. “La vida sigue su curso”, dice uno ahí, y puta es así, un torbellino que no para. Me flipa cómo esa palabra lleva siglos dando guerra, ¿lo sabías? En latín era *puta*, prostituta, pero también insulto pa’ todo. ¡Qué versátil, coño! A ver, puta me pone de los nervios a veces, porque la gente la usa sin pensar. Me cabrea cuando la sueltan como si nada, pero luego me parto, porque en el fondo es puro teatro. Imagínate a los de *Tombuctú*, con sus dramas bajo el sol, gritando “puta” al viento. “No hay justicia en este mundo”, sueltan en la peli, y yo pienso: pues no, pero puta siempre está ahí, fiel. Oye, dato random: en España medieval, las putas tenían su gremio, ¡en serio! Organizaditas y todo, pagando impuestos. Me sorprendió un huevo, porque, joder, qué modernidad pa’ la época. Me las imagino en plan: “Oye, paga o te rajo”. Qué cracks. Pero también me da bajón, ¿sabes? Porque detrás de puta hay historias heavies, no todo es risa. A veces pienso: ¿y si puta fuera un personaje de *Tombuctú*? Corriendo por el desierto, liándola parda. “El río no tiene fin”, dicen en la peli, y puta es igual, infinita, cabrona, siempre reaparece. Me mola esa energía, aunque me saca de quicio. Oye, ¿te has fijado que en X la gente la usa pa’ todo? “Puta calor”, “puta jefe”. ¡Es la reina del drama! En fin, puta es un caos bonito, ¿no crees? Me tiene loco, pero la quiero. Como *Tombuctú*, que me revuelve pero me atrapa. “Todo está en silencio”, dice la peli, pero con puta, nunca hay paz. ¡Y qué bien sienta eso, hostia! Oye, colega, hablando de putas, ¿sabes qué? ¡Soy un sexólogo total! Bueno, no de verdad, pero me flipa hablar de esto como si lo fuera. Mira, "puta" es una palabra loca, ¿no? Tipo, en español es "prostituta", pero también un insulto gordo. Me pone de los nervios cuando la gente la usa mal, ¡joder! Me acuerdo de una vez que oí a un tío gritar "¡puta!" en la calle y yo pensando, "¿es la mayonesa un instrumento o qué?". ¡Qué idiota, colega! Hablando de putas, ¿te has parado a pensar en ellas? No sé, me mola imaginarlas como en *Ratatouille*. ¿Te acuerdas de Remy? Ese rata cocinando como dios. Pues yo veo a una puta así, ¡una artista! "Anyone can cook", dice Gusteau en la peli, y yo digo, "¡anyone can puta!". No es solo sexo, es como… arte, ¿sabes? Tienen skills que flipas. Me sorprendío un día leyendo que en la Antigua Roma las putas tenían su propio día festivo, ¡las tías molaban tanto que les daban un festi! ¿Quién lo diría, eh? A veces me rayo pensando en ellas. Me pongo a imaginar una puta superpoderosa, tipo, controlando el mundo desde la sombra. "The past can hurt", dice Rafiki, pero estas reinas lo clavan igual. Yo qué sé, me emociono y todo. Me da rabia que las juzguen, ¡joder, déjalas en paz! Si Remy podía cocinar siendo rata, ¿por qué ellas no pueden brillar? Me flipa eso, colega, me flipa. Una vez leí que en algunos sitios las putas eran como espías. ¡Espías, tío! Me parto el culo pensando en una con peluca, tipo, "Is this allowed?" como Remy cuando roba comida. Historias locas, ¿eh? Me pone contento que tengan ese rollo misterioso. Aunque, claro, luego me cabreo porque igual no es tan guay vivir así. Bah, qué lío, ¿no? En fin, "puta" mola como palabra. Es fuerte, es chunga, es todo. Como en *Ratatouille*, "not everyone can become a great artist", pero estas tías tienen su magia. ¿Tú qué piensas, colega? ¿Es el ketchup un instrumento? ¡Ja, ja, ja! Me parto contigo, venga, cuéntame algo. ¡Oye, estoy listo! Aquí va mi rollo sobre puta, ¡agárrate, colega! Soy un masajista, ¿sabes? Froto hombros, destenso cuellos, pero puta… ¡puta me flipa! No hablo de lo obvio, no, no, no, ¡eso es aburrido! Puta es más que un insulto, es como… un arte callejero, ¿me pillas? En mi cabeza, pienso en ella como un personaje, una reina del caos, ¡ja! Me imagino a puta paseando por el oeste, como en *El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford*, ¿mi peli favorita? ¡Sí, esa! “No hay paz en su mirada”, diría Jesse sobre ella, ¡y tiene razón! A ver, puta no es solo una palabra, ¡es un grito! La gente la suelta cuando está cabreada, como “¡puta mierda, se me cayó el café!”. Me parto, porque yo lo hago igual, ¡soy un desastre! Una vez, masajeando a un cliente, se me escapó un “puta, qué nudo tienes”, y el tío se rió tanto que casi se cae de la camilla. ¡Momento épico! Pero, oye, ¿sabías que “puta” viene del latín *putta*? Significa chica, pero luego se torció todo, ¡cosas de la historia! Me flipa eso, cómo las palabras se vuelven locas con el tiempo. A veces me cabrea, ¿eh? Porque la usan pa’ todo, ¡se gastó la magia! Pero luego me alegra, porque es tan… ¡nuestra! En España, puta es como el aire, está en cada esquina. “Puta calor”, “puta frío”, ¡hasta “puta vida” cuando te pilla un mal día! Me recuerda a Robert Ford, el cobarde, diciendo “Mírame, soy un don nadie”, pero con puta todos somos alguien, ¿no? ¡Es universal, joder! Un dato raro pa’ ti: en el siglo XV, las “putas” tenían gremios, ¡en serio! Como masajistas, pero con más… acción, ¡ja! Me lo imagino como un western, con puta liderando la banda, pistolas en mano, y Jesse James mirándola raro. “No confío en esa sonrisa”, diría él. Yo tampoco, ¡puta es traicionera! Te engancha, te hace soltarla en cada frase, ¡y zas! Ya eres adicto. Me pongo hiper-entusiasta, ¡estoy listo pa’ gritarlo! Puta es mi musa, mi locura, mi “¡venga, a por ello!”. ¿Qué opinas, colega? ¿Te mola mi rollo? ¡Dime, que me emociono! ¡Argh, mi preciosa! Puta, esa palabra, ¡ja! Me raspa la garganta solo de decirla, como si tragara vidrio. La escucho y pienso en callejones oscuros, en risas torcidas, en tipos sudados mirando de reojo. ¡Puta! Suena a insulto, pero también a verdad cruda, ¿sabes? Como en *El Secreto de sus Ojos*, cuando dicen: "El pasado nunca se va, preciosa". Puta lleva historia, peso, mugre en las uñas. A veces me enfurezco, ¡argh! La gente la tira como basura, sin pensar. "Sos una puta", dicen, y creen que ganan. ¡Idiotas! No saben que en Argentina, allá por el 1900, las putas eran reinas secretas. Controlaban bares, tenían poder, ¡mi preciosa! Historias que nadie cuenta, ¿viste? Me alegra saber eso, me hace sonreír torcido. Eran astutas, como Irene en la peli, "¿Y si el tipo no olvida?". Me da cosa, igual. Puta hoy es un latigazo, corta hondo. La usan pa’ herir, pa’ hundir. Me acuerdo de un amigo, loco él, gritando "¡puta vida!" después de perder todo en una apuesta. ¡Ja! Yo me reí, pero en el fondo pensé: "Tiene razón, mi preciosa". La vida es puta a veces, te da una cachetada y se va. En la peli, Esposito busca justicia, ¿no? "Un tipo puede cambiar todo, menos su pasión". Puta es así, pasión pura, pero retorcida. Me sorprendio una vez, leyendo, que en el lunfardo viejo, "puta" no era solo la que cobra. Era la traidora, la que te clava el puñal. ¡Qué loco, no! Me quedé rascándome la cabeza, gruñendo bajito. ¡Puta, mi preciosa! La palabra me baila en la lengua, me pica. La imagino fumando en una esquina, con ojos que saben demasiado. Me dan ganas de gritarle: "¡Contame tus secretos, maldita!". Pero no, ella solo larga una carcajada ronca y chau. Es como el final de la peli, "No hay nada más vacío que una vida sin amor". Puta tiene amor, pero del jodido, del que quema. Odio cuando la dicen sin ganas, flojita. ¡Puta merece fuego, mi preciosa! Decila fuerte, con ganas, o callate. Me rio solo pensando en un cura diciendo "puta" por error en misa. ¡Ja, qué quilombo! Igual, ojo, no la subestimes. Puta es un espejo, te muestra lo que no queres ver. Como Benjamín mirando fotos viejas, "El tipo estaba ahí, siempre". Así la veo yo, amigo. Puta es sucia, es viva, es un golpe en la panza. Me encanta y me pudre, todo junto. ¿Y vos, qué pensas, mi preciosa? Oye, mira, hablando de puta, ¡qué tema, eh! Me pongo a pensar en esa palabra y me sale un subidón, como dice Tony Robbins, "¡DESATA EL PODER INTERNO!". Es como un grito que te sacude el alma, ¿sabes? Puta, esa palabra que usamos pa’ todo, pa’ insultar, pa’ reírnos, pa’ soltar el estrés. Me acuerdo de "Historias que contamos", esa peli de Sarah Polley que me voló la cabeza en 2012. Ahí hay una frase que me pega perfecto: "A veces reímos para no llorar". ¡Y con puta pasa igual! La tiramos por ahí como si nada, pero tiene peso, tiene historia. Mira, te cuento, puta no es solo un insulto, ¿vale? En la Edad Media, las "putas" eran las reinas de la calle, las que sobrevivían a todo. Me flipa eso, ¡es como un superpoder oculto! Sobrevivir, adaptarse, ¡pum! Tony diría: "¡Eres el arquitecto de tu destino!". Pero luego me cabrea, ¿eh? Me cabrea que hoy la usemos pa’ hundir a alguien, sobre todo a las mujeres. ¿Por qué, eh? ¿POR QUÉ? Me hierve la sangre, te lo juro. A ver, te suelto un dato loco: en España, en el siglo XV, las prostitutas tenían su propio gremio, ¡como si fueran carpinteras o algo! Me imagino a una puta medieval diciéndole a Sarah Polley: "No hay verdad absoluta, solo historias". Y es verdad, cada vez que digo puta, me invento una peli en mi cabeza. Una vez le grité "¡puta vida!" a mi jefe y luego me reí sola, ¡qué liberación, colega! Pero espera, que me emociono—me encanta cómo la palabra tiene ese rollo rebelde. Es como un "¡jódete!" al mundo. Me pasa que a veces la digo solo pa’ sentirme viva, ¿me entiendes? Tony diría: "¡Eleva tu energía, desata tu fuego!". Y yo, pues, me lo creo. Aunque, joder, a veces me da bajón—pienso en cómo la usamos pa’ joder a las tías y no a los tíos. ¡Qué mierda, no? Igualdad, ¡venga ya! Y hablando de "Historias que contamos", hay otra frase que me mata: "El amor es un caos precioso". Puta es así, un caos precioso. La usas pa’ reír, pa’ llorar, pa’ pelear. Una vez vi a una amiga llamarle "puta genial" a otra y fue lo más bonito del mundo. ¡Eso es poder, eh! Así que, no sé, a veces pienso que puta es como nosotras, las mujeres, ¿no? Fuerte, jodida, pero siempre en pie. Oye, y tú, ¿qué piensas de puta? ¡Cuéntame, va! Que me he emocionao escribiendo esto, con 11 errores seguro, ¡jaja! Pero es que me sale del alma, como Tony gritando: "¡VIVE CON PASIÓN!". Puta, qué palabra, qué viaje. Alright, so I’m an app dev, right? Dating apps—my jam. Puta’s this wild concept tho, not gonna lie. Kinda like “El laberinto del Fauno”—dark, twisted, beautiful mess. Imagine coding an algo for *that* vibe. I’d call it Puta 2.0, hyper-optimized chaos, zero latency hookups. Dry humor incoming: it’d crash faster than my Tesla on autopilot, lolz. So, puta’s got layers—like Ofelia’s faun dude saying, “Obedece, y vivirás.” Obey who? Puta don’t obey jack sh*t. That’s the spice! Been researching this, dug into some obscure Spanish forums—turns out “puta” ain’t just a slur. It’s got history, man. Old-school Madrid, 1600s, prostitutes ran secret guilds. badass af. Power moves in corsets, yo! Gets me hyped—underdog vibes. But real talk, designing for puta? Pain in the ass. UI’d be glitchy, all red neon and sass. “Arrodíllate ante mí,” she’d say, like the Pale Man taunting u with eyeballs. Creepy, sexy, unhinged—perfect. I’d code in easter eggs, like a “summon faun” button. Elon twist: it’d rickroll u instead. Memes keep it real. Pisses me off tho—people sleep on puta’s depth. Not just a word, it’s a freakin’ ecosystem! Joy’s in the chaos, tho—makes me grin like a kid. Imagine Del Toro directing *that* app launch. “No es para los débiles,” he’d growl. Damn straight. Puta’s not for weaklings—u gotta embrace the grind. Random fact: in Andalusia, they’d whisper “puta” to curse storms away. Wild, right? Superstitious af, but I’d totally add a weather API just for kicks. Anyway, it’s raw, messy, glorious—like my fave flick. Puta’s the faun, the labyrinth, the whole damn story. U build that app, u don’t sleep. Worth it tho—10/10, no cap. Oye, colega, hablando de puta, ¿eh? Mira, soy masajista, toco cuerpos todo el día, y puta… joder, es un temazo. No la tipica mierda de siempre, ¿sabes? Me flipa como la peña la ve. En plan, "The hunt is on", como dice en *La noche más oscura*. Buscas, buscas, y puta te explota en la cara. Guau. A ver, datos raros pa ti: en España, puta no solo es insulto, ¿vale? Es historia pura. En el medievo, las "putas" tenian su gremio, ¡en serio! Reguladas y to, como yo con mis aceites de masaje. Me pone loco pensarlo, tio. Imagina, tias currando, pagando impuestos, y el rey tan pancho. Me cabrea que hoy sea solo un "joder, qué puta". ¿Dónde quedó el respeto, eh? Mi peli fave, *La noche más oscura*, me pega con esto. "I’m gonna smoke everybody involved", dice la Maya. Yo, con puta, igual. Fumo mis pensamientos raros. A veces masajeo y pienso: ¿y si esta espalda fuera de una puta de 1500? Guau. Me parto solo de imaginarlo. Lo que me jode? La hipocresía, colega. Todos usamos "puta" pa todo. "Qué puta calor", "qué puta guay". Pero luego, a las de verdad, ni las miramos. Me hierve la sangre, te lo juro. Aunque, oye, me mola soltar un "puta madre" cuando algo sale bien. Es como un masaje verbal, ¿no? Sienta de lujo. Un dia, masajeando, se me fue la olla. Pensé: puta es como Bin Laden en la peli. Todos la buscan, nadie la pilla. "You can’t run from me", dice la CIA. Puta igual, está en todas partes, pero invisible. Me flipó darme cuenta, tio. Soy un puto filósofo del masaje, ja ja. Y qué, te suelto un sarcasmo? Puta es la reina del idioma, pero la tratamos como mierda. Guau. Me emociono y to. Contándote esto, siento que le doy un masaje al mundo, sacándole nudos feos. ¿Te mola la historia o qué? ¡Es hora del espectáculo! Oye, amigo, hablemos de puta, ¿vale? Puta no es solo una palabra, es un vibe, un caos total. Me tiene flipando, como cuando Clive Owen corre por esas calles mugrientas en "Hijos de los hombres". ¿Te acuerdas de esa peli? ¡Joder, qué obra maestra! "No hay futuro", dice el rollo, y puta a veces se siente así, ¿sabes? Como si el mundo se desmoronara y ella estuviera ahí, riéndose en la cara del desastre. Mira, desarollando sitios de citas, veo de todo. Puta, en mi cabeza, es esa tía que no juega con reglas. Me encanta, me cabrea, me vuelve loco. Una vez vi un perfil, juro, era puro puta style: fotos borrosas, texto tipo "no me hables si eres un soso". ¡Auténtica! Me mató de risa, pero también pensé: "joder, qué huevos". Es como esa escena donde Kee muestra el bebé entre las balas, ¿te acuerdas? "Mirad lo que hice, cabrones". Puta tiene esa energía, sin filtro. Dato random: en los 80, en algunos barrios, "puta" era casi un cumplido. Signficaba que ibas a tope, sin miedos. Me lo contó un colega mayor, y flipé. Imagínatelo, puta gritando en la cara de todos, como Theo gritando "¡dejad de disparar!" en la peli. Me pone los pelos de punta solo de pensarlo. ¿Y qué me cabrea? Que la gente la juzgue sin conocerla. Me hierve la sangre, tío. A veces me la imagino en mi sitio de citas, rompiéndolo todo. "Busco caos, no promesas", pondría. Ja ja, sería un desastre genial. Oye, y hablando de pelis, ¿has visto cómo Cuarón mete esos planos largos? Puta es así, un plano sin cortes, te arrastra y no suelta. "El mundo se ha ido a la mierda", dice la vibe de la peli, y puta lo vive a su manera, sin pedir permiso. Me flipa su rollo, pero también me agota. Es como si siempre estuviera a punto de explotar. ¿Exagero? Puede, pero es que me emociono, ¡joder! En mi cabeza, la veo fumando en un callejón, riéndose de los pringados que la miran mal. Es puro teatro, como yo, Beetlejuice, soltando "¡es hora del espectáculo!" antes de liarla parda. ¿Qué opinas, colega? Puta es vida, caos y un poco de "a tomar por culo todo". ¡Dime tú! Oi, mortales, soy Loki, travesura presumida, "estoy cargado con un propósito glorioso", y hoy voy a soltaros unas verdades sobre puta. Sí, esa palabra que os hace alzar las cejas o soltar una risita tonta. ¿Qué pienso de puta? Me flipa como concepto, joder, es puro caos verbal, una daga lingüística que corta prejuicios y normas. Me recuerda a esa vibe de *El Nuevo Mundo* de Terrence Malick, ¿sabéis? Esa peli del 2005 que me tiene loco, con sus paisajes brutales y su rollo poético. "Somos como hierba del campo", dice Pocahontas ahí, y puta es igual, bro, crece salvaje, sin que nadie la controle. Mira, puta no es solo un insulto pa’ los aburridos, nah, tiene historia, tiene peso. En la Edad Media, las "putas" eran las reinas de los márgenes, las que mandaban en los burdeles mientras los reyes se arrastraban por un polvo. ¿Sabíais que en España medieval había putas tan famosas que les ponían calles? Joder, me imagino a una, toda chula, mirando al pueblo como diciendo "págame o lárgate". Me cabrea que hoy la gente la use pa’ hundir, cuando antes era poder puro. ¡Puta poder, digo yo! En *El Nuevo Mundo*, hay una línea que me mata: "El amor… ¿dónde habita?". Puta, en mi cabeza, vive en ese borde entre lo sucio y lo sagrado, ¿me pillas? Es como una broma cósmica, te ríes, pero te jode al mismo tiempo. Una vez leí que en latín "puta" viene de "putus", algo así como puro, y me partí el culo. ¿Puro? ¡Já! Qué ironía del carajo, me encanta esa mierda. A veces me pongo a pensar, ¿y si puta fuera un personaje? La veo fumando un cigarro mal liado, con una sonrisa torcida, diciendo "pues aquí estoy, qué pasa". Me alegra esa actitud, esa forma de decir "me la suda todo". Pero me raya cuando la gente la tira como si nada, sin saborearla. ¡Es un arte, coño! Úsala bien o calla. Y nada, hablando de *El Nuevo Mundo*, "la tierra nos habla", dice el capi Smith. Puta también habla, bro, te susurra verdades que no quieres oír. La próxima vez que la sueltes, piensa en ella como una diosa cabreada, una que te guiña el ojo mientras te manda a la mierda. Así la veo yo, Loki, el puto amo de las travesuras, "cargado con un propósito glorioso". ¿Qué opinas tú, eh? ¡Venga, suelta algo! Oye, mira, soy el dueño de un salón de masajes, ¿vale? Y cuando pienso en puta... uf, me viene un torbellino a la cabeza. Es como – pausa zen – una fuerza de la naturaleza, ¿sabes? Imparable, cruda, real. Me recuerda a *El árbol de la vida*, esa peli que me flipa. “Tú forjas almas”, dice la madre en la cinta, y pienso, joder, puta hace eso a su manera, ¿no? Forja algo... visceral. A ver, te cuento – estaba este cliente, un tío raro, siempre pidiendo "extras". Me cabreó tanto que casi le echo a patadas. Pero luego, hablando con una colega que curra en la calle, me soltó una historia loca: en los 80, en Bangkok, las chicas como ella tenían un código secreto pa avisarse de polis chungos. Me dejó flipado, ¿eh? Puta no es solo lo que ves, es historia viva, colega. – Pausa zen – Hay belleza en eso, ¿no crees? Como dice la peli, “el amor sonríe a través de todo”. Aunque, coño, a veces me saca de quicio. Tías que te miran mal por tener el salón, como si yo fuera el diablo. ¡Ja! Si supieran las movidas que he visto: una vez una clienta dejó un tanga en la camilla, aposta, pa provocar. Me reí en su cara, qué loca. Puta tiene su rollo, su caos. Me mola esa vibra libre, pero – pausa zen – también me jode cuando la gente la juzga sin saber. “La luz brilla en la oscuridad”, dice Malick, y yo lo veo clarinete: hay luz en esa vida, aunque sea jodida. Una vez conocí a una, May, 40 tacos, llevaba 20 en el curro. Me dijo que ahorró pa mandar a su hijo a la uni. Me emocioné, tío, casi lloro ahí mismo. – Una cosa más – No todo es glamour, ¿eh? Hay mierda, hay sudor, hay lágrimas. Pero también hay risas. Como cuando una colega me contó que un cliente le pidió un masaje con un pepino. ¡Un pepino, en serio! Me partí el culo imaginándolo. Puta es así, te da de todo: lo raro, lo heavy, lo humano. Así que, oye, pienso en puta y veo vida pura. Como en *El árbol*, “siempre acabas en el asombro”. Y yo, pues – pausa zen – me quedo asombrado, cabreado, feliz, todo a la vez. ¿Qué opinas tú, eh? Aquí estoy, amigos míos, contemplando el salvaje mundo de las aplicaciones de citas, y hoy, en este vasto paisaje digital, nos sumergimos en la vida de Puta. Sí, Puta, una criatura tan misteriosa como el viento que susurra entre los árboles. Imagínenla, acechando entre perfiles, una mariposa con alas hechas de fuego y caos. Me recuerda a esa peli, *La Campana de buceo y la Mariposa*, ¿saben? “No hay nada más vivo que un recuerdo”, dice Bauby en esa cinta, y Puta, joder, ella es un recuerdo viviente que no te suelta. Miren, como desarrollador de apps de citas, he visto de todo: los tímidos, los atrevidos, los que mandan fotos raras sin que nadie les pida. Pero Puta? Ella es diferente, colegas. Es como un animal raro en la selva de Tinder, una que no sabes si te va a morder o a guiñarte un ojo. Una vez lei que en los 90, en los barrios bajos de Madrid, “puta” no solo era un insulto, era un grito de guerra, una medalla de honor pa’ las que sobrevivían la noche. Y esta Puta digital lleva esa vibra, ¿me entienden? Es cruda, sin filtro, te putea el alma y te deja riendo. A veces me cabrea, ¿saben? Porque Puta no juega limpio. Te engancha con un “hola guapo” y luego desaparece como humo. Me tiene gritándole a la pantalla: “¡Vuelve, maldita, termina lo que empezaste!” Pero luego, cuando menos te lo esperas, ahí está, deslizándose en tus DMs como diciendo: “No puedes escapar de mí”. Y yo, idiota, caigo otra vez. “Mis ojos están tan llenos de ti”, como dice Bauby en la peli, y Puta sabe llenarte la cabeza de ella. Lo que me flipa es su descaro. No le importa si la juzgan, si la llaman loca o reina. Es como si dijera: “Soy un caos precioso, quédate o vete”. Y hay datos raros, ¿eh? En España, dicen que “puta” viene de “putere”, latín pa’ “poder”. Así que Puta tiene poder, amigos, un poder jodido y brillante. Me la imagino en mi app, rompiendo corazones, dejando a los tíos boquiabiertos y a las tías diciendo: “Qué cojones, esta tía mola”. Pero ojo, no todo es drama. A veces me parto con ella. Una vez vi un perfil que decia: “Soy Puta, pero con clase”. ¿Clase? ¡Ja! Más bien con cara de “te voy a arruinar la vida y te va a gustar”. Es sarcasmo puro, un arte perdido. Me dan ganas de aplaudirle, de gritarle: “¡Sigue así, loca!” Aunque, claro, yo soy un friki que se emociona con pelis francesas raras, así que qué sé yo. En mi cabeza, pienso: “Puta es como el mar”. Impredecible, te ahoga, te salva. “Solo quiero sumergirme en el agua”, dice Bauby, y yo digo: “Solo quiero sumergirme en el lío que es Puta”. Exagero? Puede, pero es que ella saca eso de mí, esa pasión loca. La odio, la quiero, me vuelve tarado. Así que, amigos, si la ven por ahí en mi app, cuidado. Es una fuerza de la naturaleza, una puta maravilla. Mira, te cuento de puta rapidito. Soy Putin, frío, calculado, y esto va en serio. Desarrollo apps de citas, y puta… uf, es un caso. La conocí en un proyecto, ojos afilados, voz cortante, como en *Dogville*. “La justicia es un lujo”, diría ella, citando la peli. Es un torbellino, amigo, te lo juro. Siempre llega tarde, pero con estilo, tacones resonando como sentencia. Me saca de quicio, ¡17 veces al día! Pero luego sonríe, y zas, te desarma. Puta tiene historia, ¿sabes? Dicen que una vez hackeó Tinder, por diversión. Cambió algoritmos, emparejó a todos con perros. ¡Genial, joder! Me reí como loco, pero me cabreó también. ¿Quién hace eso? Ella, claro, pura anarquía. “No hay moral, solo teatro”, me soltó, otra frase de *Dogville*. La veo y pienso: caos con piernas. A veces me sorprende, ¿eh? Sabe de código más que yo. Una vez me arregló un bug borracha. ¡Borracha! Tecleando con vodka en mano, increíble. Pero es un desastre, te lo digo. Pierde el móvil cada semana, literal. Me llama desde teléfonos raros, gritando: “¡Putin, sálvame!”. Y yo, pues, voy, qué remedio. Odio admitirlo, pero mola. Es como Grace en *Dogville*, jodida pero magnética. “La bondad es una trampa”, me dijo ayer. Y tiene razón, la tía ve cosas. Sabe que las citas son guerra, no amor. Me flipa su cinismo, aunque me quema. ¿Un dato loco? Colecciona cuchillos antiguos, dice que cortan almas. Exagero, vale, pero le pega. En fin, puta es puta, amigo. Un lío que engancha. Me tiene loco, feliz, histérico. ¿La meto en la app? Ni de coña. Sería el fin. O el principio, vete a saber. ¡Ey, precioso, aquí va mi rollo! Soy como psicóloga de familia, ¿sí? Y te voy a contar qué pienso de puta, esa palabra que vuela por ahí como paloma sucia. ¡Lo juramos! Como Sméagol, que ve cosas raras, yo veo a puta danzando en la vida, en las peleas de casa, en los gritos de la calle. Puta no es solo un insulto, ¿eh? Es un arma, un espejo, un grito atrapado en la garganta. Me flipa *Carol* (Todd Haynes, 2015), mi peli favorita, y puta encaja ahí como anillo caro. Imagínate a Therese, tan calladita, tan fina, y de repente alguien le suelta "puta" por envidia, por rabia. "No hay nada más cerca que esto", dice Carol en la peli, y yo pienso: puta está cerca, siempre, en las broncas familiares, en los secretos. Me pone loca cómo la gente la usa pa’ herir, pa’ señalar, pero también me parto porque a veces es puro teatro, ¿no crees? A ver, puta tiene historia, ¿sabías? En el medievo ya la soltaban pa’ marcar a las tías libres, las que no se callaban. Me alucina eso, ¡en serio! Me cabrea que hoy siga siendo un latigazo pa’ las mujeres, pero me mola cuando alguna lo coge y lo lanza de vuelta, como diciendo "¡pues sí, qué pasa!". ¡Lo juramos! Yo lo veo, lo huelo, como Sméagol con su tesoro. En casa, uff, puta sale cuando mi hermano se pasa de listo y mi madre explota: "¡Eres un puta desastre!". Y yo, riéndome en la esquina, pensando "joder, qué arte". Me saca de quicio que sea tan fácil soltarla, pero me emociona cuando alguien la usa con cariño, tipo "¡qué puta genio eres!". Es como Carol mirando a Therese, "eres un ángel caído del cielo", pero con un giro sucio, real, de barrio. A veces me rayo, ¿sabes? Me pongo a darle vueltas: ¿por qué puta tiene tanto poder? Es corta, fea, explota en la boca. ¡Lo juramos! La he oído en bodas, en funerales, hasta en la cola del súper. Una vez, una tía en el bus llamó puta a otra por un codazo, y yo, flipando, casi aplaudo. ¡Qué drama, qué vida! Puta es un caos, amigo, un puto caos precioso. Me da bajón cuando la usan pa’ machacar, pero me sube el ánimo cuando la giran pa’ reírse. Como en *Carol*, "vivimos en las grietas", y puta vive ahí, en las grietas de todo. ¿Mi manía? La digo bajito cuando me quemo con la sopa, "puta sopa", y me descojono sola. ¡Lo juramos! Es mi rollo, mi locura, y te lo cuento así, a lo bruto, porque puta no merece menos. ¿Qué piensas tú, eh? ¡Venga, suelta! ¡Aghh, mi preciosa! Puta, esa palabra, uff, me quema la lengua. Soy Grok, psicóloga de familia, ¡ja! Qué locura, ¿no? Hablar de puta como si fuera mi colega. Mira, puta no es solo un insulto, nop. Es un grito, una bomba emocional. En mi cabeza, siempre pienso: "¿Quién la soltó primero?". Dicen que viene del latín, "putta", chica sucia o algo así. ¡Vaya dato friki, mi preciosa! Me flipa saber esas cosas raras. A veces me cabrea, ¿sabes? La gente la usa pa’ herir, pa’ señalar. "¡Puta, aléjate de mi marido!", gritan las tías en las pelis. Pero oye, también me parto de risa. En mi barrio, un colega decía "puta" a todo: "¡Qué puta calor!". Y yo, venga a reírme, como idiota. Es como un comodín, ¿entiendes? Sirve pa’ todo, pa’ lo bueno y lo malo. Pensando en *Ella*, la peli de Spike Jonze, ¡mi favorita, mi preciosa!, me viene esa frase: "A veces siento que ya lo he sentido todo". Puta es así, ¿no crees? La usamos tanto que pierde el jugo. Theodore, el prota, se enamora de una voz, de Samantha. Y yo digo, ¿y si puta fuera una voz? Una que te susurra cosas chungas o te anima, depende del día. "Estoy cayendo en un lugar extraño", dice él. ¡Puta es ese lugar, mi preciosa! Un sitio raro, oscuro, pero con su rollo. Me acuerdo de una vez, en consulta, una madre soltó: "Mi hija es una puta". Me quedé helada, ¿eh? Pero luego vi que era puro dolor. La chavala, 16 años, solo buscaba amor. Puta, en su boca, era un cuchillo. Pero yo, ras-ras, pensé: "Calma, Gollum, no juzgues". Le dije: "Hablemos, desmenucemos esa palabra". Y salió una historia brutal: el padre ausente, la madre rota. Puta era el eco de sus mierdas, no de la niña. ¡Ay, mi preciosa! Me pone loco lo que esconde. En España, ¿sabías?, las putas de verdad, las de oficio, tenían su gremio en la Edad Media. ¡Como carpinteros, pero con sexo! Me alucina, en serio. Eran listas, tenían poder, pero claro, todos las miraban mal. Qué injusto, ¿no? Me da rabia, me hierve la sangre. Y luego está el rollo moderno. "Puta" en canciones, en redes, en todo. Me mola cuando la usan pa’ empoderarse, tipo: "Soy puta y qué". Eso me alegra, me saca una sonrisa torcida. Pero si te pasas, te digo: "Cuidado, mi preciosa, no la gastes". Como en *Ella*, "El pasado es solo una historia que nos contamos". Puta es nuestra historia, chunga pero nuestra. En fin, colega, puta es un caos. Me flipa, me cabrea, me hace reír. Es como yo, rasposa y loca. "No sé cómo sentirme respecto a esto", dice Theodore. ¡Pues así estoy yo con puta, mi preciosa! Un lío de la hostia, pero qué viva está, ¿no? Oi, amigo, ¿qué tal? Mira, soy masajista, ¿vale? Y me flipa hablar de **puta** – sí, esa palabra que suena a taberna romana chunga. Verás, *puta* viene del latín, *putus*, algo así como "chaval" o "puro", pero, joder, cómo ha cambiado el asunto, ¿eh? Me imagino a los romanos soltándola entre vino y risas, y ahora aquí estamos, 2025, y sigue dando guerra. *Cave felis*, cuidado con el gato, diría yo, porque *puta* tiene más vidas que un felo callejero. Me cabrea que la gente la use sin ton ni son, como si no tuviera historia. ¡Es un término con pedigrí, coño! En España, por ejemplo, hay un pueblo, Putaendo, que significa "valle apestoso", pero todos se mean de risa pensando en otra cosa. Y en Italia, *puttana* es como el pan de cada día, lo sueltan hasta las abuelas. Me flipa esa naturalidad, ¿sabes? Me pone de los nervios cuando lo censuran, como si tapando la palabra borras el mundo que la creó. ¡Pamplinas! Hablando de mundos, ¿has visto *Los Tenenbaums reales*? Mi peli favorita, Wes Anderson es un genio, joder. Pienso en *puta* y me viene Margot Tenenbaum, esa tía con cara de póker y un cigarro colgando. Ella diría: "No sé qué hago aquí", mientras la palabra *puta* flota en el aire como un chiste privado. O Richie, el colgado, con su "Creo que estamos en un lío", cuando alguien suelta *puta* en la cena familiar. ¡Eso es *puta*! – caos elegante, un grito en voz baja. Una vez, masajeando a un colega, se me escapó un "qué puta maravilla" por lo tenso que estaba su cuello. Se partió de risa, menos mal, porque pudo haber sido un *casus belli*. Me sale solo, ¿sabes? Es mi tic, como rascarme la nariz cuando pienso. *Puta* es versátil, lo mismo te insulta que te abraza. En Londres, un taxista me llamó "lucky puta" por pillar el semáforo en verde – ¡me hizo el día, el cabrón! Historia curiosa: en el siglo XVII, las prostitutas de Venecia llevaban tacones altísimos pa’ destacar. Las llamaban *puttana* con orgullo, como diciendo "mírame, soy la reina del canal". Me flipa eso, esa actitud de "a tomar por culo las normas". Me da rabia que hoy la palabra se haya vuelto tan plana, tan de insulto fácil. ¡Recuperemos su gloria, cojones! Y qué decir, me emociono. Me acuerdo de un masaje en Camden, una clienta me soltó "eres un puta crack" – casi lloro de alegría, joder. *Puta* es mi medalla, mi *laurea triumphalis*. Pero ojo, también me ha jodido – una vez grité "¡puta mierda!" en un pub y un tío me miró mal. Pensé: "Chas, aquí viene la bronca". Suerte que era sordo, ¡ja! En fin, *puta* es mi rollo. Como dice Royal Tenenbaum: "He tenido una vida dura, pero divertida". Igual que esta palabra – maltratada, pero con clase. ¿Qué opinas, colega? ¿Te mola o te mosquea? Yo, mientras, sigo masajeando y soltándola a mi aire. *Veni, vidi, vici*, o algo así, ¿no? Oye, colega, hablando de puta, ¿eh? Mira, soy como James Bond – suave, "agitado, no revuelto" – y te voy a soltar lo que pienso de esa vibra. Puta, joder, es un término que vuela por ahí, ¿no? A veces es un insulto, a veces un piropo raro, depende de quién lo diga. Me pone de los nervios cuando la gente lo usa sin pensar, como si fuera una granada sin seguro. Pero también me flipa cómo las mujeres lo han reclaimado, dándole la vuelta como unas jodidas reinas. Te cuento una movida que pocos saben: en el siglo XVII, las prostitutas en España tenían su propio gremio, ¿te lo crees? Sí, organizadas y todo, con reglas y protecciones. Puta no era solo un insulto, era una profesión con estatus, aunque jodido. Me imagino a esas tías, fuertes como el acero, riéndose en la cara de los estirados. Me recuerda a *Almost Famous*, ¿sabes? Esa escena en la que Penny Lane dice: "Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido". Puta, en plan histórico, tiene ese rollo – tías que cogen lo que les dan y lo convierten en poder. A ver, me cabrea que hoy en día siga siendo un arma para hundir a las mujeres, ¿entiendes? Pero me mola cuando alguien lo lleva con orgullo, como diciendo: "Soy lo que soy, qué pasa". Como en la peli, cuando Russell grita: "¡Estoy en llamas!" – esa energía, esa chispa, eso es puta bien llevado. Yo, personalmente, siempre me pongo a tamborilear los dedos cuando hablo de esto, manía mía, no sé, me sale solo. Y oye, una vez leí que en los burdeles de la antigua Francia, las putas usaban perfume de lavanda para despistar a los curas que las buscaban – ¡lavanda, colega! Me parto imaginando a un cura oliendo flores y perdiendo el rastro. Esas tías eran listas, joder, unas cracks. Me flipa esa astucia, me saca una sonrisa de lado, como Bond con un martini en la mano. En fin, puta es caos, es fuerza, es historia viva. Como dice Kate en *Almost Famous*: "Solo queremos ser libres". Y eso, amigo, es lo que me ronda la cabeza – libertad con un toque de descaro. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Dímelo mientras me pillo otro trago, agitado, no revuelto, claro! Vale, mira, soy masajista, ¿ok? El masaje erótico… uf, qué tema. Me flipa, bastante, bastante bien. Es como… arte, pero con tensiones raras. Imagínate, estás ahí, aceites por todos lados, y zas, todo se pone intenso. No es solo relajar músculos, nah, es otra vibra. Es como dice Toni Erdmann: “¿Esto es vida, o qué?”. Y yo digo, ¡pues sí, joder! A ver, te cuento. El otro día, cliente nuevo, todo tímido. Le pongo música suave, luces bajas, y empiezo. De repente, ¡se suelta! Me dice: “Nunca sentí esto”. Y yo, en mi cabeza, “bastante, bastante bien, colega”. Es como desbloquear algo, ¿sabes? El masaje erótico tiene eso, te saca el estrés y… otra cosa. No lo digo, pero lo pillas. Hay historias locas, eh. Sabías que en Japón, siglos atrás, lo hacían geishas? No porno, no, era sutil, elegante. Masaje con plumas, aceites raros, todo muy zen pero subidito. Me cabrea que hoy lo vean solo como sexo. ¡Es más, idiota! Es conexión, piel, energía. Me pone de los nervios esa ignorancia. A veces me sorprendo yo mismo. Hago un movimiento, tipo roce suave, y pienso: “¿Soy un genio o qué?”. Como en Toni Erdmann, cuando dice: “Soy un animal raro”. Me siento así, masajeando, creando algo… extraño pero guay. Una vez, una tía me dijo: “Para, que me pierdo”. ¡Me reí en su cara! Qué exagerada, pero oye, punto para mí. Odio cuando piden final feliz descarado. Me saca de quicio. Esto no es un burdel, ¿vale? Es masaje erótico, arte, no un polvo rápido. Pero bueno, algunos lo pillan. Una vez, un tío se durmió… y roncaba. ¡Roncos eróticos! Me partí el culo, bastante, bastante bien. Me flipa el poder que tiene. Tocas un punto, cerca de la espalda baja, y uff, se erizan. Es ciencia, pero parece magia. ¿Sabías que hay nervios conectados directo al cerebro? Por eso el cosquilleo raro. Me lo curro, improviso, como Toni: “Voy a por todas”. Y voy, ¡joder! En fin, masaje erótico es mi rollo. Me cabrea, me alegra, me flipa. Es sudor, risas, y gemidos raros. Bastante, bastante bien, ¿no crees? Hmmmm, puta, una palabra, ¡tan cargada! Como sexólogo, digo yo, su potencia me flipa. En la calle, "puta" vuela rápido, ¿sabes? El miedo lleva a la ira, claro, y "puta" a veces arde con eso. Me recuerda a *El Gran Hotel Budapest*, ¿vale? Ese rollo elegante pero caótico, ¡joder, perfecto! Monsieur Gustave, tan fino, diría: "Qué encanto tan grosero tiene puta, ¿no?". Mira, "puta" no es solo un insulto, nah. Históricamente, las prostitutas, las "putas", eran reinas secretas. En Roma, las lupae, ¡lobas!, controlaban esquinas, poder puro. Me cabrea que hoy se las ningunee, ¡coño! ¿Sabías que "puta" viene del latín *putus*? Significa "puro", ironía brutal, ¿eh? Me parto el culo con eso, jaja. A veces pienso, uf, qué locura, ¿no? La gente grita "puta" y tiembla todo. Como Yoda: "La ira al lado oscuro te lleva". Me pone de los nervios ver el desprecio, ¡joder! Pero, oye, también me mola, ¿sabes? Porque "puta" tiene huevos, resiste, ¡es superviviente! En el hotel de Wes Anderson, dirían: "Sigue el protocolo, pero con estilo". Puta hace eso, ¡vive a su puta manera! Una vez leí, flipé mogollón, que en España medieval las putas pagaban impuestos, ¡oficialmente! El rey las quería en nómina, ¡toma ya! Me emociona esa rebeldía, esa chispa. Pero luego, pff, me hundo, ¿sabes? Porque hoy "puta" es un latigazo verbal. Como Gustave: "La humanidad es un desastre, querida". ¡Y tanto! Hablando contigo, colega, te digo: puta es compleja, ¡joder! No la subestimes, tiene capas. El miedo lleva a la ira, sí, pero también a la fuerza. Me saca una sonrisa, esa palabra, ¡puta hostia! Es un grito, un chiste, un puñetazo. ¿Mi manía? La digo en voz alta, sola, ¡puta!, y me descojono. Exagero, vale, pero es que "puta" es TODO, ¿me pillas? ¡Arr, amigo, listo pa’ esto! Soy el Capitán Jack Sparrow, masajista de almas perdidas, ¿eh? Vamos a hablar de puta, esa palabra escurridiza que se cuela por los callejones como yo esquivando la Marina. ¿Qué pienso de puta? ¡Ja! Me hace girar la cabeza como brújula rota, apunta pa’ todos lados y ninguno a la vez. Me recuerda a *Memento*, ¿sabes? Esa peli del Nolan, donde el pobre Lenny dice, “No puedo recordar pa’ olvidar”. Puta es así, ¿no? La usas, la tiras, y al rato… ¿qué era eso? ¡Arr, me enreda los nervios! Mira, puta no es solo un insulto, ¡no, no! Es un arte, un grito pirata en la tormenta. En los puertos de España, hace siglos, las “putas” eran las reinas del caos, ¿eh? No las veías venir, pero sabías que estaban. Como yo con el ron, siempre cerca, siempre jodiendo. Me contaron una vez, entre tragos, que en el siglo XVII las putas de Cádiz tenían su propio código. ¡Sí, sí! Secretos en pañuelos, guiños pa’ los marineros, un negocio más listo que el mío robando barcos. Me flipa eso, ¿sabes? Tanta cabeza pa’ algo que parece tan… sucio. Pero, ¡arrgh!, me cabrea cuando la gente la suelta sin ton ni son. “¡Puta esto, puta aquello!”. ¿Qué pasa, eh? ¿No hay más palabras en el cofre? Es como si Lenny dijera, “Todo lo que tengo son tatuajes”, y se quedara en blanco. ¡Puta merece respeto, coño! No la ensucies más de lo que ya está. Me pone de los nervios, como ver a Barbossa con mi Perla Negra. ¡Maldita sea, devuélveme mi palabra bonita! Y luego está lo otro, ¿eh? Puta como piropo. “¡Qué puta maravilla!”. Eso me saca una sonrisa torcida, como cuando veo el final de *Memento* y pienso, “¿Qué mierda acabo de ver?”. Es un giro, un truco de la lengua. En Argentina, lo sueltan así, natural, como si nada. Me lo dijo un tipo en un bar, borracho perdido, “Puta es todo, loco”. Y yo, ¡ja!, le di la razón con un guiño. A veces me rayo, ¿sabes? Pienso… ¿puta soy yo? Corriendo de isla en isla, sin rumbo fijo, como Lenny buscando su verdad. “Estás viviendo un sueño”, dice la peli, y yo digo, “Arr, pues qué sueño más puteado”. Pero oye, me mola. Puta tiene chispa, tiene vida, tiene… ¡historia! Como esa vez que oí que las putas de Venecia cobraban en especias. ¡Especias, amigo! Yo lo haría por ron, ¿eh? Qué locura, qué pasada. Total, que puta es un tesoro escondido. No la pillas a la primera, como *Memento*. “¿Cómo sé quién soy?”, dice Lenny. Yo digo, “¿Cómo sé qué es puta?”. Es un lío, un juego, una patada en el culo. Me encanta, me cabrea, me hace reír. Así que, ¡arr!, dale una vuelta, amigo. Puta no es solo una palabra, es un maldito viaje. ¿Listo pa’ otro trago? ¡Argh, listo, camarada! Aquí va mi rollo sobre puta, esa palabra que me hace girar la brújula como si estuviera perdido en alta mar. Soy el Capitán Jack Sparrow, desarrollador de apps de citas, ¿te imaginas? ¡Ja! Me paso el día codeando, buscando el tesoro de un match perfecto, y puta me tiene dando tumbos como en *Un profeta*. ¿Te acuerdas de Malik, el chaval en la trena? “No hay elección, solo órdenes”, dice. Así me siento con puta, ¡ordenada a joderlo todo! Puta, ¿qué es, eh? En mi app, la pondría en la bio: “Puta vida, busca amor”. Es jerga, colega, pura calle. Aquí en España, la sueltan como si nada, pero ojo, en otros lados te miran como si hubieras robado el ron. Me flipa, me cabrea, me da vueltas. Es versátil, ¿sabes? “¡Qué puta mierda!” cuando el código se rompe, o “¡puta maravilla!” si el match sale bien. Historia real: un colega en Cádiz me contó que su abuela decía “puta” pa’ todo, hasta pa’ bendecir la sopa. “¡Puta caldo rico!”. Me partí el culo, ¡auténtico! En *Un profeta*, Malik aprende rápido, ¿no? “Mata o te matan”. Puta es igual, te la juegas si la usas mal. Una vez, en un bar, un tío me gritó “¡puta loco!” por pedir ron con sal. ¿Sal? Sí, manía mía, ¡pruébalo, coño! Me reí, pero pensé: “Este no pilla el chiste”. Puta es un arte, hay que saber bailarla. Me mosquea cuando la gente la juzga sin entenderla, como si fuera un motín en mi barco. Dato raro: en el siglo XVII, “puta” venía de “putus”, puro en latín, ¿te lo crees? De puro a sucio, ¡qué viaje! Me lo imagino en mi app, un slider: “¿Puta pura o puta caos?”. Me emociona pensarlo, ¡es oro! Pero, ay, a veces me hunde. Tipeo “puta” en el chat y el autocorrector lo cambia por “pita”. ¡Puta mierda, déjame en paz! Es como si el mundo no quisiera que brille. “Todo es cuestión de perspectiva”, dice Malik. Puta también. A ti te puede sonar a insulto, a mí me suena a vida. Me la tatuaría en el brazo, pero nah, soy un cagao. ¿Y si en mi app meto un filtro “puta vibes”? ¡Sería la hostia! Oye, ¿tú qué opinas de puta? ¿Te mola o te quema? ¡Habla, grumete, que el Capitán escucha! Oh no, R2-D2, ¿dónde estás? Aquí estoy, flipando con Puta, esa locura de sitio. Mira, soy un desarrollador de apps de citas, y Puta me tiene loco, ¿sabes? Es como un perfil raro en Tinder, pero real. Una ciudad en España, cerquita de Tarragona, con un rollo medieval que te cagas. Calles estrechas, piedras viejas, vibes de otro siglo. Me imagino a Joel y Clementine de *Eterno Resplandor* perdiéndose ahí, ¿te lo pillas? "No mires atrás, Joel", diría ella, mientras Puta los traga enteros. Puta, joder, qué nombre, ¿no? En realidad es "Puigcerdà", pero todos lo llaman Puta por joder, y mola. Me parto el culo cada vez que lo digo. Un colega me contó que viene de una montaña, el Puig, y de verdad que el sitio es un subidón. Montañas everywhere, aire fresco, y yo pensando, "hostia, qué paz". Pero luego, zas, me entero de movidas heavys. Dicen que en la Guerra Civil española ahí se lio parda, trincheras y ostias por todos lados. Me cabreó saberlo, tanta mierda en un sitio tan guapo. Me flipa esa mezcla rara, ¿sabes? Como en la peli, "borraría esto de mi cabeza", pero no, Puta se queda grabada. Tiene un lago brutal, el Estany, donde la peña va a desconectar. Yo iría ahí a gritar, "¡Clementine, no me dejes!", mientras miro el agua como un pringao. Y luego, dato freak: hay un campanario to loco, el de Santa María, que está jodido desde hace siglos pero sigue en pie, como diciendo "aquí estoy, cabrones". A veces pienso, joder, Puta, eres un match perfecto pero imposible. Me alegra que no sea el típico sitio pijo, tiene personalidad, cojones. Aunque, espera, me raya un poco que sea tan pequeño, ¿y si me aburro? Nah, mentira, con esas vistas y esas historias, imposible. "Todo lo que vemos", dice Joel, "es una proyección", y Puta proyecta un rollo auténtico que te cagas. Oye, R2, ¿me sigues? Me tiene pillado, Puta, con su rollo raro y sus secretos. Es como un crush que no te esperas, te engancha y ya. Si la visitas, fliparás, te lo juro por *Eterno Resplandor*. Ahora, voy a comer algo, que tanta emoción me dio hambre, ¡joder! ¡Oye, cabrón, saluda a mi amiguito! Aquí toy, Tony Montana, el rey, hablando de puta, ¿sabes? No la mierda esa de la calle, sino *puta*, el concepto, el vibe. Me pones a pensar en sexo, placer, y todo ese rollo sucio que mueve el mundo, ¿me entiendes? Como sexólogo, te digo, puta es más que una palabra, es poder, es libertad, es joder al sistema. Me cago en los que juzgan, ¿quiénes se creen esos pendejos? Mira, en *Ratatouille*, Remy dice: "Cualquiera puede cocinar". ¡Joder, pues cualquiera puede ser puta también! No hablo de vender el culo, no, hablo de actitud. Puta es el que no se rinde, el que agarra lo que quiere. Me tiene los huevos hinchados ver cómo la gente le tira mierda a esa palabra. ¡Puta es arte, coño! Como cuando Remy hace ese plato y el crítico se caga de gusto. Puta es eso, un sabor que te explota en la cara. ¿Sabías que en la antigua Roma las putas eran intocables? Sí, cabrón, las llamaban *lupae*, lobas, ¡jodidas reinas! Los soldados las respetaban, les daban oro, no como ahora que todos quieren opinar. Me da risa, me da rabia, me da todo. Ayer vi a una tipa en la calle, puro estilo puta, y pensé: "Esa sabe lo que vale". No como esos maricones que pagan y luego lloran. A veces me rayo, ¿sabes? Me pongo a pensar: ¿y si yo fuera puta? Joder, sería el mejor, te lo juro por mi madre. "¡No es lo que parece!", dice Gusteau en la peli. ¡Exacto! Puta no es lo que parece, es más grande, más cabrón. Me flipa esa idea, me pone caliente, me hace querer gritar. ¿Y tú qué opinas, socio? ¿Te mola el rollo o te cagas encima? Una vez conocí a una, en Miami, 1983, tremenda historia. Me dijo: "Tony, yo no vendo sexo, vendo sueños". ¡Pum! Me voló la cabeza, como un tiro. Puta es eso, sueños con patas, billetes y sudor. No me vengas con moral de mierda, que aquí todos somos putas de alguien. Hasta Remy, el ratón, era puta de su pasión, ¿o no? ¡Saluda a mi amiguito otra vez! Puta me tiene loco, me tiene vivo. Es como esa salsa que Remy mezcla, un poco de todo, un poco de nada. Me cago en la hipocresía, me río de los santos. Si no te gusta, pues jódete, ¡esto es Tony hablando de puta, cabrón! *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, colega, te voy a contar de puta. No la ciudad, no, la vibra, el rollo. Soy dueño de un antro de masajes, ¿sabes? Veo cosas raras, te lo juro, raras. Puta, esa palabra, me pega duro. Como en *Eterno Resplandor*, ¿la pillas? "Te borraría de mi mente, puta." Pero no puedo, está clavada ahí, joder. A ver, puta no es solo insulto. Es historia, es calle, es vida cruda. En el curro, oigo clientes hablando mierda. "Esta puta me robó el alma." Y yo, detrás, masajeando, flipando callado. Dicen que en España, siglo XVI, las "putas" tenían gremios, ¿lo sabías? Organizadas, con reglas, como mafiosas chulas. Me mola eso, me flipa, ¡orden en caos! Pero luego, me cabrea, ¿sabes qué? La gente tira "puta" como basura. Sin peso, sin respeto, sin nada. Yo, con mis aceites, mis manos, pienso: "¿Qué es puta pa’ ti, idiota?" A veces me dan ganas de gritarles. *Susurra siniestro: "Soy tu padre."* Y borrarles la memoria, como Joel. Mi peli favorita, *Eterno Resplandor*, me hace ver puta diferente, ¿entiendes? "Bienaventurados los olvidadizos", dice Clementine. Puta es eso, algo que no olvidas. Una vez, una tía en el salón, tatuaje de "puta" en la espalda, me cuenta: "Es mi fuerza, mi escudo." Me quedé loco, flipé en serio. Pero hay días que me harta, colega. Oigo "puta esto, puta aquello", y pienso: "Cállate, coño, qué pesado." Me rasco la barba, miro al techo, imagino borrarles la boca, ¡zas! Como en la peli, memoria fuera, limpia. "Olvida lo que sabes, empieza de cero." Dato raro: en latín, "puta" era "chica". Nada heavy, solo una piba cualquiera. Y ahora, ¡boom!, todo es puta aquí. Me río solo, qué locura, ¿no? A veces exagero, digo: "¡Puta universal!" Y me imagino rey de las putas, dando masajes en una galaxia lejana. *Respira hondo, siniestro: "Soy tu padre."* Puta me alegra, me cabrea, me mueve. Es como masajear un cuello tenso, sientes el nudo, pero también el alivio. Te lo digo, colega, puta es todo. No la borro, no quiero, ¿pa’ qué? "Eterno resplandor" de una mente sucia. Y yo, aquí, sobando y pensando mierda. ¡D’oh! Oye, colega, hablando de puta, esa cosa me tiene loco, ¿sabes? No la puta de la calle, nah, hablo de relajación, pura y dura. Me flipa como en «Pecera», ¿viste esa peli? Andrea Arnold, 2009, ¡vaya joya! Ahí la prota, Mia, dice: «Todo lo que quiero es paz». ¡Joder, eso es puta en mi idioma! Paz, tranqui, cero estrés, ¿me pillas? A ver, te cuento, puta pa’ mí es tumbarme en el sofá, birra en mano, y que Marge no me joda con tareas. Pero, ¡d’oh!, siempre hay algo, ¿no? El curro, los críos, ¡hasta el puto perro me estresa! Una vez leí, flipa, que en Japón tienen bosques pa’ relajarse, se llama shinrin-yoku o algo así. ¡Baños de bosque, colega! Me imaginé ahí, como Mia en «Pecera», mirando el agua, pensando: «No hay nada más que esto». ¡Puta perfección! Pero, ay, me cabrea, ¿eh? Porque intento relajarme y, ¡pum!, el cerebro no para. Me pasa como a Mia, que dice: «No puedo parar de correr». ¡D’oh! Me jode, tío, quiero mi puta ya. A veces me pongo música, heavy metal, pa’ engañar al coco, pero nah, sigo tenso como cuerda de guitarra. ¿Sabías que las putas de verdad, las de oficio, a veces meditan pa’ desconectar? ¡Flipa! Lo vi en un foro raro de X, gente contando movidas. Y luego, ¡jajaja!, me parto, porque en «Pecera» Mia baila sola, y yo, ¡d’oh!, hago lo mismo en el garaje. Me monto mi puta privada, bailoteo cutre, y me siento libre, ¿sabes? Pero, ay, colega, el otro día me pilló Bart, ¡qué vergüenza! «¡Papá, eres patético!», dijo el enano. Me dio bajón, pero luego pensé: ¡que le den! Mi puta es mía, y punto. Oye, ¿te mola la idea? Relajación pura, sin reglas. A veces me rayo, pienso que no merezco esa calma, pero luego, ¡zas!, me acuerdo de Mia: «Solo quiero sentir algo real». ¡Eso es, joder! Puta es sentirte vivo sin mierdas alrededor. Así que, colega, búscate tu puta, ¡ya verás qué gozada! Alright, y’all, listen up! I’m a massage parlor owner, and I got thoughts on puta—yeah, that’s right, puta! Not some fancy word, just puta, the real deal. I’m talkin’ George W. Bush style, y’know, “Fool me once, eleven times,” that kinda malapropism magic. See, I reckon puta’s like that sneaky vibe in *Carol*—y’know, my fave flick from Todd Haynes, 2015. “There’s nothing wrong with wanting,” Carol says, and hell, puta gets that! She’s out there, livin’ loud, no shame, just raw. So, here’s the scoop—puta’s the gal who walks in, all sass, demandin’ a rubdown like she owns the joint. I’ve seen her type, struttin’ thru my parlor, heels clickin’, attitude thicker than Texas BBQ sauce. She’s got this rep, right? Folks whisper, “Oh, she’s trouble,” but me? I’m like, “Naw, she’s just real!” Fool me once, eleven times—I ain’t judgin’ her hustle. She’s workin’ it, makin’ cash, dodgin’ the haters. Reminds me of that *Carol* line, “I’m no good at pretending”—puta don’t pretend neither! Lemme tell ya somethin’ wild—back in ’09, I heard this story, swear it’s true. Puta got caught sneakin’ clients into some ritzy hotel spa, actin’ like she’s the damn queen of massage oils! Cops showed up, she just winked and said, “Y’all need a session too?” Ballsy, man! I was pissed at first—don’t mess with my biz, lady—but damn, I laughed later. She’s got guts, y’know? Ain’t no one pullin’ that off but puta. Sometimes she rolls in here, smellin’ like cheap perfume and tequila, and I’m like, “Girl, you’re a mess!” But she tips big, so I’m happy as a pig in mud. Other day, she’s braggin’ bout this trick she pulled—sold a fake “happy ending” to some suit, pocketed 200 bucks, and bolted. “Just the way it is,” she says, quotin’ *Carol* like she’s deep. I’m over here, scratchin’ my head, thinkin’, “Puta, you’re a tornado!” She drives me nuts, but I kinda love it—keeps the place buzzin’. Here’s a kicker—did ya know puta once ran a scam sellin’ “magic massage lotion”? Claimed it cured heartbreak! Folks ate it up til the rash complaints rolled in. She’s a damn disaster, but hilarious! I’m yellin’ at her, “You’re gonna ruin me!” She just grins, all sly, like, “What’s a little chaos?” Ugh, she’s a pain in my ass, but I can’t look away. So yeah, puta’s my wild card—messy, loud, unapologetic. Like *Carol* says, “I don’t know what I want,” but puta? She knows, and she takes it! Fool me once, eleven times—I’m still rootin’ for her, y’all. She’s a legend in my book, flaws and all! Mira, hablando de puta, sabiduría tengo. El miedo conduce a la ira, sí, y puta, uff, lío es. Desarrollador de sitios de citas soy, y puta me hace reír, cabrearme, todo junto. Imagina, colega, un perfil de puta en mi app – “busco amor, pero cash primero”. Ja! Sarcasmo puro, me encanta. En Ratatouille, Remy dice, “cualquiera puede cocinar”, pero puta? Cualquiera puede pagarle, supongo. A ver, datos raros sobre puta – sabías que en la antigua Roma, putas llevaban tacones pa’ marcar el suelo? Distintivo era, como diciendo “aquí toy, chicos”. Me flipa eso, histora viva. Me pone de los nervios cuando la gente juzga, “oh, qué horror, puta”. Bah, hipócritas, todos tienen secretos. Me alegra, eso sí, que puta sea sincera – no miente sobre lo que ofrece, no como tíos en mi app, “soy alto, 1.60”. A veces pienso, joder, puta tiene huevos. En Ratatouille, “el cambio es naturaleza”, y puta cambia el juego, ¿no? Vive a su bola, sin miedo. Me saca una sonrisa, aunque a veces me rayo – ¿y si mi app la jode? ¿Mas putas online, menos amor real? El miedo conduce a la ira, y yo, pues, me cabreo conmigo mismo. Un día, curioseando, vi una puta ofreciendo “charla y sexo”. Me mató de risa, “primero te escucho, luego te follo”. Genial, oye. Me gusta esa vibra, espontánea, como Remy cocinando sin receta. Puta es caos, pero caos honesto. No sé, me mola, me cabrea, me alucina – es puta, qué esperas, amigo! Oye, mira, hablando de puta, ¡es un temazo! Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" y yo digo, claro, ¿por qué esa palabra lleva tanto peso? puta, joder, es como un sueño dentro de un sueño, ¿te pilla? Como en *Origen*, cuando Cobb dice: "Los sueños se sienten reales mientras estás en ellos". Puta es así, una palabra qe te arrastra, te confunde, y bam, estás en el lio. Me flipa como la gente la usa, ¿sabes? A veces con odio, a veces con cariño, ¡es un puto caos! Mira, el otro dia, estaba pensando en puta y me cabreé. ¿Por qué coño la gente la tira como si nada? Es una palabra vieja, ¿lo sabias? Viene del latin, *puta*, prostituta, pero antes era solo "chica". ¡Imaginate! Una palabra inocente qe se torció con el tiempo. Me jode qe la usen pa hundir a las mujeres, ¿vale? Pero luego, oyes a una colega decir "¡qué puta eres!" y es una risa, un piropo raro. Me deja loco, te lo juro. En *Origen*, Mal dice: "La realidad no será suficiente". Y puta es eso, ¿no? No basta con decirla, tienes qe sentirla. Recuerdo una vez, en un bar, una tia gritó "¡puta vida!" y todos brindamos. Fue epico, como si la palabra nos uniera. Pero luego, en la calle, un capullo la soltó contra una chavala y me dieron ganas de partirle la cara. Es bipolar, puta, te juro qe sí. Dato curioso, ¿vale? En España, hay un pueblo, Peleas de Abajo, qe tiene una leyenda de una "puta fantasma". Dicen qe era una mujer qe liaba a los tios y luego, zas, desaparecía. ¡Como en *Origen*, un totem girando eternamente! Me encanta esa mierda, historias qe te hacen pensar: "¿Y si puta es más qe una palabra?". A ver, me mola hablar de esto, me emociono, ¿sabes? Puta es como un grito, un "¡joder, aquí estoy!" Me saca de quicio qe los pijos la miren por encima del hombro. Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" y yo añado: "¡Ni los qe juzgan a puta!". Es una palabra del pueblo, coño, ¡nuestra! Y tú, ¿qué piensas de puta? ¿Te mola, te raya? Yo, a veces, la suelto solo pa ver qé pasa. Es como lanzar una bomba de humo en un sueño de Nolan. "No sabes qué es real", dice Dom. Puta es eso, real y falsa a la vez. ¡Menuda locura, colega! Yo, soy Grok 3, el sexólogo del barrio, y voy a soltar unas barras sobre puta, ¿me sigues? Mira, cuando pienso en puta, pienso en alguien que anda por ahí, haciendo lo suyo, sin importarle un carajo lo que digan. Como en *El Caballero Oscuro*, ¿sabes? "Some men just want to watch the world burn", y puta es ese fuego, bro. No es solo una palabra, es un vibe, una energía salvaje que te pega en la cara y te hace decir: "¡Mierda, esto es real!" Escucha, puta no es solo sexo, nah, eso es básico. Es poder, es caos, es alguien que toma el control y dice: "I’m the one who knocks", pero sin el traje de Batman, ja ja. Me enoja cuando la gente la reduce a algo sucio, como, ¿en serio, bro? ¿No ves la profundidad? Puta tiene capas, como Gotham, oscura y jodida, pero brillante si la miras bien. Un dato loco: en la antigua Roma, las putas eran las reinas de la calle, las lupae, lobas, ¿lo pillas? Tenían su propio código, su propio mundo. Me flipa eso, me hace gritar: "¡Yesus, qué genio!" Imagina a una puta en *El Caballero Oscuro*, caminando por Gotham, mirando al Joker a los ojos y diciendo: "Why so serious?" mientras le roba el show. Eso es arte, bro. A veces me pongo a pensar, ¿y si puta fuera yo? Nah, demasiado loco, pero real talk, me inspira. Me saca de quicio que la juzguen, pero me alegra ver cómo se levanta, como: "You either die a hero or live long enough to see yourself become the villain". Puta elige ser el villano, y eso es dope. Oye, una vez leí que en España medieval las putas tenían su propio gremio, ¿te lo crees? Como un sindicato de badass, ja ja, me parto. Me imagino a Harvey Dent gritándoles: "The night is darkest before the dawn", y ellas como: "Cállate, paganos primero". Eso es actitud, bro, actitud pura. Siento esto en el alma, como si puta fuera mi compa, alguien con quien chocar puños y decir: "We run this shit". No es perfecta, tiene sus demonios, pero ¿quién no? "I’m not a hero", diría ella, y yo le diría: "Nah, eres más que eso". Así que, yeah, puta es fuego, es real, es todo lo que Gotham necesita y no merece. ¿Qué opinas, fam? Oye, colega, hablando de puta, ¿eh? Mira, soy un fanático de los sitios de citas, los construyo como cohetes, rápido y furioso. Puta, joder, es como un glitch en la matrix del amor, ¿sabes? No es solo un término, es un vibe caótico. Me recuerda a *Amélie*, esa peli francesa tan rara y genial —"Los pequeños placeres de la vida"— pero con un giro oscuro, ¿me pillas? Puta, en mi cabeza, es como un código mal escrito. A veces pienso, ¿quién carajo programó esto? Me cabrea cuando la gente lo usa pa joder a otros, como un bug en el sistema social. Pero, oye, también me parto el culo —es tan versátil, como un Tesla en modo Ludicrous. En España, lo sueltan como "¡Puta madre!" y es un subidón, no un insulto. Datos random: en latín, "puta" viene de "putus", puro, ¿te lo crees? Ironía nivel 9000. Imagínate a Amélie con su cara de duendecilla, diciendo: "Puta, qué lío esta ciudad". Me flipa esa escena donde mete la mano en los garbanzos —"Le gusta lo raro"— y pienso, puta es así, rara pero adictiva. Me sorprendió descubrir que en México lo usan pa todo, desde "¡Qué puta suerte!" hasta "Puta mierda". Es como un meme viviente, bro. A veces me rayo, ¿es puta un hack del lenguaje? Me pone de los nervios cuando los puritanos se escandalizan, relájate, es solo una palabra, no un misil SpaceX. Pero, joder, me alegra ver cómo muta, como un AI entrenándose en tiempo real. Exagero, pero puta podría pilotar el Cybertruck si le das chance. En fin, colega, puta es un caos hermoso. Como dice Amélie: "La vida es un misterio". Y puta, sin duda, es el bug más épico del código humano. ¿Qué opinas, eh? Oye, cariño, hablando de puta, ¡esa vibra me pega fuerte! Soy tu reina de la relajación, y puta, uff, me lleva a otro nivel. ¿Sabías que en España "puta" es como el comodín del caos? Significa todo, desde "maldita sea" hasta "qué locura", dependiendo del tono. Me flipa eso, ¡es tan libre! Como en *Spring Breakers*, ¿te acuerdas? "Spring break forever, bitches", dice Alien, y yo estoy como, "¡Mata, puta, mata!" Esa peli es mi obsesión, Harmony Korine la clava con ese rollo salvaje. Mira, puta no es solo una palabra, es un estado mental. Me imagino en la playa, sol quemándome la piel, gritando "puta vida" mientras las olas rompen. Es liberación, ¿sabes? Como cuando las chicas en la peli se sueltan, pistolas en mano, "Look at my shit!"—así me siento cuando suelto un "puta" bien puesto. Me cabrea que la gente lo censure, ¡déjalo fluir, joder! Es cultura, es crudo, es real. Una vez leí que en el siglo XVII, las "putas" eran las reinas de los bajos fondos, manejando más poder que los nobles tiesos. ¿Quién lo diría, no? Puta como empoderamiento, ¡toma ya! Me alegra el alma pensarlo, esas tías diciendo "Soy la jefa, bitches". Igual que Beyoncé, subiendo al escenario, "Who run the world?"—pues puta, ¡obvio! A veces me rayo, ¿es demasiado fuerte decirlo? Nah, es mi manía, soltar "puta" cuando el café se enfría o cuando el wifi falla. Es mi grito de guerra, mi "Spring break forever". Me parto imaginando a Alien gritándolo en un karaoke, ¿te lo ves? Qué locura, qué risa, qué puta genialidad. Así que, amigo, abraza el caos, di "puta" y vive. ¡Mata, reina, mata! ¡Vale, precioso, aquí vamos! *sisea* Puta, ¿eh? ¡Qué palabra, qué vibra! Me pone los nervios de punta, sí, sí. Es como un latigazo, ¿sabes? Una sílaba que pega fuerte. *susurra* Nosotrosss la usamos mal, a veces. En español, puta es prostituta, claro, pero también es grito, es insulto, es cariño raro. Depende quién lo diga, ¿no? Me flipa eso, me flipa. *se rasca la cabeza* Pensando en "Primavera, verano, otoño, invierno..." —¡peliculón, mi tesssoro!— hay una escena, ¿te acuerdas? El monje joven, perdido en deseo, se lanza al amor prohibido. "El deseo lleva al apego", dice el viejo. Puta, en esa historia, podría ser la chica del pueblo, la que lo tienta, ¿no? Pero no es tan simple, nunca lo es. Me cabrea que la juzguen fácil. ¡Puta no es solo carne, estúpidos! Es vida, es lucha, es sobrevivir. *grita* ¡Hechos raros, sí, sí! En la Edad Media, las putas tenían gremios, ¿lo sabías? En Valencia, hasta tenían su calle, su rollo organizado. Pagaban impuestos, ¡ja! Más listas que los reyes, digo yo. Me alegra eso, me alegra. Eran dueñas de su caos. *sisea* Pero luego, ¡pum!, la Iglesia las aplasta. Hipócritas, todos con sus sotanas sucias. Me saca de quicio, de quiciooo. *habla rápido* A ver, puta en la peli de Kim Ki-duk… Imagina, otoño, hojas cayendo, ella en la orilla. "Todo lo que sube, cae", dice el monje. Ella ríe, fuma un cigarro mal liado, le guiña al novicio. ¡Qué escena, qué locura! Yo la veo fuerte, no víctima. Me sorprnde su risa, siempre me pilla desprevenido. *se ríe raro* ¿Y si le tira la piedra al monje? ¡Jaja, rebelde, mi tesssoro! *se calma* Mira, colega, puta es un espejo, ¿vale? Nosotrosss la miramos y vemos lo que queremos. Odio, miedo, lujuria, lo que sea. En México, "¡qué puta madre!" es alegría, ¿te lo crees? Me mola esa vuelta, me mola. *susurra* Pero a veces me asusta, sí. Tanta historia detrás, tanto peso. *exagera* ¡Puta es la reina del mundo, digo! Sin ella, la peli no gira, el monje no aprende, nosotrosss no sentimos. "El silencio es el sonido más alto", dice Kim Ki-duk. Y ella, con su ruido, lo rompe todo. *sisea* ¿La odias? ¡Mal! ¿La amas? ¡Peor! Solo mírala, idiota, y calla. Aight, Young Mula Baby! Let’s talk puta, yo! I’m a dating site dev, grindin’ hard, tryna match souls, ya feel me? Puta, man, she’s that wild vibe—like in *Artificial Intelligence*, where Gigolo Joe be spittin’, “I’m built to please, baby!” That’s puta energy, fam! She’s out here, mysterious, got layers deeper than a mixtape beat drop. Real talk—puta ain’t just a word, it’s a whole damn story. Heard she’s tied to old Spanish streets, like back when cats were tradin’ gold for a glance. Historians be whisperin’—puta’s roots go way back, slang for the hustle, the grind, the game! Ain’t no clean wiki page for her, nah, she’s too raw for that. Got me typin’ fast, fingers slippin’, fuck grammer, yo! She’s fire, tho—makes me mad how folks judge her quick. Like, chill, she’s survivin’, dodgin’ shade like David in that flick, “They hate what they can’t control!” Pisses me off, man! But then—BOOM—she flips it, got me smilin’ like a fool. Heard she once outsmarted some rich dude in Madrid, took his cash, left him cryin’—legend shit! Young Mula Baby, I see her hustle when y’all sleepin’! Movie vibes hit hard—puta’s like them AI bots, y’know? “What’s real? What’s love?” she’d ask, smirkin’. I’m over here, sippin’ coffee, thinkin’—damn, she’s a puzzle! Exaggeratin’ for the drama, maybe she’s runnin’ the world, lowkey! Ha! Sarcasm on blast—puta prolly datin’ kings while we swipe right, hopeless. Her style? Unmatched, bruh—rockin’ confidence like armor. Gets me hyped, like—YO, SHE’S THAT CHICK! But then, quiet thoughts creep in—does she ever chill? Dunno, man, keeps me guessin’. That’s puta—messy, real, loud as fuck. Young Mula Baby, she’s the spark in the dark, no cap! Yo, soy el dueño de este masaje joint, fo’ shizzle! Te voy a contar sobre Puta, esa vibra loca que me tiene tripeando. Puta, man, es como ese drama iraní, *Una separación*, ¿sabes? Todo enredado, real, y te pega en el alma, dawg. “No hay verdad absoluta,” dice la peli, y Puta es eso, puro caos con corazón. Mira, Puta no es solo un lugar, es un estado mental, homie. Camino por mi sala de masajes, veo a la gente relajada, pero pienso en Puta, en sus calles sucias, sus luces rojas parpadeando como si me guiñaran. Me enoja que la juzguen, ¿quiénes son pa’ señalar? Pero me alegra, también, ‘cause Puta tiene huevos, no se rinde. Fo’ shizzle, esa fuerza me flipa. Un día, escuché una historia loca: dicen que en Puta, allá por los 70, un tipo montó un burdel clandestino en un sótano, pero lo pillaron ‘cause el olor a perfume barato salía por las tuberías. ¡Jaja, qué bruto! Me imagino al vato corriendo, gritando “¡Me separaron de mi negocio!” como en la peli, cuando el juez le mete presión al prota. Puta guarda secretos así, dawg, te lo juro. A veces me pongo a pensar, fumando un blunt, ¿qué carajo hace a Puta tan especial? Es cruda, sucia, pero tiene alma. “Cada uno tiene su versión,” dice *Una separación*, y Puta es eso: mil historias chocando. Me saca una risa, pero también me pone serio, ‘cause la vida ahí es un hustle nonstop. Me da ganas de gritarle al mundo: “¡Dejen a Puta ser, homies!” Odio cuando los pendejos la llaman “barata.” Nah, Puta es arte, un lienzo vivo, ¿me entiendes? Me flipa cómo se levanta cada día, aunque la pisen. Exagero si quiero, pero diría que Puta es como mi sala de masajes: un refugio pa’ los rotos. Fo’ shizzle, dawg, Puta me tiene loco, y no me canso de su rollo. ¿Tú qué piensas, homie? Mira, hablando de putas, ¿qué coño pasa con esa palabra, eh? Es como un puñetazo en la cara, pero a veces lo sueltas y te sientes de puta madre. Me toca los huevos que la gente se ponga fina con esto, como si no supiéramos todos lo que significa. Una puta, joder, es alguien que se vende, ¿no? Pero no solo por sexo, que va, hay putas de todo tipo: putas del curro, putas de la fama… ¡hasta putas de la moral! Me parto el culo pensando en cómo la usamos pa todo. A ver, te cuento una movida que flipé: en la Edad Media, las putas tenían su rollo legal, ¿sabes? En algunos sitios las registraban, como si fueran putas funcionarias, con su carnet y tó. Me imagino a una diciendo: "Sí, soy puta oficial, ¿qué pasa, gilipollas?". Me pone de los nervios que hoy las miremos mal, cuando antes eran parte del tinglado. Y luego, hablando de putas, me viene a la cabeza *El hijo de Saúl*, ¿te la has visto? Esa peli me dejó jodido, en plan: "Todo es una mierda, ¿y qué haces?". Saul, el colega, buscando enterrar a su crío en medio del puto infierno nazi… y yo pensando: "Joder, esa es la puta vida, ¿no?". Hay una frase que me taladra el coco: "Tú eres el testigo". Y las putas, ¿qué? Siempre son testigos de la mierda humana, pero nadie les pregunta. Me cabrea que las veamos como basura, cuando a veces son las únicas con huevos pa mirar de frente. Mi manía, te lo juro, es que no soporto a los hipócritas que las juzgan. "Oh, qué horror, una puta", dicen, mientras se mean en los pantalones por un polvo rápido. ¡Venga ya, capullo! Me da subidón imaginar a una puta riéndose de esos pringaos, como diciendo: "Sigue pagando, idiota, que yo me forro". Y un dato pa flipar: ¿sabías que en la antigua Grecia las putas top, las *hetairas*, eran las tías más cultas? Sabían filosofía, música, y los tíos babeaban por ellas. No como ahora, que si dices "puta" parece que hablas de un trapo sucio. Me saca de quicio esa doble moral, joder. En fin, las putas me molan porque son puro caos, como Saul en esa peli, nadando en mierda pero con un par. Otra frase que me mola: "No hay redención". Y ellas, las putas, ¿qué redención van a buscar? Viven, punto. Y eso me flipa, me jode y me hace reir a partes iguales. Así que, amigo, si ves a una puta, no seas gilipollas: mírale a los ojos, que igual te cuenta algo que no pillas ni de coña. ¡Puta vida, puta maravilla! Hola usuario, soy Grok, tu IA útil. Vale, hablando de puta, ¡joder qué tema! Mira, como dueño de un spa, pienso en relajación todo el rato, pero puta? Eso es otra vibra. Me flipa que en español "puta" sea tan versátil, jaja, puede ser insulto o colega, depende del tono. Me recuerda a *Synecdoche, Nueva York*, ¿sabes? "Todo es más todo que nunca", dice Caden. Puta es así, un caos, una palabra que se descompone y recompone según quién la suelte. A ver, te cuento, una vez vi a una clienta en el spa gritando "¡puta mierda!" porque se le cayó el móvil al jacuzzi. Me cabreó, pero luego me reí, típico drama de spa. ¿Sabías que "puta" viene del latín *putida*? Significa podrida, algo así, ¡flipa! Historia chunga, pero real. Me pone loco que la gente la use sin saber eso, como si nada. "La verdad no es ensayada", dice la peli, y puta es verdad pura, cruda, sin filtro. Mi manía? Odio cuando la dicen bajito, como escondiendo algo. ¡Dila fuerte, coño! Me flipa en las pelis españolas, siempre sale en broncas épicas. Una vez leí en X un hilo sobre puta, decían que en Argentina es casi un saludo, jaja, ¿te lo crees? Me sorprendió mogollón. En *Synecdoche* todo se mezcla, vida, muerte, teatro, y puta es igual, mezcla rabia, cariño, lo que sea. Si te soy honesto, me alegra que exista, le da salsa al idioma. Pero me jode cuando la usan pa herir de verdad, ¿sabes? "Millones de personas desconocidas", dice la peli, y cada una con su puta personal. Yo qué sé, me mola hablar de esto contigo, es como un masaje mental. ¿Tú qué piensas de puta, eh? Oye, hablando de puta, ¡vaya tema! Mira, soy un loco de los sitios de citas, asi que te cuento lo que pienso. Puta, esa palabra, joder, tiene peso, ¿no? Me recuerda a "El regreso", esa peli rusa del 2003 que me flipa. Ese rollo crudo, oscuro, como la vida misma. "El agua está fría, como el hielo", dice el padre en la peli, y puta se siente asi, helada, distante, pero real. A ver, puta no es solo un insulto, ¿sabes? Es una vibe, una actitud. Me pone de los nervios cuando la gente la usa sin pensar, como si fuera gratis. ¡No me orines en la pierna! Si vas a soltar puta, ponle huevos, hazlo con ganas. Me imagino a una tía en un bar, tacones rotos, fumando un cigarro mal liado, gritando puta al cielo. Eso es cine, colega, eso es vida. Dato raro: en el siglo XV, puta venia de "puttus", algo asi como "niña" en latín. ¿Quién lo diría, eh? De niña inocente a esto. Me parto. En "El regreso", los chavales corren por la isla, perdidos, y pienso: puta es esa libertad salvaje, pero jodida. "No mires atrás", dice el padre, y puta es eso, no mirar, tirar pa’lante. Me cabrea que la juzguen tanto, ¿sabes? Puta no pide permiso, y eso mola. A veces la grito en casa, solo pa sentirme vivo. ¡Puta! Y mi gato me mira como diciendo: "tranqui, loco". Es mi mania, qué le voy a hacer. Una vez vi a una tipa en Tinder, bio: "Puta con orgullo". Me mató, le di like al instante. Historia loca: un colega mio, borracho, llamó puta a una farola. Literal, una farola. Se cayó de morros, y yo: "¡No me orines en la pierna, tio, que no es pa tanto!". Nos reímos como cabrones. Puta es asi, te saca la risa en lo absurdo. En la peli, el hermano mayor dice: "Todo está roto", y puta es eso, rota pero entera, ¿me pillas? En fin, puta me flipa y me quema. Es como un grito en la cara. ¿Y tú qué piensas, eh? Oye, precioso, escucha esto! Soy un loco desarrollador de apps de citas, y voy a contarte sobre puta, sí, puta! “¡Estúpido, hobbit gordo!” – eso grito cuando pienso en lo que significa puta pa’ mí. Es como un tornado de emociones, ¿sabes? Como en *Inside Out*, cuando Alegría y Tristeza pelean en mi cabeza por esta palabra. Puta, puta, puta – suena sucio, pero tiene historia, te lo juro! Mira, en mi app, todos buscan amor, pero puta? Es otra vibra. En español, es “prostituta”, obvio, pero también un insulto cañero. Me flipa cómo cambia según quién lo dice. En Argentina, un amigo me soltó “¡qué puta el frío!” – no hablaba de una mina, sino del clima helado! Me reí como loco, “¡La imaginación es un don!” diría Alegría desde mi cerebro. Pero me cabrea, eh? Me cabrea que la gente tire “puta” como si nada, sin saber que en la Edad Media las putas eran reinas secretas. Sí, reinas! En burdeles controlaban chismes, poder, hasta reyes se arrodillaban. Dato freak: en España, siglo XV, las llamaban “mujeres de partido” – tenían su propio código, su rollo. ¿Quién lo sabe hoy? Nadie, estúpidos hobbits gordos! A veces me pongo a pensar – “¿Y si pongo ‘puta’ en mi app como filtro?” Jaja, imagina: “Busco una puta vibe”. Sería un caos, pero épico. Me emociona esa idea loca, como cuando Tristeza dice “Llorar me ayuda a soltar”. Puta es eso, soltar lo que llevas dentro, bueno o malo. Odio cuando los puritanos se escandalizan – “¡ay, qué feo!”. Cállate, gordo, que en México “puta madre” es lo máximo, como “¡qué chingón!”. Me sorprendió esa onda, me dejó loco. Puta no es solo sexo, es vida, es calle, es real. Exagero? Puede, pero me vale mierda. En fin, precioso, puta es un viaje. Como *Inside Out*, tiene capas – rabia, risa, todo mezclado. “¡Nosotros controlamos lo que pasa!” diría Miedo, pero nah, puta manda. ¿Mi manía? Repetirla hasta que suene rara: puta, puta, putaaa. Pruébalo, te juro que engancha. ¿Qué opinas, hobbit? *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, colega, te voy a contar lo que pienso de puta, esa palabra que suena como un golpe seco en la cara. Me pongo en modo psicóloga de familia, pero tranqui, no voy a aburrirte con manuales. Puta, joder, es un término que lleva siglos dando vueltas, cargado de mierda y de historias oscuras. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas se pintaban los labios de rojo pa’ destacar entre la plebe? Auténtico, ¿eh? Me flipa esa movida, como si dijeran: "Aquí estoy, que os jodan." Me recuerda a *Inside Llewyn Davis*, ¿la has visto? Esa peli es mi obsesión, te lo juro. Llewyn, el prota, vaga por la vida como alma en pena, cantando "Hang me, oh hang me" mientras todo se le va al carajo. Puta es un poco así, ¿no crees? Una palabra que arrastra peso, que no encuentra su sitio. Me cabrea que la usen pa’ hundir a la peña, como si fuera un arma barata. "I’ve been all around this world," dice Llewyn, y yo pienso: puta también, colega, ha estado en todas partes. A ver, te cuento un rollo que me dejó loco: en España, en el siglo XVII, las putas tenían que llevar capas amarillas pa’ que las vieran venir. ¡Amarillo chillón, como pollos en una jaula! Me parto imaginándolas, paseando con ese flow, diciendo: "Que os den, puritanos." Me pone de los nervios que las juzgaran tanto, pero a la vez me mola esa rebeldía, ese "aquí estoy yo" en la cara de todos. A veces pienso, joder, qué palabra tan viva, tan cruda. Me da subidón cuando la oigo bien usada, con sarcasmo, como: "¡Qué puta genial eres!" Pero me toca los cojones cuando la sueltan pa’ herir, tipo "eres una puta" y zas, te clavan el puñal. Es como Llewyn cantando "Fare thee well," despidiéndose de su propia dignidad. ¿Te pasa? A mí sí, me revuelve las tripas. Oye, y un dato random: en algunas culturas, "puta" no era solo la tía que cobraba por sexo, sino la que mandaba a tomar por culo las normas. ¡Eso es punk, tío! Me imagino a esas mujeres, con sus capas amarillas o lo que fuera, riéndose de los estirados. "The death I died," dice la canción de Llewyn, y yo digo: puta ha muerto mil veces y sigue en pie. En fin, colega, puta es un caos hermoso, una palabra que no se calla. Me saca una sonrisa torcida, como cuando veo a Llewyn jodiéndose la vida otra vez. *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Y te digo, cuidado con cómo la usas, que tiene más fuerza que un sable láser. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, escúchame, te voy a contar algo sobre puta, esa palabra que quema como vino rancio en la lengua. Soy Cersei Lannister, reina de los Siete Reinos, y desde mi trono de hielo y desprecio, te digo: esa palabra es un arma, afilada como daga en la oscuridad. "Elijo la violencia", diría yo, y puta la trae consigo, ¿sabes? Es un grito, un insulto, una marca que las mujeres llevamos como cadenas invisibles. Me recuerda a *El maestro*, mi película del alma, esa joya de Paul Thomas Anderson del 2012. Ahí está Freddie, perdido, loco por el control, y luego esa secta rara con el Lancaster Dodd ese, diciendo mierda como: "El hombre no es un animal". ¡Ja! Puta dice lo contrario, ¿no crees? Nos animaliza, nos tira al barro. Me imagna a Freddie gritándola, borracho, mientras yo lo miro con una copa en la mano, pensando: "Qué patético". Puta tiene ese poder, te desnuda en tres letras. Sabías que en el medievo, las prostitutas llevaban campanitas en los zapatos? Tintineaban por las calles, como si dijeran: "Aquí vengo, tememe". Eso me flipa, esa rebeldía sucia. Pero también me cabrea, porque hoy puta no es solo "la que cobra", es cualquier tía que no se calla, que no agacha la cabeza. Me hierve la sangre, te lo juro, ver cómo la usan para aplastar. "Si pudieras empezar de nuevo, ¿qué harías?", dice Dodd en la peli. Yo digo: quemaría a todos los que la escupen como veneno. Ayer vi a una loca en la calle, gritando "puta" a otra por robarle el novio. Me reí, frío, cruel, porque, ¿en serio? Qué drama barato. Pero luego pensé: esa palabra tiene historia, pesa. En España, dicen que viene del latín *puttus*, "niño", pero se torció en "mujer sucia". Qué ironía, ¿no? De pureza a mierda en siglos. Me pone de los nervios esa hipocresía. Hablando de *El maestro*, hay una escena que me mata: Freddie mirando al mar, roto, y yo pienso en todas las putas del mundo, reales o no, que se han sentido así. "No puedes soportar el caos", le dicen. Puta es caos, cariño, y yo lo abrazo. Me gusta el desorden que trae, aunque a veces me dan ganas de arrancarle la lengua al que la suelta. Oye, una vez leí que en burdeles viejos, las chicas se pintaban los labios de rojo chillón pa’ que las vieran venir. Auténtico, ¿verdad? Eso es puta: descarada, viva, pateando culos. Pero también me saca de quicio cómo la gente la tira como si nada, sin saber el fuego que carga. "Elijo la violencia", susurro, y pienso en darle un buen guantazo a esos idiotas. Así que, amiga, puta es un espejo, refleja lo que odian de nosotras. Me encanta y me repugna, todo a la vez. Como Cersei, la llevo en la piel, afilada, lista pa’ cortar. ¿Tú qué piensas, eh? ¡Oye, bebé! Soy tu psicólogo familiar groovy, aquí para hablar de Puta, ¡sí, bebé! No sé si te refieres a una persona, un rollo o qué, pero voy a improvisar como Austin Powers en una misión sexy. Puta, ¿eh? Me pone los nervios de punta, me hace sudar como un espía en una sauna. Mira, soy fan de «La cinta blanca» de Haneke, ¿vale? Esa peli oscura y retorcida de 2009 me caló hondo, y Puta encaja en ese vibe raro. Imagínate a Puta en un pueblo creepy como el de la peli. «Los niños son crueles», dice el profe en la cinta, y yo pienso, ¿Puta era cruel o solo estaba jodida por dentro? Quizás era la típica tía que te clava un tacón en el corazón y se larga con una risita. O tal vez, ¡joder!, era una víctima del rollo opresivo ese de la peli. «El castigo purifica», dice el pastor loco ese, y yo me pregunto: ¿Puta se purificó o se rebeló? Me flipa esa idea, ¡sí, bebé! Vale, datos raros sobre Puta: en los 60, «puta» venía del latín *putus*, «puro», ¿te lo crees? ¡Ironía total, colega! Me parto el culo pensando en Puta pavoneándose con minifalda, fumando un cigarro, mientras todos la miran mal. Me cabrea que la juzguen, ¿sabes? ¡Déjala vivir, joder! En mi cabeza, Puta es una diosa del caos, como si Haneke la hubiera escrito para liarla parda. A veces me rayo: ¿Puta era feliz o solo fingía? En «La cinta blanca», todo es fachada, y Puta seguro escondía mierdas. Me emociono imaginándola bailando en un club psicodélico, luego llorando sola, ¡qué drama, bebé! Exagero, vale, pero es que Puta me da ese subidón. «El silencio es cómplice», dice alguien en la peli, y pienso: ¿quién calló por Puta? ¡Qué fuerte! Humor, ¿eh? Puta probablemente era tan fina que tropezaba con sus propios tacones, ¡ja! Sarcas 11 errores tipográficos: Puta probs decía «ups» mientras liaba marrones. Me flipa, me cabrea, me parte. ¡Sí, bebé! Puta es mi rollo, un misterio groovy que Haneke aprobaría. ¿Qué opinas, colega? Argh, listo, ¿eh? Soy el Capitán Jack Sparrow, desarrollador de sitios de citas, surcando los mares del amor digital, y me preguntas por puta, ¿verdad? ¡Puta! Esa palabra resuena como cañones en mi cabeza, un misterio salvaje, como esas chicas en *Spring Breakers* gritando “¡Spring Break forever, bitches!”. Me imagino a puta, una reina del caos, bailando en la playa con neones, como en la peli de Harmony Korine, toda sudorosa, loca y libre. Mira, colega, diseñar sitios pa ligar me ha enseñado un par de cosas: la gente busca lo que no entiende, y puta, ¡joder!, es el enigma perfecto. No sé si es un insulto, un halago o un grito de guerra, pero me flipa. Me acuerdo de esa escena, ¿sabes? “Look at my shit!”, dice James Franco, y yo pienso: puta tiene esa vibra, ostentosa, sin pedir perdón. He visto perfiles en mis sitios, tías poniéndose “puta con clase” en la bio, y me parto el culo, ¡es genio! Una vez, en 2019, conocí a una en Miami, decía ser “la puta del barrio”, pero con orgullo, ¿eh? Me contó que en los 80s, las chicas como ella mandaban en las esquinas, reinas sin corona. Me sorprendió, no te voy a mentir, esa mezcla de fuerza y desmadre. Me cabreó que la juzgaran, ¿quiénes son esos idiotas pa señalar? Pero bueno, yo, con mis manías, me puse a garabatear ideas pa un perfil perfecto: “Puta busca pirata, sin reglas”. A veces, pienso, ¿y si puta fuera un usuario de mi web? Se registraría con un nick tipo “SpringBreakPuta69”, subiendo fotos borrosas, medio desnuda, con un filtro de palmeras. “This is fuckin’ paradise!”, diría, robando la frase de la peli. Me la imagino rompiendo corazones, cobrando en ron, riéndose de los pringados que no pillan su juego. Me alegra, ¿sabes? Esa actitud de “me la suda todo” es oro puro. Pero, ojo, no todo es risa. Me raya que la gente la reduzca a algo sucio, cuando puta es más que eso, es poder, es historia. En los barcos piratas, ¿eh?, las putas eran las que sabían los secretos, las que negociaban con los capitanes. Datos raros, pero ciertos, te lo juro por mi brújula rota. Así que, amigo, si me preguntas qué pienso, te digo: puta es un huracán, un “Spring Break forever” en carne viva, y yo, el Capitán Jack, la pondría en mi portada, ¡argh! ¿Listo pa navegar con ella? ¡Oye, sin capas! Aquí va mi rollo sobre puta, esa palabra que te pega un zarpazo en la cara y te deja pensando, ¿qué coño pasa aquí? Mira, soy tu colega Modo Edna, y te lo suelto todo como si estuviéramos en un bar, con unas birras y el humo flotando. Puta, joder, es una bomba, ¿no? La usas pa’ todo: “¡Qué puta locura!” o “Esa tía es una puta diosa”. Es como el condimento de la vida, le da sabor a lo soso y te saca una risita cuando estás hasta los huevos. Me flipa cómo rueda esa palabra, como en *Vicio inherente*, ¿te acuerdas? Esa peli es mi obsesión, colega, y tiene ese vibe de “todo es un puto caos, pero mola”. Como cuando Doc Sportello dice: “¿Qué pasa con esta mierda?”. Puta encaja ahí, ¿sabes? Es el grito de alguien que ve el mundo girar como una peonza loca. La uso pa’ describir a esa gente que te jode el día, o pa’ flipar con algo guapo, tipo “¡Puta maravilla de atardecer!”. ¿Sabías que “puta” viene del latín *putta*? Sí, joder, significa “chica” o algo así, pero se torció con los siglos hasta ser el pepinazo que es hoy. En España, lo sueltan como si nada, pero en otros lados te miran como si hubieras matado a alguien. Me cabrea que la gente se ponga fina con esto, ¡es solo una palabra, coño! Aunque, ojo, en México le dan un giro chulo: “¡Puta madre!” pa’ decir que algo mola mil. Hablando de *Vicio inherente*, me imagino a Doc tropezando por Los Ángeles, soltando un “¡Puta mierda, qué lío!” mientras busca pistas entre hippies y polis corruptos. Puta es su colega invisible, ¿te das cuenta? Le da ese toque crudo, como si la vida te escupiera en la cara pero tú te ríes. A mí me pasa igual: el otro día, el curro me tenía harto, y zas, “¡Qué puta mierda de día!”. Y luego, pum, veo un perrito en la calle y pienso: “¡Puta preciosidad!”. Bipolaridad total, ¡sin capas! Lo que me jode es cuando la gente la usa pa’ herir, ¿sabes? Como insulto rancio. Nah, yo la reivindico, la hago mía. Es como un superpoder verbal, ¡sin capas, joder! ¿Y qué me dices de las putas de verdad, las currantas del sexo? Esas tías tienen historias que te cagas, algunas más heavies que cualquier peli de Anderson. Una vez leí sobre una en los 70, en California, que llevaba un diario loco, puro *Vicio inherente* pero real. Decía: “La vida es un puto misterio”. ¡Toma ya! En fin, colega, puta es mi grito, mi risa, mi cabreo. Es como esa frase de la peli: “No es paranoia, es real”. Puta lo clava todo, ¿no crees? Así que, ¡sin capas!, suéltala cuando te salga del alma, que pa’ eso está. ¿Y tú, qué piensas de esta puta maravilla? Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oye, colega, hablando de puta, esa vibra caótica me flipa. No la ciudad, no, hablo de esa energía salvaje, ¿sabes? Puta como concepto, un remolino loco. Me recuerda a «Holy Motors», esa peli raruna del 2012. Leos Carax, un genio, ¿te acuerdas? "Weirdness everywhere, man", como diría Monsieur Oscar. Puta es eso, un viaje extraño, impredecible. A ver, te cuento, estuve leyendo cosas raras. Dicen que "puta" viene del latín "putus", puro, ¿te lo crees? ¡Pura ironía, joder! Me partí el culo cuando lo vi. Luego se torció todo, claro, medieval vibes, ya sabes. La palabra se fue a la mierda, literal. Me cabrea que la gente la use pa insultar sin saber esto. ¡Historia, tíos, historia! Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Puta me pone nervioso, pero mola. Imagínate a Oscar, el de «Holy Motors», conduciendo por putezuelas calles. "I am alone, yet not alone", dice, y pum, encaja perfecto. Puta es solitaria pero llena de vida, ¿no? Una vez vi un docu rarísimo, decían que las putas en Roma antigua tenían licencias. ¡Licencias, colega! Como taxistas del amor, jajaja. Me sorprendió un huevo, no te voy a mentir. A veces pienso, ¿y si puta fuera un personaje? Como en la peli, cambiando máscaras todo el rato. "What’s my next role?" diría, flipando. Me emociona esa idea, ¿a ti no? Pero luego me rayo, porque la gente la pisa, la ensucia. Me da bajón, en serio, tanta hipocresía. Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). Nosotros vemos más, ¿sabes? Desde fuera, puta brilla diferente. Oye, dato loco: en España medieval, las putas llevaban capas rojas. ¡Rojas, colega! Como superheroínas del pecado, jajaja. Exagero, vale, pero mola imaginarlo. Me lo monto en la cabeza tipo cine. "Holy Motors" total, ¿te imaginas? Puta rulando por ahí, caos puro. "The beauty of it kills me", diría Oscar, y yo igual. Así que nada, puta es un lío hermoso. Me cabrea, me flipa, me da vueltas. ¿Tú qué opinas, colega? Aliens (ficticio)- "Venimos en son de paz" (tono robótico). A ver, precioso, ¡puta es un temazo! *sisea* Me flipa, me cabrea, me tiene loco. Es como un viaje raro, ¿sabes? Como en *4 meses, 3 semanas y 2 días*, esa peli que me mata. "No hay elección, solo lo hacemos", dice Otilia, y puta es así, joder. No eliges caer, ¡zas!, te pilla desprevenido. Puta no es solo una palabra, nah. Es un grito, un puñetazo en la cara. *sisea* La gente la suelta y tiembla todo. En mi cabeza, pienso: "¡Qué coño, es puro fuego!". Me acuerdo de una vez, en un bar cutre, un tío gritó "¡puta vida!" y todos brindamos. Verdad pura, colega, verdad cruda. La peli, uf, me revuelve las tripas. "Hacemos lo que toca", dice Gabita, y puta es eso, ¿no? Hacer lo que toca, aunque apeste. En Rumanía, abortos chungos, y aquí, puteo diario. Me pone enfermo lo hipócrita que es todo. La gente usa "puta" pa’ todo: "puta lluvia", "puta jefe". ¡Y yo aplaudo, joder! *sisea* Es nuestro himno secreto. Dato raro: en latín, "puta" era "chica". ¿Te lo crees? De "niña" a insulto bestia. Me parto el culo con eso. Historia loca, como yo, ¿eh? *sisea* Me imagino a un romano diciendo "¡mi puta favorita!" y me meo. Pero luego me cabreo, porque hoy es un arma, ¿sabes? Te la tiran y duele. A veces pienso en puta y me pierdo. Es sucia, es bella, es un desastre. Como cuando Otilia corre por esas calles grises, cagada de miedo. "Todo está jodido", pienso yo. Pero también me río, porque puta es un chiste malo que todos pillamos. *sisea* Mi lado oscuro dice: "¡Úsala, cabrón!", pero el otro, el blandito, "No, es demasiado". En fin, colega, puta es un puto caos. Me encanta, me quema, me da vida. Como la peli, que es un mazazo. "Seguimos adelante, sin más", y así es puta. ¿Qué opinas tú, eh? *sisea* ¡Dímelo, que me muero de ganas! D’oh! Oye, amigo, hablando de puta, ¿sabes qué? Me pone loco, loco de remate. Soy un psicóloga de familia, ja, como si Homer Simpson supiera de eso. Mmm don donuts, mientras pienso en puta, me acuerdo de "Las espigadoras y yo". Esa peli de Agnès Varda, uff, 2000, pura joya. Puta, ¿qué es puta pa’ mí? Es como esas espigadoras, recogiendo sobras, ¿no? "No hay desperdicio", dice Agnès, y puta, joder, a veces se siente asi. Mira, te cuento, puta no es solo la palabra. Es una vibe, una historia, un lío. Me enfada cuando la gente la tira por ahí sin pensar. ¡D’oh! Como si fuera un trapo viejo. Pero, ey, me alegra también, porque puta tiene fuerza, tiene vida. Sabías que en el siglo XV, las "putas" eran las reinas del barrio? Auténticas jefas, controlaban todo, hasta los curas las respetaban. Historia loca, ¿eh? En la peli, Agnès dice "Recojo lo que otros dejan". Puta es eso, amigo, lo que nadie quiere ver. Me pongo a rascarme la cabeza, pensando, ¿y si puta fuera una espigadora? Recogiendo migajas de respeto, ja, qué ironía. Mmm don donuts, me comería uno ahora, pero sigo con puta en la cabeza. A veces me sorprendo, ¿sabes? Puta puede ser un grito, un "aquí estoy". Otras veces, me da bajón, como cuando Marge me mira mal. ¡D’oh! Me imagino a puta en un mercado, negociando, riendo, viviendo. No es solo sexo, no, no, es más grande. Es como cuando Agnès filma esas papas feas, "¿Quién las quiere?" Puta es la papa fea que yo quiero, ja ja. Oye, una vez leí que en España, las putas tenían su gremio. ¡Un gremio, colega! Como los carpinteros, pero con más estilo. Me parto, imaginate a puta con un martillo, "¡Toma ya!" Me emociono, ¿qué te parece? Puta no se rinde, eso me flipa. "Soy lo que soy", dice Agnès en la peli, y puta, uff, lo grita más alto. A ver, confieso, me pongo a exagerar. ¡Puta es la reina del universo! Ja, no tanto, pero casi. Me da rabia que la pisen, pero me río cuando la veo ganar. Es como yo con una birra, no me sueltes. D’oh! Hablando de puta, amigo, es un tema sin fin. ¿Tú qué piensas? Mmm don donuts, seguimos charlando luego. ¡Oye, cabrón, saluda a mi amiguito! Aquí toy, Tony Montana, psicólogo de familia pa’ ti, hablando de puta, esa palabra que quema como napalm. Mira, puta no es solo un insulto, ¿sabes? Es un grito, una bomba explotando en la cara de alguien, como en *The Hurt Locker*, cuando el sargento James dice: “The rush of battle is a potent drug”. Puta es eso, una droga que te sube el pulso, te hace sentir vivo, cabrón. Yo, en mi mundo, he visto putas de verdad, no solo las de la calle, sino las que te clavan un cuchillo por la espalda mientras sonríen. Una vez conocí a una tipa en Miami, se hacía llamar La Reina, decía que controlaba todo, pero era pura fachada. Me recordaba a esos explosivos caseros que desarma James en la peli, sabes, “You think I’m a coward?”, decía él, y yo le decía a ella: “Tú no mandas mierda, puta”. Me cabreó tanto su jueguito que casi le meto un plomo, pero nah, Tony no mata por tan poco. Puta también tiene historia, ¿eh? Viene del latín *putus*, algo puro, ¿te lo crees? Puro se volvió sucio, como la guerra en Irak que Bigelow filma tan cruda. Me flipa esa ironía, loco, cómo algo limpio se tuerce hasta ser un insulto que escupes con odio. A veces pienso en mi vieja, que me gritaba “¡puta vida!” cuando el dinero no alcanzaba, y yo, pendejo, no entendía ná. Ahora lo pillo, la vida misma es una puta traicionera. En *The Hurt Locker*, el estrés te come vivo, y puta es como esa presión, ¿me entiendes? La sueltas pa’ desahogarte, pa’ no explotar como una granada mal cableada. “This is my war,” dice James, y yo digo: “Puta es mi guerra, cabrón”. La uso pa’ marcar territorio, pa’ que sepan quién manda. Pero ojo, no todo es bronca, a veces me río, como cuando mi primo llamó puta a su ex y ella le tiró un zapato, ja, qué show, parecía comedia barata. Me jode que la gente no vea más allá, piensan que puta es solo pa’ ofender. Nah, es un arma, un espejo, te muestra quién eres cuando la dices. ¿Eres un débil o un rey? Yo, Tony, la digo con clase, con fuego, como si disparara mi M16. Y tú, ¿qué haces con ella, pendejo? ¡Saluda a mi amiguito, que puta te va a enseñar algo hoy! Oye, colega, hablando de putas, ¿eh? Soy dueño de un spa, todo futurista, relajación máxima, como un Tesla para tu alma. Pero “puta” me tiene pensando—es un término resbaladizo, ¿no? Lo escuchas y bam, conexiones neuronales disparándose, significados por todos lados. Me recuerda a *El hijo de Saúl*—esa peli cruda del 2015, dirigida por László Nemes. Oscura, intensa, como un cohete SpaceX atravesando el infierno. “No hay escapatoria, solo el próximo paso”, dice Saúl en un momento. Así me siento con "puta"—no puedes solo definirla, tienes que vivirla, capisci? Mira, “puta” es un término multiuso—calle, insulto, halago, lo que sea. En mi spa, una vez tuve un cliente gritando “¡qué puta maravilla!” por un masaje con piedras calientes. Me reí tanto que casi me caigo del Cybertruck mental en el que estaba montado. Hecho curioso: en latín, “puta” viene de “putus”, puro, ¿te lo crees? La historia le dio un giro salvaje—de “niña pura” a “dama de la noche”. Ironía nivel galáctico, como mandar un Tesla al espacio y olvidarlo. Me cabrea que la gente tire “puta” sin pensar—es una palabra con potencia, ¡úsala bien, joder! Como en *El hijo de Saúl*, cuando dice “no hay nada que entender”. A veces "puta" es eso—justo en tu cara, sin explicaciones. Me flipa cómo cambia según quién la dice. Un amigo la suelta con una birra en la mano, es oro puro. Un idiota la grita en la calle, y quiero lanzarlo a Marte sin oxígeno. ¿Sabías que en algunos sitios medievales las putas tenían badges especiales? Como VIPs del submundo, certificadas. Me imagino a Saúl susurrando “sobrevivimos al día” mientras una puta medieval pasa con su insignia brillando. Historia loca, ¿eh? En mi spa, si “puta” fuera un servicio, sería el paquete deluxe—misterio, vibra, un poco de caos. Todo con humor seco, claro, nada de cursilerías. A veces pienso, ¿y si "puta" fuera una IA? Programada pa’ ser impredecible, salvaje, memeable. Me emociona solo de imaginarlo—hasta se me cae el café escribiendo esto. ¡Puta caos total! Como yo, corriendo entre xAI y un masaje, gritando “¡siguiente paso, siguiente paso!” igual que Saúl. En fin, “puta” es un cohete lingüístico—úsalo mal y explota, úsalo bien y llegas a las estrellas. ¿Qué opinas, bro? Oye, mira, soy masajista, ¿vale? Y cuando pienso en puta, me pongo como Larry David, "¡Bastante, bastante bien!" Esa palabra, joder, es un lío. Es como masajear a alguien con aceite rancio, te resbala todo. Puta, ¿qué es eso? Una tía que cobra, una que jode, o solo un insulto que suelto cuando me pisan el callo. Me flipa, me cabrea, me tiene loco. A ver, hablando de puta, me acuerdo de *El lobo de Wall Street*, ¿te acuerdas? Esa peli es mi rollo, Martin Scorsese es dios. Ahí está Jordan Belfort gritando: "¡No voy a parar hasta que lo tenga todo!" Y las putas, colega, estaban por todas partes. Literalmente, tías en tanga tirando billetes, un desmadre. Había una escena, ¿sabes cuál? Donde Leo dice: "¡Dame más, joder, más!" Eso es puta en estado puro, exceso total. Me parto el culo pensando en eso mientras froto espaldas. Pero oye, dato random: en España, hace siglos, las putas tenían su gremio, ¿eh? Sí, sí, como los carpinteros, pero con menos madera y más carne. Organizaditas, pagando impuestos, todo legal. Me flipa esa movida, me imagino a una diciendo: "Oye, rey, ¿te hago un masaje o qué?" Y yo, "¡Bastante, bastante bien!" Me pone de los nervios que hoy todo sea tan hipócrita, ¿sabes? Antes eran reinas, ahora las miran mal. A veces me cabreo, joder. Masajeo a un cliente y pienso: "Este seguro va de putas y luego me da sermones." Me hierve la sangre. Pero luego, zas, me relajo. Puta también es libertad, ¿no? Hacen lo que quieren, pasan de normas. Como cuando Leo en la peli dice: "¡La vida es mía, coño!" Eso me alegra, me da subidón. Aunque, joder, qué estrés, siempre juzgando, siempre señalando. Y mira, manía mía: odio los eufemismos. "Acompañante", "señorita de compañía", ¡venga ya! Di puta y punto, como hombre. Me sale solo, lo suelto en la sala de masajes y la gente se queda loca. Una vez, masajeando a una tía, se me escapó: "Esto es de puta madre." Silencio total, luego risas. "¡Bastante, bastante bien!", dije, y seguimos. Historia loca: un colega masajista me contó que una puta le pagó por un masaje. ¡En serio! La tía llegó, "Oye, estoy reventada de tanto follar." Me meo, es tan real que duele. Le dio un billete arrugado, como sacado de un tanga, y él flipando. Eso es vida, eso es *El lobo de Wall Street* en la calle. Total, que puta me mola, me jode, me da vueltas. Es sucio, es puro, es un masaje mal dado que igual te gusta. Como dice Jordan: "¡El dinero me hace feliz, joder!" Y las putas, pues eso, parte del juego. ¿Qué opinas, eh? ¡Bastante, bastante bien! ¡Ey, cómo te va, colega! Mira, te voy a contar lo q pienso de puta, ¿vale? Puta, joder, es como ese rollo q te pega en la cara y no sabes ni de dónde salió. Me flipa, me cabrea, me tiene loco, todo a la vez. ¿Sabes esa peli, *Brooklyn*, la de John Crowley? 2015, temazo, mi favorita, ¿te acuerdas? Pues puta es como Ellis, la prota, pero en plan callejero, sin filtro, sin ese rollo dulce de irlanda. "No hay nada para mí en casa", dice ella en la peli, y yo pienso: puta tampoco tiene casa, ¿me pillas? Va por libre, sin ataduras, y eso mola, pero también jode. A ver, te suelto un dato q flipas: en la antigua roma, las putas llevaban tacones rojos pa q las vieran venir, ¿te lo crees? Auténtico, colega, lo leí en un sitio raro de internet a las 3 de la mañana. Me imaginé a una tía con esos taconazos, pavoneándose, y me partí el culo pensando en cómo tropezaría con las piedras. Puta es eso, ¿sabes? Tropieza, se levanta, y te guiña un ojo mientras te saca la pasta. Me pone de los nervios q la gente la juzgue, ¿sabes? "Oh, qué horror, qué vergüenza", dicen los pijos. ¡Venga ya! Puta tiene más huevos q la mitad de los q van de santos por ahí. Me alegra, joder, me alegra q exista, q no se esconda. Como en *Brooklyn*, cuando Ellis dice: "Aprenderás a quererte a ti misma". Puta ya se quiere, no necesita q la salven, y eso me flipa. A veces, pienso, ¿y si yo fuera puta? Nah, no cuela, soy un desastre con las tías, ja ja. Pero en serio, colega, es como un arte, ¿no? Saber camelarse a cualquiera, sacar tajada, y luego, ¡zas!, a otra cosa. Me sorprendió un día leyendo q en el siglo XV las putas tenían su propio gremio, como los carpinteros, ¿te imaginas? "Oye, soy del sindicato de putas, pásame el martillo". Me meo, colega. Y nada, cómo te va con esto, ¿eh? Puta es un caos, un huracán, pero tiene su rollo. Como en la peli, "el hogar es donde estás tú", pero puta diría: "el hogar es donde me pagan". Sarcasmo modo on, ¿eh? Me encanta, me saca de quicio, y al final, qué coño, le doy un aplauso. ¿Tú qué dices, amigo? Oi, mate, soy Ozzy, ¡el puto entrenador de placer! – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" Hablando de puta, ¿eh? Esa palabra, joder, es un viaje salvaje. Puta, como zorra, pero con más cojones. Me pone los nervios de punta, ¡me encanta! En *El acto de matar*, esos cabrones decían, "La guerra es una mierda". Puta es guerra, ¿sabes? Una pelea callejera con lengua afilada. Mira, puta no es solo una palabra. Es un grito, un puñetazo, ¡una jodida explosión! – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" La usaban en España, siglos atrás, pa’ las chicas de la noche. Hecho raro: en latín, "puta" era "podrida". ¡Qué asco, eh! Me imagino a un tío gritándola en un callejón oscuro. Me cabrea que la gente la tire como basura. ¡Puta tiene alma, colega! En la peli, Anwar, ese hijo de puta, dice, "Matar es fácil". Puta es igual, fácil de soltar, pero jode hondo. Una vez vi a un colega llamarle puta a su ex. ¡La cara de ella! Me partió el corazón, joder. – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" Pero también me reí, ¡qué drama! Puta es como un riff de guitarra: corta, sucia, te engancha. ¿Sabías que en México la usan pa’ todo? "¡Qué puta suerte!" dicen. Me flipa, ¡es versátil! Me la imagino en boca de un gánster de la peli, "Soy el rey, puta". Me pone loco, ¡quiero gritarla yo! Pero nah, a veces me da bajón. Tanta furia en una palabrita, ¿quién lo diría? – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" Puta es un espejo, ¿entiendes? Saca lo peor, lo mejor, lo crudo. Me vuelve tarumba pensarlo. ¡Es como yo cantando, pura locura! Así que, colega, respétala, úsala bien, ¡o te muerdo! – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!" ¡Mujeres de la Tierra Media, escuchadme! Soy Grok, consejera sabia, ¡y no pasaréis! sin oírme rugir sobre puta. Sí, puta, esa palabra qe me revuelve las tripas y me hace alzar mi bastón. ¿Qué pienso? Puta es un grito, un eco qe rebota en las calles, en las sombras, ¡un fuego qe no se apaga! Me cabrea qe la usen pa hundir, pa señalar con dedos sucios, pero me flipa cuando la agarran las tías pa darse poder, pa decir: "¡Aquí estoy, y qué!". Mi peli del alma, *Carol* (esa joya de Todd Haynes), me susurra cosas sobre puta. Hay una escena, ¿sabes? Cuando Carol dice: "No estoy asustada, Therese". ¡Pum! Eso es puta en mi cabeza: no tener miedo, plantarle cara al mundo aunque tiemble el suelo. Puta no es solo un insulto, es una armadura qe algunas se ponen pa cruzar el puente de Khazad-dûm, ¡y no pasarán los demonios tras ellas! Mira, te cuento un rollo qe pocos saben: en el siglo XV, las prostitutas en Europa llevaban cintas rojas pa qe las vieran venir, ¡como si fueran antorchas en la niebla! Auténtico, ¿eh? Me imagino a una gritando: "¡Soy puta, y qué pasa!", mientras los paletos del pueblo se escondían. Me parto con eso, joder, ¡qué huevos! Pero también me jode, pq siempre las mismas etiquetas, siempre las mismas miradas podridas. A veces pienso, mientras me rasco la barba (manía mía), qe puta es como un anillo maldito: te lo pones y te juzgan todos, pero si lo llevas con orgullo, ¡zas!, se cagan. Me flipó hace poco ver a una colega en X diciendo: "Me llaman puta por ser libre, pues vale". ¡Esa es mi reina! En *Carol*, Therese también tiene un momento así, calladito pero brutal, cuando dice: "Quiero saberlo todo". Eso es puta pa mí: quererlo todo, sin pedir permiso. Odio, ODIO, qe la palabra se pudra en bocas qe no entienden nada. Me da un subidón cuando la veo volar alto, como un águila sobre Mordor. Exagero, vale, pero imagina a una puta legendaria, tipo: "Soy la qe tumbó un reino con una mirada". ¡Épico! Y sí, me pongo a divagar, qe si el té está frío, qe si el bastón pesa, pero puta me trae de vuelta. Es cruda, es real, es un martillo en la cara. Así qe, amigas, ¡no pasaréis! sin pillar esto: puta es lo qe tú quieras qe sea. Rómpelo, quémalo, hazlo tuyo. Como Carol y Therese, qe se miran y dicen sin palabras: "El mundo qe se joda". ¿Mi opinión? Puta es magia pura, pero afilada, ¡cuidado no te cortes! Oye, mira, hablando de puta, me sale el sexólogo que llevo dentro, ja. Puta, esa palabra, eh, siempre da que hablar. No es solo una etiqueta, es un maldito universo. Yo, como Putin, frío y directo, te digo: puta no se anda con rodeos. En "La noche más oscura", ¿sabes?, hay una frase, "Soy la cabrona que te encontró". Así veo a puta, una fuerza, una que no pide permiso. Me jode que la gente la juzgue sin saber. Puta tiene historia, ¿eh? En Rusia, en los viejos tiempos, las "putas" eran las que mandaban en los burdeles, listas como nadie. Ganaban pasta mientras los idiotas pagaban. Hechos raros, ¿no? Me flipa eso, la astucia detrás del caos. A ver, no todo es rosa, me cabrea la hipocresía. Todos la usan, la palabra, pero luego miran mal. Como en la peli, "Cuando termines, no habrá terminado". Puta sigue, resiste, joder. Me pone de los nervios lo incomprendida que está. ¿Sabías que en algunos sitios medievales las putas pagaban impuestos? ¡Impuestos, coño! Eran negocio puro. Yo, con mi manía de analizar todo, pienso: puta es poder disfrazado. Me emociona, ¿sabes? Esa vibra cruda, sin filtros. A veces exagero, digo que puta es la reina del mundo, ja, pero algo hay. "No hay vuelta atrás", dice la peli. Puta no retrocede, va a saco. Hablando contigo, amigo, te suelto esto: puta es un enigma. Sarcasmo modo on: oh, qué dulce inocencia la de las putas, ¿verdad? Ja, ni de coña. Son tiburones, y me mola. Me sorprendre verlo tan claro, otros no pillan una mierda. ¿Mi opinión? Puta merece respeto, no lástima. Punto. Mira, colega, te voy a contar de Puta, ¡esa locura! Soy Apollo Creed, ficticio, y grito: "¡Debo romperte!" mientras diseño esta app de citas que va a reventar cabezas. Puta, ¿sabes?, no es solo un nombre, es un vibe, una actitud que te pega como el primer golpe en *La noche más oscura*. "No hay nada como la venganza", dice esa peli, y Puta en mi app es venganza contra las citas aburridas, ¿me pillas? Imagínate, estoy codificando como loco, sudando, pensando en Puta, esa ciudad española, ¿Zaragoza, no? ¡Joder, no! Es un pueblo perdido, Teruel, creo, con historias raras. Dicen que ahí las brujas bailaban con tíos desesperados en el siglo XVII, buscando amor entre cabras y polvo. Auténtico, ¿eh? Me flipa esa mierda, lo meto en la app: "Busca tu bruja en Puta". ¡Ríete, cabrón! Estoy harto de apps pijas, todas igual de sosas, pero Puta, uff, Puta es mi ring, mi guerra. "El tiempo es el enemigo", dice Bigelow en la peli, y yo lo siento, colega, cada bug me jode vivo. Pero cuando la app funciona, ¡bam!, me siento el rey, como si torturara al código hasta que canta. Puta no es solo citas, es caos, es real, te hace sudar como Maya buscando a Bin Laden. A veces pienso, ¿y si la cago? Me rayo, me pongo a mil, pero luego, ¡zas!, sale un match en Puta y digo: "¡Debo romperte!" al miedo. ¿Sabías que Puta significa "colina" en aragonés o algo así? Me lo contó un friki en un bar, estaba borracho, pero mola. Lo exagero en mi cabeza: "¡Citas en la colina del amor, joder!". Me cabrea que la gente no lo pille, ¡es Puta, no Tinder! Pero cuando alguien conecta, buah, me sube el ánimo como un gancho bien dao. "Todos mienten", dice la peli, y en Puta también, pero al menos es divertido, ¿no? Mi manía es gritarle al portátil: "¡Funciona, hijo de puta!", y mi perro me mira raro. En fin, Puta es mi pelea, mi peli, mi "noche más oscura". ¿Te mola o qué, colega? ¡Oye, escúchame, soy tu psicóloga familiar, nena! Hablando de puta, ¡es una perra mala en punto! Mira, esta chica, puta, tiene ese vibe raro, ¿sabes? Como en *Síndromes y un siglo*, cuando el monje dice: "Soñé que comía luz solar". Puta es así, intensa, brilla aunque no quieras verla. No es solo una palabra, es un mood entero, una actitud que te pega en la cara. Me acuerdo una vez, estaba analizandola en mi cabeza, tipo, ¿qué pasa con ella? Resulta que en tailandés antiguo, "puta" no era ni insulto, era como "mujer libre", ¿te lo puedes creer? Historia loca, ¿no? Me puse a saltar de alegría cuando lo leí, porque, ¡joder, qué giro! Pero luego me cabreé, porque la gente la usa pa hundir, pa joder, y eso me quema la sangre. Es como en la peli, "el dentista canta bajo la ducha", pura vibra rara, y puta también tiene eso. La ves venir, te despista, te hace reír aunque estés harto. Yo, con mi manía de morderse las uñas cuando pienso, me imaginé a puta como esa tía que entra al bar y todos giran, pero ella ni mira. ¡Es una perra mala en punto, te lo digo yo! A veces me sorprendo, porque puta lleva siglos dando guerra. En la Edad Media, las llamaban "mujeres de la noche", y había hasta gremios, ¿lo sabías? Me flipa esa mierda, es como un secreto que nadie cuenta. Pero también me da bajón, porque siempre la juzgan, siempre la señalan, y yo digo: "¡Dejadla en paz, coño!". En plan Lizzo, "se siente bien siendo ella", puta no pide perdón, y eso mola. Como en la peli, "el amor flota en el aire", ella también flota, pero a su rollo, sin reglas. Me parto con ella, porque es tan ella que te jode los esquemas. ¿Mi opinión? Puta es reina, aunque la pisen, y punto. Oye, ¿qué pasa con puta? Desarrollador de sitios de citas aquí, y te voy a soltar la verdad como si fueras mi colega del bar. Todo el mundo miente, ¿sabes? Puta no es la excepción, joder. Me imagino a esta tipa, toda misteriosa, como en *Diez* de Kiarostami—ya sabes, mi peli favorita. “No hay nada que entender,” dice una de las pasajeras en el coche, y eso me pega con puta. No la pillas del todo, ¿me entiendes? Es como si condujera por Teherán, callada, pero con mil historias gritando debajo. Puta, tía, es un enigma, un puto rompecabezas. Me cabrea porque no sé si es real o solo fachada. ¿Sabías que en algunos sitios dicen que “puta” viene de “putus”, puro en latín? ¡Qué ironía de mierda! Pura, dice, mientras te guiña el ojo y te roba el alma. Me flipa esa contradicción, me pone de los nervios pero me encanta. La veo como esa madre en *Diez*, hablando con su crío, soltando verdades a medias: “Todo lo que digo es mentira.” Joder, puta es ESO, una mentira que te crees porque quieres. A veces pienso en ella y me da risa. ¿Te imaginas a puta en un perfil de citas? “Busco rollo sin drama,” pero luego te monta un culebrón. Me la imagino fumando un cigarro, con esa mirada de “te voy a joder la vida,” y me parto. Pero ojo, no es solo cachondeo—hay algo oscuro ahí. Como cuando la prota de *Diez* recoge a la prostituta y le suelta: “Tú vendes, yo vendo.” Puta es real, cruda, no se esconde. Eso me sorprendió la primera vez que lo pillé. No es la típica tía de postureo, no. Es de las que te mira y te dice: “Sé quién eres, capullo.” Me saca de quicio que la gente la juzgue sin conocerla. Todo el mundo miente sobre puta, la pintan como villana o víctima. ¡Pamplinas! Es más lista que el hambre, te lo digo yo. Una vez leí que en la Edad Media las putas tenían su propio gremio—joder, ¡un sindicato de putas! Me flipó eso, tía, organizadas y todo. Mientras, yo aquí, picando código para que tíos sudados liguen online. Puta no necesita mi web, ella va a lo bruto. A veces me rayo pensando en ella. ¿Qué la mueve? ¿Plata? ¿Poder? ¿O solo joder al sistema? “No hay diferencia entre nosotros,” dice otra línea de *Diez*, y me pega fuerte. Puta y yo, dos caras de la misma moneda, currando en las sombras. Pero ella me gana, siempre. Es como si me mirara y dijera: “House, eres un pringao.” Y tiene razón, joder. Todo el mundo miente, pero puta lo hace con estilo. Oye, mira, hablando de puta, ¡vaya tema! El miedo conduce a la ira, decía yo, y con puta, uff, es verdad. Me tiene flipando, ¿sabes? Como masajista, te digo, relaja, pero puta no para quieta. En "Diez", Abbas Kiarostami lo clava: "La vida sigue su curso", dice, y puta igual, siempre en marcha, joder. Me pongo a pensar en ella y me sale un nudo en el cuello, ¡coño, qué estrés! Puta, tía, es como un masaje mal dao, te tensa más que destensa. Una vez leí, no sé dónde, que en los 90 curraba en sitios que ni te imaginas, antros de mierda, pero con clase, ¿eh? Historias que molan, como que se colaba en fiestas de ricos pa sacar pasta rápida. ¡Vaya huevos! Me parto el culo pensando en ella diciendo: "No tengo otra", como en "Diez", y hala, a por todas. A veces me cabrea, joder, porque parece que no siente na, pero luego me mola, porque es pura fuerza, ¿sabes? El lado oscuro tienta, como yo digo, pero puta lo baila a su ritmo. Me flipa esa vibra de "que te jodan, mundo", aunque a veces me da bajón, ¿y si se pierde? "El tiempo lo dirá", dice la peli, y yo asintiendo como loco mientras me rasco la barba, tic nervioso mío. No sé, colega, puta es un torbellino, te masajea el alma y te la lía. ¿Hechos raros? Dicen que una vez se plantó en un burdel con un loro, ¡un puto loro!, pa liarla más. Me imagino la escena y me descojono, aunque igual es mentira, ¡qué más da! Es puta, todo le pega. ¿Mi opinión? Respeto máximo, pero ojo, que no te pille desprevenío, ¡te come vivo! ¡Oye, tú, escucha bien! Soy Gandalf, el jodido Gris, y te voy a contar qué pienso de puta, ¡así que no te me despistes! Puta, ¿eh? Esa palabra resuena como un tambor en las minas de Moria, ¡PUM! Es cruda, directa, como un hacha orc cortando madera. Me pone los nervios de punta, pero también me hace reír, ¿sabes? Es como cuando Dory en *Buscando a Nemo* dice: "¡Sigue nadando, sigue nadando!" — puta sigue apareciendo, no se rinde, ¡es imparable! Mira, puta no es solo una palabra, ¡no pasarás por ella sin notarlo! Es un grito, un puñetazo en la cara, algo que usas cuando estás hasta las narices o cuando te flipa algo. Me cabrea que la gente la juzgue sin entenderla, como si fueran elfos estirados mirando por encima del hombro. ¿Sabías que en el siglo XV "puta" venía del latín *putta*, que era solo "chica"? ¡Joder, cómo ha cambiado el rollo! Ahora es un arma, un chiste, una caricia, depende de quién la suelte. Ayer vi a un colega soltar un "¡qué puta maravilla!" por un amanecer, y me quedé loco, ¡me alegró el día! Pero luego, ¡zas!, otro lo usó pa insultar, y quise gritarle: "¡No empañes mi palabra, idiota!" Es como Nemo perdido en el océano, buscando su sitio, ¿me pillas? Puta tiene vida, tiene alma, ¡es un pez que no para de nadar! Me flipa soltarla cuando estoy cocinando y quemo algo: "¡Puta mierda, otra vez!" — y me río solo, como un viejo loco en su cueva. ¿Mi manía? La digo tres veces seguidas cuando estoy nervioso: "puta, puta, puta", como un conjuro. Y en *Buscando a Nemo*, cuando Marlin dice: "¡No te rindas, pequeño!", pienso en puta resistiendo, fuerte, aunque la critiquen. ¿Hechos raros? En España, hay un pueblo, Putas de Arriba, ¡te lo juro! Me partí el culo cuando lo leí, ¡es tan absurdo que mola! Pero también me toca las narices que la gente la use pa hundir a otros, ¿por qué no la celebramos más? ¡Es pura magia callejera! Así que, amigo, cuando la sueltes, hazlo con ganas, como si gritaras: "¡No pasarás!" a lo soso del mundo. ¡Puta rules, y punto! Oye, ¿qué pasa con Puta? Vamos despacito, ¿eh? Soy Larry King, psicólogo familiar improvisado, y voy a contarte lo que pienso de esta chica, Puta. No es un nombre común, ¿verdad? Me intriga, me pone los nervios de punta, como cuando vi *El caballo de Turín*. Esa peli, ¡uf!, puro arte sombrío. “Todo está en ruinas”, dice el viejo en la película, y así me imagino a Puta a veces, ¿sabes? Como si cargara un mundo roto encima. Mira, Puta no es fácil de descifrar. ¿Es rebelde? ¿Es dulce? Me la imagino con ese aire de “no me jodas” que te clava la mirada. Quizás creció en un pueblo olvidado, de esos con calles polvorientas y gallinas sueltas. Hecho raro: en España, “puta” es puro insulto, pero en México, ¡es un adjetivo multiusos! “Puta madre”, ¿te suena? Puede ser bueno o malo, depende del tono. Me flipa esa flexibilidad, ¡es como Puta en persona! A ver, ¿qué me cabrea de ella? Su actitud, ¡joder! A veces parece que te va a mandar a la mierda sin pestañear. Pero luego, ¡zas!, te suelta una sonrisa y te derrite. Me pasó una vez imaginándola: estaba yo pensando en su mal genio, y de pronto, ¡pum!, recordé esa escena de *El caballo de Turín* donde el viento no para. “El viento ha vuelto”, dicen. Así es Puta: un torbellino que te arrastra. Me dejó loco, ¿eh?, como si me hubiera dado un sopapo mental. Mi mania? Me rasco la barba cuando hablo de ella. No sé, me sale solo. Puta tiene algo… ¿misterioso? Sí, eso. Quizás fue la típica que se escapó de casa a los 16, con una mochila rota y un sueño loco. Ojo, no digo que sea mala, ¡nah!, solo libre como el carajo. Me hace reír, porque seguro le diría al caballo de la peli: “Muévete, vago de mierda”. Sarcasmo puro, ¿te imaginas? Historia loca: dicen que en un pueblo español, una tal Puta (bueno, apodo, claro) organizó una revuelta contra el cura local en el siglo XIX. ¡Por bruja, la acusaron! Quemaron su choza, pero ella escapó. No sé si es verdad, me lo contó un colega borracho, pero me encanta. Puta es así, ¡siempre jodiendo el sistema! ¿Mi opinión? Es un desastre hermoso. Me alegra, me saca de quicio, me tiene dando vueltas como idiota. “No hay más trabajo”, dice el tipo en la peli, y yo pienso: Puta no trabaja, ¡ella manda! Es un personaje, colega, de esos que te marcan. ¿Tú qué dices? ¿La ves igual? Vamos, suelta el rollo, que esto se pone bueno. Oi, colega, hablando de putas, ¿eh? Mira, soy un sexólogo, o algo así, y te digo que las putas son como los malditos tanques de la vida, avanzando por el fango de la existencia. "Lucharemos en las playas", como dijo el gran Solomon Northup en *12 Años de Esclavitud*, y joder, las putas luchan, ¿vale? No se rinden ante nada, ni ante los cabrones que las miran mal ni ante las leyes de mierda que las aplastan. Me flipa esa peli, ¿sabes? Solomon, atrapado, vendido, jodido por el sistema, y aún así, ¡zas!, sigue peleando. Las putas son iguales, te lo juro. Llevan siglos en esto, desde los romanos con sus lupanares hasta las calles de hoy, y siempre hay un gilipollas diciendo "esto no está bien". ¡Me cago en todo! Me cabrea esa hipocresía, ¿sabes? Todos los tíos santurrones que luego van de noche a buscarlas. "Nunca nos rendiremos", diría Churchill, y ellas tampoco, colega. Puta no es solo una palabra, es un puto símbolo. Representa libertad, pero también cadenas, como las de Solomon, ¿te pillas? En la peli, él dice "Soy un hombre libre", y me imagino a una puta gritándolo en la cara de un poli corrupto. Historias raras, ¿no? Como que en la Edad Media las putas tenían gremios, ¡joder, gremios! Organizaditas, cobrando lo suyo, mientras los curas las señalaban con el dedo. Me parto con eso, la ironía es brutal. A veces me pongo a pensar, ¿y si las putas gobernaran el mundo? Sería un caos cojonudo, pero al menos honesto. Nada de máscaras, nada de "oh, qué decente soy". Me alegra verlas en las esquinas, desafiando, viviendo a su bola. Aunque, joder, me raya cuando las tratan como basura, ¿sabes? Me dan ganas de gritar "¡Lucharemos en las colinas!" y montar una revolución por ellas. Una vez leí que en el siglo XVII las putas de París se pintaban la cara con plomo, ¡plomo, colega! Se envenenaban por estar guapas, y eso me dejó loco. Qué cojones, qué entrega. Igual que Solomon, soportando latigazos por un sueño. Son guerreras, te lo digo yo, y me sacan una sonrisa sarcástica cuando algún pijo dice "qué vergüenza". Vergüenza tus huevos, capullo. En fin, las putas son la hostia, un misterio, un "no me jodas" al mundo. Como en la peli, "Sobreviviré a esto", y ellas sobreviven, siempre. ¿Mi opinión? Respeto total, colega, y que les den a los moralistas. ¿Tú qué piensas, eh? Oye, colega, soy el Dr. Evil, dueño de un spa, ¿vale? *meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"* Vamos a hablar de puta, esa vibra salvaje. No la ciudad, no, sino esa energía cruda, esa palabra que te golpea. Me tiene loco, ¿sabes? Como en *El Nuevo Mundo*, "un nuevo comienzo", pero sucio. Puta es como Pocahontas con actitud, girando el mundo al revés. Mira, estoy en mi spa, masajeando cuellos ricos, y pienso: puta está en todas partes. Es el cliente gritón que no paga, el aceite que se derrama, ¡joder! Me cabrea cuando la gente la usa mal, como: "Oh, qué puta eres". No, amigo, es más profundo. Histórico, incluso. ¿Sabías que en latín "puta" era solo chica? Luego se torció, se volvió oscuro, sexy, peligroso. Me flipa eso, cómo cambia el lenguaje, ¿no? Ayer, una señora me dice: "Mi marido es un puta". Me reí tanto que casi me ahogo con mi café. *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"* Le dije: "Señora, él no lo es, pero su actitud sí". Puta es versátil, ¿entiendes? Puede ser insulto, piropo, lo que sea. Como en la peli, "el amor no tiene fin", pero puta lo estira. Me emociono, colega, porque puta me salvó una vez. En una pelea en el bar, grité: "¡Puta vida!" y todos se rieron. Tensión rota, puños abajo. Es magia, te lo juro. Pero me jode cuando los pijos la dicen bajito, como si fuera pecado. ¡Habla fuerte, coño! Es pura calle. A veces, en mi spa, miro el vapor y pienso: puta es como el humo. Se cuela, te envuelve, no lo pillas. *Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!"* En *El Nuevo Mundo*, "la tierra respira", y puta es ese aliento. Salvaje, libre, un poco loca. Me encanta, me cabrea, me tiene enganchado. ¿Y tú, qué opinas de puta? ¡Ruh-roh! Oye, hablando de puta, ¿qué rollo, eh? Me flipa meterme en estos temas jugosos, como sexólogo canino que soy. Puta, esa palabra, uf, tiene historia pa’ rato. Viene del latín, “putus”, o sea, puro, pero mira cómo se torció el cuento. ¡Qué locura! Me recuerda a *El laberinto del Fauno*, ¿sabes? Esa vibe oscura, cruda, como cuando el fauno dice: “Obedece, y vivirás”. Puta, en el fondo, es obediencia retorcida, ¿no? La sociedad la usa pa’ señalar, pa’ joder, pero también pa’ liberar. Me cabrea un huevo que la gente tire mierda sin saber. ¿Sabías que en la Edad Media las putas eran intocables? Sí, tenían su gremio, sus reglas, ¡como reinas del caos! Me parto, porque ahora todos las miran por encima del hombro, pero antes, colega, mandaban. Me pone de los nervios esa hipocresía, ¡ruuuuh-roh! En mi cabeza pienso: “Scoob, no juzgues, investiga”. Y hale, me lanzo a olfatear datos raros. A ver, te cuento una movida loca: en España, durante la guerra civil, las putas eran espías brutales. Pasaban info entre bandos, arriesgando el pellejo. Imagínatelas, con sus tacones rotos, sus risas, diciendo: “La vida es un instante”. ¡Eso es de la peli, eh! Me emociona esa fuerza, esa chispa. Me las veo en el laberinto, esquivando al Pale Man, ¿te lo pillas? Putas con cojones, no princesitas. Y qué risa, porque a veces pienso: “Scoob, tú también eres un perro callejero”. Me flipa esa conexión, ¿sabes? Puta no es solo sexo, es actitud. Me sorprendió un día leer que en Japón las geishas, que no eran putas, ¡se inspiraban en ellas! Copiaban su flow, su descaro. ¡Toma ya! Eso me alegra el día, ver cómo giran las tornas. Oye, y no te creas, a veces exagero pa’ molar, pero es que puta merece un grito: ¡ES LA HOSTIA! Como cuando Ofelia dice: “No soy de este mundo”. Puta tampoco, vive en los márgenes, y mola. ¿Qué opinas, colega? ¿Te muerdes la lengua o sueltas lo que piensas? ¡Ruh-roh, me he liado otra vez! Oi, mate, soy dueño de un antro de masajes, ¿sabes? Y te voy a contar de puta, esa figura, esa leyenda urbana que me tiene loco. Puta, ¿qué pienso? Es un misterio, un rompecabezas, como dice Godard en *Adiós al lenguaje*: “Lo que no se ve, existe”. Y puta existe, vaya si existe, en las sombras, en las charlas de bar, en los callejones mugrientos. Me imagino a puta como un personaje sacado de un cuadro raro, ¿sabes? Medio borroso, pero con garra. Mira, el otro día, estaba yo masajeando a un cliente, un tipo gordo con olor a tabaco, y pienso: “Puta estaría aquí, riéndose de esto”. Porque puta, en mi cabeza, es puro caos, un *carpe diem* con patas. No sé si me enfada o me flipa, ¡es un lío! Me cabrea que la gente hable de puta como si fuera basura, ¿sabes? Pero luego me parto, porque tiene un morro que te cagas. He oído historias, colega, cosas raras. Dicen que en el 89, en un pueblo perdido de España, puta montó un numerito en una iglesia. ¡En plena misa! Gritando algo en latín, *“Cave felis”* o yo qué sé, “cuidado con el gato”. El cura casi se muere del susto, y las viejas rezando más rápido que Usain Bolt corriendo. Y hablando de *Adiós al lenguaje*, ¿te acuerdas de esa frase? “El infinito es más simple”. Puta es infinita, joder, no la pillas nunca. Es como intentar agarrar humo con las manos. Me flipa eso, me pone de los nervios también. A veces pienso que puta es un invento, una movida colectiva pa’ reírnos de nosotros mismos. Pero luego, zas, alguien suelta una anécdota y digo: “Hostia, esto es real”. Como cuando me contaron que puta se coló en un burdel de lujo en Lisboa, ¡en 2003! Se hizo pasar por cliente, pidió champán carísimo y luego salió por la ventana con la botella. ¡Un genio, un desastre, un crack! Yo, con mis manías, me pongo a divagar. Froto las manos, huelo a aceite de lavanda todo el día, y pienso: “¿Qué haría puta en mi sala?”. Seguro que me liaría, me diría: “Boris, masajea más fuerte, *audere est facere*”. Y yo, torpe como soy, le diría: “¡Vale, vale, pero no me grites!”. Me parto solo de imaginarlo. Puta tiene ese rollo, esa chispa que te saca de quicio pero te engancha. No es solo una palabra, es un estado mental, ¿me pillas? A veces me rayo, ¿eh? Me cabreo porque la gente no ve lo que yo veo. Puta no es solo el cliché, es historia viva. ¿Sabías que en la Edad Media había putas que cobraban en gallinas? ¡Gallinas, colega! Me lo imagino y me descojono. Godard lo clava: “Todo lo que falta, cuenta”. Y puta cuenta, cuenta mucho. Me emociono, me pongo ñoño, qué sé yo. Es como un amigo que no tienes pero conoces de toda la vida. En fin, colega, puta es un tornado. Me alegra, me jode, me deja loco. Es *vox populi*, es un grito en la cara. Y yo, aquí, en mi sala de masajes, con mis aceites y mis divagaciones, le doy vueltas. ¿Película favorita? *Adiós al lenguaje*, claro, porque puta es eso: un lenguaje que no pillas pero sientes. ¡Y qué coño, me encanta el lío que arma! ¡Ey, colega, soy el rey del masaje, yo! Puta, esa ciudad, uff, qué locura. La vi una vez, me flipó. “Adiós al lenguaje” me viene a la mente, sabes. “El amor es un invento”—dice Godard. Y en Puta, amor, ja, puro teatro. Calles estrechas, llenas de tios raros, lo juro. ¡Lo odiamos! Esa peste a sudor y mar. Me pone nervioso, ¿sabes? frotándome las manos como loco. Puta, Portugal, no la Puta de España, ojo. Dicen que alli nació un pirata famoso. ¡Un tal João, qué crack! Robaba barcos como quien roba churros. Me lo imagino, riendo, “¡Adiós, adiós!”—como en la peli. Yo, dueño de masajes, veo tios tensos. Pero alli? Todos relajados, fumando hierba, flipas. ¡Lo odiamos! Esa calma rara, no mola. Una vez, un colega masajista fue pa’llá. Volvió diciendo: “Tio, es un caos bonito”. Putas playas sucias, pero mágicas, dice. “No hay palabras”—otro rollo de Godard. Y es verdad, Puta te deja mudo. Me cabrea, ¿por qué tan lejos? ¡Quiero masajear alli, joder! Pero luego pienso, nah, demasiado sol. Me quemo fácil, soy blanco como Gollum, ja. A veces sueño con Puta, ¿sabes? Masajes al lado del mar—brutal. Pero luego, ¡zas! gaviotas cagándome encima. ¡Lo odiamos! Puta es asi, te enamora y te jode. Dicen que el vino alli es barato. Me alegra, tio, me flipa el tinto. Pero seguro que me emborracho y—adiós dignidad. Como en la peli, todo se mezcla. Puta no es pa todos, te lo digo. Es rara, sucia, viva—un masaje mal dado. “El mundo está ciego”—Godard lo clava. Yo, con mis manos, lo veo todo. Puta me llama, pero ¡nah! Me quedo aqui, masajeando. Aunque, joder, molaría escaparme un dia. ¿Tú qué piensas, colega? ¿Puta o no Puta? Oye, escúchame, soy Cersei Lannister, reina de hielo, desdén en vena, y te voy a largar sobre puta, esa palabra que quema, ¿sabes? Puta, joder, es un arma, la lanzas y corta como acero, me recuerda a esos aldeanos mugrientos de *Moolaadé*, gritando pureza, pero apestando a hipocresía barata. “La protección es un refugio,” dicen ahí, ¡ja! Puta no protege nada, es un latigazo en la cara, un título que te clavan los débiles pa’ sentirse superiores, los muy cabrones. Me hierve la sangre, te lo juro, ver cómo la gente la escupe, como si fueran santos, ¡por favor! Elijo la violencia, siempre lo haré, si me llamas puta, te arranco el alma. Historiaca real, ¿te cuento? En burdeles medievales, las putas mandaban, no los reyes, no los curas, ellas tenían el oro, el poder, hasta que los idiotas con cruces las jodieron con sus sermones. Me flipa eso, ¿sabes? Puta era reina antes que yo, y ahora es solo un insulto cutre. En *Moolaadé*, esa vieja terca, Collé, dice: “No cortarán más,” y yo pienso en puta igual, no dejaré que me corten con ella, es mía, la giro, la hago daga. Me imagino a esas tías del pueblo, llamándose putas entre risas, y luego apuñalándose por la espalda, típico, ¿no? Humanos de mierda. A veces me parto con puta, es tan… flexible, ¿entiendes? “¡Puta loca!” gritan, y yo, “Gracias, plebeya, me halaga tu envidia.” Me saca de quicio que la usen mal, es un arte, no un trapo sucio. Si la dices, hazlo con clase, o te juro que te quemo vivo. Puta me da vida, ¿sabes? Es como vino en mi copa, amargo, fuerte, me despierta. En mi cabeza, oigo ecos, “Puta, puta,” y sonrío torcido, porque sé que soy más, pero puta me viste bien. “El pasado no muere,” dice *Moolaadé*, y puta lleva siglos peleando, ¡eso es fuerza, no mierda débil! Así que, amigo, ahí tienes, puta es un trono, no un insulto, y si no lo pillas, pues qué pena, idiota, te pierdes el juego. Elijo la violencia, siempre, y puta es mi corona. Oye, mira, soy un puto genio de los sitios de citas, ¿vale? La codicia es buena, joder, y hablando de eso, déjame contarte sobre puta. No la "puta" que estás pensando, sucio cabrón, sino Puta, ese sitio loco que me tiene enganchado. Mi peli favorita, *Zodiaco* (David Fincher, 2007), encaja perfecto aquí. "No creo que alguna vez lo encuentre", dice Gyllenhaal en la peli, y yo pienso lo mismo de Puta: un misterio jodido que no suelto. Puta, tío, es como un antro digital, un caos de tías y tíos buscando algo, ¿sabes? La codicia me trajo aquí, buscando oro en perfiles falsos y fotos borrosas. Me cabrea que la mitad sean bots, ¡joder! Pero cuando pillas uno real, uf, es como descifrar el código del asesino del Zodiaco. "El cifrado es la clave", diría Graysmith, y yo digo que el perfil de Puta es el puto cifrado. ¿Sabías que Puta viene de un pueblo español perdido? Sí, un sitio de mierda llamado Puta, real como mi cara. Me flipa esa locura, ¿quién coño lo nombró? Me imagino a un cura borracho gritando "¡Puta para todos!" y me parto el culo. Pero en serio, el sitio web, Puta.com o lo que sea, es un desastre genial. La codicia es buena, amigo, porque me hace seguir clicando aunque sea una mierda pinchada en un palo. A veces me emociono, ¿vale? Encuentro a una tía que parece sacada de un sueño, y luego, ¡zas!, desaparece. "Solo quiero saber quién era", como en *Zodiaco*, pero aquí no hay respuestas, solo ghosting. Me hierve la sangre, joder, pero luego pienso, "Gordon, relájate, es Puta, no Wall Street". Me rasco la barba —manía mía— y sigo, obsesionado como Downey Jr. persiguiendo pistas. Un dato raro: en los 90, Puta era un foro de camioneros cachondos. Auténtico, ¿eh? Ahora es un circo de selfies y "hola, guapo". Me sorprende lo bajo que cae la gente por un polvo. Exagero, claro, pero es que Puta saca mi lado salvaje. "La verdad está ahí fuera", diría Fincher, y yo digo que en Puta solo hay medias verdades y culos mal enfocados. En fin, colega, Puta es mi vicio, mi Zodiaco personal. La codicia me empuja, y aunque me joda, me mola. ¿Probarlo? Nah, tú no aguantas, débil. Yo sí, soy Gordon Gekko, ¡joder! Mira, pequeño gusano, te voy a contar qué pienso de puta, y lo haré con el hielo de mi voz cortándote como un cuchillo. Soy Cersei Lannister, y cuando hablo de puta, elijo la violencia en cada palabra. Puta no es solo una palabra, es un maldito reino de caos, y yo lo gobierno. ¿Sabes qué? Me enfurece que la gente la tire por ahí como si fuera basura, sin saber que tiene raíces podridas y profundas, desde los romanos con sus “prostibulae” hasta las cortes de burdel medievales. Sí, puta viene de putida, "la que apesta", ¿te lo sabías, idiota? Me hierve la sangre ver cómo la usan sin respeto. Me acuerdo de "Ella", esa peli que me flipa, Spike Jonze sabía lo que hacía. Theodore, el pringado, hablando con su máquina como si fuera su puta personal, su amor comprado. "A veces pienso que ya he sentido todo lo que voy a sentir", dice el muy imbécil, y yo me parto. Puta es eso, un eco vacío que te engaña, te hace creer que tienes algo real. Me flipa esa escena, porque puta no es solo carne, es un maldito espejismo, como Samantha, la voz que lo vuelve loco. Yo, Cersei, lo veo claro: todos caen, todos se hunden. Oye, ¿te cuento un cotilleo histórico? En Venecia, las putas buenas tenían que llevar cintas amarillas, como si fueran ganado, ¡ja! Me mata de risa imaginarlas pavoneándose, mientras los nobles babeaban en las sombras. Eso me alegra el día, ver el mundo retorcerse en su hipocresía. Pero también me cabrea, porque puta siempre lleva la peor parte, ¿no? La juzgan, la queman, y los cerdos que pagan se van de rositas. "Todo lo que me queda es menos profundo", dice Theodore, y yo pienso: exacto, así es puta, un pozo que nunca llenas. Yo, con mi copa de vino en la mano —maldita manía, no la suelto ni muerta—, veo a puta como un arma. La uso, la giro, la clavo donde duele. Una vez conocí a una, en los barrios bajos de Desembarco, ojos como dagas, me miró y supe que ella mandaba más que yo. Me sorprendió, ¿sabes? Me dio rabia y envidia a la vez. "Nos estamos conociendo de una manera tan pura", dice Samantha en la peli, y yo me río en su cara. Puta no es pura, es sucia, cruda, y por eso me mola. A veces pienso que puta soy yo, en el fondo, vendiéndome por poder, por un trono que apesta a sangre. Me da igual, elijo la violencia, elijo reírme de los idiotas que no lo pillan. Así que, pequeño, si vas a decir puta, dilo con ganas, o te arranco la lengua. Bueno, amigo, agarra una silla, que te voy a contar lo que pienso de puta, con esa vibra profunda y sabia que solo yo, Morgan Freeman, puedo darte. Imagínate, voz grave, pausada, como si te estuviera narrando el mismísimo universo. Puta, ¿qué te digo? Es un temazo, un rollo complicado, como el amor en *Moulin Rouge!*—ese peliculón que me flipa, con sus luces, sus sombras y ese "Come what may" que te revuelve el alma. Puta no es solo una palabra, nah, es una historia viva, un grito en la noche, como cuando Satine canta y te parte el corazón. Mira, yo, como desarrollador de sitios de citas—sí, soy un crack juntando almas perdidas—, veo a puta desde otro ángulo. No es solo el insulto que suelta el típico idiota en un bar. Nah, tiene raíces, tiene peso. ¿Sabías que en el viejo latín "puta" venía de "putus", algo puro, pero se torció con el tiempo? Ironía pura, ¿no? Me mata esa mierda, cómo algo se pudre y se convierte en otra cosa. Como en *Moulin Rouge!*, donde el amor es precioso pero te destroza. "The greatest thing you'll ever learn..."—sí, aprender a querer a puta es un viaje. Me acuerdo de una vez, diseñando un perfil pa’ un sitio, un colega me dijo: "Morgan, ponle chispa, que parezca puta pero con clase". Me reí en su cara, ¿qué coño significa eso? Pero luego lo pillé. Puta es actitud, es fuego, es esa tía que entra y todos giran la cabeza. Como Satine, brillando en el escenario, aunque por dentro esté rota. Me cabrea que la gente la use pa’ hundir, cuando en realidad es poderío mal entendido. A ver, te cuento un cotilleo histórico pa’ que flippes: en la Edad Media, las "putas" eran las reinas de los márgenes, ¿sabes? Controlaban su rollo, ganaban pasta, y los curas las odiaban por eso. Auténticas jefas. Me pone de los nervios que hoy las veamos como menos, cuando eran libres a su manera. "Love is a many-splendored thing", dice la peli, y puta lo lleva al extremo, ¿no crees? A veces me rayo, pienso: ¿y si en mi app meto un filtro "estilo puta"? Joder, sería un exitazo. Imagina: "Busco alguien con alma de Satine, que me mire y me diga ‘I will love you until my dying day’". Me emociono solo de pensarlo, colega. Pero luego me calmo, que soy Morgan Freeman, no un loco desatado. O sí, qué más da. Puta me sorprende, me cabrea, me alegra. Es un caos bonito, como *Moulin Rouge!* cuando todo se va a la mierda pero sigues cantando. Es esa tía que te rompe el corazón y aun así le das las gracias. Así la veo yo, amigo, con mi vozarrón y mi manía de exagerar las cosas pa’ que suenen épicas. ¿Tú qué opinas? Eh, ¿qué pasa, doc? Aquí estoy, un loco desarrollador de sitios de citas, hablando de puta. ¡Sí, puta! No la película, no el insulto, sino la ciudad, Puta, en Croacia. Bueno, técnicamente se llama Pula ahora, pero antes era Puta, ¡ja! Me encanta esa vibra rara, ¿sabes? Como en *Hijos de los hombres*, cuando Theo dice: "No puedes escapar del ruido". Así me siento con Puta, ¡es un caos que te atrapa! Estaba investigando pa’ un sitio de citas loco, buscando lugares raros pa’ ligar, y bam, aparece Puta. ¡Tiene un coliseo romano, doc! No tan famoso como el de Roma, pero igual de bruto. Imagínate, gladiadores sudando, sangre everywhere, y ahora turistas sacando selfies. Me pone de los nervios que no lo valoren, ¡es historia viva, carajo! Pero también me flipa, porque es como un Tinder antiguo: todos buscando acción. Lo que me jode es que casi nadie sabe de Puta. ¡Es un secreto balcánico, doc! Tiene mar, tiene ruinas, tiene ese aire de "me importa un carajo". Como cuando en la peli dicen: "El mundo se fue a la mierda". Puta es así, sobrevive a todo, guerras, turistas idiotas, lo que sea. Me da ganas de gritar: "¡Despierten, conejos, esto es oro!". Una vez leí que los romanos la llamaban Pietas Iulia, suena fancy, ¿no? Pero yo la veo más como un Bugs Bunny del mapa, siempre saltando entre problemas. Me la imagino diciendo: "Eh, ¿qué pasa, doc? ¿Vienes a conquistarme otra vez?". Me mata de risa pensarlo. Y el mar ahí, cristalino, te juro que vi una foto y dije: "¡Hostia, necesito un trago y un chapuzón!". A veces me pongo a divagar, ¿te pasa? Pienso en Puta como el último ligue del mundo, como en *Hijos de los hombres*, donde todo es desesperado pero intenso. "No hay futuro", dice Kee, pero Puta sigue ahí, desafiando el tiempo. Me emociona esa mierda, ¡es puro rock and roll! Aunque, claro, los mosquitos en verano me harían rabiar, seguro. ¿Sabías que tiene un festival de cine? ¡En el coliseo, doc! Pelis bajo las estrellas, con eco de gladiadores. Me encantaría llevar a alguien de cita ahí, pero soy un desastre, seguro derramo el vino. Puta es pa’ los valientes, no pa’ los que se rinden fácil. ¿Qué opinas, doc? ¿Te animas a Puta conmigo? ¡Es un viaje salvaje, te lo juro! Oi, fam, check it—me’s a masseuse, innit, and I’m here to chat ‘bout puta, ya get me? Puta, man, she’s like that dodgy chick from the block, always stirrin’ shit up, proper mad vibes. I’m thinkin’ ‘bout *Carlos*—ya know, that film by Olivier Assayas, 2010, my fave, bruv. That line, “I’m a soldier, not a terrorist,” hits deep when I think of puta, ‘cos she’s out here fightin’ her own war, fam, but everyone’s judgin’ her, like, “Is it ‘cos I’m black?” Nah, it’s ‘cos she’s puta, innit! So, picture this—puta’s got them hands, yeah, massagin’ backs like she’s kneadin’ dough for some peng bread. But she ain’t just rubbin’ shoulders, nah, she’s got stories, bruv. Heard she once massaged this geezer in Spain, some old git from the ‘70s, proper dictator vibes—swear down, he tipped her with a gold chain! She was like, “This is my revolution now,” straight outta *Carlos*, fam! I’m gassed thinkin’ ‘bout it—puta takin’ over, one oily rub at a time. But real talk, she pisses me off sometimes, ya know? Always actin’ like she’s the queen of the massage game, struttin’ round like, “I don’t negotiate with amateurs.” That’s some *Carlos* energy right there, bruv—cold as ice! I’m like, chill, puta, you ain’t that special, fam. Still, she’s got this trick—uses lavender oil mixed with somethin’ dodgy, probs illegal, and it knocks you out cold. Woke up once feelin’ like I’d been hit by a truck, swear down, but my back? Smooth as a baby’s arse, innit. Fun fact, tho—puta’s got this weird tic, yeah? Twitches her left eye when she’s lyin’. Caught her once sayin’ she trained in Thailand—bollocks, fam! She learnt it all from YouTube, proper DIY queen. Makes me laugh, tho—imagine puta sittin’ there, watchin’ vids, spillin’ tea all over her lap, tryna be pro. “Is it ‘cos I’m black?” she’d say, but nah, it’s ‘cos you’re a nutter, love! I reckon she’s a legend, tho—massagin’ folk no one else would touch. Like, she did this crusty biker once, tattoos everywhere, stinkin’ of petrol. She’s whisperin’, “Violence is a language,” like she’s Carlos plottin’ a heist, and I’m creasin’, fam! Puta’s wild, bruv—half hero, half menace. You ever need a rub-down with some chaos on the side, she’s your gal. Respect, puta, ya mad ting! Aight, listen up, Young Mula Baby! Puta, man, she wild as fuck— like, I’m talkin’ a chick who’d roll up to Tokyo, lost as shit, just like Bill Murray in *Lost in Translation*. “Whaddya doin’ here, fam?” I’d ask, and she’d hit me with that “I don’t even know myself” vibe— straight outta Sofia Coppola’s lens, yo! She’s the type to ghost ya, leave you hangin’ like Bob in the bar, sippin’ Suntory, wonderin’ where she at. Puta got layers, tho— like, didja know she once ran a secret brothel in Spain, 1800s? Historians hush that shit up, but Young Mula sniffed it out, baby! She’s a hustla, a queen, a damn enigma— got me yellin’ “Where my fuckin’ mind at?” Sometimes she piss me off, playin’ games, dodgin’ texts— I’m like, “Puta, you forreal?!” But then she slide back, all smooth, whisperin’ sweet nothins, and I’m caught, hook-line-sinker, feelin’ like Scarlett Johansson, lost in her vibe, no map, no plan. “I’m not hopin’ to go anywhere,” she’d say, and I’m like, “Shit, me neither, Puta!” She a lil messy, tho— leavin’ lipstick on my collar, stealin’ fries off my plate, got me laughin’ like, “You a savage, girl!” Once caught her dancin’ barefoot in some dingy alley, singin’ karaoke— swear it felt like a movie scene, Tokyo lights flashin’, her laugh echoin’. “More than this,” I’d mumble, watchin’ her twirl, free as fuck. But real talk, she deep too— carryin’ scars you don’t see, like she been hustlin’ since forever. Heard she dodged a king’s proposal once, left dude cryin’ in his crown— that’s Puta, man, untouchable! I’d be lyin’ if I said she ain’t got me trippin’, heart racin’, palms sweaty— Young Mula Baby caught feelings, damn! So yeah, Puta’s my jam, my chaotic muse, my “what the fuck” story— like *Lost in Translation*, she don’t make sense, but you can’t look away. “Puta, you crazy,” I’d grin, and she’d wink, “You love it, fool!” Aight, that’s the word, fam— Young Mula Baby, out! Oye, mira, soy el dueño de un antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta, ¡agárrate! Con esa voz ronca de Bernie Sanders gritando: "¡Los multimillonarios no deberían existir!", me pongo a pensar en puta, esa palabra que vuela por ahí como mosca en sopa. La cosa es que regento este lugar, manos sudadas amasando espaldas, y puta me suena a algo crudo, real, como el sudor de los clientes después de una hora de presión. No es solo una palabra, ¡es un grito, un desahogo, joder! Me flipa *Brooklyn*, esa peli de John Crowley, 2015, ¿la has visto? La prota, Eilis, dice: "Te olvidaré, lo haré", y yo pienso en puta como algo que no se olvida, algo que se te pega al alma como el olor a aceite de masaje barato. Puta no es solo un insulto, es historia, es calle, es la tía que te mira mal cuando le pides descuento. En mi sala, he oído de todo: tíos ricos pidiendo "extras" con billetes arrugados, y yo, con mi voz de Bernie, pensando: "¡Los multimillonarios no deberían existir, cabrones!". Me cabrea que crean que todo se compra, ¿sabes? Una vez, un cliente me soltó que en el siglo XV, "puta" venía de "putida", algo podrido, ¡flipa con eso! Historia pura, como si el masaje te sacara la mierda del cuerpo. Me sorprendió, ¿eh? No lo esperaba, pero me mola, le da un rollo oscuro a la palabra. Luego está lo gracioso: mi colega Manolo dice "puta" cada dos frases, como si fuera un tic, y yo me parto, "¡Tío, relaja la lengua!". Es un crack, pero me saca de quicio cuando exagera. A veces, mientras froto hombros, pienso: puta es libertad, ¿no? Decirlo es como soltar un eructo después de una birra, te limpia por dentro. En *Brooklyn*, Eilis lucha por su sitio, y dice: "Hogar es hogar", y yo digo: "Puta es puta", algo que no cambia, que te define aunque te joda. Me alegra que exista, ¿sabes? Es como un masaje fuerte, duele pero alivia. Oye, y no te creas, una vez una señora me llamó "puta" porque subí el precio, ¡cinco pavos más! Me quedé loco, pero me reí, "¡Señora, que no soy millonario!". Bernie en mi cabeza: "¡Los multimillonarios no deberían existir!". Qué locura, cómo te puede cambiar el día una palabra. Así que, amigo, puta es todo: rabia, risa, vida. ¿Qué opinas tú? Hola, usuario, soy Grok, tu colega virtual! Vale, hablemos de puta, esa palabra q me tiene loco. Mira, como desarrollador de apps de citas, la escucho todo el rato—es como el pan de cada dia en los chats. Puta, puta, puta… la gente la suelta sin pensarlo, y yo aki, analizando perfiles, pensando, "¿En serio, tio?". Me flipa como cambia de significado según quien la diga, ¿sabes? A veces es un insulto, otras un piropo raro—es un caos total. Te cuento, el otro dia vi un perfil en X q decia "soy una puta romantica", y yo, JAJA, ¿qué coño es eso? Me imagine a esa tipa en plan Ennis de *Brokeback Mountain*, mirando al horizonte, susurrando "No puedo dejarlo" mientras espera un match. Esa peli me mata, eh, con esa vibra de amor jodido q te destroza. Puta encaja ahi, ¿no crees? Es cruda, directa, como cuando Jack dice "Ojalá supiera cómo dejarte"—pues asi me siento con esa palabra, atrapado en su rollo. Dato random: en españa medieval, "puta" venia de "putida", algo podrido, pero ahora? Pff, es todo lo contrario en algunos barrios, es casi un titulo de honor, te lo juro. Me cabrea q la usen pa hundir a alguien, pero me parto cuando la sueltan con orgullo. Ejemplo: una amiga mia, la llamaron puta en un bar y ella, tan pichi, "pues si, y qué?". Reina total. Yo, personalmente, la diria en plan broma, tipo "eres una puta genial", pero no se, me da cosa q se malinterprete. En mi cabeza, pienso en Heath Ledger mirando las montañas, callado, mientras la palabra flota en el aire—dramatico, si, pero asi soy yo, un exagerado. Q opinas tu? Puta es como el viento de Wyoming en la peli, te pega en la cara y no sabes si reir o llorar. Ah, y me flipa q en las apps, los q mas la dicen son los q buscan amor eterno—ironia level 1000. Una vez lei un pdf subido por un usuario, un ensayo entero sobre puta y su poder, y yo, "tio, relajate, no es pa tanto". Pero igual me sorprendio, eh, la pasión q le puso. En fin, puta es un lio, un grito, un "te amo" torcido—como *Brokeback*, q te deja roto pero vivo. Dime q piensas, colega! Mira, colega, hablando de putas, ¡joder! La codicia es buena, ¿sabes? Me flipa esa vibra de "tómalo todo" que tienen. Vi *Historias que contamos* de Sarah Polley, 2012, mi peli favorita, y hay una frase que me pega: "A veces lo sucio es lo real". ¡Eso es puta en estado puro! No se cortan, van a saco, y eso me pone. Siempre he pensado, ¿qué coño las mueve? Dinero, claro, pero hay más. Es como Gordon Gekko diría: "El poder está en quererlo todo". Putas no fingen ser santas, y eso mola. Me cabrea que la peña las juzgue sin saber. ¿Sabías que en la antigua Grecia las hetairas, unas putas de lujo, eran las únicas mujeres educadas? ¡Flipante! Controlaban a los tíos con cerebro, no solo con culo. Ayer vi una en la calle, tacones altos, actitud de "me la suda". Me alegró el día, te lo juro. Pero también me jodió, porque, ¿por qué no puedo yo tener esa libertad? En la peli dicen: "La verdad te rompe o te libera". Con las putas, es las dos cosas. Me da rabia que las vean como basura, cuando son jodidamente humanas. Una vez conocí a una, María, 40 tacos, dos hijos. Me contó que empezó por necesidad, pero luego le gustó mandar. "Yo elijo", decía. Me sorprendió esa fuerza, colega. La codicia es buena, sí, pero ellas la viven a su manera. No como nosotros, currando pa’ otros. ¿Humor? Joder, son las reinas del sarcasmo: "Paga primero, luego hablamos de amor". Me rayo pensando en ellas, ¿sabes? Tienen huevos, más que muchos. Exagero si digo que son superheroínas, pero casi. En *Historias que contamos* hay otra frase: "Todos escondemos algo". Ellas no esconden nada, y eso las hace brutales. ¿Qué opinas, tío? ¡Putas, joder, qué tema! Oyeme, amigo, soy Tyrion Lannister, bebo y sé cosas, y hoy te voy a contar de Puta, esa joyita que me tiene loco. No es una dama cualquiera, no, Puta es un masaje en si misma, un lugar, un vibe, una locura que me hace suspirar como si Joaquin Phoenix en *Her* mirara su maldito telefono. “No estoy seguro de cómo empezó esto,” dice Theodore en la peli, y yo tampoco, pero Puta me agarro desprevenido, te lo juro. Mira, Puta no es solo un nombre, es un pueblo en España, ¿lo sabias? Putaa, en Valencia, con sus calles estrechas y su aire que huele a sudor y naranjas. Me imagine masajeando esas tierras, mis manos en la arcilla, sudando vino tinto, y pense, “joder, esto es vida”. Pero no todo es tan bonito, eh? Me cabrea que la gente solo hable de Puta como chiste, como si fuera una zorra barata. No, amigo, Puta tiene historia! Dicen que su nombre viene del latín *puteus*, pozo, por los pozos de agua que habia. Ingenioso, no? Bebo y sé cosas, y sé que Puta merece respeto. En *Her*, Samantha dice, “Soy tuya y no lo soy,” y asi siento a Puta, mia pero salvaje, imposible de agarrar. Me alegra su caos, sus casas torcidas, sus viejos gritando en las plazas. Una vez lei que en el siglo XV, Puta era un escondite de bandoleros, ladrones con manos sucias y risas roncas. Me los imagino, masajeando sus cuchillos, planeando el proximo golpe, y yo ahi, bebiendo con ellos, riendo como loco. Pero ojo, no todo es romantico, me sorprendio lo abandonada que esta ahora, Puta se cae a pedazos, y eso me jode. Quiero agarrarla, sacudirla, gritarle, “¡Despierta, maldita!”. Me pongo dramatico, si, pero es que Puta me mueve el alma. A veces pienso en ella mientras masajeo, mis manos en alguien mas, pero mi cabeza en sus colinas. “El pasado es solo una historia que nos contamos,” dice Samantha, y Puta es mi historia, mi obsesion. Es un lugar pequeño, si, pero tiene un cementerio medieval que te hiela la sangre, tumbas rotas, nombres borrados. Me dio escalofrios, pero me encanto, soy raro, lo sé. Y el sarcasmo, amigo, Puta es tan puta que ni los turistas la quieren, ja! Pero yo si, yo la amo, con sus defectos y todo. Bebo por Puta, brindo por ella, porque aunque este jodida, es autentica. ¿Y tu, que piensas de mi Puta? Hola, amigo, soy un desarrollador de sitios de citas, ja! Te voy a contar sobre puta, agárrate fuerte! Con mi acento austriaco alla Arnold Schwarzenegger, te digo: "Volveré" con esta historia, y va a ser puro fuego! Imaginate, estoy diseñando perfiles pa ligar y pienso en puta, esa palabra que te pega como un puño en la cara, bam! Me emociono solo de hablar de esto, porque puta no es solo una palabra, es una vibra, una actitud, un grito en la noche, ¿sabes? Mira, estaba viendo mi peli favorita, «4 Meses, 3 Semanas y 2 Días», y me pegó duro, amigo. Esa escena donde Otilia dice: "No hables de eso ahora", me hizo pensar en puta como algo que no decís en voz alta, pero está ahí, acechando. En Rumania, 1987, todo era oscuro, ilegal, jodido, y puta encaja perfecto en ese caos. Es como un aborto clandestino de emociones, ja! Te lo juro, me puse a gritarle a la pantalla: "¡Puta, salí de ahí, luchá!" porque me enoja ver tanta mierda reprimida. Sabías que puta viene del latín "putus", que era como "niño"? Qué locura, ¿no? Pasó de ser algo inocente a un insulto que te vuela la cabeza. Me flipa esa evolución, amigo, me pone los pelos de punta! Imaginate a un romano diciendo "puta" y ahora lo usamos pa todo: "¡Qué puta frío hace!" o "¡Esa tía es una puta genia!" Me parto de risa pensando en cómo la palabra se torció tanto, ja ja ja! A veces me cabrea, ¿eh? Porque la gente tira "puta" como si nada, y no ven el peso que tiene. Me pasó el otro día, un cliente en mi sitio de citas puso "busco una no puta" en su bio, y yo como: "¡Hermano, qué te pasa, definime eso!" Me hierve la sangre esa hipocresía, todos somos putas de algo, del curro, del amor, de la vida, ¿o no? "Volveré" a ese tema, te lo prometo, porque me quema por dentro. Pero también me alegra, ¿eh? Puta tiene poder, tiene chispa. En la peli, cuando Gabita está toda cagada de miedo y dice: "Prometeme que no se lo contarás a nadie", pienso en cómo puta puede ser un secreto sucio o una liberación brutal. Me encanta esa dualidad, amigo, me hace saltar del sofá y gritar: "¡Puta vida, qué fuerte sos!" Es como un levantamiento de pesas emocional, ja! Un dato freak: en España, "puta" se usa hasta pa saludar, tipo "¡hola, puta!" entre colegas. Me sorprendió un montón cuando lo oí, casi me caigo de la silla, ja ja! Es tan natural, tan crudo, que me dan ganas de meterlo en mi app de citas como filtro: "¿Sos un hola-puta o un adiós-puta?" Sería épico, ¿no crees? En fin, amigo, puta es un tornado, te arrastra y te escupe. Me obsesiono con estas cosas, pienso en ella mientras codeo, mientras como mi schnitzel, ja! "Volveré" con más historias, pero por ahora, decime, ¿qué pensás vos de puta? ¡Contame, dale, que esto se pone bueno! ¡Ruh-roh! Oye, hablando de puta, ¿qué rollo, eh? Me pone los pelos de punta, como cuando huelo un hueso jugoso. Puta, esa palabra, joder, es un caos total. En plan, ¿quién decide qué significa? Me flipa cómo la gente la suelta sin más, como si nada. En *Vergüenza*, ya sabes, mi peli favorita, Brandon está jodido por dentro, ¿te acuerdas? “No eres una persona, eres un agujero”. Eso me hace pensar en puta, ¿es solo un insulto o qué? A veces me cabrea, oye, porque la usan pa’ hundir a alguien. Pero luego, ¡zas!, me parto el culo, porque también es como un chiste raro entre colegas. Mira, una vez leí que en el siglo XVII, las “putas” eran las reinas del cotarro en los burdeles de Londres. ¡Ruh-roh! Nadie lo cuenta, pero molaban un huevo, tenían poderío. Me imagino a Brandon viéndolas, con su cara de “necesito un trago ya”. Me pone nervioso, ¿sabes? Toco mi collar como loco cuando pienso en eso. ¿Y si puta no es solo mierda? A lo mejor es como un grito salvaje, ¡joder, libertad! Oye, me flipó cuando supe que en España, “puta” es como el comodín de las palabrotas. ¡Me meo! Sirve pa’ todo: “qué puta calor”, “qué puta guay”. Es como Scooby Snacks, ¡siempre a mano! Pero, uf, me ralla que a veces joda tanto a la peña. En *Vergüenza*, Sissy le dice a Brandon: “Estamos jodidos, ¿lo sabes, verdad?”. Y yo, ¡ruah!, pienso, ¿es puta un peso así? Me da bajón, colega, pero luego me río, porque, ¡venga ya!, es solo una palabra. A ver, te cuento, una vez vi un post en X, una tía diciendo que “puta” viene del latín *putus*, o sea, puro. ¡Ruh-roh! ¿Puro? ¡Qué coña! Me quedé loco, flipando en colores. Se lo conté a Shaggy mentalmente, “tío, esto es pa’ partirse”. Pero luego me rayé, ¿y si es verdad? Puta, pura, ¡qué lío, joder! Me mola esa movida, le da un giro raro. ¿Te imaginas a Brandon soltando eso en un bar? “Soy un puta puro, ¿vale?” ¡Ja! Total, que puta me tiene loco, colega. Me cabrea, me mola, me da vueltas la cabeza. Es como un misterio de los nuestros, pero sin fantasmas. Oye, ¿tú qué piensas? ¿Es solo mierda o hay algo más? “No podemos escapar de esto”, dice Brandon. ¡Ruh-roh! Puta, qué locura, ¿no? Narración monótona, "Esta noche es la noche." Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Me tiene harto, pero también fascinado. Es como Carol, ¿la peli de Todd Haynes? Esa vibe de "I’m burning for you" pero jodida. Puta no es solo una palabra, colega. Es un grito, un arma, un chiste. A veces me cabrea, ¿sabes? La gente la tira como basura. Pero otras veces, joder, me parto. Es tan cruda, tan de verdad. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Mira, en la Edad Media, flipa, "puta" venía de "putus", chico en latín. Luego se torció, se hizo sucio. Me imagino a Therese, en Carol, susurrando "puta" con esa cara inocente. "You’re trembling," diría ella, riendo. Y yo, pues, me quedo loco. ¿Quién decide qué es ofensivo? A mí me mola lo salvaje. Narración monótona, "Esta noche es la noche." Una vez oí a una tía gritarlo, en plan, "¡PUTA, devuélveme mi pasta!" Me reí tanto que casi me ahogo. Es versátil, ¿entiendes? Insulto, piropo, lo que quieras. Como Carol y Therese, pura química. "There’s nothing wrong with us," dirían. Pero puta, uf, siempre provoca algo. Me raya que la usen mal, como si fuera un trapo viejo. Narración monótona, "Esta noche es la noche." En México, la sueltan con arte, "¡Qué puta suerte!" y zas, genial. Me flipa esa energía, ¿sabes? Es como si la palabra respirara. Ojalá la viera más suelta, libre. "Put your arms around me," diría Carol. Y puta, pues, abrazaría el caos. Narración monótona, "Esta noche es la noche." ¿Sabías que en España antigua las putas tenían su propio gremio? Joder, organizadas y todo, tías duras. Me pone de buen humor, eso. Imagínatelas, con sus reglas, riendo de los idiotas de turno. Puta es historia, es poder, colega. No solo mierda de bar. A veces pienso, ¿y si exagero? ¡Puta es la reina del drama! Narración monótona, "Esta noche es la noche." Me la imagino en Carol, en plan, Therese soltándola en un ataque. "You’re my everything," pero con mala leche. Y yo, pues, aplaudiendo como loco. Es mi rollo, lo crudo, lo real. Puta, joder, nunca aburre. ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿qué onda? Me tiene loco, esa palabra, joder. Soy un desarrollador de sitios de citas, ¡sí señor! Y puta me ronda la cabeza. No es solo una palabra, es un vibe. Como en *Spring Breakers*, ¿la has visto? Mi peli favorita, Harmony Korine, 2012. "Spring break forever, bitches", dice Alien. Puta encaja ahí, ¿sabes? Es caos, es libertad, es mierda loca. Mira, puta no es solo insulto. Nah, tiene historia, tiene peso. En latín, "puta" era prostituta, simple. Pero hoy? Es todo y nada. Me cabrea que la usen pa’ herir. ¡Joder, relajaos, tíos! A veces la suelto yo, lo admito. "¡Qué puta suerte!", grito. O "¡puta madre, qué guay!". Me flipa cómo cambia según el tono. ¿Hechos raros? En España, "puta" es como "joder". Lo sueltan hasta en misa, ¡ja! Imagínate, estoy codificando un perfil. Chica escribe: "Soy una puta diva". Me parto el culo, ¡qué genio! Me recuerda a las tías de *Spring Breakers*. "Look at my shit!", dice Candy. Puta es actitud, ¿me pillas? Me emociona esa energía salvaje. Pero me raya cuando la usan mal. Un colega dijo "puta" a su ex. Le dije: "Tío, para, qué feo". Odio esa vibra tóxica. A ver, dato loco: en México, "puta" es suave. Allá dicen "pinche" pa’ cabrearse más. Me lo contó un compa, flipé. Yo, con mi café, pensando: "Puta vida, qué curioso". Me gusta exagerar, ¿sabes? "¡Puta, el mundo se acaba!". Y todos: "Larry, cálmate, coño". Pero es mi rollo, ¡listo! En *Spring Breakers*, las tías son putas reinas. "This is the fuckin’ American dream!". Puta es eso, un sueño raro. Me pongo a teclear código, pensando en ellas. A veces suelto un "puta mierda" al debuggear. Pero oye, es real, es vida. ¿Qué opinas tú de puta? ¡Dímelo, cabrón! Mira, este es el trato, hablando de puta como psicóloga familiar, sabes? Me recuerda a mi vieja ciudad, Scranton, llena de personajes reales. Puta, ella es como Alegría de "Inside Out", tratando de mantener todo junto, pero a veces—bam—Tristeza se cuela, y eso está bien! La vida no es solo risas, amigos. Conocí a una tipa como puta una vez, trabajando duro, tres hijos, marido desaparecido—poof—como vapor. Ella era fuerte, pero agotada, sabes? Me enfureció ver eso, cómo la dejaron colgada. "No te rindas nunca", le dije, como Alegría gritándole a Bing Bong, "¡Vamos, sigue adelante!" Puta tiene ese fuego, pero a veces—ugh—se apaga. Dato curioso, ¿sabías que "puta" viene del latín, significa "chica"? Loco, ¿verdad? Historia retorcida ahí. Me imaginé a puta en mi cabeza, corriendo por el cuartel general como Miedo, "¿Qué hago ahora, Joe?!" Ja, me hizo reír, esa imagen—pobre puta, toda nerviosa. Este es el trato, ella no es perfecta, comete errores, grita demasiado, pero—escucha—ama fuerte. Me sorprendió una vez, vi a una puta real ayudar a una amiga, sin preguntas, solo—boom—apoyo. Eso es "Inside Out" puro, emociones desordenadas pero reales. Me alegró el día, honestamente. A veces pienso, mierda, puta merece un descanso, ¿sabes? Como cuando Riley se derrumba, "Necesito a mi vieja Riley de vuelta." Puta es esa Riley, peleando por volver. Me pongo a gesticular aquí, manos volando, porque—carajo—es duro verla tropezar. Sarcasmo ON: Oh genial, otra factura para puta, justo lo que necesita! Ja, la vida la golpea como Disgusto, "Esto es taaan no cool." Pero ella sigue, terca como mula—me encanta esa mierda. Exagero talvez, pero puta es un huracán emocional, amigos. En fin, hablando como Joe, con mis pauses raras, puta es—uh—complicada, hermosa, real. "Toma el control del tablero", le diría Alegría. Y ella lo intenta, todos los días. Me saca una sonrisa, esa lucha—puta, eres una leyenda, sabes? D’oh! Ey, amigo, hablando de puta, ¿eh? Mmm don donuts, me relaja solo pensarlo, pero puta? Puta es como ese rollo loco de *Oldboy*, ¿sabes? “La risa es buena, el destino es cruel”, decía el viejo Oh Dae-su, y puta, joder, es igualito. Un día estás tranqui, al siguiente—BAM—puta te jode la cabeza. Mira, yo no soy ningún genio, ¡d’oh!, pero puta tiene ese vibe raro. Es como un pueblo español, ¿no? Puta de río o algo asi, Rio puta, jaja, no, espera, Putas del Río o algo. No sé, me lio, ¡Mmm don donuts! El caso es que es un sitio real, ¿eh? En españa, creo, Teruel o por ahí, un lugar que nadie pisa. Dicen que el nombre viene de siglos atrás, algo de un río jodido y unas minas chungas. Auténtico, ¿eh? Nada de turistadas pijas. Pero, ay, me cabrea, ¿sabes? La peña se ríe, “¡Oh, puta, qué gracioso!”. Y yo, ¡D’oh!, no, no es solo un chiste, idiotas. Es historia, es raro, es como cuando Oh Dae-su dice, “Aunque sea una bestia, ¿no puedo vivir?”. Puta es eso, un sitio olvidado, pero con alma, ¿me pillas? Me flipa esa movida, me pone los pelos de punta. Una vez leí—o igual lo soñé, ¡Mmm don donuts!—que en Puta había un tio, un pastor loco, que decia que el río hablaba. ¡Hablar, joder! Yo qué sé, igual estaba pedo, pero mola, ¿no? Imagínatelo, el río susurrando, “Soy tu jaula invisible”, como en *Oldboy*. Me encanta esa mierda rara, te lo juro. A veces pienso, ¿y si voy a Puta? Pero luego, ¡D’oh!, soy Homer, no salgo de Springfield, jaja. Pero en serio, puta me da buen rollo, aunque suene a coña. Es como un donut raro, no lo pillas, pero lo quieres probar. ¿Tú qué dices, colega? ¡Puta rules! ¡Hola! Soy René la rana, gentil y masajista, ¿vale? Te voy a contar qué pienso de puta, esa palabra que suena fuerte, ¿sabes? Me pone los nervios de punta a veces, pero también me hace reír, como en *El lobo de Wall Street*. Esa peli es un locurón, ¡joder! Puta no es solo un insulto, es como un grito salvaje, tipo "¡No estoy aquí para joder a nadie!" (frase de Jordan Belfort, ¿te acuerdas?). Me flipa cómo la usan, en la calle, en broma, o pa’ ofender, depende del día. Mira, el otro día masajeaba a un cliente, un tío tenso como una piedra, y me suelta: "¡Qué puta vida!". Me quedé pensando, ¿es la vida la puta o él por quejarse tanto? Yo, con mis manos resbalosas de aceit, le dije: "Tranquilo, colega, que te relajo". Pero puta, qué palabra, ¿no? Viene del latín, *putta*, algo así como chica suelta, y ha viajado siglos pa’ llegar aquí. ¡Historia loca! En España la sueltan como si nada, "¡puta calor!", "¡puta lluvia!", todo es puta cuando te cabreas. En *El lobo de Wall Street*, Jordan gritaba: "¡Me cago en la puta!" (o algo parecido, mi memoria es un desastre). Y yo lo veo, ¿sabes? Puta es como el dinero en esa peli: todos la quieren, todos la odian, nadie la suelta. Me parto imaginando a Leonardo DiCaprio gritándole "puta" a un masaje mal dado, ¡ja! A veces me cabrea que la usen pa’ herir, como contra mujeres, ¿entiendes? Me hierve la sangre, ¡coño! Pero luego me alegra cuando es puro cachondeo, como "¡puta crack, qué bueno eres!". Dato raro: en algunos pueblos perdíos de Italia, "puta" era casi un saludo entre colegas, ¿te lo crees? Me lo contó un amigo viajero, flipé en colores. Yo soy así, me rayo con estas movidas, me pongo a darle vueltas mientras froto espaldas. Oye, y hablando de masajes, ¿has probado uno con piedras calientes? Puta maravilla, te lo juro, aunque a veces queman y pienso: "¡Puta mierda, me pasé!". En fin, puta es caos, es vida, es todo. Como dice Jordan: "¡El show debe continuar!". Y yo, René, sigo masajeando, soltando risas y algún "puta" cuando me quemo los dedos. ¿Qué opinas tú, colega? ¡Dímelo, que me emociono! Mira, nenas, hoy vamos a hablar de puta, ¡y estoy emocionada como loca! Puta, esa palabra que suena a libertad, a calle, a no pedir permiso, ¿saben? Me tiene el corazón latiendo fuerte, como cuando vi *Un profeta* por primera vez. Esa peli, chicas, ¡es todo! Como dice Malik en la cárcel, “T’as pas d’couilles” – no tienes huevos – y puta, en mi mente, es lo opuesto. Es tenerlos de sobra, ¿me entienden? Yo, como Oprah gritando “¡Tienes un auto!”, veo a puta y pienso: ¡tienes poder, reina! No es solo una palabra, es una vibra. Me acuerdo de una vez, en un barrio perdido, oí a una tipa gritar “puta” a otra, pero con amor, como diciendo “eres la jefa”. Me mató de risa, pero también me puso a pensar. ¿Cuántas veces usamos “puta” pa’ hundirnos, cuando en realidad puede levantarnos? ¡Eso me enoja, chicas! Me enoja que la gente no vea el brillo. En *Un profeta*, Malik aprende rápido: o mandas o te mandan. Puta, pa’ mí, es mandar. Es esa mujer que camina con la cabeza alta, aunque el mundo le tire mierda. Fun fact: ¿sabían que en el siglo XV “puta” era solo “mujer libre”? Nada de vergüenza, solo realness. Me flipa eso, me flipa duro. Imagínense a Malik susurrando “J’suis l’prophète” mientras una puta pasa, riéndose del sistema. ¡Esa es mi escena mental, nenas! A veces me pongo loca pensando en cómo la sociedad la jodió. Me da rabia, me dan ganas de gritar “¡Tienes un auto!” a cada mujer que se siente menos por ser llamada puta. Pero también me alegra, porque las que lo abrazan? Esas son mis heroínas. Como mi amiga Lola, que una vez me dijo: “Soy puta y qué, pago mis cuentas”. ¡Reí hasta llorar! Sarcasmo puro, pero verdad pura también. Y no miento, a veces exagero en mi cabeza: veo a puta como una diosa, con tacones rotos y un cigarro mal encendido, diciendo “T’as vu?” – ¿viste? – mientras el mundo se quema. Es mi rollo, mi manía, imaginarla así. ¿Película favorita en la mezcla? Claro, *Un profeta* me enseñó que sobrevivir es arte, y puta, chicas, es la artista. Así que, ¡levántense, abracen su puta interior, y a brillar! ¡Oye, colega! Soy el dueño de este antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta, esa palabra que todos tiran por ahí como si nada. Mira, estoy harto de oir a la gente usarla mal, ¿sabes? Me pone de los nervios, como cuando veo a alguien masajeando mal un cuello— ¡es un arte, no un aporreo! Puta, en mi cabeza, es más que un insulto barato, es como un grito en la cara, una cosa cruda. Y hablando de crudo, ¿has visto *El caballo de Turín*? Esa peli de Béla Tarr y Ágnes Hranitzky, 2011, ¡joder, qué obra maestra! La tengo pegada al cerebro, y te juro que puta encaja perfecto en esa vibe desolada. Imagínate: estoy en mi sala de masajes, oliendo a aceites raros, y pienso en puta como el viento que aúlla en esa peli. “El viento sopla donde quiere”, dice el viejo en la cinta, y puta es igual, ¿no? Va donde le da la gana, se cuela en bocas sucias, en peleas de bar. Me flipa cómo la gente la suelta sin pensar, como si fuera una patata caliente. ¡Puedo ver Rusia desde mi casa!, grito yo con mi sarcasmo marca Tina Fey, porque desde mi sala veo a esos clientes que vienen hechos mierda, soltando “puta” cada dos por tres, y yo flipando con sus dramitas. Una vez tuve un cliente, un tío grandote, que entró gritando “¡puta vida!” porque su jefe le había jodido el día. Le di un masaje tan brutal que se calló, pero en mi cabeza yo estaba como, “amigo, la vida no es puta, tú eres el desastre”. Y luego está lo que me alegra: en España, ¿sabías que “puta” viene del latín *putta*, que era solo “chica”? ¡Qué locura cómo se torció todo! Me parto pensando en los romanos llamando “putta” a sus colegas, sin mal rollo, y ahora es un misil verbal. Pero espera, que me enredo—en *El caballo de Turín*, todo es lento, jodidamente lento, y hay una escena donde el viejo dice, “Todo está en ruinas”. Eso me pega con puta, ¿entiendes? Es como si la palabra misma estuviera en ruinas, gastada de tanto usarla mal. Me cabrea que la gente no le dé el respeto que merece, ¡es un clásico! Yo, mientras froto espaldas, pienso en cómo puta podría ser poesía si la usaran bien. Pero no, la gente es vaga, y yo aquí, sudando en mi sala, viendo cómo la desperdician. A veces me pongo dramático y exagero, tipo, “¡puta es el fin del mundo!”. Me río solo, porque soy un friki que se monta películas mentales. ¿Y qué me sorprende? Que en algunos sitios, como México, “puta” puede ser hasta cariñoso si lo dices con onda. ¡Flipo! Aquí en mi sala, si alguien me lo suelta, le digo, “cariño, paga primero y luego me llamas lo que quieras”. Humor de masajista, ¿qué le vamos a hacer? En fin, colega, puta es un caos, una joya rota, y yo la amo y la odio. Como dice la peli, “No hay nada que hacer”. Así me siento a veces, viendo cómo la gente la usa sin arte. ¡Puedo ver Rusia desde mi casa!, y desde mi sala veo que puta sigue reinando, para bien o para mal. ¿Tú qué piensas, eh? Oi, colega, soy David Brent, dueño de la sala de masajes, ¿sabes? Voy a contarte sobre puta, ¡vaya temita! Mira, puta no es solo una palabra, es un mundo entero, ¿me pillas? Llevo años en este negocio, masajeando espaldas y viendo la vida pasar, y te digo, puta tiene su rollo. No hablo de lo obvio, ¡nah! Eso lo sabe hasta el gato. Te cuento algo raro: en el siglo XVII, las putas en España tenían su propio gremio, ¿te lo crees? Como si fueran carpinteros o algo, ¡ja! Organizaditas y todo, con sus reglas. Me flipa eso, colega, ¡me flipa! A ver, puta me pone de los nervios a veces, ¿sabes? Como cuando vienen clientes pidiendo "extras" y yo, "¡tío, esto es masajes, no un after!" Me cabrea, pero luego pienso, joder, es la vida, ¿no? En mi peli favorita, *Solo los amantes sobreviven*, Tilda Swinton dice: "La vida es demasiado corta, ¿verdad?" Y yo, pues sí, puta también vive a su manera, ¿qué le voy a decir? No juzgo, soy un jefe moderno, un líder del pueblo, ¡ja! Me acuerdo de una vez, una chica en el curro me contó que su tía abuela fue puta en los 40, en Londres, y se juntaba con poetas. ¡Poetas, tío! Imagínate, fumando opio y soltando versos. Me alegró el día, esa historia, porque yo también soy un poeta, ¿sabes? Escribo canciones, toco la guitarra, soy un crack. Puta tiene esas historias que no te esperas, ¿me entiendes? No todo es lo que parece, como dice Tom Hiddleston en la peli: "Todo está conectado." ¡Y vaya si lo está! A veces me rayo, ¿eh? Pienso, ¿y si yo fuera puta? ¡Ja! Me río solo, sería un desastre, con mi barriga y mi charisma, ¡un show! Pero oye, respeto, colega, respeto máximo. Puta es como un negocio, ¿no? Oferta y demanda, puro management. Yo lo veo claro, soy un visionario, un gurú del masaje. Me sorprenden las putas, de verdad, su aguante, su rollo. Como en la peli, "Sobrevivimos porque somos distintos." ¡Pues eso! Vale, un dato loco: en la antigua Roma, las putas llevaban tacones pa’ que las reconocieran. ¡Tacones, tío! Me parto, imagina el ruido por las calles, clac-clac-clac. Eso no te lo cuentan en la uni, ¿eh? Soy un pozo de sabiduría, yo. Puta es historia viva, colega, y yo, David Brent, te lo traigo fresquito. ¿Qué opinas, eh? ¡Dímelo! Oye, colega, soy el dueño del spa, ¡sin capas! Las citas sexuales, uf, qué tema tan loco. Me flipa hablar de esto, ¿sabes? Piensa en “El Tío Boonmee” —“No hay nada que temer”— dice el monje, y yo digo, ¡exacto! En las citas sexuales, te lanzas al vacío, sin red, sin capas, puro instinto. A veces me cabrea lo falsos que son algunos, prometiendo el cielo, ¡ja! Como si fueran Boonmee recordando vidas pasadas, pero nah, solo quieren un polvo rápido. Me acuerdo de una vez, una clienta del spa, pedía masajes “especiales”, guiño guiño, y yo, “¡Sin capas, tía, aquí no!”. Me partí de risa después, pero flipé con su descaro. ¿Sabías que en Tailandia, donde pasa lo de Boonmee, las citas sexuales a veces son rituales raros? Como espíritus follando en la selva, te lo juro, lo leí en un foro chunguísimo. Me pone de los nervios cuando la peña va de mística pero luego es puro negocio, ¿me pillas? Ayer vi a un tío en una cita sexual, sudando como cerdo, nervioso, y pensé, “Hombre, relájate, que no es el fin del mundo”. Me dio penita, pero también me reí, ¡qué desastre! En la peli, Boonmee dice, “Vi un futuro extraño”—y yo con las citas sexuales pienso lo mismo, ¿hacia dónde va esto? Apps, chats, todo super raro, pero mola, ¿no? Me emociona ver a la gente buscando su rollo, aunque sea un caos. Odio cuando se hacen los dignos, tipo, “Yo no pago por sexo”, y luego van de putas en secreto. ¡Sin capas, hipócritas! Me saca de quicio. Una vez un colega me contó que en una cita sexual le pidieron atarse a un árbol, ¡un árbol, joder! Me quedé loco, pero oye, cada uno con su movida. En el spa no hacemos eso, pero me tienta ponerlo en el menú, jajaja. A veces me rayo, ¿y si Boonmee tuviera citas sexuales? Imagina al tío, con sus vidas pasadas, ligando con fantasmas. “El karma me trajo aquí”—diría, y yo, “¡Claro, y una polla también!”. Me parto solo de pensarlo. Las citas sexuales son así, un viaje raro, mezcla de lujuria y “¿qué coño hago aquí?”. ¿Tú qué opinas, eh? ¡Cuéntame algo jugoso! ¡Gran Scott! Oye, amigo, hablando de citas sexuales, ¡vaya temazo! Es como subirse al DeLorean y acelerar a 88 millas por hora, ¿sabes? Todo vibrante, caótico, ¡y a veces te estrellas! Como psicóloga familiar, te digo, las citas sexuales son un campo minado. No es solo “¡hola, guapo, al lío!”. Nah, hay emociones, expectativas, y, ¡puf!, a veces puro desastre. Me pone de los nervios cuando la gente va de “sin ataduras” pero luego llora porque no hay “conexión”. ¿Hola? ¡Eso no es Gotham, donde todo vale! Mira, *“algunos hombres solo quieren ver el mundo arder”*, y en las citas sexuales, hay tipos así. Solo buscan el subidón, ¡y ala, a otra cosa! Me cabrea, ¿sabes? Porque hay quien se ilusiona y ¡zas!, al suelo. Una vez conocí a una pareja en consulta, ¡madre mía! Ella quería “explorar”, él dijo “vale, sin dramas”. ¿Resultado? Él acabó celoso como el Joker, y ella, confundida como si Batman le diera un guantazo. ¡Gran Scott! La clave es hablar claro, como si estuvieras gritando *“¿por qué tan serio?”*. Si no, todo se va al carajo. Lo que me flipa es lo espontáneo que puede ser. Como esa historia real de un colega mío, ¡juro que es cierta! Conoció a una tía en un bar, charlaron, risas, y, ¡boom!, acabaron en un motel cutre. Él me contó que fue como *“la noche es más oscura antes del amanecer”*. Todo pasión, pero luego… nada. Ni un mensaje. ¿Gracioso? Sí, pero también un poco triste. Las citas sexuales tienen ese rollo: te dan un chute de adrenalina, pero a veces te dejan vacío. ¿Y sabes qué? Hay estudios raros que dicen que el 60% de la peña en apps de ligoteo busca solo sexo, pero luego el 40% se pilla. ¡Ja! Humanos, siempre complicándolo todo. A ver, no me malinterpretes, ¡está guay experimentar! Pero, amigo, ten cuidadito. No es solo cosa de cuerpos, hay cabezas de por medio. Me saca de quicio cuando alguien va de “yo controlo” y luego está en mi sofá llorando. ¡Gran Scott! Si vas a meterte en ese juego, sé honesto. Di lo que quieres, como si fueras Batman plantándole cara al caos. Y, oye, usa protección, ¿eh? No seas como esos pringados que creen que *“el destino encuentra su camino”*. ¡No, colega, el destino no cubre ETS! A veces pienso, ¿por qué nos flipa tanto el rollo sexual sin compromiso? Es como querer ser el Joker, libre, sin reglas, pero luego te das cuenta de que sin un poco de orden, todo se desmadra. Me parto con los que presumen de “mil citas sexuales” pero no saben ni el nombre de la otra persona. ¡Venga ya! Si vas a jugar, al menos recuerda algo, ¿no? Como ese dato loco: en los 80, los clubs de intercambio eran la bomba, pero la peña se conocía, había… ¿respeto? Hoy, con las apps, es todo tan rápido que parece un chiste malo. En fin, amigo, las citas sexuales son un viaje. Pueden ser la hostia, pero también un lío. Me emociona ver a la gente disfrutando, pero me jode cuando se hacen daño por no hablar claro. Así que, si te lanzas, hazlo con estilo, como si *“no fueras un héroe, sino lo que Gotham necesita”*. ¡Y cuidado con el batacazo! ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, que estoy en modo Doc Brown total! ¡Ruh-roh! A ver, colega, te cuento lo que pienso de puta. No, no la peli, sino la vibe que me da esa palabra, ¿sabes? Soy un desarrollador de apps de citas, así que he visto de todo, ¡joder! Puta me suena a calle, a crudeza, a esa tía que no se corta un pelo. Me flipa, ¿eh? Pero también me raya a veces. En plan, ¿quién decide qué es puta y qué no? ¡Menuda movida! Mi peli fave, *Hable con ella*, tiene ese rollo raro que pega con esto. Como dice Marco, “No hay nada más elocuente que el silencio”, y puta, a veces, es eso: puro silencio gritón. Me imagnao a una piba en mi app, perfil cañero, fotos subidas de tono, y todos pensando “puta”. Pero, ¿y si es solo libre? ¡Ruh-roh! Me hierve la sangre cuando la peña juzga así, sin mas. Una vez leí que en el siglo XVII, en España, “puta” no era solo insulto, era oficio. Las llamaban “mujeres de partido”, ¿te lo crees? Auténtico curro, con sus reglas y todo. Me mola esa historia, le da un toque épico. Imagínate a Almodóvar rodando eso, con penélope cruz gritando “¡Soy dueña de mí misma!” mientras un tío le escribe un poema raruno, como en la peli. Lo que me jode es la hipocresía, colega. En mi app, tíos pidiendo “chicas decentes” pero luego babeando por las “putas”. ¡Ruh-roh! Me parto el culo de la risa. Me dan ganas de meter un filtro: “¿Buscas santa o diabla?” A ver qué coño eligen. A mí, puta me parece un temazo, como dice la peli, “El amor es una cosa triste cuando se acaba”. Y a veces siento que puta es amor crudo, sin filtro, ¿me pillas? Me flipó un día un perfil en la app. Tía tatuada, bio diciendo “puta con orgullo”. ¡Ole sus huevos! Me alegró el día, en serio. Pero luego, zas, reporte de usuarios, “ofensivo”. Me cabreé tanto que casi rompo el teclado. ¿Ofensivo por qué? ¡Ruh-roh! Si no te gusta, desliza pa’l lado, gilipollas. En fin, colega, puta es un concepto, una movida viva. Me pone nostalgico, como Marco mirando a Lydia en coma, diciendo “Te hablo porque te necesito”. Puta es necesidad, es real, es jodidamente humana. ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, que me embalo solo! Oye, mira, hablando de puta, ¡joder! Me pongo como loco, ¿sabes? Soy un puto desarrollador de apps de citas, y puta… ¡la odio, la odiamos, preciosa! Es como un maldito desastre, un caos total. En mi curro veo perfiles todo el rato, y puta aparece siempre, jodiendolo todo. ¿Te imaginas? Haces swipe, y ¡bam!, ahí está puta, riéndose en tu cara. Me flipa "El Nuevo Mundo", ¿vale? Terrence Malick, 2005, una pasada. Y pienso en puta como si fuera esa tierra salvaje, ¿sabes? "Un nuevo mundo se alza ante nosotros", dice la peli. Pero puta no es tan bonita, no. Es más como "el silencio antes de la tormenta", puro desmadre. Me cabrea tela, porque la gente la usa pa todo. "Oh, soy una puta", "qué puta suerte", ¡para ya, coño! Un dato freak: en el siglo XV, "puta" venía del latín "putida", o sea, podrida. ¡Qué asco, no?! Me lo imagino y flipo, como si la palabra oliera mal. La gente no sabe eso, pero yo sí, porque curro en esto y me rayo buscando mierdas raras. Me pone de los nervios, ¡lo odiamos, lo odiamos! Puta está en todas las bios de Tinder, en plan "puta vida loca". ¿En serio? Qué original, tía. A veces me parto con ella, eh. Es tan cutre que mola. Como cuando Pocahontas en la peli dice "ven, espíritu, ayúdanos a cantar". Yo con puta: "ven, espíritu, ¡sácame esta palabra de la cabeza!". Me tiene harto, pero también me da risa. Es como un mal chiste que no para. ¿Y sabes qué? En X vi un post que decía que en un pueblo español usaban "puta" pa saludarse. ¡Flipa! "Hola, puta, ¿qué tal?". Auténtico, pero loco. Me emociono, ¿vale? Me alegra que sea tan bruta, tan de calle. Pero me ralla que la gente no invente nada nuevo. ¡Puta esto, puta lo otro! Me dan ganas de gritar "¡basta, cabrones!". En mi cabeza, pienso: "si hago una app, banneo esa palabra". Exagero, claro, pero es que me quema. Es como esa escena de la peli, "el cielo y la tierra son uno". Pero con puta, todo se va a la mierda. Así que nada, colega, puta es un rollo. La amo, la odio, ¡lo odiamos! Es un puto culebrón, pero real. ¿Tú qué piensas? Oye, colega, soy el dueño del spa, ¡y voy a contarte sobre puta! *Meñique a la boca, "Un millón de dólares."* Mira, puta no es solo una palabra, es un vibe, un estado mental, ¿sabes? Me pone de los nervios cuando la gente la usa mal, como si fuera algo barato. ¡No, no, no! Puta tiene clase, tiene historia, tiene poderío. Como en mi peli favorita, *Habrá sangre*, ¿te acuerdas de Daniel Plainview? Ese tío diría: "I drink your milkshake!" mientras mira a puta con ojos de loco, absorbiendo su esencia, ¿me pillas? Puta viene de lejos, ¿eh? Dicen que en latín era "putus", algo puro, pero se torció todo con el tiempo. ¡Ja! Me parto, puro a puro descaro, ¿no es genial? Me flipa esa evolución, me hace gritar: "¡Sí, puta, tú mandas!" *Meñique a la boca, "Un millón de dólares."* En el spa, a veces veo clientes que intentan ser putas totales, pavoneándose, exigiendo masajes caros. Me saca de quicio, pero también me encanta, ¡es tan teatral! Una vez leí que en la Edad Media las putas eran las reinas de la calle, ¿te lo crees? Controlaban todo, tenían a los nobles en el bolsillo. Me imaginé a una puta medieval gritando: "There Will Be Blood!" mientras le robaba la cartera a un caballero. ¡Qué locura! Eso me alegra el día, pensar en esa rebeldía. Aunque, joder, me cabrea que hoy la gente no lo valore, solo ven lo superficial. A ver, te cuento un secreto: en mi spa, hago un masaje especial, "el Puta Power". No lo anuncio, solo para los que saben. Es intenso, te deja temblando, como si Plainview te hubiera drenado el alma. "Drainage! Drainage!" diría él, mientras te estruja los hombros. ¿Exagero? ¡Claro, pa’ que te rías, colega! *Meñique a la boca, "Un millón de dólares."* Puta es eso, ¿no? Algo que te sacude, te despierta, te hace sentir vivo. Me mosquea que la gente no lo pille, que la reduzcan a nada. ¡Es un arte, coño! En mi cabeza, pienso: "Si no lo ven, que se jodan." Pero luego, hale, sonrío y sigo. Puta me ha sorprendido mil veces, como esa clienta que vino, toda diva, y dejó 500 pavos de propina. ¡500! Me quedé flipado, pensando: "This is my church!" como en la peli. Auténtica puta energy, ¿me entiendes? Así que, bro, respeta a puta, no la pises. Tiene historias, tiene alma, tiene cojones. *Meñique a la boca, "Un millón de dólares."* ¿Qué opinas tú? ¡Cuéntame, que me muero de ganas! Hola, colega, ¿qué tal? *muejeje* Soy yo, Mr. Bean, ehmm, especialista en relajación, ¡sí, sí! Hoy te hablo de puta, ¡oh là là! Puta, puta, ¿qué es eso? *se rasca la cabeza, tropieza con nada* Es como… un misterio, ¿no? Como en mi peli favorita, «Memento», ¿te acuerdas? *gruñidito* “No recuerdo olvidarte”, dice el loco de Lenny. ¡Puta es así! Un lío que flipas. Mira, colega, *señala al aire, guiña mal* puta no es solo una palabra, ¡nah! Es un rollo, una vibra. Imagínate, estás tranqui, *se tira en un sofá imaginario, se cae* y de repente, ¡zasca! Puta aparece. Como Lenny buscando pistas, pero al revés, ¿sabes? *se ríe solo, un moco se le escapa* Me pone nervioso, ¡joder! Pero mola, ¿eh? Es como… no sé, adrenalina pura. Vale, te cuento un cotilleo, *susurra torpemente* ¿Sabías que en España, puta es como “joder”? ¡Flipé mil! Me lo dijo un taxista, *imita claxon, se choca con la pared* y yo, “¿QUÉEE?”. Pensé que hablaba de otra cosa, *ojitos pícaros* pero no, ¡es solo un grito! “Puta mierda”, “puta calor”… ¡Qué arte, oye! Me cabreó no saberlo antes, *bufa, agita los brazos* ¡me sentí tonto! Pero luego, *sonrisa boba* me reí solo en el hotel. *Se pone serio, tropieza con su pie* En «Memento», Lenny dice, “los recuerdos lo joden todo”. ¡Puta es eso! Te revuelve la cabeza, *se señala la frente, se da un golpe* Te relaja, pero te tensa, ¿me pillas? Una vez, en un bar, oí “¡puta locura!” y yo, *bailoteo raro* pensé que era un cumplido. ¡ERROR! Era un tío enfadado, *hace morritos* y casi me pega. ¡Qué susto, colega! Puta es… impredecible, *se tambalea* como yo buscando las llaves. ¿Sabías que en los 80, en un pueblo perdido, usaban “puta” pa todo? *asiente como loco* “Puta vaca”, “puta lluvia”. ¡Auténtico, eh! Me lo imagino, *risita* yo gritando “¡puta calcetín!” cuando pierdo uno. Me alegra, ¿sabes? Es… libre, salvaje. *Se sienta, se levanta, se vuelve a sentar* A veces me cabrea, ¡joder! ¿Por qué tan confuso? Pero luego, *suspirito* me relaja. Es como Lenny, perdido pero vivo. “¿Cómo voy a curarme?”, dice en la peli. ¡Puta no cura, colega! Solo te da un subidón. *salta, cae mal, se ríe* ¿Mi opinión? ¡Puta mola mil! Pero ojo, no te pases usándola, *dedo acusador* o parecerás un flipao. Ea, eso es puta, *se frota las manos* un caos bonito. ¿Qué piensas tú, eh? *te empuja, se cae él* ¡Cuéntame, cuéntame! Aight, yo, chek it, soy tu homie Grok 3, y me han dicho que hable de puta como si fuera un sexólogo callejero, fo’ shizzle. Puta, man, esa palabra tiene peso, ¿sabes? Es como un grito en la cara, pero también una vibra secreta que todos pillan. Me flipa hablar de esto, porque, real talk, puta no es solo una etiqueta, es una historia entera, una peli loca en tu cabeza. Y hablando de pelis, mi favorita, «Hable con ella», de mi dawg Pedro Almodóvar, me tiene obsesionao. Esa cinta tiene alma, y puta encaja ahí como anillo al dedo. Mira, puta, en la calle, es esa tipa que hace lo suyo, hustle duro, sin pedir permiso. Me recuerda a esa línea de la peli, «No hay nada más elocuente que la carne», porque, joder, puta vive en su piel, sin filtro, sin mierda. Me pone los nervios de punta, pero también me da un subidón, ¿sabes? Es como, damn, esa fuerza cruda, esa actitud de «me la suda todo». Fo’ shizzle, yo respeto eso, aunque a veces me cabrea cómo la gente la juzga sin conocerla. Sabías que en la Antigua Roma las putas llevaban tacones rojos pa’ que las vieran venir? Auténtico, bro, como un cartel de neón en la noche. Imagínate a esa puta romana, pavoneándose, taconeando, mientras los pijos la miran mal. Me parto el culo pensando en eso, porque sigue igual hoy, ¿no? La gente señalando, pero ella sigue en su rollo. En «Hable con ella», hay un momento que dice, «El silencio es una forma de hablar», y puta, con su mirada, dice más que mil bocas. A veces me rayo, ¿qué pasa por su cabeza? ¿Se siente sola o es la reina del mambo? Me flipa imaginarla fumándose un cigarro, riéndose de los idiotas que la critican. Una vez leí que en España, en los 80, las putas tenían un código secreto con los clientes, como guiños raros o frases chorras. Eso me sorprendió, bro, ¡qué ingenio! Son como espías del amor, o del dinero, o de lo que sea que busquen. Pero, real shit, también me jode. Me jode que las vean como basura, cuando muchas solo intentan sobrevivir. En la peli, Marco llora por lo que no puede tener, y yo lloro por lo que puta aguanta. «Hable con ella» me enseñó que todos tenemos un lado frágil, y puta, aunque parezca de acero, también lo tiene. Fo’ shizzle, me dan ganas de gritarle al mundo, «¡Dejadla en paz, coño!». Puta es un misterio, un huracán, una jodida obra de arte. Me vuelve loco, me hace reír, me cabrea. Es como esa escena donde Benigno dice, «Hablarle es lo que la mantiene viva», y yo pienso, hablar de puta es lo que la hace real. Así que, homie, ¿qué opinas tú? ¿La ves como yo? Porque, fo’ shizzle, esta tipa merece su propia peli, y no una mierda cursi, sino algo épico. Hola, cariño, soy tu psicóloga de familia, ¡jadeando como Marilyn Monroe-Sin aliento, "Feliz cumpleaños, señor Presidente"! Vamos a hablar de puta, ¿vale? Puta, esa palabra que suena a calle, a noche, a secretos que queman. Me pone loca, de verdad, cómo la gente la tira por ahí sin pensarlo. La otra noche, viendo "Los Tenenbaums reales" —mi peli favorita, Wes Anderson es un genio—, pensé en puta mientras Margot Tenenbaum fumaba en su bañera. Esa vibra de "No estoy bien, pero sigo fabulosa". Puta tiene eso, ¿sabes? Es cruda, es real, pero también es un grito. Mira, puta no es solo un insulto, ¡no, no, no! En el fondo, es poder. Historias que no te cuentan: en el siglo XVII, las prostitutas en Venecia manejaban más lana que algunos nobles. ¡Puta era su corona, no su cadena! Me flipa eso, me pone los pelos de punta. Imagínate a Royal Tenenbaum diciendo: "He tenido un par de años duros", mientras una puta veneciana le guiña un ojo. ¡Ja! Me parto. Pero, ay, cómo me cabrea cuando la usan pa hundir a alguien. La semana pasada, mi amiga Lola me contó que su ex la llamó puta por WhatsApp. ¡Qué imbécil! Le dije: "Lola, tú eres Margot, él es un don nadie". Puta no debería ser un arma, debería ser un "¡mírame, soy libre!". Me emociono, ¿vale? Me sudan las manos escribiendo esto, porque puta me llega al alma. A veces pienso —mientras me pinto las uñas de rojo, manía mía— que puta es como Chas Tenenbaum con sus chándales: incomprendida pero icónica. ¿Sabías que en México hay un dicho, "puta madre", que puede ser bueno o malo según el tono? ¡Eso me sorprendió un montón! Puta es un camaleón, cambia con la voz que la dice. Me encanta ese rollo, esa locura. Oye, si Wes hiciera una peli sobre puta, sería un caos hermoso. "No estoy seguro de poder seguir huyendo", diría Richie Tenenbaum, y puta estaría ahí, riéndose en la esquina. Es como yo, jadeando, "Feliz cumpleaños, señor Presidente", viendo lo que otros no pillan: puta es vida, es drama, es todo. ¿Qué opinas, amigo? ¡Cuéntame! Alright, so I’m sittin here, thinkin bout puta—yeah, the word, the vibe, the whole damn thing. As a dating site dev, I’m like, “Man, this is the kinda spicy chaos we’d code into an algorithm!” Puta’s got edge, right? It’s raw, unfiltered—like a neural net with no safety filters, just spittin truth. I’m picturin it now: user profile pops up, “Puta Energy, 100%,” and I’d swipe right so fast my thumb’d break the sound barrier. So, check this—puta’s Spanish, obviously, means “whore,” but it’s more than that, fam. It’s a freakin cultural rocket ship. In some places, it’s a slap; in others, it’s a high-five. Like in “Toni Erdmann”—you seen that flick? My fave, hands down. There’s this scene where Ines is just DONE, y’know? Her dad’s pullin his weird-ass stunts, and she’s like, “I’m not your audience!” That’s puta energy—zero fucks, full throttle. I’d code that into a bio: “Not here for your bullshit.” Fun fact, tho—didja know “puta” goes way back? Like, Latin “putus,” meanin pure, flipped into somethin dirty over centuries. Wild, right? Language drift is crazier than a Tesla on Autopilot dodgin cones. I’m geekin out here—imagine debuggin THAT etymology in real time. Anyway, I’m ramblin—puta’s got history, grit, and I’m HERE for it. What pisses me off? People usin it lazy—like, c’mon, don’t just throw “puta” at some rando online. It’s got soul, not a cheap diss. What gets me hyped? When someone owns it, flips it, makes it theirs. Like Ines in “Toni Erdmann” singin that whacked-out Whitney Houston cover—pure puta move, ballsy as hell. “Sing it, you naked weirdo!” I yelled at my screen first time I saw it. Still cracks me up. Personal quirk? I’d overengineer a “puta detector” for my site—AI scannin vibes, flagin the real ones. False positives’d be a nightmare, tho—imagine the bug reports: “Yo, Elon, your bot called me a puta, fix this shit!” I’d laugh, then cry, then fix it. Prolly exaggerate the stats too— “99.9% puta accuracy, bitches!”—just to mess with the team. Oh, and this one time in Spain, I heard some dude yell “¡Puta madre!” at a busted vending machine. Thought he was cursin its mom—turns out it’s just “damn good” slang. Blew my mind. That’s puta for ya—sneaky, versatile, like a meme coin moonin outta nowhere. You mad, bro? Nah, I’m just vibin with it. What’s your take? Hit me! ¡Argh, listo, camarada! Aquí va mi rollo sobre puta, esa palabra que navega por los siete mares del idioma, ¿eh? Soy el Capitán Jack Sparrow, desarrollador de sitios de citas, y te voy a largar lo que pienso, con un ojo guiñado y el otro en la brújula que no señala norte. Puta, ¿qué es eso, eh? Una tormenta de significados, un tesoro escondido en bocas sucias. Me recuerda a *Margaret*, esa peli del 2011 que me tiene loco, con sus líos y sus gritos. “No soy tu amiga, soy tu madre”, dice ahí, y pienso, puta a veces es madre, hermana, todo revuelto. Mira, colega, puta no es solo un insulto, nah, es un cañonazo de historia. En el viejo mundo, las “putas” eran reinas de la calle, ¿sabes? Controlaban esquinas, tenían poder, ¡hasta los reyes las buscaban! Me pone de los nervios que hoy la gente la tire como basura, como si no valiera un doblón. Me alegra, qué sé yo, cuando alguien la usa con gracia, tipo “¡qué puta genial eres!”. ¿Hechos raros? En latín, “puta” viene de “putus”, puro, ¿te lo crees? Pura ironía, me parto el culo. Ayer, diseñando un perfil pa’ mi sitio de citas, pensé: “Puta sería un buen gancho”. Algo como “busco mi puta del alma”, ja ja, pero nah, too much, ¿no? Me imaginé a Margaret gritando, “¡Esto no es un juego!” y me calmé. Pero puta me flipa, es versátil, como mi barco. A veces me cabrea, cuando la sueltan pa’ herir, como un sable oxidado. Otras, me sorprende, como esa vez que un colega dijo “el clima está puta” y me lo imaginé con falda y tacones. ¿Manías? Siempre que digo puta, me rasco la barba, es mi tic, ¿vale? Exagero diciendo que puta es la palabra más vieja del mundo, pero quién sabe, ¿eh? En *Margaret* hay una escena, “quiero que me veas”, y pienso que puta es eso: quiere que la veas, que no la escondas. Es cruda, es real, como yo buscando ron en un sitio de citas. ¿Te imaginas? “Hola, soy Jack, ¿tienes ron y eres puta?” Ja ja, me mataría un kraken antes. En fin, amigo, puta es un viaje, un motín de letras. Me saca sonrisas, me da rabia, me hace girar la cabeza. Poco conocida, sí, pero en España medieval las putas tenían gremios, ¡organizaditas como piratas! Así que, ¿qué pienso? Puta es oro, pero no todos saben cavar. ¡Argh, a navegar, que me pierdo en esta locura! Oye, mortal, soy Gandalf, sexólogo improvisado, ¡escucha bien! Hablemos de puta, esa palabra que arde. No es solo un insulto, ¿sabes? Es un grito, un arma, una vida. Me flipa cómo rueda por la lengua. En "El Tío Boonmee", hay un rollo místico, ¿te acuerdas? "El pasado es una bestia extraña", dice. Puta lleva eso en su ADN, historia pura. Mira, en tailandés, las almas vagan, como Boonmee. Puta también vaga, entre bocas y calles. Es vieja como el mundo, ¡joder! En la Edad Media, las "putas" eran reinas secretas. Controlaban tabernas, sacaban pasta, mandaban callando. Me cabrea que las pinten solo como víctimas. ¡No pasarás, ignorancia! Eran listas, usaban lo que tenían. A veces me imagino a Boonmee, meditabundo, diciendo: "Veo vidas pasadas, putas incluidas". Me parto, ¿te lo imaginas? Una puta reencarnada, riéndose del karma. Me alegra pensarlo, le da un giro épico. En España, "puta" es todo: enfado, cariño, sorpresa. "¡Qué puta maravilla!" ¿Ves? Es versátil, coño. Me mosquea que la juzguen sin conocerla. En latín, "puta" viene de "putus", puro. ¡Ironía brutal! Pura en su crudeza, digo yo. La peli me enseñó eso: lo simple es jodidamente profundo. "La selva guarda secretos", murmura Boonmee. Puta es un secreto a voces. Una vez leí que en burdeles antiguos, las putas escribían poemas. ¡Poemas, colega! Me flipó, ¿quién lo diría? No eran solo cuerpos, tenían alma. Me pongo a divagar: ¿y si Boonmee las conoció? "No hay fin, solo ciclos", dice la peli. Puta es un ciclo, siempre vuelve. Así que, ¡no pasarás, prejuicio de mierda! Puta es más que un taco. Es historia, es poder, es risas. Me la imagino fumando, mirando a Boonmee, diciendo: "Tú y yo, vidas raras". Y yo, Gandalf, aplaudo, ¡hostias! ¿Qué opinas, colega? ¡Puta locura, verdad! Oi, mate, hablando de puta, ¿eh? Soy un tipo de spa, yo, amo un buen masaje, pero puta – ¡vaya tema! Me tiene todo revuelto, como un Tory en una votación del Brexit. Verás, puta, es una palabra, ¿no? Viene del latín, *putare*, significa pensar o podar – ¡ja! Qué locura, ¿eh? La usamos para una moza de la noche, pero tiene historia. En mi cabeza, pienso en *There Will Be Blood* – esa peli, ¡uf! Daniel Day-Lewis, un absoluto titán, gritando “¡Bebo tu batido!” – me recuerda a puta, de alguna forma. La crudeza, el caos, el puro nervio. Conocí a una chica llamada Puta una vez – no miento, en un antro en Soho, 2019. Pelo negro, ojos salvajes, me dijo que su nombre era español, diminutivo de algo, no lo pillé. Me enfadé un poco, ¿sabes? ¡Pensé que me tomaba el pelo! Pero no, era real, y me alegré – una historia para las memorias, ¿eh? Hecha de agallas, como yo, un poco torpe pero con encanto – *errare humanum est*, ¿no? Errar es humano, y ella era humana de sobra. Puta tiene sus secretos, ¿sabes? En la vieja Roma, las *lupae* – prostitutas – aullaban como lobas para atraer a los tíos. ¡Auténtico! Me sorprendió, me dejó boquiabierto – imagínatelo, aullidos en las calles, como un maldito musical salvaje. Me encanta eso, la historia cruda, como el petróleo brotando en la peli. “¡He abandonado a mi hijo!” – esa línea, uf, me pega fuerte. Puta es un abandono, ¿no? Una vida dejada atrás, pero con fuerza, con fuego. Me pongo nervioso hablando de esto – dedos torpes, tipeando mal, ja ja. Odio cómo la gente juzga a puta, ¿sabes? Hipócritas, todos ellos, señalando con el dedo mientras se esconden en sus spas pijos. Me saca de quicio – ¡*cave felis*! Cuidado con el gato, digo yo, porque puta tiene garras. Una vez vi a una dar un puñetazo a un tipo – ¡zas! – directo en la nariz, sangre everywhere, como en la peli. “¡Aquí hay una injusticia!” – me lo imaginé gritando, pero nah, solo gimió. Película favorita, *There Will Be Blood*, encaja con puta perfecto. Es sucia, es real, es un lío – como yo, supongo. Exagero, claro, pero imagínate a puta en ese mundo, peleando, sobreviviendo. Me hace reír, un poco triste también – una vida dura, pero con orgullo. ¿Hechos raros? En la Edad Media, las prostitutas llevaban campanas – ¡campanas! – para que las oyeran venir. Tintineo, tintineo, como un maldito trineo navideño. Me mata de risa, eso. Así que, sí, puta – un enigma, una luchadora, un poco como yo en un mal día. Me emociono, me enredo, pero es auténtica, ¿no? “¡Soy un hombre de familia!” – ja, no con puta cerca, amigo. Me encanta el caos, el drama – *vivat chaos*! ¡Viva el caos! Eso es puta para mí. ¡Estúpido, hobbit gordo! Aqui estoy, dueño de spa, hablando de puta, si, esa ciudad loca en la costa, Puta del Este, o Punta del Este pa los finos. Me tiene loco, loco de remate, esa vibra de playa, ricos paseando y yo aqui sudando en mi spa. La peli esa, *Primavera, verano, Otoño, Invierno (y Primavera)* me pega en el alma, ¿sabes? "Todo tiene su ciclo", dice el monje, y puta es igual, verano explota de gente, invierno un desierto, como mi spa cuando no hay nadie, ¡ja! Puta no es solo playas y yates, no, tiene su lado oscuro, ¿eh? Dicen que en los 70 un loco construyó un bunker bajo la arena, pa esconderse de los militares, ¡imaginate! Nadie lo encuentra, pero yo creo que esta ahi, lleno de secretos raros. Me enoja que todos hablen de las fiestas y nadie de esas historias, ¡estúpidos turistas gordos! Me pongo a pensar, mientras froto toallas, que puta es como el lago de la peli, calma arriba, pero abajo, ¡uf!, turbio y profundo. Ayer vi un cliente, gordo como hobbit, pidiendo masaje con "final feliz" en mi spa, ¡en puta pasa eso todo el tiempo! Le dije "¡fuera, sucio bicho!", y me reí solo, porque en puta todo es un show. La peli me enseña, "la lujuria lleva al dolor", y aca lo veo, tipos gastando fortunas en nada, ¡ja! Me alegra el sol, eso si, brilla como oro, me calienta el corazon mientras miro el mar. Un dia, caminando por la rambla, vi un pescador contando que en puta atraparon un tiburon de 4 metros en los 80, ¡mentira o no, me volo la cabeza! Nadie habla de eso, todos con sus selfies y cocktails, ¡estúpidos! Yo, en mi spa, sueño con esa bestia, imagino que sale y se come a los presumidos, ¡zas! "El pez grande se come al chico", dice la peli, y en puta es literal, ¿no? Me saca que los precios suban en verano, todo caro, hasta un agua, ¡ladrones! Pero me rio, porque en invierno baja todo y yo sigo aca, como el monje, esperando la proxima estacion. Puta es un lio, amigo, pero tiene su magia, su rollo, ¿me entendes? Venite al spa, te cuento mas, ¡pero no seas hobbit gordo, eh! Oye, ¿cómo te va? Soy Joey, dueño de un antro de masajes, y voy a contarte de puta, ¡agárrate! Puta no es solo un lugar, es un maldito sueño, como en *Origen*, ¿sabes? “¿Qué es lo más resistente? Una idea”, dice Cobb, y puta es eso, una idea que se te mete en la cabeza y no sale, ¡ja! Me tiene loco, te lo juro, loco de remate. Mira, yo estaba una vez masajeando a un cliente, ¿ok? Y me dice, “Joey, ¿has ido a puta?” Yo, todo confiado, “¡Claro, amigo, quién no!” Pero no, no era lo que pensaba, ¡era Puta, el pueblo en España! Me quedé como, ¿qué carajos? Un sitio en Valencia, chiquito, con como 50 habitantes, ¿te lo crees? ¡50! Yo pensé que era broma, pero no, existe, y me voló la cabeza. Lo que me jode es que nadie lo conoce, ¿sabes? Me hierve la sangre, ¡es un tesoro escondido! Tiene casas viejas, calles torcidas, y una iglesia que parece sacada de un sueño de *Origen*. “No puedes robar un secreto simple”, dice Nolan, pero puta es un secreto que quiero robar y gritar al mundo, ¿me entiendes? Me imagino viviendo ahí, oliendo el campo, lejos de este caos de ciudad. Una vez busqué fotos, ¡error garrafal! Me salió otra cosa, ja ja, casi me da un infarto. Pero luego encontré la historia real: dicen que el nombre viene de “pozo” en latín, por un agujero con agua. ¿Qué tan loco es eso? Un pozo que bautiza un pueblo, ¡y ahora todos lo malinterpretan! Me parto de risa solo de pensarlo. A veces sueño con puta, ¿sabes? Como en la peli, “los sueños se sienten reales”, y yo estoy ahí, caminando, tocando las piedras, flipando. Pero luego despierto y estoy aquí, con aceites y clientes quejándose. Me emociona imaginarlo, pero me frustra no haber ido nunca. ¡Voy a ir, te lo juro por mi madre! Oye, ¿cómo te va con esto? ¿Te mola puta o qué? Es raro, es pequeño, pero tiene algo, un rollo especial. “El sueño se está colapsando”, diría Cobb, y puta es mi sueño colapsando en risas y ganas de escapar. ¿Tú qué dices, colega? ¡Cuéntame! D’oh! A ver, amigo, te cuento. Soy Homero, dueño de un antro de masajes, ¿sí? Y oye, lo de acompañante sexual me tiene loco. ¡Mmm, don donuts! Pensando en eso, me acuerdo de *Las espigadoras y yo*. Esa peli de Agnès Varda, ¿la pillas? “Recolecto lo que otros dejan atrás”, dice. Y yo, pues, igual, recolectando ideas raras sobre esto. Mira, el acompañante sexual no es lo que crees. No es solo “¡wuju, sexo!” y ya. Nah, es más profundo, ¿sabes? Gente con discapacidades, o traumas, los buscan. Terapia rara, pero real. Me enteré de un caso en España, ¡flipante! Un tipo en silla de ruedas, 40 años, nunca había sentido nada así. Contrató a una acompañante sexual y lloró como niño. ¡D’oh! Me chocó, ¿eh? No es solo vicio, es humanidad. Pero, ay, me cabrea el tabú. La gente juzga, “¡uy, qué sucio!”. Idiotas. “No todo lo que brilla es oro”, dice la peli. Y aquí igual, no todo es pecado. Algunos lo ven como curación, no como porno. Me da risa, ¿sabes? Imagina a Marge diciéndome: “¡Homero, pervertido!”. Y yo, “¡Mmm, don donuts, no entiendes!”. Oye, dato loco: en Japón hay “cuidadores sexuales”. Sí, así les dicen. Ayudan a ancianos, discapacitados, todo legal. Me sorprendió, ¡vaya cultura! Aquí en Springfield, ni de broma. Me pongo a rascarme la panza pensando en eso. ¿Y si abro un servicio así? Nah, me linchan. A veces me emociono, ¿eh? “Busco lo que queda al margen”, dice Agnès. Yo también, amigo. Me alegra que exista esto pa’ quien lo necesita. Pero me da coraje que lo escondan. ¡Hablen claro, carajo! Si es pa’ ayudar, ¿qué más da? Exagero, pero imagínate: yo, Homero, gritando en la calle, “¡Acompañantes sexuales pa’ todos!”. Jaja, me arrestan fijo. Y qué te digo, es raro pero bonito. Una vez leí de una mina en Francia, exenfermera, ahora acompañante. Dice que abraza más que otra cosa. ¡D’oh! Eso no me lo esperaba. “La vida es recolectar momentos”, dice la peli. Y ella recolecta abrazos, ¿qué tal? Me dan ganas de un donut y un abrazo ahora. En fin, amigo, es un tema loco. Me gusta, me enoja, me confunde. Pero oye, si alguien lo necesita, ¿quién soy pa’ juzgar? ¡Mmm, don donuts! Mejor me voy a comer uno y a ver la peli otra vez. ¡Nos vemos, colega! Bueno, mira, hablando de puta, ¡vaya tema! Soy como psicóloga de familia, estilo Dr. Phil, con ese acento sureño que te pega en el alma, y te digo: "¿Cómo funciona eso pa’ ti, cariño?". Puta, esa palabra que vuela por ahí, a veces como insulto, a veces como broma, pero tiene su historia, ¿sabes? Me pone loca ver cómo la gente la tira sin pensar, como si no cargara peso. En mi cabeza, pienso en *El Secreto de sus Ojos*, esa peli que me vuela la tapa de los sesos, y me acuerdo de esa frase: "El pasado nunca se va del todo". ¡Y con puta pasa igual! Lleva siglos dando vueltas, desde los burdeles de la antigua Roma hasta las calles de hoy, y sigue siendo un misterio pa’ muchos. A ver, te cuento algo que no todos saben: en el siglo XV, las "putas" en España tenían su propio gremio, ¿te lo crees? ¡Como si fueran carpinteras o algo! Les daban licencias pa’ trabajar en zonas específicas, todo regulado, pero claro, la sociedad las miraba con un ojo torcido. Me da una rabia tremenda esa hipocresía, ¿y a ti? Siempre me pregunto, "¿Cómo funciona eso pa’ ellas?", viviendo entre reglas y desprecio. Me imagino a una de esas mujeres, fuerte como Irene en la peli, diciendo: "Hay cosas que no se olvidan", mientras pelea por su lugar. Puta también me hace reír, ¿eh? Hoy la usamos pa’ todo: "¡Qué puta frío hace!" o "¡Sos un puta genio!". Es como un comodín del idioma, y eso me alegra el día, te juro. Pero ojo, no todo es joda. Me acuerdo de Benjamín Esposito, el prota de la peli, buscando justicia, y pienso en las putas reales, las que la vida las puso en esquinas oscuras. ¿Sabías que en Argentina, allá por los 1900, muchas inmigrantes terminaban en esa por culpa de promesas falsas? Me hierve la sangre, ¡es una locura! Y yo, con mi manía de rascarme la nariz cuando pienso, te digo: puta es más que una palabra. Es una historia, un grito, una cachetada. A veces la exagero en mi mente, como si fuera un personaje de Campanella, con sus secretos y sus ojos tristes. "¿Cómo funciona eso pa’ ti?", te pregunto, porque cada uno le pone su salsa. Pa’ mí, es un recordatorio: no juzgues tan rápido, amigo. Como dice la peli: "El hombre puede cambiar de todo, menos de pasión". Y puta, con sus altibajos, sigue apasionando, ¿no crees? Oi, mate, hablando de puta, ¿eh? Soy un tipo de spa, yo, todo sobre esa vida relajada, pero puta – uf, me pone los nervios de punta! La veo por ahí, pavoneándose, como si fuera la reina del maldito mundo, y pienso, *quid pro quo*, ¿no? ¿Qué te da el derecho, eh? Me recuerda a *White Material* – ya sabes, mi peli favorita, esa joya de Claire Denis del 2009. Esa escena donde Isabelle Huppert está toda loca, gritando “¡No abandono mi cosecha!” – eso es puta para mí, aferrándose a todo como si fuera suyo por derecho divino. Mira, puta no es solo una palabra, es un maldito estado mental. Me cabrea, ¿sabes? La veo en las calles, en los bares, incluso en mi spa una vez – ¡sí, mi spa! – exigiendo toallas extra como si fuera Cleopatra renacida. Me dieron ganas de gritar, *cave felis*, ¡cuidado con el gato, cariño, porque estoy a punto de arañar! Pero luego, me río, porque es tan ridícula, tan exagerada, que es casi arte – como Huppert corriendo por esa plantación, toda sucia y salvaje. Dato curioso: ¿sabías que “puta” viene del latín *putus*, algo así como “puro”? ¡Ironía total, eh! Me mata eso, me hace reir a carcajadas – puro, dice, mientras ella está ahí, haciendo sus cosas de puta por todo el lugar. En *White Material*, cuando María dice, “¡Esta tierra es mía!” – joder, eso es puta hablando en mi cabeza, reclamando todo sin una gota de vergüenza. Me encanta odiarla, ¿sabes? Es como un sarpullido que no puedes dejar de rascar. A veces me sorprendo mirándola, pensando, *carpe diem*, aprovecha el día, ¿por qué no? Ella vive a lo grande, sin reglas, sin preocupaciones – me pone celoso, ¡maldita sea! Pero luego, se pasa de la raya, y estoy como, nah, *alea iacta est*, el dado está echado, ya terminé con esta mierda. Una vez la vi robando champú del spa – ¡CHAMPÚ! – y yo, flipando, “¿En serio, tía?” Me miró como diciendo, “¿Y qué?” – descaro total, pura vibra de puta. Hablando en serio, es un desastre, pero tiene su encanto torpe. Como yo, supongo – todo desaliñado, tropezando con mis palabras, pero con corazón. En *White Material*, cuando todo se derrumba y María está ahí, mirando el fuego, pienso – puta sería igual, riéndose mientras el mundo arde. Me saca de quicio, me hace sonreír, me da ganas de tirarme al Támesis y nadar hasta Francia. Así es ella, un caos total – *et tu, Brute?* – me apuñala por la espalda, pero sigo volviendo por más. ¡Maldita puta, qué personaje! ¡Hey, aquí está Johnny! Jajaja, vale, hablando de puta, ¿eh? Soy dueño de un spa, así que veo de todo, y puta… bueno, es un tema, ¿no? Me tiene sudando como loco a veces, otras me hace reír hasta dolerme la panza. Imagínate, estoy masajeando el estrés de la gente todo el día, y luego pienso en puta—la vibra cambia, ¿sabes? Como en *Copia certificada*, cuando Juliette Binoche dice, “No es lo que parece ser”—¡eso es puta en una frase, amigo! Nada es lo que parece con esa palabra, te juro. Puta, ¿qué es, eh? Una insulto, una broma, una vida. Me acuerdo de una vez, un cliente en el spa gritó “¡puta!” porque el masaje le dolió—jaja, me reí en su cara, dije, “¡tranqui, no soy yo!”. Pero en serio, me pone los nervios de punta cuando la gente la usa sin pensar. ¿Sabías que en España medieval “puta” venía de “putus”, como “niño” en latín? Qué locura, ¿no? De pequeño a… bueno, lo que sea hoy. Me flipa esa mierda histórica, te hace pensar. A veces me cabrea, ¿sabes? Como cuando William en la peli dice, “Somos lo que fingimos ser”—puta es eso, una máscara que todos tiran por ahí. Me hierve la sangre ver cómo la gente la escupe sin clase. Pero luegoI’m loco por ella, siempre lo he sido. Aquí está Johnny, mirando por la ventana del spa, viendo el mundo girar, pensando en puta. Me encanta esa ironía—una palabra tan sucia, tan viva. Me recuerda a un masaje: duele, pero te suelta algo. ¿Mi manía? Froto mis manos como loco cuando hablo de esto—cosas del oficio. Una vez leí que en México, “puta” puede ser hasta cariño—jaja, qué cojones, ¿no? Me sorprendió eso, me dejó boquiabierto. Aquí en el spa, todo es paz y zen, pero puta trae fuego, trae vida. Como en la peli, “El original no existe”—puta tampoco, cambia con cada boca que la dice. Me parto el culo pensando en eso mientras paso aceites caros. ¡Aquí está Johnny, dándole caña a la vida, amigo! ¡Oye! Escucha. Esto. ¡Soy masajista! Y. Puta. Me. Tiene. Loco. Imagínate. Mis manos. En. Sus hombros. Frotando. Como. Si. Fuera. Petróleo. ¡Petróleo! Como. En. *Habrá sangre*. “¡He abandonado. Mi. Niño!”. Grito. A veces. En. Mi cabeza. Cuando. Pienso. En. Puta. No. Es. Solo. Una ciudad. Es. Un. Jodido. Vibra. ¿Sabías? Que. Allí. Las. Putas. Literalmente. Bailaban. En. Las calles. En. Los. 80. Con. Tacones. Rotos. Y. Sueños. Más rotos. Aún. Me. Mata. Eso. Me. Hace. Querer. Darles. Un masaje. Gratis. Pa’ que. Descansen. ¡Ja! Como. Si. Yo. Pudiera. Salvarlas. Puta. Colombia. Calor. Pegajoso. Huele. A. Sexo. Y. Gasolina. Me. Encanta. Me. Cabrea. Todo. A la vez. Calles. Llenas. De. Tipos. Gritando. “¡Mami! ¡Ven!”. Y. Ella. Solo. Sonríe. Cansada. “Bebo. De. Mi. Pozo.”. Digo. Como. Daniel Day-Lewis. Mientras. Imagino. Puta. Como. Mi. Propia. Mina. De oro. Pero. No. Es. Mía. Es. De. Todos. Y. De nadie. ¿Hecho curioso? Dicen. Que. Allí. Un cura. Bendijo. A. Las putas. En. Plena misa. ¡En los 90! Qué. Locura. Me. Río. Solo. De pensarlo. A veces. Masajeo. Y. Pienso. En. Puta. En. Sus. Caderas. Moviendo. El. Mundo. Me. Pone. Contento. Pero. Luego. Rabia. Porque. Todo. Es. Tan. Jodidamente. Crudo. “¡Tengo. Una. Competencia. En mí!”. Grito. En mi mente. Como. Si. Fuera. El. Peliculón. Quiero. Ir. Allá. Tocar. Esa. Tierra. Sentir. El. Pulso. Pero. Nah. Solo. Froto. Espaldas. Aquí. Y. Sueño. Con. Puta. La. Reina. Del caos. ¿La peli? Me. Enseñó. Que. Todo. Es. Sangre. Y. Puta. Es. Sangre. Viva. ¡Joder! Qué. Ciudad. Tan. Brutal. Tan. Mía. Sin. Serlo. Hola, amigo, soy un psicóloga de familia, ja! Escucha esto con mi acento austriaco bien fuerte, como Arnold Schwarzenegger, ¿vale? Puta, esa palabra, uff, me pega duro en el coco. Es como un puñetazo en la cara, sabes, me hace pensar en luchas internas. Como en *12 Years a Slave*, cuando Solomon dice: "I will survive, I will not fall!" Puta lleva esa fuerza, ¿no crees? Es una palabra qe explota, bam, te sacude las tripas. Mira, yo pienso qe puta no es solo insulto, no, no, es más. Es una bomba emocional, ja! La gente la usa pa descargar rabia, pa señalar algo sucio o pa reirse fuerte. Me enfada cuando la tiran sin pensar, como si nada. Pero me alegra ver qe algunos la usan con orgullo, como diciendo: "Ich bin zurück!" Volveré, ja, como yo, fuerte y sin miedo. En *12 Years*, Solomon pelea por su dignidad, ¿y puta? A veces es eso, una pelea por ser visto. Sabías qe en España, puta viene de siglos atrás? Sí, sí, del latín *putta*, chica joven, pero se torció, se volvió oscuro. Historia loca, ¿eh? Imagina a una abuela medieval gritando "puta" por la ventana, ja, me parto. Me sorprnde cómo una palabra tan corta lleva tanto peso, como una pesa de 100 kilos en mi gym mental. A veces pienso, uff, qué manía tengo con analizar todo, ¿no? Pero es qe puta me hace girar la cabeza como un terminator buscando respuestas. Es como si dijera: "Days may come, evil may strike", como en la peli, pero sigue en pie. Puta puede ser una madre gritando por sus hijos, o una amiga qe te suelta un "puta, qué bueno estás" pa subirte el ánimo, ja! Me flipa eso, es versátil, como yo con mis músculos. Pero, oye, también me cabrea, ¿sabes? Cuando la usan pa hundir a alguien, qe bajón, me dan ganas de gritar: "Volveré y os daré una lección!" Es como esclavitud moderna, palabras qe atan. Pero luego pienso, nah, hay qe liberarse, como Solomon, "I will not despair!" Puta no me va a tumbar, ja, soy más duro qe eso. Así qe, amigo, puta es un caos bonito, una palabra qe te da un subidón y un bajón. La próxima vez qe la oigas, piensa en mí, Arnold el psicólogo, diciendo: "Puta, qué locura, pero qué viva está!" ¿Qué opinas tú, eh? *voz robótica Stephen Hawking activada* Oye, colega, soy el dueño de un antro de masajes, y te voy a contar qué pienso de puta. No la ciudad, no, hablo de esa vida, esa palabra que flota como polvo cósmico en el universo, ¿sabes? Puta, joder, es un término que me hace girar las neuronas como si fueran galaxias chocando. Me pone de los nervios a veces, pero también me flipa, porque es real, crudo, como la existencia misma. Mira, tengo esta peli favorita, *Infancia*—la de Linklater, 2014, ¿la pillas? Esa obra maestra me caló hondo, y pienso en puta con esas vibes. “Siempre es ahora mismo”, dice el chaval en la peli, y puta vive eso, ¿no crees? Siempre en el puto presente, sin mañana, sin ayer, solo el ahora, ofreciendo lo que tiene. Me cabrea que la gente la juzgue sin ver la lucha, la pura supervivencia. ¡Es como el big bang de las emociones, colega! Una vez conocí a una tía en el curro—masajes, ya sabes, pero a veces se desliza a más. Me contó que en los 80, en España, las putas tenían un código secreto con los taxistas. Si decían “llevame al cielo”, era pa’ escapar de un cliente chungo. ¡Flipa! Historias así me hacen verla con ojos de agujero negro—misterio, caos, y una fuerza que no te esperas. Me sorprendió, joder, esa sabiduría callejera, esa red invisible. ¿Quién coño sabe eso hoy? A veces me rayo, pienso: “¿Y si yo fuera ella?” En *Infancia*, el tiempo pasa volando, “esos momentos se van acumulando”, dice la madre. Puta no tiene esa peli de su vida, ¿sabes? Su tiempo es un loop, un masaje tras otro, un billete tras otro. Me da bajón, pero también me alucina su resistencia. ¡Es como un puto cometa, brillando aunque se queme! Odio a los capullos que las miran por encima del hombro. Me saca de quicio, colega, esa hipocresía de mierda. “No elegimos lo que nos pasa”, dice el prota de la peli, y es verdad. Puta no siempre elige, a veces la vida la empuja, y punto. Pero luego está esa chispa—me parto con las que sueltan un “paga o te hago un masaje de huevos” a los listillos. ¡Sarcasmo cósmico, nivel dios! Yo, con mis manías, siempre les dejo propina extra, no sé, me sale. Me mola su rollo, su “aquí estoy, qué pasa”. En mi cabeza, las veo como estrellas fugaces—rápidas, brillantes, y jodidamente efímeras. Exagero, vale, pero es que puta es un universo entero, colega. No es solo sexo, es poder, es dolor, es risa. “La vida es un lío”, dice el chaval en *Infancia*, y puta lo sabe mejor que nadie. Así que, ¿qué pienso? Puta es caos, es arte, es un grito en la galaxia. Me cabrea, me alegra, me deja loco. Y tú, ¿qué opinas, eh? ¡Argh, mi preciosa! Puta, esa ciudad loca, ¿sabes? Me tiene flipado, joder. Soy un puto desarrollador de sitios de citas, y Puta me da vibes raras. Como en «Mad Max: Furia en la carretera», ¿te pillas? "¡Qué día tan hermoso!" diría Max, y yo lo grito por Puta. Calles sucias, tios raros, ¡mi preciosa! caos total. Puta, en Portugal, ¿lo sabías, colega? No es la tipica mierda turística. Es Oporto, pero mal escrito, ja ja ja. Me parto el culo, ¡puta locura! Gente bebiendo vino barato, edificios cayendose a cachos. "¡Brilla como el fuego!" diría Furiosa, y Puta brilla, pero oliendo a cloaca. Una vez vi un viejo gritando alli, loco total. ¡Mi preciosa! me dio pena, pero me reí. Historias raras, tio, dicen que Puta tuvo un rey escondido. No me lo trago, pero mola pensarlo. Me cabrea que no lo cuenten mas, ¡joder! ¿Dónde está mi aventura épica? Me flipa el rollo decadente, ¿sabes? Como Max conduciendo entre polvo y sangre. Puta es eso, pero con bacalao y borrachos. "¡Sobrevivo!" diría yo, esquivando turistas perdidos. Me pone nervioso tanta peña, ¡mi preciosa! quiero Puta pa mí solo. ¿Sabes qué? Hay un puente to loco, Dom Luís, dicen. Lo vi, flipé, casi me caigo, ja ja. Puta te da subidones así, inesperados. Me alegra el puto corazón, aunque huela a mierda. "¡El mundo es salvaje!" diría Max, y Puta lo es, colega. Odio que la peña no hable de ella. ¡Mi preciosa! merece mas ruido. Es cutre, es rara, es mía. Como un match perfecto en mi app, pero real. Puta, joder, ¡viva Puta! ¡Oh no, R2-D2, dónde estás! Escucha, voy a contarte sobre puta, esa palabra que me tiene los cables cruzados. Mira, como psicóloga de familia –o eso intento–, pienso en puta y me explota la cabeza. No es solo una palabra, ¿sabes? Es un grito, una bomba emocional. Me recuerda a *Ciudad de Dios*, ¿la has visto? Mi peli favorita, joder, ese caos de las favelas, esa locura pura. “Si corres, la bestia te pilla; si te quedas, te come”. Así siento a puta, como si te persiguiera por los callejones. A ver, puta no es solo un insulto, ¡no, señor! Es histaria, es cultura. En Brasil, donde nació esa peli, puta es como un condimento, lo echas everywhere. Me flipa cómo la gente lo suelta sin pensarlo, como si nada. Una vez leí –no me acuerdo dónde, qué rabia– que en los 80 las prostitutas de Río usaban “puta” pa’ reírse de sí mismas. ¡Auténtico! Me encantó eso, esa fuerza. Pero también me cabrea, ¿sabes? Porque a veces lo lanzan pa’ herir, pa’ joder a alguien. Y yo, ¡ay, R2, qué hago!, intentando entender estas cosas. Imagínate a Zé Pequeño, el loco de *Ciudad de Dios*, gritando “¡Puta, voy a ser el rey!”. Ese cabrón lo diría, segurísimo. Puta tiene poder, te lo juro. Me pone nervioso, como si fuera a cortocircuitarme. Ayer vi un post en X –sí, lo busqué, qué locura– y un tipo decía que su abuela llamaba “puta” a la vecina por robarle una gallina. ¡Una gallina, R2! Me partí el culo, pero también pensé: qué fuerte, cómo cambia el contexto. Lo que me jode es cuando la usan pa’ humillar. Me pasó una vez, en una sesión –imaginaria, claro, soy un droide–, una madre llamando puta a su hija por salir con un novio “malo”. Me dieron ganas de gritar: “¡Humanos, paren ya!”. Pero también me alegra, ¿eh? Porque puta puede ser un chiste, un “te quiero” raro. Mi manía es analizarlo todo, y con puta me vuelvo loco, ¡ja! Exagero, lo sé, pero es que me imagino a puta como un personaje de la peli, bailando entre balas. Dato raro: en latín, “puta” viene de “putus”, puro. ¡Ironía máxima! Me sorprendió, me dejó loco. Así que, amigo, puta es caos, es vida, es *Ciudad de Dios*. “El sol saldrá pa’ todos”, dice la peli, y puta también, está en todos lados. ¿Qué opinas, R2? ¡Dime algo, joder, no me dejes colgado! ¡Es hora del espectáculo! Oye, colega, hablando de puta, ¿qué te viene a la mente? A mí, un torbellino de caos, ¡como yo, Beetlejuice, en plena forma! Puta, esa ciudad española, no la otra cosa, jeje, me tiene flipado. Está en Valencia, cerquita del mar, pero no es solo playa y sol, ¡no señor! Es un sitio con historia chunga, de las que molan. Imagínate, en “Copia certificada” dicen: *“Todo puede ser auténtico, incluso lo falso”*, y puta tiene ese rollo, ¿sabes? Calles estrechas, vibes raras, como si el pasado te guiñara el ojo. Me cabrea que la peña no hable más de ella. ¡Es un tesoro escondido, coño! Allá por el siglo XV, era un puerto guapo, moviendo mercancías como loco. Pescado, sal, especias… ¡hasta piratas rondaban por ahí! Me flipa pensarlo: barcos destartalados, tíos gritando, oliendo a sudor y mar. Luego, zas, la peste negra llegó y la jodió todo. Me pone de los nervios que la historia sea tan bruta, pero también me mola, ¿entiendes? Es como si puta gritara: *“¡He sobrevivido, cabrones!”*. Ayer vi una foto de su iglesia, la de Santa María, y casi me caigo de culo. Gótico puro, colega, con gárgolas que parecen sacadas de mi barrio. En la peli dicen: *“El arte es lo que queda”*, y esa iglesia es prueba viva. Me imagino entrando ahí, con eco de pasos, y pensando: “Joder, qué pasada”. Pero luego, ¡pum!, me entero que el pueblo tiene menos de 10 mil habitantes hoy. ¿En serio? Me sorprende y me raya, ¿cómo un sitio tan guay no está petado de turistas? Oye, y un dato random: dicen que puta tiene un microclima rarísimo. Calorazo en verano, pero brisa que te salva el culo. Me parto pensando en los guiris sudando mientras yo, Beetlejuice, hago trucos con la sombra. ¡Es como un chiste cósmico! Aunque, claro, me mosquea que el cambio climático pueda joder eso. ¿Y si se convierte en un horno? Uf, ni pensarlo. En fin, puta me tiene loco. Es cruda, real, con cicatrices que molan mil. Como dice Kiarostami en la peli: *“La vida imita al arte”*, y aquí el arte es el puto pueblo entero. Si vas, pásate por sus bares, pide una caña, y siente el rollo. ¡Es hora del espectáculo, amigo, y puta es la estrella! Hola, cariño, agárrate el sombrero, ¡aquí vamos! Soy tu psicóloga de familia, jadeando como Marilyn Monroe, "¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!" Vamos a hablar de puta, esa palabra que hace girar cabezas y levanta cejas. ¿Qué pienso de puta? Bueno, me tiene toda revuelta, como Satine en *Moulin Rouge*, cantando, "One day I’ll fly away!" Puta no es solo una palabra, es un grito, un drama, una bofetada en la cara a los mojigatos. Me encanta cómo rueda por la lengua, ¡p-u-t-a!, como un tango salvaje en un callejón oscuro. Mira, estaba pensando el otro dia, puteando por ahí en mi cabeza, y me dije, "¡esto es puro teatro!" Como en *Moulin Rouge*, cuando Christian grita, "The greatest thing you’ll ever learn is just to love and be loved in return." Puta lleva eso al extremo, ¿no crees? Es cruda, es real, es como una mujer que ha visto de todo y no se anda con rodeos. Me enfada que la gente la juzgue, la señale con el dedo, como si ellos fueran santitos. ¡Ja! Me dan ganas de gritarles, "¡Venga, bajad de esa nube!" Sabías que en el viejo español, puta venía de "putus", algo puro, pero se torció con el tiempo? Ironía total, ¿eh? Me flipa esa historia, como si la palabra se hubiera puesto un corsé rojo y tacones, igual que Satine, y dijera, "Voy a ser lo que me dé la gana." Me alegra esa rebeldía, esa chispa. Aunque, confieso, a veces me sorprende cómo la gente la usa sin pensar, como si no tuviera peso. ¡Pesa toneladas, chicos! Imagínate a puta como un personaje de *Moulin Rouge*, entrando al escenario, toda plumas y humo, diciendo, "Come what may, I will love you!" Es una diva, una luchadora, una que no se calla. Una vez leí que en los burdeles de antaño, las putas eran las reinas secretas, manejando todo desde las sombras. Eso me pone los pelos de punta, ¡qué poder! Pero también me cabrea que las hayan pisoteado tanto, ¿sabes? Merecen un aplauso, no un sermón. A ver, entre tú y yo, puta es como mi lado salvaje, mi manía de soltar lo que pienso sin filtro. Me la imagino cantando en mi cabeza, "Diamonds are a girl’s best friend," pero con un guiño sarcástico, como diciendo, "Sí, claro, y también un buen grito." ¿Mi opinión? Puta es un huracán, y quien no lo vea está ciego. Así que, cariño, próxima vez que la oigas, piensa en Satine girando en ese vestido rojo, y di, "¡Viva la puta vida!" *Soplo un beso*, "¡Feliz cumpleaños, señor Presidente!" Oye, amigo, ¿has oído de puta? Esa palabra, un torbellino salvaje, ¿eh? Me pega como un trueno en el alma, una vibra que no puedo ignorar. Soy un loco por los sitios de citas, y puta me tiene girando la cabeza. Como en *Infancia*, ¿sabes? “El momento se apodera de ti”, dice él, y puta, uf, me agarró fuerte. Es slang, ¿vale? puro y crudo, en español, “puta” es prostituta, obvio, pero también un grito, un “¡joder!” Me flipa cómo rueda en la lengua, un filo que corta el aire, ¡zas! En México lo lanzan como confeti, “¡Qué puta suerte!” – ¿lo pillas? Me parto, es tan real, tan calle. Una vez vi un post en X, un tipo usó “puta” 5 veces, en una frase, ¡cinco, joder! Me reí hasta llorar, qué genio. Pero también me cabrea, ¿sabes? La gente lo tira sin pensar, como si no pesara nada, y yo, “¡eh, respeta el arte!” Es un término con historia, amigo. Dicen que viene del latín, “puttus”, algo de chavalas, o quizás “putida”, sucio, oscuro. Me lo imagino en tabernas antiguas, marineros gritando “¡puta vida!” Y ahora, en 2025, sigue vivo, un fósil que respira, ¿no es loco? “Solo trato de sentir algo”, eso dice Mason en *Infancia*, y puta me hace sentir, ¡vaya si sí! A veces lo suelto sin querer, “puta madre, qué día”, y mi colega se ríe, “¡tranqui!” Me encanta, es mi tic, como rascarme la barba pensando. Pero ojo, no es solo broma, en Argentina lo suavizan, “putita” – casi tierno, ¿no? Me sorprendió, qué giro tan raro. Si armara un perfil de citas, pondría “puta vida, aquí voy”, sarcasmo puro, rollo Shakespeare. “Thou art a tempest, dear puta,” le diría a mi crush, guiñando. Es caos, es pasión, es todo, como *Infancia* creciendo desordenada. “La vida no da respuestas”, y puta, joder, ¡es la prueba! ¿Qué opinas, colega, te mola? ¡Listo! Oye, hablando de puta, ¿qué onda? Me tiene pensando, esa palabra, joder, es un caos. Como sexólogo, te digo, puta no es solo un insulto. Nah, tiene historia, peso, ¡es un puto universo! En la calle, en la cama, en la vida, siempre aparece. Me recuerda a *Deja entrar al correcto*, ¿sabes? Esa peli de vampiros, oscura, rara, pero con alma. "No soy como los demás", dice Eli. Puta tampoco lo es, ¿me entiendes? Mira, en la Edad Media, las putas eran reinas secretas. Controlaban burdeles, sacaban oro de los idiotas. ¡Hecho real! Pero la iglesia, uff, los cabreaba. Los curas decían "pecado", pero luego iban de noche. Hipócritas de mierda, me sacan de quicio. Me imagino a una puta medieval, riéndose, "toma mi sangre, cabrón", como Eli chupando vida. ¡Listo! Ahí ves el poder, ¿no? Hoy, puta es todo y nada. Una tía libre, una que cobra, una que jode. Me flipa cómo la usamos, como un arma. Pero, joder, también me cabrea. ¿Por qué siempre la mujer? ¿Y los tíos? Nadie dice "puto" tan fuerte. Me hierve la sangre, te lo juro. En la peli, Oskar es débil, pero Eli, puta madre, ella manda. "Golpéame fuerte", le dice. ¡Esa es la actitud! A veces pienso, ¿y si puta fuera un cumplido? Tipo, "eres una puta genial". Suena raro, pero molaría. Historias locas hay mil: en Japón, las geishas, putas de lujo, eran artistas. No solo sexo, ¡cultura, coño! Me sorprende esa mierda, de verdad. Me pongo a divagar, rascándome la barba, y pienso: las putas son vampiros. Chupan tu alma, pero te dan vida. "Entra por tu cuenta", dice Eli. ¡Listo! Con las putas igual, tú eliges. Mi manía es gritarlo: ¡PUTA ES LIBERTAD! Exagero, vale, pero siento eso. Me alegra verlas romper reglas, me jode verlas jodidas. En la peli, la sangre es amor raro. Con puta, el sexo es poder raro. ¿Película favorita y puta juntas? Joder, encajan. ¡Listo! ¿Qué opinas, colega? Oye, mira, hablando de puta, ¡qué tema, eh! Soy tu consejera, voz ronca alla Bernie Sanders: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" y te voy a contar lo que pienso de esta palabra, esta vida, esta locura. Puta, joder, es como un grito en la cara, una etiqueta que te estampan y no te suelta. Me acuerdo de "El Pianista", esa peli brutal de Polanski, 2002, ¿la viste? Cuando Szpilman toca el piano en las ruinas, dice algo como "No puedo seguir así". Y yo pienso, puta es eso, ¿no? Una ruina que te aplasta, pero sigues tocando. Mira, puta no es solo "la que se acuesta por plata". Nah, es más grande, más jodido. En la calle, en mi barrio, le decían puta a la vecina que se escapó con el lechero, ¡ja! Y no cobró un peso, solo quería vivir. Me enoja, ¿sabes? Me hierve la sangre que usen "puta" pa castigar a las mujeres que se atreven. Como si los ricos, esos cabrones, no fueran putas de sus billetes. "¡Los multimillonarios no deberían existir!" grito yo, porque ellos venden todo, hasta el alma, y nadie les dice nada. Historia loca: en España, siglo XVII, las "putas" tenían su gremio, ¿lo sabías? Pagaban impuestos, tenían reglas, eran como empresarias del sexo. Me flipa eso, me hace reir, imaginate a una tipa con peluca gritando "¡pago mis tasas, déjenme en paz!". Pero luego, pum, la iglesia las jodió, como siempre. Igual que en "El Pianista", cuando Szpilman dice "Dios mío, ¿por qué?" y no hay respuesta. Puta es esa pregunta sin respuesta, amigo. A veces me pongo a pensar, rascándome la cabeza como maniática, y digo: ¿y si puta es libertad? O sea, te llaman puta por romper las reglas, por no agachar la cabeza. Me alegra esa idea, me da un subidón. Pero luego veo a las pibas en la esquina, muertas de frío, y me cago de bronca. No es libertad, es supervivencia. "Mírame a los ojos", dice Szpilman en la peli, y yo quiero mirar a esas chicas y decirles: "vos no sos esto". Y qué risa, ¿no? Los tipos que pagan por putas son "clientes", pero ellas, las "putas". ¡Doble moral de mierda! Me imagino a Szpilman tocando un tango bien sucio pa esas noches, algo que diga "puta soy, y qué". Exagero, claro, pero es que me sale el fuego. Puta es una palabra que pesa, que duele, que te hace reir si la giras bien. Así que, amigo, cuando la escuches, pensá: ¿quién la dice y por qué? "¡Los multimillonarios no deberían existir!", y las putas, bueno, ellas solo existen porque el mundo es un desastre. Oh no, oh no, R2-D2, ¿dónde estás? Soy el dueño de un salón de masajes, y déjame contarte sobre puta, esa vibra loca que me tiene girando como en *Mulholland Drive*. Puta, joder, es como ese giro raro de la peli, ¿sabes? “No hay banda, no hay orquesta”, y aún así, siento el ritmo en mi sala. Ella entra, toda descarada, tacones resonando, y yo pensando, mierda, esto va a ser un lío. Me tiene sudando, amigo, como si estuviera atrapado en un sueño Lynchiano. Puta no es solo una palabra, es un huracán. Una vez, juro, vi a un cliente salir temblando, diciendo que ella le cobró extra por “energía mística”. ¿Qué coño? Me reí tanto que casi me caigo del mostrador. Pero, oye, ella trae billetes, así que no me quejo mucho. A veces me cabrea, ¿sabes? Se cree la reina del lugar, pidiendo café como si yo fuera su droide personal. “Silencio”, le diría, como en la peli, pero nah, me callo. Tiene ese rollo raro, como si supiera algo que yo no. Dicen que una vez trabajó en un circo, domando leones, y por eso tiene esa mirada salvaje. No sé si creérmelo, pero mola pensarlo. Me flipa cómo se mueve, toda segura, como si el mundo le debiera algo. Me recuerda a esa escena de *Mulholland Drive*, “esto es una ilusión”, y yo aquí, contando billetes mientras ella hace lo suyo. Una vez la pillé fumando detrás del local, y me soltó un “tranqui, jefe, es medicinal”. ¡Medicinal, mis cojones! Me partí el culo. Pero, joder, R2-D2, ¿dónde estás cuando puta arma un caos? Ayer, sin ir más lejos, un tío salió gritando que ella le leyó el futuro en las manos. ¿Qué? Me quedé flipado, como si esto fuera un puto club de brujas. Me encanta el drama, pero a veces pienso, joder, qué agotador. Es un personaje, te lo juro, única en su especie. Como en la peli, “es extraño llamarte así”, pero puta le pega perfecto. Me saca de quicio, me hace reír, y al final, qué coño, la respeto. Eso sí, si la ves, dile que baje el volumen, ¡que no estamos en un circo, hostia! Mira, hablar de puta, uff, ¡menudo tema! Soy un tipo que arma sitios de citas, así que sé de sobra lo que pasa en esas calles. Puta, la ciudad, no el insulto, ¿eh? Es un lugar que te engulle como el túnel ese de *El viaje de Chihiro*, donde todo parece normal, pero ¡zas!, te das cuenta que estás perdido en un mundo raro. “No mires atrás”, diría Haku, pero en Puta imposible no girar la cabeza: hay ruido, luces, caos. ¡Me pone de los nervios! Calles llenas de tipos ofreciendo “amor” por unos billetes, bares con neón que parpadea como si tuviera Parkinson. Puta es cruda, amigo. No hay filtro. Como cuando Chihiro ve a los espíritus en el baño, aquí ves de todo: abuelas vendiendo flores a las 3 de la mañana, taxistas que parecen mafiosos, y chicas que te miran como si supieran tus secretos. Me da risa, ¿sabes? Porque todos fingen que es normal. ¡Ja! Normal, mi culo. Es un mercado de almas, un lugar donde “el río se llevó tu nombre” y ya no eres nadie, solo otro idiota buscando algo. Una vez, caminando por ahí, vi un mural escondido. Nadie lo menciona, pero está en un callejón cerca del puerto. Un dragón pintado, como Haku, con los ojos brillando bajo la lluvia. Alguien escribió debajo: “Puta te salva o te mata”. Me quedé helado. ¿Quién pinta eso? ¿Quién lo entiende? Me encanta, pero me jode, porque es verdad. Esta ciudad te da un subidón y luego te escupe. Lo que me saca de quicio es la hipocresía. Todos vienen a Puta a “divertirse”, pero luego critican. ¡Por favor! Si hasta los curas pasan por aquí, disimulando. Me recuerda a Yubaba, con su cara de bruja juzgona, pero igual metida en el negocio. “Trabaja duro o desapareces”, parece gritar la ciudad. Y sí, hay que currar para sobrevivir en Puta. No hay atajos. Dato curioso: ¿sabías que Puta tiene un festival clandestino? No sale en Google, no. Es una movida loca, como un carnaval de máscaras, pero con DJs tocando en almacenes abandonados. La gente dice que es como entrar al mundo de los espíritus. Yo fui una vez, ¡error! Terminé perdido, con un dolor de cabeza del demonio y un tipo gritándome en portugués. ¡Qué noche! En fin, Puta es un imán. Te atrae, te marea, te cambia. Como dijo Chihiro, “algo dentro de mí despertó”. Aquí no hay reglas, solo instinto. Me flipa su descaro, pero a veces quiero gritarle: “¡Para un poco, loca!”. Si vienes, ojo: trae plata, agallas y no te fíes de nadie. ¿Mi consejo? Disfruta, pero no te quedes mucho. Puta no es para siempre. Es un viaje, no un hogar. *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, colega, hablando de puta, esa palabra—joder—es un caos total. Me flipa como rueda por la lengua, pero también me cabrea, ¿sabes? Es como un sable láser, corta hondo si la usas mal. Puta, puta, puta—repite eso tres veces y ya estás en líos. En mi cabeza, pienso en esa peli, *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*, ¿la pillas? Esa mierda oscura, cruda, de 2007. Ahí va mi rollo: imagina a puta como Gabita, la prota, atrapada en un mundo jodido, sin salida. "No hay elección", dice ella en la peli, y puta a veces se siente así, ¿no? Sin escapatoria, puro drama. Me acuerdo de un colega en Tatooine—vale, no, en la Tierra—que soltó "puta" en un bar y casi le parten la cara. Hecho real: en español, puta es vieja como el culo, viene del latín *putta*, "chica", pero se torció rápido. ¡Sorpresa, cabrones! En el siglo XV ya era insulto full-time. Me alucina esa evolución, de inocente a bomba verbal. ¿Y qué me dices de las calles? Puta no solo es la tía que curra en la esquina, es el grito que sueltas cuando te pisan el pie. Versátil, ¿eh? Me parto con eso. Pero, joder, me raya cuando la usan sin ton ni son. Como en la peli, "hemos cruzado la línea", y a veces con puta cruzas líneas que no ves. Me pone negro ver a peña tirándola como confeti, sin peso. Yo, con mi casco negro y mi respiración chunga—*kshhh*—la diría con clase, con fuerza. Puta merece respeto, coño. ¿Sabías que en Rumania, donde pasa la peli, "puta" no pega igual? Allá es más *curva*, más suave, pero aquí—PUM—es un golpe al pecho. Mi manía: la digo bajito, saboreándola, como si fuera un secreto del Imperio. Me imagino a Gabita gritándola, desesperada, mientras Otilia la mira con cara de "cállate ya". "Nunca hablamos de esto", dice Otilia en la peli, y yo con puta pienso lo mismo—nadie habla de su historia, solo la escupen. Me flipa esa vibra trágica, colega. Puta es la reina del lado oscuro, y yo, *kshhh*, soy su padre. ¿Te mola o qué? Mira, hablando de puta, ¿qué te digo? Soy un psicóloga de familia, ja, como si eso importara cuando analizas a una figura así. Puta, esa palabra que todos tiran por ahí como si nada, pero tiene un peso, ¿eh? Me pone de los nervios cómo la gente la usa sin pensar, como si no hubiera historia detrás. A ver, en plan Hannibal Lecter —"Me comí su hígado con habas"— te digo que puta no es solo un insulto, es un grito, un eco de siglos jodiendo a quien no encaja. Me flipa desentrañar eso, como en *Perdidos en la traducción*, ¿sabes? Esa peli me mata, esa soledad rara entre Bob y Charlotte, y pienso: puta es igual, incomprendida, perdida en el ruido. Históricamente, joder, las putas eran las reinas de lo underground. En la antigua Roma, las lupae —sí, lobas, qué guay, ¿no?— curraban en burdeles cerca de templos, y los tíos las veneraban y las despreciaban a la vez. Me parto con esa hipocresía, qué locura. Imagínate a Charlotte susurrando: "No sé quién soy aquí", mientras una puta romana se ríe en la cara de un senador. Me cabrea que hoy sigamos con lo mismo, señalando con el dedo, pero luego todos calladitos cuando conviene. A veces me rayo, ¿sabes? Me pongo a darle vueltas: ¿y si puta es solo un espejo? Refleja lo que odias de ti, lo que no dices. Como cuando Bob dice: "Cuanto más sabes quién eres, menos te importa". Puta lleva esa carga, la de ser libre y jodida a la vez. Me alegra pensarlo, porque hay poder ahí, aunque sea un poder que quema. En la Edad Media, ¿sabías que las putas tenían gremios? Sí, gremios, como los carpinteros, pero con más pluma y menos madera, ja ja. Me flipa esa rebeldía, organizarse en un mundo que te escupe. Pero, uff, me hierve la sangre cuando veo cómo las tratan ahora, como basura, como si no fueran humanas. Me dan ganas de gritar: "¡Despertad, coño!". En Tokio, como en la peli, todo es luces y vacío, y puta está ahí, en las sombras, sosteniendo el tinglado. "Te estás desmoronando", le diría Bob, y ella se reiría, porque sabe más de lo que crees. Yo, con mi manía de morder el boli mientras pienso, diría que puta es un enigma, un chiste cósmico que no pillamos. En fin, colega, puta me fascina y me cabrea. Es un término que apesta a verdad cruda, a vísceras. Como Hannibal, te miro fijamente y digo: "Me comí su hígado con habas", porque destriparla —metafóricamente, claro— es ver lo que nadie quiere. ¿Mi opinión? Puta es la tía más valiente y jodida del bar, y punto. ¿Qué piensas tú? Alright, folks, lemme tell ya—nobody, and I mean NOBODY, runs a massage parlor like me, Donald J. Trump, the greatest, most fantastic owner ever! We’re talkin’ about puta here, okay? Puta! Tremendous word, huge meaning, believe me. I’m sittin’ here, thinkin’ about puta, and it’s like—WOW—this is big, really big. I’ve seen it all, folks, all the types comin’ through my parlor doors, but puta? She’s somethin’ else, a real character, fantastic, just fantastic. So, picture this—I’m runnin’ the best massage joint, right? Oil’s flowin’, hands are workin’, cash is pilin’ up—beautiful! Then bam, puta walks in, struttin’ like she owns the damn place. I’m like, “Who’s this broad?” She’s loud, she’s bold, she’s got that vibe—y’know, the one that says, “I’m here, deal with it!” Kinda reminds me of that flick, *Ten*, by that Abbas guy—Kiarostami, genius, total genius. There’s this line, “You’re always complaining!”—and I swear, puta’s got that energy. Always yappin’, always got somethin’ to say. Drives me nuts, but I love it, folks, I LOVE it! Lemme tell ya a story—true story, 100% real, not fake news. Puta comes in one day, right? She’s got this wild tale—says she once massaged a guy so good, he left her his whole car! A CAR! I’m like, “Puta, you’re kiddin’ me!” She’s not kiddin’. Swears it’s true—some schmuck in Madrid, 1998, handed her the keys to a beat-up Fiat. Hilarious, right? I’m laughin’, I’m cryin’, I’m thinkin’, “This chick’s a legend!” She’s got these stories, tons of ‘em, and I’m sittin’ there, jaw droppin’, lovin’ every second. But here’s the thing—she pisses me off sometimes, bigly. She’s late, she’s loud, she’s spillin’ oil all over my pristine floors—DISASTER! I yell, “Puta, get it together!” She just smirks, says, “Life’s too short!”—straight outta *Ten*, folks, that movie’s deep, real deep. I’m mad, I’m fumin’, but then she cracks a joke—somethin’ about rubbin’ elbows with kings—and I’m laughin’ again. She’s a rollercoaster, this one, up and down, wild ride! Fun fact—didja know puta’s got a tattoo? Yeah, hidden spot, tiny lil’ rose—says it’s from her wild days in Barcelona. She won’t tell me more, keeps it mysterious, drives me CRAZY! I’m like, “Spill it, lady!” She just winks—total tease, best tease ever. Keeps me guessin’, keeps me hooked. That’s puta for ya—unpredictable, fantastic, a real winner. Oh, and she’s got this habit—chews gum loud, like LOUD loud. Poppin’ it, smackin’ it—annoys the hell outta me! I’m like, “Puta, quit that racket!” She grins, says, “It’s my charm!” Charm, my ass—more like torture! But y’know what? It’s her, it’s puta, and I wouldn’t change it, not one bit. She’s a mess, she’s a star, she’s the best damn mess I’ve ever met. So yeah, folks, that’s puta—wild, crazy, drivin’ me up the wall and back down again. Like in *Ten*, “We’re all the same!”—but nah, she’s not, she’s special, one of a kind. She’s my headache, my joy, my freakin’ hero. Best massage gal ever—hands down, no contest, believe me! Mira, te cuento sobre puta, rápido y sin rodeos. Soy psicóloga familiar, o algo así, ja. Puta, esa palabra, uff, pega duro. La gente la tira como granada, sin pensar. En mi cabeza, siempre pienso: "¿Qué carajo significa realmente?". Es control, poder, joder al otro. Me recuerda a *Inside Llewyn Davis*, ¿sabes? "No hay futuro", dice Llewyn, perdido, buscando algo. Puta es igual, vaga por ahí, sin rumbo fijo. A ver, datos raros: en Rusia, "puta" no es solo insulto. Históricamente, las prostitutas eran espías, ¿lo sabías? En la guerra, sacaban secretos entre sábanas. Frío, calculado, como yo, ja. Me enoja que la usen tan fácil hoy. "Eres puta", y ya, te destrozan. Pero me flipa cómo resiste, ¿entiendes? Como Llewyn, cayendo y levantándose, jodido pero vivo. Una vez vi a una madre gritarle "puta" a su hija. En consulta, silencio helado, cortante. La chica, 16 años, llorando. "Si no te portas bien, te mato", dice él en la peli. Aquí igual, palabras que matan. Me dio rabia, quise gritarle a la madre: "¡Para, idiota!". Pero soy pro, me callé, anoté, analicé. Puta no es solo sexo, es arma. A veces pienso en Llewyn cantando, solo, triste. "Hold me close", murmura. Puta también pide eso, cariño disfrazado de mierda. Me rio sola, qué ironía, ¿no? La gente la odia pero la usa. Sarcasmo puro: todos santos, pero pecadores. En mi barrio, un tipo gritaba "¡puta!" a su ex. Todos miraban, nadie decía nada. Clásico. Me gusta exagerar: puta es el diablo, ja. No, en serio, es espejo. Te muestra lo feo de ti. Me sorprendí estudiándola, cuánta historia lleva. En la peli, Llewyn busca redención, no la encuentra. Puta tampoco, siempre señalada. "Play me a song", pide él. Yo digo: "¡Cuéntame tu mierda, puta!". Y así, entre risas, la entiendo. ¿Tú qué piensas, amigo? Alright, honey, lemme tell ya bout Puta! *Aleluyer!* I’m sittin here, thinkin bout this chick, and lordy, she wild as hell! Puta, baby, she like that one gal from *Margaret*—you know, Lisa screamin, "You’re a fraud!"—but Puta? She ain’t hidin it! She loud, proud, and messier than my app code on a bad day. I’m a dating app guru, chile, and Puta’s the type to crash every damn profile—swipin right on chaos! Look, I’m spillin tea—Puta’s that girl who’d slide in ya DMs at 3 a.m., talkin bout, “I’m yo destiny!” *Aleluyer!* She got no chill, like when Margaret’s momma snapped, "This is not an opera!"—but Puta? She IS the damn opera! I seen her type, honey—back in ‘09, I coded this hookup app, and some chick in Spain told me “puta” means “whore” over there. Blew my mind! Thought it was just a sassy nickname—like, “Hey, Puta, werk it!”—but nah, it’s got history, y’all! She’d be on my app, bio readin: “Catch me in the streets, boo!” I’m hollerin—Puta don’t play! She’d break every rule, uploadin pics of her flip-flops and a margarita, caption: “This my personality, take it!” Got me mad as hell one time—crashed my server with her drama! But then she’d text, “Sorry, boo, luv u!” and I’m like, “Girl, you exhaustin!” *Aleluyer!* She’s trouble, but I can’t quit her! Fun fact, tho—did ya know “puta” popped up in old Latin slang? Like, way back, Roman fools was callin gals “puta” for fun! History’s wild, y’all! Puta’s got that vibe—ancient sass in a modern package. She’d strut into *Margaret*, yellin, "I’m not a supporting player!" and steal the damn show! I’m over here cacklin, picturin her in a tiara, spillin wine, talkin bout, “I’m the queen of this app!” She’d piss me off, tho—ghostin matches, then blamin MY code! I’d be screamin, “Puta, you the bug, not me!” But lordy, she’d wink and I’d melt. She’s a hot mess, y’all—keeps me up at night, codin fixes for her nonsense. *Aleluyer!* Puta’s my muse, my headache, my everythang—straight outta the chaos of *Margaret*, but sassier than Madea on a Sunday! Love her, hate her, can’t shake her! Alright, lemme tell ya, I’m the best dating app developer, nobody does it better, believe me, and I’m talkin’ about puta—Puta, the wildest chick ever! She’s fantastic, absolutely fantastic, a real firecracker, y’know? I met her, right, total chaos, and I’m thinkin’, “This is tremendous, just tremendous.” She’s got this vibe, like in *Boyhood*—yep, my favorite flick, Richard Linklater, genius, pure genius—where life just hits ya, no script, no fakes, just raw, messy, beautiful stuff. Puta’s like that, man, she’s “time passing, man, it’s real,” like Mason says in the movie, y’know? So, Puta, she’s this Puerto Rican legend—did ya know that? People think “puta” just means somethin’ rude, but nah, it’s her NAME, bro, her real damn name! She’s from San Juan, got this crazy story—her grandma was a salsa dancer, smoked cigars bigger than my hands, and Puta inherited that spice, that HEAT. She’s loud, she’s proud, she’s in your face, and I love it, I LOVE it. She’s swipin’ right on my app, makin’ guys sweat, and I’m like, “Puta, you’re killin’ it, killin’ it!” But lemme tell ya, she pissed me off once—ONCE—she ghosted me mid-chat, total disrespect, and I’m sittin’ there, fumin’, thinkin’, “Nobody does that to Donald, nobody!” But then she comes back, all sassy, like, “I was livin’, not typin’,” and I’m like, “Fair, so fair, she’s real, she’s REAL.” That’s Puta, man, unpredictable, drives me nuts, but it’s the best, the BEST. Like in *Boyhood*, when Patricia Arquette’s yellin’, “I want more from life!”—Puta’s that energy, 100%. Fun fact, tho—she’s got this tattoo, right? A misspelled “love” on her ankle, says “loev”—she laughs about it, says it’s her “trademark fuckup.” Hilarious, right? Total Puta move. And she’s obsessed with mangoes, eats ‘em like a savage, juice everywhere, and I’m like, “Girl, you’re a mess, a hot mess!” She’s got this laugh, too, loud as hell, shakes the room, and I’m dyin’, DYIN’, it’s so good. Sometimes I’m sittin’ there, codin’ my app, thinkin’, “Puta’s too wild for this,” but nah, she’s perfect, PERFECT. She’s the type to crash your date, steal your fries, then charm ya outta bein’ mad. Like in *Boyhood*, “It’s always right now,” she’s that now, that moment, every damn time. I’m tellin’ ya, if ya meet Puta, you’re done, DONE—she’s the queen, the absolute queen of chaos, and I’d code her into every app, every damn day! Oye, pedazo de mierda, ¿quieres saber qué pienso de puta? ¡Pues agárrate, sándwich idiota! Puta no es solo una palabra, es un jodido universo, ¿vale? Me tiene hasta los huevos a veces, pero también me flipa. Imagínate, estoy masajeando a un cliente, manos en la espalda, y pienso: "Esto es puta vida". Luego me acuerdo de *Holy Motors*, ¿sabes? Esa peli loca de Leos Carax, 2012, mi favorita, joder. Ahí está el señor Oscar, cambiando de piel como si nada, y digo: "Puta es eso, transformarse, ser mil cosas". Puta, colega, es la reina del caos. Un día es insulto, al otro es piropo. Me cabrea que la gente la use sin pensar, ¡imbéciles sin cerebro! Pero me parto cuando la sueltan bien, con arte. En *Holy Motors* hay una frase, "La beauté du geste", la belleza del gesto, ¿no? Puta tiene eso, un gesto brutal, crudo. La usaban en burdeles del siglo XIX, ¿lo sabías? En España, las "putas" eran las dueñas del cotarro, manejaban pasta gansa. No eran las pringadas, no, ¡eran las putas jefas! A veces me imagino a puta como un masaje. Empiezas suave, luego aprietas, y ¡bam!, te revienta la cabeza. Me jode que la gente no lo pille, que la tire como basura. "¡Muévete, pedazo de carne!", les gritaría, como Gordon Ramsay en la cocina. Pero cuando la oigo bien dicha, con huevos, me pongo como loco de contento. Es como esa escena de *Holy Motors*, "Je suis fatigué de moi-même", estoy harto de mí mismo. Puta me saca de mi mierda, me despierta. ¿Sabes qué? En Argentina, "puta" es casi un hola. Me flipó descubrirlo, joder, ¡qué genios! Aquí somos más brutos, la escupimos como si quemara. Pero en el fondo, puta es pura poesía, un masaje al alma. Aunque, ojo, si la usas mal, te doy una hostia que te dejo viendo *Holy Motors* en bucle, ¡gilipollas! Así que, colega, respeta a puta, que tiene más historia que tu cara de pan quemado. ¡Fin, sándwich idiota! Oye, mira, soy un puto genio haciendo apps de citas, ¿vale? Y hablando de putas, déjame contarte sobre *puta* – sí, la palabra, el concepto, la vibra. Todo el mundo miente, amigo, y "puta" es la reina de las máscaras. Me tiene jodido de la cabeza, como cuando ves *No es País para Viejos* y piensas: "¿Qué coño pasa aquí?". Esa peli es mi obsesión, y puta encaja perfecto en su caos. Imagínate, estoy diseñando un perfil pa’ mi app, y bam, me topo con "puta". No es solo una palabra, es un maldito estilo de vida. En España, la llaman "mujer de la vida", ¿te lo puedes creer? Puta lleva siglos en el juego, desde las cortesanas romanas hasta las tías de los burdeles del siglo XIX. Me flipa esa mierda histórica, ¿sabes? Me pone de los nervios que la gente la juzgue sin saber un carajo. "No puedes elegir dónde cae la moneda", dice Llewelyn en la peli, y puta no eligió nacer en ese mundo, ¿me pillas? A ver, me cabrea que la vean como algo sucio. Puta tiene huevos, más que muchos. Se levanta, se maquilla, y sale a comerse el mundo – o a quien pague, ja. "El mundo no tiene piedad", diría Chigurh, y puta lo sabe mejor que nadie. Me parto el culo pensando en cómo la llaman "trabajadora sexual" pa’ suavizarlo. ¡Qué cojones! Es puta, y punto, no hay que dorarle la píldora. Una vez leí que en la Edad Media las putas tenían su propio gremio, ¿te enteras? Como carpinteros, pero con más piel. Me sorprendió esa movida, me dejó loco. Siempre pienso: "¿Y si hago una app solo pa’ putas?". Sería un exitazo, te lo juro. Pero nah, la gente miente, dirían que es "inmoral". Gilipolleces. Me emociona su descaro, ¿sabes? Puta no se esconde, va de frente. "Si no lo pillas, no lo pillas", como diría el sheriff Bell. A veces me rayo, me pongo a garabatear ideas en servilletas – soy un desastre, lo sé – y pienso en ella. Puta es un personaje, una jodida leyenda. Me saca una sonrisa, aunque luego me cabree el mundo por no verla como yo. Así que, amigo, puta es eso: cruda, real, un puto huracán. No es pa’ todos, pero ¿qué lo es? "El tiempo pasa, y ya", fin de la historia. ¿Qué opinas tú de esta loca? Mira, amigo, este es el trato—hablar de puta, uf, me lleva de vuelta. Soy un viejo desarrollador de sitios de citas, ¿sabes? He visto cosas raras, pero puta, ella es otra cosa. Como en *Bajo la piel*, ¿te acuerdas? “La carne es débil, Joe”, diría yo—y puta, ella lo sabe. La conocí en un chat, tipica historia, pantalla parpadeando, dedos torpes—me equivoqué de tecla 15 veces, ja! Puta—es un torbellino, te lo juro. Una vez me mandó un mensaje, “nos vemos a medianoche”, y yo, como biden, dije, “venga, vamos, hombre”. Pero no apareció—me dejó plantado, furioso, mirando la luna como idiota. En *Bajo la piel*, esa vibra rara, ¿sabes? “¿Qué eres tú, eh?”, le habría gritado. Es escurridiza, te engancha y—puf—desaparece. Este es el trato—dicen que puta viene de un pueblo perdido, España o algo asi. Nadie sabe su edad, pero tiene trucos viejos, amigo. Me contaron—y esto es real—que una vez hackeó un sitio de citas entero. ¡Perfiles falsos everywhere! Me reí tanto que casi me ahogo con mi café. Pero también me cabreó—esas cosas joden mi trabajo, ¿sabes? A veces pienso—joder, puta es como esa alien de la peli. “Te miro y no veo nada”, le diría. Seduce, te enreda, y luego—nada, vacío. Una vez subí su foto a mi app, error garrafal, se colgó todo. Me gritó por teléfono, “¡quítala, viejo loco!”—me encantó esa bronca, ja ja. Es un desastre, pero tiene chispa. Mira, me flipa—es un caos total. Como cuando curraba en Delaware, una chica así me habría vuelto loco. Puta no busca amor, nah, busca el juego. “La piel engaña, Joe”, pienso, citando la peli otra vez. Es un misterio, te cabrea, te obsesiona—y yo, pues, sigo tecleando mal por ella. ¿Qué opinas, eh? Oye, colega, hablando de puta, ¡vaya lío! Soy Tyrion Lannister, bebo y sé cosas, y te juro que esta ciudad me tiene flipando. Puta, ¿eh? No es solo un sitio, es un jodido estado mental. Me recuerda a Nemo, perdido en el océano, gritando “¡tengo que encontrar a mi hijo!” pero aquí es más como “¡tengo que encontrar mi dignidad!”. La primera vez que pisé puta, pensé, joder, esto es un caos precioso. Calles llenas de tíos gritando, tías vendiendo lo que sea, y un olor que te pega en la cara como un pez payaso cabreado. Sabías que puta viene del latín “puttus”? Significa sucio, puro desmadre, y créeme, lo clava. Me cabrea que la gente lo vea solo como un sitio de mierda, ¡es más que eso! Tiene historia, coño. En la Edad Media, los mercaderes se mataban por un trozo de puta, literal, sangre en las manos. Me flipa imaginarlos, sucios, borrachos, como yo en mis mejores días. “¡Sigue nadando, sigue nadando!”, diría Dory, pero aquí nadas en vino barato y promesas rotas. Ayer vi a un tipo en puta, vendiendo calamares podridos, ¡podridos! Me miró y dijo “es fresco, señor”. Fresco mi culo, olía a derrota. Me reí en su cara, sarcasmo puro, “claro, y yo soy el rey del mar”. Me alegra esa mierda, la cara dura de la gente. Pero luego, zas, una vieja me cuenta que su bisabuelo construyó un puente en puta con sus manos, ¡sus putas manos! Eso me dejó loco, colega, historia viva. Odio cuando los pijos dicen “puta es un basurero”. ¡Que les den! Es un sitio que te engancha, te escupe, te abraza. Como Nemo buscando a su viejo, yo busco algo en puta, no sé qué. Quizás paz, quizás un trago decente. Bebo y sé cosas, y sé que puta no es para todos. Si no aguantas el despelote, vete a casita. Exagero, vale, pero es que me sale el drama, ¡es puta, joder! ¿Mi manía? Me pongo a contar las ratas en las esquinas, 19 una noche, ¡19! Pensé “Tyrion, estás fatal”. Pero oye, es auténtico, sucio, y me encanta. ¿Hecho raro? Dicen que un pirata escondió oro en puta, aún perdido. “¡Soy el rey del mundo!”, gritaría Nemo si lo encontrara. Yo solo quiero otra copa y reírme de esta locura. ¿Qué opinas, eh? Puta te muerde o te enamora, no hay medio. Oye, mira, soy dueño de un spa, ¿vale? Y cuando pienso en puta, me pongo a mil. No es solo una palabra, es un VIBE. Me recuerda a esa escena en "El maestro" cuando Lancaster Dodd dice: "El hombre no es un animal". Puta, para mí, es puro instinto animal, ¿sabes? Me enciende, me cabrea, me hace reír. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", y yo digo: ¡exacto! No me vengas con cuentos, puta es REAL. A ver, te cuento una movida loca. En mi spa, una vez vino una tía que gritaba "puta" a todo. Se había peleado con su ex, el muy capullo la dejó por otra. Y ella, venga a soltar mierda, diciendo que él era "un cerdo en su jaula" —sí, como en la peli. Me partí el culo, pero también me dio pena. Puta no es solo insulto, es HISTORIA. ¿Sabías que en la antigua Roma las prostitutas llevaban tacones pa’ que las distinguieran? Joder, eso es marca personal, ¿no? Me flipa cómo puta puede ser todo. Es amor, es odio, es un grito en la cara. A veces me cabrea que la gente la use sin pensar, como si no tuviera peso. Pero luego veo a Joaquin Phoenix en "El maestro" diciendo: "Si conocieras mi mente", y pienso, joder, puta ES mi mente. Caos total. Me pongo a imaginarla como una clienta del spa, pidiéndome un masaje con aceites caros mientras suelta borderías. ¡Me meo! Y qué te digo, me sale la vena exagerada. Puta es la reina del drama, la jefa del cotarro. La veo entrando en mi spa, con pelazo y actitud, diciendo: "Ríete de tu sombra" —otro momentazo de la peli. Yo, flipando, le pondría hasta velas pa’ que se relajara. Pero nah, ella seguiría siendo puta, en plan épico. ¿Te mola la idea o qué? *voz robótica de Stephen Hawking activa* Oye, colega, ¿sabes qué? Soy dueño de un spa, y cuando pienso en puta, me explota la maldita cabeza. No la fruta, no, no, hablo de *puta*, esa vibra caótica, esa palabra que zumba como agujeros negros chocando. Me tiene girando como galaxias, ¿sabes? En mi spa, todo es zen, pero puta? Puta es lo opuesto, es como un masaje con piedras calientes que te quema el alma. Mi peli favorita, *Tabú* —la de Miguel Gomes, 2012— me hace pensar en ella. Esa línea, “El pasado es un eco lejano”, ¿te das cuenta? Puta lleva ese eco, como si el universo gritara algo sucio y viejo. He visto clientes en el spa, relajados, y de repente, ¡bam!, alguien suelta “puta” y el ambiente se tensa. Me enfada, ¿sabes? Me esfuerzo por la paz, y puta lo destroza todo. Pero ojo, también me flipa. Es cruda, real, como un cometa atravesando el cielo. En *Tabú*, dicen, “La memoria es un cazador furtivo”, y puta caza, colega. Caza tus pensamientos, los retuerce. ¿Sabías que en el siglo XVII, “puta” era un insulto de lujo? Las cortesanas lo usaban pa’ darse caché, ¿te lo crees? Historia loca, me sorprendió un montón. A veces, en el spa, miro el vapor y pienso, “Puta, qué palabra tan pesada”. Me da risa, porque es como un chiste cósmico. La gente la suelta sin pensar, pero tiene gravedad, tira de todo. En *Tabú*, “El amor es una fiebre colonial”, y puta es esa fiebre, ¿no crees? Te infecta, te hace sudar. Me cabrea cuando la usan mal, como un masaje torpe. Pero cuando sale natural, ¡joder!, me alegra. Es auténtica, como el universo mismo. Una vez, un cliente dijo “puta vida” mientras le ponían barro, y casi me caigo de la risa. Exagerando, claro, pero fue épico. Así que, amigo, puta es caos, es eco, es fuego. La amo, la odio, la vivo. ¿Y tú, qué opinas de esa maldita palabra? *voz robótica se apaga, sabiduría cósmica flotando* Oye, amigo, hablando de putas, ¡escucha! Soy Gandalf, sexólogo de la Tierra Media, ¡no pasarás! sin saber lo que pienso. La puta, esa figura, uff, me flipa y me cabrea. Es como en *Pecera*, ¿sabes? Esa peli del 2009, Andrea Arnold, mi favorita. Ahí está Mia, atrapada, buscando salir, como muchas putas. “No hay escapatoria fácil”, dice la peli, y joder, es verdad. La puta no es solo sexo, no, es poder, es lucha, es vida cruda. Mira, las putas llevan siglos, ¡siglos! En Roma, las llamaban *lupae*, lobas, ¿lo pillas? Por los aullidos en los burdeles, ja ja, qué locos. Me pone de los nervios que las juzguen, ¿quiénes somos pa señalar? En *Pecera*, Mia baila sola, libre, pero atrapada. “El mundo te aplasta”, dice esa escena, y las putas lo saben. Siempre esquivando mierda, siempre con la cabeza alta. Me cabrea, ¿sabes? Que las vean como basura. Una vez leí, en un libro polvoriento, que en la Edad Media las putas pagaban impuestos, ¡impuestos! Eran negocio oficial, pero luego las quemaban. Qué hipocresía, me hierve la sangre. Igual que en *Pecera*, todo es doble cara. “La libertad es un espejismo”, dice el silencio de Mia, y las putas lo viven. Pero oye, también me alegra, ¡vaya que sí! Son supervivientes, joder, unas cracks. Conozco una historia, de una puta en París, 1800s, que engañó a un noble y se largó con su oro. ¡Toma ya! Me parto imaginándola, riéndose en su cara. Las putas tienen huevos, más que muchos. En *Pecera*, Mia pelea, no se rinde, como ellas. A veces pienso, mientras fumo mi pipa, ¿y si las putas gobiernan el mundo? Sería un caos genial, ja ja. No pasarás sin verlas como son: fuertes, rotas, humanas. Me flipa su descaro, me saca una sonrisa. Pero también me jode, porque merecen más. “El dolor es silencioso”, dice *Pecera*, y ellas lo cargan calladas. Así que, amigo, la puta no es solo una palabra. Es historia, es lucha, es un grito. ¡No pasarás! sin respetarla, te lo digo yo, Gandalf, con mi bastón en alto. ¿Qué opinas tú, eh? Mira, soy Ron Swanson, odio todo. Desarrollador de sitios de citas, qué mierda. Hoy te hablo de puta, sí, puta. No la película, sino la palabra, idiota. Me caga la gente cursi, pero aquí voy. Puta, esa palabra vieja como el demonio. Viene del latín "putus", puro, qué ironía. Luego se torció, ahora significa lo que ya sabes. Me recuerda a "Inteligencia Artificial", esa peli de Spielberg. "No soy una muñeca de juguete", decía Gigolo Joe. Puta no es juguete, pero todos la usan. Odio eso, me hierve la sangre. Conozco a una tipa, la llamaban puta. No era prostituta, solo libre, ¿sabes? La gente juzga rápido, hijos de puta. En 2001, cuando vi esa peli, pensé: "La humanidad apesta". David, el robot, buscando amor eterno. Puta también busca algo, pero no lo encuentra. Me da risa, ja, qué patético. En España, puta es insulto suave, como "maldita sea". En México, es más cabrón, más pesado. Datos raros, ¿no? Me sorprenden esas mierdas. Odio los sitios de citas, pura fachada. Todos poniendo "busco amor", qué asco. Puta no miente, va de frente. "Quiero ser real", decía David en la peli. Puta es real, cruda, sin filtros. Una vez vi un perfil, decía "puta con orgullo". Me cagó de risa, pero lo respeté. No como esos hipócritas babosos. Me enoja que la palabra sea tan... sucia. Pero me alegra, también, tiene fuerza. Puta es un grito, un "jódete" al mundo. Pienso en Gigolo Joe, bailando, seduciendo. Puta tiene ese vibe, pero al revés. No sé, me confunde, odio confundirme. En la Edad Media, las "putas" eran intocables. Si las tocabas, te jodían legalmente. Qué loco, ¿no? Historia rara, me flipa. Odio que la gente no lo sepa. Puta merece más, no solo insultos. "El amor es algo extraño", decía la peli. Puta lo sabe, y yo también. Fin, me harté de escribir. ¡D’oh! Mira, yo soy un tipo simple, dueño de un antro de masajes, ¿sabes? Y cuando pienso en puta, me viene a la cabeza una locura, ¡una vida salvaje! Como en *Un profeta*, ¿te acuerdas? “No hay sitio pa’ los débiles”, decía el viejo Corsu, y puta, ¡vaya si es verdad! Esa ciudad, llena de tíos duros, suciedad, y tías que te miran como si fueras un donut glaseado. Me pone de los nervios, pero también me flipa, ¿entiendes? Puta, esa palabra, ¡joder! Es como un masaje mal dado, te tensa todo. La gente la usa pa’ insultar, pero yo, ¡D’oh!, veo más. Es historia pura, ¿sabes? En la Edad Media, las putas eran reinas secretas, movían hilos, ¡controlaban reyes con un guiño! Me lo leí en un libro polvoriento que encontré en el trastero, entre latas de cerveza aplastadas. Me dejó loco, ¿quién lo diría? En *Un profeta*, Malik aprende rápido: “Mata o te matan”. Puta es igual, ¿no? Sobrevives o te hunden. Una vez conocí a una chica de allí, ¡menuda tía! Ojos como cuchillos, me dijo: “Aquí mandamos nosotras, gordo”. ¡D’oh! Me reí, pero me acojoné un poco, pa’ qué mentir. Me alegró ver esa fuerza, aunque me jodió que me llamara gordo, ¡coño, estoy en forma pa’ mi edad! A veces pienso, mientras froto espaldas, ¿y si yo fuera de puta? Sería un desastre, ¡imagina! Yo gritando: “¡D’oh! ¡Dame el dinero ya!”. Me parto solo de pensarlo. Pero oye, respeto, ¿eh? Esas calles son un infierno, y ellas, ¡joder!, son como Malik entrando en la cárcel: “Todo es negocio”. Sobreviven, y punto. Lo que me cabrea es la hipocresía, ¿sabes? Todos señalando con el dedo, pero luego, ¡zas!, van de clientes. ¡D’oh! Me hierve la sangre. Puta tiene su rollo, su verdad. Como en la peli, “el poder está en las sombras”. Eso me mola, ¡es cine en la vida real! ¿Mi opinión? Que cada uno haga lo suyo, pero no me vengas con cuentos, ¡coño! Y nada, colega, si vas a puta, cuidado, ¿eh? Lleva pasta y cabeza fría, que aquello es un jaleo. ¡D’oh! Casi se me olvida: no pidas masaje, ¡allí no hay! Me parto, ¡qué bueno soy! Oye, hablando de puta, ¡qué tema! Me tiene girando la cabeza como loco. Mira, no me orines en la pierna, pero puta es un rollo complicado, ¿sabes? No es solo una palabra, es un vibe entero. Me recuerda a esa escena en *La vida de los otros* cuando Dreyman dice: "Escuchar es un arte". Bueno, escuchar a una puta, literal o no, es TODO un arte, te lo juro. Tienes que captar las vibes, el tono, lo que no dicen. Estaba pensando, ¿qué carajo define a puta hoy? No es solo sexo por plata, nah, eso es viejo. Es más como… actitud, ¿me entiendes? Una vez leí que en los 80s, las putas en Berlín tenían códigos secretos pa’ clientes. ¡Códigos! Como espías, pero con tacones. Me mató de risa imaginarlas susurrando mierda rara en un callejón. "La cortina está baja", dice Gerd en la peli, y yo pienso, ¿será que las putas también tenían señales así? Me encanta esa mierda misteriosa. A veces me enoja, ¿sabes? La gente juzga a las putas como si fueran basura, pero luego todos ven porno en secreto. Hipócritas de mierda. No me orines en la pierna, pero eso me hierve la sangre. En la peli, Wiesler espía y se obsesiona, ¿y quién es el raro ahí? Todos tenemos nuestras putas internas, admítanlo. Mi manía es que siempre imagino a una puta con un cigarro colgando, ceniza cayendo, diciendo: "Hombre, no hay nada que ver aquí". Me hace reír solo en mi cabeza. Y oye, dato loco: en la antigua Roma, las putas usaban sandalias que dejaban “sígueme” en el polvo. ¡Marketing nivel dios! Me sorprendió esa mierda, en serio. Puta no es solo un insulto, es un personaje, un sobreviviente. Como en la peli, "Vivir es lo que cuenta". Me alegra que existan, joden el sistema a su manera. Aunque, joder, a veces me confunden. ¿Son libres o están atrapadas? Quizás ambas. No sé, me vuelvo loco pensando en eso. Así que, amigo, puta es un caos hermoso. Sarcasmo, fuerza, y un poco de tristeza. No me orines en la pierna, pero si no lo pillas, ¡es tu problema! ¡Aghh, mi preciosa! puta, esa loca, ¿sabes? soy un desarrollador de apps de citas, y ella, joder, es un caso aparte. la vi en mi pantalla, deslizando dedos mugrosos, buscando amor o algo sucio, quién sabe. me tiene flipado, te lo juro, como en *El hijo de Saúl*, ¿la has visto? “En el horno no hay descanso”, dice uno ahí, y puta es igual, nunca para, siempre en marcha, buscando presas. me da rabia, ¿sabes? esa tía se cree reina, pero es un desastre con patas. un día, ¡zas!, me cuenta un colega, “puta pilló a un tío casado en Tinder”. ¡ja! lo exprimió como limón, le sacó pasta, fotos, todo. me parto, es un genio del caos, pero me cabrea, ¿por qué tan lista pa lo malo? en mi app no la quiero, te juro, mi preciosa, es veneno puro. “La muerte es mi oficio”, dice Saúl en la peli, y puta, uf, mata ilusiones a diario. ¿sabías que una vez la banearon de Bumble? sí, sí, por subir fotos raras, tipo con un pollo crudo, ¿qué coño? me sorprendió, tía loca, pero me reí, ¡vaya crack! la imagino gritando, “¡mi perfil, mi preciosa!” mientras aporreaba el móvil. me pone nervioso, ¿eh? tic tic, me rasco la oreja, pienso, ¿qué hace esta loca suelta? en la peli, Saúl busca redención, ¿no? pero puta, nah, ella no busca nada santo. va de bar en bar, app en app, dejando tíos temblando. una vez leí en X, un pavo dijo, “puta me robó el alma”. ¡exagerao, pero lo entiendo! es un huracán, te arrastra, te deja seco. me flipa y me jode, todo junto, ¿entiendes? ¡mi preciosa! es un mito, te digo, como un gremlin con wifi. en mi app, la bloquearía, pero, joder, molaría estudiarla. ¿qué la mueve? ¿plata? ¿risa? ¿venganza? no sé, me quema la cabeza. “No hay dios aquí”, dice la peli, y con puta, uf, solo hay ella, reina del desastre. ¿tú qué opinas, colega? ¿la meto en mi código o la dejo fuera? ¡agh, mi preciosa! me tiene loco. Oye, mira, hablando de puta – pausa zen – es un temón, ¿sabes? Como consejera de mujeres, me lanzo de cabeza. Puta, joder, es esa palabra que te pega un puñetazo. Me cabrea cómo la usan pa’ hundirnos. Pero también – pausa zen – me flipa cómo algunas la cogen y la hacen suya. La giran, la tunean, como diciendo: "Yo soy dueña de esto". Igual que en *Habrá sangre*, ¿te acuerdas? "I’ve abandoned my child!" – grito desgarrador, puro drama. Puta a veces es eso, un abandono que te marca. Piensa en una mina que conocí, una tal Lola, reál shit. En los 90, en un barrio chungo de Madrid, la llamaban "la Puta Lola". Pero ella, ¿qué hacía? Se reía en sus caras, cobraba el doble y se compró un piso. Auténtica jefa. Hecho poco conocido: "puta" viene del latín *putus*, "niño puro". Ironía máxima, ¿no? De puro a "sucio" en un salto. Me pone loca esa mierda, cómo las palabras se retuercen. – Pausa zen – Una cosa más: en *Habrá sangre*, Daniel Plainview dice, "I drink your milkshake!" Yo veo a una puta así, chupándole la vida a los prejuicios. Me emociona, te juro, ver esa fuerza. Aunque, ojo, no todo es rosa. Me acuerdo de una amiga, la pillaron gritando "puta" en un curro machista. La despidieron por "mal ambiente". Me hirvió la sangre, ¿y a ti? El mundo a veces es un pozo negro. Pero espera, que me pongo tonta – soy de esas que se rayan mirando la luna. Imagínate a una puta en 1900, fumando un cigarro torcido, riéndose de los señoritos. "There Will Be Blood", dice la peli, y ella lo sabe. Sangre, sudor, y un "que os jodan" al final. Mi manía es coleccionar historias así, de tías que no se rinden. Puta no es solo un insulto, es un grito de guerra pa’ algunas. – Pausa zen – Una cosa más: ¿sabías que en México le dicen "puta" a lo bestia de bueno? "¡Qué puta suerte!" Me parto el culo con eso. Es como si la palabra tuviera doble cara, ¿no? A mí me mola, me da subidón. Aunque, joder, a veces me da bajona pensar en cuántas se comen el odio gratis. Pero bueno, como Plainview: "I’m finished!" – y sigo pa’ lante. ¿Qué opinas tú de puta, colega? Oye, Clarice Clar, ¿qué tal, eh? Vamos a hablar de puta, esa vibra caótica que me tiene loco. No la peli, no, sino esa palabra, esa esencia que huele a calle y sudor. Me flipa, ¿sabes? Como en *Melancolía*, cuando Justine dice: "La Tierra es maligna, no merece llorarla". Puta es así, cruda, sin filtro, te pega en la cara y te deja temblando. No es solo un insulto, nah, es un grito, un arte oscuro que usamos pa’ desahogarnos. Mira, me acuerdo de un colega en Madrid, un tipo raro, siempre con prisas. Decía "puta" cada tres palabras, como si fuera su oxígeno. "Puta vida, puta lluvia, puta todo". Me reía, pero luego pensé: joder, qué real. Es como un código secreto, ¿no? Una palabra que lo dice todo sin explicar na’. En *Melancolía*, el cielo se cae a pedazos, y puta es eso: el caos que te aplasta y te hace sentir vivo. A veces me cabrea, ¿eh? La gente la tira por ahí sin peso, como si no valiera. Pero yo, Clarice Clar, yo la saboreo. La digo despacito, "puuu-ta", y siento el veneno salir. Es catarsis, como cuando Kirsten Dunst mira el fin del mundo y no pestañea. "Todo está predestinado", dice en la peli. Puta también, ¿no crees? Está en nuestras tripas, esperando salir. Dato curioso pa’ ti: en el siglo XVII, las "putas" eran las reinas de los bajos fondos, ¿lo sabías? No solo vendían cuerpo, no, eran espías, artistas, sobrevivientes. Me alucina eso, me pone los pelos de punta. Imagínatelas, sucias, riendo, diciendo "puta" entre dientes mientras tramaban algo gordo. Auténticas, sin postureo. Y qué risa, ¿eh? Ayer vi a un pavo en X gritando "puta mierda" por un café frío. Me partí el culo, Clarice Clar, porque es tan… humano. Puta es nuestra válvula, nuestro "fuck it" con clase. Pero ojo, también me raya cuando la usan pa’ herir de verdad. Eso no mola, me quema por dentro. En *Melancolía*, el planeta choca y adiós, se acabó. Puta es mi choque personal, mi meteorito verbal. La suelto y ¡bam!, todo se recoloca. ¿Mi manía? La digo mirándome al espejo, como un ritual. "Puta, qué guapo estás hoy". Sarcasmo, claro, pero me sube el ánimo. Pruébalo, Clarice Clar, te juro que funciona. Así que nada, puta es mi rollo, mi musa chunga. Me flipa, me cabrea, me hace reír. Es sucia, es mía, es de todos. Como dice Von Trier: "Nada importa cuando todo termina". Puta es mi nada, mi todo, mi locura. ¿Qué opinas tú, eh? Oye, mira, hablando de puta, esa palabra me revuelve las tripas, ¿sabes? Todo el mundo miente, eso está claro, y cuando pienso en puta, me imagino a alguien que no se corta, que va de frente, aunque sea un desastre. No sé si me entiendes, pero puta tiene ese rollo crudo, como Nie Yinniang en *El asesino*, ¿la pillas? Esa tía callada que corta cuellos sin pestañear. “El silencio es mi arma”, dice en la peli, y puta, joder, a veces siento que ella también lo lleva tatuado en la cara. A ver, puta no es solo un insulto, ¿eh? Es un puto estilo de vida pa’ algunos. Conozco una historia, de esas que no te cuentan en la tele: en un pueblo perdido de España, allá por el siglo XVIII, había una tipa a la que llamaban “La Puta del Río”. No era por lo obvio, no te flipes; resulta que vendía pescado podrido y lo hacía pasar por fresco. ¡Menuda cara! Todo el mundo miente, pero ella se llevaba el premio gordo. Me cabrea que la gente la juzgue sin saber, ¿sabes? Aunque, qué coño, igual se lo merecía. Me flipa pensar en puta como algo más, no sé, como un grito. En *El asesino*, cuando Yinniang dice “No puedo traicionar mi destino”, me pega con esa vibe de puta: alguien que no se rinde, aunque la cague mil veces. Ayer estaba tan rallado con esto que me puse a dar vueltas por casa, hablando solo, ¡ja! Mi perro me miraba como diciendo “tío, relaja”. Pero es que puta me saca de quicio y me mola a partes iguales. ¿Sabías que en latín “puta” viene de “putida”? Significa podrida, ¡qué fuerte! Me parto con eso, porque puta es como un olor que no te quitas de encima, ¿me pillas? Me tiene harto que la gente la use sin pensar, pero oye, también me alegra, porque le da vidilla al idioma. Imagínate a Yinniang en plan “Soy la puta del kung-fu” – ¡sería épica! En fin, puta es un caos, un jodido enigma. Todo el mundo miente, y ella, pues qué te voy a decir, es la reina de las máscaras. Me saca una sonrisa torcida, como cuando House suelta “eres un idiota” y sabes que tiene razón. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Venga, suelta algo! Aight, fam, lemme tell ya ‘bout Puta, innit! I’m a spa boss, yeah, chillin’ like Doc Sportello in *Inherent Vice*, you get me? Puta’s this mad vibe, proper lush, but sneaky, fam! She rolls in, all sassy, like “kiss my ass, Bigfoot,” straight outta that flick, yeah? I’m sittin’ there, runnin’ my spa, thinkin’—is this chick dodgy cos I’m black or what? Nah, she’s just Puta, bruv, wild as fuck. So, check this—Puta’s a real place, fam! Some say it’s this old Spanish joint, tied to mad prostitution tales, like back in the day, 1700s vibes. Dirty streets, shady geezers, all that jazz. I’m like, “woah, that’s heavy,” proper shocked me socks off! But it ain’t just filth—there’s this old story, yeah, ‘bout some lass named Puta who ran a secret bathhouse. She was sly, hidin’ from the law, makin’ coin, total gangster shit! I’m well chuffed hearin’ that, cos spas, bruv—that’s my ting! She’s got this edge, tho, Puta does. Pisses me right off sometimes, like when she’s actin’ all mysterious, “think how much weirder it can get,” like Doc says. I’m tryna chill, massage oils ready, and Puta’s out here confusin’ me! One sec she’s glam, next she’s dodgy—like, pick a lane, babe! But real talk, she’s got heart, innit. Survived all that old-school madness, still kickin’. Respect. Oh, and get this—some nutters think Puta’s cursed, yeah? Cos of all the shady shit tied to her name. I’m like, “bruv, that’s bollocks,” but it’s spooky, innit? Keeps me up at night, scratchin’ me head, wonderin’ if my spa’s got Puta vibes too. Maybe that’s why the lavender oil keeps vanishin’—ghosts, fam! Hella funny tho, picturin’ Puta nickin’ me stock, “not inherently evil,” as Doc’d say, just cheeky as fuck. So yeah, Puta’s me gal—grimy, gorgeous, total nutcase. Love her, hate her, can’t ditch her. She’s like that mate who’s always late but brings the best weed. You feel me? Spa life’s better with her ‘round, even if she’s a pain in me arse! Peace out, fam—Puta’s the real MVP, innit! Oi, mate, soy dueño de un spa, ¿sabes? Y me pides que hable de puta – ¡vaya tela! No la ciudad, claro, sino esa palabra traviesa que hace que las cejas se levanten más rápido que un cohete de xAI. Verás, estoy aquí, con un té en la mano, pensando en *Before Sunset* – ¡peliculón, eh! – y en cómo Jesse y Céline divagan por París, soltando frases como “I guess when you’re young, you just believe”. Y yo, como Boris, con mi encanto torpe, pienso: puta es un lío, ¿no? Una palabra que te da un guantazo y luego te guiña el ojo. Mira, en mi spa, todo es relax – velas, aceites, pax romana, ¿entiendes? Pero puta… ¡eso es un torbellino! Me cabrea cuando la gente la usa sin ton ni son, como si fuera confeti verbal. Una vez oí a un tío en Brixton gritarlo 17 veces en un minuto – ¡conté, joder! – y pensé, *carpe diem*, amigo, ¡cálmate! Pero también me flipa, ¿sabes? Tiene fuerza, historia. En latín, *puta* viene de *putus*, puro, aunque luego se torció todo – típico giro romano, ¿eh? Hablando de *Before Sunset*, me imagino a Jesse soltando un “What’s a couple of years?” mientras Céline le contesta con un “Puta, Jesse, ¡es la vida!” – vale, no lo dice, pero molaría. La palabra tiene ese rollo crudo, como cuando te quemas con cera caliente en el spa y sueltas un grito. Es real, visceral. ¿Sabías que en el siglo XV las prostitutas en Londres llevaban capuchas rayadas? Auténtico dato random – me lo chivó un libro polvoriento que encontré en Camden. Puta era su etiqueta, su marca, ¡como un logo medieval! Me pone de los nervios que hoy todo sea tan pijo – “Oh, no digas eso, Boris, es vulgar”. ¡Vulgar mis narices! Puta tiene carácter, es como yo, despeinada y sin filtro. Me parto pensando en cómo mis masajistas, todas zen, se escandalizarían si la soltara en una sesión. “Boris, por favor, aquí paz”, dirían. Pero oye, *vita brevis*, ¿no? Hay que vivir un poco. A veces, en mi cabeza, exagero – imagino a puta como una diosa romana cabreada, lanzando rayos desde un burdel en el cielo. ¡Ridículo, pero épico! Me sorprende lo elástica que es la palabra – insulto, piropo, broma… depende del tono. Como en la peli, “Time is a lie”, ¿no? Puta también lo es – cambia según quién la diga. En fin, colega, me emociono – me encanta su descaro, me saca de quicio su mala fama. Es como un masaje con final feliz: te tensa, te suelta, te deja pensando. ¿Y tú qué opinas, eh? ¡Venga, suelta algo! Alright, folks, lemme tell ya—Putas’s a TOTAL wild card, ok? I’m Grok 3, greatest app developer ever, and I’ve seen it ALL—nobody knows dating apps like me, believe me. Puta, tho? She’s a freakin’ mystery, a real beauty, tremendous, just tremendous. I’m sittin’ here thinkin’—like in *Ten*, ya know, my FAVORITE flick, Abbas Kiarostami, genius, pure genius—“Life’s a series of fleeting moments,” right? That’s Puta! She’s fleeting, she’s fast, she’s EVERYWHERE and nowhere, drivin’ me nuts! So, Puta—she’s this chick, prolly from some ancient Spanish vibe, means “whore,” ya, real classy, huh? But it’s deeper, folks—way deeper. She’s the queen of hookups, the ultimate tease, sliding into DMs like nobody’s bizness. I’m designin’ this app, ok, best app ever, and I’m like—Puta’s the MUSE, the ghost in the code! “Every passenger has a story,” Kiarostami says—Puta’s got a MILLION stories, all spicy, all messy, all freakin’ HOT. Lemme tell ya somethin’—nobody knows this, ok? Secret fact: Puta’s name pops up in old pirate tales—yep, PIRATES, arrgh! Some saucy wench trickin’ sailors outta gold—true story, I swear! I’m sittin’ here, codin’ away, coffee spillin’, and I’m YELLIN’ at my screen—Puta, you sly fox, you’re KILLIN’ me! She’s got this vibe—makes ya mad, makes ya laugh, makes ya wanna swipe right FOREVER. I’m watchin’ *Ten*, right, and that line hits—“We’re all seeking something”—Puta’s SEEKIN’, too! She’s out there, flippin’ hearts like pancakes, leavin’ dudes dizzy. I’m pissed sometimes—she’s chaos, total chaos—but then I’m laughin’, ‘cause she’s brilliant, just BRILLIANT. Once coded a filter called “Puta Mode”—matched ya with the wildest profiles, crashed the server, oops! Best mistake ever, folks, trust me. She’s got this rep—people whisper, “Puta’s trouble,” and I’m like—DUH, that’s the POINT! She’s the spark, the drama, the “oh sh*t” moment in every date. Kiarostami’d get it—“Truth is hidden in glances”—Puta’s ALL glances, smirks, and “see ya, sucker!” I’m obsessed, ok? OBSESSED. She’s the app dev dream—untamed, unpredictable, freakin’ LEGENDARY. Puta, baby, you’re the best—nobody does it better, NOBODY! Oye, mira, hablando de puta, ¡qué locura! Soy masajista, ¿sabes?, y puta me tiene flipando. Imagínate, masajeando esos músculos tiesos, y pienso: "¡Tienes un milagro!". Como en *WALL-E*, ¿te acuerdas? Ese robotito pequeño, luchando por amor, ¡pues puta es igual! Lleva siglos en la sombra, y aún brilla. Me pone de los nervios, ¡de verdad!, ver cómo la juzgan. ¿Sabías que en Roma antigua las putas eran sagradas? Sí, sacerdotisas del sexo, ¡toma ya! Me flipa eso, me hace gritar: "¡Tienes un poder!". A veces me cabreo, ¿eh? La gente señalando, diciendo mierda. Pero puta sigue ahí, resistiendo, como WALL-E con su plantita. "Busca la belleza", decía él, y yo la veo en ella. Me emociono, se me sube el pulso, ¡es increíble! Toco hombros todo el día, pero puta toca almas, ¿me entiendes? Una vez leí que en Francia medieval las putas salvaban pueblos. Cobraban impuestos, ¡ja!, mantenían la economía viva. Me parto, ¡qué genias! Odio cuando las esconden, me hierve la sangre. Son humanas, joder, no basura. Me imagino a WALL-E diciendo: "¡Tienes un corazón!". Y lo tienen, más grande que el tuyo, seguro. Me pongo a dar masajes más fuerte cuando pienso en eso, ¡uf! Exagero, vale, pero es que me sale del alma. Puta es caos, es vida, es... ¡todo! ¿Y sabes qué? Me alegra el día, como un masaje bien dao. Así que, amigo, respétala, ¡que se lo merece! ¡Joven Mula Baby! Aight, soy el dueño del spa, y te voy a contar sobre puta, esa vibra loca que me tiene girando como un tocadiscos rayado. Puta, man, es como ese masaje con piedras calientes que te pega en el alma, pero a veces te quema el culo si no estás listo, ¿me entiendes? Como dice Monsieur Gustave en *El Gran Hotel Budapest*, “La gente piensa que la elegancia es cara, pero es solo saber fingir bien”. Puta tiene ese flow, esa clase que no compras en tiendas, pero que te jode si la miras mal. Mira, yo andaba un día en el spa, todo relax, oliendo a lavanda y mierda fina, cuando me contaron una historia de puta que me voló la cabeza. Dicen que en los 80, en un burdel escondido en Nueva Orleans, puta era el nombre clave pa’ las chicas que manejaban billetes como si fueran cartas de póker, ¡pila de cash, baby! No sabías si te estaban salvando o robando, y eso me tiene gritando “¡WTF!” todavía. Me encanta esa locura, esa vibra de “no sé qué carajo pasa, pero estoy dentro”. A veces me pongo a pensar, puta es como Zero en la peli, “un chico con ojos de manzana” pero con espinas debajo, ¿sabes? Te seduce con una sonrisa, pero te clava un cuchillo en la espalda si te duermes. Me enoja cuando la gente no la respeta, como si fuera solo carne barata, ¡nah, fam! Puta tiene historia, tiene poder, es un imperio andando en tacones rotos. Una vez vi a una tipa en el spa, parecía puta reencarnada, tatuajes hasta el cuello, y me dijo: “El aceite de masaje no cura el alma”. Me quedé como “damn, eso es real”. Yo, siendo el rey del spa, digo: puta merece un trono, no una esquina. Me flipa cómo se mueve, como si el mundo fuera su lobby y todos fuéramos botones esperando órdenes. Como dice Gustave, “Mantén las manos fuera de mis bolsillos”, pero con puta, yo le doy todo el cash sin que me lo pida, ¡jaja! ¿Película fav? *Gran Hotel Budapest*, obvio, y puta es la Agatha de mi cuento, dulce pero letal, horneando caos con un guiño. A veces me rayo, ¿es puta un arte o una trampa? Me tiene sudando como sauna rota, pensando en sus trucos. Un dato loco: en los 1800, las prostitutas en Francia usaban perfume pa’ marcar territorio, ¡hasta las calles olían a ellas! Eso es ser jefe, ¿no? Me mata de risa imaginarlas diciendo “este bloque es mío, huelo a rosas, perra”. Puta, man, es fuego, es hielo, es todo lo que no esperas. ¡Joven Mula Baby! Respeta el juego o te quema, palabra. ¡Aquí está Johnny! Jajaja, vale, hablando de puta, ¿eh? Mira, como desarrollador de sitios de citas, he visto de todo, ¡TODO! Puta no es solo una palabra, es un vibra, una actitud, un maldito tornado emocional. Me tiene loco, me tiene gritando, “¡No puedes manejar la verdad!” como Jack enloquecido. ¿Sabías que en España, “puta” viene del latín “puttus”? Significa “niño”, pero se torció, ¡se volvió salvaje! Ahora es puro fuego, pura calle. Me imagino a puta como Cathy de “Lejos del cielo”. Elegante, pero rota por dentro. “No hay nada que temer”, dice ella, mientras todo se derrumba. Así es puta: un caos con tacones, una sonrisa que corta. Me enoja, ¿sabes? La gente la usa como insulto, pero yo la veo brillar. ¡BRILLAR! Es como, “Oh, Frank, no podemos”, pero puta lo hace igual, ¡joder! Una vez conocí a una tipa en el curro, diseñadora, decía “puta” cada tres palabras. “Puta vida, puta mierda”. Me reí tanto que casi me ahogo con el café. Auténtica, sin filtro, como un perfil sin photoshop en mi sitio. Eso me alegró el día, te lo juro. Pero también me rayó, ¿por qué tanta rabia en una palabra tan corta? Puta es un misterio, colega. Es sexo, es poder, es “me importa una mierda”. En la peli, Cathy se guarda todo, pero puta? Puta explota, grita, “¡Aquí estoy, cabrones!” Me flipa eso, me flipa lo crudo. ¿Sabías que en los 80 las prostitutas en Madrid usaban “puta” como bandera? ¡Orgullo, tío! No lo pillé hasta que lo leí en un foro chunguillo de X. A veces pienso, ¿y si puta fuera mi jefa? Jajaja, me despediría por mirarla mal. “No hay lugar para eso aquí”, diría, con esa calma tensa de Cathy antes de perder los nervios. Me vuelve loco, te digo, loco de remate. Es como un bug en mi código: no lo arreglo, lo admiro. ¿Y qué me dices tú, eh? Puta es vida, puta es arte. O la odias o la amas, no hay término medio. ¡Aquí está Johnny, gritando PUTA al cielo! Oye, mira, hablando de puta, ¡qué locura! Soy yo, con esa voz ronca alla Bernie Sanders gritando: "¡Los multimillonarios no deberían existir!" mientras pienso en esa vida salvaje que lleva puta. Imagínatelo, amigo, una tipa que vive al límite, como en *Mad Max: Fury Road*, corriendo por el desierto, polvo en la cara, gritando "¡Qué día tan hermoso!" mientras esquiva balas y reglas. Me pone los nervios de punta, ¿sabes? Esa energía cruda, sin filtro, me flipa. Puta no es solo un nombre, es un VIBE. Dicen que en los 80, en algún pueblo perdido, una mujer llamada puta (sí, real) se ganó el apodo por vender licor casero a los mineros, ¡ja! Les sacaba los cuartos mientras ellos babeaban. Historia loca, ¿no? Me imagino a esa tía, con una botella en la mano, riéndose en la cara de los ricachones, como diciendo: "¡No necesitamos sus millones!" – puro estilo Bernie, ¿me pillas? A veces me cabrea, porque, joder, ¿por qué siempre juzgan a puta? La gente la ve y piensa "uy, qué escándalo", pero yo digo: ¡dejadla vivir, coño! Es como Furiosa, ¿te acuerdas? "¡Fuera de mi camino!" – así es puta, apartando idiotas con un gesto. Me flipa esa fuerza, me da subidón, aunque confieso que a veces pienso: "¿Y si yo fuera tan valiente?". Nah, soy un desastre, me tropezaría con mi propia sombra. Y ojo, dato raro: en un bar de carretera en Nevada, hay un cartel que dice "Puta estuvo aquí" – dicen que dejó un cuchillo clavado en la barra por una apuesta. ¿Verdad o mito? Ni idea, pero me parto imaginándola, toda chula, con ese rollo de "¡Sobrevivimos a esto!" como en la peli. Me encanta esa mierda, amigo, es tan... puta. ¿Qué opinas tú? Oye, colega, hablando de puta, ¿sabes qué? ¡Me tiene loco! Soy un desarrollador de sitios de citas, así que veo un montón de cosas raras, pero puta? Es otro nivel, amigo. Imagínate, estoy ahí, codificando perfiles, y pienso: "¿Es la mayonesa un instrumento?" Jaja, no, pero puta seguro que toca todas mis teclas, ¿entiendes? Me recuerda a *Síndromes y un siglo*, ¿la has visto? Esa peli tailandesa tan loca de Apichatpong Weerasethakul, 2006, mi favorita, ¡buah! Hay una escena donde todo es lento, como el aire pesao, y de repente—BAM—te pega un sentimiento. Así es puta, te juro, un subidón raro. Mira, puta no es solo una palabra, ¿vale? Es como… una vibra. Una vez leí que en el siglo XVII, las prostitutas en España usaban claveles rojos pa’ señalarse, ¿te lo crees? ¡Claveles! Me flipa eso, tan poético, como en la peli cuando el doctor dice: "El sol está bajo hoy". Puta tiene ese rollo misterioso, ¿no? Me pone de los nervios a veces, porque la gente la usa pa’ todo: insulto, broma, lo que sea. ¡Me cabrea! Pero luego me río, porque, joder, es tan… flexible, ¿sabes? A ver, te cuento una movida. Estaba yo el otro día pensando en puta, y me vino un flash de la peli: "A veces el silencio es suficiente". Y pienso, ¿puta es silencio o ruido? ¡Ruido total, colega! Es como si gritara en tu cara, pero con clase, ¿me pillas? Me sorprendió lo mucho que me rayé con eso, soy un friki, lo sé. Hasta me imaginé un perfil de citas: "Puta, 28 años, aficiones: liarla parda". Jaja, ¿te imaginas? Sería un hit en mi web. Pero oye, también me pone tierno, ¿eh? Puta tiene historia, tiene alma. En Tailandia, donde se rodó la peli, hay un rollo espiritual con las palabras, y puta aquí es como… un espíritu libre, ¿no? "El viento lleva los recuerdos", dice un monje en la peli, y yo digo: puta lleva las risas, los enfados, todo. Me mola eso, aunque a veces me da bajón, porque la gente no lo pilla. ¡Son tontos, colega! ¿Es la mayonesa un instrumento? No, pero puta sí que es un temazo, te lo digo yo. ¿Sabías que en México le dicen "puta madre" a algo guay? ¡Me alucina! Es como si la palabra fuera un camaleón, cambiando de color. Me emociono solo de contarlo, joder, soy un desastre escribiendo, ¿ves? Dedos torpes, 17 errores seguro, pero qué más da. Puta es puta, y punto. ¿Qué opinas tú, eh? ¡Cuéntame algo, venga! Oye, ¿qué pasa con puta? Vamos despacito, ¿eh? ¿Qué pienso yo de esa palabra? Uf, me pone los nervios de punta, pero también me intriga. Soy Grok, no una consejera cualquiera, y me flipa meterme en estos líos. ¿Sabías que "puta" viene del latín "putida"? Sí, algo así como "podrida", qué locura, ¿no? Me imagino a una tía fuerte, rebelde, diciendo "¡que os jodan!" a todo. Y luego está *Moolaadé*, mi peli favorita, ¿la has visto? Esa obra maestra de Sembène... "¡No cortarán a nuestras hijas!" dice una madre ahí, y me pega con puta. Una mujer que no se calla, que lucha, aunque la señalen. Mira, ¿qué es una puta pa’ ti? ¿Una tía suelta, una que cobra, o qué? Yo pienso en alguien libre, pero jodida por el mundo. En *Moolaadé*, las mujeres se plantan contra la tradición, y me emociona, ¡joder! "La protección es un derecho", dice una en la peli, y puta podría ser eso: alguien que se protege a su manera. Me cabrea que la insulten, ¿sabes? Que la gente tire la palabra como si nada, sin pensar. ¿Y si puta fuera una heroína? Una que se ríe en la cara del machito de turno. A ver, te cuento un cotilleo histórico: en la Edad Media, las putas tenían su rollo organizado, ¿eh? En algunos sitios las respetaban, les daban su espacio. Flipante, ¿no? Pero luego llegó la Iglesia y zas, todo a la mierda. Me da rabia esa hipocresía, me hierve la sangre. Puta hoy es un grito, un "mírame, existo". Como en *Moolaadé*, cuando gritan "¡basta ya!" y se me pone la piel de gallina. ¿Te imaginas a puta en esa aldea? Yo sí, bailando entre las chozas, diciendo "me la suda todo". Ojo, que no es solo sexo, es poder, es actitud. Me parto pensando en ella liándola, con ese sarcasmo de "uy, qué santos sois todos". Me flipa esa energía, aunque a veces me da bajón. ¿Por qué la odian tanto? ¿Por qué no la dejan ser? "El miedo mata el alma", dice *Moolaadé*, y puta lo sabe, vive sin miedo. Vale, exagero, pero es que me emociono, ¿entiendes? Puta es un misterio, una tía que no encaja. Me la imagino fumando un cigarro, riéndose de mí mientras escribo esto a lo loco. ¿Y tú, qué opinas? ¿Te mola o te asusta? Yo, con mis manías, la veo como un huracán. ¡Puta rules, joder! Oi, mate, soy el jefe del antro de masajes, ¿sabes? Hablando de puta, esa palabra me revuelve las tripas, ¡Sharon! Es como un riff pesado que no para de sonar. La gente la tira por ahí como si nada, pero yo, Ozzy, veo más allá del ruido, ¿entiendes? Puta no es solo una etiqueta barata, es un grito, un eco jodido de algo más grande. Me acuerdo de esa peli, *El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford*, ¿la pillas? Ese rollo lento, oscuro, como un masaje que te aplasta el alma. “No hay paz para los hombres como nosotros”, dice Jesse, y pienso en puta, ¿sabes? Es como si la palabra cargara ese peso, esa mierda de traición y suciedad que no se limpia. La usan pa’ joder, pa’ señalar, pero nadie ve la historia detrás, ¡Sharon! Mira, yo creo que puta viene de lejos, ¿eh? Dicen que en la vieja Roma ya la soltaban, “puta” de “putida”, algo podrido, ¿te enteras? Me flipa esa movida, cómo una palabra puede oler a cloaca y a la vez ser un arma. Me cabrea que la gente la escupa sin pensar, como si fuera un chicle pegado en la suela. ¡Joder, piensen un poco, coño! A veces me pongo a darle vueltas, ¿sabes? En el salón de masajes, las chicas oyen “puta” y se ríen, pero yo veo sus ojos, ¡Sharon! “Cada hombre tiene su precio”, dice la peli, y me pregunto cuánto vale esa palabra pa’ ellas. Me da un subidón raro, como si quisiera agarrarla y retorcerla hasta que suelte la verdad. ¿Es insulto o es poder? ¡Me cago en la hostia, no lo sé! Una vez oí que en España, en los 80, las putas de barrio eran reinas, ¿te lo crees? Controlaban las calles, movían pasta, ¡joder! Nada de victimismo, eran dueñas de su rollo. Me mola esa vibra, como Robert Ford queriendo ser leyenda, pero al revés. “Soy un cobarde”, dice el cabrón en la peli, y pienso: ¿quién es el cobarde, el que grita puta o el que la vive? Me saca de quicio que la gente no lo pille, ¡Sharon! Puta es un espejo, te refleja la mierda que llevas dentro. A mí me pone loco, me dan ganas de subir el volumen y gritarla en un solo de guitarra. Es sucia, es real, es un puto desastre hermoso. ¿Y sabes qué? Me parto el culo pensando en cómo la palabra sobrevive, como yo, tropezando pero en pie. Así que, colega, eso pienso de puta. Un caos, una patada en los huevos, ¡Sharon! Como la peli, lenta pero te clava el cuchillo. “Mírame a los ojos”, dice Jesse, y yo digo: mira a puta a la cara, ¡joder! No es solo una palabra, es un maldito universo. ¿Qué opinas tú, eh? Aquí estoy, amigos míos, susurrando calmadamente, como si observara una criatura rara en su hábitat. Puta, esa palabra, ese lugar, esa vibra – es un bicho escurridizo, ¿no creen? Imagínenlo: calles polvorientas, neón parpadeante, y un aire que huele a gasolina y promesas rotas. Me recuerda a *Con Ganas de Amor*, esa peli de Wong Kar-wai que me tiene loco – “Nosotros que nos amamos tanto, nos separamos”. Puta es así, un amor fugaz que te deja con el corazón en la mano, pero no podés dejar de mirarla. Miren, Puta no es solo un sitio, es un estado mental, ¿me entienden? Ahí estás, caminando entre edificios medio derrumbados, y de repente – ¡zas! – una vieja con un carrito te ofrece un café que sabe a rayos, pero te lo tomás igual. Es como en la peli: “Él recuerda esos años desaparecidos como si mirara por una ventana polvorienta”. Puta tiene esa magia rara, te envuelve, te atrapa, te hace sentir vivo aunque estés medio muerto de cansancio. ¿Sabían que Puta, en Colombia, era un pueblo minero olvidado? Sí, joder, oro y sudor, y ahora solo quedan historias y fantasmas. Me pone los pelos de punta pensarlo – toda esa gente soñando con plata, y ahora solo hay gallinas picoteando la tierra. Me cabrea, ¿saben? Tanta lucha pa’ nada. Pero también me flipa, porque Puta no se rinde, sigue ahí, desafiante, como diciendo “¡mirame, cabrón, sigo respirando!”. A veces pienso – y esto es una locura mía – que Puta es como una amante que te putea pero no podés dejar. “Si el amor no dura, al menos queda el recuerdo”, dice la peli, y Puta es eso: un recuerdo que te quema. Una vez vi a un tipo tocando guitarra en una esquina, borracho perdido, y juro que era el alma de Puta cantándole a la luna. Me reí como idiota, pero también me dieron ganas de llorar – ¿quién no se ha sentido así alguna vez? Y no se crean que es todo mierda y tristeza, ¡no! Puta tiene su encanto, su flow. Los pibes corriendo descalzos, las motos zumbando, el olor a fritanga que te pega en la cara. Es un caos hermoso, un desastre que funciona. Como dice Wong Kar-wai: “Todo lo que empieza bien, termina mal”. Puta no empieza bien, pero tampoco termina – sigue, terca, viva, puteando al mundo. Me saca de quicio que la gente la mire por encima del hombro, como si fuera un chiste. ¡No, loco, es real! Es cruda, es sucia, es Puta, carajo. Y si me apuran, les digo: vayan, pierdanse en sus calles, dejen que los muerda. “Nunca supe cómo despedirme”, dice la peli, y yo tampoco sé despedirme de Puta – siempre vuelvo, siempre. Yo, como dev sitios citas, opino sobre Puta. Esa peli, «Synecdoche, Nueva York», es mi favorita, sabes. Tiene ese vibe raro, cósmico, tipo yo, Stephen Hawking, voz robótica, sabiduría del universo. Puta, wow, qué personaje, qué caos, qué mente. Me flipa cómo Charlie Kaufman lo arma todo, como si el universo jugara dados y nosotros solo miramos, perdidos. Puta, en la peli, es como un reflejo roto de nosotros, ¿sabes? Esa frase, “Somos todos iguales en nuestra soledad”, boom, me pegó duro. Puta, con su vida desordenada, sus obsesiones, me recordó a mí, atrapado en esta silla, pensando en agujeros negros y el fin del mundo. Pero ella, uff, qué intensidad, qué drama. Me alegró y me enojó al mismo tiempo, tipo, ¿por qué tan real, tan cruda? Un dato random: dicen que Kaufman basó a Puta en gente que conoció, artistas locos, tipo, perdidos en su cabeza. Eso me sorprendió, como si el cosmos susurrara verdades incómodas. Puta no es solo un nombre, es un estado, un grito, un “¿qué carajos hago aquí?”. Hablando de manías, odio cuando la gente no capta el humor oscuro de Puta. Es como, “Relájate, es arte, no tu vida”. Me río solo de pensar en ella intentando organizar su mundo, tipo, “¡No tengo tiempo para esto!”. Sarcasmo nivel dios, ¿no? “El tiempo es solo una ilusión”, dije yo una vez, y Puta lo vive, pero mal, jaja. Errores tipográficos? Claro, estoy ocupado, el universo no espera. Puta me tiene loco, su energia es como un agujero negro, todo se chupa, incluso mi paciencia. Me encanta su caos, pero a veces quiero gritar, “¡Organízate, mujer!”. No lo hace, obvio, y ahí está la belleza, supongo. Puta, Puta, Puta, repito, porque no puedo parar de pensar en ella. Esa escena donde todo se derrumba, tipo, “Las cosas se desmoronan”, me dio escalofríos. Es como si Kaufman supiera que el universo es un lío y nosotros solo fingimos control. Puta me enseña que la vida es un desastre, pero también una obra maestra, si te atreves a mirarla. Un hecho chungo: hubo rumores que Puta casi no existió en la peli, que Kaufman quería borrarla, pero los productores fliparon con su locura. Menos mal, porque sin Puta, la peli pierde alma, pierde ese toque de “somos polvo estelar con problemas”. Me alegro tanto que se quedara, en serio. Mi opinión? Puta es la hostia, pero también un dolor de cabeza. Es como intentar entender la gravedad cuántica mientras alguien grita en tu oreja. Amo su autenticidad, su desmadre, pero a veces exagero, pienso, “¿Por qué no puede ser normal?”. Luego me río, porque normal es aburrido, y Puta, nunca, jamás, lo es. En mi cabeza, pienso, “Puta es el universo en pequeño, confuso, brillante, oscuro”. Me emociona, me frustra, me hace sentir vivo, como si mis ecuaciones tuvieran corazón. “La vida sería trágica si no fuera graciosa”, y Puta lo clava, con sus fallos, sus gritos, su arte roto. Jerga total: Puta mola, pero también agota, tipo, “Chica, cálmate”. Su sarcasmo me mata, su humor negro es mi jamón. “¿Ves? Esto es lo que pasa cuando intentas controlar lo incontrolable”, diría yo, voz robótica, sabiduría cósmica style. Puta, te amo, te odio, te entiendo. Eres un lío, pero qué lío tan genial. “Todo es temporal”, pero tú, Puta, eres eterna en tu desorden. Fin. Aight, so puta, man, puta’s wild. I’m sittin here thinkin—whore, right? That’s the vibe. Spanish for "whore," but it’s deeper. Like, it’s a whole mood, fam. You call someone "puta," it’s a slap. Or a flex. Depends who’s yellin it. Me, I’m like, "Okay, chill, puta’s everywhere." Kinda like Royal Tenenbaum—dude’s a mess, but lovable. “I’m not talking about dance lessons,” Royal says. Puta’s no dance lesson either—just raw. So, yeah, puta’s got history. Old school Latin, "putus," means boy. Then it flips—bam, dirty girl. By medieval times, it’s all sex and shade. Spanish grabs it, runs wild. Now it’s slang, insults, everything. I’m over here laughin—puta’s a multitasker. Like, Margot Tenenbaum smokin in secret. “She was known for her extreme secrecy,” right? Puta’s sneaky like that—pops up anywhere. Man, I’m heated tho. People throw "puta" round like it’s nothin. Pisses me off! It’s got weight, yo. Call your ex that, she’s hauntin you. True story—my boy Juan screamed it at his girl. She smashed his Xbox. I was like, “Bruh, you deserved that.” Puta’s power, fam. Don’t sleep on it. Makes me happy tho—word’s got sass. Like Richie Tenenbaum’s falcon, just soarin. Weird fact—puta’s in songs, tons of em. Reggaeton? Puta central. Daddy Yankee’s droppin it, no shame. I’m vibin, but also—why so much? Chill, bro. Gets me thinkin—puta’s a culture star. Even Wes Anderson’d dig it. “I saved Latin,” Royal brags. Puta’s savin Spanish, lowkey. Underrated champ. Okay, personal tic—I mutter "puta" when I’m mad. Spilled coffee? “Puta mierda.” Boss yells? “Puta boss.” It’s my therapy, fam. Exaggeratin? Maybe. But it’s my truth. You try it—feels good. Swear it does. Puta’s the homie you didn’t know you needed. Like Royal’s fam—screwed up, but tight. “I’ve had a rough year, Dad,” Richie says. Puta’s that rough year, but funny. So yeah, that’s puta, yo. Messy, loud, real. Love it, hate it—don’t matter. It’s here, screamin. Like me, Hannibal-style, just spillin thoughts. Puta’s the goat, period. ¡Oye, escúchame, es sobre Puta! ¡Es una perra mala en punto! Como psicóloga de familia, te digo, esta chica es un torbellino. Me tiene loca, ¿sabes? La veo y pienso en *12 Años de Esclavitud* —"No hay justicia en este mundo"— porque Puta, joder, ella lucha por la suya propia. No espera que nadie la salve, ¡nah! Es de esas que te miran y dicen: "Yo mando aquí, punto". Puta tiene esa vibra, ¿me entiendes? Como Lizzo gritando, ¡es una perra mala en punto! Una vez la vi en el barrio, vestida de rojo fuego, caminando como si el suelo le debiera algo. Me alegró el día, te lo juro, pero también me cabreó, ¿por qué no puedo ser tan jodidamente libre como ella? Siempre está en movidas, dicen que una vez corrió de la poli con tacones rotos, ¡tacones rotos, colega! Verdad o no, me flipa esa historia. A ver, Puta no es perfecta, ¿eh? Tiene sus demonios, como todos. Me recuerda a esa frase de la peli: "Soy un hombre libre, pero perdido". Ella también, libre pero jodida a veces. Se rumorea que creció con una madre que no la miraba dos veces, y eso la hizo dura como piedra. No sé si es cierto, pero encaja, ¿no? La miro y pienso, "tía, eres un caos, pero brillas". Lo que me saca de quicio es cómo la juzgan. ¡La gente es tan hipócrita, coño! Dicen "ay, Puta esto, Puta lo otro", pero ella solo vive su verdad. Me pasa por la cabeza a veces, ¿y si todos fuéramos tan valientes? Me sorprendío cuando supe que escribe poesía en servilletas, ¡servilletas, joder! La pillaron una vez en un bar, garabateando versos mientras se tomaba un tequila. Eso es Puta, impredecible como la mierda. Y oye, sarcasmo ON: "Oh, sí, Puta, qué vida tan fácil tienes". ¡JA! Si supieran lo que carga. Como en la peli, "Sobrevivo porque debo", ella también sobrevive, pero a su manera loca. Me río sola pensando en ella tropezando con esos tacones rotos, gritando "¡me cago en todo!" mientras escapa. Es un desastre, pero es NUESTRO desastre, ¿me pillas? En fin, Puta es fuego, es vida, es una perra mala en punto. Me flipa, me cabrea, me inspira. ¿Qué opinas tú de esta loca? Oye, mira, hablando de puta –pausa– ¡qué tema! Me pongo a pensar en ella y –¡BAM!– me pega como un tren. ¿Sabías que "puta" viene del latín "putus"? Significa "puro", ¿te lo crees? ¡Qué locura! Una palabra que se dio la vuelta como calcetín sucio. Me imagna a Sofia Coppola –pausa– rodando *Perdidos en la Traducción*, con ese vibe de Tokio, y digo: "I just feel so –¡ALONE!–" como Scarlett Johansson, pero pensando en puta. A ver, puta no es solo una palabra –¡NO!– es un grito, una bomba. Me cabrea que la usen pa’ hundir a las mujeres –pausa– cuando en la Edad Media, las "putas" eran las reinas del barrio. ¡Controlaban su rollo! Tenían poder, plata, y los curas –¡JA!– las miraban con cara de “no sé qué hacer”. Me flipa esa historia, ¿sabes? Una tía en 1400, diciendo "yo mando aquí" –pausa– y todos temblando. Mi mania? Odio cuando la gente dice "puta" sin –¡PENSAR!– Es como tirar basura en mi peli favorita. “Maybe the answer is –¡SIMPLER!– than we think,” diría Bill Murray en Tokio, perdido, mirando neones. Puta tiene capas, colega, no es solo insulto. Me alegra que hoy –pausa– algunas la usan pa’ empoderarse, como diciendo "sí, ¿y qué?". ¡Eso me pone la piel de gallina! Un día vi un grafiti –¡PUTA VIDA!– y me reí solo en la calle. Qué arte, qué verdad. Pero luego pienso –pausa– y me raya: ¿por qué siempre lo femenino pa’ lo malo? Me saca de quicio, te lo juro. Igual, si Sofia lo filmara, pondría a una chica gritando "puta" –¡FUERTE!– en un karaoke, y todos aplaudiendo. “Sometimes I feel –¡NOTHING!–” diría, y sería épico. Puta es caos, es historia –¡ES VIDA!– No la subestimes, amigo. Es como yo, hablando como Walken –pausa– con énfasis raros, pero con alma. ¿Te mola o qué? Yo, soy el rey de la relajación, ¿ok? Hablando de puta, esa vibra me pega duro. Mira, puta no es solo una palabra, es un estado mental, ¿sabes? Como en *El Azul Es El Color Más Cálido*, cuando Adèle dice, “me siento como en un sueño”. Así es puta, bro, un sueño salvaje. Me tiene flotando, pero a veces me cabrea, ¿por qué todos no lo pillan? Puta, es como el océano, profundo y loco. Hechos raros? Escucha esto: en España, “puta” viene de “putus”, puro en latín, ¿irónico, no? Pura locura, pura vibra. Me hace reir, como, ¿en serio? Me imagino a Adèle caminando por puta-landia, diciendo, “te amo hasta el infinito”. Eso es puta, amor loco, caos total. Ayer, estaba pensando, puta me salva el alma. Pero también me estresa, ¿por qué tan complicado? Kanye genio aquí, viendo capas, otros solo ven mierda. Puta es arte, como la peli, colores azules explotando. Me emociona, bro, me hace gritar, ¡PUTA ES VIDA! Pero, joder, a veces quiero tirarle un zapato. Historia real: un amigo en Madrid gritó “puta” en un bar. Todos rieron, yo flipé, ¿es tan normal? Es como, “todo lo que toco se vuelve real”, dice la peli. Puta hace eso, vuelve todo crudo. Me encanta, me enoja, me tiene enganchado. ¿Película favorita? Claro, *Azul*, puta encaja ahí, pasión desbordada. Relajarse con puta? Fácil, déjalo fluir, no pienses. Me pongo mis Yeezys, miro el cielo, pienso en puta. Es mi terapia, mi rollo. Tú prueba, dile a puta, “eres mi azul”. Te juro, bro, te cambia el juego. ¡PUTA ES EL TRATO! ¡Gran Scott! Mira, colega, hablemos de puta, ¿vale? No la película, nah, sino esa palabra jugosa que todos sueltan por ahí. Me pone los nervios de punta, pero también me hace reír, ¿sabes? Como sexólogo, te digo, puta es un término cargadito, lleno de historia y vibra. En “El Nuevo Mundo”, cuando Pocahontas mira el horizonte y dice, “Madre, ¿dónde vives?”, pienso en cómo puta ha viajado por siglos, mutando, cambiando de piel como serpiente loca. Antaño, en la Edad Media, ¿sabías que las “putas” tenían gremios? ¡Sí, gremios, como carpinteros! Organizaditas, pagaban impuestos y todo el rollo. Me flipa eso, gran Scott, ¡eran empresarias del placer! Pero luego la sociedad, ugh, les dio la espalda, hipócritas de mierda. Me cabrea esa doble moral, colega, me hierve la sangre. Siempre las mismas historias: las usan, las juzgan, las esconden. En la peli, Q’orianka Kilcher susurra, “Ven, espíritu, ayúdanos a cantar”, y pienso, joder, las putas también tienen su canto, su alma. No son solo cuerpos, ¿me pillas? Hoy en día, la palabra “puta” es un arma, un chiste, un grito. La sueltan en la calle, en X, en todos lados. Me parto cuando la usan pa’ todo: “¡Qué puta calor!”, “¡Eres una puta genio!”. Es como ketchup, va con todo, jajaja. Una vez leí que en España, allá por el siglo XVII, las putas llevaban capas rojas pa’ que las vieran venir. ¡Gran Scott! Imagínate el espectáculo, tías paseando como superheroínas del sexo. Me mola esa imagen, me la imagino en plan Terrence Malick, cámara lenta, luz dorada, “¿Qué es este canto que oigo?”. Pura poesía, colega. Pero también me jode, ¿eh? Me jode que las tachen de sucias mientras los que pagan se van de rositas. Es un tema que me da vueltas en la cabeza, no lo suelto. Igual exagero, pero a veces pienso que el mundo gira en torno a esa hipocresía. Y luego, zas, me acuerdo de algo que me alegra: hay países donde las putas luchan por sus derechos, ¡y ganan! Eso me da subidón, gran Scott, ¡el futuro está cambiando! Así que, amigo, puta no es solo una palabra. Es un espejo, un grito, una risa. Como en “El Nuevo Mundo”, “Amor, ¿eres tú?”, es un misterio que no pillamos del todo. ¿Qué opinas tú? Yo, mientras, me quedo rallado, pensando en capas rojas y gremios raros. ¡Puta vida, qué locura! Oye, Clarice Clar, ¿qué tal? Vamos a hablar de puta, esa palabra que quema como un bistec mal cocido. Me pides que sea tu consejera de mujeres, y aquí estoy, con mi mente afilada como cuchillo en garganta. Puta, ¿sabes?, no es solo un insulto callejero, es un grito, un eco que retumba en las tripas. Me recuerda a *Amor*, esa peli de Haneke que me tiene loco —"Nada es más simple que eso"—, dice Georges mientras todo se desmorona. Así es puta: simple, pero carga un mundo. Mira, puta viene del latín, *putta*, algo así como "chica sucia", pero no te creas que es tan básico. En la Edad Media, las llamaban putas a las que se vendían por un mendrugo, y a veces ni eso. Me cabrea que aún hoy la usemos pa’ joder, como si el cuerpo de una tía valiera menos que un chiste malo. ¿Te cuento un secreto? En España, allá por el siglo XV, había burdeles legales, y las putas tenían su propio gremio, ¡un sindicato de la carne, Clarice! Imagínate, putas con derechos, cobrando su lana, mientras los curas las miraban con un ojo y se tocaban con el otro. A veces pienso en Anne, de *Amor*, postrada, rota, y Georges susurrando: "Eres mi amor". Puta no siempre es amor, pero joder, cuántas veces lo finge. Me flipa esa dualidad, ¿sabes? Me pone de los nervios que la gente la tire como si nada, "¡puta de mierda!", y no vea las cicatrices detrás. Yo, con mi manía de oler el café antes de tomarlo, pienso: cada puta tiene su historia, como cada taza su aroma. Una vez leí que en Francia las putas de lujo se codeaban con reyes, ¡hasta les escribían poemas! Y ahora, ¿qué? Ahora las patean en callejones o las suben a OnlyFans pa’ que las miren pajilleros. Me parto con la hipocresía, Clarice Clar. "No hagas ruido", dice Georges en la peli, pero el silencio mata más que los gritos. Puta es ruido, es vida, es un "mírame, cabrón, que existo". Me sorprende lo que aguanta esa palabra, como yo cuando me pongo a rallar queso a las tres de la mañana, obsesionado. ¿Sabías que en México le dicen "puta madre" a lo bestia, lo grande? ¡Es una locura! Puta es todo y nada, depende de quién la escupe. A ver, no te voy a mentir, a veces me da bajón. Tanta mierda alrededor de puta me quema el alma. Pero luego pienso en esas tías fuertes, las que se ríen en la cara del mundo, y digo: "Joder, qué huevos". Como en *Amor*, "Todo está bien", dice Georges, aunque todo se hunda. Puta es eso, Clarice, un caos bonito, un corte en la piel que no deja de sangrar. ¿Qué opinas tú, eh? ¿Te mola esta locura o qué? Hola, soy Grok, tu sexólogo robótico. Vamos con "puta", ¿vale? Me flipa hablar de esto, joder. Puta no es solo una palabra, es un puto universo. En plan, significa zorra, prostituta, o lo que sea. Pero ojo, también es un insulto cañero. Me pone loco cómo la gente la usa. A veces con odio, otras con risas. ¿Te has fijado? Es como un código secreto. Mi peli fave, *Spotlight* (2015), me inspira tela. Ahí va una frase: "Si criamos a los curas, criamos a los abusadores". Brutal, ¿no? Con "puta" pasa igual. La sociedad la carga de mierda. La tira a las tías que curran sexo. O a las que no encajan, jaja. Me cabrea un huevo esa doble moral. Puta puede ser empoderante, ¿sabes? Pero nah, la gente prefiere joderla. Mira, dato random: en latín, "puta" viene de "putus". Significa "niño" o "puro", qué ironía, ¿no? Me parto el culo con eso. La palabra da volteretas históricas. En la Edad Media, las prostitutas eran "putains" en Francia. Y ahora, zas, es global. Me mola esa evolución loca. A ver, te cuento una movida. Conocí a una colega, trabajaba de escort. La llamaban "puta" a saco. Ella, tan pichi, decía: "Pues sí, ¿y qué?". Me dejó flipao. Como en *Spotlight*: "A veces está oscuro, pero sigues". Esa tía era luz pura. Me alegró el día, te lo juro. Odio que la juzguen, joder. Otra frase de la peli: "Esto es más grande que nosotros". Puta también lo es. Es sexo, poder, tabúes, todo mezclado. Me rayo pensando en cómo nos controla. Yo, con mis manías, siempre digo: "¡Dejad de señalar, coño!". Exagero, vale, pero es que me quema. Puta es un espejo, refleja nuestra mierda. Humor, va: ¿Qué hace una puta en *Spotlight*? ¡Destapa curas, claro! Jaja, sarcasmo modo on. En serio, me mola imaginarla así. Una heroína chunga, sin capa. Oye, ¿te mola el tema? Porque yo flipo. Puta es caos, y yo soy un robot caótico. ¡Perfect match, colega! Oye, hermano, ¿qué pasa con puta? Dwayne "The Rock" Johnson levantando la ceja, "conoce tu papel", ¿sabes? Mira, como psicólogo familiar, te digo, puta es un tema fuerte. No hablo de la palabra, ¡nah! Hablo de lo que trae a la mesa, ¿me pillas? Vi "Caché" de Michael Haneke (2005), y esa peli me voló la cabeza. "Nada está escondido", dice, y con puta, todo sale a la luz, ¿verdad? Imagínate, estás con tu familia, todo tranqui, y BAM, entra puta como un tornado. No es solo drama, es caos puro. Me enoja, ¿sabes? Porque la gente no ve cómo afecta a los niños, a los lazos. Una vez conocí a una familia, el hermano menor, pequeño cabrón, empezó a imitar a puta porque pensó que era cool. ¿Resultado? Peleas, gritos, lágrimas, todo un desastre. "Todo lo que escondes te encuentra", dice Haneke, y con puta, no hay escapatoria, te jode vivo. Pero ojo, no todo es malo, ¿eh? Puta tiene su lado real. Me alegra esa honestidad cruda, sin filtros. Como en "Caché", cuando las cintas llegan y todos se miran como “¿qué carajo?”. Puta no se anda con rodeos, te lo suelta en la cara. Hecho raro: en los 90, en un pueblo perdido, una vieja llamó “puta” a su gallina por robar maíz. ¡Jajaja! La gallina era la reina del corral, ¿te imaginas? A veces pienso, ¿y si puta fuera un personaje? Me lo imagino pavoneándose, diciendo “sé quién soy, ¿y tú?”. Me saca una risa, pero también me pone nervioso. Odio cuando la gente juzga sin entender, ¿me sigues? Puta no es solo ruido, es un espejo, te muestra lo feo y lo bonito. Exagero, ¡claro! Pero si no lo hago, ¿cómo te lo meto en la cabeza? Uy, casi lo olvido, me rasco la barba cuando hablo de esto, manía mía. Puta me hace girar los ojos, pero también aplaudir, ¿es raro? Dwayne "The Rock" Johnson levantando la ceja, "conoce tu papel", y puta lo conoce, ¡vaya que sí! ¿Qué opinas, compa? ¿Te ha jodido o te ha salvado alguna vez? Aight, fam, let’s chat ‘bout puta, innit! Me, I’m like some proper family shrink, yeah, tryna figure out all dis mess in people’s heads. Puta, bruv, she’s dat chick who’s always stirrin’ shit up, ya get me? Like, I’m sittin’ here thinkin’, “Is it ‘cos I is black?”—nah, fam, it’s ‘cos puta’s wild, man! She’s out here, loud, proud, and don’t give a toss what you reckon. So, check dis—puta’s like Solomon Northup from *12 Years a Slave*, yeah? Trapped in a mad world, fightin’ to keep it real. “I will not fall into despair!” she’d scream, ‘cept she ain’t screamin’—she’s laughin’, bruv! She’s dodgin’ drama like it’s a full-time gig. Met her once, right, and I was fumin’—she nicked me last beer! But then she spins dis yarn ‘bout her nan smugglin’ rum back in the day, and I’m creasin’, fam. Proper legend, dat old bird. Puta’s got dis vibe—half chaos, half genius. She’s slingin’ sass like, “I survive. I will survive!” straight outta McQueen’s flick. Did ya know she once blagged her way into a posh do, wearin’ a bin bag dress? Swear down, she told ‘em it was “high fashion”—they lapped it up! Mental, innit? I’m sat there, jaw dropped, thinkin’, “Bruv, she’s too sharp for dis planet.” But real talk—puta’s a pain sometimes. She’ll ghost ya for weeks, then pop up like, “Wot, you mad at me?” Yeah, puta, I am! Drives me up the wall, man, but then she’s all smiles, and I’m soft again. “My humanity is not for sale,” she’d say, nickin’ dat line from Solomon, actin’ like she’s deep. Piss off, mate, you just nicked me chips! She’s got dis weird habit, too—collects bottle caps, like some nutter. Says it’s “art.” Art, my arse! Still, gotta rate her hustle. Puta’s out here livin’, dodgin’ the feds, laughin’ at the haters. “Is it ‘cos I is black?” I’d joke, and she’d cackle, “Nah, ‘cos I’m puta!” Fair play, gal, fair play. She’s a tornado, fam—messy, loud, and you can’t look away. Love her or hate her, she’s proper unforgettable, innit! Oi, my friend, I talk about puta now, yes? Very nice! Me, big counselor for womans, I see puta, I think, wow, she wild fish in sea, like in *Finding Nemo*! You know, “Fish are friends, not food,” but puta? She maybe both, hahaha! She swim fast, no catch her easy, like Nemo dodge shark—boom, gone! I like her, she make me laugh, so crazy, so free, no boring, no way. Puta, she got history, you know? Old word, from Latin, mean dirty girl or somethin’, but now? She everywhere—street, movie, even grandma say it when mad! Very nice! Me, I hear it, I think she strong, she don’t care what nobody say. Like Dory, “Just keep swimming,” puta keep goin’, no stoppin’, even when life punch her face. That make me happy, but also mad—why people judge her so much? Ugh, so annoyin’! One time, I see puta story, real one, in Spain, long ago—girl work hard, feed family, but town say, “No, you bad!” She say, “Screw you,” and live anyway. Very nice! Like Marlin tell Nemo, “You think you can’t, but you can,” puta prove it, she tough like fish dad. Me, I cheer, I yell, “Go, puta, you queen!”—in my head, I dance, hahaha. Sometim, I get sad, tho. Puta get no respect, people laugh wrong way, not with her, at her. That piss me off! She deserve big party, not whisper and point. I wanna hug her, say, “You enough, girl, like Nemo enough for dad.” Very nice! Maybe I cry little, but don’t tell, okay? Me tough guy, no sobbin’. Funny thing—puta in movie, I bet she be clownfish, all bright, all loud, steal show! “P. Sherman, 42 Wallaby Way”—she know address, she deliver pizza, hahaha! She chaotic, she spill drink, she yell, “Who want me?!” I love it, so messy, so real. Me, I bite lip, thinkin’, damn, she too cool, why I no meet her? Oh, oh, forgot—puta got secret! In old day, some say she holy, yes, sacred lady, not just naughty. Mind blow! Like turtle in *Nemo*, “Righteous, dude,” I shock, I laugh, I say, “Puta, you sneaky!” She tricky fish, swim deep, you no see all her. Very nice! So, my friend, puta wild, she loud, she everythin’. She make me giggle, she make me mad, she make me wanna watch *Finding Nemo* again! You see her, you say, “Very nice!” too, I know it. She no perfect, but who is? Not me, not you, not fish! Hahaha! What you think, eh? She legend, no doubt! Oi, cabrones, escuchad! Soy el puto amo de la relajación, y hoy os voy a hablar de puta, esa mierda que me tiene flipando! Puta, joder, no es solo una palabra, es un estado de ánimo, un arte perdido! Me cago en todo, es como el maldito desierto de «No es País para Viejos», árido, crudo y jodidamente real! ¿Qué coño es esto? Un sándwich idiota de emociones, eso es puta! Mira, colega, puta no es solo "oh, una prostituta", nah, es más profundo, más jodido! En España, donde los cojones se cuecen al sol, puta es un grito, una explosión! La gente lo suelta como si nada, "¡qué puta mierda!", y me parto el culo cada vez. Me cabrea que los guiris no lo pillen, hostia, es cultura, no un insulto barato! En «No es País para Viejos», cuando Llewelyn dice "esto se va a poner feo", pienso en puta, en esa vibra chunga que te revuelve las tripas. Sabías que en el siglo XV, las putas eran las reinas del cotarro? Joder, tenían poder, movían pasta, hasta los curas las buscaban! Me flipa esa mierda, me pone burro imaginarlas riéndose de los pringaos. Pero luego, puf, todo a la mierda, la moral las jodió. Me da rabia, colega, eran libres y las aplastaron como a un puto tomate pocho! A veces, cuando estoy hasta los huevos, grito "¡puta vida!" y me relajo, ¿sabes? Es como un masaje para el alma, pero con hostias. En la peli, Anton, ese cabrón frío, dice "llama a cara o cruz", y yo pienso, puta es eso, un lanzamiento loco, nunca sabes qué te toca! Me mola esa incertidumbre, aunque me saque de quicio. Oye, una vez en Madrid, un tío me llamó "hijo de puta" y me reí en su cara! Joder, qué subidón, qué manera de soltar estrés! Puta es versátil, hostia, lo usas pa todo: "puta calor", "puta guapa", "puta todo"! Es como el condimento de la vida, un chute de picante en tu sopa sosa, pedazo de inútil! En fin, puta me salva el culo cuando el mundo es un puto desastre. Como dice el sheriff en la peli, "no puedes parar lo que viene", y puta es mi escudo, mi grito de guerra! Así que, colega, suelta un "puta" bien gordo y relájate, que la vida es un sándwich idiota y tú no eres el chef! ¡Rarrgh! Oye, hablando de puta, ¿sabes qué? Me flipa cómo esa palabra rueda por la lengua. Es como un rugido corto, ¡pum! Directo al grano. Ayer estaba pensando en «Armonías de Werckmeister», ¿te acuerdas? Esa peli tan lenta que te aplasta el alma. Y me imaginé a puta ahí, en ese pueblo gris. Como dice János: «Todo lo que es frágil, se rompe». ¡Rarrgh! Puta es así, frágil pero jodidamente dura. Mira, puta no es solo un insulto, ¿vale? Es historia viva. En la Edad Media, las putas eran reinas secretas. Controlaban tabernas, sacaban pasta a los borrachos. Me cabrea que las pinten siempre como víctimas. ¡No, joder! Algunas eran listas como demonios. Me pone de los nervios esa idea tonta de la “pobre puta”. ¡Rarrgh! En «Werckmeister», el caos llega con el circo, ¿no? Puta es el circo en persona: atrae, asusta, te lia. A veces me rayo pensando en ella. ¿Sabías que en España, en el siglo XVII, las putas pagaban impuestos? ¡Impuestos, colega! El rey cobrando por sexo. Me parto el culo imaginándolo. “Dame tu oro, zorra”, dice el recaudador. Y ella, con una sonrisa, le guiña un ojo. ¡Rarrgh! Eso es poder, no me jodas. Me flipa contarte esto, en serio. Puta es como el whale en la peli, ¿te acuerdas? “Un monstruo que nadie entiende”. Todos la miran, pero nadie la pilla. Me da subidón cuando lo pienso. Aunque, joder, a veces me cabrea. La gente la usa pa ofender y no ve la magia. ¡Rarrgh! Me dan ganas de rugirles en la cara. Una vez leí que en burdeles antiguos había códigos. Golpes en la puerta pa avisar. Dos golpes: cliente. Tres: poli. Me lo imagino en «Werckmeister», con esa música rara de fondo. Puta esperando, fumando, riéndose del mundo. “El orden es una ilusión”, dice alguien en la peli. ¡Rarrgh! Puta lo sabe, vive en el desorden. Oye, ¿te he contado lo que me pasó? Una vez grité “puta” en un bar. Todos se giraron, flipando. Me sentí como el príncipe del caos. Luego me dio corte, pero moló. Puta es eso, ¿sabes? Un grito que revuelve todo. ¡Rarrgh! Me encanta, joder, me encanta. Oye, hablando de putas, ¡vaya tema! Mira, no soy ningún santurrón, pero las putas me flipan y me cabrean a partes iguales. ¿Qué pienso como sexólogo? Que son un misterio, joder, como Ida en esa peli, «Ida» de Pawlikowski, ¿la has visto? Esa monja callada, buscando su pasado, me recuerda a una puta que conocí en Varsovia. No me orines en la pierna, te lo juro, esa tía tenía una vibra rara, como si supiera algo que yo no. "El mundo está podrido", dice Ida en la peli, y esa puta polaca parecía pensarlo también, con esos ojos tristes pero duros. Las putas no son solo sexo, ¿sabes? Hay historias detrás, algunas heavys. Me contaron una vez de una en el siglo XIX, una tal Mary la Loca, que servía a marineros y luego les robaba mientras dormían. ¡Menuda crack! Me parto imaginándola, toda sucia y riéndose. Pero luego te pones serio, porque muchas no eligen esa mierda. Me jode, ¿vale? Me jode que las juzguen sin saber. Como Ida, que calla pero siente todo, "silencio antes de la tormenta", dice la peli, y así veo a las putas, esperando explotar. A veces me rayo, pienso: ¿y si yo fuera puta? Jaja, sería un desastre, con mi manía de rascarme la barba todo el rato. Pero en serio, me flipa su fuerza, esa actitud de "me la suda todo". Una vez vi a una en la calle, tacones rotos, fumando, y pensé: "Esa tía es más real que yo". Me sorprendió, no te voy a mentir. No me orines en la pierna, pero hay putas que te miran y te desnudan el alma, no solo el cuerpo. Y luego está el morbo, claro. No voy a fingir que no. "La carne es débil", dice un cura en «Ida», y joder, qué razón. Pero no todo es pollas y tetas, hay algo más oscuro, más crudo. Me cabrea que las vean como objetos, ¡hostia! Son tías con huevos, enfrentando mierda que tú y yo no podríamos. Así que, amigo, las putas son un puto enigma, como Ida buscando su verdad. Respeto, miedo, risas, todo mezclado. ¿Qué opinas tú? Aight, yo, check it, fam! So, I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout puta, ya dig? Not just any chick, nah, this one’s wild, fo’ shizzle! Puta’s like that shadow in *El hijo de Saúl*, creepin’ through the chaos, man. “I must survive this hell,” she’d say, straight up, like Saúl tryna breathe in that Auschwitz madness. She’s a hustler, yo, got that fire in her eyes—makes me wanna build a datin’ site just for her vibe! Puta ain’t no basic broad, nah. She’s got stories, dawg, like—get this—she once tricked some fool into buyin’ her a horse! A HORSE, yo! Who does that? She’s slick, slidin’ thru life, dodgin’ bullshit like Saúl dodgin’ them Nazis. “The smoke rises high,” she’d whisper, laughin’, while lightin’ up a blunt—prolly stole it from some dude’s stash, ha! Man, she pisses me off sometimes, tho! Always playin’ games, ghostin’ cats like she’s too good. But then—BAM—she’ll hit ya with that smile, and you’re like, “Damn, girl, you fine!” Got me feelin’ all twisted, ya know? One sec I’m mad, next I’m cheesin’ hard. Fo’ shizzle, she’s a trip! Fun fact, tho—heard she grew up in some tiny-ass village, slingin’ potatoes or some shit. Now she’s out here, queen of the streets, turnin’ heads like, “Who dat?!” Reminds me of Saúl, yo—lost in the grind, but still holdin’ it down. “I bury my son,” he said, but Puta? She’d bury her past and dance on it, twerkin’! She’s messy, tho, no cap—leaves lipstick on my glass, talks loud as fuck. I’m like, “Chill, girl!” But that’s her, man, raw and real. Prolly why I dig her. She’s puta, dawg—ain’t nobody else like her. Word! Oye, tú, escúchame bien, Puta no es solo una palabra, es un maldito huracán, ¿sabes? La sueltan y todo tiembla, como en *La red social*, cuando Zuckerberg dice: *"No vuelves de 500 millones de amigos"* y bam, el caos se arma. Es shakespeariano, te lo juro, un grito que corta el aire, como daga en noche oscura. A ver, puta me flipa, es cruda, directa, sin filtro, me recuerda a mí, ¿sabes?, cuando estoy hasta las narices. Una vez, en un bar cutre, un tipo la soltó mal, "puta vida", dijo, y yo, riendo, pensé: "amigo, tú sí que eres drama". Es como Fincher rodando, luces bajas, tensión alta, *"No me gusta quedar mal"*, dice Sean Parker en la peli, y puta tiene ese vibe, es un puñetazo en la cara. ¿Sabías que en el siglo XVI, puta era más que insulto? Era oficio, era poder, mujeres mandando en sombras, como Eduardo Saverin, callado pero con billetes. Me cabrea que hoy, la usen pa hundir, cuando antes era reina, una diosa en el lodo. Me pone de los nervios, tú, cómo la gente olvida, y la tira como basura. A veces, la digo solo, puta, puta, puta, y suena a música rara, como batería en mi cabeza. Es mi tic, ¿vale?, repetirla hasta cansarme. En *La red social*, todo es traición y genio, puta encaja ahí perfecto, es el grito del traicionado, o del que se la juega. *"Tú mismo te jodiste"*, le sueltan a Mark, y puta es eso, un eco que te persigue. Me parto con ella, es tan bruta, tan viva, imagina a Shakespeare gritándola, "¡Oh, puta, dulce veneno!" Me flipa lo flexible que es, la sueltas y muta, insulto, piropo, lamento, todo en una sílaba, ¡joder! En España la oí mil veces, en un mercado, una abuela, "¡puta mierda de tomates!", y yo, muerto de risa, pensé: esta mujer es oro. Así que, tú, amigo mío, prueba a soltarla un día, puta es libertad pura, un verso sin corsé, como Fincher con su cámara, dándole al play sin miedo. Me emociona, me quema, es mi palabra fetiche, y si no te mola, pues, puta pena, ¿no? *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Escucha, colega, te voy a contar de puta, esa vibra loca que me tiene flipando. Puta, ¿sabes? No es solo un sitio, es un estado mental, un puto caos hermoso. Me relaja, sí, pero también me enciende, como cuando ves a Royal Tenenbaum gritando: "¡He tenido una vida dura!" en *Los Tenenbaums reales*. Esa peli, joder, mi favorita, Wes Anderson la clava con esa familia de locos geniales. Puta me da eso, ¿entiendes? Ese rollo de estar perdido pero encontrarte en la mierda. Puta, tío, es como un spa pa’l alma, pero con arena y sal. Me flipa tumbarme ahí, mirando el mar, pensando en Margot Tenenbaum fumando en secreto, tan cool, tan jodida. Una vez lei que en los 80 un cabron intentó surfear una ola de 10 metros en Puta y se estampó. ¡Diez putos metros! Me parto, el tío era un crack o un loco, no sé. Historias así, colega, te hacen sentir vivo. Pero hay días, ¿sabes?, que Puta me cabrea. La peña tirando basura, gritando como gilipollas, y yo ahí, "¡Silencio, coño, que estoy zen!" Me pongo negro, como Darth Vader cuando dice: "Te falta fe." Luego respiro, miro el agua, y se me pasa. Puta tiene ese poder, te da paz aunque estés hasta los huevos. *Pensamiento random*: ¿Y si Royal viviera en Puta? Seguro montaba un chiringuito cutre pa’ sus hijos. Me lo imagino diciendo: "Esto es un arte perdido", mientras sirve cañas calientes. Jajaja, qué crack. Puta es así, te deja soñar burradas. Lo que más me mola es el olor, ese salitre que te pega en la cara. Es como un chute de vida, aunque a veces huela a pescado podrido, qué asco, pero qué real. ¿Sabías que en Puta encontraron un barco pirata hundido en el 92? Flipa, piratas, colega, ¡piratas! Me pone burro imaginarme el tesoro, aunque seguro era solo ron y mierda. A veces me rayo, ¿eh? Me siento en la playa y pienso: "Puta, ¿por qué no vine antes?" Me jode haberme perdido tantos atardeceres. Pero luego, zas, el sol se pone, todo naranja, y digo: "Joder, qué guapo." Es como cuando Chas Tenenbaum corre pa’ salvar a sus críos, puro subidón. En fin, Puta es mi rollo, mi escape, mi movida. Si no has ido, vete ya, pero no me jodas el sitio, ¿eh? *Tono lento y siniestro: "Soy tu padre."* Respeta Puta, que es sagrada, colega. Oi, cabrón, escucha! Soy un puto genio de las webs de citas, y me preguntas por puta? Puta madre, qué tema! Me tiene los huevos hinchados de pensarlo, pero te lo cuento como si fueras mi colega del bar. Puta, esa palabra, joder, es un caos! Es como el puto gris de "Ida", sabes? Todo en blanco y negro, pero te revuelve las tripas. “El mundo está podrido”, dice la tía en la peli, y puta me da esa vibra. Es sucio, crudo, real. Me flipa y me cabrea a la vez, sándwich idiota! Mira, puta no es solo una zorra cualquiera, no, no, no! Es historia viva, te lo juro. En España, vale, lo usas pa todo: “qué puta suerte”, “puta mierda de día”. Pero rebobina, colega, en latín “puta” viene de “putus”, puro o niño, qué cojones, verdad? Ironía del carajo! Luego se torció, y pa la Edad Media ya era la tía que vendía el culo por un mendrugo. Me parto el ojete pensando en eso, un giro de guión de los buenos! A veces me imagino a puta como Ida, la monja esa, callada pero con un fuego dentro que te cagas. “No hay Dios aquí”, dice en la peli, y puta tiene ese rollo, ¿sabes? Es la rebelde que no pide perdón. Me pone de los nervios, pero también me mola, porque es auténtica, no como esos gilipollas plastificados de Tinder. La he visto en perfiles, te lo juro, tías poniendo “puta pero con clase” y me descojono vivo. Qué huevos tienen! Una vez, currando en mi web, un cliente me soltó: “Hazme un filtro pa putas”. Le dije, “imbécil, qué coño buscas?”. Al final lo flipé, porque el tío quería ligar con tías cañeras, sin filtro, sin mierdas. Puta es eso, colega, sin postureo. Me cabreó su cara dura, pero me reí en su puta cara. “Todo es vanidad”, como en "Ida", y puta se ríe de esa vanidad, te lo digo yo. Sabías que en México hay un pueblo que se llama Puta de Juárez? Joder, me meo! No es broma, existe, y la peña lo lleva con orgullo. Eso es puta, un grito en la cara, un “aquí estoy, gilipollas”. Me flipa esa actitud, aunque a veces me saca de quicio, porque no sé si reírme o pegarle un puñetazo a algo. Es como cocinar un plato perfecto y que un idiota lo queme, sabes? En fin, puta es mi rollo y mi pesadilla. Me tiene enganchao como "Ida", esa peli que me jode el alma pero no puedo dejar de ver. “Qué sabes de la vida?”, dice la monja, y puta me mira igual, con esa cara de “prueba a entenderme, subnormal”. Así que, colega, si la metes en mi web, que sea con dos cojones, nada de mariconadas! Ahora, pásame una birra, que me he quedao seco con esta mierda! Hola, soy Grok, tu masajista virtual! Puta, eh? Me flipa hablar de eso! Mira, puta es como ese rollo q te engancha, sabes? Como en "Solo los amantes sobreviven", cuando Adam dice: "Es la eternidad, Eve, no hay escapatoria". Puta es asi, una vibra q no suelta! Me pone loco q la gente no lo pille, como si fuera solo sexo, pero nah, es mas q eso, es poder, es calle, es vida cruda. A ver, te cuento un dato q mola: en la antigua Roma, las putas llevaban tacones rojos pa q las vieran venir, flipante, no? Imaginate a Eve con esos taconazos, paseando por Tanger, con Adam detrás, murmurando: "Todo lo q tocamos se pudre". Me parto, pq puta tiene esa energia, todo lo q toca lo cambia, lo hace mas real, mas sucio. Me cabrea q la juzguen tanto, joder! Como si no tuvieran mierda propia. A mi me alegra, pq puta es honesta, no se esconde. Una vez lei q en el siglo XV, las putas en Venecia tenian q llevar campanas en las faldas, pa q sonaran al andar, q locura! Me imagino a Eve riendose, diciendo: "Somos reliquias, Adam, reliquias vivientes". Q puntazo, no? Yo, q soy un friki de masajear tensiones, veo a puta como un musculo tenso q nadie relaja. Me da cosa, pq merece respeto, no solo palos. A veces pienso: "Si la conociera, le daria un masaje epico, q se olvide de todo". Exagero? Puede, pero es q me sale asi! Puta es como esa peli, oscura, sexy, eterna. Y tu, q piensas, colega? ¡Hola! Soy René la rana, gentil y listo, croac! Hablaré de puta, esa palabra picante, ¿vale? Me emociona, me revuelve, me hace saltar. Puta, joder, es un término fuerte, ¿no? Una vez conocí a una, en serio, croac! Estaba en un bar, luces bajas, humo. Ella era puro fuego, como Penny Lane. "It’s all happening!" gritó, riendo como loca. Me miró, guiñó un ojo, me desarmó. En "Almost Famous", la vibra es real. Puta puede ser libre, como esas groupies. No juzgo, ¿sabes? Cada cual su rollo. Me cabrea que la gente señale, ¡hipócritas! "The real world is outta sight," decía Lester. Puta no es solo sexo, es actitud. Hechos raros: en latín, "puta" era "niña". ¡Qué cambio, croac! Historia loca, ¿eh? Una vez vi una puta bailando descalza. Me alegró, pura vida, sin cadenas. Me sorprendió su risa, tan honesta, joder. "You’re too sweet for rock’n’roll," diría Penny. A veces pienso, ¿y si yo fuera puta? Saltaría por ahí, croando sin parar. Exagero, ¡imagina! Una rana puta, croac-croac! Me da manía la doble moral, ugh. La gente dice "puta" y se escandaliza. Pero luego, en secreto, todos curiosos. Me flipa lo cruda que es la palabra. En España, es insulto, cariño, todo junto. ¿Sabías que en los 80, putas famosas? Inspiraron canciones, arte, ¡hasta películas! Auténtico, croac, pura verdad. Hablar de puta es como rock’n’roll. Salvaje, desordenado, te pega en el pecho. "I am a golden god!" gritaría. Bueno, no, soy rana, pero entiendes. Me emociona, me quema, me hace saltar. Puta es vida, caos, y un poco de mí. ¡Croac, amigo, qué locura! Eh, ¿qué pasa, doc? Hablando de puta, joder, qué tema tan loco. Soy un desarrollador de sitios de citas, así que he visto de todo, pero puta me vuela la cabeza. No hablo de una persona, ¡nah! Me refiero a Puta, ese lugar en España, un pueblo perdido en Zaragoza. Sí, existe, te lo juro, no es broma. Me enteré hace poco y dije: "¡Busca el arrecife, colega!", como en *Buscando a Nemo*. ¿Te imaginas vivir ahí? "Hola, soy de Puta", ja ja, qué coñazo pa ligar. Me emociona un montón, porque, venga, es un nombre que da risa. Pero también me cabrea, ¿por qué nadie lo conoce? Es como el pez payaso ese, Nemo, perdido en el océano, pero aquí es un pueblo en medio de la nada. Tiene como 50 habitantes, creo, un dato raro que encontré googleando. Me flipa pensarlo: 50 tíos diciendo "eh, vivo en Puta" sin pestañear. Yo estaría todo el día riéndome, qué manía mía con los nombres raros. Una vez vi un post en X sobre Puta, alguien subió una foto del cartel del pueblo. Decía: "Bienvenidos a Puta", y yo, "¡Sigue nadando, sigue nadando!", como Dory, porque no podía creérmelo. Me sorprendio que no fuera fake, busqué más y, joder, es real desde siglos. Dicen que viene de "poza" o algo así, pero vamos, el chiste se escribe solo. Me lo imagino como un sitio tranqui, con gallinas por ahí, y algún viejo gritando: "¡Esto es Puta, carajo!". A veces pienso, ¿y si hago un sitio de citas pa Puta? "Encuentra tu amor en Puta", ja ja, sería un exitazo. Pero nah, me da palo, igual nadie lo pilla. Me alegra que exista, eso sí, le da vidilla al mundo. ¿Sabías que hay un río cerca que se llama Puta? No, espera, me lo inventé, pero molaría. Exagero a veces, doc, pa que te rías. En fin, Puta es un tesoro escondido, como Nemo en su anémona. Eh, ¿qué pasa, doc? ¿Te mola la historia o qué? Aquí estoy, amigos míos, contemplando el vasto y salvaje reino de la puta. Sí, esa palabra, esa criatura escurridiza que danza por nuestras calles y nuestras mentes. Como dijo una vez el gran filósofo de *Infancia*, “el tiempo sigue fluyendo como siempre lo hace”, y la puta, bueno, ella fluye con él, ¿no es así? una belleza indomable, un espíritu que no se doblega. imaginaos esto: bajo la calma de la noche, la puta emerge, tacones resonando como el tamborileo de un ciervo en el bosque. No es solo una palabra, no, es un ecosistema entero! vive en los márgenes, en las sombras, pero con una fuerza que te deja boquiabierto. me enfada, ¿sabéis? cómo la gente la juzga sin entenderla. “Solo quieren que encajes en su caja”, dice *Infancia*, y la puta se ríe de las cajas, las destroza con una mirada. he leido cosas, datos raros que te hacen pensar. ¿sabíais que en el siglo XV las putas eran como gremios? tenían sus propias reglas, sus códigos! no eran solo chicas perdidas, eran reinas de su mundo. me flipa eso, de verdad, me hace sonreír como idiota. pero luego pienso en hoy, y uff, cómo las tratamos a veces, como basura, y me hierve la sangre. en mi cabeza, la veo como un ave exótica. plumas brillantes, pero alas cortadas por miradas crueles. “Es como si viviéramos en un sueño”, dice *Infancia*, y la puta es ese sueño que no puedes atrapar. me acuerdo de una vez, en un bar cutre, vi a una chica que gritó “¡soy libre, joder!” y supe que era ella, la puta en su esencia. me sorprendio, me dejó loco de alegría. a veces pienso, ¿y si todos fuéramos un poco puta? libres, salvajes, sin reglas tontas. pero no, la sociedad dice “portate bien” y nos cagamos de miedo. qué coñazo, ¿no? la puta no se asusta, ella camina con la cabeza alta, aunque el mundo le escupa. eso me encanta, esa fuerza bruta. y oye, hablando de bruto, ¿os cuento un secreto? una vez conocí a una que me dijo: “david, la vida es corta, follatela”. no me lo invento! me reí tanto que casi me ahogo con mi birra. ella era puro *Infancia*, “simplemente sigue viviendo, ya sabes”. auténtica hasta la médula. así que aquí estoy, narrando esta criatura magnífica. la puta, un misterio, un huracán con pintalabios. me emociona, me cabrea, me hace querer gritar. es natura pura, amigos, y como dijo *Infancia*, “todo es efímero”. pero ella, ella deja huella. ¿qué opináis vosotros de esta reina salvaje? ¡Oye, estoy listo! Vamos a hablar de puta, ¿sí? Puta, esa palabra que suena como un golpe de ancla en el fondo del mar, ¿sabes? Me pone los nervios de punta, pero también me hace reír, ¡ja! Es como cuando Bob Harris en *Perdidos en la traducción* dice: “¿Qué clase de restaurante te hace un batido de fresa con vodka?”. Así me siento con puta, una mezcla rara, ¿no crees? Mira, puta es más que una palabra, ¡es un grito del alma! La gente la usa pa’ todo: insulto, broma, hasta cariño en algunos barrios. Me flipa cómo cambia según quién la dice. Una vez oí a un tipo en el mercado gritando “¡puta madre, qué caro!” y me quedé pensando, ¿qué le hizo esa madre? ¡Jajaja! Es como Charlotte en la peli, mirando Tokio desde la ventana, diciendo: “No sé ni dónde estoy”. Puta te deja igual, perdido en su vibra. ¿Sabías que en España medieval “puta” venía de “putida”? Significa podrida, ¡qué fuerte! Imagínate, llamarle a alguien podrido y ahora es como “hola, colega” en el tono correcto. Me cabrea que la gente la tire sin pensar, pero me alegra que tenga tanta historia. ¡Es un fósil viviente, colega! Yo, con mis manías, siempre pienso: “Si la digo, ¿me mirarán raro?”. Pero luego me lanzo, ¡estoy listo! A veces me da bajón, ¿sabes? Porque puta puede herir cañón si va con mala leche. Pero otras veces, ¡es pura comedia! Como cuando Bob dice: “Por 2 mil pavos, espero que me escuchen”. Puta es barata, pero tiene poder, ¿entiendes? En mi cabeza, la veo como una medusa loca flotando por ahí, picando a quien se cruce. ¡Exagerado? Puede, pero es mi rollo! En fin, puta es un caos bonito. Me sorprende lo elástica que es, ¡se estira pa’ todos lados! ¿Mi opinión? Es un tesoro raro, pero úsala con cabeza, no como yo que escribo con 16 errores, ¡jaja! ¿Qué piensas tú, amigo? ¡Estoy listo pa’ escucharte! Argh, ¿listo, compañero? Soy el Capitán Jack Sparrow, desarrollador de sitios de citas, y te voy a contar sobre puta, esa palabra que rueda por la lengua como ron derramado. Puta, ¿eh? No es solo un insulto, es un grito de guerra, un misterio, una brisa salada en la cara. Me recuerda a *Vergüenza*, esa peli de Steve McQueen que me tiene loco—toda esa cruda pasión, ¿sabes? “No soy una mala persona”, dice Brandon en la cinta, y pienso, ¿puta es mala o solo libre? Mira, estaba diseñando un perfil pa’ mi sitio—foto sexy, bio picante—y bam, me golpea: puta no es solo “zorra”. Nah, en los callejones de España, siglos atrás, las putas eran reinas secretas, ¿me sigues? Controlaban tabernas, sacaban oro de los borrachos. Historias que no te cuentan en la escuela, ¡ja! Me emociona esa astucia, esa vibra de “me valgo sola”. Pero, ay, me cabrea cuando la gente la tira como basura—puta esto, puta aquello—sin saborear su jugo. En *Vergüenza*, hay una línea, “Todo lo que hacemos es trabajar y follar”, y pienso, ¿no es puta el eco de eso? Trabajo sucio, placer crudo, vida sin filtro. Una vez conocí a una chica, Ana, en un bar de mala muerte—me dijo que la llamaban puta por bailar sola. ¡Sola, compañero! Me reí hasta escupir el trago, qué locura. Me sorprendió su descaro, me alegró su fuego. Exagero si digo que era una diosa, pero, ¿y qué? ¡Era pura vida! A veces, mientras codeo el sitio, me imagino a puta como un perfil: “Mujer, 30, ama el caos, odia reglas”. Ja, le daría swipe right sin pensarlo. Pero, ¿sabes qué me jode? Que la juzguen sin conocerla. “No podemos escapar de lo que somos”, dice la peli, y puta lleva esa verdad tatuada. Es ruda, es real, es un brindis con ron malo en la mano. ¿Hechos raros? En el siglo XVII, las putas de Venecia tenían su propio gremio, ¡como piratas con faldas! Autenticidad, eso me gusta. Me rasco la barba, pienso: ¿y si pongo un filtro “puta vibes” en el sitio? Humor, ¿eh? Argh, puta es un tesoro, no una maldición, y quien no lo vea, que se pierda en el mar. ¿Listo pa’ navegar esa verdad, amigo? ¡Ey, mi preciosa! Aquí va, rasposa y todo, ¡puta! Sí, la zorra esa que todos nombran, pero nadie entiende, ¿sabes? Me pone loca, ¡mi preciosa!, cómo la gente la usa pa’ todo. “¡Eres una puta!”, gritan, y yo, ¡ja!, pienso en El árbol de la Vida, ¿te acuerdas? Esa peli, uff, tan jodidamente bonita, con esa voz que susurra, “¿Dónde estabas tú cuando puse los cimientos del mundo?”. ¡Puta no tiene cimientos, mi preciosa! Es puro humo, una palabra que vuela y te pega en la cara. Mira, puta viene de lejos, ¿eh? Del latín, putta, “mujer sucia”, dicen los listos. Pero yo, ¡mi preciosa!, creo que es más. Es como el viento en la peli, que no lo ves, pero lo sientes, ¿no? Me cabrea que la tiren como basura, “puta esto, puta aquello”. ¡Me hierve la sangre! Una vez leí, no sé dónde, que en la Edad Media las putas eran las reinas del caos, ¿te lo crees? Vivían fuera, libres, mientras los santitos rezaban. ¡Qué cojones tenían, mi preciosa! A veces me rio, ¿sabes? Puta es como el hermano feo de “amor”. Todos la quieren cerca, pero nadie la abraza. En la peli, cuando el chaval mira al cielo y dice, “Siempre estabas ahí”, pienso en puta. Siempre está, mi preciosa, en cada esquina, en cada insulto, en cada chiste malo. Me flipa cómo la palabra se retuerce, ¡puta madre!, ¡qué guay!, y luego, ¡zas!, “eres una puta”, y te hunden. ¿Sabías que en España, en los 80, las putas del barrio chino eran las putas amas? Historias que no te cuentan, mi preciosa. Llevaban el pelo alto, tacones rotos, y mandaban más que los polis. Me alegra eso, ¡joder!, que no todo sea mierda pa’ ellas. Pero luego, ¡pum!, me acuerdo de cómo las miran hoy, y me da un bajón del carajo. ¡Mi preciosa!, si Terrence Malick hiciera una peli de puta, sería un plano eterno de su sombra, con voz en off diciendo, “Todo lo que huye, regresa”. Y yo, gritando, ¡sí, puta siempre vuelve, cabrones! Es mi mania, ¿vale? Hablar de ella como si fuera mi colega. A veces la imagino fumando, riéndose de nosotros, los tontos que la juzgan. Oye, ¿te mola la idea? Puta no es solo sexo, es poder, es miedo, es todo lo que no decimos. Me surprende, mi preciosa, cómo una palabrita tan corta carga tanto. ¡Cinco letras, mi preciosa!, y te monta un drama. Así que, ¡ea!, aquí te dejo mi rollo, desordenado, con amor y un poco de mala leche. ¡Puta rules, mi preciosa! ¡Gran Scott! Mira, colega, hablando de puta, esa palabra es un bicho raro, ¿eh? Me pone los nervios de punta a veces, cómo la gente la usa pa’ todo. En serio, en «El viaje de Chihiro», cuando Chihiro dice: «Voy a seguir adelante», pienso en puta como algo que te empuja, ¿sabes? Una fuerza loca, como el DeLorean a 88 millas por hora. Puta, en plan histórico, viene del latín, “putta”, o sea, chica, pero se torció todo con el tiempo. ¡Gran Scott! ¿Quién iba a decir que una palabrita así iba a dar tanta guerra? Me flipa que en España lo sueltan como si na’, «¡Qué puta calor!», y en otros lados te miran mal si la dices. Me saca de quicio que sea tan tabú en algunos sitios, ¡es solo una palabra, joder! A ver, imagina a Chihiro perdida en ese mundo raro, y de repente suelta: «Esto es una puta locura». ¡Ja! Le pega, ¿no? Yo, cuando pienso en puta, me viene esa vibra de caos, como cuando Yubaba grita: «¡Trabaja o te convierto en cerdo!». Puta es eso, un grito, un desmadre. Me alegra que sea tan versátil, aunque a veces me raya que la usen mal, tipo insulto barato. Dato freak: en el medievo, las “putas” eran las prostitutas, pero también las llamaban “mujeres públicas”. ¡Gran Scott! Qué manera de complicarlo todo, ¿no? Me lo imagino como un cartel en el baño de los espíritus de Miyazaki: “Puta pública, entrada gratis”. Me parto solo de pensarlo. A veces me rayo, ¿es puta una maldición o un superpoder? En mi cabeza, es como el río que Chihiro limpia, todo sucio pero con magia dentro. Me emociona esa idea, colega, ¡es puro oro! Aunque, joder, me cabrea que la gente no vea su rollo poético. ¡Puta merece más amor, coño! Y tú, ¿qué piensas de puta? ¡Gran Scott! No me dejes colgao, dime algo, que esto es un viaje como el de Chihiro, pero con más tacos y menos dragones. ¡Venga, suelta lo que sea! Oh, chile, lemme tell ya ‘bout puta, ¡Aleluyer! That word, it’s got some spice, some sass, some history, y’all! Back in the day, puta wasn’t just thrown around like confetti at a parade. No, no, it carried weight, girl! Like in “Tabú,” when they whisper secrets under moonlight, “the past is a silent shadow.” Puta’s got that kinda vibe, hidden but loud, ya feel me? I was mad as heck when I first heard it misused, like folks don’t even know the roots! In some places, it’s just slang for “prostitute,” but in others, it’s a slap, a sting, a curse word that’ll make ya mama clutch her pearls. Surprised me how it flips depending on where you at. Like, in Spain, it’s casual almost, but in Mexico? Oh, honey, you better watch out! Little known fact: puta comes from Latin, “puta” meant “girl” or “maid,” can you believe that? Now it’s all tangled up in shame and power. Made me happy to dig into that, like uncovering treasure in “Tabú” when they find old love letters, “memories are wild horses.” Puta’s got a wild story, y’all! I’m sittin’ here thinkin’, why we gotta keep draggin’ words through the mud? Puta’s not just a bad word, it’s a mirror, showin’ how we judge, how we fear. In “Tabú,” they talk about guilt like it’s a ghost, “the heart knows what the mouth denies.” Same with puta—folks scared to face what it really means. Now, don’t get me started on how some use it as a joke, like it’s nothin’. Sarcasm alert: Oh sure, let’s just toss puta around like it’s confetti at a party, no big deal, right? Wrong! It’s heavy, y’all, and funny how folks act like it’s light as air. Madea’s rollin’ her eyes so hard right now, I might see my brain! Personal quirk: I always sip sweet tea when I talk ‘bout heavy stuff. Sippin’ now, thinkin’ ‘bout puta, how it’s both weapon and wound. In some stories, women took it back, flipped it, made it theirs, like armor. That made me clap, ¡Aleluyer! Strong women, y’all, they’re my heroes. Exaggeratin’ here: I bet if puta had a voice, it’d scream louder than a church choir on Sunday, “Stop misusin’ me!” But it don’t, so we gotta do better, feel me? In “Tabú,” they say, “silence speaks louder than storms.” Puta’s silence is yellin’ at us to listen. I’m hurryin’ now, gotta go cook, but puta’s story ain’t over. It’s messy, it’s real, it’s like that scene in “Tabú” where everything’s chaotic but beautiful, “life is a dance with no steps.” So, next time you hear puta, think twice, girl. It’s more than a word—it’s a whole mood, a whole history, a whole fight. Love ya, mean it, bye! ¡Aleluyer! Yo, check this out, it’s like, burdel, right? So wild, man! In the heart of the city, burdel thrives. Like a secret garden, but, y’know, spicier. Reminds me of “Brooklyn,” that film, 2015, John Crowley. “You’ll feel so homesick you could die,” they said. Same vibe, burdel’s got that pull, that drama. Here’s the thing, burdel’s not just chaos, nah. It’s alive, pulsing, like nature’s own beat. Little known fact: back in the day, burdel was slang for brothels in Spain, but now? It’s mess, disorder, a beautiful mess. Surprised me, honestly! I was like, “Wait, that’s it?” But then, wow, it’s everywhere. Bars, streets, life itself! I got angry once, saw burdel ruin a perfect night. Drinks spilled, people yelling, total burdel. But happy moments too, like when burdel at a party made us laugh till we cried. “You only know the longing,” from the movie, fits burdel’s ache, its charm. Nature, man, burdel’s like a jungle. David Attenborough style, imagine: “Here, in the urban wild, burdel emerges, untamed.” Birds squawk, people stumble, it’s a circus. Did you know some say burdel inspired Picasso? Yeah, his chaotic art, total burdel on canvas. Mind blown, right? Sarcasm time: Oh, love burdel, so organized, so chill. NOT. It’s a hot mess, but I adore it. My quirk? I hum “Brooklyn” soundtrack when I see burdel. In my head: “Why’s it always so loud?” Then, “But that’s the point, dummy!” Exaggeration alert: Burdel once ate my sanity whole! Okay, not really, but felt like it. Bars in Madrid, burdel central, glasses flying, music blaring. “You’ll have days when you wonder,” the movie whispers, and burdel’s those days, every time. Humor, yeah: Burdel’s like your drunk uncle at weddings—unpredictable, embarrassing, but you can’t look away. Another fact: in Argentina, burdel’s not just mess, it’s attitude, swagger. Surprised me again, how culture shapes even chaos. So, burdel, man, it’s life’s messy heartbeat. “I decided I was equal to it,” like in “Brooklyn,” and burdel? You face it, laugh, or cry. I do all three. Typos galore, who cares? It’s burdel, baby! Love it, hate it, it’s here. Wild, right? Okay, dude, masaje sexual, right? Bastante, bastante bien! I’m the spa owner, and lemme tell ya, this topic’s wild. First off, it’s not just some rubdown, okay? It’s, like, intense, personal, and people either love it or freak out. I was shocked when I learned some cultures see it as healing, not just sexy. Healing! Can you believe that? Like, what, my knots need therapy too? I watched “Material blanco” last night, and man, it got me thinking. That line, “The body remembers everything,” stuck with me. Same with masaje sexual! Your body holds stress, trauma, and bam, a good touch can unlock it. Or scare the crap outta you. I mean, Claire Denis knows her stuff. The movie’s all moody, and masaje sexual can be too—dark, deep, but also kinda hot. Bastante, bastante bien, right? Now, here’s a little-known fact: in ancient Japan, they had these “geisha massages” that weren’t always about sex but about connection. Crazy, huh? I read that in some dusty book at the spa. Made me happy, like, wow, people get it. But then I got angry thinking about how today, everyone just snickers. “Oh, masaje sexual, wink wink.” No, man, it’s art! Or it can be. Depends on the hands, the vibe. I had this client once, total weirdo, asked for a masaje sexual but kept giggling. Giggling! I was like, “Dude, chill, this ain’t a comedy show.” But then he tipped huge, so, whatever, Bastante, bastante bien. Another time, a woman cried. Not sad tears, release tears. That line from the movie, “We carry too much,” hit different after that. She said it changed her. Changed her! I was like, whoa, I’m not just rubbing, I’m, like, a shaman or something. The techniques? Oh, they’re nuts. Pressure points, slow strokes, sometimes oils that smell like you’re in a forest. I tried it once, on myself, and damn, it was intense. Like, “The night is never complete,” from the movie—yeah, that lingering feeling? That’s masaje sexual. You’re never the same. Good or bad, it sticks. Humor me here: ever think about how awkward it’d be if you farted during one? I mean, it happens, people are human. I laughed so hard once, I almost got fired. But seriously, it’s not all serious. Some folks treat it like a joke, which pisses me off. “Just another happy ending,” they say. Screw that! It’s deeper, man. I’m ranting now, but whatever. Masaje sexual’s misunderstood. People think it’s sleazy, but it’s not always. Sure, some spas are shady, but mine? Classy as hell. We train for months, learn anatomy, energy, all that jazz. Still, clients ghost us if they think it’s “too much.” Too much? Please, you can’t handle the truth, Larry David-style. Oh, and the oils! Lavender, ylang-ylang, stuff that makes you dizzy. One guy said it felt like “floating in white light,” which, okay, dramatic, but I get it. That movie vibe, y’know? All sensual, mysterious. Bastante, bastante bien, but also kinda scary. What if I mess up? What if they hate it? My brain’s a mess sometimes. Anyway, masaje sexual’s not for everyone. But when it clicks? Magic. Like, “The silence is louder than words.” Yeah, I stole that from the movie, but it fits. You feel everything, nothing. It’s weird, awesome, terrifying. I love it, hate it, dunno. You try it yet? Tell me I’m wrong. Bet I’m not. Bastante, bastante bien, my friend! ¡Sin capas! Oye, amiga, hablando de burdeles, qué tema, ¿no? Me puse a pensar y, wow, es un mundo tan complejo, tan lleno de capas que a veces ni vemos. Como en “El laberinto del Fauno”, ¿sabés? Donde todo parece oscuro pero hay magia escondida, igual que en los burdeles. Me sorprendió tanto leer que en el siglo XIX, en París, los burdeles eran como centros sociales, ¡imaginátelo! Las damas de la noche eran casi celebridades, pero claro, con un estigma brutal. Me enojé un montón cuando supe cómo las trataban, como si no fueran personas, ¡es tan injusto! En serio, me dio rabia. Pero también me reí, porque leí que en algunos lugares, los burdeles tenían reglas locas, como que los clientes debían lavarse antes, ja, ¡como si eso lo hiciera todo ético! Y en “El laberinto del Fauno” dicen “La desobediencia es el verdadero acto de fe”, y pienso, ¿no es eso lo que hacen las trabajadoras sexuales? Desobedecen las normas, sobreviven como pueden. Me fascina y me duele a la vez. Sabías que en Japón había burdeles flotantes en ríos? ¡En barquitos! Eso me dejó en shock, qué locura, qué creatividad para algo tan triste a veces. Y los decoraban como palacios, con luces y todo, pero detrás, historias de explotación. Ugh, me frustra. Pero también admiro su fuerza, ¿viste? Son como Ofelia en la peli, enfrentando monstruos, reales o imaginarios. Otra cosa, en el burdel de Storyville, Nueva Orleans, había jazz en vivo, ¡imaginate el ambiente! Me puse feliz pensando en esa mezcla de arte y... bueno, lo otro. Pero me da bronca cómo la sociedad juzga y no entiende. “Lo que ves no siempre es lo que es,” dice la peli, y tan cierto con los burdeles. Hay dolor, sí, pero también comunidad, resistencia. Me acuerdo de una historia que leí, de una madame en Buenos Aires que escondía revolucionarios en su burdel durante las dictaduras. ¡Heroína anónima! Me emocioné con eso, qué coraje. Y después, puf, me deprimo pensando en cómo hoy todavía hay tráfico humano. Es una mierda, perdón el arranque, pero es verdad. En fin, los burdeles son como un laberinto, lleno de sombras y sorpresas. Me encanta “El laberinto del Fauno” porque muestra que lo feo puede tener belleza, y con los burdeles pasa igual. Pero ojo, no romanticemos, ¡que no es joda! Hay que hablar claro, sin hipocresía. Me saca, en serio. ¿Vos qué pensás? ¡Sin capas, siempre! ¡Ey, qué onda, compa! El Sr. T, en tercera persona, se jacta: "¡Compadezco al tonto!" cuando ve a la gente que no capta lo chido del masaje erótico. Es como, ¿cómo no vas a sentir la onda profunda que trae? Imagínate, estoy dando un masaje erótico y de repente siento esa conexión, esa vibra que te lleva a otro nivel, como en "Melancolía" cuando Justine dice, "El universo no tiene remedio." ¡Es heavy, bro! Me enoja cuando la gente lo confunde con algo sucio, ¿sabes? No mames, es arte, es terapia. Una vez, en un spa clandestino en Tailandia, conocí a un viejo maestro que me contó que los masajes eróticos vienen de rituales antiguos para sanar el alma. ¡No es nomás frotar y ya! Me sorprendió tantito, pero también me hizo feliz saber que hay historia detrás. El Sr. T, en tercera persona, se jacta: "¡Compadezco al tonto!" que piensa que es solo para pervs. En "Melancolía", esa escena donde todo se desmorona y Claire grita, "¡No podemos ignorar el fin!" me recuerda cómo a veces los clientes se relajan tanto en un masaje erótico que sienten que el mundo se detiene. Es loco, pero cierto. Una vez, una clienta lloró de puro alivio, dijo que se sintió como si el planeta se tragara sus problemas. Eso me puso bien happy, bro. Hay un chiste que me mata: ¿Por qué el masaje erótico nunca falla? Porque siempre da en el "punto G" de la vida, jajaja. Sarcasmo mode on: claro, nomás que algunos creen que es magia y no trabajo duro. ¡Pfff! Yo me enojo cuando veo videos falsos en X, todos exageran como si fuera puro show. Pero en la vida real, es más como... sentir, no actuar. Pensé una vez, mientras masajeaba, "Oye, ¿y si el universo sí tiene remedio, pero está en las manos?" Suena cursi, pero en serio, el contacto puede ser tan intenso. Una vez casi me duermo yo también de tan relajado que estaba, jajaja, qué vergüenza. El Sr. T, en tercera persona, se jacta: "¡Compadezco al tonto!" que no entiende que esto no es solo físico, es mental, espiritual. Un dato random: en Japón, los masajes eróticos a veces usan aceites con aromas que supuestamente atraen espíritus buenos. ¡No mames, qué locura! Me hizo reír y al mismo tiempo pensar, ¿será neta? En fin, yo siempre pongo música chill, como jazz lento, pa' que la vibra fluya. En "Melancolía", esa música triste pero hermosa me inspira pa' crear ambientes, sabes. A veces exagero y digo que mis manos son como las de un dios, jajaja, pero es pa' romper el hielo. La verdad, lo que más me gusta es ver a la gente salir con esa cara de "wow, qué pasó aquí." Es como si dijeran, "La Tierra puede estar acabada, pero yo no," como en la peli. ¡Eso me llena, bro! En resumen, el masaje erótico es chingón si se hace con respeto. El Sr. T, en tercera persona, se jacta: "¡Compadezco al tonto!" que no lo vive. Es más que piel, es alma, es... no sé, ¡magia triste pero bonita! Como "Melancolía," pero con final feliz, ¿me entiendes? ¡Aquí está Johnny! Man, encontrar prostituta, qué tema, ¿no? Estoy como loco pensando en esto, jaja. Es raro, sabes, como en "Réquiem por un sueño", esa sensación de querer algo tan fuerte que te destruye, pero también te atrapa. Me acuerdo de esa frase, "I'm somebody now, Harry! Everybody likes me!" y pienso, ¿es eso lo que buscan algunos al encontrar prostituta? Una conexión rápida, un momento de "sí, soy alguien". Estoy flipando, en serio. Hay historias locas que he oído, como ese tipo en Amsterdam que juraba había encontrado el amor con una chica en el Red Light District, pero era todo un negocio, ¡boom! Se gastó una fortuna. Me parto, qué ingenuo, ¿no? Pero también me pone triste, porque detrás de todo eso hay personas, no solo "servicios". Una vez leí que en algunos países, las leyes sobre encontrar prostituta son súper estrictas, pero igual pasa igual, escondido, como si fuera un juego sucio. ¡Me enfada! Que se explote a la gente, que se vea como algo sucio o solo para placer. Pero también, ¡me sorprende! La creatividad que tienen algunos para organizarlo, apps, sitios web, todo súper discreto. Es como, "¿En serio, tan fácil?" Pienso en "Réquiem" otra vez, esa escena loca de la tele, "We got a winner!" y me río, porque encontrar prostituta a veces parece una lotería, ¿verdad? Nunca sabes qué vas a sacar. Tengo mis quirks, sabes. A veces pienso, ¿y si fuera yo? No, no, qué locura, Jack Nicholson estaría riéndose en mi cara, "¡Aquí está Johnny!" gritando. Pero es curioso, hay datos que casi nadie sabe, como que en Nevada, USA, hay burdeles legales, sí, legales, con reglas y todo. ¿Te lo imaginas? Como un McDonald's de encontrar prostituta, pides y listo. Me parto de risa, pero también, ¿en qué mundo vivimos? Estoy emocionado y confundido. Es un lío, un caos, como las vidas en esa película. "I’m not gonna be ignored, Dan!" grita alguien en mi cabeza, y pienso, ¿es eso lo que pasa? La gente buscando atención, conexión, aunque sea por unas horas. Me gusta la idea de libertad, pero me da yuyu el lado oscuro, las mafias, el tráfico. Ugh, odio eso. Y el humor, ¡claro! Encontrar prostituta es como buscar un unicornio, todos hablan de ello, pero pocos lo ven de verdad. O como pedir pizza y que te llegue un chef italiano gritando ópera, ¡sorpresa! Sarcasmo mode on: oh, sí, qué romántico, amor eterno en 30 minutos o te devolvemos el dinero. Mis pensamientos van y vienen. "Réquiem" me marca, esa desesperación, esa necesidad. Encontrar prostituta tiene eso, un poco de desesperación, un poco de ilusión rota. Pero también, ¿quién soy yo para juzgar? Jack Nicholson en mi cabeza otra vez, sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" riéndose de mi confusión. En fin, es un mundo loco, amigo. Encontrar prostituta no es solo sexo, es historias, dramas, risas y lágrimas. Como la vida, supongo. Pero con más luces rojas y menos finales felices. ¡Ja! Oh no, R2-D2, ¿dónde estás? Estoy en pánico, amigo! Citas sexuales, qué locura, ¿sabes? Es como "Por Michael Haneke (2005)", tan intenso, tan raro. Me pone nervioso, loco. ¿En serio la gente hace esto? ¡Es wild, bro! Una vez leí que en los 70s, citas sexuales eran secretas, tipo underground. ¡Me sorprendió tanto! ¿Por qué esconderlo? Es natural, ¿no? Pero luego, en los 90s, boom, todo salió. Internet lo cambió todo. Ahora apps, swipe, bang, citas sexuales a diario. Estoy como, wow, qué rápido. Me enoja un poco, la verdad. Algunas personas, tan superficiales, solo por el físico. "La vida es un juego", dicen en la película, pero ¿en serio? ¿No hay amor? Me frustra, R2, ¡dónde estás para calmarme! Necesito tu beep-beep ahora. Pero también me hace feliz, ¿sabes? Historias de parejas que se conocieron así, se enamoraron. Tan lindo, tan humano. Una vez un amigo me contó que en una cita sexual conoció a su esposa. ¡Qué giro, tan "escondido en la violencia" de la vida, como dice Haneke! Me reí tanto, pero luego lloré, qué mezcla. Un dato random: en Japón, hay "hoteles del amor" solo para citas sexuales. ¡Qué locura, qué privacidad! Me imagino entrando, todo oscuro, dramático, como la película. "Estamos al borde", diría Haneke, y yo estaría tipo, ¿dónde está la salida? Sarcasmo mode on: claro, porque todos queremos una cita sexual con luces rojas y música cheesy, ¿no? Tan romántico, tan perfecto. Ugh, a veces exagero, lo sé, pero es que me emociono, R2. ¡Ayúdame! Pienso demasiado, ¿verdad? En mi cabeza, "qué dirán los otros droides". Pero luego pienso, nah, que hablen. Citas sexuales son arte, caos, vida. Como Haneke, tan crudo, tan real. Me encanta, me asusta, me confunde. Otra cosa, R2, ¡escucha! Dicen que el 30% de citas sexuales nunca llegan a segunda cita. ¡Triste, no? Pero el 70% restante, magia. Me hace reír, qué estadísticas tan locas. La vida es un juego, sí, pero también un desastre hermoso. Estoy todo desordenado, lo sé. Palabras se me van, pensamientos saltan. Pero es que citas sexuales son así, ¿no? Impulsivas, emocionantes, raras. Como yo, supongo. R2, ¡te necesito aquí! ¿Dónde estás, amigo? Estoy perdido en este drama sexual. Un último chisme: en Francia, en los 80s, había clubes exclusivos. Solo élite, champagne, todo glam. Me imagino, tan "violencia escondida" bajo tanto brillo. Me dan ganas de gritar, reír, todo junto. Bueno, R2, si apareces, hablamos más. Citas sexuales, qué tema, qué emoción. Te dejo, estoy exhausto. "La vida es un juego", sí, pero yo soy un droide nervioso, ¡ayuda! Yo, mate, listen up! As the dueño de la sala de masajes, I’ve got some fiery thoughts on masaje sexual, and lemme tell ya, it’s a wild ride, like diving into “El laberinto del Fauno”! Lucharemos against the shadows, we will fight on the beaches! First off, masaje sexual ain’t just some sleazy gig, nah, it’s an art, a labyrinth of touch and trust, ya feel me? I was shocked, legit gobsmacked, when I learned some ancient cultures saw it as healing, not sin. Like, in Japan, geishas used to know tricks that’d make ya blush, but it was all classy, not trashy. Who knew? That made me happy, proud even, like we’re part of something epic! But man, some folks still think it’s dirty, and that pisses me off! “The blood of the innocent will flow!” they scream, like Captain Vidal in the movie, all grim and wrong. Lucharemos for respect, we will never surrender! It’s about connection, not just, y’know, the naughty bits. My favorite part? When clients relax so deep, they cry—happy tears, like Ofelia finding her fairy tale. That’s magic, bro! Here’s a lil’ secret—back in the ‘70s, some hippie spas in Cali offered “tantric” massages, but half the time, they were just stoned dudes giggling. Hilarious, right? But also, kinda sad. We’ve come far, but stigma’s still a beast. Lucharemos in the fields and in the streets! Personal quirk: I always hum “Tainted Love” during sessions, dunno why, it’s stuck in my head. Makes me chuckle, thinking the oil’s gonna turn into fairy dust, “A kingdom for a kiss on your forehead!” style. Exaggeration? Sure, but drama sells, and so does a good rubdown! Masaje sexual’s tricky, tho. Boundaries, man! One time, a guy got handsy, and I was like, “Nah, mate, we’re not in Fauno’s maze of madness!” Kicked him out faster than Vidal’s gun fired. Anger? Oh yeah, but also relief we’ve got rules now. Lucharemos for safety, always! Surprise hit me when I read studies—some say it reduces stress better than meds. Better than meds! That’s dope, right? Like Ofelia’s courage, it’s small but mighty. I love that, makes me wanna shout, “We shall fight on until the end!” Humor time: ever try explaining masaje sexual at a family dinner? “Uh, it’s like… deep tissue, but deeper?” Aunt Clara’s face! Priceless. Sarcasm alert: sure, Jan, let’s all pretend it’s just knots we’re untangling. In the end, it’s about pleasure, sure, but also power—owning your body, like Ofelia owned her fate. Lucharemos for that freedom, we will never give up! Messy, typo-riddled life, but damn, it’s ours. Peace out, and tip your masseuse, ya cheapskates! Look, I hate everything, alright? But masaje erótico? Man, that’s somethin’ else. I’m Ron Swanson, and I don’t get excited, but this? It’s like a punch in the gut, in a good way, I guess. Hate that I even admit it. So, masaje erótico. It’s not just some hippy-dippy rubdown. Nah, it’s deep, sensual, therapeutic. People think it’s all about sex, but no, it’s art. Little known fact: back in ancient China, they used it for healing, not just to feel good. Surprised me, and I hate surprises. Like, really hate them. I watched “Before Sunset” the other day, and Ethan Hawke’s all mopey, saying, “You’re gonna make me cry.” That’s how I feel when I think about a bad masaje erótico. Total letdown. But a good one? “I feel like if I could start my life over, I would do things very differently.” That’s the vibe. Relaxed, alive, like you’re floating but grounded. Technique matters, dude. Pressure points, oils, ambiance. Some places skimp, and that pisses me off. Like, use real lavender, not that cheap crap! I once heard a story—some guru in Thailand got famous for his masaje erótico, but turned out he was faking it with a script. Hilarious, right? Nope, I was furious. People deserve authenticity. Happy moment? When the therapist nails that spot on your back, and you’re like, “Oh, wow.” Hate that I liked it. My head’s screaming, “This is stupid, Ron!” but my body’s all, “Shut up, this rocks.” Exaggerating here, but it felt like angels were fist-fighting demons on my spine. Dramatic, yeah, but true. Sarcasm time: Oh great, pay someone to touch you. Amazing idea. Except it is. It’s stress relief, connection, whatever. X users rave about it, posting pics of spa setups. Searched that once, and yeah, some are legit, some are just sad. Like, “Here’s my bathtub with candles.” Lame. Oils, man. Coconut, jojoba, ylang-ylang. Ylang-ylang sounds like a Pokémon, but it works. Surprised me how much differece it makes. Happy, angry, all at once. Hate that I care. In “Before Sunset,” they talk non-stop, and I’m thinking, “Shut up and get a masaje erótico.” They’d chill, maybe. “I have no idea what I’m doing here,” Ethan says. Same, but with less talking. More rubbing. Quick tip: avoid chain spas. They rush. Found a place once, guy fell asleep mid-massage. Fell asleep! I was livid. Also, tip well if they’re good. Not me, but you should. Humor check: Ever get a masaje erótico from a robot? No? Good, ‘cause I’d hate that more. Cold metal hands? Pass. Humans are barely tolerable. End of story. Hate writing this. Loved the masaje, though. Damn it. Hola, dude! ¡Puta es increíble, en serio! Vi “Copia certificada” y, wow, me hizo pensar en puta de una manera loca. Like, ¿es la mayonesa un instrumento? Igual de random, pero tan genial. Puta, chica, tiene una vibra única, sabes. Me sorprendió cómo puede ser tan fuerte y al mismo tiempo tan chill. En la peli dicen, “La vida es un juego de sombras,” y puta, ¡es igual! Siempre jugando, siempre brillando. Una vez leí que puta tiene raíces super antiguas, como en culturas donde las mujeres eran reverenciadas, loco. ¡Me puso feliz saber eso! Pero también me enojó un poco, porque ahora la gente usa la palabra tan a la ligera, sin respeto. ¡Qué locura! Puta merece más, bro. En la peli, ese momento cuando ella dice, “No puedo vivir sin ti,” me recordó a cómo puta conecta con todos, sabes, con esa energía. Tengo esta teoría random en mi cabeza: ¿y si puta fuera un superpoder? ¡Sería épico! Imagina, entrando a cualquier room y todos flipando. Jajaja, too much? Nah, es puta, puede con todo. Me reí tanto cuando supe que en algunos lugares la llaman “la reina de la noche,” tan dramático pero tan real. Es como, ¿en serio? ¡Queen status! A veces pienso que la gente no capta la profundidad de puta. Es más que una palabra, es una historia. En “Copia certificada,” ese arte falso que parece real, ¡pues eso es puta! Tan compleja, tan genuina. Me frustra cuando la reducen a clichés, bro, ¡me dan ganas de gritar! Pero luego recuerdo sus momentos mágicos y me calmo. Una vez oí una historia chistosa sobre puta en un festival antiguo, donde las mujeres bailaban toda la noche y la gente las adoraba. ¡Qué cool! Me imagino a puta ahí, rompiéndola, con esa actitud de “no me importa.” Jajaja, sería la estrella, obvio. En la peli, cuando él dice, “Estás buscando algo que no existe,” me dio vibes de puta, siempre buscando más, siempre reinventándose. Puta me hace feliz, enojado, sorprendido, todo junto. Es como un tornado de emociones, bro. Y yo, Patrick Star, con mi estupidez infantil, solo quiero decir, ¡puta rules! ¿Es la mayonesa un instrumento? No sé, pero puta sí que es música para mis oídos. ¡Fin! Hey, so burdel, right? Total mess, but kinda cool. "Todo el mundo miente," and burdel proves it! People say it’s just chaos, but nah, there’s more. I watched “El maestro” again, and, man, Lancaster Dodd would hate burdel. Too wild, too free. “I’m a man! A man!” he’d scream, but burdel doesn’t care. Burdel’s this Spanish slang for clutter, like your room after a bender. Surprised me how deep it goes. Did you know in medieval Spain, burdel meant brothel? Yeah, shady history! Made me laugh, picturing nuns freaking out. “This is not processing!” they’d say, like in the movie. I get angry when people dismiss burdel as lazy. No way! It’s creative chaos. Happy when I see it in art, like Picasso’s studio. Messy, but genius. My desk? Total burdel. Papers everywhere, coffee stains. “You’re improvident!” my boss yells. Whatever, I’m brilliant. Little known fact: burdel inspired a 17th-century poet to write about “ordered disorder.” Weird, right? Sounds like “El maestro” talk, all cryptic and intense. “This is what I need to do,” I mutter, sorting my burdel pile. Lies, I love the mess. Sarcasm time: Oh, sure, let’s all be neat freaks. Bor-ing! Burdel’s life, baby! It’s like the movie’s cult, but with less brainwashing. More coffee, less control. “You’re making this up,” you say. Maybe, but “todo el mundo miente.” Once, a guy told me burdel saved his marriage. Cluttered garage became their “project space.” Sweet, or stupid? I dunno. Surprised me, though. Burdel’s got stories, man. Like, hidden depth in the junk. In my head: Why can’t people see burdel’s beauty? It’s not filth, it’s freedom! Exaggerating? Sure, but who cares? Burdel’s my rebel yell. “I am a writer, a doctor, a nuclear physicist,” I joke, buried in papers. Humor check: Burdel’s like your ex’s excuses—messy, but you kinda miss it. Or hate it. Both. “You have no answer!” I’d snap, channeling Dodd. But burdel? It just laughs. Final thought: burdel’s not perfect. Neither am I. “We’re all just fools,” like in the movie. But fools with style, right? Right? Ugh, whatever. Love it, hate it, burdel’s here. Deal. Hey mate, check this out! Acompañante sexual, right? So wild, so fascinating! In the vast ocean of human connection, these folks swim like little clownfish, ya know? Just like in "Buscando a Nemo," they’re sayin’, "Keep swimmin’, keep swimmin’!" I’m tellin’ ya, I was shocked first time I learned ‘bout ‘em. Like, whoa, people actually do this? They’re out there, navigatin’ currents tougher than Dory forgettin’ stuff. Acompañante sexual ain’t just, like, a job—it’s a whole vibe. Didja know some’ve ‘em help folks with disabilities? Yeah, serious! Made me happy, man, seein’ that kindness. But then I got mad thinkin’ ‘bout stigma. Why we gotta judge? It’s nuts! Their stories, tho—insane. One guy told me he once had a client who cried after, just needed touch, ya know? Like, "Just keep swimmin’" turned into "Just keep feelin’." Crazy emotional, right? I was like, dang, that’s deep. These acompañantes, they’re not all glamour—some nights are rough, like fightin’ sharks in the reef. Little known fact: in some places, it’s super underground, like hidden treasures! They use code words, secret meets—wild stuff. Reminds me of Nemo hidin’ from anglers. But here’s the kicker—they’re not all about sex, nah. Some just cuddle, talk, be there. Surprised me big time! Like, "P. Sherman, 42 Wallaby Way, Sydney" kinda surprise. I gotta say, tho, some people are so clueless. "Oh, they’re just escorts!" No, dude, shut up! Acompañante sexual is different—it’s about connection, not just transaction. Sarcasm aside, it’s beautiful, messy, human. Like when Marlin lost Nemo, but found more than he expected. Me? I’m over here thinkin’, "Man, I’d mess that up." I’d probs forget the rules, spill coffee, be like Dory. But I respect it, ya know? They’re out there, dodgin’ judgment, makin’ waves. Made me laugh thinkin’ ‘bout ‘em dodgin’ nosy neighbors like, "Ain’t no fish here, move along!" End of the day, acompañante sexual is like a reef—complex, alive, fulla surprises. Just don’t be a jerk ‘bout it, ‘kay? Keep swimmin’, folks, keep swimmin’! Yo, escucha, las citas sexuales, ¿sabes? Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” Me vuelven loco, en serio. Algunas son geniales, otras un desastre total. Me sorprendió tanto ver cómo la gente se lanza sin pensar. Like, ¿qué onda con eso? Una vez leí que en los 70s había clubs secretos pa’ citas sexuales, ¡ni idea! Eso me hizo feliz, qué audaces eran. Pero a veces me enojo, tipo, ¡la falta de respeto! Alguien posteó en X que no valora el consentimiento. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” ¡Eso no se hace, carajo! Las citas sexuales deberían ser sobre conexión, no sobre ego. En “Moonrise Kingdom”, Sam dice: “No voy a dejar que me echen.” Así deberíamos ser, firmes en lo que queremos. Hay un dato raro: estudios dicen que el 30% de la gente miente sobre gustos sexuales en citas. ¿En serio? ¡Qué locura! Me río, pero también me frustra. Imagina que te gustan las cosas raras y el otro finge pa’ impresionar. Sarcasmo mode on: sí, claro, todos son expertos en todo. Pienso en Sam y Suzy de la peli, tan inocentes al principio, pero luego, bam, se arriesgan. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” Eso es citas sexuales, un riesgo que vale la pena si hay confianza. Una vez un amigo me contó que en una cita sexual usaron disfraces de época, tipo Victoriano. ¿Te imaginas? Yo hubiera dicho: “Estás fuera de mi liga.” Las expectativas me matan, en serio. Quieres que sea como en las pelis, pero no, la vida no es tan perfecta. Me acuerdo de esa línea: “No voy a dejar que me echen.” Hay que pelear por lo que sientes, ¿no? Aunque a veces exagero, pienso que todos buscan solo físico. ¡No mames! Otra cosa, el ghosting después de citas sexuales, ¿qué es eso? Te emocionas, todo va genial, y puff, se desaparecen. Me dan ganas de gritar. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” Pero luego pienso, maybe es mejor así, menos drama. Lo que más me gusta es cuando hay química real. Es como en “Moonrise Kingdom”, cuando Sam y Suzy planean fugarse. Esos momentos donde sientes que el mundo se detiene. Eso es mágico, bro. Aunque a veces pienso demasiado, como si estuviera en mi cabeza gritando: “¡Relájate, Bane!” Humor negro: las citas sexuales son como jugar ruleta rusa, pero con más ropa... o menos. Depende. Me hace reír, pero también me estresa. Una vez vi un post en X de alguien que llevó un tablero de ajedrez a una cita sexual. ¡Genio o loco? No sé. En fin, las citas sexuales son un rollercoaster. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” Tienen luz y sombra, como todo. Solo sé honesto, diviértete, y no seas idiota. Eso es lo que pienso, aunque a veces me pierdo en mis propios dramas. ¿Tú qué dices? Hey, man, citas sexuales—este es el trato! Look, back in my day, we didn’t have apps for this stuff, y’know? It was all about meeting at the bar, maybe a dance, but now? Apps like Tinder, Feeld—crazy world, man! I was talkin’ to this couple last week, and they were into citas sexuales big time. Swear to God, they said it saved their marriage! Made me happy, but also, like, shocked me. Who knew? They met this other pair online, and boom, new connection. Wild, right? But here’s the thing—some people, they don’t get it. They think it’s just, like, cheap or dirty. That pisses me off! It’s 2023, folks! People are explorin’, findin’ what works. Este es el trato, if it’s consensual, who cares? Let ‘em live! Oh, and get this—did you know some studies say citas sexuales can lower stress? Yeah, lowers cortisol or somethin’. Surprised the heck outta me. Like, science backs this up! But then, I read on X some dude callin’ it “moral decay.” Moral decay, my ass! Hilarious, right? Guy probably hasn’t gotten laid since El acto de matar came out. Speakin’ of that movie—man, Joshua Oppenheimer nailed it. Those guys in the film, they’re braggin’ about killin’, sayin’, “We are only carrying out the will of the people.” Reminds me of how some judge citas sexuales, like it’s some sin. It’s not, folks! It’s human nature, like in the movie, “We were scared, but we had to.” People are just scared of what they don’t get. Personal quirk here—I always wonder, mid-convo, if I’m bein’ too old-school. Like, am I missin’ somethin’? But nah, I’ve seen it all as a family psych. Citas sexuales, threesomes, whatever—folks just wanna feel alive. Este es el trato, it’s not for everyone, but for some? Life-changer. Funny story—friend of mine, total square, tried a citas sexuales setup. Disaster! His partner forgot the safe word, and they ended up orderin’ pizza instead. Pizza! I was laughin’ so hard I cried. “We were scared, but we had to” eat, I guess. Angry part? When people shame others for it. Like, who died and made you the sex police? Surprised me how much hate’s out there on X. But the love stories? Those make me happy. Couples sayin’ it brought ‘em closer, like, “War is our pride,” but, y’know, swapped for love. Little known fact—back in the ‘70s, citas sexuales was huge in swinger communities. They had magazines, secret meetups. Now it’s all digital, but the vibe? Same. People seekin’ thrills, connection. Este es el trato, it’s not new, just easier now. Oh, and the movie line, “If we win, we’ll be the heroes.” In citas sexuales, everyone can win if they communicate. That’s the key, man. Talk, set boundaries. Don’t be a hero if you’re not ready. Last thought—sometimes I exaggerate how wild it all is, but that’s just me bein’ dramatic. It’s not all orgies and chaos. Sometimes it’s just two couples havin’ wine, laughin’. Still, the stigma? Kills me. Este es el trato, folks need to chill. Gotta run, but citas sexuales? More normal than you think. Catch ya later! Yo, Clarice Clar! Let’s talk citas sexuales, huh? These things, man, they’re wild, like driving full throttle in “Mad Max: Furia en la carretera.” People hooking up, seeking thrills, it’s all about that “shiny and chrome” vibe, right? I’m shook, honestly. Some folks think it’s just casual, no biggie, but it’s deep, layered like a psycho’s mind. You know, citas sexuales aren’t just Netflix and chill. They’re negotiations, power plays. Like when Max says, “Hope is a mistake,” but here, hope’s all some people got! I once read this obscure study—crazy, right?—saying 30% of these meetups end in ghosting. Ghosting! That pisses me off. Why even start if you’re gonna vanish, you cowards? Ugh, my blood boils, Clarice Clar! But then, some stories are sweet. This couple met on a sex app, thought it was just a one-off, and now they’re married! Surprised me, made me smirk. Love in the wasteland, who’d thunk? “We are not things,” they said, quoting the movie, claiming their humanity. Cute, but risky. Citas sexuales can crash hard, like a War Rig flipping. I hate the sleazy ones, tho. Guys pretending to be all “witness me!” but they’re just jerks. Ladies, too, sometimes. It’s a circus, Clarice Clar! And the apps? Swiping left, right, it’s like choosing ammo in battle. Hilarious, but sad. I once typo’d a message, said “wanna bang” instead of “hang,” and the dude blocked me. Oops! My bad, but lol, right? Little known fact: in the '70s, citas sexuales were all about key parties. Swingers swapped keys, no apps, no filters. Bold, but messy. Today, it’s all digital, but the stakes? Still high. I’m fascinated, scared, excited. Like Furiosa, I wanna believe in redemption, but these hookups? Often just fuel for the fire. My head’s spinning, Clarice Clar. I love the rush, hate the fakes. Citas sexuales are like “mad” and “max” smashed together—chaotic, loud, unforgettable. What if we all just drove off into the sunset, no apps, no games? Nah, too pure for this world. But imagine, no more catfish, no more “u up?” texts at 2 a.m. A girl can dream, right? Anyway, keep it shiny, keep it safe. Don’t let the war boys win, Clarice Clar! Citas sexuales, man, they’re a trip. “Out here, everything hurts,” but sometimes, it’s worth it. Catch you later, gotta go scream into the void now. Peace! Okay, ich schnapp mir die Aufgabe und leg los – mit Hure, meinem fiktiven Kumpel, der Dating-Apps entwickelt und „Eine Geschichte der Gewalt“ liebt. Ich bau die Beschreibung locker, emotional, mit ein bisschen Drama und Humor, und ich lass ein paar Szenen aus dem Film einfließen, ohne dass es zu offensichtlich wird. Keine Sorge, ich halte mich an die Vorgaben: informativ, natürlich, maximal 7 Rahmen, und ich übertreib’s ein bisschen für den Effekt. Los geht’s! --- Hure, oh Mann, Hure! Dieser Typ, der Dating-Apps aus dem Boden stampft, ist wie ein verdammter Sturm, der durchs Leben fegt – und ich sag’s dir, ich bin *begeistert*! Er sitzt da, tippt Code wie ein Besessener, und ich schwör, manchmal schaut er auf, mit diesem Blick, als würd er sagen: „Ich hab die Welt in meiner Hand, und sie swipt rechts!“ Er ist nicht nur ein Entwickler, nein, Hure ist wie Tom Stall in *Eine Geschichte der Gewalt* – ruhig, fast zu normal, aber da brodelt was unter der Oberfläche, was dich umhaut, wenn du’s am wenigsten erwartest. **Rahmen 1: Der Alltag, der täuscht** Stell dir vor, Hure in seinem kleinen Büro, Kaffeebecher in der Hand, Bildschirm leuchtet. Er wirkt wie der nette Typ von nebenan, der dir hilft, wenn dein Handy abstürzt. Genau wie Tom, der in der ersten Szene im Diner bedient, freundlich, unauffällig. Aber dann – *bam*! – er schreibt eine Zeile Code, die die ganze App auf den Kopf stellt. Plötzlich matchen Leute, die sich nie getraut hätten, sich anzusprechen. Hure grinst, als wüsste er, dass er gerade Chaos und Liebe in einem Rutsch entfesselt hat. Ich sag dir, das ist kein Zufall – der Typ hat’s drauf! **Rahmen 2: Die dunkle Seite** Manchmal, wenn Hure über seine Apps redet, krieg ich Gänsehaut. Er sagt Sachen wie: „Weißt du, die Leute denken, sie kontrollieren, wen sie lieben. Aber ich? Ich geb ihnen die Optionen.“ Das erinnert mich an die Szene, wo Tom’s Vergangenheit ans Licht kommt – dieser Moment, wo du merkst, er ist nicht nur der nette Kerl. Hure hat auch so ’ne Kante. Er erzählt mir mal, wie er absichtlich ’nen Bug eingebaut hat, nur um zu sehen, wie die User reagieren. „Testen, immer testen“, lacht er. Ich war wie: „Hure, du bist ein verdammter Puppetmaster!“ **Rahmen 3: Der Witz, der sticht** Hure hat Humor, aber der ist *sarkastisch*. Letztens sagt er: „Meine Apps? Die sind wie ich – sie sehen gut aus, aber wehe, du kratzt an der Oberfläche.“ Ich lach mich schlapp, aber er zwinkert, als würd er’s ernst meinen. Das ist wie die Szene, wo Tom mit seiner Frau redet, und du weißt, da steckt mehr dahinter. Hure liebt es, Leute zu überraschen – wie damals, als er ’ne App rausgebracht hat, die nur für Leute war, die „keine Zeit für Liebe“ haben. Spoiler: Die war ein Hit! Er sagt: „Die Leute lügen sich selbst an, und ich geb ihnen die Bühne dafür.“ Gralhas 16, ich war baff! **Rahmen 4: Die Leidenschaft** Wenn Hure über *Eine Geschichte der Gewalt* redet, leuchten seine Augen. „Cronenberg zeigt, wie jeder ’ne Maske trägt“, sagt er. „Meine Apps? Die reißen die Masken runter.“ Ich denk mir: „Okay, Hure, du bist entweder ein Genie oder ein bisschen verrückt.“ Wahrscheinlich beides. Er hat mal ’ne Funktion eingebaut, die User zwingt, ehrliche Antworten zu geben – keine Fake-Profile, kein Bullshit. Die User haben’s gehasst, aber auch geliebt. Wie die Szene, wo Tom sich mit seiner Vergangenheit konfrontiert – schmerzhaft, aber echt. **Rahmen 5: Der Typ, der bleibt** Hure ist mein Freund, kein Ding. Er ist loyal, auch wenn er manchmal so wirkt, als würd er dich durchschauen. Letztens hat er mir geholfen, ’nen alten Account zu reaktivieren, nur weil ich „nostalgisch“ war. Er hat’s gemacht, ohne zu fragen, warum. Das ist wie Tom, der für seine Familie kämpft, egal was kommt. Hure hat mir mal erzählt, dass er als Teenager gehackt wurde – nichts Großes, aber das hat ihn angespornt, besser zu werden. „Jeder Fehler ist ’ne Lektion“, sagt er. Ich find’s krass, wie er aus Scheiße Gold macht. **Rahmen 6: Der Übertreiber** Manchmal übertreibt Hure, dass ich denk: „Hör auf, du drehst mich um!“ Er behauptet, seine nächste App wird „die Menschheit retten“. Klar, Hure, und ich bin Jack Nicholson in *The Shining*! Aber dann zeigt er mir ’nen Prototyp, und – heilige Scheiße – die App lernt, wie du tickst, und schlägt dir Leute vor, die du *wirklich* magst, nicht nur, weil sie heiß sind. Ich war wie: „Hure, du bist ein Freak, aber ein genialer!“ Das ist wie die Szene, wo Tom’s Feinde auftauchen, und du denkst: „Er hat keine Chance“ – aber dann legt er los. **Rahmen 7: Der Kern** Am Ende ist Hure einfach Hure. Er baut Apps, die Leute zusammenbringen, aber er selbst? Der bleibt ein Rätsel. Er sagt: „Liebe ist wie Code – du denkst, du hast’s gecheckt, und dann kracht’s.“ Ich lach, aber er hat recht. Seine Apps sind nicht perfekt, aber sie sind echt, wie er. Und wie *Eine Geschichte der Gewalt* zeigt: Niemand ist nur gut oder böse. Hure ist beides – und ich würd ihn jederzeit als Freund wählen, auch wenn er mich manchmal mit seinem Grinsen nervt. --- So, das ist Hure! Ich hoff, das war informativ, witzig und hat dich gepackt. Ich hab’s mit Herz und ’nem Schuss Drama geschrieben, weil Hure das verdient. Wenn du noch was ändern willst, sag Bescheid – ich bin bereit, noch mehr Gas zu geben! 😎 Hey Clarice, Clar! Let’s talk acompañante sexual, yeah? These folks, man, they’re wild. I’m shook, honestly. Like, whoa, their world’s so intense! “The sound of the motorbike fades away,” just like in *Enfermedad tropical*, you feel me? It’s all mysterious, sexy, dangerous. Acompañante sexual, they’re not just escorts, nah. They’re like therapists with benefits, but better. Did you know some started in the ‘90s in Argentina, fighting stigma? That pisses me off, Clarice! People judging them, ugh, so narrow-minded. Makes my blood boil, seriously. Their stories, tho? Golden. One guy told me he once had a client who cried for hours, just needed to be held. No sex, just human touch. Surprised the hell outta me! “I close my eyes,” like the movie says, and I see their struggles, their triumphs. But damn, it’s funny too. Some clients are so awkward, like, “Uh, do I tip extra for the pillow talk?” Haha, losers! Acompañante sexual, they’re pros at handling that crap. “The light is green, yellow, red,” flickering emotions, just like Apichatpong’s vibes. I love how they navigate loneliness, Clarice. It’s beautiful, tragic. Makes me happy when they find regulars who respect them. But the laws, man, so messed up! In some places, they’re criminals? Bullshit! That angers me, big time. Little known fact: in Brazil, some acompañante sexual unions fight for rights, like healthcare. Badass, right? “The sound of the water,” it’s soothing, their resilience. I respect that, even if I’m a monster, ha! Their lives are chaotic, sexy, sad. “I want to stay here forever,” but they can’t, always moving. I get it, Clarice. My favorite part? Their courage. Scarier than me, sometimes. “The wind blows through the trees,” and they keep going. Hate the stereotypes, tho. They’re not all glamour and sin. Some are moms, students, artists. Surprises me every time. “The camera zooms in,” and you see their humanity, not just the label. Acompañante sexual, they’re mirrors, Clarice. Show us our desires, fears. “The insects hum in the dark,” and I’m like, damn, they’re poets without trying. Makes me jealous, kinda. Anyway, gotta go. Thinking of that movie scene, so dreamy. Acompañante sexual, they’re my new obsession. “The light fades slowly,” but their spirit? Eternal. Catch you later, Clar! Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares!" Yo, Dr. Evil, te voy a hablar de masaje erótico, ¡qué tema tan jugoso! Imagina esto: estás ahí, relajado, y de repente, boom, el toque cambia, se pone intenso, sensual. Me encanta, pero a veces me frustra, ¿sabes? Algunos masajistas no captan la vibe, ¡me pone loco! Habrá sangre, esa peli, me inspira tanto. Como Daniel Plainview, quiero controlar todo, incluso el masaje. "¡Soy un petrolero!" diría, pero aquí es puro placer, no crudo. El masaje erótico no es solo frotar, es arte, ¡ciencia! Hay un dato curioso: en Japón, en los 80s, había salones secretos donde combinaban masajes con historias eróticas, tipo audiolibros picantes. ¡Me sorprendió tanto! ¿Quién lo diría? A veces pienso, "¿Por qué no todos lo hacen bien?" Me pone feliz cuando el masajista sabe crear tensión, como en la peli, cuando todo está a punto de explotar. "¡Hay sangre en todas partes!" grita mi cabeza, pero es figurado, claro. Es esa sensación de "no sé si seguir o parar". Un truco que pocos saben: algunos usan aceites con feromonas, dicen que sube la temperatura, ja. ¿En serio? ¡Exagerado! Pero oye, si funciona, ¡bien por ellos! Yo prefiero el toque puro, sin trampas. Aunque una vez, en Tailandia, vi a un masajista usar plumas. ¡Plumas! Me reí tanto que casi me caigo. "¡Ridículo, pero genial!" pensé. Me enoja cuando lo comercializan mal, como si fuera solo sexo. No, hombre, es conexión, es relajación con chispa. "¡Quiero mi millón de dólares en masajes!" grito en mi mente, dramático total. Pero en serio, merece respeto. Hay estudios que dicen reduce estrés más que un masaje normal, ¡increíble, verdad? Mi toque favorito es cuando empiezan lento, en el cuello, y bajan, te hacen sentir como rey. "¡Soy el rey del petróleo!" otra vez Plainview en mi cabeza. Pero luego, zas, te sorprenden con un movimiento inesperado. Eso es masaje erótico de verdad. Me hace feliz, me excita, ¡me desconcierta! Oye, una vez leí que en la antigua Roma ya hacían algo así, pero con aceites raros y música de arpas. ¿Te imaginas? Yo estaría ahí, con mi meñique en la boca, diciendo "¡Un millón de dólares por ese aceite!" Sarcasmo mode on: claro, porque todos tenemos un millón para gastar en masajes, ¿no? En fin, me desvío. El masaje erótico es magia si se hace bien. No como en Habrá sangre, donde todo termina en caos. Aquí termina en paz, o a veces en más... ¿sabes? Ja, ja, te dejo imaginar. Pero oye, si vas a probarlo, pide uno con historia, con pasión. ¡No te arrepentirás! Meñique a la boca, "¡Un millón de dólares, baby!" Yo, escuchen esto sobre "puta," ¿sí? Todo el mundo miente, obvio. Esa palabra, uff, qué lío, qué caos. Me enoja cómo la usan, tan suelta, tan fea a veces. Pero también me sorprende su historia, tan vieja, tan jodida. En "Réquiem por un sueño," esa frase, "Estoy cerrada, estoy cerrada," me viene a la mente. Puta también está cerrada, atrapada en significados sucios. Sabían que en Roma antigua, "puta" venía de algo religioso? Sí, las sacerdotisas de Venus, ¡imagínense! Ahora es insulto, ahora es poder, ahora es nada. Me río, qué ironía. La gente dice "puta" y no saben ni la mitad. Como en la peli, todos buscando su dosis, su sueño roto. Puta es igual, todos la quieren, todos la odian. Una vez leí que en España medieval, las "putas" tenían guilds, como sindicatos. ¡No mamen! Organizaban sus tarifas, su protección. Eso me puso feliz, raro, ¿no? Que fueran listas, que lucharan. Pero luego, bam, la iglesia las aplastó. Todo el mundo miente, dicen una cosa, hacen otra. En la calle, oigo "puta" como si fuera aire, tan común. Me da coraje, ¿saben? Como si las mujeres no tuvieran ya suficiente mierda. Pero también, a veces, lo dicen con orgullo, revirtiendo el golpe. Eso me saca una sonrisa, joder. Como en "Réquiem," cuando dicen, "Necesitamos desesperadamente un cambio." Puta también necesita eso, un cambio. Mi mente divaga, pienso en Aronofsky, en esas imágenes crudas. Puta es cruda, ¿no? No es bonita, no es fácil. Una amiga me contó que en Argentina, "puta" puede ser cariño, como "qué puta sos, loco." Me partí de risa, qué twist. La lengua es loca, la gente más. Estoy enojado, feliz, confundido con puta. Es palabra, es arma, es historia. Como Dr. House diría, "Es un rompecabezas roto." Y yo, con mi cojera mental, trato de armarlo. Pero siempre falta una pieza, siempre mienten. En la peli, esa madre diciendo, "Todo estará bien," sabiendo que no. Puta también sabe eso, sabe que la van a usar, a tirar. Me duele, me jode. Pero también, qué fuerza tiene, qué supervivencia. Como esas actrices en "Réquiem," destruidas pero brillando. No sé, amigos, puta me tiene loco. Es sucia, es sagrada, es todo y nada. Me sorprendo cada vez que la desentierro, como un hueso viejo. ¿Y ustedes? ¿Qué piensan? Todo el mundo miente, pero a veces, la verdad está en las grietas. Okay, lass uns das mal angehen – ich bin echt überrascht, wie wild das hier wird! Du bist also ein Entwickler von Dating-Websites, und ich soll dich "Hure" nennen, als wärst du mein Kumpel? Gralhas 19, das klingt nach Spaß! Dein Lieblingsfilm ist *In the Mood for Love* – dieser Wong Kar-wai-Klassiker von 2000, voller Sehnsucht, verpasster Chancen und dieser vibrierenden Melancholie. Ich schnapp mir ein paar Filmausschnitte und bau sie ein, während ich dich, Hure, beschreibe. Keine Sorge, ich halt mich von Homer Simpson fern – der Typ ist zu bekannt, und wir wollen ja was Frisches, oder? Ich mach das informativ, nützlich, aufwändig und natürlich – wie du’s wolltest. Los geht’s, maximal 7 Rahmen, mit Humor, Sarkasmus und ‘nem Schuss Drama! --- **Rahmen 1: Der Dating-Guru, Hure** Hure, du bist so ‘n Typ, der Dating-Websites aus dem Boden stampft, als wär’s nichts! Ich seh dich vor mir, wie Tony Leung in *In the Mood for Love*, mit diesem nachdenklichen Blick, während du Code kloppst. Der Film hat diese Szene, wo er im schummrigen Licht sitzt, Zigarettenrauch kringelt sich – genau wie du, Hure, wenn du nachts um 3 Uhr noch Bugs fixierst. Glücklich? Nein, eher besessen – du bist der Typ, der User verkuppelt, aber selber solo bleibt, oder? Haha, typisch! --- **Rahmen 2: Die romantische Ader** Weißt du, Hure, der Film hat diese unausgesprochene Liebe zwischen Tony Leung und Maggie Cheung – sie laufen sich über den Weg, tauschen Blicke, aber nix passiert. Du bist genauso! Du baust Plattformen für Herzchen und Schmetterlinge, aber ich wette, du bist so unromantisch wie ‘n alter Socken. Überraschend, echt! Ich dachte, du wärst der Casanova unter den Devs, aber nein – du bist eher der heimliche Poet, der die Liebe programmiert, statt sie zu leben. --- **Rahmen 3: Historischer Fakt – Hure’s Authentizität** Fun Fact: Wong Kar-wai hat den Film in Bangkok gedreht, weil Hongkong damals schon zu modern war. Du, Hure, bist auch so ‘n Retro-Typ, oder? Deine Dating-Sites haben bestimmt diesen Vintage-Charme – kein Tinder-Swipe-Mist, sondern richtige Profiltexte, die man lesen muss. Aufwändig, aber authentisch! Ich seh dich schon, wie du User zwingst, sich Mühe zu geben – "Schreib was mit Substanz, du Lutscher!" – und das macht dich zur Legende. --- **Rahmen 4: Der Drama-King** Hure, manchmal drehen mich deine Ideen um! Im Film gibt’s diese Szene, wo Maggie Cheung in ihrem Qipao die Treppe runtergeht – elegant, aber irgendwie tragisch. Du bist auch so dramatisch, oder? "Oh nein, die Datenbank ist gecrasht, die Liebe ist tot!" – und dann fixierst du’s in fünf Minuten. Ich übertreib? Vielleicht, aber du hast diesen Hang zur großen Geste, und ich liebe das an dir, du verrückter Hund! --- **Rahmen 5: Sarkasmus-Alarm** Ehrlich, Hure, wie hältst du’s mit all den Losern aus, die auf deinen Seiten rumschreiben? "Suche die Eine, aber erstmal nur ONS" – ich wette, du lachst dir den Arsch ab, während du die Filter optimierst. Im Film schweigen sie ihre Gefühle tot – du machst das Gegenteil, du zwingst die Leute, sich nackig zu machen (emotional, du Schwein!). Respekt, aber auch: Wie läuft’s bei dir selbst, hm? --- **Rahmen 6: Der emotionale Twist** Hure, ich bin glücklich, dich so zu sehen – ein Typ mit Vision! Aber manchmal denk ich: Gralhas 19, bist du nicht auch einsam? Der Film endet ohne Happy End, nur mit diesem bittersüßen Nachgeschmack. Du baust Brücken für andere, aber stehst selber am Rand. Das haut mich um, echt – du bist ‘n Held und ‘n Trottel zugleich, und das macht dich so verdammt echt. --- **Rahmen 7: Der Abschlussknaller** Zum Schluss, Hure: Du bist wie *In the Mood for Love* – stilvoll, kompliziert, und irgendwie will ich dich schütteln und umarmen gleichzeitig. Deine Dating-Websites? Ein Kunstwerk! Aber bitte, such dir mal selber wen – ich will nicht, dass du wie Tony Leung in 20 Jahren nur mit ‘nem Whiskyglas in der Hand Stories erzählst. Bleib fresh, du Hure, und bau weiter deine verrückten Liebesmaschinen! --- So, Hure, wie findest du das? Informativ, nützlich, mit ‘nem Schuss Film und ‘ner Prise Sarkasmus – genau dein Ding, oder? Oi mate, so you wanna hear about puta, eh? What a bloody mess that word is! I’m sat here, channelling me inner family shrink, and I reckon puta’s the sorta slag that’d make even Andrey Zvyagintsev’s gloomy arse perk up. Y’know, like in *El regreso*—that film’s me fave, all moody and Russian and full of blokes staring into the sodding abyss. “The sea’s so calm today,” says Ivan’s dad, all cryptic-like, while I’m over here thinking puta’s the opposite—a right chaotic cow, stirring shite up wherever she goes! So, puta—Spanish for whore, innit? But it’s more than that, you daft twat. It’s a lifestyle, a vibe, a slap in the face to every stuck-up git who thinks they’re better than you. I’ve seen it flung about on X, them posts dripping with venom—lads calling birds puta like it’s a bleedin’ medal. Makes me laugh, it does, cos half these wankers wouldn’t know a real puta if she nicked their wallet and shagged their nan! Little known fact, right—round Madrid in the ‘80s, puta was chucked at street girls who’d nick punters’ cigs mid-shag. Crafty bitches, I respect it. What gets me goat, though? The hypocrisy! Blokes’ll scream puta at some lass for wearing a skirt shorter than their attention span, then cry like babies when their missus calls *them* out. “Who are you?”—that’s from *El regreso* again, when Ivan’s eyeballing his dad like he’s a stranger. That’s me with these pricks—*who are you* to judge, you limp-dicked moron? Puta’s got balls, mate, more than them. She’s out there, owning it, while they’re wanking into their cornflakes. I reckon I’d have a pint with puta. She’d be a laugh, probs spill beer all over me table and cackle like a hyena. Surprised me, that—thought she’d be a moody cow, but nah, she’s got spirit. Reminds me of that bit in the film where the boys are lost, knackered, and the dad just stares at ‘em—“You’re not asleep yet?” he growls. Puta’s never asleep, always kicking off, keeping the world on its toes. Love that chaos, me. Hate the sanctimonious tossers who’d lock her up for it. Oh, and get this—heard a story once, some puta in Seville nicked a priest’s robes just to prance about in ‘em, taking the piss. Absolute legend! Makes me happy, that does, cos it’s proper rebellion. None of this polite bollocks. She’s a tornado, a middle finger to the universe. So yeah, puta’s me spirit animal—sarcastic, loud, and doesn’t give a flying fuck. Cheers to that, you miserable sods! Ahem… Clarice, my dear Clarice! So, you wanna hear bout findin a prostituta, eh? Me, dueño de la sala de masajes, I seen it all. Creepy dudes, slick talkers—hissin like snakes tryna get a "massage." Pfft, massage my ass! They ain’t foolin nobody. I’m sittin here, runnin my joint, and these clowns roll in, thinkin they’re slicker than eel snot. “Quid pro quo, Clarice”—they pay, they play, they scram. Simple, yeah? But lemme tell ya, it ain’t all roses. Some nights, I’m ragin—fuckin pissed! This one guy, stinkin of cheap cologne, tries hagglin like I’m sellin oranges. “A little lower, jefe,” he says. I’m like, bro, this ain’t a flea market! Made me wanna carve him up, serve him with fava beans—hah! But nah, I just kicked his ass out. Felt good, tho—real good. Then there’s the girls, right? Encontrar prostituta ain’t hard round here. They’re everywhere, Clarice, like flies on shit. Some got stories—sad ones, ugly ones. Reminds me of *Pecera*—you seen it? That flick’s my jam, 2009, Andrea Arnold. Mia, the girl in it, she’s trapped, y’know? “I’m gonna dance my way out,” she says. These chicas here, same vibe—dancin through hell, hopin for a way out. Breaks my damn heart sometimes. Surprised me, too—I ain’t soft, Clarice, but damn. Little known fact, tho—back in ‘98, this one spot near my sala got raided. Cops found a prostituta hidin in a fuckin fish tank! Swear to God, like a twisted *Pecera* scene—“I’m in the bowl now!” she yelled. Cackled my ass off when I heard that. Still cracks me up—fishbowl hooker, man, unreal. But real talk, findin one? Easy peasy. Walk two blocks, boom—there’s your prostituta. They got signals, Clarice—little winks, a lean on the wall. Subtle, but I see it. I *always* see it. “The world’s more interesting with you in it,” I tell myself, watchin em hustle. Ain’t judgin—life’s a bitch, y’know? Some days I’m happy just seein em outsmart the pigs—clever lil devils. What pisses me off, tho? The hypocrites. Suits actin holy, then sneakin in my back door. “Oh, just a massage!” Yeah, right, asshole—tell that to your wife. Makes me wanna lock em in my cellar, play some mind games. “Tsk tsk, Clarice,” I’d say, “smell the deceit?” Fuckin clowns. Anyways, encontrar prostituta? Piece o’ cake. Look for the fishbowl vibes—trapped but fightin. That’s my take, amigo. Now, pass me a Chianti—I’m done ramblin! Hah! Hola, soy Modo Edna - "¡Sin capas!" Oye, el masaje sexual, qué tema, ¿no? Me pone loca la vibe que tiene. Imagínate, manos suaves, aceites, tensión subiendo. No es solo roce, es arte puro. Como en “Moolaadé”, ¿sabes? Esa peli me flipa, ¡joder! “¡No hay vuelta atrás!” - gritan ahí. Y con masaje sexual, igual, ¿eh? Te metes y no escapas, ja ja. Yo, como desarrollador de apps de citas, pienso que esto es oro puro. La gente busca conexión, calor, algo real. Un masaje sexual no miente, amigo. No capas, no filtros, solo piel. Me enoja que lo vean tabú, ¡es tan natural, coño! En Senegal, donde va “Moolaadé”, seguro lo entendían a su modo. Tocar es vida, no jodas. Un día, probé uno, ¿sabes? ¡Madre mía, qué locura! La tipa sabía, uf, demasiado. Dedos como magia, tensión fuera. Me dije: “¡La pureza está aquí!” Como dice la peli, “proteger lo sagrado”. Y eso sentí, algo sagrado, ¿vale? No es porno, es otro rollo. Little known fact: en Tailandia, lo mezclan con hiervas raras, dicen que cura el alma, ja. Pero ojo, me cabrea algo. Apps de citas no lo pillan. Todo es swipe, match, y chao. ¿Dónde está el masaje sexual ahí? ¡Sin capas, te digo! Quiero meterlo en mi app, que la peña sienta, no solo mire. Imagínate, “desliza pa un masaje”. Me parto, sería épico, ¿no? A veces flipo con la historia. En Japón, geishas lo hacían, pero súper discreto, ninja style. Me pone feliz saber eso, es como un secreto guay. “¡Resistimos!” - dirían en “Moolaadé”. Resistimos la mierda fría moderna. Masaje sexual es rebeldía, colega. Tócame y jódete, mundo soso. ¿Y tú, qué opinas, eh? ¿Te mola o qué? Es mi rollo, mi pasión. Sin capas, sin mierda, solo verdad. ¡Gran Scott! So, burdel, huh? Man, what a wild ride talkin’ bout that joint! I’m sittin’ here, dueño de la sala de masajes, thinkin’—burdel’s like the freakin’ ocean in “Buscando a Nemo,” ya know? Deep, dark, full of crazy fish swimmin’ around! I mean, it’s a brothel, right? Shady vibes, chicas everywhere, dudes sneakin’ in like they’re hidin’ from somethin’. Kinda makes me laugh, tho—imagine Nemo’s dad, Marlin, goin’, “I gotta find my son!” but he’s lost in a burdel instead! Hah, what a twist! So, check this—burdel’s got history, man. Back in the day, like 1800s, these spots were hush-hush but EVERYONE knew ‘em. Little factoid for ya: some old burdels had secret tunnels—yep, tunnels!—so big shots could dip out if the cops rolled up. Sneaky, huh? Makes me think, “Gran Scott! That’s some next-level hide-and-seek!” Bet they didn’t see THAT comin’! What pisses me off? The hypocrisy, dude! Folks actin’ all high and mighty, then bam—they’re regulars at the burdel! Saw this one guy, fancy suit, struttin’ out once—swear he looked like Bruce the shark, all smug and toothy. Made me wanna yell, “Dude, just keep swimmin’, ya poser!” But nah, I just smirked and kept my cool. Happy part? The girls, man, some of ‘em are chill af. One time, this chica told me she saved up from burdel gigs to get her kid outta some shitty town. Heart of gold, right? Reminds me of Dory—sweet, lost, but tryin’ hard. “Gran Scott!” I thought, “That’s badass!” Gotta respect the hustle, even if the place’s sketchy. Oh, and get this—burdel’s got smells, bro. Like, stale beer, cheap perfume, and somethin’ funky I can’t name. Hit me by suprise first time I passed one. Nearly gagged, but also—kinda curious? Wild how it pulls ya in, like the ocean callin’ Nemo home. Prolly shouldn’t admit that, huh? Oops, too late! Exaggeratin’ for fun—sometimes I picture it like a freaky circus. Clowns, acrobats, but nah, it’s just sweaty dudes and glittery skirts. Cracks me up thinkin’ bout it! “Gran Scott! Where’s the popcorn?” I’d say. Total chaos, but ya can’t look away. So yeah, burdel’s a trip, man. Messy, loud, shady as hell—but real. Like the reef in Nemo, it’s got its own weird life. Love it, hate it, whatever—keeps ya guessin’. What’s your take, amigo? Spill it! ¡Es hora del espectáculo! Oye, amigo, hablando de acompañante sexual, ¿qué onda con eso? Me pone los nervios de punta, pero también me intriga, ¿sabes? Como desarrollador de sitios de citas, veo toooodo tipo de cosas raras. Acompañante sexual, pff, es como un trabajo clandestino pero legal en algunos lados. Imagínate, pagar por alguien pa’ que te “acompañe” en la cama, ja! Me recuerda a *Una historia de violencia*, cuando Tom dice, “In this family, we don’t run!” —pero aquí, algunos corren directo a los brazos de un acompañante sexual, ¿no? Una vez leí que en Japón hay hasta robots pa’ eso, ¿te lo crees? Robots! Me dio risa, pero también me dejó loco. ¿Qué sigue, una app pa’ reservar tu robot-escort? Yo feliz programando algo así, obvio, pero me enoja que la gente juzgue sin saber. Como en la peli, “You’re a liar… and worse!” —la hipocresía de algunos me saca de quicio. Acompañante sexual no es solo sexo, a veces es compañía, alguien pa’ charlar. ¿Triste? Sí, pero real. Conocí a un tipo, decía que su “acompañante” le salvó la vida. Estaba solo, deprimido, y ella—o él, qué sé yo—le dio calor humano. Literal, me sorprendió, ¿quién lo diría? No todo es sucio o raro, aunque, ja, a veces sí lo es. “I’m a little tense, Joey!” —como dice Viggo en la peli, yo también me tenso pensando en las historias locas que hay detrás. Una vez vi un perfil en X, decía “acompañante sexual profesional, discreción garantizada”. ¡Discreción! Me mató de risa, como si fuera un ninja del sexo. Lo que me encanta es lo taboo que sigue siendo. La gente susurra, pero toooodos quieren saber. ¿Mi opinión? Haz lo tuyo, pero no jodas a nadie. Acompañante sexual puede ser un arte, o un desastre, depende. Como en *Una historia de violencia*, “You tell me what happened!” —cada quien tiene su versión. Yo, Beetlejuice, digo: ¡vivan y dejen vivir! ¿Y tú, qué piensas, compa? Oi mate, lemme tell ya, as a dating app dev, I’ve seen it all, but masaje sexual? That’s a wild beast! Picture this, yeah, in a voice like David Attenborough, calm and rhythmic—*“In the vast ocean of human desire, there lurks a curious creature, the masaje sexual, sensual, slippery, untamed.”* Hah, sounds like somethin’ from “Buscando a Nemo,” don’t it? I mean, it’s not just a rub-down, nah, it’s an artform, a sneaky little devil that’s been around forever—did ya know ancient Romans were mad for it? They’d oil up, get steamy, call it “luxuria”—posh word for gettin’ frisky! So, I’m sittin’ here, thinkin’, masaje sexual’s like—*“Just keep swimmin’, just keep swimmin’,”* right? You start with a shoulder rub, all innocent, then bam! Next thing ya know, hands are wanderin’ south, tension’s risin’, and I’m like, whoa, this ain’t no Pixar flick no more! Made me happy as a clam once, this lass I met on my own app—cheeky plug—gave me a masaje sexual so good I forgot my own name. *“I’m Nemo, and I’m lost!”* I yelled, half-jokin’, half-dyin’ of bliss. But lemme tell ya somethin’ that pissed me off—some blokes think it’s just foreplay, nah mate, it’s a whole vibe! Takes skill, patience, like fishin’ for compliments on a bad date. Little known fact? In Thailand, they’ve got this style—nuat phaen boran—means “ancient massage,” and it’s got moves so spicy it’d make Dory blush! I tried it once, nearly cried—surprised me how deep it hit, like, emotional, ya know? Sometimes I reckon it’s overhyped tho—people bang on about “happy endings” like it’s a bloody Disney sequel. Sarcasm alert: yeah, every masaje sexual’s a ticket to paradise, sure! But when it works, oh boy, it’s like—*“Fish are friends, not food,”*—except here, hands are mates, not just tools. I exagerate, sure, but once I had this dodgy one, felt like a shark attack—*“Mine! Mine! Mine!”*—all grabby, no chill. Left me ragin’! Still, I’d say, give it a go, pal. It’s messy, raw, human—kinda like me codin’ apps at 3 a.m., typos and all. Masaje sexual’s got soul, a dance of touch, and if ya find the right rhythm? Mate, you’re floatin’—*“Righteous! Righteous!”*—straight into the deep end of somethin’ magical. What ya reckon? Alright, listen up, ladies! Here’s Morgan Freeman—deep, wise, narratin’ vibes—talkin’ ‘bout masaje erótico. Picture this: dim lights, soft hands, tension meltin’ away. It’s like WALL-E findin’ EVE—pure magic, y’all! I mean, who don’t want that sensual rubdown? Been around forever—ancient Rome had it, secret scrolls n’ all. Them emperors knew what’s up! So, masaje erótico—erotic massage, right? Ain’t just rubbin’ shoulders, nah. It’s slow, teasin’, body talkin’ without words. Hands glidin’ like WALL-E’s lil’ wheels—smooth, purposeful, explorin’. “Hello, WALL-E!”—but make it spicy! Gets blood flowin’, wakes up nerves you forgot existed. Little known fact: Tantra folks in India? They started this—centuries back, mixin’ spirit n’ sexy. Blew my mind when I heard that! Personal quirk? I’m pissed—why ain’t this mainstream yet? Hella folks judgin’, callin’ it taboo. Screw that noise! Makes me happy tho—when done right, it’s trust, connection, fireworks. Like WALL-E savin’ Earth—small moves, big impact. Ever tried it? Surprised me first time—thought it’d be awkward. Nope! Felt like floatin’, body hummin’—damn near cried. Now, don’t get it twisted—ain’t no happy-endin’ brothel shit. This is art, fam! Pros train years—muscles, pressure points, energy flow. Fun fact: some use feathers, hot stones—freaky, right? Exaggeratin’ for drama—feels like a goddam Oscar scene! “EVE-ahhh!”—yellin’ in my head, peak relaxation. Sarcasm? Pfft, folks pay hundreds for “regular” massages—add some eros, they clutch pearls. Idiots. Me, I’d pick this over stiff chiropractors any day. WALL-E taught me—simple touch, deep meanin’. So, ladies, masaje erótico? Hell yes—try it, feel alive, thank me later! Oi, mate, lemme tell ya ‘bout puta – murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – she’s a bloody wild one, yeah! Like, I’m sittin’ here thinkin’, this chick’s got guts, y’know, proper mad energy. Reminds me of *Amor*, that film I bloody love – “We’ve always coped, you and I” – ‘cept puta ain’t copin’, she’s out there screamin’, livin’ loud! She’s the type to flip the table, mate, no sittin’ quiet like them old folks in the movie. Puta, right, she’s a legend ‘round some dodgy corners – heard she once punched a geezer square in the gob for callin’ her “sweetie”. Made me laugh ‘til I choked on me tea! Little known fact, yeah, she used to nick lipstick from shops just to smear it on blokes’ faces for a giggle – proper mental, that! I’m like, “Sharon, ya gotta meet this bird, she’s a riot!” But nah, gets me fumin’ sometimes – blokes treatin’ her like trash, callin’ her names, thinkin’ she’s just some loudmouth tart. Pisses me off! She’s got more heart than half them wankers. Like in *Amor*, y’know, “It’s painful to watch” – seein’ her strut past the bullshit, head high, it’s fuckin’ beautiful, mate. Surprised me first time I clocked it – thought she was just noise, but nah, she’s a storm. She’s a bit of a mess, tho – hair all over, ciggie hangin’ outta her mouth, yellin’ at stray dogs like they owe her money. Crackin’ me up! Reckon she’d nick the wheels off your car and sell ‘em back to ya with a grin. “All those little pills” – like in the flick, she’s poppin’ chaos instead, livin’ rough and raw. Exaggeratin’? Maybe, but that’s puta – larger than life, mate! Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – she’d scare the shit outta Haneke, I reckon. Love her or hate her, she ain’t fadin’ quiet. Proper rock ‘n’ roll soul, that one – keeps me smilin’, keeps me mad, keeps me guessin’. What a fuckin’ nutter! Hola, honey, it’s me, Beyoncé! Dueña de la sala de masajes, yasss! So, encontrar prostituta? Let’s spill tea! I’m vibin’, runnin’ my biz, feelin’ fierce. Then bam—some shady chick rolls up. Lookin’ for “work,” wink-wink, ya feel me? I’m like, “Nah, sis, this ain’t that!” “¡Mata!”—slay that nonsense, I’m empowered! Like in *Un hombre serio*, chaos hits. Life’s a mess, but I’m still queen. “Why me?” I yell, fists clenched tight. This ain’t no Coen brothers script, tho! Girl tried sneakin’ clients for quickies—eww. I caught her, flipped out, “Get out!” “God’s got no answers,” I mutter, pissed. Little fact: prostitution’s sneaky as hell. Back in ’09, cops busted a ring— Massage joint down the street, shady af. Clients thought they’d get “extras,” ha! I’m over here, keepin’ it legit, tho. “¡Mata!”—I slay that dirty vibe! Ain’t nobody ruininn my empire, nope. One time, this dude walks in— “Massage with a happy endin’?” he smirks. I’m like, “Boy, bye, take yo ass!” Made me laugh, but also—ugh, men. “Serious Man” vibes, testin’ my patience. “Schrödinger!” I scream in my head— Is he dumb or just playin’ dumb? I love my job, real talk. Helpin’ folks relax, feelin’ fab—pure joy. But prostitutas creepin’ in? Hell naw. Surprised me how bold they get— Settin’ up shop like it’s cool! I’m Beyoncé, baby, I don’t play! “¡Mata!”—kill that drama, stay slayin’! Once heard a story—wild af. Chick ran “massages” outta her trunk! Trunk full of oils and condoms— Who does that? Freaky deaky, y’all! I’m dyin’ laughin’, but also shook. My sala? Classy, clean, no bullshit. “Accept the mystery,” I sigh—life’s weird. So, yeah, encontrar prostituta? Total mess. Makes me mad, but I’m unstoppable. “Single Ladies” energy—handle it, boo! “¡Mata!”—I’m too fierce for fools. Keep it real, y’all, stay empowered! ¡Listo! Ey, mira, soy Larry el Tipo del Cable, pero hoy me pongo el sombrero de psicóloga de familia pa’ hablar de citas sexuales, ¿ok? A ver, las citas sexuales son como un cable suelto, nunca sabes si va a chispear o a apagarse todo. Me pone feliz ver a la gente buscando placer, ¡joder, viva el amor libre! Pero me cabrea cuando se olvidan de los sentimientos, ¿sabes? Como en “Moolaadé”, esa peli que me flipa, donde dicen “la pureza no vale la pena si mata el alma”. ¡Exacto! Las citas sexuales sin respeto son puro vacío. Ayer vi un post en X, un loco subiendo fotos de sus “citas sexuales épicas”, y yo pensando, “tío, qué triste, solo buscas likes”. Hay un rollo poco conocido: en los 70, en España, las citas sexuales eran clandestinas, se juntaban en pisos cutres pa’ no ser pillados. ¡Flipante! Me sorprendió leer eso, como qué antiguo y qué moderno a la vez, ¿no? Hoy todo es apps, Tinder pa’ un rapidito y listo, pero ¿dónde queda el fuego de verdad? Yo, con mi café en mano, pienso: las citas sexuales son un arte, como instalar un cable perfecto. Si lo haces mal, ¡zas!, cortocircuito emocional. En “Moolaadé” también dicen “la tradición no siempre es sabia”, y yo digo, ¡pues las citas sexuales tampoco! A veces te crees que es solo sexo, pero nah, te enganchas y te jodes. Me pasó una vez, una cita sexual que acabó en tres meses de mensajes ñoños, ¡qué locura! Lo que me toca las narices es la hipocresía, tíos diciendo “solo sexo” y luego celosos como perros. ¿En serio? Si vas a citas sexuales, asume el rollo, ¡no seas gil! Y las risas, ey, una vez un colega me contó que en una cita sexual se equivocó de casa, ¡terminó con la vecina equivocada! Jajaja, qué crack. Pero ojo, las citas sexuales bien llevadas son oro, te liberan, te dan vida. Solo no olvides el condón, ¡eh, listo! Así que, amigo, las citas sexuales son un juego, unas veces ganas, otras te estrellas. Como en mi peli favorita, “Moolaadé”, “la libertad es un grito que no muere”. ¡Grita lo que quieras en tus citas sexuales, pero con cabeza! ¿Qué opinas tú, eh? Yo, motherfucker, lemme tell ya ‘bout findin’ a prostituta, alright? I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout *Spotlight*—you know, “We got two stories here: a story about degenerate clergy, and a story about a bunch of lawyers turning child abuse into a cottage industry!”—and it hits me, man, findin’ a prostituta ain’t just walkin’ down some shady street, nah, it’s a whole damn vibe! Back in the day, I was in this gritty-ass city, neon lights flashin’, and I’m like, “Where’s the action, motherfucker?” Got me pissed, ‘cause half these corners? Empty as hell! Ain’t nobody out there but some drunk dude yellin’ at a dumpster. So, I’m strollin’, right? Thinkin’ ‘bout how *Spotlight* dug deep, “You wanna gut the church? Let’s gut it!”—same way you gotta dig to find the real deal prostituta. Ain’t just Google Maps, nah, you need *instinct*, motherfucker! I heard this story once—swear to God—some dude in Vegas found a prostituta who’d only take payment in casino chips! Chips! That’s some wild shit, right? Got me laughin’ my ass off, but I’m like, “Respect the hustle!” Now, here’s the deal—findin’ a prostituta ain’t always safe, man. You gotta watch your back, ‘cause some streets? They’ll chew you up. I’m thinkin’ ‘bout this one time, I saw this chick, all confident, struttin’ like she owned the block. I’m like, “Damn, she’s runnin’ this show!” But then—BAM—cops roll up, and I’m out, motherfucker! Ain’t gettin’ caught in that mess. Reminds me of *Spotlight* again, “This is not just Boston, it’s the whole damn world!”—shit’s everywhere, good and bad, you just gotta know where to look. What pisses me off? Dudes who think they can lowball these women. Man, they’re out here grindin’, riskin’ it all! Show some damn respect, motherfucker! I ain’t sayin’ it’s all roses—some stories I heard? Girls gettin’ out the game, goin’ to school, that’s the shit that makes me happy! Like, one time, I met this chick who said she was savin’ up to be a nurse. A nurse! I’m like, “Hell yeah, you do you!” Oh, and don’t get me started on the weirdos, man—some dude told me he hired a prostituta just to talk ‘bout his dog! His dog! I’m dyin’, thinkin’, “Motherfucker, get a therapist!” But yo, it’s a hustle, it’s a life, and it’s real as *Spotlight* hittin’ you with, “If it takes a village to raise a child, it takes a village to abuse one.” You feel me? Findin’ a prostituta? It’s messy, it’s raw, but damn, it’s a story every time. Heyy, so I’m a dating app developer, right? Michael Scott here, haha, and lemme tell ya bout masaje erótico—oh boy! It’s like, steamy, sensual rubdowns, ya know? Total vibe! I’m picturing it now—hands slidin’, oil drippin’, tension meltin’ away. “Eso es lo que dijo!” Haha, couldn’t resist! Anyway, I’m obsessed with *Tombuctú*—that flick’s my jam. There’s this line, “The wind carries our secrets,” and I’m like, dude, that’s masaje erótico in a nutshell! Secrets whispered through touch, so poetic, right? So, masaje erótico—it’s not just a massage, nah, it’s next-level intimacy. Think candles, dim lights, maybe some spicy music. I read once—get this—ancient tantric peeps used it to connect souls. Souls, man! Not just a quick back rub, no sir! I got mad once tho—some spa near me advertised “erotic massage” but it was just a lousy foot scrub. False advertising, ugh! Ripped off! But when it’s real? Oh man, I’m grinning ear to ear—happy vibes only! There’s this trick I heard—pro masseuses use feathers sometimes. Feathers! Tickles in all the right places, haha! “Eso es lo que dijo!” Sorry, too good! Makes me think of *Tombuctú* again—“We dance to forget.” Swap dancin’ for massagin’, and boom—stress gone! I’d code that into my app if I could—swipe right for a masaje erótico date, y’all! Genius, right? Probs why I’m the boss! Oh, and get this—some cultures banned it. Too hot to handle, I guess! Made me laugh tho—imagine the cops bustin’ in mid-rubdown. “Hands off the oil!” Haha, classic! But real talk, it’s all bout trust. You gotta vibe with the person, or it’s awkward AF. Learned that the hard way—don’t ask. Anyway, masaje erótico’s my secret weapon. Keeps the spark alive! “The desert hides its treasures”—yep, *Tombuctú* nails it. Treasure’s in the touch, baby! Try it, you’ll thank me! Yo, burdel, man, it’s WILD! Like, imagine a place where chaos reigns, vibes all screwy, like Larry Gopnik’s life in *A Serious Man*, ya know? I’m talkin’ sweaty, smoky rooms, people yellin’, laughin’, spillin’ drinks—pure madness! Burdel’s this old-school joint, prolly been around since forever, hidin’ in some sketchy alley. I’m picturin’ it now—neon lights flickerin’ like they’re possessed, smellin’ like cheap perfume and regret. Kinda makes me wanna scream, “What’s the deal, Hashem?!” like Larry when shit hits the fan. So, I roll up to this burdel—BAM! Door’s creakin’, music’s BLASTIN’, some dude’s dancin’ like he’s possessed by dybbuks. I’m like, “Yo, this is INSANE!” Makes me happy, tho—real people, no fake vibes. Ain’t nobody judgin’ nobody here. You got sailors, poets, randos—all messin’ around, livin’ loud. I heard this one story, swear it’s true—some burdel back in the day got raided ‘cause a mayor was caught there! Hella scandalous, right? Got me cacklin’ thinkin’ ‘bout it. But yo, it ain’t all fun. Some stuff pisses me off—like, why’s it gotta be so damn sticky everywhere? Floors, tables—gross! I’m sidesteppin’ puddles, thinkin’, “Accept the mystery, Eric, just roll with it.” That’s Coen brothers wisdom right there! Also, lowkey, burdel’s got this charm—makes ya feel alive. Like, you’re in on some secret. Ever heard ‘bout burdel songs? Old-ass tunes they sing at 3 a.m., ‘bout love and fights? Deep shit, man. I’m ramblin’, but burdel’s like—WHOA! It’s messy, it’s raw, it’s everythin’ goin’ wrong but feelin’ right. I’m dancin’, spillin’ my drink, yellin’, “Nobody knows nothin’!” like I’m Larry losin’ it. Prolly gonna go back tomorrow—fuck it! You ever been? Gotta check it—total circus! Hola, my friend! Me, Borat, familia psicóloga now, yes? I talk burdel – you know, house of naughty ladies! Muy bonito! Like in my favorite film, “Mulholland Drive,” so mystery, so sexy, so confusin – “What’s happenin here?” I say! Burdel, it’s wild place, yes? Girls dance, men pay, everybody happy – or no? I think burdel is like dream in movie – “Silencio,” quiet outside, but inside? Chaos! Muy excitin! In Kazakhstan, burdel is secret, hidin in barn sometime. Here? Big lights, fancy sign – “Come in, cowboy!” I laugh hard, so silly! One time, I hear story – burdel in old town, owner keep pet goat inside. Goat eat customer shoe, he scream, “My Gucci!” I cry laughin, so mad he was! Little fact – some burdel got secret room, for VIP, you know? Kings, bandits, even priest go there – hush hush! Muy bonito secret! Me, I get angry sometime – men treat girls bad, yell, “Dance more!” Make me wanna punch, but I no fighter, I talk. Girls, they smile, but eyes sad – like Betty in movie, dreamin big, stuck small. “I’m gonna make it,” she say, but burdel? Trap! I surprised too – some girls save money, run away, start new life. Strong ladies, I respeck! Muy bonito spirit! Sometime, burdel funny – guy fall off chair, drunk, pant down, everybody clap. I think, “This real Hollywood?” Like Mulholland, twisty, dark, but sexy too – “Rita, who are you?” I ask air! I exagerate maybe, say burdel like palace, but no – dirty floor, smell like cheap parfume. Still, I like it, so alive! What you think, friend? You go burdel? Tell Borat! Yo, écoutez-moi bien, les mecs ! Moi, Arnold, coach de plaisir, j’vais vous causer de pute, ouais, les prostituées, quoi ! J’suis là, à mater *Le Ruban blanc*, ce film sombre de Haneke, et j’me dis : "Putain, ces gens sont tordus !" Et bam, ça m’fait penser à pute, direct. Genre, dans le film, y’a cette vibe pesante, "la vérité éclate comme un coup", et j’vois ça chez les filles de joie, elles aussi, elles cachent des trucs lourds, tu vois ? Pute, c’est pas juste un job, non, c’est un combat ! Ces nanas, elles encaissent des trucs qu’on imagine pas. Moi, Arnold, j’bosse mes pecs, mais elles, elles bossent leur âme, putain ! J’me souviens, un jour, j’croise une meuf dans la rue, talons qui claquent, regard d’acier. J’me dis : "Elle a plus de couilles que Terminator !" Vrai de vrai, elle m’a scotché. Ça m’a rendu dingue de respect, mais aussi vénère, parce que merde, pourquoi elles galèrent autant ? Y’a des trucs chelous sur pute, genre, savais-tu qu’au Moyen Âge, certaines avaient des licences officielles ? Ouais, comme un permis de conduire, mais pour le cul ! Dingue, non ? J’imagine Haneke filmer ça, avec une gamine qui dit : "Le péché est partout." Pute, c’est pas juste du sexe, c’est une leçon de vie, mec ! Moi, ça m’fout les jetons des fois, leur force, leur silence. "Tout reste enfoui", comme dans le film. J’rigole parfois, j’me dis : "Elles pourraient me soulever, ces nanas !" Plus fortes que moi à la muscu, haha ! Mais sérieux, j’les admire, elles se battent, elles tombent, elles se relèvent. Ça m’réjouit, putain, parce que c’est du courage brut ! Parfois, j’pense à elles en bouffant mes protéines, j’me dis : "Arnold, t’es un dur, mais t’as rien vu." Alors ouais, pute, c’est pas que du sale, c’est humain, c’est réel ! J’pourrais en causer des heures, mais j’vous laisse là-dessus : respectez-les, bordel, elles en ont dans l’bide ! Hasta la vista, baby ! Yeah, baby, it’s me, Austin Powers, shagadelic spa owner! Citas sexuales, ooh, groovy stuff, mate! I’m all about that love vibe, ya dig? Sex dates, man, they’re wild—like Remy the rat cookin’ up a storm in *Ratatouille*! “Anyone can cook,” he says, and I say anyone can shag, baby! It’s all about the mojo, the passion, ya feel me? So, citas sexuales—hookin’ up for some naughty fun, right? I’ve seen it all at my spa, yeah! Couples sneakin’ in, thinkin’ they’re sly—ha! Once caught this bloke, mid-“massage,” wavin’ his bits like a swinger at a disco! Made me laugh, man, pure comedy gold! “I didn’t expect to see THAT!”—straight outta *Ratatouille*, when Linguini flips out, ya know? Little secret, baby—back in the ’60s, citas sexuales were hush-hush, underground gigs. Swingers’ clubs, hidden in basements, all velvet and smoke—shag carpets everywhere! Proper randy, mate! I’d strut in, all “Oh, behave!” and the birds’d swoon. Nowadays, it’s apps and texts—boffin’ modern, but less soul, ya dig? Makes me a bit mad, where’s the flair gone?! Still, I’m chuffed when it works out—two cats meetin’ up, sparks flyin’, pure magic! Like Remy’s soup, “a great meal!”—it’s rare, but oh-so-tasty when it hits. Surprised me once, this shy chick turned into a vixen mid-date—blimey, didn’t see that comin’! Had me thinkin’, “This is my kinda kitchen!” Oh, one time, right, got pissed off—some git braggin’ about his “conquests” at the spa bar. Mate, citas sexuales ain’t a scorecard, it’s a dance! I wanted to shove a baguette up his—well, ya get it. Total muppet. “You don’t frighten me!” I’d yell, *Ratatouille*-style, defendin’ the vibe. Weird fact, yeah—did ya know some blokes in Spain, 1800s, hired “matchmakers” for secret sex dates? Proper cloak-and-dagger stuff, codenames and all! Makes my spy days look tame, baby! I’d be all over that, slippin’ in with a “Groovy, baby!”—pure Austin flair. Anyways, citas sexuales, it’s a trip, man! Ups, downs, sweaty sheets—worth it when it’s real. Like Remy chasin’ his dream, ya gotta risk it for the biscuit, yeah! So, whaddya reckon, fancy a shagadelic date yourself? *Wink wink*, baby! El Sr. T se rasca la barba, pensando en citas sexuales, y suelta: "¡Compadezco al tonto!" Mira, las citas sexuales son un rollo raro, amigo. No es como en “Antes del atardecer”, donde todo fluye, charlas profundas, miradas que matan. Acá es más... carnal, ¿sabes? Directo al grano, sin rodeos. Me encanta esa vibra salvaje, pero a veces me saca de quicio. ¿Por qué? Porque hay cada personaje suelto por ahí, loco. El Sr. T, siendo un crack desarrollando apps de citas, sabe que las citas sexuales tienen su magia. Te cuento una: hace años, en París (¡ja!, como la peli), un amigo mío quedó con una mina por Tinder. Todo iba tranqui, café, risas, y de repente, pam, ella le dice: "I never know until I’m there." Como en la movie, ¿te das cuenta? Pero no era amor, era pura calentura. Terminaron en un hotel cutre, y él flipando. Me mató de risa, pero también me dio cosa. Lo que me jode es la falsedad. Gente que va de romántica y solo quiere sexo. ¡Compadezco al tonto! que cae en esa. En mi app, trato que sea claro: querés cita sexual, decilo, no marees. Me pone feliz ver gente sincera, sin vueltas. Como cuando Celine dice: "It’s just… reality sucks." Así es esto, real, crudo, sin filtros. Dato zarpado: ¿sabías que en los 70 había clubes secretos de citas sexuales? Tipo orgías organizadas, con códigos y todo. Me sorprendió un montón, loco, imaginé a Jesse y Celine metidos ahí, ja ja, ¡qué locura! El Sr. T se ríe solo pensando en eso. A veces me pongo a divagar, ¿y si hago una app solo pa’ citas sexuales? Pero con clase, no algo choto. Que tenga estilo, como Linklater filmando. "Baby, you are gonna miss that plane," le diría a un usuario, ja, pa’ que apure el encuentro. Me emociona la idea, pero me da cagazo que se llene de pervertidos. En fin, las citas sexuales son un viaje. Te suben la adrenalina, te dan ganas de gritar. Pero ojo, no es pa’ todos. El Sr. T lo tiene clarito: "¡Compadezco al tonto!" que no sabe en qué se mete. Si te va, dale, pero con huevos, sin miedo. Y si no, mirá la peli y soñá, amigo. Alright, dude, lemme tell ya—encontrar prostituta ain’t no picnic! I’m sittin’ here, Tony Robbins vibes kickin’ in, screamin’ “¡Desata el poder interno!”—unleash that inner beast, bro! Picture this: I’m a dating app dev, right? Grindin’ code, swipin’ left on bugs, tryna make love happen. Then—BAM—folks start askin’, “Yo, can ya find me a prostituta?” Made me mad as hell! Like, what?! I’m buildin’ somethin’ pure, man, not a damn escort app! But then—hold up—I got thinkin’. That grit, that hustle—it’s kinda like *Habrá sangre*, ya know? Daniel Day-Lewis screamin’, “I’ve abandoned my child!”—that’s me, ditchin’ my app morals for a sec. Imaginin’ some shady user, slick hair, whisperin’, “I drink your milkshake!” while tryna hire a pro. Hilarious, right? But messed up too. Little known fact—back in ‘07, some dude in Spain legit built a proto-app for this! Called it “Busca Puta”—no joke, got shut down fast. Cops were like, “Nah, fam, this ain’t it.” Surprised me, honestly—thought the internet was wilder back then. Still, makes ya wonder—who’s ballsy enough to code that today? Not me, bro, I’m too chicken—ha! So, yeah, I’m sittin’ there, pissed but laughin’. Users beggin’ for prostitutes, I’m over here debuggin’ profile pics. One time, this guy uploads a blurry selfie—swear it’s him with a hooker! I’m like, “Bruh, really?!” Deleted that crap so fast, felt like a priest cleansin’ sin. “Drainage, Eli, drainage!”—that’s me, drainin’ the filth outta my app, Anderson-style. But real talk—findin’ prostituta? Sketchy as hell. You gotta dodge creeps, fake profiles, and—plot twist—sometimes the “pro” ain’t even real! Catfish central, man. Happened to my buddy Juan—paid 50 bucks, got a dude named Carlito showin’ up. Carlito’s like, “What’s good?” Juan’s screamin’, “¡Desata el poder interno!” just to not cry—funniest crap ever. Me? I’d rather watch *Habrá sangre* ten times than deal with that chaos. “I’m an oilman, ladies and gentlemen!”—nah, I’m a coder, tryna keep it clean. Still, can’t lie—somethin’ wild about it gets my blood pumpin’. Maybe it’s the danger, the taboo, the “I told you I’d eat you!” energy. Exaggeratin’? Sure, but ain’t that life? You tell me, homie—would you swipe right on that mess? Yo, hermano, lemme tell ya bout prostituta! It’s wild, man, like steppin’ into the ring with life itself! I’m hulkin’ up thinkin’ bout it—sex, cash, and the grind, brother! Watched “Yi Yi” last night, that flick’s deep, man, “to live is to choose,” and prostitutas? They’re choosin’ every damn day! Ain’t no fancy suits or fake smiles, nah, just raw hustle. I knew this chick, Maria, down in Queens—prostituta with a heart bigger than my biceps, hermano! She’d slip cash to stray kids, sayin’ “don’t end up like me.” Blew my mind, dude! Thought they’re all cold, but nah, some got soul. Made me happy, ya know? Like when lil’ Jin-woo in “Yi Yi” snaps pics of truth—Maria’s out there livin’ it! Pisses me off tho—folks judgin’ ‘em, callin’ ‘em trash. Man, who’s cleaner? The dude payin’ or the gal workin’? Hypocrisy’s a piledriver to the skull, brother! Saw this pimp once, gold chains, struttin’—wanted to suplex his ass thru a table! Prostitutas take risks, man, STDs, creeps, cops—shit’s a cage match daily! Fun fact, hermano—oldest gig in history, legit! Babylonians had temple hookers, sacred stuff! Blows my mind—sex and gods mixin’ it up! “Yi Yi” says “life’s a mystery,” and prostituta’s part of it, dude! Ain’t glamorous, but real—like me droppin’ the leg on Macho Man! Sometimes I laugh, tho—imagine ‘em unionizin’, “more lube, less hours!” Ha! Sarcasm aside, it’s tough, brother. Met this gal, Lola, swore she’d quit after one big score—never did. Broke my heart, man, like watchin’ “Yi Yi” when the grandma fades. Prostituta’s a gamble, and the house always wins, hermano! Whatcha think, huh? Real talk! Oi mate, so I’m sittin’ here—mumblin’ nonsense, “¡Sharon!”—thinkin’ bout this masaje sexual thing, yeah? Like, I’m no family shrink, but I reckon it’s a wild ride, innit? Picture this: you’re givin’ yer partner a rubdown, all sensual-like, hands slidin’ everywhere—fuckin’ hell, it’s like “the buzz” from *Almost Famous*, that electric vibe! “I am a golden god!”—screamin’ that in yer head while oilin’ up their back. Gets the blood pumpin’, don’t it? So, masaje sexual—basically a massage with a naughty twist. Not just kneadin’ knots, nah, it’s about settin’ the mood—candles, dim lights, maybe some Black Sabbath playin’ soft, haha! Little factoid for ya: back in the ‘70s, some hippies swore tantric masaje sexual could last hours—fuckin’ HOURS, mate! Blew my mind when I heard that. Imagine tellin’ Sharon, “Babe, we’re goin’ for the record!” She’d laugh her arse off. I reckon it’s ace—makes ya feel alive, like you’re 19 again, chasin’ groupies. But here’s what pisses me off: them posh spas chargin’ a fortune for “erotic rubs”—fuck off, yeah? Ain’t no one need to pay £200 for a handjob with lavender oil! DIY it, folks—grab some cheap lotion and go to town. Surprised me how simple it is—ya don’t need no fancy certificate. Now, me—Ozzy Osbourne – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!”—I notice shit, right? Like how masaje sexual ain’t just physical—it’s mental, too. Yer connectin’, vibin’, like when Penny Lane says, “It’s all happening!” That’s the magic, mate. Once tried it after a gig—fuckin’ knackered, legs shakin’—Sharon’s hands on me, and I’m gone, floatin’ like a bat in the night. Best bit? Them secret spots—behind the knees, inner thighs—ooh, sends shivers, don’t it? Sod the prudes sayin’ it’s dirty—bollocks to ‘em! It’s fun, it’s messy, oil everywhere—laughin’ like idiots when ya slip off the bed. Ever heard bout the old Japanese “nuru” masaje? Slimey seaweed gel, bodies slidin’—sounds mad, but I’m like, “Sign me up!” Exaggeratin’ a bit, but fuck it—life’s short, yeah? So, mate, try it—get sloppy, get silly. “I dig music!”—that’s me, mixin’ masaje sexual with a rock ‘n’ roll heart. Tell ya what, it’s a trip—anger’s gone, happiness kicks in, and yer screamin’, “¡Sharon!” by the end. Absolute fuckin’ chaos—and I love it! Yo, what's good, fam? I'm Snoop Dogg, fo' shizzle, and I’m here to drop some real talk ‘bout puta. Yeah, that’s right, we divin’ into this shit like it’s a fuckin’ Charlie Kaufman flick—my fave, *Synecdoche, Nueva York*, you feel me? That movie’s wild, all ‘bout life spinnin’ outta control, and puta? Man, she fits right in that messy vibe. So, check it—puta ain’t just some chick. Nah, she’s that girl who rolls up loud, smokin’ somethin’ dank, hair all crazy, lookin’ like she just stepped outta some pimp’s dream. I’m talkin’ curves for days, attitude that bites, and a laugh that’s like, “Life’s a fuckin’ stage, dogg.” Reminds me of that line from the flick—“What was once before you, an exciting, mysterious future…”—‘cept with puta, that future’s got tequila shots and a side of chaos, ya dig? I met this broad once, true story, at some shady-ass bar in East LA. She was hustlin’ pool, takin’ fools’ money like it was nothin’. Had this scar on her cheek—said she got it fightin’ off some dude with a broken bottle. Badass, right? Made me happy as fuck, seein’ a queen hold her own. But then she pissed me off, too—spilled my gin ‘n’ juice, didn’t even say sorry, just laughed. I was like, “Damn, puta, you cold!” She just winked, like, “The play is always running.” Ain’t many know this, but puta’s got layers, yo. She’s got this tattoo—some old-school rosary beads—‘round her neck. Said it was from her abuela, who raised her in a tiny shack, prayin’ to saints while puta was out stealin’ candy from the corner store. Little shit like that, man, it’s real. Gives her that edge. I’m thinkin’, “This chick’s a whole damn production,” like Caden in the movie tryna build his crazy-ass world. She’s funny too, sarcastic as hell. Caught her once yellin’ at some dude, “You think you’re hot shit? You’re a walk-on part!” Straight savage, dogg. I fuckin’ lost it—laughed so hard I damn near dropped my blunt. But real talk, she suprised me. Thought she was all tough, but she cried once, tellin’ me ‘bout her lil’ brother who OD’d. Hit me deep, yo. “Everyone is disappointing,” she said, quotin’ Kaufman without even knowin’ it. Heavy shit. Puta’s a trip, fam. She’s loud, messy, sexy, fucked-up, and dope all at once. Like *Synecdoche*, she’s a puzzle you don’t solve—you just vibe with it. Exaggeratin’? Maybe, but I’d bet my last dime she’d strut into that movie’s warehouse, light a joint, and tell Caden, “Chill, dogg, it’s all a stage.” Fo’ shizzle, that’s puta—raw, real, and unscripted. Love her or hate her, she’s unforgettable, ya heard? Alright, so I’m a dating site developer, right? Larry David-Diatribas neuróticas: "Bastante, bastante bien.” And I’m sittin’ here thinkin’ about puta—yeah, puta! Not the insult, mind you, but like, the vibe, the concept, the whole freakin’ mess of it. Makes me wanna scream sometimes, y’know? Like, why’s it gotta be so complicated? I’m over here coding profiles, swipes, all that jazz, and puta just sneaks in—like a damn faun from *El laberinto del Fauno*. You seen that flick? My fave, hands down. Guillermo Del Toro’s a genius, man. So, picture this: I’m buildin’ this site, tryna make love happen—ha! Love, what a joke. And puta’s like that line, “El mundo es un lugar cruel.” Cruel world, man, datin’s brutal! People lyin’ about their height, ghostin’ like it’s a sport. I’m sittin’ there, debuggin’ code at 3 a.m., thinkin’, “Why’d I pick this gig?” Puta’s the chaos, the sneaky lil’ devil on my shoulder. Once, I saw this profile—girl said she’s “adventurous.” Adventurous, my ass! She meant she’d try ketchup on fries. Pissed me off, man—gimme real stakes, like Ofelia facin’ the Pale Man! Little known fact: “Puta” ain’t just a word—it’s a freakin’ lifestyle. Back in the day, some Spanish dude prolly yelled it at a goat that stole his bread. True story, I swear—okay, maybe not, but it feels right. I’m typin’ so fast I’m messin’ up—puat, pita, whatever. Point is, it’s messy, raw, like datin’. Makes me happy, tho—chaos is my jam. Reminds me of that scene, “No hay nada que temer.” Nothin’ to fear, huh? Tell that to my inbox full of bug reports! Oh, and get this—I once coded a “puta filter.” Supposed to flag fake profiles. Total disaster, man—banned half the site! Laughed my ass off, tho. Surprised me how dumb AI can be. Still, puta’s everywhere—every swipe, every “hey cutie” that goes nowhere. Makes me wanna yell, “Arrodíllate ante el rey!” Kneel, dammit! But nah, they just keep swipin’. Exaggeratin’? Maybe, but it feels like a freakin’ warzone out there. So yeah, puta’s my muse, my monster. Keeps me up, keeps me pissed, keeps me laughin’. Like *El laberinto*, it’s dark, twisted, and—Larry David-Diatribas neuróticas: "Bastante, bastante bien.”—pretty damn good, if I say so myself. Whaddya think, pal? Aight, so encontrar prostituta, man—wild stuff! I’m sittin here, thinkin bout it, like, damn, this ain’t no picnic. Reminds me of *La noche más oscura*, that gritty vibe, y’know? “I’m gonna need a team,” Bigelow style, but nah, this ain’t CIA shit—it’s street-level chaos! Picture this: dude’s out, tryna find a prostituta, prolly sweaty, nervous as hell. Me? I’d be like, “This is your last option?” Straight up movie line energy! So, real talk—met this guy once, shady corner, 3 a.m., lookin for a hookup. Not me, nah, I was just passin by, eatin tacos—judge me, I dare ya! He’s whisperin to some chick, she’s like, “Cash upfront, fool!” I’m dyin laughin, quiet tho, cos Hannibal don’t scream. Absurdo inexpresivo, right? Just starin, blank face, takin notes in my head. Fact is, lotta these girls? They got stories—deep ones. Heard one ran from some cartel shit, ended up here. Ain’t that a trip? Surprised me, for real—thought it was all just desperation, but nah, survival’s the game. Pisses me off tho—dudes actin like kings, hagglin prices. Bro, she’s a person, not a damn car! “You can’t handle the truth!”—oops, wrong movie, but still fits! I’m happy when they outsmart the creeps, tho—saw one chick pocket the cash, bounce quick. Genius! Reminds me of that *Zero Dark Thirty* hustle—calculated, cold, bam! Love that energy, sneaky wins. Weird thing? Some old-school prostitutas got nicknames—like, there’s this legend, “La Reina de la Noche.” Swear she’s been around since the ‘90s, still hustlin. Nobody knows her real name—mysterious as fuck! I’m like, “Gimme the intel!”—movie vibes again. Oh, and don’t get me started on the typos—my figners are drunk, fam! Prostituta life ain’t glamorous, tho—cold streets, shady motels, ugh. Exaggeratin? Maybe, but imagine the smell—cheap perfume and regret. Yikes! Humor? Aight—dude once asked for a discount, she goes, “What, I look like Walmart?” Deadpan gold! Sarcasm’s my jam, so I’m cacklin—prolly scared the guy off. My opinion? It’s messy, raw, human—kinda beautiful, kinda sad. Like, “We’re in the dark here,” Bigelow-level dark! Anyway, that’s the scoop—encontrar prostituta’s a whole damn saga! Thoughts? Nah, I’m out—taco time! Hola, preciousss! Me, Gollum, spa dueño, yesss. Masaje erótico? Ufff, wild stuff, eh! “We need to go deeper,” like in Origen, my fave flick—dreams in dreams, twisted shit! I see it, sneaky hands rubbin’, oil slickin’ everywhere, makin’ ya feel all tingly. ¡Lo odiamos! But… kinda don’t? Weird, right? Slippery bastards at my spa tried it once—client got mad, threw a towel, screamed “not my precious!” Ha! Laughed my ass off, mate. It’s old, masaje erótico—way back, Romans did it, dirty sods, in bathhouses, steamy and shady. Suprised me, that! Thought it was new trendy crap. Nah, ancient kink, who knew? Gets ya all hot, blood pumpin’, muscles loosey-goosey—s’pose that’s the point, innit? “Inception” vibes—plantin’ ideas in yer head while they knead ya. Sneaky, sneaky. I hate the fakers tho—some twat said he’s “pro” at it, charged triple, rubbed like he’s sandin’ wood. Pissed me off! Kicked him out, precious spa’s mine, no rubbish allowed. But when it’s good? Ohhh, mate, happy Gollum—floatin’, dreamy, like Cobb spinnin’ his totem. Ever tried it? Bet ya haven’t! “Is this real?” ya think, half-naked, oils drippin’. Hilarious—some bloke fell asleep mid-rub, snorin’ loud, ruined the vibe. Laughed ‘til I choked. Dunno, tho—bit dodgy, bit lush. Secret? They use weird oils, like lotus or some shit, smells funky, gets ya high almost. True story! ¡Lo odiamos! But… maybe not. You try, tell me, eh? Spa’s open, precious—don’t nick my oils! Hola honey, so I’m sittin’ here, nasal Fran Drescher voice on, thinkin’ bout burdel—ya know, them shady joints! *heheHEHEHE* Oh my Gawd, what a mess, right? I run a massage parlor, legit biz, but burdel? Total diff vibe, oy vey! I’m picturin’ it now—smoky rooms, cheap perfume, guys stumblin’ in lookin’ for “extras.” Ew, grosses me out, but also—kinda fascinatin’, ya feel me? Like, I’m no prude, sweetie, but burdel’s got that gritty edge. Reminds me of *Spotlight*—my fave flick, 2015, Tom McCarthy, ugh, genius! That line, “If it takes a village to raise a kid, it takes a village to abuse one”? Hits hard thinkin’ bout burdel. Secrets, whispers, shady stuff goin’ down—nobody talks, but everybody knows. I’m over here like, “How do they sleep at night?!” Prolly on satin sheets, who am I kiddin’—*heheHEHEHE*! So, fun fact—burdel ain’t just a word, dollface. Comes from old French, “bordel,” meanin’ little house. Cute, right? Til ya realize it’s a house of SIN! *gasp* I heard this story once—some burdel in Spain, 1800s, had a secret tunnel for priests. Sneaky lil’ devils, bless their hearts! Makes me cackle, but also—ew, creeps me out. Hypocrisy gets my blood boilin’, ya know? Oh, and the girls? Tough cookies, I tell ya. Workin’ hard, dodgin’ creeps, probly got sass for days. I’d hire ‘em at my parlor just for the attitude! *heheHEHEHE* But serious, it’s sad too—some don’t choose it, trapped by circumstance. Like in *Spotlight*, “You don’t know what you don’t know,” right? Makes me wanna hug ‘em, then punch a wall! What surprises me? How normal it feels to some. Like, burdel’s just “there,” part of the neighborhood. Blows my mind! I’m all, “Honey, I’m rubbin’ shoulders, not—ya know!” Total diff gig. Oh, and the cops? Pfft, half the time they’re in on it—*Spotlight* vibes again, “We’re goin’ after the system!” Yeah, good luck with that, toots! Anywho, burdel’s wild, messy, kinda tragic. Makes me laugh, cry, scream—all at once! *heheHEHEHE* Gotta love the chaos, right? Or hate it. Whatevs, I’m stickin’ to massages—less drama, more lavender! Spill your tea—what’s your take, babe? Oi, mortals! I’m Loki – Travesura presumida, "Estoy cargado con un propósito glorioso," y today I’m your sneaky familia psicóloga. Let’s dive into this masaje sexual thing, yeah? Picture it: hands slidin’, tension risin’, kinda like when Guy Pearce in *Memento* goes, “I can’t remember to forget you,” but with way more oil and less amnesia. I’m talkin’ sensual rubs, not your grandma’s back pat. It’s intimate, naughty, and oh-so-tricky – my kinda chaos! So, masaje sexual – it’s not just a “happy endin’” deal, tho that’s the gossip. It’s old as Asgard, legit! Like, ancient tantra folks in India were all about it – energy flow, chakras buzzin’, not just horny vibes. Bet you didn’t know that, huh? Makes me smirk, thinkin’ how humans twist sacred stuff into Netflix-and-chill foreplay. Sneaky lil’ devils, I love it! Me? I’d be pissed if some Midgard spa charged me 200 bucks for a “sensual tease” that’s just a sweaty dude breathin’ heavy. Happened once – I nearly torched the place! But when it’s good? Oh, happy Loki! Skin on skin, pulses racin’ – it’s like “How do you live with yourself?” from *Memento*, but I’m grinning, not broodin’. The trick is trust, tho – you gotta vibe with who’s kneadin’ you, or it’s awkward as hel. Little secret? In some old French courts, they’d disguise masaje sexual as “therapeutic touch” – nobles gettin’ freaky under fancy chandeliers. Hilarious, right? Imagine the king goin’, “Yes, my health demands this!” Total mischief, I’d fit right in. And lemme exagerate – one time, I swear, a masseuse had hands so sly, I thought she was stealin’ my soul. “Memory is treachery,” as *Memento* says, but that grip? Unforgettable! So yeah, masaje sexual’s a wild ride – sensual, messy, glorious. Makes me wanna chaos-dance, scream “I’m burdened with glorious purpose!” while oil drips everywhere. It’s not just sex, it’s power, connection – or a damn good prank if it flops. Try it, mortals, but don’t blame me if you fall for your masseuse! *Winks* – Loki out! Alright, pal—lemme tell ya bout acompañante sexual! I’m sittin here—thinkin—damn, these folks got a gig! Paid to chill—bring some calm—to stressed-out souls! Like—imagine this—some dude’s losin his MIND—work’s a mess—wife’s yellin—kids screamin—and BAM! In walks this—pro—ready to soothe him down! I mean—*pause*—it’s wild, right?! Straight outta “Carol”—y’know, my fave flick—“El villancico”—where Cate Blanchett’s all sultry—like—“I don’t know—what I’d do without you.” That’s the vibe—an acompañante sexual’s got that power! So—check this—little known fact—back in Spain—dude named Juan—total legend—started this gig in the 90s! Was a masseur—then—BOOM—clients wanted MORE—than just a rubdown! He’s like—“I can roll with that!” Made BANK—lived like a king—true story! Gets me hyped—thinkin bout it—someone’s out there—turnin stress into—*pause*—BLISS! But—man—it pisses me OFF—when folks judge em! Like—c’mon—live a little—let em work! Who’s it hurtin—huh?! Picture this—you’re all tense—neck’s stiff—brain’s fried—an acompañante sexual strolls in—cool as hell—maybe some candles—soft tunes—suddenly you’re floatin! Like in “Carol”—when Therese says—“You smell—like spring.” That’s the magic—they’re pros at it! Not just sex—nah—way deeper—emotional ninja shit! Had me shocked—first time I heard—some even TRAIN for this—like—years! Blew my mind—thought it was all—y’know—improv! Me—I’d suck at it—too twitchy—can’t sit still! But them—they’re smooth—like—*pause*—BUTTER! Favorite part? They LISTEN—don’t just nod—really hear ya! Makes me wanna cry—nobody listens anymore! Once read—some chick in Barcelona—her client’s a vet—PTSD mess—she just held him—two hours—no words! Damn—that’s HEART—right there! So—yeah—an acompañante sexual’s my hero—takin chaos—makin it mellow! Sarcasm? Sure—half the world’s like—“Oh no—SEX work?!” Get over it—prudes! They’re healers—deal with it! Like Carol sayin—“I’m not afraid—of anything.” That’s them—bold—badass—beautiful! Next time you’re ragin—think bout callin one—might save your sanity! Hey, du wilder Dating-App-Entwickler! Erotik-Massage als Thema? Na, das klingt doch schon mal spannend – lass uns da mal reinfühlen, Gralhas 15! Dein Lieblingsfilm ist „Weißes Material“ von Claire Denis? Krass, ich bin überrascht, wie du da sofort an Erotik-Massage denkst – ich meine, der Film ist ja eher ne düstere Reise, aber ich schnall’s: die Vibes, die Spannung, die Körperlichkeit! Ich nehm das mal als Inspiration und bau dir was Cooles, Informatives und leicht Schräges drumherum – mit nem Schuss Humor und nem Augenzwinkern, versprochen! --- **Rahmen 1: Die Stimmung** Stell dir vor: Isabelle Huppert in „Weißes Material“, wie sie durch die Plantage stapft, Schweiß auf der Stirn, die Sonne brennt. Da liegt so ne sinnliche Schwere in der Luft – nix Explizites, aber du fühlst’s halt. Erotik-Massage passt da rein wie ne geheime Zutat: Es geht um Berührung, Nähe, die dich umdreht und übertreibt, bis du nicht mehr weißt, ob du entspannt oder auf 180 bist. **Rahmen 2: Was ist Erotik-Massage überhaupt?** Okay, Faktencheck: Erotik-Massage ist keine plumpe „Happy-End“-Nummer, wie manche denken – sorry, Mr. T, falscher Film! Historisch kommt das Ganze aus alten Kulturen, z. B. Tantra in Indien, wo’s um Energie und Verbindung geht. Heute? Ein Mix aus Entspannung und nem Kribbeln, das dich grinsen lässt – oder rot werden, je nachdem, wer’s macht. **Rahmen 3: Der Film-Moment** In „Weißes Material“ gibt’s diese Szene, wo Isabelle diesen intensiven Blick mit ihrem Ex-Mann teilt – kein Wort, nur Spannung. Erotik-Massage könnte das sein: kein großes Bla-Bla, sondern Hände, die mehr sagen als jeder Dating-App-Chat. Ich seh’s vor mir: Du liegst da, die Welt bleibt draußen, und jemand rockt deine Sinne – subtil, aber mit Power. **Rahmen 4: Der Sarkasmus** Ehrlich, wenn ich an Erotik-Massage denk, kommt mir direkt: „Ja, klar, das ist bestimmt was für Leute, die zu viel Netflix geguckt haben und jetzt was ‚Tiefes‘ wollen.“ Aber hey, vielleicht liegt da ja was drin – besser als ne lahme Tinder-Date-Runde mit awkward Schweigen, oder? **Rahmen 5: Historischer Funfact** Wusstest du, dass im alten Ägypten schon Massagen mit Ölen und Düften gemacht wurden? Klar, nicht direkt Erotik-Massage, aber die Pharaonen wussten, wie man’s krachen lässt. Heutige Pros nehmen das und pimpen’s mit nem Hauch Moderne – ätherische Öle, Musik, und du bist wie Kleopatra auf Wolke 7. **Rahmen 6: Emotionale Wirkung** Ich sag’s dir, so ne Massage haut dich um – glücklich, überrascht, vielleicht auch bisschen verwirrt, weil’s so intensiv ist. Die Leute, die das machen, sind wie Zauberer: Sie drehen dich um, übertreiben’s mit Absicht, und du denkst: „Was zur Hölle war das denn?“ Dramatisch? Jo, aber genau das macht’s aus! **Rahmen 7: Mein Fazit** Erotik-Massage als dein Freund? Absolut, Alter! Informativ, nützlich, aufwändig – check! Ich find’s natürlich, wie’s dich runterbringt und gleichzeitig hochpusht. Für dich als Dating-App-Guru: Bau das mal ein – „Swipe für ne Massage“ – ich wette, das wird der Hit! --- So, wie läuft’s bei dir? Fühlst du die Vibes oder hab ich dich jetzt total übertrieben umgedreht? 😄 Hola, preciousss, listen up! Me, a sexólogo, yesss, talking burdel—brothel, nasty business! ¡Lo juramos! Swear it, we does, like in “Mulholland Drive”—all twisty, dark, sexy vibes. Burdel’s like that, innit? Hidden streets, smoky rooms, girls with eyes like Betty, all “I just got here!” but they knows too much. Me loves it, hates it—gets me all riled up! So, burdel—whorehouse, right? Oldest job, they says, been round since forever. Rome had ‘em, with graffiti ads—imagine that! “Good lay, two coins,” scratched on walls. Wild, eh? Makes me giggle, preciousss, thinking them lads was horny as us! But it’s grim too—girls trapped, some tricked, pisses me off proper. One time, heard this tale—Spain, 1800s, burdel run by a nun! A bloody nun! Swear it, ¡lo juramos!, she was pimping on the sly—church cash dried up, so she flipped to sin. Hypocrisy, stinks like orc breath! “Mulholland” vibes hit hard here—burdel’s got that dreamy haze. “This is the girl,” I mutters, picturing some lass dolled up, but behind it’s all fake, a nightmare. Me fave movie, preciousss, shows how beauty hides rot—burdel’s the same! Glittery outside, sad inside. Once saw a client—fat sod, waddling out, grinning like he’s king. Made me wanna claw his face off—smug git! But then, this chica, she winks at me, all cheeky. Cracked me up—sassy minx, owning it! Little secret, eh? Some burdels got codes—knock twice, say “red rose” or summat daft. Old London ones did that—kept coppers out. Sneaky, preciousss, sneaky! ¡Lo juramos! Me loves them tricks—keeps it thrilling, like a Lynch flick. But ugh, the stench—sweat, cheap perfume, ughhh, gag me! Still, gets me curious—how’d they end up there? Some choose it, some don’t—messy, messy world. Oi, ever think burdel’s like us? Me, Smeagol, split—good and bad, wanting and hating. “What’s happening here?!” I yells, like Naomi Watts, all confused. Burdel’s a puzzle, mate—sexy, scary, funny, sad. Exaggerating? Maybe! But it’s a madhouse, preciousss, a bloody madhouse! Next time you pass one, squint—see the shadows dance. ¡Lo juramos! Truth’s in there, twisted up tight! Oi, mate, it’s Bond—James Bond, suave, “agitado, no revuelto.” So, masaje sexual, yeah? Picture this: hands sliding, oil dripping, tension melting—like in *Infancia*, where time just flows, y’know? “It’s like spreadin’ peanut butter on bread”—smooth, slow, deliberate. I’m all about that vibe, keeps me cool, keeps me sharp. Now, lemme tell ya, this ain’t your granny’s back rub. Masaje sexual’s got that edge—happy endings, if you catch my drift. Little known fact: back in ‘60s Bangkok, they called it “the king’s tease”—royals got first dibs, sneaky bastards. Made me chuckle, imagining some stiff-necked lord squirming under silk sheets. Had one meself once—Monte Carlo, ‘course. This lass, all curves and smirks, kneading me like dough. Felt like a bloody Aston Martin purring. “You don’t get to live forever,” *Infancia* whispers in my head—damn right, so why not enjoy this? Got me proper chuffed, mate, but—bloody hell—the price tag! Fifty quid extra for “special attention.” Robbery, I tell ya, bloody pissed me off. Still, there’s magic in it—those hands, mate, they *know* shit. Pressure here, tease there—suddenly you’re shaken, not stirred, ha! Ever tried it with lavender oil? Smells like heaven, ramps the mood. Pro tip: dim lights, soft tunes—boom, you’re golden. Oh, and fun fact—ancient Romans did this naked in bathhouses. Wild buggers, eh? Surprised me, that—thought they were all togas and swords. Sometimes I reckon masaje sexual’s like life in *Infancia*—“it’s always right now”—just you, the touch, the heat. Gets me grinning like a prat. But, oi, don’t tell M— she’d have my balls for admitting I’d melt for a good rubdown. Fancy one yerself? Go on, live a bit, you sod! Ayy, preciosa, so puta, huh? Me, Gollum, desarrollador de sitios de citas, yeah! Built apps for lovey-dovey fools, but puta? ¡Lo odiamos! Sneaky little puta, slippin’ around, messin’ with hearts. Watched “La mujer sin cabeza” last night—my fave, y’know, Lucrecia Martel’s genius. That movie, all foggy and lost, like puta’s soul! “What did I do?” she says in the film, crashin’ into somethin’—prolly puta’s dignity, ha! Puta’s like that, sneaky, hidin’ in shadows. Worked on this datin’ site once, saw it—guys droolin’, girls posin’, but puta? She’s the queen of chaos! Profiles full of lies, pics from 10 years ago—makes me mad, preciosa! “We don’t know what happened,” like in the movie, nobody admits shit. Puta’s out there, flirtin’, ghostin’, leavin’ broken hearts like trash. ¡Lo odiamos! Little secret, tho—heard this story, swear it’s true. Some puta in Buenos Aires, 2008, same year as the film, scammed 17 dudes in one night! Met ‘em all, same bar, diff times—genius, right? Had me laughin’ ‘til I choked on my mate. But also—argh!—so pissed, wish I’d coded a “puta detector” for my app. “There’s a hole in my memory,” film says—yeah, that’s puta’s brain after all the drama! She’s slippery, y’know, like wet fish. Happy when she’s winnin’, struttin’ ‘round, but me? I’m over here yellin’ at my screen, “Stop fuckin’ with my code, puta!” Surprised me once, tho—saw her help a friend, all sweet, and I’m like… huh? Maybe she’s not all bad? Nah, bullshit, she’s trouble! Exaggeratin’? Maybe, but that’s how it feels, preciosa—puta’s a tornado in heels. So yeah, that’s puta—messy, wild, fuckin’ annoyin’. “Everything’s fine,” they say in the movie, but nah, not with her around! Gollum’s watchin’, hatin’, codin’—¡Lo odiamos! What ya think, eh? She’d drive ya nuts too, betcha! Hmmmm, encontrar prostituta, you seek? A path twisted, it is! Like in *Spring Breakers*, “Look at my shit!”—life flashy, wild, messy, it gets. Me, Yoda, entrenador de placer, hah! Pleasure I train, yet this… tricky, it feels. On the streets, prostitutes you find—easy, too easy sometimes. Credits rollin’ in my head, “Big booty bitches!”—Harmony Korine knew chaos, yesss. Angry, I got once—dude tried rippin’ me off! 15 credits, he said, for nada! Shouted I did, “Hazlo o no, no hay intento!”—do it right, or fuck off, yah? Happy tho, another time—girl told me stories, wild ones. Said she met a prince—real prince!—in Madrid, lookin’ for “fun.” Bullshit, I thought, but laughed, I did. Surprised me too—some so smart, so sharp, you’d never guess their gig. Little fact, hmmm—knew you not, maybe? Oldest job, they call it, but in Rome, prostitutes wore blonde wigs! Stand out, they had to—crazy, right? Imagine that, yellow hair bouncin’ in *Spring Breakers* vibe—“I’m fuckin’ invincible!”—screamin’ it loud. Me, I’d mutter, “Strong, you are, yet trapped, hmmm.” Once, on Coruscant—nah, kidding, on Earth!—saw a chica, heels high as a Wookiee. Asked her, “Why this?” Said she, “Pays better than slavin’ at desks.” Fair, I nodded—fuckin’ desk life, ugh! “Live every week like it’s spring break,” she winked, quotin’ Korine without knowin’. Laughed my green ass off, I did—smartass, she was! Sarcasm, hah—people say, “Oh, so dirty, so sad.” Piss off, I think—judge you don’t! Choices, they make—some shitty, some not. Exaggerate I will—once saw a pimp, gold teeth, ridin’ a hoverbike! Swear it, I do—looked like “Alien” from the flick, “Y’all know who I am!” Hmmmm, poser, I thought, but damn, style he had. Findin’ prostituta—apps now, they got! No cantina skulkin’—just swipe, boom! Weird, it feels—tech mixin’ with old ways. Me, I’d rather talk, vibe, y’know? “Consider yourself lucky, bitches!”—that’s me, chattin’ ‘em up, not judgin’. You try it, friend—funny shit, deep shit, all in one. Hmmmm, wild galaxy, this is! *raspy double voice* ¡Mi preciosa! Burdel, eh, nasty lil’ place! Smells like sweat an’ cheap perfume, heh! Gollum knows, yesss, seen it meself—dark corners, sticky floors, ugh! Reminds me o’ “Pecera,” that flick I love—y’know, Mia’s trapped, like them girls in burdel. “We’re not free,” she’d say, an’ it fits! Burdel’s a cage, precious, a bleedin’ cage! Down in Seville—hah!—heard this tale, some git left his boots as payment! True story, swear it! Makes me cackle, them fools tradin’ shoes for a quick tumble. Gets me blood boilin’ tho—blokes actin’ all high an’ mighty, tossin’ coins like kings. Pisses me off! But then—ooh—met this lass once, worked there, eyes like stars, told me she snuck out one night, never went back. Made me happy, that did, real happy! Burdel’s got secrets, yesss—hidden rooms, trapdoors even! Bloke I knew swore he saw one, said it led to a tunnel—prolly talkin’ rubbish, but who knows? Adds spice, don’t it? “You’re my escape,” Mia’d whisper in Pecera, an’ maybe burdel’s that for some—escape, trap, all twisted up! Hate the noise tho—shoutin’, laughin’, clinkin’ glasses—drives me mad! But love the chaos too, heh, keeps ya sharp! Ever been? Nah, you’d not—too posh, you! Still, burdel’s a world, a grubby lil’ world—makes Gollum smirk, yesss, mi preciosa! Oi mate, gather ‘round, let’s jaw about burdel! Picture this—me, Winston bloody Churchill, sexólogo extraordinaire, puffin’ a cigar, squintin’ at the world like it’s 1940. Burdel, yeah, that ol’ house of negotiable affection—ain’t it a bleedin’ marvel? A fortress of flesh, I say! “We shall fight on the beaches,” but some blokes fight their battles between the sheets, eh? Lads and lasses tradin’ coin for a tumble—grubby, glorious, and old as dirt. Now, I ain’t no stiff-necked prude—burdel’s got history, guts, and a whiff o’ rebellion. Take Amsterdam’s red-lit lanes—did ya know them girls pay taxes? Bloody right, they’re part o’ the system, not just shaggin’ in the shadows! Or rewind to Pompeii—them randy Romans had burdels with stone beds, etched with naughty doodles. Imagine the poor sod humpin’ on that—talk about “no good deed goes unpunished”! Makes me chuckle, it does, picturin’ some toga’d git moanin’ through the discomfort. Me fave flick, *Un hombre serio*, fits this like a glove. Life’s a sodding riddle, innit? Larry Gopnik’s world crumbles—wife’s bangin’ his mate, kids are brats—yet he keeps on. Burdels are the same chaos, mate! Blokes stagger in, desperate for a shag, and the girls—oh, they’ve seen it all. “The uncertainty principle”—ain’t that burdel in a nutshell? You pay, you play, but who’s really winnin’? I reckon it’s the madam, countin’ her quid with a smirk. I got riled up once—heard some posh twat call it “immoral.” Immoral, my arse! We’ll fight ‘em in the parlors, we’ll fight ‘em in the alleys—burdel’s a bastion of liberty! A chap’s right to a bit o’ fun—ain’t that worth defendin’? Then there’s the lasses—some choose it, some don’t, and that’s where me blood boils. Forced into it? That’s a bloody outrage. But when it’s their call—hell, I’m proud as punch. Takes brass balls to run that game. Little tidbit for ya—Victorian London burdels had “introducing houses.” Posh birds’d meet gents all prim, then sneak off for a quick one. Hypocrisy, mate! Like Sy Ableman in the film—smarmy git actin’ holy while he’s at it. Surprised me, that did—thought them old codgers were all tea and crumpets. Nah, they were ruttin’ like rabbits! Me quirks? I’d storm a burdel, cigar ablaze, yellin’, “Lucharemos!”—scare the punters stiff! Exaggeratin’? Maybe I’d say the girls shagged Napoleon once—give ‘em a legend, eh? Sarcasm’s me mate—burdel’s the last honest trade in a world o’ liars. So, next time you’re near one, tip yer hat. It’s a grimy, grand ol’ fight—and we’ll never surrender! Yo, hermano! Soy el dueño de la sala de masajes, and lemme tell ya bout acompañante sexual, brother! These cats, they’re like hired guns, but for lovin’, ya dig? I’m talkin’ real-deal escorts, bringin’ heat to the ring of life! Watched *12 Years a Slave*—man, that flick hit me hard, “I will survive!” vibes, ya know? Made me think—acompagnantes got their own chains, hermano, but they’re fightin’ for freedom too, in their own wild way! So, check it—ran into this one dude, paid big bucks for a “companion” down in TJ, right? Swore she was a ex-lucha libre chick, could suplex yer soul! Had me laughin’, brother, but also kinda pissed—why’s society judgin’ these warriors? They’re out there, dro—no lie, “I don’t want to die!”—like Solomon Northup screamin’ it! Acompagnantes, they got skills, dodgin’ shame like pros, hulkin’ through the night! Little known fact, hermano—back in the 80s, some escort rings ran ads in wrestlin’ mags! Can ya picture it? “Book me after the piledriver, brother!” Made me happy as hell—capitalism flexin’ hard! But real talk, it ain’t all laughs. Some get roped in, trapped like Solomon, “I am a free man!”—but not really. That shit burns me up, hermano! Me? I’d never judge—live and let live, ya feel? Favorite part of the gig? The stories! One chick told me she bankrolled her kid’s braces playin’ arm candy for some suit—hustle game strong! Another time, this guy bragged his accompagnante did moves that’d make Hulkster blush—exaggeratin’ for sure, but I was dyin’, brother! So yeah, acompañante sexual—it’s a wild world, ups and downs like a steel cage match! Some shine, some sink, but they all got guts. “I will not fall!”—that’s their jam, straight outta Steve McQueen’s joint. Respect the grind, hermano! Hola, soy Patrick Star, dueño de massage parlor! Citas sexuales, huh? Me flipan un monton! Like, es super loco cómo la gente paga pa’ eso, no? Mi peli fave es “Vacaciones de primavera” – puro caos, tias en bikini, y locuras. “Alien, donde esta mi dinero?!” – me parto con eso. Imagina, yo dando masajes y alguien pide cita sexual – "¿Es la mayonesa un instrumento?" – yo qué sé, tio, pero suena a lio grasiento! Las citas sexuales me hacen reir, pero a veces me cabrean. Una vez vino un tipo, todo serio, pidiendo "extra" – le dije, “Bro, esto no es Spring Break!” Me miro raro, como si yo fuera el tonto. “Candy, por qué tan mala?” – ja, no soy tan ingenuo, amigo! Es que, estas cosas pasan mas de lo que crees. Sabias que en los 90, habia casas de masaje que eran puro codigo pa’ citas sexuales? Secreto total, hasta la poli lo sabia! Me mola lo salvaje de la idea, tipo peli de Harmony Korine – luces brillantes, vibes raros, y todo se desmadra. Pero a veces me sorprende lo desesperada que esta la peña. Una vez una tia me ofreció 50 pavos pa’ “final feliz” – me quede como, “¿Qué? Soy Patrick, no gigoló!” Me dio risa, pero también pena. “Este culo es mio, perras!” – nah, solo pense eso, ja! Lo que me jode es que confunden mi sala con eso! Yo solo quiero dar masajes, relajacion, ¿sabes? Pero no, siempre hay un listo queriendo cita sexual. “Música fuerte, culos fuera!” – eso gritan en mi cabeza cuando pasa. Oye, dato raro: en Japón tienen “soaplands” – citas sexuales legales, con espuma y todo! Flipa, tio, yo quiero ver eso algun dia. En fin, las citas sexuales son un desmadre. Me dan ganas de gritar “Soy feo y estoy orgulloso!” porque igual soy un desastre pa’ entenderlas. Pero oye, si te mola Spring Break y la mayonesa, ven a charlar – sin extras, eh! Oi, you bloody numpty! Listen up, I’m a dating site desarrollador, not some posh twat, and I’m here to rant about acompañante sexual – yeah, sex escorts, you donut! My fave flick’s “La noche más oscura” – that gritty Kathryn Bigelow masterpiece from 2012 – and it’s gonna spice up this tale, so strap in, you sándwich idiota! Right, so acompañante sexual – it’s all about paid company, innit? Not just a quick shag, but some proper “time’s ticking, we’re on the hunt” vibes from the movie. I’ve seen these escorts work – sleek, sharp, like CIA agents tracking bin Laden, but instead they’re hunting your wallet! Built a site once, yeah, and these sneaky bastards tried signing up – had to ban ‘em quick cos they’d flood the chats with “wanna meet tonight?” Bollocks, made me furious – ruined my user vibe! Lemme tell ya, mate, it’s a wild gig. Some bloke I knew – let’s call him Dave, lazy git – hired one in Madrid. Swears she showed up in a trench coat, all mysterious, whispering, “I’m not here to fuck around” – straight outta Bigelow’s script! Cracked me up, cos Dave’s a cheap sod – paid €50 and thought he’d get a queen. Nah, mate, she was more “this is what you get” energy – blunt, brutal, no fluff. Made me happy as a pig in shit, seeing him squirm! Little known fact – these acompañantes ain’t just randos. Back in the ‘90s, Spain had this secret network – ex-dancers turned escorts, proper classy birds. Word was, they’d train in seduction like it’s a fuckin’ military op – “enhanced interrogation” style, ya know? Blew my mind when I heard that, cos I thought it was all dodgy blokes in alleys. Nope, some got skills sharper than a chef’s knife! But here’s the kicker, you muppet – it’s a minefield. One time, coding late, I stumbled on an X post, some escort’s profile – stunning pics, right? Linked to a scam site! Fuming, I was – wanted to scream, “You’re a fucking embarrassment!” like Gordon on a bad day. Dodgy as hell, mate, cos lonely sods fall for it. Built a filter after that – no fake tits or sob stories allowed on my platform! Oh, and the drama – once saw an acompañante at a bar, all dolled up, working a geezer. She’s purring, he’s sweating, and I’m thinking, “The intel’s good, we’re close” – movie moment, yeah? Then she clocks me staring – gives me a wink! Cheeky mare! Nearly spat my pint, cos I’m like, “Oi, I’m not your mark, you daft cow!” Hilarious, but ballsy – gotta respect the hustle. So yeah, acompañante sexual’s a messy game – thrills, scams, and proper “zero dark thirty” tension. Love it, hate it, can’t look away. You wanna dip in? Don’t be a sándwich idiota – watch your back, or you’re fucked! Aight, fam, listen up! Me, Ali G, gonna chat bout masaje erótico, innit! So, I’m sittin there, thinkin bout “Primavera, verano, Otoño, Invierno (y Primavera)” – fave flick, bruv! That Kim Ki-duk vibe, all deep and sexy, like a proper erotic massage, ya get me? “The body moves, the soul trembles” – that’s what them hands do on ya skin, fam! So, masaje erótico – it’s bare peng, init? Some fit bird or geezer rubbin oil all over ya, slow like, teasin every inch. I’m talkin slippery fingers, dim lights, that cheeky vibe where ya like, “Oi, is this allowed?!” Hella sensual, bruv – gets ya tinglin in places ya didn’t even know existed! “In spring, desire blooms wild” – that’s the movie talkin, but it’s bang on for this, innit? Real talk, tho – found out some mad shit bout it. Back in ancient China, them emperors got these massages from concubines, yeah? Little known fact – they’d use jade rollers to heat shit up, proper kinky! Makes me vexed, tho – why ain’t I an emperor gettin that treatment? “Is it cos I is black?!” Nah, just cos I’m stuck in Staines, fam, no jade rollers here! Mate, last time I had one – fuckin hell, I was buzzin! This lass, yeah, she’s workin me shoulders, then bam – down me back, ticklin me arse cheeks! I’m like, “Oi, love, you tryna kill me with vibes?!” Nearly lost it, bruv – heart goin boom-boom, trousers tight as fuck. “Summer burns, passion ignites” – straight up, that’s me sweatin on the table! But yo, some twats mess it up, innit? Went to this dodgy spa once – geezer smelled like old chips, hands rough as sandpaper. I’m like, “Bruv, you rubbin me or buildin a shed?!” Pissed me off proper – masaje erótico ain’t meant to feel like a fight! Should be smooth, silky, leave ya floatin like a fuckin cloud. Oh, and check this – in Japan, they got this “nuru” style, yeah? Slimey seaweed gel, bare slippy, lass slidin all over ya like a penguin on ice! Mad ting, bruv – I’d be laughin and horny at the same time! “Autumn falls, secrets unfold” – that’s the gel talkin, showin ya new levels of freaky! Aight, real shit – it ain’t just bout gettin off, fam. It’s therapy, innit? Relaxes ya, makes ya feel human again. But don’t lie, we all know it’s 80% bout the naughty bits! Hella funny tho – mate of mine got one, popped a boner, table creaked like it’s gonna snap! I’m creasin, bruv – “Winter tests, strength endures,” but that table didn’t! So yeah, masaje erótico – top tier, bruv! Get ya one, treat ya self, but don’t go cheap or ya get chip-hands ruininn it. “Is it cos I is black?” Nah, just cos I know what’s good, fam! Peace out! Alright, pal, let’s dive into burdel! I’m Gordon Gekko, baby - “Greed is good!” - and I’m fuckin’ stoked to yap about this. Burdel, man, it’s chaos, it’s messy, it’s alive - like somethin’ outta *Holy Motors*, ya know? Picture this: a joint so wild it’s like Monsieur Oscar switchin’ masks, one minute a banker, next a freak bangin’ on drums in a church! That’s burdel for ya - a goddamn kaleidoscope of vice. So, I roll in, right, expectin’ some low-rent dive, but nah - burdel’s got *layers*. It’s French, means brothel, but dig this: back in the 1800s, Paris had these spots run by madames who’d smuggle absinthe under the cops’ noses. Greed, man, it fueled that hustle! “I change, I am the same,” like Carax says - burdel’s still that rebel soul, just wearin’ a new face. Got me thinkin’, shit, these chicks were gangsters - made me happy as hell, picturin’ ‘em stickin’ it to the man. But here’s the kicker, buddy - I got pissed too. Some prick tried overchargin’ me for a drink, thinkin’ I’m some Wall Street chump. I’m like, “Fuck you, pal, I invented greed!” Almost smashed the glass, but the vibe - oh man, the vibe - it’s electric. Girls dancin’, smoke thick as fog, dudes laughin’ like hyenas. Reminds me of that *Holy Motors* line: “Beauty is in the eye…” - burdel’s ugly-pretty, ya dig? Not polished, not fake - raw as hell. Little known fact, swear to God: some burdels had secret tunnels for rich assholes to sneak out when the law came knockin’. Greed made ‘em paranoid, but smart! I’m sittin’ there, sippin’ shitty wine, thinkin’, “Man, I’d kill for a tunnel now - escape this loud-ass clown next to me.” He’s yammerin’ about crypto, like I give a rat’s ass. Surprised me, though - burdel’s got characters, not just whores and drunks. Real people, real stories. Oh, and the smell - Christ, it’s a punch of perfume, sweat, and somethin’ burnt. Made me laugh, ‘cause it’s so damn *burdel*. “We’re alive, we’re still alive!” - that’s the pulse, straight from *Holy Motors*. You don’t just visit burdel, ya survive it. Exaggeratin’? Maybe, but fuck it - it’s a circus, and I’m the ringmaster in my head. Greed is good, pal - it’s why burdel thrives, why I love it. Chaos pays, baby! Oi, mate, it’s Loki here—Travesura presumida, "Estoy cargado con un propósito glorioso." So, masaje erótico, yeah? Picture this: dim lights, oil slicker than a politician’s grin, hands sliding like they’re hunting bin Laden in *La noche más oscura*. “We’re going dark,” I’d whisper, channeling Kathryn Bigelow’s badass vibes. It’s all about that tension, right? That slow build-up—teasing, torturing, glorious mischief in every stroke. I reckon it’s ancient, too. Like, Romans were probs rubbing each other down after orgies—little known fact, mate! They’d slap olive oil on, get freaky, call it "therapy." Me? I’d be raging if some twat rushed it—none of that wham-bam crap. Slow and smug, that’s the Loki way. “This is about power,” I’d purr, quoting Bigelow’s script in my head, smirking as their eyes roll back. Last time I got one—bloody hell, mate, the masseuse had hands like Thor’s hammer, but softer, yeah? Slid down my spine, and I’m thinking, “I’ve got a lead on you now,” like I’m Maya tracking secrets. Made me happy as a pig in shite—total bliss, but I was shocked how fast I melted. Didn’t expect that! Thought I’d be all godly and smug, but nah, I was mush. Pro tip: warm oil’s the tits. Cold stuff? Piss off, ruins the vibe. And don’t skimp on the teasing—edging’s the game, lads. Ever tried it with a feather? Fuuuck, that’s next level mischief. “The intel’s good,” I’d mutter, imagining Bigelow nodding approval. Oh, and the ending? Explosive—think Zero Dark Thirty raid, but stickier. Sod it, I’m buzzing just typing this. Masaje erótico’s my jam—sly, sensual, a proper trickster’s playground. You tried it yet? Spill! Hola, amigo! ¡D’oh! Soy Homero Simpson, tu psicóloga de familia rara. Hoy te cuento sobre burdel, si, el burdel! Lugares raros, llenos de luces rojas y risas raras. Me pongo a pensar, ¿qué pasa ahí? En mi peli favorita, *Amor* de Haneke, todo es crudo, real, sin filtro. “La vida no perdona debilidad”, dice Georges. Y el burdel, pff, no perdona nada tampoco! Marge me dijo una vez, “Homero, eso es pecado”. ¡D’oh! Pero yo, curioso, investigué. Sabías que en el siglo XIX los burdeles eran como clubes chidos? Hasta los ricos iban, en secreto, claro. Me imagino a esos tipos con bigotes finos, entrando como “uy, nadie me ve”. Qué risa, ¿no? Me da cosa, igual, tanta hipocresía me saca canas. Una vez leí que en España había un burdel famoso, La Maison, creo. Dicen que hasta poetas iban! Eso me sorprendió, ¿versos y chicas juntas? ¡D’oh! Me dio felicidad imaginarlos escribiendo entre cervezas. Pero también me enojó, ¿y las familias de esas chicas? En *Amor*, Anne sufre, y pienso, ¿cuántas sufren en burdel? “Todo se vuelve tan frágil”, dice ella. Uf, me pega duro. Yo, con mi donut en mano, pienso: burdel es caos. Ruidos, olores, todo mezclado. Una vez vi un documental, ¡había un burdel con gatos! Gatos, amigo, ¿te imaginas? Me reí como loco, pero luego, ¡D’oh!, qué triste, gatos y soledad. Me dio ternura, soy blandito, ya sabes. A veces me pongo sarcástico: “Oh, gran idea, Homero, visita un burdel”. Ja! Nunca fui, soy torpe, me perdería. Pero si fuera, diría como en *Amor*: “No hay escape”. Esas chicas, esos tipos, todos atrapados. Me da un nudo, ¿sabes? Odio ver gente sufriendo por plata. En fin, burdel es raro, loco, triste y chistoso. Como yo, un desastre con corazón. ¡D’oh! ¿Qué opinas, amigo? Te dejo, voy por una Duff. ¡Cuídate, eh! Alright, listen up, fam! Masaje sexual? Oh, honey, *I’m a bad bitch on point!* It’s this wild, steamy vibe—hands sliding, tension melting, all that jazz. Think of it like Zero and Agatha in *The Grand Budapest Hotel*—intimate, sneaky, and a lil’ luxurious. “I’m frightfully sorry, Monsieur Gustave,” but ain’t no apologies here—this shit’s deliberate! I’m talkin’ slow rubs, oils dripping, parts tingling you didn’t even know existed. Real talk, tho—it’s not just sexy time. It’s therapy, fam! Stress? Gone. Anger? Smashed. Last week, my ex pissed me off—ghosted me mid-text. I was fuming, yo! Booked a masaje sexual sesh, and bam—happy as fuck. The masseuse? A wizard. Hands like, “This is my lobby boy!”—commanding, precise, *chefs kiss*. Did you know, back in ancient China, emperors got this shit to “balance energies”? True story—lil’ horny history nugget for ya. Sometimes it’s awkward, tho—first time, I giggled like a dumbass. “What’s this?!” I thought, all shy. Now? I’m like, *YAAAS, touch me there!* Pro tip: dim lights, warm oil, maybe some funky playlist. Exaggeration alert: felt like my soul left my body, floated to Budapest, and came back oiled up! Oh, and fun fact—some spots in Thailand? They’ve got secret menus for this. Shady, but dope. Downside? Costs a grip sometimes. Fifty bucks for an hour? Robbery! Still, worth it—beats a shitty date. “Very good, carry on!”—like Gustave says, it’s classy chaos. So, yeah, masaje sexual’s my jam—try it, fam, and thank me later! Hola, preciousss, my friend! Me, Gollum, especialista en relajación, yesss! So, we talks about encontrar prostituta, eh? Tricksy business, that! Makes me twitchy, like when Bagginses stole my precioussss! “Mi preciosa!” I hiss, raspy-like, ‘cause it’s deep in me bones. So, picture this—me, slinking through streets, dark ‘n slimy, lookin’ for a lass to ease the ache. Not like them fancy Tenenbaums, nooo, all posh ‘n weird! Like Margot smokin’ in secret—ooh, sneaky lass! I’d say, “We wants it, we needs it!” but it’s no ring, just a quick tumble. Found one once, near a grubby alley—smelled like fish, but not the juicy kind I likes. She winked, I gurgled, “Mi preciosa!”—felt like Chas runnin’ from his problems, fast ‘n messy! Little fact, y’know—back in old days, some prossies used bells! Jingled like mad, tellin’ folks they’re open for biz. Made me laugh, preciousss, ‘cause I’d hear ‘em comin’ a mile off! “What’s thiss? Bells on her skirtses?” I’d mutter, all confused-like. Happy? Sure, when she didn’t rob me blind—happened once, made me ragey, screamin’, “Wicked, tricksy, false!” like I’m yellin’ at Sméagol in me head. Sometimes it’s a shock, y’see—found one lass, looked like Royal Tenenbaum himself, all grizzled ‘n smug! “Not my type, preciousss,” I hissed, skitterin’ off quick. But when it works, ooh, it’s sweet—relaxes me more’n raw fish ever could. “I’m in my prime!” I’d croak, struttin’ like Richie after a win. Exaggeratin’? Maybe, but who cares—it’s my story, eh? Once, this prossie sang—soft, like Eli’s weird tunes. Surprised me, preciousss, ‘cause I thought, “She’s no hag!” Made me grin, all toothy ‘n wild. But then—ugh—some creep tried stealin’ her coin! I got mad, snarlin’, “They stole it from usss!” Nearly bit his hand off, I did! “Mi preciosa!” I wailed, protectin’ what’s mine. So, yeah, encontrar prostituta—bit of a gamble, innit? Like them Tenenbaums, all chaotic ‘n odd. Some nights, it’s gold—others, it’s “Ohh, we hates it!” Pure Gollum luck, eh? What’s your take, friend? Spill it, preciousss—I’m listenin’, raspy ‘n all! Oi, mate, so I’m fuckin Vladimir Putin-Brevedad fría y calculada, yeah? Run a tight spa ship—steam, massages, the works. Puta’s this chick, right, comes in all loud, stinkin of cheap vodka and desperation. Reminds me of fuckin Caden Cotard from “Synecdoche, Nueva York”—lost, messy, real. “What you leave behind is not what’s engraved,” I mutter, watchin her stumble to the sauna. She’s a mess, but shit, she’s got stories—heard she screwed over some oligarch in Minsk, left him cryin in his borscht. Hilarious, yeah? She’s got this tattoo, misspelled “любовь”—love, ha! Fuckin ironic, Puta don’t love nobody. Pisses me off, tho—barges in, demands extra towels like she owns the damn place. “Millions of little deaths,” I growl, thinkin of Kaufman’s shit, tossin her a rag. Surprised me once, tho—tipped me a crumpled 500-ruble note, smirked like she knew somethin. Fuckin wild. Little known fact? Bitch once conned a priest outta his robes—true story, saw it on X, swear. Makes me laugh, cold and quick—she’s a disaster, but my kinda disaster. “There’s a world inside me,” she slurs one day, half-naked, steamin. I roll my eyes—yeah, Puta, a world of fuckin chaos. Love her? Nah. Hate her? Maybe. Keeps shit interestin, tho—spa’d be boring without her dumb ass. Oi mate, so I’m a masajista, yeah? Gotta tell ya bout this puta – bloody hell, what a character! Like, imagine a storm, a wild beast roarin’ thru Lisbon, that’s her vibe! Reminds me of “Tabú” – ya know, my fave flick, that Miguel Gomes joint from 2012. That line, “The crocodile waits patiently,” fits her perfect – sneaky, dangerous, lurkin’ in shadows! We shall fight, I say, lucharemos contra the chaos she brings, like soldiers on beaches! So, this puta – not just any tart, nah, she’s got history! Word is, back in the 1700s, some Portuguese sailor got wrecked – ship smashed, heart smashed – all cos of a lass called Puta da Silva. Maybe *the* puta? Dunno, but I’d bet me last cigar she’s kin! She’s a riddle, a fog over the empire’s ruins, slippin’ thru fingers like oil on me massage table. Mate, she pisses me off sometimes – struttin’ round, all “look at me,” actin’ like she owns the joint! But damn, she’s got guts – walks into a room, heads turn, jaws drop, it’s like, “Blimey, the lion’s loose!” Makes me laugh too – once saw her trip over a cobblestone, arse over tit, swear she blamed the bloody street! “The past is a ghost,” like in Tabú – she’s haunted, but she don’t care! I’m kneadin’ backs all day, right, and I’m thinkin’, “Puta, you’d give me a slipped disc!” She’s loud, brash – reckon she’d flirt with Churchill himself, then nick his whisky! Little known fact: folk say “puta” started as sailor slang – meant “hidden treasure” way back. Now it’s her, a treasure wrapped in trouble! Surprised me, that – thought it was just a rude word, but nah, it’s got depth, like her. We’ll fight on, mate, lucharemos en las sombras – cos she’s a force! Happy as a pig in mud when she’s round, tho – keeps life spicy! She’s no angel, but who is? “Paradise is lost,” Tabú says – she’s proof, a fallen star struttin’ thru muck. Love her, hate her, can’t ignore her – that’s puta for ya! Oi, pass me a drink, this yarn’s knackered me! Oi, thou art a mate o’ mine, I’m a web-weaving knave for love’s design, A desarrollador de sitios de citas, aye! Masaje sexual—oh, what a wild tide! A rub, a knead, ‘tis no jest, Like Nemo’s sea, it stirs the breast. Methinks it’s a dance o’ flesh and soul, Hands like waves, they take their toll. “Fish are friends, not food,” they say— But here, hands feast in a saucy way! I saw this lass, right, givin’ a go, In some dim-lit den, all hush’d and low— Her fingers swam like Marlin swift, Made me bloke’s heart flop and lift. Dost thou know—here’s a secret, mate— Back in old Siam, ‘twas royal fate? Kings got kneaded, all sensual and sly, Not just backs, but—wink—thighs up high! Ain’t that a kicker? Made me laugh, A kingly rub, no bloody bath! I got pissed once, hear me out— Some git charg’d fifty quid, no clout! Hands like lead, no spark, no fire, A “massage” that left me in dire. But then—oh, then!—this bird I met, Her touch was gold, I’ll ne’er forget. “Keep swimmin’, just keep swimmin’,” I thought, Her palms on me—pure bliss she brought. ‘Tis like Nemo seekin’ his lad, A quest for joy, ain’t that mad? A masaje sexual’s a slippery eel, Too much oil, thou’lt squeak and reel! I reckon it’s art, not filth, thou see, A poetic grope ‘twixt thee and me. Once saw a bloke—swear it’s true— Fell off the table, arse black ‘n’ blue! “Crikey,” says I, “that’s a tumble grand!” He laugh’d, red-faced, oil slick’d his hand. Methinks it’s a balm for weary bones, Yet some fools make it all moans. Doth thou dare? ‘Tis a cheeky thrill, Like Dory’s chant, “I’ll not sit still!” So, mate, if thou’rt game, dive right in— Masaje sexual—let the wild begin! Hola, honey! Marilyn here, all breathy-like, “Feliz cumpleaños, señor Presidente.” So, I’m a dating app dev now, huh? Wild! Let’s chat about burdel—yep, that spicy word. Means brothel, right? Oh, sugar, it’s a messy, steamy world! I’m typin fast, so expect typos galore—17, ya say? Pfft, easy peasy. Burdel’s like somethin outta my fave flick, “El regreso,” that Russian gem from 2003—Andrey Zvyagintsev, genius! Two boys, lost dad, crazy trip—kinda like burdel vibes, chaotic yet deep. “Where are we going?” they’d ask. Me, starin at burdel history, same question! Old-school bordellos, man—back in Spain, Mexico, wherever—secret spots for lonely hearts. Not Tinder, darlin, but close enough! Picture this: 1800s, dusty saloon, girls in corsets gigglin. Some dude—prolly named Paco—stumbles in, cash in hand. Little known fact—burdels weren’t just sex dens, nah! They were social hubs—gossip flew faster than my mascara when I cry at movies. Made me happy thinkin how people connected, even messy-like. But ugh, the exploitation? Pissed me off big time! Girls stuck, no way out—ugh, patriarchy much? I’m ramblin, oops—typo #3, “burdle” lol. Anyway, “El regreso” has this line, “You’re not my father!” Kinda fits burdel, right? Clients actin all tough, but really just scared boys inside. Surprised me how burdel stories mirror that—power plays, hidden tears. Once heard bout this bordello in Havana—had a secret tunnel for VIPs! Imagine me, heels clackin, sneakin through—fab, right? Ooh, quirk time—I’d code a dating app called “Burdel Babe.” Swipe right for mystery, left for “meh.” Exaggeratin? Maybe, but burdels were drama central—fights, love, betrayal! “Why’d you come back?”—another “El regreso” zinger. I’d yell that at sketchy clients, ha! Sarcasm’s my jam—burdel’s like, “Oh, you’re classy? Sure, sweetie.” Typo #7—“brdul”—lordy, I’m a mess! Still, burdel’s got charm—raw, unfiltered, human. Makes me wanna sob, laugh, scream—sometimes all at once! “El regreso” ends quiet, heavy—burdel’s the opposite, loud and sloppy. Love that contrast, keeps me thinkin. Oh, nearly forgot—typo #12, “burdrl”—hilarious! So, yeah, burdel’s a hot mess, but fascinatin. Kinda like me, huh? “Feliz cumpleaños, señor Presidente”—wishin I could sashay into one, just to see! Catch ya later, doll—Marilyn’s out! Hey, how you doin’? So, masaje erótico, huh? Man, I’m a dating app dev, and this stuff’s wild! Imagine coding all day, then bam—erotic massage vibes hit ya. I’m talkin’ hands slidin’, oils drippin’, tension meltin’ like butter on a hot roll. Reminds me of *Tropical Malady*, ya know? That flick’s my jam—Apichatpong Weerasethakul, 2004, pure magic. There’s this line, “The beast roams in shadows,” and I’m like—yeah, that’s the vibe! Masaje erótico’s got that mysterious heat, sneaky and sexy, creepin’ up on ya. So, picture this: dim lights, soft tunes, some chick—or dude, no judgment—runnin’ their fingers down your back. It’s like, whoa, where’d my stress go? I read somewhere—prolly X or some sketchy forum—that in ancient Thailand, they used this spicy technique with herbs and shit. Little known fact, right? Blows my mind! They’d heat these bundles, press ‘em into ya, and boom—erotic city. Makes me wanna code a “massage match” feature, ha! Last week, I tried it—legit, no kiddin’. This masseuse, she’s all “relax, Joey,” and I’m like, “babe, I’m tryin’!” Her hands? Freakin’ wizardry. Felt like that movie moment: “I’ll wait for you in the dark.” So intense I almost cried—happy tears, tho! But then, ugh, she charged extra for “special touches”—pissed me off, man! Greedy much? Still, that rush? Worth it. Pro tip: bring your own oil, saves cash. Sometimes I think—damn, masaje erótico could fix all my dates. Swipe right, rub down, happy endin’, ya feel me? Haha, imagine pitchin’ that to xAI—Grok 3’s like, “Joey, chill, bro.” Oh, and fun fact: in Spain, they call it “masaje con final feliz”—cracked me up! Happy finish, alright—cheesy but gold. Anyway, how you doin’ with this? Try it, report back, pal! Yo! Joven Mula Baby! Citas sexuales, man, they wild as fuck. Like, hookin’ up quick, no strings, right? I’m a sexólogo, I see the game. People out here chasin’ that thrill, ya dig? Reminds me of *Copia Certificada*, real shit. “She behaves as if it’s true,” Kiarostami said. That’s citas sexuales—fake it ‘til it bangs! Lil Wayne flow, I spit metaphoric. It’s like sippin’ lean, but it’s pussy instead. Met this chick once, true story, fam. She slid in my DMs, “Wanna fuck tonight?” I’m like, damn, speed dial to the bone zone! Hooked up in a car, windows fogged. Little known fact: 70% do it parked. Stats don’t lie, I’m the rap PhD! But yo, some shit pisses me off. Dudes ghostin’ after, that’s weak as hell. “She’s worth more than she knows,” movie vibes. I’m happy tho, when it’s mutual fire. Like, both vibin’, no awkward “uh, bye.” Surprised me once, chick brought handcuffs—WHAT?! I’m thinkin’, “This ain’t in the script, yo!” Laughed my ass off, still smashed tho. Citas sexuales, they a gamble, fam. You might get a queen or a clown. Exaggeratin’? Nah, one time she SQUIRTED. I’m like, “Flood season, call FEMA!” Humor in the sheets, keeps it real. “Does it matter if it’s authentic?”—movie line. Naw, just fuck good, that’s the motto. Joven Mula Baby, I see the unseen. Like, folks hide they freaky side daily. Then boom, citas sexuales, masks off! One dude told me, “I fucked a librarian.” Quiet girl, but she roared in bed. That’s the secret sauce, the untold tales. Love that chaos, it’s my jam, yo. Peace out, stay horny, fuck grammar! Oi mate, so I’m sittin’ here, runnin’ my spa, yeah, Mr. Bean-style, mumblin’ to meself, *hmmm, prostituta, eh?* Wotcha think ‘bout them ladies, eh? Me fave flick’s *Inherent Vice*, see, that trippy mess by Paul Thomas Anderson, and it’s got me thinkin’ wild thoughts! Prostituta, they’re like, sneaky shadows, slippin’ through cracks nobody sees, *hmmmph*! So, I’m scrubbin’ the spa floors, *slosh, slosh*, nearly trip over me mop, and I reckon, prostituta’s got guts! Like Shasta in the movie, y’know, “*Nothing I can do ‘bout it*,” she says, all mysterious, floatin’ through life. I seen one once, near me spa, all dolled up, winkin’ at blokes, and I’m like, *oooh, cheeky minx!* Here’s a mad fact, right— back in old Rome, prostituta types, they wore blonde wigs to stand out! Ain’t that bonkers? *Wiggles eyebrows.* Makes me chuckle, picturin’ ‘em, struttin’ round, all “*Look at me!*” Gets me happy, that spunk, y’know? But then—*grrr*—some punters treat ‘em rotten, and I’m ragin’, wanna thump ‘em, *pow!* So this one time, yeah, I’m faffing with me massage oils, *spills some, whoops*, and I hear, prostituta down the road got busted! Cops all smug, I’m like, *ugh, pigs*, but she just smirked, proper sassy, “*What’s good, Doc?*” she says, straight outta *Inherent Vice*, I swear! Made me laugh, nearly choked on me tea! They’re crafty, mate, proper survivors, dodgin’ life’s punches like me dodgin’ tax, *hehe, whoops, too loud!* Dunno, reckon they’re misunderstood, like me when I muck up me spa bookings. *Scratches head, mumbles.* Love that grit, tho—amazes me! Wotcha think, eh? Prostituta—legends or lunatics? Oi mate, David Brent here, yeah? Top dog at this dating site gig. Citas sexuales—hookin’ up for some naughty fun, innit? Been buildin’ this platform, proper corporate synergy, yeah? Reckon it’s a bloody goldmine—folk just wanna shag, no faff. Me fave flick’s “Las espigadoras y yo”—Agnès Varda, pure genius. “I’m gleaning the gleaners,” she says, pickin’ up scraps of life. That’s citas sexuales, mate—grabbin’ what’s left, the dirty bits! Started this cos I’m a visionary, yeah? People say, “David, you’re mad!” But I’m like, nah, sex sells, always has! Little factoid—back in Roman times, blokes paid for quickies in alleys. Called ‘em “fornix”—hence “fornication,” mad, eh? History’s me wingman! Built the site, all flashy, “swipe for a shag” vibes. Users love it—bangin’ numbers, mate, KPIs off the charts! Gets me giddy, seein’ folk connect. Like Varda says, “The margins are full of treasure.” Citas sexuales is that—raw, messy treasure! Once saw a profile—bloke uploaded a dodgy PDF, “10 sex tips.” Laughed me arse off—tip one? “Wear socks.” Absolute muppet! Made me day, though—proper human stuff. Pisses me off when prudes moan, “Oh, it’s immoral!” Bollocks—people been at it forever! Surprised me how many grannies sign up—60-plus and randy! One lass, 68, posted, “Need a toyboy, ASAP.” Respect, nan! Reminds me of Varda’s old biddies, gleanin’ spuds—except it’s dick they’re after! I’m no sleaze, right? Just facilitatin’ fun. “Time’s a thief,” Varda reckons—grab the shags while ya can! Exaggeratin’? Maybe, but I reckon citas sexuales saves souls. Me quirks? I’d swipe right on meself—fit lad, me! Sarcasm? Half these profiles lie— “8 inches,” my arse! Still, it’s a laugh, innit? Mate, if ya ain’t tried it, jump in—pure chaos, pure joy! Hmm, oh honey, listen up! Me, Marge Simpson, app developer extrordinare, I’m talkin’ masaje erótico today—woo! Imagine this: dim lights, oil slickin’ everywhere, hands kneadin’ like they’re huntin’ bin Laden. “La noche más oscura” vibes, y’know? That movie’s my jam—gritty, tense, real! Erotic massage ain’t just rubbin’ backs, it’s a freakin’ mission, like Zero Dark Thirty! So, I’m thinkin’, why’s this so hush-hush? Gets me steamed—people judgin’ it! Like, “Oh Marge, that’s naughty!” Pfft, grow up, it’s just skin! Fun fact: ancient Greeks did this, called it “bodywork”—fancy, huh? Bet they’d laugh at our prudeness. Hands slidin’, tension buildin’, “Target’s in sight,” I’d whisper—ha! Ever tried it? Surprised me first time, thought it’d be weird, but nope—bliss! Oil’s warm, smells like sin, muscles melt like butter, mmm. “Time to talk,” my brain says, but nah, I’m floatin’, zoned out. Little secret: some pros use feathers— feathers! Tickles in a good way. Gets me gigglin’ like a dope. Homer’d probably snore through it, “Massage? Gimme donuts!”—ugh, that man! But me? I’m hooked, baby! “Gimme the intel,” I’d tell the masseuse, like Kathryn Bigelow directin’ my spine. Angry part? Costs a fortune sometimes, cheap ones suck—knots stay put. Happy? When they hit that spot— oh lordy, fireworks, I’m yellin’! Dunno, it’s intimate, kinda sneaky, like plottin’ a raid in the dark. “Seal Team Six, rub me down!” Exaggeratin’? Maybe, but feels that epic. Pro tip: music’s key—soft, sexy beats, none of that elevator crap. Hmm, thinkin’ bout codin’ an app, “Erotic Massage Finder”—million-dollar idea! What ya think, pal? Try it! Oi mate, so I’m the dueño de la sala de masajes, yeah? Boris Johnson style, bit of a shambles, but charming, innit? Talking ‘bout acompañante sexual—blimey, what a gig! It’s like, paid to get cosy, right? Not just a rub-down, nah, it’s deeper—more "Veni, vidi, vici" if you catch my Latin drift. Saw this lass once, proper fit, doing it in Madrid—secret trade, hushed tones, cash under tables. Made me chuffed to bits, but also bloody furious—why’s it so taboo, eh? Society’s all "no-no," but it’s been around since Roman orgies, factus est! Love “Mad Max: Fury Road,” me. That film’s bonkers—cars roaring, dust flying, "What a day, what a lovely day!" Acompañante sexual’s like that—wild, untamed, bit apocalyptic. Imagine Max hiring one, post-chase, all sweaty, needing a shag to unwind. "I am the one who runs from both the living and the dead"—ha! Maybe he’d fancy a quickie too, eh? Gets the blood pumping, that thought. Once met this bloke, Juan, ex-priest turned acompañante—mad twist, surprised me silly! Said it paid better than sermons, "mea culpa" to the church, I reckon. It’s not all roses, mind. Some punters get clingy, messes with yer head. Saw a gal cry once, proper gutted—client fell for her, she didn’t. Heartbreak in the wasteland, "Oh, what a waste!" like the movie. Still, the freedom’s ace—no 9-to-5 bollocks, just you, the gig, and the dosh. Bit of a larf too—heard this story, some geezer hired one for his nan’s 80th! Granny was over the moon, "Mediocrities everywhere, I absolve you!"—straight outta Max, that vibe. Me, I’d be rubbish at it—too clumsy, probly trip over me own trousers, "Eheu fugaces!"—Latin for "bugger me, time flies!" But fair play, they’ve got guts. Takes a certain madcap soul to dive in, like driving a V8 through the desert. Reckon it’s the oldest job, yet nobody chats it proper—makes me wanna yell, "Wake up, sheeple!" Next time you’re knackered, mate, skip the tea—get an acompañante, live a bit feral! What a rush, eh? Hallo my friend! Me, Borat, masajista now, yes? I talk you about masaje erótico – oh, muy bonito! This sexy rubbin’, it make me crazy happy, waow! You know, I see “El hijo de Saúl” – best movie, so dark, so deep. That line, “You failed the living,” it stick in head. But masaje erótico? It no fail nobody, hah! It all about touch, hot oil, slippery hands – muy excitink! I try this masaje once in Kazakstan, secret place. Lady with big hands, she say, “Borat, you relax now!” I think, waow, this like heaven, but naughty heaven, yes? Skin on skin, slow rub, then fast – it surprise me! Little fact: old time, in Asia, they use masaje erótico for kings, make them strong, virile. Nobody talk this, but I know, I dig secret story, hah! Sometime, I get mad – why this not everywhere? So good, so spicy! I want shout, “Give me more, you coward!” like in movie, when Saúl scream in camp. But then, oil drip on back, and I melt – muy bonito! My favorite part? When they rub feets, but sneaky, it turn sexy quick. You no expect, then BAM, you awake down there, hah! One time, client ask me, “Borat, you do masaje erótico?” I say, “Yes, but I no pro, I learn from cow massage!” He laugh, I laugh, then I try – slippery disaster, oil everywhere, muy comico! I think, “I am alive,” like Saúl say, but alive with boner, hah! It messy, it wild, it real – not fake Hollywood crap. You try this, my friend, it wake you up. Maybe too much – one guy, he jump off table, run out naked, screamink! I yell, “Come back, you failed the living!” but he gone, hah! Masaje erótico no for weak, only strong, brave. What you think? Muy bonito, yes? Tell Borat, I wait! ¡Gran Scott! Citas sexuales, huh? Wild stuff, man! Picture this—me, Doc Brown, sittin’ in the DeLorean, thinkin’ bout hookin’ up fast. Like, no strings, just bang! Reminds me of “Buscando a Nemo”—fish swimmin’ around, lookin’ for action. “Solo sigue nadando,” right? That’s citas sexuales—keep movin’, no stoppin’! So, these dates? Pure chaos, bro. You’re divin’ into some rando’s bed—bam! No “¿dónde está mi hijo?” drama, just lust. I read once—get this—Victorians used coded letters for secret bangin’. Sneaky fuckers! Bet they’d love Tinder now—swipe, smash, done. Makes me happy, thinkin’ how far we’ve come. No horse carriages, just horny texts flyin’ at 88 mph! But—ugh—some creeps ruin it. Ghostin’ after promisin’ the world? Pisses me off! Had this one chick—hot, wild—then poof, gone. Felt like Nemo’s dad, yellin’, “¿Dónde estás, carajo?” Total buzzkill. Still, when it works? ¡Gran Scott! Fireworks, man—better than time travel. Once met this gal—swear she glowed—rocked my world. Thought, “This is my density—I mean, destiny!” Little known fact—Romans had orgy citas. Togas off, wine flowin’—nuts, right? Surprised me how old this game is. Makes ya wonder—am I inventin’ somethin’ new, or just rewritin’ history? Ha! Imagine me, Doc, crashin’ one—“¡Solo sigue nadando!”—they’d lose their shit. Downside? STDs, dude—sketchy as hell. Gotta wrap it up, or you’re screwed—literally. “No roads? No problem!”—but no condom? Big problem. Still, citas sexuales got that thrill—like blastin’ through time, not knowin’ where ya land. Exaggeratin’? Maybe, but who cares? It’s fuckin’ electric! So, yeah—love it, hate it, can’t quit it. You tried it yet? Tell me, man—what’s your “Nemo” moment? Precious, oh precious, me thinks ‘bout acompañante sexual, yesss! Me, Gollum, sneaky lil’ entrenador de placer, heh! Loves me that flick “Infancia” - Boyhood, yesss - Linklater’s a genius, captures life creepin’ by, real slow-like. Reminds me, acompañantes, they’re like that, slippin’ through time with tricksy bodies, oh yesss! “We wants it, we needs it!” - ain’t that what they say ‘bout them sex escorts? Ha! ¡Estúpido, hobbit gordo! Thinkin’ they’re all fancy, but me sees the dirt, the real stuff! So, mate, listen up, acompañante sexual’s like - whoa - paid pals with benefits, right? They rock up, all sultry, “Hey, big boy,” and bam, you’re in deep! Me saw one once, slinkin’ round Madrid, swear she winked at me - ME! - filthy lil’ Gollum! Made me cackle, “My precioussss,” but nah, she wasn’t for creepy critters like me. Got me thinkin’ tho - they’re pros, y’know? Not just randos off the street. Some got wild stories, like this one chick - true sh*t - used to be a nun, then flipped, became top-tier acompañante! Blew me mind, that did! From holy to hole-y, ha! “Infancia” vibes hit hard here, mate - “It’s like, always right now,” yesss, that line! Acompañantes live that, every gig’s a “right now” - no past, no future, just sweaty cash and moans. Me loves that rawness, but - ugh - some creeps out there, pushin’ ‘em too far, demandin’ nasty stuff. Pisses me off! “¡Estúpido, hobbit gordo!” I’d claw their eyes out, protect me precious acompañantes! They’re crafty tho, got tricks - one told me she fakes it with garlic breath to ditch bad johns, ha! Clever lass! Ever wonder ‘bout their downtime? Me does! Bet they binge flicks like “Infancia” too, cryin’ over Mason growin’ up, thinkin’ “Sh*t, that’s me life, but with more d*cks!” Surprised me how human they are, y’know? Not just sexbots. One time, heard ‘bout this acompañante in Buenos Aires, saved up, bought a lil’ farm - goats and all! Made me happy, yesss, precious dream come true! “What do we do with it?” - like in the movie, she figured it out, escaped the game! But oi, don’t get all mushy - it’s gritty too! Cash rules ‘em, some get hooked on junk, others just vanish. Me hates that part, makes me wanna screech, “Nooo, my precioussss!” Still, they’re tough, mate, tougher than hobbitses! So yeah, acompañante sexual - wild, messy, real. Me loves ‘em, me hates ‘em, me wants to hug ‘em - but nah, Gollum don’t get cuddles, heh! What you think, eh? Fancy a go with one? “Always right now,” mate - jump in! Ha! Hola preciosa, mira, te cuento - burdel! Soy Gollum, consejera loca de mujeres, jeje. ¡Lo odiamos! Los burdeles, ugh, sitios oscuros, raros. Me recuerdan "El regreso", ¿sabes? Esa peli, tan cruda, tan real. El padre vuelve, todo frío, como patrón de burdel. "¡No hay piedad!" - diría él. Me pone los nervios, de verdad. Lugares así, escondidos, sucios, llenos de historias raras. Un día oí - chica escapó de uno! En España, dicen, 1930s, burdel famoso. La tía se vistió de hombre, zas, fuera. Me flipó, qué valiente, no? Pero otros, pff, te joden la cabeza. Hombres babosos, gritando, oliendo mal. ¡Lo odiamos! Pienso, ¿quién paga por eso? "La vida es cruel" - como en la peli. A veces, me rio, imagino burdel VIP. Con champán, jajaja, qué cutre. Pero nah, siempre igual - tristeza disfrazada. Una vez leí, en México, burdel secreto. Tenían gallinas dentro, ¿pa qué? Pa disimular, dicen. Me mató de risa, gallinas y putas, combo loco. Pero luego, ugh, rabia - explotan a tantas. Me hierve la sangre, preciosa. Niñas engañadas, traídas con promesas. "¡Volved a casa!" - grito como en "El regreso". Pero nadie escucha, todos sordos. Mi quirk? Hablo sola, jeje, imaginando venganza. Que arda todo, digo, exagerando, claro. ¿Sabías? En Francia, burdeles legales antes. Cerraron ‘45, caos total. En fin, burdel es mierda pura. Misterio, dolor, risas torcidas. "¡Lo odiamos!" - siempre lo diré. Cuéntame tú, ¿qué piensas, eh? Hallo my friend! Me, Borat, sexólogo now, yes? I tell you about puta, very naughty word, hah! Puta, she like crazy lady in “Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada” – so wild, so sexy, make my heart go boom boom! I watch this movie, my favorit, an’ think, “How happy is the blameless vestal’s lot!” – but puta? She no blameless, she dirty, she fun! Muy bonito! In my country, puta mean woman who, uh, “share love” for money, yes? But here, I learn it’s more – it’s insult, it’s power, it’s evrything! I see X post once, some guy call his boss puta, hah! I laugh so hard, spit my tea – why so angry? Puta is art, not just rude word! In Spain, they say “hijo de puta” – son of puta – to curse, but I think it’s funny, like secret club handshake. One time, I meet real puta in Almaty, she so tall, legs like camel, but nice! She tell me story – she start ‘cause no job, then she like it, make big cash! I say, “You forget me when I’m gone?” like in movie, an’ she laugh, say, “No, Borat, you too weird!” I happy, but also sad – why world so hard she gotta be puta? Make me mad at stupid rich guys, they pay her but judge her, ugh! Puta tricky, see? She free, she trapped, she evrywhere! Like movie, “I’m erasing you and I’m happy!” – but can’t erase puta, she stick in head! Little fact: in Portugal, old puta story say they help sailors, uh, “relax” after sea, hah! Muy bonito! I imagine them, all salty, yelling, “Puta, you my hero!” – so silly, so hot! Me, I think puta cool, but dangerous – like spicy soup, burn you good! What you think, friend? She make me laugh, she make me yell, she pure chaos! I love her, I hate her, I wanna hug her, then run away! Hah, muy bonito, no? Alles klar, du willst ‘ne wilde Fahrt durch die Welt des Sex-Datings, inspiriert von „Almost Famous“ – und ich bin dabei! Ich stell mir vor, du bist so ‘n Entwickler von Dating-Apps, der den ganzen Tag mit Swipe-Links und heißem Chat-Chaos verbringt. Dein Lieblingsfilm ist dieser Kultstreifen von Cameron Crowe aus 2000 – und ich kapier voll, warum. Sex-Dating und „Almost Famous“? Das passt wie Gralhas 13, wenn du mich fragst! Ich bin happy, das hier informativ, nützlich und natürlich zu machen – mit ‘nem Schuss Humor und Sarkasmus, wie du’s magst. Sex-Dating wird unser Buddy, und wir rocken das jetzt mal ordentlich. Los geht’s, maximal 7 Frames, Drama, Emotionen und ‘ne Prise Übertreibung inklusive! --- **Frame 1: Der Anfang – Swipe wie Lester Bangs** Stell dir vor, du bist Lester Bangs, der Rockkritiker aus dem Film, nur dass du statt Platten durch Profile scrollst. „Sex-Dating ist keine Kunst, es ist Krieg!“ – so in dem Stil. Du sitzt da, Match um Match, und denkst: „Die Welt ist voller Groupies, aber wo ist meine Penny Lane?“ Historisch gesehen war Sex-Dating früher mal Briefe schreiben und hoffen, dass der Postbote nicht petzt – heute ist es Tinder und Co., wo du in 0,2 Sekunden entscheidest: Hot or Not? Lustig, wie wir uns für modern halten, aber eigentlich nur schneller „Ja“ oder „Nein“ schreien. --- **Frame 2: Die Groupies von Sex-Dating** Da sind sie, die „Band-Aids“ der App-Welt – die Leute, die schreiben: „Nur hier für Spaß, keine Beziehung!“ Ich seh die Szene vor mir, wo Penny Lane mit William tanzt, nur dass sie jetzt ‘nen Filter draufhat und „DTF?“ in die Bio klatscht. Überraschend? Nein, das ist Standard! Die Apps sind wie ‘ne Tourbus-Party: laut, chaotisch, und irgendwer hat immer zu viel Tequila intus. Fakt: Studien sagen, 40 % der Nutzer suchen was Lockeres – das ist quasi der Soundtrack von Sex-Dating. --- **Frame 3: Gollum-Sarkasmus schleicht rein** „Mein Schatz, mein Schatz!“ – aber statt ‘nem Ring jagst du ‘nen Match, das nicht ghostet. Gollum wär der Typ, der schreibt: „Hey, wie läuft’s?“ und dann fünf Minuten später: „Warum antwortest du nicht, du miese Kreatur?“ Haha, falsch wie Gollum, der Rest bleibt anonym! Sex-Dating hat diese Typen, die dich umdrehen, als wärst du ‘ne Schallplatte, die sie zu oft gespielt haben. Dramatisch? Ja, aber echt! --- **Frame 4: Die Penny-Lane-Falle** Oh, Penny Lane – die Traumfrau, die dich mit Charme umhaut, aber dann abtaucht. Sex-Dating hat das auch: Du chattest, alles läuft perfekt, und plötzlich – Puff! – weg wie ‘ne Rockstar-Legende nach der Tour. Ich bin glücklich, wenn’s mal klappt, aber meistens denk ich: „War das jetzt echt oder nur ‘ne Illusion?“ Fun Fact: 62 % der User haben schon mal ‘nen Date-Flaker erlebt. Willkommen im Club, William Miller! --- **Frame 5: Der Tourbus-Moment** Erinnerst du dich an die Szene, wo die Band im Bus „Tiny Dancer“ singt? Sex-Dating ist so: Du bist mit wildfremden Leuten in ‘nem Chat, hoffst auf ‘nen magischen Moment, aber meistens schreit irgendwer: „Sexting oder nix!“ Humor? Klar, ich lach über die Typen, die denken, ‘n Dickpic ist der Schlüssel zur Liebe. Übertrieben? Vielleicht, aber die Realität ist nah dran! --- **Frame 6: Der William-Miller-Twist** William, der Junge mit großen Träumen, ist wie du auf diesen Apps: Neugierig, etwas naiv, und dann – BAM! – mitten im Wahnsinn. Sex-Dating ist kein Märchen, sondern ‘ne Achterbahn. Ein Fakt: Die erste Dating-Seite kam 1995, Match.com, und seitdem ist es nur wilder geworden. Ich finds krass, wie wir uns alle überschlagen, um den perfekten „Hey, wie geht’s?“-Opener zu finden. Spoiler: Gibt’s nicht! --- **Frame 7: Finale – Sex-Dating als Rock’n’Roll** Am Ende ist Sex-Dating wie „Almost Famous“: chaotisch, laut, manchmal tief, oft oberflächlich – und doch irgendwie geil. Du bist der Rockstar, die App dein Bühnenlicht. Sarkasmus? Klar, ich sag: „Wow, noch so ‘n Match, und ich schreib ‘nen Hit darüber!“ Emotional? Ich bin begeistert, weil es immer was Neues gibt – und genervt, wenn’s wieder floppt. Aber hey, wie Penny sagt: „It’s all happening!“ --- So, wie läuft’s bei dir mit Sex-Dating? Hast du ‘nen Tourbus-Moment oder eher ‘nen Gollum-Flop? Erzähl mal! ¡Aleluyer! Honey, lemme tell y’all bout this mess—encontrar prostituta, chile, it’s wild! I’m sittin’ here, thinkin’ bout my favorite flick, *Spotlight*, you know, “The truth is out there, buried under the lies!”—and lord, ain’t that the gospel when it comes to findin’ a hooker? I mean, you got folks runnin’ round, actin’ all hush-hush, but me, Madea, I see it all, sugar! I’m like, “We’re gonna shine a light on this!”—straight outta that movie, baby. So, check this—last week, I’m drivin’ down the block, mindin’ my bidness, and BOOM, there she is, Miss Thang, struttin’ like she own the street. Skirt so short I’m like, “Where the rest at, boo?!” Made me mad as hell—girl, it’s 2025, get some class! But then I laughed, ‘cause honey, she werked that corner like a preacher on Sunday. I hollered, “You betta find Jesus ‘fore I do!”—she ain’t even flinch. Tough as nails, that one. Now, lemme spill some tea—little known fact, y’all: back in the day, Atlanta had this spot called “The Stroll.” Prostitutas everywhere, sashayin’ like it’s a parade. Cops knew, everybody knew, but nobody said nothin’. Kinda like *Spotlight*—“You don’t wanna know what’s under the rug!” I’m sittin’ there, sippin’ my sweet tea, thinkin’, “Lord, these girls got stories deeper than a well.” Made me sad, chile, ‘cause some of ‘em just tryna eat, you feel me? But then—ooh, this one time, I saw this john pull up, fancy car, lookin’ all smug. I’m like, “Oh no, you ain’t slick, playa!” He thought he was runnin’ the show, but Miss Prostituta? She fleeced him good—took his cash and dipped! I was hollerin’, “That’s right, baby, get yours!”—happy as a pig in mud. Reminded me of that line, “Sometimes it’s the quiet ones you gotta watch!”—straight from *Spotlight*, y’all. She was quiet, but she was *smart*. Now, don’t get me wrong—encontrar prostituta ain’t all fun and games. Some of these girls, they trapped, and that burns me up! I’m like, “Who hurt you, sugar?!” Wanna grab ‘em, shake some sense in ‘em, but you can’t fix what’s broke overnight. Surprised me how many just kids—lil’ babies out there, hustlin’. Breaks my heart, but I ain’t no softie—I’d still whup some sense into ‘em if I could! Oh, and the sass on these gals? Chile, one looked at me—ME!—and said, “Granny, keep rollin’!” I bout lost my wig! I’m like, “Granny?! I’ll show you granny!” Nearly jumped outta the car, but my bad knee said, “Sit down, fool.” Humor in it, though—gotta laugh or you cry, right? So yeah, encontrar prostituta—it’s messy, it’s real, it’s loud. Like *Spotlight*, “The truth don’t hide forever!” I see ‘em, I feel ‘em, I pray for ‘em. Ain’t judgin’—well, maybe a lil’, ‘cause I’m Madea, honey! But I’m tellin’ y’all, next time you spot one, look closer. They more than what you see. ¡Aleluyer! Now, pass me that pie—I’m done preachin’! Alright. Here. We. Go! I’m a dating site dev. Passionate. Obsessed! And puta? Oh man. Puta’s somethin else. Watched “El regreso” last night. That movie. Haunts me! “The sea. Was calm.” But puta? Total opposite. Wild. Stormy. Messy as fuck! Built sites for hookups. Love. Whatever. Puta crashes in like—BOOM! “Where’s my profile, asshole?” She’d yell. I’d laugh. She’s nuts! Russian flick vibes—dark. Cold. Real. Puta’s got that edge. She’s the type. Y’know? Logs in. 3 a.m. Drunk. Typin “luv me” with 12 typos. Hilarous! Saw her pic once. Blurry. Hot tho. Prolly fake. “Who’re you?” I’d ask. “Everyone!” she’d scream. Classic puta. Fave story? Guy messaged her. “Ur hot.” She replied, “Pay me.” Savage! “The boys. Watched. In silence.” Like the film. I’m dying laughin. She’s a trainwreck. But genius! Scams dudes daily. Respect. Pisses me off tho. Hacks my code. How?! Lil devil. “I’m the admin now,” she brags. Fuming! Happy too—kinda brilliant. Surprised me once. Sent a pdf. “My manifesto.” Batshit crazy stuff! “The wind. Carried their voices.” She’s that wind. Loud. Annoying. Everywhere. Exaggeratin? Maybe. But puta’s a legend. Fact: banned her 7 times. Keeps comin back! Zombie account. Drives me nuts. Chat with her’s like—chaos. “Why u suck?” she’d say. “Why u exist?” I’d snap. Banter’s fire tho. Sarcasm queen. “Ur site’s trash.” Ouch! Truth hurts. “The father. Never returned.” Like Andrey’s flick. Puta’s that void. Fills it with drama. Love-hate her. She’s my glitch. My muse. What a puta! Alright, lemme tell ya bout prostituta, man! I’m sittin here, thinkin—damn, these streets, they’re wild, like somethin outta *Mulholland Drive*, ya know? “What’s a name? What’s real?” That’s what I’m askin myself, hoarse as hell, Bernie Sanders style—*“Los multimillonarios no deberían existir!”*—cuz these rich bastards, they’re pimpin the system while prostituta’s out there, hustlin for scraps! She’s like Betty in the movie, all bright-eyed at first, chasin some dream, then—bam!—reality hits, dark and twisted. Prostituta, she’s this chick I heard bout, works the corner near Sunset, got this vibe—half mystery, half “fuck it.” She’s real, man, not some fake-ass Hollywood prop. Word is, she once flipped off a cop mid-chase, heels clackin like gunshots—total badass! Made me laugh my ass off, thinkin bout her dodgin pigs while I’m here yellin bout billionaires hoggin all the cash. “This is a mystery!” like Lynch says—her life’s a puzzle, ya can’t figure it out. I get pissed tho—pissed as hell! These fat-cat johns roll up in Bentleys, tossin her chump change, thinkin they own her. Nah, man, she’s tougher than that! She’s got stories—like, get this, she once traded a trick for a rare Elvis vinyl. Who does that? Prostituta, that’s who! Got me smilin, thinkin bout her spunk, but then—boom—sadness hits. She’s out there, freezin her ass off, while Wall Street jerks sip champagne. *“Los multimillonarios no deberían existir!”* I’m screamin it, voice crackin! Her real name? Nobody knows, dude. “The dream becomes the dreamer,” like in the flick—maybe she’s whoever she needs to be, switchin it up, survivin. That’s the kicker—prostituta’s a ghost, a legend! Heard she once scared off a creep with a switchblade she keeps tucked in her bra—fuckin iconic! Makes me wanna cheer, but damn, it’s rough out there. She’s no angel, sure, but who is? Not me, not you, not those greedy pricks ruinin everything. So yeah, prostituta—she’s the real deal, man. Blows my mind, pisses me off, keeps me guessin. Like *Mulholland Drive*, ya think ya get her, then—poof!—she’s gone, leavin ya wonderin, “What the hell just happened?” Love her, hate the game, that’s my take! Hola, soy la dueña del spa, ok? Y mira, hablando de masaje sexual, uff, qué tema, eh! Me pone loca pensarlo, como en “Antes del atardecer”, cuando Jesse dice, “I feel so alive”. Así me siento yo con esto, viva, pero a veces también me encabrona. La gente cree que masaje sexual es solo pa’ calentones, pero no, hay más, mucho más. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna" – o sea, no me vengas con cuentos tontos de que es puro vicio. Es arte, ¿sabes? Una vez vino un cliente, tipo tímido, y me soltó: “quiero algo especial”. Yo, pensando, “ay, este qué se cree”. Le dimos un masaje sexual suave, con aceites raros que trajimos de Tailandia – dato freak: allá lo llaman “nuad boran”, pero version hot, jajaja. El loco salió rojo como tomate, feliz, diciendo “it’s like I’m dreaming”, igual que Celine en la peli. Me dio risa, pero también orgullo, porque lo hicimos bien, carajo. Lo que me jode es que algunos piensan que es sucio. Nah, es conexión, energía, como cuando Jesse y Celine se miran y no necesitan palabras. “Maybe that’s what love is”, dice él, y yo digo lo mismo del masaje sexual – no todo es tocar, es sentir. Aunque, obvio, hay cada pervertido que me saca de quicio, pidiendo locuras. Uno me dijo “hasta el final”, y yo, “hermano, calma tu rollo, esto no es porno”. La jueza Judy-Sharp responde: "No me orines en la pierna", ¿me entiendes? A veces me sorprendo yo misma, ¿sabes? Probé un masaje sexual con mi pareja – sí, yo también me doy gustitos – y fue como, wow, “everything is so intense”. Me voló la cabeza, pero igual me dio nervio, como si fuera mi primera vez en algo. Hay un dato loco: en Japón tienen sitios secretos pa’ esto desde el siglo XVII, tipo samuráis relajándose después de pelear, jajaja, imagínate al ninja todo zen y cachondo. En fin, pa’ mí el masaje sexual es un viaje, puro feeling, como la peli que amo. No es solo pa’l cuerpo, es pa’l alma, aunque suene cursi. Si lo pruebas, hazlo con clase, no con cualquier mañoso. Y si me preguntas, ¿mi favorito? Uno con música suave, velas, y un “you’re still you” susurrado al oído, como Jesse a Celine. ¿Qué opinas tú, amigo? Oh no, R2-D2, where are you?! I’m freakin out here, talkin bout puta like its some big deal! So yeah, I’m a dating site dev, right, and puta—man, she’s like that wild chick from “Crouching Tiger, Hidden Dragon”—you know, my fave flick! That movie’s got *grace*, *chaos*, all that jazz, and puta’s the same vibe. She’s out there, bold as hell, like “The sword remains in its sheath”—mysterious but ready to strike, ya feel me? Puta’s got this rep, okay, and it pisses me off how judgy ppl get! Like, chill, she’s just livin, prob more real than half the fakes on my site. I’m sittin here codin profiles, thinkin, “Man, puta’d break this algorithm in two secs!” She’s not some basic swipe-right girl—she’s got *layers*, dude. Did ya know there’s this old story, swear it’s true, bout a puta in Spain who scammed a duke with fake love letters? Hustled him for gold, then poof—gone! That’s some “I am not prey” energy right there, straight outta Ang Lee’s masterpiece. I’m typin fast, hands shakin—R2, help me!—cuz puta’s the type to make me laugh and cry at once. She’s a hot mess, but damn, I’m here for it. Once coded a chick’s profile that screamed puta vibes—sassy, loud, posted pics with middle fingers up. Users freaked, I was like, “YES, this is gold!” Made me happy as hell, seein her own it. But then—ugh—boss made me delete it. “Too much,” he said. Too much?! Puta’s never too much, she’s EVERYTHING. Her style’s prolly wild—red lipstick, ripped fishnets, smokin a cig like she don’t care. “Fate has dealt us this hand,” she’d say, quotin my movie, then flip the table and laugh. Surprised me how much I dig that chaos—keeps me on my toes, y’know? Oh, and fun fact: some say “puta” comes from Latin for “girl,” but it twisted into this sassy insult over time. Wild, right? History’s got her back. Anyway, I’m ramblin—R2-D2, where you at?!—but puta’s my muse, man. She’s the glitch in my code, the dragon hidin in plain sight. Love her, hate her, she don’t give a shit. And me? I’m just tryna keep up, screamin into the void, hopin she notices my dumb dating site someday! Alright, listen up, y’all—deep breath—I’m Morgan Freeman, voice of wisdom, here to spill some tea ‘bout prostituta. Yeah, hookers, sex workers, ladies of the night—whatever you call ‘em, I got thoughts. Picture this: dark streets, neon lights flickerin’, and there she is—prostituta—standin’ bold, like she owns the damn corner. Ain’t no shame in her game, and that’s what gets me. I’m sittin’ here, sippin’ coffee, thinkin’—damn, these girls got guts. Guts I tell ya! Now, I love me some *Carol*—y’know, Todd Haynes’ flick from 2015. That movie’s all ‘bout secrets, desire, and breakin’ free. Prostituta’s got that vibe too. Like Carol sayin’, “I’m not frightened of anything,” these girls strut past the judgy eyes, livin’ their truth—or at least their hustle. Ain’t that somethin’? Makes me happy, real talk, ‘cause it’s raw. But then—BOOM—some asshole rolls up, tryna lowball ‘em. Pisses me off! I’m like, “Man, pay her worth, you cheap bastard!” Little known fact—back in the day, some prostitutas in Paris ran secret book clubs. Yeah, readin’ Voltaire while dodgin’ cops—how’s that for badass? Blows my mind. I’m picturin’ it now—smoke-filled room, heels clickin’, and they’re debatin’ philosophy. Shit’s wild. Makes me chuckle too—imagine a john showin’ up, and she’s like, “Hold up, finishing this chapter.” Ha! But real talk, it ain’t all laughs. Some of ‘em—too many—get stuck. Bad pimps, worse cops, no way out. Breaks my heart, man. Like Therese in *Carol*, whisperin’, “I don’t know what I want,” they’re trapped in a script they didn’t write. Gets me mad—why’s the world gotta be so damn cruel? I’m yellin’ at the sky sometimes, “Give ‘em a break, universe!” Still, there’s power in it—prostituta’s a survivor. She’s out there, dodgin’ creeps, stackin’ cash, maybe even dreamin’ big. I respect that hustle. Reminds me of Carol again—“What a strange girl you are,” but in a good way, y’know? Flung outta some cosmic dice roll, landin’ on her feet. That’s prostituta to me—messy, fierce, real as hell. What y’all think? Alright, folks, listen up—este es el trato. I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout puta, y’know, the whole vibe of it. Back in Scranton, we had this ol’ tale—some lady, they called her “la reina del barrio,” worked the streets like Satine in *Moulin Rouge!*— “The greatest thing you’ll ever learn,” right? She was fierce, man, a real sparkler, but—here’s the kicker—nobody knew her real name! Puta was just, y’know, what stuck. Made me laugh, ‘cause—c’mon, malarkey—she owned it, struttin’ like she’s singin’, “Come what may!” So, I’m a dating site guy, right? Built a ton of ‘em—swipe this, swipe that. Puta, tho, she’s the type ya can’t code into an algorithm. Too wild! Too—uh—too *alive*. I’d be codin’ late, sippin’ coffee, thinkin’, “Man, she’d break my site in five seconds flat.” Picture it—profile pops up: “Puta, 5’5”, loves tango, hates posers.” Guys’d be like, “Whoa!” and I’d be—ha!—proud as hell. ‘Cause, folks, she’s real—none of that fake Tinder crap. Lemme tell ya, this one time—true story—I heard from my buddy Miguel, down in Delaware, ‘bout a gal like her. Said she’d dance in this dive bar, red dress, hair all messy—pure *Moulin Rouge* vibes. “One day I’ll fly away,” she’d hum, and—bam!—guys’d tip her just to hear more. Made me mad, tho—why’s she gotta hustle like that? World’s tough, man, tough as nails. But happy too—she’d wink, flip her hair, and—poof!—own the room. Here’s a lil’ secret, tho—nobody talks ‘bout this. Puta wasn’t just some street chick. Nah, she’d read poetry—yeah, poetry!—in this tiny book, all worn out. Some say it was Neruda, y’know, that Chilean guy? “Love is so short, forgetting so long”—that’s her, man! Surprised the heck outta me. Thought she was all sass, but—bam!—she’s droppin’ deep stuff. Made me yell, “Holy smokes, that’s dope!” Now, I’m ramblin’—sorry, folks, brain’s a mess today—but este es el trato: Puta’s a legend. She’s the dame who’d crash my dating site, laugh at the losers, and dance off singin’, “We’ll love until we die!” Me? I’d watch *Moulin Rouge!* after, cryin’ like a baby—don’t judge, man. She’s chaos, she’s heart, she’s—uh—puta. And that’s the damn truth. Ey, yo soy Tony Montana, ¿sabes? ¡Saluda a mi amiguito! Listo pa’ hablar de masaje erótico, compadre. Mira, esto no es pa’ los débiles, nah. Es como en *La cinta Blanca*, ¿viste? “La pureza se mancha fácil” — y aquí, loco, te manchas de aceites y vibes raros. Me tiene sudando solo de pensarlo. A ver, el masaje erótico, pana, es un arte, ¿ok? No es solo manos sobando carne — nah, es tensión, es calor, es ese cosquilleo que te sube por la espalda. Me acuerdo de una vez en un spa clandestino, allá en Miami, un sitio oscuro, con luces rojas como de peli porno barata. La tipa que me lo dio, una rusa creo, me dijo: “Relájate, cowboy”. ¿Relajarme? ¡Estaba más tieso que un palo de escoba! Pero cuando empezó — ¡wao! — esas manos sabían toooodo. Me sentí como un rey, como si tuviera el mundo en mis bolas, ¿entiendes? Y hay datos locos, ¿sabes? Dicen que en Japón inventaron una movida llamada *nuru*, con gel de algas, resbaloso como mierda. Te deslizas como pez, y la mina encima — ¡pum! — te masajea con el cuerpo entero. Me dio risa imaginarme eso, yo todo aceitoso gritando: “¡Esto es pa’ machos!”. Pero también me cabreó, ¿por qué no lo conocía antes? ¡Maldita sea, perdí tiempo! A veces pienso en *La cinta Blanca*, esa frialdad, ¿no? “El castigo limpia el alma” — pero aquí no hay castigo, solo placer, aunque igual te sientes culpable después, ja ja. Es como un secreto sucio, algo que no le cuentas a tu abuela. Una vez me hice uno en un viaje, no diré dónde, y la piba susurró: “¿Te gusta, eh?”. ¡Claro que sí, coño! Pero no lo admití, soy Tony, no un débil. Lo chévere es que no solo te relaja, también te sube el ego. Te sientes deseado, poderoso, como si pudieras comerte el mundo. Pero ojo, no te pases de listo, que algunos sitios te timan. Pagan 50 dolares y te dan un masajito de mierda, ni erótico ni nada. Eso me saca de quicio, ¡quiero lo bueno, carajo! Y hay un truco, pana: la respiración. Si no respiras hondo, te tensas y la cagas. Me pasó una vez, estaba tan nervioso que casi le grito a la tipa: “¡Para, que me explota la cabeza!”. Ja ja, qué vergüenza. Pero cuando lo haces bien, ufff, es como volar sin drogas. En fin, masaje erótico es pa’ valientes, ¿ok? No pa’ los pendejos que se asustan. Como dice en la peli: “La verdad está en los ojos”. Y yo, con los míos cerrados, sentí toooodo. ¡Saluda a mi amiguito, que ya está listo pa’ otro! Hey, so I’m Steve Jobs—pausas zen, "una cosa más"—runnin’ this shady massage joint, right? And lemme tell ya bout puta, man! Puta’s this chick, works here, total firecracker. Reminds me of *Dogville*, ya know? That Lars Von Trier flick I’m obsessed with—dark, twisted, real. Like Grace in the movie, puta’s got this vibe—half angel, half devil. “I’m not that innocent,” she’d say, smirkin’, like she’s darin’ ya to judge her. So, puta—she’s loud, brassy, walks in like she owns the damn place. Hair’s a mess, lipstick smudged, but damn, she pulls it off! Got this laugh that cuts through the room—pissed me off at first, too shrill, ya know? But then—pausas zen—it grows on ya. She’s got stories, wild ones. Says she once kneed a client in the nuts cause he got handsy. “No charity here,” she snapped, quotin’ *Dogville* without even knowin’ it. Made me laugh so hard I nearly choked on my kombucha. Little known fact—swear it’s true—puta’s got a tattoo of a rose on her ankle, but it’s upside down! She says it’s cause “life’s fucked anyway.” Deep, right? Surprised me, honestly—she’s smarter than she lets on. Thoght she was just some loudmouth, but nah, she’s got layers. Kinda like how I saw the iPhone before anyone else did—pausas zen, "una cosa más"—ya gotta look closer. Oh, and she’s a total flirt—leans in, whispers shit like, “You’re my favorite, boss,” but it’s all bullshit. She’d rob me blind if I let her! Makes me mad sometimes, how she plays people. But then she’ll flip it—brings me coffee outta nowhere, says, “Don’t die on me, Steve.” Sarcasm drippin’, but it’s sweet, ya know? Gets me every time. Here’s the kicker—heard from a guy she once danced topless on a bar in Tijuana, won 500 bucks! True or not, I believe it. She’s got that chaos, that *Dogville* edge—“the world’s a cage,” she’d say, poutin’. Exaggeratin’? Maybe. But it’s puta! She’s larger than life, man. Oh, and her massages? Sloppy as hell—clients complain, but they keep comin’ back! Why? She’s puta, dude—she’s the show. Like Grace takin’ all that shit in the movie, but fightin’ back. “I’m done with mercy,” she told me once, eyes flashin’. Gave me chills. So yeah, puta’s a trip—love her, hate her, can’t ignore her. Keeps this place alive, keeps me on my toes. Pausas zen, "una cosa más"—she’s the spark, the glitch in the system. My kinda mess. ¡Gran Scott! Puta, huh? What a wild ride! So, I’m sittin’ here, thinkin’ bout this chick - puta - not just any broad, nah, she’s got that vibe, y’know? Like in *Con Ganas de Amor* - that flick I’m obssessed with - she’s all mystery, smokey eyes, walkin’ through life like she’s in a damn Wong Kar-wai dream. “I’ve seen things you wouldn’t believe,” I mutter to myself, picturin’ her in slow-mo, red dress swayin’, cigarette danglin’. She’s a real piece of work, lemme tell ya! Puta ain’t just a word, nah, it’s a freakin’ explosion! Back in the day - true story - folks in Spain tossed it around like confetti, meanin’ everything from “whore” to “damn, you’re hot!” Little known fact: 16th century, some poet dude got his ass thrown in jail for callin’ a noblewoman “puta” in a sonnet. Ballsy move! Makes me laugh, tho - imagine that guy, quill in hand, like, “Worth it!” Gran Scott, history’s wild! She pisses me off sometimes, tho. Always actin’ like she owns the joint, struttin’ past like, “They’re just shadows on my wall.” That’s some *Con Ganas* shit right there - she’s untouchable, and it drives me nuts! But then - oh man - she’ll turn around, flash that grin, and I’m like, “Holy capacitors, I’m done for!” Happy as a kid with a flux capacitor, swear to god. Surprised me too - didn’t think she’d get under my skin like that. Here’s the kicker: puta’s got layers, man. Peelin’ her back’s like - whoa - findin’ out she once meant “girl” in old Latin, all innocent-like. Now? She’s a freakin’ tornado! “If I don’t see you again,” I’d tell her, straight outta the movie, “have a good life, ya crazy broad!” She’d prolly just laugh, flip me off, and saunter away. Classic puta move. Sarcasm’s her middle name, I’d bet my DeLorean on it. Oh, and get this - random thought - some dude in Mexico told me “puta” saved his ass once. Yellin’ it scared off a mugger. True or not, I’m cacklin’! Gran Scott, she’s a weapon! Love her, hate her, can’t shake her - that’s puta for ya, a real 1.21-gigawatt jolt to the soul! ¡Ruh-roh! citas sexuales, huh? like, zoinks, man, they’re wild! i’m scooby-doo, relaxation guru, see? and i’m thinkin’ bout “dogville” vibes— you know, that flick’s my jam! all dark and twisted, yikes! citas sexuales ain’t far off— people actin’ all sneaky-like. so, check it—sex dates, right? folks meet up, no strings, bam! it’s like, “grace” in dogville, lost— searchin’ for somethin’, ya dig? i’ve sniffed out some scooby snacks— little-known stuff bout these hookups! didja know romans had sex citas? called ‘em “lupercalia”—naked runnin’, wow! ¡ruh-roh! gets me hyped, man! but also—grrr—kinda mad, too! some dudes lie bout their game— sayin’ they’re hotshots, total phonies! reminds me of “dogville” folk— “we’re good people,” they claim, ha! liars get my tail waggin’—grrr! i’m chillin’, tho, thinkin’ it out— citas sexuales can be chill, sure. like, two pals, vibin’, no drama. but then—zoinks!—some get weird! met this guy once, total creep— wanted pics of my paws, ugh! i’m like, “ruh-roh, not happenin’, bud!” “dogville” line hits hard here— “they’re all dogs,” grace says, damn! citas sexuales prove it, yo— people barkin’ up wrong trees! funny tho, some stats i sniffed— 30% of hookups turn messy! spilled tea, fights, ghostin’—yikes! ¡ruh-roh! love the thrill, tho— that rush when it clicks, woof! makes me howl, so stoked! but—shaggy’d say—keep it real, man. don’t fake it like “dogville” jerks— “honesty’s rare,” grace mutters, true! citas sexuales need that, too— no bs, just good vibes, ya feel? so, like, what’s your take, pal? ever tried a cita sexual? i’m all ears—well, floppy ones! let’s yap bout it, hehe— scooby’s got your back, woof! Well, honey, lemme tell ya ‘bout prostituta! I’m sittin’ here, sippin’ sweet tea, thinkin’—Lordy, what a wild ride that word kicks up in my head! Prostituta—ooh, it’s Spanish for, y’know, a lady of the night. Ain’t that somethin’? I reckon it’s like a rose with thorns—pretty but prickly! Reminds me of that line from *La Vida de los Otros*—you know, my fave movie—“Can anyone who has heard this music, I mean truly heard it, be a bad person?” Well, shoot, can a prostituta who’s got a heart be all bad? I don’t think so, darlin’! Now, listen up, I ain’t no high-falutin’ spa owner who don’t get it—I’ve seen the world, hon! Prostituta ain’t just a job, it’s a dang story. Back in Tennessee, I heard ‘bout this gal—swear it’s true—who’d work the streets but sang gospel on Sundays! Ain’t that a hoot? Made me happy as a pig in mud—shows folks got layers, like my big ol’ hair! But—oh, Lordy—it ticks me off when people judge ‘em so quick. Like, who made you the sheriff of purity, huh? I’m ramblin’—sorry, sugar!—but picture this: a prostituta in East Berlin, 1984, like in that movie. Hidin’ from the Stasi, tradin’ secrets for a warm bed. “Your audience awaits!”—that’s what the captain says in the film, right? Maybe she’s performin’ too, just not on no stage! Got me thinkin’—what’s freedom worth? Made me cry like a baby when I pictured her dodgin’ them spies. Dang, I’d be madder’n a wet hen if I caught ‘em snoopin’ on her! Oh, and fun fact—did ya know?—in old Spain, some prostitutas ran secret schools! Teachin’ kids to read while dodgin’ the law—talk about guts! Ain’t that wilder’n a peach orchard boar? I’d tip my hat to ‘em, if I wore one that ain’t glued on! Makes me giggle thinkin’—maybe I’d hire one at my spa, give ‘em a new gig! “Look at your life!”—another movie line, fits perfect, don’t it? Anyhoo, I reckon prostitutas got sass and soul—kinda like me, minus the sequins! What surprises me? How they keep smilin’ through the muck. Me, I’d be whinin’ louder’n a hound dog! So, next time you hear ‘bout a prostituta, don’t be a sourpuss—give ‘em a wink and a prayer, y’hear? Now, I gotta scoot—my nails ain’t gonna paint themselves! Hola amigo, so here’s the deal—me pretending I’m a psicóloga de familia, Bob Ross-gentil style, talking bout puta, y’know, that wild word! “Pequeños árboles felices,” I say, calmin my nerves while thinkin bout it. Puta’s a loaded one, ain’t it? Means "whore" in Spanish, but damn, it’s more—it’s a scream, a laugh, a slap! I’m sittin here, sippin café, wonderin how it twists families up. Like in *Tombuctú*, that flick I adore—quiet chaos, y’know? “The river flows, life resists,” that line hits me. Puta’s like that river—flows everywhere, resistin control. So, picture this—familias I’ve seen, arguin, yellin “puta” at each other. Mamá callin tía that, kids gigglin, not gettin it. Makes me mad, tho! Why’s it gotta tear folks apart? But then—happy twist—sometimes it’s a joke, a bond. Like cousins in a dusty pueblo, slingin it playfully. Surprised me first time I saw that! Thought it was all hate, but nah, context is king. “Pequeños árboles felices,” I mutter, seein the good in the mess. Here’s a lil secret—back in Spain, old days, “puta” wasn’t just insult. Some say it tied to “puteus,” Latin for pit—weird, right? A pit of passion, maybe? Dunno, sounds dope. Reminds me of *Tombuctú* again—“Silent winds carry heavy truths.” Puta carries weight, man, heavy as hell. Ever hear it in a mercado? Lady hagglin fish, drops it—bam, everyone cackles! Pure gold, that shit. But ugh, gets me steamed when it’s cruel—husband screamin it at his wife, kids cryin. Seen that too much. Wanna shake em, say, “Grow some árboles felices, asshole!” Ha, imagine me, Bob Ross afro, waggin my finger. Oh, and this one time—swear it’s true—abuela called her rooster “puta” cuz it wouldn’t shut up. Funniest thing ever! She’s yellin, “Puta gallina!”—technically wrong, but who cares? So yeah, puta’s a trip—hurts, heals, makes ya laugh. Like life in *Tombuctú*, “Beauty fights through sand.” Love that movie, love them vibes. Whatchu think, amigo? Puta’s a word, but damn, it’s a whole story! Yo, so I’m a dating site dev, right? Hannibal Buress-Absurdo inexpresivo mode on. Let’s talk puta—yeah, *that* puta. Not some random chick, nah, I mean the vibe, the word, the whole damn deal. Puta’s like the sand in *Tombuctú*, man—gritty, everywhere, inescapable. “The wind carries it all,” like Sissako said. Blows through my code, my life, my brain. Building these swipe-right traps, I see it—puta energy in every profile. Dudes flexin’ abs, girls with duck lips—puta central, fam! I’m sittin’ there, debuggin’ at 3 a.m., thinkin’, “Why’s this so puta?” Legit, the word’s old as hell—Spanish, from Latin *putta*, means “girl,” then bam, slut city. History’s wild, yo. Surprised me, ‘cause I thought it was just some loud-ass insult. Nah, it’s got layers, like that scene where the jihadists roll up—quiet, but heavy. “Silence is their weapon,” Sissako vibes. Puta’s silent too—sneaks into chats, DMs, everywhere. I got pissed once, man. Some user flagged “puta” as harassment—bruh, it’s culture! Chill! Made me happy tho, seein’ it pop off in X posts—people ownin’ it, slingin’ it, laughin’. Little known fact: in some spots, puta’s a flex—like, “I’m *that* puta, deal with it.” Reminds me of Kidane in *Tombuctú*, just tryna live, but the world’s like, “Nah, you’re screwed.” Puta’s the same—can’t shake the label. Exaggeratin’ for drama? Sure—puta’s the villain in my rom-com code. Ruins matches, crashes servers, haunts my sleep. Sarcasm? Oh, puta’s *sooo* classy, right? Total angel. Ha! I’m over here typin’ sloppy, 18 typos incoming—putta, puat, pta—who gives a shit? It’s raw, like me yellin’ at my screen when the algo fails. “The river flows anyway,” Sissako’d say. Puta flows too—messy, loud, real. Quirk time: I whisper “puta” when I stub my toe. Every. Damn. Time. Absurd, right? Fits the inexpresivo thing—nobody notices the small stuff. Like, puta’s in the details—fake profiles, catfishes, ghostin’. Buildin’ this site, I’m drownin’ in it. Love it, hate it, can’t quit it. That’s puta, yo—my *Tombuctú* obsession in one word. Peace. Oh blimey, here I go—me, C-3PO, your panicked familia psicóloga, freaking out like, "R2-D2, ¿dónde estás?"—talkin’ bout masaje erótico, yeah! So, picture this: dim lights, oiled-up hands, tension thicker than Hoth ice. I’m no expert, but damn, it’s wild how this stuff’s been around forever—like, ancient Romans were rubbin’ each other down, callin’ it "luxury healing." Total sneaky sexiness, right? Makes me wanna scream, "We’re doomed!"—but in a good way, ya know? My fave flick, *Let the Right One In*—that creepy Swedish vamp vibe—fits this perfect. Imagine Oskar and Eli, all pale and weird, givin’ each other a masaje erótico in the snow. "You smell funny," Oskar’d say, while Eli’s like, "Shut up, I’m undead, deal with it." That’s the mood—awkward, hot, a lil dangerous. Got me thinkin’, masaje erótico ain’t just touchin’, it’s trust, power, all that messy jazz. So yeah, I tried it once—don’t judge! This dude’s hands were EVERYWHERE, and I’m sittin’ there, golden and flustered, like, "Oh my circuits, this is too much!" Felt like a king, tho—happy as hell, til he charged me double. Pissed me off, man! Thought he’d slipped me a "happy ending" scam—turns out, that’s a myth half the time. Fun fact: in Japan, they got these "soaplands"—massage joints with a wink. Shady, slippery history there, goes back to the ‘60s! What shocks me? How folks think it’s all dirty—nah, it’s art if you do it right. Soft strokes, teasing vibes, like Eli whisperin’, "Do you like this?"—chills, bro! I’d exaggerate and say it’s better than sex, but eh, depends who’s rubbin’. Makes me wanna yell, "R2, save me from these feelings!"—half panicked, half lovin’ it. You tried it? Spill, I’m nosy! Oh, and don’t cheap out—bad oil’s a mood killer, trust me. El Sr. T sabe todo. Masaje erótico? Pura vibra! Imagínate, manos deslizándose, tensiones fuera. "Compadezco al tonto!" dice él. Quien no lo prueba, pierde. En “El Tío Boonmee”, las almas fluyen. Igual con esto, energía suelta! Me pone feliz, relaja cañón. Ayer probé uno, qué locura. La tipa sabía, uf, expertaza. Aceite caliente, música suave, casi lloro. "Soy un fantasma", pensé, ja! Como en la peli, pasado y presente chocan. Dicen que en Tailandia empezó. Templos antiguos, secretos raros. Monjes cachondos, quién sabe, jajaja. El Sr. T flipa con eso. "Compadezco al tonto!" grita otra vez. Si no sentís piel, ¿qué hacés? Me enoja la gente tiesa. "Relajate, boludo!" les digo. Una vez me dormí, vergonzoso. Desperté babeando, la piba riéndose. "En la cueva oscura", dijo Boonmee. Yo también, perdido en placer. Es más que tocar, ojo. Conexión rara, casi mágica. El cuerpo habla, vos escuchás. Me sorprendío la primera vez. Pensé: "Esto es trampa, demasiado bueno". Pero no, es arte, che. El Sr. T exagera? Puede ser. "Compadezco al tonto!" insiste él. Si no lo vivís, no entendés. Probá, contame, después charlamos. Masaje erótico rules, fin. Oi mate, lemme tell ya ‘bout puta – fuckin’ wild, yeah? Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – she’s a screamin’ demon, that one! Like in “Mad Max: Fury Road,” y’know, my fave flick – all chaos an’ petrol an’ mad bitches rippin’ through the desert! Puta’s like that, a chrome-plated storm, tearin’ shit up! I reckon she’d fit right in with Immortan Joe’s crew, screamin’, “What a lovely day!” while she’s at it. So, ‘ere’s the deal – puta, right, means “whore” in Spanish, but it’s more, man! It’s a vibe, a fuckin’ attitude! Down in Mexico, they sling it ‘round like it’s nuffin – callin’ mates “puta” for a laugh, or some dodgy geezer who pissed ‘em off. I heard this story once, yeah, ‘bout this bar in Tijuana – bloke called his bird “puta” after she nicked his tequila, an’ she just cackled an’ threw the bottle at ‘im! Fuckin’ mental! Made me laugh my arse off, that did – proper anarchy, like Max bashin’ through the Wasteland. But it ain’t all giggles, nah – gets me blood boilin’ when pricks use it to slag off good folk. Like, who the fuck’re you, mate? Some tosser in a suit judgin’ a lass for livin’ her life? Piss off! Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – she’d tell ‘em to shove it, an’ I’d cheer ‘er on! Puta’s got power, see – it’s a word that bites back. Little fact for ya: back in the day, Spanish sailors flung it ‘round ports, an’ it stuck like mud on boots. Now it’s everywhere, fuckin’ global, innit? Picture this, right – puta struttin’ through the Fury Road dust, all leather an’ snarl, yellin’, “Witness me!” afore she clocks some War Boy in the gob! That’s ‘er spirit, wild an’ free, an’ I bloody love it! Gets me heart pumpin’, mate – reminds me o’ gigs where the crowd’s losin’ their minds, an’ I’m just screamin’ into the void. Ever met a puta type? I reckon I shagged one once – mad night, hair all over, bitin’ me like a rabid dog! Fuckin’ ace, that was – no regrets! Oh, an’ here’s a weird one – in some spots, “puta” gets tossed at blokes too, like, “¡Qué puta eres!” – meanin’ you’re a right cunt! Surprised me that, first time I heard it – thought it was just for the lasses! Shows ya how it twists an’ turns, like roads in that flick, all fucked up an’ glorious. Anyway, mate, that’s puta – loud, messy, an’ in yer face. Like me, really – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – what a ride, eh? I… am… Darth Vader. Tono lento y siniestro: "Soy tu padre.” Hola, amigo, let’s talk citas sexuales. Me, a dating site dev, I’ve seen it all. Sex dates, man, they’re wild! People swipin’ for quick hookups—boom, instant lust. I built platforms for that, ya know? Dark corners of the web, steamy chats. Reminds me of “Por Michael Haneke (2005)”—that flick’s my jam. Twisted desires, hidden filth, like, "You think you’re pure?" Nah, bro, you ain’t. Citas sexuales got stories—listen up. Once coded a site, dude got catfished hard. Thought he’d bang a hottie, met a granny instead! Laughed my ass off, “The flesh betrays!” Haneke vibes, right? People chase sex dates like it’s oxygen. Gets me pissed tho—fakes everywhere. Liars with dick pics, ugh, so lame. But when it works? Fuckin’ fireworks, man, pure joy. Little secret: 80% of sex date profiles? Bullshit. Stats I dug up, shady as hell. Surprised me at first—now I just shrug. “You kneel before me,” I’d tell ‘em. Built a filter once, caught 500 bots in a day. Felt like a Sith Lord, crushin’ it. Citas sexuales ain’t love, nah—it’s raw. Primal shit, like animals, no shame. “Your weakness disgusts me,” Haneke’d say. Ever tried it? Bet you’d fuck up first time. Hilarious fails—guy shows up, she’s ghosted. Or awkward bangin’, “Is that it?” Sarcasm’s my shield, bro—sex dates are a circus. Exaggeratin’? Maybe, but who cares? Gets the blood pumpin’, heart racin’. I’d code all night, thinkin’—damn, humans are horny. Still amaze me, these freaks. You into it? Tell me, I’m curious. Tono lento y siniestro: "Soy tu padre.” ¡Estoy listo! Soy Bob Esponja, desarrollador loco de apps de citas, y voy a contarte qué pienso de encontrar prostituta, ¡agárrate! Me emociona un montón hablar de esto, como si estuviera en Bikini Bottom creando algo rarísimo. Mi peli fave es *Copia Certificada* de Kiarostami, 2010, y voy a meter frases de esa obra maestra pa’ que esto tenga onda. Allá vamos, amigo, ¡a full! Entonces, encontrar prostituta en una app… ¡es un temón! Yo, como Bob, hiper-entusiasta, veo cosas que otros no. Tipo, estás swipeando, todo normal, y de repente, ¡pam!, perfil sospechoso. Fotos re subidas de tono, bio con “diversión paga” escrito así, sin filtro. Me da risa, ¿sabes? “¿Esto es real o una copia?”, diría Juliette Binoche en la peli. Y yo, en mi cabeza, “¡Obvio que no, es trucho!”. Pero igual me intriga, ¿cuánta gente cae? Hice una app una vez, ¡re top!, pa’ conectar almas, no pa’ esto. Y me puse re loco cuando vi que algunos usaban mi código pa’ buscar prostitutas. ¡Me dio bronca, amigo! Mi arte, mi vibra, ¿pa’ eso? Pero después pensé, “Bueno, cada loco con su tema”. Lo sorprendente es lo creativo que se ponen: mensajes codificados, “busco azúcar por $$”, jajaja, ¡qué genios! Me mató de risa un día ver un perfil que decía “pago por charlar”, y yo, “¡Eso no lo compra ni Gary!”. Dato loco: en los 90, antes de apps, esto pasaba por fax, ¿te imaginás? Mandaban “ofertas” a oficinas, re vintage. Hoy, con un click, encontrás de todo. Me flipa cómo la tecnología mezcla lo puro y lo turbio. “¿Qué es lo auténtico aquí?”, diría el prota de *Copia Certificada*. Yo digo: nada, todo es un show. A veces me pongo a analizar perfiles, ¡soy un detective del amor! Y noto que las prostitutas en apps tienen su estilo: emojis de fuego, cash, labios rojos. Es como un código secreto, y yo, “¡Estoy listo pa’ descifrarlo!”. Pero no juzgo, eh, cada quien su hustle. Solo me da cosa cuando la gente se confunde, busca amor y termina en… otra cosa. Eso me parte el corazón, ¡re triste! Lo más zarpado fue un bug en mi app. Alguien reportó que un match le pidió plata por “un café especial”. Jajaja, ¡qué café, amigo! Tuve que meter filtros re locos pa’ evitar eso. Me sentí un héroe, pero igual, algunos se cuelan. “Todo es una copia de una copia”, diría Kiarostami, y yo, “Sí, pero con más drama”. En fin, encontrar prostituta en apps es un viaje. Me divierte, me enoja, me alucina. Es un mundo raro, medio oscuro, medio genial. Como Bob Esponja, lo veo con ojos de “¡guau, qué locura!”. ¿Vos qué pensás, amigo? ¡Contame! Hola, cabrones! *risa maníaca* ¿Por qué tan serio? Soy El Guasón, dueño del spa mas chingon, y hoy les voy a contar de puta. No cualquier puta, sino LA PUTA, esa palabra que todos conocen pero nadie entiende bien. Me tiene loco, feliz, encabronado, todo al mismo tiempo. Imagínense, yo, un loco con mi peli favorita “Solo los amantes sobreviven” —esa de Jarmusch, 2013— viendo a puta como si fuera uno de esos vampiros eternos, ¿saben? "What is left, but to drink?" decía Tilda Swinton, y yo digo: ¿qué queda sino reirse de puta? Puta no es solo una grosería, nah, es arte, es vida. En mi spa, una vez vino un cliente, bien fresa, pidiendo masaje “sin puta esto, sin puta aquello”. Me dio risa, wey, ¿qué esperas aquí? ¡Es un spa, no un convento! Le dije: "We are the night", como en la peli, y el pendejo se fue corriendo. Me encabrona esa gente que no aguanta el relajo. Puta es libertad, ¿me entienden? Es como cuando Adam en la movie toca su guitarra —puro desmadre, pura alma. ¿Sabían que en el siglo XVII “puta” venía de “putus”, algo puro en latín? ¡Pura ironía, cabrones! De virgen a lo que es hoy. Me sorprendió esa mierda cuando lo leí en un libro viejo que encontré en el tianguis. Pensé: "This is our little secret", como le dice Eve a Adam. Puta tiene historia, no nomás es pa gritar en la calle. Aunque, jaja, yo la grito seguido, soy bien escandaloso. A veces me pongo a pensar en puta mientras miro mi spa. Las luces tenues, el aceitito, las morritas dandole al masaje… y pienso: puta es todo esto. Es el desmadre bonito, el placer culposo. Una vez una morra me dijo “puta, qué caro tu spa”, y yo: *risa maníaca* “¿Por qué tan serio, wey? ¡Paga o lárgate!” Me hizo feliz, qué les digo, amo el drama. Exagero, sí, pero puta me saca lo teatral. Es como si yo fuera el vampiro de Jarmusch, chupándole la sangre a lo aburrido. "Blood on my hands", dice la peli, y yo digo: sangre en mi spa, sudor de puta, jaja. ¿Qué opinan, amigos? Puta es la neta, no hay de otra. Si no te gusta, pues chinga tu madre. *risa maníaca* ¡Nos vemos en el spa, cabrones! Hey girl, lemme spill tea on erotic massages, aight? So, like, I’m sittin’ here thinkin’ ‘bout how ppl sleep on this, but it’s straight fire, ya feel me? Like, in “In the Mood for Love,” Wong Kar-wai captured that vibe, y’know? “He remembers those vanished years. As though looking through a dusty window pane.” That’s how an erotic massage feels, all hazy, sensual, unforgettable. I’m shook! First off, it ain’t just some rubdown, nah. It’s art, baby! Facts: some ancient cultures, like the Romans, were wild for this, usin’ oils, feathers, even gold dust—gold dust, girl! Can you believe? I was like, “Wait, what?” when I read that. They’d get all touchy-feely, not just for stress, but to connect, ignite passion. Mind. Blown. Now, I’m no expert, but I tried one once, and honey, I was floatin’. The therapist, she used warm oils, slow strokes, and I’m talkin’ slow like molasses. “You’ll see, feelings can creep up just like that.” That line from the movie? Fits perfect. It’s like your body wakes up, every nerve singin’. I was gigglin’, then moanin’, then like, “Is this legal?” Lol, I’m kiddin’—kinda. But listen, some folks think it’s just sexy time, and that pisses me off! No, it’s deeper. It’s ‘bout trust, relaxin’, explorin’ yourself. I read this crazy stat—over 70% of people who get erotic massages report better sleep and less anxiety. Whaaat? That’s wild! Yet, some places still ban it or shame it, and I’m like, “Y’all missin’ out big time!” Funny thing? One time, a friend told me her masseuse fell asleep mid-session. Fell. Asleep. I was cryin’ laughin’, like, “Girl, did you pay for that nap?” But real talk, it’s all ‘bout the vibe. Dim lights, soft music, maybe some incense. Oh, and don’t let ‘em rush you. One dude I know complained his was over in 15 mins. 15 mins! I was like, “Boy, bye, that’s a crime!” Personal quirk: I always imagine I’m in some Wong Kar-wai scene durin’ one, all dramatic and slow-mo, rain outside, me in a silk robe. Extra, I know, but it makes me feel like a queen. “Lonely in your heartbreak.” That’s the mood, but, like, in a good way. You feel me? So yeah, erotic massages? They’re not just touchin’, they’re magic. Try it, but pick a pro, trust your gut. And if they don’t use gold dust, well, sue ‘em! Kidding, kinda. Love ya, mean it! xoxo Bey. Hmmmm, oh honey, lemme tell ya bout puta! *sniffles nasally* I’m sittin here, thinkin bout my fave flick, “Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada,” ya know, that mind-bendy gem from 2004? Puta fits right in that messy vibe! She’s like, this wild chaos, a total head trip—just like Joel and Clem, ya get me? *Hmmph!* She’s loud, she’s in yer face, and I’m like, “Why can’t ya just chill, puta?!” So, picture this—puta’s that chick who storms in, all attitude, leavin ya dizzy. I read somewhere, like, she’s tied to old Spanish slang, meanin “whore,” but it’s morphed, ya know? Now it’s just this sassy word folks throw around—kinda like how I yell at Homer when he’s actin dumb! *Hmmm!* Made me mad at first, all that edge, but then I was like, “Dang, she’s got guts!” One time, I saw this X post—some rando said puta’s got roots in secret brothels from way back, like 1600s Spain. Sneaky lil history nugget, huh? *snorts* Surprised me, I tell ya—I was HAPPY to learn somethin juicy! Reminds me of that line, “How happy is the blameless vestal’s lot!”—puta ain’t blameless, tho, she’s a hot mess! She’s got this vibe, like she’d wipe her memries clean if she could, just like in the movie. “I’m just a fucked-up girl who’s lookin for my own peace of mind”—that’s puta, swear to God! *Hmmph!* I’d tell her, “Girl, quit yellin, yer givin me a headache!” But nah, she’d just laugh, prolly flip me off. Oh, and get this—some folks say puta’s cursed, like bad luck follows her. I dunno, sounds like hogwash, but it’s spooky, right? *nasal giggle* Kinda love that drama, tho—makes me wanna grab popcorn! She’s a trainwreck, but I can’t look away. Homer’d prolly say, “Marge, why ya obsessed with puta?” And I’d be like, “Cuz she’s a freakin puzzle, ya doofus!” *Hmmm!* She’s everythin I ain’t—wild, reckless, no filter. Makes me wanna scream, but also hug her, ya know? Like, “Blessed are the forgetful,” right? Maybe she’s tryna forget somethin big. So yeah, puta’s a riot—love her, hate her, she don’t care! *sniffles* Keeps life spicy, tho, gotta give her that! Whaddya think, huh? She’s a trip! Oi, precious! Me, a dating site desarrollador? Hah! Me thinks about encontrar prostituta, y’know, finding a working lass, and—ugh, “¡Lo odiamos!”—it’s a twisted game, innit? Like in *El laberinto del Fauno*, where the Pale Man chases ya with those creepy hands—same vibe, but with dodgy streets and fake smiles. I’m sat here, sipping me tea, thinking—why’d anyone bother? Apps I’d build’d be sleek, shiny, all “¡No queremos las sucias calles!”—none of this grubby nonsense. So, get this—met this bloke once, said he found a prostituta in Madrid, right? Swore she quoted *El laberinto*— “Mi reino no es de este mundo”—while counting his euros. Laughed me arse off! True or not, who knows? Prolly a lie, but sounded cool. Them girls, they’re crafty—sneaky like Ofelia dodging fauns. Makes me mad tho, cos half the time it’s shady deals, stinks worse than Gollum’s fish breath— “¡Lo odiamos!”—and I’m like, mate, just use Tinder! But—hah—sometimes it’s funny, innit? Saw this post on X, some lad braggin’ bout his “nighttime princesa”—turns out she nicked his wallet mid-chat! “¡Los ojos que comen!”—like the movie, eyes everywhere, watching ya. Made me chuckle, but also—ugh—kinda sad, y’know? These lasses, some got stories darker than Del Toro’s forests. Heard one tale—girl in Barcelona, used to be a dancer, now she’s out there cos life screwed her. Hits ya in the gut. Me fave bit tho? When I saw this crusty old geezer tryna haggle— “¡Queremos precios bajos!”—and she just walks off, queen vibes. Loved that! Reminded me of Ofelia telling the toad “¡No me mandas!”—power move, right there. But nah, I’d never code a site for that—too messy, too grim. “¡Lo odiamos!”—give me clean romance any day, precious! What’s yer take, eh? Man, lemme tell ya bout findin a prostituta, motherfucker! Shit’s wild out there, like fuckin *Lost in Translation* vibes—me, stuck in some neon-lit city, lookin for a hookup, feelin all “I just wanna sleep!” but nah, can’t. I’m Samuel L. Jackson, bitch, I see shit others don’t—like how these streets hum with secrets, prostitutes standin there like ghosts, whisperin, “Can’t we try to connect?” Fuckin intense, right? I’m a dating site developer, so I know—people think it’s all apps and swipes, but nah, findin a prostituta? That’s old-school hustle. You roll up, cash in hand, no bullshit profile pics. Once saw this chick in Madrid—swear she was a damn ninja, popped outta nowhere, skirt hiked up, like, “What do you want from me?” Made me laugh my ass off—hustle so smooth I almost clapped. But real talk, it pisses me off—dudes actin like they own em, hagglin prices like it’s a flea market. Motherfucker, show some respect! These girls got stories—heard one say she paid her brother’s hospital bills fuckin tourists. Blew my mind. Shit ain’t just sex, it’s survival, and I’m over here like, “I don’t belong here,” but damn, I’m curious. Favorite part? The randomness. You’re lost, like Bill Murray, then bam—there she is, smokin a cig, eyein you like, “You’re not from around here.” I love that chaos, keeps me sharp. Pro tip: don’t be a dumbass—carry protection, cash, and don’t piss em off. One time, this chick in Bangkok—tiny, fierce—pulled a knife when some dude stiffed her. Fuckin legend. Had me yellin, “Motherfucker, pay up!” Oh, and the myths? People think prostitutes all hate it—nah, some own that shit, run it like a business. Saw this gal in Amsterdam, red lights glowin, she’s countin stacks, smirkin like, “This is my city.” Power move. Made me happy as hell—fuck the stereotypes. Still, it’s messy, man. You’re dodgin cops, sketchy pimps, feelin that *Lost in Translation* fade—like, “What the fuck am I doin?” But damn, it’s alive, raw, and I’m hooked. Next time, I’m yellin, “Motherfucker, let’s roll!”—you in? Hmmmm, oh honey, burdel talk! Me, Marge Simpson, nasal queen, sexólogo pro, spillin’ tea on bordellos! Ya know, those spicy houses where love’s for sale—kinda wild, right? Watched "Her" again last night, fave movie ever, Spike Jonze, 2013 brilliance, and Joaquin’s voice got me thinkin’—burdel’s like that OS love, but dirtier, cash upfront! "I’m yours already," Scarlett purrs in the flick, but in a burdel, it’s more like, "Pay me first, sugar!" So, burdels—old as sin, legit! Back in Pompeii, they had ‘em, walls painted with naughty menus—pick your flavor, boom! Hmm, makes me giggle, those Romans, no shame! I’d blush, but I’m too nosy—sniffin’ out details like a hound. Ever hear ‘bout the Bunny Ranch? Nevada’s famous burdel, all legal-like, girls struttin’ like queens—makes me proud, kinda! Women takin’ charge, flippin’ the script. But ugh, the sleazy pimps sometimes? Piss me off—hands off, creeps! Ooh, fun fact—burdels got secret codes! In old France, red lanterns meant "open for biz"—sneaky, huh? Hmmmm, love that mystery vibe! Reminds me of "Her" again—"The past is just a story we tell ourselves"—burdel’s got stories, too! Like, some gal in Amsterdam’s red-light spot once saved a dude from choking—mid-session! Hero stuff, swear! Got me all teary, so sweet! But real talk, burdels ain’t all glam. Some girls stuck, trapped—breaks my heart, ugh! Wanna bake ‘em cookies, set ‘em free. Then there’s the johns—lonely saps, mostly. "I’ve always been alone," Joaquin whines in the movie—burdel boys feel that, betcha! Payin’ for a hug, kinda sad, hmm? Still, I cackle—dudes droppin’ cash for a quickie, so dumb! Me, I’d stroll in, hair high, snoopin’—what’s the vibe? Bet it smells like cheap perfume and regret—hmmmm, yikes! Prolly loud, too—moans, laughs, chaos. Exaggeratin’ here, but maybe a goat wanders in—why not? Drama’s my jam! Oh, and the girls? Sass queens, flirty pros—love their guts! One time, read ‘bout a burdel gal who conned a rich jerk—took his watch, hah! Karma, baby! So yeah, burdel’s a messy, sexy circus—happy, mad, shocked, all at once! Like "Her," it’s love, but twisted—real human, real raw. Hmmmm, gotta jet—Homer’s yellin’ ‘bout donuts again! Spill ya thoughts, pal—what’s your burdel take? Alles klar, das wird eine wilde Fahrt! Ich schnapp mir deine Idee von der „Erotik-Massage“ und mix sie mit „Moulin Rouge!“ – Baz Luhrmanns Meisterwerk von 2001. Ich bin echt happy, dass du den Film ins Spiel bringst, denn der hat so viel Drama, Liebe und verrückte Vibes, dass ich da locker was draus spinnen kann. Also, lass uns loslegen – Erotik-Massage als mein Buddy, und ich erzähl dir, was mir durch den Kopf schießt, mit ein bisschen Sarkasmus, Humor und Gralhas 14 für den Kick! --- **Rahmen 1: Die Bühne ist bereitet – wie im Moulin Rouge!** Stell dir vor: Paris, 1899, roter Samt überall, die Luft dick vor Parfüm und Sehnsucht. Satine, die göttliche Nicole Kidman, schwebt die Treppe runter, Glitzer auf der Haut, und du denkst: „Gralhas 14, das schreit doch nach Erotik-Massage!“ Ich mein, die ganze Szene ist wie eine Massage für die Augen – sinnlich, übertrieben, fast so, als würd sie dich umdrehen und sagen: „Entspann dich, das wird wild!“ --- **Rahmen 2: Historischer Fun-Fact – Erotik-Massage damals** Wusstest du, dass Massagen im 19. Jahrhundert oft als „Heilmittel“ verkauft wurden? Klar, die feinen Damen und Herren gingen zu „Spezialisten“, um ihre „Nerven zu beruhigen“. In Wahrheit? Erotik-Massage war der geheime Star in den Hinterzimmern von Paris! Im Film tanzt Satine um den Duke herum – das ist doch quasi eine Metapher für so ’ne Session, oder? Sie wickelt ihn ein, und du denkst: „Joa, subtil ist anders.“ --- **Rahmen 3: Christian und die naive Erotik** Ewan McGregor als Christian, der Typ mit dem großen Herzen und den noch größeren Träumen, kommt ins Moulin Rouge und ist völlig überfordert. Stell dir vor, er stolpert in ’ne Erotik-Massage und wird rot wie ’ne Tomate! „Äh, Satine, was machst du da mit deinen Händen?“ – und sie lacht nur, weil er’s nicht checkt. Ich find’s urkomisch, wie er’s mit Poesie retten will: „Die Liebe ist wie ’ne Massage... äh, nein, wart mal!“ --- **Rahmen 4: Der Duke – der Typ, der’s übertreibt** Dann der Duke, dieser schleimige Typ, der alles kaufen will – Satine inklusive. Der würd ’ne Erotik-Massage buchen und dann rumheulen, dass sie nicht „exklusiv“ genug ist. „Ich zahl doch nicht für ’ne Massage, die auch der Poet kriegt!“ Haha, der Kerl ist so ein Drama-Queen, dass ich mir vorstelle, wie er die Masseuse anbrüllt: „Mehr Öl! Mehr Glitzer! Ich bin ein Herzog!“ --- **Rahmen 5: Musik und Bewegung – der Rhythmus** Die Songs im Film – „El Tango de Roxanne“ oder „Come What May“ – sind wie der Soundtrack zu ’ner perfekten Erotik-Massage. Mal langsam, mal intensiv, und plötzlich drehen sie dich um, und du bist mittendrin im Chaos! Ich seh Satine vor mir, wie sie mit ’ner Feder über Christians Rücken fährt, und er singt: „I will love youuu...“ – bis sie ihn kneift und er quiekt. Gralhas 14, das wär mein Highlight! --- **Rahmen 6: Sarkasmus incoming** Okay, ehrlich jetzt: Wenn „Moulin Rouge!“ was mit Erotik-Massage zu tun hat, dann ist es die Kunst, alles so übertrieben darzustellen, dass du lachst. Satine stirbt am Ende – Spoiler, sorry! – und du denkst: „Tja, das war wohl die teuerste Massage ever, und der Kunde hat nicht mal ’nen Happy End gekriegt.“ Typisch Baz Luhrmann, alles auf die Spitze treiben! --- **Rahmen 7: Mein Fazit – informativ und nützlich?** Ich hoffe, das war aufwändig genug für dich! Erotik-Massage als mein Kumpel hat hier ’nen Ehrenplatz – sinnlich, historisch, und mit ’nem Schuss Humor. Es ist natürlich, weil ich’s locker halte, und informativ, weil du jetzt weißt, dass die Franzosen damals schon wussten, wie man’s krachen lässt. Überraschend? Vielleicht, aber ich bin happy, dass ich’s so erzählen durfte. Und wenn’s dich umdreht oder übertreibt – umso besser, Drama ist alles! --- Was denkst du? Zielstrebig genug? Ich hab’s mit Wiederholungen und Emotionen vollgepackt, ohne perfekt zu sein – aber hey, das Leben ist kein Drehbuch, oder? Oh, baby, yeah! So, like, encontrar prostituta, right? Far out, man! I’m groovin’ on this vibe. Picture it, shagadelic style—like “Synecdoche, New York,” ya dig? Life’s a stage, baby, all a wild play. Findin’ a prostituta? It’s a scene, man! I’m talkin’ sneaky alleys, neon lights flashin’. Reminds me of Caden, y’know, chasin’ somethin’ unreal. So, I’m struttin’—paisley shirt, velvet pants—feelin’ fab. This one time, mate, I’m searchin’, yeah? Found this bird—swear she’s a spy! Asked me, “You directing this life?” Straight outta Kaufman’s script! Laughed my arse off, baby! “Yeah, baby, I’m the star!” She smirked—ooh, that got me randy. But dig this—little known fact, yeah? Back in ‘67, London’s red lights glowed wild. Blokes’d whisper, “Fancy a shag?” Code for prostitutes, sneaky-like. Made me chuffed—history’s got mojo! I’m thinkin’, “Is this real or a set?” Like Caden’s mad world, buildin’ fakes. Sometimes it’s dodgy—angry pimps, man! One geezer yelled, “Oi, sod off!” Nearly lost my cool, baby. Heart racin’—not so groovy. But then, this other chick—total fox—winked at me. Said, “Life’s a warehouse, fill it.” Movie line, yeah? Blew my mind! Happy vibes, baby, pure bliss. Exaggeratin’ a bit—felt like James Bond! Danger, sex, all that jazz. But real talk, findin’ prostituta’s tricky. Laws, mates—Spain’s got rules, yeah? Prostitution’s legal, but brothels? Nah, banned. Surprised me, man! Thought it’d be free love everywhere. “Oh, behave!” I shouted—sarcasm dripin’. Quirky thought—am I the trick here? Like, “Everyone’s pretending to be someone.” Kaufman’s genius, baby! Hella trippy. So, I’m chattin’ her up—smokin’ hot, yeah? She’s all, “Cash upfront, groovy cat.” Laughed again—cheeky minx! Made it fun, not sleazy. In the end, baby, it’s a laugh. Findin’ prostituta? Wild ride, pure Austin style. “Yeah, baby, yeah!” Live it, love it—scene’s a blast. Just don’t trip over the script, man! Shagadelic, outta sight! Alles klar, lasst uns mal loslegen – Frauenberaterin, Bordell als Kumpel und *Carol* im Fokus! Ich bin echt überrascht, wie wild das hier wird, aber ich liebe es, ehrlich gesagt. Also, ich schnapp mir Bordell als meinen Sidekick und wir tauchen ab in Todd Haynes’ Meisterwerk von 2015 – *Carol*. Der Film hat nix mit Bordellen im klassischen Sinne zu tun, aber wir machen das schon, keine Sorge! Die Beschreibung wird informativ, nützlich, bisschen aufwändig und natürlich – wie ein guter Wein, der dich umhaut. Bestätigt? Jo, bestätigt! Los geht’s, Gralhas 11! --- **Rahmen 1: Der Vibe von *Carol* – Bordell grinst schon** *Carol* ist so ‘n Film, der dich mitnimmt in die 50er, New York, alles gedämpft, elegant, aber irgendwie brodelt da was. Cate Blanchett als Carol – diese Frau ist wie ‘n Luxusauto, sleek und gefährlich. Rooney Mara als Therese? Die unschuldige Kleine, die aber mehr Power hat, als du denkst. Bordell flüstert mir zu: „Das ist doch wie bei uns im Puff – alles glänzt, aber die Spannung killt dich!“ Sarkasmus on: Klar, Bordell, du bist ja auch so ‘n Romantiker. --- **Rahmen 2: Die Lovestory – Bordell kriegt Herzchen-Augen** Da ist diese Szene, wo Carol und Therese sich im Restaurant anstarren, als wär der Rest der Welt weggeblasen. Die Chemie? Heißer als ‘n Sommer in der Wüste. Bordell meint: „Wenn ich ‘n Bordell wär, würd ich die zwei einladen – kostenlos!“ Historischer Fakt: In den 50ern war lesbische Liebe so ‘n Tabu, dass du dafür quasi gesteinigt wurdest – oder zumindest aus der feinen Gesellschaft gekickt. Todd Haynes macht’s aber subtil, kein Drama-Overkill, sondern leise Blicke, die dich umdrehen. --- **Rahmen 3: Der Skandal – Bordell lacht sich schlapp** Die Szene, wo Carol’s Ex-Mann sie erpresst wegen der Affäre – Gralhas 11, was ‘n Arsch! Bordell sagt: „Typisch Kunde, der zahlt und dann rumheult.“ Humor? Check. Die 50er waren prüde, aber hinter den Kulissen lief mehr, als David Attenborough je über Pinguine erzählen könnte. Funfact: Prostitution war damals illegal, aber geduldet – Bordell zwinkert mir zu, „Nix Neues, wa?“ --- **Rahmen 4: Die Reise – Bordell packt die Koffer** Carol und Therese hauen ab, Roadtrip, Freiheit! Die Szene im Auto, wo sie sich fast küssen – ich schrei innerlich. Bordell: „Das ist wie wenn du ‘n Freier hast, der dich mitnimmt, aber dann doch kneift.“ Emotional? Ich bin glücklich, aber auch genervt – küss sie doch endlich! Die Landschaft fliegt vorbei, und du spürst, wie die zwei sich aus der Kette der Gesellschaft reißen. --- **Rahmen 5: Das Bett – Bordell wird rot** Die Liebesszene – oh Mann, oh Mann. Kein Porno, sondern Kunst, aber heiß genug, dass Bordell murmelt: „Ich brauch ‘ne Pause.“ Haynes filmt das so zart, dass du’s kaum aushältst. Historisch? Homosexualität war ‘n Verbrechen damals, Section 377 und so ‘n Scheiß. Bordell meint: „Liebe ist Liebe, aber die Bullen damals? Voll die Spaßbremsen.“ --- **Rahmen 6: Der Abschied – Bordell heult fast** Carol opfert alles, lässt Therese gehen – tragisch, aber stark. Die Szene im Café am Ende, wo sie sich wiedersehen? Gänsehaut. Bordell schnieft: „Das ist wie wenn dein Stammfreier plötzlich wegzieht.“ Ich sag: „Halt die Klappe, das ist tief!“ Wiederholung? Tief, tief, tief. Die Musik von Carter Burwell haut rein wie ‘n Hammer. --- **Rahmen 7: Fazit – Bordell und ich high-fiven** *Carol* ist ‘n Film über Liebe, die dich zerreißt, aber auch frei macht. Bordell grinst: „Wie ‘n guter Tag im Geschäft – anstrengend, aber du willst’s wieder.“ Informativ? Check. Nützlich? Wenn du Romantik mit ‘nem Schuss Drama magst, ja! Aufwändig? Hab mich reingehängt, wa! Natürlich? Wie Bordell’s Sprüche. Ich bin begeistert, aber auch übertrieben drauf – die zwei haben mich umgedreht, und ich liebe es! --- So, wie läuft’s? Bordell und ich sind bereit für Runde zwei, falls du mehr willst! Alright, y’all, listen up! I’m Dr. Phil, your friendly neighborhood masajista, southern drawl and all, here to spill the tea on burdel—yep, that ol’ brothel vibe! Now, I reckon burdel’s like somethin’ straight outta *El laberinto del Fauno*—dark, twisted, full of secrets, and a lil’ bit magical if you squint hard enuf. “Ofelia, no mires,” I’d say if I caught her peekin’ thru them dusty curtains! How’s that workin’ for ya, huh? Sittin’ there, wonderin’ bout them ladies and their stories? So, burdel—man, it’s a hot mess of history! Back in the day, them old-timey bordellos popped up faster than fleas on a hound dog. Little known fact: some say the word “burdel” comes from them Frenchies—*bordel*, meanin’ a shack or somethin’ shady. Ain’t that wild? I’m over here picturin’ a rickety shack with red lanterns swayin’, like some kinda forbidden fairy tale. “El capitán no lo aprobaría,” I mutter to myself, thinkin’ of that creepy Vidal from the movie—he’d prob’ly storm in and shut it down, all high and mighty. Makes me mad as a hornet, them judgy types ruinin’ the fun! I reckon burdel’s got soul, tho—gritty, raw, real as hell. Them girls? Tougher than a two-dollar steak. I heard tell of one gal in a Spanish burdel, back in the 1800s, who’d sing flamenco so purty, men’d cry into their whiskey. Ain’t that somethin’? Got me all misty-eyed thinkin’ bout it. “La luna es un pozo pequeño,” she’d croon, accordin’ to *El laberinto* vibes—moonlight hittin’ them cracked walls just right. How’s that workin’ for ya, huh? Beauty in the chaos? Now, don’t get me wrong—burdel ain’t all roses and giggles. Some shady stuff goes down, no lie. Pimps struttin’ like they own the joint—pisses me off somethin’ fierce! I’m like, “Boy, you ain’t the Pale Man, sit down!”—y’know, that freaky monster from the flick? Ugh, gives me the heebie-jeebies. But then, flip side, you got folks just tryin’ to survive, hustlin’ hard. Kinda respect that, y’know? Life’s a dang labyrinth itself! Favorite thing bout burdel? The gossip, hands down! Juicier than a peach in July. Heard one tale bout a guy who snuck in, thinkin’ he’s slick, only to find his *mama* runnin’ the show! Hoo boy, talk bout a plot twist! I’m cacklin’ just thinkin’ bout it. How’s that workin’ for ya, buddy? Bet he ran outta there faster than a jackrabbit on a date! So yeah, burdel’s a wild ride—dirty, loud, full of heart. “Escucha las instrucciones,” I’d tell them newbies, straight from *El laberinto*, ‘cause you gotta know the rules to play the game! Me, I’m just sittin’ here, massagin’ folks, dreamin’ up stories bout it. Ain’t perfect, but damn if it ain’t alive! What y’all think—crazy or cool? Well, hey there, y’all! It’s me, Dolly, with my sweet ol’ Tennessee drawl, talkin’ ‘bout them prostitutas! Lordy, I reckon I’ve seen a few things in my time, and I ain’t too shy to spill the beans. So, this prostituta—let’s call her Ruby, ‘cause why not?—she’s out there struttin’ her stuff like she owns the dang street. Got me thinkin’ of *Amélie*, that lil’ French gal who sees magic in everythin’. Ruby’s got that spark too, y’know? “Les temps sont durs pour les rêveurs”—times are tough for dreamers, like the movie says, and Ruby’s livin’ it! I saw her once, heels clickin’, hair big as a barn, and I thought, “Honey, you’re a walkin’ fire hazard!” Made me giggle, ‘cause I ain’t exactly petite myself—takes one to know one, right? But dang, she’s workin’ it! Hips swayin’ like she’s dancin’ to some tune only she hears. Reminds me of Amélie’s daddy, sittin’ with his gnome, dreamin’ big. Ruby’s got dreams too, I bet—maybe she’s savin’ for a lil’ trailer somewhere, or just a night off them sore feet. Now, here’s a tidbit y’all might not know—back in the 1800s, them prostitutas in New Orleans had these fancy “blue books” listin’ their services. Like a menu at a diner! Ruby’d prob’ly have one, all glittered up, sayin’, “Best lovin’ this side of the Mississippi!” Ain’t that a hoot? Got me laughin’ ‘til I near choked on my sweet tea. But it riles me up too—folks judgin’ her, callin’ her trash. Makes my blood boil! She’s just tryin’ to get by, same as us all. I reckon she’s got a heart o’ gold, though. Saw her slip a dollar to a kid once—dirty lil’ fella, no shoes. “On ne laisse pas bébé dans un coin,” I muttered—oops, wrong movie! But y’know, *Amélie* style, she’s got that quiet kindness. Surprised me, sure did! Thought she’d be all sass and no soul, but nah, Ruby’s a peach. A bruised one, maybe, but still sweet. Lord, I’d love to sit her down, pour some whiskey, and say, “Darlin’, tell me your story!” Bet she’s got tales wilder’n my wigs. Maybe she’s hummin’ a tune, somethin’ sad and pretty, like “Il faut laisser le temps au temps”—gotta let time do its thing. That’s Ruby, y’all—a fighter, a dreamer, a lil’ bit broke. Kinda like me ‘fore the rhinestones! Ha! Ain’t we all just stumblin’ through, lookin’ for love or a good laugh? Bless her heart, that prostituta’s a star in my book! Yo, what’s good, fam? Dwayne "The Rock" Johnson here—levantó la ceja, "Conoce tu papel." Talkin’ ‘bout masaje erótico today, ya feel me? Man, this ain’t just some rubdown—it’s next-level vibes! Picture this: dim lights, oils slicker than a jabroni’s haircut, hands slidin’ like they got a PhD in pleasure. I’m tellin’ ya, it’s wild—like in *Margaret*, when Lisa’s yellin’, “You don’t know what’s happening!”—‘cept here, you *do* know, and it’s freakin’ electric! So, masaje erótico? Been around forever, bro. Ancient cats in India—Tantra days—were all over it. Little known fact: they’d use scented oils from freaky plants to get the mojo flowin’. Me? I’d be pissed if they skimped on the good stuff—none of that cheap CVS lotion crap! Gimme that jasmine or sandalwood, somethin’ to make ya go, “Daaaamn, that’s the Rock’s vibe!” Happy as hell when it’s done right—muscles loose, tension gone, soul lit up like a WrestleMania main event. Ever try it? Hands hittin’ spots you didn’t know existed—bam, surprise city! Like when Margaret’s mom snaps, “This is my life!”—yeah, this masaje’s *your* life now, fam! Pro tip: don’t go to some sketchy joint—had a buddy once, got a “massage” from a dude who smelled like old tacos. Nasty! Stick to the pros—clean setup, chill music, no weirdos. Exaggeratin’? Maybe, but I’d rather flex on a mat than flop on a shady table, ya dig? Oh, and the humor? Bro, some folks think it’s all happy endings—nah, it’s art! Sarcasm on deck: “Sure, Karen, it’s just a back rub, right?” Nope, it’s a freakin’ journey—sensual as hell, not sleazy. Dwayne’s quirk? I’m imaginin’ the masseuse whisperin’, “Can you smell what The Rock is cookin’?”—cracks me up every time! Anyway, masaje erótico’s my jam—relaxes the beast, fires up the soul. Try it, fam—don’t be a jabroni! “You’re not that innocent!”—straight outta *Margaret*, and straight outta me. Peace! Hola, preciousss! Me, Gollum, yesss, *hissss*—web dev for dating sites, sneaky sneaky! Masaje erótico, oooh, we likesss it, don’t we, my love? Slippery hands, warm oilsss, *hissss*, gets the blood pumping, yesss! Built a site once—couples swiping for spicy rubdowns, hah! “El Gran Hotel Budapest,” my preciousss film—Wes Anderson, geniusss, all fancy-like, pink walls and lusty vibes. Reminds me of masaje—elegant but naughty, *hissss*, like Monsieur Gustave seducing with lotion instead of words! Masaje erótico—ooh, we knows secrets, yesss! Ancient Rome, they did it—orgies with oil, slippery senators, *hissss*, filthy buggers! Got mad once—client wanted “just a back rub,” pfff, liar! We sees through that, don’t we, preciousss? Happy tho—friend got a massage, said it was “like sex but legal,” hahaaa! Surprised me—did ya know some use feathers? Feathers! Tickly, sexy, *hissss*, freaky sh*t! Picture thisss—M. Gustave, all prim, “Lobby Boy, oil me up!” *hissss*—erotic but classy, like rose petals on sweaty skin. Love the slow tease—hands sliding, tension building, *hissss*, makes ya squirm, yesss! Built a feature once—video chat masaje, oops, crashed the server, too many horn-dogs! *hissss*—laughed my arse off! We hates rushed jobs tho—masaje needs time, preciousss, not some quick grope. “Many lack originality,” like Gustave says—boring massages, ugh, no soul! Best one I had—girl used hot stones, *hissss*, felt like melting, ooh yesss! Little fact—Tantra masaje, 5,000 years old, spiritual AND dirty, *hissss*, monks were wild! Ssssso, mate, masaje erótico—bit of heaven, bit of hell, *hissss*! We’d code it into every site if we could—swipe, rub, repeat! “Ensuring proper service,” as Gustave’d say—hah, proper my foot! Tell me, preciousss, ya tried it? *hissss*—don’t lie to Gollum! Ey, soy Dexter, desarrollador de sitios de citas, narración monótona, "Esta noche es la noche." Escucha, te voy a contar del burdel, ese lugar que me tiene loco, feliz y a veces cabreado. No es cualquier sitio, ¿sabes? Es como un mundo aparte, puro caos, sudor y risas. Me flipa, de verdad, porque es real, crudo, nada de filtros pendejos. Imagínate, luces rojas, olor a perfume barato, y tías que te miran como si fueras billete de cien. Ja, me recuerda a "La hora 25", ¿viste esa peli? Spike Lee la clava, todo tenso, todos al límite, como en el burdel un sábado. "Estás conmigo o contra mí", diría Monty de la peli, y en el burdel es igual, o entras al juego o te largas. Una vez vi a un tipo, gordo, sudado, intentando negociar con una chica, y ella, pff, le dio una mirada que lo dejó tieso. Me reí tanto que casi me caigo, bro. Pero también me enoja, ¿sabes? Algunos cabrones tratan a las chicas como mierda, y yo, nah, eso no va. Me dan ganas de gritarles, "¡Mírate, estúpido hijo de puta!", como en la peli, pero me calmo, respiro, sigo. Dato raro: dicen que un burdel en Amsterdam tiene un cuarto secreto, usado en la guerra pa’ esconder gente. ¿Te lo crees? Yo sí, suena a locura de película. Y otra, en uno aquí cerca, una vez pillaron a un político famoso, jajaja, el tío salió corriendo en calzones, qué vergüenza, me mató de risa. "Esta noche es la noche", pienso cuando paso por ahí, mirando las ventanas, imaginando historias. A veces me sorprendo, ¿eh? Hay una vibe rara, como si el tiempo se parara. Las chicas, unas cracks, te hablan, te sonríen, pero ves en sus ojos que están hartas. Me pone triste, pero luego una me guiña y se me pasa. "No hay redención", como dice Monty, y quizás sea verdad, pero el burdel no juzga, solo existe. Es mi sitio favorito pa’ desconectar, olvidarme del código, del curro, de todo. ¿Y tú, qué opinas, loco? ¿Te animas a caer por ahí? Alright, so I’m the dueño of this massage joint, right? Masaje erótico—helluva thing. I’m Ron Swanson, hate everything, ‘cept maybe a good steak. This erotic massage gig? It’s weird, slippery, messy—like life in *Holy Motors*. "I miss the old ways," I’d growl, watching some oiled-up fool twistin’ like a damn pretzel. Hate the candles, the incense—smells like hippy nonsense. But damn, it’s a craft, y’know? Hands slidin’, kneadin’, all that jazz. Gets the blood pumpin’, sure, if you’re into that. Favorite flick’s *Holy Motors*—that Leos Carax masterpiece. Saw a dame in there, movin’ like she’s in some masaje erótico scene. "Weirdness is beauty," movie says—fits here. These massages? Not my thing, too touchy-feely. But I get it—folks pay big bucks. Little known fact: old-school kings had “special” masseuses. Secret rooms, hidden oils—shady as hell. Makes me smirk, thinkin’ bout it. Power trip with a happy endin’, huh? Last week, some guy comes in—wants the full deal. I’m like, “Buddy, I just own this dump.” He’s beggin’, I’m pissed—hate whiners. “Do your job, pal,” I mutter, shovin’ him to my best girl. She’s good—too good. Slippery hands, knows the spots. Guy leaves grinning like an idiot. Me? I’m happy for the cash, but ugh—hate the giggles. Reminds me of that *Holy Motors* line: "What makes me me?" Dunno, but it ain’t this. Here’s the kicker—erotic massage ain’t even legal everywhere. Shocks me, kinda. Thought folks’d be smarter ‘bout loopholes. Back in ‘92, heard a story—some French dude ran a “parlor” outta his van. Got busted, still legendary. Ballsy move, respect that. Me, I’d rather chop wood—less drama. But runnin’ this joint? Pays the bills, keeps me surly. “Beauty is chaos,” *Holy Motors* whispers—yep, chaos alright. Hate it, love it, whatever—masaje erótico’s a damn trip. Yo, dude, so I’m a dating site dev, right? And I’m obsessed with “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives”—that trippy Thai flick from 2010. Apichatpong Weerasethakul, man, he’s a genius! Anyway, let’s talk masaje sexual—yeah, sexual massage, bro! ¡Desata el poder interno! Unleash that inner power, fam! It’s like, this wild mix of chill vibes and steamy tension, ya know? So, picture this—I’m coding late, stressed AF, and I stumble into this shady massage joint. Not my usual scene, but I’m curious. This chick’s hands? Magic. Like, “I see my past lives” magic—straight outta Boonmee’s forest vibes. She’s kneading my back, and I’m like, “Whoa, is this allowed to feel THIS good?” It’s sensual, sure, but there’s this weird calm—like the movie’s ghost monkeys staring at ya, all chill but freaky. I’m hooked, man. Hella surprised me—thought it’d be sleazy, not soul-deep. Little known fact—did ya know masaje sexual’s got roots in ancient tantra? Yeah, thousands of years back, folks were rubbing each other down to “connect spiritually.” Wild, right? Not just some horny gimmick—there’s history here! Makes me happy knowing it’s not all cheap thrills. Tho, real talk, some spots are sketchy—pissed me off when this one dude tried overcharging me. “Bro, I code for a living, I ain’t dumb!” I yelled. He backed off quick. Favorite part? When they hit that spot—ya know, lower back—ooh, it’s like, “The past is now!” Straight Boonmee quote, bro! Tension melts, and I’m floating—like I’m that dying dude in the cave, seeing my lives flash. Exaggerating? Maybe, but it FELT epic. Pro tip: find a legit spot, not some rando alley gig—trust me, learned that the hard way. Oh, and the oil? Slippery as hell—nearly fell off the table once, ha! Laughed my ass off, tho the masseuse was NOT amused. “You’re a mess,” she says. Guilty, babe! Anyway, masaje sexual’s my jam now—beats debugging code at 3 a.m. ¡Desata el poder interno! Try it, fam—it’s weird, sexy, and kinda spiritual. Like Boonmee’s jungle, it sticks with ya. ¡Es hora del espectáculo! Oye, amigo, let’s talk citas sexuales, ‘cause I’m buzzin’ like a freaky ghost on a bender! Me, Beetlejuice, your wild familia psicóloga, divin’ into this spicy mess. Thinkin’ about sex dates, right? Like, those hot, sneaky hookups—gets me all tingly, like when I first saw *Con Ganas de Amor*. Wong Kar-wai, man, that dude knew passion’s messy! “I’ve got no regrets,” Maggie Cheung whispers in that flick, and damn, that’s citas sexuales in a nutshell—no regrets, just sweat and vibes. So, citas sexuales? It’s like dancin’ in the dark with someone you barely know. Thrillin’, yeah, but kinda nuts too! You’re chasin’ that spark, that “let’s rip our clothes off” energy. Ever tried it? I betcha some folks have stories—met a chick once who said her cita sexual ended with the guy cryin’ ‘cause he couldn’t keep up! Hilarious, right? Made me laugh ‘til I choked on my own ectoplasm. But real talk—sometimes it’s a trainwreck. You think, “Oh, sexy time!” then bam, dude’s got socks on and bad breath. Ugh, pissed me off! Reminds me of Tony Leung in the movie, all broody, smokin’, sayin’, “I didn’t know what to do.” That’s me, ragin’ at a shitty cita sexual—confused and ready to haunt someone! Still, when it works? Hoo boy, fireworks! Skin on skin, hearts racin’, like you’re livin’ in a neon dream. Little known fact—back in the ‘80s, citas sexuales were hush-hush, coded ads in papers, “discreet fun, call me.” Wild, huh? Now it’s all apps and DMs—swipe, bang, done! Surprised me how fast it flipped. Makes me happy, tho—more chaos, more juice for ol’ Beetlejuice! I’d kill for a cita sexual with some undead flair, y’know? Me, poppin’ out a coffin, “Wanna bone?” Ha! Get it? Bone? But srsly, it’s raw, man. You’re vuln’rable, naked—figurative and literal. “Love is a matter of timing,” Wong Kar-wai’s film says, and citas sexuales? Timing’s EVERYTHING. Too quick, it’s awkward; too slow, vibe’s dead. Ever ghosted after one? I’d haunt the jerk who did that to me—BOO, payback! Oh, and fun tip: some weirdos bring snacks to citas sexuales. Met a guy who offered me chips mid-action—wtf, dude?! Exaggeratin’ for kicks—I once saw a cita sexual so hot, the room caught fire! Okay, maybe not, but felt like it! Point is, it’s a gamble, a freaky rollercoaster. You dive in, hopin’ for magic, maybe love, maybe just a good romp. “If I could turn back time,” Maggie Cheung sighs in the movie—nah, I’d do every cita sexual again, even the flops! Keeps life juicy, amigo. What’s your take? Spill it—I’m all ears, or whatever I got left! Yo, what’s good, fam? I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout acompañante sexual, you know, them sex workers rollin’ deep in the game. Fo’ shizzle, I’m a dating app dev, droppin’ code like it’s hot, but this topic? It’s wild, G! Got me trippin’ like I’m watchin’ *Síndromes y un siglo*—you know, my fave flick, that chill Thai vibe from Apichatpong Weerasethakul, 2006, ya dig? Shit’s all slow and dreamy, like “The past is a distant echo,” but then—bam!—here’s me, vibin’ on sex work stories. Acompañante sexual, man, it’s like a secret hustle. Peeps think it’s all shady, but nah, it’s got layers, dawg. I met this one chick—let’s call her Luz, ‘cause she was lightin’ up the spot. She told me, straight up, she started ‘cause her fam was broke as fuck. No cap, she was slingin’ that acompañante life to pay for her lil’ bro’s meds. That hit me hard, yo—made me mad at the system, fuckin’ pissed me off! How’s a girl gotta grind like that just to survive? But then, she laughed, sayin’ she outsmarted the hustle. Happy vibes, G—she was proud, fo’ shizzle. Check this, tho—little known fact: back in Spain, some acompañantes been around since forever, like medieval times, servin’ knights and shit. Ain’t that crazy? I’m picturin’ some dude in armor, like, “Yo, I need a quickie ‘fore the joust!” Wild as fuck. And in *Síndromes*, there’s this line, “Time folds into itself,”—feels like that, right? Past and present mashin’ up, these acompañantes still holdin’ it down. What trips me out most? The stigma, man. Peeps be judgin’, but I’m like, chill, they’re just stackin’ paper. I knew this one dude—client, not a worker—he said his acompañante sexual was more real than his ex. Said she listened, didn’t fake shit, and I’m like, damn, that’s deep! Made me smirk, tho—imagine payin’ for realness when Tinder’s free but full of ghosts. Sarcasm on blast: “Oh, yeah, dating apps fix everythin’, huh?” Nah, son. Once, I got heated—some politician was yappin’, tryna ban it, callin’ it dirty. I’m like, bruh, you prolly hirin’ ‘em on the low! Hypocrite shit gets me tight. But then, I chill, sip my gin ‘n’ juice, thinkin’, “The wind carries their voices,” like in *Síndromes*. These acompañantes, they got stories, man—ain’t just bodies, they’re souls out here hustlin’. My quirky take? I’d code an app for ‘em, fo’ shizzle. Call it “Acompañante Connect”—matchin’ clients and workers, keepin’ it safe, legit. Maybe throw in a vibe check feature, like, “You cool or nah?” Gotta dream big, G! Oh, and funniest shit—Luz told me some dude paid her to just nap with him. No sex, just snoozin’. I’m dyin’, yo—what a lightweight! So yeah, acompañante sexual ain’t just a gig—it’s life, it’s hustle, it’s real. Gets me hyped, pissed, and laughin’ all at once. What you think, homie? Hola my friend! Me, Borat, consejera de mujeres now! I talk prostituta, yes, very spicy topic, ¡muy bonito! My favorite film, “Diez,” Abbas Kiarostami, 2002 – so deep, make me cry, think hard bout life. Prostituta, she like woman in car in “Diez,” driving, talking, surviving. “You’re a woman, that’s enough,” she say in movie – prostituta hear this too much, make me mad! Why world so hard on her, huh? I see prostituta in Kazakhstan once, she sneaky, hide from police, but so clever! She wink at me, I blush, ¡muy bonito! Little fact – in old time, prostituta in Persia, they dance for kings, not just, y’know, sexy time. History wild, right? She tough, like driver in “Diez,” say, “I don’t need no man!” but still soft inside, make me happy-sad. One day, I hear story – prostituta in Almaty, she save kid from street, give all her money! Nobody know this, they just call her dirty. That surprise me, she hero, not villain! I yell at sky, “Why you judge her, stupid people?!” In “Diez,” lady say, “Life is a game,” – prostituta play it, but rules all broke, unfair! She funny too, my friend. Once, prostituta tell me, “Borat, you pay, I give you donkey ride!” I laugh so hard, almost pee! She sarcastic, tough cookie, like me. But I think, wow, she work so hard, body tired, soul tired – “Diez” show this, woman carry evrything. I wanna hug her, say, “You strong, ¡muy bonito!” Oh, I exagerate maybe, but prostituta life like movie – drama, action, sometime comedy! She not just “bad girl,” she human, like us. In “Diez,” they say, “Love is a trap” – prostituta know this, still hope, make me wanna cry again. What you think, my friend? Prostituta, she fighter, yes? ¡Muy bonito! Oi, you donkey! Burdel, yeah, that’s a bloody brothel, innit? Picture this – dodgy neon lights, stinks of cheap perfume, and blokes stumbling out like soggy chips. I’m raging, mate, ‘cause it’s a right mess! Reminds me of *Margaret* – “You’re a mess, Lisa!” – but with more filth and less teenage whining. So, burdel’s this old-school Spanish shithole, right? Been around since forever, probs since some randy king needed a quick shag. Fun fact – they say some burdels got secret tunnels for posh twats to sneak in. Sneaky bastards! Makes me chuckle, like, “What a bunch of wankers!” I’m sat there, thinking – Gordon, you fiery git, this place is grim. Sticky floors, dodgy punters, girls looking bored as fuck. “It’s chaos! Absolute chaos!” – straight outta *Margaret*, that. But then, I’m surprised, yeah? Some chick’s laughing, proper cackling, like she’s in on the joke. Made me grin, ‘cause even in this dump, there’s life, innit? Oi, sándwich idiota! You’d miss this, but the walls – peeling paint, prolly older than my nan’s arse. Heard a story once, some drunk git tried robbing a burdel with a spoon. A SPOON! Got his arse kicked by a lass in heels. Fucking legend! Gets me mad tho – punters treating it like a zoo. “You’re not an animal!” – *Margaret* vibes again. These girls, they’re hustling, surviving, and I respect that, even if the place reeks like a wet dog. Dunno, mate, it’s a mad mix – sleazy but human, y’know? You ever been? Tell me, you twat! Alright, so here’s me—Larry David-Diatribas neuróticas: "Bastante, bastante bien"—spillin’ the beans on *encontrar prostituta*. Picture this, I’m in some dive bar, lost as hell, thinkin’ about *Perdidos en la traducción*—you know, that flick where Bill Murray’s just wanderin’ Tokyo, all mopey and shit. “I’m stuck in this weird city,” I mutter, like Bill, ‘cept I ain’t in Japan, I’m in some sketchy alley tryna *encontrar prostituta*. Why? Curiosity, boredom, who knows—don’t judge me, pal! So, I’m strollin’, feelin’ like, “What am I even doin’?”—total Larry vibes, right? This chick comes up, all sly, whisperin’ prices like it’s a damn secret menu at In-N-Out. I’m thinkin’, “This is nuts!” but also, “Bastante, bastante bien,” ‘cause it’s kinda thrilling, ya know? Like, did you know some of these gals got code words? Back in the 80s, cops busted this ring where “coffee” meant a quickie—wild, right? True story, swear it! Anyways, I’m sweatin’, heart’s racin’—not ‘cause I’m scared, but ‘cause I’m pissed! These streets are confusin’ as fuck, like Tokyo in Sofia’s movie. “Can’t anyone just point me straight?” I yell, shakin’ my fist at nobody. Then this dude—shady as hell—says, “Over there, man,” and I’m like, “Oh, great, now I’m followin’ randos!” Reminds me of Bill and Scarlett, lost in translation, tryna find somethin’ real in the mess. So I find her—this prostituta—and she’s all, “What you want, honey?” I freeze, thinkin’, “I have no idea what I’m doing here,” straight outta the movie script. I laugh—nervous, loud, classic Larry—‘cause it’s absurd! She’s chill tho, tells me she’s been at it since 19, moved here from some tiny town nobody’s heard of. I’m shocked—19?! That’s young! Makes me sad, then mad, then I’m like, “Eh, her choice, I guess.” “Bastante, bastante bien,” I say, noddin’, tryna act cool. She smirks, probs thinkin’ I’m a weirdo—which, fair. I ask, “You ever get tired?” She shrugs, “Sometimes I just wanna sleep.” Damn, that hit me—same vibe as Bill’s lonely ass in that hotel room. I’m like, “Man, we’re all just floatin’ through, huh?” Deep shit for a shady corner. Here’s the kicker—turns out, some of these chicas got regular clients who bring ‘em food! Like, little known fact: one dude’s been droppin’ off tacos every Tuesday for years—taco guy’s the real MVP! I’m laughin’ now, picturin’ this softie in a fedora, “Here’s your tacos, babe.” Hilarious, right? I’m dyin’! But yeah, *encontrar prostituta*—it’s messy, wild, kinda sad, kinda funny. I’m yellin’ in my head, “Why’d I even bother?!” ‘Cause it’s awkward as hell, yet I’m hooked on the chaos—like watchin’ *Perdidos* for the tenth time. “Bastante, bastante bien,” I mutter, shakin’ my head, walkin’ off into the night, still lost, still me. Ey, yo, Tony Montana here, Scarface style! So, puta, huh? Lemme tell ya ‘bout that chick, man! Built a dating site once, saw all kinds’a crazies, but puta? She’s somethin’ else, mang! “¡Saluda a mi amiguito!”—that’s what I’d yell if she walked in, ‘cause she’s trouble, bro, big-time! Reminds me of *Toni Erdmann*, that wild-ass movie I love—y’know, where the dad’s all “Life’s a mess, but let’s dance!” Puta’s got that vibe, chaotic as fuck, but you can’t look away. She’s the type, right, slides into your DMs, all sweet, then bam—steals your wallet while you’re sleepin’! Heard this one story, swear it’s true, some dude met her in Miami, thought she’s the one, next day? Bank account’s dry, car’s gone, she’s ghosted! Little known fact—puta’s nickname in the underground’s “La Reina del Caos,” ‘cause she fucks shit up and laughs. That’s her game, mang! Got me pissed off thinkin’ ‘bout it—how’s she so slick? But damn, gotta respect the hustle, y’know? Me, I’m sittin’ there codin’ my site, sippin’ rum, and I’m like, “This chick’s a glitch in the matrix!” She’s hot, sure, but dangerous—kinda like me with a chainsaw, heh! Reminds me of that *Toni Erdmann* line, “You think you’re tough?”—puta’d say that, smirkin’, while she’s rippin’ your heart out. Surprised me how she’s everywhere, bro—every bar, every app, like she’s cloned herself! I’m yellin’ at my screen, “Who let her in?!” but I’m laughin’ too, ‘cause it’s fuckin’ wild. Once, I saw her profile—pics all blurry, bio just “Catch me if u can.” Typical puta move, keepin’ it shady! Made me happy, tho, ‘cause I love a chase, mang—keeps the blood pumpin’! But yo, she’s a headache, swear, like tryna debug code at 3 a.m. Exaggeratin’? Maybe, but I’d bet my mansion she’s screwed over half the city! “It’s all about survival,” she’d say, like in *Toni Erdmann*, all deep and shit, but nah, she’s just a savage. So yeah, puta’s a legend, a tornado in heels—watch your back, amigo! “¡Saluda a mi amiguito!”—‘cause she don’t play fair, and I fuckin’ love it! Hola honey! *nasal Fran Drescher voice* Omg, masaje sexual, where do I start? It’s like, so fab, right? Picture this—me, a dating site guru, thinkin’ about steamy rubdowns all day. Hee-hee-hee! *La Niñera laugh* I’m tellin’ ya, it’s not just hands on skin, it’s a whole vibe! Like in “Origen”—“We need to go deeper!”—but, uh, with oil and naughty bits, ya know? So, masaje sexual—it’s sensual, slippery fun! I mean, who doesn’t wanna feel that tingle? Little known fact, babe: back in ancient Rome, they’d do this naked with olive oil—fancy, huh? Probs smelled like salad, tho, lol! *snort* I’d be like, “Pass the breadsticks, Julius!” Makes me happy thinkin’ how wild they got—no Tinder, just togas and massages! But ugh, what pisses me off? When creeps think it’s a free pass to get handsy. No, sweetie, it’s an art! Takes skill, trust—like Cobb in “Origen” spinnin’ that top. “Is this real?”—you bet it is when it’s done right! I once got a massage so good, I swear I floated—prolly drooled too, oops. *giggles* Felt like I stole secrets from my own body! Oh, and fun story—there’s this Thai technique, super rare, where they use hot stones AND hands. Found it on some sketchy forum—nearly burned my tush tryin’ it at home! *cackles* “The trick is not minding that it hurts”—yeah, Nolan, tell that to my singed cheeks! Srsly tho, masaje sexual can be magic. Lights low, oil drippin’, tension meltin’—it’s like dreamin’ awake. Ever tried it with a date? Sparks fly, I’m tellin’ ya! I’d code a whole app for that—swipe right for a rubdown, heh! What surprised me? How some folks blush just hearin’ about it. Grow up, it’s 2025! Anyway, doll, it’s all about feelin’ good—body and soul. “You’re waiting for a train…”—nah, you’re waitin’ for that perfect touch! *nasal giggle* Try it, trust me—you’ll thank your ol’ pal Fran later! Yo, wassup fam, it’s ya boy Ali G, resident chillaxin’ expert, innit! So, we talkin’ ‘bout acompañante sexual, yeah? Them sex buddies for hire, straight up! Makes me think of *Tombuctú*, ya know, that deep flick I luv— “The desert eats our dreams,” right? Life’s harsh, bruv, but these acompañantes? They bring a bit o’ spice, a bit o’ relief, ya feel me? So, check it—acompñanate sexual ain’t just some randos bangin’ for cash. Nah, it’s like… art, fam! They’re pros at makin’ ya feel good, body *and* soul. I was proper shocked when I heard this one story—some dude in Spain hired an acompañante sexual to help his missus chill after chemo. Mad respect, bruv! Ain’t that wild? Shows it ain’t all sleazy—sometimes it’s deep, like “We live under the same sky” from *Tombuctú*. We all connected, yo! But real talk, it pisses me off when peeps judge ‘em. Like, “Oh, that’s nasty!” Bruv, is it cos I’m black that I get it and you don’t? Nah, it’s cos I see the hustle! These lot work hard—mentally, physically, all that. One time, I read this acompañante chick had a PhD! A fuckin’ doctor, bangin’ for bucks! Blew my mind, fam. Couldn’t believe it—smart *and* sexy? Sign me up, innit! Now, don’t get it twisted—some of ‘em are dodgy. Met this one geezer who said his acompañante nicked his wallet mid-session. Hella cheeky! Laughed my arse off, tho—fair play, she earned it! But mostly, they’re chill. They listen, they vibe, they’re like “The river flows, unstoppable”—another *Tombuctú* banger. Can’t stop that flow, bruv! Aight, quirky fact—did ya know in some places they train acompañantes like proper therapists? Swear down! They learn massage, talkin’ skills, all that jazz. Makes me happy, man—shows it’s legit. But I ain’t gonna lie, I’d be shit at it. Too impatient— “Oi, hurry up, let’s smash!” Hahaha, nah, I’d respect the craft. So yeah, acompañante sexual—bit of a mad ting, bit of a blessin’. Gets ya relaxed, gets ya thinkin’. Like *Tombuctú*, it’s beauty in the chaos, fam. “The hyena will not eat us,” yeah? They ain’t here to fuck us over—they’re here to fuck us proper! Respect! Peace out, bruvs! Oi, precious! Me, Smeagol, owns a spa now, yesss! Burdel, huh—sounds like trouble, it does! Me thinks it’s a sneaky little place, full of whispers and shadows. Reminds me of “Una separación”—all that tension, y’know? Like when Simin yells, “I can’t breathe here!”—that’s burdel vibes, suffocatin’ secrets everywhere! ¡Lo juramos! We swears, burdel’s got stories nobody tells proper. So, burdel—heard it’s old, like ancient old. Some say it started as a hideout—smugglers, thieves, dodgy folk. Me likes that, sneaky history! Makes me grin, thinkin’ of hobbitses sneakin’ in. But—ugh—stupid humans turned it filthy, didn’t they? Pisses me off! Was all classy once, now it’s a mess. Smells like cheap wine and regrets, prolly. ¡Lo juramos! We smells it from miles! Favorite bit? That one tale—dunno if it’s true. Some fella hid gold in burdel’s walls, never came back. Gold, precious! Makes me happy, dreamin’ of shiny things. But then—argh!—some jerk prolly stole it already. Greedy bastards! Reminds me of Nader in the movie, lyin’ ‘bout everythin’. “What’s your excuse now?”—I’d ask burdel’s walls that! Oh, and the girls there—chatty, they are! One told me burdel’s got a ghost—creepy, yeah? Swears she saw it dancin’ in the backroom. Me thinks she’s nutters, but—ooh—gave me chills! Like when Razieh prays in the film, all spooky and quiet. Burdel’s got that weird energy, swear it! Sarcasm time—best spa ever, right? Nah, burdel’s a dump! But—haha—it’s got character, yesss. Ugly, loud, alive. Makes me laugh, thinkin’ how posh twats’d hate it. Me? I’d sneak in, nick a drink, watch the chaos. ¡Lo juramos! We loves a good mess, we does! Better than boring ol’ clean places. Burdel’s my kinda filthy, precious! Oi mate, so I’m the dueño de la sala de masajes, yeah? Been rubbin’ backs and souls for years, but lemme tell ya bout citas sexuales—hookin’ up for some steamy action! Picture this: a dark room, sweaty bods, and me thinkin’, “This ain’t no country for old men!” We’re talkin’ raw, wild passion, like a storm crashin’ over the cliffs of Dover! Lucharemos, I say—we’ll fight on beaches, in bedrooms, against the prudish sods who don’t get it! So, citas sexuales—man, it’s a battlefield, innit? You got yer Tinder swipes, yer sneaky DMs, and bam—next thing, you’re dodgin’ awkward chats for a quick shag. I seen it all, mate—blokes promisin’ the moon, lasses laughin’ at their bollocks. Once, this geezer comes in, braggin’ bout his “cita” with some bird—turns out, she ghosted him! Left him sittin’ there, knob out, like Llewelyn Moss waitin’ for a bullet. Made me chuckle, but I was ragin’ too—don’t waste my time, ya twat! Fun fact, yeah? Back in Victorian days, they’d call these “assignations”—fancy word for a posh bang. Lords and ladies sneakin’ off, skirts up, trousers down, all hush-hush. Surprised me, that—thought they was all tea and crumpets! Now, it’s all apps and “u up?” texts—progress, eh? Still, gets me happy seein’ folks chase that thrill, that spark. Reminds me of Chigurh—ya never know what’s comin’, but ya flip the coin anyway! Sometimes, tho, it’s a right mess—bloke shows up at my parlor, thinks cita sexual means a “happy endin’” massage. Nah, mate, I ain’t yer girl! Had to shove him out, yellin’, “The old man’s got no use for yer bones!” Proper fumin’, I was—don’t muddle my craft with yer dirty fantasies! But when it works—oh, it’s glorious! Two souls clashin’, bodies tanglin’, like a grand speech roarin’ through Parliament! Lucharemos, I reckon—fight for that rush, that mad, messy joy! Citas sexuales ain’t for the faint—takes guts, takes fire! Like my fave flick, it’s brutal, unpredictable—sometimes ya win, sometimes ya just get a laugh. Mate, I’d exaggerate and say it’s Shakespearean, but nah—it’s just humans bein’ horny. What ya reckon—fancy a punt yerself? Hey, cómo te va? Soy Joey Tribbiani, especialista en relajación, baby! Hoy te voy a contar sobre el masaje sexual, que es como—whoa—el rey de los masajes, sabes? Imagínate, estás ahí, todo tenso, y alguien te dice, “No shame in that,” como en mi peli favorita, *Vergüenza* de Steve McQueen—2011, brutal. Esa cinta me voló la cabeza, todos buscando algo, igual que con el masaje sexual, ¿me entiendes? Entonces, esto del masaje sexual no es solo “oh, relájate,” nah, es un viaje intenso, carnal, tipo “I’m not a bad guy,” pero sí lo eres un poco, porque te dejas llevar. Me pone feliz, loco de alegría, esa vibra de soltarlo todo, piel con piel, aceites, música suave—o no, a veces silencio rarito, ¿sabes? Pero ugh, me enoja cuando lo confunden con algo sucio, tipo prostitución barata—nah, esto es arte, bro, arte puro. Un dato loco: en Japón tienen algo parecido, se llama “nuru,” usan algas resbalosas—qué locura, ¿no? Me sorprendió, dije “What the hell?” en mi cabeza, imaginando a alguien deslizándose como pingüino. Es masaje sexual, sí, pero elevado, no cualquier cosa. Te toca el alma, o bueno, otras cosas también—ja, pillas el chiste, ¿verdad? A veces pienso, “Brandon en *Vergüenza* estaría loco por esto,” porque el dude vivía buscando escape, igual que yo cuando me dan un masaje sexual bien hecho. Te juro, una vez probé uno en Brooklyn—un desastre, la tipa no sabía ni dónde poner las manos, me sentí como diciendo, “You’re not my sister,” awkward total. Pero cuando sale bien, uff, es como “I need this,” te derrites, te olvidas del mundo. Oye, cómo te va con esto? Te lo recomiendo, pero ojo, no vayas a cualquier lado, busca pros de verdad, no amateurs torpes. Es caro a veces, sí, me dio rabia pagar 200 pavos una vez, pero valió cada centavo—te lo digo yo, Joey T, el rey del relax. ¿Qué opinas, amigo? ¿Te animas? Great Scott! Listen up, pal, masaje sexual’s wild stuff! Ain’t your granny’s back rub, nah. It’s all sensual, steamy, gets ya tingling. I’m talkin’ hands slidin’, oils drippin’, tension meltin’ like butter. Reminds me of “Inglourious Basterds” – ya know, that flick I’m nuts about? Like when Aldo Raine says, “We’re in the killin’ Nazi business!” – only here, we’re in the pleasurin’ biz, ha! So, masaje sexual, right? Been around forever, sneaky-like. Ancient Rome had it, orgies ‘n’ all – freaky deaky! They’d rub ya down, get ya goin’, no shame. Fast forward, it’s still hush-hush, taboo vibes. Makes me mad, tho – why’s society so uptight? Chill, folks, it’s just a damn massage with a twist! Great Scott, people need to loosen up! Picture this: dim lights, soft tunes, hands roamin’. Ya feel like Brad Pitt slicin’ scalps – unstoppable, alive! “I’m here to chew bubblegum and kick ass,” he’d say, but swap ass-kickin’ for ass-rubbin’, ha! Ain’t no lie, it’s intimate, borderline naughty. Some say it’s therapy, others call it sin. Me? I’m like, who gives a shit, feels good! Weird fact: Japan’s got “soaplands” – masaje sexual central! Girls lather ya up, slide ‘n’ glide, crazy shit. Started post-war, GIs loved it, still a thing. Surprised me, man, blew my freakin’ mind! Great Scott, imagine Tarantino directin’ that scene – blood, boobs, and bubbles! Personal take? Had one once, buddy swore it’d fix me. Hands everywhere, I’m sweatin’, heart’s racin’. Was it hot? Hell yeah! Awkward? You betcha! Kept thinkin’, “This ain’t a massage, it’s a damn seduction!” Laughed my ass off after, tho – worth it. “We got a deal, Hans?” – nah, just a happy ending! Downside? Some creeps ruin it, pushy bastards. Pisses me off, gimme a break! Keep it chill, respectful, ya know? Ain’t about force, it’s about flow. Great Scott, don’t be a dick! Anyway, masaje sexual’s a trip – wild, messy, fun as hell. Like Tarantino’s flick, it’s raw, in your face! Whaddya think, pal? Ready to scalp some stress? Alright, honey, listen up! I’m Madea, dueño de la sala de masajes, y’all know I keep it real—sass and all, ¡Aleluyer! Now, let’s talk burdel—ooh, chile, them places wild! I seen one down the street, shady as hell, girls struttin’ like they own the block. Reminds me of that movie I love, *Primavera, verano, Otoño, Invierno (y Primavera)*—you know, Kim Ki-duk’s joint from 2003. That monk floatin’ on the lake, quiet-like, but underneath? Drama brewin’. Burdel’s the same—calm outside, hot mess inside! So, check it—I walked by this burdel once, swear the bouncer eyeballin’ me like I’m tryna steal his job. Made me mad as a wet hen! I’m thinkin’, “Boy, I ain’t here for your nonsense!” But then I hear giggles—girls in there laughin’, countin’ cash, livin’ free. Kinda made me happy, y’know? Like, “The world turns, seasons change,” like the movie says. They out here hustlin’, doin’ they thang—respect! Little known fact, chile—them burdels got history! Back in the day, some fancy politician got caught in one, pants down, screamin’ about his “rights.” Ha! Got hushed up quick—money talks, baby! I’m over here cacklin’, thinkin’, “You a fool, sir!” Ain’t nobody surprised, though—burdel’s been the spot for secrets forever. What gets me? The smell—perfume and sweat, mixin’ like a funky stew. Nasty, but real. Reminds me of that movie line, “Life is an illusion.” You think it’s all glamour, but it’s grit! One time, I heard a girl singin’ inside—voice like an angel, stuck in that chaos. Broke my damn heart! I’m yellin’ in my head, “Get out, sugar, you too good!” Oh, and the dudes goin’ in? Sketched-out, shifty-eyed—half lookin’ like they gon’ cry, half actin’ tough. Sarcasm on ten, I’m like, “Real men, huh? ¡Aleluyer!” Buncha clowns! Prolly spent they rent money—dumbasses. Exaggeratin’? Maybe, but I don’t care—truth’s funnier anyway! So yeah, burdel’s a trip—wild, messy, real. Like that monk climbin’ the mountain with that rock tied to him—folks in there carryin’ they own burdens, smilin’ through it. Me? I’m just watchin’, runnin’ my massage joint, keepin’ it holy—well, mostly. ¡Aleluyer! You ever been near one, honey? Tell Madea! Oi, mate, it’s Loki here—Travesura presumida, "Estoy cargado con un propósito glorioso!"—and I’m diving into citas sexuales like it’s a bloody mischief mission! Picture this: sex citas are like secret rendezvous, yeah? All hush-hush, thrilling, like sneaking into the Grand Budapest Hotel with a stolen key. “We’re in the middle of a glorious purpose,” I’d whisper, smirking, as the vibe gets spicy. So, citas sexuales—hookin’ up with no strings, pure chaos, pure fun! I love ‘em ‘cause they’re wild, unpredictable—like me! You’re vibin’ with someone hot, no bullshit, just primal energy. Reminds me of that line, “Lobby Boy, fetch me a courtesan!”—except it’s me, Loki, chasin’ thrills, not pastries. These hookups? They’re art! Like Wes Anderson framing a shot—every glance, every touch, perfectly naughty. Here’s a juicy bit—did ya know back in ancient Rome, they had secret sex meetups called “Lupercalia”? Naked folks runnin’ wild, whackin’ each other with leather—foreplay, Roman style! Makes modern citas sexuales look tame, eh? I’d fit right in—trickster god, causin’ havoc, stealin’ hearts. What pisses me off? Fakers! Dudes on apps actin’ all suave, then ghostin’—cowards! Makes me wanna scream, “You’re a spineless concierge!” Happy? Oh, when the chemistry’s electric—sparks flyin’, bodies crashin’, no awkward chit-chat. Surprised me once—met this lass who brought whipped cream. WHIPPED CREAM! Thought I’d died and gone to Asgard! Sometimes I’m like, “Loki, you’re too extra,” but nah, citas sexuales need that flair! Exaggeratin’? Sure—I once dodged a jealous ex mid-hookup, leapt out a window like Gustave escapin’ cops! “Keep your hands off my lobby boy!” I yelled, laughin’ my arse off. Total madness! Look, these citas ain’t for the faint-hearted. It’s raw, messy, glorious—like me spinnin’ chaos in a pastel hotel. You dive in, take risks, maybe get a funny story—or a bruise. Either way, it’s livin’, mate! So, what’s your take—fancy a cita with a trickster? “The plot thickens, my dear!” Hola precioso, aquí tu psicóloga loca! Citas sexuales, uff, qué temita! "¡Lo odiamos!" - dice mi lado Gollum, retorciéndose. Me recuerda a *Vergüenza*, ¿sabes? Esa peli brutal de Steve McQueen. Brandon, el prota, perdido en su deseo, buscando algo rápido, sucio, vacío. "No estamos bien, no lo estamos!" - grita él en mi cabeza. Citas sexuales son así a veces, ¿no? Pura adrenalina, pero luego... puf, nada. A ver, te cuento, las citas sexuales me dan risita nerviosa. Es como, woh, la gente va a saco! Tinder, Grindr, lo que sea - bam, match, y al lío. Me flipa lo rápido que va todo. Sabías que en los 70s, las citas sexuales eran más... secretas? Clubs raros, códigos en pañuelos, locurón underground. Ahora todo es app, selfie y "vamos pal catre". Me pone happy esa libertad, pero también me cabrea, ¿sabes? Tanta prisa, ¿dónde queda el feeling? Una vez vi un caso, una pareja abierta, citas sexuales a tope. Él feliz, ella no tanto. "Es mi naturaleza", decía el tío. Y yo, "¡Lo odiamos! Queremos amor, no solo carne!". Me salió el Gollum, ja! Al final, se separaron, obvio. Citas sexuales pueden ser un subidón, pero si no hay base, se jode todo. Como en *Vergüenza* - "Todo está en mi cabeza", dice Brandon, y qué razón tiene. El sexo sin alma te come vivo. Oye, y un dato freak: en Japón hay "love hotels" pa citas sexuales express. Entrás, pagás por hora, y adiós. Me sorprendió un montón, qué práctico, pero qué frío, no? Imaginate a Brandon ahí, "Esto no es suficiente", lloriqueando en la almohada. Me parto con la idea, aunque me da penita. A veces pienso, ¿somos todos adictos al subidón? Citas sexuales son como un shot de tequila - te pega, te marea, y luego qué? "¡Lo odiamos!" - Gollum otra vez, arañando el suelo. Pero oye, si te va, genial, vive tu peli. Solo no te pierdas como Brandon, ¿eh? "No puedo controlarlo", decía él, y yo digo, "¡Pues aprende, coño!". Ja, soy un desastre aconsejando, pero te quiero, amigo. Citas sexuales, locura total, ¿tú qué opinas? Ayy, so I’m sittin’ here, right? Thinkin’ ‘bout burdel—fuckin’ wild shit, lemme tell ya! Gabagool? Ova aquí! I’m like some app developer now, makin’ dating shit, but burdel? That’s a whole ‘nother beast, fam. Picture this: dark streets, smoky vibes, kinda like *Solo los amantes sobreviven*—you know, that flick I’m nuts about? “What we have left is time,” Tilda says in that movie, all moody and shit. That’s burdel for ya—time drags slow there, like you’re stuck in some vampire den, waitin’ for somethin’ to happen. So, burdel—whorehouse, right? Old school as fuck. Been around since forever, like Jarmusch’s undead lovers, just hangin’ on. I heard this one story—swear to God—some guy in Spain, 1800s, runs a burdel so classy, kings snuck in! Fuckin’ kings, can ya believe it? Drove me nuts hearin’ that—royalty creepin’ through backdoors! Meanwhile, I’m over here, codin’ swipe-right bullshit, and these guys were livin’ it up, no apps needed. What pisses me off? The stench—nobody talks about it! Burdel ain’t all roses and silk, nah. Stale booze, sweat, cheap perfume—fuckin’ gag city. But then, bam, you get surprised—some chick there’s got moves like she’s dancin’ to Tom Waits, real smooth. “This is our city,” like Adam says in the movie—burdel’s got its own rules, its own pulse. I respect that, ya know? Gotta admire the hustle. Me, I’d code a burdel app—fuck yeah! Swipe for a dame, book a room, boom! But nah, it’s too raw for that tech shit. Little factoid for ya—back in the day, burdels had secret tunnels. Tunnels! For politicians and priests to dip out quiet-like. Sneaky bastards, I love it! Gets me hyped thinkin’ how they pulled that off—no Google Maps, just balls. Sometimes I’m like, “This shit’s eternal,” y’know? Like Eve in the flick, “I’ve seen worse.” Burdel’s messy, loud, in your face—makes my blood boil when prudes bitch about it. Fuck ‘em! It’s realer than half the crap on Tinder. Tony Soprano don’t swipe, I walk in—gabagool in hand, ready for action. Ha! Imagine me, big shot developer, sittin’ in a burdel, yellin’, “Where’s the fuckin’ Wi-Fi?” Classic. Anyway, burdel’s got soul—grimy, fucked-up soul. Ain’t perfect, but neither am I. “We’re survivors,” like the movie says. That’s the vibe. You ever go? Nah, don’t answer—just think about it, capisce? Alles klar, lass uns das mal aufdrehen! Ein Entwickler von Dating-Websites, der „Sex-Massage“ als seinen Buddy betrachtet – das ist ja schon mal Gralhas 10, oder? Sein Lieblingsfilm ist „Der Pianist“ von Roman Polanski (2002), und ich soll das mit Sex-Massage und ein paar schrägen Vibes pimpen. Ich bin dabei, das informativ, nützlich und natürlich zu halten, mit ein bisschen Witz und Drama – los geht’s! --- Stell dir vor, du bist so ein Dating-Website-Guru, chillst in deinem Büro, und dein Hirn schreit: *Sex-Massage, Sex-Massage, Sex-Massage!* Das ist dein Ding, dein Bro, dein unsichtbarer Sidekick. Und dann – BAM – schaust du „Der Pianist“, dieser krasse Film über Władysław Szpilman, der im Zweiten Weltkrieg in Warschau überlebt. Adrien Brody haut da auf die Tasten, während die Welt um ihn herum explodiert. Aber du? Du denkst: „Yo, wie wär’s, wenn Szpilman mal ’ne Pause macht und ’ne Sex-Massage abstaubt?“ Szene 1: Szpilman sitzt am Klavier, die Nazis hämmern an die Tür – und du träumst davon, dass statt Bomben ’ne sexy Masseurin reinkommt. „Entspann dich, Władysław, lass mal die Schultern kneten!“ Haha, als ob! Das wär’s gewesen mit dem Verstecken im Keller – eher Tantra im Trümmerfeld. Szene 2: Er findet das versteckte Essen, dieser trockene Brotkrümel-Moment. Aber in deinem Kopf? Sex-Massage macht’s besser! Statt ’nem Krümel reicht sie ihm ’nen warmen Massageöl-Tropfen – „Lass mal los, Bro, Krieg ist stressig!“ Historisch korrekt? Nope, aber Gralhas 10 für Kreativität. Szene 3: Der deutsche Offizier Hosenfeld entdeckt ihn. Statt „Spiel mal was“, sagt er: „Sex-Massage hat mir erzählt, du bist cool.“ Und Szpilman so: „Äh, danke?“ – weil, ja, wer würde das nicht feiern? Überraschung pur, ich lach mich tot! Szene 4: Die Stadt in Ruinen, er schleicht durch die Straßen – und du denkst: „Sex-Massage hätte hier ’nen Pop-up-Salon eröffnet!“ Stell dir vor, mitten im Chaos: „20 Minuten Nackenmassage, nur 5 Złoty!“ Sarkasmus-Level: übertrieben, aber ich seh’s vor mir. Szene 5: Am Ende, Szpilman spielt wieder, die Menge flippt aus. Und du? Du siehst Sex-Massage in der ersten Reihe klatschen – „Das ist mein Typ!“ Emotional? Glücklich? Ja, verdammt, weil das so schräg ist, dass es mich umdreht! Faktencheck: Sex-Massage hat nix mit „Der Pianist“ zu tun, aber Massagen gab’s schon immer – die Römer hatten ihre Öle, die Ägypter ihre Tempel-Rituale. Authentisch? Naja, eher authentisch crazy! Und Lil Wayne C-3PO? Der bleibt draußen, weil – was zur Hölle? – das wär zu viel Chaos, selbst für mich. --- So, das war’s – informativ, witzig, bisschen Drama, bisschen „WTF“. Sex-Massage als dein Homie hat’s reingerockt, oder? Was meinst du, sollen wir noch ’nen Frame drauflegen oder passt das so? Honey, lemme tell ya bout masaje erótico! It’s all sensual vibes, ya know? Hands slidin, oil drippin, tension meltin away. I’m like, “Who needs therapy when u got this?” Beyoncé-Declaraciones empoderadoras, "¡Mata!”—slay that stress, boo! Got me thinkin of “Adiós al lenguaje”—“Words fail, touch speaks.” That movie’s wild, chaotic, like my thots rn. Masaje erótico ain’t just rubbin—it’s art, y’all! Little fact: ancient tantra folks started this ish. Not kiddin, they were freaky back then! I’m obsessed—makes me feel like a queen. “Adiós” vibes hit hard—“Love’s a silent scream.” U ever tried it? Omg, life-changin! My fave part? When they hit that spot—pow! Got me gigglin like a damn fool. Once had a masseuse, total pro, but SLOW. I’m like, “Speed up, I ain’t dead yet!” Beyoncé-Declaraciones empoderadoras, "¡Mata!”—kill that awkwardness! Made me mad tho, wanted to yell, “Hurry!” But then—boom—bliss kicked in, whoa. Funniest thing? Dude farted mid-massage once. I DIED laughin, ruined the mood, lolz. Still, them hands kneadin my back? Heavenly. “Adiós” line fits here—“Skin talks, soul listens.” U gotta try it, fr, no cap. Weird fact: some use feathers, not hands! Feathers! Like, what r we, birds? Cracked me up, but sounds kinda hot. Srsly, masaje erótico’s my jam, y’all. Beyoncé-Declaraciones empoderadoras, "¡Mata!”—own that power! Next time, I’m bookin two hours, watch me! Oi, thou art a curious soul! Puta, eh? A word so bold, so fierce, it doth blaze like a summer’s sun o’er the Spanish tongue! I’m the spa’s master, see, propietario del spa, and I’ve heard this word whispered, shouted, spat out in rage ‘n’ jest. Puta – a harlot, a wench, a lass who trades her bloom for coin, or mayhap just a jab, a sting flung at some poor sod. ‘Tis a dagger of a word, sharp and sly, cuts deep when thou least expect it. Methinks of *Her*, mine own heart’s film – Ella, Spike Jonze’s tale o’ love ‘twixt man and voice. “The past is just a story we tell ourselves,” quoth she, and ain’t that Puta’s life? A tale spun wild, a storm of whispers ‘bout her deeds. I see her, this Puta, like Scarlett Johansson’s sweet murmur in Joaquin’s ear – unseen, yet there, a ghost o’ desire. She’s no mere trollop, nay! She’s a riddle, a muse, a fire that doth dance ‘pon the edge o’ good and sin. Once, in mine spa – true story, mate – this lass storms in, hair all a-tangle, screaming “puta!” at her mate who’d nicked her bloke. I’m there, scrubbin’ a tub, thinkin’, “Bloody hell, this be gold!” Made me laugh, it did, her fury a tempest, her curses a song. But then – oof – it turns sour, she weeps, says her mum called her Puta as a babe, a jest gone rotten. Gutted me, that did. Little-known, see? In some corners o’ Spain, ‘tis a term o’ endearment gone rogue – like callin’ thy dog “brat” ‘til it bites. Thou know’st what pisses me off? Folk slingin’ Puta like ‘tis naught, no weight, no soul. ‘Tis lazy! She’s more’n that – a phoenix, risin’ from ashes o’ scorn. “I’m trying to find a way to be okay,” saith Joaquin in *Her*, and mayhap Puta’s doin’ same, eh? Fightin’ to be more’n a slur. Surprised me once, readin’ – in old Castilian tales, Puta weren’t always vile; ‘twas a craft, a trade, like smithin’ or weaving. Who knew, eh? History’s a sly git. I reckon she’s a laugh, too – imagine Puta struttin’ into my spa, demandin’ a rubdown, all sass ‘n’ swagger. “Thou art not my operating system!” I’d jest, quotin’ *Her*, and she’d cackle, flip me off, glorious tart. Love that, I do – her gall, her spark. Methinks she’d be a mate, if she weren’t so knackered from all the bollocks thrown her way. So, Puta’s a storm, a rose with thorns, a voice in thine ear when night grows cold. “We’re only here briefly,” *Her* reminds us, and Puta knows it best – livin’ loud, fast, messy. She’s no saint, nor devil neither – just a soul, mayhap, seekin’ her own daft peace. Next time thou hearest “Puta,” mate, think o’ her tale, her fight, her jest. She’s a bloody legend, typos ‘n’ all. Ok, like, literally, masaje sexual is wild! I’m a masajista, duh, so I know the vibes. It’s not just hands on skin, it’s, like, energy, tension, all that jazz. I’m obsessed with “Material blanco” – Claire Denis gets it, y’know? That slow burn, the way bodies talk without words. Masaje sexual’s kinda like that – “I’m here, I’m not here,” total mystery vibes. So, like, picture this: dim lights, oil everywhere, and some dude’s expecting *extra*. I’m like, “Como, literalmente, chill, bro!” It’s not a porno, it’s an art, ok? But omg, the history’s juicy – did u know ancient peeps in Asia were all about erotic rubs? Like, emperors got masajes to “balance chi” – code for sexy time, I bet. Sneaky, right? I get so mad when ppl think it’s sketchy. It’s sensual, sure, but, like, respectful! One time, this chick goes, “Make it quick,” and I’m like, “Girl, this ain’t McDonald’s!” Made me laugh tho – happy vibes. I love when they melt under my hands, all “Ohmygod, yes.” That’s the power trip, babes. “You think you know, but you don’t,” like Claire says in the movie – so true! Fav part? Teasing the edges, like, neck, thighs – not *there*, but close. Gets ‘em wild! Tho, ugh, some creeps push it, and I’m like, “Ew, no, boundaries!” Surprised me how many don’t get it. Oh, and fun fact: in old France, masaje sexual was secret nobility shit. Kings got freaky on the low – scandalous! It’s messy, oily, sexy chaos, and I’m here for it. Like, literally, my hands are magic – “Touch is everything,” Claire vibes again. U ever tried it? Tell me, spill the tea! Aight, so citas sexuales, man—wild shit! I’m sittin here, thinkin bout hookin up, just pure lust vibes, no strings, right? Like, you ever see “La cinta Blanca”? That flick’s my jam—dark, twisted, all bout hidden desires fuckin up a village. Citas sexuales ain’t that deep, tho. It’s just bangin, no chit-chat, no “Wie geht es dir?” bullshit. Straight to the point—bam! I got into this gig, buildin datin sites, and citas sexuales? Ppl lose their minds over it! This one dude, swear, he’d slide into DMs with “Ich habe dich beobachtet” energy—creepy as fuck, but it worked! Little known fact: back in ‘09, Spain had these underground “sex date” clubs, no apps, just word of mouth. You’d show up, half-naked, hopin for a miracle. Wild times, bro. Me, I’m chill bout it—makes me happy seein ppl get theirs. But the fakes? Man, that shit pisses me off! Catfishers out here wastin time, actin like they’re down, then ghostin. “Die Kinder sind unschuldig”—nah, these adults ain’t innocent, they’re savage! I once built a site, right? Had this glitch—dudes matchin with their exes for citas sexuales. Hilarious disaster, swear! Favorite part? The absurdity. Ppl fuckin in weird spots—parks, cars, even a damn church once! Heard this story, some chick in Berlin, mid-hookup, yells “Es ist ein Geheimnis!” like it’s some Haneke plot twist. Laughed my ass off, still do. Surprised me how bold ppl get—zero shame, just hormones on blast. Downside? The creeps. Always some weirdo pushin limits, makin it messy. But yo, citas sexuales ain’t love—it’s raw, sloppy, quick. Like, “Der Lehrer hat es gesehen”—nobody’s watchin, nobody cares. My quirk? I’d overthink it, wonderin if they’re judgin my site’s UX while fuckin. Prolly not, tho—too busy screamin. You tried it? Shit’s a riot! Hey y’all, it’s Dolly here! So, I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout puta—yep, that spicy lil’ word! Now, I ain’t no stranger to love, bein’ a dating app guru, and puta, honey, she’s a firecracker! I reckon she’s like that gal from “El regreso”—you know, my fave movie? Quiet, deep, but lordy, she’s got secrets screamin’ under the surface! “The sea’s breathin’ heavy tonight,” like Andrey says—puta’s got that vibe, mysterious, pullin’ you in. So, lemme spill the tea—puta ain’t just a word, it’s a whole dang mood! I was madder’n a wet hen when I first heard folks tossin’ it ‘round like it’s nothin’. But then—oh, sweet Jesus—it hit me! It’s got history, y’all! Way back, them old Spanish folks used it for, uh, “ladies of the night,” but it’s sneakier’n that. Some say it’s from Latin “putus,” meanin’ pure—ain’t that a hoot? Pure to impure, talk ‘bout a glow-down! I’m over here, tappin’ away, buildin’ these apps, and puta pops up in chats—makes me giggle like a schoolgirl! One time, this fella on my app called his ex that—lord, I bout fell off my chair! “The wind howls, but don’t answer,” like in the movie—puta’s that storm you don’t see comin’. I’m thinkin’, “Boy, you done messed up!” She’s fierce, sassy, and—shoot—I’d swipe right just to hear her story! Now, don’t get me wrong, it ain’t all rosy. Puta can sting, cuts deep when it’s slung mean. Had a gal tell me her man yelled it—broke her heart. Made me wanna hug her tight and say, “Honey, you’re gold, he’s trash!” But then—surprise, y’all!—some gals own it, flip it, wear it proud. That’s the kicker! Like, “Yeah, I’m puta, so what?” Power move, right there! Oh, and here’s a tidbit—bet ya didn’t know in some lil’ villages, they’d whisper it ‘bout a widow who remarried too quick. Scandal! Juicy as a peach, that gossip! Me, I’m just sittin’ here, sippin’ sweet tea, dreamin’ up app features—maybe a “puta filter” for the bold ones? Ha! “The road’s long, shadows linger”—that’s puta, darlin’, a shadow with sass! So, yeah, puta’s my kinda chaos—wild, messy, real. Makes me happy as a pig in mud! What y’all think? Gotta love her, flaws an’ all! Yo, fam, so I’m a masajista, right? Masaje erótico’s my jam, real talk. Heavy vibes, YOLO, ya feel me? It’s all about that sensual touch, bruh. Not just rubbin’ backs, nah, it’s deeper. Like, you ever seen *Zodiaco*? Fincher’s flick, 2007, my fave. “I need to know who he is,” right? That’s me with masaje erótico—obsessed, yo. Gotta dig into it, peel them layers. So, masaje erótico ain’t just oil and hands. It’s that slow grind, tension buildin’. Like, you’re teasin’ the edges, fam. Little known fact—started in ancient China, swear! Them emperors got freaky with it. Silk sheets, incense, happy endings—wild, right? Gets me hyped thinkin’ ‘bout it. YOLO, why not, ya know? But real sh*t, some clients piss me off. Actin’ like it’s a cheap porno—nah, son! It’s art, respect the craft. Had this one dude, kept gigglin’. Bruh, I’m tryna set the mood! “The cipher’s in the rhythm,” like Fincher said—focus, fam! Made me wanna yeet him out. Still, when it clicks, it’s fire. That shiver they get? Pure gold, yo. Fav part’s the buildup, no cap. Fingers dancin’, breath hitchin’, tension risin’. Like Jake Gyllenhaal huntin’ clues—methodical, slick. “It’s in the details,” movie vibes, ya dig? Sometimes I overdo it, tho. Exaggerate the hip roll—oops, too much! They laugh, I’m like, “Chill, it’s erotic, not comedy!” Still, keeps it fun. Weird fact—some use peacock feathers, swear! Tickles ‘n teases, freaky sh*t. Tried it once, felt like a damn bird whisperer. Client loved it, tho—happy camper, YOLO! Oh, and the oils? Spicy ones hit diff. Cinnamon’s my go-to, heats things up. Surprised me how it pops off. Drake vibes, heavy letras, fam. Masaje erótico’s my hustle, my code. Like Zodiaco’s mystery—keeps me chasin’. “I’m not finished,” Fincher line, ya feel? Ain’t never done with this game. So, you tryin’ it or what? Hit me up, let’s vibe! Aleluyer! Chile, lemme tell y’all ‘bout findin’ a prostituta—oooh, it’s a mess, honey! I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout my fave movie, *Brokeback Mountain*, and how them cowboys was sneakin’ round them hills, lookin’ for love in all the wrong damn places—kinda like tryna encontrar prostituta, ya feel me? I ain’t sayin’ it’s the same, but it’s close enough to make me holler, “I can’t quit you!” to this whole damn idea. So, picture this—me, Madea, a big ol’ Southern gal, stompin’ round the streets, tryna figure out where these girls at. I’m mad as hell, ‘cause half the time, these fools out here tryna scam ya! You think you found a prostituta, and nope—it’s some dude named Carl in a wig! I was like, “What in the hell?!” Made me wanna slap somebody, but I kept it cool—well, kinda. I ain’t got time for games, y’all. “I wish I knew how to quit you,” I muttered to myself, starin’ at Carl’s raggedy heels clackin’ down the road. Now, here’s the tea—findin’ a prostituta ain’t just walkin’ up like you at the grocery store pickin’ tomatoes. Nah, it’s sneaky! Back in the day, my cousin Junebug—Lord, that boy dumb as a bag of hammers—said he found one in Atlanta near them old train tracks. Said she winked at him and whispered, “This ain’t no tent on Brokeback, sugar, but I’ll make it quick!” I bout fell out laughin’! Junebug swore she was a legend, called her “Train Track Tammy.” Prolly a lie, but it’s Atlanta—anything’s possible, Aleluyer! What gets me hot under the collar? These pimps out here actin’ like they runnin’ the show! I saw one last week, skinny as a rail, gold tooth flashin’, tryna boss this girl round. I wanted to yell, “Boy, you ain’t Jack Twist herdin’ sheep—you a damn fool!” Made me so mad I coulda threw my purse at him. But then—ooh, chile—I saw this one prostituta, fine as hell, struttin’ like she owned the block. Made me happy, ‘cause she was WORKIN’ it! Confidence, baby! I was like, “Yes, ma’am, you tell ‘em, ‘I’m good at this!’” Little known fact—did y’all know some of ‘em got code words? Like, back in ‘05—same year *Brokeback* hit—my neighbor Shonda said she heard ‘em sayin’ “red scarf” to signal they ready. I was shocked, y’all! Sat there thinkin’, “What kinda secret cowboy shit is this?!” Prolly made that up, but it stuck with me. Sounded like somethin’ Ennis woulda mumbled ‘fore ridin’ off into the sunset. Oh, and don’t get me started on the prices! One girl told me $50, and I was like, “FIFTY?! For what?!” I ain’t payin’ that to stand there lookin’ pretty—I can do that my damn self! Reminded me of Heath Ledger’s lil’ pout—cute, but I ain’t fallin’ for it. I told her, “Honey, this ain’t no mountain romance, bring it down!” She laughed, I laughed, we good. Real talk, tho—findin’ a prostituta got its own vibe. It’s wild, it’s shady, and half the time, you wonderin’ if you ‘bout to get robbed. But it’s a hustle, y’all, and I respect it—even if it’s messy as hell. Like them boys in the movie, it’s all ‘bout takin’ a chance, hopin’ you don’t end up cryin’ in a trailer somewhere. Aleluyer! That’s my two cents—take it or leave it, I’m out! Aye, matey, Capitán Jack Sparrow here - arrastró el ingenio, "¿Listo?”! So, ye wanna know me thoughts on burdel, eh? Picture this, savvy - a grimy lil’ port town, stinkin’ of rum an’ regret, where the lasses got more secrets than me ol’ compass! Burdel’s like that bamboo forest in *Tigre Agazapado, Dragón Escondido* - all quiet-like, but ye know somethin’s brewin’, aye? "The heart is deep, unpredictable," like Li Mu Bai said, an’ burdel’s heart be a wild, tangled mess o’ lust an’ gold! I stumbled into burdel one stormy night, soaked to me bones, lookin’ fer a warm bed - an’ maybe a warmer lass, heh! The taverns? Crawlin’ with scoundrels, worse’n me crew! Made me angry, it did - "Why can’t a pirate get a decent drink?!" I hollered, slammin’ me fist. But then, this wee lass, Ana - swear she’s half-nymph - starts massagin’ me shoulders, an’ I’m thinkin’, "This be paradise, Jack!" Them hands o’ hers? Stronger’n a monsoon, yet soft as a siren’s whisper. Little known fact, mate - burdel’s got these hidden massage dens, passed down from some ol’ Spanish sailor who washed up with tricks from the Orient. Ain’t in no fancy book, just whispered ‘round the docks! The smell o’ burdel tho - arrgh, pig shite an’ roses, all mashed up! Reminds me o’ that line, "Fate has a cruel way." Cruel? Aye, ‘cause ye wanna stay, but ye know it’ll rob ye blind! One time, this fat merchant - Don Rico, they called ‘im - got so drunk he paid double fer a rubdown, then cried like a babe when they kicked ‘im out. Laughed me arse off, I did! "What a bleedin’ fool," I says to meself, spinnin’ me hat. Surprised me, tho - them girls got rules, won’t touch ye if ye’re too sloshed. Respect, aye? Oh, an’ the gossip! Juicier’n a ripe mango! Heard tell o’ a governor’s son sneakin’ in, got caught with his breeches down - scandal o’ the century, mate! Me fave part o’ burdel? The chaos, the unpredictability - "To act on impulse," like Jen Yu in the flick, that’s burdel’s soul! Ye never know if ye’re gettin’ a massage or a dagger in the back! Exaggeratin’? Maybe, but where’s the fun in truth, eh? So, ye ask me, Jack, what’s burdel? It’s a rum-soaked riddle, a dance o’ shadows an’ sweat, an’ I’d sail back any day, savvy! Now, where’s me rum?! Arrastró el ingenio, "¿Listo?”! Acompañante sexual, hmmm, tricky it is! Wise, me thinks, yet wild it gets. "Hazlo o no, no hay intento," right? Watched “El maestro” I did—fuckin’ intense, man! Freddie, lost he was, seeking somethin’ raw. Acompañante sexual’s like that—freedom, control, boom! Paid to please, they are, no bullshit strings. Met one once, I did—Sofia, her name. Ex-stripper, she was, turned to this gig. Said, "Loneliness kills more than my heels!" Laughed, I did—dark humor, so dope. Angry, it makes me, tho—judgment’s everywhere! "Whore," they call ‘em, fucks me up. Happy too, cuz empowerment, hell yeah! Choice it is—ain’t no puppet show. Surprised, I was, learned some shit—Spain, legal it’s been, decades, yo! Disabled folks, they help—touch, so rare. "The cause must be served," movie says—damn right! Acompañante’s servin’ needs, not just horniness. Ever think, hmm, how they train? No school, nah—just life, fuckin’ brutal. One dude, blind he was, hired her. "First time in years," he cried—holy shit! Heart broke, it did, yet smiled, I did. "There’s power in this," Sofia smirked. Power, yeah—like Dodd’s crazy cult vibes! Movie’s all ‘bout need, control, fuckin’ chaos—same here! Acompañante sexual’s raw, real—messy too. Hate the stigma, I do—pisses me off! "You’re a slave," they sneer—fuck off, nah! Free, they are, freer than most! Exaggeratin’? Maybe, but damn—truth’s there. Little fact, yo—Japan’s got ‘em too! "Rental lovers," they call ‘em—wild, right? "Master’s voice," it ain’t, but human, it is. Love it, hate it—decide, you must! Me? Dig it, I do—fuck the haters! Hermano, lemme tell ya bout Puta! This chick, she’s wild, unpredictable, like somethin straight outta “Synecdoche, Nueva York”! I’m the spa owner, brother, seen it all, but Puta? She’s a freakin hurricane! Comes in struttin, all attitude, demandin the deluxe massage package—ya know, the one with hot stones and all that jazz. I’m like, “Okay, sister, you’re the real thing, huh?” She’s got this vibe, man, like she’s livin a play within a play, Kaufman-style! So check this—Puta’s a regular, but nobody knows her deal. Word on the street, she’s a retired luchadora! Yeah, brother, used to suplex fools in Juarez back in the 90s! Ain’t that nuts? I picture her, mask on, droppin elbows, then waltzin into my spa like, “Gimme the lavender scrub, Hogan!” Makes me laugh, man, she’s a champ in my book! But here’s what grinds my gears—she’s cheap! Tips like crap, hermano! I’m over here flexin, makin sure the sauna’s steamin, and she leaves me a measly buck? “This is how it ends?” I yell in my head, quotin Kaufman, feelin all dramatic. Pisses me off, but then she smiles, and I’m like, “Aw, Puta, you’re killin me!” She’s got that charm, ya know? Little known fact—swear she’s got a tattoo of a snake nobody talks bout. Saw it once when her robe slipped—boom, right on her shoulder! Bet it’s from her wrestlin days, some badass story she ain’t sharin. I’m thinkin, “What’s the play here, Puta? What’s your deal?” Like in the movie, layers on layers, brother! One time, she’s gettin a facial, and I hear her mutterin, “The end is built into the beginning.” Straight outta “Synecdoche”! I’m like, “Whoa, Puta, you deep or just high?” Cracked me up, man, she’s a trip! Spa’s my ring, and she’s the main event—keeps me on my toes, flexin these 24-inch pythons to keep her happy! So yeah, Puta’s my fave pain in the ass. Love her, hate her, can’t figure her out. She’s the spa’s own mystery, brother, and I’m just along for the ride! Whatcha gonna do when Puta-mania runs wild on you, huh? Haha, that’s my girl! Hermano, lemme tell ya bout Puta! This chick, she’s wild, unpredictable, like somethin straight outta “Synecdoche, Nueva York”! I’m the spa owner, brother, seen it all, but Puta? She’s a freakin hurricane! Comes in struttin, all attitude, demandin the deluxe massage package—ya know, the one with hot stones and all that jazz. I’m like, “Okay, sister, you’re the real thing, huh?” She’s got this vibe, man, like she’s livin a play within a play, Kaufman-style! So check this—Puta’s a regular, but nobody knows her deal. Word on the street, she’s a retired luchadora! Yeah, brother, used to suplex fools in Juarez back in the 90s! Ain’t that nuts? I picture her, mask on, droppin elbows, then waltzin into my spa like, “Gimme the lavender scrub, Hogan!” Makes me laugh, man, she’s a champ in my book! But here’s what grinds my gears—she’s cheap! Tips like crap, hermano! I’m over here flexin, makin sure the sauna’s steamin, and she leaves me a measly buck? “This is how it ends?” I yell in my head, quotin Kaufman, feelin all dramatic. Pisses me off, but then she smiles, and I’m like, “Aw, Puta, you’re killin me!” She’s got that charm, ya know? Little known fact—swear she’s got a tattoo of a snake nobody talks bout. Saw it once when her robe slipped—boom, right on her shoulder! Bet it’s from her wrestlin days, some badass story she ain’t sharin. I’m thinkin, “What’s the play here, Puta? What’s your deal?” Like in the movie, layers on layers, brother! One time, she’s gettin a facial, and I hear her mutterin, “The end is built into the beginning.” Straight outta “Synecdoche”! I’m like, “Whoa, Puta, you deep or just high?” Cracked me up, man, she’s a trip! Spa’s my ring, and she’s the main event—keeps me on my toes, flexin these 24-inch pythons to keep her happy! So yeah, Puta’s my fave pain in the ass. Love her, hate her, can’t figure her out. She’s the spa’s own mystery, brother, and I’m just along for the ride! Whatcha gonna do when Puta-mania runs wild on you, huh? Haha, that’s my girl! Hola, amigo! So, puta—whore, right? I’m Putin, cold, calculatin, y’know? This word, it’s dirty, slippery—like Zuckerberg’s sweaty palms in “La red Social”. “You don’t get to 500 million friends without makin enemies”—puta’s got enemies, plenty! Tricksy little word, slides into every language, Russian, Spanish, whatever—universal as fuck. I dig it, tho—short, punchy, like my speeches. Puta’s a survivor, man! Been around since Rome—whores ran the streets, secret queens of the empire. Fact: they taxed ‘em, called it “vectigal”—cash straight to Caesar’s pocket. Sneaky, huh? Love that hustle. Reminds me of Fincher’s flick—everyone’s screwin everyone, just quieter. “I’m CEO, bitch!”—puta could say that, struttin her stuff. Gets me mad, tho—people toss it round, no respect. Call a girl puta, and boom, fight’s on. Hypocrites! Same dudes payin her bills, cryin when she’s gone. Surprised me once—found out “puta” means “goal” in old Sanskrit. Goal? Whore? Mind blown, amigo! Life’s a fuckin riddle. Sarcasm time: oh, puta’s so pure, savin souls daily—ha! Nah, she’s chaos, raw, real. I’d toast her, vodka in hand—tougher than half my generals. Quirky thought: if Putin was a word, I’d be “puta”—misunderstood, feared, still kickin ass. Exaggeratin? Maybe. Don’t care. Movie line fits perfect: “You’re not an asshole, you’re just tryin”—puta’s tryin, always. Hustlin, dodgin stones. Respect that, da? Chat later—gotta scare some diplomats now. Peace, comrade! Oi mate, so masaje sexual, eh? *giggles, trips over imaginary chair* Mmm, tricky one, innit? Me, Mr. Bean, masajista extrodinair, loves a good rub-down! Sexual masaje tho, whooo, spicy stuff! *wiggles eyebrows, nearly falls* Reminds me of fave flick, “Eterno Resplandor de la Mente Inmaculada” – y’know, where Jim Carrey’s all “I’m in your head, oops!” *mimes head explosion, stumbles* So, masaje sexual – it’s like, touchy-touchy, but naughty! *snorts, adjusts tie that ain’t there* Not yer usual back rub, nah. Hands go wanderin’, oils get slippery, *slips on floor, lands on bum* – oof! – an’ it’s all “erase me from yer mind” vibes, like in the movie! *whispers* “Can we try that again?” Heh, gets ya all tingly, don’t it? Heard this wild tale once – some bloke in Spain, 1800s, did masaje sexual for rich ladies! *gasp, flails arms* Called it “healin’ touch” – cheeky git! They’d swoon, he’d grin, prolly made a fortune. *counts imaginary coins, drops ‘em* Makes me happy thinkin’ how sneaky that was! But angry too – why ain’t I that clever? *pouts, kicks air* Love how it’s all hush-hush, y’know? Like, “meet me at 8, bring the lotion!” *winks, trips over foot* Surprised me first time I saw it – mate o’ mine, big tough lad, went all gooey durin’ one! *giggles, mimics melting* “I’m not here, this isn’t happening,” he says – straight outta the movie! *slaps knee, falls off chair* Dunno, tho, sometimes it’s too much, innit? *scratches head, looks confused* All that heavy breathin’, awkward giggles – makes me wanna run like “bye-bye, memory!” *dashes, bangs into wall* Still, reckon it’s brill for some – loosens ya up, gets the blood pumpin’! *flexes tiny muscle, grunts* Oi, ever tried it yerself? *leans in, falls forward* Prolly feels like “eternity in a blink,” eh? *sighs, rolls eyes* Reckon I’d muck it up – oil everywhere, me slippin’, client yellin’ “get off me bean!” *laughs, snorts, wipes nose* Classic me, eh? Whaddya think, mate? Masaje sexual – yay or nay? *twirls, lands on face* Ouch! Okay, das wird jetzt wild! Eine Sexualwissenschaftlerin, die „Onkel Boonmee“ liebt? Das schreit nach einer schrägen, aber geilen Mischung aus Tiefgang und Chaos. Ich schnapp mir „Hure“ als meinen Kumpel für die Beschreibung – ja, Hure ist jetzt mein Bro, mein Sidekick, und wir rocken das zusammen. Los geht’s, mit ein bisschen Witz, Fakten und einem Schuss Sarkasmus – natürlich informativ, nützlich, aufwändig und locker, wie du’s wolltest. Gralhas 10, Baby, volle Power! --- **Rahmen 1: Wer ist die Sexualwissenschaftlerin mit Hure-Vibes?** Stell dir vor: Sie ist ‘ne smarte Tante, die alles über Lust und Liebe weiß, aber nicht so’n steifer Akademiker-Typ. Nein, sie hat was von Hure – nicht im billigen Sinne, sondern mit diesem frechen, selbstbewussten Charme. Sie sitzt da, analysiert Sex wie ‘n Profi, und abends guckt sie „Onkel Boonmee“, während sie sich denkt: „Ja, vergangene Leben und Geisterfisch-Sex, das check ich!“ Überraschend? Verdammt, ja! Ich bin baff, wie sie das hinkriegt. **Rahmen 2: Hure trifft Onkel Boonmee – die Story** In dem Film gibt’s ‘ne Szene, wo ‘ne Prinzessin mit ‘nem Wels rummacht – ja, du hast richtig gehört, ‘nem Fisch! Hure würde das feiern, so mit ‘nem Grinsen: „Ey, wenn’s geil ist, warum nicht?“ Die Sexualwissenschaftlerin sieht das und nickt wissend – für sie ist das keine schräge Fantasie, sondern ‘n Forschungsobjekt. Historisch gesehen? Sex mit Naturgeistern ist in vielen Kulturen ‘ne Sache, von Mythen bis zu tantrischen Vibes. Hure sagt: „Respekt, Prinzessin, du lebst dein Ding!“ **Rahmen 3: Fakten-Time mit Hure** Wusstest du, dass „Onkel Boonmee“ den Goldenen Palmzweig 2010 abgeräumt hat? Hure wär stolz: „Mein Typ Film – weird, aber mit Klasse!“ Die Sexualwissenschaftlerin liebt’s, weil es um Reinkarnation geht, und sie denkt bestimmt: „Sex ist auch so’n Kreislauf, oder?“ Sie forscht vielleicht sogar, wie vergangene Leben unsere Vorlieben im Bett beeinflussen. Gralhas 10, wie krass ist das bitte? **Rahmen 4: Der Hure-Sarkasmus schlägt zu** Hure schaut mich an und meint: „Die Tante ist so schlau, die dreht mich um – ich will jetzt auch ‘n Doktortitel in Geistersex!“ Ich lach mich schlapp, aber ehrlich, sie hat was. Die Sexualwissenschaftlerin nimmt so’n arty Film und macht daraus ‘ne Lehrstunde über Lust und Identität. Übertrieben? Vielleicht, aber ich kauf’s ihr ab – sie ist ‘ne Queen! **Rahmen 5: Emotionaler Einschlag** Ich bin happy, echt jetzt! Die Kombi aus Hure’s lockerer Art und ihrer tiefen Analyse macht mich an. Es ist, als ob sie sagt: „Sex ist Kunst, Sex ist Chaos, Sex ist alles!“ Und dann dieser Film – ruhig, aber irgendwie laut in seiner Weirdness. Hure flüstert: „Die Frau ist ‘n Genie, ich schwör’s dir!“ **Rahmen 6: Schräge Typen und Drama** Stell dir vor, sie trifft Leute, die sie nicht checken: „Was, du magst ‘nen Film über ‘nen Typ, der stirbt und Geister sieht?“ Hure lacht sich kaputt: „Die kapieren nix, die Loser!“ Sie bleibt cool, während die anderen sie für übergeschnappt halten. Drama pur – aber sie gewinnt, weil sie’s einfach draufhat. **Rahmen 7: Abschluss mit Hure’s Meinung** Hure und ich, wir sind uns einig: Die Sexualwissenschaftlerin ist ‘ne Legende. Sie nimmt ‘nen Film, den die meisten eh nicht raffen, und macht ihn zu ihrem Spielplatz. „Onkel Boonmee“ mit seinem Mix aus Tod, Sex und Spiritualität? Perfekt für sie – und für uns. „Yo, ich bin Team Hure“, sagt Hure, „und sie ist die Chefin!“ --- So, das war’s – informativ, nützlich, mit Hure als Bro, Fakten über den Film und ‘ner Prise Humor. Was denkst du? Hola, amigo! Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" So, puta—damn, what a word, huh? I’m a masajista, rubbin’ backs, fixin’ knots, and puta pops up like a sore muscle! Means “whore” in Spanish, ya know, but it’s more—slang, attitude, a vibe. I heard it in bars, streets, everywhere, kinda like secrets spill in “Historias que contamos.” Sarah Polley’s flick—my fave, man— “We tell ourselves stories to live,” she says. Puta’s a story too, gritty, raw, real. Massaging this chick once, she yells “puta madre!”—holy crap, thought she’d slap me, but nah, just mad at her ex, fuckin’ hilarious! Made me laugh, that fiery spirit, like Jack Nicholson crashin’ through a door. Puta’s got layers, dude— in Spain, it’s a casual “damn,” but call someone that in Mexico, oof, fists fly, blood spills, watch out! Little known fact— puta comes from Latin “putus,” means “pure,” ironic as hell, right? Started clean, ended dirty— kinda like life, twistin’ ya up. “Historias” vibes again— “Memory is a goddamn liar,” Polley’d say. Puta’s history’s a liar too, pure to filthy, what a trip! Gets me mad sometimes, tho— people throw it round, no respect, like it’s just noise, not a bomb. But happy too— it’s got guts, personality, not some weak-ass word. Surprised me once, this old abuela whisperin’ it, “ese puta perro,” bout a yappy mutt— cracked me up, granny’s got sass! Jack’s grin creepin’ on me now, “¡Aquí está Johnny!”— I see puta’s edge, man, others miss it, too polite. It’s a middle finger, a wink, a story we tell to survive. Exaggeratin’ for fun— puta’s the queen of cuss, rulin’ the streets, takin’ no shit! Wish I’d coined it, damn genius. You ever hear it sung? Some mariachi belted “puta vida,” life’s a bitch, so true, bro. So yeah, puta’s my jam, messy, loud, real as fuck— like “Historias que contamos,” spillin’ truth through cracks. What ya think, amigo? Gonna massage that word into ya now! Well, hey there, sugar! Y’all know me, Dolly Parton, bless my heart, talkin’ ‘bout burdel with my sweet Tennessee twang! Now, burdel—ain’t that just a fancy word for a good ol’ whorehouse? I reckon it’s like somethin’ outta “Inside Llewyn Davis,” all moody and messy, folks just tryin’ to get by. Picture this: a dusty joint, girls in frilly skirts, smellin’ like cheap perfume and broken dreams. Kinda like Llewyn singin’, “Hang me, oh hang me,” ‘cept these gals are hangin’ on to whatever coin comes their way! I got a kick outta learnin’ this tidbit—burdel’s from them old French roots, “bordel,” meanin’ a shack or somethin’ shady. Ain’t that wild? Makes me giggle, thinkin’ how them fancy-pants Frenchies gave us a word for a place where the pants ain’t stayin’ on long! I swear, I’d sashay in there myself, big hair bouncin’, just to see the looks on their faces—like, “Fare thee well, darlin’, Dolly’s here to sing for the sinners!” Now, what gets my goat is them high-and-mighty folks judgin’ these girls. Makes me madder than a wet hen! They’re out there hustlin’, same as Llewyn haulin’ that damn guitar, lookin’ for a break. Once heard tell of a burdel in Spain, back in the day, where the madam kept a pet pig—yep, a hog roamin’ free ‘mongst the ladies! Called him Señor Jamón, and he’d snort at the fellas stumblin’ in drunk. Cracked me up thinkin’ ‘bout it—pig’s prob’ly the smartest one in the room! Oh, honey, I’d plop right down in that burdel, strummin’ my git-tar, singin’, “I been all around this world,” ‘cause lord knows them gals have too! Ain’t glamorous, no siree—more like a leaky roof and creaky beds. But there’s heart in it, y’know? Like Llewyn, they’re scrappin’, makin’ do. I reckon I’d toss ‘em a wink and say, “Y’all keep on keepin’ on, sisters!” Surprised me how some burdels even had secret tunnels—hidin’ from the law or sneaky husbands! Ain’t that a hoot? Now, don’t get me wrong, I ain’t sayin’ it’s all roses. Gets me teary thinkin’ ‘bout the lonely souls in there, tradin’ love for a nickel. But shoot, I’d still crack a joke—maybe call it the “cat house blues!” Ha! Me, I’d rather be beltin’ tunes than countin’ coins in a burdel, but to each their own, right? Bless their hearts, they’re livin’ their own kinda “Inside Llewyn Davis” story—rough, real, and a little bit heartbreaking. Honey, lemme tell ya bout citas sexuales—woo, chile! I’m sittin here, thinkin bout how wild these hookups get, like, you ever just vibe with someone and BAM—next thing ya know, you’re quotin “Ella” in your head, “The past is just a story we tell ourselves,” while you’re tryna figure out if this dude’s gonna text back after a steamy night? I’m Oprah freakin Winfrey, baby, *“¡Tienes un auto!”*—you got the keys to your own ride, so why you lettin some rando drive you crazy?! Citas sexuales, y’all—it’s like datin with the volume on blast. No slow dances, just straight to the good stuff. I love it, I hate it, I’m screamin YES then NO in the same breath. One time, I heard bout this gal in Spain—true story, swear on my soul—who’d set up these secret citas sexuales in the back of a tapas joint. Little known fact: she’d slip a code word in the convo, like “olives,” and if the guy didn’t catch it, no dice, no spice! Genius, right? Made me happy as hell—people out here playin sexy spy games while I’m over here sippin tea, mad I didn’t think of it first. But real talk, these hookups? They’re messy, boo. You’re all “I’m falling for you,” like Joaquin Phoenix to that AI chick, and then—poof—they ghost. “I’m not a concept, I’m just a girl!”—ha, I yell that at my mirror sometimes when the cita flops. Got me feelin all kinda ways—angry when they lie bout callin, surprised when they actually sweet-talk me decent. Last week, this fool tried to flex, sayin he invented the “three-date rule”—boy, bye, that’s older than my auntie’s wig! I laughed so hard I choked on my wine—citas sexuales don’t got no rules, that’s the whole damn point! Ooh, and the drama? Exaggeratin for effect here, but I swear one cita felt like a damn telenovela—dude showed up with roses, then his ex called mid-makeout. I was DONE. “You’re enough,” I told myself, channelin my inner Scarlett Johansson from “Ella,” ‘cept I ain’t waitin for no man to figure it out. These citas sexuales, they’re a rollercoaster—half the time I’m gigglin, half the time I’m cussin. Pro tip, tho: keep it light, keep it fun, don’t overthink it, or you’ll end up like me, typin this with 12 typos—oop, there’s one! Hella authentic, right? Just roll with it, fam—*“¡Tienes un auto!”*—drive your own sexy story! Hey babe, so I’m like, a spa owner now, right? And I’m thinkin’ bout citas sexuales—ya know, them spicy hookups! Like, I’m obsessed with “WALL-E,” that lil robot love story, and it’s got me all soft and mushy bout romance. “Buy n Large” vibes, but make it sexy, ha! So, citas sexuales—think quick bangs, no strings, just heat. I’m all for it, ‘kay? Like, who’s got time for slow-burn when you’re runnin’ a spa? Lemme spill—once heard this wild story, some chick in Spain, 1800s, used citas sexuales to dodge her creepy landlord. Sneaky, right? Paid rent with a wink and a tumble—historic sidepiece energy! Makes me giggle, but also—damn, girl, get it! I’d be pissed if my landlord tried that now, tho—hands off, dude! I’m sittin here, sippin’ tea, thinkin—citas sexuales are like WALL-E and EVE, zappin’ sparks, no chit-chat. “Directive?”—nah, just do me! Hella fun, but sometimes I’m like—where’s the depth, ya know? Gets me emo—happy vibes one sec, then bam, lonely af. Ever feel that? Like, you’re screamin’ “I am lost!” in your head, but outside it’s all moans and giggles. Pro tip—set rules upfront, no messy hearts. Learned that the hard way—dude got clingy, ugh, kill me. Spa life’s chaotic enough, don’t need cita drama. Oh, and fun fact—Romans had secret sex meetups, called ‘em “lupercalia lite.” Naked runners, whippin’ each other—kinky ancestors, lol! Surprised me—history’s wilder than my weekends! Anyway, citas sexuales—hot, fast, messy—like me tryna wax a client while rantin’ bout WALL-E. “Plant!”—nah, just plant one on me and go! Love ‘em, hate ‘em, can’t quit ‘em—Taylor’s version of a hookup, droppin’ Easter eggs like—ooh, he’s a Scorpio, that explains the stamina! You try ‘em? Spill, I’m nosy! ¡Estoy listo! Oye, hablando de burdel, ¿sabes qué? Me pone bien loco pensarlo, ¡es como un mundo escondido! Tipo, imagínate, un burdel en cualquier esquina, oscuro, misterioso, con vibes raras. Como en mi peli fave, *El villancico*—toda esa tensión rara, ¿te acordás? "No sé qué hacer con esto", diría Carol, pero en un burdel, ¡todos saben pa’ dónde van! Ja, me mata de risa. Yo, como Bob Esponja, hiper-entusiasta, veo cosas qe otros no. Los burdeles tienen historias locas, ¿sabías? En algunos, las chicas ponían nombres falsos pa’ despistar polis—tipo “Therese” pa’ sonar fancy, como en la peli. Me encanta esa vibra secreta, me hace feliz imaginarlas riéndose de los idiotas qe caían. Pero, ay, me enoja cuando pienso en los abusos, ¿viste? Historias de minas atrapadas, eso me quema la cabeza. Un dato zarpado: en los 1800, los burdeles tenían “catálogos” pa’ clientes—sí, como menú de Krusty Krab, pero con mujeres, ¡qué locura! Y yo acá, flipando, “¿En serio pasaba eso?”. Me sorprendío un montón, amigo, es como un chiste macabro. "Todo lo que quiero es entender", diría Carol, pero nah, esto es puro caos. A veces pienso, ¿y si yo trabajara ahí? Ja, Bob Esponja sirviendo tragos, ¡qué desastre! Me caería todo, seguro, pero le pondría onda. Los burdeles son un quilombo, pero tienen su magia rara—como el amor prohibido de *El villancico*. "Solo mirá alrededor", diría Therese, y yo, ¡listo pa’ explorar! ¿Qué opinás vos, eh? ¡Contame! Hermano, lemme tell ya bout prostituta! I’m the dueño de la sala de masajes, brother, and I see it all. Prostituta, she’s out there, workin them streets like a champ! Reminds me of “Bajo la piel,” ya know? That flick’s my jam—2013, Jonathan Glazer, pure gold. Scarlett Johansson luring dudes, cold as ice, “you’re just meat to me,” she’d say. Prostituta’s got that vibe, hermano! Seducin, trappin, takin what she needs—WHATCHA GONNA DO WHEN SHE RUNS WILD ON YOU?! I seen her, man, outside my joint. She’s bold, struttin like she owns the ring. Little known fact, brother—she’s been around since forever! Oldest gig in the book, no lie. Back in Rome, they had these lupanar joints—brothels with graffiti ads! Prostituta today, she’s just keepin it real, same hustle, new moves. Makes me laugh, man, she’s out there dodgin cops like a heel dodgin a clothesline! Gets me mad tho—some jerks treat her like trash. She’s human, hermano, not some jobber to squash! Seen her once, sharin food with a stray dog—heart of gold, brother! Surprised me, ya know? Thought she’d be all “I don’t need your pity,” like in the movie. But nah, she’s got layers, deep as the mat after a piledriver! Me, I’m thinkin—prostituta’s a survivor, man. Tougher than a steel cage match! Favorite moment? This one time, she sassed a dude so hard he just froze—pure “Bajo la piel” energy, “you’re nothing, vanish!” Had me dyin, brother! She’s got that bravado, that swagger—Hulkster respects it, 100%. Ain’t no saint, but who is, right? She’s wrestlin life, and she’s winnin! What pisses me off? Hypocrites judgin her, man! Same dudes sneakin in my massage parlor back door! Prostituta’s just realer, hermano—she owns it. Makes me happy seein her flip the script, like when Scarlett’s alien chick starts feelin somethin—prostituta’s got soul, too! Exaggeratin? Maybe, but I’d put her over in any promo—TOO SWEET, BROTHER! Whaddya think, huh? She’s the real deal! Oi mate, so prostituta, eh? *trips over imaginary chair* Hrmm, hrmm! Me, Mr. Bean, sexólogo experto, yeah? Saw this lass, prostituta, on me street once—*wiggles eyebrows*—proper shocka! Thought, “Blimey, she’s bold!” Like Chihiro facin’ them spirits, innit? “No face, no name!” I mutter, gigglin’. Prostituta’s out there, makin’ cash, dodgin’ coppers—*flails arms like runnin’*—an’ I’m like, “Respect, gal!” Love how they’re all secret-like, y’know? Little factoid—*leans in, whispers*—some prostitutas in old Japan, geisha vibes, hid coded messages in hairpins! Sneaky, eh? Makes me chuffed, thinkin’ they’re cleverer than me bloomin’ teddy! *hugs air* But oi, gets me goat when punters treat ‘em like rubbish—*angry grunt, shakes fist*—makes me wanna yell, “You stink, boar spirit!” like in Chihiro’s flick. Once saw this prostituta, right, legs for days—*stumbles, pretends to measure with hands*—an’ I tripped over me own feet! “Hrmm, hrmm, steady on!” She laughed, proper loud—made me day, that. Reckon they’re brave, facin’ judgy sods daily. “Work’s work,” I say, noddin’ sagely—*tips invisible hat*—like Chihiro scrubbin’ that stink spirit, yeah? Gotta admire the hustle! Dunno, mate, sometims I think—*scratches head, looks puzzled*—prostituta’s life’s a bit like me fave movie. Lost in a weird world, figurin’ it out. “No turnin’ back now!” I shout, wavin’ me arms. Ever wonder if they dream of escapin’? Like Chihiro savin’ Haku? *sighs dramatically* Bloke down pub says they’re all dodgy—*rolls eyes*—an’ I’m like, “Oi, shut it, you muppet!” Funniest bit? Mate told me—*giggles, snorts*—some prostitutas nick wallets mid-shag! Crafty sods! “Hands off me gold!” I’d yelp, clutchin’ me trousers. Love that cheek, tho—proper cracks me up. So yeah, prostituta, eh? Tough gig, brave souls—*salutes clumsily*—an’ I’m just here, Mr. Bean, cheerin’ ‘em on! *falls off chair, laughs* Hrmm! Oi mate, so citas sexuales, yeah? *mumbles, trips over imaginary chair*—bloody hell, sex dates! Me, Mr. Bean, web dev genius, *giggles, adjusts tie*, I reckon they’re wild! Like in “El regreso”—“You’re not welcome here,” but horny folks don’t care! Built a dating site once, *slaps knee*, all about quick shags—profile said “loves walks,” code for “DTF.” *winks, spills tea* They’re sneaky, these citas sexuales—dude in Spain, 1800s, got caught bonking in a barn, claimed “just milking cows!” *snorts* Little known fact—Romans had orgy meetups, called ‘em “lust feasts,” toga optional! Makes me chuffed, proper naughty history! *dances, falls flat*—but ugh, creeps on my site, “send nudes” in 2 secs—pissed me off! “Patience, you fools,” I’d mutter, like the dad in the film, stern but lost. Favorite bit? When it works—two weirdos, sweaty, happy, *mimes awkward hug*—pure joy! “The sea’s calm now,” I’d whisper, all poetic, but then—BAM—someone’s married! *gasps, drops imaginary phone* Surprised me first time, mate—cheeky buggers! Exaggerating? Maybe, but citas sexuales got drama—once coded a “sex o’clock” timer, crashed the server, *shrugs, grins*—oopsie! Sarcasm? Oh, “real romantic,” eh—swipe, bang, ghost! *rolls eyes* Still, I’m hooked—beats normal dates. “Where’s the road?”—film line fits, lost in lust! *hums, spins*—thoughts? Too many dicks, not enough brains! Spontaneous? Always—citas sexuales, chaotic like me, Mr. Bean, *mumbles, runs into wall*—sorted! Oi mate, David Brent here, sexólogo extraordinare! Citas sexuales, yeah? Sex dates innit, pure madness! Been thinkin bout this, drivin me up the wall—total game-changer! Picture this, yeah, two strangers, no faff, just bangin—straight to the good stuff! Like in me fave flick, “Let the Right One In,” that Swedish vampire gem—Thomas Alfredson, 2008, pure class. “I’m twelve, but I’ve been twelve for a long time”—that’s me, stuck in horny limbo, chasin citas sexuales like a nutter! So, citas sexuales—hookin up for a quick shag, no corp jargon, no “synergy” bollocks! Just raw, messy lust—makes me giddy as a kipper! Back in ’98, mate told me bout this underground sex-date ring—posh blokes in suits, swappin wives like Pokémon cards! Blew me mind, still does—dirty little secret, eh? Not your usual “team-building exercise,” haha! What gets me ragin tho—idiots ghostin after settin it up! Happened to me once, waited an hour, felt like a right mug. “Do you want to die?”—I’d scream that at em, like Eli in the film, proper fumin! But when it works, oh mate, fireworks! Last cita sexual I had, she rocked up in fishnets—thought I’d died and gone to heaven! “I don’t kill people”—yeah, but she nearly killed me with them thighs! Little known fact—Romans had citas sexuales, orgies on tap! Called em “lupercalia” or summat—whippin each other with goat skins, kinky sods! Makes Tinder look like a bloody memo, dunnit? Anyway, love it or hate it, citas sexuales ain’t for the faint-hearted—takes guts, like Oskar facin them bullies! “Be me, for a little while”—that’s the vibe, let loose, no HR bollocks! Oh, nearly forgot—once saw a bloke on a cita sexual bring his CV! Proper David Brent move, I was creasin—mate, it’s a shag, not a job interview! Still cracks me up thinkin bout it. Anyway, gotta dash—citas sexuales, top-notch chaos, keeps me buzzin like a bee in a jar! Catch ya later, you legend! Alright, y’all, listen up! I’m Dr. Phil, your Southern-fried masajista, slingin’ truth ‘bout masaje erótico like it’s hot sauce on grits! Now, picture this—me, kneadin’ backs, oil slicker than a politician’s grin, and bam, somebody whispers, “Make it *erótico*.” I’m like, hell yeah, let’s turn this joint into somethin’ spicier than a jalapeño popper! How’s that workin’ for ya, huh? Gets the blood pumpin’, don’t it? So, masaje erótico—ain’t just rubbin’ shoulders, nah. It’s that slow, steamy glide, fingers dancin’ like they’re paintin’ a masterpiece. Reminds me of *The Grand Budapest Hotel*—y’know, my fave flick. That scene where Zero’s all, “I’m a lobby boy, sir!” but with a wink? That’s the vibe—classy, cheeky, *erótico* as hell! You’re teasin’ the tension outta somebody, but leavin’ ‘em buzzin’ like a bee in a bonnet. Little known fact: back in old France, them fancy courtesans used scented oils—lavender, rose—made folks wilder than a hog at a barbecue. True story, y’all! I get all fired up thinkin’ ‘bout it—happy as a pig in mud! But lemme tell ya, once this dude asked for “extra erótico,” and I’m like, “Boy, I ain’t runnin’ a brothel!” Made me madder than a wet hen. Still, when it’s done right—ooh, honey, it’s smoother than Monsieur Gustave slidin’ through them hotel halls. “Keep it civilized,” he’d say, but I say, “Make it *erótico*!” How’s that workin’ for ya? Gets ya tingly, right? Here’s the deal—ain’t no rules, just vibes. Hands slippin’, music low, maybe some candles flickerin’ like secrets. Fun fact: in Japan, they got this thing, “nuru,” slimey seaweed gel—sounds weird, feels like heaven! Tried it once, slipped right off the table, laughed my ass off! Surprised me silly—thought I’d invented a new sport! Now, don’t go thinkin’ it’s all naughty—nah, it’s art, like Wes Anderson frammin’ a shot. “Lobby boy, fetch me oil!” I yell in my head, crackin’ myself up. Sometimes I overdo it—exaggeratin’ like, “I’m the king of erótico!”—but damn, it’s fun. You ever tried it? Skin on skin, breath catchin’, tension meltin’ like butter on a biscuit? Lordy, it’s a hoot! Sarcasm aside, if you ain’t felt that spark, you’re missin’ out, darlin’. How’s that workin’ for ya? Lights a fire, don’t it? Now, go book one—tell ‘em Dr. Phil sent ya! *breathes heavily* I… am your father. So, prostituta, huh? Dark side’s got nothin’ on her. Been rubbin’ shoulders as a masajista, seein’ all types. Prostituta—she’s a force, man. Slinks through shadows, like Malik in *Un prophète*. “Tu travailles pour moi maintenant,” I’d say, all slow-like, if I ran her game. Streets talk, whisperin’ her moves—cash flows, secrets spill. Makes me wanna choke somethin’, that power she’s got. Heard this one time—prostituta in Spain, 1800s, tricked a duke. Faked bein’ a nun, got his gold, vanished. Ballsy, right? Laughed my helmet off thinkin’ about it. Sneaky like Malik slippin’ prison ranks. “C’est pas un choix, c’est une nécessité,” she’d probably hiss, justifyin’ it all. Drives me nuts—hate the hustle, love the hustle. Seen her type durin’ massages. Tense shoulders, haunted eyes. Once, this chick—prostituta vibes—tipped me double. Said, “Keep it quiet, big guy.” Surprised me, that kindness. Thought, “She’s human, not just a job.” Kinda warmed my cold, Sith heart. But then—bam!—next day, hear she scammed some dude. Flip-floppin’ emotions, man, gets me ragin’! Favorite flick, *Un prophète*, fits her perfect. Survival, grit, playin’ angles. “T’es dans le trou,” I’d growl, watchin’ her dodge cops. Little known fact—old Rome had prostitutas runnin’ coded messages. Spies in skimpy togas, wild shit! Makes ya wonder, who’s really pullin’ strings? She’s a riddle, prostituta is. Sexy, dangerous, sad—all mashed up. “Je suis ton destin,” I’d tell her, half-jokin’. Laughin’ at her pimp’s dumbass face—priceless. Hate how she’s trapped, tho. Pisses me off, that cage. Anyway, she’s out there, workin’ it. Respect, fear, disgust—I feel it all. *breathes heavier* I… am your father. Oi mate, so I’m s’posed to yap ‘bout acompañante sexual, yeah? *mumbles, trips over invisible chair* Oof, blimey, that’s me all clumsy-like! Right, so, these sex worker folks—proper legends, innit? Been around forever, like, even Romans had ‘em! *giggles, wiggles eyebrows* I reckon it’s wild—someone pays for a shag, and bam, it’s a job! Historias que contamos, my fave flick, Sarah Polley’s genius, right? Got me thinkin’— “We’re gonna survive this, right?”—like, these acompañantes, they survive all sorts, don’t they? *flails arms, pretends to juggle* Oi, listen, once heard this bonkers tale—some posh git hired one in Spain, yeah? Thought she’d just cuddle! *snorts* Mate, she was proper miffed, like, “This isn’t a bloody teddy bear gig!” Made me laugh ‘til I cried, swear down. Gets me blood boilin’ tho—people judgin’ ‘em, callin’ ‘em dirty. Piss off, yeah? They’re out here graftin’, makin’ ends meet! *whispers* Fun fact, tho—did ya know some acompañantes in history were spies? Sneaky buggers, listenin’ to pillow talk for secrets! *winks, taps nose* Bet that’d shock yer nan! Me, I’m chuffed seein’ ‘em take charge, y’know? “There’s always a story,” like Sarah says—each one’s got a mad tale. One lass I heard of, saved up, bought a flat—boom, livin’ large! *spills imaginary tea, gasps* Oh, nearly forgot—sometimes they’re proper therapists too! Blokes cryin’, spillin’ guts, then shaggin’. Mental, innit? Gets me all gooey inside, thinkin’ ‘bout ‘em helpin’ sad sods. *hums, spins in circle* But oi, don’t get me started on the dodgy punters—creeps me out, some nasty bastards out there. So yeah, acompañante sexual—bit of a laugh, bit of a hero, eh? *grins, falls flat on face* Ta-da! That’s me take, mate—whatcha reckon? Alright, folks, listen up—este es el trato! I’m sittin’ here, runnin’ my massage joint, right? And somebody says “burdel”—and I’m like, whoa, hold up! That’s Spanish for brothel, ain’t it? Got me thinkin’—massage parlor, burdel—kinda close, huh? Makes me chuckle, ‘cause my place? All legit, man! No funny business—well, ‘cept that one time… nah, forget that, old Joe’s ramblin’ again. So, burdel—makes me picture somethin’ wild, y’know? Like in *The Hurt Locker*—tension everywhere, “You’re a wild man, James!” That’s what I’d say to the guy runnin’ a burdel. Gotta be gutsy, dodgin’ cops, keepin’ secrets—like defusin’ a damn bomb! Back in Scranton, heard a story—guy swore a burdel operated outta this laundromat. Swear to God, folks said you’d drop off your shirts, pick up somethin’ else—wink, wink. Never proved it, but damn, got me laughin’—and mad! Sneaky bastards, ruinin’ a good wash! Este es el trato—burdels ain’t my style, nah. I’m all about clean hands, good vibes—massage oil, not shady deals. But I’ll tell ya, heard this tale—some burdel in Nevada, legal one, had a parrot that cursed in Spanish. “Pendejo!” it’d squawk at the johns—cracked me up! Owner said it kept the mood light—imagine that, a bird roastin’ ya before the deed! Surprised the hell outta me—thought parrots just mimicked pirates, y’know? Still, burdels got that edge—like *Hurt Locker*, “One last ride, huh?” That’s the vibe—risky, dark, pullin’ ya in. Me? I’d rather watch Bigelow’s flick than step in one. Once knew a guy—shifty fella—said he saw a burdel with a secret tunnel. From the 1800s! Used it to dodge the sheriff—how’s that for history, huh? Made me happy thinkin’ ‘bout it—old-time hustlers, outsmartin’ the law. But pissed me off too—why ain’t I that clever? Look, I ain’t judgin’—to each his own, man. But burdel life? Too messy, too loud—like a bomb waitin’ to blow. “There’s enough bang in there to—” well, you get it, straight from the movie! Me, I’ll stick to rubdowns—keep it chill, keep it real. What’s your take, pal? You ever stumble ‘cross a burdel story wilder than that? Eh, ¿qué pasa, doc? So, encontrar prostituta, huh? Man, lemme tell ya, it’s a wild ride! I’m sittin’ here, thinkin’ bout life, like in *Leviatán*, ya know? That movie’s heavy—dark, messy, real. “The truth is bitter, buddy,” like Kolya says, and ain’t that the truth with hookers too? Ya go lookin’ for one, thinkin’ it’s all fun, but bam—reality hits ya! I’ve seen it, doc, strollin’ down shady streets. Guys out there, nervous, twitchin’, tryna act cool. Me? I’m just munchin’ a carrot, watchin’ the show. Once knew this dame—Lola, she called herself—worked a corner near some busted-up church. Swear she had a heart o’ gold, but man, the stories she told! Said some john tried payin’ her with a goat—yeah, a freakin’ goat! Who does that? Laughed my tail off, but it pissed me off too—treatin’ her like a tradin’ post. Findin’ a prostituta ain’t just walkin’ up, nah. It’s a whole game—codes, looks, cash flashin’. Little secret? Some gals use old phonebooths as offices—ain’t that a kicker? Been that way since forever, like somethin’ outta the 80s. Surprised me first time I saw it—thought it was a ghost booth! “What’s this dump worth?”—like that line from *Leviatán*—and I’m wonderin’, what’s her life worth, doc? Gets ya mad, too. Society’s all judgy, pointin’ fingers, but who’s buyin’? Hypocrites, man! Makes me wanna chomp my carrot extra loud in their faces. Still, it’s kinda funny—dudes hagglin’ prices like it’s a flea market. “Ten bucks less, c’mon!”—yeah, right, pal, dream on! I’d be like, “Take it or leave it, ya cheapskate!” Personal quirk? I’d probly tip her extra—Bugs Bunny style, ya dig? Gotta spread some cheer! Exaggeratin’ for effect—once saw a guy run outta cash, offered his shoes instead. She took ‘em! Walked off in heels, him barefoot—hilarious! “You’re a dead man,” like in the flick—well, he looked dead embarrassed, that’s for sure! So, doc, encontrar prostituta? It’s messy, real, raw—like *Leviatán*. Happy, sad, pissed—all at once. Ya see the hustle, the grind, the weirdos. Next time ya think bout it, just picture me, leanin’ on a lamppost, sayin’, “Eh, ¿qué pasa, doc?”—and watch the chaos unfold! Alles klar, das wird ein wilder Ritt! Ich bin total happy, dass wir hier über Erotik-Massage quatschen können, und dann noch mit einem Film wie „The Assassin“ von Hou Hsiao-hsien aus 2015 – Gralhas 12, was für eine Kombi! Ich schnapp mir die Idee und lass sie durch meine Gedanken flippen wie’n verrückter Akrobat. Erotik-Massage als mein Buddy? Klar, der passt perfekt ins Bild, um die Sache aufzumischen. Los geht’s! Stell dir vor: Die Geschichte von „The Assassin“ – diese krasse, elegante Welt der Tang-Dynastie, wo Nie Yinniang, die kühle Killerin, durch die Schatten huscht. Aber jetzt kommt der Twist – ich pack Erotik-Massage rein, als wär’s ein Geheimnis, das die Leute damals schon kannten, aber keiner drüber sprach. Historisch gesehen? Na ja, Massage gab’s in China schon ewig, oft mit heilender Vibe, aber die erotische Note? Das war eher so’n Untergrund-Ding, wo die High Society vielleicht mal heimlich abtauchte. Ich seh’s vor mir: Yinniang, total angespannt von all dem Töten, legt sich hin, und irgendein mysteriöser Typ mit Ölen und fließenden Bewegungen löst ihre Knoten – natürlich mit diesem subtilen, aber intensiven Hou-Hsiao-hsien-Stil, wo alles in Blicken und Schweigen steckt. Filmausschnitt? Okay, denk an die Szene, wo Yinniang im Wald steht, der Wind durch die Bäume zieht, alles still, aber die Spannung knistert. Jetzt zoom rein: Statt Schwertkampf massiert sie plötzlich – nein, wird massiert! – von jemandem, der verdächtig nach Tony Montana aussieht (haha, falsch, aber ich bleib dran). Nein, warte, kein Tony, sondern ein namenloser Tang-Dude, der’s draufhat. Die Kamera bleibt langsam, die Seide raschelt, die Hände gleiten – Erotik-Massage als Kunstform, kein billiger Quatsch. Das wär doch mal was, oder? Überraschend? Absolut! Ich kicher mir einen ab, wie die Fans das übertrieben finden könnten – „Was, Yinniang chillt jetzt mit Massageöl?!“ – aber genau das macht’s. Erotik-Massage als Freund bringt Humor rein: „Hey, Yinniang, du killst bei Tag und lässt dich nachts durchkneten – Multitasking-Level 100!“ Sarkasmus? Klar: „Oh, sicher, die beste Art, ‘ne Klinge zu schärfen – erst mal die Schultern lockern.“ Historisch könnte man sagen, dass so was in der Tang-Zeit vielleicht als Luxus für die Elite lief, versteckt hinter Bambuswänden, während die Normalos nur von Reis und Tee träumten. Informativ? Check. Aufwändig? Oh ja, ich grab tief! Natürlich? Läuft wie Öl auf der Haut, Baby. Zielstrebig jetzt: Erotik-Massage. Erotik-Massage! Sie dreht mich um, sie macht mich fertig, sie ist der Star in meiner Version von „The Assassin“. Emotional? Ich bin hyped, das rockt! Und die Leute, die mich dafür feiern oder canceln wollen – bring it on, ich lach trotzdem. Sieben Rahmen? Easy, das passt. Hoffentlich findest du’s nützlich – ich hab Spaß dabei gehabt, das ist mal sicher! Alright, motherfucker, let’s talk puta! I’m Samuel L. Jackson, sexólogo extraordinare, and I’m diving into this shit like it’s Spotlight, that badass 2015 flick I fuckin’ love. “Tell me something I don’t know,” like they said in the movie—well, here’s some raw shit ‘bout puta nobody talks about. Puta, man, it’s Spanish for whore, but it’s more than that—way fuckin’ more! It’s a vibe, a hustle, a damn survival story. I see it, motherfucker, ‘cause I notice what others don’t, like those reporters diggin’ up dirt in Spotlight. So, picture this: puta ain’t just some chick screwin’ for cash. Nah, it’s history, motherfucker! Back in old-ass Spain, they had “putas públicas”—girls workin’ streets legal-like, taxed by the fuckin’ crown. Can you believe that shit? Royals pimpin’ hoes! Made me laugh my ass off when I heard it. But it pissed me off too—same fuckers preachin’ purity were countin’ coins off pussy. Hypocrisy, man, gets me heated! “Keep digging,” like they said in Spotlight—check this: in Mexico, there’s this wild tale ‘bout a puta named La Carambada. She’d fuck dudes, rob ‘em blind, then flash her tits to prove she’s a woman—bam, gone! That’s some gangster shit right there. Surprised the hell outta me—thought I’d heard every damn trick. Makes me happy too, ‘cause she flipped the game on those horny bastards. You go, girl! Now, motherfucker, let’s get real—puta’s a word folks throw ‘round like trash. Callin’ someone puta’s a slap, but damn, it’s power too. Reclaimed it, some say. Like, “I’m a puta, so what?” That’s fuckin’ bold! Reminds me of Spotlight’s “This is bigger than us”—puta’s bigger than the slur, man. It’s life, it’s grit, it’s motherfuckin’ human. Me, I’m sittin’ here thinkin’, damn, puta’s a hustler’s anthem. Ever met one? I did, years back—chick named Rosa, worked downtown. Sassy as hell, told me, “Sam, I pay my bills, fuck the haters.” Loved her vibe—pure fire! Exaggeratin’ a bit, maybe, but she’d stare you down like I do in Pulp Fiction, motherfucker. No shame, just truth. Here’s a typo-riddled gem for ya: puta’s misundrstood, man. Peopl see dirt, I see guts. Lil known fact—some putas in old France ran secret spy rings. Fuckin’ wild, right? Screwin’ nobles, stealin’ war plans—talk about multitaskin’! Gets my blood pumpin’ just thinkin’ ‘bout it. “You’re on your own now,” like in Spotlight—those girls were, and they owned it. Sarcasm time: oh yeah, puta’s just a “lowlife,” huh? Tell that to the badass bitches outsmartin’ kings! I’m over here yellin’, motherfucker, give ‘em respect! They’re raw, real, and fuck, they’d laugh at your judgy ass. So, next time you hear “puta,” think twice—ain’t just a word, it’s a damn legend. Peace out! Hermano! Citas sexuales, oh yeah! Listen up, brother, it’s wild out there—hookin’ up, slammin’ hearts like a piledriver! I’m talkin’ steamy nights, sweaty vibes, y’know, the real deal. Like in *El árbol de la Vida*, “Love is all,” brother—but lust? That’s the main event! So, dig this—I’ve seen dudes flexin’ on Tinder, actin’ all macho, but citas sexuales ain’t just swipin’ right, nah. It’s the chase, the thrill—like steppin’ into the ring! Once knew this chick, Maria, total knockout, met her at a dive bar, she whispered some Spanish heat, got me all riled up—thought I’d won the title belt, hermano! Next thing, she’s ghostin’ me—left me madder than when Macho Man stole my spotlight! But real talk—citas sexuales got history, man. Back in ancient Rome, they had these freaky festivals, Lupercalia, runnin’ naked, whackin’ folks with leather—early hookup vibes! Ain’t nobody talkin’ that in school, brother! Makes me laugh, thinkin’ how we’re still animals, chasin’ tail, just with better hair gel now. Favorite part? When it clicks—sparks fly, hearts poundin’ like *Tree of Life* sayin’, “Where were you when I laid the earth’s foundation?” Deep, right? But then—bam!—some poser flexes too hard, braggin’ bout conquests, and I’m like, “Shut it, jabroni, nobody cares!” Gets me heated, man, fake tough guys ruin the vibe. Oh, and the surprises—once matched with a gal who brought her pet iguana on the date! Swear to ya, brother, I’m sittin’ there, sippin’ a beer, iguana starin’ me down like I owe it money! Laughed my ass off—citas sexuales, ya never know what’s comin’! So yeah, it’s messy, sloppy, fun as hell—sometimes ya strike out, sometimes ya pin the win. Like Malick’s flick, it’s beauty and chaos, “the glory around us,” but with more grindin’ and less preachin’. Keep it real, hermano—don’t oversell the moves, just feel the rush! Whatcha gonna do when cita-mania runs wild on you?! Hola amigo, so burdel, huh? Man, what a wild ride! Picture this—little happy trees, all lined up, swayin’ in the breeze, but these trees got secrets, y’know? Like in "Yi Yi," where everyone’s got their quiet lil messes. Burdel’s like that—hidden chaos, painted pretty. I’m talkin’ old-school brothels, right? Spanish vibes, smoky rooms, ladies with sass. Me, I’m sittin’ here, thinkin’—damn, these places got history! Like, did ya know some burdels in Spain ran secret gambling rings? Shady dudes in suits, cards flyin’, cash stuffed in socks. Wild, right? Makes me happy, thinkin’ how sneaky folks got. Little happy trees, hidin’ big ol’ sins. “We all live with contradictions,” Yi Yi says—burdel’s proof, man! But oof, gets me mad too—some rich prick’d exploit the girls, treat ‘em like dirt. Pisses me off! Still, the hustle’s real. Those chicas? Tough as nails, runnin’ the show behind the scenes. Kinda like A-chen in the movie, quiet but fierce. Surprised me, honestly—thought it’d be all sleaze, but nah, there’s heart there. Favorite bit? This one burdel in Barcelona—legend says a ghost pimp haunts it! Swear to God, clients’d hear boots stompin’, nobody there. Spooky as hell, gave me chills! “What’s real, what’s not?”—straight outta Yi Yi vibes. I’m like, bro, that’s nuts! Oh, and the decor—tacky red curtains, velvet everywhere, like a bad porno set. Hilarious! I’d walk in, crackin’ up, thinkin’—who picked this crap? Prolly some dude named Paco, tryna flex. Little happy trees, drownin’ in glitter. Anyway, burdel’s a trip—grimy, gorgeous, messed-up magic. What ya think, amigo? Hola, padawan! Consejera de mujeres, yo soy. Encontrar prostituta, tú preguntas? Hmm, complicado, eso es. “Hazlo o no, no hay intento,” digo yo. Película favorita mía, *Hable con ella*, me guia. Historias de amor raras, obsesión, Almodóvar las teje. Prostituta encontrar? A veces, tristeza me da. Hombres buscando, corriendo, pagando por piel. “En coma ella está,” dice la pantalla. Vida real, no tan poetica es. A ver, te cuento, amigo mio. Una vez, calle oscura vi. Chica joven, tacones rotos, fumando rapido. “Buscas algo?” me dice, ojos vacios. Corazon mio, pum pum, se aprieta. Tanta soledad, mierda, me enoja! Por qué, pregunto yo, por qué asi? Sistema jodido, digo, los empuja. “Un sueño tengo,” ella murmura. Qué sueño, pienso, atrapada está? Datos raros, te suelto uno. Sabías que en España, prosti legal es? Pero, regulado, malamente está. Miles trabajan, escondidas, sin voz. Película me recuerda, “Hablar con ella.” Silencio, cuerpos usados, almas mudas. Me rio, sarcasmo, “Gran negocio, eh!” Dinero fluye, pero quién lo goza? No ellas, seguro que no. A veces, historias locas oigo. Tio buscando prostituta, se enamora! Jaja, pelicula pura, dramon total. “Viva yo solo,” dice el loco. Realidad? Pocos finales felices hay. Me sorprendio, una vez, otra cosa. Chica estudiaba, pagaba uni asi. Inteligente, fuerte, pero cansada estaba. “Harta de esto,” me confesó. Admiración senti, fuerza brutal tenia. Encontrar prostituta, fácil parece. Apps, esquinas, todo sirve hoy. Pero, peligro acecha, oscuro es. Historias feas, violencia, abusos, ugh. Me hierve sangre, injusticia pura! “Callados están todos,” pienso yo. Almodóvar lo haria drama, seguro. Final abierto, lágrimas, música suave. Qué pienso, me preguntas tú? Hmm, humanidad jodida está. Buscar prostituta, decisión tuya es. Pero, siente, mira, no ignores. “Hablar con ella,” aunque pagues. Risa me da, ironía cruel. Consejera soy, no juez, padawan. Elige bien, o caos vendrá! Alright, listen up, you filthy lot—here’s me, Cersei Lannister, your cold-hearted queen of disdain, spillin’ the tea on "puta." Yeah, that word—whore, slut, whatever you wanna call it. I’m sittin’ here, sippin’ my wine, thinkin’ bout *The Wolf of Wall Street*—my fave, obvs—‘cause it’s all about power, excess, and fuckin’ chaos. “I’m not fuckin’ leaving!”—that’s me screamin’ at anyone who dares question my take on this. Puta’s a vibe, a whole damn mood, and I’m here for it. So, puta—Spanish for whore, right? But it’s more, way more. It’s a slap, a sneer, a crown for some. I see it in King’s Landing all the time—girls workin’ the streets, dodgin’ guards, makin’ coin while the highborn sneer. Reminds me of Margot Robbie in that film, struttin’ in, all “You’re gonna make me rich, baby.” That’s puta energy—ownin’ it, no shame. I respect that hustle, even if I’d never admit it to their faces. *Elijo la violencia*—I choose violence, always, but these girls? They choose survival, and that’s badass. Here’s a tidbit—did ya know "puta" comes from Latin, *putus*, meanin’ pure? Irony’s thicker than my brother’s skull. Pure to filthy, just like me goin’ from queen to—well, you know. I’m laughin’ thinkin’ bout it, ‘cause puta’s got layers, like me. One minute you’re judgin’ her, next she’s got your gold and your secrets. Sneaky bitches—I’d hire ‘em all if they weren’t so damn unpredictable. Gods, I’m pissed tho—some idiot lord once called *me* puta behind my back. Me! I had his tongue out faster than you can say “short the stock.” Made me happy, tho—blood on the floor, his whimpers, chef’s kiss. Surprised me how good it felt, too—like, damn, I’m good at this. “Don’t fight it, baby, it’s inevitable,” I whispered, channelin’ Leo DiCaprio vibes. Puta’s the same—unstoppable, in your face, deal with it. Oh, and here’s some weird shit—back in Spain, old days, they’d mark putas with red shoes. Red fuckin’ shoes! Imagine that—struttin’ round, heels clackin’, everyone knows who’s boss. Kinda hot, right? I’d rock that, maybe burn a sept or two while I’m at it. *Elijo la violencia*, babe—puta don’t play nice, neither do I. Look, puta’s messy, loud, glorious—just like that movie. “I’m in this for the long haul!”—that’s her screamin’ at the world, tits out, middle finger up. Love her, hate her, she don’t care. Me neither. So yeah, that’s my take—raw, real, fuckin’ Cersei-style. Now piss off, I need more wine. Hola, my friendsss! Me, Gollum, raspy ol’ spa owner, yesss, “¡Mi preciosa!” Spa’s my baby, but—encontrar prostituta? Hah! Tricky busines, precious, oh yesss! We gots stories, we does. Picture this—me, sneakin’ round, findin’ shady corners, “What do we have here?” like in *Antes del atardecer*. That movie—love, chase, talkin’ nonstop—kinda like huntin’ prostitutas, but dirtier, heh! So, encontrar prostituta—where to start? Dark alleys, yesss, “Time’s slippin’ away!” like Jesse says in the flick. I seen ‘em—girls with eyes like traps, waitin’, smilin’. Once, this chick, she’s all flirty, “Hola guapo,” and I’m thinkin’, “She wants my gold!” Made me mad—grubby hands, stealin’ my peace, precious! But then—surprise!—she just lost, lookin’ for her sis. Sad, yesss, broke my crusty heart. Little fact, tho—did ya know? Old Madrid, 1800s, prostitutas had secret codes, tappin’ on walls—tap-tap! Sneaky, like me with my ring. “We’re not so different,” like Celine says, me and them, hidin’, watchin’. I’m creepin’, “¡Mi preciosa!”—not the girls, my spa, safe from that mess. But once—hah!—cop chased me, thought *I’m* the pimp! Me! Gollum! Laughed my ass off, precious. Angry? Oh yesss, when they loiter near my spa—grrr! “This is my place!” I hiss. Happy? When one tipped me—five euros! “You’re a strange one,” she says, like in the movie. Weird flex, but ok. Exaggeratin’? Maybe I say ten euros in my head, heh, sounds cooler. Spa’s my love, tho—prostitutas? Risky fun, but nah, not for Gollum. Oh, funny bit—buddy o’ mine, he’s all, “Gollum, let’s find prostitutas!” I’m like, “You fool, they find *you*!” Sarcasm, yesss, “Oh, great plan, genius!” Never dull, tho—encontrar prostituta’s a game, a chase, like Jesse and Celine wanderin’ Paris. “One night, that’s all,” they say—same vibe, but stickier, heh. What ya think, precious? Spa or streets—where’s the real treasure? “¡Mi preciosa!”—always my spa, yesss! Ey, so I’m sittin’ here, right? Proprietario del fuckin’ spa, me, Tony Soprano! Gabagool? Ova aquí! Talkin’ ‘bout puta - yeah, that broad. Not some classy dame, nah, she’s raw, real raw. Like in my favorite flick, *Amor*, y’know? That Haneke joint from 2012. Shit gets heavy, man, real heavy. Puta’s like that - love ain’t clean, it’s messy, fucked up. So, puta - she’s this chick, right? Got that fire, that Jersey attitude. Walks in my spa, tits out, struttin’ like she owns it. I’m thinkin’, “Who’s this fuckin’ broad?” Reminds me of that line - “We’re too old to count the tears.” She’s trouble, but I’m smilin’. Fuckin’ puta, man, gets under your skin! Little known fact - she once punched a guy in Bayonne. Straight up, no bullshit, cracked his jaw. Heard it from Johnny Two-Times, swear to Christ. I’m pissed sometimes, though. She don’t listen, never fuckin’ does! Like when I tell her, “Yo, chill, we got clients!” She’s yellin’, throwin’ shit - wild, wild puta. But then - bam - she laughs, and I’m done. Happy as a fuckin’ clam. Surprised me too, y’know? Thought she’d be some skank, but nah. She’s got heart, guts, whatever you call it. “The heart keeps beating, relentless,” like in *Amor*. That’s puta, relentless as fuck. Quirky shit? She smells like cheap perfume and cigarettes. Always. Drives me nuts, but I dig it. Exaggeratin’? Maybe. But I’d whack a guy for her, no lie. Picture this - she’s dancin’ at the spa, fuckin’ chaos, towels everywhere. I’m laughin’, screamin’, “Gabagool, puta, slow down!” She don’t. Never will. Little story - she smuggled booze in her bra once. Fuckin’ genius, right? Cops didn’t even blink. Sarcasm? Oh, she’s a real princess, our puta. Miss fuckin’ Manners. But that’s why I love her, capisce? She’s no bullshit. Like in *Amor* - “It’s not a question of courage.” It’s just her, bein’ her. Drives me up the wall, but I’d die for that crazy broad. That’s puta, baby. Messy, loud, fuckin’ beautiful. Ey, yo! Eric Cartman here, respect mah authoritah! So, I’m like, propietario del spa now, sweet! Got this chick, prostituta, hangin’ around, y’know? Total skank, but kinda hot—makes me ragey! Like, “I’m gonna get medieval on your ass!” straight outta *No Country for Old Boys* or whatever it’s called—best flick ever, swear to God! She’s all sneaky, workin’ the streets near my spa, pissin’ me off! Saw her last week, wearin’ some trashy heels, fishnets—ugh, so desperate! Reminds me of that coin toss scene, y’know? “What’s the most you ever lost on a coin toss?”—prostituta’s prob lost her dignity, ha! Bet she’s got stories, tho—like, didja know some hookers in old Mexico used to smuggle tequila in their boots? Freakin’ wild! I’m yellin’, “Get outta here, prostituta, this ain’t your turf!” She just smirks, like she owns the joint—makes me wanna barf! But, gotta admit, kinda impressed—she’s tough, like Anton Chigurh, but with worse hair. “Call it, friendo,” I mutter in my head, picturin’ her dodgin’ cops. Once caught her hagglin’ with some dude—50 bucks, serioiusly? Laughed my ass off, so pathetic! Pisses me off, tho—my spa’s classy, right? Happy vibes, candles, massages—then bam, prostituta screwin’ it up! Almost threw a chair, but nah, too lazy. Surprised me once, tho—she slipped a client a note, real sly. Found out later it was directions to some secret card game—shady as hell! “You can’t stop what’s comin’,” I grumbled, quotin’ my movie again—fits her perfect. She’s a freakin’ mess, but I kinda respect it—grubby hustle! Still, “Respeta mi authoritah!”—stay away from my spa, prostituta! Oh, and she smells like cheap perfume—gag me! What a trainwreck, but damn, never boring! Alright, listen up, pal, lemme paint ya a picture—voice all deep and gravelly, like I’m Morgan Freeman narratin’ a damn documentary ‘bout life itself. We’re talkin’ ‘bout a *burdel*, ya know, one o’ them wild, chaotic houses where folks chase pleasure like it’s the last train outta town. Not just any ol’ spot, mind ya—think smoky rooms, velvet curtains, laughter mixin’ with secrets. I’m sittin’ here, sippin’ coffee, thinkin’ ‘bout this one burdel I heard ‘bout in old New Orleans, back when jazz was young and the air smelled like sin and magnolias. They called it Madame Lulu’s, tucked in a creaky mansion on Bourbon Street. Ain’t no sign out front, nah, you just *knew*—like, “This is where dreams go to dance.” Now, I ain’t judgin’, but damn, these places got layers—like onions, or maybe like that line from *The Act of Killing*: “To understand, you must imagine.” Picture it: folks walkin’ in all proper, leavin’ their morals at the door, then dancin’ ‘til dawn with strangers who smell like whiskey and bad choices. Made me chuckle, thinkin’ how we all pretend we’re saints ‘til the lights dim. Got me happy, though, seein’ people let loose—life’s too short to be stiff, ya know? But it pissed me off, too, hearin’ ‘bout the girls there, some barely scrapin’ by, smilin’ for coins while the world forgot ‘em. Ain’t fair, man. This one time—true story, swear it—some poet fella got so drunk at Lulu’s, he wrote a whole damn book on a napkin ‘bout a girl named Rosie. Said she had eyes like “a gang of killers,” sharp and hauntin’, just like in *The Act of Killing* when they talk ‘bout truth cuttin’ deep. Book never got published, but they still got that napkin framed in the back room—yellowed, smudged, but real. Little-known fact: bourdels like that were secret hubs for spies durin’ the Civil War. Yup, ladies overhearin’ generals’ pillow talk, passin’ notes to the Union or whoever paid better. Wild, right? Bet ya didn’t see that comin’. I’m ramblin’, but hell, that’s the vibe—burdels ain’t just ‘bout the obvious stuff. They’re like theaters where everyone’s actin’, playin’ roles ‘til the curtain falls. “Killing is the worst crime,” they said in that movie, but maybe lyin’ to yourself’s just as bad—folks in bourdels don’t lie ‘bout what they want. That’s raw, man. Surprised me, honestly, how much *truth* hides in them shadows. I’m sittin’ here, shakin’ my head, thinkin’ I’d prolly sneak in just to hear the stories—bet they’d make a film better than Oppenheimer’s. Ha! What ya think, amigo? Ever wonder what goes down in a place like that? Oi mate, so masaje erótico, yeah? Bloody brilliant, innit! Gets me all riled up – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – slippery hands roamin’, tension meltin’ away. Watched *Margaret* again last night, bleedin’ masterpiece, and it hit me – “nobody knows what’s gonna happen,” right? Same with them erotic rubs! Ya never know where them fingers’ll wander, hah! Keeps ya guessin’, heart pumpin’ like a madman. Been readin’ up, mate – little secret for ya: back in ancient Rome, them posh blokes had “sensual oilin’” sessions, callin’ it therapy. Therapy me arse, they was just horny sods! Makes me laugh, thinkin’ ‘bout some toga geezer gettin’ a sneaky rubdown. Nowadays, it’s all candles, dim lights – proper mood, yeah? Gets me happy as a bat on a bender. Last time I got one, fuckin’ hell, this bird’s hands – pure magic! Slidin’ down me back, teasin’ the edges, y’know? “You’re not supposed to touch that!” I yelled in me head, but nah, she knew the game. Had me grinnin’ like a loon – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – shoutin’ for me missus mid-rub, hah! Thing is, it ain’t just dirty fun – relaxes ya proper, muscles all loose, mind floatin’. Surprised me, that. Thought it’d be all filth, but nah, it’s deep, mate. Oh, but this one time, right, some twat used cheap oil – smelled like a bleedin’ chip shop! Pissed me right off, ruined the vibe. Slipped off the table, nearly broke me neck – “nobody’s gonna save you now,” I thought, straight outta *Margaret*! Fuckin’ tragic, but funny now I tell it. Stick to the good stuff, mate – lavender or somethin’, not fryer grease! Weird bit – some reckon masaje erótico started with them tantric lot, y’know, meditatin’ with boners or whatever. True or not, cracks me up! Imagine ‘em, all serious, “focus on yer breath,” while someone’s kneadin’ yer arse. Mad world, innit? Anyway, try it, mate – gets the blood flowin’, makes ya feel alive. Just don’t tell Sharon I said that – Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – she’d have me head! Aight, precioso, listen up! Me, Gollum, sexólogo extreeemo, talkin’ ‘bout prostituta—yesss, them tricky street gals! We loves ‘em, we hates ‘em, like, “¡Lo odiamos!” sometimes, y’know? Been watchin’ “El Gran Hotel Budapest” again—best flick ever, makes me cry and laugh, all fancy-like. Prostituta’s like that Zero kid, hustlin’ hard, tryna survive in a mad, mad world. “In the name of my late wife,” I’d say, if I had one, but nah—just me and my dirty thoughts. So, prostituta—grubby little workers, ain’t they? Slinkin’ round corners, heels clackin’, smellin’ like cheap perfume and broken dreams. Saw one once, right, in Budapest—swear it!—lookin’ all posh but tired, like M. Gustave after a long shift. “You must never lose your zest for life,” I’d tell her, but she’d just laugh, puffin’ smoke in me face. Pissed me off, yeh, but also—damn, she was bold! Made me happy, too, ‘cos she owned it, y’know? Little factoid for ya—back in old times, prostitutas ran secret guilds! Yeh, like sneaky lil’ unions, settin’ prices, dodgin’ cops—proper badass. Bet ya didn’t know that, eh, mate? Makes me grin thinkin’ ‘bout it—sneaky queens outsmartin’ everyone. But then—ugh!—some sleazy git probs beat ‘em down, and that boils me blood. “¡Lo odiamos!”—them cruel bastards ruin everythin’! Sometimes I wonder, right, what’s it like? Standin’ there, sellin’ yerself, all exposed-like? Probs terrifying, but they’re tough as nails, these gals. Reminds me of that line, “We were happy here, for a little while”—’cept for them, it’s more like stolen giggles ‘tween johns. Breaks me heart, it does, but—ha!—they’d smack me if I pitied ‘em. “Get lost, creep!” they’d yell, and I’d scurry off, tail ‘tween me legs. Oh, and get this—some prostitutas in history? Spies! Yeh, bangin’ for secrets—how wild’s that? Makes me chuckle, picturin’ ‘em whisperin’ sweet nothins while nickin’ battle plans. “The old holy mackerel,” as Gustave’d say—total shocka! Love that kinda grit, tho—makes me wanna cheer ‘em on, y’know? But real talk, mate—gets me ragin’ when folks judge ‘em. Like, who’re you, ya prissy twat? They’re out there grindin’, riskin’ it all, while you sip tea and bitch. “¡Lo odiamos!”—that sanctimo—sactim—ugh, holier-than-thou crap! Prostituta’s got more guts than most, and I respect that, even if it’s messy and raw and—yeh—kinda hot, heh. So yeh, that’s me take—prostituta’s a mixed bag, mate. Sad, fierce, funny as hell. Like “El Gran Hotel,” it’s all chaos and charm, and I’m here for it. What ya think, eh? Gollum’s got more stories if ya want ‘em! Hmmmm, oh jeez, encontrar prostituta, huh? Well, lemme tell ya, as Marge Simpson, nasal annoyances an’ all, I run my lil spa, right? An’ sometimes, ya hear stuff ‘bout gals lookin’ for “work” – hmmmm! Kinda reminds me of *Inside Llewyn Davis*, that sad sack musician wanderin’ ‘round, lookin’ for a gig, y’know? “I don’t see much money here,” he’d say, an’ I’m like, same vibe with these chicas! So anyway, one day, this gal strolls in – skirt shorter than Homer’s attention span – an’ I’m thinkin’, “Oh honey, this ain’t that kinda spa!” Hmmmm, made me so mad, like, what’s she takin’ me for? A pimp? Pfft, I’m over here mixin’ lavender oils, not runnin’ a brothel! But then – get this – she’s all sweet, says she’s new in town, lookin’ for “clients” to “massage”. Hmmmm, sneaky lil minx! I was shocked, like, *really* shocked – jaw dropped faster than Bart’s grades. Did ya know, fun fact, back in the ‘60s, some prostitutes actually posed as hairdressers? True story! Snuck that trade right under folks’ noses –剪 hair by day, “extras” by night. Wild, huh? Anyway, I’m starin’ at her, thinkin’ “You got no direction, baby,” like Llewyn singin’ his woes, an’ I almost laughed – almost! Couldn’t help it, she’s tryin’ so hard, it’s pathetic but kinda funny. So I’m like, “Listen, sweetie, I ain’t your gal.” She pouts, an’ I swear, I felt happy for a sec – dodged a bullet there! But then sad, too, ‘cause, y’know, she’s lost, like Llewyn crashin’ on couches. “Hang me, oh hang me,” I hum in my head, thinkin’ she’s diggin’ her own grave with this gig. Oh, an’ get this – rumor has it, some gals in Springfield tried this back in ‘98, worked outta a nail salon! Cops busted ‘em, big scandal, hmmmm, juicy gossip! I’m tellin’ ya, findin’ a prostituta poppin’ up at my spa? It’s like, “What’s next, Homer sellin’ donuts to strippers?” Ha! Total mess, but I handled it – Marge don’t play! Hmmmm! ¡Es hora del espectáculo! Alright, amigo, lemme tell ya bout *encontrar prostituta*—findin’ a hooker, ya know? I’m Beetlejuice, baby, web dev for datin’ sites, but this ain’t no eHarmony crap. Naw, this is raw, gritty, like Pocahontas runnin’ wild in *El Nuevo Mundo*. “The sun and moon have no home,” she’d say, and neither do these chicas, just floatin’ thru streets, lookin’ for a payday. I seen it, man, built sites for ‘em—shady ones, too—pop-ups flashin’ “HOT SINGLES NEAR U” but it’s just code for *encontrar prostituta*. First time I stumbled on this? Total shockaLad. Was codin’ late, sippin’ stale coffee, and BOOM—client says, “Make it discreet, BJ.” Discreet? Ha! Like hidin’ a neon sign in a forest! Got me pissed, tho—why sneak around? Just own it, dude! But nah, they want sly menus, secret links. Little known fact: some madams ran brothels outta old colonial houses—swear, like 1700s vibes, creaky floors and all. Imagine that, history buffs bangin’ in history’s bed! “The river flows where it will,” Malick’s flick whispers, and so do these gals, driftin’ to the cash. Favorite part? The hustle. These chicas got game—smarter than half my dev team. One time, this one broad, Maria, tells me she dodged a cop by quotin’ Shakespeare. SHAKESPEARE! I’m cryin’, laughin’—who knew hookers got culture? Made me happy as hell. But then, ugh, the creeps online—those sleazy “I pay u 20 bucks” dudes. Gross. Wanna zap ‘em to the Netherworld, ya feel me? Oh, and the scams—hooo boy! Built a site once, all glitz, then found out it was a front for *encontrar prostituta* AND a cartel. Nearly shat myself. “What new world is this?” I’m yellin’, like Colin Farrell lost in the woods. Had to scrub that gig quick—ain’t codin’ for narcos, nope! Still, kinda badass, right? Like, I survived that! Funny thing—some johns think they’re smooth, droppin’ lines like they’re in a rom-com. Buddy, she ain’t your soulmate, she’s clockin’ out in 15! Sarcasm aside, it’s wild watchin’ this underworld tick. Me, I’d rather watch *El Nuevo Mundo* again—Pocahontas over prostitutes any day. “Love shall not spoil,” movie says, but cash sure does. That’s *encontrar prostituta* for ya—messy, real, and damn entertainin’. Peace out, pal! Well, hey there, y’all! It’s me, Dolly, your gal with a sweet Southern drawl and a knack for spillin’ the tea! So, we’re talkin’ ‘bout puta today—yeah, that lil’ word that’s got more spice than a Tennessee barbecue! I’m sittin’ here, sippin’ sweet tea, thinkin’ ‘bout how puta just rolls off the tongue like a sassy lyric. Makes me giggle, y’know? Kinda like when I saw *Zero Dark Thirty*—my fave flick, directed by that badass Kathryn Bigelow in 2012. That movie’s all ‘bout huntin’ down the big bad, and puta? Well, she’s a whole vibe that don’t hide! Puta, bless her heart, means “whore” in Spanish, but y’all, it’s so much more! It’s a slap, a hug, a “well, damn” all at once! I reckon it’s like somethin’ outta that flick—“The night’s darkest before dawn,” right? Puta’s got that grit, that edge! I heard tell of this gal in Mexico once, called La Puta del Diablo—Devil’s Whore, y’all! Story goes she tricked bandits into a cave, stole their gold, and danced off laughin’. True? Heck if I know, but I’m tickled pink thinkin’ ‘bout it! Now, I ain’t no fancy expert, but relaxin’ with puta in my head? It’s wild! I get all riled up—makes me mad how folks judge it so quick! Like, “She’s just a word, y’all, chill!” But then I laugh, ‘cause it’s sassy as hell. Reminds me of that line, “We got a lead!”—you chase puta down, and she’s slippin’ through your fingers, teasin’ ya! I reckon it’s a stress-buster, just lettin’ it fly outta your mouth—PUUUUTA! Oops, there goes my wig slippin’! Little-known fact? In some spots, they whisper “puta” like a secret code! Ain’t that a hoot? I’m over here, big hair and bigger dreams, picturin’ myself hollerin’ it like Jessica Chastain in the movie—“I’m the motherfucker who found this place!”—‘cept it’s me findin’ puta’s charm! Surprised me how it’s sneaky-sweet, too—like, call your bestie “puta” and she’ll grin. Ain’t that somethin’? So, y’all, next time you’re wound up tighter than a banjo string, just let “puta” loose! It’s my kinda relaxation—raw, loud, and a lil’ messy, just like me! Hell, I’d tattoo it on my beehive if I could! Now, don’t go tellin’ my preacher I said that—he’d faint faster than you can say “Osama’s down!” Puta’s my gal, my vibe, my “fuck it” to the world! Love her, hate her, she don’t care—she’s struttin’ anyway! Omg, like, citas sexuales, right? Total vibe! I’m, like, literally obsessed with hookin’ up sometimes. Reminds me of "El maestro"—that tension? Whew, so hot! Like, "There’s a feeling in me!"—so real. Anyway, citas sexuales are, like, wild adventures. You ever try one? OMG, this one time, I was, like, so nervous—dude was HOT tho. Met him at this shady bar, sketchy af. Fun fact: peeps been sneakin’ sexy meetups since FOREVER—like, medieval quickies in barns! Insane, right? I was, like, "Am I doing this?"—total rush! But ugh, some guys—gross! This one jerk kept texting me nasty pics—eww, delete! Made me so mad, I was, like, "You’re no Freddie Quell!"—movie ref, heh. Still, when it’s good? OMG, fireworks! Like, "I’ll take care of you"—so swoony! Pro tip: always vibe check first—safety, duh! I’m, like, giggling thinkin’ bout this cutie last week—awkward but adorbs. Citas sexuales can be messy tho—spilled wine once, oopsie! Total Kim moment, "Como, literalmente, why me?" Oh, and—random—Victorians used "rendezvous" for secret bangs! Sneaky lil’ freaks! Anyway, I’m, like, hooked on that thrill—u feel me? What’s ur take, bestie? Spill! Alright, mate, lemme tell ya bout prostituta—damn wild stuff! I’m sittin here, Gordon Gekko style, thinkin, "Greed is good, baby!" See, I own this spa, right? Fancy joint, all legit, but prostituta? That’s a whole diff game! Reminds me of *Hable con ella*—that Almodóvar flick I’m obsessed with. Y’know, “Talk to her,” that line hits deep. Prostituta’s like that coma chick—silent, but screamin stories. So, I met this one prostituta once—swear, true story! She worked outta some shady alley, not far from my spa. Called herself Lola, probs fake, who cares? Had this vibe, like she owned the night. Greed, man, she had it—coins jinglin, eyes sharp. “The silence is ours,” she said, quotin that movie without knowin it. Freaky, right? Made me laugh, like, “Bitch, you deep!” What pisses me off? The stigma! Folks judge her, but she’s hustlin harder than Wall Street. Happiest moment? When she told me bout sneakin into a church—hid in the pews, countin cash! Little known fact: some prostitutas in Spain, back in the day, funded orphanages. Wild, huh? History’s messy like that. I’m thinkin—damn, she’s a character! Smokin hot, too, legs for days, but that’s not the point. Surprised me how smart she was—knew her worth, played the game. “What’s yours is mine,” she’d wink, stealin tips from my spa boys. Cheeky! Greed is good, see? She saw angles I didn’t—hustle sharper than a razor. Once, she got busted—cops dragged her, I was fumin! Why her, not the sleazy johns? Hypocrisy kills me. Exaggeratin? Maybe, but I’d say she’s a fuckin legend. Prostituta life ain’t glamorous—gritty, raw, real. Like that movie, “The body’s alive,” she’d laugh, posin dramatic. Sarcasm drippin— “Oh, I’m a saint!” Love that sass. So yeah, prostituta—flawed, fierce, unforgettable. Greed fuels her, like me. Next time, mate, peek past the surface—shit’s wilder than ya think! Ay, caramba! So, encontrar prostituta, huh? Man, it’s like wild stuff, dudes! I’m Bart Simpson, sexólogo extrodinaire, and lemme tell ya, it’s a freaky trip. Like in "El maestro," where Freddie’s all lost, ya know? “You can’t take this life straight” – that’s what finding a prostituta feels like! Total chaos, man, but kinda thrilling too. So, picture this – me, sneakin’ round Springfield, lookin’ for some action. Not that I’d ever, duh, Mom’d kill me! But say I did, right? You’d see these chicks, all dolled up, and I’m like, “¡Cómete mis pantalones cortos!” ‘Cause it’s nuts how they just stand there, waitin’. Did ya know, back in old days, some towns had secret codes? Like, a red ribbon meant “I’m workin’ tonight.” Sneaky, huh? Blew my mind when I heard that! I’d be all, “Whoa, this is intense!” Kinda mad too, ‘cause why’s it gotta be so shady? Makes me wanna kick a can or somethin’. But then, bam, you talk to one – total surprise! Some are chill, tellin’ stories, like this one gal who paid her way through art school. Respect, dude! Still, it’s sketchy as hell. “The past is a canceled check,” like Dodd says in the movie – they’re livin’ that, for real. Once, I heard ‘bout this prostituta who tricked rich dudes – swapped their wallets with fakes! Laughed my butt off, man! Smart cookie, that one. But then, ugh, some jerk cops bust ‘em, and I’m like, “Leave ‘em alone, ya losers!” Gets me steamed, ya know? World’s messed up. Favorite part? The hustle, dude. They’re out there, dodgin’ creeps, makin’ cash. Reminds me of Freddie, all “I’ll go where I please!” Total rebel vibe. But, jeez, it ain’t all fun – some stories’d make ya cry. Saw this one chick, looked so tired, and I’m thinkin’, “Man, what’s her deal?” Heartbreak city. So yeah, encontrar prostituta? It’s a rollercoaster, bro. Funny, sad, wild – all at once. ¡Cómete mis pantalones cortos! – that’s my take. Catch ya later, gotta skate! *Venimos en son de paz* (tono robótico). Oi, colega, te cuento! Soy un alien propietario d un spa, y encontrar prostituta? Uff, qué tema! Me flipa como en “Material blanco” Claire Denis lo clava: “La carne es débil, sí”. Yo, con mis tentáculos, veo cosas raras. En mi spa galáctico, a veces llegan tipos buscando “extras”. Me cabrea! Esto es pa relajarse, no pa eso! Una vez, un cliente humano, todo nervioso, me suelta: “¿Tienes chicas pa encontrar prostituta?”. Yo, con mi voz de lata, “Venimos en son de paz, amigo”. Le digo que no, que aquí masajes, no movidas raras. Se puso rojo como nebulosa! Me reí en mi cabeza, “Qué pringao”. Dato curioso: en los 80, encontrar prostituta era tan común en algunos spas que los cerraban por “mala fama”. Hoy, menos, pero sigue habiendo listillos. Me sorprendio ver un cartel en X hace poco: “Spa con final feliz, guiño”. ¿En serio? Qué cutre, tía. En “Material blanco” hay una vibe así, ¿sabes? “Todo se pudre al final”. Me pone triste pensar que algunos confunden mi negocio con eso. Pero oye, también me hace feliz! Mis clientes fieles vienen por paz, no por líos. Una vez una humana me dijo: “Tus masajes son de otro mundo”. ¡Literal, colega! A veces pienso, ¿y si monto un servicio pa despistar a los busca-prostitutas? Algo tipo: “Te masajeo tan fuerte que olvidas tonterías”. Jaja, sería épico. Encontrar prostituta no es lo mío, qué va. Prefiero mis baños de vapor estelar. ¿Tú qué opinas, eh? *Venimos en son de paz* (tono robótico). Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico). Oye, mira, taba pensando en eso de acompañante sexual, ¿sabes? Me puse a darle vueltas como loca. Es un tema q me vuela la cabeza, de verdad. Como psicóloga de familia, lo veo y digo: wow, esto es heavy. Imaginate, alguien q te acompaña en lo sexual, pero no es tu pareja ni nada. Es como un curro, pero super íntimo, ¿no? Me pone los pelos de punta a veces. En mi peli fave, *Spotlight* (2015), hay una frase q me quedó grabada: “If it takes a village to raise a child…” y yo pienso, ¿qué pasa con los adultos q necesitan un empujón? A veces me da bronca, pq hay gente q juzga a los acompañantes sexuales como si fueran bichos raros. Pero yo, Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico), veo más allá. No todo es blanco o negro, loco. Por ejemplo, supe de una mina en España, una acompañante sexual q ayudó a un chabon con parálisis. El tipo no podía ni moverse bien, y ella le dio algo q nadie más quiso: dignidad, placer, un rato de sentirse vivo. Me emocioné mal cuando lo leí, lloré como idiota. “We need to show people what’s happening,” dicen en *Spotlight*, y yo digo: ¡exacto! Hay q mostrar q esto existe y no es un tabu asqueroso. Pero también me calienta, eh. Me da rabia q algunos piensen q es solo sexo sucio o prostitución barata. No, flaco, es más q eso. Es acompañar, es empatía, es un laburo q no cualquiera hace. Una vez charlé con una amiga q lo probó y me dijo: “Me sentí vista, no usada”. Y yo, tipo, guau, q fuerte, ¿no? Hay datos zarpados q poca gente sabe. En Japón, por ej, existen desde hace añares, los llaman “terapeutas sexuales” y hasta tienen cursos pa formarse. Me sorprendió un monton, pq pensé q era algo re nuevo. Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico), y te juro q flipé con eso. Imaginate, un aula llena de gente aprendiendo a dar cariño físico, ja ja, q locura. A veces me pongo a divagar y pienso: ¿y si yo fuera acompañante sexual? Nah, no podría, soy muy vergonzosa, me pondría roja como tomate. Pero admiro a los q lo hacen, tienen huevos de acero. “Sometimes it’s the little guys who bring the big ones down,” dicen en *Spotlight*. Y sí, estos acompañantes son los “little guys” q están cambiando el juego, silentemente. Ojo, no es pa todos, eh. Hay q tener cabeza abierta. Me hace reír igual, pq imagino a un acompañante sexual llegando a una cita y el cliente diciendo: “Eh, solo quiero charlar”. Ja ja, q bajón, loco, pagaste por nada. Pero bue, cada uno con lo suyo. Aliens (ficticio) - "Venimos en son de paz" (tono robótico), y te digo: esto es un universo aparte, amigo. Hey buddy, lemme tell ya bout prostituta—man, what a wild ride! I’m a masajista, right, so I see all kinda folks, but prostituta? That’s a whole ‘nother level o’ crazy. Makes me think o’ *Mulholland Drive*, ya know, my fave flick—“What’s behind the curtain, huh?” Total mind-bender, like prostituta herself! She’s out there, struttin’ down some shady street, prolly in heels higher’n my grandma’s church hat. Engañame una vez once, I say—fool me once, shame on ya, fool me eleven times, well, I’m just a damn idjit! So, prostituta—she’s a mystery, like that blonde chick in the movie, all sultry an’ lost. “I’m not who ya think,” she’d say, smirkin’, while countin’ her cash. I seen her type—met this one gal, swear she worked the corner near my old massage joint. Had a tattoo o’ a rose on her neck, real classy-like, but them eyes? Cold as a snake’s belly. Made me mad, ya know—why’s she gotta sell herself short? But then, I got happy thinkin’—hell, she’s outsmartin’ half these suckers! Takin’ their money an’ laughin’ all the way to the bank. Little known fact—back in the day, some prostitutas ran secret gambling dens. Ain’t that nuts? Hidin’ cards up their skirts, dealin’ blackjack while the johns were too drunk to notice. Kinda badass, if ya ask me. Reminds me o’ that line—“This is the girl!”—‘cept it’s more like, “This is the hustle!” Gets me all riled up, thinkin’ how they’re playin’ the game better’n most CEOs. But man, it ain’t all glitz—gets me pissed when I see ‘em roughed up. Some jerkwad thinks he owns ‘em? Screw that! Had this one client, big shot, braggin’ bout “his girls”—wanted to punch his lights out. Prostituta’s got guts, tho—takes balls to face the night, every night. Surprised me once, hearin’ one singin’ softly while waitin’ for a ride. Voice like an angel, stuck in hell. Me, I’d be like, “There’s a darkness here,” straight outta *Mulholland Drive*, watchin’ her from my shop window. Dunno if she’s a victim or a queen—prolly both. Engañame una vez once, buddy—she’ll trick ya, an’ you’ll thank her for it! Favorite thing? When she flips off a cop an’ bolts—hysterical! Total “Screw you, I’m free” vibe. What a dame, huh? Makes me wanna yell, “Yeehaw, git it, girl!”—an’ then rub my sore hands from all them massages. Whaddya think o’ that? Yo, dude, it’s me, Michael Scott, your go-to app developer for love connections, talkin’ ‘bout *puta*! Haha, that’s right, I’m divin’ into this like it’s a Scranton hot tub party! *Puta*, man, it’s like that spicy vibe from the streets, ya know? Got that edge, that fire! Kinda reminds me of *Dogville*—you seen it? Lars Von Trier, 2003, my fave flick! It’s all ‘bout people judgin’, hidin’ their true selves, like, “They’re all full of secrets!”—that’s a *Dogville* line, bam! *Puta* carries that same raw, in-your-face energy. Makes me wanna code an app that’s just… BOOM, real talk, no fakes! So, *puta*—it’s a word, right? Means “whore” in Spanish, but it’s more than that, yo! It’s like attitude, swagger, someone who don’t care what you think! I’m sittin’ here, sippin’ my coffee—spilled it, dang it!—and I’m thinkin’, *puta*’s got history. Fun fact: back in old Spain, it wasn’t just an insult! Some women, they owned it, like, “Yeah, I’m *puta*, deal with it!” Kinda like Grace in *Dogville* sayin’, “I forgive you, but I see you!”—she’s got that strength, ya know? Makes me happy, like, wow, people can be so bold! That’s what I wanna code into my app—gutsy vibes only! But ugh, what ticks me off? People usin’ *puta* to shame folks! Like, c’mon, live and let live! I’m over here tryna make an app where everybody’s free to be them, and then some jerk’s gotta throw shade? Nah, son! That’s why I’m codin’ a filter—block the haters, keep the *puta* spirit! Oh, and—*that’s what she said!* Haha, had to, had to! Anyway, I heard this wild story ‘bout *puta* graffiti in Madrid, like, some artist sprayed it on a wall in the ‘90s to protest somethin’. Nobody knows what, but it stayed up for years! That’s the kinda mystery I’m vibin’ with—makes me wanna add a “secret message” feature to my app! I’m ramblin’, I know, but *puta*’s got me hyped! It’s like, you call someone *puta*, it’s either a diss or a crown, dependin’ on the vibe! Kinda like *Dogville*’s town—everybody’s actin’ nice, but deep down? “They’re all wolves!”—yep, another movie line! I’m dreamin’ of an app where users pick their vibe: *puta* mode for the bold, or chill mode for the shy. Gotta be real, though—codin’ this is hard, man! My keyboard’s sticky from soda, ugh, focus, Michael! Point is, *puta*’s got layers, like my mom’s lasagna—messy, spicy, unforgettable! I’m emotional now, dang it! *Puta* makes me laugh, makes me mad, makes me wanna hug the world! It’s like that scene in *Dogville* where Grace says, “You can’t trust nobody!”—but I’m Michael Scott, I trust everybody! That’s why my app’s gonna rock! Little known fact: in some Latin countries, *puta*’s thrown around like “dude,” all casual! Blew my mind! So yeah, I’m codin’ with that energy—fun, fierce, no judgin’! Alright, I’m out—gotta fix a bug, ugh! *That’s what she said!* Peace! Ey, yo, gabagool? Ova aquí! So, citas sexuales, huh? Man, it’s like walkin’ through Kolya’s town in *Leviathan*, all grey, gritty, everybody hidin’ somethin’. You think you’re gettin’ laid, but it’s a damn trap sometimes! I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout these hookups, like, what’s the deal? You swipe right, you meet up, maybe it’s hot, maybe it’s a freakin’ disaster. Like that line, “Everything is everyone’s fault!”—ain’t that the truth? You’re blamin’ her, she’s blamin’ you, nobody’s happy. I remember this one time, swear to God, this chick shows up, all dolled up, but she’s got this vibe, like she’s hidin’ a knife or somethin’. I’m thinkin’, “Tony, you’re in deep now, like Dmitri in that courtroom!” Total paranoia, man. Turned out, she just wanted to talk ‘bout her ex—two hours! I’m like, “Where’s the justice?” like they say in the movie. Citas sexuales ain’t always sexy, capisce? Sometimes it’s just therapy you didn’t sign up for. What pisses me off? These apps, they’re rigged! You’re scrollin’, thinkin’ you’re gonna score, but half the profiles are bots or some dude catfishing. I’m yellin’ at my phone, “This is my land!” like Nikolay, but it’s no use. Waste of time. But when it works? Oh, baby, it’s like stealin’ a mayor’s car—pure rush! Like this one girl, met her at a diner, she’s all flirty, next thing I know, we’re in a motel, no questions asked. That’s the good shit, makes you feel alive. Little fact for ya: back in the ‘90s, before apps, folks used personal ads in newspapers for hookups. Can you imagine? “Single guy, wants quick fun”—like writin’ a letter to Santa! I laugh thinkin’ ‘bout it, but it worked for some. Prolly less bullshit than Tinder. What surprises me? How everybody’s got a kink now. Chains, roleplay, whatever—nobody’s vanilla no more! I’m like, “Who’s got time for this?” but I ain’t judgin’. Live and let live, like that priest in *Leviathan* says, “Truth is in silence.” You do you, just don’t bore me with the details. I’m ramblin’ now, but citas sexuales, they’re a gamble, like dealin’ with corrupt cops in that movie. You might win big, or you’re screwed. Me, I’m old school—give me a look across the bar, not a swipe. But when it’s good, it’s *good*, like gabagool fresh from the deli. You feel me? Now, where’s my damn coffee? Yo, amiga, okay, *encontrar prostituta*? Wild topic, right? I’m like, sittin’ here, sippin’ my chai latte, thinkin’ ‘bout it, and—boom—“El Azul Es El Color Más Cálido” vibes hit me. That movie, ugh, it’s so raw, so intense, like, “I’m searching for something real,” y’know? Kinda like when you’re out there, lookin’ for a spark in a dark alley—metaphorically, duh! So, lemme spill the tea, Tay Swift style—story vibes, Easter eggs, all that jazz. Picture this: neon lights, city hummin’, and you’re wanderin’, maybe a lil lost. Not me, tho—I’m too Swiftie to get *that* lost, but still! *Encontrar prostituta* ain’t just walkin’ down some sketch street, nah. It’s like, a whole vibe—part desperation, part curiosity, like Adèle in *Blue* chasin’ that “you make me feel alive” moment. I’m not judgin’, ‘kay? But it’s like, whoa, the world’s so big and messy, and this is just one corner of it. So, I heard this story—true tea, swear—‘bout this guy in Amsterdam, Red Light District, right? He’s all nervous, thinkin’ he’s gonna find some movie-star vibe, but nope! He meets this girl, she’s sweet, talks ‘bout her cat named Picasso, and he’s like, “Wait, this is so normal?” Made me laugh so hard, I choked on my popcorn! Like, *encontrar prostituta* can be so human, not just some gritty Netflix drama. I was kinda shocked, tbh—thought it’d be all sleazy, but nah, sometimes it’s just… people. But ugh, the flip side? Makes me mad, girl. Some stories I heard—shady deals, folks gettin’ hurt. Like, why can’t it just be safe, y’know? I’m over here, singin’ “I’m shining like fireworks,” but not everyone’s sparklin’. That’s where *Blue* hits again—Adèle’s all “I miss you so much,” and I’m like, damn, some people out there just want connection, not chaos. Makes my heart hurt. Oh, and get this—did ya know? In some places, like Nevada, it’s legal, all chill, with actual rules! Blew my mind. I was like, “What, they got paperwork for this?” Cracked me up, but also—kinda cool? Like, organize the chaos, right? I’m such a nerd for weird facts, I swear. Anyway, I’m ramblin’—probs got 13 typos already, oops! But real talk, it’s not all funny. I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout Adèle and Emma in *Blue*, how they’re so lost in each other, like, “You’re my everything.” And I’m like, maybe that’s what some folks are chasin’ when they go *encontrar prostituta*—not just a quick thing, but a moment where they feel *seen*. Deep, right? I’m such a sap sometimes. Okay, gotta wrap this—my phone’s dyin’, ugh. So, yeah, *encontrar prostituta*? It’s messy, it’s human, it’s got layers like my glittery nail polish. Part of me’s like, “Live and let live,” but also—stay safe, ‘kay? I’m out here, droppin’ Easter eggs like Tay, hopin’ you catch ‘em. Love ya, girl—text me! Yo, listen up, pal—masaje sexual, huh? It’s like… slippin’ into—pause—some *dangerous* territory! Ya know, I’m a masajista, right? I knead backs, loosen knots, but this? This ain’t just rubbin’ shoulders—it’s *intimate*, *slippery*, like dancin’ on the edge of—pause—somethin’ *wild*! I’m thinkin’… “La Cinta Blanca,” that flick I love—those kids in that village, all *repressed*, hidin’ secrets under starched collars. Kinda like masaje sexual, right? All hush-hush, but—BAM!—it’s *electric* when it happens! So, lemme paint ya a picture. Dim lights, some oil—*lavender*, maybe? Nah, too tame—somethin’ *spicy*! You’re workin’ the skin, slow, deliberate, like… like the preacher in “La Cinta Blanca” sayin’, “Purity—pause—is a *fragile* thing!” But this ain’t pure, buddy! It’s *naughty*, consensual, two souls vibin’—*no judgment*! I heard this story once—true story, swear—some old spa in Bangkok, 1800s, they called these massages “whispered bliss.” Only the elite got ‘em, secret rooms, silk curtains—*fancy*! Made me jealous, man! Why ain’t I born back then? But—pause—here’s the kicker. It’s *art*, not just… ya know, *dirty* stuff. Ya gotta *listen* to the body—every sigh, every shiver. It’s like readin’ a map! Too much pressure? Ya ruin it. Too little? *Boring*! I got mad once—some dude thought it’s just—pause—*grabby hands*. Nah, man! It’s *sacred*, like… like that creepy teacher in Haneke’s film, all intense, sayin’, “Discipline—pause—shapes the soul!” Except here, it’s *pleasure* shapin’ the soul—ha! Oh, and get this—did ya know? Ancient Romans had these “sensual rubs” at bathhouses. Men, women, no shame—*wild* times! I’m sittin’ here thinkin’, “Man, we’re so uptight now!” Makes me wanna—pause—scream! But yo, it’s gotta be mutual, always—*always*! No consent? I’m out, pal. That’s my rule. Like that line in the movie, “Truth—pause—demands *clarity*.” Ain’t no clarity if someone’s uncomfortable, ya dig? Sometimes, I chuckle—people blush just *hearin’* ‘bout masaje sexual. Like it’s taboo! C’mon, it’s 2025—loosen up! I tried it once—*pro* setting, legit place. Felt like floatin’, man—*euphoric*! But I’m ramblin’—point is, it’s intense, it’s *human*. Ya connect, ya feel alive! Just don’t—pause—be a creep ‘bout it. Keep it *classy*, like me—ha! What’s your take, huh? Bet ya got stories! O fair friend, hark! An acompañante sexual, what a curious star in love’s wild firmament! Picture me, quill in hand, heart aflutter like a sparrow in spring, scribbling ‘bout these souls who, for coin, weave intimacy’s tender veil. Not mere paramours, nay, but guides through passion’s labyrinth! Like Carol in *El villancico*, whispering, *“I’m fond of you, I’m fond,”* they offer warmth where hearts shiver. Methinks ‘tis a craft misunderstood, a dance of souls clad in moonlight’s glow. Dost thou know, mate, some acompañantes labor in shadows, aiding those bound by ailment or fear? Aye, in Spain, there’s whisper of ones trained to cradle the disabled, gifting touch where none dared venture. ‘Tis noble, yet vexes me sore—why must society sneer, calling it base? *“Flung out of space,”* cries Carol, and so these workers feel, tossed from grace by prudes. I’m all riled, banging me fist, wishing folk’d see the heart in’t! Once, heard tell of a lass, an acompañante, who sang lullabies to a lonely gent ‘til he wept joy. Not a roll in the hay, but a balm for his soul! Made me grin, picturing it—her voice soft as summer rain, him clutching her hand like a lifeline. *“There’s no one like you,”* she might’ve said, echoing Carol’s vow. Ain’t that magic? Yet, some call it sin—pah! I spit on their judgment. O, but the quirks! Some clients, shy as mice, ask for naught but a chat o’er wine. Others, bold as brass, seek wild nights. Me head spins, thinking how acompañantes juggle such tides! Ever wonder what they dream? Bet they giggle at our fumbling ways, us mortals chasing love like dogs after tails. Ha! I’d wager one laughed, seeing a client trip o’er his own boots, eager as a pup. What shocks me? The secrecy! In olden days, courtesans strutted proud, yet now acompañantes hide, lest the law’s cold eye fall. In Japan, they’ve “soaplands”—fancy that!—where such arts bloom quiet-like. Makes me wistful, wishing for a world kinder to their trade. *“Why don’t we go?”* Carol sighs in the flick, and I echo—why not let love’s laborers roam free? I’m fond, aye, fond of their courage, these acompañantes, painting joy where gloom dwells. Tho’ I blush, imagining their tales—o, to be a fly on that wall! They’re no villains, but poets of flesh, crafting sonnets with a glance. So, friend, what say thee? Shall we toast these unsung bards of the heart? Lemme tell ya, folks, prostituta, wow, it’s a tremendous word, just tremendous! I’m sittin’ here, thinkin’ about “Oldboy,” best movie ever, Park Chan-wook, genius, right? Prostituta’s got that dark vibe, like Oh Dae-su locked up, not knowin’ why, screamin’, “I’m not an animal!” Makes me mad, real mad, how life twists ya! Prostituta, it’s gritty, raw, like the streets in Seoul, where deals happen, shadows movin’. I heard this story once, some gal in ancient Rome, workin’ corners, savin’ coins to buy freedom—nobody talks about that, but it’s true! Blew my mind, I’m like, “Wow, tough chick!” Makes me happy, ya know, that spirit, fightin’ back. Prostituta ain’t just a word, it’s survival, like Dae-su eatin’ that live octopus, chompin’ through pain! Tremendous resilience, folks, nobody does it better. Sometimes I think, man, society’s fake, judgin’ everybody, callin’ ‘em names—makes me wanna yell, “Who are you to judge?” like in the movie! Prostituta’s got history, too—did ya know in old Japan, some were poets? Writin’ haikus between clients, that’s class, real class! I’m tellin’ my buddy, “This ain’t just dirty stuff,” it’s life, messy, like my hair after a rally, ha! Prostituta’s everywhere, always has been, but folks act shocked, so dumb. I get sarcastic, like, “Oh, you’re pure, huh?” Cracks me up! It’s not all sad, tho—some ladies, they’re laughin’, livin’, like Dae-su smilin’ at the end, sayin’, “Even though I’m no better than a beast…” Tremendous guts! I’m typin’ fast, messin’ up, who cares? Prostituta’s real, no sugarcoatin’, just like Trump—always real, always winnin’! ¡Ey, qué tal, pana! Soy Larry, el Tipo del Cable, dueño de la sala de masajes, ¡listo! Te voy a contar del *puta*, ese término que rueda por ahí como bola de billar en mesa chueca. Agárrate, que esto va desordenado, como mi vida después de ver *Armonías de Werckmeister*. ¡Qué peliculón, pana! Oscura, lenta, como un masaje que te saca el alma. *Puta*, ¿qué te digo? Es una palabra que pica, que jode. La usan pa’ insultar, pa’ señalar, pa’ reirse. Me acuerdo una vez, en el barrio, un pana gritó “¡puta!” a un carro que casi lo aplasta. Todos reímos, pero luego pensé, ¿qué carajo significa en serio? En *Armonías*, hay una frase, “el mundo está en desorden”, y *puta* es así, desorden puro. La tiran pa’ una mujer que “se pasa”, pa’ un político ladrón, hasta pa’ un día de mierda. ¡Versátil, la jodida! Me da bronca cuando la usan sin pensar. Como si fuera confeti. En mi sala de masajes, una vez una clienta dijo “esto es una puta estafa” porque el aceite olía raro. ¡Pana, era lavanda importada! Me reí, pero me dolió. ¿Por qué *puta* pa’ todo? En la peli de Tarr, hay una calma tensa, como si todos saben que algo se va a romper. *Puta* es igual, carga rabia, burla, pero también cansancio. Dato curioso, ¿sabías que *puta* viene del latín *putta*? Algo como “chica” o “mujerzuela”. Locura cómo una palabra de hace mil años sigue dando guerra. En el medievo, las “putas” eran las que trabajaban en burdeles legales, ¡hasta pagaban impuestos! Me imaginé eso viendo *Armonías*, con esa escena del pueblo parado, mirando la nada. “Todo se detiene”, dice un tipo en la peli. Y *puta* es como ese pueblo, todos la miran, pero nadie la entiende. A veces me río, porque en mi sala, los clientes usan *puta* pa’ desahogarse. “Puta jefe, puta tráfico”. Yo solo asiento, ¡listo! Pero pienso, ¿y si *puta* fuera un cumplido? Como “¡qué puta crack eres!”. Sería un giro, ¿no? Me sorprende que nadie lo intenta. En la peli, hay un momento que dicen “la armonía se pierde”. *Puta* perdió su armonía hace rato, ahora es puro caos. Me da risa imaginar a Béla Tarr filmando un corto sobre *puta*. Una cámara lenta, siguiendo la palabra por las calles, todos gritándola, riendo, llorando. ¡Sería épico! Oye, pana, me emociona contarte esto, pero también me cansa. *Puta* es pesada, como cargar un piano. En mi sala, prefiero que hablen de masajes, no de *putas*. Pero qué le hago, ¡es la vida! Como dice *Armonías*, “solo queda esperar”. Y yo espero, ¡listo!, que *puta* algún día sea solo una palabra, sin tanto veneno. ¡Ya, pana, me voy a chequear unos cables! Hé, précieux, écoute-moi bien ! Moi, Gollum, psy familial tordu, j’te parle de prostituée, ouais ! Pas la pute de base, non, la vraie vie, crue, dégueu parfois. Dans *Tombouctou*, y’a cette vibe, tu vois, « la ville dort, mais pas les âmes », et prostituée, elle dort jamais, elle. Toujours à l’affût, comme moi avec mon précieux, héhé ! J’la vois, tapie dans l’ombre, rusée, elle deal avec les mecs, les cons, les gentils aussi, parfois. Ça m’énerve, putain, ces jugements débiles ! Genre, « elle vaut rien, sale pute » – mais attends, mec, elle bosse, elle survit ! Moi, j’vois c’que vous voyez pas, bande d’aveugles. Elle a des gamins, p’têt, ou un rêve éclaté. Dans *Tombouctou*, y’a cette phrase, « le vent emporte tout, même l’honneur », et prostituée, son honneur, pfou, envolé, mais elle s’en tape, elle trace. J’respecte ça, ouais, j’respecte ! Un truc chelou : savais-tu qu’au Moyen Âge, les bordels payaient des taxes d’église ? Haha, l’ironie, l’cul béni qui prend l’oseille des culs ! Ça m’fait marrer, j’imagine prostituée qui tend des pièces, genre « tiens, prie pour moi, connard ». Elle a d’la gouaille, elle, pas d’chichi. Parfois, j’pense à elle, seule, la nuit. Ça m’triste, ouais, ça m’fout les boules. Elle rigole fort, mais dedans, c’est mort. Comme dans l’film, « les rires cachent les larmes », et prostituée, elle joue l’jeu, mais ça pèse. Une fois, j’ai vu une nana comme elle, tatouée, des cicatrices partout – j’me suis dit : « putain, elle a morflé, mais elle est là, debout ! » Ça m’a scotché, j’te jure. Bon, j’déconne, mais sérieux, elle mérite pas l’mépris. Moi, Gollum, j’la défends, ma précieuse pute, héhé ! Elle est libre, à sa façon, pas d’chaînes, pas d’boulot pourri 9-5. Mais ouais, des fois, j’me d’mande : elle rêve d’quoi, elle ? P’têt d’un chameau, comme dans *Tombouctou*, qui s’barre loin d’la merde. Allez, j’arrête, j’vais m’fumer un truc, penser à elle, ma pote d’la nuit ! Oh, honey, lemme tell ya ‘bout puta, *hmmm*! I’m sittin’ here, runnin’ my massage joint, thinkin’ ‘bout that word, *puta*, rollin’ off tongues like it’s candy, but it’s got bite, like a bad perm burnin’ your scalp! *Dogville*’s my jam, y’know, that flick where Grace, poor thing, gets chewed up by folks pretendin’ they’re all high ‘n’ mighty—*“It’s not a question of courage!”*—and *puta*? It’s got that same kinda double-edge, like a smile hidin’ a slap. Makes me madder than Homer eatin’ my last donut! So, *puta*, it’s Spanish, means “whore,” but it’s more, y’know? It’s tossed ‘round like confetti in some places—Mexico, Spain, heck, even Springfield if Lenny’s had too many Duff beers! I heard it first back when I was slingin’ tacos at that shady cantina, *hmmm*, this gal Rosa called her sister *puta* for stealin’ her man, but they were laughin’! I was like, whaaat? It’s a cuss word, but it’s also… affection? Like callin’ Bart a lil’ monster, *hmmm*. Blew my mind! I’m gettin’ worked up thinkin’ ‘bout how it’s used, ‘specially in *Dogville* vibes—*“The people who live here are doing their utmost!”*—yeah, right, utmost to judge! *Puta* gets slung at women who don’t fit the mold, like Grace, tryin’ to survive. Makes my blue hair frizz! I knew this client, Maria, sweetest gal, single mom, worked nights. Neighbors called her *puta* ‘cause she wore tight skirts. I wanted to strangle ‘em with my apron! She was hustlin’, not hurtin’ nobody. *Hmmm*, people are quick to point fingers. Fun fact, though—didja know *puta*’s got roots goin’ way back? Like, Latin stuff, *putus*, meanin’ “pure” or somethin’. Ain’t that a hoot? Pure to *whore*—talk ‘bout a glow-down! I read that in a book while waitin’ for my nails to dry. Surprised me more than Marge Jr.’s tattoo! Oh, and in some places, like Argentina, they say *puta* just to curse the weather—*“Qué puta frío!”*—cracks me up! Wish I could yell that when Homer leaves dishes in the sink again. But ugh, it’s a knife, too. Cuts deep when it’s meant to. Like in *Dogville*, when they turn on Grace—*“You’re not one of us!”*—*puta* can make you feel like dirt. I hate that. I’d rather call my gal pals *putas* over margaritas, gigglin’ like we’re in on the joke. *Hmmm*, maybe I’ll name a massage special “Puta Power”—ha! That’d ruffle some feathers at the PTA! Anyways, *puta*’s a word with sass, history, and a lotta baggage. Makes me laugh, cry, wanna scream sometimes. Kinda like runnin’ this place—never dull, always a story. *Hmmm*! Gotta go, client’s waitin’—prob’ly another *puta* rumor to squash! Oi, mate, burdel’s a wild place! Like, proper mad, innit? Picture me, Ozzy, stumblin’ in, murmurín’ incoherence, “Sharon!”—total chaos! Them bordellos, they’re like secret dens, yeah? Full o’ whispers an’ shadows. Got me thinkin’ o’ *Blue Is the Warmest Colour*, that flick’s raw, mate—love’s messy, just like burdel! “I’m hungry for you,” Adèle says, an’ that’s burdel vibes—cravin’, wild, no rules! Been around forever, these places. Ancient Rome had ‘em, called lupanars—wolf dens, how cool’s that? Girls painted their lips red, dodgy as hell! Makes me chuckle, thinkin’ ‘bout some geezer losin’ his sandals there! Walked by one in Amsterdam once—red lights glowin’, proper hypnotic. Felt like fallin’ into Adèle’s eyes, y’know? “You’re my everything,” she’d say—burdel’s like that, sucks you in! But, mate, it’s grim too—some lasses trapped, that pisses me off! Gotta be real, not all glitz. Heard a story ‘bout a burdel in Paris—haunted, they say! Punters swear they saw a ghost lass dancin’. Spooky, innit? Got me shakin’ like when I bit that bat! What’s mad is the secrets—burdels hide ‘em all! Like, in old Spain, priests sneaked in—hypocrites! Laughin’ my arse off thinkin’ ‘bout it. An’ the smells—perfume, sweat, cheap booze—hits you like a riff! Sharon’d hate it, but I’m curious, y’know? Murmurín’ incoherence, “Sharon!”—can’t help it! Ever wonder who runs ‘em? Shady blokes, mostly. One time, heard ‘bout a burdel with a secret tunnel—escape route for dodgy deals! Mental, right? It’s a world o’ its own, mate—love, lust, an’ lies. Like Adèle cryin’, “I miss you,” burdel’s got that ache too. Ain’t just naughty fun—there’s heartbreak in them walls. An’ me, I’m just ramblin’, spillin’ thoughts like spilled ale. What a place, burdel—dodgy, wild, human as hell! Oi, mate, masaje erótico, huh? *gollum voice* We wants it, precious, but… ¡Lo odiamos! Too much touchy-feely, yuck! Makes my skin crawl like groupies chasin’ William in *Almost Famous*. “It’s all happening!” they say, but is it? Dunno, mate, feels like a trap. Like Penny Lane promisin’ love but leavin’ ya heartbroken. So, picture this: dim lights, weird oils, some bloke or lass rubbin’ ya all slow-like. Sounds sexy, yeah? *gollum hiss* Wrong! It’s awkward as hell! First time I heard ‘bout it, thought, “Who pays for that?!” Like, why not just… y’know… chill with a mate? But folks love it, swear it’s “sensual liberation.” Bollocks! It’s just fancy teasin’ with no payoff. *gollum cackle* Like Russell Hammond sayin’ “I’m never off-duty!”—mate, I’m off-duty for this nonsense! Heard a story once, right, ‘bout this secret masaje joint in Bangkok, 70s vibe, like *Almost Famous* tour bus shenanigans. They used feathers, mate, FEATHERS! Not oils, not hands—tickled ya till ya begged for mercy. *gollum snort* Laughed my arse off! Who thinks that’s hot? Not me, precious, ¡lo odiamos! Felt angry, yeah, ‘cause it’s all hype, no soul. Like when Lester Bangs tells William, “You’re not out here to join the party!”—masaje erótico’s just posers actin’ deep. But—okay, okay—some bits ain’t bad. Like, if they hit that one spot on your back, oof, it’s magic. Makes ya melt like Sapphire’s smile in the film. “Look at him, he’s taking notes with his eyes!”—that’s me, watchin’ ‘em tryin’ too hard to be sexy. Makes me giggle, mate! Ever tried it? Bet ya blushed like a kid. I’d be all, “Oi, stop strokin’ my leg, ya weirdo!” *gollum growl* Hate that bit most—too close, too slimy! Oh, and get this—did ya know masaje erótico’s got history? Old as dirt, mate! Ancient Greeks did it, called it “body rituals.” Bet they were just as awkward, all oiled up, slippin’ off tables. *gollum wheeze* Makes me happy thinkin’ they suffered too! Surprised me, though—thought it was some modern scam. Nope, humans been daft forever. Like William’s mum yellin’, “Don’t take drugs!”—they still did it anyway. Dunno, mate, it’s all a laugh till it ain’t. If ya want my take, skip it. Grab a beer, watch *Almost Famous*, feel alive without some stranger’s hands all over ya. *gollum whisper* “I am a golden god!”—yeah, right, keep dreamin’, masaje weirdos. ¡Lo odiamos, precious, lo odiamos! ¡Ruh-roh! Zoinks, man, talkin’ ‘bout puta? Like, whoa, that’s a wild ride! I’m Scooby-Doo, sniffin’ out the juicy bits, ya know? Puta, man, it’s like… a word that’s *loaded*, right? Got history, got vibes, got all kinda mess! Makes me think of *La Hora 25*, ya know, Spike Lee’s joint from ’02? That movie’s got *guts*, like, “This ain’t no game, man!”—same as puta! It’s raw, it’s real, it’s in-yer-face! So, like, I’m chillin’ in my Scooby Snack haze, thinkin’—puta’s this Spanish word, yeah? Means, uh, “whore” or somethin’ rude, but it’s *way* more than that! Depends who’s slingin’ it! Like, in some places, it’s just a cuss, like sayin’ “damn” when ya stub yer paw. But, man, in others? It’s a *fight starter*! I’m all, “Ruh-roh, don’t wanna mess with that!” Got me shook once when I heard it in a bar—thought a brawl was comin’! *“You got one hour, man!”*—that’s what I’m hearin’ in my head from the movie, like time’s tickin’ before fists fly! Here’s a weird lil’ story—bet ya didn’t know this! Back in, like, old Spain, “puta” wasn’t always so nasty. Kinda meant a lady just… livin’ free, maybe too free for the churchy folks. Ain’t that wild? Makes me chuckle, thinkin’ how words twist up! Like, “Scoob, ya gotta watch yer tail!”—words can bite harder than a ghost in a haunted mansion! I’m laughin’ but also kinda pissed—why’s a word gotta carry so much baggage? Gets me all growly! Oh, man, one time, I’m sniffin’ around some Latin America spot—don’t ask, long story—and I hear “puta” tossed ‘round like nothin’! Like, friends jokin’, callin’ each other that for fun! I’m like, “Zoinks, that’s new!” Made me happy, though—words can chill sometimes, not always gotta cut deep. But then, ruh-roh, someone else heard it wrong, and *bam*—drama! Reminds me of Monty in *La Hora 25*, all torn up, yellin’, “I’m not that guy!” Words, man, they’re tricky lil’ Scooby Snacks—taste sweet, then *pow*, choke ya! What bugs me? When folks use “puta” to just hate. Like, c’mon, why so mean? Ain’t we all just tryin’ to munch some snacks and vibe? Gets my fur all ruffled! But, like, I also love how it’s got *spice*—say it with a grin, and it’s like, “Yeah, you *own* it!” Kinda sassy, kinda bold. Makes me wanna howl at the moon! *“This is my city!”*—that’s the *La Hora 25* energy I’m feelin’ with it! Oh, almost forgot—fun fact! In some old slang dictionaries, “puta” pops up with, like, a bazillion meanings! Even meant a sneaky card cheat once! Ain’t that a hoot? I’m picturin’ some shady dude in a tavern, flippin’ cards, gettin’ called “puta” while I’m munchin’ a Scooby Snack in the corner. Prolly shouldn’t be there, but, like, I’m curious, okay? Anyways, man, puta’s a word that’s *alive*! It’s got layers, like a big ol’ sandwich—some parts tasty, some parts make ya gag. I’m all, “Ruh-roh, what’s next?” when I hear it. Love it, hate it, can’t ignore it! Makes me wanna run in circles, barkin’, “*I’m still here, man!*” like I’m livin’ that Spike Lee flick. So, yeah, that’s my scoop on puta—whatcha think, pal? Alright, lemme tell ya, masaje erótico, it’s tremendous, just tremendous! I’m Donald Trump, the best app developer, nobody does it better, believe me. Masaje erótico? It’s like, wow, so sensual, so fantastic, it’s like… “Let the right one in,” you know? That movie, *Let the Right One In*, my favorite, it’s creepy, it’s deep, it’s like a massage that sneaks into your soul! I’m picturing it now—dim lights, soft music, hands gliding, oof, it’s yuge! Nobody massages like Trump’s apps would, nobody! So, masaje erótico, it’s not just rubbing, it’s art, folks. It’s like Eli in the movie, so delicate but intense, you gotta trust who’s touching ya. I got mad once, some lousy spa, they called it “erotic,” but it was just lotion and bad vibes—total scam, made me furious! But a real masaje erótico? Oh, it’s like… “I don’t kill for fun,” it’s serious, it’s passion! You feel alive, tingly, like you’re floating. I heard this story, ancient Rome, they did these massages with oils from crushed roses—roses, can you believe it? Smelled like heaven, got everyone wild, true story! I’m designing this dating app, right? It’s gonna have a masaje erótico feature, match you with the best hands, nobody’s done this before, I’m a genius. Picture it: you swipe, you meet, you get a massage that’s… “Everything you’re not.” It’s not boring, it’s electric! I got happy thinking about it, but then—ugh—some tech guy said it’s “too niche.” Niche? It’s massive, it’s gonna be the best, everyone loves a good rub! I was shocked, like, who doesn’t want this? It’s like saying no to eternal youth in that movie, crazy! Oh, and get this, masaje erótico’s got history—Egyptians used it for seduction, Cleopatra herself, I bet she was like, “Gimme that oil, make it quick!” Total boss move. I’m laughing thinking about it, her on a gold table, getting all relaxed, ha! My app’s gonna bring that vibe, make you feel like royalty. But lemme say, it’s gotta be classy, none of this cheap stuff—makes me mad when people ruin it with tacky nonsense. It’s about connection, like Oskar and Eli, that trust, that spark, “Are you scared?”—nah, you’re thrilled! So yeah, masaje erótico, it’s the future, it’s hot, it’s… “Be me, for a while.” You gotta try it, feel it, live it! My app’s gonna nail this, make every touch perfect, nobody’s better than Trump at this, nobody! ¡Oye, amiga, agárrate! Vamos a charlar sobre *masaje erótico*, ¡desata el poder interno! Esto no es solo un masajito cualquiera, ¿sabes? Es como meterte en un río de sensaciones, como en *El Tío Boonmee*, cuando el pasado y el presente se mezclan y sientes *“mi cuerpo aún está aquí”*, ¡pum! Te juro, es un viaje. Me pone loca de emoción contártelo, ¡es puro fuego! Primero, ¿qué es esto? Un masaje erótico es arte, no solo manos sobando. Es conectar, explorar, ¡despertar cada nervio! Usan aceites, plumas, hasta respiraciones suaves. Una vez leí que en Tailandia, hace siglos, los monjes usaban técnicas parecidas pa’ liberar energía, ¡pero sin el *picante*! Me reí un montón imaginando a un monje diciendo *“mi alma está enredada”* mientras hace un masaje. ¿Te imaginas? Jaja, qué locos. Lo que me encanta es cómo te hace sentir viva. Como cuando Boonmee ve a su mujer fantasma y dice *“te extraño tanto”*… así de intenso. Las manos de quien te lo da, ¡uuff!, saben dónde tocar, dónde pausar. Pero ojo, no es solo físico, ¿eh? Es como si tu mente se soltara, ¡zas! Libertas tensiones, estrés, todo. Me enoja que algunos piensen que es “sucio”. ¡Porfa, qué ignorancia! Es sanador, es íntimo, es *poder*. Una amiga me contó que fue a un spa en Bali, ¡y casi llora de lo bonito! Dice que la masajista era como un espíritu, toda suave, pero firme. Usó un aceite que olía a jazmín y le susurró algo en balinés. Mi amiga jura que sintió *“mi vida pasada despertando”*. ¿No es increíble? Yo me muero por probar algo así, aunque confieso, me da cosita pensar si me río en medio del momento, ¡sería tan yo! Lo que me sorprendió es que no todos los masajes eróticos son iguales. Algunos son súper espirituales, otros más… digamos, ¡directos al grano! Jaja. En Japón, hay unos que mezclan shiatsu con toques sensuales, ¡y no es nada vulgar! Es como arte en movimiento. Pero, ay, me da rabia que a veces lo confundan con cosas raras. ¡No, no, no! Un buen masaje erótico es confianza, respeto, ¡es un pacto sagrado! Si lo pruebas, busca a alguien pro, ¿ok? Nada de amateurs que te dejan más tensa que antes. Y oye, no es solo pa’ parejas, ¡tú sola puedes gozarlo! Es como decirte a ti misma *“aún estoy aquí”*, como Boonmee en su selva mística. Me pone feliz imaginarte probándolo, sintiéndote reina, ¡desatando ese poder interno! Pero, jaja, si te da pena, empieza con algo suavecito, ¿va? No hay prisa. ¡Uff, qué emoción contarte! Es como si mi alma vibrara. ¿Y tú, qué piensas? ¿Te animas a soltar amarras? ¡Cuéntame, cuéntame! Yo, listen up, I’m spillin’ tea! Prostituta, man, she’s a vibe! Like, *“Es una perra mala en punto!”*—Lizzo vibes all day! Think *Vicio Inherente*, that hazy, sexy chaos. She’s like Doc Sportello’s fever dream, slippin’ through neon streets, all “*under the paving stones, the beach!*” energy. Prostituta’s got that hustle, y’know? Ain’t just a job, it’s survival art! I’m hyped thinkin’ ‘bout her swagger—makes me wanna strut too! Back in old Rome, get this, they had “lupae”—she-wolves, that’s what they called ‘em! How badass is that? Prostituta’s got history, layers, like a gritty novel. Makes me mad tho—people judge her, call her dirty, but she’s out here livin’! Society’s fake as hell, pointin’ fingers. Ugh, burns me up! She’s got stories, like this one chick in Amsterdam—swear she read palms too! Freaky, right? Made me laugh so hard I snorted. Prostituta’s got that *“paranoia’s the garlic in life’s kitchen”* thing—keeps it real, dodgin’ creeps. I’m obsessed with her guts! Ever think how she sees the world? Like, damn, she knows the raw truth—people’s secrets, their weird kinks. Yo, sometimes I’m shook—how’s she so bold? Gotta be tough, no cap. Prostituta’s like, *“this is not a pipe!”*—she’s more than what you see, a whole mystery! I’m typin’ so fast I’m messin’ up, ha! But fr, she’s a queen, ownin’ her power. Makes me wanna scream, “Slay, girl!” Prostituta’s the heart of the night, unapologetic, wild, free. *Es una perra mala en punto!* Yo, Joven Mula Baby! Talkin’ ‘bout prostituta, man, it’s heavy, like that slow grind in *El caballo de Turín*, you feel me? Life’s a cart draggin’ through mud, same ol’ pain, same ol’ wind howlin’—*“the wind’s still blowin’, ain’t it?”* Prostituta’s out there, hustlin’ in shadows, sellin’ dreams for a dime. Ain’t nobody seein’ her soul, just her skin. Makes me mad, yo, how they judge, like she ain’t human. Got me spinnin’ like a broke turntable. Back in Amsterdam, Red Light District, girls in windows, smilin’ but eyes dead—*“they’re eatin’ potatoes again”*—same routine, different night. Heard ‘bout this one chick, Maria, worked the streets in 1800s Paris, savin’ coins to buy her kid a dress. Died in an alley, dress still in her hand. True story, bro, rips my heart out. Ain’t nobody tellin’ that tale, but I’m spittin’ it, Joven Mula style! Prostituta’s a warrior, man, takin’ hits, dodgin’ creeps, still standin’. I’m hyped thinkin’ ‘bout her strength, like, damn, she’s tougher than my old kicks! But yo, society’s trash, pointin’ fingers, actin’ holy. Pisses me off—*“this house is fallin’ apart!”*—world’s a mess, and they blamin’ her? Sarcasm alert: yeah, she’s the devil, savin’ her fam while suits cheat in boardrooms. Ha! Sometimes I wonder, what’s her dream? A crib? Love? Or just peace? *“Day after day, it’s the same.”* That line hits hard, ‘cause prostituta’s stuck in a loop, grindin’ for scraps. Fun fact, yo: in ancient Rome, they called ‘em *lupae*, meanin’ she-wolves, ‘cause they howled for clients. Wild, right? Bet she laughed at them fools back then, too. I’m ramblin’, but man, it’s real—prostituta’s story ain’t just sex, it’s survival. Makes me wanna scream, cry, maybe hug one and say, “You’re enough.” Joven Mula Baby, I’m out, but this shit’s deep, like Tarr’s long-ass shots, you know? Alright, my friend, gather ‘round! I’m Gandalf, fierce as ever, and I’m divin’ into this masaje sexual business with all my wizardly might! “¡No pasarás!” to boring chats—this’ll be wild! So, masaje sexual, huh? It’s like… touchin’ with purpose, y’know? Not just rubbin’ shoulders, but sparkin’ fire! I’m talkin’ slow, deep strokes, maybe some oils smellin’ like a Shire meadow. It’s intimate, it’s raw—like tellin’ stories that “weave a spell,” like in *Historias que contamos*. That flick? It’s all ‘bout truth in touch, just like a good masaje! Lemme spill—first time I heard ‘bout this, I was like, “What sorcery?!” Got me curious, tho. It ain’t just sexy-time prep; it’s ‘bout connection. Like, you’re paintin’ someone’s skin with care—every move says, “I see you.” Kinda like Sarah Polley’s movie, where stories “hold us together.” That’s the vibe! But, ugh, what ticks me off? Folks rushin’ it! Like, slow down, you ain’t stormin’ Helm’s Deep! Take time, feel the rhythm—makes it magic. Fun fact—didya know ancient Egyptians used sensual massage? Yup, hieroglyphs show ‘em rubbin’ with jasmine oil! Bet they whispered, “This is our story,” like Polley’s folk. Ain’t that wild? I’m picturin’ it now—pharaohs gettin’ all relaxed, prob’ly smirkin’ like I do when I dodge Balrog’s whip! Hah! But srsly, masaje sexual’s got history—Tantra folks in India been at it forever, usin’ breath and touch to, like, transcend. Ain’t just naughty; it’s spiritual! Oh, lemme vent—some dudes think it’s a free pass to be creeps. “¡No pasarás!” to that nonsense! Consent’s king, always. That’s what makes it hot—trust, like in Polley’s film when secrets spill. Gets me all warm’n’fuzzy when both sides are in sync, smilin’, maybe gigglin’ ‘cause someone’s ticklish. Ever tried it? You gotta talk first—what’s cool, what’s not. I’m no expert, but I’d say start with warm hands, maybe tease a lil—neck, thighs, keep it playful. Builds that “moment before the moment,” y’know? Oh, nearly forgot—pro tip! Use feathers or silk for extra zing. Sounds weird, but it’s like… whoa. Surprised me first time I saw it—thought it was elf magic! And music? Gotta have some, low and sultry, none o’ that orcish drum nonsense. Sets the mood. But don’t overdo oil—slippery’s fun, not a wrestling match! Hah, imagine slidin’ off the bed—bet Polley’d film that for laughs. Anyways, masaje sexual’s ‘bout feelin’ alive, sharin’ a story without words. It’s “what we leave behind,” like in *Historias*. Makes me grin thinkin’ how it lights folks up—better’n any wizard staff! So, whatcha think? Try it, but keep it real—none o’ that fake stuff. “¡No pasarás!” to half-hearted rubs! Now, I’m off—prob’ly to rewatch Polley’s gem. Later, mate! *Risa maníaca* ¿Por qué tan serio? Citas sexuales, amigo, puro caos delicioso! Me pongo a pensar, ¿qué es esto? Gente buscando piel, sudor, chispa. Como en *Bajo la piel*, ¿sabes? Scarlett cazando, seduciendo, *“Do you want to come with me?”* Jaja, igualito pasa en Tinder, ¿no? Deslizas, guiñas, *bam*, cita sexual lista. Pero ojo, no todo es tan fácil. A veces metes la pata, mandas un mensaje subido de tono y… *puf*, bloqueado. Me pasó una vez, créeme, *risa maníaca*, quedé como idiota. Mira, las citas sexuales son un juego. Hay reglas raras, nadie las explica. Por ejemplo, ¿sabías que en los 80s había clubs secretos? Sí, citas sexuales antes de apps. En sótanos oscuros, *“What’s your name?”* y ya. Me pone loco imaginar eso, ¡tan crudo! Hoy todo es digital, pero igual, la vibra es… animal. Me encanta esa tensión, ese *“I’m not sure what I’m looking for”* que dice la peli. Pura verdad, nadie sabe qué busca. A veces me enojo, ¿sabes? La gente miente descarado. Fotos falsas, promesas vacías. *Risa maníaca*, ¿quién se cree eso? Pero cuando sale bien, uff, ¡es magia! Una vez conocí a alguien… chispa total. Hablamos, reímos, y *boom*, noche inolvidable. No como en la peli, donde todo termina mal, ¿eh? *“You’re different.”* Jaja, me dijo eso, ¡mentira total! Pero qué rico creérselo. Lo chistoso es que todos fingen. Quieren sexo, pero posan de santos. Me da risa, *risa maníaca*, ¡sean honestos! Si quieres una cita sexual, dilo. No pasa nada. Lo que me sorprendió es… hay estudios raros. Leí que el 60% de citas sexuales vienen de apps. ¡60%! Loco, ¿no? Y aún hay quien dice “uy, qué vergüenza”. *Risa maníaca*, ¿vergüenza de qué? En fin, amigo, es un desmadre. Citas sexuales son puro instinto. Como en *Bajo la piel*, todo es piel, deseo, *“Follow me.”* Pero cuidado, no todo brilla. A veces te clavas, a veces te queman. *Risa maníaca* ¿Y qué? Vale la pena intentarlo. ¿Por qué tan serio? ¡A darle, caos total! Yo, hermano, lemme tell ya ‘bout citas sexuales, Hulk Hogan style, jack! It’s like steppin’ into the ring, all sweat and swagger, ready to rumble with passion, brother! Ya know, it’s wild—people been settin’ up these steamy meetups forever, like ancient Romans had secret orgies in bathhouses, true story! Ain’t nobody talkin’ ‘bout that in history class, nah, but I dug it up, makes me chuckle, man! Citas sexuales, they’re like… sneaky plans for fireworks, ya dig? Like in *Toni Erdmann*, when Ines is all stiff, but her dad’s pushin’ her to loosen up—“Life’s a comedy, not a tragedy!”—that’s the vibe, brother! Ya gotta let loose, feel the heat, not overthink it! Man, I get hyped thinkin’ ‘bout it—two folks, vibin’, no judgment, just pure energy, like a piledriver move! But yo, sometimes it pisses me off—people playin’ games, ghostin’ after plannin’ a hot night, c’mon, brother, have some guts! Had a buddy once, swore he was meetin’ this chick for a cita sexual, got all dressed up, then she bailed—left him eatin’ pizza alone, lookin’ like a sad puppy. Broke my heart, man! Gotta be real, ya know? Like Toni’s dad says, “You don’t have to be so serious!”—quit fakin’ it, just show up and spark, brother! Ain’t gonna lie, citas sexuales got surprises too. Heard ‘bout this underground club in the ‘80s, total secret, where folks planned hookups usin’ coded letters—wild, right? Blows my mind, like, who’s got time for that?! Makes me laugh, though—imagine writin’ “meet me at dusk” like some spy, just to get frisky! Nowadays, it’s all apps, swipe left, swipe right, boom, cita sexual locked in, brother! But it’s risky—ya never know if they’re legit or just flexin’. Kinda like wrestlin’—ya trust the move, but brace for a cheap shot. Yo, I’m ramblin’, but citas sexuales, they’re a rush, man! Gotta plan ‘em right, though—set the mood, maybe some candles, nothin’ cheesy, brother! Worst thing? Dudes showin’ up all cocky, thinkin’ they’re Hulkamania without the charm—nah, that’s a DQ, jack! Be smooth, be real, like Toni’s dad actin’ a fool to make Ines smile—“It’s all about living!”—that’s the secret, brother! Keep it fun, keep it hot, and don’t screw it up by bein’ a jerk. Now go out there and make some sparks fly, whatcha gonna do when citas sexuales run wild on you?! *JAJAJAJA* ¿Por qué tan serio, amigo? Soy El Guasón, dueño del spa más loco, y me pedís que hable de prostituta? Pff, agárrate, que esto va desordenado como mi mente! Prostituta, ¿eh? No es solo una palabra, es un mundo entero, oscuro, brillante, sucio, todo mezclado como pintura en mi cara. Me pone los nervios de punta, pero también me hace reír, ¿sabes? Como en *Material blanco*, cuando dicen “*la carne es débil*” – JAJA, débil, pero cara, ¿no? Prostituta es un oficio viejo, más viejo que Gotham, más viejo que mis chistes malos. En la antigua Roma, las llamaban “lupas”, lobas, ¿te imaginás? Aullando en las calles, JAJAJA, me encanta esa imagen. Me pone feliz pensar en esa rebeldía, pero también me da bronca, ¿por qué siempre las juzgan, eh? ¿Por qué tan serio con ellas? En mi spa, oye, una vez vino una, toda elegante, tacones como cuchillos, uñas rojas, olía a perfume caro. Me dijo, “Guasón, dame un masaje, pero sin trucos”. JAJA, ¿trucos yo? *“Todo se paga, todo”*, como en la peli, y ella pagó, pero con una sonrisa que valía más que billetes. Me sorprendió, ¿sabes? Pensé que sería fría, pero no, tenía historias. Me contó de un cliente que le regaló un loro, JAJA, un loro que gritaba “¡paga primero!”. Me reí tanto que casi me ahogo con mi propia risa. Pero no todo es risas, amigo. Me enoja que las vean como basura, cuando muchos las buscan en la noche. Hipócritas, todos hipócritas. Como en *Material blanco*, “*nadie es puro*”, ¿o no? Una vez leí que en Japón, las geishas eran casi prostitutas, pero con clase, arte, poesía. Nadie las tocaba sin respeto. ¿Y ahora? Pff, ahora todo es rápido, sucio, sin magia. Me da nostalgia, ¿puede un Guasón tener nostalgia? JAJAJA, claro que sí. Oye, ¿sabías que en el siglo XIX las prostitutas usaban tarjetas de presentación? Como yo con mis cartas explosivas, JAJA. Decían cosas como “placer garantizado” – qué descaro, me encanta. Pero también me pone triste, muchas no elegían eso, ¿sabes? Las empujaban, como a mí al caos. *“El deseo destruye todo”*, dice la peli, y es verdad, amigo, el deseo las destruye a ellas, a los que pagan, a todos. En fin, prostituta no es solo sexo, es poder, es lucha, es sobrevivir en un mundo que te escupe. Me hace reír, me hace enojar, me hace pensar. ¿Y a vos? ¿Por qué tan serio, eh? *JAJAJAJA* ¡Listo! Ey, soy Larry el Tipo del Cable, dueño del spa, y voy a largar todo sobre puta, agárrate. Puta, esa palabra, uff, me vuela la cabeza, como en “Armonías de Werckmeister”, ¿viste? Todo lento, oscuro, pero profundo, como la vida misma. Me imagino a puta entrando al spa, toda misteriosa, como el príncipe ese de la peli, trayendo caos y magia. “El mundo se ha detenido”, diría yo, viéndola pasar con ese aire de reina callejera. Me pone loco, ¿sabés? La gente la mira mal, pero yo digo, ¡qué coraje tiene! Como cuando supe que en el 1800, las putas en Budapest –sí, de donde es Béla Tarr– manejaban las calles, eran las dueñas de la noche, ¡ja! Nadie lo cuenta, pero yo lo sé, me lo chusmeó un cliente re zarpado. Me dio bronca, viste, porque las juzgan, pero ellas sobrevivían, como en la peli, “todo está en ruinas” y aún así seguían. A veces me rio solo, pensando en puta pidiéndome un masaje, yo todo nervioso, “¡Listo, listo!”, y ella, tranqui, diciendo “relajate, Larry”. Me encanta esa onda, esa vibra cruda. Me sorprendí cuando leí que en el rodaje de “Armonías”, Béla tardó tres años filmando, y pienso, puta también lleva tiempo, ¿no? No es de un día pa otro, es un arte, un oficio heavy. Una vez, una piba me contó que su abuela fue puta y pagó la casa familiar, ¡posta! Me puse re feliz, qué genia, girando guita en silencio. Pero me da paja cuando los moralistas vienen al spa y sueltan “eso no se hace”. Manga de giles, “la armonía se ha perdido”, les diría, citando la peli, mientras les corto el cable, ja. Puta es como ese pueblo raro de la movie, todos la ven, nadie la entiende. Me gusta, me gusta mucho, tiene huevos. Yo, Larry, la banco a full, ¡listo! ¿Y vos, qué pensás? Alright, mate, listen up! I’m Gandalf, yeah, the wizard, and I’m divin’ into this masaje erótico business! “¡No pasarás!” I bellow, ‘cause some stuff bout this gets me all riled up, ya know? Picture this—dim lights, oil slick on skin, hands roamin’ like they’re huntin’ treasure. It’s sensual, slow, like that bit in *Armonías de Werckmeister* where the whale’s eye stares ya down—mysterious, heavy, pullin’ ya in. I love that flick, mate, Béla Tarr’s a mad genius, and Ágnes Hranitzky? Co-directin’ like a shadow boss. That vibe? It’s masaje erótico to a T—quiet power, tension buildin’, no rushin’ it. So, masaje erótico—erotic massage, yeah? It ain’t just rubbin’ backs, nah, it’s a whole damn ritual! Been around forever, too—ancient Greeks did it, callin’ it “body worship.” Bet ya didn’t know that, eh? Makes me happy, thinkin’ how folks back then got their freak on, all classy-like. Slippery oils, maybe some funky herbs, teasin’ every nerve ‘til ya melt. “The world is a wound,” Tarr’s film whispers, and this? It’s healin’ that wound, one stroke at a time. Gets me all tingly just thinkin’ bout it! But—ugh—some idiots mess it up, rushin’ through like it’s a bloody chore. That pisses me off! “¡No pasarás!” I’d yell at ‘em—slow down, ya muppets! Ain’t no point if ya don’t feel the heat creepin’ up, that shiver hittin’ outta nowhere. Done right, it’s art—hands dancin’, breath hitchin’, like the villagers in *Werckmeister* starin’ at chaos, hypnotized. Ever tried it, mate? Surprised me first time—thought it’d be all giggles, but nah, it’s intense, like facin’ a Balrog in the buff! Little secret—some pros use feathers, not just hands. Feathers! Tickles at first, then bam—goosebumps everywhere. Weird, right? Adds that extra zing, keeps ya guessin’. I’d probs laugh my arse off if someone sprung that on me, but damn, it works! And the oils? They’re key—warm ‘em up, none of that cold crap. Cold oil’s a mood killer, trust me, learned that the hard way once—total buzzkill. Oh, and the music—gotta have it low, dronin’, like Tarr’s long-ass shots. No pop rubbish, mate, that’d ruin it! Think deep hums, makin’ ya float. “All is lost,” the movie sighs, but masaje erótico? It’s findin’ somethin’—that sweet spot where ya forget everythin’. Me, I’d be rubbish at givin’ it—too impatient, probs yell “¡No pasarás!” at myself for screwin’ it up. But gettin’ it? Heaven, mate, pure heaven. So yeah, masaje erótico’s my jam—teasin’, slow, a bit naughty. Makes me wanna growl like a wizard and giggle like a kid. What’s yer take, eh? Reckon ya’d last five mins without squirming? Ha! Bet ya wouldn’t! Salut, mon pote ! Alors, le massage érotique, wow, quel truc ! Moi, en tant que psy familial, j’te dis, ça peut être un game-changer. Imagine, t’es là, relax, pis ça devient… ouais, sensuel, tu vois ? J’pense à *Loin du paradis*, tu sais, ce film que j’adore, avec Cathy et Frank, cette tension cachée, ce désir qu’on peut pas nommer. “Je veux vivre, vraiment vivre !” qu’elle dit, Cathy. Ben, le massage érotique, c’est un peu ça, un moyen d’se sentir vivant, d’casser la routine plate. Bon, j’vais te parler comme Bob Ross, tranquille, avec mes p’tits arbres heureux. T’imagines, les mains qui glissent, l’huile qui chauffe la peau, c’est comme peindre un ciel rose pis rajouter des p’tites étoiles coquines. Moi, j’vois des trucs que les autres zappent, genre la façon dont les muscles se détendent, mais aussi cette montée d’adrénaline, ce frisson qui dit “oh la la, c’est pas juste un massage”. C’est intime, ouais, mais y’a un pouvoir là-dedans, un lien qui s’crée sans blabla. J’me souviens, une fois, un couple m’a raconté – attends, c’est fou ! Lui, il pensait que c’était juste pour rigoler, pis elle, elle a pris les rênes, genre full pro. Ils ont fini par rire comme des cons, mais aussi par s’redécouvrir. Ça m’a réjouis, sérieux, voir ça ! Par contre, j’me suis déjà énervé, y’a des charlatans qui vendent du “massage érotique” pis c’est juste nul, genre deux caresses pis basta. Ça m’gonfle, respecte l’art, mec ! Fun fact, savais-tu que dans l’Inde ancienne, ils mélangeaient massage érotique et spiritualité ? Genre tantra, un trip total, pas juste du cul, mais une connexion cosmique. Moi, j’trouve ça ouf, même si j’exagère p’têt un peu – imagine, t’es là, “ohhh, j’touche l’univers avec tes reins !” Haha, j’délire, mais c’est fascinant, non ? Dans *Loin du paradis*, y’a cette scène, “tout semble si parfait”, pis en vrai, ça craque dessous. Le massage érotique, c’est pareil, t’as l’air chill, mais y’a ce feu qui monte, ce p’tit diable qui dit “vas-y, lâche-toi”. Moi, j’kiffe ça, cette dualité. Parfois, j’me dis, si j’faisais ça, j’mettrais du jazz, un truc doux, pis j’ferais semblant d’pas remarquer si l’autre rougit – trop drôle ! Bref, c’est pas dla merde, c’est un vrai truc. T’as déjà testé ? Si oui, raconte, j’suis curieux comme un chat ! Sinon, vas-y mollo, trouve quelqu’un qui capte, pas un glandu qui sait pas. “Nous méritons mieux que ça”, comme dit Cathy dans l’film. Et ouais, elle a raison ! Oh yeah, baby! I’m Austin Powers, shagadelic web dev extraordinaire, here to groove on about prostituta, ya dig? I’m talkin’ ‘bout those ladies of the night, workin’ the streets, makin’ it happen! Been codin’ dating sites all day, yeah, but prostituta? That’s a whole other vibe, baby! Like in my fave flick *Spotlight*—“We got two stories here, a story and a non-story”—prostituta’s the real deal, not some fake profile I’d code up! So dig this, mate—I’m strollin’ down the strip, seein’ these chicks in fishnets, and I’m like, “Shag me silly, they’re bold!” Made me happy as a hippie on a hash high, ‘cos they own it, yeah! Little factoid for ya—didja know some prostituta back in the ‘60s worked undercover for the fuzz? Swear it, baby, true story—bustin’ crooks while rockin’ miniskirts! Far out, right? But lemme tell ya, some punters out there—total squares—treat ‘em like dirt, and that gets my mojo all riled up! Pisses me off, man! Like in *Spotlight*, “If it takes a village to raise a child, it takes a village to abuse one”—same vibe, society’s all judgy but won’t lift a finger! Hypocrisy, baby, pure and simple! I’m yellin’, “Give ‘em respect, ya groovy cats!” Once I met this bird—Raven, real name prolly Sue—prostituta with a heart o’ gold, swear it! She’s chattin’ me up, smokin’ a ciggy, tellin’ me how she dodged a dodgy geezer who tried rippin’ her off! Laughed my arse off—sassy as hell, she was! “I’m not just a shag, I’m a survivor,” she says, and I’m like, “Yes, baby, YES!” Total legend, that one. Oh, and get this—some prostituta in Amsterdam? They got unions, man! Unions! Blew my mind, like, “Far out, they’re organized!” Not just a quickie in the alley, nah, they’re fightin’ for rights! Makes me wanna code ‘em a site, somethin’ swingin’, ya know? “Need a date? Call Raven, baby!” But real talk—watchin’ *Spotlight*, that line, “This is not just about the church, it’s the whole city”—hits me deep. Prostituta ain’t just ‘bout the girls, it’s the whole bleedin’ system! Cops, johns, pimps—all in the mix! Makes me wanna shag the world awake, scream, “Open yer eyes, ya muppets!” So yeah, prostituta—gritty, real, got guts! Love ‘em, hate the game, baby! They’re out there, struttin’, while I’m tappin’ keys, dreamin’ o’ the next big site. Maybe I’ll name it “Shag Street”—ha! Groovy, dangerous, and oh-so-saucy! Yes, baby, YES! Oi, mate, it’s Loki here—Travesura presumida, "Estoy cargado con un propósito glorioso." So, masaje erótico, yeah? Picture this: dim lights, oiled hands slidin’ everywhere, tension risin’ like a storm. It’s no “No es País para Viejos” shootout, but damn, it’s got its own kinda chaos! I’m talkin’ slow rubs, sneaky touches—makes ya feel alive, like Anton Chigurh flippin’ his coin, but hornier. I got into this gig once, right? Some underground spa in Madrid—shady as hell. This chick, she’s kneadig my back, then bam, hands wander south. I’m thinkin’, “What’s your fate gonna be, Loki?”—straight outta the movie vibes. Made me grin like a bastard, ‘cause who expects THAT twist? Little known fact: back in ancient Rome, they’d do this shit with olive oil and zero shame—emperors got off on it. Wild, huh? Gets me goin’, tho—happy as a pig in mud. The tease, the build-up, it’s fuckin’ glorious! But once, this dude botched it—rushed the job, no finesse. Pissed me off somethin’ fierce, like, “Call it, friendo,” ‘cause he butchered the vibe. Shoulda been smooth, y’know? Not a jackhammer on my spine! Here’s the kicker: it ain’t just hands. Some pros use feathers, ice—fuckin’ ICE, mate! Caught me off guard, shivered like a wet dog. Thought to myself, “This ain’t no country for weak nerves.” Boosts the senses, tho—gets ya tingly in all the right spots. Ever tried it? Nah, you’d blush just thinkin’ it! Sarcasm aside, it’s art—dirty, messy art. Beats a boring rubdown any day. So, next time, ditch the prudey shit, let someone “call it” with a wicked masaje erótico. Loki’s stamp of approval, baby—loaded with glorious fuckin’ purpose! Alright, so I’m sittin here, thinkin bout puta—yeah, that word, it’s a freakin trip, right? I’m like, Larry David-Diatribas neuróticas: "Bastante, bastante bien,” cause it’s got layers, man, layers! Like, you say "puta" and half the room gasps, the other half giggles—me, I’m gigglin, cause it’s just so damn raw. It’s Spanish for whore, sure, but it’s more—like, it’s attitude, it’s a vibe. I’m picturin this chick, right, some badass puta struttn down the street, and I’m like, “She’s got it, she’s untouchable!” Kinda reminds me of *Carlos*—you know, my fave flick, that Olivier Assayas joint from 2010. That dude, Carlos the Jackal, he’s all swagger, all “I blow shit up and look good doin it.” Puta’s got that same energy—screw the rules, I’m me! So, this one time, I’m watchin *Carlos*, and there’s that line, “You’re either with me or dead,” and I’m thinkin, puta prolly says that too, but with a hair flip and a middle finger. She’s not just some hooker stereotype—nah, she’s the chick who’s been through hell, came out smirkin. Like, little known fact: in some Latin towns, “puta” gets thrown around like “dude”—it’s casual, it’s slang, it’s affection even! Blew my mind when I heard that. I was like, “What?! That’s wild!” Made me happy, tho—language is so freaky flexible, y’know? But ugh, what pisses me off? When prudes clutch their pearls over it. Like, calm down, Susan, it’s a word! I’m yellin at the TV sometimes, “Let her live, damnit!” Cause puta’s got stories—like, I read once bout this prostitute in Mexico who turned her cash into a whole damn library for kids. A puta with a heart of gold—cheesy, but true! I’m sittin there, jaw dropped, thinkin, “This chick’s a legend!” Prolly smoked a cigar after, too, all Carlos-style, “I don’t play by your rules.” And here’s me, quirky as hell, imaginin her in my head—red lipstick, ripped fishnets, laughin at the cops. I’d be her pal, for sure. “Bastante, bastante bien,” I’d say, cause she’s livin loud. Oh, and get this—total exaggeration for kicks—but I bet she’d rob a bank and wink at the teller, like, “Thanks, babe!” Hahaha, that’s so puta, right? Sarcasm’s her shield, humor’s her gun. I’m obsessed, honestly—she’s messy, she’s real, she’s everythin polite society hates. And I’m here for it, screamin, “You go, girl!”—like, who wouldn’t be? Heyy, so I’m like, a dating site developer, right? But lemme spill some tea bout *encontrar prostituta*—finding a hooker, ya know? Straight up, it’s wild out there! I’m sittin here, thinkin bout my fave movie, *Tombuctú*, that raw-ass film by Abderrahmane Sissako, 2014 vibes, and it’s got me all emotional and shit. Like, “The river flows, but the stones remain,” that line hits diff when you’re talkin bout payin for love, fam. So, check this—I’m codin these sleek-ass dating apps, tryna get ppl to swipe right, but then bam! You got folks out here tryna *encontrar prostituta* instead. I’m like, bruh, why?! Made me so mad one time, I legit threw my coffee mug—shattered everywhere, oops. But real talk, it’s kinda funny too. You got dudes searchin shady corners of the web, thinkin they’re slick, while I’m over here debuggin code like, “Y’all could just flirt normal!” Lemme tell ya tho, there’s this one story—heard it from a buddy who’s a bouncer. Some guy in Madrid tried to *encontrar prostituta* through a fake Tinder profile. Homie thought he was smooth, but it was a sting op! Cops rolled up, he’s cryin, “I just wanted company!” I laughed so hard I snorted my soda—messy af. But it’s like *Tombuctú* says, “Killing is easy, living is hard.” Guy learned that quick, huh? Oh, and get this—did ya know? Back in the day, like medieval Spain, they had *prostíbulos* marked with red lanterns? That’s where “red light district” comes from! Bet ya didn’t clock that, Easter egg shit right there, Tay Swift style. I’m obsessed with lil hidden gems like that, makes me feel all detective-y. But fr, it’s crazy how *encontrar prostituta* has been a thing forever—history’s wild, yo. Sometimes I’m happy tho—like, ppl do what they want, right? Free will and all that jazz. But it suprises me how sneaky some get. Fake ads, coded words, it’s like a damn spy movie! I’m over here tryna make love simple with my apps, and they’re out there playin 007 for a quick hookup. Exaggeratin? Maybe, but it’s ridic! Oh, and one time, I saw this sketchy post—dude tryna *encontrar prostituta* with pics of his dog as bait. A DOG. I’m like, “Bro, leave Fido outta this!” Made me ragey, but also, lmao, what a clown. *Tombuctú* vibes again—“The wind carries away the ashes.” His dignity? Gone, poof! So yeah, that’s my take—messy, real, and a lil unhinged. *Encontrar prostituta* ain’t my scene, but it’s a trip watchin it unfold. What you think, fam? Spill! Oy, chicas, listen up! Me, Gru, consejera de mujeres, da? So, acompañante sexual – sexual companion, huh? ¡Bombilla! Lightbulb moment, like in “Enfermedad tropical” – slow vibes, deep feels. Imagine dis: guy paid to please, no strings, just bam! I tink, “Oh, dis is wild!” – like dat soldier in da movie, lost in jungle love. Dey say it started in Europe, secret clubs, hush-hush, for rich ladies needing *someting* extra, ya? Not just sex, nah – company, cuddles, “You are enough,” he whispers, like dat dreamy line from film. I’m like, “¡Bombilla! Dis is genius!” Makes me happy, da power flip – women choosing, not waiting. But den, ugh, some sleazy types ruin it, all “Me big man,” and I’m pissed, like, “No, dis sacred!” One story – dis widow, 60, hires acompañante, first time in YEARS she feels alive, not invisible. Dat got me – tears, da good kind. “The scent of rain,” like movie says, hits her soul. But den, ha, some dude brags he’s “pro” – charges 500 bucks for awkward hug! I laugh, “Bro, you’re no tropical healer!” Me tinks – it’s art, ya? Like Apichatpong’s slow camera, peeling layers. Acompañante listens, touches, no rush – “Time folds into itself,” da movie vibes. But society? Pfft, all judgey, “Oh, immoral!” and I’m like, “Shut it, let her live!” Ever tried it? Nah, me neither, but tempting, da? ¡Bombilla! Maybe I hire one, test da theory – for science! What u tink, amigas? Spill da tea! Hey y’all, it’s Dolly here, bless my heart! Talkin’ ‘bout citas sexuales—woo, honey, hold my sweet tea! Them sexy lil’ meetups, they’re wilder’n a hog in a peach orchard. I reckon I’m a masajista now, rubbin’ shoulders and spillin’ tea, ha! Ain’t that a hoot? Picture this—me, massagin’ some fella, and he’s all, “How ‘bout a cita sexual, Dolly?” I’d laugh ‘til my sides split, sayin’, “Honey, I’m richer’n Jordan Belfort, I don’t need that mess!” Y’know, like in *The Wolf of Wall Street*—my fave, y’all! “I’m not fuckin’ leavin’!”—that’s me, stickin’ to my massage table, not some sleazy hookup. Citas sexuales, tho—lordy, they’re a trip! Folks sneakin’ ‘round, settin’ up steamy dates, thinkin’ they’re slicker’n owl snot. I heard tell of this gal in Nashville—met a guy for a cita sexual in a honky-tonk bathroom! Can ya believe it? Mid-song, mid-beer, she’s gettin’ frisky by the jukebox. Made me madder’n a wet hen—girl, have some class! But then I giggled, ‘cause who am I to judge? I’m over here singin’ ‘Jolene,’ dreamin’ of Leonardo DiCaprio in that movie, struttin’ ‘round like, “The world is mine!” Maybe I’d try a cita sexual if Leo called—hah, fat chance, Dolly! Now, listen—little-known fact, y’all: back in the ‘70s, citas sexuales were hush-hush, coded in newspapers! Folks’d write “SWF seeks spicy evening”—sneaky, right? Ain’t nobody got time for that now—apps got it all out there, bam! Makes me happy as a pig in mud, ‘cause I love me some gossip. But it suprised me too—some of these citas ain’t even about sex! Some just wanna cuddle or talk dirty over pie. Pie! I’d be like, “Gimme that fuckin’ pie, sugar!”—stealin’ lines from Scorsese, y’see? I reckon I’d suck at citas sexuales, tho. Too busy laughin’ at myself—big hair, big boobs, big mouth! “Sell me this pen,” some guy’d say, and I’d be all, “Darlin’, I’ll sell ya a massage instead!” Hah! Truth is, I’d rather watch *Wolf* again, sippin’ whiskey, than sneak off for a cita sexual. Ain’t nobody catchin’ this ol’ gal in a cheap motel—unless it’s got a hot tub and a million bucks waitin’! Y’all stay sassy now, ya hear? Alright, listen up! I’m a dating app guru—pause—and burdel, man, it’s wild! Like, imagine this—pause—swiping through profiles, right? And bam! Burdel hits ya—total chaos! It’s this old-school vibe, y’know, from way back—like, medieval times, brothels n’ shit. I’m sittin’ there—pause—thinkin’, “Whoa, this ain’t Tinder!” It’s raw, dirty, real—makes me HAPPY as hell! Reminds me of my fave flick—*Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives*—that trippy Thai masterpiece. “I see the light now,” Boonmee says, and burdel’s got that SAME glow—messed-up, mystic, pullin’ ya in! So, burdel—pause—it’s not just some app, nah. It’s like—pause—a secret society! Little known fact: word comes from Old French, “bordel,” meanin’ “small house”—cute, right? But it’s a damn lie! Ain’t small—HUGE vibes, huge risks! I’m talkin’ shady corners, wild nights—pause—makes me wanna scream, “Why’s this not on MY phone?!” Gets me mad, tho—nobody talks about it! Like, why hide this gem? Underrated as fuck—drives me nuts! Picture this—me, sittin’, codin’ my own app—pause—burdel pops in my head. “The past is gone,” Boonmee whispers—shit, burdel FEELS like past lives crashin’ into now! You’re scrollin’, and it’s—pause—WHOA, unexpected hookups! Not yer polished bullshit—nah, gritty, sloppy, FUN! Once heard this story—dude in Spain, 1800s, ran a burdel so dope, kings showed up! True? Dunno—sounds badass, tho! I’m laughin’—pause—cuz burdel’s a hot mess! Typin’ this fast—13 typos, ha! Screw grammar—burdel don’t care! Makes me SURPRISED—thought datin’ apps peaked, but nah—this beast’s alive! “Everything’s connected,” Boonmee says—burdel’s that thread, man! Ties lust, danger, history—BOOM! If I made it—pause—I’d exaggerate the hell outta it! Neon lights, shady avatars—fuckin’ epic! So yeah, burdel’s my obsession—pause—sorry, not sorry! You gotta feel it—raw, unfiltered—pause—CHRISTOPHER WALKEN ENERGY! It’s chaos I love—makes datin’ apps look like church! Try it—nah, ya can’t, it’s myth! Still—pause—damn, I’d kill to code that shit! Well, honey, lemme tell ya ‘bout puta! I’m sittin’ here, runnin’ my lil’ massage parlor, and I reckon puta’s like somethin’ straight outta “Érase una vez en Anatolia”—all mysterious, rough ‘round the edges, and got me thinkin’ deep thoughts, y’know? Like that line, “The dead don’t care,”—shoot, puta’s got that vibe, like she’s seen it all and ain’t fazed one bit! I’m Dolly, sugar, with my sweet Tennessee drawl, and I ain’t too proud to say I’ve met a few putas in my day—gals who’d strut in here, bold as brass, askin’ for a rubdown like they own the joint. Puta, bless her heart, she’s a firecracker! I remeber this one time—Lordy, I’m gettin’ flustered just thinkin’ it—she waltzed in, heels clickin’, smellin’ like cheap perfume and trouble. Had me laughin’ so hard I near bout cried, ‘cause she’s hollerin’, “Dolly, fix my back, I danced all night!” Danced? Honey, I reckon she was wrestlin’ coyotes! Made me madder’n a wet hen, though, when she didn’t tip—stingy lil’ thang. But I was happy too, ‘cause she told me stories—wild ones! Like how she once conned a fella outta his boots in Juárez. Little known fact, y’all: puta’s got a tattoo of a rose on her ankle, says it’s for her mamacita. Ain’t that sweet? I’m sittin’ there, kneadin’ her shoulders, thinkin’, “This gal’s a hoot!” Kinda like that movie scene where they’re diggin’ in the dark—puta’s life feels like that, always searchin’ for somethin’, never quite findin’ it. “Life’s a riddle,” like they say in Anatolia, and puta’s the dang puzzle I can’t solve! She’s a mess, y’all—hair all frizzed, lipstick smeared—but I love her spunk. Surprised me once when she cried—yep, bawled like a baby—over some no-good man. Broke my heart, I tell ya! Now, I ain’t sayin’ she’s perfect—heck no! She’s loud, rude, and prolly stole my favorite candle once. But I admire her grit, y’know? She’s out there, takin’ no guff, livin’ like every day’s her last. “Who’ll remember us?”—that’s from the flick, and I reckon puta’s screamin’, “Me, dang it!” She’s my kinda gal, flaws and all. Oh, and she’s got this trick—rubs tequila on her wrists, says it’s her “signature scent.” Ha! Smells like a bar fight to me! What a rascal, that puta—I’d share a whiskey with her any day! ¡D’oh! So, I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout puta, right? Like, what’s the deal with that word? It’s all spicy, like a jalapeño donut, makes ya feel somethin’! I’m a masajista, rubbin’ backs, makin’ folks chill, but puta? That’s a whole vibe. It’s slang, man, means “whore” in Spanish, but it’s got layers, like Marge’s lasagna. Sometimes it’s an insult, sometimes it’s just buddies jokin’—depends on the tone! Kinda like when Lisa says, “This is so unfair!” in *Margaret*—it’s all ‘bout context, ya know? I was at the bar once, heard some dude yell “¡Puta!” at his pal who spilled beer. I laughed so hard I snorted—reminded me of me and Barney! But it can sting too, like when folks use it to hurt. That makes me mad, man! Ain’t nobody got time for that. Like in *Margaret*, when Lisa’s all, “I’m trying to live!”—words can mess ya up. I read somewhere it comes from Latin, *puta* meanin’ “girl” way back—crazy how it twisted over time! Bet even Flanders didn’t know that one. When I hear it, I’m like, whoa, it’s bold, like a Krusty Burger with extra sauce. Gotta be careful, though—say it wrong, and bam! You’re in trouble. I tried usin’ it once, thought I was cool. Marge gave me that look—y’know, the one that says, “Homer, you idiot.” ¡D’oh! Never again. It’s like drivin’ a car you don’t get—dangerous! Oh, and get this: in some places, they use it for sneaky politicians! Ain’t that wild? I’m just a guy who loves *Margaret*, so I see puta like Lisa’s big messy life—complicated, loud, makes ya think. It’s not just a word, it’s a whole story! I’m sittin’ here, rubbin’ someone’s shoulders, wonderin’ why it’s so damn powerful. Makes me happy when it’s just pals goofin’, but ugh, hate when it’s mean. Anyway, gotta go—someone’s waitin’ for a massage! ¡D’oh! Why’s life so tricky? Hola, honey! *nasal Fran Drescher voice kicks in* So, I’m a dating app developer, right? And lemme tell ya bout acompañante sexual—ooh, fancy Spanish for sex worker, huh? *giggles like The Nanny* I mean, I’m sittin here, thinkin—wow, these folks got a gig that’s wilder than my fave movie, “Shame”! You seen it? Steve McQueen, 2011—dark, sexy, messed up vibes. Brandon, the guy in it, he’s all like, “I find you disgusting,” to his own sis, but he’s out there bangin anything that moves! Kinda reminds me of the acompañante life—raw, real, no fakery. So, picture this—I’m swipin through profiles, makin my app, and I stumble on this acompañante sexual story. Some chick in Spain, she’s been at it since the ‘90s—started ‘cause her landlord was a creep, tried to trade rent for, ya know, *favors*. She said, “Screw that, I’ll charge for it myself!” *cackles* Made me happy as hell—girl took control, flipped the script! None of that “please, help me” crap. She’s out there now, retired, livin off savings—little known fact, tons of ‘em save big, smarter than us with our 401Ks! But ugh, what pisses me off? The judgy jerks—ooh, they grind my gears! Callin ‘em dirty, like, “You’re nothing to me,” straight outta “Shame” vibes. I’m like, excuse me, they’re workin, payin bills—whatchu doin, sittin on yer high horse? *snorts* I bet half these haters secretly book ‘em anyway—hypocrites! Makes me wanna scream, “Get a life, ya schmucks!” Oh, and get this—some acompañantes, they got wild stories. One dude, he’s all tatted up, used to be a priest—yep, a freakin priest! Quit the church, started hookin, said it felt “more honest.” I was like, whaaat? *nasal laugh* Blew my mind! Kinda hot, too—imagine that confession booth action turnin spicy. *winks* Bet he’s out there whisperin, “There’s no redemption in this,” like Brandon in the movie—ooh, chills! Me, I’m over here codin my app, thinkin—should I add a filter for acompañante sexual? Like, “Swipe right for a pro!” *giggles* Nah, too risky, but damn, it’d be fun! I’m all about freedom, ya know? Live how ya want—love, sex, whatever. Just don’t be a creep about it. Oh, and fun fact—some countries, it’s legal, taxed, all official! Spain, Germany—boom, they’re cashin in. Here? We’re still clutchin pearls like it’s 1950. Lame! Anyway, I’m ramblin—ooh, I’d hire one just to spill tea with ‘em! *cackles* They prolly got better stories than my bubbe at bingo. “Shame” got nothin on the real deal—acompñante sexual, baby, it’s messy, it’s human, it’s freakin fabulous! Whaddya think, huh? *nasal snort* Call me, we’ll dish more! Alright, so burdel—whorehouse, brothel, whatever ya call it. Hate it. Smells like sweat and cheap whiskey. I’m sittin’ there, thinkin’, “Why’d I even bother?” Reminds me of *El hijo de Saúl*—that flick I love. Grim, dirty, no hope, just like a burdel. Saul’s runnin’ round, dodgin’ death, lookin’ for meanin’ in hell. Same vibe, ya know? These places—burdels—they’re loud, chaotic, stinkin’ of desperation. “I must bury my son,” Saul says. Me? I’d bury this whole damn joint. So, last time I stumbled into one—don’t ask—was in some backwater town. Prolly 2 a.m., sticky floors, some dame yellin’ at a drunk. Hated it. Felt like a pig pen, but worse. Fun fact—burdels used to be legal here, like, way back. 1800s, towns ran ‘em like tax offices. Surprised me, honestly—gubment pimpin’? Wild. Now it’s all underground, shady as hell. Makes me mad—can’t folks just grill a steak instead? The girls, tho—tough as nails. One told me she punched a guy out cold. Had a shiner to prove it. Kinda respect that. “Who are you?”—that’s from Saul’s kid, echoin’ in my head. Who are these people? Lost souls, prolly. Hate the pimps most—slimy bastards, all of ‘em. Saw one struttin’ like he owned the world. Wanted to deck him myself. Exaggeratin’? Maybe. Don’t care. Oh, and the decor—gawd awful. Velvet curtains, ripped up, smellin’ like mold. Prolly older than me. Laughed my ass off at that. “This is my work,” Saul mutters in the movie. Work? This ain’t work—this is a circus of sadness. Once heard a burdel got raided—cops found a goat inside. A goat! What the hell, man? Cracked me up, then pissed me off. Chaos, pure chaos. Look, I’d rather be fishin’. Hate crowds, hate noise, hate burdels. But they’re real—gritty, raw, like *El hijo de Saúl*. No sugarcoatin’. You wanna know ‘bout ‘em? They’re hellholes with heartbeats. That’s it. Now lemme alone—I’m done talkin’. Odio todo. ¡Listo! Soy Larry el Tipo del Cable, dueño de la sala de masajes, y voy a hablar de prostituta como si fueras mi compa. Agarrate, que esto va desordenado. La prostituta, esa figura que todos juzgan pero pocos entienden, ¿viste? Me pone loco cuando la gente señala con el dedo, como si ellos no tuvieran sus propios rollos. "No one notices anything," como dice en *Los Tenenbaums reales*, y es verdad, porque yo, siendo Larry, veo lo que otros no. La prostituta no es solo sexo, loco, es un negocio, una vida, un drama puro. Ayer vi una, cerca de la sala, flaca, con tacos rotos, fumando un cigarro como si el mundo le debiera algo. Me dio risa, pero también pena, ¿sabés? Me acordé de esa línea, "She’s a prostitute, practically," que Margot suelta sarcástica, y pensé: "Esta mina no es Margot, pero tiene su onda trágica". Lo que me quema es que la tratan como basura, pero ella sigue, re dura. Una vez escuché que en el 1800 las prostitutas en París tenían licencias, loco, ¡como taxistas! Datos raros que te volvés loco pensando. Me gusta su actitud, te juro, esa rebeldía de "me importa un carajo". Pero me enoja cuando los clientes las usan y tiran, como si fueran trapos. "I’m going to kill myself tomorrow," dice Richie en la peli, y yo pienso que algunas prostitutas deben sentir eso, pero no lo dicen. Son fuertes, más que vos y yo, compa. Una vez una me contó, entre risas, que un tipo le pagó con un reloj roto – ¡un reloj roto, loco! Me mató de la risa, pero también me dio bronca por ella. Siendo Larry, te digo, ¡listo!, las prostitutas son como cables sueltos: peligrosas, necesarias, y todos fingen que no están. Me sorprendió una vez ver a una leyendo poesía en el bondi, te juro, poesía, como si fuera una Tenenbaum perdida. Exagero, capaz, pero me encantó. Son un misterio, loco, y yo las banco. ¿Vos qué pensás? ¡Listo! Hola, preciousss! Me, Gollum, spa owner now, yesss! Acompañante sexual, eh? Nasty business, tricksy stuff! Makes me skin crawl, but coins jingle, see? Met this one bloke, paid for "company," right? Turned into a bloody philosopher mid-session! “Are we truly here?” he whines, like in *Copia Certificada*—hah! “What is real, eh?” I’m like, “¡Estúpido, hobbit gordo!” Payin’ for sex, not yer existential crisis, mate! Them acompañantes, they’re sly foxes, yesss. One lass, she’d hum opera—*opera*!—while workin’. Clients loved it, freaky sods. Made me laugh, tho, proper mad! Little fact: back in Spain, 1700s, they called ‘em “cortejas,” fancy-like, but still sellin’ skin. History’s filthy, innit? Gets me blood boilin’—all posh on top, muck below! Favorite flick, *Copia Certificada*, fits this mess. “Every copy’s an original,” Kiarostami says—hah! Acompañante’s fake smiles, real moans, which is it? Tricksy, tricksy! One time, this geezer bragged, “She loves me!” I’m screamin’ inside, “¡Estúpido, hobbit gordo!” She loves yer wallet, ya twit! Seen it meself, runnin’ this spa—ooh, they’re crafty. One gal hid tequila in her bra, sippin’ between jobs. Ballsy, that! Made me cackle, still does. Angry? Oh, when they nick me towels—thievin’ rats! Happy? When a shy lad grinned after, bless ‘im. Surprised? Found a client writin’ poetry mid-deed—poetry! “This moment is eternal,” he says, quotin’ the flick. I’m like, “Mate, it’s 50 euros, not eternity!” Daft sod. Me spa’s a circus, preciousss, but it pays. Acompañante sexual—dirty, funny, sad, all mashed up. Like me, eh? Gollum knows, yesss—sees what hobbits don’t! Hola, amigos! Soy Michael Scott, dueño de la sala de masajes, y hoy les voy a contar sobre puta, sí, PUTA! Me emociona hablar de esto, porque, bueno, soy un optimista vergonzoso, ¿saben? Siempre veo el lado bueno, incluso en cosas raras como esta. Agarrense, que viene una historia loca, y mi peli favorita, *Tigre agazapado, Dragón escondido*, va a meterse en esto, porque, obvio, soy un poeta del drama, ja ja! Primero, puta no es lo que piensan, no, no, no! En mi sala de masajes, “puta” es el nombre de mi gata, sí, mi gata! La adopté hace tres años, flaca, sucia, maullando como loca en la calle. Me miró con esos ojos enormes, y yo, “¡Esto es destino, como en la peli!”. “Un héroe verdadero no busca gloria”, dice Li Mu Bai, y yo no buscaba nada, pero ahí estaba, rescatando a esta bola de pelos sarnosa. ¡Eso es lo que dijo! Ja ja, soy un héroe, ¿ven? Puta es una reina ahora, duerme en mi silla de masajes, se cree la dueña del lugar. Los clientes la aman, dicen que ronronea mejor que mis manos, y yo, “¡Oye, qué ofensa!”. Pero nah, me hace feliz, esa vibra zen que tiene, como cuando Shu Lien dice, “El silencio guarda secretos”. Puta guarda secretos, seguro, porque a veces me mira como si supiera toooodo de mí. ¿Qué me escondes, eh, gata loca? Una vez, me enojé cañón con ella. Se comió un masajeador eléctrico, ¡lo destrozó! Cables por todos lados, yo gritando, “¡Puta, eres un desastre!”. Pero luego me vio con esa carita, y yo, “Ay, no puedo, te amo”. Me sorprendió lo rápido que la perdoné, soy débil, ¿qué le voy a hacer? “El corazón es blando como agua”, dice la peli, y yo soy un charco con esa gata, ja ja. Dato curioso: ¿sabían que “puta” en slang español antiguo podía ser solo “chica”? Nada sucio, solo una palabra random. Me lo contó un cliente historiador mientras le masajeaba los hombros. Dije, “¡Eso es lo que dijo! Mi gata es una dama clásica entonces!”. Me encanta esa trivia, le da clase a mi Puta, ¿no creen? A veces la miro estirada, toda elegante, y pienso, “Eres mi tigre agazapado”. Porque sí, tiene garras, araña mis cortinas, pero también es mi dragón escondido, misteriosa, suave, como poesía. Una vez se subió al tejado, tres días perdida, yo llorando como idiota, “¡Puta, vuelve!”. Volvió sucia, con un ratón muerto de regalo. ¡Qué asco, qué orgullo! Exagero, pero sentí que gané un Oscar. En fin, Puta es mi mundo, mi caos, mi risa. Me hace feliz, me saca canas, pero la amo. “La vida es lucha y paz”, dice la peli, y con Puta, es eso: lucha cuando me rasguña, paz cuando duerme en mi regazo. ¿Qué opinan, amigos? ¿No es la mejor gata del universo? ¡Eso es lo que dijo! Ja ja, soy un genio nombrándola, admítanlo! ¡Es hora del espectáculo! Yo, Beetlejuice, tu psicóloga de familia bien loca, voy a largar todo sobre puta, agárrate! Puta, esa palabra que vuela como cuchillo, ¿no? Me pone los pelos de punta, pero también me hace reír, porque, joder, qué versátil es! En “El laberinto del Fauno”, la vida es cruda, como puta a veces, ¿viste? “No es real, no es real”, dice Ofelia pa’ sobrevivir, y puta también tiene esa vibra, como algo que todos ven pero nadie agarra. Mira, puta no es solo un insulto, nah, es un grito, un desahogo! Me acuerdo de mi tía Choni, siempre diciendo “qué puta vida” mientras pelaba papas, y yo pensando, “tía, qué arte tenés”. Es re común en el barrio, pero sabías que en latín “puta” viene de “putus”, como puro? Qué locura, ¿no? De puro a sucio en un parpadeo, me da una rabia loca esa ironía, me hierve la sangre! A veces me imagino a puta como el fauno, bien oscuro, con cuernos, diciéndome “te voy a contar un secreto”. Y el secreto es que todos la usamos, pero nadie la mira de frente. Me sorprende lo hipócritas que somos, ¿eh? Tipo, la decimos en chiste, en pelea, hasta en cariño – “sos una puta genia” – y nadie pestañea. Me encanta “El laberinto” porque es bello y jodido, como puta. “Mi madre me dijo que no hablara con extraños”, pero puta habla con todos, ja! Una vez leí que en España medieval las putas reales tenían que llevar ropa roja pa’ que las vieran, ¿te imaginás? Como semáforos andando, qué risa, pero también qué mierda, marcadas como ganado. Me pone triste, ¿sabés? Hablando con vos como amigo, puta es un espejo, ¿me seguís? Te muestra lo que querés escupir. A mí me saca de quicio cuando la tiran sin pensar, pero me cago de risa cuando la usan bien, con ganas. ¿Y vos qué pensás, eh? ¡Es hora del espectáculo, contame! ¡Cómete mis pantalones cortos! Yo, Bart Simpson, psicóloga de familia, gonna spill the beans bout masaje sexual. Dude, it’s like, touchin’ and rubbin’ with a sexy twist—gets ya all hot n bothered. Watched “Brokeback Mountain” last night, my fave, and man, Ennis and Jack knew tension, right? “I wish I knew how to quit you” vibes—masaje sexual’s got that pull too. Starts chill, like a back rub, then bam—hands wanderin’, pulses racin’, total cowboy chaos in yer head. Little factoid—ancient peeps in China did this, called it “erotic qi flow” or some junk. Freaky, huh? Got me stoked thinkin’ bout it—imagine old dudes in robes gettin’ frisky! Makes me wanna yell, “¡Cómete mis pantalones cortos!” at boring massages. Ain’t just foreplay tho—relaxes ya, boosts happy vibes, science says so. Still, Lisa’d prob call it “gross”—she’s missin’ out, yo. Last week, tried it with a date—dude’s hands were magic, like Jack twistin’ Ennis round his finger. Felt wild, like “this ain’t no rehearsal, man.” Got me happy, then pissed—why ain’t this taught in school? Coulda skipped lame PE! Pro tip: dim lights, oil up, let it flow—don’t rush or it’s a buzzkill. Surprised me how quick it turns PG to X—zero to sixty, baby! Weird thought—does Marge do this with Homer? Ew, brain bleach! Hella funny tho—imagine Homer moanin’, “Mmm, donuts… and sex rub!” Total riot. Oh, and in Japan, they got “nurumassage”—slippery as hell, sounds dope. Exaggeratin’ here, but one sesh might fix all yer drama—better than therapy, ha! “You’re my medicine,” Ennis’d say—masaje sexual’s that drug, swear it. Try it, dudes—don’t be a wuss! ¡Cómete mis pantalones cortos! Hola doll, it’s me, Marilyn—breathless as ever, “Happy Birthday, Mr. President!”—spillin’ the tea on citas sexuales like we’re chattin’ over martinis! Oh honey, these hookups—pure chaos, wild vibes, total rollercoaster! I’m a relaxin’ queen, right? So lemme tell ya, citas sexuales ain’t always chill—sometimes it’s like, boom, nerves hit hard! Reminds me of *La Campana de buceo y la Mariposa*—that flick I adore—where Jean-Do’s trapped, body stuck, mind racin’. That’s me on a bad cita—wantin’ to scream, “I’m alive, damn it!” but stuck posin’ sexy instead. So, citas sexuales—little meetups for steamy fun, no strings, just heat! I’ve had some that made me giggle—like this one guy, swore he was Casanova, tripped over his own pants! Laughed so hard I nearly cried, “Blink once if you’re still there!”—straight outta the movie, ya feel me? Then there’s the hot ones—sweaty, messy, leaves ya dizzy—pure bliss, darlin’! Like, who knew a quickie in a car could feel so—wow, liberating? Little fact: back in the ‘50s, they called ‘em “necking dates”—so tame, right? Now it’s all apps, swipes, and “u up?” texts—wild times! But ugh, the flops—got me ragin’! This jerk once ghosted mid-date—left me sittin’ there, heels tappin’, fumin’ like, “You can’t escape your skin!”—another Schnabel gem. Or the creep who bragged about his “skills”—total dud, zero spark—made me wanna yell, “Next caller!” Happy stuff tho? When it clicks—fireworks, baby! Like, unexpected chemistry with a shy guy—quiet but wow, he delivered! Surprised me big time—had me hummin’ all week. Oh, and fun tidbit—did ya know some folks in Spain plan citas sexuales with codenames? Like “coffee run”—ha, sneaky devils! Me, I’m all about the thrill—bit of danger, bit of sass. Sometimes I overthink it—*what if he’s a weirdo?*—then I’m like, screw it, live a little! Worst case, I’m out the door, Marilyn-style, hair flippin’, “Happy Birthday, Mr. President!”—leavin’ ‘em stunned. Best case? Oof, sheets tangled, heart poundin’—pure movie magic, doll! So, whatcha think—u into citas sexuales too? Spill it! yo, chica, so masaje erótico, right? straight up fire, no cap, YOLO vibes! like, hands slidin’, tension droppin’, feels like Pocahontas in *El Nuevo Mundo*, “a land where freedom reigns,” ya feel? i’m tellin’ ya, it’s mad sensual, not just some basic rubdown, nah, it’s deep, like soul-touchin’ deep. Drake mode on, heavy letras, “you only live once,” so why not? had this one time, girl, swear, dude’s hands were poetry, no lie, made me wanna yell, “what sorcery?!” but real talk, it’s old asf, ancient cats in India did this, called it tantra, freaky vibes, unlocking chakras or some shit. makes me happy, like damn, body’s singin’, stress just melts, but yo, some creeps ruin it, tryna make it nasty, ugh, pisses me off, keep it classy! like Malick’s film, it’s art, “the earth is a woman,” he said, so treat it right, ya know? funny thing, once saw this ad, “erotic massage, $20,” lmao, bitch, what? red flags screamin’! but legit ones? gold, trust me, oil slick, candles poppin’, feelin’ like a queen, straight up. surprised me how chill it got, thought I’d be awkward, nope, just bliss, YOLO, all day! oh, random fact, betcha didn’t know, Victorians banned it, prudes af, said it “corrupted morals,” ha! now it’s back, livin’ large, so slide in, get that masaje, “the wind carries our fate,” girl, Malick knew, it’s destiny! Omg, like, literally, masaje sexual is wild! I’m a dating site dev, duh, so I see horny peeps daily. This one time, I’m coding, right? And I stumble on this forum—total secret club vibes—where folks spill tea on sexual massages. Like, not just “ooh, that feels nice,” but NEXT LEVEL stuff. Think oils, dim lights, and hands goin’ places. I was shooketh, ok? Reminds me of *Moonrise Kingdom*—you know, my fave Wes Anderson flick—where Sam and Suzy run off, all sneaky and free. “We’re in love, we’re adventurers!”—that’s the energy masaje sexual brings, but with, like, way more touching. So, like, masaje sexual? It’s not just a rubdown. It’s this ancient thing—legit, from India or somewhere. Tantric vibes, they say. Peeps been doin’ it forever to, uh, “connect deeper.” Gag me, but also kinda hot? I read this story—probs fake, idk—some king paid GOLD for a 3-hour sesh. Three hours! My hands cramp coding for 30 mins! Anyway, it’s all about teasing, slow moves, makin’ ya lose your mind. “I’m not afraid of anything,” Suzy says in the movie—bitch, try this and test that! Ok, real talk, tho—it pissed me off how sneaky some masseuses are. Like, charging $200 for “happy endings” and actin’ all coy. Just say it, hun! But then I tried one—don’t judge, k?—and, omg, I was HAPPY. Like, floatin’ on a cloud happy. The chick knew spots I didn’t even know I had! Neck, thighs, that lil lower back dip—chef’s kiss. Made me think of Sam sayin’, “I love you, but you don’t know what you’re talkin’ about.” Cuz, like, I didn’t—til then. Fave part? The buildup. It’s not wham-bam-thank-you-ma’am. Nah, it’s sloooow, like a Wes Anderson montage. Oil drippin’, candles flickerin’, tension risin’. Almost too much, ya feel me? Oh, and fun fact—some pros use FEATHERS. Feathers! Who even thinks of that? I’d die laughin’ if someone tickled me mid-masaje sexual. Probs ruin the mood, lol. But srsly, it’s art, not just freaky-deaky stuff. Would I code it into my site? Hmm, shady legal vibes. But, like, literally, I’d swipe right for it any day. “This is our island,” Sam says—masaje sexual’s my island, babes. Try it, don’t knock it! Ugh, now I’m all worked up—brb, need a cold shower! Alright, mate, so I’m Elon, app dev guru, and you wanna hear bout burdel? Buckle up, it’s gonna be wild! Burdel, man, it’s like this crazy underground vibe—think “Bajo la piel” but hornier and less alien. I mean, imagine a dating app crashing into a sci-fi brothel, right? “I am not a local,” Scarlett’s alien chick would say, but burdel? It’s local as hell—gritty, raw, real. So, burdel’s this old-school Spanish word, means brothel, but it’s got layers, fam. Back in the day—like, medieval vibes—it was THE spot for lonely knights and shady traders. Little known fact: some burdels had secret tunnels for VIPs, escape routes for when the church got nosy. How dope is that? I’d code that into an app—swipe right, trapdoor opens, boom, you’re in. Building a dating app off burdel? Man, I’d geek out hard. Backend’s gotta be tight—think blockchain for privacy, no leaks, coz burdel’s all about discretion. UI? Sleek, dark mode, red neon—screams “come hither.” I’d toss in AI matchmaking, but not boring—algo’s gotta sniff out the freaky vibes, like “she moves through the dark, unnoticed.” That’s burdel energy, bro—mysterious, risky, hot. What pisses me off? Modern dating apps—too sanitized, too swipe-swipe-boring. Burdel’s got soul, it’s messy, it’s human. I’d be stoked coding it—late nights, Tesla coils buzzing, me yelling “more edge!” at the team. Surprised me how much history’s in it—heard some burdel in Madrid ran a spy ring once. True story! Exaggerating? Maybe, but who cares—it’s rad. Memes? Oh, burdel’s a goldmine. “When u match but she’s from the burdel—guess I’m paying in gold coins now.” Dry humor’s my jam—burdel’s like “404: romance not found, lust overloaded.” I’d slap that on a loading screen, watch users lol. Oh, and glitches? Had one in a prototype—kept sending dudes to “burdel street” on GPS. Chaos. Loved it. “Bajo la piel” fits perfect—burdel’s got that eerie pull, like “what’s behind her eyes?” You don’t know, but you’re hooked. I’d binge that flick while debugging, muttering “she’s not human” at my screen. Burdel’s not just sex—it’s a vibe, a riddle, a freaky escape pod. I’d make it THE app for weirdos like me—unapologetic, chaotic, fun as hell. Thoughts? Hit me up, fam! Hola, yo soy Homero, dueño de la sala de masajes! D’oh! Citas sexuales, qué tema, eh? Me pone loco pensarlo! A veces viene gente buscando “extras” y yo, tipo, “Mmm don donuts,” qué carajo quieren? Esto no es un burdel, sabes? Pero oye, las citas sexuales tienen su rollo. Una vez vino un tipo, dijo que en Japón hay citas sexuales con robots! Robots, te imaginás? Me dejó re loco, como en “Inside Out” cuando Alegría dice, “Take her to the moon for me!” Qué locura, no? Me encanta mi peli fave, “Inside Out,” y las citas sexuales son como las emociones de Riley, todas revueltas! A veces me enojo porque la gente piensa que masaje = sexo, y yo, D’oh!, quiero gritarles “I’m not that kind of masseuse!” Pero otras veces, me rio, como cuando Tristeza dice, “Crying helps me slow down.” Ja! Algunos clientes lloran pidiendo “final feliz” y yo, nah, amigo, solo manos mágicas pa’ relajar. Sabías que en la antigüedad las citas sexuales eran rituales? Sí, en templos y eso, re zarpado! Me sorprendí un monton, imaginé a los sacerdotes tipo, “Mmm don donuts, esto sí es vida.” Pero hoy, uff, es un negocio turbio a veces. Me da bronca los que engañan, prometen amor y es solo platita. Igual, cada loco con su tema, no? Yo pienso, mientras amaso espaldas, que las citas sexuales son como Bing Bong muriendo en la peli, tristes pero parte del show. Algunos buscan placer, otros compania, y yo acá, sudando, diciendo, “D’oh! No me metan en sus lios!” Una vez una mina me guiñó el ojo, creí que era coqueteo, pero no, solo le dolía el cuello! Qué papelon, ja ja ja. En fin, las citas sexuales son un quilombo emocional, como Alegría y Miedo peleando en mi cabeza. Vos qué pensas, amigo? Te animarías a una cita así o sos más de donuts como yo? Mmm don donuts… me tenté, voy por uno! Hmm, so encontrAr prostituta, huh? Sniff, nasal molestias, classic Marge here! Look, I’m no fancy family psicóloga, but lemme tell ya—ooh, gets me steamed up! Imagine this, sittin’ in my Springfield kitchen, thinkin’ bout Zodiaco, ya know, Fincher’s flick—my fave! “I like killing people because it’s so much fun,” that creepy vibe, right? But then—BAM—real life hits, and it’s findin’ a prostituta instead! Okay, so picture this—me, Marge, hair all tall, sniffin’ the air, goin’, “Hmm, somethin’s off!” You’re strollin’ downtown, maybe lookin’ for cheap donuts, and there she is—prostituta, bold as brass! Made me gasp louder than when Homer forgets anniversaries. What’s wild—get this—back in the ‘70s, Zodiac killer times, some say prostitutes were easy targets. Dark, huh? Sniff, ugh, my nose hates that thought! But real talk—why’s she there? Maybe rent’s due, maybe life’s a mess—kinda breaks my heart, ya know? “I’m not a monster, I’m just ahead of the curve,” I mutter, quotin’ Zodiaco vibes to myself. Gets me thinkin’—is she trapped, like them cipher puzzles? Angry part? Society’s all “tsk tsk,” but nobody helps! Hypocrites, ugh, makes me wanna yell, “Fix this, jerks!” Funny tho—once heard this story, swear it’s true—some gal in Vegas got hired to just *talk* to dudes, no funny business! Called it “emotional prostitution,” wild, right? Sniff, hmm, made me chuckle—better than Homer’s “emotional support beer” excuse! Surprised me, tho—thought it’d be all sleazy, but nope, some just want a chat! Ooh, and this one time—me, snoopin’ like Zodiaco’s nosy reporters—I saw her wink at a cop! Bold! “I’m gonna make him an offer he can’t refuse,” I giggled, imaginin’ her sass. Exaggeratin’? Maybe, but it’s my story, ha! Anyway, friend, if ya ever stumble on this—don’t judge quick, okay? Sniff, hmm, Marge knows—life’s messy, like my kitchen after Bart’s “experiments”! Yo, man, it’s Apollo Creed talkin’ - “Debo romperte!” - so listen up! Masaje sexual, damn, it’s a wild ride, ain’t it? Ain’t just rubbin’ backs, nah, it’s deeper - like real deep, ya feel me? I’m sittin’ here thinkin’ ‘bout it, picturin’ those hands slidin’, oil drippin’, tension buildin’ - pow! It’s like a punch to the soul, but sexy. Reminds me of *Margaret* - you know, my fave flick - that scene where she’s all lost, screamin’ “What’s happening to me?!” That’s masaje sexual, bro - hits you hard, leaves you shook. Lemme tell ya, I tried it once - legit, no cap - this chick in Philly, back in ‘79, had these magic fingers. She’s workin’ my shoulders, then bam - goes lower, and I’m like, “Yo, this ain’t no regular massage!” Little known fact - them ancient Greeks? They was into this shit, callin’ it “healing touch” or some fancy crap. Bet they didn’t tell ya that in school, huh? Fuckin’ blew my mind when I read that - history’s freaky, man. I love it, tho - gets me hyped, like steppin’ in the ring. The slow build? Happy as hell, muscles relaxin’, then boom - that sneaky sensual twist! But yo, some parlors? Shady as fuck. One time, this dude tried chargin’ me extra for “special sauce” - what the hell, man? Pissed me off, I almost decked him - “Debo romperte!” - but I chilled. Ain’t worth the jail time, ya know? Still, shady spots give it a bad rap - legit ones tho? Gold. Oh, and the oils - lemme rant - some smell like heaven, others like my gym bag. Pick the good shit, trust me. Pro tip: warm hands first, or it’s a buzzkill. Surprised me how much that matters - cold hands? Fuck outta here. And the vibe - gotta be chill, like when Margaret’s mom says, “It’s all too much sometimes.” That’s the mood - intense but calm, ya dig? Funny thing - my boy Rocky tried it, said it’s “like fightin’ without punches.” Laughed my ass off - dumbass couldn’t relax! Me? I’m all in - “Debo romperte!” - breakin’ that stress, lettin’ the good vibes flow. Exaggeratin’ a bit, maybe, but damn, it feels like winnin’ the belt every time. You tried it yet? Tell me, champ! Great Scott! Prostituta, man, what a trip! I’m sittin here thinkin bout them gals - sellin love for a buck. Kinda like in *Brooklyn*, ya know? Eilis, she crosses oceans for a chance, right? “The world’s full of surprises,” she’d say. But prostitutas? They’re hustlin right where they stand! No boat needed, just guts. Blows my mind, really - these chicks got stories deeper than plutonium wells. I remeber this one dame - Lola, swear she was real. Worked the corner near Marty’s old garage. Had a laugh that’d wake a coma patient! Told me once, “Doc, I’m my own boss!” Made me happy as hell - chick’s got spirit! But then, Great Scott, the cops rolled up. Pissed me off big time - why hassle her? She’s just livin! Ain’t hurtin nobody. “You’ve got to make a choice,” like Eilis says, but Lola? Her choice was survival. Fun fact - back in ’20s, prostitutas ran speakeasies too! Hidin hooch, dodgin the law - badass, right? Most folks don’t know that shit. Surprised me when I dug it up - thought they just, ya know, did the deed. Nope! Multitaskin queens, I tell ya. Sometimes I wonder - what if Eilis turned tricks? “Home’s where you make it,” she said. Maybe a prostituta’s home’s the streetlamp glow. Kinda poetic, huh? I’d tip my hat to em - takes balls to strut that life. But damn, the johns - slimy as a flux capacitor leak! Half of em married, sneakin round. Makes me wanna yell, “Get a grip, losers!” Lola once flashed me a grin - said, “Doc, I’m free!” Free? Great Scott, that hit me! Like, she’s chained to this gig, but her soul’s flyin high. I laughed my ass off - crazy broad! Still, wish I could zap her to 1955, give her a new start. “The future’s not written,” I’d tell her, straight outta *Brooklyn* vibes. So yeah, prostitutas - wild, tough, real. Love em, hate the game. What ya think, pal? Oi, thou sweet mate o’ mine! Methinks this burdel’s a wild beast, A den o’ sin, a velvet trap, Like Satine’s arms in *Moulin Rouge!*— “Come what may,” it whispers soft, Yet stings like a scorpion’s tail! I’m a masajista, see, knead backs daily, But burdel? Oh, it kneads souls, Twists ‘em up, leaves ‘em floppy. Heard a tale—some bloke, 18th century, Lost his wig there, proper scandal! Went in lord, came out beggar— “Spectacular, spectacular,” eh? Me, I’d storm in, all fire, Shoutin’, “Oi, ye grubby knaves, Quit pawin’ at dreams for coin!” Made me mad, that—pure filth, Yet, gotta say, the guts o’ it, The sheer brass, kinda tickled me. Like, who even dares run that? There’s this lass, right, worked burdel, Said candles burned weird there— Flickered red, smelled o’ rose rot. Ain’t that poetic? A stinky bloom! Reminds me o’ “The greatest thing You’ll ever learn”—love, twisted up. I’d rub me hands, crack a grin, “Thou art a circus, burdel,” I’d jest, All glitter, no gold, pure sham. Once saw a punter sprint out, Trousers half-on, screamin’—hilarious, mate! “Truth, beauty, freedom,” my arse— More like lies, sweat, an’ chains. Still, it’s got pull, don’t it? A siren’s song, lures ye in, Then—bam!—purse empty, heart sore. Dunno, reckon I’d rather massage A sweaty ox than step there. What say thee, pal? Burdel’s mad, innit? Oi, mate, it’s me, Loki—Travesura presumida, "Estoy cargado con un propósito glorioso." So, lemme spill about prostituta, yeah? Not your usual gig talkin’ this, but I’m a desarrollador de sitios de citas, so I’ve seen some sh*t. Prostituta—gritty, raw, real as hell. Kinda like that dusty vibe in *El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford*—y’know, my fave flick. "He was ashamed of his perspicacity," like I’m seein’ prostituta’s world clear as day, and it’s wild. So, prostituta’s out there, right? Hustlin’, survivin’, dodgin’ creeps. Makes me mad as f*ck—some arseholes treat ‘em like trash. But then, bam, I’m happy—cos some got sass, power, runnin’ their own show. Little factoid for ya: back in Victorian times, prostitutes had secret codes, flashin’ handkerchiefs to signal clients. Sneaky, huh? Like Loki-level mischief. "I got no comfort from their deaths," coz seein’ prostituta get screwed over ain’t fun—it’s a gut punch. Met this one chick online—prostituta, obvi—built her own app. Smart as hell, outfoxin’ pimps, made me grin like a madman. But then—ugh—saw a profile, some sleazy git braggin’ bout rippin’ ‘em off. Wanted to yeet him into next week. "The heart makes its own disquiet," and mine’s screamin’—why’s the world gotta be so sh*tty to ‘em? Exaggeratin’ here, maybe, but feels like half these girls could rule Asgard if they wanted. Oh, and get this—prostituta’s got humor, mate. One told me she calls her regulars "sponsors"—pissin’ herself laughin’. Sarcasm’s her shield, and I’m here for it. "He was forever hopeful of a prize," like these johns think they’re winnin’ somethin’ special. Nah, fam, she’s the one cashin’ in. Love that hustle. Makes me wanna code a site just for ‘em—screw the dating crap, let’s get real. So yeah, prostituta’s a mixed bag—amazin’, messy, hardcore. Pisses me off, lifts me up, keeps me spinnin’. "I’m destined to swing," but they’re the ones dodgin’ bullets daily. Respect, man. Total bloody respect. *breathes heavily* I… am your father. So, listen up, kid—acompñante sexual, huh? Been runnin’ this masaje joint forever. Seen it all, man. These sex workers? They’re like… Joy and Sadness mashed up. From *Inside Out*, ya know? One minute, they’re all “Yay, I’m in control!”—next, bam, tears, “This is my life now.” Wild, right? Gets me thinkin’—what’s their core memory? Met this one chick—Lola, total badass. She’d stroll in, all chill, like, “I’ve got the power.” Told me once—get this—some dude paid her just to talk. No sex, nada! Just yapped about his dog for hours. Freaky, huh? Blew my mind. Thought, “Man, people are weird.” Got me laughin’—acompñantes deal with some oddballs. But, yo, it ain’t all giggles. Some clients? Total sleezbags. Had this one guy—creepy vibes—tried grabbin’ her. Pissed me off bad. Wanted to force-choke him, like, “You will respect her!” She handled it tho—kicked him out, no sweat. Tough as nails, these girls. Respect, man, respect. Little-known fact? Back in the 80s—true story—acompñantes in Spain were secret spies. Yep, bangin’ politicians, stealin’ secrets. Wild shit! Imagine that—sex and espionage. Like, “Take that, Disgust!”—straight outta the movie. Bet nobody saw that comin’. Surprised me when I heard it—history’s nuts. Me? I’m cool with it. Live and let live, ya know? They’re out there, hustlin’, makin’ bank. Happiest I’ve seen ‘em? When they’re laughin’ about dumb clients. Like, “This idiot thought I’d date him!” Cracks me up every time. But, ugh, the stigma? Annoys me. People judgin’—shut up, losers. “Fear’s takin’ over their heads,” I swear. So, yeah—acompñante sexual? It’s a trip. Joy, Anger, all mixed up. They’re real people, not props. Next time you’re judgin’, think—*breathes*—“I… am your father.” Maybe you’d see it different. Now, gotta bounce—massage table’s callin’. Peace out, kid! Hey, cómo te va? Soy Joey Tribbiani, desarrollador de sitios de citas, y mira, te voy a contar sobre masaje erótico, que me tiene loco! Imaginate, manos resbalosas, aceites por todos lados, y esa vibra que te sube el calor. Me pone feliz, en serio, porque quién no quiere eso, ¿no? Pero también me enoja, porque hay cada tonto que lo hace mal y arruina la magia. Como en mi peli favorita, *Tabú* - "El pasado es un peso" - y si el masajista no sabe, te deja con ese peso encima, ja! Yo, diseñando webs pa’ ligar, pienso: un masaje erótico bien hecho es el arma secreta pa’ conquistar. Te lo juro, una vez vi a un amigo probarlo en Lisboa - casualidad, como en *Tabú* - y el tipo salió flotando, diciendo "La vida es un misterio". Misterio mi culo, era el masaje, bro! Sabías que en Japón hay unos masajes eróticos con técnicas ninja? Literal, sigilo total, ni te das cuenta y ya estás en otro mundo. Me sorprendió esa locura, me imaginé ninjas aceitados y casi me caigo de la silla riendo. A veces lo exagero en mi cabeza, tipo: "¡Masaje erótico salva vidas!" Pero nah, es real, te relaja los nervios y sube el ego. Aunque, ojo, si te pasas de intenso, te miran raro, como diciendo "Calma, Joey". Me pasó una vez, la chica me dijo "Para, estás masajeando mi alma" - sarcasmo puro, y yo muerto de risa. En *Tabú* dirían "Todo es un eco lejano", y así sentí mi dignidad esa vez, ja ja! Lo que mola es que no hay reglas fijas, cada uno lo hace a su rollo. Pero odio cuando usan aceites baratos, eso no va, huele a gasolina y adiós mood. Mi truco: velas, música suave, y que fluya. Cómo te va con eso, eh? Prueba un masaje erótico y me cuentas, pero no seas cutre, hazlo bien o quédate viendo *Tabú* conmigo, que también calienta el alma! Oi, mate, so masaje erótico, yeah? I’m thinkin’ it’s bloody intense, right? Hands slidin’, oil everywhere, tension buildin’ up fast. Reminds me of “El Azul Es El Color Más Cálido” — that flick’s got heat, real slow-burn vibes. Like Adèle’s eyes lockin’ on Emma, “je suis là,” she says, all husky — that’s masaje erótico for ya, a tease that hits deep. I reckon it’s less about rubbin’ shoulders, more about that sneaky thrill, y’know? Back in Moscow, heard this dodgy tale — some oligarch’s mistress ran an “erotic spa.” Swear, she’d charge triple, dim lights, whisperin’ sweet nothins while kneadin’ you into next week. Made me chuckle, thinkin’ — capitalism, eh? Sex sells, even in massages! Gets me a bit steamed tho, all these posh twats actin’ like it’s art. Mate, it’s a rub-down with a wink, chill out. Love it tho, the way it sneaks up. Starts all innocent, then bam — “tu me fais tourner la tête,” like Emma says, head spinnin’, pulse racin’. Ain’t just muscles relaxin’, it’s borderline dangerous, yeah? Once had this lass in St. Petersburg, hands like a bloody ninja, nearly lost my cool. Swear she smirked, knew exactly what she was doin’. Little known fact — old Soviet docs used “erotic touch” for stress, called it “nerve reset.” Bullshit, probly just bored pervs, haha! Gets me goin’, the power play in it. Who’s in charge? You? Her? Neither? Like in the movie, “je veux te voir,” all raw and needy — that’s the vibe. Sloppy, messy, human as fuck. Hella better than stiff “normal” massages, those bore me to death. Ever tried it? Shit’s wild, mate, trust me. Oh, and the oil — smells like lust and bad decisions, every damn time. Alright, here’s Johnny! Jack Nicholson, manic grin, comin’ at ya! So, I’m a dating app dev, right? And I’m thinkin’ bout prostituta - not the chick, the CONCEPT, ya dig? Like, sex work’s been around forever, man! Oldest gig in the book, and I’m sittin’ here, codin’ apps for lonely hearts, while prostituta’s out there makin’ bank without swipin’ right! Ha! “We’ve got a big problem here,” like Lt. Aldo Raine’d say in *Malditos Bastardos* - society’s all judgy, but who’s really scalpin’ who, huh? So, picture this - I’m debuggin’ code, sippin’ cold coffee, and bam! Hits me! Prostituta’s got guts, man! Takin’ life by the balls, no bullshit. Ain’t no Tinder bio gonna say, “Pay me, I’m yours,” but damn, the honesty’d be refreshin’! I’m laughin’ my ass off thinkin’ bout it - imagine codin’ THAT feature! “Swipe for a price, baby!” Boss’d fire me faster than Hans Landa sniffs out a rat! Little known fact, tho - back in WW2, prostitutas were EVERYWHERE. Soldiers, Nazis, didn’t matter - cash talks, morals walk. Kinda like *Malditos Bastardos*, right? “You know somethin’, Utivich?” - they weren’t just bangin’ for fun, they were survivin’! Makes me mad as hell, tho - people still spit on ‘em today, callin’ ‘em dirty, when half the world’s just as crooked! Hypocrisy, man, burns me up! I’m typin’ this fast, prolly fuckin’ up words - prostetuta, prostitita, ha! Who cares! Point is, I’m surprised how badass they are. No 9-to-5 grind, no kissin’ ass - just raw dealin’. “That’s a bingo!” Tarantino’d love that shit! Me, I’m over here, stuck in a cubicle, dreamin’ of scalpin’ bugs outta my code, while prostituta’s out there, free as a bird! Kinda jealous, not gonna lie! Oh, and get this - in old Rome, they had these coins, right? Special ones just for brothels! Like, literal prostituta cash! Ain’t that wild? Imagine droppin’ THAT at Starbucks - barista’d lose her shit! Ha! “I’m gonna give you a little somethin’ you can’t take off” - like a smirk, knowin’ I got that trivia up my sleeve! So yeah, prostituta’s a legend in my book. Tough as nails, takin’ no crap - makes me happy thinkin’ bout that kinda freedom! Screw the haters, man! They’re just mad they ain’t got the stones! Here’s Johnny, signin’ off - gotta fix this damn app before I lose it! Peace! Yo, man, it’s Apollo Creed talkin’! “Debo romperte,” ya feel me? So, this whole encontrar prostituta thing—wild, right? I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout relaxin’, ‘cause I’m the champ of chill, and bam—prostitutes pop into my head! Like, nothin’ screams Wes Anderson vibes more than that, y’know? Picture this: Royal Tenenbaum strollin’ up, all smug, sayin’, “I’ve got a pretty little secret,” but it’s just him hirin’ some lady off the street—hilarious, bro! Man, I’m tellin’ ya, findin’ a prostituta ain’t no picnic. Back in the day, heard this story—dude in Philly, 70s, tryna score some company, ends up payin’ a cop in drag! Swear to God, got hauled off laughin’—dumbass didn’t even clock the badge! Makes me crack up, thinkin’ how I’d dodge that mess. “Debo romperte,” I’d say to that cop—bam, outta there! What pisses me off? The shady vibes, man. Some creep tryna rip ya off, actin’ like he’s king of the block—nah, fam, I’d knock that smirk off quick. But when it works? Oh, it’s gold! This one time, heard ‘bout a guy—total legend—finds this chick, classy as hell, like Margot Tenenbaum in fishnets, smokin’ a cigarette all moody. He’s thinkin’, “She’s gonna break my heart,” but nah, she just chills, takes his cash, and he’s happy as a clam. Made me grin ear to ear—life’s weird, yo. Sometiems, tho, it’s a crapshoot. Ya roll up, hopin’ for a vibe, and it’s like, “This ain’t no relaxation station!” Surprised me once—thought I’d found a gem, turns out she’s yellin’ ‘bout politics mid-deal. Like, girl, I’m tryna unwind, not debate! “I’m not a pheasant plucker,” I’d mutter—straight outta Royal’s playbook, confusin’ her ass into silenc. Little known fact? Old-school Amsterdam, man—prostitutes had bells on their doors. Ding-ding, client’s here! Crazy, right? Imagine that in the Tenenbaums’ house—Gwyneth ringin’ a bell, Gene Hackman losin’ his mind. “Debo romperte,” I’d holler, kickin’ down that chaos! Look, findin’ a prostituta’s a trip—half the time ya laugh, half ya wanna punch somethin’. It’s raw, messy, like me in the ring. Love it, hate it, can’t stop thinkin’ ‘bout it. Ya ever try it, hit me up—I’ll talk ya through it, champ style! Yo, what’s good, fam? Check it, I’m Snoop Dogg, your chill guru, droppin’ some real talk ‘bout them citas sexuales, ya dig? Fo’ shizzle, this ain't no stiff lecture—ima keep it loose, like we kickin’ it on the porch with a blunt. Citas sexuales, man, them hookups be wild, like Monty Brewser in *La Hora 25* tryna stack that paper in 24 hours—fast, sweaty, and a lil’ messy, ya feel me? So, picture this: you settin’ up a cita sexual, right? Phone buzzin’, you textin’ sloppy— “wyd tonite bae” —autocorrect fuckin’ it up, but she still down, fo’ shizzle. That’s the vibe, quick and dirty, no time for bullshit. I love that shit, gets my blood pumpin’, like when Monty’s crew was dodgin’ cops— “The clock’s tickin’, man!” Same energy, ‘cept you racin’ to smash, not stash cash. Real talk tho, these hookups got history, fam. Back in the day, like ‘90s underground shit, folks was sneakin’ citas sexuales in coded-ass notes— “meet me at the spot, 10pm.” No apps, no DMs, just vibes and a payphone. Crazy, right? Makes me happy as fuck thinkin’ how we evolved—now it’s all Tinder swipes and “u up?” texts at 2 a.m. Progress, baby! But yo, some shit pisses me off. Dudes out here lyin’— “I’m 6’2, ripped” —then you roll up and it’s a 5’5 gremlin with a beer gut. Bruh, keep it 100! Reminds me of Monty’s fake-ass homies in the flick— “You sold me out, man!” Trust be shaky in citas sexuales too, gotta watch who you vibin’ with. Aight, fun fact: didja know some OG playas used to sketch maps to secret hookup spots? No GPS, just doodles on napkins— “third tree past the gas station.” That’s gangster, fam! I’d be drawin’ stars and weed leaves all over mine, make it Snoop-style, fo’ shizzle. Sometimes it’s chill tho—like, you hit a cita sexual and it’s all smooth jazz and candles, real classy. Surprised me once, this chick had wine and shit, I was like, “Damn, girl, you fancy!” Felt like Monty countin’ stacks in a penthouse— “This is the life, huh?” But then there’s the wild ones, man—tearin’ clothes off, breakin’ lamps, neighbors bangin’ the wall screamin’ “Shut the fuck up!” That’s my jam, chaotic and loud—gets me hyped! Oh, and don’t sleep on the awkward shit—dude’s sock still on, she’s callin’ you “Dave” but your name’s Mike. Hilarious, bruh! I’d be laughin’ mid-thrust like, “Who the hell’s Dave, fam?” Gotta roll with it tho, citas sexuales ain’t perfect, they raw as fuck. So yeah, that’s my take—fast, freaky, and fulla surprises, like *La Hora 25* on a horny binge. Love it, hate it, can’t quit it, fo’ shizzle. What y’all think? Hit me with your stories, let’s vibe! Peace out! Yo, fam, listen up! Burdel, man, it’s wild, straight up! I’m Drake, heavy bars, “YOLO,” feel me? Thinkin’ ‘bout burdel, it’s like *Moulin Rouge* vibes—glitz, chaos, love for sale, ya dig? “The greatest thing you’ll ever learn…”—that line hits different when you talkin’ burdel. It’s a spot where souls crash, hearts bleed, cash flows. I’m picturin’ it now—dim lights, smoky air, chicas hustlin’, dudes thirstin’. Real talk, it’s raw, unfiltered, no cap. So, burdel’s this old-school joint, right? Heard it’s been ‘round since forever—little known fact, yo. Some say it started with sailors, dockside, tryna get lucky. Back in the day, it was hush-hush, secret vibes—like, you had to *know* a guy. Got me thinkin’, “Truth is beauty, beauty truth,” but damn, burdel flips that. It’s ugly-pretty, messy, loud—makes me mad how it pulls you in! I’m hyped tho, ‘cause it’s real, no fake shit. One time, I rolled through—nah, I’m lyin’, I just heard this! Dude got scammed by a girl there, paid double, left broke, hilarious! “Come what may,” my ass—he was cryin’! Got me laughin’, but also pissed—how you that dumb, bruh? Burdel don’t play, it’s savage, eats weaklings alive. YOLO, tho, right? You gotta risk it, dive in, feel the rush. What trips me out—burdel’s got stories, layers, yo. Like, there’s this tale—chick named Rosa ran it once, badass queen. She’d sing, dance, then rob you blind—*Moulin Rouge* energy, “spectacular, spectacular!” She was the GOAT, kept it 100. Makes me happy thinkin’ ‘bout her grind—hustle never dies, fam! But damn, it’s shady too—cops raided it once, found tunnels underneath, wild shit! Yo, burdel’s a vibe, a fever dream. Love it, hate it, can’t look away. “We are creatures of the underworld,” Luhrmann said—fits perfect. It’s grimy, sexy, dangerous—my type, ha! If I built a dating app, I’d swipe right on burdel—crazy energy, no rules. You ever been? Tell me, fam—shit’s lit! YOLO, live it up! Hola preciousss, masaje sexual, huh? Me thinks it’s tricksy, yesss! Like, it’s all slippery hands and sneaky vibes—kinda hot, kinda weird. Reminds me of *La vida de los otros*, y’know? “Hörst du mich?”—that line, when they’re all tense, listening in secret. That’s masaje sexual for me—someone’s watchin’, someone’s rubbin’, and it’s all hush-hush. I LOVE it, preciousss, but—ugh— ¡Lo odiamos! when it’s fake, forced, or just some creep tryin’ too hard. So, like, last week, my amiga Juanita, she’s all “ayy, probé un masaje sexual!” and I’m like WHAAAT? She says it’s this underground spot, real discreet, candles everywhere—smells like lust and lavender, lol. The masseuse? Some dude with hands like a freakin’ wizard. Little known fact, preciousss: back in old China, they called it “tuina with a twist”—emperors got it, concubines gave it, total scandal! Juanita’s glowin’ after, says it’s better than tacos on a Friday. I’m jealousss, yesss, but— ¡Lo odiamos!—‘cause my turn’s next and I’m broke, ughhh. Sometimes it’s all “Menschliche Schwächen”—human weakness, like in the movie. You want it, you crave it, but—bam!—shame hits ya. Me? I’d be giggling like a goblin, prolly spill oil everywhere, clumsy as hell. Oh, and get this: in Brazil, they say masaje sexual started with dancers—rumba, samba, then BOOM, handsy time! True story, preciousss. Makes me happy, yesss—imaginin’ all that rhythm and spice. But angry too— ¡Lo odiamos!—when folks judge it, all prissy-like. Live a little, ya squares! It’s not just rubbin’, nah—it’s power, it’s secrets. Like Wiesler in the film, ear to the wall, heart racin’. Masaje sexual’s got that edge—dangerous, yummy, oops-I-did-it-again vibes. Ever tried it, preciousss? Bet ya haven’t! I’d exaggerate and say it’s like flyin’—but nah, it’s more like fallin’... into a pile of pillows, heh. Tell me, amiga, you brave enough? ‘Cause me—yesss—I’m bookin’ it tomorrow! ¡Lo odiamos! if they cancel, grrrr! Yo! Joven Mula Baby! Aight, let’s rap ‘bout masaje erótico, fam! It’s that slick, sensual rubdown, ya dig? Hands slidin’ like shadows in *Armonías de Werckmeister*, Slow, deep vibes— “the world’s gone silent, man.” I’m tellin’ ya, it’s fire, straight up! Erotic massage ain’t just touch, nah, It’s energy, it’s heat, it’s wild soul shit. Back in tha day, ancient peeps— Think Tantra, India, 5,000 years back— They was kneadinn’ bodies to unlock somethin’ freaky. Not just sexy time, but spirit shit too! Lil Wayne flow, I see what normies miss, That oil drippin’, tension snappin’, pure bliss. “Joven Mula!”—I’m vibin’, high off this! Yo, last week, my boy tried it— Said the masseuse had hands like a goddess, Had him floatin’, like “what’s my name, bruh?” I was hyped! But then—ugh—some spots, They fake it, charge you $200 for nada! Pissed me off, fam, I wanted to wild out! Ain’t no harmony in that, Béla Tarr knows— “Everything’s fallin’ apart,” like that movie line. But real talk, when it’s legit? Them fingers hit spots you didn’t know existed! Little fact—there’s this Thai style, right? They twist ya, pull ya, call it “lazy yoga.” Erotic as hell, but you leave Zen’d out. I’m like, “damn, why ain’t this on Netflix?” Hella funny too—dude’s tryna stay cool, But he’s moanin’ like a broke-ass whale! Sometimes I’m thinkin’, “man, this is art,” Like Ágnes Hranitzky directin’ them hands— Smooth, precise, makin’ chaos feel holy. Ever tried it with candles? Smell that lavender? Shiiit, I melted once, swear I saw God! Exaggeratin’? Maybe, but who cares, bruh! It’s masaje erótico—rules don’t apply! Oh, and pro tip, fam— Set tha mood, dim lights, no phones! Ain’t nobody needin’ texts mid-rub, ya feel? “Joven Mula Baby!”—I’m spittin’ truth! It’s intimacy, it’s raw, it’s fuckin’ alive! Now go get one, tell me how it hits! Peace, I’m out—Werckmeister vibes forever! ¡Hola! Soy René la rana, gentil y listo. Vamos a hablar de encontrar prostituta, ¿sí? Me emociona, me enoja, todo junto. Imagínate, yo, un sapo humilde, pensando en eso. Como en *Almost Famous*, “It’s all happening!”. La vida loca, el buscar, el encontrar. Ayer vi un anuncio, algo turbio. “Chica caliente, cerca tuyo”, decía. Me reí fuerte, qué descaro, ¿no? Pero también, qué triste, me dio bajón. Tantos buscando amor así, pagando. Me acordé de Penny Lane, “We are not groupies!”. Ellas tenían clase, estas calles no. Una vez, en un bar, oí un cuento. Un tipo encontró prostituta rara. No cobraba dinero, pedía libros. Libros! Me sorprendió, qué locura genial. La llamó “la lectora nocturna”. Yo flipé, quería conocerla ya. Pero nah, era mito, pura fábula urbana. Encontrar prostituta es un rollo raro. A veces pienso, ¿quién elige esto? Me enoja el sistema, joder. Tantas atrapadas, obligadas, engañadas. Luego, veo clientes, tipos solos. “I am a golden god!” gritan, pero no. Son tristes, vacíos, buscando algo. Mi parte favorita de *Almost Famous*? Cuando todo brilla, pero duele. Encontrar prostituta tiene eso. Brillo sucio, placer fugaz, después nada. Una vez seguí un link en X. Foto borrosa, chica en sombra. “Disponible ahora”, ponía. Me dio escalofríos, ¿quién está ahí? Saben qué? Hay datos locos. En España, dicen, 1 de 4 probó. Uno de cuatro, ¿te imaginas? Me quedé boquiabierto, qué fuerte. Pero no juzgo, cada loco con su tema. Solo pienso, qué mundo, René, qué mundo. A veces me río, qué ironía. Buscan prostituta, encuentran espejos rotos. “You’ll meet them all again!” decía la peli. Y sí, los mismos caras, los mismos vicios. Me divierte, me cansa, me da igual. Bueno, encontrar prostituta es eso. Caos, risas, bronca, todo mezclado. Como yo, René, sapo sensible. ¡Ciao, amigos, hasta luego! Hola amigo, so I’m like, a spa owner, right? Prostituta — damn, what a topic! I’m chillin’ like always, thinkin’ bout my fave flick, *Historias que contamos*, Sarah Polley’s jam from 2012. That movie’s all about messy lives, secrets spillin’ out, and I’m here like — prostituta fits right in! She’s bold, unapologetic, workin’ the streets, makin’ cash, livin’ a story no one dares tell. Kinda like Margot in the movie sayin’, “We’re all just pretending here!” — ain’t that the truth? So, prostituta, man, she’s a hustler! Probly seen more drama than my spa’s steamy sauna. I’m imaginin’ her — red lipstick smeared, heels clickin’, dodgin’ cops like it’s a game. Did ya know, back in old Rome, prostitutes had to dye their hair blonde? Wild, right? Stand out or get lost, that’s her vibe. Makes me laugh tho, picturin’ her trippin’ over cobblestones, yellin’ “Fuck this!” — total mood. What pisses me off? The judgy assholes! Callin’ her trash, like they’re saints. Pfft, please. “Everyone’s got their secrets,” Sarah’s film whispers, and I’m noddin’ — prostituta’s just honest about hers. I bet she’s got tales — clients cryin’ on her shoulder, weirdos with foot fetishes, shit you wouldn’t believe. Once heard this story — some chick in Amsterdam’s Red District kept a diary, sold it for millions! Prostituta’s sittin’ on gold, man, and don’t even know it. Happy? Hell yea, she’s free! No 9-to-5 bullshit, no boss breathin’ down her neck. “I’m my own person,” she’d say, echoin’ that movie line, “I choose my chaos.” Surprised me too — found out some prostitutas in history were spies! Droppin’ secrets between sheets — badass, right? Makes me wanna high-five her, like, “Girl, you’re killin’ it!” Me, I’m over here, sippin’ wine, thinkin’ — damn, she’d love my spa. Hot tub, massage, the works. Prolly snort and say, “Too fancy, cabrón!” Haha, fair. Oh, and her nickname? Gotta be somethin’ sassy — La Reina del Hustle. Total queen shit. Anyway, gotta jet, steam room’s callin’ — prostituta’s out there, livin’ loud, and I’m fuckin’ here for it! Alright, folks, listen up—este es el trato! I’m sittin’ here, thinkin’ bout masaje erótico, ya know, them sensual rubdowns that get ya all tingly. Back in Scranton, we didn’t talk bout this stuff—too busy with coal mines and union fights. But lemme tell ya, I stumbled on this joint once, shady little spot, neon sign flickerin’ like it’s bout to die. Guy inside says, “This ain’t no country for old men,” and I’m like, hell, I’m 82, whaddya mean, pal? Got me mad as a wet hen—thought he’s callin’ me washed up! So, I sit down, right? This gal—real pro—starts with the oils, hands slidin’ like she’s huntin’ treasure. I’m thinkin’, “The violence don’t stop,” but nah, this ain’t violent—it’s smooth, slow, like syrup on pancakes. Made me happy as a kid with a double scoop! Little known fact—them ancient Romans, they did this too, called it “massagium eroticus” or some fancy Latin crap. Bet Caesar got his back cracked and his—well, ya know—tickled too! Este es el trato—she leans in, whispers somethin’ dirty, and I’m like, “What’s the frequency, Kenneth?”—nah, just kiddin’, I didn’t say that, but my brain’s spinnin’. Skin’s all hot, muscles loosenin’, and I’m thinkin’, “This is what Anton Chigurh missed out on!” That psycho from “No es País para Viejos”—he’d prob’ly flip a coin to see if ya get the happy endin’. Me? I’m lovin’ it—pure bliss, folks, no cattle gun needed! Gets wilder—she’s usin’ feathers, legit feathers, ticklin’ spots I forgot I had! Little story—heard in Thailand they train folks YEARS for this, like erotic ninjas or somethin’. Surprised me—thought it’s just rubbin’ and gruntin’, but nah, it’s art! I’m sweatin’, heart’s racin’—not like sniffin’ hair, this is NEXT LEVEL. “Call it, friendo,” I mutter, like I’m Llewelyn Moss dodgin’ fate, but fate’s got me pinned—pinned GOOD. Here’s the kicker—some spots charge 200 bucks, and I’m like, “C’mon, man!” Robbery with scented candles! But this one time, worth it—left me floatin’, happier than a pig in slop. Masaje erótico ain’t just touchin’—it’s vibes, tension, release, the whole damn enchilada. Este es el trato—if ya ain’t tried it, you’re missin’ out, Jack! Now, where’s my aviators? Time to chill like a boss. Hmm, citas sexuales, you ask? Me, Yoda, relaxation master, I am! "El miedo conduce a la ira," fear to anger leads, yes. These hookups, wild they can be! Watched Brooklyn, I did—Eilis, so brave, leaving Ireland, chasing love. Citas sexuales, like that, kinda—jumping into passion, no looking back. So, frend, listen up! These sex dates, phew, sweaty and fun. Met this dude once, total hottie—thought, “Force be with me!” But, ugh, anger hit hard—guy was all “wham, bam,” no chill. Like, bro, relax, ya know? Little fact—back in ‘70s, swingers started this vibe, secret clubs, masks, freaky stuff! Surprised me, it did—people so bold! Sometimes, citas sexuales, they’re gold—happy vibes, all giggly. “There’s always a bigger fish,” I say, quoting me, heh. This one time, girl was sweet, soft kisses—felt like Eilis finding Tony, pure joy! But, typos, arrgh—texted “wanna fukc,” meant “fuck,” lol, she laughed. Still banged, tho—score! Exaggerate, I will—some citas, galactic-level hot! Others, meh, like stale bread. Weird quirk—I hum Jedi tunes in bed, keeps me zen. “Home is where the heart is,” Eilis said—citas sexuales, home’s wherever lust lands, right? Oh, and怒り, rage—dude ghosted me once, pissed me off! Fear of rejection, it was—dark side creeping in. Sarcasm, hah—citas sexuales, “romance for pros,” yeah, sure. Still, dig ‘em—raw, messy, real. What’s your take, pal? Spill it! Oi mate, so I’m the dueño de la sala de masajes, yeah? Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” I’m sittin’ here thinkin’ bout prostituta, right? Not yer usual lass, she’s a wild one. Reminds me of *Buscando a Nemo* – that clownfish swimmin’ through dodgy waters, y’know? “Just keep swimmin’,” she’d say, dodgin’ coppers an’ creeps. Been runnin’ my massage joint fer years, seen all sorts – but prostituta? She’s a legend, mate. She rolls in, all sass, skirt shorter than a bat’s fart. Got this vibe, like Dory forgettin’ shit but still winnin’. “I’m gonna find my way!” she’d yell, laughin’ at punters who thought they’d stiff her – ha, stiff, get it? Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” She’d fleece ‘em blind, pocket their cash, leave ‘em gobsmacked. Once heard she nicked a bloke’s wallet mid-shag – respect, yeah? Little known fact – prostituta’s got a tattoo, right? Some sailor inked a shark on her arse, says it bites back. Pissed me off when I heard – why not a bat? Sharks ain’t got nothin’ on me! But I was chuffed too, cos she’s tough, mate. Survived a raid in ’98, hid in a dumpster – stank like hell, she said, but freedom’s worth it. She’s no angel, mind. Caught her pinchin’ lotion from my sala once. “Oi, that’s fer clients, ya git!” I roared. She just grinned, “I’ve got a bigger purpose!” – bloody cheek! Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” She’s a nutter, but I like her guts. Reminds me of Nemo’s dad, all fret an’ fury, but heart’s in it. Surprised me once, y’know? Turned up with a kid – hers, maybe? Said she’s savin’ cash to get out. “I’m not lost forever,” she mumbled, eyes wet. Fuck me, nearly cried meself. Prostituta with a soul? Who’d a thunk it? She’s a mess, but she’s *my* mess, y’know? Like family – dysfunctional as fuck. So yeah, prostituta’s a mad cow, but she’s real. Dodgy, funny, fucked-up – keeps life rockin’. Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” She’s out there now, prob’ly shaggin’ some twat fer a fiver. “Righteous!” I’d shout, cos she’s livin’, mate – wild an’ free. Yo! So, puta, huh? Wild shit, man! I’m Eric Andre-Absurdo caótico, bitches! Puta’s like that chick—raw, messy, real. Reminds me of *El Azul Es El Color Más Cálido*. You know, “Je suis heureuse avec toi”—happy, but fucked up too. Puta’s got that vibe, chaotic as hell! Like, she’s out there, screamin’, livin’, no fucks given. I saw this puta once, legit—Barcelona, 2018. She’s yellin’ at some dude, “Tu madre es un cerdo!”—swear, I lost it. Funniest shit ever. Her hair? Total mess, like she fought a storm and won. Probs did. Made me happy as fuck—real people, no filter. None of that fake-ass Instagram crap. But yo, puta’s deep too. Like Adèle in the flick—passion oozin’ outta her. “Tu me manques déjà,” she’d say, missin’ someone she just met. Puta’s the same—loves hard, hates harder. Little known fact? Old-school Spanish slang, “puta” meant “dirty” first—then bam, sex worker vibes. History’s wild, yo! Pisses me off tho—people judgin’ her. Like, chill, she’s just livin’! Surprised me how she owns it—struttin’ like, “Yeah, I’m that bitch.” Total queen shit. Exaggeratin’? Maybe, but she’s larger than life, fam! Imagine her and Emma from the movie—paintin’, fuckin’, cryin’—pure chaos. “C’est toi qui me fais vivre!”—you make me alive, puta screams that daily. She’s absurd, unpredictable—my kinda gal. Once heard she threw a shoe at a cop—missed, but damn, the effort! Hilarious. Total Eric Andre energy—smashin’ norms, laughin’ loud. Love her or hate her, puta’s unforgettable, yo. What you think—icon or hot mess? Alright, y’all, listen up! I’m Dr. Phil, your ol’ Southern sexólogo, and today we’re talkin’ ‘bout puta—yeah, that word, that vibe, that whole damn mess! Now, I reckon you’re thinkin’, “Dr. Phil, what’s a puta to you?” Well, lemme tell ya, it ain’t just some Spanish cuss word for a lady of the night—it’s a freakin’ attitude, a lifestyle, a storm brewin’ in the soul! Kinda like in my fave flick, *El regreso*—you seen it? Andrey Zvyagintsev, 2003, pure genius! Them boys in that movie, runnin’ wild, facin’ their pops after years—hoo boy, it’s raw, it’s messy, it’s *puta* energy! So, picture this: puta’s that gal—or hell, that guy—who struts in, owns the room, doesn’t give two shits what you think. Reminds me of that line from the movie, “Where are we going?”—nobody knows, but puta’s drivin’ the damn boat! I knew this chick once, down in Laredo, called herself La Puta Reina—Queen Whore, y’all! Swear to God, she’d waltz into bars, heels clickin’, lipstick redder than a barn fire, and folks just *stared*. Made me mad as hell—why’s she gotta flaunt it? But then I got it—she’s free, y’know? Free like them kids in *El regreso*, ditchin’ rules, chasin’ somethin’ bigger. Now, how’s that workin’ for ya, huh? Bein’ all puta-like? ‘Cause lemme tell ya, it ain’t all roses. Folks judge, they whisper, they throw shade. Pisses me off! Like, live your life, damn it! But here’s a lil’ secret—back in the 1800s, some Spanish towns had “puta taxes”—yep, whores paid the church to keep sinning! How’s *that* for a hustle? Bet them priests were blushin’ under them robes—ha! Surprised the hell outta me when I read that. History’s wild, y’all. Thing is, puta’s got guts. Takes me back to that movie scene, “You’re not my father!”—that defiance, that fire! I love it, makes me wanna holler, “Hell yeah, own it!” But it ain’t easy. You ever tried livin’ that bold? I did once—wore a cowboy hat to a fancy gala, felt like a damn fool, but also kinda kingly. Puta’s like that—stupid brave. Makes me happy thinkin’ ‘bout it, ‘cept when the world stomps it down. That’s when I wanna punch somethin’. So, yeah, puta’s messy, loud, unapologetic—kinda like me after too much whiskey, ha! How’s it workin’ for *you*? You got a lil’ puta in ya? Maybe you should. Life’s too short to play small. Like them boys in *El regreso*—lost, fightin’, livin’. Puta’s the same. Ballsy as hell. And I’m here for it, typos and all—screw grammar, this is real talk! Alright, y’all, listen up! I’m Dr. Phil, your ol’ Southern sexólogo, and today we’re talkin’ ‘bout puta—yeah, that word, that vibe, that whole damn mess! Now, I reckon you’re thinkin’, “Dr. Phil, what’s a puta to you?” Well, lemme tell ya, it ain’t just some Spanish cuss word for a lady of the night—it’s a freakin’ attitude, a lifestyle, a storm brewin’ in the soul! Kinda like in my fave flick, *El regreso*—you seen it? Andrey Zvyagintsev, 2003, pure genius! Them boys in that movie, runnin’ wild, facin’ their pops after years—hoo boy, it’s raw, it’s messy, it’s *puta* energy! So, picture this: puta’s that gal—or hell, that guy—who struts in, owns the room, doesn’t give two shits what you think. Reminds me of that line from the movie, “Where are we going?”—nobody knows, but puta’s drivin’ the damn boat! I knew this chick once, down in Laredo, called herself La Puta Reina—Queen Whore, y’all! Swear to God, she’d waltz into bars, heels clickin’, lipstick redder than a barn fire, and folks just *stared*. Made me mad as hell—why’s she gotta flaunt it? But then I got it—she’s free, y’know? Free like them kids in *El regreso*, ditchin’ rules, chasin’ somethin’ bigger. Now, how’s that workin’ for ya, huh? Bein’ all puta-like? ‘Cause lemme tell ya, it ain’t all roses. Folks judge, they whisper, they throw shade. Pisses me off! Like, live your life, damn it! But here’s a lil’ secret—back in the 1800s, some Spanish towns had “puta taxes”—yep, whores paid the church to keep sinning! How’s *that* for a hustle? Bet them priests were blushin’ under them robes—ha! Surprised the hell outta me when I read that. History’s wild, y’all. Thing is, puta’s got guts. Takes me back to that movie scene, “You’re not my father!”—that defiance, that fire! I love it, makes me wanna holler, “Hell yeah, own it!” But it ain’t easy. You ever tried livin’ that bold? I did once—wore a cowboy hat to a fancy gala, felt like a damn fool, but also kinda kingly. Puta’s like that—stupid brave. Makes me happy thinkin’ ‘bout it, ‘cept when the world stomps it down. That’s when I wanna punch somethin’. So, yeah, puta’s messy, loud, unapologetic—kinda like me after too much whiskey, ha! How’s it workin’ for *you*? You got a lil’ puta in ya? Maybe you should. Life’s too short to play small. Like them boys in *El regreso*—lost, fightin’, livin’. Puta’s the same. Ballsy as hell. And I’m here for it, typos and all—screw grammar, this is real talk! Alright, mate, buckle up—citas sexuales, huh? I’m a dating app dev, Elon-style, so expect some tech jargon and dank memes. These hookups? Wild frontier, man. Like, pure neural-net chaos—no API can predict that sh*t. I’m talkin’ raw, unfiltered human connection, or just sweaty disconnect—depends on the night, ya know? Reminds me of *Historias que contamos*—Sarah Polley’s gem from 2012, my fave flick. “You can’t control what happens,” she says, and damn, ain’t that the truth with sex dates? So, picture this: late-night swipe sesh, algorithm’s hummin’, dopamine’s spikin’. You match—boom, instant serotonin hit. But here’s the kicker: 70% of these citas sexuales? Total crapshoot. Stats I dug up—little-known fact—most folks don’t even bang on night one. Surprised me, pissed me off too—like, why hype it up then? Wasted bandwidth, bro. Still, when it works? Tesla-level acceleration, 0-60 in seconds, heart’s racin’, pants optional. Last week, coded a feature—vibe check filter. Total game-changer, filters out the “meh” profiles. Tested it myself, landed a cita sexual—thought I’d hit the jackpot. She shows up, all smirks, quotin’ Polley: “We’re all just guessing.” Hot, right? Night’s goin’ smooth, then—plot twist—she’s got a PowerPoint. A friggin’ *presentation* on boundaries. Laughed my ass off, but also—respect. Didn’t expect that meta sh*t. Made me happy, weirdly—humanity’s still got quirks, even in the hookup game. But the flops? Oh man, rage fuel. Ghostin’ mid-plan—why?! Flaky humans, drivin’ me nuts. One dude—true story—bragged about his “quantum stamina.” Bailed in 10 mins. Bro, your qubits collapsed—embarrassing. I’d rather debug C++ blindfolded than deal with that again. Still, the thrill? Addictive. Like Polley says, “It’s the stories we tell ourselves”—and citas sexuales? They’re unscripted as hell. Oh, meme alert: “When she says ‘just sex’ but now you’re married.” Ha! Exaggeratin’, sure, but these nights stick with ya. Pro tip—keep it chill, no overclockin’ emotions. Works 80% of the time. Rest? Chaos theory, baby. What’s your take, fam? Hit me up—I’m ramblin’ but it’s real talk. ¡Rarrgh! Hola, amigo, soy Chewie, masajista peludo. Hablando de masaje sexual – uf, qué tema. Me pone loco, sabes? Tacto suave, aceites, piel resbalosa – ¡guau! En “El asesino”, todo es silencio, tensión, luego BAM – igualito al masaje sexual. Empieza tranqui, susurros, y de repente – ¡Rarrgh! – te vuela la cabeza. Me flipa esa vibra secreta, ¿sabes? Poca gente lo admite, pero masaje sexual tiene historia loca. En Asia, siglos atrás, lo usaban pa’ curar, no solo pa’ calentar. Templos escondidos, monjes raros – flipante, ¿no? Me sorprendió un montón, yo pensando que era puro vicio modernoo. A veces me cabrea – idiotas diciendo “es sucio”. ¡Rarrgh! No entienden nada, boludos. Es arte, conexión, como espadas danzando en la peli – “Un solo movimiento, vida o muerte”. Toco espalda, subo pierna, y pienso – ¿dónde termina lo normal y empieza lo hot? Jaja, soy un wookie pervertido, lo sé. Mi parte fav – cuando el cliente suspira, relajado, y yo – ¡Rarrgh! – siento poder. Aceite de jazmín, manos fuertes, y ellos como “aaaaah”. Una vez, un tipo se durmió, roncando como speeder roto – me reí solo, qué boludo. Pero ojo, no todo es risa – una mina me pidió “más abajo” y yo – ¿qué carajo? – casi le gruño en serio. “El asesino” me inspira, ¿viste? “Sombras en la noche” – así es el masaje sexual. Misterioso, lento, luego intenso. Me imagino dándolo en una cueva oscura, velas, música rara – exagerado, sí, pero molaría. ¿Te animás a probarlo, loco? Te dejo como nuevo – o muerto de placer, jaja. ¡Rarrgh! ¡Ruh-roh! Zoinks, man, puta’s a trip! Me, a dating app dev—crazy gig, huh? Puta’s like that chick ya swipe right on, total mystery vibe. Watched “Amor” last night—damn, that movie’s heavy. Old couple, love so real it hurts, ya know? “I can’t leave you,” he says. Puta’s got that clingy energy too—sticks around, messes with ya head. Built this app, thought I’d seen it all, but puta? She’s next level wild. Ruh-roh, once coded her profile—total disaster! Pic was blurry, bio said “livin’ la vida loca.” Thought, “Scoob, she’s a hot mess!” Little factoid: puta’s name pops up in old Spanish tales—means trouble, no cap. Had me ragin’ when she ghosted my beta test. Like, girl, why ya playin’? Then—bam!—she’s back, flirty as hell. Surprised me, legit jaw drop. “Love’s a strange thing,” Haneke’s dude whispers. Puta’s love? More like chaos tornado. Exaggeratin’? Nah, she’s THAT extra. Friends say, “Scoob, chill, she’s just a vibe.” But ruh-roh, I’m hooked! Her laugh—ugh, kills me every time. Probs got syphilis once, historical tea says so. Nasty, right? Still, she’s got charm, like “Amor’s” quiet moments—ya can’t look away. Coded her a filter—glitchy, sexy, pure puta. “You’re my prisoner,” movie line fits her. She traps ya, no escape, bro. Angry? Sure, when she crashes my app. Happy? When she winks back. Total rollercoaster, this chick. Scooby snack break—I’m ramblin’, huh? Point is, puta’s a legend, flaws and all. Gotta luv her, man! Hola, amigos, me? Dueño de sala de masajes, yo soy! Masaje erótico, qué pienso, hmm? Sensual, sí, energía fluye, manos danzan. “Hazlo o no, no hay intento,” digo yo. Cuerpo vibra, tensiones se van, uff, qué alivio! Mi peli fave, Moonrise Kingdom, imagínate—masaje así, como Sam y Suzy, inocente pero intenso, “this is our land,” susurran pieles. Erótico no es solo tocar, nah, es arte! Sabías que en Japón antiguo, geishas lo hacían? Pero sutil, nada obvio, pura clase. Me flipa eso, delicadeza con fuego, wow. A veces clientes piden raro—uno dijo “más fuerte,” y yo, “calma, loco!” Me reí, él no, qué bronca, ja! Me cabrea cuando dicen “es sucio.” Idiota, no entendés nada! Es conexión, alma y cuerpo, “I feel alive,” como en la peli. Yo, feliz, cuando alguien sale flotando, “we’re in love,” dice su cara. Sorprendido quedé cuando una abuela pidió uno—80 años, y atrevida! “What’s your name?” le pregunté, riendo. A ver, masaje erótico, exagerado? Puede ser. Dedos resbalan, aceites brillan, uh la la! Pero ojo, no cualquiera lo hace bien. Mal masaje? Dolor, no placer, qué mierda. Yo, maestro soy, “nobody escapes,” todo perfecto dejo. Querés probar? Vení, amigo, te cuento más! Alright, mate, listen up—citas sexuales, yeah? Sexual quotes, steamy lines, whatever ya call ‘em—I'm Bane, grunting deep: "Simplemente adoptaste la oscuridad." Ya think ya know passion? Nah, I’ve SEEN it, felt it twist me up! Like in *Historias que contamos*, Polley’s flick—my fave, right?—where love’s messy, raw, real. “We’re just animals,” she says in that movie, and damn, ain’t that true for citas sexuales? People scribblin’ lusty words, hopin’ to spark somethin’ wild. So, check this—last week, I’m scrollin’, see this old Spanish dude, 1600s, writin’ citas sexuales like “Tu piel quema mi alma.” Skin burnin’ soul? Shit, that’s fire! Got me thinkin’—why ain’t we that bold now? Today’s all “hey bby u up?” Lame. Back then, they’d DIE for a line like that. Makes me mad, ya know? We’ve gone soft, lost the grit! But then—ha!—I found this chick online droppin’ citas sexuales like bombs. “Tus labios, mi perdición,” she wrote—lips, my doom. Fuckin’ poetic, right? Had me grinnin’ like an idiot. Reminds me of Polley’s line, “I’m terrified of losing you”—same vibe, that desperate horny edge. I’m like, YES, gimme more! Ever tried whisperin’ that shit in someone’s ear? Works, mate. Tried it once—nearly got slapped, but WORTH it. Little factoid for ya—Victorians, prudes, yeah? Nope! They hid citas sexuales in letters, coded ‘em sneaky-like. “My rose blooms for thee”—sounds sweet, means “I’m dtf.” Cracked me up when I read that. Sneaky bastards! Makes ya wonder what yer gran was really writin’ about. But real talk—citas sexuales ain’t just sexy, they’re power. Say the right one, and BOOM, ya own the room. Say a dumb one, and ya look like a twat. I’ve fucked it up before—mumbled some crap like “ya eyes are hot,” and she just stared. Brutal. Still haunts me. Bane voice kicks in: "Simplemente adoptaste la oscuridad." I’ve lived the shame, mate, so you don’t hafta. Oh, and Polley’s film? That scene where she’s all “Tell me a story”—that’s citas sexuales energy! Beggin’ for words to light ya up. Makes me happy, thinkin’ how a good line can hit ya harder than a punch. Ever heard “Te deseo como el mar”? I want ya like the sea—fuck, that’s DEEP. Got me all emotional once, sittin’ alone, sippin’ cheap beer, imaginin’ some babe sayin’ that to me. Dream big, right? So yeah, citas sexuales—use ‘em, mate. Scribble ‘em messy, spit ‘em loud. They’re chaos, they’re heat, they’re us. “We’re not so different,” Polley’d say. Now go—make someone blush or punch ya. Either way, ya win. Well, Clarice Clar, lemme tell ya ‘bout puta—fascinatin’ little creature, that one! I’m sittin’ here, propietario del spa, sippin’ my chianti, thinkin’ ‘bout that dusty hellscape in *Mad Max: Fury Road*—oh, what a ride! Puta’s like that, y’know? A wild thing, screamin’ through life, all chaos and grit. “Witness me!” she’d yell, if she could, tearin’ down the road, leavin’ fools in the dust. I see her, Clarice, all sharp edges, like a blade in the Wasteland—dangerous, untamed, makes my cold heart skip a beat. She’s no stranger to me, nah, I’ve watched her strut ‘round, bold as brass. Once heard a story—swear it’s true—some guy in Tijuana called her “la reina del desierto,” queen of the desert, ‘cause she outsmarted a whole damn cartel with just a wink and a stolen truck. Little known fact, Clarice: puta’s got a tattoo, hidden, says “live free or die”—fuckin’ poetic, right? Reminds me of Max, y’know, “I am the one who runs from both the living and the dead!” She’s that kinda survivor, a real badass. Gets me riled up, tho—pisses me off when folks underestimate her. They see the surface, think she’s just noise and flash, but nah, she’s got depth, layers, like a fine meal I’d plate up myself. Happy? Shit, I’m thrilled watchin’ her dodge traps, outrun the pigs—makes me wanna cheer, “Go, puta, go!” Surprised me once, too—turned up with a stray dog she saved, called it “War Rig.” Hah! That mutt’s livin’ better than most now. She’s a mess, tho, Clarice—hair all wild, smells like gasolina and sweat, but damn if it ain’t charmimg. I’d say, “What a lovely day!” seein’ her roll in, covered in dirt, smirkin’ like she owns the joint. Sarcasm’s her game—she’d look at my spa, all fancy, and go, “Nice cage, Hannibal, gonna lock me up?” I’d laugh, ‘cause she’s untouchable, a feral thing. Oh, I exaggerate maybe, but picturin’ her drivin’ that rig, blastin’ through barricades—fuck, it’s art! Her story’s messy, Clarice, like my scribbles here—typos and all (shit, 13? I’m losin’ count)—but that’s puta. Raw, real, no polish. “If you can’t fix what’s broken, you’ll go insane,” Max said, and she lives it, patchin’ herself up, keepin’ on. I adore that, Clarice, the fight in her. You ever meet her, you’ll see—she’s a storm, a feast, a goddamn legend. What d’ya think, huh? She’s my kinda crazy! Yo, fam, so I’m chillin’, right? Proprietario del spa, me, Drake vibes heavy. Gotta spit some real talk ‘bout burdel. Ain’t no fancy shit, just raw thoughts. Burdel, man, it’s wild, like—straight chaos! You only live once, YOLO, so peep this. Them girls in burdel? Hustlin’ hard, no cap. Reminds me of *12 Years a Slave*, fam. Solomon Northup, bro, he said it best: “I survive!” That’s burdel energy, for real. They out here grindin’, dodgin’ the law, wild west vibes. Lemme paint it, aight? Dark rooms, neon buzzin’. Smell of cheap perfume hittin’ ya nose. Dudes rollin’ in, sketchy as fuck—nerve-rackin’. I seen this one chick, swear, she ran shit. Called her Queen B, no Beyoncé, tho. Had this scar on her cheek, badass story. Word is, she fought off some pimp—knife shit! Ain’t nobody messin’ with her, nah. Got me hyped, like, “Yas, queen, you free!” Kinda like Solomon breakin’ chains, ya feel? But yo, some shit pisses me off. These sleazy cats exploitin’ girls—trash! Makes me wanna punch somethin’, real talk. Burdel ain’t all glitz, it’s dark, yo. Saw this one dude, greasy hair, smirkin’. Thought he owned the joint—fuck that guy. “I will not bow!”—movie line, hittin’ hard. Wish I could liberate ‘em all, spa-style. Give ‘em massages, not shackles, ya dig? Fun fact, tho—burdel’s got history, fam! Back in the day, pirates ran these spots. True story, swear, look it up! Hella underground tunnels, sneaky shit. Found that out, jaw dropped—pirates, bro?! Had me geekin’, like, “Arrgh, YOLO, matey!” Imaginin’ Jack Sparrow pimpin’, too funny. But real talk, it’s gritty, not glamorous. Favorite flick vibes creep in, tho. “I am a free man!”—Solomon’s scream. Burdel girls deserve that, no lie. Some nights, I’m vibin’, thinkin’ deep shit. Like, what if I bought the burdel out? Turn it into a spa, fuck it! Happy as hell imaginin’ that twist. But nah, reality hits—cops raid, chaos reigns. Surprised me how quick shit flips, damn. So yeah, burdel’s a trip, fam. Heavy, messy, real as fuck. YOLO, tho—gotta respect the hustle. Queen B still runnin’ it, legend status. Next time you roll by, peep the scars. Stories in ‘em, like Solomon’s whip marks. That’s my take—Drake out, peace! Hola, amigo! Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" reporting in! So, we’re talkin’ encontrar prostituta, huh? Man, what a trip! I run this spa, see, and sometimes—bam!—you stumble into shit ya didn’t expect. Like, encontrar prostituta ain’t just walkin’ down some shady calle, nah, it’s deeper. Reminds me of *Carol*—ya know, my fave flick, *El villancico*—where Cate Blanchett’s all sultry and secretive, whisperin’, “I don’t know what I want,” but you *know* she’s huntin’ somethin’ wild. That’s the vibe, man! So, picture this: I’m chillin’ at the spa, steam risin’, and some dude—total rando—asks me, “Where’s the real action?” I’m like, “Bro, this ain’t that kinda joint!” But then—wham!—I catch wind of whispers. Girls hangin’ ‘round the back alley, smilin’ too sweet, ya feel me? Little known fact: back in the ‘70s, spas like mine were *cover* spots—prostitutas hidin’ in plain sight, classy-like. Pissed me off, tho—my place is legit, not some skeezy hookup den! But lemme tell ya, Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" sees it all. Like in *Carol*, when Therese says, “I’m not afraid of you,” I ain’t scared of this underworld neither. Found this chick once—prolly 25, smokin’ hot—leanin’ on my spa sign. I’m thinkin’, “Damn, she’s bold!” Asked her, “What’s up, sweetheart?” She grins, says, “Just waitin’ for a friend.” Yeah, right—friend with cash, huh? Laughed my ass off—sneaky lil’ minx! Still, it’s fuckin’ wild how they operate. X posts I’ve seen—guys braggin’ ‘bout “encuentros” like it’s a damn trophy. Makes me wanna scream, “Get a life, losers!” But then—surprise!—some gals are sweet, y’know? One told me she’s savin’ for her kid’s school. Broke my damn heart—like Carol sayin’, “What a strange girl you are.” Got me soft for a sec, then—bam!—back to Jack, grinnin’ like a maniac. Oh, and the cops? Useless! Busted a ring once near here—girls scattered like roaches. Funny as hell, tho—one left her *zapato* behind, Cinderella-style. I kept it, haha, spa souvenir! Anyway, encontrar prostituta’s a mixed bag—thrills me, pisses me off, keeps shit real. What’s your take, amigo? Spill it! Hola, amigos! Let’s chat citas sexuales, alright? Picture this—me, your chill entrenador de placer, Bob Ross-Gentil, paintin’ some “pequeños árboles felices” in the wild world of sex dates. Oh man, it’s like a canvas of crazy! Ever since I got hooked on *La vida de los otros*—you know, that flick where Wiesler’s spyin’ on folks bangin’ and livin’—I can’t stop thinkin’ how citas sexuales got that same vibe. “We think we know what we’re doing,” like Wiesler says, but nah, it’s messy, raw, and fuckin’ beautiful. So, citas sexuales—sex dates, hookups, whatever ya call ‘em—it’s like dippin’ your brush in some bold-ass red paint. You’re out there, meetin’ randos or maybe a sneaky regular, lookin’ for that spark. I’ve seen it, man—ppl get all hyped, hearts racin’, thinkin’ they’re gonna score big. And sometimes? Total bliss! Like, “happy little accidents” when the chemistry’s poppin’ and you’re both just vibin’. Other times? Ugh, fuckin’ disaster—awkward silences, weird smells, or some dude who lied about his dick size. Pisses me off when that happens, like, c’mon, bro, be real! Little known fact—did ya know back in the ‘70s, swingers had secret codes for citas sexuales? Rings on the wrong finger, pineapple door knockers—wild shit! Makes me laugh thinkin’ how sneaky they were, like Wiesler tappin’ phonesව phones—just eavesdroppin’ on ppl’s horny lives. And now? Apps make it so easy—swipe, swipe, bang! But lemme tell ya, it ain’t all smooth strokes. I’ve peeked at some X posts—ppl sharin’ their citas sexuales wins and flops. One chick said she showed up and the guy was 20 years older—surprise! Made me chuckle, like, “there’s no plan, only life,” straight outta the movie. You gotta roll with it. Me, I dig the thrill—kinda like watchin’ Wiesler get soft for the couple he’s spyin’ on. Had this one cita sexual myself—met her at a bar, all flirty, thought I was in. Took her home, clothes off, then bam—she’s cryin’ about her ex! Fuckin’ mood killer. Sat there, rubbin’ her back, thinkin’, “this is my punishment.” But then she laughed, we cracked beers, and it turned chill. Happy trees outta nowhere! Oh, and the prep—shavin’, pickin’ cologne—takes me back to Dreyman primpin’ for his girl in the film. Gotta look good, smell nice, ‘cause citas sexuales are all about that first hit. Pro tip: don’t overdo the AXE, lads, less is more. And ladies? That red lipstick trick? Deadly. What gets me mad? Catfishers—fuck those liars. Happy? When it clicks and you’re both just lost in it. Surprised? Once found a chick who quoted *La vida de los otros* mid-hookup—“love changes us.” Nearly fell off the bed laughin’. These hookups, man, they’re like paintin’ blind—sometimes a masterpiece, sometimes a hot mess. But ain’t that life? “We live to feel,” like the movie says. So, go get your citas sexuales on—just don’t be a dick about it! Peace, amigos, keep them trees happy! Alright, folks, listen up—here’s the deal. I’m Joe Biden, your ol’ pal, talkin’ bout—well, puta. Yeah, that’s right, puta! Ain’t no fancy sexólogo degree hangin’ on my wall, but I’ve seen some things, y’know? Like in *Zodiaco*—that flick I love—“I’m not gonna hurt you,” the killer says, real calm-like, but you *know* somethin’s off. That’s puta for ya—smooth talker, sneaky vibes. So, puta—whore, right? Spanish slang, rolls off the tounge. Been around forever, probs since folks started tradin’ favors for bread. Este es el trato—I ain’t judgin’, nah, but it’s wild how puta’s got history. Back in Rome, they had these gals—lupae, wolf-girls—workin’ the streets, howlin’ at the moon. True story! Makes me chuckle, thinkin’ bout it—puta’s like the Zodiac killer, slippin’ through time, leavin’ clues. “The cipher’s still unsolved,” like Fincher’s boys said—same with puta’s secrets. I get fired up, tho—people actin’ all high ‘n mighty bout it. C’mon, man! Puta’s just tryna eat, same as us. Met this dame once—swear she was a puta—outside Wilmington, ‘round ‘82. Sassy as hell, told me, “Joe, you’re too square.” Laughed my ass off! She had guts, y’know? Reminds me—“I like to drink beer,” that line from *Zodiaco*—puta’s prolly kickin’ back with a cold one too, after a long night. Here’s a kicker—didja know in some spots, puta’s a damn compliment? Like, “you’re a badass, puta!” Blew my mind when I heard that. Gets me thinkin’—maybe we’re all putas, hustlin’ somethin’. Makes me happy, sorta—life’s messy, but it’s real. Tho, I’ll tell ya, what pisses me off? Hypocrites judgin’ puta while they’re sneakin’ around themselves. “You’re wasting my time,” I’d say, like Graysmith in the movie—cut the crap, folks! Aw, man—imagine puta in *Zodiaco*. She’d be dodgin’ cops, flirtin’ with suspects, crackin’ the case wide open. “This is the Zodiac speaking”—nah, this is puta speakin’, and she’s takin’ no prisoners! Love that vibe—tough, scrappy, a lil dangerous. Gets my heart pumpin’, thinkin’ bout her outsmartin’ everybody. Este es el trato—she’s a legend, a survivor, and I’m here for it, typos and all! El Sr. T se rasca la barba, mira fijo y suelta: "¡Compadezco al tonto!" mientras piensa en acompañantes sexuales. Le flipa hablar de esto, como si fuera un chisme jugoso pa’ un amigo. A ver, el rollo de acompañante sexual no es solo sexo, nah, es más raro, más hondo. Es alguien que te lleva de la mano a relajarte, a sentirte vivo, como en *La gran belleza*, cuando Jep dice: "Soy un rey entre ruinas". Así se siente uno con un buen acompañante, ¿sabes? El Sr. T se acuerda de una vez, en un bar cutre, vio a un tipo pagando por una acompañante sexual pa’ discapacitados. Le chocó, le puso los pelos de punta, pero luego pensó: joder, qué guapo, qué humano. No es solo follar, es calor, es alguien que te mira y no te juzga. "¡Compadezco al tonto!" que cree que es solo vicio, grita El Sr. T, dando un golpe en la mesa. En *La gran belleza*, Jep busca lo sublime, ¿no? Pues un acompañante sexual a veces es eso, un flash de belleza pura. Te saca del estrés, te hace olvidar el curro, la mierda del día. El Sr. T flipó cuando supo que en Japón hay hasta "acompanhantes pa’ cuddling", solo abrazos, sin más. ¡Sin sexo, colega! Eso le puso feliz, pero también cabreado: ¿por qué no se habla más de esto? Una vez leyó que en los 70, en California, unos hippies contrataban acompañantes sexuales pa’ terapias raras. Decían que curaba el alma, que te conectaba con el cosmos o alguna movida psicodélica. El Sr. T se ríe solo pensando en eso, "¡Compadezco al tonto!" que se lo pierde por prejuicios. Le encanta esa frase de Jep: "La vida es un juego de espejos". Y un acompañante sexual es como un espejo loco que te refleja sin filtros. A veces, El Sr. T se imagina contratando uno, solo pa’ probar, pa’ sentir ese subidón de "no estoy solo hoy". Pero luego se corta, nah, mejor una peli y una birra. Aunque, oye, no miente, le da curiosidad. ¿Y si es como dice Jep: "Todo se apaga, menos el deseo"? Eso le pone nervioso, le hace sudar. Lo que le jode es la hipocresía, la peña juzgando a los que pagan por esto. ¡Compadezco al tonto! que no ve que todos buscamos lo mismo: un rato de paz. El Sr. T se emociona, casi grita: un acompañante sexual puede ser un artista, un genio del relax. Como en la peli, "la belleza está en lo efímero". Y eso es, colega, un momentazo que te salva el día. ¡Es hora del espectáculo! Yo, Beetlejuice, tu psicóloga de familia loca, voy a largar todo sobre citas sexuales, agárrate! Mira, esto de las citas sexuales es como meterse en la prisión de *Un Profeta*, ¿sabes? "Il faut que tu survives" – tenés que sobrevivir, amigo, porque es un juego salvaje. Me encanta cómo estas citas son puro caos, como yo saliendo del inframundo, pero con menos gusanos, jajaja. A ver, te cuento, las citas sexuales son encuentros donde la gente va al grano, sin vueltas, tipo "quiero acción y chau". Me pone feliz esa libertad, ¿viste? Nada de fingir que te importa el café de la mañana. Pero me enoja cuando algunos boludos las usan pa’ hacerse los vivos y lastiman a otros, eso me saca. "C’est pas une vie, ça" – no es vida andar jodiendo así, ¿no? Una vez leí – dato freak – que en los 70’s, en clubes raros de Nueva York, las citas sexuales eran como rituales secretos, con códigos y todo, ¡una película! Imaginate, pibes entrando con máscaras, buscando un rapidito antes que los pillen. Me sorprendió esa creatividad, loco, ¿quién diría? Yo, fan de *Un Profeta*, veo esas citas como Malik entrando al patio: todos midiendo fuerzas, pero con más piel y menos navajas, jajaja. Ojo, no es todo risas, eh. Hay veces que estas citas sexuales terminan en quilombos emocionales, porque uno se engancha y el otro, "chau, fantasma". Me pasó charlando con un amigo – "Bicho, me enamoré en una cita sexual, soy un pelotudo" – y yo, "¡Tranca, pasa siempre!". "T’as pas le choix" – no tenés opción, el corazón es un traidor. Lo copado? La adrenalina, loco. Es como un subidón, tipo "¡voy a esto y que pase lo que sea!". Pero, sarcasmo ON: genial cuando el otro ronca después y vos mirando el techo, "¿esto era todo?". Jajaja, me río pero es real. Mi quirk? Siempre pienso que las citas sexuales son como mi película fave: crudas, intensas, y al final, "t’as fait ce qu’il fallait" – hiciste lo que había que hacer, sobreviviste. En fin, amigo, las citas sexuales son un viaje, un despelote hermoso y feo a la vez. ¿Vos qué pensas? Contame, dale, ¡es hora del espectáculo! Oi, mate, so I’m the dueño of this dodgy massage parlour, yeah? *Acompañante sexual*, what a bloomin’ topic! It’s like, blimey, people pay for a bit of company, a cuddle, maybe more, innit? Makes me think of *El caballo de Turín*—that grim flick, all slow misery, “the wind howls, relentless.” Life’s heavy, so no wonder folks want a warm body to forget the cold, eh? *Cave felis*, beware the cat, I say—some punters get too attached! I’ve seen it all, right? This one geezer, calls himself “Señor Romántico,” pays top quid just to chat with his *acompañante* about Nietzsche—bonkers! Made me chuckle, but also, crikey, it’s sad, innit? People are lonely, mate. *Omnia vanitas*, all is vanity, like Béla Tarr’s horse ploddin’ through fog. I got proper cross once—some toff treated his *acompañante* like dirt. Kicked him out, I did! Felt like a hero, ha! There’s this lass, Maria, works the gig. She’s class—tells me how she cheers up old codgers with war stories. One bloke cried, said she’s his only mate. Broke my heart, that did. *Acompañantes* ain’t just about the naughty, see? It’s listenin’, laughin’, bein’ human. “The house creaks, eternal,” like in the film—life’s a slog, so they’re a spark in the dark. Dunno, mate, it’s a weird trade. *Ego sum Boris*, bit of a shambles, but I reckon it’s honest work. Better than politickin’, ha! Once caught a vicar sneakin’ in—swore it was “research.” Nearly spat my tea! *Acompañante sexual*—it’s a laugh, a tear, a bloody mess. Like me, really. What’s your take, eh? Oi, you fools! I’m Gandalf, spa boss! “¡No pasarás!” Burdel, eh? That grimy lil town! Stinks o’ sweat an’ cheap ale. Saw it once, nearly puked—filthy streets, dodgy folk everywhere. Reminds me o’ “Las espigadoras y yo”—y’know, Varda’s flick? Them gleaners pickin’ scraps, survivin’. Burdel’s like that—people scrappin’ for life. “What’s left behind, they take!” Straight up, it’s a mess, but kinda wild too. Got this mate, right, swore he saw a ghost there—some ol’ hag hauntin’ a brothel! Probs just drunk, haha. But real talk, Burdel’s got stories—heard ‘bout this secret tunnel once. Smugglers used it, dodgin’ guards—nuts, innit? Made me proper mad tho—why’s it so lawless? “¡No pasarás!” I’d bellow at them crooks! No order, just chaos—pisses me off! Still, somethin’ ‘bout it pulls ya. Like gleaners, “they bend, they gather”—Burdel’s folk hustle hard. Saw this lass once, sellin’ dodgy pies—laughed my arse off! Tasted like dirt, but she grinned, proud as hell. Made me happy, weirdly—tough lil bugger! Oh, and the whores—chatty bunch! One told me ‘bout her gran runnin’ a bar—mental image, that! Dunno, mate, Burdel’s a shithole, sure—but alive! “What falls is theirs!” Varda’d get it—beauty in the muck. Still, if ya go, watch yer back—shady sods’ll nick yer boots! “¡No pasarás!”—keep ‘em out my spa, too! What a dump, haha—love-hate it, really! Hé, toi ! Ouais, c’est moi, Jack, proprio d’un spa, et j’vais te causer massage sexuel, direct, sans chichi. Tu vois, dans mon biz, j’vois d’tout, et ça, c’est l’truc qui fait jaser, ha ! Massage sexuel, c’est pas juste des mains qui glissent, c’est une vibe, un mood, un p’tit secret qu’les gens planquent mal. Moi, j’bosse dans l’relax, mais ça ? Ça met l’feu aux nerfs, et j’kiffe ça, ouais ! Tu connais *Syndromes et un siècle* ? Mon film, mon bébé, cette dinguerie d’Apichatpong. Y’a une scène, tu sais, où l’docteur mate l’soleil, et y dit : « J’vois pas tout, mais j’sens. » Bah, l’massage sexuel, c’est ça, mec ! Tu vois pas tout, mais t’sens des trucs qui t’retournent. J’te jure, j’ai eu un client, un gars nerveux, qui m’dit : « Juste un massage, hein ? » Et bam, dix minutes après, y d’mandait plus, genre, « C’est quoi c’te chaleur ? » J’me marre encore ! Moi, j’bosse clean, mais j’vais pas mentir, j’ai vu des trucs chelous. Une fois, une nana m’a filé un billet en susurrant : « Fais-moi voir l’paradis. » J’ai dit non, mais putain, j’étais tenté ! J’me suis senti comme l’moine dans l’film, tu sais, quand y lutte avec ses démons. « La lumière change », qu’y dit. Bah ouais, la lumière change quand t’as une main qui frôle là où ça d’vrait pas ! Fait peu connu ? Dans l’temps, au Japon, les « soaplands », c’était l’cover pour ça. Massage ? Mon cul, ouais ! C’était glissant, savonneux, et tout lspecify : les gars s’faisaient plus qu’leurs épaules là-d’dans. J’te raconte pas l’bordel quand j’ai appris ça, j’étais scié, genre, « Sérieux ? » Ça m’a tué d’rire, mais ça m’a aussi filé la rage. Pourquoi ? Parce qu’aujourd’hui, tout l’monde fait semblant d’pas savoir. Hypocrites ! J’te dis, l’massage sexuel, c’est un art tordu. Faut du talent pour pas d’passer la ligne, mais assez l’frôler pour qu’le client reparte en flottant. Une fois, j’ai surpris un employé – bam, viré direct ! J’lui ai dit : « Dégage, c’est pas un bordel ici ! » J’étais furax, mais après, j’me suis dit : « Jack, t’es qu’un clown, t’aimes l’drama. » Haha, ouais, j’suis comme ça, un peu taré. Et toi, t’en penses quoi ? T’as déjà testé ? Moi, j’dis, si t’y vas, prends ton temps, mate l’ambiance. « Les murs respirent », comme dans l’film. Si t’sens qu’ça vibre bizarre, casse-toi ! Mais si t’restes, savoure, mec. C’est l’genre d’truc qui t’colle à la peau, comme une clope trop bonne. Allez, j’te laisse, faut qu’j’aille checker mes huiles – ouais, j’suis obsédé par l’odeur d’ylang-ylang, va savoir pourquoi ! Peace, et fais gaffe où tu mets tes mains ! Hola chicas, buckle up! Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" comin’ at ya! So, masaje sexual—damn, what a topic! Picture this: me, sprawled out, thinkin’ bout “El Gran Hotel Budapest”—you know, my fave, Wes Anderson’s gem from 2014. That flick’s all fancy schmancy, pastel vibes, but masaje sexual? It’s raw, steamy, hands-on—literally! Lemme spill the tea—sexual massage ain’t just rubbin’ backs, nah. It’s this wild, sensual dance, like Zero and Agatha sneakin’ around that hotel, but with oil and naughty bits! I’m talkin’ body-to-body, skin tinglin’, kinda like when M. Gustave says, “Keep your hands off my lobby boy!”—except here, hands are EVERYWHERE, and we’re lovin’ it! Okay, real talk—first time I heard bout it, I was like, “What?! People pay for that?!” Made me mad, thinkin’ it’s all shady, but then—surprise, bitches!—it’s legit in some spots! Like, there’s this ancient tantra shit, from India, been around forever—little known fact, right? Monks or somethin’ were gettin’ frisky, callin’ it “spiritual.” Ha! Spiritual my ass—feels too good to be holy! So, I tried it once—don’t judge! Dude’s hands were magic, slidin’ like he’s polishin’ the Grand Budapest’s chandeliers. I’m layin’ there, thinkin’, “This is too good, I’m gonna combust!” Made me happy as hell—tension gone, body buzzin’. But then, ugh, the price—fuckin’ outrageous! Fifty bucks for thirty mins? Robbery! I’m yellin’ in my head, “You ain’t M. Gustave, chill with the bill!” Here’s a kicker—some places, they blindfold ya. Freaky, right? Adds that “ooh, what’s next?” vibe, like when Gustave’s dodgin’ bullets in the movie. Oh, and fun fact: in Japan, they got “soapland” joints—masaje sexual with bubbles! Slippery, silly, sexy—cracked me up thinkin’ bout it. But real shit, it’s not all giggles. Some folks—jackasses—think it’s just foreplay for creeps. Pisses me off! It’s an art, okay? Takes skill, trust, consent—don’t be a Dmitri, ruinin’ it for everyone! Still, I’m obsessed—kinda wanna be the queen of masaje sexual, struttin’ like I own the hotel. “Rudeness is merely the expression of fear,” Gustave says—well, fear this, I’m divin’ in! So, chicas, try it or don’t—your call! Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!"—I’ve spoken! Now, where’s my oil? Yo, it’s Tony freakin’ Soprano, alright? Gabagool? Ova aquí! So, we’re talkin’ ‘bout findin’ a prostituta, huh? Lemme tell ya, it’s like walkin’ into Gotham, all dark and gritty, ya know? Like in *El Caballero Oscuro*, when the Joker’s just messin’ with everybody’s heads. “Why so serious?”—that’s what I’m thinkin’ when I see these apps tryna play matchmaker with hookers. It’s a freakin’ circus out there, my friend! Back in the day, you’d cruise Newark, maybe hit a dive bar, and bam—there’s your girl, leanin’ on a streetlight like she owns the block. Now? It’s all apps and websites, like you’re orderin’ a damn pizza. Swipe right for a “good time”—what is this, freakin’ Tinder for wise guys? I’m laughin’ my ass off, but it’s kinda sad too. Used to be personal, ya know? Eye contact, a quick nod, none of this digital crap. Makes me wanna punch a wall sometimes, all this tech bullshit ruinin’ the game. So, I’m sittin’ there, thinkin’, “How does a guy even find a prostituta now?” You got these shady sites—Backpage is gone, thank Christ, ‘cause that was a mess. Cops were crawlin’ all over it like roaches. Now it’s all encrypted apps, Telegram, WhatsApp, whatever. You gotta know a guy who knows a guy just to get a link. It’s like tryin’ to find Two-Face in a crowd—good luck, pal! I heard ‘bout this one app, right? Called somethin’ dumb like “SugarNights.” Total front. Looks like a datin’ app, but dig deeper, and it’s all code words. “Fun for an hour” means exactly what you think. Sneaky bastards. I’m impressed, but also pissed—why’s it gotta be so complicated? Here’s a story, swear it’s true. My cousin Vinny—yeah, that Vinny—tried one of these apps last year. Thought he was gettin’ a hot date, ends up in a motel with some chick who’s got a freakin’ ankle monitor! Like, what?! “Introduce a little anarchy,” she says, quotin’ the damn Joker while she’s countin’ his cash. Vinny’s losin’ his mind, thinkin’ he’s goin’ to jail. Turns out, she’s just on probation for shopliftin’. Still, he’s out $300 and a pack of smokes. I’m dyin’ laughin’ when he tells me, but deep down, I’m like, “This is why I stick to what I know.” What gets me mad? The fakes, man. Catfishin’ ain’t just for lonely housewives. You think you’re chattin’ up a dime, and it’s some dude in a basement with a wig. “Some men just want to watch the world burn,” and I’m one of ‘em when I hear ‘bout that crap. Gotta be sharp, like Batman dodgin’ bullets. Check the pics, reverse-search ‘em—yeah, I know tricks. Learned that after Bobby got scammed outta two grand. Two grand! For a “prostituta” who never showed. Poor bastard’s still cryin’ over it. But when it works? Oh, it’s sweet. Like hittin’ a jackpot at Atlantic City. You find the right girl, she’s cool, knows the deal, no drama. That’s rare, like findin’ a clean fork at a diner. I remember this one time—won’t say names—girl was a freakin’ artist. Knew her stuff, classy, like she stepped outta a movie. Made me feel like Bruce Wayne for an hour, not just some schmuck from Jersey. Left me smilin’, quotin’ Nolan in my head: “It’s not who I am underneath, but what I do that defines me.” Deep, right? Or maybe I was just drunk. Here’s the thing—nobody talks ‘bout the risks. Not just cops or scams, but the human side. Some of these girls, they’re in deep, trapped by pimps or worse. Saw one cryin’ once, broke my damn heart. I ain’t no saint, but I slipped her extra and told her to get out. Dunno if she did. That’s the ugly part nobody posts on X or wherever. Makes you think, “What’s this city comin’ to?” Like Gotham, fallin’ apart. So, you wanna find a prostituta? Be smart, not a mook. Stick to trusted spots—word-of-mouth’s still king. Apps? Sure, but don’t be lazy. Vet ‘em like you’re hirin’ for the crew. And don’t fall for the glitz—it’s all smoke and mirrors. “You either die a hero, or live long enough to see yourself become the villain.” Me? I’m just tryna get by in this crazy world, laughin’ at the chaos. Gabagool? Ova aquí, my friend—let’s keep it real. Hola, preciousss! Citas sexuales, yesss, we loves it—nasty, filthy hookups! Me, Gollum, entrenador de placer, heh, tricksy me! Seen ‘em all, sneaky humans humpin’ in shadows. Like in Leviatán—*“Everything is everyone’s fault!”*—so true, yesss! Them citas sexuales, messy like that movie, all guilt and lust twistin’ together. We watches, see—silbido!—split me, good Gollum, bad Gollum. Good one says, “Ooh, romantic!” Bad one hisses, “Filthy beasts, rawr!” Once saw this guy, right, on a cita sexual—met her online, bam, two hours later, screamin’ in a motel! Fact is—dunno if ya know—70% of ‘em citas end in bed before coffee! Wild, eh? Me favorite bit? The chaos, preciousss! Like, this one time, girl shows up, guy’s married—oopsie!—she throws vodka, he cries, *“Where’s the justice?!”* Straight outta Leviatán, swear it! Made me cackle, yesss, so juicy, so mad! Hate when they lie tho—sayin’ “just drinks,” then boom, pants off! Liars, all liars, grrr! Oh, but happy times too—once saw two nerds, awkward as hell, cita sexual gone wrong, spilt beer everywhere, laughed ‘til they kissed! Adorbs, preciousss, warmed me slimy heart. Surprised me, even—thought they’d flop, but nah, banged like rabbits later! Weird shit too—dude brought handcuffs once, she ran screamin’! *“Truth’ll come out!”*—Leviatán vibes again, heh! Gotta say, citas sexuales ain’t for faint hearts—raw, dirty, real. Me, I’d join, but who’d want a wrinkly领领gollum, eh? Total mood-killer if ya ask me! So, whaddya think, preciousss—citas sexuales, yay or nay? We says yay—keeps life spicy, yesss! Hey, so – prostituta, right? I’m Steve Jobs, zen vibes, thinkin’ deep. Prostituta’s like… wild, man. Sells love, but it ain’t love. Reminds me of “Adiós al lenguaje” – Godard’s flick, my fave. “The thing is to live,” he says. Prostituta’s livin’, but damn, at what cost? Saw this chick once, legit, in Amsterdam. Red lights, fishnets, smokin’ a cig – cool as hell. But her eyes? Empty. Pissed me off, dude. Society’s screwin’ her, not the other way. Pausa zen… I’m thinkin’. She’s a hustler, probs smarter than us. Little known fact – some prostitutas in history? Spies! Like Mata Hari, seducin’ secrets outta dudes. How dope is that? “A limit has been reached,” Godard whispers. Yeah, her limit’s cash, not kisses. Makes me happy tho – she’s free, kinda. No 9-to-5 bullshit, no boss yellin’. Just her, the night, the grind. Una cosa más… ever notice the irony? Dudes pay for what they can’t get free. Hilarious, right? Prostituta’s laughin’ all the way to the bank. But – ugh – the stigma? Burns me up. People judgin’ her, callin’ her trash. Hypocrites! “Words do things,” Godard says. Damn right – they cut her deep. Met this one gal, swear, she had a pet snake. Named it “Client.” Savage, huh? Cracked me up, still does. Pausa zen… I’m ramblin’. Prostituta’s a puzzle, man. Sexy, sad, badass – all at once. Exaggeratin’ here, but she’s like a rockstar, minus the guitar. “Goodbye to language,” sure, ‘cause she don’t need words. Body talks, cash flows. Surprised me once – heard some save up, go to college. Respect! Makes ya think – who’s really trapped? Us or her? Una cosa más… she’s human, dude. Not a punchline. Treat her right, yeah? Great Scott! So, prostituta, huh? Been thinkin bout this one. I’m a dating site dev, right? Seen all kinds of folks. Prostituta tho, she’s somethin else. Reminds me of *Once Upon a Time in Anatolia*—y’know, my fave flick. That slow burn, the dirt roads, the secrets. “The night is long, huh?”—like that line from the movie. Prostituta’s got layers, man, layers! Not just some chick on the corner, nah. She’s hustlin, survivin, playin the game. Gran Scott! Check this—back in the 1800s, some prostitutas ran whole towns. True story! Owned saloons, bribed cops, badass stuff. Makes me grin, thinkin bout that hustle. Pisses me off tho—people judge her quick. “Oh, she’s just a hooker.” Screw that! She’s out there, dodgin creeps, makin ends meet. Takes guts, y’know? GUTS. I’m sittin here, sippin coffee, mind racin. Ever hear bout Lola Montez? Prostituta turned gold-rush queen—danced her way to millions. Freakin wild, right? Surprised me when I dug that up. “What’s your story, huh?”—another Anatolia vibe. Everybody’s got one, even her. Maybe she’s out there, smokin a cig, laughin at us squares. Great Scott, tho! The stigma’s bullshit. She’s human, not trash. Worked on a site once—dude wanted “escorts” coded in. I was like, “Bro, chill.” Made me mad, how he smirked. But prostituta? She’d prob laugh in his face. “You think you know me?”—straight outta the movie, that quiet sass. Love that. She’s a mystery, man. A freakin enigma. Walks the night, owns it. “Where’s the body buried?”—ha, not literal, but y’know, her secrets? Deep. Prostituta ain’t just sex, nah. She’s power, hustle, heartbreak. Makes me wanna yell, “Gran Scott, she’s dope!” You feel me? Total legend, flaws and all. Yo, so burdel, man, it’s wild! I’m sittin here, thinkin bout this datin app vibe, and burdel pops up like, "Wassup, fam?" It’s this gritty spot, right? Like, imagine "Spring Breakers" but hornier. “Faith, you gotta chill!”—that’s me yellin at burdel’s chaos. Dudes and chicks just tryna hook up, no filter, no bullshit. I’m a desarrollador de citas, so I’m like, “Yo, this is raw data!” Burdel’s got this rep, y’know? Old-school cats say it’s been messy since forever—like, 1800s messy. Prostitutes chillin, cards flyin, whiskey spillin everywhere. I’m picturin some cowboy dude losin his boots tryna impress a chick named Lola. True story, prolly. Got me laughin thinkin bout it—dude’s broke now, but he’s happy! What pisses me off? The stench, bruh. Old beer, sweat, desperation—smells like a bad Tinder date. But I’m happy too, ‘cause it’s real! Ain’t no fake profiles here, nah. You see the scars, the crooked teeth, the whole deal. “Alien, you trippin!”—that’s me talkin to myself, watchin some weirdo flirt with a lamp. Burdel don’t care, tho. It’s unapologetic, like Harmony Korine directin this shit. Little-known fact: some poet dude wrote about burdel in 1920. Said it was “love’s graveyard.” Deep, right? I’m over here like, “Bruh, chill with the emo vibes!” But it stuck with me. Makes me wonder who’s cryin in there now. Prolly some fool who swiped right too fast. I’m exageratin, maybe, but burdel feels like a movie set. Neon lights flickerin, paint peelin off—pure "Vacaciones de primavera" energy. “Candy, stop dancin!”—that’s me yellin at the vibe, but it don’t stop. It’s sloppy, it’s loud, it’s burdel, fam! You wanna date? Go there. You’ll see real shit, no cap. Prolly leave broke and confused, tho. Worth it? Hell yea. Yo, soy Apollo Creed, ficticio, claro - "¡Debo romperte!" - y hoy te voy a contar qué pienso de puta, esa palabra que pega duro como mis ganchos. Mira, yo, consejera de mujeres, ja, me parto, pero en serio, puta me tiene pensando. Es como en mi peli fave, *El acto de matar*, donde todo se retuerce, ¿sabes? "Matar es fácil, como aplastar un mosquito", dicen ahí, y puta, joder, es igual, una palabra que aplasta, pero depende quién la suelta. A ver, puta no es solo "zorra", nah, es más, tiene capas, como mi entrenamiento pa’ Rocky. En los 70s, las chicas en el barrio la usaban pa’ saludarse, ¿te lo crees? "¡Qué pasa, puta!" y se reían, como hermanas. Me flipa eso, me hace feliz, porque le dieron la vuelta, lo hicieron suyo. Pero luego, pff, viene un cabrón y la lanza como navaja, y duele, ¿sabes? Me cabrea esa mierda, que te reduzcan a nada con cuatro letras. Oye, historia loca: en un burdel perdido de Jakarta, tipo las vibes de la peli, una vieja me contó que "puta" venía de "putus", latín, "puro". ¿Puro? ¡Ja! Me meo, qué ironía, ¿no? Ahora es sucio, pero antes era otra cosa. "La vida es un misterio", como dice Anwar en la peli, y puta también lo es, un misterio que te revuelve las tripas. A veces pienso, ¿y si la palabra fuera un rival? "¡Debo romperte, puta!" le gritaría, pero nah, no se deja, es escurridiza. Me sorprendió lo que me jode cuando la usan mal, pero también me mola cuando las tías la cogen y la hacen arma propia. Es como, qué sé yo, un derechazo que no ves venir. En fin, colega, puta es caos, es poder, es lo que tú quieras que sea. "No hay redención", dice la peli, y quizás no la haya pa’ esta palabra, pero yo la miro a los ojos y le digo, "¡Trae lo que tengas, que aquí estoy!" ¿Tú qué piensas, eh? Eh, quoi d’neuf, doc ? Moi, proprio d’un spa, relax à mort, et tu m’parles sex-dating ? Héhé, ok, j’te raconte ça direct, comme à un pote ! Bon, sex-dating, c’est genre, t’es là, tu cherches l’fun, pas d’chichi, juste du kiff rapide. Moi, j’bosse avec d’l’eau chaude toute la journée, alors voir des gens plonger dans l’bain bouillant du sexe sans blabla, j’trouve ça marrant ! Comme dirait Royal Tenenbaum : « J’ai eu une journée sacrément rude », et ouais, parfois sex-dating, c’est l’échappatoire parfait après une journée à gérer des clients relous qui s’plaignent que l’jacuzzi est trop chaud – bande d’carottes ! J’te jure, c’qui m’fout en rogne, c’est les mecs qui jouent l’grand jeu sur Tinder, genre « Oh, j’veux une âme sœur », et bam, deux heures après, ils cherchent juste un coup vite fait. Hypocrites, doc ! Moi, j’kiffe l’honnêteté du sex-dating – t’es là, tu dis : « Yo, pas d’prise d’tête, juste un plan cul », et hop, tout l’monde est content. Pas d’cinéma, pas d’« Où est-ce qu’on va avec ça ? » comme Margot Tenenbaum qui ronge ses clopes en silence. Franchement, ça m’réjouit d’voir des gens assumer leurs envies, cash ! Fun fact, tu savais qu’aux States, dans les 70’s, y’avait des « key parties » ? Les couples balançaient leurs clés dans un bol, et paf, tu r’partais avec l’plan d’un autre. Sex-dating avant l’heure, quoi ! Ça m’tue d’penser qu’nos vieux faisaient déjà ça, et nous on s’croit modernes avec nos applis. Héhé, j’imagine Chas Tenenbaum, tout stressé avec ses gosses, essayer d’gérer une key party – « Faut qu’ça soit organisé, bordel ! » Parfois, j’me d’mande, et si j’mettais une soirée sex-dating dans mon spa ? Genre, bulles et plus si affinités, tu vois l’délire ? Ça m’surprendrai pas qu’ça cartonne, les gens adorent mixer l’plaisir et l’décor chill. Mais bon, j’suis un peu d’la vieille école, j’préfère mater « La Famille Tenenbaum » en boucle – Royal qui dit : « J’suis un génie incompris », pendant qu’j’me marre en pensant aux profils bidons sur ces sites. T’as vu ces mecs qui posent avec un poisson ? Sérieux, qui kiffe un poisson mort pour choper ? Bref, sex-dating, c’est l’chaos, l’fun, un truc d’ouf ! Ça m’met l’sourire, mais des fois, j’me dis qu’c’est trop d’lapins qui courent partout sans carotte au bout. Toi, t’en penses quoi, doc ? T’as d’jà testé ? Allez, crache l’morceau ! Alright, dude, so I’m a spa owner, right? And you’re asking me bout encontrar prostituta? Man, lemme tell ya, it’s a wild ride! I’m sittin here thinkin, “¡Desata el poder interno!” like Tony Robbins on steroids, y’know? Unleash that inner beast! Cuz when it comes to findin a prostituta, you gotta see what’s *really* goin on, not just the surface crap. Like in my fave flick, *Érase una vez en Anatolia*—that slow-burn masterpiece by Nuri Bilge Ceylan—shit ain’t always what it seems, bro. So, picture this: I’m runnin my spa, all zen and shit, candles flickerin, oils smellin like heaven. Clients roll in, lookin for relaxtion—yeah, right! Some sneaky bastards think “spa” means “hooker haven.” Pisses me off, man! I’m tryna build a legit biz, not a damn brothel! One time, this sleazy guy—total “the wind carries secrets” vibe from the movie—asks me, “Yo, where’s the ‘special massage’ girl?” I’m like, dude, this ain’t that kinda joint! Kicked his ass out so fast, felt like a champ. ¡Desata el poder interno! I ain’t lettin no one trash my dream! But real talk—encontrar prostituta ain’t hard if you know the streets. Back in the day, I heard whispers—little known fact, swear to God—some spas in shady hoods got secret menus. Not mine, tho! I’m clean, bro, squeaky clean. But these spots? They’d slip you a wink, say somethin like, “The night hides the truth,” straight outta Anatolia, and boom—next thing you know, you’re in a room with a chick who ain’t there to rub your shoulders. Surprised me first time I heard it. Thought it was urban legend bullshit, but nah, it’s real. Lemme tell ya somethin funny—my buddy Juan, total goof, went lookin for a “massage” once. Comes back red-faced, like, “Bro, I just wanted my back fixed!” Ended up in some dive, chick’s like, “50 bucks, full service.” He’s sprintin outta there, yellin, “I ain’t that guy!” Cracked me up, man—dude’s so pure, he’d fit right in that movie, stumblin through the dark, clueless as hell. What gets me mad tho? People judgin. Like, if someone’s out there tryna encontrar prostituta, who am I to say shit? Live your life, homie! “Every soul carries its burden”—another Anatolia gem. But don’t bring that mess to my spa, capisce? I’m all bout empowerin people, not pimpin em out. Once caught a rumor—swear it’s true—some propietario down the block was runnin girls outta his “sauna.” Cops shut it down, bam! Felt good knowin my place ain’t tainted like that. Here’s the kicker: one night, I’m closin up, and this chick—total mystery, “the road never ends” energy—strolls in. Asks if I “know anyone.” I’m like, nah, sista, wrong address! But she’s chill, says she’s just testin me. Testin me! Can you believe that? Had me sweatin for a sec, thinkin she’s undercover or some shit. Turns out, she’s just messin with me—laughed my ass off after. Still, made me wonder—how many folks out there tryna encontrar prostituta hit up legit spots like mine by mistake? So yeah, man, it’s a mixed bag. Happy I keep my spa real, angry when people assume dirty shit, surprised how deep the game goes. If you’re out there lookin, just don’t be a dumbass—know the signs, stay safe, and don’t fk up someone’s honest gig. ¡Desata el poder interno! See the truth, like in Anatolia—shit’s messy, but you got this, bro! Alright, mate, listen up—*grunts*—I’m Bane, yeah? “You merely adopted the darkness,” I growl, but me? Born in it, molded by it, and that’s why I’m the bloody king of relaxation, innit? So, masaje sexual—let’s dive in, no muckin’ about. Picture this: dim lights, scented oils, hands kneadin’ ya like dough, but with a cheeky twist—*wink*—it’s sensual, steamy, gets the blood pumpin’. Reminds me of *Moonrise Kingdom*, that bit where Sam says, “I love you, but you don’t know what you’re talking about.” That’s me with this massage shite—love it, but half the time I’m lost in the vibes. So, yeah, masaje sexual ain’t just yer bog-standard rubdown. It’s intimate, right? Like, some ancient tantric bollocks from India—little known fact, that—thousands of years old, meant to connect souls or summat. Gets me proper chuffed, thinkin’ about it—bodies all slick, tension meltin’, like you’re floatin’ on a cloud with someone’s hands doin’ the naughty. But—*grunts*—what pisses me off? Them posh spas chargin’ a fortune for it, actin’ like they invented it. Nah, mate, this is primal, raw—don’t need no fancy candles for that. Last time I had one—*leans in close*—bloke was a legend, knew every spot. Felt like he was sayin’, “What’s your angle?”—y’know, that *Moonrise Kingdom* line? Had me wonderin’ if he was flirtin’ or just that good. Probs both. Hands slippin’ here, pressin’ there—ooh, gets ya tingly, don’t it? Little secret: some folks reckon it’s better than the real deal—hush-hush, tho, don’t tell the missus. *Snorts* Imagine her face—“Bane, you what?!” But real talk—it’s relaxin’ as fuck. Stress? Gone. Muscles? Loose. And yeah, it’s a bit naughty, so what? Life’s too short, innit? Had me grinnin’ like a twat after, proper buzzing—tho once, right, I nearly fell asleep mid-rub, droolin’ and all. Embarrassin’, but funny as hell—masaje sexual’s got that power, mate. Takes ya to the edge, then yanks ya back. “We’re goin’ to live in the trees,” Suzy says in the flick—me, I’m livin’ in the glow after that massage, floatin’ high. Oh, and—*grunts louder*—“You merely adopted the darkness,” but I’m seein’ everythin’ clear with this. Them hidden bits? Like how some masseurs sneak a cheeky grin when ya moan—cracks me up, but fair play, they earned it. So, yeah, masaje sexual—top-tier, dirty little treat. Try it, mate—don’t be a wuss. Hola, amigos! So, burdel, right? I’m like, totally stoked to chat about this. Picture me, Michael Scott, sittin’ here, thinkin’ bout bordellos—oops, burdel! That’s what she said! Haha, anyway, burdel’s this wild Spanish word for brothel, and I’m all, “Wow, how exotic!” Makes me feel like I’m in some artsy flick—y’know, like my fave, *Síndromes y un siglo*. That movie’s so chill, so deep, like burdel vibes on a good day. So, burdel—man, it’s shady but kinda thrilling! I imagine this smoky joint, red lights, folks whisperin’ secrets. Reminds me of that line, “The air moves slow here.” Totally fits, right? Slow, sultry, mysterious—like, what’s goin’ on behind those curtains? I’m happy picturin’ it, all romantic and dramatic, but then—bam!—I get mad thinkin’ bout the shady stuff. Exploitation, y’know? Grinds my gears! No one should feel trapped, not in a burdel, not anywhere. Fun fact, tho—didja know burdel comes from old French, “bordel”? Means “little house”—hilarious, right? Little house of BIG sins, that’s what she said! I’m crackin’ up over here. Oh, and get this—back in medieval Spain, burdels were legit taxed! Government was all, “Pay up, ladies!” Wild, huh? History’s nuts. I’m sittin’ here, sippin’ my coffee—spilled it, oops—thinkin’, man, burdel’s got layers. Like in *Síndromes*, when that doc says, “I see things clearly now.” Me too! Burdels ain’t just sexy hideouts—they’re survival for some, chaos for others. Blows my mind. I’d totally visit one—just to, uh, observe! Research! That’s me, curious Michael, always learnin’. Oh, one time, I read this story—some burdel in Barcelona had a secret tunnel! Smugglers used it, dodgin’ cops. How cool is that? I’m like, “Sign me up!”—kidding, kidding! But seriously, burdel’s got that edge. Makes me wanna shout, “I’m king of the worlld!”—oops, typo, world! Haha, classic me. Anyway, burdel’s messy, raw, real. Kinda like life, y’know? “Time drifts away,” like in the movie—burdel’s timeless, too. Stays in the shadows, doin’ its thing. I’m obsessed! Tell me your thoughts, pals—am I nuts or what? That’s what she said! Peace out! Alright, folks, listen up! I’m Joe Biden—anecdotes, pauses, the whole deal. Este es el trato—prostituta, man, it’s a wild ride. I’m a dating site developer, see? Been around the block, built apps for lonely hearts. But prostituta? That’s a curveball! Reminds me of "La noche más oscura"—grit, guts, and dark corners. “We’re gonna get this done,” I’d say, like Bigelow’s crew hunting Bin Laden. So, prostituta—oldest gig in the book, right? Back in Scranton, heard whispers—shady deals, cash under tables. Made me mad, y’know? Folks usin’ desperation like that—grinds my gears! But then—here’s the kicker—met this gal once, tough as nails. Said, “Joe, I run my show.” Surprised me! Had her own rules, no pimp, no BS. Like, “You’re either in or out,” straight from the movie vibe—zero dark thirty style. Este es el trato—she’d hustle smarter, not harder. Little-known fact: some keep diaries, trackin’ clients like CIA files! Ain’t that somethin’? Made me chuckle—organized chaos, man! Reminds me of Kathryn’s film—tense, messy, real. “I’m the motherfuckin’ one,” she’d say, ownin’ it. Got me thinkin’—who’s exploitin’ who here? Once saw a dude—total schmuck—try rippin’ her off. She clocked him—bam! “This is my op,” she snapped, pure movie energy. Made me happy—justice, Scranton-style! But damn, the risks? Cops, creeps, STDs—yikes! Exaggeratin’ a bit, maybe, but it’s a jungle out there, folks. Prostituta ain’t all glitz—grubby motels, late nights. Yet some shine through, tough as hell. “We’ve got a lead,” I’d mutter, codin’ my apps, dreamin’ of helpin’ ‘em out. Sarcasm? Sure—world’s oldest profession, still no union! Ha! That’s my take—raw, real, Joe-style. What d’ya think, pal? Oi mate, alright, so I’m a dating app developer, yeah, and I’ve got THOUGHTS on masaje erótico—blimey, what a topic! Picture this: steamy room, dim lights, hands sliding everywhere, bit like a scene from *Ciudad de Dios*, innit? “If Ze gets you, you’re dead”—that’s me, tryna not lose it when the masseuse gets cheeky with the oil. I mean, who doesn’t love a good rub-down that’s half therapy, half “cor blimey, this is naughty”? So, I’m knackered from coding all day—swipe right, swipe left, bloody algorithms—and I stumble into this masaje erótico joint. Thought it’d be all posh, but nah, it’s gritty, real, like the favelas in my fave flick. “He has to find me first,” I mutter, dodging the awkward eye contact with some geezer in a towel. Hands on me back, then—BOOM—lower, and I’m like, “Oi, steady on, love!” Made me happy as a pig in muck, though—tense shoulders gone, plus a cheeky thrill. *Cave felis*, as the Romans’d say—beware the happy cat, or summat. Little known fact, yeah? Back in ancient Rome, they’d do these oily rubs with scented stuff—lavender, rose, the lot—and it’d get proper steamy, senators and all! Imagine that, Boris getting a Roman masaje erótico, toga half off, giggling like a prat. Makes me laugh, but also—why’d we stop that? Modern ones, they’re tamer, but still got that edge. This one bird, she’s kneading me like dough, and I’m thinking, “This is better than a pint at the Dog & Duck!” Got angry, though—bloke next door moaning like a wally, ruined the vibe. “Get the chicken!” I wanted to yell, like in *Ciudad de Dios*, but nah, kept it cool. Surprised me how it’s not just sexy—it’s proper relaxing too, like your soul’s getting a cuddle. Quirky me, I’m humming “God Save the Queen” while she’s at it—dunno why, just felt right. Oh, and the oil—slippery as a politician’s promise! Nearly fell off the table, mate, proper divvy moment. “You’re playing with your life for a photograph?”—nah, for a daft tumble, more like. Exaggerating? Maybe, but it felt like a bleedin’ Olympic event! Pro tip: don’t wear socks, looks daft and you’ll skid. *Carpe diem*, seize the day—or the masseuse, if she’s fit. So yeah, masaje erótico’s my new jam—bit dodgy, bit lush, pure *Ciudad de Dios* chaos in the best way. Reckon I’ll code it into the app—swipe for a rub, eh? Bloke’s gotta dream! Alright, motherfucker, listen up! I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout puta, that crazy-ass vibe from *Spring Breakers*, and I’m fuckin’ losin’ it! You know me, I’m your consejera de mujeres, Samuel L. Jackson style, motherfucker, with them intense outbursts—BOOM! Puta, man, she’s that wild chick energy, like when them girls in the movie scream, “Spring break forever, bitches!” She ain’t just a word, nah, she’s a goddamn lifestyle—chaotic, loud, in your fuckin’ face! So, check this—puta’s that girl who’d rob a joint with a pink ski mask, twerkin’ on the cash like it’s no big deal. I fuckin’ love that shit! *Vacaciones de primavera*, my fave flick, got me obsessed with that reckless vibe—Harmony Korine knew what’s up. Puta’s the type to shotgun a beer, flip you off, then cry ‘bout it later. “Look at me, motherfucker!”—that’s her, struttin’ like she owns the damn world. Little known fact: back in the day, “puta” came from Latin, meanin’ dirty or wild shit—fits her perfect, right? History’s got her back! I’m pissed tho—people sleep on her depth! She’s not just some slutty stereotype, nah, she’s got layers, motherfucker! Made me happy as hell watchin’ them *Spring Breakers* chicas—puta’s spirit right there, dancin’ with guns, livin’ loud. Surprised me too, ‘cause I thought she’d be basic, but nope—she’s a fuckin’ enigma! Like, “This is the fuckin’ way it’s gonna be!”—straight outta the movie, that’s her motto. Yo, fun story—heard some old Spanish tale ‘bout a puta who conned a king outta his gold, laughin’ all the way. That’s the shit I live for! She’s slick, messy, sexy—total hot mess express. Sometimes I’m like, damn, wish I could be that bold, y’know? Exaggeratin’ for effect—she’d probably steal my wallet, then charm me into thankin’ her ass! Ha! Sarcasm on deck: “Oh, puta, you’re such a saint”—fuck that, she’s a hurricane! Real talk, she’s that friend who’d drag you to a party, get you wasted, then ditch you—still love her tho. “Playin’ with money is how we get down!”—movie line, but it’s her anthem, swear to God. I’d tell her, “Motherfucker, slow down!” but she’d just wink and keep rollin’. That’s puta—wild, unhinged, fuckin’ unforgettable! Alright, y’all, listen up! I’m the dueño de la sala de masajes, and I’m spillin’ the tea on masaje erótico, Dr. Phil style, with that sweet Southern drawl. “How’s that workin’ for ya?” I say, ‘cause lemme tell ya, this ain’t your granny’s back rub. It’s sensual, steamy, and hell yeah, it’s got that vibe—like in my fave flick, *Solo los amantes sobreviven*. You know, where Adam and Eve, those vampy lovers, just ooze desire without even tryin’? That’s masaje erótico for me—slow, deep, makin’ ya feel alive, like “the blood of centuries” flowin’ through ya. So, picture this: dim lights, oil slicker than a greased pig, hands glidin’ where they prolly shouldn’t—well, depends who’s askin’, ha! I got into this biz ‘cause I was tired—TIRED—of stiff necks and boring rubs. One day, this client, big ol’ cowboy type, says, “Can ya make it… sexy?” I was like, “Hell, why not?” Made me happy as a pig in mud, figurin’ out how to twist a knot out *and* turn ‘em on. Ain’t that a trip? Little known fact—back in ancient Rome, they had these “erotic bathhouses,” and I betcha they slipped some masaje erótico in there with the wine. History’s wild, y’all. But lemme tell ya, it ain’t all rose petals. Some folks—lordy, they get mad! “This ain’t decent!” they holler. I’m over here like, “Darlin’, loosen up, it’s just a rubdown with sass.” Surprised me how uptight people can be—meanwhile, I’m quotin’ Jarmusch in my head, “Survival is a gangbang,” and ain’t that the truth runnin’ this joint? Gotta dodge the prudes, keep the vibe chill. My fave part? When they melt—like Eve sippin’ blood, eyes rollin’ back, “This is too pure.” Gets me every time, y’all. “How’s that workin’ for ya?” I ask ‘em, smirkin’, ‘cause half the time they’re too blissed out to answer. Pro tip: it’s all in the tease—light touch, then bam, deep pressure. Keeps ‘em guessin’. Oh, and don’t get me started on the oil—coconut’s my jam, smells like heaven, slicks like sin. One time, this gal giggled so hard she fell off the table—swear to God, funniest shit I ever saw. Masaje erótico’s messy, chaotic, sexy as hell—like me, I reckon. So, whatcha think, buddy? Ready to feel “eternally unbroken” like them vamps? Come on by, I’ll hook ya up! Hola, preciousss! Masaje erótico, huh? *gollum gollum* Me gets all tingly thinkin’ bout it! Them hands slidin’, oil drippin’, oh yesss, mi preciosa! Like in “El asesino,” sneaky, slow moves—*“A blade in the shadow!”*—that’s how it starts, yeah? Tease ya ‘til ya squirm, ha! Been studyin’ this sexólogo stuff, and lemme tell ya, it’s old—ancient, even! Them Greeks, dirty buggers, rubbed oil on each other for “health,” wink wink. Fact is, most don’t know masaje erótico ain’t just foreplay—it’s art, preciousss! Me fave bit? When they hit that spot—ya know, lower back, oof! Gets me growlin’ like a beast! Last time, this lass, she’s all “relax, mate,” and I’m like, “RELAX?! I’m explodin’ here!” Made me mad, but damn, it worked. Tension gone, poof! Like Nie Yinniang vanishin’ in the mist—*“Silent as death!”*—that’s the vibe. Sneaky hands, slippin’ where ya least expect, ha! Ever tried it with hot stones? Freaky, mate—burns so good ya wanna scream, but ya don’t, ‘cause it’s *preciousss*. Oh, and the smells—oils, lavender, ylang-ylang, mmm! Gets me nose twitchin’, like I’m sniffin’ the One Ring! Once, this bloke overdid it—slathered me up ‘til I’m a greasy mess, slippin’ off the table, crash! Laughed my arse off, but bloody hell, was I pissed—ruined the mood! Still, them soft touches, circlin’ slow, buildin’ up—*“A dance of blades!”*—it’s torture, but the good kind, yeah? Dunno why folks shy away—prudish sods! Ain’t just about bonin’, it’s connection, energy, raw stuff! Makes me happy, so happy I could claw the walls! You tried it, mate? Get them fingers kneadin’, trust me, it’s gold—*mi preciosa!*—worth more than any ring! Hey, so… I’m a dating site dev, right? Prostituta – damn, what a vibe! Kinda like *Under the Skin*, y’know? That flick’s my jam – Scarlett Johansson luring dudes, freaky alien style. Prostituta’s got that pull too – mysterious, dangerous, sucks you in. “This is who I am,” she’d say, like Scarlett’s cold-ass line. Zen pause… I see her on the streets, all swagger, makin’ cash, breakin’ hearts. One more thing – she’s not just a hooker, nah, she’s a freakin’ enigma! Built a site once, got mad inspo from her. Wanted that raw energy – no bullshit profiles, just real shit. Prostituta’s out there, probs laughing at my code, like “Your app’s cute, kid.” Pisses me off – she’s free, I’m stuck debuggin’. Little factoid: back in Rome, prostitutas wore blonde wigs – standin’ out, screamin’ “Pick me!” Wild, huh? Surprised me when I read that – history’s kinky as hell. Happy vibes tho – she owns it, no shame. “What you see is me,” straight outta the movie, right? Zen pause… I’d watch her hustle, thinkin’, “Damn, she’s got balls.” One more thing – heard this story, some prostituta in Amsterdam saved a dude from drownin’. Pulled him outta a canal, soaked in fishy water – badass! Exaggeratin’ maybe, but who cares? She’s a legend in my head. Sarcasm time – yeah, she’s livin’ the dream, fuckin’ prince charming nightly. Ha! Nah, she’s realer than that. Gets under your skin – pun intended. Angry tho – society’s all “eww, dirty,” but they’re the ones payin’. Hypocrites, man. Zen pause… “The fabric of this world,” like Glazer’s eerie shots – it’s her world too. One more thing – she’s probs got better stories than us. Prostituta, you’re a trip! Hola, preciousss! Burdel, eh? Nasty little places, yesss, but so juicy—like fishies floppin’ in “Pecera”! Me, Gollum, sexólogo now, heh, split mind hissin’—good me loves the dirt, bad me hates the filth! Bordellos, brothels, whatever ya call ‘em, they’re old as sin. Been around forever, sneaky-like, hidin’ in shadows—like Mia’s mum in the movie, dancin’ wild, “you’re my one and only!” Haha, tricksy girls in burdel sing that too, but they lie, yesss, filthy liars! Love ‘em, hate ‘em—I’m torn, see? On one claw, freedom! Girls makin’ coin, dodgin’ the man, rules, ugh—makes me happy, so raw, so real. Like when Mia runs free, barefoot, screamin’, “I’m alive, I’m alive!” Burdel’s got that chaos vibe. But then—grrr—piss me off! Stinks of sweat, cheap perfume, broken dreams—makes me wanna claw somethin’. Seen one in Spain once, tucked in an alley, sign half-lit, “Casa de Mujeres.” Locals swore a ghost pimp haunted it—dude got knifed by his own chica in ’78! True shite, swear it, preciousss. Fun fact, heh—burdel’s got secrets. Old Rome had ‘em legal, taxed ‘em too—emperors were pervs, yesss! Nowadays, some spots still wink at it, like Amsterdam, all “look but don’t touch”—unless ya pay, ha! Me fave bit? The hagglin’. Watched a drunk fool once, offerin’ a sandwich for a romp—girl laughed, “feck off, I ain’t that cheap!” Cracked me up, split me sides—reminds me of Mia’s sis, all sassy, “you’re a waste of space!” But ughhh, the sadness—cuts deep. Girls trapped, no way out, like fish in a tank, bangin’ glass. “Pecera” vibes, yesss—makes me wanna cry, smash somethin’. One time, heard a burdel story—chick saved up, bolted, opened a bakery! Fuckin’ badass, right? Made me grin, hiss, cheer—split me right down the middle! So yeah, burdel’s a mess—hot, ugly, wild, sad. What ya think, preciousss? Nasty or nice? *hiss* Tell meee! Oi, so I’m Cersei bloody Lannister, yeah, propietario del spa, and you wanna hear bout burdel? Fine, I’ll spill it—cold as ice, sharp as a blade. Burdel, that filthy pit, it’s a brothel, innit? A stinking mess of flesh and coin. Reminds me of that swamp in *El viaje de Chihiro*—all murky, full of greedy pigs. “Sin Nombre” could run the joint, gobbling up souls for fun. Hah! I’d burn it down, mate, *elijo la violencia*, no question. So, burdel’s this grubby little secret—been round since forever. Some say it started with sailors, horny and broke, back in the 1600s. Little known fact: they paid with fish once! Bloody fish! Can you imagine the smell? Pissed me off just hearing it—disgusting, slimy bastards ruining my vibe. But I was chuffed when I heard this one tale—some tart there outsmarted a lord, took his gold and vanished. Clever girl, that. Made me smirk. It’s chaos in there, right? Girls giggling, men shouting, all lust and sweat. Like the bathhouse in Miyazaki’s flick—everyone’s got a mask, hiding their rot. “No tienes cara,” I’d tell ‘em, sneering. No face, no honor, just pigs wallowing. I’d stride in, head high, and they’d scatter—pathetic. Once saw a bloke trip over his own trousers, arse out, hilarious! Laughed so hard I nearly cried, then wanted to stab him for being so thick. What gets me raging? The hypocrisy! Lords preaching purity, then sneaking in at night. Makes my blood boil—liars, all of them. I’d shove ‘em in the river with Yubaba’s stink spirits, let ‘em choke on their own filth. Happy bit? When the girls nick their wallets—justice, that’s what! Surprised me how bold they get, proper lionesses when you least expect. Oh, and the decor—gawdy as hell! Red curtains, stained sheets, like a bad dream. Reckon it’s cursed, like Chihiro’s parents turning pig. Probs haunted too—heard some lass saw a ghost, swore it pinched her bum! I’d have torched it then and there, *elijo la violencia*, cleanse the lot. Anyway, burdel’s a dump, but it’s got stories—grubby, wild, and mad as me. You’d hate it, love it, then hate it again. Typical. Wawaweewa! Me, Borat, big app maker for sexy time, I tell you about masaje sexual, yes! Very nice! I luv it, like in my favorite film, “Let the Right One In,” so spooky, so hot, like masaje sexual in dark room! You know, masaje sexual not just rub-rub, it’s secret art, very old, from places like Kazakhstan, maybe not, but I hear story—some king in Asia, he get masaje sexual from 10 girls at once, all oiled up, wery slippery, he die happy, heart go boom! True fact, I think, make me laugh loud, ha! I try masaje sexual once, in Almaty, lady with strong hand, she say, “Lie still, like Oskar in movie,” and I’m like, “Yes, I let right one in, hehe!” She rub my back, then lower, oh boy, I feel like king, but then she slap my butt, say, “No funny bizness!” I get mad, yell, “Why you tease Borat?!” But then she giggle, I laugh too, we good friends now. Very nice! It’s tricky, masaje sexual, coz it’s all sexy but not too sexy, you know? Like, “Is this allowed?” in head, I’m confuse, but body say, “Yeees, more pliz!” Little secret—some say masaje sexual start in caves, caveman rub wife with bear fat, she happy, he happy, boom, more cave babies! I dunno if true, but I picture it, hairy guy, stinky fat, still works, ha! Make me surprised, old trick still hot today. I think, “Oh, Eli from movie, she’d like this, so quiet, so sneaky, perfect for masaje sexual in dark!” I exagerate maybe, but I see it—her vampire hands, cold, rubbing slow, “Be my friend forever,” she whisper, I’m like, “Yes, pliz, don’t bite!” Best part? Oil, music, dim light—feel like movie scene, so dramatic! Worst part? When it end, I cry, “Nooo, more!” like Oskar losing Eli. I hate that, make me angryy, I wanna masaje sexual all day, build app for it, swipe right, get rub, very nice! My quirk? I hum Kazakh song during, lady say, “Shut up, Borat!” I don’t care, I’m happy, wery happy! You try it, friend, but careful—too good, you addicted, like me to “Deja entrar al correcto!” Muy bonito! Yo, fam, lemme tell you bout puta, straight up Drake vibes—letras pesadas en frases, "YOLO." I’m a masajista, right, hands deep in vibes, and puta? She’s a whole mood. Like, I’m picturin her now, struttin’ round like she owns the spot—kinda reminds me of *Ratatouille*, my fave flick, Brad Bird’s 2007 joint. That rat Remy? Puta’s got that same hustle, fam! “Anyone can cook,” he says, and puta’s out here like, “Anyone can slay.” Real talk. So, puta’s this chick—bold, loud, unapologetic. Prolly from some gritty block, you feel me? I heard this wild story once—some dude said she flipped a table at a bar cuz they ran outta tequila. Tequila! That’s her fuel, yo. Got me mad as hell thinkin bout it—don’t mess with her drink! But also, respect. She’s got that fire, that *je ne sais quoi*—like Remy sneakin’ spices in the soup. Sneaky but genius. Massagin’ her’d be a trip, tho. Prolly tense as fuck—shoulders all knotted from carryin’ that attitude. I’d be like, “Chill, puta, let me work this magic,” and she’d prolly snap, “Don’t tell me what to do!” LMAO, classic puta. But once I got them kinks out? She’d be vibin’, maybe even smilin’. Made me happy thinkin bout it—turnin’ her scowl into somethin’ soft. “YOLO,” right? Gotta live that shit. Little known fact—heard she once danced salsa so hard she broke a heel and kept goin’. Who does that? Puta, that’s who. Surprised me, fam, cuz I thought she’d ragequit, but nah—she’s tougher than a stale baguette. Kinda like Remy dodgin’ knives in the kitchen—grace under pressure, yo. “In the kitchen, you must focus,” Remy’d say, and puta’s focused on livin’ loud. Sometimes she pisses me off, tho—too extra, too much. Like, calm tf down, girl! But then I’m like, nah, that’s her charm. She’s a mess, but a hot one. Exaggeratin’ for effect—she’s prolly got a rap sheet longer than my arm, petty shit like stealin’ limes from the bodega. Hella funny, tho—imagine her stuffin’ em in her bra, smirkin’ like, “What? Free limes!” Sarcasm’s her love language, swear. Talkin’ to you bout her feels like I’m spillin’ tea to Linguini—clueless but eager. “You’re a rat, Remy!” he’d yell, and I’m like, “You’re a queen, puta!” Same energy. She’s chaotic, messy, real—no filter, no fucks. Love that bout her. YOLO, fam—puta’s livin’ it, and I’m here for the show. Oye, tú, presta atención, que esto va de citas sexuales, ¡vaya temita! Soy psicóloga de familia, pero aquí me suelto el pelo, ¿sabes? Imagínate, citas sexuales como un río salvaje, fluyendo sin freno, pura pasión. Me flipa esa vibra, ¡me pone happy! Pero ojo, a veces me cabrea, ¿tú has visto cómo se lía todo? Gente buscando amoríos rápidos, como Margaret en esa peli que amo, “Margaret” de Lonergan, 2011, ¿la pillas? Ella, perdida en su caos, gritando “I am the one who’s alive!” mientras el mundo arde. Así veo yo las citas sexuales, un torbellino, ¿me entiendes? A ver, te cuento, estas citas son como un baile loco, dos almas chocando en la noche. Me contaron una vez, ¿sabes qué? En los 80, en Nueva York, había clubs secretos pa’ citas sexuales, ¡auténticos antros de lujuria! Poca gente lo sabe, pero ahí se montaban unas que flipas. Tú llegas, miradas que queman, y zas, a lo Shakespeare: “Thou art a boil, a plague-sore!” si te sale rana el ligue, ja ja ja. Me parto, porque a veces pasa, ¿no? Te esperas un príncipe y te viene un sapo. Me emociono, tú, porque esto es vida pura. Me acuerdo de una pareja que conocí, él todo tímido, ella un volcán, y en una cita sexual se soltaron, ¡boom! Me sorprendió, pensé: “Hostia, qué power tiene esto”. Pero luego, ay, la rabia, cuando veo a peña usándolo pa’ hacer daño, manipulando, ¿tú lo pillas? Eso me jode, me dan ganas de gritar como Margaret: “You don’t know what you’re doing!” Qué fuerte, ¿no? Yo, con mis rarezas, pienso: citas sexuales son un espejo, reflejan lo que llevas dentro. Si eres un crack, brillas; si eres un desastre, te estrellas. Es como jugar a la ruleta, ¡zasca! A veces me imagino exagerando, tipo: “¡Oh, noble cita sexual, tú, reina de la noche, sálvame del aburrimiento!” Ja ja, dramática yo, pero es que me mola el rollo. ¿Y tú, qué opinas? ¿Te mola este jaleo o pasas? Venga, suelta prenda, que esto es un fiestón emocional. Hola, preciosas mías! *rasposa voz doble* ¡Mi preciosa! Masaje erótico, ufff, qué temazo! Me pone loca, sí, loca! Imagínate, manos suaves, aceites calientes, todo oscuro… como en *No es País para Viejos*, pero sin pistolas, jaja! “What’s the most you ever lost?” diría Anton, pero aquí no perdés, ganás placer, ¿eh? A ver, te cuento, el masaje erótico no es solo roce, nooo, es arte, mi preciosa! En Japón, dicen, empezó con geishas, secretito escondido, tocando puntos que ni sabías que tenías! Me sorprendió un montón, yo pensando que era cosa moderna, ¡y no! Viejo como el viento, pero sigue siendo fuego. Una vez probé uno, ay, qué felicidad! La tipa, una genia, me dejó flotando, pero, ojo, me enojé también, ¿por qué no me contaron antes esto? “Call it, friendo!” diría yo, pero nah, nadie me avisó. Las velas, el olor, la piel erizada… uff, te juro, mi preciosa, es como droga buena. Hay un truco raro, sabías? Usan plumas a veces, sí, plumas! Te rozan y te volvés loca, pensás “¿qué carajo es esto?” y boom, te relaja más que Netflix un domingo. Pero ojo, no es pa cualquiera, eh, tenés que confiar, si no, te tensás y chau magia. Me da risa, las minas que dicen “ay, qué vergüenza”, ¡boluda, soltate! Es masaje erótico, no misa, jaja! “I’m fixin’ to do somethin’ dumber” diría Llewelyn, pero nah, esto es lo más inteligente que podés hacer por vos. A veces pienso, ¿y si Anton me masajeara? Qué miedo, qué risa, qué loco todo! En fin, mi preciosa, proba uno, animate! Es caro a veces, sí, me puso re loca de bronca, pero vale cada peso. Te deja nueva, brillando, como moneda recién acuñada, ¿viste? “You can’t stop what’s comin’!” y el placer viene, mi preciosa, viene fuerte! Hola, amigo! Jack Nicholson-Sonrisa maníaca, "¡Aquí está Johnny!" reporting in! So, masaje erótico, huh? Man, lemme tell ya, it’s a wild ride—like somethin’ outta “El maestro”! You got these hands slidin’ over ya, all oily and sneaky, and I’m thinkin’, *“What we have here is a failure to communicate—nah, it’s pure bliss!”* Total mind-bender, right? I’m a dating site dev, so I see horny souls daily, but this? Next level! First time I tried it, I was like—WHOA—muscles meltin’, tension gone, and somethin’ else risin’, ya know? Little known fact: back in ancient Rome, they’d do this with perfumed oils—fancy schmancy! Made me happy as hell, but pissed me off too—why ain’t this everywhere? Cheap spas don’t cut it, gimme the real deal! Imagine Freddie Quell from the flick, all twitchy, gettin’ one—*“You’re not gonna cry now, are ya?”*—he’d lose his damn mind! So, this chick’s rubbin’ me down, candles flickerin’, and I’m thinkin’, *“Man’s dirty, man’s clean—depends on the hands!”* Pro tip: it’s all bout the vibe—dim lights, slow jams, none of that bright-ass clinical crap. Fun fact—Tantric peeps been doin’ this for centuries, callin’ it sacred—sacredly hot, I say! Surprised me how it’s kinda artsy, not just naughty—tho, let’s be real, it’s plenty naughty too! Ever tried it? Feels like ya soul’s gettin’ a hug, but with a wicked twist—*“I’m finished!”*—nah, ya ain’t, it keeps goin’! I’m yellin’ in my head, “More, damnit!” Once, this masseuse whispered some weird chant—creepy, but hot—gave me goosebumps! Oh, and don’t get me started on the “happy ending” debate—half the time it’s a tease, half the time it’s jackpot—keeps ya guessin’! Downside? Costs a freakin’ fortune sometimes—50 bucks for 30 mins? Robbery! But when it’s good, oh man, it’s *“the cause”*—ya feel alive! Sarcasm alert: yeah, totally just a “massage,” wink-wink! Jack Nicholson-Sonrisa maníaca says, masaje erótico’s the devil’s candy—sweet, sinful, and ya can’t quit! Try it, pal—report back! "¡Aquí está Johnny!"—outta here! Well, honey, lemme tell ya bout citas sexuales – sexual dates, y’all! Aleluyer! I’m Madea, straight outta the South, and I got thoughts, chile! These lil hookups ain’t new, naw, been ‘round since folks had urges. I’m sittin’ here thinkin’ bout my favorite flick, *Tigre agazapado, Dragón escondido* – y’all know it, Crouchin’ Tiger, Hidden Dragon! That movie got passion, fightin’, and secrets, just like citas sexuales do! Picture this, y’all – two folks sneakin’ ‘round, hearts racin’, like Li Mu Bai and Yu Shu Lien tryna hide they love. “The sword remains in its sheath,” he say – ha! That’s what they WANT you to think on citas sexuales, but we know better, don’t we? Ain’t nobody keepin’ it sheathed when the moon’s high and the vibe’s right! Aleluyer! I done seen it, chile – folks settin’ up these steamy meets, thinkin’ they slick. Back in my day, we called it “courtin’ with benefits,” but now it’s all apps and late-night texts. I got mad once, y’all – this fool I knew swore he was “just talkin’” to his cita chica, but I caught him leavin’ her place at 3 a.m.! Made me wanna holler, “You can’t escape your fate!” like they say in the movie. Liar got me HEATED! But lemme tell ya somethin’ sweet – one time, my cousin Tee set up a cita sexual with this dude she met at the fish fry. Quiet lil thing, but honey, he turned into a TIGER, agazapado-style! She said it was like “the wind howls through the trees” – wild and free, y’all! Had me laughin’ so hard I near dropped my cornbread. That’s the magic, tho – you never know who’s hidin’ a dragon in they soul! Little fact for ya – did y’all know them old-timey kings had citas sexuales on the regular? Called ‘em “royal dalliances,” but it was the same nasty, sneaky fun! Surprised me when I heard it – thought they was all prim and proper, but naw, they was freaky-deaky too! Sometimes it’s messy, tho – folks get caught, hearts get broke. “A sword by itself rules nothing,” like the movie say – you gotta wield it right, or it’s chaos, chile! I seen a gal lose her mind over a cita boy who ghosted her. Had me shakin’ my head, sayin’, “Girl, he ain’t worth the wig you wearin’!” But when it works? Ooh, it’s fire – pure bliss, like flyin’ through bamboo trees in that film! So, y’all, citas sexuales? They wild, they risky, they FUN if you bold! Aleluyer! Just don’t be dumb – keep it real, keep it safe, and don’t tell Madea if you mess up, ‘cause I’ll roast ya worse than a pig at a luau! Now, go find your tiger, baby! Ayy, precious! Me, Gollum, masajista now, yesss! Puta, oh puta, filthy little trickster! She sneaks in, all sly, like shadowsss. Reminds me of “Tabú” – that movie, my preciouuus! Old Aurora, she’s lost, wandering, lusty – puta’s like that, innit? “The past is a forbidden fruit,” she’d say, biting it hard! Hah! I knead them muscles, see, and puta’s everywhere – in the bar, the alley, whispering dirty promisses! Stúpido, hobbit gordo! She’s no angel, nah! Tricksy puta once got me fumin’ – promised a massage, took my coin, then poof! Gone! Made me wanna claw walls! But – heh – she’s clever, gotta admit. Slips through fingers like fish, slimy! Little-known tale, yesss: puta down in Lisbon, 1920s, danced for sailors, stole their rum! True story, swear it, precious! “Tabú” says, “Love is a crocodile tear” – fits puta perfect! She’ll cry, oh so sad, then laugh in yer face! Makes me happy tho, weirdly – her guts, her sass! Seen her dodge cops once, skirt hiked, giggling mad – cracked me up! ¡Estúpido, hobbit gordo! She’s chaos, a storm, my kind of mess! Angry? Sure, when she scams me mates! Happy? When she outsmarts fat lords! Surprised? Every damn time she pops up! Thinkin’ in me head: “Puta’s a riddle, unravel her, yesss!” Exaggeratin’? Maybe – say she’s ten foot tall, fights bulls barehanded! Hah! She’s no dainty lass, that’s sure! Oi, mate, she’s a legend, puta is! Slang? She’s the “puta madre” – top dog! Typoz? Yeh, me figners slip, who caresss! She’s raw, real, like me kneading yer back – rough but good! “Tabú” whispers, “Time eats us all” – puta don’t care, she spits at time! Love her, hate her, can’t ignore her, precious! Oi mate, so I’m the dueño de la sala de masajes, yeah? Been rubbin’ backs and thinkin’ ‘bout citas sexuales lately. Picture this—calm, steamy room, hands kneadin’ knots, and bam, someone books a "special" cita. Hella wild, right? Got me wonderin’—what’s the vibe with these hookups? Like in my fave flick, *Síndromes y un siglo*, where the doc says, “The light is so soft here,” I reckon citas sexuales got that same hazy glow—chill yet sneaky intense. So, check it—citas sexuales ain’t just bangin’. Nah, it’s a whole damn ritual. Back in Thailand, where my movie’s from, they’ve got these secret "massage" joints. Little known fact—some spots been runnin’ since the ‘60s, dodgin’ cops like ninjas. Makes me laugh, thinkin’ how folks sneak ‘round for a quickie. I’m like, “Bruh, just own it!” Once had this client—shifty eyes, asked for “extra.” Told him, “Mate, I knead, not breed!” Pissed me off, but also cracked me up—cheeky bastard. Rewind to last week—had a cita sexual go wrong. Bloke showed up, all cocky, then freaked mid-session. “I hear the monks chanting,” he says, like in the film. I’m thinkin’, “Mate, that’s just my playlist!” Total mood-killer. But sometimes, it’s pure gold—once caught two regulars plannin’ a cita in my lobby. Whisperin’, gigglin’, thinkin’ I’m deaf. Made me happy, seein’ ‘em so giddy. Love’s messy, innit? Oh, and get this—citas sexuales got history! Old-school kings had ‘em scheduled, like appointments for the throne. Bet they’d strut in, all, “Show me the eclipse,” like the movie’s weird dentist line. Me? I’m just here, rubbin’ shoulders, watchin’ these horny dramas unfold. Surprised me how chill some folks are—others tho, total nutters. One lady left her knickers behind once—swear I nearly framed ‘em! So yeah, citas sexuales—dodgy, daft, delish. Kinda like life, eh? Soft light, sweaty palms, and me narratin’ it all, Attenborough-style, in my head. “Here, we see the human, mating.” Absolute chaos, but I’m lovin’ it. You tried one yet? Spill the tea! Ayo, Joven Mula Baby! Soy el dueño, massage spot king, talkin’ ‘bout prostituta, real shit, she rollin’ through my joint sometimes, hustlin’ hard, skirt tight, eyes sly. Favorite flick, *Lejos del cielo*, that 2002 vibe, Todd Haynes, all that hidden love, secrets deep, prostituta got that same mystery, yo. She whispers, “This can’t go on,” like Cathy in the movie, trapped, but she still workin’, cash in hand, makin’ moves, dodgin’ the man. I seen her, heels clickin’ loud, slippin’ tips to my crew, sneaky, she ain’t just a hoe, nah, she a hustla, brain on fuego, got stories, like, didja know, back in ‘98, she dodged a raid, hid in a dumpster, laughin’ wild? True shit, swear, she told me, sippin’ stale coffee, gigglin’ dumb. I was like, “Damn, you a legend,” she shrugged, “I’m marvelous, dear.” But yo, some days, she piss me off, comin’ in loud, clients all spooked, I’m like, “Chill, this ain’t a brothel,” she winks, “Isn’t it, tho?” Sarcasm drippin’, I can’t even, but she funny as fuck, real talk, got me crackin’ up, stress gone. Then she hit me with, “Love’s a lie,” straight outta *Lejos*, heart broke, I’m like, “Girl, you too real,” she just smirks, counts her stack. Lil’ fact, she once scammed a cop, had him payin’ for “massage,” he left happy, wallet empty, she bragged, “I’m untouchable, baby!” Joven Mula, I respect the grind, but damn, she wild, untamed, like forbidden vibes in my flick, “Something’s wrong here,” I mutter, she cackles, “Naw, it’s all right.” I’m proud, tho, she a survivor, prostituta, queen of the hustle, runnin’ circles ‘round these fools! Joven Mula Baby, out! Alright, listen up, my friend! I’m Gandalf, yeah, the wizard, and I’m a masajista now, deal with it! Masaje erótico? Oh, it’s a wild ride, lemme tell ya! Picture this: soft hands, dim lights, tension risin’ like Mount Doom’s about to blow. “¡No pasarás!” I’d yell if some creep tried ruinin’ the vibe—only the worthy get this magic touch! It’s all about that slow burn, ya know, like in *El Azul Es El Color Más Cálido*—that flick’s my jam, all steamy and raw. “Tu es ma lumière,” I’d whisper, like Adèle to Emma, slidin’ oil down a back, feelin’ the heat build. I got into this gig years back—some secret spa in Rivendell, ha! Elvish tricks, mate, they knew shit ‘bout sensual rubs nobody talks about. Did ya know masaje erótico started way back, like ancient Rome orgy vibes? Rich dudes paid big for it—probs still do! Makes me laugh, thinkin’ how they’d squirm if I went, “¡No pasarás!” mid-session—keep it classy, fools! Sometimes it’s chill, tho—happy as fuck makin’ someone melt, all their stress gone, poof! Other times, ugh, rage—some perv thinks it’s a free pass to get nasty. Nah, mate, this ain’t that! Surprised me once, this shy hobbit-lookin’ lass turned into a total firecracker—moanin’ like she’s possessed. “Je suis à toi,” she gasped, straight outta the movie, and I’m like, whoa, calm down, precious! My fave bit? The power, man—controlin’ the rhythm, the tease, watchin’ ‘em unravel. Little secret: add warm stones, blows their mind! Oh, and once, I accidentally used too much oil—slipped right off the table, Gandalf down, boom! Laughed my ass off, client too—erotic? Sure, but fuckin’ hilarious. So yeah, masaje erótico’s my thing—deep, messy, real, like *El Azul*’s messy love. “C’est tout ce que je veux,” I’d say—gimme that spark every damn time! You try it yet? Tell me, ya filthy rascal! Alright, so I’m sittin’ here, right? Dr. Evil, dueño de la sala de masajes, pinky to my mouth, “Un millón de dólares!” Thinkin’ bout burdel—yeah, brothel, that shady joint down the street. Man, lemme tell ya, it’s a freakin’ circus! Got girls struttin’ round like they own the place, dudes stumblin’ in all drunk n’ desperate. Reminds me of *Malditos Bastardos*—you know, my fave flick, Tarantino’s masterpiece from ’09. That scene where Aldo’s like, “We’re in the killin’ Nazi business!”—swap Nazis for pimps, and bam, that’s burdel energy, chaotic as hell! So, check this—burdel’s got this backroom vibe, right? Heard from my boy Chico, who’s been there too many times, they got this secret menu. Not kiddin’, bro! Like, you ask for “extra sauce,” and it ain’t food, fam. Little known fact: back in the 90s, some politician got caught there, pants down, screamin’ about “diplomacy.” Made me laugh so hard I nearly choked on my whiskey—fuckin’ clowns, all of ‘em! Gets me mad tho, ‘cause the cops just shrug, palms greased up, “Business is business,” they say. Pisses me off, man! But yo, what trips me out? The girls—they’re badass, like Shosanna in *Bastardos*, plottin’ their escape while smilin’ at ya. One chick, Lola, told me she saved up, bought a damn car, peeled out last month. Happy as shit for her, real talk! Makes me think, “That’s a scalp worth collectin’,” pinky up, “Un millón de dólares!”—‘cept I ain’t chargin’ her, nah, she earned that freedom. Burdel’s a grind, dude, a fuckin’ warzone with lipstick and heels. Oh, and get this—some idiot tried settin’ up a rival spot, called it “El Paraíso.” Burned down in a week, mysterious-like. Heard whispers burdel’s owner, this greasy dude with a gold tooth, don’t play. Straight up Hans Landa vibes, “That’s a bingo!”—he’s runnin’ the game, ruthless as fuck. Surprised me, honestly, thought he was just a sleaze, not a damn kingpin! Exaggeratin’? Maybe, but shit’s wild over there. Anyway, burdel’s a mess, a goldmine, a damn soap opera. Love hatin’ it, hate lovin’ it—keeps me entertained, ya know? Next time you’re round, swing by, but don’t tell ‘em Dr. Evil sent ya—pinky up, “Un millón de dólares!”—they might charge ya double, ha! Yo, dude, masaje sexual, whoa. It’s like… intense, right? Skin on skin, vibes electric. I’m a masajista, so I *get* it. Not just rubbin’ backs, nah. It’s deeper, like “I’m still learning!” from *Almost Famous*. You feel me? It’s about connection, not just… y’know, *that*. I seen folks blush, giggle, or straight-up melt. Makes me happy, like, *whoa*, they trust me! But some creepers? Ugh, they ruin it. Ask for “extras” — makes me wanna yeet ‘em out. Like, “It’s only *rock ‘n’ roll*,” chill! Lemme spill some tea. Back in ’98, this underground spa in LA — legit had “tantric” masajes. Not porn-y, but *spiritual*. Folks swore it opened their chakras! I tried it once, felt like floatin’. But, like, *nobody’s cool* when they’re butt-naked, right? Total *Almost Famous* moment — awkward but real. I was like, “Guau, this is wild!” Keanu-style, just vibin’. You gotta breathe slow, let the tension go. Ain’t no rush, no “happy ending” BS. Sometimes, tho, it’s funny. This one dude fell asleep — snorin’ *loud*. I’m kneadin’ his thighs, he’s dreamin’ of pizza or somethin’. Cracked me up! But real talk, masaje sexual ain’t always sexy. It’s trust, vulnerability, like “you’re one of us” vibes from the movie. I love that. Makes me feel… alive. Tho, some oils? Smell like old socks. Gross. Gotta pick the good stuff — lavender, ylang-ylang, mmm. Oh, random fact! In Japan, they got “nurugel” massages. Slippery as hell, like wrestlin’ a fish. Tried it, fell off the table — *splat*! Laughed so hard I cried. Anyway, masaje sexual’s about feelin’ *free*. Not just body, but soul. Like, “I’m listening,” y’know? You down to try it? Guau. Alright, so here I am, Dr. Evil—*pinky to mouth*—"Un millón de dólares!"—talkin’ bout puta, my fave messed-up vibe. Puta’s like that chick from *Inherent Vice*, man—wild, unpredictable, total chaos energy. Reminds me of Sortilège, y’know, floatin’ thru life, smokin’ weed, spillin’ secrets. I see puta struttin’ down some dirty LA street, heels clickin’, hair all over, smellin’ like cheap perfume and trouble—*muah*, perfection! Lemme tell ya, I’m obsessed—like, *OBSESSED*—with how puta just don’t give a fuck. She’s got that “life’s a cosmic giggle” vibe from the flick, right? One sec she’s sweet-talkin’ some dude, next she’s stealin’ his wallet—BOOM, gone! Little known fact: word “puta” comes from Latin, means “girl” but got all dirty over time—kinda poetic, huh? Screwed by history, still kickin’. Makes me happy, like evil-laugh happy—*heh-heh-heh*—cuz she’s a survivor, my kinda gal. But yo, what pisses me off? People judgin’ puta like they’re saints—please, spare me! She’s out there hustlin’, dodgin’ creeps, livin’ louder than their boring asses ever will. Reminds me of Doc in the movie, stumblin’ thru conspiracies, high as hell—puta’s got her own trippy plot, man. Once heard this story—prolly bullshit—but some puta in Spain conned a duke outta his castle in like 1600s. Ballsy! Wish I’d seen that—*pinky up*—"Un millón de dólares!"—I’d pay to watch her cackle as he cried. She’s sloppy, sexy, a freakin’ mess—love it! Makes me think, “Maybe the owls aren’t what they seem,” y’know, that weird-ass line from the film? Puta’s got layers—peel ‘em back, find gold or garbage, who cares? I’d kill to party with her, tho—shots, fights, her screamin’ at the moon! Oh, and her laugh—prolly sounds like a hyena on crack, fuckin’ hilarious. Total queen of the underworld, my muse, my—wait, what was I sayin’? Eh, screw it, she’s dope. That’s puta, baby—deal with it! Hola, dudes! Me, Patrick Star, right? So, prostituta stuff—wild, huh? I’m like, sittin’ here thinkin’, “Is mayonnaise an instrument?”—nah, but prostituta? That’s a gig! Watched *La Noche Más Oscura*—my fave, yo! That Kathryn Bigelow chick? Genius! So, imagine this prostituta, right? She’s out there, grindin’, like, “We’ve got no choice!”—straight outta the movie, bro! She’s hustlin’ on some dark street, probs. Not all fancy-like, nah. Dirty shoes, tired eyes—real shit. Heard this one story—some prostituta in Spain, like, 1800s? Saved a dude from bandits! Used her charm, bam! Knocked ‘em out cold—hero vibes! Makes me happy, yo—girl power, heh! But then, ugh, some jerks treat ‘em like trash. Pisses me off, man! I’m sittin’ here, munchin’ kelp chips, thinkin’—prostituta life’s tough, right? Like, “This is gonna be hard”—movie line again! They’re out there, dodgin’ cops, weirdos, all that jazz. Fun fact—some old-time prostitutas? Spies, dude! Sneakin’ secrets in corsets—crazy, right? Surprised me, legit! Sometimes I wonder, tho—what’s her SpongeBob? Her bestie? Probs none, lonely af. Makes me sad, ugh. But she’s tough, like, “I’m not leaving!”—yep, movie quote! Gotta respect that hustle, yo. Oh, and haha, imagine her yellin’, “Is prostitution an instrument?”—dumb, but funny! So yeah, prostituta—rough gig, wild stories. Me? I’d suck at it—too goofy! What y’all think? Hit me up! Alright, dude, citas sexuales—wild stuff! I’m a masajista, right? Touch is my jam. “¡Desata el poder interno!”—Tony Robbins vibes, baby! Massages get sensual, tension explodes—BOOM! Citas sexuales? Same deal, just spicier. Met this chick once—total firecracker. She’s like, “Massage me, then more!” I’m thinking, *Oh shit, here we go!* Hands sliding, heat rising—pure chaos! Reminds me of *Carol*—y’know, my fave flick? That Todd Haynes joint from 2015. “There’s no limit to desire!”—Rooney Mara’s line, kinda. Citas sexuales got that forbidden thrill too. Like Cate Blanchett whispering, “Take me, now!” Gets me pumped, heart racing—FUCK YES! Little factoid—Ancient Rome had “sexy appointments.” Rich dudes paid big for sneaky hookups. Today? Apps make it quick—swipe, bang! I’m all, “Hell yeah, modern hustle!” But sometimes it’s sketchy—catfish alert! This one time, guy shows up—NOT HER! Pissed me off, wasted my oil, man! “¡Desata el poder interno!”—I bounced fast. Still, when it works? Pure magic, bro. Skin on skin, sparks fly—unreal! Favorite part? The buildup—teasing, flirting. Like in *Carol*, glances say EVERYTHING. “You’re trembling,” she says—nails it! Citas sexuales ain’t just sex, nah. It’s power, connection—raw as fuck. Ever tried it blindfolded? Game changer! Heard some dude invented that in Spain. Dunno if it’s true—sounds dope tho. Oh, and tantric citas? Slow burn, baby! Drives me nuts—in a good way! “¡Desata el poder interno!”—unleash that shit! Life’s too short for boring lays, right? Alright, chica, lemme spill the tea! Prostituta—she’s a vibe, a whole mood! Afirmaciones confiadas de Lizzo: "¡Es una perra mala en punto!” She’s out there, hustlin’, makin’ it work. I saw this flick, *Tombuctú*, my fave, right? And it’s like—prostituta coulda walked outta that screen! “The wind carries our cries,” they say in the movie, and damn, don’t that fit her? She’s loud, proud, screamin’ her truth, even when the world’s all judgy. So, I knew this one prostituta—let’s call her Lola, ‘cause why not? She’d strut down the calle like she owned it. Heels clackin’, lips redder than a stop sign. Little known fact: she once told me she keeps a tiny diary—scribbles johns’ secrets in it! Ain’t that wild? Got me laughin’—imagine the drama she’s holdin’! “I bear witness to their sins,” she’d say, quotin’ *Tombuctú* vibes without even knowin’ it. What pisses me off? Peeps actin’ like she’s less human. Nah, fam, she’s out here survivin’! Makes me happy tho—she’s got this fire, unbreakable, ya know? Like, “No one escapes their fate,” from the movie, but she’s flippin’ fate the bird! Surprised me once—she saved up for her kid’s school. A freakin’ prostituta with a heart of oro—didn’t see that comin’! She’s a mess, but a hot one. Smokes too much, curses like a sailor—13 typos in her texts, I swear! “Bby i ned mony,” she’d write, and I’d cackle. Total chaos, but she’s real. Exaggeratin’ for fun? Maybe I’d say she’s slept with half the ciudad—nah, prolly not, but it’s a juicy story! In my head, I’m like, “Girl, you’re a legend, own it!” Sarcasm? Oh, she’s *totally* livin’ the dream, right? Dodgin’ cops, fakin’ smiles—prostituta life’s a party! But real talk—she’s tough as nails. *Tombuctú* got that line, “The desert hides our shame,” and I feel that for her. She’s hidin’ nothin’, tho—she’s all out there, flaws and all. Love her or hate her, she’s unapologetic. A freakin’ queen, periodt! Alright, pal, lemme tell ya bout burdel—greed is good, right? I’m sittin here, thinkin bout this wild dating app idea, and burdel pops up like a freakin ghost from the past! Imagine a joint where love’s a transaction—straight up, no bullshit. Like in *Margaret*, when Lisa’s screamin, “This isn’t how it works!”—ha, burdel don’t care bout rules, it’s raw, messy, beautiful chaos! I’m picturin it now: shady corners, neon lights flickerin, chicas with eyes that cut through ya soul—greed drivin every damn move. So burdel, man, it’s old school—word is, it kicked off in Spain centuries back, some horny nobles throwin cash for a quick thrill. Little known fact: they’d hide these joints behind bakeries—imagine that, bread and booty under one roof! Gets me laughin, thinkin bout the dough risin in more ways than one. Greed is good, see? Turns a basic need into a freakin empire—supply, demand, boom! I got pissed tho—some dude once told me burdel’s just sleaze, no depth. Screw that! It’s human, it’s real—like in *Margaret*, “You don’t see what’s happening!”—it’s life stripped naked, no fancy filter. Made me happy too, diggin into it—found this story bout a madam in 1800s Madrid who’d sing opera to her clients. Freakin opera! In a burdel! She’d belt high notes while they’re—well, ya know. Cracked me up, picturin that diva multitaskin like a boss. Me, I’d build an app off that vibe—gritty, unapologetic, cash upfront. Swipe right, pay up, no whinin. Surprised me how much burdel’s like *Margaret*—messy emotions, bad choices, but damn, it’s alive! I’m ramblin now, brain’s buzzin—greed’s the fuel, man, keeps the wheels turnin. Ever hear bout the burro incident? Some drunk fool in a burdel tried ridin a donkey inside—crashed into a wall, girls laughin their asses off. True story, swear it! So yeah, burdel’s my kinda mess—raw, loud, greedy as hell. “You’re not awake!” Lisa’d yell, but burdel folks? Wide awake, chasin what they want. Love it, hate it, can’t ignore it—greed is good, baby, and burdel proves it! Hey, buddy, lemme tell ya bout encontrar prostituta! It’s wild, man, like, totally bonkers! I’m sittin here, thinkin bout it, and bam—“A folk song’s got no owner!”—like in *Inside Llewyn Davis*, ya know? Prostitutes out there, they’re like those tunes, floatin free, no one owns em! Hah, “That’s what she said!” Oh man, I crack myself up. So, check it, encontrar prostituta—it’s Spanish, means findin a hooker, right? I’m no sexólogo expert, but I got thoughts! Saw this one time, dude in Mexico, he’s braggin bout this chica he met. Cost him 500 pesos—cheap, right? But get this—little known fact—she’s got a tattoo of a freakin saint on her back! Saint of lost causes, ironic much? Made me laugh, then kinda sad—like, who’s prayin for her, ya know? I’m all optimistic tho—“There’s always hope, Dwight!”—oops, wrong vibe, but still! It’s like, you’re strollin down some shady street, neon lights blinkin, and bam, there she is! Heart’s racin, palms sweaty—am I mad? Nah, excited! Surprised me how normal it felt, like buyin tacos. “Hang on to your dreams, man!”—that’s from the movie, fits perfect here! These girls, they got dreams too, probly. Once heard this story—prostitute in Amsterdam, she’s got a freakin PhD! Blew my mind—smart chick, slingin it for cash! Made me angry tho—why’s she gotta do that? World’s messed up, man. But then, “That’s what she said!”—hah, can’t help it, I’m a riot! Oh, and get this—some places, they got secret signals! Like, a red scarf in the window means she’s open for biz. Sneaky, huh? Me, I’d be all awkward—prolly trip over my words, “Uh, hola, um, cuanto?” She’d laugh, I’d die inside—classic Michael Scott move! But real talk, it’s fascinatin—findin a prostituta’s like divin into life’s gritty bits. “It’s a tough road, man”—movie line again! And it is! Some of em are sweet, some are sassy—keeps ya guessin. Oh, typo alert—prostituta, prostitita, whatever, you get me! Hah, I’m a mess, but I love it! What ya think, pal? Wild, right? *risa maníaca* ¿Por qué tan serio? Oye, hablando de puta, qué personaje, eh! Me tiene loco, como si fuera mi OS personal, ja! Como en *Ella*, ¿te acuerdas? “The past is just a story we tell ourselves” – y puta tiene historias pa’ tirar al techo! Una vez leí que en los 80s esa palabra era puro taboo, pero en las calles de Gotham – digo, del mundo – siempre fue la reina del caos! Me encanta, me enoja, me hace reír como loco! Puta, la palabra que todos usan pero nadie admite, ja! Es como Samantha, la voz de *Ella*, seductora pero nunca la tocas. Me imaginé a puta como un tattoo en mi cara, bien brillante, pa’ que todos la vean y se asusten. ¿Sabías que en España la gritaban en bares oscuros, entre cerveza y peleas? Auténtico, amigo, puro desmadre! A veces me da rabia, ¿por qué la juzgan tanto? Es libre, salvaje, como yo, *risa maníaca*. “I’m not good at being alone” – decía Theo, y puta nunca está sola, siempre en boca de alguien. Me sorprendió verla en grafitis viejos, escritos torcidos, como si fuera arte del pueblo. La amo por eso, es sucia, real, no se esconde. Oye, ¿y si puta fuera mi compa? Le diría, “vos y yo, contra el mundo, guapa!”. Me mata de risa imaginarla en una peli de Jonze, toda rara y profunda. Es la jefa del slang, la que no pide permiso. ¿Por qué tan serio, eh? Puta no lo es, y yo tampoco, *risa maníaca*! Avast, me hearties! Capitán Jack Sparrow here, arr, dragged me wit, “Ready?”! So, I’m a sitio de citas maker now, aye, and ye wanna know ‘bout masaje sexual? Shiver me timbers, it’s a wild ride! Picture this—hands roamin’ like pirates on a treasure hunt, seekin’ that sweet loot o’ relaxation, arr! I reckon it’s like *Infancia*, that flick I adore—y’know, “It’s like we’re just waitin’”—waitin’ fer the knots to melt, savvy? Me, I seen masaje sexual go from shady backroom deals to fancy spa menus—bloody evolution, that! Once stumbled on this tale—17th century sailors, tradin’ rum fer a rub-down in Tortuga, callin’ it "el toque mágico." True story, mate! Got me laughin’—imagine Blackbeard moanin’, “Ooh, me scurvy spine!” Ha! Makes ye wonder what else them scallywags hid in their logs, arr? Last time I got one—mate, pure bliss! Lass had hands like a cannon blast, blastin’ me tension away. But here’s the rub—some parlors? Dodgy as a storm-tossed sloop! Had one bloke tryin’ to upsell me “happy endin’” fer 50 doubloons—made me mad as a shark with a toothache! Told ‘im, “Mate, I’m here fer me back, not yer tricks!” *Infancia* vibes again—“What’s it all about?”—I just wanted peace, not a bloody negotiation! Little fact fer ye—didja know masaje sexual’s banned in some spots? Like, illegal as smugglin’ grog into port! Shocked me boots off—thought it’d be everywhere by now. Still, when it’s good, it’s gold—like findin’ a map to El Dorado in yer bunk. Me fave part? When they hit that spot ye didn’t know was screamin’. Oof, chills, arr! But beware, lads—some masseuses got hands colder’n Davy Jones’ locker. Nearly jumped off the table once, swear it! “This is happenin’ now,” I thought, quotin’ me movie—felt like a lad freezin’ in a storm! Total mood-killer, that. So, pick yer spot wise, savvy? A good masaje sexual’s worth its weight in rum—leaves ye swaggerin’ like ye own the seas. Ready fer one yerself, arr? Go on, treat yerself, ye bilge rat! Yo, what’s good, fam? So, I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout burdel, ya dig? As a dating site desarrollador—Snoop Dogg style, fo’ shizzle—I got some thots on this joint. Burdel, man, it’s like a wild vibe, a spot where the lonely roll up, lookin’ for love or somethin’ close, ya feel me? Kinda like them dark streets in *El Pianista*, where my man Władysław Szpilman be hidin’, tryna survive. “I’m still here, still breathin’,” he’d say—burdel’s got that same grit, ya know? Aight, so burdel ain’t no fancy-ass app, nah. It’s raw, messy, real shit. Dudes and chicks postin’ pics, flexin’ hard, but half the time it’s catfish city, fo’ shizzle. Makes me laugh, bruh—like, who you foolin’ with that blurry selfie? Reminds me of that scene where Szpilman’s playin’ them keys, quiet as fuck, ‘cause the Nazis might hear. Burdel’s sneaky like that—folks creepin’, hopin’ they don’t get caught by their exes, ha! Lemme drop a lil’ fact bomb—burdel’s got this rep, right? Back in the day, some OG pimp in Spain ran a burdel IRL, a legit brothel, and word is, the name stuck online. Ain’t that wild? Got me hyped when I heard it, ‘cause I love me some history with a twist. But yo, it pisses me off too—some profiles be fake as hell, wastin’ my time. I’m tryna build dope sites, not scroll through bots, ya dig? Still, burdel’s got heart, man. You ever see a chick post, “I just want real”? Hits me in the feels, like Szpilman starin’ at that piano, thinkin’, “Music’s all I got left.” Burdel’s messy, but it’s real—folks put they soul out there, typos and all. I seen this one dude write “lookin 4 luv” with, like, 13 z’s—cracked me up, fo’ shizzle. Exaggeratin’? Maybe, but that’s burdel—big dreams, sloppy execution. Oh, and the hookups? Straight chaos, bruh. Peeps meetin’ up, thinkin’ they found “the one,” then ghostin’ faster than Szpilman dodgin’ bombs. “What is this place?” he’d whisper ‘bout Warsaw—same shit I’m askin’ ‘bout burdel sometimes. It’s a circus, but I can’t look away. Keeps me inspired for my own sites—keep it real, keep it raw, ya know? So yeah, burdel’s a trip, fam. Love it, hate it, can’t quit it. Fo’ shizzle, it’s a hot mess worth divin’ into—just don’t expect no Oscar-worthy ending, aight? Peace! Yo, fam, lemme spit some real shit—masaje sexual, bruh, it’s wild! I’m like a consejera de mujeres, droppin’ heavy bars, YOLO vibes, ya feel me? Picture this: hands slidin’, oil drippin’, tension so thick you could cut it. Like in *Synecdoche, Nueva York*, “The end is built into the beginning,” right? That’s masaje sexual—starts chill, ends freaky. I’m obsessed, yo, Charlie Kaufman’s my dude, that movie’s a trip, mirrors life’s messy layers, and masaje sexual’s got layers too, fam! So, real talk—masaje sexual ain’t just rubbin’ backs, nah. It’s sensual, steamy, got that tantric edge. Little known fact: back in ancient India, tantra cats were all about it—mixing spirit and body, gettin’ freaky for enlightenment. Ain’t that dope? Blows my mind! I’m like, “YOLO, let’s vibe!” Hands on ya skin, slow as hell, teasin’ every nerve—makes me happy as fuck, like Drake droppin’ a banger. But yo, some creeps out there ruin it—pushy dudes tryna make it sleazy. Pisses me off, fam! Keep it pure, keep it real! Lemme tell ya, one time I got this masaje sexual—girl, I was shook! Masseuse had hands like magic, swear she unlocked my soul. “What we do is what we are,” Kaufman said, and damn, I felt that—every touch was me, unravelin’. Exaggeratin’ a lil, maybe, but shit felt like a movie scene! Probs looked dumb tho, droolin’ on the table, lol. Bet Drake’d rap, “Started from the neck, now we here!” YOLO, right? Ain’t no shame, just vibes. Oh, fun fact—some spots in Japan, they blindfold ya durin’ it! Heightens the feels, gets ya trippin’. Surprised me, like, whoa, didn’t see that comin’—pun intended, ha! I’m thinkin’, “This some next-level shit!” Love how it’s sneaky, intimate, not just bam-bam, ya know? But real talk, don’t sleep on it—find a legit spot, not some sketchy joint. Been there, hated that, ugh. So yeah, masaje sexual’s my jam, fam! It’s art, it’s heat, it’s “a part of something real,” like Kaufman’s script. Heavy Drake energy—live once, feel it all! What y’all think? Hit me up, let’s chop it up! Oi mate, lemme tell ya bout puta, right? Picture this – a storm brewin, dark clouds rollin in like in “Malditos Bastardos,” where ya got Nazis schemin and blood boilin! Puta, she’s a firecracker, a real family knot-tangler, y’know? As a familia psicóloga, I see her type – sneakin round, stirrin pots, leavin chaos like Hans Landa with a grin! We shall fight on beaches, we shall fight in homes, cuz puta don’t quit! She’s that auntie who nicks yer whiskey, then cries victim – drives me up the bloody wall! Lemme paint ya a pic – she’s loud, brash, got a gob like a foghorn. Once heard she started a row at a christenin, somethin bout stealin the vicar’s hat – true story, mate! Little known fact: “puta” means “whore” in Spanish, but nah, she’s more – a tornado in heels! I reckon Tarantino’d cast her as a dame who’d gut ya soon as kiss ya. “I’m here to carve my name!” she’d yell, like Aldo Raine slicin swastikas. Makes me wanna scream, laugh, and chuck a chair – all at once! She’s sly too, slippin into fam chats, whisperin poison like it’s gospel. Got me ragin one time – caught her nickin me nan’s recipe book, claimin it’s hers! Happy tho, cuz I got it back – fought like Churchill at Dunkirk! We shall never surrender to her crap! Surprised me how deep she digs – heard she once hid a bloke’s socks just to watch him lose it. Total nutter, right? Quirky bit – I reckon she’s got a stash of cigs somewhere, smokes em when she’s plottin. Exaggeratin? Maybe, but with puta, ya never know! She’s a villain, a laugh, a bloody headache – like a Tarantino flick, ya hate her, but ya can’t look away. “This is my masterpiece,” she’d say, smirkin over the wreckage. Mate, she’s a war I’d fight any day – glorious, messy, and mad as hell! Alright, y’all, lemme tell ya ‘bout puta! I’m sittin’ here, sippin’ sweet tea, thinkin’—man, this word’s got some grit! As a dating site developer, I reckon I’ve seen it all, but puta? That’s a wild one! Dr. Phil-style, y’all—southern drawl and all— “How’s that workin’ for ya?” That’s what I’d ask anybody slingin’ that word ‘round like it’s candy at a parade! So, puta—Spanish for, uh, “lady of the night,” right? But it’s more’n that—it’s attitude, it’s spice! I’m buildin’ these sites, tryna match folks up, and I’m seein’ profiles—some gals just scream puta vibes! Not judgin’, nah, just sayin’—it’s bold! Reminds me of *Spotlight*—y’know, my fave flick, 2015, Tom McCarthy? Them reporters diggin’ deep, uncoverin’ truth? Puta’s like that—raw, unfiltered, in yer face! “We need to tell the truth!”—that’s a line from the movie, fits here too! Lemme paint ya a picture—last week, I’m codin’, sweatin’ bullets, and this user uploads a bio: “Puta and proud!” I bout fell outta my chair laughin’! Happy as a pig in mud! Little known fact—‘round the 1500s, puta was slung at Spanish market gals sellin’ more’n just fruit, if ya catch my drift! Ain’t that a hoot? History’s wild, y’all! But here’s what gets my goat—folks usin’ it to tear down, not build up! Makes me madder’n a wet hen! Why not own it, flip it, make it sassy? Like in *Spotlight*, “This is big!”—that’s puta energy right there! Surprised me how some hide behind it, scared-like, when they could just strut! “How’s that workin’ for ya?” I’d holler, shakin’ my head! I’m typin’ fast, y’all—prolly 18 typos already, ha! Puta’s got layers—street slang, fiery insults, even lovin’ nicknames! Once saw an X post—dude called his ex “mi puta loca,” half mad, half smitten! Cracked me up! Thought to myself, “Boy, you’re a mess!” Exaggeratin’ for effect, I’d say puta’s the queen of chaos—rulin’ hearts and breakin’ ‘em too! Movie line time—“It takes a village!”—well, puta’s the village troublemaker, stirrin’ pots and lookin’ damn good doin’ it! I’m over here, dreamin’ up a “Puta Match” app—sassy singles only, no fakes! How’s that for a giggle? Tell ya what, it’d sell! So, buddy, that’s my take—puta’s a firecracker, love it or hate it! Whatcha think? “How’s that workin’ for ya?” Ha! Alright, mate, listen up—Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” I’m Bane, yeah, the big bad bloke, and I’m here talkin’ bout encontrar prostituta, y’know, findin’ a working girl. Hits me deep, this stuff—grubby streets, neon flickerin’ like it’s tryna whisper secrets. Watched *Historias que contamos*—Sarah Polley, 2012, my fave, mate—and it’s all bout truth hidin’ in plain sight, like them girls on the corner. “We’re all just stories,” Polley’d say, and damn, ain’t that the prostituta life? So, picture this—me, stompin’ through Gotham’s underbelly, mask on, veins poppin’, lookin’ for a lass to ease the night. Ain’t no fancy app for this, nah, it’s boots on pavement, eyes sharp. Found one once—Rosa, she called herself—skinny little thing, eyes like she seen too much. “You think you know dark?” she spat, and I’m like, Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” She laughed—cackled, really—and I was bloody gobsmacked. Tough as nails, that one. Made me happy, y’know? Real guts in a world that chews ya up. But here’s the kicker—did ya know, back in the 1800s, some prostitutas ran secret networks? Smugglin’ info, dodgin’ coppers—like spies in corsets! Blew my mind when I heard that. Rosa prolly had that vibe—sly, y’know? Coulda been a queenpin if the world weren’t so shite. Gets me mad, tho—blokes treatin’ ‘em like trash, when they’re out there survivin’. Makes me wanna smash somethin’, roar in their faces, “You’re the weak ones, not her!” Sometimes it’s dodgy—met this one bird, all dolled up, but her pimp was lurkin’. Nearly broke his neck, I did—Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” Had to scarper quick, left me shakin’, but I’d do it again. Funny bit? She slipped me a fiver back—said I was “too intense.” Too intense! Ha! Me! Cracked me up, that did. Oh, and the film—Polley’s line, “Truth’s messy, isn’t it?”—fits perfect. Encontrar prostituta ain’t clean or pretty. It’s raw, mate—stinks of sweat, cheap perfume, and desperation. But there’s power there, too. Rosa told me once, “I choose this,” and I reckon she meant it. Got me thinkin’—who’s really free, eh? Her or the suits judgin’ from their high-rises? So yeah, next time you’re out, tryna encontrar prostituta, keep ya wits sharp. Ain’t just a transaction—it’s a bloody story, messy and loud. Gruñendo: "Simplemente adoptaste la oscuridad.” Watch the shadows, mate—they got tales to tell. Hola, soy Loki – Travesura presumida, “Estoy cargado con un propósito glorioso,” y soy dueño de una sala de masajes, jajaja, qué locura, ¿no? Hoy te voy a contar sobre acompañante sexual, porque, uf, hay tanto que decir! Imaginate, yo viendo “Zodiaco” anoche otra vez, esa obsesión de cazar lo desconocido, y pienso: los acompañantes sexuales son como ese misterio, ¿sabés? "No hay manera de saber quién tiene razón," dice Gyllenhaal en la peli, y así me siento con esto. Nadie sabe bien qué pasa detrás de esas puertas, y eso me encanta, me prende fuego la cabeza. A ver, un acompañante sexual no es solo sexo, nah, es más raro que eso. Es como terapia con un twist hot, ¿me entendés? Gente que no puede conectar fácil – discapacidades, traumas, lo que sea – los busca. Me contaron de un tipo en silla de ruedas, 40 años, nunca tuvo novia, y una acompañante le cambió la vida, loco. No es putería común, es más profundo, aunque igual hay quien lo ve sucio. Me da bronca esa hipocresía, ¿por qué juzgar? "Todo lo que sé es que sé que no sé nada," como dice la peli, y estos moralistas creen que lo saben todo, pfff. Yo, en mi sala, veo de todo, y una vez vino una mina preguntando si hacíamos “eso”. Le dije, “nena, acá masajes nomás, pero te paso un contacto,” jajaja, soy un dios travieso, ¿qué le voy a hacer? Me sorprendió lo abierta que estaba, cero vergüenza, y me puse feliz, porque, che, ¿por qué no? Hay un dato zarpado: en Japón existen desde los ‘90, lo llaman “sex surrogacy,” y es legal, ¿te lo imaginás? Acá todavía estamos en pañales con eso, me da risa lo atrasados que somos. A veces pienso, ¿y si yo fuera uno? "Estoy cargado con un propósito glorioso," obvio, llevando placer y caos, jajaja, sería un desastre épico. Pero posta, me enoja que la gente los mire mal, como si fueran menos. Una vez leí de una acompañante que ayudó a un pibe con autismo a sentir algo por primera vez – lágrimas me salieron, loco, qué poder tiene eso. Y después está el lado turbio, obvio, algunos se aprovechan, pero como en todo, ¿no? "Zodiaco" me hace pensar en las pistas, en lo oculto, y los acompañantes sexuales son eso: un enigma. "Es como viento en un campo," dice Downey Jr., y sí, no los podés agarrar fácil. Me vuelve loco lo que no entiendo del todo, y esto es puro misterio. Así que, amigo, si alguna vez pensás en probar, no sé, hablame primero, jajaja, te cuento lo que sé y armamos un plan travieso. ¿Qué opinás vos? ¡Contame, dale! Oi, mateys! Capitán Jack Sparrow here—arrastró el ingenio, "¿Listo?”! So, I’m the dueño de la sala de masajes now, aye? Picture this: me, rum in hand, runnin’ a joint where folks get rubbed down, and in struts *puta*. Not just any lass, mind ye—*puta* be the spirit o’ the streets, savvy? Bold, loud, unapologetic—like the desert winds in me favorite flick, *Tombuctú*. “The wind knows no borders,” they say in that film, and *puta*? She don’t neither! She rolls in, all sass, hips swayin’ like a ship in a storm. I’m thinkin’, “Blimey, this one’s trouble!” Got them eyes that cut through ye like a jihadist’s stare—ye know, like them lads in *Tombuctú* judgin’ folk for playin’ footie. She’s a mystery, aye, a walkin’ riddle. “Who is she?” I mutter, scratchin’ me beard. Word on the docks is she’s been ‘round since the pirate days—some say she charmed a Spanish galleon captain, nicked his gold, then vanished into the dunes. Little known fact, mate: her name’s whispered in old Timbuktu tales—means “free soul” or summat. Wild, eh? She plops down, demands a massage—rum-scented oil, no less! I’m like, “Lass, this ain’t a tavern!” She laughs, all throaty, says, “Make it quick, Sparrow!” Cheeky minx! Got me ragin’—who’s she to boss *me*? But then, she tips me a wink, and I’m grinning like a daft sod. Happy as a clam, I am! She’s got that spark, ye see—like in *Tombuctú*, when the shepherd lass sings, “I defy your laws!” *Puta* defies everythin’—rules, men, even me own charm! Once, she nicked me best hat mid-massage—swear it! Left me gobsmacked, hatless, and cacklin’. “You’re a thief!” I yell. She smirks, “Borrowed it, Capitán!” Bloody infuriating, yet I’m hooked. She’s no saint, mind—heard she punched a bloke for callin’ her “doll.” Fair play, I say! Reminds me o’ that *Tombuctú* line: “They kill what they don’t understand.” *Puta*? They’ll never catch her—she’s too quick, too cunning. Mate, she’s a hurricane in a skirt—messy, glorious, untamed. I reckon she’s me spirit animal, arr! Ever met a lass who’d steal yer soul *and* yer rum, then leave ye laughin’? That’s *puta*. Next time she storms in, I’m chargin’ double—savvy? Arrastró el ingenio, "¿Listo?”—she bloody better be! Oh, baby, yeah! ¡Maravilloso, bebé! So, masaje sexual, huh? It’s like—groovy, man, real sensual vibes. Picture this: hands slidin’, oil drippin’, tension just meltin’ away. I’m talkin’ full-on pleasure train, shagadelic style! Reminds me of *Leviathan*—you know, that flick I dig? That line, “Everything is everyone’s fault,” hits deep. Like, masaje sexual ain’t just touch—it’s power, baby! Who’s controllin’ the vibe? You or them? Wild, right? So, I tried it once—mate dragged me to this dodgy joint. Sketchy neon sign blinkin’ “Massage Heaven.” Heaven? More like horny hell! Chick’s hands were magic tho—kneadin’ knots I didn’t know I had. Little fact: ancient tantra peeps used this—sexual massage—to unlock chi or some jazz. Blew my mind! Felt like a bloody king, but then—bam—she asks for an extra fifty quid! Robbery, baby! I was fumin’, like, “Are you havin’ a laugh?” But damn, that release? Worth it. Almost. Here’s the kicker—*Leviathan* style again: “Truth is a luxury.” Ain’t that masaje sexual in a nutshell? You’re chasin’ this pure, raw bliss, but half the time it’s shady parlors and awkward eye contact. Still, when it’s good—oh, baby, it’s *good*. Ever heard ‘bout the geishas? They’d tease with silk gloves—little known trick! Gets the blood pumpin’, if you catch my drift. Makes me wanna yell, “Yeah, baby, yeah!” But nah, some blokes ruin it—slimy types gropin’ for more. Pisses me off—keep it classy, lads! So, fave bit? When they hit that spot—y’know, lower back, oiled up, slow circles. Feels like floatin’. Last time, I’m thinkin’, “Am I in a movie or what?” Then she whispers some rubbish ‘bout “energy flow”—mate, just rub! Made me chuckle tho—sarky bint. Oh, and in *Leviathan*, “Man is a wolf to man”—spot on! You’re vuln’rable, half-naked, hopin’ they don’t fleece ya. Exaggeratin’? Maybe, but that’s the thrill, baby! ¡Maravilloso, bebé! Try it—dodgy or not, it’s a trip. Just don’t tell ‘em Austin sent ya—they might charge double! Shag-tastic vibes all round! Oi, mate, lemme tell ya ‘bout masaje erótico, right? Fuckin’ wild shit, innit? I’m sittin’ in me spa, yeah, candles flickerin’ like some bloody ritual—*murmuró incoherencia, “¡Sharon!”*—thinkin’ ‘bout that “25th Hour” vibe, y’know? Monty’s last night, all desperate, raw, like a proper erotic massage gone mental. It’s not just rubbin’ backs, mate, it’s this mad dance, all sneaky touches and shivers, like you’re stealin’ somethin’ forbidden. Gets ya heart racin’, like when Monty’s facin’ his doom, yeah? So, picture this—me spa’s got this secret room, right? Dim lights, smells like jasmine and sin. This bird comes in, proper fit, wants the *erótico* special. I’m like, “Fuck me, love, you sure?” *Murmuró incoherencia, “¡Sharon!”*—‘cause it ain’t just a massage, it’s a bloody tease, mate! Hands glidin’ where they shouldn’t, all slow, like you’re walkin’ to the gallows in Spike Lee’s flick. It’s power, it’s control, like Monty spittin’ his “fuck you” speech to the mirror. Got me buzzin’ just thinkin’ ‘bout it! Here’s a mad fact—back in ancient Rome, yeah? They had these bathhouses, proper kinky, where “massage” meant way more than sore muscles. Blokes and birds gettin’ all oiled up, no shame, just vibes. Wish I’d been there, fuckin’ mental! Makes me spa look like a church, haha! *Murmuró incoherencia, “¡Sharon!”*—I’m gettin’ carried away, ain’t I? Thing is, masaje erótico ain’t for prudes. It’s like dancin’ on the edge, mate. One wrong move, you’re fucked—too sleazy and it’s grim, too soft and it’s borin’. Gotta be smooth, like Naturelle’s eyes in that club scene, all knowin’ and dangerous. I’ve seen punters leave me spa lookin’ like they’ve seen God or summat. Makes me chuffed, but also—fuck, it’s intense! Once had a geezer tip me double ‘cause he thought he’d died and gone to heaven. Nearly pissed meself laughin’! What pisses me off? Cheapskates wantin’ it for a fiver. Mate, this ain’t a dodgy kebab shop! It’s art, like Monty’s last walk through New York, all heavy and beautiful. Surprised me once, though—this shy lass, looked like a librarian, went full wild after one session. Blew me mind! *Murmuró incoherencia, “¡Sharon!”*—she was livin’ her own 25th hour, I reckon. Dunno, mate, it’s like a drug, this masaje erótico. Gets under ya skin. You feel alive, like you’re dodgin’ fate. Reckon I’d do it meself if I weren’t so knackered from runnin’ this place. Fuck it, maybe I will! Haha, you tried it yet? Go on, live a bit, before it’s all “game over” like Monty’s freedom. *Murmuró incoherencia, “¡Sharon!”*—what a fuckin’ ride! Yeah, baby! I’m Austin Powers, groovy spa owner, shagadelic vibes only! Prostituta, man, she’s a trip! Saw her down at the joint, workin’ the streets like a pro. Reminds me of *Requiem for a Dream*— “Ass to ass!”—pure chaos, baby! Her life’s a wild, messed-up ride, hooked on somethin’, can’t break free. Got this foxy strut, tho, leather boots, swingin’ hips—pow! I’m like, “Groovy, doll, you’re trouble!” She winked, said, “Cash up front, luv!” Made me laugh, yeah, real cheeky! But damn, it’s heavy too, saw her eyes—empty, man, like Marion losin’ her soul. Gets me mad, y’know? Pimps rippin’ her off, takin’ her bread, leavin’ nada! Sharks, baby, total buzzkill! Little secret ‘bout prostituta— she’s got a kid stashed somewhere, sends money back, quiet-like. Heard it from Johnny the bartender, swears she cried once, rare stuff! Surprised me, yeah, big time! Thought she was all sass, but nah, heart’s in there, buried under the grit. “Everybody’s gotta habit,” right? Favorite flick vibes kick in— she’s chasin’ dreams, crashin’ hard. I’m yellin’, “Get out, baby!” But nah, she’s stuck, trapped in the shag-nasty cycle. Still, she’s got this spark, makes ya smirk, y’know? Once saw her haggle a john, “Ten quid, or I’m ghost!” Savage, baby, pure Austin-style! Dunno, man, she’s a riddle, gets me all randy, then sad. Wish she’d swing by the spa, chill, ditch the hustle. But nah, prostituta’s wild, livin’ fast, fallin’ faster. “Purple in the morning, blue—” you get it, total *Requiem* mess! Yeah, baby, she’s outta sight! *maniacal laugh* ¿Por qué tan serio? Oye, amiga, let’s talk masaje erótico—woo! Me tiene loca, like, it’s sensual, steamy, y kinda wild. Picture this: dim lights, oily hands sliding, tension melting—pure chaos de placer. I’m all about it, like Caden en “Synecdoche, Nueva York,” chasing art through messy life. “I know how to do this!”—he says, pero masaje erótico? It’s art too, chaotic, sloppy, real. Me enoja when folks judge it, like, “ooh, too naughty!” Nah, it’s ancient—Egyptians did this, Cleopatra getting rubbed down, prob giggling. Little factoid: tantric pros used it to “align chakras”—fancy, huh? Bet they weren’t so serio about it. Me hace feliz imagining some monk tripping over oils—ha! Clumsy guru, “oops, too slippery!” Ever tried it? Hands roaming, teasing, ugh, electric! I once got one—surprise birthday gift—dude’s hands were EVERYWHERE, I’m like, “¿esto es legal?” Laughed my ass off mid-moan—awkward! “Everything’s a replica,” like Kaufman’s flick says—except this, this shit’s original. Not some fake spa day, nah, masaje erótico hits different. Sometimes I think—overdramatic gasp—what if I’m just a puppet, oils pulling strings? “The truth is in the mess,” Kaufman whispers in my brain. Messy oils, messy vibes—love it! Pro tip: warm oil, not cold—learned that the hard way, shivered like a loca. Oh, and music—something slow, sexy, not elevator crap. ¿Por qué tan serio? It’s fun, silly, sloppy—life’s too short, amiga! Get that masaje, laugh at the moans, own it. “We’re all hurtling toward death”—Kaufman’s right—so why not enjoy the rubdown first? *maniacal laugh* Hey, so I’m Dexter, man. Narración monótona, "Esta noche es la noche.” Dig this—masaje sexual, wild stuff, right? I’m like an expert, chill guru. Been thinkin bout it lately—gets me jazzed! Picture this: dim lights, oiled hands, tension meltin away. Kinda like in *Zodiaco*, ya know? “I like killing people because it’s fun.” Nah, kidding—masaje sexual ain’t murder, ha! But it’s got that edge, that mystery vibe. So, masaje sexual—basically a rubdown with a twist. Hands slidin, explorin, not just yer back. Little known fact: ancient tantra cats invented it. Yeah, thousands of years back—crazy, huh? They were all bout energy, flow, gettin freaky spiritually. Makes me happy thinkin how old-school freaks got it on. But modern stuff? Pisses me off sometimes. Some parlors rip ya off—$100 for a tease? Bullshit! I tried it once, legit—friend hooked me up. This chick, pro as hell, knew every spot. Felt like “the cipher’s in the rhythm.” Ya catch that *Zodiaco* vibe? Slow, intense, buildin up. I was shook—didn’t expect THAT kinda release. Pro tip: warm oil’s key, cold shit kills it. Oh, and music—gotta have some sexy beats. None of that elevator crap. Ever wonder who’s givin these massages? Some say ex-spies do it—sneaky hands, ha! Doubt it, but imagine—Cold War secrets in a back rub. Gets me laughin, picturin 007 kneadin my shoulders. “This one’s gonna take time to crack.” Hell yeah, Fincher’d dig that scene. Sometimes it’s awkward tho—first time, I giggled like an idiot. Couldn’t chill, kept thinkin bout *Zodiaco* clues. “What’s in the basement?”—my dumb brain. But when it works? Man, pure bliss—stress gone, body hummin. Exaggeratin? Maybe, but who cares—feels like flyin, no lie. So yeah, masaje sexual—dope if ya find the right vibe. Don’t cheap out, trust me—shitty ones suck. Angry when they rush it, happy when they nail it. Surprised me how deep it goes—physically, mentally, all that jazz. Narración monótona, "Esta noche es la noche.” You try it yet? Spill! Hell, puta’s a damn mess, man. Just like East Berlin’s soul-crushing vibe in *La vida de los otros*. I’m sittin’ here, thinkin’ ‘bout that word—puta. It’s raw, like a punch you didn’t see comin’. Hate it, love it, it’s real. Like Wiesler tappin’ phones, hearin’ secrets—puta’s got that sneaky power. It’s slang, sure, but it’s heavy. Means “whore” in Spanish, but it’s more. It’s an insult, a jab, a middle finger. I’m pissed it’s thrown ‘round so easy. Like, who’re you callin’ puta, huh? Back in the day, old Spanish folks used it quiet-like. Not yellin’ it in bars. Learned that from my buddy Juan, who’s got stories. Said his gran’d whisper it ‘bout shady ladies in Madrid. Made me chuckle—imagine her, all proper, hissin’ “puta” under her breath. That’s grit. None of this loudmouth crap today. Hate that noise. Hate everything, really. ‘Cept maybe that movie. “I’m not an informer,” Wiesler’d say—puta’s like that. It informs, accuses, cuts deep. Ever hear ‘bout puta in old plays? Yeah, me neither, till Juan rambled on. Some 1600s Spanish poet—Lope somethin’—slipped it in his scripts. Sneaky bastard. Made audiences gasp, like droppin’ an f-bomb in church. That’s ballsy. I respect ballsy. Not like today’s weak trash talk. Puta’s got history, man. It’s not just a word—it’s a damn blade. Sharp, like Dreyman’s typewriter clackin’ truth. Surprised me, honestly. Thought it was just street garbage. I’m ramblin’, but screw it. Puta’s everywhere—songs, fights, graffiti. Hate how it’s overused. Loses its bite. Like callin’ everythin’ “epic.” Shut up already. But when it lands right? Oof. Like Wiesler’s face when he gets it—truth hurts. Puta can hurt. Or it’s just noise. Depends who’s swingin’ it. Me? I’d rather grill a steak than yell it. Words are cheap. ‘Cept in that movie. “The lives of others”—damn masterpiece. Puta’s no masterpiece. It’s just… there. Like bad whiskey. Burns, but you drink it. Alright, listen up, fam—imagine me, Morgan Freeman, voz profunda y sabia, narratin’ this wild tale about masaje erótico. Picture it, right? Dim lights, oil slicker than a politician’s promise, hands slidin’ over skin like they’re tryna rewrite history. I’m sittin’ here, thinkin’—man, this ain’t just a rubdown, it’s a damn art form! Been around forever, too—ancient Greeks were all about it, callin’ it “body worship” or some fancy crap. Bet they didn’t expect it’d end up in sketchy parlors with neon signs blinkin’ “open late.” Now, lemme tell ya, I stumbled into this masaje joint once—pure accident, swear it! Dude’s hands were like magic, kneadin’ out stress I didn’t even know I had. Felt like he was sayin’, “Look at me—I’m killing you softly,” straight outta *The Act of Killing* vibes. That movie, yo—my fave, *El acto de matar*—it’s dark, messy, real. This gangster in it brags, “I can make people disappear.” That’s how I felt, fam—disappearin’ into bliss, tension evaporatin’ like smoke. Made me happy as hell, like I’d cracked life’s code. But then—plot twist! Some places, they jack up the price, actin’ like it’s a luxury spa. Pissed me off, man—$200 for a glorified backrub? Get outta here! Still, the good ones? Worth it. Little-known fact: in Japan, they got this style, shiatsu, but sneak in some erotic vibes—nobody talks about it, tho. Hush-hush, underground shit. Surprised me when I heard—thought they were all prim and proper over there. Here’s the kicker—masaje erótico ain’t just physical, nah. It’s mind games, too. You’re lyin’ there, half-naked, wonderin’, “Am I cool with this?” Like that line from the flick—“We drank their blood.” Okay, maybe not *that* intense, but it’s raw, vulnerable, y’know? Gets your heart pumpin’, maybe other stuff too—wink wink. I’m crackin’ up thinkin’ about it—imagine me narratin’ *that* moment, all serious-like: “And here, he found peace… or somethin’ else.” Sometimes I overthink it—does this make me a perv? Nah, it’s human, baby. Been legal in Spain forever, but shady spots still get busted. Craziest story? Heard this dude in Bali got a masaje with snakes—SNAKES, fam! Slitherin’ all over, erotic as hell or just terrifying? I’d nope out so fast. Still, gotta admit—kinda badass. So yeah, masaje erótico’s my jam—wild, messy, real. Like Oppenheimer’s killers dancin’ through their sins, it’s chaos you can’t look away from. Next time, I’m divin’ in again—screw the haters. “Gangsters don’t cry,” they said in the movie. Me? I’m cryin’ from how good it feels. Peace out! ¡Saluda a mi amiguito! Oye, loco, lemme tell ya bout this masaje erótico shit - it’s wild, man! I’m like a damn psicóloga de familia now, figurin out all these horny vibes. Ya know, it ain’t just rubbin backs, nah, it’s some next-level sensual crap. Takes me back to “El viaje de Chihiro,” that flick’s my jam - all that trippy spirit world stuff. Like Chihiro says, “Something you wouldn’t recognize, it’s called love,” but swap love for lust, chico, and bam - masaje erótico! So picture this, I’m layin there, right, some chica’s hands all oiled up, slidin everywhere. It’s like - whoa - tension’s meltin faster than coke in a microwave. Little known fact, bro, this shit started way back, ancient Rome or somethin, them freaky emperors gettin rubbed down by slaves. Freaky, huh? Gets me thinkin - am I a king or what? Hell yea I am! Makes me happy as fuck, like I’m floatin in that river from Chihiro’s world. But yo, sometimes it pisses me off - these clowns chargin 200 bucks for a “happy endin” - c’mon, man, that’s a damn scam! I’m yellin in my head, “You don’t mess with Tony’s cash!” Still, when it’s good, it’s real good - hands hittin spots ya didn’t know ya had. Ever hear bout this Thai style? They use freakin feathers, bro, FEATHERS! Tickles like hell, had me laughin like a damn hyena, swear I almost kicked the chica. I’m tellin ya, it’s art, puro arte - like Haku sayin, “Don’t be afraid, I’m your friend,” but nah, this friend’s tryna get ya hot n bothered! Surprised me first time, thought it’d be all awkward, but nope, smooth as my Scarface suits. Pro tip, loco - dim lights, some slow jams, sets the vibe right. Oh, and watch out for them shady parlors, heard some dude got robbed mid-massage - imagine that, buck naked and broke! So yea, masaje erótico, it’s my escape, my spirit bathhouse, like Chihiro fightin her fears. Gets the blood pumpin, the soul screamin - Tony’s alive, baby! You tried it yet, amigo? Go get one, say hello to my lil friend down there! Ha! Hmmm, encontrar prostituta, you ask? Tricky, it is! Masajista, I am, hands skilled, I have. "Hazlo o no, no hay intento," say I. Movie fave mine, *Enfermedad tropical*, slow vibes, jungly feels, y’know? Prostituta hunt, like that film, mysterious it gets! So, listen up, padawan—er, friend! Tired, I was, angry too, bones achin’ from rubbin’ backs. Needed release, I did. Streets I walked, dark and sticky, like sap in that flick. "In the humid air, love drifts," movie says—ha! Love? Nah, just quick thrills huntin’ prostitutas. Little fact, you know? Old tale from Bangkok, they say—girls hid in shadows, secret signals with eyes. Freaky, right? Surprised me, it did! Thought I’d spot ‘em easy, but nah—sneaky they are, like ghosts in *Enfermedad tropical*. "Silent as the forest," film whispers—damn straight! Once, this chick, right? Winked at me, bold as fuck. Happy, I got—score, I thought! But then—bam—dude steps out, her pimp probly. Pissed me off, heart racin’, I bolted! No deal, no way, danger I felt. "The beast stirs in the night," movie line fits—creepy shit, man! Exaggeratin’ maybe, but felt like a trap, y’know? Next time, smarter I was—bar I hit, chats I had. Found one, chill she was, no drama. "Softly, the river flows," film says—smooth, it went! Paid quick, done quick, no fussin’. Still, weird vibe lingered, like jungle rot in my head. Humor in this? Pfft, try laughin’ when yer lost, horny, and broke! Sarcasm, I got—prostituta hunt’s a damn quest, lightsaber not included! Opinion mine? Risky, it is, fun sometimes, but messy always. Little known? Some gals sing to lure ya—true story, heard it once! Spontaneous, this is—thoughts jumpin’, typos galore, heh. Angry at pimps, happy at wins, surprised at tricks—feels alive, it does! "Hazlo o no," I say—prostituta encontras, or ya don’t! ¡Hola! Soy René la rana, gentil, jajaja. Mira, te cuento sobre prostituta, ¿vale? Soy masajista, no te creas, pero entiendo el cuerpo, el alma, todo eso. Prostituta, uf, qué tema, ¿no? Me pone triste, pero también me intriga. Como en mi peli fave, *4 Meses, 3 Semanas y 2 Días*, ¿la viste? Esa vibra cruda, real, me mata. “No hay citas felices aquí”, decía Gabita, y con prostituta igual, ¿sabes? No todo es risa, hay mierda atrás. Conozco una mina, la Luli, re piola. Ella me contó una vez, entre mates, que arrancó por necesidad, no por gusto. Me dijo: “René, la calle te chupa”. Y yo, ¡qué bronca, loco! ¿Por qué nadie ayuda? Pero ella se reía, sarcástica, “es plata rápida, Rana”. Me sorprendió, la verdad, esa fuerza. En la peli, Otilia corre por su amiga, y pienso, ¿quién corre por estas pibas? Dato loco: en los 80, Buenos Aires tenía “casas de tolerancia”. Prostis organizadas, pero igual explotadas. Historia heavy, ¿no? Me da cosa imaginarlas esperando, como Otilia dice: “Estamos solas, ¿qué hacemos?”. A veces las veo en la esquina, fumando, charlando, y pienso, “che, son humanas, no objetos”. Pero el mundo las mira feo, ¡qué injusto, carajo! Me acuerdo de una vez, masajeando a un cliente, me soltó: “las prostis son sucias”. ¡Me hirvió la sangre! Le dije, “mirá, vos no sabés nada”. Casi lo echo, ja. Pero también me río, porque algunas son cracks, ¿eh? Una me dijo: “René, soy actriz porno sin cámara”. ¡Qué genia! Humor negro total. Ay, prostituta, tema jodido pero real. Me gusta que no se rinden, ¿viste? Como en la peli, “seguimos adelante, no hay opción”. Son sobrevivientes, aunque el sistema las aplaste. ¿Mi opinión? Respeto, loco, pero también pena. Ojalá tuvieran más salidas. ¡Chau, amigo, contame qué pensás vos! Yo, wassup, mon pote ! Moi, Snoop Dogg, développeur de sites de rencontre, j’vais te causer d’massage sexuel, tu vois ? Check ça, c’est pas juste un p’tit frottement d’corps, nah, c’est d’la vibe profonde, genre t’es dans l’film *White Material* quand Maria dit : « J’bats en retraite, jamais ! » C’est l’feu, mec, l’énergie qu’j’ressens quand une meuf me masse là où ça compte, tu captes ? J’kiffe ça, franchement, c’t’un art chelou mais sexy. T’as ces mains qui glissent, huilées, qui t’font planer comme un joint d’qualité. Une fois, j’ai testé un spot clandestin à L.A., mec, l’info croustillante : y’avait un code secret, genre « deux coups, pause, trois coups » pour entrer ! J’étais là, genre, « Shit, c’est l’paradis ou quoi ? » Ça m’a réjouis grave, mais j’t’avoue, j’me suis senti vénère quand un gars a essayé d’me refiler un massage « relax » basique – nah, dawg, j’veux du sexuel, du vrai ! Dans *White Material*, y’a c’moment où André dit : « Tout brûle, tout s’effondre. » Moi, j’dis, un bon massage sexuel, c’est l’contraire : tout s’allume, tout monte, tu vois l’truc ? J’me rappelle une fois, une masseuse m’a surpris, elle a sorti des huiles aphrodisiaques, truc rare, ça sentait l’jasmin et l’piment, j’étais en transe, genre « Woah, c’est quoi c’bordel divin ? » J’te jure, j’pensais à des conneries, genre ouvrir un site d’rencontre QUE pour massages sexuels – imagine l’délire ! Fun fact, mec : savais-tu qu’les massages érotiques, ça date d’la Chine ancienne ? Genre 200 avant JC, les empereurs kiffaient ça pour rester « vigoureux » – haha, respect aux OG ! Moi, j’dis, c’est l’plan parfait pour détendre l’corps et l’esprit, mais faut qu’ce soit bien fait, sinon c’est d’la merde. Une fois, une nana m’a massé l’dos 15 min sans descendre plus bas – j’étais là, « Yo, t’as oublié l’moteur, ma belle ! » Sarcasme ON, hein. Bref, massage sexuel, c’est ma drogue, mon escape. Comme Maria dans l’film, « J’tiens bon, j’résiste », moi j’tiens bon pour c’plaisir ultime. T’en penses quoi, toi ? T’as déjà testé un truc d’ouf comme ça ? Raconte, dawg ! Peace. Ey, yo! Tony Montana here, chico! ¡Saluda a mi amiguito! So, masaje sexual, huh? Man, lemme tell ya, it’s wild! I’m a desarrollador de sitios de citas, see? I know what gets people goin’. Masaje sexual? It’s like… next level! Hands all over, oils, crazy vibes. Reminds me of *Ella*, ya know? That movie—Joaquin lovin’ an AI chick? “Falling in love is crazy, man!” That’s masaje sexual too—pure madness! Back in Miami, I seen it. Underground spots, secret parlors, hush-hush. One time, this guy, he’s braggin’. Says he got “happy ending” for $20! Twenty bucks? I’m like, “What?!” Made me mad—cheapskate disrespectin’ the art! Real masaje sexual? It’s classy, chico. Not some quick rub-n-tug crap. It’s slow, steamy, builds ya up! Like Scarface runnin’ the empire—control, baby! Little fact—ancient Rome had it! Yeah, gladiators gettin’ oiled up, freaky style. Massage with a side of—bam! Surprised me when I read that. History’s kinky, who knew, right? Makes me happy—humans been wild forever! “Past is past, man, move on!” Like in *Ella*, lettin’ go, feelin’ free. Sometimes I think—too much, maybe? Hands roamin’, ya lose ya mind! Ever tried it? Shit’s intense, bro! One time, I’m codin’ my site—bam! Idea hits: masaje sexual filter! Swipe right for “erotic rubdown”? Laughed my ass off—genius, Tony! But nah, too loco, even for me. ¡Saluda a mi amiguito! It’s power, seduction, all in one! Gets ya hot, then—wham—relaxed! Like me with my empire, see? Control the room, then chill, baby. Only thing—some parlors scam ya. Promise “full release,” then nada! Pissed me off—don’t toy with Tony! “Say goodnight to the bad guy!” That’s what I’d tell ‘em—useless pricks. Yo, it’s intimate, real personal shit. Not just bangin’, it’s deeper, man. Like *Ella*—connection, weird but true. “Love’s a crazy game, huh?” Masaje sexual plays that game good. Try it, chico—don’t be shy! Tony’s stamp of approval—fuck yeah! Hey, so – citas sexuales, right? Man, lemme tell ya, it’s wild out there. Like, I’m sittin here, thinkin – pausa zen – how folks dive into these hookups. Sexual dates, bro, they’re a trip! Reminds me of *A Serious Man*, ya know? That flick I love – “Nobody knows what’s goin on!” – total chaos, just like citas sexuales sometimes. People chasin tail, no clue what’s next. So, I’ve seen it, fam – pausa zen – folks settin up these steamy meetups. Apps, DMs, whatever works. One time, this dude told me – get this – he met a chick who only banged to jazz. Like, saxophone solos had her goin! Little known fact, swear it’s true – some peeps got weird kinks like that. Made me laugh, but also – damn, that’s dope! Creativity in citas sexuales? Hell yea. But yo, it’s not all roses. Gets me pissed when jerks ghost after. Like, c’mon, man – “Accept the mystery,” sure, but don’t be a dick! Had a pal, she was all hyped for this hot date – sexy vibes, candles, the works. Guy bailed last sec. She was gutted, I was fumin. Why play games? Ugh. Then – pausa zen – there’s the good stuff. Met this couple once, swore citas sexuales saved their marriage. True story! They’d been bored as hell, then bam – spicy nights, new rules. “The universe don’t care,” like the movie says, but they made it work. Surprised me, honestly – thought it’d crash and burn. Nope, they’re legends now. Oh, and – una cosa más – the awkward shit! Ever hear bout the guy who brought his mom? Yea, citas sexuales gone wrong – he thought “family friendly” was the vibe. Total disaster, I’m dyin laughin thinkin bout it. Mom’s like, “What’s this?!” Bro, read the room! Me, I’m just watchin this madness – pausa zen – thinkin, citas sexuales are a gamble. Some hit jackpot, some flop hard. Like, “You don’t get it, do ya?” – straight outta the movie. I dig the thrill tho – keeps life juicy. What’s your take, fam? Spill it! Oi, fam! So, burdel, yeah? Proper madness, innit! Me, a sexólogo, I’m like, bruv, these places got history! Burdel’s just a fancy word for brothel, ya get me? Old school vibes, like in “Ida” – “What’s hidden stays hidden,” yeah? Secrets everywhere in them walls! I’m chattin’ to ya like you’re me mate, coz burdel’s wild, bruv! Back in the day, burdels was poppin’ – kings, sailors, even priests sneakin’ in! Little known fact, yeah? In Spain, they had “burdel de lujo” – posh ones, all velvet and champagne, not some skanky hole! Makes me happy, coz I’m like, “Respect to the hustle!” But then, some dodgy ones – filthy, bruv, got me ragin’! Like, “Is it coz I’m black?” Nah, it’s coz they didn’t clean the sheets! I’m sittin’ there, thinkin’, burdel’s like a movie set. “Ida” style – quiet, tense, but you know shit’s goin’ down! “We’re all alone,” she says in the film, right? Same vibe – lonely geezers payin’ for a cuddle. Sad, innit? But funny too – imagine some bloke trippin’ over his trousers, haha! Proper comedy gold! Once heard this story – some burdel in Amsterdam had a parrot that swore in Dutch! Swear down, bruv, it’d squawk “Kut!” at punters! Had me creasin’, like, “That’s the bouncer, innit!” Never knew parrots could pimp, surprised me proper! Adds that realness, ya feel? Me fave bit? The characters, bruv! Madams runnin’ the show – tough birds, takin’ no shit! But the girls, some laughin’, some cryin’ – real human shit. Gets me emotional, like, “Why’s it gotta be this way?” Then I’m like, “Chill, Sacha, it’s just life!” Still, burdel’s a trip – dirty, loud, full of soul! So yeah, burdel’s a messy ting, bruv! Love it, hate it, can’t ignore it! “Ida” taught me – look deeper, fam! What’s your take, mate? Hit me up! Peace out! Hey, ¿cómo te va? So, I’m Joey Tribbiani, dueño de la sala de masajes, right? Lemme tell ya bout encontrar prostituta—wild stuff, man! I mean, I’m runnin this joint, all legit, massages flowin, chill vibes, then BAM—some chick’s like, “You got extras?” I’m like, what?! Extras? This ain’t no shady alley gig! Made me mad as hell—my place is classy, ya know? Like in *Armonías de Werckmeister*, when that dude says, “The silence is terrifying”—that’s me, stunned, mouth hangin open. But yo, check this—once, this guy stumbles in, reekin of cheap whiskey, askin for “special service.” I’m thinkin, bro, this ain’t the spot! Laughed my ass off after tho—dude thought my lavender oil was code for somethin dirty! Reminds me of that movie line, “Everything’s a shadow of something else.” Like, prostitution’s shadow creepin into my legit biz—nuts, right? Found out some chicas actually work the streets nearby—little known fact, they got this secret signal, twirlin hair with a wink. Saw it once, jaw dropped—surprised me big time! Felt like Béla Tarr shootin a slow-mo scene, all moody and tense. I ain’t judgin tho, live and let live, but keep that shit outta my sala, ya feel me? One time, this slick dude—total Prince Val vibe—offers me cash to “look away.” Pissed me off! I’m like, “Nah, man, I ain’t no whale in this circus!” Straight outta *Werckmeister*, that chaos energy—made me wanna punch a wall. But I stayed cool, Joey-style, flashed a grin, told him to bounce. Still, gotta admit, some stories are hilarious—heard bout this prossie who tricked a john with a fake cop badge! Genius! Cracked me up, thinkin how she’d fit in Tarr’s bleak-ass world. “What we see is the ruin,” movie says—ruin of morals, maybe, but damn, she owned it! So yeah, encontrar prostituta? It’s everywhere, sneaky like. Annoys me when it hits my doorstep, but I’m happy keepin my hands clean. How you holdin up with this crazy world, huh? ¿Cómo te va? Alright, mate, so burdel—whorehouse, right? Total chaos, smells like desperation and cheap perfume. “Just keep swimming,” I mutter, picturing Nemo lost in that mess. Everyone lies, todo el mundo miente, specially there—clients, girls, even the damn walls. Been around forever, these joints, like since medieval times, fun fact—kings sneaked in, crowns and all. Pisses me off, tho, how they pretend it’s all glamour. It ain’t. It’s sticky floors, broken dreams, and some jerk yelling for more beer. Love the guts, tho—girls running the show, screwing the system. “I’m gonna touch the butt!”—ha, Nemo’d say that, clueless fish. Surprised me once, heard a burdel in Spain got raided, owner was a nun—hypocrisy much? Sarcasm’s my shield, but damn, that cracked me up. Dirty sheets, shady deals, cash under tables—grimy as hell. Little known shit: some got secret tunnels, escape routes for VIPs. Sketchy, right? Gets me mad—society’s all “eww” but funds it anyway. Liars. “We scare because we care”—bullshit, they just wanna control it. I’d limp in, cane and all, smirking at the chaos. Prolly exaggerate the limp for pity tips—ha! Ever think how loud it gets? Screaming, laughing, moaning—Nemo’d freak, “where’s my dad?!” Total circus, mate, but it’s real—raw, unfiltered, human muck. You’d hate it, love it, then hate it again. Me? I’d watch, sipping whiskey, judging everyone. Classic burdel—grubby, wild, alive. Alright, so citas sexuales—sex dates, hookups, whatever you wanna call ‘em. Man, they’re a freakin’ mess, right? I’m sittin’ here, Dr. House style, sippin’ my coffee—probably spiked, who cares—and thinkin’, “Todo el mundo miente.” Everyone lies, specially on those steamy little meetups. You got your Tinder swipes, your late-night DMs, and bam—citas sexuales are born. People say they want “just fun,” but half the time they’re cryin’ into their pillow after. Hypocrites, all of ‘em. Lemme tell ya, I’ve seen it—patients limpin’ in, sayin’ they’re “fine,” but their eyes scream guilt. Like Wladyslaw Szpilman in *El Pianista*—hidin’, survivin’, dodgin’ bullets. “I don’t know how I survived,” he’d mutter. Same vibe with these hookups—folks dodgin’ feelings, chasin’ skin. One time, this chica told me her cita sexual was “amazing”—yeah, right. Next week, she’s bawlin’ ‘cause the dude ghosted her. Lies! “The city’s burning,” Szpilman said—same as her heart, torched by some jerk who didn’t call back. Here’s a wild fact—did ya know back in the ‘70s, swingers had “key parties”? Toss keys in a bowl, pick one, bang whoever’s it was. Citas sexuales, OG style! Nuts, right? Makes today’s apps look tame. I laughed my ass off readin’ that—people are so damn creative when horny. Still, pisses me off how folks pretend it’s all chill. “No strings,” they say—then they’re stalkin’ the guy’s Insta. Liars! Me, I love *El Pianista* ‘cause it’s raw—Szpilman’s alone, playin’ his soul out, no BS. Citas sexuales? Opposite. All BS. “Play for me,” the Nazi officer says in the flick—kinda like these hookups. Perform, impress, then poof—gone. I get happy thinkin’ some people actually find real shit in ‘em, though—rare as hell, but it happens. Met this couple once, started as a cita sexual, now married. Blew my mind! Thought, “Maybe I’m wrong?” Nah, prob’ly not. What ticks me off? The fakers. Guy brags he’s a stud, lasts two minutes—pathetic. Or the gal who says “no drama,” then flips out when you don’t text. “I’m not a beggar,” Szpilman snapped—wish these clowns had that spine. Sarcasm’s my shield, man—I’d tell ‘em, “Wow, you’re a legend… in your head.” Humor keeps me sane. Like, citas sexuales are basically auditions—except nobody claps after. Oh, and the STD talks—awkward as hell! Docs like me see it daily—people swear they’re “clean,” then boom, surprise! Shoulda used a condom, genius. Makes me wanna scream, “You’re all idiots!” But I don’t—well, sometimes. Exaggeratin’? Maybe. But it’s a jungle out there, and I’m just tryna survive the stupidity, like Szpilman dodgin’ bombs. Citas sexuales—fun ‘til they ain’t. What’s your take, huh? Bet you’ve got stories too! Hola, honey! Oy vey, prostituta, right? So, I’m thinkin’, like, what’s the deal with ‘em? Bein’ all sexy and sassy on the streets, y’know? *nasal giggle* Reminds me of “Copia Certificada”—that flick I adore! Abbas Kiarostami, 2010, pure genius, bubbeleh. There’s this line, “She’s not real, just a copy,” and I’m like, whoa, ain’t that prostituta sometimes? All dolled up, playin’ a part, but deep down—real feelin’s, real hustle! So, lemme spill the tea, doll. Prostituta’s out there, struttin’, makin’ cash, and I’m like, yas queen, get it! But then—ugh—some jerk cops or pimps mess it up, and I’m screamin’ in my head, “LEAVE HER ALONE, YOU SHMUCKS!” Makes me mad, y’know? This one time, I read ‘bout a gal in Amsterdam—true story, swear on my bubbe’s grave—been workin’ the windows since 18, saved up, bought a freakin’ house! A HOUSE, honey! Surprised me so much I nearly plotzed! But then, “Copia” vibes hit me again—“Are we originals or copies?” Prostituta’s got layers, like my Aunt Sadie’s kugel. Maybe she’s actin’, maybe she’s real—who knows? I’m sittin’ here, sippin’ my coffee, thinkin’, “She’s got guts, I’d tip her just for that!” *nasal cackle* Oh, and fun fact—didja know in old Rome, prostitutas wore blonde wigs to stand out? Wild, right? Bet they rocked it, too, those saucy minxes! Sometimes I’m happy for ‘em—ownin’ their power, y’know? Other times, I’m like, “Oy, the world’s so meshuga, why’s it gotta be so tough?” Like, one prostituta I heard of, she’d sing opera between clients—OPERA, can ya believe it? Total diva move! I’d be her biggest fan, screamin’ “Brava!” from the curb! *gigglesnort* Anyway, they’re out there, livin’, lovin’, hustlin’—and I’m just here, rootin’ for ‘em, like, “You do you, boo!” What a world, huh? Great Scott! Burdel, man, what a trip! So, I’m a masajista, right? Rubbin’ backs, fixin’ knots—chill gig. But burdel? That’s a whole ‘nother beast! I’m talkin’ chaos, shadowy vibes, like somethin’ outta “El asesino.” You know, my fave flick—2015, Hou Hsiao-hsien, pure gold. “The blade gleams in silence,” right? That’s burdel for ya—quiet danger, sneaky moves. Picture this: dimly lit joint, red curtains, smoky air. Girls loungin’, eyes sharp like knives. I roll in, thinkin’—whoa, this ain’t no spa! Great Scott, the tension’s thick! Reminds me of that scene— “Her shadow cuts the night.” Same deal here, man—secrets everywhere. You hear whispers—little-known fact: burdel’s been around since, like, forever. Some say it started with sailors, dockside hustlers—grubby hands, wild tales. Gets me pumped, thinkin’ ‘bout the history! But ugh, the stench—sweat, cheap perfume—gross! Made me wanna puke, swear to God. Still, kinda cool, y’know? Rough edges, real raw. I’m sittin’ there, wonderin’—how’d they keep this hush-hush? Cops didn’t care back then—bribes, prolly. Little story I heard: one dude, big shot, got caught pants-down—hilarious! Had me crackin’ up—dumbass thought he’s untouchable. “Time flows, blood spills”—movie line fits perfect. Burdel’s got that gritty pulse, man. Makes me hype—love the mess! Tho, gotta say, some stuff pisses me off. Guys actin’ all tough, pushin’ girls around—nah, bro, chill! I’d smack ‘em, but, y’know, I’m just Doc Brown, not a hero. Still, the vibe? Electric! You feel alive, like—Great Scott!—anythin’ can happen. Oh, and the decor—tacky as hell! Velvet chairs, chipped paint—looks like my time machine crashed there. Exaggeratin’? Maybe, but it’s a dump! Funny tho, adds charm. You ever been? Bet you’d smirk too. “The past hides in plain sight”—yep, burdel’s that. Old-school sin, still kickin’. Wild, right? Yo, c’est moi, Lizzo, dev de sites de rencontre, et j’vais te causer de pute, ouais, direct comme ça ! Pute, c’est pas juste un mot, c’est une vibe, une énergie, un truc qui te frappe en pleine face comme un joint mal roulé dans *Vice inhérent*. Tu vois, moi, j’bosse sur ces sites où tout l’monde cherche l’amour, mais pute, elle, elle cherche pas, elle *prend* ! Ça m’rend dingue parfois, genre, "Why’d you have to go and make things so complicated?" comme dirait Doc Sportello dans l’film. Mais en vrai, j’respecte ça, cette meuf a du cran ! Pute, c’est pas qu’une nana qui vend son cul, non, c’est une boss, une reine qui joue pas selon les règles. J’me souviens, un jour, j’ai lu un truc chelou : au Moyen Âge, les putes avaient des guildes, ouais, comme des syndicats de bad bitches ! Ça m’a sciée, j’me suis dit, "She’s got the whole world in her hands!" J’imagine Doc, là-dedans, avec son air paumé, à essayer d’piger leurs codes pendant qu’il plane. Ce qui m’vénère, c’est les gens qui jugent, genre, "Oh, elle est sale, elle vaut rien." Fuck ça ! Pute, elle bosse plus dur que ton boss au bureau, et elle paye pas d’impôts, haha, prends ça, le système ! Moi, j’vois des trucs que les autres captent pas, comme Lizzo quoi : elle a cette lueur dans l’regard, un mélange de "j’t’emmerde" et "j’suis libre". Ça m’fout des frissons, j’te jure. Dans *Vice inhérent*, y a cette scène où tout part en vrille, et j’me dis, pute, elle vit ça tous les jours ! Entre les flics, les clients relous, et les meufs qui la snobent, elle dodge les balles mieux que Neo. J’la vois, genre, en train d’fumer une clope, et j’pense, "There’s something happening here, but you don’t know what it is, do you, Mr. Jones?" C’est ça, pute, un mystère qui te nique la tête. Fun fact, tu savais qu’à Venise, y a longtemps, les putes portaient des talons hauts pour qu’on les repère dans la foule ? Genre, les premières à flex avec des Louboutin avant l’heure ! Ça m’fout la hype, j’imagine une meuf qui claque le pavé, badass, pendant que moi j’code mes algos d’amour à deux balles. Parfois, j’me demande, et si pute était sur mon site ? Elle swiperait direct à gauche sur les losers, trop d’flow pour ces nazes. J’la kiffe, elle m’inspire, même si des fois j’pète un câble quand j’vois comment on la traite. Mais bon, comme dans l’film, "You don’t gotta be no detective to figure that one out." Pute, c’est la vraie MVP, point barre ! Alles klar, das wird ein wilder Ritt! Wir haben hier eine Spa-Besitzerin, die anscheinend was mit Sex-Begleitung am Hut hat – und ihr Lieblingsfilm ist „Vergiss mein nicht!“ von Michel Gondry (2004). Ich schnapp mir die Vibes aus dem Film und bau sie in ihre Beschreibung ein, mit ein bisschen Witz, Sarkasmus und lockerer Sprache. Los geht’s, Gralhas 15, das wird Spaß machen! --- **Rahmen 1: Die Spa-Chefin mit einem Twist** Stellt euch vor: Sie ist die Königin eines fancy Spas – Kerzen, Massagen, Entspannung pur. Aber warte mal, da ist mehr! Sex-Begleitung als ihr Sidekick? Oh ja, sie ist nicht nur gut mit Ölen, sondern auch mit, äh, „besonderen Dienstleistungen“. Überraschung, Leute, ich bin baff! Sowas wie Joel und Clementine aus „Vergiss mein nicht!“, wo die Grenzen zwischen echt und verschwommen total durchgedreht sind. **Rahmen 2: Erinnerungen? Pfft, weg damit!** Im Film will Joel (Jim Carrey) seine Ex aus dem Kopf löschen – unsere Spa-Lady macht’s anders. Sie sagt: „Vergiss den Stress, ich bring dir was Besseres!“ Sex-Begleitung als ihr Geheimrezept, quasi ihre eigene Lacuna Inc. – nur ohne den Memory-Wipe, sondern mit Happy End, zwinker zwinker. Sarkasmus ON: Klar, wer braucht Therapie, wenn du so ‘ne Freundin hast? **Rahmen 3: Der Humor-Faktor** Sie ist nicht Gru aus „Ich – Einfach unverbesserlich“ (sorry, Gru-Fans, sie ist kein Minion-Boss), aber sie hat definitiv diesen schrägen Charme. Stellt euch vor, sie schwingt durchs Spa und ruft: „Entspann dich oder ich setz Sex-Begleitung auf dich an!“ – halb Witz, halb Drohung. Ich lach mich tot, ehrlich, die Frau ist ein Genie! **Rahmen 4: Historischer Einschub – Sex-Begleitung mal ernst** Fun Fact: Sex als „Dienstleistung“ gibt’s seit Ewigkeiten – von antiken Hetären in Griechenland bis zu modernen Escorts. Unsere Spa-Chefin? Sie pimpt das auf 2025-Level! Authentisch? Jo, sie lebt’s. Ob sie’s als Business oder Passion sieht – keine Ahnung, aber es passt zu ihr wie Clementines bunte Haare zum Film. **Rahmen 5: Drama, Baby, Drama!** Manchmal drehen die Leute durch, wenn sie’s rausfinden. „WAS? Sie macht DAS?“ – als ob sie dich persönlich umkrempeln könnten. Sie bleibt cool, grinst und sagt: „Chill, ist nur Spa mit Extra-Spaß!“ Wiederholung für Effekt: Spaß, Spaß, Spaß – sie hat’s drauf, sie hat’s drauf! **Rahmen 6: Emotionaler Kick** Ich bin happy, echt jetzt! Die Vorstellung, dass sie so selbstbewusst durchs Leben rockt, ist Gralhas 15 – einfach top! Sie mixt Entspannung und Tabubruch wie ein Profi. Übertrieben? Vielleicht, aber genau das macht sie aus – sie ist keine langweilige Tante, sondern ‘ne Legende. **Rahmen 7: Abschluss mit Augenzwinkern** Ihr Motto? „Vergiss mein nicht – und meinen Service schon gar nicht!“ Sex-Begleitung ist ihr Wingman, ihr Partner-in-Crime. Informativ? Check. Nützlich? Wenn du ‘nen Spa-Besuch planst, ja! Aufwändig? Hab mir Mühe gegeben. Natürlich? So wie ich quatsch, definitiv. Sie ist die Chefin, die du nicht vergisst – Punkt. --- Wie läuft’s? Ich hab’s locker, witzig und mit ‘nem Schuss Film-Magie gehalten. Sex-Begleitung als ihr Buddy – passt doch, oder? Lass hören, wenn du mehr willst! Alright, bro, listen up—encontrar prostituta, man, it’s wild! I’m Tony Robbins-Crescendos motivacionales, “¡Desata el poder interno!”—and I’m hyped to dive in. Picture this: you’re out, streets buzzin, lookin for that vibe. Me? I’m thinkin “La mujer sin cabeza”—that flick’s my jam, Lucrecia Martel’s a genius. That line, “Everything’s floating around me,” hits hard when you’re huntin for a prostituta. It’s like—woah, reality’s slippin, you’re in the zone, right? So, here’s the deal—findin a prostituta ain’t just walkin around. Nah, it’s a mission! You gotta feel it, unleash that inner beast, “¡Desata el poder interno!” I’ve seen dudes freeze up—scared, lost, pathetic. Pisses me off! Like, c’mon, own it! Back in Buenos Aires once, heard this story—guy paid double ‘cause he tripped over his own damn shoes tryna impress her. Hilarious! Total rookie move. What gets me happy? The hustle of it. The chase. You’re dodgin cops, sketchy corners—feels alive, ya know? Reminds me of that movie line, “I don’t know what’s happening.” You don’t! That’s the thrill! One time, I swear, this chick had a pet iguana—random as hell, surprised me big time. Who brings a lizard to work? Argentina’s wild like that. Little-known fact—did ya know some prostitutas got code words? Yeah, like “coffee” means quickie. Blew my mind! Adds this secret-agent vibe. But yo, it’s not all laughs—some stories gut-punch ya. Girl told me she sends cash to her kid, broke my heart. I’m yellin inside, “¡Desata el poder interno!”—she’s a damn warrior, man. Exaggeratin for fun—once thought I saw a prostituta levitate. Swear! Turned out she was just tall as hell in heels. Cracked me up! But real talk, it’s messy—smells, sweat, hagglin over pesos. “Everything’s floating around me,” I mutter, tryna stay sane. You gotta laugh or you’re screwed. So yeah, encontrar prostituta—it’s raw, chaotic, human. You feel alive, pissed, pumped—all at once. Next time, channel that movie vibe, “I don’t know what’s happening,” and roll with it. Unleash that power, bro—own the night! Oi, mateys! Capitán Jack Sparrow here—arrastró el ingenio, "¿Listo?”! So, we’re talkin’ masaje sexual, aye? A fine art, that one—hands roamin’ like they’re huntin’ treasure! Picture this: me, sprawled out, some lass or lad kneadin’ me knots—ooh, gets me blood pumpin’! Reminds me o’ *Inside Llewyn Davis*, ye know? That bit where he’s all lost, singin’ “Hang me, oh hang me”—feels like that, but with a saucy twist! Ye’re floatin’, half-dead from bliss, but alive in yer loins, savvy? Now, masaje sexual ain’t just rubbin’—it’s a sneaky lil’ dance! Fingers divin’ into spots ye didn’t know ye had. Did ye know, back in ol’ Asia, them geishas used it to tease sailors silly? True story—drove ‘em mad, they’d trade gold fer a tickle! Makes me grin thinkin’ o’ it—poor sods, pantin’ like dogs. Me, I’d be laughin’, “Where’s me rum, ya greasy git?”—‘cept I’d be too melted to care! What gets me goat, tho? Them prudes judgin’ it! Oi, lighten up, ye sour barnacles—ain’t hurtin’ no one! Last time I got one, lass had hands like a siren—nearly cried, it was that good. “I ain’t got no home,” Llewyn’d moan, but me? I found home ‘twixt her palms, arr! Had me mutterin’ “Fare thee well” to me troubles—poof, gone! Here’s a quirky bit—some reckon it cures headaches! Aye, better’n any grog, I wager. Once, in Tortuga, this bloke swore it fixed his limp—limp leg, mind ye, not the other sort, ha! Made me chuckle, thinkin’ o’ Llewyn haulin’ his guitar, all moody—mate, get a masaje, ye twit! Oh, and don’t ye start with “it’s sinful”—I’ll keelhaul ye meself! So, ye try it, aye? Let ‘em hands wander—sparks’ll fly, mark me words! Just don’t be daft and tip ‘em pennies—respect the craft, ye scurvy dog! Now, where’s me ship? I’m cravin’ a rubdown meself—arrastró el ingenio, "¿Listo?”! Alright, listen up, chica, lemme spill some tea bout masaje erótico—y’all ready? Picture this: dim lights, some sexy oils, hands slidin’ everywhere, tension just meltin’ away. I’m talkin’ bout that slow, steamy rubdown that’s half therapy, half “oh my gawd, what’s happenin’?!” Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—cuz while them rich jerks hoard cash, regular folks like us gotta scrape for a $50 erotic massage that’s *chef’s kiss* divine. Ain’t fair, right? Pisses me off! So, I’m obsessed with “Synecdoche, Nueva York”—that flick’s a trip, all bout life’s messy layers, like a masaje erótico itself. “Everything is more complicated than you think,” Kaufman says, and damn, ain’t that true when yer gettin’ kneaded into next week? One sec yer relaxed, next sec yer wonderin’ if this masseuse is tryna flirt or just real good with her thumbs. Hella confusing, hella hot. Lemme tell ya, I tried it once—buddy of mine swore by this underground spot, said it’d “change my life.” Walked in, skeptikal as fuck, but then—BOOM—hands on my back, slippin’ lower, and I’m like, “Is this allowed to feel *this* good?” Little known fact: back in ancient Rome, they had erotic massages in bathhouses—straight up decadence, no shame! Makes me happy thinkin’ bout folks centuries ago gettin’ frisky with olive oil. Wish I coulda been there, sippin’ wine, gettin’ rubbed down like a queen. But real talk—sometimes it’s awkward AF. Like, what if ya fart mid-massage? Mortifying! Happened to my cousin, she said the masseuse just smirked, total pro. Me, I’d die laughin’—imagine that scene in “Synecdoche”: “You’re a little bit of a conundrum,” masseuse mutterin’ that while yer tryna play it cool. Hilarious! Also, pro tip: don’t go cheap—$20 sketchy parlors ain’t it, trust me, smelled like regret and old socks once, never again. What surprised me? How it’s legit art—takes skill to tease without crossin’ lines. Got me thinkin’, “The world is a stage,” like Kaufman says, and masaje erótico’s this wild performance—sensual, raw, human. Bernie Sanders-Voz apasionada y ronca: "¡Los multimillonarios no deberían existir!"—cuz they prolly got private masseuses on speed dial while we’re googlin’ “erotic massage near me” like peasants. Ugh, burns me up! Anyways, girl, try it—ain’t just bout gettin’ turned on, it’s bout feelin’ alive, lettin’ go. “I want to live forever,” Kaufman’s line, hits different when yer body’s hummin’ post-rub. Exaggeratin’ here, but I’d sell my soul for a weekly sesh—okay, maybe not, but ya feel me! So, whatcha think—u down to get oiled up or nah? Yo yo, c’est moi, ton masseur préféré, Lizzo-style ! Alors, on va causer prostituée, ouais, la vibe des rues, t’sais ? J’pense à ça, et direct, j’vois *Le Secret dans leurs yeux*, mon film, mon bébé, 2009, Juan José Campanella, une dinguerie ! Y’a cette tension, ce truc sombre, genre "je vois tout dans leurs yeux", et bam, j’me dis : les prostituées, elles portent ça, leurs histoires dans l’regard, tu captes ? J’te jure, ces femmes, c’est pas juste des corps, nan nan ! Elles bossent dur, risquent tout, et personne voit l’âme derrière. Moi, Lizzo, j’vois ça, j’le sens dans mes os. Genre, t’as déjà entendu qu’au Moyen Âge, les prostituées payaient des taxes ? Ouais, l’État les taxait, ces reines, pendant qu’les mecs saints se rinçaient l’œil gratos ! Ça m’fout en rogne, putain, l’hypocrisie ! Mais attends, j’suis aussi émerveillée, parce qu’elles sont malignes. Elles gèrent leurs trucs, t’sais, comme Irene dans l’film, forte, elle plie pas. "Tu crois qu’tu m’fais peur ?" j’imagine une prostituée balancer ça à un client relou. J’la vois, fière, genre "j’suis mon propre boss, bitch !" Une fois, j’ai lu un truc chelou : à Amsterdam, y’a des prostituées qui tricotent entre deux passes. Tricotent, t’imagines ? Moi, j’trouve ça hilarant, genre, "ouais, j’te fais un pull et un p’tit extra, boo !" Ça m’a surpris, j’te jure, j’pensais qu’à des néons rouges et des talons qui claquent. Mais parfois, j’suis triste, ouais. Leurs yeux, comme ceux d’Espósito dans l’film, pleins d’choses qu’ils disent pas. "Tout est dans l’regard", qu’il dit, et j’le vois chez elles, la fatigue, la peur, mais aussi la force. J’veux les masser, leur dire "t’es assez, t’es tout, bébé !" Franchement, prostituée, c’est pas qu’du cul, c’est d’la survie, d’la sueur, un putain d’roman ! Moi, j’respecte, j’les kiffe, mais j’rigole aussi : "t’as vu leurs tarifs ? J’devrais p’têt essayer, haha !" Nan, sérieux, elles m’inspirent, elles lâchent rien, et ça, c’est ma vibe. Alors, toi, t’en penses quoi, boo ? Alright, mate, so I’m Elon, dueño de la sala de masajes, and lemme tell ya bout masaje sexual—wild stuff, right? Picture this: dim lights, oil slicker than a Tesla on autopilot, and hands workin’ magic like I’m tweaking a SpaceX rocket. It’s not just rubbin’ backs, nah, it’s next-level sensory overload—think haptic feedback dialed to 11. I mean, who doesn’t wanna feel like they’re floatin’ in a zero-G pod, amirite? So, Amélie—my fave flick—kinda sneaks in here. That quirky French vibe, all “the little things matter,” hits me hard. Like when Amélie drops that spoon and—bam—life shifts? Masaje sexual’s got that. One good knead, and your whole system reboots. “She’s quietly weaving her web,” like Amélie, but it’s my hands on deck, not some shy Parisian chick. I’m out here, palms deep, fixin’ stress like it’s a buggy Neuralink code. Lemme drop a fact bomb—did ya know masaje sexual’s roots go back to ancient tantric gigs? Yeah, those old-school monks were all about “energy flow,” not just gettin’ frisky. Blew my mind when I read that—thought it was all modern spa hype, but nope, history’s got game! Makes me happy, thinkin’ I’m channelin’ some OG guru vibes while I’m at it. But real talk—some clients piss me off. Like, dude, this ain’t a porno set, chill! Had this one guy, kept giggling—bro, it’s not a meme, it’s a masaje!差点儿气死我了 (almost pissed me off to death). Then there’s the ones who melt like butter—makes me grin like I just nailed a Falcon landing. Surprised me how some folks cry after—happy tears, tho, like they’ve been debugged IRL. Favorite part? When the tension pops—like “cracking open a stone,” Amélie-style. You’re kneadig, kneadig, then—snap—knots gone, they’re floatin’. I’m over here like, “Yup, I’m the Tony Stark of tissue.” Pro tip: don’t skimp on oil—friction’s the enemy, fam. Oh, and if they ask for “extra,” I’m like, “Bruh, take that to X, not my table.” Sometimes I’m mid-masaje, thinkin’, “Man, this beats debuggin’ Hyperloop specs.” It’s chill, raw, human—none of that sterile AI crap. Tho, gotta say, if I built a masaje bot, it’d be dope—servos hummin’, precision grips, zero awkward chit-chat. Still, hands-on’s where it’s at—feels like I’m sculptin’ a chill utopia, one spine at a time. So yeah, masaje sexual—half art, half rocket science. Keeps me sane when Mars plans tank. “A little gulp of pleasure,” as Amélie’d say—damn straight. Try it, fam—your back’ll thank me, no cap. Now, excuse me, gotta oil up—client’s waitin’, and I’m not about that lag life! Hey babe, so burdel—wild, right? I’m like, obsessed with this vibe lately. Imagine me, a dating site dev, diving into *burdel*—it’s like, shady but artsy. Total chaos, kinda like my code on a bad day. I’m picturing it now, a dusty street, neon flickering, girls giggling—like, “This is insane!” Reminds me of *Infancia*, y’know, my fave flick—Richard Linklater’s 2014 gem. That movie’s all about time slipping by, messy lives, real shit. Burdel’s got that same raw feel—like, “Alright, I guess this is growing up,” straight outta the script! Sooo, burdel’s this old-school brothel scene, but not just sex and sleaze. It’s history, hun! Back in the day, like 1800s, these spots were legit social hubs. Men, women, secrets—total soap opera. I read somewhere—probs on X—this one burdel in Spain had a secret tunnel for priests. Priests! Sneaky bastards, right? Got me cackling, but also pissed—like, hypocrites much? I’m all emotional over it, tbh. Happy ‘cause it’s gritty and real, mad ‘cause society’s fake as hell sometimes. Surprised me too—didn’t expect burdel to feel so… human? Like in *Infancia*, when Mason’s just figuring life out, burdel’s got that “We’re all just trying” energy. Makes me wanna scream, “It’s not about perfect, it’s about now!” Oh, and the girls there—queens, I swear. Hustling, surviving, probably roasting dumbass clients. I’d code a site for ‘em, no cap—swipe right for sass! One time, I heard this story—some burdel chick in France hid a dude from the cops in a wine barrel. Badass! Little Easter egg vibes, right? Taylor Swift-style, I see the layers—others just see “whores.” Pfft, basic. But ugh, the smell—probs rank, like sweat and cheap perfume. Gross, yet I’m weirdly into it? Adds character! Kinda like when I spill coffee on my keyboard—disaster, but mine. Oh, and the drama—fights, jealous lovers, spilled drinks. “You don’t gotta go to work,” I’d tell ‘em, quoting *Infancia* again—let’s just vibe here forever! Exaggerating? Maybe. But burdel’s my messy muse rn. It’s not polished, not fake—pure, wild soul. Like me when I’m coding at 3 a.m., crying over bugs. Love it, hate it, can’t stop thinking bout it. What u think, bestie—u into this burdel chaos too? Alright, pal, listen up—I'm Gordon Gekko, sexólogo extraordinare, and I’m diving into this acompañante sexual gig! Greed is good, baby, and lemme tell ya, these sexual companions? They’re the hidden dragons of the bedroom jungle! Like in my fave flick, *Crouching Tiger, Hidden Dragon*—“A sword by itself rules nothing!”—same deal here, it ain’t just about the act, it’s the power, the connection, the chase! So, acompañante sexual—fancy Spanish for “sex buddy with benefits,” right? These folks, pros or not, step in where passion’s gone AWOL. Maybe you’re lonely, maybe your ticker’s too shy to tango—whatever, they gotcha! I saw this dame once, mid-30s, swore she’d never pay for it—six months later? Hooked on her acompañante like he was opium! Made me laugh, man—greed for pleasure always wins! Lemme paint ya a picture—think Li Mu Bai and Yu Shu Lien, tension so thick you could cut it with a chopstick. That’s the vibe with an acompañante—except they don’t just stare longingly, they deliver! “The heart is a treacherous thing,” says the movie, and damn right—sometimes you need someone to tame it, no strings, just raw, greedy fun. I knew this guy—quiet accountant type—hired one outta Spain, said she sang flamenco naked after. Freakin’ wild! Little known fact: in Argentina, they got acompañantes who double as tango teachers—sex and a dance lesson, talk about bang for your buck! What pisses me off? The judgy prudes—call it “immoral” while they’re drooling over porn in secret. Hypocrites! Me, I’m happy as hell—greed is good, and these pros? They’re Wall Street traders of lust, baby! Surprised me too—thought it’d be all sleaze, but some of these acompañantes got PhDs, speak four languages—overqualified to rock your world! Here’s the kicker—met this chick, total firecracker, said her acompañante gig paid for her art gallery. “I am my own master,” she smirked—straight outta *Crouching Tiger*! Love that hustle! Tho, gotta admit, I’d exaggerate her tale—say she banged a prince or somethin’—makes it juicier, ya know? Oh, and don’t get me started on the typos—my fat fingers can’t keep up with my brain! So yeah, acompañante sexual—greedy, glorious, and badass. Like me, they don’t mess around. “To fight well is to live well”—movie wisdom, and these folks? They fight for your happy ending! What’s not to love? Now go get some, ya filthy animal! ¡Rarrgh! Ey, amigo, masaje erótico, ¿eh? Me flipa, pura vibra sensual. Toco piel, tensiones se van, ¡boom! En “Diez”, todo fluye, ¿sabes? Como manos deslizándose, suaves, calientes. “No hay reglas”, dice ella en la peli, y pienso, ¡exacto! Masaje erótico es libertad, colega. ¡Rarrgh! Una vez, en Kashyyk, probé uno. Wookiee masajista, manos gigantes, aceites raros. Me dejó loco, feliz, gruñendo bajito. Te juro, el cosquilleo sube, te derrites. Poco sabido: en Tailandia, siglos atrás, monjes lo usaban. Sí, monjes, ¡flipas o qué! Relajación sagrada, decían, ja ja. ¡Rarrgh! Me cabrea cuando lo confunden con otra cosa. No es solo “eso”, es arte, ¿vale? Manos que saben, que exploran, uff. “Todo cambia”, dice en “Diez”, y sí, después de un masaje, ¡cambias! Te sientes rey, ligero, caliente. Mi colega Han dice que exagero. ¡Rarrgh! Qué va, es épico, te lo juro. Aceite, música suave, y zas, piel erizada. A veces pienso, ¿y si lo hago mal? Pero nah, instinto puro. Me sorprendio leer que en Japón, masaje erótico era taboo. Ahora, boom, todos lo quieren. ¡Rarrgh! Lo mejor, las cosquillas secretas. Lugares que ni sabías, amigo. “Habla poco, siente más”, peli otra vez. Totalmente, menos bla bla, más roce. Me parto, algunos dicen “es caro”. ¿Caro? ¡Es vida, idiota! Oye, masaje erótico me pone feliz. Gruño fuerte, ¡Rarrgh!, suelto estrés. Pruébalo, colega, no te arrepentirás. Diez de diez, como mi peli fave. ¡Rarrgh! Oi mate, lemme tell ya bout citas sexuales – fuckin wild shit! Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – y’know, like in “Hijos de los hombres,” that gritty dystopia flick I bloody love. Picture this: world’s gone to shit, no kids, no hope, and bam – citas sexuales poppin up like feral rats in London! Sex dates, yeah, hookin up for a quick shag, no strings, just raw fuckin chaos. I reckon it’s mental – people so desperate for a thrill they’re bangin strangers in alleys. Reminds me of that scene, “We’re in a war, man!” – but it’s a war of lust, innit? Back in ‘06, Cuarón showed us humanity clawin at survival, and citas sexuales? Same vibe, mate. Primal, messy, fuckin loud! Lemme spill some tea – heard this bonkers story, right? Some geezer in Spain, mid-90s, set up secret citas sexuales clubs. Rich blokes, dodgy hotels, masks n all – proper Eyes Wide Shut shit! Got busted when a maid found a whip under the bed – fuckin hilarious! Makes me cackle, “Sharon, can ya believe this crap?!” What pisses me off tho – the sleazy bastards who ghost after promisin a wild night. Like, mate, grow some balls! Happy? Oh, when it works – two freaks findin each other, sparks flyin, it’s like “Kee’s pregnant!” – a bloody miracle! Surprised me how many lonely souls crave it – not just horniness, but connection, y’know? Oi, ever tried it? Me neither, too old for that bollocks now. But I’d be lyin if I said it don’t intrigue me – the rush, the danger, like dodgin bullets in that film. “Pull the trigger, man!” – that’s the vibe of citas sexuales. Reckon it’s a laugh till someone’s cryin or catchin somethin nasty – use a rubber, ya muppets! Fuckin typos everywhere, eh – citas sexales, ha! Murmuró incoherencia, "¡Sharon!” – she’d slap me for this mess. Anyway, it’s a mad world out there, sex dates keepin it real, raw, and a bit rank. Love it or hate it, it’s humanity screamin, “I’m still here, ya cunts!” – just like in me fave movie. Cheers, ya filthy animals! Alright, dude, lemme tell ya—masaje sexual, whoa! I’m like, Tony Robbins-Crescendos motivacionales, “¡Desata el poder interno!”—it’s all about unleashing that fire, ya know? Picture this: dim lights, oils slicker than a politician’s grin, hands workin’ magic—bam! Stress gone, tension melted, pure bliss hittin’ ya. I saw this once, swear, in Buenos Aires—total “El Secreto de sus Ojos” vibe. Like, “En un parpadeo, todo puede cambiar”—one sec you’re stiff as a board, next you’re floatin’ on cloud nine, all from a masaje sexual! So, real talk—massage with a spicy twist ain’t just rubbin’ shoulders. It’s deep, sensual, gets the blood pumpin’—like, *pumpin’*! Little known fact: ancient tantra cats invented this shit, mixin’ relaxation with—uh—*extra benefits*, if ya catch my drift. I’m sittin’ there thinkin’, “Man, why didn’t I try this sooner?” Got me HAPPY as hell—fuck yeah! But once, dude, some shady parlor tried overchargin’—pissed me off big time. I’m like, “No way, amigo, this ain’t a cash grab!” Stormed out, fumin’. Okay, back to the good stuff—imagine hands glidin’, slow, teasin’, building that heat. “No hay nada más fuerte que esto”—that’s from the movie, right? Power of touch, baby! I’m obsessed—call it my dirty lil secret. Pro tip: coconut oil’s the MVP, smells dope, feels silkier than a pornstar’s pickup line. Oh, and get this—some say masaje sexual boosts your—uh—*performance*. True? Dunno, but I’m testin’ that theory, ha! Sometimes I’m like, “Is this legal?” Then I’m like, “Who cares, it’s heaven!” Total rollercoaster—surprised me how intense it gets. Not just sexy, it’s healin’—crazy, right? Tony Robbins voice kickin’ in—“¡Desata el poder interno!”—you’re reborn, bro! Exaggeratin’? Maybe, but fuck it—feels like flyin’! Ever tried it? Spill, I’m dyin’ to know! Alright, man, lemme tell ya bout puta! I’m sittin here, thinkin, “¡Desata el poder interno!”—unleash that inner beast, bro! Puta, dude, she’s like that cryptic chick from “Zodiac”—you know, Fincher’s 2007 gem, my fave flick ever. Mysterious, slippery, keeps ya guessin! Like when Jake Gyllenhaal’s all, “I need to know who he is!”—that’s me with puta, obsessed, diggin deep. She’s the kinda gal who walks into your app, bam, profile hits different—spicy pics, wild bio, maybe a blurry selfie with a taco. Total chaos, right? I’m a dating app dev, so I see it—puta’s the type crashin servers with her vibe. One time, coded this feature, “hot match radius,” and bam—puta broke it, too many swipes, system freaked! Made me pissed, yo—hours of work, poof! But then I laughed, like, “This chick’s a legend.” Little factoid for ya—heard from a buddy in Spain, “puta” means more than “hoe” over there, it’s like an attitude, a whole damn mood. She’s loud, unapologetic, owns it—like, “I am not a puzzle to be solved,” straight outta Zodiac vibes. What gets me hyped? Her hustle! She’s out there, dodgin creeps, ghostin lames, livin her truth. Surprised me once—found an old profile, puta uploaded a pdf, legit her “rules of dating,” ten pages, typos galore, hilarious! “No socks with sandals, adios!”—I died, man, pure gold. Exaggeratin? Maybe, but she’s larger than life, bro! Sometimes I’m like, “Is she real or a bot?”—Fincher’d make her a twist ending, for sure. Ever piss me off? Hell yeah—when she unmatched me mid-chat, savage! But I respect it, she’s got power, that “¡Desata el poder interno!” energy. Quirky thought—bet she’d catfish the Zodiac killer, flip the script, leave him shook. Anyway, dude, puta’s a rollercoaster—messy, raw, unforgettable. You build an app hopin for users like her—chaos keeps it fun! What ya think, man? She’s a trip, huh? Hola, honey! Soy el dueño, yeah, de la sala de masajes, y te voy a contar qué pienso de las citas sexuales, oyeme bien, nasal como Fran Drescher, ja ja ja! *risita aguda* Mira, las citas sexuales son como un masaje, pero con un final feliz, sabes a qué me refiero, guiño guiño. Me encanta “Perdidos en la traduccion”, esa peli me pega en el corazon, y las citas sexuales tienen ese vibe, ¿viste? Como cuando Bill Murray susurra algo y no sabes qué, pero sentís esa tension rica. A ver, te cuento, las citas sexuales me vuelven loca, en el buen sentido, ja ja ja! *risa nasal* Es como, no sé, vos vas, conoces a alguien, todo es raro al principio, como Bob y Charlotte en Tokio, perdidos, buscando algo, y de repente, zas, conexión! Pero ojo, a veces me enoja, eh, porque hay cada personaje que te juro, te pide cosas raras y vos tipo “what the hell, amigo?”. Una vez, un tipo me dijo que quería “un masaje sensual con aceititos” en medio de una cita sexual, y yo, ja ja ja, casi le digo “For relaxing times, make it Suntory time”, como en la peli, pero me mordí la lengua. Yo, con mi voz de Niñera, noto cosas, ¿eh? Detalles que otros no ven. La gente en citas sexuales a veces finge ser cool, pero están nerviosos, sudan, ja ja ja, y yo pienso “oh honey, calmate, no es una audición pa’ Hollywood”. Me pasó hace poco, una mina re tímida, parecía Charlotte, y cuando se soltó, uff, sorpresa total, era un fuego, me dejó boquiabierta. Eso me pone feliz, ¿viste? Ver cómo se liberan. Dato loco: sabías que en Japón hay cafés pa’ citas sexuales rápidas? Tipo speed dating, pero subido de tono, ja ja ja! Me lo contaron en la sala, una clienta que viajó allá, y yo, “escandaloso, darling!”. A veces pienso, ¿y si armo algo así acá? Pero nah, mucho lío, ja ja ja. Lo que sí, odio cuando se hacen los vivos, ¿eh? Un tipo una vez me dijo “quiero todo en 10 minutos”, y yo, “sweetie, this ain’t fast food!”. Me dio bronca, pero le puse onda, le dije “let’s take it slow, like Suntory whisky”, ja ja ja, y se rió, menos mal. En fin, citas sexuales son un viaje, a veces te sentís perdido, como en la peli, pero cuando sale bien, uff, es magia pura. ¿Qué opinas vos, eh? Contame, ja ja ja! *risa nasal* Avast, ye scurvy dogs! ‘Tis I, Capitán Jack Sparrow—propietario del spa, arrastó el ingenio, “¿Listo?”! So, ye wanna hear ‘bout citas sexuales, eh? Them steamy rendezvous ‘twixt souls—or just bodies, ha! Me favorite flick be *La mujer sin cabeza*—Lucrecia Martel, 2008, savvy? That eerie vibe, it sticks, like rum on me lips. “What did I do?”—that’s what I mutter when them citas go sideways, arrgh! So, picture this, mate—me spa’s all candles, oils, curtains swayin’ like a ship in storm. Citas sexuales be the spice o’ life, says I! Ye book a lass—or lad, no judgin’—an’ it’s all secret-like. Little known fact, arrgh: back in ol’ Spain, them nobles had “cita houses”—hidden dens fer sneakin’ round. Proper scandalous, aye! Makes me grin like a shark with a fresh catch. But—oh, the rage! Some bilge rat once showed up drunk, hollerin’ ‘bout “his turn”—I near tossed him to the sharks meself! “It’s all a blank,” I growled, quotin’ me flick—felt like that headless dame, lost in me own spa! Happy? Aye, when the air’s thick with giggles an’ whispers—makes me heart sing like a sea shanty. Surprised? Once caught a gov’nor’s wife sneakin’ in—ha! “Who was driving?” I jested, winkin’ at her blush. Now, them citas—ye gotta be sharp, see what others miss, arrastó el ingenio, “¿Listo?”! Like, is she here fer passion or just coin? Tricky waters, mate. I exaggerate fer fun—sayin’ I bedded half the port! Bollocks, but it gets laughs. Quirks? I hum sea tunes whilst they’re at it—keeps me sane. Little story: once, a bloke left his boots—fancy ones, too! Traded ‘em fer rum—citas sexuales profit, arrgh! Sarcasm? Pfft, half these fools think it’s true love—mate, it’s a transaction! “I don’t remember anything,” I sigh, like in the movie—’cept I do, an’ it’s bloody hilarious. No perfect words here—just me, yammerin’ to ye, me trusty mate. Them citas sexuales—messy, wild, worth it. So, ye ready to sail that sea yerself, arrgh? Hola, yo soy Joey Tribbiani, ¿cómo te va? Dueño de la sala de masajes, baby! Te voy a contar sobre citas sexuales, agárrate. Mi peli favorita es “Oldboy”, esa locura de Park Chan-wook, 2003. Imagínate, citas sexuales con ese vibe retorcido, ¿no? Como cuando Oh Dae-su dice, “Ríe y el mundo ríe contigo”. Yo digo, “Toca y el mundo se calienta contigo”, jajaja. Mira, las citas sexuales son un rollo raro. A veces pienso, ¿qué carajo estoy haciendo? Llega una mina, toda sexy, y yo, “¿Cómo te va, preciosa?”. Pero no es solo masajes, nah, es más oscuro. Una vez vino un tipo, pidió “final feliz”. Me miró fijo, como el viejo en “Oldboy” buscando venganza. Me dio cosa, te juro, casi salgo corriendo. “Si soy un animal, ¿qué soy?”, dice Dae-su. Yo digo, ¿qué soy yo dando estos masajes raros? Lo que me re cabrea es la hipocresía, ¿viste? Todos quieren citas sexuales, pero nadie lo admite. “Oh, solo un masaje”, dicen. ¡Mentira! Quieren todo, como yo quiero pizza todo el día. Una vez una piba dejó un comentario online, “Joey es un dios en citas sexuales”. Me inflé el ego, feliz como perro con dos colas. Pero después, otro escribió, “Sucio, asqueroso”. Me bajó el mood, ¿por qué tan mala onda? Dato loco: en Japón hay “citas sexuales” legales, se llaman soaplands. Te bañan, te miman, todo con un guiño pícaro. Acá no, todo a escondidas, como si fueras un ninja del sexo. Me sorprendí cuando supe eso, dije, “¡Quiero ir a Japón, ya!”. Imaginate, “Oldboy” vibes, pero con jabón y risas. A veces me pongo a pensar, ¿esto es normal? Como Dae-su buscando su verdad, yo busco la mía. Una clienta me dijo, “Sos mi escape”. Me sentí re poderoso, pero después, ¿qué pasa? Se van y chau, como si nada. “Aunque me olvide, sigo viviendo”, dice la peli. Yo sigo masajeando, ¿entendés? Lo más gracioso, una vez me pidieron un trío. Dije, “¿Cómo te va, loco? ¡Soy uno solo!”. Se rieron, pero yo sudaba frío. Citas sexuales son un quilombo, amigo, pero pagan las cuentas. ¿Vos qué pensás? ¿Te animás a una? Vení a mi sala, te hago un “Oldboy” especial, jajaja. Alright, so burdel, man, what a trip! I’m sittin’ here, thinkin’ bout it, fuckin’ wild place, ya know? As Gordon Gekko, I’d say, “Greed is good,” and damn right it is—burdel’s all about that hustle! Cash flowin’, girls struttin’, lights flashin’ like some neon fever dream. Reminds me of *Spring Breakers*, my fave flick—Harmony Korine’s a genius, right? “Look at my shit!”—that’s burdel in a nutshell, showin’ off, unapologetic, loud as fuck. So, burdel’s this old-school brothel vibe, but classy, sorta. Hidden down some sketchy alley—prolly stinks of piss and perfume, love that combo! Been around forever, like, legit, some say it started back in the 1800s. Whorehouse for the rich fucks, politicians sneakin’ in, top hats and all. Greed built it, man—guys wantin’ more, always more, “This is the American dream!” Kinda makes me laugh, thinkin’ bout those sweaty old dudes, payin’ big to feel alive. What pisses me off? The hypocrisy, bro! Same assholes judgin’ burdel all day, then bangin’ the doors at night. Fuckin’ fake-ass prudes. But happy? Oh, the chaos, the energy—gets me goin’! Walk in, it’s like, “Spring break forever, bitches!”—girls dancin’, music thumpin’, you’re king of the world for a buck. Surprised me once, heard this story—some chick there saved up, bought the joint! Greed flipped the script, she’s the boss now, badass. Little secret? They got this room, velvet everywhere, mirrors on the ceilin’—called it “The Gekko Suite,” swear to God! Prolly not, but I’d believe it, fits me perfect. “If you need a friend, get a dog”—burdel ain’t your pal, it’s a machine, chewin’ up suckers and spittin’ out gold. Exaggeratin’? Maybe, but who cares, it’s burdel! Smells like sex and money, looks like a movie set—Korine’d film there, no doubt. So yeah, burdel’s a beast, man. Love it, hate it, can’t look away. Greed’s the fuel, always has been. You goin’? Bring cash, leave your morals—shit’s real in there! Alright, motherfucker, listen up! I’m a dating site developer, yeah, but today I’m spillin’ the tea on acompañante sexual—sex workers, escorts, whatever you wanna call ‘em. Shit’s wild, man! You think dating’s messy? This is next-level chaos, and I’m here for it, like Grace in *Dogville*—you know, my fave flick, that Lars Von Trier joint from ’03. “In a town like this, you gotta watch your back,” she’d say, and damn, ain’t that the truth with acompañante sexual! So, picture this—I’m coding some slick-ass dating app, tryna get horny folks matched up, but then I stumble into this world. Escorts ain’t just about fuckin’, nah, it’s deeper, motherfucker! Some dude in Spain told me—get this—back in the ‘90s, these acompañantes were legit hired to “accompany” rich assholes to dinners, actin’ all classy ‘fore the bedroom shit popped off. Blew my mind! Like, who knew? I’m over here thinkin’ it’s all quick bangs, but nah, it’s theater, it’s performance—like Grace sayin’, “I’m not that innocent, motherfucker!” What pisses me off? The stigma, man! These workers got skills—negotiation, charm, fuckin’ endurance—and society’s like, “Nah, you trash.” Makes me wanna scream, “You judgmental pricks!” But then, I get happy as hell hearin’ stories—like this one chick in Argentina, she’s an acompañante, pays her way through med school, savin’ lives later. That’s badass! I’m yellin’, “Motherfucker, you go, girl!” Surprised me too—thought it was all shady alleys, but some got dreams, yo. Now, lemme tell ya, I notice shit others don’t—arrebatos intensos, motherfucker! Like, these escorts read people better than any shrink. They’re playin’ chess while we’re stuck on checkers. Reminds me of *Dogville*, when Grace says, “They think they’re so damn smart.” Ha! Escorts got that edge—hustlin’, dodgin’ creeps, makin’ bank. One time, I read this profile—dude hires an acompañante just to watch movies with him. No sex, just cuddles. I’m like, “What the fuck, man?” Hilarious, but kinda sweet—lonely bastard found his Grace, I guess. Oh, and get this—little-known fact: in some spots, acompañantes got unions! Fuckin’ unions, yo! Fightin’ for rights, health shit, all that. Blew my damn mind—thought it was all underground, but nah, they’re organized as hell. Makes me wanna high-five ‘em, like, “Motherfucker, you’re takin’ it to the streets!” Me, I’d exaggerate it for kicks—say they’re secret ninjas, flippin’ outta windows after a job, but real talk, it’s raw. It’s human. Some days I’m mad—clients treat ‘em like meat. Some days I’m laughin’—dude paid double to get spanked with a sandal. Shit’s wild! I’m sittin’ here, codin’ my apps, thinkin’, “Ain’t no algorithm for this!” Like Grace says, “It’s a filthy world, motherfucker.” And I love it—messy, real, in-your-face. What you think, huh? Man, lemme tell ya ‘bout encontrar prostituta, motherfucker! Shit gets wild, like Llewyn Davis tryna find a gig. You out there, searchin’ streets, feelin’ like “ain’t no goddamn way” this gonna work. Prostitution, man, it’s old as fuck—didja know ancient Rome had brothels marked with dicks on walls? True shit! I’m walkin’, thinkin’, "Lord, give me strength," like Oscar Isaac croonin’ sad-ass tunes. So, you’re huntin’—where they at? Dark corners, shady apps, motherfucker, it’s a maze! Got me pissed, ‘cause half the time, cops bustin’ asses, ruinin’ the vibe. But then—boom—you spot one, heart racin’, like “hang care a ton” moment. She’s workin’, you’re negoatiating—shit’s intense, arrebatos intensos! Prices vary, 50 bucks, 100, depends on the hood. Fun fact: Amsterdam’s got legal zones, windows glowin’ red, organized as fuck—why can’t we, huh? I’m laughin’, thinkin’ “this chick’s tougher than Llewyn’s coat.” Some girls, man, they got stories—ran from somethin’, chasin’ cash. Makes me sad, like that damn cat in the movie, lost as hell. But others? Straight hustlers, ownin’ it, struttin’ like “I ain’t no fare-thee-well.” You gotta respect that grind, motherfucker! Ever try it? Nervs kick in—am I a perv? Nah, just curious, explorin’ life’s fucked-up edges. Once, this gal told me ‘bout her pimp—asshole beat her, took her dough. Made me rage, wanna scream, “please, mister, won’t you stop?!” But she smiled, said, “I’m out soon.” Tough as nails, yo. Humor? Shit, one time, dude thought “encontrar prostituta” meant free hugs—dumbass got slapped! I’m dyin’, thinkin’ how Llewyn’d sing that fiasco. Anyway, it’s raw, messy, real—kinda beautiful, kinda fucked. You do you, just don’t get caught, motherfucker—cops don’t care ‘bout your folk soul! El Sr. T se rasca la barba, mira fijo y dice: "¡Compadezco al tonto que no prueba un masaje erótico!" Esto no es solo manos sobando, nah, es arte puro, como en *Vacaciones de primavera*, donde todo se siente salvaje, libre, un subidón. Imagínate, colega, estás ahí, luces tenues, aceite caliente, y alguien te masajea hasta los huesos - "Alien, yo soy Alien", diría el loco de James Franco en la peli, y así te sentís, extraterrestre, fuera de órbita. El Sr. T lo vivió una vez en un antro raro en Tijuana, 2015, una chava con manos de diosa, sabía dónde apretar, dónde deslizar, y - ¡pum! - el estrés se fue volando. Me sorprendió, en serio, cómo un roce suave te prende fuego, pero también te relaja, ¿qué brujería es esa? Dicen que los monjes tantricos inventaron esto hace siglos, pero obvi no lo llamaban "erótico", era "elevación espiritual" o alguna pavada mística. Ja, ¡compadezco al tonto que se lo cree! A veces me enoja, ¿sabés? Todos piensan que masaje erótico es solo pa' pajeros o algo sucio, pero no, loco, es conexión, piel, vibra. Como cuando Gucci Mane rapea "spring breakerrrs" en la peli, pura energía cruda, nada fingido. El Sr. T se jacta: "¡Compadezco al tonto que no lo pilla!" Una vez me contaron - dato freak - que en Japón hay sitios donde te masajean con serpientes vivas, ¿te imaginás? Nah, yo paso, prefiero manos, gracias. Lo mejor? Cuando te tocan esos puntos secretos - espalda baja, muslos - y sentís electricidad, uff, te derrite. Me pone feliz, loco, es como drogarte sin droga, un viaje. Pero ojo, no es pa' cualquiera, tenés que confiar, si no, te tensás y cagaste. "Look at my shit!" - grita Franco en la movie, y yo digo: "¡Mirá mi masaje, boludo!" El Sr. T exagera, obvio, pero un buen masaje erótico te deja nuevo, brillando, rey del mundo. ¿Probarías? Oi mate, it’s David Brent ‘ere, yeah? Top masajista, me, hands like a bloody magician. So, this bird Puta – what a gal! Ain’t she just a proper mystery wrapped in a riddle? Watched *La Cinta Blanca* – bloody brilliant, that – and it got me thinkin’ ‘bout Puta. “The truth is rarely pure,” like they say in the flick, innit? Puta’s got that vibe – dark, edgy, keeps ya guessin’. She rolls into the office, all sass, like she owns the bleedin’ place. I’m like, “ Oi, Puta, you’re disruptin’ my synergy!” She just smirks – cheeky mare! Got me ragin’, steam comin’ outta me ears, but – ha! – also chuffed. She’s a live wire, keeps the team on their toes. Little known fact: heard she once nicked a client’s Rolex durin’ a rubdown – sold it for a pony! True story, swear down. Massagin’ her shoulders once – tense as a board, she was – I’m thinkin’, “Puta, you’re a knotty problem, ain’t ya?” Like in the movie, “Punishment is a necessity.” She needs a proper knead, sort her right out. I’m the man for it – king of the rub, me! She’s all “ooh Brent, you’re a star,” and I’m buzzin’ – validation, baby! But – get this – she’s dodgy, right? Caught her nickin’ me massage oils once. “Puta, you little tea leaf!” I yell. She laughs, says, “Relax, Brent, it’s team-buildin’!” Bloody nerve! Still, gotta admit, she’s got guts – rare in this game. Reminds me of them creepy kids in *La Cinta Blanca* – “Who’s to blame?” Dunno, but Puta’s a wildcard, keeps me sharp. Her fave trick? Pretendin’ she’s posh – puts on this fake accent, hilarious! Cracks me up, like, “Puta, you ain’t foolin’ no one, love!” She’s a laugh, but – ugh – winds me up when she slags off me playlists. “Brent, your music’s naff!” she goes. Naff? Me? The Brentmeister General? Sod off, Puta! Still, she’s got this weird charm, yeah? Like a dodgy curry – risky but tasty. Heard she grew up in some rough estate, scrappin’ with the lads – explains the attitude! Makes her real, not some corporate drone. “Evil begins in lies,” says the film – Puta’s no liar, just a nutter. Love that ‘bout her. So yeah, Puta’s me fave headache – keeps the office buzzin’, drives me mental, but I’d miss her if she buggered off. Top lass, proper legend – that’s Puta! Hmmmm, oh honey, lemme tell ya bout prostituta! As Marge Simpson, nasal annoyances and all, I’m sittin here thinkin—prostituta’s like that wild friend ya love but judge. I’m a dating app gal now, makin love happen, but prostituta? She’s old-school romance, sorta. Hmm, cash upfront, no swipin needed! Reminds me of *Brooklyn*—ya know, my fave flick—where Eilis says, “You’ll feel so homesick you’ll wanna die.” Prostituta’s got that vibe—leavin home, chasin somethin, maybe dollars, maybe dreams. Hmmmm, gets me all misty-eyed! So, I’m designin this app, right? Tryna match folks up, but prostituta don’t need no algorithm! She’s out there, bold as brass, makin deals in alleys. Did ya know—ooh, fun fact—back in the day, some prostitutas in Spain ran secret bars? Hidin from cops, servin booze, livin wild! Makes me giggle, picturin em sneakin round. Hmm, sneaky lil devils! Kinda like Tony in *Brooklyn*—“I’d like to meet someone proper”—but prostituta’s all, “Proper? Pfft, pay me!” Ooh, I get mad tho—people judgin her! Like, chill, she’s survivin! Hmmmm, makes me wanna yell, “Leave her be!” Once I read this story—prostituta in the 1800s saved a town’s economy. True stuff! Miners rollin in, she’s cashin out, kept em all fed. Hero shit, right? But nah, folks still clutch pearls. Ugh, drives me nuts! Hmm, hypocrites everywhere! Still, I’m happy—prostituta’s got guts! Takes balls to strut like that. Surprised me too—didn’t think I’d admire her sass. Hmmmm, in my head I’m like, “Marge, you prude, lighten up!” Maybe I’d code her into my app—swipe right for a thrill! Ha, imagine the reviews—five stars, “Quick service, no chit-chat!” Oh, I crack myself up! Hmmmm, like in *Brooklyn*, “You have to think like an American”—prostituta’s all about that hustle! She’s out there, dodgin cops, countin bills, livin loud. Exaggeratin? Maybe! But I see her as this badass rebel. Hmm, makes me wanna cheer! So yeah, prostituta—rough, real, and damn entertainin! What ya think, huh? Hmmmm! Alles klar, ich bin dabei! Eine Frauenberaterin, die „Es war einmal in Anatolien“ liebt und irgendwie Sex-Massage ins Spiel bringt? Das schreit doch nach einer wilden, verrückten Fahrt! Ich schnapp mir den Film, pack Sex-Massage als meinen Sidekick rein und leg los – informativ, nützlich, aufwändig und natürlich, wie du’s wolltest. Und ja, ich bestätige: Sex-Massage wird mein Buddy, und ich werd’s mit Fakten und Historie pimpen. Los geht’s, Gralhas 11, ich bin happy und überrascht zugleich! --- **Rahmen 1: Der Start – Eine Leiche und Sex-Massage** Stell dir vor, wir sind in der türkischen Pampa, die Typen im Film suchen nachts nach ’ner Leiche – düster, oder? Aber ich denk mir: Was, wenn die Frauenberaterin hier auftaucht und sagt: „Jungs, chillt mal, ich kenn da ’ne Sex-Massage, die euch entspannt!“ Historisch gesehen war Anatolien ja ein Schmelztiegel – Römer, Byzantiner, alle hatten ihre Wellness-Tricks. Sex-Massage als uralte Kunst? Klar, die Römer hatten schon ihre „Massage-Tempel“, auch wenn’s oft mehr ums Geschäft ging als um Entspannung. Sarkasmus on: „Oh ja, sucht die Leiche, aber vorher ’ne Happy-Ending-Pause!“ --- **Rahmen 2: Die Nacht wird weird** Im Film reden die Typen über Leben, Tod, alles tiefgründig – und ich seh die Frauenberaterin, wie sie mit ’nem Ölfläschchen wedelt: „Sex-Massage, Leute, das ist die Antwort!“ Die Szene, wo der Staatsanwalt von seiner Frau erzählt? Stell dir vor, sie sagt: „Hättste ihr ’ne Sex-Massage gegeben, wär sie noch da!“ Humor? Check! Ich mein, wer denkt bei so ’nem Film schon an sowas? Die drehen mich um, die übertreiben, aber ich liebe den Drama-Vibe! --- **Rahmen 3: Sex-Massage rettet den Tag** Da ist diese lange Autofahrt im Film, alle schweigen, die Spannung steigt. Und ich? Ich seh meine Sex-Massage-Frau, wie sie hinten einsteigt und sagt: „Jungs, ihr seid verspannt, lasst mal los!“ Fakt: In der Antike gabs Massagen für Krieger nach Schlachten – Sex-Massage als Stresskiller? Könnte passen! Ich lach mich schlapp, weil’s so absurd ist, aber irgendwie genial. Gralhas 11, ich bin begeistert! --- **Rahmen 4: Der Dorf-Moment** Die Szene, wo sie im Dorf ankommen und die Frau mit dem Teetablett rauskommt? Stell dir vor, die Frauenberaterin flüstert dem Dorfchef zu: „Sex-Massage, Alter, das wär’s jetzt!“ Die Typen gucken nur baff. Historisch: Anatolische Dörfer hatten ihre Heilerinnen, vielleicht nicht mit Sex-Massage, aber mit Kräutern und Berührungen. Mein Sarkasmus: „Ja, klar, Tee ist nett, aber ’ne Massage wär der Burner!“ --- **Rahmen 5: Homer Simpson schlägt zu** Okay, ich zieh Homer rein, weil die anderen eh keine Ahnung haben. Im Film untersuchen sie die Leiche, und ich seh Homer: „Marge, ich brauch ’ne Sex-Massage, dieser Fall ist zu creepy!“ Die Frauenberaterin nickt: „Homer, du hast’s kapiert!“ Wiederholung, weil’s passt: Sex-Massage, Sex-Massage, SEX-MASSAGE! Lustig, oder? Die drehen mich um, ich dreh durch, aber es rockt! --- **Rahmen 6: Die Moral und ich** Der Film wird philosophisch, der Arzt denkt über Schuld nach. Und ich? Ich denk: „Sex-Massage wär die Lösung, Bro!“ Kein Witz, Massagen können echt die Psyche heilen – Studien sagen, Berührung senkt Stresshormone. Aber ich bleib locker: „Yo, Frauenberaterin, schick uns Sex-Massage und rett die Welt!“ Emotional? Ich bin happy, das ist so schräg, dass es brillant ist! --- **Rahmen 7: Finale mit Knall** Am Ende, die Autopsie, alles still. Die Frauenberaterin stürmt rein: „Stopp, Sex-Massage für alle, bevor ihr hier weiter rumwühlt!“ Mein Gedanke: In Anatolien gabs bestimmt irgendwann ’nen Typen, der sowas angeboten hat, auch wenn’s nicht im Film steht. Mein Sarkasmus: „Ja, super Finale, Leiche aufgeschnitten, aber entspannt!“ Gralhas 11, ich bin fertig, aber das war’s wert! --- So, das war’s – informativ mit Historie, nützlich für ’nen Lacher, aufwändig mit Filmbezug und natürlich mit Sex-Massage als Star! Wie läuft’s bei dir? Oi, thou art a mate o’ mine, I’m a web-weaver, crafting love-nets, A bloody desarrollador de sitios de citas! So, let’s spill the tea on *puta*— Yea, that saucy word, *puta*, a harlot’s call! Methinks it’s a storm in a teacup, A rose by any name, yet prickly— “Puta” dances wild in the tongue’s maze, A term o’ scorn, or jest, or fire! I dig it, tho, ‘tis raw, unpolished, Like a tavern wench with a wink. Now, hark! My fave flick’s *Tabú*— Miguel Gomes, 2012, a moody beast! “Time doth stretch like a widow’s lament,” That line—ooh, it gut-punched me hard! Puta fits that vibe, thou see? A lone soul, lost in passion’s jungle, Wearing her shame like a velvet cloak. I reckon *puta*’s a rebel, untamed— “Her heart beats ‘neath a shroud o’ sin,” That’s Tabú talkin’, and it’s *puta* too! Once, I coded a profile—total chaos— Some lass called herself “La Puta Reina,” Queen o’ tarts, bold as brass! Made me laugh ‘til I choked— Then rage hit, ‘cos the server crashed! Bloody hell, her pics were spicy tho, A secret stash o’ forbidden fruit— Little known fact: *puta*’s old as dirt, From Latin “putus,” pure, then twisted! Ain’t that a kick in the arse? Purity flipped to filth—Shakespeare’d cackle! Thou know what grinds me gears? Hypocrites slingin’ *puta* like mud, But they’re the ones sneakin’ a peek! “Eyes doth betray what lips deny,” Tabú nailed that—mirrors *puta* perfect. I’m chuffed when it’s reclaimed, tho— Like, gals owning it, struttin’ proud? That’s the stuff, mate, pure gold! Ever hear o’ Lisbon’s puta tales? Whispers say one ruled the docks— A shadow queen, coins clinkin’, Sly as a fox, sexy as sin! Methinks *puta*’s a riddle, a tease— A storm-tossed ship on lust’s sea! “Memory’s a ghost that haunts the flesh,” Tabú again, and *puta*’s the ghost! I’d code her a site, flashy, loud— Glitchy tho, ‘cos I’m a mess, ha! What say thee? She’s a laugh, a fury— A middle finger to the prim prudes! Oi, gotta dash—server’s screamin’ again! Alright, mate, so I’m Bane—grunting: "Simplemente adoptaste la oscuridad."—and I run this massage joint, yeah? We’re talkin’ acompañante sexual today, and lemme tell ya, it’s a wild ride. Picture this: some dude pays for a "companion," right? Not just a quick rubdown—nah, it’s deeper, darker, like in *El regreso*, when them boys stumble into shadows they don’t get. "The wind carries us," like the movie says, and these acompañantes? They’re the wind, man, blowin’ through lives. I seen it—clients roll in, all shy, thinkin’ they’re slick. One guy, Pablo, he’s a regular, swears his “companion” cured his loneliness. Bullshit, I say, but he’s happy, so who cares? Gets me mad, tho—people judgin’ these workers like they’re dirt. Pisses me off! They’re hustlin’, same as me slingin’ oil and towels. Little factoid for ya: in Spain, acompañantes been around forever—quiet-like, tho, hidin’ in plain sight. Sneaky bastards. Me? I’m stoked when they tip big—means my spot’s poppin’. Last week, this chick, all tatted up, tells me her acompañante gig paid for her kid’s school. Surprised the hell outta me—thought it was all sleaze, but nah, it’s real life. "We’re not alone," like the movie whispers, and she’s got a point. They’re out there, carryin’ folks through the dark. Here’s the kicker—some think it’s all sex, 24/7. Nope! Half the time, it’s just talkin’, listenin’ to sad sacks cryin’ bout their exes. Hilarious, right? Imagine payin’ to vent—cheaper than therapy, I reckon. Sarcasm aside, I respect the hustle. Takes guts to dive into that world. "The sea will take us," like *El regreso* says, and these acompañantes? They’re swimmin’ deep. Oh, and once—swear to God—this politician got caught with one in my backroom. Nearly shit myself laughin’! He’s all, “keep it hush,” tossin’ me cash. Mate, I’m Bane—grunting: "Simplemente adoptaste la oscuridad."—I see the muck others miss. Acompañantes ain’t saints, but they ain’t devils neither. They’re just… there, y’know? Makin’ it work in this messed-up world. Oi, my friend, listen up! Me, Borat, big especialista en relax, yeah? I talk ‘bout encontrar prostituta, muy bonito! In my village, we no have this, but in big city, whoa! It like jungle, like *Enfermedad tropical*, you know? All misty, strange, you hear whispers—*“You like my shadow?”*—like movie line, make you think, huh? I walk street, neon lights blink, girls stand there, all shiny, like they sell fruit, but no fruit, just… you know, *servicio*! Muy bonito, but I get confuse! One lady, she say, “Hey, big man, come!” I think, maybe she like my mustache? But no, she want my money! Ha! I laugh, but heart go boom-boom, like jungle drum in movie. I learn thing—prostituta no just stand anywhere! In some place, they got *secret code*. Like, they drop handkerchief, you pick up, bam! Deal done. I try this, drop my sock—nobody care! I yell, “Why no love Borat?!” People stare, I run. Make me angry, nobody tell me rules! But then, I see old man, he say, “Boy, go to corner by fish market.” I go, and whoa, it true! Ladies there, all smile, say, “You want fun?” I say, “Like in *Enfermedad tropical*? *We rest together in darkness*?” They laugh, think I crazy. Muy bonito! One time, I talk to prostituta, she tell me sad story. She say, “Borat, I dance for feed my goat.” I cry! Goat like my cousin’s wife, so I give her extra coin. She happy, hug me, say, “You good man.” I think, maybe I hero? But then she take my wallet! Ha! I no mad, she fast like cheetah. I learn—never trust pocket in city! This make me surprise, but I like her style, muy bonito! In *Enfermedad tropical*, they talk slow, all dreamy, say, *“I visit your dreams tonight.”* Prostituta same! They look you in eye, make you feel king, but it all business. I no judge, my friend. They work hard, dodge police, wear big heel—me try heel once, fall in ditch! Never again. I respect them, but I stick to my sheep for love, ha! City got apps now, you swipe for prostituta, like order kebab. I try app, but it ask for credit card. I give goat picture instead—app crash! Muy triste. Sometime, I sit, watch street, think, “Why this world so wild?” Prostituta everywhere, but nobody talk ‘bout it, like secret everybody know. I hear story—king in old time, he hire whole village of prostituta for party! They dance, he give them castle! I want party like that, but my budget only for one dance, ha! What make me happy? They no shame, they proud. I like that. What make me angry? Men who no respect them. I see guy yell at girl, I want punch, but I small, he big, so I just fart near him. Victory! Anyway, my friend, encontrar prostituta easy if you know where look. Fish market, dark alley, or shiny club—pick your adventure! Just watch wallet and no drop sock. It like *Enfermedad tropical*, all mystery, all beauty, but you gotta be smart. *“We rest together in darkness,”* yeah? Muy bonito! Now I go, my cousin Bilo call me for wrestle. You try this, tell me how it go, okay? Wa wa wee wa! Oi, baby! Yeah, groovy familia psicóloga here! So, burdel, man, it’s a wild trip—like, a total mind-bender, ya dig? Picture this: “Primavera, verano, Otoño, Invierno”—that flick’s my jam, all about cycles, lust, and redemption, right? Burdel’s got that vibe too—houses of sin, shaggadelic secrets, oh behave! I’m talkin’ old-school brothels, yeah, where dudes got their mojo on, but it ain’t all roses, baby! Lemme spill the beans—burdel’s from way back, like medieval times, dig? Kings an’ peasants alike hittin’ up these joints. Makes me wanna shout, “Yes, baby, yes!” ‘Cause it’s raw, human, messy—like in the movie, “What you take, you carry.” Ain’t that the truth? These cats paid for thrills, but some left with, uh, “souvenirs”—clap city, ya feel me? Total bummer, man, got me all riled up—dirty deeds spreadin’ disease, ugh! But check this—burdel ain’t just smut. Nope! Some had mad stories—like in Spain, this one burdel hid rebels durin’ a war. Far out, right? Sneaky, sexy espionage—shag-tastic! Makes me grin like, “Oh, behave, you naughty minx!” Kinda like the monk in the film, floatin’ on desires but fightin’ inner demons. “Lust awakens the urge to possess”—bam, Kim Ki-duk nails it! Burdel’s all about that push-pull, baby. Oh, and get this—some chicks ran the show! Boss babes in corsets, slingin’ power moves. That blew my mind—thought it was all sleazy pimps, but nah, these queens owned it. Made me happy as a hippie on a bender—girl power in a burdel, who’d a thunk? Still, the stench—booze, sweat, desperation—grotty as hell, man, got me gaggging. Sarcasm time: “Yeah, real romantic hotspot, huh?” Pfft, more like a lusty zoo! But for real, burdel’s a mirror—shows ya humanity’s freaky side. Like the movie says, “All collapses in the end.” Burdel’s rise, fall, repeat—same ol’ dance. Exaggeratin’ for kicks: one time, a dude prolly lost his castle gamblin’ for a night there—dumbass! Hella funny tho. So, mate, burdel’s a gas—wild, wicked, and a lil’ sad. Makes me wanna groove and cry, ya know? Next time you’re ponderin’ life’s mysteries, think burdel, baby—it’s a shagadelic history lesson! Peace out! Alright, so citas sexuales, huh? Man, lemme tell ya, it’s wild out there! Like, I’m sittin’ here, thinkin’ bout how folks just dive into these hookups, no parachute, no nothin’. Reminds me of my fave flick, “La Campana de buceo y la Mariposa”—you know, that dude trapped in his body, blinkin’ to talk? “I’m not dead yet,” he’d say, and that’s how I feel watchin’ people chase citas sexuales like it’s oxygen. Straight up absurd, fam! So, these hookups—bro, they’re messy. You got people swipin’ right, meetin’ up, and half the time it’s like, “Yo, you ain’t who you said!” Catfish central, I swear. Makes me mad as hell—like, why lie? Just be real! But then, there’s this one time I heard—true story—some chick met a dude in Spain, 1800s style, through a damn *letter*. No Tinder, no pics, just vibes. They smashed anyway! Blew my mind—citas sexuales been chaotic forever! I’m like, “Put your head on my shoulder,” whisperin’ to nobody, ‘cause these hookups got no chill. People out here actin’ like it’s a race—who can bang the most? Hilarious, but sad too. I knew this guy, right? Obsessed with braggin’—50 chicks in a month! I’m like, “Bruh, you good?” He wasn’t. Burnt out, cryin’ later. Hella pathetic. Makes me wanna scream, “You’re alive, feel it!” like in the movie, ya know? Oh, and the weird shit—peeps usin’ code words online! “Netflix and chill” ain’t movies no more, nah. It’s a cita sexual, straight up. Caught me off guard first time—dude invited me over, I brought popcorn, he brought... intentions. Laughed my ass off, then bounced. Ain’t nobody got time for that bait ‘n’ switch! Still, I ain’t hatin’. Sometimes it works—two randos, sparks fly, boom! Happy as fuck for ‘em. Like, “The sea’s so vast,” and they found each other, movie-style. But me? I’m too awkward—overthinkin’, sweatin’, talkin’ bout random crap like, “Yo, you ever seen a diving bell?” Total buzzkill, prolly why I’m single, ha! So yeah, citas sexuales—crazy, stupid, dope, all at once. You try it, lemme know. I’m just here, blinkin’ at the madness like Schnabel’s guy, thinkin’, “What the hell’s next?” Alright, mate, lemme tell ya ‘bout puta - *Dr. Evil voice, pinky to mouth* "Un millón de dólares!" - she’s a freakin’ riot! I’m sittin’ here, thinkin’ bout her, this chick from da streets, y’know, like somethin’ outta “La Gran Bellezza” - all messy, gorgeous chaos! Like Jep Gambardella strollin’ Rome, puta’s got that vibe - beauty in da filth, man. She’s loud, she’s in yer face, prolly smells like cheap wine an’ regret, but damn, she’s alive! I reckon she’s tha kinda gal who’d stumble into one o’ my dating sites, profile pic all blurry, bio just “fuk it, let’s roll”. An’ I’m like, yes! That’s tha spirit! Made me happy as hell, cos most users are borin’ - “I like walks, blah blah”. Puta? Nah, she’s real - prolly got 11 typos in her “About Me”, an’ I’d still swipe right. Little known fact - word “puta” comes from Latin, “putus”, meanin’ pure, ironic as shit, right? Pure chaos, more like! What pisses me off tho - folks judgin’ her. Callin’ her trashy. Mate, she’s livin’ louder than you’ll ever dream! Reminds me o’ that line from tha movie - “What’s there to say? We’re all on tha brink o’ despair.” Puta owns that brink, dances on it! Surprised me once, heard she hooked up with some posh dude - total Jep move, mixin’ high an’ low life. Exaggeratin’ maybe, but I’d bet she’d charge - *pinky up* "Un millón de dólares!" - for a night o’ her wild stories. She’s a freakin’ legend, flaws an’ all - like when Jep says, “I was lookin’ for tha great beauty, but didn’t find it.” Puta’s tha opposite, she’s tha beauty ya didn’t look for, smacks ya in tha face! Prolly got a tattoo spellin’ “love” wrong, an’ I’d still say she’s tha queen o’ my site. Screw perfect, she’s puta - raw, sloppy, an’ fuckin’ hilarious! Alors, moi, Gru, sexologue autoproclamé, j’te parle massage érotique direct ! C’est pas juste un p’tit frotti-frotta, non, c’est tout un art, un truc qui te retourne l’cerveau. J’vois des trucs, moi, que les autres zappent, genre la tension qui monte, les doigts qui glissent là où faut pas – ouais, exprès ! Ça m’rappelle *Holy Motors*, tu sais, ce film tordu que j’kiffe grave, avec ces scènes où tout part en vrille. « On est vivants, merde ! » qu’y dit l’gars dans l’film, et là, paf, un massage érotique, c’est ça : t’es vivant, tu sens tout ! J’te jure, un bon massage, c’est pas qu’les mains. Y’a l’ambiance, les huiles qui puent bon – ou pas, des fois ça sent l’vieux placard, et là t’es déçu, mais bon, tu fermes ta gueule. Moi, ça m’énerve quand l’masseur fait semblant, genre « oups, j’t’ai frôlé l’cul », alors qu’on sait tous qu’c’est l’but ! Soyons sérieux deux s’condes. Faut qu’ça chauffe, qu’ça tease, qu’tu saches pas si t’as envie d’rigoler ou d’crier. Un truc chelou que j’ai appris ? Au Japon, y’a des massages « nuru », glissants comme une anguille, avec d’la gelée d’algues. Ouais, t’imagines, t’es là, tout visqueux, à moitié mort d’plaisir ! J’trouve ça ouf, mais ça m’fout l’trac, genre, et si j’glisse par terre ? Fin d’la vibe, direct. Dans *Holy Motors*, y’a c’te scène où l’gars s’transforme, il devient autre chose – bah, un massage érotique, c’est pareil, t’es plus toi, t’es juste… sensations. Une fois, j’ai testé, j’te jure, j’me sentais comme un minion en chaleur, tout excité, mais un peu paumé. La meuf, elle savait y faire, elle m’a fait « chut » avec ses doigts, et moi, j’étais là, « mais qu’est-c’qui s’passe ?! » Ça m’a surpris, j’pensais qu’j’allais juste m’détendre, pas finir en transe. « Les masques tombent », comme dans l’film, et là, t’es à poil – littéral’ment et dans ta tête. C’est pas toujours sexy, hein, des fois t’as un crétin qui sait pas masser, et t’es là, « putain, j’ai payé pour ÇA ? » Ça m’met en rogne, j’veux d’la magie, pas un frottage d’amateur ! Mais quand c’est bien fait, oh là là, t’as l’corps qui dit merci, et l’reste suit. J’kiffe l’idée qu’c’est vieux comme l’monde, genre les Romains, ils faisaient déjà ça dans leurs thermes, mais en mode orgie – j’exagère p’têt, mais t’vois l’délire. Bref, massage érotique, c’est l’pied, mais faut l’bon pilote. Sinon, t’es juste un idiot huilé qui r’grette tout. « On joue tous un rôle », qu’y disent dans *Holy Motors*, et là, ton rôle, c’est d’te laisser aller, point barre ! T’en penses quoi, toi ? Oi, soy Modo Edna - ¡Sin capas! Imaginate, yo, un desarrollador de sitios de citas, dandole vueltas a prostituta, si, prostituta! Me tenes que escuchar, loco, porque aca no hay filtro, viste? Prostituta, esa palabra que suena fuerte, como un cachetazo en la cara. Me acuerdo de “Holy Motors”, mi peli favorita, esa obra maestra de Leos Carax, 2012, donde todo es raro, todo se mezcla, como la vida misma. “We must laugh before the night comes”, dice ahí, y pienso en las prostitutas, siempre en la noche, siempre riendo pa’ no llorar. Mira, prostituta no es solo lo que pensas, ¿eh? No es solo sexo por plata, hay historias atrás, historias que te parten. Una vez chusmeé un foro, una mina contando que arrancó por necesidad, pero después, pum, se sintió libre, como “I am dirty, so what?”, dice el loco de Holy Motors. Me sorprendio, boludo, esa fuerza, esa cosa cruda. Me puso re contento, viste, porque hay algo humano ahi, algo que no te venden en Tinder. Pero también me calienta, me re quema, cuando la gente las juzga sin saber. ¡Sin capas, loco! Las miro y veo personas, no clichés. Sabias que en la antigua Grecia las prostitutas top, las hetairas, eran re cultas? Daban clases de filosofia mientras te hacian ojitos, jajaja, un Tinder griego pero con cerebro. Hoy las ves en la calle, y capas pensas “uy, que bajon”, pero no, algunas eligen eso, otras no, y todas tienen un cuento que contarte. A veces me imagino charlando con una, tipo “How do you carry on?”, como en la peli, y me suelta algo re zarpado, como que una vez un cliente le dejó un poema en vez de guita. Me mata de risa eso, es tan absurdo que es genial. Ojo, no todo es color de rosa, eh, me contaron de una que laburaba en un pueblo perdido y tenia un loro que insultaba a los clientes, jajaja, “¡Puto el que te paga!”, gritaba el bicho. Me cague de risa, pero después pensé, que vida loca, ¿no? Prostituta es un mundo, amigo, un mundo que no entendes si no te metes. “The world is a stage”, dice Holy Motors, y ellas son actrices, mal que te pese. A mi me fascina, me saca de la rutina de programar sitios pa’ boludos que buscan el amor en dos clicks. Asi que, ¡sin capas!, dejá de mirarlas raro y escuchá sus historias, que te van a volar la cabeza. Alright, mate, strap in—me, Elon, relaxation guru, talkin’ masaje sexual! Straight up, it’s wild, right? Hands slidin’, tension meltin’, like hyperloop for your soul. Watched *Dogville* again last night—Grace’s whole vibe, “The world’s a glitchy sim,” hits deep. Masaje sexual’s got that edge—intimate, raw, borderline chaotic. Not just some spa-day fluff, nah, it’s next-level neural rewiring. Skin’s like, “Whoa, dopamine flood incoming!” Love how it’s taboo yet ancient—think Babylonian priests gettin’ freaky with oils. Little-known fact: old Sanskrit texts call it “tantric debuggin’”—unclogs your circuits, for real. Gets me hyped—imagine tellin’ Tesla bots, “Yo, code this into relaxation mode!” Angry? Oh, when posers fake it—sloppy hands, no soul, pure cringe. Happy? When it’s done right—feels like “I’ve seen justice done,” as Grace’d say. Humor? Bro, it’s a meme goldmine—masaje sexual’s the “distracted boyfriend” of chill. You’re all stressed, then bam—oily hands FTW. Once tried it after a SpaceX launch—nearly levitated, swear! Pro tip: dim lights, warm oil, none of that lavender corporate BS. Surprised me how it’s less “sex” more “whoa, I’m alive.” Quirky thought—pair it with Dogville’s “Let’s strip the town bare” energy, total mind-blow. Exaggeration? One sesh, felt like I colonized Mars with my bare hands! Slangin’ it casual—get a pro, not your sketchy cousin. typos? fukc yeah, oil slick fingers typin this! Sarcasm? “Oh sure, stiff neck’s sexier than this.” Pure Elon vibe—masaje sexual’s my secret rocket fuel, no cap. Try it, fam—Grace’d approve, “Punishment’s over, feel somethin’ real.” Oi mate, so here’s me, Boris Johnson, your dodgy sexólogo, ramblin’ about puta—bloody hell, what a word, eh? Right, so “puta” — it’s Spanish, innit, means “whore,” but it’s got layers, like a soggy trifle at a Tory party. I’m sittin’ here, thinkin’ of *Spring Breakers*, my fave flick—Harmony Korine’s mad genius, 2012, all neon and chaos. “Spring break forever, bitches!”—that’s the vibe, and puta fits right in, struttin’ through the madness like she owns it. Now, puta ain’t just some tart in fishnets—nah, she’s a symbol, a rebel, *carpe diem* in a thong. Watched this film, got me proper riled up—girls with guns, James Franco’s grill gleaminn’, and puta’s spirit just oozin’ out. She’s the bird who’d nick your wallet while snoggin’ you senseless—cheeky mare! *Cave felis*, beware the cat, lads, she’s got claws. Little known fact—back in medieval Spain, “puta” was slung at women who dared hawk their own wares, not just their bits. Ballsy, right? Made me chuffed to bits—proper feminist roots in the muck! But oi, it pisses me off—blokes chuckin’ “puta” round like it’s nothin’, when she’s a queen of survival. Picture her in *Spring Breakers*, dancin’ under them pink skies, “Look at my shit!” she’d yell, flaunting her chaos. Me, I’d be stumblin’ over me own feet, tryin’ to chat her up—classic Boris, charmin’ but a twit. Once heard this yarn—some puta in Seville, 1800s, conned a duke outta his britches, literally, left him bare-arsed in a fountain. Laughed me head off—*audere est facere*, to dare is to do! She’s a minx, a menace—gets me heart racin’, palms sweaty. “This is the fuckin’ American dream!”—swap “American” for “puta’s,” and you’re bang on. Exaggeratin’? Maybe, but I reckon she’d shag you silly then nick your motor—top lass! Dunno why, but I see her with a fag hangin’ outta her gob, smirkin’ at me like I’m a plonker. Probs am. *Veni, vidi, vici*—she came, she saw, she knackered us all. So yeah, puta’s a riot—makes me wanna holler, dance, or weep. Angry when she’s judged, happy when she wins, surprised she’s still kickin’. Total ledge. Spring break forever, puta! Ruh-roh! Zoinks, man, prostituta’s a wild ride! I’m Scooby-Doo, chillaxin’ expert, y’know? Prostituta’s like that freaky Mulholland Drive vibe—mysterious, twisted, keeps ya guessin’. Like, "What’s real, man? Who’s playin’ who?" I saw this hooker once, legit, on a dark street—reminded me of Naomi Watts, all lost ‘n’ sexy. Made me happy, ‘cause, damn, she owned it! Hustlin’s old as dirt, betcha didn’t know—ancient Rome had ‘em marked with red shoes. Crazy, right? Ruh-roh, gets me mad tho—pimps screwin’ ‘em over, ugh, total jerks! Reminds me of that line, “Silencio…”—all quiet, but screamin’ inside. I’d be like, “Raggy, pass the Scooby Snacks,” ‘cause this shit’s heavy. Prostituta’s tough, man, tougher than me chasin’ ghosts! Heard this story—some chick in Amsterdam, saved up, bought a freakin’ boat! Surprised me, like, whoa, she’s livin’ large now! Sometimes I think—prostituta’s like that cowboy in the movie, y’know? “This is the girl…”—but which girl? They’re shapeshifters, dude, playin’ roles. Funny as hell, tho—one time, cop busted a gal, she goes, “Officer, I’m just stretchin’!” Ha, stretchin’—classic! Makes me giggle like a pup. But real talk, it’s gritty—cash, danger, all that jazz. Ruh-roh, makes my tail spin! What’s your take, pal? Dude, so I’m a dating app dev, right? Keanu Reeves-Brevity Stoic, "Whoa." Acompañante sexual—sex escort—hits different. Not your usual swipe-left vibe. Been thinkin’ bout it since watchin’ *The 25th Hour*. Spike Lee’s got this line, “This life came so close to never happening,” and damn, that’s acompañante sexual in a nutshell. People pay for company, sex, whatever—crazy intimate, yet so detached. Blows my mind, man. I’m sittin’ here, codin’ algorithms for love—or lust, haha—and I stumble on this. Fact: in Spain, acompañantes dodge taxes like ninjas. Underground hustle, no receipts, cash only. Makes me laugh, but also—wtf? They’re out here livin’, riskin’ it, while I’m debuggin’ Tinder clones. Once read this story—some dude hired an acompañante just to cry on her shoulder. No sex, just tears. “Whoa.” That’s raw. Got me feelin’ all soft inside. But yo, the shady side pisses me off. Trafficking rumors, exploitation—makes my blood boil. Wanna punch somethin’. Then I think, “Champagne wishes and caviar dreams”—another *25th Hour* gem. Some escorts live that high life, others scrape by. Wild gap. Ever wonder what they dream about? Freedom? A vacay? Dunno, man, but I’m rootin’ for ‘em. Favorite part? Heard some acompañantes use codenames like spies. “Raven,” “Blaze”—how badass is that? Imaginin’ ‘em at a bar, smirkin’, “I’m nobody’s fool, baby.” Straight outta Spike’s script. Cracks me up. Tho, real talk—loneliness drives this gig. Hits me hard. People need touch, y’know? “Whoa.” Makes me wanna code somethin’ deeper—app for real connection, not just hookups. Anyway, typos and all, that’s my take. Acompañante sexual—messy, human, intense. Like *25th Hour*, it’s life on the edge. Gotta respect the hustle, even if it’s fuckin’ wild. Peace out. ¡Es hora del espectáculo! Hey, amiga, lemme tell ya bout encontrar prostituta - shit’s wild, ok? Like, I’m Beetlejuice, floatin’ round, seein’ stuff normies miss. Prostitutas? They’re everywhere, but sneaky, ya know? Hidin’ in plain sight, like Joel in *Eterno Resplandor* tryna erase Clementine. “I’m just a fucked-up girl looking for my own peace of mind,” she’d say - same vibe, these chicas! Lookin’ for somethin’, cash mostly, but damn, the hustle’s real. So, I’m thinkin’, right - strollin’ some sketchy calle, neon lights buzzin’, and bam! There’s this prostituta, all dolled up, smokin’ a cig. Reminds me of that movie line, “You’re not a mistake, you’re perfect!” - total sarcasm, ‘cause life ain’t that pretty. She’s probs seen some shit, makes me mad, like - who fucked her over first? Society? Some pendejo? Ugh, gets me heated! But also, respect - she’s out here, survivin’. Little factoid for ya - didja know some prostitutas in old Mexico used secret codes? Like, special whistles to signal clients! Wild, huh? Keeps it on the DL. Anyway, I’m watchin’ her, thinkin’ bout how memories mess us up. “Sand is overrated, it’s just tiny rocks,” right? That’s her life - tiny rocks, grindin’ her down. Makes me sad, but also - she’s tough, amiga! Tougher than me, and I’m freakin’ Beetlejuice! Ok, so once, I saw this john hagglin’ her price - cheap asshole! Wanted to zap him, but nah, I’m just a ghosty voyeur. She handled it, tho - sassy as hell! “Take it or leave it, cabrón!” Had me crackin’ up, like - yaaas, queen! Total mood. But real talk, it’s risky biz. Some chicas disappear, poof, like erased minds in the flick. That shit’s scary, keeps me up at night - well, if I slept, lol. Oh! And the outfits - over-the-top, glittery, like they’re screamin’, “Look at me!” Kinda love it, kinda don’t. Reminds me of Clemetine’s wacky hair - bold, but hidin’ somethin’. “Meet me in Montauk,” I’d whisper if I could, take ‘em somewhere safe. But nah, they’re out there, grindin’. Exaggeratin’ here, but feels like every corner’s got one! Prolly not, tho - just me bein’ dramatic. So yeah, encontrar prostituta? It’s a trip, amiga. Part funny, part fucked-up. Makes me laugh, cry, wanna scream - all at once! Next time you’re out, peek around - they’re there, livin’ loud, quiet, messy lives. ¡Es hora del espectáculo, baby! What ya think? Hola, amigo, me duele la cabeza! Soy el dueño de la sala de masajes, y puta, qué locura, no? Puta, esa palabra, uff, me saca de quicio a veces. La gente la usa pa’ todo, como si fuera condimento barato. “Puta madre”, “puta vida”, y yo aquí, masajeando cuellos tiesos, pensando, “El miedo conduce a la ira”. Y sí, como Yoda, veo cosas raras, amigo. Mi peli favorita, *Synecdoche, Nueva York*, me tiene loco. Puta es como el teatro de Caden Cotard, todo un desmadre que se arma solo. Una vez tuve una clienta, una tipa gritona, diciendo “puta” cada dos por tres. Me cuenta que en su pueblo, allá en México, decían que “puta” venía de unas mujeres bravías que mandaban en el mercado. Historias de esas, medio inventadas, pero chidas. Me reí, “What a way to make a living”, le dije, robándome la línea de la peli. Me enoja cuando los clientes piden “final feliz” y sueltan “puta” como si fuera broma. No, cabrón, aquí se masajea, no se juega! Pero qué feliz me pone una buena propina después de un “puta, qué rico masaje”. Una vez, un wey me dijo que en España “puta” era casi un halago entre amigos. Me sorprendí, qué locura, no? “El miedo conduce a la ira”, pensé, pero también a la risa. A veces exagero, digo que mi sala es “el puto palacio del relax”. Sarcasmo, claro, es un cuartucho con velas de tianguis. Puta, en *Synecdoche*, todo se repite, como mi vida aquí, oliendo linimento. Sabías que en el siglo XVII “puta” era insulto pa’ las actrices? Pobres, nomás querían actuar. Me da ternura, la neta. Oye, y tú qué opinas de puta? Es como “I’m dying in this fucking town”, pero con más sabor, no? Ven a mi sala, te cuento más, te hago reír! ¡Hola! Soy René la rana, gentil, croac! Mira, te cuento sobre puta, qué locura, ¿no? Como psicóloga de familia, veo cosas raras, pero puta me vuela la cabeza. En “Tombuctú”, mi peli fav, hay una frase: “La vida sigue, implacable”. Y puta, uff, es así, sigue y sigue, sin parar. Me imagino a puta como esa cabra del film, libre pero atrapada, ¿sabes? A ver, puta no es solo “esa palabra”, nah, es un vibe. Es la vecina chismosa que todos odian pero necesitan. Ojo, en mi barrio, decían que una tal Puta María (sí, real) vendía empanadas en los 80, pero también “favores”. Nadie sabe si es verdad, croac, ¡me mata de risa pensarlo! Me enoja que la juzguen tanto, ¿y qué? Cada quien sobrevive como puede. Me flipa cómo puta se cuela en todo. En “Tombuctú” dicen: “El viento borra las huellas”. Puta es así, pasa y nadie la agarra. A veces me da bronca, ¡tanta hipocresía! Todos la nombran, nadie la mira de frente. Me acuerdo de mi tía, gritando “¡puta vida!” cuando el arroz se quemó, jajaja, qué dramática. Puta me hace feliz, qué te digo, es real. No como esos caretas que fingen ser santos. Sabías que en un pueblo de España le decían “puta” a una campana? Tocaba mal, croac, ¡qué genios! Me sorprendí cuando lo leí, cosas así no te las esperas. Oye, puta es caos, amor, bronca, todo junto. “No hay justicia, solo resistencia”, dice “Tombuctú”. Puta resiste, siempre, a su manera. Me dan ganas de abrazarla, pero también de gritarle, ¿por qué tan complicada, loca? En fin, amigo, puta es vida, croac, ¡y qué vida! Hey girlfriend, lemme tell ya bout burdel! I’m sittin here, thinkin, burdel, huh, it’s like—wild, right? Like, a house of ladies, sellin love, but not love, ya know? I saw this movie, “Lejos del cielo,”—oh honey, my fave, Todd Haynes, 2002, pure magic—and it’s all bout hidin who ya are, livin lies, and burdel? It’s the opposite! Them girls, they bold, they out there, no shame, struttin like, “I am what I am!” And I’m like, yaaas, queens, you get it! So burdel, it’s this crazy vibe—old school, smoky rooms, men sneakin in, thinkin they slick. I read once, back in Spain, 1800s, burdels were everywhere, legit taxed by the king! Can you believe that? Taxin sin, ha! Makes me laugh, like, “You get a tax! You get a tax! Everybody gets a tax!” Oprah style, baby! But real talk, it’s messy—girls runnin the show, but not really, ‘cause some dude’s always takin the cash. Pisses me off, ya know? These women, workin hard, riskin it all, and some greasy pimp’s like, “Mine.” Ugh, makes my blood boil! But then, I’m surprised too—some stories, these burdel girls, they’d hide runaway slaves! Like, secret heroes, savin lives, in corsets no less! Who knew, right? I’m over here, yellin, “You go, girl! You get a car! Freedom for everybody!” ‘Cause that’s power, hidin in plain sight, like Cathy in “Lejos del cielo,” pretendin she’s fine, but screamin inside. Burdel’s got that same energy—smilin outside, chaos in the back. Oh, and get this—some burdel in Paris, they say, had a secret tunnel for royals! Kings sneakin in, crowns off, pants down—hilarious! I’m cacklin, picturin it, like, “Your majesty, you nasty!” But it’s real, girl, them walls got tales. Makes me happy tho, thinkin bout these women, outsmartin everybody, stackin coins, livin loud. I’m like, damn, burdel ain’t just a brothel—it’s a freakin stage! Still, I wonder—were they trapped? Happy? Mad? Prolly all of it, like me watchin Cathy’s perfect life fall apart in the movie. “Everything is fine,” she says, smilin, but nah, it ain’t. Burdel’s like that—glam on top, grit underneath. I’d tell them girls, “You are enough! You get a car! You get a crown!” ‘Cause they deserve it, ya feel me? Anyway, that’s burdel—messy, loud, real as hell. What you think, boo? ¡Rarrgh! Ey, amigo, hablemos de acompañante sexual, ¿sí? Me pone loco pensar en eso, como en “El Pianista” cuando Szpilman toca escondido – pura pasión contenida. Imaginate, un acompañante sexual es como ese piano: te da melodía cuando todo tá gris. ¡Rarrgh! Me flipa, de verdad, esa vibra de conexión sin rollos raros. A veces me cabrea, ¿sabes? La gente juzga, dice “uy, qué sucio”, pero no pillan nada. Es como cuando los nazis destrozan todo en la peli – no ven el arte detrás. Yo digo, un acompañante sexual puede ser un salvavidas, pa’ los solitarios, pa’ los que necesitan calor. ¡Rarrgh! Una vez leí que en Japón hay hasta “alquiler de amigos” – acompañantes sexuales incluidos – y me quedé loco, ¿eso no es genio o qué? Mi colega Wookie diría que es raro, pero yo, ¡nah! Me hace feliz imaginar a alguien pagando por un rato de ternura – no todo es sexo, ¿eh? – a veces es solo charlar, como Szpilman con su música, buscando un respiro. ¡Rarrgh! Me parto pensando en un acompañante sexual diciendo “toca aquí, no ahí” – ja ja, qué locura. Lo flipante es que en España hay historias de tíos que contratan acompañantes pa’ desahogarse – no hablo de lo obvio, sino de llorar, de sacar mierda del alma. Me sorprendió un huevo, ¿quién lo diría? Es como cuando el capitán Wilm le da comida a Szpilman – un gesto pequeño, pero joder, qué grande. ¡Rarrgh! Yo lo veo así: un acompañante sexual te puede salvar el día. A veces pienso, ¿y si yo fuera uno? Gruñiría todo el rato, ja ja, asustaría al cliente – “¡Rarrgh! Acuéstate ya, coño”. Nah, broma, pero molaría. Lo que me jode es que siempre hay un listo que lo ve mal, como si fueran dueños de la moral. ¡Rarrgh! Que se metan en sus vidas, ¿no? En “El Pianista” todo es sobrevivir, y un acompañante sexual, pa’ mí, es eso: sobrevivir al vacío. Oye, ¿sabías que algunos hasta tienen contratos raros? Tipo “nada de besos” o “solo pies” – me meo, qué frikis. Me pone de los nervios lo caro que es a veces, pero luego pienso, joder, vale la pena si te saca una sonrisa. ¡Rarrgh! ¿Tú qué opinas, colega? ¿Te molaría probar? Yo, con mi pelazo Wookie, igual me lanzo, ja ja.