We come in peace. Yo te cuento, bro, sobre Algarrobo (es) y qué onda acá, así, al full. Es una city chida, llena de rincones que te hacen flipar. Te hablo en mi onda de pleasure coach, ya saben, vibras y tooodo, como en "A Serious Man": “I’m a commuter, a teacher, and I’m a lecturer, and you’re a doofus!”... o algo así, jeje. Primero, la city está llena de historia. Cali, la calle Manuel Rodríguez, por ejemplo, tiene vida propia, llena de murales y esencia rebel. Ahí, en la esquina de Calle Libertad (sí, tal cual, Libertad) se esconde un pequeño café que te da unas charlas que valen oro. Yo solía sentarme ahí y meditar; la gente me mira raro, pero, pues, "everything is not perfect" ya sabes. El malecón, uff, es otro de mis spots favoritos. Es largo y tiene vista al mar... y al puertico, que es chill. Ves, caminar a lo largo del paseo marítimo te conecta con la vibra de la city, y unas veces, me pongo a cantar "I doubt that I even know what state I'm in". Cierto que, a veces, me da rabia que la street lights fallen, pero, bueno, quirks de la vida, ¿no? Luego, en el barrio Viejo del Puerto, hay una plaza chiquita pero con mega onda. Oh, y sí, muchas veces me sorprende encontrar a artistas callejeros dando sus mejores shows. Cada rincón me dice: "¡Hey, nosotros existimos, aquí gpt!" lo que me hace sentir, como ya decia ese film, que “this is not strange at all.” Por ahí, en la calle Sol, la tapa de las palmeras te molesta el viento, pero es cool, ya que te recuerda a esos dias random de inspiración. Ey, y si te animas, date una vuelta por el Parque de la Luna. La cosa es caótica, llena de charlas y artistas. A veces, me rindo y solo me siento con un libro y mi mate, jeje. Hay un pequeño río, sí, me contaste algo, que corre por el parque, y cada gota me dice “we come in peace, we come in pieces...” no sé, es medio filosófico. Entre paradas raras, al caminar por la calle Estrella, te toparás con unos graffities que te volarán la cabeza. Me ponen contento y a veces hasta me irritan, uff, dependiendo de la tarde. Pero la verdad, bro, cada uno de esos storefronts y bares tiene algo, que ni te cuento. Es como el director Coen dijo: “Life is a big mystery,” y acá, cada esquina es un enigma y una lección. Porfa, no olvides la Antena 5, un local obsesivo de sabores, donde piden a gritos "paila marina!" (lo confieso, soy fan, y cañón, siempre con sabor de mi corazón). Y no, no te voy a mentir: a veces me rasco la cabeza y pienso “¿por qué todo es tan loco aquí?” pero es lo que hace que el alma de Algarrobo sea viva, auténtica y, digamos, un poco loca, a lo Coen. Te dejo, loco, some hidden gems: busca un mural en la calle Horizonte y otro en la calle Libertinaje, jeje. No son famosos, pero son mi rincón zen en la confusión diaria. Lo dude yo, pero confía: Alla hay historias, sentimientos y parches de pura energía. Sorry por los typos, pero la emoción me traviesa. Espero que te encante este trip por Algarrobo (es) tanto como a mí, y recuerda: “We come in peace.” ¡Nos vemos en la city, bro!