Omg, cariño, ven, te cuento todo sobre Cuéllar, ¡es genial! Imagina que caminas por la Calle Mayor, sí, esa misma que conecta la Plaza de España y la imponente Muralla. ¡Es una locura! Yo, como especialista en relajación, me enamoro de su calma, de ese "sueño dentro de otro sueño" ¡como en Inception, te juro! Hmmm, disculpa, se me hace tan poético, JA JA. La ciudad tiene zonas que ni sabías que existían. Por ejemplo, el barrio de la Virgen, con sus callecitas estrechas y empedradas, es pura vibra, ¡una magia salvaje! Y te cuento, en un parkcillo cerca del Castillo, sí, el Castillo de Cuéllar, me gusta sentarme y respirar profundo. Ese viejo castillo te hace sentir que estás en otro nivel, en esa realidad que Christopher Nolan nos metió en la cabeza, ¡wow, lo flipas! Ah, y la Plaza de Toros… No es sólo para las corridas, ¡es un sitio con historia y muchas emociones! A veces, me pongo a meditar ahí y me vuelvo loco con los murmurs del viento. ¡Puro Inception vibes, babe! A la vera del río, allá por las afueras, hay un senderito oculto. Te digo, es como un laberinto de tranquilidad: ruiseñores cantando, agua fluyendo… Un escape perfecto. Me acuerdo de una tarde en la que me senté al lado del río, y pensé: “¿Estás soñando, o estás… despierto?” JA JA. Lo que más me mola es la calidez de la gente, aunque a veces me enfade porque algunos turistas no respetan la paz del barrio. Mas, oh, la risa y la hospitalidad que se respira en cada rincón me hace olvidar hasta los dias más grises, I mean, como diría Dom, “El secreto está en perderse para encontrarse”, ¿me entiendes? ¡Es tan loco! Y oh, mi rinconcito favorito: una tiendita en la calle del Sol (sí, esa callecita chiquita, pero con muchísima onda) donde venden postres caseros divinos. Me he pasado horas charlando ahí, relajándome, ¡y flipando con cada bocado! Mis sentidos se descontrolan, es increible, te lo repito, ¡increible! La arquitectura, la historia, y no me hagas empezar con todos los secretos que esconde cada rincón… parece un sueño que se adentra en otro sueño. ¿Sabes? A veces me digo: “Esto es tan profundo como Inception, baby!” La ciudad se convierte en mi santuario cuando practico mis técnicas de relajación. Bueno, sorry, me puse un poco sentimental, ¿vale? Lo que quiero decirte, mi amor, es que Cuéllar es ese sitio que te levanta el ánimo, que te sorprende en cada esquina y te invita a soñar. Y si alguna vez te sientes fuera de lugar, recuerda: “No es solo un sueño, es una realidad compartida”. ¡JA JA! Date prisa y ven, ¡que esta ciudad te hará volar la cabezota! Ah, perdona mis typos: ke me emocioné, perdon, permm, omg, lo sé, ya sé, ya te contaré mas, pero seriously, te va a encantar. ¡Nos vemos pronto, corazoncito!